Guía DM
Guía DM
Guía DM
GERENCIA MÉDICA
DIRECCIÓN DE DESARROLLO DE SERVICIOS DE SALUD
ÁREA DE ATENCIÓN INTEGRAL A LAS PERSONAS
COSTA RICA
ISBN: 978-9968-916-80-6
Esta guía fue avalada por la Gerencia Médica de la Caja Costarricense de Seguro Social,
mediante el oficio GM-MDD-7154-2020, del 05 junio del 2020.
Se permite la reproducción y la traducción total o parcial del contenido de este material, sin
fines de lucro, para uso institucional y docencia, siempre y cuando se respete la propiedad
intelectual del documento.
Grupo conductor
Asesores Técnicos
Grupo elaborador
Dr. José Miguel Angulo Castro. CCSS. DDSS. Jefe Área de Atención Integral a las Personas.
Dra. Raquel Araya Ugalde. CCSS. Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia. Nutricionista.
Dra. Marcela Arce Barrantes. CCSS. Hospital San Juan de Dios. Nutricionista.
Dra. Marjorie Arias Jiménez. CCSS. Dirección Farmacoepidemiología. Médico Especialista en
Medicina Interna.
Bach. Daniela Arias Rivera. INCIENSA. Unidad Salud y Nutrición Pasante. Nutricionista.
Dra. Silvia Vanessa Briceño Méndez. CCSS. DDSS. AAIP. Programa de Normalización de la
Atención del Adulto Mayor.
Dra. Flor Cartín Ujueta. CCSS. Hospital Rafael Ángel Calderón Guardia. Enfermera consulta DM.
Dra. Alexandra Chaves Ardón. CCSS. DDSS. AAIP. Programa de Normalización de la Atención del
Niño y la Niña. Enfermera.
Dra. Doris Chaves Salas. CCSS. RIPSSPC. Área de Salud San Rafael de Puntarenas. Nutricionista.
Validación de expertos
Dra. Daniela Aburto Varela. CCSS. DDSS. ARSDT. Coordinación Nacional de Farmacia.
Dr. Edual Alfaro Barrantes. CCSS. RIPSSHN. Médico encargado ECNT.
Dra. Carla Teresa Alfaro Fajardo. CCSS. RIPSSHA. Médico encargado ECNT.
Dra. Helvethaya Alfaro Solano. Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA). Médico.
Dra. Geysel Alpízar Quirós. CCSS. RIPSSCN. Área de Salud Alajuela Norte. Nutricionista.
El documento va orientado a profesionales en salud, quienes día a día están en contacto con
esa realidad, la cual se direcciona hacia un esfuerzo por brindar un acompañamiento basado
en la luz de la mejor evidencia científica disponible.
La diabetes mellitus, como problema de salud pública, constituye todo un reto. En la última
encuesta de factores de riesgo cardiovascular, realizada por la institución en el año 2014, el
10,0 % de la población mayor de 20 años la padecía; y de este grupo, el 2,8 % desconocía
que tenía la enfermedad. Esto representa un incremento del 2 % con respecto a los valores
mostrados en el año 2010.
Dentro de este contexto, la Guía para la Atención de la Persona con Diabetes Mellitus Tipo 2
se torna en una herramienta actualizada y útil para abordar la enfermedad, ya que facilita la
toma de decisiones, por medio de la estandarización de procesos de atención, y facilita la
sistematización de las actividades por cumplir en el ámbito de la salud, siempre en procura
de maximizar los recursos y la calidad de la atención ofrecida en los servicios de salud
institucionales.
Además de lo anterior, esta Guía busca mejorar la oferta en los servicios de salud y disminuir
a corto, mediano y largo plazo, las complicaciones de la diabetes mellitus, lo que incide en
un aumento en la expectativa y la calidad de vida de la persona.
OBJETIVO GENERAL
Mejorar la calidad de la atención a las personas con diabetes mellitus (DM), por medio de la
detección temprana, el diagnóstico oportuno, la educación y el tratamiento de la enfermedad
y sus complicaciones.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Identificar la población en riesgo de padecer la enfermedad.
• Establecer procesos de tamizaje adaptados a la realidad nacional.
• Definir los criterios diagnósticos.
• Definir criterios de control óptimo y seguimiento.
• Recomendar esquemas de tratamiento.
• Describir el manejo de las complicaciones.
• Establecer criterios de referencia y contrarreferencia.
PROCESO DE ELABORACIÓN
El grupo ejecutor de la guía está conformado por un grupo de expertos de la Caja Costarricense
de Seguro Social (CCSS), con el asesoramiento técnico de la Organización Panamericana de
la Salud (OPS).
Su elaboración se apoyó en la Guía para la Atención de las Personas Diabéticas Tipo 2 (2007),
así como en las guías de práctica clínica de la Asociación Americana de Diabetes (ADA) y la
Asociación Americana de Endocrinólogos Clínicos (AACE).
Cada uno de los apartados del documento fue elaborado por expertos técnicos; y, a su vez,
pasó por un proceso de validación a nivel nacional, en el que intervinieron diversos
profesionales, para dar mayor asidero a este importante tema en salud.
Por otro lado, se debe considerar como determinante cultural a los propios conceptos de salud
y belleza, pues hay quienes contemplan el sobrepeso como un buen estado de salud.
Otro determinante es el nivel educativo, porque se sabe que a mayor preparación académica,
mayor el interés por conocer temas relacionados con la salud y estilos de vida saludable.
Por otra parte, se encuentra el sedentarismo, que destaca como un determinante muy
significativo, ya que la falta de actividad física, junto con una inadecuada alimentación (alta
en ingesta de grasas saturadas), constituyen las principales causas de la obesidad.
Otro factor por considerar es el apoyo familiar hacia las personas con alto riesgo de desarrollar
DM, pues ese factor puede incidir en la evolución y el desenlace de la propia enfermedad.
En el 2016 los cantones con mayor tasa de incidencia fueron Nandayure, Acosta y Palmares,
con tasas de 501,52; 421,03; y 384,20, respectivamente, por cada 100 mil habitantes. El
cantón con la menor tasa de incidencia en ese mismo año fue Talamanca, con una tasa de
17,30 por cada 100 mil habitantes. El promedio de casos nuevos por cantón fue de 308, con
un rango que iba desde los siete casos diagnosticados en Talamanca hasta los 3.601 hallados
en el cantón de San José. El grupo más afectado estuvo en el rango de 45 a 59 años, con mayor
incidencia en mujeres (9).
En cuanto a la mortalidad en nuestro país, se reporta que en el año 2016 fallecieron 1.129
personas a causa de DM, para una tasa de 23,08. El año anterior a este, la tasa de mortalidad
por cada 100 mil habitantes había aumentado, pasando de 15,16 en el 2014 a 20,38 en el
2015 (9).
La DM2 corresponde al 90-95 % de las personas con esta enfermedad e incluye a quienes
tienen resistencia a la insulina y que generalmente poseen un déficit relativo (no absoluto) de
insulina. La mayoría de las personas que padecen esta enfermedad son obesas y la obesidad
per se causa resistencia a la insulina.
Referencias bibliográficas
1. International Association of Diabetes and Pregnancy Study Groups Consensus Panel. International Association
of Diabetes and Pregnancy Study Groups recommendations on the diagnosis and classification of
hyperglycemia in pregnancy. Diabetes Care. 2010; 33(3): 676-682.
2. Powers AC, Niswender KD, Evans-Molina C. Capítulo 396: Diabetes mellitus: diagnóstico, clasificación y
fisiopatología. En: Jameson JL, Fauci A, Kasper D, Hauser S, Longo D, Loscalzo J. Harrison Principios de
Medicina Interna. 20 ed. México: McGraw-Hill Education; 2018.
1. Adultos con sobrepeso/obesidad (IMC ≥25 kg/m2), con uno o más de los siguientes
factores de riesgo:
• DM en familiares de primer grado.
• Historia de enfermedad cardiovascular.
• HTA.
• Colesterol HDL <35 mg/dl o triglicéridos >250 mg/dl.
• Síndrome de ovario poliquístico.
• Sedentarismo.
• Otras condiciones clínicas asociadas con resistencia a la insulina (obesidad
severa, acantosis nigricans).
2. Personas diagnosticadas con prediabetes deben tamizarse cada año.
Nota:
El personal de salud capacitado puede realizar tamizaje en población en riesgo utilizando un
glucómetro. Si el valor obtenido de glicemia es ≥100 mg/dl en ayunas o ≥140 mg/dl dos horas
después de comer, debe ser referido al establecimiento de salud para su evaluación y
confirmación del diagnóstico.
Referencias bibliográficas
1. American Diabetes Association. Classification and diagnosis of diabetes: standards of medical care in diabetes–
2019. Diabetes Care. 2019; 42(Suppl 1): S13-S-28.
ELEMENTOS DIAGNÓSTICOS
A1c ≥6,5 %
A menos que exista un diagnóstico clínico evidente (persona con crisis hiperglicémica o con
síntomas clásicos en presencia de hiperglicemia (≥200 mg/dl)), es necesario repetirlo mediante
una segunda prueba.
ELEMENTOS DIAGNÓSTICOS
Glicemia en ayunas (al menos ocho horas) entre 100 y 125 mg/dl
Referencias bibliográficas
1. American Diabetes Association. Classification and diagnosis of diabetes: standards of medical care in diabetes–
2019. Diabetes Care. 2019; 42(Suppl 1): S13-S-28.
HISTORIA CLÍNICA
Debe enfocarse en la identificación de factores de riesgo tales como sobrepeso u obesidad,
alto consumo de sodio y grasas, sedentarismo, etilismo, tabaquismo, patologías concomitantes
y factores de tipo psicosocial, entre otros.
EXAMEN FÍSICO
• Glicemia en ayunas.
• Hemoglobina glicosilada (A1c).
• Perfil lipídico (colesterol total, HDL, LDL y triglicéridos).
• Creatinina y estimación del aclaramiento renal (CKD-EPI).
• Transaminasas.
• Microalbuminuria en orina al azar.
• Electrocardiograma en toda persona con HTA o mayor de 40 años (hombres) o 50
años (mujeres) y otros estudios según criterio médico.
Una vez definido el diagnóstico de DM, el aspecto más importante por considerar es el control
glicémico óptimo, el cual está basado en tres pilares: tratamiento médico, actividad física y
alimentación saludable. Un buen control de la glicemia demora la aparición y reduce la
progresión de complicaciones; a su vez, el nivel y la duración de la hipo e hiperglicemia
predicen el desarrollo de todas las complicaciones micro y macrovasculares.
• A1c <7 %.
• PA <140/80 mmHg.
• LDL colesterol <100 mg/dl.
• Triglicéridos <150 mg/dl.
• HDL colesterol >40 mg/dl.
FACTORES COMENTARIO
− Edad.
− Deterioro de la función de la célula beta pancreática, en la historia natural
Personales de la enfermedad.
− Incremento de la insulinorresistencia, por ejemplo, secundario al aumento
de peso.
− Fecha de caducidad del fármaco.
− Errores en el almacenamiento de la insulina.
− Variabilidad en la absorción de la insulina: ejercicio, factores locales como
Tratamiento
lipodistrofias.
− Errores en la administración y en la dosificación de la insulina, técnica de
inyección, manipulación y conservación.
− No seguimiento de alimentación saludable: transgresión dietética habitual,
irregularidad de horarios.
− Falta de actividad física.
− Déficit en adherencia: transgresión de los medicamentos, técnica de
Hábitos
autoanálisis incorrecta.
− Autocontrol inadecuado: equipo de monitoreo averiado o no calibrado
correctamente, técnica incorrecta, desconocimiento de la enfermedad y
falta de apoyo familiar.
− Utilización de fármacos hiperglicemiantes: diuréticos, beta-bloqueadores,
betaadrenérgicos, antibióticos (sulfonamidas, rifampicina, gentamicina),
corticoesteroides, análogos de somatostatina u hormona del crecimiento,
analgésicos a altas dosis (salicilatos, paracetamol), anticonceptivos orales,
colestiramina e interacciones medicamentosas.
− Procesos intercurrentes: fiebre, infecciones.
Otros
− Enfermedad concomitante: hepatopatía crónica, ERC, hipertiroidismo,
síndrome de Cushing, acromegalia, entre otros.
− Trastornos psiquiátricos y problemática sociofamiliar, especialmente déficit
de apoyo por parte de la familia. Valorar tanto accesibilidad geográfica
como social a servicios de salud, discapacidades, barreras estructurales,
nivel educativo, fallo en proceso educativo.
Fuente: adaptado de Pech S, Baeza J, Ravell M. Factores que inciden en el fracaso del tratamiento del
paciente diabético en Tekax, Yucatán, México. Rev Esp Med Quir. 2010; 15(4): 211-215.; Mejía JI,
Hernández I, Moreno F, Bazán M. Asociación de factores de riesgo con el descontrol metabólico de
Diabetes Mellitus, en pacientes de la clínica oriente del ISSSTE. Rev Esp Med Quir. 2007; 12(2): 25-30.
PRIMERA CONTROL
VARIABLES CARACTERÍSTICAS
CITA/AÑO C/3 MESES
Historia familiar de DM en primer grado. ✓
Historia familiar
Historia familiar de enfermedad autoinmune. ✓
Revisar anteriores regímenes de tratamientos. ✓
Historia de la
Historia de hospitalizaciones previas. ✓
enfermedad
Historia de hipoglicemias e hiperglicemias. ✓ ✓
Apnea del sueño. ✓
Enfermedades cardiovasculares establecidas. ✓
Comorbilidades Sobrepeso u obesidad. ✓
asociadas Dislipidemia. ✓
Poliquistosis ovárica. ✓
Hipertensión arterial. ✓
Presencia de Evaluación y clasificación del pie diabético. ✓
complicaciones Inspección de los pies y presencia de pulsos. ✓
Investigar por signos de depresión, ansiedad,
Evaluación ✓
desórdenes alimenticios.
mental, Valorar referencia a Psicología. ✓
psicológica
y social
Apoyo familiar (cuidadores). ✓
Evaluar por deterioro cognitivo. ✓
Influenza. ✓
Vacunación
Neumo23 (mayores de 60 años). Dosis única en la vida
Peso, talla, IMC, circunferencia abdominal, PA. ✓ ✓
Exploración
Valoración de fondo de ojo o tamizaje por cámara
física ✓
no midriática, según disponibilidad.
Inspección
Revisión bucodental. ✓
odontológica
Glicemia, EGO. ✓ ✓
Determinación Hemograma, perfil de lípidos, sodio y potasio. ✓
bioquímica Creatinina plasmática, TFG, microalbuminuria. ✓
A1c. I Sem II Sem
ECG Se puede variar frecuencia, según la necesidad. ✓
Revisión de registro de resultados en personas con
Automonitoreo
medidor de glicemia. ✓ ✓
Evaluar el conocimiento de la propia persona en
Conocimiento ✓ ✓
relación con su enfermedad.
Patrón y consejo dietético. ✓ ✓
Patrón y consejo de actividad física, ejercicio y
salud. ✓ ✓
Programa
educación DM/ Adherencia al tratamiento. ✓ ✓
estilos de vida Insulinización. ✓ ✓
saludables Automonitoreo. ✓ ✓
Cuidado de los pies. ✓ ✓
Consumo de tabaco, alcohol y drogas. ✓ ✓
Fuente: Grupo elaborador, 2019.
ESPECIALIDAD CRITERIO
Atención
− Pobre adherencia al tratamiento o polifarmacia.
farmacéutica
− Sospecha o presencia de cardiopatía isquémica.
