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2° JUZGADO MILITAR DE SANTIAGO

PRIMERA FISCALÍA MILITAR DE SANTIAGO (Ex Sexta)


TOMO XXXV – “F-A”

AUTO DE PROCESAMIENTO
(ÓSCAR RODRIGO SEBASTIÁN IZURIETA FERRER)

Santiago, catorce de febrero de dos mil veintidós.


VISTOS Y TENIENDO PRESENTE:
A.- DE LOS MEDIOS DE PRUEBA.
PRIMERO: Que durante la sustanciación de este sumario y con
relación a los hechos que han sido objeto de la investigación, se han
reunido los siguientes antecedentes y elementos de prueba, a saber:
1.- DVD-R, remitido por TVN rotulado: "Programa Informe
Especial: Milicogate, corrupción en el Ejército" ordenado custodiar
a fojas 3 (fojas 7686 del Cuaderno Matriz).
2.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/5553, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 81, por la
cual se remiten al Tribunal los antecedentes relativos a la labor
específica del personal de Oficiales Ayudantes y personal de servicio del
Comandante en Jefe del Ejército (conductor, cocinero y mayordomo).
3.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/7243, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 108.
Remite los siguientes antecedentes que reglamentan el uso de Gastos
Reservados a nivel Ejército:
a. Ley N° 18.948 “Orgánica Constitucional de las FAs.”, de 1990,
en su Título VI, del Régimen Presupuestario, Artículo 98°, se refiere al
monto de los Gastos Reservados que anualmente deben ser fijados en la
Ley de Presupuestos del Sector Público, cuya rendición de cuentas debe
hacerse en forma global y reservada.
b. Ley N° 19.863, de 06 de febrero de 2003 “Sobre
Remuneraciones de Autoridades de Gobierno y Cargos Críticos de la
Administración Pública y de las Normas sobre Gastos Reservados”.
1) Esta Norma legal, en el Título II Transparencia Presupuestaria,
Artículo 2° menciona que se entenderá por Gastos Reservados

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aquellos egresos que, por el ministerio de esta ley, se faculta
realizar a las entidades mencionadas en el artículo siguiente, por
el cumplimiento de sus tareas públicas relativas a la seguridad
interna y externa y del orden público del país y a las funciones
inherentes a la Jefatura de estado que por su naturaleza requieran
de reserva o secreto.
2) En el Artículo 3°, señala que la Ley de Presupuestos del Sector
Público fijará anualmente las sumas a que ascenderán los Gastos
Reservados y, a la vez, los ministerios y entidades que podrán
contar con este tipo de recursos, considerando entre otros, las
Fuerzas Armadas.
3) En el Artículo 4°, dispone que de los Gastos Reservados se
rendirá cuenta anual, en forma genérica y secreta, a la Contraloría
General de la República, directamente a través del Contralor
General.
c. Dictamen N° 17.485, de 30 de abril de 2003, de la Contraloría
General de la República, a través del cual se imparten instrucciones en
relación con la aplicación de las normas contenidas en el Titulo II
Transparencia Presupuestaria de la Ley N° 19.863, específicamente
relativas al concepto de Gastos Reservados.
d. Ley Anual de Presupuestos del Sector Público, mediante el cual
se determinan los montos máximos autorizados al Ejército para Gastos
Reservados, tanto en moneda nacional como en moneda extranjera.
Además se informa que conforme a lo establecido en el D.L. N°
1263, de 1975 “Ley Orgánica de Administración Financiera del Estado“,
Artículo 32°, los recursos presupuestarios, entre ellos los asignados para
Gastos Reservados, son depositados en cuentas corrientes subsidiarias
de la única fiscal abiertas en el Banco del Estado de Chile, a saber:
 Tesorería del Ejército, Recursos Presupuestarios Moneda
Nacional.
 Tesorería del Ejército, Recursos Presupuestarios Moneda Dólar.
4.- Acta de percepción del Tribunal de fojas 141, recaída
en el documento electrónico con relación al capítulo del programa "En la
Mira" de Chilevisión, emitido el pasado 01 de agosto de 2016, titulado
"Milicogate".

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5.- Oficio de Chilevisión de fojas 142 remitiendo DVD que
contiene capítulo "Milicogate" de "En la Mira", emitido el día 01 de
agosto de 2016.
6.- Copias causa RUC 1401078417-5. Fiscalía Centro
Norte, agregadas ordenadas custodiar a fojas 146.
7.- Oficios de fojas 925, 979, 1469, 1577, 1695, 1933 y
1936 por el cual don José Morales Opazo, Fiscal Adjunto de la
Fiscalía Regional Metropolitana Centro Norte remite antecedentes
de investigación correspondientes a la causa RUC N° 1401078417-5,
seguida por lavado de activos y relacionada con la presente indagación.
8.- Informe Reservado de la Contraloría General de la
República de fojas 2064. Remite copia de las rendiciones de cuentas
de los Gastos Reservados de los años 2009 a 2018, suscritas por los
Comandantes en Jefe del Ejército y enviadas, en su oportunidad, al
Contralor General de la República conjuntamente con los anexos
descriptivos de la desagregación de los rubros de los Gastos Reservados
autorizados al Ejército de Chile para el periodo respectivo, así como con
la correspondiente declaración jurada, también firmada por los
mencionados Comandantes en Jefe, donde dan cuenta que los fondos
fueron usados en fines propios de las actividades respectivas del Ejército
de Chile.
9.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/4219, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 3027.
Remite Minuta de Servicios de Juan Miguel FUENTE-ALBA POBLETE.
10.- Oficio JEMGE DETLE A.E. (R) N°1595/2510 de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 14463.
Remite copia de las rendiciones de cuentas de los Gastos Reservados de
los años 2007 y 2008, suscritas por el Comandantes en Jefe del Ejército
y enviadas, en su oportunidad, al Contralor General de la República
conjuntamente con los anexos descriptivos de la desagregación de los
rubros de los Gastos Reservados autorizados al Ejército de Chile para el
periodo respectivo, así como con las correspondientes declaraciones
juradas, también firmadas por el Comandante en Jefe, donde da cuenta
que los fondos fueron usados en fines propios de las actividades
respectivas del Ejército de Chile.

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11.- Oficio JEMGE DETLE A.E. (R) N°1595/6609 de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 15101.
Remite copia de la rendición de cuentas de los Gastos Reservados del
año 2006, suscrita por el Comandantes en Jefe del Ejército y enviada,
en su oportunidad, al Contralor General de la República conjuntamente
con los anexos descriptivos de la desagregación de los rubros de los
Gastos Reservados autorizados al Ejército de Chile para el periodo
respectivo, así como con la correspondiente declaración jurada, también
firmada por el Comandante en Jefe, donde da cuenta que los fondos
fueron usados en fines propios de las actividades respectivas del Ejército
de Chile.
12.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/3701, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 2964.
Remite archivador con el encuadramiento de la Comandancia en Jefe del
Ejército, incluida la Secretaría General del Ejército y todas sus unidades
dependientes, desde el año 2006 a la fecha, además de las respectivas
descripciones de cargo.
13.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/6080, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 3560.
Remite los programas oficiales de las comisiones de servicio al
extranjero con su documentación de respaldo, desde el año 2010 al año
2019, realizados por los Comandantes en Jefe del Ejército. Asimismo, se
informa que no existen antecedentes relaciones con los programas
oficiales de las comisiones de servicio al extranjero realizadas por los
Comandantes en Jefe desde el año 2006 al 2009, por lo que se remiten
los Decretos Supremos de dichas comisiones.
14.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/6921, de la
Jefatura del Estado Mayor General del Ejército de fojas 3713.
Remite carpeta con antecedentes de los programas oficiales de las
comisiones de servicio al extranjero, realizados por los Comandantes en
Jefe del Ejército entre los años 2006 y 2009.
15.- Certificado y resolución de fojas 8742 que da cuenta
de la recepción del informe pericial de dibujo y planimetría
N°103-2020 elaborado por el Laboratorio de Criminalística de la

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Policía de Investigaciones de Chile, en relación con la diligencia
ordenada a fojas 8222.
16.- Certificado de fojas 8304 y acta ordenada custodiar
que da cuenta que con fecha 11 de diciembre de 2019 el tribunal
se constituyó en las dependencias de la Casa Institucional del
Comandante en Jefe del Ejército a fin de realizar una inspección
ocular.
17.- Oficio Reservado N°13 de 18 de marzo de 2021
suscrito por el Abogado Jefe de Servicios Legales de fojas
14.600. Informa las operaciones de cambios internacionales realizadas,
entre otros, por el encausado IZURIETA FERRER.
18.- Oficio N°441-2022 de 07 de febrero de 2022 del Banco
Santander, de fojas 16244. Remite movimientos bancarios del
encausado IZURIETA FERRER desde el 02 de enero de 2006 al 30 de
diciembre de 2015.
19.- Certificado de matrimonio del encausado Óscar
Rodrigo Sebastián IZURIETA FERRER y Ginetta Flavia
FORNAZZARI BUSTOS de fojas 16.247. Da cuenta que la fecha de
celebración del matrimonio fue el 08 de noviembre de 1973. Asimismo,
por escritura pública de 14 de abril de 2021 se pactó entre los
contrayentes la separación total de bienes, cuya subinscripción fue
efectuada con fecha 04 de mayo de 2021.
20.- Certificado de inscripción y anotaciones vigentes en el
Registro de Vehículos Motorizados de fojas 16.249. Da cuenta que
el vehículo placa patente única PDTV.87-3, marca Ford, modelo Escape,
año 2020 es de propiedad de Ginetta Flavia FORNAZZARI BUSTOS,
cónyuge del encausado y no tiene anotaciones vigentes incorporadas al
registro.
21.- Certificado de inscripción y anotaciones vigentes en el
Registro de Vehículos Motorizados de fojas 16.249. Da cuenta que
el vehículo placa patente única PYDW.21-4, marca Ford, modelo Escape,
año 2021 es de propiedad de Ginetta Flavia FORNAZZARI BUSTOS,
cónyuge del encausado y no tiene anotaciones vigentes incorporadas al
registro.

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22.- Índice del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Santiago de fojas 16.253 y siguientes. Da cuenta
de los bienes inmuebles que, de acuerdo a la información proporcionada
por dicho Conservador, emitida con fecha 08 de febrero de 2022,
registra a su nombre el encausado IZURIETA FERRER.
23.- Índice del Registro de Propiedad del Conservador de
Bienes Raíces de Santiago de fojas 16.256 y siguientes. Da cuenta
que, de acuerdo a la información proporcionada por dicho Conservador,
emitida con fecha 08 de febrero de 2022, Ginetta Flavia FORNAZZARI
BUSTOS, cónyuge del encausado, no registra bienes inmuebles a su
nombre.
24.- Oficio N°01 de 28 de enero de 2022 emitido por el
Conservador de Bienes Raíces de San Antonio de fojas 16.232.
Remite copias autorizadas de las inscripciones de fojas 6614 N°3945 del
año 1999 y de fojas 3645 N°4660 del año 2021.
25.- Informe de Acreencias, Deudas y/o Acciones de 08 de
febrero de 2022 de la Comisión para el Mercado Financiero de
fojas 16.258. Da cuenta que el encausado IZURIETA FERRER mantiene
operaciones vigentes en el Banco Santander y operaciones no vigentes
en el Banco Itaú Corpbanca, Banco Santander y Banco de Chile.
26.- Informe de Acreencias, Deudas y/o Acciones de 08 de
febrero de 2022 de la Comisión para el Mercado Financiero de
fojas 16.258. Da cuenta que Ginetta Flavia FORNAZZARI BUSTOS,
cónyuge del encausado IZURIETA FERRER, mantiene operaciones
vigentes en el Banco Santander y operaciones no vigentes en el Banco
Santander y Banco de Chile.
27.- Informe de Movimientos Migratorios remitido por la
BRIAC Metropolitana respecto de Oscar Rodrigo Sebastián
IZURIETA FERRER y su cónyuge Ginetta Flavia FORNAZZARI
BUSTOS, agregado a fojas 16.263 y siguientes.
28.- Antecedentes aportados por Sergio VÁSQUEZ
UNDURRAGA agregados a fojas 3873 y siguiente, custodiados en
la caja fuerte del tribunal según certificación de fojas 3875.
Describe el detalle de gastos anuales de la Comandancia en Jefe del
Ejército:
Funcionamiento Moneda Nacional
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Gastos funcionamiento : 85.200.000
Act. Fin de año : 31.000.000
Reserva : 71.000.000
$187.200.000
Funcionamiento Moneda Extranjera
Gastos funcionamiento 1.320.000
Viajes y Perdiem Generales 220.000
US$ 1.540.000
Otros
SGE 2.500.000
Ayte CJE 1.200.000
Ayte CJE 1.200.000
Edecán 1.200.000
Jefe de Gabinete MDN 1.200.000
$7.300.000

DETALLE DE GASTOS ANUALES

IMPREVISTOS COMANDANCIA EN JEFE $ 72.000.000


IMPREVISTOS SECRETARÍA GENERAL $27.600.000
FUNCIONAMIENTO CASA CDO $126.000.000
MANTENIMIENTO CASA CDO $24.000.000
APORTE ALIMENTACION SGE $25.440.000
AYUDA ESCOLAR $8.000.000
REGALOS CUMPLEAÑOS OFICIALES CJE $4.000.000
REGALO CUMPLEAÑOS SRAS. OFLES. CJE $2.100.000
REGALO CUMPLEAÑOS CP y EC CJE $18.000.000
REGALO CUMPLEAÑOS OFICIALES GENERALES $11.750.000
REFALO CUMPLEAÑOS SRAS. GENERALES $9.400.000
REGALO MATRIMONIO HIJO GENERALES $6.300.000
REGALOS DE MATRIMONIO $25.000.000
AJUAR NACIMIENTO HIJOS PERSONAL CJE $1.000.000
AUXILIAR AEROPUERTO $6.000.000
APOYO EX – CJE $38.400.000
HOTELES, PASAJES Y OTROS C/S EN EL PAÍS $30.000.000
GASTOS AYUDANTÍA CJE $5.000.000
GASTOS VARIOS E IMPREVISTOS ESCOLTA CJE $15.000.000
FUNCIONAMIENTO PELUQUERÍA Y SASTRERÍA CJE $2.000.000
EVALUACIÓN CONCURSO LITERARIO $1.000.000
GASTOS AEROPUERTO (EXCESO EQUIPAJE) $10.000.000
DIARIO LA SEGUNDA $1.000.000
OBSEQUIOS OFICIALES DESTINADOS $2.000.000
NAVIDAD PERSONAL CASA CDO $1.500.000
HOTELES C/S AL EXTRANJERO $30.000.000
GASTOS AUXILIAR CJE $5.000.000
ROTARY CLUB $1.000.000

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REPOSTERO $21.000.000
RECUERDO SRAS. OFLES GENERALES (ASENSO Y RETIRO) $40.000.000
LIBRE DISPONIBILIDAD $175.000.000
TOTAL DE GASTOS $745.200.000

US$ 1.320.000 x $500 =$660.000.000


$7.100.000 x 12 =$85.200.000
TOTAL DE INGRESOS $745.200.000

29.- Oficio EMGE AUGE SC I o (R) N° 1595/7225/ICM, de


fecha 28 de junio de 2019, de la Jefatura del Estado Mayor
General del Ejército, de fojas 3950. Remite documento de fecha 14
de junio de 2019 denominado “Destinaciones, Grados, Ascensos y
Encuadramientos del SOM Robinson Antonio DURÁN Yáñez”, rolante a
fojas 3951, que da cuenta que con fecha 31 de enero de 2002 se puso
término al llamado a Servicio Activo.
30.- Oficio JEMGE AUGE SC I o (S) N° 2205/9, de fecha 5
de julio de 2019, de la Jefatura del Estado Mayor General del
Ejército, de fojas 4228. Informa sobre los encuadramientos,
destinaciones y ascensos del SOM (R) Robinson Antonio DURÁN Yáñez, y
sus labores que desde su retiro del Ejército ha desempeñado, lo
siguiente:
“(…) 2. Por oficio de ‘Referencia 2)’, se dio respuesta parcial a lo
solicitado por el Tribunal, remitiendo en esa oportunidad, un certificado
especial del SOM (R) DURÁN Yáñez, confeccionado bajo los parámetros
requeridos, explicitando claramente las destinaciones, encuadramientos
y ascensos que ha tenido el Suboficial Mayor, quedando pendiente las
labores cumplidas que desde su retiro ha desempeñado en la Institución
e informar el origen de los recursos con los que se pagan sus servicios.
3. A través de oficio de ‘Referencia 3)’, ese Tribunal, solicita se dé
estricto cumplimiento a lo requerido por oficio de ‘Referencia 1)’,
disponiendo adicionalmente informar las Unidades a las cuales se
solicitaron antecedentes para dar respuesta al documento en comento,
en un plazo de 5 días.
4. Al respecto, sin perjuicio y teniendo en cuenta lo establecido y
normado en el artículo 39 y siguientes de la Ley N° 19.974, se le
solicitaron antecedentes al Director de Inteligencia, quien informa que el
SOM (R) DURÁN Yáñez se encuentra en condición de retiro desde el año

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2001, fecha en la cual comenzó a realizar tareas de seguridad bajo el
control de la Dirección e Inteligencia del Ejército, aprovechando su
amplia experiencia en materias de Seguridad de Personal, pues se ha
desempeñado en dichas funciones desde el año 1969, manteniéndose en
la CJE, desarrollando tareas de seguridad hasta el momento de su retiro
el año 2001.
5. A partir del año 2001, y ante la necesidad de contar esporádicamente
con una persona que pudiera preocuparse de la seguridad y trámites
relacionados en el aeropuerto de Santiago, la Dirección de Inteligencia,
decide contar con los servicios profesionales del SOM (R) DURÁN,
manteniéndose en la CJE. Los recursos para el pago de su
remuneración, en atención a las características de sus tareas, provienen
de los Gastos Reservados de la Ley N° 19.863.
6. En efecto, sus labores radican en la seguridad y coordinación, tanto
para la salida como arribo de autoridades militares chilenas, visitas de
Comandantes en Jefe extranjeros, reuniones bilaterales, llegada de
Agregados Militares de otros Estados, entre otras, velando por las rutas
en el interior del aeropuerto, retiro de equipajes, desplazamientos,
trámites de Policía Internacional, uso del edificio de Protocolo, ingreso y
salida de vehículos y eventuales escoltas, conforme a la autoridad que
nos visita”.
31.- Declaración de Andrés Adolfo AVENDAÑO ROJAS,
General de División en retiro del Ejército de Chile, ex Secretario
General del Ejército, quien, a fojas 15.778, manifestó, en
resumen, lo que pasa a reseñarse:
Que estuvo en la Comandancia en Jefe, como Secretario General
en la época del General IZURIETA FERRER, en los años 2006 y 2007,
sucediéndolo en el cargo el General PORCILE. Refiere que
anteriormente, en la época del General CHEYRE estuvo como Jefe de
Coordinación el año 2002; en los años 2003 a 2004 fue Jefe de
Comunicaciones del Ejército, y en el año 2005 fue Secretario General del
General CHEYRE.
Manifiesta que, en la época investigada, los pasajes que se pedían
para que viajaran las señoras de los comisionados, se hacían con pago
de recursos destinados a “sobrepeso” de equipaje o derechamente la

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Dirección de Personal giraba el pasaje, hasta que la Contraloría General
de la República dictaminó que ellas, las señoras, no podían viajar.
Declara que no vio ni escuchó un antecedente de que se pagaran los
pasajes de las señoras de otra forma de la ya mencionada, no se hacía
con el patrimonio propio de los comisionados militares ni con el de sus
señoras.
Afirma que estos pagos se hacían antes del dictamen de la
Contraloría General de la República del año 2008 o 2009 que prohibió
pagar pasajes de las señoras de Oficiales que no reunieran los requisitos
legales. Esto en relación con los Comandantes en Jefes, Generales y
Coroneles cuando a las comisiones de servicio los Oficiales viajaban con
sus señoras. Agrega que ellas iban cuando las invitaciones incluían a sus
señoras y el Ejército disponía que así lo hiciera. Específicamente quien lo
autorizaba era el Jefe de la Unidad correspondiente, este a su vez con la
autorización del superior. Relata que, para poder pagar el pasaje de la
señora del comisionado se emitía una orden por un supuesto sobrepeso
de equipaje inexistente. Con estos recursos se pagaba el pasaje, cree
que lo hacía la Sección Pasajes y Fletes porque era quienes entregaban
finalmente el pasaje. Expresa creer que el valor del sobrepeso era según
la cantidad establecida en el reglamento, aunque la verdad, sobre esto,
dice desconocer el detalle de cómo se ajustaba el valor asignado para
cubrir el pasaje de la señora. Indica que esto se hacía con la agencia de
viajes TUPPER, que era la agencia con la que trabajaba la Comandancia
en Jefe, por lo menos en el tiempo en que él estuvo.
Señala que, en la época del General CHEYRE y del General
IZURIETA FERRER, ellos salían en comisión de servicio con sus señoras,
un escolta y un ayudante respectivamente, no eran comitivas de 10
personas, ellos eran bastante austeros. También lo acompañaba el
Auxiliar TOLEDO, pero no siempre. Relata que, en los casos en que no
iba el Auxiliar, era en viajes de muy corta duración de uno o dos días,
que no tenían tanto cambio de tenida o preparación de uniformes, o con
programas más relajados.
Manifiesta que de la organización de la comisión de servicio, en
cuanto a los hoteles, traslados, alimentación, entre otros del
Comandante en Jefe y su señora, se encargaba el Departamento de

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Coordinación de la Comandancia en Jefe en conjunto con el
Departamento de Asuntos Internacionales y la Dirección de
Operaciones. Dice que parte de estas invitaciones era con hoteles que
ya estaban asignados por el mismo país anfitrión y en otros casos, se
decidía por la DIRIDE el alojamiento. En algunas oportunidades, señala,
había que ver que se podía hacer para costear el alojamiento del
ayudante y del escolta, por cuanto el viático no alcanzaba para el hotel
donde se alojaba el Comandante en Jefe y su señora. Afirma que, en
esos casos desconoce cómo se pagaba ese gasto y el hotel cuando no
estaban considerandos en la invitación. El Departamento de Finanzas de
la Comandancia en Jefe tenía niveles de autonomía en ese respecto de
la Secretaría General, entendiéndose en ciertas materias directamente
el Oficial de Finanzas con el Comandante en Jefe y no con el declarante,
en su calidad de Secretario General. Indica que el Oficial de Finanzas se
entendía directamente con el Comandante en Jefe en las materias que
éste estimara, como eran los Gastos Reservados, materia en la que el
Secretario General no tenía ninguna injerencia en su administración,
sino que era competencia del Comandante en Jefe. Afirma que el
responsable legal de los Gastos Reservados es el Comandante en Jefe,
como Jefe del Servicio, quien puede hacer delegaciones al respecto, en
este caso el General IZURIETA. Agrega que la organización y estructura
de quienes manejan esos recursos la tiene el Comandante en Jefe, quien
determina a cuáles organismos y personas específicas entrega estos
recursos para que los administren, que en gran parte es la organización
de inteligencia y a otras personas o Unidades a la que estimara.
Afirma que, quien sabía sobre los Gastos Reservados asignados a
la Comandancia en Jefe era el Comandante en Jefe y los que estaban
involucrados, porque los recibían, o porque cumplían tareas, o porque
los administraban, o el Oficial de Finanzas. Señala que como fue
Director de Inteligencia, tiene una visión amplia sobre los Gastos
Reservados, pero para el resto de las personas ese tema era
desconocido, salvo por quienes tenían que administrarlos.
Manifiesta que el destino de los Gastos Reservados es para todas
las materias de seguridad nacional, inteligencia y contrainteligencia. Lo
anterior con independencia de que después se le dé una noción más o

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menos amplia al concepto de seguridad. Indica que, la inteligencia y
contrainteligencia está reglamentada. El concepto reglamentado de
seguridad es sumamente genérico, lo que conoce bien dentro de su
ámbito de su gestión como profesor de inteligencia estratégica, señala
que esa es la definición que está en los reglamentos. Dice que el
concepto de seguridad ampliada es un concepto más bien de la “ciencia
política” de las materias que se comprenden dentro de la seguridad,
respecto de materias que no son puramente militares, como por ejemplo
poner un muro en una zona limítrofe en el norte o alguna construcción
en zonas críticas, lo que no es propio inicialmente del espectro militar,
pero puede ser incluido en la actividad militar. Afirma que el concepto
de “seguridad ampliada” es un concepto teórico, que no está en ningún
reglamento. Pero siempre ceñido al ámbito militar de cierto modo.
Afirma que recibía la cantidad de $1.500.000 mensuales de Gastos
Reservados. Se los entregaba el Oficial de Finanzas de la Comandancia
en Jefe Jorge CORTÉS DÍAZ, lo que hacía de forma presencial en su
oficina, en un sobre, con dinero en efectivo. Señala que, antes que el
General IZURIETA FERRER asumiera su cargo, él le dio instrucciones de
las funciones que debía cumplir como Secretario General, instruyéndolo
a que el declarante recibiría dicha cantidad de dinero para cumplir las
tareas que se le iban a asignar como Secretario General. Indica que no
se le dio tareas específicas, sino que se habló de tareas en términos
generales y que para el cumplimiento de esas tareas él recibiría esos
dineros y que efectivamente él administraría y dispondría de los
recursos que recibiría. Afirma que, con estos recursos coordinaba todas
las tareas que se le asignaban, relativas al Lobby y obtención de
información. Refiere que era responsable de las comunicaciones y enlace
con el mundo político, y en ese contexto pagó por almuerzos. El General
IZURIETA no va a declarar que le ordenó pagar u obtener por
información, porque no fue lo que le ordenó. Afirma que no era agente
de inteligencia, como Secretario General, que esa no era su función.
Relata que, con esos dineros entre otras cosas, pagó placas, arreglos y
trabajos de la placa funeraria, todo relacionado con la muerte del
General PINOCHET. Al respecto, dice que coordinó y recorrió todo
Santiago para ver donde se enterraría al General PINOCHET. Reconoce

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que pagar la placa por la muerte del General PINOCHET no es un tema
de seguridad nacional. Ese gasto fue un tema de seguridad para el
Ejército, pero no de seguridad nacional. Señala que, quien establece los
criterios de uso de Gastos Reservados es el Comandante en Jefe. Relata
que, el General IZURIETA no le ordenó usar Gastos Reservados para
estos gastos correspondientes a la compra de una placa conmemorativa
para colocarla al interior de la Escuela Militar, idea que posteriormente
por lo demás se desechó. Afirma que la placa sí se hizo, que la pagó con
estos Gastos Reservados, pero que finalmente no se instaló. Agrega que
en realidad, esto no tiene que ver con la seguridad del Ejército. Este
gasto se hizo en la construcción del escenario para dar solución al
problema existente en el momento. Por eso es que también se utilizaron
estos recursos de Gastos Reservados para trasladar y ubicar el lugar
donde enterrar al General PINOCHET, como así también gastos para
hacer lobby para conseguir que lo enterraran en alguna parte, según
declara. Señala que, en realidad, solo participó en conversaciones donde
participó la familia del General PINOCHET, donde finalmente la familia
concluyó con la decisión de cremarlo y dejar sus cenizas en su casa en
Bucalemu, Santo Domingo. Afirma que el Comandante en Jefe y
representantes del Ejército participaron en conversaciones con la familia
del General PINOCHET por este tema. Relata que, en lo que a él le
correspondió, tuvo diferentes reuniones en diferentes partes de
Santiago, por ejemplo, a la Catedral Castrense de Santiago,
conversaciones con otras capillas militares de distintas partes de Chile,
incluyendo Santiago y otras civiles. Recalca que, en realidad se expresó
mal, en el sentido de que no se desplazó a distintos lugares de Chile
para hacer estas gestiones, sino que únicamente se desplazó dentro de
Santiago. El gasto que hizo radicó en almuerzos a los que invitó a
distintas personas, también gastó en la placa ya señalada; también en
reparaciones que se hicieron en la Escuela Militar para colocar las
cenizas en un nicho fúnebre, lo cual finalmente fue desechado, es decir,
se hicieron las reparaciones, pero nunca se utilizó el lugar al efecto.
Respecto de lo anterior, refiere que esto comenzó el año 2006 y terminó
en diciembre de 2007 cuando finalmente falleció el General PINOCHET.

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Manifiesta que no podría calcular en ese momento cuántos
recursos de Gastos Reservados gastó en estas gestiones, pero que a lo
sumo fue lo que recibió en un mes, es decir, $1.500.000, pero ese
monto es “con suerte”, por lo que fue un monto menor, no fueron
millones y millones.
Indica que, otros destinos que le dio a los Gastos Reservados
fueron en cosas rutinarias de la Secretaría General, como ayudas a
personal; en algunas oportunidades en aportes a los escoltas del
General PINOCHET por alguna solicitud, quienes sin embargo tenían su
propia asignación. Afirma que, efectivamente cuando los escoltas del
General PINOCHET necesitaban recursos se entendían directamente con
el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Adiciona que le
solicitaron dinero para comprar un libro, cosas muy esporádicas, no
recuerda qué más, tampoco era algo rutinario. Señala que también
gastó en pago de almuerzos con periodistas, jefes de gabinetes,
políticos, entre otros. Agrega que invitaba a estas personas
normalmente a hoteles y restaurantes como, por ejemplo, al
DIVERTIMENTO. Relata que el motivo de pagar estos almuerzos con
Gastos Reservados era porque él quería obtener información. El General
IZURIETA no le ordenó que invitara específicamente a esas personas y
que pagara con Gastos Reservados dichos almuerzos. Afirma que no
hacía una actividad de agente de campo ni como espía, sino que su fin
con estas invitaciones era mantener un contacto social para saber las
opiniones de las personas invitadas, no era un rol o una actividad de
inteligencia operativa, no era su rol, aunque dentro de ese contacto no
se puede catalogar como un tema de búsqueda de información. Relata
que la tarea que le asignó el General IZURIETA FERRER, que justificó el
uso que hizo de Gastos Reservados, era en términos generales, que
mantuviera contacto con la sociedad. Adiciona que él decidió hacer esas
invitaciones y pagar con esos dineros.
Manifiesta que cuando eran invitaciones en su oficina o en el
comedor de la Secretaría General, él usaba Fondos correspondientes a
Gastos de Representación, pero no cuando gastaba fuera de estas
instalaciones. Relata que, los Gastos de Representación eran del
Comandante en Jefe, para atender recepciones e invitaciones que hacía

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el Comandante en Jefe a autoridades de diferente tipo. Expresa que el
Secretario General, es decir él, no tenía fondos de Gastos de
Representación. Refiere que cuando él hacía invitaciones en su oficina sí
usaba Gastos de Representación, porque el casino preparaba las
comidas. Indica que, lo que quiere decir, es que él invitaba a dos o tres
personas a almorzar y la misma comida que servían también en el
casino, se las servían a los invitados. En realidad, aquí no usó Gastos de
Representación, sino que se usaba el ítem Rancho. Refiere que, existe
una asignación de rancho y también estaban los recursos adicionales
que se asignaban, cuyo origen desconocía, que permitía que el rancho
de la Comandancia en Jefe fuera mejorado. Afirma que, no sabía cómo
se financiaba esas invitaciones que hacía; que él invitaba a diferentes
personas y no sabía cómo se pagaba, se preocupaba de eso. Reconoce
que en todo caso, esto sucedía unas dos veces al mes como promedio, a
veces eran dos personas, a veces cuatro, a veces seis, eso variaba. Su
ayudante avisaba en el casino que se invitaría a personas a comer.
Indica que todo esto lo hizo en el comedor del Secretario General en el
edificio ubicado en Zenteno, en el quinto piso. La Comandancia en Jefe
estaba en el cuarto piso.
Refiere que supone que la alimentación del Comandante en Jefe se
pagaba con fondos de Gastos de Representación cuando él tenía
invitados, siempre que cupieran dentro de la regulación de los Gastos de
Representación. Cuando no se trataba de invitaciones, la alimentación
del Comandante en Jefe supone que se financiaba con el ítem rancho o
con recursos que entregaba directamente el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe a la cocina del Comandante en Jefe. Relata que,
efectivamente en ese tiempo él sabía que el Comandante en Jefe, al
igual que el resto de los Oficiales de la Comandancia en Jefe, se
alimentaba con un rancho mejorado, sus cocineros eran de mayor
experiencia, en vez de jugo había alguna bebida u otra mejora, en ese
sentido había una mejora.
Manifiesta que simplemente cuando llegó al cargo y sin preguntar
le asignaron estos recursos. Señala que, cuando llegó a la Comandancia
en Jefe, le entregó el Oficial de Finanzas $1.500.000, el cual le dio el

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uso que el estimó y según la instrucción general que recibió del
Comandante en Jefe.
Admite que también dispuso de estos recursos de Gastos
Reservados para temas menores, por ejemplo, compra de regalos para
Oficiales, de libros, entre otras cosas, pudo ser para un cumpleaños.
Relata que el Secretario General no tenía un ítem para compras de estos
regalos al personal. Tenía ítem para regalos oficiales del Ejército
solamente, se refiere a los regalos institucionales que entregaba el
Comandante en Jefe en sus viajes y otras actividades protocolares.
Afirma que los regalos que se entregaban al personal de la Comandancia
en Jefe se encargaba el Departamento de Finanzas con el Departamento
de Asuntos Generales de la Comandancia en Jefe, como eran regalos
para las señoras que tenían guaguas, regalos para Navidad para los
funcionarios, puede que también regalos de cumpleaños, también un
bono que se entregaba a los funcionarios con hijos en edad de estudios,
esos son los que recuerda. Asegura que esto de acuerdo a las
instrucciones impartidas por el Comandante en Jefe. Pero, con qué
recursos se pagaban estos regalos lo desconoce. Afirma que nunca
preguntó de donde eran los recursos, y que asumió que provenían de
Bienestar Social. Indica que en las otras Unidades en las que estuvo, no
se entregaban esos mismos regalos. El asumía que en la Comandancia
en Jefe había más recursos que en las otras Unidades. Solo vio que se
entregaban en algunas Unidades una placa conmemorativa o algo
similar cuando un funcionario se iba destinado.
Relata que, en esa época, asumió que los regalos que se
entregaban en la Comandancia en Jefe a los funcionarios de la
Comandancia en Jefe provenían del ítem de Coordinación para regalos
protocolares de autoridades. Nunca se preguntó en qué se gastaban
realmente los Gastos Reservados. Indica que, dentro del ítem para
regalos protocolares no caben los regalos para los funcionarios de la
Comandancia en Jefe. Pero nunca preguntó el origen de esos recursos.
Dice que si eso lo pagaba Finanzas de la Comandancia en Jefe,
entonces estaba autorizado por la Comandancia en Jefe, y se hacía
porque existían los recursos para ello. Agrega que no sabía si se usaban
recursos presupuestarios o Gastos Reservados, o del aporte que hace el

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Banco Estado o Fondos Internos del Ejército. Expone que asumió que se
usaban fondos que la autoridad correspondiente autorizaba, no lo iba a
poner en duda. Asegura que en esa época esos fondos, los Gastos
Reservados, no tenían más control que el que llevaba el Comandante en
Jefe, por lo que no se sabía el destino que se les daba.
Indica que del único gasto que sí sabía se hacía con los recursos
que entregaba el Oficial de Finanzas, era el adicional que se entregaba
al DAG para mejorar el almuerzo de los tres casinos que tenía la
Secretaría. Expone que para ello, el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe entregaba mensualmente una cantidad de
recursos al DAG, los que eran rendidos. Nunca se preguntó de donde
provenían esos recursos.
Señala que recibió regalos para su cumpleaños por ser General, lo
que era un asunto que veía el Departamento de Coordinación con el
Departamento de Finanzas. Relata que todos los Generales recibieron
regalos para su cumpleaños. Recuerda haber recibido en un año un
maletín, en otro año recibió un reloj marca Swiss Army, el otro regalo
no lo recuerda. Añade que los regalos que él compró con los recursos
que recibió de Gastos Reservados por parte del Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, fueron para cosas muy puntuales.
Afirma que quiere agregar a lo dicho anteriormente, que cuando
habló sobre las funciones del Secretario en cuanto la búsqueda de
información quisiera precisar que lo que quiso decir, es que cumplía
tareas de obtención de información en el nivel político superior,
información que entregaba al Director de Inteligencia y al Comandante
en Jefe a fin de crear inteligencia. Es decir, que obtenía información
sobre temas generales para construir escenarios, teniendo en cuenta
que la búsqueda de información que hizo no era inteligencia.
Aclara que lo que declaró respecto del General PINOCHET, fue
para dar un ejemplo de gastos que hizo con Gastos Reservados, y que
también podría dar como ejemplo las actividades que tuvo que
desarrollar con ocasión del accidente de la banda de Concepción o de los
sucesos de Antuco. Reconoce que eran gastos menores que hizo, por
ejemplo, faltaban dos banderas para algo y las compró, también compró
coronas, cosas así. Dice que una vez al año se hacía un viaje con

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autoridades políticas, académicas y medios de comunicación a las
principales Unidades del norte, donde si bien estaba todo costeado se
incurrían en gastos menores. Por ejemplo, algún gasto menor cuando se
quedaba algo en un hotel y se compraba nuevamente, que puede ser
por unos $50.000. Dice que se sabía que él tenía algo de recursos y si
había que pagar algo, que él lo hacía. Señala que, los Gastos
Reservados que recibió no ingresaban a su patrimonio. Posteriormente,
reconoce que algo de estos recursos los ingresó a su patrimonio y en
otros casos pagó en efectivo. Agrega que también hizo gastos con su
tarjeta de crédito y luego se los reembolsó.
Relata que con estos recursos, también ayudó a un Suboficial que
tuvo un accidente en auto y que no tenía cómo pagar la grúa. Fue un
accidente personal de ese Suboficial, no recuerda su nombre. Señala
que la Secretaría hacía jornadas de entrenamiento, ciertas actividades
que estaban dentro de los planes de entrenamiento físicos anuales,
como subida al Manquehue, y que en una de esas ocasiones compraron
4 o 6 bastones de escalada para quienes no tenían. No recuerda cuánto
se gastó en esta compra y dice que seguramente lo compró su ayudante
de la Secretaría General. El nombre de ese ayudante era el Teniente
Coronel Leonardo PUALUAN. Indica que, a PUALUAN a veces le
entregaba directamente el Oficial de Finanzas CORTÉS, dineros como
una especie de caja chica, de unos $200.000. Adiciona que a veces
PUALUAN le solicitaba recursos que le faltaban y él le pasaba de los
recursos que le entregaba CORTÉS. Indica que esa caja chica la tenía
PUALUAN para mandar correo entre otras cosas, para entregarle al
centro de mensajes, al estafeta u otra persona que salía de la
Comandancia y necesitaba hacer un gasto, como comprar algún
sándwich, por ejemplo. Señala que de esa caja chica entiende que
PUALUAN rendía directamente cuenta a Finanzas, le parece que con los
recibos. Dice que por alguna razón había un control de las platas
directamente a CORTÉS. Indica que los recursos para esta caja chica
CORTÉS los entregaba en dinero en efectivo a su ayudante, de la misma
forma que le entregaba los recursos de Gastos Reservados a él, y no
sabe si existe algún ítem para esa caja chica. Puede ser el ítem
correspondencia o distribución. Manifiesta que no quiere especular, pero

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si no salieron estos dineros de Gastos Reservados, de algún ítem
debieron salir, pero lo desconoce. Agrega que efectivamente, las cajas
chicas no se entregaban de la forma que el Oficial de Finanzas
entregaba estos dineros, en efectivo, sin recibo.
Relata que, en función de los principios de compartimentaje, los
Gastos Reservados no eran una materia que estuviera dentro del ámbito
de conocimiento general, por lo que se podía suponer que había
recursos, pero se desconocía de dónde provenían y también se suponía
que estaban autorizados por la autoridad correspondiente. Por lo tanto,
dice que se asumía que el uso que se daba a esos recursos era legítimo
y acorde a la instrucción impartida por el Oficial de Finanzas o por el
Comandante en Jefe. Expone que no preguntó de dónde provenían estos
recursos. Para los fines que le fueron entregados esos recursos, supuso
que provenían de Gastos Reservados, pero no preguntó ni sabía de
dónde provenían los recursos que se usaron para la compra de regalos o
para la mejora de rancho ya señalado. Afirma que nunca vio en otra
Unidad que se entregaran recursos en efectivo. Lo único de lo cual tenía
noción era de los recursos que se le entregaban a él y a su ayudante,
del resto, no sabía cuál era el origen o si se trataba de dineros en
efectivo o no. Señala que no firmó ningún documento a CORTÉS u otra
persona por la recepción de esos dineros. Manifiesta que antes de llegar
a la Comandancia en Jefe nunca le tocó algo así. Asevera que del
$1.500.000 de Gastos Reservados, no rindió cuenta a nadie. Relata que
mantenía estos dineros en su escritorio o en la caja fuerte de su oficina,
y como señaló, también depositaba alguna cantidad en su cuenta
bancaria para pagar la tarjeta de crédito o reembolsarse de los gastos
que había realizado. Afirma que llevaba la cuenta de lo que gastaba en
un papel que rompía a fin de mes. Indica que, de esos recursos nunca le
dio cuenta al General IZURIETA, ni al Oficial de Finanzas. Dice que
nunca con ellos habló en qué él gastaba los dineros que recibía de
Gastos Reservados, nunca ellos le preguntaron. Afirma que el saldo de
un mes lo acumuló con los dineros del mes siguiente, pero nunca se
acumularon $5.000.000 o $10.000.000, porque eso lo gastaba.
Manifiesta que gastó el dinero en cosas puntuales, como compra de
banderas, pago por el traslado para unas señoras que venían de un

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pueblito, papers que se compraban a periodistas a fin de obtener
información. Dice que la compra de papers eran análisis periodísticos
sobre determinados temas. Algunos ya estaban hechos por los
periodistas y otros los encargaba, esto en el ámbito de búsqueda de
información, los papers los compraba a los periodistas. Los compraba a
determinados periodistas la realización de informes, sobre ciertos temas
que podían ser de interés crítico para el Ejército, para saber cómo se
presentaría la información, en qué le podía afectar al Ejército. Indica
que ese gasto lo realizó dentro de su ámbito como Secretario General.
El ejecutivo en el ámbito de las comunicaciones del Ejército es el
Departamento de Comunicaciones de la Comandancia en Jefe, como
Secretario General se encargaba de forjar ciertos contactos a nivel
político o nivel superior. Agrega que, en todo caso, esto se lo encargaba
solamente a los periodistas con los que él tenía más confianza, no
respecto de todos.
Afirma que efectivamente se entregaban regalos para las señoras
de los funcionarios de la Comandancia en Jefe, pero del proceso de
selección de los regalos no se encargaba la Secretaría General. Dice que
de esto se encargaba directamente Finanzas de la Comandancia en Jefe,
en cuanto al pago. Refiere que para el cumpleaños de las señoras de los
funcionarios se les regalaba una torta y unas flores, que era gestionada
por el Ayudante de la Secretaría o la secretaria de la Secretaría. Ellos
gestionaban el envío de estos presentes a la casa de la cumpleañera, y
consultaba sobre el sabor de la torta. En cuanto al ramo de flores, dice
que se entregaba un ramo estándar. No acuerda si eran ambas cosas.
Refiere que en cambio, para los cumpleaños de las señoras de los
Generales, la Secretaría no gestionaba ni seleccionaba los regalos, y
entiende que los pagaba el Oficial de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, cuyo detalle desconoce. Respecto de los regalos para las señoras
de los Generales, lo sabe por su señora. Asegura que a ella le regalaron
un juego de aros y colgante. También le regalaron unos paños de uso de
tocador, más delicados de lo habitual. Lo que quiere decir es que no
eran cosas muy elegantes, pero tampoco eran toallas de diario. Indica
que ignora quién se encargaba de la gestión de esos regalos, pero
supone que la señora del Comandante en Jefe se encargaba de elegir

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estos regalos y luego le pedía el pago al Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe.
Manifiesta que de los regalos para los Generales, le parece que lo
veía con el Departamento de Coordinación de la Comandancia o con la
Ayudantía del Comandante en Jefe. Relata que se hacía una propuesta
al Comandante en Jefe de uno o dos regalos según un determinado
presupuesto que tenía CORTÉS. Declara que la decisión del regalo en
definitiva la hacía el Comandante en Jefe. Relata que sabía qué se le iba
a proponer al Comandante en Jefe, pero que no participó activamente
en la propuesta de los regalos. Dice que en algunas oportunidades al
tomar la decisión sobre el regalo, estuvo presente, por ejemplo, cuando
se decidió regalar el reloj Swiss Army.
Añade que si bien no busca exculpar responsabilidades sobre algo
que hoy día es totalmente reprochable con el estándar actual, lo cierto
es que pasaron, desde la época de gasto sin control, en la época del
General PINOCHET, a un proceso de reducción de los gastos y los
regalos, al punto de ser más bien austeros. Señala que en ese contexto,
los regalos como relojes y maletines eran muestra de una reducción o
concientización en estas “costumbres” que venían de mucho antes, en
que los regalos tenían una categoría mayor. Expresa que puede dar fe
que ese fue el sentido y objetivo en los regalos que se entregaron
durante la época de los Generales CHEYRE y Óscar IZURIETA FERRER.
Refiere que cuando un Oficial se iba de la Comandancia en Jefe, se
le regalaba una medalla a su señora y no recuerda qué se regalaba al
Oficial. Detalla que era una medalla de oro o bañada en oro, que tenía la
estrella de la Comandancia en Jefe. Inicialmente el regalo que se hacía
era solo para las señoras, lo que después se cambió incorporándose un
regalo para el Oficial y el regalo de las señoras bajó de categoría a algo
más bien simbólico. Señala que se entregaba un reloj para el que se iba,
que era más “presentable” que la medalla que se entregaba a las
señoras, por muy dorada que fuera.
Relata que en cuanto a los regalos para los Generales que se iban
a retiro, este consistía en una placa de plaqué con todas las
destinaciones y cargos del General en cuestión, y a sus señoras, se les
entregaba una pulsera de oro que tenía los grados del marido. Pero

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ninguna de esas cosas las canalizaba la Secretaría General. Señala que
cuando él se fue a retiro en la época del General FUENTE-ALBA, a su
señora le entregaron una pulsera con una medalla y a él le entregaron la
placa de plaqué y una condecoración, nada más. Desconoce de dónde
provinieron los recursos para comprar los regalos para las señoras, no
conoce ningún fondo que permita este tipo de compra.
Afirma que respecto de los regalos de matrimonio, había tres
categorías de regalos. Una era una cuchillería, otra era un juego de ollas
y el otro era un juego de frazadas. Señala que llegaban las invitaciones
a Coordinación de la Comandancia y el Comandante en Jefe decidía cuál
categoría de regalo enviaba, que podía ser categoría uno, dos o tres, en
el orden señalado. Detalla que del envío del regalo se encargaba la
Ayudantía de la Secretaría General, con la secretaria.
Indica que desconocía que para el matrimonio de un hijo de un
General se entregaba una cantidad de dinero, y que mientras fue
General no se casó ninguno de sus hijos ni tampoco le comentó ningún
General que le hayan entregado dineros. Afirma que se enteró de eso
por los medios de comunicación, no tenía conocimiento de aquello.
Sostiene que no tiene conocimiento de los gastos que se hacían
para el funcionamiento y mantención de la Casa Institucional del
Comandante en Jefe. Asegura que de esto se encargaba el Oficial de
Órdenes, que en la época del General CHEYRE fue OCAMPO, y en la
época del General IZURIETA FERRER fue PIZARRO. No circulaba en esa
época esta información. Todo esto lo tuvo que haber visto el Oficial de
Órdenes con el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe CORTÉS.
Indica que había personal en la Casa Institucional, pero ellos
dependían directamente del Oficial de Órdenes, y este último dependía
del Comandante en Jefe, quien además del Oficial de Órdenes, también
califica a sus Ayudantes. Ellos no tenían dependencia administrativa de
la Secretaría, pero sí funcionaba en su organización. Afirma que no
calificaba al grupo personal del Comandante en Jefe.
Señala que conoció la Casa Institucional; físicamente es una casa,
pero internamente hay dos alas, unas es la privada de uso del
Comandante en Jefe y la otra es para eventos oficiales del Ejército.
Relata que cuando había eventos se encarpaba el patio. Refiere que

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como Jefe de Comunicaciones le tocó trabajar en la elaboración de un
libro sobre esa casa, plasmando el espíritu en el sentido de que una
casa era oficial y la otra era personal. Concurrió varias veces.
Adiciona que supuso que la Casa Institucional se mantenía
económicamente igual que cualquier otra casa comando dentro de la
Institución, en el sentido que existe una asignación de recursos para su
mantención en la parte institucional. Expresa que suponía que en la
parte privada, como sucede con la casa asignada a cualquiera, el
Comandante en Jefe debería pagar un arriendo, los gastos comunes y
consumos básicos, que incluye gas, luz, agua, teléfono e internet, entre
otros. Afirma que no existe ningún motivo para que el Comandante en
Jefe deje de pagar los gastos a los que hace referencia, como aquellos
que pagan todos los que usan una vivienda fiscal. No conoce ningún
motivo.
Manifiesta que en las actividades que le tocó participar en la Casa
Institucional, siempre fueron atendidas por el Club Militar. En los
eventos que participaban solo los Generales, una o dos veces al año,
eran atendidas de la misma manera. Incluso los músicos que había eran
militares. Dice que eran comidas bastantes sobrias e institucionales,
refiriendo al periodo de los Generales CHEYRE e IZURIETA FERRER.
Relata que, en su último año, cuando se fue a retiro en el periodo del
General FUENTE-ALBA, la actividad que se brindó para el retiro de los
Generales ya fue distinta, ya que era “bastante menos sobria”. También
concurrió en otra oportunidad a otra cena en esa época. Refiere que el
tipo de comida, la carpa y la música eran más elegantes en el periodo
del General FUENTE-ALBA. La puesta en escena también era más
“acabada”, relata. Ya no estaba el Club Militar, sino que había una
banquetera, la música ya no era con funcionarios militares, sino que
había un trío de cuerdas, integrado por tres mujeres extranjeras. Hubo
un cóctel, una comida y entrega de regalos, no hubo fiesta.
Indica que la otra actividad en que participó durante el periodo del
General FUENTE-ALBA fue para atender autoridades extranjeras, donde
hubo un acto oficial, más reducido y con menos puesta en escena que la
anterior. Relata que a las autoridades que atendieron, puede que se les
haya entregado algo, pero eran regalos institucionales que también

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estaban clasificados en categorías, como bandejas de plaqué, cigarreras
del mismo material, réplica de la espada de O´Higgins, etc.
Manifiesta que sí se hizo alguna actividad de Navidad con la gente
que trabajaba en la Casa Institucional, y que así como los eventos
anuales que se hacían con los Generales, ellos no podían pagarse con
fondos de Gastos de Representación. Para el caso de las autoridades
extranjeras, cree que sí estaban dentro del presupuesto. Indica que se
usaban fondos presupuestarios, con Gastos de Representación
dependiendo de la autoridad que se atendía. Si el tipo de autoridad no
cabía dentro de los Gastos de Representación, cree que había algún
ítem presupuestario que lo permitiera. Esto lo desconoce, por lo menos
dentro de la Secretaría General no había un ítem que permitiera este
gasto.
Afirma que el regalo que le entregaron tenía el mismo
procedimiento, ya que era propuesto por Coordinación, donde estaba
Guillermo PORCILE en su época, no recuerda si conversó con PORCILE
este regalo, el que finalmente fue definido por el Comandante en Jefe.
Indica haber recibido durante sus años de General, por regalos de
Navidad un televisor pequeño, un parlante bluetooth, y otros que no
recuerda. Dice que era el regalo que les hacían a todos los Generales.
Indica que, en cuanto a los recursos, desconoce cómo se pagaban, de
dónde provenían los fondos, ni el monto que se fijaba. Declara no
conocer ningún fondo que permita hacer este gasto. En todo caso, si no
había recursos para pagar esos gastos con el presupuesto corriente,
entonces podían no haberse hecho estos eventos. Dice que en todo
caso, esto venía haciéndose desde antes.
Refiere que, en relación a los apoyos que se les daba a los ex
Comandantes en Jefe, que ellos tenían derecho a un conductor, a un
mayordomo y a un vehículo, para los ex Comandantes en Jefe CHEYRE e
IZURIETA CAFFARENA. Respecto del aporte económico, manifiesta
haberse enterado recientemente y que en ese momento no sabía nada.
Refiere que el Comandante en Jefe IZURIETA FERRER le encomendó
hacer gestiones porque por alguna razón, en función del Decreto había
dos mayordomos y dos conductores dispuestos para el ex Comandante
en Jefe IZURIETA CAFFARENA, razón por la cual debió explicarle a este

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último que se debía reducir el personal que tenía a su cargo. Dice que
comparado con el apoyo que tenía el General PINOCHET, los que se
proporcionaban a los Generales CHEYRE e IZURIETA CAFFARENA eran
más austeros. Agrega que lo que conoció después, fue que se les
asignaba un conductor y un mayordomo, nada más.
Afirma que cree que el espíritu de entregar recursos de Gastos
Reservados a los ex Comandantes en Jefe era para que el personal de
apoyo pudiera cumplir las tareas encomendadas, de conductor y de
mayordomo. Cree que con estos dineros se pagaba, por ejemplo, algún
estacionamiento, celular, alimentación, traslados, se imagina que ese
era el contexto. Señala que no todas las tareas de seguridad entran
dentro del concepto de Gastos Reservados. Indica que, según su criterio
experto, como norma general este tipo de gastos no corresponde que se
haga con Gastos Reservados. Hubo un tiempo en que incluso al General
CHEYRE se le asignaba un vehículo con un grupo de seguridad. Pero la
intención era proporcionar seguridad.
Asevera que conoció al Suboficial DURÁN. A él lo recontrataron en
el Ejército cuando falleció su señora, según señala. No sabe si estaba
recontratado, o si estaba a honorarios o con trato directo. Indica que
siempre pensó que DURÁN estaba contratado como obrero a jornal, una
categoría que “subía y bajaba”. No sabe cuál era su condición laboral.
Refiere que DURÁN estaba en el aeropuerto y a veces aparecía en la
Comandancia en Jefe. Señala que DURÁN gestionaba el salón Vip del
aeropuerto y hacía otros trámites en el aeropuerto. Sí sabe que DURÁN
venía de la época del gobierno militar. Indica que DURÁN dependía
administrativamente de Finanzas de la Comandancia en Jefe, cree que
de CORTÉS. Relata que cree que normalmente DURÁN estaba en el
aeropuerto. Expresa que en una de esas DURÁN no estaba como obrero
a trato y le pagaban con Gastos Reservados, en cuyo caso no puede
justificarse ese pago de sueldo u honorario con este tipo de recursos,
según afirma. Dice no saber si en este caso hubo un criterio por parte
de los Comandantes en Jefe CHEYRE o IZURIETA, o si esto venía desde
antes. Relata que DURÁN les hacía los trámites de las maletas, entiendo
que ingresaba las maletas a Policía Internacional, hacía gestiones para
el uso del salón Vip y lo mismo al regreso. Indica que no conoce a nadie

25
que trabaje en el Ejército con pago de honorarios en efectivo, de Gastos
Reservados. Si bien esto venía desde antes, se pregunta por qué no se
cortó en un momento. Añade que supone que por la edad no se podía
recontratar a DURÁN, porque al año 2006 recuerda que él ya tenía unos
78 años.
Manifiesta que no sabía que se pagaban con Gastos Reservados
los excesos de equipaje en las comisiones de servicio del Comandante
en Jefe. Dice haber visto que en estas comisiones se llevaban una serie
de regalos institucionales, y por ello supuso que se solicitaban recursos
para exceso de equipaje de forma regular. El procedimiento era que la
Sección Pasajes y Fletes tendría que haber pagado el sobrepeso normal
correspondiente al traslado de equipaje institucional. Pero ignora si se
pagó con otros recursos, como podría ser con Gastos Reservados el
sobrepeso correspondiente al traslado de cosas personales.
Refiere que no le consta si los gastos de alojamiento de las
señoras de los Comandantes en Jefes en las comisiones de servicio
estaban costeados por el Ejército anfitrión. En todo caso, variaba según
el país y la invitación.
Señala que, de los recursos que se llevaba de Gastos Reservados
para las comisiones de servicio de los Comandantes en Jefe, él no sabía.
Todo lo relativo a Gastos Reservados estaba de tal forma
compartimentado que el Secretario General no sabía de estos
conceptos. Cree que les pasó a todos los Secretarios Generales. Supone
que, si se estaban usando Gastos Reservados, se estaba haciendo según
la atribución que la autoridad correspondiente tenía para tal uso. Afirma
que de los recursos que se llevaban nunca supo de dichos dineros ni del
detalle de los mismos. Refiere que no participó de las reuniones donde
se coordinaban los viajes del Comandante en Jefe, y que en ellas
participaba el Jefe de Coordinación. Adiciona que él creyó que debían
contar los Ayudantes con recursos en las comisiones de servicio para
gastar y para hacer las cenas de retribución. Expone que antes existía
una tarjeta de crédito para pagar los imprevistos de los viajes, y que
esto lo escuchó cuando recién llegó a la Comandancia en Jefe el año
2002, porque esto ya se había acabado. Asevera que no cree que exista
un ítem presupuestario para gastos en el extranjero del Comandante en

26
Jefe. Asegura que, teóricamente, más allá de en qué se gastan los
Gastos Reservados, el punto es para qué se gastan, y que en todo caso
esto lo determinaba el Comandante en Jefe.
Adiciona que no está fundamentando si es que lo hizo en función
de un ítem determinado específico el uso de Gastos Reservados, sino
que supone que si alguien los usó es porque así se autorizó, o que la
interpretación que hizo la autoridad correspondiente permitió el uso de
Gastos Reservados. Indica que no quiere aparecer justificando esos
gastos a los que ha hecho referencia. Refiere que, sin tener otros
antecedentes, al revisar el itemizado detallado en los documentos que
ha tenido a la vista, no hay ningún rubro que justifique los gastos de
regalos, beneficios y entregas de dineros sobre los que ha declarado,
con Gastos Reservados. No lo encuentra. Dice no tener tampoco los
antecedentes para decir por qué se usaron los Gastos Reservados. Cree
que en alguna de estas actividades en el extranjero pudo haber algún
gasto que se justificara hacer con Gastos Reservados, como la compra
de alguna información, pero no dar un banquete en el Ritz.
Indica que, tratando de reflexionar, el formulario con las
descripciones presentadas en la Contraloría General de la República por
el Comandante en Jefe está hecho con los criterios administrativos de la
Dirección de Finanzas y no con el criterio de la Dirección de Inteligencia.
Afirma que no puede defender cosas que no le corresponde. Señala que
efectivamente están incumpliendo en el uso de los Gastos Reservados y
en la declaración de los mismos, porque no dieron cuenta de las reales
necesidades de uso de los Gastos Reservados. Añade que no cuestiona
lo que hay en términos de la declaración que se hizo en su oportunidad
a la Contraloría General de la República y que eso no fuera coincidente
con los usos que se le dieron a los Gastos Reservados en orden a la
función de los mismos, y que se debieran justificar con la declaración
presentada a la Contraloría General de la República.
Relata que, de la mantención y financiamiento de la sastrería y
peluquería de la Comandancia en Jefe, había una chica empleada por el
Ejército para coser y hacer trabajos menores en los uniformes del
Comandante en Jefe, y que había una peluquería que usaba todo el
personal de la Comandancia en Jefe, donde había un peluquero. Dice no

27
saber qué cosas se pudo haber comprado con Gastos Reservados, a no
ser que se haya necesitado alguna reparación puntual. Pensaba que la
sastrería y peluquería funcionaban como en todas las Unidades, es
decir, con fondos presupuestarios. Señala que los gastos de luz, agua y
otros relativos a la peluquería, se costeaban con fondos presupuestarios
y Bienestar Social refiere que algunos conceptos. No recuerda si se
hacía además un descuento menor por planilla por el uso de la
peluquería.
Señala que no tiene conocimiento del pago de una membresía a
Rotary Club con Gastos Reservados, y que de eso se enteró por los
medios. Hay algunas cosas que conoció, pero esta membresía no, al
igual que no supo del pago del diario La Segunda, ni del concurso
literario. Relata que sí sabe que el Rotary todos los años homenajeaba
al Ejército, pero ignoraba que se entregara alguna cantidad de dinero de
Gastos Reservados para pagar al Rotary Club.
Relata que cuando fue Jefe de Comunicaciones, como Coronel, se
compraba el diario para todas las oficinas de la Secretaría General y
para la Comandancia en Jefe, y se determinaban las suscripciones
anuales. Pero puede haber sido que se compraran otras ediciones para
ser entregadas a distintas personas de las mismas Unidades o de otras.
Dice que en todo caso, como señaló anteriormente, ya desde la época
del General CHEYRE se comenzaron a restringir ciertas compras, y que
dentro de ellas se restringió la compra solo a algunos diarios de
circulación nacional. Agrega que, puede ser que efectivamente se hayan
comprado otros diarios además de los que adquiría el Departamento de
Comunicaciones con Gastos Reservados.
Indica que el concurso literario lo organiza el Ejército y cuenta con
fondos asignados para el premio. Del pago a los correctores no
recuerda. En su época la labor de corregir los trabajos era ad honorem.
Expone que puede ser que después se haya pagado para realizar esa
corrección o evaluación. Desconoce que se utilizaban para ello recursos
de Gastos Reservados.
Manifiesta que el Auxiliar del Comandante en Jefe era TOLEDO.
Ignora en qué gastos pudiera haber incurrido TOLEDO que justificara el
uso de Gastos Reservados. Expone que ignoraba que el Oficial de

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Finanzas entregaba recursos de Gastos Reservados al Auxiliar, no se le
ocurre en qué ítem de los Gastos Reservados podría ajustarse ese
gasto, y que pueden ser usos y costumbres que vienen desde antiguo.
Afirma que la Escolta del Comandante en Jefe dependía
administrativamente de la Secretaría General, pero operativamente
dependían de la Agrupación de Seguridad Militar. Expresa que los
recursos de Gastos Reservados que entregaba CORTÉS pudieron haber
sido para reparaciones de la sala donde ellos permanecían, compra de
algún televisor, aire acondicionado, alguna necesidad de los vehículos
que se debía atender con premura por ejemplo el cambio de una
ampolleta o trabajos de emergencia; o alguna necesidad en un
desplazamiento, reparaciones de vehículos, por ejemplo, un accidente
menor, imagina que para esos fines. Indica que no sabía cuánto dinero
de Gastos Reservados se les entregaba para estos conceptos. Asevera
que no existen fondos de Gastos de Representación para esto. Señala
que, en todo caso, no le pidieron recursos porque les había dicho que
debían hacer la solicitud a quien correspondiese. Dice que el Secretario
General no tiene ninguna injerencia con la entrega de recursos
correspondientes a Gastos Reservados como para habérselos entregado
a los Escoltas.
Manifiesta que no tenía conocimiento que se entregaban recursos
de Gastos Reservados a la Ayudantía del Comandante en Jefe, para su
uso. Agrega que frente a alguna necesidad ellos dependían del
Comandante en Jefe, por lo que tendría que haberse entendido con el
DAG y eventualmente con el Oficial de Finanzas. Tampoco tenía
conocimiento que se entregaba una cantidad de dinero proveniente de
los Gastos Reservados al Edecán Presidencial y al Jefe de Gabinete del
Ministerio de Defensa. De todo esto se enteró por los medios.
Señala que, en cuanto a la cantidad de dinero que se entregaba
para los imprevistos del Comandante en Jefe, desconocía que se les
entregaba dineros para tal efecto, de Gastos Reservados. Indica que no
sabe si se trataba de imprevistos del Comandante en Jefe o imprevistos
que se presentaban a la Comandancia en Jefe, porque este último
entiende que sería el sentido más acorde a la normal. Asegura que no
tiene sentido costear un imprevisto del Comandante en Jefe con Gastos

29
Reservados, menos si se trata de una suma que se le entrega de forma
mensual, ya que en ese caso deja de ser un imprevisto. Agrega que
imprevisto para él es que no se entrega el recurso a nadie hasta que
surge esa necesidad, no un recurso de entrega habitual. Afirma que en
ese sentido tampoco puede ser considerado como imprevisto de la
Secretaría General el monto que se le asignaba mensualmente de
Gastos Reservados, en la suma de $1.500.000, según ya ha explicado.
Manifiesta que, respecto de los recursos de Gastos Reservados
para su libre disponibilidad, no tiene idea a qué puede corresponder.
Dice que hay una reserva a disposición del Comandante en Jefe, pero de
los fondos presupuestarios, que sí corresponde para imprevistos, por
ejemplo para el caso de un terremoto. Ese es el concepto financiero
regular. No sabe a qué hace referencia el Oficial de Finanzas con este
concepto de libre disponibilidad de Gastos Reservados. Indica que le
consta que era usual que el Comandante en Jefe viajaba a las Unidades
y sobre la base de eso se solicitaba que la Dirección de Finanzas
realizara remesas para tal o cual Unidad. Agrega que él hacía los
documentos para el objeto. Señala que si se usaban para lo mismo
Gastos Reservados, la instrucción no se la daban a él, cree que,
tratándose de los Gastos Reservados de la Comandancia en Jefe, la
orden la daba el Comandante en Jefe al Jefe de Finanzas de la
Comandancia o en su caso podía ser directamente al Director de
Finanzas del Ejército.
Afirma que tampoco se enteró de una cantidad de dinero que se
les entregara a los Ayudantes cuando asumían el cargo, proveniente de
Gastos Reservados. Lo vio en los diarios.
Adiciona que del denominado “perdiem”, por lo menos cuando
salió del país no se lo dieron. Tampoco se enteró de otros Generales que
se les hubiera entregado una cantidad de dinero por este concepto
cuando salieron del país en comisión de servicio. De esto se enteró al
leer los diarios. Cree que se les entregó a aquellos Generales que
cumplían funciones en el extranjero y que no tenían presupuesto en
dólares, por lo que se les entregaban estos recursos para costear las
cenas de retribución y otros conceptos similares.

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Relata que de algún gasto que pudo haber tenido sospecha en su
época de cómo se costearon, le hace sentido cómo se hizo, con Gastos
Reservados. Pero, no sabe si los montos que se han conocido en los
medios correspondan a la realidad.
Refiere que no sabe si con el tiempo las cosas se fueron
distorsionando, lo que quiere decir es que no sabe si lo que él vivió en
los años 2002 a 2007 en la Comandancia en Jefe fue igual después en
los años posteriores, y con otros Comandantes en Jefe.
Agrega que ha hecho referencia a sus relaciones con periodistas y
medios de comunicación y en general sobre su vinculación con los
medios de comunicación, en particular cuando el Comandante en Jefe
era el General IZURIETA. Ello por cuanto si bien era a esa fecha
Secretario General, había cumplido un rol en el Departamento de
Comunicaciones que con el tiempo le permitió generar redes y contactos
de confianzas que no es fácil llegar y construir. Reconoce que recibió
instrucciones del Secretario General anterior a él, el General Gonzalo
SANTELICES, respecto que recibiría esta cantidad de recursos en
efectivo por parte del Oficial de Finanzas. Indica que no le transmitió
esta información a su sucesor, el General PORCILE, porque tenía que
decírselo quién correspondía, que era el Comandante en Jefe, el decidir
si se entregaban estos recursos o no.
Adiciona que cuando habló de la “seguridad ampliada” se refería a
que estaba ceñido al ámbito militar y lo que quiso decir, es que es
aplicable al ámbito de la seguridad militar, de cierto modo, en los
términos descritos anteriormente.
Además, explica que cuando señaló que la labor en términos
generales que se le asignó el General IZURIETA decía relación con que
mantuviera contacto con la sociedad, quiso decir que la búsqueda de
información es de interés institucional. Reconoce que el General
IZURIETA FERRER no le ordenó expresamente que buscara información
de interés institucional, pero así lo hizo, porque se desprendía de los
temas que se abordaban en las reuniones de coordinación de los martes
y jueves. Declara que había materias que la Dirección de Inteligencia se
encargaba de averiguar, porque era propio de su cargo, y otras materias
relativas a comunicaciones, respecto de las cuales se disponía averiguar.

31
Menciona que, seguramente el Comandante en Jefe le ordenó hacer
estas averiguaciones. Declara que estas tareas corresponden a
búsqueda de información. Afirma que no son propiamente tareas de
inteligencia. Adiciona que nunca supo que había toda una distribución
predeterminada de los Gastos Reservados que estaban a disposición del
Comandante en Jefe.
Precisa que si bien habló de papers, no se refería a textos
académicos puros, sino que a informes de análisis de coyuntura o de
crisis comunicacionales; y que, si bien señaló que el regalo para los
Generales lo veía con el Departamento de Coordinación o con la
Ayudantía del Comandante en Jefe, aclara que en realidad esto lo veía el
Departamento de Coordinación. Manifiesta que, en esto no tenía un rol
directo, pero que tenía conocimiento que se estaban eligiendo los
regalos, que el Comandante en Jefe los iba a aprobar y que Finanzas los
iba a pagar.
Indica que cuando habló del reloj, como regalo más “presentable”
que la medalla que se entregaba a las señoras, lo que quiso decir es que
era más lógico y razonable hacerle el regalo al General, que el que antes
se hacía a la señora.
Precisar que si bien señaló que el apoyo que se les daba a los
Generales CHEYRE e IZURIETA como ex Comandantes en Jefe, era más
austero que el que se le proporcionaba al General PINOCHET, se refería
a que era significativamente más reducido.
Añade que cuando dijo que no se justifica dar un banquete en el
Ritz con Gastos Reservados, quiso decir que esa actividad no se
justificaría ser financiada con Gastos Reservados si tenía finalidades
puramente protocolares. Expresa que, según entiende, sí se justificaría
un banquete en el Ritz cuando hubiese consideraciones vinculadas por la
Seguridad Nacional. Indica que en la Glosa de Rendición de Gastos
Reservados que presentó el Comandante en Jefe IZURIETA FERRER, no
está considerado este tipo de actividades, como aquellas que pueden ser
pagadas con Gastos Reservados.
Finalmente aclara que si bien señaló que recibió instrucciones del
Secretario General anterior respecto de los recursos de Gastos
Reservados que le entregaba el Oficial de Finanzas, en realidad no se

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trató de una instrucción, sino que de un comentario que se le realizó al
respecto.
32.- Declaración de Edmundo Octavio VILLARROEL
GEISSBUHLER, General de Brigada en Retiro, ex Ayudante del
Comandante en Jefe años 2008-2009, quien manifestó a fojas
16.015, en resumen, lo que pasa a reseñarse:
Expresa que, respecto de los Gastos Reservados, en su vivencia
ahora y como General entiende que existe el ítem de Gastos
Reservados, sabe que existen con un fin determinado. No conoce
exactamente la definición correcta y en su vivencia nunca manejó
Gastos Reservados bajo su responsabilidad. Menciona que no conocía el
origen de los recursos que a él le entregaron, en su momento cuando
fue Ayudante del Comandante en Jefe General Óscar IZURIETA FERRER,
y que no sabía en ese momento que eran Gastos Reservados.
Señala que sus funciones como Ayudante consistían en ejecutar la
agenda de las actividades que se programaban para el Comandante en
Jefe. Indica que eran dos Ayudantes, junto con el Comandante Gustavo
NÚÑEZ. La agenda era presentada por el Jefe del Departamento de
Coordinación de la Comandancia en Jefe, el Coronel Alejandro MAGGI,
quien a su vez la presentaba al Comandante en Jefe quien aprobaba.
Expone que La ejecución de la agenda implicaba, entre otras cosas,
acompañar al Comandante en Jefe a alguna actividad, asistir a
audiencias, acompañarlo a actividades que se realizaban en los
Regimientos del Ejército, acompañar al Comandante en Jefe a los viajes
que hacía al extranjero, hacer las coordinaciones con la seguridad del
Comandante en Jefe cuando habían salidas de última hora, recibir a las
autoridades que asistían a reuniones con el Comandante en Jefe. Dice
que en caso de llegar algún Oficial General o alguien de la Secretaría
General, él debía anunciarlo para que pasara ante el Comandante en
Jefe. También debía preparar informes al regreso de algunas visitas que
hacía el Comandante en Jefe dentro y fuera del país. En general esas
eran las actividades que realizaba como Ayudante del Comandante en
Jefe.
Manifiesta que, a ese cargo como Ayudante, llegó por proceso
normal de destinación en el Ejército. Refiere que conocía al General

33
IZURIETA antes de su designación como Ayudante, cuando él fue
Director de la Escuela Militar y el declarante tenía el cargo de
Comandante del Escuadrón de Caballería Blindada el año 1997. El año
2004 cuando terminó su mando en Antofagasta, fue destinado al
Comando de Institutos Militares, donde el General IZURIETA era el
Comandante. Así, afirma que efectivamente conocía de antes al General
IZURIETA, desde el año 1996 o 1997.
Menciona que cuando llegó a la Comandancia en Jefe hubo un
traspaso de responsabilidades de los Ayudantes que dejaban el cargo en
esa época, se refiere al Teniente Coronel Fernando COOPER y al
Teniente Coronel Renato RONDANELLI. Relata que hubo una
presentación ante el Comandante en Jefe y hubo una “semana de
recomendaciones” que le hicieron los Ayudantes anteriores respecto de
la agenda del Comandante en Jefe, los elementos que hay que
considerar cuando se viaja afuera, las coordinaciones de última hora, las
coordinaciones con la seguridad, les presentaron a las personas que
integraban la seguridad del Comandante en Jefe y a las secretarias que
trabajaron inicialmente con ellos. Expresa que esas secretarias fueron
Cecilia FAÚNDEZ y MARIELA, cuyo apellido no recuerda, con quien
estuvo parte del periodo. Afirma que para los viajes por comisiones de
servicio del Comandante en Jefe se le instruyó que había que coordinar
con los Comandantes de las Unidades a que iban a llegar, si era lejos el
destino se usaba el avión institucional, cosas de ese estilo porque el
resto lo coordinaba el Departamento de Coordinación de la Comandancia
en Jefe.
Declara que acompañó al Comandante en Jefe a Lima por
invitación del Ejército peruano, donde estuvieron en la V Brigada de
Montaña; en La Paz, en Cochabamba en la Academia de Guerra de
Bolivia; estuvieron en Uruguay, también en Argentina, en la CEA; a
Manaos en la Escuela de Selva de Brasil; a Portugal por una visita para
ver sistemas antiaéreos; a Singapur en dos oportunidades distintas y a
Tokio. Afirma que, en esas oportunidades, fue al extranjero con el
Comandante en Jefe, puede que le falte algún viaje.
Afirma que cuando se programaban esos viajes, en relación con la
coordinación que había que hacer con el Oficial de Finanzas y previo al

34
viaje, el Oficial de Finanzas entregaba lo que denominaba recursos para
“gastos imprevistos”. Agrega que le decían que eran gastos para
imprevistos, en general, por ejemplo, para invitaciones de retribución
que hacía el Comandante en Jefe. Dice que al Comandante en Jefe
generalmente lo invitaban con alojamiento incluido, junto con su
comitiva, pero a veces se hacían pagos de alojamientos y otros gastos.
Refiere que por esos recursos que les entregaban, se debían rendir
cuenta, entregando un papel con las boletas pegadas y con indicación de
los gastos ocupados al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
que en esa época era el Teniente Coronel CORTÉS. Afirma que, los
gastos normalmente tenían boletas de respaldo y para aquellos que no
la tenían, como algún pago de taxi o propinas en hoteles o restaurantes,
se indicaban a mano en las rendiciones o en algún papel; no recuerda
bien cómo se hacían esas rendiciones. Expresa que el Oficial de Finanzas
decía cuánto era el dinero que se iba a llevar para el viaje. Indica que en
dos oportunidades cuando fueron a Singapur, debido al costo del hotel
que era mayor a la asignación de viáticos, el Oficial de Finanzas les
entregó un monto mayor de dinero de lo que comúnmente les
entregaba. No recuerda exactamente los montos, pero fluctuaban entre
los US$ 1.000 y US$ 8.000 por cada viaje, lo que pudo haber sido más o
menos, y de eso se rendían cuenta. Señala que el Teniente Coronel
CORTÉS se encargaba de hacerle entrega del dinero en dólares, en
efectivo, y el Mayor Sergio VÁSQUEZ, quien trabajaba con el Jefe de
Finanzas CORTÉS, se encargaba de entregar el dinero en moneda
nacional. Al extranjero viajaba con dinero en dólares, en efectivo, y a
veces cambiaba a la moneda del país al que viajaba. Expresa que para
los viajes al extranjero no llevaban dinero en moneda nacional, ese
dinero se les entregaba en efectivo. Declara que, para esos viajes, solo
viajaba un Ayudante, nunca viajaban ambos y el otro Ayudante era el
Teniente Coronel Gustavo NÚÑEZ. Afirma que con NÚÑEZ se turnaban
los viajes, y respecto los viáticos tenían un acuerdo para no “pelearse”
los viajes, por lo que se dividían los viáticos en partes iguales, era un
acuerdo entre ambos. Declara que desconoce el sistema que usaron los
Ayudantes que les entregaron el cargo, cuando entregaban el cargo a

35
los nuevos Ayudantes, comentaron el sistema que se usaba, ya que era
un sistema que consideraban más equitativo.
Manifiesta que normalmente los gastos en los viajes del
Comandante en Jefe eran cubiertos por las organizaciones, países y
Ejércitos que los invitaban; lo que no ocurrió siempre, como fue en
Singapur, donde se usaron esos recursos que les entregó CORTÉS para
el alojamiento, de lo que se rindió cuenta. Indica que aun en aquellos
casos en que el gasto de alojamiento y alimentación fue pagado por el
país anfitrión, de todas formas les entregaban el viático, siempre se les
pagaba el viático independiente si estos gastos estaban cubiertos o no.
Menciona que los gastos que recuerda haber incurrido con los
dineros que le entregó CORTÉS, por ejemplo, fueron traslados desde y
hasta el aeropuerto, para las maletas y personas que estaban en la
comitiva. También pagos de alojamientos cuando no estaban
considerados, también pagos de comidas de retribución. También se
pagaba el alojamiento de personal que no estaba considerada en la
comisión, principalmente seguridad y el Auxiliar que se encargaba del
vestuario y remedios del Comandante en Jefe. Afirma que, este Auxiliar
que acompañaba al Comandante en Jefe en la comitiva era el Suboficial
el retiro Harry TOLEDO. Expresa que cuando viajaban en el avión
institucional, recuerda que con estos dineros también se cubrían sus
gastos de alimentación y alojamiento de los pilotos y tripulación.
Indica que no recuerda haber firmado algo, cuando se recibía esos
recursos por parte de CORTÉS. Afirma que esos dineros siempre los
recibió en efectivo y luego, al rendir cuenta del gasto de estos recursos,
también se entregaba el sobrante en efectivo, con los comprobantes y la
rendición como lo señaló anteriormente.
Señala que hacía esa rendición de cuentas y CORTÉS no le firmaba
ningún documento a cambio tampoco, no se le dio ninguna otra
instrucción al respecto. Desconoce qué hacía CORTÉS con esos
documentos, no sabe si CORTÉS destruía esos documentos. Refiere que,
antes de llegar a la Comandancia en Jefe no había visto un sistema de
gastos como el descrito anteriormente, y que no sabía que existía un
sistema que operara de esta manera, ya que en el resto de las Unidades
donde estuvo estaba sumamente reglamentado, siempre con

36
documentación respaldatoria y entrega de dineros mediante cheque o
comprobantes de egreso. Expresa que, la verdad, no le llamó la atención
ese sistema de entrega de dineros en efectivo, y que le pareció que por
el nivel de la Comandancia en Jefe podía existir ese tipo de
procedimiento, nunca lo cuestionó. Dice que además, eran dineros
entregados por el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, quien
cree, debía ser una persona íntegra y responsable en el uso de recursos
fiscales. Indica que pensaba que este procedimiento era normal, por el
cual se entregaba a los Ayudantes recursos para “gastos imprevistos”.
Afirma que el Oficial de Finanzas de una Unidad no puede disponer por
sí de los recursos, ya que hay todo un sistema para el gasto de los
recursos, los que son controlados por los respectivos mandos. Entiende
que el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe dependía del
Secretario General del Ejército, el General Guillermo PORCILE en esa
época, esto según entiende era la estructura orgánica, y cree que
también había un grado de dependencia del Oficial de Finanzas con el
Comandante en Jefe. Expresa que, efectivamente el Oficial de Finanzas
no estaba incluido dentro de la agenda, por lo que se presentaba
regularmente ante el Comandante en Jefe sin necesidad de audiencia
previa, al igual que ocurría con el Secretario General o con el Jefe de
Coordinación, o cuando algún General necesitaba hablar con el
Comandante en Jefe o si éste llamaba a cualquiera de los anteriores,
simplemente se les recibía si es que el Comandante en Jefe podía en ese
momento.
Adiciona que puede ser que VÁSQUEZ le haya hecho entrega de
esos dineros para los viajes del Comandante en Jefe, cuando el
Comandante CORTÉS no estaba, y lo hacía delegado por éste, y se
usaba el mismo procedimiento.
Afirma que hoy sabe que esos dineros que le entregaba el Oficial
de Finanzas de la Comandancia en Jefe provenían de Gastos
Reservados, lo que no sabía en esa época cuando era Ayudante.
Desconoce que hubiese habido otra forma de obtener recursos en
efectivo para ese tipo de gastos que no hubiesen provenido de Gastos
Reservados, eso lo sabe ahora. Indica que no hay ningún otro fondo que
hubiese permitido entrega de dineros en efectivo y sin rendición de

37
cuentas formal con la correspondiente trazabilidad, aunque señala que
en esa época lo que él le entregaba era una rendición de cuentas formal.
Indica que, puede que se haya usado desde siempre ese sistema de
entrega de dinero en efectivo y rendición de cuentas que señaló
anteriormente y no recuerda haber ocupado más dinero del que CORTÉS
les entregaba.
Manifiesta que esos gastos en que se incurría con los dineros que
les entregó CORTÉS, no entran dentro del concepto de inteligencia,
contrainteligencia y seguridad nacional, no podía incluirse dentro de
estos conceptos las propinas. Señala que quizás sí se pueden incluir las
cenas de retribución que eran de trabajo, pero no está seguro tampoco.
Señala no recordar quién era el DINE de esa época. Manifiesta que
al revisar la documentación exhibida –referida a la Rendición de Cuentas
de Gastos Reservados correspondiente al año 2008, con su Anexo
Descriptivo de la Desagregación por Rubros de los Gastos Reservados
autorizados al Ejército de Chile para el mismo año, y la Declaración
Jurada suscrita por el General de Ejército Óscar IZURIETA FERRER en
enero del año 2009– puede declarar que los gastos en que se incurrió
con los dineros de Gastos Reservados que CORTÉS les entregó no se
ajustan a los ítems descritos en esos documentos, no se ajustan a los
conceptos señalados en la Rendición de Cuentas ni la Declaración
Jurada. Afirma que podría incluirse quizá algún gasto en que él incurrió
en el rubro “Servicios Generales”, como podría ser la compra de algún
medicamento para el Comandante en Jefe; pero que en realidad, ahora
mirando la descripción de rubros de los Gastos Reservados, le parece
que no están considerados dentro de éste, pero señala que esto es
solamente su opinión. Indica que las actividades que realiza el
Comandante en Jefe afuera del país son actividades que requieren de
ciertos resguardos y seguridad que podrían justificar el uso de Gastos
Reservados, específicamente en aquella parte que dice “Gastos
especiales de protección y seguridad derivados de visitas extranjeras al
país y de comisiones profesionales al extranjero”, particularmente en
esa última parte, pero insiste en que esto es su opinión no experta en la
materia y por lo que no tiene las competencias para asegurar si se está

38
frente a una operación de inteligencia, contrainteligencia y seguridad
nacional, declara tener dudas.
Refiere que sí ha señalado en qué le correspondió ocupar los
recursos de Gastos Reservados, pero que a esa fecha no sabía que se
trataba de Gastos Reservados. Señala que cuando hizo esos gastos, fue
de acuerdo con las necesidades que iban surgiendo, por ejemplo,
cuando se brindó una comida de retribución, él usó esos recursos de
Gastos Reservados para el pago. Expone que esto se conversaba
previamente, por ejemplo, con el Agregado Militar, quien le hacía ver
que no había recursos para costear esa comida de retribución, entonces
se pagaba dicha comida con los recursos que previamente le había
entregado el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Lo mismo
en caso de que hubiera que pagar alguna propina. Menciona que no
recuerda específicamente quién le dijo en qué tenía que gastar estos
dineros de Gastos Reservados en cada situación, ni tampoco quién se lo
dijo la primera vez que viajó. Agrega que quizá en algún momento
conversó con el Auxiliar TOLEDO sobre algunas cosas y también pudo
haber recibido la instrucción de parte del Oficial de Finanzas. Adiciona
que no recuerda que el Comandante en Jefe General IZURIETA le
ordenara específicamente que pagara una propina con los recursos de
Gastos Reservados, pero que éste sabía que se usaban los recursos de
Gastos Reservados que les proporcionaba el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, lo mismo en relación con el pago de las comidas y
otras actividades y gastos que se realizaban.
Afirma que es el Comandante en Jefe el encargado de la
administración de los recursos de Gastos Reservados, esos recursos
también están a cargo del Director de Inteligencia.
Indica que el General AVENDAÑO pudo haber sido Director de
Inteligencia en su época como Ayudante del Comandante en Jefe, en el
año 2008. Menciona que el General Ricardo ORTEGA fue Director de
Inteligencia, que recuerda que estuvo en la época en que fue Ayudante
del Comandante en Jefe, ya que él asistía a las reuniones y llegaba
normalmente a hablar con el Comandante en Jefe; no recuerda, al
momento de la declaración, quién estuvo antes y después en ese cargo.
Manifiesta que las funciones del Director de Inteligencia consistían en

39
labores de planificación de inteligencia y también comandaba la parte
ejecutiva de inteligencia. Expresa que estas labores no estaban
delegadas en la Comandancia en Jefe, en el sentido que la Comandancia
ejecutara labores delegadas o encomendadas por el Director de
Inteligencia. Afirma que no sabe si puede justificar la entrega de dineros
de Gastos Reservados a la Comandancia en Jefe, pero el Director de
Inteligencia no se manda solo según señala, ya que el Comandante en
Jefe ejerce autoridad sobre el DINE, por lo que cree que no es que el
Director de Inteligencia delegue algo al Comandante en Jefe en cuanto a
si se realizan labores de inteligencia o no, sino que al contrario, se hace
por órdenes del Comandante en Jefe. Declara que entiende que hoy no
es así, ya que los recursos de Gastos Reservados o para inteligencia se
entregan en su totalidad a la Dirección de Inteligencia. Dice que si en
esa época se entregó parte de los recursos de Gastos Reservados a una
Unidad específica, como es la Secretaría General o la Comandancia en
Jefe, ignora los motivos para ello.
Señala que estima que este procedimiento de entrega y uso de
recursos de Gastos Reservados que entregaba el Oficial de Finanzas
para los viajes del Comandante en Jefe, era el mismo independiente del
Ayudante que lo acompañara, por lo tanto el Teniente Coronel NÚÑEZ
operaba de la misma manera.
Expresa que cuando llegó a la Comandancia en Jefe, se le
aumentó la cuota fiscal para la compra de uniformes, y además le
entregaron recursos para compra de vestuario civil, lo que no recuerda
si se hizo mediante cheque o en efectivo, lo que recibió por parte del
Oficial de Finanzas. Menciona que recuerda que recibió alrededor de
$1.000.000 al año, en enero o febrero, incluso en diciembre del año
anterior. Refiere que este dinero, le parece que lo recibió en una
oportunidad, pero puede haber sido en dos ocasiones, al inicio de los
años 2008 y 2009, en efectivo. Asegura que esos recursos también los
recibió el otro Ayudante. Agrega que de esta entrega de dinero le
informó el Oficial de Finanzas, aunque puede que los Ayudantes
anteriores le hayan comentado de esos recursos para vestuario civil,
dentro del contexto de intercambio de experiencias que se hizo al inicio
de su periodo como Ayudante del Comandante en Jefe.

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Añade que desconoce si el Secretario General tenía también a su
cargo la administración de recursos de Gastos Reservados. El Oficial de
Finanzas manejaba los recursos de Gastos Reservados y puede que
también los haya administrado, pero según las instrucciones o
conocimiento del Comandante en Jefe. Declara que imagina que el
Director de Finanzas del Ejército también tuvo que haber tenido alguna
injerencia en la administración de los Gastos Reservados en esa época.
Desconoce si la Secretaría General tenía asignados recursos de Gastos
Reservados más allá del presupuesto corriente que ella recibía, y
desconoce si se entregaban Gastos Reservados al Secretario General.
Expresa que no tuvo que rendir cuenta del gasto de los recursos
que recibió en efectivo para la compra de vestuario; pero, en todo caso,
declara que destinó esos dineros a la compra de vestuario civil. Además,
señala que, en lo personal, no disponía de recursos para incurrir en ese
tipo de gastos extraordinarios, tampoco era su prioridad.
Menciona que no supo en esa época que el Comandante en Jefe
recibiera una cantidad mensual de Gastos Reservados, tampoco vio que
el Comandante en Jefe hiciera gastos que hicieran suponer que recibiera
esos recursos. Refiere que tampoco supo que se entregara recursos de
Gastos Reservados al Edecán Presidencial, ni al Jefe de Gabinete del
Ministerio de Defensa, no pasó por él esa información. Refiere que no
supo de algún gasto que pudiera justificar el uso de dineros de Gastos
Reservados por concepto de “Imprevistos de la Comandancia en Jefe”,
tampoco se le ocurre uno.
Manifiesta que estuvo en la Casa del Comandante en Jefe
IZURIETA FERRER cuando él recibía alguna autoridad o hacía alguna
comida en la parte institucional de la Casa, tuvo que haber sido por lo
menos unas 10 veces en 2 años, o más.
Declara que los servicios básicos, agua, luz y gas de las casas
fiscales, se tiene que pagar por cada funcionario. Desconoce cómo se
pagaban esos consumos en la Casa del Comandante en Jefe, ya que es
una casa grande. Nunca tuvo la responsabilidad de hacerse cargo del
pago de esas cuentas, ya que de ello se encargaba el Oficial de Órdenes,
el Capitán PIZARRO, quien tenía a cargo todas las actividades de la
Casa. Expone que cuando ocupó una casa fiscal, él pagaba esos gastos,

41
el Ejército no los pagaba, salvo la subvención que le entregaron en
Iquique siendo Coronel, y que cubría solo algunos ítems, ya que solo
cubría parte de la luz y el agua; la diferencia se la descontaban por
liquidación de remuneraciones, se imagina que el detalle de estos
descuentos y subvención están en esos documentos. Desconoce lo que
sucedía en esa época con los gastos de la Casa del Comandante en Jefe.
Dice que no tenía conocimiento de que al año se gastaban
alrededor de $150.000.000 anuales de Gastos Reservados en
mantención y reparación de la Casa del Comandante en Jefe. Declara
que, en su opinión, podría considerarse únicamente que se pagaran con
Gastos Reservados aquellos relativos al cuartel militar que está dentro
de la Casa del Comandante en Jefe, en aquella parte que alberga los
escoltas y los guardias. Se trata de la construcción que se encuentra
dentro de la propiedad, al frente de la casa donde vive el Comandante
en Jefe. En su opinión, no se podría incluir con el pago de Gastos
Reservados la mantención y reparación de la Casa del Comandante en
Jefe en su totalidad, solo la parte que mencionó.
Indica que desconoce el origen de los fondos que se empleaban
para costear las actividades que se realizaban en la Casa del
Comandante en Jefe. Afirma que podrían corresponder al ítem
presupuestario “alimentos y bebidas”, podría haber sido con el ítem
“Gastos de Representación”. Declara que efectivamente él manejó
recursos fiscales dentro del Ejército. Expone que el ítem alimentos y
bebidas se usa, por ejemplo, para adquirir gastos para la alimentación
del personal fuera de las horas de servicio en actividades del mismo.
Refiere que, por lo anterior, en realidad estas comidas en la Casa del
Comandante en Jefe no podrían haber salido del ítem alimentación y
bebidas, por lo que podrían haber salido del ítem de Gastos de
Representación, porque no conoce otro ítem. Agrega que los Gastos de
Representación están establecidos para atender a ciertas autoridades y
para casos muy particulares, para actividades predeterminadas, y a las
que deben concurrir también determinadas autoridades de aquellas que
señala expresamente la normativa, por lo que no es fácil usar los
recursos del ítem de Gastos de Representación, son recursos limitados.
Declara que, en su experiencia, cuando dispuso de Gastos de

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Representación en general los restituyó, por cuanto no se reunían los
requisitos y, por tanto, no podían ser usados. Declara que tratándose
del Comandante en Jefe, desconoce si hay una reglamentación distinta
del uso de los Gastos de Representación por el Comandante en Jefe para
actividades en su Casa, y dice entender que es la misma reglamentación
para todo el Ejército. Desconoce si es que hay algún otro ítem que
permita realizar este tipo de actividades. Técnicamente no conoce otro
fondo que lo permita. Refiere que la reglamentación de los Gastos
Reservados, el día de hoy ha podido revisar y tampoco permitiría
realizar este tipo de gastos.
Señala que, si bien no tiene el detalle, en la Casa del Comandante
en Jefe se hicieron actividades de atención de otros Comandantes en
Jefe de otros países. También actividades con la Presidenta y Ministros.
Manifiesta que en general a lo que él le tocó ir fueron actividades de
Comandantes en Jefe extranjeros. También a final de año se hacía una
actividad con el personal de la Comandancia en Jefe, lo que se hizo por
lo menos en los dos años en que fue Ayudante para la Navidad. Refiere
que no recuerda haber asistido a la actividad que se hacía a final de año
con los otros Generales. Puede que también se haya hecho una
actividad en septiembre con el personal de la Casa del Comandante en
Jefe, pero no lo recuerda. Declara que sí recuerda que se hacía la
actividad para todo el personal de la Comandancia en Jefe a final de
año. Afirma que iba todo el personal de la Comandancia en Jefe,
alrededor de 100 a 150 personas, que incluía los escoltas, personal de la
Comandancia en Jefe y personal de Beauchef. Indica que esta actividad,
cree que la organizaba la Secretaría General, por lo menos no era
organizada por los Ayudantes. Refiere que no conoce ningún ítem
presupuestario que permita el pago de esta actividad, desconoce si se
podían usar Gastos Reservados para ello, no cree, según su opinión.
Afirma que no conoce algún ítem que permita la ornamentación de
la Casa del Comandante en Jefe. Nunca participó de esas decisiones o
asignaciones de recursos.
Declara que se hacían actividades en el Club Militar de Lo Curro y
desconoce cuáles recursos se utilizaban para costear esas actividades.

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Dice que se hacía una actividad para el personal para Fiestas Patrias en
Lo Curro.
Indica que estima que la mantención de la piscina de la Casa del
Comandante en Jefe no se pueden incluir en las mantenciones y
reparaciones que se encarga el DAG.
Expresa que no sabía que se entregaba una cantidad de dinero al
personal que trabajaba en la Casa del Comandante en Jefe, de alrededor
de $20.000 mensuales, ni menos que estos recursos provinieran de
Gastos Reservados. Indica que no supo de un bono de teléfono; que a él
se le entregaba un teléfono como Ayudante, pero nunca supo ni recibió
un bono por teléfono, asegura que no corresponde. Señala que tampoco
supo de la entrega de un bono para el personal que se quedaba
trabajando más allá de las 00:00 horas, no supo que se pagaran horas
fuera de horario, dice que eso tampoco corresponde.
Manifiesta que no es normal que dentro del Ejército se gaste en
mantención de jardines, solo mencionó que este gasto como aquellos
que se podía encargar al DAG respecto de la Casa del Comandante en
Jefe, por su tamaño, pero no le consta que el DAG efectivamente se
haya hecho cargo de este tipo de gastos.
Refiere que respecto de la alimentación del personal que trabajaba
en la Comandancia en Jefe y la que trabaja en la Casa del Comandante
en Jefe, lo normal es que se entregue un rancho, lo que ocurre en todo
el Ejército. Había que ajustarse a un monto, lo sabe ya que le tocó
trabajar como Oficial ranchero. Declara que desconoce en qué consistía
“el rancho mejorado” que se entregaba al personal que trabajaba a la
Comandancia en Jefe, pero que efectivamente la alimentación para este
personal era mejor que el que él vio en otras Unidades. Señala que
normalmente en el Ejército cuando se quiere una mejora en el rancho,
se debe pagar aparte. Desconoce si se hacían descuentos o pagos para
el personal de la Comandancia en Jefe, afirma que él no pagaba por ese
rancho mejorado. Menciona que el DAG tiene a cargo los casinos, por lo
que los recursos para mejorar el rancho los tuvo que haber recibido el
personal del DAG, específicamente aquellos que estaban a cargo del
rancho. Señala que no existe un ítem presupuestario que permita
mejorar el rancho para una Unidad específica como era la Comandancia

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en Jefe, salvo que se hicieran los correspondientes descuentos, lo que
no vio que se hiciera. Expresa que de lo que sabe y de los documentos
que hoy se le exhibieron, no existe un rubro de Gastos Reservados que
permita usar este tipo de recursos en mejoras de la alimentación del
personal de la Comandancia en Jefe, ni para el personal que trabajaba
en la Casa del Comandante en Jefe.
Indica que en relación con los gastos de alimentación del
Comandante en Jefe, existía un Repostero que se encargaba de ello y de
las actividades a las que concurrían personas invitadas por el
Comandante en Jefe. Expresa que no tenía ninguna injerencia en eso,
ya que normalmente estaba en la agenda y el Comandante en Jefe era
quien decidía sus invitados, lo que coordinaba con el Jefe del
Departamento de Coordinación de la Comandancia en Jefe. Afirma que
cree, puede que se haya entregado la cantidad de $21.000.000 anuales
para gastos de alimentación del Comandante en Jefe de Gastos
Reservados, pero no debía ser esa la forma como debiera funcionar, por
cuanto no se encuentra dentro de las glosas que permiten el uso de
Gastos Reservados.
Señala que cuando había una comisión de servicio, iba a conversar
con el Ayudante del Secretario General, que en esa época era Alfredo
MERINO, y del stock de regalos que estaban comprados se elegían los
que se iban a llevar, dependiendo el estándar del destinatario y el
historial de regalos que se hubiese hecho con anterioridad. Refiere que
habían réplicas de espadas, platos, bandejas de plaqué, cortaplumas,
navajas, monedas, espuelas, linternas, etc. Agrega que esos regalos se
ponían en un listado, se mandaban a hacer las placas o grabados
correspondientes, se presentaban al Comandante en Jefe los regalos y él
aprobaba. Indica que para las señoras de las autoridades había
chocolates MERCIERE, collares de lapislázuli, porta carteras, perfumeros
y otros elementos de lapislázuli, set de abrecartas de lapislázuli y
botellas de vino en cajas. Refiere que técnicamente no sabe de dónde
provinieron los recursos para estos regalos, ni tampoco si se compraron
con Gastos Reservados ni si se podía hacer. Afirma que, en realidad, no
se podían usar Gastos Reservados para costear esos regalos. Hoy día,
cree que debiese haber habido un fondo para este tipo de compras,

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debidamente reglamentada y que no se hubiese usado Gastos
Reservados. Declara que le habría gustado, como integrante del
Ejército, que para todo esto hubiese una norma para usar los recursos
que sí correspondían para este tipo de gastos, en su opinión.
Menciona, en cuanto los regalos para los Generales, que se
entregaba un regalo para los cumpleaños, de lo que se encargaba el
Ayudante MERINO. Recuerda que un año se entregó un reloj Swiss
Army.
Señala que cuando se fue de la Comandancia en Jefe le
entregaron un reloj de marca LONGINES. No sabe si se hacían regalos
para el resto de los Oficiales que salían destinados de la Comandancia
en Jefe y que había distintos tipos de regalos dependiendo del grado del
destinatario.
Asevera que para Navidad se entregaron regalos para el personal
de la Comandancia en Jefe, recuerda que le entregaron una Giftcard
cuyo monto no recuerda, que pudo ser de $50.000 o $200.000
aproximadamente, pero no recuerda el monto exacto. Se entregaban
esos regalos en la misma actividad.
Señala que también se daba un regalo para el cumpleaños del
personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe, regalos que variaban
año a año. Un año entregaron un televisor. Indica que un año como
General, recibió de regalo para su cumpleaños un parlante, cree que fue
el año 2015. Refiere que a su señora le regalaron una torta para su
cumpleaños, no recuerda que le hayan entregado a ella algún regalo
cuando se fue de la Comandancia en Jefe, puede que haya sido una
pulsera o algo así, pero no recuerda. Además, dice que su señora recibió
flores, según reconoce.
Refiere que no recuerda que se hayan entregado chocolates
BOZZO, pero había otra marca de chocolates que se entregaba cuyo
nombre no recuerda en ese momento. Menciona que esos chocolates se
entregaban normalmente cuando el Comandante en Jefe iba a alguna
comida. Esos chocolates se entregaban al Oficial escolta, ya que como
Ayudante no iba normalmente a esas actividades, y los escoltas se
preocupaban de su entrega.

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Expone que desconoce con qué recursos se compraron todos esos
regalos que ha referido, desconoce si había algún ítem presupuestario
asociado a regalos, puede que haya algún ítem de regalos
institucionales, pero lo desconoce. Indica que, en su opinión, no
correspondería usar Gastos Reservados para costear estos regalos.
Afirma que de los regalos de matrimonio a los que era invitado el
Comandante en Jefe, no se encargaba y está seguro que el otro
Ayudante tampoco. Agrega que no tuvo ninguna relación con esa
actividad.
Expresa que entiende que se entregaba una suma de dinero a los
Generales cuyos hijos se casaban, según leyó en la prensa, pero no
conocía la suma de dinero ni tuvo que ver en esta entrega de recursos.
Sí escuchó que había entrega de regalos, ya que cuando se casó en el
año 1988 le llegó un regalo, pero no le entregaron una cantidad de
dinero.
Afirma que efectivamente se entregaba un ajuar en caso de
nacimiento de un hijo del personal, eso siempre se ha hecho con
Bienestar Social, lo que está bien regulado, pero ignora si en el caso de
la Comandancia en Jefe se entregaba un regalo adicional, ni el origen de
esos recursos. Adiciona que no recuerda, pero puede que se haya
entregado una ayuda en dinero para el personal que haya tenido hijos
en edad escolar. Puede que se haya entregado una Giftcard. Refiere que
ese beneficio o bono normalmente no se entregaba en las otras
Unidades del Ejército. Dice que sí vio asignaciones en algunas Unidades
específicas, pero con recursos que los mismos funcionarios habían
juntado y después se entregaban para estas ocasiones. En el caso de la
Comandancia en Jefe esta ayuda o bono no era parte de la comisión del
Bienestar Social.
Refiere que desconocía que se usaran Gastos Reservados para
gastos del Auxiliar del Aeropuerto. Afirma que conoció al Suboficial
DURÁN, que entendía que trabajaba en Finanzas de la Comandancia en
Jefe. Él hacía las coordinaciones en el aeropuerto para facilitar la salida
y el uso del salón VIP. Menciona que desconoce si DURÁN estaba
contratado o no, cree que estaba contratado en Finanzas de la
Comandancia en Jefe ya que tenía identificación del Ejército y usaba

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esas dependencias. Declara que no existe la posibilidad de que trabaje
una persona en el Ejército, usando identificación, sin la correspondiente
contratación, sea a planta, honorario o a contrata. Expone que
eventualmente DURÁN pudo estar contratado a honorario si es que ya
no era contrata ni planta, pero solo pudo haber sido para servicios
específicos y por tiempo limitado. Indica que él no podía preguntar a
DURÁN su situación laboral. Manifiesta que no sabía que DURÁN no
estaba contratado ni que se le pagara una cantidad de dinero con
Gastos Reservados. Expresa que, a su juicio, salvo que haya sido un
agente informante, no se le podía haber pagado a DURÁN con Gastos
Reservados.
Expresa que no recuerda que le hayan hecho entrega por parte de
CORTÉS de una cantidad de dinero cuando salió en comisión de servicio
con el Comandante en Jefe dentro del país, pero puede ser que haya
sido así, lo que encuentra que sería injustificado. Señala que puede ser
que en alguna oportunidad el Comandante en Jefe IZURIETA haya ido a
hoteles que no hayan sido institucionales y en esos casos había que
pagar el alojamiento, y puede ser que en alguna ocasión él lo haya
pagado. Eso también respecto de la alimentación. En cuanto a los
traslados normalmente se usaba el avión institucional y cuando no se
usaba este avión recuerda que le entregaron los pasajes, como ocurrió
una vez que viajaron a Concepción, oportunidad en la que no recuerda
si alojaron en un recinto militar, pero pudo haber sido en un hotel, no lo
descarta, así como también en otros viajes. Indica que en esos casos del
pago del hotel le parece que se encargaba el DINE. Cuando venían
visitas de autoridades extranjeras los acompañaba un dispositivo de la
DINE.
Explica que respecto de gastos que se hubiesen incurrido en el
aeropuerto, que no sabe si el salón VIP se arrendaba o si alguien
pagaba sobre equipaje, por ejemplo, pero que a él nunca le tocó pagar,
si es que se hacía. Señala que de haber sido necesario pagar el salón
VIP u otro gasto en el aeropuerto, puede que se haya encargado el
Suboficial DURÁN. En caso de incurrirse en un gasto extraordinario en
un aeropuerto en el extranjero, dice que probablemente él habría tenido
que usar los recursos que CORTÉS le entregaba al inicio de cada

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comisión de servicio, lo que ocurrió en las 7 u 8 veces que viajó al
extranjero con el Comandante en Jefe General IZURIETA. Afirma que no
vio que los escoltas hayan incurrido en algún gasto, y si necesitaban le
pedían recursos de los que les entregaba CORTÉS, y luego le tenían que
rendir cuenta, pero no era lo normal. Ignora si ellos llevaban algún
recurso adicional.
Menciona que los únicos imprevistos que pudieran tener los
escoltas son los asociados a seguridad. Indica que no supo que los
escoltas en alguna oportunidad hayan tenido que incurrir en gastos por
algún imprevisto. Desconoce si a ellos se les entregaba una cantidad
anual proveniente de Gastos Reservados.
Refiere que los gastos adicionales de la Ayudantía no ocurrían
todos los meses, pudo haber sido algo excepcional porque en general se
tenían todos los elementos para hacer el trabajo, y si se necesitaba algo
se hablaba con el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, o con
el Secretario General, y con un procedimiento que en ese momento le
pareció, era el correspondiente. Señala que no recuerda haberle pedido
al Oficial de Finanzas que le reembolsara por algún gasto que hubiera
hecho para la Ayudantía.
Adiciona que había una parte de la sastrería que era para el
Comandante en Jefe. Respecto de la peluquería de la Comandancia en
Jefe, nunca lo vio a él cortarse el pelo allí. Refiere que los Ayudantes
podían usar la sastrería del Comandante en Jefe y la peluquería. Indica
que mientras estuvo en la Comandancia en Jefe no recuerda que le
hayan hecho algún descuento por el uso de la peluquería y la sastrería,
aunque lo normal es que se hagan esos descuentos como ocurre en las
otras Unidades del Ejército. Esto lo tenía a cargo el DAG. Afirma que el
DAG estaba a cargo en esa época del Comandante ZAMORA.
Añade que no participó en el concurso literario y desconocía que
se usaran Gastos Reservados en ese ítem.
Expresa que respecto de la compra de los diarios que se usaban
en la Comandancia en Jefe, asume que se utilizaba el ítem
presupuestario dispuesto para ello, pero desconoce si realmente se
usaba este concepto u otro para la suscripción del diario. Indica que no
recuerda alguna situación particular respecto de los diarios. Dice que el

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Comandante en Jefe tenía a su disposición el resumen de los diarios que
le entregaba el escolta. Señala que el Comandante en Jefe no le pidió
comprar algún diario o regalo, ya que para eso estaba el Capitán
MERINO, aunque no recuerda alguna situación en especial, pero puede
que se haya suscitado con alguna autoridad en que se le hayan hecho
varios regalos y se requería un regalo especial. Afirma que él no daba la
autorización para esos casos, por lo que la instrucción debió provenir del
propio Comandante en Jefe, o del Secretario General, o por iniciativa del
propio MERINO, debidamente autorizada.
Manifiesta que no recuerda haber acompañado al Comandante en
Jefe ni a otro General al Rotary Club. Recuerda haberlo acompañado al
Club de la Unión. Indica que no tiene conocimiento de una especie de
suscripción al Rotary Club por parte del Ejército, ni que se hayan usado
Gastos Reservados para ese pago, tampoco lo supo siendo General.
Señala que, en su época como Ayudante, no supo del apoyo
económico que se entregaba a los ex Comandantes en Jefe. Tampoco le
pidieron entregar una cantidad de dinero o algún sobre a alguno de los
ex Comandantes en Jefe.
Agrega que no recuerda que el General IZURIETA FERRER haya
dispuesto de recursos para gastos personales, o para su libre
disponibilidad personal, y que le decepcionaría si supiera que algo así
sucedió. No sabiendo el origen de los recursos muchas veces en las
visitas a las Unidades se detectaban carencias. Refiere que se levantaba
un Memorándum que se enviaba al Departamento de Asuntos
Institucionales y se iniciaban las acciones para dar solución a esas
necesidades. Desconoce si en definitiva se usaban Gastos Reservados
para solucionar esas necesidades. Recuerda que en algunas Unidades se
detectó falta de agua caliente, falta de termos, recuerda que en Puerto
Natales hubo un problema de carencia en el sistema de agua potable de
la Unidad. En otros casos hubo carencia de ranchos, problemas de
infraestructura, reparación y mantención, y a veces era necesario
optimizar los elementos de algunas Unidades. Insiste que desconoce si
se destinaron recursos de Gastos Reservados para dar solución total o
parcial a esos problemas. Afirma que no corresponde el uso de Gastos
Reservados, ya que la vía normal para solucionar esas necesidades era

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el procedimiento que se iniciaba con un Memorándum dirigido al
Departamento de Asuntos Institucionales, por iniciativa del Comandante
en Jefe, lo que generaba un conducto regular. Expresa que los
procedimientos en la Institución siempre son engorrosos para acceder a
los recursos, pero que nunca le tocó que le entregaran, como
Comandante de Unidad, recursos de Gastos Reservados para solucionar
necesidades o que tuviera que entregar al Comandante de alguna
Unidad en su calidad de Ayudante, ni tampoco lo vio. Menciona que, si
es que ocurrió, los dineros los tuvo que haber entregado el Oficial de
Finanzas por instrucción del Comandante en Jefe. Asegura que en todo
caso, la disposición de los Gastos Reservados para esos conceptos no
correspondía. Dice que por lo mismo, en una oportunidad en que fue
necesario hacer reparaciones en la Escuela de Equitación de Quillota
siendo General, se tramitó a través del levantamiento de la
correspondiente necesidad, a través de la Oficina de Finanzas, recursos
del ítem “Reparación y Mantención”, lo que se entregó con una remesa
extraordinaria. Relata que no tuvo posibilidad alguna de obtener
recursos en efectivo, ni de rápida tramitación, ni menos de Gastos
Reservados, no es lo que ocurre en las Unidades del Ejército. Agrega
que si se usaron Gastos Reservados para solucionar necesidades de las
Unidades Regimentarias, que él no lo vio, ni se encargó de ello.
Respecto del llamado “perdiem”, señala que efectivamente se
enteró de esa entrega de recursos, ya que él mismo recibió dineros por
ese concepto cuando viajó en comisión de servicio el año 2016 a San
Antonio, Texas, por lo que recibió entre US$ 1.000 y US$ 2.000. Afirma
que desconocía que esos dineros provenían de Gastos Reservados, y
que el motivo por el que se le estaba entregando esos recursos puede
que lo haya señalado CORTÉS, quien le señaló que el destino era para
retribuir cenas; y que él, además de gastarlo en ello, compró algunos
regalos para entregarlos allá. En esa oportunidad le preguntó a CORTÉS
si debía rendir esos recursos y le respondió que no. Añade que
desconoce si alguien más recibió “perdiem”. Menciona que no habló con
el General OVIEDO del “perdiem” que recibió al viajar, que simplemente
apareció CORTÉS con esos dineros, como un procedimiento habitual.

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Afirma que el Comandante en Jefe es el responsable de los Gastos
Reservados junto con el DINE, y el Director de Finanzas tiene algo que
ver al respecto. Relata que con el tiempo entendió que en el derecho
público se puede hacer lo que está permitido y no lo que uno cree que
puede hacer.
Expresa que, si el General OVIEDO ha declarado que hacía regalos
con Gastos Reservados, porque necesitaba “fidelizar” a los funcionarios
castrenses, es una visión que no comparte, no cree que se necesite
fidelizar a los militares con regalos, según su opinión.
33.- Declaración de Francisco Javier PIZARRO BARRIOS, Ex
Oficial de Órdenes de la Comandancia en Jefe años 2006-2010,
quien a fojas 13.516 manifestó, en resumen, lo que pasa a
reseñarse:
Señala que recuerda la declaración que prestó ante funcionarios
de Policía de Investigaciones. El Tribunal le exhibe la declaración que
consta agregada a fojas 13407, y luego de leerla señala que ratifica
dicha declaración.
Expone que conoció al General IZURIETA cuando asumió su cargo
como Oficial de Órdenes. Señala que la elección como Oficial de Órdenes
se hizo con la conformación una terna en la que lo incluyeron, lo
entrevistó el General AVENDAÑO, lo mandaron a buscar para informar
su participación en la terna, y luego salió su destinación. La elección fue
muy transparente, porque el declarante no conocía al General IZURIETA
hasta que asumió el puesto. Explica que sus funciones como Oficial de
Órdenes consistían en ser una especie de Comandante de Regimiento,
pero con grado de Capitán; dice que era joven en comparación a los
otros Oficiales de Órdenes, tenía 29 años. Administraba el espacio físico
dentro de la Unidad Militar, administraba el recurso humano y los
recursos económicos que le entregaba la Comandancia en Jefe. Refiere
que específicamente le entregaba estos recursos el Comandante
CORTES, lo que hacía de forma mensual a principios o fin de mes.
Añade que esto lo coordinaba telefónicamente con el Comandante
CORTES, entonces él acudía a la Comandancia en Jefe y retiraba los
dineros. Afirma que este proceder se lo comunicó el anterior Oficial de
Órdenes, Marcelo OCAMPO, quien le explicó el funcionamiento de la

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Casa Institucional. A diferencia de OCAMPO, dice el declarante que no
entregó su cargo al Oficial de Órdenes que lo sucedió, que fue el Mayor
HIDALGO. Lo anterior, porque dentro de las labores que hacía, una era
encargarse del inventario y se dio cuenta que la Casa Comando no se
encontraba inventariada, lo que le llamó la atención por ser una
diferencia respecto de otros regimientos que contaban con patrimonio
histórico. Entonces le hizo presente esto al General IZURIETA, a quien
también le llamó la atención, y entonces le dio la orden de que se
inventariara la Casa. El encargado de este inventario era precisamente
el Comandante HIDALGO, quien se tomó esto de muy mala forma.
Afirma que HIDALGO no podría declarar que las cosas que hacía en la
Casa Institucional se hacían así porque él se las señaló, ya que nunca le
entregó el cargo y, por ende, no le informó cuál era el modo de proceder
que realizaba con los asuntos de la Casa Institucional.
Sostiene que efectivamente fue el Mayor OCAMPO quien le señaló
que debía retirar los dineros en la Comandancia en Jefe con el
Comandante CORTES. Además, le dijo que debía velar que la Casa
siempre funcionara y que no existiera problema en ningún asunto
protocolar. Señala que los dineros que retiró fueron $9.000.000 en el
año 2006, lo que aumentó a $10.000.000 al término de su periodo,
aproximadamente, sin contar con los dineros adicionales que se
requerían cuando habían actividades protocolares, llegando a sumarse
entre $6.000.000 a $10.000.000, en este último caso, por ejemplo,
cuando le entregaron recursos para reparar el cierre perimetral de la
Casa Institucional.
Explica que cuando se necesitaban dineros, por ejemplo, cuando
se hicieron estos trabajos perimetrales a que se ha referido, como la
Casa siempre tenía que estar en excelentes condiciones, le consultaba al
Comandante CORTES si podía hacer ese gasto, lo que hacía por teléfono
o cuando lo veía mensualmente. Afirma que generalmente CORTÉS le
respondía de inmediato autorizando o no el gasto, y en algunas
ocasiones le respondía en un tiempo próximo. Asegura que no sabía de
dónde salían estos recursos. La primera vez que CORTÉS le entregó
recursos, le dijo que todo se pagaba con dineros en efectivo por razones
de seguridad, ya que, si por ejemplo uno contrata maestros que no se

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conocen, si llegaba por licitación, podía ser un terrorista. Relata que los
contratistas que se ocupaban eran personas ya conocidas, a las que se
les había realizado el estudio de seguridad. Explica que la seguridad de
pagar en efectivo estaba dada para que no llegara cualquier persona. Si
se hacía por licitación, todos los participantes tendrían que ver dónde se
va a realizar el trabajo. Dice que está defendiendo la postura que le
dieron a conocer en todo caso. Señala desconocer los motivos de
seguridad que se encuentran involucrados en el pago de las cuentas
básicas de luz, agua, gas, etc., con dineros en efectivo, simplemente le
dijeron que tenía que hacerlo así, y como Capitán recientemente
ascendido nunca cuestionó lo dispuesto. Dice que desconocía que estos
dineros provenían de Gastos Reservados, para él simplemente eran
recursos que se encontraban autorizados para este fin.
Asevera que en ninguna de las otras Unidades en las que estuvo,
se entregaba dinero en efectivo y sin firma de documentos. Señala que
cuando estuvo en la Casa Institucional era el Oficial más joven,
entonces cuando le dieron la orden de cómo pagar estos gastos,
simplemente la cumplió. Dice que efectivamente le llamó la atención el
sistema que se utilizaba para pagar los gastos de la Casa Institucional.
Insiste en que desconocía en ese momento que se trataba de dineros
que provenían de Gastos Reservados. Reitera que era en ese entonces
Capitán recién ascendido, y por ello no cuestionaba nada. Además, se le
señaló, cuando asumió, que era un cargo de mucho prestigio, y por ello
no cuestionaba nada, era mucha su felicidad al respecto, ya que siempre
estuvo destinado en provincia. Por ello, cuando le decían que algo se
debía hacer de cierta forma, no lo cuestionaba. Afirma que ahora
entiende que dichos dineros eran de Gastos Reservados. Relata que al
saber que son Gastos Reservados, efectivamente le llama la atención
que se paguen con ese tipo de fondo los gastos de la Casa Institucional,
porque no estaban destinados a eso. Expresa que si le dicen que un
fondo tiene un destino específico y se gastan en otra cosa,
efectivamente no corresponde, pero en ese momento no se le había
pasado por la cabeza el origen de los dineros que se utilizaban. Asegura
que si hubiese sabido que se trataban de Gastos Reservados, no les
habría dado ese destino. Afirma que los dineros de Gastos Reservados

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son para seguridad nacional, inteligencia y contrainteligencia. Señala
que se enteró que se trataban de Gastos Reservados cuando salió este
asunto por la prensa. Antes nunca supo de esto, creyendo que se
trataba de un procedimiento normal. Agrega que sí supo rumores sobre
el tema, sobre todo cuando se hablaba de la administración siguiente,
del General FUENTE-ALBA, la que no guarda relación con la
administración del General IZURIETA.
Dice que el fuerte del dinero que recibía mensualmente de
CORTÉS, en efectivo, se destinaba a consumos básicos, vale decir, luz,
agua, gas, internet, tv cable para la sala de descanso de la Guardia, no
recuerda si se gastó en teléfono porque había una telefonista que pudo
ser de un teléfono de cargo fiscal. Indica que lo más caro era el gasto
por agua, de alrededor de $2.000.000 por riego, piscina y el consumo
de la Casa personal. Señala que el General IZURIETA vivía con su
señora y ocasionalmente con su suegra, sus hijos no vivían con él.
Agrega que los Ayudantes no vivían en la Casa, sino que trabajaban con
sistema de turno. La Guardia estaba en el sector administrativo, siendo
los únicos que se quedaban en la noche, y eran entre 4 a 6 personas. El
Oficial Escolta a veces pernoctaba en la casa cuando había alguna
diligencia muy temprano al día siguiente. Refiere que el total del
consumo básico que pagaba por la Casa Institucional o Casa Comando,
con los dineros que le entregaba CORTES, era de unos $3.800.000.
Expone que además se gastaba en las mantenciones y
ornamentación de la Casa, y si bien no eran siempre las mismas
mensualmente, se mantenía ese ítem por si había alguna eventualidad.
Por estos ítems se gastaba en promedio $2.000.000 al mes. Dice que
por ornamentación se comprende los gastos de flores, no recordando
cuánto se gastaba específicamente, pero siempre se compraban flores
para el sector Institucional. Las flores en realidad era un gasto marginal,
que las pedían al Club Lo Curro, y cuando necesitaban las mandaban a
comprar, a razón de $80.000, esto para la Casa Institucional. Otro gasto
importante decía relación con las actividades protocolares que se hacían,
a lo menos una vez por semana, pudiendo llegar hasta cuatro
semanales. Para estas actividades se encargaba al Club de Lo Curro
todo lo necesario para cubrir estos eventos. Dice que nunca contrataron

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una banquetera, lo que los diferenció, dice, con lo que ocurrió en la
Administración siguiente. Señala que en la boleta de Lo Curro se ponía
“gastos por la comida tanto y tanto”; nunca se preocupó en ese
entonces de cuál era el ítem a que se cargaban estos gastos, solo se
preocupaba de recibir los dineros para poder pagar estos gastos. Refiere
que la boleta que llegaba del Club Lo Curro decía simplemente
“Consumo Casa Comando”. Sostiene que estos dineros salían de lo que
le entregaban mensualmente. Dependía de la cantidad de personas que
asistían a la actividad, que podían ser 10 o 20 o más personas,
gastándose aproximadamente $3.000.000 mensuales, según afirma.
Dice que se trataba de actividades donde generalmente asistían
Ministros, Senadores, Oficiales extranjeros, Comandantes en Jefe de
diversos Ejércitos, gente de la Presidencia, o la Presidenta misma que
fue una vez, por lo menos una vez al mes se recibía alguna autoridad
gubernamental o militar. Agregar que en realidad no se recibían
Senadores.
Aduce que solo iba a la Comandancia en Jefe para cosas muy
puntuales, como una ceremonia o a retirar los dineros que ha referido.
Prácticamente vivía en la Casa de Lo Curro. Añade, además, que pedía a
CORTÉS recursos para pintar y barnizar la casa, lo que se hacía una vez
al año. También se hacía una mantención anual a la piscina, de pintura
y reparación.
Adiciona que el DAG es el Departamento de Asuntos Generales. En
pocas ocasiones se entendió con el DAG, una vez era cuando le
entregaron unos vales de vestuario, porque en las otras ocasiones le
entregaron dinero en efectivo para su vestuario y del personal. Estos
vales de vestuario no se dan a todo el personal del Ejército, ya que
normalmente se les entrega una cuota para el vestuario militar, pero
como ellos trabajaban de civil, les entregaban los vales. Señala que
estos vales para vestuario estaban destinados para el personal de la
Casa Institucional, desconoce el monto de este vale, no se acuerda.
Asegura que cuando le entregaron dinero en efectivo por este concepto,
se los entregó el Comandante CORTES. Cuando pasaba revista de
vestuario y por ejemplo se daba cuenta de que alguna camisa no se
encontraba en buenas condiciones, hablaba con el Comandante CORTES

56
para comprar camisas, éste le preguntaba cuánto había que gastar y le
entregaba el dinero. Lo mismo ocurrió con los zapatos y otros gastos
para vestuario del personal.
Afirma que para su propio vestuario le entregaron dinero
específicamente, no recuerda el monto. A medida que fue necesitando,
pidió dineros a CORTÉS, quien se los entregó. Estas peticiones las hacía
cuando veía al Comandante CORTES, mensualmente. La compra más
grande que recuerda haber hecho por este concepto fue de un
chaquetón para el invierno, que costó aproximadamente $100.000.
Refiere que, por vestuario, para él, pidió anualmente a CORTÉS
aproximadamente unos $200.000, aunque no recuerda bien el monto,
pero sí pidió dineros cada vez que necesitó.
Explica que solicitaba los recursos a CORTÉS y posteriormente le
rendía estos gastos con las boletas, de forma mensual, a principios o
fines de cada mes; juntaba todas las boletas, las pegaba en una hoja en
blanco e indicaba el motivo de cada boleta al lado, y al final había un
total. Dice que era bien riguroso en la rendición de cuentas, no era una
rendición de cuenta con vales firmados por el declarante. Señala que
para los conceptos por los cuales no existían boletas de respaldos,
emitía un vale. Esto ocurría, por ejemplo, para el bono para teléfono que
se entregaba al personal de la Casa Institucional. En realidad en este
caso era más bien una relación firmada por todos los que recibían los
recursos. Indica que se entregaban $20.000 a cada uno,
aproximadamente, siendo 18 personas en total aproximadamente,
incluido el declarante. Sostiene que este pago de bono por teléfono
venía así desde antes, siendo también una especie de estímulo porque
era un trabajo sumamente exigente, sin importar el horario. Añade que
también se entregaba al personal, como incentivo, otro bono de
$20.000 para quienes se quedaban después de las 00:00 horas, cada
vez que lo hacían. Así, si una persona se quedaba 4 veces después de
las 00:00 horas con ocasión de actividades protocolares, le correspondía
un pago de $80.000. Explica que a este bono tenía acceso todo el que
se quedara según el sistema de turno, se podían quedar por noche unas
8 personas, del total del equipo de trabajo que eran 18 personas
aproximadamente, las que hacían turno. Declara que todos estos bonos

57
se encontraban comprendidos dentro de los dineros que le entregaba
CORTÉS, los que incluía en su rendición de cuentas mensual, y también
era mediante una relación del personal al que se entregaba el dinero,
quienes firmaban.
Asegura que era poco probable que se quedara sin recursos en el
mes, y cuando veía que iba a ocurrir, llamaba antes a CORTÉS para que
le proporcionara los recursos necesarios. Si le sobraban recursos,
entonces le entregaba el Comandante CORTÉS menos dinero el próximo
mes, compensándose.
Expresa que desde el primer día en que el Comandante CORTÉS le
explicó el funcionamiento de la rendición de cuentas, debía triturar toda
esta documentación, según él le dijo. Adiciona que él le entregaba la
documentación y CORTÉS se la devolvía después de revisarla,
inmediatamente, llegaba a la Casa Institucional y trituraba toda la
documentación como se lo había dispuesto. Afirma que el Comandante
CORTÉS le dijo que por temas de seguridad debía triturar los
documentos. La primera vez que le rindió cuenta y le entregó la carpeta,
le dijo que triturara la carpeta por temas de seguridad. El declarante
asumió que se hacía por comodidad para no hacerlo él y nunca
cuestionó por qué no se quedaba con la carpeta CORTÉS. Dice que
nunca firmó ningún documento al recibir los dineros que le entregaba
CORTÉS. No obstante, nunca cuestionó órdenes. Expresa que ahora
sabe que cada proceso debe estar respaldado, pero que en ese
momento creyó que era un proceso que ya estaba establecido, cuya
orden debía cumplir. Afirma que no guardó copia de las boletas, ni
siquiera para resguardarse de estos gastos, simplemente cumplió la
orden de triturar la carpeta. Refiere que se siente un excelente militar
porque cumple con lo que se debe hacer, y si estaba en la cúpula del
Ejército no iba a cuestionar los procesos que se veían ahí. Sostiene que
nunca le hizo presente este tema al General IZURIETA, ya que de esto
se encargaba el Comandante CORTÉS, quien tenía capacidad para tomar
decisiones. El General IZURIETA sabía que se hacían trabajos en la
Casa, pero no se metía en las cosas que había que hacerse, sino que el
declarante las veía directamente con el Comandante CORTÉS.

