1 Brunner Repaired
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Tabla de contenido
I. Agenda siglo XX....................................................................................................................2
Una historia conocida ..................................................................................................................... 2
La sistematización de la educación ............................................................................................ 3
Recién en la segunda mitad del siglo ......................................................................................... 5
Metas incumplidas ........................................................................................................................... 6
EDUCACIÓN PREPRIMARIA .............................................................................................................................. 7
CALIDAD DE LOS LOGROS DEL APRENDIZAJE ................................................................................................. 8
INEQUIDAD EN LA CONCLUSIÓN DE LOS CICLOS EDUCACIONALES .............................................................. 8
Rezagos en los propósitos.............................................................................................................. 9
EL DÉBIL VÉRTICE DE LOS SISTEMAS ............................................................................................................. 9
SEGREGACIÓN DE LOS HEREDEROS ..............................................................................................................10
CONFORMACIÓN DE UNA SEMI-PROFESIÓN DOCENTE ...............................................................................10
DIAGNÓSTICO TEMPRANO DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR ...........................................................................11
II. Agenda siglo XXI ............................................................................................................. 12
Fin de un ciclo ..................................................................................................................................12
Cambio de paradigma...................................................................................................................13
Políticas ECTP ..................................................................................................................................14
III. Cuestiones varias .......................................................................................................... 16
Por qué ECTP no se tradujo al idioma de la acción..............................................................16
¿Acaso una tercera vía?................................................................................................................17
Competencias claves y el ideal de ciudadanía.......................................................................18
Integración y pertenencia: ¿cómo llenar el vacío de dios?................................................20
Integración social práctica .........................................................................................................24
IV. Prioridades para la acción ......................................................................................... 28
Fallas y remedios conocidos........................................................................................................28
Cinco pilares.....................................................................................................................................29
Bibliografía ............................................................................................................................ 32
Tablas y Gráficos.................................................................................................................. 35
∗
Trabajo preparado con el apoyo del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de
Barcelona (CIDOB) para el Seminario Agenda de Desarrollo Iberoamericana que se celebrará en
Barcelona los días 5 y 6 de noviembre de 2010. Contó asimismo con el patrocinio del Programa
(SOC01) de Políticas de Educación Superior apoyado por la Comisión Nacional de Investigación
Científica y Tecnológica de Chile. La responsabilidad sobre este paper es del autor exclusivamente y
las opiniones en él contenidas no comprometen a las instituciones mencionadas.
β
Director del Centro de Políticas Comparadas de Educación (CPCE) de la Universidad Diego
Portales en Santiago de Chile.
2
Hace una década sugerí que “la educación latinoamericana enfrenta dos desafíos
de enorme magnitud. Por un lado, debe cumplir las ‘asignaturas pendientes’ del
siglo XX, tales como universalizar la cobertura preescolar, básica y media;
incorporar las poblaciones indígenas al sistema escolar; mejorar la calidad y
resultados de la enseñanza de las competencias básicas, particularmente entre los
sectores más pobres de la población infantil, juvenil y adulta; modernizar la
educación técnica de nivel medio y superior; masificar la enseñanza de nivel
terciario” . Al mismo tiempo, por otra lado, debía “dar el salto hacia el siglo XXI y
emprender las ‘nuevas tareas’ de las cuales dependen el crecimiento económico, la
equidad social y la integración cultural, adaptando para ello sus estructuras,
procesos y resultados y las políticas educacionales, a las transformaciones que—
por efecto de la globalización—experimentan los contextos de información,
conocimiento, laboral, tecnológico y de significados culturales en que se
desenvuelven los procesos de enseñanza y aprendizaje” (Brunner, 2000:82) .
Hoy esta formulación aparece validada por los antecedentes aportados por la
investigación educacional y por la reflexión sobre las perspectivas que ofrece el
presente siglo. Recientemente ha sido retomada en el documento 2021 Metas
Educativas. La Educación que Queremos para la Generación de los Bicentenarios
(OEI, 2010:23), el cual se pregunta cómo podrían enfrentarse ambos desafíos con
ciertas garantías de alcanzar éxito. La respuesta es asertoria: “No parece posible
que si se mantiene un ritmo de progreso de la educación y unos modelos de
reforma similares a las vividas en las últimas décadas, pueda lograrse un salto
cualitativo que sitúe a la educación de la región […] entre aquellas capaces de
lograr una educación de calidad para todos sus alumnos. Hacen falta diferentes
aproximaciones a los desfases existentes, nuevos actores e instituciones, y
estrategias renovadas sobre el cambio educativo que permitan avanzar en el logro
de ambas agendas de forma integrada e innovadora” (OEI, 2010:24).
Ya adentrados en el siglo XXI, en este texto nos proponemos profundizar sobre las
dos agendas y sus desafíos, con el fin de aportar elementos de interpretación y
evaluación de la trayectoria y estado actual de la educación en la región, por un
parte y, por la otra, de contribuir al debate sobre las reformas necesarias de cara al
futuro.
I. Agenda siglo XX
1 En este caso, la numeración corresponde a las ‘localizaciones’ del libro en la edición de Kindle.
3
62,5% según el Censo de 1907—[…] crece sin recibir instrucción alguna, vegeta en
ocupaciones sin futuro, se agosta en la miseria material y se pudre en la peor de las
miserias, en la miseria moral” (Salas, 1967:36). A lo anterior se sumaba el hecho
que de cada 100 alumnos inscritos en primer grado, solo un 25% se mantenía en
el grado tercero y al sexto grado llegaba un 2% (Salas, 1967:109).
Otro gran problema que aquejaba a la educación de las repúblicas
latinoamericanas al tiempo que celebraban el Centenario era el del acceso
desigual a la enseñanza elemental por circunstancias de clase social, etnia y
género. En efecto, como señala Reimers (2006:5707-13), la gradual expansión de
las oportunidades educacionales a nivel primario se veía contrarrestada por “un
proceso creciente de segmentación social de las instituciones educacionales. […]
Esta segregación social ocurría a través de los patrones de segregación residencial,
prácticas institucionales de discriminación social en colegios públicos, y la huída
de los grupos privilegiados hacia centros privados. La aguda segregación social dio
un duro golpe a la visión de una` escuela común’ promovida por los fundadores de
los sistemas de educación pública, primero al expandir instituciones divididas y no
comunes y, segundo, al permitir el desenvolvimiento de anillos desiguales en estas
escuelas separadas”. En el caso de Chile, como apunta Rojas (2010:237), la
educación fiscal reconoció a partir de 1880 la existencia de dos subsistemas social
y escolarmente segmentados: uno centrado en los liceos y sus cursos
preparatorios, que favorecía a los niños de las clases acomodadas y de sectores
medios emergentes, y otro vinculado a las escuelas primarias, cuyo público-
objetivo eran las clases populares.
