Procedibilidad

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Sentencia T-459/17

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Procedencia excepcional

La procedencia excepcional de la acción de tutela contra providencias


judiciales surge de la necesidad de encontrar un equilibrio razonable
entre la función constitucional de proteger los derechos fundamentales
de las personas y el respecto por la autonomía judicial y la seguridad
jurídica esenciales en un Estado de derecho. En este sentido, la Corte
Constitucional ha sostenido que esta acción procede cuando el
funcionario judicial viola de forma flagrante y grosera la Constitución y
se cumplen los requisitos generales y especiales de procedibilidad.

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Requisitos generales y especiales de
procedibilidad 

CARACTERIZACION DEL DEFECTO MATERIAL O


SUSTANTIVO COMO CAUSAL DE PROCEDIBILIDAD DE
LA ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS
JUDICIALES-Reiteración de jurisprudencia

El defecto material o sustantivo se presenta cuando existe una evidente y


grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión o, cuando el
juez falla con base en una norma evidentemente inaplicable al caso
concreto o en normas inexistentes o inconstitucionales.

CARACTERIZACION DEL DEFECTO FACTICO COMO


CAUSAL ESPECIFICA DE PROCEDIBILIDAD DE LA
ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS
JUDICIALES

El defecto fáctico como causal de procedencia de la acción tutela contra


providencias judiciales se presenta cuando el juez no tiene el apoyo
probatorio suficiente para aplicar el supuesto legal en el que sustenta la
decisión porque dejó de valorar una prueba o no la valora dentro de los
cauces racionales y/o denegó la práctica de alguna sin justificación.

DEFECTO FACTICO-Dimensión negativa y positiva

CARACTERIZACION DEL DEFECTO POR


DESCONOCIMIENTO DEL PRECEDENTE JUDICIAL
El desconocimiento del precedente se configura cuando el funcionario
judicial se aparta de las sentencias emitidos por los tribunales de cierre
(precedente vertical) o los dictados por ellos mismos (precedente
horizontal) al momento de resolver asuntos que presentan una situación
fáctica similar a los decididos en aquellas providencias, sin exponer las
razones jurídicas que justifique el cambio de jurisprudencia. 

PRECEDENTE JUDICIAL-Definición

El precedente judicial ha sido definido por el Alto Tribunal


Constitucional como “aquel conjunto de sentencias previas al caso que
se habrá de resolver que por su pertinencia para la resolución de un
problema jurídico constitucional, debe considerar necesariamente un
juez o una autoridad determinada, al momento de dictar sentencia”.

OBLIGATORIEDAD DEL PRECEDENTE-Carga


argumentativa que debe asumir el juez de tutela para apartarse del
precedente constitucional

El precedente no constituye una obligatoriedad absoluta, pues en razón


del principio de la autonomía judicial, el juez puede apartarse de
aquellos, siempre y cuando presente (i) de forma explícita las razones
por las cuales se separa de aquellos, y (ii) demuestre con suficiencia que
su interpretación aporta un mejor desarrollo a los derechos y principios
constitucionales.

VIOLACION DIRECTA DE LA CONSTITUCION COMO


CAUSAL DE PROCEDIBILIDAD DE LA ACCION DE
TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS JUDICIALES

Esta causal especial de procedibilidad de la acción de tutela encuentra


fundamento en el artículo 4 de la Constitución Política, según el cual “la
Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad
entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las
disposiciones constitucionales”. En consecuencia, este defecto se
estructura cuando una sentencia judicial desconoce determinados
postulados del texto superior, bien sea porque los omite por completo,
los contradice, o les atribuye un alcance insuficiente.

INDEMNIZACION MORATORIA POR FALTA DE PAGO


DE SALARIOS Y PRESTACIONES DEBIDAS AL
TRABAJADOR
INDEMNIZACION MORATORIA-
Concepto/INDEMNIZACION MORATORIA-
Origen/INDEMNIZACION MORATORIA-Cuantía y término

INDEMNIZACION MORATORIA-Naturaleza

INDEMNIZACION MORATORIA-Condiciones para su


procedencia

INDEMNIZACION MORATORIA-Jurisprudencia de la Corte


Suprema de Justicia

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Procedencia por cuanto se configuro defecto fáctico
por indebida valoración probatoria en proceso laboral

Referencia: Expediente T- 6.054.054

Acción de tutela instaurada por


César Tulio Castillo Loboa, contra
el Tribunal Superior del Distrito de
Popayán, Sala Laboral.

Magistrado Ponente:
ALBERTO ROJAS RÍOS

Bogotá D.C., dieciocho (18) de julio de dos mil diecisiete (2017)

La Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional, integrada por la


Magistrada Diana Fajardo Rivera y los Magistrados Carlos Bernal Pulido
y Alberto Rojas Ríos, quien la preside, en ejercicio de sus competencias
constitucionales y legales, específicamente las previstas en los artículos
86 y 241 numeral 9º de la Constitución Política y en los artículos 33 y
siguientes del Decreto 2591 de 1991, ha proferido la siguiente

SENTENCIA

Dentro del proceso de revisión de los fallos proferidos por la Corte


Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral y la Corte Suprema de
Justicia Sala de Casación Penal, Sala de Decisión de Tutelas Nº 1, en el
trámite de la acción de tutela instaurada por César Tulio Castillo Loboa, a
través de apoderado Judicial, contra el Tribunal Superior del Distrito de
Popayán, Sala Laboral.

El proceso de la referencia fue escogido por la Sala de Selección de


Tutelas Número Tres, mediante auto proferido el 30 de marzo de 2017,
en aplicación al criterio de selección objetivo.

ANTECEDENTES

El señor César Tulio Castillo Loboa, a través de apoderado Judicial,


interpuso acción de tutela contra el Tribunal Superior del Distrito de
Popayán, Sala Laboral, por la presunta vulneración de su derecho
fundamental a la igualdad.

1. Hechos

1.1. Afirma el señor César Tulio Castillo Loboa que el 2 de enero de


2008 suscribió con el Municipio de Padilla, Cauca, “diversos contratos
de Prestación de Servicios, [según él] en calidad de trabajador oficial en
el cargo de mantenimiento general de ese municipio y en el
Polideportivo del mismo.”.

1.2. Afirma el accionante que los contratos referidos terminaron el 31


de diciembre de 2011 y que durante la ejecución de los mismos cumplió
un horario de 6:00 a.m. a 6:00 p.m. de lunes a domingo, con una
asignación mensual de $676.000 pesos.

1.3. El 2 de julio de 2013, el señor Castillo Loboa presentó reclamación


administrativa ante el Municipio de Padilla, Cauca, con el fin de obtener
el pago de las acreencias laborales. Sin embargo, el Asesor Jurídico de la
Alcaldía Municipal indicó que no era posible acceder a su petición
porque los contratos suscritos eran de prestación de servicios, en
consecuencia no generaban una relación laboral.

1.4. Ante esta negativa, el tutelante presentó, el 9 de septiembre de


2014, demanda ordinaria laboral ante el Juzgado Laboral del Circuito de
Puerto Tejada, Cauca, en la que solicitó el pago de la liquidación
definitiva de las prestaciones sociales y la indemnización moratoria de
que trata el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo.

1.5. El Juzgado Laboral del Circuito de Puerto Tejada, Cauca, mediante


Sentencia del 29 de julio de 2015, decidió: (i) declarar que entre el señor
César Tulio Castillo Loboa y el Municipio de Padilla, Cauca, existió una
relación laboral; y (ii) conminar al municipio a pagar al demandante los
siguientes valores:

“ a.) La suma de $1.491.189,00, por concepto de prima de


navidad;
b.) La suma de $1.061.371,oo, por concepto de vacaciones;
c.) La suma de $722.980,oo por concepto de prima de
vacaciones;
d.) La suma de $1.571.171,00, por concepto de auxilio de
cesantía;
e.) La suma de los aportes correspondientes al Sistema General
de Seguridad Social en pensiones durante el tiempo
comprendido en los contratos de prestación de servicios que se
han detallado en la parte motiva de esta providencia, con
destino al Fondo de Pensiones que escoja el demandante o en
su defecto de la devolución de dichos aportes al demandante,
en el evento que el actor los hubiere hecho con dineros de su
propio peculio.
f. ) La suma de $22.533,33 diarios, a partir del 14 de
mayo del 2012 y hasta la fecha de cancelación total de la
obligación, por concepto de sanción moratoria, de
conformidad con lo expuesto en la parte considerativa de
esta providencia y en especial con lo dispuesto en el Decreto
797 de 1949 que consagra un período de 90, días como
plazo a las entidades territoriales, como demandada para
cancelar acreencias laborales.” (Énfasis Agregado)

1.6. Elevada a grado de consulta la precitada decisión, el Tribunal


Superior de Popayán, Sala Laboral, mediante fallo del 27 de julio de
2016 decidió revocar el ordinal f) de la sentencia dictada el 29 de julio de
2015, relacionada con el reconocimiento y pago de la sanción moratoria
y, confirmar en lo demás la providencia de primera instancia.1

A juicio de esta autoridad “no había razón para indilgar mala fe a la


terminación del contrato de trabajo por parte de la entidad territorial
demandada, pues en este proceso esta probado que la demandante
celebro(sic)contratos de prestación de servicios, y que los pagos se
hacían de acuerdo a la disponibilidad presupuestal y de acuerdo con las
ordenes de pago derivadas de contratos de prestación de servicios y esto

1
“PRIMERO: REVOCAR el ORDINAL F de la Sentencia dictada el 29 de julio de 2015 por el
JUZGADO LABORAL DEL CIRCUITO DE PUERTO TEJADA-CAUCA dentro del proceso
ORDINARIO LABORAL propuesto por CÉSAR TULIO CASTILLO LOBOA contra el
MUNICIPIO DE PADILLA-CAUCA, por las razones expuestas en esta motivación.
SEGUNDO: CONFIRMAR la sentencia en todo lo demás.”
da cuenta de la condición con que actuó la administración, de que el
contrato desarrollado tenía una regulación en la Ley 80 de 1993, es
decir, no dependía de la normatividad laboral que regula el contrato de
trabajo. En estas condiciones la entidad demandada no actuó de mala fe,
es decir, actuó con la condición equivocada de que estaba celebrando un
contrato ajeno al derecho laboral.”2

1.7. Alega el actor que la decisión adoptada por el Tribunal Superior de


Popayán, Sala Laboral, incurrió en los siguientes defectos que hacen
procedente la acción de tutela:

 Defecto fáctico, pues a pesar de haber aportado a la demanda


laboral todas las pruebas que demostraron una verdadera
relación laboral, la calidad de trabajador oficial y la negativa
del Municipio de Padilla, Cauca, en el pago de las Prestaciones
Sociales, el juez de segunda instancia “no les dio el valor
probatorio se les debía dar a las misma.”.

