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PERIODISMO INDEPENDIENTE EN COLOMBIA:

LA HISTORIA DE LA REVISTA ALTERNATIVA (1974-1980)

LUIS ALFONSO MENA SEPÚLVEDA

UNIVERSIDAD DEL VALLE


FACULTAD DE HUMANIDADES
MAESTRÍA EN HISTORIA
SANTIAGO DE CALI
2015
2

PERIODISMO INDEPENDIENTE EN COLOMBIA:


LA HISTORIA DE LA REVISTA ALTERNATIVA (1974-1980)

LUIS ALFONSO MENA SEPÚLVEDA

Trabajo para optar al título de Magister en Historia

Director
LENIN FLÓREZ GALLEGO

UNIVERSIDAD DEL VALLE


FACULTAD DE HUMANIDADES
MAESTRÍA EN HISTORIA
SANTIAGO DE CALI
2015
3

DEDICATORIA

A los hacedores de mi vida: Luis Alfonso Mena Salazar, cuyo legado de amor, disciplina y
laboriosidad guían todos mis pasos, y Mercedes Sepúlveda de Mena, cuya bondad,
dedicación y dulzura constituyen el bálsamo espiritual en mi camino.
4

AGRADECIMIENTOS

A Ana Susen, Santiago José, Luis Alfonso Jr. y Gabriel Jacobo, mi familia, por su
acompañamiento y apoyo siempre. Al director de este Trabajo de Investigación, profesor
Lenin Flórez Gallego, por su paciencia y orientación. Y a los amigos y amigas que
conocieron de este esfuerzo y me animaron con su cariño y entusiasmo.
5

CONTENIDO

RESUMEN .............................................................................................................................8

INTRODUCCIÓN….. ........................................................................................................10

CAPÍTULO I.

Cuando Alternativa llegó a Cali ...........................................................................................34

El principio y el fin en dos editoriales y tres Alternativas .......................................39

CAPÍTULO II.

La génesis de una revista: su entorno histórico y mediático ................................................48

CAPÍTULO III.

El aporte de García Márquez a un proyecto que navegó en aguas peligrosas .....................70

“Alternativa siempre navegó en aguas dubitativas” .................................................81

CAPÍTULO IV.

Taxonomía de los grupos que integraron la revista .............................................................86

El comprometido Taller 4 Rojo ................................................................................90

El multifacético Jorge Villegas ................................................................................99

Las crisis fueron tres ..............................................................................................103

CAPÍTULO V.

Los movimientos armados y su presencia en Alternativa. El rol del M-19 ........................109

La insurgencia se hace visible (las Farc y el ELN) ................................................119

La isla del terror .....................................................................................................126

La historia prohibida de una traición ......................................................................129

La presencia del EPL ..............................................................................................131

CAPÍTULO VI.
6

La búsqueda de espacios frente al bipartidismo y la tentación divisionista en la izquierda


.............................................................................................................................................138

La tentación divisionista y Alternativa ...................................................................148

¡Un paro de verdad! ................................................................................................159

CAPÍTULO VII.

Denuncia del autoritarismo y generación de escenarios democráticos ..............................185

¡Firme! y después, Firmes ......................................................................................185

El Estado policiaco y los crímenes del sistema ......................................................199

Partes de un todo: Alternativa, Firmes y respuesta a la represión ..........................214

Lo que el viento nos dejó .......................................................................................232

CONCLUSIONES ............................................................................................................242

FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS ..............................................252

ANEXOS ...........................................................................................................................271

LISTADO DE ANEXOS

CUADRO No. 1 .................................................................................................................................


Los gobiernos latinoamericanos en la época del nacimiento de Alternativa ........................ 271
CUADRO No. 2 .................................................................................................................................
El espectro de partidos, movimientos, grupos y subgrupos de izquierda en 1974 .............. 273
CUADRO No. 3 .................................................................................................................................
Seguimiento a los comités editoriales de Alternativa .............................................................. 277
CUADRO No. 4 .................................................................................................................................
Resumen del equipo humano de Alternativa en seis años ...................................................... 281
CUADRO No. 5 .................................................................................................................................
Movimientos guerrilleros en la historia de Colombia ............................................................. 283
CUADRO No. 6 .................................................................................................................................
7

Colombia en Estado de Sitio, periodo 1958-1974 ................................................................... 285


CUADRO No. 7 .................................................................................................................................
Matrices de Alternativa sobre bipartidismo, coerción policial/judicial y debate en la izquierda
......................................................................................................................................................... 286
CUADRO No. 8 .................................................................................................................................
Dirigentes sindicales, populares, políticos y estudiantiles asesinados en 1978. “Democracia
a la colombiana. Con licencia para matar” ................................................................................ 314
CUADRO No. 9 .................................................................................................................................
Detenidos en 1979. “El B-2 se los llevó…” .............................................................................. 318
CUADRO No. 10 ..............................................................................................................................
Acciones contra movimiento indígena. “Cric, blanco de la represión” ................................. 319
CUADRO No. 11 ..............................................................................................................................
Homicidios atribuidos a organismos del Estado en 1979. “De moda los paros cardiacos” 320
GRÁFICO No. 1 ...............................................................................................................................
Artículos sobre los gobiernos de Alfonso López y Julio César Turbay, la represión política y
el debate en la izquierda ............................................................................................................... 321
GRÁFICO No. 2 ..............................................................................................................................
Denuncias de casos de represión durante el Frente Nacional ................................................. 322
8

RESUMEN

Esta investigación hace primero una presentación del impacto nacional y local que tuvo la
aparición de la revista Alternativa, con especial referencia a su significado para una juventud
caleña llena de sueños y de luchas en la década de los años setentas del Siglo XX; luego,
aborda el entorno histórico global y mediático de la época de su circulación, dentro del cual
se destacaban un mundo en plena descolonización, una América Latina sometida por las
dictaduras militares y una Colombia padeciendo los remanentes de un Frente Nacional
bipartidista y antidemocrático; a continuación, toca el papel jugado por García Márquez y el
equipo de intelectuales que participó en esta empresa de periodismo independiente;
seguidamente, identifica y caracteriza cada uno de los grupos culturales e ideológicos que
integraron los equipos de Redacción, Fotografía y Artes; analiza en capítulo contiguo la
actitud de Alternativa frente a las diversas organizaciones insurgentes, de manera especial su
relación con el M-19; hurga posteriormente en los caminos que ella recorrió ante fenómenos
como la crisis de la unidad de la clase obrera y de los sectores de izquierda entre 1975 y 1976,
su rol en el Paro Cívico Nacional de 1977, su vinculación al plebiscito por 500.000 firmas
para forzar la unidad de la izquierda en las elecciones de 1978 y, finalmente, su denuncia
permanente e influyente de la represión y la violación de los derechos humanos por parte de
los gobiernos de Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay Ayala, en 1979 y 1980; y
concluye con el análisis de cómo todo lo anterior dejaba en evidencia una publicación que
contribuyó a la lucha por la generación de espacios contra la arbitrariedad estatal y por la
democracia, aunque su propósito de servir de puente para la unidad crítica de la izquierda no
se pudiera cumplir en los términos y la magnitud que planteó su plataforma fundacional en
1974.

Palabras clave: medios independientes, revista Alternativa, información política, izquierda


revolucionaria, sectores populares, clases dominantes, Frente Nacional, derechos humanos.
9

ABSTRACT

This research first made a presentation of the national and local impact that had the
appearance of the alternative magazine, with special reference to its meaning for a Cali youth
full of dreams and struggles in the decade of the seventies of the 20th century; then It
addresses the global historical environment and mediatic from the time of its circulation,
which highlighted a world in full decolonization, a Latin America submitted by military
dictatorships, and a Colombia suffering the remnants of a national front bi-partisan and
undemocratic; following it touch the role played by Garcia Marquez and the team of
intellectuals who took part in this enterprise of independent journalism: and, then, identifies
and characterizes each of the cultural and ideological groups that integrated the Writing,
Photography and Arts teams; analyzes in contiguous chapter Alternative’s attitude against
the divers insurgent organizations especially its relationship with the M-19; then delves into
the ways that she walked around to phenomena such as the crisis of the unity of the working
class and left-wing party between 1975 and 1976, their role in the national civic strike of
1977, his entailment to the plebiscite by 500.000 signatures to force the unit left in the 1978
elections and, finally its permanent and influential denunciation of repression and violation
of human rights by governments Alfonso Lopez Michelsen and Julio Cesar Turbay Ayala, in
1979 and 1980; and concludes with an analysis of how all the above left in evidence a
publication that contributed to the struggle for creating spaces against state arbitrariness and
for democracy, though its purpose to serve as a bridge for the critical unit of the left could
not be in the terms and the magnitude that planted its foundational platform in 1974.

Keywords: independent media, Alternativa magazine, politic information, revolutionary left,


popular sectors, ruling classes, National Front, human rights.
INTRODUCCIÓN

¿Por qué intentar construir una historia de la revista Alternativa? La historia del periodismo
colombiano ha mostrado un peso hegemónico de las publicaciones bipartidistas desde la
formación de la República, que han sido estudiadas de manera más o menos profusa, lo que
no ocurre respecto de la prensa situada en la contracara de la información, en el universo del
periodismo independiente, aquel que contesta con una agenda diferente a la de la denominada
gran prensa nacional. La historiografía de los medios de comunicación en Colombia obedece
en buena medida a una visión limitada que determina qué es y qué no es importante rescatar
de los archivos para ponerlo en la óptica de la sociedad, a través del relato y el análisis. En
la resolución de esa apreciación se sitúan adelante elementos como la trascendencia del
medio en la esfera política del país y sus generadores económicos, es decir, su peso en y para
los poderes privados y estatales. En el caso de Alternativa, las razones para su estudio se
hallan, primero, en la pertinencia que para el desarrollo de los contrapoderes ha tenido y tiene
el periodismo alternativo, como modalidad de comunicación autónoma, que confronta a las
élites gubernamentales y empresariales, y, segundo, en la constatación de su necesidad para
la historia de las fuerzas subalternas1 y las minorías sociopolíticas en el país, cuyo estudio ha
sido realmente escaso.

Con Prensa independiente en Colombia: la historia de la revista Alternativa (1974-1980)


nos planteamos como problema central identificar el papel jugado por esta publicación en la
generación de escenarios democráticos en Colombia y su contribución a la unidad de la
izquierda colombiana, es decir, visualizar, a partir de un seguimiento riguroso de sus
publicaciones a lo largo de un período concreto, el rol político y mediático jugado por ella en
la construcción de nuevos espacios de información y deliberación que sirvieran, al tiempo,
para la proyección unificada de las tendencias de la fragmentada izquierda política del
momento, en un estadio histórico que identificamos como el pos Frente Nacional.

1
Ver BEVERLEY, Jhon, Políticas de la teoría. Ensayos sobre subalternidad y hegemonía, Caracas, Fundación
Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Galllegos, Celarg, 2011, p. 43: “Para Gramsci, en su formulación
inicial de la idea de clases subalternas en los Cuadernos de la cárcel, el subalterno incluye no solo a los
trabajadores, campesinos y obreros agrícolas, sino también a sectores de los estratos medios y otras
identidades sociales que no están específicamente constituidas en términos de clase”.
11

Procuramos resolver en consecuencia preguntas tales como: si la revista constituyó una


respuesta a la refundación política del bipartidismo expresada en el Frente Nacional y a su
proyección durante los gobiernos sucesivos de Alfonso López Michelsen y Julio César
Turbay Ayala; cuál fue el papel jugado por los movimientos alzados en armas en el
funcionamiento de Alternativa y cómo fue su cobertura informativa sobre ellos; cómo fue el
comportamiento de la revista en pos de cumplir uno de sus grandes propósitos, el de servir
de canal para la unidad crítica de la izquierda, y cuál fue el resultado final de esa búsqueda;
qué aportes generó el ejercicio de periodismo independiente y alternativo desarrollado por la
revista en la denuncia del autoritarismo y la violación de los derechos humanos en su periodo
de circulación; cuál fue el papel jugado por ella en la visibilización de las luchas sociales y
de sus actores, y cuál, en consecuencia, su incidencia en la apertura de espacios de
democracia, y, finalmente, cómo estuvo integrado su equipo de trabajo y qué tendencias
políticas y culturales se expresaron en él. Así, pues, la resolución del problema va de la mano
con, por lo menos, tres asuntos clave. Primero: analizar el aporte que la existencia de la
publicación pudo hacer al ejercicio del periodismo alternativo como ámbito de la
comunicación desde el punto de vista histórico. Segundo, auscultar el fenómeno que
representó la congregación de un importante número de intelectuales de izquierda en esta
revista. Y, tercero, una descripción cronológica de los hitos fundamentales que configuraron
la historia de la revista en término de sus búsquedas políticas, en un lapso determinado de
seis años.

En consonancia con las preguntas expuestas, en esta reconstrucción histórica de Alternativa


formulamos un objetivo general: estudiar la incidencia de la revista en la búsqueda de canales
de unidad crítica de la izquierda y de la oposición en Colombia, y ubicar su repercusión en
la construcción de escenarios democráticos en el país, de confrontación al autoritarismo
estatal. En el desglose de este propósito universal, se plantearon objetivos específicos, tales
como, primero, iniciar la construcción de una historia política de la revista, particularmente
en dos asuntos: su rol de contrainformación y denuncia frente a las arbitrariedades del poder
político en la época y su búsqueda de la unidad crítica de la izquierda. En segundo lugar,
situar el contexto histórico de Alternativa, marcado por el final del Frente Nacional (Misael
Pastrana); por el gobierno de un delfín (Alfonso López Michelsen) ante el cual la publicación
12

llevó a cabo una fuerte oposición; por la persistencia de fuerzas insurgentes en la escena
política nacional, que nacieron precisamente en este período; por la implementación de
medidas draconianas (Turbay Ayala), que generaron un clima de violación de derechos
humanos y de cerco a la oposición. El tercer objetivo específico se orientó a identificar los
diferentes grupos que intervinieron en la fundación de la revista y a reseñar el papel jugado
por el núcleo de intelectuales de izquierda que se reunió en torno de su Redacción,
encabezado por Gabriel García Márquez y del que hicieron parte, entre otros, Orlando Fals
Borda, Antonio Caballero, Bernardo García, Enrique Santos Calderón, Jorge Restrepo,
Carlos Vidales, Jorge Villegas Arango, Nirma Zárate, Diego Arango, Jorge Mora, Carlos
Sánchez, Sebastián Arias, Héctor Melo, Carlos Duplat, y muchos más, con quienes
colaboraron, en el rol de columnistas, otros como Salomón Kalmanovitz, Arturo Alape
(Carlos Arturo Ruiz), Daniel Samper Pizano, Eduardo Umaña Luna, Jorge Orlando Melo,
Diego Montaña Cuéllar, Álvaro Tirado Mejía, Jesús Antonio Bejarano, Pepe Sánchez, Diego
Hoyos, Ramiro de la Espriella y Estanislao Zuleta. Un cuarto aspecto fue identificar el rol de
Alternativa como difusor de programas y planteamientos de los diversos partidos,
movimientos y tendencias existentes dentro de la izquierda colombiana en el periodo
histórico objeto del análisis, teniendo en cuenta su carácter de medio alterno aglutinante y no
vocero partidista. Y, finalmente, analizar el papel asumido por Alternativa en su última etapa
de circulación, en la medida en que dejó de cumplir su rol neutral y pasó a convertirse en
portavoz y canal organizativo de un movimiento político electoral (Firmes) que promocionó
candidatos a corporaciones públicas de elección popular e, incluso, llegó a impulsar la
aspiración de miembros de su redacción al Concejo de Bogotá.

La hipótesis de este trabajo quedó claramente demostrada, pues en efecto, como lo


preveíamos en la formulación de la misma, la revista configuró un núcleo intelectual de
izquierda que ejerció una forma de periodismo alternativo, de contrapoder, que significó una
ruptura con el discurso del periodismo hegemónico y contribuyó a generar espacios políticos
democráticos diversos y a servir de escudo frente al autoritarismo bipartidista durante los
años de su circulación. En realidad, Alternativa significó un intento de definición de una
identidad diferenciadora dentro del cúmulo de publicaciones del periodismo escrito en
general, y de la prensa de izquierda en particular, dentro de una coyuntura en la que parecían
13

agotadas las fórmulas desde la izquierda partidista, llamada por otros clásica o tradicional. Y
como en materia política los hilos son de mediana y larga duración, en este caso tratamos de
realizar una búsqueda de elementos políticos, culturales y mediáticos de lo que pudo haber
quedado de esa experiencia. En todo este ejercicio tuvimos en cuenta que cuando hablamos
de escenarios y espacios democráticos hacemos referencia a medios de información y de
opinión; a agrupamientos amplios de colectividades, fuerzas y voluntades plurales; a
organizaciones políticas, entidades gremiales, ciudadanas, sociales y/o, también, a
expresiones culturales entendidas éstas como ámbitos de diversidad, alternos o de disenso,
defensoras del respeto a los derechos humanos, políticos y cívicos surgidos o fortalecidos en
la época de circulación de la revista e, incluso, manifestados más allá de ese interregno
histórico.

En consecuencia, si hemos de mirar esta investigación desde su valor o importancia, creo que
resulta de significativa novedad, prioridad y oportunidad. Novedad, pues de acuerdo con lo
escudriñado en el estado de la cuestión la producción relacionada con la historia de
Alternativa y de su repercusión en los ámbitos del periodismo independiente es muy escasa.
Prioridad, porque la sociedad colombiana requiere de estudios que desde la universidad le
sirvan para allegar información y análisis de su vida cultural precedente que le permitan nutrir
su conocimiento de la historia, dentro de la cual el periodismo en sus diferentes modalidades
ha jugado y juega roles tan prominentes. Y oportunidad, pues hoy el periodismo alternativo
surge en Colombia como una necesidad frente al predominio de los medios masivos
tradicionales de comunicación que, globalmente, proporcionan sólo una mirada de la realidad
nacional y del mundo, casi siempre comprometida con poderes e intereses específicos que
excluyen otras opciones y otras visiones de la sociedad.

Revisión historiográfica
Al efectuar una revisión historiográfíca de la revista queda en evidencia, como hemos dicho,
la poca producción sobre ella, hasta el punto de que solo un libro, La revista Alternativa:
prensa de oposición y periodismo de izquierda, de Carlos Gerardo Agudelo Castro, aborda
específicamente el tema. Se encuentran referencias, análisis, comentarios y testimonios en
diversos textos, lo mismo que artículos en revistas, especializadas y de información general,
14

relacionados con Alternativa. También fueron halladas algunas ponencias presentadas en


seminarios y encuentros sobre prensa alternativa. Al cumplirse en 2014 los 40 años de haber
sido fundada la revista, se pudo detectar un crecimiento del número de artículos y de
entrevistas en medios de comunicación con actores supérstites de Alternativa. El 27 de
noviembre de ese año tuvo lugar en el Archivo de Bogotá un conversatorio en la antesala de
la inauguración de una exposición en homenaje a la revista en el que participaron, entre otros,
Enrique Santos Calderón, Bernardo García, quienes fueron directores de la revista; Antonio
Caballero, que ejerció como jefe de Redacción, Hernando Corral, quien laborara como
redactor, y el catedrático Jorge Orlando Melo, columnista de la publicación. También
participaron investigadores sociales y antiguos lectores y seguidores de la revista en los años
setentas. Las intervenciones de los periodistas y el diálogo suscitado con lectores y activistas
sociales y políticos de la época resultaron de gran utilidad para la ampliación y corroboración
de información vertida en este trabajo. Para los capítulos relacionados con los grupos que
operaron dentro de la redacción de Alternativa y con respecto a la presencia de los
movimientos armados en la revista, fueron referentes, entre otros documentos, los elaborados
por Paulo César León Palacios, uno titulado “El M-19 y la subversión cultural: el caso de la
revista Alternativa”, y otro llamado “El primer año de la revista Alternativa”, en los que el
autor aborda de manera directa y con evidente conocimiento del asunto el fenómeno cultural
y político representado por la publicación en el ámbito nacional. En los dos trabajos, León
Palacios hace énfasis en la presencia del M-19 en la redacción de la revista, circunstancia
que queda en evidencia con la ruptura dramática que se produjo dentro de ella y que dio
origen a la revista Alternativa del Pueblo. Un libro con referencias pertinentes a la relación
de la revista con el M-19 es Bateman, Biografía de un revolucionario, escrita por Darío
Villamizar. En entrevista sostenida recientemente por el autor con Villamizar, éste corrobora
esa estrecha relación y la atribuye a la identidad de estilos y objetivos del M-19 y la revista:

Son dos sujetos que marchan en paralelo, pero que se comprenden entre sí. Cuando
‘El Flaco’ Bateman conoce de la propuesta que tenían Enrique Santos y otros
intelectuales de la época de editar una revista como Alternativa, él lo que decide es
apoyar ese esfuerzo unitario que mantuvo durante mucho tiempo, de apoyar ideas
15

nuevas, novedosas, con futuro. Él no tenía ninguna restricción para decir que esa
vaina había que apoyarla.2

Villamizar confirma asimismo el estrecho nexo económico del M-19 con la publicación y la
habilidad política con que Bateman asumió las diferencias surgidas en el seno de la revista,
que condujeron a una ruptura pocos meses después de fundada, a pesar de lo cual él siempre
mantuvo la relación con las partes enfrentadas, pues visualizaba la trascendencia de los
proyectos, más allá de sus diferencias conceptuales y coyunturales:

Es conocido que el gerente de la revista era Gerardo Quevedo, comandante ‘Pedro


Pacho’ en el M-19, y que otras personas estuvieron cercanas a la propuesta política
del M-19… pero él no era una persona que se complicara en grandes debates y a los
pocos meses que Alternativa se divide, cuando la Fundación La Rosca de Orlando
Fals Borda sale del proyecto inicial de Alternativa, Jaime decide seguir hablando con
ambos, era muy político y mantiene una relación muy fuerte con ambas revistas.

Dos artículos aparecidos en la revista Número, de finales de 2006 uno y del primer trimestre
de 2007 el otro, resultan pertinentes en relación con el tema específico de esta investigación.3
El primero es un texto con ínfulas literarias en el que el historiador Herbert Braun procura
hacer una exaltación del significado de la revista para la generación de los años 70. Es
respondido por Bernardo García, quien ejerciera como director de la revista entre 1974 y
1976 y ahora, a 40 años de la desaparición de la publicación, asume una actitud crítica de la
misma. Un quinto artículo se presenta remoto en el tiempo, si se le compara con los reseñados
grosso modo en los párrafos anteriores. Se trata de un texto del historiador Nicolás
Buenaventura aparecido en 1974 en la revista Documentos Políticos, en el que el investigador
formulaba acres críticas a las posiciones políticas de Alternativa, esencialmente enmarcadas
dentro de las pugnas ideológicas que los académicos militantes del Partido Comunista de la
época sostenían con Alternativa, vista por ellos como una publicación que asumía un papel
neutral equivocado. Referencias a lo que fue Alternativa en los años 70 y al legado que se

2
ENTREVISTA con Darío Villamizar, autor de la Bateman. Biografía de un revolucionario, realizada en Cali por
Luis Alfonso Mena S. el 15 de julio de 2015.
3
BRAUN, Herbert, “Palabras de guardar. ´Los años setenta de rebeldía Alternativa´”. En: revista Número No.
50, Bogotá, septiembre-noviembre de 2006. Y GARCÍA, Bernardo. “La trilliza revista. ‘Las Palabras de
Alternativa’, según H. Braun”, en: revista Número No. 52, Bogotá, marzo-abril de 2007.
16

procura recoger en la década de 1990 fueron encontradas en la colección de la revista


Alternativa Nueva Época, que circuló por poco tiempo, desde agosto de 1996, promovida por
Fals Borda y varios periodistas liberales. En ella la tónica era el rescate de un postulado
fundamental de la publicación primigenia: su heterodoxia.

En la indagación historiográfica realizada pudimos definir por lo menos cuatro grandes


bloques de ejes temáticos que sirvieron, a su vez, para guiar la búsqueda de referentes
conceptuales que acompañaron nuestro ejercicio fundamental: la clasificación y análisis de
las colecciones de la revista primigenia (257 números), lo mismo que de su disidente
(Alternativa del Pueblo) y de su continuación en los años 90, Alternativa Nueva Época:

1.- Sobre historia del periodismo, un modelo teórico pertinente para esta investigación es
el seguido por César Augusto Ayala Diago en su libro Exclusión, discriminación y abuso de
poder en El Tiempo del Frente Nacional. Una aproximación desde el análisis crítico del
discurso, por la experiencia que transmite en la aplicación del método del análisis crítico del
discurso, que se apoya a su vez en la obra de Teun Van Dijk. El método desarrollado por
Ayala Diago fue útil para la clasificación e interpretación de los textos de Alternativa. Creo,
como él, que “sin hacer de la preeminencia del lenguaje un absoluto, estamos al tanto de su
relevancia en la constitución, representación e interpretación de los hechos históricos del
mundo contemporáneo”.4 Otros referentes teóricos que he clasificado a partir de los ejes
temáticos de esta investigación fueron los siguientes: de varios autores, Medios y nación.
Historia de los medios de comunicación en Colombia, por su actualidad, pues es de los libros
más recientes en la materia; brinda una visión de conjunto de los diversos medios, resulta útil
para situar el contexto de Alternativa en ellos y, además, incluye las memorias de numerosos
periodistas que debaten sobre la prensa en el país. De Charles David Collins, La prensa y el
poder político en Colombia: tres ensayos, por su perspectiva del papel de los medios escritos
en la generación y sostenimiento de poderes económicos y su entronque con el ejercicio de
la política en los años 70. De Gabriel Fonnegra, La prensa en Colombia. ¿Cómo informa?
¿De quién es? ¿A quién le sirve?, por el enfoque crítico que proporciona de los medios de

4
AYALA DIAGO, César Augusto. Exclusión, discriminación y abuso de poder en El Tiempo del Frente Nacional.
Una aproximación desde el análisis crítico del discurso, Bogotá, Universidad Nacional, 2008, p. 22.
17

comunicación, deslizándose a través del eje de la historia de la prensa como censura y


brindando una visión panorámica necesaria para ubicar antecedentes de la época en que
circuló Alternativa. Otros textos tenidos en cuenta en esta materia fueron “El paro cívico
nacional”, de Álvaro Delgado; “El periodismo en Colombia. 1886-1986”, de Enrique Santos
Calderón, capítulo de la Nueva historia de Colombia.

2.- Sobre la revista Alternativa, La revista Alternativa: prensa de oposición y periodismo


de izquierda, de Carlos Gerardo Agudelo Castro, el único libro hasta el momento escrito
específicamente sobre la historia de la revista. Con conocimiento de causa, pues fue redactor
de Alternativa cuando aún se encontraba haciendo sus estudios de comunicación en Bogotá,
Agudelo Castro traza un recorrido por la publicación y destaca su importancia en el mundo
del periodismo independiente. A plomo herido. Una crónica del periodismo en Colombia
(1880-1980), de Maryluz Vallejo Mejía, que en varios tramos aborda el significado de
Alternativa, sobre todo por su aporte a la denuncia de las anomalías del sistema, y pone de
relieve las características particulares que la diferenciaban de los demás medios. Jaime
Bateman. Biografía de un revolucionario, libro de Darío Villamizar que, como el anterior,
no se centra en Alternativa, pero sí consigna múltiples referencias a su historia, teniendo en
cuenta la estrecha cercanía que mantuvo el principal líder del M-19, Jaime Bateman Cayón,
con Enrique Santos Calderón, uno de los fundadores de la revista, y con otros miembros del
equipo de trabajo de ella, que incluso eran militantes de la organización insurgente. La
generación rota, libro de Jorge Retrepo, quien también ejerciera como redactor de la revista.
El texto traza un panorama de la generación de los años 60 y 70 del siglo pasado, a propósito
del Mayo del 68, y nos ubica en el momento histórico de Alternativa; en varios segmentos
hace referencia a la experiencia de la revista. La rebelión de un burgués. Estanislao Zuleta,
su vida, de Jorge Vallejo Morillo, también traza una semblanza de la época y alude a
momentos de Alternativa; no hay que olvidar la militancia de izquierda de Zuleta y su
vinculación en la última fase a la revista como columnista. Bateman. Testimonio múltiple
sobre Jaime Bateman Cayón. Político, guerrillero, caminante, de Patricia Ariza y otros, libro
que contiene varias referencias a la época y a los personajes de Alternativa, a la que, como
hemos dicho, fue muy cercano el fundador del ‘Eme’. Izquierdas y cultura política,
¿oposición o alternativa?, de Fabio López de la Roche, texto que aborda el problema de la
18

democracia en el país y de los giros que organizaciones como el M-19 dieron a raíz de las
consecuencias desatadas por sus acciones en la generación de autoritarismo y militarismo,
fenómenos frente a los cuales Alternativa operó como un escudo por sus denuncias constantes
del mismo y su búsqueda de mecanismos de defensa de los derechos humanos. Mataron a
Jalisco. 26 de febrero, el día que todo estuvo a punto de estallar, libro de Luis Aurelio
Ordóñez, que nos entrega pistas de la época de Alternativa en Cali y del ejercicio académico
de uno de sus futuros fundadores, Bernardo García, despedido de su cargo de docente de la
Universidad del Valle en los famosos acontecimientos de febrero de 1971. El libro negro de
la represión. Frente Nacional 1958-1974, del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos,
texto que presenta un minucioso informe sobre 853 casos de represión y violación de
derechos humanos del Estado en el período del Frente Nacional, escrito por una comisión del
organismo, que incluyó a varios de los fundadores de Alternativa. “El M-19 y la subversión
cultural bogotana en los setenta: el caso de la revista Alternativa”, de Paulo César León
Palacios, texto que trabaja a fondo el tema, como ya lo reseñamos. Rojo y más rojo. Taller 4
Rojo; producción gráfica y acción directa, del Equipo Transhistoria, libro de reciente
aparición, clave por los elementos que comparte sobre uno de los grupos fundacionales de
Alternativa, el Taller 4 Rojo, un colectivo de artistas e intelectuales que aportó aspectos
estéticos y conceptuales muy interesantes en el primer período de existencia de la revista.
Además, entre otros, referenciamos los siguientes artículos: “Maoísmo y trotskismo en
Colombia”, de Álvaro Oviedo; “La revista que nació a pesar del poder”, de Carlos Mauricio
Vega; “Nacimiento y caída de la prensa roja”, de Stanislaus Bhor; “Gabo, promotor de
Alternativa y La Jornada”, de Fernando Acosta Riveros; “Atreverse a pensar es empezar a
luchar. Elementos para el análisis de la revista colombiana Alternativa”, de Carlos Gerardo
Agudelo Castro; “Conversando con Antonio Caballero”, de Harold Alvarado Tenorio;
“Revista Alternativa: resistencia comunicativa a la represión y censura del gobierno de Julio
César Turbay Ayala”, de Mauricio Hoyos Echeverri; “El primer año de la Revista
Alternativa”, de Paulo César León Palacios; “La ficción y la información noticiosa televisiva
de los años 70 a través del prisma de la revista ´Alternativa´”, de Fabio López de la Roche;
“Los 40 de Alternativa”, de Steven Navarrete; “20 años de lo mismo”, de Felipe Restrepo;
“Lucha y pensamiento: la revista Alternativa en los años 70”, de Andrés Rodríguez; “Enrique
Santos rememora el paso de Gabo por la revista Alternativa” y “Las duras y las maduras”, de
19

Enrique Santos Calderón; “Las múltiples vidas de 2 Vidales”, de Fredy Yezzed; “Palabras
de guardar. ´Los años setenta de rebeldía Alternativa´”, de Hebert Braun; “La trilliza revista.
‘Las Palabras de Alternativa’, según H. Braun”, de Bernardo García, y “Alternativa y la
prensa revolucionaria”, de Nicolás Buenaventura.

3.- Sobre periodismo independiente y alternativo: Los cinco sentidos del periodista.
(Estar, ver, oír, compartir, pensar), de Ryszard Kapuscinski, nos proporcionó una
perspectiva global de las funciones de los periodistas y de los medios, de sus valores éticos
y de la incidencia del capitalismo en los contenidos periodísticos, como lo detallamos más
adelante. Revolución socialista y comunicación masiva, de Armand Mattelar, cuyas tesis
sobre el papel de las clases subalternas en la delegación de su representación en los
periodistas emisores de información popular son pertinentes, pues hacían parte del debate de
la época, al que no fue ajena Alternativa. El secreto de la pirámide, de Adelmo Genro Filho,
quien controvierte a Mattelar. La prensa sensacionalista y los sectores populares, de
Guillermo Sunkel, que trabaja los conceptos de periodismo alternativo y de periodismo
popular, y sus diferencias con el sensacionalismo; También consideramos en este ámbito los
siguientes textos: Comunicación alternativa y cambio social, de Maximo Simpson Grinberg;
“Medios de comunicación alternativos: la conexión de lo mundial con lo local”, de Peter
Lewis (editor); “¿Cómo hacer colectivamente medios revolucionarios democráticos y con
alto rating?”, de Luis Delgado Arria; “Aprender del sistema dominante, al menos en
cuestiones técnicas”, entrevista del portal Encontrarte con Pascual Serrano; “Otro periodismo
también es posible”, de Pascual Serrano; “¿Tienen alternativa los medios alternativos?”, del
periódico Desde Abajo; “Izquierda política en Colombia ¿qué tan viable?”, de Francisco
Gutiérrez Sanín; y “Del periodismo alternativo a la igualdad de género”, de Stieg Larsson.

4.- Sobre historia política, resalto de Francisco Gutiérrez Sanín, ¿Lo que el viento se llevó?
Los partidos políticos y la democracia en Colombia (1958-2002), en la medida en que brinda
una ubicación en el momento cronológico y político de Alternativa. El texto no sólo hace una
minuciosa y muy documentada radiografía del espectro político de 44 años que comenzaron
con el Frente Nacional, de sus actores, de los partidos políticos y del poder en Colombia, sino
que aborda en algunos tramos el fenómeno de Alternativa y su significado, lo cual resulta
20

clave en la perspectiva de nuestro trabajo, orientado a definir los alcances de la publicación


en la formación de espacios de democracia en Colombia. Por ejemplo, en el capítulo titulado
“Combatiendo al oficialismo liberal desde los partidos tradicionales: ideología, estrategia y
democracia”, Gutiérrez Sanín recuerda que en los años 70: “Aparecieron importantes
espacios políticos y de reflexión para las clases medias, los profesionales y los intelectuales
inconformes: el movimiento Firmes y la revista Alternativa, en la que participó regularmente
buena parte de la élite de la intelectualidad colombiana, incluido García Márquez”.5 De
Jonathan Hartlyn, La política del régimen de coalición. La experiencia del Frente Nacional
en Colombia, libro que cumple la misma misión del anterior y nos interesa por el desarrollo
que hace del concepto de consociacionalismo, teoría que estudia los pactos entre las élites,
los acuerdos entre integrantes de una misma clase social que permiten la solución
consensuada de sus diferencias, muchas veces expresadas incluso de manera armada, como
ocurrió en Colombia con la época de La Violencia. Su análisis del pacto bipartidista que a
finales de los años 50 condujo al Frente Nacional resulta de gran utilidad en nuestro recorrido
histórico y político, paralelo al que realizamos de Alternativa como expresión de periodismo
independiente en una época concreta. Además, son pertinentes en esta esfera de la historia
política: Políticas de la teoría. Ensayos sobre subalternidad y hegemonía, de Jhon Beverley;
Derecha e izquierda, de Norberto Bobbio; ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y
dignidad, de Gonzalo Sánchez (ed.); Crítica y alternativa, las izquierdas en Colombia, de
Ricardo Sánchez; “La libertad de prensa en Colombia: pasado y perspectivas actuales”,
artículo de Jorge Orlando Melo. Destaco también el artículo del profesor Lenin Flórez “Notas
sobre el trabajo del historiador en Colombia”, aparecido en la revista Estudios Marxistas No.
9 de 1975, por las reflexiones que nos plantea, coetáneas con la época de aparición de
Alternativa, pero sobre todo, por sus orientaciones metodológicas, que aunque lejanas ya en
el tiempo, revisten desde mi óptica referentes interesantes sobre el papel del investigador
histórico hoy.

Una tipología alternativa, de izquierda e identitaria

5
GUTIÉRREZ SANÍN, Francisco. ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia en Colombia
(1958-2002). Bogotá, Grupo Editorial Norma, 2007, P. 236.
21

Los ejes temáticos ubicados en el ejercicio de clasificación y análisis de las 257 ediciones de
Alternativa nos permiten la definición de una identidad de la revista. Esos ejes bien podrían
considerarse, en términos de hoy, su agenda periodística, es decir, aquellos fenómenos y
enfoques que la ocuparon a lo largo de su trayectoria vital y que sin duda configuraron su
tipología como medio de comunicación alternativo. Reiteramos que en este ejercicio es
importante tener en cuenta varios elementos de investigación basados en un trabajo en
archivos de la revista, tanto de la Alternativa fundacional (1974-1980) como de la disidente,
Alternativa del Pueblo (1974-1975). A partir de esa indagación en las colecciones de la
revista, que permitió hacer un seguimiento de los contenidos de ellas (Véase, por ejemplo, el
Cuadro No. 7), surgió un listado de matrices con los ejes temáticos tratados en la publicación,
en los cuales nos apoyaremos. Estos tipos de documentos permiten el desarrollo del objetivo
general de la investigación, lo mismo que de los objetivos específicos. Habida cuenta que los
257 números de la revista Alternativa son la médula de esta investigación, efectuamos un
agrupamiento de los diez ejes definidos en tres bloques:

Ejes sociopolíticos: a.- Denuncias sobre problemas sociales y políticos de la población y


despliegue a luchas obreras, campesinas y estudiantiles, con énfasis en las centrales de
trabajadores, la Anuc y los movimientos indígenas, como el Cric. b.- Oposición a los
gobiernos de Misael Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay Ayala,
que marcaron cronológica y políticamente la existencia de la revista. c.- Denuncia de
violaciones a los derechos humanos cometidos por militares y otros agentes del Estado
colombiano, en el marco de una estrategia autoritaria y militarista. d.- Denuncia de las
transnacionales con presencia en Colombia y atención a los procesos políticos en
Latinoamérica, con énfasis en las dictaduras que dominaban el panorama de la región en la
época.

Ejes político-partidistas: a.- Publicidad e información sobre grupos insurgentes, con


especial despliegue al ELN, de un lado, y al M-19, del otro. También, inclusión de
información sobre las Farc, el EPL y otros grupos alzados en armas. b.- Despliegue a las
propuestas de partidos, movimientos y tendencias de la izquierda colombiana. c.- Promoción
de espacios de respuesta y acción de la comunidad plural contra la represión y en defensa de
22

los derechos humanos, políticos, sociales y culturales. d.- Atención a los procesos electorales,
frente a los cuales mantuvo en principio una actitud de análisis crítico y luego, de
participación.

Ejes mediáticos: a.- Cuestionamiento permanente a los medios masivos de comunicación


tradicionales. b.- Difusión destacada de revistas y periódicos de movimientos y de teóricos
de izquierda.

Para la realización de este trabajo resultaba necesario establecer un marco preliminar con las
características del periodismo alternativo, en el que se movió la revista, derivado del análisis
de los textos sobre el tema detectados en el recorrido historiográfico, y especialmente al
efectuar un seguimiento de las colecciones de la revista. Con Pascual Serrano, Javier Parra6
y otros que han incursionado en una tipología del periodismo alternativo podríamos resumir
las siguientes características:

1. Hacerlo implica una decisión política, pues la información es una confrontación de


modelos sociales. 2. Se propone difundir una visión diferente de la sociedad, otra óptica del
mundo, que cuestiona el imperio del mercado en las relaciones sociales y culturales. 3.
Desarrolla un modelo de periodismo humanista, partidario de un orden social más justo. El
periodismo es una profesión noble, vocacional y decente. 4. Tiene un deber moral y ético:
informar sobre los sin voz, los humillados, los excluidos, los desplazados por los poderes,
los olvidados, los que sufren. 5. Toma partido por los de abajo, por la gente del común, pero
no es panfletario. 6. Pone en cuestión los conceptos tradicionales de neutralidad, pluralidad,
imparcialidad, objetividad. 7. Lucha contra el silencio mediático: hace visible la protesta
social, los pronunciamientos y movilizaciones populares. 8. Registra una participación
colectiva en el trabajo y la toma de decisiones periodísticas fundamentales. 9. Su
organización interna es horizontal, no tiene las estructuras verticales de la empresa

6
Ver: PARRA, Javier. “Los medios alternativos y su influencia social y política”, extracto de la ponencia “Medios
alternativos del Estado español y su influencia”, ante la Fiesta del Partido Comunista de Aragón, Zaragoza,
España, 5 de mayo de 2007. Y SERRANO, Pascual, “Otro periodismo también es posible”, versión virtual,
Disponible en: <www.pascualserrano.net>.
23

comunicacional tradicional. 10. Rechaza las ataduras comerciales, las prebendas, los halagos
y la lisonja típica del periodismo tradicional. 11. Aunque a veces tiene una influencia directa
escasa, proyecta una influencia indirecta grande. 12. No sólo informa sino que educa y
organiza a las comunidades. 13. No se limita a su papel político. Interactúa en las
comunidades de donde procede. 14. En la práctica ejerce la contrainformación frente a los
grandes medios masivos, que son los que moldean los estados de opinión. 15. Para ello
requiere no sólo claridad política sino solvencia y calidad profesional. Como se ve, un grueso
número de estas características se cumplían en Alternativa y son ellas, más los ejes temático
(su agenda, los fenómenos más recurrentes en sus funciones de informar y opinar), los que
nos definen la identidad de la revista.

Por otra parte, resulta pertinente mirar el contexto histórico de los medios clasificados como
alternativos, ‘underground’, paralelos, y en ello pueden contribuir los antecedentes
planteados por Jesús Timoteo Álvarez:

“… son producto de una confluencia de factores de todo tipo, en primer lugar, la


maduración de un clima de disconformidad y disenso entre las generaciones más
jóvenes respecto a la sociedad contemporánea: una sociedad de la abundancia, que
parecía carecer de otras razones para justificar la existencia que no fuesen el consumo,
la pasividad y el hedonismo, unido a todo ello la agitación moral e ideológica. Ésta la
provocaron fenómenos como la guerra en Vietnam, la celebración del Concilio
Vaticano II, el nacimiento pujante de un pensamiento reivindicativo en el Tercer
Mundo, la ideologización juvenil consecuencia del incremento de la población
universitaria y de la influencia sobre ella de escuelas de pensamiento organizado,
como la de Frankfourt”.7

Aunque el debate en la revista sobre su carácter alternativo aparentemente nunca fue


superado, pues en su seno chocaron diferentes concepciones sobre el papel de la prensa de
izquierda, revolucionaria, popular, progresista, de oposición o alternativa, es pertinente tener
en cuenta la teoría sobre el rol de este tipo de medios formulada, entre otros textos, en
Revolución socialista y comunicación masiva, en el que Armand Matterlar defiende la

7
ÁLVAREZ, Jesús Timoteo, Historia y modelos de la comunicación en el siglo XX, Barcelona (Cataluña, España),
Círculo de Lectores, 1987, pp. 276-2777.
24

emisión directa de la información por parte del pueblo y cuestiona la representatividad de los
periodistas como delegados de un mandato:

“… en un proceso de adquisición por parte del pueblo del derecho a producir y a


usufructuar sus noticias, si bien no desaparece el periodista, debe desaparecer el
periodismo representativo, tal como lo concibe la burguesía. De hecho el periodista,
incluso de izquierda, adentro de la sociedad burguesa, actúa en un periodismo
representativo, sin que este concepto de representante haya sido homologado por el
que le compite al periodista representado. Justamente es esta situación (la) que … ha
hecho que el periodismo protestatario contra la sociedad burguesa, salvo la prensa de
partido, se convirtiera en la mayoría de las veces en periodismo populista”.8

A renglón seguido, Mattelar recomienda: “En la nueva perspectiva –y con ritmos muy
distintos -, se trata de que el periodista reciba su mandato del poder popular y no merced a
una delegación formal, sino que integrando todas las líneas que permitan que a través de él,
el pueblo no este defraudado en su expresión”. Al discutir tales definiciones, Adelmo Genro
Filho, en su trabajo El secreto de la pirámide, afirma:

“La preocupación central de Mattelar recae en los medios artesanales de


comunicación, puesto que ve la cultura producida por los medios de comunicación de
masas --en un proceso revolucionario o de construcción del socialismo--, como el
desaguadero de todo un proceso cuyo sentido sería definido en las actividades
culturales elementales llevadas a cabo artesanalmente por el pueblo” 9

Genro Filho concluye señalando las limitaciones de estas tesis de Mattelar:

Al no considerar la ambivalencia de la cultura en el capitalismo contemporáneo, y


quedarse en los marcos de una crítica a la manipulación imperialista; al no reconocer
la imposibilidad de que las masas lleguen a asimilar todas las complejas mediaciones
técnicas y artísticas de los medios de comunicación avanzados, cayendo en una
especie de subjetivismo populista; y, en fin, al no percibir las inmensas
potencialidades culturales, artísticas, políticas e informativas de los medios de
comunicación de masas, Mattelar quedó impedido de esclarecer la especificidad del
fenómeno del periodismo y de sus desdoblamientos históricos”.10

8
MATTELART, Armand, Biedma, Patricia y Funes, Santiago, Revolución socialista y comunicación masiva,
Bogotá, Fundación Latinoamericana de Investigación y Formación Social, 1974, pp. 96 y 97.
9
GENRO FILHO, Adelmo, El secreto de la pirámide, Caracas, Agencia Venezolana de Noticias, 2010, p. 133.
10
Ibíd., p. 135.
25

Un aspecto clave en los propósitos de Alternativa es que hasta cierto punto, efectivamente,
ella se propuso representar los intereses subalternos abriendo sus ventanas de par en par a
colectivos y sindicatos, a universitarios y campesinos, en un afán de que ellos sintieran como
suya la revista. Pero, evidentemente, aquí se chocaba con una contrariedad y era que la
publicación no venía de las bases hacia la cúspide periodística compuesta por los intelectuales
que osaron crearla, sino que éstos, interpretando las necesidades de los de abajo, optaron por
crear el medio para que los subalternos se expresaran. Esta contradicción fue una de las
razones de la primera ruptura, de la cual surgió Alternativa del Pueblo, cuyos inspiradores
(Fasls Bordas y otros) no sentían que la Alternativa primigenia representara los intereses de
los oprimidos. Pero los orientadores de la revista primigenia persistieron en la posibilidad de,
como lo plantea Genro Filho, percibir “las inmensas potencialidades culturales, artísticas,
políticas e informativas de los medios de comunicación de masas”, porque la Alternativa de
Santos Calderón, García Márquez y Bernardo García aspiraba a serlo, no quería quedar
relegada al estatus marginal de la mayoría de los medios de comunicación alternativos. Y a
lo mejor, a la luz de años posteriores, con la revista ocurriría lo que el periodista polaco
Ryszard Kapuscinski planteaba:

“Vivimos en un mundo de tantas culturas que solamente un reducido grupo de


especialistas es capaz de entender y aprender algo de lo que está pasando. El resto
accede al discurso fragmentado y superficial que los grandes medios condensan en
un minuto: se trata de un problema que seguiremos sufriendo mientras las noticias
muevan tanto dinero, estén influidas por el capital y compitan como productos de los
dueños de los medios”.11

Conceptualmente, también Kapuscinski nos brinda elementos para el análisis del lenguaje de
la revista cuando abordamos las características de sus modelos periodísticos, que fueron
diferenciadores y definidores de un estilo en el que la información se desarrollaba paralela
con la opinión y la toma de posiciones, una de las tipologías propias no solo del periodismo
alternativo, sino de una modalidad de prensa que encuentra su origen en la dicotomía
europea:

11
KAPUSCINSKI, Ryszard, Los cinco sentidos del periodista. (Estar, ver, oír, compartir, pensar), México,
Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, 2003, p. 16.
26

Dos escuelas de periodismo en la historia del mundo han defendido distintas filosofías
y reconocido distintas raíces: la escuela del periodismo anglosajón y la del periodismo
europeo continental… La primera concibe a la prensa como el cuarto poder: junto al
Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, el periodismo participa en las sociedades
modernas tal como lo conocemos. La fuerza de esta corriente es, precisamente, la
llamada objetividad: la noticia que presenta los hechos tal como sucedieron debe
presentarse separada del comentario que los interpreta desde un punto de vista
determinado. La segunda escuela ve a la prensa como a un actor más en la lucha
política: los periódicos europeos nacieron como instrumentos de partidos y de
gobiernos… Para esta concepción que trata de convencer al lector, noticia y
comentario no existen de modo separado, sino que un artículo debe tener como fin no
solo informar sino también exponer las ideas y posiciones del autor.12

Pero además, los textos asépticos (neutrales, fríos, sin pasión), como los que supuestamente
definen al periodismo anglosajón, regularmente no llegaban al alma del lector, por su
caparazón imparcial. Lo que hace Alternativa es lo contrario, como lo que años después
caracterizaría Kapuscinski, hablando del periodismo en general:

“… esta teoría llamada objetividad es totalmente falsa y produce textos fríos, muertos,
que no convencen a nadie… los mejores textos periodísticos han sido escritos con
pasión, transmiten que uno está verdaderamente vinculado y metido en el asunto del
cual escribe. La emoción da fuerza al texto”.

Los contenidos de Alternativa fueron, en un alto porcentaje, textos e imágenes como los que
recomendaba Kapuscinski: apasionados, comprometidos, que establecían una ruptura con el
prototipo de artículo “imparcial” tan recurrido en medios occidentales.

Al lado de la definición de lo que es alternativo, en este trabajo se usa igualmente el concepto


de izquierda que se considera a partir de la teoría más universal sobre ella, esto es, como la
visión del mundo que propugna por la igualdad de clases en la sociedad, y que promueve --
mientras esa igualdad se logra en una comunidad sin Estado-- la justicia en la distribución de
los ingresos a partir de la garantía de trabajo estable para todos y del control progresivo a la
expansión de la propiedad privada. Esa misma concepción considera que la población
mundial no está condenada eternamente a los abismos entre las clases, al contrario de lo que
ocurre con la derecha que defiende la inevitabilidad de las desigualdades en la sociedad, la

12
Ibíd., p. 88.
27

existencia de unas clases privilegiadas y su dominio sobre otras subyugadas, al tiempo que
argumenta la supremacía del “orden” como soporte del Estado. Del tronco ideológico
descrito respecto de la izquierda derivan otras posiciones que la identifican, tales como su
defensa de las libertades públicas, del papel del Estado, mientras exista, como responsable y
garante de políticas sociales en beneficio de la población más vulnerable, al igual que de un
Estado laico, respetuoso de la diversidad religiosa, ajeno a la injerencia de las iglesias.
Asimismo, la izquierda, entendida en su globalidad, era en los años 70 antiimperialista,
solidaria con las revoluciones internacionales y contraria a las guerras de invasión, como la
realizada por Estados Unidos contra el pueblo vietnamita, y a las dictaduras, que inundaron
América Latina. Todo lo contario de la derecha, afín a Estados Unidos y cómplice de
dictaduras y de políticas intervencionistas.

Alternativa se definía abiertamente de izquierda, a pesar de los estigmas que en la época una
posición tan de frente podría acarrear, pero no era una opción unívoca, pues en su seno se
movían diversas tendencias (trotskistas, maoístas, leninistas, camilistas, foquistas, fidelistas,
elenas, emes),13 con sus concepciones particulares de las vías de la revolución colombiana,
de las formas de periodismo revolucionario, de la manera de reivindicar los derechos del
pueblo y hasta de asumir las elecciones… En lo que sí parecía haber consenso era en el hecho
de que se quería innovar, partiendo de concebir una izquierda no aferrada a las líneas
internacionales que determinaban las estrategias de todos los partidos, movimientos y grupos
del momento, y asumiendo una posición desde la cual pudiera constituirse en una especie de
faro que alumbraba hacia todas las aguas del océano en el que aparecía el archipiélago de los
grupos de la izquierda nacional.14 Había cansancio también respecto de los discursos

13
Entre los textos sobre el particular, Mauricio Hoyos trae a colación una anécdota según la cual las divisiones
llegaban tal punto, que Jorge Villegas, el investigador social que estuvo en la primera etapa de Alternativa,
“decía que la revista era una casa de citas: unos citaban a Mao, otros a Trotski y otros a Fidel”. Ver: HOYOS
ECHEVERRI, Mauricio. “Revista Alternativa: resistencia comunicativa a la represión y censura del gobierno
Julio César Turbay Ayala”. [Consultado el 21 de febrero de 2015]. Disponible en:
<http://www.redcomunicacion.org/memorias/pdf/2013hohoyos_p.pdf>
14
La división de la izquierda en los años 70 del Siglo XX fue graficada con el sarcasmo y el humor que identificó
en muchos de sus artículos a Alternativa. En un informe sobre una de las tantas crisis de la Universidad
Nacional, se decía: “El Moir se la pasa desenmascarando al PC, el PC al Moir, la URS a los dos, el Bloque a los
tres y los M-L a todos. Y todos quejándose de los M-L, y todos, por una vez unánimes, mostrando un soberano
desprecio por el estudiantado, considerado simple masa de maniobra, simple carne de cañón, simple rebaño
de agitar´”. Ver: Alternativa No. 115, del 22 al 29 de mayo de 1977, “Universidad, tierra de nadie”, p. 3.
28

ortodoxos y acartonados de los partidos, y se exaltaba la creatividad, la ruptura con los


dogmas y los esquemas. Alternativa parecía ser un laboratorio de actores formados en viejas
prácticas que querían romper con ellas porque estaba comprobado que no habían dado
resultado, incluida la de hacer un periodismo aferrado a las líneas partidistas y a los centros
internacionales.

Además del trabajo con las fuentes bibliográficas y del estudio de varios documentos propios
del funcionamiento interno de la revista, el ejercicio metodológico fundamental de esta
investigación se centró en las colecciones de las revistas (Alternativa y Alternativa del
Pueblo), en una revisión y clasificación de sus temáticas, siguiendo la experiencia de César
Augusto Ayala Diago en su texto sobre el periódico El Tiempo, y en una interpretación crítica
de sus discursos con el propósito de hallar el aporte del medio a la apertura de espacios
democráticos y al rol jugado en la construcción de puentes de unidad en la izquierda
colombiana. Habida cuenta que a través de la hermenéutica se puede efectuar una
interpretación crítica de textos y documentos, el método es pertinente. Asimismo lo es, al
momento de determinar los factores ideológicos y sociopolíticos que definieron la génesis de
Alternativa y las relaciones de poder existentes en la época de su circulación. Por otro lado,
el empleo del análisis crítico del discurso nos permitió el abordaje de los contenidos de la
revista con miras a descifrar sus connotaciones y denotaciones en los hemisferios de la
información, la opinión, la ilustración, la publicidad y las consignas. La consulta testimonial
de fuentes supérstites de la época de circulación de la revista también hizo parte de la
metodología utilizada, con el propósito de otorgar la importancia que merecían aquellos
periodistas, actores comunicacionales y sociales con quienes se recaudaron datos y relatos a
través de entrevistas y conversatorios.

Los capítulos
El resultado de todo este trabajo son siete capítulos y unas conclusiones en los que creemos
haber encontrados unos elementos identitarios de la revista, hallado cuáles fueron los
espacios esenciales en los que se movió y cuáles los que ayudó a abrir en el hemisferio de
una democracia restringida, signada por la aparición de un régimen autoritario (el del
Estatuto de Seguridad) que le correspondió enfrentar y ante el cual se erigió como una de sus
29

principales denunciantes y diques de contención local e internacional. El primer capítulo es


una evocación de los años 70 en Cali y del impacto de la revista en la ciudad, de manera
especial en la población juvenil, cuando Alternativa circuló como una explosión de rebeldía
nutriente de las expectativas de una muchachada que aún no se reponía de la matanza del 26
de febrero de 1971, cuando el gobierno de Misael Pastrana invadió la Universidad del Valle
y dejó en las calles de la incipiente urbe (que se alistaba para los VI Juegos Deportivos
Panamericanos) una estela de sangre de estudiantes soñadores, contrarios a la injerencia de
los denominados cuerpos de paz gringos en su principal alma máter. Esos hechos marcarían
también la aparición de Alternativa. Nada casual es que su primer director, Bernardo García,
fuera uno de los destituidos, al lado de otros docentes y alumnos, sindicado de “comunista”
por el rector de la Universidad, cuyas decisiones desencadenarían las protestas reprimidas a
sangre y fuego. Como lo dijo García en el conversatorio promovido por el Archivo de Bogotá
al cumplirse en 2014 los 40 años de haber sido creada Alternativa, una de las circunstancias
que gravitaban en su idea de fundar una publicación independiente fue siempre que los
periódicos de la élite de la época (El País, Occidente, en Cali: El Tiempo, El Espectador, en
Bogotá… las emisoras, las televisoras) no decían lo verdad sobre las protestas en la
Universidad del Valle o, simplemente, callaban. En el segundo capítulo contextualizamos
el estadio histórico de la aparición de la revista en los planos nacional y mundial, con énfasis
en lo determinante que resultaron para definir ese marco el Frente Nacional y las secuelas
dejadas por él, la exclusión que significó (tanto que, como reacción, en este período nacieron
las principales agrupaciones guerrilleras de la historia colombiana), al tiempo que en ese
corchete contextual también realizamos una introducción (que en otros estudios seguramente
ampliaremos) de los medios de prensa políticos y culturales que signaron la etapa previa y la
propia de circulación de Alternativa. Un diálogo histórico de ésta con aquellos resulta
indispensable para profundizar en el estudio del momento. En el capítulo tercero nos
ocupamos del que tradicionalmente se ha considerado como el principal actor de la revista,
Gabriel García Márquez, y allí mismo nos adentramos en desvirtuar esa creencia, pues
aunque si fue uno de sus protagonistas y acompañó la empresa de principio a fin, no fue su
inspirador ni tampoco su orientador cotidiano. Fue más bien su soporte ético y político, la
figura que con su prestigio como escritor y su conocido criterio de izquierda, revestía a
Alternativa de un halo especial que la blindaba contra algunos males y le abría escenarios,
30

aunque finalmente el futuro Nobel tampoco la pudo salvar de su desaparición. El cuarto


capítulo podríamos decir que se complementa con el anterior, pues se sumerge en los demás
actores que hicieron posible la empresa periodística alternativa e identifica cinco grupos que
actuaron en ella: la Fundación Pro Artes Gráficas, liderada por Enrique Santos Calderón; la
Fundación La Rosca de Investigación y Acción Social, encabezada Orlando Fals Borda; el
Taller Cuatro Rojo, orientado por Diego Arango; el grupo de la Universidad del Valle, de
Bernardo García, y el colectivo de militantes del M-19 dentro de la revista, de Carlos Vidales
y otros. A pesar de sus diferencias y rupturas, todos ellos contribuyeron a desbrozar el camino
político de la revista e hicieron sus aportes hasta donde sus concepciones, limitaciones y
competencias se los permitió. El quinto capítulo se adentra en lo que denomino la historia
política propiamente dicha de la revista, al hacer una revisión de la presencia de los
movimientos armados de la época en Alternativa y de su incidencia en ella, de manera
especial la del M-19. Este capítulo diríamos que es uno de los que más nos ayuda a establecer
esas características que proporcionan identidad a la revista, por el tratamiento marcadamente
diferenciado que la publicación otorga a las guerrillas, en el que ellas se pueden expresar, en
la mayoría de los casos no son condenadas y en algunos, por el contrario, son exaltadas.
Resulta evidente la simpatía ideológica de varios de los integrantes de Alternativa con la
insurgencia, aunque en su etapa final de circulación la revista toma distancia. Además, es
claro que dentro de su concepción de izquierda, en general la Redacción avaluaba que las
guerrillas eran otra forma de expresión de la inconformidad procedente de las clase
subalternas. El capítulo sexto trabaja en varios ejes al efectuar un recorrido sobre la
cobertura que la revista dio a los grupos de la izquierda colombiana, los espacios de expresión
que les posibilitó en sus diferentes secciones, lo mismo que al generar constantes entrevistas
y mesas redondas para auscultar sus posiciones, hasta derivar en cierto desengaño, al
percatarse de la vocación decididamente divisionista de aquella. Es el momento en que su
propósito de ser el fiel de la balanza entre todas las tendencias rojas inicia su declive. Dos
hechos tuvimos en cuenta para la definición de ese perfil de la izquierda, que calificamos
como su tentación divisionista: las acciones desatadas por grupos maoístas, camilistas y
trotskistas para desafiliar sindicatos de la Cstc, la central obrera dirigida por el Partido
Comunista, y el impacto del Paro Cívico Nacional del 14 de septiembre de 1977, que marcó
un hito en la historia de las protestas en Colombia, pero también puso de relieve la
31

confrontación irracional dentro de esa heterogénea izquierda que Alternativa quiso ayudar a
que se entendiera, pero que terminó tirándole la puerta. Finalmente, el capítulo séptimo nos
muestra uno de los aportes fundamentales de la revista en lo que hemos denominado en este
trabajo la lucha por la apertura de espacios democráticos. Ello está claro por el hecho de que,
debido al peso de sus integrantes, a la verticalidad de sus posturas y a la crudeza de sus
plumas, Alternativa se convirtió en un escudo que, con sus denuncias permanentes y su
vigilancia constante, contribuyó a hacer menos gravosa la violación de los derechos humanos
de parte de los gobierno de Alfonso López y Julio César Turbay Ayala, de manera especial
de éste último, convertido en un régimen autoritario en el que la tortura y los consejos de
guerra verbales, amparados en el Estatuto de Seguridad, se convirtieron en una amenaza
cotidiana contra las libertades públicas y el ejercicio de la política en el país. Además, este
capítulo marca el final de la quijotada de Alternativa, que quiso erigirse en el territorio de
encuentro de todas las islas de la izquierda, sin tomar partido. En el remate de su periplo, la
vida le demostró la imposibilidad de tal objetivo. El resultado fue la apertura de su propio
movimiento político, aquello que tanto negó que haría: de su seno nació Firmes, con el que
participó electoralmente y alcanzó a constituirse durante varios años en una confluencia de
tendencias liberales, trotskistas, maoístas y socialdemócratas, con dirección y plataforma
propias, y la orientación de dos académicos de gran prestigio, Luis Carlos Pérez y Gerardo
Molina. En Firmes estaban integrados no pocos de los redactores de la revista, empezando
por Santos Calderón. Su lucha contra la violación de los derechos humanos condujo a abrir
otros escenarios políticos, el del Frente Democrático, una confluencia de mayor amplitud que
Firmes, que congregó fuerzas partidistas y voluntades académicas más allá de la izquierda,
contra los abusos de poder y el autoritarismo. Este es, desde mi óptica, uno de los legados
más importantes de Alternativa: el haber sido una talanquera democrática contra la
arbitrariedad y la violación a los derechos humanos, tarea que desarrolló paralelamente con
la creación del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos y la edición de El libro negro
de la represión. Frente Nacional 1958-1974, en el que participaron varios de quienes
fundarían la revista.

Una reflexión final


32

El periodismo y la historia van de la mano. Él y ella son disciplinas hermanas, así como lo
son también de la literatura y la gramática. El periodismo es fuente primigenia de la historia.
Y la historia, fuente inagotable del periodismo. No cabe duda de que la investigación
histórica tiene entre sus fuentes más preciadas las publicaciones periódicas (diarios,
semanarios, revistas, anuarios), además de aquellas manifestaciones de la información y de
la opinión impresas en octavillas, boletines, hojas volantes (‘chapolas’) y otras formas de la
comunicación alternativa. A todas ellas recurren los historiadores para indagar acerca de lo
que ocurría en una determinada época objeto de estudio, habida cuenta que los medios
impresos son la huella del discurrir cotidiano de las sociedades, el reflejo de lo que ellas y
sus actores han hecho y han pensado. E, incluso, de lo que han dejado de hacer. Por ello, las
hemerotecas, recintos donde se conservan las colecciones de revistas y periódicos, son
espacios asiduamente visitados por los historiadores. Al igual que los archivos donde se
guarda toda clase de hojas sueltas y documentos, expresiones de los impulsos y de los
quehaceres humanos.

En correspondencia con lo anterior, por su función dentro de la sociedad, el periodista está


obligado a conocer la historia con el fin de cumplir con una de sus misiones más importantes:
informar educando, es decir, brindando elementos de contexto histórico de los
acontecimientos que difunde. Uno de los principales vacíos de los medios de comunicación
masivos de hoy, y de muchos de los periodistas que laboran en ellos, es el desconocimiento
de la historia, colombiana y mundial, lo cual conduce a la falta de valoración crítica de los
hechos y de sus protagonistas. Si existiera conocimiento profundo de la historia por parte de
los periodistas, muy probablemente la sociedad recibiría elementos de juicio menos sesgados
y más plurales para la toma de sus decisiones. En su cotidianidad, a veces sin ser consciente
de ello, con su labor frenética el periodista va dejando, paso a paso, día a día las huellas que
años después descifrará el historiador, provisto de su metódica paciencia y del análisis
reposado que la indagación de largo aliento requiere para la interpretación equilibrada y
próxima a la verdad. Así, periodista e historiador se encuentran en la investigación, uno como
fuente primera, otro como colector posterior de las semillas sembradas, buenas o malas, en
el trasegar de los tiempos. Búsqueda del momento e indagación de plazo prolongado: he ahí
las querencias del periodista y del historiador.
33

Ese es el binomio que se ha querido expresar en este trabajo de investigación, realizado por
un periodista sobre la historia política de un medio periodístico, en el que buena parte del
ejercicio consistió en hacer una inmersión en las páginas de una revista contestataria para
luego de contemplarlas, escudriñarlas, leerlas, descifrarlas, clasificarlas, relatarlas,
interpretarlas, entregar una sinopsis de su vida, de sus aportes a la izquierda y a los intersticios
democráticos que pudo abrir o penetrar, así como empezar a dar cuenta sucinta de una
comunidad de escritores, reporteros, artistas, diseñadores, diagramadores, productores,
impresores, idealistas todos, que le apostaron a la empresa de hacer realidad la utopía de una
publicación comprometida con las clases subalternas, con un lenguaje, unas opciones y una
agenda diferentes a las de los medios de las élites.

Al final, la economía de mercado aplastante, las estrecheces del sistema político excluyente,
las persecuciones abiertas o solapadas y las diferencias intestinas, al lado de la falta de visión
estratégica de la izquierda que quiso representar, dieron al traste con esa experiencia, pero
sobrevivió su legado, el que con esta historia aspiramos contribuir a reconstruir para que la
memoria de Alternativa nutra el estudio y los valores de los periodistas de hoy y del futuro,
y de la sociedad toda.

CAPÍTULO I
CUANDO ALTERNATIVA LLEGÓ A CALI
34

En este capítulo haremos un rápido recorrido por la Cali que recibió a Alternativa, con
una juventud rebosante de energías, sueños y ánimo de luchas, que venía de participar
en las jornadas intensas del 26 de febrero de 1971, aquellas que costaron tantas vidas y
esperanzas. Trazaremos, al final, una elipsis en el tiempo, del primer al último número
de la revista.

En febrero de 1974 el centro de Cali era un hervidero. No de automotores ni de vendedores


inundando las calles o los andenes. Lo era de estudiantes, de jovenzuelos imberbes y de
universitarios barbados, conforme a la usanza de la época, que deambulaban con sus libros
encajados en sus brazos por las carreras Cuarta y Quinta, desde la Calle Quinta hasta la Calle
Trece, en un ir y venir que no paraba ni siquiera en la noche.

El centro de la ciudad era la sede de varios colegios de secundaria y de la Universidad


Santiago de Cali. Los establecimientos educativos ocupaban viejas casonas, cuyas piezas,
grandes y de techos altos, cambiaban los usos para los que habían sido construidas un siglo
atrás y abrían sus grandes puertas para recibir a toda hora a la nueva muchachada. En la zona
había salas de cines, librerías, tablados de teatro y cafeterías dónde ‘capar’ clases o dónde
tertuliar después de ellas, antes de dirigirse a la Avenida Colombia o a la Carrera Diez a
abordar el bus Blanco y Negro ruta 1 o el Alameda ruta 2 para regresar a casa.

Muchos despertaron a la vida del goce y la bohemia en esa misma área, que parecía tenerlo
todo. Pasando las fábricas del barrio San Nicolás estaban Honka Monka y Séptimo Cielo,
especies de paraísos del son y de la salsa que llegaban a raudales desde Nueva York y Puerto
Rico. Y muy cerca de allí, sobre toda la Carrera Octava, los grilles de época, que luego, con
el paso del tiempo, involucionaron a lupanares poco recomendables.

En la misma zona, en el barrio Obrero, se hallaban las sedes de muchos de los sindicatos de
trabajadores que los bachilleres y universitarios visitaban con el fin de imprimir en
mimeógrafos prestados sus boletines y proclamas. Era esta una época plena de esperanza
social y de romanticismo revolucionario. De una hoja tamaño oficio doblada a la mitad salía
35

un periódico de cuatro páginas impreso para el colegio o la universidad, o para el debate


ideológico tan vital en el decenio de los años 70. Era un gran logro, casi un acto heroico.
Cada publicación, por sencilla que fuera, había sido engendrada en medio de dificultades y
así nacía. Cuando las hojas de Unión Estudiantil, de Combate Universitario o de cualquier
otro periódico similar salían del rodillo del ‘mimeo’ (la artesanal fotocopiadora de aquellos
días) se experimentaba la insólita sensación de estar recibiendo un hijo. La tinta fresca que
brotaba de las hojas y que se impregnaba en los dedos se había vuelto el perfume de los
jóvenes soñadores.

Una vez éstos imprimían las 500 hojas de la resma de papel poroso partían henchidos con el
éxito revolucionario en sus manos, del cual al otro día no quedaba ni un ejemplar. Tan solo
la plantilla de esténcil, una página compuesta de un sintético delicado en el que se grababan
los caracteres de las máquinas de escribir, y en vez de fotografías se trazaban dibujos y
gráficos usando estiletes. Si había sido bien tratado, ese esténcil serviría para una reimpresión
de Unión Estudiantil o de Combate Universitario. Los nombres siempre rondaron los deseos
de unidad y acción, dos presupuestos políticos reiterados de la época.

Aunque la ciudad no era ya un villorrio, tampoco tenía dimensiones enormes. Ella se


consumía todavía entre Vipasa y el barrio Popular, en el norte, y la Unidad Residencial
Santiago de Cali, construida con ocasión de los VI Juegos Panamericanos de 1971, en el sur.
Para el momento, constituía todavía una novedad arquitectónica. La nueva sede de la
Universidad del Valle era parte aún de los extramuros. Hacia el oriente, el río Cauca seguía
dibujando un mojón lejano precedido por grandes extensiones de tierras fangosas en las que
luego nacerían San Luis y San Luisito y el barro daría paso al Distrito de Aguablanca.

Así que el centro histórico era todavía importante, como en las capitales de antes. En una
esquina de la Carrera Cuarta con Calle Séptima, a un costado de la iglesia de La Merced, en
la casona en la que dicen que alguna vez se alojó Simón Bolívar en su camino hacia Mulaló,
el Instituto Técnico Nacional de Comercio Simón Rodríguez, Intenalco, desplegaba todos los
días desde las 6:30 a.m. las dos naves de su enorme portón para recibir a unos 700 estudiantes.
36

El portal sólo se cerraba pasadas las 10:00 p.m., cuando partía el último alumno de la sección
nocturna.

Fue allí en esa casona donde tuve mi primer contacto con la revista Alternativa, la publicación
de izquierda que revolucionó el mundo de la prensa colombiana en los años 70 y que
constituyó una ruptura no sólo frente a la prensa de las cúpulas colombianas sino frente a la
forma de hacer periodismo por parte de la izquierda misma. Un profesor de ciencias sociales
había llegado con ella y la había mostrado a algunos de sus alumnos del tercer año de
bachillerato como una gran primicia. El ejemplar que posaba en sus manos hacía parte de los
30.000 que, en un segundo tiraje, hubo de imprimir la revista, luego de que la primera edición
se agotara. Algunos afirman que el gobierno de la época, el de Misael Pastrana Borrero, ya
en sus estertores, ordenó que la edición fuera recogida por la temática que abordaba. En
cualquier caso, era el 19 de febrero de 1974. El 15 había aparecido el primer número en
medio de una expectación inusitada. Tenerla era el gran plus. Circuló como pólvora. Estuvo
poco tiempo en los quioscos del centro, aunque su precio no fuese muy asequible para el
bolsillo de un estudiante: $10 el ejemplar, una cifra nada despreciable para 1974. Los
números que llegaron a Cali volaron.15

Aunque en el ámbito de la izquierda circulaban en la época numerosos periódicos,


Alternativa nació como un aglutinante de todos, o por lo menos de la mayoría. En cierta
medida la revista fue una alternativa a ellos mismos, y no sólo a los periódicos de la élite en
el poder, como se propuso desde el comienzo. Tal vez esa visión condujo a la dirección del
Partido Comunista y a su núcleo intelectual a cuestionarla abiertamente, a clasificarla como

15
Cuarenta años después, Enrique Santos Calderón, uno de los fundadores de la publicación, recordaría los
hechos que se unieron para que el número fundacional de la publicación circulara como pólvora: “Desde un
comienzo la idea de Alternativa era que fuera una revista dirigida al gran público, no a sectas, no a militancia,
no a grupúsculos, sino al gran público, y contamos con la afortunadísima coincidencia de que en el primer
número trajimos un artículo exclusivo de Gabriel García Márquez sobre el golpe en Chile y una carátula sobre
cómo operaba la contraguerrilla en Colombia. Esta circunstancia y, además, la torpeza de muchos
atolondrados agentes de la Policía que no estaban acostumbrados a ver una revista de esta índole y la
decomisaran en los quioscos, fueron como la garantía de éxito. Se agotaron diez mil ejemplares que
imprimimos para el primer número en menos de 24 horas. Y así fue realmente el bautizo de Alternativa hace
40 años”. CONVERSATORIO con Enrique Santos Calderón, ex director de Alternativa, en el acto de
presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2015.
En el conversatorio participaron también Bernardo García, Hernando Corral, Antonio Caballero, Jorge Orlando
Melo, entre otros.
37

ambigua. Para el principal partido de la izquierda entonces ella parecía indefinible. La postura
podía entenderse en la medida en que el Partido Comunista había logrado estabilizar un
semanario (Voz Proletaria, luego, a partir de 1983, sólo Voz) que, con ayuda de maquinaria
proveniente de países socialistas, se imprimía con periodicidad (circulaba todos los jueves)
y con un tiraje aceptable, aunque nunca suficiente. Pero Voz Proletaria era un órgano de
partido, lo cual establecía limitaciones en la definición de la agenda informativa y en el
enfoque de los temas, determinados por una línea editorial circunscrita, en cuanto a los
asuntos fundamentales, a las orientaciones partidarias.

Con Alternativa surgió, pues, la posibilidad de superar la circulación restringida de aquellos


periódicos trotskistas, maoístas, camilistas, foquistas, anapistas y otros de muchas tendencias
más que se imprimían con entusiasmo y esfuerzo, incluso con calidad, pero sin mayor
repercusión en los conglomerados urbanos y rurales a los que estaban destinados. Y ni qué
decir de su efecto en los sencillos periódicos impresos en los mimeógrafos prestados de los
sindicatos de San Nicolás o el barrio Obrero, que andaban por colegios y universidades, en
las fábricas o en las reuniones comunales de los barrios. Alternativa se paró frente a todos
como un producto periodístico que les significaba un salto a la hora de la competencia con
los medios “grandes”.

Ese centro de Cali que parecía tenerlo todo y en el que bullían los jovenzuelos soñadores y
los universitarios revolucionarios de los años 70 --muchos de los cuales vivieron con horror
y dolor los días de la matanza del 26 de febrero de 1971, cuando las Fuerzas Armadas en la
presidencia de Misael Pastrana reprimieron a sangre y fuego las protestas en la Universidad
del Valle--, fue el escenario en el que circularon semanalmente las crónicas y los debates
contenidos en la revista, hecha en papel periódico con secciones bien definidas y portadas
caracterizadas por dos puntales: crítica cruda y sin ambages, como corresponde a un medio
verdaderamente alternativo, y creatividad, tanto en las carátulas como en el enfoque de los
textos. La irreverencia de los contenidos y el color de las formas cautivaban a la muchachada.
Los montajes que se burlaban sin tapujos del poder y el desenfado en el tratamiento de los
hechos imponían un sello propio, a la vez diferenciador frente a los artesanales productos
38

revolucionarios del mundo estudiantil como de la estrechez del lenguaje previsible de las
publicaciones partidistas.

Aunque en la época no pudieron identificar bien cuál era ese qué indefinible de la revista, las
críticas comunistas a Alternativa pueden interpretarse ahora, 40 años después, como una
extraña intuición de lo que escondía la publicación. Se trataba de la influencia determinante
en la nueva empresa periodística de una corriente política que procuraría romper paradigmas
de toda clase y, para empezar, el de la prensa de izquierda. Hoy podemos identificar que se
trataba de una agrupación de militantes procedentes de diferentes núcleos que veían agotados
los modelos mundiales que dividían y subdividían a la izquierda colombiana y que,
simultáneamente, creían que los discursos de esa izquierda internacionalista e
internacionalizada, metida más en las disputas de la Guerra Fría que en los problemas de la
guerra interna, debían ser reemplazados por mensajes menos ortodoxos, que llegaran con
fluidez a la gente, sin tanto contexto teórico y con más texto de lo cotidiano, digerible para
el común. En últimas, era la propuesta de hacer una publicación para no iniciados, porque
los iniciados no necesitaban ser convencidos de nada, una revista para “la opinión pública en
general”.

Estas apreciaciones, derivadas de las indagaciones preliminares realizadas en el marco de


una investigación sobre la génesis, circulación y posibles repercusiones de la revista
Alternativa (1974-1980), nos permiten afirmar que en la determinación del perfil y, muy
seguramente, en la definición de su identidad como producto cultural y político con destino
a conglomerados estudiantiles, obreros y ciudadanos, jugó un papel no pequeño el
Movimiento 19 de Abril, M-19.

Los años 70 configuraron el elemento temporal de ideación del M-19 a partir de figuras como
Jaime Bateman Cayón, Iván Marino Ospina, Álvaro Fayad, Luis Otero, Carlos Toledo Plata
y varios más que definieron otras formas de organización y de acción y se propusieron usar
lenguajes diferentes en consonancia con reformulaciones políticas que los conducirían a
replantear los esquemas y los dogmas en que se debatían las agrupaciones partidarias de las
izquierdas colombianas.
39

Sin embargo, su gran contradicción del M-19 fue hacerlo apegado al ejercicio de la violencia,
porque, aunque se proponían rediseños de la política, insistían en la fuerza de las armas como
camino. Es decir, su visión renovadora, que hasta cierto punto se plasmaría luego en la
publicación alternativa, no concordaba con una ruptura del método que, como se palpó
después, condujo al M-19 a un empantanamiento en la violencia y a la hecatombe derivada
de la toma del Palacio de Justicia.

Podríamos identificar tres características de la nueva publicación: creatividad, irreverencia,


lenguaje expedito. Fueron tres elementos formales que identificaron también al M-19 y que
él, a través de militantes suyos dentro del equipo editorial de la revista, así como por los
nexos que Bateman Cayón mantuvo con directivos de Alternativa, aportó para la definición
del perfil de esta publicación sui géneris.

Pero para los muchachos de la época, incluidos los de Intenalco Simón Rodríguez, la revista
era simplemente la gran novedad. Así la palpaban los alumnos de los colegios cercanos
esparcidos a lo largo de la Carrera Cuarta y los estudiantes de la Usaca, donde el ejercicio de
la política era más intenso y donde, también, se formaban cuadros de todos los partidos
políticos, no sólo de la izquierda, sino también de la derecha. La Santiago era en la época la
única universidad con facultad para la formación de abogados y ello obligaba a los hijos de
la élite a cursar sus estudios allí si querían permanecer en Cali y no desplazarse a la capital
de la República. Ello explica, asimismo, que años después la dirigencia de la ciudad, proclive
en grado sumo a los partidos tradicionales, estuviera llena de egresados de esta institución.

El principio y el fin en dos editoriales y tres Alternativas


Alternativa nació como un quincenario con vocación de semanario, con un gallo como
símbolo, un eslogan como filosofía: “Atreverse a pensar es empezar a luchar”, y un escritor
como inspirador, por lo menos nominalmente hablando: Gabriel García Márquez. Éste aún
no había obtenido el Premio Nobel de Literatura, pero en el momento ya era un escritor
conocido internacionalmente y su nombre, garantía de apertura de la publicación hacia
ámbitos situados más allá de la izquierda. No aparecía el nombre de Enrique Santos Calderón,
40

a la sazón uno de los delfines de la poderosísima familia Santos, heredera del ex presidente
Eduardo Santos, pero se sabe que estuvo desde el principio y terminó fungiendo como
director. El primer equipo editorial lo conformaron, además de García Márquez, los
investigadores sociales Orlando Fals Borda y Jorge Villegas Arango. El director era Bernardo
García, quien desempeñó estas funciones en recorrido largo, hasta cuando rompió con la
revista, en la que sería la segunda crisis interna de ésta-: la primera fue en el número 18,
todavía en 1974, cuando el grupo de Orlando Fals Borda abrió tolda aparte y fundó la revista
Alternativa del Pueblo.

“Amplios sectores de la opinión pública colombiana están sintiendo ahora más que nunca la
carencia de una publicación nacional, periódica, independiente y crítica”, decía la
presentación del número 1 de la revista, aparecido el 18 de febrero de 1974 (Ver imagen No.
1), aunque en la portada figuraba el 15 del mismo mes. “La progresiva concentración de los
medios masivos de información en manos de quienes detentan el poder político y económico
ha permitido que esta minoría oculte, deforme y acomode a su antojo los grandes hechos
nacionales”, añadía el primer párrafo de la nota editorial, denominada Carta al Lector, con el
que se daba inicio a una publicación que imprimiría finalmente 257 ediciones hasta el 27 de
marzo de 1980, cuando circuló su último número. (Ver imagen No.2).

La Carta al Lector de la edición final procuraba seguir siendo optimista, a pesar de la


sensación de derrota que no se podía ocultar. “En este número de despedida hemos querido,
en fin, dejar un último testimonio de calidad periodística. Y, sin falsas modestias, creemos
haberlo logrado con numerosas exclusivas: el informe sobre El Salvador, la entrevista a
López, las revelaciones sobre sobornos a oficiales de la FAC, la propia historia de la crisis
de Alternativa, son ejemplo de lo que se puede hacer. De lo que hemos hecho, y de lo que
seguiremos haciendo”, rezaba el párrafo de cierre del último editorial.

En la definición del perfil de la revista el primer número era franco y nada vergonzante, al
identificarse sin eufemismos como una publicación de izquierda. “No es fácil en Colombia
abrir una ventana por donde entre el viento fresco de un pensamiento de izquierda”, decía la
Carta al Lector del 18 de febrero de 1974 en su tercer párrafo. Y agregaba:
41

“Este esfuerzo es Alternativa, que nace con y desde una posición. Alternativa busca
contrarrestar la ‘desinformación’ sistemática de los medios de comunicación del
sistema y se ha comprometido a servirle en una forma práctica, política y pedagógica
a todos los sectores de la izquierda colombiana”.16

También el tercer párrafo de la Carta al Lector, pero de la edición final, la del 27 de marzo
de 1980, afirmaba, probablemente buscando un enlace con lo escrito seis años atrás:

“En medio de la pesadumbre quedan hechos constructivos, enseñanzas profundas y


una valiosa experiencia acumulada, que ha de rendir sus frutos en un futuro no muy
lejano. Entre las realizaciones más estimulantes está la de haber detectado en todo el
país un formidable conglomerado humano, periodístico y político que se fue
agrupando en torno a Alternativa y que hoy conforma toda una corriente de opinión
y de pensamiento, llamada a dejar una marca decisiva en el inmediato porvenir de
este país”.

Parecería que la conclusión es que el propósito de servir “en una forma práctica, política y
pedagógica a todos los sectores de la izquierda colombiana” expuesto al comenzar, se hubiera
cumplido con la conformación de “toda una corriente de opinión y de pensamiento”, como
nos dice la oración reseñada del último editorial.

Como si estuvieran sincronizados, los segundos párrafos de los editoriales de la primera y de


la última edición también concordaban, esta vez con la idea del cambio y del futuro. El del
número 1 afirmaba sobre el propósito de la revista:

La inaplazable necesidad de sacar adelante una publicación que reinterprete


críticamente esta realidad nacional tergiversada y suministre material de análisis a las
organizaciones profesionales y populares comprometidas con el cambio, nos ha
llevado a crear esta revista, que aparecerá quincenalmente en todo el país.17

El del número 257 concluía:


“Si en todo este tiempo logramos mantenernos sin comprometer la independencia de
la revista, fue gracias al permanente respaldo de un público lector que supo entender
nuestra tarea. Y a la mística, la abnegación y la capacidad de trabajo de un equipo de

16
Alternativa, No 1, Bogotá, 15 al 28 de febrero de 1974, “Carta al Lector”, p 1.
17
Alternativa No. 1, Bogotá, 15 al 28 de febrero de 1974, “Carta al Lector”, p 1.
42

redacción y de administración que supo dar lo mejor de sí en función de los ideales


que han inspirado la revista”.

Y, para rematar esta analogía, mientras en el quinto párrafo del editorial del número 1 se
hablaba con optimismo de la posibilidad de supervivencia, en el tercero del número 257 se
reconocía el revés. “Este respaldo es la garantía de supervivencia de Alternativa, cuyas
páginas están abiertas a las colaboraciones de nuestros lectores”, decía con alborozo la revista
del 18 de febrero de 1974, haciendo alusión a que antes de circular ya contaba con un número
importante de suscripciones y de personas que aportaban de manera solidaria. “… el
inevitable cierre de la revista no debe tomarse como una derrota o un fracaso. Es un revés
pasajero y temporal como los que se sufren en toda lucha”, expresaba seis años después la
revista del 27 de marzo de 1980, aunque a renglón seguido recuperaba el optimismo y
remataba con un elemento que no era una simple frase de las que se hacen para una despedida
digna:

… antes que lamentarse por el cierre de Alternativa, es necesario afrontar con


renovados ánimos los nuevos desafíos de la vida política nacional, preparando las
condiciones para participar activamente en una nueva empresa político-informativa,
de mayor alcance y envergadura, que permita superar las dificultades del pasado y
aglutinar lo mejor de las nuevas generaciones que creen en un futuro mejor para
Colombia.18

La última frase no era gratuita. Ante las dificultades financieras que dieron al traste con la
publicación, se dejaba una puerta abierta para facilitar el retorno, del cual, efectivamente,
hubo un intento, pero auspiciado por fundadores de la revista que se habían retirado de ella
cuando a la altura del número 18, el del 14 de octubre de 1974, a ocho meses de la fundación,
se produjo la ruptura del grupo orientado por Orlando Fals Borda reunido en torno de la
Fundación Rosca de Investigación y Acción Social.

La ruptura tuvo origen en divergencias políticas y de orden laboral con el sector que
representaban otros socios fundadores, como eran Santos Calderón y García Márquez,
apoyados por el director, Bernardo García. El sector radical de la revista (después se sabría

18
Alternativa No. 257, Bogotá 27 de marzo de 1980, “Carta al Lector. Mirar hacia adelante”, p 1.
43

que de él hacían parte militantes del M-19 que al mismo tiempo laboraban en la publicación),
identificó las discrepancias laborales, suscitadas por incumplimientos en los pagos a los
trabajadores, como diferencias de clase y entregó poder al abogado Adalberto Carvajal para
que demandara a García Márquez, uno de los accionistas de la empresa periodística y quien
fue identificado como “el patrón”, al lado de Santos Calderón. Y ahí fue Troya. Resultaba
casi una herejía demandar judicialmente al más importante escritor colombiano de ese
momento, premio Rómulo Gallego de Literatura y uno de los letrados más conocidos en el
universo por hacer parte del Boom Latinoamericano.