Por último, existía la cuestión de la debilidad de las instituciones y estudios
superiores. De hecho, la universidad latinoamericana de comienzos del siglo XX
aparecía al decir de Ribeiro (1971:70) como una institución patricia incrustada en
la matriz napoleónica, es decir, una institución “que preparaba a los hijos de los
hacendados, de los comerciantes y de los funcionarios para el ejercicio de papeles
ennoblecedores o el desempeño de cargos político-burocráticos, de regulación y
mantenimiento del orden social o de las funciones altamente prestigiadas de
profesionales liberales, puestos al servicio de la clase dominante”.2 O bien, según
observa Schwartzman (1996:25), “las sociedades latinoamericanas siempre
fueron muy estratificadas, y sus instituciones de educación superior eran
probablemente adecuadas, hasta inicios de este siglo [XX], para dar a sus élites la
cantidad limitada de educación formal que ellas deseaban”.
La sistematización de la educación
La Agenda del Siglo XX se hizo cargo, básicamente, de abordar estos problemas, a
partir de la herencia y con la institucionalidad, capacidades humanas e
instrumentos legadas del siglo anterior. Efectivamente, durante los primeros cien
años de desarrollo , hasta culminar en las décadas iniciales del siglo XX, se
despliega en los países de la región su esfuerzo de concentración, centralización y
sistematización de la educación bajo el impulso de los estados nacionales. Es decir,
2 Considérese que en Chile la matrícula universitaria correspondía a 1.106 alumnos el año 1900,
ofrecida por las Universidades de Chile (88,5%) y la Universidad católica (11,5%). Mientras esta
última solo impartía la carrera de leyes, la Universidad de Chile ofrecía carreras en las áreas de
leyes, pedagogía, medicina, matemáticas, dentística, farmacia y arquitectura (Labarca, 1939:217).
4
Metas incumplidas
En lo básico, y más allá de las asignaturas pendientes en cuanto a cobertura de
acceso y participación en los niveles básico y medio, hay tres frentes de
incumplimiento que es necesario tener en cuenta para un adecuado enfoque de la
Agenda del siglo XXI. Tienen que ver, respectivamente, con la educación temprana
o preprimaria de niñas y niños; con la calidad de los procesos de aprendizajes, y
con la equidad social de los resultados.
7
EDUCACIÓN PREPRIMARIA
Ha dicho el premio Nóbel de economía, J. Heckman (2008:38) que “el capital
humano adulto (y el consecuente éxito en la vida) se define durante los primeros
años de un individuo”. Por ejemplo, se inicia un explosivo crecimiento del
vocabulario de los niños y niñas alrededor de los 15-18 meses que continúa hasta
los años del preescolar. A los tres años, señala un texto, un niño puede ser ya un
usuario competente, a condición de que se desarrolle en un medio ambiente donde
se utiliza activamente el lenguaje (Bransford et al, 2002:95). En Chile, diversos
estudios realizados entre niños en edad preescolar de nivel socio-económico bajo
muestran significativos rezagos cognitivos y prevalencia de dificultades de
lenguaje. Por ejemplo, el estudio de mayor envergadura realizado a fines de los
años 90 reporta que “entre el 36 y el 49 por ciento de los casos [incluidos en el
universo muestral] presenta un desarrollo cognitivo deficitario (1 o más
desviación estándar (DS) bajo el promedio esperado para la edad). […] Esta
situación es aún peor en la población rural: entre los niños rurales de 4 años que
no participan en un programa [parvulario], casi un 60 por ciento presenta un
desarrollo cognitivo deficitario, versus un 45 por ciento aproximadamente de sus
pares urbanos de la misma edad” (Ministerio de Educación de Chile, 1998:28). Por
su lado, un estudio de seguimiento de alumnos de escuelas municipales durante los
tres primeros años de la educación primaria, constata que “los niños del subgrupo
que no lograron identificar el primer fonema de las palabras, segmentar
pseudopalabras, encontrar analogías verbales, reconocer nombres escritos o
identificar el nombre de las letras, cuando entraron al primer año, fueron los
lectores más deficientes durante todo el período” Bravo Valdivieso et al., 2004). Es
decir, hasta 3er año escolar el rendimiento lector aparece parcialmente
predeterminado por los procesos de socialización familiar. Y esas diferencias se
mantienen y tienden a ensancharse después, pues según previene gráficamente J. J.
Rousseau (2000:303): “no sólo la educación pone diferencias entre los espíritus
cultivados y los que no lo están, sino que aumenta la que se encuentra entre los
primeros en proporción a la cultura; porque si un gigante y un enano caminan por
la misma ruta, cada paso que uno y otro den dará nueva ventaja al gigante”.
En estas circunstancias, y considerando que América Latina es una región donde
las desigualdades del hogar generadas por factores de ingreso, residencia,
educación de los padres y etnia se manifiestan con particular crudeza, iniciar
tempranamente la educación formal de los niños con el objeto de estimular su
desarrollo cognitivo y socioemocional y compensar las desventajas del ‘efecto
cuna’, es una necesidad prioritaria y tiene un enorme impacto social. A pesar de
esto, los países de la región solo comenzaron tardíamente en el siglo XX a crear una
red de atención para niños entre 3 o 4 y 5 años de edad, esto es, antes de ingresar
al ciclo de K y pre-K y de cursar la enseñanza obligatoria. El resultado, como
muestra la Tabla 3, es que el año 1999 un porcentaje cercano a la mitad de los
niños de este grupo de edad, y pesar del esfuerzo desplegado por los estados, no
recibía atención y cuidado en un jardín o centro infantil. La información disponible
para diversos países separadamente indica que los grupos con menor atención
son, precisamente, lo que tienen mayor necesidad de compensar el ‘efecto cuna’.