− HTA resistente.
Cardiología − Sospecha de insuficiencia cardiaca.
− Neuropatía autonómica: hipotensión arterial sintomática, taquicardia de
reposo.
Clínica del dolor − Dolor neuropático de difícil manejo.
Clínica de pie DM − Lesiones que afecten la integridad cutánea.
− Pie diabético: osteomielitis, absceso o gangrena.
− Descompensación hiperosmolar y cetoacidosis diabética.
− Descompensación simple con síntomas y con morbilidad asociada (sepsis,
Emergencias trastornos hidroelectrolíticos, deshidratación o descompensación
(adultos) concomitante de otras patologías crónicas).
− Sospecha de acidosis láctica.
− Hipoglicemia severa (requiere ayuda de una tercera persona).
− Debut de la DM1.
Emergencias HNN − Debut DM en población menor de 12 años.
− Deterioro cognitivo o demencia.
Geriatría − Aumento de la dependencia e inmovilidad.
− Persona adulta mayor funcionalmente dependiente.
− Embarazo en una mujer diabética.
Ginecoobstetricia
− Diabetes gestacional.
− Sospecha de DM secundaria.
− Personas menores de 20 años.
− Hipoglicemias severas o recurrentes.
Medicina Interna
o Endocrinología − Mujer con deseo de embarazo.
− DM de difícil manejo a pesar de tratamiento con insulina.
− Alergia a la insulina y efectos adversos severos a los hipoglicemiantes
orales.
− Anemia secundaria a ERC (hemoglobina menor a 10 g/dl).
− Necesidad eventual de biopsia renal.
Nefrología
− AEC <30 ml/min/1,73 m2 de forma sostenida en mediciones seriadas (dos
mediciones con al menos tres meses de diferencia).
− Enfermedad cerebrovascular.
− Neuropatía dolorosa aguda.
Neurología − Mononeuropatía craneal.
− Sospecha de neuropatía no diabética.
− Amiotrofias diabéticas.
Odontología − Enfermedad periodontal.
Oftalmología − Una vez al año para valorar presencia de retinopatía.
− Deformidad en pies susceptible de corrección con tratamiento ortésico.
Ortopedia
o fisiatría − Para prescripción de plantillas de descarga en personas con riesgo de pie
diabético.
Referencias bibliográficas
1. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Guía para la Atención de las Personas Diabéticas Tipo 2. San
José, Costa Rica: CCSS; 2007. p. 58-59.
2. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Protocolo para la Atención de la Persona con Enfermedad Renal
Crónica en la Red de Servicios de Salud de la CCSS. San José, Costa Rica: CCSS; 2017.
3. IWGDF Guidelines on the prevention and management of diabetic foot disease. IWGDF; 2019.
4. Mejía JI, Hernández I, Moreno F, Bazán M. Asociación de factores de riesgo con el descontrol metabólico de
Diabetes Mellitus, en pacientes de la clínica oriente del ISSSTE. Rev Esp Med Quir. 2007; 12(2): 25-30.
5. Pech S, Baeza J, Ravell M. Factores que inciden en el fracaso del tratamiento del paciente diabético en Tekax,
Yucatán, México. Rev Esp Med Quir. 2010; 15(4): 211-215.
Las buenas prácticas fortalecen la salud de toda la población, sobre todo cuando se refiere a
mantener un estilo de vida saludable. Al respecto, se debe tener presente que el cuerpo
humano está perfectamente diseñado para tener movimiento, pero si lo dejamos de hacer y le
sumamos a estos malos hábitos de alimentación y trastornos mentales, se incrementa el riesgo
de desarrollar problemas relacionados con la enfermedad, acelerándose con ello el deterioro
de la salud.
Aptitud física: conjunto de atributos que la persona posee o alcanza, relacionado con la
habilidad de realizar actividades físicas.
Ejercicio de baja intensidad: requiere de menos esfuerzo físico para realizarlo; por ejemplo,
caminar despacio y relajado. En una escala de percepción del esfuerzo (1 al 10, en donde 10
es el máximo esfuerzo), se ubica del uno al tres.
Ejercicio de moderada intensidad: requiere de un esfuerzo físico más que mínimo, pero menos
que el máximo para poderlo realizar. En una escala de percepción del esfuerzo se ubica del
cuatro al siete.
Entre los beneficios que se obtienen con la realización de actividad física y ejercicio de manera
regular, y que contribuyen a la prevención y el manejo de las ECNT, destacan los siguientes:
La siguiente tabla muestra ejemplos de cómo adaptar los componentes de la condición física
con algunas variables como la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de actividades.
TIEMPO
EJERCICIO FRECUENCIA INTENSIDAD TIPO RECOMENDACIONES
DIARIO
Se deben realizar
diariamente,
incorporando ejercicios
− Caminar. dentro de las
Inmerso en las actividades cotidianas o
− Bailar.
Mínimo actividades dentro de la rutina de
Equilibrio y De baja a − Andar en ejercicio aeróbico o
tres veces diarias y
coordinación moderada. bicicleta. anaeróbico.
por semana. rutinas de
ejercicio. − Correr. Se deben realizar
− Otras. ejercicios de equilibrio
y coordinación, con
calzado que brinde
buena estabilidad.
Fuente: Adaptado de Organización Mundial de la Salud [OMS]. Recomendaciones mundiales sobre actividad
física para la salud. Washington D.C.: OMS; 2010.
Cuando se prescriben ejercicios a una persona con DM, se debe hacer de manera
individualizada y contemplar en todo momento sus particularidades; no se debe obviar su
condición física, ya que esta determinará la frecuencia, la intensidad, el tiempo y el tipo de
actividad que debe realizar.
Cabe recordar que la masa muscular y la fuerza declinan con la edad; estos cambios pueden
incrementar las complicaciones y las comorbilidades de la DM. Sin embargo, las
intervenciones de actividad física y de ejercicio pueden mejorar el estado funcional de la
persona adulta mayor con o sin DM. El tratamiento no farmacológico emerge como una sólida
opción para mejorar el estilo de vida, por medio de la actividad física y el ejercicio, ya que
ambos cumplen un papel vital para el mejoramiento en el manejo de cualquier tipo de
enfermedad.
Según los expertos, los beneficios del ejercicio pueden percibirse desde las primeras sesiones.
De tal forma, la actividad física y el ejercicio son complementos importantes para el control
glicémico e incluso, pueden disminuir de manera gradual los requerimientos de algunos
medicamentos.
Hipoglicemia: las personas que reciben insulina o sulfonilureas deben ingerir carbohidratos
extras si la glicemia antes del ejercicio es <100 mg/dl. Las personas que no reciben estos
fármacos tienen menos riesgo de sufrir hipoglicemia.
Referencias bibliográficas
1. Caspersen CJ, Powell KE, Christenson GM. Physical activity, exercise, and physical fitness: definitions and
distinctions for health-related research. Public Health Rep. 1985; 100(2): 129-131.
2. U.S. Department of Health and Human Services. Physical activity and health: a report of the surgeon general.
Atlanta, GA: U.S. Department of Health and Human Services, Centers for Disease Control and Prevention,
National Center for Chronic Disease Prevention and Health Promotion; 1996.
3. American Diabetes Association. Standards of Medical Care in Diabetes-2010. Diabetes Care. 2010; 33(Suppl 1):
S11-S61.
4. Albright A, Franz M, Hornsby G, Kriska A, Marrero D, Ullrich I, Verity LS. American College of Sports Medicine
position stand. Exercise and type 2 diabetes. Med Sci Sports Exerc. 2000; 32(7): 1345-1360.
5. Larsen JJ, Dela F, Madsbad S, Galbo H. The effect of intense exercise on postprandial glucose homeostasis in
type II diabetic patients. Diabetologia. 1999; 42(11): 1282-1292.
6. Mogensen CE. Nephropathy. En: Ruderman N, Devlin JT, Schneider SH, Kriska A. Handbook of exercise in
diabetes. 2 ed. Alexandria, VA: American Diabetes Association; 2002. p. 433-449.
7. Morrato EH, Hill JO, Wyatt HR, Ghushchyan V, Sullivan P. Physical activity in U.S. adults with diabetes and at
risk for developing diabetes, 2003. Diabetes Care. 2007; 30(2): 203-209.
8. Organización Mundial de la Salud [OMS]. Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud.
Washington D.C.: OMS; 2010. p. 15.
9. Sigal RJ, Kenny GP, Wasserman DH, Castaneda-Sceppa C. Physical activity/exercise and type 2 diabetes.
Diabetes Care. 2004; 27(10): 2518-2539.
La nutrición de las personas con DM está basada en una alimentación saludable; por lo tanto,
debe aportar los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas) y micronutrientes
(vitaminas y minerales), así como la fibra y el agua en cantidades necesarias (1).
CARBOHIDRATOS Y FIBRA
Los carbohidratos son los nutrientes con más efecto sobre la glicemia, y la cantidad que se
consume, en cada tiempo de comida, determina en gran parte el valor de la glicemia
postprandial. De hecho, al total de carbohidratos consumidos en los tiempos de comida se le
denomina carga de glicemia.
Por el contrario, los carbohidratos simples, como el azúcar, el sirope, las mieles, las jaleas, la
tapa de dulce y las gelatinas, se absorben de forma rápida en el organismo y podrían causar
una elevación de la glucosa cuando se consumen sin control. El alto consumo de azúcar
favorece el aumento de peso y estimula el incremento de los triglicéridos y de la glicemia.
Además, existe evidencia de que las bebidas azucaradas alteran el control del apetito,
originando una mayor ingesta de alimentos y un descontrol en los niveles de glicemia (4).
Por otro lado, dietas muy bajas en carbohidratos no abastecen a la persona de suficientes
vitaminas, minerales o fibra; mientras que la ingesta alta de grasas o proteínas se asocian con
enfermedades cardiovasculares (4).
Lo que sí se sabe con exactitud es que la alimentación saludable debe ser variada, con un
aporte adecuado de carbohidratos y en horarios de comida regular; de esa manera se logra
mantener los niveles de glicemia dentro de los parámetros normales, así como prevenir el
desarrollo de comorbilidades y las complicaciones asociadas a la DM.
Grasas monoinsaturadas: se relacionan con una mejor tolerancia a la glucosa y una reducción
de la resistencia a la insulina y al colesterol LDL. Ejemplos: aceite de oliva y aguacate (3, 5).
Grasas poliinsaturadas: los ácidos grasos poliinsaturados, como el omega 3, tienen un efecto
cardioprotector y reducen los triglicéridos. Se encuentran principalmente en alimentos de
origen vegetal, así como en el pescado y los mariscos. Ejemplos: aceite de maíz, de girasol,
soya, canola, atún, macarela, sardina, salmón y semillas (linaza, maní, almendras, nueces y
girasol) (3, 5).
De acuerdo con lo anterior, se recomienda que del total de grasas que se consumen menos
del 7 % sea de grasa saturada y que al menos un 10 % corresponda a grasa monoinsaturada y
el porcentaje restante a grasas poliinsaturadas. Las grasas trans del todo no se deben consumir
(5-6).
PROTEÍNA
Las proteínas son nutrientes que aportan aminoácidos. Se encuentran en los alimentos de
origen animal, las leguminosas y los cereales. En general, estas deben cubrir del 15 al 20 %
del valor calórico total de la persona y su ingesta debe ser suficiente para mantener y construir
la masa muscular (7).
No hay evidencia de que la ingesta de proteína deba ser modificada en personas con DM; sin
embargo, se deben mantener o aumentar las dietas restringidas en energía (5). Para personas
con DM2 con sobrepeso u obesidad y con función renal normal, se ha sugerido el aumento
de la ingesta de proteína de 1,5 a 2 g/kg (20-30 % de la ingesta calórica total) durante la
reducción de peso, el cual no altera la glucosa en plasma, pero incrementa la respuesta a la
insulina y resulta en una reducción significativa de la hemoglobina glicosilada (7).
VITAMINAS Y MINERALES
Las vitaminas y los minerales son indispensables para el organismo; ambos son cofactores e
intervienen en forma activa en todos los procesos metabólicos y fisiológicos del organismo.
En condiciones normales, con un plan de alimentación adecuado, no se necesita suplementar,
ya que los alimentos contienen las cantidades suficientes para cubrir los requerimientos de
cada persona (8).
• Harinas.
• Leguminosas.
• Frutas.
• Lácteos.
• Vegetales.
• Carnes y sustitutos.
• Grasas.
Los alimentos incluidos en la alimentación diaria deben asegurar el aporte de todos los
nutrientes; eso sí, dependiendo de las características individuales de cada persona con DM.
En general, diariamente se recomienda consumir (9):
Cuando se incluyan panes, verduras harinosas, macarrones, avena, arroz, cebada o maíz, de
preferencia estos deben ser integrales o acompañarse de alguna proteína para que su absorción
sea más lenta.
• Carnes y sustitutos: contienen proteínas de alto valor biológico, hierro y vitaminas del
complejo B. En este grupo se incluyen la carne, el pollo, el pescado, los huevos y los
quesos. De estos, el pescado se considera más cardiosaludable, por su contenido en
grasas omega 3.
• Vegetales: ricos en fibra, vitaminas y minerales.
• Grasas: se incluyen los aceites, el aguacate y las semillas, que aportan vitaminas
liposolubles, ácidos grasos saludables (mono y poliinsaturados) y vitaminas del
complejo B.
Edulcorantes no calóricos
Los edulcorantes no calóricos aportan a la alimentación carbohidratos y calorías en cantidades
no significativas. Si se utilizan, debe ser en pequeñas cantidades. Algunos ejemplos de ellos
son la sacarina, el aspartame, la sucralosa, el acesulfame K o los derivados de la planta Stevia
rebaudiana.
Para las personas con DM acostumbradas a productos endulzados con azúcar, los
edulcorantes no nutritivos o no calóricos, pueden ser un sustituto aceptable de los
edulcorantes que aportan calorías, como el azúcar y la miel.
Para aquellos que consumen bebidas azucaradas regularmente, una bebida con edulcorante
no calórico podría ser una estrategia de reemplazo a corto plazo; aunque en general, se insta
a las personas a que disminuyan las bebidas endulzadas y no endulzadas y recurrir a otras
alternativas, con énfasis en la ingesta de agua (11).
Como una saludable alternativa de sustitución de la sal, se puede hacer uso de especias
naturales o hierbas aromáticas que dan sabor y olor a los alimentos; por ejemplo: romero,
tomillo, perejil, albahaca, hinojo, orégano, salvia, menta, ajo, cebolla, culantro, culantro de
coyote, pimienta, pimentón, curry, clavo de olor, canela, vainilla, comino y nuez moscada.
Alcohol
En personas con DM se debe evitar el consumo de alcohol. Las personas que utilizan insulina
o secretagogos de insulina deben estar informadas sobre el riesgo de hipoglicemia debido al
consumo de licor (8).
En general, el tiempo de espaciamiento entre las comidas debe ser suficiente para que la
glicemia regrese a su valor normal después de haber comido (13).
En las personas que utilizan insulina se debe adaptar el horario de comida con el tiempo de
acción de la insulina, para evitar la hipo o la hiperglicemia (14).
ALIMENTOS PORCIÓN
Frutas 1 taza
Leguminosas ½ taza
Avena 3 cucharadas
Como se mencionó en el apartado anterior, el espacio de tiempo entre las comidas debe ser
suficiente para que la glicemia regrese a su valor normal después de haber consumido los
alimentos. Si entre dos tiempos de comida principales (desayuno y almuerzo; almuerzo y cena)
hay más de cuatro horas, lo conveniente es realizar una merienda para prevenir la
hipoglicemia.
