Ensayo Marca y Responsabilidad Social Empresarial
Ensayo Marca y Responsabilidad Social Empresarial
Ensayo Marca y Responsabilidad Social Empresarial
innovación.
Ana Sofía Jaramillo Mejía
Análisis textual
Universidad EAFIT
Resumen:
Este ensayo plantea la necesidad de que las empresas se preocupen no solo por
ofrecer productos y servicios que satisfagan las necesidades de sus clientes, sino
que deben relacionarse de una manera directa y sincera con los territorios en los
que tiene incidencia y aportar a la solución de los problemas sociales y
ambientales de su entorno.
Ensayo
Una empresa debe saber que el posicionamiento de su marca no se limita solo a la oferta
de productos y servicios que satisfagan la necesidad de sus clientes, o la mejora
continua mediante la innovación de estos, sino que debe tener en cuenta otros aspectos
importantes que tienen que ver con el entorno de sus usuarios o con intereses comunes
de las sociedades que trascienden las fronteras. En un mercado competitivo, son tantas
las alternativas que tiene una persona de adquirir un determinado tipo de productos que
se vuelve determinante darle un valor agregado que toque la conciencia colectiva y
fortalezca la reputación de la marca, como lo son acciones relacionadas con la
responsabilidad social y ambiental que pueden convertirse en un elemento determinante
que genera empatía hacia la empresa y puede ser factor que incline la balanza a la hora
de que el cliente tome la decisión de compra.
En un mundo que ofrece a las personas multiplicidad de opciones que satisfagan sus
necesidades, las marcas deben comenzar a diferenciarse de otras a partir de políticas que
las comprometan socialmente con sus entornos. Ciertamente, (Echeverría, Abrego y
Medina, 2018, párr. 1) el sector de negocios le da importancia a la responsabilidad
social debido a que hay clientes que eligen un producto por la credibilidad y confianza
que les ha brindado una empresa, sin importar el precio. También se diferencian
mediante estrategias de marketing que hagan evidentes esas políticas y que permitan
generar empatía, reconocimiento y las conviertan en valor agregado a sus productos.
Con base en lo anterior, el planteamiento central del texto es que para una empresa
posicionar su marca no solo requiere la oferta de productos y servicios útiles y de
calidad sino también involucrarse en su entorno social con acciones que le den valor
agregado a su marca.
Empresas y sociedad
Hoy en día es imposible concebir a las empresas como entes autónomos y aislados del
resto de la sociedad. Son muchas las relaciones que hacen que una institución
necesariamente se involucre con lo que pasa también por fuera de los muros que limitan
sus instalaciones. Y estas relaciones no se limitan al quehacer propio de su producto o
servicio, que tiene que ver con los insumos y servicios que requiere para el normal
funcionamiento de sus procesos, sino también con lo que socialmente ocurre de puertas
para afuera, tanto en su vecindario como a niveles más amplios de territorialidad.
Para ejemplarizar esta condición, basta, con mirar cómo una empresa puede verse
afectada por las decisiones que toman los gobiernos locales y nacionales en materia de
impuestos, o por las dificultades para la movilidad en el sector donde se localiza, o por
las fallas en la prestación de los servicios públicos. O analizar, por mencionar otro
aspecto, cómo la inseguridad que se vive en una ciudad puede afectar a sus empleados,
en el trabajo o por fuera de él, como puede padecerla el conductor de un camión que
lleva productos a determinados clientes, la puede sufrir un operario que es asaltado un
par de cuadras antes de llegar al trabajo. Ni que decir de otros aspectos que pueden
parecer ajenos a la institución pero que a la larga afectan su actividad normal, como por
ejemplo la guerra comercial entre China y Estados Unidos que registran los medios de
comunicación.