<Tabla 3>
8
A lo anterior se debe agregar que, a pesar de los esfuerzos realizados por los
estados, el gasto fiscal por alumno en los distintos niveles del sistema educacional
fue y sigue siendo hasta hoy persistentemente bajo, con leves y variables mejorías
en momentos de mayor crecimiento e ingresos del estado y con caídas también de
variable fuerza en momento de deterioro del ciclo económico, como ocurrió, por
ejemplo, durante la llamada década perdida de los 80. Según puede verse en la
Tabla 4, aún a comienzos del siglo XXI, las cifras latinoamericanas de gasto
público4 por estudiante—en la educación primaria y secundaria, incluso en caso
del país donde el gasto es relativamente más alto—alcanza apenas a la mitad del
país de la OCDE que menos gasta, pudiendo ampliarse la brecha hasta representar
17 veces el gasto más alto de la OCDE comparado con el más bajo latinoamericano
en el nivel primario y 44 veces en el nivel secundario.
<Tabla 4>
SEGREGACIÓN DE LOS HEREDEROS
La combinación entre un bajo gasto público por alumno con circuitos segmentados
de escolarización según jerarquías sociales de clase y estrato, área de residencia y
origen étnico, unido a la existencia de oportunidades formativas provistas
directamente por el sector privado más acomodado a los hijos de su grupo social—
los herederos de Bourdieu—a través de colegios pagados por las familias,
contribuye a reforzar la segregación social de las elites y de los procesos de
socialización y escolarización de sus hijos, con efectos duraderos a lo largo de la
vida. Es, como vimos, un fenómeno de antigua data en la región (Reimers, 2006).
La Tabla 5 ofrece para los países latinoamericanos que cuentan con información
comparable, un cuadro del peso relativo de este circuito de excelencia selectiva,
que oscila entre un 4% y un 15% de la matrícula en el nivel primario y un 6% y un
20% en el nivel de la secundaria superior.
<Tabla 5>
CONFORMACIÓN DE UNA SEMI-PROFESIÓN DOCENTE
Sin duda, otro factor que dificultó que América Latina pudiera ofrecer una
educación de calidad a la mayoría de sus niños y jóvenes que durante la segunda
mitad del siglo XX accedían cada vez en mayor número al sistema de educación, fue
la debilidad de los cuerpos docentes, tanto en el nivel primaria y medio como en el
superior. En efecto, hubo que formar aceleradamente miles de profesores (Tabla
6), primero a partir de escuelas normales sin estatus universitario y luego dentro
de las universidades e institutos de educación superior, sin que se contara allí ni
con los recursos humanos ni con los medios didácticos y recursos necesarios. La
velocidad de los procesos de expansión de la matrícula, junto con el precario
estado de las escuelas y facultades de pedagogía, dieron por resultado el
crecimiento de una semi-profesión: desprovista de una plataforma de
4 Para los efectos que aquí interesa conviene limitar el análisis del gasto únicamente a aquel de
origen público, pues es éste el que—al menos en los niveles primario y secundario—tiene un
carácter más equitativo, en cuanto busca garantizar el acceso de todos los niños a la educación
obligatoria y de compensar por esta vía las desigualdades del hogar y el ‘efecto cuna’. El gasto
privado, en cambio, como se verá a continuación, puede tener el efecto contrario al reforzar las
desigualdades de origen socio-familiar.
11
Fin de un ciclo
Junto con reconocer los esfuerzos realizados desde la posguerra “para desarrollar
sistemas nacionales de educación, capacitación e investigación científica y
tecnológica”, el documento concluye que a pesar de ellos “las capacidades
existentes de formación de recursos humanos […] siguen siendo precarias, y
notoriamente insuficientes para enfrentar los nuevos desafíos que plantea la
inserción internacional” (p. 75).
El diagnóstico es lapidario: el nivel educacional de la región es de apenas 6 años de
estudio, se dice allí, y casi la mitad de la fuerza laboral no ha completado la
educación primaria; la masificación educacional se realizó con poca inversión y
tuvo impacto inequitativo pues benefició en mayor medida a los hijos de grupos
medianos y altos; la educación para la mayoría es de deficiente calidad y a menudo
sin vinculación con los requerimientos de la sociedad; las capacidades de I+D se
hallan concentradas en pocas universidades y desvinculadas del aparto
productivo; las actividades oficiales de capacitación son escasas y se han separado
de las principales dinámicas de la economía en tanto que el emergente mercado de
la capacitación actúa con sin transparencia ni reglamentación adecuada.
En suma, se sostiene que en América Latina los sistemas de formación y difusión
de conocimiento tienen un carácter polarizado y sin base integradora; que su
expansión ha obedecido en gran medida a presiones sociopolíticas y no a los
requerimientos del desarrollo, y que la administración de estos sistemas ha ido
burocratizándose “al punto de haberse transformado […] en un segmento que le
rinde cuentas a nadie sino a sí mismo” (p. 76).
A pesar de que los rasgos salientes de este diagnóstico, sostiene ECTP, son bien
conocidos y que se reconoce la necesidad de reformar radicalmente los estilos de
gestión educativa para enfrentar los desafíos de la transformación productiva, esto
no se ha traducido “en un cambio total de concepciones y perspectivas del
desarrollo educacional, y en acciones tendientes a modificar radicalmente la
Cambio de paradigma
La tesis de ECTP es que América Latina necesita “una profunda transformación de
sus formas de transmitir, producir y aplicar el conocimiento” (p. 120). La meta
estratégica es desarrollar un sistema interrelacionado de educación, capacitación y
ciencia y tecnología (el “triángulo necesario” lo llama) en condiciones de alcanzar
simultáneamente un doble objetivo: “formación de la moderna ciudadanía y la
competitividad internacional de los países” (p. 125).
Estas dos ideas fuerzas—ciudadanía y competitividad—guían el conjunto de las
propuestas de ECTP. La idea de fondo es que “emprender una transformación
productiva en un nuevo marco de creciente equidad social implica una profunda
revisión de los contenidos cognitivos, instrumentales y éticos de la formación
proporcionada por la sociedad a las nuevas generaciones” (p. 127).