 Defecto sustantivo al no aplicar el Decreto 797 de 1949, que


impone la sanción moratoria “pero que a la vez conforme a la
jurisprudencia de la Corte Suprema permite la
EXONERACIÓN de la misma, si la demandada demuestra LA
BUENA FE con RAZONES OBJETIVAS y JURÍDICAS que no
estaba obligado a pagar los valores adeudados, pero ello No
ocurrió así, pues desde que le hizo firmar al trabajador LOS
CONTRATOS NO OBRÓ CON LEALTAD, CON RECTITUD y
DE MANERA HONESTA.”

 Desconocimiento del precedente judicial, debido a que se


apartó de sus propias decisiones (precedente horizontal). “En
sentencia del 12 de marzo de 2015, proferida por el mismo
Tribunal Superior de Distrito- Sala Laboral, con ponencia del
doctor, LEONIDAS RODRÍGUEZ CORTÉS reconoció en un
caso fáctico y jurídico la SANCIÓN MORATORIA al ex
trabajador del Municipio de Padilla- Cauca, señor JAVIER
ZAPATA FRANCISCO. Quien cumplió las mismas labores que
el aquí accionante, César Tulio Castillo.”

2
“La Sanción moratoria como su nombre lo dice es una sanción cuya operancia no procede per se ni
de manera automática, sino que se encuentra sujeta a la demostración de justificantes, de exculpación
de la mala fe, ya que en el artículo 65 se ha establecido la presunción de mala fe en contravía del
principio universal de buena fe. Sin embrago, como no opera de manera automática es dable
establecer al momento de la terminación del contrato si existen motivos o circunstancias que muestren
que el empleador obró de buena fe.”
De igual manera se apartó, de forma arbitraria, de los
precedentes sentados por la Corte Suprema de Justicia- Sala
Laboral (precedente vertical) en Sentencias del 16 de marzo de
2005, radicado 23987, del 8 de marzo de 2012, radicado 39186
del 19 de marzo de 2014, radicado Nº 41775, sin explicar las
razones por las cuales se apartaba de la jurisprudencia en vigor
sobre la materia objeto de escrutinio judicial y sin demostrar
suficientemente que la interpretación alternativa que se ofreció
desarrollaba de mejor manera los derechos, principios y valores
constitucionales.

 Violación directa de la Constitución al vulnerar su derecho


fundamental a la igualdad, toda vez que en Sentencia de fecha
de 12 de marzo de 2015, proferida por el mismo Tribunal
Superior de Distrito- Sala Laboral- se reconoció a un ex
trabajador del Municipio de Padilla, Cauca, la Sanción
Moratoria.

2. Solicitud de Tutela

Con fundamento en la situación fáctica planteado el señor César Tulio


Castillo Loboa solicita el amparo de su derecho fundamental a la
igualdad, en consecuencia:

(i) “se revoque parcialmente la Sentencia del 27 de julio de 2016,


proferida por el ad quem en la cual REVOCÓ el literal F en su
parte resolutiva, dentro del proceso Nº 2014-00117-01, y en sede de
esta instancia confirme la Sentencia de primera instancia.”3

(ii) “Se ordene al Tribunal Superior de Distrito Popayán – Sala


Laboral, que en el término de ley, proceda a emitir nueva sentencia
dentro del proceso referido, acorde con la constitución y la Ley, y
los precedentes Judiciales de la Corte Constitucional y Corte
Suprema de Justicia- Sala Laboral aplicables al caso en comento.”4

3. Traslado y contestación de la Demanda

El 28 de octubre de 2016, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación


Laboral, admitió la acción de tutela interpuesta por el señor César Tulio
Castillo Loboa contra el Tribunal Superior del Distrito de Popayán, Sala
Laboral, y dispuso correr traslado de la solicitud de amparo

3
Folio 11 del cuaderno Nº 1.
4
Ibídem.
constitucional a la parte accionada para que se pronunciara sobre los
hechos de la demanda y, ente sentido, ejerciera su derecho de defensa.

Así mismo, resolvió vincular al Juzgado Laboral de Puerto Tejada,


Cauca, a la Alcaldía Municipal de Padilla, Cauca y a todas las partes
intervinientes en el proceso Nº 19573310500120140011700, para que, si
a bien lo tienen, se pronuncien sobre la presente actuación.

Vencido el término para pronunciarse las partes, entidades y autoridades


convocadas al presente trámite guardaron silencio.

4. Pruebas aportadas al proceso

a) Poder autenticado y otorgado al abogado Hugo Bocagrande


Pascuas, para que en nombre y representación del señor César
Tulio Castillo Loboa presente acción de tutela contra el Tribunal
Superior de Distrito de Popayán, sala Laboral. Fol. 13.

b) Copia de la solicitud de pago de las prestaciones sociales


presentada a la Alcaldía Municipal de Padilla, Cauca- Fol. 14 al
17.

c) Copia de la contestación del anterior derecho de petición. Fol. 18


y 20.

d) Copia del Acta de Conciliación Extrajudicial de fecha de 4 de


octubre de 2013, celebrada ante la Procuraduría 40 Judicial II
para Asuntos Administrativos. Fol. 20 al 22.

e) Copia del Acta Nº 053 proferida, en primera instancia, por el


Juzgado Laboral del Circuito de Oralidad de Puerto Tejada,
Cauca, en el trámite del proceso ordinario laboral adelantado por
el señor César Tulio Castillo Loboa contra el Municipio de
Padilla, Cauca. Anexa CD en blanco. Fol. 23 al 24.

f) CD que contiene el audio de la audiencia de segunda instancia en


el proceso ordinario laboral adelantado por el señor César Tulio
Castillo Loboa contra el Municipio de Padilla, Cauca.

g) CD que contiene el audio de la audiencia de primera instancia en


el proceso ordinario laboral adelantado por el señor Javier Zapata
contra el Municipio de Padilla, Cauca
h) CD que contiene el audio de la audiencia de segunda instancia en
el proceso ordinario laboral adelantado por el señor Javier Zapata
contra el Municipio de Padilla, Cauca.

5. Decisión judicial objeto de revisión

Primera Instancia

La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral en providencia


del 9 de noviembre de 2016 negó el amparo de los derechos
fundamentales al debido proceso y a la igualdad, al encontrar que la
Sentencia proferida por el Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral,
hizo un análisis pormenorizado del material probatorio acopiado al
plenario y a partir de éste, y de las normas que regulan el asunto de
litigio, concluyó, razonadamente, que no había lugar al pago de la
sanción moratoria.

En relación con la presunta vulneración del derecho a la igualdad, señaló


que el caso del señor Javier Zapata Francisco no puede tomarse como
extremo de comparación, pues aunque eventualmente poseen similitudes,
cada uno presenta condiciones diferentes en cuanto a los extremos
temporales, salarios y demás circunstancias que deben considerarse a la
hora de resolver este tipo de litigios.

Impugnación

El apoderado del señor César Tulio Castillo sustento la impugnó del fallo
de tutela de la referencia de la siguiente manera:

1) La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, hace alusión


a la presunta vulneración de los derechos fundamentales al debido
proceso y a la igualdad, cuando en ningún momento se solicitó el
amparo del primero de ellos. Al respecto preciso que, “acudió a este
mecanismo por considerar que el cuerpo colegiado incurrió en vicio
o defectos que se encuentran dentro de las causales específicas de
procedibilidad que hacen procedente la presente acción de tutela” y
que “tratándose de derechos fundamentales, no se debe confundir
uno con otro, puesto que en una Sentencia o fallo judicial cada uno
tendría una connotación jurídica muy diferente, que perfectamente
pueden perjudicar a una de las partes.”.

2) En la transcripción que hizo la Corte Suprema de Justicia de la


sentencia de segunda instancia objeto de reproche se observa que la
misma Sala del Tribunal reconoce que la sanción moratoria no opera
per se y de manera automática, sino que se encuentra sujeta a
demostración de justificantes de exculpación de mala fe; “exculpación
que nunca demostró la entidad territorial durante el proceso laboral,
y que la accionada no verificó o comprobó.”.

El caso del señor Javier Zapata presenta el mismo supuesto fáctico y


jurídico del señor César Tulio Castillo, si bien, “por lógica los
extremos laborales no van a ser los mismos, ni la edad, ni el color de
piel…” ambos presentaron demanda laboral debido a que no le fueron
pagadas las prestaciones sociales a la terminación del contrato.
Refiere que los dos fueron contratados mediante prestación de
servicios con el objeto de cumplir las mismas laborales, en el mismo
lugar de trabajo durante el día.

Segunda Instancia

La Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Sala de Decisión


de Tutelas Nº 1, mediante fallo del 16 de febrero de 2017, confirmó la
sentencia recurrida, al considerar que no es contraria a los mandatos
constitucionales y legales, o que quebrante los derechos fundamentales
del accionante, pues dicha providencia se profirió en el marco de estudio
de los presupuestos previstos en la normatividad aplicable y se
fundamentó en un argumentación jurídica plenamente atendible. En
palabras del ad quem se dijo:

“Admitirse la discusión propuesta en la demanda, sería


desconocer los principios que disciplinan la actividad de los
jueces ordinarios de independencia y sujeción exclusiva a la
ley previstos en los artículos 228 y 230 de la Carta Política. Así
como los del juez natural y las formas propias del contenidos
en el artículo 29 de la Norma Superior.”.