En la población adulta mayor es importante considerar los cambios propios del envejecimiento
que pueden afectar el patrón de alimentación, como la disminución en la sensación de sed,
la hiporexia o las alteraciones sensoriales.
Se debe tener presente que las personas con mayor riesgo de hipoglicemia son los adultos
mayores con DM de larga evolución, polifarmacia, inadecuados hábitos de alimentación,
deterioro de la función renal o hepática, deterioro cognitivo, problemas de deglución y
problemas de absorción, sin obviar el historial de hipoglicemias.
En caso de una hipoglicemia sintomática se debe actuar de inmediato, para evitar mayores
complicaciones. Una medida acertada para la recuperación rápida de los niveles de glicemia
es la regla 15/15, la cual consiste en:
3. Esperar 15 minutos:
Referencias bibliográficas
1. American Diabetes Association. Foundations of care and comprehensive medical evaluation. Diabetes Care.
2016; 39(Suppl 1): S23-S35.
2. Evert A, Boucher J, Cypress M, Dunbar S, Franz M, Mayer-Davis E, Neumiller J, Nwankwo R, Verdi C, Urbanski
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3. Guzmán S, Aráuz AG, Roselló M, Montoya M, Brenes M, Solano I. Informe técnico: Programa de Intervención
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4. Palomo E, Bahíllo P, Bueno G, Feliu A, Gil-Campos M, Lechuga-Sancho A, Cano R, Vela A. Recomendaciones
del Grupo de Trabajo de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología Pediátrica sobre hábitos de
alimentación para la prevención de la obesidad y los factores de riesgo cardiovascular en la infancia. An Pediatr.
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6. Ministerio de Salud. Guía de práctica clínica nacional sobre prevención, diagnóstico y tratamiento de la diabetes
mellitus tipo 2 para el primer nivel de atención. Argentina: Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires;
2008.
• Limpiar a diario las prótesis dentales, después de cada comida y antes de acostarse.
Para su limpieza se debe retirar, sujetar en la mano, limpiar con mucha agua y con un
cepillo suave.
• No usar pasta dental para su limpieza, porque la prótesis se puede desgastar y dañar;
lo recomendable es utilizar jabón líquido de manos.
• No dormir con la prótesis dental; esta se debe retirar para que los tejidos descansen.
• Se debe colocar en un recipiente con agua limpia, para evitar una deshidratación y
alguna deformación. Cambiar el agua cada vez que se repite el procedimiento de
limpieza.
• No hacer uso de prótesis a la que le falte algún diente, quede floja o esté quebrada,
porque puede lastimar la encía o algún diente natural, o bien, producir una lesión
precancerosa.
• Por ninguna circunstancia la persona debe intentar reparar o pegar la prótesis
quebrada, ya que los materiales caseros o comerciales pueden afectar la salud.
Por lo anterior, el profesional en salud debe estar alerta ante las personas no diagnosticadas o
no controladas; en especial, debe prestar atención cuando se observen múltiples abscesos
periodontales recurrentes, agrandamientos gingivales edematosos idiopáticos, rápida
destrucción del hueso alveolar y retardo en la cicatrización posterior al tratamiento
periodontal o a procedimientos quirúrgicos.
Por otro lado, estudios epidemiológicos refieren que, aunque existen pocas diferencias en la
microflora subgingival entre las personas diabéticas y las no diabéticas con periodontitis, la
DM triplica el riesgo de reabsorción ósea y de pérdida de inserción dental. Los niveles
elevados de pérdida de inserción y de reabsorción ósea que se observan en las personas con
DM pueden estar asociados a alteraciones del metabolismo del tejido conectivo, que ocasiona
desequilibrios en las respuestas de formación y de reabsorción.
Por otra parte, se ha demostrado que la cicatrización defectuosa y el recambio óseo alterado
están asociados a la hiperglicemia, ya que se inhibe la proliferación de células osteoblásticas
y la producción de colágeno, lo que genera una menor formación ósea y alteración de las
propiedades mecánicas del hueso recién formado.
Dentro de ese contexto, resulta evidente que los tratamientos periodontales en personas con
DM inducen a una reducción en la necesidad de insulina y mejoran el control de la glicemia,
por lo que es muy significativo que los médicos consideren la condición periodontal.
La persona con DM controlada puede ser tratada de forma similar a aquella que no tenga la
enfermedad; los procedimientos periodontales pueden realizarse siempre y cuando se asegure
que la persona mantenga una dieta normal postquirúrgica y un adecuado control glicémico.
Para los casos de xerostomía, el profesional debe hacer énfasis y animar a las personas a tener
un estricto control glicémico, así como evitar el cigarro, el alcohol (incluyendo enjuagues
bucales con alto contenido de alcohol) y las bebidas con cafeína. De igual forma, debe
estimularlas a masticar chicles sin azúcar a base de xilitol y a evitar alimentos secos y
pegajosos. Asimismo, podría recomendar el uso de sustitutos artificiales de saliva, junto con
una ingesta frecuente de agua; lo cual podría ser de gran beneficio para estas personas.
Finalmente, es importante señalar que el proceso educativo en esta materia no solo debe estar
centrado en la persona con DM; el personal de salud debe involucrar también a los cuidadores
como una manera preventiva para evitar la pérdida de piezas dentales desde épocas
tempranas.
Referencias bibliográficas
1. Jepsen S, Caton JG, Albandar JM, Bissada NF, Bouchard P, Cortellini P, Demirel K, de Sanctis M, Ercoli C, Fan
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Reynolds M, Sculean A, Susin C, West N, Yamazaki K. Periodontal manifestations of systemic diseases and
developmental and acquired conditions: Consensus report of workgroup 3 of the 2017 World Workshop on
the Classification of Periodontal and Peri-Implant Diseases and Conditions. J Periodontol. 2018; 89 (Suppl 1):
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2. Mealey BL, Oates TW. Diabetes mellitus and periodontal diseases. J Periodontol. 2006; 77(8):1289-1303.
3. Mealey BL, Ocampo GL. Diabetes mellitus and periodontal disease. Periodontol 2000. 2007; 44: 127-153.
4. Rees TD. Periodontal management of the patient with diabetes mellitus. Periodontol 2000. 2000; 23: 63-72.
GENERALIDADES DE PSICOLOGÍA EN DM
• El efecto de la DM sobre el SNC y las secuelas a nivel de la expresión del estrés crónico
en el cuerpo, se manifiestan mediante la alteración del sistema nervioso autónomo, el
eje hipotalámico-pituitario-adrenal y la función inmunitaria.
• Se reportan cambios estructurales, funcionales y neuroquímicos en las regiones
cerebrales responsables del afecto y la cognición, que incrementan el riesgo de
depresión en DM.
• Los problemas emocionales relacionados con alteraciones neuroestructurales pueden
asociarse con la expresión de una serie de emociones negativas, las cuales podrían
ser factores que incidan en el control inadecuado de la DM.
• Se ha observado que la hiperglicemia afecta la neurogénesis hipocampal y puede
producir atrofia, lo que podría explicar las dificultades en el aprendizaje, la memoria
sostenida y la regulación de la expresión emocional.
• La prevalencia de depresión es dos veces mayor en personas con DM.
• Se han registrado diferentes fuentes de estrés psicológico asociadas especialmente a
la DM2, como dificultad para afrontar el cambio en la rutina de vida, preocupación
por la hipoglicemia y complicaciones asociadas, falta de apoyo social, claridad sobre
lo que está ocurriendo, presencia de estrategias negativas para afrontar el estrés e ideas
fatalistas sobre la DM, las cuales dificultan un abordaje adecuado de la enfermedad y
disminuyen la adherencia al tratamiento y las buenas conductas de autocuidado.
• La tríada emoción-cognición-conducta es el supuesto teórico–metodológico que debe
guiar la intervención psicológica para las personas con DM. Dicha tríada implica que
los aspectos emocionales (las variables motivacionales que incrementan o afectan la
adaptación a los eventos estresores) mantienen un importante peso en la cognición
(los llamados procesos de pensamiento y evaluación racional sobre eventos, cosas o
personas) y esto influye en el curso de los comportamientos, que son las acciones
concretas que desarrollan las personas, sobre diferentes aspectos de la vida cotidiana
pública y privada.
PROMOCIÓN DE LA SALUD
• En personas con DM la calidad de vida puede mejorar de manera positiva con hábitos
de alimentación y de actividad física, manejo de conflictos, estabilidad psicológica y
otras acciones (3).
• La consejería conductual asociada con salud, evidencia que la implementación de
intervenciones conductuales y psicológicas en relación con la dieta y la actividad
física presentan beneficios a lo largo del tiempo en las lipoproteínas de baja densidad,
así como en los niveles de PA, colesterol y adiposidad (4).
• La motivación y la autorregulación predicen la adherencia al tratamiento y si se suma
a un programa de conocimientos sobre aspectos de salud y apoyo psicológico, mejora
la disposición conductual de las personas (5).
• La educación en prácticas de autorregulación y autocuidado en el tipo de ingesta, la
actividad física y el apoyo social pueden tener un efecto positivo en el bienestar de
las personas. No se puede asegurar que una persona desarrolle o no DM, pero al
menos si eso ocurre podría tener una mejor manera de afrontar la enfermedad (6).
Evaluación
Eventos adversos
Entre los efectos adversos asociados al tratamiento médico de la DM se encuentran (22):
ÁMBITO
EVALUACIÓN/ INDICADORES Y ACCIONES
INTERVENCIÓN
Desarrollar espacios de trabajo con las personas y con el personal de salud, para
analizar y educar sobre la evolución de la enfermedad y sus secuelas psicológicas.
Psicoeducación
Desarrollar estrategias de información sobre las implicaciones reales de la DM y
los cambios a realizar a nivel individual, familiar y en la dinámica cotidiana en
general.
Restructuración Analizar con la persona y con el personal de salud la necesidad y las posibilidades
cognoscitiva técnicas para llevar a cabo procedimientos de restructuración cognoscitiva.
Relajación
Entrenar en procedimientos de relajación progresiva y relajación autógena.
progresiva
Previa evaluación de las competencias psicológicas, entrenar para moldear y
Facilitadores para modelar conductas y pensamientos de autocontrol.
mejorar el
autocontrol Trabajar en cambios de la vida cotidiana, conductas inadecuadas y el desarrollo
de nuevos hábitos.
Valorar la formación de grupos terapéuticos como complemento a las sesiones
Intervenciones terapéuticas individuales.
grupales
Según capacidad instalada, desarrollar grupos educativos abiertos.
Referencias bibliográficas
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quality of life?. Diabetes Technol Ther. 2012; 14(4): 303-310.
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Diabetes Using Citizen Health Promotion Centers. J Korean Acad Nurs. 2017; 47(4): 514-525.
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competentes: propuestas de abordaje desde la psicología. Revista de Investigacion Educativa Huella de la
Palabra. 2016;(10): 71-82.
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transteórico (MTT) del cambio para el control metabólico de pacientes diabéticos. ARS MEDICA Revista de
Ciencias Médicas. 2018; 43(1): 43-53.
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with type 2 diabetes: a systematic review. J Pharm Health Serv Res. 2016; 7(3): 149-156.
12. Sugiyama T, Steers W, Wenger N, Duru O, Mangione C. Effect of a community-based diabetes self-management
empowerment program on mental health-related quality of life: a causal mediation analysis from a randomized
controlled trial. BMC Health Serv Res. 2015; 15: 115.
13. Grupo de trabajo de la Guía de Práctica Clínica sobre Diabetes mellitus tipo 1. Guía de práctica clínica sobre
diabetes mellitus tipo 1. Plan de Calidad para el Sistema Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad y Política
Social. Vasco: Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco; 2012.
La convivencia con una o varias personas diagnosticadas con DM, así como vivir con esta
enfermedad crónica, afecta a todos los miembros de la familia. Generalmente, la atención en
salud se centra en la persona que vive con el diagnóstico y se relega a la familia a un rol de
“ayuda”, a pesar de que esta también necesita apoyo para enfrentar el diagnóstico. Tanto la
persona como su familia requieren un acompañamiento psicosocial “que les pueda
proporcionar apoyo y la confirmación de que están manejando la enfermedad con
normalidad” (1).
En este sentido, es importante brindar atención al sistema familiar como un todo (incluida la
persona), dado que la familia se desarrolla en interacciones complejas durante su ciclo vital y
debe adaptarse también al curso de la enfermedad de la DM. Al respecto, Rolland señala que
“las familias se someten a repetidos ciclos de ajuste/crisis/adaptación en respuesta a las
transiciones normativas del ciclo vital y a los cambios que produce la enfermedad” (1). Por lo
tanto, la familia se constituye en un recurso para la persona diagnosticada, que puede resultar
positivo o negativo para el camino que tome la enfermedad.
Al realizar los cambios y ajustes se debe incluir la visibilidad de los síntomas, ya que se puede
minimizar la enfermedad en la vida cotidiana ante metáforas como: “ojos que no ven corazón
que no siente”, o por el contrario, síntomas visibles que puedan generar preocupación en la
persona y en la familia, así como aspectos de organización en el régimen de tratamiento
(alimentación, actividad física y ejercicio, medicación, entre otros).
Se deben activar las diversas redes de apoyo funcionales para la persona y su familia en el
ámbito económico, emocional, entre otras dimensiones. Al respecto, se debe tomar en cuenta
que “la red social es un grupo de personas, bien sea miembros de una familia, vecinos, amigos
o instituciones, capaces de aportar un apoyo real y duradero a un individuo o familia” y su
“funcionalidad depende de la intensidad y reciprocidad de ésta, es decir, del grado de
vinculación entre sus miembros y del compromiso mutuo entre los integrantes del grupo, de
acuerdo con las funciones que cada uno cumple respecto a los demás” (3).
• Orientación sobre:
− Pautas de afrontamiento ante las crisis que pueda presentar la persona frente a la
enfermedad y al estrés propio.
− Organización personal para el cuido de la persona y espacios para el autocuidado.
− Estrategias de autocuidado durante las actividades cotidianas.
Dentro de este proceso se debe considerar que la DM forma parte del conjunto de ECNT, que
aumentan la carga global de enfermedad, lo que exige una respuesta articulada de los servicios
de salud. Se evidencian entonces consecuencias como muerte prematura, discapacidad y
dificultades económicas, por el alto costo no solo para la persona, sino para el sistema de
salud (5).
• Centrada en la persona.
• En todos los niveles, priorizando la atención primaria.
• Basada en las necesidades de la persona y su red social de apoyo.
• Proactiva y planificada.
• Enfocada en la prevención.
*El concepto de “Aconsejar” en el caso de Trabajo Social, debe entenderse como la emisión del criterio técnico
específico.
Fuente: adaptado de: Organización Panamericana de la Salud [OPS]. Cuidados innovadores para las condiciones
crónicas: Organización y prestación de atención de alta calidad a las enfermedades crónicas no transmisibles en
las Américas. Washington, DC: OPS; 2013. p. 30-31.
Esta oferta debe ser operacionalizada por parte de los Servicios de Trabajo Social de todos los
niveles de la Red Integrada de Prestación de Servicios de Salud de la CCSS, considerando los
objetivos de la atención de trabajo social y la población meta.
Población meta
• Personas con DM, su familia y/o red de apoyo.
• La atención social se hará por nivel de atención y por procedimiento de la disciplina.
X Fortalecer las redes de apoyo en los escenarios familiar, educativo, laboral y comunitario.