Desde el punto de vista de la formación de ciudadanía se plantea la necesidad de
dar acceso a todos a “los códigos culturales básicos de la modernidad”; esto es, “el
conjunto de conocimientos y destrezas necesarios para participar en la vida
pública y desenvolverse productivamente en la sociedad moderna” (p. 157).
Además, tales destrezas constituirían la base necesario para futuros aprendizajes,
dentro y fuera de la escuela. Se trata, por tanto, de las capacidades que “suelen
definirse como requeridas para el manejo de operaciones aritméticas básicas; la
lectura y comprensión de un texto escrito; la recepción e interpretación de los
mensajes de los medios de comunicación modernos, y la participación en el diseño
y ejecución de trabajo de grupo” (p. 157).
En cuanto a la competitividad—que se entiende en primer lugar y esencialmente
como “generar las capacidades necesarias para sostener el crecimiento económico
y el desarrollo nacional dentro de un cuadro de creciente globalización e
internacionalización” (p. 128)—se busca establecer una nueva relación entre
educación y producción, no limitada a los aspectos instrumentales únicamente
sino abierta a consideraciones de uso del conocimiento y las tecnologías en todas
las esferas de la economía, la sociedad y la cultura.
Todo esto plantearía la necesidad de introducir una serie de desplazamientos
conceptuales6, que deben orientar el paso del viejo paradigma al uno nuevo de
desarrollo educacional, como se representa esquemáticamente en el Cuadro 1.
6 Sin que corresponda profundizar aquí en las principales ideas y corrientes de pensamiento que
inspiran el nuevo paradigma de ECTP resulta de interés mencionar que las fuentes de inspiración
son esencialmente tres: (i) la de los autores vinculados a la escuela neoschumpeteriana (C.
Freeman, R. Nelson, C. Pérez, G. Dosi, B. Lundvall y otros); (ii) La del análisis de la gestión y
estrategia empresariales (P. F. Drucker, K. Ohmae, M. Porter); la de los estudios prospectivos de
interés para la educacikón y el mundo del trabajo (Naisbitt, Aburdene, Toffler, Gorz, Gaudin, Reich
(pp. 93-122).
14
Cuadro 1
Desde el viejo paradigma Al nuevo paradigma
PAPEL DEL ESTADO
De la conducción de la educación, capacitación e A un enfoque que integra sistemáticamente
I+D como compartimentos estancos, estas tres dimensiones entre sí y con el sector
gobernados desde la cima productivo
De la idea que estos sistemas y sus funciones A la preferencia por mecanismos e incentivos
solo pueden conducirse bajo mando que faciliten su constante adaptación entre sí y
administrativo y gestión burocrática con su entorno.
Del estado administrador y proveedor Al Estado evaluativo, incentivador y generador
benevolente de recursos de políticas de mediano y largo plazo
De una educación que refuerza las A una educación que destina sus mejores
desigualdades iniciales recursos a los lugares donde hay mayores
necesidades (“función compensatoria”)
Desde el razonamiento que el estado debe A la búsqueda de diversas fuente para cada
financiar exclusiva o casi exclusivamente el subsistema y función, con participación
“triángulo necesario” creciente de recursos privados
CAMBIO INSTITUCIONAL
De la consideración de estos sistemas como A una visión abierta que los define y evalúa en
orientados hacia su autosustentación, función de los beneficios que aportan a la
satisfacción de sus valores internos y control economía, la sociedad y la cultura
por sus propios integrantes
De organizaciones centralizadas A una concepción descentralizada que busca
fortalecer la autonomía de las instancias.
Preferencia por principios operativos de
autorregulación, libertad y flexibilidad
institucionales.
LINEAMIENTOS PARA POLÍTICAS
De la prioridad asignada a la oferta A la preeminencia de la demanda y sus medios
de expresión
Del énfasis en la cantidad A la primacía de la efectividad, cuya evaluación
debe ser continua
De la cobertura A la calidad
De la subvaloración social y económica de los A una profesión docente socialmente valorada,
maestros, encapsulados en sus actividades, atractiva, adecuadamente remunerada y
cuya profesión pierde legitimidad y no atrae a estructurada en función del mérito, exigencias y
jóvenes y adultos con talento y vocación rendimiento
pedagógica
De una preparación para el trabajo separada del A una situación en que la empresa lidera la
trabajo, rutinaria y burocratizada formación para el trabajo y el estado actúa
compensatoriamente en favor de los grupos
postergados
De la consideración de la ciencia y tecnología A un enfoque de I+D como esfuerzo conjunto de
como un área académica protegida las universidades, empresas, instancias
gubernamentales y de la comunidad que actúan
para aumentar la competitividad.
Fuente: Sobre la base de Unesco-Orealc (1992:120-122).
Políticas ECTP
Finalmente, ECTP propone un conjunto de políticas que expresan estos
desplazamientos, agrupadas en siete ámbitos como se resume esquemáticamente
en el siguiente Cuadro 2.
15
Cuadro 2
Ámbito Acciones y medidas
Institucionalidad del - Autonomía directiva y de gestión de los centros educativos
conocimiento abierta a - Diversificación de los centros escolares y sus proyectos
los requerimientos de - Instituciones de educación superior más diferenciadas y diversas con
la sociedad mayor capacidad de emprendimiento
- Mayor autonomía acompañada de mecanismos de regulación pública
y de evaluación
- Necesidad de crear instancias de coordinación concertación
Acceso universal a los - Cobertura universal de calidad en el nivel básico junto con expansión
códigos básicos de la y fortalecimiento de la atención preprimaria
modernidad - Asegurar la adquisición de competencias cognitivas esenciales y otras
como análisis de información, uso de los medios de comunicación y
comprensión de la sociedad
- Énfasis en programas de educación y capacitación de adultos
Impulsar la - Fortalecer la oferta por parte de institutos y centros, perfeccionar
creatividad en el personal de gestión, agilizar la transferencia y crear redes con
acceso, difusión e investigadores nacionales en el extranjero
innovación científico- - Fortalecer la demanda y crear agentes de enlace entre oferta y
tecnológicos demanda
- Vinculación del subsistema de I+D con el sector productivo
Gestión institucional - Información y evaluación de la educación obligatoria
responsable - Evaluación institucional en la educación superior
- Evaluación de la eficiencia externa de la educación
Profesionalización y - Mejorar el reclutamiento, formación y capacitación de los docentes
protagonismo de los - Remuneración e incentivos con sueldo base y consideraciones de
educadores desempeño y mérito
- Nuevas funciones del director en centros educacionales autónomos
Compromiso financiero - Financiamiento amplio y diversificado con fortalecimiento de la
de la sociedad con la gestión y creación de capacidades de estudio y evaluación en los
educación ministerios de educación
- Mecanismos que faciliten la asignación eficiente del financiamiento
fiscal
- Mecanismos selectivos vinculados a las prioridades de la política
nacional
Desarrollo de la - Áreas prioritarias: formación de capital humano avanzado,
cooperación regional e articulación con el sector productivo, investigación educativa y sobre
internacional procesos de conocimiento, implantación de políticas asociadas al
nuevo paradigma.
