Amor Propio
Amor Propio
Amor Propio
POR VIDA
Oscar Wilde.
Uno de los principales errores que cometemos, es pensar en ser lo que le
gusta a la otra persona, es tratar de ser alguien que suponemos, esa otra
persona quiere, ahí es donde empezamos a hacer las cosas mal y dejamos
de ser nosotras mismas, renunciando a nuestra esencia, tratando de
complacer a alguien que muy seguramente tampoco tiene claro lo que
quiere.
No puedes gustar a todo el mundo, no puedes satisfacer a todos ni vivir
según sus principios; así que si tienes que escoger trata al menos de
gustarte a ti mismo, de satisfacerte a ti mismo y de vivir según tus propios
principios ". –Domingo Edjang Moreno. Vivimos en la Era de la
Autenticidad, en la que " ser tú mismo " es el típico consejo para la vida, el
amor y el trabajo. La autenticidad significa borrar la división entre lo que tú
crees firmemente en tu interior y lo que le muestras al mundo exterior. Tal
como la define Brené Brown, profesora de la Universidad de Houston, la
autenticidad es " la decisión de dejar que nuestro verdadero yo se revele ".
Lo cierto es que las mentiras que más daño nos hacen no son tanto las que
decimos como las que vivimos. Hay momentos en nuestra vida que
podemos caer en el error de vivir en una realidad falsa que a veces incluso
nos podemos llegar a creer.
Voy a citar un ejemplo muy claro, La realeza no se alguno de ustedes ha
visto la serie the Crown , habla de la Reyna Isabel de Inglaterra y todos sus
más cercanos, te muestra como debes fingir ser alguien que no eres
porque te toco ser reina, como debes de reprimir tus sentimientos porque
así lo marcan las etiquetas, y quizá muchos de nosotros desearemos ser
parte de la realeza y ahí te das cuenta que muy triste porque no puedes
vivir como tu desearías.
Vivir encerrado en una jaula que uno mismo hace, creando unos valores y
realizar acciones que demuestren otros, mostrarnos fuertes y no estarlo,
sentir miedo y disimularlo, mostrar interés y no tenerlo y otras cosas más...
y así poco a poco nos orillamos a llevar una vida una vida con miedos que
suplimos con apariencias, dejamos de hablar pues nuestras palabras
terminan por comprometernos, nos alejamos de todo por pensar
constantemente que nos harán daño, no arriesgamos y siempre
mantenemos distancias, tenemos relaciones sin sustancia que no nos
llenan pero es nuestro consuelo, aceptamos amores incompletos porque
somos personas incompletas, queremos constantemente estar cambiando
a quien nos rodea, porque creamos y creímos en este mundo que cada
quien se inventa que llegamos a tal grado de no aceptar a alguien que no
piense igual que nosotros. No lo decimos pero nos sentimos cansados,
hartos y nos es difícil sobrellevar cualquier problema, pues nos sentimos
inútiles y los problemas los volvemos más grandes de lo que son. Y es que
esta falsedad es creada por todos nosotros en algún momento de nuestras
vidas. Aunque es excesivamente común hacerlo, las razones por las que
nos comportamos de este modo no tienen por qué ser aceptables
socialmente; es decir, podemos hacerlo para conseguir respeto, dinero,
poder o prestigio. Esto no solo es sobre engañar a los demás sino que
significa rechazarlos y no creer en lo que pensamos y sentimos como seres
individuales y únicos. Y reflejamos nuestra falta de autenticidad en muchos
momentos.
Si yo te preguntara, oye te quieres mucho que me responderías…. la
mayoría de las personas respondemos, si me quiero, PERO…… y ese,
pero ya mata todo lo bueno anterior.
La mayoría de las personas fundamentan su amor propio en la opinión de
las demás, en la percepción que tienen de mí y el querer encajar en esta
sociedad que cada vez nos va poniendo más reglas y etiquetas que
cumplir.
Amor propio no es nada más verte al espejo y sentirte la más bonita, y las
más guapa. Hay un proverbio hindú que en lo particular me gusta mucho y
dice así NO HAY NADA NOBLE EN SER SUPERIOR A OTRA PERSONA,
LA VERDADERA NOBLEZA ES SER SUPERIOR A TU YO INTERIOR, YO
YA SOY UNA MEJOR VESION QUE EL AÑO PASADO, todo lo que he
madurado o he aprendido.
Éxito es saber que alguien vivió mejor gracias a que existí yo,