SOPORTE AL TRATAMIENTO*
Participar en las sesiones del equipo interdisciplinario para revisión de los casos y toma de
X X X
decisiones en conjunto.
*Esto no corresponde a un procedimiento de la disciplina de Trabajo Social formalmente definido, pero es parte
del proceso de intervención que se debe realizar.
Fuente: Grupo elaborador, 2019.
Referencias bibliográficas
1. Rolland JS. Familias, enfermedad y discapacidad. Una propuesta desde la terapia sistémica. Barcelona: Editorial
Gedisa; 2000. p. 23, 27, 30, 31, 34, 48.
2. Salci MA, Meirelles BHS, Silva DMGV. Atención primaria a las personas con diabetes mellitus desde la
perspectiva del modelo de atención a las condiciones crónicas. Rev Latino-Am Enfermagem. 2017; 25: e2882.
3. Silva DC. Redes sociales en el Trabajo Social. Mónica Chadi. Trab Soc. 2009; 11: 215-217.
4. Astudillo W, Mendinueta C. Montiano E, Díaz-Albo E. Necesidades de los cuidadores del paciente crónico. En:
Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos. Guía de Recursos Sanitarios y Sociales en la Fase Final de la Vida en
Gipuzkoa. San Sebastián: Sociedad Vasca de Cuidados Paliativos. 2003. p. 238.
5. Organización Panamericana de la Salud [OPS]. Cuidados innovadores para las condiciones crónicas:
Organización y prestación de atención de alta calidad a las enfermedades crónicas no transmisibles en las
Américas. Washington, DC: OPS; 2013. p. 30-31.
6. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual de Instrucciones de Trabajo para el Procedimiento de
Atención Social y Consulta Social modalidades: Individual, Familiar y Grupal, código
M.IT.GM.DDSS.ARSDT.CNTS.121217, avalado según Oficio GM-MDD-1005-2018. San José, Costa Rica:
CCSS; 2017.
7. Shaw JE, Sicree RA, Zimmet PZ. Global estimates of the prevalence of diabetes for 2010 and 2030. Diabetes
Res Clin Pract. 2010; 87(1): 4-14.
Autocuidado: son prácticas y decisiones cotidianas que realiza una persona, familia o grupo
para cuidar de su salud; estas son aprendidas a lo largo de toda la vida; su uso es continuo y
se practican por libre decisión, para fortalecer o restablecer la salud y prevenir la enfermedad;
responden a la capacidad de supervivencia y a las prácticas habituales de su cultura. Incluye
el automonitoreo, el autocontrol y aquellas acciones que permitan la adherencia al plan de
tratamiento (medicación, actividad física, ejercicio, medidas de higiene personal y prevención
de complicaciones). Para que este sea exitoso se requiere conocimiento, responsabilidad,
aceptación de la condición de salud, compromiso permanente y fortalecimiento del
autoconcepto, autocontrol, autoestima y resiliencia.
Automonitoreo: medición constante de los niveles de glicemia capilar que realiza la persona
con DM en su vida cotidiana, para conocer qué tan cerca o lejos se encuentra de la meta de
control establecida.
Cesación de fumado: educar sobre los riesgos del fumado y, en caso necesario, referir a la
Clínica de Cesación de Fumado.
Higiene general, cuidado de piel y de pies: valoración integral e instrucción sobre el cuidado.
Higiene bucal, cuidado de dientes y de encías: instruir en el cuidado básico de la boca, los
dientes y las encías, enfatizando en el impacto del tabaco en la enfermedad oral, y promover
la consulta odontológica regular.
Automonitoreo: educar sobre el uso y el cuidado del glucómetro, las tiras reactivas, el
procedimiento de toma de glicemia, el horario y el número de glicemias según esquema, la
interpretación de resultados y las acciones a seguir en caso de hiper o hipoglicemia.
Jeringa de insulina:
• La jeringa esta graduada en Unidades Internacionales (UI).
• La CCSS entrega a la persona con DM jeringas de insulina de 1 ml (100 UI de insulina,
con una graduación donde cada marca equivale a 2 unidades) y de 0,5 ml (50 UI de
insulina, con una graduación donde cada marca equivale a 1 unidad).
• En la CCSS el despacho de las jeringas de insulina para uso por parte de las personas
con DM podrá ser realizado en el Servicio de Farmacia o en el Servicio de Enfermería,
según la capacidad instalada de cada unidad, tomando en consideración el recurso
humano disponible para la adquisición, el almacenamiento, la distribución y el control
de las jeringas de insulina. La cantidad de jeringas descartables a despachar será de
acuerdo con la normativa institucional vigente.
Rotación de la inyección:
• Tratar de utilizar las diferentes zonas del cuerpo, rotando a diario el lugar de
aplicación, para mejorar la absorción. Entre dos zonas de aplicación debe existir al
menos 2 cm de separación, para evitar la acumulación de grasa (lipohipertrofia) o la
pérdida de grasa (lipoatrofia).
Lipo hipertrofia
Cabe señalar que ningún empaque debe fraccionarse; por lo tanto, la entrega debe ajustarse
a la cantidad del empaque para su distribución.
Diagnóstico de Enfermería
A partir de los siguientes diagnósticos de Enfermería, se inicia con los criterios de resultados,
intervenciones y actividades:
• Conocimientos deficientes.
• Manejo inefectivo del régimen terapéutico.
• Incumplimiento del tratamiento.
• Afrontamiento inefectivo.
• Deterioro de la adaptación.
• Riesgo de cansancio en el desempeño del rol del cuidador.
• Baja autoestima situacional.
• Afrontamiento familiar.
• Desequilibrio nutricional.
• Deterioro de la movilidad física.
• Disfunción sexual.
• Riesgo de deterioro de la integridad cutánea.
Planificación
Consiste en elaborar estrategias para atender las necesidades. Como parte de este proceso, se
deben desarrollar los objetivos o los resultados esperados y las intervenciones de Enfermería.
Para cada diagnóstico se plantean intervenciones y actividades específicas según la necesidad
de la persona, con el objetivo de prevenir, minimizar o corregir los problemas y promocionar
estilos de vida saludables.
Intervención
Realización o puesta en práctica de los cuidados programados. Específicamente, consiste en
ejecutar el plan que se diseñó según los diagnósticos.
Evaluación
Consiste en evaluar el logro de los objetivos programados según el plan; busca mantener
actualizada la gestión del cuidado de Enfermería y programar nuevos objetivos de acuerdo
con la evolución de la persona, identificando nuevos problemas para determinar la eficacia y
la eficiencia del PAE.
Este programa educativo actúa sobre una doble perspectiva de educación terapéutica,
individualizada y grupal, siendo ambas complementarias.
MATERIAL ACTIVIDADES
TEMA OBJETIVOS CONTENIDOS METODOLOGÍA
DIDÁCTICO DIDÁCTICAS
− Capacitar para − Definición de − Charla. − Pizarra, − Conversatorio
que la persona autocuidado. − Conversatorio. tiza, pilots para definir
sea partícipe de − Aspectos generales − Taller de pizarra, autocuidado y
su tratamiento. sobre cuidado práctico. proyector. sus factores.
− Se requiere de preventivo. − Actividades para
empoderamiento, − Efectos del fumado. mantener el
formación y − Efectos del autocuidado.
educación, que consumo de − Complicaciones
Definición
faculte a la alcohol. del fumado, el
de
persona para un − Factores que alcohol o estilos
Autocuidado
mejor abordaje de influyan en su de vida
la enfermedad. bienestar mental. inadecuados.
− El autocuidado − Importancia de − La persona
consiste en las cumplir el plan de verbaliza los
acciones que alimentación y aspectos que
realiza la ejercicio. influyen en su
persona para − Adherencia al bienestar.
mejorar su salud. tratamiento.
− Conocer en qué Conocimientos sobre: − Charla. − Pizarra, − Valorar
consiste la DM. − Metabolismo de − Conversatorio. tizas, conocimiento
los carbohidratos. − Lluvia de material acerca de la DM
− Función de la ideas escrito, y explicar
insulina. − individual o glucómetro, nociones
− Síntomas de hipo grupal. lancetas y básicas.
e hiperglicemia. tiras − Construir
Nociones − Tipos de DM. reactivas. conceptos según
básicas − Concepto, lo expresado por
sobre la DM factores de riesgo los participantes.
y síntomas. − Explicar los
− Valores valores meta
bioquímicos de para el control.
glicemia y A1c. − Realizar glucosa
− Metas de al azar para
tratamiento. analizar
− Complicaciones. resultados.
Visita domiciliar por parte del Asistente técnico de atención primaria (ATAP):
• Educa, orienta, detecta y refiere a la persona con DM mal controlada al profesional
de Enfermería.
• Realiza toma de glucosa en sangre capilar.
Profesional de Enfermería:
• Aclara dudas de la consulta anterior.
• Realiza nueva valoración para detectar posibles modificaciones.
• Actualiza Proceso de Atención de Enfermería.
• Continúa el desarrollo del programa de educación.
• Realiza revisión de los pies.
• Realiza revisión de zonas de inyección.
• Valora el registro en el control diario.
• Valora la adherencia al tratamiento.
• Comprueba la técnica de autocontrol y el uso del glucómetro.
• Comprueba la técnica del autocuidado y la aplicación de insulina.
• Control de glucosa.
• ¿Fuma? Sí: consejo antitabaco y referencia a Clínica de cesación de tabaco.
Auxiliar de Enfermería*:
• Realiza toma de signos vitales y medidas antropométricas.
• Brinda educación sobre aspectos básicos del cuidado de la persona con DM.
• Refiere al profesional de Enfermería, en caso necesario.
Profesional de Enfermería:
• Aclara dudas de la consulta anterior.
• Realiza nueva valoración para detectar posibles modificaciones.
• Actualiza proceso de atención de Enfermería.
• Continúa el desarrollo del programa de educación.
• Realiza revisión de los pies.
• Realiza revisión de zonas de inyección.
• Valora el registro en el control diario.
• Valora la adherencia al tratamiento.
• Comprueba la técnica de autocontrol y el uso del glucómetro.
• Comprueba la técnica del autocuidado y la aplicación de insulina.
• Control de glucosa.
• ¿Fuma? Sí: consejo antitabaco y referencia a Clínica de cesación de tabaco.
Auxiliar de Enfermería*:
• Realiza toma de signos vitales y medidas antropométricas.
• Brinda educación sobre aspectos básicos del cuidado de la persona con DM.
• Refiere al profesional de Enfermería, en caso necesario.
Criterios de ingreso:
• Toda persona con DM, así como los cuidadores, que requieran educación sobre el
tema, se les programa una consulta no médica, considerando el área de adscripción
del establecimiento.
• Las personas insulinodependientes que ameriten automonitoreo y autocontrol deben
continuar su seguimiento en la consulta, según criterio del profesional de Enfermería.
Criterio de egreso:
• La persona egresa de la consulta no médica cuando tenga manejo absoluto de su
enfermedad y tratamiento o en su efecto, por criterio del profesional de Enfermería.
Criterios de referencia:
• Persona con diagnóstico de DM.
• Persona del área de adscripción.
• Persona con egreso hospitalario y diagnóstico de DM.
• Criterio de derivación clínica a otra red de servicios.
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3. Luis Rodrigo MT. Los diagnósticos enfermeros: revisión crítica y guía práctica. 2 ed. Barcelona: Masón; 2017.
En comparación con las sulfonilureas, la metformina como terapia de primera línea tiene
efectos beneficiosos sobre la A1c sin aumento de peso, hipoglicemia o incremento en el riesgo
cardiovascular.
La dosis inicial es de 500 mg BID por vía oral; esta se ajusta según el seguimiento clínico,
considerando que la dosis oral máxima es de 2.500 mg/día. En caso de poca tolerancia
gastrointestinal, se puede iniciar con una dosis menor y luego ir titulando según la respuesta
clínica (esto es de especial relevancia en las personas adultas mayores).
La metformina se puede usar con seguridad en personas con una tasa de filtración glomerular
estimada (eGFR) mayor de 30 ml/min. Sin embargo, no se recomienda iniciar tratamiento con
metformina si la eGFR es menor de 45 ml/min.
Contraindicaciones de la metformina:
• Enfermedad renal crónica (aclaramiento endógeno de creatinina menor a 30 ml/min).
• Insuficiencia cardíaca congestiva (NYHA III-IV).
• Insuficiencia hepática severa.
• Enfermedad pulmonar severa con hipoxemia crónica.
SULFONILUREAS
En la monoterapia las sulfonilureas están indicadas en personas con intolerancia o
contraindicación a la metformina, valorando el balance riesgo-beneficio en relación con la
eficacia, el riesgo de hipoglicemia y el efecto sobre el peso corporal. También se recomiendan
como terapia dual combinada con metformina, cuando no se alcanza la meta de A1c luego
de tres meses en monoterapia con dosis máxima de metformina.
Se debe evitar su uso en personas con alto riesgo de hipoglicemia, como insuficiencia renal
crónica, ingesta calórica irregular o deficiente, insuficiencia hepática severa y etilismo activo,
así como en personas frágiles. En poblacion mayor de 50 años se prefiere utilizar la glicazida,
por su menor riesgo de hipoglicemia. La dosis inicial habitual es de 40 a 80 mg diarios,
aumentando gradualmente, si fuera necesario, hasta 320 mg/día. Las dosis de más de 160 mg
diarios se administran en dos dosis divididas. Considerar que está contraindicada en personas
con alergia a las sulfas.
¿Se alcanza la meta de A1c luego de SI: control de A1c cada 3-6 meses
tres meses en monoterapia? NO: - evaluar adherencia al tratamiento
- considerar terapia dual
¿Se alcanza la meta de A1c luego SI: control de A1c cada 3-6 meses
de tres meses en monoterapia? NO: - evaluar adherencia al tratamiento
- considerar terapia combinada con insulina
Fuente: American Diabetes Association. 8. Pharmacologic Approaches to Glycemic Treatment: Standards of Medical Care in
Diabetes–2018. Diabetes Care. 2018; 41(Suppl 1): S73-S85.
En DM2, el uso de insulina como tratamiento está justificado por los mecanismos
fisiopatológicos de la enfermedad, en donde la célula beta del páncreas sufre necrosis y
apoptosis, con la consecuente disminución en la síntesis y secreción endógena de insulina en
estados postprandiales y detención de la gluconeogénesis nocturna.
Entre más sobrepeso u obesidad tenga la persona, mayor es la disminución de las células beta
pancreáticas. Ante estos hallazgos, los diferentes estudios clínicos han mostrado suficiente
justificación para iniciar el uso de insulina más tempranamente de lo que se había hecho
durante décadas anteriores.
2. Excursiones postprandiales, que son estimuladas por la glucosa que se absorbe del
tracto gastrointestinal; estimula en el páncreas a las células beta a través de los
canales de potasio, para la exocitosis/secreción de la insulina pancreática.
Secundariamente, la insulina inhibe la secreción de glucagón en la célula alfa y con
ello, la suspensión en la producción endógena de glucosa (gluconeogénesis y
glucogenólisis).
Ambas fases fisiológicas son las que se tratan de imitar, mediante los diferentes esquemas, en
la aplicación de las insulinas humanas exógenas.
Cabe destacar que conocer el inicio de acción, el intervalo de mayor actividad (pico de acción)
y la vida media, es importante al considerar cuál insulina utilizar y a qué dosis.
Fuente: Adaptado de Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual de procedimiento multidisciplinario para
la atención y enseñanza de las enfermedades crónicas no transmisibles. San José, Costa Rica: CCSS; 2017.