Fuente: Sobre la base de Unesco-Orealc (1992:138-198).
7 Meramente como ilustración pueden citarse, entre otros, a Tedesco (1998, 2000); Brunner
(2000); Garretón (2000:71-78); Ottone (2001); Muñoz (2002); Hopenhayn (2003); Mena Miranda
(2004); Solano Alpízar (2005).
17
el modelo emergente elige beneficiar primero a los más necesitados y para ello usa
la focalización, al revés del modelo tradicional que expandía los servicios
progresivamente hacia abajo (acceso segmentado). Por último, mientras este
último modelo emplea el monto del gasto social como indicador de éxito, el nuevo
modelo utilizaría mide la relación entre costo e impacto, o sea, un indicador más
exigente.
ECTP se acomoda perfectamente a los parámetros de este nuevo modelo y el
paradigma que propone a comienzos de los 90 se ajusta a los criterios que la
caracterizan. En efecto, el documento de la Cepal y Orealc expone una visión que
gira en torno al eje de la modernidad y propone una estrategia de inserción en los
mercados internacionales mediante la creación de capacidades endógenas, entre
las cuales aquellas relacionadas con las funciones de conocimiento resultan
decisivas. A su turno, “la educación aparece como una bisagra para compatibilizar
tres grandes aspiraciones de la modernidad: la producción de recursos humanos;
la construcción de ciudadanos para que actúen en la política y en la vida pública, y
el desarrollo de sujetos autónomos” (Hopenhayn, 2003:178).
Puede decirse que ECTP formulaba avant la lettre una suerte de tercera vía—tal
como luego se propuso en la Europa socialdemócrata y por algunos neo-
demócratas en los Estados Unidos (Giddens, 2000)—aplicada a la reforma
educacional y de los aparatos de conocimiento. Efectivamente, se trata de una
formulación que se sitúa equidistante de las propuestas más tradicionales de
reforma, tipo agenda Siglo XX con su énfasis en el estado docente; las propuestas
crítico-radicales cuyo planteamiento es que una auténtica reforma de la educación
solo es posible en condiciones de una revolución socialista que sustituya la
reproducción estatal-educacional de las desigualdades de clase, y las propuestas
neoliberales consistentes en abrir las puertas de la educación a la operación de los
mercados, fijar estándares y permitir a los padres elegir la educación de sus hijos
mediante la entrega de bonos (vouchers) y la provisión de abundante información
sobre el desempeño de los establecimientos.
Nuestra conjetura es que la propuesta de ECTP chocó también en este plano—el
ideológico o de orientaciones valóricas e histórico-culturales—con las corrientes
entonces predominantes en la región, a la izquierda y a la derecha, sin concitar el
apoyo necesario para llevar a cabo un programa reformista de esta envergadura.
La pregunta es si acaso la presenta década, que comienza con las celebraciones del
Bicentenario y se proyecta con positivas perspectivas de crecimiento para América
Latina, no podría llegar a ser más propicia para esta propuesta.
curricular.
Efectivamente, ambas implican la idea de que la educación debe preparar a la
gente para lidiar con su entorno mediante el desempeño de actividades o tareas.8
Por lo que toca a las competencias, éstas se definen, justamente, como habilidades
que permiten responder a las variadas demandas del entorno. Según expresa un
documento de la Ocde (Oecd, 2002:8), “esta aproximación externa, orientada por la
demanda, o funcional, tiene la ventaja de poner por delante las demandas
personales y sociales que salen al encuentro de los individuos”. Internamente, en
tanto, las competencias se entienden como habilidades, capacidades o
disposiciones que comprenden conocimientos, destrezas cognitivas y prácticas,
actitudes, emocione, valores y motivaciones. No existen independientemente de la
acción a través de las cuales se manifiestan, acción que supone intereses, razones y
metas. Se adquieren a través de procesos formales informales de aprendizaje,
entre los cuales aquellos dirigidos a la adquisición de conocimientos y destrezas
cognitivas son esenciales pero no los únicos. En efecto, los procesos de desarrollo
de competencias tiene lugar también en la familia, el lugar de trabajo, en relación
con los medios de comunicación masiva, en organizaciones religiosas y culturales,
comunidades de diverso tipo, y en la vida cotidiana en relación con otros y
mediante la participación en redes físicas y virtuales. Un rasgo distintivo adicional
de las competencias es el de la reflexividad; las competencias en su aspecto
cognitivo son reflexión sobre el pensamiento; suponen “el uso de destrezas
metacognitivas, habilidades creativas y tomar una posición crítica. No se trata solo
de cómo los individuos piensan, sino también de la manera como construyen sus
experiencias más generalmente, incluyendo su pensamiento, sentimientos y
relaciones sociales” (Oecd, 1995:9).
En relación con los procesos educativos, los documentos de la Ocde definen como
competencias claves aquellas relacionadas con el uso interactivo de instrumentos
(por ejemplo, lenguaje y tecnologías); con la interacción en grupos heterogéneos y
con la actuación autónoma de las personas.
El uso interactivo de instrumentos (cognitivos, socioculturales y físicos) es esencial
como medio para hacer sentido del entorno, de los otros y de uno mismo. Supone
el uso interactivo del lenguaje, símbolos y textos; de información y conocimientos
y de tecnologías. Estas competencias están en la base de la participación en la
cultura. Su desarrollo tiene mucho que ver con los procesos formales de
escolarización que, desde hace siglos, operan como el canal más apropiado para
introducir a los niños y jóvenes en el conocimiento de las disciplinas académicas y
en las disciplinas del comportamiento reflexivo. En lo esencial comprenden la
alfabetización (literacy) en lectura, matemáticas y en razonamiento científico. El
uso interactivo de información y el conocimiento es un recursos esencial de la
sociedad contemporánea y conlleva destrezas básicas como identificar y acceder
fuentes de información, evaluar su calidad y organizar el conocimiento y la
información que se necesita tener a la mano.