II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS

1. Competencia

Es competente esta Sala de la Corte Constitucional para revisar la


decisión proferida dentro de la acción de tutela de la referencia, de
conformidad con lo dispuesto en los artículos 86 y 241, numeral 9º, de la
Constitución Política y en concordancia con los artículos 31 a 36 del
Decreto 2591 de 1991.

2. Planteamiento del caso


El señor César Tulio Castillo Loboa, a través de apoderado Judicial,
instaura acción de tutela contra el Tribunal Superior del Distrito de
Popayán, Sala Laboral, al considerar que la decisión de segunda instancia
proferida por la autoridad accionada dentro del proceso laboral ordinario
vulnera su derecho a la igualdad.

El accionante alega que al negar el reconocimiento y pago de la sanción


moratoria (art. 65 CST.) desconoce su derecho fundamental, pues en otro
proceso que presentaba la misma situación fáctica y jurídica que la suya,
ese tribunal confirmó la sentencia de primera instancia que ordenaba el
pagó de indemnización moratoria, razón por la cual, considera que la
autoridad judicial accionada incurrió en un defecto por violación directa
de la Constitución.

Arguye, de igual manera, que la sentencia objeto de controversia también


presenta un defecto fáctico, uno sustantivo y uno por desconocimiento
del precedente, al no haberle dado el valor probatorio que debían las
pruebas aportadas a la demanda, al no aplicar el Decreto 797 de 1949 que
impone la sanción moratoria y, al omitir la jurisprudencia de la Corte
Suprema de Justicia- Sala Laboral, relacionada con el reconocimiento y
pago de la indemnización moratoria.

De la situación fáctica reseñada, observa la Sala que a pesar de que el


accionante alega la vulneración de su derecho a la igualdad, la
controversia gira en torno a la presunta vulneración al debido proceso.

3. Problema Jurídico

Corresponde a la Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional, en


primer lugar, verificar ¿sí la acción de tutela interpuesta por César Tulio
Castillo Loboa contra el Tribunal Superior del Distrito de Popayán, sala
Laboral, cumple con los requisitos generales de procedibilidad contra
providencia judicial ?

Superado éste estudio, la Sala resolverá los siguientes problemas


jurídicos:

¿La Sentencia proferida el 27 de julio de 2016 por el Tribunal Superior


de Popayán, Sala Laboral, vulneró el derecho fundamental al debido
proceso del accionante por incurrir en un defecto fáctico por indebida
valoración probatoria, al determinar que la entidad territorial demandada
no actúo de mala fe, porque, pese al reconocimiento de contrato realidad,
siempre había celebrado contratos de prestación de servicios?
¿La Sentencia proferida el 27 de julio de 2016 por el Tribunal Superior
de Popayán, Sala Laboral, vulneró el derecho fundamental al debido
proceso del accionante, por incurrir en un defecto sustantivo al inaplicar
el Decreto 797 de 1949 y al no dar el alcance legal y jurisprudencial al
artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo 5, según el cual la
indemnización moratoria no procede de forma automática dado que es
posible  la absolución de la misma, si se demuestra una conducta de
buena fe del empleador?

¿La Sentencia proferida el 27 de julio de 2016 por el Tribunal Superior


de Popayán, Sala Laboral vulneró el derecho fundamental al debido
proceso del accionante al desconocer el precedente jurisprudencial de la
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, relacionado con el
reconocimiento y pago de la indemnización moratoria?

¿ El Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, en Sentencia del 27 de


julio de 2016, incurrió en un defecto por violación directa de la
Constitución, por cuanto vulneró el derecho fundamental al debido
proceso del accionante, al revocar y negar el pago de la indemnización
moratoria, cuando en otro caso similar, reconoció a un ex trabajador del
Municipio de Padilla, Casuca, la sanción moratoria?

Aclara esta Sala que en caso de encontrar probado la existencia de uno


los requisitos especiales de procedencia de la acción de tutela contra
providencia judicial, no será necesario el estudio y verificación de los
demás defectos alegados por el accionante.

Para resolver el problema planteado, esta Sala reiterará la jurisprudencia


constitucional relaciona con (i) la procedencia de la acción de tutela
contra providencia judicial y (ii) la indemnización moratoria por falta de
pago de los salarios y prestaciones debidas al trabajador. Posteriormente,
procederá a realizar el estudio del caso concreto.

3.1. La procedencia de la acción de tutela contra providencia judicial

La procedencia excepcional de la acción de tutela contra providencias


judiciales surge de la necesidad de encontrar un equilibrio razonable
entre la función constitucional de proteger los derechos fundamentales de
las personas y el respecto por la autonomía judicial y la seguridad
jurídica esenciales en un Estado de derecho.6 En este sentido, la Corte
Constitucional ha sostenido que esta acción procede cuando el
5
Modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002.

6
Sentencia T-133 de 2015.
funcionario judicial viola de forma flagrante y grosera la Constitución 7 y
se cumplen los requisitos generales y especiales de procedibilidad8.

De conformidad con la Sentencia C-590 de 2005, los requisitos de


procedibilidad de la acción de tutela contra decisiones judiciales son los
siguientes:

3.1.1. Requisitos generales

1.- Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia


constitucional, es decir, que exista un confrontación de la situación
suscitada por la parte accionada con derechos fundamentales. Ello, por
cuanto los debates de orden exclusivamente legal son ajenos a esta acción
pública9. De esta manera corresponde al juez de tutela indicar con
claridad y de forma expresa porqué la cuestión a resolver es una cuestión
de relevancia constitucional que afecta las garantías de carácter
constitucional fundamental de las partes.

3. Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y


extraordinarios- de defensa judicial al alcance de la persona afectada,
salvo que se trate de evitar la consumación de un
perjuicio iusfundamental irremediable, de conformidad con el requisito
de subsidiariedad de la acción de tutela.

3.- Que se cumpla el requisito de la inmediatez, esto es, que la solicitud


de amparo se interponga en un término razonable y proporcionado a
partir del hecho que originó la presunta vulneración.

4.- Si la solicitud de amparo se fundamenta en una irregularidad procesal,


se debe demostrar que la misma tiene un efecto decisivo o determinante
en la sentencia que se impugna y que afecta los derechos fundamentales
de parte accionante.

5.- Que la parte actora identifique de manera razonable tanto los hechos
que generaron la vulneración como los derechos vulnerados y que
hubiere alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto
hubiere sido posible.

6.- Que no se trate de sentencias de tutela.

3.1.2. Requisitos especiales


7
Sentencia SU-659 de 2015.
8
Sentencias SU-198 de 2013, SU-659 de 2015, T-176 de 2016 y T-429 de 2016 entre otras.
9
Sentencia SU-659 de 2015.
Con el fin de preservar la seguridad jurídica y respetar la independencia
de los funcionarios que administran justicia, la jurisprudencia
constitucional ha establecido la necesidad de examinar si la decisión
judicial cuestionada está afectada por (i) un defecto orgánico; (ii) un
defecto sustantivo; (iii) un defecto procedimental; (iv) un defecto fáctico;
(v) un error inducido, (vi) una decisión sin motivación, (vii) un
desconocimiento del precedente constitucional y/o, (viii) una violación
directa de la Constitución.

Como en el caso que ocupa, la parte accionante alega la presencia de un


defecto sustantivo, uno fáctico, un desconocimiento del precedente
judicial y una violación directa de la constitución, la Sala Octava de
Revisión profundizará en estas causales específicas.

3.1.2.1. Defecto Sustantivo

El defecto material o sustantivo se presenta cuando existe una evidente y


grosera contradicción entre los fundamentos y la decisión 10 o, cuando el
juez falla con base en una norma evidentemente inaplicable al caso
concreto11 o en normas inexistentes o inconstitucionales12.

En Sentencia SU-659 de 2015, la Corte Constitucional reitero que ésta


causal de procedibilidad de la acción de tutela contra providencia judicial
puede identificarse en alguna de las siguientes situaciones:

“(i) Cuando existe una carencia absoluta de fundamento


jurídico. En este caso la decisión se sustenta en una norma que
no existe, que ha sido derogada, o que ha sido declarada
inconstitucional.

(ii) Aplicación de norma que requiere interpretación


sistemática con otras normas, caso en el cual no se tienen en
cuenta otras normas aplicables al caso y que son necesarias
para la decisión adoptada.

(iii) Por aplicación de normas constitucionales pero no


aplicables al caso concreto. En este evento, la norma no es
inconstitucional pero al ser aplicada al caso concreto vulnera

10
Sentencia SU-659 de 2015, T-133 de 2015, T-176 de 2016, T-060 de 2016, T-064 de 2016, T-065 de
2016 entre otras.
11
Ibídem.
12
Ibídem.
derechos fundamentales, razón por lo que debe ser igualmente
inaplicada.

(iv) Porque la providencia incurre en incongruencia entre los


fundamentos jurídicos y la decisión. Esta situación se configura
cuando la resolución del juez no corresponde con las
motivaciones expuestas en la providencia.

(v) Al aplicar una norma cuya interpretación desconoce una


sentencia de efectos ‘erga omnes’. En esta hipótesis se aplica
una norma cuyo sentido contraría la ratio decidendi de una
sentencia que irradia sus efectos a todo el ordenamiento
jurídico.

(vi) Por aplicación de normas abiertamente inconstitucionales,


evento en el cual si bien el contenido normativo no ha sido
declarado inexequible, este es abiertamente contrario a la
constitución. En este evento, la tutela procede si el juez
ordinario no inaplica la norma por medio de la figura de la
excepción de inconstitucionalidad.”

