Aspiración de Secreciones

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ASPIRACIÓN DE SECRECIONES

La aspiración consiste en aspirar las secreciones a través de un catéter conectado


a un equipo aspirador o a una toma de pared con aspirador. Aunque las vías
respiratorias altas (bucofaringe y nasofaringe) no están estériles, se recomienda
usar una técnica estéril en todas las aspiraciones para evitar la introducción de
gérmenes patógenos en las vías respiratorias. Conviene confirmar la política del
centro, ya que en algunos hospitales pueden usar una técnica limpia en vez de
una técnica estéril para la aspiración nasofaríngea y bucofaríngea.

Sondas de aspiración

La sonda de aspiración puede tener la punta abierta o


en forma de silbato. El catéter con punta en forma de
silbato irrita menos los tejidos respiratorios, aunque
una sonda de punta abierta es más eficaz para la
extracción de los tapones de moco más espesos.

Para aspirar en la cavidad oral se usa una sonda de


aspiración, o dispositivo de Yankauer. Se puede enseñar a
los pacientes despiertos a utilizar este método de aspiración
oral sin ayuda de otros.

La mayoría de las sondas de aspiración tienen un acceso de


mariposa en un lateral para controlar la aspiración. La sonda se
conecta con el tubo de aspiración que, a su vez, está conectado
a una cámara de recogida y a un manómetro para controlar la
aspiración.

Indicaciones para la aspiración:

La aspiración es un procedimiento que sólo debe realizarse cuando el paciente lo


necesita y no de forma rutinaria.

El profesional de enfermería decide cuándo se necesita aspirar al evaluar los


signos de dificultad respiratoria, o cuando vea que el paciente no pueda toser y
expectorar las secreciones. La disnea, estertores entre los ruidos respiratorios,
cianosis o el descenso de la saturación de oxígeno indican la necesidad de
aspiración. Es necesario aplicar un criterio de enfermería correcto porque la
aspiración irrita las mucosas y puede aumentar las secreciones si se aplica con
demasiada frecuencia. En otras palabras, la aspiración se basa en la necesidad
clínica frente a un esquema fijo.

Técnica aspiración oral y bucofaríngea

Objetivos:

 Eliminar secreciones que obstruyan la vía respiratoria


 Facilitar la ventilación
 Obtener secreciones con fines diagnósticos
 Prevenir la infección como consecuencia de secreciones acumuladas

Valoración:

 Valorar signos clínicos que indican  Cambios del estado mental


la necesidad de aspiración:  Color de la piel
 Agitación, ansiedad  Frecuencia y patrón de
 Respiraciones ruidosas respiraciones
 Ruidos respiratorios adventicios  Pulso y ritmo cardíaco
anormales a la auscultación  Disminución de la SaO2

Planificación:

La aspiración oral usando un tubo de aspirado de Yankauer y la aspiración


bucofaríngea con una sonda de aspiración se pueden delegar en un AE, en el
paciente o en la familia, si procede, ya que no se trata de un procedimiento estéril.
El profesional de enfermería tiene que revisar el procedimiento y los puntos
importantes, como no aplicar la aspiración durante la inserción del tubo para evitar
traumatismos en las mucosas. Por el contrario, en la aspiración nasofaríngea y
nasotraqueal se usa una técnica estéril y es necesario aplicar conocimientos y
solucionar problemas, y son procesos que deben realizar el profesional de
enfermería o el terapeuta respiratorio.

Equipo para aspiración con técnica estéril:

 Toalla o almohadilla impermeable


 Equipo de aspiración portátil o de pared, con tubos, receptáculo colector y
manómetro de aspiración
 Contenedor estéril desechable para los líquidos
 Solución salina normal o agua estériles
 Gafas o escudo facial, si procede
 Bolsa desechable impermeable
 Aspiración con un dispositivo para el esputo, si se va a obtener una muestra

Equipo para aspiración con técnica limpia:

 Sonda de aspiración de Yankauer o sistema de sonda de aspiración


 Guantes limpios

Procedimiento:

1. Antes de realizar el procedimiento hay que presentarse uno mismo y


comprobar la identidad del paciente siguiendo el protocolo de la institución.
Informar al paciente de lo que se va a hacer, por qué es necesario hacerlo y
cómo puede cooperar. Informar al paciente de que la aspiración aliviará la
dificultad respiratoria y de que el procedimiento es indoloro, aunque puede ser
incómodo y estimular tos, náuseas o estornudos reflejos.
2. Efectuar la higiene de las manos y seguir los procedimientos adecuados para
el control de la infección.
3. Proporcionar intimidad al paciente.
4. Preparar al paciente:
a. Poner al paciente consciente que tiene un reflejo nauseoso funcional en
la posición semi-Fowler con la cabeza vuelta de lado para la aspiración
bucal. De modo que facilite la inserción del catéter y se previene la
aspiración de las secreciones.
b. Poner al paciente inconsciente en decúbito lateral, mirando hacia el
profesional de enfermería. De esta forma, la lengua cae hacia adelante,
no obstruirá el catéter durante la inserción, además facilita el drenaje de
las secreciones desde la faringe y previene la posibilidad de aspiración.
c. Poner la toalla o cojín impermeable sobre la almohada o bajo la barbilla.
5. Preparar el equipo:
a. Encender el dispositivo de aspiración y programar la presión negativa
apropiada en el manómetro. La presión negativa deberá ser
suficientemente alta para limpiar las secreciones, pero no demasiado
alta. Como regla puede emplearse la menor presión de aspiración
necesaria para limpiar las secreciones. Se recomienda en neonatos: 60-
80 mmHg, 80-100 mmHg para niños, 80-120 mmHg para adolescentes y
adultos.
6. Probar la presión de la aspiración y la permeabilidad del catéter poniendo un
dedo de la mano con guante estéril en el acceso, o abrir la rama del conector
en Y (el control de aspirado) para crear la aspiración. Si es necesario, aplicar o
aumentar el oxígeno suplementario.
7. Lubricar e introducir el catéter
a. Lubricar la punta del catéter con agua, solución salina o lubricante
hidrosoluble estériles. Retirar el oxígeno con la mano no dominante, si
procede.
b. Tirar de la lengua hacia fuera, si fuera necesario, usando una gasa.
c. Hacer avanzar el catéter unos 10 o 15 cm, sin aspirar, siguiendo uno de
los laterales de la boca (para evitar reflejo nauseoso) hasta entrar en la
bucofarínge.
8. Realizar la aspiración
a. Poner el dedo en el acceso de control de la aspiración y rotar
suavemente el catéter.
b. Aspirar durante 5 o 10 segundos mientras se retira lentamente el
catéter, después de retirar el dedo del control y extraer el catéter.
c. El intento de aspiración deberá durar solo 10 o 15 segundos. Durante
ese tiempo se inserta el catéter, se aspira y se termina de aspirar y se
extrae el catéter.
d. Puede ser necesario aspirar las secreciones que se acumulan en el
vestíbulo de la boca y debajo de la lengua durante este proceso.
9. Aclarar el catéter y repetir el proceso de aspiración en caso de que sea
necesario.
a. Aclarar y lavar el catéter y el conducto con agua o solución salina
estériles.
b. Volver a lubricar el catéter y repetir la aspiración hasta que la vía
respiratoria esté limpia.
c. Dejar tiempo suficiente entre cada aspiración para que se produzca la
ventilación y oxigenación. Limitar la aspiración a 5 minutos en total.
d. Alentar al paciente a respirar profundamente y a toser entre los
aspirados. Usar oxígeno suplementario, si procede.
10. Obtener una muestra si es necesario.
11. Poner cómodo al paciente.
a. Ofrecer ayuda con la higiene oral o nasal.
b. Ayudar a posicionar al paciente de modo que se facilite la respiración.
12. Desechar el equipo y garantizar la disponibilidad para la siguiente aspiración.
Efectuar lavado de manos.
13. Evaluar la efectividad de la aspiración.
a. Auscultar los ruidos respiratorios del paciente para garantizar que no
hay secreciones. Observar el color de la piel, la disnea, el nivel de
ansiedad y la saturación de oxígeno.
14. Documentar los datos relevantes.
a. Registrar procedimiento: cantidad, consistencia, color y olor del esputo.
Situación respiratoria antes y después del procedimiento, con los ruidos
respiratorios, frecuencia y carácter de la respiración y la saturación de
oxígeno.
b. Si el procedimiento se realiza con frecuencia, puede registrarse una sola
vez al final del turno. No obstante, se debe registrar la frecuencia de la
aspiración.