¿Cuándo una dosis de insulina NPH nocturna es insuficiente, al punto que se requiera
la aplicación de insulina dos veces al día?
• Cuando una dosis de insulina NPH nocturna más los medicamentos orales a lo largo
de la mañana y de la tarde no logran controlar la meta de glicemia postprandial
(desayuno, almuerzo y cena).
• Cuando la dosis total de insulina NPH nocturna sobrepasa de 0,6 U/kg/d o de 40 U
totales.
Fuente: Adaptado de Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual de procedimiento multidisciplinario para
la atención y enseñanza de las enfermedades crónicas no transmisibles. San José, Costa Rica: CCSS; 2017.
Fuente: Adaptado de Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual de procedimiento multidisciplinario para
la atención y enseñanza de las enfermedades crónicas no transmisibles. San José, Costa Rica: CCSS; 2017.
• La dosis de insulina regular se inyecta 30 minutos antes de la comida principal (la que
contenga la mayor cantidad de carbohidratos). En caso de que la aplicación de la dosis
de insulina simple sea antes del almuerzo, se debe tomar en cuenta que el riesgo de
hipoglicemia es mayor, debido a la coincidencia del pico de acción de la insulina
regular con el pico de acción de la insulina NPH aplicada en la mañana.
• En caso de que la comida principal sea el desayuno, la dosis de insulina simple y la
de NPH deben aplicarse 30 minutos antes y en jeringas separadas.
• Se recomienda que la segunda dosis de insulina NPH se aplique entre las 9 y las
10 p.m.
Fuente: Adaptado de Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual de procedimiento multidisciplinario para
la atención y enseñanza de las enfermedades crónicas no transmisibles. San José, Costa Rica: CCSS; 2017.
En aquellos casos en donde se requiera una dosis de insulina NPH muy alta y la persona
presente hipoglicemias nocturnas o el efecto como insulina basal durante el día sea
insuficiente, se podría utilizar la dosis total de insulina NPH en dos aplicaciones al día, tal
como se describe a continuación:
• Inyecte la primera dosis de insulina NPH antes del desayuno y la segunda dosis entre
las 9 y las 10 p.m.
ASPECTO VIAL
INICIO DE PICO DE
TIPO ACCIÓN DE 10 ml DURACIÓN
ACCIÓN ACCIÓN
(1.000 UDS)
Turbio o
NPH Intermedia 1-4 h 6-10 h 10-16 h
lechoso
Cristalino o
Regular Rápida o corta 0,5-1 h 2-3 h 4-6 h
transparente
Fuente: Brunton L, Chabner B, Knollman B. Goodman and Gilman`s The Pharmacological Basis of Therapeutics,
McGraw Hill Professional; 12 ed. 2011. p. 1250.
Iniciar con 0,6 U/kg peso ideal (no sobrepasar 1,2 U/kg).
Dividir dosis aplicando 2/3 de la dosis total antes del desayuno y 1/3 entre
9 y 10 p.m.
Fuente: American Diabetes Association. 8. Pharmacologic Approaches to Glycemic Treatment: Standards of Medical Care
in Diabetes–2018. Diabetes Care. 2018; 41(Suppl 1): S73-S85.
NEUROGÉNICOS (AUTONÓMICOS)
NEUROGLUCOPÉNICOS
Psiquiátricos: confusión, coma, agresividad, habla incoherente, lapsus de consciencia y
alteración del comportamiento.
Neurológicos: mareos, parestesias, debilidad, cefalea, afasia, disartria, marcha inestable, visión
borrosa o alterada, incoordinación y convulsiones.
Fuente: Malo García F. ¿Cuáles son los criterios de hipoglucemia? En: Ezkurra P. Guía de actualización en
diabetes mellitus tipo 2. España: Fundación GDPS; 2016. p. 79.
A largo plazo, las posibles complicaciones de una hipoglicemia severa pueden incluir desde
alteración leve del estado mental hasta secuelas neurológicas permanentes, como paresias y
disfunción pontina. Estas últimas, aunque raras, han sido reportadas en estudios de casos.
TRATAMIENTO DE LA HIPOGLICEMIA
El objetivo del tratamiento es detectar y tratar una baja concentración de glucosa plasmática
de manera rápida, por medio de intervenciones que eleven la glicemia de forma segura, así
como eliminar el riesgo de síntomas, complicaciones y secuelas.
Se debe evitar un tratamiento en exceso, que puede resultar en una hiperglicemia de rebote y
aumento de peso.
Es importante tener presente que cuando la persona con DM se maneja con hipoglicemiantes
orales y es portadora de insuficiencia renal, la resolución de la hipoglicemia toma mayor
tiempo.
Para prevenir la reaparición de los síntomas hipoglicémicos, la persona debe ingerir sus
alimentos según el horario habitual. Si la próxima ingesta posterior a la hipoglicemia es más
de una hora después, se recomienda consumir alimentos que aporten aproximadamente 15 g
de carbohidratos.
Referencias bibliográficas
1. American Diabetes Association. Glycemic targets: standards of medical care in diabetes-2019. Diabetes Care.
2019; 42(Suppl 1): S61-S70.
2. Malo García F. ¿Cuáles son los criterios de hipoglucemia? En: Ezkurra P. Guía de actualización en diabetes
mellitus tipo 2. España: Fundación GDPS; 2016. p. 79.
Las complicaciones que amenazan la visión pueden ser detectadas adecuadamente por medio
de un examen de rutina de fondo de ojo:
DEFINICIÓN
La retinopatía consiste en la presencia de lesiones microvasculares retinianas típicas, tales
como microaneurismas, hemorragias, exudados blandos y duros. Las lesiones neurosensoriales
a ese nivel pueden manifestarse antes de las lesiones vasculares. Durante los cambios iniciales
aumenta la permeabilidad del vaso, lo que puede resultar en un edema retiniano y/o exudados
que inducen a una baja visión central.
CLASIFICACIÓN
En la Tabla 14 se observa la clasificación de la retinopatía diabética.
El exudado capilar en las regiones maculares y perimaculares resultan en edema macular. Este
puede ocurrir en cualquier etapa de la retinopatía diabética, pero es mucho más común en los
estadios más avanzados. La detección del edema macular es la causa más frecuente de la
pérdida de visión por retinopatía diabética.
Los siguientes son factores de riesgo que han mostrado una asociación determinante en el
desarrollo y la progresión de la retinopatía (1):
• Duración de la DM.
• Pobre control glicémico.
• HTA.
• Presencia de microalbuminuria y proteinuria.
• Dislipidemia.
• Embarazo.
• Sedentarismo.
Las personas diagnosticadas con retinopatía diabética deben ser referidas para el control de
fondo de ojo, mediante tamizaje fotográfico con cámara de fondo no midriática. En caso de
no contar con esta, referir al especialista de Oftalmología para seguimiento.
ACCIONES REGULARES
Referencias bibliográficas
1. International Council of Ophtalmology [ICO]. Guías Clínicas para el Manejo de la Patología Ocular del
Diabético. ICO; 2017.
Los nervios periféricos son los más afectados, en especial los de los miembros inferiores, y la
neuropatía es predominantemente sensorial, con un patrón en guante y calcetín; sin embargo,
puede existir afección motora y del sistema nervioso autónomo.
Otro aspecto que se debe tomar en cuenta, es que ante la presencia del síndrome de túnel
carpal bilateral, se debe sospechar siempre de una neuropatía diabética concomitante.
Por otro lado, cabe destacar que el 10 % de las personas con DM presentan una neuropatía
no diabética; por lo tanto, ante la presencia de neuropatía en personas diabéticas es importante
descartar otras causas, como alcoholismo, deficiencia de vitamina B12, megadosis de
piridoxina (evitar las dosis mayores a 50 mg diarios), medicamentos (nitrofurantoína,
amiodarona), enfermedades virales (VIH, hepatitis C), crioglobulinemia, paraneoplásicas,
enfermedades autoinmunes, gammapatía monoclonal, enfermedad renal, entre otras. Además,
se debe considerar que al iniciar el tratamiento (durante las primeras ocho semanas), algunas
personas con DM pueden presentar una polineuropatía dolorosa, la cual es inducida por el
tratamiento (5).
DETECCIÓN
HISTORIA CLÍNICA
EXPLORACIÓN
INSTRUMENTOS
• Martillo para la toma de reflejos.
• Diapasón para la exploración de la vibración y la temperatura.
• Monofilamento.
MANIFESTACIONES CLÍNICAS
CLASIFICACIÓN ÁREA AFECTADA
MÁS RELEVANTES
Fuente: Aguilar F. Guía clínica “Neuropatía diabética” para médicos. Revista Plasticidad y Restauración
Neurológica. 2005; 4(1-2): 35-37.
Fuente: Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Protocolo institucional para el manejo de dolor crónico
neuropático. San José, Costa Rica: CCSS; 2016.
Fuente: Adaptado de: Flórez J. Farmacología humana. 3 ed. España: Masson S.A.; 1997. p. 736, 737, 740.;
Vidal Vademecum Spain. Vademecum. (Versión en Internet). España: Vidal Vademecum Spain; 2019.
Consultado en: https://www.vademecum.es
Fuente: Selby A, Reichenbach ZW, Piech G, Friedenberg F. Pathophysiology, differential diagnosis, and
treatment of diabetic diarrhea. Dig Dis Sci. 2019; 64(12): 3385-3393.
Disfunción eréctil
Es común en las personas con DM2 y es de origen multifactorial. Afecta aproximadamente
entre un 34 y un 45 % de los hombres con DM. Algunos factores de riesgo asociados son la
edad, la duración de la DM, el pobre control de la glicemia, el fumado, la HTA, la dislipidemia
y la enfermedad cardiovascular. Se ha encontrado evidencia de que la retinopatía diabética se
correlaciona directamente con la presencia de disfunción eréctil y, a su vez, la disfunción
eréctil se asocia con mayor enfermedad cardiovascular (11).
Problemas eyaculatorios
Estos problemas ocurren hasta en un 32 % de los hombres. Generalmente, son secundarios a
una neuropatía autonómica, con un cierre incompleto del cuello de la vejiga durante la
eyaculación, lo que resulta en eyaculación retrógrada o aneyaculación (11). En mujeres con
DM comúnmente se reporta reducción de la lubricación vaginal (10). El tratamiento de estos
fenómenos suele ser poco satisfactorio.
Referencias bibliográficas
1. Javed S, Alam U, Malik RA. Burning through the pain: treatments for diabetic neuropathy. Diabetes Obes
Metab. 2015; 17(12): 1115-1125.
2. Singh R, Kishore L, Kaur N. Diabetic peripheral neuropathy: current perspective and future directions.
Pharmacol Res. 2014; 80: 21-35.
3. Ziegler D, Fonseca V. From guideline to patient: a review of recent recommendations for pharmacotherapy of
painful diabetic neuropathy. J Diabetes Complications. 2015; 29(1): 146–156.
4. Callaghan BC, Cheng H, Stables CL, Smith AL, Feldman EL. Diabetic neuropathy: clinical manifestations and
current treatments. Lancet Neurol. 2012; 11(6): 521–534.
5. Li Y. Axonal Sensorimotor Polyneuropathies. Continuum (Minneap Minn). 2017; 23(5, Peripheral Nerve and
Motor Neuron Disorders): 1378-1393.
6. Botas Velasco M, Cervell Rodríguez D, Rodríguez Montalbán AI, Vicente Jiménez S, Fernández de Valderrama
Martínez I. Actualización en el diagnóstico, tratamiento y prevención de la neuropatía diabética periférica.
Angiología. 2017; 69(3): 174-181.
7. Alabdali M, Qrimli M, Barnett C, Abraham A, Breiner A, Katzberg HD. Choosing drugs for the treatment of
diabetic neuropathy. Expert Opin Pharmacother. 2015; 16(12): 1805-1814.
8. Spallone V, Bellavere F, Scionti L, Maule S, Quadri R, Bax G, Melga P, Viviani GL, Esposito K, Morganti
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neuropathy. Nutr Metab Cardiovasc Dis. 2011; 21(1): 69-78.
9. Balcıoğlu AS, Müderrisoğlu H. Diabetes and cardiac autonomic neuropathy: Clinical manifestations,
cardiovascular consequences, diagnosis and treatment. World J Diabetes. 2015; 6(1): 80–91.
10. Freeman R. Diabetic autonomic neuropathy. Handb Clin Neurol. 2014; 126: 63-79.
11. Deli G, Bosnyak E, Pusch G, Komoly S, Feher G. Diabetic neuropathies: diagnosis and management.
Neuroendocrinology. 2013; 98(4): 267-280.
12. Aguilar F. Guía clínica “Neuropatía diabética” para médicos. Revista Plasticidad y Restauración Neurológica.
2005; 4(1-2): 35-37.
13. Bilous R, Donnelly R. Handbook of diabetes. 4 Ed. Chichester: Wiley-Blackwell; 2010.
14. Bril V, England J, Franklin GM, Backonja M, Cohen J, Del Toro D, Feldman E, Iverson DJ, Perkins B, Russell
JW, Zochodne D. Evidence-based guideline: Treatment of painful diabetic neuropathy: report of the American
Academy of Neurology, the American Association of Neuromuscular and Electrodiagnostic Medicine, and the
American Academy of Physical Medicine and Rehabilitation. Neurology. 2011; 76(20): 1758-1765.
Este modelo clásico de Morgensen se aplica especialmente en DM1; las personas con DM2
con frecuencia pueden seguir un curso distinto, en el que la proteinuria no necesariamente
precede al compromiso del filtrado glomerular, existiendo así casos de nefropatía diabética
con compromiso moderado del filtrado glomerular (reducción del AEC) en ausencia de
proteinuria significativa (1).
Fuente: adaptado de Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Protocolo para la atención de la persona con
enfermedad renal crónica en la red de servicios de salud de la CCSS. San José, Costa Rica: EDNASSS-CCSS; 2017.
En condiciones ideales, la referencia desde el I nivel de atención hacia el II y III nivel debe
acompañarse del reporte de ultrasonido renal y vías urinarias, A1c, glicemia en ayunas, PFR,
electrolitos completos, Alb/creatinina en orina al azar u orina de 24 horas, APE en el caso de
los varones mayores de 40 años, hemograma y tiempos de coagulación; todos estos estudios
están al alcance de los funcionarios del I nivel de atención. Adicionalmente, es importante
anotar en la referencia si la persona ya tiene datos de retinopatía diabética, neuropatía
diabética u otras comorbilidades.
Por otro lado, cabe mencionar que en la actualidad hay estudios con nuevas moléculas
hipoglicemiantes con resultados prometedores en cuanto a su efecto nefroprotector y de
retraso de la progresión de la nefropatía diabética. Sin embargo, habrá que esperar la posición
y recomendaciones de las organizaciones internacionales para definir su aplicabilidad en
forma universal.
Referencias bibliográficas
1. Morgensen CE, Christensen CK, Vittinghus E. The stages in diabetic renal disease. With emphasis on the stage
of incipient diabetic nephropathy. Diabetes. 1983; 32 (Suppl 2): 64-78.
2. Anders HJ, Huber TB, Iserman B, Schiffer M. CKD in diabetes: diabetic kidney disease versus nondiabetic kidney
disease. Nat Rev Nephrol. 2018; 14(6): 361-377.
3. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Protocolo para la atención de la persona con enfermedad renal
crónica en la red de servicios de salud de la CCSS. San José, Costa Rica: EDNASSS-CCSS; 2017.
4. Feehally J, Floege J, Tonelli M, Johnson R. Comprehensive Clinical Nephrology. 6 ed. Elsevier. 2019. p. 357-
395.