Así mismo sostuvo que “se incurre en un defecto sustantivo, cuando las
normas legales no son interpretadas con un enfoque constitucional,
fundado en la salvaguarda de los derechos fundamentales, tomando en
cuenta las particularidades del caso concreto”.13

3.1.2.2. Defecto Fáctico

El defecto fáctico como causal de procedencia de la acción tutela contra


providencias judiciales se presenta cuando el juez no tiene el apoyo
probatorio suficiente para aplicar el supuesto legal en el que sustenta la
decisión14 porque dejó de valorar una prueba o no la valora dentro de los
cauces racionales y/o denegó la práctica de alguna sin justificación15.

13
“…en reiteradas oportunidades el Tribunal Constitucional ha considerado que, en virtud del
artículo 4 de la Carta Política, la interpretación de las normas siempre debe ir acorde con lo
dispuesto por el Constituyente; es decir, que la hermenéutica legal en un sistema constitucional debe
estar guiada, ante todo, por el método de interpretación conforme, según el cual las disposiciones
jurídicas deben leerse en el sentido que mejor guarde coherencia con lo dispuesto en la Carta
Política.”.
14
Sentencia SU-448 de 2016.
15
Sentencia T-454 de 2015.
Para una mejor compresión de este defecto la jurisprudencia
constitucional16 ha establecido que éste puede presentarse en dos
modalidades, a saber:

(i) Defecto fáctico negativo: hace referencia a la omisión en la


valoración y decreto de pruebas determinantes para identificar la
veracidad de los hechos.17

(ii) Defecto fáctico positivo: En este evento, el juez aprecia pruebas


esenciales y determinantes que no ha debido admitir ni valorar
porque, por ejemplo, fueron indebidamente recaudadas o, efectúa
una valoración por “completo equivocada”.18

Bajo estos parámetros, la Corte Constitucional en Sentencia SU-448 de


2016 reiteró que el defecto fáctico “[s]e estructura, entonces, siempre
que existan fallas sustanciales en la decisión, que sean atribuibles a
deficiencias probatorias del proceso. (…) el fundamento de la
intervención del juez de tutela por deficiencias probatorias en el
proceso, radica en que, no obstante las amplias facultades
discrecionales con que cuenta el juez del proceso para el análisis del
material probatorio, éste debe actuar de acuerdo con los principios de la
sana crítica, es decir, con base en criterios objetivos y racionales.19”.

Así mismo, se indicó que:

“No obstante, el operador judicial ostente un amplio margen de


valoración probatoria sobre el cual fundamentará su decisión y
formará libremente su convencimiento20, ‘inspirándose en los
principios científicos de la sana crítica (Arts. 187 CPC y 61
CPL)’21, [empero] esta facultad nunca podrá ser ejercida de
manera arbitraria, pues dicha valoración lleva intrínseca ‘la
adopción de criterios objetivos22, no simplemente supuestos
por el juez, racionales23, es decir, que ponderen la magnitud y
el impacto de cada una de las pruebas allegadas, y rigurosos24,
esto es, que materialicen la función de administración de

16
Sentencia T-781 de 2011, T-267 de 2013, SU-172 de 2015,  T-605 de 2015, T-463 de 2016 y T-643
de 2016 entre otras.
17
Sentencia SU- 172 de 2015.
18
Ibídem.
19
Sentencia T-419 de 2011.
20
Cfr. Sentencia T-902 del 2005.
21
Cfr. sentencia T-442 de 1994.
22
Cfr. sentencia SU-1300 del 6 del de 2001.
23
Cfr. sentencia T-442 de 1994.
24
Cfr. sentencia T-538 de 1994.
justicia que se les encomienda a los funcionarios judiciales
sobre la base de pruebas debidamente recaudadas.’

(…) tal hipótesis se advierte cuando el funcionario judicial, ‘en


contra de la evidencia probatoria, decide separarse por
completo de los hechos debidamente probados y resolver a su
arbitrio el asunto jurídico debatido; o cuando a pesar de existir
pruebas ilícitas no se abstiene de excluirlas y con base en ellas
fundamenta la decisión respectiva. Ello se presenta en hipótesis
de incongruencia entre lo probado y lo resuelto’ (…)”

En este sentido, esta Corporación ha afirmado que atendiendo los


principios de autonomía judicial, juez natural e inmediación, la autoridad
constitucional no puede realizar un nuevo examen del material probatorio
como si se tratara de una instancia judicial adicional,25 su función se ciñe
verificar que la solución de los procesos judiciales sea coherente con la
valoración ponderada de las pruebas recaudadas por el juez y aportadas
por los intervinientes.26

3.1.2.3. Desconocimiento del precedente judicial

El precedente judicial ha sido definido por el Alto Tribunal


Constitucional como “aquel conjunto de sentencias previas al caso que
se habrá de resolver que por su pertinencia para la resolución de un
problema jurídico constitucional, debe considerar necesariamente un
juez o una autoridad determinada, al momento de dictar sentencia”.27

La aplicabilidad del precedente por parte del juez es de carácter


obligatorio, siempre que la ratio decidendi de la sentencia antecedente (i)
establezca una regla relacionada con el caso a resolver posteriormente;
(ii) haya servido de base para solucionar un problema jurídico semejante,
o una cuestión constitucional similar a la que se estudia en el caso
posterior; y (iii) los hechos del caso o las normas juzgadas en la
providencia anterior sean semejantes o planteen un punto de derecho
parecido al que se debe resolverse posteriormente.28

La Corte Constitucional ha sostenido que la importancia de seguir el


precedente radica en dos razones, a saber:

25
Sentencia T-625 de 2016.
26
Sentencia T-454 de 2015.
27
Sentencia T-1029 de 2012.
28
Ibídem.
La primera, en la necesidad de garantizar el derecho a la igualdad y los
principios de seguridad jurídica, cosa juzgada, buena fe, confianza
legítima y de racionabilidad, pues la actividad judicial se encuentra
regida por estos principios constitucionales:

“ii) el principio de cosa juzgada otorga a los destinatarios de


las decisiones jurídicas seguridad jurídica y previsibilidad de la
interpretación, pues si bien es cierto el derecho no es una
ciencia exacta, sí debe existir certeza razonable sobre la
decisión; (…); iv) Los principios de buena fe y confianza
legítima imponen a la administración un grado de seguridad y
consistencia en las decisiones, pues existen expectativas
legítimas con protección jurídica; y v) por razones de
racionalidad del sistema jurídico, porque es necesario un
mínimo de coherencia a su interior. De hecho, como lo advirtió
la Corte, ‘el respeto al precedente es al derecho lo que el
principio de universalización y el imperativo categórico son a
la ética, puesto que es buen juez aquel que dicta una decisión
que estaría dispuesto a suscribir en otro supuesto diferente que
presente caracteres análogos”29

La segunda, en el carácter vinculante de las decisiones judiciales en la


medida en que “el Derecho no es una aplicación mecánica de
consecuencias jurídicas previstas en preceptos generales, (…), sino una
práctica argumentativa racional”30. En este sentido, y dado que los fallos
de las autoridades judiciales delimitan parte del engranaje del
ordenamiento jurídico31, se le otorga a la sentencia precedente la
categoría de fuente de derecho aplicable al caso concreto.32

No obstante, el precedente no constituye una obligatoriedad absoluta,


pues en razón del principio de la autonomía judicial, el juez puede
apartarse de aquellos, siempre y cuando presente (i) de forma explicita
las razones por las cuales se separa de aquellos, y (ii) demuestre con

29
Ibídem.
30
Sentencia SU-053 de 2015.
31
Sentencia T-1029 de 2012.
32
En Sentencia SU-053 de 2015, la Corte Constitucional sostuvo que “La fuerza vinculante de las
decisiones de las denominadas altas cortes surge de su definición constitucional como órganos
jurisdiccionales de cierre, condición que les impone el deber de unificación jurisprudencial en sus
respectivas jurisdicciones. El mandato de unificación jurisprudencial, únicamente dirigido a las
cortes jurisdiccionales de cierre, se erige en una orden específica del Constituyente para brindar
cierta uniformidad a la interpretación y aplicación judicial del derecho en desarrollo del deber de
igualdad de trato debido a las personas, mediante la fuerza vinculante de sus decisiones judiciales
superiores.” 
suficiencia que su interpretación aporta un mejor desarrollo a los
derechos y principios constitucionales.33

En síntesis, el desconocimiento del precedente se configura cuando el


funcionario judicial se aparta de las sentencias emitidos por los tribunales
de cierre (precedente vertical) o los dictados por ellos mismos
(precedente horizontal) al momento de resolver asuntos que presentan
una situación fáctica similar a los decididos en aquellas providencias, sin
exponer las razones jurídicas que justifique el cambio de jurisprudencia. 

3.1.2.4. Violación directa de la Constitución

Esta causal especial de procedibilidad de la acción de tutela encuentra


fundamento en el artículo 4 de la Constitución Política, según el cual “la
Constitución es norma de normas. En todo caso de incompatibilidad
entre la Constitución y la ley u otra norma jurídica, se aplicarán las
disposiciones constitucionales”.34 En consecuencia, este defecto se
estructura cuando una sentencia judicial desconoce determinados
postulados del texto superior, bien sea porque los omite por completo, los
contradice, o les atribuye un alcance insuficiente.35

En sentencia SU- 542 de 2016 la Corte Constitucional reiteró que “en


virtud de la supremacía constitucional, cuando las autoridades
judiciales se enfrentan a un contradicción entre una norma legal y una
norma constitucional, deben preferir esta última.”36

En cuanto a la configuración de esta causal como requisito de


procedibilidad de la tutela, la Corte ha sostenido que el juez ordinario
desconoce la Constitución cuando:

(i) Deja de aplicar una disposición ius fundamental a un caso


concreto, es decir, cuando (a) en la solución del caso se deja de
interpretar y aplicar una disposición legal de conformidad con el
precedente constitucional, (b) se trata de un derecho fundamental
de aplicación inmediata, y (c) el juez en sus decisiones vulnera
derechos fundamentales y no tiene en cuenta el principio de
interpretación conforme con la Constitución.37

33
Sentencia T-342 de 2016.
34
Sentencia SU-542 de 2016.
35
Sentencia SU-490 de 2016.
36
Sentencia T-094 de 2013.
37
Sentencia T-522 de 2016, T-252 de 2016 y T-116 de 2016.
(ii) Aplica la ley al margen de los dictados de la Constitución. Hace
referencia al deber de aplicar las normas constitucionales con
preferencia a las legales, mediante el ejercicio de la excepción de
inconstitucionalidad.38

3.2. La indemnización moratoria por falta de pago de los salarios y


prestaciones debidas al trabajador.

El artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo 39 dispone que si a la


terminación del contrato, el empleador no paga al trabajador los salarios
y las prestaciones debidas, debe cancelar al empleado una suma igual al
último salario diario por cada día de retardo, hasta por veinticuatro (24)
meses, o hasta cuando el pago se verifique si el período es menor, salvo
los casos de retención autorizados por la ley o convenidos por las partes.

Además, el inciso segundo del numeral 1º establece que el empleador


deberá pagar intereses moratorios después de transcurridos 24 meses
desde la terminación del contrato "sobre las sumas adeudadas al
trabajador por concepto de salarios y prestaciones en dinero". Al
respecto, en Sentencia C- 781 de 2003, la Corte Constitucional indicó
que:

“La modificación que introduce el artículo 29 de la Ley 789 de


2002 al artículo 65 del CST consiste en establecer que ‘Si
transcurridos (24) meses contados desde la fecha de
terminación del contrato, el trabajador no ha iniciado su
reclamación por la vía ordinaria o si presentara la demanda,
no ha habido pronunciamiento judicial, el empleador deberá
pagar al trabajador intereses moratorios a la tasa máxima de
créditos de libre asignación certificados por la
Superintendencia Bancaria, a partir de la iniciación del mes
veinticinco (25) hasta cuando el pago se verifique’.

En otras palabras, si el trabajador no ha presentado demanda


por la vía judicial ordinaria dentro de los veinticuatro (24)
meses siguientes a la terminación de su vínculo laboral, o si la
misma no ha sido resuelta definitivamente por la autoridad
judicial, ya no se continúa haciendo exigible el pago de la
indemnización moratoria –un día de salario por cada día de
retardo -, sino únicamente el pago de intereses moratorios.”

38
Ibídem.
39
Modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002.
De lo anterior se extrae que hay lugar al pago de la indemnización
moratoria cuando: (i) se ha terminado la relación laboral,
independientemente de la causa que dio lugar a la terminación del
mismo40; (ii) el empleador está debiendo al trabajador salarios y
prestaciones y no las paga en el momento de dicha terminación; (iii) no
procede la retención legal de dichos salarios y prestaciones; y, (iv) no se
ha consignado el monto de la deuda confesada por el empleador en caso
de que no haya acuerdo respecto del monto de la deuda, o que el
trabajador se haya negado a recibir el pago.41

En Sentencia C-892 de 2009, la Corte Constitucional reiteró42 que


atendiendo el carácter cualificado de la indemnización moratoria, se debe
acreditar que el incumplimiento en el pago estaba fundado en la mala fe
del empleador, es decir, que el patrono debe incurrir en mora a sabiendas
de la existencia de la obligación, como presupuesto para el cobro judicial
de la mencionada indemnización:

“…, como lo ha precisado la jurisprudencia, la sanción


indemnizatoria prevista por el artículo 65 del C.S.T. no es -
como lo insinúa el demandante - de aplicación automática,
razón por la cual la condena correspondiente debe obedecer a
una sanción impuesta a la conducta del empleador carente de
buena fe que conduce a la ausencia o deficiencia en el pago de
origen salarial o prestacional. En consecuencia, la absolución
es posible si se demuestra una conducta de buena fe del
empleador ‘mediante la presentación de razones atendibles que
conduzcan a demostrar que ciertamente creía no deber’ (Corte
Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, sentencia de
mayo 14 de 1987). Así las cosas, la indemnización moratoria
se constituye en una garantía necesaria para quien ya no cuenta
con un contrato de trabajo ni las acciones que del mismo se
desprenden para defenderse: en su lugar, la configuración de
una causal de terminación injustificada por parte del empleador
por el incumplimiento que tratan los artículos 57 y 62 del
C.S.T., en la forma ya mencionada que constituye un
mecanismo de protección efectivo de los derechos
contractuales vulnerados.”

De igual manera, la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación


Laboral43, ha reiterado de manera uniforme que el reconocimiento y pago
de la indemnización moratoria no es automática. Para su aplicación, el
40
Sentencia C-892 de 2009.
41
Elementos reconocidos por esta Corporación en Sentencia C-781 de 2003.
42
Sentencia C-079 de 1999.
juez debe constatar si el demandado presentó elementos y/o razones que
acrediten una conducta provista de buena fe, es decir, que siempre se
debe examinar las circunstancias fácticas de cada caso, para efectos de
determinar si el obrar del empleador, al sustraerse al pago oportuno y
total de salarios o prestaciones sociales a la terminación del vínculo, esta
o no precedido de buena fe.

Al respecto, en Sentencia SL3962, con radicación No. 41775 44, dicha


Corporación sostuvo que:

“La buena fe se ha dicho siempre equivale a obrar con lealtad,


con rectitud, de manera honesta, en contraposición con el obrar
de mala fe; y se entiende que actúa de mala fe ‘quien pretende
obtener ventajas o beneficios sin una suficiente dosis de
probidad o pulcritud’ (Gaceta Judicial, Tomo LXXXVIII, pág.
223), como lo expresó la Sala Civil de esta Corte en sentencia
de 23 de junio de 1958.

Esa buena fe que la jurisprudencia ha encontrado en el artículo


65 del Código Sustantivo del Trabajo y que le ha servido, si se
halla suficientemente probada, para exonerar al empleador del
pago de la indemnización moratoria cuando se le encuentra
judicialmente responsable de la falta de pago de salarios y
prestaciones a la terminación del contrato, es la creencia
razonable de no deber, pero no es una creencia cualquiera sino
una debidamente fundada, pues aunque igualmente se ha
admitido que corresponde a la que se ha dado en denominar
buena fe simple, que se diferencia de la buena fe exenta de
culpa o cualificada, debe entenderse, con todo, que es aquella
que cabe definir como la conciencia de haber obrado
legítimamente y con ánimo exento de fraude.”.

Así mismo, reiteró45 que la mera creencia del empleador, en cuanto a que
el contrato que ató a las partes fue de una naturaleza diferente a la laboral
no es suficiente para exonerarlo del pago de la indemnización moratoria
prevista en el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, pues ‘la
absolución de esta clase de sanción cuando se discute la existencia del
vínculo contractual laboral, no depende de la negación del mismo por
la parte convocada a juicio al dar contestación al escrito inaugural del

43
Ver Sentencias (i) SL4032-2017, Radicación n.° 43283, Acta No. 07del 1 de marzo de 2017; (ii)
SL3688-2017, radicación N.° 42108 Acta 09 del 15 de marzo de 2017; (iii) SL6621-2017, radicación
n.° 49346, Acta 15 del 3 de mayo de 2017 entre otras.
44
Del 19 de marzo de 2014.
45
Entre otras sentencias, la de 8 de marzo de 2012, radicado 39186.
proceso, negación que incluso puede ser corroborada con la prueba de
los mismos contratos, ni la condena de esta súplica pende
exclusivamente de la declaración de su existencia que efectúe el
juzgador en la sentencia que ponga fin a la instancia; habida
consideración que en ambos casos se requiere de un riguroso examen de
la conducta del empleador, a la luz de la valoración probatoria que
hable de las circunstancias que efectivamente rodearon el desarrollo del
contrato, a fin de poder determinar si la postura de éste resulta o no
fundada, lo cual depende igualmente de la prueba arrimada y no del
simple comentario o afirmación de haberse regido el nexo por un
contrato de prestación de servicios, para el caso de aquellos especiales a
que alude el artículo 32 de la Ley 80 de 1993, o de la existencia de la
prueba formal de dichos convenios’.”.

En consecuencia, la buena fe del empleador no radica en la naturaleza del


contrato que ligó a las partes, sino en otros aspectos que giraron
alrededor de la conducta que asumió en su condición de deudor obligado,
razón por la cual, corresponde a éste demostrar que, a la terminación del
contrato, actúo con rectitud, lealtad y honestidad.

De lo expuesto, se tiene que la indemnización moratoria prevista en el


artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, modificado por el artículo
29 de la Ley 789 de 2002, no procede de forma automática dado que es
posible  la absolución de la misma si el empleador demuestra una
conducta de buena fe “mediante la presentación de razones atendibles
que conduzcan a demostrar que ciertamente creía no deber”.46 En este
sentido, corresponde al juez evaluar en cada caso la situación fáctica que
rodeó la omisión del pago de salarios y prestaciones sociales adeudas,
con el fin de determinar si hay lugar al pago o no de dicha sanción.

3.3. Caso concreto

El señor César Tulio Castillo Loboa interpuso acción de tutela contra la


decisión proferida, en segunda instancia, por el Tribunal Superior de
Popayán, Sala Laboral, el 27 de julio de 2016, al considerar que dicha
providencia presenta los siguientes defectos que vulneran su derecho a la
igualdad, a saber: (i) sustantivo, (ii) fáctico, (iii) desconocimiento del
precedente y (iv) violación directa de la constitución.

Alega el accionante que el Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral,


revocó el reconocimiento y pago de la indemnización moratoria de que
trata el artículo 65 del Código Sustantivo de Trabajo 47, bajo el argumento
46
Sentencia C-892 de 2009.
47
Modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002.
de que “la demandada desarrolló diversos contratos de prestación de
servicios, entonces actúo bajo la convicción que esos contratos tenía
regulación de la Ley 80 de 1993”,48 sin tener en cuenta la jurisprudencia
de la Corte Suprema de Justicia, Sala Laboral, que señala que hay lugar a
la exoneración de dicha sanción cuando se compruebe que el empleador
actuó con lealtad, rectitud y de manera honesta, eventualidades que no se
demostraron en el trámite del proceso.