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Indica que de los asuntos internos de la Casa se encargaba la
esposa del General IZURIETA, la señora Ginetta FORNAZZARI. Refiere
que cuando había actividades protocolares, ella coordinaba con el Club
de Lo Curro la elección y disposición de las flores y ornamentación, así
como también en la elección del menú. Al principio la elección del menú
se la presentaba al General IZURIETA, quien después delegó a su
señora esta decisión. Indica que presentaba 3 menús para elegir y la
señora Ginetta decidía en acuerdo con el General IZURIETA. Refiere que
la señora Ginetta también se encargaba de realizar una ronda por todo
el jardín, revisaba que todo estuviera en funcionamiento.
Explica en cuanto al funcionamiento cotidiano que él era el
Comandante de la Unidad Administrativa, y la señora FORNAZZARI
supervisaba el funcionamiento de la casa y el bienestar del personal,
que todos estuvieran bien. Dice que de los almuerzos para el General y
su familia se encargaba el personal de turno. La nana era la que se
encargaba de lo más personal, y del aseo se encargaba el personal de
turno.
Relata que de las compras en general se encargaba la señora
FORNAZZARI, a quien no le gustaba que la acompañara la seguridad,
pero de todas formas había seguridad indirecta.
Señala que de las compras para la parte administrativa se
encargaba el Mayordomo General Juan YAÑEZ, a quien el declarante le
entregaba recursos en la medida que le solicitaba, lo que hacía una vez
al mes aproximadamente, le entregaba en la medida que él se lo
solicitaba. Sostiene que el Club de Lo Curro entregaba la alimentación
para el personal de la Casa Institucional. Dice que tenía 2 manos
derecha, dentro de la casa era el mayordomo general, YAÑEZ, y fuera
de la casa era Aner PAREDES, el primero controlaba todo lo que sucedía
al interior de la Casa y le solicitaba recursos cuando era necesario, como
por ejemplo, cualquier problema doméstico que hubiera en el sector
institucional, como goteras, pinturas, entre otros. Adiciona que le
entregaba los recursos a YAÑEZ, éste le rendía cuenta, y esa rendición
de cuentas él la incluía en la que hacía al Comandante CORTÉS. Algunas
veces le rindió cuenta de gastos de alimentación que se hicieron más
bien por concepto de apoyo al personal que trabajaba en la Casa

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Institucional. Expresa que del almuerzo de la familia del General
IZURIETA se encargaba el personal de turno, y de las compras se
encargaba la señora Ginetta. Desconoce si el General IZURIETA o su
señora le encargaron a YAÑEZ hacer alguna compra, al declarante por lo
menos no le encargaron hacerlo.
Expone que se encargaba de la compra de los regalos que se
entregaban a las señoras de los Generales, Ministros y autoridades
institucionales, que eran generalmente collares y perfumeros. No
recuerda cuáles Ministros. También para las señoras de los
Comandantes en Jefe de Ejércitos extranjeros, no recuerda cuáles, salvo
el de Alemania. Especifica que eran unos collares de fósiles o de
lapislázuli, que compró personalmente o mandó a comprar, a un
proveedor que vivía cerca que tenía la empresa en su casa. Los
perfumeros también eran de lapislázuli. Señala que este proveedor
enviaba un muestrario, la señora Ginetta seleccionaba el regalo y se
encargaban las unidades necesarias. Añade que se compraban
mensualmente unos 10 regalos, aproximadamente, debiendo haber sido
menos, de unos $50.000 en promedio cada regalo. Dice que, en
realidad, sacando las cuentas, tampoco le calza que mensualmente
gastara $500.000 en este concepto, por lo tanto debió haber sido una
cantidad inferior. Declara que se mantenía un stock de regalos que se
iba renovando cada 3 a 6 meses.
Explica que las materias que específicamente se encarga el DAG,
dentro de la Comandancia en Jefe, es de todo lo que dice relación con el
régimen militar interno, como por ejemplo, se encargaban de
administrar las cabañas vacacionales de la Comandancia en Jefe en
Farellones; el DAG se encargaba de la totalidad de la mantención de las
cabañas de la Comandancia en Jefe. Pero, de la cabaña asignada para el
Comandante en Jefe, que más propiamente es una casa, de un
porcentaje de su mantenimiento se encargaba el declarante y del resto
se encargaba el DAG, este último para mantenciones grandes. Dice que
se encargaba de las reparaciones menores, como la reparación de la
barrera de entrada, barniz en partes puntuales. También se encargaba
de las reparaciones que se requerían con rapidez o de aquellos ítems
que el DAG no se podía encargar. Afirma que no hacía cotizaciones

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formales, sino que hacía una cotización personal y hacía las
comparaciones por internet para ver que el precio que le estaba
cobrando el proveedor no fuera tan alto; había un proveedor fijo que
según el valor mercado era más bajo. Señala que este proveedor era de
apellido NEIRA, que también trabajaba en las reparaciones de la Casa
Institucional. Él le mandaba los presupuestos por internet, nunca vio
que fueran excesivos respecto de un valor normal de mercado. Dice que
no recuerda si el Comandante en Jefe fue a esta cabaña, a quien de
partida no le gustaba esquiar.
Relata que al General IZURIETA le gustaba ir a su casa en Santo
Domingo, donde generalmente vacacionaba. En estos casos, el General
iba con su familia y con la Seguridad. Dice el declarante que asistió a la
casa del General IZURIETA en Santo Domingo, junto con otros Oficiales,
como invitado. Agrega que acompañó un par de veces a la señora
Ginetta a esta casa a ver unos trabajos de mantención. Explica que en
la Casa Institucional se quedaban al mando “sus manos derecha”, que
eran el Mayordomo General Juan YAÑEZ y el Suboficial Aner PAREDES,
este último se encargaba de la parte administrativa de fuera de la casa,
como señaló.
Respecto de los regalos protocolares que se entregaban en
actividades protocolares y personales, que se remite a lo que señaló
anteriormente. Afirma que no le correspondió hacer compras de lápices
costosos ni collares de oro, como leyó en la prensa se hizo en alguna
oportunidad. Dice que a él no le dieron ningún regalo de este nivel,
tampoco tuvo que comprar corbatas ni similares.
Señala que cuando se sale “mejor Oficial”, se entrega el premio
“Comandante en Jefe”. Dentro de su categoría antes de llegar a la
Comandancia en Jefe fue distinguido como el mejor Oficial de su
guarnición. Entonces el DAG le entregó un reloj grabado con el logo del
Ejército, y el año, de marca Swiss Army. Hace presente que este premio
no se lo ganó por trabajar con el Comandante en Jefe, sino que lo ganó
en su destinación anterior, premio que se materializó cuando ya era
Oficial de Órdenes.
Expresa que el DAG tenía a cargo las funciones primarias, que son
el personal, inteligencia, operaciones y logística, esto es, la parte

61
administrativa. Desconoce el motivo por el que el DAG no se encargaba
de la mantención de las reparaciones y necesidades de la Casa
Institucional, sino que de esto se entendía el declarante con el
Comandante CORTÉS. Dice desconocer cómo se atendían los gastos de
mantención de la Comandancia en Jefe.
Afirma desconocer a quien más el Comandante CORTÉS entregaba
dinero de la misma forma que se los entregó a el declarante. Había
“compartimentaje” al respecto. El Comandante CORTÉS mantenía la
distancia y era muy reservado sobre estos temas, ni daba instancias
para que se preguntara más. Añade no saber si a los Escoltas el
Comandante CORTÉS les entregaba dineros. Si por ejemplo se les
pinchaba un neumático, lo veían con el DAG o le pedían los recursos al
declarante. En todo caso, no recuerda que se hayan gastado grandes
sumas de dinero en vehículos. Señala que en la Casa Institucional
contaban con 4 vehículos institucionales, según recuerda. El General
IZURIETA utilizaba su vehículo personal cuando salía los fines de
semana, salvo que fuera por una actividad protocolar, en cuyo caso salía
en un vehículo institucional manejado por chofer.
Dice que el resto de los regalos que se entregaban, él no los veía.
Explica que en la Casa Institucional se hacían diferentes
actividades, como por ejemplo, los ascensos y retiros de los Generales.
En esta actividad de su parte no se entregaba ningún regalo, por lo
menos él no los vio ni pasaban por él. Dice que no tenía injerencia en
esta entrega de regalos si es que se les entregó; puede que se hayan
entregado regalos en la Comandancia en Jefe, aunque está especulando.
Menciona que para Navidad se hacía una actividad con todo el
personal que trabajaba con el Comandante en Jefe. Esta actividad
consistía en una “hamburguesada” con bebidas, que era organizado por
el declarante con el Club de Lo Curro, que siempre enviaba todo lo
necesario para las actividades, desde la alimentación hasta la instalación
de carpas, servir comidas, etc. Refiere que le pedía un presupuesto al
Gerente del Club de Lo Curro, que en esa época era el Coronel Carlos
PALMA, le exhibía el presupuesto al General IZURIETA y a su señora,
sobre todo por la elección del menú y disposición de carpas. Incluso
PALMA subía a hablar con la señora Ginetta para afinar detalles del

62
evento y hacer sugerencias. No recuerda cuánto se gastaba para esta
celebración de Navidad, cree que se gastaron unos $10.000 a $15.000
por persona. En todo caso la actividad de Navidad no se encarpaba, sino
que se instalaban toldos. Asegura que en esta celebración participaba
todo el personal de la Casa Institucional, los Ayudantes, la Escolta y el
grupo más cercano del General IZURIETA de la Comandancia en Jefe,
como el Secretario General, algunos Coroneles y Secretarias. Alrededor
de unas 40 a 50 personas aproximadamente; esa era la actividad
gruesa que se hacía para Navidad, en que el General IZURIETA atendía
a la gente que trabajaba con él.
Respecto a la actividad que se hacía para el retiro y ascenso de los
Generales, señala que se encargaba el Departamento Comunicacional de
la Comandancia en Jefe, en cuanto a los asistentes. Declara que él se
encargaba de la actividad misma y de toda aquella actividad que se
realizara en el sector protocolar de la Casa Institucional. Se encargaba
del menú, de qué se iba a servir, ornamentación y flores, y los regalos
institucionales de menor cuantía, ya que de los regalos grandes que se
entregaban se preocupaba el encargado del Departamento
Comunicacional, que en esa época era el Coronel WILLIAMSON. Expone
que vio una vez que se entregó un juego de espuelas de peltre o plata a
un Comandante en Jefe de un Ejército extranjero. No recuerda otros
regalos en particular porque estaba encargado de la concreción del
evento. Esto lo veía WILLIAMSON con el Comandante en Jefe, de forma
compartimentada. Asegura que con el Comandante CORTÉS comentaba
el menú que se servía y las otras cosas que conocía, pero con nadie
más, cuidando la privacidad del Comandante en Jefe.
Relata que también se hacía una actividad para el 18 de
septiembre, que se realizaba el 19 de septiembre exactamente. De esta
actividad se le dio instrucciones cuando se recibió de su cargo, pero en
todo su periodo no se hizo en la Casa Institucional, desconociendo
dónde se realizó esta actividad. Dice que también se hacía una actividad
donde se recibía a los Agregados Militares y a sus señoras, pero en
realidad no recuerda detalles. Tampoco recuerda detalles de la actividad
que se hacía a inicio de año para el Alto Mando.

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Señala no tener recuerdo de los regalos que se entregaban para
los matrimonios de los hijos del Alto Mando.
Refiere desconocer quién se encargaba de las invitaciones de
matrimonio que se hacían al Comandante en Jefe. Sabe que se
manejaban regalos, pero desconoce quién se encargaba de eso. Dice
que cuando se cas, envió una invitación al Comandante en Jefe de la
época, el General FUENTE-ALBA, y le enviaron un juego de copas en su
nombre.
Afirma que a él no siempre le llegaban los regalos que se
entregaban en la Comandancia en Jefe, por el hecho de trabajar lejos;
no recuerda qué regalos se entregó al personal que trabajaba en la Casa
Institucional para las navidades ni los cumpleaños. Ahora recuerda que
para dos navidades se entregó una Giftcard para el personal, de unos
$20.000. No recuerda si fueron en los 3 o 4 años en que estuvo en el
cargo que se hizo este regalo, pero sí está seguro que se hizo en a lo
menos 2 años, tampoco recuerda cuáles años específicamente. Relata
que gestionó la compra de estas Giftcard con los recursos que le entregó
CORTÉS. Esta Giftcard la compró en una casa comercial, pero no
recuerda el nombre del retail en que las adquirió. Declara que recibió
una Giftcard por el mismo monto, de las que el mismo compró. De la
compra de estos regalos también rindió cuenta a CORTÉS. Señala que
se entregaron a 40 o 50 personas Giftcard.
Explica que para el cumpleaños del personal, celebraban
internamente en un desayuno; no se encargaba por lo menos de la
entrega de estos regalos para el personal; no recuerda haber recibido
regalos para su cumpleaños y tampoco recuerda que le hayan regalado
algo a su señora para su cumpleaños. Dice que de este desayuno
también se encargaba el Club Militar.
Expone que el rancho que consumía el personal de planta de la
Casa Institucional era mejorado respecto del rancho que se entregaba
en otras Unidades, lo hacía el Club Militar. El rancho venía mejor
preparado con algún agregado. Dice que además, por ejemplo, en vez
de una manzana, les daban fruta cocida con crema o merengue. Declara
que se encargaba de los pagos que se hacían al Club Militar por el
rancho del personal que trabajaba en la Casa Comando, lo que

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concretaba por medio del Plana Mayor Aner PAREDES, lo que se hacía
de forma mensual. Afirma que de estos dineros también rindió cuenta a
CORTÉS. Para la Guardia se les entregaba el desayuno, pese a que no
pertenecían a su personal, lo que se hacía porque también les daban
seguridad a ellos. Este desayuno se pagaba con los dineros en efectivo
que entregaba a YAÑEZ. Indica que se gastaba aproximadamente por
rancho $1.000.000 mensuales.
Refiere que su intención es cooperar, pero dado el tiempo
transcurrido no siempre logra recordar con precisión los montos, ni
cantidades, ni conceptos por los que destinó los recursos que le fueron
entregados por el Comandante CORTÉS.
Dice que de los chocolates que se regalaban, se encargó al
principio cuando llegó, manteniendo un stock de chocolates, pero se
deterioraban. Posteriormente, cuando se requería alguna caja de
chocolates, generalmente lo hacía la señora Ginetta, entonces él
enviaba a un conductor a comprar los chocolates que hicieran falta.
Recuerda que se regalaban chocolates de marca Bozzo y La Fête, y que
se entregaban chocolates cuando el Comandante en Jefe y su señora
asistían a alguna actividad. Relata que cada caja costaba
aproximadamente $10.000 cada una, un poco más. Asegura que mínimo
el Comandante en Jefe asistía a 2 actividades, y máximo iba a 5
actividades al mes, en las cuales siempre llevó algún presente, que
podían ser chocolates. Desconoce si en la Comandancia en Jefe se
mantenía un stock de chocolates, él cree que sí.
Señala que de los regalos de arreglos de flores se encargó al
principio, solo en las primeras semanas que recibió su cargo, y luego se
delegó este tema, pero desconoce a quien. Añade que estas compras de
flores se la encargó la señora Ginetta, lo que materializó encargando a
un conductor su compra, lo que ocurrió en un par de ocasiones, no más,
ya que después se hizo cargo de este tipo de regalo la Comandancia en
Jefe. Desconoce quién era la persona que se encargaba de la compra de
este regalo en la Comandancia en Jefe, pudiendo haber sido el
Comandante CORTÉS, aunque no tiene seguridad de eso y por lo menos
no lo vio. Apunta que en las ocasiones en que se encargó de la compra

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de las flores, no recuerda para quién era, ni si el General IZURIETA las
entregó o si las mandó directamente desde la florería.
Expone que los gastos del personal contratado para la mantención
de los jardines se pagaban con los dineros que le entregaba el
Comandante CORTÉS. Esto lo coordinaba el Plana Mayor. No recuerda si
tenían un contrato o si era un trato de palabra. Eran dos jardineros, uno
de nombre FABIÁN y otro de nombre JOSÉ, cuyos apellidos no recuerda.
Señala que a estos se les pagaba aproximadamente $300.000 al mes,
aunque no recuerda con exactitud el monto; le entregaba el dinero en
efectivo al Plana Mayor PAREDES, y éste le entregaba el dinero a los
jardineros.
Adiciona que no recuerda detalles de la persona que se encargaba
de la mantención mensual de la piscina; en esa época la piscina no se
encontraba temperada. Explica que la mantención de la piscina se tuvo
que haber realizado mensualmente, pagándose con la misma
periodicidad, cuyo monto no recuerda, pero también se pagaba con los
dineros que CORTÉS le entregaba en efectivo. Recuerda que también se
hacía mantenciones al espejo de agua que se encuentra en la entrada
de la Casa Institucional. Aclara que en su época tampoco había un
sistema de aromatización de la Casa Institucional. Como señaló, nunca
vio algo apoteósico, ni de gustos extravagantes, sino que vio mucha
austeridad y sencillez.
Expresa que, respecto del gasto de recursos de Gastos
Reservados, si hubiera sabido que con este tipo de recursos se pagaban
los gastos de la Casa Institucional, se lo habría hecho presente al
Comandante en Jefe. Agrega que solo habla por él, no puede decir qué
hablaba el Comandante CORTÉS con el General IZURIETA, porque no lo
sabe. Dice que el General IZURIETA podría no conocer cómo se
gastaban estos dineros en el detalle, pero sí tenía conocimiento de que
estos gastos se hacían con los dineros que entregaba el Comandante
CORTÉS, porque era con el General IZURIETA a quien rendía cuentas
CORTÉS. Señala que ningún otro recurso dentro del Ejército que él sepa
tenía el mismo tratamiento, en cuanto a la destrucción de la
documentación respaldatoria, ni que se entregaran en efectivo, como
ocurrió con los dineros que le entregaba CORTÉS.

66
Añade que otro gasto grande que recuerda fue el que se realizó
con estos dineros a propósito de una falla estructural de la Casa
Institucional, ya que presenta movimientos en el terreno, y en una
ocasión se tuvo que cambiar el piso a toda la casa; no recuerda el
monto exacto, pero fue considerable, fue entre $20.000.000 a
$30.000.000. También falló en una oportunidad la calefacción, ya que se
tapaban los ductos, lo que provocó un gasto permanente de cierta
consideración. Recuerda que se compraba un producto para la caldera.
En otra ocasión se inundó completo el piso de la Casa, porque se
reventó una cañería, lo que también provocó un gasto grande adicional
de lo que le entregaba mensualmente CORTÉS.
Afirma que efectivamente ha vivido en casa fiscal, y en ese tiempo
el Ejército nunca le pagó los gastos básicos de luz, agua, gas, internet.
Desconoce el motivo por el que el Comandante en Jefe no pagaba sus
consumos básicos, simplemente era la política del Ejército de ese
entonces.
34.- Declaración de Diego José FERNANDO CORTÉS
MEJIDO, Abogado, ex Asesor Jurídico Comandancia en Jefe años
2003-2018, quien a fojas 15.694 manifestó, en resumen, lo que
pasa a reseñarse:
Que conoce el motivo de su comparecencia, entiende que viene a
declarar en el Cuaderno FUENTE-ALBA, se imagina que es en razón de
que ocupó los cargos de Asesor Jurídico de la Comandancia en Jefe
entre el año 2003 y el año 2018. Primero ocupó el cargo de Segundo
Asesor Jurídico hasta el año 2008 y luego, en el año 2009, asumió como
Jefe. Luego, ocupó el cargo de Coordinador de la Auditoría General,
como Secretario de Coordinación, en los años 2019 y 2020. Entre las
funciones que cumplió, viene en señalar que, además, entre los años
2016 y 2020 integró como Ministro Suplente de la Ilustrísima Corte
Marcial.
Manifiesta que, respecto de su carrera, le correspondió atender a
5 Comandantes en Jefe, desde el General CHEYRE hasta el General
MARTÍNEZ.
Declara que, respecto de los Gastos Reservados de la
Comandancia en Jefe durante su periodo como Asesor Jurídico, y con

67
afán de colaborar con la investigación, viene en explicar que la Asesoría
Jurídica es un pequeño gabinete jurídico que atiende las necesidades de
la Secretaría General del Ejército. Por lo tanto, el jefe directo de la
Asesoría Jurídica es el Secretario General del Ejército y no el
Comandante en Jefe. Indica que la función de la Asesoría Jurídica es
atender todo el asunto jurídico disciplinario, atender la correspondencia
y respuesta a distintos organismos del Estado y revisar toda la
documentación que otros organismos especializados, como la Dirección
de Personal; además proponía las respuestas a otros organismos
externos al Ejército, en cuanto a que esa documentación estuviera
ajustada a Derecho. También se debía revisar la legalidad de los
procedimientos de adquisición por Compras Públicas, en cuanto a la
propia Unidad de la Comandancia en Jefe. Eran en todo caso
adquisiciones pequeñas, por ejemplo, la licitación de la empresa de
aseo. Declara que no recuerda que la contratación de la empresa que
aromatizó la Casa Institucional durante el periodo del General OVIEDO
haya pasado por su Oficina. Manifiesta que esa contratación no se hizo
mediante licitación pública. Señala que, sobre ese tema, se enteró que
se hizo la contratación de dicha empresa, pero sobre la materia no fue
consultado en su calidad de Asesor. Afirma que cuando escuchó sobre
esa contratación, como fue una decisión de la autoridad superior del
Ejército, no opinó al respecto. Adiciona que puede tener una opinión
personal, pero no la manifestó. Indica que escucho de esta contratación
por comentarios y “la suerte” de que el Comandante en Jefe tenga
aromatizada su casa.
Explica que, en el contexto de las funciones de la Asesoría, el
Asesor Jurídico del Comandante en Jefe es en realidad el Asesor Jurídico
de la Secretaría General. En cambio, el asesor jurídico del Comandante
en Jefe es el Auditor General del Ejército. Añade que se cuidó mucho de
no traspasar sus ámbitos de funciones, ya que no podía pasar a llevar al
Auditor General en cuanto la asesoría al Comandante en Jefe. En el
Reglamento Orgánico de la Comandancia en Jefe se encuentran
descritas en detalle las funciones propias de su cargo, que serían,
además de las que ha mencionado, proponer las resoluciones

68
respectivas a través del Secretario General, enviar informes que se
solicitaban respecto de determinadas materias, entre otras cosas.
Señala que el sistema de funcionamiento era que toda la
documentación, manifiesta que el 95% de la documentación de la
Comandancia en Jefe, es firmada por el Secretario General por orden del
Comandante en Jefe. Para las resoluciones firmadas por el Comandante
en Jefe, dice el deponente que él entregaba una carpeta con una minuta
al Secretario General, quien posteriormente se la entregaba a la
Ayudantía del Comandante en Jefe. Declara que estas resoluciones eran
las que resolvían los recursos de apelación en materia disciplinaria.
Indica, en cuanto a las materias de licitaciones, que esas no
estaban ligadas al Comandante en Jefe, sino que de ellas se encargaba
el Departamento de Asuntos Generales (DAG). Recuerda que se licitó el
servicio de aseo, la compra de carne, compra de productos de aseo,
escritorio y de mercadería. Todo eso, para necesidades de alimentación
del personal de la Comandancia en Jefe, lo que se licitaba. Manifiesta,
respecto de los teléfonos, que hubo una época en que esta contratación
la hizo la Comandancia en Jefe, la que entregaba los teléfonos. Luego,
esta contratación se licitó. Señala que, la contratación por parte de la
Comandancia en Jefe se hizo hasta la época del General OVIEDO, pero
no recuerda la época exacta. Afirma que tenían derecho a teléfono todas
aquellas personas que debían estar ubicables por el Comandante en Jefe
en cualquier minuto, como por ejemplo, los Jefes de Departamentos, los
Segundos, los Ayudantes, entre otros. Esto lo determinaba el Secretario
General, según cree. Declara que no sabe si le correspondía teléfono a
la señora del Comandante en Jefe. Refiere que, no tenía idea si ella
tenía teléfono, no tenía conocimiento si ella tenía un teléfono fiscal.
Declara que, si se le consulta su opinión, cree que a la señora del
Comandante en Jefe no le corresponde un teléfono fiscal, ya que las
cosas fiscales son para aquellas personas, funcionarios, que cumplen
una función dentro de la Institución.
Señala que el resto de la compra de los insumos alimenticios,
además de la carne, ignora cómo se adquirían. Afirma que se funciona
en el Ejército de forma muy compartimentada. Declara que no sabía qué
hacían los otros Jefes de Departamentos, ni ellos sabían qué es lo hacía

69
él. Expresa que nunca le preguntaron sobre otra adquisición de
alimentos, que solo vio la licitación de carnes. Afirma que esta compra
se hizo con recursos presupuestarios. Menciona que la Comandancia en
Jefe tenía durante un tiempo en el edificio Zenteno un casino para
Oficiales. Relata que cuando se llegó al Edificio Bicentenario se acabaron
los casinos diferenciados y había casinos únicos. Adiciona que a estos
casinos nunca fue, porque no le gustaba. Expresa que pudo haber ido
alguna vez a estos casinos a almorzar, pero no era su costumbre, ya
que llevaba su comida desde la casa y almorzaba en su oficina. En el
último tiempo en el casino del Edificio Bicentenario, señala que algunas
veces le buscaban el mismo almuerzo que servían en el casino único y
se lo llevaban a su oficina. Afirma que después de un tiempo se “borró”
del Rancho, ya que no usaba esa alimentación, lo que hizo el año 2019.
Afirma que del rancho mejorado que tenía la Comandancia en
Jefe, como Comandancia completa, hubo una época hasta unos 8 años
después del cambio al Edificio Bicentenario, que efectivamente había un
rancho mejorado los días viernes, donde se servía por ejemplo una
comida italiana, era una comida mejorada distinta de la que se servía en
las otras Unidades del Ejército. Señala que imagina que ese rancho
mejorado fue dispuesto por el Secretario General. Expresa que no
recuerda que se le haya hecho un cobro adicional por el consumo de ese
rancho mejorado. Añade que se imaginaba que había algún presupuesto
de alimentación del cual se obtenían los recursos y nunca preguntó el
origen de los recursos.
Declara que a estos almuerzos de los días viernes iban los
Oficiales y los empleados civiles de la Comandancia en Jefe, eran
aproximadamente 30 personas. Expresa que de la alimentación del
Comandante en Jefe se encargaba un pool de personal, dentro del cual
había un cocinero, que se imagina debió tener alguna minuta de
almuerzos. No tiene idea qué almorzaba el Comandante en Jefe ni quién
compraba sus alimentos. Era un tema del cual no tenía ningún acceso,
tampoco preguntó. Supone que los Ayudantes del Comandante en Jefe
con los cocineros tenían un sistema para atender las comidas del
Comandante en Jefe. Agrega que este era el llamado Repostero del
Comandante en Jefe. Manifiesta que no preguntó ni le correspondía

70
preguntar el origen de los recursos para la alimentación del Comandante
en Jefe, que no formaba parte de su desenvolvimiento. Afirma que a
todos les hacen un descuento dentro de la planilla de pago por
asignación de rancho. Imagina que del rancho que el Comandante en
Jefe pagaba, parte de eso iba destinado a los recursos para su
alimentación, cree que se cubrió con estos recursos o quizá con además
algún recurso presupuestario, o quizá ellos pusieron plata de su bolsillo,
pero en cualquier caso no tiene conocimiento de eso, es una idea suya.
Expresa que solamente puede suponer que el rancho del
Comandante en Jefe era uno particular para él, uno mejorado, pero que
no tiene conocimiento qué almorzaba. El Comandante en Jefe tenía un
Mayordomo que lo atendía, pero desconoce qué le preparaba.
Señala que nunca vio que algún Comandante en Jefe, en particular
el General FUENTE-ALBA, tuviera alguna alimentación especial ni que se
sirviera vinos de buena calidad.
Indica que el Comandante en Jefe tenía un comedor donde atendía
a sus invitados, pero que nunca fue invitado, por lo que desconoce qué
se servía. Dice que cree que el Comandante en Jefe, para sus funciones
protocolares, tendría algún ítem presupuestario que le permitía esos
gastos. Manifiesta que cree que los Gastos Protocolares eran para la
invitación de autoridades. Expresa que si el Comandante en Jefe
invitaba a alguien a almorzar, imagina que fue dentro del carácter de
Gastos Protocolares, imagina que invitó a personas vinculadas al
Ministerio de Defensa, relacionadas al Congreso o autoridades del Poder
Judicial. Relata que, en su conocimiento, estimó que los Gastos
Protocolares son para actividades propias del ejercicio del Comandante
en Jefe para atender a autoridades del Estado. Afirma que ha escuchado
de Gastos de Representación, que son aquellos recursos que se dan a
autoridades para atender o relacionarse con otras autoridades estatales,
esto en términos generales. Adiciona que desconoce cuáles son
específicamente el tipo de autoridades que permiten el uso de Gastos de
Representación, que no es esa su especialidad y que no tiene
conocimientos mayores de la reglamentación financiera del Ejército, eso
lo ve Finanzas, señalando que, a su juicio, quienes son mucho más
entendidos que él. Declara que en la Comandancia en Jefe hay un

71
Departamento de Finanzas, que tenía un Jefe y un Segundo. Manifiesta
que durante su época hubo varios Jefes, que cuando llegó era Jefe el
Coronel Juan Pablo DE LA FUENTE, cuyo Segundo fue Jorge CORTES
DÍAZ. Después, asumió como Jefe el Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ, y su
segundo era Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, quien luego asumió como
Jefe del Departamento de Finanzas, siendo su segundo Paublo ROSAS.
Después, dice, asumió como Jefe Paublo ROSAS en el momento en que
él salió destinado de la Comandancia en Jefe.
Indica que el Departamento de Finanzas administraba los fondos
presupuestarios de la Comandancia en Jefe y estos fondos
presupuestarios provenían de la Dirección de Finanzas. Expresa que el
destino de esos recursos era para partidas de gastos, como viáticos,
gastos de funcionamiento de la Unidad, mantención de vehículos,
alimentación. Imagina que se rendían todos los años dichos gastos a la
COTRAE y también a la Contraloría General de la República. Declara que
no sabe si dentro de estos ítems presupuestarios había alguno que
permitiera comprar regalos, no cree que haya existido alguno. Lo que ha
sabido ahora por esta investigación, es que aparentemente se usaban
recursos de Gastos Reservados para estas compras.
Refiere que llegó el año 2003 a la Comandancia en Jefe y que
antes estuvo en el Comando de Institutos Militares, ahora llamado
CEDOC. En esa Unidad le correspondió asesorar a todas las escuelas del
Ejército. Trabajó 4 años con el General CHEYRE y asesoró a distintos
Directores de Escuelas en temas disciplinarios, por eso conoció a
muchos Generales, ya que la mayoría fueron Directores de Escuelas.
Dice que por este motivo, el General CHEYRE lo llevó en su segundo año
como Comandante en Jefe a la Comandancia en Jefe, en el
Departamento Jurídico, siendo él Mayor, recién ascendido. Al pasar a
retiro el General CHEYRE, el General IZURIETA lo nombró Jefe de la
Asesoría Jurídica, en la época en que el Auditor General era el General
Juan ARAB.
Expresa que cuando llegó al Comando de Institutos Militares usaba
teléfono fiscal, por lo que cuando llegó a la Comandancia en Jefe y le
entregaron teléfono fiscal, esto ya lo había vivido antes. Sí puede
reconocer que se hacían regalos a fin de año en la Comandancia en Jefe,

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como una lapicera grabada, también para los cumpleaños. Expresa que
muchas personas pensaban que la Comandancia en Jefe era caer en el
Olimpo, que estaban “jauja”, pero, señala que en su opinión había
mucha más responsabilidad al trabajar en la Comandancia en Jefe. Dice
que incluso, algunos Generales que llegaron a la Comandancia en Jefe
llegaron con un concepto equivocado, como pasó con el General
OVIEDO.
Declara que los privilegios que se tenían en la Comandancia en
Jefe era el teléfono celular, los regalos para los cumpleaños de los
funcionarios y para sus señoras y también se daban regalos para
Navidad. Añade que con el tiempo, ha podido constatar que desde
afuera de la Comandancia en Jefe había una visión a su respecto, como
una especie de Olimpo, donde pasaban cosas a las que nadie tenía
acceso. Afirma que cree que se disponían estos regalos por la Jefatura
de la Repartición y que tuvo que ser el Jefe. Señala que cree que fue el
Comandante en Jefe de la época quien dispuso la entrega de regalos y
privilegios para los funcionarios de la Comandancia en Jefe. Indica que
desde que llegó a la Comandancia en Jefe el año 2003 recibió ese trato
y esos regalos y “privilegios”.
Manifiesta que los regalos los recibía todo el personal de la
Comandancia en Jefe. Expresa que son más funcionarios de lo que
pensó en su oportunidad, eran más de 300 personas que dependen de
la Comandancia en Jefe, ya que se incluye el personal que trabaja en la
Casa Institucional. Asevera que ahora se enteró que no había un ítem
presupuestario que permitiera la compra de estos regalos, y que en
cambio se usaban los Gastos Reservados.
Señala que nunca le tocó bono de escolaridad. Puede que se haya
entregado a funcionarios con un determinado nivel de remuneración
más bajo que de él, de la Comandancia en Jefe.
Afirma que efectivamente se entregaba un ajuar cuando nacía un
hijo de algún funcionario de la Comandancia en Jefe, lo entregaba
generalmente la señora del Comandante en Jefe. Ignora de dónde
provenían estos recursos, si es que lo hacía Bienestar Social o no.
Expresa que se entregaban regalos cada vez que alguien se iba de
la Comandancia en Jefe. Agrega que a los Oficiales que se iban se les

73
regalaba un reloj, desconoce qué se entregaba a los funcionarios del
cuadro permanente. Indica que reloj era de marca VICTORINOX, de
estos relojes más de campaña. Esta entrega de regalos cree que lo
terminó el General OVIEDO. No sabe qué pasaba con los regalos de
despedida de los Generales, pero para las personas que estaban en la
Comandancia en Jefe fue en el segundo año del mando del General
OVIEDO que se terminó con los regalos de Navidad, por lo menos
respecto del personal.
Manifiesta que le duele que el General OVIEDO haya declarado
que hacía estos regalos para “fidelizarnos”, porque considera que es una
falta de respeto para con todos ellos. Es muy distinto decir que era un
regalo en consideración al trabajo, a que era un regalo para que hicieran
el trabajo, considera que es una falta de respeto, es un insulto. Expresa
que siempre hizo su trabajo por lo que ganaba honestamente. Declara
que si esta fuera del Ejército es porque siempre fue honesto y siempre
dijo lo que pensaba, lo que no siempre cae bien. Afirma que nunca
recibió un peso que llevara a la casa, a su casa, a sus hijos y a su
mujer, que hubiera sido ganado deshonestamente, nunca.
Señala que se enteró que el General OVIEDO dijo que no
correspondía la entrega de estos regalos para el cuadro permanente de
la Comandancia en Jefe, por eso dejó de entregarlos cree que el
segundo año.
Afirma que efectivamente a los Generales se les entregaban
regalos de una categoría superior a los que se les entregaban a ellos.
Indica saber que a las señoras de los Generales también se les
regalaron “medallitas”. Agrega que esa costumbre viene arrastrándose
quizá “desde cuándo”. Declara que hoy día puede decir que la entrega
de estos regalos no corresponde y que venían desde antes estas
situaciones, las que ahora se entiende que no son correctas. Manifiesta
que se vio arrastrado a ese tipo de situaciones, lo que es desagradable,
pero que no puede desconocer su carrera militar y por lo mismo puede
decir que esas cosas no son todo el Ejército, no lo representan. Expone
que el Ejército de Chile es la gente que está en todo el país, trabajando
en los caminos y ayudando a la gente. Asevera que es claro que no se
puede usar recursos presupuestarios para compra de regalos. Añade

74
que debió haber sido un orgullo haber sido asesor de la Comandancia en
Jefe por 15 años, en cambio, hoy, es un estigma.
Adiciona que le llama la atención que en el Ejército vienen casi
todos de familias de clase media y en algún momento se produjo una
distorsión en cuanto al nivel de vida que algunas personas aspiraban o
pretendieron vivir dentro del Ejército.
Reflexiona que tampoco puede pretender como jefe, escudarse
tras de sus subalternos de sus propios errores. Indica que siempre
pregonó que los errores eran suyos como Jefe y los triunfos eran de
todo su Departamento.
Manifiesta que había una organización dentro de la Casa
Institucional del Comandante en Jefe, compuesta por un pool de
personas que trabajaban allí, liderados por el Oficial de Órdenes. Refiere
que pudo entrar a esa Casa por una cena anual que brindaba el
Comandante en Jefe a los Oficiales de la Comandancia en Jefe, esto
ocurrió en el periodo de los Generales FUENTE-ALBA y OVIEDO. Antes
nunca había estado en la Casa Institucional. Señala que de la
administración se encargaba el Oficial de Órdenes. De la mantención
supone que se encargaba el Oficial de Órdenes con el Oficial de
Finanzas. No sabe si esa casa al ser Fiscal tenía algún tipo de relación
con el Comando de Bienestar. No sabe si estaba dentro del pool de las
viviendas fiscales, y en ese caso pudo haber tenido vinculación con el
Comando de Bienestar en cuanto al mantenimiento de la misma.
Entiende que el Departamento de Asuntos Generales de la Comandancia
en Jefe se vinculaba con los mantenimientos, pero supone que se
vinculaba con el Departamento de Finanzas de la Comandancia en
materia de financiamiento para su mantención y reparación.
Señala que nunca ha vivido en vivienda fiscal. Expresa que de lo
que ha escuchado de los que tienen viviendas fiscales, que esta
asignación de la vivienda la hace el Comando de Bienestar, entiende que
se postula y que los ocupantes deben costear los gastos comunes, las
reparaciones y puede que paguen algún monto por arriendo. Indica que
cree que al Comandante en Jefe le harán algún descuento por ocupar la
Casa Institucional. Afirma que debería aplicarse la misma norma para
todos tratándose de una casa fiscal. Incluso ha sabido de algunos

75
Generales para mantener las casas fiscales es muy caro en algunos
sectores, por ejemplo, en Valdivia. Expresa que no corresponde que se
pague la mantención y reparación de la Casa del Comandante en Jefe
con Gastos Reservados, de acuerdo a la naturaleza y destino de esos
recursos. Afirma que tampoco corresponde que se usen Gastos
Reservados para la compra de los regalos, como declaró anteriormente.
Sostiene que nunca había escuchado el término de “Seguridad
Ampliada”. Expone que la interpretación que él haría de los Gastos
Reservados sin tener la norma al frente, podría subsumir todo lo que
esté directamente vinculado con la seguridad del Comandante en Jefe,
pero en el sentido estricto. Indica que puede estar equivocado, pero de
alguna manera los Comandantes en Jefe son considerados desde algún
punto de vista como un objetivo probable de adversarios. En ese
sentido, se podría contemplar dentro del uso de Gastos Reservados la
construcción de algún muro perimetral en su casa o el reforzamiento de
cámaras de vigilancia, pero en ningún caso otros usos que escapen de
este concepto. El gastar en habilitar una casa de veraneo por lo que le
consulta el Tribunal, claramente es una distorsión del concepto de
seguridad para los Gastos Reservados.
Expresa que no puede asegurar que se hacía una actividad una
vez al año en la Casa Institucional por los Comandantes en Jefe, porque
no todos hacían estas actividades, pero puede declarar que fue invitado
una vez en el periodo del General FUENTE-ALBA y en otra ocasión por el
General OVIEDO.
Manifiesta que no cree que destinar recursos para las actividades
que hacía el Comandante en Jefe con los Generales y las señoras de
estos, para por ejemplo despedir a un General que haya trabajado más
de 30 años en la Institución, no cree que signifique un desvío o mal uso
de recursos fiscales, atendida las tradiciones del Ejército en estas
costumbres. Pero, usar recursos fiscales para los regalos y privilegios
que referidos anteriormente, claramente no es un uso que corresponda.
Respecto de los Gastos de Representación, la Contraloría General de la
República ha restringido su uso y se debe limitar a esta regulación.
Afirma que en todo caso, con los Gastos Reservados no corresponde
hacer ninguno de estos gastos debido a su naturaleza.

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Expresa que siempre donde hay cierto nivel de discrecionalidad en
el uso de recursos fiscales se producen problemas. Agrega que se
comienza de a poco a hacer un mal uso de los recursos y así se avanza.
Por suerte, indica, él no tenía manejo de recursos fiscales en la Asesoría
Jurídica, ni siquiera tenía caja chica. Expresa que cree que en la
Secretaría General tenían un ítem de escritorio, por ejemplo, para
gastos de escritorio, donde hacían un gasto, el que luego se rendía al
Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Declara saber que
existían estos recursos dentro de la Secretaría General, entiende que
eran recursos que se reducían cada vez más.
Declara que nunca supo que había un ítem de recursos que
entregaban los Oficiales de Finanzas de la Comandancia en Jefe para
“imprevistos de la Secretaría General”. Los Oficiales de Finanzas eran
muy cautos con los recursos que manejaban, los que trataban con las
Jefaturas. No preguntó de estos fondos, porque no era su ámbito de su
competencia.
Dice que a veces iba donde el Jefe de Finanzas con alguna petición
y solicitarle por favor que lo apoyara con recursos, por ejemplo, para
artículos de escritorio que necesitaba, los que luego se los entregaban, y
si se compraban se hacía entrega luego de la boleta al Oficial de
Finanzas, justificando así el gasto. En estos casos el Oficial de Finanzas
le entregaba el dinero en efectivo, mandaba a hacer la compra, le
entregaban la boleta y la rendía. Dice que el Oficial de Finanzas nunca le
mencionó de dónde provenían estos dineros.
Afirma que desconocía que los Oficiales de Finanzas de la
Comandancia en Jefe le entregaba una cantidad de $2.000.000
mensuales o por sumas superiores, a los Secretarios Generales para
“imprevistos”, en dinero en efectivo, proveniente de Gastos Reservados.
Expresa que lamenta mucho que se haya hecho uso de esos dineros
para algo que no fuera para el uso propio de los Gastos Reservados en
el evento que haya sido así. Si esto ocurrió, no correspondía. Todo esto
se manejaba por la superioridad y se de forma muy confidencial.
Manifiesta que nunca supo que en la Secretaría General existiera ese
fondo de dinero para imprevistos, siempre que tuvo alguna necesidad
acudía al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe.

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Adiciona que de la misma forma que no sabía que los Secretarios
Generales recibían la cantidad de $2.300.000 mensuales, menos sabía
los dineros que recibía el Comandante en Jefe. Por ello, desconocía que
el Comandante en Jefe recibía la cantidad de $6.000.000 mensuales
provenientes de Gastos Reservados.
Explica respecto de los viajes de los Comandantes en Jefe, que
entiende que todos los años estos tenían una especie de agenda de
viajes que tenía que ver con su cargo, de visitas a distintos países por
conferencia y temas militares, y que había una especie de maqueta que
se repetía cada periodo. Imagina que formaba parte de la función del
Comandante en Jefe estos viajes por sus relaciones internacionales.
Indica que de la organización de estos viajes se encargaban los
Ayudantes y el grupo personal del Comandante en Jefe, cree. Le parece
que también el Departamento de Coordinación tiene participación.
Manifiesta creer que la agenda del Comandante en Jefe era aprobada
por él mismo, quien tomaba la decisión del destino del viaje y con quién
viajaba. Imagina que si el Comandante en Jefe va a una conferencia y
consideraba que debía ir con el Director de Inteligencia, según intereses
militares, él lo decidía. Eso es lo que debería ser una definición para las
personas que acompañan al Comandante en Jefe. Expresa que, respecto
de la señora del Comandante en Jefe que viajaba con él en viajes del
Ejército, que esto debe venir de una tradición anterior a que llegara a la
Comandancia en Jefe, en que la señora tenía un rol institucional, por el
que luego se creó la Fundación de Señoras, con el afán de apoyar al
personal del Ejército. Ahora, los viajes son otra cosa. Dice no saber si
dentro de los Decretos o las invitaciones se contempló a la señora del
Comandante en Jefe, ni los recursos con los que se pagaron sus pasajes
y estadía. Entiende que hubo una época en que se cambió que se
usaran recursos fiscales para la señora del Comandante en Jefe. Expone
que, aunque la señora del Comandante en Jefe estuviera contemplada
en la invitación, no corresponde el uso de recursos fiscales para el costo
de su viaje, debido a que no es una autoridad gubernamental, ni es
funcionaria del Ejército, que amerite ese uso de recursos fiscales.
Ignora si se consultó a alguien al momento de decidir usar
recursos fiscales para los gastos de viaje de la señora del Comandante

78
en Jefe, pero, en todo caso todo lo que esté al margen de la función
pública, no corresponde, como sería el costear el pasaje y estadía de la
señora del Comandante en Jefe, o la señora de otro Oficial. Dice que si
le preguntan, cree que la señora no tiene nada que hacer en el viaje al
que se invita al militar. Distinto si es una actividad conmemorativa, pero
en cualquier caso la participación de la señora del militar debe ser
costeada por éste. Indica que nunca le preguntaron sobre este tema, en
su calidad de Asesor.
Manifiesta que, como Jefe de la Asesoría Jurídica nunca iba a
permitir, a cualquier costo, que se hiciera un gasto, o iba a poner su
firma en algo ilegal. Todo el mundo en el Ejército sabía lo anterior, y
cree que por eso está hoy día fuera de la Institución. Agrega que de su
oficina nunca salió un documento que haya estudiado y visado, sin su
firma. Expresa que encuentra una vergüenza que existan documentos
sin firma. Eso le ha costado tener muchos enemigos, pero no le importa.
Adiciona que vino a entender los Gastos Reservados a propósito
de esta investigación. Agrega que nunca fue algo que estuviera dentro
de su ámbito de atribución en sus cargos dentro del Ejército. Nunca le
consultaron algo sobre Gastos Reservados.
Refiere que se enteró que el Comandante en Jefe invitaba a las
comisiones de servicios a personas a fin de premiarlas. Supo que el
General FUENTE-ALBA era muy generoso en ese sentido con la gente de
su servicio, en el sentido equivocado, claro está. Asevera que esto
ocurrió con un viaje hacia Francia en que el Comandante en Jefe invitó a
personas que integraban el staff que lo servía. Menciona que no cree
que el General FUENTE-ALBA haya hecho estos gastos de su bolsillo, por
lo que se tuvieron que haber utilizado recursos fiscales. Añade que la
gente que asistía era muy cuidadosa en el sentido de no comentar lo
que vivieron. Cuando supo de este viaje, pensó que el General había
sido muy generoso al premiar a la gente que trabajaba con él, no pensó
en ese momento que fuera algo malo, de que se estaba en presencia de
uso de Gastos Reservados.
Manifiesta que al General FUENTE-ALBA lo conoció cuando era
Director de la Escuela de Suboficiales. Luego él llegó como Secretario
General a la Comandancia General, el mismo año que el declarante llegó

79
como Jefe de la Asesoría Jurídica, por lo que fue su jefe. Relata que
siempre tuvo una buena impresión personal de él, que era un caballero,
muy simpático y preocupado de la gente. Indica que lamenta mucho la
situación que vive hoy el General FUENTE-ALBA y su señora, situación
creada por él, porque le tiene gran aprecio, no tiene nada que decir en
su contra. Expresa que desde que lo conoció como Coronel, el General
FUENTE-ALBA siempre fue fanático de autos. Además de ser un hombre
muy culto, sus conversaciones siempre eran sobre autos, siempre fue
fanático de los autos. Incluso hacía bromas de los autos que tenían.
Señala que conoció la casa del General FUENTE-ALBA, ya que vive en
Chicureo. Agrega que sinceramente no le impresionó la casa, pese a que
es de muy gusto. Refiere que sabe que al General le gustaban los
buenos vinos, la buena champaña, buena corbatas, buenos relojes y
buenos autos. Añade que él regalaba buenas corbatas. Era además un
hombre bien vestido, que sabía del tema, por lo que el General tendrá
que dar las explicaciones del caso.
Declara que efectivamente hacían reuniones de coordinación con
los otros Jefes de Departamentos. El Secretario General les preguntaba
a todos los Jefes de Departamento en qué estaban. Estas reuniones se
hacían una vez a la semana. Adiciona que no había ningún tema de alto
nivel, era coordinación de la Secretaría General y para que los Jefes de
Departamento conocieran en términos generales lo que hacía el otro.
Señala que de la cantidad de dinero que se entregaba a los
Generales cuando viajaban, llamado “perdiem” por algunos, que estaba
establecido este dinero para gastos extraordinarios en el cumplimiento
en la comisión de servicio. Como sería una invitación a comer de algún
Oficial extranjero en Washington, por ejemplo, y de esa forma no hacer
ese gasto de su propio bolsillo. Se enteró que ese dinero se entregaba
según el grado. Dice que se enteró de lo expresado precedentemente
por comentarios internos de personas que habían viajado, no recuerda
quiénes, en conversaciones coloquiales. Afirma que a él no le tocó
“perdiem”, ya que pertenece a justicia. Explica que se puede poner en
un caso, por ejemplo, si se es General de División, va a una reunión en
el extranjero y puede invitar al Segundo Comandante de Inteligencia de
un país cualquiera, y puede obtener alguna información valiosa de

80
inteligencia, podría justificar la entrega de “perdiem” con Gastos
Reservados. En ese tipo de cosas se podría justificar el uso de Gastos
Reservados. En todo caso, es difícil hacer una previsión de un caso así
de inteligencia. Añade que quiere decir que, si ese “perdiem” en algún
momento pudo tener una utilidad y correspondencia con inteligencia,
sería en un ejemplo como el que describió, en ningún otro caso se
justifica la entrega de dineros por “perdiem” a los Generales, con
recursos de Gastos Reservados. Además, a cada General se le
entregaba su correspondiente viático.
Señala que entiende que la Secretaría General contaba con
recursos presupuestarios corrientes, pero que no sabía que se le
entregaban dineros de Gastos Reservados para imprevistos, como
declaró anteriormente. Lo mismo respecto de recursos de Gastos
Reservados para la Ayudantía y la Escolta del Comandante en Jefe.
Menciona que nunca supo que al Comandante en Jefe se le
entregara la cantidad de $175.000.000 anuales, de Gastos Reservados,
para su uso discrecional. Dice que era algo que se manejaba en las altas
esferas. Su función, insiste, estaba relacionada con la potestad
reglamentaria del Comandante en Jefe, ya que el asesor jurídico de este
era el Auditor General del Ejército, a quien podía hacer las consultas
correspondientes el Comandante en Jefe. Incluso, indica que tenía
mucho cuidado en que, si se le hacía alguna consulta relativa a los
ámbitos de competencia del Auditor General, en no inmiscuirse en ellas.
Declara que conoce a Jorge CORTES DÍAZ, de quien tiene muy
buena opinión. Indica que trabajaron mucho juntos. Incluso, puede decir
que tenían una amistad profesional, no íntima ya que no se visitaban en
sus casas. Menciona que puede testimoniar que atendió asuntos
jurídicos a la señora de Jorge CORTES, cuya familia tiene muchas
propiedades en Valdivia. La suegra de Jorge CORTES le encargó hacer
contratos de arrendamientos y sociedades, por los que recibían
alrededor de $12.000.000 mensuales. Refiere que la señora de Jorge
CORTES recibía alrededor de la mitad de las rentas de arrendamiento,
ya que es hija única. Entonces, Jorge CORTES recibía su sueldo de
Oficial del Ejército y además recibían los dineros por los ingresos de su
señora. Señala que no es efectivo lo que el Tribunal le da a conocer en

81
el sentido de que el declarante haya comentado con Luis ZAMORA sobre
la situación patrimonial de Jorge CORTES, porque él sabía que tenía
estos otros ingresos y que tenía una vida súper holgada por eso mismo.
Expresa que no tuvo conocimiento que se entregaba un regalo
para el matrimonio de los hijos de los Generales, ni que se les entregaba
una cantidad de dinero para costear la fiesta.
Declara que fue invitado al matrimonio del hijo del General
FUENTE-ALBA. Indica que se realizó en el Museo Militar en julio del año
2013, cree que fue el mismo día del cumpleaños del General FUENTE-
ALBA. Fue invitado porque FERNANDO, el hijo del General FUENTE-
ALBA, era Oficial de Justicia y se conocían bastante. Indica que ahora ha
sabido que se comenta e investiga que esa fiesta de matrimonio fue
costeada con Gastos Reservados, en la parte que aportó la familia del
novio. Declara que esto no le consta y estuvo muy poco en ese
matrimonio porque se había separado hace cuatro días. Afirma que
aproximadamente asistieron unas 300 personas, un poco más, cálculo
que hace al ojo.
Indica que supo que se entregaba a los ex Comandantes en Jefe
una cantidad de dinero, de lo cual se enteró durante el mando del
General FUENTE-ALBA. Refiere que propuso que los ex Comandantes en
Jefe pasaran a formar parte del CASEIM, para que pudieran prestar
asesoría y así recibir esos dineros. Se planteó el tema para normalizar la
entrega de dineros a los ex Comandantes en Jefe. Relata que cree que
se les entregaba $800.000 mensuales a los ex Comandantes en Jefe,
por lo menos hasta el término del mando del General OVIEDO. Afirma
que no se atendió a su recomendación y que no supo qué pasó con eso.
Señala que, además se les entregaba un vehículo fiscal a los ex
Comandantes en Jefe, lo que estaba contemplado en un Decreto, pero
no se hablaba de los dineros en efectivo. Manifiesta que ese tema le fue
planteado, pero no recuerda por quién. Sí recuerda que pidió hacer una
propuesta a fin de normalizar esta entrega de dinero. Expresa que en
ese momento solo se le dijo que se entregaba una cantidad de dinero,
no que provenían de Gastos Reservados. Simplemente hizo el
organigrama de lo que propuso se debía hacer e hizo mención que todo
este asunto podía ser cuestionado, por eso planteó que los ex

82
Comandantes en Jefe prestaran asesoría. Agrega que no tiene
conocimiento si se puso a disposición de los Ex Comandantes en Jefe
personal, como un Mayordomo o un cocinero.
Afirma que no sabía cuál era el staff fijo que trabajaba en la Casa
Institucional, pero entiende que cuando se hizo actividades en esta casa
para el personal, a las que asistió, se usaron mayordomos y personal de
otras Unidades. Señala desconocer si se les pagaba alguna suma
adicional por el tiempo extra trabajado en estas actividades. Esto lo veía
el Oficial de Órdenes.
Expresa que conoció a DURÁN. Expone que lo consideraba como
un gran señor, buen hombre, muy sencillo y caballero. Menciona que
una persona le comentó que falleció. Describe que DURÁN era el típico
señor del aeropuerto, que acarreaba maletas, hacía los trámites cuando
los Generales y el Comandante en Jefe viajaban. Él trabajaba en la
Comandancia en Jefe hace años. Señala que DURÁN físicamente
trabajaba en la Comandancia en Jefe, pero que se enteró que ahora
estaba a honorarios, según alguien le comentó. Asegura que es probable
que no se pudiera contratar a DURÁN como PAC, porque no iba a pasar
los exámenes médicos. También recuerda que el Ejército reguló más allá
de lo que hizo el legislador, los requisitos de la contratación a
honorarios, por lo que tampoco se pudo contratar a DURÁN de esta
forma. Entiende que por eso se pudo haber usado Gastos Reservados
para pagarle.
Relata que cumplía funciones por contrato a honorarios para la
Auditoría General, en materia de informes para proyectos de ley,
proyectos de distinta naturaleza que le encargaba el Auditor General,
todo conforme a la ley y disposiciones de la Contraloría General de la
República, la que emitió un dictamen a propósito de la denuncia que
hizo VERA LAMA. La Contraloría General de la República estableció como
requisitos para esta contratación, que se hiciera fuera del horario de
servicio, sin uso de bienes fiscales para cumplir la función, y que no
fueran materias de resolución de uno, y el mérito de la necesidad de
esos informes era del Jefe del Servicio, en este caso, del Auditor
General. Adiciona que él entregaba informes mensuales sobre esto.
Incluso VERA LAMA interpuso una reconsideración del dictamen de la

83
Contraloría General de la República, la que fue rechazada. En esta
denuncia que se presentó estaban contemplados siete funcionarios de
Justicia. Tuvo contrato de honorarios hasta el año 2015 o 2016. Indica
que la denuncia ante la Contraloría General de la República terminó y se
resolvió. Agrega que VERA LAMA se ha dedicado a denunciar a muchos
Oficiales, porque lo sacaron del Ejército, y todas las denuncias
resultaron falsas.
Manifiesta que todo lo que ha declarado sobre el uso de los Gastos
Reservados, en cuanto a los regalos, lo vio desde que llegó a la
Comandancia en Jefe. En cambio, las actividades y otras situaciones a
que se ha referido, dice que le constan desde el periodo del General
FUENTE-ALBA en adelante.
Expresa que, por las compras de chocolates, flores y otros regalos,
según lo que ha leído a propósito de esta investigación, claramente
puede decir que hay una distorsión de la realidad, en cuanto las
aspiraciones de vida y la naturaleza de los Gastos Reservados.
Señala que el año 2020 salió del Ejército porque en esa época
comenzó a disentir de muchas cosas y comenzó a ver como muy
jóvenes a los Generales que ascendían. También tuvo discrepancias con
el Comandante en Jefe General MARTÍNEZ, por su opinión que él tenía
sobre el servicio de Justicia. Este decidió que el deponente pasara a
retiro y no presentó una reconsideración.
Dice que el año 2018 salió de la Comandancia en Jefe, a fines de
ese año y el General MARTÍNEZ lo destinó a la Auditoría General en
reemplazo de GLUZMAN, quién pasó a retiro, y el General MARTÍNEZ
puso en su cargo al Coronel Isaías MARTÍNEZ. Finalmente fue mal
evaluada la gestión suya y la del General SANDOVAL y ambos pasaron a
retiro.
Manifiesta que el Secretario General, como Jefe de la organización
Secretaría General, se vincula con el Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe en relación con los recursos presupuestarios de
esa Unidad. Cree que el Secretario General no tenía ninguna
responsabilidad con los Gastos Reservados. Entiende que quien dispone
del uso y utilización de los Gastos Reservados es el Comandante en Jefe
del Ejército, quien los rinde anualmente. Por ello, el Secretario General

84
no tiene nada que ver en lo organizacional con los Gastos Reservados y
cree que tampoco lo tuvo en la práctica, porque era resorte del
Comandante en Jefe. Pero afirma que, si recibió recursos de Gastos
Reservados para su administración, es una cuestión fáctica y tendrá que
responder por su mal uso. En todo caso, tendría que haber rendido
cuenta al Comandante en Jefe sobre el destino que le dio a los Gastos
Reservados.
35.- Declaración de Luis Alberto ZAMORA FUENTES,
Coronel De Ejército en Retiro, Ex Jefe del Departamento de
Asuntos Generales de la Comandancia en Jefe (DAG), años 2007
a 2010, quien a fojas 13.524 señala, en resumen, lo que sigue:
Que conoce el motivo de su comparecencia, porque fue parte del
equipo, entre el 2007 a 2010, de la Comandancia en Jefe del Ejército,
que está dentro del periodo de investigación en esta causa. Explica
respecto de su carrera militar, que cuando llegó a la Comandancia en
Jefe venía desde la Escuela de Suboficiales, en donde estuvo tres años
como Oficial de Operaciones inicialmente por dos años, y el último año
como Jefe Logístico de la Escuela. Expresa que en la Comandancia en
Jefe estuvo desde el año 2007 al año 2010, siempre como Jefe del
Departamento de Asuntos Generales (DAG), hasta el mes de diciembre
del año 2010. Posteriormente, lo destinaron a la Subsecretaría de
Defensa donde trabaja hasta el día de hoy. Indica que se fue a retiro el
31 de diciembre del año 2012, estando ya en la Subsecretaría de
Defensa.
Manifiesta que, sobre los Gastos Reservados, quiere explicar que
cuando llegó el año 2007 en el periodo del Comandante en Jefe
IZURIETA, era Jefe del Departamento de Asuntos Generales (DAG),
teniendo la función de desarrollar cuatro aspectos fundamentales, que
son el personal, seguridad militar, operaciones y logística. Expone que
ese Departamento que él comandaba movía a la Comandancia en Jefe,
ya que tenía a su cargo los vehículos, las licitaciones públicas con fondos
presupuestarios anuales para contratar empresas de aseo y todo lo que
movía a la Comandancia en Jefe. Añade que su función era mover los
recursos presupuestarios que estaban divididos en varios ítems y que
eran controlados por el Departamento de Finanzas de la Comandancia

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en Jefe. Aclara que no se veían los recursos, sino que se hacía la
gestión.
Expresa que, en cuanto a los recursos que se recibía en el DAG y
en cuanto se le consultó por los Gastos Reservados, refiere que también
veía la parte de alimentación del personal de la Comandancia en Jefe.
Declara que los recursos que se le entregaban en efectivo por el
Departamento de Finanzas, por parte del Segundo del Departamento de
Finanzas, Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, los comenzó a recibir recién a
mediados del 2008. Relata que de a poco cuando llegó se fue enterando
que se entregaban recursos a un Suboficial por el tema de alimentación
del personal de la Comandancia en Jefe. Asevera que en ese
Departamento de Finanzas el Jefe era Jorge CORTÉS DÍAZ. Indica que
VÁSQUEZ era quien le entregaba físicamente los recursos, por orden de
CORTÉS, y que ellos determinaban el monto. Agrega que antes que él
llegara, ya estaba determinado el monto de dinero que él recibiría para
ese concepto de alimentación. Expresa que en esa época el monto
ascendía a $3.000.000 mensuales, al año 2007. Luego, ese monto fue
ascendiendo a $3.500.000 y así sucesivamente, hasta llegar a los
$4.000.000 mensuales cuando se fue del DAG. Refiere que antes de él,
ese monto lo recibía un Suboficial cuyo nombre no recuerda, pero que
habló a finales del año 2009 con el Secretario General del Ejército para
que el deponente recibiera esos dineros, en su calidad de Jefe del DAG,
porque se veía mejor que fuera un superior Oficial quien recibiera y
administrara estos dineros. Señala que el Secretario General en esa
época era el General PORCILE. Expresa que esos dineros él los recibía
por parte de VÁSQUEZ, en un sobre cerrado, en dinero en efectivo, sin
firmar documento alguno por la entrega de este dinero. Indica que hacía
un documento para rendir estos dineros con la ayuda de sus asesores
Suboficiales. Estos se encargaban de entregarle las boletas por los
conceptos en que se gastaban los dineros que él les iba entregando,
tales como boletas por jamones, verduras, etc. y las pegaba en una hoja
y entregaba a VÁSQUEZ. Relata que entregaba para pago a sus
subalternos la totalidad del dinero, sino a él no le entregaban más
recursos para el mes siguiente mientras no rendía cuenta. Refiere que
cuando él recibía esos recursos, se los entregaba a un Suboficial que

86
trabajaba con él, cuyo apellido no recuerda, quien entiende está en el
extranjero en este momento. Ese dinero se lo entregaba de inmediato.
La rendición de cuentas que hacía a fin de mes se la entregaba a
VÁSQUEZ. Dice que en ese mismo momento de la rendición de cuentas
le entregaban los recursos para el mes siguiente, a veces se lo
entregaban a los días siguientes. Señala que no quedaban diferencias de
dinero entre un mes a otro, y si alguna vez quedó algún dinero,
VÁSQUEZ le entregaba menos dinero al mes siguiente para cuadrar.
Expresa que a él no le devolvían la rendición de cuentas que el hacía. A
los años se dio cuenta que toda esa documentación ellos la trituraban y
que los trituraba VÁSQUEZ. Señala que en los años que estuvo en la
Comandancia en Jefe nunca preguntó de dónde provenían esos
recursos. Agrega que nunca se le ocurrió que, estando en la
Comandancia en Jefe, el alma mater del Ejército, se pudiesen utilizar
recursos irregulares. Además, refiere que se hubiese visto muy mal que
él se sentara frente a los administradores y les preguntara de dónde
salían las platas, no le “habría ido muy bien”, ya que se habría
gestionado su destinación fuera de la Comandancia en Jefe, como al
final sucedió. Dice que al parecer, no reunía el perfil que se requería en
la Comandancia, incluso tuvo problemas con un Ayudante del
Comandante en Jefe, Curt HALD, con quien tuvo problemas por el uso
de combustible, y al parecer él habló con el Comandante en Jefe y salió
su destinación. Expresa que administraba vales de bencina, muchos,
que tenía en su oficina. Indica que estos vales los administraba junto
con el Oficial de Material de Guerra, Mayor Cristian RAMÍREZ CADIZ.
Entonces cuando en la Comandancia en Jefe necesitaban vales para
combustibles para el Comandante en Jefe, Adiciona que iban a su
oficina, que él registraba la solicitud en sus libros y eso se contrastaba
con los libros de cada vehículo. Entonces, cada vehículo fiscal tiene una
asignación mensual de combustible, de unos 60 litros, asignación que se
le entregaba para cada vehículo y solía durar para el mes. Pero resulta
que Curt HALD utilizaba el vehículo fiscal para ir a su parcela, cree que
en Viña, según señala. Relata que el Oficial de Material de Guerra lo
llamó un día y le dijo que HALD pidió más vales porque no le alcanzaba
para cubrir todos los viajes que hacía, a lo que se negó ya que lo

87
utilizaba para trasladarse a su parcela. Esto indica que se lo representó
personalmente a HALD, diciéndole que esto estaba reglamentado y no
se podía hacer. La respuesta de HALD fue que esto estaba autorizado
por el Comandante en Jefe FUENTE-ALBA, a lo que se negó y le dijo que
la función que se tiene en la Comandancia en Jefe es velar para que al
Comandante en Jefe del Ejército no le ocurran situaciones que pongan
en riesgo a su personal y su cargo, y eso se lo dijo haciéndole ver que si
tenía un accidente con el vehículo fiscal en día sábado, eso pondría en
riesgo al Comandante en Jefe. Señala que esto significó que el Ayudante
dijera que él no reunía el perfil, y se trajeron a finales del año 2010 a un
Teniente Coronel de nombre Marcelo AICHELE GERMAIN, quien había
trabajado el año anterior con el General FUENTE-ALBA cuando era el
Jefe del Estado Mayor, por lo que se conocían. Expresa que así salió
destinado desde el DAG y AICHELE asumió en su cargo.
Manifiesta que, respecto de los recursos que se le entregaba
VÁSQUEZ, dice que no lo encontró tan extraño, pero que nunca antes en
otra administración le entregaron dineros de la misma forma. Dice que
en realidad no se atrevió a preguntar, aunque sí, la verdad es que era
una cosa extraña, pero no era “preguntable” en su concepto y situación.
Expresa que supuso que este procedimiento no venía sólo cuando llegó,
sino que era algo habitual desde mucho más atrás, no solo en el periodo
del General IZURIETA FERRER, procedimiento que se mantuvo después
en la administración del General FUENTE-ALBA. Señala que cuando se
destina a la Comandancia en Jefe, no es por casualidad de la vida, sino
que se busca un perfil de elite que no tuviera problemas de ningún tipo
en sus otras destinaciones, lo que chequeaban antes de la destinación.
Señala que no firmaba ningún documento cuando le entregaban
esos dineros por parte de VÁSQUEZ. Tampoco firmaba algún documento
cuando él rendía esas platas. Adiciona que de haberlo hecho, lo habría
guardado hasta el día de hoy. Ahora se da cuenta de que era imposible
que alguien dejara huella, se supone que no había que dejar huella.
Pero resulta que sí dejaba huella cuando rendía cuenta. Afirma que
nadie le decía que triturara la rendición de cuentas que él hacía junto
con su documentación, porque habría saltado y habría cuestionado por
qué tendría que triturar una documentación que hizo de forma

88
profesional conjuntamente con sus asesores. Después vio que ellos la
trituraban, los Oficiales de Finanzas.
Afirma que los dineros se destinaban a la alimentación de todo el
que comía en la Comandancia en Jefe, incluyendo las colaciones de las
personas de la Comandancia en Jefe que salía. Se les preparaba el
almuerzo en los casinos de la Comandancia en Jefe. Había un casino
para Oficiales y otro para Suboficiales. Además, había refrigeradores
para los elementos. Se consideraba desayuno y almuerzo para todo el
personal de la Comandancia en Jefe, se habla de unas 154 o 155
personas, aproximadamente, incluyendo al personal que trabajaba en
Bouchef. Dice que también se le daba la comida al personal que se
quedaba trabajando hasta más tarde. Manifiesta que el menú lo
trabajaba su gente que trabajaba en las bodegas, y se lo proponían.
Señala que con el tiempo eliminó el desayuno ya que no alcanzaban los
recursos que se le pasaban VÁSQUEZ para abastecer desayuno y
almuerzo, lo que representó al Oficial de Finanzas. Entonces el año 2009
o 2010 él suspendió los desayunos y cada cual tenía que llevar sus
alimentos, medida que fue impopular. Expresa que le preguntó a
VÁSQUEZ si se podían entregar más recursos para cubrir el desayuno,
quien le señaló que no había recursos y por eso suspendió ese ítem, lo
que era más lógico. Relata que imaginó que el Comandante en Jefe
estaba en conocimiento de esto, solo se entendía con el Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe y el Subjefe de
dicho Departamento, y ellos se entendían con el Comandante en Jefe,
principalmente CORTES DÍAZ, que era el Jefe del Departamento, y
cuando él no estaba iba su segundo, Sergio VÁSQUEZ.
Señala que de los recursos que se entregaban desde Finanzas de
la Comandancia en Jefe, él los destinaba para los alimentos de los
Oficiales, Suboficiales y personal civil de la Comandancia en Jefe,
incluyendo Bouchef. Declara que él no se encargaba de proporcionar
alimentos preparados al Comandante en Jefe, puesto que el
Comandante en Jefe tenía a su Mayordomo que se encargaba de su
alimentación, y que, en todo caso, este se dirigía donde el Jefe de
Bodega a quien el deponente le había entregado recursos para comprar
insumos, y le pedía recursos para, por ejemplo, comprar elementos para

89
alguna comida o atender a un invitado del Comandante en Jefe. Indica
que nunca se le pidió el Mayordomo directamente recursos para el
efecto. Desconoce si el Mayordomo solicitaba recursos al Oficial de
Finanzas. Expresa que había una cocina exclusiva para el Comandante
en Jefe donde se preparaban sus alimentos, supervisada por el
Mayordomo del Comandante en Jefe y sus cocineros. Entiende que ellos
pedían recursos al Oficial de Finanzas para atender alguna comida o
evento, y supone que en algunos casos fueron donde el Jefe de Bodega
a pedir insumos. Relata que no recuerda haber entregado al Mayordomo
elementos para el almuerzo diario del Comandante en Jefe, salvo alguna
cosa circunstancial. Añade que en alguna oportunidad el Mayordomo le
pidió alguna cosa urgente para el Comandante en Jefe y se lo mandaba
a hablar con el Oficial de Finanzas.
Manifiesta que, así como ocurre en las otras Unidades del Ejército,
no tenía un ítem presupuestario para “rancho” para cubrir los alimentos
del personal de la Comandancia en Jefe. De existir, habría tomado estos
dineros que le entregaba VÁSQUEZ como ayuda y habría utilizado el
fondo presupuestario principalmente, pero no fue así. Relata que eran
alimentos bastantes normales. Refiere que lo que ocurre en otras
Unidades es que al personal se le descuenta por el rancho consumido, a
diferencia de lo que ocurría en la Comandancia en Jefe donde no se les
descontaba por el concepto y la Comandancia financiaba con estos
dineros en efectivo esta alimentación que se adquiría comprando
diariamente con los recursos que se le proporcionaban.
Indica que cuando su sucesor llegó, nunca se fue a recibir el
cargo, por lo que tuvo que entregar la situación de su cargo a su Asesor
de Material de Guerra. Señala que una cosa rara, fue que se enteró ya
estando en su nuevo lugar de destino, que el nuevo Jefe del DAG
AICHELE había repuesto los desayunos y mejoró los almuerzos que el
hacía, porque supuestamente él había descubierto que existían muchos
recursos en la Comandancia en Jefe, quizá porque conocía que se
manejaban muchos recursos por Gastos Reservados para utilizar al libre
albedrío. Dice que le salió una cuenta de más de $6.000.000 y le
representaron desde el Departamento de Finanzas este alto costo, ya

90
que el deponente se manejaba con la mitad de ese dinero, y por eso
volvieron a cortar los desayunos.
Expresa que el único fondo de donde podían haber salido las
platas para el rancho, era del bolsillo de cada uno de los funcionarios, ya
que no había una asignación de platas para el rancho. Él cree que se usó
este sistema porque la Comandancia en Jefe era el único lugar que tenía
acceso a los Gastos Reservados y no se le descontó al personal como
beneficio. Añade que los Comandantes de Regimiento tienen asignados
Gastos Reservados, pero muy acotado y regulado, por ejemplo
$300.000, que no podían utilizar a voluntad, sino que si se hacía una
reunión con una autoridad podía utilizar esos fondos. Dice que se
refiere, en verdad, a los Gastos de Representación, no tienen Gastos
Reservados.
Expresa que a fin de año en la Comandancia en Jefe se entregaba
un obsequio a todo el personal, Oficiales, Suboficiales y personal civil.
Se contaba que años atrás en el periodo del General CHEYRE, las
personas salían con televisores y otros regalos, lo que se veía muy mal,
por lo que se resolvió entregar Giftcard en su segundo año en el DAG,
en el año 2008. Señala que él se encargaba junto con el personal con el
que trabajaba, de cotizar las tarjetas y los regalos que se entregaban, lo
que proponía al Secretario General. Indica que el primer año el
Secretario General era el General René AVENDAÑO ROJAS y luego fue el
General PORCILE, con quien trabajó en sus otros tres años. Agrega que
rendía cuenta de todos estos gastos a Sergio VÁSQUEZ, y cuando este
no estaba circunstancialmente, le rendía al Jefe del Departamento Jorge
CORTÉS, de la misma manera que mencionó anteriormente, con la
relación de las platas entregadas y las gastadas, junto con toda su
documentación de respaldo. Afirma que ese dinero para los regalos de
Navidad también le fue entregado en un sobre, en dinero efectivo, que
fueron entre $7.000.000 y $8.000.000. Menciona que recuerda que un
año se entregó un horno eléctrico, en otro año se entregó un juego de
loza, y después se reemplazó por una Giftcard de un valor similar, de
entre $60.000 a $70.000. Afirma que a los Oficiales les llegaba una
Giftcard por un monto bastante mayor, pero no veía ese tema, sino que
se encargaba el Ayudante del Secretario General, el Capitán Alfredo

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MERINO OCHOA. Señala que a los Oficiales se les entregaban $200.000
por cada tarjeta. Se encargaba CORTÉS DÍAZ junto con el Capitán
MERINO. Asevera que todo recurso que se entregaba era por
autorización de CORTÉS DÍAZ, por disposición y coordinación con el
Comandante en Jefe, y que no podría haber sido de otra manera.
Declara que además en el mes de marzo se entregaba una
Giftcard a todos los funcionarios que tuvieran hijos en edad preescolar,
básica, media y Universitaria. Para ello se le entregaban dineros de la
misma forma que indicó anteriormente. Relata que junto con su gente
hizo una cotización y estimación de los recursos que representaría un
buen apoyo, lo que proponía a CORTÉS o a VÁSQUEZ. Indica que no era
una gran cantidad tampoco y que fueron unos $4.000.000 o $5.000.000
una vez al año. No recuerda el monto exacto, además variaba según la
etapa escolar en que se encontraba el hijo en cuestión. Así, se le
entregaba un poco más al que tenía hijos en la Universidad. Esto se
hacía en las oficinas ubicadas en la Ciudad Empresarial del Líder, que
hacía lo mismo con otras empresas. Dice que el Líder les entregaba una
factura y después la rendía. Agrega que al Líder le pagaba en efectivo
con el dinero que recibía en sobre cerrado de color café, que le
entregaba VÁSQUEZ o CORTÉS. Añade que ese sobre coincidía con el
valor de la factura, debido a las cotizaciones previas. Reitera que esos
eran todos los recursos que él veía.
Manifiesta que en ninguna otra Unidad del Ejército recibió ese tipo
de regalos, ni se encargó de gestionar algo parecido. Las otras Unidades
del Ejército son más pobres y no tienen recursos para este tipo de
gastos. Expresa que efectivamente le llamó la atención que en la
Comandancia en Jefe se entregaran estos regalos y en el resto del
Ejército no, afirma que habría sido muy indolente si no lo hubiese
pensado. Pero en ese minuto estando en el sistema, además siendo
jerarquizado y disciplinado, era difícil pararse y decir que se detuvieran
todos esos gastos. Afirma que en toda su carrera nunca escuchó el
término “Gastos Reservados” o que alguien tuviera acceso a Gastos
Reservados, a diferencia de la Comandancia en Jefe. Relata que estando
en el DAG nunca preguntó detalles respecto de estos recursos que le
entregaban en efectivo, nunca le representó ni cuestionó a los Oficiales

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de Finanzas, ya que suponía que ellos estaban haciendo su trabajo y
dependiendo del Comandante en Jefe. Además, señala que él hacía su
rendición de cuentas.
Relata que con estos recursos también se costeaba su
alimentación y los regalos que recibía. Incluso indica que, si se hubiese
negado a recibir los regalos, lo habrían sacado y destinado a otro lugar.
Como el sistema no estaba judicializado en ese minuto, ninguno de los
que recibieron los bienes pensaron que eso significaba lo que es ahora
en día. Expresa que no había una Ministra en Visita, no había un Cabo
que se había gastado recursos del cobre, entonces era muy difícil que
alguien se hubiese negado a recibir esos recursos. Dice que de haber
existido la situación de hoy, habría sido probablemente distinto, quizá
alguien sí se hubiese negado. Asegura que nadie se preguntaba si eran
dineros irregulares o si había una falta a la administración. Afirma que
su única defensa hoy en día es que siempre gastó y rindió los recursos a
las personas que debían, aunque ellos hayan triturado toda esa
documentación. Declara que los que sí sabían claramente lo que estaba
ocurriendo, de dónde provenían esos recursos, cómo se generaban los
recursos y se gestionaban, eran las dos personas de la Finanzas,
CORTÉS DÍAZ y VÁSQUEZ, como así también lo supieron quienes les
sucedieron en el cargo, junto con los Comandantes en Jefe. Indica que
una vez, casi al final de su periodo en el año 2009, fue donde el
abogado y Teniente Coronel Diego CORTÉS MEJIDO, amigo suyo, y le
consultó una gran duda, si se había dado cuenta que “el de Finanzas”,
refiriéndose a CORTÉS DÍAZ, tenía una vida por lo menos “jolgoriosa”,
ya que tenía el auto del año, es socio del Club Español, vive en
departamento propio y no fiscal, las hijas están matriculada en el
Colegio Alemán ubicado en Kennedy, come, se viste, y viajaba todos los
años. Entonces, esa situación al deponente no le cuadraba, porque sabía
lo que ganaba un Teniente Coronel. Diego CORTÉS le dijo que también
le parecía extraño. Indica que él era Coronel y vivía en casa fiscal, no
tenía el auto del año, su señora trabajó toda su vida y aun así los
números no le alcanzaban para equipararse a Jorge CORTÉS. Dice que
no era envidia, sino que las circunstancias para los militares son
usualmente similares, salvo que alguien tenga “una tía muy rica o una

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señora con muy buen trabajo”, pero resulta que con CORTÉS eso no
sucedía, por lo que él no entendía cómo CORTÉS DÍAZ podía gastar
tanto. No lo sabe hasta el día de hoy. Eso fue en los últimos días en que
estuvo en la Comandancia en Jefe. Refiere que una vez CORTÉS DÍAZ
les comentó que se compró un departamento en Rotonda Atenas, en
calle Estocolmo, de 200 metros cuadrados, y el deponente, en cambio,
seguía viviendo en departamento fiscal. Afirma que no se habría
atrevido a comentar algo así a mis pares.
Respecto de los cumpleaños del personal de la Comandancia en
Jefe, expresa que el tema de los regalos los veía el Secretario General
con el Capitán MERINO. Puede haber sido que CORTÉS DÍAZ le
entregaba dineros en efectivo para los regalos del personal de planta,
Suboficiales y civiles, pero del regalo para los Oficiales se encargó el
Secretario General. También eran Giftcard lo que se entregaba para los
cumpleaños. En realidad, no cree haber visto la compra de esas
Giftcard, porque no todos los días había cumpleaños y con lo que sí
operaba era con las cosas masivas. Dice que no compraba para tener
guardados en su stock tarjetas para cuando aconteciera algún
cumpleaños. Pero pudo ser que se hubieran comprado con el mismo
procedimiento que comentó anteriormente, y los haya entregado algún
Suboficial que trabajara con el declarante u otra persona, y quizá por
eso no recuerda bien estas tarjetas. Manifiesta que esos recursos
también los rindió al Oficial de Finanzas o a su segundo. Expresa tener
la tranquilidad que siempre rindió todos los dineros que se le entregaron
y nunca se quedó con ningún recurso. Relata que sabía lo que tenía que
hacer y nunca tuvieron que perseguirlo para que rindiera algún recurso
olvidado. Afirma que esos dineros los recibió de la misma forma que
señaló, eran en efectivo, entregados en un sobre por VÁSQUEZ o
CORTÉS, eso nunca varió.
Afirma que Alfredo MERINO era el encargado de los regalos para
los Oficiales. Declara que no preguntaba mucho, nunca preguntó de
cuáles otros regalos se encargaba MERINO, pero sí sabe que se encargó
de la compra de las colleras, relojes, lapiceras y otros obsequios que se
entregaron en el periodo del General IZURIETA FERRER. También se

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encargó de los obsequios que se entregaban en los viajes del
Comandante en Jefe.
Relata que el reloj que se regalaba a los Oficiales que salían
destinados desde la Comandancia en Jefe, era marca LONGINES, con
una inscripción de parte del Comandante en Jefe, con indicación del
periodo del Oficial en la Comandancia en Jefe. Expresa que también
recibió ese regalo cuando salió destinado de la Comandancia en Jefe, el
que le entregó el General FUENTE-ALBA y que lo tiene guardado.
Señala que sabe que MERINO tenía una bodega donde guardaba
los regalos, pero que no se iba a meter ahí ni le preguntaba. Agrega que
sí era usual que Oficiales que debían salir al extranjero en comisión de
servicio fueran donde MERINO y le pidieran algún regalo para llevar a la
comisión como presente.
Indica que los regalos para las señoras de los Oficiales él no los
veía, sino que se encargaba MERINO o los Ayudantes. Asegura que
también les regalaban un reloj a las señoras de los Oficiales que salía de
la Comandancia en Jefe, de una marca distinta, no lo recuerda.
Afirma que a las señoras de los Oficiales les regalaban una torta
para sus cumpleaños. Dice que tuvo que haber sido de una tienda fina,
quizá en DULCERÍA LAS PALMAS. Expresa que desconoce quién se
encargaba de coordinar la compra y entrega del ramo de flores que se
les enviaba a las señoras de los Oficiales.
Expresa que desconoce quién veía los regalos para el cumpleaños
de los Generales, nunca se lo encargaron a él. Imagina que se
encargaba el Comandante en Jefe y que era probablemente un muy
buen regalo, no tuvo que haber sido poco. Relata que también les
tuvieron que haber regalado a las señoras de los Generales para el
cumpleaños de estas, teniendo en cuenta que, si le regalaban a las
señoras de los Oficiales, con mayor razón les entregarían regalos a las
señoras de los Generales. Señala que cree que todos esos dineros salían
del mismo fondo manejado por VÁSQUEZ y CORTÉS DÍAZ.
Refiere que todos invitaban al Comandante en Jefe para su
matrimonio. Añade que desde el General PINOCHET se enviaba como
regalo una cuchillería. Luego, entiende que se encargaba el Comandante
en Jefe de determinar ese regalo conjuntamente con el Oficial de

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Finanzas. Declara que él no se encargaba de eso, y que cuando se casó
le llegó una tarjeta solamente.
Relata que en el tema de los regalos participaron además del
Comandante en Jefe, los Ayudantes, Alfredo MERINO en la época del
General IZURIETA FERRER según señaló, y tuvo que haber participado
quién le sucedió en el cargo; también la gente de Finanzas.
Manifiesta que es probable que se haya gastado la suma de
$18.000.000 anuales por concepto de regalos para el personal de la
Comandancia en Jefe, y $4.000.000 para los Oficiales. Le cuadra con los
dineros que movió, pero no recuerda de haber llamado a la gente para
entregar su regalo en su oficina. Agrega que le cuadra que se hayan
gastado anualmente para los regalos de los Generales la suma de
$11.750.000.-. Dice que también le cuadra que se haya gastado la
cantidad de $25.000.000 anuales en regalos de matrimonio.
Expresa que desconoce cómo funcionaban los regalos que se
hacían para el matrimonio de los hijos de los Generales y que
desconocía que se les entregaba ayuda económica. Explica que en ese
sentido la Comandancia en Jefe operaba de forma muy
compartimentada, muy secreta, no se enteraba de todo lo que sucedía
en la Comandancia.
Señala que desconoce quién se encargaba de cotizar y comprar los
regalos para el nacimiento del hijo de algún funcionario de la
Comandancia en Jefe. Supone que el regalo se entregaba mediante
alguno de los conductores de la Comandancia en Jefe.
Manifiesta respecto del dinero que se entregaba a los ex
Comandantes en Jefe, que no tenía idea que eso sucedía y que se
enteró por lo que apareció en la prensa de que se les entregaba una
suma de dinero mensual. Dice que se extrañó cuando supo, porque ellos
tenían asignado a personal escolta, conductor y cocinero. Le parecía
ilógico que se les entregara además dineros en efectivo. También tenían
asignado un auto de por vida y todo lo que señaló anteriormente,
también de por vida.
Expresa que desconocía que se le entregara una cantidad de
dinero al Secretario General para su disposición. Indica que nunca se le
entregaron nada de esos dineros ni le ordenaron gastar nada de esos

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recursos, por lo que desconoce el monto de dinero, era un tema del
Secretario General.
Adiciona que de los recuerdos que se entregaban a las señoras de
los Generales cuando pasaban a retiro se encargaron los Ayudantes del
Comandante en Jefe o el Secretario General. Afirma que no tiene
conocimiento de qué artículo se les compró a las señoras por ese
concepto. Menciona que sabía que se les hacían regalos a las señoras de
los Generales cuando se iban a retiro, así como también sabía que se les
entregaba regalos para el cumpleaños de estas. Adiciona que tuvo que
haberse gastado un monto bastante interesante, pero que de regalos en
específico no se enteró.
Señala que también sabía que se regalaba a los Generales mismos
un regalo cuando se iban a retiro.
Afirma, respecto del funcionamiento de la peluquería y la sastrería
de la Comandancia en Jefe, que había un peluquero de apellido PEÑA
que se encargaba de cortarles el pelo y que no se pagaba nada para que
les cortaran el pelo en la Comandancia en Jefe. Añade que en cambio,
en las otras Unidades del Ejército se les descontaba un monto por ítem
peluquería. Desconoce cómo se financiaba la peluquería de la
Comandancia en Jefe. Señala que no recuerda si en el DAG había un
ítem para peluquería, pero él no entregó dineros a la peluquería para su
funcionamiento o hacerle un “sueldito” a PEÑA. Afirma que no le cabe la
menor duda que Finanzas de la Comandancia en Jefe le entregaba
dinero a PEÑA para el funcionamiento de la peluquería, de la misma
forma que ha referido en efectivo, ya que no salieron esos recursos del
DAG ni de su bolsillo.
Manifiesta que la sastrería operaba en Beauchef, imagina que se
utilizaba el mismo procedimiento para financiarla que se usaba con la
peluquería. No recuerda por el tiempo que ha pasado cómo se
financiaba. Dice que del DAG no salían recursos para la sastrería.
Expresa que de la mantención de la Casa del Comandante en Jefe
se encargaba el Oficial de Órdenes del Comandante en Jefe, quien veía
toda la mantención, reparación e incluso compra de regalos. Indica que
en su época el Oficial de Órdenes era el Capitán Francisco PIZARRO, en

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la época el General IZURIETA FERRER, y en la época del General
FUENTE-ALBA era el Oficial de Órdenes Rodolfo HIDALGO FARIÑA.
Indica que en el DAG, en el área presupuestaria, se consideraba la
contratación de una empresa licitada para mantención para la
Comandancia en Jefe del Ejército, que se encargaba de la mantención
estructural, pintura de alguna dependencia, etc. Afirma que eran unos
$15.000.000 o $20.000.000 que se asignaban anualmente para todos
esos gastos presupuestarios. Cree que era el ítem más alto del DAG
porque siempre había que hacer reparaciones. Incluso tuvo que
capacitarse para hacer todo el proceso licitatorio. Lo mismo se hacía
para una empresa de aseo, para la cual también se hacía una licitación.
Asegura que estos dineros no tienen nada que ver con los que él recibía
de VÁSQUEZ. Menciona que en realidad se ocupaba el ítem mantención
para la Casa Comando cuando era necesario, pero esos recursos
estaban destinados a toda la mantención de la Comandancia en Jefe.
Eran recursos presupuestarios, por lo que a fin de año había que tener
gastados todos los recursos y respaldados. Si se hizo otra mantención o
gasto para la Casa Comando, lo tuvo que haber gestionado el Oficial de
Órdenes y los Ayudantes. Dice que en el periodo del General IZURIETA
FERRER no se hicieron grandes implementaciones, a diferencia de lo que
ocurrió con el General FUENTE-ALBA, quien cambió la cocina de la Casa
Comando, hizo arreglos varios, e hizo arreglos en la casa de Farellones
destinada para el Comandante en Jefe.
Expresa que en Farellones está la casa para el Comandante en
Jefe, otra para el Secretario General, y al frente las casa para el resto de
la Comandancia en Jefe. Menciona que cuando había que hacer
reparación a estas casas se utilizaban los recursos presupuestarios que
referí. Relata que de la casa del Comandante en Jefe en Farellones se
encargaba directamente el Oficial de Órdenes con los dineros que
entregaba VÁSQUEZ. En el periodo del General IZURIETA FERRER no se
hicieron mantenciones ni reparaciones en la casa en Farellones. En
cambio, el General FUENTE-ALBA hizo grandes reparaciones e
implementaciones a la casa de Farellones, tales como cambiar todos los
colchones, la cocina, las ropas de cama y en general toda la
implementación que existía anteriormente, además de remodelar. Añade

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que de esta situación se enteró porque se llevaba muy bien con el
administrador de esa Casa, y además él se encargaba de subir cada
cierto tiempo a revisar el estado de esa casa. Por otra parte, supo que
Rodolfo HIDALGO se encargó de todo este proceso de remodelación de
la casa del Comandante en Jefe en Farellones, lo que se hizo con otros
recursos, por lo menos no con los que se manejaba en el DAG. Indica
que el General FUENTE-ALBA concurría frecuentemente a la casa de
Farellones, junto con sus hijos, a veces estos iban independientemente
de si iba el General con ellos. También iban las cuñadas y otros
familiares. Fueron muchos los fines de semanas que el General FUENTE-
ALBA fue a la Casa de Farellones, a diferencia de lo que ocurrió con el
General IZURIETA FERRER. Menciona que desconoce con cuáles recursos
se hizo toda esta remodelación. Dice que en el DAG había un ítem
presupuestario solo para mantenciones, con el que no habría podido
comprar nuevas frazadas, sábanas, colchones, ni cambiar la cocina, por
ejemplo, solo habría podido reparar y mantener lo mínimo.
Relata que todas las reparaciones y remodelaciones que se
hicieron a la Casa Comando, ajenas a los conceptos que se manejaba en
el DAG, o de los que él se encargó, tuvieron que haber salido de otros
recursos. Además, en el edifico de la Comandancia en Jefe siempre
había reparaciones que hacer, razón por la cual no se podían destinar
los recursos a un fin distinto. Esos recursos tuvieron que haber sido
entregados por VÁSQUEZ y CORTÉS.
Expresa que durante su periodo no se temperó la piscina de la
Casa Comando, lo desconocía. Era una piscina grande, por lo que tuvo
que haber sido caro temperarla y su mantención. Tampoco sabía que se
hubiese aromatizado la Casa Comando, no se hizo en su época.
Afirma que no tenía que realizar ningún aporte desde el DAG para
la mantención de la Casa Comando. Era función del Oficial de Órdenes,
quien se debía encargar de las necesidades de la Casa y del
Comandante en Jefe, ellos no se encargaban. Lo que sí, era una
constante que siempre se encargaban los Oficiales de Finanzas de
proporcionar los recursos. No había algún concepto en que esto no
sucediera.

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Adiciona que el General FUENTE-ALBA era de gustos muy
refinados. Dice que en una ocasión lo llamó y le dijo que tenía un hijo
que trabajaba en una empresa de vinos, le entregó una tarjeta y le dijo
que se podía comprar en el DAG vinos para la Comandancia en Jefe a
través de su hijo. Dice que lo conversó con sus asesores y se
cuestionaron para qué se necesitan vinos en la Comandancia en Jefe, así
que nunca se hizo nada. Cree que sí se compraron vinos, pero fue por
otra vía.
Menciona que, respecto del Auxiliar de Aeropuerto, había un
Suboficial que se encargaba de eso, cree que de apellido DURÁN. Se
encargaba de facilitar tanto las llegadas y salidas en el aeropuerto, lo
que ocurrió tanto en el periodo del General IZURIETA FERRER como en
el periodo del General FUENTE-ALBA. Señala que desconoce cuál era la
calidad de ese Suboficial, si es que estaba en retiro, o si estaba a
honorarios, o si tenía un contrato. Desconoce cómo se le pagaba, por lo
menos del DAG no se financiaba.
Señala que sobre el stock de chocolates para el Comandante en
Jefe se encargaba Alfredo MERINO, entiende que era parte de sus
funciones, o de los Ayudantes. Pero entiende que era MERINO quien se
encargaba de esas cosas. Declara que desconoce a quién le entregaban
los regalos, supone que a las visitas del Comandante en Jefe. Eso no lo
veía.
Expresa respecto de los gastos propios de la Ayudantía del
Comandante en Jefe, que se tuvieron que haber encargado los
Ayudantes mismos junto con el Oficial de Finanzas. Afirma que ellos en
el DAG no proporcionaba recursos a los Ayudantes. Los recursos eran
más bien escasos y eran presupuestarios, y no tenía necesidad de
dineros extraordinarios para alguna cosa. Expresa que los dineros tenían
que haber salido de Finanzas de la Comandancia en Jefe de Gastos
Reservados. Añade que todo el que necesitaba algún dinero acudía a
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Adiciona que sí se hizo con todo el
que se encargaba de regalos y los otros temas que él ha señalado.
Siempre se hacía de la misma forma, con dineros en efectivo. Ignora si
ellos rendían cuenta como lo hacía el declarante. Señala que no cree
que el Comandante en Jefe no haya sabido en qué los Oficiales de

100
Finanzas gastaban lo dineros o a quién se los entregaban. Incluso,
recuerda que los Oficiales de Finanzas manejaban una libreta donde
registraban los conceptos a que destinaban los dineros, y era el
Comandante en Jefe quien autorizaba esos gastos. Expresa que si
hubiera una posibilidad de que el Oficial de Finanzas dispusiera de los
recursos sin conocimiento del Comandante en Jefe, significaba que éste
le entregaba la administración de recursos fiscales a un Oficial de menor
grado que un General, lo que era imposible. Asegura que, en todo caso,
igualmente la responsabilidad era del Comandante en Jefe.
Manifiesta respecto de los gastos varios e imprevistos de la
Escolta, que no tiene conocimiento. Dice que no tenía ninguna relación
con los Escoltas, además de asegurarse que tuvieran las colaciones
necesarias para que pudiesen alimentarse si es que tenían que
acompañar al Comandante en Jefe a alguna actividad.
Menciona que el concurso literario que se hacía todos los años
cree que lo organizaba el Secretario General. Entiende que se entregaba
un premio, supone que en dinero. Supone de dónde provenían los
recursos para ese concurso literario. En la Comandancia en Jefe no
había un ítem para el concurso literario, por lo menos no dentro de sus
ítems. Ese tema lo deben tener muy claro los Secretarios Generales.
Ahora ve que solo pudieron provenir esos recursos de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, de los mismos que ha referido y entregaba
VÁSQUEZ en efectivo, de ningún otro lugar podían haber salido, porque
no había un ítem para ese concepto.
Refiere que el Repostero era el lugar donde le preparaba la comida
al Comandante en Jefe, donde trabajaba el Mayordomo y cocineros que
atendían al Comandante en Jefe. Señala que los recursos que se les
entregaban no provenían de los que le entregaban a él en el DAG. Dice
que todo lo relativo al Repostero era independiente del DAG, era la
“república independiente del Comandante en Jefe”. Le hace sentido que
se haya gastado anualmente para el Repostero la suma de
$21.000.000.-, puede que de ahí hayan salido los vinos que el General
FUENTE-ALBA consumía a diario en el Repostero. Asegura que incluso,
el General FUENTE-ALBA tenía instruido a su Mayordomo que siempre le
debían abrir una botella nueva de vino para cada una de sus comidas,

101
no le podían servir del vino que hubiese quedado de la ocasión o día
anterior.
Señala que desconoce cómo se costeaban los viajes al extranjero
del Comandante en Jefe. De ese asunto se encargaban los Ayudantes,
supone que con Finanzas de la Comandancia en Jefe, ya que había que
pagar ese hotel que quedaba mirando frente a la Torre Eiffel.
Manifiesta que nunca viajó al extranjero por comisión de servicio,
ni de forma personal, otros fueron los beneficiados. Dice que es verdad
que el que salía era por beneficio, no por mérito propio o por su lugar en
las listas. Siempre ganaba algún “amiguete” o algún conocido. Indica
que se supone que había requisitos para la destinación de Oficiales en
las comisiones de larga duración, pero resulta que CORTÉS DÍAZ e
HIDALGO salieron destinados al extranjero, en tiempo que habían otros
Oficiales con más mérito para ser asignados en esos cargos. Al final era
un premio, supone que también para que guardaran silencio. Incluso
mandaron a Estados Unidos a personas que no hablaban inglés, lo que
era un requisito para ese tipo de destinaciones, debiendo acreditar un
dominio del 80% en inglés.
Asevera que desconoce cómo funcionaba el financiamiento del
Auxiliar que iba a los viajes del Comandante en Jefe, era algo muy
reservado. Entiende que incluso el Auxiliar iba a los viajes y nunca salía
del hotel, ya que se tenía que encargar de planchar y lustrar zapatos de
los Oficiales. Para eso lo llevaban. También se debía encargar de
comprar el Auxiliar hasta el desodorante que usaba el Comandante en
Jefe acá en Chile. Afirma que cree que a la gente sí le llamaba la
atención lo que sucedía, pero no querían perder sus trabajos, tal como
le ocurría a él, que tiene familia e hijos estudiando. Refiere que no
quiere hacer juicios de valor, pero los grandes responsables eran el
Comandante en Jefe con la gente de Finanzas, que eran los que
ordenaban y urdían todo este sistema, y el resto eran meras marionetas
en todo ese cuento. Indica que leyó en la prensa que el General OVIEDO
acusó a su Ayudante de que era éste quien hizo las compras que se
investigan. Ahora declara que eran los Ayudantes y el resto del personal
los que coordinaban motu proprio los viajes y los consumos del
Comandante en Jefe. Expresa que al final se desprestigia al Ejército y es

102
súper doloroso, la sensación es casi de abandono, porque se dieron la
gran vida y ahora el resto de los funcionarios están pagando por sus
acusaciones. Agrega que le contaron que cuando el General FUENTE-
ALBA estuvo detenido se acercó a otros Oficiales que también estaban
detenidos, y estos Oficiales lo rechazaron con palabras que no puede
reproducir, porque resulta que a ellos se les utilizó, y se utilizó platas
del Estado.
Afirma que los que tenían conocimiento de la utilización de Gastos
Reservados eran MERINO, los Oficiales de Finanzas, los Ayudantes, el
Oficial de Órdenes, el Secretario General, era un círculo muy cerrado, lo
que no ha variado hasta el día de hoy. Al resto los mantenían distante
de ese tema.
Asevera que sabe que el General FUENTE-ALBA arrendaba un
departamento en el mismo edificio del departamento en Puerto Velero
para cuando lo requería, sobre todo cuando llevaba amistades. Declara
que se debía encargar del funcionamiento de la Comandancia en Jefe,
entonces tenía mucho a qué dedicarse operativamente. Relata que
cuando el Comandante en Jefe General FUENTE-ALBA se iba todos los
fines de semana a la nieve o a Puerto Velero, él se debía encargar que
el resto funcionara, incluyendo solo a modo de ejemplo, los vehículos de
la Comandancia y del Comandante en Jefe. Cree que los Ayudantes
coordinaban con la Brigada de Aviación los viajes del Comandante en
Jefe en el CITATION a Puerto Velero. Afirma que en ese proceso no
participaba. Manifiesta que tampoco participaba en los viajes personales
ni en las vacaciones que se le organizaban al Comandante en Jefe y su
familia, era algo bastante reservado. Se encargaba el Oficial de
Órdenes.
Refiere que no tenía participación en la contratación de
enfermeros o masajistas para el General FUENTE-ALBA, no tiene idea de
cómo lo hacían ni cómo pagaban. De algún lugar salieron esos recursos,
pero no del DAG. Leyó que para el General OVIEDO se le contrató el
gimnasio BALTHUS.
Menciona que no recuerda cuánto en el fondo por presupuesto
para el DAG, como ha pasado tanto tiempo no quiere dar una cifra. Pero
había que cubrir las empresas de aseo, las reparaciones y mantenciones

103
de los vehículos, mantenciones varias, compra de útiles de escritorio y
de aseo, eran muchos los gastos. Afirma que podían ser unos
$300.000.000 a $350.000.000 anuales el recurso del DAG, pero no
puede decirlo con precisión. Expresa que eso operaba muy bien, ya que
con sus asesores analizaban cuánto dinero había, cuánto quedaba y que
a final de año se gastara en lo correspondiente. Si no se gastaba todo
ese presupuesto se le rebajaba para el año siguiente, si sobraba plata
en algún ítem presupuestario se decía que hubo mala administración, lo
que no ocurrió en su periodo. Este dinero que no tienen nada que ver
con los que entregaba VÁSQUEZ en efectivo. Manifiesta que con los
$300.000.000 no le habría alcanzado para mantener a la Comandancia
en Jefe y además cubrir los “gustos asiáticos” del Comandante en Jefe,
se refiere a todos los gastos adicionales sobre los que declaró. Dice que
más de alguno pudo haber declarado que esos recursos salieron del
DAG, lo que no fue así.
Afirma que no se quedó con ninguno de esos recursos que recibió
por parte de VÁSQUEZ o de CORTÉS DÍAZ. No ingresó a su patrimonio
ningún recurso fiscal y que lo gastó en lo que le dijeron.
36.- Declaración de Joaquín Enrique MORALES BUROTTO,
General de Brigada en retiro del Ejército de Chile, ex Jefe del
Departamento de Asuntos Generales (DAG), quien manifestó a
fojas 15.043, en resumen, lo siguiente:
Que conoce el motivo específico de la citación, después de hablar
con sus compañeros de generación, particularmente con su amigo, el ex
Coronel MATTA, debe ser porque mientras era Jefe del Departamento de
Asuntos Generales (DAG), en algún momento se le entregó a él un
dinero para la mejora de alimentación o mejora de rancho. Menciona
que cuando asume el cargo de jefe del DAG, le proporcionaba dinero a
un suboficial para la mejora del rancho. Declara que cuando llegó estaba
el Sargento BRUNET, quien falleció. Cuando el Coronel MATTA estaba a
cargo del DAG, el dinero se le entregaba directamente al Suboficial
PALMA.
Expresa que cuando llegó al DAG nadie le entregó el dinero, ya
que se continuó con el sistema de dineros directamente al ranchero, el
Sargento BRUNET, luego el Sargento GUZMÁN DODIS y luego el

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Sargento PAVEZ, por parte del Oficial de Finanzas. Indica que todos
ellos eran rancheros. Cuando llegó en diciembre de 2013, el DAG
funcionaba en Zenteno. Explica que el Departamento de Asuntos
Generales no tenía espacio en la Comandancia en Jefe y por esa razón
no estaban en el Edificio Bicentenario pese a la época. Agrega que en
abril de 2014 se cambiaron al Edificio Bicentenario.
Refiere que cuando asumió el cargo el Coronel MATTA le explicó
que los dineros eran para una mejora del rancho. Lo mismo fue
reiterado en la entrega formal del cargo, donde estaban presentes el
Secretario General, General GRIFFITHS y también estaba el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, Teniente Coronel Sergio VASQUEZ
UNDURRAGA. Dice que en esa oportunidad el Oficial de Finanzas expuso
verbalmente la existencia de la mejora del rancho y la entrega de
dineros para ello, ya que era una cuestión propiamente de Finanzas.
Expresa que de hecho, la presentación sobre las funciones del cargo de
Jefe de la DAG la hizo el Coronel MATTA y no constaba la mejora de ese
rancho. Indica que por ese concepto se entregaban $2.400.000.-, y que
cuando llegó ya estaba en funcionamiento. Relata que pasado el primer
año del General Sergio AHUMADA LABBE, a principios del año 2016 llegó
a su oficina el Comandante Paublo ROZAS, Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe que sucedió a VASQUEZ, y llegó con el dinero de
la mejora del rancho y se le informó a él que desde ese momento el
dinero le sería entregado, por disposición del General AHUMADA. Agrega
que consistía en dinero efectivo, en un sobre. Señala que antes de estar
en la DAG, fue Comandante de Regimiento y era Jefe de Departamento,
le molestó ese sistema de entrega de dinero, no le gustaba porque le
incomodaba administrar dineros en efectivo. Afirma además que en
otras Unidades nunca le habían entregado dineros en efectivo. Reconoce
que ahora tiene claro lo que estaba sucediendo, que los fondos
provenían de Gastos Reservados.
Expresa que cuando ocurrió esto se preocupó, ya que cada vez
que se le entregaban dineros, hacia mandar a buscar al ranchero y le
hacía contar el dinero frente a él y luego se lo llevaba. Informa que, por
la entrega de ese dinero no se le hizo firmar algún documento y
tampoco se le hizo firmar algún documento al ranchero cuando se le

105
entregaban esos recursos. Posteriormente, le hacia el ranchero una
rendición de cuentas de lo gastado, exhibiéndole las boletas. Expresa
que los dineros generalmente se gastaban todo y si sobraba eran
prácticamente monedas, indicando que le constaba porque en el sobre
de la rendición venían monedas. Expone que, en cuanto le rendía el
ranchero, él tomaba esa documentación en el mismo sobre donde el
ranchero le entregaba el dinero y, a su vez, le rendía cuentas una vez al
Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, Paublo ROZAS. Refiere
que la única oportunidad que no recibió los dineros fue porque él se
encontraba de vacaciones; y en esos momentos el dinero lo recibió el
Comandante de Unidad de Cuartel, el Teniente Coronel Ignacio TORRES.
Además, señala que en la época de vacaciones el monto que se
entregaba era la mitad, porque había menos personal trabajando. Pero
que ahora duda si esta persona efectivamente recibió los dineros,
porque nunca él se tomó el mes completo de vacaciones.
Manifiesta que cuando se hizo la presentación y se le explicó el
sistema de entrega de dineros de mejora de rancho, no preguntó el
motivo de esta entrega de dineros en efectivo, porque como antes se lo
explicó MATTA, le comentó que ese dinero era para mejorar la calidad
de la alimentación del personal que trabajaba en seguridad y para el
personal que trabajaba en Beauchef y en Lo Curro, que era la casa
administrativa de la Casa Comando que ahí se ubica. Indica que eran 45
a 60 personas las que recibían esta mejora del rancho. Como en ese
momento la Comandancia en Jefe estaba repartida entre Beauchef y el
Edificio Bicentenario, solo la mejora era para el personal señalado
anteriormente, porque la gente que trabajaba en el Edificio Bicentenario
recibía su alimentación en ese lugar. Indica que antes del cambio de
recinto, se le mejoraba la alimentación a todo el personal de la
Comandancia en Jefe, que eran unas 200 personas. Asegura que la
razón específica por la cual a ese grupo se les mejoraba el rancho era
por el hecho de trabajar allí, era un privilegio que venía de periodos
anteriores. Afirma que para un Regimiento la caja chica era de unos
$200.000.- y $600.000.- para una División, dineros que salen de
recursos presupuestarios, los que se rinden y se registra en la
contabilidad del Departamento de Finanzas de las Unidades.

