Practica Nº 04 Soluciones

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PRACTICA Nº 4 DERECHO FINANCIERO Y TRIBUTARIO (PARTE GENERAL)

PROF. ALVAREZ MARTINEZ

Conteste a las preguntas que se formulan a continuación:

1) D. Z tiene que pagar un determinado impuesto. La escala de gravamen de dicho


Impuesto es progresiva (con progresividad continua) y según dicha escala para una base
imponible de entre 201 y 300 euros se aplica un tipo de gravamen del 9% y para una base
imponible de 301 euros en adelante el tipo de gravamen es del 10%. La base imponible de
D. Z asciende a 301 euros debiendo pagar por ello, aplicando la referida escala de
gravamen, un cuota de 30,1 euros. ¿sería correcta esta última liquidación y debería pagar
D. Z los 30,1 euros? En caso negativo ¿que solución debería aplicarse?

1) No sería correcta, ya que se ha producido un error de salto (preguntar qué es el


error de salto). Regulación: art. 56.3 LGT

1º ver la tributación que se pagaría si la base imponible hubieran sido 300 euros:
300 euros al 9% = 27 euros de cuota
2º ver cuál es el incremento de base: 301 euros – 300 euros: incremento de 1 euro
3º: ver cual es el incremento de cuota: 30,1 euros – 27 euros: incremento 3,1 euros
4º exceso o diferencia entre ambos incrementos: 3,1-1 = 2,1 euros
5º: reducción de cuota resultante de la aplicación de la escala de gravamen: 30,1
euros – 2,1 euros (exceso “mínimo” que “al menos” debe reducirse) = 28 euros =
cantidad final que, efectivamente, debe pagarse.

¿se puede reducir todavía más? Obsérvese que el art. 56.3 dice que la reducción
deberá ser “al menos” en el exceso que hemos visto, lo que parece otorgar una
cierta discrecionalidad a la Administración para que reduzca todavía más; ahora
bien ¿cuál es esa reducción adicional?

Si se observa la cantidad que hay que pagar una vez operada la reducción ésta es
de 28 euros. La base imponible hemos dicho que es de 301 euros. Ello significa que
el tipo de gravamen que realmente se ha aplicado a los 301 euros es de 9,3% (lo
que da aproximadamente los referidos 28 euros de cuota). Partiendo de esta
consideración, y teniendo en cuenta que el porcentaje aplicable entre 201 y 300 es
del 9% y que, por tanto, a una base imponible de 301 no se le puede aplicar un
tipo inferior (porque contravendría la progresividad del impuesto y la propia
lógica) tendríamos que el porcentaje mínimo aplicable a esa base debería ser ese
9%.

Operando de esta manera tenemos que a 301 euros al 9% nos da una cantidad de
27,09 euros de cuota (que sería la cantidad mínima a pagar por este impuesto).
¿cuál sería entonces la reducción máxima aplicable por la Administración? 30,1
euros (resultado de aplicar el 10% a los 301 euros de base) – 27,09 (resultado de
aplicar el 9% a los 301 euros de base) = 3, 01 euros de reducción “tácita” máxima.

Conviene recordar que esta operativa no se produce ni tiene lugar en caso de pago
mediante efectos timbrados (p.e. ITP en alquiler de pisos). Añádase n el Impuesto
sobre sucesiones (art. 22) hay una previsión similar cuando se trata de aplicar los
coeficientes multiplicadores.

2) D. X, residente en Zaragoza, va a vender un inmueble, situado en Huesca, a D. Y, por lo


cual éste solicita previamente información previa acerca de la valoración del mismo al
órgano competente de la Administración tributaria. Dicha valoración se notifica a D. Y el
día 7 de noviembre de 2012, formalizándose la venta del piso dos días después y
presentándose la declaración correspondiente al Impuesto sobre Transmisiones
Patrimoniales una semana más tarde. La Administración tributaria procede a liquidar el
Impuesto aplicando un valor superior al notificado a D. Y. ¿es correcta dicha actuación?
¿sería posible si la venta se hubiera formalizado 100 días más tarde? ¿ y si el inmueble
valorado tuviera 100 metros más de los consignados por D. Y? Por otra parte, ¿quién sería,
en concreto, la Administración tributaria competente, para informar de ese valor del
inmueble? ¿Podría haber impugnado D. Y la valoración inicialmente otorgada al inmueble
en cuestión?