La interacción dentro de grupos heterogéneos—que es esencial en organizaciones
8 En este sentido puede decirse que refleja una visión más bien protestante de la vida, en la
tradición de la ascética intramundana que Weber descubre en el origen del espíritu del capitalismo
moderno).
20
9 Como señala M. Nussbaum (2006:5), “En un libro titulado Cultivating Humanity he dicho que hay
tres capacidades, sobre todo, que son esenciales para el cultivo de la humanidad en el mundo
contemporáneo, y para la salud de una ciudadanía democrática. Primero, la capacidad para un
examen crítico de sí mismo y de las propias tradiciones, para vivir lo que siguiendo a Sócratas
podemos llamar ‘una vida examinada’“. Segundo, “la habilidad para verse a s mismos no solo como
ciudadanos de una localidad o grupo sino además, como seres humanos ligados a todos los demás
seres humanos por vínculos de reconocimiento y preocupación: como ‘ciudadanos del mundo’,
según proclama la antigua tradición greco-romana a la que pertenecía Séneca”. Tercero, “los
ciudadanos no pueden penar bien únicamente sobre la base del conocimiento factual. La tercera
habilidad del ciudadano, estrechamente relacionada con las dos anteriores, puede llamarse
imaginación narrativa. Significa la habilidad de pensar como sería estar en el lugar de una persona
diferente a uno mismo, se un lector inteligente de la historia de otra persona, y entender las
emociones y deseos que alguien puesto en ese lugar pudo tener”.
21
10 Para una formulación más completa de esta hipótesis, véase J. C. Tedesco, El Nuevo pacto
11 Émile Durkheim, op.cit., p.173. En adelante en esta sección, las frases citadas corresponden todas
12 Ibid., p.255
13 Ibid., pp.246-247
24
Cuadro 3
Tipos de integración social según Durkheim aplicados a los sistemas educacionales a la
manera de Bernstein
Código de integración moral Código de integración funcional
(Solidaridad mecánica) (Solidaridad orgánica)
Integración basada en semejanzas de orden moral Integración basada en la interdependencia generada por la
división del trabajo
Opera a través de estructuras compartidas de creencias Opera a través del entrelazamiento producido por el
y sentimientos comunes que regulan la conducta ejercicio de funciones especializadas
Celebra la homogeneidad y roles son asignados Celebra las diferencias y roles son adquiridos
Sanciones de tipo penal juegan un rol central para mantener Sanciones tienen fines restitutivos; buscan resolver
la cohesión grupal y revivir creencias comunes conflictos de intereses
Separa fuertemente 'dentro' y 'fuera' del grupo. Favorece Débil separación de límites con exterior e internos. Admite
categorías 'puras' y rechaza su 'contaminación' (*) categorías' mezcladas’ y 'polución' (*)
Posee un fuerte componente religioso o trascendental que Posee carácter secular. Valores últimos están abiertos
alimenta el sistema de creencias. Predomina la a discusión o se hallan internalizados en la esfera
conciencia colectiva sobre la individual. privada. Predomina la conciencia individual.
Otorga valor supremo a la sociedad e intereses colectivos. Otorga valor supremo al individuo, sus intereses y a la
libertad de opción.
No produce mayor tensión entre creencias privadas y Puede producir alta tensión entre creencias personales y
obligaciones de rol. Individuos están 'sobre-socializados'. obligaciones de rol. Prevalecen obligaciones de la función.
Estas formas opuestas de solidaridad social se expresan también en las modalidades de integración educacional
Educación transmite valores comunes a través de un orden Educación reconoce diferentes funciones y diferencias
escolar fuertemente estructurado entre individuos en un orden de valores diferenciados
Sanciones juegan un rol central en el sistema; poseen Sanciones pierden significado simbólico y se negocian para
carácter ritual de reforzamiento del orden escolar mantener un orden funcional en la escuela
Control social es fuerte y ejerce presión moral Control social es débil y se ejerce mediante funcionarios
especializados en nombre de la disciplina funcional
Organización del trabajo enfatiza jerarquías, separación de Organización del trabajo enfatiza cooperación en equipos,
roles y clasificaciones fuertes de espacio y tiempo. intercambio de roles y clasificaciones débiles
Contenidos curriculares se hallan claramente definidos, Contenidos curriculares solo son sugeridos pero se
clasificados y ordenados. Poseen un fuerte componente concretan en el proceso de enseñarse. Son 'adquiridos'
de 'imperativo moral'. Son 'asignados' más que 'adquiridos' ('construidos') más que 'asignados'.
Profesores tienen rol de proveer 'soluciones' en el marco de Profesores ejercen diversos roles y actúan como
25
14 No pretendo polemizar con la tesis más general que sustenta este tipo de planteamientos, pero
llama la atención: 1) La escasa o nula mención al papel unificador del Estado a través del creciente
monopolio de los medios de violencia ejercida sobre sectores importantes de la población,
26
Por el contrario, la integración social vía solidaridad orgánica remite primero que
todo a la noción clásica de sociedad civil, la cual descansa sobre la división del
trabajo y sus expresiones en los intercambios de mercado. No se halla referida, por
lo mismo, a valores morales sino a competencias; no a representaciones de lo
común sino a diferenciaciones funcionales de roles. Como vimos ya, las
competencias claves que la educación debe ayudar a formar y desarrollar tienen
ante todo un sentido funcional, pero se forman y desarrollan con vistas a un sujeto
autónomo y reflexivo. Al decir de ECTP, “la formación de los ciudadanos en una
conciencia de responsabilidad social significa hacerlos solidarios y activos al
asumir tareas como miembros de una organización con un proyecto común” (p.
126). En consecuencia, el centro de gravedad de los ‘códigos culturales de la
modernidad’, al igual que en el caso de las competencias, está puesto en las tareas
y responsabilidades, mientras que lo común se desplaza hacia los proyectos
organizacionales; es decir, hacia las metas de la acción individual y colectiva.