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Reitera en su declaración, que, para él trabajar en el DAG, le
significaba una legítima confianza del sistema de la Comandancia en
Jefe y procesos llevados por ésta. Expresa que nunca puso en duda que
la Comandancia en Jefe dispusiera de fondos para un destino distinto del
que legalmente le correspondía. Dice que había, a nivel Ejército, un
escándalo por las defraudaciones de dineros descubiertos en esa época,
y la disposición general era corregir esos problemas, y por lo mismo,
nunca pensó que la Comandancia en Jefe también incurriría en esos
dineros. Refiere que él imaginaba que los dineros que tenía el
Departamento de Finanzas de la Comandancia provenían de la Dirección
de Finanzas, donde había un registro, trazabilidad y revisión.
Estima que el General OVIEDO tenía conocimiento de que se le
entregaban al declarante estos recursos para la mejora del rancho,
porque el Jefe de Departamento de Finanzas le rendía cuentas al
Comandante en Jefe, que en este caso es al General OVIEDO, por lo que
él estaba al tanto de cómo se disponían los recursos que se
administraba. Refiere que el General OVIEDO se entendía directamente
con el Secretario General, General AHUMADA y con el Director de
Finanzas del Ejército.
Afirma que en la época del cambio de mando del General FUENTE-
ALBA al General OVIEDO, donde también se produjo el cambio del
Secretario General, General GRIFFITHS al General AHUMADA, se habló
si se iban a mantener los mismos gastos y privilegios, por tanto, se
mantendría el rancho mejorado, como así estaba dispuesto desde antes.
Señala que, a su parecer, el propósito de esta mejora del rancho es para
mejorar la moral del personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe,
quienes tienen turnos permanentes y algunas veces, incluso no se
encuentran en alguna Unidad para poder comer cómodamente.
Señala que no está de acuerdo en absoluto que se tenga que
“fidelizar” al personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe. Agrega
que esta mejora de alimentos era para mantener la moral en alto de
estas personas, pero nunca para “fidelizarlas”. Declara que para él,
trabajar en la Comandancia en Jefe es un orgullo, porque es donde se
encuentra el Comandante en Jefe del Ejército, por lo que no se necesita

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de otros incentivos. Indica que fue desilusionante para él conocer de
esta situación, porque afecta a la gente y a la institución.
Manifiesta que existen otros beneficios para el personal que
trabajaba en la Comandancia en Jefe, como era la entrega de una
Giftcard para los Oficiales y el Cuadro Permanente. Eran $100.000.-
(cien mil pesos) o $120.000.- (ciento veinte mil pesos) para los
cumpleaños de los Oficiales, y para el cuadro permanente no recuerda si
eran $60.000.- (sesenta mil) u $80.000.- (ochenta mil pesos). Esas
tarjetas las entregaba el Secretario General cuando se trataba de los
Oficiales. También se entregaba un bono de escolaridad según las
cargas familiares, mediante una Giftcard, de unos $30.000.- (treinta mil
pesos) por persona, que entregaba el Departamento de Asuntos
Institucionales a través del Teniente Coronel OCAMPO, que éste último,
distribuía. Cree que estas Giftcard eran compradas a Cencosud.
Declara que él tenía a su cargo los fondos presupuestarios del
DAG, que bordeaba los $700.000.000.- (setecientos millones de pesos)
anuales. Adiciona que él también veía las remesas extraordinarias, que
provenían de fondos presupuestarios, las que otorgaba el DIFE a
petición del Secretario General, para asuntos que él debía administrar.
Indica que la dependencia que se habilitó para el DAG se pagó con una
remesa extraordinaria, porque no estaba ese gasto dentro del
presupuesto.
Relata que los Secretarios Generales hacían una reunión
financiera, donde se rendía ítem por ítem la ejecución del gasto. Esto le
permitía a él estar tranquilo y ratificaba la confianza de que las cosas se
estaban haciendo bien. Los Secretarios Generales le preguntaban por
cada detalle de los ítems correspondientes a gastos presupuestarios.
Respecto de los dineros en efectivo que se le entregaba directamente el
Oficial de Finanzas. Sin perjuicio que el Secretario General estaba al
tanto del procedimiento, nunca le preguntó a él, él se entendía con el
Oficial de Finanzas.
Manifiesta que era de su responsabilidad la ejecución del
presupuesto, pero además el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe disponía la entrega de recursos en efectivo para
otros gastos, requerimiento que era de él, por alguna necesidad

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específica, como por ejemplo, dice, cuando se tuvo que comprar una
plancha para la lavandería. Refiere que en esa oportunidad, se le
entregó el dinero en efectivo y después de comprar la plancha, se rindió
el dinero en la misma forma como se enunció anteriormente. También
ocurrió en otras ocasiones, cuando visitó al personal de la sastrería le
pidieron hilo, entonces el Oficial de Finanzas les entregó directamente
recursos para esa compra. También menciona que compró herramientas
para la gente que trabaja en los talleres, ya que tenía a su cargo la
colonia de vacaciones. Entonces los talleres contaban con el ítem
presupuestario para las mantenciones de las cabañas.
Relata que otros recursos solicitados a los Oficiales de Finanzas
fueron para cabañas de Farellones, donde se entendía directamente el
administrador de esas cabañas con VASQUEZ o ROSAS para la compra
de leña. Cree que también se entregaba dinero en efectivo proveniente
de Gastos Reservados, porque era un tema informal la compra antes
dicha.
Recuerda que se hicieron trabajos en las cabañas de Farellones
para los Oficiales, pero que en este caso se ocuparon fondos
presupuestarios. Añade que antes de eso, se hicieron reparaciones en la
cabaña del Comandante en Jefe que se ubicaba allí, eso se hizo antes
que él llegara y desconoce el tipo de recurso utilizado. Lo que sí ejecutó
fue trabajos en las cabañas para los Oficiales, desconoce que se hacía
en la cabaña del Comandante en Jefe, pero estaba bien amoblada y
tenía una remodelación de muebles existentes.
Manifiesta al tribunal que no tenía vinculación con los casinos de la
Comandancia en Jefe y el Repostero del Comandante en Jefe. Señala
que si éste último invitaba a alguna autoridad no se usaba el rancho
normal ni el rancho mejorado, sino que se servía comida más
“apropiada”, era un almuerzo especial sin duda. Cree que estos recursos
eran entregados por el Departamento de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, provenientes de los Gastos Reservados, porque no existe un ítem
que permita cargar dicho tipo de gasto.
Respecto de los gastos de la Casa de Lo Curro, afirma que se
pagaban con Gastos Reservados, también para la compra de flores y
chocolates, cosas que se alejan de la realidad del Ejército. Cosas que se

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compraban lejos de la legalidad de las instituciones del Ejército, como lo
es la Casa Institucional, donde hay un Oficial de Órdenes encargado,
que en esa época era el Comandante BUTTI. Refiere que una vez éste
último le pidió comprar una aspiradora especial, que pudiese aspirar
agua, entre otras cosas, la que costaba alrededor de $700.000.-
(setecientos mil pesos), por lo que respondió que el ítem presupuestario
no le permitía esa compra. Finalmente se compró la aspiradora, pero
desconoce cómo y con qué recurso; supone que fueron Gastos
Reservados.
Declara que también se dispuso la compra de aromatizadores para
la Casa Institucional de Lo Curro, la cual se licitó. Agrega que al tiempo
de la compra revisó las facturas y habló con el General AHUMADA, a
quien le hizo ver que la compra era algo tremendamente caro y que no
correspondía. Sabe que el General AHUMADA habló con el Comandante
en Jefe OVIEDO y éste dispuso que se dejara de pagar con los recursos
que el deponente contaba. Esto se pagó cree que durante un mes o dos,
e ignora con qué recursos se continuó pagando el servicio de
aromatización. Confirma que fue el General OVIEDO quien dispuso la
aromatización de la Casa Institucional.
Menciona que el Comandante BUTTI era muy reservado, y solo
tuvo que intervenir para pintar las dependencias de la Casa Institucional
donde trabajaba el personal, lo que se hizo con fondos presupuestarios.
Explica que BUTTI le pedía pocas cosas, como la compra de unos
abonos, lo que se hizo con fondos presupuestarios. Afirma que en el
resto de los casos él respondió que no podía hacer el gasto por el
presupuesto, y refiere que se compraban de todas formas las cosas que
se necesitaban, y ahora afirma que sabe que se usaban Gastos
Reservados. Manifiesta que el Comandante BUTTI se entendía
mayormente con el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe para
costear sus requerimientos. Reflexiona que BUTTI trataba de no gastar
los fondos que disponía recurriendo a él para ver si “pasaba”, pero los
gastos al final los hacia igual. Recuerda que una vez se compró una
piedra en Pelequén, para instalarla en la parte de la Casa Institucional
donde se señalan los Comandantes en Jefe que han pasado por la Casa,
y eso se pagó con dineros que entregó el Oficial de Finanzas de Gastos

110
Reservados, según se enteró después. Señala que esa piedra costó unos
$400.000.-
Relata que en una ocasión que fue a la Casa Institucional fue para
trabajos que se hicieron en la Sala de Armas. También concurrió por una
comida que brindó el Comandante en Jefe cuando éste se fue a fines del
2017, a la que asistieron todos los Oficiales de la Comandancia en Jefe.
Refiere que concurrieron los Oficiales de la Comandancia en Jefe junto
con sus señoras, eran 20 personas. No recuerda si fue una comida o
coctel, pero, en cualquier caso, eran alimentos de buena calidad. Afirma
que este no es un ítem presupuestario que exista que permita cargar
este gasto, ya que no lo permite el ítem de Gastos de Representación, y
como lo ofreció el Comandante en Jefe, ahora sabe que se usaron
Gastos Reservados, dice que él no lo pagó de su patrimonio. En esa
oportunidad no se hizo entrega de regalos.
Señala que para Navidad se les entregaba una Giftcard, pero que
la compra no se encargaba en el DAG, ya que solo de encargaba de la
ejecución de recursos presupuestarios. De esta tarjeta se encargaba
OCAMPO.
Señala que el General OVIEDO le ordenó hacer en el hall del 3°
piso, un tríptico replicando el cuadro de Lautaro, cuyo original está en la
Oficina del Comandante en Jefe. Declara que se hizo una estructura de
acrílico con un detalle de la historia del cuadro y del pintor, lo que se
pagó con los dineros en efectivo que le entregó el Oficial de Finanzas de
la Comandancia en Jefe, porque no había un ítem presupuestario que
permitiera este gasto. Indica que no recuerda el monto, quizás fueron
$200.000.- a $300.000.-, en el año 2014. El resto de los gastos que el
deponente tenía, salvo los señalados anteriormente, dice, eran con
fondos presupuestarios. Por esta razón, era que le llamaba la atención el
pago de aromatización que le habían ordenado. Dice que en cambio, la
mejora de rancho como era algo establecido que le ordenó el escalafón
superior, pensé que estaba dentro de la legalidad. Asegura que nunca
vio en el Ejército o en la casa de algún civil, que tuviera un sistema de
aromatización.
Relata que, en relación a su carrera en el Ejército, que ingresó a la
Comandancia en Jefe en diciembre de 2013. Antes estuvo en el

111
Regimiento Reforzado N°17 Los Ángeles, donde era Jefe del Regimiento
ese mismo. Anteriormente estuvo como Subdirector en la Escuela de
Infantería, el año 2012. En el año 2013, cuando llegó a la Comandancia
en Jefe, estaba el General FUENTE-ALBA, como Comandante en Jefe.
Dice que era un periodo de transición, porque en enero de 2014, éste
último se fue a Europa y al poco tiempo fue la entrega del mando.
Afirma que llegó a la Comandancia en Jefe por recomendación del
ex Coronel Juan Pablo MATTA, quién fue su antecesor en el cargo en el
DAG. Éste último lo recomendó con el General GRIFFITHS. Señala que
nunca trabajó con el General FUENTE-ALBA, pero que conoció al General
OVIEDO cuando él era Presidente del Comité de Infantería, pero que
nunca trabajó directamente con él. Refiere que la última vez que habló
con el General OVIEDO fue cuando el deponente estaba en la JEMGE,
cuando se había ido el General GRIFFITHS, entonces intercambió un par
de palabras con el General OVIEDO. Señala que, en enero de 2019, el
General OVIEDO lo llamó por teléfono cuando ascendió a General de
Brigada y posteriormente lo destinaron a la III División de Montaña,
donde lo llamó para saludarlo, le dio la bienvenida a la zona donde él
estaba y le entregó algunas sugerencias sobre el trabajo. Afirma que no
ha hablado con el General OVIEDO después de eso, tampoco han
conversado sobre este proceso.
Señala que sabe que el General OVIEDO tiene un departamento en
Temuco. Declara también saber que en Temuco se acondicionó una
cabaña, porque el Oficial de Órdenes tuvo que viajar constantemente
para el reacondicionamiento de ese lugar. Indica que era una cabaña
ubicada dentro del campo de los suegros del General OVIEDO. Se enteró
que el Oficial de Órdenes iba a ese lugar porque el DAG pagaba sus
viáticos, y que esa cabaña se acondicionó para la seguridad del General
OVIEDO, cuando éste estuviera en ese campo. Manifiesta que no sabe
cómo se costeó el acondicionamiento, reparación y habilitación de esa
cabaña, ignora con qué recursos se costeó, pero asegura que no se
costeó con recursos presupuestarios, porque no existía ningún ítem que
lo permitiera. Afirma que ni siquiera la gente que dependía de él,
facultada para trabajar en reparaciones, fueron a Temuco a trabajar en
esa cabaña. No había forma de cómo justificar ese gasto, además no se

112
trataba de una cabaña emplazada en un predio fiscal. Indica que él
imagina que el General OVIEDO viajaba a Temuco junto con su escolta
y, desconoce si se trasladaban en el helicóptero del Ejército. Señala que
no tenía injerencia en el uso y disposición del helicóptero. Afirma que
esa situación la debe de haber coordinado el Ayudante del Comandante
en Jefe o el Secretario General con la Brigada de Aviación. Por lo que, si
se hubiese utilizado el helicóptero, se tendrían que haber pagado
viáticos al piloto, copiloto y mecánico. Agrega que esos registros de los
viáticos deben de estar en la Unidad.
Declara que también se pagaban viáticos a la escolta del
Comandante en Jefe por la estadía. Por seguridad, el Comandante en
Jefe siempre viajaba con el Jefe de la Escolta, integrada por el Capitán
SEITZ, el Capitán BASOALTO, el Capitán JARA y una persona más cuyo
nombre no recuerda. Ellos conformaban los turnos y cuando el
Comandante en Jefe se desplazaba siempre iba uno de ellos en vehículo
junto con los Clase Escoltas. Señala que la Unidad de Cuartel que
funcionaba en Beauchef tenía la responsabilidad de cargar los vehículos
con bencina, para lo cual se entregaban tarjetas de bencina, las que se
iban cargando con fondos provenientes de la División Logística, según el
gasto de cada vehículo. Indica que en la Casa Institucional de Lo Curro
había una persona que se encargaba del pool de vehículos, que velaba
porque siempre estuvieran los vehículos con el combustible necesario
para el cumplimiento de las misiones. Esta persona se encargaba de las
mantenciones y bencina de los vehículos, era un Suboficial cuyo apellido
no recuerda. Añade que en realidad, como en Lo Curro sólo había
vehículos nuevos con garantía, esta persona se encargaba más
propiamente de hacer las mantenciones periódicas, como cambio de
aceite, filtro y correas, lo que se hace para todos los vehículos nuevos
que tienen garantía. Indica que los Comandantes de Cuartel en su
periodo fueron el Teniente Coronel Cristian RAMIREZ y el Teniente
Coronel Ignacio TORRES. Relata que, de acuerdo a lo que sabe, las
bencinas de los vehículos de la Casa Institucional estaban a su cargo, y
se costeaban con fondos presupuestarios. Ignora si por parte de Lo
Curro se gestionó utilizar otros recursos para gastos relacionados a sus
vehículos. Dice que si el Comandante en Jefe viajó a Temuco en el

113
vehículo fiscal tendría que haberse costeado entonces con fondos
fiscales.
Manifiesta que claramente el vehículo fiscal debe ser utilizado
exclusivamente para fines institucionales. Da como ejemplo que cuando
era el Jefe de División usaba vehículo fiscal, pero para buscar a su hija
al colegio ocupaba su vehículo personal. Declara que siempre tuvo la
claridad que el único fin que se le podía dar al vehículo fiscal era el
correspondiente a labores propias del Ejército. Señala que por lo
anterior, no correspondía que el Comandante en Jefe utilizara vehículos
fiscales para fines personales, y si fue así, claramente no correspondía,
si habláramos de vacaciones. Dice que distinto es el caso de los escoltas
que en tal situación tendrían que escoltarlo hasta el lugar de destino,
por temas de seguridad del Comandante en Jefe.
Expresa que respecto de los ex Comandantes en Jefe del Ejército,
que la Sección de Seguridad y Protección que depende del DAG, tenía
también a su cargo los Suboficiales que hasta el año 2015 cree que
prestaban apoyo a los ex Comandantes en Jefe, que era un conductor y
un mayordomo. Afirma que también se les entregaba combustible,
tenían una cuota de combustible en función del uso que a ese vehículo
le daba cada Ex Comandante en Jefe. Recuerda que gastaba en
promedio $600.000.- (seiscientos mil pesos) en combustible al General
FUENTE-ALBA, quien tenía casa en Chicureo y también viajaba a Puerto
Velero, según se sabía, incluso pudo haber gastado más. Los vehículos
que tenían los ex Comandantes en Jefe eran fiscales, en realidad se les
entregaba combustible lo que gastaban.
Adiciona que el General FUENTE-ALBA cuando se fue del Ejército,
se quedó con un Volkswagen, después cambio a un Land Rover, y
también tenía un vehículo auxiliar de marca Hyundai Accent.
Gradualmente le dejaron ciertos “apoyos”. Esto era una instrucción que
existía de parte del Comandante en Jefe, por lo que solo podía acatar y
no cuestionar estos beneficios. Después se estandarizó el tema de los
vehículos y se compró un Hyundai Sonata para cada uno de los ex
Comandantes en Jefe.
Señala que cuando se retiró el General FUENTE-ALBA recuerda
que tenía a su disposición tres vehículos, una Volkswagen Tuareg, una

114
Land Rover Freelander y el vehículo auxiliar Hyundai Elantra, pero no
recuerda precisamente que tipo de Hyundai era éste último. Afirma que
él consideraba que era muy absurdo que se mantuvieran 3 vehículos
para el General, sobre todo por los costos de mantención, conversó con
el Comandante de la Unidad para cambiar esos vehículos, pero él no
tenía atribuciones para ello. Afirma que el Comandante de la Unidad, se
refiere al Secretario General y al Comandante en Jefe de la época, que
era el General OVIEDO, tenían claridad cual era la cantidad de vehículos
asignados para el General FUENTE-ALBA, porque él mismo le llevó un
cuadrito que daba cuenta de esta situación al Secretario General,
General AHUMADA. Después salió una orden que dispuso que en función
de ciertos grados de seguridad según fuera el caso para los ex
Comandantes en Jefe, lo que ocurrió el año 2018. Señala que el General
FUENTE-ALBA tenía inicialmente tres conductores a su disposición, uno
de ellos recuerda que era mayordomo y conductor, cree que era el
Suboficial VERA.
Refiere que el resto de los ex Comandantes en Jefe tenían a su
disposición un conductor y un mayordomo. El General IZURIETA FERRER
tenía una camioneta DIMAX, el General IZURIETA CAFFARENA tenía una
Nissan Pathfinder y no recuerda cual vehículo tenía el General CHEYRE,
los cuales todos eran vehículos fiscales. Estos vehículos gastaban en
combustible una cantidad promedio de $300.000.- (trescientos mil
pesos) cada uno, por lo que se les entregaba una tarjeta de combustible
que manejaban los conductores.
Manifiesta que después tomó conocimiento que a los ex
Comandantes en Jefe también se les entregaba dinero. Señala que cree
que la entrega de dinero adicional al combustible no tiene justificación,
porque además se le proporcionaba un apoyo en personal para su
disposición. Recuerda que VERA fue a la oficina por su retiro y comentó
que ellos se costeaban sus propias colaciones, ya que a ellos no les
correspondía un rancho, no había un ítem que estableciera o permitiera
el pago de almuerzo o colación a los conductores de los ex Comandantes
en Jefe. Declara que no tuvo conocimiento de cómo se les entregaban
estos dineros en efectivo a los ex Comandante en Jefe.

115
Señala que él ha vivido en casa fiscal. Dice que en una casa
normal de cualquier Oficial o Suboficial se debe personalmente pagar los
consumos. En el caso de una Casa Comando, se dispuso en algún
momento que había un piso que pagaba la institución, de unos
$150.000.- y el resto lo pagaba cada persona. Menciona que cuando fue
a Valdivia, llegó a una Casa Comando que era enorme de 450 mt2, y
justo cuando llegó se acabó el subsidio de calefacción, en el año 2019,
entonces tuvo que comprar una calefacción Bosca, porque en caso
contrario hubiera tenido que gastar entre $600.000.- a $700.000.-
mensuales sólo por ese concepto.
Refiere que cuando llegó a Valdivia, había una persona que hacía
de administrador y mayordomo, lo que se modificó. Señala que lo
mismo ocurrió en Coyhaique, ya que despachó a la persona que estaba
a su disposición para mantener la casa porque no correspondía, a su
juicio. Señala que, en su experiencia, los gastos básicos como luz, agua,
gas, teléfono, tv cable, internet, leña, alimentación, siempre eran
costeados por su persona, como cualquiera paga por los gastos de su
casa. En el caso del Comandante en Jefe, respecto de los consumos
básicos, cree que debe pagarlos él como cualquier funcionario de la
institución. Manifiesta que no existe un ítem presupuestario que permita
pagar los gastos básicos del Comandante en Jefe, salvo la disposición
que permitía que el Ejército pagara una suma base de $150.000.- de los
gastos de la Casa Comando, y el resto los debe pagar el usuario de la
casa. Entiende que esto lo paga el Comando de Bienestar, con fondos
PAF. Aun así, se pagaba $150.000.- a $200.000.- solo en agua y luz, y
otros servicios básicos, sin contar los gastos de mantenimiento de
piscina y jardín, que tiene que pagarlos cada uno. Señala que
desconocía que los consumos básicos de la Casa del Comandante en
Jefe se pagaban con Gastos Reservados. Afirma que nunca pensó que
con estos fondos se pagaran consumos de una familia o para invitados,
con fondos institucionales de Gastos Reservados. Si se hacía, por
ejemplo, una comida donde asistía el Presidente, entiende que se puede
costear con Gastos Reservados, que tienen una regulación específica,
pero no en los demás casos. Refiere que cuando él participó en las
comidas de fin de año en la Casa del Comandante en Jefe, como era la

116
Comandancia en Jefe, pero nunca pensó que fueran costeadas con
recursos fuera de la legalidad. Recuerda que, en el Regimiento, el tema
de la probidad era conocido por todos los que trabajaban en esas
Unidades y se aplicaba y observaba de una forma incluso exagerada.
Por esa razón, dudar que en la Comandancia en Jefe se hiciera algo
distinto, era impensado.
Expresa que había varias líneas telefónicas contratadas, por
ejemplo, para todos los Jefes de Departamento de la Comandancia en
Jefe, el Oficial de Ordenes, los Escoltas y los Ayudantes. Había un
contrato con Telefónica y posteriormente esto se cambió y pagó la
Jefatura de Comunicaciones, el año 2016 y 2017. Eran entre 35 a 40
líneas de teléfono. Señala que estaba establecido que la gente que
trabajaba en Lo Curro tuviera también una línea telefónica, por lo que se
entregaba una línea con minutos, el cual había un ítem presupuestario
para esto. Recuerda que había un teléfono para varios conductores,
porque no podía tener cada conductor un teléfono; entonces lo usaba
quien estuviera de turno, lo mismo para la seguridad. Señala que a la
señora del Comandante en Jefe también se le entregó un teléfono
pagado por el Ejército. Afirma que no se justifica la entrega de un bono
o ayuda para el teléfono al personal de la Casa de Lo Curro, y declara
que lo desconocía. A este personal también se le pagaba un bono por
“locomoción”, dada la ubicación de la casa, el que pagaba el Oficial de
Órdenes. Asegura que no existe un ítem presupuestario que permita
este pago, por lo que tuvo que haber salido de Gastos Reservados.
Manifiesta que los servicios de lavandería, peluquería y sastrería
de la Comandancia en Jefe, también dependían de él. Para la peluquería,
se compraban algunos insumos a través de Convenio Marco, no
recuerda que se le hayan solicitado directamente algún insumo, por lo
que, si requirieron algo, tuvieron que haberlo solicitado directamente al
Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Si necesitaron de la
peluquería alcohol o gel, ese tipo de cosas, no recuerda que se lo hayan
solicitado a él, por lo que tuvieron que solicitar al Oficial de Finanzas.
Declara que todo el personal de la Comandancia en Jefe tenía acceso a
la peluquería y no se cobraba una cuota por este concepto, a diferencia
de lo que ocurre en otras Unidades y el resto del Ejército. Dice que era

117
otro beneficio exclusivo para el personal que trabajaba en la
Comandancia en Jefe. Tampoco se cobraba en la sastrería y lavandería
al personal de la Comandancia que usaban estos servicios. En las
lavanderías para el resto del personal, en la Unidades que cuentan con
ellas, sí se cobran los servicios, según una tabla dependiendo de la
prenda que se limpie.
Afirma que desconocía que al Comandante en Jefe se le entregaba
la suma de $6.000.000.- mensuales, por concepto de “Imprevistos de
Comandante en Jefe”, como si fuera un sueldo adicional. Nunca se
imaginó que ocurría esta situación cuando estuvo en la Comandancia en
Jefe, esto se enteró con posterioridad por sus compañeros y la prensa.
Asevera que independiente de las características de un imprevisto, la
Institución tiene la normativa para enfrentar con recursos
presupuestarios este tipo de eventos.
Declara que el destino para los Gastos Reservados, debido a su
naturaleza, es para financiar los proyectos de defensa, seguridad e
inteligencia. Afirma que no es algo que supiera en ese momento, porque
no debía administrar esos recursos, sino que es algo que se sabe a nivel
Ejército, y teniendo una justificación bien clara en cuanto a su uso.
Manifiesta que, debido a la existencia de la DINE, desconoce qué
tipo de gastos podía tener la Comandancia en Jefe que pudiera
enmarcarse en este tipo de gastos antes mencionados. En realidad,
señala que no conoce ningún gasto que pudiera ser asumido desde este
punto de vista por la Comandancia en Jefe.
Refiere que no tenía conocimiento de que se entregaran recursos
de Gastos Reservados a la Secretaria General para imprevistos, no le
tocó trabajar con esos fondos.
Señala que, en cuanto al financiamiento y mantenimiento de la
Casa Comando, que sabía que la empresa de aseo que atendía a la
Secretaria General, proveía de mantención a los jardines de la Casa
Comando, pero después esto se cambió y se pagó directamente a un
jardinero en la Casa Comando, pero desconocía cómo se costeó esto
último. Declara que desconoce que otro mantenimiento pudo requerir la
Casa Institucional más allá de los que se requieren las casa comando
cuando se reciben, que es la pintura y pisos, lo que ya se había hecho,

118
por lo que no tiene justificación para un gasto de alrededor de
$150.000.000.- anuales a la Casa Comando, a razón de más de
$10.000.000.- al mes.
Expresa que, respecto del tema de los chocolates, vio algunas
cajas de chocolate en la Comandancia en Jefe, las cuales eran
administradas por la misma persona que entrega las Giftcard, OCAMPO.
Entiende que esas cajas eran para regalos para quién el Comandante en
Jefe determinara. Señala que no conoce un ítem que permita el gasto
antes referido.
Adiciona que no tiene conocimiento de cómo se gastaba tanto
dinero en ramos y arreglos florales. Había un caso muy específico para
flores, dentro de los Gastos de Representación u otro ítem, para una
actividad donde asista el Presidente. Incluso si se trata de un funeral no
hay cómo justificar el gasto, de hecho, en una oportunidad tuvo que
pagar de su propio patrimonio la compra de una corona de flores para
un funeral.
Relata que, para los cumpleaños de los Generales, él sabía que se
hacía un regalo que, con los años fue bajando en cuanto el valor, cree
que esto lo determinaba el Comandante en Jefe. Recuerda que se
invitaba a los Generales que estaban de cumpleaños a desayunar, e
imagina que en ese momento se les entregaba su regalo. Durante el
periodo del General OVIEDO se regaló un reloj. Desconoce cuáles eran
los valores de estos regalos, ni quien lo compraba, pudo haber sido
OCAMPO.
Indica que cuando alguno de los hijos de un General se casaba, se
les entregaba un regalo, pero que lo desconocía cuando estuvo en la
Comandancia en Jefe, se enteró después. No sabía que se les entregaba
$900.000.-, dice que no hay justificación para la entrega de ese dinero.
Manifiesta que cuando ascendió a General no hubo entrega de
dinero; se coordinó que cada uno pusiera una cuota para comprar una
pulsera para las señoras y un reloj para los generales, financiados por
cada uno. Declara que pagó en total entre $200.000.- a $300.000.-.
Señala que el reloj pudo ser de marca Tissot, todos aproximadamente
$100.000.-. Señala que había dos marcas más de relojes, los que se
elegían al gusto de cada uno; eso fue en el año 2019. Pero recuerda que

119
se pagaba una cuota anual de no menos de $200.000.- a $250.000.-,
que comprendía una pulsera de oro y el reloj; de las cuales él alcanzó a
pagar dos cuotas. En su caso, señala que aún no se le ha hecho entrega
del reloj ni de la pulsera para su señora, por la pandemia y la situación
social; donde normalmente se hace una recepción con el Oficial que se
va y su señora, donde se entregaban esos regalos. Pero también indica
que, por motivo de esta investigación, no se han entregado los regalos,
pero que tiene la tranquilidad que se ha costeado con sus recursos.
Declara que cuando nacía un hijo del personal de la Comandancia
en Jefe, se entregaba un ajuar. Desconoce de dónde provenían esos
recursos, pero señala que no existe un ítem presupuestario que permita
ese gasto.
Manifiesta que recuerda que el Suboficial DURAN coordinaba el
paso del Comandante en Jefe por el aeropuerto, puede que haya
apoyado a otros Generales como el JEMGE, por ejemplo. Entiende que
DURÁN no estaba en ninguna calidad ya que no era PAC, sino que lo
apoyaban con recursos en dinero en efectivo, desconoce quién le
entregaba ese pago y a cuanto ascendía; pero que ahora sabe que estos
dineros salieron de Gastos Reservados, porque no hay un ítem que
permita pagar a una persona que no tiene relación contractual con el
Ejército.
Refiere que desconoce qué pudieron requerir los Ayudantes del
Comandante en Jefe que justificara una entrega de dineros para
imprevistos que no pudieran costearse con recursos presupuestarios.
Piensa en algún imprevisto que pudo ocurrir en un viaje con el
Comandante en Jefe, pero para eso están los viáticos. Expresa que lo
que sea, no debe ser distinto a lo que ocurre cuando el Comandante en
Jefe está acá en Chile.
Adiciona que los gastos de traslado y alimentación del
Comandante en Jefe se deben costear con los viáticos, que son
equivalentes a su grado jerárquico y los días y destino del viaje. Refiere
que hay una tabla que establece el monto del viático. Relata que los
viáticos del Comandante en Jefe los veía Finanzas de la Comandancia en
Jefe. No recuerda haber pagado una planilla de viático del Comandante
en Jefe. Declara que los viáticos se destinan a traslado, alimentación y

120
alojamiento. Señala que si el Comandante en Jefe hubiese querido alojar
en un lugar cuyo valor de alojamiento superara su viático, tendría que
pagarlo de su bolsillo. Imagina que el Comandante en Jefe alojaba en
lugares alineados a su viático, aunque ahora sabe que no fue así.
Refiere que no conoce a nadie dentro del Ejército al que se le costeen
los gastos de alojamiento y alimentación más allá del viático, no
corresponde. Añade que los pasajes son costeados por el Ejército en
caso de que corresponda el viaje a una comisión de servicio, y solo para
el funcionario, no para su señora, ya que no hay ninguna norma especial
que autorice este pago, tampoco para la señora del Comandante en
Jefe.
Indica que ha escuchado del “perdiem”, y que es una
estandarización de una tarifa que corresponde a un funcionario que va al
extranjero, en función del país de destino. Cuando la persona va en
comisión de servicio hay una tabla y se le deposita este dinero. Entiende
que es viático o el “perdiem”. Refiere que fue a un curso a España por el
cual pagaron viático según tabla. Revela que no tiene más antecedentes
sobre el “perdiem” en cuanto a su entrega, monto y justificación, porque
no les tocó recibirlo, y desconocía que se pagaran con Gastos
Reservados. Creyó que era lo mismo que el viático y se pagaba por
Finanzas.
Relata que no tiene antecedente del pago de dineros para exceso
de equipaje en los viajes del Comandante en Jefe. Agrega que cuando
viajó al extranjero, lo fue por comisiones de corta duración solamente y
que nunca le entregaron dinero en efectivo para exceso de equipaje u
otro concepto. Para su última comisión de servicio a España, por
estudios, solo se pagó el pasaje. Indica que ahora sabe que existe el
pago para gastos por excesos de equipaje, pero que a él no le tocó.
Manifiesta que para los viajes nacionales del Comandante en Jefe,
inicialmente no se tramitaban viáticos, pero después llegó una
disposición de la Contraloría General de la República que establecía que
se le debía entregar viáticos, al igual que al resto del personal del
Ejército. Indica que el Departamento de Coordinación de la
Comandancia en Jefe se encargaba de coordinar los viajes del
Comandante en Jefe, lo que imagina que se hace con una autorización

121
previa de este último, porque no cree que la gente del Departamento de
Coordinación le imponga al Comandante donde alojar, sobretodo porque
hay un viático de por medio, por lo que la persona en cuestión debe
saber si se ajusta a ese monto o no. Afirma que si en un viaje nacional
el Comandante en Jefe se aloja en un hotel militar u otro, él debe pagar
este gasto con su viático.
Adiciona que a la Comandancia en Jefe llegaban diarios, los que
según recuerda no eran comprados por el DAG, desconoce quién lo
hacía. Desconoce un ítem que permita la compra de estos diarios. Quizá
este ítem lo pudo tener el Departamento Comunicacional, pero no sabe
si era para gastar $1.000.000 anual en este concepto.
Refiere que supo que había un concurso literario, pero que no
tenía claridad de cómo se gestaba, quizá a través del Departamento de
Historia. Señala que no tuvo ninguna relación con un ítem
presupuestario que permitiera este gasto.
Indica que para Navidad en el año 2016 o 2017, se hizo una
actividad en la Casa de Lo Curro, con las señoras y niños de los oficiales
que trabajaban en la Comandancia en Jefe. No recuerda que se haya
entregado un presente en esa oportunidad. Estaba el Comandante en
Jefe presente. Afirma que no hay un ítem para costear este gasto.
Añade que cuando un Oficial salía destinado de la Comandancia en
Jefe se les hacía un regalo y que en su caso le entregaron una bandeja
conmemorativa cuando se retiró el año 2017. Afirma que sabe que
antes se entregaban otros regalos, como un reloj, pero por lo menos ese
año que él salió, no se entregó.
Relata que no supo que se pagara con Gastos Reservados una
suscripción para el Rotary Club. Sabe que en septiembre ellos brindaban
una comida, a la que asistían uno o dos Generales en representación del
Ejército.
Manifiesta que otra actividad que se hacía en septiembre era la
celebración para el 18 de septiembre, lo que se hacía en el patio del
Edificio Bicentenario con todo el personal, donde se comparte una
empanada que era cubierta por la alimentación del día. Desconoce si en
la Casa del Comandante en Jefe se hace una actividad especial.

122
Indica que sabía que el Comandante en Jefe al revistar las
Unidades disponía que se ejecutaran ciertos gastos, pero antes no tenía
claridad que esos dineros provinieran de Gastos Reservados. Sabe que
eso ocurrió en la Brigada Cazadores, donde se entregaron dineros en
efectivo en vez de hacer la correspondiente licitación pública, esto en el
año 2014 o 2015, cuando estuvo el Coronel ONETTO a cargo de esa
Unidad. Señala que no se pudo realizar reparaciones a las Unidades con
Gastos Reservados, debido al destino de estos fondos.
Afirma que se enteró con posterioridad que se entregaban dineros
en efectivo de Gastos Reservados al Edecán Presidencial, a los
Ayudantes del Comandante en Jefe, al Secretario General y al Jefe de
Gabinete del Ministerio de Defensa. Indica que la compra de ropa no
justifica el uso de Gastos Reservados, debido a que existe el ítem
“Uniformes y Prendas Diversas” para este efecto.
Adiciona que no corresponde que se paguen con Gastos
Reservados los gastos de vacaciones, fines de semana, tickets, gastos
de celebraciones de año nuevo, del Comandante en Jefe y su familia.
Esto lo dice con mucho dolor, porque ahora se sabe que ha generado un
tremendo daño a la Institución y a la gente que trabaja en ella.
Refiere que el Ejército tiene su gimnasio, por lo que no
corresponde que se le pague con Gastos Reservados al Comandante en
Jefe y su señora los gastos de un gimnasio privado. Sobre todo,
teniendo las facultades para usar con completa tranquilidad las
instalaciones del Ejército.
Expone que la figura del Comandante en Jefe era una institución
en sí misma, y todos estos gastos han provocado un daño tremendo a
todos en la Institución, y ha provocado un gran trabajo para poder
recuperarse de él. Además, en el periodo del General OVIEDO se trabajó
mucho en asuntos de probidad, incluyendo la cartilla que mencionó,
entonces no es coherente y nunca imaginó lo acontecido. La situación de
cómo se mejoraba la alimentación del personal tenía una connotación
distinta, ya que él no administraba ni disponía esos dineros, solo
cumplía órdenes.
Manifiesta que fue llamado a retiro de la Institución en diciembre
del año 2020.

123
37.- Declaración de Ricardo Juan José FERNÁNDEZ
VIVEROS, Subdirector de la Dirección de Finanzas del Ejército de
Chile entre diciembre de 2009 y diciembre de 2012, quien a fojas
2055 manifestó en resumen lo siguiente:
Que por Ley de Presupuesto al Ejército se le entregaban por
concepto de Gastos Reservados, al menos a la fecha en que él estaba en
la DIFE del Ejército, esto es los años 2010-2011-2012,
aproximadamente, $1.000.000.000 anuales, más USD 2.000.000,
también anuales. El procedimiento, además de estar planificado en la
Ley de Presupuestos, no estaba escrito y lo que se usaba cuando llegó a
la DIFE es que al año se extendían varios cheques, por ejemplo, el año
2010 se giraron aproximadamente 6 cheques, época en la que estaba de
DIFE el General Sergio GÓMEZ BANNURA; los años 2011 y 2012, se
deben haber extendido aproximadamente, unos 3 o 4 cheques por cada
año. Agrega que cree que el Comandante en Jefe del Ejército (CJE) le
daba instrucciones al Director de Finanzas sobre el retiro de los dineros
y el monto, entiende que eran verbales, luego este último, el DIFE, le
instruía también verbalmente y, además, firmaba el comprobante de
egreso que era enviado a la Tesorería del Ejército (TE), organismo que,
a su vez, giraba el cheque a su nombre y registraba el movimiento
contable. Él retiraba el cheque y lo contactaba con el Ejecutivo del
Banco Estado para retirar el dinero desde la bóveda ubicada en el
subterráneo del Banco, normalmente iba acompañado y con un vehículo
que lo esperaba en el lugar. En cuanto al tratamiento posterior de estos
fondos, dice que hay que distinguir, porque en el período del General
GÓMEZ BANNURA del año 2010, los dineros los mantenía en su caja de
fondos y se los entregaba al General cuando se los pedía o bien, los
entregaba según la instrucción que él le daba y que normalmente era
hacerlo al Oficial de Finanzas de la Dirección de Inteligencia, que en esa
época era el Mayor o Capitán Eduardo BERTOLÓ o al Oficial de Finanzas
de la CJE Coronel Jorge CORTES, quienes no suscribían ningún
documento y sólo se limitaba a llevar un registro que confrontaba
periódicamente con el General GÓMEZ BANNURA. Señala que entre los
años 2011 y 2012, los dineros se los entregaba directamente al General
Jozo SANTIC quien los guardaba en su propia caja de fondos y luego él

124
los entregaba, ignora a quién. Los registros que quedaban de todo esto
eran únicamente los relativos al cobro del cheque que él hacía. En el
período del General GÓMEZ BANNURA llevaba el registro que indicó en
una hoja que guardaba en la caja de seguridad, documentación que
destruyó una vez que entregó la última remesa de ese año y confrontó
con el General GÓMEZ BANNURA que no quedaba dinero. Imagina que
dicho General también llevaba un registro de forma similar a la de él.
Después con el General SANTIC no mantuvo ningún tipo de registro, por
cuanto le entregaba todo el dinero y él nunca le firmó recepción alguna
del mismo. Afirma que nunca nadie le firmó la recepción de algún
dinero. Declara que, tratándose de Gastos Reservados, se le instruyó
por el General GÓMEZ BANNURA cuando llegó a la DIFE, en el sentido
de que no debía firmar documento por la recepción de estos dineros y
tampoco pedir lo mismo, así como no podía preguntar cuál era el
destino que se les iba a dar, ni al DINE ni al Coronel Jorge CORTÉS. Se
imagina que este último recibía instrucciones del Secretario General del
Ejército o del Comandante en Jefe sobre la inversión de estos recursos.
Dice que la administración de estos dineros era reservada y
compartimentada.
Respecto de la rendición de cuenta de los Gastos Reservados,
señala que se hace en forma general, hay un documento de la
Contraloría General de la República que señala que se debe rendir
cuenta asociando montos generales a los ítems dispuestos en el
clasificador presupuestario, sin ningún otro detalle ni respaldo
documental. Indica que esto se plasmaba en un documento que
suscribía el Comandante en Jefe y que se entregaba al Contralor General
de la República por parte del Director de Finanzas y luego la Contraloría
mandaba un documento donde acusaba la recepción de la rendición. Eso
es todo. Agrega que quien preparaba esta rendición era la DIFE, en
particular el Departamento de Presupuesto, puntualmente el Empleado
Civil Roberto OLIVARES ARGANDOÑA, este último lo digitaba según
minuta que él le entregaba al Jefe del Departamento que era en esa
época el Mayor Iván FABER y a su vez, se lo entregaba el DIFE y al
Director de Inteligencia (DINE) que al año 2010 era el General Guillermo
PORCILE ARELLANO y los años 2011 y 2012 el General Sucre ELGUETA

125
SEGURA. Agrega que efectivamente la Contraloría se limitaba a recibir
este documento porque no existía ningún respaldo que pudiera ser
revisado.
38.- Declaración de John GRIFFITHS SPIELMAN, Secretario
General del Ejército entre marzo de 2013 y diciembre de 2014,
quien a fojas 2545 manifestó, en resumen lo siguiente:
Que ratifica su declaración extrajudicial prestada ante la Policía de
Investigaciones con fecha 20 de noviembre pasado. No obstante,
precisa que fue designado en el mes de diciembre de 2012 por el ex
Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA, como Secretario General
del Ejército, el cargo lo asumió propiamente desde el mes de marzo de
2013, en el cual estuvo hasta el mes de diciembre del año 2014. Llegó a
ese cargo habiendo sido recién ascendido al grado de General de
Brigada. Antes, estaba de Secretario de la Misión Militar de Chile en
Estados Unidos. Señala que las funciones del Secretario General son la
tramitación de toda la documentación del Comandante en Jefe, más que
nada todas las respuestas que hay que darle a la autoridad política del
Ejército de funcionarios del Ejército y de civiles que tienen reclamos
contra el Ejército. También tuvo relación muy estrecha con el Congreso,
considerando que en esa época estaba el tema del fallo de La Haya. La
relación con la Presidencia era a través del Edecán respecto de
situaciones administrativas. También el Secretario es responsable de los
recursos presupuestarios puestos a disposición de la Secretaría General.
Señala que a él le tocó trabajar con el Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ, en
el año 2013, como Jefe del Departamento de Finanzas y en el año 2014
con el Coronel Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, quien ocupó el mismo
cargo. Este último, el segundo semestre del año 2013 era el segundo de
CORTÉS, el que le seguía. Agrega que ellos dos tenían la función de
suministrar y controlar los fondos presupuestarios. Pero el Jefe del
Departamento de Finanzas tiene una relación directa con el Comandante
en Jefe. Los fondos presupuestarios son los que veían con el Secretario
General y con el Comandante en Jefe veían los fondos de otro origen,
como son los internos. Señala que los recursos extraordinarios o fondos
de libre disponibilidad del Comandante en Jefe son de potestad y
discreción de este último. Indica que respecto de estos fondos él no

126
tenía facultad de fiscalización, porque no podía pedirle al Comandante
en Jefe que le rindiera cuenta. Además, esos temas los veía él
directamente con el Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe y con el
Director de Finanzas del Ejército. Señala que en cuanto a estos fondos
de libre disponibilidad que él estaba informado por parte de CORTÉS que
se trataban de fondos que eran para casos de imprevistos del
Comandante en Jefe y otros de emergencia de la Secretaría General.
Reconoce que estos últimos ascendían a $2.300.000 mensuales. Agrega
que no recuerda haber recibido adicionalmente al principio del período
anual un adicional de $2.500.000, puede haber sido, pero no lo
recuerda. Dice que desconoce a cuánto ascendían estos fondos de libre
disponibilidad del Comandante en Jefe. No podía preguntarle ni a
CORTÉS ni a VÁSQUEZ sobre esto porque era un área propia del
Comandante en Jefe y ellos se lo habrían comunicado inmediatamente a
él. Tampoco sabía que había fondos de libre disponibilidad para otras
personas como se ha enterado recientemente por la prensa. Añade que
sabía que parte de estos fondos iban destinados a regalos por ejemplo,
una giftcard que regalaba el Comandante en Jefe a todo el personal que
trabajaba en la Secretaría para su cumpleaños, aunque no la entregaba
directamente el mismo Comandante, sino a través de terceros.
También, dice, había una ayuda escolar para esos mismos funcionarios.
Asimismo, los regalos para los Generales que estaban de cumpleaños.
Indica que para su cumpleaños, el año 2013, le regalaron un mini Ipad y
en 2014, un reloj de trote con cinta para la frecuencia cardiaca. Esto
último en el período del General OVIEDO. Añade que, asimismo, a los
Generales que salían a retiro se les hacía un regalo que consistía
normalmente en un reloj, y a su señora una pulsera de oro. Agrega que
en el año 2014, se dispuso, para pagar la pulsera, que se les pidiera una
cuota a los Generales. Adicionalmente, el Comandante en Jefe le hacía
regalos a otras autoridades, por ejemplo a otro Comandante en Jefe,
Ministros, etc. Expresa que no tenía la certeza, pero que la procedencia
de estos fondos eran tres, fondos internos, fondos entregados por el
Banco Estado o de la Mutualidad o Gastos Reservados. Pero no tenía la
certeza de su origen. Agrega que no vio certificados de buena inversión
que pudieran justificar que estos dineros salieran de fondos internos.

127
Señala que tratándose de fondos de la Mutualidad deben ser destinados
a Bienestar, que no sería el caso de lo señalado. En todo caso, se enteró
de esto último cuando fue Jefe del Estado Mayor, no cuando era
Secretario General. Señala que, en cuanto a los fondos del Banco
Estado, tiene entendido que no hay un Reglamento, aunque puede
existir, pero debieran destinarse a Bienestar y actividades culturales,
por ejemplo una obra de teatro. Asegura que en todo caso, esta forma
de administrar las donaciones del Banco Estado terminó en el año 2017,
porque ahí empezaron a incorporarse directamente a Bienestar.
El tribunal le hace presente que habiendo descartado las tres
opciones anteriores la que queda es que los fondos para pagar los
regalos señalados, y en definitiva todo lo que proviene de los fondos
extraordinarios o de libre disponibilidad del Comandante en Jefe, haya
provenido de Gastos Reservados, a lo que señala: que es probable.
Indica que las facultades del Comandante en Jefe son amplísimas y él
puede decidir quién se va y quién se queda en la institución, eso define
la cultura institucional. Esto se ve en la Comandancia en Jefe y, en
general, en la institución. Dice que esto conduce a no hacer muchas
preguntas. Señala que efectivamente el Comandante en Jefe le pedía
opinión a él, así como a otras personas, sobre los regalos, tanto el
General FUENTE-ALBA como el General OVIEDO. En todo caso, en el
período de este último él trató de bajar este tipo de gastos y ser más
eficiente con el uso de los recursos en general, porque se instauró el
Comité Económico Institucional, que decía relación con la administración
de todos los fondos institucionales. Agrega que en todo lo relacionado a
los regalos venía funcionando desde antes. Que se preocupó de la
adquisición por ejemplo de los chalecos antibalas, correas para sujetar
las armas, balizas, desfibrilador, arreglaron las dependencias del
personal de seguridad y en el tiempo del General OVIEDO se compró
implementación de bajas temperaturas para el Comandante en Jefe, de
su seguridad y ayudantes, un total como de 10 equipos, que se compró
con los fondos de libre disponibilidad del Comandante en Jefe. También
se reparó la dependencia del personal de seguridad de la casa
institucional para el Comandante en Jefe, que se encuentra ubicada en
Farellones. Dice que vio la documentación que respaldaban estos gastos

128
y la guardó por un tiempo, pero nunca le fue solicitada por el
Comandante en Jefe ni por el Jefe de Finanzas. Señala que CORTÉS o
VÁSQUEZ, según el momento, fueron los que hicieron entrega del dinero
al Jefe del Departamento de Asuntos Generales, Comandante Juan Pablo
MATTA en el año 2013, y en el año 2014 al Comandante Joaquín
MORALES. En todo caso, puede haber sido que parte de los fondos haya
salido de Presupuestos. Señala que efectivamente había un ítem
presupuestario para hacer estos últimos gastos referidos a
mantenimiento. Pero si se quería hacer por ejemplo una construcción
nueva como era la de descanso del personal de seguridad, se requerían
otros fondos y se recurrió a los fondos extraordinarios del Comandante
en Jefe, según él asume. Señala que la casa institucional de Lo Curro
funciona con un equipo de gente que lo manda el Oficial de Órdenes del
Comandante en Jefe, aunque él esté encuadrado en la Secretaría
General, él trabaja en la casa del Comandante en Jefe. Por lo anterior, el
Oficial de Órdenes se entendía directamente, en lo que decía relación
con el funcionamiento de la casa, con el Jefe del Departamento de
Finanzas y con el Comandante en Jefe. Expresa desconocer cómo se
pagaban los gastos de consumos básicos y “demases” de la casa
institucional. Tiene claro que de los recursos que él tenía para
administrar, no salieron. Que no existía ningún ítem que permitiera
hacer estos pagos. Señala que pudieron haber salido de Gastos
Reservados. Señala que los Oficiales de Órdenes fueron en el año 2013
el Mayor HIDALGO y en el año 2014 el Mayor BUTTI. Indica que la
alimentación en la casa institucional para la familia del Comandante en
Jefe, era un tema del Oficial de Órdenes. Que aparte de la Seguridad, en
la casa institucional trabajaban, además del Oficial de Órdenes y el
Suboficial VERA, que era el Jefe de Plana Mayor, unas diez personas,
cocineros, jardineros, mayordomos, y gente del aseo. Que él como
General y como Secretario General, participó en actividades que se
realizaron en la casa del Comandante en Jefe, en conjunto con el alto
mando institucional. Señala que concurrió a la cena de despedida del
General FUENTE-ALBA, en diciembre de 2013 en que se despidieron a
11 Generales que se fueron a retiro. Además, en unas cuatro
oportunidades participó en comidas oficiales del Comandante en Jefe en

129
la época del General FUENTE-ALBA y en unas tres oportunidades en la
época del General OVIEDO. Agrega que todas las actividades del alto
mando eran en el jardín y las de los homólogos dentro de la casa
institucional, que tenía un comedor para aproximadamente 20 personas.
En el primer caso, probablemente se contrataba banqueteros y, en el
segundo, servía el personal de la casa. Dice que evidentemente, cuando
se hacían actividades, había arreglos florales. Con el General FUENTE-
ALBA le tocó que había un pianista y en una oportunidad había un trío
de cuerdas y cuatro Suboficiales músicos. Esto último fue para la
despedida del Almirante GONZÁLEZ. Señala que ignora cómo se
costeaban estos gastos, todo esto lo veía el Oficial de Órdenes y le
estaba vedado al Secretario General. Adiciona que no conoce ningún
ítem presupuestario que permita sacar los fondos para este tipo de
gastos. Afirma que puede haber sido de Gastos Reservados. Asevera
que el modus operandi, en cuanto al funcionamiento de la casa
institucional, fue siempre el mismo, tanto en la época del General
FUENTE-ALBA como en la época del General OVIEDO. Cree que antes
del General FUENTE-ALBA también era el mismo. Con propiedad puede
decir que siempre existió el cargo de Oficial de Órdenes y su función era
la casa institucional. Señala que lo mismo se aplicaba en cuanto decía
relación al mantenimiento de la casa, también lo veía el Oficial de
Órdenes y se usaban los mismos recursos. También recuerda que se
hacían regalos de ajuar para los hijos del personal de la Comandancia
en Jefe. No preguntó con qué fondos se financiaban. Añade que
efectivamente a las señoras de los Oficiales se les hacía un regalo de
cumpleaños, pero cuando él llegó cambiaron ese regalo por una torta.
Señala que efectivamente el Comandante en Jefe le hacía un regalo a
las señoras de los Generales para su cumpleaños, pero esto no tenía
vinculación con la Secretaría, él lo veía, cree que con su señora y el
Oficial de Órdenes. Esto en el período del General FUENTE-ALBA y el
General OVIEDO. Recuerda que el año que estuvo con el General
OVIEDO se regaló una canasta de picnic con sus implementos. Señala
que ubica a la señora Verónica BLACKBURN de nombre solamente, pero
sabe que tiene una tienda en Alonso de Córdova. No le consta que el
Ejército haya comprado regalos ahí, además, son muy caros. Expone

130
que efectivamente su señora, como señora de General, recibió regalos
de cumpleaños, pero no recuerda exactamente qué. En cuanto a los
regalos de matrimonio que se hacían por el Comandante en Jefe, dice
que él instruía al Oficial de Finanzas para hacer el regalo y seguramente
elegía el regalo en función al grado de amistad. Esto no pasaba por su
escritorio, ni tampoco le preguntó la opinión. En cuanto a los $900.000,
de los que se ha enterado al momento de declarar, recibían los hijos de
los Generales que se casaban, afirma que esto era parte de los secretos
que se mantenían entre el Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia y el Comandante en Jefe. Hasta que se fue de la
Secretaría supo de él. Señala que efectivamente, no todo el personal del
Ejército tenía los mismos beneficios que el de la Comandancia en Jefe.
Asevera que efectivamente en la Comandancia había un aporte de
alimentación para mejorar la alimentación del personal de la
Comandancia en Jefe. Esto venía de años, de la época del General
PINOCHET, y se traducía en un almuerzo de mejor calidad. Señala que
desconocía que hubiesen destinado anualmente más de $25.000.000
por este concepto. Señala que no existía ningún ítem presupuestario
que lo permitiera. Indica que el repostero es el encargado de la
alimentación del Comandante en Jefe y sus visitas. Normalmente en
forma semanal se recibían personas invitadas. Un 80% de las visitas
eran autoridades y un 20% visitas particulares. El repostero se
encargaba de proveer esta alimentación y era el mejor de la institución.
Señala que normalmente los invitados a los almuerzos eran entre cuatro
y seis personas. Ambos Comandantes en Jefe además tenían la
costumbre de invitar a almorzar a los Generales que habían estado de
cumpleaños ese mes, podía ser también un desayuno. Expone que,
hasta donde sabe, los recursos entregados al repostero no provenían de
los fondos que él administraba. Señala que no existe ningún ítem que
permitiera estos gastos. Indica que no sabía que se hubieran gastado
más de $20.000.000 anuales por este concepto, que él nunca tuvo
acceso a esta información. Señala que la peluquería estaba a cargo del
Suboficial PEÑA y era para la Comandancia en Jefe. La sastrería era para
el Comandante en Jefe, la que ha existido desde la misma época del
General PINOCHET. Se trata de una peluquería estándar. Añade que

131
efectivamente a los funcionarios del Ejército se les descuenta por el uso
de la peluquería. Cree que por una cuestión cultural a los funcionarios
de la Comandancia en Jefe no se les cobraba por la peluquería ni por la
sastrería. Probablemente era un beneficio que tenía sólo la Comandancia
en Jefe. Sostiene que él, mientras estuvo en el cargo de Secretario
General, no supo que se hubiesen entregado fondos correspondientes a
“gastos de ayudantía CJE”. Puede ser que se les haya entregado
recursos para comprar útiles de escritorio, por ejemplo, porque a veces
al Comandante en Jefe le gustaba firmar con un lápiz determinado,
también puede haberse comprado papelería. Refiere que efectivamente
existía un ítem presupuestario que es para útiles de escritorio. Pero en
la práctica funcionaba distinto porque si el Comandante en Jefe
necesitaba algo, no podían esperar tres semanas a que llegara. Señala
que desconocía que se entregaba una cantidad de dinero, por concepto
de imprevistos y gastos varios, a los escoltas del Comandante en Jefe.
Esto se pudiera justificar porque había ciertos gastos que debían
hacerse rápidamente, por ejemplo una batería, un neumático, etc.
Adiciona que los imprevistos de la Secretaría General eran los propios de
la Secretaría. Las necesidades que se cubrieron, en su período, con
estos gastos, son los que mencionó al inicio de su declaración.
Manifiesta que nunca se le pidió una rendición de cuenta, en todo caso,
a él le llevaba las cuentas el Mayor Marcelo OCAMPO. Añade que un
imprevisto que pudo haber sido de la Comandancia en Jefe, fue que en
el año 2013 empezó un proyecto con el General FUENTE-ALBA que
terminó el año 2014 con el General OVIEDO, consistente en la
habilitación del Departamento de Asuntos Generales en el Edificio
Bicentenario que no existía antes. Ignora cómo se pagó, pero dice que
lo tiene que haber pagado Finanzas. Asevera que no vio qué imprevistos
pudieran haberse tenido a razón de $72.000.000 al año. Agrega que la
primera vez que se enteró del apoyo en dinero a los ex Comandantes en
Jefe fue a principios del año pasado cuando salió por la prensa. No
obstante su buena relación con los Comandantes en Jefe él nunca,
mientras fue secretario General, supo de la entrega de los dineros a los
ex Comandantes en Jefe. Lo que la Secretaría les aportaba eran medios
para la seguridad de los ex Comandantes en Jefe, pero no en dinero

132
efectivo, sino que vehículo, mayordomo y conductor. Esto cambió a
inicios del año 2018, donde se analizó qué ex Comandante en Jefe tenía
algún riesgo, según lo informado por el Director de Inteligencia, y se
retiró el mayordomo. Adiciona que la figura del mayordomo es muy
antigua, desde hace unos 50 años atrás, en que se entendía que el ex
Comandante en Jefe seguía teniendo actividades, tratando de explicar
esto. Era una cuestión cultural. Dice que nunca vio a CORTÉS o a
VÁSQUEZ con dinero para ser entregado a los ex Comandantes en Jefe,
o a otra persona. Que a él nunca el Edecán Presidencial, Coronel
MERICQ en el año 2013 y en el año 2014, el Coronel SLATER, ni el Jefe
de Gabinete del Ministerio de Defensa que era un Coronel cuyo apellido
no recuerda, le hablaron que recibían dinero de la Comandancia en Jefe,
en todo caso, le parece que una cuota de vestuario adicional es
razonable, porque un Edecán tiene que tener tres o cuatro tenidas, lo
mismo que el Jefe de Gabinete. Señala que no sabía que ellos recibían
$1.200.000 mensuales, adicional a su sueldo. Tampoco sabía respecto
de los ayudantes. Añade que la cuota de vestuario no entra dentro del
concepto de seguridad. En cuanto al concurso literario, señala que este
se hacía una vez al año y que se realizaba por el Departamento
Comunicacional de la Secretaría General, y se entregaba un premio que
puede haber sido de $1.000.000 o $1.500.000. Esto se hacía desde
hace más de 25 años. Tenía entendido que este premio se pagaba con
platas del Banco Estado, porque no podían haber salido de un ítem
presupuestario. El Jefe del Departamento Comunicacional y una
comisión se encargaban de la evaluación técnica de los trabajos.
Expresa que el diario La Segunda le llegaba al Comandante en Jefe, al
Secretario General, al Jefe del Departamento Comunicacional y al
Secretario Privado del Comandante en Jefe, en la época del General
FUENTE-ALBA, el Secretario era el Brigadier en retiro Germán GARCÍA
ARRIAGADA, que también lo fue del General Óscar IZURIETA y del
General CHEYRE. Este diario asumió que se pagaba con ítem que tenía
el Departamento Comunicacional. Cuando él asumió, se recibía El
Mercurio, La Segunda y la Revista Capital. Esta última él la suprimió.
Señala que la única relación que evidenció con el Rotary, mientras era
Secretario, es un homenaje que el Rotary le hacía al Ejército en el mes

133
de septiembre, a esa actividad asiste el Comandante en Jefe
acompañado de un grupo de Generales que él mismo decide. Ignora
quién pagaba esto. Cree que lo hacía el Rotary. Sostiene que
efectivamente el Comandante en Jefe le hacía un regalo al Oficial de la
Comandancia en Jefe que era destinado, cuando se trataba de gente
más cercana a él, los despedía en una cena más privada. El regalo que
se entregaba, era según recuerda, un reloj o un lápiz, pero el declarante
no los vio. A él le regalaron una mochila con todos los elementos de
supervivencia. Si la despedida era la de los Oficiales de la Secretaría
General se hacía en el Club Militar y si se trataba del personal más
cercano al Comandante en Jefe, la despedida se hacía en su casa. Para
las actividades en su casa, ignora de dónde salían los fondos, al igual
que los regalos. Él, como Secretario, tenía un ítem destinado a la
adquisición de obsequios institucionales, que son los que se llevan
normalmente al extranjero cuando viaja el Comandante en Jefe. Pero
esto es distinto a los regalos que se les hacían a los Oficiales. Él como
Secretario General, recibía y despedía al resto de los Oficiales,
refiriéndose a los que no eran tan cercanos al Comandante en Jefe. Esto
se hacía una vez al año en el Club Militar y se les regalaba a las señoras
un ramo de flores y a los Oficiales unas colleras que se compraban en
Casa Leiva. Esto no recuerda con qué ítem se pagaba. Agrega que
efectivamente el Comandante en Jefe tiene dos auxiliares, y tienen la
responsabilidad de llevar todos los uniformes de los Comandantes en
Jefe en sus viajes, hacer la maleta, empaquetar los regalos, incluso los
remedios. Dice que se encargan de todo el trámite administrativo del
Comandante en Jefe. Que en la época del Comandante en Jefe General
FUENTE-ALBA y durante el período del General OVIEDO eran los
mismos, los Suboficiales en retiro Harry TOLEDO y SALVADOR. Uno de
ellos lo acompañaba en sus viajes. Señala que SALVADOR estaba
recontratado, puede haber sido PAC o CPRASA (Cuadro Permanente en
Retiro a Servicio Activo) y TOLEDO puede haber estado en la misma
situación. Que ignora las razones por las cuales se les pudo haber hecho
entrega de una suma de dinero adicional a la de su sueldo. Añade que el
auxiliar de aeropuerto no estaba normalmente en el Ejército, se le
llamaba por el Jefe de Finanzas de la Secretaría General cuando el

134
Comandante en Jefe iba a viajar y él llegaba antes al VIP del
aeropuerto, y hacía el trámite administrativo al interior del aeropuerto.
Esto lo hacía el Suboficial Mayor en retiro DURÁN, durante el período
que le correspondió con el General FUENTE-ALBA y también con el
General OVIEDO. En algún momento, en el período del General OVIEDO,
DURÁN se enfermó y se envió a otro Suboficial de apellido DONOSO,
pero no tiene la seguridad de si fue él. Dice que no sabe cómo se
pagaba a DURÁN por su servicio. Nunca preguntó si tenía contrato
porque asumió que eso estaba zanjado. Adiciona que desconocía que se
le pagaba con Gastos Reservados. Indica que los viajes del Comandante
en Jefe se planifican por lo menos con un año de anticipación y eso lo
veía la Dirección de Asuntos Internacionales del Ejército. Ella le propone
al Comandante en Jefe la agenda, lo que se sabe un año antes
aproximadamente. El Director de Asuntos Internacionales le propone al
Comandante en Jefe el objetivo del viaje y la agenda. Él como
Secretario, debía hacer el Memorándum con toda la delegación militar
que concurre a ese viaje. El piso era un ayudante, un escolta y un
administrativo. Con esa información hacía el Memorándum al Ministerio
de Defensa para que éste a su vez emitiera el Decreto que establece el
destino, fecha y beneficios. Que si hay un cambio de última hora, el
Comandante en Jefe se lo debiera haber informado para que hiciera el
cambio en el Memorándum y luego en el Decreto. Para eso él tenía que
haber tenido el conocimiento de esa situación y que, además, se lo
ordenara el Comandante en Jefe. Afirma que en su período esto no
ocurrió, ni con el General FUENTE-ALBA ni con el General OVIEDO,
refiriéndose a que no tuvo que rectificar un Decreto.
Asevera que todos los detalles del viaje, como son hoteles,
traslados, y actividades adicionales que quiera hacer el Comandante en
Jefe u otros, los veía él directamente con el Jefe del Departamento de
Coordinación, quien en la época del General FUENTE-ALBA tenía
contacto con LATRACH y en la época del General OVIEDO con otra
empresa de viajes. Señala que efectivamente los destinos de los
Comandantes en Jefe tienen que haber sido los que dicen los Decretos
que están en el Ejército. La excepción puede ser que el avión se haya
atrasado, por ejemplo y que haya llegado al día siguiente alguna

135
emergencia. Añade que si el Comandante en Jefe fue a un destino
distinto del que señala el Decreto, no se lo comentó ni tampoco le
ordenó cambiar el Decreto. Que los viajes del Comandante en Jefe y de
la gente que viajaba con él de acuerdo al Decreto, son siempre de cargo
de Pasajes y Fletes. El pasaje lo veía Pasajes y Fletes con la agencia de
viajes y, a su vez, el Jefe de Coordinación veía todo lo que eran detalles
directamente con la agencia de viajes. Dice que todo el detalle fino lo
veía el Jefe de Coordinación y en el caso del General FUENTE-ALBA era
muy detallista con sus viajes.
Adiciona que el General se preocupaba de revisar la ubicación en
el vuelo, los horarios, los hoteles, los transportes que eventualmente
tuviesen, donde iban. Lo macro lo veía con Relaciones Internacionales y
los aspectos administrativos y logísticos con el Jefe de Coordinación.
Señala que efectivamente él tenía un asiento en particular, en el caso
del General FUENTE-ALBA cree que era el A1 y el del General OVIEDO
era en el C1. Agrega que en cuanto a los horarios de vuelo se trataba de
hacer los ajustes con la agencia para lo cual en alguna oportunidad la
señora Victoria LATRACH concurría incluso a la Comandancia y lo veía
con el Jefe de Coordinación y después este último lo veía con el
Comandante en Jefe. También se analizaba que los horarios se
ajustaran a los descansos necesarios para el Comandante en Jefe.
Señala que en el caso del General FUENTE-ALBA, que era una
persona que había viajado mucho, era difícil proponerle un hotel. Él
sabía a qué hotel quería ir, el General FUENTE-ALBA decidía el hotel.
Señala que no era el Jefe de Coordinación el que tomaba esa decisión.
En esa época el Jefe de Coordinación era el Coronel BRAND y en la
época del General OVIEDO, el Coronel Julio PARRA. Que el General
OVIEDO, le parece que era menos exigente con los hoteles, pero la
decisión pasaba por el Comandante en Jefe y no por el Jefe de
Coordinación. Añade que no tiene antecedentes sobre los
requerimientos especiales que pudieran haber hecho los Comandantes
en Jefe en relación con sus viajes. Señala que nunca viajó al extranjero
con el General FUENTE-ALBA ni con el General OVIEDO, en tanto fueron
Comandantes en Jefe, por lo tanto, no sabe qué solicitudes especiales
pueden haber tenido. Dice que los traslados eran contratados desde

136
Chile a través de la empresa de turismo, salvo que el país anfitrión haya
dispuesto los traslados respectivos. En todo caso, eso aparece en el
programa. Señala que en ciertos casos la alimentación corre por cuenta
del país anfitrión cuando se trata de una comida oficial que, por lo
demás, aparece en el programa. Se estila que el Comandante en Jefe
retribuya con una invitación a algún restorán también a comer. Que no
sabe con qué fondos se pagaba esta retribución. No conoce ningún ítem
de los que él administraba que lo permita. Indica que para el pago de
los hoteles, traslados y alimentación están los viáticos. Que él supiera,
no hay otro ítem que lo permita. Señala que los Gastos Reservados
pudieran haber sido destinados a esto. Que en algunos casos la señora
del Comandante en Jefe estaba invitada a las comisiones de éste, pero
es decisión de él si la lleva o no. Si va con ella, el pasaje de ella debe
ser costeado por el Comandante en Jefe con fondos propios, así como la
estadía de ella, la alimentación y todos los demás gastos. Bien podría
haber pagado esto con los viáticos que son buenos y permiten una
buena estadía. Adiciona que efectivamente el General FUENTE-ALBA
viajaba normalmente con su señora. Dice que ignora cómo se costeaban
los gastos de ella. Efectivamente pueden haber sido con Gastos
Reservados. Añade que todos sabían que viajaba con su señora, pero él
no le podía preguntar cómo lo costeaba, asumía que era así. Señala que
no tuvo conocimiento que alguna vez el General FUENTE-ALBA viajara
con alguno de los hijos. Que respecto del General OVIEDO él también
viajaba con su señora, salvo en los viajes más cortos. Expone que tanto
la tramitación, la gestión, los pagos y todo lo demás que ha referido
respecto del General FUENTE-ALBA fue exactamente igual después con
el General OVIEDO. No notó que hubiese existido algún cambio. Asevera
que puede ser que aquello que no fuera pagado por el país anfitrión, en
relación con los viajes del General OVIEDO y su señora, haya sido
costeado con Gastos Reservados. Afirma que se continuó con el mismo
procedimiento que ya venía a lo menos en cuanto al tema viajes.
Durante el período del General OVIEDO no se cortó ninguno de aquellos
beneficios que se había entregado en el período anterior. Expone que en
los viajes internos acompañó en cuatro oportunidades al General
FUENTE-ALBA y, con el General OVIEDO, viajó a actividades militares

137
dos veces. Que en estos viajes el General OVIEDO se alojó normalmente
en recintos militares y el General FUENTE-ALBA en los hoteles de la
ciudad donde llegaba. En estos casos el ayudante se encargaba de los
pagos. Señala que no sabe de dónde sacaba éste los recursos. Sostiene
que puede haber sido de Gastos Reservados. Indica que él nunca fue a
Puerto Velero con el General FUENTE-ALBA. Dice que sólo recuerda una
ocasión en que el General FUENTE-ALBA fue a una actividad institucional
a La Serena, al juramento de la bandera. No sabía cuándo él viajaba a
su departamento en Puerto Velero. En todo caso, el tema del avión
institucional él lo coordinaba con el ayudante. Tratándose de viajes
oficiales, dice que se encargaba de las coordinaciones del uso del avión
institucional, por vía escrita o telefónica, y sólo recuerda un viaje
institucional del General FUENTE-ALBA a La Serena. Sostiene que
efectivamente los viajes institucionales tenían que pasar por el
Secretario General que, esa época, era él. Añade que en cuanto al
denominado “perdiem”, éste se entregaba a voluntad del Comandante
en Jefe. No se imagina que el Jefe de Finanzas se iba a atrever a que lo
sorprendieran entregando un “perdiem” que no correspondía o
viceversa. En todo caso, nadie iba a ir a preguntarle al Comandante en
Jefe. Adiciona que estando él como Secretario General se enteró de la
existencia de este “perdiem” que lo entregaba el Jefe de Finanzas en
efectivo al General que viajaba en comisión de servicio, en dólares. Era
una suma aproximada de US$ 1.000. Declara que no sabía si era una
suma distinta para el General de Brigada que para el General de
División, pero no le extraña. En todo caso, dice que él sabía que no era
para todos los que viajaban. Era según decisión del Comandante en Jefe
y, en todo caso, quienes lo recibían no lo comentaban. Finaliza
señalando que honestamente no se acuerda si recibió un “perdiem”, que
puede haber sido con ocasión del viaje que hizo a Milán.
39.- Declaración de Robinson Antonio DURÁN YÁÑEZ,
Auxiliar de Aeropuerto de la Comandancia en Jefe entre los años
1995 y 2019, quien a fojas 3570, manifestó, en resumen lo que
sigue:

138
Que trabaja en el aeropuerto haciendo todos los trámites a los
Generales y personas importantes, recibiéndolos en el aeropuerto y
despachándolos. Hace todos los trámites de pasaportes y visas.
Señala que él no se encuentra activo ni tiene contrato en el
Ejército, y que presta servicios así no más y le pagan un sueldo.
Describe que físicamente el sueldo se lo entregaba Jorge CORTES DIAZ,
quien trabajaba en el Departamento de Finanzas de la Comandancia en
Jefe. Después que éste se fue, lo sucedió el Coronel Sergio VASQUEZ
UNDURRAGA, quien le siguió pagando de la firma forma. Declara que el
pago era mensual, en efectivo, en pesos, el que le era entregado en un
sobre, normalmente los días 21 o 22 de cada mes. Expone que él no
quiso firmar nunca contrato, porque después de los 50 años que estuvo
en servicio activo en el Ejército, le siguieron llamando a hacer esta
función, por lo que no quiso ser muy esclavizado, queriendo tener su
horas libres.
Señala que le pagan $500.000, desde hace ya unos 10 años.
Agrega que después de VASQUEZ, le siguieron pagando los Ayudantes
del Comandante en Jefe, y que actualmente lo hace el Ayudante del
General MARTINEZ, Comandante Sergio ALVAREZ, aunque no está
seguro de su nombre de pila. Declara que la última vez que le pagaron
fue el día 21 de mayo de 2019.
Expone que él llega a las 08:00 a la Comandancia en Jefe y se
retira a las 14:00 o 15:00 horas, siempre que no tenga trabajo en el
aeropuerto, donde incluso tendría que trabajar los fines de semanas.
Describe que sus labores son las de despacho de personas en el
aeropuerto y la recepción de las mismas. También le corresponde
tramitar sus pasaportes y decretos para apurar los pasaportes. Explica
que el memorándum sale de la Comandancia en Jefe, el que le es
entregado por su Jefe, Jefe Segundo del Departamento de Finanzas
Víctor UNDURRAGA. Una vez que recibe el memorándum, se va a la
Subsecretaría de Guerra a tramitar el decreto. Después va al Ministerio
de Relaciones Exteriores a tramitar los pasaportes, siempre que la
persona que vaya a salir tenga pasaporte oficial, porque en ese caso
solo basta con pedirlo. Agrega que cuando hay que obtener pasaporte
para una persona que no haya viajado, se debe presentar el decreto y

139
presentarse personalmente la persona en cuestión, a la que él
acompaña, porque debe pagar alrededor de $71.000. Después se debe
esperar que fabriquen el pasaporte y lo entregan. Entonces dice que él
lo retira con la copia del trámite del pasaporte y lo entrega a la persona,
porque está acreditado en el Ministerio para hacer este trámite. Aclara
que no recuerda cómo se hizo esta acreditación, hace unos 50 años
atrás. Expone que dependiendo del país que vaya, se debe sacar visa, la
que él también tramita.
Añade que en la Comandancia en Jefe, hace los formularios para
presentarlos en la Embajada de Estados Unidos, que es de los pocos
países que pide visa oficial. Después de confeccionados los formularios,
los presenta a la Embajada y le dan hora para retirar los pasaportes,
que no es en más de cuatro días. Una vez que retira el pasaporte, lo
entrega al interesado.
Con ocasión del viaje propiamente tal, según la persona que sea,
dice que los despacha, pero no a todos, y que solo despacha a algunos
de los Generales, por ejemplo, al General MARTINEZ lo despacha, a
otros no. Respecto a los Comandantes en Jefe anteriores, afirma que él
también los despachaba.
Explica que el despachar consiste en llevarlos al salón VIP,
después lleva a embarcar las maletas con el pasaporte, después va a
Policía Internacional, al SAG y a Aduanas. Todos estos trámites dice que
él los hace. Después, dice que saca a los Generales por Policía
Internacional.
Señala que lo anterior lo hace más que nada para los
Comandantes en Jefe, y también con el General AHUMADA y John
GRIFFITHS, no recuerda si lo hizo con algún otro General.
Adiciona que cuando ellos quedan en el avión él se desliga. Al
regreso, el día que vuelven los espera en el aeropuerto. Refiere que
entonces él tiene previamente registrada la información de la llegada y
la hora. Los conduce al salón VIP desde el puente en que llegan y hace
los trámites en Policía, SAG y Aduana, saca sus maletas y se las entrega
a la salida del aeropuerto. Lo anterior explica que lo hace con los
funcionarios del aeropuerto, de Protocolo del Salón VIP, quiénes le
ayudan con las maletas. En otras ocasiones comenta que va

140
acompañado del pasajero mismo, se refiere a la Escolta, dependiendo
de los Ayudantes y Escoltas de que dispongan, y ellos le ayudan con las
maletas. A veces, según la hora, se devuelve a la Comandancia para
cumplir con su horario.
Refiere que el General FUENTE-ALBA viajaba con unas 10 maletas,
cinco del General y cinco de su señora. De estas a su vez, la mitad, es
decir, 5 maletas iban vacías, las que del viaje volvían llenas. Agrega que
él no abría las maletas, ya que pasaban cerradas por las máquinas
revisoras. En una sola ocasión apareció que en la maleta de la señora
PINOCHET venía un pote de miel, y les hicieron abrir dicha maleta. Ella
declaraba todo lo que traía, entonces no ocurrió nada, según declara.
Respecto las maletas vacías que volvían llenas, expone que nunca
vio qué traían, ya que pasaban cerradas por la máquina.
Refiere que se retiró del Ejército en el año 1990
aproximadamente, y después lo llamaron a servicio activo por 5 años
más, y después siguió trabajando como lo hace ahora. En la actualidad,
afirma que no tiene ninguna vinculación contractual con el Ejército, pero
que sigue realizando las mismas labores pagadas. Físicamente trabaja
en el cuarto piso de la Comandancia en Jefe.
Indica que el Teniente Coronel Maximiliano SOTO es quien
actualmente está a cargo de la Sección de Finanzas de la Comandancia
en Jefe, pero no es quien actualmente le paga, sino que lo hace el
Comandante ALVAREZ, Ayudante del Comandante en Jefe, como señaló.
Declara que si bien el ve al Comandante en Jefe de vez en cuando en la
Comandancia, él lo saluda, y que han hablado sobre su pago. Agrega
que habló con MARTINEZ sobre sus honorarios, pero él ya sabía el
monto, que eran $500.000 mensuales. Respecto su situación en el
Ejército, dice que han hablado con el Comandante en Jefe General
MARTINEZ, quien le ha preguntado por su situación familiar. Refiere que
también le preguntó por su situación contractual con el Ejército, a lo que
le respondió que quería tener libertad de horario, lo que él entendió.
Añade que esto lo hablaron probablemente cuando el General
MARTINEZ asumió como Comandante en Jefe, quien le dijo que lo
ubicaba por su labor antes de asumir, pero dice el declarante que no lo
recordaba.

141
Declara que habló de su situación en el Ejército y del pago de sus
honorarios, y también con los anteriores Comandantes en Jefe,
acordando lo mismo que ha señalado anteriormente. Agrega que se
refiere a que lo habló con el General FUENTE-ALBA, el General OVIEDO,
y antes con el General IZURIETA FERRER, acordando el pago de los
$500.000 señalados.
Dice que cuando no trabaja en los viajes, se dedica a revisión de
documentación relativa a viajes de los Comandantes en Jefe y de
algunos Generales, cuando estos se lo piden. Agrega que tiene oficina
física en la Comandancia en Jefe, con otras 10 personas.
Sobre los pagos que se le hacen, expresa que desconoce de dónde
provienen estos recursos, y que nunca se preocupó ni preguntó por
esto. Afirma que tampoco ha firmado algún documento de recibo ni se lo
pidieron los Comandantes CORTES, VASQUEZ, ni ALVAREZ. Nadie le ha
consultado por este tema tampoco.
En relación con los viajes que ha realizado al exterior, relacionados
al Ejército, fue a la Misión Militar en el año 1990. En el año 1999
también viajó por el Ejército, a Inglaterra, por cinco días, cuando estaba
llamado al servicio activo. Después, el año 2007 viajó a Argentina de
forma particular.
Expone que en el año 2012 viajó a Panamá, en comisión, y que en
realidad fue invitado por el General Ramón CASTRO, que era el
Secretario General, para que lo acompañara. En este último viaje dice
que él no pagó nada. Agrega que viajaron junto con la señora del
General CASTRO, y el Ayudante, no recuerda su nombre. Estuvieron en
la Ciudad de Panamá, por unos 5 días. Y declara que él no hizo ningún
trámite de comisión de servicio respecto de su viaje, no había decreto.
Agrega que en total eran 4 personas. Asevera que todo esto lo pagó la
Comandancia en Jefe, el Director de Finanzas, pero no recuerda quien
estaba en esa época.
Dice que el año 2015 viajó a Perú por tierra, a Tacna, por el día,
de forma particular.
En relación con los viajes del General FUENTE-ALBA, recuerda que
él le tramitaba los pasaportes, a pesar de que él tenía pasaporte
diplomático, por lo que no tenía mayor cosa que hacer al respecto.

142
Señala que el Comandante en Jefe además llevaba Escoltas, por lo
que él debía tramitar sus pasaportes, y el de las demás personas que lo
acompañaban. Afirma que siempre lo acompañó al General FUENTE-
ALBA su señora, Anita PINOCHET. Además, lo acompañaba una comitiva
que podía variar, de 5 a 10 personas. En este último caso cuando iban
los 2 Ayudantes, los 2 Escoltas, 2 Auxiliares, 1 Enfermero, y recuerda
quien más. Adiciona que a veces en este grupo de 10 personas no iban
los dos Ayudantes.
Expone que el General FUENTE-ALBA, a lo menos que él sepa,
nunca viajó con alguno de sus hijos. En caso de haber viajado alguno de
sus hijos, los trámites los tuvieron que hacer aparte, ya que él nunca se
encargó de tramitar papeles para ellos.
En relación a los viajes del General OVIEDO, afirma que éste
viajaba con menos personas, a lo sumo eran 4 personas. Él, su señora,
un Ayudante y un Escolta. Agrega que a veces incluso viajaba solo con
el escolta y su señora. No llevaba Auxiliar.
Expone que respecto de los viajes del General MARTINEZ, él ha
viajado muchas veces sin señora, podría decir que la mayor de las veces
sale solo con el Ayudante y un Escolta. No lleva Auxiliar.
Indica que respecto a la diferencia en cuanto al número de
personas que integraba la comitiva que acompañaba al General
FUENTE-ALBA, en relación con los otros Comandantes en Jefe, que
nunca supo el motivo de esta diferencia. Agrega que no supo que haya
tenido alguna amenaza u otro motivo que lo justificare, aunque tampoco
hacían preguntas en la Comandancia en Jefe.
Afirma que no ha visto que otra persona tenga el mismo trato que
tiene él en el Ejército, en cuanto a no tener contrato y que le paguen
directamente con un sobre con dinero. Al parecer es el único, lo que
atribuye a su experiencia en sus labores, porque ha querido irse, pero
no lo ha logrado nunca.
Señala que cuando hace los trámites para el Ejército, se le asigna
un conductor de servicio para que lo lleve de la Comandancia en Jefe,
que es el que esté de turno.
Refiere que en la actualidad percibe una jubilación del Ejército de
$900.000.-, desde el año 1990. Además, percibe $500.000.- por sus

143
labores actuales y desde el año 2010, cuando estaba el General
FUENTE-ALBA como Comandante en Jefe, e incluso desde antes con el
General IZURIETA, pero casi al final de su mandato, aunque no recuerda
exactamente desde cuándo. En todo caso, desde que salió a retiro que
percibe los $500.000.- además de su jubilación, según declara.
Expone que cuando se les llama al servicio activo, sigue con el
mismo sueldo que traía anteriormente. No recuerda hasta cuando
estuvo llamado al servicio activo.
Indica que solo se dedicaba a realizar las labores que antes ha
detallado, y que no realiza gestiones personales a funcionarios del
Ejército. Tratándose de comisiones de servicio con las familias, en ese
caso él también les hacía las gestiones a esa familia, pero tratándose de
viajes particulares, no.
Expresa que a él en el Ejército se le da la denominación de
“Auxiliar de Protocolo del Ejército”, y tiene una credencial que así lo
demuestra, emitida por la Dirección General de Aeronáutica, por el
Aeropuerto, que lleva el nombre del Ejército, y que puede dejar copia de
ella.
40.- Declaraciones Jaime Alejandro KLENNER GÁLVEZ,
Mayor (R) de Ejército, ex Jefe de Equipo de Escolta, desde mayo
de agosto de 2007 a diciembre del año 2010, quien manifestó, en
lo pertinente, lo que pasa a reseñarse:
A fojas 8043, señala que el General FUENTE–ALBA, fue
nombrado Comandante en Jefe, a fines del año 2009. Dice que él venía
ya trabajando como Escolta del Comandante en Jefe anterior, General
Óscar IZURIETA FERRER, desde mediados del año 2007, y le pidieron
que continuara en esa labor para cuando asumió el General FUENTE-
ALBA, lo que aceptó. Indica que con el General FUENTE-ALBA estuvo
durante el año 2010, posteriormente fue destinado a Puerto Varas, al
Regimiento Sangra, donde estuvo hasta el año 2012. Relata que, dentro
de las labores, era Capitán a cargo de uno de los equipos de Escoltas.
Tenían además subordinados 2 motos de Carabineros.
Menciona que, en el periodo que trabajó con el General IZURIETA
FERRER, a cargo de los equipos de Escoltas estaba a cargo del Capitán
Enrique DEL FIERRO, uno de los equipos estaba a su cargo y el otro

144
equipo estaba a cargo del Capitán Eduardo MONJE. Los integrantes de
los equipos eran Suboficiales, recuerda al Suboficial LEÓN, al Suboficial
GONZÁLEZ, y a Marcio ESPERGUEL, entre otros. Indica que en la época
que trabajó con el General FUENTE-ALBA los equipos de Escoltas se
mantenían salvo algunas destinaciones. Como Comandante asumió el
Capitán Eduardo MONJE. Dice que él estaba a cargo de uno de los
equipos de Escoltas, el equipo de adelantada estaba conformado por el
Sargento 1° GONZÁLEZ, el Cabo 1° ESPERGUEL, el Cabo 1° ARAYA, y el
conductor Cabo 1° Julio ROMERO, en total eran 4, según indica. Del
equipo directo recuerda al Cabo 1° URIBE y al Cabo 1° QUIJADA, no
recuerda los nombres de los demás, dada la rotación del personal, pero
eran 6 personas. Añade que a cargo del otro equipo de Escoltas estaba
el Capitán Edison PONCE, y con él trabajaban otras 10 personas, cuyos
nombres no recuerda. Tampoco recuerda el nombre del personal de la
playa mayor, además del Suboficial LEIVA. Indica que trabajaba
físicamente en la Comandancia en Jefe del Ejército. Al lado del
estacionamiento de la Comandancia en Jefe, tenían una oficina
habilitada para ellos, ello cuando el Comandante en Jefe estaba en esas
dependencias, ya que cuando él salía, la escolta lo acompañaba.
Manifiesta que su función específica como Escolta era la de dirigir
el personal y mantener la seguridad física de los lugares en que
estuviera el Comandante en Jefe, y la de su familia si esta estuviera con
aquél. Señala que, en lo práctico, su función consistía en acompañar al
Comandante en Jefe a donde fuera, las 24 horas, los 7 días de la
semana, sin limitación horaria. Relata que, dentro de sus funciones, el
Comandante en Jefe nunca le encomendó ningún encargo personal ni
bancario, solo temas de seguridad. No recuerda que le haya encargado
tomar un vale vista, ni realizar depósitos bancarios o transferencias a su
nombre o a nombre de otra persona.
El tribunal le hace presente que el declarante aparece realizando el
depósito de un vale vista del Banco Santander, tomado por Paulina
Margarita SAAVEDRA CERNA, depositado con fecha 16 de marzo de
2010, en la sucursal Plaza Bulnes del banco Chile, por la cantidad de
$21.832.000, depositado en la cuenta del Banco de Chile del General
FUENTE-ALBA, N° 26-62-745989, a lo que indica que no recuerda ese

145
depósito, que si aparecen sus datos entonces lo realizó, pero no
recuerda haberlo hecho. Señala que pudo haber sido que le haya pedido
el Oficial de Finanzas que hiciera ese depósito. Manifiesta que no conoce
a todo el personal que trabaja en la Comandancia en Jefe, a la señora
Paulina SAAVEDRA CERNA no la recuerda, asume que esa señora es
alguien de la Comandancia en Jefe o quizá alguien del Banco, no sabe
quién es, en todo caso, desconoce para qué era ese dinero que se le
depositó al General FUENTE-ALBA. Indica que trabajaba semana por
medio por turnos con él. Menciona que no recuerda si hizo otros
depósitos para el General FUENTE-ALBA. Relata que pudo haber sido un
reembolso para el General, ya que recuerda que a él le reembolsaron
plata que tuvo que poner para quedarse un par de días más en
Argentina. Cuando estuvieron en el extranjero, entre que fue nombrado
el General FUENTE-ALBA como Comandante en Jefe y asumió el cargo,
estuvieron en el extranjero, tal como se ha hecho con todos los
Comandantes en Jefe. Dice que estuvieron en Argentina y se toparon
con el terremoto del 27 de febrero, razón por la cual no pudieron
regresar a Chile, debiendo permanecer por más días en Argentina, en el
Hotel ALVEAR, lo que él pago, con tarjeta de crédito, con parte del
viático que llevaba en esa ocasión, y con parte de los dineros que se le
entregaban para cada comisión de servicio. Declara que no recuerda el
monto de ese gasto. Menciona que ese gasto se lo reembolsaron en
dinero efectivo, el Comandante CORTÉS, a cargo de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. No recuerda si le reembolsó ese gasto en pesos o
en dólares. Manifiesta que ese viaje era con el objeto de que el
nombrado y aún no asumido nuevo Comandante en Jefe General
FUENTE-ALBA, fuera a distintos países a presentarse a los distintos
Ejércitos. Indica que era una comisión de servicio, donde fueron a
Estados Unidos y a Argentina. Dice que en Estados Unidos estuvieron
aproximadamente 2 semanas y media, en Miami, Nueva York y en
Washington DC. Explica que, en Miami el General FUENTE-ALBA visitó a
un conocido, se juntaron con unos militares chilenos y militares
estadounidenses, no recuerda sus nombres. En Nueva York el General
tuvo un par de reuniones, no recuerda los nombres de las personas con
que se reunió, porque no entró a esas reuniones. En Washington se

146
reunió con el Agregado Militar, entre otros. Señala que, en esa ocasión
viajaron él, el General FUENTE-ALBA y su señora Anita María PINOCHET
y no fue con otro personal de apoyo. Afirma que leyó la agenda de esa
comisión de servicio, que contenía los horarios y lugares en que
estarían, y no había detallado nada más específico. Recuerda que esa
comisión de servicio decía “comisión de servicio en el extranjero
Comandante en Jefe designado”. Relata en estos 20 días en Estados
Unidos el General tuvo reuniones día por medio o cada 2 o 3 días. Esas
reuniones no duraban todo el día, a lo sumo 3 horas. El resto del tiempo
el General se quedaba en el hotel o visitaba algún lugar público, como
un museo, salir a comer, pasear y comprar.
Relata que después fueron a Argentina, donde estuvieron una
semana o 10 días, no recuerda. Indica que estuvieron en total un mes
aproximadamente afuera por esa comisión de servicio, todo esto está en
una agenda. Señala que, en Argentina estuvieron en Buenos Aires,
donde el General tuvo reuniones cada 2 o 3 días, con el Comandante en
Jefe de Argentina y otros Generales y con el Agregado Militar. El resto
del tiempo el General FUENTE-ALBA hizo lo mismo que en Estados
Unidos, es decir, pasear, comer, comprar, etc.
Refiere que la organización de ese viaje, así como los demás, lo
ven el Ayudante del Comandante en Jefe y el Secretario General del
Ejército, ven todas las coordinaciones y las licitaciones de la agencia de
viajes. Esto lo sabe porque el Ayudante le entregaba la agenda. Añade
que en esa época como Ayudantes estaban el Coronel COOPER y el
Coronel RONDANELY, hasta el año 2007, ya que eran los Ayudantes que
estaban con el General IZURIETA FERRER, asumiendo luego el Teniente
Coronel NÚÑEZ y el Teniente Coronel VILLARROEL, en el año 2008. Y,
como el General FUENTE-ALBA para esa comisión de febrero del año
2010 aún no asumía como Comandante en Jefe, por lo que no tenía
Ayudantes, lo acompañó solo él. Indica que el Secretario de esa época
era el General PORCILE. Refiere que desconoce de dónde salieron los
fondos para costear ese viaje y que recuerda que la agencia de turismo
era TUPPER. Indica que el General FUENTE-ALBA y su señora viajaron
en clase business y él en clase turista. Menciona que es efectivo que
previo al viaje les entregaban una cantidad de dinero, lo entregaba el

147
Comandante CORTÉS o el Mayor a cargo, en efectivo, en dólares cuando
se trataba de viajes internacionales. Agrega que la cantidad entregada
en esa ocasión, no la recuerda. Dice que cuando el viaje era nacional se
entregaba pesos chilenos y cuando la comisión era en el extranjero
siempre se le entregó dólares, nunca euros. Señala que la cantidad
variaba dependiendo del país y del número de días que duraría la
comisión. Menciona que, todo partía cuando recibía la agenda la semana
anterior a la que se haría la comisión. Añade que, entonces, analizaba
todos los gastos que se realizarían para traslados, peajes, alimentación,
alojamiento e imprevistos de toda la comitiva, y solicitaba el dinero al
Comandante CORTÉS, en una hoja borrador con el cálculo estimado, y
entonces él le entregaba lo que se solicitaba. Este dinero se lo
entregaba CORTÉS o VÁSQUEZ en la tarde de ese día o cuando asumía
el turno el día viernes en la mañana. Explica que ese dinero lo
transportaba en un sobre. Menciona que el Ayudante es el que pagaba
todo lo de la comitiva que iba al extranjero. Adiciona que en las
comisiones nacionales también era el Ayudante el que pagaba, pero solo
lo relativo del Comandante en Jefe y su señora, ya que de los gastos del
resto de la comitiva se ocupaba el Oficial Escolta. Refiere que el
Ayudante también recibía los dineros del encargado de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, que podía ser el Comandante CORTÉS o bien el
Mayor VÁSQUEZ UNDURRAGA, que era su segundo. Asegura que solo
estas dos personas entregaban dineros, ya que estaban a cargo de la
caja fuerte de la Comandancia en Jefe.
Indica que, no recuerda la mayor cantidad de dinero que recibió
por ese concepto, porque dependía de si el Comandante salía o no en
comisión; si no lo hacía, entonces se pedía unos $200.000 a la semana,
y cuando lo hacía, se llegaba a pedir $1.000.000 semanal, dependiendo
de cuántos días había que permanecer afuera. Refiere que ese dinero se
gastaba en peaje, alimentación y alojamiento, porque el traslado se
hacía en los vehículos institucionales. Menciona que algunos traslados
también se hicieron en el avión institucional, en cuyo caso los vehículos
acompañaban al Comandante en Jefe por tierra para acompañarlo al
lugar, aunque no siempre, ya que esto dependía de los antecedentes
proporcionados por Inteligencia. Además, en algunas oportunidades,

148
dice, las Compañías de Inteligencia proporcionaban el personal en el
lugar de destino, como el caso de Punta Arenas, Iquique, en que era
más fácil que el personal de esos lugares asistiera en vez de que la
gente viajara.
Manifiesta que la escolta alojaba lo más cerca de donde se alojaba
el Comandante en Jefe. Lo más económico que hicieron fue alojar en
una cabaña y cocinar ellos mismos, esto en casos de comisiones
nacionales. Esto se pagaba con los dineros que ellos mismos llevaban de
los dineros entregados por el Oficial de Finanzas. Los alimentos del
Comandante en Jefe y de su señora, los pagaba el Ayudante con los
dineros que llevaba entregados por el Oficial de Finanzas, al igual que el
alojamiento. Relata que el General FUENTE-ALBA se alojaba en hoteles
conforme a su categoría de Comandante en Jefe. Refiere que en
Concepción se alojaba en el Holiday, en Punta Arenas se alojaba en el
Cabo de Hornos, en Antofagasta también alojaba él en un Holiday.
Afirma que cuando el General visitaba la Unidad de La Serena, era por el
día. En Iquique recuerda que se alojó en un hotel, que era una torre
alta, era un hotel de 5 estrellas donde todos los Comandantes en Jefe
alojan cuando van a ese lugar. Afirma que el General FUENTE-ALBA
nunca alojó en una Unidad Militar en Chile y tampoco el General
IZURIETA FERRER.
Señala que los alojamientos del General IZURIETA FERRER fueron
prácticamente los mismos, y se costeaban de la misma manera, ya que
era el Ayudante el que pagaba, igual que sus alimentos. Indica que el
General IZURIETA FERRER viajaba normalmente con su señora, Ginetta
FORNAZARI.
Adiciona que prácticamente todos los viajes nacionales eran en el
CITATION, incluso con el General IZURIETA hacia Perú también se hizo
en ese avión. Respecto de los viajes con el General FUENTE-ALBA en el
CITATION, dice que prácticamente todos los viajes nacionales se
hicieron por esa vía, hacia Punta Arenas, Coihaique, Concepción, en
cuanto a La Serena no recuerda haber viajado en el CITATION. Agrega
que el General FUENTE-ALBA normalmente viajaba a Puerto Velero por
tierra, manejando él mismo el vehículo. Agrega que en esas ocasiones,
él lo acompañaba en el vehículo escolta.

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Indica que, cuando la comisión era internacional, el General
FUENTE-ALBA iba con su señora, un Auxiliar, el Ayudante y el Oficial
Escolta. Relata que, el año en que él estuvo, era ese el grupo. Adiciona
que él le propuso al General FUENTE-ALBA que además viajara un
enfermero, pero esto no se concretó en su año, ignora si después se
hizo.
Señala que, en esos viajes al extranjero era el Ayudante el que
pagaba. Indica que era la agencia de turismo TUPPER la que se
encargaba de hacer todos los trámites y planificaciones de alojamientos
y traslados en los viajes. Menciona que desconoce si los gastos de
alojamiento estaban pagados desde Chile o si se pagaban allá, porque
en este último caso lo pagaba el Ayudante. Cuando la invitación del
Ejército anfitrión consideraba los gastos de alojamiento, normalmente
incluía solo al Comandante en Jefe y a su señora, no incluía al Oficial
Escolta, y desconoce si cubría al Ayudante. Asegura que en todo caso, lo
que no estaba cubierto lo pagaba el Ayudante con los recursos que le
habían sido entregados por el Oficial de Finanzas CORTÉS o VÁSQUEZ.
Desconoce si los gastos de alojamiento en hoteles civiles eran pagados
por el Ejército anfitrión, menciona que no era parte de su función saber
cómo se pagaban esos gastos. Afirma que todo lo que no era cubierto
por el Ejército anfitrión era pagado por el Ayudante, siempre. Respecto
de la alimentación, cuando esta no era costeada por el país anfitrión,
entonces pagaba el Ayudante, para toda la comitiva, incluyendo al
Comandante en Jefe y a su señora. Refiere, respecto de los traslados en
las comisiones en el extranjero, que esos eran coordinados por la
agencia de viajes, desconoce si eran pagados allá o ya estaban pagados
desde Chile. Cuando ellos pagaban, dice, lo hacía el Ayudante.
Desconoce si alguna vez el General FUENTE-ALBA pagó algo, porque
nunca lo vio. En alguna ocasión en que el General estaba sin su
Ayudante, él lo vio pagar una comida en un restaurante, cuando se
reunía con un General u otra persona que desconocía. Señala que,
respecto del General IZURIETA FERRER, el procedimiento era el mismo,
en cuanto al pago de traslados, alimentos y alojamiento. Prácticamente
los procedimientos que se utilizaban en el periodo del General IZURIETA

150
FERRER se utilizaron también con el General FUENTE-ALBA. Dice que
tampoco vio al General IZURIETA FERRER pagar nada.
Manifiesta que ellos recibían viáticos, los que recibían durante la
semana anterior al viaje. Agrega que normalmente él guardaba el
viático, lo ahorraba, aunque alguna vez gastó en algún transporte o en
comprar algún diario, o un imprevisto, el que luego le reembolsaba el
Oficial de Finanzas.
Relata que además del viático, recibió de CORTÉS dineros por
algún reembolso, y dinero para los gastos semanales según señaló
anteriormente. Indica que, de esos dineros, se rendía cuentas al término
del servicio a CORTÉS o VÁSQUEZ, ocasión en que se juntaban todas las
boletas, las que se pegaban en hojas de oficios donde también se
detallaban los gastos, y le entregaba el dinero sobrante, si es que
quedaba, o bien se pedía el reembolso si había gastado más dinero del
que se les había sido entregado y que llevaban. Cuando no tenían
boletas, lo que pasó en raras ocasiones, como fue por la compra de un
diario, por ejemplo, entonces solo se anotaban el concepto en la hoja de
rendición. Luego entregaba esa rendición en original, y tenía incluso
prohibido sacar copias. Asevera que desconoce qué pasaba después con
estos documentos.
Refiere que de esta rendición de cuentas además sabía el Oficial
Escolta, y la persona que tenía que ver con el gasto específico, por
ejemplo, el conductor cuando pagaban peaje, quien le entregaba la
boleta de ese gasto. Relata que el Comandante en Jefe cuando salía a
comer, la escolta lo hacía con él en el mismo restaurante o en un
restaurante cercano, por seguridad. Manifiesta que, respecto de la
rendición de cuentas y la entrega de dineros, el Comandante en Jefe
sabía que manejaba plata y que tenía que solicitar dineros para los
gastos de la Escolta a CORTÉS o a VÁSQUEZ, quienes manejaban la caja
fuerte. Pero desconoce si el Comandante en Jefe sabía de la rendición de
cuentas que se le hacía a CORTÉS o a VÁSQUEZ, según quien estuviera.
La instrucción de realizar esta rendición de cuentas se la dio el Mayor
VÁSQUEZ. Cuando llegó a la Escolta, el Capitán MONJE le explicó cómo
funcionaba este procedimiento. Adiciona que ya cuando asumió, se

151
presentó ante el Comandante CORTÉS y el Mayor VÁSQUEZ, los que le
explicaron en mayor detalle ese procedimiento de rendición de gastos.
Menciona que, en la época del General IZURIETA FERRER, también
se utilizaba ese procedimiento de entrega de dineros y de rendición de
gastos realizados en las comisiones de servicio, ante el Oficial de
Finanzas, de la misma forma que ha referido anteriormente, en relación
con el General FUENTE-ALBA.
Expresa, respecto del General IZURIETA FERRER, que no recuerda
haber hecho depósitos ni otro trámite bancario a su nombre, o a nombre
de otra persona relacionada con él, no lo recuerda.
Manifiesta, en relación con los otros viajes en que acompañó al
General FUENTE-ALBA ya como Comandante en Jefe, que no recuerda
mayormente, porque acompañó en diversas ocasiones también al
General IZURIETA FERRER, a quien lo acompañó como Escolta a
España, Turquía, Israel, Italia, Perú y Brasil.
Menciona que fue varias veces a Argentina, por lo que no recuerda
si acompañó al General FUENTE-ALBA al viaje realizado en septiembre
de 2010. Relata que efectivamente en Argentina el General FUENTE-
ALBA se alojaba siempre en el Hotel Alvear y con el General IZURIETA
FERRER se alojaban en un hotel, no recuerda si se llama Hotel
Intercontinental o Continental, pero era de la misma cadena del hotel
que se encuentra ubicada en Vitacura y Providencia.
Manifiesta en cuanto a los viajes que hizo con el General IZURIETA
FERRER, que fueron a España, Turquía, Italia, Brasil, Perú, Argentina e
Israel, a los que lo acompañó como Escolta. Dice que en el año 2007 no
acompañó a ninguna comisión hacia el extranjero al General IZURIETA
FERRER.
Viaje a Turquía, entre el 13 al 20 de junio del año 2008:
Manifiesta respecto del viaje hacia Turquía, que este viaje solo fue
a ese destino, con escala en España, solo se hizo escala en el
aeropuerto. Indica que recuerda de ese viaje en Turquía la ceremonia en
el Estado Mayor del Ejército, reuniones y visita a las Mezquitas. También
recuerda un paseo navegando en el Canal Bósforo, estuvieron en
Estambul y en Ankara y también se hicieron visitas a Unidades Militares.
Alojaron en Estambul, en el Hotel Marmaras, que era un hotel ubicado

152
en la Plaza Taksim. Señala que en Ankara alojaron en un hotel
institucional. Hicieron varios paseos acompañados por la señora del
General IZURIETA y personal del Ejército anfitrión.
Menciona que desconoce si el alojamiento lo pagó el Ejército
anfitrión. En todo caso, cuando se trata de invitaciones que costea el
Ejército anfitrión, se suele incluir solo al Comandante en Jefe y a su
señora, y en algunas oportunidades también al Ayudante, a nadie más.
Agrega que el alojamiento del Escolta nunca es pagado por el Ejército
anfitrión. En ese caso, desconoce si el programa se hizo allá o si se hizo
en Chile.
Indica, en cuanto a la alimentación en esa comisión de servicio,
que como en las otras, sabe que el Ayudante en algunas oportunidades
pagaba la alimentación de toda la comitiva, eso cuando no lo pagaba el
anfitrión. Afirma que los traslados eran en vehículos proporcionados por
el Ejército anfitrión. Relata que para ese viaje también llevaron
recursos, tal cual como señaló con ocasión de las comisiones de servicio
con el General FUENTE-ALBA, los que también eran entregados por el
Oficial de Finanzas. En ese caso en particular, recuerda que el Oficial
turco que los acompañaba no lo dejó incurrir en ningún gasto. El dinero
no utilizado, del que le había entregado el Oficial de Finanzas, se lo
devolvió con la rendición señalada anteriormente. Refiere que los
viáticos que se le entregaron por ese viaje y por los demás, indica que
los ahorró, porque no realizó prácticamente ningún gasto.
El tribunal le exhibe el programa correspondiente a ese viaje, que
se encuentra custodiado a fojas 3711, a lo que señala que
efectivamente corresponde a lo que hicieron en el viaje en Turquía.
Expone que la comida que el Comandante en Jefe ofreció en
retribución, que era un proceder habitual en todos los viajes, lo pagó el
Ejército chileno con los recursos que llevaba el Ayudante, y que siempre
se hace así.
Relata que en ese viaje además del Comandante en Jefe y su
señora, los acompañó el Ayudante Gustavo NÚÑEZ KOCHER y el Auxiliar
Harry TOLEDO.
Señala que no recuerda cuántas personas asistieron a la cena de
retribución. Normalmente se invitaba al Oficial que los acompañaba, al

153
Jefe del Estado Mayor y al Comandante en Jefe con sus señoras, era lo
normal.
Viaje a España, desde el 23 al 30 de mayo del año 2008:
Recuerda que, en ese viaje visitaron a las Unidades militares.
Llegaron a Madrid y tuvieron una visita en Alicante, y el resto fue todo
en Madrid. No recuerda si en Alicante se visitó una Unidad de tanque o
una Unidad de Fuerzas Especiales. En Alicante fueron en helicóptero solo
por el día, además pasearon por el centro de Madrid, por la Plaza Mayor,
algunos monumentos e hicieron visitas a museos. También hicieron
algunas compras, pero no recuerda haber pasado un día completo en
ello.
Manifiesta que en Madrid alojaron en un hotel civil, cuyo nombre
no recuerda. A ese viaje los acompañó además del Comandante en Jefe
IZURIETA FERRER y su señora, el Comandante Gustavo NÚÑEZ y el
Auxiliar Harry TOLEDO. Menciona que desconoce cómo se pagó el
alojamiento del Comandante en Jefe y de su señora, pero su
alojamiento y el del Auxiliar lo pagó el Ayudante. Respecto de los
traslados y la alimentación, se remite a lo que ya ha declarado, en
cuanto a que lo que no proporcionaba el Ejército anfitrión a la comitiva,
era pagado por ellos, con los fondos que les entregaba el Oficial de
Finanzas para la comisión de servicio.
Viaje a Perú, desde el 7 al 11 de septiembre del año 2008:
Recuerda que participaron en una ceremonia en la Escuela Militar
de Chorrillos, estuvieron en el Cusco y alojaron en el Hotel El Libertador.
Señala que las actividades realizadas en El Cusco fueron recreacionales,
de paseos.
El tribunal le exhibe al declarante el programa correspondiente a
este viaje, que se encuentra custodiado a fojas 3711, a lo que
manifiesta que, ahora revisando el programa, recuerda que había una
Unidad de Montaña en El Cusco. También recuerda un desfile en ese
lugar. Respecto el resto de las actividades, son las que detalla el
programa que se le exhibe. Añade que también visitaron la casa donde
murió Bernardo O’Higgins en Lima.
Menciona respecto los gastos de alimentación, traslado y
alojamiento, que se remite a lo que ya ha señalado respecto de los otros

154
viajes. En ese caso, también se brindó una cena de retribución, la que
también fue pagada por el Ayudante con fondos proporcionados por el
Oficial de Finanzas.
Viaje a Brasil, entre el 9 al 14 de noviembre de 2008:
Manifiesta que a ese viaje concurrieron con el General IZURIETA
FERRER, su señora, el Auxiliar Harry TOLEDO, y le parece que, con el
Ayudante NÚÑEZ, aunque no recuerda si ese fue el viaje en que
excepcionalmente los acompañó el Ayudante Teniente Coronel
VILLARROEL GEISSBUHLER. Ahora recuerda que efectivamente fue el
Ayudante NÚÑEZ. Estuvieron en Sao Pablo, Brasilia y en Manaos. En ese
último lugar, alojaron en el Hotel Tropical, pero no recuerda si con
sistema todo incluido. Había un hotel cerca del Hotel Tropical que
brindaba cenas temáticas a la que asistieron.
Indica que visitaron una Unidad que estaba en la Amazonía y
también realizaron paseos, al igual como se hicieron en los otros viajes.
El tribunal le exhibe al declarante el programa correspondiente a
este viaje, que se encuentra custodiado a fojas 3711, a lo que señala
que efectivamente las actividades que realizaron son las que se
encuentran detalladas en el programa que se le exhibe.
Viaje a Italia, entre el 6 y 13 de junio de 2009:
Expone que no recuerda haber alojado en Madrid, cree que sólo
hicieron escala en el aeropuerto. Viajaron con el General IZURIETA, su
señora, Harry TOLEDO y con el Comandante NÚÑEZ. Refiere que
llegaron a Roma, donde visitaron Unidades Militares, y realizaron
actividades turísticas. Recuerda que estuvieron en Nápoles y la Costa
Amalfitana, en la Ciudad del Vaticano y lugares turísticos de Roma,
como el Coliseo y otros lugares cercanos.
El tribunal le exhibe al declarante el programa correspondiente a
ese viaje, que se encuentra custodiado a fojas 3711, a lo que señala que
las actividades detalladas en el programa corresponden a las
efectivamente realizadas en el viaje.
Relata respecto de la entrega de regalos que se indican en los
programas, que en la Comandancia en Jefe había un stock de regalos,
cuyo procedimiento de compra lo desconoce, los que eran seleccionados
por el Comandante en Jefe y por su señora, estos se embalaban en

155
cajas y los llevaban en maletas a la comisión de servicio. La señora del
Comandante en Jefe participaba en la elección de los regalos porque ella
a su vez le hacía entrega de un presente a la señora del Comandante en
Jefe del país anfitrión. Recuerda que normalmente los regalos eran
galvanos o bandejas de plata, aros de lapislázuli, colleras del Ejército,
botellas de vino, entre otros. Indica que, en el periodo del General
FUENTE-ALBA eran prácticamente los mismos regalos.
Viaje a Israel, entre el 20 y el 26 de septiembre de 2009:
Menciona que para este viaje, hicieron una escala previa en
España. Estuvieron en Tel Aviv, donde visitaron unidades de tanques y
de fuerzas especiales y participaron en presentación de armamento
fabricado por Israel. Señala que estuvieron además en Jerusalén, donde
no tuvieron actividades protocolares, ya que hicieron actividades
turísticas. Dice que ese lugar estaba contemplado en el programa de la
comisión de servicio. Visitaron el Monte de los Olivos, la Cúpula de
Cobre donde crucificaron a Jesús.
Asevera que fueron a ese viaje con el Comandante en Jefe y su
señora, el Ayudante Harry TOLEDO y el Comandante NÚÑEZ. Expone
respecto del alojamiento, traslados y alimentación, que se remite a lo ya
declarado en relación con los otros viajes.
Indica que, no recuerda haber viajado a Singapur. Sabe que lo
hicieron el Comandante en Jefe con su señora y el Comandante
VILLARROEL, como Ayudante.
Refiere que a las comisiones de servicio normalmente tenían un
sistema de turno para asistir a ésta, en que se alternaban por viaje los
equipos, así una vez iba uno y para el viaje siguiente iba el otro. Afirma
que él recibía su viático y nunca lo repartió con el otro Escolta. Ignora
cómo lo hacían los Ayudantes.
Viaje a Argentina, entre el 26 al 30 de octubre del 2009:
Expone que no recuerda las actividades que realizaron con ocasión
de esa comisión de servicio. Recuerda que tuvieron una actividad en
Mendoza, un desfile, pero no recuerda si estuvieron solo en Mendoza.
Cree que fueron en un avión de la Fuerza Aérea, en compañía del
Ministro de Defensa de la época, cuyo nombre no recuerda.

156
Expone que no tiene más que agregar respecto de los viajes a los
que acompañó al General IZURIETA FERRER, donde realizaron las
actividades que aparecen detalladas en los programas que se le han
exhibido en ese acto.
Menciona respecto de los dineros que se entregaba a los Escoltas
por parte del Oficial de Finanzas, que puede ser efectivo que en
promedio se les haya entregado a los Escoltas la suma aproximada de
entre $12.000.000 y $15.000.000 anuales. Dice que las sumas
entregadas dependían del viaje, su extensión y la seguridad, como
sucedía por ejemplo cuando se iba a Concepción. Cuando no había
viajes, se solicitan $200.000 a la semana, que era el monto mínimo que
se pedía semanalmente, porque se quedaban en Santiago; lo que hacía
una cantidad de $800.000 mensuales, como mínimo. A lo anterior,
añade, se adicionaban los demás gastos según señaló, cuando había
comisiones de servicio; esto a lo menos durante el año 2010, cuando él
estuvo. Todo esto estaba reflejado en la solicitud de fondos que se hacía
al Oficial de Finanzas CORTÉS o VÁSQUEZ, conforme a la agenda de
actividades que se le entregaba la semana anterior, la que sufría a
veces modificaciones. Expone que la suma de dinero que recibió en el
periodo del General IZURIETA FERRER era prácticamente el mismo. En
el año 2007 cuando llegó era una suma inferior, la cual fue aumentando
conforme pasó el tiempo. En ese tiempo, se refiere al año 2007, recibían
semanalmente entre $70.000 y $170.000 como mínimo, cuando no
había comisiones de servicio, lo que luego fue subiendo a las sumas
señaladas.
Indica que ese dinero, se gastaba en peaje, alimentación,
alojamiento e imprevistos como panne de vehículo, y para bencina para
la moto de Carabineros, porque no les alcanzaba con lo que Carabineros
les entregaba, que eran 7 litros diarios. Como los Comandantes en Jefe
no se retiran siempre a las 17:00 horas, sino que se quedaban hasta
más tarde, o bien había actividades por la noche, entonces la
alimentación de ellos como Escolta también la costeaban con estos
fondos. Como en una época hubo asaltos en los restaurantes, una
pareja de escoltas también comía en el mismo restaurante que lo hacía
el Comandante en Jefe, y los demás se turnaban para hacerlo.