2) En cuanto a lo primero, decir que en principio no es correcta la actuación, ya


que la Admón. está vinculada por el valor dado a ese inmueble (seguridad
jurídica) durante los tres meses siguientes a la notificación de la valoración -art.
90.2 LGT-. En cambio, si que podría en el segundo, ya que al haber transcurrido
dicho plazo la vinculación ha desaparecido. Asimismo, tampoco cabrá mantener
la vinculación si se han dado datos inexactos (100 metros menos de casa) como en
este caso -art. 90.2- y tener en cuenta que siempre es posible la posterior
comprobación administrativa.
Administración competente: la autonómica, que es la que gestiona el tributo al ser
el ITP tributo cedido. En concreto, la autonómica aragonesa, ya que el punto de
conexión en este caso es el lugar donde esta situado el Inmueble Huesca-Aragón.
Posiblemente, órgano competente en concreto, Dirección general de Tributos
Aragonesa.
La impugnación directa de la valoración notificada no es posible. En su caso,
deberá impugnarse con posterioridad, con ocasión de la impugnación de la
liquidación.
¿hubiera sido posible este procedimiento si se tratara de un coche?: no, sólo vale
para inmueble… en su caso , y si el tributo (en este caso el itp) lo permitiera (que
de momento no lo permite), podría acudirse al acuerdo previo de valoración, cuyo
resultado tendrá una vigencia de 3 años.

3) D. X. dona a D. Y. un inmueble acordando un precio de 1 millón de euros. D. Y.


presenta la declaración correspondiente al Impuesto sobre Donaciones y el órgano
competente de la Administración tributaria procede a comprobar, mediante dictamen de
perito, el valor del inmueble en cuestión, ascendiendo el valor comprobado a 1.090.000
euros, de la que resulta una liquidación de 65.000 euros, que es notificada a D. Y el día 7
de enero. Disconforme con la valoración administrativa, D. Y. solicita, el día 9 de febrero
de ese año, una tasación pericial contradictoria, en la cual tanto D. Y. como la
Administración mantienen sus valoraciones iniciales respectivas, razón por la que se
designa un perito tercero que fija el valor del inmueble en cuestión en 1.200.000 euros.
Partiendo de este último valor se dicta la pertinente liquidación (que asciende a 90.000
euros), la cual es notificada a D. Y. con indicación del plazo del que dispone para realizar
el ingreso de esa cantidad. ¿Sería correcta tal actuación? Razone su respuesta. Por lo
demás, ¿qué hubiera sucedido si el valor otorgado inicialmente por D. Y al inmueble en
cuestión hubiera sido 700.000 euros y la tasación pericial contradictoria se hubiera
solicitado el día 14 de enero? ¿tendría alguna consecuencia el hecho de que la
Administración tributaria no hubiera depositado los honorarios correspondientes al perito
tercero? Por último ¿qué sucedería si D. Y hubiera declarado el valor del inmueble que
resulta de los valores oficiales publicados por la Administración?

3) La actuación llevada a cabo en el supuesto inicial no es correcta. Ello se debe,


en primer lugar, a que se ha pasado el plazo para presentar la solicitud de TPC (1
mes a contar desde el día siguiente a la notificación de la liquidación) art. 135.1
LGT. Además, de haberse realizado la TPC, no cabría designación de perito
tercero sería incorrecta, ya que la diferencia entre la valoración de la Admón.
1.090.000 euros y la del particular (1.000.000 euros), es de 90.000, con lo cual ni
supera los 120.000 euros ni tampoco el 10% de la tasación del obligado tributario
(1.000.000 euros). art. 135.2 LGT. Así pues, en este caso se habría admitido como
base para liquidar el valor del particular, esto es, un millón de euros. Por último,
aun cuando hubiera sido procedente la designación de perito tercero es incorrecto
el valor asignado a inmueble en cuestión (1.200.000 euros), ya que supera
ampliamente la valoración del valor comprobado inicialmente por la Admón.
tributaria (1.090.000 euros) que es sobre lo que se tenía que haber liquidado art.
135.4 nueva LGT-.
En el caso de que el valor otorgado inicialmente por D. Y al inmueble en cuestión
hubiera sido 700.000 euros y la tasación pericial contradictoria se hubiera
solicitado el día 14 de enero, tendríamos, en primer lugar, que la tasación pericial
contradictoria habría sido solicitada en plazo. Si tanto la Admón. como el
particular hubieran mantenido los valores inicialmente declarados y
comprobados (700.000 euros) y (1.090.000) euros, respectivamente procedería,
evidentemente, la designación del perito tercero, que insistimos no podría fijar el
valor de 1.200.000 euros.
Si la Admón. tributaria (o el particular) no deposita la provisión de los honorarios
del perito habiéndolos solicitado este, ello supone, en los casos de designación de
este perito tercero, que se acepta el valor dado por el perito de la otra parte, es
decir, la de D. Y, con lo cual la base imponible de la que se partiría para la
liquidación será de 700.000 euros. Art. 135.3 LGT.
En cuanto a la última cuestión, señalar que si D. Y hubiera declarado conforme a
esos valores previos, el procedimiento hubiera sido absolutamente incorrecto, ya
que no hubiera procedido no siquiera la comprobación de valor (seguridad
jurídica … Art. 134.1 LGT)

