Bolivar El Hombre de Las Dificultades
Bolivar El Hombre de Las Dificultades
Bolivar El Hombre de Las Dificultades
Simón Bolivar a los 25 años de edad Con tan sólo 19 años de edad, el 26 de mayo de
1802, contrajo matrimonio con María Teresa del Toro y Alayza, regresando a Caracas
para dedicarse a la agricultura en las haciendas heredadas. El 22 de enero de 1803 su
esposa falleció de fiebre amarilla. Simón Bolívar regresa a España y amplía sus
estudios con la orientación del marqués Gerónimo de Ustáriz, quien le introdujo en la
lectura de los clásicos antiguos y modernos, de los filósofos y de los grandes
pensadores. Recorre España, Francia e Italia. En el Monte Sacro, en Roma, juró
libertar a su patria; Juramento del Monte Sacro (15 de agosto de 1805).
Al volver a Caracas para 1807 conspira contra el régimen realista que estaba en boga
en el país, y para el 19 de abril de 1810 se destituyó al gobernador y capitán
general Vicente Emparan, y Simón Bolívar con el grado de coronel, consiguió inclinar
simpatías con el gobierno británico hacia la revolución venezolana. Desde entonces se
hizo protagonista de los principales sucesos y batallas por la Independencia de Nueva
Granada, a la que bautizó como República de Gran Colombia, participando
activamente en la proclamación de la independencia de Venezuela el 5 de julio de
1811.
Bolívar tuvo tantos problemas para llevar a cabo sus planes que llegó a afirmar de sí
mismo que era «el hombre de las dificultades»
En 1813 le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en
Venezuela. Bolívar tuvo tantos problemas para llevar a cabo sus planes que llegó
a afirmar de sí mismo que era «el hombre de las dificultades», frase que luego se
volvió célebre en la historia.
Perdida la primera República, debido al fracaso militar del Marqués del Toro, primero,
y luego de Francisco de Miranda, los principales dirigentes tuvieron que abandonar el
país como exiliados. Simón exiliado en Cartagena de Indias publicó el Manifiesto
de Cartagena (2 de noviembre de 1812), en el que criticaba la irresoluta actuación de
Miranda, que le condujo a la capitulación; y, en la Memoria a los ciudadanos de Nueva
Granada (15 de diciembre de 1812), les invitaba a acompañarlo a libertar Venezuela.
En 1823, llegó a Lima para luchar por la Independencia del Perú. Al mando del Ejército
Unido Libertador, logró las brillantes victorias de Junín y Ayacucho (1824).
Permaneció en Lima hasta 1826 organizando la Federación de los Andes, proyecto
que uniría a la Gran Colombia, Perú y Bolivia. Retornando a Bogotá no pudo superar
los planes nacionalistas de Caracas y Quito. Lima y La Paz también se le sublevaron.