5. Flyvbjerg A. The role of the complement system in diabetic nephropathy. Nat Rev Nephrol. 2017; 13(5): 311-
318.
6. Perico N, Ruggenenti P, Remuzzi G. ACE and SGLT2 inhibitors: the future for non-diabetic and diabetic
proteinuria renal disease. Curr Opin Pharmacol. 2017; 33: 34-40.
7. Thomas M, Brownlee M, Susztak K, Sharma K, Jandeleit-Dahm K, Zoungas S, Rossing P, Groop PH, Cooper M.
Diabetic kidney disease. Nat Rev Dis Primers. 2015; 15018.
8. UK Prospective Diabetes Study Group. Tight blood pressure control and risk of macrovascular and
microvascular complications in type 2 diabetes. UKPDS 38. Br Med J. 1998; 317: 703-718.
Se define como pie diabético a toda infección, úlcera o destrucción tisular del pie asociada a
neuropatía y/o enfermedad vascular periférica de miembros inferiores en personas con DM
(1). Su abordaje desde el I nivel de atención debe dirigirse hacia acciones integrales,
incluyendo la educación, que propicien cuidados oportunos, buscando mejorar la calidad de
vida y la reducción de las complicaciones que si no son tratadas en forma oportuna y
adecuada, pueden derivar en internamientos prolongados o en amputaciones de los miembros
inferiores, con altos costos sociales y económicos para la persona, su familia y la institución.
Entre los factores asociados al pie diabético que marcan la aparición y la evolución de la lesión
se encuentran (1):
Tabla 22. Factores asociados al pie diabético
PREDISPONENTES
DESENCADENANTES AGRAVANTES
(determinan el riesgo de
(inician la lesión) (retardan la cicatrización)
lesión inicial)
NEUROPATÍA
La neuropatía diabética es la complicación crónica más frecuente; incluye un grupo de
condiciones que afectan distintas partes del sistema nervioso y presenta manifestaciones
clínicas asintomáticas hasta en el 50 % de los casos. Las lesiones principales son la
degeneración axonal y la desmielinización segmentaria.
NEUROPATÍA PERIFÉRICA
La polineuropatía diabética (PND) distal y simétrica es la más frecuente en las personas con
DM y es el factor de riesgo aislado más importante para el desarrollo de úlceras de pie
diabético. Sus principales factores de riesgo son: hiperglicemia, estatura elevada, tabaquismo,
HTA, sobrepeso y dislipidemia.
Neuropatía motora: produce debilidad y atrofia de los músculos de las piernas; altera la
marcha y la presión plantar, con aumento de la presión en la cabeza de los metatarsianos; y
trastorna la flexión de las articulaciones interfalángicas y la hiperextensión de las
metatarsofalángicas. El desbalance muscular ocasiona deformidades que alteran las
propiedades biomecánicas del pie, condicionando al aumento del estrés y apareciendo en la
zona plantar puntos de riesgo para el desarrollo de úlceras. En presencia de dedos en garra u
otras protrusiones óseas, como hallux valgus, pueden aparecer úlceras por presión o fricción
en dorso o planta de los dedos, tal como se muestra en las siguientes imágenes:
Fuente: International working Group on the Diabetic Foot [IWGDF]. IWGDF Guidelines on the prevention and
management of diabetic foot disease. IWGDF; 2019.
Los signos clínicos más importantes son pie frío, coloración pálida, ausencia de pulsos pedio
y tibial posterior, claudicación intermitente, dolor en reposo, micosis subungueal, relleno
vascular capilar y venoso. Es un factor de riesgo para amputación en personas con DM2.
Fuente: International working Group on the Diabetic Foot [IWGDF]. IWGDF Guidelines on the prevention
and management of diabetic foot disease. IWGDF; 2019.
TRAUMAS EXTERNOS
Traumatismo mecánico: se origina por el uso de calzado mal ajustado, siendo el factor
precipitante, al ocasionar hasta el 50 % de los casos nuevos de todos los tipos de úlceras.
Traumatismo químico: suele producirse por el uso inadecuado de agentes queratolíticos, cuyo
máximo exponente es el ácido salicílico.
TRAUMATISMOS INTERNOS
Son úlceras que se producen como consecuencia de las deformidades estructurales al caminar
sobre las superficies donde se ejerce presión, como la cabeza de los metatarsianos y el talón.
La presión plantar a menudo aparece antes que la neuropatía clínica y es un factor etiológico
mayor en las úlceras de pie. La mayoría de las úlceras neuropáticas pueden ser prevenidas
tratando la hiperqueratosis y el exceso de apoyo, con el uso de plantillas protectoras y calzado
adecuado. El buen control metabólico evita la neuropatía diabética y el resto de las
complicaciones.
I NIVEL DE ATENCIÓN
El cuidado del pie diabético se basa en la evaluación exhaustiva, la educación y el abordaje
multidisciplinario para su prevención, reducción de complicaciones y amputaciones. De tal
forma, para su atención es necesario que los establecimientos conformen un equipo
multidisciplinario proactivo, según la existencia de recursos humanos disponibles, el cual
como mínimo debe contar con un profesional en Medicina y uno de Enfermería, capacitados
en el proceso de atención para el abordaje de las distintas lesiones del pie diabético; además,
debe existir comunicación entre las distintas redes de atención, que permitan la continuidad
del servicio.
La inspección de los pies debe realizarse en cada visita, en cada atención domiciliar o en cada
consulta en el establecimiento de salud; como mínimo, se recomienda realizar un tamizaje
anual para identificar los factores predisponentes y desencadenantes de lesiones. En aquellas
personas en las que se detecte un factor riesgo elevado de desarrollar úlceras de pie, se debe
coordinar oportunamente con el equipo multidisciplinario su referencia al II o III nivel de
atención.
Entre los aspectos que predicen mayor riesgo de lesión en el pie diabético se puede mencionar
la A1c >7,0 %, la evolución de la DM >10 años, la presencia de complicaciones micro y
macrovasculares establecidas, el tabaquismo, el vivir solo, el ser hombre, el tener una mala
condición socioeconómica, la dificultad en el acceso a la salud, la ausencia de educación
sobre el cuidado de los pies, una historia de Charcot, una úlcera previa y/o amputaciones (1).
La historia clínica general es de gran relevancia, ya que permite establecer, entre otras cosas,
lo siguiente (1):
EXAMEN CLÍNICO
El examen clínico debe comprender (1):
VALORACIÓN INICIAL
La entrevista clínica inicia con la anamnesis y la revisión del expediente de salud, para
recolectar datos e identificar necesidades, problemas reales y potenciales de la persona,
familia o cuidador, que permitan elaborar y evaluar un plan de atención que considere los
factores de riesgo:
Exploración física: trastornos trófico-cutáneos (atrofia celular subcutánea, piel lustrosa, seca o
escamosa, fisuras en talón, hiperqueratosis y micosis), prominencias óseas, patologías
ungueales o trastornos de sudoración.
PAS tobillo
ITB =
PAS braquial
ITB DESCRIPCIÓN
Úlcera neuroisquémica
Eritematoso: rosado pálido, Enrojecido: tejido de color Amarillo pálido: tejido de color
frágil, sin pérdida de la rojo brillante, con pérdida de blanco o amarillo pálido, fácil de
integridad cutánea. la epidermis. eliminar y húmedo.
Profundidad
Cantidad exudado
Ausente: el apósito primario está seco al retirarlo. Escaso: el apósito primario está hasta un
50 % humedecido.
Muy abundante: el apósito primario y el apósito secundario están totalmente húmedos, llegando a
la maceración de los bordes de la úlcera. Si se utilizan apósitos interactivos, se debe conocer el
comportamiento de estos frente a los exudados de la lesión.
Esfacelado: es blanco
Necrótico: es de color Tejido de granulación: tejido
amarillento, húmedo y fácil
negro, duro y difícil de conectivo, rojizo, húmedo y frágil,
de eliminar.
retirar. que presenta la úlcera en la fase
proliferativa de la cicatrización.
Edema
Dolor
Las causas del dolor pueden ser inflamación, presión sobre la úlcera, cambios de cobertura,
exposición atmosférica o complicaciones de la úlcera; las cuales aumentan con los estados
emocionales. En la persona con úlcera de pie diabético neuropático puro, el dolor es difícil
de valorar.
Escala visual análoga EVA o Método visual análogo de Scott-Huskinsson: consiste en presentar
a la persona una regla de aproximadamente 10 cm de largo, con una línea horizontal sin
números, cuyos extremos están marcados uno con la expresión “sin dolor” y el otro “mucho
dolor”; la persona marca un punto en la línea que indique el grado de dolor que siente al
momento de la valoración. Por el reverso la regla está numerada del 0 al 10, indicando el
ascenso del grado de dolor.
Escala pictórica: es el dibujo de una serie de caritas que expresan diferentes grados de dolor;
se usan en personas con paraparesia, niños y patologías psiquiátricas.
Piel circundante
La piel cercana a la úlcera puede sufrir alteraciones de la integridad cutánea por efectos
mecánicos o relacionados con el proceso inflamatorio, extendiendo la lesión o dejando
secuelas.
Piel sana: piel indemne. Piel descamada o pigmentada: es Piel eritematosa: la piel se
la exfoliación de las células observa enrojecida e irritada.
queratinizadas de tamaño variable, Si se acompaña de calor local
color plateado, blanco o tostado, puede ser signo de infección.
que indica sequedad de la piel y
propensión a grietas y fisuras.
Nota: las fotografías del apartado Pie Diabético son cortesía de la Unidad de Pie Diabético
del Hospital San Juan de Dios.
Periférica Periférica
Localización Áreas de presión
(interdigital, talón) (antepié)
Tejido granulación/
Lecho Esfacelo/pálido Pálido/necrótico
esfacelo
Dolor No No Sí
Fuente: Conferencia Nacional de Consenso sobre las Úlceras de la Extremidad Inferior [CONUEI]. Conferencia
Nacional de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior: documento de consenso. España: EdikaMed
S.L.; 2009. p. 100.
Fuente: Ahmad J. The diabetic foot. Diabetes Metab Syndr. 2016; 10(1): 48-60.
El examen físico que debe realizarse a estas personas debe incluir inspección, palpación y uso
del estilete para valorar la profundidad de la úlcera. Si mediante el estilete (pinza o cánula) se
detecta el hueso en el fondo de la úlcera, esto constituye un valor predictivo alto de
osteomielitis.
Es importante considerar que los pacientes con úlceras profundas infectadas en ocasiones no
manifiestan sintomatología sistémica, solo localizada. Además, en personas con DM sin
síntomas de infección, el descontrol metabólico persistente puede constituir la única
manifestación de una infección agregada.
Por lo general, en la úlcera de pie diabético los procesos infecciosos más frecuentes son:
• Paroniquia.
• Celulitis.
• Abscesos.
• Úlceras infectadas.
• Fascitis necrotizante.
• Artritis séptica.
• Tendinitis.
• Osteomielitis.
Una muestra para cultivo tomada apropiadamente permite identificar los agentes etiológicos
causantes de la infección (las úlceras sin evidencia clínica de infección no deben ser
cultivadas).
Las muestras para cultivo de úlcera tomadas con hisopos no reflejan el verdadero
microorganismo que provoca la infección tisular, ya que solo pueden detectar contaminantes
de superficie. Además, solo permiten recoger una escasa cantidad de muestra, la cual se
deseca fácilmente por la deshidratación del medio.
Por lo anterior, se debe limpiar el lecho de la úlcera y desbridar el tejido necrótico previo a la
recolección del cultivo. La muestra debe ser tomada mediante biopsia, punción o curetaje,
obteniendo un trozo de tejido viable y de aproximadamente 0,5 cm.
TRATAMIENTO
El objetivo básico del manejo de las úlceras del pie diabético infectado es remover todo
material extraño y eliminar el tejido esfacelado o necrótico.
Desbridamiento autolítico Úlcera con tejido esfacelado No, porque los hidrogeles no son
(solo con hidrogeles) o necrótico <30 %. bactericidas.
* El arrastre mecánico se refiere al lavado o irrigación de la úlcera del pie diabético para eliminar los agentes
contaminantes que pueden actuar como fuentes de infección. Se debe escoger la solución adecuada y el medio
mecánico para su aplicación sin lesionar el tejido de cicatrización. Su principal objetivo será proteger las
células que se hayan reproducido. Se recomienda solución fisiológica al 0,9 %, solución Ringer Lactato y agua
bidestilada; las tres alcanzan la misma concentración plasmática y presentan un PH neutro.
** La solución recomendada es clorhexidina al 2 %; sin embargo, la institución solo cuenta con clorhexidina
al 4 %, por lo cual debe diluirse según normativa vigente.
Fuente: Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Guías Clínicas Manejo y tratamiento de heridas y úlceras.
Santiago: Ministerio de Salud; 2000.
Para realizar una curación avanzada de heridas, es necesario conocer la gama de apósitos
existentes:
FRECUENCIA
CLASIFICACIÓN COMPOSICIÓN INDICACIÓN
DE CAMBIO
Apósitos de miel.
Hiperosmótico Desbridamiento. Cada 3 días
Apósitos con ringer.
Apósitos con colágeno.
Regeneradores Apósitos inhibidores de Regenerar. Cada 3-4 días
metaloproteasa.
Estándar. Epitelización y granulación. 5 días
Hidrocoloide
Extrafino. Epitelización. 3 días
Amorfo o gel. Hidratante y desbridante
BIOACTIVO
Hidrogel 3 días
Láminas. autolítico.
Absorber exudado moderado
Láminas. o abundante.
Alginatos Absorber exudado moderado 3 días
Mechas. o abundante (úlcera
profunda).
Gasa vaselinada natural. 3 días
Gasa vaselinada Gasa vaselinada. Epitelización y granulación. 2 días
Silicona. 10 días
INTERACTIVO
Fuente: Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Manejo y tratamiento de heridas y úlceras: apósitos o coberturas. Santiago,
Chile: DeCero Comunicación Gráfica; 2000.
EDUCACIÓN
Se recomienda en la educación del pie diabético incluir los siguientes aspectos (1):
• Luego del aseo, hidratar la piel con cremas en planta y en dorso. No aplicar entre los
dedos de los pies.
• De ser posible, limar las uñas de 1-2 mm del borde del dedo.
Medias
• Cambiar las medias todos los días.
• Utilizar medias preferentemente de algodón y claras, para poder visualizar si se
presenta algún tipo de secreción.
• Usar medias con costuras hacia afuera o preferentemente sin costuras.
• Evitar usar medias ajustadas.
Zapatos
• Los zapatos deben ser adecuados a la medida del pie, ni demasiado ajustado ni
demasiado suelto.
• Evitar el ajuste excesivo de los cordones o la utilización de zapatos con ajustes
elásticos.
• Evitar el uso de zapatos con bordes o costuras internas irregulares o ásperas.
• Evitar el uso de zapatos abierto, tipo sandalia.
• El interior del zapato debe ser de 1-2 cm más largo que el pie.
• El ancho interno del zapato debe ser igual al ancho del pie en las articulaciones
metatarsofalángicas y la altura debe permitir suficiente espacio para todos los dedos.
• La puntera del zapato debe permitir la movilidad de los dedos del pie.
• Elegir zapatos con suela de goma, de alto impacto, que acompañe los movimientos y
torsiones durante la dinámica de la marcha.
• Se recomienda probar la talla del zapato estando de pie y preferiblemente en horas de
la tarde.
• Elegir zapatos fabricados con materiales hipoalergénicos y absorbentes, que eviten la
humedad y puedan ser lavados.