157
Respecto de los recursos que a ellos les entregaba el Oficial de
Finanzas, señala que desconoce de dónde provienen. Afirma que no
conoce todos los fondos con los que cuenta el Ejército, ya que él era
Oficial de Infantería y Comandos. Sabe que hay fondos para seguridad,
que corresponderían a los Gastos Reservados. No recuerda haber
firmado ningún recibo por los dineros que le entregaba el Oficial de
Finanzas, solo recuerda que le entregaba un sobre con dinero en
efectivo, en dólares o en pesos, según lo que se necesitara. Expresa
que, cuando le quedaba algún remanente de dinero, lo entregaba
cuando hacía la rendición, conjuntamente con la hoja que daba cuenta
de las boletas y gastos, con un clip que afirmaba el dinero que él
devolvía. Dice que nunca firmó ningún documento, ni le firmaron un
documento por quien recibió el dinero. Señala que estuvo 20 años en el
Ejército, por lo que al comienzo le llamó la atención que le ordenaran no
sacar copias de los documentos relacionados a esos fondos, pero no lo
cuestionó, ya que en ese tiempo las órdenes se cuestionaban solo
cuando la vida o integridad física estaban en juego. Tiene entendido que
eso después cambió. No le llamó la atención que le entregaran los
fondos en efectivo, solo que no pudiera sacar copias de las boletas para
fines de trazabilidad. Relata que por lo que vio y la lógica, entiende que
esos dineros que le entregaban los Oficiales de Finanzas de la
Comandancia en Jefe provenían de fondos de Gastos Reservados.
Manifiesta que, dentro del contexto de seguridad a que se ha
referido respecto de los Gastos Reservados, la seguridad incluye desde
el trabajo de inteligencia, contrainteligencia, siempre respecto de la
seguridad militar, abarcando desde la información, agentes de
inteligencia, esto lo sabe porque estuvo en la Unidad de protección de
personas importantes como Comando. Añade que entiende que, si se
alimentaba por ejemplo a las personas que trabajaban en inteligencia y
seguridad, se tenía que hacer con Gastos Reservados, así como todo lo
relacionado con ese funcionamiento. Por lo menos ese último gasto le
hace sentido respecto del concepto de seguridad.
Menciona que no conoce la ley que regula los Gastos Reservados,
ni tampoco las declaraciones que se han hecho por los Comandantes en
Jefe al respecto en la Contraloría General. Sabe que corresponde que las

158
compras de armamentos sean secretas, y de ahí los Gastos Reservados,
porque son temas sensibles que no deben ser conocidos por el país,
porque de ahí serían conocidos por los otros Ejércitos.
Refiere que trabajó 3 años y medio en la Comandancia en Jefe.
Dependían como Escoltas de la Agrupación de Seguridad Militar, por lo
que no tenían mayor contacto con el personal de la Comandancia en
Jefe. Agrega que solo se relacionaban con el Comandante en Jefe, sus
Ayudantes, el Secretario General, General PORCILE, y otro Secretario
anterior cuyo nombre no recuerda. Además, se relacionaban con él la
secretaria del Comandante en Jefe. Señala que el General FUENTE-ALBA
tenía un secretario, no sabe si era un secretario privado, pero era el
Brigadier GARCÍA.
Expone que siempre dependían de la Agrupación de Seguridad
Militar durante su periodo en la Comandancia, aunque le propuso al
Comandante en Jefe que debían pasar a depender de la Comandancia
en Jefe, por tema de recursos.
A fojas 8115, declara que, como primera cuestión, quiere aclarar
que si bien en su declaración anterior señaló que el Hotel en donde se
alojaban con el General FUENTE-ALBA en Miami era el Hotel Holiday Inn,
en realidad le parece que era en el Hotel Ritz. Agrega que al General
IZURIETA le gustaba alojar en el Hotel Holiday Inn.
Indica que el General FUENTE-ALBA vivía en la Casa de Lo Curro
con su señora y con su hijo Fernando. Señala que la guardia y la escolta
a veces iban a comer a la cocina del Club que estaba al lado, o bien les
llevaban los alimentos a la cocina de la guardia de los escoltas de Lo
Curro, que estaba en una casa atrás de la casa principal y esto fue en el
periodo del General IZURIETA FERRER y también en el periodo del
General FUENTE-ALBA.
Declara que no sabe si la señora del General IZURIETA FERRER
cocinaba, lo desconoce. Indica que pese a que estuvo 3 años con el
General IZURIETA, no tuvo la cercanía para saber si su señora cocinaba.
Cuestión distinta del General FUENTE-ALBA, con quien estuvo casi un
año, el 2010. Señala que, a diferencia de lo que mencionó respecto del
General FUENTE-ALBA quien a veces lo invitaba a almorzar y comer en
la Casa, el General IZURIETA FERRER no hacía lo mismo, solo les hacía

159
invitaciones formales para Navidad, y no recuerda si para el 18 de
septiembre, aunque ahora recuerda que en un año sí los invitó, junto
con las señoras de los oficiales escoltas.
Refiere que desconoce cuántos cocineros tenía el General
IZURIETA FERRER en Lo Curro, también desconoce cuántos Mozos
estaban a su servicio, él veía a 2 personas que eran los que lo
acompañaban cuando el General IZURIETA FERRER salía de la Casa o lo
recibían cuando él llegaba. Menciona que la casa de Lo Curro tiene
aproximadamente 16 baños, dividida en el área institucional y el área
familiar y supone que debe tener mucha gente para su mantención y
aseo.
Respecto de la adquisición de los alimentos para la Casa de los
Comandantes en Jefe, expresa desconocer quién lo hacía. Sabe que la
señora Anita María PINOCHET iba muchas veces a la Vega Central a
comprar. Indica que sabe porque ella se lo comentó, aunque nunca la
acompañó, pero no sabe si se refería al periodo anterior en que su
marido fuera designado Comandante en Jefe. En realidad, nunca la vio
hacer esas compras. Refiere que, respecto de la época del General
IZURIETA como Comandante en Jefe, desconoce cómo se abastecía de
alimentos la Casa de Lo Curro, particularmente la alimentación familiar
del Comandante en Jefe. Relata que el General IZURIETA vivía en la
Casa institucional junto con su señora y la madre de ésta, cuyo nombre
no recuerda.
Manifiesta que en el periodo del General FUENTE-ALBA, el Oficial
de Órdenes era el Mayor Rodolfo HIDALGO. Entiende que las funciones
de HIDALGO era llevar las cuentas de la Casa institucional y estar a
cargo del personal que trabajaba en esa Casa. En cuando a la
alimentación de la guardia, desconoce quién se hacía cargo de ella. El
declarante menciona que se alimentaba en la casa de “atrás” de la casa
donde vivía el Comandante en Jefe. Cuando estaban en la Comandancia
en Jefe almorzaban allí, para lo cual avisaban el día anterior, y cuando
estaban en la Casa institucional, almorzaban allí, encargándose de eso
el Oficial de Órdenes, a quien le entregaban el parte de fuerza.
Menciona que, en el periodo del General IZURIETA el procedimiento era
el mismo. Recuerda que el Oficial de Órdenes en ese tiempo era el

160
Mayor Francisco PIZARRO, que en ese tiempo era Capitán. Indica que
las funciones del Capitán PIZARRO entienden que eran las mismas que
mencionó en relación con HIDALGO, y que consisten en ser el
administrativo de la Casa, es decir, encargarse de la alimentación,
administración del personal, y otras que desconoce, porque no eran
parte de su función y no trabajaba con él, pero incluso vio que se
encargaban incluso del jardinero. Señala que desconoce si el jardinero
era funcionario del Ejército o si era alguien de afuera contratado para tal
efecto. Expone que, respecto del dinero que HIDALGO utilizaba para la
mantención de la Casa de Lo Curro, desconoce cuál era el procedimiento
y de quién recibía esos dineros y nunca habló con HIDALGO de ese
tema, porque su relación con él solo era jerárquica. Refiere que no
recuerda a ninguna persona de apellido VERA. Recuerda que había un
conductor en el periodo del General FUENTE-ALBA, que era calvo, de
baja estatura y usaba bigote, que no sabe si era esa persona. Afirma
que esta persona manejaba un vehículo en la Casa de Lo Curro, no era
un vehículo del pool de la escolta, por lo que desconoce si era un
vehículo particular o no. Era un vehículo Hyundai Elantra de 4 puertas.
Adiciona que él sabía que formaba parte del personal que trabajaba en
la Casa, pero no preguntó cuál era su función. Nunca lo vio hablar con el
General FUENTE-ALBA.
Indica que, cuando se refirió que el General FUENTE-ALBA los
invitó a celebraciones de Navidad y 18 de septiembre, desconoce quién
se encargaba de éstas, que él vio que estaba todo listo cuando llegaron.
Refiere que participaron en la actividad de Navidad, los Ayudantes, todo
el personal de la casa, excepto la guardia que estaba de turno, los
conductores, los asistentes, personal de aseo, ellos en general, no
sabría decir un número aproximado de personas que participaron en esa
actividad. La actividad consistió en un cóctel y entregar los regalos de la
“Pascua del Soldado”, que consistieron, en su caso, en un televisor de
unas 32”, algo así, pero ignora si todos recibieron el mismo regalo.
Señala que no recuerda si en el periodo del General IZURIETA también
se hizo esa actividad, quizá el declarante no fue porque no estaba de
turno ese día, no lo recuerda, pero sí se hizo en el año en que estuvo
con el General FUENTE-ALBA. Expone que no recuerda si los regalos los

161
entregaron personalmente en esa ocasión, o si los entregaron después o
si había que retirarlos. Recuerda que se les hacía un descuento por el
ítem “Pascua del Soldado” en la liquidación de sueldos, pero no sabe si
esa cantidad alcanzaba realmente para cubrir el cóctel y los regalos.
Indica que no recuerda cuánto se le descontaba de la liquidación de
sueldo por ese concepto, nunca se enteró cómo se costeó esa actividad.
Refiere que no recuerda si en la Comandancia en Jefe también se hacía
alguna actividad en esas fechas.
Afirma no recordar detalles respecto la celebración del 18 de
septiembre.
Menciona que en la Comandancia en Jefe el encargado de
Protocolo era un Coronel de apellido inglés, le parece que era el Coronel
WILLIAMSON. Desconoce quién era el Jefe de Coordinación, porque él se
entendía con los Ayudantes del Comandante en Jefe y con el Encargado
de Finanzas. No recuerda las labores que desempeñaba el Jefe de
Coordinación. El Encargado de Protocolo estaba encargado de las
ceremonias que se realizaban en la Comandancia en Jefe, pero ellos no
veían las ceremonias protocolares cuando se realizaban en la
Comandancia en Jefe porque ellos no se encargaban de la seguridad del
Comandante en Jefe cuando éste se encontraba en el edificio señalado,
ya que allí existían guardias que se encargaban de ello.
Señala que de la organización de los viajes se encargaba el
Secretario General. Los escoltas se entendían para los viajes con los
Ayudantes, particularmente con el Ayudante que viajaba, y en escasas
oportunidades lo hicieron con el Secretario General.
Refiere que, en las comisiones de servicio cuando se realizaban
cambios en los itinerarios, incluyendo el declarante, de ello se
encargaban en la Comandancia en Jefe. Afirma que el superior
jerárquico era el Comandante de la Agrupación de Seguridad Militar,
que, en un comienzo con el General IZURIETA, fue el Coronel ZALDAÑA,
y en el periodo con su General FUENTE-ALBA fue un Coronel cuyo
nombre no recuerda, el que luego ascendió a General. Indica que esa
Agrupación de Seguridad Militar depende de la DINE. Relata que
desconoce el motivo por el cual los recursos económicos a que hizo
referencia en su declaración anterior no eran entregados por la DINE,

162
que era el superior, sino por el Encargado de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, pero eso ya venía desde antes que él llegara y fue
precisamente la razón por la que él le propuso al Comandante en Jefe
FUENTE-ALBA que pasaran a depender de la Comandancia en Jefe
directamente. Dice que esto no se lo planteó al General IZURIETA
FERRER.
Señala que el General IZURIETA prefería alojarse en los hoteles
Holiday Inn, a diferencia del General FUENTE-ALBA, al que gustaba
alojarse en los Hoteles Ritz. A su vez, el General IZURIETA FERRER tenía
un Land Rover Free Lander, en cambio el General FUENTE-ALBA tenía un
Mercedes Benz y un Audi. Anita PINOCHET no recuerda qué vehículos
tenía, ya que normalmente utilizaba los vehículos institucionales, con el
conductor designado. Indica que el año 2010 vio al General FUENTE-
ALBA con el Mercedes Benz y un Audi, el que luego cambió, desconoce
por cuál vehículo lo cambió, le comentó que era un Audi RS6, pero no lo
vio. Desconoce con qué dineros hizo esos cambios. Menciona que,
respecto del estilo de vida del General FUENTE-ALBA, recuerda que
consumía champañas, vino blanco Montes Alpha Chardonnay y Moet
Chandon, vino Epu y Viña Mar. En cuanto a sus comidas, el General
FUENTE-ALBA consumía pollo, pavo y pescados, lo que le consta porque
él mismo se lo comentó cuando el declarante se presentó a trabajar con
él, además come sin sal y no consume zanahorias. Refiere que no le
llamó la atención el estilo de vida del General FUENTE-ALBA. En
comparación con el General IZURIETA, también la alimentación de éste
era muy sana. Respecto de los autos, el General IZURIETA no tenía
como hobby los vehículos, a diferencia del General FUENTE-ALBA a
quien sí le gustaban los vehículos. Respecto de la forma de vestir, indica
que no sabe distinguir cuándo un traje está hecho a la medida o si es de
marca, al igual que los zapatos y corbatas; no vio ninguna diferencia
con el General IZURIETA FERRER. Señala que, él recuerde, no
acompañó a las señoras de los Generales IZURIETA FERRER y FUENTE-
ALBA a ninguna actividad o algo personal, a ellas solo las vio cuando
acompañaban a los Generales en el mismo auto. Manifiesta que no
recuerda si tuvo que acompañar a las señoras de los Comandantes en
Jefe por alguna orden. Asevera que en una ocasión se cortó la luz en

163
Santiago y Anita PINOCHET estaba con la mamá del General CHEYRE,
creo, en calle Bilbao, a la que se le pidió ir a buscar. No recuerda si ella
estaba con escolta. Afirma que a la señora del General FUENTE-ALBA, la
trata como “Anita”, porque ella le pidió que no le llamara señora, a
diferencia de la señora del General IZURIETA.
Refiere que para su cumpleaños, mientras trabajó con los
Comandantes en Jefe, le regalaron una corbata, en el periodo del
General FUENTE-ALBA, cree que era de marca Hermès. Agrega que en el
periodo del General IZURIETA FERRER le regalaron un reloj marca Swiss
Army y un IPod. Los regalos le fueron entregados por los Comandantes
en Jefe en persona. Indica que desconoce quién se encargaba de
comprar estos regalos. Señala que desconoce cuáles regalos se les
entregó a los Generales ni al personal de la Comandancia en Jefe. No
sabe si les entregaban regalos ni qué les regalaban. Relata que cuando
salió destinado de la Comandancia en Jefe se hizo una actividad en la
Comandancia y le entregaron un reloj de marca LONGINESS. Refiere
que estaba todo el personal que saldría destinado, el Comandante en
Jefe dio un discurso y les entregaron regalos. Desconoce si a las otras
personas le entregaron el mismo regalo que a él.
Menciona que, en las comisiones de servicio en el extranjero, los
vehículos que utilizaba el General FUENTE-ALBA, si no eran
proporcionados por el país anfitrión, desconoce si los arrendaba el
Ejército chileno. Se utilizó un Mini Bus, un Mercedes Benz, es lo que
recuerda. En todo caso, fueron pocos los viajes en que acompañó a al
General FUENTE-ALBA. Relata que, en el caso de los vehículos utilizados
por el General IZURIETA FERRER en las comisiones de servicio en
territorio nacional eran de marca Mercedes Benz y Toyota Runner, al
igual que el General FUENTE-ALBA, y en el extranjero, la situación es la
misma que señaló respecto del General FUENTE-ALBA.
Refiere que, respecto de las actividades protocolares que se hacían
en la Casa de Lo Curro, nunca ingresó cuando se hicieron éstas, no sabe
nada sobre la música que se utilizaba en esas actividades, nunca supo ni
vio nada. Indica que, respecto de la ornamentación de las actividades en
que sí participó, puede decir por ejemplo que la celebración de Navidad

164
a la que se refirió se hizo en el patio al lado de una piscina, donde se
hizo un cóctel. No recuerda la ornamentación del lugar.
Señala que, respecto de los arreglos florales de la Casa de Lo
Curro, efectivamente vio arreglos, pero no recuerda haber visto un
arreglo floral grande. Si vio floreros con flores en las mesas. No
recuerda nada en particular.
Refiere que, respecto del periodo del General IZURIETA FERRER,
como entró pocas veces a la Casa de Lo Curro no podría hablar sobre la
ornamentación y los arreglos florales que existían allí.
Expone que, respecto del Auxiliar TOLEDO que viajó con el
General FUENTE-ALBA, según señaló en su declaración anterior, su
función era la de preparar los regalos que tenía que llevar el General a
sus viajes, según la elección que hacía el Comandante en Jefe con su
señora, y en el destino le correspondía tener preparados los regalos
para que el Comandante en Jefe hiciera entrega de ellos. También
preparaba y mantenía las tenidas del Comandante en Jefe, y para los
viajes preparaba y llevaba esas tenidas, y además debía encargarse de
mantenerlas, lo que significaba repararlas si era necesario, por ejemplo,
si se les caía un botón, y plancharlas; esa misma función desempeñó el
Auxiliar en el periodo del General IZURIETA FERRER. Manifiesta que
cuando TOLEDO necesitaba recursos para su función, algunas veces el
declarante se los proporcionaba, si no el Ayudante le entregaba recursos
en ambos casos, con los recursos que les eran proporcionados por los
Oficiales de Finanzas VÁSQUEZ o CORTÉS. Cree que TOLEDO era un
Suboficial en retiro del Ejército, no sabe si estaba recontratado, en
calidad de PAC o a honorarios, nunca lo preguntó, desconoce si CORTÉS
o VÁSQUEZ le entregaban recursos directamente a TOLEDO.
Señala que el Auxiliar de Aeropuerto era el señor DURÁN, quien
hacia todos los trámites relativos a los pasaportes, se encargaba de
mantener los pasaportes al día. El declarante solo lo veía cuando iban al
aeropuerto y cuando volvían de los viajes. Rara vez lo vio en la
Comandancia en Jefe. Indica que desconoce si DURÁN tenía un cargo en
particular, desconoce su descripción de cargo. Él hacía trámites en el
Ministerio de Relaciones Exteriores, desconoce si hacía trámites relativos
a las visas. A DURÁN le decían Suboficial Mayor, por lo que supone que

165
estaba en retiro. Nunca lo vio de uniforme, sino que siempre vestido de
civil; desconoce cómo le pagaban a DURÁN.
Menciona que, respecto del exceso de equipaje en el aeropuerto,
ellos descargaban las maletas y las pesaban, ignora quién pagaba ese
sobrepeso, pero le parece que lo hacía el Ayudante, ignora con cuáles
recursos. Refiere que en las comisiones de servicio al extranjero
llevaban 3 porta ternos y 2 maletas, por lo tanto, en total llevaban entre
6 y 10 maletas. Para el Comandante en Jefe y su señora, llevaban 2
maletas por cada uno y para los regalos, llevaban maletas aparte.
Señala que no recuerda haber llevado maletas vacías. Afirma que este
procedimiento era el mismo también en el periodo del General IZURIETA
FERRER.
Indica que los Ayudantes del General IZURIETA eran Gustavo
NÚÑEZ KOCHER y Edmundo VILLARROEL. Afirma que ellos sabrían del
tema de las maletas y el pago del exceso de equipaje. Refiere que no
vio a DURÁN pagar el exceso de equipaje, desconoce si se pagaba antes
o en el momento, pero en el fondo el Ayudante era el que se encargaba
de coordinar todo eso, por lo que desconoce si le entregaba dinero a
DURÁN para este pago.
Menciona que, en el periodo del General IZURIETA se coordinaban
los viajes con la agencia de turismo TUPPER. Afirma que conoció a
Fernando TUPPER padre, no conoció a su hijo. Conoció al señor TUPPER
antes del viaje con el General FUENTE-ALBA, le parece que en el edificio
de la Comandancia en Jefe, donde el General FUENTE-ALBA tenía su
oficina antes de ser Comandante en Jefe. Allí estuvieron hablando con el
General FUENTE-ALBA sobre el programa del viaje inicial que se hizo en
febrero del año 2010. Desconoce cómo se coordinaron los detalles del
viaje con el señor TUPPER. Señala que desconoce quién realizó la
coordinación del programa de ese viaje, si lo hizo el General FUENTE-
ALBA o si lo hizo Coordinación. No sabe si a los Comandantes en Jefe
alguien le podría haber impuesto una forma de viajar. Afirma que tanto
el General IZURIETA FERRER como el General FUENTE-ALBA, viajaban
en business. No recuerda si iban siempre en el mismo asiento. Ignora
las preferencias que pudieran haber tenido. Expone que, efectivamente,
siempre los Comandantes en Jefe viajaban junto con sus señoras.

166
Indica que, en la época del General IZURIETA, desconoce quién
estaba a cargo de la Comisión de Gastos de Representación. Ignora si
Alfredo MERINO tenía este cargo. Tampoco sabe quién desempeñaba
ese cargo en la época del Comandante en Jefe FUENTE-ALBA. Señala
que no recuerda a Marcelo OCAMPO.
Adiciona que ha escuchado de la Dirección de Asuntos Generales
(DAG) de la Comandancia en Jefe, pero ignora cuales eran las funciones
de esa Unidad. Afirma que nunca tuvo que pedir recursos al DAG, él
siempre solicitaba recursos al Comandante CORTÉS o a VÁSQUEZ.
Señala en cuanto a la ayuda o bono escolar que se hacía al
personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe, que no sabe de ese
tema. Nunca escuchó nada. Tampoco sabe de los regalos que se
entregaban a los recién nacidos. Declara no tener hijos, por lo que no
supo de la entrega de esos beneficios. Tampoco sabe de los regalos que
se entregaban en Navidad para el personal de la Comandancia en Jefe.
Indica que solo recuerda que a los escoltas les entregaron una giftcard
para la compra de vestuario civil, cuando llegó el año 2007 en la
Agrupación de Seguridad Militar, la que fue para comprar en la tienda
Johnson. Se las entregó la Agrupación señalada porque los escoltas
dependían de ellos. Esto se hizo también en los años sucesivos. Indica
que en el periodo del General FUENTE-ALBA, hubo un aumento del
monto que entregaron en la giftcard, para comprar 2 vestones, 2
pantalones, un par de zapatos y 2 o 3 camisas. No recuerda el valor
exacto de la tarjeta, pero era por un monto superior al asignado por
cuota para comprar en el almacén militar. Señala que no recuerda que
le hayan entregado dinero en efectivo CORTÉS o VÁSQUEZ para este
concepto.
Expone respecto de la alimentación del Comandante en Jefe en la
Comandancia en Jefe, que había una cocina y un comedor para los
Oficiales, otro para el Comandante en Jefe y un tercero para los
Suboficiales. Indica que el Comandante en Jefe comía en un comedor
aparte, tanto en el periodo del General IZURIETA como en el periodo del
General FUENTE-ALBA. Refiere que los escoltas comían en el comedor
de Suboficiales, en el edificio de Zenteno, que el declarante comía en el
comedor de Oficiales. Afirma que no conoció el Edificio Bicentenario.

167
Desconoce si el Estado Mayor comía en el comedor de Suboficiales o si
tenía un comedor particular. Indica que desconoce si las comidas que se
servían a la gente de la Comandancia en Jefe eran las mismas que para
el resto del personal del Ejército. Tampoco sabe si al Comandante en
Jefe le cocinaban sus alimentos aparte o si eran los mismos
proporcionados al resto del Ejército. Refiere que ignora si había un
cocinero y mayordomo exclusivamente para el Comandante en Jefe.
Señala que había una peluquería en la Comandancia en Jefe,
donde quienes trabajaban ahí podían asistir para que les cortaran el
pelo. Dice que era en general para la Comandancia en Jefe. Indica que
no tenían que pagar por ese servicio. Quizá había un peluquero
contratado por el Ejército, lo desconoce. Desconoce cómo se costeaba
esa peluquería en particular. Agrega que en los Regimientos se
descontaba una cuota, pero este no era el caso.
Expresa no recordar si había una sastrería en la Comandancia en
Jefe, porque él siempre andaba de civil.
Menciona que la Agrupación de Seguridad Militar trabajaba todas
las noches para editar y entregar un informe de las noticias nacionales e
internacionales, de las fuentes abiertas, como noticiarios y diarios, de
interés del Ejército, el que era entregado diariamente en la Casa del
Comandante en Jefe, y además era remitido vía correo electrónico.
Indica que a veces los Generales pedían un diario físico. Recuerda el
diario El Mercurio y La Tercera. Refiere que, en las tardes, él siempre
compraba el Diario La Segunda para el Comandante en Jefe, para que lo
fuera leyendo en el auto cuando volvía a la Casa de Lo Curro, lo
compraba utilizando los recursos que le entregaban en la Comandancia
en Jefe para el efecto. Menciona que, en lo cotidiano, además del
periódico, tuvo que pagar estacionamiento informal, se refiere a la
entrega de propina al parqueador informal. Cuando había parquímetro,
le entregaban boletas, lo que también pagaba el declarante con los
mismos recursos que refirió de los proporcionados por el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Dice que en algunas raras
ocasiones tuvo que pagar algún almuerzo, también con esos recursos
que le proporcionaba el Oficial de Finanzas. Como Jefe de la Escolta
proporcionaba alimento a toda la escolta, cuando estaban afuera, ya que

168
si estaban en la casa de Lo Curro o en la Comandancia en Jefe,
almorzaban estos lugares. Indica que después rendía cuentas al Mayor
VÁSQUEZ o al Comandante CORTÉS de lo gastado. Lo anterior también
para el periodo del General IZURIETA FERRER.
Refiere que puede que haya acompañado a alguno de los
Comandantes en Jefe al Rotary Club, pero no lo recuerda.
Indica que desconoce si a los Generales se les entregaba alguna
suma de dinero cuando viajaban al extranjero.
Manifiesta que, respecto del apoyo económico que se brindaba a
los ex Comandantes en Jefe, que solo sabe lo que ha salido en la
prensa. No recuerda que VÁSQUEZ o CORTÉS entregaran dineros por
ese concepto, ni que le encargaran encargarlo. No recuerda tampoco
que se haya encargado el General FUENTE-ALBA o el General IZURIETA
entregar un sobre con dinero. Los únicos sobres que a él le entregaban
eran proporcionados por el DINE, eran sobre sellados para el
Comandante en Jefe. Desconoce el contenido de esos sobres. Además,
estaban los sobres con dinero que los Oficiales de Finanzas le
entregaban para el funcionamiento de la Escolta, a que ya ha hecho
referencia en su declaración anterior, de unos $15.000.000 anuales.
Señala respecto de los dineros que recibían los Ayudantes de parte
de los Oficiales de Finanzas, que ignora cómo se los entregaban, ya que
era un procedimiento entre ellos. Asimismo, nunca se enteró cuánta era
la cantidad de dinero que ellos recibían.
Menciona que luego de su última declaración, revisó sus cartolas
bancarias y no encontró ninguna operación bancaria correspondiente a
depósitos o transferencias asociadas a algún funcionario de la
Comandancia en Jefe, al Comandante en Jefe General FUENTE-ALBA,
General IZURIETA, ni familiares de ellos. Lo que sí encontró es un giro
realizado en cajero automático, en julio del año 2009, por $150.000,
que puede coincidir con aquél monto por el que se le consultó en su
declaración anterior.
41.- Declaración de Guillermo Hernán PORCILE ARELLANO,
General en Retiro de Ejército, ex Secretario General de Ejército
desde diciembre de 2007 hasta el mes de diciembre de 2010,
quien a fojas 2465 manifestó, en resumen, lo que sigue:

169
Que como Secretario sabe que se administran otros recursos por
parte del Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe
que no son presupuestarios, pero respecto de ellos desconoce el origen
y la cuantía total, porque dicho Jefe que en su época era Jorge CORTÉS,
se entendía directamente con el Comandante en Jefe y con el Director
de Finanzas que era quien le proporcionaba los fondos. Afirma que
efectivamente él veía que se destinaban fondos que no eran de los ítems
presupuestarios normales de la Secretaría. Refiere que nunca consultó
directamente al Comandante en Jefe sobre estos dineros porque si lo
hubiese consultado es muy probable que hubiese salido del cargo.
Indica que sabía que habían fondos destinados por ejemplo a ayuda
escolar, ajuares para los niños recién nacidos y mejoramiento de la
comida del personal de la Comandancia, entre otros, pero que eso lo
disponía directamente el Comandante en Jefe. Dice que en todo caso, el
Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia es responsable
de la administración de los recursos. Refiere que era imposible que la
Secretaría mantuviera la casa del Comandante en Jefe con fondos
presupuestarios y él lo habría sabido. En cuanto al personal que
trabajaba en dicha casa, indica que este dependía directamente del
oficial de órdenes. Se trataba de personal del Ejército y estaba
compuesto por mayordomos, cocineros, jardinero, conductores y había
un personal administrativo. Señala que participaba una vez al año en
una actividad que la organizaba el Comandante en Jefe con el Oficial de
Órdenes, en la casa para despedir a los Generales que se iban a retiro,
era la cena de fin de año, pero desconoce los valores y el origen de los
fondos con que se pagaba esta actividad. Sabe que a fin de año en la
casa del Comandante en Jefe hacía una actividad navideña con su grupo
personal y la gente que trabajaba en la casa y no conoce ningún ítem
que permitiera el pago de estas actividades. Señala que efectivamente
la Secretaría de la Comandancia en Jefe tenía una alimentación
mejorada en relación con el rancho normal; que desconocía de dónde
provenían estos recursos, sólo sabía que CORTÉS se los entregaba al
Jefe Administrativo que era el Comandante Luis ZAMORA. Añade que el
custodio de los fondos reservados es el Jefe de Servicio y se entendía
directamente con el Jefe del Departamento de Finanzas y con el DIFE.

170
Declara que efectivamente se hacían regalos a los Oficiales de la
Comandancia en Jefe, con recursos que también entregaba CORTÉS,
porque la Secretaría no tenía fondos para esto. Asegura que el tema de
los regalos los veía CORTÉS directamente con el Comandante en Jefe,
en su momento, con IZURIETA y después con FUENTE-ALBA. No
recuerda qué es lo que se les regalaba. A su vez, recuerda que en el
período del General FUENTE-ALBA su señora veía el tema de los regalos
que se les hacían a las señoras de los Oficiales de la Comandancia en
Jefe, pero dice que puede estar confundido con los regalos que se les
hacía a las señoras de los Generales para sus cumpleaños y que el año
del General FUENTE-ALBA a su señora le llegó de regalo una bandeja
fina, que no debe haber sido barata y fue comprada en la tienda de la
señora Verónica BLACKBOURN. Afirma que los recursos para pagar estos
regalos los entregaba CORTÉS al Oficial de Órdenes. Con los gastos de
representación de la Secretaría que se juntaban con los del Comandante
en Jefe, se costeaban apenas algunos regalos institucionales,
principalmente aquellos que tenían que ser llevados en los viajes del
Comandante en Jefe. Indica que puede ser que efectivamente también
se les hayan hecho regalos de cumpleaños a los empleados civiles y
personal a contrata, también de la Secretaría, a través de una giftcard.
Adiciona que era muy difícil que se le pusiera término a prácticas como
eran todas estas, con lo que no quiere decir que las justifique y diga que
era legal, pero no podía llegar un nuevo Comandante en Jefe y eliminar
todo esto “de la noche a la mañana”, además era gente que trabajaba
mucho y con información sensible. Reconoce que efectivamente a los
Generales se les hacía un regalo para su cumpleaños, y recuerda haber
recibido un maletín un año y otro año un reloj; que fondos para estos
regalos también los entregaba CORTÉS. Refiere que, para el matrimonio
de su hijo, que fue el año 2013, recibió la suma de $900.000, en dinero
efectivo, cree que del DIFE.
Señala que como auxiliar de aeropuerto estaba el Suboficial
DURÁN que le parece estaba como personal a contrata u honorarios. Su
función consistía en facilitar todos los trámites en el aeropuerto, veía el
tema del embarque, ayudaba para llegar al salón VIP, hacía la
tramitación para la visa y pasaporte, previo al viaje. Expone que

171
desconocía que a DURÁN se le hacía entrega de una suma de dinero
mensual, y que se enteró de esto en estos días. Dice que en todo caso,
la Secretaría no le entregó al señor DURÁN ninguna suma de dinero,
porque no tenían esa disponibilidad de fondos y además todo tendría
que haber estado documentado. Agrega que si alguien le entregó dinero
tendría que haber sido CORTÉS.
Indica que no existía ningún ítem que permitiera hacer estos
pagos a los ex Comandantes en Jefe y afirma que el tema relativo a
estos recursos era totalmente compartimentado. Asevera que él no veía
los sobres con dinero, ni le podía preguntar a CORTÉS cuánto tenía en la
caja de fondos. Añade que efectivamente había ciertos gastos que
correspondían a imprevistos de la Secretaría General que no podían ser
pagados con fondos presupuestarios y había otros recursos especiales.
Explica que estos recursos se los entregaba mensualmente Jorge
CORTÉS; que había dos entregas, en efectivo, una al inicio del año de
$2.500.000 para iniciar el año militar que puede haber sido en el mes de
marzo y, adicionalmente, en forma mensual, la cantidad de $2.300.000.
Reconoce que no le rendía cuentas a nadie de estos recursos y dice que
desconocía el origen de los mismos. Adiciona que efectivamente había
otros recursos para los imprevistos de los escoltas, pero desconocía la
cifra y estos recursos no salieron de la Secretaría ni del presupuesto
normal. Afirma que pueden haber salido todos estos recursos por los
cuales se le ha preguntado de Gastos Reservados.
Señala que efectivamente se hacía un regalo a los Oficiales
destinados, que recuerda era un reloj y le parece que también un reloj a
las señoras de éstos. Añade que cuando los Generales ascendían a ese
grado, a las señoras de ellos se les regalaba una medalla de oro con “La
Sembradora”. Cuando los Generales se iban a retiro, en el período del
General FUENTE-ALBA, se les entregó a las señoras de esos Generales
una pulsera de oro con los grados de su marido o con una medalla, no lo
recuerda bien. En cuanto al tema relativo a la alimentación del
Comandante en Jefe y las comidas, dice que normalmente almuerzos
con invitados que éste hacía en la Comandancia en Jefe, se costeaba
con el ítem presupuestario correspondiente a alimentación. Señala que
el rancho ya estaba mejorado para la Comandancia en Jefe, según

172
explicó, pero si había algún gasto adicional, sobre todo tratándose de las
visitas, tenía que costearse con fondos que proveía CORTÉS. Agrega que
de la Secretaría no salían fondos para costear esto y los gastos de
representación a los que se podía recurrir, como señaló, en general se
gastaban en regalos y, en todo caso, para poder pagar la alimentación
tendría que haber concurrido una autoridad que tendría que haber sido
el Ministro de Defensa o alguna autoridad similar.
Respecto de los denominados “perdiem”, indica que éstos
correspondían a los dineros que se les entregaban a los Generales
previo a los viajes de comisión de servicio al extranjero, en dinero
efectivo en dólares. Afirma que este dinero lo entregaba personalmente
CORTÉS por instrucciones del Comandante en Jefe y era personalizado a
quienes él disponía porque, por ejemplo, en su caso, no siempre se le
entregó. Todo era discrecional. Asevera que se entregaba, cree que al
General de Brigada US$1.500 y al General de División US$2.000, de
ellos no se rendía cuenta a nadie de este dinero.
En cuanto a los gastos de los viajes del Comandante en Jefe y su
señora, dice que éstos no se podían pagar con recursos fiscales, y puede
haber sido que salieran de estos fondos especiales, Gastos Reservados.
Señala que en el caso en que el país anfitrión no pagara el alojamiento,
los traslados y la alimentación o lo hiciera sólo respecto de una parte de
la comitiva, lo debía costear el Ejército de Chile y se imagina que
tratándose de hoteles, recorridos y traslados, esto lo decidía
personalmente el Comandante en Jefe, no se imagina que lo pudo haber
elegido algún ayudante. Eso no le parece creíble respecto de ningún
Comandante en Jefe y, particularmente, respecto del General FUENTE-
ALBA. Adiciona que había una Dirección de Relaciones Internacionales
que veía el Programa Oficial que le llegaba al Comandante en Jefe, y si
hay un cambio en el Programa se tiene que modificar el Decreto el año
antes. Los viajes del Comandante en Jefe están planificados un año
antes, hay toda una planificación financiera de respaldo también. Afirma
que si el Comandante en Jefe decide hacer algún cambio de itinerario
fuera del programa, eso ya no depende del Secretario General y, el
Comandante en Jefe tendrá que avisarle al Ministro que va a hacer uso
de su feriado legal y pagarlo él. Dice que esto no es tan sencillo y no es

173
algo que se pueda decidir a última hora. Señala que el viático se paga
en cada comisión de servicio, precisamente para costear los gastos
propios de la comisión de servicio. Agrega que las comisiones de servicio
efectivamente el alojamiento y las comidas debieran ser pagados por los
viáticos y no con algún fondo adicional.
Hace presente que de la administración de los fondos de libre
disposición que llegaban a la Comandancia en Jefe desde la DIFE, él no
tenía ninguna responsabilidad legal, en relación con su custodia, a partir
de desconocer su origen; que el responsable es el Comandante en Jefe
quien administra estos fondos a través del Director de Finanzas, quien
tampoco los entregaba como él quisiera, sino que según las órdenes que
el Comandante en Jefe le daba. Refiere que de los Gastos Reservados no
se rendía cuenta.
42.- Declaración de Sergio Hernán GÓMEZ BANNURA,
Director de Finanzas del Ejército en los años 2009 y 2010, quien
a fojas 2569, señala, en lo pertinente, lo siguiente:
Que ratifica su declaración prestada ante la Policía de
Investigaciones con fecha 15 de enero de 2018, que se le exhibe, salvo
en cuanto a la aclaración que realizó ante el Fiscal Morales con fecha 06
de marzo de 2018, que también se le muestra, la que consistió en
precisar que a través del Subdirector de la DIFE que era el Coronel
Ricardo FERNÁNDEZ, se le hizo entrega al Oficial de Finanzas, que en
esa época era Jorge CORTÉS DÍAZ, aunque no recuerda si se le entregó
directamente a él o al Coronel Sergio VÁSQUEZ, la cantidad de
US$250.000. Dice que este dinero se lo entregó Ricardo FERNÁNDEZ
porque el Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA, lo llamó por
teléfono y le pidió que le mandara esa suma en efectivo. Señala que él
sabía que este era el saldo que quedaba correspondiente a Gastos
Reservados. Añade que el General FUENTE-ALBA llevaba un control al
detalle de todos los movimientos de los Gastos Reservados.
Indica que cuando asume el General FUENTE-ALBA, el sistema de
la ejecución de los Gastos Reservados la asume este en propiedad,
porque por ley le corresponde a aquel la administración y, como
FUENTE-ALBA mismo le dijo en varias oportunidades, el Director de
Finanzas, que era el declarante en esa época, hacía las veces de

174
“cajero”, es decir, que tenía que tener la disponibilidad cada vez que el
Comandante en Jefe la necesitara. Refiere que al poco andar de su
período no le gustó la falta de probidad y sencillez, era muy ostentoso y
ellos estaban con déficit y él tenía una vida que no encuadraba, hasta
que en una oportunidad se lo hizo saber en presencia de CORTÉS.
Aclara que el Director de Finanzas tiene la responsabilidad de
tener los fondos disponibles al momento que se requieran, pero no tiene
la responsabilidad en la ejecución ni control del gasto. Dice que le
presentó al General FUENTE-ALBA la inquietud de que se estaba
teniendo una falta de simpleza y sencillez, y que estaba muy nervioso
cuando se lo dijo, porque en el fondo sabía que ese era el fin de su
carrera. Manifiesta que le pidió que crearan un sistema de control y le
respondió que hiciera su pega y que no se metiera con la Comandancia
en Jefe. Relata que pasaban las semanas y su relación con FUENTE-
ALBA era poco fluida, porque ni siquiera lo llamaba para las reuniones.
Dice que en una oportunidad lo nombró Fiscal de un sumario
administrativo y le dio a entender que ojalá no se encontrara nada.
Señala que se trataba de la investigación por un tema de adquisición de
bencina. Relata que, en definitiva, como Fiscal, sancionó a dos o tres
Generales, dos Coroneles y dos Abogados. Añade que esto fue en el año
2010 y fue el único sumario que ordenó la Contraloría en relación con el
combustible de la Dirección de Logística. Señala que le presentó el
dictamen al Comandante en Jefe, quien le llamó la atención y representó
su falta de confianza, no obstante, fue muy profesional. Manifiesta que
por todo esto y porque no estaba de acuerdo en la forma cómo el
General FUENTE-ALBA estaba dirigiendo en cuanto se refería a su labor,
pidió la baja del Ejército y que esto lo hizo el mismo día en que presentó
el dictamen. Relata que presentó su renuncia el mismo día después de
hablar con él, quien se molestó porque el declarante no era fácil. Señala
que a él lo había nombrado como DIFE el General IZURIETA y se
mantuvo en el cargo hasta el mes de octubre del año 2010 cuando el
General FUENTE-ALBA cursó su baja.
Expone que el procedimiento de los Gastos Reservados consistía
en un retiro trimestral de dinero en efectivo en dólares y pesos que se
hacía desde el Banco Estado y este retiro lo hacía físicamente el

175
Subdirector, el Coronel FERNÁNDEZ, quien guardaba físicamente el
dinero en la caja fuerte que se encontraba en su oficina. Dice que
también guardaba, en razón de mantener una disponibilidad para el
caso que se lo pidiera el General FUENTE-ALBA, una cantidad en la caja
fuerte que estaba en su oficina, lo que pueden haber sido entre
$20.000.000 y $50.000.000, pero no recuerda bien.
Señala que el Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA
disponía qué monto de los Gastos Reservados iba a la DINE y cuánto iba
a la Comandancia en Jefe. Dice que normalmente se le hacía entrega en
forma trimestral, pero a veces había pedidos extraordinarios. Agrega
que él no le señalaba cuál era el destino de esos dineros, ni tampoco
preguntaba, porque no corresponde.
Manifiesta que tratándose de los pedidos extraordinarios de fondos
de Gastos Reservados, el propio General FUENTE-ALBA le ordenaba
personalmente las sumas que necesitaba. Señala que siempre
tratándose de Gastos Reservados la orden provino directamente de él y
no por una tercera persona. Indica que nunca fue CORTÉS a decirle que
el Comandante en Jefe había pedido que le mandara fondos de los
Gastos Reservados, sino que el General lo hacía directamente. Afirma
que el 100% de los Gastos Reservados eran de administración del
Comandante en Jefe. Añade que antes de su baja, le entregó un informe
final personalmente al General FUENTE-ALBA con el detalle de los
ingresos y salidas del año 2010.
Afirma que no existía ningún documento que acreditara la
recepción de los dineros, tratándose de Gastos Reservados, que obraba
de buena fe, nadie hubiera imaginado que los Gastos Reservados se
iban a gastar en algo que no fuera seguridad, inteligencia y defensa
nacional, con todos los rubros que esto involucra. Manifiesta que, en
todo caso, por regla general, no le entregaba los dineros a la
Comandancia en Jefe, sino que lo hacía el Subdirector de la DIFE, el
Coronel FERNÁNDEZ, salvo cuando el General FUENTE-ALBA le ordenaba
que le entregara recursos a algún General para alguna misión, pero no
conocía la razón de la entrega. Dice que los montos variaban, a veces
era un millón u otras veces cinco millones, pero siempre se sujetaba a la
orden del General FUENTE-ALBA.

176
Agrega que no sabe si la entrega de estos fondos coincidía con los
viajes de los Generales en comisión de servicio, que puede ser que sí o
que no. Agrega que se limitaba a entregar los recursos en pesos
chilenos, que nunca entregó en dólares, excepto a la DINE y a la
Comandancia en Jefe.
Señala que no sabe lo que es el “perdiem”. Indica que no recibió
ninguna suma de dinero en dólares adicional a su viático cuando viajó el
año 2010 a la Misión Militar en España y que si lo hubiera recibido se
acordaría. Añade que no sabe si otro General lo recibió.
Relata que aun cuando no recuerda exactamente el monto que se
le entregaba de Gastos Reservados a la Comandancia en Jefe, podría
decir que era aproximadamente el 40% de los Gastos Reservados que
recibía el Ejército y el otro 60% a la DINE y que también podría ser el
50% para cada uno.
Refiere que no puede entender cómo la DIFE podría saber la
ejecución del Gasto Reservado de la DINE y de la Comandancia en Jefe,
en circunstancias que no tenía ninguna participación en ello. Agrega
que, no obstante, efectivamente en el documento presentado a la
Contraloría General de la República, de rendición de cuentas, aparece la
DIFE como emisora del mismo, pero, en todo caso, este documento está
firmado por el General FUENTE-ALBA. Indica que la DIFE no tiene cómo
señalar monto alguno porque no controla la ejecución del gasto, esto lo
hacía el Comandante en Jefe.
Señala que por ley es responsable de los Gastos Reservados el
Comandante en Jefe, por lo tanto, este no puede hacer responsable a
otros por las decisiones que tomó en relación con la ejecución del gasto
en ese ítem.
Adiciona que desconoce cómo se ejecutaron los Gastos
Reservados. Añade que sí sabía en detalle la ejecución del gasto en
todas las otras fuentes de financiamiento, como son Presupuesto fiscal
que es anual, fondos de Ley del Cobre, Fondos FORA, Fondos Internos,
Fondos del Cuerpo Militar del Trabajo y Fondos de Salud.
Agrega que si el General FUENTE-ALBA le hubiese hecho caso, en
el sentido de transparentar el tema de los Gastos Reservados, habría
sabido a qué se destinaron.

177
Refiere que efectivamente recibió como regalo de cumpleaños de
parte de la Comandancia un maletín, no recuerda en qué año. Añade
que asumió como General el año 2006. Dice que para celebrar el
cumpleaños de los Generales hacían una celebración una vez al mes.
Señala que antes de la llegada del General FUENTE-ALBA los regalos
para los Generales eran más propiamente un presente, puede ser que le
hayan regalado una lapicera, o algo parecido, no recuerda bien.
Indica que lo tradicional en el caso de los cumpleaños del
personal, a lo menos en su caso, era un saludo escrito para él y la
familia, además del saludo personal.
Adiciona que desconocía que el personal de la Comandancia haya
tenido algunos beneficios especiales o distintos del resto del personal
militar y que no le parece que el personal de la Comandancia en Jefe
tenga un trato distinto, que no existe razón alguna para que se les
diferencie del resto del personal militar.
Añade que su hijo se casó durante el período del General FUENTE-
ALBA, pero a él no lo invitó. Afirma que desconocía que se le hiciera
entrega de dinero al General cuyo hijo se casaba y que es primera
noticia que tiene. Indica que su hijo tampoco recibió ese dinero.
Señala que durante los dos años en que fue DIFE nunca ocupó los
gastos de representación, porque estos tienen un destino específico que
es el de atender a ciertas autoridades.
Afirma que a los Generales se les descuenta por el uso de la casa
fiscal y ellos se hacen cargo de los consumos básicos y de la
alimentación de él y de su grupo familiar y que no sabe por qué la
situación del Comandante podría ser distinta al resto de los Generales.
Relata que concurrió a la casa del Comandante en Jefe General
FUENTE-ALBA, en dos oportunidades, la primera, en el año 2010,
cuando este se recibe del cargo y recibió a todos los Generales, y la otra
a fin de año cuando el declarante se fue a retiro. Añade que puede
haber habido una invitación entremedio, pero no lo recuerda bien.
Indica que efectivamente se hacían estas actividades en el jardín
con encarpado, banquetería y con bastante ostentación y que
efectivamente había un par de violinistas y un pianista. Señala que no
era necesaria tanta ostentación, considerando que hay necesidades

178
básicas incumplidas en algunas unidades del Ejército. Señala que la
razón por la cual pidió la baja fue un tema de valores y porque no podía
seguir trabajando con él.
Adiciona que no sabe con qué fondos se pagaron todos estos
gastos y que recuerde, no hay ningún fondo que lo permita, que no
podrían pagarse estas actividades con Gastos Reservados.
Señala que en la despedida que se le hizo le entregaron un
galvano y a su señora un ramo de flores. Añade que puede ser que a
ella le hayan hecho otro regalo, pero no lo recuerda y mucho menos
sabe con qué fondos.
Expone que de la entrega de dinero a los ex Comandantes en Jefe,
como apoyo, se vino a enterar por los diarios. Adiciona que como
Director de Finanzas nunca entregó recursos de ninguna índole a los ex
Comandantes en Jefe, sólo se les apoyaba, por lo que recuerda, con un
conductor. Dice que ignora por qué pueden mantener los ex
Comandantes en Jefe un mayordomo.
Agrega que todos los dineros se entregaban en sobre, de esa
forma se entregaba, tanto cuando iba el dinero a la Comandancia en
Jefe como a los Generales y a la DINE, porque se trataba de dinero en
efectivo.
Indica que desconocía el año 2010 todo antecedente relativo a los
viajes del Comandante en Jefe, dado que lo tenían “al margen”, por lo
tanto, en cuanto a la coordinación y destino de los viajes no sabía nada,
tampoco si iba con su señora y que para él fue una sorpresa conocer
cómo viajaba el General FUENTE-ALBA.
Manifiesta que el viaje del Comandante en Jefe en comisión de
servicio, se debía costear: los pasajes por la Sección Pasajes y Fletes,
con viático la alimentación, traslado y hospedaje, y con gastos de
representación los gastos y obsequios que iban dirigidos a las
autoridades del país anfitrión que lo recibía, que todos son fondos
presupuestarios.
Expone que si no se pagaron estos gastos con los fondos que ha
señalado, ignora con qué otros se pueden haber costeado. Indica que
legalmente no corresponde que se paguen con Gastos Reservados.

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Señala que los gastos de la señora del Comandante en Jefe en
estos viajes tendrían que haber sido pagados por el país anfitrión o del
propio Comandante en Jefe o de su señora y que legalmente no
corresponde que éstos se paguen con Gastos Reservados.
Asevera que normalmente las personas que acompañan al
Comandante en Jefe en sus viajes son un ayudante y un General o
Coronel experto en el tema de que trata la comisión de servicio. Afirma
que en general, la comisión es muy restringida y acotada en la misión
de cada uno. Añade que el General o Coronel no va con su señora.
Dice que ignora cuánta gente componía la comitiva que
acompañaba al Comandante en Jefe. Señala que la señora del
Comandante en Jefe puede ser parte de la comitiva cuando el país
anfitrión la considera en el programa, en cuyo programa había
actividades sociales, culturales y visitas a los programas de apoyo social
de la esposa del Comandante en Jefe anfitrión hacia el interior de la
institución. En todo caso, añade, se mantiene la misma lógica que ha
referido precedentemente, en el sentido de que los gastos de la señora
del Comandante en Jefe son pagados por el país anfitrión o por el propio
Comandante en Jefe o ella misma.
Manifiesta que el General IZURIETA fue Comandante en Jefe entre
los años 2006 y 2010, y que el declarante asumió el cargo de DIFE en
enero de 2009, porque antes era Director General de Movilización
Nacional. Añade que durante el período del General IZURIETA había una
mayor planificación, coordinación, transparencia, austeridad, confianza,
relaciones humanas y derechamente profesionalismo, en comparación
con el período del General FUENTE-ALBA.
Agrega que, en el período del General IZURIETA, mientras fue
DIFE, la administración de los Gastos Reservados se hizo de la misma
manera, en el aspecto administrativo. Agrega que sin embargo, en el
mes de marzo hubo reuniones de planificación con el Comandante en
Jefe, quien citaba a un grupo de Generales con quienes planificaba el
uso de los recursos. Dice que recuerda que con algunos Generales muy
específicos le correspondió exponer sobre los fondos de los Gastos
Reservados y lo que se pretendió en esa reunión era orientar el uso de
los Gastos Reservados por parte de la DINE y de la Comandancia en Jefe

180
que son los dos organismos que ejecutan el gasto. Indica que lo que se
hizo, fue conocer los eventos, las bilaterales en Chile y las bilaterales en
el extranjero, en lo genérico. Manifiesta que esta reunión fue en todo
caso para todas las fuentes de financiamiento, después los despacharon
inmediatamente a él como DIFE y a otros Generales, quedando el
Comandante en Jefe planificando con el DINE la ejecución de estos
fondos.
Señala que al General IZURIETA se le entregaron fondos por
concepto de Gastos Reservados para la Comandancia en Jefe, a razón
de un porcentaje equivalente al 40% o 50% del total y el resto se le
entregó a la DINE. Agrega que en realidad durante el período del
General IZURIETA no recuerda el porcentaje exacto.
Refiere que, en realidad, el 100% de los Gastos Reservados eran,
conceptualmente, a disposición del Comandante en Jefe y si bien le
asignaron la tarea de entregarle una parte de esos recursos
trimestralmente a la DINE, ignora si es que ésta le entregó fondos
después a la Comandancia en Jefe de aquellos que le proporcionó.
El tribunal le exhibe al compareciente el documento consistente en
rendición de cuentas de Gastos Reservados del año 2010, remitido por
el General FUENTE-ALBA a la Contraloría General de la República con
fecha 13 de enero de 2011, conjuntamente con sus anexos y con la
declaración jurada del Comandante en Jefe, a lo que señala que si bien
no tiene el Decreto con los montos finales, efectivamente los que se
señalan, que corresponderían a $1.103.022.000 y US$2.213.000, son
aquellos que a él le correspondió custodiar el año 2010 y son los que
señaló entregó diferenciadamente a la DINE y a la Comandancia en Jefe
en los porcentajes señalados.
Asegura que siente mucha pena y vergüenza porque la institución
no se merece esa situación. Añade que hay miles de soldados
cumpliendo una labor complicada a lo largo de todo el país, y que un
Comandante en Jefe esté involucrado en este tipo de situaciones,
ocasiona un daño a la institución y a la moral del personal del Ejército.
43.- Declaración de Curt Juris HALD DE LA TORRE, ex
Ayudante del Comandante en Jefe del Ejército y ex Jefe del
Departamento de Coordinación, entre diciembre de 2009 y

181
noviembre de 2012, quien, a fojas 2352 declara, en lo
pertinente, lo que sigue:
Que, en los años 2010, 2011 y 2012 estuvo en la Comandancia en
Jefe, donde los dos primeros años fue Ayudante y en el año 2012 fue
Secretario de Coordinación o Jefe del Departamento de Coordinación y
Protocolo, como se llamaba en esa época, estuvo hasta como el 15 de
noviembre de 2012. Señala que después se fue destinado al Regimiento
Yungay nuevamente, donde estuvo hasta el mes de noviembre del año
2013. Añade que luego de eso se fue destinado a la Dirección del
Personal del Ejército, como Jefe de Departamento donde alcanzó a estar
físicamente dos semanas y se retiró voluntariamente firmando su retiro
el día 02 de abril de ese año y que entre noviembre de 2013 y la fecha
de su retiro estuvo con vacaciones y licencia médica.
Indica que en el mes de diciembre de 2009 asumió como uno de
los Ayudantes de la Comandancia en Jefe, época en la cual se
encontraba como Comandante en Jefe el General Óscar IZURIETA
FERRER. Adiciona que estuvo con él hasta el mes de marzo de 2010,
fecha en la cual asume como Comandante en Jefe el General FUENTE-
ALBA.
Explica que al Ayudante le corresponde cumplir con la agenda del
Comandante en Jefe, esto quiere decir todas las actividades que
aparecen en la agenda. Agrega que esta agenda se elabora, en cuanto
dice relación con las actividades internacionales, por la Dirección de
Relaciones Internacionales, por el Secretario General y el propio
Comandante en Jefe. Añade que en la época en que estuvo en la
Comandancia, el Director de la Dirección de Relaciones Internacionales
del Ejército era el General Alejandro ARANCIBIA. Señala que los
Secretarios Generales fueron Guillermo PORCILE, los años 2009 y 2010,
luego el General Alberto GONZÁLEZ MARTIN, los años 2011 y 2012.
Agrega que en esa época el otro ayudante era Vicente BRAND
FONTANET. Refiere que, en cuanto a las actividades nacionales, el
Ayudante se nutre del propio Comandante en Jefe y del Secretario
General y que como Ayudante tiene que preocuparse de todas las
coordinaciones del programa, coordinar toda la parte operativa.

182
Agrega que normalmente los viajes del Comandante en Jefe se
planifican el año anterior; una vez que llegaba el programa, se
organizaba el viaje, un borrador de éste llegaba aproximadamente un
mes antes del viaje. Refiere que como Ayudante recibía el programa ya
definido como tres semanas antes del viaje. Añade que en su calidad de
Jefe del Departamento de Coordinación y Protocolo se reunía con el
General FUENTE-ALBA, él le mandaba a buscar, y él hacía las
modificaciones que estimaba pertinentes al programa, lo que significaba
cambios de destinos y vuelos. Indica que esto normalmente porque
como al General FUENTE-ALBA le gustaba viajar en business, y hay
vuelos en los que esta clase no existe, razón por la cual trataba de
buscar alguno que lo tuviera. Añade que recuerda que cuando recién
asumió como Ayudante, en uno de los primeros viajes, con destino a
Ecuador, encontrándose en el aeropuerto en Santiago, al advertir el
General FUENTE-ALBA que no viajaba en clase ejecutiva, se molestó y
pidió hablar con el Secretario de Coordinación de la época que era el
Coronel MAGGI, y se imagina que este le explicó a FUENTE-ALBA que no
existía esa clase en ese vuelo. Indica que incluso recuerda que el
General FUENTE-ALBA intentó pedir el avión CITATION, avión
institucional, pero esto no fue posible porque no cabían las maletas.
Dice que toda esta situación le llamó mucho la atención y recuerda esta
situación porque le llamaba la atención que a veces, simplemente por
este tipo de cosas, el General decidía no viajar o hacerlo otro día, esto
por no cumplir sus requerimientos, sin considerar que había un
programa y personas que estaban esperando. Señala que de esto
estaban en conocimiento el escolta, cuyo nombre no recuerda, dado que
los cambió, le parece, como en cuatro oportunidades, y también estaba
presente el auxiliar, aunque no se involucraba en esto.
Señala que en su calidad de Secretario de Coordinación se limitaba
a anotar y coordinar los cambios que el señor FUENTE-ALBA decidía y
estimaba pertinentes. Asegura que el Comandante en Jefe era
omnipotente en las decisiones. Añade que, como dato, puede señalar
que en una oportunidad le hizo presente al General que la comitiva
estaba integrada por muchas personas, se refiere al viaje a Singapur, y
el General le contestó que el ayudante BRAND no conocía Singapur y

183
por lo tanto decidió viajar con los dos equipos, esto es, con los dos
ayudantes, con los dos escoltas, los dos auxiliares, el General y su
señora. Señala que lo normal era viajar con un ayudante, un escolta y
un auxiliar. Afirma que como Secretario de Coordinación y mucho
menos como ayudante, tenía facultad para decir algo, y mucho menos
para decidir respecto de algún aspecto relacionado con el Comandante
en Jefe. Indica que tanto era así que incluso el menú de los invitados del
General FUENTE-ALBA a la Comandancia en Jefe, lo decidía el General
de una propuesta de tres menús que había que hacerle. Dice que, de
hecho, en los almuerzos y comidas participaba el Secretario General.
Señala que, no obstante tener el Secretario General muchas
atribuciones, no era este quien tomaba las decisiones, sino que lo hacía
el General FUENTE-ALBA. Refiere que por razones de trabajo
normalmente mantenían una estrecha vinculación el Comandante en
Jefe con el Secretario General y el secretario privado del Comandante en
Jefe, que a esa fecha era el Brigadier Germán GARCÍA, cree que el
segundo apellido era ARRIAGADA. Indica que tratándose de los viajes
programados para el Comandante en Jefe, el General FUENTE-ALBA
normalmente los mezclaba con viajes personales, en los cuales el
declarante no tenía ninguna intervención más que cumplir sus órdenes.
Explica que en este punto el señor FUENTE-ALBA intentaba no hacer
partícipe a la Dirección de Relaciones Internacionales, incluso a veces ni
siquiera ellos sabían y se enteraban después, se refiere a los viajes en
que no participó. Indica que por ejemplo, cuando el Comandante en Jefe
volvió en un avión particular de Andrónico LUKSIC desde Croacia u otro
destino que no recuerda, se enteró por un tercero que aquel tenía que
venirse antes para inaugurar una capilla.
Señala que el 10 de enero del año 2012, cuando estaba partiendo
como Secretario de Coordinación, cargo que le hizo entrega el
Secretario anterior con un programa de viaje que ya estaba en proceso
de ejecución, le correspondió continuar con lo que ya estaba avanzado.
Señala que le llamó la atención que aparecieron como destinos Niza, le
parece que no estaba en el programa, además, el General FUENTE-ALBA
fue en ese viaje a una reunión con EUROCOPTER, que era proveedor del
Ejército y allá se reunió con alguien más, no tiene mayores

184
antecedentes, pero sí la impresión que en ese viaje se incluyeron
personas que no son del Ejército. Indica que no tiene la certeza, pero le
parece que esto tenía relación con Virgilio CARTONI. Señala que, en
relación con este viaje, así como en los demás, el General FUENTE-ALBA
fue insistente en que se le debía asignar no sólo el hotel y el vuelo que
él pedía, sino que incluso el asiento del avión que él siempre solicitaba,
esto es, el 1A. Dice que en esta ocasión la agencia de viajes TUPPER no
pudo conseguirle este asiento, pese a los intentos que hizo Fernando
TUPPER, incluso en el aeropuerto. Indica que el señor TUPPER le señaló
que el General FUENTE-ALBA lo había tratado mal por este motivo, y
que en razón de esa situación no iban a seguir en el futuro como
agencia de viajes de la Comandancia en Jefe. Agrega que una vez que el
General se subió al avión llamó al declarante por teléfono y le preguntó
si estaba en conocimiento de esta situación, relativa al asiento, a lo cual
le contestó que sí sabía, pero que Fernando TUPPER lo iba a solucionar
en el aeropuerto, cosa que no pudo hacerse. Añade que en esta
conversación el General FUENTE-ALBA le señaló muy molesto que no iba
a continuar trabajando con esta agencia y que al regreso iban a hablar.
Indica que le sorprendió que todo esto fuera por un asiento, porque
incluso le dijo que si él hubiese sabido antes que no iba a volar en el
asiento 1ª, no habría viajado. Por ello, señala que se imaginaba todas
las personas que estaban involucradas en este viaje y que lo estaban
esperando, lo que le hace suponer que, en realidad, no había ningún
programa militar que lo estaba esperando, porque hubo unos días en
que el General estuvo en destinos que no eran del Decreto. Agrega que
el Decreto debía señalar el destino oficial del viaje, por lo tanto, si se
quería modificar el viaje, tenía que también rectificarse el Decreto, lo
que tenía que ver y tramitar el Secretario General.
Asevera que este viaje tuvo muchas particularidades y reitera que
todos los hoteles los elegían el General FUENTE-ALBA, pero no así,
necesariamente la habitación, porque ésta estaba sujeta a
disponibilidad, aunque sí elegía el tipo de habitación; por ejemplo, que
tenía que ser una suite. Señala que en una oportunidad, respecto de un
viaje que no recuerda cuál, el General FUENTE-ALBA le preguntó si un
determinado hotel tenía “Servicio Imperial”; el declarante no sabía de

185
qué se trataba y se contactó con la señora Victoria LATRACH para
consultarle si eso existía y ella le explicó que sí, en algunos hoteles.
Agrega que este viaje el Comandante en Jefe lo hizo a través de la
agencia de viajes LATRACH, esta agencia la tomó una vez que se dejó
de trabajar con la agencia TUPPER. Añade que le parece que este fue un
viaje que el General hizo al Caribe con su señora, con el Brigadier
GONZÁLEZ MARTIN y con el Secretario Privado Brigadier GARCÍA, todos
con señora. Indica que esto fue en el mes de septiembre. Añade que en
este viaje participaron además el escolta y el auxiliar, cuyos nombres no
recuerda, y que podría ser Edison PONCE. Indica que no recuerda que
haya viajado con enfermero, y que en todo caso, no correspondía.
Insiste que era el General el que tomaba todas las decisiones relativas a
los destinos, a los vuelos, a los hoteles y todo. Indica que incluso no le
gustaba viajar de noche ni las escalas, las que trataba de evitar,
tampoco le gustaban los vuelos que significaran que él se tenía que
levantar temprano. Señala que, no obstante, a veces no era posible
obtener los requerimientos que él exigía. Expone que le duele y lo
desilusiona que ahora el General FUENTE-ALBA se escude en su
subalterno en vez de decir la verdad, esto por cuanto tomó
conocimiento por la prensa que el General FUENTE-ALBA le ha imputado
al declarante todas las decisiones que él, como Comandante en Jefe,
tomó en relación con los viajes y los lujos de los mismos, incluida la
supuesta champaña que ni siquiera toma, ni sabría cómo elegir. Añade
que, en relación con los hoteles, incluso puede señalar que ni siquiera
sabía que existía el Hotel Plaza Athenee, donde el General FUENTE-ALBA
pidió alojar. Dice que ni él ni nadie, podían salirse de las líneas que
imponía el General FUENTE-ALBA. Afirma que un Coronel no podía
decirle nada al Comandante en Jefe ni menos decidir por él sus destinos
o alojamientos. Dice que en Francia, particularmente París, el General
FUENTE-ALBA pedía desde acá, de Chile, al conductor que quería tener
allá, y que era una persona en particular llamada JEAN PIERRE y que
conocía desde que viajaba con la agencia TUPPER. Agrega, asimismo,
que pedía que se le arrendara un vehículo en particular, en París era
Mercedes Benz que puede haber sido uno clase E negro y que, en otros
países como Argentina, el General pedía Citroën o Peugeot.

186
Señala que su grado de determinación, del General FUENTE-ALBA,
incluso llegaba al punto que en algunas oportunidades elegía hasta la
mesa del restorán que él quería. Añade que puede mencionar como
ejemplo una oportunidad en la que él quería cenar en el Hotel W, y
tuvieron que ir a sacar fotografías para saber cuál era el restorán que
quería, y con las fotos eligió incluso el lugar exacto donde quería estar.
Señala que su triangulación siempre fue, los restoranes del Hotel W, Da
Carla y Europeo.
Indica que él no podía denunciar estas cosas, porque de haberlo
hecho le habrían sacado del Ejército, o haber dispuesto una destinación
como el General lo estimara conveniente. Agrega que, de hecho,
normalmente el General FUENTE-ALBA decía, frente a cualquier error,
que los podía mandar destinados a “Calama o Porvenir”.
Refiere que a los viajes al extranjero del General FUENTE-ALBA
siempre lo acompañaba su señora Anita María PINOCHET RIBBECK.
Indica que no sabe si en algún viaje incorporó a alguno de los hijos del
General, cree que en alguna oportunidad viajó con su hijo abogado en
un viaje nacional. Dice que los viajes que a él le correspondía ver decían
relación exclusivamente con el Comandante en Jefe, la señora, el
ayudante, el escolta y el auxiliar, lo demás lo puede haber hecho el
General FUENTE-ALBA directamente, porque había cosas que las hacía
así. Señala que a él nunca le correspondió pagar alguna suma de dinero
a las agencias de viajes, ni recuerda que algún compañero le haya dicho
que lo hizo. Dice que efectivamente les llamaba la atención desde antes
del período del General FUENTE-ALBA que los Comandantes en Jefe
viajen con su señora y se les señaló que esto siempre se había hecho
así, porque se consideraba a la señora como parte de la comitiva. Indica
que muchas veces, a sus antecesores y a quienes llevaban más tiempo
en la Comandancia en Jefe, les preguntó cómo se pagaban todos estos
viajes, porque los lujos de los viajes siempre le llamaron la atención, así
como la incorporación de la señora en los mismos, y le decían “por qué
preguntas” o simplemente que no sabían. Señala que efectivamente el
Oficial de Finanzas de la época era el Coronel Jorge CORTÉS, y el que le
seguía el Coronel Sergio VÁSQUEZ; luego, llegó el Mayor ROSAS. Dice
que cree que a CORTÉS le hizo esa consulta, pero no le contestó.

187
Adiciona que el primer año, cuando Jorge CORTÉS estaba de
vacaciones, Sergio VÁSQUEZ le hizo entrega de un sobre que le dijo que
contenía una suma de dinero que ahora no recuerda, pero pueden haber
sido entre $800.000 y $900.000. Señala que ese sobre no lo abrió y le
consultó de qué se trataba y le dijo que le consultara a CORTÉS de qué
se trataba. Dice que tomó el sobre y lo guardó en la caja fuerte y esperó
que llegara CORTÉS quien le explicó que era para la confección de los
uniformes y con ese dinero procedió a comprarse uniformes en la
Escuela Militar y en el almacén de ventas del Ejército. Dice que al año
siguiente nuevamente recibió la misma cantidad de dinero, en esta
oportunidad la entrega se la hizo Jorge CORTÉS, no recordando con
exactitud el monto, pero que debe ser más o menos la suma señalada.
Asegura que esta entrega de dinero se le realizó sólo en las dos
oportunidades indicadas durante el período en que fue Ayudante,
cuando pasó a ser Secretario de Coordinación dejó de recibir este
dinero. Añade que nunca preguntó de dónde provenía este dinero y que
se imaginó que era una asignación para vestuario. Refiere que ellos no
tenían considerada esta asignación a diferencia de los escoltas y los
auxiliares. Señala que rindió cuenta a CORTÉS entregándole alguna
documentación comprobatoria. Añade que puede ser que al segundo
año se haya comprado ropa de civil.
Señala que ellos como Ayudantes, llevaban dinero para
imprevistos entre US$800 y US$1.200, dependiendo del destino y
número de días y si estaba todo pagado o no. Añade que este dinero se
los entregaba Jorge CORTÉS antes de iniciar, en dólares, en efectivo.
Dice que de esto se rendía cuenta al regreso a Jorge CORTÉS. Indica
que se gastaba en pagar, por ejemplo, sobrepeso, regalos, propinas y
transporte que no estaba considerado. Añade que cuando se quedaban
en el hotel, la alimentación se cargaba al hotel, si salían, y no lo hacían
acompañando al General, lo pagaba cada uno del viático y que, en
cuanto a la alimentación del General y su señora, si estaba en el hotel,
se cargaba a la cuenta y cuando salían, ignora cómo lo pagaba, pero
cuando salía con ellos muchas veces lo pagaba el declarante. Indica que
cuando el General disponía que lo pagaran con el dinero que les habían
entregado, le rendían cuenta a CORTÉS. Refiere que tratándose del

188
desayuno, tenían que bajar a hacerlo porque estaba incluido en el hotel,
pero en el caso del General, normalmente tomaba desayuno en la
habitación, lo que tenía un cargo adicional, esto, en los casos que el país
anfitrión no se había hecho cargo. Señala que al salir del hotel todos los
gastos extras los pagaban con el dinero que les habían entregado y si no
les alcanzaba, se hacía con el viático que después recuperaban con la
rendición de cuenta que le hacían a CORTÉS. Dice que desconoce el
origen de estos dineros, pero les era entregado por CORTÉS en dinero
efectivo. Añade que se preguntó obviamente de dónde provenían y
quizás se imaginó que podría ser algo “turbio”. Agrega que cuando llegó
a la Comandancia en Jefe se dio cuenta que todo era muy distinto al
sistema regimentario.
Señala que en la Comandancia se ven flores en las dependencias,
e invitaciones a almorzar, incluso a civiles, preguntándose de dónde
salen estos dineros. Dice que todo le parecía extraño porque estaba al
margen de lo que había vivido durante 27 años. Manifiesta que, en todo
caso, fue así desde que llegó a la Comandancia cuando era Comandante
en Jefe el General IZURIETA. Indica que efectivamente se imagina ahora
que puede haber provenido de Gastos Reservados. Indica que CORTÉS
siempre le dijo que eso lo veía él. Señala que los viajes del General
FUENTE-ALBA los definiría no como lujosos, sino que “súper lujosos”,
por los hoteles que generalmente eran 5 estrellas, los vehículos
arrendados, y lo que le gustaba comer y tomar al General,
particularmente champaña y vinos, buenos y caros. Precisa que el
General les daba ciertas instrucciones respecto de los viajes, pero había
cosas anexas que FUENTE-ALBA las veía directamente con la agencia de
viajes o quizás con otra persona que el declarante desconoce, pero
puede ser con el Secretario General, con quien tenía más confianza.
Asevera que es imposible que el Secretario General no sepa el
movimiento de las platas que se hacía en la Comandancia en Jefe,
porque él es quien administra la Secretaría General, que es la que hace
funcionar la Comandancia en Jefe. Expone que el Jefe del Departamento
de Finanzas es el subordinado del Secretario General, por lo tanto, Jorge
CORTÉS dependía directamente del Secretario General, quien no podía
no saber la disposición de bienes que hacía Jorge CORTÉS. Dice que

189
frecuentemente el Comandante en Jefe citaba a Jorge CORTÉS porque
había viajes, comidas, y regalos que pagar. Añade que, además, el
General hacía comidas por ejemplo en su casa y ellos no tenían
intervención. Dice que en esa época el Oficial de Órdenes era Rodolfo
HIDALGO FARIÑA, por lo tanto, este veía esos temas. Añade que
conoció la casa del Comandante en Jefe, unas seis veces, fue trabajando
como ayudante, pero invitado a las comidas. Señala que ignora cómo se
mantenía la casa del Comandante en Jefe y se imagina que todo esto lo
veía HIDALGO. Agrega que ignora cómo se pagaban las comidas que se
hacían en la casa del Comandante en Jefe. Añade que todo lo relativo a
protocolo y comida lo veía el Coronel WILLIAMSON, quien concurría a la
casa y coordinaba con la señora Anita PINOCHET los almuerzos e
invitaciones. Señala en cuanto a los regalos, que en algunas
oportunidades tuvieron que comprar regalos en forma improvisada en
los viajes al extranjero y que no estaban considerados desde un
principio, los que se pagaban con los fondos que llevaban.
Expone que el Comandante en Jefe jamás le hizo entrega de
alguna suma de dinero, ni siquiera para pagar algo, porque lo hacían
ellos del dinero que les entregaban o lo hacía el General. Agrega que en
relación a los regalos que se les hacía a los Generales para los
cumpleaños, hay una persona encargada de los regalos en la
Comandancia en Jefe, el Mayor Marcelo OCAMPO, y antes de este, el
Mayor Alfredo MERINO OCHOA. Reitera que el encargado de las comidas
era el Coronel Pablo WILLIAMSON. Dice que imagina que recibían
instrucciones directamente del Secretario General, quien a su vez las
debe haber recibido del propio Comandante en Jefe. Señala creer que la
selección la hacían el Secretario General con el General FUENTE-ALBA, y
luego le era encargada la compra a uno de los dos Mayores señalados,
primero a MERINO y después a OCAMPO, refiriéndose a todos los
regalos que se hacían, no solamente a los de los Generales, regalos por
destinaciones, por retiro y seguramente otros más que ni siquiera sabía.
Explica que en el caso de los matrimonios, una vez que llegaban los
partes, se los entregaba al General FUENTE-ALBA y éste era quien veía
el tema de los regalos, ignora con quién, se imagina con la persona
encargada o con el Secretario General de quien dependía el primero.

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Señala que el primer año recibió una corbata, la que le entregó el
Comandante en Jefe personalmente, y a su señora le mandaron un
regalo también para su cumpleaños, que era una crema. Añade que el
año en que se fue, así como todos los años anteriores, se hizo una
ceremonia y a las personas destinadas se les hizo un regalo, el
declarante recibió un reloj de marca Oddo. Indica que, en cuanto al
resto de los regalos, los debiera haber visto el Comandante en Jefe con
el Secretario General y Personal.
Adiciona, en cuanto a la labor que desempeñaba el Suboficial
Mayor Robinson DURÁN, que este coordinaba todo lo que decía relación
con pasaporte, visas y trámite de extranjería en general, y pagaba
sobrepesos a veces y que esto lo hacía solamente cuando había viajes.
Añade que veía DURÁN sólo en el aeropuerto y escasamente en la
Comandancia, cuando iba a retirar algún documento, imagina que
tendría que haber estado contratado como PAC. Agrega que DURÁN
llegó a trabajar mucho antes que el declarante llegara, y aún sigue
realizando las mismas funciones.
Indica que no se justificaría que se le pagaran $6.000.000 anual,
como le indica el tribunal, porque esta labor la podría realizar otra
persona sin necesidad de hacer algún pago adicional.
Afirma que normalmente el General FUENTE-ALBA pedía en el
aeropuerto que se le reservara el VIP donde se reunía con el Secretario
General, esto a su regreso de los viajes. Añade que cuando salía del país
llegaba directo al vuelo y ellos como ayudantes llegaban antes para
preparar todo. Indica que él llegaba con su señora, el escolta y el
conductor y que en una van iban las maletas, se llevaban muchas
maletas. Agrega que al regreso el General salía del aeropuerto con
Carabineros, normalmente. Refiere que los auxiliares del Comandante
en Jefe eran Harry TOLEDO y Carlos SALVADOR, a este último lo trajo el
General FUENTE-ALBA, porque al parecer trabajó con él antes. A ellos
les correspondía hacer todas las labores domésticas, planchar, lustrar
zapatos, coser botones, limpiar autos, etc. Dice que cuando llegó, Harry
TOLEDO era PAC y SALVADOR era Suboficial. Añade que no hay ninguna
justificación para que se le haya hecho entrega de dineros adicionales a
alguno de ellos, a razón de $5.000.000 como le pregunta el tribunal.

191
Sostiene que se enteró por los medios de prensa que a los ex
Comandantes en Jefe se les entregaban también sumas de dinero, y que
no sabía de esto, en todo caso, quienes deben haberlo sabido eran
personas muy acotadas, porque, asegura, mientras menos personas
supieran mejor. Añade que, por lo mismo, es que se imagina que el Jefe
del Departamento de Finanzas le señalaba que no preguntara sobre el
origen de los dineros. Dice que nunca se imaginó que se les entregaba
dinero a los ex Comandantes en Jefe. Refiere que siempre se sintió
como oveja en corral ajeno, porque él con Vicente BRAND fueron
designados por el Comandante en Jefe anterior. Dice que su decisión de
retirarse del Ejército fue precisamente la desilusión después de haber
trabajado con el General FUENTE-ALBA y se lo dijo en una conversación
privada en su oficina cuando pidió el retiro. Arguye que cree que las
imputaciones que le ha hecho el General FUENTE-ALBA han sido
precisamente por lo anterior, por haberse retirado y por lo que le dijo en
su cara antes de irse. Afirma que FUENTE-ALBA quiere perjudicarlo en lo
personal y en lo laboral. Agrega que si él dice que tomó las decisiones
como Jefe de Coordinación, entonces también tendría que haber
mencionado al anterior Jefe de Coordinación que estaba, por ejemplo, a
la época en que viajaron a Singapur y alojaron en el Hotel Plaza
Athenee, porque en esa época era sólo ayudante y en esa calidad,
mucho menos podría haber tomado alguna decisión y que además,
tampoco menciona al otro ayudante.
44.- Declaraciones de Vicente Andrés BRAND FONTANET
quien a fojas 3055, 3121 y 3153 señala, en lo pertinente, lo
siguiente:
A fojas 3055, expone que en el año 2010 fue destinado a la
Comandancia en Jefe, como Ayudante del Comandante en Jefe, a
principios de ese año, época en la que se encontraba el General Óscar
IZURIETA FERRER como Comandante en Jefe. En el mes de marzo de
ese año asume ese cargo el General FUENTE-ALBA. Añade que hasta
principio de diciembre del año 2012 desempeñó el cargo de Ayudante y
luego asumió como Jefe de Coordinación y Protocolo de la Comandancia
en Jefe.

192
Explica que el Ayudante es el que recibe toda la documentación
institucional y se la entrega al Comandante en Jefe en los momentos
que tiene establecido para efectuar la firma, que además, coordina con
el Jefe de Coordinación la agenda del Comandante en Jefe, en el sentido
que le pregunta los detalles de cada actividad a quien ejecuta o coordina
la agenda. Agrega que gestiona también ciertas cuestiones protocolares
y llamados telefónicos que se efectúan al Comandante en Jefe, traspasar
los llamados y tomar los recados y que también participa de ciertas
actividades protocolares.
Señala que siempre hay dos ayudantes, realizando un turno
semanal. Indica que al que estaba de turno le correspondía realizar
todas las actividades propias del cargo mientras que el otro, durante esa
semana, preparaba las actividades para la semana siguiente. Refiere
que en la época en que fue ayudante, lo acompañó también como
ayudante durante dos años, el Coronel Curt HALD, los años 2010 y
2011, y un año, el 2012, el Coronel Marcelo NUÑEZ. Indica que en el
año 2010 fue Jefe de Coordinación el General Alejandro MAGGI, en el
año 2011, fue el General Sergio AHUMADA, el año 2012, fue el Coronel
Curt HALD, asumiendo el año 2013 hasta los primeros días del mes de
diciembre ese cargo, entregándoselo al General Julio PARRA.
Asegura que el Ayudante no tenía capacidad decisoria sino que, a
más, podía llegar a hacer presente alguna situación particular que
ameritara para ajustar la agenda, pero en ningún caso el ayudante
podía decidir el cambio de alguna actividad, horario o itinerario o
cualquier otro aspecto.
Refiere que el Comandante en Jefe decidía quién lo acompañaba
en sus viajes, pero normalmente había un sistema de turno, en el
sentido de que viajaba una vez uno y al siguiente, el otro ayudante con
él y sin perjuicio de esto siempre se le presentaba al Comandante en
Jefe la nómina de quienes integraban la comitiva.
Agrega que la comitiva se formaba normalmente por el Ayudante,
el Oficial Escolta y un Mayordomo. Añade que de ellos, el Comandante
en Jefe decidía si quería que algún otro integrante de la comitiva
también lo acompañara. Dice que en algún momento el señor FUENTE-
ALBA pidió que también viajara con él un enfermero.

193
Señala que efectivamente en algunos casos el General FUENTE-
ALBA decidió agregar algunos otros integrantes a la comitiva como fue
en el viaje a España y Turquía. Refiere que en estos casos incorporó a
un fotógrafo del área de comunicaciones, ignora la razón y tampoco se
lo preguntó. Añade que efectivamente también en el viaje a Singapur la
comitiva fue mayor. Dice que fueron ambos ayudantes, Curt HALD y él,
no recuerda quienes más, pero era un grupo más grande de lo normal.
Adiciona que en esa oportunidad se asistió a un Congreso del Asia
Pacífico. Agrega que también fue el General MERICQ, que en esa época
era Coronel, como traductor, aunque no tiene claridad si fue como parte
de la comitiva del Comandante en Jefe o del grupo de la Dirección de
Asuntos Internacionales del Ejército. Refiere que nunca vio los Decretos
que justificaban su salida del país, por lo tanto, ignora si él era parte de
la comitiva o si iba con una comisión distinta.
Afirma que efectivamente la señora Anita PINOCHET, cónyuge del
General FUENTE-ALBA, también concurría a estos viajes como parte de
la comitiva, y que ella también llevaba una agenda de actividades.
Expresa, en cuanto al General IZURIETA, que no le correspondió viajar
con él, pero sí recuerda que hizo un viaje con Curt HALD a Sudáfrica,
aunque no sabe si fue con su señora.
Expone que acompañó al Comandante en Jefe, General FUENTE-
ALBA, a Estados Unidos, Alemania, Brasil, Colombia, Turquía, Perú,
Argentina, Francia, España y Singapur. Indica que los viajes realizados
el año 2010 a Argentina corresponden a viajes particulares. Añade que
ese mismo año acompañó al General FUENTE-ALBA en su viaje a
México-Francia-Argentina, pero lo esperó directamente en Francia,
específicamente en París, no viajó a México porque a este lugar viajó
acompañado con Curt HALD, y HALD lo acompañó solamente en México.
Indica que no recuerda la fecha exacta, pero sabe que fue en el
mes de junio del año 2010, él se fue a París un día antes que el General
llegara. El tribunal le hace presente que de acuerdo al Decreto
respectivo, las fechas de la comisión de servicio de Francia y Argentina
se extendieron entre el 12 y el 19 de junio de 2010 en Francia y entre el
20 y el 25 de junio del año 2010, en Argentina, a lo que señala que:
efectivamente puede corresponder al viaje a que ha hecho mención.

194
Manifiesta que en cuanto a este viaje, recuerda particularmente
que se participó en una Feria Militar Eurosatory 2010, en París. Indica
que no recuerda otra actividad. Señala que concurrieron unos dos o tres
días a la Feria, no recuerda actividades protocolares. Añade que allá se
encontraba el agregado militar, el Coronel PUIG. Dice que alojaron en el
Hotel Plaza Athenee. Agrega que no sabe quién costeó ese viaje, el hotel
se pagó desde Santiago y que el viaje lo coordinó el General MAGGI.
Dice que cuando concurrieron a la Feria se les proporcionó alimentación
y no recuerda haber costeado alimentación en la Feria.
Adiciona que sólo acompañó al General FUENTE-ALBA a la Feria
señalada. Añade que en Francia quien lo acompañaba normalmente era
su escolta, el Capitán de apellido PONCE. Señala que ellos aprovechaban
para salir a pasear y conocer la ciudad.
Sostiene que antes de salir y dependiendo del viaje, duración y
país, el Coronel Jorge CORTÉS le hacía entrega de una suma de dinero
en dólares y en efectivo. Agrega que la suma fluctuaba entre US$1000 y
US$2000, pero si se iba a una comisión corta, por ejemplo, a Perú por
un par de días, podían ser sólo US$400 o US$500. Indica que este
dinero era para gastos que pudiera tener el Comandante en Jefe por
conceptos no coordinados de Santiago o imprevistos, por ejemplo,
tomar un taxi, dar propinas u otros que el Comandante en Jefe
decidiera. Refiere que en algunas oportunidades ellos pagaban su
alimentación con esos dineros. Añade que al regresar a Santiago, le
rendía cuentas a CORTÉS acompañando boletas, si es que existían, y si
quedaba un saldo se lo devolvía.
Expone que efectivamente también el Comandante en Jefe dispuso
el pago de comidas con estos recursos. Indica que a él los dineros se los
entregaba CORTÉS, quien era el Jefe de Finanzas, pero no sabe de
dónde los sacaba, se imagina que eran dineros que estaban dentro del
protocolo de la Comandancia en Jefe. Añade que recibía viático y los
gastaba en algunas comidas y regalos.
Señala que él no costeaba con su viático el alojamiento porque
éste se pagaba por la institución en Chile y que en alguna oportunidad
se pudo haber pagado el alojamiento en el destino, de toda la comitiva,
con dineros que también le había entregado CORTÉS, aparte de los

195
otros recursos a que hizo referencia anteriormente y que era para
imprevistos, y que se gastaban como señaló; en propinas, taxis,
comidas, etc., esto era aparte.
Asevera que efectivamente la señora Anita PINOCHET viajó con el
General FUENTE-ALBA. Ignora cuánto tiempo destinaban a ir de
compras, pero efectivamente llegaban con bolsas de compras, y esto le
consta porque posteriormente había que embalarlas y trasladarlas.
Añade que de París se trasladaron a Argentina, Buenos Aires
donde se hizo una actividad protocolar y visita a la Escuela Militar y una
comida, en dos días distintos. Dice que también visitaron el edificio del
Ejército argentino, asistieron a exposiciones y fueron invitados a la casa
del General MANTERO (Q.E.P.D.) y que también pasearon por la ciudad.
Agrega que alojaron en el Hotel Alvear Palace, el cual se pagó desde
Santiago. Indica que las habitaciones eran individuales para la comitiva,
salvo para el General FUENTE-ALBA, quien alojaba con su señora. Dice
que el ayudante pagaba los extras en el hotel, como pueden haber sido
bebestibles, alguna comida o desayuno en la habitación. Señala que el
General FUENTE-ALBA desayunaba en la habitación, salvo alguna
excepción puntual, pero que no recuerda. Refiere que la mecánica en
cuanto a la forma de proceder con los dineros que se llevaban a los
viajes, la alimentación y alojamiento, era siempre la misma según ya ha
explicado, en todos ellos. Dice que esto se mantuvo mientras fue
ayudante, respecto a sus viajes y después continuó de la misma manera
cuando fue Jefe de Coordinación y Protocolo.
Expresa que la elección de los lugares de alojamiento los hacía el
General FUENTE-ALBA y que no había ninguna posibilidad que la
elección la hiciera el ayudante o el jefe de coordinación, este último le
presentaba las alternativas de alojamiento según la propuesta hecha por
la agencia de viajes, que en el período en que fue Jefe de Coordinación,
siempre fue la agencia LATRACH. Dice que de esta propuesta, que a su
vez era acorde a los requerimientos que él generaba, él como jefe de
coordinación, tomó el parámetro que ya venía funcionando y con los
requerimientos que el General FUENTE-ALBA venía haciendo en los tres
años antes a los Jefes de Coordinación.

196
Indica que la principal labor del Jefe de Coordinación, era la
agenda del Comandante en Jefe, que le consumía la mayor cantidad de
tiempo. Agrega que debían coordinar también las salidas de la
Institución del Comandante en Jefe y que en esto se destinaba la mayor
cantidad de tiempo, que también le correspondían al Jefe de
Coordinación labores de protocolo, pero en la práctica, en su período esa
labor la realizaba de muy buena forma el Coronel WILLIAMSON.
Expresa que en cuanto a los viajes del Comandante en Jefe,
existía una planificación anual elaborada por la Dirección de Relaciones
Internacionales, que establecía todos los viajes del Comandante en Jefe.
Indica que dicha planificación condicionaba la agenda del Comandante
en Jefe. Afirma que al Jefe de Coordinación le correspondía la
coordinación de la llegada, el retorno y todas las actividades no
contempladas por la Dirección de Relaciones Internacionales, por tanto,
debía también encargarse de, por ejemplo, el alojamiento en aquellos
lugares que no estaba contemplado dentro de la invitación. Señala que
en caso que al General FUENTE-ALBA no le pareciera el lugar de
alojamiento que contemplaba la invitación, también le solicitaba que
buscara otra alternativa que cumpliera con sus requerimientos. Dice
que, en todo caso, no recuerda que el General FUENTE-ALBA
directamente se lo haya dicho a él, se refiere a que no le gustara el
lugar, sino que a través de la Dirección de Relaciones Internacionales.
Expone que él siempre coordinó los viajes con la Agencia
LATRACH, específicamente con la señora Victoria, y que lo hacía en
forma telefónica o personal, pero principalmente en forma telefónica.
Agrega que algunas veces fue a la agencia, pero las menos, y otras, ella
concurría a la Comandancia. Señala que la señora Victoria hacía las
gestiones para el pago, se imagina que a través de la Sección Pasajes y
Fletes u otra organización encargada del pago. Refiere que otras
organizaciones podrían ser la Dirección de Relaciones Internacionales, o
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Expresa que efectivamente la
señora Victoria pasaba a hablar con el Coronel Jorge CORTÉS, pero no lo
vio nunca haciéndole entrega de dinero, en todo caso este la recibía en
su oficina, lo mismo respecto de Sergio VÁSQUEZ, cuando CORTÉS no
estaba. Agrega que en más de una oportunidad la señora Victoria

197
LATRACH pasó a hablar con el General FUENTE-ALBA, ignora la
conversación y no recuerda que se haya dirigido a hablar con alguien
más de la Comandancia. Señala que ni como ayudante ni como Jefe de
Coordinación podían decidir sobre destinos, itinerarios, alojamiento,
comida, en cuanto decía relación con los viajes del General FUENTE-
ALBA, todo le era presentado a este y él definía.
Señala que cree que si el General FUENTE-ALBA dice ahora que los
Jefes de Coordinación eran los que tomaban las decisiones, ello se
refiere a que quiere exculparse de sus decisiones. Añade que no
comparte lo que este ha señalado y es de poca lógica su argumento,
más cuando FUENTE-ALBA viajó en las mismas condiciones durante
cuatro años y nunca presentó algún reparo, lo que quiere decir que
estaba conforme con lo que se estaba haciendo o coordinando y que
eran sus propios requerimientos. Dice que si al Comandante en Jefe le
hubiese parecido que el hotel al que se le había coordinado llegar
excedía en lujos, lo habría hecho ver y además no habría vuelto al
mismo hotel.
Indica que los lugares y las condiciones en que viajaba el
Comandante en Jefe eran de muy buen nivel, hoteles cinco estrellas.
Añade que en cuanto al avión, siempre viajó en business, con su señora,
en los asientos del lado derecho, enfrentando al piloto.
Refiere que en cuanto a los traslados, en los viajes, cuando no
estaban considerados dentro de la invitación, se arrendaban vehículos
de alta gama, o de buen nivel. Manifiesta que recuerda el arriendo de
Mercedes y en Francia en una oportunidad un Peugeot. Dice que en
París a la empresa a la que se le arrendaban los autos se le pedía un
conductor en particular de nombre Jean Pierre, casado con una
mexicana, razón por la cual hablaba español. Indica que este conductor
era el que le gustaba al General FUENTE-ALBA. Refiere que una vez que
estaban listas las coordinaciones, se entregaba a la Dirección de
Relaciones Internacionales, para que quedara en la agenda definitiva.
Manifiesta que no tenía una visibilidad de los Decretos del
Comandante en Jefe, porque esto se veía entre la Dirección de Asuntos
Institucionales y la Dirección de Relaciones Internacionales, y si es que
el Comandante en Jefe tenía un itinerario distinto del Decreto, esto lo

198
podía saber el Secretario General y el Director de Relaciones
Internacionales, que entre los años 2010 y 2012, uno fue el General
ARANCIBIA y el que le siguió fue el General PORCILE, hermano menor
del General Guillermo PORCILE. Añade que en los cuatro años que
estuvo de Comandante en Jefe el General FUENTE-ALBA, estuvo de
Secretario General, el General Guillermo PORCILE, después el General
Alberto GONZÁLEZ, por dos años y el último año, el General John
GRIFFITHS.
Expone que durante los cuatro años del período del General
FUENTE-ALBA, el Secretario Privado fue el Brigadier (R) GARCÍA, que
cumplía funciones de asesoramiento en general. Dice que había
efectivamente una cercanía entre el General FUENTE-ALBA y el Brigadier
GARCÍA y las señoras respectivas. Agrega que viajaron juntos a
Argentina, a Cancún, Estados Unidos, específicamente a Miami, esto
último en el año 2011, le parece.
Señala que acompañó como ayudante al General FUENTE-ALBA en
ese viaje a Miami a que hizo mención, y también al de Argentina.
Refiere que en una oportunidad en que iban a Brasil, en comisión de
servicio a Sao Paulo y Río, se hizo una escala de dos días en un resort
entre Sao Paulo y Río de Janeiro, estos fueron días de descanso. Añade
que en este último viaje iban en la comitiva, la señora, personal de
apoyo y agregado militar chileno en Brasil. En este caso, al igual que en
los demás, los pagos se hicieron desde Chile. Dice que cree que en esa
época se producía un “exceso” en el sistema de los viajes, pero siempre
creyó que era la forma de ejecutarlo y que se venía haciendo desde
siempre. Señala que ahora cree que es poco presentable y poco lógico,
no podría justificar que se haya hecho así, pero en ese momento él
consideraba que eran las reglas del juego. Aduce que si le hubiese
presentado al General FUENTE-ALBA un hotel que no tuviera sus
requerimientos se lo habría rechazado, y si le hubiese llevado a un hotel
que no era de los parámetros o estándar que él tenía, habría sido muy
complicado para él. Dice que sin duda le habría sacado de su puesto y él
trataba de hacer las cosas bien. Agrega que cuando estuvo como
ayudante del General FUENTE-ALBA, no fue fácil para el declarante,
porque el General era complicado. Dice que entendió que el estándar de

199
lujo que se manejaba en la Comandancia en Jefe era la acostumbrada.
Expresa que como no tenía un parámetro, no puede asegurar que los
lujos exigidos por el ex Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA
eran los mismos de otros Comandantes en Jefe, porque no tuvo ese
punto de comparación.
Señala que el General FUENTE-ALBA sobrepasaba los límites
adecuados en cuanto a la ostentación y que no era el encargado de
decirle algo así, porque de hacerlo, cree que lo habría destinado.
Expone en cuanto a la salida del país que registra entre el 25 y 31
de agosto de 2010, con destino a Perú, que corresponde a un viaje en
comisión de servicio, acompañando al General FUENTE-ALBA al
Aniversario de la Conferencia de Ejércitos Americanos. Indica que
llegaron a Lima y viajaron al Cuzco, toda la comitiva chilena y las
demás, es decir, todos los invitados. Señala que en cuanto a la salida
del país que registra con destino a Estados Unidos, entre el 25 de marzo
y 05 de abril de 2011, corresponde a una comisión de servicio en que
acompañó al General FUENTE-ALBA. Dice que llegaron, le parece, a San
Antonio donde estuvieron en el Fuerte y se hicieron algunas actividades
protocolares, donde estuvieron tres o cuatro días. Señala que viajó la
comitiva normal y la señora Anita PINOCHET quien siempre acompañó al
General en todos sus viajes. Refiere que en San Antonio se reunieron
con el General CHAMORRO, no recuerda dónde alojaron, pero en un
hotel no perteneciente al Fuerte, o sea, fue en un hotel civil o comercial
y que no recuerda cómo se pagó. Señala que de ahí, viajaron a Miami,
no recuerda que se haya hecho alguna actividad protocolar, donde
estuvieron como tres o cuatro días, no recuerda bien si de ida a San
Antonio alojaron también una noche en Miami. Expone que en Miami se
juntaron con el agregado militar, que era el General Humberto OVIEDO,
quien estaba con su señora. Indica que ellos vivían en Washington y se
trasladaron a Miami para reunirse con ellos. Añade que tuvieron
actividades de recreación esos días, pero no recuerda si hubo alguna
actividad protocolar.
Expresa que en algunas oportunidades hacían actividades juntos
y, en otras, el General FUENTE-ALBA les dejaba el tiempo libre en que
aprovechaban de conocer, pasear y comprar. Agrega que el General

200
FUENTE-ALBA, a su vez, salía con el General OVIEDO y su señora, y el
90% de los casos lo acompañaba su escolta. Refiere que la salida del
país que registra entre los días 12 y 20 de junio de 2011 a Brasil,
también corresponde a un viaje en comisión de servicio y que este viaje
era al que se refirió anteriormente y dijo que era Sao Paulo, pero
realmente ahora recuerda que era Brasilia. Señala que en esa
oportunidad alojaron en el resort, la comitiva y la señora PINOCHET.
Además, agrega, se reunieron allí con el Coronel FUENZALIDA y su
señora. Añade que en Brasilia y en Río de Janeiro tuvieron actividades
oficiales con el Comandante en Jefe de Brasil y el Comandante de la
Fuerza del Control Civil (Favelas).
Expone que la salida del país que registra entre el 22 de julio y el
04 de agosto de 2011 con destino a Francia, París y Singapur, fue en
comisión de servicio. Dice que le parece que en París estuvieron tres o
cuatro días y en Singapur el resto y que a ese viaje hizo mención en
relación con la estadía en Singapur y que fue coordinado por el Coronel
HALD como ayudante, y dice que no fue como invitado para que
conociera. Agrega que en Singapur estuvieron en el hotel donde se
organizó la actividad y que sólo recuerda haber pagado alguna comida
particular, todo lo demás le fue pagado, se imagina que por protocolo
establecido y al que hizo referencia. Añade que en París no realizaron
actividades protocolares, sino que solamente de descanso. También en
ese viaje se alojaron en el Hotel Plaza Athenee. Indica que en cuanto a
los gastos, se remite a lo ya señalado.
Expresa que la salida que registra entre el 27 y 30 de septiembre
de 2011, cree que es un viaje institucional. Señala que recuerda que en
una oportunidad viajaron a Buenos Aires con el Comandante en Jefe, su
señora, el escolta y personal operativo y que también viajaron el
General GONZÁLEZ con su señora y el Brigadier GARCÍA con su señora.
Añade que cree que estos últimos no fueron a las actividades
protocolares. Señala que el General FUENTE-ALBA tenía una muy buena
relación con el General GONZÁLEZ, se llevaban muy bien, así como las
señoras respetivas. Indica que le parece que el único motivo del viaje
del General GONZÁLEZ y el Brigadier GARCÍA, en esa oportunidad, fue
de acompañar al General FUENTE-ALBA.

201
En cuanto a su salida entre el 23 y 28 de octubre de 2011 con
destino a Perú, puede explicar que corresponde a una comisión de
servicio, salieron de Chile en el avión institucional con destino a Lima,
pero el avión sufrió un desperfecto en vuelo y se regresó a Arica, y el
día siguiente, salieron en forma terrestre a Tacna, y desde ahí tomaron
un avión comercial a Lima. Refiere que en Lima había una actividad de
servicio y también visitaron Machu Pichu con todas las delegaciones
como parte de las actividades planificadas. Agrega que, en todo caso, no
recuerda bien si fue en este viaje que visitaron Machu Pichu o en otro.
Sostiene que el General FUENTE-ALBA regresó en forma independiente,
en un avión particular, pero no fue el citation del Comandante en Jefe
porque estaba en reparación y que en todo caso, volvió en un vuelo
comercial. Señala que la oportunidad en que el señor LUKSIC puso a
disposición su avión particular fue en un viaje que hicieron a Brasil y
particularmente respecto del regreso solamente. Dice que según tiene
entendido, el regreso se hizo así, porque había una actividad en Colina
de inauguración de una iglesia, a la cual el Comandante en Jefe
originalmente no pensaba asistir, pero ante el ofrecimiento del señor
Andrónico LUKSIC, quien donó dicha instalación, de proporcionar un
traslado particular en su avión privado, el General FUENTE-ALBA accedió
y se hizo de esta manera.
Señala respecto del viaje del 18 al 25 de noviembre de 2011, a
Argentina, que corresponde también a una comisión de servicio. Indica
que viajaron a Buenos Aires y estuvieron allí unos dos días, puede ser,
no recuerda que se hayan realizado actividades protocolares y que
también estuvieron en ese viaje en Salvador de Bahía donde se realizó
el Congreso, el que duró unos tres o cuatro días. Agrega que puede ser
que en este viaje el General FUENTE-ALBA regresara en el avión
ofrecido por LUKSIC. Señala que en Buenos Aires alojaron en el Hotel
Alvear Palace y en Salvador de Bahía en el hotel donde se llevó a efecto
el Congreso. Refiere que respecto del viaje entre el 10 y 20 de mayo de
2012, con destino a Estados Unidos y Colombia, recuerda que estaba de
Agregado en Estados Unidos el General Guillermo PORCILE. Dice que si
no se equivoca, recuerda que viajaron con destino a Miami y Colombia y
que puede haber sido que tanto de ida como de regreso hayan pasado

202
por Miami. Manifiesta que en Miami no recuerda que se hayan realizado
actividades protocolares, pero sí recuerda que estaba el General
PORCILE con su señora los que se reunieron con ellos, estando también
la señora del General FUENTE-ALBA, lugar en que aprovecharon de
descansar.
Señala que después se fueron a Colombia donde los recibió en
Bogotá el Comandante en Jefe del Ejército de Colombia y se realizaron
algunas exposiciones. Añade que también se hizo una actividad en
Cartagena de Indias, donde también alojaron, en el Hotel La Ciudad
Amurallada.
Expresa que el viaje desde el 20 de septiembre al 02 de octubre
de 2012, con destino a España, corresponde a una comisión de servicio
y que el destino fue Madrid-Turquía. Señala que en Madrid se visitó al
Comandante en Jefe del Ejército de Tierra en España y de ahí se fueron
a Ankara, donde estuvieron dos o tres días. Añade que luego, el
Comandante en Jefe de Turquía los trasladó a Estambul, viajando
siempre con la comitiva y la señora del General FUENTE-ALBA y de
Estambul se fueron a Madrid y luego, el General FUENTE-ALBA se fue a
un resort al Caribe con su señora, su escolta y un enfermero,
desconociendo el lugar específico.
Expresa que ignora si esto fue un cambio de itinerario dentro del
Decreto y que, en todo caso, es poco probable que de un momento a
otro haya decidido un cambio de itinerario de esa magnitud. Añade que
ignora con quien se puede haber reunido el General FUENTE-ALBA en el
Caribe. Manifiesta que desconocía los costos que se manejaban de los
pasajes y estadías, tanto como ayudante y como Jefe de Coordinación.
Agrega que en Ankara alojaron en el Hotel Militar, según recuerda.
Expresa que respecto del viaje que registra del 15 al 16 de
noviembre de 2012, con destino a Alemania, fue en comisión de servicio
y recuerda que estuvieron con el Comandante en Jefe del Ejército en
München, visitaron unos Fuertes Militares en Alemania, particularmente
en Frankfurt y también realizaron actividades particulares. Dice que
recuerda que en Frankfurt se hicieron unas reuniones y que desconocía
que de acuerdo al Decreto respectivo la comisión era sólo a Berlín.
Agrega que en todo caso, en Berlín también estuvieron y tuvieron

203
actividades militares. Añade que en Madrid, al menos con él, no se hizo
ninguna actividad protocolar.
Indica que puede ser que el General FUENTE-ALBA en este viaje
haya invitado a algunas personas que trabajaban cercanas a él, a título
de premio por su desempeño. Dice que esto lo decidía el General y lo
empezó a hacer en el año 2012. Señala que alguna vez había escuchado
que esto se había hecho antes, pero no tan claramente dentro del
contexto de que se trataba de un premio, y tampoco en esta magnitud,
quiere decir con esta cantidad de personas que viajaban en esa calidad.
Indica que hasta donde sabe, estos viajes que se daban como premio,
los pagaba la institución. Señala que recuerda que los hoteles en
Alemania eran civiles y de muy buen nivel, tanto en München, en
Frankfurt como en Berlín. Refiere que los pagos se hicieron de la misma
forma que ha explicado y en todos los viajes lo acompañaba la señora
PINOCHET. Recalca que hay aspectos que pudo haber dicho en esta
declaración en los que pudo haber incurrido en alguna imprecisión de
fecha y procedimiento exacto, dado el tiempo que ha transcurrido.
A fojas 3121 expone que ha recordado que en el viaje a
Alemania, dos chilenos civiles cuyos nombres no recuerda, los
acompañaron a la ciudad en donde se encuentra el museo de la
Mercedes Benz, viajaron en tren y en la estación terminal,
conjuntamente con el personal operativo, que en esa oportunidad eran
TOLEDO y SALVADOR, los llevaron en un vehículo a dicho museo,
mientras que el General FUENTE-ALBA, conjuntamente con el escolta
fue conducido por estos dos chilenos a otro lugar, el que desconoce,
para finalmente reunirse en el museo de la Mercedes Benz. Después de
esto, agrega, puede ser que el General se haya reunido en la noche con
los chilenos, pero no lo sabe bien, no recuerda qué pasó.
Expresa que también recuerda ahora que en el viaje a Francia y
Singapur se le celebró el cumpleaños a la señora Anita PINOCHET y
quien coordinaba este viaje en la parte ejecutiva era el Coronel HALD,
por lo tanto a él le correspondió coordinar también la comida de
celebración, a la cual asistió toda la comitiva y el Agregado Militar, el
Coronel ROJAS y seguramente también su señora. Expone que recuerda
que la celebración se hizo en un restaurant de muy buena condición,

204
cerca de los Campos Elíseos en París. Añade que no vio la cuenta, pero
se imagina que debe haber sido caro. Señala que lo pagó Curt HALD, no
cree que con su patrimonio.
Señala que existía un acuerdo de palabra con los otros ayudantes
del Comandante en Jefe en el sentido de que los viáticos que les
correspondían a uno y otro los dividían en mitades. Dice que esta era la
costumbre que se venía haciendo, porque era dispar que a un ayudante
le correspondiera un viaje con un viático muy pequeño y a otro, en
cambio, por el sistema de turno le correspondiera un viático mucho
mayor. Añade que el viático nunca lo usaron para costear el
alojamiento, y lo destinaron en la forma que señaló en su declaración
anterior, en algunas ocasiones alimentación, transporte y souvenir o
regalos.
Expone que efectivamente conversaban con los otros ayudantes el
tema de los dineros que recibían por los viajes, porque no era una
situación normal, sin embargo, él rendía cuenta a Jorge CORTÉS de lo
que se le entregaba. Indica que esta rendición de cuenta no se hacía a
través de ningún documento oficial sino que a través de un
procedimiento interno que consistía en entregarle las boletas a CORTÉS
y referirle verbalmente aquellos gastos por los que no se le había
entregado boletas. Dice que CORTÉS no le hacía entrega de ningún
documento y que, en todo caso, no eran altos montos. Manifiesta que
en cuanto a los excesos de equipaje, se pagaban en el aeropuerto con
los mismos dineros que les había entregado previamente CORTÉS para
“imprevistos” y que nunca pidió formalmente que se le pagara exceso
de equipaje.
Manifiesta que al principio, cuando llegó al cargo de ayudante de
Comandante en Jefe, no se le pagó exceso de equipaje, pero en alguna
conversación que no recuerda con quién fue, salió el tema, hicieron las
consultas, cree que en la Sección Pasajes y Fletes, y se les empezó a
pagar exceso de equipaje. Añade que estos dineros se los entregaba la
señora Victoria LATRACH en el mismo sobre que contenía los pasajes del
viaje respectivo, en dólares, en dinero efectivo. Señala que ignora cuál
era el parámetro para determinar el monto y que no recuerda el monto,
que pueden haber sido entre US$150 y US$300, no lo recuerda bien.

205
Añade que recibía los sobres con el exceso de equipaje que le
correspondía a él, y eventualmente el de los otros ayudantes y de la
comitiva, pero no recibió un sobre dirigido al General FUENTE-ALBA, el
cual podría haberlo recibido directamente el General FUENTE-ALBA o el
Coronel CORTÉS.
Señala que el General FUENTE-ALBA siempre viajaba con su
señora Anita PINOCHET. Indica que como ayudante no tenía mayor
conocimiento sobre la procedencia del viaje de la señora y luego, como
Jefe de Coordinación, tampoco, en lo que a pagos se refiere. Añade que
nunca cuestionó que la señora del Comandante en Jefe viajara con
cargo a los fondos fiscales, pensó que era el protocolo que se venía
haciendo desde antes del General FUENTE-ALBA. Refiere que ahora
recién lo analiza y se da cuenta que era cuestionable, no lo podría
justificar.
Indica que nunca ha viajado en comisión de servicio con su señora
y tampoco el Ejército le habría pagado el pasaje de ella, no se lo habrían
aceptado.
Expresa que inició el trámite de un viaje del General FUENTE-ALBA
con su hijo Juan Miguel, a fines de noviembre y primeros días de
diciembre de 2013, a Miami, a realizarse a fines de diciembre de ese
año. Dice que ese viaje, a él le dieron los nombres y los tramitó con la
agencia de viajes LATRACH, pero el General FUENTE-ALBA estaba
indeciso si iba con el hijo y la señora de éste o solamente el primero o
ninguno de ellos. Agrega que le entregó su cargo a Julio PARRA antes de
que el viaje se verificara en esta situación de indeterminación, por lo
tanto, no supo si en definitiva el hijo viajó o no. Indica que gestionó
como parte integrante del grupo que conformaba la comitiva, porque la
nómina que se le entregó lo incorporaba, al hijo y a su señora. Señala
que, en todo caso, esto era siempre así cuando el General decidía invitar
a alguien, en el sentido de que él mismo daba los nombres y la
categorización dentro de los vuelos. Agrega que nunca gestionó un
business para alguien que no fuera el Comandante en Jefe y su señora.
Expone que como Jefe de Coordinación le correspondió coordinar
el viaje del General FUENTE-ALBA a Canadá que se realizó el año 2013
por el que se le consulta y que, según le señala el tribunal, se habría

206
realizado entre el 26 de marzo y el 07 de abril del año 2013. Dice que
recuerda de este viaje que hubo un problema con la visa a Canadá del
Comandante en Jefe, le parece que por los tiempos de solicitud. Que
ignora los motivos por los cuales se cambió el itinerario que, según el
Decreto, primero era Canadá y luego se incorporó Estados Unidos.
Señala que, en todo caso, no veía los Decretos, por lo tanto, se limitó a
coordinar los traslados y estadías que no estaban consideradas por
parte de la Dirección de Relaciones Exteriores ni por el Agregado Militar
en Washington si es que pasaron por él.
Expresa que tratando de hacer memoria, puede ser que el exceso
de equipaje que él recibió también fuera la mitad del que le entregaban
porque cree que también lo dividían.
Indica que desconocía que se haya facturado por el pasaje del
General FUENTE-ALBA, por este viaje, más de $6.600.000 como le hace
ver el tribunal. Agrega que nunca manejó los valores de los pasajes y
tampoco sabía que el valor real pagado había sido muy inferior, ni que
el valor total de este viaje superó los $35.000.000. Dice que desconocía
que existieran diferencias en los valores de los pasajes y que hayan sido
reembolsados o devueltos al General FUENTE-ALBA o a otra persona.
Manifiesta que recuerda el viaje que el General FUENTE-ALBA
realizó a Alemania e Italia que se habría verificado entre el 08 y 19 de
mayo de 2013, según le señala el tribunal. Señala que coordinó el viaje
según los requerimientos que le hizo el propio General FUENTE-ALBA,
que incluyó efectivamente otras ciudades además de Roma, recuerda
específicamente que incluyó Venecia y otras ciudades que no recuerda
con precisión, pero que las coordinó a petición del General,
desconociendo que no estaban en el Decreto como se le hace ver por el
tribunal. Dice que el Decreto, por lo demás, también sabe que se
cambiaba antes del viaje, se modificaba la cantidad de personas que
viajaban, los itinerarios y la fecha. Agrega que era muy complejo el
coordinar los viajes del General FUENTE-ALBA por los cambios que
generaba a última hora e indecisiones. Además, dice, porque a veces
reclamaba o hacía presente su disconformidad, por ejemplo, con la
habitación, lo que posteriormente recaía en él o quien fuera el Jefe de
Coordinación. Añade que, particularmente, respecto de su estancia en

207
Venecia recuerda que hubo un reclamo sobre el tamaño de la
habitación, pero no del General, sino que lo recibió de parte de uno de
los acompañantes. Le parece también que se contrató desde Chile una
lancha especial para trasladarlo al hotel en Venecia.
Expresa que en cuanto a la explicación que el tribunal le indica
habría dado el General FUENTE-ALBA para recorrer las ciudades del
norte de Italia, como Turín, Milán y Florencia, además de Venecia, en
cuanto a que debía conocer estos lugares donde se había desarrollado la
segunda guerra mundial por ser de interés para fines militares de parte
de la comitiva, le parece poco adecuada, por decirlo de una forma
coloquial, no tiene explicación ni justificación para ello. Dice que le
parece que a este viaje lo acompañaron los ayudantes ALIAGA y LEÓN,
pero no está seguro, pero no recuerda qué coordinaciones hizo respecto
de la estancia de ellos en Roma.
Señala que ignoraba que este viaje tuviese el costo superior a los
$70.000.000 y que en todo caso, como señaló, no manejaba el tema de
los costos. Añade que nunca negoció los valores. Además, indica, en
varias oportunidades quiso cambiar la agencia de viajes que era turismo
LATRACH, lo conversó verbalmente con el Jefe de la Sección Pasajes y
Fletes, que puede haber sido el Coronel JARA o el Coronel CORNEJO,
pero no hubo voluntad de hacer el cambio, nunca le dijeron las razones.
Expresa que respecto del viaje que registra el Comandante en
Jefe, General FUENTE-ALBA, que según le señala el tribunal, fue a Reino
Unido (Londres), Bosnia Herzegovina (Sarajevo-Banja Luka) y Chipre
(Lárnaca-Nicosia) entre el 25 de julio y el 10 de agosto de 2013,
recuerda que Andrónico LUKSIC le ofreció el alojamiento en Croacia al
General, a quien se lo señaló antes de iniciar el viaje. Dice que tuvo que
llamar a la secretaria de LUKSIC para preguntar qué significaba la
invitación, si sólo incluía el alojamiento de él y la señora, o también el
del resto de la comitiva, a lo que le respondió que sólo estaba
considerando el del General y la señora, por lo tanto, el resto se tuvo
que pagar por el Ejército. Añade que este viaje fue el más complejo de
todos los que tuvo que coordinar y también recuerda que durante ese
viaje, se refiere durante la comisión misma, hubo cambios de itinerario,
recuerda aquel relativo al de la señora Anita PINOCHET, quien

208
originalmente estaba considerada que iba a ir a Bosnia y Chipre, pero
desistió y uno de los ayudantes, ALIAGA o LEÓN, lo llamó para coordinar
el traslado de la señora Anita a París, mientras el General iba a Bosnia y
Chipre. Agrega que además, a la señora PINOCHET la acompañó parte
de la comitiva a París y desde Chile tuvo que coordinar los traslados y
estadías en París. Dice que no recuerda cuántos días estuvieron en
Croacia y cuántos días estuvieron en París.
Señala que desconocía que Croacia no estaba considerado en el
Decreto, pero sí en el itinerario y de acuerdo a las instrucciones del
propio General FUENTE-ALBA. Añade lo mismo en relación con París.
Expresa que siempre se consideraban vehículos para el traslado
del Comandante en Jefe, su señora y la comitiva, esto se arrendaba
desde Chile. Dice que siempre era un vehículo VIP y el resto una Van,
las que podían ser dos, dependiendo del número de personas y cantidad
de bultos que había que trasladar. Señala que la estancia en París se
coordinó con la señora Victoria LATRACH acá en Chile, como se hacía
con el resto de los viajes y se pagaban acá.
Respecto del viaje a Australia y Nueva Zelanda efectuado entre el
04 y 13 de septiembre del año 2013, indica que recuerda que sí se hizo.
Indica que recuerda que el General FUENTE-ALBA o el Secretario
General, que en esa época era el General GRIFFITHS, uno de ellos le
avisó que a este viaje también concurriría el General Humberto OVIEDO,
quien viajó aparte y se vino a Chile después que el General FUENTE-
ALBA, permaneciendo allá, conjuntamente con uno de los mayordomos,
con TOLEDO. Expresa que ese viaje del General OVIEDO no lo coordinó
él, se imagina que OVIEDO lo hizo directamente con la Sección Pasajes
y Fletes, pero no participó. Señala que no recuerda cuál fue el itinerario
que solicitó el General FUENTE-ALBA. Refiere que los viajes del General
FUENTE-ALBA se comenzaban a coordinar unos treinta días antes del
viaje mismo; siempre había que tomar la información de la DIRIDE y
juntarla con el itinerario final. Añade que en relación con los últimos
viajes del General FUENTE-ALBA como Comandante en Jefe, los últimos
detalles se coordinaron con unas dos semanas de anticipación al mismo.
Expone que respecto del viaje que registra el Comandante en Jefe
General FUENTE-ALBA a México y China desde el 18 de octubre y 03 de

209
noviembre de 2013, que recuerda haberlo coordinado. Indica que
viajaron los dos ayudantes y si fue alguien adicional a la comitiva y a la
señora del General, él no lo tramitó.
Indica que casi todos los viajes que se realizaron en el año 2013
por el General FUENTE-ALBA lo acompañaron sus dos ayudantes,
además los dos mayordomos, el escolta y el enfermero. Dice que ignora
las razones por las cuales se empezó a hacer esto, cuando lo normal
antes había sido que viajara únicamente un ayudante, un mayordomo y
un escolta, pero que, en todo caso, era la decisión del General FUENTE-
ALBA en determinar quiénes conformaban la comitiva.
Señala que no recuerda detalles de ese viaje, ni en México ni en
China. Manifiesta que en todo caso los hoteles todos fueron presentados
al General FUENTE-ALBA y él decidió en definitiva el alojamiento, así
como los horarios de los vuelos y los cambios de los mismos, como
sucedió siempre.
Expresa que ignoraba los costos del pasaje, que se hubiesen
pagado más de $17.800.000 por el pasaje exclusivamente del General
FUENTE-ALBA, y por el total de los pasajes de la comitiva más de
$81.000.000.
Refiere que respecto del viaje realizado por el General FUENTE-
ALBA entre el 21 de noviembre y 01 de diciembre de 2013, con destino
a Corea del Sur, no tiene mayores recuerdos, salvo que lo coordinó él y
que no recuerda quiénes fueron los integrantes de la comitiva. Dice que
en todo caso, el General fue con su señora, pero no recuerda si lo
acompañó algún otro General, en particular el General GONZÁLEZ.
Asevera que el último viaje que alcanzó a coordinar en parte fue
aquél realizado por el General FUENTE-ALBA entre el 26 de diciembre de
2013 y el 02 de enero de 2014, con destino a Haití. Añade que ese es el
viaje al que se refirió anteriormente respecto del cual se le solicitó por el
General que considerara dentro de la comitiva a su hijo y a la señora de
éste, desconociendo finalmente cómo se ejecutó. Indica que como fue
destinado al Regimiento Buin en diciembre del año 2013, por lo tanto,
ignora cómo se concretó el viaje señalado. Agrega que con fecha 31 de
diciembre de 2017, solicitó su retiro, haciéndose efectivo esto en el mes
de junio del año 2018.