Atendiendo la situación fáctica expuesta, la Sala Octava de Revisión de


la Corte Constitucional procederá a verificar el cumplimiento de los
requisitos generales de procedibilidad de la acción de tutela contra
providencia judicial y, de ser superado el mismo, continuará con el
estudio de fondo de la demanda.

3.3.1. Cumplimiento de los requisitos generales

1.- Que la cuestión que se discuta resulte de evidente relevancia


constitucional.

Para esta Sala se entiende satisfecho este requisito, pues el asunto objeto
de estudio plantea la presunta vulneración del derecho fundamental al
debido proceso y el desconocimiento de las garantías constitucionales de
los trabajadores vinculados irregularmente, razón por la cual, en aras de
proteger y defender estos derechos, se hace necesaria la intervención del
juez constitucional.

Al respecto, vale la pena reiterar lo señalado por la jurisprudencia


constitucional49 de que cuando se evidencia una tensión constitucional
entre la decisión judicial y los derechos fundamentales de los tutelantes
que debe ser resuelta, la acción de tutela resulta procedente.

2.- Que se hayan agotado todos los medios -ordinarios y


extraordinarios- de defensa judicial al alcance de la persona afectada,
salvo que se trate de evitar la consumación de un perjuicio
iusfundamental irremediable.

El accionante interpone acción de contra la decisión proferida en grado


jurisdiccional de consulta por el Tribunal Superior de Popayán, Sala
Laboral, dentro del proceso ordinario laboral adelantado contra el
Municipio de Padilla, Cauca, en la que se dispuso revocar el
reconocimiento y pago de la indemnización moratoria efectuada por el
Juzgado Laboral del Circuito de Puerto Tejada, Cauca.
48
Folio 3 del cuaderno principal.
49
Sentencia SU659 de 2015.
Al respecto, encuentra esta Corporación que contra dicha decisión no
procede recurso alguno, pues la consulta es una forma diferente,
independiente y excluyente de terminar el proceso laboral a la que se
produce con el trámite del recurso de apelación50

3.- Que se cumpla el requisito de la inmediatez.

En este caso la acción de tutela fue presentada dentro de un término


razonable. En efecto, la solicitud de amparo se interpuso 3 meses después
de proferida la sentencia de segunda instancia, lo que constituye un
término razonable y prudencial.51

4.- Si la solicitud de amparo se fundamenta en una irregularidad


procesal, se debe demostrar que la misma tiene un efecto decisivo o
determinante en la sentencia que se impugna y que afecta los derechos
fundamentales de parte accionante.

Este requisito no es aplicable al asunto bajo estudio ya que las


irregularidades que se alegan son de carácter sustantivo, fáctico, de
desconocimiento del precedente y de violación directa de la Constitución.

5.- Que la parte actora identifique de manera razonable tanto los hechos
que generaron la vulneración como los derechos vulnerados y que
hubiere alegado tal vulneración en el proceso judicial siempre que esto
hubiere sido posible.

La Sala encuentra que el accionante cumplió con este requisito de


procedibilidad, en la medida que identificó, con claridad, los hechos y los
derechos fundamentales que a su juicio hacen viable la presente acción
de tutela. De esta manera, los hechos propuestos como vulneradores de
derechos fundamentales son: (i) la indebida valoración de las pruebas, (ii)
inaplicación del Decreto 797 de 1949, que impone la sanción moratoria,
(iii) desconocimiento del precedente y, (iv) violación directa de la
Constitución.

50
Sentencia T-1029 de 2012. “en el evento en que se tramite y decida el recurso de apelación el juicio
ordinario terminará, siempre que no se proponga o proceda la casación. Lo propio ocurre con la
consulta, pues dicho instituto procesal es indispensable para que la decisión adoptada por el a-
quo, que es totalmente adversa al trabajador o la entidad territorial, quede ejecutoriada, y el proceso
llegue a su fin. En efecto, ese grado jurisdiccional ‘es un trámite obligatorio en los casos en que la ley
lo exige y que, tratándose del contencioso laboral, dicho grado jurisdiccional deberá inexorablemente
surtirse en los eventos de que trata el canon 69 del C.P’.”
51
La sentencia objeto de debate se profirió el 27 de julio de 2016, notificada por estrados, y la acción
de tutela se interpuso el 26 de octubre de 2016.
Fundamenta su solicitud de amparo en que de conformidad con la
jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia es posible la exoneración
del pago de la indemnización moratoria cuando el empleador demuestre
que obró de buena fe, esto es, con lealtad, rectitud y honestidad; situación
que no sucedió en este caso, por el contrario, se evidenció que la Alcaldía
de Padilla, Cauca, actúo de mala fe, el esconder la relación laboral a
través de una vinculación irregular que desconocía sus derechos como
trabajador.

6.- Que no se trate de sentencias de tutela.

En el caso bajo examen se controvierte una sentencia proferida por el


Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, dentro de una proceso
ordinario laboral, es decir, que la presente acción de tutela se interpuso
contra una decisión de carácter judicial.

Satisfechos los requisitos generales para la procedencia de la acción de


tutela contra providencia judicial, la Sala descenderá a los criterios
especiales relacionados con el defecto fáctico, sustantivo,
desconocimiento el precedente judicial y violación directa de la
constitución, alegados por el accionante.

3.3.2. Cumplimientos de los requisitos especiales

Defecto Fáctico

El tutelante alega que la Sentencia de segunda instancia, proferida por el


Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, presenta un defecto fáctico,
porque a pesar de haber aportado a la demanda laboral todas las pruebas
que demostraron: (i) una verdadera relación laboral, (ii) la calidad de
trabajador oficial y (iii) la negativa del Municipio de Padilla, Cauca, en el
pago de las Prestaciones Sociales; el juez de segunda instancia no les
proporcionó el valor probatorio que se les debía dar, en este sentido, “el
juez careció de apoyo probatorio que le permitiera la aplicación del
supuesto legal en el que sustentó su decisión.”.52

Revisada la Sentencia proferida por el Tribunal Superior de Popayán,


Sala Laboral, el 27 de julio de 2016, encuentra esta Sala de Revisión que
en la audiencia del fallo, el tribunal sostuvo que no había lugar al
reconocimiento y pago de la indemnización moratoria porque en el
proceso se encuentra demostrado que la entidad territorial demandada

52
Folio 6 del cuaderno principal.
“no actúo de mala fe, sino bajo una convicción equivocada.”. Para
sustentar dicha posición señaló que:

“En relación con la sanción moratoria que se condenó, debe


señalarse que como su nombre lo indica, se trata de una
sanción cuya operancia no procede per se ni de manera
automática, sino que se encuentra sujeta a la demostración de
justificantes, de exculpación de la mala fe, ya que en el artículo
65 se ha establecido la presunción de la mala fe en contravía
del principio universal de buena fe que existe universalmente,
eso lo ha dicho la Corte. Sin embargo, como ésta no opera de
manera automática, es dable establecer al momento de la
terminación del contrato si existe motivos o circunstancias que
demuestres que el empleador obró de buena fe.

Así las cosas, en el presente caso la Sala encuentra que no


habría razón para endilgar mala fe a la terminación del
contrato por parte de la entidad territorial demandada,
pues en este proceso esta probado que la demandante
celebró contratos de prestación de servicios y que los pagos
se hacían a disponibilidad presupuestal y de acuerdo con
ordenes de pago derivados de contratos de prestación de
servicios; y esto da cuenta de la condición con que actuó la
administración de que el contrato desarrollado tenía una
regulación en la Ley 80 de 1993, es decir, no dependía de la
normatividad laboral que regula el contrato de trabajo.

En estas condiciones la entidad demandada no actuó de mala


fe, es decir, actuó con la convicción de que estaba celebrando
un contrato ajeno al derecho laboral.”. (Énfasis agregado)

Para la Sala Octava de Revisión de la Corte Constitucional, la referida


sentencia presenta un defecto fáctico positivo por indebida valoración
probatoria, porque:

La jurisprudencia constitucional establece que es posible eximir al


empleador del pago de la indemnización moratoria cuando se compruebe
que éste actúo de buena fe al momento de la terminación del contrato,
esto es, que tenía la conciencia de haber obrado legítimamente y con
ánimo exento de fraude.

En el caso que nos ocupa, las pruebas que conllevaron al Ad quem a


negar el reconocimiento y pago de la indemnización moratoria son las
mismas que le permitieron a él y al A quo comprobar la existencia de una
relación laboral entre el señor César Tulio Castillo Loboa y el Municipio
de Padilla, Cauca.

Al respecto, recuerda esta Sala que en aquellos eventos en que se hayan


celebrado contratos de prestación de servicios y se verifique el
cumplimiento de una prestación personal, continuada, subordinada y
remunerada de un servicio, se encuentra configurada una relación laboral
que fue escondida y, que por ende, se deben garantizar los derechos
laborales de quienes han sido vinculados de manera irregular,
reconociendo los derechos y acreencias laborales a que tiene derecho los
trabajadores vinculados mediante un contrato de trabajo.53

En este sentido, para la Sala no es de recibo que el Tribunal Superior de


Popayán, Sala Laboral, haya concluido que la entidad territorial
demandada actúo de buena fe, cuando el trámite del proceso laboral
quedo demostrado que el Municipio de Padilla, Cauca, vinculó de
manera irregular al accionante y escondió durante la ejecución de
diversos contratos de prestación de servicios la relación laboral existente
entre las partes.