Evaluación

 Realizar el seguimiento adecuado, como el aspecto de las secreciones


aspiradas, los ruidos respiratorios, la frecuencia respiratoria, el ritmo y su
profundidad, el pulso y el ritmo cardíaco, y el color de la piel.
 Relacionar las observaciones con los datos previos si están disponibles.
 Comunicar las desviaciones significativas de la normalidad al médico.
 Los ancianos a menudo tienen una cardiopatía o neumopatía, lo que aumenta
su susceptibilidad a la hipoxemia relacionada con la aspiración. Vigilar con
frecuencia los signos de hipoxemia. Si se aprecian, interrumpir la aspiración e
hiperoxigenar.

Aspiración de un tubo de traqueostomía o endotraqueal (método abierto)

Objetivos

 Mantener una vía respiratoria permeable y prevenir las obstrucciones


 Favorecer la función respiratoria (intercambio óptimo del oxígeno y del dióxido
de carbono entrando y saliendo de los pulmones)
 Prevenir la neumonía como consecuencia de las secreciones acumuladas

Valoración

 Valorar la presencia de ruidos respiratorios adventicios (anormales).


 Valorar el reflejo de la tos y comprobar la capacidad o incapacidad del paciente
para expulsar las secreciones mediante la tos.

Planificación:
La aspiración de un tubo de traqueostomía o un tubo endotraqueal es una técnica
invasiva estéril que requiere aplicar conocimientos científicos y solución de
problemas. Esta técnica se realiza por el profesional de enfermería o el terapeuta
respiratorio, y no se delega en un AE.

Equipo:

 Bolsa de reanimación (bolsa ambú) conectada al oxígeno al 100%


 Toalla estéril (opcional)
 Equipo para aspiración (v. técnica 50-2)
 Gafas protectoras y mascarilla si fuera necesario
 Traje (si fuera necesario)
 Guantes estériles
 Bolsa impermeable

Preparación:

Determinar si se ha aspirado al paciente con anterioridad y, en ese caso, revisar la


documentación del procedimiento. Esta información puede ser muy útil para que el
profesional de enfermería prepare el impacto tanto fisiológico como psicológico
que tiene la aspiración en el paciente.

Procedimiento:

1. Presentarse, comprobar la identidad del paciente, informar del procedimiento.


2. Lavarse las manos y observar otros procedimientos de control de la infección
apropiados (guantes, gafas, etc.).
3. Proporcionar un entorno privado para el paciente.
4. Preparar al paciente.
a. Si no está contraindicado, poner al paciente en posición de semi-Fowler
para favorecer la respiración profunda, la expansión pulmonar máxima y
la tos productiva.
5. Preparar el equipo para un sistema de succión abierto.
a. Conectar el aparato de reanimación a la fuente de oxígeno. Ajustar el
flujo de oxígeno al 100%.
b. Abrir el material estéril.
c. Verter suero salino normal estéril o agua esterilizada en la palangana
estéril.
d. Poner una toalla estéril, si se usa, sobre el pecho del paciente, por
debajo de la traqueostomía.
e. Encender la aspiración y configurar la presión de acuerdo a la política
del centro de salud. En caso de usar una unidad de pared, se usa
normalmente una presión entre 80 y 120 mmHg para los adultos, 60 y
100 mmHg en niños.
f. Ponerse las gafas protectoras, la mascarilla y el traje si fuera necesario.
g. Ponerse los guantes estériles. Algunos servicios de salud recomiendan
ponerse un guante estéril en la mano dominante y un guante no estéril
en la mano no dominante para proteger al profesional de enfermería.
h. Sujetar el catéter con la mano dominante y el conector en la mano no
dominante, conectar la sonda de aspiración al conducto de aspiración.
6. Lavar y lubricar el catéter.
a. Usando la mano dominante, poner la punta del catéter en la solución
salina estéril.
b. Usando el pulgar de la mano no dominante, ocluir el control de
aspiración y aspirar una pequeña cantidad de solución estéril a través
del catéter.
7. Si el paciente no tiene muchas secreciones, hiperventilar los pulmones con una
bolsa de reanimación antes de la aspiración.
a. En este paso se puede contar con la ayuda de otra persona, si es
posible.
b. Utilizando la mano no dominante, encender el oxígeno a 12-15 l/min.
c. Si el paciente está recibiendo oxígeno, suspender el aporte de oxígeno
en el tubo de traqueostomía usando la mano no dominante.
d. Conectar el reanimador al tubo de traqueostomía o tubo endotraqueal.
e. Comprimir el ambú tres o cuatro veces, cuando el paciente inhala. Para
este paso, lo mejor es la colaboración de una segunda persona que
pueda utilizar ambas manos para comprimir la bolsa, lo que aporta el
mayor volumen de insuflación.
f. Observar el ascenso y descenso del tórax del paciente para evaluar si
cada ventilación es adecuada.
g. Extraer el dispositivo de reanimación y ponerlo en la cama o en el pecho
del paciente, con el conector mirando hacia arriba.
8. Si el paciente tiene muchas secreciones, no hiperventilar con un reanimador.
Por el contrario:
a. Mantener encendido el dispositivo de administración de oxígeno y
aumentar el flujo o ajustar la Fi02 al 100% durante varias respiraciones
antes de aspirar.
9. Introducir el catéter rápida pero suavemente, sin aspirar.
a. Con el pulgar de la mano no dominante retirado del acceso de aspirado,
introducir el catéter rápida pero suavemente en la tráquea a través del
tubo de traqueostomía.
b. Insertar el catéter unos 12,5 cm en los adultos, menos en los niños, o
hasta que el paciente tosa. Si encuentra resistencia, extraiga el catéter
1-2 cm antes de empezar a succionar.
10. Aspirar.
a. Aspirar durante 5 o 10 segundos poniendo el pulgar de la mano no
dominante sobre el acceso del pulgar.
b. Rotar el catéter haciéndolo girar entre el índice y el pulgar, a la vez que
se extrae lentamente.
c. Retirar completamente el catéter y liberar la aspiración.
d. Hiperventilar al paciente.
e. Volver a aspirar, si es necesario.
11. Volver a evaluar la oxigenación y repetir la aspiración.
a. Observar respiraciones, color de piel, pulso. Si está conectado a monitor
cardíaco, evaluar la frecuencia y el ritmo cardíacos.
b. Alentar al paciente a respirar profundamente y a toser entre las
aspiraciones.
c. Dejar 2 o 3 minutos con el oxígeno, según proceda, entre las
aspiraciones cuando sea posible.
d. Lavar el catéter y repetir la aspiración hasta que la vía respiratoria esté
limpia y la respiración tenga lugar relativamente sin esfuerzo y sea
tranquila.
e. Después de cada aspiración, tomar la bolsa de reanimación con la mano
no dominante y ventilar al paciente durante no más de tres
respiraciones.
12. Desechar el equipo y garantizar la disponibilidad para la siguiente aspiración.
Reponer el líquido estéril y los materiales, de manera que la aspiración esté
lista para su uso otra vez. Efectuar lavado de manos.
13. Proporcionar comodidad y seguridad al paciente.
14. Documentar los datos relevantes.