Una empresa no puede, por tanto, entenderse como un ente aparte del resto del mundo y
así como lo externo puede llegar a afectar su normal funcionamiento, sus directivos
tiene que entender que por pequeña que sea la compañía, las decisiones que toman
pueden a la larga afectar a su entorno, y no solo en el aspecto comercial propio de su
razón de ser, sino también desde el punto de vista ambiental y social, ya que lo que
aparentemente está dirigido a sus públicos, puede terminar transcendiendo los muros de
la institución e incidir en los entornos locales o globales.
Los adelantos tecnológicos que nos han situado en la era digital no solo han hecho que
las empresas y sus marcas se expandan por todo el mundo, sin límites fronterizos,
haciéndolas mas conocidas y reconocidas, sino que también han significado un cambio
en la manera como las compañías se relacionan con los clientes y como éstos se acercan
a las empresas. Gracias a la internet y demás posibilidades tecnológicas, el cliente no es
un mero consumidor, hoy en día es una persona con acceso a la información que antes
de tomar una decisión de compra puede fácilmente investigar la empresa, leer las
noticias que produce, buscar la opinión de otros usuarios, compararla con la
competencia, etc.
Los clientes ahora son personas conscientes que no tragan entero y que se interesan por
saber cómo están hechos los productos que consumen, qué materiales usan, si son
amigables con el medio ambiente, si las empresas son legales, si explotan a los
trabajadores, si es coherente lo que le dice la publicidad con lo que hace la compañía y,
más aún, con lo que es su propia concepción del mundo. Las manifestaciones que han
hecho consumidores contra marcas que en sus prácticas de producción consideran que
afectan el medio ambiente, o que usan para su manufactura a personas que son
explotadas en Asia o en América Latina son cada vez más comunes. Esto es sin duda la
manifestación de esa conciencia colectiva en torno a los asuntos de interés común y a
los que las empresas deben apostarle, no como un tema de interés comercial sino como
una política institucional.
En un mundo cada vez más globalizado, las compañías no pueden darse el lujo de estar
al margen de lo que ocurre en su entorno. Deben conocer a sus vecinos, saber qué
problemáticas enfrentan las personas que viven en la cercanía e interesarse en aportarle
a las soluciones, pero con un compromiso sincero por mejorarles su calidad de vida, no
solo mirarlos como clientes potenciales sino como miembros de su misma comunidad.
Y así mismo, hacerse partícipes de las temáticas más universales, tomar posición frente
a la pobreza, el hambre y la violencia; en torno a la protección de la selva, al
calentamiento global, a la contaminación o a la conservación de especies en vía de
extinción, porque ellas habitan el mismo planeta, son parte del problema y deben ser
parte de la solución.
La modernidad digital lleva a las empresas y sus marcas a un nivel nunca visto. Como
lo planteé al comienzo de este ensayo, la relación cliente empresa es ahora más cercana
y visible, trascendiendo al producto y generando dinámicas que pueden ser fácilmente
viralizadas y afectar la reputación misma de las empresas. La atención al cliente no se
queda en la compra, ni en la atención posventa, sino que ahora es también un tema
emocional, porque la marca dejó de ser un sello que distinguía a un producto del de la
competencia para convertirse en un elemento de valor, por ser un producto en sí misma.
El futuro de las empresas dependerá de que sus ejecutivos estén en sintonía con la
sociedad, sea su cliente o no, ya que las sociedades se están transformando en
comunidades virtuales, que no conocen fronteras ni tienen límites sociales. Este nuevo
panorama dejó de ser solo de mercados y pasó a ser de afectos, de conciencia en torno a
las problemáticas colectivas que para algunos grupos resultan relevantes a la hora de
inclinarse por un producto, una marca o una empresa. Ese es el panorama que exige
ahora conocer a los clientes no solo por su comportamiento a la hora de comprar, sino
entender también lo que lo apasiona, lo que le preocupa, lo que lo mueve a él y a su
colectivo.
Referencias
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responsabilidad social empresarial en la imagen de marca afectiva y reputación.
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