Treinta y cinco años después, uno de los miembros del equipo editorial fundador de la revista
con quien me entrevisté para efectos de esta investigación, y quien de manera insistente me
pidió reservar su identidad (pues dijo no estar interesado en generar controversias), me
confesó que por instrucciones de Jaime Bateman habían retirado luego la demanda, pues, al
parecer, García Márquez estaba dispuesto a poner su reconocimiento internacional como
escritor al servicio de una candidatura presidencial de la izquierda. Finalmente no cumplió,
pero el reclamo ante la justicia laboral impetrado por los trabajadores de base, como se
denominaron los empleados de Alternativa, fue retirado.

La Alternativa disidente, liderada por Fals Borda y bautizada Alternativa del Pueblo (Ver
imagen No. 3), cambió el eslogan original por el de “Atreverse a luchar es empezar a pensar”.
Su vida fue efímera: solo alcanzó a editar 20 números (desde el 19, pues consideraban como
de su historial los 18 números precedentes, hasta el 38, correspondiente a la quincena del 4
al 17 de agosto de 1975). El esfuerzo sólo duró diez meses. Pero a diferencia de lo que podría
pensarse, no fueron Santos Calderón ni García Márquez quienes se propusieron convertir en
realidad el emotivo discurso de la despedida. Fue Fals Borda, con un equipo nuevo, el que lo
intentó.

En agosto de 1996, a 16 años de la desaparición de la primera, nació la tercera Alternativa


(Ver imagen No. 4). Su eslogan cambio y ahora era “Sentir, pensar, actuar”, estaba dirigida
por María Teresa Herrán y de su consejo editorial hacían parte, además de Fals Borda,
Alfredo Molano, Gloria Triana, Laura Restrepo y Víctor Negrete. La nueva época de la
44

revista tampoco duraría mucho. Con sobresaltos y cambios en su equipo de dirección,


pervivió hasta mediados de 1999, bajo la dirección del abogado laboralista Adalberto
Carvajal y del periodista investigativo Fabio Castillo. Fals Borda era el director emérito y
Juan Guillermo Cano Busquets, de la familia dueña de El Espectador, el presidente del
Consejo Editorial. Pero este aire renovador con periodistas progresistas procedentes de
periódicos grandes tampoco pudo dar aire suficiente al esfuerzo y la revista expiró antes de
comenzar el nuevo milenio. Sin embargo, ese extenso recorrido deja pistas, trazos, huellas
útiles dentro del objetivo de definir el perfil de la revista y de determinar su identidad
alternativa.

La elipsis en el tiempo trazada hasta finales de 1999 nos regresa al centro de Cali y a la
muchachada de jóvenes imberbes y de universitarios barbados que en 1974 trasegaban por
sus calles conformando un hervidero de expectativas y esperanzas. Muchas de éstas se
esfumaron poco después de la primera crisis de Alternativa, la del número 18, cuando los
trabajadores le hicieron huelga al paradigmático García Márquez y empezó a circular otra
revista, “la del Pueblo”, y desaparecía diez meses después. La división trajo desánimo. La
exitosa circulación de la primera Alternativa se vio sometida a la sombra de la disidente, pero
ésta se vendía poco. Todo indicaba que el propósito de aglutinante de las izquierdas
colombianas empezaba a naufragar. La Alternativa original se mantuvo con el concurso de
nuevos periodistas y columnistas.

El último número mostraba como jefe de redacción a Antonio Caballero, además de a Santos
Calderón como director y a un único consejero editorial: García Márquez. En la redacción
estuvieron al final de la revista Jorge Restrepo, Hernando Corral, José Fernando López, Pepe
Pardo, Carlos Gerardo Agudelo y Roberto Pombo. Y había una nómina “de lujo” en materia
de columnistas: Daniel Samper, Eduardo Umaña Luna, Gerardo Molina, Jorge Orlando
Melo, Ramón Pérez Mantilla, Álvaro Villar Gaviria, Diego Montaña Cuéllar, Beatriz de
Vieco, Álvaro Tirado Mejía, Nazareth de Cruz, Antonio Restrepo Botero, Alfonso Jacquin
(miembro del M-19 que murió en la toma del Palacio de Justicia en noviembre de 1985),
Jesús Antonio Bejarano (asesinado en 1999), Pepe Sánchez, Diego León Hoyos, Hugo Ávila,
Camilo Castellanos, Alejandro Brand y María Luisa Mejía.
45

Pero ni esa nómina pudo mantener en pie la circulación y el respaldo a la revista, la crisis
financiera la demolió. El proyecto de dotar a la izquierda colombiana de un medio
ecuménico, de congregación de sus diversas islas había fracasado. Tal vez ello había
empezado a ocurrir entre octubre de 1974 y agosto de 1975, cuando el equipo de redacción
se fracturó y el surgimiento de Alternativa del Pueblo no pudo ser una alternativa frente a la
Alternativa fundacional. Y muchos de los jóvenes bachilleres de los colegios del centro de
Cali pasaron a ser universitarios, o se tuvieron que resignar a quedarse sin universidad e irse
a las fábricas del barrio San Nicolás, o, también, se vieron forzados a ayudar a sus familias
destechadas a invadir los extensos terrenos fangosos de las haciendas situadas a orillas del
río Cauca, al extremo nororiental de la ciudad, y contribuyeron a fundar San Luis, San Luisito
y también el Distrito de Aguablanca…

Muchos de esos jóvenes imberbes llenos de sueños revolucionarios despertaron de pronto y


se vieron ante un panorama desolador, en el que sus esperanzas sociales no se realizaban por
lado alguno y los deseos de tener una herramienta de unión, aquella que les había ofrecido
Alternativa, sólo había dejado pistas, trazos, huellas. Detrás de esas huellas andamos hoy.

A manera de conclusión:
El trasegar de Alternativa no fue fácil. Desde un comienzo se avizoraron los nubarrones
amenazantes. Pero ellos no solo vinieron desde fuera, como veremos más adelante, sino
de sus propias huestes. Dividida a poco de dar inicio a su periplo, uno de los grupos a
su interior se quedó con el eslogan original de la revista, “Atreverse a pensar es empezar
a luchar”, mientras el disidente le dio vuelta y armó uno caprichoso: “Atreverse a
luchar es empezar a pensar”. Éste duraría muy poco, apenas 19 ediciones. El grupo
original aguantaría 257. Pero los dos sucumbieron. Luego un tercer contingente quiso
en los años 90 reconstruir el sueño, con un resumen de los dos anteriores: “Sentir,
pensar, actuar”. Pero tres años después también claudicó. Parece el sino de los medios
alternativos independientes, convertidos en especie de utopías. La economía de
mercado, las diferencias políticas y la persecución oficial los mata.
46

En el próximo capítulo haremos una incursión sobre la génesis y el entorno de la época


de circulación de Alternativa, en la que ella debió enfrentar los remanentes del Frente
Nacional y su política excluyente.
47

IMAGEN No. 1 IMAGEN No. 2


EL INICIO DE ALTERNATIVA FIN DE UNA ERA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 1, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 257,
Bogotá, 15 de febrero de 1974, portada. Bogotá, 27 de marzo de 1980, portada.

IMAGEN No. 3 IMAGEN No. 4


ALTERNATIVA DEL PUEBLO ALTERNATIVA, NUEVA ÉPOCA

Fuente: Revista Alternativa del Pueblo, edición Fuente: Revista Alternativa, Nueva Época,
No. 38, Bogotá, 4 de agosto de 1975, portada. edición No. 1, Bogotá, agosto de 1996, portada.
CAPÍTULO II
LA GÉNESIS DE UNA REVISTA: SU ENTORNO HISTÓRICO Y MEDIÁTICO

Expondremos aquí, grosso modo, cómo estaba el mundo a la hora de ver la luz el primer
número de la revista Alternativa, cuáles eran los fenómenos políticos más importantes
que sacudían el planeta y principalmente América Latina, inundada de regímenes
dictatoriales y convertida en nudo de preocupación de las sociedades progresistas. Y en
el plano local, miraremos hacia atrás, al Frente Nacional, que estaba en sus estertores
con el cuestionado gobierno de Misael Pastrana Borrero, nacido de un fraude que le
quitó las elecciones de 1970 a Gustavo Rojas Pinilla y dio argumentos a gente de
izquierda nacionalista que venía empujando un nuevo 19 de abril. Daremos también
una mirada al mundo mediático alternativo de la época.

La revista Alternativa tuvo su génesis en una etapa de plena conflictividad en los planos
nacional y mundial. No es sino mirar los entornos para darse cuenta del momento: pleno auge
de la revolución cubana, dictaduras militares en Latinoamérica (Ver Cuadro No. 1, en
Anexos), reciente ocurrencia del Mayo Francés19, invasión estadounidense y guerra de
liberación en Vietnam, en lo internacional, y finalización del Frente Nacional, denuncias
sobre hurto de las elecciones presidenciales al rojaspinillismo en 1970, surgimiento de los
más importantes grupos guerrilleros colombianos y efervescencia de los movimientos
estudiantil, obrero y campesino, en la esfera local.

Era la época pos Segunda Guerra Mundial, caracterizada por el ascenso de lo que en materia
económica se conocía como el desarrollismo y, en lo político, por la presencia del fenómeno
bautizado como de la Guerra Fría, de absoluta confrontación ideológica de los dos grandes
sistemas socio-económicos: el capitalismo, liderado por Estados Unidos, y el modelo de
socialismo instaurado por la Unión Soviética. EE.UU. y la Urss, aliados para enfrentar el
nazi-fascismo, volvían a ser los enemigos irreconciliables de antes de la alianza. Así, pues,

19
Ver: RESTREPO, Jorge, La generación rota, Bogotá, Editorial Planeta Colombiana, 2002.
49

el factor internacional resulta determinante en la ubicación de los escenarios en los que nació
Alternativa.

Según el investigador Carlos Gerardo Agudelo Castro, el análisis de Alternativa “es una
contribución a la comprensión de una tipología de prensa practicada en países del llamado
Tercer Mundo, que se define a partir de una variedad de categorías”, tales como “prensa
alternativa, un término ampliamente difundido en el corpus teórico”, y, también, “periodismo
revolucionario, leninista, emancipador, crítico, de izquierda radical y de oposición”. Según
él, “ninguna publicación similar a Alternativa tuvo tanta influencia como generadora de
opinión y como actor de la vida política y cultural del país mientras existió”.20

Sin referirse específicamente al caso de la revista, otro investigador, Luis Evelio Álvarez
Jaramillo, hace una tipificación del momento de cambio de época que nos ocupa: la década
de los años 70 del Siglo XX. Dice Álvarez:

Los procesos vividos en Colombia y en América Latina como signos de cambio de


época obedecieron a dinámicas mundiales. Son ellos los conflictos derivados de la
Guerra Fría; el pensamiento dominante en las políticas estatales del mundo capitalista
del pleno empleo o de la seguridad social; el Movimiento de los Países No Alineados;
la masificación de la educación y especialmente de la educación superior; los
movimientos juveniles y estudiantiles; el urbanismo; el campesinismo; la renovación
de la Iglesia Católica y el fenómeno de los curas rebeldes.21

Para sustentar lo anterior, se apoya en autores como Bernardo Subercaseaux, Nicolás Casullo,
Fernando García de Cortázar y Daniel Pecaut.22 Y concluye: “Analistas de la segunda mitad
del Siglo XX coinciden en afirmar que los años 60 y 70 son una época de ruptura con el

20
AGUDELO CASTRO, Carlos. Atreverse a pensar es empezar a luchar. Elementos para el análisis de la revista
colombiana alternativa. Introducción a la disertación doctoral para acceder al título de Ph. D. en periodismo
y comunicación pública en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, 2007. Versión en PDF.
21
ÁLVAREZ JARAMILLO, Luis Evelio. Estilos de conocimiento en los estudios de la comunicación mediática en
Colombia. Años 1962 a 1990, Cali, Colección de Tesis Doctorales de Rudecolombia, 2010, pág. 115.
22
Ver las obras de los anteriores autores así: Subercaseaux, Bernardo. “Élite ilustrada, intelectuales y espacio
cultural”, en: América Latina: un espacio cultural en el mundo globalizado, Bogotá, Convenio Andrés Bello,
1999, p. 181. Casullo, Nicolás. Modernidad y cultura crítica, Buenos Aires, Paidós, 1998, p. 175. García de
Cortázar, Fernando y Lorenzo Espinosa, José María. Historia del mundo actual. 1945-1995, I, Memoria de
Medio Siglo, Madrid, Alianza Editorial, 1996, p. 244.
50

pensamiento de entreguerra”, en la que hubo una fuerte relación entre comunicación y


política.

Tal vez esa percepción de rupturas generalizadas en la época inspiró el nombre de un


periódico fundado en Cali por el catedrático Estanislao Zuleta a mediados de 1976, a dos
años de estar en circulación la revista Alternativa. Ruptura se llamaba el periódico de Zuleta,
de efímera circulación, pues solamente alcanzaron a ser editados tres números. Se trataba de
una publicación de tamaño tabloide americano y contenido híper político a lo largo de sus 24
páginas, ninguna de las cuales tenía ilustraciones, pero sí profusión de textos abigarrados, sin
firmas, dedicados al análisis de las coyunturas sociales y políticas desde una óptica de
izquierda no convencional, ya que se proponía romper con la idea de la necesidad de un
partido vanguardia de la clase obrera, y defendía el argumento de un marxismo no dogmático
que desoyera las tesis leninistas del partido único de los trabajadores, tan en boga en aquel
momento histórico.

Aunque parecía inscrito en una tendencia nihilista, Ruptura tuvo en común con Alternativa
su perspectiva de sustraerse al comportamiento común existente en el gran archipiélago de
la izquierda, dentro del cual cada grupo político se proclamaba, a través de un órgano de
expresión oficial de la tendencia o el sector respectivo, como “el partido de la clase obrera”.
Zuleta, por el contrario, se aprestaba, con el grupo de intelectuales caleños que lo
acompañaba, a editar un cuarto número de Ruptura orientado a demostrar que esa no era la
tarea. Pero el objetivo no se materializó.

“El grupo promotor del periódico no se proponía impulsar un nuevo partido revolucionario,
es cierto, pero actuaba con directrices principistas de índole subversiva y polemizaba
abiertamente con los 30 partidos únicos del proletariado existentes, según el grupo, en
Colombia”, sostiene Jorge Vallejo Morillo en un libro biográfico sobre Zuleta en el que se
hace un recorrido entre anecdótico y político del conocido humanista, que marcó una etapa
muy importante del pensamiento crítico no sólo en las universidades de Cali sino del país.23

23
VALLEJO MORILLO, Jorge. La rebelión de un burgués. Estanislao Zuleta, su vida, Bogotá, Editorial Norma,
2006, p. 197. Zuleta, antioqueño, ocupó, entre otros cargos, el de vicerrector académico de la Universidad
51

Alternativa, como Ruptura, no se proponía tampoco ser el órgano de debate para la creación
de un nuevo partido de izquierda que se proclamara, como los demás, partido de la clase
obrera, siguiendo las orientaciones de Vladimir Ilich Lenin en tal sentido, pero se
diferenciaba en que no proponía una ruptura con esos partidos de izquierda, sino, por el
contrario, servir de centro de encuentro de ellos mismos.

Alternativa definió su filosofía en cuatro objetivos claramente explicados en su edición No.


4, correspondiente al 1 de abril de 1974, y ratificados en la edición No. 112 de abril de 1977,
luego de un receso de cuatro meses (originado en problemas internos y en falta de recursos
económicos), que podemos resumir de la siguiente manera:

1. Ser un medio de contra-información, como corresponde a una publicación alternativa, para


hacer frente a la desinformación de los medios masivos.
2. Difundir en lenguaje periodístico, con sencillez, las investigaciones que sobre la sociedad
colombiana se producían en diferentes escenarios y que no veían la luz pública en la “gran
prensa”. En tal sentido, se proponía también ser canal de educación.
3. Hacer visibles las luchas obreras y de los demás actores de la sociedad de abajo.
4. Servir de canal de unión, “no idílica”, sino “crítica”, de las diferentes tendencias en que se
hallaba dividida la izquierda de los años setentas.24

Santiago de Cali, profesor de las universidades Libre de Bogotá, de Antioquia de Medellín y del Valle de Cali.
Doctor honoris causa en psicología de esta misma institución. Fue columnista de Alternativa durante algún
tiempo.
24
Véase Alternativa No. 4, edición del 1 al 15 de abril de 1974, p. 2. Por la importancia de este documento
hacia el futuro de la publicación y en el desarrollo de esta investigación, transcribo en forma completa la Carta
al Lector:
El hecho de que hayamos afirmado que Alternativa no da línea, porque ni es, ni pretende ser una agrupación
política, parece que ha despertado la incredulidad de unos, la inconformidad de otros y la aceptación de no
pocos sectores. En definitiva, lo que se nos pregunta es: “Si Alternativa no tiene una posición política definida,
¿entonces cuál es su punto de referencia para opinar, puesto que es una revista de opinión?”
La inquietud merece una respuesta clara. Vamos a intentarlo con base en la filosofía que inspiró la fundación
de la revista y sigue alentando su desarrollo.
1.- La opinión pública colombiana tiene una información con una sola versión: la de la “gran prensa”. Esto no
quiere decir que ignoremos la prensa gremial y partidista desarrollada por las fuerzas de izquierda. No se trata
de ignorarla, ni de suplantarla, sino de complementarla a un nivel forzosamente distinto: el de la opinión
pública general.
2.- Los estudios, análisis e investigaciones sobre la realidad nacional son numerosos y no pocos resultan
indispensables para la correcta conducción de las luchas sociales, políticas y económicas. No obstante, la
52

La época de la aparición de Alternativa, pues, se caracterizó por un debate permanente en el


que el texto, como documento político, como constancia escrita, tenía una enorme
importancia, era la primera forma de expresión entre la intelectualidad de izquierda en
particular, lo cual hacía que proliferaran los periódicos (semanarios, quincenarios,
mensuarios) a través de los cuales se daba salida a esos escritos que reflejaban la controversia
y la enorme variedad de posiciones ideológicas que contenían.

La revista Alternativa, en el plano nacional, y el efímero periódico Ruptura, en el espacio


local, fueron sólo dos ejemplos de lo anterior. Apoyándonos en una clasificación efectuada
por Álvaro Oviedo en la revista Estudios Marxistas que circulaba en la época, podríamos, a
grandes rasgos, presentar la siguiente sinopsis de las publicaciones de izquierda que
circulaban en el país en el momento de aparición de Alternativa, 25 que correspondían a un
espectro muy amplio de partidos, tendencias, grupos y subgrupos. (Ver cuadro No. 2)

Un periódico leninista:
Voz Proletaria, del Partido Comunista Colombiano.

Periódicos maoístas:
1. Tribuna Roja, del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, Moir;
2. Revolución, del PC-ML Línea Comité Central;

escasa circulación de estas obras por su lenguaje técnico y especializado, las hacen de difícil consulta para los
cuadros políticos y sindicales que más las necesitan. Alternativa busca construir poco a poco ese puente.
3.- Las luchas de obreros, campesinos, estudiantes, maestros y otros sectores populares tienen pocas
posibilidades de expresar en la “gran prensa” sus puntos de vista, la razón de sus reivindicaciones, las
denuncias contra los atropellos y, en fin, sus opiniones sobre los grandes problemas nacionales. Este derecho
de expresión no lo pueden monopolizar los gremios patronales como Andi, SAC, Asobancaria, etcétera. Pero
si los derechos no se mendigan, sino que se conquistan, Alternativa es por lo menos un esfuerzo en esta
dirección.
4.- En fin, la izquierda colombiana tanto sindical como políticamente se encuentra muy dividida. Alternativa
no propicia el “sectarismo político” en la izquierda, pero tampoco plantea la unidad idílica. La revista pretende
contribuir a la consolidación crítica de fuerzas de avanzada, es decir, cimentada en el debate sano y abierto,
en el análisis de la realidad nacional y en la confrontación permanente con las luchas populares. Sea una
muestra de esta intención, el debate que se inicia en esta edición sobre elecciones y abstención.
La filosofía de alternativa, en conclusión, “tiene y nace desde una posición” como medio de comunicación, es
decir, con una política editorial que se ha sintetizado en los cuatro puntos anteriores.
25
OVIEDO, Álvaro. “Maoísmo y trotskismo en Colombia” I y II, en: revista Estudios Marxistas números 13 y 14,
Bogotá, 1977.
53

3. Tribuna Bolchevique, del PC-ML Línea Proletaria;


4. Liberación, de la Tendencia Marxista Leninista Maoísta, Tmlm;
5. Nueva Democracia, de la Liga Marxista Leninista, Liga ML;
6. Alborada, de la Corriente Marxista Leninista, Corriente ML (Unión Proletaria);
7. Debate ML, del Movimiento de Integración Revolucionaria Marxista-Leninista, MIR-ML;
8. Jornada Camilista, del Movimiento Camilista Marxista-Leninista, Camilistas ML;
9. Pueblo, del Movimiento Pueblo;
10. Siete, del Movimiento Siete;
11. Proletario, de Ruptura Comunista (desprendimiento de la Tendencia Marxista Leninista
Maoísta, Tmlm);
12. Emancipación, de la Unión Comunista Revolucionaria UCR (Urml Emancipación
Obrera);
13. Nueva Lucha, de los Comités Democráticos Revolucionarios, CDR, y
14. Combate, de la Organización Revolucionaria del Pueblo, ORP.

Periódicos trotskistas:
1. Revolución Socialista, del Bloque Socialista (Sección Simpatizante de la IV
Internacional);
2. Poder Obrero, de la Liga Obrera Comunista, LOC;
3. Poder Obrero, de los Comandos Camilistas, CC;
4. Revolución Permanente, de Espartaco (Sección de la IV Internacional), y
5. Gaceta Socialista, de los Grupos Marxistas Internacionalistas, GMI (simpatizantes de la
IV Internacional).

Luego, en 1976, aparecería el periódico El Manifiesto, órgano de expresión de la Unión


Revolucionaria Socialista, que tiempo después se disolvería en el movimiento Firmes,
surgido en 1978. (Ver imagen No. 6). El Bloque Socialista se transformaría en Partido
Socialista de los Trabajadores, en 1977, y fundaría su medio, El Socialista.
54

¿Cuál pudo ser el resultado del objetivo que Alternativa se impuso en principio de ser un
canal de expresión y confluencia de todos los partidos y movimientos de izquierda de la
época? Según Carlos Vidales, uno de los fundadores de la revista:

El resultado de tales empeños estaba más allá de nuestra buena voluntad. Todos los
partidos ‘establecidos’ de la izquierda nos miraron al principio con recelo o con
abierta hostilidad. Creían que éramos un intento de crear algún movimiento que les
quitaría afiliados o seguidores. Poco a poco fueron entendiendo que tratábamos de
contribuir a un debate más limpio, menos “macartista”, pero se produjo la división
interna y se frustró el intento.26

En los años 60 y 70 del Siglo XX en América Latina predominaron gobiernos impuestos


mediante procedimientos autoritarios, antidemocráticos. Esa época se prolongó hasta finales
de los años 80, cuando cesó la dictadura de Augusto Pinochet en Chile y se derrumbaran
otros gobiernos despóticos en el Cono Sur del continente.

Esos años habían tenido como componente esencial el desarrollo de la política


intervencionista de Estados Unidos en los países de la región, que incluía la instauración de
dictaduras. El área registraba la aparición de sectores populares que se disponían a la lucha
contra las condiciones socioeconómicas imperantes y se sentían estimulados por el
paradigma de la revolución cubana, triunfante desde el 1 de enero de 1959.

De manera simultánea, organizaciones político-militares surgían bajo el mismo influjo, pero


con una definición diferente en relación con las formas de lucha con las que pretendían dar
al traste con los desequilibrios sociales. Los Montoneros, en Argentina; los Tupamaros, en
Uruguay; el MIR, en Chile, y otras experiencias similares en Venezuela, Bolivia y Colombia
irrumpían bajo diferentes ópticas, desde las marxistas ortodoxas, hasta las populistas,
pasando por las foquistas, que procuraban ser espejo de las guerrillas fidelistas de la Sierra
Maestra. La teoría del foco, expuesta por Regis Debray, pregonaba que bastaba con sembrar

26
ENTREVISTA con Carlos Vidales, ex jefe de Redacción de Alternativa, vía internet Cali-Estocolmo, el 11 de
octubre de 2010. Vidales, nacido en 1939, era hijo del poeta Luis Vidales, trabajó con la Unidad Popular en
Chile y logró escapar a la dictadura de Augusto Pinochet. Luego de vivir varios años en Colombia, sufrió
persecución durante el gobierno de Julio César Turbay Ayala, que lo señalaba de ser dirigente del M-19, y en
1980 se asiló en Suecia, donde falleció el 6 de noviembre de 2014.
55

un grupo de combatientes en un seleccionado sector poblacional del campo, para que se


encendiera la pradera revolucionaria.

Esa doble emergencia de factores sociales dispuestos a la acción política por diferentes vías,
la legal de masas, de un lado, y la alzada en armas no pocas veces voluntarista, del otro,
alarmó y alertó a las clases dominantes de la región y, consecuencialmente, a sus mentores,
los sucesivos gobiernos estadounidenses. Estos dos actores de la contraparte iniciaron la
ofensiva política vestida de contrainsurgencia y de injerencia abierta para dar al traste con
cualquier gobierno de corte medianamente democrático o, simplemente, para conjurar
cualquier avance popular o de carácter insurreccional.

Así que casi tres décadas después, cansados de las dictaduras de José María Bordaberry, en
Uruguay; de Alfredo Stroessner, en Paraguay; de Rafael Videla y otros generales, en
Argentina; de Pinochet, en Chile; de Anastasio Somoza, en Nicaragua, y de otras de la misma
línea de ultraderecha, los pueblos optaron por el recambio, pero el redireccionamiento se
quedó en la mitad del camino, pues aunque asumieron gobiernos civiles, los deseos de
democracia fueron copados por propuestas neoliberales.

En la década de los años 60, Colombia también había vivido una etapa sui géneris, por cuanto
las élites, en aras de defender el sistema bipartidista que tantos resultados les había dado a lo
largo de la historia, decidieron solucionar la crisis causada por la dictadura del teniente
general Gustavo Rojas Pinilla (a quien ellas habían instaurado en el poder mediante un
acuerdo que procuraba frenar la ola de violencia desatada desde el gobierno de Mariano
Ospina Pérez, en 1946-1950, y que había continuado en el del también conservador Laureano
Gómez Castro, en 1950-1953), con un pacto de los dos partidos tradicionales. Nació así el
Frente Nacional.

Las élites colombiana habían aplicado lo que el politólogo holandés Arend Liphart identifica
como el consociacionalismo, es decir, la forma como sociedades fragmentadas se ponen de
acuerdo para mantener la democracia compartiendo el poder. Traducida a buen romance, esta
56

teoría no es más que la aplicación del consenso entre los dos partidos tradicionales para salvar
su régimen bipartidista con la alternación en el poder.27

En el caso colombiano, ese acuerdo fue impuesto a las demás fuerzas políticas con asiento
en la sociedad, que resultaron excluidas. Y fue esa exclusión la que dio origen luego no sólo
a fracciones rebeldes dentro de los mismos partidos tradicionales, como el MRL,28 sino a
movimientos guerrilleros de todas las tendencias ideológicas, según la fragmentación de la
izquierda internacional en los años 60 y 70.

En el Frente Nacional surgió el mayor número de movimientos guerrilleros en Colombia.


Las Farc, el 27 de mayo de 1964, en la operación del Gobierno contra las denominadas
“repúblicas independientes” (Marquetalia, Río Chiquito, El Pato y Guayabero). El ELN, el 4
de julio de de 1964, con el Manifiesto de Simacota, Santander. El EPL, el 17 de diciembre
de 1967, en Sinú, Córdoba. Y el M-19, el 17 de enero de 1974, con el robo de la espada de
Simón Bolívar en Bogotá. (Ver el Capítulo V, donde se amplía este tema).

Como afirma Jonathan Hartlyn en Política del régimen de coalición. La experiencia del
Frente Nacional en Colombia:

El proceso político colombiano ha desconcertado a los pesimistas y desilusionado a


los optimistas. Si el pasado reciente es el mejor indicador del futuro inmediato, el
proceso de la transformación consonciacionalista, del acomodamiento político, será
prolongado, resistido, desigual.29

Un detallado estudio de la manipulación mediática en ese período es efectuado por el


historiador César Augusto Ayala Diago, quien toma tres ejes periodísticos de análisis: los

27
Ver La democracia en sociedades pluralistas (1977), texto en el que Arend Liphart explica su teoría del
consociacionalismo, esto es, acuerdos entre las élites, entre socios, entre amigos para evitar la confrontación
en espacios conflictivos, divididos, y procurar la cohabitación. Se trata, a nuestro modo de ver, de un pacto en
las alturas, como los hechos por los grupos de poder tantas veces en Colombia para preservar sus privilegios
ante el avance de organizaciones populares.
28
Ejemplo de fracciones fue el Movimiento Revolucionario Liberal, MRL, que lideró Alfonso López Michelsen,
que aunque no tuvo éxito en llegar al gobierno, expresó el malestar de sectores de la misma colectividad
“roja” que se sentían excluidos por las élites de su partido en el pacto del Frente Nacional.
29
HARTLYN, Jonathan. La política del régimen de coalición. La experiencia del Frente Nacional en Colombia,
Bogotá, Tercer Mundo Editores, 1992, p. 291.
57

editoriales, las noticias políticas y las caricaturas publicados por el periódico El Tiempo entre
1958 y 1974 (el espacio de duración del Frente Nacional), para demostrar la manipulación
desarrollada por el diario contra las terceras fuerzas del momento: el rojaspinillismo,
posterior Anapo, y el MRL.30

Sin embargo, Carlos Vidales cree que Alternativa no fue una respuesta a la refundación
política del bipartidismo expresada en el Frente Nacional. En la entrevista que nos concedió
para esta investigación dijo: “Fue, simplemente, un intento de prensa alternativa en un país
que había perdido esa expresión del periodismo tras la desaparición de las revistas
independientes de las décadas anteriores”, y agregó: “De alguna manera se quiso (al menos
en sus inicios) retomar la senda abierta por el periodismo independiente de Jorge Zalamea
durante las décadas de 1950 y 1960”. Según Vidales,

Alternativa no se proponía disputar escenarios de poder. Contenía y reflejaba tres


posiciones diferentes, pero convergentes en el propósito de estimular el desarrollo de
espacios de información y debates alternativos: 1- Un periodismo independiente de
los grandes consorcios existentes (esta era la idea de Enrique Santos Calderón y sus
amigos). 2- Una expresión de información y debates de los grupos de trabajo de base
adscritos a los programas populares de investigación-acción (Fals Borda). Y 3- Una
expresión de izquierda amplia, democrática, pluralista, que abriera vías de
comunicación y debates políticos y culturales a amplios sectores progresistas
marginados o censurados (García Márquez). Alternativa fue un proyecto periodístico,
no un proyecto de un grupo político.31

Enrique Santos Calderón, quien fungiera al final como director de la revista, afirma que en
materia de medios de comunicación de izquierda en los años 70

el experimento periodístico más interesante lo constituyó la revista Alternativa… que


se distinguió por su política de buscar un público más amplio del que representaban
los lectores ‘cautivos’ de la izquierda y, también, por su intento de cambiar la
oposición política al sistema bipartidista liberal-conservador mediante el uso de
técnicas periodísticas modernas y un contenido temático más amplio y ágil.32

30
AYALA DIAGO, César Augusto. Exclusión, discriminación y abuso de poder en El Tiempo del Frente Nacional.
Una aproximación desde el análisis crítico del discurso, Bogotá, Universidad Nacional, 2008.
31
ENTREVISTA con Carlos Vidales, ex jefe de Redacción de Alternativa, vía internet Cali-Estocolmo, el 11 de
octubre de 2010.
32
SANTOS CALDERÓN, Enrique. “El periodismo en Colombia. 1886-1986”. En: Nueva historia de Colombia,
Tomo VI, Bogotá, Planeta Colombiana Editores, 1989, p. 129.
58

El entorno periodístico de Alternativa iba mucho más allá de la copiosa gama de medios
partidistas de izquierda radical que hemos reseñado, y tocaba a publicaciones de espectro
más amplio, como el periódico Jornada, de Jorge Eliécer Gaitán, que circuló en la década de
los años 40 del Siglo XX y tuvo como antecedente el periódico Unirismo.33

Otros medios cercanos en el tiempo fueron:


1. Acción Política, diario creado en 1943 por un grupo de intelectuales del que hacían parte
Gerardo Molina, Antonio García y José Francisco Socarrás. Circuló hasta julio de 1944.
2. Semana, revista fundada por Alberto Lleras Camargo en 1946, luego de ejercer la
Presidencia de la República por primera vez. Circuló hasta 1961. Su segunda etapa comenzó
en 1982, refundada por Felipe López Caballero.
3. Mito, revista fundada en 1955 por Jorge Gaitán Durán y Hernando Valencia Goelkel,
cabezas de un grupo de intelectuales que participó en la que se considera una de las revistas
culturales más importantes en la historia del periodismo colombiano del Siglo XX.
Circularon 42 números editados de manera irregular hasta 1962.
4. La Calle, semanario fundado por el dirigente liberal Alfonso López Michelsen y que
circuló entre 1957 y 1966.
5. Frente Unido, periódico del movimiento que llevaba el mismo nombre y fue creado por el
padre Camilo Torres Restrepo en 1965.
6. Alianza Popular, publicado por la Alianza Nacional Popular, Anapo, que circuló entre
1959 y 1966.
7. Alerta, semanario de la Anapo. Circuló en los años 70.
8. Mayorías, sería el portavoz de la Anapo Socialista, también en la década de los años 70 y
los 80.

33
Gloria Gaitán, hija del caudillo liberal, escribió el 6 de octubre de 2010: “El periódico se organizó como
sociedad anónima, con acciones por valor de un peso, el equivalente aproximado a diez mil pesos colombianos
de hoy, sociedad a la que se llamó Editorial Patria. Las acciones fueron vendidas en todo el país, a través de la
impresionante red de comités y directorios municipales y departamentales del Movimiento Gaitanista, que
cubría todo el territorio nacional, llegando hasta los más recónditos confines, incluso, hasta comunidades
indígenas que no hablaban el español”. Ver el portal Discrepando:
http://www.discrepando.com/index.php?option=com_content&view=article&id=669:el-gaitanismo-
proyecto-de-ingenieria-cultural&catid=103:al-dia&Itemid=600.
59

9. La Nueva Prensa, que fue publicada bajo la dirección de Alberto Zalamea, entre 1960 y
1967.

Más alejadas en el tiempo de Alternativa, podemos destacar otras publicaciones de carácter


socialista o de oposición como:
1. La Humanidad, fundada en 1925 y editada por el dirigente obrero Ignacio Torres Giraldo.
2. El Socialista, periódico surgido en los años 20 y que duró hasta 1937, orientado por Juan
de Dios Romero.
3. Vanguardia Obrera, editado en 1924 por el dirigente sindical Raúl E. Mahecha.
4. La Justicia, el periódico de la histórica líder obrera María Cano.
5. La Voz Popular, que circuló en Bogotá en 1924.
6. Vía Libre, editado en Barranquilla en 1925.
7. Organización, impreso en Santa Marta en 1925 por el Grupo Libertario.
8. Tierra, periódico aparecido en 1932 y considerado como el segundo diario comunista de
Suramérica. Circuló durante 42 números y su imprenta fue destruida en el marco de la guerra
colombo-peruana, en la que el periódico se opuso a esa confrontación al considerarla
fratricida. Tierra llamó a los soldados de Colombia y Perú a volver las armas contra sus
gobiernos. El periódico volvió a circular en 1939, ya como órgano oficial del Partido
Comunista.
9. Diario Popular, periódico editado por el Partido Socialista Democrático, nombre que
adoptó el Partido Comunista en la época de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual la
colectividad asumió una línea política de cercanía con el liberalismo. Circuló entre 1942 y
1947.
10. Vanguardia del Pueblo, semanario comunista que circuló entre 1947 y 1950. De este año
a 1957, en plena época de La Violencia y de la dictadura del teniente general Gustavo Rojas
Pinilla, la prensa del Partido Comunista fue clandestina: había sido declarada ilegal.
11. Voz de la Democracia, que posteriormente se llamaría Voz Proletaria, fundada en 1957.
12. Voz, nombre simplificado de Voz Proletaria, desde 1984, cuando el periódico estaba bajo
la dirección del ex senador de la Unión Patriótica Manuel Cepeda Vargas.
60

Mención aparte merece un periódico de provincia editado entre 1968 y 1975 en San Vicente
del Chucurí, departamento de Santander, denominado El Trópico, fundado por el periodista
revolucionario Jaime Ramírez. De acuerdo con Stanislaus Bhor, quien desentraña el discurrir
de este medio en una serie de diez informes titulados Nacimiento y caída de la prensa roja,
a través de la historia de este periódico, que alcanzó a circular en los albores de Alternativa
(1974-1975), se puede leer “la historia del periodismo revolucionario, de la prensa de
izquierda”.

Al adentrarse en la historia de Ramírez --periodista del norte del departamento del Cauca de
ideas de izquierda que estuvo vinculado a la Anapo y, desencantado de la lucha legal, se
enroló, como el padre Camilo Torres, en el Ejército de Liberación Nacional--, Bhor traza una
analogía de dos medios situados en puntos geográficos diferentes, uno en la provincia y otro
en la nación, El Trópico y Alternativa respectivamente, pero confluyentes en su ideario:
contrarrestar la información de los medios masivos tradicionales desde la visión del
periodismo alternativo.34

En tono irreverente, Bhor identifica con aproximaciones de verdad la época de existencia de


los dos revolucionarios, el conocido padre Camilo Torres y el desconocido periodista Jaime
Ramírez; las analogías de sus proyectos políticos, el Frente Unido y la Anapo; y las cercanías
de sus dos periódicos, Frente Unido y El Trópico. Dice Bhor:

Sin comprender a Camilo Torres es difícil comprender a nuestro preboste, 35 y a


muchos cerebros fugados a las filas de la guerrilla. Los fines que consiguieron
fueron los mismos: el sacrificio. Los medios que utilizaron se parecían: ambos
hicieron una declaración de principios con palabras, ambos fundaron un
periódico, ambos terminaron enfilados cuando las palabras fueron insuficientes
y decidieron pasar a las acciones. El radicalismo son las acciones, no las palabras.
Camilo Torres murió antes que Jaime Ramírez pudiera conocerlo en las montañas
de San Vicente de Chucurí y el panorama político se enrareció en Colombia.
Nadie parecía tener una voz disidente capaz de tomar la mortaja de Camilo y
revestirse con su proyecto político de oposición al Frente Nacional, hasta que
empezó la campaña presidencial para 1970. Entonces algunos aprendices de
34
Ver BHOR, Stanislaus. “Nacimiento y caída de la prensa roja”, en: portal El Magazín On-line:
http://blogs.elespectador.com/elmagazin/category/nacimiento-y-caida-de-la-prensa-roja/. Tomado el
domingo 21 de noviembre de 2010, 2:33 p.m.
35
Preboste: persona con posición de importancia.
61

revolucionario que habían quedado en orfandad con la muerte del cura vieron
surgir una influencia inesperada y de mayor peso que el desmoronado Frente
Unido: la Alianza Nacional Popular, Anapo. Es ahí cuando entra Rojas, el
oxímoron:36 un dictador convertido en demócrata.37

Como hemos visto, la relación entre la publicación de izquierda y el partido político estuvo
latente siempre en la década de los años 70 y ella pudo significar una manera de enfrentar la
discriminación y la exclusión, de la que nos habla Ayala Diago, de parte de los diarios de las
élites, como es el caso de El Tiempo, estudiado por él, pero evidenciada en muchos otros
medios de comunicación, especialmente los escritos, que eran los más importantes todavía
en los años de Alternativa y se constituían en orientadores de la opinión pública por su peso
político.

Las dinámicas propias de un régimen de discriminación como el Frente Nacional movían al


debate entre las minorías políticas y motivaban la aparición de tercerías, fuerzas partidistas
que también se nucleaban en torno de semanarios o diarios, como La Calle, del MRL, o los
periódicos de la Anapo o del Partido Comunista. Y, en menor escala, pero con el mismo
propósito, los semanarios, quincenarios o mensuarios de la amplía pléyade de grupos de
izquierda surgidos en la época. Según Bhor,

La prosa partidista del siglo XIX fue suplantada por la prensa roja (revolucionaria)
del silgo XX, que predicaba el arribo de la revolución y atacaba a todas las florecillas
que se interpusieran a su paso. Al orientarse la línea política de El Trópico en favor
de la Anapo, predicando anticipadamente el arribo de la revolución con la candidatura
presidencial del dictador demócrata, quedó roto el pacto de poner al periódico por
encima del partidismo.38

Para Bhor, esta decisión generó desbandada dentro de El Trópico. Lo curioso es que, muy
seguramente sin que a la revista de alcance nacional llegara la onda de lo ocurrido en el
periódico de provincia, “el mismo debate se daba por aquellos años al interior de un órgano
de ruptura y línea crítica: la revista Alternativa, el principal medio de izquierda en
Colombia”. Y algo parecido le ocurrió, cuando, al final de su vida, Alternativa terminó siendo

36
Oxímoron: dos palabras opuestas que unidas originan un nuevo sentido.
37
Ibíd.
38
Ibíd.
62

el principal creador y motor de impulso de un movimiento político, Firmes. Sin embargo,


como afirma Gabriel Fonnegra en su libro La prensa en Colombia,

“Si aún la más abstracta de las filosofías guarda un carácter partidista, ¿qué no decir
del periodismo, cuya razón de ser estriba en la política? Un periódico hace efectivas
las tareas de propaganda, por encima de la televisión y la radio, en la medida en que
permite a las diferentes clases dar coherencia a su estrategia, y base, propiciando que
se reúna en torno suyo un plebiscito diario”.39

La aparición de la revista Alternativa se produce en un período también de ruptura en el plano


económico y de fortalecimiento de un sector clave en él. El investigador Ricardo Sánchez lo
tipifica de la siguiente forma: “Podemos ubicar el nuevo periodo histórico del capitalismo
como el aparecido en los años 1974-1975, con la ruptura del largo período de expansión
económica y de estabilidad, inaugurado en la segunda pos guerra”.40

De conformidad con Sánchez, “El modelo de fortalecimiento del sector financiero, que había
comenzado en el gobierno del presidente Misael Pastrana Borrero, con la creación del sistema
Upac, se vio enormemente fortalecido durante las administraciones de López Michelsen y
Julio César Turbay Ayala”, es decir, durante los tres presidentes vigentes en el período de
circulación de Alternativa, revista en la que la denuncia del significado del sector financiero
de la economía tuvo preponderancia a lo largo de sus 257 números, editorial y gráficamente.41
(Ver imagen No. 7). Sánchez concluye:

Además, desde 1970 se destaca la aparición de una nueva forma de explotación, de


tipo financiero, por la vía del endeudamiento externo. El capital privado, que entonces
representaba el 40% de las corrientes financieras hacia el capitalismo periférico, en
1980 representaba el 65%.42

39
FONNEGRA, Gabriel. La prensa en Colombia. ¿Cómo informa’ ¿De quién es? ¿A quién le sirve?, Bogotá, El
Áncora Editores, 1984, p. 132.
40
SÁNCHEZ, Ricardo. Crítica y alternativa. Las izquierdas en Colombia, Bogotá, Editorial La Rosa Roja, 2001, p.
147. Sánchez fue dirigente estudiantil en los años 60 y en la actualidad es catedrático e investigador de la
Universidad Nacional de Colombia. Fue también cercano a Bernardo García, quien ejerciera la dirección de
Alternativa en su primera fase.
41
Ibíd., p. 150.
42
Ibíd., p. 154.
63

La preponderancia del capital financiero también es puesta de relieve por Santos Calderón
en su recorrido histórico del periodismo colombiano del siglo XX, y lo hace incluso desde el
momento del Frente Nacional. Curiosamente, Santos, quien desde Alternativa dirigió fuertes
críticas a la voracidad de ese sector, en el rol de historiador y a algo menos de nueve años de
haber concluido la experiencia de la revista, lo miraba con ojos más benévolos: “La otra cara
del relativo alejamiento de la subordinación partidista durante el Frente Nacional es el
paulatino ingreso de los grandes grupos financieros a los medios de comunicación”, dice, y
añade: “Ya no se trata de los directorios políticos como tales, sino de dueños de empresas no
periodísticas que ven en el progresivo control económico de los medios de comunicación una
fuente de múltiple poder”.43

Sin embargo, el auge del capital financiero no representaba para la época un equivalente
progreso en el monto de los salarios de la población trabajadora. El efímero periódico
Ruptura, fundado como hemos comentado por Estanislao Zuleta en Cali, revelaba en julio de
1976 que el salario real de los colombianos (el que refleja lo que se puede comprar con él)
se encontraba en descenso, y para ello retomaba datos del Departamento Administrativo
Nacional de Estadísticas, Dane. Comparaba el salario nominal frente al real así:

Diciembre de 1971, $2.769 (nominal) frente a $2.415 (real).


Diciembre de 1972, $2.864 (nominal) frente a $2.205 (real).
Diciembre de 1973, $3.442 (nominal) frente a $2.050 (real).
Diciembre de 1974, $3.906 (nominal) frente a $1.892 (real).
Junio de 1975, $4.170 (nominal) frente a $1.802 (real).44

Como se aprecia, el deterioro del salario real en comparación con el nominal era progresivo
y ostensible para la época. Esa circunstancia de orden objetivo determinaría muchas de las
fuertes protestas populares, la más importante de las cuales fue la realizada el 14 de

43
SANTOS CALDERÓN, Enrique. “El periodismo en Colombia. 1886-1986”. En: Nueva historia de Colombia,
Tomo VI, Bogotá, Planeta Colombiana Editores, 1989, p. 130.
44
Véase “Características y condiciones de algunas de las luchas recientes de la clase obrera colombiana”.
Periódico Ruptura, julio de 1976, p. 21.
64

septiembre de 1977, a la que Alternativa dedicó casi toda su edición y sobre la que promovió
un debate posterior acerca de sus resultados.

Al comienzo de este capítulo hacíamos alusión a la importancia del ámbito internacional, de


manera especial el latinoamericano, en la época de surgimiento de la revista Alternativa. Y
destacábamos, asimismo, el entorno inmediatamente anterior en lo político, expresado en el
Frente Nacional, como escenario de pacto entre las élites. Un documento que puede verse
como sinopsis de los dos fenómenos, el mundial y el local, es el artículo escrito por Ricardo
Arias Trujillo, quien traza el siguiente retrato político de época, el que relievaba el rol jugado
por el M-19 como emersión de un movimiento guerrillero exitoso, en contraste con lo que
sucedía en el resto del continente latinoamericano:

… fue la guerrilla más popular de los años setenta, lo que se explica, entre otros
factores, porque su discurso no se acompañaba del dogmatismo comunista de las otras
guerrillas, por el carisma de sus dirigentes y por la espectacularidad de sus acciones.
Los hechos que ocurrían en Colombia parecían, sin embargo, ir contra la corriente.
En el resto de América Latina, en efecto, ya hacia finales de los 60 y, sobre todo, en
la década siguiente, las esperanzas puestas en la revolución comenzaban a esfumarse.
La muerte del mítico Che Guevara, en 1967, simbolizó, para muchos, el fin de una
época.45

Y agrega Arias Trujillo en su artículo “Del Frente Nacional a nuestros días”:

A partir de ese momento, la lucha revolucionaria empezó a perder parte de su


legitimidad y los movimientos guerrilleros entraron en un periodo de decadencia
antes de desaparecer del todo. Cuba estrechó vínculos con los gobiernos
latinoamericanos, ante los cuales no había mostrado mayor deferencia hasta entonces;
el triunfo electoral del socialista Salvador Allende en Chile (1970) constituyó un
golpe a los movimientos guerrilleros, pues la vía a seguir para la izquierda
latinoamericana, como lo corroboraron los hechos, parecía ser el juego democrático.
Los golpes de Estado que se desencadenaron en varios puntos del continente en la
década del 70 (Chile, 1973; Uruguay, 1974; Argentina, 1976) se acompañaron de una
represión muy fuerte que debilitó aún más a la izquierda en sus dos variantes, la legal
y la ilegal.46

45
ARIAS TRUJILLO, Ricardo, “Del Frente Nacional a nuestros días”, Cap. VII, en: Historia de Colombia. Todo lo
que hay que saber, Bogotá, Taurus, 2006, p. 333.
46
Ibíd.
65

Aunque el balance resulta ecléctico, pues mezcla triunfos con derrotas para formular una
misma argumentación, el planteamiento muestra las esperanzas y las tragedias que
caracterizaron esta época, en cuyo trasfondo se hallaban la Guerra Fría y la implementación
de la política de seguridad nacional por parte de Estados Unidos hacia sus satélites. Esta
última se materializaba en el patrocinio de feroces dictaduras, frente a las cuales la
insurgencia de fuerzas armadas irregulares encontraba el justificante, antes que el factor de
derrota que menciona Arias. (Ver imagen No.8).

En el plano político mediático, ese escenario se traslucía en dicotomías derivadas de la


confrontación ideológica desatada por la Guerra Fría, la pugna de dos modelos de
construcción socio-económica, y se imponía en el debate dentro de la izquierda, seriamente
fragmentada por las diferencias ideo-políticas de las grandes potencias del socialismo: China
y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Urss. Así lo avizora el investigador Fabio
López de la Roche, quien sostiene que en ese momento se registraba “una visión instrumental
de los mass media” y afirma:

A partir de esa visión de la historia y de aquella concepción dicotómica del


capitalismo y del socialismo, como sistemas político-sociales, se configura
igualmente una visión esquemática, instrumental y clasista de los medios de
comunicación de masas y de las agencias internacionales de noticias en Occidente y
en Colombia.47

Resulta necesario reconocer que en el momento de Alternativa, esa dicotomía no se resolvía


de la manera clara como se pudo hacer luego, a la luz de las reflexiones derivadas del paso
del tiempo. La adscripción a una u otra tendencia, en los hemisferios de la derecha o de la
izquierda, era el punto de convergencia de la inmensa mayoría de las publicaciones que
circulaban de forma profusa. Esa adscripción implicó la aceptación acrítica de las
determinaciones adoptadas por las capitales político-ideológicas del momento: Washington,
Pekín, Moscú.

47
LÓPEZ DE LA ROCHE, Fabio. Izquierda y cultura política. ¿Oposición alternativa?, Bogotá, Cinep, 1994, p.
109.
66

Es probable que ello haga más valiosa la experiencia de Alternativa, que procuró ponerse por
encima de esa dicotomía, pero, al mismo tiempo, tratando de no confrontar con los
depositarios de ella en la época, habida cuenta que, como hemos dicho, uno de sus objetivos
era contribuir a la concertación de los sectores de la izquierda, a su confluencia en líneas
fundamentales que contrarrestaran su dispersión y su dilapidación de energías en
confrontaciones fratricidas.

Desde el principio, los fundadores de Alternativa trabajaron sobre la base de que harían una
forma de periodismo diferente al de los partidos y grupos de la izquierda del momento, con
una clara proyección hacia conglomerados amplios de la sociedad, pero sin perder el norte
de su procedencia, la izquierda misma, a la cual reivindicaban desde el ángulo ideológico: de
la forma de ver el mundo, de interpretar la realidad, de asumir las relaciones sociales, frente
a una visión hegemónica derivada de la implantación de un régimen político cerrado,
antidemocrático, de exclusión y discriminación.

Ese propósito lo tipifica Paulo César León Palacios en un artículo escrito para la revista del
Departamento de Historia de la Universidad Nacional. Dice:

En primer lugar, Alternativa fue una experiencia pionera de la comunicación


alternativa en Colombia, que involucró activamente al M-19, de hecho “el Eme” y
Alternativa nacieron prácticamente al mismo tiempo y con motivaciones más o menos
análogas. En segundo lugar, la revista logró una significativa conceptualización del
periodismo moderno y la “contra-información”. En tercer lugar, Alternativa expresó
algunos de los más agudos conflictos políticos e ideológicos de la izquierda de los
años 70.48

¿Qué responde Carlos Vidales a planteamientos como el de León Palacios en relación con la
presencia del M-19 en la revista? En la entrevista que le hicimos sostuvo:

El M1-9 miró con simpatía la formación de la revista. Varios de los periodistas de


Alternativa, o bien fuimos reclutados por el M-19 cuando ya trabajábamos en ella, o bien
eran miembros del M-19 antes de la fundación de la revista. Las instrucciones fueron
siempre claras: no se trataba de usar Alternativa como una voz del EME, ni de manipular

48
LEÓN PALACIOS, Paulo César. “El M-19 y la subversión cultural bogotana en los setenta: el caso de la revista
Alternativa”, en Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura No. 35, Bogotá, pp. 189-211.
67

la información a favor del EME. Se trataba de ayudar a que la revista se consolidara y


creciera como un medio independiente, amplio, democrático y generoso. Había que dar
ejemplo de no-sectarismo.49

Pero Alternativa no sólo se movió en los escenarios que grosso modo hemos descrito en este
capítulo, sino que se adelantó a muchos medios de la época en relación con un fenómeno que
ha marcado los últimos cuatro decenios de la historia colombiana: el narcotráfico. Ella lo
abordó en su génesis, a través de informes especiales que desnudaban los primeros pasos de
los contrabandistas de la droga en el suelo patrio, traficantes que aparecen, precisamente,
luego de un régimen político cerrado que no sólo incubó la respuesta armada guerrillera al
mismo, sino que, muy probablemente, dejó nacer en su seno de clientelismo y corrupción los
rasgos preliminares que traerían consigo el diagrama del fenómeno. Así lo resume Carlos
Agudelo Castro cuando afirma:

La revista da cuenta de cómo se fraguó la moderna alianza entre la clase política que
venía de 16 años de usufructuar el poder para su propio beneficio a través del Frente
Nacional, un pacto que institucionalizó el clientelismo como forma de gobierno; las
mafias organizadas que se beneficiaban del creciente tráfico ilegal de drogas, que
Alternativa fue la primera en reportar sistemáticamente y otras actividades criminales
como el contrabando…50

Alternativa constituye, pues, una de las experiencias más interesantes de periodismo en el


país, sobre todo porque no era una publicación partidaria, sino que, por el contrario,
procuraba obrar como un punto de encuentro de los disímiles y esquivos partidos, tendencias,
fracciones, grupos y subgrupos en que se hallaba atomizada la izquierda colombiana. Pero,
además, porque fue una de las publicaciones de mayor alcance en materia de circulación, de
más impacto político y periodístico y de más alto grado de calidad tipográfica y de diseño
que ha tenido la izquierda nacional.

49
ENTREVISTA con Carlos Vidales, ex jefe de Redacción de Alternativa, vía internet Cali-Estocolmo, el 11 de
octubre de 2010.
50
AGUDELO CASTRO, Carlos. Atreverse a pensar es empezar a luchar. Elementos para el análisis de la revista
colombiana alternativa. Introducción a la disertación doctoral para acceder al título de Ph. D. en periodismo
y comunicación pública en la Universidad de Maryland, Estados Unidos, 2007. Versión en PDF, p. 58.
68

Sin embargo, el proyecto no pareció haber sido entendido por los actores sociales y políticos
del momento. Así lo sintetiza, de manera contundente, Carlos Vidales:
Creo que la principal lección histórica es que, en aquellos años, ningún partido de la
izquierda colombiana estaba en condiciones de comprender y asumir la grandeza de
un proyecto unitario, amplio, para crear un ámbito de expresión y debates para
todos.51

A manera de conclusión:
Alternativa estuvo confrontando durante sus seis años de vida con varios monstruos
políticos, el primero de los cuales era el Frente Nacional que, a pesar de que en 1974
llegaba a su fin, seguía proyectando sus consecuencias bipartidistas excluyentes sobre
todo el país y generando la irresolución de los males sociales y la irrupción de no pocas
fuerzas insurgentes decididas, por la vía de las armas, a buscar salidas a la crisis.
Aunque proliferaban los periódicos y revistas de izquierda y oposición, estos medios no
tenían ni la fuerza ni la audacia con que aparecía Alternativa, dispuesta a llenar vacíos
y a abrir debates con base en cuatro grandes líneas de acción: 1. Ser un medio de contra-
información. 2. Difundir en lenguaje sencillo investigaciones sobre los problemas de la
sociedad colombiana. 3. Hacer visibles las luchas obreras y populares. Y, sobre todo, 4.
Servir de canal de unión “crítica” de la izquierda.

En el capítulo que sigue mostraremos el aporte del escritor Gabriel García Márquez al
proyecto periodístico objeto de este trabajo y la forma como se relacionaron otros
intelectuales de izquierda con la novel empresa.

51
ENTREVISTA con Carlos Vidales, ex jefe de Redacción de Alternativa, vía internet Cali-Estocolmo, el 11 de
octubre de 2010.
69

IMAGEN No. 5 IMAGEN No. 6


EL FRENTE NACIONAL PRENSA DE IZQUIERDA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 13, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 17,
Bogotá, 5 de agosto de 1974, p. 4. Bogotá, 30 de septiembre de 1974, portada de
El Manifiesto.

IMAGEN No. 7 IMAGEN No. 8


EL PESO DEL PODER EL ESTRENO DE GABO EN ALTERNATIVA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 140, Bogotá, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 1, Bogotá, 15 de
14 de noviembre de 1977, p. 28. febrero de 1974, p. 2.
70

CAPÍTULO III
EL APORTE DE GARCÍA MÁRQUEZ A UN PROYECTO
QUE NAVEGÓ EN AGUAS PELIGROSAS

Este capítulo lo destinamos a auscultar el aporte periodístico de García Márquez a


Alternativa, publicación que aunque no ideó, sí recibió todo su respaldo moral y
profesional, incluso económico, desde el primer número hasta el último. Haremos un
breve recuento de algunos de los más importantes reportajes, crónicas y entrevistas
salidos de su pluma, en una época conocida como la de su periodismo militante. Época
que, por aquellas paradojas de la historia y de la vida, fue la única vez en que se vio
involucrado en un problema laboral y fue señalado como “el patrón”, al lado de Santos
Calderón y Bernardo García, en la escisión ocurrida en octubre de 1974.

Gabriel García Márquez fue el asesor permanente de la revista Alternativa, pero no su


orientador periodístico cotidiano, no el típico director o jefe de redacción que está al frente
del día a día de sus ediciones. Podría decirse que su nombre sirvió para darle prominencia
periodística, peso político y solvencia material a la publicación, habida cuenta su prestigio
literario y su conocida opción ideológica por la izquierda, más allá de las fronteras
colombianas.

Siempre figuró encabezando el Comité Editorial, pero sin que esto significara una presencia
permanente, aunque para los asuntos fundamentales era consultado y su voz resultaba
determinante. Como cuando se suscitó la escisión del grupo conocido como La Rosca,
liderado por Orlando Fals Borda. En ese momento, García Márquez fue situado como uno de
los tres patrones de la naciente empresa, al lado de Enrique Santos Calderón y de Bernardo
García, ante quienes los periodistas y trabajadores de base debían reclamar por el
incumplimiento de compromisos laborales y frente a los cuales se debía hacer valer la
posición de clase de los explotados dentro de una revista que, paradójicamente, rechazaba la
explotación del hombre por el hombre y reivindicaba el papel de la clase obrera como motor
propulsor de la transformación social. (Ver imagen No. 9).
71

El escritor fue objeto de una demanda laboral por parte de los trabajadores que entregaron
poder al abogado Adalberto Carvajal para que los representara, aunque la decisión, según
reconoce Sebastián Arias, uno de los dos redactores de la etapa inicial, fuera revertida luego,
entre otras razones por consideraciones de orden político, al ser sometida tal osadía al baño
de María respectivo y concluir que un hombre de letras tan reconocido, integrante del boom
literario de la época, no merecía ser expuesto al escarnio público internacional como mal
patrón, pues la empresa periodística en que estaban comprometidos era algo así como un
proyecto de nuevo tipo que implicaba el sacrificio de todos, y al que no podía aplicársele en
las primeras etapas el concepto de la lucha de clases a raja tabla, así, a la luz del momento,
eso fuera lo que se transpirara dentro de un número importante de los trabajadores, vinculados
principalmente a las áreas de diagramación, armada y circulación de la revista.

García Márquez fue importante también cuando, a finales de 1976, debido a las dificultades
económicas que afectaban a la revista, sus directivos decidieron hacer un alto de más de cien
días. En abril de 1977, mes en el que con el número 112 regresó a las calles, García Márquez
escribió:

De modo que aquí está otra vez Alternativa. Vuelve después de un receso de casi
cuatro meses que por supuesto nos sirvió para trabajar menos, para perder menos plata
y tal vez para equivocarnos menos, pero también para reflexionar, como los curas de
otros tiempos, sobre el destino de nuestras almas.52

Más allá de los menesteres de las almas, en las horas amargas García Márquez tenía que estar
para la toma de las decisiones clave:

Sin embargo, volvemos a salir otra vez como semanario y esta vez a 20 pesos. Lo que
quiere decir que los retiros espirituales nos ayudaron a resolver muchos problemas,
menos los que a mi modo de ver son la desgracia de esta revista: la frecuencia y el
precio.53

52
Alternativa No. 112, abril de 1977, “Mis razones contra esta revista”.
53
Ibíd.
72

Problemas que no eran solamente de esta publicación, sino de toda la prensa independiente
y vocera de las izquierdas de la época. El asunto económico lo mortificaba hasta el punto de
verlo como un factor determinante respecto de la clase de gente a la que llegaba Alternativa.

… nos queremos dirigir a un público y llegamos a otro. Hacemos una revista para
pobres que muchos pobres no pueden comprar. Buscamos crear una conciencia
popular, pero a nuestra clientela más accesible no le importa tanto lo social como las
vacaciones en Miami.54

A pesar de estas vicisitudes, o tal vez por ellas, el centro difusor de la producción periodística
de García Márquez en buena parte de la década de los años de 1970 fue la revista para la que
prestó su nombre. Cada que aparecía un gran reportaje o una entrevista de fondo era ella la
primera en difundirlos. Era el gancho para aumentar la circulación, no sólo la primicia
periodística en sí misma. Los artículos del escritor que se bajaba a trasegar el barro de los
reporteros y viajaba por el mundo para describir lo que veía y referir lo que decían los
protagonistas de los grandes sucesos que cubría constituían valores agregados de Alternativa.
En este ámbito era donde estaba su mayor importancia.

Después del receso de cuatro meses, los orientadores de Alternativa efectuaron un balance
en el que se anticipaban a responder la columna de su principal mentor “asumiendo que los
pronósticos pesimistas que expresa Gabo en la página siguiente sobre el destino de las
revistas en Colombia no resulten ciertos”.55 Pusieron en marcha entonces decisiones
editoriales, como la de empezar a publicar columnas de opinión. Seleccionaron
personalidades destacadas con perfil de izquierda, entre las que figuraban, además de García
Márquez, Eduardo Umaña Luna, Daniel Samper Pizano, Diego Montaña Cuéllar, Beatriz de
Vieco, Ramón Pérez Mantilla, Ramiro de la Espriella y Salomón Kalmanovitz.56

Así, pues, Gabo se volvió columnista habitual. Pero su participación periodística venía de
tiempo atrás con la publicación de reportajes57 de gran impacto que merecieron portadas, e

54
Ibíd.
55
Alternativa No. 112, 2 al 9 de mayo de 1977, “Alternativa nueva etapa”, p. 12.
56
Ibíd., “Aquí están, estos son”, pp. 14-15.
57
El concepto de reportaje que manejamos aquí hace referencia al género periodístico de relato que narra
historias extensas y minuciosas en torno de un hilo conductor o eje definido. En tal sentido, establecemos una
73

incluso anuncios previos. Uno de sus trabajos más impactantes por el momento histórico que
corría y por la sensibilidad humana que brotaba cuando se hablaba de él fue el que escribió
sobre el golpe estado de carácter fascista perpetrado por el general Augusto Pinochet Ugarte
en Chile, y cuya primera parte fue publicada para la revista inaugural bajo el título “Chile, el
golpe y los gringos”. La segunda parte apareció en la edición siguiente titulado: “Pilotos
gringos bombardearon La Moneda”.58 Los dos textos son espejo de la clase de periodismo
hecho por García Márquez en la época: comprometido, militante, como él mismo lo
denominó, una conjunción de investigación y juicios de valor.

Evidencia de ello es la siguiente fracción del párrafo con que remataba --de manera
demoledora y apasionada, lleno de dolor y rabia; de ira y, al mismo tiempo, de razón-- la
segunda parte de su trabajo sobre Chile, en el momento de aludir a Allende:

“… Su virtud mayor fue la consecuencia, pero el destino le deparó la rara y trágica


grandeza de morir defendiendo a bala el mamarracho anacrónico del derecho burgués,
defendiendo una Corte Suprema de Justicia que lo había repudiado y había de
legitimar a sus asesinos, defendiendo un Congreso miserable que lo había declarado
ilegítimo pero que había de sucumbir complacido ante la voluntad de los usurpadores,
defendiendo la libertad de los partidos de oposición que habían vendido su alma al
fascismo, defendiendo toda la parafernalia apolillada de un sistema de mierda que él
se había propuesto aniquilar sin disparar un tiro. El drama ocurrió en Chile, para mal
de los chilenos, pero ha de pasar a la historia como algo que nos sucedió sin remedio
a todos los hombres de este tiempo y que se quedó en nuestras vidas para siempre”.59

Obsesionado con el tema del golpe en Chile, García Márquez escribió para la edición No. 28
“El combate en que murió Miguel Enríquez”, un testimonio construido a partir del relato que
le hiciera Carmen Castillo, la esposa del líder del Movimiento de Izquierda Revolucionaria,
MIR, durante su exilio en Londres, donde la entrevistó.60 Otro dirigente de la clandestinidad
chilena, Jaime Gazmurri, fue localizado por el escritor colombiano y su entrevista, convertida
en un testimonio que se tituló “Sí, la resistencia chilena existe”.61

diferencia con la crónica, a la que situamos como un género periodístico igualmente de relato, pero que narra
historias en términos breves y con menos minuciosidad.
58
Alternativa No. 1, Bogotá, 15 de febrero de 1974. Alternativa No. 2, Bogotá, 1 de marzo de 1974.
59
Alternativa No. 2, Bogotá, 1 de marzo de 1974.
60
Alternativa No. 28, Bogotá, 28 de marzo de 1975.
61
Alternativa No. 50, Bogotá, 8 de septiembre de 1975.
74

La década de los años 70 del siglo XX fue prolija en acontecimientos políticos de un mundo
que empezaba a cambiar las relaciones entre las numerosas colonias supérstites y sus
metrópolis, de manera especial en África. Los procesos de descolonización en los países
dominados por Portugal marcaron los primeros años de Alternativa. Las guerras de
independencia en Angola, Mozambique, Guinea-Bissau y Cabo Verde no sólo se tradujeron
en crisis internas sino que trasladaron esas crisis a las cúpulas de los imperios de antes, así
que la metrópoli portuguesa también entró en una convulsión inédita que durante tres años
de fricciones y pugnas de poder amagó con la instauración de un nuevo régimen social.
Fueron los tiempos de ascenso de la revolución de los coroneles, dentro de la cual
fraternizaban pueblo y Fuerzas Armadas. Fueron los tiempos de la revolución de los claveles,
iniciada el 25 de abril de 1974, que dio al traste con la dictadura salazarista.

García Márquez se interesó con renovada curiosidad en el caso portugués y escribió tres
artículos que fueron publicados en ediciones sucesivas de Alternativa62, el primero de ellos
con el sugestivo título de “Portugal, territorio libre de América”, que parodiaba la conocida
denominación dada a Cuba desde la fundación de su revolución: Cuba, territorio libre de
América. Esa relación con Cuba no era gratuita si se tienen en cuenta la cercanía del autor
con su principal líder, Fidel Castro, y los trabajaos periodísticos que escribió acerca de la
ayuda de los cubanos al gobierno surgido del proceso independentista en Angola (1975),
encabezado por el presidente Agostinho Neto.

Dentro de su compromiso político, García Márquez escribió otra trilogía orientada a


desvirtuar todo cuanto se decía sobre Cuba en los países latinoamericanos, en los que
gobiernos de derecha y ultraderecha llenaban el mapa político y ejercían el anticomunismo
propio de la Guerra Fría como política de Estado, con la intención colateral de frenar el

62
El reportaje fue publicado en la edición No. 40, Bogotá, 30 de junio de 1975. Los otros dos se titularon
“¿Pero qué carajo piensa el pueblo?”, en Alternativa No. 41, Bogotá, 7 de julio de 1975, y “El socialismo al
alcance de los militares”, en Alternativa No. 42, Bogotá, 14 de julio de 1975.
75

influjo de la revolución isleña. “La mala noche del bloqueo” se tituló el primero de los
reportajes, publicados bajo el rótulo genérico de “Cuba de cabo arabo”.63

“La cruda verdad, señoras y señores, es que en la Cuba de hoy no hay un solo desempleado,
ni un niño sin escuela, ni un solo ser humano sin zapatos, sin vivienda y sin tres comidas al
día, ni hay mendigos ni analfabetos…”, decía el párrafo inicial del texto, evidencia del
compromiso absoluto, tónica del estilo de la revista que rompía con el tono aparentemente
equidistante y neutral de los medios masivos de comunicaciones de las élites. Alternativa
fue, como hemos dicho, un híbrido de información y opinión, de noticia con visos de crónica
y contenido editorializado. Y García Márquez pudo ser quien abrió el camino para ese estilo
de periodismo que configuró uno de los elementos de ruptura con el relato tradicional, un
camino sobre el que se mantuvo la publicación y que fue definido en el cuarto número, que
caracterizó a Alternativa como “una revista de opinión”.64

En diciembre de 1975 la revista recibió una nueva entrevista con otro actor político de la
clandestinidad en el Cono Sur del continente. García Márquez había hablado “en algún lugar
del mundo” con Alberto Camps, líder de los Montoneros, la guerrilla urbana expresión del
ala izquierda del peronismo, y sobreviviente de una masacre ocurrida bajo la dictadura de
Alejandro Lanusse, en 1972. La entrevista se tituló “Somos un ejército integrado a la vida
cotidiana”.65

Luego vino otro dirigente montonero, Mario Eduardo Firmennich, “el hombre más buscado
por las fuerzas represivas de Argentina, y uno de los más buscados del mundo por los
periodistas”, de quien escribió una entrevista-perfil, “Montoneros: guerreros y políticos”, en
la que García Márquez se esforzó por aparecer escéptico frente a los resultados de la lucha
dada por la guerrilla argentina, en un diálogo que finalmente se descubrió que había ocurrido
“a diez mil metros de altura y en mitad del océano Atlántico”.66

63
Éste apareció en Alternativa No. 51, Bogotá, 15 de septiembre de 1975. Los otros dos reportajes se
titularon “La necesidad hace parir gemelos”, en Alternativa No. 52, Bogotá, 22 de septiembre de 1975, y “Si
no me creen, vayan a verlo”, en Alternativa No. 53, Bogotá, 6 de octubre de 1975.
64
“Carta al Lector”, en Alternativa No. 4, 1 de abril de 1974, p. 1.
65
La entrevista fue publicada en la edición No. 65-66, de diciembre de 1975-enero de 1976.
66
Ibídem.
76

En “El general Torrijos sí tiene quien le escriba”, García Márquez explica para Alternativa
el papel jugado por él en un contacto pedido por el general Omar Torrijos Herrera con líderes
de la izquierda más radical de Panamá, que se sentían perseguidos por el militar y varios de
los cuales estaban en el exilio. Para Torrijos, aquellos eran personas que querían ir más rápido
que él en el proceso de cambios políticos que había iniciado. El escritor colombiano fungió
como mediador y así lo revela en la revista. Consideraba “un desperdicio de fuerza que tantos
militantes de izquierda estén de pleito con el general Torrijos por divergencias puramente
formales, cuando tienen coincidencias de fondo que podrían ser tan útiles para todos estos
malos tiempos de la América Latina”.67

El escritor colombiano ponía su nombre en función de la izquierda de cualquier país del


continente, y hacía gala de su amistad con los dirigentes de las naciones que lo necesitaran.
El periodista y el político no se separaban. Y se reflejaban en las páginas de la revista. Aunque
ella se hubiera propuesto no dar línea, “porque ni es, ni pretende ser una agrupación
política”,68 sí asumía posiciones para hacer visibles e incluso defender, con sentido crítico, la
multiplicidad de expresiones de la izquierda latinoamericana tan cercana a García Márquez.
Dentro de ese “hacer visibles”, llegaba incluso a la intervención como actor en los procesos
que serían noticia.

“Rodolfo Walsh, el escritor que se le adelantó a la CIA” es una semblanza de García Márquez
sobre el periodista argentino que, siendo corresponsal de la Agencia Prensa Latina, descubrió
que la Central de Inteligencia Americana entrenaba exiliados cubanos en Guatemala para
invadir la isla. Al final de la semblanza escribe:

Rodolfo Walsh dirigió a la Junta Militar argentina una carta acusatoria que quedaría
para siempre como una obra maestra del periodismo universal. Esa fue la carta que le
costó la vida. La escribió desde la clandestinidad en Buenos Aires, la ciudad hermosa
y desdichada donde su compatriota y colega Jorge Luis Borges, candidato finalista al

67
Alternativa No. 117, Bogotá, mayo de 1977.
68
Alternativa No. 4, Bogotá, 1 de abril de 1974, p. 1.
77

Premio Nobel, recibió alborozado una condecoración infame de Pinochet y aclamó a


los gorilas argentinos como los salvadores de su patria.69

Y como las semblanzas son el género ideal para que los periodistas describan a quienes han
conocido, odiado o amado, siguió con ella y publicó en Alternativa una sobre su admirado
Presidente panameño, titulada “Torrijos, cruce de mula y tigre”. La escribió como ocurre casi
siempre en el periodismo, a propósito de una coyuntura: el plebiscito del 23 de octubre de
1977, en el que el pueblo del istmo se pronunciaría sobre el tratado por el cual Estados Unidos
se comprometía a la transferencia progresiva de la soberanía sobre el Canal. El remate de su
texto es nuevamente sintomático del periodismo militante que defendió en la época:

… estoy convencido que en el fondo de su corazón no le gusta el tratado. Piensa tal


vez que es el mejor tratado posible en las condiciones actuales, que valió la pena
pelearlo palmo a palmo y que de todos modos es una conquista muy grande del pueblo
de Panamá… Y sé que en su fuero interno Torrijos es uno de los más radicales. Sólo
que es también el que lleva a cuestas todo el peso del poder, y el poder pesa.70

Al cumplirse diez años de la muerte de Ernesto, el Che, Guevara, García Márquez hizo otra
semblanza para reconstruir su tránsito por el Congo. De nuevo África, territorio que parecía
inspirarle una fascinación especial. “Los meses de tinieblas. El Che en el Congo” tituló el
texto. Seis meses después de su regreso, el Che estaba en Bolivia, país donde fue asesinado.71

Una extensa entrevista con el escritor francés Régis Debray, defensor de las teorías del
foquismo guerrillero, fue publicada a finales de 1977 y principios de 1978. En ella
(“Revolución se escribe sin mayúscula”), aborda de soslayo su experiencia al lado del Che
en Bolivia y niega que esté haciendo una “desmitificación histórica”. Le responde a García
Márquez: “Hay que ver de cerca a los revolucionarios, hombres y mujeres, a los militantes
anónimos que hacen la historia, cada día, sin saberlo”.72

“El golpe sandinista. Crónica del asalto a la ‘casa de los chanchos’”. Así se titula uno de los
relatos periodísticos más famosos de García Márquez, quien entre el 26 y el 29 de agosto de

69
Alternativa No. 124, Bogotá, julio-agosto de 1977.
70
Alternativa No. 126, Bogotá, agosto de 1977.
71
Alternativa No. 134, Bogotá, octubre de 1977.
72
Alternativa No. 146, Bogotá, 26 de diciembre de 1977.
78

1978 estuvo en Panamá entrevistando al comando del Frente Sandinista de Liberación


Nacional de Nicaragua, Fsln, que se tomó el Palacio Nacional de Mangua para exigir de esa
manera la liberación de 58 de sus militantes, presos en las cárceles de Anastasio Somoza. La
presentación de esta crónica se hizo con gran despliegue en carátula bajo el título “Así fue el
golpe sandinista”, con foto de tres cuartos de portada de Edén Pastora, Comandante Cero de
la operación, en la que aparecía superpuesto un rótulo en letras blancas con fondo negro
estrellado que decía: “Exclusiva mundial”. (Ver imagen No. 10). El texto tenía un despliegue
de nueve páginas y estaba acompañado de entrevistas que el corresponsal en Panamá, Pedro
Miranda, hizo a Hugo Torres, el joven comandante Uno, y al líder político de los sandinistas,
Tomás Borge.

En una de las quince fotos que acompañan la crónica y las entrevistas aparece García
Márquez ataviado con boina de guerrillero sandinista, al lado de los comandantes Torres y
Borge. También se publica un croquis del Palacio ocupado y se transcriben las tres
comunicaciones enviadas por el Gobierno a los sandinistas en el marco de la negociación,
con el título de “Las capitulaciones”.73

Los sandinistas habían tomado como rehenes a numerosos funcionarios y diputados del
régimen, entre quienes figuraban José Somoza, sobrino de Anastasio, y J. A. Mora, ministro
del Interior. Para lograr su liberación, el Gobierno no sólo tuvo que excarcelar a buena parte
de los presos políticos solicitados, sino que debió dar garantías para la salida del comando de
Pastora y entregar US$500.000 en efectivo, una apreciable cantidad de dinero en la época.
Además, el propio gobierno somocista acordó con el de Panamá el traslado a la capital de
este país de los guerrilleros asaltantes y de los liberados. Todo un triunfo revolucionario que
Alternativa no dudó en desplegar exultante.

“Aquella noche, la primera del bloqueo, había en Cuba unos 482.560 automóviles,
343.300 refrigeradores, 549.700 receptores de radio, 303.500 televisores, 352.900
planchas eléctricas, 286.400 ventiladores, 41.800 lavadoras automáticas, 3.510.000
relojes de pulsera, 63 locomotoras y 12 barcos mercantes. Todo eso, salvo los relojes
de pulso que eran suizos, había sido hecho en los Estados Unidos. (…) Al parecer,

73
Alternativa No. 178, Bogotá, 4 de septiembre de 1977.
79

había de pasar un cierto tiempo antes de que los cubanos se dieran cuenta de lo que
significaban en su vida aquellos números mortales…”74

Con estos dos párrafos comienza “Los cubanos frente al bloqueo”, otro reportaje de García
Márquez sobre Cuba que se sumerge en la descripción del cerco económico y político
decretado por Estados Unidos contra el país como respuesta a la negativa de sus líderes a
ceder a las presiones geopolíticas e imperiales. El esfuerzo periodístico de García Márquez
en relación con la revolución cubana busca denunciar la arbitrariedad jurídica del bloqueo
económico, la incidencia nefasta sobre la población y poner a la luz la resistencia de los
damnificados, su valoración de la dignidad por encima de la fuerza de la potencia vecina. El
escritor sitúa un foco sobre este fenómeno, decretado en términos de retaliación ideológica
desde 1964 por los gobiernos de EE.UU.:

… nadie hubiera podido imaginar en el incierto año nuevo de 1964 que aún faltaban
los tiempos peores de aquel bloqueo férreo y desalmado, y que había de llegarse a los
extremos de que se acabara hasta el agua de beber en muchos hogares y en casi todos
los establecimientos públicos.75

Finalmente, García Márquez dio el salto al Asía. Había efectuado un largo periplo de
América Latina al África, de ésta a Europa y luego de nuevo a América Latina. El remate de
sus relatos periodísticos en Alternativa fue en el sudeste asiático. La guerra contra la invasión
estadounidense a Vietnam, la resistencia, la reconstrucción aparecen en un extenso reportaje,
pero de soslayo. El visor está en lo que para la época, finales de 1979, escandalizaba: una
supuesta ola de migrantes, de presuntos vietnamitas en estampida por el mundo. La
propaganda contra el nuevo poder, el de los de la resistencia triunfadora, se enfrentaba ahora
a otra guerra, la de la desinformación, tal vez poco valorada por ellos que habían estado tan
ocupados en repeler bombas de napalm que caían por toneladas sobre sus arrozales. En esa
guerra se desfiguraba la verdad y se procuraba destruir lo que no habían podido los morteros
de la invasión: la dignidad de los vietnamitas. Alarmado por lo que se decía de ese que era
otro ícono de la resistencia contra la barbarie moderna, García Márquez vuela a Ciudad Ho
Chi Minh (Ver imagen No. 11) para, según dice, conocer de primera mano la verdad. Y su

74
Alternativa No. 190, Bogotá, noviembre-diciembre de 1978.
75
Ibíd.
80

conclusión, aunque sólo fuera para su conciencia, como él mismo lo aclaraba, es que Vietnam
“… parecía condenada a navegar contra la corriente. Vietnam había sido víctima una vez más
de una conjura internacional”. Y luego apostillaba: “No había remedio: al cabo de tantos
siglos de guerras, Vietnam había perdido una batalla grande en una guerra menos conocida,
pero tan sangrienta como las anteriores: la guerra de la información”. Así quedó escrito en la
serie de tres entregas bajo el título genérico de “Vietnam por dentro”.76

Fueron en total 35 textos de cierto aliento escritos en géneros de relato --porque hasta las
entrevistas tenían ese tono--, en los que García Márquez contribuyó en la definición del perfil
de Alternativa como un medio de contrainformación, con un estilo de narrar los hechos que
rompía con las características generalizadas de los discursos de los medios masivos
tradicionales y que, sobre todo, procuraba visibilizar opciones diferentes a las irrigadas por
esos mismos medios respecto de fenómenos y actores del mundo.

De este modo, pues, el rol de García Márquez no se cumplía en el día a día de la redacción
de Alternativa en una fría oficina bogotana, sino en el otear del reportero a lo largo y ancho
de un globo por el que navegaba en busca de explicar sus conflictos desde otra óptica, la del
periodismo militante que tanto defendió como su camino en aquella década de convulsiones.
En esas se la pasó entre 1974 y 1980.

“Alternativa siempre navegó en aguas dubitativas”


Sebastián Arias fue otro de los fundadores de la revista Alternativa. Él, Eligio García
Márquez, Cristina de la Torre y Carlos Vidales, el hijo del maestro Luis Vidales, el de Suenan
Timbres, conformaron el primer equipo de redactores de la revista. Después, Arias y Vidales
tomaron otro rumbo, cuando optaron por hacer tolda aparte y fundaron con Orlando Fals
Borda Alternativa del Pueblo.

76
Las tres partes de la serie fueron publicadas así: “Vietnam por dentro”, en Alternativa No. 242, Bogotá,
diciembre de 1979. “El delirante saldo de la guerra”, en Alternativa No. 243, Bogotá diciembre de 1979. Y
“La guerra que se perdió”, en Alternativa 244-245, Bogotá, diciembre de 1979, enero de 1989.
81

No ha perdido el carácter críptico, enigmático del que seguramente hizo gala en la época de
circulación de la revista, pues afirma que no quiere protagonismo ni remover viejas
circunstancias. Deja entrever que no le interesa. De sus palabras se intuye que piensa que las
cosas han cambiado tanto que se ha olvidado de la historia de la Alternativa que transformó
la manera de hacer periodismo en unos años pletóricos de sueños y utopías, sobre todo en los
jóvenes de entonces.

Con Arias abordamos uno de los asuntos medulares que circundan la existencia de la revista:
su carácter. De entrada lo resuelve con una gran síntesis: “Para Gabriel García Márquez y
Enrique Santos Calderón ella debía ser una Alternativa periodística; para Orlando Fals Borda
y para mí debía ser una Alternativa política”. Esa divergencia, que en principio se pudo
resolver de consenso, pues de hecho la revista se proponía un ejercicio de periodismo
político, resultó irreconciliable muy rápidamente y se tornó explosiva con la ruptura
precipitada desde la edición número 18, que circuló entre el 14 al 27 de octubre de 1974, esto
es, ocho meses después de estar en las calles la publicación que había nacido el 15 de febrero
del mismo año.

Arias fue profesor de literatura a los 17 años, una edad muy temprana para estar ya en las
aulas secundarias no como estudiante sino como docente. Ello fue posible porque en 1961
egresó de la Normal de Pasto, es decir, se formó como profesor a la antigua, en la escuela de
maestros que eran las normales. Luego dictó clases en el Colegio Mayor Santiago de Cali,
participó en la fundación del Colegio Camacho Perea y posteriormente se fue a Ibagué.
También enseñó en el Colegio San Luis Gonzaga, en donde, asegura, los hermanos Navarro
Wolf fueron alumnos suyos.
Confiesa que se hizo periodista sin pensarlo cuando tenía 20 o 21 años y militaba en el
Movimiento Obrero Estudiantil y Campesino, Moec, fundado por Antonio La Rota.
Transcurrían los años 1965 o 1966, no lo precisa. Entonces fue jefe de redacción de una
revista radial semanal llamada Artes y Letras que se transmitía por La Voz del Nevado y
luego pasó a ser difundida por Ecos del Combeima. La había fundado en compañía de Hugo
Caicedo Borrero.
82

También hizo parte del periódico del Núcleo Camilista, que se imprimía de manera gratuita
en la rotativa de El Cronista, diario gerenciado por Alberto Santofimio Botero y en cuyo
suplemento literario participó. Sostiene que el Núcleo Camilista, como fracción del Moec,
fue uno de los orígenes del Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario, Moir. De
regreso a Cali, Arias fue instructor de técnicas de comunicación del Centro Agropecuario del
Sena de Buga, donde creó el sindicato que lideró batallas memorables frente a la dirección
del fundador de esa entidad estatal, Rodolfo Martínez Tono. Corría el icónico año de 1971,
que Arias recuerda con especial sentimiento por la muerte de 21 estudiantes a manos de la
Policía de Misael Pastrana Borrero, en las protestas universitarias que tuvieron como
escenario principal a Cali y que se prolongaron hasta Popayán, donde cayó Tuto González.

Después de esta etapa de luchas universitarias Arias se trasladó a Bogotá e ingresó en una
revista de la editorial Zigzag dirigida por Genaro Medina. Era la famosa VEA, de fuerte
contenido judicial, en la que tenía una columna de libros. De ella hacían parte también
Germán Espinosa, Eligio García Márquez y Javier Darío Restrepo, entre otros periodistas de
trayectoria. Arias recuerda con énfasis que allí no se hacía reportería, pues predominaban las
competencias del arte de escribir bien. Las fuentes de información eran los profusos archivos
de revistas internacionales y documentos que poseía el director de la publicación. El conjunto
de esos archivos era una especie de caja mágica a la que recurrían todos en procura de temas
y datos. Así las cosas, “todo se hacía desde un escritorio”.

En VEA estuvo hasta 1972 o 1973, no lo recuerda con exactitud, cuando fue visitado por
José Vicente Kataraín, a quien le habían recomendado a Arias por ser un periodista que
escribía bien. Ya se empezaba a vislumbrar la futura revista, y Kataraín buscaba sus
redactores. Ese fue el primer acercamiento con lo que sería Alternativa. Muy pronto haría
equipo con el primer Comité Editorial, del que recuerda hicieron parte, además de Santos
Calderón y Fals Borda, Bernardo García, Cristina de la Torre y Carlos Vidales. Carlos
Sánchez, hermano del actor Pepe Sánchez, era el fotógrafo y Carlos Duplat, un hombre muy
cercano al M-19, era el diseñador. Arias recuerda también que el primer jefe de redacción
fue Víctor Daniel Bonilla, un antropólogo e indigenista del Cauca, que poco duró en el cargo.
83

Luego de la ruptura en Alternativa y de la fundación de Alternativa del Pueblo, Arias pasó a


hacer parte del cuerpo de redacción del periódico Mayorías, órgano de un sector de izquierda
muy combativo y radical escindido de la Alianza Nacional Popular, Anapo, y que integraron,
entre otros, Israel Santamaría, Andrés Almarales y Carlos Toledo Plata. En Mayorías
permaneció hasta 1978. Terminó en el liberalismo, a través de la Asociación Colombiana de
Cooperativas, a la cual le dirigió su órgano de prensa, una revista. Estando allí, Jorge Abril
le propuso que le ayudara en un movimiento liberal de oposición a Julio César Turbay. El
movimiento era orientado por Roberto Arenas Bonilla, quien había trasegado ya por los
caminos del liberalismo de izquierda. Su periplo en el partido “rojo” lo condujo finalmente
a ser jefe de prensa de la campaña de Virgilio Barco Vargas, elegido presidente de la
República en 1986.