210
Expresa que además de las comisiones de servicio por los viajes
que acompañó al General FUENTE-ALBA, las únicas veces que salió del
país por la institución en comisiones al extranjero, fueron cortas, una en
el año 2009, como Comandante de Batallón, otra en el año 2001, como
Comandante de Compañía, y otra en el año 1994, como Teniente y
Comandante de Sección y que el resto de los viajes al extranjero, fueron
particulares.
Señala que tratándose de los viajes nacionales del Comandante en
Jefe General FUENTE-ALBA, el Jefe de Coordinación era el encargado de
ver los temas generales de los viajes, y las cuestiones muy de detalle
los veía el ayudante. Agrega que el General FUENTE-ALBA, en la mayor
cantidad de oportunidades, alojaba en hoteles comerciales, no en
hoteles institucionales, en Arica, el Hotel Arica y el Hotel Diego de
Almagro, en Antofagasta e Iquique, el Hotel Terrado, en Valparaíso en el
Sheraton Miramar, en Coyhaique en un Hotel Boutique, no recuerda el
nombre. Señala que en otra ciudad, que no recuerda fue el Hotel Enjoy,
en todo caso, siempre fue en hoteles de esas características, hoteles de
cinco estrellas. Agrega que la reserva del hotel la hacía el Jefe de
Coordinación, es decir, el declarante en su momento, y posteriormente
el pago lo hacía directamente el ayudante en el lugar, con los recursos
entregados por el Coronel Jorge CORTÉS, como también en algunas
oportunidades se hizo en los viajes al extranjero. Añade que en más de
alguna ocasión, en su calidad de ayudante, le correspondió hacer este
pago directamente en el hotel. Expresa que a los viajes nacionales
acompañaba al General FUENTE-ALBA el ayudante, el escolta, el
mayordomo y el enfermero y que en Chile, normalmente él viajaba sólo
con este equipo.
Expone que en algunas oportunidades el General FUENTE-ALBA
aprovechaba el viaje oficial y luego se iba, por ejemplo, a las termas de
Puyehue, donde se quedaba un par de días. Añade que en estos casos,
iba acompañado de su señora. Agrega que en Punta Arenas, cerca de
las Torres del Paine, en la localidad de Puerto Natales también alojó
unos días después de una comisión.
Manifiesta que cuando el General FUENTE-ALBA quería ir a su
departamento en Puerto Velero y no tenía alguna actividad militar, le

211
pedía al Secretario General que coordinara el avión institucional para su
traslado, el citation. Indica que cuando lo hacía por tierra, el General
FUENTE-ALBA lo hablaba directamente con sus escoltas. El concepto del
avión institucional era que el avión era para el uso del Comandante en
Jefe, por lo tanto, se imagina que estaba destinado para el uso que este
quisiera darle. Indica que era asimilable al uso del vehículo fiscal, por lo
tanto, nadie iba a cuestionar la solicitud, aun cuando pudiera presentar
alguna suspicacia su utilización para fines no institucionales.
Afirma que el General FUENTE-ALBA viajaba con su señora, e
ignora con quiénes más, a Puerto Velero, cada dos o tres meses. Señala
que en algunas oportunidades puede ser que haya viajado el viernes
después de almuerzo y regresado el día lunes en la mañana.
Manifiesta que nunca fue directamente al departamento del
General FUENTE-ALBA en Puerto Velero, pero en una ocasión el General
arrendó un departamento para que el declarante fuera con su familia
una semana de vacaciones. Asegura que no pagó por esta estadía, fue
invitación del Comandante en Jefe, en el verano del año 2011, e ignora
con qué recursos pagó esto el General, quien fue con su señora y su
hijo. Dice que tiene conocimiento que en el año 2010 o 2011, en un
viaje a Francia, el General FUENTE-ALBA invitó al Oficial de Órdenes,
Coronel HIDALGO FARIÑA, que lo acompañara con la señora, ignorando
los motivos.
Indica que el Oficial de Órdenes estaba encargado del tema de la
casa y esto no se mezclaba con los roles que tenían los ayudantes o el
Jefe de Coordinación.
Señala que podría presumir que los dineros para pagar los gastos
de la casa del Comandante en Jefe salían de la Comandancia en Jefe,
pero también podrían ser del Bienestar, pero lo lógico sería que salieran
de la Comandancia en Jefe. Indica que puede haber salido del ítem
presupuestario, como también de otros fondos, pudo ser de gastos
reservados, pero que en todo caso, no lo puede Aseverar.
Ignora qué fondos manejaba la Comandancia en Jefe, pero, en
todo caso, eso lo veía la Sección Finanzas.
Expresa que ha sabido sobre los recursos denominados
“extraordinarios” del Comandante en Jefe o de “libre disponibilidad” de

212
éste. Dice que no conocía esa nomenclatura, pero sí sabía que había
fondos que manejaba el Comandante en Jefe y se imagina que desde allí
salían los dineros que él recibía como ayudante.
Agrega que además del dinero que le entregaba Jorge CORTÉS
para los viajes, recibía una vez al año para vestuario como $1.200.000.
Asegura que CORTÉS se lo entregaba en un sobre, en efectivo y se
compró ropa con ello. Señala que esto se lo habían comentado los
ayudantes que era así, para comprarse ropa militar y de civil.
Dice ignorar si alguien más de la Comandancia recibía alguna
suma de dinero adicional, porque eso no se comentaba, salvo entre los
ayudantes. Manifiesta que sí le llamó la atención, pero entendió que
existía esa disponibilidad de recursos para los ayudantes.
Expone que por concepto de “gastos de ayudantía”, ellos no
reciben una suma adicional de dinero para gastos menores, pero si
había un requerimiento puntual, éste se realizaba directamente al
Coronel CORTÉS quien era el encargado de costearlo, les entregaba el
dinero, compraban o mandaban a comprar lo que se necesitaba y luego
le rendían cuenta al Coronel CORTÉS. Señala que como eran recursos
que él manejaba, CORTÉS decidía si se podía hacer el gasto o no.
Expresa que nunca consultó cuántos eran los fondos que estaban
disponibles para estas compras extraordinarias, compras en particular
en estos momentos no recuerda, pero efectivamente sí existieron.
A fojas 3153, agrega que, en realidad, recordando, el exceso de
equipaje se le comenzó a dar a fines del 2011; indica que éste no lo
repartía con el otro ayudante como dijo y que no debió haber sido más
de 200 dólares por viaje; señala además no recuerda si lo gastó
realmente en sobrepeso, pero pudo haber sido que lo ocupó. Expone en
cuanto al viático, que no lo destinó a alojamiento, y sólo en algunos
casos a alimentación, transporte y souvenirs. Agrega que omitió señalar
en su declaración anterior, que cuando era Mayor y estaba en el último
año de la Academia de Guerra, aproximadamente en el año 2005, viajó
a Europa, con todo el curso de la Academia. Dice que llegó a la
Comandancia en diciembre del año 2009, y le dieron el dinero del
vestuario, ascendente a $1.200.000.-, para vestuario militar y civil.
Indica que esto ya era distinto a lo que recibía normalmente como

213
funcionario militar, en cuya calidad recibía una cuota institucional de
$60.000 u $80.000 anual.
Manifiesta que otra diferencia que advirtió cuando llegó a la
Comandancia es que los ayudantes del Comandante en Jefe almorzaban
en la Comandancia, en un reservado dispuesto para ello, que era
contigua a la oficina de los ayudantes, cercana a la oficina del
Comandante en Jefe. Dice que a su vez, el almuerzo que se entregaba
como ayudantes era mejor que el normal, esto es, al que recibía antes
de llegar a la Comandancia, era un rancho mejorado. Añade que
normalmente el Comandante en Jefe almorzaba en un privado con el
Secretario General y con el Brigadier GARCÍA, pero el General IZURIETA
siempre solo. Agrega que en ciertas ocasiones el Comandante en Jefe
invitaba a almorzar a civiles o a militares, activos o en retiro, ignorando
cómo se costeaban estos almuerzos. Señala que en todo caso, no era
rancho, sino que era un almuerzo más refinado o producido. Refiere que
esto lo veía directamente el Mayordomo, de apellido VARAS o PINTO, se
les denominan “repostero”. Expone que al Comandante en Jefe se le
ofrecía un almuerzo de cosas más delicadas, acompañada de vino marca
Montes Alpha, lo cual sabía por dichos de los mismos mayordomos.
Indica que cuando se hacía algún almuerzo, el mayordomo le proponía
al General FUENTE-ALBA dos o tres menús, y él elegía, pero que ignora
cuánto se gastaba por este concepto.
Señala que tratándose de los regalos oficiales, vale decir,
protocolares, y también los personales, los veía el oficial Alfredo
MERINO, que trabajaba con el Secretario General, y Marcelo OCAMPO,
quien asumió el cargo del oficial MERINO cuando éste se retiró. Indica
que los regalos protocolares eran las bandejas de plata de distintos
tamaños, porta tarjeteros de plata, espuelas y otros que eran regalados
en las actividades protocolares del Comandante en Jefe, en Chile o en el
extranjero. Añade que como regalos personales puede identificar los que
se hacían cuando un oficial se iba de la Comandancia, en su caso fue un
reloj. Refiere que si el Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA,
requería algún regalo específico, se lo pedía a OCAMPO o a MERINO.
Expone que para Navidad además se entregaba a todo el personal de la
Comandancia una tarjeta giftcard, que puede haber sido de $100.000,

214
para cobrar en una multitienda, Ripley o Paris, no lo recuerda bien.
Añade que para su cumpleaños le regalaron una corbata, en por lo
menos dos ocasiones, y el último año no alcanzó a estar de cumpleaños.
Señala que a los ayudantes les regalaban corbatas para sus
cumpleaños, de marca Hermes. Manifiesta que a la Secretaria del
Comandante en Jefe, doña Cecilia FAÚNDEZ, y a doña TITA, en general
a las secretarias, el General FUENTE-ALBA les hacía regalos para su
cumpleaños y para el día de la secretaria. Dice que respecto del resto
del personal de la Comandancia, supone que también le hacía regalos
para el cumpleaños, pero no le consta, porque a él no le correspondió
guardar el regalo mientras se hacía entrega de aquel.
Expresa respecto del regalo a los Generales, que sabe que se les
hacía todos los años un regalo para su cumpleaños y para la Navidad, lo
que definía el General FUENTE-ALBA con el Secretario General, que era
el mismo regalo para todos los Generales ese año. Recuerda como
regalo entregado a los Generales un mini componente para la Navidad,
que también recibió junto con el otro ayudante. Indica que fue el único
año que recibió lo mismo que los otros Generales, pero no recuerda
otros regalos. Agrega que respecto de los regalos a las señoras de los
Generales, sabe que se les hacía un regalo, pero pasaba inadvertido
porque era ajeno a la ayudantía, cree que la señora Anita PINOCHET, la
señora del General FUENTE-ALBA, lo veía, sería imposible pensar que lo
veía otra persona, pero ignora qué es lo que se les regalaba.
Señala que conoció a la señora Verónica BLACKBURN, amiga de la
señora Anita PINOCHET, en una clase de cocina en Alonso de Córdova,
en el local que ella mantenía allí, a la que asistieron todos los oficiales
de la Comandancia en Jefe, aproximadamente unas 15 personas, y
además había algunos civiles. Dice que el local era de negocio de venta
de utensilios de cocina de alto valor, de precios inalcanzables, por lo que
nunca compró ahí. Señala que cree que en una oportunidad se le
compró a la señora Anita PINOCHET un regalo ahí, en la tienda de la
señora Verónica BLACKBURN, consistente en una fuente de color greda,
la que le entregaron en Francia para su cumpleaños, en el viaje al que
acompañó al Comandante en Jefe, al igual que HALD. Indica que no
recuerda si eran una o dos fuentes las que llevaron desde Chile y que

215
desconoce el valor de estas fuentes, pero no puede haber sido un precio
bajo.
Adiciona que a las señoras de los oficiales de la Comandancia en
Jefe, se les enviaba para su cumpleaños una torta, pero no sabe si al
resto del personal de la Comandancia en Jefe se les entregaba una
giftcard para su cumpleaños, porque eso lo veía el Secretario General.
Indica que no recuerda si se hacían regalos para el nacimiento de algún
hijo del personal de la Comandancia. Expresa en cuanto a los regalos de
matrimonio, que efectivamente se les hacía regalos a quienes enviaban
parte de matrimonio al Comandante en Jefe, esto no se sabía
oficialmente, pero el General FUENTE-ALBA lo veía con el Secretario
General, ignora cómo se definían los regalos, y los valores de los
mismos.
Manifiesta que no sabía que a los hijos de los Generales se les
hacía un regalo para sus matrimonios, pero se imagina, que habiendo
llegado al Comandante en Jefe el parte de matrimonio, él les hacía un
regalo. Dice que no supo en esa época que se les hubiera hecho un
aporte en dinero efectivo a los Generales para costear la fiesta de
matrimonio.
Refiere que a cargo de la casa del Comandante en Jefe se
encontraba el Oficial de Ordenes, que en la época del General FUENTE-
ALBA, era el Coronel Rodolfo HIDALGO. Dice que dentro del mismo
recinto había una instalación en donde se encontraba la seguridad y la
oficina de don Rodolfo HIDALGO, y él veía la seguridad de la casa,
vehículos, el personal, la alimentación de la gente de servicios, y estaba
la instalación aparte. Señala que en la casa del Comandante en Jefe
vivía la señora Anita María PINOCHET, el General FUENTE-ALBA, su hijo
menor cuyo nombre no recuerda, y también vivió un buen tiempo Juan
Miguel, el hijo mayor con su señora, por períodos largos, ignora los
motivos. Expresa que el General se llevó un ranchero o cocinero de la
Comandancia en Jefe, a su casa. Señala que en varias oportunidades
estuvo en la casa del General FUENTE-ALBA, pero su lugar de espera
era en las instalaciones del personal de servicio. Indica que alguna vez
ingresó a la casa en actividades oficiales, en unas ocho oportunidades,
de las cuales, sentado a la mesa, en unas cinco oportunidades y que

216
estas ocasiones especiales consistían en las comidas de final de año,
comidas de agradecimiento a autoridades, que venían del extranjero
principalmente.
Manifiesta que las actividades de la casa eran muy refinadas,
extremadamente protocolares, con todos los procedimientos de servicio
de platos, cubiertos, copas y momentos para cada etapa de la comida,
extremadamente minuciosos todos los detalles. Agrega que la comida
era de muy buena calidad al igual que los bebestibles, por ejemplo, los
vinos eran de marca Montes Alpha, que le gustaba al General FUENTE-
ALBA, también había champañas de muy buena categoría y bajativos de
igual calidad. Añade que además normalmente había una persona
tocando el piano y otro tocando el violín, no recuerda la cantidad de
músicos, pueden haber sido dos o tres. Agrega que la mesa era
perfecta, no era algo habitual para ninguna persona corriente, nunca lo
había vivido así. Señala que en una oportunidad se encarpó afuera, en
el jardín, el resto de las ocasiones siempre fue en la mesa principal. Dice
que tiene claro que la banquetería no la hacía el Club Militar, que estaba
al lado, sino que lo hacía un particular, ignora si esto lo veía el General
FUENTE-ALBA o su señora, y no cree que ella lo haya delegado. Dice
que parte de la ornamentación eran los arreglos florales. Señala que
llegaba una hora antes de la comida para preparar los regalos y las
actividades protocolares o institucionales que le encargaba el General
FUENTE-ALBA. Añade que aparte de la instalación del personal de
seguridad estaba el personal que trabajaba propiamente en la casa del
Comandante en Jefe, la que estaba a cargo del Coronel Rodolfo
HIDALGO. Indica que no conoce exactamente cuántas personas
trabajaban en la casa del Comandante en Jefe, sabe con certeza que
había un telefonista permanente y alguien de servicio, que era un
mayordomo, esto lo sabe porque en más de una oportunidad llamó a la
casa un fin de semana y le contestaron ellos. Indica que no sabe cuánto
personal de aseo, cocineros y mayordomos trabajaban normalmente en
la casa, nunca se lo preguntó a HIDALGO. Agrega que en la casa había
permanentemente vehículos, sacando los de seguridad, había dos
furgones de servicio y un Land Rover Discovery, le parece que éste
venía del Comandante en Jefe anterior. Dice que en la casa vio también

217
un Volkswagen Touareg y un Audi, estos en un lugar más apartado que
no era el de ingreso, por lo tanto, pueden haber habido otros autos que
no visualizó. Señala que en una oportunidad acompañó al General
FUENTE-ALBA a buscar a Klassic Cars, con la seguridad, un vehículo
Audi nuevo. Expresa que el General FUENTE-ALBA cambiaba
frecuentemente de vehículos y le consultó en una oportunidad a él por
qué hacía estos cambios, quien le contestó que por su cargo lograba
precios más beneficiosos, ignora dónde. Añade que además de los Audi
y la Touareg, vio un Mercedes Benz que traía de antes, un E-500.
Señala que recuerda dos conductores que manejaban los vehículos
institucionales; a uno le decían “Puma”, y el otro era de apellido
TUDELA. Agrega que su relación con la señora Anita PINOCHET era en
los viajes internacionales, donde se producían todos los temas
relacionados con los regalos y los temas que tuvieran que solucionar o
prever. Expone que todos los requerimientos que ella necesitaba, eran
satisfechos por el ayudante y el mayordomo que llevaba, al igual que si
fuera el General FUENTE-ALBA. Manifiesta que tratándose de los regalos
que ella llevaba al viaje para las actividades protocolares, ella los veía
directamente, ellos se limitaban a trasladar los regalos al país de
destino. Expresa que en general el día anterior a alguna actividad se le
consultaba a ella si iba a hacer algún regalo para que les avisara qué
cosa quería que le llevaran, regalos que ella ya manejaba en la casa.
Señala que en Chile nunca acompañó a la señora Anita PINOCHET,
esto lo hacía Rodolfo HIDALGO y que en el extranjero ella era parte del
equipo que iba, por lo que si había que hacer algo, se coordinaba y se le
acompañaba. En todo caso, expresa, si iba un solo ayudante, este iba
con el Comandante en Jefe. Añade que para los ayudantes era
beneficioso que fueran ambos a los viajes, porque se repartían las
funciones, además el viático era completo para ambos, pero ignora si la
decisión del Comandante en Jefe de que fueran ambos ayudantes
obedecía a esto u otro análisis.
Manifiesta que ellos coordinaban el viaje con el General FUENTE-
ALBA, ignora cuál capacidad de influencia ejercía su señora en las
decisiones que él tomaba en cuanto el desarrollo del viaje, pero sin duda
que tiene que haber influido.

218
Recuerda, dice, como requerimiento especial que le pudo haber
hecho la señora Anita PINOCHET, el tramitar el Tax Free en los
aeropuertos, esto en relación con las boletas de compras particulares
que ella había hecho en el extranjero. Agrega que en cuanto a las
maletas, también era un tema que siempre complicaba por el número
de bultos que siempre se llevaban, y luego se traían de regreso,
considerando los regalos protocolares y particulares que el Comandante
en Jefe y su señora, adquirían en el extranjero.
Indica que don Mauricio VERA trabajaba con Rodolfo HIDALGO,
mayor relación con él no tenía, pero en alguna oportunidad VERA le
comentó que trabajaba con el General FUENTE-ALBA desde que este
tenía el grado de Comandante. Dice que VERA era de mucha confianza
del General FUENTE-ALBA, de hecho, trasladaba a los hijos en su época,
y tenían un trato muy cercano entre ellos, de mucha confianza, pero
ignora si le hacía encargos personales. Indica que en una oportunidad,
en el año 2010, compró unos habanos y una caja de habanos, a la Casa
del Habano en el Hotel W, al General FUENTE-ALBA, por encargo de él.
Expresa que le llamó la atención el alto valor de ambos productos y el
lugar, que era muy exclusivo. Indica que puede ser que en alguna
oportunidad le haya encargado alguna otra compra, pero no recuerda
bien, porque esto era algo que podía encargar a otros. Añade que nunca
vio que al Comandante en Jefe se le hiciera entrega de alguna suma de
dinero previa a un viaje ni en otra oportunidad.
Señala que puede suponer que la plata para comprar los regalos y
otras adquisiciones a las que ha hecho mención, pudo haber provenido
de gastos reservados, pero en ese minuto no lo pensó, sólo imaginó que
eran fondos asignados a la Comandancia en Jefe. Refiere que ahora
parece poco creíble, pero en ese momento no había información al
respecto, sumado a que la información que tenían era que esta era una
práctica que venía de antes.
Sostiene que nunca tuvo que ir a dejar algún sobre con dinero a
algún ex Comandante en Jefe ni tampoco supo que alguien lo hiciera.
Añade que desconocía que existía un apoyo económico a los ex
Comandantes en Jefe. Señala que siempre se supo que los ex
Comandante en Jefe tenían un conductor y un mayordomo en las casas,

219
asignados por el Ejército, desconociendo las razones por las que se les
asignaba un mayordomo, pero nadie lo cuestionaba. Refiere que supo
que cuando se retiró el General FUENTE-ALBA, se retiró con más
personal, entre ellos, un enfermero, Mauricio VERA, un cocinero, ellos
tres con seguridad, pero ignora si había alguien más, pero cree que
había dos o tres más. Agrega que no mantuvo mayor contacto con el
General FUENTE-ALBA.
Manifiesta que existían dos auxiliares del Comandante en Jefe,
TOLEDO y SALVADOR y que en Chile ellos veían todos los temas de
vestuario del Comandante en Jefe, y puntualmente con el General
FUENTE-ALBA, todo lo relacionado con la adquisición de remedios.
Indica que cuando se salía al extranjero, ellos estaban encargados de
armar y desarmar las maletas, costura y planchado, lustrar zapatos,
etc., todo lo que necesitara el Comandante en Jefe en lo cotidiano y
personal. Señala que TOLEDO fue militar, recontratado por el Ejército;
que a SALVADOR lo traía de antes el General FUENTE-ALBA, quien llegó
activo a la Comandancia en Jefe, donde ascendió a Suboficial Mayor,
estando en la Comandancia. Añade que después de su retiro fue
contratado como Suboficial Mayor o como PAC (personal a contrata).
Agrega que ellos recibían una suma de dinero, se imagina que de parte
de CORTÉS directamente, para adquisiciones personales por encargo del
Comandante en Jefe, por orden de él, como por ejemplo remedios, fotos
personales y todo lo que fuera relacionado con su bienestar personal,
como la compra de colgadores, planchas, fundas de trajes, etc. Señala
que estos dineros se les entregaban a solicitud de ellos a partir de los
propios requerimientos. Indica que no tiene conocimiento si se les
entregaba a ellos a título personal otra suma de dinero, ellos tampoco
se lo comentaron, así como los ayudantes tampoco comentaban lo que
les entregaban a ellos.
Adiciona que el auxiliar de aeropuerto, señor DURÁN, civil, se
encargaba de la preparación de la llegada del Comandante en Jefe al
Counter para que fuera expedito, y todo lo relacionado con el
desembarco del avión, la salida del avión, chequeos, el VIP, las visas,
etc. Dice que este señor realizaba esta función desde la época del
General PINOCHET, se imagina que estaba contratado por el Ejército.

220
Dice que imagina que incurría en gastos del salón VIP en el aeropuerto y
otros gastos, y que estos los costeaba la Comandancia en Jefe, pero
desconoce si DURÁN recibía otra suma de dinero, él nunca se lo
comentó ni le dijo que requería recursos para algún gasto.
Indica que no tiene ningún conocimiento sobre fondos destinados
a imprevistos de la Secretaría General. Afirma que sabe que el
Secretario General tenía el mando, entre otros, de OCAMPO, MERINO,
CORTÉS, VÁSQUEZ, Coronel GUTIÉRREZ, personal operativo y toda la
Comandancia en Jefe, pero desconoce si recurría a CORTÉS, OCAMPO,
MERINO o VÁSQUEZ u otro para requerir fondos, se imagina que era así.
Agrega que no sabe si existían fondos para gastos imprevistos de la
Comandancia en Jefe, porque nunca supo de una caja chica u otro
concepto, pero a su vez, cada vez que se necesitaba algo, había
recursos disponibles. En todo caso, señala, había una separación entre
lo que era propiamente los gastos de la Comandancia en Jefe con los de
la Secretaría General, pero como señaló, no manejaba esos recursos.
Reitera que respecto del funcionamiento y mantención de la casa
del General FUENTE-ALBA, estaba a cargo Rodolfo HIDALGO, y de
proporcionar los recursos, cree que era Jorge CORTÉS, por el cargo que
detentaba en la Comandancia en Jefe, de Jefe de Finanzas. Dice que
desconoce cuánto se gastaba en la mantención de la casa, pero ésta era
maravillosa, preciosa, de muy buen gusto, con jardines, bonita vista,
piscina, un metraje enorme, un área institucional con salones y comedor
inmensos, y un área privada. Señala que ignora cuánto puede haber
sido el monto mensual que se gastaba en la casa, pero que en todo caso
CORTÉS debiera saber esto. Dice que la información de la Comandancia
en Jefe en general era muy compartimentada. Añade que a los escoltas
del Comandante en Jefe se les entregaba una suma de dinero que
desconoce, para imprevistos, entregados por Jorge CORTÉS y que de
ello tiene claridad, porque ellos mismos se lo comentaban, que
manejaban una cantidad de recursos. Adiciona que dentro de los
escoltas estaba SEINZ, KLENER Y PONCE. Dice que nunca le dijeron el
tipo de imprevistos, lo manejaban con CORTÉS.

221
Agrega que en muchas oportunidades fueron al Club de la Unión, a
homenajes protocolares donde acompañaba al General FUENTE-ALBA y
que éstas eran invitaciones protocolares.
Sostiene que existía un personal operativo que manejaba la
peluquería, sastrería y vehículos, en general, toda la plana
administrativa, donde existía un oficial a cargo de dichos temas. Dice
que no sabe cómo funcionaba la peluquería del Comandante en Jefe,
pero sabe que existía, y era para toda la Comandancia en Jefe, al igual
que la sastrería. Añade que ignora por qué no se les descontaba al
personal de la Comandancia en Jefe del sueldo, la cuota de sastrería y
peluquería, como sí sucede con el resto del personal del Ejército. Expone
que respecto de la sastrería, le parece que no se pagaba al sastre, sino
que se pagaba el insumo, él no pagó nunca los trabajos al Comandante
en Jefe ni para él, se imagina que los pagaba la Comandancia. Señala
que la Comandancia en Jefe asumía el costo de los periódicos que
llegaban y que a él le llegaba el diario el fin de semana, y en la semana
llegaba a la oficina de la Comandancia.
Expone, en cuanto a los gastos de representación, de acuerdo a su
conocimiento administrativo, que tienen que reunirse ciertos requisitos
de la autoridad para hacer uso de estos gastos; que se refiere a que
debe concurrir a las actividades protocolares ciertas autoridades, de
Intendente hacia arriba, como el Ministro de Defensa, para que se
pueda costear con estos gastos. Indica que si no concurren estas
autoridades, en el caso particular de la Comandancia, tienen que haber
recurrido a otros recursos, a otros fondos. Señala que ahora sabe que se
trataba de gastos reservados, por la información existente, pero en esa
época lo desconocía.
Agrega que le llamaba la atención que en la Comandancia en Jefe
hubiera tanta disponibilidad de recursos, a diferencia de lo que pasa en
una unidad regimentaría; que también le llamaba la atención los
cuadros de las instalaciones, alfombras, oficinas, la disponibilidad de
personal de la Comandancia. Indica que no había restricción de personal
ni de medios, lo que marcaba una gran diferencia con lo que ha vivido,
pero que simplemente se sumaba. A cargo de todo esto, refiere, estaba

222
el Comandante en Jefe y el Secretario General, por lo tanto, no tenía
injerencia para cuestionar o hacer cambios.
Reitera que el tema de sus pasajes cuando acompañó al
Comandante en Jefe en sus viajes, nunca los gestionó ni tampoco los
pagó.
45.- Declaración de José Benicio PEÑA ALVARADO,
Suboficial en retiro del Ejército, peluquero de la Comandancia en
Jefe entre los años 2005 y 2018, quien a fojas 8514 expone, en
cuanto interesa, lo que sigue:
Que el año 2005 salió destinado a la Comandancia en Jefe del
Ejército. Allí estuvo hasta el mes de abril de 2018, fecha en la cual el
Comandante en Jefe, General MARTÍNEZ, lo destinó a la peluquería
centralizada del Edificio Bicentenario, del Estado Mayor, donde estuvo
hasta el 05 de febrero de 2019, fecha en la cual pidió su retiro del
Ejército. Asevera que en la Comandancia en Jefe si bien trabajaba solo,
solamente atendía a los que trabajaban allí, que eran como 200
personas. Dice que existían tres peluquerías para la Comandancia en
Jefe, una funcionaba en la Casa del Comandante en Jefe en Lo Curro,
casa del Oficial de Órdenes, o Casa de Seguridad, en una dependencia
ubicada al lado de la sala de descanso; la segunda peluquería
funcionaba en Beauchef y la peluquería Central estaba en el Edificio
Bicentenario, en el primer piso del edificio de la Comandancia en Jefe.
Un miércoles por medio iba a Lo Curro y el otro miércoles iba a
Beauchef, el resto de los días estaba en la peluquería de la
Comandancia en Jefe del Edificio Bicentenario.
Señala que la peluquería de la Comandancia en Jefe funcionaba
con los insumos que el declarante compraba previo presupuesto que le
indicaba al Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, primero al
Coronel CORTÉS y luego con el Coronel VÁSQUEZ. Señala que recurría
donde el Jefe de Finanzas señalándole cuánto iba a necesitar al año lo
que ascendía a $1.200.000, que era lo que estimaba necesario para
mantener la peluquería durante el año, que comprendía la reparación de
máquinas e insumos tales como alcohol, algodón, talco, fijador, Gillette,
desodorante ambiental, limpiavidrios, jabón, etc. Pero nunca le daban
todos estos recursos que pedía por lo que tenía que comprar lo más

223
urgente y necesario. Después tenía que volver a pedir recursos
insistiéndole al Jefe de Finanzas porque realmente faltaban insumos. No
sabe con exactitud cuánto presupuesto le entregaban cada año, pero
nunca fue el total que pedía. En relación con el resto de las necesidades
de la peluquería, se refiere básicamente a la compra de máquinas o
tijeras, lo veía con el DAG. Indica que cuando le pedía los recursos a
Finanzas de la Comandancia en Jefe, confeccionaba un listado de los
insumos fungibles, los cuales presentaba al Jefe de Finanzas, esto es, al
Coronel CORTÉS primero y luego al Coronel VÁSQUEZ. Una vez que
ellos recibían ese listado, en algunas oportunidades le daban la
respuesta de inmediato entregándole el dinero que sacaba el Coronel
desde la caja fuerte que mantenía en su oficina, lo colocaba en un sobre
en dinero efectivo y en su exterior escribía el monto y el declarante le
firmaba un papel que el Coronel escribía en ese momento a mano. En
otras oportunidades el dinero se lo tenían días después. Luego de que
hiciera las compras le entregaba las boletas en el mismo sobre, las que
en algunas oportunidades pegaba en una hoja en blanco y en otras,
simplemente las colocaba dentro del sobre. El Oficial revisaba las
boletas, y a veces también iba a la peluquería a revisar que estuvieran
los insumos. Aprovechaba cuando se iba a cortar el pelo o bien,
mandaba al Suboficial Mayor DONOSO a ver los insumos. En alguna
oportunidad le devolvió una cantidad mínima de dinero que le sobraba
de las compras, que podían ser $150 o $200, monedas que dejaba
dentro del sobre.
Asevera que cuando le pedía insumos al DAG ellos se encargaban
de hacer las compras. El jefe del DAG con su ayudante veían esas
compras, pero el primero era quien trataba estos temas directamente
con el Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, quien le hacía
entrega de los recursos para la peluquería.
Señala que ignora cuánto le entregaba el Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, el Coronel CORTÉS o el Coronel VÁSQUEZ al Jefe
del DAG para gastos de la peluquería de la Comandancia en Jefe. Nunca
supo cuánto dinero tenía destinado la Comandancia en Jefe para la
peluquería.

224
Afirma que se imagina que el Comandante en Jefe tenía
conocimiento de los gastos que se hacían, eso, como dueño de toda la
casa que es el Ejército de Chile, y con mayor razón debía estar al tanto
de lo que sucedía en su casa donde trabaja todo el día, que es la
Comandancia en Jefe. Señala, respecto del Comandante en Jefe General
OVIEDO, que él bajaba a la peluquería de la Comandancia a cortarse el
pelo; que tampoco habló con él el tema de los gastos de la peluquería,
como tampoco lo hizo con el General FUENTE-ALBA, por lo mismo
anteriormente señalado. Él se entendía, en relación con ese tema, con
las personas antes señaladas, el Jefe de Finanzas y el Jefe del DAG.
Agrega que el procedimiento que se utilizó en relación con los
gastos de la peluquería fueron siempre los mismos que ha señalado,
independiente de quién estuviera como Comandante en Jefe. Dice que
trabajó con el General CHEYRE, luego con el General IZURIETA, el
General FUENTE-ALBA y el General OVIEDO. Siempre rindió cuenta de
los dineros que recibió para la peluquería, se refiere a que siempre
guardó las boletas, porque en realidad algunas veces no le pedían que
entregara el sobre con las boletas y éste quedaba dentro de los cajones
por si se los pedían algún día.
Expone que cuando no estaba, nadie lo reemplazaba, porque se
cerraba la peluquería y si alguien quería cortarse el pelo iba a la
peluquería centralizada, salvo el General FUENTE-ALBA y el General
OVIEDO, ellos nunca se cortaron el pelo con otro peluquero que no fuera
el declarante. El General CHEYRE lo mandaba a buscar donde estuviera,
en auto, para que fuera a cortarle el pelo.
Señala que las Unidades mandan anualmente un listado a la JAL
del Estado Mayor, que maneja la peluquería centralizada, con el nombre
de todos quienes quieran cortarse el pelo ese año. Sólo ellos pueden
acceder a la peluquería y se les hace un descuento por planilla de
$1.500 al mes por persona, lo cual maneja el Departamento de Finanzas
de la JAL. Son unas 1.600 personas aproximadamente. Señala que para
quienes se cortaban el pelo de la Comandancia en Jefe no se hacía
ningún descuento. Recién a fines del año 2018, principios del 2019 le
consultó un Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe cómo hacerlo
para realizar un cobro por el servicio de peluquería que se les daba a

225
quienes trabajaban en la Comandancia en Jefe. Le explicó que eso
tenían que hacerlo igual que a todo el resto del personal del Ejército,
para que fuera transparente e igualitario, porque no había ninguna
justificación para no cobrar a la gente que trabajaba en la Comandancia
en Jefe, como sucedía hasta esa fecha porque era necesario pagar los
insumos de la peluquería y esos se costean en el caso de la peluquería
centralizada precisamente con el descuento que se le hace al personal.
En cambio tratándose de la peluquería de la Comandancia en Jefe se
solicitaban los recursos de la forma que ya explicó, en vez de ser
costeado por el propio personal. Cuando a él se le hizo esta consulta ya
no estaba trabajando en la peluquería de la Comandancia en Jefe, sino
que en la peluquería centralizada del Estado Mayor.
Indica que en la peluquería de la Comandancia en Jefe atendía a
todos los que trabajaban allí que eran más de 200 personas y a ellos
nunca se les hizo ningún cobro ni descuento por planilla. Antes cuando
trabajó en el Regimiento Tacna, recuerda que se les cobraba,
descontando por planilla, así como sucedía en el resto de las Unidades
Militares. La única excepción, se refiere a que la única Unidad donde no
se cobraba, era en la Comandancia en Jefe. Si bien a él le llamó la
atención eso también entendió que era “la Comandancia en Jefe” y él
declarante no iba a cuestionar el sistema, sino lo habrían echado de
inmediato.
Añade que hasta en el período del General FUENTE-ALBA le
cortaba el pelo en la peluquería de la Comandancia en Jefe a todos los
Generales aun cuando no fueran de la Comandancia, porque sólo
correspondía atender al Comandante en Jefe y al Secretario General, y
se les atendía igualmente gratis. El General OVIEDO dispuso que los
Generales de las otras Unidades se atendieran en la peluquería
centralizada como corresponde. Los Generales cumplieron esa orden
salvo el General Ricardo MARTÍNEZ MENANTEAU quien se molestó con él
por eso y, pese a que le había cortado el pelo los dos últimos años en la
peluquería de la Comandancia en Jefe, nunca más lo saludó y cuando
asumió como Comandante en Jefe, en abril del año 2018 le notificaron
su nueva destinación a la peluquería centralizada, sacándolo de la
Comandancia en Jefe, y nunca más le volvió a hablar.

226
Señala que también le cortaba el pelo al hijo del General FUENTE-
ALBA, se refiere a “Fernandito”, también al papá del General, y en una
oportunidad le cortó también el pelo a los nietos. Esto lo hacía en la
peluquería de la Comandancia en Jefe, de Lo Curro, es decir en la Casa
del Comandante en Jefe. El hijo a veces iba también a la peluquería de
la Comandancia en el Edificio Bicentenario, según donde se encontrara.
Señala que a ellos no les cobraba por el corte de pelo. Dice que en su
calidad de militar no podía cobrarle al Comandante en Jefe ni a su
familia por esos servicios. Señala que los atendía porque eran familiares
del Comandante en Jefe y lo hacía dentro de su horario de servicio y en
la peluquería de la Comandancia.
Agrega respecto de los familiares del General OVIEDO, que en una
oportunidad le cortó el pelo a un hijo de él en la peluquería de la
Comandancia en Jefe en Lo Curro, que está en la Casa Comando.
Sostiene que por los servicios que prestaba en el Ejército, recibía
un sueldo de acuerdo a su grado. Cuando iba a Lo Curro los días
miércoles, el Oficial de Órdenes de la época, los Coroneles HIDALGO y
BUTTI le entregaban la suma de $10.000, por el traslado que hacía
hasta la Casa Comando, y les firmaba un vale. No se quedaba con
ningún documento. Nunca preguntó detalles de dónde salían esos
recursos, sólo le dijeron que “el mando lo asumía”, que él entendía era
el Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe quien se lo entregaba el
Oficial de Órdenes.
Indica que desde que llegó a la Comandancia en Jefe recibió el
bono de escolaridad de sus hijos, mientras estuvieron en el colegio. Ese
bono lo entregaba la Comandancia en Jefe a todo el personal de la
Comandancia.
Añade que, además el Comandante en Jefe daba anualmente una
beca a los mejores alumnos, para los hijos del personal, pero parece
que eso era para todo el personal del Ejército no sólo para la
Comandancia en Jefe.
Señala que cuando llegó a la Comandancia en Jefe le cambió la
vida, por cuanto desaparecieron los descuentos que antes le aparecían
en la planilla de pago, se refiere a cuando trabajaba en otras Unidades,
esos eran descuentos por peluquería, lavandería, casino, pascua del

227
soldado, etc., los que ascendían aproximadamente a $100.000 o
$120.000 mensuales. Dice que le descontaban incluso a él por el
servicio de la peluquería porque así era más justo, a todos igual. En la
Comandancia en Jefe empezó a recibir sueldo completo, sin descuentos,
porque ahí no pagaba por peluquería, ni lavandería, ni casino, ni pascua
del soldado, ni otros. Nunca antes supo que era así en la Comandancia
en Jefe, y cree que es la única Unidad en que todo esto es gratis. Por
ejemplo, cuando estaba en el Regimiento Tacna o en el Lautaro, le
cobraban por lo que consumía en el casino, tenía que firmar un vale y se
lo descontaban de su sueldo. En la Comandancia en Jefe no se hacía
descuento por casino, tomaba desayuno y almorzaba sin pagar.
Agrega que en la Comandancia en Jefe no se cobraba por la
mejora del rancho a diferencia de las otras Unidades, donde tenía que
pagar un adicional para que le mejoraran la comida, se hacía un
descuento mensual. En cambio, en la Comandancia se hacía esta mejora
sin hacerles descuentos. Señala que el DAG era el que proporcionaba los
recursos para mejorar la alimentación porque era el DAG el encargado
de eso.
Dice que cuando llegó a la Comandancia en Jefe la peluquería de
la Comandancia funcionaba en el cuarto piso, en Zenteno.
Afirma que todo lo que ha señalado en relación a los beneficios
que existían en la Comandancia en Jefe, fue tanto en Zenteno como en
el Edificio Bicentenario. Lo que sí puede aclarar es que en el Edificio de
Zenteno, los que trabajaban en la Comandancia en Jefe tenían un
comedor aparte del resto del personal y en el Edificio Bicentenario,
comían en un comedor centralizado. La comida en ese último lugar era
bien buena y tampoco se les hacía descuento. Cuando llegó allá se les
dejó de entregar el desayuno que recibían antes los de la Comandancia
en Jefe.
Señala que a ellos les regalaban para los cumpleaños una Giftcard
por $50.000. Esa Giftcard se la entregaban a todo el personal de la
Comandancia en Jefe para su cumpleaños. Señala que nunca antes
recibió un regalo del Ejército en las otras Unidades para su cumpleaños,
a lo más lo invitaron a una taza de café, y una vez le interpretaron el
himno afuera de la peluquería, que fue lo más preciado. Dinero nunca se

228
le había entregado. La Giftcard era cree, de París. Señala que la Giftcard
la recibió durante todos los años que estuvo en la Comandancia en Jefe
aunque el monto varió entre la primera y la última, porque se fue
mejorando. Expone que no sabe nada respecto de los regalos que
hacían en la Comandancia en Jefe a los Oficiales. Al declarante los
Comandantes en Jefe le traían un pequeño presente luego de sus viajes,
un recuerdo del lugar visitado, ignora a quién más le traían regalos.
Indica que la Navidad era muy buena para ellos, los de la
Comandancia en Jefe, en comparación con las otras Unidades, porque a
ellos en la Comandancia no sólo no se les hacía el descuento de la
Pascua del Soldado, que se hace en todas las Unidades, sino que
además se les entregaba un regalo, que podía ser, por ejemplo, un
juego de sábanas, un juego de lozas, un plumón para la cama u otro
similar. Ese regalo llegaba a todo el personal de la Comandancia en
Jefe, por lo menos a los Clase y a los Suboficiales les llegaba este tipo
de regalos, porque desconoce los regalos que se les hacía a los Oficiales.
Dice ser feliz porque recibía esos beneficios en la Comandancia en Jefe.
Señala que al llegar a la Comandancia en Jefe también dejó de
pagar por el servicio de lavandería que se les descontaba antes de su
sueldo, no recuerda cuánto. En la Comandancia no se pagaba por ese
concepto.
Refiere que conoció al auxiliar del aeropuerto del Comandante en
Jefe que era su Suboficial Mayor DURÁN, a él también le cortaba el pelo
en la Comandancia. Él trabajaba en las dependencias de la Comandancia
y en el aeropuerto. Él tenía libertad de horario, a veces iba a la
Comandancia y otras veces lo hacía a distintas horas. Señala que él le
dijo una vez que estaba a honorarios en el Ejército, que no tenía
contrato. Al declarante le llamó la atención, pero no le preguntó más
detalles, sólo supo que era Suboficial Mayor en retiro.
Agrega que la sastrería de la Comandancia en Jefe funcionaba
igual que la peluquería, sin cobrar. Llevaba su ropa y nadie le cobraba,
así como tampoco se le cobraba a nadie de la Comandancia. A la
sastrería también se llevaba la ropa para lavar, lo hacía así todo el
personal de la Comandancia, nunca se les hizo ningún descuento ni
cobro por ello, a diferencia de lo que sucedía en las otras Unidades. Dice

229
que puede dar fe a lo menos que en los Regimientos donde estuvo se
cobraba por este servicio a diferencia de la Comandancia en Jefe.
Adiciona que si se hacía alguna despedida de alguien que se fuera
de la Comandancia en Jefe, en la Unidad de Beauchef, se hacía un
almuerzo mejorado para todos los que asistían, que podía ser el
personal de la Comandancia o del DAG. El personal no costeaba ese
almuerzo, los invitaban. Eso era organizado por el Jefe del DAG que era
de la Comandancia en Jefe. También se hacían fiestas de fin de año y
paseos al Cajón del Maipo y Colina, pero últimamente se dejó de hacer,
dice no haber preguntado el por qué, pero entendía que era por todo lo
que estaba pasando en relación con las defraudaciones de las Fuerzas
Armadas.
46.- Declaraciones de MARCELO OCAMPO MIÑO, de fojas
8746 y 8773, quien manifestó, en resumen, lo que pasa a
reseñarse:
A fojas 8746, señala que fue destinado a la Comandancia en Jefe
del Ejército, presentándose en marzo del 2011, donde estuvo hasta
diciembre de 2015, encuadrado en el Departamento de Asuntos
Institucionales (DAI) como Jefe de la Sección Organismos de Apoyo y
Funciones Primarias. Señala que en esa época tenía el grado de Mayor
en la Comandancia en Jefe. En diciembre de 2015 lo destinaron a la
División de Mantenimiento, como Jefe de Estado Mayor, a reemplazar al
Coronel SILVA, época en la cual a su vez asumió el cargo de
Comandante de la División de Mantenimiento el General Rodrigo
URRUTIA OYARZÚN. A esa Unidad lo mandaron por orden del
Comandante en Jefe General OVIEDO, por el problema que existía en la
Dirección de Mantenimiento relativo a las facturas falsas de proveedores
y compras que nunca se hicieron. Indica que en diciembre del año 2017
fue destinado al Comando de Apoyo de la Fuerza (CAF), oportunidad en
la cual asumió el General URRUTIA como CAF, quedando encuadrado en
la misma Unidad que él y en mayo del año 2018 solicitó su retiro, con
grado Teniente Coronel, saliendo decepcionado de algunas personas del
Ejército, debido a irregularidades cometidas al interior de la institución.
Explica que cuando era Oficial de Órdenes entre los años 2002 a
marzo de 2006, su función era el rodaje administrativo de la residencia

230
institucional del Comandante en Jefe, en esa época era el Comandante
en Jefe CHEYRE, donde está la parte familiar donde habita el
Comandante en Jefe y su familia; se refiere a la Casa Institucional de Lo
Curro, que se encuentra ubicada en calle Vía Roja. Esa casa fue
construida en el período del General Ricardo IZURIETA CAFFARENA,
ocupándola después el General CHEYRE. La ahora llamada Casa de
Seguridad que se encuentra en el mismo recinto que la Casa
Institucional, era en ese entonces llamada la oficina del Oficial de
Órdenes, y era una construcción más reducida de la que actualmente
existe.
Indica que las funciones específicas como Oficial de Órdenes eran
tener a su cargo la plana administrativa que trabajaba en la Casa, por lo
que debía controlar entre otras funciones los turnos de dos maestros de
cocina y dos mayordomos, 3 conductores, la operadora telefónica y un
Plana Mayor. Señala que eran 10 personas las que trabajaban en la
Casa, sin considerar jardineros, mantenedor de la piscina ni el personal
de aseo y había una empresa externa que se encargaba del aseo de la
Casa, era una persona la que concurría diariamente, y ese servicio era
pagado por la Comandancia en Jefe. Señala que todo ese era personal
destinado a atender la parte familiar de la Casa, al Comandante en Jefe
y a su familia. Explica que la parte institucional era atendida, en caso de
requerirse para los eventos, por el Club Militar, refiere a los casos en
que se hacía alguna actividad protocolar que no fuera propiamente
familiar, ya que el personal que mencionó era para la atención de la
familia. Señala que en esa época el General CHEYRE vivía con su señora
y su hijo Cristóbal, que en esa época tenía unos 21 años. Agrega que en
la casa administrativa trabajaba el declarante, 2 conductores, la
operadora telefónica y el Plana Mayor. Dice que la escolta del General
CHEYRE dependía de la Dirección de Inteligencia, no dependían de la
Comandancia en Jefe. La Escolta dependía del RINTE, que a su vez
dependía de la Dirección de Inteligencia. Era totalmente independiente
la Dirección de Inteligencia de la Comandancia en Jefe.
Adiciona que, en lo cotidiano, veía el funcionamiento propiamente
tal de la Casa, sobre el pago y funcionamiento de los servicios básicos,
luz, agua, gas, internet, cable y telefonía, eso último llegó el año 2003,

231
además le correspondía ver el mantenimiento de jardines, piscinas,
reparaciones extraordinarias no programadas, y otras que pudieran
surgir. Señala que todo eso le correspondió a él. Refiere que de acuerdo
a una definición que el General CHEYRE le leyó el día que llegó a su
función de Oficial de Órdenes, le correspondía la función administrativa,
“distinta a cualquier operación militar”, no era un trabajo militar en la
Casa Institucional. Añade que en esa época era Capitán, por lo que le
fue complicado cumplir con su función ya que tenía que ser una persona
que se ganara la confianza del Comandante en Jefe.
Indica que para los pagos de todos esos gastos se le asignaba una
cantidad de dinero mensual de $3.500.000, dado el histórico que
manejaba la Sección de Finanzas de la Comandancia en Jefe para el
periodo del Comandante en Jefe anterior. Dice que recibía ese dinero
una vez al mes, lo administraba, pagaba las cuentas y mantenciones,
armaba un legajo comprobatorio con todos los comprobantes de los
pagos, el que era revisado personalmente por el General CHEYRE
semanalmente los días domingo en la tarde. Además, señala, una vez al
mes rendía la ejecución del gasto con todos los documentos
comprobatorios a la Comandancia en Jefe, al Oficial de Finanzas, que en
esa época era el Coronel Juan Pablo DE LA FUENTE, Jefe del
Departamento de Finanzas, o al Mayor Jorge CORTÉS DÍAZ, que era el
Jefe de la Sección de Finanzas, el declarante se entendía indistintamente
con uno o con otro. Detalla que el legajo se armaba con una minuta con
todos los gastos iniciales escritos y se adosaban el respaldo de cada una
de las boletas y comprobantes de pago realizado. Dice que si se gastaba
menos del monto que se le entregaba al inicio del mes, se le completaba
solamente lo gastado, de tal forma que el nuevo mes siempre lo
comenzaba con los $3.500.000, de ese dinero no gastaba en la
alimentación del Comandante en Jefe ni de su familia, era sólo para lo
que señaló inicialmente. Respecto la alimentación del General CHEYRE y
su familia, señala que se encargaba su señora, doña María Isabel
FORESTIER. Añade que nunca compró con los recursos de la
Comandancia en Jefe alimentación para el Comandante en Jefe. Señala
que alguna vez le pidió comprar algo, pero con recursos de ellos.
Cuando recibía el dinero para los gastos de la Casa, dice que firmaba un

232
vale o recibo por la cantidad de dinero que recibía de la Comandancia en
Jefe, era un recibo de dinero, impreso en la misma oficina del Jefe del
Departamento de Finanzas, que indicaba el dinero que recibía según lo
que se debía completar con la rendición previa que realizaba del mes
anterior. La rendición al Comandante en Jefe que ha señalado, dice que
la hizo durante sus primeros 6 meses en el cargo hasta que ganó su
confianza, ya que de ahí pasó solamente a rendir cuentas en Finanzas
de la Comandancia en Jefe al Coronel DE LA FUENTE o al Mayor
CORTÉS. Ellos le revisaban todos los pagos detalladamente, sin
quedarse según señaló el declarante, con algún documento que
respaldara esa revisión. Agrega que cuando había una reparación
extraordinaria, de ello se informaba a la Comandancia en Jefe, la cual se
hacía cargo, por lo que no tuvo que utilizar los recursos que se le
asignaron para algo así, además la Casa era nueva. Indica que no le
decían de qué fondos provenían los recursos que le asignaban en la
Comandancia en Jefe. Señala que conoce los fondos presupuestarios, y
dentro de esos tiene conocimiento de los fondos para mantenimiento, y
los fondos que se ocupan para otros tipos de compras utilizados para
otras compras que no sean vehículos. También están los Fondos
Reservados, los fondos FORA, gastos de representación, Fondos
Internos, todos estos corresponden a fondos presupuestarios, vale decir,
de dineros fiscales. Asume que de todos los recursos que recibió, de los
que rindió cuenta de forma detallada, el Departamento de Finanzas tuvo
que haber realizado informes oficiales, en balances, sobretodo en el
período del General CHEYRE. Señala que todo eso debe haber estado en
el Departamento de Finanzas. Hoy entiende que no hay nada, pero en
ese momento era imposible que nadie supiera de los fondos. Indica que
siempre entregó todos los comprobantes de los gastos que realizó al
Departamento de Finanzas, pero desconoce qué hacían después con esa
documentación. Agrega que los fondos que le entregaban podían
haberse imputado a Gastos Reservados o Gastos de Representación. En
realidad, señala, los Gastos de Representación no se podían haber
imputado a esos conceptos, no correspondía que se hayan imputado a
ese concepto, porque corresponden a actividades protocolares a las que

233
concurren ciertas autoridades, eso lo aprendió cuando volvió por
segunda vez a la Comandancia en Jefe.
Indica que los jardineros que realizaban mantenciones en los
jardines de la Casa Institucional eran de una empresa externa,
pagándoseles alrededor de $130.000 mensuales por ese servicio, iban
dos veces a la semana. Señala que esos gastos estaban considerados
dentro de los gastos que el declarante efectuaba mensualmente. De la
mantención de la piscina, señala que también se encargaba una
empresa externa, la que también hacía mantención al espejo o caída de
agua que hay en la casa. No recuerda cuánto gastaba por ese concepto,
pero en dinero de esa época pudo haber sido unos $200.000. Indica que
lo que más se gastaba en la Casa era luz y gas, todo lo demás se
mantenía muy controlado. Detalla que en luz se gastaba alrededor de
$1.000.000, y en gas se gastaba unos $600.000 aproximados y en agua
no recuerda cuánto se gastaba.
Indica que en su época, la piscina no era temperada, y la
residencia tampoco tenía un sistema de calefacción, ni tenía un sistema
de aromatización.
Asevera que de los $3.500.000 le tenían que alcanzar para todos
los gastos que se incurrían al mes. En realidad, dice que ocupaba
aproximadamente $2.900.000 mensuales, aunque su máximo a gastar
eran los $3.500.000. Manifiesta que la alimentación del personal, era
proporcionada por el Club Militar, donde se iba a buscar el rancho diario.
Si tenía que ir a la Comandancia en Jefe, entonces almorzaba allí. El
declarante no tenía que realizar gastos por concepto de alimentación en
la casa institucional para la familia del General CHEYRE ni para el resto
del personal con los recursos recibidos, sólo por gastos básicos, internet,
teléfono, piscina y jardines.
Recuerda que sí se pasó de los $3.500.000, dice, cuando nevó en
una oportunidad en Santiago. Explica que se cayó una parte del techo
de la terraza producto del peso de la nieve, lo que se tuvo que reparar
rápidamente ya que había una comida con el Presidente del Senado, se
gastaron alrededor de $200.000 extras de los $3.500.000. Agrega que
tuvo que hacer un presupuesto y presentarlo a Finanzas de la
Comandancia en Jefe, que autorizó el gasto y se le hizo entrega de los

234
$200.000 que le faltaban. Indica que la reparación del techo costó
alrededor de $500.000 en total, dinero que fue detalladamente rendido
en su oportunidad. Asegura que no tuvo que hacer otros gastos de los
que ha mencionado en la casa.
Explica que para las actividades protocolares que se hacían en la
casa, en almuerzos o cenas, se trabajaba con el Club Militar, se pedían 3
menús al Club Militar, se presentaban a la señora del Comandante en
Jefe quien decidía según la cantidad de comensales, y eso se entregaba
al Club Militar para su preparación. Señala que ese gasto era realizado
por la Comandancia en Jefe. De los presupuestos se encargaba el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, quien se
encargaba de las facturas y pagos al Club Militar. El declarante y
empleados de la casa se preocupaban de los menús y de la ejecución de
la actividad. Indica que se pedían los tres tipos de menús, el que
señalaba un valor por persona, eran chequeados por el General y su
señora, y se remitía la selección del menú al Club Militar, quien después
enviaba los documentos para el pago directamente a Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Señala que para esas actividades protocolares las
comidas eran en el Salón Institucional dentro de la Casa, no se
arrendaban toldos ni le tocó arrendar encarpados para hacer alguna
actividad en la Casa. Indica que efectivamente el comedor tiene
capacidad para 25 personas, por lo que cuando la cena excedía de esa
cantidad de personas, se traían mesas redondas del Club Militar, que
podían ser de 6 u 8 personas, y la mesa de comedor era cambiada por
estas mesas más pequeñas. Cabían 6 mesas para 8 personas en el
Salón Institucional. Señala que el número máximo de comensales que
se recibió fue de unas 40 personas. Manifiesta que las actividades con
un número mayor a ese de personas se deben haber realizado en el
Club Militar. Sobre esas actividades en la Casa Institucional, recuerda
una cena a razón del cambio de mando del Presidente del Senado, de la
Cámara de Diputados, siempre actividades con presencia de autoridades
nacionales. Señala que como Ejército nunca se hizo una actividad
navideña cuando el declarante estaba en la Casa, ni tampoco para 18 de
septiembre. Agrega que se hacía una actividad en el sector familiar para
Navidad, al costado de la piscina, en la cual participaba todo el personal

235
de la casa administrativa y los Oficiales Escoltas, donde el General
CHEYRE y su señora entregaban un pan de pascua, se preparaba un
lomo o un churrasco por el Club Militar y se compartía en la víspera de
Navidad. El declarante se encargaba de organizar esa actividad
navideña. El Club Militar se encargaba de toda esa actividad, enviaba las
parrillas previamente y todos los insumos, y los preparaban ellos
mismos, después la factura del Club Militar se enviaba a Finanzas de la
Comandancia en Jefe.
Indica que para el 18 de septiembre no se celebraba con el
General, el personal almorzaba una empanada del Club Militar, pero era
algo entre el personal, ya que el General CHEYRE no estaba. Indica que
se pudo haber hecho una comida previa con algún invitado, algún
Ministro, Presidente de Cámara, pero algo ceremonial grande, no
recuerda. Refiere que había una actividad que sí se hacía el día 19 de
septiembre, para el desayuno, donde se sacaban fotos con el General
CHEYRE quien vestía su tenida de gala.
Esgrime que se hizo una actividad con todos los Agregados
Militares acreditados en Chile, por lo menos en los últimos dos años del
General CHEYRE, a fin de año cuando terminaban el período para los
Agregados Militares. Señala que se brindó una cena en el Comedor
Institucional para los Agregados Militares y sus señoras, además asistió
el Ministro de Defensa, que en un año fue el Ministro RAVINET y en otro
año asistió la Ministra BACHELET, no se entregaron presentes a los
asistentes, y en las otras actividades tampoco se entregaban presentes.
El General CHEYRE no entregaba presentes, por lo menos no en la Casa
Institucional. Señala que cuando el General CHEYRE y su señora asistían
a alguna actividad en territorio nacional, no llevaban presentes, no que
sepa. Indica que no le pidieron comprar presentes, ya que hay una
Comisión en la Comandancia en Jefe que se encargaba de eso.
Manifiesta que cuando el General CHEYRE viajaba al extranjero, se
estudiaban los detalles del viaje y el General determinaba si llevaría
regalo y cuál. Agrega que generalmente el General llevaba regalos, pero
no siempre, se trataba de presentes institucionales en esa época, y
consistían en cigarreras, portafotos, pastilleros o joyeros redondos, de
plata o peltre, llaveros, bandejas ovaladas y redondas, todos los regalos

236
con el logo del Ejército de Chile, la leyenda “Ejército de Chile”, y si es
que eran personalizados además se agregaba el nombre del
destinatario. Refiere que su labor respecto de los viajes del General
CHEYRE, tenía que ver con el itinerario que llegaba de la Comandancia
en Jefe, el que era confeccionado por el Departamento de Coordinación
y Protocolo, donde en esa época pudo haber estado a cargo el Coronel
PORCILE. Indica que le correspondía recibir ese itinerario y el
Comandante en Jefe con su señora le señalaban qué regalos había que
llevar con ocasión del viaje, entonces pedía lo solicitado por el
Comandante en Jefe a la Comandancia en Jefe, a la Sección de Protocolo
que se encargaba de los presentes, le enviaban los regalos, los
verificaba, embalaba y se preparaban para el viaje.
Asevera que no le correspondió hacerse cargo de otros regalos en
esa época, además de los que refirió.
Dice que en esa época tampoco le tocó hacerse cargo de comprar
algún regalo personal por encargo del General CHEYRE o su señora, ni
por la Secretaría General o la Comandancia en Jefe, ya que no tenía
relación con esas orgánicas, sino que la tenía directamente con el
General.
Aduce que tampoco le tocó ayudar en alguna otra actividad
además de las protocolares y las fiestas que ya ha referido, las que en
definitiva se realizaron una vez al mes o cada dos meses. Refiere que el
año 2005 se produjo el problema de Antuco, entonces el Comandante
CHEYRE se abocó a dicho problema y se detuvieron todas estas
actividades protocolares en la Casa, no haciéndose ninguna más, a
partir de mayo del 2005.
Indica que nunca se contrató a alguna otra empresa además del
Club Militar para la realización de las actividades, en el período que
estuvo en la Casa Institucional como Oficial de Órdenes.
Refiere que de las flores se encargaba la Comandancia en Jefe,
para casos puntuales, en la Casa, por regla general, no se adornaba con
arreglos florales, y cuando se necesitaban, como señaló, de eso se
encargaba de pagar la Comandancia en Jefe. Agrega que en esos
últimos casos se encargaba la señora del General CHEYRE y lo pagaba la
Comandancia en Jefe, se refiere a los casos en que se requirieron flores

237
para adornar los salones de la Casa Institucional o bien para regalar
flores a alguna señora de un invitado protocolar cuando ésas iban a la
Casa Institucional. Indica que en esas ocasiones en que se recibió
alguna señora de un General, no se les entregó chocolates. Agrega que
cuando el General CHEYRE y su señora iban a alguna actividad
protocolar, por lo menos no le correspondió comprar presentes para que
ellos llevaran.
Dice que para esas actividades no se contrataban músicos
externos, ya que el Club Militar tenía un pianista, y cuando se le
necesitaba esa persona subía a la Casa. Añade que ese servicio venía
considerado dentro del servicio que se contrataba al Club Militar, por lo
tanto estaba dentro de lo que cobraba el Club Militar. Indica que
tampoco se contrató un trío de cuerdas, ni músicos de otros
instrumentos, se colocaba música ambiental, sin ninguna contratación
adicional.
Explica que para Navidad el General CHEYRE hacía regalos al
cuerpo de Generales, al Ministro de Defensa, a un par de Ministros,
entre otros, que eran comprados en la Comandancia en Jefe del Ejército,
pero no veía ese tema en ese tiempo. Sabe que se hacían esos regalos
porque había que mandarlos a dejar, pero no recuerda exactamente qué
se regaló.
Esgrime desconocer si el General CHEYRE entregaba regalos para
el cumpleaños de los Generales, ya que de eso se encargaba la
Secretaría General del Ejército, donde funcionaba la Comisión Gastos de
Representación, aunque no sabe con certeza si en esa época la Comisión
de encargaba de esto. Señala que tiene certeza que se entregaban
regalos y los recursos eran proporcionados y controlados por el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Indica que en
esa época estaba el Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ en ese Departamento.
Después formó parte de esa Comisión, cuando volvió por segunda vez a
la Comandancia en Jefe, en los años 2014 y 2015.
Indica conocer al señor Alfredo MERINO, quien era el Jefe de la
Comisión Gastos de Representación en la Secretaría General del
Ejército, en la época del General IZURIETA FERRER. El Ayudante del
Secretario General era quien desempeñaba esa función y luego fue el

238
sucesor de Alfredo MERINO, con quien estuvo una semana trabajando
en conjunto, a fines del año 2012, período en que le hizo entrega del
cargo. Expresa que en la época de la entrega del cargo MERINO le indicó
qué se tenía que comprar y las ocasiones en que correspondían los
presentes comprados con Gastos de Representación. Agrega que
MERINO le señaló que su función era la de comprar todos los presentes
institucionales que el Comandante en Jefe quisiera llevar a alguna
actividad, además le indicó que la Comisión compraba los paramentos
que se entregaban a fin de año para el ascenso de los Generales,
consistentes en espadas, bastón de mando, una bandeja y los grados
correspondientes. Manifiesta que también se compraban por la Comisión
con los Gastos de Representación una estatua de Lautaro que era
entregada al Comandante en Jefe saliente, estatua que se mandaba a
hacer unos dos años antes de la fecha de entrega, también se entregaba
al Comandante en Jefe saliente una réplica de la espada de Carrera.
Refiere que la estatua de Lautaro se pagaba en euros, no recuerda el
monto, y se enviaba el dinero a la Agregaduría Militar en España, por la
que se recibía una factura. De la misma forma se compraba una réplica
de la espada de Carrera, no recuerda la cantidad, pero no era poco
dinero, quizá unos 1.000 a 2.000 euros por cada artículo, o quizá mucho
más dada la tramitación compleja para obtener estos artículos y traerlos
de España, pero realmente no puede señalar el precio. Expresa que el
dinero se remitía a la Agregaduría Militar en España. Añade que tiene
que existir una factura que señaló “réplica de la estatua de Lautaro” y
una que diga “réplica de la espada de Carrera”, en la glosa de la factura.
Manifiesta que esos documentos deberían existir en el Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Indica que en la Comisión
compraba sólo regalos institucionales, por los que se recibían facturas,
las que en las glosas mencionan expresamente el regalo. Agrega que en
el Acta de Recepción de la factura se daba cuenta de la recepción del
artículo, y adicionalmente siempre adjuntaba un documento que
señalaba a la persona a la que se le había entregado el presente.
Indica que si compraban alguno de los presentes institucionales,
en la factura se señalaba el artículo. Expone que se compraban a la
BRONCERÍAS CHILE, o a PLATERÍA MEDAL, o a ABORDO donde se

239
compraban artículos personalizados de escritorio, se compraba también
al ALMACÉN DE VENTAS DEL EJÉRCITO, en general todos esos artículos
iban personalizados y con el logo “Ejército de Chile”. Aduce que se
contaba con un presupuesto para la compra de esos presentes
institucionales, de $11.500.000 mensuales. Refiere que se pedía la
cotización, se autorizaba la compra, se emitía la OPC, se recibía el
artículo, se firmaba el Acta de Recepción, y se tramitaba la factura con
su acta de recepción en el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, donde se guarda el libro de OPC y se registraba la
factura. Señala que él se encargaba de verificar que lo que se comprara
era lo que correspondía al requerimiento del Comandante en Jefe. Dice
que puede dar fe de lo que indicaba la factura y el Acta de Recepción,
correspondía al producto que recibía. Añade que el Acta de Recepción
era suscrita por el Secretario de la Comisión, que era un Suboficial que
trabajaba con el declarante y emitía el Acta, que en ese entonces era el
Suboficial Arturo TAPIA, además suscribía el Acta el Jefe de la Comisión,
que era el declarante, y además suscribía el Acta el Secretario General,
que en esa época era el General GONZÁLEZ en el año 2012, el General
GRIFFITHS en los años 2013 y 2014, y posteriormente el General
AHUMADA en el año 2015.
Reitera que llega a la Comandancia en Jefe el año 2011, siendo
ese el segundo año del General FUENTE-ALBA como Comandante en
Jefe. Cuando llega el año 2011 a la Comandancia en Jefe se desempeñó
en el Departamento de Asuntos Institucionales hasta que salió de la
Comandancia. Era el Jefe de la Sección Organismos de Apoyo y de la
Sección de Funciones Primarias, dentro del DAI. La primera Sección se
encargaba de todo el apoyo logístico extrainstitucional que se solicitaba
a la Comandancia en Jefe, debiendo canalizar la solicitud a las Unidades
respectivas y presentar la respuesta al Comandante en Jefe para su
aprobación. En la Sección de Funciones Primarias se encargaban de todo
el apoyo al Mando relativo al personal del Ejército, donde también
canalizaban las solicitudes a las Unidades respectivas y presentaban las
propuestas de respuestas al Comandante en Jefe. La Comisión
Administrativa de Gastos de Representación no tenía vinculación con el
DAI. Expone que se desempeñó en esa Comisión sin dejar su función en

240
el DAI. El General GONZÁLEZ, como Secretario General, fue quien lo
designó a esa Comisión; que en esa ocasión dejó de ser el Ayudante del
Secretario General quien llevaba esa Comisión; que su vinculación con el
Secretario General era solo por esa Comisión de Gastos de
Representación; que el control contable lo hacía Finanzas de la
Comandancia en Jefe, pero a quien le rendía cuenta era al Secretario
General finalmente; y que solo le rendía cuentas de esa Comisión al
Secretario General, previa rendición de cuentas al Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia. Adiciona que lo mismo
hizo en la época del General GRIFFITHS y en la época del General
AHUMADA. Indica que no llevaba ninguna otra cuenta al General
GRIFFITHS. El tribunal le hizo presente al deponente que en sus
declaraciones el señor John GRIFFITHS, a fojas 2551, señaló “a mí me
llevaba las cuentas el Mayor Marcelo OCAMPO”, a lo cual el declarante
dijo desconocer lo anterior, ya que no llevaba ninguna cuenta al General
GRIFFITHS. No administraba los recursos para gastos imprevistos de la
Secretaría General, lo llevaba el Secretario General o el Departamento
de Finanzas. Agregó que incluso desconocía hasta ahora la existencia de
ese fondo o cuenta. Nunca escuchó que se entregaron $72.000.000 al
año para supuestos “imprevistos de la Comandancia en Jefe”, ni
$27.600.000 para supuestos “imprevistos de la Secretaría General”,
pero, si efectivamente se entregaron lo tuvo que haber hecho el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Sí o sí esos
dineros salían de Finanzas, y nunca administró ningún peso de esos
recursos u otros que manejara el Secretario General. Dice que sólo veía
fondos de Gastos de Representación y las compras que le encargaba el
General FUENTE-ALBA. También se encargó de las compras que le
encargó el General OVIEDO en su periodo como Comandante en Jefe, en
el tiempo que alcanzó a estar con él en la Comandancia en Jefe.
De imprevistos nunca supo. Lo más cercano en que participó fue la
compra de un equipo de resucitación en la época del General FUENTE-
ALBA y del Secretario General GRIFFITHS, pero no vio los dineros para
esa compra. Para la compra del resucitador para el vehículo del
Comandante en Jefe, tuvo que realizar diversas cotizaciones. Pero no
supo cómo se pagó, pero la compra se hizo ya que el artículo llegó y se

241
instaló en el vehículo del Comandante en Jefe. Le llamó la atención esa
compra porque fue una compra que no se hizo a través de la Comisión
de Gastos de Representación, y sin embargo se la encargaron a él, y la
pagó Finanzas. Todos los Gastos de Representación se pagaban a través
de Finanzas de la Comandancia en Jefe. No manejaba recursos en
efectivo para pagar ese tipo de proveedores. No tenía certeza que esa
compra la haya pagado efectivamente el Departamento de Finanzas de
la Comandancia en Jefe, porque también lo pudo haber pagado la DIFE,
ya que entre esos, se refiere al Departamento de Finanzas de la
Comandancia y a la Dirección de Finanzas del Ejército, había una
comunicación económica, y es de ahí de donde salían los recursos. Eso
costó alrededor de $1.050.000. Desconoce si existía un ítem fiscal para
la compra de ese producto, pero entiende que se dio de alta en el
inventario del cargo de la columna del Comandante en Jefe, por lo que
se debió haber pagado con fondos presupuestarios, quiere pensar que
fue así.
Su vinculación con los Comandantes en Jefe FUENTE-ALBA y con
el Comandante en Jefe OVIEDO, era similar. Le mandaban a buscar a
través del Secretario General o del Ayudante de turno. Reitera que
normalmente estaba en su función en el DAI, y le mandaban a buscar a
través de los Ayudantes, Comandante NÚÑEZ y el Comandante BRAND,
y al año siguiente siguió el Comandante BRAND y llegó el Comandante
HALD, cuando ese último se fue llegó el Teniente Coronel LEÓN, y
posteriormente llegó el Comandante ALIAGA en reemplazo de BRAND,
todos estos en la época del General FUENTE-ALBA. En la época del
General OVIEDO los Ayudantes fueron el Comandante GARCÍA
HUIDOBRO y el Comandante ABARZÚA, por lo menos el año que alcanzó
a estar con el Comandante en Jefe. Si no eran los Ayudantes, se
comunicaba entonces el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
en su época CORTÉS o VÁSQUEZ sobre las compras que habría que
hacer. Cualquier de estos entonces le comunicaban que el Comandante
en Jefe lo requería para ver los obsequios para una comisión de servicio
o para la recepción de alguna autoridad. Iba con su dossier con las fotos
de los regalos, el Comandante en Jefe seleccionaba el presente, se
encargaba de hacer las compras y de mandarlos a grabar si era

242
necesario, y posteriormente entregaba el presente al Ayudante de turno
para que ese entregara el regalo al Comandante en Jefe.
En la época de los Comandantes en Jefe FUENTE-ALBA y OVIEDO,
además de los regalos institucionales, ellos le encargaban a principio de
año, en el mes de febrero, que tenía que presentar tres opciones de
regalos de un monto máximo de $170.000 cada uno que se entregarían
para todos los Generales del Ejército, Ministro de Defensa, Comandante
en Jefe de la Armada, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Director
General de Carabineros, Director de la PDI. Entonces presentaba las tres
alternativas de regalos según los requerimientos del Comandante en
Jefe y éste seleccionaba el regalo.
En el periodo del General FUENTE-ALBA se regaló un reloj
inteligente marca GARMIN, que tenía como característica que se podía
hacer track para trecking, era un reloj con GPS, es un reloj outdoor, que
fue entregado para los cumpleaños de los Generales ese año. También
se compró otro año un reloj de pulsera plateada, cuya marca no
recuerda. Los regalos los compraba en el mes de febrero y pagaba su
totalidad en ese minuto, pero dada la cantidad que eran
aproximadamente de 45 regalos, se los iban entregando mensualmente,
porque no tenía una bodega para almacenar esa cantidad de regalos.
Retiraba de la tienda los regalos del mes, los entregaba y el
Comandante en Jefe entregaba los regalos de cumpleaños en un
desayuno con el beneficiario. Los primeros relojes que mencionó los
compró en la tienda GARMIN. Los otros relojes se compraron en HBC.
También se regalaron tablets IPads grandes marca MAC, de primera
generación. Como estaban recién llegando al país, los tuvo que comprar
en distintas tiendas, porque no había una cantidad tan grande en un
mismo lugar. Por esos regalos anualmente pagaba alrededor de
$7.650.000, dinero que le era entregado personalmente en efectivo por
el Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe. En un
año este dinero le fue entregado por CORTÉS y en los otros años se lo
entregó VÁSQUEZ. El declarante presentaba el presupuesto al Oficial de
Finanzas, este sacaba las cuentas y le entregaba el dinero de acuerdo a
la estructura de pago respectiva, vale decir, según el monto del pie que
se debía entregar y la época del resto del pago. Por la recepción de ese

243
dinero no firmaba ningún recibo o comprobante de entrega, solo ellos le
entregaban el dinero preciso que se requería, según la cotización que
había autorizado el Comandante en Jefe. Efectivamente esa compra de
regalos fue autorizada y ordenada por el General FUENTE-ALBA y el
General OVIEDO, respectivamente. Nunca realizó esas compras por idea
propia, solo administraba los recursos. Los Jefes del Departamento de
Finanza que le entregaban el dinero siempre sabían de esas compras,
incluso en ocasiones fueron ellos quienes le comunicaron que el
Comandante en Jefe requería algún otro regalo o unidad extra de lo que
ya se había comprado, porque habían faltado o querían hacer un regalo
adicional del programado. También le comunicaron lo anterior los
Ayudantes.
En la época del General OVIEDO compró por decisión suya,
cámaras marca SONY, mini handycam, que tenían un reloj que permitía
ver las imágenes, como modelo Go Pro, también del mismo monto de
$170.000 cada una. Eso se lo presentó al General OVIEDO en la primera
quincena de marzo del 2014. Añade que tanto el General OVIEDO como
el General FUENTE-ALBA tenían conocimiento del monto de cada regalo,
ya que ellos le ordenaban comprarlos. Indica que en la reunión donde el
Comandante en Jefe tomaba la decisión estaban presentes además el
Secretario General, el Jefe del Departamento de Finanzas y el Ayudante
de turno, esos últimos eran los que le llamaban para que entrara al final
de la reunión para comunicarle la decisión que se había adoptado
previamente. Hizo presente que hacía una presentación de tres regalos
de acuerdo al requerimiento que el mismo Comandante en Jefe le había
hecho previamente. Dice que él llevaba los tres artículos físicamente a la
oficina del Comandante en Jefe según su orden y con la presentación de
los mismos el Comandante en Jefe decidía. El declarante después
devolvía las muestras que había solicitado a las tiendas. En el caso de la
tienda HBC como ellos ya habían trabajado con el Ejército, no tenían
problema en prestarle un artículo de muestra, ya que luego de
presentárselo al Comandante en Jefe y de la decisión, lo devolvía. Lo
mismo sucedía con GARMIN, o con la tienda PARÍS. En ese último caso
compraba un artículo o dejaba una garantía por la muestra. En el caso
de la Tablet derechamente que llevó de muestra esa se compró a PARÍS

244
y después se descontó del total de regalos que había que comprar. En
ese caso el dinero también le fue proporcionado por el Jefe del
Departamento de Finanzas CORTÉS o VÁSQUEZ.
Para la compra del primer regalo señalado, que fue un reloj, dice
que le llamó la atención que le dijera CORTÉS que le iban a entregar el
dinero en efectivo; que se complicó porque no sabía cómo llevar esa
cantidad de dinero en efectivo para pagar en la tienda; que tampoco
había una orden de compra, lo que también le llamó la atención; pero se
le señaló por el Coronel CORTÉS que eso se hacía en dinero efectivo y
que era por orden del Comandante en Jefe. Además eso estaba en
conocimiento del Secretario General. Indica que los Jefes del
Departamento de Finanzas le señalaron al momento de la entrega del
dinero, que todo eso era reservado, que le caerían las “penas del
infierno” si decía algo, que no podía comentar esa compra con nadie
más, y debía entregar la documentación original al Oficial de Finanzas.
Además debía cambiarse de ropa para ir a comprar, no pudiendo ir de
uniforme a realizar esas compras. Nunca preguntó sobre el origen de
esos dineros o de las peculiaridades en la entrega de estos recursos,
porque lo tomaba como una orden. Afirma que ese dinero se lo
entregaban siempre en un sobre, el que siempre estaba preparado
previamente, ya que con antelación entregaba el presupuesto. Dice que
en el Departamento de Finanzas donde le entregaban el dinero existían
como tres cajas fuertes, por lo que sabía que se manejaba dinero en
efectivo allí.
Refiere que siempre pagó con el dinero efectivo que le entregaron;
que nunca utilizó sus tarjetas de crédito o sus cuentas bancarias para
realizar esos pagos.
Asevera que no conoce ningún ítem presupuestario que permita la
compra de esos regalos. Desconoce cómo se hizo el tratamiento
contable para esos casos. Sabe que no hay un ítem para eso. Afirma
que el General OVIEDO sabía todo el detalle de esos regalos, ya que era
él quien seleccionaba esos regalos, además a él le presentaba las
cotizaciones referidas. Eso lo sabía toda la cadena de mando, dice, por
lo que sería imposible que alguno de ellos niegue de esas compras, o del
conocimiento detallado de las mismas.

245
Expone que en la época del General OVIEDO también se compró
una canasta gourmet para Navidad, debiendo cotizar el declarante en la
tienda LARBOS, requiriendo el General OVIEDO que no incluyera alcohol
en esa canasta y que todos los insumos fueran gourmet. Entonces
presentó la cotización y la compra fue realizada por el Oficial de Órdenes
BUTTI. Dice que cada canasta costó unos $150.000; que la cuota
asignada para cada uno de esos regalos para Navidad había sido hasta
ese año de $170.000, pero el General OVIEDO la redujo a $150.000;
que la compra de esa canasta fue ordenada personalmente por el
General OVIEDO, quien incluso le dijo qué cosas debían incluirse en la
canasta y le indicó que fuera a comprar específicamente a LARBOS, pero
que viera antes en tiendas gourmet y en el JUMBO y le hiciera una
propuesta, y así lo hizo. Hecha la presentación, el General OVIEDO le
ordenó que hiciera la compra de los productos que le había sugerido
según su instrucción. Lo que no recuerda con exactitud, dice, es si hizo
el pago en LARBOS, con esa misma mecánica a través de los dineros
que le entregaba el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, o si
en definitiva el pago lo hizo el Oficial de Órdenes BUTTI, porque en esa
época estaba entregándole esa función al Mayor BUTTI. Asevera que se
despachó el camión de LARBOS directo a la Casa de Lo Curro para dejar
esos productos. Señala que eran para todo el Alto Mando de la época,
más Ministro de Defensa y los otros Comandantes en Jefe y Directores
que señaló anteriormente, vale decir, los mismos 45 regalos
aproximados. El tribunal le hizo presente que de acuerdo a la
declaración que prestó el señor BUTTI, fue el declarante quien se
encargó del pago de esta compra, siendo el señor BUTTI quien
distribuyó estos regalos, a lo que señala que, efectivamente lo que el
Mayor BUTTI declaró, pese a que no recuerda con precisión haber hecho
el pago, pero si BUTTI dice que el declarante lo hizo, entonces fue así.
No lo recuerda con precisión por el tiempo transcurrido. Añade que es
efectivo que todas las canastas se recibieron en Lo Curro y fueron
distribuidas por BUTTI, ignora si él personalmente las entregó. Por esos
regalos se gastó alrededor de $6.750.000, considerando 45 regalos por
$150.000 cada uno.

246
Esos regalos no se hacían siempre, dice, ya que en la época del
General CHEYRE no le tocó entregar regalos de ese tipo, y si se hizo, no
se entregaron en la Casa de Lo Curro, por lo que se tendrían que haber
entregado en la Comandancia en Jefe. En cualquier caso, en ese periodo
no vio esos regalos. Distinto en los periodos del General OVIEDO y del
General FUENTE-ALBA.
Expresa que en ningún caso los militares necesitan ser
“fidelizados” a través de entrega de regalos, como el Tribunal le dijo que
declaró el General OVIEDO. Tampoco los Generales requerían ser
“fidelizados”. Durante el año ocurría que también se le ordenaba
comprar regalos adicionales, dice. Recuerda que los Ayudantes le
pidieron comprar regalos extras porque habían faltado, y eso generaba
un problema porque los modelos ya habían cambiado, al igual que su
valor.
Afirma que al declarante y demás personal de la Comandancia en
Jefe, en el periodo de los Generales FUENTE-ALBA y OVIEDO, les
regalaron una Gift Card, de unos $100.000 a $150.000, la que le fue
entregada por el Secretario General, en un desayuno. Ese regalo se
entregó a todo el personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe
para su cumpleaños, distinguiendo, según el grado, el valor de la Gift
Card. Así, a los Suboficiales se les entregaba una Gift Card de $70.000,
y a los Oficiales se les entregaba una de $100.000 a $150.000. Todos
los que conformaban la Secretaría General, que era una fuerza de 200
personas aproximadamente, eran los que recibían ese regalo. Se gastó
alrededor de $20.000.000, aproximadamente. Adiciona que esas Gift
Card fueron compradas por el declarante –en el periodo del General
FUENTE-ALBA y en el periodo en que estuvo con el General OVIEDO– en
tiendas de Retail, en PARIS o en LIDER, aunque después fue en SANTA
ISABEL y en JOHNSON. Era en tiendas CENCOSUD.
Añade que si bien señaló que se entregaban 45 regalos para el
Alto Mando al año por esos regalos de cumpleaños y Navidad, siempre
se le ordenó la compra de una cantidad superior de regalos, que pudo
ser en total de unos 50 regalos. No recuerda el número exacto pero sí
tiene certeza de que se compraban esos regalos para todo el Alto
Mando, y el resto de las personas que indicó, además recordó que se

247
consideraba dentro del listado de regalos al quien era el secretario
privado del General FUENTE-ALBA y a lo menos por un año del General
OVIEDO, se refiere al Brigadier en retiro GARCÍA. Además, dice,
quedaba un remanente de regalos que podían ser hasta 5, los que eran
asignados por el Comandante en Jefe, sin saber a quién se los
entregaba.
A fojas 8773 manifiesta que el Comandante en Jefe le ordenaba,
a veces a través del Ayudante que podía ser BRAND, comprar un regalo,
un reloj extra, entonces tenía que partir a comprar. Le decían que
hablara con el Oficial de Finanzas por el dinero, entonces bajaba al
Departamento de Finanzas y este le entregaba el dinero en efectivo, y
partía a comprar. Añade que siempre le entregaban dinero los Oficiales
de Finanza para alguna compra, el que siempre era en dinero en
efectivo, era porque se imagina que había una coordinación con el
Comandante en Jefe, y en virtud de esa a veces recibía la comunicación
por intermedio de los Ayudantes. No habría podido ir directamente a
hablar con el Oficial de Finanzas para recibir recursos si no hubiera
existido una orden previa que se le hubiese dado a ese. Muchas veces
tuvo que dejar de hacer lo que estaba haciendo por tener que cumplir
una orden y salir a comprar algo, para lo que debía cambiarse de ropa
para salir. Refiere que en muchas oportunidades lo mandaban a
comprar directamente el Ayudante HALD, quien a su vez le decía que
retirara el dinero como siempre en el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, y en otras ocasiones directamente el Coronel
CORTÉS lo mandó a comprar. Agrega que entregaba el artículo a la
persona que lo había ordenado. Siempre la orden se le dijo que
emanaba del Comandante en Jefe. Agrega que él rendía cuenta a
Finanzas, quien estaba a cargo, se refiere a CORTÉS o VÁSQUEZ, y
entregaba las boletas, con el saldo si quedaba o en su caso, si había
faltado, en ese acto le reembolsaban. Normalmente las peticiones
decían relación con comprar el mismo regalo que se había comprado a
principio de año para los cumpleaños de los Generales. Adiciona que
también se le pidió comprar un marco de foto de plata y algún bolígrafo
comprado en HBC. Ahora recuerda que en un momento se le pidió
cotizar un bolígrafo MONT BLANC, pero no participó en la compra de

248
esos, ignora en definitiva qué es lo que sucedió, en todo caso el
presupuesto era muy caro porque los bolígrafos se cotizaron en
$220.000 aproximadamente cada lápiz. Eso último sucedió, dice, en la
época del General OVIEDO, al final de su periodo con él.
Respecto de los chocolates que se compraban, refiere que eran
para una actividad puntual, y en el caso de los viajes dependía de las
cajas que ellos quisieran llevar. Añade que los chocolates los definía la
señora del Comandante en Jefe, al declarante le decían cuántos
presentes institucionales y cuántos chocolates iban a llevar, entonces en
la Comandancia en Jefe compraban esas cajas de chocolates, para los
viajes o las actividades determinadas. Expone que los compraba y le
pedía el dinero al Oficial de Finanzas antes de la compra, quien le
entregaba el dinero en efectivo. No es que se mantuviera un stock de
chocolates en la Comandancia en Jefe. Señala que también se
compraron chocolates en la época del General OVIEDO, y tampoco había
un stock que se mantuviera en la Comandancia en Jefe, y si lo había, se
mantenía en la Casa Institucional. El tribunal le hace presente que en la
declaración prestada por el señor Julio PARRA CERECEDA, este señaló
que se mantenía en la Comandancia en Jefe una cantidad de cajas de
chocolates, las que eran compradas por el deponente, a razón de 20
cajas al mes aproximadamente, a un valor de $20.000 cada una de
ellas, eso independiente de las cajas que señala pudo comprar BUTTI,
agregando que se trataba de chocolates Belga Damien Mercier, a lo que
el declarante dice que eso es mentira, que no compraba ese tipo de
chocolates, no se mantenía stock en la Comandancia en Jefe y los
chocolates que se compraban para el Comandante OVIEDO venían en
una caja de madera, eran chocolates finos comprados a un artesano, y
esos se mantenían en la Casa Institucional, no en la Comandancia. El
Coronel PARRA era el Jefe del Departamento de Coordinación, lo conoce.
Cree que lo que él declaró no es una invención, sino que cree que está
equivocado, es su opinión, porque en una oportunidad PARRA le pidió si
le podía regalar una caja de esos chocolates, y como no tenía stock de
chocolates le pedía al Mayor BUTTI que bajara una caja de la Casa
Institucional y se la entregaba a PARRA de regalo, aprovechando cuando
BUTTI bajaba las cajas que le pedía el Comandante en Jefe OVIEDO.

249
Insiste en que no compraba esos chocolates, pero pueden haber sido
efectivamente chocolates BELGA, lo que sabe es que los fabricaba una
señora que hacía chocolates artesanales y los preparaba en unas cajas
especiales. Afirma que eran cajas de distintos tamaños según el
gramaje, y el detalle de todo esto lo veía el Oficial de Órdenes. Esas
cajas se entregaban para las visitas que recibía el Comandante en Jefe,
para alguna actividad a la que asistiera y también para los viajes, que
en ese último caso podían ser 7 a 10 en cada viaje. Siempre en ese caso
se refiere al General OVIEDO.
Añade que en la Comandancia en Jefe se regalaba una torta
cuando estaba de cumpleaños la señora de alguien, generalmente para
los Jefes de Departamento, entonces se compraban las tortas y a fin de
mes pagaba las 4 o 5 tortas que se compraban. En alguna oportunidad
PARRA le pidió también una torta y se la entregaba. Adiciona que todos
los fondos que utilizaba para esas compras también le fueron
entregados en dinero efectivo por el Oficial de Finanzas. Explica que
pedía las tortas durante el mes según los requerimientos y la pastelería
les hacía un vale por cada pedido, y a fin de mes hacía el pago completo
de los encargos de ese mes. Se compraba, dice, a una pastelería de
nombre PUERTO VARAS o FRUTILLAR, no recuerda con exactitud, pero
está ubicada en Vitacura con Padre Hurtado. Cada torta era para 10 a
15 personas, que costaba alrededor de $12.000 cada una en esa época,
ahora pueden costar desde $18.000 cada una. Agrega que las tortas
eran para todas las señoras de los Oficiales de la Comandancia en Jefe y
de la Secretaría General, que estaban de cumpleaños, que eran cerca de
20 o 30 Oficiales. Refiere que también se compraban tortas y flores para
las señoras de los Generales que estaban en Santiago. Todo esto era
dispuesto por el Secretario General, por lo menos con todos los
Secretarios que trabajó. Hacía una relación mensual de los cumpleaños,
y encargaba las tortas a la misma pastelería señalada, y las flores se
compraban en una florería ubicaba cerca de Rotonda Atenas, las que se
encargaban el día anterior por teléfono, luego un conductor pasaba a
retirar la torta y las flores, y las entregaba a la persona en su domicilio.
Afirma que a fin de mes se le pagaba a la pastelería y a la florería.
Pagaba las tortas con el dinero que le entregaba el Oficial de Finanzas.

250
En cambio las flores eran pagadas por el Departamento de Finanzas de
la Comandancia en Jefe directamente. Indica que todo eso era ordenado
por el Secretario General, ya que era el presente que él les enviaba con
una tarjeta. Agrega que el Comandante en Jefe se encargaba del regalo
para el cumpleaños del General, como declaró antes. Asume que la
señora del Comandante en Jefe se encargaba de los regalos de
cumpleaños para las señoras de los Generales, lo que ella veía con el
Oficial de Órdenes.
Añade que también se compraban flores para ceremonias al
mismo proveedor indicado, se refiere a la señora que tenía su florería en
Rotonda Atenas. Esas ceremonias, dice, eran organizadas por el
Departamento de Coordinación y Protocolo, quienes hacían la relación
de asistentes, invitados y se encargaban del desarrollo de la ceremonia
propiamente tal. Refiere que se entregaban ramos de flores para todas
las señoras de los Generales que ascendían. El declarante refiere que
pedía esas flores en forma telefónica y las iba a buscar el conductor de
la Comandancia. Ese pago lo hacía Finanzas y se tramitaba con facturas
de acuerdo a un convenio anual. De todas formas nunca vio esa
licitación, no participaba en las licitaciones, tampoco vio las facturas,
pero era lo que sabía.
Asevera que para los ascensos de los Generales además de las
flores que se entregaba para las señoras de estos Generales, se
entregaban espadas y un bastón de mando para los Generales, esos
últimos artículos se compraban al Almacén de Ventas del Ejército.
Indica que supo que también se compraban otros regalos para las
señoras de los Generales, pero no se encargaba de esas compras, solo
se encargaba de las compras que refirió. Escuchó que se compraba un
prendedor con la Sembradora, para la ceremonia de ascensos de los
Generales. No supo que se les regalara a las señoras de los Generales
una pulsera con el grado del General para el retiro de éstos, pero en
todo caso, si eso se hacía lo tendría que haber visto el Oficial de
Órdenes, con la señora del Comandante en Jefe.
Agrega que a la otra platería a la que se mandaba a comprar
artículos, era a la PLATERÍA CÉSPEDES.

251
Expone que él no veía los regalos para los matrimonios, aunque
sabe de la existencia de éstos. Sabe que había categorías de regalos y
según esa categoría era el valor del mismo, quizá se regaló un juego de
loza en alguna ocasión.
Señala que tenía conocimiento que a los Generales se les
entregaba dinero en efectivo cuando estos salían en comisión de
servicio, el que era entregado directamente por el Jefe del
Departamento de Finanzas al General que salía, en un sobre.
Desconocía cuánto dinero se entregaba. Efectivamente vio en algunas
oportunidades esta entrega de dinero cuando CORTÉS hizo entrega de
ese dinero a algún General que fue a retirarlo. No recuerda exactamente
a quiénes, pero sí recuerda que en una oportunidad se le entregó un
sobre con dinero al General SANTIC. El nombre que se asignaba a ese
dinero para los Generales era “perdiem”. Desconocía el objeto de ese
“perdiem”. También recuerda que se entregaba un sobre con dinero al
Ayudante de turno, específicamente recuerda al Ayudante HALD, para el
“funcionamiento de la semana”, pero desconoce cuánto dinero se le
entregaba ni cómo los Ayudantes lo rendían. Ese dinero se entregó a
todos los Ayudantes de turno para el funcionamiento de su semana.
También se entregaba un sobre con dinero para los Escoltas. Desconoce
la cantidad de dinero, pero sabe que al final de la semana estos rendían
esos dineros con todas la boletas, lo que sabe, porque los Capitanes le
preguntaron en varias ocasiones cómo realizar estas rendiciones de
cuentas. La rendición, dice, los Escoltas la hacían en el Departamento de
Finanzas. No estaba seguro si la hacían al Jefe de Finanzas o al segundo
a cargo.
Adiciona que había un Suboficial Mayor que estaba en retiro hace
mucho tiempo, que trabajaba en la Comandancia en Jefe, de nombre
Robinson DURÁN, a quien también se le entregaba un dinero de parte
del Oficial de Finanzas. DURÁN se encargaba de agilizar todos los
trámites y viajes cuando el Comandante en Jefe salía en comisión de
servicio. Dice que DURÁN estaba en la Comandancia desde que el
declarante llegó a la Comandancia en Jefe, nunca vio que se fuera,
siempre estuvo en ese puesto desde que era Teniente.

252
Asevera que tenía conocimiento que se entregaba una cantidad de
dinero a los ex Comandantes en Jefe, de $400.000, en la época cuando
el General CHEYRE se fue a retiro, eso bajo el concepto de seguridad. El
concepto era que ese dinero tenía que ir a solventar la alimentación de
la persona que estaba asignada al ex Comandante en Jefe, y de acuerdo
a la Orden firmada por el Presidente FREI, debía ser un conductor o bien
un mayordomo, y un vehículo de la institución. La elección del conductor
o mayordomo la hacía el ex Comandante en Jefe. Señala que no le
constaba la forma en que se entregaba el dinero al General CHEYRE, ni
a qué lo destinaba él. El General CHEYRE decidió quedarse con un
Mayordomo en la casa. No quedó con conductor ni vehículo fiscal. Por lo
menos es lo que recuerda. Desconoce cómo se hacía la entrega de esos
dineros a los ex Comandantes en Jefe, pero si sabe que era a través del
Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, porque el Coronel CORTÉS
cuando hacía eso cerraba la oficina, porque estaba preparando los
dineros que se enviaban a los ex Comandantes en Jefe. Además en
alguna oportunidad también se lo comentó Sergio VÁSQUEZ. Eso lo
veían directamente ellos sin intermediarios.
Indica que no sabe si se entregaba dinero para las comisiones de
servicio del Comandante en Jefe al Auxiliar, tiende a pensar que los
dineros los administraban los Ayudantes. Ignora si es que se les
entregaba algún dinero directamente a los Auxiliares, pero si ocurrió, lo
tuvo que haber entregado el Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia. El declarante afirma que a él nunca el Ejército le ha
pagado sus remedios. Haciendo presente que si se entregaban esos
dineros, quienes los recibían tenían que rendir cuenta e ignora si rendían
cuenta del total o de lo realmente gastado. No sabe si esas personas se
quedaron con alguna parte de dinero, se refiere a quienes administraban
esos recursos y quienes los recibían. Asume que se rendían todos los
dineros, porque el Oficial de Finanzas le revisaba hasta el último peso
que se le entregaba.
Afirma que el responsable último del Ejército de los Gastos
Reservados es el Comandante en Jefe. Entiende que los Gastos
Reservados eran propiamente del Comandante en Jefe. La DIFE en
cambio administraba los dineros del Ejército y entregaba recursos a

253
todas las Unidades, incluyendo a la DINE, la cual se encargaba de todos
los temas de inteligencia del Ejército, al igual que de los temas de
seguridad. Afirma que él entiende que los recursos de Gastos
Reservados eran para inteligencia, contrainteligencia y seguridad,
materias de las que se encargaba la DINE y no la Comandancia en Jefe.
En todo caso es DIFE quien asignaba todos los recursos a las Unidades,
siendo responsable de esta asignación, y si entregó recursos de Gastos
Reservados a la Comandancia en Jefe, no fue por iniciativa propia, sino
que fue por orden del Comandante en Jefe. Dice que en la época del
General FUENTE-ALBA el DIFE era el General SANTIC; que después lo
fue el General ROJAS MEISSNER, ese último también estuvo en la época
del General OVIEDO; y que posteriormente asumió como DIFE el
General PIEDRA.
Respecto de las comisiones de servicio, explica que el programa
macro era propuesto originalmente por la DIRIDE, el que pasaba al
Comandante en Jefe para su corrección y aprobación, volvía a la DIRIDE
el programa definido para realizar las coordinaciones de las fechas,
horarios, hoteles, traslados, personas a las que se iban a tratar, los
vuelos, tenidas tanto del Comandante en Jefe como de su señora y del
resto de la comitiva, etc. Todo eso lo veía el Departamento de
Coordinación con el Comandante en Jefe. En su época, dice, le
correspondió realizar esta labor como Jefe de Departamento al Coronel
PARRA, al Coronel HALD y al Coronel BRAND en su minuto. Indica que
ellos coordinaban todos los detalles directamente con el Comandante en
Jefe, en su momento tanto con el General FUENTE-ALBA como el
General OVIEDO. Asevera que la elección de los hoteles era realizada
por el Comandante en Jefe, sobre la base de la propuesta que realizaba
el Jefe del Departamento de Coordinación según los requerimientos del
Comandante en Jefe, pero la decisión definitiva era del Comandante en
Jefe. En ningún caso, dice, la elección del hotel fue decisión del Jefe del
Departamento de Coordinación o de otra persona, esos solo se limitaban
a proponer. Asume que el pago de los hoteles seleccionados era desde
la Comandancia en Jefe, ignorando si se hicieron pagos directamente en
los hoteles al efectuar el check out, pero pudo haber sucedido. En el DAI
les llegaban los programas tentativos y los enviábamos a la

254
Comandancia en Jefe y a Coordinación para que se fuera afinando el
programa final.
Asevera que a ellos les entregaban un viático, el que recibió al
igual que el resto de la comitiva, no recuerda el monto. A lo que se le
consulta por el tribunal señala que no le dio algún uso al viático que
recibió en el viaje, porque todo fue pagado por el Ejército. Cuando él no
comió con el Comandante en Jefe, pagó su alimentación aparte. El 29 de
julio se brindó una comida en el hotel, donde participaron los anfitriones
del Ejército de Israel, además de la comitiva chilena. Las comidas o
cenas de retribución que se brindaban en las comisiones de servicio,
eran costeadas por la Comandancia en Jefe y pagadas por el Ayudante,
con los recursos que él llevaba, y que le eran entregados por el Oficial
de Finanzas de la Comandancia en Jefe. No recuerda si el Ayudante
pagó con dinero efectivo o su tarjeta, tanto la comida como el Check out
del hotel. En todo caso le merece duda que haya viajado con tanto
dinero en efectivo, por lo que cree que a lo menos algunos pagos se
hicieron con tarjeta de crédito. Cuando recibía el viático, a lo sumo
aspiraba a poder ahorrar lo que sobraba de éste una vez realizados los
gastos en el viaje, restringiéndose en los gastos, pero nunca se puede
aspirar a ahorrar en un 100% el viático, porque se entiende que hay
que destinarlo para los gastos de alojamiento, traslados y alimentación.
Pero aquí pagaban esto.
En cuanto a los beneficios accedidos al trabajar en la Comandancia
en Jefe, respecto de las otras Unidades del Ejército, estaba la gift card
para el cumpleaños, para Navidad y para escolaridad si uno era papá y
tenía hijos en edad preescolar y escolar, beneficios que solo conocía
estando en la Comandancia en Jefe del Ejército. Después se da cuenta
que habían otras Unidades con incluso mayores beneficios y de más
valor, siendo Unidades de menor importancia, como ocurre en la DIFE,
la TEMGE y en la TE. En esos lugares se enteró que tenían de beneficios
regalos, paseos, menor horario, etc. Las gift card, dice, tenían diferentes
valores según la categoría del empleado, de acuerdo a lo que señaló en
su declaración anterior a razón de entre $100.000 a $150.000, pero en
el caso del bono de escolaridad se entregaban $30.000 para todos los
funcionarios que cumplieran los requisitos para acceder al bono.

255
Expone que la Comandancia en Jefe tenía una peluquería, pero
con preferencia para el Comandante en Jefe y todo General que quisiera
cortarse el pelo allí. También podía concurrir a esa peluquería el resto
del personal de la Secretaría General y de la Comandancia en Jefe. En
esa peluquería no se cobraba por el servicio, a diferencia de lo que
ocurría en la peluquería centralizada del Edificio Bicentenario que
dependía de la JAL, donde por cada servicio uno se anotaba y se
realizaba un descuento a fin de mes.
En cuanto al sistema de lavandería para la Comandancia en Jefe,
señala que todo se manda a una dependencia que se encuentra en la
Unidad de Cuartel de la Comandancia en Jefe, ubicada en Beauchef N°
1425, donde se realizaba el lavado de todas la tenidas militares del
Comandante en Jefe, sus Ayudantes y del Secretario General. No le
consta que por este servicio se le cobrara al Comandante en Jefe y
demás personas que ha señalado, pero lo que correspondía era que se
cobrara, ya que cuando el declarante utilizaba ese servicio, se le hacía
un descuento, al igual que señaló respecto de la peluquería. Lo mismo
puede señalar respecto de la sastrería de la Comandancia en Jefe, la
que existe para dar prioridad al Comandante en Jefe, pero que también
debería haber cobrado algo por el servicio, aunque desconoce si se le
descontaba efectivamente al Comandante en Jefe.
Indica que a los Oficiales que salían de la Comandancia en Jefe se
les regalaba una bandeja ovalada de plata que tenía una leyenda
dedicatoria del Comandante en Jefe. Además a las señoras se les
regalaba un ramo de flores y chocolates. Se hacía una comida una vez
al año donde se recibían a los Oficiales que llegaban y se despedían a
los Oficiales que salían. A los Oficiales que llegaban se les entregaba un
juego de colleras y a sus señoras un ramo de flores. Esta actividad la
presidía el Secretario General. No recuerda haber comprado relojes
LONGINES, sino que recuerda haber comprado relojes VICTORINOX, y
otros relojes de otra marca. Los relojes tenían un valor de unos
$200.000 cada uno, aproximadamente, los que compró en HBC y en
VICTORINOX ubicado en Antonio Varas antes de llegar a Bilbao.
Recuerda que cuando se fue de la Comandancia en Jefe el Coronel
CORTÉS, se le compró un reloj en HBC, que fue entregado

256
personalmente por el Comandante en Jefe, era un reloj más caro que los
otros, pudo ser de unos $250.000.
Refiere que desconoce quién compraba los alimentos para el
Comandante en Jefe, sus visitas y los Ayudantes, que comían lo mismo
que el Comandante en Jefe. Había dos civiles, uno de apellido VARAS y
otro cuyo nombre no recuerda, que oficiaban de Mayordomo, y además
había un maestro de cocina, que era quien preparaba las comidas,
porque en el Repostero se cocinaba. Los dineros para el funcionamiento
del Repostero, dice, provenían del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, como siempre en efectivo. No conoce ningún ítem
presupuestario corriente que permita la imputación de este gasto.
Tiene conocimiento de la suscripción en el Rotary Club, pero
desconoce si era pagada por el Departamento de Finanzas de la
Comandancia o por la DIFE. Entendía que el Ejército pagaba para que
un General fuera parte de estas reuniones en el Rotary, podía ir
cualquier representante del Alto Mando.
Respecto de los periódicos que se compraban, recuerda haber
visto El Mercurio, La Segunda, y otros que no recuerda, y esos eran
pagados directamente por el Oficial de Finanzas de la Comandancia en
Jefe. Además se compraba la Revista Qué Pasa. Esos diarios estaban en
la Ayudantía, desconoce si eran para el Comandante en Jefe.
En cuanto a los dineros para la mantención de la Casa
Institucional, señala que supo que en la época del General FUENTE-ALBA
se remodeló la cocina, se hicieron varios cambios en la Casa con
materiales caros. Asevera que se duplicó y hasta triplicó la cantidad de
personal que trabajaba en la Casa, llegaron más conductores, más
cocineros, más Mayordomos, más aseadores. Eso dependía de cada
Comandante en Jefe, porque no había un staff fijo de personal asignado
a la Casa Institucional, sino que cada Comandante en Jefe armaba su
equipo según sus necesidades y lo que estimaren. Por todo eso y de
acuerdo a las características de cada familia que vivía en esa casa es
que los requerimientos cambiaban. En el caso del General FUENTE-ALBA
los requerimientos aumentaron respecto de su periodo con el General
CHEYRE, que es a quien conoció por su labor en la Casa Institucional.

257
Desconoce si los requerimientos se mantuvieron en el periodo del
General OVIEDO, respecto del periodo del General FUENTE-ALBA.
Afirma que ahora tiene la claridad que los recursos que se
entregaban por el Departamento de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, por el Oficial de Finanzas, a que se ha referido, que además se
entregaban en efectivo, provenían de recursos de Gastos Reservados,
aunque no tiene prueba de aquello más de lo que presenció. Dice que
puede inferir que es así, además la entrega de todos esos dineros tenían
un tratamiento distinto del resto de los dineros y gastos del resto del
Ejército, en los cuales siempre se exigió gran trazabilidad y control, a
diferencia de aquéllos, provenientes de Gastos Reservados. No obstante,
reitera que siempre rindió todos los dineros de ese tipo que se le
entregaron por parte del Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
como declaró.
47.- Declaración de Marcelo Alejandro AICHELE GERMANI,
Coronel de Ejército en Retiro, Jefe del Departamento de Asuntos
Generales de la Comandancia en Jefe (DAG), años 2011 y 2012,
quien a fojas 13.731 manifestó, en resumen, lo siguiente:
Que se imagina el motivo de su comparecencia, debido a su paso
por la Comandancia en Jefe, donde estuvo dos años.
Manifiesta respecto de su carrera militar, que estuvo en la Jefatura
del Estado Mayor General del Ejército entre el año 2004 al 2010, con
distintos jefes. Su antepenúltimo JEMGE fue Juan Miguel FUENTE-ALBA,
el año 2009, con quien trabajó un año. Después estuvo Miguel CASTRO.
Refiere que cuando FUENTE-ALBA fue nombrado Comandante en Jefe lo
llamó su secretaria para decirle que lo querían destinar a la
Comandancia en Jefe. Expone que se supone que la mejor Unidad de
Chile es la Comandancia en Jefe, pero él estaba muy bien en la JEMGE,
porque él ya era Comandante y no podía ascender a General. Lo llamó
Elsa CASTILLO, “La Tita”, que era la secretaria del General FUENTE-
ALBA, y le dijo que lo iban a destinar. Después lo llamó el General
FUENTE-ALBA y le dijo que estaba destinado a la Comandancia en Jefe,
le manifestó el declarante que ya estaba destinado un amigo suyo de
apellido ZAMORA, por lo que no quería irse destinado y sacarlo a él. Es

258
Alberto ZAMORA. Entonces no se fue destinado en ese momento y siguió
destinado en la JEMGE durante el año 2010.
Refiere que finalmente, en diciembre del año 2010 lo destinaron
igual a la Comandancia en Jefe. Dice que no quería ir a la Comandancia
en Jefe por el ambiente. Señala que siempre estaban los mismos, era
“aclanado”, era un círculo cerrado. El declarante no se fue “altiro”, sino
que continuó trabajando en la JEMGE, junto con el General Guillermo
CASTRO, estuvo entregando su cargo, se fue de vacaciones, hasta que
se tuvo que ir, asumiendo el 10 de febrero del año 2011. Entonces llegó
al Departamento de Asuntos Generales (DAG) como Jefe, no obstante,
él no era del Estado Mayor sino que era de Artillería, no era de Finanzas,
pero tenía buen manejo de fondos presupuestarios.
Indica que se encontró con que no había personal de Chile
Compras, por lo que llevó a un Suboficial de la JEMGE de Chile Compras,
al Suboficial Roberto MARTINELLI para que lo ayudara con eso. Se
encontraron con que todos los contratos de suministros eran de dos
años, siendo lo normal contratos de un año, había mucho
desconocimiento y desorden administrativo. El declarante les decía a los
de Finanzas, CORTÉS y VÁSQUEZ, que si el licitó algo se tenía que
controlar por los Oficiales de Intendencia, pero no se hacía, no se
controlaba. Entonces en el DAG se hicieron nuevamente los contratos
para ajustarlos a duración de un año.
Relata que un día bajó el Mayor Alfredo MERINO, Ayudante del
Secretario General Alberto GONZALEZ, con $5.000.000 en efectivo para
entregárselo. Señala que esto ocurrió cuando llegó a su cargo, a los 5
días. Le dijo que era para regalos de los Oficiales para cumpleaños y
otras cosas más. Indica que era dinero en efectivo que le entregó en un
sobre. Le dijo que él tenía que ir a Falabella a comprar regalos, a
comprar tarjetas Giftcard para todo el personal de la Comandancia en
Jefe, que eran más de 280 personas, incluyendo a Cabos, Suboficiales,
Escoltas, las señoras del personal. Le dijo que eso no correspondía, pero
guardó el dinero en la caja fuerte. Le dijo que esto no lo haría y unos 15
minutos después volvió MERINO y le dijo que no se preocupara y se
llevó el dinero. Señala que parece que MERINO tenía un contacto en
Falabella o Ripley para comprar más barato. Menciona que el dinero lo

259
guardó en ese momento en la caja fuerte que estaba atrás suyo. Expone
que, cuando recibió y entregó el dinero, no firmó ningún comprobante y
finalmente devolvió esos dineros. Manifiesta que MERINO se encargó de
comprar igual los regalos, ya que llegaron las Giftcard y otros regalos,
los vio igual, eso no cambió. Dice que era mucha plata en este
concepto, de unos $100.000.000 en los dos años en que estuvo,
haciendo un cálculo rápido. Relata que se llamaba al personal que
estaba de cumpleaños y se le entregaba una Giftcard por parte del
Comandante en Jefe. Asegura que MERINO le dijo que el dinero venía
autorizado por el Comandante en Jefe. El declarante indica que dependía
del Secretario General, General GONZÁLEZ MARTIN, no del Comandante
en Jefe, y que a este último lo vio unas tres veces aproximadamente en
el tiempo que estuvo en la Comandancia en Jefe. El Secretario General
era quien ejecutaba las órdenes del Comandante en Jefe. Supone que
ese dinero provenía de Gastos Reservados, porque de Fondos
Presupuestarios el Ejército no tiene tanto dinero, según lo que ha visto
en su carrera militar. Afirma que recibió una tarjeta para su
cumpleaños, de unos $80.000, aunque no recuerda exactamente cuánto
fue, pero entiende que era una suma superior para los Oficiales.
Manifiesta que se consideraba como un estorbo en la Comandancia
en Jefe, ya que decían que ponía trabas al sistema, según GONZÁLEZ
MARTIN, ya que él preguntaba mucho. Señala que no recibió el cargo
por parte de ZAMORA, porque él se fue destinado antes, pero no tuvo
problemas con él, incluso son amigos, fueron compañeros en el
Regimiento GRANADEROS. ZAMORA era el DAG del General IZURIETA.
Cuando lo destinaron incluso trató de no afectar a ZAMORA. No ha
vuelto a hablar con él.
El tema de los regalos y Gastos Reservados imagina que venía de
antes que él llegara.
Menciona que el General FUENTE-ALBA tenía un discurso
envolvente y los hacía sentir importantes, y por ello aceptaban sus
instrucciones, así que sobre el tema de los Gastos Reservados habría
caído cualquiera. Adiciona que él encontraba que el General FUENTE-
ALBA era un caballero, su cargo era de mucho trabajo, el resto lo
pasaba bien, viajando y gastando. Señala que no viajó nunca en

260
comisiones de larga duración, solo viajó en comisiones de corta duración
de unos 5 días, cuando estuvo en la JEMGE, donde iba como Ayudante
de algunos Generales, les llevaba los regalos, entre otras cosas.
Afirma que el General FUENTE-ALBA era arribista, recuerda que
una vez se fijó mucho en una camisa que el declarante usaba porque
tenía un dibujo de Polo. Él era muy “principesco”, se preocupaba de la
ropa, el vino, andaba con buen reloj, sabía mucho de autos, y de con
quién uno se había casado.
Indica que a mitad del mes que llegó a su cargo, llegó a su oficina
el Teniente Coronel Sergio VÁSQUEZ, quien era el segundo de Jorge
CORTÉS DÍAZ, ambos de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Señala
que VÁSQUEZ le entregó $4.000.000 en efectivo, en un sobre. Adiciona
que tenía que haber ido CORTÉS ya que era el Jefe. Señala que tenía a
su cargo Beauchef, la Oficina de Personal, Inteligencia y todas las
cabañas de Pichicuy y Farellones. Afirma que era logístico, así que tenía
que encargarse de la mantención de todas estas Unidades. Entonces
llegó VÁSQUEZ con el dinero y le dijo que era para una “sobre
alimentación” del Rancho, que era para dar alimento al personal de la
Comandancia en Jefe. El declarante le preguntó de dónde salieron esos
dineros y le respondió que eran fondos de la Comandancia en Jefe, no le
dijo expresamente que eran Gastos Reservados, pero se entendía, no le
dijo que los mandó el Comandante en Jefe ni nada más, pero también
se entendía. Refiere que nunca había recibido dineros de esa forma, era
mucha plata, ya que eran $4.000.000 que luego se bajaron a
$2.000.000 el último tiempo, siendo esos dineros mensuales. Indica que
no era “Ranchero”. Declara que tomaba todos los meses ese dinero y se
lo pasaba al Ranchero Suboficial PALMA, él no usaba directamente ese
dinero, pero como era el Jefe lo hicieron hacerse cargo de ese cuento.
Afirma que el dinero siempre se lo entregó VÁSQUEZ en un sobre
cerrado y en dinero efectivo, el cual lo contaba, llamaba a PALMA y le
decía que tenía que seguir el procedimiento habitual. Relata que fue
PALMA quien le dijo que esto se venía haciendo desde hace mucho
antes. La diferencia es que el declarante le ordenó a PALMA que le
entregaran facturas de todo. Menciona que PALMA compraba los víveres
específicos que antes no había, como huevos, paltas y otros artículos

261
para mejorar el Rancho normal, eran productos que no alcanzaban con
el Rancho habitual. Le dijo a PALMA que facturara, en el sentido de que
le entregaran facturas, le mostraba las facturas y luego PALMA se iba
con esas facturas a Finanzas a rendir cuentas de ese dinero para la
mejora del Rancho. Desconoce si lo atendía VÁSQUEZ o CORTÉZ, o
algún Suboficial, pero señala que se encargó de que se rindiera cuentas
con facturas de ese dinero, siempre. Dice que esos documentos deben
estar en la Comandancia en Jefe, salvo que los hayan destruido.
Manifiesta que a él nunca le ordenaron triturar documentación, si se
hizo, lo hicieron en Finanzas, VÁSQUEZ o CORTÉS. Desconoce si es que
antes se pedían facturas por las compras con ese dinero, pero en su
periodo sí se hizo. Por ejemplo, se compraban productos en La Vega,
como agua mineral, bebidas, paltas, quesos, eran productos de víveres
frescos para “engrosar” la alimentación, para preparar una palta reina,
ya que con el Rancho normal no se podría pagar un plato de ese tipo.
También debe haber habido otros proveedores, pero que no recuerda al
momento de la declaración. Indica que, las facturas iban a nombre de la
Comandancia en Jefe, con su Rut, así todo podía ser controlable. Esto lo
ordenó porque antes que llegara al cargo fue la COTRAE, y pensó que si
la Contraloría fue y no detectó que estaban comprando por fuera, él
necesitaba un respaldo de los gastos. Dice que al tiempo se dio cuenta
de que las cosas no estaban en orden como creía, eso durante su
trayecto en la Comandancia en Jefe.
Señala que, puede que en su primer periodo se haya “pasado” con
las platas que le dieron para la mejora del Rancho y haya pedido más
dinero de los $4.000.000, aunque no lo recuerda bien. Menciona que
recuerda haber repuesto el desayuno en la Comandancia en Jefe.
Además, daba almuerzo y colación para las Escoltas, pero ignora si es
que antes se daba desayuno en la Comandancia en Jefe. Si es que hubo
una diferencia el primer mes, la tuvo que haber pedido el Mayor Cristian
RAMÍREZ, quien era el Jefe del Cuartel Beauchef. Indica que a lo mejor
ZAMORA declaró eso porque un Suboficial le dijo que el deponente
estaba gastando más.
Afirma que todos consumían la alimentación mejorada, incluso él,
todos los de la Comandancia en Jefe. Si ellos recibían, por ejemplo,

262
$4.000 por Rancho normal, la mejora aportaba $3.000 más por
persona, gastándose $7.000 en total para la comida de cada persona, lo
que permitía mejorar bastante la alimentación que había, casi se
doblaba el rancho normal.
Señala que esto no tiene relación con la alimentación del
Comandante en Jefe, porque eso lo veía con su Repostero, que era
aparte. No les entregaba dinero ni recursos a ellos, indica que también
tuvo problemas con ellos. Refiere que ellos hacían un menú para la
Comandancia en Jefe y se fijaba que en el Repostero del Comandante en
Jefe se servía otra cosa, incluso los Ayudantes que almorzaban comían
distinto, esos almorzaban en un reservado exclusivo para los Ayudantes.
Esto lo sabe porque una vez se invitaron los Ayudantes a comer y era
distinto, comían lo que preparaba el Repostero del Comandante en Jefe.
Relata que tuvo problemas con el Repostero, porque ellos a veces
pedían insumos, y el declarante se negó a proporcionarlos. Una vez le
pidieron whisky para preparar clavo oxidado, y se negó, le dijeron que
era por orden del Comandante en Jefe y de todas formas se negó, y les
dijo que el Comandante en Jefe lo conversara con él. Indica que él dio la
orden que de los recursos no se entregara nada para vinos, whisky ni
otras peticiones del Repostero. Expone que cuando del Repostero pedían
unas paltas u otros víveres más “normales”, sí los proporcionaba, a lo
que se negaba era a los “extras”.
Adiciona, a propósito de los vinos, que nunca le compró vinos al
hijo del General FUENTE-ALBA, que trabajaba en la Viña Santa Rita.
Sabía que se le compraban vinos, ya que para la despedida de General
FUENTE-ALBA de la JEMGE ese hijo le contó que trabajaba en esa Viña.
Indica que, él especulaba en ese minuto por la cantidad de dinero,
que era mucho, que eran fondos internos del Banco Estado, ya que
cuando se gana la licitación del Ejército, había cientos de millones
involucrados, pero tampoco correspondía.
Manifiesta que se gastaba mucho dinero en la Comandancia en
Jefe, por el nivel de vida que llevaba el Comandante en Jefe y su
séquito, incluyendo al Secretario General, el Secretario Privado, los
Ayudantes, los viajes. El declarante piensa que les entregaban la mejora
del Rancho para que todos sintieran que estaban bien en la

263
Comandancia en Jefe y así ellos podían darse la “vida del oso”, gastando
mucho, y el resto se quedaran callados. Todos amaban al General
FUENTE-ALBA, era como Dios, porque los tenía a todos contentos.
Menciona que otros beneficios que entregaba el General FUENTE-
ALBA era el pase a las Cabañas del Ejército en Pichicuy, de forma
gratuita, iban gratis. Otro beneficio eran los viajes para todo el séquito
del Comandante en Jefe hacia el extranjero, con excusas como hacer
controles en las Misiones, hacer cursos, entre otras cosas. Eran los
premios. Expone que no lo premiaron y que solo fue a Pichicuy. Expone
que se consideraba una especie de piedra en el zapato.
Relata que era septiembre del año 2012, el año en que lo echaron
de la Comandante en Jefe. Lo mandó a buscar el General GONZÁLEZ
porque el Comandante en Jefe quería comprar unas alfombras persas,
que debían ser del Consorcio Persa ubicado frente a la Clínica Alemana.
Le ordenaron que llevara varios modelos para el Comandante en Jefe,
por lo que le llevó 7 modelos y tuvo que dejar un cheque en garantía.
Parece que el vendedor llevó las alfombras en sus camiones, porque
eran productos delicados o fue en un camión del Ejército, no lo
recuerda. Esas alfombras iraquíes, hechas a mano, eran tremendas, con
nombres especiales. Añade que se extendieron las alfombras y apareció
el Comandante en Jefe, General FUENTE-ALBA, y eligió varias. Eran
caras, entonces se gastaron unos $32.000.000 en esas alfombras.
Adiciona que luego llegó CORTÉS y le dijo que tenía que pagar las
alfombras, que tenía que pagar con Fondos Presupuestarios, a lo que se
negó, dijo que no tenía recursos ni ítem para ello. Dice que CORTÉS
aceptó y se fue; que pasaron unos días y lo citó el Comandante en Jefe,
y él asistió y en dicha reunión el Comandante en Jefe lo retó, “me subió
y me bajó”, y en diciembre de ese año fue destinado al Centro de
Estudios y de Investigación Militar (CESIM). Refiere que esa fue su
última experiencia en la Comandancia en Jefe. Afirma que las alfombras
se compraron igual, atendido a que pudo retirar su cheque, una vez que
las alfombras fueron pagadas y tuvo que haber sido pagadas por
CORTÉS. Manifiesta que en la glosa no había ningún ítem presupuestario
para la compra de esas alfombras, y él no conoció ninguno. Hay
alfombras en el Ejército, pero el tema era el alto valor de esas

264
alfombras. Señala que nunca vio una alfombra persa en el Ejército, solo
alfombras y otro mobiliario que se ganó en la Guerra del Pacífico, cosas
así, pero alfombras así de exclusivas y caras, no, ya que tienen el valor
de un auto nuevo.
Relata que nunca había visto en el Ejército esa modalidad de
entrega de dinero en efectivo, sin firma de comprobantes por la entrega
y el gasto. Refiere que, en realidad cree que los dineros que entregaba
el Banco Estado eran regulares, por concepto de donaciones, no cree
que el Banco Estado se haya prestado para algo irregular entregando
dineros sin documentación. Agrega que en cambio, los dineros que él
recibía no tenían ningún sistema de registro, salvo sus facturas, pero no
sabe qué pasaba de ahí en adelante. Señala que a él le dijeron que eran
fondos de la Comandancia en Jefe. Asevera que si eran dineros visados
por el más alto grado del Ejército, como lo es el Secretario General y el
Comandante en Jefe, se asume que estaba bien usarlos. Indica que de
todas formas le llamó la atención y por lo mismo preguntó,
respondiéndole de parte de Finanzas VÁSQUEZ, que eran fondos de la
Comandancia en Jefe. Manifiesta que esos dineros no los gastó en su
patrimonio, sino que los entregó con el objeto que se le indicó que había
que ocuparlos. Le dijeron que eran fondos para la alimentación del
personal y eso se hizo. Dice que como lo estaba autorizando la gente de
Finanzas, relacionada con el Comandante en Jefe, asumió que era
correcto.
Indica que fiscalizaba a PALMA sobre el destino de esos dineros.
Menciona respecto de los regalos de Navidad, que no tuvo
intervención en esas compras. Afirma que de estas compras se
encargaba el Secretario del Secretario General MERINO. Señala que él
llegó en febrero y para la época de compras Navideñas ya no se
encargaban cosas, porque no había caído bien, y le había negado a
hacer las compras de las otras Giftcard.
Relata que para navidad también llegaba una Giftcard para todo el
personal de la Comandancia en Jefe, pero que no recuerda si había
montos diferentes dependiendo del grado de la persona, pero que se
imagina que era igual, como ocurría con los otros regalos de
cumpleaños; tuvo que haber sido para limpiar la imagen del

265
Comandante en Jefe y su círculo, para mantener contento al personal.
Señala que eran Giftcard de unos $80.000 para cada uno. Refiere que
eran dineros que provenían de la Comandancia y les entregaban las
Giftcard como un regalo del Comandante en Jefe, por lo que se sabía.
Señala que los Oficiales de Finanzas VÁSQUEZ y CORTES, no
podían haber corrido con “colores propios”, haciendo alguno de esos
gastos por propia iniciativa. Afirma que el Ejército no funciona así, sino
que hay muchas estructuras y es muy jerarquizado todo, con
costumbres que vienen de muchos años. Dice que si el de arriba está
corrompido, corrompe al resto que viene abajo. El funcionario no decide
no cumplir las órdenes, igual como ocurre en combate. Expone que en la
parte administrativa si llega una orden, uno debe tener la suficiente
honorabilidad y entereza para negarse, sabiendo lo que va a pasar, y si
era joven lo destinaban a Putre o a Alto Hospicio como sanción. Refiere
que como él era viejo, ya era Coronel, no lo iban a destinar a esos
lugares, pero de todas formas lo iban a destinar, como ocurrió. Asegura
que los Gastos Reservados son para Inteligencia, por lo que deben
utilizarse por el Ministerio de Defensa o el DINE, no por el Comandante
en Jefe, por lo menos no para esos destinos. Dice que de esa forma se
fue corrompiendo el Ejército. Indica que nadie se dio cuenta o nadie
quiso decir nada, porque todos estaban felices con los regalos y
privilegios que se entregaban y por eso no dijeron nada. Expresa que
eso da rabia, porque se supone que la Comandancia en Jefe es el lugar
donde llegan los mejores, el mejor General, el mejor Oficial, es la
cúspide del Ejército, entonces que se hicieran esas irregularidades no
corresponde, no se puede creer.
Menciona que, cuando se es más “cabro”, se pasan muchas
pellejerías, entonces cuando se llega a un puesto donde se ve tanta
opulencia, se corrompe, sobre todo cuando no se tiene conocimientos de
que las cosas así no se debían hacer.
Afirma que el General FUENTE-ALBA nunca debió haber sido
Comandante en Jefe, ya que había gente más preparada y proba que él.
Un General no podía tener ese tipo de autos, como tenía el General
FUENTE-ALBA, se sabía que él era de gustos caros. Refiere que los
gustos caros del General FUENTE-ALBA decían relación con los autos,