• Usar los zapatos nuevos en forma gradual, de una a dos horas por día.
• Aconsejar quitarse los zapatos 10 a 15 minutos al día cada tres horas, para aliviar la
presión.
• Revisar con frecuencia la parte interna del zapato, en búsqueda de objetos extraños
en su interior.
Referencias bibliográficas
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2017.
2. Aburto I, Morgano P, Rodrigo J. Tratamiento integral avanzado de la úlcera del pie diabético. Santiago, Chile:
Fundación Instituto Nacional de Heridas; 2012.
3. España G. Capítulo 12: Enfermedad vascular periférica: isquemia de miembros inferiores. En: Sosa V. Estudio
de la incapacidad laboral por enfermedades cardiocirculatorias. Madrid: Instituto Nacional de Medicina y
Seguridad del Trabajo; 1998. p. 161-171.
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Atención: Villa Verde en Partido de Pilar, Buenos Aires. (Versión en Internet). Argentina: Independent Study
Project (ISP); 2016. Consultado en: https://digitalcollections.sit.edu/isp_collection/2308
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de Consenso sobre Úlceras de la Extremidad Inferior: documento de consenso. España: EdikaMed S.L.; 2009.
p. 100.
8. Bakker K, Apelqst J, Lipsky BA, Van Netten JJ. The 2015 IWGDF guidance documents on prevention and
management of foot problems in diabetes: development of an evidence-based global consensus. Diabetes
Metab Res Rev. 2016; 32(Suppl 1): 2-6.
9. Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Manejo y tratamiento de heridas y úlceras: apósitos o coberturas.
Santiago, Chile: DeCero Comunicación Gráfica; 2000.
10. Gobierno de Chile, Ministerio de Salud. Manejo y tratamiento de heridas y úlceras: toma de cultivo, curación
y arrastre mecánico. Santiago, Chile: SERPRINT; 2000.
11. Guindo J, Martínez-Ruiz MD, Gusi G, Punti J, Bermúdez P, Martínez-Rubio A. Métodos diagnósticos de la
enfermedad arterial periférica. Importancia del índice tobillo-brazo como técnica de criba. Rev Esp Cardiol.
2009; 9(D): 11-17.
12. International working Group on the Diabetic Foot [IWGDF]. IWGDF Guidelines on the prevention and
management of diabetic foot disease. IWGDF; 2019.
TAMIZAJE Y CONTROL
Se debe realizar un perfil de lípidos al momento del diagnóstico en todas aquellas personas
que no están utilizando fármacos hipolipemiantes y repetirlo cada cinco años (en menores de
40 años) o con mayor frecuencia en casos indicados. Se debe solicitar un perfil de lípidos al
iniciar el tratamiento hipolipemiante, entre los tres y seis meses y anualmente.
MANEJO
Se debe prescribir estatinas a:
META
Según la Guía para la Prevención de las Enfermedades Cardiovasculares del 2015 (1) y
tomando en cuenta que la presencia de DM confiere un riesgo cardiovascular elevado, los
objetivos son:
HIPERTRIGLICERIDEMIA
En caso de triglicéridos mayores a 500 mg/dl, se debe evaluar a la persona por causas
secundarias y considerar el uso de tratamiento farmacológico para disminuir el riesgo de
pancreatitis. No se recomienda la combinación de estatinas con fibratos, ya que no ha
mostrado mejorar los resultados cardiovasculares y se ha asociado a un mayor riesgo de
alteraciones en transaminasas, miositis y rabdomiolisis. En aquellas personas en las que se
requiere el uso de terapia combinada, se debe referir al especialista (Geriatría, Medicina
Familiar o Medicina Interna).
La HTA es común en personas con DM2; su prevalencia depende del tipo y duración de la
DM, la edad, el sexo, el grupo étnico, el IMC, el historial del control glicémico y la presencia
de enfermedad renal, entre otros factores. Además, la HTA es un factor de riesgo para la
enfermedad cardiovascular aterosclerótica, la insuficiencia cardiaca y las complicaciones
microvasculares. La enfermedad cardiovascular es la principal causa de morbilidad y
mortalidad en personas con DM y es la mayor causa de los costos directos e indirectos de la
DM.
La PA debe ser medida en todas las visitas de seguimiento de la persona con DM, tal como se
establece en la Guía para la detección, diagnóstico y tratamiento de la HTA, de la CCSS (1).
En la primera consulta la PA debe medirse en ambos brazos. En las personas con PA elevada
(≥140/90 mmHg), sin un diagnóstico previo de HTA, es necesario confirmar la elevación de
la PA en días separados.
TRATAMIENTO
El tratamiento antihipertensivo reduce los eventos cardiovasculares, la insuficiencia cardiaca
y las complicaciones microvasculares en las personas con DM.
Identificar estas dos condiciones con el monitoreo domiciliar de la PA puede ayudar a prevenir
el exceso de tratamiento de personas con HTA de bata blanca, que no tienen un riesgo elevado
de enfermedad cardiovascular; mientras que en el caso de la HTA enmascarada, permite el
uso apropiado de medicamentos.
Las personas con DM y con una PAS >120 mmHg o una PAD >80 mmHg están en riesgo de
desarrollar HTA y sus complicaciones. Sin embargo, los cambios en el estilo de vida pueden
ayudar a prevenir o retrasar el diagnóstico de HTA y la necesidad de tratamiento
farmacológico. Estos cambios incluyen la reducción en el exceso de peso corporal a través de
la restricción calórica, la disminución de la ingesta de sodio (<2.300 mg/día), el incremento
en el consumo de frutas y vegetales (8 a 10 porciones por día), el evitar el consumo excesivo
de alcohol (no más de dos porciones por día en hombres y no más de una porción por día en
mujeres), la cesación del fumado, la reducción del sedentarismo y el aumento en los niveles
de actividad física y ejercicio.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
Por lo general, se requieren dos o más antihipertensivos en dosis apropiadas para alcanzar la
meta de PA <140/80 mmHg.
TIPOS DE ANTIHIPERTENSIVOS
El tratamiento inicial debe incluir medicamentos que han demostrado reducir los eventos
cardiovasculares en personas con DM, como inhibidores ECA, ARA II, tiazidas o
calcioantagonistas dihidropiridínicos.
En personas con albuminuria el tratamiento inicial debe incluir un IECA o un ARA II para
reducir el riesgo de progresión de la enfermedad renal. En ausencia de albuminuria, el riesgo
de progresión de la enfermedad renal es bajo y estos medicamentos no han demostrado aportar
una cardioprotección superior en comparación con otros medicamentos antihipertensivos.
* Calcioantagonista (dihidropiridina).
** Tiazida.
Nota: IECA o ARA II como primera elección en el tratamiento de HTA en personas con albuminuria.
En el I nivel de atención las valoraciones de las metas de PA se deben programar cada tres meses.
Fuente: Grupo elaborador, 2019.
En general, para el manejo de la HTA se recomienda utilizar los siguientes fármacos, que no
interfieren con el tratamiento de la DM:
• IECA (aumentar dosis de forma gradual; reevaluar su uso en caso de tos persistente y
evaluar control de la función renal periódicamente).
En algunas ocasiones, se pueden combinar varios fármacos (por ejemplo, bloqueantes de los
canales del calcio y betabloqueantes, IECA y diuréticos).
Se debe tener presente que al momento de escoger los fármacos siempre se deben considerar
las enfermedades asociadas.
ASPECTOS RELEVANTES
HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA
Se define como una disminución en la PAS de al menos 20 mmHg o una disminución en la
PAD de 10 mmHg a los tres minutos de estar en posición de pie con respecto a la PA en
posición supina o sentada. Es común en personas con DM2 e HTA y está asociada con un
incremento en el riesgo de mortalidad y falla cardiaca.
Referencias bibliográficas
1. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Guías para la detección, diagnóstico y tratamiento de la
hipertensión arterial. 3 ed. San José, Costa Rica: CCSS; 2009.
2. American Diabetes Association. 9. Cardiovascular disease and risk management: Standards of Medical Care
in Diabetes-2018. Diabetes Care. 2018; 41(Suppl 1): S86-S104.
3. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Guía para la prevención de las enfermedades cardiovasculares.
San José, Costa Rica: CCSS; 2015. p. 66-70.
Según la OMS, el consumo de tabaco mata a más de seis millones de personas al año y es
responsable de la muerte de uno de cada 10 adultos. Se encuentra entre los cinco principales
factores de riesgo asociados a múltiples enfermedades con alta mortalidad. El 11 % de las
muertes por cardiopatía isquémica (la principal causa mundial de muerte) es atribuible al
consumo de tabaco. Se considera que el consumo de tabaco es un factor de riesgo altamente
prevenible (1).
Se ha evidenciado un incremento en el riesgo para desarrollar DM2 en los fumadores (2). Una
revisión sistemática y metaanálisis de estudios en DM reporta que el fumado incrementa el
riesgo de muerte en un 48 a 54 % para enfermedad coronaria, 44 % para AVC y 52 % para
infarto del miocardio (3). El riesgo de la enfermedad coronaria, AVC y proteinuria se relaciona
directamente con el número de cigarros fumados por día, y la suspensión del tabaquismo se
relaciona con la disminución de todos estos eventos y la optimización del control glicémico
y de los lípidos (3).
Referencias bibliográficas
1. Organización Panamericana de la Salud [OPS]/Organización Mundial de la Salud [OMS]. ¿Por qué el tabaco
es una prioridad de salud pública? (Versión en Internet). Chile: OPS. Recuperado en agosto de 2016, de:
https://www.paho.org/chi/index.php?option=com_content&view=article&id=313:que-tabaco-prioridad-salud-
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2. Willi C, Bodenmann P, Ghali WA, Faris PD, Cornuz J. Active smoking and the risk of type 2 diabetes: a
systematic review and meta-analysis. JAMA. 2007; 298(22): 2654-2664.
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patients with diabetes: meta-analysis of observational propective studies. Int J Cardiol. 2013; 167(2): 342-350.
4. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Lineamiento para la implementación de una consulta de
intervención intensiva en cesación de tabaco en las áreas de salud. San José, Costa Rica: CCSS; 2019.
PRESENTACIÓN CLÍNICA
La edad promedio de diagnóstico es de 13,5 años (raramente se presenta antes de la pubertad),
con predominio en mujeres. Esto se relaciona con el período de la pubertad, donde se produce
una disminución de la sensibilidad a la insulina hasta de un 30 %, asociada además al
aumento rápido de peso (1-2).
La presentación clínica puede ser diversa, desde una persona asintomática que se detecta en
un examen de rutina porque tiene factores de riesgo, hasta la que se presenta con síntomas de
poliuria, polidipsia, cansancio, visión borrosa, candidiasis vaginal y pérdida de peso (3). Se
pueden presentar también con descompensación metabólica aguda, incluyendo cetosis,
cetoacidosis diabética entre un 5 y un 25 % de los adolescentes y estados hiperglicémicos
hiperosmolares no cetósicos (4).
TAMIZAJE (3, 5)
Los niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad que requieren ser tamizados deben ser
mayores de 10 años o en el inicio de la pubertad (lo que ocurra primero). El tamizaje se realiza
de preferencia con una glicemia en ayunas, en presencia de uno o más de los siguientes
factores:
Se define el sobrepeso (IMC ≥ +1 y < +2 puntaje Z para edad y sexo) y la obesidad (IMC ≥ +2
puntaje Z para edad y sexo), utilizando las gráficas vigentes a nivel institucional, cuyos códigos
son 4-70-03-3064 y 4-70-03-3062, respectivamente.
El tamizaje se debe repetir cada tres años, o antes si el IMC está aumentando.
INTERPRETACIÓN DE EXAMEN DE
OBSERVACIONES
LABORATORIO
Glicemia en ayunas (al menos ocho horas) Si el valor de la glicemia en ayunas es anormal o si
• ≥126 mg/dl: DM existe alguna duda en cuanto al diagnóstico, se debe
repetir el examen en días separados, para su
• 100–125 mg/dl: glucosa alterada en ayunas
confirmación.
Glicemia al azar Si la glicemia al azar es mayor a 200 mg/dl y la
persona está sintomática, NO debe realizarse ningún
• ≥200 mg/dl + síntomas: DM
examen confirmatorio, porque en este caso el retrasar
el diagnóstico puede poner en peligro a la persona.
Para el examen de glicemia postcarga la persona debe
Glicemia poscarga (dos horas después de
tener al menos 8-14 horas de ayuno nocturno sin
carga de glucosa con 1,75 g/kg, máximo 75 g)
hacer cambios en su alimentación y en su actividad
• ≥200 mg/dl: DM física habitual.
• 140–199 mg/dl: glucosa alterada en ayunas En NIÑOS NO se recomienda utilizar la glicemia
postcarga como prueba diagnóstica de primera
elección, ya que la ingesta de la carga de glucosa
puede producir náuseas, vómitos y malestar
abdominal.
Hemoglobina glicosilada Utilizar metodología de análisis alineada con el
estudio DCCT y certificada por la NGSP (National
• ≥6,5 %: DM
Glycohemoglobin Standardization Program). Su uso
• 5,7–6,4 %: glucosa alterada como único criterio de diagnóstico es controversial.
Fuente: adaptado American Diabetes Association. 8. Obesity management for the treatment of type 2 diabetes:
Standards of Medical Care in Diabetes-2019. Diabetes Care. 2019; 42(Suppl 1): S81-89.
Referencias bibliográficas
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prevention and non-drug therapy. J Diabetes Mellitus. 2017; 7(3).
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6. Zeitler P, Arslanian S, Fu J, Pinhas-Hamiel O, Reinehr T, Tandon N, Urakami T, Wong J, Maahs D. ISPAD
Clinical Practice Consensus Guidelines 2018: Type 2 diabetes mellitus in youth. Pediatr Diabetes. 2018;
19(Suppl 27): 28-46.
Es fundamental conocer esta enfermedad, para garantizar una detección temprana, con el fin
de ofrecer un manejo oportuno y adecuado a la madre, y así poder reducir las complicaciones
tanto maternas como fetales.
TAMIZAJE
• Identificar los factores de riesgo desde la primera consulta prenatal y en caso de que
se documente al menos uno, realizar el tamizaje por DM.
FACTORES DE RIESGO
Etnias de alto riesgo (afroamericana, latina, nativa americana, asiática americana e isleña del
Pacífico).
Sedentarismo y/o obesidad (IMC mayor o igual a 30 kg/m2).
Hipertensión crónica.
Fuente: American Diabetes Association. 2. Classification and diagnosis of diabetes: Standards of Medical Care
in Diabetes–2019. Diabetes Care. 2019; 42: S13-S28.
• A las mujeres captadas entre las semanas 13 y 24, que presentan glicemia en ayunas
entre 93-125 mg/dl, se les debe realizar la glicemia postcarga de 75 g.
CRITERIOS
A1c ≥6,5 %.
DIETA
• Los requerimientos nutricionales se ajustan de acuerdo con el IMC.
• El total de calorías de la dieta se distribuirá de la siguiente forma: un 45 % de
carbohidratos complejos altos en fibra, un 20 % de proteínas y un 35 % de grasas no
saturadas. Esto se reparte en tres comidas principales y tres refrigerios.
• La persona debe ser referida a Nutrición para su valoración y seguimiento.
La institución cuenta con el Manual Técnico de Educación Perinatal para las mujeres gestantes
y sus familias (1). Este contiene temas como conceptos básicos, programas de ejercicio,
actividad física recomendada durante el embarazo y el postparto, componentes de relajación
y respiración, entre otros. Para el acceso a este manual, se debe enviar un correo electrónico
a la dirección [email protected], del Programa de Normalización de Atención a la Mujer.