Sobre el posible aporte de la revista a una definición identitaria del periodismo alternativo,
Arias sostiene que “las fuentes que nutrían el periodismo colombiano no eran las únicas y el
haber bebido en otras produjo un tipo de periodismo diferente”. Según él, “teniendo un sesgo
ideologista, poseía también un lenguaje irreverente”. Además, cree que hoy en día “el
periodismo de Alternativa no tendría sentido. En Alternativa había textos muy largos,
ensayos”. Sin embargo, por el formato de las revistas, un texto breve puede ser percibido
como largo. Y esa percepción puede ser la que conserve Arias aún hoy.

De todas formas, insiste en las fallas. Sostiene que no había suficiente periodismo de
investigación, que trabajaban sin muchas fuentes, haciendo más deducción que indagación.
“Era un trabajo de audacia, de inspiración, no confirmábamos nada”, explica, pero advierte
que, sin embargo, “la publicación fue impactante para la época, cuando la gente era tan
mojigata”. “Alternativa cumplió, y hoy habría que hacer una revista que fuera alternativa a
Alternativa”, recalca, y advierte que el tiempo ha pasado

La revista nunca pudo descifrar si su alternativa era periodística o política. Siempre


navegó en aguas dubitativas. La burguesía sí entendió que lo que estaba produciendo
con sus medios debía cambiar, y eso se ve en El Espectador, en Semana y en El
Tiempo, que incorporaron elementos de Alternativa a sus ediciones.
84

A manera de conclusión:
Gabriel García Márquez aportó su prestigio de gran escritor, y eso resulta clave a la
hora de entender, en parte, el éxito editorial y de opinión de la revista. Sin embargo, en
medio de las crisis originadas por posiciones políticas e ideológicas cerradas, hasta
Gabo tuvo problemas. Sebastián Arias, uno de los fundadores de la revista y quien
participó en la creación de la otra, de Alternativa del Pueblo, considera que el problema
de fondo era de concepciones: “Para García Márquez y Santos Calderón ella debía ser
una Alternativa periodística; para Orlando (Fals Borda) y para mí debía ser una
Alternativa política”, nos dijo. Mientras tanto, el escritor nutrió a Alternativa de 35
grandes trabajos, que recibieron gran despliegue, como aquel titulado “Rodolfo Walsh,
el escritor que se le adelantó a la CIA”, una semblanza sobre el periodista argentino
que, siendo corresponsal de la Agencia Prensa Latina, descubrió que la Central de
Inteligencia Americana entrenaba exiliados cubanos en Guatemala para invadir la isla.

El próximo capítulo, el IV, lo dedicaremos a efectuar una taxonomía de los componentes


del equipo de trabajo de Alternativa, en el que pudimos identificar varios grupos con
diferenciaciones culturales, ideológicas, políticas y de intereses.
85

IMAGEN No. 9
LAS PRIMERAS DIFICULTADES

Fuente: Revista Alternativa del Pueblo, edición No. 19, Bogotá, 24 de octubre de 1974, p. 2.
86

IMAGEN No. 10 IMAGEN No. 11


GABO CON EL COMANDANTE CERO REPORTERO EN VIETNAM

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 178, Bogotá, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 242, Bogotá,
11 de septiembre de 1978, portada. 6 de diciembre de 1979, portada.
CAPÍTULO IV
TAXONOMÍA DE LOS GRUPOS QUE INTEGRARON LA REVISTA

A continuación haremos una clasificación de los integrantes de las áreas de Redacción


y Arte de la revista Alternativa, e incluiremos perfiles de los cinco grupos que,
encontramos, se expresaron dentro de la empresa periodística, con el propósito de
identificar la manera como se relacionaron y la forma como resolvieron sus diferencias.

La historia de los equipos de redacción, arte y producción de Alternativa nos muestra


periódicos cambios (Ver Cuadro No. 3). Estos reflejaban los debates que a su interior se
dieron, habida cuenta las diferencias de concepciones que entre los integrantes de la revista
existían sobre el carácter y las vías de la revolución colombiana, los movimientos armados,
la participación en las elecciones, el abstencionismo, las adscripciones a las líneas
internacionales, lo mismo que sobre el carácter de la revista, el tipo de periodismo que debían
hacer y las formas de dirección que debían darse dentro del colectivo.

Cuando se habla de Alternativa casi siempre se alude a su figura más reconocida y


emblemática, Gabriel García Márquez, como su único creador. Sin embargo, como ya hemos
dicho, la indagación efectuada demuestra que el escritor no fue el inspirador primigenio de
la revista. Enrique Santos Calderón lo reconoce: “… Gabo se vinculó muy a regañadientes a
la iniciativa de Alternativa, porque él de entrada dijo que una revista de izquierda en
Colombia estaba condenada a fracasar. Además, que las revistas eran un género desdichado
en Colombia, que no prosperaba”.77

Sin embargo, García Márquez significó un motivo de impulso a todo el proceso que culminó
en la fundación de Alternativa y, además, por la forma como se comprometió con la
publicación luego de estar en marcha, se puede considerar que ella es un legado suyo también,

77
CONVERSATORIO con Enrique Santos Calderón, ex director de la revista Alternativa, en el acto de
presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
En el conversatorio participaron también Bernardo García, Hernando Corral, Antonio Caballero, Jorge Orlando
Melo, todos ex integrantes de Alternativa. Asimismo, intervino Jaime Abello Banfi, director de la Fundación
Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNP. Grabación de audio transcrita por
Luis Alfonso Mena S.
88

sobre todo por el aporte periodístico que hizo, con grandes entrevistas, crónicas y reportajes
escritos en exclusiva para la revista, y por la asesoría que le brindó en sus seis años de
circulación. Así lo evalúa Santos Calderón.

… a regañadientes Gabo aceptó formar parte del grupo fundador de Alternativa, de


escribir para su primer número y a partir de ahí, García Márquez se convirtió en un
entusiasta fervoroso de Alternativa, en un colaborador permanente, y fue realmente
un alma, una guía y un motivo de inspiración para nosotros, porque además el rigor
profesional de Gabo, el periodístico, el manejo del lenguaje, su imaginación… Y
además fue como un Salomón. En todas las divisiones que tuvimos Gabo siempre
mediaba con los consejos perfectos. En fin, realmente el aporte de Gabriel García
Márquez a lo que fue Alternativa fue fundamental y es imborrable.78

Pero en la creación de Alternativa intervinieron por lo menos cinco grupos de intelectuales,


periodistas, artistas y actores políticos identificables. (Ver imagen No. 12). El primero de
ellos era el que se encontraba en torno de Enrique Santos Calderón, representante de la
Fundación de Artes Gráficas (luego Pro Artes Gráficas), de la que hacían parte Jorge
Restrepo, Héctor Melo y María Teresa Rubino de Santos, entre otros. Algunos, como Orlando
Fasl Borda, consideraban como afines o parte de este grupo a Antonio Caballero (quien llegó
a Alternativa para la edición No. 36, del 2 de junio de 1975), Daniel Samper (vinculado en
agosto de 1977), José Vicente Kataraín, Cristina de la Torre y Bernardo García. 79 Por su
parte, Jorge Mora Espinosa, quien ingresara a Alternativa en el área de Armada en junio de
1974, dice que la “Fundación para las Artes Gráficas” fue creada en junio de 1973, le atribuye
la iniciativa a Jorge Villegas Arango y menciona como sus integrantes, además de Villegas,
Santos, Rubino de Santos y Samper Pizano, a Luis Eduardo Parra, el mismo Jorge Mora y
Ricardo Villa Salcedo.80

El segundo grupo lo integraba la Fundación La Rosca de Investigación y Acción Social,


representada por el reconocido sociólogo Orlando Fals Borda, en la que se hallaban Carlos

78
Ibídem.
79
FALS BORDA, Orlando y Herrán, María Teresa. “Ideario. La Alternativa que soñamos”. En: revista Alternativa
Nueva Época, No. 1, Bogotá, agosto de 1996.
80
MORA E., Jorge. “Un investigador social. Prólogo a la reedición de la obra de Jorge Aníbal Villegas Arango”.
Periódico El Tiempo. [Online]. Bogotá, 2 de agosto de 2013. [Consultado el 7 de febrero de 2015]. Disponible
en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento-2013/CMS-12968843
89

Duplat (actor de teatro, guionista, dramaturgo, militante del M-19 que había sobrevivido a
las torturas de las que fue objeto durante una detención por militares, en el gobierno de Julio
César Turbay Ayala), Augusto Libreros, Gonzalo Castillo y Víctor Manuel Bonilla, entre
otros.81

El tercero era el encabezado por Bernardo García, a la sazón catedrático de la Universidad


del Valle, a quien acompañaban su esposa, Cristina de la Torre, y el arquitecto Jorge Villegas.
En medio de las clasificaciones que se suscitaron de las diversas tendencias en la Redacción
de la revista, se le denominó también el grupo de la Universidad del Valle o el de “los
trotskos”.

En realidad, García no era un “trotsko” acérrimo, sino un hombre de ideas de izquierda, pues,
como él mismo lo dice, el primer intento de fundar una revista con el nombre de Alternativa,
promovido por él en Cali donde laboraba, finalmente falló porque el grupo que lo
acompañaba quería adscribir la publicación a la denominada IV Internacional (trotskista), a
lo cual García se opuso. García venía de estudiar en Lovaiana, Bélgica, había tenido como
compañero de universidad al padre Camilo Torres y en Bélgica fundaron Alternative. Así
que esta es la primera revista con ese nombre. García, profesor de economía, y muchos otros
cuestionaban el silencio de los medios de comunicación sobre los graves hechos que venían
ocurriendo en la Universidad del Valle, donde era profesor en la Facultad de Economía,
hechos que derivarían en los trágicos acontecimientos del 26 de febrero de 1971, cuando la
Fuerza Pública mató a varios estudiantes, entre ellos a uno muy conocido por ser un gran
deportista, al que apodaban ‘Jalisco’. “Los historiadores no tienen en ningún periódico
documentos sobre los incidentes reales que provocaron la muerte del famoso estudiante
‘Jalisco’, que era un voleibolistas, campeón nacional, o de los 20 o 30 muertos que hubo en
la Carrera Décima con Quinta (de Cali)”, recordó García en el conversatorio por los 40 años
de Alternativa, realizado el 27 de noviembre en Bogotá (Ver imagen No. 13). Y agregó: “No
hay documentos, porque sencillamente la prensa no quería publicar”. Y por eso, entre otras

81
FALS BORDA, Orlando y Herrán, María Teresa. “Ideario. La Alternativa que soñamos”. En: revista Alternativa
Nueva Época, No. 1, Bogotá, agosto de 1996.
90

razones, García buscaba fundar un medio de prensa independiente, que dijera la verdad, que
publicara lo que ocurría:

Esa, digamos, fue la segunda indignación por la cual nació Alternativa en Cali, pero
desgraciadamente el grupo que se funde en torno a ese primer núcleo de Alternativa,
con ese nombre, resultó un grupo político, que era el de Ricardo Sánchez, de
(Fernando) Cruz Kronfly, un grupo trotskista, muy simpáticos, por cierto, eran
compañeros nuestros naturalmente, pero que nos exigían que Alternativa fuera un
órgano de la Cuarta Internacional (Socialista), por lo cual no se pudo dar a luz a
Alternativa en ese año.82

La trayectoria de Bernardo García condujo a profesores y estudiantes de economía a


proponerlo en la terna para la decanatura de la Facultad de Economía de la Universidad del
Valle, pero el rector de la época, el conservador Alfonso Ocampo Londoño, lo sacó de
manera arbitraria con argumentos peregrinos, típicos de la Guerra Fría y de una
Latinoamérica subsumida por tendencias totalitarias en muchas de sus sociedades. El también
economista y catedrático de Univalle Luis Aurelio Ordóñez, en su historia sobre el 26 de
febrero en Cali, ilustra:

Bernardo García, era un economista egresado de la Universidad Católica de Lovaina


(Bélgica) con estudios de posgrado en la Escuela de Altos Estudios de la Universidad
de París y varias publicaciones, es decir, con una hoja de vida académicamente
meritoria, pero el Rector, argumentando que al Artículo II, Literal C del Estatuto
General le otorgaba la facultad discrecional de cambiar uno de los candidatos,
suprimió su nombre y lo reemplazó con el de Julio Mendoza Durán, aduciendo que:
“El doctor Bernardo García había demostrado ser un político extremista activo y que
no convenía a la Universidad tener, internamente, un político activista; además, que
el doctor García había expresado, en la Universidad Nacional, su rechazo a las
fundaciones extranjeras, especialmente la Ford y la Rockefeller, con las cuales la
Universidad del Valle tenía excelentes relaciones y les debía mucho y que, por lo
tanto, no era conveniente tener un directivo que las atacaba”.83

El periódico El País de Cali reforzaba la tesis de Ocampo: “Los extremistas quieren


entregarle la División de Ciencias Sociales y Económicas al comunista Bernardo García, con

82
CONVERSATORIO con Bernardo García, ex director de la revista Alternativa, en el acto de presentación de
la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014. Grabación de audio
transcrita por Luis Alfonso Mena S.
83
ORDÓÑEZ BURBANO, Luis Aurelio, Mataron a Jalisco. 26 de febrero, el día que todo estuvo a punto de
estallar, Cali, Universidad del Valle, 2011, p. 16.
91

larga historia al servicio de la anarquía y el desorden”, decía el 1 de febrero de 1974,


echándole leña a la hoguera de la represión que se alistaba. “Y tienen como ‘ases’ guardados
en la manga los nombres de Jorge Child, Jorge Villa, Édgar Vásquez, activos miembros de
la hermandad marxista”.84

Ordóñez recuerda que la maniobra de Ocampo Londoño contra el profesor Bernardo García
y los planes de organismos gringos, los llamados cuerpos de paz, en la Universidad del Valle
desataron la protesta airada y masiva de los estudiantes. Luego vendrían los hechos del 26 de
febreros, la agitación universitaria, la toma del alma máter por militares y la represión que
dejó ocho muertos, entre quienes figuraba Édgar Mejía Vargas, ‘Jalisco’, y 47 heridos. Uno
de los líderes universitarios de esos tiempos, Moritz Ackerman, recuerda, citado por
Ordóñez:

En la Universidad del Valle, el movimiento estudiantil enarboló como objetivo


fundamental la cancelación de los cursos programados por la Universidad para
entrenamiento de los Cuerpos de Paz, por tratarse “de unos cursos extraordinarios,
para preparar aceleradamente un grupo considerable de cuerpos de paz (sic), que
imponen de pronto una serie de prioridades docentes, dejando muchos de los cursos
curriculares abandonados y desorganizados con el consecuente perjuicio para el
alumnado”.85

Después, varios profesores, entre ellos García, fueron destituidos. Además, a 16 estudiantes
de economía les fue cancelada la matrícula. Uno de los alumnos afectados fue José Vicente
Kataraín, quien posteriormente ejerciera como uno de los gerentes de Alternativa.86. Así que
el futuro primer director de la revista era un hombre comprometido con las luchas
universitarias y con una historia destacada en la Universidad del Valle.

El comprometido Taller 4 Rojo


El cuarto grupo dentro de Alternativa era el colectivo Taller 4 Rojo, T4R, artistas de la
plástica e intelectuales de ciencias humanas encabezados por Diego Arango y Nirma Zárate
(Ver imagen No. 14), que contó también con la iniciativa de Jorge Villegas Arango y la

84
Diario El País, 1 de febrero de 1975, citado por ORDÓÑEZ BURBANO, Luis Aurelio, ibíd., p. 16.
85
Ibíd., p. 57.
86
Ibíd., p. 171.
92

participación de hombres y mujeres que desde las artes gráficas, y con una posición política
rebelde que recogía las experiencias de las luchas estudiantiles recientemente libradas en
1971 (principalmente en Cali, Popayán y Bogotá), le apostaban a una nueva interpretación
de la realidad y de la sociedad.

En el conversatorio del 27 de noviembre de 2014 realizado en Bogotá, Enrique Santos


Calderón habló sobre los que hemos clasificado como los tres primeros grupos de
Alternativa, pero no recordó a los integrantes del que definimos como el cuarto, el T4R. La
génesis de la publicación tiene interesantes antecedentes, que se sitúan geográficamente en
Cali, Colombia, y Lovaina, Bélgica, e indican que la idea de esta revista rondaba en las
mentes de diferentes actores sociales, académicos y periodísticos, incluidos Bernardo García,
el padre Camilo Torres Restrepo y el mismo Santos Calderón.

En esos mismos momentos, estaba caminando la iniciativa de Alternativa. Habíamos


conocido el grupo de Bernardo García, habíamos conocido el grupo de Orlando Fals
Borda, otros periodistas que trabajábamos en eso. Y cuando habíamos entendido la
necesidad de lo que ha hablado Bernardo, de crear una publicación de izquierda, pero
una publicación seria, con rigor profesional, sin tono panfletario ni jergozo, dirigida
al gran público, y ya estaba concebido el nacimiento de Alternativa, Bernardo y otros
dijeron:
--Hay que vincularnos (sic). ¿Usted es amigo de García Márquez? ¿Qué tal sería que
García Márquez se vinculara a esta revista, a esta iniciativa?
Entonces, cuando se la plantee, Gabo inicialmente dijo que no. Estaba muy escéptico,
que eso no iba a funcionar.87

De acuerdo con un borrador de acta de constitución, en la fundación legal de la sociedad de


responsabilidad limitada que se encargaría de la producción de la revista confluirían tres
socios: García Márquez, Santos Calderón (como representante legal de la Fundación de Artes
Gráficas) y Fals Borda (en calidad de representante de la Fundación La Rosca). Aportarían
un capital total de ciento cincuenta mil pesos, equivalentes a seis cuotas de veinticinco mil
pesos cada una, distribuidas así: García Márquez, una ($25.000); Fundación de Artes
Gráficas, dos y media ($62.500), y Fundación La Rosca, dos y media ($62.500). En calidad

87
CONVERSATORIO con Enrique Santos Calderón, ex director de la revista Alternativa, en el acto de
presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
93

de socios promotores figurarían Jorge Villegas y Bernardo García. Este último fungiría
además como primer gerente ejecutivo de la sociedad, en el año 1974.88

Sin embargo, en relación con el impulso económico a Alternativa para su configuración como
empresa, Bernardo García sostiene que nadie aportó dinero en particular y que la revista
empezó a funcionar gracias a que él y los otros promotores de la iniciativa desarrollaron una
intensa campaña previa de suscripciones de apoyo, la cual se facilitó debido a que tanto
García Márquez como Santos Calderón y Fals Borda entregaron listados de sus amigos, a
quienes se dirigieron para que aportaran a un producto periodístico que ni siquiera había
publicado su número cero, y solo confiados en la credibilidad de quienes recomendaban los
aportes.

No hubo cheques de Gabo ni de Santos ni de Fals Borda ni de Bernardo García ni de


nadie: (hubo) una campaña de suscriptores de apoyo de antemano, o sea, de nuestros
amigos. Gabo nos cedió, por supuesto, su lista de amigos; Fals Borda, también;
Enrique… En fin, todos contribuimos a buscar unos amigos que estaban dispuestos a
financiar, como suscriptores de apoyo, una publicación que no conocían. Entonces
allí se logró el capital de la sorpresiva Alternativa.89

Y lo cierto es que el primer número de Alternativa traía un listado de 60 suscriptores de


apoyo, entre los que solo uno correspondía a una organización sindical: el Sindicato de
Empleados de la Salud Pública de Cali. Los demás eran 57 personas naturales y siete que no
quisieron identificarse y figuraban como N.N.: cuatro de Cali, uno de Palmira, otro de Tunja
y uno más de Bogotá. Era notoria también la presencia de ciudadanos de origen extranjero.
La primera esposa de Santos Calderón, María Teresa Rubino Santuccio, que hiciera parte de
la sección de Armada de Alternativa, es italiana. La lista completa de quienes hicieron los
primeros aportes para el despegue de Alternativa era la siguiente:

Álvaro Carrizosa, Fernando Cruz Kronfly, Giovanni Ciardelli, Alfredo Rey Córdoba,
N.N. Bogotá, Édgar Ortegón, Gerardo Molina, Juan Friede, Antonio Montaña,
Georgina Ballera, Fredy Velandia, Alfonso Pérez Gama, Rodrigo Manrique, Daniel
Samper, Ernesto Lleras, Bern Rosenstil, Lucía de Restrepo, Martín Echavarría,
Segundo Bernal, Leila Elgazi, Antonio Cárdenas, N.N. Cali, Ricardo Rojas, Piedad
88
Acta de Constitución de la Sociedad de Responsabilidad Limitada Editorial Alternativa, borrador
mecanografiado, Archivo de Bogotá, sin fecha.
89
CONVERSATORIO con Bernardo García, ex director de la revista Alternativa, en el acto de presentación de
la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
94

Batelly, Gustavo Cárdenas Giraldo, Jorge Ospina, Olga Lucía Acosta, N.N. Cali,
Fabio Lloreda, Susana Amaya Puerto, Clímaco Giraldo Gómez, Libardo Bravo, Jairo
Zúñiga E., José Alberto Delgado, José Cardona, Rubén Trujillo, Pilar Uribe, Myriam
Bonilla, Carlos García Martínez, Juan Gossain, N.N. Palmira, Bernardo Romero
Pereiro, Marta Carrizosa, N. N. Tunja, Laura M. de Jácome, N.N. Cali, Ana María de
Will’s, Armando Vegalara, Nelson Osorio Marín, Jorge Restrepo, Martha Uribe de
Lloreda, N.N. Cali, Ana de Karpf, Jorge Canelas, Luis Bernardo Borrero Quijano,
Sindicato de Empleados de Salud Pública Cali, Eduardo Zárate, Consuelo Luzardo,
Fernando Isaza y Carlos A. Jiménez O.90

Pero a pesar de que Bernardo García fue enfático en su afirmación de que en principio no
hubo cheques de nadie, él mismo, cuando rememora la febril etapa previa a la fundación de
Alternativa, dice que Gabriel García Márquez aportó cien dólares desde antes de que la
revista saliera a la luz pública. Lo recuerda al poner de relieve, a través de un diálogo, la
ayuda recibida del arquitecto Jorge Villegas Arango, que fue quien sugirió llamar al, en los
años 70, ya laureado escritor colombiano para que se vinculara al proyecto, después de que
Bernardo García se quejara de que no había podido ubicar a Enrique Santos para hablar de la
revista.

Entonces, Jorge dijo:


-- ¿Y por qué no invitamos a Gabo?
-- Pero si no encuentro a Enrique, cómo voy a encontrar a Gabo, ¿dónde está Gabo?
Y me dijo:
-- Bernardo, no sea pendejo, si Gabo es mi gran amigo, hombre.
-- Pero, ¿dónde está Gabo: en Barcelona, en México, en dónde está?
Me dijo:
-- Está en la 7ª con (calle) 28.
Me dijo:
-- ¿Quieres que lo llame?
Lo llamó:
-- Hola, Gabo, por favor, te queremos presentar el machote, un proyecto y toda esa
vaina, de una revista.
Y Gabo ahí mismo nos dijo:
-- Vengan, inmediatamente.
Fuimos. Efectivamente, tenía un apartamentucho ahí junto al Banco de Colombia.
Muy simpático, Gabo leyó el machote, lo analizó por todas partes y dijo:
-- ¿Quién mete la plata?
Nosotros le dijimos:
-- Suscriptores de apoyo, tu lista y, además, tu cheque: cien dólares.

90
SIN NOMBRE DE AUTOR. “Suscriptores de apoyo”. En: revista Alternativa No. 1, Bogotá, 15-28 de febrero
de 1974, p. 19.
95

Entonces inmediatamente hizo el cheque. Le gustó mucho el proyecto.91

El T4R cumplió un papel muy importante en la definición del tono audaz, innovador e
irreverente que hacía atractiva la revista, incluso para públicos no iniciados en la izquierda.
No hay acuerdo sobre el año exacto de surgimiento de este enigmático colectivo, que algunos
sitúan en 1970, y que otros, como la investigadora María Sol Barón Pino, ubican entre
1971/72 y 1975/76.92

Tampoco hay información unificada sobre los integrantes del colectivo, aunque la mayoría
de las fuentes consultadas93 coincide en que además de Diego Arango y Nirma Zárate, del
mismo hacían parte Jorge Mora, Umberto Giangrandi, Carlos Granada y Fabio Rodríguez (o
Fabio R. Amaya). Sin embargo, Jorge Mora, en un artículo en el que destaca la trayectoria
del intelectual tolimense, incluye como uno de los inspiradores del grupo al arquitecto Jairo
Villegas Arango: “Para esta época, da inicio a la gestación y creación de un grupo que trabaje
con los movimientos y luchas populares, lo que se llamó el Taller 4 Rojo y se da a la tarea
de reunir un grupo de personas alrededor de esta idea…”94

Menciona, además, otros cinco nombres de personas que, según afirma, respondieron al
llamado de Villegas: Germán Rojas Niño, dirigente nacional del M-19, responsable, entre
otras áreas, de la de propaganda en esa organización insurgente y quien fuera constituyente
por la AD M-19 en 1991; Gilberto Naranjo, Jacobo Naidorf, quien desde el primer número

91
CONVERSATORIO con Bernardo García, ex director de la revista Alternativa, en el acto de presentación de
la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
92
BARÓN PINO, María Sol. “Desplazar los archivos perdidos. Reflexiones en torno a una investigación sobre
Taller 4 Rojo”. En: Revista de Artes Visuales Errata. [Online] No. 1, Bogotá, Fundación Gilberto Alzate
Avendaño e Instituto Distrital de Arte, Idearte. [Consultado el 5 de febrero de 2015]. Disponible en:
http://revistaerrata.com/ediciones/errata-1-arte-y-archivos/desplazar-los-archivos-perdidos-reflexiones-en-
torno-a-una-investigacion-sobre-taller-4-rojo
93
Nos referimos a María Sol Barón Pino, Fabio R. Amaya, Jairo Mora y Manuel Kalmanovitz. En el libro catálogo
de la exposición Rojo y más rojo. Taller 4 Rojo; producción gráfica y acción directa, realizada en Bogotá en
marzo de 2012, se señala: “El grupo Taller 4 Rojo fue un colectivo vigente durante el primer lustro de la década
de 1970 en el que participaron los artistas Nirma Zárate (Bogotá, 1936-Bogotá, 1999), Diego Arango
(Manizales, 1942), Umberto Giangrandi (Pontedera, Italia, 1943), Carlos Granada (Honda, Tolima, 1933), Jorge
Mora (Bogotá, 1944) y Fabio Rodríguez Amaya (Bogotá, 1950), entre otros”.
94
MORA, Jorge, “Un investigador social. Prólogo a la reedición de la obra de Jorge Aníbal Villegas Arango”.
Periódico El Tiempo. [Online]. Bogotá, 2 de agosto de 2013. [Consultado el 7 de febrero de 2015]. Disponible
en: http://www.eltiempo.com/archivo/documento-2013/CMS-12968843
96

de Alternativa se desempeñó como coordinador de Producción; Enrique Pinzón, reconocido


poeta, y Salomón Kalmanovitz, destacado economista que fuera años después miembro de la
Junta Directiva del Banco de la República. Según Mora, al grupo asistían “sociólogos,
economistas, antropólogos, escritores, que compartían de vez en cuando en tertulias y así
empezaron una práctica de desarrollo artístico novedoso”.95

En un revelador artículo para la revista Errata, de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño,


Fabio R. Amaya recordaba cuáles eran los postulados de este grupo de pintores, diseñadores,
ilustradores y dibujantes, que se impusieron como norte llevar el arte a la base social
(sindicatos, usuarios campesinos, comunidades barriales, colectivos gremiales, etc.) de
manera altruista, pero sin ceder ante el facilismo, manteniendo un elevado nivel estético,
lejos del panfleto y la propaganda llana. El propósito era “desarrollar técnicas alternativas y
encontrar canales de difusión”:

El cuestionamiento del individualismo del artista; la creación colectiva como


metodología, y la incorporación de los artistas a la realidad-real de Colombia, lo que
implicaba un conocimiento efectivo de los sectores más desproveídos y explotados
del país. No menos importantes eran la politización y la asunción de un empeño real
y públicos amplios, al tiempo que se buscaban nuevos lenguajes y se elegía el registro
figurativo.96

Con su participación en Alternativa, el T4R buscaba materializar su ruptura con las prácticas
tradicionales que consideraban el arte como asunto de élites, circunscrito a salones y
exhibiciones con destino a unos cuantos adinerados que tenían la capacidad de adquirir obras
“irrepetibles” y de ostentar el costoso consumo. Dice Amaya:

El grupo tenía la convicción de que el verdadero compromiso del artista es la


producción de algo perdurable y que el ámbito vehicular sería el de las artes gráficas
(grabado, serigrafía, fotoserigrafía, múltiple, fotografía y fotomecánica), a fin de
promover, incluso, la desmitificación de la obra de arte como objeto-fetiche único e
irrepetible. En otros términos, el grupo trabajaba de manera colectiva, pero sin negar
la producción personal, siempre y cuando ésta se hiciera fuera de los esquemas y los
canales convencionales. T4R se caracterizó por su rechazo a las galerías comerciales

95
Ibídem.
96
AMAYA, Fabio R. “Sobre el Taller 4 Rojo”. En: Revista de Artes Visuales Errata. [Online]. No. 7, Bogotá,
Fundación Gilberto Alzate Avendaño e Instituto Distrital de Arte, Idearte, abril de 2012. [Consultado el 5 de
febrero de 2015]. Disponible en: http://revistaerrata.com/ediciones/errata-7-creacion-colectiva-y-las-
practicas-colaborativas/sobre-el-taller-4-rojo/
97

y su interés por espacios hasta entonces vedados al arte; por defender la idea de que
el artista debe asumir responsabilidades con la sociedad civil; y por promover la
convergencia lúdica y dialéctica entre ética y estética en una sociedad de clases,
racista, excluyente y de mercado, como la colombiana.97

Este grupo, que impactaba con el uso de técnicas que permitían la reproducción de una obra
artística múltiples veces con gran calidad, nutrió a Alternativa en sus primeros números de
propuestas que marcaban diferencia en lo político y lo estético. Alternativa era un espacio
ideal, propicio para resolver las preguntas de Amaya:

¿Cómo hacer para que el trabajo de un artista con inquietudes sociales y políticas no
quedara en el panfleto? ¿Cómo hacer para lograr que el testimonio fuese eficaz y no
se redujera a lo que se criticaba del realismo socialista o de los artistas oficialistas y
vendidos al régimen de turno? Testimonio, denuncia, muy bien, ¿y los valores
estéticos?98

Manuel Kalmanovitz, en artículo publicado en la revista Arcadia, cree, sin embargo, que el
Taller 4 Rojo, al mantener su independencia y no alinearse con ninguna de las tendencias de
la izquierda de la época, en correspondencia con la orientación de Alternativa, estaba
sometido a múltiples presiones:

Y el problema para el Taller, igual que para muchas otras iniciativas de la época que
buscaban ser de izquierda a secas sin afiliarse a partidos establecidos, como la
Editorial Oveja Negra o la revista Alternativa en su primera etapa, es que no contaban
con que la presión para alinearse con alguna corriente sería tan fuerte.99

El Taller 4 Rojo configuró un colectivo de artistas que entendió su trabajo como un acto para
el convulsionado presente de los años 70, no solo como contrapropuesta a la forma de hacer
y difundir el arte en términos tradicionales, sino como contestación a un Estado de
desigualdades e inmerso en una práctica creciente de persecución a los sectores de oposición,
en los que se incluían sus integrantes. Tal vez para evitar las persecuciones que afectaron a
muchos durante los gobiernos de Alfonso López Michelsen y, especialmente, de Julio César
Turbay Ayala, los miembros del T4R preferían no dejar muchas huellas y por ello hoy la
reconstrucción historiográfica y visual de su legado representa un trabajo difícil para los

97
Ibídem.
98
Ibídem.
99
KALMANOVITZ, Manuel. “El rescate del Taller 4 Rojo”. En: revista Arcadia. [Online]. Bogotá, 25 de mayo de
2012. [Consultado el jueves 5 de febrero de 2015]. Disponible en:
http://www.revistaarcadia.com/arte/articulo/suenos-pesadillas-del-arte-rojo/28637
98

investigadores, debido a la ausencia de archivos. La investigadora María Sol Barón Pino, por
ejemplo, quien está tras las huellas de este singular colectivo, así lo cree:

… la labor del grupo se desarrolló en una de las décadas de mayor radicalización


política en la historia de Colombia. Por tanto, sus miembros actuaron en aquel
momento de manera cautelosa y evitaron dejar documentos que revelaran sus
filiaciones políticas -algunas cercanas al maoísmo-; cosa que constituía un alto riesgo
en aquella época de agitación en la que finalmente se instaló el Estatuto de
Seguridad con la llegada de Julio César Turbay al poder. A eso se suma la realidad
política actual, por lo que todavía algunos de sus miembros evidencian un recelo
frente a lo que es posible leer o decir hoy sobre su producción, sus prácticas y sus
discursos, lo cual es entendible en un país que aún no ha sanado heridas, y en el que
el conflicto político y social continúa sin solución.100

Barón Pino va más allá y formula una hipótesis en tal sentido, considera que el acto de no
dejar huellas pudo obedecer a una decisión deliberada de sus integrantes, y no solo a un
descuido, a una falta de interés en pensar para un “futuro-pasado”, sino a una opción
premeditada de no institucionalizarse, de no dejar elementos que al paso del tiempo sirvieran
para su “domesticación”:

… el Taller 4 Rojo no solo renunció a erigirse como una institución dentro del arte en
su tiempo, por el contrario, actuó como un movimiento conspirativo y subversivo del
orden establecido tanto en el arte como a nivel político y social. En esa medida se
entiende la poca atención que sus miembros tuvieron de hacer un archivo que le diera
legitimidad a su proyecto y prácticas de acción, lo que importaba era tal intervención
directa en el presente sin ocuparse de construir un “futuro pasado” para la historia del
arte colombiano. De ahí que hacer un estudio del Taller 4 Rojo resulte un tema tan
sensible, pues este puede convertirse en un material útil para la máquina de
domesticación, institucionalización, neutralización y naturalización de una
experiencia que reactivó y actualizó lo político en el arte.101

Durante el gobierno de Turbay, fueron encarcelados centenares de dirigentes y activistas


políticos y muchos intelectuales, entre ellos el maestro Luis Vidales, padre de Carlos Vidales,
redactor de Alternativa hasta la edición No. 18 y fundador de la revista Alternativa del

100
BARÓN Pino, María Sol. “Desplazar los archivos perdidos. Reflexiones en torno a una investigación sobre
Taller 4 Rojo”. En: Revista de Artes Visuales Errata, Fundación Gilberto Alzate Avendaño e Instituto Distrital
del Arte, Idearte, abril de 2010. [Online]. No. 1, Bogotá, Fundación Gilberto Alzate Avendaño e Instituto
Distrital de Arte, Idearte. [Consultado el 5 de febrero de 2015]. Disponible en:
http://revistaerrata.com/ediciones/errata-1-arte-y-archivos/desplazar-los-archivos-perdidos-reflexiones-en-
torno-a-una-investigacion-sobre-taller-4-rojo
101
Ibídem.
99

Pueblo. Contra padre e hijo se desató la furia del general Luis Carlos Camacho Leyva,
ministro de Defensa de Turbay Ayala, en el marco de los operativos desarrollados luego del
robo de cinco mil fusiles por parte del M-19 en el Cantón Norte del Ejército en Bogotá.

Pero, a pesar de su aporte, el colectivo Taller 4 Rojo también salió de la revista, como ocurrió
con el grupo de Orlando Fals Borda en 1974, y con el de Bernardo García, en 1976. El T4R
fue excluido en 1975, luego de que exigiera al Comité Editorial que se le concediera
capacidad de decisión al lado de los demás directivos de la revista. El Comité negó tal
petición. Sin embargo, en ella permanecieron Arango y Zárate. En un documento en el que
presentan una exposición sobre la obra del Grupo T4R, producto de una persistente
investigación, los integrantes del Equipo Transhistoria, María Sol Barón Pino y Camilo
Ordóñez Robayo, sostienen:

La radicalización política que se hizo explícita en Colombia al final del Frente


Nacional se trasladó a la revista Alternativa y al mismo Grupo Taller 4 Rojo. Las
diferencias de los integrantes en términos tácticos y operativos dio origen a la división
del grupo en el primer semestre de 1974. No obstante, Granada, Giangrandi y
Rodríguez continuaran trabajando como grupo Taller 4 Rojo, y el trabajo más
importante de esa nueva etapa fue la carpeta Testimonios (1974).102

La indagación histórica sobre el T4R finalmente ha dado sus frutos en varios textos, como El
auge del grabado contestatario en Colombia en los años 60 y 70 (2001-2004), de Clemencia
Arango, y El Taller 4 Rojo: entre la práctica artística y la lucha social (2011) de Alejandro
Gamboa. En junio de 2015 se hizo la presentación del libro Rojo y más rojo. Taller 4 Rojo;
producción gráfica y acción directa, del Equipo Transhistoria, con la autoría de Álvaro
Medina y Gabriela Pinilla.

A lo largo de sus seis años de historia, Alternativa tuvo oficialmente, reconocidos en sus
banderas, siempre ubicadas en la página primera, debajo o a un lado de Carta al Lector
(nombre de su nota editorial), dos directores: Bernardo García (1974-1976) y Enrique Santos
Calderón (1976-1980). Tres jefes de Redacción: Víctor Daniel Bonilla, un antropólogo
caucano que estuvo en el cargo muy poco tiempo, pues ya en el tercer número no figuraba;

102
Ver Rojo y más rojo. Taller 4 Rojo; producción gráfica y acción directa, libro-catálogo de la exposición
realizada con el mismo nombre en Bogotá, efectuada en Bogotá en marzo de 2012.
100

Carlos Vidales, quien aparece en tal posición en el número 5, en reemplazo de Bonilla, y


Antonio Caballero, quien llega a la publicación para la edición No. 36 (2-8 de junio de 1975),
como redactor de la sección internacional y empieza a aparecer como jefe de Redacción a
partir de la edición No. 127 (15- 22 de agosto de 1977). De igual manera, tuvo dos gerentes
oficiales: Gerardo Quevedo y José Vicente Kataraín.

Del Comité Editorial de la revista, órgano que trazaba directrices generales, cuidaba de la
práctica de su filosofía y de su orientación político-ideológica, hicieron parte, además de
García Márquez, Santos Calderón, Bernardo García y Fals Borda (este en la primera etapa),
los redactores Jorge Villegas Arango, Cristina de la Torre, Jorge Restrepo y Héctor Melo.

El multifacético Jorge Villegas


En el grupo se destacaba Villegas Arango (Ver imagen No. 15), un arquitecto con profusas
inquietudes intelectuales que, como hemos dicho, fue uno de los promotores del Taller 4
Rojo, el cual dejó por su dedicación a la investigación sociológica e histórica. Años antes a
los de ese grupo, había producido lo que se considera su principal obra, el libro Petróleo,
oligarquía e imperio103 (1968), un resumen del cual circulo masivamente con el título de
Petróleo colombiano, ganancia gringa104 (1973). Sobre esta obra y el tema de los recursos
naturales en manos extranjeras Villegas dictó más de 200 conferencias en todo el país, según
refiere su amigo y compañero en Alternativa Jorge Mora. Fue coautor de La planificación
agraria.105 Con José Yunis escribió en 1976, Hechos y sucesos de Colombia 1900-1920, y
en el año 1978, La Guerra de los Mil Días.

Parte de su obra fue compilada en un libro patrocinado por la Alcaldía del municipio de El
Líbano, departamento del Tolima, de donde era natural, texto prologado por Mora. En el
libro, parte de una colección denominada La Biblioteca Libanense, fueron incluidos cuatro

103
VILLEGAS ARANGO, Jorge, Petróleo oligarquía e imperio, Bogotá, Editextos Ltda., 1968.
104
VILLEGAS ARANGO, Jorge, Petróleo, colombiano, ganancia gringa, Bogotá, Editextos Ltda., 1973.
105
VILLEGAS ARANGO, Jorge, y otros, La planificación agraria, Bogotá, Universidad de América, 1959.
101

textos: Petróleo colombiano, ganancia gringa, La situación general a final del Siglo XIX, La
colonización de vertiente a final del Siglo XIX y El culebrero.106
Este último libro es un relato basado en la vida de un hombre del pueblo, Francisco Correa,
a quien apodaban ‘El Culebrero’, narra sus peripecias en procura de la sobrevivencia en
medio de cotidianidades abruptas, colmadas de dificultades, para afrontar las cuales saca a
flote la creatividad que le permite ganarse la vida con discursos ingeniosos sobre los más
diversos prodigios y artilugios callejeros. Bernardo García cree que este relato tuvo influencia
en una de las obras más importantes de García Márquez, el Otoño del Patriarca, que el
escritor produjo durante el silencio literario que se autoimpuso como rechazo al golpe de
Estado de ultraderecha perpetrado por el general Augusto Pinochet contra el presidente
constitucional de Chile, Salvador Allende, el 11 de septiembre de 1973. El relato data de
1975. Dice Bernardo García:

Jorge Villegas, el amigo que me llevó donde Gabo, ¿por qué era tan amigo de García
Márquez? En el Archivo de la Biblioteca Luis Ángel Arango está el trabajo de Jorge
Villegas Arango sobre el lenguaje de los culebreros y, obviamente, si quieren volver
a leer El otoño del patriarca, me hacen el favor y se ponen de pie junto a la playa,
junto al mar y lo leen en voz alta, como culebreros, y eso tiene una musicalidad
excelente. Yo creo que eso no le quita a nadie el mérito de haber hecho lo que hizo
Gabo (sic), una belleza de libro, y de inspirarse en el trabajo de Jorge Villegas. Pero
es por eso que Jorge Villegas era muy allegado a García Márquez.107

En colaboración con Diego Arango, Víctor Daniel Bonilla (el fugaz primer jefe de Redacción
de Alternativa) y Horacio Calle, Jorge Villegas Arango también participó en la redacción de
Planas, historia de un genocidio, una investigación sobre la matanza de indígenas de la
comunidad Guahibo, en Planas, departamento del Meta, la cual originó un debate nacional
por las implicaciones que en ella tuvo la participación del Ejército colombiano.

106
RODRÍGUEZ AVELLA, Jorge Armando, Jorge Villegas Arango, cuatro obras cardinales. Biblioteca Libanense
de Cultura. [Online]. El Ágora, un Lugar para el Debate, 17 de julio de 2013. [Consultado el 7 de febrero de
2015]. Disponible en:
https://elagoradebate.wordpress.com/2013/07/17/jorge-villegas-arango-cuatro-obras-cardinales/
107
CONVERSATORIO con Bernardo García, ex director de Alternativa, en el acto de presentación de la
Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2015.
102

Igualmente, hizo parte del equipo de periodistas que investigó el fenómeno de la violación
de los derechos humanos en Colombia durante los 16 años del pacto de cohabitación
bipartidista liberal-conservador y redactó el Libro negro de la represión. Frente Nacional
1958-1974, presentado como un trabajo del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos,
que fue uno de los primeros colectivos de este tipo creados en Colombia, bajo el auspicio de
García Márquez y la coordinación de Santos Calderón. Éste, precisamente, recuerda que la
iniciativa surgió luego de que el escritor ganara el Premio Rómulo Gallego de Literatura, en
el momento, el más importante de América Latina, consistente en cien mil dólares (una
cantidad considerada una fortuna para la época de los años 70) y decidiera donarlos al
Movimiento al Socialismo, MAS, partido que había surgido de una escisión del Partido
Comunista de Venezuela y era liderado por Teodoro Petkoff. La donación, sostiene Santos,
originó un enorme rechazo, principalmente en la izquierda colombiana: “¡Cómo era posible
que García Márquez donara esa plata a la izquierda venezolana, como si la izquierda
colombiana no existiera!”.

El intenso trabajo de Villegas Arango --que incluyó también el cine, el ejercicio como editor
de publicaciones del Departamento Nacional de Estadísticas, Dane; su actividad
internacionalista en Cuba, donde ayudó como arquitecto en planes de vivienda en la provincia
de Santi Espíritu, y, además, la acción directa, pues participaba con las comunidades de los
barrios orientales de Bogotá en sus luchas--, estuvo signado por una especie de carrera contra
el tiempo por la enfermedad que le fue detectada cuando hacía parte del proceso de creación
de Alternativa. Pero Bernardo García recuerda que a pesar de eso continuó aportando en la
configuración del número cero de Alternativa.

… tuvo un infarto sorpresivo y el médico le dijo: “Usted no dura más de un año”, y


eso obviamente creo que puede producir ciertas neurosis de muerte trágicas. Pero él
era muy compañero y amigo nuestro, con él diseñamos lo que se llama el formato. Él
era arquitecto, por tanto con buena mano para la diagramación. Ese era el número
cero-cero. Bueno, hicimos el número cero-cero, se discutió con nuestros amigos por
allí y por allá. No tenía ninguna novedad especial, porque era tipo magazín
sencillamente.108

108
CONVERSATORIO con Bernardo García, ex director de la revista alternativa, en el acto de presentación de
la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
103

Al cumplirse dos años de su fallecimiento, ocurrido el 7 de diciembre de 1977, a los 45 años


de edad (había nacido el 8 de enero de 1932) el escritor samario José Stevenson escribió en
Alternativa una semblanza de Villegas Arango, de la que se destaca este retrato:
Fue siempre un ser polémico y, a veces, su trato personal nada fácil, porque era una
personalidad predestinada a detectar –a veces a varias cuadras a la redonda—
cualquier conato de injusticia, cualquier jugada sucia, cualquier pisca de engaño o
trampa que su olfato percibiera y lo aventara como poseído contra los molinos de
viento…109

Seguramente fue ese “ser polémico” el que lo condujo a las contradicciones con los directivos
de la revista y a su salida del Comité Editorial: para la edición No. 15 del 2 de septiembre de
1974 ya no aparecía en la bandera de la revista.

… un día cualquiera se aparecía con legajos pletóricos de papeles desordenados que


con su letra menuda y apretada paría la noche anterior como en un acto de
prestigitador. Inconforme, iba de fecha en fecha, de periodo en periodo hasta la
verificación que nos dejaba con la boca abierta por el desconocimiento de esa historia
del país que le dio por develar, y que al fin de cuentas era la misma que nos había
dejado ahí, estupefactos, huérfanos con nuestra ignorancia congénita.110

Como hemos visto, Jorge Villegas Arango cumplió un papel muy importante en la
preparación de lo que sería Alternativa y en los primeros pasos de la misma. Es un actor que
aparece, de una u otra forma, de manera transversal a los cuatro grupos de intelectuales que
la fundaron. A pesar de su entusiasmo inicial, no resolvió las contradicciones que fueron
surgiendo y se marginó para continuar en otros escenarios sociales su trabajo de producción
intelectual y social. Y algo parecido ocurrió con el T4R, también marginado como colectivo
en 1975, a pesar de su aporte en materia de diseño y arte.

Finalmente, a partir de diferentes testimonios, como los vertidos por Darío Villamizar,
Enrique Santos Calderón, Carlos Duplat y Paulo César León Palacios podemos hablar de un
quinto grupo dentro de Alternativa, si nos atenemos a la presencia de militantes del M-19
como Gerardo Quevedo, quien fuera gerente de la revista; Carlos Sánchez, vinculado a la

109
STEVENSON, José, “Jorge Villegas: dos años”. En: revista Alternativa No. 242, Bogotá, 6 al 12 de diciembre
de 1979, pp. 20-21.
110
Ibídem.
104

Redacción y a la reportería gráfica; Sebastián Arias, Nelson Osorio Marín y Carlos Duplat,
además de Carlos Vidales. Aunque varios de ellos salieron temprano, no es menos cierto que
de diferentes maneras la presencia del M-19 se hizo sentir en la revista, adentro y afuera.

El primer equipo de redactores de Alternativa estuvo compuesto por Eligio García Márquez,
hermano del Nobel de Literatura y quien duró muy poco en esta función (para la edición
No.16, del 16 de septiembre de 1974, ya no aparecía); Sebastián Arias, educador caleño que
venía de laborar en medios de comunicación de la época como la revista VEA, salió con la
ruptura del grupo de Fals Borda y fue nombrado jefe de Redacción de la revista gemela o
paralela (Alternativa del Pueblo); Carlos Vidales, escritor e historiador, quien también salió
en la escisión de Alternativa ocurrida en octubre de 1974 (edición No. 18) y ya para el No.
19 aparecía como coordinador de dirección de Alternativa del Pueblo, cargo en el cual estuvo
hasta la edición No. 22-23 (del 25 de diciembre de 1974 al 15 de enero de 1975), y Cristina
de la Torre, periodista, socióloga y politóloga, esposa de Bernardo García.

De este grupo periodístico ninguno estuvo en la época del cierre de la empresa, en la edición
No. 257 del 27 de marzo de 1980, fecha en la cual la Redacción estaba compuesta por Jorge
Restrepo, Hernando Corral, José Fernando López, Pepe Pardo, Carlos Gerardo Agudelo,
Roberto Pombo.

Las crisis fueron tres


Entre la primera edición y la última, la revista sufrió tres crisis de impacto que, en gran
medida, marcaron también los periodos en que se podría dividir su historia de seis años. La
primera se suscitó en octubre de 1974, cuando diferencias conceptuales respecto del rol de la
publicación, de un lado, y laborales, por deficientes condiciones de índole contractual, del
otro, condujeron a la separación de la Fundación de Investigación y Acción Social La Rosca,
liderada por Orlando Fals Borda --que al no poder asumir el mando de la revista creó una
paralela con el nombre de Alternativa del Pueblo--, y al retiro de un grupo de trabajadores de
base, que se sentían mal pagados y en situación laboral que no se correspondía con la filosofía
que identificaba a los directivos y definía la filosofía misma de Alternativa. En suma, no
105

veían que lo pregonado (lucha contra la injusticia social, por salarios óptimos y
reconocimiento de derechos laborales) se cumpliera.
La segunda se protocolizó con el retiro del llamado grupo de la Universidad del Valle, el de
Bernardo García y Cristina de la Torre, en septiembre de 1976. Fue la eclosión de una crisis
que se venía incubando desde mayo de ese año y que se expresó en una carta dirigida a
miembros del Comité Editorial de la revista, en la que se reclamaba por la negativa de ese
comité de abrir una página de opinión para los miembros del organismo, en la que se
ventilaran “los problemas candentes de la izquierda y del país, con firma responsable”111, y
se plantearan las diferencias existentes entre los miembros de la Redacción de Alternativa,
propuesta que consideraban pertinente como una “válvula de escape” que evitaría represar la
discusión y contribuiría a aliviar las tensiones internas. Resumían en tres las razones:

“Nuestra proposición se ha basado en los siguientes motivos: a.- Siempre han existido
discrepancias políticas en el seno de la revista, que se expresan en la apreciación de
los acontecimientos nacionales. Hemos llegado al punto en que sería lamentable
aplazar el debate, para darle salida a través de tensiones internas, cuyo trasfondo
nunca tendría explicación posible. b.- Usar las crónicas, la versión de las noticias, la
selección del material y otros mecanismos periodísticos de información para expresar
opiniones personales o de grupo (sin firma responsable), tiene el evidente peligro de
sesgar, tergiversar y manipular torpemente la información. Es más correcto que
existan válvulas de escape para que esas opiniones se oxigenen explícitamente, en
forma personal y pública. Se puede informar más objetivamente cuando existe la
posibilidad de opinar. c.- En el momento actual se presentan síntomas de que la
unidad de la izquierda progresa sensiblemente. Es inaplazable contribuir a consolidar
este proceso unitario a través del debate democrático, responsable y serio.112

Así pues, para García y De la Torre, la forma de tramitar las diferencias había llegado a un
punto de no retorno, a pesar de que reconocían que “la experiencia adquirida en el trabajo
sistemático en Alternativa desde su nacimiento nos obliga a aportar opiniones razonadas en
el momento actual de la izquierda”.113

Cristina de la Torre recuerda: “Hubo dos momentos de crisis fuertes, hubo dos rupturas: la
primera, con Orlando Fals Borda, y después hubo diferencias con algunos de los que

111
Carta a Antonio Caballero, Jorge Restrepo, Enrique Santos y María Teresa de Santos, Bogotá, 6 de mayo
de 1976.
112
Ibídem.
113
Id.
106

habíamos participado en el equipo inicial de Bernardo García, por razones, digamos, de


concepción en el estilo de la revista”.114

Pero en realidad hubo más, porque el retiro de Jorge Villegas Arango y la exclusión del Taller
4 Rojo (que en la práctica fue la tercera crisis) también habían impedido que intelectuales
creativos y comprometidos con una concepción comunicacional de izquierda siguieran
prestando su concurso en el desarrollo de la publicación. Y todo indica que la forma como
fueron resueltas las crisis por el grupo de Santos Calderón, con el respaldo (o probablemente
el silencio) de Gabriel García Márquez, siempre fue la misma: medidas verticales, sin
conciliación, así ello significara la partida de elementos humanos valiosos. Tanto, que se
hablaba en la época de la aplicación de la fórmula “santismo-stalinismo”, en alusión a las
decisiones de mayoría tomadas en el Comité Editorial en el que predominaba el peso de la
Fundación Pro Artes Gráficas liderada por Santos Calderón. Las expulsiones pudieron
reflejar, simultáneamente, la necesidad de mantener incólume el medio y su línea editorial
predominante, pero dejaban sin resolver un dilema que ha rondado siempre en los medios de
comunicación: el de democracia o imposición, dilema transformado en dicotomía a la hora
de su dilucidación.

En el fondo, lo que ocurría con la publicación podía haber reflejado las contradicciones que
han caracterizado a otros medios de comunicación que se definen como alternativos y, por lo
tanto, con principios periodísticos, filosóficos, políticos, empresariales, laborales y, sobre
todo, humanos diferentes a los de los medios de élite, pero en los que, a la hora de abordar
su cotidianidad, su lucha por la supervivencia, su pelea por la sostenibilidad, su permanencia
en la selva de las adversidades, su enfrentamiento con el apabullante mundo de los medios
del establecimiento, ingresan en el oscuro uso de los métodos tradicionales de ordenar y
cumplir, sin que la horizontalidad, valor rector de un medio democrático (como debe ser uno
alternativo) sea la norma. Y tal vez ello fue lo que produjo la primera y más grave crisis,
cuando los trabajadores denunciaron malos tratos e incumplimientos de orden laboral propios

114
ENTREVISTA a Cristina de la Torre, ex redactora de la revista Alternativa, programa Semana en Vivo.
[Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible
en: http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-colombia-piensa-la-
izquierda-pero-vota-la-derecha/412655-3
107

de patronos capitalistas, que originaron una polémica agria, descarnada y virulenta, muy al
estilo de la izquierda del momento, en la que las diferencias entre afines se volvían
irreconciliables y los amigos de antes, enemigos en adelante. Una situación que condujo a
pronunciamientos en favor y en contra desde organizaciones gremiales y sindicales, a
desautorizaciones y respuestas inflamadas.

Para algunos de quienes han emprendido el estudio de Alternativa, como Carlos Agudelo
Castro, la historia de la revista se puede dividir en tres etapas: “la primera, del número 1 al
31, cuando cambió de formato y periodicidad; la segunda, del número 32 al 111, cuando
suspendió su publicación por cuatro meses y reorganizó su personal; y la tercera, desde el
número 112 hasta su cierre en el número 257”.115

Según el académico, quien fuera redactor de Alternativa en la etapa final de la revista y


realizara su tesis doctoral sobre ella,

Cada uno de esos periodos incluyó una profunda crisis de búsqueda de identidad que
forzó al equipo a reexaminar sus principios para aplicarlos al cambiante panorama
político. Cada crisis representó un paso adelante en la ruta desde una posición radical
y dogmática hasta una más informativa e incluyente.

Esto, a pesar de las discusiones dadas a su interior, como lo recuerda Antonio Caballero:
“Escribíamos, a pesar de la dificultad de las divisiones internas y de las discusiones internas,
pues muchas veces había que discutir un artículo durante horas, de todas maneras escribíamos
con una absoluta libertad”.116

Finalmente, vale la pena recordar el balance hecho por Carlos Vidales sobre la experiencia
de Alternativa, al resolver nuestro interrogante acerca de si en la revista se configuró una
escuela, una tendencia intelectual. Y él nos respondió tajantemente:

115
AGUDELO CASTRO, Carlos. “Atreverse a pensar es empezar a luchar”, elementos para el análisis de la
revista colombiana Alternativa.
116
ENTREVISTA a Antonio Caballero, ex jefe de Redacción de la revista Alternativa, programa Semana en Vivo.
[Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible
en: http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-colombia-piensa-la-
izquierda-pero-vota-la-derecha/412655-3
108

No. Siempre ha habido, desde los años iniciales del siglo XX, grupos heterogéneos
de periodistas e intelectuales unidos por un proyecto común, sin dejar de ser
heterogéneos y sin pretender formar núcleos o escuelas. Baste mencionar la pléyade
de cronistas, caricaturistas, columnistas, reporteros y ensayistas de la década de 1920,
que prepararon la caída del régimen conservador, sin que por ello hayan formado
núcleo, partido, agrupación o escuela. Es de esos ejemplos que se nutre la experiencia
de Alternativa.117

A manera de conclusión:
En la Redacción y en la sección de Arte de la revista se expresaron por lo menos cinco
grupos: el primero, integrado por la Fundación de Artes Gráficas, liderada por Enrique
Santos Calderón; el segundo, la Fundación La Rosca de Investigación y Acción Social,
orientada por el sociólogo Orlando Fals Borda; el tercero, que encabezaban el
economista Bernardo García y su esposa, María Cristina de la Torre, y era conocido
como el grupo de la Universidad del Valle; el cuarto era el Taller 4 Rojo, constituido
por artistas que lideraban Diego Arango y Nirma Zárate. Compartían espacios con
todos, personas como Jorge Villegas Arango, un multifacético intelectual transversal a
los diversos grupos. Además, era evidente la presencia del M-19, a través de varios
militantes integrados en la Redacción, la Producción y otras áreas, quienes
conformaban en la práctica un quinto grupo. Sólo el primer grupo se mantuvo hasta el
final, con el acompañamiento de Gabriel García Márquez, que siempre fungió como
consejero editorial. Las diferencias sobre la clase de periodismo que querían
desarrollar, el modelo de sociedad por la que luchaban y las relaciones laborales por las
que propendían incidieron en las numerosas deserciones de grupos y de personas
ocurridas en la revista.

En el Capítulo V nos proponemos analizar el papel jugado, precisamente, por


movimiento como el M-19 y otros alzados en armas en Alternativa, tanto desde el punto
de vista de su relación con la Redacción, como del despliegue dado por la revista a sus
acciones.

117
ENTREVISTA con Carlos Vidales hecha por Luis Alfonso Mena S. el 11 de octubre de 2010, vía internet.
109

IMAGEN No. 12
LA REDACCIÓN EN LOS AÑOS SETENTA

Fuente: Archivo de Bogotá. El consejo editorial de Alternativa en los años 70. De


izq. a der., Antonio Caballero,IMAGEN
Enrique Santos
No.y Hernando
13 Corral, entre otros.
CUARENTA AÑOS DESPUÉS

Fuente: Archivo de Bogotá. Conversatorio a propósito de los 40 años de la revista, realizado


en el Archivo de Bogotá el 27 de noviembre de 2014. De izq. a der. Jorge Orlando Melo,
Antonio Caballero, Hernando Corral, Enrique Santos y Bernardo García. IMAGEN No.
15
JORGE VILLEGAS
IMAGEN No. 14
LAS CARAS DEL TALLER 4 ROJO

Fuente: Archivo de Bogotá. Las únicas fotografías Fuente: Revista Alternativa,


conocidas de Diego Arango y Nirma Zárate, del Taller 4 edición No. 55, Bogotá, 13 de
Rojo. octubre de 1975, p. 13.
CAPÍTULO V
LOS MOVIMIENTOS ARMADOS Y SU PRESENCIA EN ALTERNATIVA.
EL ROL DEL M-19

Haremos aquí un seguimiento del espectro de los movimientos guerrilleros que


encontró Alternativa en su nacimiento, del nuevo enfoque con que cubrió las acciones
insurgentes, de su papel en la difusión de actos y pronunciamientos procedentes de los
alzados en armas, y del papel que jugaron movimientos como el M-19 en su relación
con la Redacción de la revista.

Alternativa circuló en una época de pleno desarrollo de los movimientos insurgentes del país,
cuando los diversos contingentes de los tres grupos principales pugnaban por su
consolidación (Farc) o la resolución de sus diferencias internas (ELN y EPL), tocados
también, y de qué manera, por los efectos de la Guerra Fría que siguió a la segunda gran
conflagración mundial (luego de 1945) y que dividió en dos grandes bloques el campo
socialista: quienes se identificaban con el papel histórico jugado por la Unión Soviética, y
los que se apartaban de ésta y optaban por el deslinde trazado por la dirección del Partido
Comunista Chino, que desde finales de la década de los años 50 consideraba a Moscú como
un nuevo imperialismo, el “socialimperialismo”. A un lado de estas dos grandes corrientes
aparecía el trotskismo, una parte del cual se declaraba continuadora de la Internacional
Comunista, lo que le otorgaba un cariz europeizante que, además, no materializó en el país
ningún proyecto armado fuerte, así, desde el punto de vista teórico, defendiera la lucha
insurreccional como cuna del poder revolucionario. En la época se proyectaba influyente y
espejo de muchas acciones el triunfo de la Revolución Cubana, que emergía como la
evidencia de que la vía hacia el poder no era otra que la guerrillera, a partir de la generación
de un foco insurgente que se encargara de abrir el camino en el que se unirían otros. Además,
la figura del sacerdote Camilo Torres, caído en su primer combate en las filas del ELN,
iluminaba la senda de una nueva generación soñadora, en la que ya se había instalado para
quedarse otro ícono refulgente y mítico: Ernesto Guevara.
111

Pero tal vez el telón de fondo más interesante e influyente en el surgimiento de la revista lo
constituyó el M-19, organización que configuró una mezcla de nacionalismo, independencia
respecto de las líneas internacionales y audacia táctica, que incluía la extraña apropiación de
las banderas de la Alianza Nacional Popular, Anapo, y de su construcción populista liberal-
conservadora, pues la masa anapista era lo que más importaba al fundador del ‘Eme’, Jaime
Bateman Cayón. A éste y a los líderes procedentes principalmente del Partido Comunista, de
la Juventud Comunistas y de las Farc, como Iván Marino Ospina y Álvaro Fayad, entre otros,
no parecía interesar quien había sido el general Gustavo Rojas Pinilla, el inspirador y dueño
de la Anapo, surgido de las entrañas conservadoras, usado por las élites para tratar de amainar
la violencia bipartidista y ejecutor de un gobierno derivado en dictadura, entre 1953 y 1957,
que no dudó en perseguir con saña al Partido Comunista y a todo lo que desde la izquierda
se opusiera a su gestión autoritaria.

Fue el M-19 la agrupación que mayor influencia tuvo en la revista, como ha sido
documentado por varios autores, a pesar de que algunos de ellos sostienen que las
preferencias de Enrique Santos Calderón, uno de los ejes en la creación de Alternativa, iban
por el lado del Ejército de Liberación Nacional, ELN. Así lo cree Darío Villamizar, un
investigador social que estuvo vinculado al M-19, fue su representante político en Ecuador,
en 1985, y fue deportado de ese país a Colombia luego der ser detenido y sometido a torturas.
Villamizar escribió el libro Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario y en él se refiere
a lo que le expresó Santos sobre su relación con el líder guerrillero, luego de un primer
encuentro, en 1973:

A Santos se le notaba su simpatía por el ELN, pero era bastante abierto a nuevas
propuestas: “Esa fue la vez que conocí a Jaime Bateman. De ahí comienza una
relación muy larga, muy intensa. Era una persona muy desconcertante al comienzo,
con esa pinta que tenía, esa simpatía, esa cosa costeña y esa agudeza política. Él
comenzó a contarme de una lo que estaban haciendo, con muchísima confianza. Me
dijo que sabía que estábamos en el plan de sacar una revista, que creía en la amplitud,
en la unidad crítica de la izquierda, no más sectarismo. Comenzó a hablarme en un
lenguaje que era exactamente las reflexiones en que estábamos nosotros: mamados
de toda la pelea chino-soviética, de todo ese canibalismo ideológico de la izquierda,
112

buscando una cosa muy amplia que pudiera dirigirse al país real y superar todas esas
sectas”.118

Así, fácilmente aparecieron las confluencias políticas entre el periodista proveniente de la


élite bogotana, accionista del principal periódico de la burguesía colombiana, y el líder
insurgente que desde 1970, cuando ºse produjo su exclusión del Partido Comunista, venía
fraguando la creación de una organización guerrillera que se condujera por una vía distinta a
la de las adscripciones a las líneas internacionales, que estuviera en sintonía con la
idiosincrasia nacional y que rompiera con los acartonamientos ideológicos de los partidos,
grupos y fracciones de la izquierda de la época, que Bateman consideraba alejados del
comportamiento y el querer de los colombianos de a pie. Algo parecido, desde su óptica,
pensaban Santos Calderón y los otros gestores de la revista, que consideraban como una
necesidad situarse en la mitad del camino para facilitar el paso de todas las tendencias de la
izquierda social, la política legal y la alzada en armas, como lo expresaron en su ideario.
Santos y ‘El Flaco’, como le decían a Bateman, se encontraron por primera vez luego de un
contacto realizado por el poeta Nelson Osorio Marín, amigo común, en el Volkswagen del
primero, en el cual dieron vueltas y revueltas en inmediaciones del Parque Nacional de
Bogotá. Los encuentros continuaron a finales de 1973, según refiere Darío Villamizar,
cuando se alistaba el debut del M-19 en la vida política nacional, y los grupos promotores de
Alternativa también ultimaban preparativos para su aparición en el mundo periodístico del
país. Dos hechos casi simultáneos y sintomáticos.

En una tarde soleada de esos últimos días de diciembre se reunió con Enrique Santos
Calderón y lo hizo partícipe de lo que se estaba planeando. A Santos le encantó la
idea, por original y novedosa. A su vez le contó al ‘Flaco’ que se encontraban
próximos a lanzar Alternativa, una revista quincenal para aglutinar algunas fuerzas
de la dispersa izquierda, y que al mismo tiempo serviría de laboratorio para hacer un
periodismo distinto, ágil y comprometido… Bateman entendió la coincidencia
histórica entre las dos propuestas. Era un momento de apogeo para la izquierda
armada y la izquierda legal, había credibilidad; eso reafirmó su convicción de que se
abría un horizonte político. Pero claramente le dijo: “Usted en lo suyo, yo en lo mío,
y hagámosle. En esas condiciones se dispuso a apoyar e impulsar la revista ´como
fuera”.119

118
VILLAMIZAR, Darío, Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario, Bogotá, Editorial Planeta, 2002, pp.
251-252.
119
Ibíd., pp. 278-279.
113

La relación entre los dos hombres se manifestó en múltiples momentos, como cuando, en la
campaña de expectativa previa a su lanzamiento oficial, el M-19 publicó en diarios y revistas
su famosa propaganda: “¿Parásitos… gusanos? Espere M-19. ¿Decaimiento… falta de
memoria? Espere M-19. ¿Falta de energía?... Espere M-19”.

Santos, por su parte, los ayudó con algunas ideas y con información sobre cómo llegar
a El Tiempo para colocar los avisos; sugirió que hicieran los pagos en efectivo y para
ello aleccionó a Nelson Osorio. ‘El Mono’ Pedro fue el encargado de contratar la
novedosa publicidad en El Espectador, El Bogotano y El Tiempo. Al finalizar el año
(1973) ya casi todo estaba listo.120

Para Paulo César León, autor de un extenso artículo sobre la relación de Alternativa y el M-
19, los dos proyectos compartían no solo personas y visiones sino también resultados.

El M-19 y Alternativa no solo compartieron varios de sus miembros y la amistad entre


sus creadores, sino que fueron realmente muy parecidos: ambos nacieron como mitos
de ruptura con las tradiciones de la izquierda colombiana, pero ninguno de los dos
pudo escapar a sus tentaciones: intelectualismo, vanguardismo, dogmatismo, unidad
por arriba, y, desde luego, antisectarismo sectario. Pareciera como si cada uno hubiera
incomprendido los conceptos con los que había surgido.121

Pero más allá de esta realidad, puede decirse que Alternativa correspondió a un momento de
la historia del país en el que conformar guerrillas constituía una forma casi natural de
respuesta desde la izquierda al establecimiento que excluía de la participación política a
cuantos estuvieran por fuera del pacto bipartidista hecho durante el Frente Nacional (1958-
1974), en el marco del cual, como hemos dicho en otro capítulo de este trabajo, surgieron
buena parte de los movimientos insurgentes del Siglo XX en Colombia y a partir de los que
se proyectaron otros en años siguientes, como escisiones o como reflejo. Configuró el país
una generación sub géneris en el mundo, una época en la que los grupos alzados en armas
casi llegan a la veintena, como lo recordaba recientemente el politólogo vallecaucano Libardo
Orejuela Díaz, al hacer un recuento de las organizaciones surgidas luego de la aparición de

120
Ibíd., pp. 278-279.
121
LEÓN PALACIOS, Paulo César, “El M-19 y la subversión cultural bogotana en los setenta: el caso de la revista
Alternativa”, En: Anuario colombiano de historia social y de la cultura, No. 35, Bogotá, Universidad Nacional
de Colombia, 2008, p.210.
114

las Farc, producto de la resistencia campesina en Rio Chiquito, El Pato, Guayabero y


Marquetalia, hacia 1964.

A partir de allí, casi 20 expresiones guerrilleras han confrontado al Estado


colombiano: el grupo de Federico Arango Fonnegra, en Cundinamarca; la guerrilla
del Vichada, del médico Tulio Bayer, que terminó cazando nostalgias en la capital
mental del mundo, París; el grupo del Moec, de Antonio Larrota, muerto en las
montañas del Cauca; las FAL FUL de Mario Giraldo Vélez, que se movieron … en
el altar de la miseria en Colombia que es el Chocó …; los Comandos Ernesto Rojas
Morales; el grupo Pedro León Arboleda (Comando PLA); el ADO (Autodefensa
Obrera) en Bogotá; la guerrilla indígena del Manuel Quintín Lame; los Comandos de
Renovación Socialista; una expresión guerrillera que surgió bajo el vórtice de un
terrible fraude electoral que se hizo delante de todos los colombianos en 1970 y que
se llamó el Movimiento 19 de Abril, del que algunos de sus viejos dirigentes andan
hoy profundamente extraviados; la guerrilla que surgió bajo el amparo de la mítica
revolución de los hombres que bajaron de la Sierra Maestra (el ELN) … y hasta una
guerrilla que es fruto de la división del movimiento comunista internacional, que fue
la vieja guerrilla del EPL, centrada entre las serranías de Abibe, Ayapel y San
Jerónimo, Alto Sinú y Bajo Cauca.122

En la larga lista descrita por Orejuela Díaz (Ver Cuadro No. 5) habría que agregar al Ejército
Revolucionario de Colombia, surgido en 1969, fundado por el guerrillero liberal Roberto
González, conocido como ‘Pedro Brinco’, en el norte del departamento de Antioquia y que
tuvo poca duración.123 A todos los grupos que circulaban por la geografía nacional en su
época Alternativa abrió sus páginas de una u otra forma. No solo al M-19, pues en la
redacción de la revista pervivían simpatizantes de diversas tendencias. Además, el grado de
discusión y cuestionamiento acerca de la validez de la lucha armada en general no había
llegado a los niveles que luego alcanzaría como consecuencia de las divisiones, pugnas y
purgas internas, y de los consiguientes efectos de un accionar prolongado en el tiempo, en
medio de comunidades principalmente rurales que, poco a poco, comenzarían a sentir el
desgaste de la guerra. Así lo refleja, por ejemplo, Hernando Corral, quien llegó a Alternativa
luego del número 100, en una etapa de reestructuración vivida por la revista posterior a la
crisis suscitada por la salida del grupo de Bernardo García.

122
OREJUELA DÍAZ, Libardo, “Palabras de apertura de la III Cumbre Nacional por la Paz. El país que sufre está
fuera de las aulas”, Revista Cuadernos de Paz Vol. 2, No. 4, Cali, Universidad Libre, enero-marzo de 2015, p.
38. El certamen se cumplió en la sede de la Universidad Libre Seccional Cali el 24 de noviembre de 2014.
123
“Movimientos armados en Colombia”, En: http://guerrilascolombia.blogspot.com/p/movimientos-
armados.html, consultado el domingo 15 de marzo de 2015
115

… yo venía de una experiencia de haber estado preso en el año 71 en la cárcel, de


haber estado acusado de pertenecer a una red urbana del ELN. Entonces, realmente
yo creo que fue una oportunidad para mí en ese momento, y lo que vivía el mundo y
lo que vivía el país, de vincularme a dos experiencias muy grandes que no se pueden
desligar.124

Un hecho que en principio planteó las coincidencias entre el M-19 y Alternativa fue el hurto
de la espada de Bolívar (Ver imagen No. 16) por parte de un comando que dirigieron Bateman
y Álvaro Fayad, el 17 de enero de 1974, tan solo un mes antes del lanzamiento de la revista,
el 15 de febrero del mismo año. Dos fotografías del momento fueron tomadas en la Quinta
de Bolívar. Una de ellas le fue remitida a Alternativa con un comunicado titulado “La espada
libertaria está ya en manos del pueblo”. Darío Villamizar lo evalúa así:

La publicación de la fotografía y el comunicado en Alternativa fue prácticamente un


‘gol’ de Santos por sus afinidades con ‘El Flaco’, lo que le generó dentro del staff de
la revista el primero de muchos debates frente a quienes se preguntaban por qué ese
tipo de ‘exclusividades’ y de contactos tan directos…125

En realidad, Santos Calderón no era el único que tenía contactos con el M-19. Otros, como
Carlos Duplat, un hombre con muchas aptitudes artísticas y quien ingresó a Alternativa a
trabajar en la sección de diseño desde la fundación de la revista, también las tenía. La
diferencia con Santos era que esa cercanía era orgánica: Duplat militaba ya en el EME, como
se lo dijo a Villamizar:

Desde que yo me vínculo con Alternativa vuelvo otra vez al contacto con ‘El Flaco’
Yo armé el primer número de Alternativa en enero de 1974. Bateman se acercó a
Alternativa: veía una gran oportunidad ahí. Periódicamente nos reuníamos, me traía
material, discutíamos, bromeábamos, mamaba gallo y en la revista metíamos toda la
información que podíamos. Cuando él se acerca a mí ya era del M-19 y conmigo ya
se identifica como tal, no había ninguna duda de nada; personalmente me entregaba
los materiales…”.126

Otros integrantes de Alternativa, como Carlos Vidales, también militaban en el M-19.


Aunque alcanzó a ser dirigente de esta agrupación en Bogotá, se retiró de ella paulatinamente
en la época en que tuvo que exiliarse, en 1979, debido de la oleada represiva desatada por el

124
CONVERSATORIO con Hernando Corral, ex integrante de la redacción de Alternativa, en el acto de
presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
125
VILLAMIZAR, Darío, Op. Cit., p. 284.
126
Entrevista concedida a Darío Villamizar en Bogotá el 10 de mayo de 1999.
116

gobierno de Julio César Turbay Ayala, luego del robo de cinco mil fusiles protagonizado por
el M-19 en la armería que poseía el Ejército en el Catón Norte de Bogotá. El espectacular
operativo guerrillero, que estuvo precedido de la construcción de un largo túnel desde una
casa situada a cien metros del depósito, culminó en un golpe sin antecedentes, en la noche de
fin de año de 1978. El hijo del gran poeta Luis Vidales no compartió ni esa acción ni otras
que le siguieron. Vidales salió de la revista en octubre de 1974, cuando se produjo la primera
gran crisis de la publicación, e hizo parte, con Carlos Duplat y el grupo de Orlando Fals
Borda, de quienes fundaron una revista alternativa a Alternativa: la revista Alternativa del
Pueblo.

Darío Villamizar, el biógrafo de Jaime Bateman, cree que la relación entre Alternativa y el
M-19 no era un asunto de coincidencias sino de identidades:

No son dos hechos aislados entre sí. Se llega a la fundación del M-19 y a la primera
edición de la revista Alternativa en febrero de 1974, por un acumulado histórico. El
país necesitaba un medio de comunicación independiente de los medios que en ese
momento representaban los intereses de las familias Santos y Cano, El Tiempo y El
Espectador respectivamente, y (la revista) llega a cubrir ese vacío que había, un vacío
donde se requería un medio de comunicación independiente, de alguna manera
pluralista, que reflejara los pensamientos de una revista democrática, pero también de
la izquierda armada, eso no hay que negarlo, nacional e internacionalmente, porque
Alternativa abrió sus páginas a muchísimas voces de muchísimos dirigentes de
organizaciones insurgentes del continente y de otras partes del mundo.127

Lo cierto es que los problemas comenzaron casi con la fundación de la revista, en parte como
reflejo de la composición heterogénea, desde el punto de vista político, de su equipo de
trabajo e, incluso, por la influencia misma del M-19, con la que no todos estaban
sintonizados. Así se lo reconoció Santos Calderón a Darío Villamizar;

Esas discusiones fueron desde el primer número de Alternativa por la influencia y


peso específico que tuvo el M-19 allí. Ahí fue donde el EME y ‘El Flaco’ cometieron
un grave error, que fue presionar mucho, tratar de copar y tomarse la revista. Fue
cuando vino la primera crisis y yo no le jalé a eso. Fue la primera pelea mía con
Bateman, la ruptura, y le dije: ‘Flaco, estás contradiciendo y estás traicionando todo
lo que dijiste de amplitud’. La actitud era sacar a Bernardo García, que era el más

127
ENTREVISTA con Darío Villamizar, investigador social y autor de Jaime Bateman. Biografía de un
revolucionario, Cali, 15 de julio de 2015, realizada por Luis Alfonso Mena S.
117

crítico de eso. ‘El Flaco’ en un momento dado mostró su vaina hegemónica y el M-


19 quiso como consolidar más el control de la revista, y yo le dije que no.128

Como hemos dicho, Alternativa del Pueblo desapareció a los nueve meses y diez días de estar
en las calles (desde la edición No. 19, del 24 de octubre de 1974, a la No. 38, del 4 de agosto
de 1975): 19 ediciones en total, pues la de diciembre de 1974 se publicó como doble (Nos.
22-23). Según Vidales, el principal factor fue el económico. “Falta de recursos. En un
momento, el M-19 estuvo tentado de aportar ayudas, pero se resolvió, con muy buen criterio,
que si la revista no era capaz de sostenerse sola, no se le debía dar oxígeno desde afuera”.129
Sin embargo, todo indica que la otra Alternativa, la de García Márquez y Santos Calderón,
continuó siendo oxigenada por el M-19 en momentos clave. “… el M-19 participó en la vida
de Alternativa periodísticamente y, en algunos periodos, económica y administrativamente”,
asegura Paulo César León en el artículo ya mencionado130. Él, además, sostiene que uno de
los gerentes que tuvo la revista, Gerardo Quevedo, era militante del M-19, y agrega a la lista
de miembros del EME que laboraban en la Redacción de Alternativa a Carlos Sánchez, quien
también ejercía como fotógrafo; a Sebastián Arias y a Nelson Osorio Marín, que además de
redactor era reconocido poeta y publicista. Aunque en la época de la primera ruptura dentro
de Alternativa Bateman había tomado partido por el sector de los trabajadores (orientado por
el M-19) y por la Fundación La Rosca de Investigación y Acción, de Fals Borda, nunca
rompió con la revista fundacional, la de García Márquez y Santos Calderón. Así lo recuerda
Carlos Duplat, en la entrevista concedida a Darío Villamizar para su libro sobre Jaime
Bateman:

Cuando se produce la división en Alternativa, yo quedé en Alternativa del Pueblo con


Orlando Fals. Sin embargo, ‘El Flaco’ siguió con ambos, ni pendejo que fuera – idiota
uno que tomó eso como una cosa personal--. Era totalmente absurdo y totalmente
antitáctico y antiperiodístico haber fomentado esa división. Nos maltrataron como
personas, Enrique Santos y Gabo. Porque ese trabajo en la revista se hacía de corazón.
Uno se siente maltratado, y nosotros llegamos a demandar a García Márquez.
Adalberto Carvajal era el abogado. Y ‘El Flaco’ vino y me dijo: “No sea güevón,
cómo se le ocurre ir a demandar a Gabo, que es el símbolo que nosotros tenemos aquí

128
VILLAMIZAR, Darío, op. Cit., p. 293.
129
Ibíd.
130
LEÓN PALACIOS, Paulo César, “El M-19 y la subversión cultural bogotana en los setenta: el caso de la revista
Alternativa”, En: Anuario colombiano de historia social y de la cultura, No. 35, Bogotá, Universidad Nacional
de Colombia, 2008, p. 193.
118

en la lucha contra la dictadura de Pinochet”. Yo retiré la demanda; ya Gabo había


escrito algunas cosas contra el golpe en Chile. Me gané hasta hoy la enemistad de
Gabo.131

De esta forma, la influencia del EME se mantuvo en la revista oficial: “… Alternativa de


Gabo transitaba paradójicamente a una nueva época de mayor radicalismo y franca defensa
de la insurgencia, donde el M-19 tuvo mucho más influencia, puso un gerente y aportó una
parte del presupuesto…”132. Desaparecida Alternativa del Pueblo, Bateman reanudó sus
contactos con quienes hacían parte de Alternativa, entre ellos Santos Calderón, “…reconoció
los errores y les expresó su deseo de apoyar la revista. En ese momento ya hacían parte de la
publicación periodistas con experiencia, como Jorge Restrepo, Antonio Caballero y Daniel
Samper”.133 Según Darío Villamizar, los encuentros con estos periodistas se hicieron
frecuentes en reuniones en las que trataba toda clase de temas, “de todo se quería enterar, no
paraba de aprender”. En algunas de ellas participaron también Álvaro Fayad y Élmer Marín,
dirigentes del M-19.

Alternativa difundía constantemente información contenida en boletines del ELN (Ver


imagen No. 19). Pero no se limitaba a ello. A finales de 1975, también se produjeron
contactos de periodistas de la revista con integrantes del ELN, entre ellos el médico Alonso
Ojeda Awad, quienes, por instrucciones de Nicolás Rodríguez Bautista, ‘Gabino’, estaban
interesados en auscultar las opiniones de personas vinculadas a diferentes estamentos
ciudadanos sobre el movimiento guerrillero, y conocer, además, acerca de circunstancias de
la vida legal sobre las que, por su situación de clandestinidad, no tenían información. Se
reunieron entonces en Bogotá, entre otras personas, con Santos Calderón:

A través del periodista, los guerrilleros obtuvieron la más amplia información sobre
la situación de los grupos de izquierda, las diferentes posiciones ante el debate
electoral de ‘Mitaca’ que se avecinaba, el estado del movimiento obrero y de otras
organizaciones guerrilleras nacionales y del continente.134

131
VILLAMIZAR, Darío, op. cit., pp. 293-294.
132
LEÓN PALACIOS, Paulo César, art. Cit., p. 207.
133
VILLAMIZAR, Darío, op. cit., pp. 294.
134
Ibíd., p. 311.
119

Las dificultades económicas en Alternativa no cesaron, debido a múltiples factores típicos


del mercado y a la falta de publicidad. Pero lo más graves es que esos problemas iban
paralelos con las diferencias conceptuales, de estilo, hasta cierto punto ideológicas, acerca
del modelo de periodismo que persistía en el equipo de la Redacción. Surgieron en 1976 con
el grupo de Bernardo García, que se mostraba en desacuerdo con el manejo vertical que
Santos le daba, según su opinión, a la revista, de un lado, y respecto de posiciones políticas
y de su relación, por ejemplo, con los grupos alzados en armas. Por eso se abrió un nuevo
compás de espera en procura de soluciones, que comenzó a finales de 1976, en la edición 111
y se prolongó por espacio de cuatro meses, hasta el 1 de mayo de 1977, como lo recuerda
Santos Calderón en la entrevista que le concedió a Darío Villamizar:

La situación económica estaba difícil y la pela desgastó mucho a la revista, al equipo


y la mística de trabajo. Nos tocó suspender la publicación durante cuatro meses para
poder reestructurarla y refinanciarnos. Ahí si entró ‘El Flaco’ a ayudarnos mucho
más. Apareció Rubén Carvajalino y otra gente muy buena. Entró Gerardo Quevedo
como gerente; llegó por el lado de Hernando Corral, que era cercano al ELN y le tenía
mucha desconfianza al M-19… Nuevamente la relación con ‘El Flaco’ se consolidó.
Estaba en sus mejores momentos.135

Según Villamizar, “la disposición de Bateman era apoyar a Alternativa. Apoyarla a fondo.
Tan a fondo que comenzó a financiarla”.136

En los términos de lucha por la apertura de espacios democráticos que identificó el ejercicio
periodístico, social y político de Alternativa, la revista traza una parábola de identificación
con Bateman, quien no había dudado en producir rupturas en el campo de la izquierda donde
nació, muchas veces incomprendidas y, seguramente, muchas de ellas equivocadas, para,
desde su óptica, desbrozar caminos de democracia, como lo resume, en la introducción de su
Biografía, Darío Villamizar:

“Bateman fue pionero en proponer una salida distinta a la guerra. Entendió que ese
no podía ser el destino fatal de los colombianos, que sí teníamos ‘una segunda
oportunidad sobre la tierra’. Hacia la reconciliación decidió conducir su accionar.
Movilizó a propios y ajenos en busca de una paz digna y justa. Por ella hizo hasta lo

135
Ibíd., pp. 326-327.
136
Ibíd., p. 327.
120

imposible, tanto que murió tratando de encontrar nuevos escenarios que facilitaran el
diálogo nacional”.137

La insurgencia se hace visible (las Farc y el ELN)


Además de la primicia de la foto y el comunicado del M-19 sobre el robo de la espada de
Bolívar, la revista dedicaba la portada de su primer número a anunciar un informe especial
sobre cómo operaba la contraguerrilla en Colombia. El artículo estaba destinado a denunciar
lo que había detrás de los teatros de guerra instalados por las Fuerzas Armadas para combatir
a las organizaciones insurgentes en todo el país. Titulado “La contraguerrilla. Acciones y
persecuciones”, el informe especial ofrecía “la cara no divulgada de lo que ocurre en las
numerosas zonas de guerra”, denunciaba la desmesura de las operaciones (“Del control de
alimentos a la prohibición del vallenato”), hablaba de que “La nueva estrategia militar apunta
al exterminio total de la guerrilla” y remataba explicando “quienes agradecen y quienes
padecen la defensa del ‘orden interno’”.138

Este artículo ya empezaba a mostrar una línea de análisis que fue común a muchos de los
publicados a lo largo de seis años por la revista: el influjo del Frente Nacional en el desarrollo
ulterior de la vida política, social y cultural del país, sus efectos negativos como generador
de exclusión y de la irrupción de numerosas expresiones armadas de izquierda que respondían
con su alzamiento a esa dinámica segregadora, lo mismo que a los nuevos fenómenos de
violencia y violaciones de derechos humanos producidos por el establecimiento protector del
pacto bipartidista prolongado. Refería el artículo:

López y Gómez (candidatos presidenciales en 1974) se proclaman ambos como las


palomas de la paz, ambos se consideran sus emisarios y ambos coinciden en afirmar
que el principal mérito del Frente Nacional es el de haber “restablecido la paz en el
campo colombiano”. Pero mientras esta retórica pacifista brota de todos los discursos
preelectorales, amplias zonas del país se encuentran en estado de guerra.139

El mismo artículo cuestionaba la manera parcializada como la prensa de las élites había
informado sobre la ofensiva contrainsurgente, reproduciendo de manera amplia los boletines

137
Ibíd., p. 13.
138
Alternativa No. 1, del 15 al 28 de febrero de 1974, “La contraguerrilla. Acciones y persecuciones”, p. 12.
139
Ibíd., p. 12.
121

de las Fuerzas Armadas y desplegando “con lujo de detalles la caída de diversos combatientes
guerrilleros…”, pero cuidándose “de no dar a conocer la otra cara de la campaña
antiguerrillera”. Según el artículo, los medios evitan “que la opinión pública sepa en qué
consisten estas ofensivas, cómo afectan las regiones donde se desarrollan y cuáles son sus
repercusiones concretas sobre la población campesina que las padece”. Luego, el texto se
refería a la Operación Anorí, iniciada el 19 de septiembre de 1973, en desarrollo de la cual
cayeron Manuel y Antonio Vásquez Castaño, dirigentes del Ejército de Liberación Nacional,
ELN. Y abordaba también la ofensiva que en diciembre del mismo año, concluida la
Operación Anorí, desató el Ejército contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia, Farc, en las montañas limítrofes de los departamentos del Tolima y del Huila, un
cerco militar que fue roto por la guerrilla el 28 del mismo mes. En su análisis, Alternativa
formulaba un enfoque radicalmente opuesto al de los medios masivos, posición que
empezaría a levantar roncha en los altos estamentos gubernamentales y originaría
prevenciones para la segunda edición por parte de las Fuerzas Armadas, que intentaron
recoger el número dos de la revista. Decía el artículo: “La represión oficial genera violencia
y como resultado de la acción militar en estas regiones, el ‘terreno de batalla’ se ha ampliado
considerablemente y va creciendo simultáneamente el fenómeno del apoyo político a los
grupos que el ejército combate”.140

En el sumario del artículo titulado “¿Y de la espada qué?”, Alternativa aclaraba que publicaba
“el último comunicado del M-19 que, junto con la foto de la espada de Bolívar, fue enviado
a todos los medios de información, pero que ninguno divulgó”.141 El comunicado comenzaba
diciendo: “Bolívar guerrillero y patriota. Bolívar pueblo. Bolívar nuestro vuelve a quitar el
sueño al opresor…” Y remataba así: “Por una Colombia socialista. Con el pueblo, con las
armas, con María Eugenia al poder".