Lo anterior quiere decir que si de las prueba aportadas al proceso


ordinario se demostró que las condiciones laborales bajo las que se
desarrollaron los diversos contratos de prestación de servicio generaban
una relación laboral, hay lugar al pago de toda prestación social y

53
En Sentencia T-426 de 2015, la Corte Constitucional revisó el caso del señor Chávez Aldana, quien
laboró de forma ininterrumpida como Auxiliar de Servicios Generales en la Escuela Normal Superior
de la Hacienda de Barranquilla, al desarrollar un trabajo personal con un horario establecido por la
entidad, sujeto a órdenes del director de la institución. Sin embargo, la entidad educativa no le pagó
nunca prestaciones sociales, razón por la cual, interpuso demanda ordinaria laboral. En primera
instancia, el Juez Cuarto Laboral de Descongestión consideró que la parte demandante no probó la
calidad de empleado público, decisión que fue confirmada por el Tribunal Superior de Distrito Judicial
de Barranquilla. En esa oportunidad, la Sala Sexta de esta Corporación amparó los derechos
fundamentales al debido proceso y a la igualdad del accionante al encontrar que entre el señor Chávez
Aldana y la Escuela Normal Superior de la Hacienda de Barranquilla hubo un contrato laboral en
aplicación del principio del contrato realidad, en consecuencia, ordenó el reconocimiento de las
prestaciones dejadas de percibir. Sostuvo que “la jurisprudencia constitucional y contencioso
administrativa ha decantado que el principio de la primacía de la realidad sobre las formas
establecidas tiene plena operancia en aquellos eventos en que se hayan celebrado contratos de
prestación de servicios para esconder una relación laboral tanto frente a particulares como al Estado,
cuando se prueba el cumplimiento de una prestación personal, continuada, subordinada y
remunerada de un servicio.” En este sentido, cuando se configura la relación laboral en estos eventos
“el efecto normativo y garantizador del principio se concretará en la protección del derecho al
trabajo y garantías laborales iguales a las que gozan las personas que cumplen con sus mismas
funciones vinculadas de manera regular, sin reparar en la calificación o denominación del vínculo
desde el punto de vista formal, con lo cual agota su cometido al desentrañar y hacer valer la relación
de trabajo sobre las apariencias que hayan querido ocultarla. Luego, se garantizan los derechos
laborales de quienes han sido vinculados de manera irregular y han prestado sus servicios en
igualdad de condiciones a servidores públicos, reconociendo los mismos derechos y acreencias
laborales que estos gozan.”.
acreencia laboral, incluida la sanción moratoria, toda vez que el
empleador no demostró actuar de buena fe, por el contrario, disfrazó la
relación laboral con el propósito de evitar el pago de los beneficios
prestacionales inherentes a dichos vínculos.54

Bajo este contexto, concluye la Sala Octava de Revisión de la Corte


Constitucional que la Sentencia del 27 de julio de 2016, proferida por el
Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, presenta un defecto fáctico,
toda vez que se separó de los hechos debidamente probados y procedió a
resolver a su arbitrio el asunto jurídico relacionado con la indemnización
moratoria de que trata el artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo.55

En este orden, la Sala no estudiará los demás defectos alegados por el


accionante, pues basta con la configuración del criterio fáctico para que
se evidencie la vulneración al debido proceso del señor César Tulio
Castillo Loboa.

En consecuencia, la Sala Octava de Revisión revocará la sentencia


proferida el 16 de febrero de 2017 por la Corte Suprema de Justicia, Sala
de Casación Penal, Sala de Decisión de Tutelas Nº 1, que confirmó la
providencia emitida por la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación
Laboral, el 9 de noviembre de 2016, que negó la acción de tutela; para en
su lugar amparar el derecho fundamental al debido proceso del señor
César Tulio Castillo Loboa.

Así mismo, dejará parcialmente sin efecto la sentencia emitida por el


Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, el 27 de julio de 2016,
dentro del proceso ordinario laboral adelantado por el señor César Tulio
54
En Sentencia SU-448 de 2016 se indicó que “no desconoce esta Sala que la jurisprudencia tanto de
la Corte Suprema de Justicia como del Consejo de Estado han acudido a principios constitucionales
en la solución de controversias relacionadas con vínculos laborales o legales y reglamentarios
disfrazados mediante contratos de prestación de servicios, los cuales se realizan con el principal
propósito de evitar el pago de los beneficios prestacionales inherentes a dichos vínculos.”. En esa
oportunidad, la Corte Constitucional estudió el siguiente problema jurídico ¿las autoridades judiciales
demandadas vulneraron los derechos fundamentales al debido proceso, acceso a la administración de
justicia e igualdad de la señora Martha Patricia Martínez Pinzón, al negarle la sanción moratoria por el
pago tardío de las prestaciones sociales y en la consignación de las cesantías, conforme lo dispone el
artículo 99 de la Ley 50 de 1990 (…)”. Este Tribunal negó el amparó de los derechos fundamentales
al debido proceso, al acceso a la administración de justicia, a la igualdad, al trabajo y a la seguridad
social de la accionante, al considerar que no hay lugar al pago de la sanción moratoria por el pago
tardío de las cesantías regulados en el artículo 99 de la Ley 50 de 1990. Nótese que la ratio decidendi
se restringe a los supuestos de hecho que tienen aplicación en el artículo 99 de la Ley 50 de 1990,
dejando a salvo la interpretación que pueda darse del artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo,
relacionado con el pago de la indemnización moratoria por la no cancelación de los salarios y
prestaciones debidas. Lo anterior, si se tiene en cuenta que los elementos normativos de esta última
descripción son diversos al primer enunciado legislativo, por ejemplo, la inclusión de un aspecto de
responsabilidad subjetiva por parte del empleador, mientras la prescripción de 1990 se basa en una
responsabilidad objetiva.
55
Modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002.
Castillo Loboa contra el Municipio de Padilla, Cauca, en relación con el
numeral primero que revocó el ordinal f de la sentencia dictada el 29 de
julio de 2015 por el Juzgado Laboral del Circuito de Puerto Tejada,
Cauca, y, ordenará a dicha autoridad, emitir una sentencia
complementaria conforme a la parte motiva y resolutiva de esta
providencia.

4.- Síntesis de la decisión

El señor César Tulio Castillo Loboa instauró acción de tutela contra la


decisión proferida el 27 de julio de 2016, en segunda instancia, por el
Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral. Para el accionante la
referida decisión vulneró su derecho fundamental al debido proceso al
incurrir en los siguientes defectos: (i) fáctico, (ii) sustantivo, (iii)
desconocimiento del precedente y (v) violación directa de la constitución.

Manifiesta el tutelante que el Tribunal accionado, en grado jurisdiccional


de consulta, revocó el literal f)56 de la sentencia proferida en primera
instancia, por el Juzgado Laboral del Circuito de Puerto Tejada, Cauca, el
29 de julio de 2015, y, en consecuencia, negó el reconocimiento y pago
de la indemnización moratoria prevista en el 65 del Código Sustantivo de
Trabajo,57 tras considerar que el Municipio de Padilla no había actuado
de mala fe sino bajo una convicción equivocada, toda vez que a la
terminación del contrato la administración creía que éste tenía una
regulación en la Ley 80 de 1993; argumento que no comparte el
accionante pues en el proceso ordinario laboral no se comprobó que el
empleador hubiese obrado con lealtad, rectitud y de manera honesta, por
el contrario se demostró la mala fe al haber declarado el contrato
realidad.

La Octava de Revisión de la Corte Constitucional procedió a determinar


si la Sentencia proferida el 27 de julio de 2016 por el Tribunal Superior
de Popayán, Sala Laboral, vulneró el derecho fundamental al debido
proceso del accionante por incurrir en un defecto fáctico, sustantivo, en
un desconocimiento de precedente y en una violación directa de la
Constitución. No obstante, aclaró que en el evento de comprobarse la
existencia de uno los requisitos especiales de procedencia de la acción de
tutela contra providencia judicial, no sería necesario el estudio y
verificación de los demás defectos alegados por el actor.
56
“F.)La suma de $22.533,33 diarios, a partir del 14 de mayo del 2012 y hasta la fecha de
cancelación total de la obligación, por concepto de sanción moratoria, de conformidad con lo
expuesto en la parte considerativa de esta providencia y en especial con lo dispuesto en el Decreto
797 de 1949 que consagra un período de 90, días como plazo a las entidades territoriales, como
demandada para cancelar acreencias laborales.”
57
Modificado por el artículo 29 de la Ley 789 de 2002.
Para resolver el problema jurídico planteado, la Sala reiteró la
jurisprudencia constitucional relacionada con la procedencia excepcional
de la acción de tutela contra providencia judicial y analizó el tema del
pago y reconocimiento de la indemnización moratoria prevista en el
artículo 65 del Código Sustantivo del Trabajo, modificado por el artículo
29 de la Ley 789 de 2002.

Recordó esta Sala que “en aquellos eventos en que se hayan celebrado
contratos de prestación de servicios y se verifique el cumplimiento de
una prestación personal, continuada, subordinada y remunerada de un
servicio, se encuentra configurada una relación laboral que fue
escondida y, que por ende, se deben garantizar los derechos laborales de
quienes han sido vinculados de manera irregular, reconociendo los
derechos y acreencias laborales a que tiene derecho los trabajadores
vinculados mediante un contrato de trabajo.”.58

De igual manera, advirtió que sólo es posible eximir al empleador del


pago de la indemnización moratoria cuando éste demuestre que al
momento de la terminación del contrato asumió una conducta de buena
fe.

En el estudio del caso concreto, la Sala encontró que la decisión proferida


el 27 de julio de 2016 por el Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral,
vulneró el derecho fundamental al debido proceso del señor César Tulio
Castillo Loboa al incurrir en un defecto fáctico por indebida valoración
probatoria, pues las pruebas que conllevaron a adoptar la decisión
cuestionada, no demuestran que el Municipio de Padilla, Cauca, haya
obrado de buena fe, por el contrario, acreditan un actuar irregular, basado
en actuaciones que afectaban los derechos fundamentales del accionante,
al pretender evitar el pago de los beneficios prestacionales inherentes a
un contrato laboral.

Por lo anterior, la Sala revocará las sentencias proferidas en primera 59 y


segunda instancia60 en el trámite la acción de tutela y, en su lugar,
amparará el derecho fundamental al debido proceso.