Evaluación:

 Realizar una exploración de seguimiento del paciente para determinar la


efectividad de la aspiración: frecuencia respiratoria, profundidad y carácter,
ruidos respiratorio, color de la piel y el lecho ungueal, carácter y cantidad de
secreciones aspiradas y los cambios de las constantes vitales.
 Relacionar las observaciones con los datos previos si están disponibles.
 Comunicar al médico las desviaciones significativas de la normalidad.
 Realizar una evaluación pulmonar minuciosa antes y después de la aspiración
para determinar su eficacia y conocer los posibles problemas especiales.

Sistema de aspiración traqueal cerrada

Uno de los dispositivos más recientes que facilitan la aspiración de los pacientes
conectados a un ventilador es el sistema de aspiración traqueal cerrada (SATC).
Este dispositivo consta de un catéter de aspiración dentro de un manguito plástico,
que se acopla directamente a los tubos del ventilador y permite aspirar al paciente
mientras permanece conectado al ventilador.

Ventajas del SATC:

 Mantenimiento de la oxigenación y la presión positiva al final de la espiración


(PEEP) durante la aspiración
 Reducción de las complicaciones relacionadas con la hipoxemia y la protección
del personal frente a las secreciones del paciente.

Problemas relacionados con el SATC:

 Autocontaminación: Se ha demostrado que la autocontaminación no constituye


un problema, siempre y cuando se limpie adecuadamente el catéter después
de cada uso y se cambie cada 24 horas.
 Extracción inadecuada de las secreciones y el aumento del riesgo de
extubación no intencionada, como consecuencia del peso adicional del sistema
sobre los tubos del ventilador. La extracción inapropiada de las secrecioens
puede ser, o no, un problema y se requieren más investigaciones para aclarar

este tema.

Complicaciones de la aspiración de secreciones

 Hipoxemia: puede ser consecuencia de la desconexión del paciente de la


fuente de oxígeno o de la retirada del oxígeno de sus vías aéreas cuando se
aplica aspiración.
 Atelectasias: se producen cuando el catéter de aspiración supera la mitad del
diámetro del TET. Al aplicar aspiración aparece una excesiva presión negativa,
que favorece el colapso de la vía aérea distal.
 Broncospasmo: es el resultado de la estimulación de la vía aérea con el catéter
de aspiración.
 Arritmias cardíacas: sobre todo bradicardias, se atribuyen a estimulación vagal.
 Alteraciones hemodinámicas: incremento de la PAM, del gasto cardíaco y de la
presión arterial pulmonar, pueden ser secundarias a la hiperinsuflación
pulmonar durante el procedimiento.
 Aumento de la PIC
 Traumatismos de la vía aérea: se deben al impacto del catéter sobre la vía
aérea y a la excesiva presión negativa que se aplica al catéter.

Protocolo de aspiración

Se han desarrollado diferentes protocolos para la aspiración. Se ha demostrado


que algunas prácticas limitan las complicaciones de la misma:

 La hipoxemia se puede reducir dando al paciente tres respiraciones de


hiperoxigenación (respiraciones con una FiO2 del 100%) con el ventilador
antes de realizar el procedimiento y después de cada paso del catéter de
aspiración. Si el paciente muestra signos de desaturación hay que añadir
hiperinsuflaciones (respiraciones del 150% del volumen corriente, antes y
después de cada paso de la sonda se administran de 3 a 5 respiraciones).
 Las atelectasias pueden evitarse mediante un catéter de aspiración con un
diámetro externo inferior a la mitad del diámetro interno del TET.
 El uso de 100 mHg de aspiración o un flujo de 15-20 l/min reduce la posibilidad
de hipoxemia y de traumatismos de la vía aérea.
 La limitación de la duración de cada aspiración a 10 segundos, y del número
de aspiraciones a tres o menos, también contribuye a reducir la hipoxemia, los
traumatismos de la vía aérea, las arritmias cardíacas y las alteraciones
hemodinámicas.
 Se ha demostrado que la aplicación de aspiración intermitente, en vez de
continua, no resulta beneficiosa. Además, la instilación de suero salino normal
para ayudar a extraer las secreciones tampoco ha demostrado aportar
beneficios, pudiendo contribuir actualmente a disminuir la colonización de la vía
aérea y al desarollo de neumonía nosocomiales.

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