266
corbatas, los zapatos, vinos, los viajes, etc. Una anécdota es que su
papá era de campo y recibió instrucción del “Cacho BLACKBURN”, papá
de la Verónica BLACKBURN, entonces un día le dijo al General FUENTE-
ALBA que conocía a la “Vero BLACKBURN”, por su papá y su origen
humilde de agricultores. Desde ahí la Verónica BLACKBURN, que era
amiga de la señora Ana María PINOCHET, dejó de hablarle, porque se
había referido a ella como “humilde” o “de agricultores”, lo que le cargó.
Añade que la señora PINOCHET era muy arribista, igual que FUENTE-
ALBA.
Adiciona que en otra ocasión la señora Anita María PINOCHET
quería un IPhone. Dice que en la unidad no tenían recursos para
comprar ese celular, entonces fue donde un amigo que trabajaba en
Entel y le pidió que les donara un celular. Llegó a la Casa Comando y la
señora Anita María PINOCHET le ordenó que le traspasara sus contactos
y lo hizo mal, se repitieron algunos de ellos, se enojó y lo despachó sin
siquiera darle las gracias por el celular.
Afirma que él y sus papás tienen un campo, por lo que señala que
nunca ha tenido dos departamentos ni la cantidad de propiedades que
FUENTE-ALBA tenía. El declarante indica que tiene una propiedad que
terminará de pagar a los 90 años, con un crédito a 30 años. En el
Ejército el único que se sabía que tenía mucha plata era Ricardo
IZURIETA CAFFARENA, porque venía de una familia con mucho dinero.
En cambio, el papá de FUENTE-ALBA era Coronel sin un gran
patrimonio, por lo que los gastos del General FUENTE-ALBA no se
condecían con su historia ni con la vida militar. Menciona que FUENTE-
ALBA era un Coronel normal hasta que llegó como Director de la Escuela
Militar, donde comenzó a aumentar su patrimonio en términos que no se
condecían con los ingresos de sus pares, pese a que él había sido
destinado al extranjero, pero eso tampoco justifica el patrimonio que
tiene ni sus gustos caros.
El declarante relata que se enteró por los Escoltas que una vez el
General FUENTE-ALBA invitó al Presidente Sebastián PIÑERA en su
primer mandato, y éste le preguntó por los gastos de mantención de su
casa, cuántos metros cuadrados eran y otros gastos. Como PIÑERA es

267
empresario y matemático, comenzó a calcular los gastos que llegaban
como a los $8.000.000, y le dijo finalmente “oiga, que bien vive usted”.
Señala que, respecto de la Casa Institucional, no había un ítem en
el DAG para la mantención de esa Casa. Se enteró que en una
oportunidad se pintó la casa completa, pero con recursos que pidieron
directamente a la Dirección de Finanzas, en esa época el DIFE era Jozo
SANTIC. Indica que esos recursos pudieron haber provenido de algún
ítem de la DIFE, pero lo desconoce. Refiere que, él tenía un ítem en el
DAG para mantención de infraestructura, que se utilizaba en
mantenciones y reparaciones de la Comandancia en Jefe, Cuartel
Beauchef, y las cabañas de Pichicuy y las cabañas de Farellones. Eran
fondos presupuestarios, no tenían nada que ver con los dineros en
efectivo que entregaban CORTÉS y VÁSQUEZ.
Manifiesta que fue dos veces a la Casa Comando, la primera para
conocerla, ya que había gente de la Unidad que trabajaba ahí. Ellos
mandaban alimentos para la Casa Comando, de esa alimentación
mejorada que indicó anteriormente. Señala que es una casa muy grande
de unos 600 metros cuadrados o más, era tremenda. Allá se hablaba de
un Sector Institucional y un Sector Familiar o personal del Comandante
en Jefe. Manifiesta que le llamó la atención que tenían de todo en esa
casa, ya que tenían una “cocina atómica”, lavadoras, secretaria,
telefonista, mayordomos, cocineros, jardineros, piscinero, recepción,
guardia, adornos florales, entre otras cosas, era como la casa del
“Chino” Ríos, como la casa de un Jeque Árabe, una especie de Palacete.
Quien conoce todos los detalles de esa casa es el Oficial de Órdenes,
Rodolfo HIDALGO. Indica que, efectivamente, había un piano cerca del
comedor.
Expone que la segunda ocasión que visitó la Casa Institucional fue
para una recepción de los militares Oficiales, donde se les ofreció una
comida. Había un pianista, violinistas, todo era muy señorial, se ofreció
un cóctel, vino y comida en una mesa larga. Era una mesa larga, muy
señorial, para unas 20 personas. Refiere que los recursos para pagar
esa cena, no cree que hayan salido del patrimonio personal del General
FUENTE-ALBA. Supone que se podía pagar con el ítem Gastos de
Representación, pero en realidad ese tipo de fondos se ocupan para

268
atender a una autoridad de Estado, entonces no se encuadra tampoco
en el concepto del Gasto de Representación, conociendo las glosas. Es
un ítem muy acotado, ya que solo está permitido para las autoridades
del servicio, que en cualquier caso no entraba o no calzaba con esa
cena. Además, en esa ocasión no había ningún ministro ni autoridad
civil, solo había Oficiales. Indica que ese gasto no entra en ningún fondo
del Ejército, ningún ítem presupuestario permitía ese gasto.
Refiere que antiguamente los gastos de comida se les descontaba,
se usaban al final los propios fondos de los funcionarios y al celebrado
no se le cobraba. Esto es lo que ocurre en las Unidades Regimentarias.
No había recepciones, cócteles ni las cosas que el declarante vio en la
Casa Institucional ni en la Comandancia en Jefe. Como nunca ha habido
guerras, en el Ejército se “engolosinan”, se trata al final de un Ejército
de Paz. Expresa que cuando fue a Colombia vio que los Oficiales
andaban fuertemente armados, incluso con granadas, en cambio el
General FUENTE-ALBA estaba vestido impecable, y pobre que se corriera
la basta de su pantalón, entonces le daba “lata” porque la diferencia era
demasiada. La carrera y vida del General FUENTE-ALBA parecía una
carrera docente, no una carrera militar de combate, porque llegaban
arriba los que tenían mejores notas y se dedican a la vida social.
Manifiesta que no recuerda haber recibido otros dineros en
efectivo con ese sistema que indicó anteriormente, solo los dineros para
regalos que devolvió, y los dineros para alimentación que no gastó, sino
que entregó a quien debía comprar los víveres. Señala que no recibió
ningún otro recurso de similar naturaleza que los anteriores, se refiere
en efectivo.
Afirma que, como él estaba “encapsulado”, dependiendo de la
Secretaría General, no tuvo contacto con el Comandante en Jefe como
para que éste le encargara misiones o entregara dineros, o le mandara a
comprar algo. Dice que por su parte, el Secretario General “no le tenía
buena”, así que ellos trataban poco. Afirma que, en efecto, conocía con
anterioridad al General FUENTE-ALBA, en la JEMGE. En ese tiempo
cuando él quería algo, el deponente se negaba si no se podía gastar con
los fondos presupuestarios que ellos tenían, ya que no se les asignaban
Gastos Reservados. Supone que se le destinó a la Comandancia en Jefe

269
porque era buen Oficial, quizá como el General FUENTE-ALBA era
arribista y ocurrió la anécdota de las camisas Polo, se lo llevó, porque lo
vio como más “gente”, ya que hablaba también de autos y juega Polo.
Además, el General FUENTE-ALBA trabajaba con sus grupos usualmente
y quizá pensó que le serviría por conocerlo de antes, que sería de su
confianza, pero en la práctica no tenía en la Comandancia en Jefe
contacto con él como sí lo tenían sus Ayudantes, la gente de la Casa
Institucional, los de Finanzas, el Secretario General, y todo ese círculo
cercano con el que el General FUENTE-ALBA trabajaba siempre. Dice
que ellos no lo dejaban hablar con el General FUENTE-ALBA, era como
una especie de Dios en ese sentido.
Menciona que Ernesto ALLENDE le veía sus propiedades al General
FUENTE-ALBA. ALLENDE era un abogado que llevó el General FUENTE-
ALBA a la Comandancia en Jefe. ALLENDE es abogado del Ejército, que
antes era de línea y después se cambió a Justicia.
Estando en la JEMGE, cuando falleció el papá del General FUENTE-
ALBA, el declarante afirma que se encargó de la compra del ataúd y de
recibir a la familia, por lo que piensa que desde ahí también le tuvo
aprecio y lo tuvo por “gente”, pero que él no era de su grupo cercano.
Señala que no vio que entregaran dineros a otros Oficiales en
efectivo. Se enteró por la prensa que se pagaba dineros al Secretario
General, ya que no era algo de “vox populi”, que él no vio esas entregas
de dinero ni lo percibió en su tiempo en la Comandancia en Jefe. Luego
de leerlo en la prensa, indica que le hizo sentido muchos gastos,
especialmente el vestuario de ciertos Oficiales, como los Ayudantes.
También que CORTÉS tenía un Volvo. No le llamó la atención las
propiedades de los Oficiales, porque no las conocía, pero sí las
propiedades del General FUENTE-ALBA, debido a su departamento en
Puerto Velero y propiedades en Santiago. Se le llamaba el “Señor de los
Anillos” al General FUENTE-ALBA por los vehículos marca Audi que tenía.
Afirma que hacía mucha ostentación, lo que era comentado por la gente,
dice que la gente no es tonta, sobre todo por el nivel de gasto general
en el Ejército, que es bajo.
Refiere respecto del bono de escolaridad, que efectivamente se le
entregaba al personal de la Comandancia en Jefe ese bono, le parece

270
que sí, pero que no lo tramitó. Indica que no recuerda cómo se entregó
el bono, pudo haber sido con una tarjeta Giftcard del Líder, porque no
recuerda haber recibido plata en efectivo. Refiere que la entrega del
bono, lo tuvo que haber tramitado MERINO, de la Secretaría General, en
su calidad de Secretario. Afirma que ellos no se atrevieron a pedirle que
tramitara la entrega de ese bono, porque ya les había rechazado hacer
cosas anteriormente, según señaló.
Menciona en cuanto a los regalos para los cumpleaños de los
Generales, que se enteró por la prensa de eso, que no se había
enterado estando en la Comandancia en Jefe. Expone respecto de los
regalos para los cumpleaños de las señoras de los Generales, que a ellas
efectivamente se les entregaba una Giftcard, igual que cuando estaban
de cumpleaños los Oficiales de la Comandancia en Jefe y también se les
entregaba una torta a las señoras para sus cumpleaños, encargándose
MERINO de eso, añade el declarante que él no se hacía cargo.
Indica respecto de las flores que se compraban para la
Comandancia en Jefe, que imagina que se tuvieron que encargar en la
Secretaría, que no se encargaba de eso en el DAG. Agrega que el
funcionario encargado de las flores de la Casa Institucional era Rodolfo
HIDALGO.
Expone que cuando un funcionario se iba de la Comandancia en
Jefe, se hacía una ceremonia. Relata que cuando él se fue, se hizo una
comida en el Club Militar, donde fue junto con su señora. Se le entregó
un reloj de marca MIDO y a su señora también se le entregó un reloj de
la misma marca. Afirma que no se le entregó otro regalo.
Refiere que no asistió a la ceremonia de despedida del año
anterior, por lo que no sabe qué se entregó a los que salieron
destinados de la Comandancia en Jefe.
Señala respecto de la compra de chocolates, que no sabe nada de
ellos, porque él no iba a la Casa Institucional, ni entró al auto del
Comandante en Jefe, ni se movía por la Comandancia en Jefe, lugares
donde se supone tenían esos productos. Que al declarante no le llegó
una caja de chocolates, ni vio chocolates donde trabajaba. Físicamente
el declarante trabajaba en una oficina separada de la Comandancia en
Jefe, en un “sucucho” distinto. Nunca supo que alguien pidiera alguna

271
caja de chocolates, ya que esas cosas ocurrían en el núcleo cerrado del
Comandante en Jefe.
Manifiesta que de los vinos que consumía el Comandante en Jefe
se encargaba su Repostero. Sabe que le gustaban al Comandante en
Jefe los vinos MONTES ALPHA, pero que no le compró vinos para su
consumo personal.
En cuanto los regalos que se entregaban para los matrimonios de
los Oficiales, expresa que no se enteró en ese tiempo, porque no se
casó ningún Oficial el año que estuvo en la Comandancia en Jefe. Señala
que, de los matrimonios, solo recuerda que fue muy bullado el
matrimonio del hijo del General FUENTE-ALBA, incluso salió en la
prensa, pero eso ocurrió cuando ya había sido destinado.
Indica que nunca se enteró que de los dineros que se entregaban
a los Generales cuando se casaba uno de sus hijos, se enteró cuando
salió en la prensa. Nunca escuchó de eso.
Afirma que, para el nacimiento de los hijos del personal de la
Comandancia en Jefe, se les entregaba un ajuar, el que era entregado
en la casa del Oficial. Refiere que desconoce cómo se financiaron esos
ajuares, pero en todo caso le parece que se encargaba la Fundación de
Señoras del Ejército, cuya jefa era la señora Anita María PINOCHET.
Comenta que una vez fue a conocer esa Fundación, porque había gente
de la Comandancia en Jefe destinada. Señala que estaba destinada la
Secretaria, señora LAPLAÑA o un apellido parecido, y un par de
personas más cuyos nombres no recuerda. Que él iba porque se
encargaba de sus calificaciones. Menciona que fue porque ese personal
no salía de la Fundación, y además porque ellos no tenían dependencia
militar directa del Ejército. Era una entidad relacionada con el Ejército,
pero a la vez no, era una cosa extraña porque en realidad dependían de
la señora del Comandante en Jefe. Indica que, del personal
administrativo, solo recuerda a esa Secretaria. Relata que, parece que
VÁSQUEZ se encargaba en las tardes de temas financieros de la
Fundación de Señoras, iba a ayudar a la señora PINOCHET.
Expresa que, no veía los dineros que se le entregaban al
Secretario General. Lo mismo respecto de los dineros que se les
entregaban a los Ayudantes, menos tenía conocimiento de los dineros

272
que se le entregaban todos los meses en efectivo al Comandante en
Jefe, porque todos esos temas eran secretos, era muy cerrado el círculo
del grupo personal del General FUENTE-ALBA que se encargaba de estos
temas.
Manifiesta que, la sastrería de la Comandancia en Jefe dependía
de él, cuando estaban en el edificio antiguo. Había un ítem de sastrería,
que se utilizaba cada vez que en la sastrería pedían algún insumo, como
hilos, agujas, botones, cierres, todo lo que era implemento de sastrería.
Esos dineros los tenía el DAG dentro de su presupuesto, pero se
entregaban en insumos, no se entregaba el dinero en efectivo. El monto
eran solo unos $600.000 anuales, no era un valor muy grande. Refiere
que cree que no se compraban telas. Señala que esta sastrería la usaba
todo el personal de la Comandancia en Jefe, era una sastrería más
exclusiva que el resto de las sastrerías, como la sastrería del Estado
Mayor, que era más pequeña. También la usaba algún Oficial que
hubiese estado destinado con anterioridad a la Comandancia en Jefe.
Refiere que no se descontaba dinero por el uso de esa sastrería. En las
otras Unidades, en cambio se hace un descuento por planilla, por
concepto de “Sastrería”, e ingresa a Fondos Internos. Expone que
desconoce por qué en la Comandancia en Jefe no se descontaba dinero.
Manifiesta que para ese concepto, no se le entregaron recursos por
parte de CORTÉS o VÁSQUEZ. No recuerda, por lo menos, haber
recibido recursos de parte de ellos, quizá recibieron dineros algunas de
las señoras que trabajaban en la Sastrería, aunque encuentra absurdo
que se hayan blanqueado dineros entregando a la Sastrería, que era tan
pequeña, además. En todo caso, no lo recuerda.
Señala que en el DAG se compraban insumos para la peluquería
de la Comandancia en Jefe, como alcohol, algodón, usándose recursos
presupuestarios. Afirma que nunca compró máquinas ni peines, nunca
llevó dineros al peluquero para que comprara algún insumo, sino que se
usaban recursos presupuestarios. Indica que “PEÑITA” trabajaba en la
peluquería. Expresa que no se dio cuenta de que PEÑA le pedía recursos
a VÁSQUEZ o a CORTÉS, porque la peluquería funcionaba bien, nunca se
dejó de cortar el pelo a algún Oficial o algún General. Indica que PEÑA
nunca se lo comentó y el funcionario PEÑA dependía de él. Afirma que

273
sabía que PEÑA subía a la Casa Institucional a cortar el pelo del
Comandante en Jefe. No era parte de su función subir allá, pero lo hacía
cada 15 días, además le cortaba el pelo a la familia del General FUENTE-
ALBA. Indica que gastaba unos $600.000 anuales en insumos para la
peluquería y nunca entregó dinero en efectivo de los recursos del DAG,
ya que estos están itemizados.
Relata que se atendían en esta peluquería todo el personal de la
Comandancia en Jefe y PEÑA iba a la oficina de algunos Generales para
cortarles el pelo, ocasiones en que PEÑA le avisaba que el General lo
había llamado.
Afirma que a los funcionarios no se les descontaba dineros por el
uso de esta peluquería, distinto de lo que ocurre en las otras Unidades
del Ejército, donde se hacía un descuento por planilla, al igual que por
los consumos por carnicería, lavandería, sastrería, etc., esos recursos
ingresaban a Fondos Internos de las Unidades. Añade que en el caso de
la Comandancia en Jefe, era gratis.
Refiere que, como beneficio la peluquería, sastrería e incluso el
arriendo de las cabañas para el personal de la Comandancia en Jefe,
eran gratuitos para el personal, regalías para todo el que estuviera
destinado en la Comandancia en Jefe.
Manifiesta que tuvo que hacer muchos arreglos a las Cabañas de
Pichicuy, usando fondos presupuestarios. Refiere que se arreglaron los
transformadores, para lo cual se pidió recursos a la Dirección de
Finanzas. También pidió dineros para arreglar los baños de todas las
cabañas. Señala que no se usaron dineros en efectivo, sino que fondos
presupuestarios y se hicieron licitaciones. Afirma que José NEIRA fue el
proveedor que ganó esas licitaciones para hacer las reparaciones.
Expresa que tenía dos años de contrato de suministro José NEIRA
cuando llegó. Luego se volvió a licitar por un año más. No recuerda
cuáles eran los otros oferentes.
Menciona que nunca pidió recursos en efectivo a CORTÉS o a
VÁSQUEZ para hacer alguna reparación en las cabañas de Pichicuy y
tampoco para hacer reparaciones a las cabañas de Farellones.

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Expresa que cuando recibió las cabañas de Farellones, ya se
habían hecho reparaciones bastante buenas y solo faltaban unas pocas
reparaciones, por lo que le alcanzó el presupuestario para hacerlas.
Indica que contaba con un presupuesto de $80.000.000 anuales
para reparaciones de las cabañas, los que se gastaron en su mayoría en
las cabañas de Pichicuy, Beauchef, en la misma Comandancia, las
reparaciones en Farellones y en la Casa del Comandante en Jefe. La
infraestructura que estaba en peor estado eran las cabañas de Pichicuy.
Incluso tuvo que hacer un pozo para que tuvieran agua propia estas
cabañas. Menciona que se gastaron alrededor de $4.000.000 para hacer
un pozo de 20 metros de profundidad. Expresa que para esas
reparaciones especiales se solicitaron recursos a la DIFE, los que fueron
aprobados por el General SANTIC.
Señala que a los hijos del General FUENTE-ALBA les gustaba ir
más a las cabañas de Farellones, más que al General mismo. También
iban otros familiares del Comandante en Jefe. Asimismo, familia del
Secretario General que asistía a la cabaña del Secretario, también
ubicada en Farellones.
Refiere que administraba todas las cabañas, pero que en la
práctica las cabañas del Comandante en Jefe y del Secretario General
eran dispuestas por ellos mismos. Reconoce que ocupó las cabañas para
Oficiales. Afirma que el General FUENTE-ALBA no le hizo ningún
requerimiento especial, porque esas cabañas las veía Rodolfo HIDALGO,
en cuanto a todas las necesidades.
Señala respecto del departamento en Puerto Velero del General
FUENTE-ALBA, que en una oportunidad le pidió el Comandante en Jefe
que reparara el internet, por lo que envió a un Suboficial de
computación a ese departamento. Indica que nunca fue a ese
departamento, no lo invitó. A los escoltas los alojaba el Comandante en
Jefe en un departamento continuo en el mismo edificio, les arrendaba
un departamento. Desconoce quién pagaba ese arriendo. Cree que se
tuvo que haber utilizado recursos de Gastos Reservados.
Afirma que cuando se hacían actividades en Puerto Velero y se
llevaba personal militar, al declarante no le avisaban.

275
Manifiesta que, en su época, la piscina de la Casa Institucional no
era temperada. Solo supo de una reparación que tuvieron que hacer
cuando estaba destinado fuera de la Comandancia en Jefe, porque tuvo
problemas de trizaduras o pérdida de agua. De esto se tuvo que
encargar HIDALGO.
Menciona que no sabía que se gastaban aproximadamente
$400.000 mensuales para aromatizar la Casa Institucional. Dice que en
su tiempo no se hicieron gastos por ese concepto ni se hizo alguna
licitación. Tampoco estaba aromatizada la Comandancia en Jefe, por lo
menos no en el periodo del General FUENTE-ALBA.
Expresa que no conoció al Suboficial DURÁN que se encargara de
los viajes y de trámites en el aeropuerto. Señala que solo ubica a un
DURÁN que trabajaba en el Repostero del Comandante en Jefe.
Refiere que a los Escoltas les proveía de un terno anual, con
fondos presupuestarios, y una vez hicieron una licitación para compra de
cámaras nocturnas en la Casa Institucional de mejor capacidad de las
que tenían. Afirma que ambos conceptos salieron de fondos
presupuestarios del DAG.
Indica que, además, se encargaba del rancho de los Escoltas
cuando estaban de turno en la Comandancia en Jefe y en la Casa
Institucional, con los recursos que recibía para el rancho mejorado.
Además, los escoltas le pedían normalmente que les actualizara sus
equipos celulares por la tecnología de vanguardia. El declarante dice que
no accedía, pero que en más de una ocasión sí se hizo, por lo menos
cuando salían de viaje por comisión de servicio. Además, cada cierto
tiempo se les regalaban equipos por los contratos que hacían con la
empresa de telefonía y esos teléfonos eran los que se les podía
entregar.
Menciona que no sabía que al personal que trabajaba en la Casa
Institucional se les entregaba un bono en dinero efectivo, para telefonía
y movilización.
Indica que trataba de frenar las solicitudes que se le hacía por
estos conceptos, al igual que para vestuario. Añade que siempre le
pedían recursos para más trajes, entonces se negaba diciendo que no

276
había plata y que no podía pedir más. Entonces iban donde VÁSQUEZ o
CORTÉS a pedir los recursos.
Manifiesta que sabe que viajaron muchas personas al extranjero,
pero que él no viajó. Se refiere que viajaba el círculo personal del
Comandante en Jefe, incluso el Auxiliar que planchaba las camisas al
Comandante en Jefe, los Escoltas, los Ayudantes, un par de “regalones”
que llevaba a pasear el General FUENTE-ALBA. Afirma que esos
“regalones” venían de destinaciones anteriores del General FUENTE-
ALBA. Señala que estos “regalones” eran su Secretario Privado,
Brigadier Germán GARCÍA, a quien llevó el Comandante en Jefe a Punta
Cana, y otros cuyos nombres no recuerda, pero en todo caso eran de su
grupo personal. Afirma que paseaban por todos lados. Incluso se decía
que el Comandante en Jefe iba un día a visitar a las Unidades en el
extranjero y después partía a otros destinos aprovechando la misma
comisión. Por ejemplo, le dijo un Oficial que estaba destinado en Haití,
que recibieron la visita del General FUENTE-ALBA durante un día, mejor
dicho, un breve lapso de ese día, y después el Comandante en Jefe
partió junto con su comitiva a Punta Cana, seguramente también con su
familia. Afirma que el General FUENTE-ALBA siempre estaba con su
señora, siempre andaba con ella. No cree que haya viajado solo. Indica
que desconoce cómo se pagaban los gastos de la señora del
Comandante en Jefe, señala que él por lo menos nunca hizo algún
“chanchullo” con viáticos para pagar esos gastos. Refiere que solo se
podía pagar los gastos del viaje de la señora y familia de un Oficial
cuando salía destinado en comisión de larga duración, en las demás
comisiones no se podía. Menciona que no hay un ítem que permita el
pago de los costos de viaje de la señora del Comandante en Jefe, o de
algún familiar, o de algún “regalón”. Por lo tanto, se tendría que haber
costeado con el patrimonio personal del Comandante en Jefe, pero lo
duda. Sabe que había un dictamen de la Contraloría General de la
República que les prohibió el año 2009 a los militares ir con sus señoras
a las comisiones de servicio de corta duración, por eso sabe que no se
podía costear esos gastos con algún ítem del Ejército.
Asegura que el Oficial que se encargaba de la agenda del
Comandante en Jefe sabe todos estos detalles, se refiere al General

277
AHUMADA, quien llevaba una agenda nacional y otra agenda
internacional para el General FUENTE-ALBA. El declarante indica que se
enteraba de esos viajes porque se debía encargar de los viáticos de los
Escoltas, y en esas ocasiones le llegaban los Decretos con los destinos.
No siempre salían en la Orden del Día los viajes que hacían los Escoltas,
aunque puede que sí hayan estado en la Orden del Día por temas
logísticos, pero nunca estaban en esa Orden el viaje del Comandante en
Jefe, nunca. Dice que al final se enteraba en la prensa de que el
Comandante en Jefe estaba en España, Israel, entre otros. Refiere que
los regalos que se llevaban en las comisiones de servicio al extranjero
eran vistos por los Ayudantes, y eran comprados por Alfredo MERINO,
quien tenía los regalos en una bodega.
Menciona que recuerda que se regalaba una réplica de la espada
de O’Higgins, que era un espadín muy lindo. En este momento no
recuerda otros regalos, ya que no tenía relación con lo que se guardaba
en esa bodega.
Señala, respecto de si el Comandante en Jefe recibía visitas en la
Comandancia en Jefe, que él no vio visitas de familiares, o por lo menos
no tuvo acceso por su función y ubicación. Puede que sea efectivo que el
General FUENTE-ALBA haya recibido visitas de autoridades, civiles, e
incluso reporteros, y esos gastos eran cubiertos por el Repostero del
Comandante en Jefe. Expresa que ese Repostero, como no recibía
recursos de su parte, solo podía haber recibido dineros de parte de
CORTÉS o VÁSQUEZ, de la Sección Finanzas de la Comandancia en Jefe,
porque no había otra forma. Supone que de la misma forma que le
entregaban recursos, es decir, en dinero en efectivo, supone que de
estos mismos Gastos Reservados.
Agrega que trató de flanquear todos los embates en la
Comandancia en Jefe, ya que era todo irregular, para lograr hacer las
cosas como corresponden. Dice que todos los días era una batalla para
lograr lo anterior, indica que lo pasó pésimo, al igual que la gente que
trabajaba con él. Siempre iba la gente para pedir cosas en nombre o por
supuesta orden del Comandante en Jefe.
Señala que en el CESIM estuvo un año y luego pidió su retiro del
Ejército, ya que sabía que lo iban a “cortar” en la Junta de fin de año

278
2013. Menciona que no fue ni a la despedida por su retiro del Ejército,
ya que estaba muy ofuscado con el sistema. Indica que estaba seguro
que lo iban a llamar en retiro, ya que se “entrabó” con el Comandante
en Jefe, quien lo retó mucho y lo echó de la oficina por el tema de las
alfombras. Además, estaba “marcado”, porque a la Unidad donde se fue
todos lo miraban con “tiña”. Refiere que se dio el gusto de renunciar
sabiendo que de todas formas lo iban a echar.
Afirma que, en la actualidad, aún mantiene contacto con gente del
Ejército.
Expresa que juega en contra para los detalles que pudiera
proporcionar al Tribunal, el tiempo que ha transcurrido desde los
hechos. Dice que en todo caso, se ha referido en términos “macro” en
cuanto a la situación, y en términos “micro” respecto de detalles que le
competen y que recuerda.
Señala respecto de otros hechos que pudiesen revertir carácter de
delito, que solo se puede referir en general de la malversación de fondos
del Comandante en Jefe, que se realizó por orden del Comandante en
Jefe, ya que el resto de los subalternos no se podían negar a cumplir las
órdenes, y de esta forma se vieron involucrados en este ilícito. Afirma
que al final, el General FUENTE-ALBA es el gestor de este delito de
malversación fiscal, sobretodo viendo su patrimonio, sus propiedades.
Agrega que la gente que comió de ese alimento, se refiere al rancho
mejorado, por ejemplo, no se imaginaba de dónde provenían estos
dineros, no sabían que eran Gastos Reservados. Señala que de no ser
por el Comandante en Jefe, no se habría gestado esta malversación de
Gastos Reservados. Y si ellos hubiesen asumido en esta investigación
que ellos eran los responsables y dieron las órdenes, se refiere a los
Comandantes en Jefe, no estaría involucrado el día de hoy tanto militar
que solo cumplía órdenes, y estos seguirían en el Ejército. Al final, plata
había en el Ejército para cortar el pelo, para la alimentación, los viajes,
el problema es que no había recursos para los lujos y excesos.
Manifiesta que, cuando se estaba en otras Unidades y se llegaba a la
Comandancia en Jefe, era como llegar a un palacio, y como se llegaba
con grado de Teniente o quizá menos, simplemente se cumplía órdenes,
tratando de trabajar de la forma más transparente posible. Como era

279
tan “estanco” o secreto todo lo que ocurría en la Comandancia en Jefe,
el funcionario no se daba cuenta estando afuera del nivel de vida y
gastos que se veía cuando ya se estaba destinado a la Comandancia.
Por lo tanto, ignora qué sucedió antes del General FUENTE-ALBA, pero
no cree que él haya sido el que “inventó la rueda”, es decir, que no
inventó el modus operandi de esta malversación. Además, en las
Unidades Regimentarias no existía el ítem Gastos Reservados, entonces
no se sabía realmente en qué consistía el concepto ni a qué estaban
destinados, solo lo saben las personas de intendencia que trabajan en el
tema. Esto ellos, los Comandantes en Jefe y círculo cercano, lo sabían, y
tan es así, que estas personas de Finanzas de la Comandancia en Jefe
eran quiénes les entregaban el dinero en efectivo y sin firma ni
documentos de respaldo, según declara.
Expone que ahora sabe que son recursos que se deben destinar a
seguridad, como seguridad de fronteras, e inteligencia. Incluso, no se
puede gastar en la seguridad para personas, porque para eso hay un
ítem presupuestario que lo permite, no siendo necesario recurrir a
Gastos Reservados. Afirma que se gastaron en algo que no
correspondía.
48.- Declaración de Alfredo Javier MERINO OCHOA, Mayor
en retiro, Oficial del Departamento de Coordinación y Protocolo
en los años 2006-2007 y Ayudante del Secretario General fines
2008 a 2012, quien a fojas 16.132, en lo pertinente, expuso lo
que sigue:
Que conoce el motivo de su comparecencia, es porque trabajó en
la Secretaría General del Ejército entre los años 2006 y enero del 2012.
Sabe que el motivo de su comparecencia es por el tema de Gastos
Reservados.
Expone respecto de su carrera militar, que ingresó a la Escuela de
Oficiales del Ejército en el año 1990 y egresó en el mes de diciembre de
1993 como Alférez del Ejército, desempeñando funciones como alumno
del quinto año entre la Escuela Militar y Escuela de Infantería el año
1994. Posteriormente fue destinado al Regimiento Tucapel de Temuco.
Luego, en el año 1997 fue destinado al Regimiento Pudeto en Punta
Arenas, después, en el año 1999 fue destinado a la Escuela Militar

280
donde estuvo hasta el año 2003 como Oficial. Entre los años 2004 y
2005 fue destinado como ayudante del Comando de Institutos Militares
(CIM) y en el año 2006 fue destinado a la Comandancia en Jefe del
Ejército, donde estuvo hasta el año 2012, año en que se acogió a retiro,
donde trabajó presencialmente hasta el mes de enero del año 2012.
Actualmente se dedica al área comercial de negocio de vestuario que
tiene en conjunto con su señora.
Refiere que entre el año 2006 y 2007 se desempeñó en el
Departamento de Coordinación y Protocolo, específicamente en el
Departamento de Protocolo, con el Coronel Pablo WILLIAMSON quien
era su superior. Y el Jefe del Departamento era el General Guillermo
PORCILE.
Señala que el 2008 asumió funciones de ayudante del Secretario
General, que era en esa época el General Guillermo PORCILE, y además
estaba encargado de la Registratura. Dice que realizaba los dos cargos.
Expone que como ayudante tenía a cargo un ítem presupuestario
que era gastos de representación, algunas cosas se licitaban otras con
compra directa, todo se hacía mediante facturas pagadas por el
Departamento de Finanzas. Esto dice relación con los regalos que se
compraban para las visitas que hacía el Comandante en Jefe ya sea de
viaje al extranjero o visitas en la oficina. Indica que el Coronel CORTÉS
era el oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe en esa época. El
declarante se entendía con él.
Declara que estos regalos se pagaban con este ítem
presupuestario. Estos regalos eran pagados con gastos de
representación, que correspondían entre $100.000.000 y $70.000.000
al año. Dice que con estos gastos compraba, entre otros, bandejas de
“plata alemana” que mandaba a grabar, también compraba relojes con
el logo del Ejército, espadas de oficial, espuelas que entregaba el
Comandante en Jefe, un cacho con el logo del Ejército, corta plumas con
logos del Ejército. En este mismo ítem se compraban flores por si venía
la señora de alguien, pero todo se compraba con factura.
Refiere que las flores eran licitadas en “flores y más” ubicada en
Tomas Moro. Los chocolates también los compraba con facturas. Eran

281
regaladas para el caso de comidas a la Comandancia en jefe. Todo lo
que compraba por este ítem lo compraba con factura.
El tribunal le exhibe el documento correspondiente “Instrucciones
para ejecución de la ley de presupuesto del sector público año 2010,
específicamente, en cuanto se refiere al subtitulo 22 “Bienes, y servicios
de consumo”, ítem 12 “otros gastos de bienes y servicios de consumo”
en la asignación 003 correspondientes a “gastos de representación,
protocolos y ceremonial”, a lo que señala que él entiende que caben
dentro de esta figura los gastos expuestos. Dice que todas estas
facturas deben estar en la Comandancia en Jefe, llevan su firma, del
Suboficial TAPIA, firma del Secretario y firma del Oficial de Finanzas.
Expresa que a comienzos de año el Secretario le indicaba que
viera los regalos, a lo que el declarante le proponía tres alternativas y se
los presentaba al Comandante en Jefe, el Comandante CORTÉS le
pasaba la plata según la cotización aceptada, el declarante compraba, y
le rendía la cuenta. Indica que a diferencia de los regalos anteriores, en
este caso, le ordenaba el Secretario General de la época, el General
PORCILE, y el General Alberto GONZALEZ MARTIN, el último año, que
efectuara la compra de los regalos. Señala que previamente le pedía
que hiciera una cotización de tres alternativas de regalo, él llevaba una
foto impresa del mismo y se lo presentaba al Comandante en Jefe que
en esa época eran los Generales IZURIETA y FUENTE–ALBA, quienes
elegían el regalo definitivo.
Expone que los regalos que recuerda que se entregaron a los
Oficiales fueron maletines de cuero, reproductor DVD, Netbook que era
un computador pequeño, un reloj Victorinox.
Declara que hacía la cotización según el monto que le indicaba el
Secretario General de la época, montos aproximados entre $70.000 y
$120.000 aproximadamente para cada regalo. Una vez que se elegía el
regalo por el Comandante en Jefe, iba donde el Oficial de Finanzas,
Comandante CORTÉS y él le hacía entrega del dinero en efectivo. Dice
que el Comandante CORTÉS ya sabía sobre esto porque le entregaba el
dinero justo según lo que le había ya señalado el Secretario General, a
veces un poco más.

282
Agrega que una vez que había efectuado la compra, se dirigía al
Secretario General, le daba cuenta que ya se había comprado el regalo,
y luego le rendía al Oficial de Finanzas Jorge CORTÉS haciéndole entrega
de la boleta respectiva. Del vuelto que quedaba le hacía entrega en ese
mismo acto, si es que había.
Respecto de los regalos de matrimonio que hacía el Comandante
en Jefe en ciertas oportunidades, señala que los ayudantes del
Comandante en Jefe o el mismo Secretario General le pedían que le
comprara el regalo según la determinación ya hecha a principio de año.
Recuerda que eran regalos tales como fuentes con tapa de cerámica y
juegos de cuchillería, estos regalos estaban elegidos a comienzos de año
por el Comandante en Jefe. El Comandante en Jefe en el parte de
matrimonio le asignaba una letra que correspondía a una categoría
determinada, así podía ser “a”, “b”, o “c”, y cada una de ellas
correspondía a un regalo específico. Dice que el más caro era la
cuchillería. Afirma que el Comandante en Jefe ponía la letra y ya sabían
cuál era el regalo.
Dice entender que la compra de los regalos estaba conversada
desde principio de año con la persona encargada de una multitienda
llamado Sergio MELLA, y se le pagaba una vez al mes, según lo
acordado con el Comandante en Jefe de la época. Señala que iba a
pagar, llevaba el dinero que previamente le pedía al Comandante
CORTÉS según el monto que le habían indicado en la tienda, una vez
comprado volvía con la boleta y rendía cuenta a CORTÉS. También le
pasaba el dinero en efectivo.
Afirma que no firmaba nada cuando CORTÉS le entregaba el
dinero, solo llevaba comprobantes y boletas. Tampoco se quedó con
recibos luego de realizada la rendición. Dice que esto no lo había visto
en otras unidades del Ejército.
Sostiene que ahora sabe que estos recursos provenían de Gastos
Reservados, pero que en esa época no tenía ese conocimiento. Él
pensaba que eran platas que le correspondían al Comandante en Jefe,
no se podía imaginar que correspondían a otro ítem, que correspondían
a dineros que no podían ser utilizados para ese destino. En esa época
era Capitán Mayor, y quienes le seguían eran Coroneles, Jefes de

283
Departamento, por lo tanto, si bien tenía amistad profesional con ellos,
no les preguntaba sobre su trabajo diario.
Expone que ahora sabe que los Gastos Reservados eran para otros
fines que dicen relación con temas de inteligencia y dentro de estos no
entran los regalos a los que ha hecho mención.
Señala que nunca habló directamente con CORTÉS sobre el origen
de estos fondos. Se imagina entonces que el Coronel CORTÉS cumplía
órdenes o del Secretario General o del Comandante en Jefe para el uso
de estos recursos. Cuando el declarante asumió el cargo de Ayudante, el
Secretario General le dijo que tenía que hacerse cargo de estos regalos
a los que ha hecho mención, por lo que entendió que esto venía desde
antes, según indica.
Añade que durante algunos años también le encargaron que
comprara los regalos para el cumpleaños de las señoras de los
generales. Le parece que fue solamente un año, porque luego se hizo
cargo la señora del Comandante en Jefe. Ese año que recuerda, compró
una cajita de mimbre que venía con infusiones de té y hierbas, el valor
no lo recuerda, pero se lo encargó a un proveedor que era el mismo al
que encargaban los relojes. No recuerda si fueron una o dos veces, no
recuerda si es que la señora GINETTA, cónyuge del General IZURIETA,
compró los regalos el segundo año que estuvo con dicho Comandante en
Jefe. Cree que con el General FUENTE-ALBA lo vio la señora Anita
PINOCHET. Dice que en este caso el sistema para la compra fue el
mismo que ya explicó, salvo en cuanto el regalo ya venía seleccionado,
en lo demás fue igual, CORTÉS le entregó el dinero, el declarante
compró, y luego rindió.
El tribunal le hace presente que de acuerdo a la declaración de
Luis Alberto ZAMORA FUENTES dentro de las personas que tenían
conocimiento de la utilización de Gastos Reservados se encontraba el
declarante, a lo que señala que le llama la atención que él diga eso
porque el declarante era el Ayudante del Secretario General y no
manejaba el dinero, sino que cumplía las órdenes del Secretario
General, quien a su vez lo hacía del Comandante en Jefe. Lo que quiere
decir es que no administraba dineros a su libre disposición, sino que
siempre lo hizo por instrucciones.

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Asevera que nunca vio a nadie entregándole plata al Secretario
General, por lo menos no delante de él. Dice que el Oficial de Finanzas,
Jorge CORTÉS bajaba a hablar con el Secretario General
periódicamente, lo que podía ocurrir una o dos veces a la semana, como
también muchos otros jefes de departamento. Agrega que no vio que le
hiciera entrega de dinero en efectivo.
Expone que los Secretarios Generales de la época, Guillermo
PORCILE y Alberto GONZÁLEZ, le entregaban una cantidad de $200.000
cada mes, con lo cual él pagaba cosas menores, tales como,
estacionamientos, galletas para visitas, lápices, almuerzos para el
conductor y otros similares. Afirma que de estos gastos solo rendía
cuenta verbal al Secretario General. Declara que esta plata la mantenía
en un cajón del escritorio y no devolvía el saldo mensual, si no que se
iba juntando con el del mes anterior. Entiende que el Oficial de Finanzas
le entregaba estos dineros al Secretario General. Añade que estos
dineros se los entregaba directamente al declarante el Secretario
General. Señala que nunca vio un imprevisto que justificara la entrega
de más de $2.000.000 al Secretario General para gastos de la
Secretaría.
Declara que cuando un Oficial de la Comandancia en Jefe se iba
designado o salía a retiro, se le entregaba un reloj Victorinox y Raymond
Weil. A las señoras de estos oficiales también se les entregaba un reloj
de la misma marca, pero de mujer. Indica que estos regalos se
entregaban en la comida de fin de año. Relata el declarante que
compraba estos regalos según el mismo procedimiento y por disposición
del Secretario General, se hacían las cotizaciones, las aprobaba el
Secretario General, y luego subía a finanzas y el Comandante CORTÉS le
entregaba el dinero según lo que ya había conversado con el Secretario
General, compraba los relojes y luego rendía cuentas al Comandante
CORTÉS con la boleta. Adiciona que no se quedaba con copias de la
documentación.
Agrega que, si bien nunca se le dijo expresamente que era
información reservada, se entendía que era de esta naturaleza.
Asegura que cuando estaban de cumpleaños se les entregaba una
giftcard por montos entre $40.000 y $50.000 aproximadamente. Para la

285
navidad se entregaban por montos de entre $80.000 y $100.000.
Asegura que esto lo veía el Coronel ZAMORA y quien le antecedió, que
puede haber sido el Coronel AICHELE o el Coronel CONTADOR, todos
ellos fueron Jefes del DAG. De la compra y entrega de las giftcard se
encargaba el Jefe del DAG. Eran para todo el personal de la
Comandancia en Jefe.
Señala que no tiene hijos por lo tanto desconoce si se entregaban
giftcards también a quienes tenían hijos en edad escolar. Puede ser que
alguna vez lo vio o supo, pero no lo recuerda. No sabe si lo veía el DAG
directamente o la asistente social cuyo nombre no recuerda.
Respecto a los regalos que se hacían a los Generales que
ascendían o se iban a retiro, dice que él no se hacía cargo, entiende que
se les hacía entrega de una pulsera a la señora de los Generales, pero
de esto creo que se hacía cargo la Dirección de Personal. No sabe si el
Oficial de Órdenes se hacía cargo de eso. Señala que no conoce ningún
fondo presupuestario o de otro tipo que permita la compra de este tipo
de regalos. Otro tipo de regalos lo veía el Oficial de Ordenes.
Expresa que mantenía una bodega en la Comandancia en Jefe con
los regalos institucionales que entregaba según le iban solicitando los
ayudantes por orden del Comandante en Jefe, según un listado. Refiere
que en la bodega había chocolates, eran de marca VARSOVIENNE o
BOZZO. Dice que sí compraba los chocolates para las actividades del
Comandante en Jefe, normalmente para las señoras de los comandantes
de regimiento. Declara que los chocolates que mantenían en la casa del
Comandante en Jefe tiene que haberlos comprado otra persona.
Señala que para navidad también compraba un regalo para cada
General usando el mismo procedimiento que para el regalo de
cumpleaños de los Generales. Declara que hacía las cotizaciones, el
Secretario General hacía la elección con el Comandante en Jefe, y luego
el declarante le pedía los recursos al Comandante CORTÉS, el que le
entregaba el dinero en efectivo, entonces hacía la compra, y luego
rendía cuenta a CORTÉS. Expone que el monto era similar a los regalos
de cumpleaños, era uno por familia, y el conductor que trabajaba con él
se encargaba de repartirlos. No recuerda específicamente que regalos
compró.

286
Afirma que ahora entiende que los recursos que se utilizaban para
esto provenían de Gastos Reservados.
Adiciona que ha podido recordar que con el saldo que le restaba
de los $200.000 que le entregaba mensualmente el Secretario General
PORCILE, al final de año hacían una comida con el personal más cercano
de la Ayudantía. Indica que participaban conductores, secretaria, el
Mayor, otro Suboficial y personal de la ayudantía de la Secretaría. Dice
que eso lo organizaba por orden del Secretario General; asistían a algún
restorán y él –el declarante– pagaba con esos recursos. No recuerda si
hicieron esto también con el General GONZÁLEZ MARTIN en su periodo.
Asevera que durante la Comandancia en Jefe del General
IZURIETA y el General FUENTE–ALBA los procedimientos a que hizo
mención anteriormente y que se utilizó recursos que ahora sabe que
provienen de Gastos Reservados, fue exactamente el mismo y que la
diferencia fue solo el monto. Expresa que esto último en el sentido de
que en la época del General FUENTE-ALBA fueron un poco mayores los
gastos. Expone que por ejemplo, unos de los regalos que hacía el
General IZURIETA eran relojes marca Victorinox, y con el General
FUENTE-ALBA eran relojes marca Raymond Weil, cuyos valores variaban
entre $100.000 y $180.000.
Explica que se gastaban entre $150.000 y $200.000 por cada
regalo de cumpleaños de cada General, lo que multiplicado por el
número de estos últimos, podrían llegar a $7.500.000 o $10.000.000
anuales, aproximadamente, no todos los años era igual. En cuanto a los
regalos para las señoras de los Generales de cumpleaños, dice que no
superaban los $200.000 cada uno, el valor de los regalos era parecido a
los de los Generales, por lo tanto, también el monto anual gastado.
En cuanto a los regalos para los matrimonios de los hijos de los
Generales, señala que él no lo veía. Puede ser que estos regalos estaban
dentro de aquellos partes de matrimonio en los que se asignaba una
letra, según se refiere y por lo tanto, tenía que comprar el regalo acorde
con esa asignación. En cuanto a si se les entregaba adicionalmente una
suma de dinero a los Generales, en efectivo, eso lo desconoce.
No recuerda exactamente cuánto se gastaba en regalos de
matrimonios porque eso variaba según los matrimonios que habían al

287
mes, él los pagaba mensualmente. Afirma que el regalo más caro
costaba aproximadamente $150.000 cada uno, que era para la letra “a”;
para la “c” pueden haber sido aproximadamente $70.000 cada uno, y
para la letra “b” un monto intermedio. No está seguro que se hayan
gastado $25.000.000 anuales por este concepto como le consulta el
tribunal, pero si los Oficiales de Finanzas de la época lo avaluaron en
ese monto, entonces tiene que haber sido así.
Expone que a él solamente le ordenaban ver los regalos de
cumpleaños de los Generales, respecto de los regalos de cumpleaños del
resto del personal de la Comandancia en Jefe se hacía cargo el DAG.
Sabe que al personal de planta se le entregaban regalos de cumpleaños,
la giftcard que hizo referencia y se imagina que también al personal
civil. Pueden haber sido aproximadamente 100 empleados de la
Comandancia en Jefe, en total. Puede ser que se hayan gastado unos
$18.000.000 por este concepto al año.
Dice que para los cumpleaños para las señoras de los Oficiales de
la Comandancia en Jefe se les compraba una torta, de lo cual se
encargaba él durante un periodo. Agrega que durante el periodo del
General IZURIETA se preocupaba la señora GINETTA, y él lo veía con la
Sargento Mónica OVALLE, y esta última la pedía a la pastelería Colonia
para que se la mandaran al cumpleaños, luego en algún momento del
periodo del General FUENTE-ALBA se cambió de pastelería, a la
pastelería Carmelita Ossa.
Agrega que a él no le encargaron la compra de nada adicional a lo
que ha señalado. Expresa que ahora, en realidad recordando, en una
oportunidad el General IZURIETA o el ayudante, le pidió que le
comprara un regalo para el cumpleaños de un Oficial escolta consistente
en un Piolet. Agrega que pensándolo, tiene que habérselo encargado el
ayudante por instrucción del Comandante en Jefe. El procedimiento fue
el mismo descrito para los otros regalos. El dinero se lo entregó en
efectivo el Comandante CORTÉS, y el valor del regalo fue
aproximadamente de $50.000.
No recuerda haber trabajado durante una semana junto con el
Mayor Marcelo OCAMPO, pero es posible que le haya dicho, al momento
de hacerle entrega del cargo cómo era el procedimiento en relación con

288
los regalos. Dice que si le hizo alguna referencia a los regalos, fue
exclusivamente sobre los regalos institucionales. No le dijo nada
respecto del resto de los regalos, estos que compraba con el dinero que
le daba el Comandante CORTÉS, porque no estaban dentro de la
funciones del cargo o dentro ítem que tenía asignado dentro de los
gastos de representación. El declarante entendía que eso lo tenía que
ver con el Secretario General de la época.
Asegura que para los oficiales destinados de la Comandancia en
Jefe se gastaba entre $180.000 y $200.000, por cada regalo. Era un
monto un poco superior para el regalo de la mujer porque el valor del
reloj era mayor. Señala que puede ser que se gastaran unos $2.000.000
al mes para esto. Reconoce que a él y a su ex señora les regalaron el
reloj cuando se fue a retiro en diciembre del año 2011.
Respecto de la compra de diarios y revistas, señala que eso lo veía
el Departamento Comunicacional.
Sostiene que nunca supo de algún “imprevisto” que haya tenido la
Comandancia en Jefe, y menos que justificaran la entrega de
$72.000.000 al año de Gastos Reservados. Agrega que puede ser que
alguna vez se haya necesitado arreglar el aire acondicionado, pero eso
entiende que lo ve el DAG.
Dice que nunca se le entregaron recursos para la compra de
vestuario personal. Insiste en que solo recibió los $200.000 del
Secretario General que eran para gastos de la ayudantía del Secretario
General, y gastos en lo que indicó.
Asevera que ellos tenían el mismo “rancho” que los Suboficiales, la
diferencia con el resto del Ejército es que no pagaban por ese “rancho”.
Dice que puede haber existido además una mejora en el “rancho”, pero
muy menor. Afirma que en las Unidades que estuvo antes de llegar a la
Comandancia en Jefe siempre tuvo que pagar por la alimentación,
excepto los días en que estaba de servicio, porque no podía salir del
recinto, por eso estaba considerado el rancho.
Expone que fue por lo menos unas 10 veces a la casa del
Comandante en Jefe, con el General IZURIETA, en la época en que el
declarante estaba en el Departamento de Coordinación y Protocolo,
Sección Protocolo. Expone que se trataba de actividades en las que se

289
invitaba a los Comandante en Jefe que venían en visitas del extranjero.
También asistió a la comida que hacía el Comandante en Jefe a fin de
año con los otros Generales, pero no participaba en la comida. De la
organización no recuerda quien se encargaba, pudo haber sido el Oficial
de Órdenes Francisco PIZARRO. Le parece que se encargaba de la
comida el Club Militar. Cree que en una sola oportunidad se cargó al
ítem que el declarante llevaba de gastos de representación una comida
porque se reunían todos los requisitos, pero el resto ignora cómo se
pagó. En el caso de las comidas que les hacían a los Generales a fin de
año tampoco sabe cómo se pagaron, y cree que fue el Oficial de
Órdenes el que se encargó de este pago.
Añade que durante el periodo del General FUENTE-ALBA no estaba
en protocolo, por lo tanto, no iba a la casa del Comandante en Jefe.
Supone que la mantención de la casa la veía el Oficial de Órdenes.
Desconoce con qué recursos se mantenía la casa donde vive el
Comandante en Jefe. Se trata de una casa fiscal por lo que se imagina
que las reparaciones las ve el Ejército. Señala que vivió en casa fiscal y
siempre pagó luz, agua, gas, todos los servicios básicos, y además,
gasto común, internet y teléfono. Ignora los motivos por los cuales el
Comandante en Jefe pudiese tener un tratamiento distinto sobre los
gastos de la casa fiscal y no pagar.
Expresa que los viajes del Comandante en Jefe, en este caso del
Comandante IZURIETA, los coordinaba el Departamento de
Coordinación, que en esa época estaba a cargo del Coronel PORCILE y
después del Coronel MAGGI, los que luego ascendieron a General. El
declarante nunca organizó un viaje, y el Jefe del Departamento de
Coordinación lo veía directamente con el Comandante en Jefe. Asegura
que las decisiones de la Comandancia en Jefe eran todas del
Comandante en Jefe, como así las decisiones de la Secretaría General
eran del Secretario General. Refiere que en una oportunidad acompañó
al General IZURIETA en un viaje en el año 2010, a principios de ese
año, fue una invitación a un viaje oficial a Sudáfrica en que invitaron al
Comandante en Jefe. Lo acompañamos el Comandante Kurt HALD, el
escolta Eduardo MONJE, el auxiliar Harry TOLEDO y el declarante.
Asegura que a él lo invitó el Comandante en Jefe y la noticia se la dio el

290
ayudante HALD. Dice que nunca se lo dijeron expresamente, pero se
entendió que era un reconocimiento por su trabajo la razón por la cual
fue invitado. Dice que el tema de los pasajes lo tiene que haber visto
Coordinaciones, con la Sección pasajes y fletes, ya que él no concurrió a
ninguna agencia de viajes, sino que a él le entregaron el pasaje en el
aeropuerto, no recuerda si fue el Suboficial TOLEDO o el Ayudante. Dice
que solamente tuvo que pagar en este viaje algunos gastos de
alimentación menores como bebidas o helados, cuando salía en horas
“libres” y le compró un regalo a su señora, para esto usó el viático.
Asegura que la comida de retribución la pagó el Ayudante y las otras
comidas puede haberlas pagado él o el General Sudafricano que los
acompaña en las actividades. En una oportunidad también comieron en
la casa del Agregado Militar, y en otra en la casa del Embajador.
Agrega que el check-out del Hotel lo hacía el Ayudante y que él
nunca hizo un pago a la salida del hotel, ya que esto lo veía el
Ayudante.
Señala que Harry TOLEDO estaba encargado de todas las cosas
personales del Comandante en Jefe. Sabe que se preocupaba por
ejemplo de la ropa del Comandante en Jefe, pero también de toda la
comitiva, también se encargaba de las maletas y revisaba que llevaran
toda la indumentaria necesaria para el viaje. Nunca vio que hiciera un
gasto en particular.
Declara que solamente recibió el viático oficial, el que gastó en los
ítems señalados anteriormente. El Comandante CORTÉS no le entregó
sumas adicionales. Lo demás lo ahorró.
Dice que al Suboficial Mayor DURÁN lo conoció en la Comandancia
en Jefe. Señala que ese suboficial se encargaba de los pasaportes de
quienes iban a trabajar en comisión de servicios, y también supo que se
hacía cargo del salón VIP en el Aeropuerto. Desconoce si pagaba alguna
suma por el uso de este salón. Sabe que DURÁN estaba en retiro y le
parece que estaba encuadrado en el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Ignora la vinculación que tenía con el Ejército,
imagina que era PAC, pero no lo sabe, dice que lo vio en algunas
oportunidades en la Comandancia en Jefe siempre de civil.

291
Supone que como “imprevistos” para los escoltas pueden ser
considerados los pagos de estacionamientos y de comidas fuera de la
unidad. No sabe si también se le entregaba dinero para ropa u otros
gastos.
Adiciona que nunca vio que se entregara dinero a los ex
Comandantes en Jefe, solo lo supo con ocasión a esta causa. Nunca
escuchó un comentario sobre esto del Comandante CORTÉS, del
Secretario General u otra persona. Cree que nadie sabía sobre estos
dineros. Solo tenía conocimiento que ellos tenían derecho a mantener
un conductor o un mayordomo.
Señala que nunca escuchó, ni supo que a los Generales les
hubieren entregado una cantidad de dinero por concepto de “Perdiem”,
para sus viajes. Por lo menos, en el tiempo que estuvieron los
Secretarios Generales que ha mencionado, ellos viajaron solo un par de
veces y él no recibió dinero para entregarles a ellos.
Ignora en qué se puede haber destinado el ítem por el que se le
consulta denominado “de libre disponibilidad” del Comandante en Jefe,
dice que en todo caso en algunas oportunidades el Comandante en Jefe,
al visitar las unidades, detectaba ciertas falencias y luego disponía que
se hicieran las mejoras respectivas, pero ignora si es que los dineros
salían de este ítem o de otro.
El Tribunal le exhibe copia de su declaración extrajudicial prestada
con fecha 18 de noviembre de 2021, ante funcionarios de la Brigada
Investigadora Anticorrupción Metropolitana de la Policía de
Investigaciones de Chile, de fojas 15989 y siguientes, a lo que señala
que reconoce su firma contenida en el documento y ratifica su
declaración prestada en esa oportunidad.
Adiciona que efectivamente el General IZURIETA tiene una
propiedad en Santo Domingo en un condominio y en una oportunidad
los invitó a un asado en su casa, asistieron los escoltas, el Oficial de
Finanzas Coronel CORTÉS, el Secretario General, General PORCILE y el
deponente, dice que no eran más de 8 oficiales con sus señoras. Agrega
que también asistió el Oficial de Órdenes Francisco PIZARRO, no
recuerda si lo acompañaban el mayordomo u otra persona del Ejército
ayudándolo en la preparación de la actividad.

292
49.- Declaraciones Juan Pablo MATTA DEL RÍO, Coronel de
Ejército en retiro, Jefe del Departamento de Asuntos Generales
(DAG), entre enero y diciembre de 2013, quien manifestó a fojas
14.554, en lo pertinente, lo que sigue:
Que se imagina el motivo de su comparecencia, ya que se
desempeñó como Jefe del Departamento de Asuntos Generales entre
febrero de 2013 y los primeros días de diciembre del mismo año. Señala
que el DAG estaba físicamente alejado de la Comandancia en Jefe, en el
antiguo edificio ubicado en Zenteno.
Supone que llegó al DAG, porque había trabajado con el General
GONZÁLEZ MARTIN, y éste estaba entregando la Secretaría General del
Ejército al General GRIFFITHS. Asume que el General GONZÁLEZ fue
quien lo pidió para trabajar en la Comandancia en Jefe. Menciona que
nunca durante su carrera había trabajado con el General FUENTE-ALBA,
a quien conocía porque él fue director de la Escuela de Suboficiales,
después director de la Escuela Militar, luego él fue Comandante del
CEDOC cuando el deponente estaba en la Academia de Guerra, y
además lo conocía como parte del Alto Mando. Indica que no tuvo
relación previa con el General FUENTE-ALBA. Refiere que el General
GONZÁLEZ MARTIN fue Teniente Instructor cuando él era alumno en la
Escuela Militar, y luego fue Jefe de Curso cuando él estuvo en la
Academia de Guerra, regulando las actividades administrativas y fue
también su profesor de Estrategia. También fue el Comandante de
Regimiento Buin cuando él era Comandante del Batallón, el declarante
era Mayor y él era Coronel. Manifiesta que su relación con el General
GONZÁLEZ MARTIN la puede calificar como una buena relación militar,
profesional, no de amistad.
Expone que el cargo en el DAG se lo entregó el Teniente Coronel
Marcelo AICHELE. Relata que estuvo una semana con él, tiempo en que
se le explicó cómo funcionaba el DAG. Concretamente le explicó que era
una Unidad que daba sustento administrativo a la Unidad de la
Comandancia en Jefe, respecto de todo su personal, también al
departamento de seguridad computacional, finanzas con todo lo que es
asignación presupuestaria, y toda una parte administrativa de talleres
que había en Beauchef, donde había una lavandería, una pequeña

293
imprenta, sastrería y peluquería. También se encargaba de los vehículos
administrativos asignados a la Comandancia en Jefe.
Refiere que en su oficina todos eran Suboficiales y un empleado
civil, siendo unas 15 o 20 personas. En la Comandancia en Jefe
trabajaban unas 80 o 100 personas, pero no recuerda el parte de
fuerza, y nunca vio personalmente a todo el personal de la Comandancia
en Jefe porque se trabajaba de forma parcelada. Los Jefes de
Departamento de la Comandancia en Jefe de esa época eran: del
Departamento de Asuntos Internos, el Coronel GUTIÉRREZ; del
Departamento de Coordinación y Protocolo, era el Coronel BRAND; del
Departamento de Finanzas era el Coronel Jorge CORTÉS; del
Departamento Comunicacional, era el Coronel VAN DE MAILE; y del
Departamento Jurídico, era el Coronel Diego CORTÉS.
Indica respecto de las funciones asignadas al DAG, que estas eran
la adquisición con fondos presupuestarios de elementos de escritorio,
mantención de los vehículos administrativos, y en general, todo el
funcionamiento de la Comandancia en Jefe. Detalla que veía todo el
sustento para el personal que trabajaba en la Comandancia en Jefe,
para lo que contaba con una asignación de presupuesto de unos
$200.000.000 anuales, si mal no recuerda. Dice que era una suma
importante que entraba a través de ítems, de los cuales se llamaba a
licitación por Chile Compra. Era un procedimiento establecido, por el
cual se hacían las bases, que se entregaban al Departamento Jurídico, y
luego se “levantaba”. Señala que no manejaba dinero en efectivo.
Menciona que a él no le entregaba dinero el Coronel Jorge CORTÉS
ni Sergio VÁSQUEZ. Asevera que nunca recibió dinero de parte de ellos,
ni de parte de nadie, que nunca recibió dinero en efectivo de nadie de la
Comandancia en Jefe.
Relata que cuando Sergio VÁSQUEZ era segundo en el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, no recuerda
haber tratado con él, ya que llegó a ese Departamento a mitad de año.
Él había llegado desde el extranjero. Afirma que a Sergio VÁSQUEZ no
lo conoció de antes. Tampoco conoció al Coronel Jorge CORTÉS de
antes, pese a que él estaba desde un año antes que el declarante en la
Escuela Militar.

294
Manifiesta que, el almuerzo de la Comandancia en Jefe se
elaboraba en Beauchef. Se hacía con un dinero que le entregaba el
Coronel Jorge CORTÉS directamente al Suboficial PALMA. Indica que era
con un dinero por mejora de rancho, el Suboficial PALMA dependía del
declarante. Señala que, sabía de la entrega de dineros por parte del
Coronel CORTÉS a PALMA. Cuando se le preguntó si había recibido
dineros, expone que se refería a que no administraba esos dineros.
Agrega que esos dineros no pasaban directamente por él, ni conocía
cuánto dinero se entregaba por ese concepto, pese a ser Jefe del DAG.
Reconoce que puede haber habido una omisión administrativa de su
parte al respecto, al no preguntar nada. No sabía la suma de dinero que
se le entregaba a PALMA, ni le rendía cuenta de esos dineros a él, solo
veía que se hacían los almuerzos. Dice que era un procedimiento en el
cual no se involucró. Afirma que no se involucró porque era un
procedimiento que venía de antes, no sabe de hace cuánto tiempo
antes. Relata que el Coronel CORTÉS llamaba a su oficina al Suboficial
PALMA y le entregaba el dinero. Señala que se enteró de la entrega de
dinero en marzo o abril del año 2013, porque se lo dijo el Suboficial
PALMA. Antes nunca supo de esos dineros. PALMA le dijo que él recibía
una suma para mejora del rancho, entregados por el Jefe del
Departamento de Finanzas. Dice que no se le indicó de dónde provenían
los fondos, y duda que él lo supiera. Considera que ese dinero se
entregaba para dar una mejor alimentación al personal de la
Comandancia en Jefe, pero que alguien más fijó, y que no fue él. Señala
que esta mejora de alimentación no la vio en ninguna otra Unidad del
Ejército. En estas se gasta la asignación que suma la fuerza del
personal, con el presupuesto asignado. Expone que en el DAG tenía un
presupuesto diario por persona de unos $4.000 aproximadamente. Era
la misma asignación para todo el Ejército en todo el país, sin distinción
de persona, ni de Unidad. La mejora era por aumentar este monto.
Señala que en ese momento no le llamó la atención que el personal de
la Comandancia en Jefe tuviera esa mejora, que existiera esa distinción.
Ahora sí le llama la atención, a la luz de todo lo que ha salido en la
prensa.

295
Refiere que la comida no era nada especial, pero era un rancho
mejor del que se comía en las otras Unidades. No era un rancho de lujo,
pero era una comida sin duda mejor de la que se entregaba en las otras
Unidades.
Indica que no le interesó preguntar cuánto dinero se entregaba
por esa mejora, porque no le dio importancia, ya que eran recursos que
no se asignaban a él ni los recibió ni contó. Señala que no le llamó la
atención en ese momento que se entregaran dineros en efectivo. Estimó
que era dinero “bien habido”, ahora sabe que no es así. En ese tiempo
creía que si eran dineros que entregaba el Oficial de Intendencia,
estarían “bien habidos”. Expresa que no vio en ninguna Unidad antes
que se entregaran dineros en efectivo, solo excepcionalmente con
recibos para rendir cuenta, pero que era un procedimiento
reglamentado, sobre todo cuando no existía el Portal ChileCompra, y era
para pagar alguna factura o boleta a un proveedor que no podía pagarse
de otra forma, pero fue en muy pocas ocasiones. Nunca antes de llegar
a la Comandancia en Jefe vio que algún funcionario del Ejército recibiera
dineros en efectivo por parte del Ejército.
Afirma que quiere ser muy honesto, ya que no se involucró con
ese dinero, ni imaginó que se había gastado alrededor de $25.000.000
el año 2013 por la mejora de alimentos. Señala que esa mejora no se
daba en otras Unidades. Dice que no se involucró por una absoluta
omisión de su parte, ya que era un mando directo que se generaba por
el Oficial de Finanzas y el encargado de Rancho. Insiste en que no tiene
una respuesta precisa de por qué no interfirió en ese asunto. Se enteró,
pero no le dio mayor importancia. Estimaba que al final se concretaba el
rancho y se alimentaba al personal. Expone que había un procedimiento
para controlar las existencias de las compras que se hacen para el
rancho, donde debían figurar las compras y las rebajas a ese inventario.
Se hace la revista de inventario o de control de alimentos, de forma
mensual, por parte de los Oficiales Jefes o Subalternos de la
Comandancia en Jefe, que van rotando. Era un procedimiento
establecido en todo el Ejército y la Comandancia en Jefe, no era la
excepción. Refiere que la revista se la entregaban para efectos de visar
y luego firmar el libro, verificaba lo que aparecía gastado o comprado en

296
los documentos, factura o boleta, y que debía estar ingresado en un
libro como existencia y, a su vez, rebajado del mismo cuando se
consumía, y eso está en un libro de rancho diario, con la minuta de lo
que se consumió y la cantidad de “ranchados”. Indica que no miraba las
sumas, aunque estaba ahí con los documentos, sino que controlaba los
ingresos y egresos de elementos. Señala que no hacía chequeo de
sumas y que la asignación de dinero era fija, pero que no verificaba los
valores asignados. Afirma que sí manejaba el monto que se asignaba
mensualmente. Expresa que nunca enfrentó el monto de la asignación
para el Rancho que venía del presupuesto ordinario versus los recursos
que realmente se gastaban, solo verificaba que lo que ingresaba
correspondiera a lo que se gastaba en cuanto al inventario. Por eso no
sabía a cuanto ascendía la mejora. Expresa que en esa documentación
deberían haber estado las dos asignaciones, tanto la que recibía del
presupuesto, como la que recibía PALMA por parte de CORTÉS. Pero
insiste que se preocupaba que lo que se comprara estuviera cuadrado
con lo que se gastaba. No tiene la certeza de lo que recibía PALMA. La
revista la hacían otros Comandantes. Refiere que la documentación
relativa a esas revistas debe estar en la Comandancia en Jefe, ya que es
parte de la documentación reglamentaria de la misma.
Indica que PALMA iba a su Oficina y le informaba los gastos que
realizaría, los conceptos, pero nunca se habló de las platas en particular.
El menú del rancho lo diseñaba PALMA junto con el Mayor CRISTIAN,
cuyo apellido no recuerda. Dice que de todas formas, del menú se
enteraba porque almorzaba en el DAG. Afirma que en su período no se
entregó desayuno al personal de la Comandancia en Jefe. Expone que
entiende que en el período de AICHELE tampoco se entregaba desayuno
y que solo corresponde al personal que hace guardia entregarle
desayuno, pero no a todo el personal de la Comandancia en Jefe. Dice
que eso estaba reglamentado; que él no lo determinaba. No puede
omitir que una persona podía tomar café, pero aisladamente, ya que no
se le podía asignar este concepto.
Menciona que como Jefe del DAG le correspondía hacer compras
por útiles de escritorio y de aseo; había un ítem para mantenimiento de
vehículos motorizados, había una “comisión de teléfono” por el que se

297
pagó un plan para el Ejército para celulares. Afirma que en una ocasión
se le solicitó para la señora del Comandante en Jefe, la señora Anita
María PINOCHET, la compra de un equipo celular. Expresa que se lo
pidió el Oficial de Órdenes, a través del Suboficial que estaba a cargo de
esa comisión, solicitando hacer un cambio de equipo para la señora
Anita María. Indica que el Oficial de Órdenes era Rodolfo HIDALGO.
Señala que, en ese entonces, autorizó el cambio de equipo celular,
aunque no correspondía. Señala que se pagó con platas del Ejército, ya
que estaba dentro del plan del Ejército. Refiere que si eran por ejemplo
31 planes, uno era para la señora Anita María PINOCHET. Indica que no
se hubiera podido negar a autorizar esa compra, no se le habría pasado
por la cabeza dada la estructura organizacional. Señala que nunca había
estado antes en la Comandancia en Jefe. Dice que para el funcionario, el
Comandante en Jefe era la autoridad de mayor jerarquía.
Afirma que, también la señora del Comandante en Jefe tenía
asignado un vehículo militar y personal del Ejército, situación que no
correspondía. Señala que vio dos veces al Comandante en Jefe, una
cuando llegó al cargo y otra cuando se fue. Señala que concurrió una
vez a la Casa del Comandante en Jefe y solo llegó a la puerta, porque
fue a ver unos problemas en el circuito interno. Agrega que además fue
invitado al matrimonio del hijo del General FUENTE-ALBA, el que era
Oficial de Justicia que ahora es sabido que se cuestiona por los recursos
usados. En otra oportunidad que estaban definiendo un escritorio, llegó
el Comandante en Jefe para ver una mesa. El declarante señala que no
se relacionaba con Comandante en Jefe sino que se relacionaba
directamente con el Secretario General del Ejército, el General
GRIFFITHS.
Manifiesta que no tuvo conocimiento de la compra de alfombras
para el Comandante en Jefe. Conoce solamente la historia de una
alfombra histórica que era del General CARRERA VERDUGO, que estaba
en la segunda oficina del General FUENTE-ALBA.
Expone que también se encargaba de compras para el vestuario,
por el que había una asignación fiscal para el vestuario del mayordomo.
También había una asignación para la mantención de la infraestructura
de la Comandancia en Jefe.

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Indica que, entre otras compras que recuerda haber hecho en su
periodo, el Secretario General del Ejército le pidió que comprara lozas,
lo que se hizo con fondos presupuestarios, para la Secretaría General.
Menciona que, parece que la glosa del ítem que tenía asignado daba
para esa compra. Pudo haber sido por “elementos inventariables”.
En cuanto a otras obras, señala que le dieron la misión de pintar
las cabañas de Farellones, incluida la cabaña del Comandante en Jefe, la
del Secretario General y otras más. También se hicieron reparaciones en
Pichicuy. Todo por instrucción del Secretario General del Ejército.
Señala que no veía las compras para los regalos de cumpleaños,
ya que se encargaba un Oficial que trabajaba en el DAI, que era
OCAMPO. Indica que no alcanzó a recibir la Giftcard que se entregaba
para los cumpleaños. Declara que solo recibió un reloj como regalo
cuando se fue de la Comandancia en Jefe. Indica que no recuerda haber
tenido dentro de sus responsabilidades la compra de Giftcard para
regalos. Refiere que muchas veces vio las compras, regalos y cosas que
se llevaban al extranjero, pero no era responsable de la compra de
Giftcard. Señala que no manejaba dinero, a menos que se hubiesen
asignado dineros. Manifiesta que tampoco recibió dineros para esas
compras alguien que estuviese a su cargo, lo habría sabido, ni para
Giftcard ni para otros regalos. Menciona que sabía que se entregaban
regalos para los cumpleaños, aunque no recuerda qué se entregaba,
pero él iba con el personal que estaba de cumpleaños donde el
Secretario General donde se le entregaba el regalo y se tomaba un café.
Relata que, en su periodo, el General GRIFFITHS pidió que llevaran al
personal que estaba de cumpleaños a su oficina para saludarlos, no
recuerda si se le entregaba una Giftcard. El declarante indica que no le
llegó regalo de cumpleaños porque cuando llegó a la Comandancia en
Jefe ya había pasado ese día. Expresa que a su señora le llegó un regalo
cuando se fue de la Comandancia en Jefe, le dieron un reloj de la misma
marca que el que le regalaron a él. Ambos eran marca Swiss Army.
Expone que no recuerda si a su señora le dieron un regalo para su
cumpleaños. Parece que la torta que se entregaba era de una pastelería
específica y no era mala.

299
Relata que no alcanzó a recibir regalos para la Navidad. Se
imagina que se regalaba algo, pero que no alcanzó a recibirlo.
Refiere en cuanto a los regalos que manejaba OCAMPO, que vio
una herramienta multiuso Swiss Army, no recuerda si vio algún reloj, y
otros regalos que no recuerda. Sí sabía que OCAMPO administraba esos
regalos, los que eran definidos por el Secretario General del Ejército o
por el propio Comandante en Jefe.
Relata que nunca vio los chocolates que administraba OCAMPO. El
declarante señala que no compartía el trabajo diario con los otros Jefes
de Departamento de la Comandancia en Jefe, ya que él trabajaba en
Bulnes, e iba a la Comandancia cuando lo citaba el Secretario General,
lo que no era todos los días. Expone que los regalos que manejaba
OCAMPO los vio cuando el Comandante en Jefe viajaba, y se hacía una
revista de lo que había que llevar. Esas cosas estaban en un salón
grande y por eso las vio. Vio una mesa donde había varios elementos e
incluso las tenidas que llevaban, y ahí estaban los regalos. En ese
momento imaginó que eran los regalos institucionales que entregarían a
ciertas autoridades.
Señala que desconoce con qué fondos se pagaban los regalos.
Afirma que no hay ningún ítem dentro del Ejército que permita comprar
regalos. Expresa que ahora sabe que se utilizaban Gastos Reservados.
Dice que reglamentariamente en su carrera nunca vio un ítem que
permitiera comprar regalos. Todo lo que se compra es para el
funcionamiento del Ejército, que está reglamentado.
Refiere que solo ha tomado contacto sobre los hechos investigados
con el Jefe del DAG que lo sucedió, el Comandante MORALES, a quien
incluso propuso para el cargo, con nadie más.
Cree que el tema de los recursos para mejorar el rancho es
anómalo, al igual que lo del teléfono y el auto para la señora del
Comandante en Jefe. No cuestionó ni le dijo nada al Secretario General
sobre esos temas, porque no quería ser destinado a Putre ni a otro lugar
como castigo, ni siquiera estaba en sus pensamientos representar que
algo estaba mal, debido a un tema cultural jerárquico. Afirma que ahora
sí lo haría, sin dudar, porque es improcedente todo lo anterior. Expresa
respecto el Rancho que entendía que era una plata que entregaba el

300
Oficial de Finanzas que justificaba al Secretario General del Ejército.
Indica que esos dineros debieron salir de Gastos Reservados, ya que no
existe otro ítem para mejorar el rancho, al igual que otras compras que
por reglamento deben ser inventariadas mediante un procedimiento
reglado.
Respecto de lo que se ha dicho en cuanto a que era el personal
subalterno del Comandante en Jefe los que decidían qué consumía y
donde alojaba éste, afirma que es una gran mentira. Agrega que todos
sabían el estilo de vida lujoso del General FUENTE-ALBA y que era
imposible que alguien le pudiese imponer nada. Expone que un
compañero de clase era Ayudante del General y le comentaba su estilo
de vida y las cosas que le gustaba consumir, esto se lo contaba en
conversaciones de pasillo entre amigos. Señala que al General FUENTE-
ALBA le gustaban los autos caros, como los AUDI. Refiere que su amigo
era el Ayudante Coronel NÚÑEZ. Agrega que él le dijo que al
Comandante en Jefe le gustaba consumir vinos caros y usar autos de
alta gama. Duda que alguno de ellos tenga a su alcance económico
consumir las cosas que le gustaban al General FUENTE-ALBA, salvo que
se dedicaran además a otra cosa. Ni menos que estos gustos caros
hayan sido impuestos por el “grupo personal” del Comandante en Jefe a
él, en cuanto a qué comer o qué tomar, y duda que esto haya ocurrido
respecto de otros Comandantes en Jefe. Refiere que el Oficial de
Protocolo presentaba un programa al Comandante en Jefe General
FUENTE-ALBA y éste lo cambiaba a voluntad, decidiendo dónde viajar,
cómo viajar, dónde alojar y con quién ir. Dice que a lo sumo algún
Oficial le pudo haber recomendado al Comandante en Jefe no ir a algún
lugar por temas de seguridad, nada más. Afirma que los hoteles de
cinco estrellas o de categoría diamante no eran decididos ni impuestos
por los Oficiales al Comandante en Jefe. Eso nadie lo podría creer
tampoco. Si alguien hubiese sugerido a éste ir a un hotel de menor
categoría de cinco estrellas, el Comandante en Jefe se habría impuesto
igual. Si él dice algo distinto puede ser para minimizar su
responsabilidad en los hechos.
El declarante refiere que estuvo a cargo del incendio que ocurrió
en Valparaíso, y un soldado se generó un “auto asalto” con un grupo

301
perdiéndose dos fusiles, y el Comandante en Jefe OVIEDO determinó
que él tenía responsabilidad como Jefe, la que asumió y firmó, y luego
solicitó su retiro. Dice que entonces se debe asumir las
responsabilidades, y respecto los gustos y consumos de los
Comandantes en Jefe, afirma que son responsabilidad de éstos y de
nadie más, ya que nadie les podía imponer nada.
Indica que no tiene conocimiento del bono de escolaridad que se
entregaba al personal de la Comandancia en Jefe cuyos hijos estaban en
época de escolaridad, no supo de esa entrega. Señala que en esa época
tenía hijos de 10 y 14 años, y no se le entregó ese bono ni tiene
conocimiento de eso. Señala que llegó en febrero del 2013. Agrega que
se pudo quizá entregar antes de su arribo al cargo, no tiene
conocimiento de la entrega de ese bono como Jefe del DAG, no recibió
ese documento o Giftcard ni lo gestionó. Sabe de becas para alumnos
destacados que entrega el Ejército que entrega la Fundación de
Señoras, según entiende. Señala que sus hijos no se llevaron esa beca.
No conoce con qué fondos se financia.
Menciona que alcanzó a trabajar un par de meses con el Coronel
Sergio VÁSQUEZ, a quien no ubicaba. Entiende que él lo ubicaba de
antes, porque le había hecho clases en la Academia de Guerra.
Señala en cuanto a la entrega de ajuar para los hijos recién
nacidos del personal de la Comandancia en Jefe, que había una
Asistente Social de apellido CORNEJO, actualmente fallecida, que les
llevaba este ajuar. Ella dependía del DAG. Expresa que sabía de la
entrega de ese ajuar que normalmente hacía la asistente social, pero
que no recibió ni administró el dinero para esa compra. Afirma que no
existe un ítem para compra de ajuar, así que el dinero debió salir de
Gastos Reservados. Agrega que solo existe un ítem de ajuar para
soldados conscriptos.
Manifiesta que esos procedimientos venían establecidos desde
antes, los que eran erróneos e improcedentes. Agrega que también
trabajaban personas hace muchos años en la Comandancia en Jefe,
precisamente la asistente social y otros que se entendían directamente
con el Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe y veían esos temas.
El declarante indica que no le entregaron dineros en efectivo ni dispuso

302
específicamente que se compraran los regalos para el ajuar, si hubiese
sido así, manifiesta que lo diría. Afirma que no preguntó de dónde
provenían esos recursos, y no lo cuestionó porque estimaba que eran
platas que debían ser legales. Dice que no se representaba que eran
ilegales, ya que eran entregadas por el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Entendía que por las platas que se entregaban
debían rendir cuenta por ellas. Cree que era la asistente social misma la
que recibía las platas y ella debió rendir cuenta de esta. Reitera que a él
no le entregaron platas para ajuar.
Menciona en cuanto a la peluquería de la Comandancia en Jefe,
que había un peluquero cuyo apellido no recuerda. Expone que estaba
asignada para el personal de la Comandancia en Jefe y ningún Oficial
ajeno a esta Unidad se podía atender allí. En su caso, el peluquero se
trasladaba una vez a la semana a Bulnes para cortarles el pelo. Señala
que adquirió una luz ultravioleta para esa peluquería, lo que hizo con
recursos del ítem “Talleres”, aunque no está seguro. De otra manera,
tendría que haber pedido dineros al Jefe del Departamento de Finanzas,
que pudo haber sido CORTÉS o VÁSQUEZ, previa autorización del
Secretario General del Ejército.
Señala que además se compró para la sastrería una plancha a
vapor. También compró unas tenidas a los Mozos directos del
Comandante en Jefe que trabajaban en su oficina. También unos cueros
para carpetas corporativas, que se adquirieron para una imprenta
talabartería que está en Beauchef, también se arregló el piso del casino
de Beauchef y la compra de lozas que se mencionó anteriormente.
Refiere que todas esas compras cree que las hizo con recursos
presupuestarios con el ítem “talleres”, aunque no sabe si se compraron
con ese ítem las tenidas para los mozos, porque no había ítem para ello.
Señala que ahora recuerda también que el Secretario General le
encargó comprar chalecos antibalas. Le dio la tarea de reforzar la
seguridad del Comandante en Jefe. Finalmente, no concretó esa
adquisición, porque se debía de hacer todo un análisis para la compra e
importación de los chalecos y que había que importarlos. Indica que no
podía comprar esos chalecos, sino que se le ordenó que hiciera un
memorándum para que los adquiriera el CAF. El CAF le respondió que

303
había una problemática reglamentaria para adquirirlos en cuanto al
número o característica de los chalecos. En definitiva, por lo menos en
su tiempo, no se adquirieron los chalecos. El Secretario General a mitad
de año se dio cuenta que la seguridad del Comandante en Jefe no
dependía de nadie, sino que dependía de los Ayudantes, entonces
dispuso que debían depender del declarante, para que hubiese una
persona más arriba que no fueran los Ayudantes, y en ese momento le
dieron la misión de mejorar los equipos. Afirma que no había ningún
ítem presupuestario que dependiera de él en el DAG para comprar los
chalecos. Señala que el DAG no los podía comprar, tampoco existe algún
ítem de seguridad, sino que es material de guerra. Si el CAF no
autorizaba los fondos para que los comprara la Jefatura de Adquisiciones
no había ningún ítem que permitiera su adquisición. Expresa que si se
compraron sin autorización del CAF, no existe ningún fondo ni menos de
los que se manejaran que permitiera esa compra, solo restaba utilizar
Gastos Reservados, no ve otro fondo.
Respecto de los Gastos Reservados, expone que en su formación
militar conoció que estos son para seguridad y también supo que había
un certificado de buena inversión, pero no conoció más del tema porque
no los manejaba, sino que todos los recursos que él manejó en sus
cargos eran presupuestarios y siempre se manejaban con documentos
escritos, todo era absolutamente muy restringido. Afirma que nunca
manejó un peso en efectivo. Dice que el Ejército mejoró para bien con
ciertas cosas que ahora son más estrictas y se debe dar cuenta de todo,
y nunca triturar la documentación respaldatoria. Expresa que no le
enseñaron a triturar la documentación, no estaba en su formación
militar ni tuvo problema en las entregas de cargo, ni cuando se pasó
revista por la COTRAE o la Contraloría General de la República.
En referencia al tema de los regalos, dice que existía una cultura
de hacer obsequios, pero existía el reglamento de disciplina que los
regulaba y desde el año 2006 no se podían recibir regalo; no obstante,
indica que recibió un regalo de parte del Comandante en Jefe, que había
dispuesto que no se hicieran regalos. Expone que no se podían recibir
regalos por parte de proveedores ni entregar regalos con recursos
reunidos por el personal de las Unidades, ni siquiera se podía tener

304
contacto con los proveedores, menos recibir regalos de ellos, y siempre
debían existir los documentos respaldatorios para todo, sino, la COTRAE
cuestionaría las adquisiciones. Afirma que todo estaba reglamentado en
cuanto a las licitaciones, incluso el trato directo debía ser previa
licitación y máximo por el periodo de un año. Además, existía un
sistema computacional para trabajar las adquisiciones.
En cuanto a fidelizar al personal de que se habla por el General
OVIEDO, eso solo sería para el personal de la Comandancia en Jefe, y
fidelizar de qué expone. Agrega que la forma de fidelizar al personal es
felicitándolo y promocionándolo, no mediante regalos.
Recuerda también la compra de correas para sujetar las armas.
Esas correas, recuerda que se compraron en Chile y se encargó de ello
el Oficial de Seguridad, el Capitán PONCE. Indica que estas correas las
vio y eso sucedió en agosto de 2013, por lo que pudo estar ya el
Coronel VÁSQUEZ, quien le hizo entrega de los dineros al Oficial de
Seguridad. Al declarante no se le hizo entrega de esos dineros. Refiere
que en suma, se compraron fundas y correas para las armas y, respecto
de los chalecos que señalo anteriormente, no concretó la compra. Todo
fue con la autorización del Secretario General. Manifiesta que desconoce
cuánto se gastó para esas adquisiciones, tampoco recuerda cuántas
unidades se compraron, cree que se compró para unas 6 o 7 personas.
Imagina que para fundas y correas se gastaron $25.000 a $30.000 para
cada uno, es lo que conoce por su formación militar, pero no sabe
montos específicos. Menciona que a él le dieron la misión de equipar a
los Escoltas y se encargó de la compra de los chalecos, fundas y
correas, concretando solo la compra respecto de los dos últimos, como
señaló, con los recursos que entregó el Oficial de Finanzas al Capitán
PONCE. Afirma que esos recursos tuvieron que provenir de Gastos
Reservados.
Expone que no recordaba la compra de balizas, pero pudo haber
sido parte del equipo para los escoltas. En cualquier caso, indica que el
DAG no las pudo comprar porque no existe un ítem que lo permita, por
lo que se tuvo que utilizar recursos de Gastos Reservados.
Refiere que, efectivamente se compró un desfibrilador para el
Comandante en Jefe, fue parte del mismo paquete de compra. El DAG

305
tampoco tenía un ítem para esa compra, porque esto tiene que ver con
sanidad, también se tuvo que comprar con Gastos Reservados. De esta
compra se encargó el Capitán PONCE y el enfermero cuyo nombre no
recuerda, que formaba parte de la seguridad del Comandante en Jefe.
Esto también fue autorizado por el Secretario General.
Recuerda arreglos que se hicieron a la cocina de la Comandancia
en Jefe, oportunidad en que se hizo toda una modificación para los shaft
de aire. Señala que eso se vinculó al Comando de Infraestructura en una
propuesta para la reparación, que no fue menor, porque había que
hacer todo un diseño por el olor que quedaba en la cocina. Esto lo
ordenó el Comandante en Jefe, lo ejecutó el Secretario General,
intervino el Coronel Luis SEPÚLVEDA que estaba a cargo del
Departamento de Infraestructura, pero no se hizo con recursos del DAG
porque no habría alcanzado. Desconoce con qué recursos se pagó,
podría haber sido con recursos del Comando de Infraestructura.
Señala que también recuerda que se hicieron reparaciones y
mejoras en las cabañas de farellones, en las cabañas de Pichicuy, ambas
de la Comandancia en Jefe, y en el piso del casino o comedor del Cuartel
Beauchef. Todo esto con recursos que eran del DAG. Eso fue dispuesto
por el Secretario General, salvo la reparación de piso del casino, que fue
por su propuesta, autorizado por el Secretario General. Señala que se
utilizaron remesas que entraban al presupuesto del DAG. Dice que
también se pudieron utilizar Gastos Reservados. Dice que además
recuerda que para la reparación del piso de la cocina no existían los
recursos presupuestarios normales, no quedaba plata en el ítem, por lo
tanto se tuvieron que haber utilizado Gastos Reservados, por disposición
del Secretario General, que fueron un par de millones a lo menos.
Declara que no iba directamente a pedir plata al Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, sino que de eso se encargaba el Secretario
General, de coordinar esos dineros. Indica que no recuerda quién
físicamente recibía los dineros de parte del Oficial de Finanzas, pero que
no los recibió materialmente, y si se trataron de arreglos dependientes
del DAG, los tuvo que haber recibido algún Suboficial dependiente de él.
Afirma que los dineros efectivamente se recibieron para hacer los

306
trabajos y no recuerda cómo se materializó la recepción de los dineros y
posterior entrega a quienes ejecutaron las obras materialmente.
El Tribunal le hace presente que de acuerdo con la declaración del
señor John GRIFFITHS, de 26 de marzo de 2019, de fojas 2545, los
dineros habrían sido entregados al Jefe del Departamento de Asuntos
Generales, Comandante Juan Pablo MATTA, a lo que señala que el
General está en lo cierto, en cuanto a que él dispuso que los dineros
fueran entregados por el Oficial de Finanzas a través del DAG para
realizar las obras. Lo que él no sabe es quién físicamente pudo haber
recibido los dineros dentro del personal del DAG, dependiente de él.
Señala que no los recibió. Lo mismo sucede en relación con los dineros
entregados para mejorar el rancho, a lo que hizo mención, en el sentido
de que si bien esos dineros eran para el DAG, en la práctica quien los
recibía era el Suboficial PALMA, quien acudía todos los meses a la oficina
del Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe y este entregaba un
sobre con plata para estos efectos.
Expresa que no cabe duda de que él tuvo que haber presentado
un presupuesto al Oficial de Finanzas de lo que costaría la obra. No era
un valor arbitrario, sino que tuvo que haberlo justificado, sino el Oficial
de Finanzas no le habría entregado los recursos. Además, ese
presupuesto lo tuvo que haber presentado también al Secretario General
del Ejército. Agrega que de hecho así fue. Añade que lo mismo respecto
de la compra del desfibrilador y las correas, ya tuvo que haber
presentado un presupuesto para esas compras al Oficial de Finanzas
CORTÉS o VÁSQUEZ, quien le iba a pasar la plata, entonces no era un
valor calculado en base a nada. En todos los casos, sea por estas
compras o las que se hicieron para la peluquería y sastrería, era con un
documento o un presupuesto del costo que presentaba al Oficial de
Finanzas. Afirma que todas estas compras fueron contra un papel que
rendía al Oficial de Finanzas que demostraba el presupuesto o costo de
lo que se requería, y este entregaba el dinero. El declarante señala que
no cuestionaba de dónde provenían estos recursos.
Indica que las compras “menores” para la peluquería de la
Comandancia en Jefe no se hacían por el declarante, ni con recursos que
él manejaba. Afirma que nunca se le entregó dinero en efectivo para

307
mantener una caja chica para este tipo de gastos. Tuvieron que haberse
entregado dineros directamente al peluquero. Lo único que pudo haber
requerido al Oficial de Finanzas fue la luz ultravioleta para desinfectar, y
cree que se utilizó el ítem que estaba dentro del presupuesto del DAG
que refirió. Dice que si el Oficial de Finanzas entregó dineros para otro
tipo de gastos de la peluquería, tuvo que habérselos entregado al
peluquero directamente. Asevera que si fueron dineros en efectivo,
entonces deben ser dineros de Gastos Reservados.
Afirma que los Comandantes en Jefe hicieron cometer muchas
faltas a Oficiales subalternos, comprando cosas y utilizando dineros que
no correspondían. Indica que las compras están sumamente reguladas y
tienen una COTRAE que está siempre encima. Ahora, añade, incluso los
Generales tienen abogados asesores para evitar esas situaciones,
porque además los Generales no son Oficiales abogados. Expresa que es
insostenible que los Comandantes en Jefe digan que sus subalternos le
impusieron cosas, siendo que fue todo lo contrario.
Señala respecto de la sastrería, que recuerda haber licitado la
compra de hilos, que se hizo por compra directa debido a las unidades
que se adquirieron. En el DAG se tenía el ítem de “talleres” que permitía
hacer esas compras. Para compras menores se puede utilizar la compra
directa. De existir otras compras adicionales, afirma que estas tienen
que haber sido con recursos de Gastos Reservados.
Indica que para la lavandería se compraron lavadoras y cree que
también planchas para la sastrería, esto con el ítem “talleres”. Refiere
que no recuerda en realidad si para esas compras se pidieron recursos
al Oficial de Finanzas; y que si no se utilizó el ítem “talleres”, entonces
se pidieron recursos al Oficial de Finanzas de Gastos Reservados.
Menciona que los beneficios que tenía el personal de la
Comandancia en Jefe decían relación con que no se les cobraban los
servicios de peluquería, lavandería y sastrería, como sí ocurre en el
resto de las Unidades del Ejército. Además la mejora del rancho que
señaló anteriormente y también los regalos. Señala que también para
las vacaciones disponían de cabañas en Pichicuy y en Farellones cuyo
uso era gratuito, y a las que no podía acceder el personal de otras
Unidades. Asegura que todos estos beneficios no eran a requerimiento

308
del personal, sino que eran dispuestos por el Comandante en Jefe o por
quien este dispusiera. Este personal era especialmente seleccionado.
Llegar a la Comandancia en Jefe ya era un beneficio, no se requería una
“fidelización” adicional. Declara que todo esto se traduce probablemente
en el uso de recursos de Gastos Reservados.
Señala que la Comandancia en Jefe tiene recursos, y si les falta lo
consiguen, sea por remesas extraordinarias o por Gastos Reservados,
aunque no sabe cómo operaban los Gastos Reservados. Si el Ayudante
necesita recursos, los pide y los obtiene. En cambio, dice, los recursos
de los Regimientos son escasos y no hay de dónde sacar si es que
faltan. Cuando en una Unidad Regimentaria se requerían fondos para
hacer alguna reparación, todo era lento y engorroso y dependiente de si
correspondía esa reparación según el presupuesto. En cambio, si esta
reparación era autorizada por el Comandante en Jefe, los recursos
llegaban de forma expedita, sin tanta documentación. Esto señala que lo
vio.
Adiciona que no recibió la plata de la mejora del rancho a la que
ha hecho mención, que sabía efectivamente el procedimiento que se
utilizaba; que PALMA recibía el dinero por parte del Oficial de Finanzas,
que no se rendía cuenta de esos recursos, pero por más que hace
memoria insiste en que no recibió esos dineros directamente, pero la
mejora de alimentación sí se hizo y que el declarante tenía
conocimiento. Dice que había una minuta de rancho para todo el Ejército
y sobre esa minuta se mejoraba la alimentación, no era un menú
decidido por los funcionarios libremente. Había una minuta
reglamentaria que se mejoraba con algún elemento, por ejemplo, una
palta para armar una palta reina, o sea, en vez de dar el atún solo, un
choclo para la cazuela, o un postre de leche en vez de la fruta. Cree
que, además se reforzaba la colación a la Seguridad cuando salían,
entregándose sándwiches y bebidas, por ejemplo.
Señala sobre los regalos que recibían los Generales para los
cumpleaños, que no sabía de ello. Afirma que se enteró después,
cuando fue Comandante de Regimiento y un General llegó con un reloj
deportivo marca Sumo y le contó que se lo dieron de regalo cuando
había ascendido. Ahora recuerda que el reloj que le dieron no era de

309
marca Swiss Army, sino que era de marca Victorinox, misma marca del
reloj que le entregaron a su señora. Agrega que cuando llegó a la
Comandancia en Jefe le dieron un juego de colleras con las iniciales de
la Comandancia en Jefe. En su tiempo en la Comandancia en Jefe, no
vio que citaran a un General para entregarle un regalo, porque además
él trabajaba fuera de las dependencias de la Comandancia en Jefe, en
Bulnes.
Manifiesta que no participó en la proposición de regalos al
Comandante en Jefe ni al Secretario General, para que ellos eligieran.
Recuerda que en una oportunidad le tocó participar en una licitación de
silla de apoyo para una sala de conferencia que estaban construyendo,
era una sala multiuso. Le pidió el Secretario General que fuera, ya que
estaba participando el Departamento de Logística (JAL), donde estaba el
Coronel SUBIABRE, ahí tenían una exposición de sillas. Entonces salió el
Comandante en Jefe y revisó las sillas y eligió.
Señala que tampoco supo de los regalos que se entregaban a las
señoras de los Generales, porque en ese momento era Coronel. Ahora
tiene un par de compañeros que son Generales y tampoco se lo han
comentado. Dice que en ese momento era difícil que un General le
comentara a qué recibía.
Indica que desconoce el tema referido a los regalos de matrimonio
que se hacían por la Comandancia en Jefe. Desconoce qué se regalaba
ni a quién.
Señala que no tiene ninguna relación con ninguno de los hijos del
General FUENTE-ALBA. Que solamente le tocó tomar el examen de
admisión a uno de sus hijos que entró al Ejército y fue admitido en la
Academia de Guerra, el año 2010. No recuerda el nombre de ese hijo,
pero sabe que el General FUENTE-ALBA tiene tres hijos. Afirma que al
matrimonio del hijo del General FUENTE-ALBA fue porque le llegó un
parte de matrimonio, que cree que se le entregó el Oficial de Protocolo.
Indica que este matrimonio se hizo en el actual Museo Militar, ubicado
en la Calle Blanco, frente al Edificio Bicentenario. Asistieron unas 500
personas.

310
Menciona que desconocía que se entregara una cantidad de dinero
como ayuda para el matrimonio de los hijos de los Generales. Afirma
que no existen recursos presupuestarios que permita eso.
Manifiesta que desconocía que existiera un ítem denominado
“Recursos para Imprevistos del Comandante en Jefe”, por el que se le
entregaran $6.000.000 al Comandante en Jefe de forma mensual.
Expresa que solo sabía que se proporcionaba un vehículo, un
conductor y una asignación de bencina a los ex Comandantes en Jefe.
Indica que el Oficial de Material de Guerra, de nombre CRISTIAN, cuyo
primer apellido no recuerda, pero el segundo apellido era CADIZ,
administraba el combustible de los vehículos de la Comandancia en Jefe,
donde estaban incluidos los vehículos que usaban los ex Comandantes
en Jefe. Adiciona que él le mostraba el gasto de combustible para esos
vehículos, porque era parte del DAG y él tenía que fiscalizarlo porque
dependía de él. Se entregaban $300.000 por este concepto, por bencina
para estos vehículos, que se entregaba con una asignación de material
de guerra vía CAF, que es quien asigna los combustibles para vehículos
militares y motorizados. Esos vehículos entraban en la denominación de
“vehículos auxiliares”, que corresponden a los vehículos civiles que
utiliza el Ejército, incluyendo los vehículos que tienen los ex
Comandantes en Jefe. Respecto de los vehículos del General FUENTE-
ALBA, indica que esos estaban a nombre del Ejército, pero estaban en la
Casa del Comandante en Jefe para su utilización y eran una Volkswagen
Tuareg, un Mercedes Benz 500, y una Van Toyota Sequoia.
Refiere que los $300.000 de combustible para los ex Comandantes
en Jefe se les entregaba de la siguiente manera: el conductor del
vehículo tenía una tarjeta asociada a la patente del vehículo, y en la
tarjeta tenía cargada esa cantidad de dinero. El Oficial de Material de
Guerra llevaba el control del consumo de esas tarjetas.
Señala que desconocía que se les hiciera entrega de un dinero
adicional a estos $300.000 a los ex Comandantes en Jefe. Afirma que se
enteró ahora por todo lo ocurrido que se les entregaba una suma
adicional de dinero. Menciona que no imagina qué gasto adicional
relativo al vehículo pudieron haber incurrido los ex Comandantes en
Jefe, ya que el Ejército se encargaba de esos vehículos, incluyendo

311
todos sus gastos y el conductor. Los gastos de revisión técnica, seguros,
mantención, permiso de circulación, etc., todos son pagados por el
Ejército. Incluso cuando necesitaron cambio de neumáticos, llevaron el
vehículo al Ejército para realizarlos.
Manifiesta que sabía que los ex Comandantes en Jefe tenían
asignados también un Mayordomo. Declara que el conductor tiene
sentido para los usos del ex Comandante en Jefe, pero no lo tiene este
mayordomo. Señala que vio un documento, a requerimiento del General
GRIFFITHS, quien le solicitó que lo ubicara, en el cual se disponía que
los ex Comandantes en Jefe tenían derecho a un vehículo y a un
conductor. Dice que eso estaba en un Decreto firmado, si mal no
recuerda, por el Presidente FREI. Pero no recuerda haber visto allí la
designación de un mayordomo.
Menciona que desconoce si se entregaba al Secretario General del
Ejército recursos para “Imprevistos de la Secretaría General”.
Indica que tampoco se enteró que a los Ayudantes del
Comandante en Jefe se les entregaran recursos para sus imprevistos.
Sabe que ellos juntaban sus viáticos cuando salían en comisiones de
servicio, y los distribuían equitativamente, eso siempre se hacía así.
Tampoco supo de dineros que se haya entregado a la Ayudantía.
Expresa que desconocía que se les entregara además dineros para
vestuario. Expresa que como DAG, administraba una cuota de dinero
para el personal que trabaja como PPI, que se entrega con un voucher
para que retiraran una tenida civil en una tienda de retail, que era
previamente licitada por el Ejército, no por el DAG ni por la
Comandancia en Jefe. Indica que no entregó esos voucher a los
Ayudantes para que compraran una tenida de civil. Afirma desconocer
que se entregaran recursos al Auxiliar del Comandante en Jefe, para los
gastos del Comandante en Jefe en las comisiones de servicio.
Expresa que tampoco se enteró que se le entregaran dineros al
Edecán del Presidente. Afirma que nunca le entregó un voucher de
vestuario. Indica que lo que sí sabía es que el Edecán tenía asignado un
conductor del Ejército y un vehículo de apoyo de la Comandancia en
Jefe, y para ese conductor se entregó un voucher de vestuario. Indica
que conoce a un Edecán de la época del primer periodo del Presidente

312
PIÑERA, el Coronel Edward SLATER, pero que no tenía ningún vínculo
con él.
Refiere que no tuvo conocimiento que se entregaran recursos al
Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa ni tampoco al Edecán del
Ministro de Defensa.
Afirma que efectivamente se hacía una actividad cuando los
Generales se acogían a retiro. Desconoce qué regalos se les entregaba,
ni del cóctel que se hacía. Tampoco sabía que se les entregaran regalos
a los Generales para Navidad.
Expresa que nunca se vinculó con la mantención de la Casa
Institucional del Comandante en Jefe, nunca se lo pidieron. Solo tuvo
que analizar la mejora para el circuito de seguridad de ese complejo,
porque supuestamente una persona habría intentado ingresar, pero
finalmente no se hizo ningún trabajo porque era muy caro. Recuerda
haber cotizado esto en una empresa. Solamente ingresó hasta las
dependencias donde se encuentran las pantallas de seguridad; no
conoce el interior de la Casa. Manifiesta que el DAG no tenía
presupuesto corriente para realizar mantenciones en la Casa
Institucional. Entiende que sí podría haberse utilizado el ítem de
“reparación para viviendas institucionales”, de la Comandancia en Jefe,
ya que la Casa Institucional depende de la Comandancia. Pero en su
tiempo no recuerda haber financiado con el presupuesto asignado al
DAG alguna reparación en la Casa Institucional. Indica que no alcanzó a
participar en las propuestas de trabajo para la entrega de la Casa de Lo
Curro al Comandante en Jefe siguiente, solo se le mencionó que eran
muchas obras las que había que hacerse, eran obras mayores las
requeridas, por lo que había que hacerlo con tiempo. Expresa que, no
escuchó que habría que temperar la piscina de la Casa Comando, ni que
se instalara un sistema de aromatización en dicho complejo. Tampoco
supo de los arreglos florales que se compraban en el periodo del General
FUENTE-ALBA, ni que se entregaban chocolates. De lo que ha leído
ahora, tampoco participó ni sabía.
Señala que, de la contratación del trío de cuerda o del pianista que
tocaban en la Casa Institucional tampoco tenía conocimiento. Todo eso
tuvo que conocerlo el círculo más cercano, según cree, compuesto por el

313
Secretario General, el Oficial de Órdenes y el Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Esto, en todo caso era reservado, no se sabía, ni
se comentaba ni siquiera por los Suboficiales conductores o la gente que
trabajaba en la Casa del Comandante en Jefe. Incluso él no conocía la
agenda del Comandante en Jefe, no era parte de su función.
Manifiesta que no tiene conocimiento de las actividades que se
realizaban en la Casa Institucional del Comandante en Jefe. Ni de la
actividad, qué se comía, ni los invitados. Afirma que en el Ejército no
hay presupuesto para pagar este tipo de comidas. Añade que
probablemente se usaron Gastos Reservados.
Adiciona que cuando vivió en casa fiscal, solo se hacía un
descuento por vivir en la vivienda. Además, que el funcionario pagaba el
agua, luz, retiro de basura si es que correspondía, teléfono, y todos los
gastos relativos al uso y reparación de la casa fiscal, salvo que se trate
de trabajos estructurales, en cuyo caso se debe solicitar esta
mantención al Departamento de Viviendas Fiscales. Dice que también se
debía pagar los gastos comunes, si es que fuera pertinente. Afirma que
el único beneficio era el pago por el uso de la vivienda fiscal, que es
menor a un arriendo a valor mercado. Menciona que no se explica la
diferencia existente con el Comandante en Jefe, ya que al declarante el
Ejército no le paga los gastos de su casa, ni su alimentación ni la de su
familia. Desconoce que haya algún documento que permita que el
Ejército pague los gastos al Comandante en Jefe. Agrega que, en todo
caso, la situación debiera ser a la inversa, en el sentido de que él tenía
mayores ingresos que un Mayor o un Capitán, por lo que el Comandante
en Jefe tuvo que costear todos sus propios gastos.
Señala respecto del Repostero del Comandante en Jefe, que sólo
sabe que se le preparaba al Comandante en Jefe una alimentación
diferente del resto del personal, según lo que él mismo determinaba.
Desconoce quién se encargaba de proporcionar esos recursos, pero
asegura que no era el DAG, y que en todo caso se encargaba la
Ayudantía conjuntamente con el Mayordomo, y sin duda tuvo que haber
intervenido en la decisión el Comandante en Jefe cuando había alguna
actividad o según este estimara. Menciona que algunas veces pasó por
ahí, y una vez apareció un cocinero que le pidió una tenida especial, ya

314
que el Comandante en Jefe quería que este cocinero tuviera una
vestimenta al estilo francés. Ignora cuánto se gastaba por ese concepto
y que si lo supiera lo diría. Ignora con quién almorzaba ni cuáles eran
sus visitas.
Indica que el mito urbano dentro del Ejército decía que el General
FUENTE-ALBA tomaba vinos caros, incluso de marca Don Melchor, y si
un vino no le gustaba, se tiraba y se descorchaba otro. Afirma que
desconocía si un hijo del General FUENTE-ALBA trabajaba en una viña,
ni nadie le solicitó que se le compraran vinos a esta viña, porque en el
DAG no había un ítem que lo permitiera. Tampoco se lo ofrecieron a
título personal.
Expresa que no tiene conocimiento de pagos que se hayan
realizado al Rotary Club. Tampoco tiene conocimiento de dineros para la
compra de diarios de prensa. Afirma que en el Ejército no existe un ítem
que permita compra de prensa. Agrega que podría suceder que exista
algún ítem o asignación para la biblioteca del Ejército o alguna Unidad
afín, pero tendría que estar autorizado por un Decreto, según cree. Esto
también podría darse con el Departamento Comunicacional de la
Comandancia en Jefe.
Refiere que no tiene conocimiento de cómo se financia el concurso
literario. Afirma que esos recursos no salieron del DAG. Tampoco conoce
cómo se otorgaba el premio, con qué recurso, ni cuál era el
procedimiento ni la calificación. Entiende que eso estaba radicado en el
Departamento Comunicacional.
Agrega que, en su tiempo, cuando él entró al Ejército, de a poco
fueron cambiando ciertos privilegios que existían en el Ejército, como el
uso de vehículo fiscal para los usos familiares. Antes también se veía a
un soldado lavando el vehículo de un Oficial. Esas cosas no estaban
dentro de la educación militar y se prohibieron. La aspiración era
alcanzar perfeccionamiento, realizar cursos de especialidades en la
medida que se puede, obtener una especialidad primaria que es Oficial
de Estado Mayor o ser Politécnico, que además importaba una mayor
remuneración y, en su caso, ejercer mando en un Regimiento. Luego,
poder salir al extranjero donde se podía obtener un viático y un sueldo
con un porcentaje mayor. Señala que cuando fue Comandante de

315
Regimiento accedió a una vivienda fiscal mejor, pero de todas formas
tuvo que pagar los gastos relacionados. Había una serie de órdenes
comandos dentro del Ejército que normaban y abalaban la probidad.
Declara que se sentía orgulloso de haber llegado a la Comandancia
en Jefe en su momento, porque era un reconocimiento profesional, ya
que quien llega allí tiene mérito; aprendió mucho, lamentablemente se
hicieron cosas indebidas de las cuales no supo, y hay otras que reconoce
haber hecho mal, como lo fue la mejora del rancho. Adiciona que no
tuvo en sus manos ni se apropió de ningún peso, otras personas pueden
ser responsables, pero no sabe quién lo pudo haber hecho. Asegura que
no tomó ningún peso de la Comandancia en Jefe, no traspasó ningún
dinero ni bien. Señala que tomó la precaución de no utilizar un vehículo
fiscal cuando necesitaba viajar, ni lo solicitó ya que creía que era un
despropósito solicitarlo, puesto que por elección personal se fui a vivir a
Santo Domingo.
Asegura que se le ha ocasionado un gran daño al Ejército como
institución, con ocasión del mal uso de dineros, cuyas cifras oficiales
desconoce, por parte de la autoridad acusada, que es el Comandante en
Jefe General FUENTE-ALBA.
Indica que no tiene conocimiento de los gastos realizados por los
viajes del Comandante en Jefe, ya que de ello se encargaba el
Departamento de Coordinación y Protocolo de la Comandancia en Jefe, y
también el Departamento de Asuntos Internacionales de la
Comandancia. El DAG no tenía competencia en esta materia. Cree que
una vez supo que el Comandante en Jefe iba al Regimiento Arauco en
Osorno, pero no tuvo conocimiento específico de los viajes al extranjero
del General FUENTE-ALBA. Sabe que el General FUENTE-ALBA salía en
comisión con un Suboficial Mayor, el Auxiliar, un Ayudante, el Enfermero
y el Escolta. Dice no tener conocimiento si la señora del General
FUENTE-ALBA lo acompañó en todos sus viajes. Señala que en todo
caso, no corresponde que el Ejército pague los costos para que viaje la
señora del Comandante en Jefe, salvo que esté establecido en algún
documento que lo haya dispuesto él mismo o sus antecesores, pero no
tiene conocimiento de que eso exista.

316
Señala que sabe que el General FUENTE-ALBA tiene un
departamento en Puerto Velero y que iba en algunas oportunidades. Se
informó en la prensa la cantidad de viajes que el General hizo hacia allá.
Refiere que no le solicitaron recursos para esos viajes ni para la
mantención de ese departamento. Desconoce el medio de transporte
que el General FUENTE-ALBA utilizaba para ir allá. Agrega que pese a
que dentro de su administración estaban los vehículos fiscales del
Comandante en Jefe, no se le rendía cuenta de los traslados de los
vehículos asignados al Comandante en Jefe. Dice que el Oficial de
Material de Guerra debe tener registro de los consumos de
combustibles. La utilización de esos vehículos debiera haber operado de
la misma manera que el resto de los vehículos auxiliares institucionales,
con el registro de los consumos de bencinas, pero desconoce qué ocurrió
con esos vehículos. Y eso pudo no ser así si es que se utilizaron recursos
en efectivo para cargar combustible u otros gastos. Señala que desde el
principio se inhibió del control de esos vehículos, porque el conductor
iba a dar cuenta al Ayudante y éste al Comandante en Jefe, de que
estaba controlando esos vehículos, lo que le podía costar. Esos vehículos
debían tener toda su documentación reglamentaria, que incluía una
libreta auxiliar que registraba el kilometraje, la carga de bencina y era
llevada por el conductor, y una carpeta auxiliar donde se registran las
mantenciones, siendo esta última llevaba por el Oficial de Material de
Guerra.
Menciona que cuando el Comandante en Jefe sale en comisión de
servicio nacional, se tiene que emitir una orden firmada por el
Secretario General del Ejército, que establezca las fechas, medios a
utilizar, personal que participa y actividad a realizar como, por ejemplo,
revistas a regimientos, debiendo ser actividades de servicio. Señala que
si el Comandante en Jefe iba a su departamento particular en Puerto
Velero, no podía utilizar esos recursos fiscales, debido a la
reglamentación y según su experiencia dentro del Ejército, y no cree
estar equivocado al respecto. Si como Comandante en Jefe decide
hacerlo de todas formas, los recursos utilizados por su Escolta
incurrirían en la misma irregularidad. Manifiesta que desconoce si se
arrendaban departamentos para la Escolta, pero no existe ningún ítem

317
dentro del Ejército que lo permita, salvo que ellos vayan a una comisión
de servicio que establezca que el Comandante en Jefe necesita
elementos de seguridad, y todo esto debe quedar por escrito, y
debiendo ser necesariamente una actividad de servicio, y por
actividades propias del Comandante en Jefe, no siéndolo ir a Puerto
Velero a su departamento particular. Al respecto, reitera que él no
utilizaba vehículos fiscales para sus traslados diarios a su vivienda
ubicada en Santo Domingo, ni para ninguna actividad personal, porque
estimaba que era improcedente y fuera de reglamento, pese a ser
Comandante de Regimiento. Dice que tanto es así, que en los
Regimientos existe una tarjeta de salida reglamentaria donde queda
constancia de las entradas y salidas de los vehículos militares, y queda
registro de ella en el libro de guardia. Señala no tener ningún
conocimiento de la utilización del avión institucional por parte del
Comandante en Jefe, ya que eso no estaba dentro de sus funciones
como Jefe del DAG.
Asevera que entiende que para un viaje al extranjero corresponde
el pasaje y el viático para alojamiento y alimentación, siempre que la
Unidad a la que se vaya no le brinde esos servicios. Todo esto, dice,
está reglamentado, y se paga según el grado, destino y distancia, y solo
a los militares, nunca a los civiles que puedan acompañar al militar en
comisión de servicio, salvo que se trate de civiles que están contratados
por el Ejército, a quienes si puede corresponderles. Pero no tiene
conocimiento de ese reglamento, en lo particular.
Expresa recordar al Suboficial Mayor DURÁN, que se encargaba de
los viajes del Comandante en Jefe, que estaba en la Ayudantía. Dice que
estaba dentro del grupo personal del Comandante en Jefe. Lo vio un par
de veces, él estaba de civil. Dice que nunca vio la hoja de vida de
DURÁN, porque no era su subalterno. El Jefe de DURÁN tuvo que haber
sido el Ayudante más antiguo. Refiere tener una confusión de si DURÁN
era militar o civil, y no recuerda que le haya llegado su hoja de vida.
Puede ser un Suboficial de retiro a contrata, en cuyo caso debería tener
hoja de vida, pero insiste en que nunca vio su hoja de vida. Señala que
desconoce cómo se le pagaban sus remuneraciones a DURÁN. A su vez,
dice desconocer si se le pagaba de forma directa a DURÁN. Indica que

318
no tiene conocimiento de alguien que el Ejército le pague sus
remuneraciones en dinero efectivo, ni mucho menos sin contrato.
Expresa que cuando viajó a Argentina, no se le entregó ninguna
cantidad de dinero adicional al pasaje y al viático. Reconoce que del
viático logró ahorrar aproximadamente $70.000.000, los que utilizó para
comprar un departamento en el año 2013, junto con un préstamo que le
dio la JAVE. Indica que esos ahorros constan en una cuenta corriente en
dólares que abrió en el Banco de Chile. Refiere que no viajó en la época
que trabajó en la Comandancia en Jefe. Desconoce que se haya
entregado una suma de dinero denominada “perdiem”, u otro concepto
similar cuando alguien viajaba en comisión de servicio. Agrega que
desconoce que se les entregaba a los Generales una suma de dinero
cuando viajaban en comisiones de servicio.
Señala que, cuando viajó en comisión de servicio a Argentina
junto con su familia, lo hizo a través de la agencia de turismo LATRACH.
Refiere que lo que hizo fue coordinar con la agencia para que le
entregaran el dinero en efectivo. Explica que se tomaron 3 pasajes de
regreso para su señora y sus dos hijos y la otra parte la cambió en
dinero. Explica que tomó su auto en Santiago y se fueron con su familia
vía terrestre a San Luis y de ahí a Buenos Aires, porque él se llevaba su
vehículo personal a Argentina. 15 a 20 días después, su señora y sus
hijos regresaron a Santiago, para lo cual se utilizaron los recursos
señalados, los 3 pasajes que señaló, vía LATAM. Él se quedó en
Argentina. Reconoce que la diferencia se la entregó la agencia LATRACH
con un cheque. Relata que al principio fue a la Sección Pasajes y Fletes,
donde estaba el Coronel Fredis JARA JARA, quien le explicó el
procedimiento. Indica que llegó con la resolución de su comisión de
servicio, y le explicó que iba a llevar su vehículo y no iba a ocupar los
pasajes de ida, entonces JARA le explicó que podía utilizar ese
procedimiento y usar una parte en pasajes para el regreso de su familia
y la otra se la devolverían en dinero por parte de la agencia de viajes.
Manifiesta que está seguro de que esto se lo explicó Fredis JARA JARA,
que lo recuerda muy bien. Declara que lo conoció anteriormente, y por
el viaje fue a hablar con él; y recuerda perfectamente toda esa
explicación que ha señalado. Le planteó a JARA su problemática, pese a

319
que le hicieron una charla y todo estaba establecido, entonces
necesitaba que le explicaran cómo realizar esas gestiones. En la charla
no recuerda si participaba Pasajes y Fletes, aunque parece que sí. En
esa charla, dice, se hablaba de las asignaciones y conceptos, pero no se
hablaba de la situación particular de quién llevaría su vehículo personal
a Argentina, y por eso él conversó con Fredis JARA JARA.
Indica que en la agencia de viajes LATRACH habló con una señora,
cuyo nombre no recuerda. Describe que era una de las dos hermanas
que estaban allí. La oficina estaba ubicada en Providencia. Dice que ella
le explicó con mayor detalle el modo de operar, y ella ordenó a una de
sus secretarias gestionar todo eso referido a la adquisición de los
pasajes de regreso y la devolución de dinero. Señala que tenía asignado
alrededor de $1.800.000.- por el viaje, y cree que se le devolvieron
$800.000, no lo recuerda exactamente. Afirma que fueron dineros que
depositó en su cuenta corriente, así que se pueden revisar.
Menciona que de regreso también volvió por tierra, junto con su
padre. Él dio cuenta al Ejército a través del Agregado Militar, que su
familia no estaba con él, por lo que no le correspondían recursos para
ellos. No recuerda haber generado un pasaje de regreso, ni haber
solicitado la devolución de esos recursos, y si lo hizo, no lo ocupó en ese
concepto porque como dijo, se devolvió en su vehículo. Declara que si
recibió recursos por el pasaje de regreso, deben estar depositados en su
cuenta. Insiste, en todo caso, en que no recuerda haber hecho esa
gestión.
Manifiesta que nunca más volvió a viajar con la agencia de turismo
LATRACH. No volvió a viajar como miembro del Ejército. Solo ha viajado
como civil y con otras agencias de viajes.
Aclara que sí se relacionó con el Coronel Sergio VÁSQUEZ desde el
punto de vista profesional, se refiere a que lo conoció cuando él llegó a
la Comandancia en Jefe, y se relacionó en alguna oportunidad con él.
Desea aclarar que no vio muchas veces los regalos que estaban en
la Comandancia en Jefe, esto fue en una sola oportunidad, que es la que
explicó, en que los regalos estaban en una mesa de un salón de la
Comandancia en Jefe.