III. DECISION.

58
Sentencia T-426 de 2015-
59
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral.
60
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Sala de Decisión de Tutelas Nº 1.
En mérito de lo expuesto, la Sala Octava de Revisión de la Corte
Constitucional, administrando justicia en nombre del pueblo y por
mandato de la Constitución,

RESUELVE:

PRIMERO.- Revocar la sentencia proferida el 16 de febrero de 2017


por la Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Penal, Sala de
Decisión de Tutelas Nº 1, que confirmó la providencia emitida por la
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Laboral, el 9 de noviembre
de 2016, mediante la cual negó la acción de tutela, para en su lugar,
amparar el derecho fundamental al debido proceso del señor César
Tulio Castillo Loboa.

SEGUNDO.- Dejar parcialmente sin efecto la sentencia emitida por el


Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral, el 27 de julio de 2016,
dentro del proceso ordinario laboral adelantado por el señor César Tulio
Castillo Loboa contra el Municipio de Padilla, Cauca, en relación con el
numeral primero, que revocó el ordinal f de la sentencia dictada el 29 de
julio de 2015 por el Juzgado Laboral del Circuito de Puerto Tejada,
Cauca, en primera instancia.

TERCERO.- Ordenar al Tribunal Superior de Popayán, Sala Laboral,


que en el término de un (1) mese, contados a partir de la notificación de
la presente sentencia, emita una sentencia complementaria conforme a la
parte motiva y resolutiva de esta providencia.

CUARTO.- Por Secretaría General líbrense las comunicaciones previstas


en el artículo 36 del Decreto 2591 de 1991.

Cópiese, notifíquese, comuníquese y cúmplase.

DIANA FAJARDO RIVERA


Magistrada

ALBERTO ROJAS RÍOS


Magistrado
CARLOS LIBARDO BERNAL PULIDO
Magistrado
Con salvamento de voto

ROCIO LOIZA MILIÁN


Secretaria General (e)
SALVAMENTO DE VOTO DEL MAGISTRADO
CARLOS BERNAL PULIDO

DEFECTO FACTICO POR INDEBIDA VALORACION


PROBATORIA-Configuración (Salvamento de voto)

El defecto fáctico es aquel vicio relacionado con la práctica o


valoración de las pruebas, que tiene una incidencia directa en la
decisión. La indebida valoración probatoria supone, tal como ha
reiterado la Corporación, que esta se realice de manera “arbitraria,
irracional o caprichosa”.

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Se debió declarar la improcedencia por
inexistencia de defecto fáctico, por cuanto no se demostró
arbitrariedad, irracionalidad o capricho del intérprete judicial en su
análisis probatorio (Salvamento de voto)

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Inexistencia de posible desconocimiento de
precedente de la Corte Suprema de Justicia en materia de
indemnización moratoria (Salvamento de voto)

ACCION DE TUTELA CONTRA PROVIDENCIAS


JUDICIALES-Cambio de precedente fijado en sentencia SU-
448/16, sin cumplir cargas de transparencia y suficiencia
(Salvamento de voto)

Con la presente decisión, la Sala de Revisión está cambiando el


precedente fijado en la sentencia de Unificación SU-448 de 2016,
adoptado por la Sala Plena de la Corporación.  De acuerdo con la
sentencia que motiva este salvamento, la subregla fijada en dicha
oportunidad solo aplica para el precepto normativo del artículo 99 de la
Ley 50 de 1990, no obstante, en dicha providencia se unificó
jurisprudencia en relación con el reconocimiento de sanción moratoria a
cargo de las entidades públicas, acogiendo la interpretación de la Sala
Plena del Consejo de Estado según la cual “en los eventos en los cuales
se logra demostrar la existencia de un contrato realidad los derechos
propios de dicha relación laboral surgen a partir de la sentencia que lo
declara y no hay lugar a la aplicación de disposiciones de carácter
sancionatorio respecto de la morosidad en el pago de las prestaciones
reclamadas”. Por lo que se considera, que en la sentencia no se cumplió
con las cargas de transparencia y suficiencia para apartarse del
precedente señalado.

Referencia: Sentencia T-459 de 2017


Expediente T-6054054.

Magistrado Ponente:
ALBERTO ROJAS RÍOS

En atención a la decisión adoptada por la Sala Octava de Revisión el día


18 de julio de 2017, referida al Expediente de la referencia, me permito
presentar Salvamento de Voto, con fundamento en las siguientes
consideraciones:

1. El proyecto ordena el amparo del derecho fundamental al debido


proceso del accionante, al hallar acreditado “defecto fáctico” en la
sentencia cuestionada en sede de tutela. El presunto defecto se
fundamenta en que el municipio de Padilla no demostró “actuar de buena
fe” y, “por el contrario, disfrazó la relación laboral con el propósito de
evitar el pago de los beneficios prestacionales”; en consecuencia, se
indica, “hay lugar al pago de toda prestación social y acreencia laboral,
incluida la sanción moratoria” (fl. 28). Por tanto, se deriva del proyecto
que la valoración probatoria que realizó la Sala Laboral del Tribunal
Superior de Popayán fue errada, al exonerar del pago de la sanción
moratoria al citado municipio.

2. El defecto fáctico es aquel vicio relacionado con la práctica o


valoración de las pruebas, que tiene una incidencia directa en la decisión.
La indebida valoración probatoria supone, tal como ha reiterado la
Corporación, que esta se realice de manera “arbitraria, irracional o
caprichosa”61. En este asunto no se demuestra la arbitrariedad,
irracionalidad o capricho del intérprete judicial en su análisis probatorio,
máxime, cuando su actividad está amparada en el principio de autonomía
judicial. Por el contrario, se plantea en el proyecto una apreciación
diferente acerca del fondo del asunto. Esta se justifica, presuntamente, en
la interpretación realizada por la Sala Laboral de la Corte Suprema de
Justicia en las sentencias referidas a fls. 21 y 22 del proyecto, dado que la
sentencia que se cita (T-426 de 2015) no se deriva que defina una
subregla jurisprudencial aplicable al presente asunto62. Así las cosas, no
61
Entre otras, las sentencias T-567 de 1998, T-590 de 2009 y SU-226 de 2013.
62
La referencia jurisprudencial citada no se ajusta al supuesto fáctico del caso, en aquella oportunidad
la Corte Constitucional amparo los derechos al debido proceso e igualdad, pero la situación fáctica es
podría considerarse que se esté en presencia de un “defecto fáctico” sino,
a lo sumo, de uno por “desconocimiento del precedente” de la Corte
Suprema de Justicia.

3. Ahora bien, en caso de que este último examen se realizara


(verificación del posible desconocimiento del precedente de la Corte
Suprema de Justicia), no considero que se configure tal defecto en la
decisión del Tribunal, por las siguientes razones:

3.1 De acuerdo con la sentencia C-836 de 2001, en la que se realizó


control de constitucionalidad al artículo 4 de la Ley 169 de 1896, el
precedente de la Corte Suprema de Justicia se constituye por tres
decisiones uniformes, sobre un mismo punto de derecho. En este caso, el
accionante no acredita la existencia de un precedente de dicha
Corporación, pues no allega ni refiere las tres sentencias de la Sala
Laboral de la Corte Suprema de Justicia que sean aplicables al caso
objeto de tutela. Así las cosas, no existe parámetro de comparación para
valorar la posible configuración de este vicio.

3.2 Ahora bien, sin perjuicio de lo anterior, las dos sentencias que refiere
el accionante como desconocidas por el Tribunal no comparten supuestos
fácticos y jurídicos análogos. La primera sentencia, que corresponde al
radicado 41775 de 19 de marzo de 2014, de la Sala Laboral de la Corte
Suprema de Justicia, no puede considerarse aplicable al presente asunto
porque el demandado es una empresa del sector privado, CARACOL
TELEVISIÓN, y no una entidad estatal descentralizada territorialmente.
La otra sentencia, aunque no es aportada pero sí referida en los
argumentos de la tutela, es la proferida el 8 de mayo de 2012, radicado
39186, de esa misma Corporación. Esta decisión tampoco puede
considerarse aplicable en el asunto objeto de estudio en sede de tutela
dado que el demandado es el Instituto de los Seguros Sociales (ISS),
entidad que, aunque hace parte del sector público, es una empresa
industrial y comercial del Estado cuyo régimen jurídico no es equivalente
al de una entidad descentralizada territorialmente, como es el caso del
municipio de Padilla.

4. Con la presente decisión, la Sala de Revisión está cambiando el


precedente fijado en la sentencia de Unificación SU-448 de 2016,
adoptado por la Sala Plena de la Corporación. De acuerdo con la
sentencia que motiva este salvamento, la subregla fijada en dicha

disímil toda vez que al tutelante no se le reconoció su condición de trabajador oficial en la jurisdicción
laboral, y la orden de esta Corporación consistió en expedir nueva sentencia dentro del proceso laboral.
Entonces, al no tratarse lo relativo a reconocimiento de sanción moratoria por entidad pública, no
puede utilizarse como precedente para el presente caso.
oportunidad solo aplica para el precepto normativo del artículo 99 de la
Ley 50 de 1990, (pié de página 54), no obstante, en dicha providencia se
unificó jurisprudencia en relación con el reconocimiento de sanción
moratoria a cargo de las entidades públicas, acogiendo la interpretación
de la Sala Plena del Consejo de Estado según la cual “en los eventos en
los cuales se logra demostrar la existencia de un contrato realidad los
derechos propios de dicha relación laboral surgen a partir de la
sentencia que lo declara y no hay lugar a la aplicación de disposiciones
de carácter sancionatorio respecto de la morosidad en el pago de las
prestaciones reclamadas”. Por lo que se considera, que en la sentencia
no se cumplió con las cargas de transparencia y suficiencia para apartarse
del precedente señalado.

Con el debido respeto,

CARLOS BERNAL PULIDO


Magistrado

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