En el No. 1, igualmente, Alternativa publicó una nota titulada “La justicia y los guerrilleros”,
en la que se consultaba al jurista Eduardo Umaña Luna respecto de los consejos verbales de
guerra y la primacía de la Justicia Penal Militar sobre la ordinaria. “La Constitución no puede

140
Ibíd., p. 14.
141
Ibíd., “¿Y de la espada, qué?” p. 24.
122

ser violentada con simples órdenes militares”, respondía Umaña, quien luego sería
columnista de la revista y era tenido en cuenta en esta oportunidad por su reconocida
trayectoria como defensor de los derechos humanos. Umaña agregaba: “… en tiempo de paz
ninguna persona o corporación puede ejercer autoridad judicial distinta a la rama
correspondiente…”142

La contraportada de la edición referenciada fue dedicada a una gran foto del padre Camilo
Torres Restrepo, con ocasión de cumplirse el día de la aparición de Alternativa, el 15 de
febrero de 1974, el octavo aniversario de la caída en combate del cura guerrillero, ocurrida
en Patio Cemento, departamento de Santander, en el maro de operativos contra el ELN
comandados por el entonces coronel Álvaro Valencia Tovar, en 1966. Todo indica que la
fecha conmemorativa de la desaparición del ícono de la revolución colombiana se hizo
coincidir con la de circulación del No. 1 de la revista, como un homenaje a su memoria y
significado. En los números siguientes, Alternativa publicó varios artículos sobre el padre
Torres Restrepo dedicados a reseñar su vida y sus luchas, en una sección que tuvo una gran
importancia dentro de la revista, Historia Prohibida: “¿Cómo llegó Camilo a la revolución?”
titulaba uno143 y “Camilo revolucionario”, el otro.144 En el No. 4 de la revista se daba a
conocer también una información acerca de la unión de las guerrillas del sur del continente,
hecho que reflejaba la respuesta de sectores de izquierda a una época de dictaduras y
gobiernos autoritarios.145 La historia del ELN, con sus deserciones incluidas, también
interesaba a Alternativa, que en la edición No. 6 abordaba el espinoso asunto en un artículo
sobre el caso de Lara Parada: “Quieren un nuevo Jaime Arenas”, y realizaba un interesante
ejercicio de preguntas a un texto publicado por el diario El Tiempo con una declaración del
ex comandante guerrillero. En él procuraba resolver “los dilemas de un desertor” y explicaba
que Alternativa ha querido “desentrañar algunos de los interrogantes que hoy se formula la
opinión pública, y para ello ha dirigido diez preguntas al texto mismo de la declaración de
Lara Parada. Ellas buscan aclarar, precisamente, las cuestiones que El Tiempo omitió a su

142
Ibíd., p 10.
143
Alternativa No. 4, del 1 al 15 de abril de 1974, “Cómo llegó Camilo a la revolución”, p. 30.
144
Alternativa No. 5, del 16 al 30 de abril de 1974, “Camilo revolucionario”, p. 30.
145
Alternativa No. 4, del 1 al 15 de abril de 1974. “Se unen guerrillas del sur del continente”, p.16.
123

acomodo”.146 Esta manera de abordar los hechos fue otra de las fórmulas usadas por la
revista: en muchos artículos sobre temas de coyuntura se apoyaba en publicaciones de la
llamada “gran prensa” para hacer lo que podríamos considerar un análisis del discurso,
diseccionar sus contenidos, descubrir sus contradicciones y elaborar su propia interpretación,
siempre desde una óptica diferente, de contra-información.

Alternativa también dedicó espacio a las diferencias del M-19 con María Eugenia Rojas147,
la hija del caudillo y considerada heredera natural de la Alianza Nacional Popular, Anapo, el
movimiento que el M-19 reivindicaba, aunque muchos de quienes lo integraban eran ajenos
a su génesis, como el mismo Bateman, que lo veía como una masa a encauzar: “Si la Anapo
es la que tienen el pueblo, pues a trabajar con la Anapo”, decía.148

En tono garciamarquiano, la revista publicó en su edición No. 10 un artículo titulado


“Algeciras: los muertos resucitan”, que usaba no solo un lenguaje sarcástico, sino también
un enfoque editorial absolutamente contrario al de los medios tradicionales. La presentación
del texto marcaba territorios periodístico y político propios:

Como todo el mundo sabe, los guerrilleros colombianos tienen la particularidad de


resucitar no una, sino varias veces. Manuel Marulanda Vélez, por ejemplo, ha sufrido
unas mil doscientas muertes en las páginas de prensa “sería”, y las “bandas de
antisociales” han desaparecido gracias a las declaraciones de jefes militares, civiles y
eclesiásticos. Pero el lunes 10 de junio, en la madrugada, una brigada de esos muertos
se tomó la población de Algeciras, la ocupó durante cuatro horas, luego de una cruenta
batalla con 17 policías del puesto local (cuyo comandante fue internado más tarde con
crisis nerviosa), mientras la población exteriorizaba su simpatía con los
resucitados.149

En esa misma tónica en su edición No. 11, en el artículo titulado “Cuatro años de represión:
¿De qué se ríe?”, referido a un balance del gobierno de Misael Pastrana Borrero, el
mandatario de la sonrisa permanente, la revista destacaba la consolidación de las guerrillas

146
Alternativa No. 6, del 1 de mayo de 1974, “La confesión de Lara Parada: ‘Quieren un nuevo Jaime Arenas’”,
pp. 18 y 19.
147
Alternativa No. 9, del 10 de junio de 1974. “El M-19 emplaza a María Eugenia”, p. 10.
148
VILLAMIZAR, Darío, op. Cit., p. 283.
149
Alternativa No. 10, del 24 de julio de 1974, “Algeciras: los muertos resucitan”, p. 13.
124

durante el período del Frente Nacional y la identificaba como una creciente “respuesta
popular” a la violencia institucionalizada del sistema, al tiempo que hacía un balance de los
actos de represión durante el mandato del presidente conservador, teóricamente el último del
periodo del pacto bipartidista prologado. Una de las ilustraciones más impactantes y osadas
fue la de la portada de esta edición, que mostraba al Presidente sonriente y dejando una estela
de huellas de sangre al caminar.

La consolidación durante el Frente Nacional de las organizaciones guerrilleras (ELN,


Farc, EPL); el progresivo surgimiento de sindicatos independientes y combativos; la
insurgencia del movimiento campesino, entre otros hechos, señalan los distintos
niveles de esta creciente respuesta popular a la violencia institucionalizada del
sistema.150

La edición No. 22 traía una nota (“Un no rotundo del ELN”) en la que desvirtuaba rumores
acerca de una masiva entrega de militantes de la guerrilla. En ella se hacía alusión a un
comunicado del ELN y concluía afirmando: “… la guerrilla ni se rinde ni se entrega”.151

Para una de las primeras ediciones de 1975, la No. 25, Alternativa tocó un hecho que
conmocionó a la izquierda colombiana: la muerte a manos del Ejército de Francisco Garnica,
Ricardo Torres y Carlos Alberto Morales. Luego hacer una descripción de la escisión
suscitada en la Juventud Comunista del Valle del Cauca, a la que pertenecían, y de destacar
su participación en las luchas obreras, barriales y estudiantiles de la época, entre 1963 y 1965,
la revista reseña sus actuaciones orientadas a la creación del llamado Partido Comunista ML
y sus esfuerzos para la conformación del EPL.

… los jóvenes parten a las montañas de Guacarí con un grupo de compañeros con el
ánimo de politizar a los campesinos y contribuir así a la formación del brazo armado
de su partido, que posteriormente, y ante la imposibilidad de fundirse con el ELN,
llevará el nombre de Ejército Popular de Liberación. Tarea en que habrían de
encontrar la muerte ellos y otros dirigentes.152

150
Alternativa No. 11, del 8 de julio de 1974, “Cuatro años de represión: ¿De qué se ríe?”, p. 17.
151
Alternativa No. 22, del 9 de diciembre de 1974, p. 6.
152
Alternativa No. 25, del 25 de enero de 1975, “Historia Prohibida: El ejército y el asesinato de tres
revolucionarios”, p. 30.
125

El tono del artículo es de exaltación de los tres jóvenes caídos. “Era el preludio del EPL al
que los tres héroes habían contribuido con su práctica política y su gesto guerrero”, decía el
extenso texto, que ponía de relieve que, en su memoria, tres regionales del PC-ML fueron
bautizados con sus nombres. Alternativa revelaba también facsímiles de documentos
oficiales que probaban las recompensas pagadas por la Gobernación de Humberto González
Narváez a informantes que delataron el sitio donde se encontraban los jóvenes perseguidos.
Finalmente, retomaba un relato del periódico El País de Cali, correspondiente al 7 de
diciembre de 1965, revelaba la forma espantosa como fueron asesinados los tres guerrilleros
y registraba el estado en que fueron hallados sus cadáveres:

… están destrozados por disparos de pistola hechos de frente, llenos de quemaduras


y de golpes, les faltan las uñas; el de Torres tiene la lengua partida y los de sus
compañeros, los órganos genitales lacerados; el de Garnica está irreconocible por la
bayoneta que atravesó su cara, por los ojos que le fueron arrancados y los 29 impactos
que recibió en la cara y el pecho.153

En la década de los años 70 las incursiones de las Farc en poblaciones constituían hechos
noticiosos que en la mayoría de los casos recibían cubrimientos desde la óptica oficial, en los
que primaban las versiones procedentes de las oficinas de prensa de los batallones y su
lenguaje predecible y descalificador. Llama la atención, por su enfoque distinto, el despliegue
dado por Alternativa a la toma del municipio de Puerto Rico (Ver imagen No. 18), uno de
los más importantes en la época para el Caquetá. El artículo titulaba: “Las Farc en Puerto
Rico: ‘No fue un asalto, sino una fiesta’. Habla la población”. El texto informaba que la
incursión fue protagonizada por 150 guerrilleros y que la policía retuvo a 110 personas en el
parque principal y sus inmediaciones para ser interrogadas.

Recogiendo algunas verdades que en Puerto Rico corren de boca en boca, se puede
establecer un “sumario” de esa acción. Analizando los hechos, afirma uno de los
sacerdotes que medió entre guerrilleros y policías, a ciencia cierta la guerrilla no quiso
matar a los policías porque “estaban situados de tal manera que hubieran podido llenar
de granadas el cuartel sin haber sufrido ellos el más mínimo problema”. Los vecinos
del cuartel de Policía declararon que los guerrilleros gritaban insistentemente:

153
Ibíd., p. 31.
126

“Ustedes son campesinos como nosotros y no perseguimos a nuestro pueblo.


Entreguen las armas, compañeros policías, sólo eso, que no los vamos a matar”.154

Más adelante, el registro de la toma reproducía declaraciones del sacerdote italiano José
Svanera, vinculado a la parroquia del municipio, quien sostenía que, a la postre, “El asalto
resultó desconcertante porque se convirtió en una verdadera fiesta… Yo no sé de dónde salió
tanta gente. Estaba todo el pueblo en la calle. Rodeaban a los guerrilleros en grandes corrillos
porque ellos estaban divididos en grupitos de a 10 o 15”. El pie de foto de una de las dos
gráficas que ilustraban el artículo era revelador: “Las oficinas de la Caja Agraria, símbolo
del estrangulamiento económico del campesinado y objetivo del ataque de las Farc”. decía.
La descripción de la foto, que mostraba la fachada de la sede del banco estatal llena de
consignas de las Farc, constituía toda una posición editorial, reforzada con un párrafo dentro
del texto de la información en el que se leía: “Cuando la guerrilla destruyó los archivos de la
Caja Agraria, los campesinos tenían porqué alegrarse”. Aunque aclaraba más adelante: “No
obstante, las copias (de los documentos de los créditos) están microfilmadas en Bogotá, y el
gerente local afirmó que esas eran ilusiones y que tendrían que pagar hasta el último
centavo”.155

En su edición No. 44, Alternativa otorgaba amplio despliegue a un nuevo comunicado de las
Farc. “Purga militar: pelea entre gorilas” era el título del artículo que reseñaba el
pronunciamiento de la guerrilla, originalmente aparecido en la revista Resistencia No. 56, de
junio de 1975, en el que, además, rememoraba los bombardeos contra Marquetalia, iniciados
el 18 de mayo de 1964. En el pronunciamiento guerrillero aparecía de nuevo el
cuestionamiento al antiguo recurso del Estado de Sitio que caracterizó la época de circulación
de la revista, la mayor parte del tiempo bajo el espectro de esa medida restrictiva de las
libertades públicas y ciudadanas (Ver cuadro No. 6).

El gobierno del antiguo jefe del MRL ha recurrido al viejo expediente reaccionario
del Estado de Sitio para poner camisa de fuerza a las luchas obreras, estudiantiles y
campesinas y, en general, de todo el pueblo, que no resiste la explotación redoblada
a que es sometido. ¿Cuál es la diferencia entre un gobierno presidido por un

154
Alternativa No. 31, del 28 de abril al 5 de mayo de 1975, “Las Farc en Puerto Rico: ‘No fue un asalto, sino
una fiesta’”, p. 12
155
Ibíd., p. 12.
127

“izquierdista” como López, y uno de Pastrana o uno de Bordaberry, Pinochet y


compañía en América Latina?156

La isla del terror


Al mismo tiempo, la revista comenzaba en este número otra serie periodística sobre la isla
prisión Gorgona, la entonces temida cárcel destinada supuestamente a condenados por delitos
de suma gravedad, pero en realidad centro de reclusión de campesinos y gente pobre. El
artículo fue hecho con base en información suministrada por miembros del Comité de
Solidaridad con los Presos Políticos que estuvieron en la isla. “En Gorgona están sobre todo
campesinos sin recursos, como comprobó una encuesta del capellán de la prisión, Isaac Bello,
según el cual el 92% de los prisioneros es de extracción campesina y el resto pequeños
artesanos y comerciantes”157, decía la información de la revista. La isla era también centro
de reclusión de presos políticos, entre ellos guerrilleros, como ocurría con Jaime Tarsicio
Guaracas, comandante de las Farc detenido en Cali en julio de 1973, sindicado de rebelión y
de concierto para delinquir, y remitido a la isla el 16 de noviembre de 1974, custodiado por
decenas de soldados y un buque de la Armada Nacional.158 Alternativa presentaba en el
marco del mismo informe declaraciones de Guaraca, quien perdió seis hermanos y a su padre
como consecuencia de la violencia oficial, como él mismo lo denunció ante los delegados
del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, fundado poco tiempo atrás, a instancias
de García Márquez, como hemos visto.

A mí me tocó las operaciones de aniquilamiento que adelantó el Ejército en el extremo


sur del Tolima y que afectó a dos municipios del Huila y tres tolimenses: Planadas,
Ataco, Aipe, Chaparral y Río Blanco. Mucha gente tuvo que huir delante de los
16.000 soldados invasores y de eso es un ejemplo mi padre. Él era un colono que
descuajó la selva para construirse una choza y darle de comer a su familia,
enfrentándose a todos los peligros. Pero llega el invasor, destruye todo, se roba los
animales y los frutos. Persigue al colono y lo asesina. Entonces, la violencia ya era
oficial para defender los intereses terratenientes contra los campesinos.159

156
Alternativa No. 44, del 28 de julio al 4 de agosto de 1975, p. 14.
157
Alternativa No. 44, del 28 de julio al 4 de agosto de 1975, “Isla prisión Gorgona (I) 600 condenados al
destierro y la opresión”, p. 17.
158
Ver más sobre el particular: MATTA ALDANA, Luis Alberto, Colombia y las Farc-EP. Origen de la lucha
guerrillera. Testimonio del comandante Jaime Guaraca, Tafalla (Navarra, España), Editorial Txalaparta, 1999.
159
Alternativa No. 44, del 28 de julio al 4 de agosto de 1975, “Jaime Guaraca: las ideas firmes, la moral en
alto”, p. 17.
128

Complementando la información sobre Gorgona, la revista dedicaba la contraportada de la


edición No. 44 a denunciar las características atroces de esta prisión con una foto impactante
de presos desnudos sometidos a requisas de los guardias frente a un aviso de alerta: “Red
eléctrica: peligro”. El encabezado de la foto era: “Gorgona: infierno carcelario”, y luego
aparecía la denuncia: “En la isla prisión de Gorgona viven sometidos a la represión de la
policía, al destierro y a condiciones infrahumanas 600 detenidos y 12 prisioneros políticos”.
Remataba asumiendo un compromiso, ajeno por obvias razones a los medios de las elites de
la época: “¡Libertad para los presos políticos y clausura del penal de la Gorgona!”

Otro caso que recibió amplio despliegue de Alternativa fue el de la muerte a manos del
Ejército de Pedro León Arboleda, uno de los fundadores del denominado Partido Comunista
ML, a quien la revista calificaba como “Un revolucionario hasta el final”, frase con la que se
titulaba el artículo de doble página y que hacía alusión a la fiera resistencia dada por el
insurgente maoísta al ataque desatado contra la casa en la que se alojaba, situada en el barrio
Vipasa, en el norte de Cali. Arboleda, periodista vallecaucano, había sido el sucesor de Pedro
Vásquez Rendón en la Secretaría Política del PC ML y pertenecía al Comando Nacional del
Ejército Popular de Liberación, EPL, al que ingresó en 1968. Su caída ocurrió el lunes 28 de
julio de 1975, a las 7 de la mañana, en operativo en el que participaron, dice la información
de la revista, 500 soldados de la III Brigada del Ejército. La caída de Arboleda ocurría en
medio de una aguda crisis interna en el EPL. “La muerte de Pedro León Arboleda incidirá
seguramente en la división interna que sufre actualmente el PC ML y algunos no descartan
que pueda tener el efecto de congelar la crisis ante la necesidad de enfrentar la ofensiva
militar”, vaticinaba la revista.160 El texto apuntillaba, como solía ocurrir en los artículos de
Alternativa, con una mezcla de información y posición editorial, estilo propio del periodismo
europeo continental, divergente del anglosajón. Decía Alternativa:

“La caída de este revolucionario está destinada, sin embargo, a constituirse en un


imperecedero ejemplo de consagración a los ideales de la revolución colombiana. Por
su fusión de intelectual y combatiente y por la forma heroica y valerosa como se batió

160
Alternativa No. 45, del 4 al 11 de agosto de 1975, “La muerte de Pedro león Arboleda: Un revolucionario
hasta el final”, p. 8.
129

hasta el final, la figura de Pedro León Arboleda se convertirá sin duda en un aliciente
para impulsar con más fuerza la lucha de liberación nacional”.161

El informe estaba acompañado de un texto complementario en el que vecinos del barrio


Vipasa relataban los dramáticos momentos del ataque del Ejército, de la resistencia de
Arboleda y del instante final del combate: “… dieron una orden y los soldados comenzaron
a disparar desde todas partes contra la casa. El hombre que estaba adentro cerró la puerta que
había quedado abierta y disparando con una ametralladora gritó: ‘De aquí no salgo. ¡De aquí
me sacan, pero muerto!’”, relató un vecino. Y luego concluyó: “De pronto alcanzamos a oír
un grito en la residencia: ‘¡Viva la revolución colombiana!’ Y el hombre ya no disparó
más”.162

También las Farc tuvieron presencia en la edición 45, cuando la revista registró una matanza
que en 1975 conmovió al país: la masacre de Otanche, departamento de Boyacá, en la que
perdieron la vida doce campesinos y que fue atribuida con inusitada prontitud a la guerrilla:
“Pocas veces como en esta masacre de Otanche los servicios informativos del Ejército y sus
fieles amigos de El Tiempo destaparon mejor el juego a los ojos de la opinión”, decía la
revista, con sarcasmo, al rechazar la sindicación mecánica. Y agregaba: “Un labriego de
Otanche explicó que ‘los de las Farc nunca atacan a campesinos pobres. Además, tienen
armas modernas, y a esta gente la mataron fue con escopetas de perdigones y con cuchillos:
claro que no fueron los guerrilleros’”.163 Con esta última frase fue titulada la información, en
caracteres rojos.

Como se ve, en su papel de dar cabida a todas las tendencias de la izquierda, legal o armada,
Alternativa era la única publicación de la época en Colombia que en una misma edición podía
pasar de resaltar una información relacionada con la guerrilla maoísta a otra vinculada con la
guerrilla prosoviética, dos estructuras insurgentes de izquierda que no se podían ni ver y que
se combatían mutuamente, entre otras razones, como resultado de la división del movimiento
comunista internacional. Hasta las ediciones de 1975, Alternativa asumía un mismo tono de

161
Ibíd., p. 9
162
Ibíd., “Testimonios del combate”, p.9.
163
Alternativa No. 45, del 4 al 11 de agosto de 1975, Boyacá: “Claro que NO fueron las Farc”, p. 23.
130

respeto hacia ambas organizaciones, y entregaba versiones que divergían rotundamente de


las informaciones proporcionadas sobre los mismos hechos por los medios de comunicación
hegemónicos, afines a la clase dirigente, alineados con el sistema socioeconómico, con el
régimen político y los gobiernos de turno.

La historia prohibida de una traición


Con la serie Historia Prohibida, la revista Alternativa desarrolló una tarea de divulgación de
investigaciones sociales, históricas y políticas clave, que le permitía cumplir con una misión
identificadora del periodismo alternativo: el de la educación de sus destinatarios. En la
edición No. 44, la revista presentaba la segunda parte de una nueva serie de esta sección,
titulada “Vida y muerte de Guadalupe Salcedo”164, el dirigente de la guerrilla liberal de los
Llanos Orientales asesinado por fuerzas del Estado en el sur de Bogotá, el 6 de junio de 1957,
casi cuatro años después de haber pactado la paz con el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla,
el 13 de septiembre de 1953. Este y otros trabajos de la historia política de la Violencia en
Colombia fueron realizados por el investigador social Arturo Alape (Carlos Arturo Ruiz),
autor de El Bogotazo165, una de las obras sobre el magnicidio del 9 de abril icónicas dentro
en la historiografía colombiana, y de Las vidas de Tirofijo166. “La Historia Prohibida, que
eran dos páginas en la revista, fue un gran éxito y se divulgaron toda clase de investigaciones.
Recuerdo que Arturo Alape, por ejemplo, publicó como 20 números sobre el asesinato de
Gaitán, sobre la historia de Marulanda”, opinaba recientemente Enrique Santos Calderón.167

En las ediciones 46 y 47, Historia Prohibida desarrolló las partes IV y V de la serie “Las
guerrillas del Llano”. Con el dramatismo de su pluma narradora de la historia colombiana,
Arturo Alape contaba en la edición No. 46 el dolor que para Plinio Murillo, uno de los
combatientes de la guerrilla de Guadalupe Salcedo, significaba la entrega de su movimiento,
en septiembre de 1953, solo tres meses después del golpe de Estado de Rojas Pinilla. “La
humillación de una entrega” titulaba la revista esta IV parte, que traía la foto de Guadalupe

164
Ibíd., “Vida y muerte de Guadalupe Salcedo (II). La Ley de las guerrillas del Llano”, pp. 30.31.
165
ALAPE, Arturo, El bogotazo, memorias del olvido, Bogotá, Círculo de Lectores, 1985.
166
ALAPE, Arturo, Las vidas de Pedro Antonio Marín, Manuel Marulanda Vélez, Tirofijo, Bogotá, editorial
Planeta, 2004.
167
CONVERSATORIO con Enrique Santos Calderón en el acto de presentación de la Exposición Homenaje
Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
131

Salcedo leyendo el periódico El Tiempo (Ver imagen No. 17), medio que registraba
alborozado la rendición. Murillo entra en las letras de Alape y éste las traslada a Alternativa:

“Llegó la noticia de que habían aterrizado Guadalupe, Aljure y otros más, para que
se hiciera efectiva ese día la entrega, día 13 de septiembre, tres meses después del
golpe de Rojas Pinilla (…) Yo sentía pesar, sentía dolor tener que hacer esto. Pero ya
no tenía remedio. Fui el primero en entregar mi efeá. Duré un rato en silencio. Pensé
cosas, cosas fáciles, como era el meterle otro proveedor y hacer una ráfaga… Todos
los compañeros se hubieran alzado”.168

Y concluía el demoledor relato del guerrillero Plinio Murillo:

“Dos minutos (después) de entregada mi arma, la humillación más cruel. Me hicieron


entrega de una taleguita de papel, una libra de fríjol, una camisa y un pantalón… Un
sombrero de paja enrollado recibieron mis manos, unas quimbas, una caja de fósforos,
un paquete de cigarrillos, una libra de azúcar, tal vez para refrescar el corazón, unos
palillos, una burla completa…”169

En la edición siguiente, la No. 47, Alternativa continuaba la serie con el relato sobre el
asesinato de Guadalupe Salcedo, a manos de la Policía, “víctima de una doble traición”: la
del Gobierno y la de su partido, el Liberal. Es un dramático testimonio de los últimos minutos
del líder guerrillero en un taxi, al sur de Bogotá, intercalado con párrafos de una carta dirigida
por Guadalupe a Alberto Lleras, el jefe liberal. Lo mataron con las manos en alto, cuando se
rendía. Dos orificios de disparos de arma de fuego en ellas dan testimonio del homicidio
cobarde. “Para Guadalupe no hubo discursos de la Dirección Liberal. La prensa liberal colocó
al día siguiente la noticia de su muerte en las últimas páginas. Se pidió una comisión
investigadora que hasta hoy no descifró nada”, decía Arturo Alape en la crónica. 170 La última
entrega de la serie trae una descarga contra el liberalismo: “Traición e infamia de la Dirección
Nacional Liberal”, titulaba el artículo que, en esencia, mostraba las diferencias de clase
dentro de ese partido. Ante la persecución de los godos, los altos jerarcas liberales se iban a
cómodos “exilios”: Alberto Lleras, a México; Eduardo Santos, a París; López Pumarejo, a
Londres; López Michelsen, a México. Pero los guerrilleros, la base liberal alzada en armas

168
Alternativa No. 46, del 11 al 18 de agosto de 1975, Historia Prohibida. “Las guerrillas del llano IV. La
humillación de una entrega”, p. 31.
169
Ibíd., p. 30
170
Alternativa No. 47, del 18 al 25 de agosto de 1975, Historia Prohibida. “Las guerrillas del Llano IV. Así
mataron a Guadalupe”, pp. 30-31
132

en los Llanos no tenía otro destino que la tumba, como les ocurrió a Eliseo Velásquez, los
hermanos Bautista, Álvaro Parra, Riquiero Perdomo, Alberto Hoyos, Dumar Aljure,
Guadalupe Salcedo Unda, etc., “… miles y miles hasta llegar a la suma de 200.000 en nueve
años de ignominia, de conciliación, de pacifismo de una dirección política de un partido que
cuenta a su militancia solo a la hora de votar”, decía Alape en el epílogo de su serie. “El
liberalismo le tiene pánico al ascenso popular. Prefiere al socio conservador”.171

La presencia del EPL


Aunque era la organización guerrillera de menor fuerza, comparada con las Farc y el ELN,
Alternativa concedía amplio espacio al EPL, sobre todo al principio de la circulación de esta
revista. En la edición No. 47, por ejemplo, reproducía una entrevista a Pedro León Arboleda,
caído hacía poco en Cali en un gigantesco operativo del Ejército, hecha por el periódico
Liberación, órgano oficial del Regional Ever Hoxha del PC ML, luego del regreso del
guerrillero de las serranías de San Jerónimo y Ayapel, en 1973. Era habitual en Alternativa
la reproducción de documentos aparecidos en los medios de divulgación de los diferentes
partidos, movimientos, grupos y tendencia de la izquierda armada y/o legal, por lo regular de
muy escasa circulación, en la mayoría de los casos limitados a alimentar la intercomunicación
entre militantes y simpatizantes. Con este tipo de difusión, la revista no solo cumplía el papel
propuesto desde un principio, en el sentido de servir de canal de expresión de la izquierda,
en su amplísimo espectro, sino que solucionaba una dificultad interna: la falta de un mayor
número de redactores. (En esta época solo aparecían tres: María Cristina de la Torre, Héctor
Melo y Jorge Restrepo. Antonio Caballero ya pertenecía a la plantilla, pero para la redacción
de asuntos internacionales. Todos estaban bajo la batuta de Bernardo García y Enrique Santos
Calderón).

La entrevista a Pedro León Arboleda era un documento que reflejaba las tensiones existentes
en el PC ML y el EPL, sumergidos en una fractura que los desperdigaba por lo menos en
cuatro sectores. Pero Arboleda se mostraba optimista y concluía:

171
Alternativa No. 48, del 25 de agosto al 1 de septiembre de 1975, Historia Prohibida. “La guerrilla en los
Llanos: Traición e infamia de la DNL”, p. 31.
133

“... con un partido que reclama, y quiere la guerra, avanzaremos arrolladores. Me


siento satisfecho y contento porque todo esto es como un premio para mí, todo un
reconocimiento. Cumpliendo con las orientaciones del V Pleno, vamos a generalizar
la guerra popular en Colombia, camarada”. 172

En la entrevista, Arboleda rememoraba las circunstancias en que nació el PC ML. “Eso fue
en una reunión celebrada el 16 de febrero de 1964. Eran exactamente las 11:20 a.m. cuando
se dio ese histórico acuerdo”, decía, luego de recordar los antecedentes de su trasegar desde
1957 en Cali: “... entre 1959 y 1960 surgen el Moec 7 de Enero, el Fuar, el MLN, la Juventud
Liberal Radicalizada y Arco (que es el PRS)173. Por aquel entonces habíamos hecho trabajo
sindical en Cali, en Fedetav, en unos 139 sindicatos…” Y añadía que entre 1962 y 1963 había
creado con Pedro Vásquez Rendón, Próspero León, Aldemar Londoño y Francisco Garnica,
entre otros, el Comité de Integración de Regionales Comunistas, Cinrec, que se expresaba a
través de la revista Polémica y buscaba fórmulas de organización. “Allí, unos estaban por la
conformación de un movimiento estilo MIR (Movimiento de Integración Revolucionaria), y
otros por un partido bolchevique. Finalmente nos pusimos de acuerdo por el Partido
Comunista (ML)”.174

Ya en edición anterior, la No. 42, en la tercera parte de la serie “La izquierda y el momento
actual”, la revista había consultado a la denominada Tendencia Marxista Leninista Maoísta
del PC ML respecto de su posición sobre la coyuntura, en plena vigencia del ‘Mandato Claro’
de Alfonso López Michelsen, y destacaba que esta organización sufría en ese momento “la
más grave división de su historia, desde que se escindió en 1964 del Partido Comunista”. La
radiografía que trazaba, y que esquematizamos a continuación, no era nada alentadora para
esa colectividad, una de las más cerradas y sectarias del espectro de la izquierda del momento
en Colombia (década de los años70). Las fracciones dentro del PC ML eran estas:

172
Ibíd., “Pedro León Arboleda. Su último reportaje”, p. 4
173
Sobre Arco y el PSR, Rafael Pardo sostiene: “Muchas iniciativas de crear nuevas opciones de izquierda se
agitaron en el país. No todas privilegiaban la lucha armada. Acción Revolucionaria Colombiana, Arco, se creó
en 1960 y en un inicio aglutinó a militantes expulsados del Partido Comunista; luego, en 1962 se transformó
en el Partido de la Revolución Socialista, PRS. El debate con otras tendencias era permanente y la opción de
las guerrillas no era ni mucho menos homogénea”. PARDO RUEDA, Rafael, La historia de las guerras, Bogotá,
Ediciones V Colombia, 2004, p. 424.
174
Alternativa No. 47, del 18 al 25 de agosto de 1975, “Pedro León Arboleda, su último reportaje”, p. 4.
134

1. Línea Comité Central, minoritaria. Era la que controlaba lo que quedaba del EPL. Su
periódico se llamaba Revolución.
2. Línea Proletaria, impulsada por el Regional Carlos Alberto Morales, de Caldas. Esta
fracción era tildada de “populista”. Su periódico se llamaba Tribuna Bolchevique.
3. Línea Marxista Leninista Maoísta, con influencia en el Regional Pedro Vásquez Rendón,
de Antioquia; Regional Ricardo Torres, del Valle, y Regional Ever Hoxha, de Cundinamarca.
Su periódico que se llamaba Liberación.
4. El Regional Bernardo Ferreira Grandel, de Sucre, Magdalena y Guajira, no había tomado
posición alguna.175

Además de las cuatro anteriores fracciones, se podría hablar de una quinta, agrupada en torno
del periódico Alborada. Se trataba de la Corriente M-L de Colombia, cuya consigna era “Por
la construcción del Partido del Proletariado, por la revolución democrática popular y
antiimperialista (camino) al socialismo y contra el revisionismo”.176 En 1975 se daba una
intensa discusión en el campo ML. En la edición No. 57, en la que aparecía el anuncio del
periódico Alborada, también se avisaba la publicación del libro ¿De dónde venimos, hacia
dónde vamos, hacia dónde debemos ir?, de Editorial 8 de Junio y distribuido por Editorial
La Pulga, en el cual debatían varias organizaciones maoístas y otras en trance de definirse
socialistas: Organización Revolucionaria del Pueblo, Unión Revolucionaria Socialista,
Tendencia Socialista, Academia Maoísta, Ligas Socialistas, Bloque Socialista, Espartaco,
Proletarización.177

Ante la magnitud de la división de una agrupación que se denominaba partido del


proletariado y guía de su ejército revolucionario, EPL, resultaba por lo menos paradójica una
de las consignas centrales del PC ML: “Combatiendo unidos venceremos”. La entrevista
publicada por Alternativa contenía las respuestas dadas por la Comisión Coordinadora
Nacional, y en las mismas se hacía énfasis en el rechazo al populismo que consideraban
incrustado también en sus propias filas: “… en nuestro partido hace presencia una corriente

175
Alternativa No 42, del 14 al 21 de julio de 1975, “La izquierda y el momento actual (III). Habla el PC (ML).
‘El fracaso de López, más claro que su mandato’”, p. 8.
176
Alternativa No. 57, del 27 de octubre al 3 de noviembre de 1975, “Ya salió Alborada”, aviso, p. 5
177
Ibíd., “Ya salió ¿De dónde venimos, hacia dónde vamos, hacia dónde debemos ir, p. 15.
135

de derecha con marcada tendencia al populismo”, decía la respuesta de la “Coordinadora”,


que a renglón seguido lanzaba un sablazo a la revista: “Ustedes deben conocerla muy bien,
puesto que le han hecho propaganda a través de sus páginas. Se trata del grupo que edita
Tribuna Bolchevique”.178

En su edición No. 73, la revista incluyó información relacionada con las otras dos tendencias
del PC ML. A un lado de una nueva sección que denominó Cartelera Política, daba espacio
a la llamada Línea Proletaria, tendencia que, en medio de las posiciones extremas que solían
identificar a los militantes del así llamado campo ML, aparecía como la más moderada. Y
ello se expresaba en la entrevista publicada por Alternativa, concedida por Fernando Jiménez
y Manuel Navarro. El primero explicaba que la Línea Proletaria era una fracción del PC ML
surgida en diciembre de 1974 “como un rompimiento con el guerrillerismo, con el
aislamiento del movimiento de masas, con el populismo y con la subestimación de la
importancia de la clase obrera”, y anunciaba su participación en las elecciones de Mitaca (de
concejales y diputados), algo impensable en militantes procedentes de un partido que como
el PC ML era radicalmente abstencionista. Y Manuel Navarro ampliaba que así se lograría
“salir del espíritu de capilla y de aislamiento para conseguir una mayor influencia política de
masas”. Según Jiménez, la militancia de su tendencia por fin se había dado cuenta de que el
PC ML no podía considerarse el partido del proletariado, y por eso hacían parte de un
realineamiento que por la época se propiciaba a través de la convocatoria, hecha por otro
grupo, la Unión Revolucionaria Socialista, URS, de una Conferencia Nacional de Círculos y
Organizaciones Marxistas.179 De tal convocatoria, sobre la que también se informaba en la
revista, hacían parte igualmente la Tendencia Marxista Leninista Maoísta del PC ML, el
Bloque Socialista, los grupos Coyuntura, Teoría y Práctica y Proletario, además del PC ML
Línea Proletaria y la Unión RS. Al caracterizar la situación nacional, estos grupos sostenían
en una declaración de su tercera reunión preparatoria que existía una “bancarrota del
populismo pequeñoburgués” y un “creciente descrédito del revisionismo ante el movimiento
revolucionario y, en especial, ante el movimiento democrático revolucionario del

178
Alternativa No 42, del 14 al 21 de julio de 1975, “La izquierda y el momento actual (III). Habla el PC (ML).
‘El fracaso de López, más claro que su mandato”, p. 9.
179
Alternativa No 73, del 8 al 15 de marzo de 1976, “Línea Proletaria va a las elecciones”, p. 13.
136

campesinado”.180 Al interpretar la anterior fraseología se podría deducir que se referían a la


Unión Nacional de Oposición que en la época integraban todavía el Partido Comunista, el
Moir y el Movimiento Amplio Colombiano, MAC, de un lado, y a las Farc, principal
movimiento campesino en armas. Finalmente, reconocían que había una “creciente pérdida
del espíritu mesiánico de los diferentes círculos y agrupamientos”, pero a continuación se
embarcaban de nuevo en la eterna tarea de “construir el partido de la clase obrera como
resultado de la unificación programática”.181

Producto de los golpes y del cambio de condiciones, la inmensa mayoría del EPL se
desmovilizó años después, en la terminación de una historia compleja que ha tenido entre sus
reconstructores a Álvaro Villarraga, autor de un voluminoso y abigarrado texto en el que
aborda con detalle lo que ocurrió con uno de los movimientos más radicales y fragmentados
de la izquierda guerrillera colombiana.182

A manera de conclusión:
En su propósito de dar cabida a todas las tendencias de la izquierda colombiana,
Alternativa no podía cerrar las puertas a la insurgencia, aunque ello representara un
permanente riesgo para su estabilidad, pues en múltiples oportunidades fue señalada
por medios y políticos del sistema de ser “el brazo desarmado de la subversión armada”.
Con la visibilización de lo que ocurría con la guerrilla y los pronunciamientos que ella
vertía, estaba haciendo también periodismo independiente y jugándosela por construir
una visión diferente de una realidad que los demás ignoraban o torcían
deliberadamente. Sin embargo, a medida que empezaron a presentarse contradicciones,
Alternativa fue variando su postura “comprensiva”, para empezar a formular
cuestionamientos que conducirían a que sectores de izquierda y de opinión giraran
hacia la búsqueda de salidas no armadas para la crisis del país, como se verá en el
capítulo VII. Por otra parte, quedó claramente dilucidado con la investigación hecha y

180
Ibíd., “Tercera reunión preparatoria. Agrupaciones marxistas llegan a acuerdo”, p. 13.
181
Ibíd.
182
VILLARRAGA SARMIENTO, Álvaro y otro. Para reconstruir los sueños. Una historia del EPL. Bogotá, Fondo
Editorial para la Paz, 1994.
137

el acopio de documentos y testimonios que la soportan, que existió una estrecha relación
entre el M.19 y la revista, no solo por la cercanía que Jaime Bateman Cayón tenía con
Santos Calderón y otros periodistas, sino por la militancia de no pocos de los
trabajadores del medio en el EME.

En el próximo capítulo daremos continuidad a un elemento iniciado en éste: la forma


como Alternativa abrió sus páginas para la expresión de la multiplicidad de partidos y
grupos de la izquierda política y social, esta vez la no armada, en procura la unidad
crítica de ella.
138

IMAGEN No. 16 IMAGEN No. 17


ALTERNATIVA Y EL EME HISTORIA PROHIBIDA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 1, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 46,
Bogotá, 15 de febrero de 1974, p. 24. Bogotá, 15 de febrero de 1974, p. 30.
IMAGEN No. 18
LA INSURGENCIA VISIBLE IMAGEN No. 19
ESPACIO PARA TODOS

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 113, Bogotá, 9


de mayo de 1977, p. 25.

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 31,


Bogotá, 28 de abril de 1975, p. 12.
CAPÍTULO VI
LA BÚSQUEDA DE ESPACIOS FRENTE AL BIPARTIDISMO
Y LA TENTACIÓN DIVISIONISTA EN LA IZQUIERDA

Iniciaremos el análisis en este capítulo de tres ejes de la agenda de la revista Alternativa


en pos de abrir espacios democráticos: su cuestionamiento constante a los efectos y
prolongación del Frente Nacional como sistema bipartidista excluyente; el debate
permanente entre los diversos partidos y grupos de la izquierda sobre la necesidad de
la unidad política, sindical y social; y la denuncia de los mecanismos de represión
desatados por los gobiernos de López Michelsen y Turbay Ayala, que derivaron en un
régimen autoritario. Dos fenómenos merecen aquí especial atención: el debate en torno
de la unidad de la clase obrera, a propósito del II Congreso de la Cstc, y el Paro Cívico
Nacional de 1977, que se convirtió en un hito dentro de las luchas sociales en el país.

Un recorrido a lo largo de los 257 números editados por la revista Alternativa en sus seis
años de existencia muestra el desarrollo de uno de los propósitos centrales definidos desde el
principio por la publicación: contribuir a la unidad de la izquierda, uno de sus aportes a la
búsqueda de generación de espacios democráticos en Colombia. Tal propósito estuvo
acompañado de un permanente cuestionamiento al bipartidismo acendrado en la época de su
circulación y expresado principalmente en los gobiernos de Alfonso López Michelsen (1974-
1978), el primer mandatario del período pos Frente Nacional, y de Julio César Turbay Ayala,
cubierto por la revista durante menos de dos años de su gestión, hasta el 27 de marzo de 1980,
cuando apareció la última edición.

Este capítulo contiene tres matrices que permiten un acercamiento heurístico a la realidad
política de la época y extraer las conclusiones que, finalmente, derivan en lo que podríamos
denominar el deslinde de los orientadores de Alternativa con el archipiélago de la izquierda
del momento y su inmersión en la experiencia política grupal directa con la creación del
Movimiento Firmes y su participación en la contienda electoral de la llama Mitaca, en marzo
de 1980, cuando presentó candidatos a concejos y asambleas.
140

Tres matrices de la revista estudiadas en materia de búsqueda de espacios democráticos


fueron (Ver cuadro No. 7):
1.- La crítica a los gobiernos de López y Turbay, lo mismo que al bipartidismo y el Frente
Nacional como su expresión más clara de pactos en las alturas por parte de fracciones del
poder.
2.- El debate entre los numerosas partidos y movimientos de izquierda de la época y su
derivación, como hemos dicho, en la participación electoral del movimiento Firmes, del cual
la revista fue motor, y su posterior inclusión en el que se llamó Frente Democrático.
3.- La denuncia de las acciones de coerción policial, militar y judicial contra la protesta social
y el ejercicio de la izquierda, al igual que de fenómenos de violación de derechos humanos
por actores estatales.

Sin contar columnas de opinión ni editoriales (Carta al Lector, se denominaban), en nuestro


estudio morfológico hallamos 200 artículos sobre los gobiernos de López Michelsen, Turbay
Ayala y el bipartidismo colombiano. De igual manera, 144 artículos sobre represión contra
partidos de izquierda y movimientos sociales, lo mismo que violaciones de los derechos
humanos por parte de organismos del Estado. Y, finalmente, encontramos 282 artículos sobre
debates entre los partidos de izquierda, el movimiento Firmes y el Frente Democrático, al
igual que respecto de protestas y movimientos sociales impulsados por aquellos.183 Entre
1974 y 1978, Alternativa tuvo su foco sobre la gestión de López Michelsen, un dirigente
liberal que durante la época del Frente Nacional creó una tercería, el Movimiento
Revolucionario Liberal, MRL, para confrontar su política excluyente, cobijado en una
plataforma democrática, pero quien al asumir la Presidencia se caracterizó por dar
continuidad a las prácticas bipartidistas y represiva. (Ver gráfico No. 1).

Uno de los proyectos más importantes del gobierno de López era, sin duda, la convocatoria
de una asamblea nacional constituyente que introdujera reformas en los regímenes municipal
y departamental ligadas a las necesidades de una clase política tradicional que aspiraba a
consolidar el dominio regional alcanzado con la repartición automática del poder pactada en

183
Ver el Cuadro No. 7: “Matrices de Alternativa sobre bipartidismo, coerción policial/judicial y debates en la
izquierda, 1974-1980”, respectivamente.
141

el Frente Nacional. “De por medio existe, no se puede olvidar, un pacto de caballeros entre
godos y liberales para que el proyecto más codiciado de este gobierno sea evacuado en este
año y pueda entrar en 1977 para su aprobación definitiva en segunda vuelta”, recordaba
Alternativa en su edición del 22 al 28 de noviembre de 1976.184 Y agregaba caracterizando
el momento y, también, la etapa que le correspondería confrontar desde el periodismo
alternativo:

La inspiración de base de esta propuesta de López hay que buscarla siempre en


planteamientos como los que hizo a comienzos de año a la revista norteamericana
Visión: a mediano plazo la lucha en Colombia no será entre liberales y conservadores,
sino entre quienes defienden la actual organización social y los que aspiran a
reemplazarla de tajo. Es evidente y se explica el que López vea la necesidad de unir
más sólidamente a su clase frente a las nuevas contingencias que plantea el conflicto
social en el país. Las reformas del régimen municipal y departamental y del aparato
judicial, de las que teóricamente se ocupará la Constituyente, son una forma de
cohesionar este bloque de la clase dominante, a través de tareas de ‘racionalización’
del funcionamiento del Estado.185

Así, para Alternativa eran evidentes dos hechos estratégicos: el fortalecimiento del sistema
bipartidista que tanto dijo combatir López entre 1961 y 1974, y su confrontación con quienes
emergieran como la contraparte del establecimiento, en el que el ‘Mandato Claro’, como se
le conoció al gobierno de López Michelsen, asumía el papel de nuevo gendarme. Ya en la
edición número 94 de la revista se hacía otra caracterización de la gestión de López de manera
precisa. “Un gobierno como todos los demás”, decía un artículo en el que se efectuaba un
balance de dos años del mismo.186

Pero el gobierno de López no sólo fue cuestionado en la órbita política sino también en la de
los derechos humanos. Su práctica de la seguridad tuvo graves repercusiones, que se pueden
referenciar en el Cuadro No. 1 que acompaña este capítulo, y que lo dejan ver como un
mandato durante el cual diferentes expresiones políticas y sociales fueron duramente
golpeadas. No hay que olvidar que una de las protestas sociales más importantes en la historia

184
”Constituyente. Primer round: López se sale con la suya”, en revista Alternativa No. 108, del 22 al 28 de
noviembre de 1996, p. 2-3.
185
Ibídem, p. 3.
186
Alternativa No. 94, del 16 al 23 de agosto de 1976, p. 8-9.
142

contemporánea de Colombia se suscitó en la mitad del gobierno de López Michelsen. El paro


cívico nacional del 14 de septiembre de 1977 unió a la mayoría de las organizaciones obreras,
lo mismo que a algunos de los partidos y movimientos de izquierda, y a esa protesta, que fue
violentamente reprimida por López, Alternativa dedicó cubrimientos excepcionales. López
hace parte de la larga lista de dirigentes liberales que expresaron ideales democráticos en sus
pugnas por acceder al poder, e incluso se propusieron políticas de apertura, pero que, una vez
alcanzaron sus objetivos (llegar al gobierno y acceder a órganos clave del establecimiento),
dieron la espalda a esos postulados, fieles a su procedencia de clase, como lo señala el artículo
de Alternativa referido.187

Las matrices consideradas en este capítulo brindan evidencias de lo anteriormente expuesto


no sólo respecto de López, sino de su continuador, Julio César Turbay Ayala, en cuyo
gobierno se puso en práctica el Estatuto de Seguridad, a imagen y semejanza de las políticas
de seguridad nacional implementadas en Estados Unidos y que llenaron de regímenes
autoritarios y dictaduras al continente americano en la década que nos ocupa, la de los años
70.188

Fortalecimiento del bipartidismo y ejercicio antidemocrático del poder no sólo constituyeron


el entorno en el cual nació Alternativa. También conformaron el referente al que respondió
la izquierda del momento, fracturada en multiplicidad de organizaciones, respecto de las
cuales la revista se propuso servir de canal de debate en procura de su acercamiento y unidad.
Esa es la resultante de la tercera matriz de este ejercicio, la que más nos interesa por sus
posibles repercusiones: Alternativa dedicó los primeros cuatro años, de los seis que duró, a
esa tarea, antes de tomar su propio rumbo y hacer lo que en principio negó ser su propósito:
constituirse en fundador e impulsor de un nuevo grupo político: el movimiento Firmes, cuyos

187
Ver “Cuando López era rebelde”, en Alternativa No. 3, del 16 al 31 de marzo de 1974, p. 2., lo mismo que
“López arma gabinete de oligarcas”, en Alternativa No. 14, p. 2-3.
188
“Se organiza la represión”, “Si hay torturas en Colombia” y “A propósito del Estado de Sitio. Represión en
América Latina” son los títulos de tres artículos aparecidos en la edición No.1 de Alternativa, del 15 al 28 de
febrero de 1974, que ilustran lo dicho. Ese fue el entorno que recibió a la revista, aún durante el gobierno de
Misael Pastrana Borrero, pero que no cambió durante el de López Michelsen.
143

primeros pasos fueron dados al calor de una propuesta de candidato presidencial único
surgida en abril de 1978.189

De esta forma, podríamos ubicar dos etapas en el sexenio con relación a esta tercera matriz:
una primera, caracterizada por el debate permanente en las páginas de la revista sobre las
posiciones y las orientaciones de las diversas fracciones de la izquierda, con vasta
información sobre sus actividades partidistas, que va desde el nacimiento de la revista hasta
mediados de 1978, y una segunda fase, en la que, como consecuencia de la consolidación de
la propuesta de colectar firmas para respaldar una candidatura única de la oposición, surgiría
precisamente un movimiento que derivaría de ese procedimiento de consulta democrática su
nombre: Firmes (“Firme por un candidato único de la izquierda”, era el eslogan de la
consulta, que alcanzó a recaudar 429.000 firmas de apoyo).190 Es probable que la decisión de
Alternativa de comprometerse con un movimiento de manera franca, rompiendo la
neutralidad que en la primera fase procuró mantener, hubiera derivado del convencimiento
acerca de la imposibilidad de acuerdos unitarios en la izquierda. Pero el esfuerzo en los cuatro
años precedentes fue persistente, podría decirse que producto de una convicción que quiso
practicar a toda prueba, incluso a prueba de la obcecación y el sectarismo que caracterizaron
a no pocos de los grupos en que se hallaba fracturada la izquierda, principalmente como
consecuencia de la división internacional del socialismo. Sin embargo, uno de los fundadores
de la revista, Carlos Vidales, es contrario a esta conclusión. Según él,

Aquí hubo discusiones interesantes. Yo nunca acepté la fórmula “izquierda


tradicional”. Siempre sostuve que teníamos que hablar del “período formativo” de la
izquierda colombiana y que debíamos contribuir al paso a un nuevo período, de

189
Entre otros artículos, ver: “Candidatura presidencial de la oposición. Se plantea plebiscito unitario”, en
Alternativa No. 155, del 20 al 27 de marzo de 1978, p. 15; “Candidato presidencial: la esperanza es lo último
que se pierde”, en Alternativa No. 158, del 10 al 17 de abril de 1978, p. 15; “Plebiscito por medio millón. Por
ahí es la cosa”, en Alternativa No. 160, del 24 de abril al 1 de mayo de 1978, p. 2, y “Medio millón de firmas.
¿Contra cuál sistema?”, en Alternativa No. 161, del 1 al 8 de mayo, pp. 2-4.
190
Al respecto, ver, entre otros, los siguientes artículos: “¿500.000 firmas para qué?”, en Alternativa No. 164,
del 22 al 29 de mayo de 1978, pp. 10-11; “Documento del Comité por la Unidad. Hacia un movimiento amplio”,
en Alternativa No. 165, del 29 de mayo al 5 de junio de 1978, pp. 16-18; “El movimiento Firmes, hacia el
encuentro de agosto”, en Alternativa No. 167, del 19 al 26 de junio de 1978, pp. 14-15; “Firmes, un
movimiento en expansión”, en Alternativa No. 169, del 3 al 10 de julio de 1978, p. 7; “Firmes. Orientación
política, la discusión del momento”, en Alternativa No. 171, del 17 al 24 de julio de 1978, pp. 6-7, y “Borrador
de una definición. ¿Qué es Firmes?”, en Alternativa No. 177, del 30 de agosto al 10 de septiembre de 1978,
pp. 16-19.
144

maduración. Por otra parte, como ya he dicho, Alternativa nunca fue un intento de
crear una “nueva izquierda”, sino un intento de ayudar a la izquierda a avanzar y
desarrollarse. 191

Uno de los primeros debates periodísticos promovidos por Alternativa para abrir los espacios
de diálogo endógeno de la izquierda, para “ayudar a la izquierda a avanzar y desarrollarse”,
como planteaba Vidales, tuvo ocurrencia a finales de 1976, a propósito de la propuesta de
convocar una asamblea constituyente formulada por el presidente López. Como en debates
previos, surgió la necesidad de conformar un frente popular de todas las fuerzas adversas al
bipartidismo reencauchado. En esa oportunidad, Alternativa auscultó la opinión de dirigentes
de las principales tendencias, en el marco de una serie denominada “El Frente, un debate al
orden del día”, que centró su ejercicio en el carácter de la revolución colombiana. El debate
empezó con el Partido Comunista. “Para nosotros el carácter de la revolución colombiana es
democrático y agrario, antioligárquico y antiimperialista. La revolución socialista es una
etapa superior. Insistir desde ahora en ella es dejar de un lado aliados potenciales”, dijo Carlos
Romero, miembro del Comité Ejecutivo del Partido Comunista de la época, en la entrevista
con Alternativa, en la que estuvo acompañado por Jaime Caicedo, quien acababa de asumir
la secretaría general de la Juventud Comunista. 192 En la misma edición en la que apareció la
visión estratégica del Partido Comunista se consignó la de la Anapo Socialista sobre este
tema. Y le correspondió precisamente a Carlos Vidales (el periodista fundador de la revista,
pero retirado de ella en la escisión que la afectó ocho meses después de su aparición), pasar
de entrevistador a entrevistado, esta vez en calidad de dirigente político del ala izquierda de
la Alianza Nacional Popular. En aquella oportunidad, Vidales defendió una posición radical,
como secretario general de la organización política, en compañía de Everth Bustamante,
miembro del Comité Ejecutivo de ese movimiento.193
Lanzamos la propuesta de un Frente de Liberación Nacional (FLN) desde nuestro
Primer Encuentro de Grupos de Base, atendiendo el análisis que nos indica que la
sociedad colombiana está compuesta fundamentalmente por una serie de capas
sociales explotadas con matices diferentes, pero no antagónicos, que están

191
ENTREVISTA con Carlos Vidales, ex jefe de Redacción de Alternativa, 11 de octubre de 2010, Cali-Estocolmo,
vía Internet.
192
Ver “El Frente, un debate al orden del día. Partido Comunista: Contra el consenso oligárquico, consenso
popular”, en Alternativa No. 108, del 22 al 29 de noviembre de 1976, p. 10-12.
193
Ver el artículo “Unión para la revolución, no para la conciliación”, en la misma edición de Alternativa, pp.
12-13.
145

enfrentados de una manera u otra al imperialismo, al gran latifundio y a la oligarquía


colombiana.

Esta fue la tesis de Vidales. Y agregó: “El límite del FLN llega hasta donde se encuentran
los sectores de clase ligados al gran capital industrial y financiero, sobre el entendimiento de
que romper con la dependencia imperialista es romper con el actual sistema”. (Tiempo
después, Vidales sería dirigente del M-19, y Bustamante engrosarías las filas de la derecha).
Más adelante expuso una tesis que confrontaba directamente con la del Partido Comunista y
el Moir, que entonces impulsaban la Unión Nacional de Oposición, UNO, fórmula de
coalición con la que estas dos organizaciones participaron en las elecciones presidenciales
de 1974. Dijo Vidales:

En razón de este criterio, rechazamos la idea de construir un Frente en base a acuerdos


exclusivamente tácticos: en torno a las elecciones o a la abstención, por ejemplo. El
frente debe construirse alrededor de una concepción y de un programa estratégico, y
en la perspectiva de la guerra general de todo el pueblo contra sus explotadores. Y en
el camino que conduce a esta guerra, no es posible renunciar de antemano a ninguna
forma táctica de combate.194

Treinta y cuatro años después, cuando nos concedió la entrevista, Vidales reconoció el aporte
de Alternativa en la generación de espacios democráticos, aunque no en la magnitud que su
pensamiento estratégico de los años 70 lo pudo haber buscado. Dijo:

Sí, se crearon grupos de discusión amplia en universidades y centros de trabajo.


Grupos de teatro independiente se asociaron a programas culturales o tuvieron una
publicidad que no tenían antes. El Cric (Comité Regional Indígena del Cauca) pudo
tener un ámbito de difusión y debate de sus luchas y reivindicaciones, etcétera. Sin
duda fue una buena experiencia democrática. Además, nos llegaron miles de noticias
redactadas por centenares de periodistas voluntarios, del pueblo.195

En la edición siguiente, la No. 109, el turno en el debate sobre el frente de la oposición de


izquierda le fue conferido por Alternativa al Movimiento Obrero Independiente y
Revolucionario, Moir, por medio de, a la sazón, su máximo dirigente, Francisco Mosquera,

194
Ídem., p. 13
195
ENTREVISTA con Carlos Vidales realizada por Luis Alfonso Mena S. el 11 de octubre de 2010, vía Internet.
146

y de Ricardo Samper, entonces representante a la Cámara.196 “El Moir ha venido insistiendo


en la necesidad de conformar un amplio frente de todas las fuerzas revolucionarias que se
constituya en una alternativa para nuestro pueblo y el país en general, en esta coyuntura que
estamos atravesando”, dijo el dirigente maoísta. Y añadió:

El triunfo de la guerra popular en Colombia implica la participación activa del 90%


y más de la población, es decir, de la construcción y desarrollo del Frente Único. La
lucha armada es la continuación de la política por otros medios. El éxito en este campo
radica en la línea política correcta.

Mientras tanto, Ricardo Samper sostuvo en la misma entrevista:

… El primer requisito básico consiste en definir un programa revolucionario. Este se


debe elaborar en conjunto y habrá de contemplar por lo menos dos aspectos
fundamentales: uno, la liberación nacional del yugo del imperialismo, y otro, el resto
de transformaciones democráticas que demande el pueblo, entre las que sobresale la
eliminación del sistema de explotación terrateniente.197

En la misma edición tuvo cabida el sector trotskista, representado en el Bloque Socialista.


Su principal dirigente de la época, Camilo González Poso, declaró, confrontando al
Presidente liberal:

Nuestro planteamiento de un frente de lucha es táctico, de unidad de acción que


responde a las necesidades actuales de lucha contra el régimen… Esta posición se
diferencia de la de otros sectores, como el PC y el Moir, que ponen su énfasis en
acuerdos programáticos y estratégicos para la conformación del llamado Frente
Patriótico de Liberación o Frente Unido Revolucionario. Esos frentes parten de una
concepción equivocada sobre los objetivos de la revolución, exigiendo acuerdos a
propósito de la lucha por una supuesta revolución democrática, para establecer en
Colombia un estado popular o de nueva democracia…198

Y agregaba González, plenamente convencido de una táctica de la que 40 años después


denostaría, como ocurre con la mayoría de los dirigentes de izquierda de la época supérstites

196
Ver “El debate sobre el Frente (II). Moir: “Un programa para el 90%”, en Alternativa No. 109, del 29 de
noviembre al 4 de diciembre de 1976, pp. 16-17.
197
Ricardo Samper sería expulsado del Moir pocos meses después de asumir esta vocería pública, sindicado
de incurrir en desviaciones burguesas por haber invitado a su boda con una integrante de la clase alta
bogotana a dirigentes del establecimiento.
198
Ver “Bloque Socialista: ‘Detener el plan reaccionario de López’”, en Alternativa No. 109, p. 18-19.
147

hoy: “… La teoría de la revolución pacífica es una utopía reformista que sirve a los propósitos
contrarrevolucionarios de la burguesía y del imperialismo. En Colombia es inevitable tener
que derrocar con las armas al actual Estado”.

Cumpliendo con su carácter amplio y dando espacio a las principales tendencias de la


izquierda de la época, la edición No. 110 de Alternativa abrió sus páginas a la Unión
Revolucionaria Socialista, URS, que acababa de realizar un encuentro al que habían
concurrido otros grupos trotskistas, como Ruptura, Proletario, URC y Lucha Obrera, todos
los cuales se congregaban bajo la denominación de Círculos Marxistas. Uno de los líderes
relevantes de esta tendencia era Humberto Molina, quien condujo la vocería de la URS y dijo
a Alternativa: “Creemos que el estado de atomización, dispersión y de grupismo que
actualmente prolifera en la izquierda colombiana parece estar llegando a un momento en el
cual no es posible ya, con eficacia política, seguir manteniéndose…”199 Más adelante
señalaba:

La lucha contra la Constituyente interesa a un conjunto de sectores políticos que


engloban a tendencias mucho más amplias que aquellas que, a largo plazo, están
interesadas en una lucha frontal, antiimperialista y por la democracia en el país. Esto
quiere decir que el Frente de Lucha contra la Constituyente debe estar regido por
criterios de unidad de acción.

Y puntualizaba también defendiendo la lucha armada, esta vez como una posición definitoria
de quién es o no un revolucionario: “Para los marxistas es una cuestión de principios el que
el desenlace de la revolución es armado. Es la única vía para derrocar el poder de la burguesía
y Chile es una lección en esta materia”.200 En la misma edición apareció la posición de los
Comandos Camilistas, de los que hacían parte Liga Obrera Comunista y Espartaco, Sección
de la IV Internacional, que se mostraban partidarios de una posición menos abierta que la de
los otros sectores, y proponían la conformación de un frente único obrero.201 El espectro era
complementado en la edición siguiente de la revista, la No. 111, con la consulta a uno de los

199
Ver “Debate sobre el Frente (III). La Unión Revolucionaria Socialista. “Unidad de acción contra la
Constituyente”, en Alternativa No. 110, del 6 al 13 de diciembre de 1976, pp. 20-21.
200
Ídem.
201
Ver el artículo “Hablan Comandos Camilistas, LOC y Espartaco: “Frente Único Proletario, política de largo
alcance”, en Alternativa No. 110, 6 al 13 de diciembre de 1976, pp. 23-24.
148

sectores más radicales del momento, el Partido Comunista Marxista Leninista, escisión del
Partido Comunista Colombiano, que planteaba un frente patriótico tan limitado como el de
los camilistas, pero esta vez desde la óptica maoísta, ligado a una tesis muy difundida en la
época, según la cual “el poder nace del fusil”.202

Paralelo con esta consulta a los partidos de izquierda que se movían en el marco de la
legalidad, Alternativa también auscultaba lo que pensaba la guerrilla del momento, dentro de
la cual las Farc, el ELN, el EPL y el M-19 se declaraban en pleno crecimiento, pues venían
apenas de sus surgimientos en la década de los años 60, los tres primeros, y en la de los años
70, el cuarto. En el plano internacional, acababa de realizarse una de las últimas grandes
cumbres de los partidos comunistas de todo el continente americano, la cual había expedido
una conclusión determinadora de aquella época: “Hay que utilizar todas las formas de
lucha”.203 Ya en oportunidades anteriores la revista había promovido consultas como las
descritas en estas páginas. Desde sus comienzos mismos, como en la edición número 6,
cuando dirigentes populares fueron interrogados respecto de sus expectativas con el gobierno
de López, próximo a iniciarse.204

También en las ediciones 40, 41, 42 y 43 la revista propició otro debate, similar al efectuado
sobre las características de la revolución en Colombia, esta vez con una serie denominada
“La izquierda y el momento actual”, dentro de la cual fueron consultados dirigentes del Moir,
la Unión Revolucionaria Socialista, el Bloque Socialista, la Anapo, el Partido Comunista M-
L y el Partido Comunista Colombiano.205 La generación de espacios de debate se expresará

202
Ver “El debate sobre el Frente. PC (ML): ‘Concretar el Frente Patriótico de Liberación’”, en Alternativa No.
111, diciembre de 1976, pp. 16-17.
203
Ver Alternativa No. 40, del 30 de junio al 7 de julio de 1975.
204
Ver “Hablan dirigentes populares. ¿Qué espera el Presidente de la Esperanza?”, en Alternativa No. 6, del 1
al 15 de mayo de 1974, p. 174.
205
Ver los siguientes artículos publicados bajo la serie “La izquierda y el momento actual”: (I) “Habla Francisco
Mosquera (Moir): ‘No nos intimidan bravuconadas de López’”, en Alternativa No. 40, del 30 de junio al 7 de
julio de 1975, pp. 8-10. “Habla Humberto Molina (URS): ’Organizar el rechazo al estado de sitio’”, Ídem., pp.
11-12. (II) “Habla Camilo González (Bloque Socialista); ‘Romper en las calles el estado de sitio’”, en Alternativa
No. 41, del 7 al 14 de julio de 1975, pp. 8-9. “Habla Jaime Piedrahita (Anapo): ‘Tenemos muchas coincidencias
con la izquierda’”, Ídem., pp. 10-11. (III) “Habla el PC (ML): ‘El fracaso de López, más claro que su mandato’”,
en Alternativa No. 42, del 14 al 21 de julio de 1975, pp. 8-10. En la misma edición se incluía un artículo
sintomático de lo que después ocurriría con la principal alianza dentro de la izquierda del momento: “Malestar
149

en muchas más ediciones, de tal forma que Alternativa cumplía con su papel de ser un
facilitador de los escenarios de unidad dentro de la izquierda. Sin embargo, como dijo
Vidales, esa misma izquierda no estuvo a la altura de esa búsqueda de unidad. Y es muy
probable que 40 años después tampoco lo esté. Su realidad lo está demostrando.

La tentación divisionista
Dentro de los múltiples cubrimientos llevados a cabo por la revista Alternativa merecen ser
abordados de manera especial por lo menos cuatro grandes asuntos: el primero, su papel en
la información sobre la manera como diversos grupos maoístas y trotskistas participaron en
la pugna por tomar el poder de la Confederación Sindical de Trabajadores de Colombia, Cstc;
el segundo, su despliegue del Paro Cívico Nacional de 1977, uno de los hitos de las luchas
sociales más importantes en la historia de la última centuria en Colombia; el tercero, su
participación en todo el proceso de creación del Movimiento Firmes y el apoyo brindado a
éste en los ejercicios electorales de 1978 y 1980; y el cuarto, la denuncia persistente,
documentada y arriesgada de los fenómenos de represión y violación de los derechos
humanos originados en los gobiernos de López Michelsen y Turbay Ayala. Cuatro grandes
bloques de hechos que nos ayudan a dilucidar cuál fue el aporte de la revista a la búsqueda
por abrir escenarios democráticos en Colombia y a brindar claridad sobre el rol jugado por
la izquierda en la generación o, en sentido contrario, en la deconstrucción, de los espacios ya
existentes.

En marzo de 1975 se cumplió el Segundo Congreso de la Cstc, del cual se retiraron los
dirigentes sindicales pertenecientes al Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario,
Moir, por considerar que el Partido Comunista de Colombia, PCC, había “incumplido
acuerdos” preliminares. Hacían referencia a conclusiones del Encuentro Nacional Sindical
celebrado el 19 de octubre de 1973, que contemplaban la creación de una nueva central. La
Cstc había surgida en la década los años de 1960 como respuesta de los sindicatos orientados
por el PCC y sectores independientes a la persecución y expulsión de que habían sido
víctimas por parte de la dirección de la Confederación de Trabajadores de Colombia, CTC,

en la UNO. Se agudizan fricciones entre el PC y el Moir”, pp. 7. (IV) “Habla Álvaro Vásquez (PC): ‘Ampliar la
unidad ante el viraje represivo de López’”, en Alternativa No. 43, del 21 al 28 de julio de 1975, pp. 12-14.
150

en el XII Congreso de la entidad. Ésta, obedeciendo a la política anticomunista que promovía


el gobierno del liberal Alberto Lleras Camargo, perseguía todo lo que oliera a comunista o
izquierdista.206 Así que el 21 de diciembre de 1960 se conformó el Comité de Unidad de
Acción y Solidaridad Sindical, Cuass, integrado por los expulsados y retirados del congreso
de la CTC. Luego, entre el 30 de abril y el 4 de mayo de 1964, tuvo lugar el congreso
fundacional de la Cstc, que no fue reconocido por el Gobierno. Entre las federaciones que
conformaron originalmente la Cstc estuvo la Federación de Trabajadores del Valle, Fedetav,
que en la época era una de las más combativas del país y lideraba varias huelgas de
trascendencia. En septiembre de 1974, el nuevo gobierno de López Michelsen, a través del
ministerio del Trabajo a cargo de María Elena de Crovo, reconoció la personería jurídica a la
Cstc, lo cual generaba de una nueva situación política para la central obrera, cuya directiva
concluyó que ante el hecho, en vez de crear una nueva confederación (en un congreso que se
realizaría el 6 de diciembre de 1974, según se había acordado en 1973), se debía aprovechar
el espacio político legal ganado y reconocido por López para darle continuidad a la Cstc y
preparar su segundo congreso (convocado para marzo de 1975), a once años de la creación
de la confederación en su primer encuentro nacional.

Se libraba, simultáneamente, una aguda discusión dentro de la Unión Nacional de Oposición,


UNO, coalición integrada por el PCC, el Moir, el Partido Demócrata Cristiano y pequeños
grupos desprendidos de la Anapo y del liberalismo, nucleados entorno del Movimiento
Amplio Colombiano, MAC. Su creación oficial tuvo ocurrencia durante el Segundo
Encuentro Nacional de Oposición, realizado en febrero de 1973. En el primer encuentro,
efectuado en septiembre de 1972, habían participado también delegaciones de la Cstc y de la
Asociación Nacional de Usuarios Campesinos, Anuc.207 El debate surgía respecto de la
actitud frente al gobierno de Alfonso López, a si ella debía ser de radical oposición o de

206
Según la investigadora Rocío Londoño Botero, “El viraje político de la CTC era coherente con el clima
nacional o internacional de reacción contra la Revolución cubana y con el proyecto de la Alianza para el
Progreso, dirigido por el presidente norteamericano John F. Kennedy. Desde 1950 la CTC y la UTC se habían
venido alineando en la política internacional del gobierno norteamericano a través de la Ciols y la Orit”. Ver: LONDOÑO
BOTERO, Rocío, Crisis y recomposición del sindicalismo colombiano (1946-1980). Consultado el 27 de marzo
de 2015. Disponible en:
http://sutevalle.org/escuela%20Sindical/Modulo%202%20Historia%20del%20sindicalismo/Investigaciones%
20sobre%20el%20sindicalismo%20colombiano/Roc%EDo%20londo%F1o%20botero.doc
207
DELGADO, Álvaro, “Doce años de luchas obreras”, en revista Estudios Marxistas No. 7, 1974-1975, p. 51,
151

expectativa por las esperanzas que ‘El Pollo’ había despertado en sectores sociales que aún
miraban hacia atrás, ilusionados en que el ex líder del Movimiento Revolucionario Liberal,
MRL, mantuviera algunas de sus líneas de “avanzada”, propias de la época en la que
combatió al Frente Nacional. Sin embargo, detrás de esa discusión estaba el asunto de fondo:
la lucha por la hegemonía dentro de la central obrera liderada en el momento por los
comunistas. Como ocurriría en tiempos y escenarios ulteriores, el Moir (fracción maoísta
surgida del Movimiento Obrero Estudiantil Campesinos, Moec 7 de Enero) confundía el
ejercicio partidista con su participación en las entidades gremiales, un comportamiento afín
a todas las tendencias de la izquierda de la época, que no diferenciaban sus intereses de grupo
de los de las organizaciones de masas, a las que, de una u otra forma, buscaban tener como
apéndices, incurriendo en su instrumentalización, en anarcosindicalismo.

En su edición No. 42, del 14 de julio de 1975, Alternativa informaba sobre la denuncia que
hacía el Partido Comunista de las posiciones del Moir, y luego vertía la respuesta virulenta
del movimiento maoísta. Se había desatado una verdadera campaña fratricida de división de
la Cstc, planificada de manera deliberada por el Moir, tarea en la que contaba con el
acompañamiento de colectivos del anchuroso campo ML y, también, del trotskismo, todos
unidos por sus posiciones anti-Partido Comunista. Decía el pronunciamiento del PCC
reseñado por la revista: “En la última convención de la UNO se aprobó por unanimidad una
clara resolución de apoyo a la Cstc y a su segundo congreso unitario. No obstante, es bien
conocida la posición del Moir de romper esa orientación y combatir de la manera más
violenta a la Cstc y al PCC”.208 Y agregaba más adelante: “El Partido Comunista considera
que no contribuye al desarrollo de la unidad popular mantener una falsa ‘alianza’ en que la
dirección del Moir se da el lujo simultáneamente de atacar a la Cstc y mantener paralizada a
la UNO”, por lo que anunciaba diálogos con otros sectores políticos con el fin de dar
continuidad al proyecto de la UNO, a pesar de las posiciones de sus antiguos aliados
maoístas. Alternativa consultó a Ricardo Samper, a la sazón dirigente del Moir: “Por su parte,
directivos del Moir reafirman que ‘la presión de la maquinaria burocrática dentro de la Cstc’
ha significado el incumplimiento de los compromisos pactados y sostienen que seguirán

208
Alternativa No. 42, Bogotá, del 14 al 21 de julio de 1975, “Malestar en la UNO: Se agudizan fricciones entre
el PC y el Moir”, p. 7.
152

luchando por la unificación de la clase obrera alrededor de principios democrático-


revolucionarios”.209 Pero la campaña de desafiliaciones promovida por el Moir estaba en
plena marcha y se desarrollaba sin contemplaciones, de una manera feroz. Daba la impresión
de que la dirigencia de izquierda contraria al PCC se sintiera dueña de los sindicatos y con la
potestad para trastearlos de un lado al otro, como quien traslada un mueble de un lugar a otro
de su casa. En la mira del Moir y sus aliados estaban varios de los sindicatos más poderosos
de la época: la Federación Colombiana de Educadores, Fecode, que agrupaba a 130.000
maestros de todo el país; la Federación de Trabajadores Petroleros; los gremios del sector de
los empleados bancarios, el de los trabajadores de la Empresa Nacional de
Telecomunicaciones, Sittelecom, las organizaciones de los obreros del cemento, de la
industria metalúrgica y de la construcción, lo mismo que de los trabajadores de Aerovías
Nacionales de Colombia, Avianca. Como si se necesitara de una evidencia nueva del
canibalismo dentro de la izquierda nacional, en 1975 había una ofensiva no para fortalecer la
unidad, sino para deconstruir lo que ya se había alcanzado, luego de los golpes recibidos de
la CTC y del primer gobierno del Frente Nacional.210

El Moir empezó su campaña por una de las franjas grandes del sindicalismo de la época,
Fecode, pues estaba próximo su congreso. En la Asamblea de la Asociación Distrital de
Educadores, uno de sus componentes, dio el primer zarpazo el 30 de julio de 1975 y logró la
desvinculación, con el 60% de los votos de tres mil delegados, según la información de
Alternativa.211 El rosario divisionista continuó y en la edición No. 52 Alternativa, en el tono
de mero registro que había mantenido desde que se inició la crisis, anunciaba más
desafiliaciones: se materializaba la de los trabajadores de Telecom y también la de los
reunidos en la Asociación de Empleados Bancarios, Aceb. La información de Alternativa

209
Ibíd.
210
Álvaro Delgado revelaba sobre el particular: “La Cstc… ha ganado para sus filas organizaciones sindicales
importantes como la de Chrysler Colmotores, Compañía Colombiana de Tabaco, Tejicondor, Celanese
Colombiana, Quintal… la casi totalidad de las empresas cementeras… las más importantes empresas de la
construcción y materiales de construcción, varias empresas del monopolio Coltejer… Eternit Colombiana,
Metalúrgicos Centrales, Empresa Siderúrgica de Medellín, Industrias Metalúrgicas Apolo, distribuidoras de
gas, Aluminio Reynols Santodomingo, Química Industrial, Gaseosas Colombianas-Postobon, Goodyear,
Alimentos Noel-Zenú, Philips Colombiana, Frontino Goldmines…”. Ver: DELGADO, Álvaro, “En torno a la crisis
de UTC”, En: Estudios Marxistas, No. 9, Bogotá, Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 1975, p. 43.
211
Alternativa No. 45, Bogotá, del 4 al 11 de agosto de 1975, “El futuro de la UNO. Fecode: centro del debate”,
p. 21.
153

decía sobre el encuentro: “Según el comunicado de la Asamblea, ‘el Comité Ejecutivo de la


Cstc desconoció la Comisión Nacional Preparatoria del Primer Congreso Unitario, de la cual
hacía parte Sittelecom… y procedió a montar el congreso en forma unilateral”. En artículo
anexo reseñaba lo ocurrido en la Asamblea de Aceb, en la que se resolvió no solo el retiro de
la Cstc sino también de su federación en Cundinamarca, Festrac, “por considerar que ‘el
comportamiento antidemocrático y antiunitario de esa central no garantizó las aspiraciones
unitarias de los trabajadores bancarios’”.212

La explicación a la ofensiva protagonizada por el Moir contra la central que orientaban los
comunistas tenía como telón de fondo una propuesta que éstos consideraban inaceptable,
según lo reseñaba Alternativa: “En relación con el problema sindical el PC dice que no acepta
lo que califica de ‘chantaje implícito’ del Moir, consistente en “revisar la actual composición
de la directiva de la Cstc para no desafiliar a Fecode’”.213 La respuesta del Partido Comunista
estaba contenida en una información de doble página en la que la revista reseñaba una extensa
carta del Moir publicada en su periódico Tribuna Roja y que abarcó la no despreciable
cantidad de 32 páginas de esta publicación de tamaño tabloide y en la que predominaban los
textos, casi desprovistos de gráficos. Tal fue la magnitud del documento, en el que el Moir
hacia toda clase de señalamientos contra el PCC, que éste, en su respuesta aparecida en el
periódico Voz Proletaria, lo denominó “el Parto de los montes”.

Aunque había cierto desnivel en la presentación cuantitativa de la información, pues a la carta


del Moir se le dedicaba casi una página entera de la revista y a la respuesta del PC menos de
media, lo cierto es que la revista hacía malabares para no tomar partido y continuar su camino
por la mitad de las dos principales fuerzas de la izquierda que se movían en el campo de la
política legal en el país. En el artículo se daba a conocer que el Moir reafirmaba “su política
de oposición radical y frontal al régimen lopista”, señalaba al PC de no tomar “con empeño
esta cruzada revolucionaria” y lo acusaba de haber extendido “a su manera un cheque en
blanco”. A la sindicación, el PC respondía, según Alternativa, rechazando que esta

212
Alternativa No. 52, Bogotá, del 22 al 29 de septiembre de 1975, “Sittelecom se desafilia de la Cstc” y “Aceb
también se desafilia”, p. 15.
213
Ibíd., “La UNO, al rojo vivo. Moir y PC deslindan posiciones”, pp. 10-11.
154

colectividad estuviera esperanzada en el gobierno de López y sostenía que “tergiversar las


posiciones del PC es una ‘necesidad vital’ para el Moir, ya que todo lo que hace ‘tiene que
girar, quiéranlo o no, en torno de lo que haga el partido de los comunistas”. La revista también
registraba que el PC rechazaba la afirmación según la cual esta colectividad “se ha hecho
ilusiones sobre la vía pacífica (de la revolución) en Colombia y pregunta al Moir ‘qué hace
en el terreno de la lucha armada’”.214

El debate seguía creciendo: en la edición No. 55 se anunciaban dos congresos sindicales de


la mayor importancia, el de Fecode y el de Fedepetrol. Los dos tenían en sus agendas dos
puntos clave: discutir si se convertían en sindicatos de industria, esto es, dejaban de ser
federaciones de una multiplicidad de sindicatos de educadores, el primero, y de obreros del
petróleo, el segundo. Y, además, si seguirían haciendo parte de la Cstc. Pero en esta edición
había un atenuante en medio de la expectativa que generaba la realización de los dos
encuentros: un editorial de la revista en el que se hablaba de la existencia de dos clases, dos
estilos y, en consecuencia, dos países. El texto trazaba una analogía entre los representantes
de las clases dominantes y los de las clases dominadas, enfrentados ambos a sendos debates
internos, que brillaban por sus contrastes. De un lado, mencionaba a “los que están
encaramados en el poder económico y político” cuyas disputas “consisten en destaparse
mutuamente chanchullos y peculados en medio de un vasto cacareo”. Y de otro lado, los
trabajadores, reunidos en el congreso de los obreros del petróleo en Cartagena y en el de los
maestros, en Cúcuta que, según Alternativa, debatían en “un ambiente más democrático que
el que se haya visto jamás en la leonera maloliente de los padres de la patria”. De acuerdo
con el editorial, aparecido en su tradicional Carta al Lector, en esos dos certámenes se debatía
“con seriedad los problemas que de verdad afectan al país…”. Y puntualizaba luego:

En estos congresos no existen las rencillas ficticias entre mezquinos intereses que son
los “debates políticos” de la burguesía, ni tampoco la ficticia unidad que sigue a esos
debates, hecha de componendas sórdidas. Existen las discusiones y los
enfrentamientos, los choques de corrientes y de partidos, el intenso debate por lograr
la unidad crítica de la clase trabajadora –y no faltan, tampoco, los vicios burocráticos.
Pero su dialéctica no es la dialéctica de los chanchullos y las acusaciones personales.
Porque las disputas internas que allí se ventilan no son las del hervidero de reptiles
del país político, de un país que se muere sofocado por la fetidez de su propia

214
Ibíd., pp. 11-12.
155

descomposición, sino las del país nuevo que acabará por reemplazarlos. Y que no está
dispuesto a heredar la podredumbre.215

El editorial se ubicaba en un punto de análisis que procuraba asumir una posición “de clase”,
partía de una diferenciación cualitativa de la manera como afrontaban la discusión integrantes
de la clase trabajadora (maestros de las capas medias y obreros de la industria petrolera), de
un lado, y voceros de la clase dirigente (representantes de empresarios y latifundistas), del
otro, una caracterización que a la luz de hoy aparece bastante idealista, pues la práctica
mostraría otra realidad: discusiones no tan santas en los dos congresos laborales que, incluso,
conducirían a la revista a formular reparos en el editorial de una de las ediciones siguiente
sobre la verdadera forma de la confrontación surtida en esos encuentros, en los que salieron
a flote actitudes sectarias y oportunistas, en medio de la pugna por imponer lo que Alternativa
le criticaba a la oligarquía: intereses particulares. Y, finalmente, se impondría la división, que
sólo beneficiaba a los enemigos de clase de los trabajadores. La Carta al Lector (sección
permanente de la revista en la que se fijaba la posición editorial) se titulaba en la edición No.
57 “Unidad y sectarismo”. Y, efectivamente, trazaba un panorama distinto al optimista del
de la edición No. 55, que analizábamos más arriba. Podría decirse que la realidad había hecho
aterrizar al editorialista. Comenzaba con desaliento: “Las intensas polémicas que en torno a
afiliaciones y desafiliaciones se libran actualmente en los sindicatos de obreros y empleados
producen desconcierto en las bases”, decía.216 Si bien los debates en estos congresos no
habían sido hervideros “de reptiles del país político”, como decía el anterior editorial en
referencia a la categoría de las discusiones entre los voceros de la clase dominante, tampoco
se podía afirmar que se parecieran mucho al “intenso debate por lograr la unidad crítica de la
clase trabajadora”, pues de por medio habían reinado intereses, sino personales, sí de grupos
y sectas ávidos de poderes hegemónicos, protagonizados por una izquierda en la que los odios
campeaban y las prevenciones, especialmente contra el Partido Comunista, obnubilaban las
mentes y dificultaban los acuerdos. Sin embargo, Alternativa, que había estado circulando
por la línea del centro, finalmente tomó partido en esta discusión al atribuir casi que toda la
responsabilidad de la división a los comunistas, sin tener en cuenta que el reconocimiento de

215
Alternativa No. 55, Bogotá, del 13 al 20 de octubre de 1975, Carta al lector. “Dos clases, dos estilos: dos
países”, p. 1.
216
Alternativa No. 57, Bogotá, del 27 de octubre al 3 de noviembre de 1975, Carta al Lector. Unidad y
sectarismo, p. 1.
156

la personería jurídica a la central en cuya directiva ellos tenían una fuerte influencia,
constituía per sé una victoria política que no se podía echar por la borda, a pesar de que se
hubiera acordado meses atrás convocar un congreso para crear una nueva central, en
momentos en que la Cstc seguía siendo ilegal a la luz del sistema laboral burgués. Las
cegueras de la época en la mayoría de las agrupaciones de izquierda que confrontaban al PCC
asumieron esta decisión como un incumplimiento rotundo a lo acordado y como una actitud
divisionista. El maniqueísmo en las argumentaciones salía a flote. Y Alternativa no pudo
escapar a él: “No es extraño, en tales condiciones, que grupos como el Moir, el Bloque
Socialista, los sectores ML y otros independientes buscaran escapar a esa situación buscando
mejorar su relación de fuerzas frente al PC”, afirmaba el editorial, en tono de justificación,
según el cual era válido dividir para ganar posiciones y variar una correlación de fuerzas. Los
razonamientos principistas, “clasistas” quedan por puertas ante las urgencias grupales. Pero
la crisis era tal, que la revista, en su afán mediador, agregaba aduciendo que el problema
había sido el método: “Pero la táctica empleada –promover las desafiliaciones de la Cstc--,
aunque explicable desde la perspectiva anterior, entrañaba sin embargo el riesgo de
recrudecer el espíritu sectario que la creación de la central unitaria buscaba superar”. Según
la nota,

Se vuelve entonces a la dispersión organizativa y a la falta de una perspectiva política.