4) D. Y. ha fallecido. El plazo establecido para presentar la declaración relativa al


Impuesto sobre Sucesiones finalizaba el día 8 de febrero de 2007. No obstante, D. X, hijo
de D. Y, procede a presentar de forma extemporánea y espontánea (sin requerimiento de la
Administración) la referida declaración el día 20 de noviembre de 2010 a los efectos de
liquidar dicho Impuesto. Con posterioridad, y basándose en los datos de la declaración (sin
proceder a rectificación alguna), la Administración tributaria liquida el Impuesto
notificando la correspondiente liquidación provisional a D. X el día 10 de junio de 2011
¿es correcta la actuación de la Administración Tributaria? Supongamos que D. X presentó
la declaración el día 5 de enero de 2007 ¿de qué plazo dispondría la Administración
tributaria para dictar la liquidación provisional sin que se produjera la caducidad del
procedimiento? Imaginemos que la caducidad se ha producido ¿podría dictar una
liquidación provisional la Administración Tributaria, notificándosela a D. X, por ejemplo,
el día 10 de marzo de 2008?

4) La actuación de la Administración en el primer supuesto no es correcta. Ello se


debe a que también en este caso ha operado la prescripción por transcurso de 4
años. Plazo finalización periodo voluntario declaración (8 de febrero de 2007),
fecha notificación liquidación 10 de junio de 2011) sin que la presentación
extemporánea de la declaración (día 20 de noviembre de 2010) haya interrumpido
prescripción porque el mismo ha caducado (más de seis meses –inicio 20 de
noviembre de 2010 - finalización 10 de junio de 2011) art. 129 y 130 LGT y por,
ello, no se habrá producido interrupción de la prescripción -104.5 nueva LGT-.
En cuanto al segundo supuesto, el plazo del que dispondría sería de seis meses a
contar desde el día siguiente a la finalización del plazo para presentar la
declaración (art. 129.1 LGT), esto es, seis meses a contar desde el día 9 de febrero
de 2007 (no desde el día 6 de enero de 2007). Conclusión plazo máximo es hasta el
8 de agosto de 2007 (art. 48.2 LPAC). No es 9 de agosto, porque esos son seis
meses y un día)
En cuanto a la última cuestión, es indudable que, pese a la caducidad del
procedimiento, seguimos dentro del plazo prescripción y el art. 130 b) permite
iniciar de nuevo este procedimiento de liquidación.

5) D. X presenta, en plazo voluntario, una autoliquidación relativa a un determinado