320
Quiere también aclarar que en el evento de haberle representado
al Secretario General la situación referida al teléfono y el auto para la
señora del Comandante en Jefe, se habría confrontado con él, y le
habría ordenado verbalmente cumplir con ese requerimiento de
asistencia. La mención que se hace a Putre, es un decir interno
solamente a nivel de Ejército dada la lejanía del lugar, pero no implica
algo peyorativo hacia dicha Unidad. Tampoco cree que lo hubiesen
mandado allá, a lo más lo hubiese destinado el Comandante en Jefe,
porque no lo habría podido sancionar.
Señala, además, que no comparte la afirmación de que era el
personal subalterno del Comandante en Jefe quienes decidían qué
consumía y donde alojaba este. Dice que no quiere mantener la
afirmación cuando señaló que ello es una gran mentira, porque lo
estaría juzgando, y su posición es que, si eso fuera así, lo rechaza
categóricamente y no lo comparte.
Dice que cuando señaló que el Comandante en Jefe cambiaba a
voluntad el programa que le presentaba el Oficial de Protocolo, se
refería a que estima que ello es así.
Señala que no ha recibido dinero alguno, ni se quedó con recursos
fiscales que hayan ingresado a su patrimonio personal.
50.- Declaración de Pablo Andrés Ricardo WILLIAMSON
COURBIS, Coronel en retiro, Oficial a cargo de “Ceremonial y
Protocolo” entre los años 2003 y 2017, quien a fojas 16.173, en
lo pertinente, señala lo siguiente:
Que imagina que el motivo de su comparecencia al tribunal es por
el tema de la corrupción en el Ejército. Señala que ingresó al Ejército el
año 1977 como Cadete, graduándose en el mes de diciembre del año
1980. En el año 1981 fue destinado al Regimiento Carampangue en
Iquique, posteriormente destinado a la Escuela de Infantería en el año
1984. Seguidamente en el año 1985 fue destinado a la Escuela de
Suboficiales. En el año 1987 fue destinado a la Escuela Militar. El año
1990 estuvo destinado en el Regimiento Maipo en Valparaíso. Luego, en
el año 1992 en la Escuela de Paracaidistas y Fuerzas Especiales.
Posteriormente en el año 1997 fue destinado al regimiento Aysén en
Coyhaique. En el año 2002 fue destinado a la Escuela Militar. Refiere

321
que el año 2003 fue destinado a la Comandancia en Jefe hasta el año
2017, siendo en ese año en el mes de abril o mayo, que se fue a retiro
con el grado de Coronel.
Dice que cuando fue destinado a la Comandancia en Jefe llegó a
ocupar el cargo de “Ceremonial y Protocolo”, cargo que ocupó durante
todo el periodo que estuvo en esa Comandancia. Indica que partió en el
periodo del Comandante en Jefe Juan Emilio CHEYRE, luego en el
periodo de los Generales (R) Óscar IZURIETA FERRER, Juan Miguel
FUENTE-ALBA POBLETE y hasta el periodo del General (R) Humberto
OVIEDO ARRIAGADA.
Declara que su función principal era estar a cargo de la ceremonia
y sus protocolos, ver los invitados, y sus confirmaciones, cartas de
saludo, coordinación de las ceremonias en las que participara el
Presidente de la República, ceremonias y programas en las fiestas
patrias y Parada Militar, recepción de comitivas extranjeras.
Expresa que durante el periodo del General IZURIETA o el General
FUENTE-ALBA, las funciones que tenía de protocolo pasaron a depender
del Departamento de Coordinación, no recuerda la fecha precisa. En esa
época estuvo a cargo del Departamento el General PORCILE, luego
estuvieron a cargo del Departamento el General DE LA CERDA, el
General Julio PARRA, el Coronel HALD y General Sergio AHUMADA.
Refiere que con Coordinación él veía todo lo que era la existencia de las
actividades del Comandante en Jefe y las invitaciones que este tenía. Se
preocupaba de hacer todas las coordinaciones con los diferentes
estamentos e instituciones y a su vez veía con el Comandante en Jefe
respecto de las invitaciones, quienes debían asistir o no a las diversas
actividades.
Explica que Protocolo tenía un ítem presupuestario que era
exclusivamente para compra de papelería, ítem que era parte del
presupuesto ordinario anual y que estos recursos los asignaba la
Comandancia en Jefe a través del Departamento de Finanzas. Explica
que se iban descontando los gastos que se hacían de papelería con
cargo a este ítem. Agrega que el monto varió entre $1.800.000 y
$2.300.000 anuales durante los años 2006 a 2017. Señala que con esos
recursos se pagaban al Instituto Geográfico Militar, la impresión de

322
invitaciones, esquelas, etc. Expone que el procedimiento era el
siguiente: primero el declarante solicitaba verbalmente al Instituto
Geográfico Militar la necesidad existente, y luego ellos emitían una
orden de trabajo interna, y una vez que el trabajo estaba hecho le
remitían a la Comandancia en Jefe la papelería institucional solicitada,
que venía con la guía de despacho. Dice que en Protocolo no emitían
ningún documento escrito desde la Comandancia en Jefe. Con esta
documentación se dirigía al Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, hablaba con el Comandante Jorge CORTÉS, y
después con el Comandante Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, cuando éste
asumió el cargo del Comandante CORTÉS, y con esta documentación
ellos rebajaban del ítem presupuestario el monto cobrado por el
Instituto Geográfico Militar. La factura que emitía el Instituto le llegaba
directamente al Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Señala que nunca recibió ningún tipo de recursos de parte del
Comandante CORTÉS, ni del Comandante VÁSQUEZ. Luego se rectifica y
reconoce que recibió una vez $120.000 de alguno de ellos dos para la
compra de dos libros, titulados “Veterano de tres guerras”, para hacerle
entrega a una autoridad que iba a la Comandancia en Jefe, cuyo nombre
no recuerda. Le parece que esto fue en el periodo en que el
Comandante en Jefe era el General FUENTE-ALBA. Indica que este
dinero se lo entregaron en efectivo y luego él rindió cuenta al Jefe de
Finanzas con la boleta. Agrega que además, en otras dos oportunidades,
recibió dinero para retirar regalos para cumpleaños de los Generales, la
multitienda Falabella u otra. Indica que el Secretario General, el General
PORCILE o su sucesor, le encargó hacer esta compra, le dijo que fuera
al Departamento de Finanzas y le pidiera el dinero al Comandante
CORTÉS. No recuerda la suma exacta que le entregó CORTÉS, pero sí
recuerda que tenía que comprar aproximadamente 40 cámaras Go Pro y
que el valor de cada una de ellas pudo haber sido de unos $60.000,
pero no lo recuerda con exactitud. Dice que pueden haber sido
$2.400.000 aproximadamente el dinero que le entregó CORTÉS en
efectivo. Relata que luego fue a la multitienda, pagó en efectivo y
regresó con los regalos y con la boleta que le entregó al Comandante
CORTÉS. Señala que no firmó ningún documento cuando el Comandante

323
CORTÉS le hizo entrega del dinero, ni tampoco cuando le hizo entrega
de la boleta él le firmó ningún documento. Dice que fue con un
conductor a hacer la compra y después fue solo a entregarle las
cámaras GoPro al Secretario General, le parece que las recibió el
ayudante del Secretario General MERINO quien las guardo en la bodega
de la Secretaría General. Afirma que después se las entregaban a los
Generales.
Señala que en esa bodega se guardaban también los regalos
institucionales tales como galvanos, juegos de escritorio, y otras
especies que se encontraban en cajas por lo tanto no recuerda. Dice que
ingresó en unas 10 oportunidades a la bodega, lo hacía para dejar los
regalos que le encargaban. Agrega que estas compras se hacían por
instrucciones del Secretario General, quien por supuesto se encontraba
de acuerdo con el Comandante en Jefe quien daba la directriz sobre el
regalo.
Afirma que todos los años se entregaban regalos de cumpleaños a
los Generales, aunque él no veía la entrega física de estos. Recuerda en
alguna oportunidad haber visto que se regalaron maletines, los vio
también en la bodega, y otros que no recuerda.
Se imagina que los recursos con que se pagaban estos regalos
eran de aquellos que se les asignaban al Comandante en Jefe.
Desconoce de qué fondo pueden haber salido. Expresa que, que él sepa,
no hay fondos que permitan comprar regalos de cumpleaños a los
Generales o a otras personas. Pero se imagina que puede haber
recursos que permitan comprar, por ejemplo, libros cuando viene una
autoridad a la Comandancia en Jefe.
Asevera que en ninguna otra Unidad recibió dinero en efectivo y
con este procedimiento que relató, y que la primera vez fue en la
Comandancia en Jefe. Dice que no le llamó la atención porque entendió
que era una orden que estaba cumpliendo de parte de su superior
jerárquico que era el Secretario General. Señala que solo se enteró
después por la prensa que estos dineros correspondían a fondos de
Gastos Reservados. Entiende que el destino de estos recursos es para
inteligencia. Declara que no le parece que comprar regalos de
cumpleaños diga relación con gastos propios de inteligencia.

324
Sostiene que no comparte que los regalos se tuvieran que hacer a
funcionarios del Ejército con el objeto de fidelizarlos, como le señala el
tribunal ha planteado el General OVIEDO.
Declara que al personal de la Comandancia en Jefe se le entregaba
para su cumpleaños una tarjeta giftcard de una casa comercial. Varío la
casa comercial durante los años. Él se encargó de hacer la compra de
esta tarjeta giftcard. Señala que empezó a comprar la tarjeta en el
periodo del General FUENTE-ALBA, porque en el periodo del General
IZURIETA se hacían regalos físicos. Indica que las tarjetas tenían dos
valores, para el personal de planta eran por $40.000, y para los
Oficiales eran por $60.000. Agrega que estos valores después subieron.
Dice que el Secretario General Sergio AHUMADA fue quien le encargó
hacer esta compra. Relata que el procedimiento utilizado fue el mismo
que ha señalado, esto es, le pidió el dinero al General CORTÉS por orden
del Secretario General, y este a su vez del Comandante en Jefe, por
cuanto no podía haber tomado esta decisión solo, luego compró las
tarjetas y le hizo la rendición a CORTÉS con la entrega de boletas.
Indica que las tarjetas físicamente se las entregó al Ayudante del
Secretario de la época y la Secretaría se encargó de hacer la entrega de
las tarjetas giftcard a la época de los cumpleaños.
Recuerda que en una oportunidad el Comandante en Jefe FUENTE-
ALBA había encargado la compra de flores para una despedida de
Generales que se hizo en el edificio Bicentenario. Ignora con qué
recursos se pagaron, pero el declarante tuvo que recibir esas flores, lo
recuerda porque eran flores muy bonitas, eran rosas de distintos colores
que venían en baldes y en cajas eran para entregárselas a las señoras
de los Generales, según declara. Agrega el declarante que estaba a
cargo de la coordinación de la ceremonia. Cree que estas flores las
encargó la Comandancia en Jefe y las pagó Finanzas de la Comandancia
en Jefe, de esto se tuvo que haber encargado el Jefe de Finanzas.
Explica que de toda la organización, incluida la colocación de las
sillas, escenario, iluminación, podio, y el audio, se encargaba él. Se
imagina que en este caso el tema de las flores las propuso el Oficial de
Órdenes en concordancia con el Comandante en Jefe o con su señora.
Indica que el Oficial de Órdenes era el Comandante HIDALGO. Lo

325
anterior por cuanto estas flores eran para ser entregadas a las señoras
de los Generales que se iban a retiro, y por lo tanto, le hacía entrega de
ellas la señora del Comandante en Jefe en esa época la Sra. Anita
PINOCHET, ella se encargaba del tema de las flores y esto lo veía con el
Oficial de Órdenes. Dice que a él le avisaron antes sobre la decisión de
entregar las flores y posteriormente el día de la entrega.
Dice que hubo otras actividades similares a la anterior durante el
periodo del General FUENTE-ALBA, menos veces con el General OVIEDO.
Asevera que ambos mandos fueron muy diferentes en cuanto a la
elección de los regalos, las flores, y en general en las actividades, se
refiere a que el General FUENTE-ALBA era más detallista y todo era más
“fino” lo que conllevaba también que fuera más caro.
Asevera que de los arreglos de la casa para las actividades que se
desarrollaban en ese lugar, durante los periodos de los 3 Comandantes
en Jefe con los que estuvo, lo veía el Oficial de Órdenes. Afirma que de
todos los detalles se encargaba el Oficial de Órdenes, salvo del protocolo
de la mesa, que lo veía el declarante. Relata que las comidas se hacían
cuando eran menos de 22 invitados que eran los que cabían en la mesa,
y por sobre esa cantidad se hacía un coctel que podía ser dentro o fuera
de la casa y lo organizaba el Oficial de Órdenes. Refiere que cuando
asumió el General FUENTE-ALBA se incorporaron a las comidas un
pianista y un trio de cuerdas, para amenizar la comida, afirma que eso
le consta y además lo vio. Asegura que todo esto lo veía el Oficial de
Órdenes. Señala que en la época del General FUENTE-ALBA, él y su
señora eran muy exigentes para que se cumpliera el protocolo de
acuerdo con sus requerimientos. Incluso en alguna oportunidad se le
hizo ver que la cuchillería tenía que estar dada vuelta que era lo que se
usaba de acuerdo al protocolo francés, y dice que después supo que
esto permitía ver la marca de la cuchillería.
Señala que tiene entendido que se le entregaban recursos al
Oficial de Órdenes para hacer pagos de luz, agua y otros servicios, y
entiende que también se le entregaban recursos para hacer estos otros
pagos cómo los asociados a las comidas, trio de cuerdas, el pianista,
también jardineros. Se imagina que los recursos se los entregaba el
Oficial de Finanzas, el Comandante CORTÉS o VÁSQUEZ.

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Explica que ha vivido en casa fiscal y ha pagado todos sus gastos
de consumos básicos, gastos comunes, etc. Dice no conocer que exista
una reglamentación especial que exima al Comandante en Jefe de hacer
estos pagos, ni tampoco pagar las comidas que realizan con recursos
fiscales.
Asevera que todos los años, con los distintos Comandantes en
Jefes, General IZURIETA, General FUENTE-ALBA y General OVIEDO, le
tocó organizar las comidas de fin de año. A estas comidas asistían los
Generales y sus señoras. Dice que esto lo organizaba el Oficial de
Órdenes y el declarante se encargaba del protocolo. Relata que se hacía
un aperitivo en la casa y luego se pasaba a la cena que se hacía en el
jardín encarpado, en donde se colocaban las mesas para tal efecto.
Indica que durante el periodo del General IZURIETA las cenas se
encargaban al Club Militar, al igual que en el periodo del General
OVIEDO. En el periodo del General FUENTE-ALBA en algunas
oportunidades se encargaba al Club Militar, y en otras a banqueteras
particulares, no recuerda el nombre de éstas. Relata respecto de las
flores, que en el periodo del General FUENTE-ALBA se contrataba un
servicio de ornamentación, a una florista, los otros casos se compraban
las flores directamente y se colocaban para adornar.
Expone que no cree que exista un ítem presupuestario que
permita hacer este tipo de gastos a los que se ha referido
anteriormente, se refiere a las comidas, flores, y música.
Expresa que a estas alturas le hace sentido que todos estos
dineros hayan salido de Gastos Reservados, porque no hay ítem
presupuestario que lo permita, no ve otra forma de costear todo este
tipo de gastos.
Señala que no supo que se les entregara alguna cantidad de
dinero por trabajar en la noche a los funcionarios en la casa del
Comandante en Jefe, solo vio que se les compraba pizza o se les
preparaba comida, y que eso lo veía el Oficial de Órdenes.
Recuerda que todos los años se hacía una actividad para los
agregados militares, y una actividad para navidad. También anualmente
se hacían actividades con los agregados militares y otra actividad con
los Comandantes en Jefe de otras instituciones. Afirma que se hacían

327
todos los años en la casa institucional durante los periodos de los tres
Comandantes en Jefe que he mencionado. Relata que la actividad que
se hacía para los agregados militares era al medio día, una especie de
coctel y en una oportunidad se hizo un asado, actividades que se hacían
entre las 12:00 y 16:00 horas aproximadamente. Dice que de esto se
encargaban el Oficiales de Órdenes, la organización la hacían ellos, y el
declarante solo se encargaba de hacer las confirmaciones. Asegura que
el Oficial de Órdenes también se hacía cargo de la comida, y eso lo veía
conjuntamente con el Comandante en Jefe y su señora, lo propio hacía
en relación con la música, y en su caso con la contratación del trio de
cuerdas y el pianista. En el resto de los casos se amenizaba con música
envasada, y contratación de algunos integrantes de una banda
instrumental, para amenizar y bailar. Indica que el Oficial de Órdenes
veía el pago de estos gastos con el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Señala que no conoce ningún fondo que permita
pagar con recursos fiscales este tipo de gastos. A esta actividad
concurrían los agregados extranjeros en Chile y sus señoras.
Precisa respecto de la actividad que se ofrecía a los Comandantes
en Jefe, que consistía en una comida que también se amenizaba con
piano en alguna oportunidad, y en otra con un trío de cuerdas. Asistían
los Comandantes en Jefe de las distintas ramas y sus señoras.
Declara que para la actividad de fin de año que se hacía para los
Generales y sus señoras, se entregaba un regalo de navidad al
matrimonio. Expone que de los regalos que se hicieron en los periodos
de los tres Comandantes en Jefe, Generales IZURIETA, FUENTE-ALBA y
OVIEDO, recuerda una canasta con varios productos “exquisiteces”, en
alguna oportunidad se regaló un pesebre, no recuerda los regalos de los
otros años, además, estaban envueltos por lo que él no vio su
contenido. Pero sí le consta que se hacía entrega todos los años de este
regalo.
Dice que se hacían también otras actividades pero estas se hacían
permanentemente, o en forma fija. Habían otras actividades que se
hacían pero en el edificio Bicentenario, como por ejemplo para el 19 de
septiembre, que era un coctel. Expresa que puede ser que también se
haya hecho una actividad en la casa del Comandante en Jefe para esa

328
fecha y otra para navidad, para el personal que trabajaba en la casa,
pero eso lo veía el Oficial de Órdenes, no el declarante porque no era
una actividad protocolar.
Declara que ahora recuerda que para la compra de las giftcard que
refirió anteriormente, para los cumpleaños del personal de la
Comandancia en Jefe, también recibió durante el periodo del General
OVIEDO, en una oportunidad, dinero para hacer esta compra. Dice que
durante el periodo del General FUENTE-ALBA, todos los años se hizo
este regalo. No recuerda si recibió $4.000.000 anuales por parte de
Sergio VÁSQUEZ para la compra de estas giftcard pero sí recuerda que
las compró. Agrega que efectivamente puede ser que se hayan
comprado tarjetas por un valor de $80.000 cada una en la época de
Sergio VÁSQUEZ, para los oficiales los que eran 30 o 40, y para el resto
del personal de la Comandancia en Jefe, que eran más de 100
funcionarios, la giftcard era por $40.000 cada una.
Respecto de los regalos para las señoras de los Generales, afirma
que se les entregaba para sus cumpleaños, y que eso lo veía el Oficial
Órdenes de la época porque este se entendía directamente con la señora
del Comandante en Jefe para elegir el regalo. En una oportunidad sabe
que se regaló un pañuelo “delicado”, lo vio, en los otros casos no se
acuerda qué fue lo que se regaló. Dice que los recursos se le entregaban
al Oficial de Órdenes de la época para hacer estas compras. Agrega que
el dinero lo entregaba el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe
de la época.
Señala que de los regalos de matrimonio que hacía el Comandante
en Jefe, eso entiende que lo veían en la Secretaría General o el Oficial
de Órdenes. Afirma que no le tocó participar en la compra de estos
regalos, y que los recursos los tiene que haber entregado el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Añade que siempre entendió que el
Comandante en Jefe estaba en conocimiento de estos regalos que se
hacían, de lo contrario no habría sido posible hacer las compras.
Respecto de los regalos que se entregaban a las señoras de los
Generales cuando estos se iban a retiro, indica que era el Oficial de
Órdenes el encargado. Refiere que se les regalaba una pulsera de oro
con los grados del General respectivo, además se les hacía entrega de

329
un ramo de flores. Señala que estos se deben haber comprado con los
mismos recursos que se les entregaba el Oficial de Finanzas al Oficial de
Órdenes o bien los compraba directamente el Oficial de Finanzas, se
imagina que con los mismos recursos a que hecho referencia,
proveniente de Gastos Reservados, ya que no había ítem para este
gasto. Ignora en donde las compraron y dice que tiene que haber sido
“cosas caras”.
Señala que no sabe si los chocolates que se compraban para las
señoras, no sabe de quiénes, los compraba la Comandancia en Jefe
directamente o lo hacía el Oficial de Órdenes. Recuerda que los
chocolates venían en una bolsa blanca y dentro venía una caja. Dice que
vio chocolates de distintas marcas que ahora no recuerda, vio estas
cajas tanto en la Comandancia en Jefe como en la casa del Comandante
en Jefe. Al igual que lo anteriormente señalado, afirma que no existía
ítem que permitiera la compra de estos chocolates. Indica que lo vio en
los periodos de los tres Generales.
Dice que supo que a los Oficiales que se iban de invitados de la
Comandancia en Jefe le entregaban un regalo y en alguna oportunidad
escuchó, le parece que en la época del General IZURIETA, que se les
entregaba un reloj. Dice que no supo que a la señora del destinado se le
entregaran un regalo similar. Afirma que a él en todo caso no le
regalaron nada cuando se fue de la Comandancia en Jefe, solo hubo una
ceremonia oficial en la que le hicieron entrega de un galvano con sus
grados.
Afirma que a él nunca le hicieron entrega de un bono o giftcard
correspondiente a alguna ayuda para sus hijos en edad escolar, y que
en todo caso ellos ya se encontraban en la universidad, tampoco sabía
que se entregaba este beneficio. Dice que solamente vio en una
oportunidad en la Secretaría General una caja marca torre con útiles
escolares que entiendo eran para los funcionarios de la Comandancia en
Jefe. Lo que sí supo es que se les regalaba un ajuar a los hijos recién
nacidos de los funcionarios, no sabe quién lo entregaba ni quién se hacía
cargo de esta compra.
Adiciona, respecto de las tortas, que se le entregaban a las
señoras de los Oficiales de la Comandancia en Jefe que estaban de

330
cumpleaños, que se hacía cargo el Oficial de Órdenes, porque como
señaló, todo lo que decía relación con las señoras lo veía la señora del
Comandante en Jefe. Añade que puede ser que se equivoque y que lo
haya visto directamente el Ayudante del Secretario General. En cuanto a
los recursos con los que se pagaban, ignora la procedencia, pero se
remite a lo anteriormente señalado en cuanto a que no existía ítem
presupuestario para estos regalos.
Expone respecto a la entrega de dineros para el repostero, que lo
que sabe es que al lado de la oficina del Comandante en Jefe existe un
repostero en el cual sirven té, café, galletas, agua, etc., y señala que los
dineros para comprar esta alimentación tienen que también haber salido
de Gastos Reservados. Indica que en ese lugar también se cocinaba la
alimentación para el Comandante en Jefe, y para las visitas del
Comandante en Jefe. En el repostero trabajaban un cocinero y
mayordomo.
Asevera que todo lo que ha referido anteriormente dice
relación con los tres Comandantes en Jefe con los que trabajó.
Señala que para las visitas del Comandante en Jefe, este veía el
menú que se iba a ofrecer y lo veía con el cocinero. En otras
oportunidades lo coordinaba con alguno de sus ayudantes, con el que
estaba de turno. Indica que los recursos los entregaba el Oficial de
Finanzas. También disponían del menú y vinos, no conoce las marcas,
pero eran vinos de bastante valor. Afirma que todo esto lo veía el Oficial
de Finanzas.
Expresa que desde que se cambió la dependencia de la
Comandancia en Jefe al edificio Bicentenario, el personal se alimentaba
en el casino. Indica que en Zenteno había un casino para el personal de
la Comandancia en Jefe en donde se almorzaba. No recuerda si es que
se les cobraba por el “rancho” pero a lo menos el día viernes había un
“rancho mejorado”, puede haber sido que también en la semana les
sirvieran algún postre mejorado u otra cosa, según declara. En cuanto a
los recursos, aun cuando no fue la persona que estaba a cargo, expresa
entender que tenían que salir de alguna parte, y ahora entiende que
provenían de Gastos Reservados.

331
Señala en relación con los viajes del Comandante en Jefe, que
estos se preparaban por Coordinación y en conjunto con Relaciones
Internacionales. Asegura que el Comandante en Jefe determinaba dónde
se viajaba y las escalas que se hacían. Indica que esa autoridad tomaba
el proyecto que le hacía el Departamento de Relaciones Internacionales
y finalmente decidía las ciudades por las que iba a pasar. Asevera que
eso fue con los tres Comandantes en Jefe. No sabe quién proponía los
hoteles, pero dice que era el Comandante en Jefe el que los
seleccionaba. En cuanto a la comitiva que lo acompañaba, dice que lo
decidía el Comandante en Jefe. Normalmente iban acompañados de las
señoras, esto lo veía Relaciones Internacionales y se imagina con
Pasajes y Fletes. Indica que no existe ningún ítem que permita pagar los
pasajes de las señoras de los Comandantes en Jefe. Dice saber que en
algunas oportunidades al Comandante en Jefe lo acompañaban algunos
Oficiales y Suboficiales a las Comisiones de Servicio, ellos que eran
designados por el Comandante en Jefe, no sabe cómo se gestionaban
estos viajes pero se entendía que era un “premio” que daba el
Comandante en Jefe por la gestión que habían hecho. Recuerda que fue
el caso de un Suboficial Mayor que viajó con este beneficio además de
otros Oficiales. Normalmente el Comandante en Jefe viajaba con un
ayudante, el escolta, y el auxiliar Harry TOLEDO, estos eran los fijos
además de los que pudiese decidir el Comandante en Jefe de turno.
Asevera que todos estos viajaban con cargo a los fondos fiscales.
Dice que al señor DURAN lo conoció, quien estaba en la
Comandancia en Jefe y veía todo el tema de aeropuertos, Salón Vip,
pasaportes, y otros. Indica que DURÁN pasaba poco en la oficina, pero
lo conoció allí. Refiere que DURÁN era Suboficial en retiro y que no supo
nunca en qué calidad estaba contratado. Agrega que ignoraba que a
DURÁN se le pagara una suma de dinero por parte del Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Señala respecto a los viajes al interior del país, que eso lo veía el
Ayudante del Comandante en Jefe con el Secretario General, en realidad
entre el Comandante en Jefe y el Secretario General quien siempre tenía
que estar informado de todo. Reitera que el Comandante en Jefe decidía
quienes iban con él en la comisión de servicio, el alojamiento lo decidía

332
él y el lugar podía ser una casa de huéspedes, hoteles civiles o casino.
Ignora cómo se pagaban estos alojamientos, no sabe si el Oficial de
Finanzas hacía algún pago.
Explica que el viático se usaba para pagar los gastos de
alojamiento, alimentación y traslado, en los casos en que no se lo
proporcionaba el Ejército. Agrega que estos gastos también se aplican
para el Comandante en Jefe, así como para todos los militares, por lo
tanto, dice que con estos dineros tendrían que haberse pagado tales
conceptos y, si no le alcanza, se paga con los recursos propios. Afirma
que correspondía pagarlos con Gastos Reservados. Adiciona que los
viáticos no son un ahorro.
Señala en cuanto a los dineros que llevaban los Ayudantes para
los viajes del Comandante en Jefe, que si bien no lo veía, se los tuvo
que haber entregado el Oficial de Finanzas y haberlo acordado con el
Comandante en Jefe.
Dice que nunca supo que se hiciere algún gasto por concepto de
“imprevisto” en la Secretaría General, en ninguno de los 3 periodos de
los Comandantes en Jefe en los que permaneció en funciones. Añade
que si existía algún imprevisto en la Secretaría General de ello se hacía
cargo el DAG. Expresa que no conoce ningún concepto que pudiese
justificar la entrega de más de $2.000.000 mensuales al Secretario
General, no sabía que existía la entrega de este dinero. Afirma que este
dinero no correspondía entregárselo a los Secretarios Generales.
Afirma que nunca supo que se hiciera algún gasto por concepto
de “imprevistos” en la Comandancia en Jefe que justificara la entrega de
recursos de Gastos Reservados al Comandante en Jefe de turno. Agrega
que no tenía conocimiento que se le hubiesen entregado la cantidad de
$72.000.000 anuales a razón de $6.000.000 mensuales al Comandante
en Jefe para que lo usara para supuestos “imprevistos”, y dice que como
señaló, nunca supo de un imprevisto.
Expresa que nunca supo que los escoltas tuviesen “imprevistos”
que justificasen la entrega de recursos por parte del Oficial de Finanzas
del Comandante en Jefe. Desconocía que se le entregara alguna suma
de dinero de Gasto Reservado por este concepto. Indica que los temas
de seguridad e inteligencia los ve la DINE.

333
Supone que a los Ayudantes del Comandante en Jefe se les hacía
entrega de recursos para gastos tales como las comidas que se pagan
fuera de la Unidad, estacionamientos, propinas y otros similares que
pudieran justificar que ellos tuviesen recursos diarios. Dice desconocer
los montos que se les entregan, y quién lo hace. Se imagina en todo
caso que el dinero lo entregaba Finanzas porque administra todos los
recursos, no hay ningún otro estamento dentro de la Comandancia en
Jefe que administre los recursos. No cree que pueda existir un ítem
presupuestario ordinario para los ayudantes y por eso el Oficial de
Finanzas les entregaba recursos para estos gastos “varios”.
Asevera que nunca supo que existiesen recursos de “libre
disponibilidad” para los Comandantes en Jefe. Nunca supo que se
gastaran estos recursos en algo específico, por lo tanto, afirma
desconocer en qué se pueden haber destinado.
Respecto al tema apoyo para ex Comandantes en Jefe, recuerda
que en una oportunidad se lo escuchó al Ayudante de un Comandante
en Jefe, pero no le consta si se lo depositaban o lo entregaban por
medio de un sobre con dinero en efectivo. Reconoce que a él le
entregaban el dinero de esta manera CORTÉS y VÁSQUEZ en su
momento, quienes le entregaban un sobre con dinero en efectivo. No
recuerda qué Ayudante fue, pero dice que sí fue en la época del General
IZURIETA. Expresa que no supo de cuánto dinero se trataba, ni para lo
que era, y que solo sabía que tenían un apoyo de una persona para la
casa, según el reglamento. Nunca supo que tuviesen derecho a que se
les entregara una suma de dinero en efectivo.
Asevera que lo que ha referido en su declaración dice relación con
el periodo de los tres Comandantes en Jefe, salvo en aquellos casos en
que especificó la situación particular de cada uno de ellos.
El Tribunal le exhibe copia de su declaración extrajudicial prestada
con fecha 27 de septiembre de 2021, ante funcionarios de la Brigada
Investigadora Anticorrupción Metropolitana de la Policía de
Investigaciones de Chile, de fojas 16149 y siguientes, a lo que señala
que reconoce su firma contenida en el documento y ratifica su
declaración prestada en esa oportunidad, salvo en cuanto quiere
precisar que si bien en esa oportunidad señaló que no se le entregaron

334
fondos de Gastos Reservados, lo que quiso decir es que en esa época no
sabía que los dineros que recibió provenían de esos recursos, cuestión
que actualmente, con el conocimiento que tiene, sabe que deben haber
provenido de ese fondo, porque no existe otro ítem que lo permita.
Además, aclara que ahora ha precisado los recursos que ha recibido de
parte de CORTÉS y VÁSQUEZ que no mencionó en su declaración
extrajudicial.
Agrega que ha querido aportar al tribunal todos los antecedentes
que tiene y recuerda sobre lo que se le ha consultado. Finalmente,
señala que no comparte el actuar que tuvieron durante el periodo que
estuvo en la Comandancia en Jefe, en relación con el uso de los Gastos
Reservados. Afirma que no tiene ningún problema en que se revisen sus
cuentas bancarias y sus finanzas, porque no ingresó a su patrimonio
ninguna suma de dinero proveniente de Gastos Reservados, ni otro
concepto que corresponda a fondos públicos.
51.- Declaraciones José Harry TOLEDO GONZÁLEZ, PAC,
Suboficial (R) de Ejército, Auxiliar Administrativo del
Comandante en Jefe, entre 2001 y 2019, quien manifestó, en
resumen, lo que pasa a reseñarse:
A fojas 8225, expresa que se imagina el motivo de su
comparecencia, debe ser por el problema de los Generales del Ejército,
no sabe por qué otro motivo pudo haber venido. Se refiere al problema
de los pasajes y el desfalco de dinero en el Ejército.
Señala que lo que sabe es lo que ha leído en la prensa, nada más.
Manifiesta que es el Auxiliar Administrativo del Comandante en Jefe, en
la actualidad. Lleva trabajando en eso alrededor de 20 años. Indica que
comenzó a trabajar con el General IZURIETA CAFFARENA, en el último
año de su mandato como Comandante en Jefe. Después trabajó con el
General CHEYRE, con el General IZURIETA FERRER, después con el
General FUENTE-ALBA, posteriormente con el General OVIEDO, y
actualmente trabaja con el General MARTÍNEZ. Agrega que su trabajo
ha sido el mismo con todos ellos.
Expone que, como Auxiliar del Comandante en Jefe, debe ver todo
lo relacionado con los uniformes con los que trabajarán diariamente.
Hay una agenda diaria que revisa y se adelanta, la que también se

335
utiliza para los viajes de los Comandantes en Jefe, y para el resto de sus
actividades anuales. Indica que cuando el Comandante en Jefe sale de
comisión de servicio, le entregan la agenda con todas las actividades
que realizará en cada uno de los días, entonces así prepara todas las
tenidas militares para las actividades y las empaca en las
correspondientes maletas. Afirma que no se hace cargo de empacar la
ropa civil del Comandante en Jefe, ya que de eso se encarga el
Comandante en Jefe mismo, pero sí le envía una relación al Comandante
en Jefe con todas las actividades civiles que realizará, para que prepare
su ropa. El Comandante en Jefe al salir lleva las maletas desde su casa y
se juntan en el aeropuerto. Dice que por su parte, sale desde el edificio
Bicentenario con las maletas con ropa militar del Comandante en Jefe, y
las propias. Menciona que máximo el Comandante en Jefe lleva una
maleta con ropa militar. Detalla que las maletas con la ropa civil del
Comandante en Jefe varían, según si él viaja con su señora o no, en
cuyo caso llevaban 2 maletas por persona, como máximo, según
recuerda. Cuando volvían de viaje en ocasiones se compraban otras
maletas, una maleta extra.
Expone que cree que el General FUENTE-ALBA llevaba 2 maletas,
para él y 2 su señora y, en alguna ocasión, regresó con una maleta
extra para poner las cosas que compraban en el extranjero, tales como
ropa y regalos. Estas, además de la maleta con las tenidas militares.
Indica que los regalos que se llevaban desde Chile se llevaban en otra
maleta, y cuando eran muchos regalos, entonces se llevaba una maleta
extra. Menciona que la señora del General era la que normalmente más
compraba ropa y esas cosas. Indica que las maletas las recibía cerradas,
salvo cuando tuvieran que abrirlas en el aeropuerto. Afirma que nunca
vio la ropa de civil del General FUENTE-ALBA antes de salir, nunca le
arregló una ropa de civil para viajar. Señala que solo veía esta ropa
cuando el General FUENTE-ALBA se acomodaba en las habitaciones
donde alojaba. Era el General FUENTE-ALBA quien se encargaba de
acomodar su ropa de civil en su habitación. Afirma que era el propio
General FUENTE-ALBA quien se encargaba de armar sus maletas con
ropa civil y que nunca lo hizo él.

336
Manifiesta que el General FUENTE-ALBA y su señora llevaban 2
maletas cada uno, por regla general, y en algunas ocasiones llevaban 3
maletas. Además, en ocasiones el General compró una maleta extra en
el extranjero. El Ayudante llevaba su maleta con sus trajes militares y
siempre llevaba otra maleta con su ropa de civil. El oficial Escolta
también llevaba 2 maletas, una con su uniforme militar y otra con su
ropa de civil. El declarante indica que llevaba 3 maletas, una maleta con
los uniformes del Comandante en Jefe, otra con su ropa de civil y la
tercera con los regalos. Relata respecto las maletas del Comandante en
Jefe FUENTE-ALBA y de su señora, que llegaban con unas 7 maletas,
además de las maletas pequeñas de mano que iban en la cabina.
Menciona que, de regreso de los viajes volvían con la misma
cantidad de maletas para los regalos y, si faltaba espacio, se
acomodaban en sus maletas. Indica respecto de los regalos que
llevaban, que eran varios los tipos de regalos. Por ejemplo, cuando se
visita a un Comandante en Jefe de otro país, llevaban una bandeja de
plata. En otras oportunidades se llevaba un espadín, monedas
conmemorativas del Ejército de Chile con el nombre del Comandante
para cuando visitaban las Unidades y también en otros casos. Además,
se llevaban regalos especiales, como un cacho de chicha cuando había
una comida especial, para el anfitrión. Detalla que cuando se visitaba al
Embajador o al Agregado Militar en el país, se llevaban libros del
Ejército. Adiciona que también había reuniones con expositores, a
quienes se les entregaba también una moneda o un tarjetero de plata o
de cobre. Recuerda que también se llevaron tarjeteros más pequeños,
de cobre, CD con marchas militares de la Escuela Militar, y regalos para
las señoras de los anfitriones, que era una pulsera o aros de lapislázuli.
En otros viajes se llevaron bandejas redondas pequeñas, de plata o de
plaqué alemán, que también se llevaba para imprevistos. Dice que
también llevaban colleras con logo del Ejército chileno, de platinado o
“envejecido”, que normalmente se entregaban al Embajador y al
Comandante en Jefe del Ejército anfitrión y también se llevaba llaveros.
Señala que también se llevaban para las señoras mantillas artesanales.
A las Suboficiales se les llevaban porta carteras. También llevaban
espejos pequeños, con el logo del Ejército, de plaqué. Manifiesta que las

337
monedas que ellos llevaban, unas eran grandes, en caja de madera, y
otras eran pequeñas, que iban en bolsa de género. También se llevó
espadines y corbos. También llevaron botellas de vino, que llevaba el
declarante en sus maletas, para el Agregado y le parece que también
para el Embajador. Estas botellas iban en envases de cuero.
Relata que, en el periodo del General IZURIETA FERRER, eran casi
los mismos regalos respecto de los que llevaba el General FUENTE-
ALBA. Lo mismo respecto del General CHEYRE y del General IZURIETA
CAFFARENA.
Expresa que en la época del General OVIEDO, además de todo lo
anterior, se llevaban para regalar a las señoras cajas con chocolates,
que llevaban la señora del General y que entregaba en las actividades
en que ella participaba. Dice que esa es la única diferencia con los
anteriores Comandantes en Jefe. Según las declaraciones él dice que
llevaba chocolates de regalo. Aclara que se refiere a las declaraciones
que conoce. Refiere que las declaraciones del General OVIEDO las leyó
cuando él estuvo detenido en La Reina, las leyó en el diario. El Tribunal
le hace presente al declarante que a esa altura de la investigación el
General OVIEDO no había prestado declaración sobre los hechos del
proceso, a lo que afirma que, en verdad leyó las declaraciones prestadas
por el Coronel BUTTI. Manifiesta que antes de asistir al tribunal habló
con el General del AUGE, General SANDOVAL, para que lo asesorara,
quien le dijo qué tenía que declarar y qué tenía que decir la verdad.
Nadie lo asesoró sobre lo que debía declarar. Reconoce que esto fue en
la tarde del día anterior a venir a la toma de declaración.
Expone que su función respecto de las maletas en las comisiones
de servicio en el extranjero y en territorio nacional, era la de trasladar
las maletas. Se preocupaba de todo el equipaje desde que salían, hasta
que regresaban. Refiere que al llegar al lugar de alojamiento revisaba
los uniformes, los enviaba a planchar si era necesario o la planchaba él,
al igual que la ropa de civil que el Comandante en Jefe le entregaba.
Manifiesta que además se preocupaba de los regalos que el
Comandante en Jefe recibía en las comisiones de servicio. Se encargaba
de revisarlos, embalarlos y guardarlos. Al llegar a Chile hacía un listado
con los regalos y el Comandante en Jefe hacía un chequeo de estos y le

338
indicaba el destino de los mismos, si se dejaban en la Comandancia en
Jefe se enviaban a alguna Unidad o se enviaban al domicilio del
Comandante en Jefe. Afirma que esto es con todos los Comandantes en
Jefe. Señala que, ahora con la Ley del Lobby esto cambió, desde hace
unos 2 años, con el General MARTÍNEZ, por lo que los regalos se anotan
y se deja un registro de ellos. Dice que algunos regalos se entregan a
las Unidades, con una carta de respaldo, otros regalos se dejan en la
Comandancia en Jefe, y otros van a la Casa del Comandante en Jefe de
Lo Curro. La diferencia es que ahora estos regalos se anotan. Afirma
que todos los Comandantes en Jefe siempre han vivido en la Casa de Lo
Curro.
Relata que llega a las 06:30 horas todos los días a trabajar. Revisa
los computadores del Comandante en Jefe, que no tengan ninguna falla,
y lo espera. Dice que cuando el Comandante en Jefe llega, toma
desayuno y él se retiraba, quedando atento a las actividades diarias que
él realiza. Si por ejemplo hay una reunión, ve las tenidas con las que
asistirá. Cuando el Comandante en Jefe vuelve de su reunión, el
declarante lo espera y queda atento a sus requerimientos. Cuando el
Comandante en Jefe almuerza, también almuerza el declarante y
después vuelve. Si hay una actividad en la tarde en el edificio o en la
Escuela Militar o de Suboficiales, o en otro lugar, le tiene lista la tenida
que utilizará. También le deja lista la tenida que utilizará al regreso de
esa actividad y envía las tenidas a la tintorería. En la tarde se preocupa
de que lleguen los diarios del día. Cuando el Comandante en Jefe se
retira, revisa que todo esté bien en su oficina, apaga los computadores,
cierra la oficina y se retira, aunque previamente revisa la agenda del día
siguiente. Indica que ese ha sido su trabajo desde siempre. Señala que
trabaja físicamente en la Comandancia en Jefe en el tercer piso, donde
también tienen su oficina el Comandante en Jefe, los Ayudantes, la
secretaria del Comandante en Jefe y la Plana Mayor.
Menciona respecto de los uniformes y las tenidas de civil del
Comandante en Jefe, que la mantención de estos se refiere a revisar la
ropa, que esté bien planchada o mandarla a planchar, que estén todos
los accesorios como cinturón, que estén todos los botones, etc. En
general revisar que el vestuario esté completo y en buenas condiciones.

339
También se preocupa de que sus zapatos estén lustrados. Lo mismo
sobre la mantención de los uniformes.
Manifiesta que nunca se le entregó ningún peso por el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Expresa que la plata que pedía era
para comprar insumos que necesitaba el General, y lo máximo que pidió
fue $100.000, una vez a la semana. Señala que con eso revisaba que el
General tuviera a su disposición pasta de diente, cepillos,
medicamentos, cremas de afeitar, desodorantes, etc. Esas cosas eran
tanto para tenerlas en las funciones diarias del Comandante en Jefe,
como en sus viajes. Indica que cuando el Comandante en Jefe llega,
cuando se recibe de su cargo, se pedía unos $200.000 para comprar
toallas, esto se hacía una vez al año. Eran toallas para tenerlas en la
oficina del Comandante en Jefe, no para llevar a los viajes. Refiere que,
pedía el dinero directamente al Oficial de Finanzas de la Comandancia
en Jefe, esto es, al Coronel Sergio VÁSQUEZ, al Mayor Paublo ROSAS, o
al Coronel CORTÉS. Indica que ellos le entregaban el dinero en efectivo,
en el mismo momento que pedía el dinero. Afirma que los Oficiales de
Finanzas manejan una caja fuerte en la oficina donde ellos trabajan, y
de ahí sacaban el dinero que él les pedía; después ese dinero se rendía
con boletas. Afirma que nunca se quedó con ningún peso. Señala que él
rendía cuentas de esos dineros con las boletas, a los Oficiales de
Finanzas de la Comandancia en Jefe que le entregaban los recursos.
Indica que esta rendición se hacía con un listado y pegaba las boletas en
una hoja y entregaba ese documento al Oficial de Finanzas, junto con el
dinero sobrante, si es que había.
Explica que, cuando contestó anteriormente la pregunta del
Tribunal señaló que a él no le entregaron ningún peso, se refería a que
él pedía el dinero según las necesidades. Entendió mal la pregunta.
Reconoce que recibió cada 2 meses unos $150.000 o $250.000,
pero que en el año no sumaba $5.000.000, cantidad de dinero que cree
que leyó en el Mercurio, que se supone que recibía anualmente del
Oficial de Finanzas. Indica que desconoce el motivo por el que los
Oficiales de Finanzas estarían mintiendo al señalar que él recibía esa
suma de dinero. Afirma que no usó ni se quedó con esa plata. Adiciona
que calcula que al año pidió $1.700.000, incluyendo el dinero que pedía

340
a inicio de año para las toallas, más que eso no pidió. Expresa que
desconoce quién se pudo haber quedado con el resto de la plata. Afirma
que no ha gastado más de lo que señaló.
Expresa que nunca le llamó la atención que tuviera que comprar
los útiles personales con el dinero de la Comandancia en Jefe.
Señala que, en algunas ocasiones, compró perfumes para el
Comandante en Jefe. Indica que no gastó en ropa, porque el
Comandante en Jefe compra su ropa. También ha comprado máquinas
de afeitar, perfume y medicamentos. Dice que particularmente, el
General FUENTE-ALBA tomaba más medicamentos que los otros
Comandantes en Jefe. Cree que solo en medicamentos gastaba entre
$80.000 a $100.000, porque eran medicamentos fuertes.
Menciona que las cosas para la mantención de ropa las compraba
una sola vez. Así como también la plancha, que le costó $50.000. Dice
que los elementos para el botiquín ya los tenía, así que no los compró.
Aclara que en el mes compraba en verdad unos $100.000 en remedios.
El declarante indica que controlaba que el General FUENTE-ALBA tomara
sus remedios todos los días. Expresa que, respecto de los medicamentos
que consumían los otros Comandantes en Jefe, eran mucho menores, a
diferencia del General FUENTE-ALBA. Señala que todos los días le tenía
sus remedios en el escritorio al General FUENTE-ALBA. Manifiesta que
nunca le llamó la atención que el Ejército le pagara los remedios a los
Comandantes en Jefe, ni se preocupó. Afirma que a él en cambio, el
Ejército no le paga sus remedios.
Expresa que en realidad, ahora considerando además los gastos
por remedios, al $1.700.000 que mencionó que se le entregaba, se
puede sumar la cantidad de $1.200.000 aproximadamente, ambas
sumas gastadas anualmente. En todo caso, dice, serían casi $3.000.000
pero que no alcanzan a los $5.000.000 que se ha señalado que él recibía
anualmente. Eso, en todos los periodos de los Comandantes en Jefe.
Señala que su pensión es de $700.000 líquidos, y como PAC tiene
un sueldo de $530.000 aproximadamente. Declara que se retiró del
Ejército hace 11 años y fue recontratado inmediatamente como PAC.
Afirma que se retiró aproximadamente el año 2008. Cuando estaba en
servicio recibía el sueldo de Suboficial, que era de unos $900.000,

341
aunque no lo recuerda. Declara que tiene una casa, la cual se encuentra
pagando actualmente y que compró por 1.600 UF, ubicada en la comuna
de Quilicura. Además, tenía otra casa en Concepción, que vendió hace
unos 6 años.
Manifiesta respecto de los viajes que hizo el declarante, que los
hizo siempre junto con los Comandantes en Jefe, no con otros
Generales; desde el periodo del General IZURIETA CAFFARENA, hasta
los dos primeros años del General OVIEDO, es decir hasta el año 2015.
Dice que después de eso hizo viajes institucionales dentro del país
solamente. Indica que desconoce el motivo por el que dejó de
acompañar al General OVIEDO, y que éste último así lo dispuso. Agrega
que desde esa época al General OVIEDO solo lo empezaron a
acompañar el Oficial Escolta y el Oficial Ayudante. Lo mismo respecto
del General MARTÍNEZ.
Relata que en el periodo en que acompañó al General OVIEDO,
fueron a unos 3 viajes Colombia, Alemania y Haití. En el viaje iban el
General OVIEDO, el Oficial Escolta, el Oficial Ayudante y el declarante.
Al viaje a Alemania también los acompañó la señora del General
OVIEDO. A Haití los acompañó el Subsecretario de Defensa de la época,
cuyo nombre no recuerda. Refiere que viajaba con el Ayudante, el
Coronel GARCÍA HUIDOBRO, y con el Oficial Escolta ELIZALDE, con
quienes viajó a Alemania y a Haití. A Colombia viajó junto con el Oficial
Escolta BASOALTO, y con el Ayudante GARCÍA HUIDOBRO. No recuerda
con cual Oficial Ayudante fue a Colombia.
Expresa respecto del viaje a Alemania, que recuerda que llegaron
a Berlín y de ahí se fueron a Dresden, donde el declarante señala que
regresó a Chile solo. Señala que el General OVIEDO fue a Bélgica a una
reunión militar, cree que a una instalación militar. Quienes acompañaron
al General fueron su señora, el escolta, el Ayudante y el Agregado
Militar. Refiere que se devolvió porque se lo ordenaron, no le dieron
ninguna razón, ordenándole volver a Chile con parte del equipaje.
Señala que volvió con parte de los uniformes y con los regalos que no
entregaron y los que el General recibió allá.
Indica que, desconoce cómo se pagaron los excesos de equipaje,
ya que el Ayudante se encargaba de pagar ese gasto, al igual que los

342
hoteles. De los traslados se encargaba el Oficial Escolta, salvo que lo
hiciera el país anfitrión. Señala que el Ayudante y el Escolta se
encargaban de pagar todo, cree que lo hacían en efectivo. Indica que
también pagaban las comidas y los consumos de toda la comitiva, todo
era pagado por el Ayudante y por el Oficial Escolta. Expone que las
comidas que brindaron en las comisiones de servicio de despedida o de
agradecimiento, también las pagaba el Ayudante con los dineros que
llevaba. El declarante dice que esperaba en el hotel, porque como ellos
viajaban con varias cosas, maletas y maletines, debía cuidar esas cosas
en el hotel. Agrega que hacía las veces de Auxiliar y de Seguridad en
esos casos. Indica que cuando regresó a Berlín, para a su vez
trasladarse a Chile, él pagó su alojamiento y comida, con recursos que
le entregó el Ayudante, el Coronel GARCÍA HUIDOBRO. Indica que no
recuerda cuánto dinero se le entregó, pero que era dinero en efectivo,
en euros. Menciona que tenía el alojamiento ya reservado, solo lo pagó,
así como la comida que consumió en el mismo hotel. No recuerda el
nombre del hotel, pero estaba en el aeropuerto de Berlín. Expresa que
en Dresden alojaron junto con la comitiva, pero no recuerda el nombre
del hotel, era un hotel bueno, al igual que el hotel de Berlín, que
también era un hotel de categoría. Cuando al regresar alojó en Berlín
solo, lo hizo en un hotel de menor categoría.
Señala que para los viajes, a ellos les entregaba el Ejército dinero
por viático. Refiere que a él le entregaron, cree que USD 120 diarios, y
por la comisión de unos 6 a 7 días, recibía unos USD 1.200. Señala que
ese dinero lo ahorró, ya que todos sus gastos fueron pagados por el
Ayudante o el Escolta. Afirma que nunca vio que el Comandante en Jefe
pagara algo, ya que en general todo lo pagaba el Ayudante. Agrega que
el Escolta pagaba gastos excepcionalmente, como los traslados.
Indica que si necesitaba comprar algo o ir a un lugar, le pedía el
dinero al Ayudante y le rendía cuenta con la boleta y el vuelto, si es que
había. Asevera que casi todo lo pagaba el Ayudante, muy pocas veces el
Escolta pagaba algo, y si lo hacía era porque no estaba el Ayudante.
Afirma en cuanto a los gastos de los Ayudantes, del Escolta, del
Comandante en Jefe y su señora, de los invitados, del enfermero y de
él, que todo funcionaba de la misma forma, respecto de todos los

343
Comandantes en Jefe, sin excepción. En relación con todos los que
viajaban en la comisión, indica que eran pagados con los dineros que
llevaba el Ayudante y el Escolta. Refiere que también era así en las
ocasiones que viajaban junto con un enfermero, en el periodo del
General FUENTE-ALBA. Detalla que había un enfermero de apellido
VALDEBENITO, y otro enfermero cuyo nombre no recuerda.
Menciona que para el viaje a Alemania, estuvo unos 8 días. Refiere
que estuvo en Berlín y en Dresden, después volvió a Berlín y regresó a
Chile. Alojó en todos esos lugares. Indica que no alojó en Francia al
volver a Chile, sino que volvió solo.
Manifiesta en cuanto al viaje a Colombia, que ese viaje duró unos
3 días aproximadamente, por un viaje a la CEA. Cree que viajaron en el
avión institucional. El tribunal le hace presente que, de acuerdo con el
informe de salidas y entradas al país, emitido por la Policía de
Investigaciones, registra una salida el 16 de noviembre del año 2015,
desde el aeropuerto de Iquique, en la aeronave FA01, con destino a
Colombia, reingresando por el aeropuerto de Chacalluta, en la aeronave
ZZ01, el 6 de diciembre de ese año, también desde Colombia, a lo que
señala que eso no es posible, porque nunca estuvo tanto tiempo afuera.
No sabe si la Policía de Investigaciones se equivoca. Expresa que no se
quedó en Colombia. El tribunal le consulta por el viaje que registra
también a Colombia, entre el 12 y el 15 de abril del año 2015, a lo que
señala que ese sería otro viaje, pero puede ser el viaje de 3 días que
mencionó anteriormente. Declara que a Colombia viajó unas 4 o 5
veces, pero solo lo hizo una vez con el General OVIEDO, el resto lo hizo
con los otros Comandantes en Jefe. Afirma que no viajó por vacaciones
en Colombia. Esta seguro que ese año viajó solo una vez a Colombia,
con el General OVIEDO, a una reunión de la CEA.
Relata que efectivamente viajó a España, entre el 25 de octubre y
el 1 de noviembre de 2014, con el General OVIEDO. Dice que solo
viajaba con los Comandantes en Jefe, no con los otros Generales.
Recuerda haber estado en España, pero no sabe si con el General
OVIEDO. Declara que iban a tantas partes que ya no lo recuerda,
realmente no recuerda nada sobre ese viaje. Señala que en España ha
estado, pero no recuerda si estuvo junto con el General OVIEDO.

344
Expresa que es cierto que cuando viajó con pasaporte oficial, fue porque
viajó junto con el Comandante en Jefe, no hay otra opción, por lo que
tuvo que haber viajado con el General OVIEDO. Manifiesta que en
España siempre se llegaba a Madrid. Ahora recuerda que efectivamente
viajó con él, pero no recuerda la fecha del viaje, y también recuerda que
viajaron con el Ayudante GARCÍA HUIDOBRO. Recuerda que estuvieron
en Madrid y que después se quedó en el hotel. El resto asistió a un
ejercicio a las afueras de Madrid, por el día, no recuerda el nombre del
lugar. Además de Madrid, no estuvieron en ninguna otra ciudad. Expone
que estuvo además en TOLEDO, lo acompañó el conductor de la
Agregaduría y fue por el día. Afirma que él pagó sus gastos del almuerzo
y tuvieron que haber viajado en un auto de la Agregaduría chilena en
Madrid. Indica que el conductor era el señor Gino MESSINA, a quien
conoció en Madrid. Refiere que no estuvieron en otro lugar en ese viaje.
Declara que no recuerda un viaje a Argentina. El tribunal le hace
presente que registra una salida hacia Argentina, con fecha 18 de
octubre de 2014, regresando el 22 de octubre de ese mismo año,
también desde Argentina, a lo que insiste que no recuerda ese viaje.
Dice que ha estado en Argentina, y sí tuvo que haber ido, pero no
recuerda. Indica que le suena el Hotel ALVEAR, pero no recuerda con
quién se alojó en ese hotel. Sabe que en el Hotel ALVEAR se alojó en el
periodo del General FUENTE-ALBA. Señala que también se alojó en el
hotel Sheraton, parece que en el periodo del General IZURIETA FERRER.
Refiere que no recuerda en cuál hotel se alojó en Argentina con el
General OVIEDO.
Menciona que en España no acompañó al Comandante en Jefe en
sus actividades, ya que siempre lo acompañaba el Ayudante y el Oficial
Escolta. Afirma que siempre ha sido así, por lo que no acompañó al
Comandante en Jefe en sus actividades en España, ni en ningún otro
lado.
Relata que tampoco recuerda el viaje entre el 28 y 29 de mayo de
2014, a Argentina, viaje por el cual se le consulta. Señala que a
Argentina ha viajado unas 10 a 12 veces, desde el periodo del General
CHEYRE en adelante.

345
Afirma que además de Buenos Aires, viajaron a una ciudad que
está cerca de Puerto Montt, Bariloche.
Menciona respecto de los viajes junto con el General FUENTE-
ALBA, que estuvo con él en Francia, unas 2 veces en España, Corea,
China, Nueva Zelanda y Australia.
Expresa que no recuerda cuál fue el primer viaje junto con el
General FUENTE-ALBA. Señala que el General FUENTE-ALBA asumió
como Comandante en Jefe el año 2010. Afirma que antes de que
asumiera como Comandante en Jefe, no acompañó al General en ningún
viaje. Señala que se acostumbra a realizar un viaje previo a principio del
año en que asumen, pero los acompaña un Escolta.
Manifiesta que efectivamente en junio del año 2010 viajó con el
General FUENTE-ALBA a Francia. Se alojaron en un hotel ubicado donde
existe un monumento enorme que conmemora la guerra con Inglaterra.
Pudo haber sido en el Hotel Plaza Athenee, pero no recuerda si fue en
ese viaje, pero señala que sí se alojó allí. Declara que a ese viaje fueron
con el General FUENTE-ALBA, su señora, que siempre lo acompañó, el
Oficial Escolta y el Oficial Ayudante. Indica que a veces viajaban ambos
Auxiliares, junto con Carlos SALVADOR, lo que era decidido por el
General FUENTE-ALBA. Ignora la necesidad de que asistieran ambos
Auxiliares, dada las funciones del cargo. Trabajaba el Auxiliar que
estaba de turno en esa comisión y el otro auxiliar viajaba invitado, como
un premio. Relata que en esos viajes con los Comandantes en Jefe,
ninguno de los Auxiliares pagaba algo, todo era costeado con los
recursos del Ejército que manejaba el Ayudante. El Ayudante pagaba
todo. Menciona que en todos los viajes en que viajaban los 2 Auxiliares
le tocó trabajar; estaba de turno, por lo que nunca le tocó un viaje como
premio, a diferencia de otras personas. Recuerda que hubo un viaje a
Corea, en que asistieron más personas, además del otro Auxiliar.
Manifiesta que su señora no viajó con él como premio a una de
esas comisiones de servicio. Afirma que el viaje junto con su señora a
España fue un viaje personal, que pagó con dineros de su viático. El
General FUENTE-ALBA no lo ayudó con ese gasto. No recuerda el mes
en que viajaron, pero fue en la fecha que sacaron a los mineros.
Llegaron a España, después viajaron a Italia, posteriormente fueron a

346
París y desde ahí regresaron a Chile. En Italia y en España se alojaron
en un hotel militar. En París alojaron en un hotel que tenía convenio con
la Embajada de Chile. El nombre del hotel en España era el Sancho
Panza, y el nombre del hotel en París era el Hotel de France.
Señala que no recuerda el nombre de todos los hoteles en que se
alojó en las comisiones de servicio, pero sí recuerda que alojaron en el
Hotel Plaza Athenee en París porque era muy lujoso, grande y llamativo,
por la decoración.
Indica que recuerda un hotel en Alemania de nombre KENPINSKI,
donde alojó en el periodo del General FUENTE-ALBA. Señala que en esa
comisión, viajaron junto con el General, la señora de éste, el Oficial
Escolta, un Ayudante y el deponente. Indica que era un hotel de 5
estrellas, al igual que el hotel Plaza Athenee de París, entre otros, son
casi iguales.
Indica que en los viajes que hicieron hacia Argentina junto con el
General FUENTE-ALBA, se alojaron en el Hotel ALVEAR. Detalla que el
General iba a sus reuniones y el declarante se quedaba en el hotel. Ese
hotel era igual de 5 estrellas.
Afirma que no fue a México con el General FUENTE-ALBA, ya que
fue el Auxiliar SALVADOR. Señala que fue a México con el General
IZURIETA FERRER, un 16 de septiembre, no recuerda el año, y fueron
en el avión institucional.
Declara que en el viaje que hicieron junto con el General FUENTE-
ALBA a España, alojaron en un hotel ubicado al lado del Museo Del
Prado en Madrid. Añade que era un hotel bueno, cree que era un Hotel
Marriot. En esa ocasión viajó el General FUENTE-ALBA, su señora, el
Oficial Escolta, el Ayudante, y cree que también fue el Auxiliar
SALVADOR. Indica que el sistema de pago ha sido el mismo, todo fue
pagado por el Ayudante.
Señala que fue a Perú, pero no recuerda si fue con el General
FUENTE-ALBA. Ahora recuerda que efectivamente fue junto con el
General FUENTE-ALBA, ocasión en que alojaron en Cusco y de ahí
partieron a Machu Pichu. Dice que estaba él, el Oficial Escolta, el
Ayudante y la señora del General FUENTE-ALBA. Asegura que en todos
los viajes que hizo el General FUENTE-ALBA durante su periodo como

347
Comandante en Jefe, su señora lo acompañó, salvo un viaje que
hicieron a Perú, donde tuvieron problemas al regreso por un terremoto
que hubo en ese país.
Indica que alojaron en el Hotel Marriot, pero que no está seguro.
Refiere que efectivamente acompañó varias veces al General
FUENTE-ALBA hacia Estados Unidos. Refiere que estuvo con él 2 veces
en Miami, y también estuvo en Washington DC. Respecto del viaje del 4
al 12 de noviembre del año 2011 a Estados Unidos, no recuerda con
quién fueron en la comitiva, además del General y su señora.
Menciona que el General FUENTE-ALBA iba a algunas actividades
militares, además a paseos y comidas. Asegura que organizaba el
General mismo comidas para invitar a la comitiva y a la gente del lugar
en que estaba, algunas personas del Ejército chileno que estaban
haciendo un curso en el país, el Agregado Militar, las señoras
respectivas y otras personas.
Afirma que efectivamente estuvo en Ecuador junto con el General
FUENTE-ALBA y su señora, donde se alojaron en el Hotel Marriot. Cree
que ese viaje fue posterior a Miami. Recuerda ese viaje porque hubo un
atentado contra un ministro del gobierno ecuatoriano y no pudieron
salir. Declara que en Miami, alojaron en el Hotel Uno.
Menciona que no veía los decretos de las comisiones de servicio,
sino que los veía el Suboficial Mayor DURÁN, quien se encargaba de ello,
además de obtener los pasaportes y los trámites en el aeropuerto.
Expresa que efectivamente en Ecuador fueron a las Islas
Galápagos, a una ciudad amurallada que parecen estrellas, y de ahí
fueron a las Galápagos. Indica que iba el General, su señora, el
Ayudante ALIAGA, el Oficial Escolta cuyo nombre no recuerda y el
declarante.
Refiere en cuanto a los pagos de los gastos realizados en las
comisiones, que siempre ha sido la misma, respecto de todos los
Comandantes en Jefe, pagaba el Ayudante con recursos del Ejército.
Señala que alojaron en las Galápagos, donde llegaron un día miércoles y
partieron el día sábado a Guayaquil de regreso, donde después partieron
a Chile de regreso.

348
Expone que en Miami al General FUENTE-ALBA le gustaba pasear
y salir de compras. Relata que fueron a un mall muy grande a las
afueras, donde lo acompañó, compraron, comieron y regresaron. Agrega
que iba el General y su señora, el Ayudante, el Oficial Escolta y el
declarante.
Indica que en Miami se encontraron con el General GONZÁLEZ
MARTIN y su señora. Agrega que en realidad, ellos normalmente los
acompañaban y en ese viaje salieron con ellos. Señala que no vio pagar
al General GONZÁLEZ MARTIN, en todo caso todo lo pagaba el
Ayudante. Asimismo, cuando el Comandante en Jefe los invitaba a
almorzar o a comer, se hacía de la misma manera.
Menciona que nunca viajó junto con el Brigadier GARCÍA y su
señora, pero es efectivo que él viajaba junto con el General FUENTE-
ALBA. En realidad, no recuerda si el Brigadier estaba en ese viaje con
ellos. Recuerda que GARCÍA sufrió un accidente en alguna parte del
Caribe, quizá en República Dominicana, pero que no estaba presente ya
que fue el otro Auxiliar.
Recuerda que el viaje a Corea fue un viaje grande que hizo el
General FUENTE-ALBA, viajando primero a México y Alemania. Refiere
que, un grupo compuesto por el General y su señora, el Ayudante
BRAND, un Escolta, el Auxiliar SALVADOR y un enfermero, le parece que
era VALDEBENITO, y 3 o 4 invitados del Comandante en Jefe que
trabajaban en la Casa Institucional, viajaron a México. Detalla que iban
el Suboficial TORRES y otras personas que trabajaban en la casa como
invitados. Nadie iba con su señora en ese viaje, solo la señora del
General FUENTE-ALBA. Señala que los gastos de los invitados tuvieron
que haberse costeado de la misma forma que ha indicado, sino no
serían invitados. Expone que desconoce dónde alojaron en México, ya
que el declarante estaba con el otro equipo, en Chile en ese momento.
Refiere que de México regresó la mitad de la comitiva a Chile, se refiere
a los invitados. El resto continuó a Alemania. A ellos se les ordenó viajar
desde Chile hacia Frankfurt para encontrarse con el resto de la comitiva
allá y viajar a Corea. Manifiesta que viajó junto con el Coronel ALIAGA y
el Capitán SEITZ. En Frankfurt se encontraron con el Comandante en
Jefe, su señora y el resto del otro equipo. Desde Frankfurt se fueron a

349
Corea, pero no recuerda si hubo escala. Dice que llegaron a Seúl, donde
vieron una exposición de tanques y vieron la zona militarizada. El resto
del tiempo lo dedicaron a pasear, incluyendo el Comandante en Jefe y
su señora. Todas las comidas se hicieron en el mismo hotel. No recuerda
cuántos días duró ese viaje. Declara que desconoce el motivo por el que
viajaron tantas personas, y que posiblemente era un regalo para los que
trabajaban en la Casa Institucional. Agrega que a su vez, es posible que
el motivo por el que viajaron 2 Escoltas, 2 Auxiliares y 2 Enfermeros,
fue porque cada 2 años rotaba ese personal y el General FUENTE-ALBA
los quiso premiar invitándolos a ese viaje. Afirma que en la práctica, era
solo un grupo el que trabajaba, el que estaba de turno. Pero en
realidad, aunque se encontraran libres, se trabajó en conjunto. En ese
viaje aprovecharon de conocer y pasear, pero poco porque estaban en
invierno. En Frankfurt aprovecharon de comer y conocer un poco.
Manifiesta que al igual que en las situaciones anteriores, no pagó nada
de sus gastos y el Ayudante pagó los gastos de la comitiva con los
dineros que manejaba.
Señala que en ese viaje estuvieron también en China, en Pekín, y
después en Shanghái. Refiere que los hoteles en que se alojaron eran
civiles, de buena calidad. En Seúl también alojaron en un hotel civil.
Declara que ahora recuerda que era el Capitán Sebastián JARA
quien estaba en el primer grupo que fue a México y luego a Alemania, y
los acompañó el resto del viaje.
Menciona que entre Pekín y Shanghái pasaron a Xian, donde
vieron a los Soldados de Terracota. Relata que los paseos que hicieron
fueron a la Muralla China, a Xian donde alojaron en el Hotel Shangri La,
también visitaron la Perla Oriental en Shanghái y después hicieron un
paseo en un río, que le llaman la Venecia China. Expresa que en todos
esos paseos asistió la comitiva completa.
Recuerda que en Seúl asistieron a una obra de teatro, pero no
recuerda haber visitado museos. A esos lugares, se refiere a museos y
otros paseos, iban solamente el Comandante en Jefe, su señora, el
Escolta, el Ayudante y la comitiva del lugar. Dice que mientras tanto se
quedó en el hotel, aunque salieron a conocer los alrededores del hotel.

350
Indica que también acompañó al Comandante en Jefe a Chipre,
junto con LEÓN y VALDEBENITO. Llegaron a Dubrovnik, donde alojaron.
De ahí se dividió la comisión, quedándose la señora del General
FUENTE-ALBA, junto con el otro Auxiliar, y cree que con un Ayudante.
Indica que el General partió junto con el Ayudante, el Coronel LEÓN, un
Escolta y él. En Dubrovnik se alojaron en un hotel de Andrónico LUKSIC,
le parece que de nombre Hoteles Argentina, ubicado en la costa, a la
entrada de donde está la ciudad amurallada. Señala que no recuerda si
viajaron todos juntos desde Chile, solo recuerda que se juntaron en
Dubrovnik. El declarante venía en la comisión desde Inglaterra, junto
con un enfermero, SALVADOR y el Coronel LEÓN. Expone que en
Inglaterra el General FUENTE-ALBA se alojó junto con su señora en la
casa del Comandante en Jefe inglés, en las afueras de Londres y
también se alojó allí el Ayudante, el enfermero y el Auxiliar SALVADOR.
Refiere que el resto del grupo se alojó en una residencia junto con el
Oficial Ayudante en otro lugar. En esa ocasión señala que no estaba de
turno. Refiere que pasearon, fueron a un castillo ubicado en la Abadía de
Westminster. No recuerda dónde estaba el General FUENTE-ALBA, ya
que no los acompañó. Andaban con ellos 2 personas más, que eran de
la Casa Institucional, era un Suboficial Mayor, Mauricio VERA FIGUEROA,
y una persona de edad que trabajaba en la Casa, era Segundo OLIVERA.
Manifiesta que VERA se encargaba de todo lo relativo al funcionamiento
de la Casa Institucional. No recuerda cuando regresaron a Chile VERA y
OLIVERA. Afirma que, efectivamente, ambos fueron invitados por el
Comandante en Jefe a ese viaje, como un premio.
Señala que en el viaje a Inglaterra les hicieron un recorrido en
vehículo por la ciudad, donde pasaron por un puente, el castillo y de ahí
regresaron. Indica que desde Londres hicieron una escala en París,
donde alojaron una noche, y posteriormente partieron a Dubrovnik.
Afirma que en Dubrovnik estuvieron un fin de semana, recuerda que
fueron a comer a una isla toda la comitiva, no eran reuniones con
militares. De ahí, como señaló, fueron con el Comandante en Jefe a
Chipre y la señora del Comandante en Jefe partió a París junto con VERA
y con OLIVERA. Ellos estuvieron solamente dos días en Chipre. Llegaron
un día y se fueron al día siguiente luego de visitar a las tropas.

351
Posteriormente partieron a París, donde se reunieron con la señora del
Comandante en Jefe y el resto de la comitiva. Refiere que en París
estuvieron un par de días más. No recuerda dónde alojaron. Afirma que
el General FUENTE-ALBA gustaba de salir a comprar en París junto con
su señora, no los acompañaba. A veces iban junto con el Agregado
Militar y su señora. Adiciona que él no veía qué compraban. Señala que,
de todas formas, armaba las maletas con todo lo que compraban y tenía
el problema al llegar a Chile de justificar todo lo que ingresaba. Incluso
tuvo un problema una vez, porque en su maleta iba un frasco pequeño
de miel, por lo que le cursaron una multa, la que fue pagada en su
oportunidad por el Suboficial DURÁN, eso fue en el periodo del General
IZURIETA FERRER.
Expresa que cuando armaba las maletas de regreso, era con lo
sobrante que el General FUENTE-ALBA y su señora no alcanzaban a
guardar en sus propias maletas, por lo que se encargaba del resto. A la
señora del General FUENTE-ALBA le gustaba comprar carteras, lo que
era un problema porque había que guardarlas completas, con colgador
incluido. Indica que las carteras eran muy finas, entre otras marcas,
recuerda a Hermès. Señala que además recuerda haber traído vestidos.
Declara que la señora del General FUENTE-ALBA solo le entregaba las
cosas y las maletas; que él se tenía que encargar de todo el resto, es
decir, embalar todo, sufrir con el sobrepeso en el aeropuerto, dar las
explicaciones, etc. Dice que esto ocurrió en todos los viajes en general.
Refiere que cuando tenían que pagar por sobrepeso en el aeropuerto, de
eso se encargaba el Ayudante, quien pagaba con los recursos que
llevaba. Declara que nunca pagó un sobrepeso. Tampoco lo hizo el
Comandante en Jefe. Señala que cuando llegaron a Chile, el Suboficial
DURÁN los esperaba y hablaba con el SAG para una tramitación más
rápida de internación de lo que se traía. Muy pocas veces tuvieron que
abrir una maleta. También los ayudaba DURÁN a lograr una salida más
rápida, también obtenía los salones VIP y los llevaba a las puertas de
embarque para pasar por ellas más rápido.
Afirma que el General FUENTE-ALBA y su señora siempre viajaron
en business, y los demás en clase turista. Declara que escuchaba que a
el General le gustaban siempre los mismos asientos, cree que en el lado

352
derecho, en los asientos 1 y 2 de la primera fila. Relata que el General
IZURIETA FERRER también tenía preferencia en ciertos asientos de los
aviones, no sabe con certeza cuáles, pero eran de la primera fila. Los
Generales CHEYRE e IZURIETA CAFFARENA no eran tan preocupados de
tener un asiento fijo, pero de todas formas siempre los ubicaban en
asientos cómodos. Afirma que no ha viajado con el General MARTÍNEZ,
ya que con él viaja su Ayudante y el Oficial Escolta. Sólo viajó con el
General MARTÍNEZ dentro del territorio nacional. Declara que los viajes
que realizo ese año 2019, fueron personales junto con su familia.
Expresa que nunca pagó nada en los aviones ni en el aeropuerto,
ya que todo lo pagaba el Ayudante.
Señala que al General FUENTE-ALBA le gustaba comprar trajes
finos, corbatas Hermès, zapatos hechos a la medida. Indica que ni
siquiera iba a buscar otras prendas, porque casi todo se lo iban a dejar a
él. El declarante solo veía la ropa que el General se mandaba a hacer,
cuando él se la entregaba para empacarla.
Menciona que en enero del 2014 viajó a Brasil junto con el General
FUENTE-ALBA y su señora, además viajaron ALIAGA, LEÓN, PONCE,
SEITZ, SALVADOR, SILVA, ARAYA, ÁLVAREZ y el declarante. Indica que
SILVA era un conductor de la Casa Institucional. ARAYA era un
enfermero, y ÁLVAREZ era un Escolta, al igual que SEITZ y PONCE.
Indica que desconoce el motivo por el que viajaron tantos escoltas,
tuvieron que haber sido invitados, al igual que el conductor de la Casa
Institucional y el enfermero. Viajaron a Brasilia y luego a Manaos. En
Brasilia alojaron, no sabe qué actividades se hicieron. En Manaos hubo
reuniones bilaterales y después fueron a una Unidad de selva que tienen
los brasileros. Refiere que, en Manaos salieron a recorrer en un barco un
río que tiene dos colores.
Manifiesta que viajó a Italia, pero no con el General
FUENTE-ALBA, sino que viajó con el General IZURIETA FERRER,
quien viajaba también normalmente junto con su señora. Señala
que en los viajes del General IZURIETA FERRER el modo de
operar era el mismo, ya que todo era pagado por el Ayudante;
que el declarante no pagaba nada, ni tampoco vio al General
hacerlo.

353
Menciona que a Nueva Zelanda viajó con el General IZURIETA
FERRER y con el General FUENTE-ALBA, en su oportunidad. En ambas
ocasiones fue por una reunión del Pacifico Sur, PAC 2C. Declara que en
ambas ocasiones, se alojaron en el mismo hotel, cuyo nombre no
recuerda, parece que era un hotel institucional, aunque no está seguro.
Refiere que, efectivamente con el General FUENTE-ALBA viajó en
septiembre de 2013 a Nueva Zelanda, y con el General IZURIETA
FERRER viajaron entre Pascua y Año Nuevo del año 2010. Ese viaje fue
un viaje largo desde Santiago-Estados Unidos, Dallas-Corea-China-
Nueva Zelanda-Australia-Nueva Zelanda-Chile. Señala que a ese viaje
fueron con el General IZURIETA FERRER y su señora, el Ayudante
RONDANELLI, un Capitán Escolta cuyo nombre no recuerda y él.
Declara que ya había ido antes a África en su época con el General
CHEYRE, a Pretoria. Después el General partió a ciudad del Cabo, donde
estuvo 2 días, junto con el Ayudante RONDANELLI, el Agregado
Conjunto, su señora y un escolta. Dice que él se quedó en Pretoria, por
2 días. Ahí fue por el día a San Petersburgo, por autorización del
General CHEYRE, junto con el conductor de la embajada. Expresa que,
en la ciudad del Cabo el General CHEYRE tenía actividades, reuniones,
pero en realidad no sabe. Cuando el General volvió de Pretoria se
reunieron, le hicieron unos regalos grandes de madera, los que tuvo que
envolver y los trajeron a Chile como carga. No recuerda cómo hicieron el
regreso, si hicieron escalas o no.
A fojas 8262, precisa, respecto de su declaración anterior, que el
año 2015 viajó solo una vez a Colombia. Declara que el primer viaje con
el General OVIEDO fue a Alemania, el segundo a Haití y el tercero fue a
una reunión de la CEA en Colombia. No recuerda el viaje a España que
figura realizado el año 2014, entre el 25 de octubre al 1 de noviembre.
Ahora recuerda que sí viajó con el General OVIEDO a España,
específicamente a Madrid, pero no recuerda el año, por lo que podría ser
el viaje del año 2014.
Declara respecto del viaje a Colombia con regreso por Panamá,
que recuerda haber pasado por Panamá por escala. No está seguro,
puede que hayan salido desde Haití e hicieron escala en Panamá, pero
no recuerda que el viaje de ida haya sido con escala en Colombia. Luego

354
viene el viaje a Alemania, al que volvieron por Francia. Después viajaron
a Colombia, para la junta de la CEA.
Señala respecto de los viajes que hizo junto con el General
IZURIETA FERRER, que desde marzo del año 2006 a marzo del año
2010 efectivamente viajó a Holanda en octubre del año 2006. En esa
ocasión viajó el General y su señora, el Oficial Escolta, el Ayudante y él.
Estuvieron en la Haya y en Ámsterdam. Afirma que efectivamente viajó
el Teniente Coronel RONDANELLI, que era el Ayudante, y el Capitán
MONJE, Oficial Escolta.
Menciona que, cree que alojaron en un hotel militar, porque era
dentro de una villa en un campo, pero desconoce si era un recinto
militar. Señala que él se quedó en el hotel, pero el General fue a unas
actividades, desconoce con quién se reunió. Refiere que llevaron regalos
institucionales, pero no recuerda cuáles. Refiere que los gastos de
alimentación, traslado y alojamiento fueron pagados por el Ayudante
con los dineros del Ejército que le entregaba el Oficial de Finanzas la
Comandancia en Jefe, que no pagó nada.
Expresa que efectivamente fueron a París después, donde
estuvieron un par de días. No recuerda dónde se alojaron, se contrató
un bus el que los llevó a un lugar donde se firmó un armisticio, en un
tren. Ahora recuerda que se alojaron en un hotel ubicado al lado del
Museo Louvre, en esa avenida. Declara que se quedó en el hotel y el
General salió junto con el resto de la comitiva, desconoce a dónde.
Refiere que el General y su señora le entregaron sus maletas, revisó el
equipaje, que estuvieran los pesos correspondientes y se dirigió al
aeropuerto, se operaba de la misma forma que se mencionó respecto
del General FUENTE-ALBA. Dice que las compras personales las veían el
General con su señora, el declarante se encargaba de embalar los
regalos que el General recibía en sus viajes. Afirma que si había un
sobrepeso lo pagaba el Ayudante, con los dineros que le entregaba el
Oficial de Finanzas. Esa fue la ocasión en que le cursaron una multa
como declaró anteriormente, porque llevaba un frasco de miel.
Manifiesta respecto del viaje a Ecuador entre el 23 al 26 de mayo
de 2006, que no recuerda haber ido, porque no recuerda algún punto
que le haya llamado la atención. Estuvo en el Hotel Marriot en Ecuador,

355
pero no recuerda si fue en la época del General IZURIETA FERRER o no,
tampoco recuerda los nombres de las personas que conformaron la
comitiva. El tribunal le hace presente que de acuerdo al Decreto
respectivo el declarante habría viajado conjuntamente con el General
IZURIETA FERRER, además con el Capitán MONJE y el Teniente Coronel
RONDANELLI, a lo que señala que ahora recuerda que efectivamente
hicieron ese viaje a Ecuador y alojaron en el Hotel Marriot. También
viajó la señora del General, Ginetta FORNAZARI, la que se reunió en el
mismo hotel con la señora del Agregado Militar de Chile. Dice que fueron
en el avión institucional, porque el General se enfermó de gastritis, y en
la ceremonia a la que asistieron por la conmemoración de la
Independencia del Ecuador lo tuvieron que llevar a un hospital. No
recuerda que hayan tenido otras actividades, además de la ceremonia
de conmemoración. Señala que, si bien él se quedó en el hotel, el
General y el resto de la comitiva participaron en un recorrido histórico.
Recuerda haber visitado la llamada “Mitad del Mundo”, pero no está
seguro si fue en este viaje.
Menciona que todos los gastos de alojamiento, traslado y
alimentación fueron costeados por el Ayudante con los dineros del
Ejército que entregaba el Oficial de Finanzas, igual que sucedió en otros
viajes, él no pagaba nada.
Expresa respecto al viaje a Bolivia junto con el General IZURIETA
FERRER, que fue en el avión institucional. Además, había otro General,
que no recuerda si los acompañó desde Chile o se encontraron con él
allá. Efectivamente fueron con el Teniente Coronel COOPER y el Capitán
DEL FIERRO. Expresa que no recuerda si los acompañó la señora del
General IZURIETA FERRER. Indica que se alojaron en un hotel y cuando
llegaron, los esperaban unos Generales. Recuerda que fueron a una
plaza donde está lleno de lagartos, no recuerda donde está ubicada,
pudo haber sido en Cochabamba, puede ser que de Santa Cruz hayan
ido a Cochabamba y luego a La Paz. Recuerda haber alojado en el Hotel
Radisson. Señala que los pagos de alojamiento, traslados y alimentación
fueron pagados por el Ayudante, Teniente Coronel Fernando COOPER.
Indica que la señora del General IZURIETA FERRER siempre lo
acompaño a los viajes, cree que en una sola oportunidad no lo

356
acompañó, en el viaje hacia México, desde el 14 al 16 de septiembre del
2007, pero no está seguro. Dice que ese viaje fue en conmemoración
del Aniversario del Ejército mexicano. Recuerda que esa fue la única
actividad que realizaron. Menciona que si en el programa aparece una
mención a la señora, es porque la señora del Comandante en Jefe tuvo
que haber ido. Señala que no asistió a ese concierto, se quedó en el
hotel. Indica que no participó en la visita a la zona arqueológica ni al
Palacio Nacional. Tampoco asistió a la ceremonia del “grito de
independencia”, solo lo vio desde el hotel, por la televisión. Era un hotel
grandote, pudo haber sido un Marriot. Menciona que no recuerda
específicamente regalos, pero sí se llevaron, deben haber sido
institucionales. Refiere que para lo único que recuerda haber salido del
hotel, fue para fotografiarse con unos caballos. No participó en las
actividades del resto de la comitiva, el General sí salió a otros lugares.
Manifiesta que en todos los viajes que hizo con los distintos
Comandantes en Jefe, cada uno de los que iban en la comitiva dormía
en habitaciones separadas, salvo obviamente el Comandante en Jefe y
su señora que lo hacían juntos. Él alojaba en una habitación unitaria,
porque se quedaba con todas las maletas, por lo que necesitaba espacio
para realizar su trabajo.
Señala que el General IZURIETA FERRER en julio de 2007 viajó a
Miami. Dice que en ese tiempo él solo estaba como Auxiliar. Pocas veces
se quedó en Chile, siempre viajaba con los Comandantes en Jefe.
Refiere que el Cabo Alex VILLAGRA era un Mayordomo de la Casa
Institucional. Expone que existieron casos en que como premio de los
Comandantes en Jefe, en vez de que viajara el declarante, iba este u
otro Mayordomo e hicieron su trabajo, lo que sucedió 2 o 3 veces. En el
caso del General IZURIETA FERRER esto pudo haber ocurrido unas 2
veces. Además del Cabo VILLAGRA también fue otro Mayordomo, cuyo
nombre no recuerda. Ahora recuerda otro viaje en cual el General
IZURIETA FERRER invitó a otro Mayordomo de la Casa, de apellido
YÁÑEZ, quien hizo su trabajo. Cree que este mayordomo viene desde el
periodo del General CHEYRE, aunque no está seguro, pero sí sabe que
estuvo con el General IZURIETA FERRER y con el General FUENTE-ALBA.
Señala que el Capitán PIZARRO era el Oficial de Órdenes de la Casa

357
Institucional. Afirma que el Capitán PIZARRO también viajó en alguna
oportunidad y al parecer fue el que hizo el trabajo del Oficial Escolta.
Dice que a PIZARRO se lo tuvo que haber llevado invitado a los viajes
como premio.
Afirma que cuando iba otra persona en su reemplazo a las
comisiones de servicio, él los instruía y apoyaba con los preparativos en
Chile, por lo que armaba las maletas con los uniformes militares y
regalos.
Expresa que, cuando viajaba otra persona el viático se lo quedaba
la persona que viajaba, y cuando él viajaba él se quedaba con el viático.
No lo compartía con nadie y lo ahorraba.
Asevera que los Ayudantes se repartían sus viáticos en partes
iguales, independiente si viajaba uno u otro, al igual que lo hacían los
Oficiales Escoltas, tenían un acuerdo.
Expresa que fue a Reino Unido en abril de 2007, junto con el
General IZURIETA FERRER. Recuerda que también fue el Escolta Capitán
MONJE. No recuerda quien era el Oficial Ayudante que viajó, pudo haber
viajado el Teniente Coronel COOPER. Recuerda que además viajó la
señora del General IZURIETA FERRER. Después de Reino Unido se
fueron a la India. En la India estuvieron en un hotel cercano al centro,
pero no recuerda el nombre de ese hotel. En ese caso sí que se quedó
solo en el hotel, por lo que no acompañó al resto de la comitiva en las
actividades que realizaron.
Relata que llegaron a Londres y se alojaron en un hotel cercano a
los Jardines de la Reina, era un hotel civil. Recuerda que el General
asistió a una comida de gala en Bulfortd Manor. Otro día asistió el
General a una cena junto con el Embajador de Chile. Adiciona que él
salía a caminar, porque el Palacio de Buckingham estaba cerca y volvía.
No asistió a ver la obra musical “La Novicia Rebelde” al que fue la
comitiva, tampoco asistió a la cena con el Alto Mando. No asistía a las
actividades protocolares, pero sí participaba de las cenas finales que los
Comandantes en Jefe ofrecían antes de volver a Chile. Cuando se
quedaba desayunaba, almorzaba y cenaba en el mismo hotel, lo que era
pagado al final cuando se iban por el Ayudante, con los dineros que le

358
entregaba el Oficial de Finanzas, quien pagaba también los gastos de
traslados y hospedaje.
Menciona que de Londres viajaron a la India, llegando a Nueva
Delhi. Dice que estuvieron en un hotel grande, cuyo nombre no
recuerda, y la señora del General IZURIETA FERRER tuvo actividades
aparte del General, con la señora del Agregado que estaba en el lugar.
Fueron a ver un hogar de menores, lo sabe porque él la acompañó. El
resto de las actividades que la señora del General hacía eran paseos y
compras, aunque la señora del General IZURIETA FERRER no hacía
tantas compras como sí lo hacía la señora del General FUENTE-ALBA.
Manifiesta que después de Nueva Delhi el General y el resto de la
comitiva, salvo su señora, fueron a ver la frontera. Su señora quedaba
acompañada de la señora del Agregado y hacían paseos; desde allí
volvieron a Chile. Indica que no recuerda cuántos días estuvieron en la
India ni en Londres, puede ser que hayan estado 6 días en cada uno de
esos países. No recuerda en donde hicieron escala al regresar.
Señala que viajó a China, que fue un viaje largo, entre fines de
mayo y principios de junio del 2007. En ese mismo viaje fueron a Corea.
En ese viaje estuvieron el Coronel RONDANELLI y el Capitán DEL
FIERRO. A ese viaje también fue la señora del General. Estuvieron en
Beijing, donde acompañó al General IZURIETA FERRER a visitar
Unidades militares. Después fueron a una reunión con los Altos Jefes en
unos salones grandes, no recuerda bien donde fue, pero después los
llevaron a visitar la Gran Muralla China. No recuerda el nombre del hotel
donde alojaron. Señala que visitaron la Plaza de Tian Anmen y después
visitaron el Palacio Imperial. Dice que fue toda la comitiva a esa visita.
Afirma que al llegar almorzaron en el hotel, lo que fue pagado por el
Ayudante, así como todos los otros gastos de la comitiva. Refiere que
hubo intercambio de regalos, con regalos institucionales, entregados
para los militares y sus señoras, pero no recuerda qué se les regaló a
éstas. Recuerda que el Comandante en Jefe se reunió con unos Oficiales
chilenos que estaban estudiando en el Instituto de Defensa. También
visitaron el museo donde están los Soldados de Terracota, en Xian. En
Xian alojaron, cree, en el Hotel Shangri La.

359
Después de Xian viajaron a Shangai, donde alojaron en un hotel,
cuyo nombre no recuerda. Visitaron una torre grande, la Torre Perla de
Shangai. Posteriormente, viajaron a Hong Kong, donde los llevaron a
lugares turísticos, fueron un cerro para ver la ciudad misma y después
fueron a otro lugar a las afueras de la ciudad, pero no recuerda el
nombre de ese lugar, era una gran playa. Dice que se alojaron en Hong
Kong en un hotel grande, pero no recuerda el nombre.
Refiere que cuando llegaron a Hong Kong salieron en la noche a
ver cómo se ilumina el lugar, ya que se utiliza energía atómica, y
después, al día siguiente, los llevaron a otra parte a visitar un cerro que
era como un gran mirador, y luego fueron a la costa, a una playa
grande. Señala que en Hong Kong estuvieron unos 4 días. Expresa que,
que él recuerde, no tuvieron otras actividades en Hong Kong, por lo
menos no recuerda en ese momento, que hayan visitado otras ciudades,
solo fueron paseos en el lugar. Después volvieron a Chile, no recuerda
dónde hicieron escala antes de viajar a Chile.
Manifiesta que efectivamente los primeros días de ese viaje fueron
en Corea, en Seúl, cree que la primera escala antes de llegar a Corea
fue en Estados Unidos, donde estuvieron en tránsito. Recuerda que de la
estadía en Corea fueron a ver Unidades el Ejército de Corea, fueron a la
Zona desmilitarizada, donde no asistió la señora, también los llevaron a
ver el Palacio Real, según recuerda. No recuerda el nombre del hotel,
pero era un hotel grande.
Señala que siempre alojaron en hoteles 5 estrellas, al igual que
ocurrió en los viajes con el resto de los Comandantes en Jefe a los que
acompañó.
Expresa que en julio de 2007 viajaron a Austria y Alemania con el
General IZURIETA FERRER, su señora, RONDANELLI y DEL FIERRO. Dice
que alojaron en Viena, en un hotel grande, parecido a un palacio, muy
bonito. Él se quedó en el hotel y salió a pasear por los alrededores,
mientras el resto de la comitiva salió, pero desconoce a dónde ellos
fueron. No le suena haber ido o participado en alguna actividad en
Salzburgo, pero puede haber sido así, porque recuerda que salió junto
con la comitiva a recorrer un lugar en las cercanías. Indica que los

360
gastos de alimentación, traslado y alojamiento de toda la comitiva
fueron pagados por el Ayudante, que él no pagó nada.
Refiere que después viajaron a Alemania, a Berlín, donde alojaron
en el Hotel Palace, un hotel civil ubicado frente al Zoológico de Berlín.
Indica que en ese lugar al General lo iban a buscar temprano los
militares del país anfitrión y el declarante se quedó en el hotel junto con
la señora del General, quien salía con la señora del Agregado y la
secretaria de la Agregaduría. Desconoce las actividades que ellas
realizaban, ya que tenían una agenda aparte. Señala que no acompañó
a la señora a ninguna parte, que él se quedó en el hotel. Había Oficiales
del Ejército alemán que la acompañaron. Explica que se mantuvo en el
hotel y salió a caminar por los alrededores, recuerda que cerca había
una catedral enorme donde cayó una bomba. Expresa que no acompañó
al General a otras actividades, como tampoco al concierto a que
asistieron.
Señala que asistieron a una muestra de artículos bélicos, pero no
recuerda si eso fue en Berlín o en otro lugar. Ahora recuerda que fue en
München. En ese lugar alojaron en un hotel civil cuyo nombre no
recuerda, tampoco recuerda cuántos días estuvieron allí. Después
viajaron a Santiago, haciendo escala por Madrid.
Relata que en enero del año 2008 viajaron a Colombia y a Estados
Unidos, junto con el General IZURIETA FERRER, su señora, el Ayudante
NÚÑEZ KOCHEN, y el Escolta MONJE. No recuerda cuáles actividades
tuvieron en Colombia. No recuerda detalles de ese viaje. Señala que ha
estado en Cartagena de Indias, pero no recuerda si con el General
IZURIETA FERRER. El tribunal le hace presente que de acuerdo al
Decreto respectivo al declarante se le otorgó comisión de servicio para
un viaje a realizarse a Colombia entre el 14 y el 18 de enero de 2008, y
que, dentro del programa remitido al Tribunal aparece un viaje a
Cartagena de Indias, a lo que señala que no recuerda detalles de ese
viaje. Lo único que recuerda es que comieron en una Unidad Naval, pero
no recuerda si fue con el General IZURIETA FERRER. En todo caso, le
suena haber estado en Tolemaida, por lo que pudo haber sido ese viaje.
A Cartagena de Indias sí recuerda que fue con el General FUENTE-
ALBA y su señora, recuerda además que el Ayudante que los acompañó

361
era el Coronel ALIAGA. Fueron varios días en que estuvieron todos en
un Resort con sistema todo incluido y no tuvieron actividades
protocolares, fueron días de descanso. Declara que el pago de todos los
gastos fue hecho por el Ayudante, según ha indicado anteriormente.
Declara que no acompañó al General IZURIETA FERRER en
ninguna oportunidad a Haití. Afirma que no conoce a Hernán
MARDONES.
Expresa en cuanto al viaje a Turquía, en junio del año 2008, que
viajó junto con el General IZURIETA FERRER, su señora, el Comandante
NÚÑEZ KOCHER y el Oficial Escolta KLENNER. Después de Turquía
estuvieron en Ancara. Señala que se alojaron en Estambul, en el Hotel
Marmara, un hotel grande cercano a un puente. Después fueron a
Ancara, donde estuvieron unos 2 días. Refiere que después de Ancara
volvieron a Estambul, donde conocieron el Palacio Azul, la Mezquita, el
Gran Bazar y un museo grande. A ese paseo fue toda la comitiva.
Refiere que ese día toda la comisión fue a almorzar, pero desconoce
quién pagó, en todo caso, él no pagó. Señala que no recuerda que se
haya realizado alguna actividad protocolar, salvo en Ancara a donde
concurrió el Comandante en Jefe con el Ayudante y el Escolta. Eso
ocurrió en uno solo de los días del total que estuvieron en Ancara.
Menciona que los traslados o los hizo el país anfitrión o fueron
particulares pagados por el Ayudante, quien pagó a su vez todos los
gastos de alimentación y alojamiento. Manifiesta que, no recuerda si se
brindó una cena de despedida o de agradecimiento. En todo caso, era
parte de la tradición que esa se hiciera al final del viaje, aunque no
siempre participaba de ellas, porque a veces cenaba en su habitación,
para preparar las maletas.
Expresa que también fueron a Rusia. Hicieron escala en Zúrich y
de ahí llegaron a Moscú. Iba el General IZURIETA FERRER, su señora, el
Comandante NÚÑEZ, el Capitán PIZARRO, y también iba el Coronel
Jorge CORTÉS DÍAZ, que era el Oficial de Finanzas de la Comandancia
en Jefe. Expresa que este último tuvo que haber ido como invitado del
General IZURIETA. Refiere que CORTÉS no participó en las actividades
protocolares, solo iba de paseo. Los gastos de él fueron pagados por el
Ejército. Señala que desconoce de dónde provenían los fondos con los

362
que se pagaron todos los gastos de todos los viajes que hicieron los
Comandantes en Jefe, con los que se pagó alojamiento, traslados,
alimentos y etc., al igual que los gastos de los invitados. Afirma que
nunca preguntaba. Dice que no le llamó la atención que fuera el Oficial
de Finanzas, ya que en otros viajes los acompañaron otros invitados. Se
preocupaba solo de su misión.
Manifiesta que estuvieron en el Hotel Le Fortovo, aunque no lo
recuerda bien, pero pudo ser ese hotel, era un hotel antiguo. Desde ahí
fueron al Kremlin, donde visitaron el Museo de la Armería e hicieron un
paseo por la Plaza Roja. Indica que almorzaron en el centro, en un
restaurante donde estaban todos los Oficiales acompañantes rusos y la
comitiva. Desconoce quién pagó ese almuerzo, en todo caso, afirma que
él no lo hizo. Después se hizo un paseo a la orilla de un río. También
fueron a ver un museo de guerra. Recuerda que en la noche asistieron a
un show folclórico ruso. Después el General, su señora, el Ayudante y el
Escolta fueron a comer con el Embajador. Señala que comió en el hotel
y desconoce dónde estaba el Coronel CORTÉS, quizá acompañó a la
comitiva, pero recuerda que comió solo. Señala que, al día siguiente
fueron con toda la comitiva a un Ballet llamado don Quijote, el cual no
pagó nada. También tuvieron otros paseos, pero no recuerda el detalle.
Cenaron todos en el hotel, lo que fue pagado por el Ayudante.
Refiere que al día siguiente tuvieron también paseos y algunas
actividades turísticas. Almorzaron todos en el hotel, de la misma
manera. Indica que al día siguiente visitaron la tumba del soldado
desconocido, entre otras actividades. El General con el resto de la
comitiva, visitaron unas Unidades militares y el Polígono.
Expresa que, posteriormente, fueron a San Petersburgo en tren.
Desconoce cómo se pagó el tren, que solo subió con el ticket que le
entregó el Ayudante. Fue toda la comitiva y se alojaron a las afueras de
la ciudad, en una residencia de los rusos. Recuerda que vieron el
Ermitage y tuvieron un paseo por el río donde estaba la casa de
Rasputín y visitaron la tumba del Zar de Rusia y su familia. Fueron
también a un palacio de invierno que está en las afueras de la ciudad,
cree que fue en el Palacio de Peterhoff. Señala que todos los gastos de
alimentación, traslado y alojamiento fueron pagados por el Ayudante,

363
que él no pagó nada. Después partieron de regreso a Santiago, no
recuerda por dónde hicieron escala.
Menciona que viajaron a Uruguay en julio del 2008, junto con el
Comandante en Jefe General IZURIETA FERRER, su señora, el Ayudante
Teniente Coronel VILLARROEL, el Escolta Capitán MONJE y también los
acompañó el Cabo 1° José MANCILLA, que trabajaba en la Casa
Institucional como Mayordomo, que fue como invitado del Comandante
en Jefe. Alojaron en el Hotel Sheraton, cree que esa ocasión compartió
su habitación con MANCILLA.
Expresa que cuando llegaron a Uruguay, el General IZURIETA
FERRER asistió a una reunión con el Agregado Militar, lo que recuerda
porque éste se enfermó. Refiere que con la comitiva fueron a la ciudad
de Colonia, el casco antiguo, en Montevideo. Señala que el General,
junto con el Ayudante y el Oficial Escolta, asistieron al descubrimiento
de un busto de Bernardo O’Higgins y a otras actividades protocolares
con los militares. Indica que, al igual que en otros viajes, llevaron
regalos y todo fue costeado por el Ayudante.
Señala que, no recuerda de un viaje a Paraguay en julio del año
2008. Explica que la única vez que visitó las Cataratas que están en el
límite de Paraguay con Brasil, fue junto con el Comandante en Jefe
OVIEDO, ocasión que se hizo un paseo junto con toda la comitiva. En
esa oportunidad no recuerda si estaban en Paraguay, porque también
pudo haber sido un viaje a Brasil o Argentina, le parece que más bien
fue ese último país porque la comitiva que los acompañó hablaba
español.
Expresa que efectivamente viajaron a Perú en septiembre de
2008, con el General IZURIETA FERRER, su señora, el Teniente Coronel
VILLARROEL y el Capitán KLENNER, fueron en el avión institucional y
alojaron en El Cusco. Menciona que fueron a ver la Catedral y todo el
casco histórico pero que no recuerda si el General asistió a alguna
actividad protocolar. Después viajaron en tren hasta Machu Pichu y
almorzaron en Aguas Calientes. Indica que todos esos gastos los pagó el
Ayudante con los dineros que llevaba desde Chile. Señala que después
que volvieron al Cusco cenaron todos juntos, lo que también fue pagado
por el Ayudante. Expresa que al día siguiente cree que recorrieron la

364
ciudad y el último día en la noche el Comandante en Jefe ofreció una
cena de retribución a la que asistió la comitiva y el Agregado Militar, no
recuerda si estaba la señora de éste. Dice que normalmente esas cenas
se hacían con los que fueran en la comitiva y algún chileno que estaba
en el lugar, a los que el Comandante en Jefe invitaba.
Expresa que al viaje a Brasil en noviembre de 2008 no acompañó
al Comandante en Jefe IZURIETA FERRER, porque lo hizo en su
reemplazo el Sargento Juan YÁÑEZ ZAPATA, que trabajaba en la Casa
Institucional como Mayordomo, quien tuvo que haber viajado como
premio del Comandante en Jefe. No está seguro si el Comandante en
Jefe viajó junto con su señora, porque no asistió a ese viaje, pero tuvo
que haber viajado ella porque siempre lo hacía.
Menciona que en el año 2008 viajaron también a España, a
Madrid, acompañando al Comandante en Jefe y a su señora. Refiere que
después de ahí debían seguir con destino a Singapur, pero ocurrió el
accidente del Director General de Carabineros, General BERNALES,
razón por la cual el Comandante en Jefe hizo un viaje rápido a Singapur
solo para asistir por unas horas a una reunión y de ahí viajó directo de
regreso a Chile. Indica que el resto de la comitiva se devolvió directo
desde Madrid a Santiago, por el mismo motivo. Señala que en Madrid el
General IZURIETA FERRER participó en una reunión en el Cuartel
General del Ejército español y que se quedó en el hotel. Recuerda que
se alojaron, cree que en el Hotel Velásquez, donde había un toro, era un
hotel de los toreros. Adiciona que paseó por los alrededores; no
recuerda que paseos pudieron haber hecho el resto de la comitiva.
Indica respecto de algún viaje al Ejército Sur de los Estados
Unidos en abril del año 2009, que no lo recuerda. Señala que estuvo en
Texas, pero le parece que en otro viaje. Recuerda que cuando viajo a
Texas se alojaron en una residencia del Ejército anfitrión, ubicada dentro
de un fuerte. Él se quedó ahí, por lo que ignora qué actividades realizó
el resto de la comitiva en ese viaje.
Manifiesta que en junio de 2009 viajó a Italia junto con el
Comandante en Jefe IZURIETA FERRER y el Escolta Capitán KLENNER.
Hicieron escala en Madrid y luego llegaron a Roma, no recuerda en cuál
hotel se alojaron. Tampoco recuerda cuáles actividades realizaron, no

365
recuerda si tuvieron oportunidad de ver el Coliseo o si lo conoció en otro
viaje. Sí recuerda que en ese viaje fueron a Nápoles y recorrieron la
Costa Amalfitana y fueron a unas casas de Pompeya. Indica que fue
todo un día de paseo con la comitiva completa. También aprovecharon
de conocer Sorrento, ubicado a las afueras de Nápoles y que fueron
junto con la señora del General IZURIETA FERRER. Afirma que todos los
gastos fueron pagados por el Ayudante. Indica que fue al Vaticano, pero
en una actividad distinta a la que tuvo el Comandante en Jefe y el resto
de la comitiva, a quienes no acompañó en esa ocasión. Señala que fue
con el General CHEYRE, oportunidad en que saludaron al Papa Juan
Pablo II. Refiere que el resto de la comitiva pudo haber hecho otras
actividades de paseo durante esos días. Declara que no recuerda alguna
actividad propiamente protocolar, aunque al Comandante en Jefe se le
condecoró en ese viaje, pero no recuerda en qué lugar. Asegura que
todas las comidas, traslados y gastos en general también fueron
pagados por el Ayudante.
Señala que en diciembre de 2009 fue con el General IZURIETA
FERRER, junto con su señora, el Teniente Coronel VILLARROEL y el
Capitán MONJE a Bolivia, en el avión institucional. Indica que
efectivamente se alojaron en un hotel cuyo nombre no recuerda, donde
comieron todos juntos y fue pagado por el Ayudante. Recuerda que fue
un viaje a fin de año, porque todo estaba engalanado para Navidad.
Expresa que no recuerda cuáles actividades hicieron. Todos los gastos
de alimentación, traslados y otros, fueron pagados por el Ayudante. No
recuerda más detalles de ese viaje, pero tuvo que haber ido a
Cochabamba con el resto de la comitiva.
Señala que no recuerda detalles del viaje realizado a Quito,
Ecuador, en el mes de agosto de 2009, junto con el Comandante en Jefe
IZURIETA FERRER. En todo caso sí recuerda que estuvieron en el Hotel
Marriot.
Declara que viajaron a Tel Aviv, Israel, junto con el Comandante
en Jefe IZURIETA FERRER, con su señora, el Ayudante NÚÑEZ KOCHER
y el Escolta, cuyo nombre no recuerda. Indica que en Tel Aviv se
alojaron en el Hotel Intercontinental, ubicado en la costa. Menciona que
allí el General tuvo actividades protocolares y el declarante se quedó en

366
el hotel. No recuerda en cuál día visitaron el Museo del Holocausto, fue
en Jerusalén. Refiere que participaron en actividades culturales y
turísticas, también en Jerusalén visitaron también el Muro de los
Lamentos. Señala que fueron al Mar Muerto, entre otros paseos. En ese
último paseo, acompañó a la señora del Comandante en Jefe y a otra
señora. Almorzaron en el camino, donde los estaban esperando parece
que la señora del Agregado tenía todo preparado desde antes, no pagó
nada. No recuerda haber visitado otro lugar.
Señala que desde Tel Aviv no recuerda hacia donde partieron.
Indica que efectivamente estuvieron con el General IZURIETA FERRER,
su señora, el Capitán MONJE, en Reino Unido, pero no está seguro si fue
en ese viaje. No recuerda detalles.
Indica que efectivamente en agosto de 2009 Juan YÁÑEZ lo
reemplazó en un viaje a Japón, acompañando al Comandante en Jefe y
supone que su señora, pero le parece que el Oficial que lo acompañó era
PIZARRO, que era el Oficial de Órdenes del Comandante en Jefe, no era
el Escolta, y fue haciendo el papel de éste, como una especie de premio.
Expresa que en octubre de 2009 acompañó al General IZURIETA
FERRER a Buenos Aires, junto con su señora, y no recuerda cuáles
oficiales los acompañaron. Alojaron en un hotel ubicado cerca de la
costa, no era el Hotel Alvear en esa ocasión. Indica que el General fue a
una reunión. Asegura que en ese viaje los acompañó, además del
Ayudante y del Escolta, también el Sargento 2° Cristián ALARCÓN, que
era conductor en la Casa Institucional, fue también invitado, como
premio. Indica que, en esa oportunidad, salieron a pasear junto con
ALARCÓN. Recuerda que pasaron a comer en el centro en esa
oportunidad y ellos pagaron ese gasto, porque no los acompañaba el
Ayudante; pero el resto de los pagos fueron realizados por el Ayudante.
Menciona que en noviembre de 2009 viajaron junto con el General
IZURIETA FERRER, su señora, el Capitán KLENNER y el Ayudante
Teniente Coronel NÚÑEZ, a Vietnam. Recuerda que el General salió a
sus actividades y él se quedó solo en el hotel, cuyo nombre no recuerda,
era una casa de huéspedes del Ministerio de Defensa. Dice que en una
ocasión fue toda la comitiva a ver la tumba de Ho Chi Minh, y después
tuvieron un viaje en barco o barcaza a ver un pueblo que estaba en el

367
mar, cuyo nombre no recuerda, que pudo ser Hanoi. De ahí regresaron
al hotel y posteriormente volvieron a Chile. Relata que el Comandante
en Jefe tuvo actividades saliendo con el Oficial Escolta y el Ayudante y
que él se quedaba en el hotel y salía a recorrer los alrededores.
Afirma que no sabe a qué actividad corresponde el viaje que
hicieron a Bolivia en diciembre de 2009.
Señala que las agencias de viajes con las que trabajaban los
Comandantes en Jefe eran LATRACH y TUPPER, no recuerda otras.
Llegaba la señora de la agencia o alguien a entregar los pasajes cuando
había que viajar y se entrevistaban con el Ayudante, por lo que ellos no
tenían contacto. Indica que el señor DURÁN le entregaba su pasaporte y
la visa. El viático se lo entregaba el Oficial de Finanzas. Los tickets
aéreos los entregaba DURÁN en el mismo aeropuerto al salir y de
regreso los tickets eran manejados por el Ayudante.
Asevera que para su viaje personal a Italia ese año contrató a una
Agencia de Viajes de Concepción, cree de nombre TURISUR.
Menciona que en las comisiones de servicio en territorio nacional
ellos pagaban los gastos de alojamiento y comidas con su viático.
Expone que normalmente se quedaban en residencias militares y en
otras ocasiones se alojaban en hoteles militares o en cabañas, y
trataron de quedarse el mayor número de personas juntas para abaratar
costos. Respecto de las comidas, dice que se prorrateaban entre todos,
llevando insumos y alguno de ellos cocinaba. Declara que esto no fue
siempre así, sino que solo a partir del periodo del Comandante en Jefe
General MARTÍNEZ, es decir, a partir del año 2018, ya que antes de él
todos esos gastos eran pagados por el Ayudante con los recursos que él
llevaba del Ejército. Los almuerzos, comidas y traslados eran costeados
también por el Ayudante del Comandante en Jefe, al igual que los
alojamientos. Se trataba de que alojaran lo más cerca posible del
Comandante en Jefe. Afirma que cuando el Comandante en Jefe, antes
del periodo del General MARTÍNEZ, alojaba en un hotel civil, ellos
también alojaban en el mismo hotel, y todos los gastos los pagaba el
Ayudante con cargo al Ejército. Expresa que efectivamente ellos igual
recibían viáticos y lo ahorraban. Aunque el viático era más bajo que el

368
caso de las comisiones internacionales, y es un porcentaje según el
grado.
Manifiesta que normalmente, tratándose de los viajes nacionales
que hacían los Comandantes en Jefe, él los acompañaba cuando se
hacían visitas a Unidades o presenciaban ejercicios. Cuando el
Comandante en Jefe después pasaba a otro destino distinto del de la
comisión de servicio, él lo hacía junto con su señora, el Escolta y el
Ayudante y no los acompañaba, quedándose en el Hotel y esperando los
días que fuesen necesarios. Después volvían todos en el avión
institucional a Santiago. Recuerda que esto ocurrió en el periodo del
General FUENTE-ALBA, un par de veces, particularmente cuando fue a
Punta Arenas. Recuerda que el General OVIEDO también lo hizo, junto
con su señora, en el mismo destino. No recuerda si esto sucedió con el
General IZURIETA.
Respecto de las comisiones de servicio en territorio nacional del
General FUENTE-ALBA y sus viajes a Puerto Velero, de todo eso se
encargaba el Oficial de Órdenes o su Ayudante. Sostiene que solo se
encargaba de preparar las necesidades del Comandante en Jefe en el
edificio Bicentenario. Indica que no conoce Puerto Velero ni tampoco el
departamento que el General FUENTE-ALBA tiene allí, que solo conoció
la Casa Institucional, específicamente en el sector de la guardia.
Menciona que cuando el General FUENTE-ALBA iba a Puerto
Velero, el Oficial Escolta realizaba todos los preparativos e incluso
enviaba personal de avanzada. Entiende que también se alojaban en el
mismo hotel. En cuanto al personal de la Casa Institucional que los
acompañaba a Puerto Velero, ignora quién decidía respecto de quién
debía ir con ellos. Refiere que la gente de la escolta comentaba al
respecto. Expresa respecto de los invitados que iban, que solo escuchó
lo que comentaban los Escoltas al respecto. Desconoce quién decidía a
quienes se invitaba a estos viajes a Puerto Velero. Afirma que nunca
tuvo que comprar algo para los preparativos para los viajes a Puerto
Velero, porque todo eso lo veía el Oficial de Órdenes, que su tiempo fue
PIZARRO, luego HIDALGO, y posteriormente BUTTI, en relación con el
General IZURIETA FERRER, FUENTE-ALBA y OVIEDO, respectivamente.