Luego, el tipo de pertenencia o integración que se postula en esta concepción es
efectivamente de carácter práctico; significa formar parte de redes de funciones,
roles, desempeños, interacciones e intercambios que, idealmente, se expresan
como una comunidad de personas que deciden por sí mismas, reflexivamente, sus
proyectos y cursos de vida. Es decir, en esta línea argumental la nación no aparece
como horizonte de cohesión social ni el estado es el portador del proyecto común,
sino la comunidad de sujetos autónomos y socialmente responsables de su
desempeño es el horizonte y los proyectos de las personas y las organizaciones el
medio de su consecución.
Este cambio de marea en el significado social de la educación parece manifestarse
desde ya en los currículos de enseñanza de las ciencias sociales y las humanidades
de varios países latinoamericanos, según sugiere un estudio de Cox et al.
(2009:282-283). Señalan, en efecto, que el referente histórico de comunidad en
función del cual se educa a los niños, que hasta ahora habría sido la nación, está en
declive y que los currículos de la década de 1990 “se ubican claramente en otra
perspectiva respecto de la nación, el Estado y el patriotismo”, dando paso, por un
lado, a valores universales como los derechos humanos o cosmopolitas como la
ciudadanía global y, por el otro, a una referencia hacia grupos sociales de base local
o étnica. Según los autores citados, este doble deslizamiento tendría un efecto
altamente problemático, “porque si no hay una construcción cultural de la nación
en el sistema escolar, en su sentido más profundo de comunidad de origen y
destino, se está ante el riesgo de tendencias disgregadoras de lo común,
fuertemente presentes tanto en la lógica del mercado como en clima cultural de la
diversidad” (p.282).
En realidad, no tiene por qué ser así. En efecto, es poco probable que lo común
tenga solo una posible representación en el marco educacional y que ésta sea
inmune al paso del tiempo y las transformaciones históricas, debiendo por tanto
mantenerse inconmoviblemente apegada a la desfalleciente figura del estado-
nación o de la nación-estado.
especialmente los pueblos originarios; 2) La rotunda afirmación, asumida como supuesto, de que la
educación es generadora de cohesión social, cuando lo más propio de ella es generar grupos de
estatus diferenciados. Dicho en otras palabras, llama la atención al escasa presencia de Weber en
este tipo de análisis.
27
Diagrama
Modalidades de socialización escolar en vistas a la pertenencia en una cultura
común
Fuente: Sobre la base de M. Weber, Bureaucracy and Education. En M. Weber, Economy and Society,
Edited by G. Roth and C. Witich, University of California Press, Berkeley, 1978, pp. 998-1003.
También se utiliza a L. Crouch, A. Gove y M. Gustafsson, Educación y cohesión social. En S.
Schwartzman y C. Cox (Edotores) Políticas Educativas y Cohesión Social en América Taina, Uqbar
Editores, 2009, pp. 293-338.
Cinco pilares
En primer lugar, la educación inicial o pre-primaria. En efecto, la literatura
especializada muestra—tanto desde el punto de vista neurobiológico y
psicopedagógico (Center on the Developing Child, 2010) como económico
(Heckman, 2008)—que no existe alternativa mejor que intervenciones efectivas
para compensar desigualdades de origen socioeconómico y cultural antes del
ingreso de los niños a la escuela. Este período es crítico para la formación de
conexiones cerebrales; los circuitos más complejos se desarrollan jerárquicamente
sobre la base de los más simples; las experiencias de interacción con los adultos
son decisivas; el aprendizaje procede desde el comienzo en las dimensiones
cognitiva, emocional y social interrelacionadamente; la pobreza y la tensión ‘tóxica’
pueden perjudicar severamente la arquitectura cerebral y dar lugar a problemas
de aprendizaje y conducta; la flexibilidad del cerebro y su capacidad de cambiar
decrecen con el tiempo, y de la efectividad de los programas de intervención
temprana depende en parte importante el desarrollo de las personas a lo largo de
30
ECTP.
Mediante el contraste de los paneles A y B del Gráfico 6 se da cuenta del grave
desbalance que existe entre una región cada vez más exitosamente especializada
en la producción y exportación de recursos naturales y su rezago en todos los
aspectos y variables relacionados con la elaboración y exportación de actividades,
servicios y productos de conocimiento. Como puede apreciarse allí, mientas en el
primer orden de recursos—los naturales (Panel A)—la mayoría de los indicadores
expuestos muestran una participación latinoamericana dentro del respectivo total
mundial superior al peso de su población en el mundo, en cambio en el orden de
los recursos de conocimiento (Panel B), la participación regional es
invariablemente inferior al peso relativo de su población, con excepción del
indicador de participación en la matrícula mundial de educación superior. Este
bajo desempeño en los indicadores de conocimiento—donde en algunos casos,
adicionalmente, la mitad o más del total regional corresponde al Brasil—repone
con plena toda fuerza lo señalado por ECTP hace casi dos décadas: “La inserción de
América latina en el panorama mundial de generación y utilización de
conocimientos continúa siendo extremadamente precaria. La contribución de la
región al total mundial disminuye a medida que aumenta el valor intelectual
incorporado a las distintas variables”. En estas condiciones, una educación escolar
de calidad, la formación masiva de capital humano avanzado y la producción,
transferencia y aplicación de conocimiento científico-técnico permanecen como
tareas pendientes de la región para lograr la transformación productiva con
equidad.
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34
Tablas y Gráficos
Tabla 1
América Latina: Tasa bruta de participación en los niveles primario, secundario y
terciario; tasa de alfabetismo sobre la población mayor de 15 años, y años promedio
de escolarización en la misma población, 1950.
