POMPEYA
POMPEYA
POMPEYA
La terrible erupción del Vesubio que el 29 de agosto del año 79 d.c. sepultó a Pompeya,
a Herculano y a otras poblaciones de la Campania fue presenciada desde lejos por Plinio
el Joven, que entonces contaba con dieciocho años. Su tío y padre adoptivo, el naturalista
Plinio el Viejo, mandaba la flota romana estacionada en Miseno, y en cuanto advirtió la
catástrofe se encaminó a las proximidades del volcán, lo que le costó la vida. Su sobrino
se quedó con su madre en Miseno, población que también sufrió de las consecuencias de
la erupción y de los terremotos, pero se retiraron al campo en los momentos de mayor
peligro. Más tarde Plinio en una carta explicará a su amigo el historiador Tácito cómo
vivió aquel terrible acontecimiento. Leed atentamente el relato y responded a las
cuestiones planteadas.
"Apartémonos -dije- mientras veamos, a fin de que la multitud no nos atropelle en la calle
empedrada cuando vengan las tinieblas". Apenas había dicho esto cuando anocheció, no
como en las noches sin luna o nubladas sino con una oscuridad igual a la que se produce
en un sitio cerrado en el que no hay luces. Allí hubieras oído chillidos de mujeres, gritos
de niños, vocerío de hombres: todos buscaban a voces a sus padres, a sus hijos, a sus
esposos, los cuales también a gritos respondían. Unos lamentaban su desgracia, otros la
de sus parientes, y había quienes que por miedo a la muerte la imprecaban. Muchos eran
los que elevaban las manos hacia los dioses, y otros se habían convencido de que los
dioses no existen, creían que era la última noche del mundo. No faltaban los que con
terror falso y fingido exageraban los peligros reales. Algunos notificaban a los crédulos
con falsedad que se había desmoronado e incendiado el Miseno. Cuando aclaró un poco
nos pareció que no amanecía sino que el fuego se iba aproximando; pero se detuvo un
poco lejos y luego volvieron las tinieblas y otra vez la densa y espesa ceniza. De cuando
en cuando nos levantábamos para sacudirnos las cenizas, de lo contrario nos hubiera
cubierto y ahogado con su peso. Me podría envanecer de no haberme lamentado y no
haber proferido ningún grito fuerte en medio de tantos peligros, pero me consolaba, en
mi mortalidad, la idea de que todos y todo acababa conmigo.
Cuestiones
• ¿Dónde estaba el almirante Plinio mientras su sobrino permanecía en Miseno?
• ¿Era este el primer terremoto que sufría la región de la Campania?
• ¿Había habido algún otro terremoto en años anteriores?
• ¿Actúan prudentemente Plinio y su madre cuando comienza el terremoto?
• ¿Qué tipo de lectura se lleva consigo: novela, filosofía, religión o historia'?
• ¿Por qué los carros, a pesar de estar en terreno llano, se mueven en todas las
direcciones?
• ¿Qué fenómeno suele ocurrir después de las señales que observa Plinio en el mar?
• ¿A qué se refiere Plinio al describir la “negra y horrible nube” del Vesubio?
• ¿Cómo describe la oscuridad del anochecer? ¿Por qué es así?
• ¿Por qué son frecuentes los terremotos en esa zona?
• ¿Por qué fueron simultáneos el terremoto y la erupción del volcán?
• ¿Qué fases se dan en la explosión de un volcán?
• ¿Actualmente hay algún volcán activo? ¿En qué parte del mundo?