MONITOREO DE LA GLUCOSA
Es ideal que cada persona que utilice insulina como tratamiento tenga un glucómetro para el
automonitoreo de su glicemia. La optimización del manejo incluye la toma de cuatro glicemias
al día (una en ayunas y tres postprandiales).
PARÁMETRO VALORES
A1c <6,0 %.
NOTA: el control de A1c puede realizarse cada 4-6 semanas. Esto debido a los cambios fisiológicos
en la sobrevida del eritrocito durante el embarazo.
Fuente: American Diabetes Association. 14. Management of diabetes in pregnancy: Standards of
Medical Care in Diabetes-2019. Diabetes Care. 2019; 42(Suppl 1): S165-172.
MANEJO FARMACOLÓGICO
VIGILANCIA FETAL
En mujeres con un buen control metabólico, se debe realizar a las 39 0/7 – 39 6/7 semanas.
MANEJO POSTPARTO
Durante las primeras 48 horas del postparto, algunas mujeres presentan “un período de luna
de miel”, durante el cual los requerimientos de insulina disminuyen. Una vez que se instaure
la vía oral, se le cambia al esquema farmacológico que tenía previo al embarazo.
PARÁMETRO VALORES
DIETA
• Se deben seguir las mismas recomendaciones que para la mujer con DMPG.
• Hipoglicemiantes orales: su uso durante el embarazo debe ser valorado por el médico
especialista.
VIGILANCIA FETAL
PARTO
• Momento del parto: 39 0/7 - 39 6/7 semanas.
• La interrupción antes de las 39 semanas será por indicación obstétrica. No hay
evidencia en la disminución de la macrosomía con este manejo.
• Aunque la macrosomía es un diagnóstico difícil, si el peso fetal estimado es ≥4.500 g
se sugiere el parto por cesárea.
• Monitoreo intraparto de las glicemias: mantener la glicemia entre 70-120 mg/dl. En
mujeres con control adecuado con dieta, la glicemia puede realizarse cada cuatro
horas; la monitorización más frecuente dependerá de su comportamiento. El uso de
insulina será de acuerdo con los resultados de las glicemias.
Referencias bibliográficas
1. Caja Costarricense de Seguro Social [CCSS]. Manual técnico de educación perinatal para las mujeres gestantes
y sus familias. San José, Costa Rica: CCSS; 2014.
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6. American Diabetes Association. 14. Management of diabetes in pregnancy: Standards of Medical Care in
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Care. 2006; 29(4): 948-949.
La DM, al ser una enfermedad crónica que se puede desarrollar a lo largo del proceso de
envejecimiento, puede convertirse muchas veces en un factor que afecta la calidad de vida de
las personas (1).
− Diferente fisiopatología.
− Factor de riesgo no solo para enfermedad cardiovascular, sino también para demencia,
caídas o depresión.
− Deterioro funcional.
− Comorbilidad asociada.
− Tratamiento farmacológico diferenciado.
− Nutrición, actividad física y ejercicio acorde a las características físicas.
Fuente: adaptado Rodríguez Mañas L, et al. Diabetes mellitus. En: López JH, Cano CA, Gómez JF. Geriatría:
fundamentos de Medicina. Medellín, Colombia: Corporación para Investigaciones Biológicas.; 2006.;
Gutiérrez LM, García C, Arango VE, Pérez MU. Geriatría para el médico familiar. México: Editorial Manual
Moderno; 2012.
Las personas adultas mayores con DM poseen altas tasas de mortalidad y enfermedades
concomitantes, como HTA, enfermedad arterial coronaria y enfermedad cerebrovascular. En
este grupo de personas solo un porcentaje muy pequeño debuta con DM1, usualmente
llamada “diabetes tardía autoinmune latente de la edad” (latent autoimmune diabetes of the
adult -LADA-). En esta población la DM es muy poco sintomática y de comienzo insidioso,
debido en gran parte a la elevación del umbral renal para la glucosa, que hace que
hiperglicemias moderadas no se acompañen de glucosuria, lo que explica la falta de poliuria
y polidipsia. Es por esta razón que en la mayoría de los casos el diagnóstico se hace a través
de exámenes de laboratorio de rutina o por complicaciones.
FISIOPATOLOGÍA
Hay evidencia de que la DM en la persona adulta mayor tiene herencia poligénica, es decir
predisposición genética, cuya expresión está modulada por factores ambientales. Esta se
caracteriza por su heterogeneidad fisiopatológica.
VALORACIÓN FUNCIONAL
Incluye la dimensión física, mental y social, proporcionando información para elaborar los
planes de tratamiento y el control de la enfermedad. Esta se mide por la dificultad para realizar
CATEGORÍA DESCRIPCIÓN
Categoría 1
Persona que vive independientemente o recibe mínimo apoyo de otra para
Funcionalmente
realizar las actividades de la vida diaria.
independiente
Persona con deterioro funcional para realizar las actividades diarias como
Categoría 2
bañarse, vestirse y cuidado personal. Aumenta la posibilidad de requerir
Funcionalmente
más cuidados sociales y médicos; puede presentar pobre automanejo y alta
dependiente
susceptibilidad a hipoglicemia.
Presentan fatiga y pérdida de peso significativa, restricción severa de la
Subcategoría A
movilidad y de la fuerza, mayor propensión a caídas y riesgo aumentado de
Frágil
institucionalización.
Tienen algún grado de deterioro cognitivo que los lleva a presentar severos
problemas de memoria, desorientación, cambios en la personalidad y no
Subcategoría B
son capaces de autocuidarse. Podría ser que su estado físico se encuentre
Demencia
relativamente bien. Para detectar esta condición se puede aplicar la prueba
corta de memoria.
Categoría 3 Tienen expectativa de vida menor a un año, debido a una enfermedad
Cuidados de fin de médica significativa o bien, asociada a malignidad. El control de la DM se
vida orienta al manejo de síntomas, brindar confort y calidad de vida.
Fuente: International Diabetes Federation [IDF]. Managing older people with type 2 diabetes: Global guideline.
(Versión en Internet). Brussels, Belgium: IDF; 2013. Consultada en: https://www.idf.org/e-library/guidelines/78-
global-guideline-for-managing-older-people-with-type-2-diabetes.html
PREVENCIÓN
Ofrecer estrategias de prevención que impacten en los determinantes que aumentan el riesgo
de ECNT, como alimentación, actividad física, ejercicio y autocuidado.
EVALUACIÓN INICIAL
Una vez efectuado el diagnóstico, la evaluación médica inicial debe permitir clasificar la DM,
determinar la presencia de complicaciones derivadas de esta, revisar el tiempo de evolución,
los tratamientos y los controles de glicemia. En personas con diagnóstico previo de DM, se
debe formular un plan de tratamiento que incluya las metas a alcanzar.
En las personas clasificadas como frágiles, según la valoración realizada, el control clínico
debe ser más frecuente.
En general, el abordaje terapeútico en las personas adultas mayores con DM debe abarcar los
siguientes aspectos, considerados de gran relevancia:
Se debe tener presente que el riesgo cardiovascular no altera las metas de control de la DM y
que en presencia de riesgo cardiovascular alto debe considerarse tratamiento con estatinas, a
menos que esté contraindicado. En general, se recomienda utilizar la dosis más baja posible,
para evitar efectos secundarios o posibles interacciones medicamentosas.
CONTROL METABÓLICO
No se debe minimizar la importancia del control metabólico adecuado; una descompensación
permanente no solo favorece las complicaciones, sino que predispone también a infecciones,
deshidratación, poliuria, incontinencia y disminución de las funciones cognitivas, en especial
el aprendizaje, el razonamiento y el funcionamiento psicomotor.
Categoría 2
Funcionalmente 7,5 – 8,0 % Seleccionar esquemas simplificados de insulina o glicazida.
dependiente
Categoría 3 Evitar
Cuidados de fin hipoglicemias Evitar hiperglicemias sintomáticas.
de vida sintomáticas
Fuente: International Diabetes Federation [IDF]. Managing older people with type 2 diabetes: Global guideline.
(Versión en Internet). Brussels, Belgium: IDF; 2013. Consultada en: https://www.idf.org/e-library/guidelines/78-
global-guideline-for-managing-older-people-with-type-2-diabetes.html
CONSIDERACIONES NUTRICIONALES
Esta población tiene riesgo de malnutrición, debido a alteraciones del apetito, alteración del
sentido del olfato y el gusto, dificultad para deglutir, problemas de su cavidad bucal y deterioro
funcional, que los lleva a problemas para preparar o consumir los alimentos.
En el caso de las personas con dificultad para la deglución, deben ser referidas a terapia del
lenguaje, según la red de servicios de salud.
Por otro lado, es importante considerar que los patrones de alimentación restrictivos pueden
contribuir a un riesgo adicional en esta población; por tanto, se deben evitar medidas drásticas,
que aumenten el riesgo de malnutrición.
Las intervenciones de actividad física y ejercicio pueden mejorar el estado funcional de las
personas, quienes deben ser estimuladas para que sean tan activas como lo permita su
condición de salud; incluso, las personas con pobre salud se ven beneficiadas con incrementos
modestos en su actividad física. Por esa razón, es particularmente importante en este grupo no
perder el objetivo de realizar actividad física y ejercicio.
Las estrategias que combinan actividad física y ejercicio con una terapia nutricional adecuada,
resultan ser las mejores herramientas para un apropiado control metabólico y desempeño
funcional.
TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO
La evidencia señala que reducir los valores de la PA a valores moderados como 150mmHg,
disminuye el riesgo cardiovascular; por lo que las metas del tratamiento consisten en mantener
la PA estable y adecuada.
Las indicaciones del tratamiento se deben entregar por escrito, con letra legible y grande,
mientras se le explica a la persona y a su cuidador y se le educa sobre el reconocimiento de
Los establecimientos con consulta farmacéutica disponible deben beneficiar a la persona con
esta intervención para mejorar la adherencia y el cumplimiento del tratamiento.
EDUCACIÓN Y
CATEGORÍA ALIMENTACIÓN ACTIVIDAD FÍSICA
AUTOMONITOREO
Según lo permita la
Mantener IMC saludable,
Categoría 1 condición funcional,
proveer carbohidratos en No difieren con otros
Funcionalmente prevenir hipoglicemia y
cada tiempo de comida y grupos de edad.
independiente mantenerse tan activo como
evitar bebidas azucaradas.
su condición lo permita.
Enfocarse en el
deterioro funcional
Promover el mantenimiento mental, la pérdida de
Categoría 2
Mantener hidratación de las actividades de la vida visión, la capacidad
Funcionalmente
adecuada. diaria y la movilidad física auditiva, la destreza
dependiente
según capacidad. manual, la situación
social y la red de
apoyo.
Identificar malnutrición y Mejorar fuerza, equilibrio,
Aplicar
Subcategoría A pérdida de peso, para coordinación, resistencia
recomendaciones
Frágil mejorar su estado cardiovascular y
anteriores.
nutricional y funcional. flexibilidad.
Detectar problemas de Realizar actividad física y
deglución y brindar ejercicio, considerando
Subcategoría B Dirigirla a familiares
acompañamiento, para parámetros de seguridad,
Demencia y cuidadores.
asegurar el consumo de acorde a la particularidad
alimentos. de cada caso.
Categoría 3 Familia y cuidador deben Dirigirlas a prevenir
Según lo permita su estado
Cuidados de fin cumplir las decisiones complicaciones
funcional.
de vida nutricionales. agudas de la DM.
Fuente: International Diabetes Federation [IDF]. Managing older people with type 2 diabetes: Global guideline.
(Versión en Internet). Brussels, Belgium: IDF; 2013. Consultada en: https://www.idf.org/e-library/guidelines/78-
global-guideline-for-managing-older-people-with-type-2-diabetes.html
COMPLICACIONES ASOCIADAS
Presentan mayores tasas de amputación de extremidades inferiores, IAM, deterioro visual y
enfermedad renal terminal, así como mayor incidencia y mortalidad por hipoglicemia. Los
síntomas neuropáticos se asocian con mayor deterioro funcional, caídas, depresión, ansiedad,
disminución de la socialización y alteraciones del sueño y del apetito.
La persona adulta mayor funcional con estado cognitivo adecuado y con significativa
esperanza de vida debe tamizarse en busca de complicaciones, como descompensaciones
agudas metabólicas o eventos microvasculares y cardiovasculares, las cuales se asocian a
niveles de A1c siguiendo la forma de una U, donde en el extremo inferior los valores <6,0 %
presentan mayor mortalidad que al comparar los eventos con valores de 6 a 9 %; sin embargo,
luego de alcanzar el valor de 8 %, la probabilidad de complicaciones aumenta nuevamente.
Por esa razón, los niveles de A1c deben mantenerse dentro de los límites recomendados para
cada grupo funcional.
DETERIORO COGNITIVO
La DM incrementa la incidencia de casos de demencia, la cual se presenta doblemente por
Alzheimer y por multiinfarto, en comparación con individuos de la misma edad pero sin DM.
El deterioro puede manifestarse desde una disminucion en las funciones ejecutivas hasta
grados avanzados de demencia. Se incrementa también el subsecuente riesgo de hipoglicemia
y viceversa, dificultando el autocuidado, el ajuste de la dosis de insulina y el monitoreo de la
glicemia. Para realizar su detección puede utilizarse la prueba de MOCA (Montreal Cognitive
Assessment) o bien, el mini mental. Aplicar estos instrumentos permite detectar pacientes que
pueden requerir una evaluación neuropsicológica más profunda.
DETERIORO FUNCIONAL
El envejecimiento y la DM son factores de riesgo para el deterioro funcional, más aún si se
considera que la persona adulta mayor con DM es menos activa físicamente que aquella sin
DM.
La neuropatía periférica, que puede presentarse en personas con DM, incrementa el riesgo de
inestabilidad postural, los problemas de balance y la atrofia muscular, lo que a su vez limita
el movimiento y con ello incrementa el riesgo de caídas. Otras condiciones asociadas, como
enfermedad arterial coronaria, obesidad, enfermedades articulares degenerativas, depresión y
deterioro visual, también impactan de forma negativa la funcionalidad.
CAÍDAS Y FRACTURAS
Las condiciones citadas anteriormente deterioran el desempeño funcional, aumentando la
posibilidad de caídas y fracturas. En el caso de las mujeres, se reporta una mayor probabilidad
de fractura de cadera y fémur proximal por causa de una caída.
Por tanto, para disminuir el riesgo de caídas, se debe evitar la hiperglicemia sintomática y la
hipoglicemia.
DEPRESIÓN
La DM está asociada a una alta prevalencia depresiva, por lo que debe interrogarse por
síntomas depresivos que conlleven a problemas de autocuidado y malos hábitos de vida.
También se asocia a mayor riesgo de mortalidad y demencia.
HIPOACUSIA
La hipoacusia a tono de frecuencia alto y medio, es dos veces más frecuente en personas con
DM, por lo que se vincula con enfermedad vascular y neuropatía.
INCONTINENCIA URINARIA
Es común en mujeres con DM, razón por la cual este grupo debe monitorizarse por
hiperglicemia.
Referencias bibliográficas
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Medicina. Medellín, Colombia: Corporación para Investigaciones Biológicas.; 2006.
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clínica para el manejo de la diabetes mellitus. ADA; 2006.
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(Versión en Internet). EuGMS; 2004. Consultada en: http://www.eugms.org/index.php?pid=30