Impuesto, abonando la cuota correspondiente. Dicho plazo voluntario finalizaba el día 1 de
junio de 2007. Una vez efectuado lo anterior, y pasados unos meses desde la finalización
de dicho plazo, D. X comprueba que ha olvidado incluir en la autoliquidación unos
determinados ingresos sometidos a dicho Impuesto. Ante esta situación, y al objeto de
evitar posibles problemas fiscales, D. X procede a “regularizar” su situación tributaria ¿de
qué forma debería proceder para solventar esta situación? ¿debería seguir D. X el mismo
mecanismo en el caso de que hubiera incluido más ingresos de los debidos en la
declaración correspondiente?. ¿podría impugnar esa autoliquidación? Supongamos que,
pese a su olvido, D. X no procedió a “regularizar” su situación incluyendo los ingresos que
se olvidó declarar al presentar su autoliquidación, razón por la cual los órganos de gestión,
tras iniciar un procedimiento de verificación de datos –inicio que es notificado a D. X el
día 2 de enero de 20011-, dictan, el día 9 de septiembre de 2011, la correspondiente
liquidación definitiva regularizando la situación tributaria de aquél. Dicha liquidación se
intenta notificar a D. X en su domicilio a las 10 horas del día 11 de septiembre de 2011,
pero al no encontrarse éste en el mismo se procede a efectuar la notificación mediante la
inserción del correspondiente anuncio en el Boletín Oficial respectivo ¿es correcto el
proceder de los órganos de gestión?

5) D. X deberá presentar la correspondiente autoliquidación complementaria ya


que se trata de un olvido de ingresos que generará, como es obvio, una mayor
cantidad a pagar respecto de la 1ª autoliquidación (lo mismo hubiera sido una
cantidad menor a devolver) art. 122.2 LGT. La presentación de este tipo de
autoliquidaciones tienen unas consecuencias fiscales (recargos) que se estudiaran
convenientemente en recaudación.
En el caso de que se hubieran declarado más ingresos no procedería la
autoliquidación complementaria. Se debe instar la rectificación de dicha
autoliquidación 120.3 LGT. No cabe impugnación directa de autoliquidacion (no
es acto admón.). En su caso, sería impugnable decisión del órgano de la
Administración Tributaria que denegase la rectificación (confirmando la
autoliquidación presentada por D. X)
La actuación de la órganos de gestión no es correcta. En primer lugar, porque la
liquidación se dicta habiendo operado la prescripción por transcurso de 4 años.
Plazo finalización periodo voluntario declaración (1 de junio 2007), fecha
notificación liquidación (9 de septiembre de 2011) sin que el procedimiento de
verificación de datos haya interrumpido prescripción porque el mismo ha
caducado (más de seis meses -inicio 2 de enero de 2011, finalización día 9 de
septiembre) art. 133.1 LGT y por, ello, no se habrá producido interrupción de la
prescripción –104.5 nueva LGT-.; en segundo lugar, porque, aun cuando no
hubiera ocurrido lo anterior, la liquidación no sería definitiva, sino provisional.
(Aclarar que no obstante la caducidad, se puede iniciar de nuevo el procedimiento
de verificación de datos 133.1 d) LGT y también que las actuaciones llevadas a
cabo en procedimiento caducado
Por último, la actuación es también incorrecta en la medida en que lo es la forma
en que se ha llevado a cabo la notificación de la liquidación, pues si bien se lleva a
cabo en su domicilio, sólo se hace el día y la hora indicada, siendo que la
notificación por comparencia mediante la inserción de los correspondientes
anuncios en los BOES exige que se haga un doble intento de notificación (art. 112
LGT)
6) D. X, empresario, ha percibido durante el año 2007 una serie de rentas sujetas al IRPF,
presentando su declaración-liquidación por este Impuesto el día 20 de junio de 2008. El
plazo máximo para la presentación de dicha declaración concluía el 30 de junio de 2008.
El 8 de marzo de 2012 los órganos de gestión de Hacienda inician un procedimiento de
comprobación limitada y requieren a D. X una serie de justificantes y recibos relativos a
determinadas deducciones practicadas en su declaración, exigiéndole además el examen de
su documentación contable. Tras efectuar tales operaciones, y a la vista de los datos
contables, los órganos de gestión practican a D. X una liquidación definitiva 8 meses
después de haberse iniciado el procedimiento, exigiéndole una cantidad adicional a
ingresar de 10.000 euros. ¿Es correcto este proceder de los órganos de gestión? Con
independencia de lo anterior ¿Podrían los órganos de la Inspección iniciar una actuación
inspectora contra D. X tras la finalización de la actuación de los órganos de gestión? En
caso afirmativo ¿estaría sometida tal actuación a algún tipo de límite material?. Por otra
parte, D. X ha presentado ante la Administración tributaria unas declaraciones
(certificaciones) de retenciones en la que constan unas retenciones efectuadas a D. Y
(abogado) ¿qué valor probatorio cabe otorgar a las declaraciones de retenciones efectuadas
por D. X en el caso de que se investigue la situación tributaria de D. Y?