La desafiliación de Fecode, por ejemplo, aumenta el fraccionamiento del sindicalismo
independiente, en la medida en que no se tradujo en alternativas viables de
organización para continuar el trabajo hacia una central unitaria. Pero esta situación
no se resuelve mediante el argumento simplista de que “se está haciendo
anticomunismo, al cual suele recurrir el PC, ni tampoco con la prolongación
indefinida de los enfrentamientos, en momentos en que sobre la clase obrera se
descarga un régimen de desempleo, bajos salarios y control represivo.217

Los hechos que condujeron al alarmado editorial de Alternativa tuvieron lugar en el Congreso
de Fecode, que había sido asumido por varios de los grupos interesados en la desafiliación
de la Cstc (Moir, Bloque Socialistas, sectores ML y camilistas) como un campo de batalla,
propio del ánimo revanchista enraizado en la izquierda colombiana, que convierte en
enemigo fundamental a quien solamente sería, desde otra visión, “un hermano de clase con
posiciones diferentes”. El encuentro de los maestros tuvo una duración inusitada: una

217
Ibíd.
157

semana, entre el 13 y el 19 de octubre de 1975, en la ciudad de Cúcuta, hasta donde


Alternativa desplazó una enviada especial, la periodista Cristina de la Torre. El titular de su
primer despacho no podía ser más sugestivo: “El Congreso de Fecode. Por un puñado de
votos”. Y el lead (primer párrafo) de la noticia no podía ser más preocupante: “Una situación
verdaderamente dramática se presentaba aquí durante los dos primeros días del X Congreso
Nacional de Fecode, que se realiza en esta ciudad”, decía desde Cúcuta, en nota transmitida
vía telefónica, como se acostumbraba por los reporteros de la época. Y agregaba: “Ciento
treinta y siete delegados plenos de todo el país y varios centenares de observadores políticos
pujaban por ganar una diferencia mínima de votos a favor o en contra (de) la desafiliación de
Fecode de la Cstc”.218 En la nota se reseñaba que el Congreso dedicó dos días a discutir
“acaloradamente la representatividad de cinco delegaciones cuestionadas…” y puntualizaba:
“Finalmente una votación mayoritaria por reconocer a la única delegación de derecha,
empezó a inclinar la balanza en favor de la desafiliación”. Se trataba de una de las dos
delegaciones de la Asociación de Educadores de Antioquia, Adida, una de izquierda, elegida
en asamblea departamental, y la otra, designada burocráticamente por la Junta Directiva de
Adida, en la que había cuatro integrantes procedentes de la derecha y dos del Moir. Los seis
se aliaron y enviaron sus propios delegados, desconociendo la asamblea general del
magisterio paisa. Lo extraño es que la mayoría del Congreso la avaló. Una maniobra típica
de los procedimientos que Alternativa le cuestionaba a la derecha en su editorial de la edición
No. 57 (“Unidad y sectarismo”). El artículo de la enviada especial reseñaba que la zozobra
que caracterizó a los dos primeros días del encuentro había tenido su clímax “cuando más de
la mitad de los delegados se habían retirado del recinto”. Lo paradójico es que, a pesar de
todo lo anterior, la reportera señalara en su despacho: “… la desafiliación de Fecode y el
fortalecimiento de Fedepetrol parecen obedecer al propósito de vigorizar el sindicalismo
independiente de izquierda para avanzar, en pie de igualdad con la Cstc, en el trabajo hacia
la creación de la central unitaria”.219 ¿La unidad a partir de la división? El cubrimiento de los
cinco días restantes del Congreso fue resumido por Cristina de la Torre registrando las
posiciones de los diversos grupos que se peleaban la supremacía del gremio, a como diera

218
Alternativa No. 56, Bogotá, del 20 al 27 de octubre de 1975, “El Congreso de Fecode. Por un puñado de
votos”, p. 32.
219
Ibíd.
158

lugar, y siempre endilgando la principal responsabilidad de la división al Partido Comunista,


fórmula con la cual la revista justificaba el lamentable comportamiento antropofágico de la
izquierda nacional. “Del Congreso de maestros. ¿Hacia dónde va Fecode?” (Ver imagen No.
20), se titulaba el artículo de cierre del cubrimiento. Decía la enviada especial a Cúcuta en su
texto para el No.57 de Alternativa:

“A desafiliar”. Este recurso, que viene utilizando el Moir como presión implícita para
resolver a su favor la crisis de la UNO en vísperas de elecciones, se convierte también
en la consigna de los sectores “anti-reformistas”. Que apelaron, sin recato, a todos los
medios para producir el resultado final: 90 votos a favor de la desafiliación y 54 votos
en contra. La aceptación de diez delegaciones irregulares definió la correlación de
fuerzas. Si el ML, el Bloque Socialista, el Moir y los comandos camilistas justificaron
su aceptación de la delegación de derecha que venía por Adida (Antioquia) con base
en su “legalidad”, no aplicaron este criterio para reconocer las delegaciones de
Guajira, Córdoba, Caldas y Caquetá.220

Las cualidades que Alternativa les atribuía a los debates entre los diferentes voceros de la
izquierda (“En estos congresos no existen las rencillas ficticias entre mezquinos intereses que
son los ‘debates políticos’ de la burguesía”), se desplomaban más a medida que se avanzaba
en la lectura del texto de la enviada especial a Cúcuta, quien cuestionaba: “El criterio de la
‘legalidad’ fue tan elástico como el interés de desafiliar a Fecode, común a la derecha de
Antioquia y a los sectores que exhibieron el mayor radicalismo verbal”. Lo anterior podría
explicar el titular del artículo, desplegado por Alternativa a doble página:

A la ausencia de propuestas tácticas para viabilizar la unidad del sindicalismo de clase


–distintas de tomar como punto de partida la Cstc--, correspondió la pobreza de
análisis en las distintas comisiones del Congreso. Las conclusiones, genéricas, dejan
al magisterio virtualmente desprovisto de herramientas que le permitan responder con
eficacia a la política educativa del Gobierno.221

En suma, el informe de Cristina De la Torre permite hacer la siguiente sinopsis de las


posiciones de los diferentes sectores políticos de la izquierda en el Congreso de Fecode, que,
en líneas generales, reflejaban sus postulados estratégicos sobre el asunto sindical en la
década de los años 70:

220
Alternativa No. 57, Bogotá, del 27 de octubre al 3 de noviembre de 1975, “Del Congreso de Maestros.
¿Hacia dónde va Fecode?”, p. 28.
221
Ibíd., p. 28
159

1.) “El Partido Comunista, que controla la central de izquierda más numerosa, argumenta
implícitamente que la central unitaria solo puede construirse a partir de la Cstc”.
2.) “El ML y el Bloque Socialista buscan fortalecer antes al sindicalismo independiente para
recuperar el terreno que permita construir la central unitaria en pie de igualdad con la Cstc,
y bajo la garantía de practicar la más estricta democracia sindical”.
3.) “La Unión Revolucionaria Socialista (URS) y la Unión de Marxistas Leninistas
comparten este criterio, pero reconocen en la Cstc la más importante agremiación
independiente del proletariado colombiano”, al tiempo que proponen “emular con el PC, en
su propia central, por la dirección política de la Cstc”.
4.) El Moir “parece estar más determinado por negociar su alianza con el PC en la UNO, que
por una política coherente de unidad sindical”.

Y a todas estas, delegados de 18 organizaciones magisteriales declaraban que “en realidad lo


que hay detrás de esta conducta oportunista es la frustración de insaciables apetitos
burocráticos, evidenciados a raíz del Segundo Congreso de la Cstc”. Se referían a presuntos
acuerdos con el PC de “entregarle al Moir algún cargo directivo en la Cstc”. La enviada
especial remataba su despacho, que seleccionamos como radiografía de la situación
fragmentada de la izquierda en 1975: “… la desafiliación de Fecode aumenta la división y la
dispersión del sindicalismo clasista y constituye un retroceso en el camino recorrido hacia la
centralización sindical” y deja a Fecode “como una nave a la deriva”. 222 Mientras tanto,
Sintrava, el Sindicato de Avianca, atravesaba la misma debacle.223 Y los petroleros (la USO
incluida), seguían debatiendo, luego de su XI Congreso, cumplido entre el 8 y el 12 de
octubre en Cartagena, simultáneamente con el de Fecode.224

Sólo una década después, hacía 1985-86, se reconstruirían los puentes que permitirían la
fundación, el 14 de febrero de 1986, de la Central Unitaria de Trabajadores, en la que
confluirían fuerzas de la Cstc, de los bloques de sindicatos independientes surgidos en la

222
Ibíd., p. 29
223
Alternativa No. 56, Bogotá, del 20 al 27 de octubre de 1975, “Se reorganiza Sintrava”, p. 19.
224
Ibíd., “XI Congreso de Fedepetrol: reestructuración por la base”, pp. 6-8.
160

década de los años 70 bajo la influencia de tendencias maoístas, trotskistas y camilistas, y


del sindicalismo afín al liberalismo. Más de diez años perdidos en el proceso de unidad de
los trabajadores sindicalizados en el país fue el resultado de esta inveterada tentación
divisionista en la izquierda colombiana. Mientras tanto, habría que concluir sobre este punto,
que la posición editorial de Alternativa devenía de la composición política de su Redacción,
en la que había periodistas afines a las diversas tendencias de la izquierda, menos al Partido
Comunista. Tampoco en el equipo de arte o producción los había. Eran afines al PC el
cronista deportivo Hugo Ávila, quien además era colaborador del periódico Voz Proletaria,
pero que solo participaba con sus textos sobre asuntos deportivos, sin injerencia en el equipo
de Redacción de Alternativa, y el destacado investigador Arturo Alape (Carlos Arturo Ruiz),
de cuya autoría fueron publicados numerosos artículos en la sección Historia Prohibida.

¡Un paro de verdad!


Otro acontecimiento que puso en evidencia los abismos que separaban a las diferentes
tendencias de la izquierda colombiana en los años 70 fue la realización del Paro Cívico
Nacional, el 14 de septiembre de 1977, propuesto y organizado por la Cstc y el Partido
Comunista para responder a las medidas del gobierno de López Michelsen en materia
económica y política, que redundaban en el crecimiento del costo de la vida, hasta el punto
que el eslogan de Mandato Claro con el que se inauguró el gobierno, el pueblo lo transformó
en gobierno del mandato caro. Luego de una persistente gestión de persuasión, la Cstc logró
que en la protesta participaran también las otras centrales obreras existentes en la época
(CTC, UTC y CGT), las cuales conformaron un comando nacional de paro. Lo cierto es que
la mayoría de los grupos de la izquierda se marginaron de los preparativos de la jornada, e
incluso la atacaron y vituperaron con consignas tan absurdas como que el paro era un
movimiento “para favorecer al socialimperialismo”, como increíblemente llegaron a plantear
grupos del espectro maoísta, incluidos el Moir y el campo ML. Este último sector había
alcanzado un acuerdo entre varias de sus manifestaciones, y uno de ellos, la denominada
Línea Proletaria, había decidido ir a elecciones (ver más sobre el particular en el Capítulo V).
Por otro lado, los sectores ultras que impulsaban el denominado sindicalismo independiente
y clasista habían desaprobado de manera explícita cualquier acercamiento con la
Confederación General de Trabajadores, CGT, y con la Cstc, y rechazaban la propuesta de
161

Fecode de invitar a la confederación, de la que hacía poco se habían retirado, para que
participaran en un encuentro en el que se discutiría el proyecto de una central unitaria.225

En 1977, las condiciones de existencia de las clases populares se habían visto seriamente
menguadas por la política oficial y, de acuerdo con datos confiables, 1976 figuraba como el
de costo de vida más caro de los últimos 14 años, pero 1977 se vislumbra peor. La lucha por
mejores salarios, freno al incremento de precios de artículos básicos de la canasta familiar y
generación de empleo eran reivindicaciones apenas elementales en relación con las políticas
de un Gobierno que había defraudado a sus electores. El investigador social Álvaro Delgado,
en un extenso análisis publicado en Estudios Marxistas, revista teórica del Partido Comunista
de Colombia, trazaba el siguiente panorama económico de la época que ilustraba acerca de
las razones objetivas de la protesta:

El índice nacional de precios para obreros subió un 25,9% en 1976 y llegó al 29,7%
en 1977, de acuerdo a los amañados controles oficiales. Otras estimaciones, sin
embargo, afirman que solo entre enero y junio del 77 la proporción de alzas del año
anterior fue desbordada, alcanzando un acumulado de 28,9%; entre julio de 1976 y
julio de 1977, el índice trepó en un 39,7%, y su renglón de alimentos, en más del 50%.
El valor de la canasta familiar para obreros subió de $3.808 en agosto de 1975 a
$4.637 en agosto de 1976 y a $6.426 en el mismo mes del 77; en el último año
estadístico se elevó, pues, en un 38,6%226

Desde el punto de vista de su impacto político y de sus repercusiones sociales, el Paro Cívico
de 1977 fue un éxito porque en las principales ciudades del país fue acatado por amplios
conglomerados poblacionales y sectores organizados de la clase obrera. La movilización
social, que en ciudades como Bogotá, Cali, Barrancabermeja, Barranquilla y Medellín tuvo
efectos de varios días, fue una demostración palpable de capacidad de convocatoria de la
Cstc, la confederación que había sido descalificada en el X Congreso de Fecode y en otros
escenarios del álgido debate sindical de 1975, y señalada de ser un “apéndice del
revisionismo y del reformismo”. Álvaro Delgado caracterizaba así la demostración popular:

225
Alternativa No. 83, Bogotá, del 24 al 31 de mayo de 1976, “Encuentro del Sindicalismo Independiente.
Divergencias sobre la participación de la Cstc”, p. 15..
226
DELGADO, Álvaro, “El paro cívico nacional”. En: Estudios Marxistas, No. 15, Bogotá, Revista Colombiana
de Ciencias Sociales, 1978, p. 60.
162

El paro cívico nacional del 14 de septiembre de 1977 es la más importante jornada de


lucha reivindicativa cumplida por los asalariados en la historia contemporánea
colombiana. Como movimiento específico del pueblo, es lo más connotado desde el
paro nacional del 10 de mayo de 1957, que diera al traste con el gobierno dictatorial
de Gustavo Rojas Pinilla. Esa huelga de centenares de miles de trabadores es un
fenómeno extraordinario en Colombia, país caracterizado por un bajo nivel
huelguístico en América Latina. En un solo día estuvieron parados más trabajadores
que en el conjunto de los diez años anteriores. La amplitud social que alcanzó el
movimiento desborda todo antecedente, incluido el de 1957.227

En la práctica de los acontecimientos, con el paro y la movilización social que él significo,


el PCC respondía a grupos como el Moir, que en el debate sobre la UNO lo señalaban de
haber “extendido un cheque en blanco al gobierno de López” y de tener esperanzas en su
mandato. El paro significaba un mentís a tales afirmaciones. Más aún, cuando quienes así
hablaban no habían puesto su concurso para la realización de la protesta. Sin embargo, a la
hora de los balances, en las publicaciones de la izquierda distintas a las del PCC tales
argumentos brillaban por su ausencia. En su análisis del paro, el PCC expresaba:

Los maoístas, en mayor o menor grado, se opusieron al paro cívico del 14 de


septiembre, cubriéndose de oprobio a los ojos del pueblo. Desde los llamados
camilistas ‘ML’, pasando por las ‘ligas’, el ‘PC ML’, hasta el Moir, los maoístas
demostraron en la práctica, con su actitud de esquiroles, que en realidad son enemigos
de los intereses populares y agentes de la oligarquía que se cubren con frases
pseudorrevolucionarios… Incluso tienen el cinismo de reclamar el éxito del
movimiento. Los mismos que el día del paro repartieron hojas con las consignas:
“llamamos a la clase obrera, al campesinado y distintos sectores populares, a rechazar
categóricamente, sin la menor vacilación, este paro cívico nacional, que por su
contenido, dirección y objetivos es esencialmente reaccionario y
prosocialimperialista”.228

En todo caso, Alternativa realizó una cobertura de gran importancia sobre los resultados de
la protesta, y le dedicó once de sus 32 páginas, el 30% de su edición No. 132, que traía en
portada una gran fotografía en la que se mostraba el enfrentamiento con la policía
antidisturbios de pobladores de barrios del sur bogotano, debajo de un gran titular en rojo
que decía: “Un paro de verdad”, todo en un fondo negro, que hacía más impactante la
carátula. Ésta, en sí misma, constituía una posición editorial de reivindicación de la justeza

227
Ibíd., 58.
228
COMITÉ Ejecutivo Central Comunista, “El paro cívico, una batalla popular”. En: Documentos Políticos No.
127, Bogotá, Revista del Partido Comunista de Colombia, septiembre-octubre de 1977, pp. 21-22.
163

de la protesta. Curiosamente, al examinar los archivos de la revista, pudimos detectar que la


fotografía que ilustra esta portada no correspondía a acciones del paro del 14 de septiembre
de 1977, pues una imagen casi similar, que evidenciaba que fue tomada unos segundos antes
de la aparecida en la edición No. 132 (Ver imagen No. 21), había sido publicada en la edición
No. 22, del 9 de diciembre de 1974. Ésta ilustraba el artículo central de aquella entrega, “Una
Navidad caliente”. En su texto se hacía un minucioso seguimiento de las protestas populares
que contra la política económica de Alfonso López, de favorecimiento a los grandes
monopolios industriales y de servicios, entre ellos los de los combustibles y el transporte
público, se realizaron entre noviembre y diciembre de 1974 en diferentes ciudades
colombianas. El uso de una foto de archivo, que es un procedimiento muy común y un recurso
hasta cierto punto válido en los medios escritos, llama la atención en esta oportunidad, pues
para un acontecimiento de la magnitud del ocurrido la portada debió ser ilustrada con uno de
los múltiples hechos relevantes de la jornada. De todas maneras, el informe, “Una Navidad
caliente”, de 1974, era evidencia del ascenso de las luchas sociales que caracterizaron la etapa
pos Frente Nacional, que se agudizaron a medida que avanzaba el gobierno de López
Michelsen, y ante el cual la UNO y otras fuerzas hicieron oposición definida. Parte del
informe, atinente a las fotografías que nos enlazan 1974 con 1977, decía:

Noviembre 27 (Bogotá).- En los barrios surorientales de Altamira y La Victoria,


apoyados por 26 barrios más, se produce el bloqueo de la carretera a Villavicencio.
Los habitantes reclaman un servicio de transporte masivo, en lugar de las caras
busetas. El desbordamiento popular preocupa seriamente al Gobierno. Se convoca a
un consejo de seguridad nacional. Más de 200 personas son detenidas –en ese día y
los subsiguientes—, entre otros, el concejal Teófilo Forero, de la UNO. Sin embargo,
la Fuerza Púbica se queda corta. El alcalde mayor, Palacio Rudas, logra finalmente
llegar a una negociación con delegados de 28 barrios accediendo a bajar las tarifas y
a poner buses de transporte masivo a disposición de esos barrios populares. (…)
Noviembre 28 (Bogotá).- En los barrios surorientales se rompe el pacto y vuelve a
bloquearse la carretera a Villavicencio, hacia la medianoche. Unidades antimotines
acuden masivamente para desbloquear más de seis kilómetros de carretera obstruida
por bloques de concreto. Fuertes choques. (…) Diciembre 4.- La UNO programa
manifestación de protesta por la retención de 180 personas a raíz del enfrentamiento
que se había presentado con la fuerza pública en los barrios surorientales de Bogotá.
“El alcalde se está pasando por la faja el acuerdo a que se llegó de soltar a los
detenidos”, expresó un dirigente del barrio La Victoria.229

229
Alternativa No.22, del 9 al 22 de diciembre de 1974, “Una Navidad caliente”, pp. 14-15.
164

La respuesta del Gobierno de López Michelsen al paro del 14 de septiembre de 1977 fue la
de una represión generalizada (Ver imagen No. 22) que dejó una cifra calculada de 20
muertos, centenares de personas heridas y miles de detenidos. Fue tal la cantidad de personas
privadas de la libertad por su participación en la protesta, que los gobiernos de las diferentes
capitales departamentales y del Distrito Especial de Bogotá habilitaron escenarios públicos
para su concentración. Recogiendo “la experiencia” chilena de los días del golpe militar del
general Augusto Pinochet contra el gobierno constitucional de Salvador Allende, cuando el
Estadio Nacional de Santiago de Chile fue dispuesto como centro de detención y de torturas
de miles de simpatizantes de la Unidad Popular, en Bogotá y Cali, las plazas de toros de
Santamaría y Cañaveralejo, respectivamente, también fueron dispuestas como grandes
cárceles. A lo largo de todo el día, ellas recibieron a centenares de jóvenes estudiantes,
trabajadores y mujeres que participan en el paro, y muchos de ellos fueron sometidos luego
a procesos judiciales a cargo de jueces policiales y militares. El editorial de la edición No.
132 de Alternativa sobre la protesta se titulaba “El paro enseña”, y sostenía, precisamente,
que “… más de 20 muertos confirmados en la madrugada del jueves (15 de septiembre) eran
el provisional trofeo de caza del señor Presidente”. 230
Según la nota, que aludía a la
intervención de López por televisión en la noche del paro en la que dio a conocer su propia
versión amañada de lo ocurrido, “… el Presidente tuvo razón en una cosa: este no fue un paro
laboral sino algo de mayor envergadura: un paro popular”. Alternativa explicaba su
valoración de paro:
Los obreros que asistieron a sus fábricas, cautos ante la amenaza de perder su trabajo,
que en las actuales condiciones del país equivale al hambre para toda la familia,
dejaron encargados a todas sus familias de regar de tachuelas las calles y enfrentarse
a la fuerza Púbica, que salió a reprimirlas. Esa fue la enseñanza que el Presidente, a
regañadientes, tuvo que sacar del paro, visible en las medidas de militarización
tomadas para enfrentarlo: una respuesta de orden público para un movimiento que fue
espontáneamente seguido por el público.231

El tono del editorial se desarrolló en los diferentes artículos de las diez páginas restantes
dedicadas al paro, en las que había escasas alusiones a los organizadores, la Cstc, el PCC y
movimientos afines a éstos en los ámbitos juvenil, estudiantil y de mujeres. El editorial
remataba con una valoración general y afirmaba que el paro había sido “… una formidable

230
Alternativa No. 132, Bogotá, del 19 al 26 de septiembre de 1977, Carta al lector. “El paro enseña”, p. 1.
231
Ibíd.
165

experiencia en la lucha de las masas colombianas y de las bogotanas en primer lugar, que ha
dejado una valiosa escuela organizativa y que ha de convertirse en forzosa referencia de los
próximos combates populares”. En el artículo titulado “¡Bogotá, paro es paro!”, la revista
hacía un seguimiento de la forma como se cumplió la protesta desde las cero horas del
miércoles 14 de septiembre hasta las 8:00 de la noche, en uno de cuyos apartes refería:

9:00 a.m. La principal entrada a Bogotá, la Autopista del Sur, entre Soacha y Bosa,
barrios Venecia y Delicias, está totalmente militarizada con unidades de lanceros que
ya no logran controlar al pueblo que se desboca y bloquea la vía con piedras, vidrios,
tira piedra y riega tachuelas y aceite. Se percibe detrás un paciente trabajo de
preparación y organización. Pero los grados de conciencia que se manifiestan son
muy desiguales; espontaneismo puro, anarquismo inclusive, hasta brigadas
organizadas, especialmente del Partido Comunista, principal impulsor del paro.232

En el mismo informe, Alternativa insistía: “El paro ha sido promovido y organizado por la
clase obrera, pero en la acción concreta se ve falta de dirección, anarquismo, la orfandad
política de las masas, aun cuando no se debe negar la presencia de casi todos los militantes
de la izquierda”.233 En su ánimo de terciar en las diferencias dentro de la izquierda, la revista
era benévola. Otra opinión tenían los organizadores, que se sintieron abandonados por gran
parte de los grupos de la izquierda sectaria, encerrada en sus propias creencias de capilla. En
su análisis del paro, Álvaro Delgado trazaba la siguiente radiografía de la participación de
las diversas tendencias de la izquierda, mencionando primero la posición de la Liga Marxista-
Leninista y de los Comandos Camilistas, que en el paroxismo de lo absurdo afirmaban: “Los
revisionistas del partido de Vieira, representantes por excelencia en nuestro país del voraz
socialimperialismo ruso, trabajan febrilmente en cumplimiento de los planes neocolonialistas
y socialfascistas de sus amos, los nuevos zares, de dominar nuestra patria”. Delgado aludió
también al cubrimiento de Alternativa, y la calificó con dureza respecto de sus preferencias:
“La revista liberal Alternativa, de clara orientación anticomunista y evidente simpatía por el
trotskismo y el maoísmo, se vio forzada a confesar que los sectores ML ‘se han opuesto
activamente al movimiento en todos los medios sindicales donde tienen alguna
influencia…’”234 Y continuaba Delgado:

232
Ibíd., “Bogotá. ¡Paro es paro!”, p. 3
233
Ibíd., p. 4.
234
Art. cit., p. 96.
166

“La actitud del Moir y de los trotskistas más anticomunistas fue diferente: estuvo
enmarcada por el oportunismo… Mientras las diversas tendencias ML se
pronunciaron destapadamente contra el paro cívico, el Moir fue el grupo que más se
esforzó por hacer abortar la protesta unitaria mediante la agitación de una protesta
nacional paralela –que nunca organizo efectivamente, desde luego--. Así hay que
entender su táctica en las huelgas de Ecopetrol y en el magisterio oficial, planeadas
por las agrupaciones ultraizquierdistas para entorpecer el paro nacional unitario.235

También El Manifiesto, periódico de la Unión Revolucionaria Socialista, URS, describió en


un análisis del Paro Cívico lo ocurrido con los grupos maoístas, de manera especial con el
Moir, y con trotskistas como el Bloque Socialista, que por los días de la huelga cívica se
encontraban en plena campaña electoral. El Bloque hacía parte de los grupos que cambiaban
su tradicional actitud abstencionista para lanzarse a la arena comicial, luego de transformarse,
también por esos días, en “Partido Socialista de los Trabajadores, PST:

En el propio paro –escribió sobre la jornada– se manifestaron vacilaciones de algunas


organizaciones políticas como el Moir, que en los días previos al paro intentó restarle
fuerzas con el lanzamiento de algunos movimientos sin esperar para hacerlos confluir
en la fecha acordada; tal es el caso de Fecode y el de Barranca, donde trataron de
oponer el movimiento local al paro nacional pretextando que los objetivos de éste
eran generales e incomprensibles para las masas. Igualmente, el Bloque Socialista,
que unos 15 días antes del movimiento desapareció de los comités nacional y
departamental del paro y no dio sus cuotas para las tareas de propaganda y
organización. Sin embargo, anda ahora, de manera oportunista, tratando de sacar
dividendos políticos al atribuirse algunas de las víctimas. Es igualmente necesario
aclarar que el Moir no fue en ningún momento excluido del Comité Nacional de Paro
y que su ausencia de éste se debió a que él no hizo ningún intento de pertenecer a ese
organismo.236

En realidad, el Paro Cívico Nacional fue una acción largamente preparada que había contado
con el respaldo de muchos sectores, entre ellos de la intelectualidad progresista de la época
que, encabezada por Gabriel García Márquez, consejero editorial de Alternativa y uno de sus
ejes fundamentales en las épocas de crisis --como la que acababa de atravesar desde finales
de 1976 hasta su reaparición el 1 de mayo del 77--, se pronunciaron abiertamente en favor de
la protesta. Lo hicieron mediante un documento que, obviamente, puso iracundo al presidente

235
Art. cit., p. 91.
236
Citado por DELGADO, Álvaro, “El paro cívico nacional”. En: Estudios Marxistas, No. 15, Bogotá, Revista
Colombiana de Ciencias Sociales, 1978, p. 97.
167

López, acostumbrado a rodearse de gente del arte y la cultura y quien había estado cerca de
núcleos intelectuales reunidos en torno de revistas como Mito y La Nueva Prensa, para no
hablar de quienes lo acompañaron en su periódico La Calle y en su revista Sett (Ver más en
el Capítulo II). Delgado recordaba en su artículo la larga lista de artistas adherentes al paro,
en la que figuraban, además de García Márquez, Luis Vidales, Ciro Durán, Felisa Bursztyn,
Antonio Roda, Enrique Grau, entre otros.237

En medio de la censura a la prensa que de manera soterrada impuso el Gobierno, las agencias
internacionales llamaban a Alternativa para informarse de lo que estaba sucediendo. “Es
obvio que la información oficial y la de la radio quieren tapar el sol con una mano. Nunca
antes se había escuchado tanta información internacional por la radio”, recordaba la revista.
A las 4:30 p.m., según el recuento de Alternativa, “El gobierno anunciaba el toque de queda,
ya totalmente desbordado por los acontecimientos. Era el más potente reconocimiento del
éxito absoluto del paro en la capital del país”. Y a las 8:00 p.m., “Después del toque de queda
y (de) la alocución de López, se presentan desafíos frontales a la tropa en cuatro sitios claves:
Quirigua, Minuto de Dios, 68 con 68 y Fontibón, donde tropas de la FAC (Fuerza Aérea
Colombiana) dan muerte a tres personas…”238 El colofón de esta información remarcaba de
nuevo sobre las lecciones de la protesta y recababa acerca de la necesidad de la unidad de la
izquierda y de “proponer los medios para no dejar inconcluso un movimiento tan
esplendido”. Según Alternativa:

No obstante los aciertos en la dirección y preparación, la izquierda tiene que hacer


sus análisis posteriores a partir del hecho del gran atraso –pese a su espíritu
combativo— de una gran parte de nuestro pueblo. Y, también, del hecho de que su
actual división e inclusive rivalidad no es precisamente el mejor elemento para
superar ese atraso”.239

237
Decía Delgado: “El 7 de septiembre (de 1977) la influyente Corporación Colombiana de Teatro y un grupo
de intelectuales y artistas se sumaban solidariamente al movimiento, en declaración suscrita, entre otros, por
Gabriel García Márquez, Luis Vidales, Antonio Roda, Enrique Grau, Marco Ospina, Jacinto Jaramillo, Enrique
Buenaventura, Jorge Alí Triana, Carlos Mayolo, Pedro Alcántara, Augusto Rendón, Pepe Sánchez, Jairo
Mercado, Isaías Peña, Felisa Bursztyn, Jorge López, Jorge Silva, Marta Rodríguez, Ciro Durán, Mario Mitrioti,
Enrique Forero, Luis Crump, Fernando Vélez, Hernando González, Juan José Bejarano, Umberto Valverde,
Rafael Buitrago, Jaime Echeverri, Nelson Osorio Marín, Piedad Ávila, Fernando Oramas, Beatriz de Vieco, Julio
Roberto Bermúdez, Eduardo Márceles D´Conte, Rosa Elena Lamprea, Carlos Sánchez, Camilo Hernández,
Consuelo Mejía, Henry Luque Muñoz, Germán Rey, María Cristina Laverde…”. Ver: art. cit., p. 73.
238
Alternativa No. 132, Bogotá, del 19 al 26 de septiembre de 1977, “Bogotá, ¡Paro es paro!”, p. 5.
239
Art. Cit., p. 5.
168

En otro informe titulado “¿Cuántos murieron?”, la revista afirmaba que “Si sumáramos no
más las distintas llamadas telefónicas y los relatos de testigos oculares sobre gente abaleada
por la Fuerza Pública recibidos por esta revista ese día, los muertos subirían de 50.
Oficialmente se reconoció que en Bogotá resultaron muertas quince personas, casi todas en
enfrentamientos. Sin embargo, ya desde las doce del día un oficial de la Estación Cien de
Policía había informado que el número de muertos ‘se acercaba a veinte’”. 240 Sin embargo,
Rocío Londoño, en su ensayo sobre la crisis y recomposición del sindicalismo colombiano,
calcula en 30 el número de los muertos por la represión contra el paro en todo el país, y cree
que los logros del movimiento no fueron tan sustantivos como los evalúan otros estudiosos
del tema. Londoño afirmaba:

La abierta condena por parte de los partidos tradicionales, los gremios y la Iglesia; el manejo
intransigente que el Presidente dio a las peticiones sindicales; la muerte de treinta personas
y las detenciones y sanciones producidas fueron factores que estimularon una posición más
autónoma y crítica de las confederaciones UTC y CTC y un cuestionamiento de la asociación
simplista que la izquierda hacía entre estas centrales y los partidos tradicionales y el
gobierno.241

En otro texto de la edición No. 132, titulado “El pueblo sintió la medida de su fuerza”, sin
firma, como la gran mayoría de sus artículos, Alternativa tocaba el asunto económico de la
protesta, que se orientaba a la exigencia de incremento de salarios. “Lo cierto es que la
reducción salarial no les ha servido para nada y la inflación que ha vivido el país solo ha
beneficiado a empresarios y terratenientes… Pese a ello, los candidatos del sistema se han
apresurado a condenar el paro y a cerrar filas en torno al Gobierno”, decía la revista. 242 Y
señalaba más adelante: “Sus argumentaciones sobre el paro solamente intentan ocultar la
irreconciliable oposición entre ganancias y salarios, entre explotadores y explotados”.

“Antioquia. Barrios si, fábricas no”, era el título de otro artículo de Alternativa, en el que
insistía en su tesis de que el paro había sido ante todo popular y no tanto obrero, señalaba que

240
Alternativa No. 132, Bogotá, del 19 al 26 de septiembre de 1977, “¿Cuántos murieron?”, p. 5.
241
LONDOÑO BOTERO, Rocio, art. cit., p. 21.
242
Alternativa No. 132, Bogotá, del 19 al 26 de septiembre de 1977, “’Ilegal’, pero arrollador. El pueblo sintió
la medida de su fuerza”, p. 7.
169

en las barriadas del norte de Medellín la respuesta de las comunidades pobres había sido
grande y, además, informaba que se había reportado la muerte de cinco personas como
consecuencia de la represión contra la protesta. “En el resto del país”, texto destinado a
registrar lo que había ocurrido en ciudades distintas a la capital y a Medellín, empezaba sin
embargo afirmando que “los bogotanos, en quienes no se fincaban muchas esperanzas,
efectuaron una demostración de descontento y protesta que no se veía desde el Bogotazo del
9 de abril del 48”, que el cese de actividades había sido “intenso especialmente en
Barranquilla, Cali y Barrancabermeja” y que en menor grado se registró en Pasto,
Chiquinquirá, y Duitama. Particular despliegue mereció lo sucedido en Cali, donde “el
transporte cesó en un 70%, aunque funcionaron con algunos problemas el servicio bancario
y oficinas del centro de la ciudad. La (fábrica) Good Year, Croydon, Fumigadoras El Triunfo
e Industrias Atila no funcionaron durante todo el día”.243 En la capital del Valle se registró la
detención de más de 150 personas que fueron concentradas en la Plaza de Toros y sometidas
a retención durante varios días. Además, cinco obreros del Ingenio San Carlos que
participaron en la protesta fueron arbitrariamente detenidos por la Policía. En el texto
“Barranca: la guerra de la pulga”, Alternativa dedicaba espacio aparte a lo ocurrido en
Barrancabermeja, puerto petrolero conocido por su compromiso obrero y cívico. “Ante la
magnífica organización del paro y la combatividad de las gentes, el ejército respondió en
forma brutal: los que caían en sus manos eran golpeados en la vía pública, ante los ojos y el
repudio de la población”, reportó el enviado especial de la revista a la ciudad del Magdalena
Medio, quien decía haber sido testigo de vejámenes de militares contra una integrante de la
Unión Sindical Obrera, USO, e informó que habían sido allanadas más de 20 casas y
detenidas más de 200 personas.244

Mientras todo esto ocurría, la campaña electoral seguía su marcha, y al parecer este era el
espacio que más interesaba a varias de las fuerzas que poco le habían aportado a la
preparación y realización del Paro Cívico Nacional. Ello se reflejaba de manera palpable en
la edición No. 132, pues una vez culminados los textos del cubrimiento de la movilización
del 14 de septiembre, la revista reseñaba la llegada de Consuelo de Montejo, directora de El

243
Ibíd., “En el resto del país”, p. 11
244
Ibíd., “Barranca, la guerra de la pulga, p. 11.
170

Bogotano –un periódico de crudo estilo amarillista--, y fundadora del Movimiento


Independiente Liberal, MIL, a la campaña del Moir, ya escindido de la Unión Nacional de
Oposición, UNO, y, en consecuencia, de su alianza con el Partido Comunista. El grupo
maoísta fundado por Francisco Mosquera en 1968 acababa de crear el Frente Unido del
Pueblo, FUP, en el que participaban también desprendimientos de la Alianza Nacional
Popular, Anapo, encabezados por José Jaramillo, un sector del Movimiento Amplio
Colombiano, MAC, y los denominados Comités Democráticos Populares Revolucionarios.
Al hacer referencia a la Anapo Socialista de entonces, Alternativa volvía sobre las
divergencias internacionales como uno de los principales orígenes de la tentación divisionista
en la izquierda. “Carlos Toledo Plata y Ever Bustamante, únicos miembros del Ejecutivo que
siguen independientes frente a las tres candidaturas de la izquierda, enviaron un documento
en el que achacan a las divergencias sobre política internacional entre el PC y el Moir el que
no se hubiera podido llegar a un frente unitario que asumiera las tareas de la actual
campaña.245 En el mismo artículo, Alternativa registraba la conversión del Bloque Socialista,
la principal agrupación trotskista de la época, en el Partido Socialista de los Trabajadores,
PST, decisión que la revista saludaba considerando el hecho como “el comienzo de una nueva
etapa de este importante sector del socialismo colombiano, que se ha definido por su
integración a la IV Internacional Comunista”. En el congreso fundacional del PST se lanzaba
la candidatura presidencial de Socorro Ramírez, dirigente trotskista del magisterio. Así, la
izquierda tendría para las elecciones a la primera magistratura del Estado en 1978 tres
candidatos presidenciales: además de Ramírez, el de la UNO, Julio César Pernía, y el del
FUP, Jaime Piedrahita Cardona, procedente de la Anapo. La derrota frente a la candidatura
liberal de Julio César Turbay Ayala sería estruendosa. No había fructificado la iniciativa
lanzada desde Alternativa de unificar las candidaturas en una, propuesta respaldada por una
campaña denominada ¡Firme!, al término de la cual fueron recaudadas casi medio millón de
firmas. Éstas, aunque finalmente no cumplieron su objetivo principal de ser el soporte
político para persuadir a las izquierdas de unirse, tuvieron el efecto mediato de convertirse
en un nuevo grupo político, el movimiento Firmes, que analizaremos al final de este capítulo.

245
Alternativa No. 132, Bogotá, del 19 al 26 de septiembre de 1977, “María Eugenia y Consuelo: listas”, p. 12.
171

En la edición siguiente, la No. 134, del 26 de septiembre de 1977, Alternativa dedicaba casi
trece páginas a repasar los efectos del Paro Cívico Nacional. En esta edición el editorial
volvía a estar dedicado al análisis del movimiento social desarrollado el 14 de septiembre y
comenzaba fustigando al gran responsable de la protesta, López Michelsen, quien olvidando
todos sus discursos en favor de los sectores populares cuando encabezó una de las tercerías
enemigas del Frente Nacional, ahora, en el poder, se dedicaba a gobernar para su clase social,
la gran burguesía industrial y financiera, apoyado en la represión. “El presidente López debe
estar descubriendo a estas horas que de los tres millones de votos con que inició su mandato
ya no le queda un centavo, y que el año que le falta va a tener que capearlo girando cheques
chimbos sobre su saldo en rojo”, decía el editorial, en el lenguaje típico de la revista,
metafórico y desparpajado,246 luego de cuestionar el oportunismo de los conservadores
ospino-pastranistas, que al principio, por sus diferencias con el lopismo, por lo menos no
condenaron el paro, “convencidos de que tres meses de abyecto oportunismo compensan
treinta años de persecución al sindicalismo”. En suma, el editorial insistía en que el paro “No
fue una explosión ciega de cólera y de venganza, sino un movimiento largamente preparado,
una protesta consciente y deliberada del pueblo”.

En el tono sarcástico y a veces macondiano del lenguaje alternativo, la revista volvía sobre
la alocución presidencial del día del paro, y le recordaba a López Michelsen la forma
displicente con que había asumido los anuncios del movimiento popular, cuando utilizó la
vieja táctica de menospreciar los reclamos y las acciones populares y, luego, cuando éstas les
estallan en las manos a los gobernantes, minimizar sus resultados como ocurrió con López,
para quien el paro “no existió” (curiosa actitud que se repetiría en otras circunstancias de la
historia social colombiana). “López y el paro. Una tachuela por cada voto engañado” se
titulaba el artículo de seguimiento:

Mientras López se hacía retratar en Washington, al lado de Carter y de Pinochet, o se


demoraba en Nueva York escogiendo zapatos y corbatas, el manejo del anunciado
paro quedaba en manos de sus tres ministros más distinguidos en el chamboneo. Óscar
Montoya Montoya, mintrabajo, cuya torpeza raya a veces en el estupor catatónico, y
que fue designado para su alto cargo por haber conseguido mientras fue gobernador
246
Alternativa No. 133, Bogotá, del 26 de septiembre al 3 de octubre de 1977, “Carta al Lector. El susto del
catorce”, p. 1.
172

de Antioquia llevar al rojo vivo todos los problemas laborales de su departamento.


Sarita Ordóñez, mincomunicaciones, que ha logrado reunir en contra suya a todos los
telesepectadores y radioescuchas del país por su caprichoso manejo de la televisión y
de la radio. Y Rafael Pardo Buelvas, cuyo inepto manejo del Ministerio de
Agricultura, no solo provocó el caos en la producción de alimentos del país sino que
lo convirtió a él, a ojos de López, en el hombre más indicado para manejar la represión
y la política.247

Para el autor del artículo, con el sarcasmo afilado, “en manos de esas tres personas,
asesoradas por el canciller Indalecio Liévano, quedó la misión patriótica y republicana de
evitar el tenebroso paro subversivo”. La alusión a Liévano no era gratuita, pues dentro de la
intelectualidad progresista se le veía como un historiador de avanzada, que había contribuido
a divulgar otra visión de la historia colombiana, de manera especial con su obra Los grandes
conflictos sociales y económicos de nuestra historia, ampliamente reproducida en revistas
liberales y mediante varias ediciones. El artículo decía:

… si una cosa quedó demostrada el pasado 14 de septiembre es que los colombianos


no son 25 millones de lagartos. Ya no se les maneja con marrullas electoreras ni con
juegos de palabras, transmutando paros populares en revueltas anárquicas y rechazos
cívicos en votos. Es una lección que tendrá que meditar el candidato del sistema que
vaya a suceder a López en el cada día más incómodo sillón presidencial. A López, en
cambio, es una lección que le llega tarde. Abusaron de su nobleza”.248

A pesar del optimismo de esta conclusión, la experiencia demostraría su equivocación: que


en las elecciones presidenciales la historia sería otra con el triunfo de Turbay Ayala y la
derrota abrumadora de los tres candidatos de la oposición, como hemos visto. En la misma
edición, mientras tanto, Alternativa dedicaba otros artículos a analizar la experiencia de la
unidad de acción de las centrales obreras (“Diálogo sin condiciones”) y sostenía que “Los
dirigentes sindicales mostraron cómo una lucha por reivindicaciones económicas se convierte
en política al llegarse al enfrentamiento con el Estado y los patronos y los partidos del
sistema”.249 La información estaba ilustrada con una fotografía bastante inusual: los líderes
de las cuatro centrales obreras existentes en el país (Pastor Pérez, de la Cstc; Víctor Baena,
de la CGT; Tulio Cuevas; de la UTC, y Gustavo Díaz Raga, de la CTC), en una reunión pos

247
Art. cit., “López y el paro. Una tachuela por cada voto engañado”, p. 2
248
Art. cit., p. 3.
249
Ibíd., “Las centrales obreras. Diálogo con condiciones”, p. 4.
173

paro, en la que se debatían las acciones a desarrollar luego del paro del 14 de septiembre. La
gráfica estaba acompañada de un pie de foto que terminaba con la consigna de los cuatro:
“… mantener la unidad”. Sin embargo, al parecer todo allí no eran sentimientos sinceros de
unidad. Stephen J. Randall, en una extensa biografía titulada Alfonso López Michelsen. Si
vida, su época, sostiene: “Años más tarde, Tulio Cuevas, a cargo de la UTC y también figura
destacada en la huelga de los Seguros Sociales, antes del paro cívico general, declaró para El
Espacio que quizás había sido un error convocar al paro de septiembre de 1977”. Randall
agregaba basándose en un memorando que le había preparado López Michelsen, con fecha
28 de noviembre de 2006, para su biografía que Cuevas había ido más allá en su tardío
arrepentimiento, reflejo de las pugnas entre las fracciones de derecha y extrema derecha en
el conservatismo, el ospino-pastranismo, de un lado, y el alvarismo (laureanismo), del otro:

“Los trabajadores estamos arrepentidos de haberle hecho el paro más sangriento,


como fue el del 14 de septiembre, a un gobierno que fue el que más nos dio, el más
concreto, el que nos reivindicó en parte del mal que le hizo al país y a las masas
laborales el de Misael Pastrana Borrero, quien nos dio garrote instaurando la
inmoralidad y creando las Upacs, que desmontaron la industria. 250

Alternativa hizo también en su No. 133 lo que en muchos otros: abrir sus páginas para el
debate de la izquierda. En esta oportunidad, como era de esperarse, para que diversos sectores
se pronunciaran sobre los resultados y lecciones del Paro Cívico (“La izquierda opina. Gran
salto en el proceso de unidad”). En el debate participaron Álvaro Vásquez, por el Partido
Comunista; Carlos Toledo Plata, por la Anapo Socialista; Carlos Jiménez, por la Unión
Revolucionaria Socialista; Socorro Ramírez, por el Bloque Socialista (luego PST), y Carlos
Bula, por el Moir. Estaban allí las principales fuerzas de la izquierda en el momento, aunque
no había representantes de los sectores ML y camilistas, tal vez los más recalcitrantes
opositores a priori al paro. Todos coincidieron en la importancia del movimiento, así su
participación hubiera sido muy desigual o de última hora, como hemos visto a lo largo de
este capítulo. Vásquez puso de relieve el proceso de preparación del paro desde el 15 de
mayo, fecha en que la Cstc lanzó la propuesta, y respondiendo a un interrogante de la revista
señalaba que “no se puede afirmar que no hubo dirección o no había organización. Lo que
sucede es que, como lo han demostrado muchos acontecimientos históricos, es imposible

250
RANDALL, Stephen J., Alfonso López Michelsen. Si vida, su época, Bogotá, Villegas Editores, 2007, p. 483.
174

tener una dirección y control absoluto sobre un movimiento amplio de masas”. 251 Toledo
Plata, representante a la Cámara, sostuvo que en su departamento, Santander, falló la unidad
de la izquierda, pero indicó que “en todo caso las masas ganaron confianza en sus propias
fuerzas”, en tanto que Jiménez señaló que “… el paro cívico mostró sus virtudes, como forma
de organización de masas, mucho más eficaz que la organización sindical, ya que se puede
luchar con más efectividad contra el régimen”. Bula, de acuerdo con el texto de Alternativa,
“… se abstuvo de explicar por qué, si en la semana que precedió al 14 de septiembre tapizó
la ciudad de afiches conmemorativos de la muerte de Mao Tse Tung, no puso o no quiso
colocar en cambio carteles ni murales llamando al Paro Cívico”. Finalmente, Ramírez
propuso “un encuentro nacional de las cuatro centrales y del sindicalismo independiente para
darle continuidad al movimiento y que se estudien las condiciones para un nuevo paro
cívico”.252 Nuevas convocatorias a paros cívicos si hubo, pero no unidad de las centrales
obreras y del sindicalismo independiente.

El trabajo de Alternativa en relación con los resultados de la violencia desatada por el


Gobierno contra los participantes en el Paro contribuyó a que, por lo menos en los días que
siguieron a la protesta, se mantuviera vivo el reclamo de esclarecimiento de los culpables y
el resarcimiento por los daños causados a los familiares de las víctimas. En un texto titulado
“Balance de la represión. Nadie responde por los muertos”, se esforzaba porque no se
perdiera la pista de los crímenes, y llamaba la atención acerca de que por ellos “deberán
responder los ministros del Trabajo, Gobierno y Guerra”, que fueron convocados a un debate
en el Congreso. Los homicidios finalmente terminaron en la impunidad y, más lamentable
aún, parece que en el olvido de la sociedad con el paso del tiempo, pues la reivindicación de
la memoria de los caídos del Paro Cívico poco ha sido levantada por organizaciones sociales,
como corresponde. La cifra de víctimas fatales en la que varios documentos coinciden es de
30, además de diez desaparecidos. Del total de muertes, 23 ocurrieron en Bogotá. La lista de
muertos dada a conocer por Alternativa era:

Elda Morales Rodríguez, Édgar Eduardo Moreno, Celina de García, Jorge Ernesto
Arévalo, Tarsicio Reyes, José Luis Pulido, Pablo Monroy, Ismael León, Hernando

251
Ibíd., “La izquierda opina. ‘Gran salto en el proceso de unidad’, pp. 4-5.
252
Ibíd., p. 5.
175

Pegote Castañeda, Josefina Rico, Pablo Álvarez, Gloria Ayala, Wilson Arizmendi,
Armando Jiménez, Luis Alfredo López, Luis Alfonso Blanco, Jorge Ramírez, Elías
Montoya, José Fernández, Hugo López, Francisco Pedraza y dos hombres aún no
identificados.253

Por otra parte, la cifra de heridos era incalculable, pero la de detenidos si se pudo cuantificar,
pues hubo por lo menos 3.800 en Bogotá, según registros que quedaron de los lugares en
donde fueron concentrados: además de la Plaza de Toros de Santamaría, como es sabido,
también fueron empleados como centros de concentración de presos el Velódromo Distrital,
el Coliseo El Campín y varias comisarías. Una semana después del Paro, la Cstc denunciaba
que 74 personas seguían retenidas, varias de las cuales fueron condenadas a penas de entre
60 y 80 días de arresto.254 En cuanto a despidos, se calculaba que la cifra superaba los 700
en todo el país. En su edición No. 238, Alternativa incluyó también varios testimonios dados
por familiares de las personas asesinadas, e incluso dio a conocer nombres de agentes del F-
2 (el servicio secreto de la Policía de la época) sindicados por testigos de haber disparado
contra manifestantes que murieron en los choques ocurridos entre pobladores y agentes
antidisturbios en barrios populares de Bogotá. Uno de esos casos fue el de Josefina Rico, a
manos de un teniente de la Policía. El padre de la joven, Ecce Homo Rico, relató a un
reportero de la revista lo ocurrido:

-- Cuéntenos, por favor, ¿cómo mataron a su hija Josefina?


-- Mi hija estaba aquí y oyó tiros en la calle y salió a mirar, aquí no más, al portón,
cuando pasó una radiopatrulla echando bala y la mataron. Después la subieron a una
ambulancia de la Cruz Roja y se la llevaron.
-- ¿Quiénes dispararon?
-- Fue un teniente que iba disparando como loco con una ametralladora desde una
radiopatrulla.
-- ¿Qué hacía su hija?
-- Ella trabajaba en una fábrica de bocadillos. Era la única hija soltera y la que sostenía
la casa y a nosotros, los dos viejos… El Gobierno manda a asesinar al pueblo. Por eso
vinieron los policías a matar a mi nenita.
-- ¿Ustedes qué opinan del paro?
-- Todo el mundo debería salir a la calle. Es un paro justo, aunque fueron a trabajar,
porque si no, los botan.

253
Ibíd., “Balance de la represión. Nadie responde por los muertos”, p. 6.
254
Ibíd.
176

La serie de artículos sobre el paro finalizó con un interesante análisis que conjugaba
elementos conceptuales con hipótesis acerca del significado de esta protesta social. El escrito
estaba firmado por Vemece F. Rojas, un nombre que no figuraba en la plantilla de redacción
de la revista y podría tratarse de un colaborador que habría ofrecido el texto como aporte a
las reflexiones numerosas que siguieron a la realización del Paro Cívico. De todas formas, el
texto, titulado “Las lecciones del 14 de septiembre. ¿Para qué sirvió el paro?”, tenía un gran
despliegue de tres páginas, se enmarcaba dentro del ánimo de la revista de hacer visibles
distintas posturas y su inclusión de manera tan destacada evidenciaba afinidad con el mismo.
El artículo defendía el carácter político, no meramente reivindicativo, del paro; lo definía
como “insurreccional” (lo cual resultaba una exageración y un desenfoque, pues la huelga, a
pesar de su éxito, no tenía ese tono, ni por sus objetivos ni por las fuerzas que lo soportaban,
y así lo dejaron en claro sus organizadores); sostenía que el Gobierno buscaba absorber
mediante maniobras (del Consejo Nacional Salarial) la protesta para “institucionalizarla”;
defendía la necesidad de que las fuerzas protagónicas del paro no se dejaran “integrar” (ser
sometidas por la institución), y consideraba como positivo no haber alcanzado reivindicación
alguna, tópico también muy discutible, porque si bien el paro fue en la práctica una medición
política de fuerzas de sectores populares con el Estado, no estaba desprovisto del objetivo de
hacer efectivos logros en materia de salario, costo de vida y empleo que favorecieran al
grueso de la población. Alcanzar los propósitos relacionados con esas reivindicaciones era
muy importante para el movimiento (ver punto 7). Finalmente, desconocía rotundamente el
papel jugado por la principal fuerza proponente e impulsora del paro, la Cstc, y lo
circunscribía todo al “papel superior de las masas” y a que “el verdadero sujeto de la
insurrección (sic) era la clase obrera”, posición equivocada y que estaba en la tónica de los
argumentos de última hora expuestos por analistas vinculados a sectores de izquierda que, de
manera prejuiciada, partían del desconocimiento del rol jugado por la confederación dirigida
por los comunistas en el éxito del movimiento. Por lo polémico de los planteamientos
vertidos en este análisis, trazamos una sinopsis de ellos:

1.- “El paro fue político, estaba dirigido esencialmente a enfrentar el aparato estatal para
presentar una simple demostración de fuerza, de organización, que alentara las luchas
posteriores y determinara un cambio posterior de la conducta gubernamental”.
177

2.- “La separación conceptual con la cual se pretende analizar el movimiento es una auténtica
trampa. Lleva implícita la consideración de que lo reivindicativo no es político y de que lo
político trasciende el campo normal y aceptable de lo reivindicativo”.
3.- “El paro del 14 es típicamente un caso de lucha reivindicativa que simultáneamente es
lucha política, pero que no se adelanta a través de los canales institucionales del Estado. Y
esto es precisamente lo que preocupa a las clases dominantes y a su Estado”.
4.- “… a pesar de que el Gobierno y los órganos de expresión de la burguesía han calificado
el paro como un fracaso, se han visto sacudidos violentamente por el movimiento y, así
quieran ocultarlo, saben de su honda trascendencia”.
5.- “Lo alcanzado en Bogotá por la huelga, eminente y radicalmente política… debe
servirnos… de lección para entender cómo, en un momento dado, se nos puede tomar por
sorpresa y darle un viraje de 360º a la enorgullecedora institucionalidad colombiana”.
6.- “Si alguna lección ha de sacarse del paro del 14 de septiembre ninguna más importante,
entonces, que la demostración práctica de cómo puede conducirse la lucha reivindicativa por
fuera de los mecanismos de integración y control del Estado capitalista”.
7.- “Hay que estar alertas para evitar que la ideología del sistema haga aparecer las reuniones
del Consejo de Salarios y del Trabajo como una ‘conquista’ de paro, y que la ya inmediata
elevación del salario mínimo y la presentación próxima de proyectos modificatorios de la
legislación laboral, se presenten como los logros del movimiento revolucionario”.
8.- El paso subsiguiente no pude ser, por lo tanto, atender a los convites integradores del
Gobierno”, pues “López combina adecuadamente la integración y la represión”.
9.- “Las características de la insurrección mostraron que era posible hacer entrar en crisis los
elementos integrados y represivos del sistema”.
10.- “El Gobierno intentó la integración, pero la fuerza del movimiento impidió el arreglo
del conflicto por la vía claudicante de la negociación”.
11.- “La censura a los medios de comunicación era tan burda y descarada que hasta los menos
conscientes se rieron de los comunicados oficiales”.
12.- “Fuerzas policivas y militares fueron incapaces de restablecer el orden donde quiera que
la acción popular saboteó el transporte, saqueó los almacenes y fábricas y atacó abiertamente
a los agentes de la ‘autoridad legítima’”.
178

13.- “El paro demostró, una vez más, que las organizaciones no sustituyen a las masas en su
lucha, y que son éstas las que espontáneamente condujeron y dirigieron su propia acción”.
14.- “No hubo, pues, alza de salarios ni de prestaciones, pero se alcanzó algo mucho más
importante. Se conoció y vivió la virtualidad de la lucha reivindicativa para hacer germinar
en ella la cimiente de la lucha revolucionaria.
15.- “Se hizo retroceder la capacidad integradora y represiva del régimen, y se hizo
conciencia sobre la propia capacidad organizativa y de lucha de la clase obrera y de las clases
explotadas”, pues “El verdadero sujeto de la insurrección (fue) la clase obrera”.255

El impacto del Paro Cívico se proyectó en el ámbito político de la izquierda y generó


expectativas renovadas, como las expresadas por Gerardo Molina y Luis Carlos Pérez, ex
rectores ambos de la Universidad Nacional y destacados juristas, quienes suscribieron una
carta dirigida a las cuatro centrales obreras que habían promovido la huelga ciudadana, en la
cual exaltaban la movilización del 14 de septiembre y las instaban a aprovechar “el periodo
propicio que se abre para las fuerzas que rechazan las agresiones estatales”. Se referían a los
diversos actos de represión desatados por el gobierno de López Michelsen y que empezaban
a originar alarma entre defensores de derechos humanos como ellos. “Del entendimiento
cívico al político” se rotulaba en Alternativa el mensaje de Molina y López, en el que se
destacaba su interés por esfuerzos de unidad política pos paro.

“Es preciso asociar en torno de cinco o seis principios programáticos a los sectores
populares, a los grupos que sienten la importancia de esta hora y que, por razones
distintas, se han lanzado cada uno por su lado, dejando en tranquila prosperidad a los
enemigos que están en el Gobierno, en la oligarquía y en los dominios
supranacionales del capitalismo”.256

Los dos académicos, que poco tiempo después harían parte del movimiento Firmes, también
hacían en su carta una precisa caracterización de las causas objetivas del paro:

… la protesta fue contra el desbarajuste estatal evidenciado en el fracaso de la política


de ingresos y salarios, de la lucha contra la inflación y consiguiente carestía de la

255
Alternativa No. 133, Bogotá, del 26 de septiembre al 3 de octubre de 1977, “Las lecciones del 14 de
septiembre. ¿Para qué sirvió el paro?”, pp. 8-10.
256
Ibíd., “Carta a las centrales obreras: ‘Del entendimiento cívico al político’”, p. 12.
179

vida, contra la corrupción y la inseguridad, la discriminación jurídica, la práctica


negativa del derecho de huelga y las falsas promesas aventadas antes de la cosecha
electoral”.

Lo curioso y sintomático era que al lado de la información que contenía el pronunciamiento


de Molina y López aparecía una nota sobre la creación del Partido Socialista de los
Trabajadores, el 23 de septiembre, nueve días después del paro, cuyo acto central
contemplaba el lanzamiento Socorro Ramírez como su candidata presidencial, con lo cual la
idea de un solo aspirante a la primera magistratura del Estado por parte de la izquierda recibía
un nuevo desaire.

Sin mencionar el paro en ninguna línea de un extenso artículo, el economista Salomón


Kalmanovitz, a la sazón militante trotskista, dibujaba en el No. 133 de Alternativa una
detallada radiografía de los resultados de la política económica de López Michelsen, la
misma que motivaba el rechazo de los trabajadores que llamaron a la huelga. Partía el
columnista de considerar que “La voracidad de la burguesía colombiana es insaciable”, y
explicaba: “Ya en 1970 Colombia se caracterizaba en el concierto mundial como uno de los
países con una distribución de los ingresos que más favorecían a los patrones, al lado de
países como Haití, Taiwan y el Brasil, es decir, los regímenes totalitarios de gran opresión
sobre los trabajadores”.257 La médula del texto iba dirigida a desmontar la vieja prédica de
los gobiernos burgueses, según la cual incrementar los salarios dispara la inflación y, en
consecuencia, el costo de vida sube. Ésta, precisamente fue la ardid de López Michelsen y su
equipo de gobierno para negar la principal exigencia de los organizadores del Paro Cívico.
“Que el Gobierno ‘ahorre’ en los gastos de represión y no se ponga a hambrear a sus
empleados, con argumentos de Trotski contra la burocracia, y a suprimir servicios esenciales
a la población”, decía Kalmanovitz, para luego reclamar “la congelación de precios y tarifas
de todos los productos que entran en la canasta familiar… Si todo esto se hace, estamos
seguros, el alza del 50% no solo no producirá ninguna inflación, sino que es posible además
una baja en el nivel general de precios”. Esto pensaba Kalmanovitz en 1977, cuando era
militante del PST y columnista de Alternativa. Pero aquí vale la pena hacer una digresión en
la línea del tiempo para acotar que, años después, el cambio en el pensamiento del economista

257
Ibíd., “El alza de salarios puede ser anti-inflacionaria”, p. 14.
180

sería verdaderamente asombroso. Por ejemplo, en un artículo escrito en 2002 para la revista
colombiana El Malpensante, su visión sobre esa burguesía “voraz e insaciable” que tanto
criticaba dio un giro de 180º y su opinión se identificaba ahora con la del magistrado Oliver
Wendell Holmes (1841-1935), miembro de la Corte Suprema de los Estados Unidos, quien
“creía que la burguesía era una clase más creativa y cosmopolita que la de los trabajadores,
pero entendió y quiso garantizar que éstos tuvieran todas las garantías legales para defenderse
de sus patrones”. Además, Kalmanovitz denostaba de las transformaciones sociales que en
el año 77 creía factibles. Decía en El Malpensante quien fuera después de trotskista, miembro
de la Junta Directiva del Banco de la República, la entidad gendarme de la macroeconomía
del establecimiento:

No fuimos ningunos lenines; a lo sumo unos pensadores y activistas que tuvimos


algún peso en la transformación de las ciencias sociales, en mi caso en la historia
económica, antes tan retrasadas por el hispanismo católico que predominaba en
Colombia. Pienso incluso que fue bueno a fin de cuentas no haber logrado hacer la
revolución, porque hubiéramos causado mucho daño a millones de personas,
resolviéndole la situación a unos pocos”.258

El debate se profundizó y Alternativa volvió a abrir sus páginas para polemizar sobre la
izquierda y las centrales obreras, a propósito de una movilización popular que se proponía
para el 18 de noviembre y a raíz de otras acciones, como la huelga llevada a cabo por la
Unión Sindical Obrera, USO. En esta oportunidad eran consultados Caros Jiménez, de la
Unión Revolucionaria Socialista (agrupación de tendencia neotrotskista), Camilo González,
del PST, un vocero no mencionado de la Liga Comunista Revolucionaria, LCR (también
trotskista), Teófilo Forero, del Partido Comunista, y Otto Ñáñez, del Moir. La presentación
de esta nueva consulta cuestionaba que la unidad de las centrales obreras para el Paro Cívico
no se reflejara en el respaldo a la huelga en la Ecopetrol.

Alternativa ha considerado que se debe estimular un debate para aclarar los factores
que puedan contribuir al fortalecimiento del movimiento sindical. Con ese fin ha
interrogado a dirigentes de los partidos de izquierda sobre las perspectivas de unidad
real de las centrales obreras y, concretamente, sobre si la que existe actualmente, fue

258
KALMANOVITZ, Salomón, “Mis padres y yo”, En: El Malpensante, No. 40, Bogotá, agosto 1 a septiembre 15
de 2002, p. 96.
181

inútil cuando un sindicato de la importancia de la USO sostenía una huelga en un


sector básico de la producción.259

La tónica de las intervenciones de los tres dirigentes socialistas y del vocero maoísta era más
o menos la misma: reconocimiento del éxito del Paro Cívico de septiembre, pero
recriminaciones a la Cstc por no hacer más e, incluso, según Molina, por haber perdido la
iniciativa luego del paro, o según el portavoz de la LCR, por haber preferido “buscar alianza
con sectores patronales” en el caso de la huelga petrolera. Forero, por su parte, respondía:
“La huelga de la USO fue heroica y titánica a pesar de la represión del militarismo, pero fue
un golpe para ellos y todo el movimiento. A pesar de lo que se ha dicho, nosotros les
prestamos solidaridad… les abrimos nuestros sindicatos”.260 La revista alentaba desde su
portada la manifestación de protesta convocada para el 18 de noviembre contra las políticas
de López Michelsen y por un incremento salarial del 50%, el levantamiento del Estado de
Sitio y la libertad de todos los presos políticos y sindicales, la derogatoria de las sanciones a
los sindicatos y el reintegro de los despedidos por haber participado en las jornadas del 14 de
septiembre. En página interior Alternativa destacaba la nueva convocatoria y la solidaridad
con los sectores obreros que continuaban en conflicto y con el pliego unificado de las
centrales obreras. La lucha por los objetivos del Paro del 14 seguía. También en su Carta al
Lector (editorial) de la edición No. 140, Alternativa procuraba asumir de nuevo una posición
de clase en dos sentidos: primero, con la caracterización del bloque de poder existente en la
crítica coyuntura del 77, y, luego, con el llamado a responder a las clases hegemónicas
minoritarias constitutivas del statu quo con la movilización de las mayorías de las clases
desposeídas. Decía el editorial sobre lo primero:

El Estado colombiano, tal como existe hoy, solo presta servicios a una minoría cada
día más estrecha. A una clase empresarial, terrateniente, financiera y especuladora,
cuyos bienes y ganancias defiende con todo su aparato legislativo, judicial y
represivo, aunque cada día logre menos proteger sus vidas. A una clase política entre
la cual reparte el botín administrativo y los dineros públicos.261

259
Alternativa No. 140, Bogotá, del 14 al 21 de noviembre de 1977, “La izquierda y las centrales obreras. Falta
mucho para la unidad”, pp. 14.
260
Ibíd., p. 15.
261
Alternativa No. 140, Bogotá, del 14 al 21 de noviembre de 1977, “Carta al Lector. El movimiento se muestra
andando”, p. 1.
182

Y sobre lo segundo,

Por eso no hay que esperar a que lleguen las elecciones para demostrar, con la
abstención o el voto por los partidos de oposición, que no son los cocientes y los
consensos lo que le importa a las mayorías populares. Eso hay que demostrarlo desde
ahora, y demostrarlo andando. Saliendo a la calle el 18 de noviembre en la
manifestación que organizan las cuatro centrales obreras por cosas que sí importan:
el alza del costo de vida, el desempleo, el estado de sitio, el terrorismo laboral, la
inseguridad, los salarios, la tierra, las libertades de organización y de protesta.262

Pero resulta interesante tener en cuenta del cúmulo de artículos analizados sobre el Paro
Cívico, sus efectos y reflexiones ulteriores publicados por Alternativa, una misiva aparecida
en la sección Cartas del Lector de la edición No. 133, en la que un ciudadano identificado
como Héctor Resman escribía:

Sería verdaderamente extraño que una movilización de semejante magnitud y


trascendencia ni siquiera llegara a modificar en algo el panorama de las ideas y las
concepciones de una izquierda que ahora debe mirar con un ojo los comicios del 78
y con el otro, esta marejada del descontento popular contra todo el sistema burgués.263

Ahí, en ese párrafo de la carta del lector --que la revista rotuló sugestivamente “¿Un paro
‘robado?’”-- estaba uno de los interrogantes palpitantes surgidos del Paro Cívico de 1977,
que se constituía también en una lección permanente para el movimiento social y la izquierda
en Colombia. La pregunta seguiría latiendo por décadas, a pesar de los esfuerzos posteriores
realizados por multiplicidad de viejos y nuevos actores, como los expresados en el
Movimiento de los Inconformes (1975), el Encuentro de los Colombianos (1976), el Frente
Democrático (1980), la Unión Patriótica (1985), la Alianza Democrática (1990), el Frente
Amplio contra la Impunidad (1998), el Frente Social y Político (1999), el Polo Independiente
(2003), la Alianza Democrática (2003), el Polo Democrático (2005),264 entre otros proyectos
de frentes populares, coaliciones de izquierda o/y alianzas progresistas.

262
Ibíd.
263
Alternativa No. 133, Bogotá, del 26 de septiembre al 3 de octubre de 1977, “Cartas de los lectores. Un paro
robado. Reflexión interesante de un lector, p. 25.
264
Ver sobre los recientes procesos políticos en la izquierda a: SANDOVAL M., Luis Ignacio, Polo Democrático
Alternativo. ¿Hacia dónde? ¿Con quiénes?, Bogotá, Ediciones Ántropos Ltda., 2009, pp. 26, 39, 133-135.
183

La pregunta no ha podido ser dilucidada completamente, pues lo cierto es que en Colombia


las luchas sociales casi siempre han ido por un lado, multitudinarias y con gran sacrificio
organizativo y dirigente de la izquierda, y las políticas por otro, evaporadas por la derecha
(cuando no capitalizadas), con base en un trabajo electoral persistente, apoyado en la
corrupción del aparato administrativo del Estado y de su sistema comicial, y en la generación
cuidadosa de milimétricas e intrincadas redes clientelares a lo largo y ancho del país, que las
numerosas manifestaciones de la izquierda social y política no han podido derrotar, ni con
las acciones legales de masas, ni con el levantamiento de las insurgencias armadas. Es una
de las grandes contradicciones de la vida colombiana, que una tradición conservadora en la
cultura política ha contribuido a convertir en el dilema irresoluto para una opción de izquierda
consecuente y sostenible, en un país con condiciones objetivas para que ella pueda florecer.

A manera de conclusión:
Resulta evidente que a pesar de los espacios abiertos por la revista en sus páginas para
la búsqueda de la unidad crítica, la izquierda no superaba las grandes barreras
políticas, ideológicas y de diversos intereses grupales, que la sumían en lo que hemos
denominado la tentación divisionista, la cual no le permitía responder de manera eficaz
a los desafíos que le imponía un régimen político cada vez más represivo y excluyente.
Ejemplo claro de ello fue el intenso debate generado en torno del II Congreso de la Cstc,
que despertó los ímpetus hegemónicos de los diversos sectores de la izquierda, y condujo
a una absurda e increíble campaña promovida por el maoísmo en sus múltiples
vertientes, con la ayuda de otras corrientes, para lograr desafiliaciones masivas de la
central obrera, por el solo hecho de que ella era dirigida por militantes del Partido
Comunista. A pesar de la antropofagia en una izquierda sectaria y víctima de su
obnubilación política, en la época se cumplió el Paro Cívico Nacional, el 14 de
septiembre de 1977, con resultados que lo convirtieron en una de las protestas sociales
más importantes del Siglo XX. El paro generó de nuevo un gran debate, en el cual
Alternativa participó de manera prominente con el análisis de aquellos acontecimiento,
que la obligaron incluso a asumir la crítica frente a tendencias que eran más de sus
afectos.
184

A continuación profundizaremos en el tercer punto de la agenda enunciada en el


sumario de este capítulo, para mostrar cómo durante los gobiernos de López Michelsen
y Turbay Ayala se fue construyendo un régimen autoritario, que derivó en medidas y
actos de flagrante violación de los derechos humanos, al tiempo que analizaremos el
papel jugado por Alternativa en la denuncia de este fenómeno, rol que se convertiría en
una especie de escudo de protección de los sectores de oposición perseguidos.

IMAGEN No. 20
LA TENTACIÓN DIVISIONISTA EN LA IZQUIERDA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 57, Bogotá, 27 de octubre de 1975, pp. 28-29.
185

IMAGEN No. 21 No. 22


IMAGEN
¡UN PARO PLOMO
DE VERDAD!
AL PARO

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 132,


Bogotá, 19 de septiembre de 1977, p. 9.

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 132, Bogotá, 19 de septiembre


de 1977, portada.
CAPÍTULO VII
DENUNCIA DEL AUTORITARISMO Y GENERACIÓN
DE ESCENARIOS DEMOCRÁTICOS

Hacemos en este capítulo un recorrido por la experiencia que desarrolló Alternativa en


su búsqueda de democracia a través del impulso de un plebiscito para que la izquierda
tuviera un candidato único en las elecciones de 1980, la conversión de esta campaña en
el Movimiento Firmes y su participación, simultanea, en la conformación del Frente
Democrático. De igual manera, hacemos aquí un detallado seguimiento al régimen
autoritario instaurado por Turbay Ayala y Camacho Leyva, su ministro de Defensa,
del que hicieron parte el Estatuto de Seguridad, los consejos verbales de guerra y la
sistematización de la tortura.

¡Firme! y después, Firmes


Los esfuerzos de Alternativa por tender puentes de unidad entre las izquierdas, como hemos
visto, fue uno de los ejes fundamentales de su funcionamiento y tal vez su aporte más
relevante en el proceso de búsqueda de una izquierda menos sectaria, más consensuada;
menos reactiva, más constructora; menos precaria, más moderna; menos cerrada, más
tolerante; menos marginal, más posible. Como una conjunción de ese esfuerzo, pero también
como consecuencia de cierto cansancio por la ausencia de resultados tangibles y duraderos
de esa brega, se abrió paso la idea de impulsar un plebiscito dentro de la izquierda para
persuadir a su variopinto espectro de unir las campañas políticas electorales. Para un país
como Colombia, con una población estimada en 25.867.489 habitantes --de acuerdo con
proyecciones demográficas realizadas a octubre de 1978--,265 conseguir medio millón de
firmas que respaldaran la propuesta de unidad era considerado como un hecho de gran
importancia, que obligaría a que la Unión Nacional de Oposición, UNO; el Frente por la
Unidad del Pueblo, FUP, y el Partido Socialista de los Trabajadores, PST, reflexionara. Pero
no funcionó. La obcecación en la izquierda no tenía límites. Ninguna de las coaliciones
desmontó sus plataformas, pues todas hacían sus apuestas, si no ganadoras, esperanzadas en

265
ÁLVAREZ DEL REAL, María Eloísa (directora), Almanaque Mundial 1981, Panamá, Editorial América S.A.,
1980
187

demostrar una fuerza que le permitiera a cada una tener una carta de presentación ante sus
congéneres de la izquierda, más que frente al escenario político nacional. Pero al final, en la
contienda con Turbay Ayala y Belisario Betancur, en el choque con la maquinaria liberal-
conservadora, la derrota fue aplastante: reunidas las tres votaciones, sumaban solo el 2,5%
del total. La propuesta del plebiscito en la izquierda estuvo precedida de varios intentos a
los que Alternativa no fue ajena. Uno de ellos se denominó Movimiento de los Inconformes,
una idea propuesta por Luis Caros Pérez, quien desempeñara la rectoría de la Universidad
Nacional por designación de Alfonso López, un nombramiento que despertó muchas
suspicacias y que no fue entendido en toda su magnitud en sectores de la izquierda
recalcitrante. El lanzamiento de aquel movimiento tuvo lugar en noviembre de 1975 en
Bogotá. Una idea similar fue propuesta por la Unión Nacional de Oposición, que convocaba
el Encuentro de los Colombianos para el 7 de agosto de 1976. Entre quienes integraron la
comisión organizadora del Congreso Nacional de los Inconformes figuraban Magda
González, William Ospina, Saturnino Sepúlveda, Hernando Garavito y Eduardo Garay.266
Casi tres años y medio después de aquel intento, la inconformidad seguía, ante la tentación
divisionista inveterada en las huestes de la izquierda, en muchas ocasiones más preocupada
de sus disputas endógenas que en visualizar un panorama de amplitud política.

En su Carta al Lector de la edición No. 165, del 29 de junio de 1978, luego de una sugestiva
portada ilustrada con un montaje en el que medio rostro de Turbay había sido superpuesto
sobre el de Betancur y viceversa, Alternativa hablaba de las “Lecciones del futuro”, para lo
cual se retrotraía al pretérito y explicaba su posición sobre el presente:

“Liberalismo y conservatismo perdieron durante la repartija del Frente Nacional las


diferencias doctrinarias que los enfrentaron tan violentamente en el pasado. Más aún:
la reforma del 68267 prolongó esta repartición burocrática en tal forma que, gane el
que gane, ambos disfrutarán del poder… Turbay no es más que un cachiporro
conservador y Betancur un godo liberal.”268

266
Alternativa No. 83, Bogotá, del 24 al 31 de mayo de 1976, “El Movimiento de los Inconformes. “La partida
de nacimiento es lo de menos”, p. 7.
267
Reforma de la Administración Pública realizada durante el gobierno de Carlos Lleras Restrepo, el tercer
mandato del Frente Nacional.
268
Alternativa No. 165, Bogotá, del 29 de mayo al 5 de junio de 1978, “Carta al Lector. Lecciones del futuro”,
p. 1.
188

Del tercero del establecimiento en la lid, el general Álvaro Valencia Tovar --quien comandó
los operativos en que cayó abatido por el Ejército en Santander el padre Camilo Torres
Restrepo--, la revista afirmaba que simplemente “medra al amparo de un clima propicio para
sus tesis de ‘renovación nacional’”, al tiempo que caracterizaba ese clima como “la
descomposición generalizada en que han sumido al país los sucesivos gobiernos del Frente
Nacional y que tuvieron en López Michelsen un presidente que batió todas las marcas”. Y
sobre el plebiscito mediante el cual el Comité de Unidad recaudó firmas clamando por la
unidad de los tres candidatos de la izquierda, la nota editorial partía de la consideración según
la cual “el panorama de la izquierda es uno de estancamiento electoral”, destacaba la
iniciativa “de las 500.000 firmas” y fijaba su posición que, a nuestro modo de ver, marcaría
el viraje político de la revista hacia un nuevo camino, el de, en la práctica, tomar partido por
una opción diferente a la de las múltiples expresiones en las que permanecía dividida de
manera casi irremediable la izquierda colombiana:

Por eso, nos acogemos a la posición adoptada ante estas elecciones por el Comité de
Unidad que coordinó el plebiscito, y al cual pertenece esta revista, en el sentido de
dejar en libertad a quienes firmaron por la unidad para que actúen en la forma que
estimen más efectiva con las fuerzas de oposición al sistema. Un respaldo a los tres
candidatos de la izquierda, semejante al que propusimos para las elecciones de
febrero, sencillamente no nos sale. Sobre todo después de que los tres han persistido
en una política de división y sectarismo, que no fue corregida pese al claro rechazo
que recibió en las urnas. Solo cabe esperar que esta vez sí sepamos sacar todos las
enseñanzas del nuevo y previsible descalabro.269

Y el descalabro ocurrió, ineluctable, como lo resumió el investigador Darío Villamizar en su


biografía sobre Jaime Bateman:

El liberal Julio César Turbay fue electo como nuevo presidente con 2.502.681 votos,
contra 2.356.620 del conservador Belisario Betancur. Como muchos lo habían
pronosticado, los resultados para la izquierda fueron catastróficos: sus tres candidatos
apenas llegaron a 2,5% de la votación: (Julio César) Pernía obtuvo 97.234 votos;
(Jaime) Piedrahita alcanzó 27.059 y Socorro Ramírez cerca de 6.000.270

269
Ibíd., p. 1.
270
VILLAMIZAR, Darío, Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario, Bogotá, Editorial Planeta, 2002, p. 344.
189

Pero Alternativa no estaba sola en esta campaña. El mismo Villamizar refiere la importancia
que Bateman, el líder del M-19, le otorgaba a esta iniciativa y la forma como se comprometió
en su impulso, para lo cual contaba con la participación de quienes él llamaba sus “amigos
intelectuales”. Afirma Villamizar:

El llamado a la candidatura unificada de la izquierda para las elecciones


presidenciales del 4 de junio crecía. Desde sectores sindicales, intelectuales y
políticos se comenzó a hablar de la realización de un plebiscito unitario. Bateman era
uno de los principales agitadores de la idea… Lo conversó con todo el que pudo y
tuvo eco en el espacio de Alternativa y en otros sectores, “sus amigos intelectuales”,
como le decía a Iván Marino, entre molesto y burlón. La idea cuajó y se transformó
en el compromiso de recoger 500 mil firmas: “¡Firme!... por un candidato único de la
izquierda”… El cierre de la campaña ‘Firme’ fue un encuentro en el Capitolio
Nacional al cual asistieron más de 400 delegados de todo el país. El M-19 ‘incluyó’
en esa ocasión a varios cuadros: Gerardo Ardila, Rubén Carvajalino, Carlos Toledo,
Isaías Tristancho, Jaime Jaramillo, Carlos Vidales, José Roberto Vélez y Eddy
Armando…271

En un artículo escrito en el estilo garciamarquiano propio de Alternativa, se hacía en la


edición No. 165 un análisis preliminar de los previsibles resultados de los comicios
presidenciales de 4 de junio de 1978. “La victoria del Turbosaurio” titulaba el artículo, que
estaba seguido del este sumario: “Instructiva fábula de los amores ilícitos del Partido Liberal
y del Partido Conservador, y de cómo el fruto de su culpable contubernio se ha convertido
en una maldición para Colombia”.272 En el texto, que era un vaticinio de lo que seguramente
ocurriría, el autor volvía a retomar la estela del Frente Nacional:

271
VILLAMIZAR, Darío, Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario, Bogotá, Editorial Planeta, 2002, p. 343.
272
Alternativa No. 165, Bogotá, del 29 de mayo al 5 de junio de 1978, “Perspectivas electorales. La victoria del
Turbosaurio”, p. 2.
190

“En Benidorm y Sitges273 fue concebido el hijo de esos amores mitológicos. Y


fecundado por el monstruo innominado de la Caverna, el Basilisco274, que resultó ser
Basilisca (a lo largo del Frente Nacional se ha visto claramente quién tiene en esa
pareja la autoridad marital), parió a la nueva bestia que hoy nos ocupa: el Turbosaurio.
Hace exactamente veintiún años de ese prodigioso alumbramiento, en el cual
sirvieron de comadronas Laurenao Gómez, por el padre, y Alberto Lleras, por la
madre”… “El Partido Liberal y el Conservador (sic), representados por Turbay y por
Belisario, son hoy la misma cosa: igualmente reaccionarios, igualmente corruptos,
igualmente antipopulares, e igualmente carcomidos en sus bases por veinte años de
ejercicio conjunto del poder”.275

Para enfrentar ese poder del Frente Nacional prolongado, descrito en forma metafórica y
cruda, Alternativa asumía desde junio de 1978 un camino nuevo, con un acumulado de firmas
que debían tener repercusiones. Y las tuvo. Según Darío Villamizar, el viejo amigo de la
revista Jaime Bateman Cayón, dirigente del M-19, fue de los primeros en visualizar la
importancia política de ese acumulado y de la necesidad de que el esfuerzo de su recolección
no se perdiera: había que darle un significado y es cuando del slogan ¡Firme! surge el
movimiento Firmes (Ver imagen No. 26). Dos verbos con parecida composición fonética que
fungían como continuador uno del otro. Por eso, en tres páginas posteriores dentro de la
misma edición, Alternativa reproducía el texto completo del Comité Nacional por la Unidad
con el balance de la tarea impuesta en procura de la unidad de la izquierda. Del Comité hacía
parte la revista, representada por Enrique Santos Calderón, al lado de Gerardo Molina, Luis
Carlos Pérez, Humberto Molina, Alejandro Brand (destacado futbolista del Club Millonarios
y de la Selección Colombia de Fútbol) y Pepe Sánchez (actor de televisión), entre otros. El
informe de Alternativa señalaba: “Hay que traducir en una serie de iniciativas precisas lo que
el plebiscito expresó con claridad: una voluntad de unidad popular contra el sistema de los

273
Benidorm y Sitges hacen referencia a las dos ciudades españolas donde se reunieron Laureano Gómez, ex
presidente conservador, y Alberto Lleras Camargo, ex presidente liberal, para pactar la caída del gobierno del
general Gustavo Rojas Pinilla (1953-1957) y la instauración del Frente Nacional (1958-1974). Sobre este
acuerdo bipartidista dice Gutiérrez Sanín: “La noción central de lo que significaría el Frente Nacional estaba
bien establecida por los pactos de Benidorm y Sitges: después de la caída de la dictadura vendría un periodo
de repartición paritaria del poder legislativo y de la burocracia para impedir otro enfrentamiento fratricida, lo
que en el lunfardo de los arquetipos del Frente Nacional se llamaba la convalencia democrática”. GUTIÉRREZ
SANÍN, Francisco, ¿Lo que el viento se llevó? Los partidos políticos y la democracia en Colombia (1958-2002),
Bogotá, Grupo Editorial Norma, 2007, p. 77.
274
Según el Diccionario de la Real Academia Española, Basilisco: “Animal fabuloso al cual se atribuía la
propiedad de matar con la vista”
275
Alternativa No. 165, Bogotá, del 29 de mayo al 5 de junio de 1978, art. cit. pp. 2-3.
191

oligarcas y los imperialistas, y un rechazo a los sectarismos rivales de la izquierda”. Más


adelante constataba que fueron recogidas exactamente 429.000 firmas que

“demuestran que en Colombia existe una poderosa corriente de opinión que busca la
unidad popular frente al régimen de opresión y de engaño que rige en el país. Hay
429.000 colombianos que se niegan a aceptar pasivamente que sus luchas diarias y
concretas por la tierra, por la educación, por el trabajo se sigan dando desorganizadas
y sueltas y que quieren que todas ellas se recojan en una lucha política unitaria que
les dé perspectiva y aliento”. 276

El texto hacía una evaluación de las contradicciones existentes en las fracciones de la clase
dirigente, pero se centraba fundamentalmente en las que afectaban de manera crítica la
unidad de las fuerzas que reivindicaban los derechos del pueblo y se proclamaban de
izquierda; cuestionaba que no hubiera una dirección política de las luchas sociales en el país,
criticaba que los sectores que se llaman del campo revolucionario dedicaran sus esfuerzos a
“dirimir sus propias pugnas internas o a polemizar sobre las divergencias internacionales”,
que “resultan incomprensibles para un pueblo empeñado en una diaria batalla por la
supervivencia”. Proponía, en consecuencia, “la creación de un amplio movimiento político
para luchar aquí, para luchar ahora”, y aclaraba que no se trataba de crear un movimiento
contra ninguno de los partidos o fuerzas de las izquierdas, y tampoco de fundar una
“federación de partidos de la oposición, ni un frente de organizaciones autónomas: es decir,
una nueva lista de siglas separadas no solo por un guion sino por un proyecto”, con lo que
solo se lograría trasladar al seno del nuevo movimiento sus polémicas sectarias. En la
convocatoria de ¡Firme! incidieron sustancialmente la obstinación sectaria de las izquierdas
en materia electoral y la experiencia del Paro Cívico Nacional, cuyo éxito empezaba a
diluirse, pues su enorme logro como escenario de confrontación con el Estado y sus clases
dirigentes no pudo ser encauzado políticamente, y la unidad de acción de las cuatro centrales
obreras y de un sector del sindicalismo independiente se fue esfumando progresivamente
hasta desaparecer. Frente a tal diagnóstico se imponía entonces, como lo señalaba el
documento del Comité por la Unidad:

276
Ibíd. “Documento del Comité por la Unidad. Hacia un movimiento amplio”, p. 16.
192

1.) una salida política (para “enfrentarse con unidad política al doble enemigo de los
colombianos… la oligarquía y el imperialismo norteamericano”),
2.) con un movimiento independiente (“en Colombia y por nuestro pueblo”), que se
constituya en
3.) una alternativa popular de poder, pues…

Por falta de esa alternativa de poder –es decir, de una propuesta política convincente,
global, referida a la vida real de los colombianos y afincada en su tierra, capaz de
captar organizadamente la adhesión masiva de los oprimidos del país y de encauzarla
hacia el logro de sus propios intereses, sin entregarla en manos de caudillos de la
burguesía--, la larga historia de los luchadores en Colombia solo se ha traducido en
victorias parciales y en triunfos limitados que hay que reconquistar una y otra vez. Se
ganan las batallas, pero se pierden las guerras. En lo político, desde el engaño de las
Capitulaciones comuneras hasta la estafa del Mandato Claro, pasando por el fraude
contra la Anapo, la traición del MRL y la puñalada por la espalda a las guerrillas del
Llano, la historia del pueblo colombiano ha sido la historia de una frustración.277

En conclusión, Alternativa insistía en sus postulados del principio, búsqueda de la “unidad


crítica de la izquierda”, pero por su propia vía, con un movimiento en ciernes en el que ya
estaba embarcada y cuyo propósito no era, como quedó consignado en el Documento del
Comité por la Unidad, “discutir posturas internacionales ni dirimir disputas por la hegemonía
interna de la izquierda, sino dar una lucha aquí y ahora, diariamente y con proyección de
largo plazo, unificadamente, contra los enemigos del pueblo colombiano”.278

En la edición siguiente, la No. 166, Alternativa redoblaba sus cuestionamientos, al constatar


la materialización de la derrota frustrante de la izquierda en los comicios en los que fue
elegido Turbay Ayala: “De acuerdo con los resultados del cuatro de junio, sólo dos de cada
cien votantes se unta el dedo por la izquierda”, decía en su nota editorial, y seguía hurgando
en la herida, añadiendo dramatismo a las cifras: “… sólo uno de cada mil colombianos en
edad de votar se interesa por la suerte electoral de la izquierda. O mejor: solo un colombiano
de cada mil considera que las propuestas electorales de la izquierda son serias”. Y luego
clavaba la espada sin compasión, como remarcando que tenía razón cuando se sumó a la
propuesta de realizar un plebiscito de 500.000 firmas para hacer entrar en razón a la renuente

277
Ibíd., pp. 17 y 18.
278
Ibíd., p. 17.
193

izquierda en diáspora, y cobrarle su ceguera: “A ese ritmo, la izquierda solo estará lo bastante
‘fortalecida’ como para tomarse el poder y pretender cambiar la realidad en Colombia dentro
de cincuenta o sesenta mil años”. Pero en el editorial, titulado “Elecciones: 37 por ciento de
la realidad” (cifra en alusión al porcentaje de votantes en Colombia), Alternativa tenía
reservada la alerta final, untada con un fieltro de esperanza: refiriéndose a la que denominaba
“estrechísima realidad electoral del país”, concluía el texto:

… tal vez el haberse visto arrojada a escobazos de ahí le sirva para explorar y
profundizar los campos mucho más anchos y ricos en donde ya tiene influencia real:
lo sindical, lo cívico, lo comunal, lo universitario. En una palabra, lo real. Cuando lo
haga, lo electoral empezará a llegar por añadidura.279

Pero Alternativa no cesó en sus críticas, y en la misma edición No.166, al continuar el análisis
de los resultados de las elecciones de 1978, afirmaba que sorprendía “el drástico descenso en
la votación del Frente impulsado por el Moir a la mitad de lo que obtuvo por sí solo este
partido en las parlamentarias de 1976”. En el artículo, titulado con todo el peso de la sátira
“Otro cero a la izquierda”, clavaba este dardo: “En lo que a elecciones se refiere, la oposición
de izquierda camina como el cangrejo”. Para Alternativa era sintomático que en los comicios
de 1974 la izquierda hubiera alcanzado el 12,4 de la votación (8,8% de la Anapo de María
Eugenia Rojas, y 3,2% de la UNO), mientras que ahora se había bajado al 2,5%. Sin embargo,
reconocía que “tal vez el único elemento consolador fue la nítida derrota propinada por el
Partido Comunista a Valencia Tovar”.280 En la portada, dedicada a Turbay con una expresión
cargada de doble sentido (“Con los más honestos y capaces”), Alternativa ya anunciaba:
“¡Firme! Del plebiscito al movimiento”.