País Tasa bruta de participación por nivel Analfabetismo Escolarización
Primario Secundario Terciario (Porcentaje) (Años promedio)
Argentina 94 10 5 14 4,8
Bolivia 35 5 2 68 2,5
Brasil 39 6 1 51 1,5
Chile 74 11 2 20 4,8
Colombia 36 4 1 38 2,3
Costa Rica 61 6 2 20 3,5
Cuba 66 5 .. 24 3,6
Ecuador 57 4 1 44 2,5
El Salvador 61 3 1 60 1,5
Guatemala 28 2 1 71 1,3
Honduras 28 1 1 65 1,7
México 53 3 2 35 2,4
Nicaragua 39 3 1 62 1,6
Panamá 76 9 2 30 3,8
Paraguay 74 2 1 34 2,7
Perú 67 6 2 44 3,1
R Dominicana 54 2 1 36 2,5
Uruguay 90 17 6 .. 4,3
Venezuela 51 3 1 48 2,2
Fuente: Sobre la base de Reimers (2006), Tablas 11.2, 11.3, 11.11, 11. 5 y Barro y
Lee (2010).
36
Tabla 2
América Latina: Tasa bruta de participación en los niveles primario, secundario y terciario;
tasa de analfabetismo sobre la población mayor de 15 años, y años promedio de
escolarización en la misma población, 2000.
País Tasa bruta de participación por nivel Analfabetismo Escolarización
Primario Primario/neta Secundario Terciario (Porcentaje) (Años promedio)
Argentina 120 107 97 48 3 9,3
Bolivia 116 97 80 36 15 9,9
Brasil 162 97 56 17 13 7,5
Chile 103 89 75 38 4 10,2
Colombia 112 89 70 23 8 7,7
Costa Rica 107 97 51 16 4 8,7
Cuba 102 104 82 24 3 10,6
Ecuador 115 81 57 .. 8 8,1
El Salvador 112 91 54 18 21 8,0
Guatemala 102 84 37 .. 32 4,8
Honduras 106 88 33 15 25 7,5
México 113 103 75 20 9 9,1
Nicaragua 104 81 54 .. 34 6,7
Panamá 112 100 69 35 8 9,6
Paraguay 111 92 60 .. 7 8,5
Perú 128 92 80 29 10 9,0
R Dominicana 124 99 50 .. 16 7,4
Uruguay 109 90 98 36 2 8,6
Venezuela 102 88 59 29 8 7,0
Fuente: Sobre la base de Reimers (2006), Tablas 11.2, 11.3, 11.11, 11. 5 y Barro y
Lee (2010).
37
Gráfico 1
América Latina y Caribe: Población de 15 años y más por nivel más alto de
educación alcanzado, 2000.
Gráfico 2
América Latina y el caribe: Capital humano en la población mayor de 15 años,
1950-2000
Tabla 3
América Latina: Tasa bruta de
participación en la educación preprimaria
y proporción de matrícula pública, 1999.
Tasa bruta Matrícula
de pública
País participación (%)
Argentina 57 72
Bolivia 45 91
Brasil 58 72
Chile 77 55
Colombia 36 55
Costa Rica 84 90
Cuba 105 100
Ecuador 64 61
El Salvador 42 78
Guatemala 46 78
Honduras .. ..
México 73 91
Nicaragua 28 83
Panamá 39 77
Paraguay 27 71
Perú 55 85
R Dominicana 34 55
Uruguay 59 ..
Venezuela 45 80
Fuente: Sobre la base de Unesco, EFA
Global Monitoring Report 2007. Annex -
Table 3B.
39
Gráfico 3
Países latinoamericanos y otros: Porcentaje de estudiantes en cada nivel de
desempeño en la escala de comprensión lectora, PISA 2006
Gráfico 4
América Latina: Jóvenes de distintos grupos de edad que en el cambio de siglo
completan ciclos educativos, según años promedio de estudio de los padres, 1990-
2005.
Gráfico 5
América Latina: Conclusión de ciclos educativos según grupos definidos por su
área de residencia y pertenencia étnica, alrededor de 2005.
Tabla 4
América Latina y países de la OCDE: Gasto público por alumno según nivel educacional
y como porcentaje del PIB, 2007.
(En USD-PPA)
País Primaria Secundaria Terciaria Como % PIB
Argentina 1.583 2.433 1.706 4,5
Bolivia .. .. .. ..
Brasil 1.306 1.118 2.977 5,1
Chile 1.656 1.867 1.594 3,4
Colombia 1.086 875 3.664 4,9
Costa Rica .. .. .. 4,9
Cuba .. .. .. 13,3
Ecuador .. .. .. ..
El Salvador 515 601 889 3,0
Guatemala 470 271 866 3,1
Honduras .. .. .. ..
México 1.842 1.895 4.867 5,5
Nicaragua 232 106 .. ..
Panamá 1.416 1.722 .. ..
Paraguay .. .. .. ..
Perú 552 673 .. ..
R Dominicana 691 311 .. 2,4
Uruguay 901 1.100 1.917 2,9
Venezuela 1.106 986 .. 3,7
Tabla 5
América Latina (8 países): Proporción de la matrícula nacional por nivel educacional en
colegios privados no subvencionados por el estado, 2007 (Porcentaje).
Secundario Secundario
Primario
País inferior superior
Argentina 3,6 3,6 5,6
Brasil 9,2 9,5 15,1
Chile 6,2 6,1 6,9
México 8,1 12,4 20,1
Paraguay 10,1 8,4 17,6
Perú 15,1 18,2 18,9
Uruguay 14,1 12,1 10,9
Fuente: Sobre la base de Unesco Instituto de Estadísticas, Compendio Mundial de
la Educación 2009, Cuadro 17
Tabla 6
América Latina y el caribe: Personal docente por nivel, 1970-1997 (En miles).
Nivel 1970 1980 1990 1997
Primario 1.363 2.260 3.006 3.474
Secundario 788 1.083 1.520 1.874
Terciario 158 387 605 789
TOTAL 2.309 3.730 5.131 6.137
Fuente: Unesco, Anuario
Estadístico 1999, Tabla II.S.4.
45
Gráfico 6
América Latina: Peso relativo en el mundo en dimensiones de recursos naturales y
de conocimiento, a finales de la década de 2010.
Fuente: Sobre la base de The World Bank, World Development Indicators 2009.
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Oecd, Education at a Glance 2009.
SCImgo, SJR - SCImago Journal & Country Rank 2010. Shanghai Ranking Consultancy,
Academic Ranking of World Universities (ARWU) 2009.
Abreviaciones: ES=educación superior. ICT=Intensiva en conocimiento y tecnología.
IC=intensivos en conocimiento. AT=alta tecnología. USPTO=US Patent and Trade Office.