6) La actuación no es correcta por diversas causas. En primer lugar, porque la


deuda ha prescrito. Ello se debe a que el procedimiento de comprobación limitada
ha durado más de seis meses por lo que el procedimiento ha caducado (art. 139
LGT), sin que, por lo tanto, se haya interrumpido la prescripción (104.5). En
consecuencia, como el fin del periodo de presentación de la liquidación concluía el
30 junio de 2008 y la liquidación se dicta el 8 de noviembre de 2012, han pasado
más de 4 años y, por tanto, ha prescrito. Junto a ello, y aunque no hubiera
prescrito, tb. sería incorrecto dado que se ha exigido la documentación contable a
D. X cosa que no se puede hacer en el procedimiento de comprobación abreviada
–136 LGT-. Por lo demás, tampoco es correcto que no se haya comunicado a D. X
la correspondiente propuesta de liquidación –138 LGT-. Por último, la
liquidación no sería definitiva sino provisional –139 LGT-.

En cuanto a la segunda cuestión, y siempre que no se hubiera producido la


prescripción que hemos visto, es evidente que sí cabría iniciar ese procedimiento
de inspección. En este sentido, art. 139.1 c) ya dice que una de las formas de
finalizar proced. de comprob. abreviada es iniciar un procedimiento inspector.
Pero tb cuando ya se ha dictado liquidación provisional tras haber finalizado la
comprobación abreviada, cabe iniciar proced. de inspección si bien con las
limitaciones que se expresan el 140 LGT -nuevos hechos o circunstancias
derivadas de nuevas actuaciones-

En cuanto al valor probatorio de los certificados de retenciones aportados por D.


X es el que le otorga el 108.4 LGT-. Ello significa: 1) que los órganos de la
Administración tributaria pueden utilizar ese certificado de retenciones como
medio de prueba contra D. Y, pues lo permite el 136 LGT y 2) que los datos en
cuestión aportados por D. X se presumen ciertos pero, en principio, sólo para él y
a los efectos de D. Y deberán ser contrastados por los órganos de la
Administración tributaria si D. Y alega la falsedad o inexactitud de los mismos
(vid tb 136 d) in fine LGT).

7) D. X formula, antes de la finalización del plazo establecido para la presentación de la


declaración del IRPF del año 2010 una consulta escrita al órgano competente de la
Administración tributaria. D. X, aunque disconforme con la contestación recibida de dicho
órgano efectúa su declaración conforme a los criterios contenidos en dicha contestación.
Un año más tarde, la Administración tributaria procede a investigar al citado D. X
comprobando que su declaración, en el punto concreto que fue objeto de consulta, resulta
incorrecta, razón por la cual procede a regularizar su situación tributaria abriéndole además
expediente sancionador. ¿Es correcta la actuación de la Administración? ¿habría algún
caso en que lo fuera? ¿podría haber impugnado D. X la contestación proporcionada a la
consulta escrita?. Por lo demás, ¿a que otros sujetos les resultaría aplicable dicha
contestación?

La actuación de la administración tributaria es incorrecta.

Ello se debe a que, dado que la contestación a la consulta tienen efectos vinculantes
para los órganos encargados de la aplicación de los tributos, es evidente que los
mismo no pueden apartarse de los criterios contenidos en la referida contestación.

En consecuencia, y dado D. X tributo conforme lo indicado en la contestación, es


obvio que no procede comprobación alguna de la situación tributaria consultada ni
tampoco, por supuesto, la imposición de sanción alguna.
La actuación de la Administración hubiera sido correcta si D. X. -que, recuérdese, no
estaba de acuerdo con la contestación dada a la consulta- no hubiera seguido los
criterios expuestos en la contestación y hubiera actuado de forma distinta.

En cuanto a la posible impugnación de la contestación, ello no es posible (art. 89.4


LGT), debiendo interponerse en su caso el recurso o reclamación contra el acto
administrativo que se dicte en aplicación.

Los efectos de la contestación se extenderán a cualquier otro obligado tributarioi que


se encuentre en idéntica situación que el consultante. Excepciones: 1) que se haya
modificado la legislación aplicables; 2) que se haya modificado la jurisprudencia
aplicable al caso consultado

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