Poco tiempo después del plebiscito y del debate generado por los malos resultados de la
izquierda, el 26 de agosto de 1978 nació el movimiento Firmes, una sencilla y lógica
consecuencia de la campaña denominada ¡Firme! En la fundación del movimiento tuvo que
ver también, como hemos dicho, Jaime Bateman, quien, con su olfato político y su
perspectiva para la creación de eslóganes y consignas cautivantes, aprovechó la cercanía suya

279
Alternativa No. 166, Bogotá, del 5 al 12 de junio de 1978, “Elecciones: 37 por ciento de la realidad”, p. 1.
280
Ibíd., “La oposición en las urnas. Otro cero a la izquierda”, p. 5.
194

y la del M-19 para promover la traslación de ¡Firme! a Firmes. Enrique Santos Calderón
recuerda el paso dado y reconoce la influencia determinante no solo de Bateman sino también
de Álvaro Fayad en que la campaña ¡Firme! hubiera derivado en el movimiento Firmes: “Eso
fue una idea en gran parte de ‘El Flaco’ (Bateman) y Álvaro Fayad. La idea de desembocar
en un movimiento político fue de ellos, la campaña salió de Alternativa”. Según Santos
Calderón, en entrevista que concedió a Villamizar, representantes de la revista fueron
invitados un fin de semana a un hotel en Melgar: “Nos dijeron que eso no se podía quedar en
un plebiscito, que ahí estaba la semilla de un movimiento de masas y que debía darse un
brinco y convertir ese plebiscito de opinión en un movimiento que no fuera un partido
clásico”.281 Debido a lo anterior, según Villamizar, “hay quienes sostienen que Firmes fue
una fuerza ‘legal’ del M-19, su expresión política pública”, pero agrega que “si bien es cierto
que la presencia en él de reconocidos dirigentes del grupo lo comprometía demasiado,
también es cierto que destacados dirigentes de Firmes no tuvieron nada que ver con el M-
19”, y menciona los casos de Gerardo Molina y Luis Carlos Pérez, ex rectores de la
Universidad Nacional, al lado de otros líderes de la izquierda no propiamente afines al M-
19. Además, Firmes tenía un Comité Nacional, del que hacían parte, además de las
mencionadas arriba, otras personas como Pepe Sánchez y Humberto Molina, de la URS.
Entre quienes colaboran muy de cerca figuraban Daniel Samper Pizano, columnista de
Alternativa, y Antonio Caballero, que ya hacia parte de su Redacción. Todo este equipo se
distribuyó el trabajo orientado a la realización del Segundo Encuentro Nacional de Firmes,
entre el 25 y el 26 de agosto. La información suministrada por Alternativa indicaba que el
primer día se trabajaría en una asamblea cerrada con la participación de delegados de los
comités creados en todo el país y que el segundo, en la tarde, se realizaría un acto de masas.
De la amplitud del movimiento daba cuenta la nota aparecida en el No. 174, del 7 de agosto
de 1978, en la que se anunciaba como hecho sobresaliente la adhesión a Firmes del
denominado Frente Patriótico y Revolucionario de Nariño, Frepar, organización que había
orientado varios paros cívicos en la región, lo mismo que del colectivo magisterial
Organicémonos, de Florencia, Caquetá, y un sector de la Anuc del mismo departamento,
orientado por Félix Pastrana. Desde otras ciudades del país, como Cali, Montería, Santa

281
VILLAMIZAR, Darío, Jaime Bateman. Biografía de un revolucionario, Bogotá, Editorial Planeta, 2002, p. 344.
195

Marta y varios municipios de Caldas se recibían reportes de actividades del movimiento. De


igual manera, el historiador Jorge Orlando Melo intervenía a nombre del movimiento en un
seminario realizado por el Centro de Investigación Económica y Social, Fedesarrollo, en el
que se hacía un análisis de los resultados de los últimos comicios. Carlos Jiménez había
hablado con la vocería de Firmes en un acto público en Ipiales, Nariño. Además, ya estaba
en circulación el periódico del movimiento, que dirigía Antonio Caballero y circulaba en
muchas partes del país.282

Así que el colectivo Firmes estaba en plena marcha, y aunque Santos Calderón había
atribuido gran parte de la iniciativa de su creación al M-19, lo cierto era que la revista estaba
totalmente comprometida no solo en la difusión de la información relacionada con su proceso
de organización, sino que lo asumía como aspecto de su agenda con la participación de parte
de su equipo de Redacción, como hemos visto. Es probable que la atribución de la idea al M-
19 constituyera una forma de mantener la línea editorial fundacional de no tomar partido y,
en tal sentido, continuar generando, al menos públicamente, la percepción de que la revista
seguía fiel a su propósito de servir de canal de unidad crítica de la izquierda. Empero,
Alternativa cumplía un papel determinante en la construcción del nuevo movimiento y en esa
tónica se mantendría hasta el final. Simultáneamente, la revista le apostaba con nuevos bríos
a la promoción de la acción de masas: “Los cuatro años que vienen serán los de la oposición
social y extraparlamentaria: de las huelgas, de las tomas de tierras, de los paros cívicos”,
auguraba en su editorial el No. 174 de la revista.283

En la edición No. 177, del 28 de agosto, Alternativa dedicaba cuatro páginas para presentar
el documento que sirvió de base para la discusión en la reunión de delegados convocada para
el 25 de agosto, en el marco del Segundo Encuentro Nacional. “¿Qué es Firmes?”, se titulaba.
Se trataba de un extenso texto preparado por el Comité Nacional de Firmes que sería
aprobado como resolución política del referido certamen y que contenía los lineamientos
programáticos del movimiento en construcción. El documento definitivo, mucho más extenso

282
Alternativa No. 174, Bogotá, del 7 al 14 de agosto de 1978, “Firmes. El 26 de agosto: II Encuentro Nacional”,
pp. 12-13.
283
Ibíd., “Carta al Lector. Oposición extraparlamentaria”, p. 1.
196

aún que el publicado por Alternativa, fue leído en la clausura del Encuentro, cumplida en el
Teatro Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá. Fundamentalmente, el documento caracteriza al
movimiento, incluyendo algunos postulados que ya había adelantado la Redacción de
Alternativa en su edición No. 165 y titulado “Hacia un movimiento amplio”. Una sinopsis
del nuevo texto es la siguiente:
1.) “Somos un movimiento amplio, democrático y popular… caben en él todos los
colombianos decididos a cambiar esta realidad desapacible y opresiva que vivimos”.
2.) “Firmes no pretende pegar con babas a los distintos grupos de la izquierda, ni mucho
menos unirlos con guiones a los grupos de izquierda… para formar un frente de partidos: los
que lleguen al movimiento se disuelven en él”.
3.) “Firmes es democrático en cuanto a sus concepciones estratégicas y objetivos de largo
plazo: un socialismo que aplique y enriquezca todas las libertades y todas las formas de
participación política de los colombianos eliminando la dominación de pequeñas minorías”.
4.) “Firmes es democrático también en su estructura y organización interna”.
5.) “… nuestro movimiento es también nacional… y en consecuencia no podemos hallar
soluciones importadas… y también en cuanto se opone a cualquier forma de dominio
extranjero”.
6.) Firmes es independiente de “los centros de poder en que se divide el campo socialista…
La no alineación “no se refiere al conflicto entre capitalismo y socialismo: no somos
capitalistas sino socialistas”.
7.) “Somos un movimiento popular… que debe intentar una amalgama de las dos grandes
tradiciones de rebelión de nuestra historia… la del radicalismo populista… y la de la
izquierda marxista, que ha acompañado en el último medio siglo las luchas obreras…”.
8.) “Firmes no tiene sino dos enemigos: la oligarquía y el imperialismo”.
9.) “La oposición genérica, mecánica y abstracta a un gobierno no es el mejor camino”.
10.) “El haber mirado el poder como algo lejano en el tiempo y abstracto en su naturaleza ha
circunscrito a muchos revolucionarios al campo cerrado de la retórica”.284

284
Alternativa No. 177, Bogotá, del 28 de agosto al 4 de septiembre de 1978, “Borrador para una definición.
¿Qué es Firmes?, pp. 16-19.
197

Aunque, como se ve a partir del anterior resumen del documento, se trata de una declaración
de principios que mezcla conceptos programáticos con valoraciones coyunturales, contiene
también aspectos novedosos como la definición del carácter del movimiento como socialista
en el plano nacional y neutral en el mundial, y/o como la mezcla que hace de radicalismo
populista –por su tradición histórica, que viene desde los comuneros y pasa por la Anapo y
el gaitanismo hasta las guerrillas liberales-- y de marxismo “expresado en diversos partidos
y grupos leninistas, trotskistas y maoístas”. De esas dos vertientes, especifica el texto, se
propone recoger “la capacidad de imaginación y de convocatoria popular de la una” (el
populismo) “y la seriedad y la conciencia histórica de la otra” (el marxismo). Es, en el fondo,
la misma filosofía que ha inspirado a la revista desde un comienzo. Y, también, la que ha
identificado al M-19 en su carta de navegación. Nacionalismo, neutralidad internacional,
imaginación popular y conciencia histórica serían los cuatro elementos con los que
podríamos esquematizar los tres proyectos a estas alturas: el periodístico, el político amplio
y el político armado.

Una vez definido su programa y un equipo más o menos consolidado de trabajo, Firmes
empezó a ganar un espacio dentro del espectro político colombiano, siempre con el respaldo
mediático clave de Alternativa, que asume su compromiso como si el movimiento fuera su
hijo. Y hace todo lo posible para que su crecimiento sea acelerado y con buena salud. Así
desemboca a su participación en las elecciones de Mitaca (cuerpos colegiados municipales y
departamentales) de 1980, y lo hace con listas propias. Allí Alternativa hace su aporte. Ya al
movimiento habían ingresado diversas figuras desprendidas de otras agrupaciones, como
Carlos Bula Camacho o César Pardo Villalba, o prestigiosos académicos como Diego
Montaña Cuéllar o Elizabeth Ungar, entre otros. Y muchos de ellos son tenidos en cuenta
para el diseño de las listas a concejos y asambleas. Por ejemplo, en Bogotá la plancha de
Firmes al Concejo Distrital (Ver imagen No. 26) estaba integrada por Gerardo Molina, Luis
Carlos Pérez, Carlos Bula Camacho, Enrique Santos Calderón, Diego Montaña Cuéllar,
Humberto Molina, Luis Alberto Daza, Consuelo Araujo Noguera, Elvira Romero, Alejandro
Brand, Pepe Sánchez. Héctor Molina, Eduardo Vanegas, Ana Fernanda Urrea, Elizabeth
Úngar, Antonio Caicedo, Jesús María Antolinez, Victoria Garzón, Raúl Sánchez. La de
aspirantes a la Asamblea de Cundinamarca la encabezaban: César Pardo y Hernando
198

López.285 Era notoria la presencia de representantes de distintos sectores sociales, laborales


y políticos en las listas de Firmes, y así lo destacaba la revista que, al mismo tiempo,
informaba también sobre la actividad electoral del Frente Democrático que había sido creado
con un carácter más amplio que el de Firmes, movimiento que definitivamente operaba como
partido y hacía parte, simultáneamente, del Frente. Finalmente, Firmes tuvo una participación
considerada como decorosa en las elecciones de Mitaca, a las que fue de manera
independiente y alcanzó a elegir a Gerardo Molina concejal de Bogotá. Sin embargo, la
participación electoral de la izquierda fue de nuevo lamentable.286

Los años del 78 al 80 fueron prolijos en acercamientos y distanciamientos de las agrupaciones


de izquierda. En octubre de 1978, por ejemplo, Alternativa reseñaba en una nota muy
pequeña la realización de los congresos de la UNO y sus aliados y el del nuevo partido
derivado del trotskismo, el Partido Socialista Revolucionario, PSR. El de la alianza UNO-
Anapo-MIL se realizó entre el 21 y el 22 de octubre en el Capitolio Nacional con clausura en
el Teatro Jorge Eliécer Gaitán. El del PSR se cumplió por esos días también en el Salón
Boyacá del Congreso Nacional. Allí se reunieron representantes de la Tendencia Democracia
Proletaria, desprendida del Partido Socialista de los Trabajadores, PST, de la Liga Comunista
Revolucionaria y de la Organización Comunista Ruptura para fundar la nueva colectividad,
acompañados de delegados de organizaciones trotskistas de América Latina, Estados Unidos
y Europa.287

La época se caracterizaba por el ascenso de los grupos financieros y su voracidad no


solamente usaba los partidos sino que los absorbía. El fenómeno era de tal naturaleza, que
Alternativa, en su No. 185 del 23 de octubre, dedicaba casi cuatro páginas a una entrevista a
Hernando Agudelo Villa, un hombre del sistema que ante la magnitud de la crisis empezaba

285
Alternativa No. 250, Bogotá, del 7 de febrero de 1980, “Firmes. Quién es quién en listas”, p. 7.
286
Alternativa No. 256, Bogotá, del 20 de marzo de 1980, “Izquierda y elecciones. De la parálisis al retroceso”,
p. 9. “Firmes. Participación decorosa”, p. 10. Más información sobre estos comicios en: Alternativa No. 255,
Bogotá, del 13 de marzo de 1980, “Bogotá. Un Concejo singular”, p. 7. “Firmes se hizo sentir”, p. 9. Alternativa
No. 249, Bogotá, del 31 de enero de 1980, “Así pinta la Mitaca”, p. 4. “Firmes. El Frente democrático y las
elecciones de marzo”, p. 10.
287
Alternativa No. 185, Bogotá, del 23 al 30 de octubre de 1978, “Congresos de UNO y PSR”, p. 15.
199

a formular cuestionamientos. La entrevista titulaba “Los grupos financieros han colonizado


a los partidos”, y en ella ampliaba denuncias graves contra el Grupo Gran Colombiano, de
Jaime Michelsen Uribe, decía que “mafia y grupos financieros se complementan para hacer
una gigantesca evasión de impuestos”. En una de las respuestas al extenso interrogatorio, el
ex ministro de Hacienda de Alberto Lleras y de Fomento de Misael Pastrana (dos presidentes
del Frente Nacional), afirmaba, sin embargo, que ese acuerdo bipartidista “fue incapaz de
resolver los problemas sociales y económicos que estaba creando el desarrollo de la sociedad
colombiana”, señalaba que luego de veinte años de su vigencia, “… resulta que el Frente
Nacional no se deja desbaratar: ahí está el artículo 120 de la Constitución para que el reparto
‘equitativo y adecuado siga para siempre’”. Y explicaba el dirigente liberal disidente:

Porque se han vuelto unos partidos manejados por las grandes maquinarias, cuyo
único interés era el reparto del botín y no los verdaderos problemas del país. A esto
ha venido a sumarse el crecimiento de los grupos económicos, sobre todo el sector
financiero, que –como en todos los países— se ha volcado sobre los partidos políticos,
colonizándolos y como ya no hay en ellos criterios ideológicos para analizar y
resolver los problemas, lo que priman son los intereses económicos del grupo.288

Agudelo Villa, dirigente del Frente Liberal (que la revista calificaba como de izquierda) y
quien acababa de salir derrotado en una contienda interna con el elegido presidente Turbay
Ayala, denunciaba ahora en tono enfático: “La incapacidad de los partidos tradicionales para
presentar salidas políticas nos está llevando a un Estado policiaco”. Y, en efecto, ese Estado
policiaco ya estaba en marcha con Turbay. Y se ensañaba con la oposición. Era la respuesta
del nuevo Gobierno a los reclamos populares. En la misma edición en la que aparecía la
entrevista, Alternativa publicaba la denuncia de las centrales obreras, que a la sazón ya tenían
posiciones divergentes frente a las políticas estatales, pero persistían en permanecer en el
denominado Consejo Nacional Sindical. En el comunicado, rechazaban las alzas en los
combustibles, reclamaban la nacionalización del transporte y llamaban a los trabajadores a
“protestar enérgica y unitariamente contra este nuevo atraco a los salarios de los
colombianos”.289 Y Firmes también se pronunciaba contra las alzas, a través de Gerardo
Molina, quien decía: “Denuncio el castigo incesante por parte del Ejecutivo a los magros

288
Ibíd. “Hernando Agudelo Villa: Los grupos financieros han colonizado a los partidos”, pp. 17-18.
289
Ibíd., “Centrales y alzas. Encauzar la protesta”, p. 5.
200

presupuestos de las clases bajas y medias con esta política de alza continua del costo de vida,
sin que haya la correspondiente elevación de los salarios y los sueldos”.290

El Estado policiaco y los crímenes del sistema


Así, pues, el Estado policiaco del que hablaba el dirigente liberal Agudelo Villa era el que se
aplicaba desde el gobierno de su copartidario Turbay Ayala, y que se había ejercido desde el
gobierno de Alfonso López Michelsen, durante el ‘Mandato Claro’. El periodo del Frente
Nacional se caracterizó por el abuso del Estado de Sitio (Artículo 121 de la Constitución de
1886),291 norma que pasó de ser excepcional a casi permanente (Ver cuadro No. 5.).
Alternativa denunció la represión y la violación de derechos humanos desde su aparición, en
los estertores del gobierno del conservador Misael Pastrana Borrero, pero también, y de qué
manera, durante el gobierno de López Michelsen. Fueron centenares las denuncias aparecidas
en la revista a lo largo de esos dos gobiernos, pero en el de Turbay Ayala se incrementaron
de manera sustancial, debido al aumento de los consejos verbales de guerra, norma que de
acuerdo con las leyes de la época se aplicaba no solo a los militares sino también a los civiles
que participaran en protestas callejeras, movilizaciones sociales que derivaran en problemas
de lo que la gran prensa denominaba “orden público” y, con más veras, contra quienes se
levantaran en armas.

Uno de los casos a los que hacemos referencia es el que padeció la señora Esther Julia de
Gómez, a quien la Policía, en medio del clima de intolerancia y autoritarismo imperante en
1974, le mató a uno de sus hijos. En carta dirigida a la Redacción de la revista, escrita a
máquina, con un tono que traslucía firmeza social y solidez conceptual, la atribulada madre
narraba con claridad y cuidado en el manejo del lenguaje las circunstancias en que fue
asesinado su hijo. Alternativa, en su edición No. 15, del 2 de septiembre de 1974, tituló la
carta “Asesinaron a mi hijo”. Por el significado del documento y por el resumen que él puede

290
Ibíd., “Firmes. Contra las alzas”, p. 19
291
Artículo 121 de la Constitución Colombiana de 1886: “En caso de guerra exterior o de conmoción interior
podrá el presidente, con la firma de todos los ministros, declarar turbado el orden público y en estado de sitio
toda la República o parte de ella. Mediante tal declaración, el Gobierno tendrá, además de las facultades
legales, las que la Constitución autoriza para tiempos de guerra o de perturbación del orden público y las que,
conforme a las reglas aceptadas del derecho de gentes, rigen para la guerra entre nacionales”.
201

contener de otros casos, procederes oficiales y dramas de ciudadanos sencillos en la


Colombia del momento, transcribimos completa la carta:

“Buga, agosto 4 de 1974


Señores: Alternativa.
Con el fin de que ustedes lo publiquen, y de que, conociendo la realidad, nuestro
pueblo empiece al fin a despertar, les envío el relato del crimen cometido contra mi
hijo, y que es solo uno de los centenares que comete el sistema a diario contra los
hijos de nuestro pueblo.
El 22 de julio pasado hubo en Pereira una de las acostumbradas redadas exigiendo
papeles. Mi hijo, Diego Gómez Pérez, de 18 años de edad, había olvidado sus papeles
en casa.
Para evitarse problemas y conociendo la inmoralidad de nuestra autoridades, le
ofreció $10 al Policía que intentó arrestarlo. El Policía le exigió más, hasta que se
pusieron de acuerdo en $30.
El Policía fue visto por otros colegas y para defenderse no tuvo más remedio que decir
que Diego se le había volado. Desde ese momento empezaron una verdadera cacería.
Días más tarde, el martes 30 de julio, a las 11:00 de la noche, estaba Diego viendo tv.
en la Carrera 8 No. 11-41, de Pereira, local de la panadería de su abuela, Ernestina
Henao, donde trabajaba cuando llegó la Policía.
Al oírlos preguntar por él, Diego salió corriendo hacia la parte interior de la casa. Los
policías, sospechando la presencia del muchacho, entraron sin más en la casa, en una
flagrante violación de domicilio, con las armas listas para disparar.
Doña Ernestina, de rodillas, suplicaba: “Santísima Trinidad, defiéndeme a mi
muchachito”.
De momento no lo encontraron porque Diego se había escondido en el techo del
lavadero.
Los policías, entonces, dieron la vuelta por la casa vecina, No. 11-31, incurriendo,
así, en otra violación de domicilio. Desde allí, por encima, lo alcanzaron a ver en
cuclillas y, sin más, traicioneramente le dispararon a mansalva. Por esto, no pueden
alegar que Diego estaba corriendo y que le hayan gritado el “alto”. Diego alcanzó a
exclamar: “Mamita, me mataron”. Ellos saltaron y, herido, lo tiraron por encima de
la tapia al patio de la vecindad. Eran cuatro. Allí lo cogieron a culata y patadas de la
manera más salvaje.
Inmediatamente llegó Jaime, mi otro hijo, a auxiliarlo. A él también le pegaron y se
llevaron a Diego en un taxi. Por allá lo siguieron golpeando, como aparece en el
informe médico y en las fotos del cadáver que les adjunto. A causa de las heridas y
los golpes, Diego murió el jueves 1 de agosto.
¿Qué opinan ustedes? ¿Qué opina Colombia? ¿Hasta cuándo?
Esther Julia de Gómez
CC No. 29.264.233 de Buga”292

292
Alternativa No. 15, Bogotá, del 2 de septiembre de 1974, “Asesinaron a mi hijo”, p. 28.
202

El relato del crimen oficial hecho por una madre que tuvo el valor, en medio de su profundo
dolor, de tomar fotografías y de redactar su testimonio, resulta paradigmático de la actitud
consciente de una persona que encuentra en su caso el de miles de conciudadanos, pero
también de la confianza que le inspiraba a ella la existencia de un medio de comunicación
como Alternativa, al cual dirigía su misiva tan solo tres días después del hecho.

Otro caso dramático fue el denunciado por la revista en su edición No. 83, correspondiente
al 24 de mayo de 1976. La portada de esa edición era reveladora y, al mismo tiempo,
impactante: “¡Mátenme de una vez!”, era el título puesto en letras de más de 30 puntos, luego
de un antetítulo esquinero que anunciaba: “¡Exclusivo! El caso M-19. Habla torturado”, todo
superpuesto sobre la reproducción de la carta manuscrita enviada a la revista por Gustavo
Arias Londoño, un abogado sindicado en ese momento de pertenecer al M-19 y sometido a
toda clase de vejámenes en una guarnición del Ejército Nacional. En páginas interiores se
podía leer de la misiva fechada el 17 de mayo de 1976 desde la Cárcel Modelo de Bogotá:
“subrepticiamente el día sábado 14 de abril de 1976, a las 6:30 a.m., tocaron a la puerta de
mi casa; mi hija de 28 meses abre y se encuentra con que cuatro ametralladoras le apuntaban
a ella, a mi esposa y al suscrito”. Así comienza el relato de una seguidilla de torturas y
sufrimientos posteriores que hace preguntar a la revista: “Si esto le sucede a un abogado,
detenido en Bogotá, que cuenta con la debida asistencia jurídica, ¿qué suerte correrán las
decenas de campesinos que las Fuerzas Militares detienen todas las semanas en las llamadas
‘zonas de guerra’?” El epílogo del testimonio es de espanto, porque a los colgamientos,
golpes y más suplicios siguieron otros delitos:

Es importante resaltar no solo el sadismo y el atropello a los derechos humanos


cometidos contra nosotros por “nuestra” institución armada sino también el carácter
hamponeril de sus integrantes –en nuestro caso, los interrogadores--, ya que además
de los objetos personales que llevábamos con nosotros en el momento de nuestra
captura, nos fueron sustraídos, “desaparecidos”, una suma de aproximadamente trece
mil pesos en dinero efectivo”. 293

293
Alternativa No. 83, Bogotá, del 24 al 31 de mayo de 1976, “Testimonio de un torturado en Bogotá. Les
supliqué que me mataran”, pp. 2-4.
203

El ejercicio periodístico de denuncia de Alternativa no se limitaba a la revista, pues habiendo


hecho parte varios de sus integrantes del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos,
Cspp --fundado a instancias de Gabriel García Márquez, entre otros, por Enrique Santos
Calderón--, la labor también se desarrollaba en otras publicaciones apoyadas por la revista,
como era el caso del Libro negro de la represión. Frente Nacional, 1958-1974.

Precisamente en la experiencia acumulada que desembocó en la creación de Alternativa


jugaron un papel importante otros integrantes de la redacción, como el escritor y arquitecto
Jorge Villegas Arango, y el ex dirigente sindical de los trabajadores bancarios Hernando
Corral, quienes participaron al lado de Santos Calderón en la creación del Comité de
Solidaridad con los Presos Políticos. En agosto de 1974, redactado por Villegas Arango
(introducción y cronología), José Yunis, Enrique Pinzón, Jorge Mora (del equipo de diseño
y armada de Alternativa) y otras personas, vio la luz el Libro negro de la represión. Frente
Nacional 1958-1974, texto que documentó un sinnúmero de actos de violación de derechos
humanos por parte de los sucesivos gobiernos de ese período y en el que se publicaron,
además, pronunciamientos de diversas organizaciones de izquierda, legales o alzadas en
armas. El Comité había sido creado luego de una inquietud planteada por Gabriel García
Márquez, según relata Santos Calderón:

… cuando se ganó el premio de la Universidad de Oklahoma fue cuando --yo lo había


conocido un poco antes-- me llamó a mí a través de su amigo, Álvaro Cepeda
Zamudio, a decirme: “Bueno, me gané este premio, quiero donárselo a alguna
organización de derechos humanos en Colombia”. Yo le dije: “Gabo, eso no existe
todavía en Colombia”. Y me dijo: “Fúndala, no jada, fúndala”. Y así fue como nació
el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, que era el destino de esos diez mil
dólares, que además era una oportunidad increíble para organizar un comité de
solidaridad con los presos políticos y de derechos humanos, y ahí la condición era
reunir organizaciones populares.294

En efecto, en el Comité quedaron integradas diversas organizaciones sociales: la Asociación


Nacional de Usuarios Campesinos, Anuc, cuyo delegado era Noel Montenegro; la Federación
Colombiana de Educadores, Fecode, representada por Miguel Antonio Caro; la Unión

294
CONVERSATORIO con Enrique Santos Calderón, ex director de Alternativa, en el acto de presentación de
la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
204

Sindical Obrera, USO, a través de Eliécer Benavides. También hacían parte del organismo,
Santos Calderón, Carmen de Rodríguez, Ricardo Villa Salcedo y Nirma Zárate, quien era
una de las diseñadoras de Alternativa.295 Poco después, Santos Calderón y Corral se retiraron
del Comité debido, según dijeron, a “una izquierda muy radical, muy fundamentalista, muy
caníbal en el sentido de que había que defender a unos presos políticos y a otros no”.

En este minucioso documento pudimos encontrar el siguiente recorrido cuantitativo de


denuncias de casos de violaciones de derechos humanos, actos de represión, detenciones
arbitrarias, crímenes a manos de agentes del Estados, torturas y otros contrarios a los
derechos ciudadanos, en los años de los cuatro gobiernos del Frente Nacional:

Gobierno de Alberto Lleras Camargo: 1958-1959, 27; 1960, 16; 1961, 48.
Gobierno de Guillermo León Valencia: 1962, 55; 1963, 58; 1964, 43; 1965, 42.
Gobierno de Carlos Lleras Restrepo: 1966, 45; 1967, 58; 1968, 22; 1969, 28.
Gobierno de Misael Pastrana Borrero: 1970, 32; 1971, 72; 1972, 88; 1973, 134; 1974, 85.

Esta secuencia muestra claramente que el libro pudo documentar muchos más casos
perpetrados durante los gobiernos conservadores que entre los liberales, aunque la
responsabilidad debe ser políticamente compartida por tratarse el Frente Nacional de un
régimen de gobiernos intercalados.296 (Ver gráfico No. 2). El mismo libro devela que:

Bajo el pacto del Frente Nacional, el Estado de Sitio continúa. De los 192 meses de
duración (Ver cuadro No. 6) del Frente Nacional, 126, o sea, dos de cada tres meses,
fueron sufridos bajo la siniestra modalidad del Estado de Sitio. Sumando solo los
muertos que aparecen en los diarios (4.956) durante los 5.840 días de la pesadilla del
Frente Nacional, resulta casi un asesinato diario, un dirigente popular caerá cada 24
horas (obrero, campesino, estudiante), segado inexorablemente durante estos 16 años
de brutalidad y muerte. Y no están todos los que son, porque este es un recuento
parcial en que solo aparecen los que por su notoriedad alcanzaron a quedar
consignados en los diarios. Nunca se sabrá la inmensa masa de muertes anónimas.297

295
Ver: COMITÉ de Solidaridad con los Presos Políticos, Libro negro de la represión. Frente Nacional 1958-
1974, Bogotá, Editorial Gráfica Mundo Nuevo, 1974, p. 205.
296
Cifras derivadas de la cuantificación hecha de la relación de denuncias contenidas en el Libro negro de la
represión. Frente Nacional, 1958-1974.
297
COMITÉ De Solidaridad con los Presos Políticos, Libro negro de la represión. Frente Nacional 1958-1974,
Bogotá, Editorial Gráfica Mundo Nuevo, 1974, pp. 10-11.
205

En 1978, los casos de represión se multiplicaban. En su edición No. 187, del 6 de noviembre,
la portada de Alternativa mostraba cuatro fotografías de líderes sociales bajo el título
“REPRESIÓN” (Ver imagen No. 23). Sobre las imágenes de cada uno de ellos aparecía en
una palabra lo que les había ocurrido: José Manuel Martínez Quiroz (asesinado), Omaira
Montoya (desaparecida), Pedro Pablo Bello (asesinado), Carlos Reyes Niño (torturado). Y
en páginas interiores, un informe escalofriante: “Allanamientos, torturas, asesinatos.
Represión a discreción”.298 El caso de Omaira Montoya fue uno de los que mayor repercusión
tuvo. La joven bacterióloga fue desaparecida en 1977 en Barranquilla por agentes del F-2 de
la Policía en compañía de Mauricio Trujillo, quien, de acuerdo con la información de
Alternativa, acababa de ser condenado en un consejo verbal de guerra. Su caso es sintomático
de la violación de los derechos de humanos, pues nunca apareció, a pesar de que el presidente
del tribunal que juzgó a Trujillo afirmó que nada vinculaba a Omaira Montoya al expediente
del procesado. Según la revista, de nada sirvió tampoco que la familia de Omaira estuviera
emparentada con el general Bernardo Lema Henao y con el general Abrahán Varón Valencia,
ministro de Defensa en el momento de la desaparición de la bacterióloga. Treinta y seis años
después de esta denuncia, Mauricio Trujillo Uribe estuvo en el acto de presentación de la
exposición que con ocasión de los 40 años de creada Alternativa organizó el Archivo de
Bogotá. En el certamen intervinieron algunos de los fundadores de la revista, en un
conversatorio de casi dos horas, apartes del cual son mencionados en varios tramos de este
trabajo. Y allí, en ese acto conmemorativo, al destacar el aporte de Alternativa, hizo alusión
al caso de su compañera, Omaira Montoya:

… el periodo de Turbay Ayala fue uno de los periodos más represivos que ha tenido
Colombia en los últimos tiempos y la revista tenía el valor de denunciar situaciones
de violaciones de los derechos humanos. Me tocó personalmente con el caso de
Omaira Montoya Henao, exactamente. Incluso ustedes dedicaron una portada a este
caso de mi compañera.299

298
Alternativa No. 187, Bogotá, del 6 al 13 de noviembre de 1978, “Allanamientos, torturas, asesinatos.
Represión a discreción”, pp-2-3.
299
Intervención de Mauricio Trujillo Uribe en el Conversatorio con fundadores de la revista Alternativa, en el
acto de presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de
2015. Transcripción de grabación de audio hecha por Luis Alfonso Mena S.
206

Trujillo agregó que la importancia de Alternativa obedeció, en primer lugar, a que “el haber
confrontado las tesis de la lucha armada abrió camino a un pensamiento de izquierda
democrática, que fue importante para quienes, de una u otra manera, considerábamos que no
había otras vías en ese momento”; en segundo lugar, a que dio voz “a los diferentes sectores
que no tenían expresiones a través de los grandes medios”, además de un tercer aporte clave,
el ya expresado de denunciar sin ambages “hechos difíciles que estaban ocurriendo,
principalmente en el periodo de Turbay Ayala”. Para Trujillo, estas fueron “tres líneas de
trabajo, tres frentes, tres ventanas que dieron por resultado que la revista de ustedes fue
realmente espectacular”.

Los otros tres casos de la portada de la edición No. 187 también estaban documentados en el
informe de páginas interiores. Sobre el caso de Carlos Reyes Niño se afirmaba que lo único
que había originado en el Gobierno era una carta del presidente López Michelsen en la que
negaba, sin soportes, que en Colombia hubiera torturas. En relación con la muerte de José
Manuel Martínez Quiroz, de la cual se sindicaba al B-2 (servicio de inteligencia del Ejército
Nacional en la época), simplemente se desvirtuaba cualquier responsabilidad oficial. Lo
hacía el general Miguel Vega Uribe, de quien dependía el mando sobre ese organismo. Nada
se respondía tampoco respecto del asesinato del diputado Pedro Pablo Bello, dirigente del
Partido Comunista de Colombia, ocurrido en un bus urbano. Ni en relación con otros
numerosos casos denunciados por la revista, como la muerte violenta de Fabio Alberto
Vásquez, detenido en el Batallón Voltígeros de Montería. Sobre este caso ocurrió algo
peculiar: los periodistas que indagaron y revelaron el crimen fueron estigmatizados. Las
torturas infligidas a otro activista popular, Eduardo Barrios Gnecco, en agosto en Riohacha,
también seguían impunes. Vásquez falleció. En el artículo de Alternativa se hacía, además,
un balance de los informes difundidos por la revista sobre torturas contra activistas políticos
y personas sindicadas de pertenecer a los movimientos alzados en armas perpetradas en la
Escuela de Caballería de Usaquén, al norte de Bogotá, lugar convertido en tenebroso y temido
centro de suplicios. Se denunciaban, igualmente, otras bases de vejámenes en Cimitarra, el
Bajo Cauca Antioquieño, Medellín, Yacopí, Urabá, Montería, Remedios, Tinajas, en el
Tolima. De igual forma, fueron denunciados abusos contra huelgas obreras, como la de
Incametal, en Medellín, y contra jornaleros, en fincas cafeteras de Chinchiná. Pero los casos
207

de torturas no terminaban allí. Estudiantes detenidos en la Cárcel Modelo300 denunciaban las


torturas a las que fueron sometidos en la Brigada de Institutos Militares, la Escuela de
Caballería, los batallones Baraya, Ayacucho y Miguel Antonio Caro y en el puesto de Policía
Militar de Puente Aranda. Testimonios decían que

Vendados y desnudos fueron pateados en el vientre y en los testículos, y colgados de


las manos atadas a la espalda. Les enterraron agujas bajo las uñas. Les metieron palos
y tubos por la boca. Los sometieron a simulacros de fusilamientos. Los privaron de
alimentos y de sueño, obligándolos a permanecer de pie día y noche, desnudos. Les
aplicaron choques eléctricos. Los sumergieron en charcos de agua helada. 301

En el extenso dossier de Alternativa sobre la represión en el Gobierno de Turbay Ayala


también se mencionaba el caso del periodista Miguel Antonio Castro Tomas, sometido a
vejámenes en un batallón del Ejército en Bogotá durante seis días, y el de Rosario Galindo,
víctima de violación, de acuerdo con denuncias de sus abogados. Otro caso fue el que afectó
a Luis Carlos Sánchez, ex diputado del MRL y antiguo funcionario de la ONU, quien fuera
detenido por un comando militar en compañía de una hija. Cuando se presentó ante los
militares un hijo suyo del mismo nombre, los militares dejaron en libertad al padre, detenido
arbitrariamente como mecanismo de presión para lograr la captura del joven Sánchez… Los
casos se multiplicaban por miles.

¿Qué había detrás de toda esta ofensiva represiva? Estaba en pleno furor la aplicación del
Estatuto de Seguridad, expedido mediante el Decreto 1923 del 6 de septiembre de 1978, con
el que el gobierno de Turbay aspiraba a reemplazar las medidas de excepción del Estado de
Sitio permanente, pero que se había convertido en una norma draconiana para frenar la
protesta social y, de manera especial, el auge de las acciones de las organizaciones alzadas

300
Los estudiantes detenidos eran: Néstor Mora, Luis Gabriel Castellanos, Édgar Leonel Ruiz, José Domingo
Páez, Luis Eduardo Ramírez, Carlos Arturo Escobar Lozano, Carlos Galvis Beltrán, Fabio Humberto Ruiz, Álvaro
Torres Rojas, Emilio Sánchez Alcina, Josué Enrique Sáenz, José Darío Tabares, José Orlando Ardila, Jusato
Elpidio Rosero, Pedro José Vaca López, José Omar Escobar Toro, Duvier Castaño Benavides, Jaine Arias
Cárdenas, Carlos Arturo Valderrama Becerra, Carlos Eduardo Maldonado Granados, Guillermo León Martínez
Gómez y Camilo Alberto Rodríguez. Ver: Alternativa No. 187, Bogotá, del 6 al 13 de noviembre de 1978,
“Allanamientos, torturas, asesinatos. Represión a discreción”, p.4.
301
Alternativa No. 187, Bogotá, del 6 al 13 de noviembre de 1978, “Allanamientos, torturas, asesinatos.
Represión a discreción”, pp. 2-3. Ver las ediciones de Alternativa números 82, 83, 85 sobre casos en las
Caballerizas de Usaquén; 96 y 130, en Cimitarra, Santander; 114, en Bajo Cauca; 121, en Medellín; 122, en
Yacopí; 126, en Urabá; 164, en Montería; 170, en Remedios, 182, en el Tolima, y 185, en Chinchiná, Caldas.
208

en armas, una de las cuales acababa de aparecer en la escena política nacional: el M-19. Al
amparo de las normas vigentes, todavía operaba la justicia penal militar para los civiles
señalados de incurrir en rebelión, sedición y asonada. Estaban en marcha, pues, nuevas
formas de coerción con la realización masiva de redadas y la conversión de los delitos
políticos en comunes. Según el director del Departamento Administrativo de Seguridad,
DAS, Rafael Poveda Alfonso: “Ahora el delito político está siendo objeto de amplios
cambios doctrinarios”. Y Alternativa concluía: “El secreto está ahí… Bajo el gobierno de
Julio César Turbay, y empezando con el Estatuto de Seguridad, se le está dando un vuelco
definitivo a la democracia formal que todavía tenemos en Colombia”.302 La revista advertía
con alarma que con la aplicación del Estatuto de Seguridad, y bajo el pretexto de combatir la
subversión, la inseguridad y la droga, el país estaba pasando al control directo de los
militares. Y la administración de justicia se encontraba en buena parte en manos de tribunales
castrenses. “Es el camino de la uruguayización, iniciado en tiempos de López Michelsen”,
agregaba la revista, haciendo alusión a la dictadura civil instaurada en los años 70 por José
María Bordaverry, considerado como mandadero de los militares en la República Oriental
del Uruguay, y quien desatara una oleada represiva con la excusa de combatir a la guerrilla
urbana de los Tupamaros. Con razón Alternativa insinuaba que el verdadero mandatario en
Colombia era el general Miguel Vega Uribe, comandante de la poderosa y tenebrosa en la
época Brigada de Institutos Militares, BIM.

Contra el Estatuto de Seguridad fueron presentadas ante la Sala Constitucional de la Corte


Suprema de Justicia 18 demandas reclamando la declaratoria de su inexequibilidad, pero la
Corte falló a su favor, razón por la cual se empezó a hablar de dictadura constitucional,
porque de acuerdo con el magistrado José María Velasco Guerrero, uno de los pocos
disidentes del alto tribunal, la Corte Suprema parece más “gendarme del Estado de Sitio que
guardiana de la Constitución”.303 Según un nuevo artículo de Alternativa sobre la norma,
“senadores y ex ministros liberales como Federico Estrada Vélez (ex magistrado) y Hernando
Agudelo Villa han criticado la ineficacia e inconstitucionalidad de la medida” y en términos

302
Alternativa No. 187, Bogotá, del 6 al 13 de noviembre de 1978, “Allanamientos, torturas, asesinatos.
Represión a discreción”, p.4.
303
Ibíd., “Estatuto de Seguridad, un creciente plebiscito de protesta”, p. 4.
209

similares se pronunciaban los ex ministros conservadores Alfredo Vásquez Carrizosa y J.


Emilio Valderrama. Por su parte Luis Villar Borda, dirigente de Izquierda Liberal, también
fustigaba el Estatuto y llamaba, según Alternativa, a integrar “una gran coalición popular de
liberales, conservadores, izquierdistas y no alineados para luchar contra la continuidad
solapada del Frente Nacional y de todos sus privilegios”.304 Otros liberales que en la época
se proclamaban “socialistas democráticos”, como Jorge Mario Eastman y Alberto
Santofimio, eran proclives al Estatuto de Seguridad. Como siempre, los gremios
empresariales cerraban filas en torno del Gobierno y Turbay pedía sanciones contra los
magistrados y jueces que disentían de la norma.

En un minucioso análisis histórico del Estatuto de Seguridad desde la perspectiva de las


normas diseñadas por la burguesía para la defensa de su statu quo, Luis Carlos Pérez, a
nombre del Movimiento Firmes, decía que “En el tiempo transcurrido de este siglo, ninguna
medida de represión oficial ha tenido el rigor y los alcances del Decreto 1923”. En el
documento, publicado en la edición No. 188, del 13 de noviembre de 1978, el jurista, ex
magistrado de la Corte Suprema de Justicia, hacia una relación de leyes, decretos y
resoluciones referentes a mecanismos de represión desde los albores del Siglo XX, y al final
invitaba a la opinión pública colombiana a “defenderse y a que busque los medios para
lograrlo”. El texto era respaldado por el Comité Nacional de Firmes: Gerardo Molina, Gabriel
García Márquez, Enrique Santos Calderón, José Gutiérrez, Eduardo Vanegas, Pepe Sánchez,
Héctor Molina, Isaías Tristancho y Eddy Armando, además del propio Pérez. Como se ve, a
estas alturas la dirección nacional del movimiento Firmes estaba integrada en su mayoría por
miembros de la Redacción o columnistas de Alternativa y por varios militantes del M-19, lo
que pone en evidencia el compromiso de la revista con este movimiento político y la opción
que por ella había tomado ya en el espectro de la izquierda colombiana, aunque persistía en
su tarea de dar cabida amplia a sus diversos sectores, como corresponde a un medio de
comunicación, y especialmente a uno alternativo. Del documento de Pérez resulta necesario
resaltar por su perspectiva histórica, como hemos dicho, el recorrido normativo a lo largo de
varios períodos:

304
Ibíd., p. 5
210

Ni las disposiciones de alta policía, ni los decretos urgentes de Rafael Reyes, que
tanta alarma ocasionaron, ni la Ley 219 de 1928, calificada de heroica por los
dirigentes y las masas del Partido Liberal, ni las crónicas convocatorias de consejos
verbales de guerra, a partir de 1944, como consecuencia del golpe militar que depuso
momentáneamente a Alfonso López Pumarejo, son equiparables a los agravios que el
decreto 1923 irroga a lo poco que resta en Colombia de una filosofía política tolerante
y democrática. Cincuenta años después de expedida la ley heroica y cuando se
indicaba que jamás volvería a experimentarse un modelo siquiera parecido, el
gobierno encontró en esos anacrónicos preceptos un antecedente digno de imitarse,
pero agregándole mayor audacia en el cercenamiento de las libertades y más
facilidades en la aplicación de los castigos. 305

Pero, ¿cuáles eran los contenidos del Estatuto de Seguridad? Fernando Calderón resumió en
un análisis sobre la norma los principales decretos dictados en virtud del estado de sitio por
el gobierno de López Michelsen que constituirían luego el cuerpo del Estatuto:

1. Decreto 2132: Concede a los alcaldes facultades para decretar el toque de queda,
prohibir manifestaciones y reuniones públicas, trasladando a la jurisdicción penal
militar la rebelión, sedición, asonada, asociación para delinquir, instigación y
apología del delito, incendio, robo bancario, extorsión, etc.
2. Decreto 2193: Traslada a la competencia militar los delitos de homicidio y
lesiones personales que se cometan contra militares en servicio activo o
funcionarios públicos.
3. Decreto 2194: Traslada a la justicia militar los delitos de fabricación, distribución
y porte de armas sin licencia.
4. Decreto 2195: Los alcaldes menores de Bogotá y los alcaldes municipales quedan
facultados para condenar a arrestos hasta por 180 días a quienes realicen reuniones
sin permiso, obstaculicen el tránsito, coloquen letreros ultrajantes, etc. Solo podrá
interponerse recurso de reposición.
5. Decreto 329: Complementa el decreto anterior, al extender a los comandantes de
estación de Policía la facultad de condenar.
6. Decreto 2578: Se establece una caución de buena conducta, de tipo hipotecario,
prendario o personal, que puede ser exigida por los alcaldes municipales o
inspectores de Policía a quienes posean antecedentes penales, anden por las calles
en actitud sospechosa, invadan predios sin justo título, etc.
7. Decretos 1678, 968 y 1162: Conceden a los rectores de varias universidades
públicas facultades extraordinarias.
8. Decreto 2473: Se realizan traslados de fondos presupuestarios para gatos de
funcionamiento de la Policía Nacional

305
Alternativa No. 188, Bogotá, del 13 al 20 de noviembre de 1978, “Firmes y el Estatuto. No queda espacio
inmune a pesquisa”, p. 10.
211

9. Decreto 070: Concede a las Fuerzas Armadas y Policivas, así como a los cuerpos
de inteligencia, el derecho virtual a matar.306

Una décima norma que podríamos agregar derivada del Estatuto es el Decreto 2482 que
autorizaba a los presidentes de los consejos de guerra verbales suspender la lectura de los
expedientes en las audiencias de juzgamiento, con lo cual se limitaba aún más el derecho a
la defensa de los procesados en los juicios regidos por militares contra civiles.

Otro Decreto, el 2289, ordenaba el envío a la isla prisión Gorgona de los condenados en
primera instancia por el delito de homicidio agravado. Sin embargo, fue declarado
inconstitucional por la Corte Suprema de Justicia.

Y según el análisis de Luis Carlos Pérez, “los artículos 11 y 12 del Estatuto de 1978 entrega
los contraventores a los comandantes de brigada, Fuerza Naval o base aérea y a los jefes de
Policía, suprimiendo la revisión de las decisiones de éstos en un grado superior, pues contra
las condenas solo procede el recurso de reposición”, con lo cual, de acuerdo con Pérez, se
violaba el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos aprobado por la Organización
de las Naciones Unidas en 1966 y ratificado por la Ley 74 de 1968.307

El Estatuto de Seguridad también contemplaba restricciones en materia de libertad de


información y de expresión, como lo expone Maryluz Vallejo, en A plomo herido:

“… el artículo 13 prohibía transmitir por las estaciones de radiodifusión y por los


canales de televisión información o declaraciones sobre el orden público, el artículo
14 facultaba al Ministerio de Comunicaciones para que de conformidad con un
decreto expedido en 1964, durante el régimen de Rojas Pinilla, recobrara a favor del
Estado el dominio pleno de las frecuencias de radiodifusión explotadas por
particulares… Durante los seis primeros meses del Estatuto de Seguridad, 23
emisoras de radio fueron sancionadas y muchos periodistas perdieron su libertad;
hasta se llegó a calificar de subversión cultural al ejercicio de la profesión
periodística.308

306
CALDERÓN, Fernando, “Estado de sitio, militarismo y Estatuto de Seguridad (I)”, En: Documentos Políticos,
No. 134, Bogotá, Revista del Partido Comunista de Colombia, Enero-Febrero de 1979, pp. 19-20.
307
Alternativa No. 188, Bogotá, del 13 al 20 de noviembre de 1978, “Firmes y el Estatuto. No queda espacio
inmune a pesquisa”, p. 11.
308
VALLEJO MEJÍA, Maryluz, A plomo herido, una crónica del periodismo en Colombia (1880-1980), Bogotá,
Planeta, 2006, p. 332.
212

De acuerdo con Maryluz Vallejo, “la aparición de Alternativa en 1974 marcó otro hito en el
periodismo investigativo nacional con su estilo irreverente y riguroso” y añade que hasta su
cierre en 1980 “se dedicó a denunciar las irregularidades del gobierno de López Michelsen y
a demostrar la inconstitucionalidad del Estatuto de Seguridad de Julio César Turbay por las
violaciones a los derechos humanos y la libertad de prensa”. 309 Además, como se recuerda
en el libro ¡Basta ya! Memorias de guerra y dignidad, el Estatuto de Seguridad, expedido en
plena vigencia del Estado de Sitio, era un arma para combatir el auge del movimiento
guerrillero, que siguió a un periodo de cierta lentitud de éste (situado por algunos entre 1966
y 1977). El Estatuto “no solo endureció la pena para el delito de rebelión –que pasó de 5 a 9
años para quienes tomaran parte en el alzamiento y de 8 a 12 años para quienes lo lideraran–
sino que… atribuyó el juzgamiento de este y los demás delitos políticos a la justicia penal
militar”.310 De esta forma, los consejos de guerra verbales se generalizaron. Según Gonzalo
Sánchez, el Estatuto “trató por igual a insurgentes y movimientos sociales” y, para hacerlo,
recurrió a la experiencia de las dictaduras de la época:

… instauró un modelo para manejar el conflicto armado y la protesta social inspirado


en los regímenes autoritarios del Cono Sur, pero al igual que en Argentina, Chile,
Uruguay y Paraguay fracasó como proyecto hegemónico. En un país como Colombia,
con una lucha armada tan larga y compleja, dicho modelo, lejos de prosperar, le
inyectaba crecientes bases sociales a la insurgencia.311

Por su parte, el historiador Marco Palacios considera que el Estatuto de Turbay fue replicado
en dos ocasiones en la década de los años 80, durante el gobierno de Virgilio Barco, lo cual
atribuye a los ímpetus autoritarios y arbitrarios de los gobernantes colombianos:

“Nunca cesó la fascinación draconiana de los gobiernos. En aras de la seguridad del


Estado, los gobiernos liberales de Julio César Turbay y Virgilio Barco emplearon los
poderes extraordinarios del Estado de Sitio para expedir tres estatutos: el de Seguridad
(1978), el de Defensa de la Democracia (1988) y el de Justicia (1989) que es su
versión corregida y mejorada. Todos ellos penalizan conductas en las que se

309
Ibíd., p. 220.
310
SÁNCHEZ, Gonzalo (coordinador) y otros, ¡Basta ya! Colombia: memorias de guerra y dignidad, Bogotá,
Centro de Memoria Histórica, 2013, p. 208.
311
SÁNCHEZ, Gonzalo, “Una guerra con pasado, pero sin futuro”. En: Semana, No. 1.582, Bogotá, Agosto 27 a
septiembre 3 de 2012.
213

incluyeron diversas formas de protesta social y ciudadana permitidas en cualquier


Estado de Derecho”.312

Para Luis Carlos Pérez, en suma, el Estatuto de Seguridad no fue un cuerpo jurídico sino un
instrumento político: “Trátase de un desafío a la opinión popular, para que ésta no se
manifieste de acuerdo con las circunstancias y necesidades que deba afrontar”. Y apostillaba:
“No quedan, pues, espacios ni ocupaciones inmunes a la pesquisa a la punición”.313 En suma,
el Estatuto no era otra cosa que el medio por el cual los sectores financiero e industrial de la
burguesía, aliados de grandes propietarios de tierras,314 más el agregado ahora de la “clase
emergente”, pretendían cerrar el paso al ascenso de las luchas de los sectores populares y
arreciar la guerra contra la insurgencia, también en auge desde 1977. Y así lo había planteado
con su lenguaje de factura literaria el editorial de la revista correspondiente a le edición No.
178, titulado felizmente “El primer diente”. Decía: “El gobierno de Turbay apenas acaba de
nacer y ya le salieron dientes”. Lo expresaba por los anuncios de las medidas policivas ya
gestadas en el vientre de un gobierno recién posesionado, pero alarmado por la
conmemoración del gran Paro Cívico del 14 de septiembre de 1977. En opinión del
editorialista, las medidas para controlar, como decía la prensa afín al establecimiento, los
“posibles desórdenes en las actividades programadas por las organizaciones de izquierda”,
más parecían “el primer ensayo general de lo que será la militarización de la vida colombiana
bajo el nuevo gobierno”.

En la misma edición, había dos trabajos periodísticos de gran importancia: el primero, el


reportaje escrito por García Márquez en el que contaba cómo fue el golpe sandinista en el
Congreso Nacional de Nicaragua, con el cual el movimiento insurgente logró sacar de las
cárceles de la dictadura somocistas a 58 de sus militantes para luego viajar indemnes y
victoriosos a Panamá, donde recibieron refugio y entrevistó Gabo a Edén Pastora, el

312
PALACIOS, Marco, Entre la legitimidad y la violencia. Colombia 1875-1994, Bogotá, Grupo Editorial Norma,
1995, p. 333.
313
Alternativa No. 188, Bogotá, del 13 al 20 de noviembre de 1978, “Firmes y el Estatuto. No queda espacio
inmune a pesquisa”, p. 11.
314
Ver: Alternativa No. 177, Bogotá, del 4 al 11 de septiembre de 1978, “Política agraria de Turbay. El
latifundio ha muerto, viva el latifundio”, p. 19.
214

comandante Cero.315 Fue una verdadera primicia periodística que, rubricada por el futuro
Premio Nobel, le garantizó a la revista una circulación masiva y fue vendida por Alternativa
como “exclusiva mundial”. Se trataba del primer gran golpe del Frente Sandinista de
Liberación Nacional que en julio de 1979 daría al traste con el gobierno despótico y corrupto
de Anastasio Somoza. La otra información, destacada en las páginas centrales, era la noticia
del Encuentro Nacional de Firmes, cumplido el sábado 26 de agosto en el Teatro Jorge
Eliécer Gaitán, que estuvo colmado. El día anterior, 300 delegados de todo el país habían
puesto a rodar, definitivamente, el nuevo movimiento político de izquierda, uno más en el
amplio archipiélago de la izquierda colombiana, pero con unas características muy
particulares: tenía como uno de sus ejes de rodamiento a una revista nacida cuatro años atrás,
que parecía dispuesta a apostarle a aquello a lo que había sido reticente: hacer política
partidista. El encuentro constató que Firmes crecía y que muchos que no tenían partido o
estaban desesperanzados de los existentes recalaron en este movimiento. En el encuentro
participaron delegados fraternales del MAS de Venezuela, el único partido político al que
García Márquez confesó alguna vez que había pertenecido oficialmente,316 lo mismo que de
la Liga Socialista de ese país y del MIR de Bolivia. El director de Alternativa, Enrique Santos,
hizo la presentación de la Declaración Política, que fue leída en su totalidad luego por Eddy
Armando y Rubén Carvajalino, militantes del M-19. Un delegado del Valle del Cauca,
Adolfo Álvarez, fue el encargado de presentar el informe sobre las tareas de la organización.
Las intervenciones de fondo estuvieron a cargo de Carlos Pantoja, de Nariño, Nazareth
Moreno de Cruz, del Valle, y columnista de Alternativa; Héctor Molina, presidente de la
Federación de Trabajadores de Cundinamarca; Trino Morales, presidente del Consejo
Indígena del Cauca, Cric; Humberto Molina, dirigente de la Unión Revolucionaria Socialista,
USR, quien anunció la disolución de esta agrupación para integrarse completamente en
Firmes; Álvaro Tirado Mejía, de Antioquia y colaborador de Alternativa; José Buriticá, líder

315
Ver: Ibíd., “El golpe sandinista. Crónica del asalto a la casa de los Chanchos”, pp. 2-10.
316
En entrevista concedida a la Revista Nacional de Cultura del Instituto Nacional de Cultura y Bellas Artes de
Venezuela, titulada “Conversaciones con Gabriel García Márquez” y hecha por Armando Durán, No. 185, julio-
agosto de 1975, pp. 28-29, García Márquez reconoce que si fue militante de un partido político: “El
Movimiento al Socialismo, MAS, de Venezuela, que es mi partido, aunque yo soy colombiano, está empeñado
en la discusión pública de este problema y parece convencido de que no será posible despejar el camino de la
revolución en América Latina dentro de la concepción tradicional de las izquierdas”. Reproducido en: GARCÍA
MÁRQUEZ, Gabriel, Periodismo militante, Buenaventura, Son de Maquina Editores, 1978, pp. 17.
215

campesino del Tolima; Carlos Bula Camacho, ex concejal de Bogotá recién salido del Moir,
e Isaías Tristancho, de la Unión de Trabajadores de Santander, Utrasan.317 En el mismo acto
reseñado por Alternativa fue leída la lista de los colectivos que hasta ese momento se habían
disuelto en Firmes, además de la URS: Anapo Independiente, Anapo Socialista, Unión
Comunista Revolucionaria, UCR, la Organización Comunista Ruptura, OCR, el Frente
Patriótico de Nariño, la Unión de Lucha Revolucionaria de Barranquilla y varios grupos
regionales más. Además, David Aljure, senador del Movimiento Independiente Liberal, MIL,
dirigió una carta en la que proponía crear un comité de diálogo para el entendimiento. Según
decía la información de Alternativa, el encuentro se caracterizó por su espíritu unitario, “el
rechazo al sectarismo, al esquematismo y a la división por pugnas internacionales que tanto
perjuicio han causado a la izquierda colombiana” y por la ratificación de ser “un movimiento
que aspira a convertirse en una nueva alternativa política para el pueblo colombiano”.318 En
la misma edición, Diego Montaña Cuéllar, histórico dirigente revolucionario, anunciaba a
través de su columna en Alternativa su adhesión a Firmes. Argumentaba tal determinación
afirmando que “El problema central, que parece resuelto por Firmes, es la estrecha relación
entre la lucha por la democracia y la lucha por el socialismo”.319

Partes de un todo: Alternativa, Firmes y respuesta a la represión


La actividad periodística de Alternativa marchó aparejada con el proceso de formación y
consolidación del movimiento político Firmes y con las luchas de la izquierda y la oposición
colombianas contra un régimen cada vez más autoritario, el de Turbay Ayala, los militares y
el Estatuto de Seguridad. Desde 1978, cuando nació Firmes, la vida de la revista estaría
íntimamente ligada a la del movimiento, no solo para la difusión de sus actividades, sino para
que en torno de ella se nucleen los activistas del movimiento, es decir, ayude en el trámite de
organización, aunque para ese fin haya sido creado un medio directo, el periódico Firmes.
Además, buena parte de los principales integrantes de la Redacción y no pocos de sus
columnistas y colaboradores estaban integrados en Firmes, empezando por su consejero
editorial, García Márquez, y por su director, Santos Calderón, y pasando por su jefe de

317
Alternativa No. 178, Bogotá, del 4 al 11 de septiembre de 1978, “El Encuentro Nacional de Firmes. Un
despegue de verdad”, pp.16-18.
318
Ibíd., p. 18.
319
Ibíd., “Estamos con Firmes”, p. 13.
216

Redacción, Antonio Caballero, que era el editor también del periódico del movimiento y
quien, haciendo gala de su cualidad de dibujante, caricaturizaba el binomio Turbay Ayala-
Camacho Leyva, el Mindefensa (Ver imagen No. 24). Caballero recuerda cómo fue su tarea
con el periódico de Firmes:

… fundamos un periodiquito que se llamó Firmes, yo fui el director de ese


periodiquito. Y recuerdo lo difícil que era, pues nunca he conocido un trabajo
periodístico más arduo, yo, personalmente, que el de los consejos de redacción de ese
periódico Firmes, en donde participaban trotskistas, maoístas, comunistas,
guevaristas, alternativistas. Era una tarea verdaderamente interminable y
dolorosísima para lograr sacar por consenso artículos que a la vez tuvieran cierta
enjundia informativa.320

En noviembre de 1979, un año después de su lanzamiento oficial, en el Segundo Encuentro


Nacional del 25 y 26 de agosto de 1978, Firmes empezaba a crecer y reflejo de ello era lo
que rememoraba Caballero: el arribo al movimiento de militantes de otras vertientes, que no
llegaban solos, sino con el costalado de vicios y resabios de la izquierda sectaria y
esquemática que Alternativa y Firmes no querían repetir. Según Fred Kaim Torres, líder
estudiantil en los años 70 del Siglo XX,

El común denominador que tiene una cantidad variada de acontecimientos es que


Alternativa era una línea para los que no tenían línea… al tiempo que era una línea
que pensaba ser sumatoria de otras líneas. Pero nos encontramos con que cuando hay
minorías que se creen dueñas de la verdad entonces fracasan los propósitos
unitarios.321

Kaim Torres --quien fuera dirigente de la Juventud Comunista, participara luego en el


proceso de formación del Partido Comunista Marxista Leninista (maoísta), posteriormente
confluyera en la denominada Liga Obrera Comunista (trotskista) y dirigiera su periódico
Poder Obrero, pasos que dio, según dijo en entrevista con el autor, por convicción, “en una
profundización en el marxismo”— sostiene que

320
CONVERSATORIO con Antonio Caballero, en el acto de presentación de la Exposición Homenaje Alternativa
40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2015, transcrito de grabación de audio por Luis Alfonso Mena
S.
321
ENTREVISTA con Fred Kaim Torres, líder estudiantil de los años 70, realizada en Cali por Luis Alfonso Mena
S. el 16 de marzo de 2015.
217

Firmes surge en un manejo un poco oportunista que auspició el PST, surge también
con la solidaridad con Nicaragua. Imagínese que el PST llamaba públicamente a
reclutar gente para llevarla a combatir a Nicaragua, lo hacía públicamente, en carteles,
¿usted se imagina una guerrilla reclutada así?

Alternativa, efectivamente, impulsó de manera activa la solidaridad con la revolución


nicaragüense, que, además, fue una de las tareas en que se comprometió la mayor parte de la
izquierda al finalizar la década de los 70, y no solo el PST, que viajó a Nicaragua en una
brigada bautizada Simón Bolívar. Esta, finalmente, fue expulsada por el nuevo gobierno
instaurado luego del triunfo del Frente Sandinista para la Liberación Nacional, porque, según
explicó Alternativa en su No. 227, del 23 de agosto de 1979, “los traviesos muchachos del
PST —el grupo trotskista que impulsaba y controlaba a la Brigada— se habían dedicado a
hacerle la competencia a la Junta de Gobierno… Esto se llama oportunismo”. En su sección
Notas de Redacción, la revista entraba en detalles y afirmaba que los brigadistas fueron
expulsados por el gobierno revolucionario debido a que en Nicaragua se dedicaron a incitar
“al paralelismo sindical, llamando al poder proletario en un país casi sin industrias, atacando
a dirigentes sandinistas y del Gobierno que no eran de su afecto, etc.”322

La mayor oleada represiva se experimentó luego del golpe dado por el M-19 al Ejército con
el hurto de cinco mil fusiles guardados en un sótano del Cantón Norte del Ejército en Bogotá.
Más de 400 personas señaladas de pertenecer al M-19 o de colaborar con él fueron detenidas
y sometidas a consejos de guerra verbales. El asalto a la armería del Ejército en la noche del
31 de diciembre de 1978 significó un duro golpe, el primero de envergadura del M-19 al
establecimiento, y un revés para el envalentonado gobierno de Turbay Ayala. La
construcción de un túnel a lo largo de cien metros desde una casa cercana al cantón militar
sin que la información se filtrara constituyó una audaz y osada acción de ingeniería civil que
requirió de mucha planificación e intenso trabajo, dejó mal posicionado al Ejército y desató
las iras de los altos mandos militares. El golpe constituía todo un desafío que Turbay,
Camacho Leyva y el alto mando no estaban dispuestos a resistir. Reaccionaron con prontitud,
aprovechando los varios errores que cometió el grupo guerrillero, las huellas profusas dejadas

322
Alternativa No. 227, Bogotá, del 23 al 30 de agosto de 1979, “Notas de la Redacción. Traviesos Brigadistas”,
p. 2.
218

en el traslado de las armas a su escondite y en los comunicados en los que se reivindicaba el


golpe, empezando por el afán de destapar figuras relevantes del grupo, como la del médico
Carlos Toledo Plata, quien venía dedicado al ejercicio legal de la política y había participado
en varios escenarios de ella, incluidos foros abiertos de Firmes y otros. Develar su liderazgo
en el M-19 generó que por ese hilo se empezara a desenredar la madeja. Alternativa, como
es obvio, dio un gran despliegue tanto al golpe guerrillero como al contragolpe
gubernamental, a cual más grave e impactante. Lo hizo de manera tardía, pues, como era
costumbre, aprovechando el receso obligado de fin y principio de años, su última edición de
1978 era doble, cubría los números 194 y 195, e iba desde el 25 de diciembre de 1978 hasta
el 22 de enero de 1979. Aunque el golpe y el contragolpe lo ameritaban, es de suponer que
la revista no estaba en condiciones económicas para anticiparse a la fecha de regreso a la
calle con una edición extraordinaria y soportó el inconveniente que significaba ver que los
acontecimientos pasaban sin poder reaccionar periodística y políticamente. Empero, en la
edición No. 196, del 22 de enero de 1979, con otra impactante portada, como muchas de las
de su periplo vital, Alternativa reapareció con un extenso y crítico balance analítico. “Golpes
y contragolpes. El destape del M-19” era su título del texto. En éste afirmaba: “Ha sido, en
todo caso, la primera vez que el M-19 sufre un golpe serio en sus cinco años de existencia.
Era también la primera vez que el M-19 desafiaba de frente al Ejército. No con terrorismo
burdo, es cierto, sino con genialidad y audacia”.323 Alternativa afirmaba también que al verse
en ridículo, el Ejercito reaccionó con todo su aparato y logró demostrar la vulnerabilidad del
otro aparato, el del M-19, que no sólo perdió en pocos días el producto del golpe, sino también
casas, armas propias y, lo más grave, muchos hombres que fueron cayendo debido a
delaciones logradas a punta de torturas y vejámenes de los detenidos, que iban en aumento.
En su cobertura del golpe y el contragolpe, hecho a lo largo de cuatro páginas, Alternativa
hacía acopio de multiplicidad de datos, acumulados en los días del receso de principios de
1979, y entregaba elementos de análisis propios y ajenos, como el de un periodista español
residenciado en Colombia, quien habría cuestionado: “Ese es el problema de no entregar las
armas ahí mismo al pueblo”. Por su parte, el Movimiento Replanteamiento del ELN,

323
Alternativa No. 196, Bogotá, del 22 al 29 de enero de 1979, “Golpes y contragolpes. El destape del M-19”,
p. 4.
219

integrado por ex combatientes de este grupo insurgente, calificaba la acción de terrorista y


anarquista aunque, en general, en la izquierda había cautela. La ofensiva del Ejército incluía
el uso de la tortura en sus variadas clases, dosis y gradualidades y se calculaba en más de mil
el número de personas detenidas en operativos diarios en distintas ciudades del país. Una de
las modalidades de presión para la delación era la droga ‘Pentotal’, conocida en el mundo de
los centros de suplicio como ‘el suero de la verdad’. De los allanamientos y detenciones no
escaba nadie que fuera medianamente sospechoso o familiar de sospechoso. Como ocurrió
con el poeta Luis Vidales, detenido en la búsqueda de su hijo, Carlos, quien había sido jefe
de Redacción de Alternativa en su primera etapa y era dirigente del M-19 procedente de la
Anapo Socialista. Carlos Vidales fue de los que también criticaría esta y otras acciones del
‘Eme’ por las cuales se alejaría del movimiento. El Gobierno aplicaba, aduciendo el Artículo
28 de la Constitución vigente en la época,324 la detención y total incomunicación hasta por
diez días por simple sospecha. Otra víctima de esta medida fue la hija del parlamentario
liberal Iván López Botero, que trató de suicidarse en la celda en que la recluyeron. Militantes
comunistas eran detenidos en el barrio Chile de Bogotá y Firmes denunciaba la retención de
20 simpatizantes suyos, entre ellos Rubén Carvajalino. Y en otras ciudades del país cundía
el pánico también por nuevas oleadas represivas. En todo caso, en el análisis de Alternativa
seguían rondando las dudas sobre el destape no solo de Toledo Plata, sino del rostro de otro
militante que participó en la toma de las armas, quien luego fue identificado por el apellido
Arteaga y resultó pieza clave para empezar la recuperación de los cinco mil fusiles hurtados.
Al mismo tiempo, la reivindicación de la memoria de José Israel Rodríguez, fallecido en un
accidente durante la operación del robo de las armas, también les dio más pistas a los
servicios secretos del Ejército. El periódico El Espectador atribuyó el destape a la supuesta
“vanidad y megalomanía” de dirigentes que “no resistieron los deseos de suscribir
comunicados y de enviar inclusive fotografías desafiantes a los medios de comunicación”.

324
El Artículo 28 de la Constitución Política de 1886 decía: “Aun en tiempo de guerra nadie podrá ser penado
ex post facto, sino con arreglo a la ley, orden o decreto en que previamente se haya prohibido el hecho y
determinándose la pena correspondiente. // Esta disposición no impide que aun en tiempo de paz, pero
habiendo graves motivos para temer perturbación del orden público, sean aprehendidas y retenidas mediante
orden del Gobierno, y previo dictamen de los ministros, las personas contra quienes haya graves indicios de
que atentan contra la paz pública. // Transcurridos diez días desde el momento de la aprehensión sin que las
personas retenidas hayan sido puestas en libertad, el Gobierno procederá a ordenarla o las pondrá a
disposición de los jueces competentes con las pruebas allegadas, para que decidan conforme a la ley. (Art. 5º
del Acto Legislativo No. 1 de 1968). [Decreto No. 3642 de 1981].
220

Sin embargo, Alternativa atribuía el destape de Toledo Plata “a la necesidad que sentía el
movimiento, sometido a las más extravagantes teorías sobre su procedencia y objetivos, de
concretar una identidad a través de un dirigente político de reconocida trayectoria
revolucionaria”.325

Mientras nuevos debates se cernían en la izquierda y la derecha, más personas eran detenidas.
Alternativa informaba en artículo siguiente titulado “A dios rogando y con el mazo dando”,
que una de ellas era el actor Carlos Duplat, quien había hecho parte del equipo de Arte de
Alternativa en sus comienzos. La revista se apresuró a aclarar: “Al cierre de edición se
conoció que fueron detenidos Hugo Vásquez Vásquez y Carlos Duplat, antiguo colaborador
de Alternativa, quien se retiró a finales de 1974 por discrepancias en la orientación de la
revista”.326 Se notaba el afán por salvar cualquier responsabilidad seguramente para evitar
medidas contra la revista o integrantes de la misma, habida cuenta los señalamientos que
siempre se habían hecho sobre ella, principalmente por sus relaciones con dirigentes del M-
19. Pero las detenciones habían comenzado desde octubre de 1978, pues en la misma edición
No. 196 se informaba de la detención de 30 estudiantes sindicados de pertenecer al Comando
Pedro León Arboleda, PLA, quienes habían sido llevados a consejo de guerra verbal. Y que
similar situación habían corrido 20 personas acusadas de pertenecer a las Farc. Además, a
tres años de prisión en la isla Gorgona fueron condenados los estudiantes Hugo Martínez e
Isauro López, de la Universidad del Valle, y Fernando Isaza, alumno de bachillerato, por
violaciones al Estatuto de Seguridad. Así, se estrenaba otra decisión de Turbay, en el sentido
de autorizar la remisión de los infractores del Estatuto a la tenebrosa isla prisión sobre el
Pacífico colombiano. Ante toda esta ofensiva represiva y sus repercusiones no solo en
materia de afectación de su propia estructura, sino, y principalmente, de su incidencia
negativa en el recrudecimiento del irrespeto a los derechos políticos de la población, el M-
19 empezaba a repensar su accionar, y Alternativa ya lo anunciaba: “Este desafío al Ejército
podría marcar un viraje en la forma de accionar practicada hasta ahora por el M-19”, decía
la revista en referencia al robo de las armas y a la ola represiva que suscitó. Y agregaba:

325
Ibíd., art. Cit., p. 3.
326
Ibid., “Allanamientos y detenciones. A Dios rogando y con el mazo dando”, p. 6.
221

Se observa de todos modos una discrepancia entre los efectos políticos y represivos
desatados por el golpe y la insistencia de este movimiento en sus últimos boletines en
la necesidad de desarrollar un amplio frente en defensa de las libertades democráticas.
Porque una de las consecuencias inmediatas de la acción fue la de producir más
recortes a estas libertades y fortalecer momentáneamente a los sectores más
reaccionarios y militaristas dentro del Gobierno.327

Coincidente con lo anterior, resulta atinente el planteamiento formulado por el investigador


Fabio López de la Roche:

… el factor principal estimulante de ese viraje lo constituyó la política de la


administración Turbay Ayala (1978-1982), con su estatuto de seguridad de 1978, sus
torturas y persecuciones a disidentes políticos y personalidades democráticas y con
sus respuestas autoritarias al desafío del M-19 del robo de las armas del Cantón Norte
a comienzos de 1979”.328

Según López de la Roche “una de las contribuciones centrales del M-19 a la renovación de
la izquierda está asociada a la revalorización de la democracia como valor y como ideal
estratégico de ordenamiento económico, político-social y cultural de la sociedad”, en
contraposición con la concepción generalizada en la mayoría de las tendencias de la izquierda
colombiana, que consideraban la democracia “como una falacia de la oligarquía, como una
entidad meramente formal y ‘burguesa’”. Decía el investigador:

Podemos afirmar, entonces, que fue esa coyuntura represiva y antidemocrática la que
le permitió al M-19 revisar de manera más clara lo que había sido su visión anterior
de la democracia y, algo muy importante, con ese gran sentido de la oportunidad que
le había caracterizado, percibir el descontento de amplios sectores de la opinión con
la escalada represiva turbayista y levantar la bandera de los derechos humanos y de
las libertades democráticas, que tanta popularidad y simpatía le diera cuando la
organización se tomó la sede de la Embajada de la República Dominicana en 1980
para denunciar ante el mundo las torturas y demás abusos del régimen de Turbay. 329
Es claro que en ese viraje del M-19, y del que pudieron tener otros grupos más adelante, de
una forma o de otra, tuvieron alguna incidencia las reflexiones expuestas en Alternativa,
como las que se hacían en el análisis-balance “El destape del M-19”. Es un mérito que le
reconocen muchos y que a la luz de hoy va apareciendo a medida que más estudiosos ponen

327
Alternativa No. 196, Bogotá, del 22 al 29 de enero de 1979, “Golpes y contragolpes. El destape del M-19”,
p. 4.
328
LÓPEZ DE LA ROCHE, Fabio, Izquierdas y cultura política, ¿oposición o alternativa?, Bogotá, Centro de
Investigación y Educación Popular, Cinep, 1994, pp.281- 282.

329
Ibíd., 282.
222

sus ojos sobre la historia de la revista. Pero, además, como hemos dicho, Alternativa hizo un
aporte muy importante con la denuncia sistemática de los hechos de represión y violación de
los derechos humanos, que contribuyeron a deslegitimar las políticas coercitivas y de
seguridad nacional desarrolladas por sucesivos gobiernos, dado el alcance internacional de
sus denuncias. De manera continua publicaba balances de la marcha de los consejos de guerra
verbales, de las redadas y detenciones masivas, de la represión en los campos, de lo que
ocurría con indígenas y comunidades pobres de barriadas y de persecución contra estudiantes
u obreros.

Por eso, a continuación presentamos cuatro bloques de denuncias, entre muchos otros
publicados por la revista, que pueden ilustrar acerca de su aporte a la denuncia de la violencia
oficial, lo cual derivó en que los gobiernos se vieran obligados, en alguna medida, a tenerlos
en cuenta, no porque quisieran, si por las repercusiones internacionales, especialmente.

1.) “Democracia a la colombiana. Con licencia para matar” es un recorrido día a día de los
hechos ocurridos durante 1978, relacionados con 35 muertes que han quedado en total
impunidad y que fueron perpetradas por organismos del Estado sobre dirigentes sindicales,
populares, políticos y estudiantiles que “han estado vinculados a grupos políticos de izquierda
o que de alguna u otra forma han levantado su protesta contra el orden institucional vigente
en el país”. De acuerdo con la revista, “sin pretender cubrir todos los atropellos,
arbitrariedades, injusticias, y todas las muertes causadas por organismos del Estado, estas 35
vidas cobradas en 1978… no son sino la muestra del estado de guerra que ha declarado la
oligarquía contra el pueblo colombiano”.330 En el informe se mencionaban uno por uno los
casos, mes a mes, con sus nombres y circunstancias. (Ver cuadro No. 8). Entre los casos más
destacados figuraba el informe sobre Juan David Álvarez, estudiante del colegio de Santa
Librada de Cali, asesinado por la Policía durante disturbios ocurridos el 7 de marzo de 1978.
De igual forma, el de otro estudiante, Patricio Silva, de 19 años, de la Universidad Nacional,
muerto a bala en enfrentamientos con la Policía ocurridos dentro del alma máter, un hecho
que conmovió no solo a la comunidad universitaria sino a todo el país. Un tercer caso

330
Alternativa No. 194-195, Bogotá, del 25 de diciembre de 1978 a 22 de enero de 1979, “Democracia a la
colombiana. Con licencia para matar”, p. 15.
223

relevante fue el de Avelino Ul, líder indígena y concejal de la UNO en Toribio, departamento
del Cauca, asesinado por ‘pájaros’ (paramilitares conservadores de la época), a sueldo de
terratenientes. En la misma edición, en el artículo titulado “Justicia militar. Torturen primero,
condenen después”, se registraba que en 1978 fueron convocados siete consejos verbales de
guerra en Bogotá y dos en Medellín. En estos últimos fueron condenados tres activistas por
pertenecer al Frente Revolucionario de Unidad Popular, Frup, entre ellos el escritor Efer
Arocha. En otro juicio militar fueron condenadas 36 personas sindicadas de pertenecer al
ELN. En Bogotá, en uno de los consejos de guerra, 19 personas fueron condenadas a 328
años de prisión. Además, se denunciaba que había cinco juicios castrenses más, en los que
fueron condenados siete estudiantes, cuatro de ellos pertenecientes a la Escuela Superior de
Administración Pública, Esap. Simultáneamente, se esperaban las sentencias en los juicios a
29 universitarios sindicados de pertenecer al PLA y contra siete alumnos de la U. Nacional.
“Como se ve, los militares no están jugando a los soldaditos de plomo”, concluía el informe
de Alternativa, que reclamaba el respeto a los derechos humanos y procesales de por lo menos
150 presos políticos en ese momento.331 De igual manera, en la edición 194-195 se informaba
sobre la creación de la Fundación para la Defensa de los Derechos Humanos, Habeas, de la
que fue nombrado como su primer presidente el consejero editorial de Alternativa, Gabriel
García Márquez. La fundación era auspiciada por jefes de Estado, religiosos, ex presidentes
y otras personalidades, tomaba el nombre de la expresión jurídica habeas corpus (derecho a
la libertad de los reos detenidos arbitrariamente) y “surgía con el propósito de estructurar y
proyectar con más fuerza y eficiencia la solidaridad mundial con los presos políticos,
desaparecidos y exiliados de América Latina y el Caribe”, según le explicó García Márquez
a Alternativa. La fundación aparecía en momentos críticos para Colombia por la violación
de los derechos humanos en el gobierno de Turbay Ayala, y expresaba mucho interés en la
situación en Uruguay, Paraguay, El Salvador y Guatemala, “víctimas de la más feroz
represión”. Los escritores Julio Cortázar, de Argentina, y Nicolás Guillén, de Cuba, figuraban
entre los convocantes de la fundación.332

331
Ibíd., “Justicia militar. Torturen primero, condenen después”, p. 14.
332
Ibíd., “Habeas: de verdad por los derechos humanos”, p. 6.
224

2.) El segundo bloque de denuncias fue publicado por Alternativa en su edición No. 208, del
16 de abril de 1979, bajo el título “Detenciones. El B-2 se los llevó…” (Ver cuadro No.
9). Y como experimentando desesperanza por la continuidad impune de tantos actos de
represión oficial, el lead de la información decía: “Otra semana más con amanecidas
militares, allanamientos, helicópteros, asilados, detenciones, vendas, metralletas”, y en el
segundo párrafo agregaba: “La orden del día en las diferentes brigadas militares del país es
allanar, detener e interrogar, dentro de la ola de represión que no ha parado desde principio
de año”. Y pasaba a enumerar los casos, correspondientes a otra cifra alta: 35, aunque la
publicación advertía que “son muchos más los casos de allanamientos y arrestos que no
trascienden y solamente se conocen en las caballerizas militares y los sótanos de
interrogatorio”. Entre los 35 casos enumerados figuraban los de Carlos Mora, instructor del
Sena, y Nory Sánchez Vargas, a quienes el B-2 les allanó su casa de Cali y se los llevó. En
la capital del Valle del Cauca los detenidos eran llevados a unas caballerizas situadas en el
Batallón Pichincha, en el sur de la ciudad, que se hicieron tristemente célebres por la crueldad
de los suplicios a los que eran sometidos los retenidos allí. En el mismo informe se avisaba
de la liberación del anciano poeta Luis Vidales, a quien el B-2 había detenido al no encontrar
a su hijo Carlos en el sitio de allanamiento. Ni siquiera el hecho de que Vidales fuera
reconocido como una gloria de las letras colombianas impidió que fuera sometido a malos
tratos.333 Según la información, la táctica del B-2 (temido servicio secreto del Ejército)
consistía en liberar por algunos días a los detenidos, hacerles estrechos seguimientos y luego
volver a retenerlos. Así, pues, el afán represivo no se detenía y la Brigada de Institutos
Militares, BIM, informaba que faltaban por lo menos 200 capturas más de militantes del M-
19, movimiento del que hasta esa fecha (16 de abril de 1979) tenían detenidos a 185, lo mismo
que a 53 del Movimiento Autodefensa Obrera y a 83 de las Farc. Un total de 321 presos
políticos. Las quejas por la arbitraria detención del poeta Luis Vidales, uno de los fundadores
del Partido Comunista y autor del libro emblemático Suenan timbres, llevaron al comandante
de la BIM, general Miguel Vega Uribe, a asegurar que el intelectual “fue tratado
correctamente”. Sin embargo, Alternativa, convertida en piedra en el zapato de las versiones
oficiales y oficiosas, cuestionó tal aseveración:

333
Alternativa No. 208, Bogotá, del 16 al 23 de abril de 1979, “Detenciones. El B-2 se los llevó…”, p. 15.
225

Al poeta Vidales simplemente se le entraron sin timbrar, rompiendo una ventana de


su casa a las cinco de la madrugada, cinco agentes de la BIM. Se lo llevaron vendado
en un camión. Lo mantuvieron vendado, de pie y a la intemperie durante diez horas…
Semejante trato dado a un hombre de 75 años es lo que el general Vega Uribe entiende
por “trato correcto”.334

En la misma edición, Alternativa incluía una información que, en realidad, constituía todo
un editorial, pues en ella fijaba su posición crítica frente a acciones de la guerrilla que
empezaba a cuestionar seriamente, en lo que algunos consideraron un giro, pues la revista
pasaba del tono de exaltación de la mayoría de las operaciones insurgentes, a una actitud de
rechazo a aquellas que consideraba injustificables e inmersas en el concepto de terrorismo.
Sostenía, además, que esas acciones servían finalmente a los militares, “interesados en
demostrar, por cualquier medio, que la subversión política es la barbarie”. La reflexión estaba
contenida en un texto titulado “Policías asesinados. Estupidez criminal”, que se refería
principalmente a los homicidios de agentes de la Fuerza Pública “por grupos que creen estar
realizando de ese modo actos revolucionarios, como los cometidos en las últimas semanas
por el grupo Pedro León Arboleda, PLA”, el comando maoísta surgido hacia 1975, como
escisión del Ejército Popular de Liberación, EPL. Más adelante sostenía la revista: “Nada
hay más condenable por criminal y estúpido, que matar a un policía por el simple hecho de
que está uniformado, y en consecuencia constituye en teoría ‘el brazo armado del sistema’”.
Y puntualizaba en su estilo irónico: la Oficina de Prensa del Gobierno “puede relamerse de
que haya policías muertos y viudas y huérfanos. Porque ahí no hay tiro perdido para el
Gobierno y sus mentores militares. Tanto los guerrilleros urbanos muertos como los policías
urbanos muertos constituyen una ganancia neta”.335

Entre tanto, tal como lo hizo en otras ediciones, Alternativa publicó en la No. 208 una carta
manuscrita de uno de los estudiantes sindicados de pertenecer al Movimiento Autodefensa
Obrera que lograron asilarse en la Embajada de México en Bogotá. Se trataba de Jesús
Antonio Franco Galeano, quien en su misiva denunciaba las torturas a que fue sometido por
el F-2 de la Policía y el B-2 del Ejército cuando estuvo retenido, sindicado de violar el

334
Ibíd., “Notas de Redacción. Buen trato”, p. 10.
335
Ibíd., “Policías asesinados. Estupidez criminal”, p. 6
226

Estatuto de Seguridad.336 Enseguida de la denuncia, aparecía un texto de Daniel Samper


Pizano, quien, recién llegado de Estados Unidos, escribía una columna permanente. En esta
oportunidad la dedicaba precisamente al tema de la represión, y en ella reseñaba “La tortura,
un espeluznante libro testimonial del periodista Henri Alleg”, en el que “alcanzaron a
explorarse las dimensiones monstruosas de lo que estaba ocurriendo” en Argelia, ocupada
por el colonialismo francés, y en donde la tortura se había convertido en norma de
procedimiento contra musulmanes y franceses partidarios de la independencia argelina.
“Cómo sería de bueno que en estos días de reflexión La tortura se constituya en el libro de
cabecera de quienes aceptan, practican o pretenden ocultar lo que está ocurriendo en
Colombia…”337

3.) El tercer bloque de denuncias se titulaba “El Cric. Blanco de la represión” y estaba
contenido en la edición No. 233, del 4 de octubre de 1979. De conformidad con el mismo,
“hasta los resguardos ha llegado el Estatuto de Seguridad para convertirlos en verdaderas
zonas de guerra”.338 (Ver cuadro No. 10). El informe estaba elaborado con base en denuncias
hechas en una mesa redonda convocada por el Centro de Investigación y Educación Popular,
Cinep, sobre los indígenas y el Estatuto de Seguridad, y denunciaba los fenómenos que
estaban afectando a las comunidades nativas del norte del Cauca, tales como “la
militarización de las zonas de los resguardos, el asalto de las cooperativas por parte de
unidades de Fuerza Pública, el asesinato de un centenar de indígenas a manos de bandas de
‘pájaros’ contratados por los terratenientes, torturas y detenciones de líderes”. Allí mismo, el
Comité Regional Indígena del Cauca afirmaba que “los militares acusan a varios de nuestros
compañeros de haber participado en el robo de armas del Cantón Norte en Bogotá”.

4.) Finalmente, un cuarto bloque de denuncias está contenido en el informe titulado


“Detenciones. De moda los paros cardiacos”. (Ver cuadro No. 11). En este artículo, aparecido
en la edición No. 238, del 8 de noviembre de 1979, hay nuevas denuncias de atropellos,
asesinatos y torturas, al tiempo que se hace seguimiento a consejos de guerra en marcha. Pero

336
Ibíd., “Testimonio. Asilado en la Embajada de México relata torturas”, pp. 8-9.
337
Ibíd., “El Evangelio según Alleg”, p. 9.
338
Alternativa No. 233, Bogotá, del 4 al 11 de octubre de 1979, “El Cric. Blanco de la represión”, 22.
227

lo más reciente lo constituye sin duda la deducción que hace la Redacción de Alternativa
sobre los partes médicos de un mismo tono u origen de las muertes de no pocos activistas de
izquierda muertos en sitios de reclusión o a manos de agentes del Estado. “Se ha vuelto moda
la muerte de personas por ‘paro cardiaco’ o ‘edema pulmonar’ en las instalaciones del
Ejército”, empieza diciendo el artículo, precedido de la fotografía de una de las víctimas,
Gustavo Manjarrés, dirigente sindical de los Ferrocarriles Nacionales, muerto en la Base
Militar de Tolemaida, donde se hallaba siendo procesado, en hecho ocurrido el 29 de octubre
de 1979. Otro joven activista de nombre Luis Sánchez corrió la misma suerte en el puerto
militar El Marfil, ubicado en el municipio de Puerto Boyacá. Dos casos fueron puestos de
relieve por la revista: el de Vicente Camelo, muerto en la Base Aérea de Palanquero, en La
Dorada, departamento de Caldas, y el del concejal Darío Arango, en el campo de
concentración instalado por el Ejército en la hacienda Guasimal, en el municipio de Puerto
Berrio.339 “Los comunicados de los mandos militares señalan como causa de la muerte un
edema pulmonar, en el caso de Manjarrés, y un paro cardiaco, en el del joven Sánchez”,
aunque todo indicara que habían fallecido víctimas de las torturas a las que fueron sometidos.
En el mismo documento, entre decenas de casos, se destacaba el de dos estudiantes
sindicados de pertenecer al Movimiento Autodefensa Obrera, MAO, y de haber participado
en el asesinato del ex ministro Pardo Buelvas, quienes tendrían que ser regresados al
continente, al ser declarado inexequible (inconstitucional) el Decreto 2289 con base en el
cual habían sido confinados en la isla prisión Gorgona. En el mismo artículo se informaba
del juicio iniciado a 50 miembros de comunidades indígenas del Cauca, entre ellos Jesús
Avirama, presidente del Cric. De igual forma, se daba a conocer la noticia de la detención de
Álvaro Fayad Delgado, uno de los fundadores y dirigentes del M-19.

Uno de los certámenes destacados que diversas fuerzas sociales y políticas convocaron para
hacer frente a la represión sistemática desatada por el Gobierno de Turbay fue el gran Foro
por los Derechos Humanos, que se realizó entre el 30 de marzo y 1 de abril. Al certamen, que
fue instalado por Alfredo Vásquez Carrizosa, adhirieron dirigentes políticos y
parlamentarios, entre los que se contaban los liberales Hernando Agudelo Villa, Luis Carlos

339
Alternativa No. 238, Bogotá, del 8 al 15 de noviembre de 1979, “Detenciones. De moda los paros cardiacos”,
p. 14.
228

Galán, Roberto Arenas Bonilla, Fabio Lozano Simonelli, Jaime Pinzón, el ex alcalde Emilio
Urrea, Jaime Vidal Perdomo, Apolinar Díaz Callejas, David Aljure y otros. Por el lado
conservador figuraban J. Emilio Valderrama, Roberto Gerlein, Gilberto Alzate Ronga y
parlamentarios de la Costa Atlántica y Antioquia. Doce de los veinte concejales de Bogotá
adhirieron igualmente. Del sector de izquierda y la oposición se encontraban, entre otros, los
parlamentarios comunistas Gilberto Vieira, José Cardona Hoyos, Humberto Criales de la
Rosa y Hernando Hurtado. También, Gerardo Molina, Luis Carlos Pérez, Carlos Bula, José
Gutiérrez y otros dirigentes de Firmes. Por parte de las organizaciones sindicales se
destacaban la CGT, la Cstc, filiales de la UTC y CTC como Utrasan y Fetracun, Unimar,
Asmedas y otras. Asimismo, organizaciones de periodistas, de abogados, el Instituto de
Derecho Procesal, las facultades de derecho, las universidades Central, Autónoma, Inca,
Distrital, Libre y de Risaralda. De la comunidad intelectual adhirieron los pintores Alejandro
Obregón, Omar Rayo, Pedro Nel Gómez, Pedro Alcántara; la escultora Felixa Burztein; el
escritor Gabriel García Márquez; los cineastas Ciro Durán, Jorge Silva, Carlos Álvarez,
Mario Mitriotti; lo mismo que más de 50 artistas de televisión, entre ellos Ronald Ayazo,
Judy Enriquez, María Eugenia Dávila, Alí y Yamile Humar, Gilberto Puentes, Hugo Pérez y
Hernando Casanova. 340

Las denuncias sobre atropellos y actos violatorios de derechos humanos continuaban, como
la realizada por la revista con ocasión de la detención de René Peñaloza, trabajador del área
de Producción de Alternativa. La retención ocurría en el marco de las acciones contra el M-
19 desarrolladas en todo el país por las Fuerzas Armadas.341 La izquierda vivía un clima de
incertidumbre y terror por la ofensiva oficial y por las constantes revelaciones sobre los
suplicios a que eran sometidos los detenidos. Las denuncias se contaban por centenas.342

340
Alternativa No. 202, Bogotá, del 5 de marzo de 1979, “Derechos humanos. Convocan gran foro nacional”,
p. 10. Alternativa No. 205, Bogotá, del 26 de marzo de 1979, “Foro por los derechos humanos. Obispos
adhieren”, p. 14.
341
Alternativa No. 202, Bogotá, del 5 de marzo de 1979, “Detenido empleado de Alternativa”, p. 11.
342
Al respecto pueden consultarse otras ediciones e informes así: No. 203, Bogotá, del 12 de marzo de 1979,
“Foro nacional. Una verdadera amplitud política”, p. 17. “El caso M-19. Más asilos y detenciones”, p. 16. “Santa
Helena, Tolima. Fusilado niño de 15 años”, p. 15. “Torturas. El ritual de decir no”, p. 14. “Iglesia y derechos
humanos. Denunciar toda injusticia”, pp. 2-6. Alternativa No. 205, Bogotá, del 26 de marzo de 1979, “Tortura.
Testimonios del Cauca”, p. 17. “En Estados Unidos. Acusando al gobierno colombiano”, p. 19. Alternativa No.
229

Ante el panorama descrito, Alternativa planteaba en su editorial de la edición No. 238, la


urgencia de conformar un gran Frente Democrático que uniera no solo a las fuerzas de
izquierda, sino a otras procedentes de los partidos tradicionales e independientes que se
opusieran todas al rumbo autoritario que había tomado el régimen de Turbay Ayala que
cercenaba las libertades políticas y ciudadanas. Esto ocurría luego de un llamado formulado
por el Movimiento Firmes. Para tal objetivo se redactó una declaración conjunta de
organizaciones como Firmes, el Partido Comunista, el Moir, la Anapo-UNO, la Anapo-FUP,
el Movimiento Independiente Liberal y el Movimiento Democracia Popular. La idea era,
según Alternativa, “que no se presente como un frente exclusivo de la izquierda, saturado de
consignas estratégicas, sino como una opción abierta y en gestación, preocupada también por
solucionar, aquí y ahora, las necesidades concretas de la población”.343 En tal sentido, se
procuraría que el Frente Democrático participara en los comicios de Mitaca previstos para el
primer semestre de 1980, con una plataforma mínima unitaria. Simultáneamente, Firmes
alistaba su primera gran convención nacional, para principios de noviembre, y acababa de
realizarse en Bogotá el Encuentro Juvenil Continental por los Derechos Humanos, que se
reunió en Bogotá, del 1 al 4 de noviembre, con la presencia de Hortensia Bussi de Allende,
delegados del Frente Sandinista y del Partido del Trabajo de Vietnam.

En efecto, la Primera Convención Nacional de Firmes se cumplió con una asistencia nutrida
y la participación de representantes de numerosas organizaciones de la izquierda. La
convención se realizaba entre el 8 y el 9 de noviembre, un poco más de un años después de

229, Bogotá, del 6 de septiembre de 1979, “Al año del estatuto”, p. 1. “Allanamiento a Jesuitas. Otro palo de
ciego”, p. 8. Alternativa No. 236, Bogotá, del 25 de octubre de 1979, “Consejos de guerra. Estreno del 2482”,
p. 7. “Exclusivo. Habla el desaparecido de Tunja: ´Existe un grupo paramilitar que secuestra, tortura y
ejecuta´”, p. 10. Alternativa No. 243, Bogotá, del 12 de diciembre de 1979, “Código Penal. Nuevas penas,
nuevos delitos”, p. 8. Alternativa No. 246, Bogotá, del 10 de enero de 1980, “Informe médico. ¿De qué murió
Darío Arango?”, p. 22. Alternativa No. 249, Bogotá, del 31 de enero de 1980, “M-19. Carta abierta a Turbay”,
p. 14. Alternativa No. 257, Bogotá, del 27 de marzo de 1980, “La Embajada Dominicana. Hacia un arreglo”, p.
14. “Hablan los presos del M-19”, p. 15.
343
Alternativa No. 238, Bogotá, del 8 al 15 de noviembre de 1979, “Carta al Lector. Frente Democrático: aquí
y ahora”, p. 1. Más información sobre el Frente Democrático se pueden encontrar en: Alternativa No. 243,
Bogotá, del 12 de diciembre de 1979, “El Frente Democrático. Se protocolizan acuerdos”, p. 11. Alternativa
No. 249, Bogotá, del 31 de enero de 1980, “Firmes. El Frente Democrático y las elecciones de marzo”, p. 10.
230

su Segundo Encuentro, en el que se efectuó el lanzamiento de la colectividad como


movimiento político nacional. En el certamen, que se cumplió con sentido unitario,
intervinieron el ex canciller Alfredo Vásquez Carrizosa, por el Comité de Derechos
Humanos; Apolinar Díaz Callejas, por la Unión Liberal Popular; Hernando Hurtado, por el
Partido Comunista; Abel Rodríguez, por el Moir; el representante Armando Yepes, por la
Anapo; Ciro Roldán, por el Partido Socialista Revolucionario; Hernando Franco, por el
Movimiento Democracia Popular; Gustavo Osorio, por la Cstc; el senador David Aljure, por
el Movimiento Independiente Liberal, MIL; el escritor y arquitecto Alberto Mendoza; Efraín
Delgado, presidente de la CGT; Camilo González, por el Movimiento Democrático del
Tolima, y Jorge Tombé, por el Consejo Regional Indígena del Cauca, Cric.344 En su extenso
artículo sobre la convención, Alternativa (edición No. 239, del 15 de noviembre de 1979)
resaltaba “la importancia que debe dar Firmes a la construcción del Frente Democrático” y
proponía redoblar esfuerzos por “la conquista de las libertades políticas, la eliminación del
monopolio bipartidista en el manejo del Estado, el levantamiento del Estado de Sitio, la
derogatoria del Estatuto de Seguridad”, entre otras reivindicaciones propias y urgentes de la
coyuntura, además de varias más de orden estratégico en materia de justicia, educación,
energía, empleo, costo de vida y salarios. Al final de la convención, nuevas personas llegaron
al Comité Nacional de Firmes, entre ellas Nazareth de Cruz, del Valle, Álvaro Tirado Mejía,
de Antioquia, y Jorge Orlando Melo, también del Valle, los tres columnistas y colaboradores
de Alternativa, y los dos últimos gestores de un documento reciente en el que habían
formulado fuertes críticas a los sectores de izquierda que proponían la realización de un
nuevo paro cívico. Pocas veces se presentó en Alternativa el caso de dirigentes sociales,
políticos o de académicos que firmaran documentos en los que trazaran una orientación (o,
como se decía en el argot de la izquierda, “tiraran línea”) en la forma como se reflejaba en
este artículo, titulado: “Polémica. ¿Se puede improvisar un paro cívico?” (Edición No. 229,
del 6 de septiembre). En él, los historiadores Melo y Tirado hacían consideraciones luego de
conocerse la propuesta del Comité Nacional de Firmes sobre la necesidad de impulsar la
conformación de un Frente Democrático. En el artículo, los dos académicos hacían referencia
a la experiencia del Paro Cívico de 1977 y consideraban necesario que Firmes no se “sintiera

344
Alternativa No. 239, Bogotá, del 15 al 22 de noviembre de 1979, “Convención Nacional de Firmes.
Amplitud, unidad, madurez”, pp. 16-18.
231

presionado a exagerar su vinculación a actos políticos concretos, para que la ausencia de


suficiente desarrollo programático y teórico no parezca que conduce a la inacción política”.
Más adelante, los profesores Melo y Tirado dejaban traslucir el fondo de su preocupación:
“En el actual contexto, dada la perspectiva represiva del Gobierno y vigente un Estatuto de
Seguridad que en gran parte se inventó para tratar de reprimir paros como ese, estos actos
desempeñarían una función ‘provocadora’”. Según los articulistas, colaboradores de
Alternativa en sus últimos tres años, a partir de una “provocación” como la que ellos
mencionaban no sería extraño que sectores del Gobierno “…trataran de exacerbar el paro
para acentuar sus elementos desesperados y justificar ante una opinión pública nacional la
militarización creciente del país.”345 Por lo anterior, los académicos recomendaban mesura
en las decisiones, porque, agregaban en referencia al reciente triunfo de los sandinistas en
Nicaragua, “Ni el gobierno colombiano es el gobierno de Somoza…”, “ni la izquierda
colombiana es el Frente Sandinista, con sus años de lucha y de preparación”. Las
prevenciones de Melo y Tirado hacían parte de la discusión que crecía en el seno de la
izquierda y que involucraba cierta tónica de rectificación, que no era ajena a las acciones de
masas, pero sin duda estaba muy determinada por los violentos oleajes represivos que habían
desatado acciones como la del M-19 en el Cantón Norte, y que habían puesto a la defensiva
al movimiento popular. Tal vez esa línea sería la que primaría en Firmes y Alternativa, que
se orientaron definitivamente por el camino de las elecciones, haciendo una experiencia
política directa como culminación de su esfuerzo infructuoso por unir el archipiélago de la
izquierda.

Finalmente, el Frente Democrático se abrió paso, sin una composición tan amplia como se
había propuesto en un principio, con la participación de fuerzas como Firmes, la Anapo, el
PCC, el MIL y la UNO, con una plataforma mínima de cinco puntos para la acción política
inmediata, al tiempo que definió la elaboración conjunta de un proyecto de programa y su
participación unificada en la campaña electoral de 1980, para cuerpos colegiados, y la
presentación de un programa y un candidato únicos a las elecciones presidenciales de 1982,

345
Ibíd., “Polémica. ¿Se puede improvisar un paro cívico?”, p. 12.
232

“que interpreten los intereses de la inmensa mayoría de los colombianos”, según informaba
Alternativa en su edición No. 246, del 10 de enero de 1980.346

(En esta edición, además, se publicaba una denuncia muy grave en materia de derechos
humanos: el testimonio rendido por un militar retirado, el cabo segundo Germán Pinzón,
quien se había asilado en la Embajada de Costa Rica debido a que no soportó ser testigo de
torturas en las Fuerzas Armadas. El testimonio fue presentado por Alternativa como “una
auténtica primicia internacional”, tratándose de un militar que reconocía, con pleno
conocimiento de causa, “las torturas hechas por sus compañeros de armas en la Base Aérea
de Palanquero”).347

El programa mínimo acordado por el Frente Democrático era el siguiente:


1.) Lucha por la defensa de los derechos humanos y las libertades democráticas, contra el
auge militarista expresado en la permanencia del Estado de Sitio, el Estatuto de Seguridad y
la institucionalización de la tortura. Por la libertad de los presos políticos y sindicales.
2.) Contra la concentración monopolista de la riqueza y el encarecimiento de la vida.
3.) Oposición al régimen de Turbay Ayala, a su curso reaccionario y militarista.
4.) Apoyo a las luchas por alza general de salarios y a los procesos unitarios del movimiento
sindical expresado en el Consejo Nacional Sindical.
5.) Solidaridad con los pueblos del mundo que luchan por su autodeterminación.348
De igual manera, en la declaración en la que se anunciaba la puesta en marcha del Frente
Democrático se informaba también que, seguramente para impulsar esta plataforma de cinco
punto, el nuevo movimiento respaldaba “la iniciativa surgida de un buen número de
organizaciones sindicales de realizar el Segundo Paro Cívico Nacional”, dos años después
del primero, cumplido el 14 de septiembre de 1977, con lo cual quedaban en el vacío los
planteamientos de los profesores Melo y Tirado que, como vimos, habían escrito un extenso
artículo rechazando tal iniciativa al considerar que no había condiciones para ello.

346
Alternativa No. 246, Bogotá, del 10 de enero de 1980, “Frente Democrático. Declaración por la unidad”, p.
14.
347
Ibíd., “Exclusivo. Habla el militar asilado. ‘No soporté que torturaran’”, p. 4.
348
Ibíd., “Frente Democrático. Declaración por la unidad”, p. 14.
233

Lo que el viento nos dejó


A la luz de hoy, 36 años después de la desaparición de Alternativa, Jorge Orlando Melo hace
un análisis aproximado de lo que significó Alternativa. Lo hizo en el amplio conversatorio
que se realizó el 27 de noviembre de 2014 en la sala mayor del Archivo de Bogotá, con
ocasión de la presentación de la exposición organizada para rendir homenaje a la revista que
cumplió, en febrero de ese año, 40 de su fundación. En el acto participaron otros ex
integrantes de la Redacción de Alternativa y muchos de sus lectores, jóvenes en los setentas
de su circulación, cincuentones y sesentones hoy en día. Melo, quien llegó a la revista en
1978, sostuvo que en la época “había una lucha armada que no avanza mucho, que, además,
sufría una persecución muy violenta por parte del sistema”, y, en consecuencia, “el eje que
uno puede ver cuando la lee hoy, es que Alternativa fue la gran denunciadora de las
violaciones de los derechos humanos, de las torturas, de las formas de represión a la
izquierda”.349 De acuerdo con el planteamiento de Melo, el recurso de la represión ilegal fue
la constante durante los gobiernos liberales de López y Turbay, a los cuales la revista se
enfrentó:

El establecimiento colombiano ya en el 74, cuando se abre, estaba torturando, y en el


78 estaba torturando con mucha energía y con el apoyo adicional del nuevo Estatuto
de Seguridad aprobado por Turbay Ayala. Y esa represión violenta, esa represión
ilegal, hacía que la función de Alternativa de denuncia de violaciones de los derechos
humanos fuera fundamental. Yo creo que esa fue una de las cosas más fuertes, de
mayor impacto.

Según Melo, entre 1977 y 1979 la revista “fue creando un ambiente para un cambio en cierta
manera dentro de la visión de la izquierda”, con la idea de que “era necesario buscar
alternativas diferentes a las tradicionales, a la de la lucha armada guiada por tres o cuatro
modelos internacionales”. El historiador, que tenía en la revista una columna y colaboraba
con informes especiales y análisis, traza en cierta medida una parábola de la vida de
Alternativa desde sus primeros pasos hasta su etapa electoral:

349
CONVERSATORIO con Jorge Orlando Melo, en el acto de presentación de la Exposición Homenaje
Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
234

Esa búsqueda de una salida, de una alternativa nueva, se expresó mucho en algo que
desde el primer número de Alternativa se hablaba y era la necesidad de la unidad de
la izquierda… Yo creo que nunca en la izquierda ha habido alguien que esté contra la
unidad. Siempre se está contra la unidad alrededor de los demás, pero alrededor de
uno nunca se está en desacuerdo. Pero Alternativa no tenía un movimiento político y
lo que creó, de alguna manera --que es otra forma de ambigüedad--, fue… en el año
78-79… un movimiento en el cual un poco de gente dijo: “Firmemos que queremos
un candidato único de la izquierda”. Y se creó Firmes… Alternativa se volvió un poco
un vocero informal simultáneo de Firmes, por una parte, era lo más claro, y, en cierta
manera, un vocero indirecto de la necesidad de proteger a la izquierda reprimida por
la violación de derechos humanos, era el sitio donde uno encontraba todos los
elementos de lucha contra el Gobierno por la violación de derechos humanos y todos
los elementos de información.

Para Melo, varias instituciones defensoras de estos derechos tienen que ver, de una u otra
forma, con Alternativa, partiendo del Comité de Solidaridad con los Presos Políticos --en el
que participaron Enrique Santos Calderón, Jorge Villegas Arango, Nirma Zárate y Hernando
Corral, entre otros integrantes de la Redacción de la revista--, pasando por la Asociación de
Familiares de Desaparecidos, Asfades, y terminando, eventualmente, en el Comité de
Derechos Humanos, dirigido por el ex canciller Alfredo Vásquez Carrizosa, con
participación de la izquierda del momento. De conformidad con Jorge Orlando Melo,
Alternativa estaba en su mejor momento cuando desapareció, ella fue “un fracaso
económico”, pero, al mismo tiempo, “fue un triunfo político”. Sobre todo por “haber creado
en Colombia una conciencia masiva, pública, amplia de defensa de los derechos humanos,
que continuó jugando muy fuerte en los períodos siguientes”.

Yo creo que Alternativa se muere, en cierta manera, por razones económicas en un


momento de gran éxito intelectual, en el momento en que lo que decía Alternativa era
aceptado por la gente y en el que la izquierda misma veía, en la nueva visión de
Alternativa, algo muy positivo, pero que le creaba una ambigüedad, porque la
convirtió también en una guía, más que simplemente en un informante… Creo que
ese fue un triunfo indirecto de Alternativa, que se expresa en los años siguientes por
el abandono del respaldo a la lucha armada por la mayoría de los grupos de izquierda
en el país y por la búsqueda de una solución, de una negociación eventual con la
guerrilla para salir del conflicto… Alternativa fue un gran éxito en términos
periodísticos y un gran éxito también en términos visuales… El país cambió yo creo
para bien por Alternativa.

En suma, para Melo los integrantes de Alternativa contribuyeron a transformar la mentalidad


“de buena parte de la izquierda colombiana y del país, desacreditaron radicalmente la política
235

represiva de Turbay” y “cambiaron la relación de los intelectuales con la política


colombiana”, dentro de una izquierda que en buena parte era abstencionista. “El ambiente
era muy difícil: en los años 78, 79, 80. Decirles a los colombianos que habían oído durante
diez años la prédica: “es que no se puede votar, votar es servirle al sistema, votar es un
mecanismo de engaño, etc.”, y pedirles luego “venga y vote por un candidato de izquierda”,
era un dilema difícil de resolver, y Alternativa lo resolvió con listas casi propias. Para Melo,
“por supuesto, nunca la izquierda ganó y nunca iba a ganar, pero yo creo que cambió la
mentalidad radicalmente del país”, pues en vez de lucha armada “lo que había que buscar era
reforzar precisamente la democracia en Colombia y eso se creyó y se afirmó en las etapas
finales de Alternativa con un éxito por lo menos indirecto”.

Hernando Corral, quien fuera redactor de Alternativa desde 1976, discrepa de Melo y señala
que “Alternativa se acabó porque el sistema no la aguantaba más”, reconoce que había
problemas económicos, pero advierte que “Enrique Santos asumió toda esa crisis de los
últimos años de Alternativa económicamente”. Para Corral, lo más importante, que no hay
que olvidar, es que “a Alternativa le pusieron una bomba (Ver imagen No. 25), que a la casa
de Enrique Santos le pusieron una bomba y las amenazas eran permanentes, porque
Alternativa era muy radical”. Corral rememora, por ejemplo, que en el último periodo
“Álvaro Gómez se dedicó a escribir editoriales diciendo que Alternativa era el brazo
desarmado de la subversión, hasta el punto que el general Camacho Leyva pidió, en un
consejo de ministros, la detención de todos nosotros”.350 Así lo testimonia Corral, para
ilustrar que la opción por la democracia en Alternativa no fue un camino de rosas:

Y a mí me lo comunicó un amigo, Ricardo Samper, esposo de una hija de Alberto


Lleras, de Consuelo Lleras, porque se lo contó esa noche que pidieron la detención
de nosotros (Camacho Leyva), el ministro de Gobierno, Germán Zea… Cuando me
enteré les conté a Enrique y a Antonio que al otro día el general iba a legalizar esa
petición y, afortunadamente, hablamos esa noche con Turbay y paró la cosa… pero
la cosa iba en serio. Es que a García Márquez lo iban a detener, no nos olvidemos.
Eso no es ninguna mentira: a García Márquez lo iban a detener.

350
CONVERSATORIO con Hernando Corral, en el acto de presentación de la Exposición Homenaje Alternativa
40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014.
236

Corral insiste: “Había problemas económicos, pero había problemas políticos y si no nos
pasó nada, si quedamos vivos, fue porque lo pensaron dos veces, porque estaban García
Márquez, Enrique Santos, Antonio Caballero, personas de poder en este país”. Según el ex
dirigente sindical, “a los demás nos hubieran pegado un tiro en una calle y no hubiera pasado
nada”. Para él, la revista desato las iras de la clase dominante: “el establecimiento estaba muy
incómodo con Alternativa”, e insiste en que “eso no lo podemos olvidar”, sobre todo “a la
gente joven hay que aclararle estas cosas… contarlo para los jóvenes que no conocen de cerca
estas historias”, porque el de la revista fue “un momento de desapariciones, de muertes, de
persecución política”. Y asegura que los atentados contra la revista fueron cometidos por
servicios de inteligencia militar “para tratar acallar a Alternativa”.

Por su parte, Hernán Darío Correa, otro de los participantes en el Conversatorio realizado
con ocasión de los 40 años de la fundación de Alternativa, y quien militara en la tendencia
socialista trotskista desde 1969, señala que al gobierno de Turbay no se le puede “subsumir
simplemente en el énfasis de represión, del Estatuto de Seguridad que marcó, sin duda, uno
de los límites de proyectos como Alternativa. Turbay introduce es un giro en el país de unos
sectores emergentes ligados a la delincuencia”. Y añade: “El país emprende desde esos años
una ruta, ese es el debate que hay hoy, la disputa entre núcleos tradicionales de las oligarquías
regionales con sectores emergentes que han querido reinventar el país”. Más adelante
recuerda que, en la época, ya “López Michelsen abandonaba definitivamente, para los
sectores dominantes, perspectivas de una reforma agraria en Colombia”. Según él, “Turbay
genera una inflexión en su propuesta de organizar bloques de poder en Colombia de otra
manera”. Y luego trae a colación un elemento clave para el balance histórico: “El otro tema
para la reflexión sobre los límites de esos empeños de la izquierda de los 70 tiene que ver
con la expansión de la clase media”.351 La izquierda de la época, escindida en múltiples siglas
cada una de las cuales reclamaba ser el partido de la clase obrera, sin que realmente la
representara, tenía una composición muy fuerte de clase media. Y la revista reflejaba también
esa clasificación. Correa caracteriza así el decenio de los años 70:

351
CONVERSATORIO con integrantes de la Redacción de Alternativa, en el acto de presentación de la
Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, intervención de Hernán Darío Correa, Archivo de Bogotá, 27 de
noviembre de 2014. Transcripción de grabación de audio de Luis Alfonso Mena S.
237

…había una expansión de la clase media muy notable, que marcaba un peso muy
grande frente a proyectos de clase obrera, de poder obrero, de revolución socialista,
etc. Para mí ahí está el extravío, por ejemplo, del ELN, profundo en el sentido de no
haber descifrado nunca qué pasaba en las ciudades… Finalmente esa clase obrera con
la que estuvimos interpelando todos los 70 se empieza a desaparecer por la
desindustrialización en que se embarca el país en los 80. La clase obrera se acabó. El
sindicalismo pasó de un 14% histórico, a un 3% que tenemos hoy, a parte de todas las
modificaciones hoy del capitalismo globalizado. Es importante ver cómo las
fracciones dominantes optaron por un desarrollo muy ligado al narcotráfico y al
paramilitarismo…

En síntesis, para Correa, “estos ciclos de desarrollo y violencia, con transformaciones incluso
urbanas muy profundas, pueden ayudar a explicarnos el éxito, los límites y la naturaleza de
muchas de esas experiencias para no darnos golpes de pecho”, pues considera que no se
puede seguir insistiendo en que la crisis de la izquierda depende solo de su sectarismo. “Me
parece que ese debate hoy, con el reingreso de la insurgencia, si se quiere, por fin, histórico,
es un debate que no pude tener ese sesgo simplemente de una izquierda eternamente sectaria,
dividida…”

Para otro lector de Alternativa, Alberto Herrera, ingeniero con inquietudes periodísticas,
como él se define, “hoy, 34 años después de que se acabó Alternativa, lo que se hizo, lo que
se denunció, lo que se escribió no está muerto” Y a renglón seguido considera que 40 años
después de fundada la revista la escisión en la izquierda si es un asunto determinante: “esa
división está más clara que nunca. Es entre los que apoyaron la lucha armada y los que nunca
estuvimos de acuerdo con ella”. Agrega que, desde su punto de vista, “en estos 40 años se ha
formado una corriente democrática que de verdad ha jugado su papel, y que lo ha jugado hoy
más que nunca evitando un régimen autoritario y paramilitar en Colombia”. Para él, los
últimos 40 años “no han pasado en vano; por el contrario, hoy más que nunca nos
identificamos en que Colombia tiene una salida, como no la tuvo 40 años atrás”.352

Entre tanto, para la periodista María Cristina de la Torre, quien hiciera parte de la Redacción
de Alternativa hasta septiembre de 1976, el balance del ciclo vital de la revista es sencillo:

352
CONVERSATORIO con integrantes de la Redacción de Alternativa, en el acto de presentación de la
Exposición Homenaje Alternativa 40 Años, intervención de Alberto Herrera, Archivo de Bogotá, 27 de
noviembre de 2014, transcrita de grabación de audio por Luis Alfonso Mena S.
238

“Nació con dos ideas fundacionales importantes. La primera, abrir una ventana de expresión
para la izquierda, y la segunda, propender por la unidad de la izquierda. Lo primero se logró
con creces, lo segundo era imposible”. A la luz de 2015, sostiene que un sector amplio de la
izquierda de hoy sería muy parecido a la izquierda que buscó ser o ayudar a construir
Alternativa, aunque las preeminencias en los sectores revolucionarios eran diferentes, más
partidarios de la lucha armada, críticos acérrimos de lo que se denominaba el “reformismo”,
el “revisionismo” y el “pacifismo”:

Hoy en día la situación se ha revertido, la ecuación se cambió, y ahora lo que


predomina es esa izquierda independiente, que habla menos de revolución y más de
reforma, más de corte socialdemocrático (sic) y que me parece que crea una atmósfera
mucho más propicia para lo que habría de ser Alternativa.353

Santiago Rojas, quien tuvo a su cargo la investigación para la exposición en homenaje a los
40 años de Alternativa, destaca que la revista es “una gran fuente de investigación y de
memoria histórica”. Según dice, “para la izquierda es muy relevante ver lo que pasó en esos
años, aceptar las dificultades históricas que ha tenido para encontrar espacios de
convergencia, aprender de los errores del pasado y ver cómo se mueve hacia adelante”.354

Antonio Caballero, que fuera jefe de redacción de Alternativa desde 1977, dice que “… a
pesar de la dificultad de las divisiones y de las discusiones internas, pues muchas veces había
que discutir un artículo durante horas, de todas maneras escribíamos con una absoluta
libertad”. Caballero, además, establece diferencias calve con lo que ocurría hace 40 años:

Aunque la izquierda haya crecido numéricamente, sin dudarlo --es decir, unos
resultados como los que obtuvo Carlos Gaviria en las elecciones presidenciales (de
2006) en la época de Alternativa era una cosa absolutamente inimaginable, que no se
podía ni siquiera soñar--, hace 40 años ocurría lo contrario: Álvaro Gómez podría
decir que Colombia era un país conservador que votaba liberal. Ahora, según una

353
ENTREVISTA a Cristina de la Torre, exredactora de la revista Alternativa, programa Semana en Vivo.
[Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible
en: http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-colombia-piensa-la-
izquierda-pero-vota-la-derecha/412655-3
354
ENTREVISTA a Santiago Rojas, investigador de la exposición Homenaje a 40 Años de Alternativa, programa
Semana en Vivo. [Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de
2015]. Disponible en: http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-
colombia-piensa-la-izquierda-pero-vota-la-derecha/412655-3
239

encuesta que publica Semana de Gallop, es un país que piensa a la izquierda, pero que
vota a la derecha. Hace 40 años había más periódicos y revistas en Colombia que los
que hay hoy. Hoy todo eso prácticamente ha desaparecido. Yo creo que es un
problema mantener la prensa, independientemente de si es de izquierda o no es de
izquierda, mantener la prensa independiente, una prensa independiente de
ultraderecha tampoco sería fácil de mantener ahora.355

Al preguntársele por cuál sería el aporte de Alternativa a la generación de escenarios


democráticos en Colombia, Fred Kaim Torres, ex dirigente estudiantil de los años 70 y editor
de varios medios de comunicación independientes, como Selecciones de Prensa Colombiana
y Selecciones de Prensa Hispana, sostiene: “Ees la revista que le estaría haciendo falta ahora
a Colombia. Es una revista que recogió el pensamiento de la izquierda”. Subraya que resulta
paradójico que “el país de América Latina donde surgieron dos publicaciones paralelas,
Alternativa y Frente Unido356, para aglutinar a la izquierda, es el país donde no está
aglutinada la izquierda”. Y traza a continuación una elipsis en el tiempo: “Uno de los
dirigentes de Alternativa fue Enrique Santos Calderón, quien entre bambalinas está
conduciendo las negociaciones de La Habana, no aparece como tal, pero yo sé que él es parte
importante en los acuerdos de La Habana”.357 Para Kaim Torres, “las generaciones del 60 y
el 70 dieron pie a este Socialismo del Siglo XXI que se da en América Latina”, y explica:

Alternativa fue una visión muy temprana de los acontecimientos actuales de América
Latina de manera que yo no me circunscribiría con Alternativa al mapa colombiano,
sino que lo trascendería a América Latina, es una tesis para América Latina, la unión
de pequeñas minorías, la propuesta de reformas evolutivas del Estado. Que es lo que
hace Alternativa y en eso hay un rompimiento con Frente Unido y con los partidos
que se proclaman marxistas-leninistas, y es que Alternativa propone un cambio
revolucionario, pero en evolución permanente. Alternativa dio un marco conceptual
y político a lo que hoy está ocurriendo en América Latina. Entonces no nos

355
ENTREVISTA a Antonio Caballero, ex jefe de Redacción de la revista Alternativa, programa Semana en Vivo.
[Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible
en: http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-colombia-piensa-la-
izquierda-pero-vota-la-derecha/412655-3
356
Sobre el periódico Frente Unido, Kaim Torres explica: Su propio nombre lo dice. En el comité de redacción
de Frente Unido estaba el Partido Comunista, estábamos nosotros el ML, estaba la Jmrl (Juventud del MRL),
estaba la Democracia Cristiana, que en Colombia estuvo un poco a la izquierda por mucho tiempo. Camilo
Torres logró eso, aglutinarnos… Si ese líder hubiera permanecido vivo la suerte del país sería diferente. Era un
líder magnífico, carismático, capaz de unir, pero Jaime Arenas, que era una persona muy atractiva
políticamente, lo convenció para esa escaramuza de ir al monte.
357
ENTREVISTA a Fred Kaim Torres, líder estudiantil de los años 70, realizada en Cali por Luis Alfonso Mena S.
el 16 de marzo de 2015.
240

circunscribamos a Colombia, pensemos en América Latina, y no en vano, uno de los


impulsores de Alternativa fue Gabriel García Márquez, que cumplió en América
Latina eso de aglutinar la gente y de buscar una mayoría a partir de pequeñas
minorías.

Kaim Torres coincide con otras voces tenidas en cuenta para esta investigación y sostiene:
“Alternativa fue un escudo contra la represión. Es decir, no se podía reprimir fácilmente
porque Alternativa lo decía y le tenía miedo el Estado, porque cualquier nota de la revista era
reproducida por agencias internacionales en las que tenía mucha influencia”. De esta manera,
según Kaim, el que libró la publicación “fue un combate con lanza y con escudo. Si nos
vamos con la lanza sola, nos acribillan; si nos vamos con el escudo solo, no hacemos nada.
Hay que ir con lanza y con escudo. Alternativa fue un escudo”. El periodista concluye que
“sin Alternativa la represión habría sido más violenta y sin Alternativa no hubieran surgido
los dirigentes que fueron apareciendo”.

A manera conclusión:
Hemos dicho que Alternativa realizó aportes muy importantes, que no han sido
reconocidos en su verdadera magnitud, ni por la historiografía ni por el espectro
político nacional, en la apertura de espacios para la izquierda, tanto por la búsqueda
de su unidad --así pareciera una tarea romántica de éxitos imposibles y resultados
absolutamente impredecibles--, como por la denuncia de un estado cada vez más
autoritario y militarista, represivo e indolente ante las desigualdades sociales, denuncias
que tuvieron honda repercusión nacional y mundial y constituían un gran escudo de
protección de la izquierda y la oposición; y, finalmente, por los escenarios de amplitud
política que propició, una vez fracasada la misión autoimpuesta de redimir a la
izquierda de su histórica fragmentación, primero con la participación decidida en la
creación del movimiento Firmes y, luego, con el auspicio del Frente Democrático y su
participación en los comicios de 1980. La historia de Alternativa es también, la historia
de la izquierda colombiana, un espejo de ella en una etapa de exclusión y hegemonía
bipartidista, el periodo pos Frente Nacional.
241
242

IMAGEN No. 23 IMAGEN No. 24


VIOLENCIA ESTATAL DE TURBAY A CAMACHO LEYVA

Fuente: Revista Alternativa, edición No. 187, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 205,
Bogotá, 6 de noviembre de 1978, portada. Bogotá, 26 de marzo de 1979, p. 5.
IMAGEN No. 25
EL ATENTADO A ALTERNATIVA IMAGEN No. 26
¡FIRME!.. Y DESPUÉS, FIRMES

Fuente: El Espectador, edición No. 24.468, Bogotá, Fuente: Revista Alternativa, edición No. 250,
12 de noviembre de 1975, portada. Bogotá, 7 de febrero de 1980, p. 7.
243

CONCLUSIONES

1.- Aspectos generales


La revista Alternativa circuló entre el 15 de febrero de 1974 y el 27 de marzo de 1980, editada
e impresa en la ciudad de Bogotá y con distribución en toda Colombia. En sus equipos de
Redacción, Fotografía y Artes figuraron, a lo largo de varias etapas, periodistas e
intelectuales como Enrique Santos Calderón, Bernardo García, Orlando Fals Borda, Carlos
Vidales, Sebastián Arias, María Cristina de la Torre, Hernando Corral, Antonio Caballero,
Jorge Restrepo, Jorge Arango Villegas, Héctor Melo, Carlos Gerardo Agudelo, Lope Medina,
Diego Arango, Nirma Zárate, Carlos Duplat y Carlos Duque, entre otros, con la asesoría
editorial de Gabriel García Márquez. Entre sus colaboradores como columnistas o
realizadores de trabajos especiales figuraron Estanislao Zuleta, Jorge Orlando Melo, Álvaro
Tirado Mejía, Gerardo Molina, Arturo Alape, Eduardo Umaña Luna, Diego Montaña Cuéllar,
Guillermo Fergusson, Daniel Samper Pizano, Jesús Antonio Bejarano, Salomón
Kalmanovitz, Beatriz de Viecco, Ramón Pérez Mantilla, Hugo Ávila, Diego León Hoyos y
Pepe Sánchez, entre otros.

2.- Agenda propia: una identidad social y alternativa


La información y la opinión difundidas por la revista Alternativa a lo largo de sus seis años
de circulación, muy a pesar de sus sucesivas crisis internas (derivadas de diferencias políticas,
sectarismos ideológicos, persecución oficial, calamidades económicas y hasta humores
personales e intelectuales), trasegó sobre ejes clave tales como:

a.) la denuncia de un modelo socioeconómico injusto;


b.) las revelaciones sobre los poderes públicos (Gobierno, Congreso, jueces, órganos de
control, etc.) y sus actuaciones tantas veces abusivas;
c.) el desenmascaramiento de la manera como los anteriores fenómenos y sus usufructuarios
y agentes (gremios económicos, industriales, latifundistas, grandes comerciantes, banqueros,
especuladores, acaparadores, usureros y ladrones de cuello blanco, políticos y politiqueros)
afectaban a la población;
244

d.) la visibilización de las formas de respuesta de las comunidades y de sus acciones (huelgas
obreras, paros cívicos, movilizaciones campesinas, protestas barriales, agitación estudiantil,
acciones insurgentes) a lo largo del país;
e.) el otorgamiento de voz a las clases subalternas, lo mismo que a sus mecanismos de
agrupación (sindicatos, asociaciones agrarias, gremios estudiantiles, colectivos de base,
guerrillas);
f.) la crítica de los medios de comunicación de las élites y de su papel dentro del soporte del
statu quo;
g.) la difusión de la multiplicidad de mecanismos de expresión con que las fuerzas
alternativas hacían contrainformación o simplemente respondían al avasallante poder del
bipartidismo totalizante;
h.) el destacar las formas diversas y alternas de arte y cultura;
i.) servir de canal de difusión de estudios sobre la otra historia, la narrada desde abajo, que
en la “gran prensa” y en la gran escuela del sistema no bullían;
j.) presentar desde otra óptica lo que ocurría en el mundo, de manera especial en América
Latina, África y los países del llamado Tercer Mundo;
k.) dar cabida a articulistas que escribían desde miradas distintas a las de los columnistas y
editorialistas de los medios de la burguesía dominante.
l.) otorgar importancia a la información regional y a sus corresponsales, con los cuales formó
toda una escuela de periodismo desde abajo.

En estas y en otras esferas el aporte de Alternativa se correspondía con su característica de


medio de contrainformación, aquel que se definía como la alteridad ante a un universo
socioeconómico, político y cultural hegemónico, dominante, y se trazaba la tarea de
contrarrestarlo para ayudar a los sectores poblacionales excluidos a enfrentarlo. Y, sin duda,
en estos ámbitos su aporte fue sustancial, apoyada en el uso de dos circunstancias:
a.) tener las manos sueltas frente a los poderes existentes y,
b.), ejercer la indagación a fondo, con el ejercicio del periodismo de investigación, en todo
aquello en lo que la mayoría de los demás medios no estaban dispuestos a meter los manos
para hurgar, otear, desentrañar, develar.
245

Pero al lado de esas temáticas, Alternativa desarrolló, y fue una de nuestras hipótesis, un
ejercicio fundamental: trató de abrir espacios de participación democrática a sectores
excluidos por el sistema y sus sucesivos regímenes políticos. Y lo hizo tocando por lo menos
tres aspectos medulares:

a.) los efectos del Frente Nacional sobre la cultura política del país;
b.) la denuncia de la represión y la violación de los derechos humanos perpetradas por los
gobiernos enmarcados en sus 16 años de pacto y en los años de su prolongación fáctica, y
c.) la lucha porque la izquierda colombiana tuviera un medio, aunque fuera uno solo, en el
que todas sus islas se pudieran expresar, al tiempo que en él se divulgaran sus ejecutorias y
se promoviera el debate en procura de una utópica unidad.

3.- Derechos humanos y apertura democrática


Fue con la denuncia de la violencia oficial persistente, documentada, informada muchas
veces desde las bases, con testimonio de las víctimas, como la revista contribuyó a abrir
espacios democráticos, en ocasiones arriesgando ser censurada por los gobiernos de Misael
Pastrana Borrero, Alfonso López Michelsen o Julio César Turbay Ayala, durante los cuales
se desarrolló su periplo de periodismo independiente. Fue con la revelación de centenares de
casos de violaciones de derechos humanos, de torturas, detenciones arbitrarias y
desapariciones forzadas como sectores ciudadanos tradicionalmente cautivos de las versiones
oficiales pudieron enterarse de lo que ocurría en la otra Colombia, la de los cuarteles, centros
de vejaciones y abusos de autoridad. Fue a través de los análisis constantes de las decisiones
tomadas al amparo del Estado de Sitio, el Estatuto de Seguridad y otras normas afines (por
ejemplo, el Decreto No. 2482, que durante el gobierno de Turbay Ayala autorizaba la omisión
de la lectura de los expedientes en los consejos verbales de guerra, con lo que se pisoteaba el
derecho de defensa, o el Decreto No. 070 durante el mandato de López Michelsen, que
virtualmente autorizaba a las Fuerzas Armadas matar a quienes participaran en protestas
sociales) como organismos internacionales e institucionales defensoras de derechos humanos
pudieron conocer la magnitud de lo que en materia de irrespeto a la dignidad de hombres y
mujeres estaba ocurriendo en el país. Como consecuencia de las denuncias de Alternativa,
que también hicieron publicaciones como Voz Proletaria, órgano del Partido Comunista de
246

Colombia; El Bogotano, diario de Consuelo de Montejo, y en alguna medida El Espectador,


un primer efecto del trabajo periodístico de la revista Alternativa fueron los foros por la
Defensa de los Derechos Humanos, cumplidos de manera exitosa en 1979 y 1980, y la serie
de organizaciones dedicadas a la protección de los derechos fundamentales que surgieron
posteriormente. La primera de éstas, el Comité de Solidaridad con los Presos Políticos, había
nacido ya en el tiempo de Alternativa (agosto de 1974), orientada por varios de los integrantes
de la redacción de la revista, entre los cuales figuraban Enrique Santos Calderón, Irma Zárate
y Jorge Villegas Arango.

Asimismo, la revista dio cabida de manera permanente y hasta cierto punto audaz, a riesgo
de la censura y de las interpretaciones de mala fe procedentes de la derecha (que incluso
ocasionaron dos atentados terroristas en su contra), a la mayoría de los movimientos alzados
en armas de la época (M-19, ELN, EPL, Farc, Comando PLA, ADO) y contó la historia de
otros que, surgidos en la época del Frente Nacional (el Moec 7 de Enero de Antonio Larrota,
o las guerrillas del Vichada, del médico Tulio Bayer, por ejemplo), fueron tributarios de las
insurgencias aparecidas durante el Frente Nacional.

Quedó muy claro a lo largo del recorrido por la historia de Alternativa el nexo que no pocos
de los integrantes del equipo de la revista tenían con el M-19, especialmente con su creador
y máximo líder, Jaime Bateman Cayón (‘Pablo’ o ‘El Flaco’), de quien varios de los
militantes de la organización guerrillera e investigadores sociales aseguran que contribuyó a
la financiación de la publicación en varios tramos de su circulación. Fue evidente, de igual
manera, la identidad en términos políticos de los fines de la revista con los del movimiento
alzado en armas, por lo menos en tres puntos:

a.) el no adscribirse a ninguna de las líneas de la izquierda internacional en boga en la época


(la soviética, la china, la cubana, la europea de la IV Internacional trotskista)
y mantenerse al margen de las escisiones que ellas ocasionaron;
b.) la postulación de una vía nacional para la solución de los problemas del país;
247

c.) la generación de un nuevo lenguaje que procuraba romper con el acartonado y monótono,
predecible y partidista, de la inmensa mayoría de los medios de prensa de los partidos y
tendencias de la izquierda del momento.

Las oleadas represivas desatadas por los gobiernos de Pastrana Borrero, López Michelsen y,
especialmente, de Turbay Ayala como reacción a las luchas populares pero, también, a las
acciones de las guerrillas, fueron generando una reacción contraria a la violación de los
derechos humanos de detenidos y personas perseguidas. Particular crudeza revistió la
instauración del Estatuto de Seguridad, con la consiguiente serie de medidas autoritarias y
violatorias de los derechos ciudadanos, con detenciones masivas y confinamiento en centros
de torturas de centenares de hombres y mujeres sindicados de pertenecer a los movimientos
insurgentes, entre quienes muchos eran señalados sin pruebas y arbitrariamente. Las
denuncias e investigaciones realizadas por Alternativa fueron de tal naturaleza que
indudablemente contribuyeron a generar una conciencia ciudadana de rechazo a tales
procedimientos, ya en los estertores de su existencia, durante los primeros meses de 1980.
Aunque finalmente por diversos problemas Alternativa cerró, su periplo dejó logros
importantes, en la medida en que su denuncia del autoritarismo terminó desacreditando la
violencia contra la oposición, y esto repercutió en los procesos de diálogo iniciados por
posteriores gobiernos con las guerrillas.

Asimismo, podría decirse que la revista contribuyó a generar una nueva mentalidad en
sectores de izquierda, al asumir, sobre todo al final de su circulación, una actitud crítica frente
a determinadas tácticas y acciones de la insurgencia.

Alternativa también contribuyó a la generación de escenarios democráticos en Colombia con


la apertura que dio en sus páginas, en primer término, al enorme archipiélago de partidos,
tendencias, fracciones, movimientos, grupos y colectivos de la izquierda, a veces con la
incomprensión de no pocos de ellos, que en medio de sus prevenciones y cerradas posiciones
parecían no entender el papel que se había impuesto la revista de servir como un canal para
la búsqueda de la unidad de este sector del espectro político nacional, como un mecanismo
248

que facilitara su expresión sin tomar partido, por lo menos teóricamente. Lo hizo en variados
espacios en los que se expresó la izquierda política y social:

a.) en secciones como la Voz de la Base, Carta del Lector.


b.) Con la difusión profusa de comunicados y pronunciamientos provenientes de sindicatos,
organizaciones campesinas, brigadas estudiantiles, comités barriales.
c.) Teniendo como fuentes primigenias y preferentes de información a voceros y líderes de
organizaciones sociales y partidos de izquierda.
d.) Difundiendo estudios, libros y documentos teóricos procedentes de investigadores
sociales sobre una temática política, social, económica, cultural e histórica variopinto (por
ejemplo, en Historia Prohibida).
e.) Y, de manera especial, mediante series que promovían el debate entre los partidos y
grupos de la izquierda colombiana (que se analizan en detalle en el capítulo sobre la
generación de espacios democráticos) y cuya mecánica era entrevistar a un vocero de cada
organización para que aparecieran cinco, seis y hasta siete voces respondiendo sobre un
determinado tema o una determinada coyuntura. En ocasiones también aparecía
semanalmente un vocero respondiendo acerca de un tema específico en entrevistas de cierta
magnitud y lo mismo se hacía durante varias semanas continuas. De esta manera, la vocería
se abrió y a través de las páginas de la revista los diversos sectores de la izquierda tuvieron
espacio para fijar posiciones. Sin embargo, en ocasiones era tan recalcitrante la actitud de
ciertos grupos, que se negaban a participar en los seriados. Para solventar esta circunstancia,
la Redacción de la revista acudía a comunicados oficiales o documentos procedentes del
grupo displicente y los publicaba dándole forma de entrevista o, simplemente,
transcribiéndolo completo.
f.) De la última fase de Alternativa datan también los espacios brindados para la consulta de
dirigentes políticos procedentes de los partidos tradicionales en trance de configurar tercerías
políticas, como Luis Carlos Galán y Luis Villar Borda, e incluso algunas figuras del
conservatismo y hasta Alfonso López Michelsen, a quien Alternativa cuestionó sin desmayo,
pero que finalmente también desfiló por las páginas de la revista con una de las entrevistas
más extensas y mejor desplegadas. Otras personalidades de los partidos tradicionales con los
que Alternativa contactó en este período de búsqueda de nuevos espacios fueron Hernando
249

Agudelo Villa, Gilberto Alzate Ronga, Fabio Lozano Simonelli, Roberto Arenas, Apolinar
Díaz Callejas, Jaime Vidal Perdomo y Jaime Pinzón López.

4.- Tomando partido


La fase final de Alternativa derivó en la negación de uno de los preceptos planteados desde
su fundación: que la revista no tomaba partido, que su objetivo no era crear otro partido
político, que su idea no era servir de caja de resonancia de un partido específico. Era una
revista de izquierda para toda la izquierda, o, por lo menos, para quienes así lo aceptaran. Y
punto. Pero la vida le demostró al núcleo que construyó la revista y la mantuvo hasta el final
(Santos Calderón y García Márquez), y los otros que contribuyeron en su recorrido (Bernardo
García y Fals Borda, que salieron en las crisis de 1974 y 1976, respectivamente) y a los demás
que hicieron parte del equipo de la revista y que soñaban con la unidad de la izquierda, que
ésta era una quimera. Como se ha se mostrado a lo largo de este trabajo, la izquierda quedó
en 1980, cuando se produjo el cierre de la publicación, tan fracturada como lo estaba en 1974,
cuando comenzó la aventura periodística. Seguramente por eso, y con el devenir de los
acontecimientos, Alternativa derivó en dar vida ella misma a un movimiento político: Firmes,
que alcanzó a elegir diputados y concejales, tuvo candidato presidencial y se proyectó política
y electoralmente más allá de 1980. Firmes nació como el último esfuerzo político de
Alternativa por salvar del naufragio los muebles de la unidad. Desde sus páginas se propuso
reunir 500.000 firmas para forzar que la Unión Nacional de Oposición (UNO), el Frente por
la Unidad del Pueblo (FUP) y el recién fundado Partido Socialista de los Trabajadores (PST)
retiraran sus candidaturas presidenciales de grupo y escogieran una sola. Se reunieron 429
firmas, pero los tres sectores no depusieron sus campañas. Los resultados comiciales fueron
desastrosos, el establecimiento volvió a ganar, la izquierda volvió a perder… Pero quedaron
las firmas. Y de allí surgió, como una metáfora política Firmes, el movimiento engendrado
por Alternativa. Habrá quienes digan que fue la derrota del ideario, del gran propósito de unir
a la izquierda propuesto de manera primigenia por Alternativa. Pero habrá otros más que
podrán decir que la unidad no se logró, pero que se abrió un nuevo escenario político, que
luego, en alianza con sectores de la izquierda desunida, continuaron pugnando por la apertura
de la democracia en el país y que surgió el Frente Democrático contra el régimen autoritario
de Turbay Ayala, que vinieron diálogos de sucesivos gobiernos con las insurgencias y que
250

posteriormente nacería el Polo Democrático, confluencia de la Frente Social y Político y del


Polo Independiente, y que desde la revista se sembró la semilla de esos esfuerzos, hoy de
nuevo fracturados y en peligro.

5. Periodismo independiente: ¿otra utopía?


El esfuerzo hecho por los diferentes grupos que integraron Alternativa mostró de manera
palpable las dificultades para el ejercicio del periodismo independiente y/o alternativo en
Colombia. Las vicisitudes derivadas de esta experiencia se pueden resumir así:

a.- Una verdad de Perogrullo: el éxito de esta modalidad de periodismo comienza con su
estabilidad económica, pues a lo largo de la historia muchas empresas de su naturaleza, con
todo el entusiasmo y justificación que tuvieron, fracasaron. Y aunque detrás de Alternativa,
como lo detectamos en esta investigación, se encontraban al principio cinco grupos
fundadores que, podría pensarse, luego de identificarlos, serían garantía por lo menos de su
sostenibilidad, no ocurrió así. Detrás estaban Gabriel García Márquez con su reconocimiento
mundial, sus aportes monetarios cada tanto y su cercanía con el grupo de Enrique Santos
Calderón y su Fundación Pro Artes Gráfica, que figuraba a la sombra de las acciones que el
conocido columnista tenía con su familia en El Tiempo, el periódico más poderoso del país;
en segundo lugar, el grupo de Orlando Fals Borda y la Fundación La Rosca de Investigación
y Acción Social, con recursos derivados de la ayuda internacional que recibía; en tercer lugar,
Jaime Bateman Cayón y el M-19, de quienes se reconoce su enorme influencia, no solo
política sino económica en los momentos críticos de la revista. Había dos grupos más, el de
Bernardo García (procedente de la Universidad del Valle) y el del Taller 4 Rojo de Bogotá,
que aportaban iniciativa, periodismo y arte, pero no recursos económicos. A pesar de todo lo
anterior, la revista claudicó por la falta de financiación, además de factores políticos y
desacuerdos internos. Los mecanismos del mercado terminaron haciendo estragos en la
publicación, cuyos únicos avisos eran pequeños anuncios de librerías y editoriales de
izquierda. Solo un aviso de una empresa grande se publicó en sus páginas (edición No. 232,
del 27 de septiembre de 1979, p. 12). Era de la empresa de automóviles Fiat, que no volvió a
aparecer por intrigas desde las altas esferas del Gobierno.
251

b.- El periodismo alternativo, por definición, implica una dirección más o menos horizontal
que permita la participación democrática de los componentes del colectivo laboral en la toma
de decisiones. En Alternativa las diferencias entre los grupos que la integraban y la falta de
recursos económicos suficientes atentaron siempre contra su estabilidad. La adopción de
determinaciones desde un mando vertical (hasta el punto de que a Santos Calderón y su grupo
se les tildaba de ser el “santo-estalinismo” en la revista) parece haber sido una experiencia
que generó crisis en la publicación y demostró que en ella se reproducía en micro lo que
flagelaba a la izquierda de la época en macro: no se sabían resolver las diferencias con el tino
necesario entre humanistas y forjadores de nuevas ideas. Las crisis de septiembre de 1974 (la
salida de Fals Borda y el grupo de trabajadores de base influenciados por el M-19, que incluso
demandaron por incumplimiento de sus deberes laborales a García Márquez, a quien
identificaron como un patrón capitalista más) y de finales de 1976 (el retiro de Bernardo
García y María Cristina de la Torre por diferencias con Santos Calderón y su Fundación en
el manejo y orientación política de la revista), amén de otras crisis menores, como la generada
con el gerente José Vicente Kataraín, o la ocurrida con la mayoría de los integrantes del grupo
Taller 4 Rojo (artistas altruistas que reclamaban mayor participación en la toma de
decisiones), ponen en evidencia que la elaboración de la coexistencia de posiciones
divergentes, aunque identificadas en los asuntos fundamentales (un nuevo modelo de país, la
necesidad de la revolución social, incluso el socialismo como ideal estratégico) es una tarea
aplazada, que hizo parte también de la urgencia de generar escenarios democráticos internos.
Como se ve, la revista no estuvo exenta de la reproducción de comportamientos típicamente
capitalistas en lo laboral, una circunstancia que siempre ha atentado contra empresas
alternativas, pues si bien la disciplina y el cumplimiento de tareas deben identificar un
proyecto laboral serio (y ello es absolutamente necesario), también es cierto que la
solidaridad, el compañerismo y el cumplimiento de los derechos laborales en primer lugar, y
como en ninguna otra entidad, deben ser soportes de la empresa alternativa.

c.- Alternativa fue una revista que reflejó el pensamiento y la acción de capas medias
radicalizadas, que terminaron asumiendo, con el paso de los años, posiciones moderadas,
luego de los golpes represivos del sistema y de la vida misma. La revista fue objeto de
intentos de censura oficial al principio y de atentados terroristas de derecha luego (uno contra
252

la sede y otro contra el director, Santos Calderón), aparte del cerco económico. Alternativa
siempre se movió en medio de una gran paradoja: pretendía contribuir a la generar conciencia
y unidad en las clases populares, en el proletariado y el campesinado, pero su centro de
circulación eran sectores de la pequeña burguesía y las capas medias, universitarios,
intelectuales y empleados. Un dilema hasta hoy no resuelto por la prensa de oposición y en
el periodismo de izquierda en Colombia.

d.- A la luz de hoy, resulta paradójico que la experiencia de unidad promovida por Alternativa
de manera temprana no fructificara en la tierra donde se propuso, pero sí ocurriera en otras
tierras hermanas de América Latina, en donde procesos de frentes políticos y unidad de
minorías han contribuido a la asunción al poder gubernamental de movimientos amplios,
plurales como los que buscaba la revista, a partir de su experiencia con los procesos de unidad
por la defensa de los derechos humanos, la formación de Firmes y su contribución posterior
al Frente Democrático.

e.- Finalmente, Alternativa constituyó, a pesar de todos sus problemas e incomprensiones,


una gran escuela de periodismo en la que terminaron de formarse algunos de los que llegaron
allí sin el bagaje periodístico, pero, fundamentalmente, por lo que proyectó el aquilatado
conjunto de escritores, redactores, reporteros y editores que se reunieron entorno de este
proyecto, considerado único en la historia del periodismo colombiano, y particularmente en
la del periodismo de izquierda. Congregar a una pléyade de hombres vinculados al
periodismo, pero también a las artes gráficas, al cine, la literatura, la pintura, el diseño y la
política, a la sombra muchas veces lejana, pero siempre latente de García Márquez,
constituye per sé un fenómeno digno de una investigación centrada en él. Con razón, Carlos
Vidales, en la entrevista que nos concedió desde Estocolmo en 2009, creía que uno de los
mayores legados de la revista fue haber formado un colectivo de obreros de la palabra
alternativa.
FUENTES DOCUMENTALES Y BIBLIOGRÁFICAS

FUENTES DOCUMENTALES
253

Acta de Constitución de la Sociedad de Responsabilidad Limitada Editorial Alternativa,


borrador mecanografiado, Archivo de Bogotá, sin fecha.

Carta de Bernardo García a Antonio Caballero, Jorge Restrepo, Enrique Santos y María
Teresa de Santos, Bogotá, 6 de mayo de 1976, Archivo de Bogotá.

Carta de Héctor Melo a la Junta de Socios de la Fundación de Artes Gráficas, Bogotá, 6 de


septiembre de 1976, Archivo de Bogotá.

Toda la colección de la revista Alternativa y de su disidencia, Alternativa del Pueblo, que se


encuentra en una bodega anexa a la sección principal de la hemeroteca de la Universidad del
Valle. Sus números se hallan en soporte físico (papel) y archivadas por tomos que reúnen
cantidades variables de ejemplares cada uno. Su clasificación física es la siguiente:

Volumen 1: números 1-8 de 1974.

Volumen 2: números 9-17 de 1974.

Volumen 3: números 18-22 de 1974. 23 al 26 de 1975.

Volumen 4: números 27-31 de 1975.

Volumen 5: números 32-41 de 1975.

Volumen 6: números 42-46, 48-52, 54-56 de 1975.

Volumen 7: números 60-62, 72-74 de 1976.

Volumen 8: números 75-78, 80-86 de 1976.

Volumen 9: números 87-92, 94-96 de 1976.

Volumen 10: números 100-106, 109-111 de 1976. 112-116 de 1977.

Volumen 11: números 117-126 de 1977.

Volumen 12: números 127-135 de 1977.

Volumen 13: números 137-145 de 1977.

Volumen 14: números 146-156 de 1978.

Volumen 15: números 157-166 de 1978.

Volumen 16: números 167-176 de 1978.

Volumen 17: números 177-186 de 1978.


254

Volumen 18: números 187-193 de 1978. 194-197 de 1979.

Volumen 19: números 198-207 de 1979.

Volumen 20: números 208-217 de 1979.

Volumen 21: números 218-227 de 1979.

Volumen 22: números 228-237 de 1979.

Volumen 23: números 238-243 de 1979. 244-248 de 1980.

Volumen 24: números 249-257 de 1980.

La colección de Alternativa del Pueblo, que empezó a circular como disidencia de la anterior
a partir del número 19 (24 de octubre a 6 de noviembre de 1974), se encuentra también en
soporte físico, clasificada por tomos de la siguiente manera:

Volumen 1: números 19-23 de 1974.

Volumen 2: números 24-28 de 1975.

Volumen 3: números 29-32 de 1975.

Volumen 4: números 33-38 de 1975.

Ejemplares de la revista Alternativa Nueva Época (fundada en agosto de 1996) localizados:

1 (agosto de 1996).

2 (septiembre de 1996),

3 (octubre de 1996)

5 (diciembre de 1996).

6 (15 de enero-15 de febrero de 1997).

8 (15 de marzo-15 de abril de 1997).

10 (15 de mayo-15 de junio de 1997).

12 (15 de julio-15 de agosto de 1997).

18 (abril de 1998).

20 (diciembre de 1998-enero de 1999).

21 (marzo de 1999).
255

22 (mayo-junio de 1999).

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Cali, 15 de julio de 2015.

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Antonio Caballero, Jorge Orlando Melo, integrantes de la Redacción de Alternativa.
También, con Jaime Abello Banfi, director de la Fundación Gabriel García Márquez para el
Nuevo Periodismo Iberoamericano, FNP, en el acto de presentación de la Exposición
Homenaje Alternativa 40 Años, Archivo de Bogotá, 27 de noviembre de 2014. Transcritas
de grabación de audio, por Luis Alfonso Mena Sepúlveda.

CONVERSATORIO con integrantes de la Redacción de Alternativa, en el acto de


presentación de la Exposición Homenaje Alternativa 40 Años. Intervenciones de asistentes,
Mauricio Trujillo Uribe, Hernán Darío Correa y Alberto Herrara, Archivo de Bogotá, 27 de
noviembre de 2014.

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Alternativa, programa Semana en Vivo. [Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de
diciembre de 2014. [Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible
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ENTREVISTA a Antonio Caballero, ex jefe de Redacción de la revista Alternativa, programa


Semana en Vivo. [Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014.
[Consultado: 27 de enero de 2015]. Disponible en:
<http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-vivo-antonio-caballero-colombia-
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ENTREVISTA a Hernando Corral, ex redactor de la revista Alternativa, programa Semana


en Vivo. [Online]. Bogotá Canal Cablenoticias, 18 de diciembre de 2014. [Consultado: 27 de
enero de 2015]. Disponible en: <http://www.semana.com/nacion/multimedia/semana-en-
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271

ANEXOS

CUADRO No. 1

LOS GOBIERNOS LATINOAMERICANOS EN LA


ÉPOCA DEL NACIMIENTO DE ALTERNATIVA
272

País, Jefe de gobierno y Partidos Partidos de oposición Situación interna


habitantes, régimen imperante gobernantes
ingresos por
habitante
Argentina, J.D. Perón, General, Partido Justicialista Comunistas, socialistas, Guerrilla urbana,
24.798.000, Constitucional, (Ala derecha) izquierda peronista, aguda violencia, pacto
US$1.050 populista corporativo radicales Gobierno-
Empresarios y
resistencia obrera.
Brasil, Ernesto Geisel, General, Alianza Renovadora Toda la izquierda y el 36.000 presos
105.960.000, Dictadura militar, Nacional, desde el centro. En la ilegalidad. políticos. Brutal
US$440 ultraderecha año 1964 represión al
movimiento obrero.
Bolivia, Hugo Banzer, General, Falange Boliviana y Partido Comunista, MIR, 14.000 presos
5.150.000, Dictadura militar, otros ELN y otros grupos de político. Brutal
US$208 ultaderecha izquierda. represión.
Concesiones a
monopolios.
Resistencia
guerrillera.
Colombia, Misael Pastrana, Civil, Frente Nacional, Comunistas, socialistas. 25 años de Estado de
24.234.000. conservador, derecha oligárquica Anapo, Democracia Sitio, con breves
US$362 constitucional. cristiana e izquierda intervalos. Dominio
insurgente. de monopolios. Focos
guerrilleros. (ELN,
EPL, Farc).
Costa Rica, Daniel Oduber, Civil, Partido de La ultraderecha y toda la Democracia formal.
2.050.000, constitucional, Liberación izquierda. (Comunistas, No hay ejército,
US$ 362 reformista. Nacional, de centro. socialistas, etc.). Guardia civil
entrenada por USA.
Chile, Augusto Pinochet, Gremios Patronales, Socialistas, comunistas, Genocidio. 40.000
10.044.000, General, Dictadura P. Nacional, PDC, MIR, Mapu, radicales, presos políticos, 9
US$545 militar, ultraderecha Patria y Libertad. izquierda cristiana. campos de
concentración. Terror.
R. J. Balanguer, Civil, Grupos Aliados de la Toda la izquierda y el Represión. Asesinatos
Dominicana, “constitucional”, oligarquía trujillista. centro, en clandestinidad. de estudiantes y
4.500.000, impuesto por E.E.U.U. Ultraderecha. obreros.
US$273
Ecuador, G. Rodríguez Lara, Conservadores Socialistas Represión, Consejos
7.060.000, General, Dictadura nacionalistas revolucionarios, de Guerra a
US$285 militar derechista. comunistas, MIR. estudiantes.
Guatemala, K. Laugerud, General, Movimiento de Toda la izquierda y la Terror. Miles de
5.900.000, Dictadura militar,
Liberación democracia cristiana. muertos y 18.000
US$365 fraude electoral. Nacional, presos políticos.
ultraderecha.
Haití, Jean Claude Duvalier, F.F.A.A. y camarilla Comunistas e izquierda en Terror. Campos de
5.300.000, autócrata, heredero aristocrática. ilegalidad. concentración.
US$90 Genocidio.
273

Honduras, Oswaldo López, Civil, Pacto de Unidad Toda la izquierda y el Represión


2.950.000, constitucional, liberal liberales/nacionales, centro populista. institucional,
US$251 oligárquico similar a Colombia. democracia formal.
México, L. Echeverría, civil, Partido Comunistas, socialistas, Democracia liberal.
55.400.000, constitucional, liberal- Revolucionario izquierda y ultraderecha. Represión
US$662 burgués Institucional institucionalizada.
Nicaragua, Triunvirato militar, bajo Conservadores y Izquierda y centro, en la Represión sistemática
2.085.000, control de Somoza y la oligarquía ilegalidad. desde 1934. Régimen
US$435 United Fruit Company tradicional gamonalista.
Panamá, Omar Torrijos, General F.F.A.A. apoyado Ultraderecha y pro- Reformas al sistema.
1.700.000, por Asamblea por la izquierda y el americanos. Movilización de
US$667 Constituyente. centro masas por la
Popular/nacionalista nacionalización del
canal.
Paraguay, Alfredo Stroessner, Partido Colorado Toda la izquierda y el Feroz represión desde
2.700.000, General, Dictador (derecha) y centro en la ilegalidad. 1940. 800.000
US$250 “constitucional”, En el oligarquía Oposición derechista exiliados, 7000 presos
poder desde 1954 “legal”. políticos. Guerrillas
comunistas.
Comandos febreristas.
Perú, J. Velasco Alvarado, F.F.A.A. con apoyo Apra (Haya de la Torre), Reforma Agraria.
15.400.000, General de facto, de social belaundístas, oligarquía. Nacionalizaciones
US$434 Nacionalista/autoritario. progresistas, Un sector de la izquierda con indemnizaciones
Autodefinido como comunistas, (maoístas, trotskistas). al contado.
“libertario” y socialistas y Participacionismo
“humanista” democristianos. popular. Control
Exguerrilleros estatal de la economía.
Desarrollismo.
El Salvador, Armando Molina, Centro-derecha Izquierda. En la Represión sistemática
3.990.000, Coronel, ilegalidad. desde 1961
US$275 “constitucional”.
Régimen militar.
Uruguay, Juan María Bordaberry, Ultraderecha, Comunistas, socialistas, Feroz represión.
3.050.000, Civil, dictador desde Jefatura del grupo de Michelini y Disuelto el Congreso
US$712 junio de 1973 con coloradismo Nacionales de Ferreira y suprimidas todas las
régimen militar Aldunate. Tupamaros. libertades. Resistencia
Democracia Cristiana. armada de
Tupamaros. Crisis
económica.
Venezuela, Carlos Andrés Pérez, Acción Socialistas, Recomposición del
11.900.000, Civil, constitucional. Democrática. democristianos, sistema electoralista.
US$1050 Liberal/derecha. comunistas, populistas. Auge de la izquierda
(MAS).
Fuente: Revista Alternativa, edición No. 5, 16 al 30 de abril de 1974, pp. 18-19.
CUADRO No. 2

EL ESPECTRO DE PARTIDOS, MOVIMIENTOS,


GRUPOS Y SUBGRUPOS DE IZQUIERDA EN 1974

MAOÍSTAS
274

Nombre Carácter de la Vías de la Caracterización Caracterización Posición frente a


revolución revolución y de la Urss de Cuba la Cstc
formas de lucha
Partido De liberación Armada. Guerra Social- Lacayo del social- Agente del
Comunista nacional en prolongada. La imperialismo imperialismo social-
Marxista- marcha al lucha armada se imperialismo
Leninista (PC- socialismo. puede combinar soviético;
ML) con otras excepto responsable, con
la electoral, “por el imperialismo
ser antagónica”. yanqui, de la
división sindical.
Movimiento De nueva Armada. Social- Respaldar a Cuba No participan en
Obrero democracia. Participación imperialismo, es apoyar la la Cstc por
Independiente y electoral. Lucha cabeza del política soviética. “ausencia de
Revolucionario por revisionismo condiciones
(Moir) reivindicaciones. contemporáneo. democráticas
para trabajar en
su seno”.
Liga Marxista- De nueva Armada. Social- Lacayo del social- Agentes del
Leninista (Liga democracia. Replantea el imperialismo imperialismo social-
M-L) abstencionismo imperialismo en
electoral. Lucha el movimiento
por sindical,
reivindicaciones y enemigos
reformas principales de su
democráticas. unificación.
Crear el Comité
de Integración
Sindical (CIS).
Corriente M-L Democrática Armada. Critica la … … Instrumento para
(Unión popular hacia el concepción mantener la
Proletaria) socialismo, campesinista de dominación
contra el otros grupos M-L ideológica
imperialismo y que subordinan la burguesa y
el revisionismo. lucha proletaria a reformista en el
la democracia. seno del
proletariado.
Camilistas ML Nueva Agitación y Social- Lacayo del social- Agentes del
democracia. propaganda más imperialismo. imperialismo. social-
amplias. Empelo imperialismo
de medios legales soviético.
de lucha,
excluyendo la
lucha electoral y el
enmarcamiento de
la lucha obrera en
la lucha sindical.
Partido La línea del PC- Armada. El CC del … … Máscara del
Comunista ML es justa PC-ML es Estado para
Marxista- pero inaplicada. oportunista de controlar a los
Leninista (Línea izquierda. obreros ante la
275

Proletaria) PC- ineficiencia de


ML (LP) CTC y UTC.
Tendencia Revolución Divergencia con el … Revisionistas Nada con la Cstc.
Marxista colombiana y CC del PC-ML de dependientes de la Centralización y
Leninista continental. concepción Urss. unificación del
Maoísta (Tmlm) táctica, método, sindicalismo
dirección y independiente.
trabajo. Táctica Impulsa los CIS
desactualizada. El (Costa Atlántica
movimiento y Cali.
armado ha sufrido
una derrota
táctica. Trabajar
en la ciudad podrá
superar las
concepciones
campesinistas.
Periódico
nacional.

GRUPOS TROTSKISTAS
Nombre Carácter de la Vías de la Caracterización Caracterización Posición frente a
revolución revolución y de la Urss de Cuba la Cstc
formas de lucha
Bloque Socialista, Armada. Guerra Estado obrero Estado obrero de Portadora del
Socialista (hoy dirigida por la civil contra el burocratizado. transición en el burocratismo y el
Partido clase obrera y su poder burgués. No hay peligro cual la burocracia reformismo del
Socialista de los partido. Las Revisó el de restauración se opone al movimiento
Trabajadores, tareas abstencionismo. del capitalismo. ejercicio directo sindical.
PST) democráticas Proponen Las masas han del poder por
serán realizadas “candidatura sido separadas parte del
por la obrera”. del ejercicio del proletariado. Se
revolución poder. divorcia
socialista. paulatinamente de
Contra los la clase obrera y
“frentes las masas
estratégicos de trabajadores de
conciliación de América Latina.
clases”.
Liga Comunista Revolución Armada. Estado obrero Las revoluciones Participación en
Revolucionaria permanente. Preeminencia de burocratizado. triunfantes son todos los
(LCR). (Fusión Frente único. las formas de No hay peligro fracasos parciales sindicatos sin
de Liga Obrera Proletario, con lucha que de restauración y vienen tener en cuenta su
Comunista, organizaciones desarrollan las del capitalismo. mejorando en orientación
Comandos de masas, masas en el Esperan un autocrítica. La política.
Camilistas y obreras, momento actual: “renacimiento” revolución
Espartaco). campesinas y de manifestaciones, del marxismo y yugoslava es
otros sectores huelgas, paros, del comunismo menos mala que la
explotados. etc. Formas de en los países rusa; la china
Programa de violencia que socialistas. mejor que la
276

transición y garantice la yugoslava, y la de


“consignas que participación de Cuba mejor que la
combinen las las masas. Los de China.
reivindicaciones especialistas no
democráticas pueden suplantar a
del las masas. La
campesinado construcción de la
con las milicia y el
reivindicaciones ejército de obreros
para el y campesinos no
proletariado”. puede lograrse a
partir de las
guerrillas actuales.

CÍRCULOS MARXISTAS
Nombre Carácter de la Vías de la Caracterización Caracterización Posición frente
revolución revolución y de la Urss de Cuba a la Cstc
formas de lucha
Ruptura ML- Liberación Fortalecimiento Revisionismo en Dominada por la Reformista,
Proletario (hoy, nacional de las vías legales, pugna con el Urss. burocrática,
Organización democrática incluida la imperialismo por conciliadora.
Comunista socialista. En parlamentaria. las materias Con la URS y
Ruptura) las conclusiones Acumular fuerzas. primas, Proletario
de la primera aceptando la impulsan los
Conferencia de posibilidad de un comités de lucha
Organizaciones enfrentamiento por la unidad
Marxistas bélico. sindical (Clus).
suscriben la Atacar el
idea del carácter reformismo de la
socialista de la Castc desde
revolución. dentro y desde
fuera.
Unión Comunista Democrática Armada. “No Tomó la vía Dominada por el Inconsecuente
Revolucionaria popular, confundir capitalista, social- con la política
(UCR) antiimperialista, participación adoptó la política imperialismo. unitaria. Por una
(Desprendimiento parte de la electoral con social- central unitaria,
de la Corriente revolución cretinismo imperialista. independiente y
ML) socialista parlamentario”. clasista que
proletaria Formas de lucha agrupe a las
mundial. A que garantice la fuerzas
partir de la participación de antipatronales
primera las masas, (incluida la
conferencia de incluidas la Cstc), hacia la
Organizaciones violencia y el central única.
Marxistas terror.
plantea que la
revolución es
proletaria en su
etapa
democrática.
277

Unión Socialistas. Las Armada. … El luchador Portadora del


Revolucionaria tareas Participación antiimperialista reformismo,
Socialista (URS) democráticas electoral. Lucha más consecuente pero hay que
serán realizadas por que ha producido fortalecerla. Es
en el marco de reivindicaciones y América Latina. un
la revolución por libertades entrenamiento
socialista. democráticas. para construir la
Posición no Unidad de acción central unitaria.
definida frente a con la “izquierda”
la burguesía y con la UNO.
nacional.
Concilia con
grupos
maoístas.
Fuente: Cuadro elaborado por el autor. OVIEDO, Álvaro. “Maoísmo y trotskismo en Colombia (II)”. En:
Estudios Marxistas, No. 14, Bogotá, Revista Colombiana de Ciencias Sociales, 1977, pp. 108-111.

CUADRO No. 3

SEGUIMIENTO A LOS COMITÉS EDITORIALES DE ALTERNATIVA

REVISTA ALTERNATIVA 1 (15-28 DE FEBRERO 1974)


278

Comité editorial: Gabriel García Márquez, Orlando Fals Borda, Jorge Villegas
Arango.
Director: Bernardo García.
Jefe de Redacción: Víctor Daniel Bonilla.
Gerente: José Vicente Kataraín.
Redacción: Eligio García Márquez, Sebastián Arias, Carlos Vidales, Cristina de la
Torre.
Artes: Diego Arango (coordinador), Taller Cuatro Rojo.
Diagramación y Armada: Carlos Duplat (coordinador), Susana Rodríguez.
Fotografía: Carlos Sánchez, Consuelo Izquierdo.
Producción: Jacobo Naidorf (coordinador).
Servicio de documentación: Armando Ojeda, María Emilse Puentes.
Estudios y Reportajes: Grupos asociados y Red Nacional de Corresponsales.
Impresión: Ediciones Álamo.
REVISTA ALTERNATIVA 2 (1-15 DE MARZO 1974)
Novedad
Impresión: Herrera Hermanos.

REVISTA ALTERNATIVA 3 (16-31 DE MARZO 1974)


Novedad
Sale el Jefe de Redacción, Víctor Daniel Bonilla.

REVISTA ALTERNATIVA 5 (16-30 DE ABRIL 1974)


Novedades
Jefe de Redacción: Carlos Vidales R.
Circulación: Mauricio Valencia (coordinador)
REVISTA ALTERNATIVA 7 (13-26 DE MAYO 1974)
Novedades
Diagramación: Álvaro Medina
Circulación: Alberto Borrero (coordinador)

REVISTA ALTERNATIVA 9 (10 DE JUNIO 1974)


Novedades
Artes: Diego Arango, Gustavo Zalamea.
Armada: Jorge Mora, María Teresa de Santos, Jorge Restrepo
REVISTA ALTERNATIVA 10 (24 DE JUNIO 1974)
Novedad
Artes: Gustavo Zalamea.
REVISTA ALTERNATIVA 12 (22 DE JULIO 1974)
Novedad
Artes: María Teresa de Santos

REVISTA ALTERNATIVA 13 (5 DE AGOSTO 1974)


Novedades
Redacción: Eligio García Márquez, Sebastián Arias, Cristina de la Torre, Vera Castro.
Suscripciones: Dagoberto Jordán.
279

REVISTA ALTERNATIVA 15 (2 DE SEPTIEMBRE 1974)


Novedad
Sale del Comité Editorial Jorge Villegas Arango.

REVISTA ALTERNATIVA 16 (16 DE SEPTIEMBRE 1974)


Comité editorial: Gabriel García Márquez, Orlando Fals Borda.
Sale de la Redacción Eligio García Márquez.

REVISTA ALTERNATIVA 19 (24 DE OCTUBRE – 6 DE NOVIEMBRE 1974)


Novedades
Ruptura
Comité Editorial: Gabriel García Márquez, Orlando Fals Borda, Enrique Santos
Calderón.
Coordinador de dirección: Carlos Vidales
Jefe de Redacción: Sebastián Arias.
Redacción, Artes, diagramación y armada: Comité de trabajadores de Alternativa y
corresponsales obreros y campesinos.
Circulación: Albero Borrero.
Suscripciones: Dagoberto Jordán
Servicios de información: Inter Press Service.

REVISTA ALTERNATIVA 20
Novedad
Comité Editorial: Gabriel García Márquez, Fundación Pro-Artes Gráficas.
Comité de Redacción: Bernardo García, Director; Cristina de la Torre, redacción;
Jorge Restrepo, redacción; Héctor Melo, colaborador; María Teresa de Santos, Artes;
Jorge Mora: fotografía-armada.
Gerente: José Vicente Kataraín. Editor: Roberto Araujo.
Servicios Informativos: Red de Corresponsales y grupos asociados en todo el país,
Inter Press Service.
REVISTA ALTERNATIVA 26 (10-26 DE FEBRERO 1975)
Novedades
Comité de redacción: Bernardo García, Director, Cristina de la Torre, Héctor Melo,
Jorge Restrepo.
Artes: María Teresa de Santos, Manuel Vargas, Jorge Mora.

REVISTA ALTERNATIVA 27 (24 DE FEBRERO -10 DE MARZO 1975)


Producción: Manuel Segura.
Distribución: Diego Moreno.

REVISTA ALTERNATIVA 29 (25 DE MARZO – 10 DE ABRIL 1975)


280

Novedades
Comité Editorial: Gabriel García Márquez, Cristina de la Torre, Bernardo García,
José Vicente Kataraín (gerencia), Héctor Melo, María Teresa de Santos (artes), Enrique
Santos Calderón, Jorge Restrepo, Manuel Segura (producción).
Diagramación: Manuel Vargas.

REVISTA ALTERNATIVA 36 (2-8 DE JUNIO 1975)


Novedades
Internacional: Antonio Caballero

REVISTA ALTERNATIVA 105 (1-8 DE NOVIEMBRE 1976)


Novedades
Redacción: Antonio Caballero, Jorge Restrepo, Héctor Melo, Enrique Santos
Calderón, Red de Corresponsales y grupo asociados de todo el país.
Consejero Editorial: Gabriel García Márquez.
Diagramación: Manuel Vargas, María Teresa de Santos.
Fotografía: Rafael León
REVISTA ALTERNATIVA 106 (8-16 DE NOVIEMBRE 1976)
Novedades
Redacción: Entra al grupo Hernando Corral
Editor: Enrique Santos Calderón
REVISTA ALTERNATIVA 127 (15-22 DE AGOSTO 1977)
Novedades
Director: Enrique Santos Calderón.
Jefe de Redacción: Antonio Caballero.
Consejero Editorial: Gabriel García Márquez.
Redacción: Hernando Corral, Jorge Restrepo, Lope Medina (fotografía), María Teresa
de Santos (artes), Mauricio Romero V., Jorge Gómez P., Carlos Gerardo Agudelo C.,
Red de corresponsales en todo el país.
Secretaria de Redacción: Kelly Velázquez.
Diagramación: Diagramas
Colaboradores: Arturo Alape, Jesús A. Bejarano, Arnulfo Arteaga, Pepe Sánchez.
Columnistas: Eduardo Umaña Luna, Diego Montaña Cuellar, Daniel Samper,
Salomón Kalmanovitz, Ramiro de la Espriella, Beatriz de Vieco, Ramón Pérez
Mantilla, Estanislao Zuleta, Guillermo Fergusson.
Servicios Informativos: Inter Press Service, Prensa Latina.
Gerente: Gerardo Quevedo.
Producción: Simeón Vargas.
REVISTA ALTERNATIVA 174 (7-14 DE AGOSTO 1978)
Novedades
Redacción: Jorge Restrepo, Hernando Corral, Mauricio Romero, Jorge Gómez, Carlos
Gerardo Agudelo, José Fernando López, Red de corresponsales en todo el país.
Fotografía: Lope Medina.
Diseño y Diagramación: Carlos Duque
Columnistas: Salen Ramiro de la Espriella y Estanislao Zuleta.
Suscripciones: Edmundo Pinilla Matiz.
281

Secretaria Administrativa: Rosa Dalia Velásquez.


Corrección: Matilde Santander, Nubia Villamil, Ricardo Escobar, Vladimir Estrada.

REVISTA ALTERNATIVA 178 (4-11 DE SEPTIEMBRE 1978)


Novedades
Colaboradores: Sale Arturo Alape.
Servicios Informativos: Inter Press Service, Prensa Latina, TASS, ALAI, Latin
American News Letter.
Corrección: Salen Matilde Santander y Ricardo Escobar.
REVISTA ALTERNATIVA 182 (2-8 DE OCTUBRE 1978)
Novedades
Colaboradores: Daniel Samper, Eduardo Umaña Luna, Diego Montaña Cuellar,
Beatriz de Vieco, Ramón Pérez Mantilla, Guillermo Fergusson, Jesús A. Bejarano,
Pepe Sánchez, Diego Hoyos.
REVISTA ALTERNATIVA 208 (16-23 DE ABRIL 1979)
Novedades
Colaboradores: Daniel Samper P., Eduardo Umaña Luna, Jorge Orlando Melo, Diego
Montaña Cuéllar, Beatriz de Vieco, Ramón Pérez Mantilla, Álvaro Tirado Mejía,
Antonio Restrepo Botero, Jesús A. Bejarano, Pepe Sánchez, Diego Hoyos.
REVISTA ALTERNATIVA 249 (31 DE ENERO - 7 DE FEBRERO 1980)
Novedades
Redacción: Jorge Restrepo, Hernando Corral, José Fernando López, Pepe Pardo,
Carlos Gerardo Agudelo, Roberto Pombo
Colaboradores: Daniel Samper P, Eduardo Umaña Luna, Gerardo Molina, Jorge
Orlando Melo, Ramón Pérez Mantilla, Álvaro Villar Gaviria, Diego Montaña Cuéllar,
Beatriz de Vieco, Álvaro Tirado Mejía, Nazareth de Cruz, Antonio Restrepo Botero,
Alfonso Jacquin, Jesús A. Bejarano, Pepe Sánchez, Diego L. Hoyos, Hugo Ávila,
Camilo Castellanos, Alejandro Brand, María Luisa Mejía.
Fotografía: Lope Medina, Hugo Díaz.
REVISTA ALTERNATIVA 253 (28 DE FEBRERO- 6 DE MARZO 1980)
Novedades
Redacción: Sale Carlos Gerardo Agudelo

Fuente: Seguimiento realizado a las 257 ediciones de la revista Alternativa.

CUADRO No. 4
RESUMEN DEL EQUIPO HUMANO DE ALTERNATIVA EN SEIS AÑOS

NOMBRE FUNCIÓN
Bernardo García Fundador, miembro del Comité Editorial, director
282

Enrique Santos Calderón Fundador, miembro del Comité Editorial, director


Gabriel García Márquez Fundador, miembro del Comité Editorial, consejero editorial
Jorge Villegas Arango Fundador, miembro del Comité Editorial
Orlando Fals Borda Fundador, miembro del Comité Editorial
Gerardo Quevedo Gerente
José Vicente Kataraín Gerente

Antonio Caballero Jefe de Redacción, corresponsal internacional (España)


Carlos Gerardo Agudelo Redactor
Carlos Vidales Redactor, jefe de Redacción (Alternativa del Pueblo)
Cristina de La Torre Redactora, miembro del Comité Editorial
Eligio García Márquez Redactor
Héctor Melo Redactor, miembro del Comité Editorial, colaborador
Hernando Corral Redactor
Jorge Gómez P. Redactor
Roberto Pombo Redactor
Jorge Restrepo Redactor, miembro del Comité Editorial, diagramación y armada
José Fernando López Redactor
Manuel Vargas Redactor, arte, diagramación y armada
María Teresa de Santos Redactora, arte, diagramación y armada
Mauricio Romero Redactor
Sebastián Arias Redactor, jefe de Redacción (Alternativa del Pueblo)
Vera Castro Redactor
Víctor Daniel Bonilla Jefe de Redacción

Beatriz de Vieco Columnista


Daniel Samper Pizano Columnista
Diego Montaña Cuellar Columnista
Eduardo Umaña Luna Columnista
Estanislao Zuleta Columnista
Guillermo Fergusson Columnista
Ramiro de la Espriella Columnista
Ramón Pérez Mantilla Columnista
Salomón Kalmanovitz Columnista
Arnulfo Arteaga Columnista
Arturo Alape Columnista
Jesús Bejarano Columnista
Matiz Espinosa Columnista
Pepe Sánchez Columnista

Beatriz Caballero Secretaria de Redacción


Kelly Velásquez Secretaria de Redacción
Amanda Ojeda Servicio de documentación
María Emilse Puentes Servicio de documentación

Jacobo Nairdof Producción


Manuel Segura Producción
Simeón Vargas Producción
Roberto Araujo Corrector
283

Dagoberto Jordán Suscriptores


Diego Moreno Distribución
Alberto Borrero Circulación
Mauricio Valencia Circulación

Diego Arango (Taller 4 Rojo) Arte


Carlos Sánchez Fotografía
Consuelo Izquierdo Fotografía
Gustavo Zalamea Arte
Jorge Mora Arte, fotografía, diagramación y armada
Lope Medina Fotografía
Nirma Zárate (Taller 4 Rojo) Arte
Rafael León Fotografía

Álvaro Medina Diagramación, armada


Carlos Duplat Diagramación, armada
Carlos Duque Diagramación, armada
Susana Rodríguez Diagramación, armada

Fundación Rosca de Acción e Socio fundador


Investigación Social
Fundación Pro-Artes Gráficas Socio fundador
Inter Press Service Proveedor-Servicios de información
Prensa Latina Proveedor-Servicios de información
Latin American Newsletter Proveedor-Servicios de información
Agencia Latinoamericana de Proveedor-Servicios de información
Información
Diagramas Diagramación ocasional
Ediciones Álamo Impresor ocasional
Herrera Hermanos Impresor ocasional
Editorial Gráficas Mundo Nuevo Impresor ocasional
Comunicadores Impresor ocasional
El Caleño Impresor ocasional
El Espacio Impresor ocasional
Editorial Latina Impresor ocasional
Fuente: “Equipo humano Alternativa”, en exposición homenaje “Revista Alternativa 40 años. Atreverse a
pensar es empezar a luchar”, Bogotá, Noviembre 2014-Febrero 2015, Archivo de Bogotá.

CUADRO No. 5

MOVIMIENTOS GUERRILLEROS EN LA HISTORIA DE COLOMBIA

Movimiento Año de referencia Líderes visibles


284

Autodefensa Obrera (ADO) 12 de octubre de 1984 Dirección Político-Militar, Esteban


Zamora, Héctor Fabio Abadía Rey,
Miguel Ángel Márquez, Carlos Efrén
Agudelo, representante político
Comando Ernesto Che Guevara - 1 de enero de 1983 ‘Hernesto’ Francisco
Fracción del EPL
Comando Quintín Lame Diciembre de 1984
Comandos Armados del Pueblo 21 de octubre de 2002
(CAP)
Comandos Ernesto Rojas 20 de marzo de 1992 Alex Chacón, Héctor Tangarife. En
la condición de reinsertados de EPL,
Jairo de J. Echeverri Montoya, José
Moreno Rojas
Coordinadora Guerrillera Simón 8 de agosto de 1989 Gildardo Fernández, del Quintín
Bolívar (Cgsb) Lame. Javier Robles, del EPL.
Jacobo Arenas, de las Farc-EP.
Valentín González, por el PRT.
Corriente de Renovación Socialista 3 de octubre de 1991 Gabriel Borja Jacinto Ruíz Enrique
(CRS) Buendía
Ejército de Liberación Nacional 7 de enero de 1965 Manifiesto de Simacota, Carlos
(ELN) Villarreal, Andrés Sierra
Ejército Revolucionario del Pueblo 1 de enero de 1997
(ERP)
Ejército Revolucionario Guevarista 14 de octubre de 2002
(ERG)
Frente Francisco Garnica 30 de junio de 1994
Frente Ricardo Franco 27 de octubre de 1985 Javier Delgado, Omar
Frente Unido por la Liberación de 16 de mayo de 2010
los Pueblos (Fulp)
Frente Unido de Acción Fundado en 1962 Emilio Valencia y Gloria Gaitán
Revolucionaria (Fuar)
Fuerzas Armadas Revolucionarias 20 de julio de 1964 Manuel Marulanda Vélez, Isauro
de Colombia - Ejército del Pueblo Yosa, Darío Lozano, Isaías Pardo,
(Farc-EP) Tarsicio Guaraca, Parménides
Cuenca, Roberto López, Jesús
Medina, Luis Pardo, Rigoberto
Lozano, Miryam Narváez, Judith
Grizales, Jesús Ortiz, Rogelio Díaz,
Miguel Aldana (siguen más de mil
firmas de campesinos)
Guerrilla del Vichada Surgido en 1963. El médico Tulio Bayer. Hacia parte
del Estado Mayor, Alfredo
Colmenares, Alfredo Marín,
Leónidas Castañeda y Julio Barne.
Grupo de Orante Arango Fonnegra
Milicias 6 y 7 de Noviembre 17 de octubre de 1998
Movimiento 19 de Abril (M-19) 17 de enero de 1974 Jaime Bateman Cayón.
Movimiento Armado Quintín Lame 1 de marzo de 1988
(Maql)
285

Movimiento de Integración 8 de junio de 1987 Por el Ejército de Liberación


Revolucionaria - Patria Libre Nacional: Manuel Pérez Martínez,
Nicolás Rodríguez Bautista, Antonio
García, Ignacio Cuéllar, Rafael
Ortiz, Milton Hernández. Por el MIR
Patria Libre: Alfredo Miranda,
Gabriel Borja, Pablo Tejada, Esteban
Martín, Fernando Méndez, Elías
Rondón)
Movimiento Independiente 29 de julio de 1998 Luis F. Quijano Moreno, Álvaro
Revolucionario - Comandos Ramírez Rivera, Santiago Quijano,
Armados (MIR-Coar) Carlos M. Arenas López, voceros y
negociadores del MIR-Coar
Movimiento Jaimen Bateman 17 de noviembre de 1994 Frentes Álvaro Fayad, Carlos
Cayón (JBC) Pizarro, Iván Mario Ospina. Milicias
Urbanas del Movimiento Jaime
Bateman Cayón.
Movimiento Jorge Eliécer Gaitán 1 de enero de 1998
(Jega)
Movimiento Obrero Estudiantil 2 de febrero de 1959 Antonio Larrota, Eduardo
Campesino 7 de Enero (Moec) Aristizábal, Jorge Bejarano, Luís
Alfredo Sánchez, Alejandro Páez,
Pedro Cormane, Hernando Tolosa,
Álvaro Santofimio
Partido Comunista de Colombia 1 de enero de 1965
(marxista-leninista) / Ejército
Popular de Liberación (EPL)
Partido Revolucionario de los 25 de enero de 1991 Valentín González, Sergio Sierra,
Trabajadores (PRT) Pablo Roncallo, Rafael González,
Ernesto Falla
Ejército Revolucionario de Surgido en 1969 Fundado por el guerrillero liberal
Colombia (ERC) ´Pedro Brinco´ en el norte de
Antioquia
Fuentes: Cuadro elaborado con base en la información encontrada en:
<http://www.cedema.org/index.php?ver=mostrar&pais=7&nombrepais=Colombia>,
<http://guerrilascolombia.blogspot.com/p/movimientos-armados.html>, Sin autor, Acuerdos de paz, Bogotá,
Colección Tiempos de Paz, 1999 y PARDO RUEDA, Rafael, La historia de las guerras, Bogotá, Ediciones B
Colombia, 2004.

CUADRO No. 6

COLOMBIA EN ESTADO DE SITIO PERIODO 1958-1974


286

Año 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74
Enero X P P P X X X P X X
Febrero X P P P X X X P X X X
Marzo X P P P X X X P X X X
Abril X P P P X X X X X X X
Mayo X P P P X X X X X X X X X
Junio X P P P X X X X X X X
Julio X P P P X X X X X X X X
Agosto X P P P X X X X X X X X
Septiembre P P P P X X X X P X X X X
Octubre P P P X X X X X P X X X X
Noviembre P P P X X X X X P X X X X
Diciembre X P P X X X X X P X X X

Convenciones
X: Estado de Sitio total.
P: Estado de Sitio parcial.
En blanco: Sin Estado de Sitio.

Fuente: COMITÉ DE SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS. Libro negro de la represión. Frente
Nacional 1958-1974. Bogotá, Editorial Gráfica Mundo Nuevo, 1974, p. 203.

CUADRO No. 7

MATRICES DE ALTERNATIVA SOBRE BIPARTIDISMO, COERCIÓN


POLICIAL/JUDICIAL Y DEBATE EN LA IZQUIERDA
287

No. Fecha Bipartidismo Debate en la izquierda y Coerción policial y


Movimientos sociales judicial
1 15 al 28 de - “El agarrón del semestre”. - La voz de la base. El - Se organiza la represión.
febrero de 1974 Alfonso Clay-Álvaro campesino en píe de lucha. Página 8
Frazier. Página 27 Páginas 20 y 21 - Si hay torturas en
- ¿Y de la espada qué? Colombia. Página 8
Página 24 - La contraguerrilla,
acciones y repercusiones.
Páginas 12, 13, 14 y 15
- A propósito de “Estado de
Sitio”. Represión en
América Latina. Páginas 16,
17, 18 y 19
- Bancarios: dizque no hay
Estado de Sitio! Página 25
2 1 al 15 de marzo - Estado de Sitio. Sin Estado
de 1974 de Sitio. Página 2
3 16 al 31 de - Cuando López era
marzo de 1974 Rebelde. Página 2
4 1 al 15 de abril - Elecciones o abstención. - Historia Prohibida. Como
de 1974 Se abre el debate. Página 6 llegó Camilo a la
revolución. Página 30
5 16 al 30 de abril - Pronósticos electorales. - Historia Prohibida.
de 1974 Página 2 Camilo revolucionario.
- Lo que dicen y callan los Página 30
candidatos. Página 12
6 1 al 15 de mayo - Balance de las elecciones. - Hablan dirigentes - Constitución y Fuerzas
de 1974 ¿Fue aplastado el fascismo populares. ¿Qué espera el Armadas. Páginas 6
alvarista? Páginas 2 y 3 “Presidente de la
- El “pollo” al gobierno, los Esperanza”? Páginas 4 y 5
pulpos al poder. Páginas 9,
10 y 11
7 13 al 26 de mayo - El dilema de López. - Anapo. Causas de un
de 1974 “Gallo de pelea o pollo descalabro. Página 2
atortolado”. Página 5 - Anapo. “Las masas
buscaron una tregua”.
Página 3
9 junio 10 de 1974 - El M-19 emplaza a María - Los gamonales en acción.
Eugenia. Página 10 Página 2
- El asesinato del 1er
Universitario. Página 30
11 julio 8 de 1974 - El Estatuto de los - En la ruta a villabo. - Cuatro años de represión.
Partidos. Página 2 Genocidio Oficial. Página 5 ¿De qué se ríe? Página 16 y
17
12 julio 22 de 1974 - Los chanchullos en el
Frente Social. Páginas 2 y 3
- El Congreso. La gran
fachada del Poder
Oligárquico. Páginas 4 y 5
288

13 agosto 5 de 1974 - ¿Qué nos deja el Frente


Nacional? Páginas 2, 3 y 4
- Empiezan los 100 días de
López. Página 5
- Celanese. Maneja
presidentes y explota
obreros. Página 11
14 agosto 20 de - López arma gabinete de - Hablan los dirigentes de la
1974 oligarcas. Páginas 2 y 3 Anuc. Página 16
- Como se traiciono a las
guerrillas liberales. Página
30

15 septiembre 2 de - La tortura macabra ciencia


1974 de gobierno. Página 5
- ¡Asesinaron a mi hijo!
Página 28
16 septiembre 16 de - Turbay y Ayala. El
1974 padrino designado. Páginas
2, 3 y 4
- Los Santodomingo. La
parentela en el poder.
Página 16
17 30 de septiembre - El poder millonario de los - La Cstc frente a la política
al 13 de octubre Santodomingo. Página 10 de salarios. Página 24
de 1974 - Golpe a monopolio dan
Indígenas y obreros. Página
28
18 14 al 27 de - Los 62 días de López.
octubre de 1974 Páginas 2, 3, 4 y 5
20 - Movimientos de la
izquierda analizan gobierno
de López.
21 - Balance de los 100 días.
Página 2 y 3
22 - Encuentro obrero-popular - La militarización en
en Chinchiná. Página 24 marcha. Páginas 2 y 3
23 - Un documento explosivo. - Hacia dónde va la
El MRL y la CIA. Páginas izquierda? Páginas 12 y 13
2y3

24 - García Márquez - 1974 un año de luchas - El asesinato de tres


entrevista a Phillip Agee. populares. Página 20 revolucionarios. Página 30
El MRL sí recibió dinero de
la CIA. Páginas 2 y 3
- Del Frente Nacional a la
“Tercera República”.
Página 10
289

25 - Llega el fin de retozo - ¿Hacia dónde va la Anapo


democrático. Páginas 2 y 3 sin el general? Página 10
- Confirmada denuncia
sobre el MRL y la CIA.
Página 13
26 10 al 26 de - La estrategia oficial - La presencia histórica de
febrero de 1975 frente al “problema Camilo Torres. Páginas 2 y
obrero”. Página 12 3
- El sindicalismo
colombiano y el congreso
de la Cstc. Página 20
27 24 de febrero al - El debate sindical y el - Huelga y represión en
10 de marzo de congreso de la Cstc. Página Ríopaila. El sabor amargo
1975 6 de Álvaro H. Caicedo.
Páginas 18 y 19
28 10 al 25 de - El debate lopista sigue su - El congreso de la Cstc.
marzo de 1975 curso. Página 11 Página 6
- La crisis de la UNO.
Página 7
29 25 de marzo al - Lleras Vs. Turbay. Que - Entrevista a Gabriel
10 de abril de hay detrás? Página 6 García Márquez. “Estoy
1975 comprometido hasta el
tuétano con el periodismo
político”. Páginas 2, 3 y 4
- Cstc. Un paso indeciso.
Página 14
30 14 al 29 de abril - Estado de la subversión en - Matanza de campesinos en
de 1975 Colombia. Páginas 2 y 3 Sucre. Página 15
- Defensa Civil. Terror del
pueblo. Página 20
- Como se interroga a los
presos políticos. Página 21
31 28 de abril al 5 - López busca su imagen - Las jornadas del 1º de - Tortura de Indígenas del
de mayo de 1975 perdida. Páginas 2 y 3 mayo. Página 23 Cauca. Página 4 y 5
32 5 al 12 de mayo - En la izquierda.
de 1975 Discrepancias en la unidad
de acción. Página 5
- Primero de mayo: La
izquierda en las calles, el
gobierno en la olla! Páginas
9, 10 y 11
33 12 al 19 de - La prensa y la inteligencia
mayo de 1975 militar. Páginas 14 y 15
36 2 al 8 de junio - Actualidad política. Se - Movimiento
de 1975 abre la campaña de mitaca. Universitario. Del letargo a
Página 11 la acción. Páginas 8,9 y 10
37 9 al 16 de junio - Habla dirigente del MAS - Cúcuta. Muerte a los
de 1975 de Venezuela. “Nos vendedores. Páginas 8 y 9
interesa que el ejército
290

discuta el socialismo”
Página 28
38 16 al 23 de junio - Allanada la Universidad
de 1975 del Valle. El nuevo
experimento lopista.
Página 12
- Universidad Nacional.
Fracasó el experimento
liberal. Páginas 13 y 14
39 23 al 30 de junio - El 13 de junio. La ilusión - Hablan dirigentes
de 1975 anapista. Página 11 estudiantiles. Cómo fue la
toma de la U. del Valle
40 30 de junio al 7 - La izquierda y el
de julio de 1975 momento actual (I). Habla
Francisco Mosquera (Moir)
“No nos intimidan
bravuconada de López”
Páginas 8, 9 y 10
- Habla Humberto Molina
(Unión Revolucionaria
Socialista) “Organizar el
rechazo al estado de sitio”.
Páginas 11 y 12
- América Latina. Cumbre
de Partidos Comunistas.
“Hay que utilizar todas las
formas de lucha”.
41 7 al 14 de julio - La pelotera liberal. Lleras - La izquierda y el
de 1975 divide para multiplicar momento actual (III).
Habla el P.C. (M-L) “El
fracaso de López más claro
que su mandato”. Páginas
8, 9 y 10

43 21 al 28 de julio - La izquierda y el
de 1975 momento actual (IV).
Habla Álvaro Vázquez
(Partido Comunista)
“Ampliar la unidad ante
viraje represivo de López”.
Páginas 12, 13 y 14
44 28 de julio al 4 - Informe especial. El
de agosto de Caracol de López. Páginas
1975 20 y 21

45 4 al 11 de agosto - El futuro de la UNO.


de 1975 Fecode: centro del debate.
- Diferendo colombo-
venezolano. “La MAS no
es chovinista”. Página 29
291

46 11 al 18 de - Actualidad política.
agosto de 1975 Amordazar a la izquierda.
Páginas 2, 3 y 4
47 18 al 25 de - Contra la represión.
agosto de 1975 Organizaciones políticas
impulsan frente unitario.
Página 5
- Habla “Espartaco”. El
Estado fuerte de López
Michelsen. Página 32
49 1 al 8 de - La crisis de UTC y CTC.
septiembre de Un radicalismo tardío
1975
50 15 al 22 de - Actualidad política. El - A dos años del fascismo
septiembre de chisme y la rabieta. Página en Chile. La izquierda
1975 8 rompe en las calles el
estado de sitio.
52 22 al 29 de - La UNO al rojo vivo.
septiembre de Moir y P.C. deslindan
1975 posiciones. Páginas 10 y 11
53 29 de septiembre - La candidatura de Lleras. - Debate de la UNO en el - Censura y militares.
al 6 de octubre El que es prematuro repite. congreso. ¿Quién Periodistas rechazan
de 1975 Página 5 promueve el crimen? amenaza. Página 4
Páginas 12 y 13 - Cauca. Cornelio amenaza
indígenas.
54 6 al 13 de - Bertha-Contralor- - El decreto1553. Un
octubre de 1975 Generales. Las crisis Bumerang. Páginas 16 y 17
dormidas del régimen.
Páginas 2 y 3
- Proyectos del gobierno.
La prensa al paredón.
Páginas 4 y 5

56 21 al 28 de - Candidato de la UNO al
octub ede 1975 llerismo. ¿Quiénes son los
idiotas útiles? Páginas 2 y 3
- El congreso de Fecode.
Por un puñado de votos.
58 3 al 10 de - El Consejo de guerra de
noviembre de Medellín. Firmeza ante
1975 condenas. Página 8
59 10 al 17 de - Bucaramanga. López tira - Derecha Vs. Izquierda. - El estatuo del periodista.
noviembre de a matar. Páginas 2, 3 y 4 Purga en Anapo. Páginas 8 Un “mico” para Varón.
1975 - La telenovela liberal. El y 9 Página 11
padrino saca la mano. - Actualidad política. La
Página 6 Unión RS va a elecciones.
Página 10
- Actualidad política. Sigue
discusión en el BS. Página
10
292

- Actualidad política. Moir


desautoriza utilización de la
UNO por el PC. Página 11
60 17 al 24 de - En vísperas de la - El atentado contra
noviembre de “Mitaca”. Realineamientos Alternativa. Blanco es,
1975 en la izquierda. Página 12 gallina lo pone. Páginas 2 y
3
- Estatuto de radiodifusión.
Una radio muda, pero
responsable. Páginas 18 y
19
61 24 de noviembre - En la izquierda. “Tire y - Bombas y atentados.
al 1 de afloje” pre-electoral. ¿Quién controla los cuerpos
diciembre de Páginas 10 y 11 secretos? Páginas 2, 3 y 4
1975
62 1 al 7 de - Reforma administrativa. - Izquierda y elecciones. - Jornada contra la escalada
diciembre de La reforma comienza en ¿Otra vez con el represiva. Basta ya de
1975 casa. Páginas 4 y 5 liberalismo? Páginas 10 y víctimas. Páginas 16 y 17
11
71 23 de febrero al - La apatía electoral. La - El juicio a mercado. “Que
1 de marzo de resurrección de los el pueblo decida: M-19”.
1976 muertos. Páginas 10 y 11 Páginas 2 y 3
- Izquierda, un punto
unitario. Guerra sin cuartel
al gobierno. Página 12
- Unión RS en campaña.
Hacia la “Huelga general de
protesta”. Página 13
- P.C. y Moir. Plena
agitación electoral. Página
14
72 1 al 8 de marzo - El juicio a mercado. Una
de 1976 semana de expectativa.
Páginas 2, 3 y 4
- Mercado y el M-19. ¿La
revolución en la
revolución? Página 5
- Moir. “La represión
expresa debilidad. Página
20
- Actualidad política. P.C.:
más allá de los marxistas
“puros”. Página 21
- Entre los socialistas. ¿Un
abismo insondable? Página
22
74 15 al 22 de - La calentura de mitaca. - Moir: La plaza llena.
marzo de 1976 Todo queda en familia. Páginas 14 y 15
Páginas 6, 7 y 8
293

75 22 al 29 de - La constituyente lopista. - Izquierda y mitaca (I). La


marzo de 1976 La misma con los mismos. izquierda avanzará en todo
Páginas 8 y 9 el país: Moir. Páginas 11 y
12
76 29 de marzo al 5 - Los verdaderos - Las medida contra la
de abril de 1976 delincuentes a sueldo. izquierda. El culillo del
Páginas 2 y 3 régimen. Páginas 2, 3 y 4
- Mesa redonda en
“aexandes”. Agitada
polémica P.C., Moir y B.S.
Página 10
- Izquierda y mitaca (II).
“Ligar la lucha económica a
la política”.
- Habla el Bloque
Socialista. “Elecciones:
vehículo para impulsar
huelgas”.
- Comité Nacional de
Solidaridad. Un paso
adelante en la unidad.
77 5 al 12 de abril - Izquierda y mitaca (III). - La Universidad Nacional.
de 1976 Habla Anapo socialista “No Del bolillo al plomo.
hay condiciones para un Páginas 2, 3, 4 y 5
debate electoral”. Páginas
16 y 17
- Tendencia ML.
“Inconveniente y nocivo
participar”. Página 18
- El susto del régimen.
Multitudes escuchan a la
izquierda. Página 19
- Jornada Unitaria. El P.C.
se margina
78 12 al 20 de abril - La mitaca de Camacho - La propuesta de la
de 1976 Leyva. La subversión izquierda. Que es la
militar. Páginas 2, 3, 4 y 5 democracia popular.
Páginas 16 y 17
- Izquierda y mitaca (V).
Habla la UNO “Ahora más
que nunca necesaria la
unidad”. Páginas 16 y 17
- El M-19. Mercado: ¿los
días contados? Página 26

80 1 al 10 de mayo - El entierro de Mercado. - Entrevista a Luis Carlos


de 1976 Explotar a los vivos y Pérez: “Soy un
explotar a los muertos. revolucionario sin partido”.
Página 6 Páginas 2, 3, 4 y 5
294

- Realidades electorales. La
- Llamamiento a la
encrucijada liberal-
izquierda. Alerta al pueblo
conservadora. Páginas 8 y 9colombiano. Página 7
- Llleras: el gran derrotado.
- Izquierda. Cifras y
Página 9 comparaciones. Página 10
- El 1º de mayo. Tropezón
en la unidad. Página 32
81 10 al 17 de - El discurso de López. Un - Bula Camacho. Frente - La Policía Nacional.
mayo de 1976 trapecista en apuros. Unido contra el sectarismo. Crece el malestar. Página 5
Páginas 2, 3 y 4 Páginas 6, 7, 8 y 9 - En los campos de
Colombia. Cómo se tortura,
como se asesina.
82 17 al 24 de - Habla Manuel Bayona - La crísis en la Policía
mayo de 1976 Carrascal, presidente de la Nacional. Se tambalea el
UNO. “Foro de “Papa Verde”. Páginas 2, 3
inconformes, hijo de la y 4
UNO”. Páginas 18, 19 y 20 - M-19. Brutales torturas a
- Cómite ejecutivo de detenidos. Página 5
Fecode. “Frenar el - La Universidad Militar.
movimiento no frena la ¿Se saldrán con la suya?.
represión. Páginas 21 y 22 Página 6
- Los inconformes. ¿En - Habla Villamil. “Tengo
torno a la UNO? Página 21 cremallera en la boca”.
Página 12
84 31 de mayo al 7 - Actualidad política. La - Entrevista a Andrés - Más testimonios. Sí hay
de junio de 1976 jugarreta de los godos. Almarales. “Anapo tiene torturas, señor Presidente.
Página 5 los días contados”. Páginas Página 8
2, 3 y 4
- La unidad sindical (II).
“La unidad auténtica no
puede ser excluyente”.
Página 10
- Línea Proletaria se
fusiona con Unión R.S.
85 7 al 14 de junio - Antonio García. “Nunca - Habla otro torturado.
de 1976 he sido un socialista “¡Vaya y mire, señor
vergonzante”. Páginas 12, Presidente!”. Páginas 8, 9 y
13, 14, 15 y 24 10
- Unidad sindical (III).
Comités Amplios
Sindicales (CAS) por la
Central Unitaria. Página 21
86 14 al 21 de junio - Antonio García. - Acción cívico-militar. La
de 1976 “Colombia: absolutismo cara “amable” de la
político y liberalismo represión. Páginas 6 y 7
económico”. Páginas 10 y
11
- Balance de Ríopaila. “La
huelga le quedó grande a la
izquierda”. Páginas 12, 13
y 14
295

- Unión Sindical (IV).


“Unidad sindical paso hacia
unidad política”.
87 21 al 28 de junio - Habla Sintra popular.
de 1976 Falta coordinación político
gremial. Páginas 22 y 23
- Unidad sindical (V). Falta
desbrozar mucha maleza.
Página 19
88 28 de junio al 5 - Entrevista con Carlos - Política internacional. Del - El levantamiento del
de julio de 1976 Holmes Trujillo. ¿Lopismo sub-imperialismo, al Estado de Sitio. En busca de
socialista? Páginas 6, 7, 8 nacionalismo fascista. la imagen perdida. Páginas
y9 Páginas 24. 25 y 26 2, 3 y 4
- Unidad sindical (VI). Un
camino tortuoso. Página 12
89 8 al 16 de julio - Entrevista a Luis Carlos - Sindicalismo
de 1976 Galán. “El liberalismo se independiente. “Hay que
renueva o se muere”. saber hacer la huelga”.
Páginas 10, 11, 12 y 13 Páginas 16 y 17
- Unidad sindical (VII).
Unidad de clase antes que
gremial. Página 32
90 19 al 26 de julio - Entrevista a Luis Villar - 20 de julio de 1976. Acta - Habla sobreviviente de una
de 1976 Borda. “Todas las de acusación contra el ejecución del F-2. “A uno le
instituciones están en gobierno de López, las quitan la plata y después lo
crisis”. Páginas 8, 9, 10 y clases dominantes, el matan”. Páginas 2 y 3
11 imperialismo yanki.
Páginas 12 y 13
- Bloque socialista entra a
la IV internacional. Página
24
- Unidad sindical (VIII).
Primero el Partido. Página
25
- Entrevista a Santiago
Carrillo, secretario del P.C.
español. “Con las
instituciones franquistas no
puede haber democracia”.
Páginas 28 y 29
91 26 de julio al 2 - Sesiona el Congreso. - Unidad Sindical. Falta
de agosto de ¿Para qué un Zoológico?. educación política. Página
1976 Páginas 4 y 5 12
92 2 al 9 de agosto - Los auxilios - Sindicalismo. La
de 1976 parlamentarios. Los alegres “neutralidad política” no
compadres de la patria. existe. Páginas 20, 21 y 22
Páginas 4 y 5
94 16 al 23 de - Dos años de López. Un - Con García Márquez - El “Escuadrón de la
agosto de 1976 gobierno como todos los desde Cuba. “La fama me la Muerte” del F-2.
demás. Páginas 8 y 9 gasto en política”. Páginas Cronología de 6 asesinatos.
6y7 Páginas 30 y 31
296

- Anapo. Tres tendencias en


pugna. Páginas 10, 11, 12 y
13
95 23 al 30 de - De nuevo en Colombia.
agosto de 1976 Turbay el candidato
enmascarado. Páginas 2, 3
y4
96 30 de agosto al 6 - Asamblea Constituyente.
de septiembre de Un arranque en reverso.
1976 Páginas 6 y 7
- La candidatura de turbay:.
El arte de no pelear. Página
11
- Apolinar Díaz Callejas:.
López: un retroceso
político. Páginas 12, 13, 14
y 15
- López busca. La
supervivencia de los
partidos. Páginas 16 y 17
97 6 al 13 de - La constituyente (II). Otro - Las garantías
septiembre de fraude a la soberanía del presidenciales. ¿Por qué
1976 pueblo. Páginas 10 y 11 matan a los campesinos?
Página 8
98 13 al 20 de - Salomón Kalmanovitz. - Se derrumban tres
septiembre de Seremos el Taiwán Consejos de Guerra. La
1976 latinoamericano. Páginas 8, justicia militar en el
9, 10 y 11 banquillo. Páginas 2, 3, 4 y
5
99 20 al 27 de - López y la justicia militar.
septiembre de La voz del pasado acusa.
1976 Página 9
- El reparto electoral de la
T.V. La batalla de los
noticieros. Páginas 11, 12 y
13
- La constituyente (III). El
vicio del formalismo.
Página 22
100 27 de septiembre - Gerardo Molina. “En - El comandante del ejército
al 4 de octubre 1948 el liberalismo canceló y la justicia. Juristas
de 1976 su vocación de izquierda”. responden a Camacho
Páginas 16, 17, 18 y 19 Leyva. Páginas 2, 3 y 4
- La constituyente (IV). El
prevaricato constitucional.
Páginas 20 y 21
105 1 al 8 de - Carter y Ford. La peste y - Los errores de la
noviembre de el cólera, o las dos caras del “represión”. Página 28
1976 imperialismo. Páginas 2, 3,
4, y 5
297

106 8 al 15 de - “Escuadrón de la paz” en


noviembre de Medellín. Un peligro que se
1976 vuelve realidad. Páginas 8, 9
y 10
107 15 al 22 de - Llerismo y primera - Habla delegado
noviembre de fuerza. Hacia un frente vietnamita a congreso de la
1976 anti-Turbay. Páginas 13 y Juco. “Ya estamos
14 reunificados”. Páginas 16 y
17
- Oscar Collazos. Literatura
y política. Páginas 20 y 21
108 22 al 29 de - Partido Comunista.
noviembre de “Contra el consenso
1976 oligárquico, consenso
popular”. Páginas 10, 11 y
12
- Anapo Socialista. “Unión
para la revolución, no para
la conciliación”. Páginas 12
y 13

109 30 de noviembre - Nacho Vives, Embajador. - El debate sobre el Frente.


al 6 de La ley del silencio. Página Moir: “Un programa para el
diciembre de 6 90%”. Páginas 16, 17 y 18
1976 - Bloque Socialista.
“Detener el plan
reaccionario de López”.
Páginas 18 y 19
110 6 al 13 de - ¿Cual es la mitad de 33? - El debate sobre el Frente.
diciembre de La encerrona de la La Uniín R.S. “Unidad de
1976 constituyente. Página 6 acción contra la
constituyente”. Páginas 20
y 21
- Hablan Comandos
Camilistas, LOC y
Espartaco. “Frente Único
Proletario: política de largo
alcance”. Páginas 22 y 23
298

111 diciembre de - 1976. Otro año de - Luchas populares en


1976 Mandato Oscuro. Páginas 1976. La imposible “Paz
2, 3 y 4 Social”. Páginas 14 y 15
- El debate sobre el Frente.
PC (ML). “Concretar el
frente Patriótico de
Liberación”. Páginas 16 y
17
- Perspectivas del
sindicalismo
independiente.
Organización: tarea
prioritaria. Páginas 19 y 20
112 2 al 9 de mayo - Actualidad política. - Primero de mayo. Otra
de 1977 López: la mala hora del ocasión perdida. Páginas 26
sistema. Páginas 2, 3, 4 y 5 y 27
- Los partidos
tradicionales. Cuando se
destapa la olla. Páginas 9 y
10

113 9 al 15 de mayo - 1º de mayo. Numerosos,


de 1977 pero desunidos. Páginas 16,
17 y 18
115 22 al 29 de - Liberales. “Pande el
mayo de 1977 cúnico”. Página 6
116 29 de mayo al 5 - El espectro del 46. - Balance sindical (1962-
de junio de 1977 Enterrar a los vivos y a los 1976). Huelgas: quiénes,
muertos. Páginas 2 y 3 dónde y por qué. Páginas 12
- Vidas artificiales y 13

117 5 al 12 de junio - La izquierda frente a las


de 1977 elecciones. Unidad: del
dicho al hecho… Páginas 6,
7y8

118 - La corruptocracia. Nuevo


motor de la democracia.
Páginas 6 y 7
- La administración Lleras
Restrepo (1966-1970).
Cómo amordazar el
derecho a la huelga.
Páginas 30 y 31
299

119 19 al 26 de junio- Actualidad política. - “A la izquierda se la - Testimonio. “La policía lo


de 1977 Eternidad política. Página 6 crítica porque se cree mató”. Página 9
mucho en ella”. Páginas 18 - El caso del ganadero
y 19 venezolano. ¿El B-2
- Carta del Bloque también secuestra? Página
Socialista. “Unidad PC- 10
Moir en torno a
candidaturas clasistas”.
Página 25
120 26 de junio al 9 - El acercamiento Lleras- - Izquierda y elecciones.
de julio de 1977 Turbay. Entretelones de la “No seré candidato”: Gabo
cumbre. Página 6 - El II foro de la oposición.
Los claros y los oscuros.
Página 9
121 4 al 11 de julio - Actualidad política. - Izquierda y elecciones.
de 1977 Belisario: La gran Tres casitas o un edificio…
esperanza goda. Páginas 2, Páginas 4 y 5
3y4 - El Moir y Samper. ¿No
era reeducable? Página 7
122 11 al 18 de julio - Actualidad política. La
de 1977 furia llerista. Página 5
123 18 al 25 de julio - El consenso Liberal. - II foro de la oposición. Un
de 1977 López enreda la pita. primer candidato. Página 9
Página 12
124 25 de julio al 1 - La majestad del congreso. - Amaga. Genocidio por
de agosto de Absuélveme, que yo te negligencia. Páginas 2, 3, 4
1977 absolveré. Página 8 y5
- El M-19 y las elecciones. - Urabá. El ejército fusiló a
“La unidad: una necesidad tres presos. Página 7
revolucionaria”. Página 10
- II foro de la oposición.
Ante hechos cumplidos.
Página 14
- Actualidad política. ¿Dos
candidatos anapistas?
Página 15
125 1 al 8 de agosto - Tres años de López. Si no - Izquierda y candidatos. - Urabá. La matanza de
de 1977 pudo el, ¿quién? Páginas 2, Cero y van dos. Página 10 Mulatos. Páginas 5 y 6
3y4 - Jaime Piedrahita,
candidato presidencial.
“Hay responsables de la
división de la izquierda”.
Páginas 11 y 12

126 9 al 15 de agosto - Izquierda y candidatos. - Los fusilamientos de


de 1977 Cero y van tres. Página 8 Urabá. López: “No estaba
- Moir explica la expulsión informado”. Página 23
de Samper. Página 15
300

127 15 al 22 de - Meteorología liberal. El - Congreso de la oposición.


agosto de 1977 Tiempo se echa al agua. La UNO abre el fuego.
Página 5 Página 8
- Izquierda y elecciones. El
ponqué electoral. Página 9
- Julio César Pernía. “Las
candidaturas episodios
humanos”. Páginas 10 y 11
128 - Actualidad política. - Vamos al socialismo. - Breve historia de la
Fábula del Turbay Venga al congreso de represión. Página 9
que quería ser Gaitán. fundación del PST
Página 6 - Socorro Ramírez,
candidata presidencial.
“Mayoría de edad política
para los obreros”. Páginas
22 Y 23
129 29 de agosto al 5 - La reelección de Lleras.
de septiembre de La patria boba. Página 7
1977

130 5 al 12 de - Actualidad política. La - Frente a la política de


septiembre de ropa nueva del Presidente diálogo a palo. Se vino el
1977 López. paro nacional

131 12 al 19 de - El movimiento político de - El Paro Nacional. Un


septiembre de Valencia Tovar. La guerra precedente histórico.
1977 privada del general Páginas 2, 3 y 4
Valencia. Páginas 8 y 9

132 19 al 26 de - Carta al lector. El paro - ¿Cuántos murieron?


septiembre de enseña. Página 1 Página 5
1977 - Bogotá. ¿Paro es paro!
Páginas 2-5
- “Ilegal”, pero arrollador.
El pueblo sintió la medida
de su fuerza, Páginas 6-8
- Opinan las cuatro
centrales. Un sancocho con
sabor a triunfo. Página 8
- Antioquia: Barrios sí,
fábricas no. Página 19
- Barranca: la guerra de la
pulga. Páginas 10-11
- En el resto del país.
Página 11
301

133 3 al 10 de - Debate en la Cámara. El


octubre de 1977 que calla otorga. Página 4
- El congreso por dentro.
Auxilios para la
Constituyente. Página 5

135 10 al 17 de - La izquierda en campaña.


octubre de 1977 Intensa actividad electoral.
Página 14
136 17 al 24 de - Actualidad política. Al - María Eugenia: con
octubre de 1977 rojo vivo el gallinero godo. “plenos poderes” y sin
Página 8 candidato. Página 9
- Constituyente en apuros.
Página 8
137 24 al 31 de - Lleras versus Turbay. - Cali. Aunque usted no lo
octubre de 1977 Vieja y nueva oligarquía. crea. Página 21
Páginas 2, 3, 4 y 5

138 31 de octubre al - La candidatura de - Habla excomandante del


7 de noviembre Belisario. La esfinge sin F-2. “La podredumbre viene
de 1977 secreto. Páginas 2 y 3 de arriba”. Páginas 16, 17,
- El congreso por dentro. La 18 y 19
danza de los contratos.
Página 4
139 7 al 14 de - Un parto doloroso.
noviembre de Constituyente con forceps.
1977
141 21 al 21 de - Actualidad política. El - La izquierda y la Unidad
noviembre de derrumbe del Congreso. Sindical. Página 20
1977 Páginas 2, 3 y 4
142 29 de noviembre - La Asamblea - La izquierda y las
al 2 de Constituyente. “Una nueva elecciones. La UNO amplia
diciembre de Colombia para los grupos fuerzas. Página 4
1977 financieros”. Páginas 12 y - La movilización de los
13 trabajadores. Cero y van
dos. Páginas 16, 17 y 18

143 2 al 12 de - La campaña de la
diciembre de izquierda. Cierre de fin de
1977 año. Página 23

144 12 al 19 de - Como se ensambla un - La izquierda y las


diciembre de candidato. Páginas 10 y 11 elecciones. La UNO y la
1977 - Un candidato con otra. Página 8
maquinaria deportiva.
Páginas 12 y 13
302

145 19 al 26 de - Anapo Socialista. “O


diciembre de candidato único o nada…”.
1977 Página 7
- “Unios” para apoyar a
Socorro. Página 7
146/ 26 de diciembre - El libro de Gerardo - La izquierda y sus
147 de 1977 al 29 de Molina. Las ideas liberales perspectivas. Esa esquiva
enero de 1978 en Colombia. Páginas 16 y unidad… Páginas 20, 21,
17 22 y 23
148 23 al 30 de - El caso Santofímio. - Elecciones y unidad. Y
enero de 1978 Cuando la cárcel da después de febrero, ¿Qué?
imagen. Página 5 Página 15
149 30 de enero al 6 - La campaña de la - El decreto “anti-
de febrero de oposición. Entre el anhelo secuestro”. Dispare
1978 unitario y la “división primero, pregunte después.
creadora”. Página 15 Páginas 8 y 9
- Entrevista exclusiva con
Roberto Guevara. El Che
sin el mito. Páginas 24, 25
y 26
150 6 al 13 de febrero - Elecciones. Lo que dicen - Ante las urnas. Juventud y
de 1978 los cálculos. Páginas 2 y 3 apatía política. Página 5
151 13 al 20 de - Echando cuentas. Turbay- - La izquierda y sus
febrero de 1978 Belisario: ¿Cuello a cuello candidatos. Páginas 2, 3 y 4
en junio? Páginas 10 y 11 - Programas económicos.
Tres propuestas para un
mismo objetivo. Páginas 5
y6
- Las listas de la izquierda.
Los aliados: la parte del
león. Páginas 6 y 7
- Anapo Socialista.
Entusiasmo por propuestas
unitarias. Página 7
152 20 al 27 de - El discurso de López. La - 43 años de participación
febrero de 1978 puñalada trapera. Página 8 electoral. La izquierda
dividida siempre será
vencida. Páginas 2 y 3
- Los frutos de la
abstención. Página 4
- Crisis en Unios. Socorro
partida en dos. Página 5
- La guerra de carteles. Los
muros de las
lamentaciones. Páginas 6 y
7
153 1 al 13 de marzo - El gobierno de Turbay. - La oposición en las urnas. - Otro crimen político.
de 1978 Igual, pero peor, (aunque Cero a la izquierda. Páginas Asesinados dos militantes
tal vez más corto). Páginas 4y5 de Anapo Socialista. Página
2y3 11
303

- Bogotá. Muecas de la - Los candidatos de la - Las garantías


democracia. Página 9 izquierda. Optimismo sin democráticas. Reelegido
- La maquinaria en piso. Páginas 6 y 7 Estado de sitio. Página 20
Atlántico. ¡Eso fue mucha - La abstención electoral.
democracia! Página 10 Victoria de nadie, derrota
- La Registraduría. de todos. Página 8
Radiografía de un caos
democrático. Página 12
- El triunfo de López.
Página 14
154 13 al 25 de - Radiografía necesaria. - Anapo. Entierro de
marzo de 1978 Los elegidos. Páginas 2, 3, tercera. Página 6
4y5 - UNO-FUP. Curules que
- El veredicto de las urnas. se van. Página 9
Lleras patalea, Turbay - Tres opiniones de
combina. Páginas 8 y 9 izquierda. “En mi opinión
un retroceso”. Páginas 10 y
11
- Nuevo candidato. José
Gutiérrez lanza su nombre.
Página 12
- Unios propone candidato
único. Página 13
155 20 al 27 de - BB y su candidatura - Medellín. El M-19 en los
marzo de 1978 “nacional”. Un inconforme tugurios. Páginas 10 y 11
resbaloso. Página 6 - Candidatura presidencial
- El otro candidato de la oposición. Se plantea
“nacional”. Un Bonaparte plebiscito unitario. Página
de ocasión. Página 7 15

156 27 de marzo al 3 - Turbay-Belisario. Fuegos - Guillermo Fergusson. De - Juicio al escuadrón de la


de abril de 1978 cruzados. Página 13 Perogrullo para la muerte. ¿Quién le pone el
izquierda. Página 14 cascabel al F-2? Página 25
- Candidato presidencial.
Crece la audiencia. Página
19
158 10 al 17 de abril - Elecciones. La crisis de - Guillermo Hernández - Represión. Siguen arrestos
de 1978 una política. Páginas 12, 13 Rodríguez. “Defenderé los sin explicación. Página 4
y 14 derechos de Socorro”. - Valencia Tovar. “Confieso
- Luis Carlos Pérez. “A Página 9 mi error”. Página 10
Gaitán lo asesino la - Candidato único. La
derecha”. Páginas 16, 17 y esperanza es lo último, que
18 se pierde. Página 15
- Marginalidad y
democracia. Del dicho al
hecho. Páginas 20 y 21
159 17 al 24 de abril - Lleras Camargo por radio. - Plebiscito por candidato
de 1978 La marrana para el que la único. Colombianos por
reparte. Página 2 unidad. Páginas 6 y 7
304

160 24 de abril al 2 - Plebiscito por medio - El F-2 y los


de mayo de 1978 millón. Por ahí es la cosa. “secuestradores” nuevos
Página 2 muertos. A faltas de
- El candidato único. Por pruebas, bueno es el 070.
qué firmamos. Páginas 3 y Páginas 8 y 9
4

161 1 al 8 de mayo - Medio millón de firmas. - La muerte de los siete


de 1978 ¿Contra cual sistema? “secuestradores”. Pruebas
Páginas 2, 3 y 4 las hay, pero contra el F-2.
- El plebiscito del medio Páginas 10 y 11
millón. Se perfila un gran - Presos políticos en
movimiento. Páginas 5 y 6 Medellín. “Se llevaron a mis
hijos”. Página 20
162 8 al 16 de mayo - El pensamiento - Comité por la unidad. - Presos políticos de
de 1978 económico de Betancur. Propuesta a los candidatos. Medellín. Choque eléctricos
Belisario es un empresario. Páginas 10 y 11 hasta desfallecer. Página 9
Páginas 6, 7 y 8 - Primero de mayo. Otro
paso a la unidad. Páginas 16
y 17
163 16 al 22 de - El plebiscito unitario. Más
mayo de 1978 allá de las firmas. Página 6
- Crecen adhesiones.
Comités de Unidad en 25
ciudades. Página 7
- Por qué firmamos. Página
7
- Gabo y el plebiscito. “Hay
una crisis de originalidad
en la izquierda”. Páginas 8,
9 y 10
- El plebiscito unitario.
Cara abierta a los
candidatos. Página 11
- Dirigentes de Antioquia,
Tolima y Risaralda. Firmes
después del 4 de junio.
Página 11
164 22 al 29 de mayo - Campañas presidenciales. - M-19: Leche y
de 1978 Las delicias del sectarismo. embajadores.
Páginas 2 y 3 - ¿500 mil firmas para qué?
- Foto-finish electoral. Para seguir adelante.
Turbay, por una nariz. Páginas 10 y 11
Páginas 4 y 5 - “Hay que reformar”.
- El bipartidismo. Ya no da Página 12
más. Páginas 6 y 7 - Socorro y el Consejo de
Estado. Otro garrotazo de
López. Página 13
165 29 de mayo al 5 - Perspectivas electorales. - 4 de junio “alambrada de - Consejos de guerra. La
de junio de 1978 La victoria del garantías”. Radio maratón jurídica. Páginas 8
Turbosaurio. Páginas 2 y 3 y9
305

- Belisario y el “Capi” amordazada, oposición


Black. Páginas 4 y 5 apaleada. Páginas 4 y 5
- Documento del Comité
por la Unidad. Hacia un
movimiento amplio.
Páginas 16, 17 y 18
166 5 al 12 de junio - El cuatrienio de Turbay. - La oposición en las urnas. - Carlos Reyes Niño. Un
de 1978 Los cuatro Jinetes del Otro cero a la izquierda. caso impresionante de
Apocalipsis. Páginas 2 y 3 Página 5 tortura. Página 19
- Valencia Tovar. Plaza - Pronósticos electorales. El
pública no es un cuartel. acierto de Alternativa.
Página 4 Página 6
- Elecciones en Bogotá. - Política universitaria.
Belisaristas: ira pasajera. Sigue la encrucijada.
Página 7 Página 12
- La maquinaria liberal. - Encuentro en el capitolio.
Pistones desgastados y Del plebiscito al capitolio.
quemado aceite. Página 8 Páginas 16, 17 y 18

167 19 al 26 de junio - Los planes de Turbay. Los - El movimiento “Firmes”. - El caso Reyes Niño. A
de 1978 eunucos de harén. Páginas Hacia el encuentro de propósito de la tortura.
2y3 agosto. Páginas 14 y 15 Página 6
- El nuevo Frente Nacional.
El que mama de último…
Páginas 4 y 5
168 26 de junio al 3 - Belisario y Turbay. La - Barranquilla propone. Un
de julio de 1978 oposición no es un buen “Firmes!” en cuada cuadra.
negocio. Página 6 Página 7
169 3 al 10 de julio - Gaitán Mahecha. ¿Y al - Firmes. Un movimiento
de 1978 alcalde quién lo ronda? en expansión. Página 7
Páginas 2, 3 y 4
- San Pedro, San Juan y
Santofimio. Déle que es
fiesta. Página 6
170 10 al 17 de julio - Guillermo Hernández - M-19, Farc, ELN.
de 1978 Rodríguez. “El Noticias de la unidad
bipartidismo es un hueso guerrillera. Página 7
duro”. Páginas 16, 17 y 18 - Firmes. Sale el periódico,
crecen los comités. Página
11
171 17 al 24 de julio - Bula y Pardo se retiran del - El F-2 y la prensa. La ley
de 1978 Moir. Página 4 del silencio. Página 4
- Firmes. Orientación - Los muertos del contador.
política, la discusión del ¿Quién le pone el cascabel
momento. Páginas 6 y 7 al F-2? Página 5
- Una misma lucha. - Torturados acusan. Del
Socialismo y democracia. dicho al hecho. Página 14
Páginas 16, 17 y 18
172 24 al 31 de julio - La izquierda liberal. - Encuentro campesino de
de 1978 Muchos son los llamados. Firmes. Página 14
Página 6
306

- Hablan Carlos Bula y


César Pardo. “Urge una
izquierda nacional”.
Páginas 16, 17, 18 y 19
173 31 de julio al 7 - López: teoría y práctica. - Encuentro campesino. Un
de agosto de El poema del Mio Cid. paso en Firmes.
1978 Páginas 2, 3, 4 y 5 - Luis Villar Borda.
- Apolinar Díaz Callejas. “Construir el Frente de los
“En la izquierda, salida a la explotados”. Páginas 18, 19
crisis liberal”. Páginas 18, y 20
19 y 20
175 14 al 27 de - Turbay primer acto. “El - Firmes. Gran Asamblea
agosto de 1978 pueblo soy yo”. Páginas 2, en Bogotá. Página 8
3y4 - Bula y Pardo ingresan a
- Holminismo e izquierda Firmes. Página 9
liberal. “Del populismo al
socialismo”. Página 24
176 21 al 29 de - Turbay, segundo acto. - Firmes hacia el 26 de
agosto de 1978 Álvaro no está contento. agosto. Se mueve el
Páginas 6 y 7 movimiento. Páginas 8 y 9
- Reportaje a Ernesto
Laclau. “Rescatemos las
ideologías populares”.
Páginas 24, 25 y 26
177 - Borrador para una
definición. ¿Qué es
Firmes? Páginas 16, 17, 18
y 19
179 11 al 19 de - El Estatuto de Seguridad.
septiembre de Turbay se militariza.
1978 Páginas 2 y 3
180 18 al 25 de - El alza de dietas. Los - Firmes. No al terrorismo. - El asesinato de Pardo
septiembre e parlamentarios se mueren Páginas 12 y 13 Buelvas. Un clima de terror.
1978 de hambre. Página 9 Páginas 2 y 3
- El Estatuto de Seguridad.
“Golpe a la democracia”
Páginas 5 y 6
181 25 de septiembre - El binomio - Firmes. Frente amplio - A propósito de Pardo-
al 2 de octubre manzanillismo-represión. contra el Estatuto. Página Buelvas. El terrorismo: la
de 1978 Donde manda general… 18 desconfianza en las masas.
Páginas 2 y 3 Página 4
- El estatuto de seguridad. El
tigre no es como lo pintan.
Páginas 16 y 17
183 8 al 15 de - La Emergencia Judicial. - Firmes. Organización y
octubre de 1978 Políticos por pecadores. adhesiones.
Páginas 2, 3 y 4
184 16 al 23 de - Cuña del mismo palo. La - Firmes. Convocatoria a
octubre de 1978 Batalla de la Designatura. concejales y diputados.
Página 2 Página 19
307

185 23 al 30 de - El congreso. No raja, pero - Orden público y seguridad.


octubre de 1978 presta el hacha. Página 10 “Accidentes”,
allanamientos y
desaparecidos.
186 30 de octubre al - Congreso y algo más. - Firmes. Un crecimiento - Pedro Bello Gómez. Otro
6 de noviembre Auxilio para la democracia. paciente. Página 13 luchador asesinado. Páginas
de 1978 Página 4 - Ernesto Cardenal. De la 6y7
contemplación a la - Allanamientos y
revolución. Páginas 14 y detenciones. Por encima de
15 toda ley. Páginas 6 y 7
188 13 al 20 de - La reforma del congreso. - Habla García Márquez. - Represión en el campo.
noviembre de Bombo y platillos. Página “La realidad se ha vuelto Policía y pájaros vs.
1978 13 populista”. Páginas 2, 3, 4, Campesinos. Página 22
5y6
- Firmes y el Estatuto. No
queda espacio inmune a
pesquisa. Páginas 10, 11 y
12
- Congresos de oposición.
Por un Estado democrático.
Página 21
189 20 al 27 de - Reforma Judicial. Otro - Firmes: Unidad de acción - Torturas. Estalla
noviembre de gol por la derecha. Página 6 contra el Estatuto. Página indignación nacional.
1978 18 Página 8

190 27 de noviembre - Justicia y Estatuto. Estado - Guillermo Fergusson. Un - Las torturas. Cortina de
al 4 de de revés. Página 15 médico político. Páginas 8 humo. Página 6
diciembre de y9 - Represión en el Magdalena
1978 Medio. Si por acá llueve…
Páginas 16 y 17
191 4 al 11 de - Luis Carlos Galán. - Firmes. Firmas por la - Cogobierno militar.
diciembre de “Liberalismo: seriedad o democracia. Página 15 Declaración de guerra.
1978 aniquilamiento”. Páginas Páginas 2 y 3
16, 17 y 18 - Torturas. Que las hay, las
hay. Páginas 4 y 5
192 11 al 18 de - Firmes. Encuentro, - Tres nuevos asesinatos. El
diciembre de balance y tareas para el 79. silencio del gobierno.
1978 Páginas 14 y 15
193 18 al 25 de - J. Emilio Valderrama. “La - Militares y Estatuto. A
diciembre de democracia está escarmentar se dijo! Páginas
1978 amenazada”. Páginas 16, 4 y 5
17 y 18
- Firmes. Exitoso encuentro
nacional. Página 19
196 22 al 29 de - Golpes y contragolpes. El - Allanamientos y
enero de 1979 destape del M-19. Páginas detenciones. A Dios
2, 3, 4 y 5 rogando y con el mazo
dando. Páginas 5 y 6
308

197 29 de enero al 5 - El robo de las armas. El - Torturas. “Cualquier


de febrero de ejército se roba el show. cárcel es mejor que un
1979 Páginas 2 y 3 cuartel”. Página 4
198 - López Michelsen. La - El voto obligatorio. Si, - Torturas. Turbay niega,
resurrección (acto pero con calmita. Páginas presos confirman. Páginas
primero). Página 12 10 y 11 6y7
- Allanamientos y
provocaciones. ¿Qué más
busca el ejército? Páginas 8
y9
199 12 al 19 de - Firmes. Giras y foro. - Ejército, seguridad y
febrero de 1979 Página 27 política. Matallana a la
palestra. Páginas 2, 3 y 4

200 19 al 26 de - Convención liberal. - Entrevista con Toledo - Derechos humanos.


febrero de 1979 Aceitando maquinarias. Plata. El M-19 responde ¿Cuáles derechos y para
Páginas 12 y 13 interrogantes. Páginas 4 y 5 cuáles humanos? Páginas 2
y3
- Torturas. Nuevos
testimonios. Páginas 9 y 10
201 26 de febrero al 5 - Convención Liberal. La - El caso del M-19. Pruebas - Investigaciones y torturas.
de marzo de hora de los acólitos. made in BIM. El peor ciego. Páginas 12 y
1979 Páginas 2, 3 y 4 - Cali. ¿A dónde va el 13
- La caricatura política. El Movimiento Cívico?
problema de reír “en serio”. Página 14
Páginas 24 y 25
202 5 al 12 de marzo - Convención Liberal. - En “Nueva Frontera”.
de 1979 Vencerá pero no
Carlos Lleras y Alternativa.
convencerá. Páginas 2, 3 y Páginas 6 y 7
4 - La propuesta de García
Márquez. El Presidente no
tiene quién le escriba.
Páginas 8 y 9
204 10 al 26 de - La Convención Liberal. - El caso M-19. Hacia un
marzo de 1979 Motín de manzanillos. consejo de guerra gigante.
Páginas 6, 7 y 8 Páginas 17, 18 y 19
- Firmes. Carta a Vázquez
Carrizosa. Página 26
206 2 al 9 de abril de - El informe de Medicina
1979 Legal. “Lesiones externas
visibles de violencia”.
Páginas 2, 3, 4 y 5
- Procuraduría y torturas.
¡Absolverse, mar…!
Páginas 6, 7 y 8
207 9 al 16 de abril - Congreso. Ordinariez - Emergencia Judicial.
de 1979 extraordinaria. Página 8 Botes para un naufragio.
Página 9
- El B-2 camellando. Sigue
ola de detenciones. Página
15
309

209 23 al 30 de abril - M-19. Vuelve y juega.


de 1979 Páginas 18 y 19
210 26 al 3 de mayo - La política del Pin Pan - 1 de mayo. Falto la
de 1979 Pun. Páginas 12 y 13 unanimidad. Página 15
- Felipe González.
“Socialismo se puede hacer
desde el principio”. Páginas
30 y 31
211 3 al 10 de mayo - BB y los 8 de Colombia. - 1 de mayo. Rechazando el - Perversión del Estado de
de 1979 Belisario es necesario. miedo. Página 19 Sitio. La abundancia de
Página 8 - 1 de mayo. Un desfile de pretextos. Páginas 38 y 39
protesta.
- Firmes. Reaparece
periódico. Página 25
- Estado de Derecho.
Nulidad constitucional del
proceso al M-19. Páginas
32, 33 y 34
212 10 al 17 de - El caso Santofimio. Un - Oposición. La falta de una - Represión. Siguen
mayo de 1979 leve chamuscón. Página 6 política económica. detenciones y torturas.
- Turbayistas y alvaristas. Páginas 18 y 19 Página 25
La indigestión de los - Firmes. Actos en Cali,
puestos. Página 7 Villavo y Bucaramanga.
Página 25
213 17 al 23 de - Debate necesario. ¿Cuál - Perversión del Estado de
mayo de 1979 estatuto de la oposición? Sitio (III). El absolutismo
Página 11 presidencial. Páginas 38 y
- Nuevo movimiento. Se 39
une oposición liberal.
Página 12
214 23 al 30 de - La historia del Pacto - Poder militar. A la diestra
mayo de 1979 Andino. Una larga de Turbay. Página 10
enfermedad. - Represión. Toma de
rehenes. Página 11
215 1 al 8 de junio - Colombia ante el mundo. - Valencia Jaramillo. “Hay - Consejos de Guerra. Más
de 1979 Viaje ahora, pague que repartir el capturas, más torturas, más
después. Páginas 6 y 7 descontento”. Página 16 protestas. Páginas 10 y 11
- El nuevo grupo liberal.
“Nada que negociar”.
Páginas 17 y 18
216 7 al 14 de junio - La despedida de Turbay. - Detenciones y
de 1979 Sufre más el que se queda. allanamientos. Ni los
Páginas 6 y 7 guardianes se escapan.
- Un viaje irresponsable. En
busca de la lógica perdida.
217 14 al 21 de junio - Colombia en México. El - Allanados los presos. El
de 1979 costoso e inútil viaje de turno de La Picota.
Turbay. Páginas 2, 3 y 4 - Allanada la justicia. A
- Nuestro Estado de culatazo limpio.
Derecho. Peligro:
310

instituciones en
demolición.
218 21 al 28 de junio - El viaje presidencial.
de 1979 Turbay Súper-estrella.
Páginas 8, 9 y 10
219 28 de junio al 5 - La interminable gira - “Por qué no le creo nada, - Detenciones. El precio de
de julio de 1979 presidencial. El renacuajo señor Turbay”. la libertad. Página 6
paseador. Página 15 - María Eugenia Rojas. “La - Torturas. Los violadores
democracia colombiana ha del Pichincha. Páginas 7 y 8
sido una ficción”. Páginas - Allanamientos en La
12, 13 y 14 Dorada. La violencia era
igual. Página 9
- Los presos políticos.
Pabellón 1, Piso 5. Páginas
10 y 11
220 5 al 12 de julio - Turbay otra vez. Regreso
de 1979 sin gloria. Páginas 10 y 11
- Enrique Pardo Parra. La
clientelización del
liberalismo. Páginas 21, 22
y 23
222 19 al 25 de julio - El congreso y las
de 1979 reformas. De Laureano a
Turbay.

223 26 de julio al 2 - Un años de Turbay. - Firmes propone Frente - Consejo de guerra. Hasta
de agosto de Mejorando la imagen. amplio. el fiscal reconoce torturas.
1979 Páginas 4 y 5 Páginas 18 y 19
- Un año de política
económica. Cuando pa´
Chile me voy. Páginas 6 y 7
- El caso Santofimio. El
señor de Ibagué cae por
tercera vez. Página 8
- La crisis liberal. Los
jefecitos no pudieron.
Páginas 10 y 11
- Bula Hoyos. Los
orgasmos del clientelismo.
Página 11
225 9 al 16 de agosto - Liberales. La crisis - Gerardo Molina.
de 1979 milimétrica. Página 6 “Rescatar la democracia”.
Páginas 14 y 15
226 16 al 23 de - Firmes. Repercusión de - Torturas. El señor
agosto de 1979 una propuesta. Página 23 Presidente no es el único.
Páginas 10 y 11
227 23 al 30 de - Conservadores. La - Familiares de los presos
agosto de 1979 disputa del botín… Marín políticos. Del llanto a la
de do pingüe. solidaridad. Páginas 14 y 15
311

228 30 de agosto al 5 - Reforma de la Justicia. El - Firmes. Crece respaldo a - Torturas. Más pruebas…?
de septiembre de Presidente ya no asusta. Frente Democrático. Página 10
1979 Página 8 Página 19
- El marxismo
desbloqueado. Páginas 24,
25, 26, 27 y 28
229 6 al 13 de - Partidos tradicionales. La
septiembre de hora de las
1979 reconciliaciones. Página 9
230 13 al 20 de - Política económica. El - Firmes. Convención y
septiembre de pataleo de los gremios. elecciones, tareas del
1979 Páginas 4, 5, 6 y 7 momento. Páginas 15 y 16
- Congreso. Las reformas
se negocian. Página 8
231 20 al 27 de - Burocracia. La roya del
septiembre de Estado. Páginas 4, 5, 6 y 7
1979 - Liberales. Atrapados sin
salida.
232 27 de septiembre - El despelote liberal. - Jean Ellestein. “Urge una
al 4 de octubre Páginas 4 y 5 nueva vía al socialismo”.
de 1979 Páginas 23, 24 y 25

234 11 al 18 de - Santofimio. Un caso para - Tomas Borge. “La - Represión. La extraña


octubre de 1979 Sherlock Holmes. Páginas ultraizquierda, el enemigo muerte del concejal Arango.
10 y 11 más cercano”. Páginas 22, Página 12
23 y 24 - Consejos de guerra. 400 al
banquillo. Página 13
235 14 al 25 de - Consejos de guerra. Se
octubre de 1979 acabó la defensa. Página 16
236 25 de octubre al - Congresistas y reformas. - Firmes. Más adhesiones a - Habla desaparecido de
1 de noviembre A pupitrazo limpio. propuesta de unidad. Tunja. “Existe un grupo
de 1979 Páginas 4, 5 y 6 Página 25 paramilitar que secuestra,
tortura y ejecuta”. Páginas
10, 11 y 12
237 1 al 8 de - Liberales. La fórmula - Frente de Oposición. La
noviembre de salvadora. Páginas 10 y 11 izquierda acuerda unirse.
1979 - Gobierno y represión. En Páginas 12 y 13
el Congreso negando y con
el mazo dando. Página 22
- Naciones Unidad. Las 19
derrotas de Colombia.
Páginas 23 y 24
238 5 al 15 de - Firmes. Primera
noviembre de convención. Página 9
1979
239 15 al 22 de - Darío Echandía. Más sabe - Conferencia de
noviembre de el diablo por viejo… Comandantes. La política
1979 Páginas 11 por otros medios. Página 10
- Reformas - Convención Nacional de
Constitucionales. Firmes. Amplitud, unidad,
312

Upaquización del Estado madurez. Páginas 16, 17 y


de Sitio. Página 12 18
240 22 al 29 de - Firmes y el Frente - Consejos de guerra. Cero y
noviembre de Democrático. Página 15 van siete. Página 8
1979 - Julio Cortázar. “El exilio
es una trinchera”. Páginas
20 y 21
241 29 de noviembre - Agudelo Villa en - El consejo al M-19. De la
al 5 de campaña. “Cómo evitar la misa a la corte marcial.
diciembre de derrota liberal”. Páginas 10 Páginas 16 y 17
1979 y 11
242 5 al 17 de - Reformas. El poder para - Firmes. Actos en diversas - Justicia militar. Las
diciembre de poder. Página 9 ciudades. Página 18 torturas de la Corte.
1979 Páginas 10 y 11
243 - Candidatos liberales. - El Frente Democrático. Se
Encrucijada total. Páginas protocolizan acuerdos.
4, 5 y 6 Página 11
244/ 20 de diciembre - Bipartidismo 79. Por un - Izquierda. Razones para el - Represión. El año de la
45 de 1979 al 10 de puñado de puestos. Páginas optimismo. Páginas 20 y 21 tortura. Páginas 8, 9, 10 y 11
enero de 1980 4y5
- Gobierno. Un año de
reformitis aguda. Páginas
13, 14 y 15
246 10 al 17 de - Política exterior. Las - Frente Democrático. - Habla el militar aislado.
enero de 1980 “guerras” diplomáticas de Declaración por la unidad. “No soporté que torturaran”.
Colombia. Páginas 8, 9, 10 Páginas 14 y 15 Páginas 4, 5 y 6
y 11
- El liberalismo de 1936
(I). El viejo López y las
oligarquías. Páginas 30 y
31
247 17 al 24 de - Elecciones de mitaca. El
enero de 1980 coco de la abstención.
Página 8
- El liberalismo de 1936
(II). El miedo a la iglesia.
248 - El congreso alvarista. Los - Firmes. Se replantea - El caso de María Etty
matices de la ortodoxia. Frente Democrático. Marín. “Mi hija quedó coja
Páginas 10, 11, 12 y 13 Página 14 por las torturas”. Páginas
- El liberalismo en 1936 16, 17 y 18
(III). Entre la ambigüedad y
la timidez. Páginas 30 y 31
249 - Así pinta la mitaca. - Firmes. Listas para
Páginas 4, 5, 6, y 7 Bogotá. Página 8
- Firmes. El Frente
Democrático y las
elecciones de marzo.
Página 8
- M-19. Carta abiera a
Turbay. Página 14
313

250 7 al 14 de febrero - Elecciones. El - Firmes. Quién es quién


de 1980 clientelismo en acción. en las listas. Página 7
Páginas 2, 3, 4 y 5
- Expectativas y
pronósticos. Páginas 6y7
251 14 al 21 de - Luis Carlos Galán. - Firmes. En plena
febrero e 1980 Adoptado por Hefestos. campaña. Páginas 8 y 9
Página 9
- Mitaca en Bogotá. Lucha
de residuos. Página 10
- Listas electorales. De
todo, como en botica.
Página 11
252 21 al 28 de - Mitaca. ¿Cómo se hace? - Firmes. Giras y
febrero de 1980 Páginas 6 y 7 adhesiones. Página 9
- La pelea goda. Calentura
belisarista. Página 8
- Clientelismo. ¿Un mal
necesario? Páginas 17 y 18
253 28 de febrero al - Elecciones. Mafia en las - Firmes. Intensa campaña.
6 de marzo de listas. Página 6
1980 - Turbay en gira.
Enamorado de su voz.
Página 7
- Concejos y asambleas.
Qué son, para qué sirven.
Página 8, 9 y 10
254 5 al 13 de marzo - Elecciones. Formas de - Toma de la embajada. El
de 1980 fraude. Páginas 16 y 17 diálogo tiene la palabra.
Páginas 4, 5, 6, 7, 8, 9 y 10
- Firmes. A votar se dijo.
Páginas 14 y 15
255 13 al 20 de - Elecciones. Anatomía de - Firmes. Se hizo sentir.
marzo de 1980 una mitaca. Páginas 2, 3 y 4 Página 7 y 8
- Bogotá. Un concejo
singular. Páginas 5, 6y 7
- Cali. La aparente derrota
de Pardo Llada. Páginas 10
Y 11
- Antioquia. Pírrica victoria
del clientelismo. Páginas
12, 13 y 14
256 20 al 27 de - Análisis. Una democracia - La embajada. El que más
marzo de 1980 enferma. Página 8 aguante. Páginas 4, 5 y 6
- Luis Carlos Galán. Entre - Izquierda y elecciones. De
muchos fuegos. Páginas 14, la parálisis al retroceso.
15 y 16 Páginas 9 y 10
- Firmes. Participación
decorosa. Páginas 10 y 11
314

257 Marzo de 1980 - Reportaje exclusivo con - La embajada dominicana.


López Michelsen. De Hacia un arreglo. Páginas
nuevo a la palestra. Páginas 14 y 15
20, 21, 22, 23, 24 y 25 - Hablan los presos del M-
19. Páginas 15 y 16
- Tradición y oposición.
Página 17
Fuente: Seguimiento realizado a las 257 ediciones de la revista Alternativa.

CUADRO No. 8
315

DIRIGENTES SINDICALES, POPULARES, POLÍTICOS Y ESTUDIANTILES


ASESINADOS EN 1978. “DEMOCRACIA A LA COLOMBIANA. CON LICENCIA
PARA MATAR”

Nombre Organización Fecha Lugar Circunstancia


Juan Timoté Líder de la 23 de enero Ortega, Tolima. Muerto por una
comunidad banda de pájaros
indígena del al servicio de los
resguardo de terratenientes de
Ortega, Tolima. la región.
Wenceslao Dirigente 29 de enero Ortega, Tolima. Muerto en
Lozano campesino del Balsillas, vereda
resguardo de del municipio de
Ortega, Tolima. Ortega, por
orden de los
terratenientes.
Felipe Dirigente de la 9 de febrero Chuiragrande, Muerto en
Márquez Anuc, militante Granada, Sucre. Chuiagrande por
del Mndp. asesinos
contratados por
los latifundistas.
Cristóbal Báez Dirigentes de la 12 de febrero Vistahermosa, Baleados en
y Virgelina Anuc, Meta Vistahermosa
Franco militantes del por
Moir. desconocidos,
presumiblemente
agentes de los
servicios
secretos.
Carlos Aguirre Militantes de 23 de febrero Bucaramanga, Muertos en
y Alfonso Anapo Santander. Bucaramanga,
Vergara Socialista. luego de ser
violentamente
torturados, por
miembros de los
agentes secretos.
Jesús David Estudiante de 7 de marzo Cali, Valle del Muerto a bala en
Álvarez Bachillerato del Cauca. disturbios
Colegio de callejeros por la
Santa Librada policía.
de Cali.
Nicolás Evelio Líder 23 de marzo Bitaco, Valle Asesinado por
Carvajal campesino. del Cauca. matones a
servicios de los
terratenientes.
316

Plutarco Líder 6 de abril Nunchia, Asesinado por


Urbano campesino, Casanare. matones a sueldo
militante del de los
Moir. latifundistas.
Álvaro Gómez Estudiante de 14 de abril Barrancas, Muerto por
Solando bachillerato. Guajira enfrentamientos
a piedra con la
policía.
Fabio Vásquez Líder docente. 29 de abril Montería, Aparece el
Villalba Córdoba. cuerpo con
señales de
torturas,
detenido días
atrás por el
Ejército en
Montería.
Horacio Diez Estudiante de 16 de mayo Medellín, Muerto a bala
Montes bachillerato. Antioquia por la policía en
la Universidad
de Antioquia.
Luis Enrique Estudiantes de 18 de mayo Santa Marta, Aparecen
Celis Diago y bachillerato. Magdalena. muertos en una
José Morales carretera en las
Sosa afueras de Santa
Marta, luego de
haber sido
detenidos en la
tarde por la
Policía.
Patricio Silva Estudiante de la 31 de mayo Bogotá D.C. Muerto a bala en
Universidad enfrentamientos
Nacional. a piedra con la
Policía dentro de
la universidad.
Rafael Trejos Presidente de la 1 de junio Riosucio, Muerto por
Quintero Junta Nacional Caldas. desconocidos,
de Usuarios presumiblemente
Campesinos, agentes secretos.
militante del
Mndp.
Humberto Estudiante. 4 de junio Chinú, Cordoba Muerto por
Martínez militares
embriagados,
durante el día de
elecciones
presidenciales.
317

Lisandro Dirigentes 1 de Jambaló, Cauca Muerto por


Casso y Marco indígenas. septiembre “pájaros” a
Tulio Casso órdenes de los
terratenientes.
José Manuel Dirigente 29 de Sibate, Aparece el
Martínez fundador del septiembre Cundinamarca. cuerpo en un
Quiroz ELN. basurero de
Sibaté,
Cundinamarca,
los autores del
crimen son
presumiblemente
miembros de la
inteligencia
militar.
Ciro Molano y Líderes 1 de octubre Rioblanco, Muertos por la
Ernesto campesinos. Tolima. policía en un
Rincón desalojo de
familias
campesinas de
Rioblanco,
Tolima.
Ana Derly Estudiante de la 13 de octubre Bogotá D.C. Muerta a bala en
Rodríguez Universidad inmediaciones de
Externado de la Universidad
Colombia. Nacional cuando
se reprimían
protestas contra
el alza del
transporte.
Pedro Pablo Diputado de la 19 de octubre Cundinamarca Acribillado a
Bello UNO, miembro bala dentro de un
del Comité bus de servicio
Central del urbano.
PCC.
Luis Enrique Estudiante de 31 de octubre Bucaramanga, Murió luego de
Bautista bachillerato. Santander. ser detenido y
torturado, por
miembros de las
fuerzas militares
Gilberto Conductor. 5 de Florencia, Muerto luego de
Jiménez noviembre Caquetá. una golpiza
Ramírez propinada por
miembros del
batallón
Juanambú
318

cuando
protestaba contra
abusos de las
autoridades.
Adalberto Estudiante de 9 de Aguachica, Muerto a bala en
Alvear Indesco. noviembre Cesar. enfrentamientos
a piedras con las
autoridades.
Avelino Ul Concejal de la 26 de Toribio, Cauca. Muerto por
UNO. noviembre pájaros a sueldo
de los
terratenientes.
Melchor Líder 28 de Pivijay, Muerto en
Manuel estudiantil. noviembre Magdalena. Pivijay,
Orozco Magdalena,
cuando tomaba
un baño en un
pozo de una
finca de un
latifundista quien
ordeno a la
fuerza pública
desalojarlo
proponiéndole
tremenda golpiza
que le causó la
muerte.
Rudesindo Militantes de la Diciembre Urabá, Muertos por
Arias y UNO. Antioquia. unidades del
Florentino Ejército en
Guzmán acciones de
represión.
Alberto Rabelo Dirigente Diciembre Medellín, Su cuerpo
universitario Antioquia. apareció en un
potero de
Medellín.
Fuente: Revista Alternativa, edición No. 194-195, diciembre 25 de 1978 a enero 22 de 1979.

CUADRO No. 9
319

DETENIDOS EN 1979. “EL B-2 SE LOS LLEVÓ…”

Nombre Organización Día Circunstancia


Julio Alfonso Poveda Secretario de Prensa de 6 de abril Se lo llevaron detenido
la Cstc de su residencia,
detectives de la BIM
decomisaron libros y
revistas
Gloria Stella, Marta, Gloria Stella, militante 29 de marzo Allanaron su casa por
Alberto y Jairo Gallero del PST orden del juez tercero
penal militar, al no
encontrar ningún
material sospechoso se
los llevaron a todos los
hermanos.
Carlos Mora y Nory Carlos, instructor del 4 de abril Allanamiento de su
Sánchez Vargas Sena residencia, se los llevó
el B-2, se encontraban
detenidos en la Tercera
Brigada en Cali.
Manuel Bautista Sindicados de 4 de abril Detenidos en Bogotá
González y Armando pertenecer a la
López Suarez Autodefensa Obrera
Ricardo Bermúdez Estudiantes de la 6 de abril Detenidos en las
Rivadeneira, Luis Universidad Externado instalaciones de la
Alberto Bermúdez, de Colombia Universidad.
Esperanza Castro,
Fernando Orjuela, César
Medina y Mauricio
Monroy.
Francisco Antonio Estudiante de 13 años, 7 de marzo Fue detenido por llevar
Muñoz Jiménez militante de la Juventud cinco boletas de una
Comunista (Juco) rifa organizada por la
Juco, lo recluyeron
definitivamente en el
batallón del ejército en
Cimitarra.
José de Jesús Rojas Rivas Sindicado de ser 4 de abril Detenido en el barrio
exmiembro de las Farc Las Ferias de Bogotá.
Fuente: Revista Alternativa, edición No. 208, 16 al 23 de abril de 1979, p. 15.

CUADRO No. 10
320

ACCIONES CONTRA MOVIMIENTO INDÍGENA


“CRIC, BLANCO DE LA REPRESIÓN”

Año Acciones represivas contra el movimiento indígena


1975 - La policía interviene en todas las zonas donde se adelantan recuperaciones de
tierras, detiene a 117 indígenas y tortura a cuatro de ellos.
- Asesinados los indígenas Marco Aníbal Melengue, Ángel Mestizo, Avelino
Ramos y Manuel Dagua.
1976 - En Tierradentro, Luis Muñoz asesina a Pablo Quinto, en Jambaló, Ramón Renato
Penagos abalea a tres indígenas en noviembre y asesina personalmente a
Bernardino Ipia, Luciano Ramos y Antonio Yule el 10 de diciembre.
1977 - Asesinados los dirigentes Pacho Fernández y Balbino Quihuapungo quienes
adelantaban recuperaciones de tierras.
- La policía detiene a un grupo de indígenas entro ellos al líder Justiniano Lame a
quien le disparan en la pierna y lo dejan desangrar hasta que muere.
- Asesinado el anciano Dionisio Ipia por el “pájaro” Luis Ernesto Santos, logrando
sembrar el terror en la zona.
- Las zonas de influencia del Cric son militarizadas por la realización del paro
cívico del 14 de septiembre de ese año.
1978 - El ejército realiza acciones represivas en la zona norte de los resguardos del
Cauca y permanecen en las haciendas.
- Asesinados por los “pájaros”, Lisandro y Marco Tulio Casso al igual que el
dirigente Avelino Ui.
1979 - Militarización de la zona de los resguardos y detención de los dirigentes Marco
Anibal Avirama, presidente del Cric, de su hermano Edgar Avirama, Taurino
Ñuscué secretario de la organización, Miguel Ñuscué, Mario Escué y los
colaboradores del Cric, Luis Ángel Monroy, Graciela Bolaños y Guillermo
Amortegui.
- 34 miembros del Cric detenidos en diferentes cárceles del país.
- Detenido Jesús Avirama, presidente del Cric, quien había remplazado a su
hermano Marco detenido a principio de año por el ejército.
- En consejos de guerra se juzgaran a 50 indígenas de los municipios de Corinto,
Caldono y Santander de Quilichao junto a ocho dirigentes del Cric acusados de
pertenecer al M-19.
Fuente: Revista Alternativa, edición No. 233, 4 al 11 de octubre de 1979, p. 15. Revista Alternativa, edición
No. 238, 8 al 15 de noviembre de 1979, p. 15.

CUADRO No. 11
321

HOMICIDIOS ATRIBUIDOS A ORGANISMOS DEL ESTADO EN 1979.


“DE MODA LOS PAROS CARDIACOS”

Nombre del Centro de detención y tortura Circunstancias por las que atravesó
detenido
Vicente Camelo Base Aérea de Palanquero, de La Detenido, falleció según el ejército por
Dorada (Caldas) “paro cardiaco” o “enema pulmonar”.
Darío Arango Hacienda Guasimal de Puerto Detenido, falleció según el ejército por
Berrio “paro cardiaco” o “enema pulmonar”.
Gustavo Segundo Base Militar de Tolemaida Detenido, con señales de tortura
Manjarrés Riveros evidentes, muerte ocasionada por
insuficiencia renal y no por un edema
pulmonar como había indicado
inicialmente el ejército.
Luis Sánchez Puesto Militar “El Márfi” en Detenido junto con otros seis
Puerto Boyacá. compañeros, según el ejército falleció
debido a un “paro cardiaco”.
Jose Sifail Ortega Base Militar de Campo Seco en Torturado por parte de militares
Cimitarra vestidos de civil pertenecientes a la base
militar de Campo Seco.
Alfredo Camelo y Cárcel de la isla de Gorgona Enviados por el decreto 2289 a la isla de
Manuel Bautista Gorgona, acusados de asesinar al
González exministro Pardo Buelvas
Consejos de Guerra El 5 de noviembre de 1979 se inició
Consejo contra ocho personas
indiciadas de pertenecer a las Farc, el 26
de noviembre del mismo año se
conocieron sentencias sobre la Corte
Marcial que se adelantó contra
integrantes del PLA donde se condenó a
seis personas y se absolvieron seis más,
en el Batallón de la Policía Militar se
continuo con el consejo de guerra a
presuntos miembros del ELN.
Álvaro Fayad Bogotá Detenido por militares indiciándolo de
ser uno de los dirigentes del M-19.
Fuente: Revista Alternativa, edición No. 239, 8 al 15 de noviembre de 1979, p. 15.

GRÁFICO No. 1
322

ARTÍCULOS SOBRE LOS GOBIERNOS DE ALFONSO LÓPEZ Y JULIO CÉSAR


TURBAY, LA REPRESIÓN POLÍTICA Y EL DEBATE EN LA IZQUIERDA

Artículos sobre debates entre los


partidos de izquierda, la
No. de artículos creacion y apoyo al movimiento
Firmes y al Frente Democrático y
los debates de los movimientos
sociales. (282)

Artículos sobre los gobiernos de


Alfonso López Michelsen (1974-
1978), Julio César Turbay Ayala
(1978-1980) y el bipartidismo
colombiano. (200)

Artículos sobre represión contra


partidos de izquierda y
movimientos sociales,
violaciones de los derechos
humanos por parte de
organismos del Estado. (144)

Fuente: Seguimiento realizado a las 257 ediciones de la revista Alternativa.

GRAFICO No. 2
323

DENUNCIAS DE CASOS DE REPRESIÓN DURANTE EL FRENTE NACIONAL

450 411
400

350

300

250
198
200
153
150
91
100

50

0
Gobierno de Alberto Gobierno de Guillermo Gobierno de Carlos Gobierno de Misael
Lleras Camargo León Valencia Lleras Restrepo Pastrana Borrero

1958-1962 1962-1966 1966-1970 1970-1974

Fuente: COMITÉ DE SOLIDARIDAD CON LOS PRESOS POLÍTICOS. Libro negro de la represión. Frente
Nacional 1958-1974. Bogotá, Editorial Gráfica Mundo Nuevo, 1974

Trabajo de investigación entregado el 7 de abril de 2015, sustentado el 4 de septiembre


de 2015.

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