369
Agrega que actualmente el Oficial de Órdenes, al que le asignaron otro
nombre a su cargo, es el Coronel Sergio BRAVO.
Manifiesta en cuanto a los vehículos que usaban los Comandantes
en Jefe, que ellos tienen asignado un vehículo por el Ejército, uno para
ellos y otro para sus señoras. Desconoce los vehículos particulares que
ellos tenían. Afirma que nunca se preocupó de los vehículos que usaban
los Comandantes en Jefe, de la calidad de sus ropas ni los hoteles que
visitaban, ya que se preocupaba de cumplir con su misión. En todo caso,
los hoteles que ellos visitaban eran más o menos los mismos, se refiere
a que todos los Comandantes en Jefe con los que viajó siempre se
alojaban en hoteles buenos, de 5 estrellas.
Sobre los consumos y exigencias del General FUENTE-ALBA en las
comisiones de servicio, que nunca se preocupó de ello, ya que pedía
agua mineral, pero sí veía que el General se preocupaba de los vinos y
espumantes que consumía. Desconoce la calidad que tenían, además, el
General FUENTE-ALBA sabía de vinos, él los elegía y veía que los cataba.
Señala que no sabe de vinos, pero sabe que eran buenos.
Adiciona, respecto de los apoyos que se dan al personal de la
Comandancia en Jefe, que efectivamente recuerda que le entregaban un
bono de escolaridad por sus dos hijas cuando estaban en el colegio,
pero no recuerda el monto.
Afirma que también le entregaban en la Comandancia en Jefe una
giftcard para su cumpleaños, para Navidad no recuerda, pero de todas
formas para esa fiesta recibía algún presente. En una oportunidad
recibió un juego de sábanas por ejemplo, también unas galletas y el
típico pan de pascua. Señala que, en el periodo del General OVIEDO,
recibió un regalo, pero no recuerda qué fue.
Expresa que, para el periodo del General FUENTE-ALBA, para su
cumpleaños además de la giftcard, él personalmente les entregaba un
regalo personal, como una camisa o unos pantalones. No recuerda qué
se entregaba para Navidad. Señala que desde que está el General
MARTÍNEZ no se hacen regalos.
Indica respecto de los regalos que se hacían por el nacimiento de
los hijos del personal, que no recuerda qué se entregó. Agrega que en

370
todo caso se hacía un regalo, pero ignora quién se encargaba ni en qué
consistía. Todo esto antes del periodo del General MARTÍNEZ.
Refiere que no tiene conocimiento respecto de los demás regalos
que se hacían en la Comandancia en Jefe, a los Generales, sus señoras,
Oficiales y sus señoras, de matrimonio. No participaba en eso, pero sabe
que se hacían regalos. A él no lo mandaban a comprarlos ni a dejarlos.
Afirma que ahora no se hacen, desde que asumió el General MARTÍNEZ.
Menciona en cuanto al almuerzo que recibe en la Comandancia en
Jefe, que ahora hay un casino general para todo el personal. Dice que
en Zenteno había también un casino, pero ignora de dónde salían los
recursos para costear los almuerzos de quienes trabajaban en la
Comandancia en Jefe. Señala que desconoce qué se servía en los otros
casinos de los que no trabajaban en la Comandancia en Jefe, porque no
almorzaba en ellos.
Señala que de la comida del Comandante en Jefe se preocupa un
cocinero y un mayordomo. Agrega que de cualquier requerimiento se
encargaba el Ayudante, por lo que ignora de dónde salían los recursos.
Lo mismo cuando se trataba de las visitas que invitaba el Comandante
en Jefe. Dice que en la actualidad todo eso es distinto, porque llegan las
raciones directamente a la Comandancia y allí se preocupan de hacer el
almuerzo en base a esos insumos, por lo que no hay requerimientos
especiales.
Indica que ignora con qué recursos se hace el mantenimiento de la
Casa Institucional y se permite su funcionamiento. Agrega que tampoco
la conoció en los periodos de los Comandantes en Jefe anteriores.
Expresa respecto del financiamiento de los gastos de la Secretaría
General, que ignora con qué recursos se costean.
Adiciona que desconoce cómo se le pagaba al Suboficial DURÁN,
ignora si estaba contratado ni cuánto le pagaban. Él sabía que DURÁN
estaba retirado del Ejército, que siempre lo vio trabajar, pero nunca se
preocupó cuánto ganaba ni si estaba recontratado. Declara que él sí fue
recontratado. Actualmente ignora por qué no siguió trabajando en el
aeropuerto, no lo ha visto hace un tiempo, cree que cayó enfermo y no
ha regresado, desde hace unos 3 meses o más. Expresa que puede ser

371
que desde que vino DURÁN a declarar ante este Tribunal. No tiene
contacto con él.
Afirma respecto de los apoyos que se entregaban a los ex
Comandantes en Jefe, que solo sabe lo que ha salido publicado en la
prensa. A él nunca le encargaron entregarles nada.
Señala que desconoce antecedentes sobre la entrega de dineros a
los Generales previo a sus viajes.
Menciona que los Ayudantes y los Escoltas se dirigían al Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe para que les entregara los dineros
que llevaban a las comisiones de servicio, el pago de excesos de
equipaje, o para las otras necesidades que debían cubrir, al igual que a
él. Por lo que ellos también rinden cuentas con un papel, con todas las
boletas pegadas, con todo detallado, al Oficial de Finanzas, de la misma
forma que lo hace él.
Manifiesta respecto de la sastrería y la peluquería que funcionan
en la Comandancia en Jefe, que antes del periodo del General
MARTÍNEZ, solo se iba a la peluquería y les cortaban el pelo. Ahora, con
el General MARTÍNEZ, se deben anotar cada vez que van a la peluquería
y les descuentan el servicio como $1.000. Respecto de la sastrería, lo
mismo. Declara que antes solo se requería el servicio, pero no se hacía
pago alguno, no se anotaban ni se descontaban nada. Ahora en cambio,
se debe hacer todo lo anterior.
Refiere que cuando salían de la Comandancia en Jefe Oficiales
destinados a otro lado, antes del General MARTÍNEZ, se les entregaba
un regalo, pero ignora en qué consistía. Señala que ahora se les hace
entrega de un galvano, el cual se costea entre todo el personal que
trabaja en la Comandancia en Jefe, que son aproximadamente 12 o 13
personas, al igual que el coctel que se hace para esa ocasión. Indica que
antes del General MARTÍNEZ, el coctel era organizado por el Ayudante
del Comandante en Jefe, quien se encargaba de costearlo.
Señala en cuanto a los chocolates que el General OVIEDO
acostumbraba a regalar, que efectivamente él y su señora
acostumbraban entregar ese tipo de regalos, tanto para las comisiones
en el extranjero como también para las comisiones nacionales y los
eventos en general, los que incluso su señora le pasaba para que se los

372
entregara al momento en que ella hacía regalo de los mismos. En
cuanto a las flores, dice que no le correspondía preocuparse de dicho
regalo, sino que a otra persona, que pudo haber sido el Ayudante o el
Oficial de Órdenes. Respecto del resto de los regalos, se remite a lo que
señaló en su declaración anterior.
Refiere respecto de los dineros que se entregaban a los Ayudantes
para sus ropas, los dineros que se entregaban a los Escoltas y al
Edecán, que solo sabe que tienen una cuota para vestimenta militar. Le
entregaban una cantidad de dinero para comprar un par de trajes,
zapatos, para las actividades que realiza. Indica que ese dinero se lo
entregaba el DAG, entregándole una giftcard para una casa comercial,
por la suma de $120.000. Dice que no se le entregaba dinero en
efectivo el Oficial de Finanzas para comprar ropa. Señala que la última
vez que le entregaron esa giftcard fue hace unos 4 meses atrás.
Desconoce si a los Ayudantes y a los Escoltas se les entrega también
esa cuota.
Indica que el periódico que llegaba todos los días para los
Comandantes en Jefe, llegaba a la guardia principal de la Comandancia
en Jefe. Son La Tercera y el Mercurio, los que llegan en la mañana. En la
tarde llega el diario La Segunda, el que llega a la guardia de la
Comandancia en Jefe y que debe retirarlo y eso se lo entrega al
Comandante en Jefe. Llegan 2 ejemplares, el otro lo entrega al
secretario del General, el General MEZZANO. Indica que antes del
General MARTÍNEZ llegaban los mismos diarios, pero solo llegaba un
ejemplar del diario La Segunda para el Comandante en Jefe. No llegaba
directamente a la Guardia, sino que alguien salía a comprarlo, pero
ignora quién.
Relata sobre el Rotary Club, que sabía que el General OVIEDO iba
a algunas actividades a dicho club, ocasión en que él llevó un libro para
regalar, u otras cosas similares. Con él asistía el Ayudante. Indica que
además, en septiembre, para el aniversario del Ejército normalmente se
hace una actividad en el Rotary Club a la que asisten distintos
Generales. Señala que, así como asistía al Rotary Club el General
OVIEDO, también era invitado a otros lugares como por ejemplo, al Club

373
de La Unión, al igual que los otros Comandantes en Jefe, pero
desconoce los detalles.
Expresa que, para cuando ascendían los Generales, se hacía una
actividad en el patio del edificio del Ejército, oportunidad en la que se le
entrega un arreglo de flores a la señora y un regalo para el General.
Desconoce quién se encargaba de la compra de esos regalos y de dónde
salen los recursos para su financiamiento. Refiere que de todas las
actividades y coctel que normalmente se hacen en el Ejército, nunca se
preguntó de dónde salían los recursos, pero en todo caso de lo que es
propiamente protocolar se encarga una oficina de Protocolo, el resto no
sabe. Señala que no se le pasó por la mente preguntar por esos
recursos destinados a las celebraciones internas de la Comandancia en
Jefe y de los regalos, porque se les educa en que no tienen por qué
saber lo que hace la otra persona. Afirma que ahora sabe que se
utilizaban Gastos Reservados, lo que le da para pensar. Ahora con el
General MARTÍNEZ no se ve la cantidad de eventos y regalos que antes
se estilaba, quizá por lo mismo, porque se descubrió que se utilizaban
Gastos Reservados.
52.- Declaración de Juan Pablo DE LA FUENTE CORREA,
Coronel en retiro, Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe
entre los años 2002 y 2005, quien a fojas 16.212 señaló, en lo
pertinente, lo que sigue:
Que entiende que su comparecencia es por la investigación de
fraude al Ejército y particularmente por el conocimiento que tiene
durante el periodo que se desempeñó en la Comandancia en Jefe.
El Tribunal exhibe copia de su declaración extrajudicial prestada
con fecha 24 de enero de 2022, ante funcionarios de la Brigada
Investigadora Anticorrupción Metropolitana de la Policía de
Investigaciones de Chile, de fojas 16205 y siguientes, a lo que señala
que reconoce su firma contenida en el documento y ratifica su
declaración prestada en esa oportunidad.
Señala respecto de su carrera militar, que ingresó al Ejército el
año 1976 siendo su primera destinación el Comando de Ingenieros del
Ejército en el año 1980. Posteriormente fue destinado al Depósito
Central de Intendencia hasta el año 1982. Seguidamente fue destinado

374
a la Academia Politécnica hasta el año 1985. Luego fue destinado a la
Academia de Guerra hasta el año 1989 y posteriormente en el año 1990
fue destinado a la Comandancia en Jefe del Ejército donde estuvo hasta
el año 1996 ya que fue Agregado en la Misión Militar de Chile en
Washington. Luego, entre los años 1997 y 1998 estuvo destinado en el
Comando de Institutos Militares y seguidamente volvió a la
Comandancia en Jefe del Ejército el año 2002, donde estuvo hasta el
mes de diciembre del año 2005 como Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, siendo posteriormente destinado como Tesorero
del Estado Mayor del Ejército hasta diciembre del año 2007 fecha en la
cual se acogió a retiro absoluto con el grado de Coronel.
Quiere agregar a su declaración prestada ante funcionarios de
Investigaciones que los Gastos Reservados eran fondos para
inteligencia, el Comandante en Jefe tiene estos recursos y los
administra. Agrega que una parte las recibía la Comandancia en Jefe y
la otra a la DINE. Dice que el Comandante en Jefe de la época en que él
fue Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe fue el General
CHEYRE. Afirma que el General CHEYRE le daba las instrucciones para
que fuera retirando los recursos de Gastos Reservados en la DIFE.
Indica que en esa época el DIFE era el General CID, quien le entregó los
recursos de Gastos Reservados. Señala que habían ciertos gastos
mensuales que estaban dispuestos para pagar con estos recursos de
Gastos Reservados tales como: pago a los ex Comandante en Jefe, en
esa época al ex Comandante IZURIETA CAFFARENA, a quien se le
entregaban mensualmente $400.000, y no se acuerda si también se le
entregaba al General PINOCHET; también se entregaba una cantidad de
dinero para la mantención de la casa de seguridad que estaba al interior
de la casa del Comandante en Jefe, dice el declarante que entregaba
entre $1.000.000 y $2.000.000, se lo entregaba al Oficial de Órdenes,
que en esa época era Marcelo OCAMPO.
Señala que de esos dineros que le entregaba al Capitán OCAMPO
él le rendía cuentas haciéndole entrega de un papel con las boletas
pegadas en él. No recuerda específicamente a qué conceptos destinaba
estos recursos el Capitán OCAMPO. Le parece que los gastos básicos de
la casa institucional se cargaban al ítem de consumos básicos, dice que

375
el error aquí fue que no se dividió la casa institucional con la casa
familiar para que el Comandante en Jefe pagara lo que le correspondía.
El declarante siempre pagó sus consumos básicos en la casa fiscal que
ocupó. No se acuerda si el pago a los jardineros se cargaba a Gastos
Reservados.
Dice que con los recursos que le entregaba al Oficial de Órdenes
de Gastos Reservados también se pagaba la mantención de la piscina y
de la caída de agua que está a la entrada de la casa del Comandante en
Jefe.
Expone que ahora recuerda que puede haber sido una suma
cercana a $3.500.000 aproximadamente de Gastos Reservados que le
entregaba a OCAMPO, mensualmente, para la mantención de la casa.
Expresa que no recuerda en específico de otros gastos que le haya
solicitado para arreglos de la Casa OCAMPO.
Declara que, si OCAMPO ha dicho que en algún momento le pidió
dinero para la reparación del techo, de Gastos Reservados, debe haber
sido así. Afirma que en todo caso, todos los gastos que se imputaron a
fondos de Gastos Reservados no los autorizaba él, sino que el
Comandante en Jefe de la época, que era el General CHEYRE. Dice que
el Oficial de Órdenes le llevaba el tema a él y él se lo planteaba al
Comandante en Jefe, quien autorizaba la entrega de recursos, y luego el
declarante le entregaba los dineros en efectivo al Oficial de Órdenes o
este lo conversaba directamente con el Comandante en Jefe, y después
le entregaba los dineros. Asegura que le rendía cuenta al Comandante
en Jefe de todos los gastos que se hacían con cargo a los Gastos
Reservados, por lo tanto, el Comandante en Jefe sabía de todo lo que se
disponía en relación con estos fondos. Señala que él tenía solo la
custodia de los recursos de Gastos Reservados y que quien los
administraba era el Comandante en Jefe. Agrega que él se limitaba a
entregarlos según las instrucciones que el Comandante en Jefe le daba.
Expone que las actividades que se hacían en la casa del
Comandante en Jefe, relacionadas con comidas en las que asistían
autoridades o Ministros de Estado, se pagaban con gastos de
representación, el resto de las actividades puede haber sido que se las
haya rendido el Oficial de Órdenes de la forma en que ha señalado

376
anteriormente respecto de los Gastos Reservados, esto es, le hacía
entrega de las boletas y si quedaba algún saldo de lo que había
entregado el se lo devolvía en ese momento. Afirma que estos fondos
también eran autorizados por el Comandante en Jefe porque eran
Gastos Reservados.
Declara que dentro de las actividades que se realizaban en la casa
del Comandante en Jefe, efectivamente había una a fin de año para los
Generales. Señala que también para esta actividad le tuvo que haber
pedido recursos el Oficial de Órdenes de Gastos Reservados.
Dice que no recuerda para que otros conceptos en particular le
pidiera fondos OCAMPO en esa época, provenientes de Gastos
Reservados, los que él disponía en todo caso por orden del Comandante
en Jefe.
Explica que normalmente recibía de Gastos Reservados,
anualmente, el equivalente a USD 1.200.000, este dinero lo recibía en
moneda nacional. Afirma que generalmente todos los meses le pedía
una cantidad de dinero al Jefe de Finanzas. Afirma que el Comandante
en Jefe le decía en algunas oportunidades que hiciera entrega de
recursos a alguna Unidad en particular, por ejemplo, para el Primer
Cuerpo de Ejército. En otras, este dinero se lo entregaba en efectivo de
acuerdo con las instrucciones que le entregaba el Comandante en Jefe.
Detalla que les entregaba este dinero de Gastos Reservados a las
personas que el Comandante en Jefe le decía que tenía que
entregárselas, según sus instrucciones. Agrega que no le consta que
eran personas que hacían labores de inteligencia.
Expresa que dentro de la descripción de su cargo no tenía ninguna
labor asignada de inteligencia. Dentro de la Comandancia en Jefe
desconoce que alguien tenga asignada alguna labor de inteligencia,
además del Comandante en Jefe. Afirma que el Comandante en Jefe
dentro de sus misiones tiene la responsabilidad de la seguridad interna y
externa.
Asevera que a la Dirección de Inteligencia le correspondían las
laborales de inteligencia, contrainteligencia, y seguridad nacional,
especialmente espionaje. Estas labores no le corresponden a la
Comandancia en Jefe y tampoco a la Secretaría General.

377
Señala que a los Ayudantes se les hacía entrega de una suma de
dinero, de Gastos Reservados, cuando salían en comisión de servicio con
el Comandante en Jefe, lo que era para algún imprevisto. Adiciona que
ellos luego le rendían cuenta a él. Ahora recuerda que se les entregaba
todas las semanas a los Ayudantes una cantidad de dinero que pudo
haber sido unos $100.000 aproximadamente. Dice que lo gastaban en
cosas tales como: pago de estacionamientos, propinas, alimentación.
Adicionalmente se les entregaba un “vale” para que fueran a comprar
ropa de civil, a dos tiendas con las que existía un convenio. No recuerda
los montos. Para el vestuario militar se les entregaba una cuota
extraordinaria para comprar en el almacén militar.
Sostiene que si los ayudantes necesitaban hacer una compra
extraordinaria lo veían con el Secretario General.
Expone que a él le tocó trabajar con 3 Secretarios Generales,
Ricardo HARGREAVES, Andrés AVENDAÑO, Juan Miguel FUENTE-ALBA y
Gonzalo SANTELICES. Declara que la entrega de recursos para los
Secretarios Generales, de Gastos Reservados mensuales, se inició
cuando era Secretario General Juan Miguel FUENTE-ALBA, por orden del
Comandante en Jefe CHEYRE, no del declarante. Señala que le hacía
entrega de la suma de $2.000.000 al mes, y se suponía que era para
gastos de la Secretaría tales como por ejemplo, si necesitaban comprar
una cafetera, o comprar café, galletas, etc. Agrega que en realidad no
sabía en qué se gastaba ese dinero, porque a él no le debía rendir
cuenta el Secretario General, según instrucciones del General CHEYRE.
Asegura que no vio que se hiciera ninguna reparación o arreglo en la
Secretaría con cargo a estos recursos, además para esto existía el ítem
presupuestario de mantención y reparación. Añade que le entregaba
estos dineros en efectivo al Secretario General, en un sobre, esto fue al
General FUENTE-ALBA y al General SANTELICES, en su oportunidad,
mensualmente.
Refiere que a los escoltas también les entregaba una cantidad de
dinero semanal para sus gastos por monto similar al que se le entregaba
a los ayudantes, a razón de unos $100.000 semanalmente, y los
gastaban en conceptos parecidos a la de los ayudantes, alimentación,
estacionamiento, propinas. También por orden del Comandante en Jefe.

378
Asevera que el Comandante en Jefe en alguna oportunidad le pidió
hacerle entrega de dinero en efectivo, proveniente de los fondos de
Gastos Reservados, pero no en forma regular. Adiciona que no es que el
declarante le entregara al General CHEYRE una suma similar todos los
meses. Indica que solo era a requerimiento del Comandante en Jefe una
cantidad puntual. Dice que puede haber sido $1.000.000 por cada
entrega, en cada oportunidad que él le lo solicitaba. Expresa que como
no había regularidad, no puede recordar el monto mensual o anual que
le entregó de Gastos Reservados. Afirma que se los entregó en efectivo.
No sabe en qué los gastó el Comandante en Jefe porque no le tenía que
rendir cuentas al declarante.
Menciona que las invitaciones que hacía el Comandante en Jefe a
la Comandancia en Jefe se costeaban con gastos de representación en
los casos en que asistía alguna autoridad, y en los otros se pagaban los
gastos de alimentación de los invitados con Gastos Reservados.
Asevera que en su época todo el personal de la Comandancia en
Jefe comía en el mismo casino, las mejoras de rancho se dieron cuando
se establecieron los casinos separados, no sabe cuándo esto comenzó.
Dice que no le hizo entrega de recursos a ningún Jefe del DAG.
Explica en cuanto a los regalos de matrimonio a los que era
invitado el Comandante en Jefe, que los hacía el propio Comandante en
Jefe, él los veía personalmente. De las invitaciones que recibía el
Comandante en Jefe, eso lo veían los Ayudantes. Refiere que cuando el
Comandante en Jefe hacía regalos él lo veía con la secretaria de la
Comandancia en Jefe. Él asignaba a los regalos las letras A), B) y C)
siendo el mejor regalo el que llevaba la letra A). En cuanto al regalo
mismo no recuerda en qué consistía, pero puede haber sido uno de ellos
un juego de vasos.
Refiere que a los Generales no se les hacía regalos para su
cumpleaños, por lo menos a él no le dijeron que los recursos que se le
pedían eran para esto. Dice que puede haber sucedido que los dineros
que el Comandante en Jefe le pedía que le entregaran a él o a otras
personas fueran destinados a este concepto de gastos, pero afirma el
declarante que no se preocupó de hacer compras de ningún regalo. Lo
mismo en relación con los regalos para las señoras de los Generales, ya

379
que, dice, si se hizo con los recursos que él entregaba, no lo supo
porque a él no le encargaron la compra, solo entregó los dineros.
Añade que en su época no se les hacía regalos a los funcionarios
de la Comandancia en Jefe.
Asegura que de los regalos institucionales se hacía cargo el
ayudante del Secretario General, él compraba los regalos y los hacía con
recursos de gastos de representación, que provienen del presupuesto
asignado. Agrega que puede que se hayan entregado anualmente
aproximadamente $100.000.000. Con estos recursos se compraban los
regalos del Ejército, se refiere a regalos tales como: adornos de
lapislázuli, galvanos, algunos accesorios de plata alemana, espuelas,
cuchillos, corvos, réplicas de espada, etc. Dependía del ayudante del
Secretario General la compra estos regalos.
Expone respecto del “Perdiem”, que efectivamente le entregaba,
por orden del Comandante en Jefe General CHEYRE, una cantidad de
dinero a razón de USD 1.000 o USD 1.500, según la instrucción que
daba el Comandante en Jefe, se le entregaba a los Generales que iban
en comisión de servicios al extranjero, pero no a todos, solo los que el
Comandante en Jefe señalaba. Expresa que no le consta en qué
gastaban estos recursos. A él no le rendían cuentas de los gastos que
hacían con ese dinero.
Señala que el Secretario de Coordinación de la Comandancia en
Jefe veía los gastos de los viajes en comisión de servicio del
Comandante en Jefe.
Afirma que efectivamente para navidad, ahora recuerda, que se le
hacían regalos al cuerpo de Generales y a otras personas, pero que no
sabía específicamente a quiénes se les compraba. Expresa no recordar si
lo compraba el Secretario General, su ayudante, u otra persona de la
Comandancia General, lo que hacían también con Gastos Reservados.
De estos regalos no le rendían cuenta.
Adiciona en cuanto a la ornamentación de la casa del Comandante
en Jefe para las actividades que se realizaban, que se hacía todo a
través del Oficial de Órdenes, con los dineros que se le entregaban a él
de Gastos Reservados. En cuanto a las flores que se les compraban a las
señoras de los Generales, dice no saber si venían en la rendición de

380
cuenta que le hacía el Oficial de Órdenes, u otra persona de la
Comandancia General, de estos mismos recursos de Gastos Reservados.
Explica, en cuanto a los viajes del Comandante en Jefe, que de
esto se preocupaba Coordinación, quien además lo veía con el
Comandante en Jefe, y este disponía los destinos, las personas que lo
acompañaban a la comisión, los hoteles, etc. Dice que esto lo veía el
Secretario de Coordinación en conjunto con el Secretario General, y con
el Comandante en Jefe, también participaba el Director de Personal.
Señala que el Secretario de Coordinación era el que veía si los
ayudantes tenían que llevar un monto adicional de dinero para estos
viajes.
Expone que a los ayudantes, según recuerda, se les entregaba una
cantidad de dinero y ellos hacían los gastos en el extranjero por
instrucción del Comandante en Jefe y luego, al regresar, rendían cuenta
de lo gastado. Si había algún saldo se lo reintegraban. La rendición de
cuenta se hacía de la misma forma anteriormente señalada tratándose
de Gastos Reservados, a través de la entrega de las boletas pegadas en
un papel en blanco. No recuerda quién determinaba el monto que se
llevaban los ayudantes. Dice que, por lo general, correspondían a pagos
de hoteles, comidas, traslados, taxis, entre otros. No recuerda cuánto
pudo haber entregado. Afirma que las instrucciones que él tenía de
parte del Comandante en Jefe eran simplemente entregar el dinero de
Gastos Reservados, sin recibo. Asegura que nunca firmaron ningún
documento, ni tampoco firmaba cuando las personas recibían los
recursos de Gastos Reservados.
Asevera que el Comandante en Jefe le dio la instrucción de que
debía destruir toda la documentación respaldatoria luego de rendirle
cuenta. Agrega que solo le rendía cuentas al Comandante en Jefe.
Explica que debía mantener toda la información en forma “mental”,
según el Comandante en Jefe le ordenó, cuestión esta que no era fácil
de llevar. Declara que el General CHEYRE siempre le aprobó las cuentas
que le rindió, que él sabía todos los gastos que se hacían con fondos de
Gastos Reservados, el 100%. El declarante dice que no ingresó ningún
recurso proveniente de Gastos Reservados a su patrimonio, y que es
más, le complicaba mucho tener esta responsabilidad.

381
Declara que al inicio de la gestión del General CHEYRE, este dio las
orientaciones sobre el destino de los Gastos Reservados y le explicó que
tenía que entregar los recursos según las instrucciones que él le iba
dando. Afirma que todo iba autorizado por el Comandante en Jefe; que
no entregó ningún recurso por decisión propia, solo el Comandante en
Jefe le podía dar instrucciones al respecto, y así fue.
Expone que el año 2005 fue destinado a la TEMGE y el cargo se lo
entregó al Teniente Coronel Jorge CORTÉS, que ya trabajaba con él en
la Sección de Finanzas de la Comandancia en Jefe desde un año antes.
Relata que el año 2006 asumió como Comandante en Jefe el General
IZURIETA FERRER. El declarante dice que le entregó a Jorge CORTÉS el
Departamento de Finanzas con una cuenta de todos los fondos
presupuestarios. Dice que no le entregó recursos de Gastos Reservados
porque no le quedaba saldo material y que lo que existía estaba en la
Sección de Finanzas. Dice que guardaba los recursos de Gastos
Reservados en la caja fuerte que existía en la Sección de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, y cuando le entregó el cargo a CORTÉS no había
recursos de ningún fondo en efectivo.
Explica que seguramente a CORTÉS, cuando le hizo entrega del
cargo, le explicó en qué se gastaban los Gastos Reservados. Pero no
recuerda que haya existido una reunión con el General IZURIETA, como
Comandante en Jefe, a la cual el declarante hubiese asistido, como le
dijo CORTÉS que había declarado ante el tribunal. Dice que habló con
CORTÉS el 21 de enero pasado, que lo llamó porque lo estaban citando
al tribunal, y CORTÉS le reiteró que el declarante había asistido a una
reunión con el Comandante en Jefe IZURIETA, en donde se había
hablado sobre el futuro uso de los Gastos Reservados. Adiciona que esto
mismo se lo había dicho CORTÉS anteriormente, y dice que no le dijo
nada en esa oportunidad porque solo después le dio importancia.
Expresa que CORTÉS le dijo incluso que el General IZURIETA los atendió
rápidamente, incluso en la puerta, pero el declarante no lo recuerda. No
sabe si tiene importancia esta reunión. Expone que en todo caso puede
ser que, por el tiempo transcurrido y que por esta misma circunstancia
que haya sido una reunión muy rápida, no lo recuerde en este
momento, pero no puede descartar que haya sucedido como lo dijo

382
CORTÉS. Refiere que puede tener sentido porque al entregarle él el
cargo, le había dicho a CORTÉS en qué se gastaban los recursos de
Gastos Reservados. Señala que en todo caso, se imagina que en
definitiva eso lo hablaban entre los Comandantes en Jefe, el destino de
los Gastos Reservados.
Dice que no descarta le haya entregado recursos de Gastos
Reservados también al Auxiliar para gastos menores, pero dice que esto
normalmente se veía a través de los ayudantes.
Señala en cuanto al regalo que se les entregaba a las señoras de
los Generales cuando estos se retiraban, que lo veía la Dirección de
Personal, no sabe cómo lo hacían porque no lo veía el declarante, pero
sí alguna vez escuchó de la entrega de unas pulseras de oro a las
señoras. Dice que a los Generales no sabe qué es lo que se les regalaba,
porque como señaló, de eso se encargaba la Dirección de Personal.
Puede haber sido que los pagaran con “fondos internos”.
Financieramente los pagaba la TEMGE. No sabe cómo los justificaban.
Aduce que el Ejército también tenía gastos de representación sin
obligación de rendir cuenta con fondos internos y estos se justificaban
con los “certificados de buena inversión”. No sabe si los regalos se
pudieron haber justificado con estos certificados. No conoce ningún
fondo que permita pagar este tipo de regalos.
Declara que existía un fondo de “reserva estratégica” del
Comandante en Jefe, estos dineros los mantenía el DIFE, eran fondos
presupuestarios del presupuesto ordinario. Señala que el Comandante
en Jefe si quería hacer alguna reparación en alguna Unidad podía
recurrir a estos fondos. Explica que estos fondos se formaban con los
saldos que quedaban del año anterior, de todos los recursos del Ejército.
Por ejemplo, si el Comandante en Jefe visitaba alguna Unidad,
encontraba que tenía alguna carencia, al regresar de su visita se reunía
con el Director de Finanzas y le encargaba que hiciera la entrega de los
recursos que él disponía directamente a la Unidad. Dice que por
ejemplo, si era necesario comprar teléfonos satelitales como sucedió el
2010 para el terremoto, se podía comprar con estos recursos, expresa
que el declarante que no estaba en esa época pero lo da como ejemplo.
Recuerda que en su tiempo, por ejemplo, que se destinaron recursos

383
para mejorar moralmente el regimiento de Antuco después del
accidente. Explica que para esta mejora moral, se decidió la reparación
de las cuadras, etc. Se inyectaron recursos a esta Unidad para que
estuviera en mejores condiciones, pero el declarante no tiene ninguna
injerencia en esto.
Afirma que a él no le pidieron que entregara recursos de Gastos
Reservados para hacer alguna reparación o mejora en alguna Unidad.
Entonces el Comandante en Jefe podría haberle pedido directamente al
DIFE que mandara los recursos de Gastos Reservados a alguna Unidad,
no era necesario que el Comandante en Jefe se lo pidiera al declarante.
Adiciona que todo lo que se usó de Gastos Reservados fue por
instrucciones del Comandante en Jefe y, en todo caso, de ello no se
dejaba constancia en ningún papel, por lo que habiendo transcurrido ya
16 años no tiene mayores recuerdos de lo que sucedió, además de lo
que ha declarado. Tiene recuerdos generales pero no puede precisar
más detalles de los que ya ha dado en esta declaración.
Aclara que él no recibía el total de los Gastos Reservados
dispuestos para la Comandancia en Jefe anualmente, es decir, del USD
1.200.000, él los iba recibiendo en la medida que los iba necesitando,
de a poco, no en su totalidad. Señala que recibía de esa suma
aproximadamente USD 600.000, más o menos la mitad de lo que se
recibía por presupuesto, por concepto de Gastos Reservados. Esto a lo
menos, en el periodo del Comandante CHEYRE. Ignora cuanto recibió el
Oficial de Finanzas en el periodo del General IZURIETA FERRER por este
concepto.
Precisa que los “vales” que se le entregaban a los ayudantes para
comprar ropa civil, lo disponía la Dirección de Logística del Ejército.
Además, el convenio que había con las tiendas en donde se compraba
esta ropa era con el Ejército. Adicionalmente señala que los regalos de
matrimonio a que hizo referencia, que disponía el Comandante en Jefe,
no los pagaba él. Dice que ignora si lo hacía el Comandante en Jefe con
recursos de Gastos Reservados o con su propio patrimonio.
DECLARACIONES DE LOS OTROS PROCESADOS :

384
1.- Declaraciones de Juan Miguel FUENTE-ALBA POBLETE,
ex Comandante en Jefe del Ejército entre marzo de 2010 y marzo
de 2014, quien expuso, en lo pertinente, lo siguiente:
A fojas 1950 el inculpado FUENTE-ALBA señala que se
desempeñó como Comandante en Jefe del Ejército entre el mes de
marzo de 2010 y el 09 de marzo del año 2014, fecha en que entregó el
mando del Ejército y pasó a una condición de retiro.
Consultado indica que todo lo que dice relación con el
mantenimiento y funcionamiento de la casa institucional en donde vivió
con su señora y un hijo soltero, Fernando FUENTE-ALBA, durante el
período en que fue Comandante en Jefe, fueron costeados por el
Ejército. Esos gastos eran los servicios básicos, corriente eléctrica, las
cámaras, el agua, bombas de administración de agua, jardinero,
lavandería, mantenimiento de la piscina, internet, TV cable. En la casa
trabajaban tres o cuatro cocineros, un mayordomo principal y pueden
haber sido en total seis u ocho mayordomos, pero no lo recuerda con
exactitud. En cuanto a la alimentación dice que se costeaba con el
sistema de administración del Ejército pero que había ciertas cosas que
compraba su mujer, por ejemplo, ciertos pescados frescos o ciertos
productos en conserva que a él le gustaba comer, lo que era costeado
con recursos propios. Agrega que sin embargo, en realidad, la
alimentación se compraba por el sistema, esto es, el Mayor HIDALGO o
alguien a quien él enviara, como un mayordomo o cocinero, no lo sabe.
Ignora si su señora Anita María PINOCHET disponía el menú o algo en
ese sentido conforme a sugerencia que le hacía el mayordomo o el
cocinero, de acuerdo a los insumos que habían, según lo que entregaba
el sistema administrativo del Ejército.
Ignora de dónde salían los fondos para la mantención de la casa
en que vivían. No sabe a qué ítem se cargaban esos gastos. Hace
presente que el Oficial de Órdenes era el encargado de gestionar todo el
funcionamiento de la casa, en esa época el Mayor Rodolfo HIDALGO, a
quien nunca le preguntó de dónde salían los fondos. Ignora a qué ítem
de la Ley de Presupuesto podrían estar cargados esos gastos, en cuanto
se refiere a los alimentos podría ser a “alimentos y bebidas”, con ese
ítem se adquieren alimentos que no han sido previstos en las raciones.

385
No incluye todas las comidas diarias. Precisa que en realidad a los
funcionarios militares se les entrega únicamente el almuerzo, no
desayuno ni comida, como ración diaria de alimentación, a no ser que se
trate del contingente, personal de servicio o personal en cometidos
especiales.
En cuanto a las comidas, recepciones y cócteles que se hacían en
la casa, dice que eran costeadas por el Ejército. A esas actividades no
recuerda quiénes asistían. Añade que se hacían actividades protocolares
propias del Ejército, como por ejemplo, los ascensos y retiro de los
Generales, lo que incluía, de ser necesario, arriendo de toldos,
banquetería, flores. Si eran más de 26 personas, incluidos los invitados,
se servía en el patio. Expone que nunca hizo una actividad personal en
la casa institucional, durante los cuatro años, que guarde relación con su
familia. Para Navidad se realizaba una actividad en la casa para quienes
trabajaban allí, lo cual era costeado por el Ejército y organizado por el
Oficial administrativo, Mayor HIDALGO. Adiciona que normalmente se
les entregaba además un regalo de Navidad que era elegido también por
el Mayor HIDALGO. No recuerda ningún ítem en el Presupuesto del
Ejército que permitiera esos gastos. Desconoce si se le entregaba algún
bono para teléfono al personal que trabajaba en la casa. Podría ser que
el Mayor HIDALGO dispusiera de fondos para ello. En todo caso, no
existe ningún ítem en el Presupuesto que permitiera la entrega de
dinero por ese concepto.
Preguntado contesta que a las señoras de los Generales que se
iban a retiro se les entregaba una pulsera de oro, que llevaban los
grados del General que se retiraba y una medalla a las señoras de los
Generales que ascendían, cuyo diseño no recuerda bien. Refiere que eso
se costeaba por el sistema administrativo del Ejército. Esos recursos
podrían haber sido sacados de Fondos Internos, que estaban
conformados por los saldos que quedaron de los presupuestos anuales
que estaban destinados a alimentación y no recuerda si por algún otro
concepto. Esos fondos eran administrados por la DIFE, que fiscalizaba su
uso al igual que la COTRAE y, si era del caso, también por el Jefe del
Estado Mayor. Esos fondos eran solicitados por quien iba a hacer el
gasto y autorizados por el DIFE, quien podría haber consultado al Jefe

386
del Estado Mayor. Indica que a él nunca se le preguntó ni pidió
autorización para utilizar esos fondos internos y de haber sido así,
tendría que existir un respaldo de esos egresos a través de un
certificado de buena inversión. No recuerda de qué otros recursos se
nutren esos fondos. No sabe si también con excedentes de la
Mutualidad, los cuales llegaban a la DIFE y estaban destinados al
Bienestar del Personal.
Añade que, tratándose de los regalos mencionados, si fueron
pagados con esos fondos, tendría que haberlos pedido HIDALGO, por la
estructura de administración de personal, o puede ser el Comando de
Personal, que en una época estuvo a cargo del General Valdivieso,
durante un tiempo, no recuerda a los demás. También puede haber
solicitado esos fondos a la Dirección de Personal, que en una época
estaba a cargo del General Stuven, no recuerda a nadie más.
En cuanto a los regalos de cumpleaños para los Generales por los
que se le consulta, expone que a principio de cada año el Comandante
en Jefe se reunía con el Secretario General y definían los regalos para
realizarle a todos los Generales ese año y a las autoridades políticas con
las que se relacionaba el Ejército, como por ejemplo, el Ministro de
Defensa, Subsecretarios y Presidente de la República. Al principio, los
valores de estos regalos ascendían a $250.000 aproximadamente, para
cada uno, pero se fueron reduciendo hasta llegar a valores de entre
$100.000 y $130.000. Recuerda como regalos relojes y equipos de
sonido inalámbrico, por ejemplo. A las señoras de los Generales se les
hacía un regalo por un valor aproximado de $110.000, regalos como
pañuelos, juego de bandejas, regalos que se hicieron a propuesta de su
señora, según el monto que él le señalaba. Desconoce también el origen
de los fondos con que se costeaban esos regalos. No sabe de qué fondos
pudieran ser sacados dichos recursos. Nunca se lo cuestionó, ni lo
preguntó a nadie.
A la pregunta del Tribunal responde que a los Oficiales destinados
también se les entregaba un regalo, no recuerda en qué consistía, pudo
haber sido un reloj. Esa era una actividad de la Secretaría General del
Ejército a la cual él concurría a entregar el presente. Al personal a
contrata, según recuerda, que tenía el grado de Oficial, también se le

387
hacía entrega de un regalo cuando salía destinado. Desconoce también,
de dónde se sacaban los recursos para esos regalos.
Añade que para su cumpleaños se le hacía entrega de un regalo
por parte del Secretario General, a nombre de la Secretaría General. A
su vez, el personal de la casa institucional también le hacía entrega de
un presente que era representativo, y el personal de seguridad hacía lo
mismo, al igual que los ayudantes que trabajaban con él.
No recuerda si se les realizaba un regalo de cumpleaños al Cuadro
Permanente y a los empleados civiles. Sí sabía que se les hacía un
regalo a los Oficiales de la Secretaría General y también a los Oficiales
de la Comandancia en Jefe. En ninguno de esos casos él tenía
participación en la compra de los regalos ni en la disposición de recursos
para ello. Señala que él se limitaba a saludarlos y a entregarles el
regalo. No recuerda si se le hacía llegar algún regalo a las señoras de los
Oficiales de la Secretaría General y de la Comandancia en Jefe, para el
día de su cumpleaños. Ignora de dónde pudieron haber salido los
recursos para costear esos regalos que reconozco que se hicieron.
Respecto a los regalos de matrimonio, por los que el tribunal le
consulta, dice que los definía el Comandante en Jefe –él– conforme a la
relación que existía entre el Comandante en Jefe y quién invitaba. Para
ello, explica, se definía una determinada categoría que permitía fijar el
monto en dinero del regalo. El valor de la categoría “A” que era la más
alta, iba entre los $100.000 y $150.000, y la categoría más baja
fluctuaba entre un valor de $50.000 y $60.000, pero no puede
asegurarlo con certeza. Le parece que eran tres o cuatro categorías.
Agrega que no participaba en la decisión del regalo, ni la entrega, ni
dónde se compraba. Así se operaba con todos los partes de matrimonio
que le llegaban a él como Comandante en Jefe.
Continúa señalando, a la pregunta del tribunal que cuando se casa
el hijo de un General, se le entrega al novio o novia un cheque con un
aporte que hacían todos los Generales, que fluctuaba entre los $900.000
y no sabe si alguna vez pagó por ese aporte. Entiende que salía del
patrimonio de todos los Generales. Niega haber recibido un aporte de
ese tipo cuando sus hijos se casaron. Reconoce que ellos –sus hijos– sí
lo recibieron, pero ignora de qué forma lo hicieron. Podría haber sido

388
Sergio VÁSQUEZ o Jorge CORTÉS. Si ellos no recolectaron el dinero de
los Generales, ignora de dónde lo sacaron. Respecto de los ajuares que
se les entregaba a los hijos del Personal de la Comandancia en Jefe que
nacían, ignora quién se encargaba de ello. Aclara que efectivamente se
mandaban esos regalos con una tarjeta suya, pero él no participaba en
la gestión de ello. Ignora de dónde salían los recursos para costear tales
regalos.
En cuanto al funcionamiento de la peluquería, sastrería y
lavandería, no era de la Comandancia en Jefe, sino que de la Secretaría
General y desconoce cómo se mantenía. Ignora si era gratuito para
alguien más además del Comandante en Jefe. En todo caso, refiere que
él dispuso que no se les descontara a los funcionarios por funciones
administrativas que no utilizaran, como norma para todo el Ejército.
Añade que el auxiliar del Comandante en Jefe, que viene desde el
tiempo del General Ricardo IZURIETA, era el PAC Harry TOLEDO, quien
también trabajó con él. Aclara que fue funcionario del Ejército llegando
al grado de Suboficial, cree. Señala que Harry TOLEDO estaba a cargo
de apoyo y de servicio en las actividades propias del Comandante en
Jefe, como un mayordomo a cargo de servicios generales. Desconoce si
a él se le hacía entrega de alguna suma de dinero para prestarle
asistencia, pero es posible que haya sido así. En todo caso, ignora quién
le podría haber hecho entrega del dinero, así como el origen de los
mismos.
En cuanto al sistema de alimentación que se le proporcionaba
como Comandante en Jefe en la Comandancia, entiende que era parte
del denominado rancho o provisionamiento de la dotación del Ejército. Si
era necesario comprar algún adicional, de eso debe haber rendido
cuenta el repostero al Departamento de Finanzas. Efectivamente, es
posible, dice, que la alimentación del Comandante en Jefe fuera
mejorada. Dice que ese refinamiento está vinculado a la
representatividad que corresponde al Comandante en Jefe. Indica que
no sabía que se entregaba una suma adicional de dinero o asignación
para mejorar la alimentación del Comandante en Jefe y de sus invitados.
No sabe de dónde pudieron haber salido esos recursos. Señala que no

389
es efectivo que él haya dispuesto mejoras alimenticias para el personal
de la Comandancia en Jefe. Al menos no lo recuerda.
Respecto a si se designa anualmente un representante del Ejército
para participar en el Rotary Club, señala que efectivamente es así, pero
no recuerda que la membresía anual haya sido $1.000.000, en todo
caso, esto podía pagarse con cargo a fondos internos o inscripciones.
Ignora cómo se pagó.
Reconoce que efectivamente una vez al año se hace una actividad
literaria que se llama Concurso Literario. Si se pagó por esa evaluación
tiene que haberlo previsto el Departamento Comunicacional del Ejército,
así como el premio, el que cree que entregaba el Jefe del Estado Mayor.
Señala, a la consulta del Tribunal, que efectivamente a los
Generales que viajaban se les proporcionaba una cantidad de recursos
para garantizar que cada uno tomara las previsiones del caso
relacionados con su seguridad y cometidos durante la comisión. Para
esos efectos se les hacía entrega de una suma de entre US$1.000 y
US$1.500, lo que dependía del grado del General y de la actividad a la
que iba. Eso lo decidía el Comandante en Jefe con la DINE o un asesor
de seguridad. Añade que, en alguna oportunidad, se le pudo haber
entregado también a algún Coronel, pero no recuerda el caso. En
general, según recuerda, se les dio a todos los Generales en su época,
ese dinero, continuando con un procedimiento que venía aplicándose
con anterioridad a que él asumiera el cargo de Comandante en Jefe. No
recuerda cuánto dinero se le entregaba a él, en dólares, cuando viajaba
al extranjero. En todo caso, reconoce que era una suma superior a la
que se le entregaba a los otros Generales y puede haber sido más
cercana a los US$3.000 que a los US$5.000. Ignora que a eso le
denominaran “perdiem”. Dice que el General que recibía esos recursos
no rendía cuenta por ellos a su regreso, él tampoco.
Indica que conoce a Jorge CORTÉS DÍAZ por sus antecedentes de
carrera desde el año 1999, y profesionalmente desde que el General
IZURIETA le entregó el Ejército, y CORTÉS tenía el cargo de Jefe del
Departamento de Finanzas. A Sergio VÁSQUEZ Undurraga también lo
conoce desde esa época, él era el segundo de a bordo del Departamento
de Finanzas, por lo tanto, él reemplazaba a CORTÉS cuando éste no

390
estaba. Ese Departamento se encargaba de gestionar todo lo que decía
relación con la administración de recursos de la Comandancia en Jefe y
de todos sus organismos dependientes directamente como la Secretaría
General del Ejército, la Auditoría General del Ejército, la Contraloría
General del Ejército y otros.
Dice que Jozo SANTIC fue el Director de Finanzas en los años
2011, 2012 y 2013. El año 2010 el DIFE era el General Sergio GÓMEZ
BANNURA.
Consultado por el Tribunal afirma que los dineros de los viajes a
que hizo mención salían de Gastos Reservados. Afirma que de eso se
encargaba Jorge CORTÉS. Él le preguntaba si, efectivamente, iba a
mantener los mismos criterios anteriores, que había adoptado el General
IZURIETA FERRER, confirmándole que sí. Dice que Jorge CORTÉS le
informaba con cierta periodicidad sobre el estado de situación de esos
recursos. En todo caso, no cree que CORTÉS se haya apropiado de
fondos fiscales.
Explica que el concepto denominado “Apoyo a los ex Comandantes
en Jefe” por el que se le pregunta, venía proporcionándose a los ex
Comandantes en Jefe desde los períodos anteriores a que él asumiera el
cargo. Se entregaba en forma mensual, según recuerda al principio,
esto es, al año 2010, la cantidad ascendente a $400.000 a cada uno de
ellos por este concepto, se refiere al General Ricardo IZURIETA
CAFFARENA, al General Emilio CHEYRE y al General Óscar IZURIETA
FERRER. Luego, esa cantidad se aumentó a $600.000 mensuales y
posteriormente desde el año 2013 se comenzó a entregar la suma de
$800.000. Refiere haberle preguntado a CORTÉS, en su oportunidad,
sobre la entrega de esos dineros, y CORTÉS le dijo, un par de meses
después que él había asumido, cómo funcionaba por lo que decidió
continuar con ese procedimiento. Dice que se les entregaba como una
colaboración. Los ex Comandantes en Jefe mantenían en su casa
habitación un mayordomo y un conductor, a quienes había que
proporcionarles alimentación y apoyos. Dice que el propio Comandante
en Jefe tenía que costearse algunas medidas de seguridad y para ello se
les entregaban esos recursos. Consultado responde que no se hacía
ningún tipo de rendición de cuenta por los gastos en que incurría el ex

391
Comandante. Esos recursos provenían de Gastos Reservados y, por lo
tanto, era Jorge CORTÉS el encargado de obtenerlos del DIFE de la
época, el General SANTIC, y entregarlos al respectivo General.
Preguntado contesta que él también, una vez que dejó de ser
Comandante en Jefe, comenzó a recibir esos dineros, a razón de
$800.000. Expone que se lo entregaba Sergio VÁSQUEZ, en dinero
efectivo en un sobre, personalmente. Añade que hubo un período en
que él estaba fuera de Santiago y le pidió a VÁSQUEZ que le depositara
ese dinero en su tarjeta de crédito. No sabe por qué le dio esa
instrucción a Sergio VÁSQUEZ. Aclara que es la primera vez que utiliza
este mecanismo. Indica que él no tenía el legítimo derecho a percibir
esos recursos, pero era una decisión del Comandante en Jefe que, en la
época que él lo percibió era el General OVIEDO, quien decidió mantener
este mecanismo. Dice que en todo caso, existía un Decreto del
Ministerio de Defensa del año 2005 que habla que los ex Comandantes
en Jefe tienen derecho a un mayordomo, a un conductor con un vehículo
fiscal y a medidas de seguridad. Efectivamente no se señala un monto.
Cada institución decidía cómo lo aplicaba. Este Decreto fue derogado en
diciembre del año 2017.
Reconoce haber hablado con Sergio VÁSQUEZ el día antes que
este último concurriera a declarar al tribunal y él le consultó qué podía
hacer, en el sentido de justificar que le había hecho esos depósitos en la
tarjeta de crédito y señala que a él –al deponente– se le ocurrió decirle
a VÁSQUEZ que podía declarar que esos dineros él se los había
entregado en efectivo y que VÁSQUEZ los mantenía guardados en su
oficina, y se los iba depositando periódicamente a solicitud suya. Dice
que se le ocurrió decirle esto a VÁSQUEZ porque lo vio muy afligido por
su situación, dado que no quería involucrar al Comandante en Jefe en
ejercicio, es decir, al General OVIEDO.
Refiere haber recibido esos $800.000 hasta el mes de noviembre o
diciembre de 2017, dejándolos de percibir por disposición del General
MARTÍNEZ, quien ya a esa fecha se encontraba nominado como
Comandante en Jefe para el período siguiente.
Consultado por el Tribunal afirma que efectivamente es probable
que a lo menos una parte de los gastos de mantención y funcionamiento

392
de la casa que habitó en el período en que fue Comandante en Jefe haya
salido también de Gastos Reservados. Recuerda haber hablado en
alguna oportunidad con Jorge CORTÉS en la cual él le señaló que los
gastos de la casa se habían mantenido en una cifra cercana a los
$10.000.000. Esto puede haber sido en el año 2011, no recuerda la
fecha con exactitud.
Explica que es posible que el DIFE de la época, General SANTIC,
haya hecho entrega de dineros a Jorge CORTÉS, ya sea con su
autorización previa o posterior. Efectivamente, el DIFE no va a hacer
entrega de fondos sin la autorización del Comandante en Jefe, en este
caso, la de él (del declarante).
Agrega que también es posible que los dineros para pagar los
regalos por los que se le ha consultado y demás gastos sobre los que ha
declarado hayan sido costeados con fondos provenientes de Gastos
Reservados.
Expresa que puede ser que Jorge CORTÉS le haya preguntado a él
–al declarante– por ejemplo, por la disposición de bienes para costear
una comida para invitados, lo que era excepcional dentro del concepto
de la forma normal de operar, lo demás no se lo consultaba porque
estaba ya determinado dentro del procedimiento operativo normal.
Señala que efectivamente CORTÉS le consultó al inicio de su
gestión si se mantendría el procedimiento que se había utilizado en
forma consuetudinaria, en cuanto a esos gastos que se generaban en la
Comandancia en Jefe y que estaban a disposición de su cargo como
Comandante en Jefe, a lo cual indica haberle dicho que sí.
Consultado por el Tribunal indica que lo que dice relación con
pasajes y viáticos que le correspondían como Oficial los pagaba el
Ejército. Afirma que el pasaje de su señora, cuando lo acompañaba a las
comisiones de servicio, que fueron todas, excepto una, lo pagaba el
Ejército desde los fondos de Gastos Reservados. A partir del año 2008 o
2009, en que salió un dictamen de la Contraloría General de la
República, que disponía que no podía costearse el pasaje de las señoras
de las autoridades militares con recursos asignados a Pasajes y Fletes,
se decidió cubrir esa necesidad o gasto con los recursos asignados a
Gastos Reservados. Tampoco podía costearse con estos recursos el

393
pasaje de los hijos del Comandante en Jefe, a no ser que fuera en una
comisión de servicio de aquellos, es decir del hijo. En las comisiones de
corta duración no se autoriza, pero sí en las de larga duración,
tratándose de cargas hasta los 24 o 25 años si están estudiando. Dice
que puede ser quizás, que en la mitad de las oportunidades en que viajó
al extranjero, las estadías en esos países estuvieron a cargo del
anfitrión, lo que solamente involucraba, en general, al Comandante en
Jefe, señora, un ayudante, y un encargado de seguridad. Refiere que los
gastos del resto de la comitiva que lo acompañaba en esas comisiones
eran costeados con Gastos Reservados. En el resto de los viajes en que
no se tenía patrocinio del país anfitrión, el Ejército asumía todos los
costos con cargo a los Gastos Reservados. La comitiva la conformaban
la señora del Comandante en Jefe, uno o dos ayudantes, el jefe de
seguridad, uno o dos escoltas, un enfermero y un auxiliar. La decisión si
concurría uno o dos ayudantes era de él, pero la de los escoltas, era de
Seguridad, la determinación en cuanto al número de auxiliares era del
ayudante de turno.
Dice que la ruta del viaje la proponía el Oficial Jefe del
Departamento de Coordinación y Protocolo de la Secretaría General del
Ejército, cuyos nombres no recuerda. Dice que generalmente le
planteaban varias alternativas entre las cuales él podía elegir una, o
bien, podía disponer una alternativa distinta, y de acuerdo a eso se
hacía todo el programa de pasajes, estadía, transporte, etc. Recuerda
entre quienes ejercieron el cargo señalado al Teniente Coronel Vicente
BRAND, al Teniente Coronel CURT HALD, al Teniente Coronel Julio
PARRA, al Teniente Coronel Sergio AHUMADA y otro cuyo nombre no
recuerda. Cuando él hacía un requerimiento especial, ellos veían la
factibilidad.
Preguntado contesta que efectivamente a veces, por diversas
razones, cambiaba el itinerario y el destino dispuesto en el Decreto
respectivo, pero normalmente era en el inicio de la comisión. Dice que
trataba de partir el viaje el fin de semana, y aprovechaba a veces esta
situación para ir a otro destino, previo a llegar al destino final. Así, él
aprovechaba estos días para preparar el programa completo, el
discurso, las conferencias, las reuniones bilaterales, las visitas y los

394
requerimientos, etc. Esto lo hacía en el primer destino. Así por ejemplo,
el año 2010 en un viaje con destino a México, dice que pasaron por una
ciudad intermedia, cuyo nombre no recuerda, estuvieron máximo dos
días, con su señora y toda la comitiva.
Consultado contesta que cuando viajó a Haití, con su hijo de
nombre JUAN MIGUEL y su señora, a fines del año 2013, salieron en un
avión comercial con destino a Miami, luego a Punta Cana donde estaba
el avión institucional y de ahí viajaron a Haití, luego regresaron en el
avión institucional a Punta Cana y de ahí tomaron el vuelo comercial a
Santiago. En Miami permanecieron tres días, y alojaron en un Hotel
cuyo nombre no recuerda, dice que eran cuatro personas. En Miami no
realizaron ninguna actividad institucional dada la fecha en que se realizó
el viaje. Esos días fueron de descanso y para estudiar el tema de La
Haya cuyo fallo estaba pendiente. La estadía en Punta Cana fue de tres
días también y alojaron en el hotel Paradissus de la cadena de hoteles
Melliá, con sistema todo incluido. Ahí alojaron siete personas. A
continuación viajaron a Haití donde estuvieron 24 horas para regresar
finalmente a Chile vía Punta Cana nuevamente. El ayudante Jorge LEÓN
y el enfermero, más la tripulación del avión y Harry TOLEDO se
devolvieron en el avión institucional, el día 31 de diciembre de 2013 en
la mañana. En tanto ellos tomamos el primer avión comercial que viajó
el día 02 de enero de 2014, desde Punta Cana a Santiago de Chile.
A la pregunta del Tribunal contesta que su hijo Juan Miguel los
acompañó en ese viaje porque él lo invitó. Agrega que efectivamente
ese viaje y los gastos, incluidos los de su señora y de su hijo, le parece
que fueron costeados con Gastos Reservados. No recuerda haber
restituido lo correspondiente a su hijo, lo que fue un error suyo.
Señala que puede haber sido en el año 2013 cuando fueron a
Inglaterra, con su señora y con la comitiva, con destino a Londres,
Bosnia Herzegovina y Chipre, que hicieron un cambio de itinerario en el
sentido de pasar por Croacia. En Londres se alojaron en la casa del Jefe
de la Fuerzas Armadas, su mujer, un ayudante, Jorge LEÓN y, el
escolta. El resto de la comitiva se alojó en una hostería cercana. Ignoro
si eso lo pagó el Ejército inglés o el chileno. En Londres permanecieron
una semana, llegando un día domingo hasta el viernes siguiente.

395
Después de Londres se fueron a Croacia, donde estuvieron dos días,
dice que si bien Croacia no estaba dentro del Decreto, fueron invitados
por Andrónico LUKSIC, y alojaron en un hotel de su propiedad.
Posteriormente, viajaron a Bosnia con el ayudante Emilio SEITZE, el jefe
de escolta, un auxiliar y un enfermero. Por razones y recomendaciones
de seguridad, su señora Anita María debió viajar a París con un auxiliar,
donde permaneció mientras él viajaba a Bosnia y a Chipre. En Bosnia
estuvo dos noches y en Chipre, una. Después regresó a París a buscar a
su señora donde le parece estuvo una noche, según recuerda, para
finalmente regresar a Santiago. Reconoce que su estadía, la de su
señora y de la comitiva en París, la pagó el Ejército, con cargo a Gastos
Reservados.
Indica que la agencia de viajes con la que hizo sus primeros viajes
cuando asumió como Comandante en Jefe, fue TUPPER, que era la
agencia que venía del período anterior. Además, él conocía a Fernando
TUPPER padre, desde la Academia de Guerra en el año 1985. En el año
2010 dejó de viajar a través de esa agencia porque tuvo un problema
con el asiento en que normalmente viajaba, que era el primero o
segundo de clase ejecutiva y en esa oportunidad le asignaron el cuarto o
quinto, en todo caso, era en la última corrida. Desde esa fecha, dispuso
que se designara otra agencia para los viajes futuros y ahí se designó a
la agencia LATRACH, porque Curt HALD conocía a la señora Victoria
LATRACH, laboralmente y había tenido una buena experiencia en los
viajes con ella. A la señora Victoria se la presentaron en la Comandancia
en Jefe, en su oficina. Antes de eso, no conocía la agencia ni a la señora
Victoria.
Expone que tratándose de los pagos de pasajes fiscales lo veía la
Sección Pasajes y Fletes, los viáticos los veía la Comandancia en Jefe y
el resto de los gastos, llámese los pasajes que no eran fiscales como el
de su señora, la hotelería cuando correspondía y los traslados terrestres,
los veía el Departamento de Finanzas de la Secretaría General del
Ejército, podría ser Jorge CORTÉS o Sergio VÁSQUEZ, ellos se
encargaban de esos pagos. Esos recursos corresponden a Gastos
Reservados.

396
Consultado responde que no era el procedimiento que Jorge
CORTÉS le hiciera una rendición de cuenta. CORTÉS recibía la rendición
de cuenta y la veía con el Secretario General, posiblemente. Lo que sí
hacía CORTÉS era informarle del gasto general que se había hecho
respecto de la actividad desarrollada. No recuerda que le haya dado
detalles de los gastos o las cifras globales.
Contesta al Tribunal que efectivamente existía un auxiliar de
aeropuerto, Robinson DURÁN, encargado de agilizar la salida del país del
Comandante en Jefe y su personal, y también de ver el tema de las
visas previo a los viajes. Él llegó a ser Suboficial Mayor en su época y
fue contratado por la Comandancia, en todo caso, él se entendía con el
Jefe de Departamento de Finanzas. Dice que él entendía que DURÁN
tenía un contrato a honorarios, en todo caso, se le pagaba por el
Ejército. DURÁN no estaba recontratado quizás, por la edad. Ignora
cuánto se le pagaba. En todo caso, él realizaba esa función quizás desde
la época del General PINOCHET. Nunca vio un contrato.
A lo que el Tribunal le pregunta contesta que el registro de los
dineros correspondiente a Gastos Reservados tendría que haberlo tenido
CORTÉS y pudiera haberlo tenido también el DIFE Jozo SANTIC, lo que a
él le correspondía. Pero ejecutados los ejercicios correspondientes de
gastos se debe haber procedido a su trituración, que era una instrucción
que venía de muy anterior a su período, tal vez de ejecución
consuetudinaria desde la década de los 90. Señala que él mantuvo esa
instrucción verbal, en el sentido de que había que destruir los registros
una vez realizadas las actividades como parte de los criterios de
seguridad. Consultado contesta que la destrucción se hacía como una
medida de seguridad.
Adiciona que el DIFE no manejaba detalle de los gastos en que se
incurría con cargo a los fondos que se le iban requiriendo. No había una
periodicidad. Entiende que Hacienda, en forma trimestral, le entregaba
los fondos correspondientes a Gastos Reservados al DIFE. Este último a
su vez, le entregaba el monto correspondiente al DINE en su totalidad,
de inmediato, por las necesidades y características de las funciones que
cumplen para labores de inteligencia, contrainteligencia y seguridad. En
cuanto al resto de los dineros, destinados al Departamento de Finanzas

397
de la Comandancia en Jefe, y con cargo a los cuales se hicieron los
pagos respecto de los gastos a que se ha referido anteriormente, éstos
se entregaban según las necesidades, a requerimiento del Jefe del
Departamento y con autorización del Comandante en Jefe. Aclara que lo
que recibía el señalado Departamento de Finanzas de la Comandancia
en Jefe no era un porcentaje de la suma total de los Gastos Reservados,
sino que un monto, según los gastos que se evaluaban anualmente, se
iban a tener. Puede ser que ese monto entregado al Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe haya ascendido a
una suma de entre $700.000.000 u $800.000.000 anuales. Añade que
en el año 2011, puede haber subido porque ese año se inauguró el
Edificio Bicentenario y se realizaron diversas actividades. En el año 2012
y 2013 se hicieron también actividades a nivel de relación internacional
del Ejército, como por ejemplo la participación en todas las
competencias de patrullas y ejercicios militares, y se realizaron
actividades académicas, entre otros. Respecto de esas actividades no
existe ningún ítem que permita su pago, razón por la cual se acudía,
cree, a los Gastos Reservados. Esas actividades adicionales son las que
pueden provocar el aumento del gasto de un año a otro. No recuerda el
monto exacto al que se pudiera haber llegado. Le parece, en todo caso,
que el año que más se gastó, pudo haber sido el año 2012, porque
también tenía que considerarse la agenda internacional del Comandante
en Jefe. Una situación similar se repitió el año 2013, por algunos viajes
en particular que hizo, como a Francia, China y Singapur. También se
envió a Oficiales al extranjero con distintos cometidos académicos.
Consultado responde que le parece que efectivamente se recurrió
en algunas oportunidades a fondos internos para cubrir ciertos gastos,
ello cuando ya no había disponibilidad de los recursos entregados por la
DIFE a la Comandancia en Jefe con cargo a los Gastos Reservados. Pero
eso fue excepcional y, además, en forma decreciente.
Preguntado por el tribunal señala que tratándose de ciertas
obligaciones inherentes al cargo, respecto de ciertos Oficiales, en virtud
del cargo que detentan, también se les entregaba una cantidad de
dinero para ser utilizada en funciones propias de inteligencia, seguridad
y levantamiento de información sensible. Esos son dineros distintos de

398
aquellos entregados a la DINE. Se entregaban directamente por la DIFE
con autorización anual del Comandante en Jefe. Por ejemplo, se les
entregaba a los Directores como autoridades del Estado Mayor,
Comandantes de División, Comandantes de Funciones Matrices,
Comandantes de Comando. A ellos se les entregaba también en forma
anual, no recuerda los montos. Ignora las razones por las cuales que no
se encargaba de esto la DINE. Añade que a los ayudantes de la
Comandancia en Jefe, al Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa y al
Edecán presidencial se le entregaba una cantidad de $1.200.000, no
recuerda si mensual o anual, en realidad, dice, puede haber sido
mensual. Estos dineros se les entregaba para que tuvieran un nivel de
relación y acceso al círculo general de las personas, lo que incluye
mantener las ropas adecuadas de presentación para compartir con las
autoridades del nivel en el cual ellos trabajan. También se le entregaba
al Oficial de Órdenes que era el Comandante Rodolfo HIDALGO, en su
época puede haber sido $2.000.000, pero no tiene certeza, ese monto le
parece que era anual. Agrega que al Secretario General del Ejército se le
entregaba $2.300.000 mensual. Esos dineros se le entregaban con el
objeto de socializar y obtener el máximo de información inherente a su
función. Él no rendía cuenta del gasto de los dineros, ni tampoco los
anteriores.
Preguntado contesta que los Comandantes en Jefe, dentro de los
cuales él se incluye, recibían un monto mensual que en su caso, fue de
$6.000.000, que estaba destinado a financiar todos los asuntos
complementarios que importan, conllevan o son inherentes a la función
del Comandante en Jefe del Ejército, como por ejemplo la adquisición de
regalos para los pares, comidas sociales, compra de vestuario para él y
su señora, acorde con el cargo, y las funciones inherentes. Ello, según
entiende, es un criterio aplicado por los Comandantes en Jefe que le
precedieron y le parece que siguió con OVIEDO y él no pensó cambiarlo.
Ese monto se lo entregaba en pesos y en dinero efectivo, personalmente
Jorge CORTÉS. Esos dineros él –el declarante– los mantenía en la caja
fuerte de su oficina en la Comandancia en Jefe y la iba retirando según
necesidad.

399
Explica que el DIFE le entregaba a Jorge CORTÉS una parte del
dinero en pesos y otra parte en dólares, desconoce los montos o
porcentaje. Entiende que contablemente se hacía así, por una cuestión
de oportunidad financiera.
A fojas 2066: El inculpado Juan Miguel FUENTE-ALBA POBLETE,
complementa su declaración prestada anteriormente, en el sentido de
que cuando asumió la Comandancia en Jefe del Ejército decidió
mantener criterios que ya venían de períodos anteriores. Consultado
indica que no recuerda la existencia de algún bono o ayuda escolar que
se les diera a los funcionarios de la Comandancia en Jefe ni de la
Secretaría General del Ejército, pero es probable que se le haya hecho
entrega de alguna ayuda de escolaridad si es que esto se había
entregado también en los períodos anteriores al suyo, porque él no
modificó la disponibilidad de los fondos que correspondían a su
administración. Tampoco recuerda que haya dispuesto el envío de
recursos a alguna unidad específica a través de su Comandante u otros
funcionarios a fin de hacer alguna mejora u obra en la misma, así como
tampoco de proporcionar recursos para la adquisición de algún bien
faltante.
En cuanto a todos los viáticos que él recibía con ocasión de las
comisiones de servicio al extranjero, indica que los depositó en su
cuenta en dólares en el Banco de Chile y en su cuenta corriente del
Banco HSBC, y procedió con esos recursos a tomar fondos mutuos o
invertirlos de alguna manera, además de solventar gastos particulares o
personales. En alguna oportunidad destinó parte de esos fondos para
pagar alguna invitación en retribución de invitaciones que le habían
hecho. Aclara que si bien señaló anteriormente que ese tipo de
actividades se pagaban con los dineros que se entregaban al inicio de la
comisión en dinero efectivo, que era más cercano a los US$3.000 que a
los US$5.000, pero que en todo caso, tenía que ver con el país visitado,
su costo de vida y la cantidad de anfitriones. Los dineros que, por
concepto de viáticos se le entregaron, en general no fueron destinados a
alojamiento, alimentación ni traslados porque eso fue cubierto con los
fondos institucionales provenientes de Gastos Reservados.

400
Señala que nunca supo cómo se pagaban los pasajes de las
señoras de los Generales cuando ellas los acompañaban a las
comisiones de servicio. Tampoco recuerda que él le haya impuesto la
obligatoriedad a ningún Oficial de viajar con su señora. Recuerda que en
el año 2012, cree que fue ese año, fue a una visita oficial con el General
Alberto GONZÁLEZ MARTIN el que concurrió acompañado de su cónyuge
al igual que él. En esa época el General GONZÁLEZ era el Secretario
General, por lo tanto, la invitación que había hecho Colombia lo incluía a
él. La alimentación, hospedaje y traslados los cubrió el Ejército de Chile,
se imagina que con los mismos fondos que se pagaron los gastos suyos,
por los mismos conceptos, o sea, Gastos Reservados. Ignora cómo se
pagó el pasaje de la señora Patricia, cónyuge del General GONZÁLEZ.
Añade que cuando él viajaba, fuera por comisión de servicio o un
viaje particular, lo acompañaba seguridad y ellos alojaban en el mismo
lugar donde él estuviera, sea un recinto militar o civil. El costo de ello lo
pagaba el Ejército, ignora el procedimiento, pero por el sistema
administrativo que existe. Pueden también haberse arrendado cabañas
para ese efecto.
Dice que su señora efectivamente participaba en la elección de
ciertos regalos, pero sólo en cuanto a la determinación definitiva una
vez que se había establecido el monto de los mismos, se refiere en
relación con los regalos de los cumpleaños de las señoras de los
Generales, y de las señoras de quienes eran anfitriones en todas las
visitas oficiales. Aclara que su señora no le daba órdenes a los Oficiales,
por lo tanto, si lo hizo en alguna oportunidad, lo hizo por instrucción
suya previa. No recuerda, como regalo, que se hayan comprado
lapiceras Mont Blanc, pero sí corbatas.
Reconoce que en el mes de febrero del año 2011, su señora viajó
a París invitada por su amiga Verónica BLACKBURN, y lo hizo
acompañada del Oficial de Órdenes Rodolfo HIDALGO, por autorización
suya, a proposición del Secretario General Guillermo PORCILE, por
razones de seguridad. El Ejército pagó todos los gastos correspondientes
al Comandante HIDALGO, con cargo, en el caso del pasaje, a los fondos
de la Sección de Pasajes y Fletes. Ignora de dónde obtuvo HIDALGO los
recursos para pagar la estadía, alimentación, traslado y otros. Señala

401
que Verónica cubrió todos los gastos de su señora. No tiene ningún
conocimiento sobre la entrega de US$2.000 a HIDALGO para ofrecerla
una comida en París a Verónica. Rodolfo HIDALGO tenía a su cargo la
administración de toda la residencia donde habita el Comandante en
Jefe, que es un recinto militar, para lo cual el Ejército provee los
recursos, según lo explicó en su declaración anterior y que venía así
dispuesto desde el año 1998, en que se instituye como vivienda oficial.
HIDALGO se encargaba de la administración del personal, la protección
de las obras de arte que hay en la casa, alimentación, reparación en
general, funcionamiento de los sistemas de seguridad. Todo lo
administrativo, que imagina, incluía los pagos, lo veía él (HIDALGO). En
algunas oportunidades, según él instruía, HIDALGO acompañaba a su
señora a alguna actividad, además de la seguridad. La designación de
Rodolfo HIDALGO como Oficial de Órdenes la hizo el Secretario General
Guillermo PORCILE en la época del General Óscar IZURIETA, en el año
2010. HIDALGO permaneció en esa función hasta los primeros días de
marzo del año 2014. Luego salió destinado a España, a la Agregaduría
Militar de Chile en España, como administrativo, para cooperar con el
Agregado en el tema administrativo. Refiere que la designación la hizo
él. Dice que él dispuso, en su oportunidad, hacer un traspaso de fondos
desde la Tesorería a la cuenta de la Agregaduría, no recuerda el monto,
para la habilitación de una vivienda fiscal para recibir a este Oficial. En
diversas oportunidades le solicitó a HIDALGO que concurriera al Banco a
realizar operaciones personales suyas, tales como pago de tarjetas de
crédito, pago de cuentas, depósitos de dinero o alguna gestión
específica de algo, como retirar un documento en alguna Notaría u
otros, por ejemplo. Los recursos siempre se los proporcionó él. No
recuerda que HIDALGO le haya realizado, en alguna oportunidad, algún
depósito o transferencia, ni él a HIDALGO, salvo que haya sido para
pagar alguna cuenta.
Dice que el Suboficial Mayor Mauricio VERA FIGUEROA era el Jefe
de Plana Mayor de toda la estructura administrativa, y que en
circunstancias que VERA reemplazaba a HIDALGO, le solicitó, en
diversas oportunidades, realizar gestiones similares a aquellas a las que
hizo referencia anteriormente, como son pagos de cuenta, depósitos,

402
etc. Recuerda que en una oportunidad, él le prestó a VERA una suma
cercana a los $2.000.000, dinero que le devolvió, no recuerda cuánto
tiempo después, depositándosela en su cuenta corriente. En el año 2008
o 2009, le hizo otro préstamo a pero no recuerda cuánto. Esos
préstamos se los hizo atendidas las necesidades y ciertas cosas que él
tenía como proyectos en vista. Hace presente que todos los depósitos
que Mauricio VERA hizo en sus cuentas provenían de sus recursos, es
decir, suyos y de su cónyuge.
A continuación se refiere a sus ayudantes durante su período
como Comandante en Jefe, fueron el Teniente Coronel Curt HALD (año
2010 y le parece que también el 2011), el Teniente Coronel Vicente
BRAND (años 2010, 2011 y 2012), el Teniente Coronel Marcelo NÚÑEZ
(año 2012), Teniente Coronel Gonzalo ALIAGA (año 2013) y el Teniente
Coronel Jorge LEÓN (año 2013). Explica que la función del ayudante es
ejecutar todas las actividades que debe desarrollar el Comandante en
Jefe durante el día, llevar su agenda, certificar que todos los sistemas
que rodean al Comandante en Jefe funcionen, hacer contactos y enlaces
necesario para que las actividades del Comandante en Jefe se cumplan,
sin que intervengan otros estamentos y acompañarlo en las funciones
protocolares. Esas son las funciones del ayudante de turno. El ayudante
de comisión tiene como función realizar todas las labores
administrativas, cumplir todos los cometidos a los cuales los manda el
Comandante en Jefe por no poder asistir, como por ejemplo asistir, en
su representación, a dar las condolencias o concurrir a una reunión para
transmitir luego la información al Comandante en Jefe. Le corresponde,
asimismo, al ayudante de turno cuando el ayudante de comisión
desarrolla otra actividad. Consultado indica que no recuerda si Jorge
CORTÉS, les entregaba por algún motivo recursos a los ayudantes
señalados. Si se hacía así desde antes, puede haberse mantenido esa
forma de operar durante su período.
En cuanto a Jorge CORTÉS afirma que a fines del año 2013 o
principios del año 2014, lo mandó a estudiar a España materias propias
de su especialidad, donde ya había estudiado otras. La designación de
CORTÉS para hacer esos estudios fue previa evaluación del Jefe de
Servicios, General Jozo SANTIC, quien estimó al igual que él, que era

403
conveniente para la proyección de CORTÉS que éste fuera a estudiar a
España, tratándose de un estudio propio para la gente de Finanzas, lo
que permitiría que realizara su labor en el Ejército de forma más
eficiente. El curso duraba un año y a su regreso lo destinaron. Expresa
que efectivamente Jorge CORTÉS, una vez que regresó a Chile, pidió su
retiro de la institución. Ignora las razones por las cuales no se haya
hecho efectiva la caución para quienes van a especializarse y regresan,
en el sentido de que se les exige un período de permanencia en el
Ejército, o si en definitiva la pagó.
La comisión en que participó en la entrega que hizo Jorge CORTÉS
a Sergio VÁSQUEZ en el año 2014, estaba conformada, entre otros, por
Clovis MONTERO quien era el Jefe de la misma y culminó con la
aprobación y además, con una proposición de felicitación que se le hace
al Secretario General. Dice que no tuvo conocimiento, en su
oportunidad, que se estaba haciendo una revisión, tampoco quién era el
interventor, ni el resultado de la fiscalización. El interventor es el
responsable de revisar y si no lo hace, hay un incumplimiento de su
obligación. Nunca tuvo conocimiento que las revisiones que hacían los
interventores se limitaran a firmar un documento.
Señala que en el período en que fue Comandante en Jefe, le
correspondió vincularse con SANTIC como COTRAE y como DIFE. En
materia de recursos se vinculaba con SANTIC en las finanzas del
Ejército, para saber cómo iba el cumplimiento y, la ejecución del gasto.
Preguntado por el Tribunal señala que tratándose de Gastos
Reservados, SANTIC le informaba sobre la aprobación del gasto y
cuándo se iba a hacer la entrega de los recursos. Le informaba que se
iban a proporcionar los recursos según se había hecho habitualmente,
en parte a la DINE, a la DIFE y al Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe. Indica que como el procedimiento habitual era
que CORTÉS o VÁSQUEZ fueran a retirar esos dineros a la DIFE, no era
necesario requerir de su autorización previa, toda vez que ello ya estaba
dispuesto con antelación. Sobre esa situación él ya había hablado con
SANTIC en su oportunidad, en donde le había señalado que se
mantenían los procedimientos anteriores, tanto en cuanto a los
conceptos como a los montos. Cuando se trataba de algún

404
requerimiento extraordinario o distinto de los habituales, se le pedía su
autorización. Lo mismo sucedía tratándose de retiro de fondos por parte
de la DINE, se imagina.
El tribunal le exhibe el documento que encabeza señalando
“Detalle de gastos anuales”, cuya copia se encuentra agregado al
Cuaderno Reservado a lo que señala que: Ese documento él no lo había
visto nunca. Él imagina que los fondos para pagar esos conceptos que
aparecen en el documento exhibido salieron del Ejército. Respecto de la
nómina, si bien reconoce que algunos de ellos corresponden a conceptos
que se pudieron pagar con recursos de Gastos Reservados, no cree por
ejemplo, que sastrería, lavandería y peluquería hayan sido con cargo a
esos fondos, porque hay comisiones administrativas internas para ello.
Señala que efectivamente él no pagaba por la sastrería, lavandería ni
peluquería. En realidad nunca vio que tuviera un descuento específico
por tal concepto en su planilla de sueldo. Insiste que autorizó que se
continuara con los procedimientos anteriores habituales.
Consultado señala que la única rendición de cuenta que se hace
respecto de los Gastos Reservados es al Contralor General, la que se
rinde una vez al año, al término del ejercicio presupuestario. Se trata de
una rendición de cuenta genérica y el Comandante en Jefe suscribe la
propuesta que hace el Director de Finanzas en conjunto con el Director
de Inteligencia. Agrega que si bien efectivamente, suscribió las
correspondientes declaraciones juradas de los años 2010, 2011, 2012 y
2013, que dan cuenta de esa rendición, lo cierto es que no tiene, como
Comandante en Jefe, la capacidad para revisar toda la información.
En cuanto a las rendiciones de cuenta Gastos Reservados
Contraloría General de la República el tribunal le exhibe al declarante las
rendiciones de cuenta de Gastos Reservados de los años 2010, 2011,
2012 y 2013 y al respecto manifiesta: que reconoce la firma estampada
en esos documentos, como propia, tanto en el documento donde se
envía la rendición como en la declaración jurada donde efectivamente
declara bajo juramento que los Gastos Reservados fueron empleados en
fines propios de las actividades respectivas del Ejército de Chile y que
con ellos no se efectuaron pagos a funcionarios públicos ni se emplearon

405
para el financiamiento de campañas políticas, de partidos políticos u
organizaciones gremiales.
Señala que firmó esos documentos en el entendido que era el
procedimiento habitual, sin ningún ánimo ni intención de querer engañar
a nadie. Refiere que algunos de los conceptos a los que hizo mención en
su primera declaración y en la actual, refiriéndose a aquellos ítems que
fueron pagados con Gastos Reservados durante su período, podrían no
estar considerados dentro del contenido de la rendición de cuentas que
suscribió a la Contraloría. Indica que sí se pueden considerar dentro de
aquellos que permite la Ley de Gastos Reservados los relativos a la
compra de regalos de matrimonio, de representatividad.
En relación a si dentro del anexo descriptivo que se acompañó a
las rendiciones de cuenta anuales efectuadas a la Contraloría General,
los años 2010, 2011, 2012 y 2013, firmados por él -que alude a la
desagregación por rubro de los Gastos Reservados autorizados al
Ejército de Chile anualmente- existe algún rubro que permita considerar
los regalos de matrimonio o de representatividad, señala que en
realidad no cabe dentro de ellos.
Adiciona que si él autorizó que se pagaran los conceptos respecto
de los cuales ha declarado en esta causa, que se hicieron con Gastos
Reservados, fue porque así se había hecho habitualmente, pero
efectivamente no caben dentro de aquellos que permite la ley se
destinan estos fondos. Insiste en que fue sin ningún mal propósito. No
se trata de destinos que puedan identificarse en función de inteligencia
o contrainteligencia, pero cada una de las cosas tenían que ver con
funciones propias del Ejército, además, dice que él no manejaba el
detalle, sino que sólo lineamientos generales. Desconoce quién,
materialmente, confeccionaba la rendición de cuenta.
2.- Declaraciones de SERGIO VÁSQUEZ UNDURRAGA, de
fojas 1970, 2025, 2028, 3848 y 3865, el las cuales señala lo
siguiente:
A fojas 1970, declara que desde el año 2010 al 27 de febrero de
2014 se desempeñó como Jefe de Sección Contabilidad y
Remuneraciones del Departamento de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, sin perjuicio que hubo un lapso entre junio de 2012 a julio de

406
2013, en que estuvo en comisión de servicios en el extranjero, en la
misión militar en Estados Unidos. Añade que al retomar sus funciones en
agosto de 2013, lo encuadraron como Jefe de Sección de Tesorería y
Cuenta de Valores del Departamento de Finanzas de la Comandancia en
Jefe del Ejército. Dice que este cargo tiene que ver con el manejo
revisión y principalmente con la custodia de los comprobantes de pago y
documentación sustentatoria de pago de las obligaciones de la
Comandancia en Jefe, de la COTRAE y de la Auditoría General del
Ejército (AUGE).
Refiere que a partir de marzo de 2014 se recibió como Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército, con
el grado de Teniente Coronel; al año siguiente ascendió al grado de
Coronel, en diciembre de 2015.
Expone que la labor del Jefe de Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe del Ejército corresponde a una función de asesoría
tanto al Secretario General del Ejército, de quien depende el Jefe de
Departamento de Finanzas, como al propio Comandante en Jefe, en
algunas materias cuando él lo disponga. En términos concretos, esa
labor de asesoría se traduce en el rol de visar o aprobar la
documentación sustentatoria de las adquisiciones, para su posterior
pago y generar ese pago en el sistema informático o plataforma
existente para esos efectos. Aclara que, en todo caso, la función de
adquisición y de finanzas son totalmente aparte y están a cargo de otro
departamento, el Departamento de Asuntos Generales (DAG).
Señala que el Departamento de Finanzas integra o forma parte de
la Secretaria General del Ejército, siendo su Jefe máximo el Secretario
General del Ejército. Indica que en el tiempo que se ha desempeñado en
la Secretaria General del Ejército, los Secretarios Generales del Ejército
han sido el General PORCILE (2009-2010), el General Alberto
GONZALEZ MARTIN (2011-2012), el General John GRIFFITHS SPIELMAN
(2013-2014), el General Sergio AHUMADA LABBE (2014-2016) y,
actualmente, se encuentra el recién asumido el General José LLANCA
ZUAZAGOITIA.
Expresa que la Secretaria General del Ejército está integrada por
diversos departamentos, esos departamentos son el Departamento de

407
Asuntos Institucionales (DAI), donde se recibe toda la documentación
institucional; Departamento de Coordinación, que regula todas las
actividades y agenda del Comandante en Jefe; el Departamento de
Ceremonial y Protocolo; el Departamento Comunicacional; el
Departamento de Finanzas y el Departamento de Asuntos Generales.
Agrega que en el Departamento de Finanzas no tienen incidencia
en las adquisiciones relacionadas con la Comandancia en Jefe del
Ejército, limitándose su labora a verificar la regularidad del pago, en el
sentido de verificar saldos, y también ver que se cancele con el ítem
presupuestario correspondiente, que se impute a la glosa presupuestaria
correspondiente.
Declara que él no asesoró en materias financieras al Ex
Comandante en Jefe del Ejército, don Juan Miguel FUENTE-ALBA, porque
él no se reportaba directamente al Comandante en Jefe del Ejército, y
quienes lo hacían eran el Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe y el Secretario General del Ejército.
Explica que en su actual cargo de Jefe del Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército, sólo le ha
correspondido reportarse directamente con el actual Comandante en
Jefe del Ejército, General Humberto OVIEDO, pero solo para aspectos
puntuales. Por ejemplo: coordinar apoyo en el ámbito financiero a
diferentes unidades del Ejército en relación a la reparación a la cuadra
de soldados conscriptos o de su baño.
Afirma que la Comandancia en Jefe del Ejército tiene un
presupuesto de $860.000.000 anuales y USD 99.000 para viáticos del
Comandante en Jefe, y comitivas y los viáticos del Edecán de la
Presidencia de la República y Jefes de Gabinete del Ministro de Defensa
Nacional.
Indica que no obstante lo que ha declarado hasta aquí, quiere
sincerarse con el Tribunal, y ante la evidencia de la información que se
le ha proporcionado por el Tribunal, clarificar que lo real es que los
depósitos que se hacían todos los meses desde el año 2014 hasta el
transcurso de 2016, ascendían a $800.000 mensuales, y correspondían,
según le dijo el General Humberto OVIEDO, quien tiene conocimiento de

408
toda esta situación, a recursos que se entregaban para el ámbito de
seguridad y protección del General FUENTE-ALBA.
Explica que no existe un decreto que conozca que disponga la
entrega de este dinero en efectivo y en forma directa a un ex
Comandante en Jefe, lo que sí existe es un decreto que dispone en el
sentido de asignarle personal de apoyo para su seguridad y protección.
Refiere que el año 2014 el Director de Finanzas, General Jorge ROJAS,
le hizo entrega de $800.000 en efectivo en su oficina en la DIFE, para
que los llevara a la Comandancia en Jefe del Ejército, específicamente
para entregárselo al señor FUENTE-ALBA, con quien el declarante
coordinaba después la forma de enterar el dinero, lo que habitualmente
se hacía pagando las tarjetas de crédito según la instrucción que el
General FUENTE-ALBA le daba. Agrega que no había que hacer ningún
tipo de rendición escrita, pero sí él le hacía rendición verbal al General
OVIEDO, en el sentido de informarle que el dinero ya había sido
entregado al General FUENTE-ALBA.
Indica que él siempre recibía el dinero, desde marzo de 2014 en
adelante, y si tenía por ejemplo vacaciones, se adelantaba la fecha de
entrega de dichos recursos. En este caso dejaba el dinero en un sobre
en algún cajón de la Comandancia en Jefe del Ejército con instrucción al
Comandante ROZAS en cuanto a realizar los pagos en favor del General
FUENTE-ALBA. Desconoce a cuál ítem se cargaban estos fondos.
Indica que el General Fuente-alba, en su calidad de ex
Comandante en Jefe del Ejército, dispone de un mayordomo, un chofer
y personal de seguridad, todo financiado por el Ejército. Antes de que el
declarante asumiera el año 2014, ignora como operaba la entrega de
esta asignación, pero se imagina que esto ya existía, porque claramente
no era algo nuevo cuando llegó, tampoco sabe desde cuando se hace.
Aclara que la versión primera que dio el día de hoy se ajustó a la
instrucción que le dio el General FUENTE-ALBA, en este sentido,
presumiendo él que el Tribunal iba a consultar sobre los depósitos
recibidos en sus tarjetas de crédito, le señaló que refiriera que era
dinero en efectivo que él le había entregado con antelación. Este tema
por tanto, también lo trataron en la conversación telefónica de ayer.

409
Agrega que cree que el General FUENTE-ALBA le pidió que declarara de
la forma que primero lo hizo para no exponer a más personas.
Se le indica que se encontraron en su celular 2 imágenes de
comprobantes de depósito en efectivo, realizadas el 04 de abril de 2016,
en el Banco BCI por un total de $6.335.000 a nombre de “Pablo ONETTO
JARA” quien sería un Coronel del Ejército de CHILE, por lo que se le
consulta por el motivo de dichos depósitos, respondiendo el declarante
que conoce al Coronel ONETTO, porque estuvieron juntos en EEUU,
entendiendo que actualmente se encuentra en Iquique, y la última vez
que tuvieron contacto fue el año 2015. Además de lo anterior, fueron
vecinos en dicho país.
Se le pregunta por 2 depósitos que constan a fojas 100 del anexo,
de fecha abril de 2016 por $285.000 y $6.050.000, realizados por él a
favor de ONETTO, respondiendo que corresponden a depósitos hechos
en efectivo que él le hizo por orden del Comandante en Jefe OVIEDO, y
cuyos dineros los obtuvo del director de la DIFE General ROJAS, quien
se los entregó en efectivo, en dependencias de la DIFE. Explica que esos
dineros eran para realizar mejoras a diferentes Unidades,
particularmente era dinero destinado al Regimiento ACORAZADOS de La
Serena.
Se le consulta el motivo por el que se hizo el depósito por él en
calidad de persona natural hacia la cuenta personal de ONETTO, a lo que
responde que no tiene explicación para eso, sólo que cumplía órdenes
del Comandante en Jefe del Ejército. Añade que además de esta misión,
le daba cuenta de forma verbal al Comandante en Jefe, después le
enviaban un set de fotos al Comandante en Jefe mostrando las mejoras
hechas.
Hace presente que muchas veces sugirió verbalmente, y tal vez
por correo al Comandante en Jefe señor OVIEDO, que los recursos
debían enviarse por medio de remesas extraordinarias y no de la forma
informal que se estaba haciendo. Debido a esto el Comandante en Jefe
le respondía que era mejor enviar los dineros de esa forma, pues
resultaba más expedito y se evitaba los trámites de por ejemplo, llamar
a una licitación.

410
Refiere que no se exigía un respaldo de presupuesto, si no que se
enviaba dinero a las Unidades según las necesidades que plantearan
éstas. Además, de estos dineros recibidos o enviados, en el caso de él,
no se daba cuenta más que de forma verbal.
Refiere que el General ROJAS era sólo el custodio del dinero, quien
cumplía órdenes del Comandante en Jefe OVIEDO.
Recuerda otro caso similar de apoyo en dinero al Regimiento de
Los Ángeles. Aclara que sólo a ciertos Regimientos se les apoyaba de la
forma en comento. Supone, aunque aclara que especula, que eran
conocidos o personas de confianza para entregarles dineros confiando
en que serían bien utilizados en post del Ejército.
Describe que el procedimiento consistía en que él coordinaba con
el Comandante de la Unidad que el General OVIEDO le indicaba, le
daban la cuenta beneficiada y entonces él encargaba al estafeta del
Departamento de Finanzas, Empleado Civil Gerardo SALAZAR PACHECO,
que concurriera a realizar los depósitos; después él le entregaba el
comprobante, el cual se archivaba, junto a la carpeta de proyectos que
le entregaban al Comandante en Jefe. Luego le daba cuenta al
Comandante en Jefe de la misión cumplida y luego de visado por dicha
autoridad el comprobante era triturado.
A su vez, declara tener confianza y un vínculo cercano con el
Coronel CORTES, lo que justifica las conversaciones que mantuvo y en
particular aquella en qué se le preguntó del Anexo 3. Añade que el
Coronel CORTES le pidió que le sacara fotocopia del acta de entrega del
año 2014 del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe del
Ejército, lo que hizo y de las cuales deja copia para que sea agregado a
su declaración.
A fojas 2025, consultado sobre cómo funcionaba el sistema de
asignaciones de dinero para la Comandancia en Jefe del Ejército,
responde que entiende que dichos fondos están en custodia en la
Dirección de Finanzas del Ejército y están destinados para temas de
seguridad u otros temas que resuelva el Comandante en Jefe.
Relata que él les llamaba Fondos Extraordinarios CJE, los que no
provienen de la Ley de Presupuesto, aunque se imagina que sí

411
provienen de dicha Ley, pero no tiene certeza. Agrega que debería
haber una glosa en la Dirección de Finanzas que la deba justificar.
Refiere que según explicó en su declaración anterior, el
Comandante en Jefe del Ejército, General OVIEDO, le decía que
necesitaba una cantidad determinada de dinero, sin necesidad de
justificar para qué la necesitaba, ante lo cual le pedía esta cantidad al
Director de Finanzas del Ejército, don Jorge ROJAS MEISSNER, esto
entre los años 2014 y 2016, y cuyo cargo a contar de diciembre de 2016
y hasta la fecha lo ocupa el General PIEDRA. Hace alusión a esas fechas,
las que corresponden al período en que se desempeñó en el cargo.
Continúa indicando que todo se hacía de forma verbal, no
existiendo registros físicos, vale decir, el Comandante pedía el monto y
el declarante se lo transmitía a ROJAS, quien entonces se lo entregaba
de inmediato y en efectivo. Afirma que no existía respaldo escrito ni
documental de estas asignaciones. En todo caso esto ya estaba
conversado previamente entre el Comandante en Jefe de la época, que
era el General OVIEDO y el General ROJAS. Relata que por ejemplo, se
le decía que debía hacérseme entrega de $2.400.000 para serles
entregado a los ex Comandantes en Jefes del Ejército, en forma
personalizada, en cantidades de $800.000 a cada uno, según explicó en
su declaración anterior. Ignora cómo manejaba este tema la Dirección
de Finanzas para justificar la salida de estos dineros.
Agrega que a fin de año se organiza una ceremonia por parte del
Comando General de Personal, para la actividad final del retiro de los
Generales. Afirma que los fondos para realizar esta actividad también
provienen de la Dirección de Finanzas, aunque ignora de cuál ítem, el
que incluye la compra de un presente para el homenajeado.
A fojas 2028, en cuanto a su labor en la Comandancia en Jefe,
señala que su cargo entre 2014 a enero de 2017 fue de Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, cuyo Director de
Finanzas era el General JORGE ROJAS MEISSNER hasta diciembre 2016,
y en ese mismo mes se produjo el cambio de mando y asumió en el
cargo el General RAFAEL PIEDRA. Indica que el Director de Finanzas le
rendía cuentas al Comandante en Jefe del Ejército directamente y que

412
los recursos de que disponía la Comandancia en Jefe provenían de
Fondos Presupuestarios.
Asevera que efectivamente existían ciertos recursos
presupuestarios que se le entregaban a la Comandancia en Jefe
directamente de parte del Director de Finanzas, en este caso el General
ROJAS y el General PIEDRA, a requerimiento del Comandante en Jefe,
ignorando a cuáles ítems corresponden, ni tampoco lo preguntó, pero
que tienen por objeto solventar diferentes actividades en las que
participa el Comandante en Jefe y su alto mando, como son temas de
seguridad física y de la información; cancelación de hoteles traslados y
atenciones protocolares; cancelación de pasajes y servicios extras, que
corresponden a por ejemplo, gastos provenientes de la atención de
autoridades extranjeras; gastos de seguridad y protección de los ex
Comandantes en Jefe y pago de comidas atenciones varias a las
autoridades militares extranjeras en comisiones oficiales en Chile y en el
exterior y en general lo que permita la obtención segura de información
militar.
Afirma que el monto asignado por este concepto asciende a USD
330.000 y en todo caso a requerimiento del Comandante en Jefe.
Agrega que este monto es entregado personalmente por el Director de
la DIFE, el cual puede ser trimestral o cuando se produzca la necesidad,
con el objeto de financiar en forma oportuna y segura el desarrollo de
cada una de esas actividades por parte de los responsables directos del
trámite de cada una de ellas. El procedimiento para rendir cuentas es en
forma directa al Comandante en Jefe inmediatamente de finalizada la
misión.
Expresa que el dinero se entregaba en efectivo por la DIFE al Jefe
del Departamento de Finanzas, es decir a él, durante el período que
señaló. Ignora el ítem de donde sacaba este dinero el General ROJAS y
en su momento el General PIEDRA, porque, dice, esto lo veían
directamente con el Comandante en Jefe. Describe que el dinero lo
recibía en la oficina del Director de Finanzas, de sus manos, en dólares,
concurriendo él cuando el Comandante en Jefe General OVIEDO se lo
ordenaba. A veces directamente el DIFE lo llamaba para que fuera a
buscar el dinero.

413
Relata que él guardaba el dinero en la caja de seguridad del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, a la cual solo él
en su calidad de Jefe tenía acceso. A su vez, declara que él no firmaba
ningún recibo, todo era de palabra y de la misma manera él entregaba
el dinero a quienes debían hacer los pagos respectivos.
Declara que nunca le hizo pagos directos al Comandante en Jefe
con estos dineros, y que los distribuía a quienes este último le ordenaba
en forma verbal, por ejemplo: al Oficial Jefe de la escolta Capitán
SEBASTIAN JARA, al Ayudante de turno que viajaba con el Comandante
en Jefe, JAVIER ABARZÚA y al Comandante RETAMAL, o le correspondía
atender a una determinada autoridad.
Indica que él le rendía una cuenta escrita de la entrega de los
dineros al Comandante en Jefe y posteriormente el documento escrito
se trituraba, nada de esto se hacía en computador o máquina de
escribir, sino que a mano. Ignora si el procedimiento sigue de la misma
manera y de los motivos para que esto sea así, cree que puede ser por
seguridad y en todo caso el Comandante en Jefe después se entiende
directamente con el DIFE.
Señala que desconoce el mecanismo que se utilizaba por el DIFE
para obtener estas sumas de dinero en dólares y en efectivo.
Adiciona que su cargo antes de asumir, lo ocupaba el Coronel
Jorge CORTÉS, y éste cuándo le entregó el puesto le indicó esta forma
de operar y que tenía que coordinarlo con el Comandante en Jefe. El
Coronel CORTÉS en su tiempo trabajó con los Generales IZURIETA y
FUENTE-ALBA.
A fojas 3848, ratifica su declaración extrajudicial prestada con
los funcionarios de la Policía de Investigaciones con fecha 9 de enero de
2018, en la causa que se tramita ante el Fiscal Morales RUC N°
1401078417-5.
Declara que efectivamente en la Comandancia en Jefe se recibían
dineros correspondientes a los que él denominaría “fondos
extraordinarios” o “de libre disposición”, para las actividades de la
Comandancia en Jefe, particularmente para el Comandante en Jefe del
momento, quien ordenada dichas actividades y el destino de esos
dineros y a quién entregarlos. Estos fondos eran recibidos desde la

414
Dirección de Finanzas y los entregaba personalmente el DIFE. Agrega
que en el período en que él fue el Jefe del Departamento de Finanzas de
la Comandancia en Jefe, entre los años 2014 y 2018, estos dineros le
fueron entregados personalmente en dinero efectivo, una parte en
dólares y otra en pesos chilenos, por el DIFE de la época que era el
General Jorge ROJAS MEISSNER y durante un mes por el General Rafael
PIEDRA SCHWEITZER.
Relata que al inicio del período del Comandante en Jefe del
Ejército General OVIEDO, se hizo una reunión en la que estuvieron
presente el Coronel Jorge CORTÉS, el General OVIEDO y él declarante,
donde CORTÉS realizó una exposición en que se le explicó que los
Comandantes en Jefe anteriores disponían de estos dineros que
anualmente alcanzaban a unos US$1.300.000, aunque no recuerda
exactamente la cifra, y $8.000.000 mensuales en moneda de curso
legal. Dice que el monto anual aproximado de fondos recibidos por este
concepto alcanzaba entre los $750.000.000 y $800.000.000,
considerando que el valor del dólar varía. Afirma que en esa reunión se
recibió la conformidad del General OVIEDO, para continuar la misma
forma de proceder y disposición de estos dineros, como se había hecho
en los períodos anteriores sin perjuicio que con posterioridad hizo
algunos cambios.
Señala que estos dineros no corresponden a los fondos
presupuestarios de la Comandancia en Jefe, ya que de haberlo sido
habría tenido que dejar un respaldo documental y un registro contable,
y respecto de estos dineros eso no se realizó. Indica que él únicamente
llevaba una rendición de cuentas manuscrita detallada, la que se le
presentaba mensualmente al General OVIEDO, él lo visaba y lo
autorizaba y entonces ordenaba la trituración del documento. Explica
que se trataba de un documento informal en el sentido de que no iba
asociado a ninguna cuenta, pero formal, en el sentido que iba detallado
cada uno de los gastos. Respecto de la trituración de estos documentos,
dice que lo planteó el Coronel CORTÉS en la reunión a que hizo
mención, donde estaba el General OVIEDO, el que hizo presente que
siempre se había hecho de esa manera con los Comandantes anteriores,
para evitar las filtraciones de esta información.

415
Reitera que no quedaba ningún registro del destino de estos
dineros. Añade que por su parte, el General ROJAS MEISSNER cuando le
entregaba estos fondos, se limitaba a anotarlos a mano en un cuaderno.
Dice que nunca firmó ningún recibo por ellos, ya que el General
OVIEDO le daba la instrucción de ir a buscar estos recursos a donde el
General ROJAS, a veces le señalaba el monto, esto cuando se trataba de
un pago para una actividad puntual, y en las otras ocasiones se limitaba
a concurrir a donde el General ROJAS, el que le entregaba los recursos y
el declarante los guardaba en la Comandancia en Jefe, en la caja fuerte
que tenía a disposición, y que era la misma que antes utilizaba CORTÉS.
Señala que se notaba que había existido una conversación previa
entre el Comandante en Jefe y el DIFE, antes de entregarle los fondos,
lo que le quedaba claro con los montos que el DIFE le entregaba.
Relata que una vez que recibía los dineros, los guardaba en la caja
fuerte hasta que tenía que hacer entrega de éstos para el pago de
actividades determinadas al encargado de las mismas. Añade que esos
recursos los retiraba trimestralmente y también en forma esporádica
cuando específicamente se lo ordenaba el General OVIEDO. Agrega que
en algunas oportunidades era el DIFE General ROJAS, quien lo llamaba
por teléfono y le decía que tenía que ir a su oficina y en el lugar le hacía
entrega de los fondos. Aclara que señala que se hablaba de actividad,
refiriéndose no solamente a una actividad propiamente tal, sino también
a conceptos como podrían ser la compra de algún regalo, por ejemplo.
Indica que esos dineros estaban destinados entre otros rubros, a
la casa institucional o casa de comando, para su funcionamiento en
general, recursos que él le entregaba al Oficial de Órdenes del General
OVIEDO, Teniente Coronel Cristóbal BUTTI; regalos que debía efectuar
por orden del Comandante en Jefe; funcionamiento de la ayudantía del
Comandante en Jefe que incluía compras de regalos, pagos de hoteles,
exceso de equipaje, traslados, alimentación, etc. Agrega que los
Ayudantes también preparaban un detalle con la rendición de cuenta y
se la presentaban al declarante, y luego al Comandante en Jefe. Esta
misma documentación es la que él incorporaba a la rendición que le
hacía a fin de mes al General OVIEDO y la cual procedía a destruir una
vez que él la aprobaba.

416
Declara que no existía ningún ítem presupuestario que permitiera
hacer estos pagos.
A su vez, asevera que efectivamente, tanto el Comandante en Jefe
como su comitiva, recibían viáticos en las comisiones al extranjero. Cree
que el motivo por el cual se disponía de estos recursos, que no estaban
considerados en la Ley de Presupuesto, era para poder alojar al
Comandante en Jefe en hoteles de mejor calidad de aquellos que
hubiera permitido el viático. Dice que efectivamente, además del viático
se le pagaba al Comandante en Jefe y su comitiva, adicionalmente el
alojamiento, traslado, alimentación, etc.
Dice que según sabe, el Comandante en Jefe General OVIEDO,
viajaba con su señora generalmente, además con un Ayudante, que era
el Teniente Coronel Sebastián GARCÍA-HUIDOBRO, o con el Teniente
Coronel Javier ABARZÚA, además lo acompañaba el Auxiliar que era el
Suboficial Mayor Carlos SALVADOR o el Suboficial en retiro Harry
TOLEDO, y el Jefe de escolta Capitán Sebastián JARA o con el Capitán
BASUALTO.
Indica que el encargado de coordinar y gestionar el tema relativo
a los viajes del Comandante en Jefe era el Coronel Julio PARRA y el
Coronel Cristóbal DE LA CERDA, quienes tenían el cargo de Jefe del
Departamento de Coordinación y Protocolo de la Comandancia en Jefe,
que eran quienes le llevaban la agenda al Comandante en Jefe. Afirma
que él no se encargaba de ver los temas relativos al itinerario de los
viajes del Comandante en Jefe o su requerimiento, y que sólo se
limitaba a efectuar el pago de los servicios contratados. Por lo anterior,
dice que se contactaba con la señora Victoria LATRACH en la Agencia
LATRACH, y con TURAVION con la señora Annie STANGE, las que le
señalaban los montos a pagar y él lo pagaba en dólares en efectivo.
Agrega que generalmente ellas le entregaban un documento que es la
orden de ingreso de la agencia de viajes, la que recibía y adjuntaba a la
rendición de cuentas que él hacía mensualmente al Comandante en Jefe,
General OVIEDO, y que una vez aprobada al igual que el resto de la
documentación a que hizo mención, la trituraba. Este documento sólo
señalaba conceptos, vale decir, pasajes, traslados, transporte terrestre,

417
etc., y el monto, pero no el detalle, por ejemplo del hotel o cuántas
habitaciones eran, etc., eso no se indicaba.
Agrega que lo que sí aparecía en el documento eran las personas
que viajaban. En estos casos, se refería a personas que no les
correspondía el pago de pasajes fiscales, porque a ellos se los pagaba la
Sección de Pasajes y Fletes del Ejército, quienes se entendían
directamente con el comisionado. Explica que los pasajes que se
pagaban con estos fondos “de libre disposición” correspondían por
ejemplo a los de la señora del Comandante en Jefe, y también recuerda
un caso en que se invitó a periodistas a hacer un reportaje a Campos de
Hielo. No recuerda si en alguna oportunidad se pagó un pasaje a hijos o
familiares del Comandante en Jefe.
A continuación el Tribunal le exhibe el documento rotulado
custodiado por resolución de fojas 1275 con fecha 17 de agosto de
2018, a lo que señala que reconoce esos documentos. Añade que
respecto de aquél individualizado como “Año 2014”, no fue escrito por él
y que le parece que la letra corresponde a la del Coronel Jorge CORTÉS
DÍAZ. Indica que es el documento que él le presentó una vez, que el
Comandante en Jefe, General OVIEDO lo autorizó. Entonces el Coronel
CORTÉS le fue leyendo este documento para que se interiorizara de los
detalles de los gastos que había autorizado el General OVIEDO con
cargo a estos recursos “de libre disposición”. Expone que en el
documento se explicita que por concepto “Funcionamiento Moneda
Nacional” se dispondría de la cantidad de $187.200.000, y esto para
gastos de la casa institucional y funcionamiento de la Comandancia en
Jefe en general. En cuanto al concepto “Funcionamiento Moneda
Extranjera” se dispondría de US$1.540.000.
Estos montos, en todo caso, según recuerda, después tuvieron
algún ajuste, según se enteraba por el DIFE General ROJAS MEISSNER,
quien le entregaba los recursos.
Expresa que en cuanto al “Funcionamiento Moneda Extranjera”,
totalizaban US$1.540.000, y que dentro de éstos US$1.320.000 eran
para todo el funcionamiento administrativo de la Comandancia en Jefe y
para todo lo que ordenara el Comandante en Jefe, en general. En cuanto
al segundo concepto, al que se le asignaron US$220.000, expresa que

418
correspondía a “Viajes y Perdiem Generales” y que de esto disponía el
Comandante en Jefe. Explica que en el concepto “Viajes” se entiende
incorporado el concepto a que hizo mención anteriormente, los pagos de
pasajes, estadía, alimentos, traslados y otros del Comandante en Jefe,
su señora y la comitiva. A su vez, indica que el ítem “Perdiem
Generales” correspondía a sumas de dineros que se les entregaba a los
Generales que viajaban en comisión de servicio al extranjero: US$1.000
al General de Brigada, US$1.500 al General de División, US$3.000 al
Jefe del Estado Mayor y entre US$3.000 y US$5.000 al Comandante en
Jefe del Ejército, dependiendo del número de días, del país y lo que
contemplaba la invitación. Esto lo decidía el General OVIEDO, el que
disponía expresamente a quiénes el declarante debía entregarle los
recursos y según su instrucción, lo hacía. Agrega que él le entregaba
personalmente el dinero en efectivo en dólares al comisionado, o bien,
ellos mandaban a buscarlo con una persona de su confianza luego de
que él se comunicaba telefónicamente con el respectivo General que iba
a recibir el dinero.
Añade que en el mismo documento se incorpora un último ítem
que es denominado como “Otros”, por la suma de $7.100.000, pero que
luego, al mes siguiente que asumiera el General OVIEDO como
Comandante en Jefe, se subió a $8.000.000 mensuales, según le
comunicó el DIFE. Señala que estos recursos tenían como destino para
el Secretario General del Ejército $2.300.000 mensual; para cada uno
de los dos Ayudantes del Comandante en Jefe del Ejército estaba
prevista la entrega de $1.200.000; para el Edecán del Presidente de la
República, la misma cifra, y para el Jefe de Gabinete del Ministro de
Defensa Nacional, la misma cantidad. Respecto del primero, dice que él
le hacía entrega mensual de la suma señalada, esto es, al General
GRIFFITHS, al General AHUMADA y al General LLANCA. Agrega que
nunca se le dijo, ni tampoco preguntó, por qué se les entregaba a ellos
este dinero. En relación con las restantes personas señaladas, dice que
él no les entregaba físicamente a ellos estos recursos, y entiende que
estos dineros se los entregaba directamente el DIFE, pero no podría
asegurar cómo lo hacía, ni tampoco el destino de los dineros o el motivo
por el que se les entregaba. Indica además que en el período en que el

419
Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe era el
Coronel CORTÉS, en algunas oportunidades, no recuerda cuántas, éste
le mandó a hacer la entrega de estos recursos en sobre cerrado, en
dinero efectivo, al Edecán Presidencial Coronel LARRAÍN, y al Coronel
COOPER, y al Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa Nacional de
nombre Guido MONTINI.
Asevera que él nunca dispuso libremente de los dineros que
recibió de la DIFE, sino que siempre lo hizo según la orden del General
OVIEDO, y de acuerdo a lo que ya estaba previamente estipulado. A su
vez, dice que los Ayudantes del Comandante en Jefe pueden dar fe de
que él mensualmente le rindió cuenta de los gastos que con cargo a
estos recursos se hacían.
Expresa que la información sobre estos fondos la tenían, en forma
compartimentada, los funcionarios responsables de cada actividad o
misión. Así, de los fondos entregados por ejemplo para el
funcionamiento de la Casa Institucional, sabía el Oficial de Órdenes, de
los entregados para viajes, regalos puntuales y otros, sabían los
Ayudantes del Comandante en Jefe. El escolta, a su vez, rendía cuenta
de los dineros que se le entregaban a él para el funcionamiento
operativo logístico.
Afirma que efectivamente estos gastos no corresponden a gastos
por concepto de seguridad, sino que de funcionamiento de aquello que
no se podía pagar con cargo al Presupuesto.
En relación con el segundo documento que está también escrito a
mano y que se le exhibe en el acto y que se encabeza con “Detalle de
Gastos Anuales”, indica que el documento él no lo confeccionó, no
siendo su letra, y que a él se lo exhibió el Coronel CORTÉS cuando el
declarante asumió la jefatura de Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Añade que en todo caso, desconoce los ítems.
En relación con los denominados “Imprevistos Comandancia en
Jefe”, explica que éstos corresponden a dineros que se le entregaban al
Comandante en Jefe en forma mensual, a razón de $6.300.000, y
desconoce a lo que estaban destinados. Precisa que él le entregó
personalmente al General OVIEDO esta cantidad, la que le entregaba
conjuntamente con la rendición de cuenta que le hacía en forma

420
mensual y para lo cual en algunas oportunidades debía esperar por
horas al General. Adiciona que el General OVIEDO nunca le firmó un
documento de recepción por el dinero ni tampoco de la rendición de
cuenta. A su vez, dice que la suma anual total por este concepto que
señala el documento era de $72.000.000. Aclara que, al recordar mejor,
en realidad eran $6.000.000 los que le entregaba, entre marzo de 2014
a febrero de 2017, data en la cual se fue destinado al CESIM. Indica que
se confundió con los $2.300.000 de los Secretarios Generales.
En cuanto a los denominados “Imprevistos Secretaría General”,
explica que se les entregaba en forma mensual al Secretario General de
la Comandancia en Jefe, la cantidad de $2.300.000, supuestamente
para el funcionamiento de la Secretaría General, pero no le consta a él
en qué lo gastaba el Secretario. Indica que estos son los recursos a que
hizo mención anteriormente, que él entregó personalmente a cada
Secretario indicado. Afirma que la suma total anual ascendió a
$27.600.000, cantidad que entregó entre marzo de 2014 y febrero de
2017, durante los primeros días de cada mes.
En cuanto al “Funcionamiento Casa Cdo”, y “Mantenimiento Casa
Cdo” que indica el documento que se le exhibe, señala que corresponde
a los recursos que se entregaba para el funcionamiento y
mantenimiento de la casa institucional del Comandante en Jefe, por un
monto total anual de $150.000.000. Asevera que él le entregaba en
forma mensual al Comandante BUTTI una suma que variaba entre los
$10.000.000 y los $18.000.000.
Afirma que no existía ningún ítem donde pudieran cargarse los
gastos de mantenimiento de la casa del Comandante en Jefe del
Ejército, por lo mismo, es que en el año 2015 aproximadamente se
gestionó por el General OVIEDO que se autorizara que los gastos
correspondientes a consumos básicos de la casa institucional fueran
pagados con cargo a fondos presupuestarios PAF (Patrimonio de
Afectación Fiscal). No obstante lo anterior, dice que al Comandante
BUTTI él le seguía entregando la misma cantidad por este concepto, y
que éste le rendía cuenta al declarante exhibiéndole la boleta de los
gastos. Ignora la administración que hacía BUTTI de estos dineros y
dónde los guardaba. Lo que recuerda como gastos que le presentó

421
fueron alimentación, mantenimiento de jardines, cosas de la casa como
reparaciones de muebles, limpieza de alfombras y gobelinos por
ejemplo, según indica.
Declara que no conoce de otro funcionario del Ejército al que se le
costeen todos los gastos de la casa, incluyendo alimentación.
Indica que el personal que trabaja en la casa institucional es de
aproximadamente 40 personas, entre el Oficial de Órdenes, Jefe de la
Plana Mayor, Secretaria, jardineros, seguridad de la parte
administrativa, mayordomos, cocineros, la gente del aseo, esta última
correspondiente a una empresa externa, etc.
En cuanto al “Aporte Alimentación SGE”, señala que corresponde a
un apoyo que se les daba a los funcionarios solteros de la Comandancia
de Jefe del Ejército, para mejorar la alimentación que reciben en la
Unidad de cuartel, lo que beneficiaba a aproximadamente 100 personas,
considerando que la Comandancia tiene una dotación de
aproximadamente 250 funcionarios. Expresa que estos recursos se le
entregaban directamente al jefe del DAG (Departamento de Asuntos
Generales). A su vez, dice que se le entrega $2.400.000 al Jefe del DAG
Coronel Joaquín MORALES. En la práctica ese dinero era para que la
alimentación de esos funcionarios fuera mejorada.
Respecto de “Ayuda Escolar”, refiere que era un monto que se les
entregaba por el Comandante en Jefe a todos los funcionarios casados
que tuvieran hijos en edad escolar. El monto por este concepto se
entregaba una vez al año y ascendía a $40.000 o $60.000 para cada
uno de los beneficiados. Añade que quien veía esto era el Jefe del DAG.
Reconoce que según el documento que se le exhibe, se entregaba por
este concepto $8.000.000 al año. Afirma que lo anterior también lo
dispuso el Comandante en Jefe, General OVIEDO.
En cuanto a “Regalo de Cumpleaños Oficiales CJE”, refiere que
correspondía a la suma de dinero que, de acuerdo al documento, se
evaluó en la suma de $4.000.000 anual para costear los regalos
señalados. Dice que esos fondos él se los entregó al Comandante
Marcelo OCAMPO en una primera etapa, y luego al Coronel Pablo
WILLIAMSON, como Jefes de la Comisión de Premios y Obsequios de la
Comandancia en Jefe del Ejército. A todos los funcionarios, que eran

422
aproximadamente entre 30 y 40, se les hacía el mismo regalo, que
consistía en una tarjeta Giftcard de alguna casa comercial, que pueden
haber sido de $80.000 para cada uno.
Respecto de “Regalo cumpleaños Sras. Ofles CJE”, asevera que
este concepto corresponde a regalos que se les hacía a las señoras de
Oficiales de la Comandancia en Jefe del Ejército y que consistía en una
torta que se le enviaba a su domicilio con una tarjeta del Comandante
en Jefe, considerándose por este ítem la cantidad de $2.100.000.
Agrega que el encargado de comprar la torta era la misma comisión de
Premios y Obsequios que mencionó, pero en la práctica lo hacía la
secretaria del Secretario General, la Sargento Mónica OVALLE o el
ayudante del Secretario General, el Capitán Robinson VÁSQUEZ.
En cuanto a “Regalo Cumpleaños C.P. y E.C. CJE”, explica que
corresponde a los regalos que se le realizaban al Cuadro Permanente y
Empleados Civiles de la Comandancia en Jefe. Se les entregaba una
giftcard por aproximadamente $50.000 a cada uno. Indica que en todo
caso el monto total anual que se consideró por este concepto ascendió a
$18.000.000., el que se lo entregaba al Jefe de Premios y Obsequios, en
forma mensual según la nómina que éste le presentaba.
Respecto del ítem “Regalo Cumpleaños Oficiales Generales”,
afirma que corresponde al regalo que se les hacía a todos los Generales
de Brigada y de División, para su cumpleaños, el que era definido por el
Comandante en Jefe en conjunto con el Jefe de Premios y Obsequios, el
Secretario General y el Oficial de Órdenes. Especifica que ellos definían
anualmente cuál sería el regalo y que por este ítem se consideró la
suma de $11.750.000. A su vez, el valor de este regalo era de entre
$200.000 y $250.000, y quien llevaba el regalo físicamente al
cumpleañero era la Secretaria del Comandante en Jefe. Recuerda como
regalos en el período del General OVIEDO, equipos de música, relojes
deportivos, y audífonos de alta definición. Afirma que en todo caso, él
no participaba de esta decisión, y que sólo entregaba el dinero al Jefe de
Premios y Obsequios en forma mensual, según la nómina que le
preparaba la Secretaria del Comandante en Jefe. La compra
materialmente la hacía el Jefe de Premios y Obsequios o el Oficial de
Órdenes, quienes eran los que, además, preparaban la propuesta.

423
En cuanto al concepto “Regalo Cumpleaños Sras. Generales”,
indica que corresponde al regalo que se les hacía a las señoras de los
Generales para su cumpleaños, procediéndose de la misma manera
anterior, lo que era visto por el Oficial de Órdenes conjuntamente con el
Comandante en Jefe y el Secretario General. Aclara que si bien también
participaba el Jefe de la Sección de Premios y Obsequios, éste no era
responsable materialmente de la compra, sino que lo era el Oficial de
Órdenes. Agrega que por este concepto se tenía asignada la cantidad de
$9.400.000 anuales, a razón de aproximadamente $200.000 por regalo.
Recuerda como regalo entregado en el período del General OVIEDO,
alguna joya, medalla, pulsera y reloj, y que estos recursos el declarante
se los entregaba personalmente a BUTTI en forma mensual, según
listado.
Respecto del concepto “Regalo Matrimonio Hijo Generales”, dice
que era una función que estaba a cargo de la Secretaria del
Comandante en Jefe, en el sentido de actualizar los partes de
matrimonio que iban llegando, y se los reportaba al Jefe de Premios y
Obsequios; entonces se le entregaba al General cuyo hijo o hija se
casaba, la suma ascendente a $900.000, dinero que se le depositaba en
su cuenta corriente, entendiéndose que era para ayudarlo en los gastos
del matrimonio, pero cada General decidía el destino de estos fondos.
Explica que este depósito lo hacía un estafeta de la Comandancia, luego
que el declarante se contactara con el General respectivo y le pedía la
información bancaria para hacer el depósito. Afirma que nunca algún
General negó recibir estos recursos. Asegura que al General OVIEDO le
reportaba en la rendición mensual si es que se había hecho un depósito
por este concepto.
En cuanto a “Regalos de Matrimonio”, dice que se refiere a las
invitaciones que recibía el Comandante en Jefe por el matrimonio de
alguna persona, y que podía corresponder a invitaciones de
funcionarios, pero en su mayoría eran extra institucionales, y por cada
invitación se remitía un regalo que era de un valor aproximado de entre
$80.000 y $120.000, lo que también era visto por el Oficial de Órdenes,
según regalo que ya estaba predefinido por el Comandante en Jefe,
OVIEDO. Los regalos que recuerda fueron juegos de cuchillería, de

424
platos, de copas, etc. En todo caso, afirma que él no participaba de la
compra de estos regalos, sino que se limitaba a entregarle el dinero a
BUTTI, según requerimiento. Entonces, una vez que BUTTI le hacía la
rendición de cuentas, el declarante la incorporaba a la que a su vez le
hacía al General OVIEDO. Dice que por dicho concepto se consideró una
suma anual de $25.000.000.
Respecto del concepto “Ajuar Nacimiento Hijos Personal CJE”,
señala que corresponde al ajuar que se le mandaba al funcionario por el
nacimiento de su hijo. La encargada de la compra y de la entrega de
este regalo era la asistente social, señora María Inés CORNEJO, o bien la
persona que el Jefe del DAG disponía. Expresa que el regalo era de
aproximadamente $30.000 para cada uno, y que generalmente era el
mismo para todos. Indica que él le entregaba directamente los recursos
a ella o al Jefe del DAG, según el detalle que le presentaban de los
nacimientos. Igual que todas las situaciones anteriores, afirma que le
rendía cuenta al General OVIEDO de esto, y que por este concepto
consideran anualmente la suma de $1.000.000.
En cuanto a “Auxiliar Aeropuerto”, indica que corresponde a
gastos que se realizaban en el aeropuerto, como por ejemplo exceso de
equipaje o embalaje. Aclara que esto era adicional a la cantidad que se
les entregaba a los funcionarios por concepto de exceso de equipaje
cuando se le entregaba el pasaje fiscal.
Explica que estos fondos estaban destinados a cubrir todos los
extras del equipaje personal de los comisionados, se refiere al
Comandante en Jefe y su comitiva, y que estos dineros se los entregaba
directamente al Suboficial Mayor en retiro Robinson DURÁN, quien le
hacía rendición de esos fondos. Entiende que le entregaba
aproximadamente $200.000 por viaje, aunque esta es la suma más alta
que recuerda haberle entregado, porque lo normal era
aproximadamente $100.000.
Dice que por este concepto se consideró un monto anual de
$6.000.000. Adicionalmente, señala que se le entregaban a DURÁN la
cantidad de $500.000 al mes como una especie de remuneración según
orden del Comandante en Jefe, el General OVIEDO. Relata que el
Suboficial DURÁN se encargaba de cualquier gestión que tuviera que ver

425
con los viajes, como por ejemplo tramitación de visas, pasaportes, etc.,
y se preocupaba de los viajes de la Comandancia en Jefe. De los viajes
de los Generales se preocupaba la DIRIDE.
En cuanto al ítem “Apoyo Ex CJE”, declara que se refiere al apoyo
que se entregaba a los ex Comandantes en Jefe a razón de $800.000
mensuales, y que según le señalaron, esto era para su seguridad, nunca
recibió más información al respecto. Agrega que la instrucción se la dio
el General OVIEDO, en el sentido de que debía hacer entrega de este
dinero al General IZURIETA CAFFARENA hasta que falleció en el año
2015 o 2016, al General CHEYRE, al General IZURIETA FERRER y al
General FUENTE-ALBA.
Expone que los tres primeros, mandaban a una persona a retirar
un sobre que contenía una suma en efectivo. Le parece que al General
CHEYRE, según lo que recuerda, se le mandaba a dejar a su casa a
través de un conductor de la Comandancia en Jefe; en cambio, al
General FUENTE-ALBA se le depositaba en su tarjeta de crédito o
cuenta, según su requerimiento, y a veces mandaba a buscar la plata
directamente a través de un Suboficial Mayor en retiro, de apellido VERA
que había trabajado con él anteriormente. Indica que por este concepto
se consideraban anualmente la suma de $38.400.000.
Aclara que el tema relativo a la seguridad de los ex Comandantes
en Jefe y otras autoridades está reglamentado, y que en cualquier caso
estos recursos están contemplados en la Ley de Presupuesto, de manera
que de allí debieran salir y hacerse la rendición correspondiente. Indica
que ignora la razón por la cual se le entregaban estos $800.000
mensuales, sin rendición de cuenta ni registro, a su vez, nunca se le dio
algún detalle de la forma en que se gastaba este dinero, ni tampoco
ellos los Comandantes en Jefe, lo cuestionaron.
Declara que no sabría decir el motivo por el que el General
FUENTE-ALBA no quiere que se sepa que recibió esos dineros.
Refiere que por el ítem “Hoteles, Pasajes y otros C/S en el país”, se
entregaban anualmente la suma aproximada de $30.000.000, a los
ayudantes del Comandante en Jefe General OVIEDO, de acuerdo al
requerimiento que ellos realizaban y según la actividad que realizaban,
referidas a las comisiones de servicio dentro del país. Con esto se

426
cubrían hotelería, traslado y alimentos del Comandante en Jefe y su
comitiva. También se consideraban dentro de este concepto los pasajes
de las personas invitadas por el Comandante en Jefe, como por ejemplo
algunos periodistas o autoridades chilenas y extranjeras. Explica que por
ejemplo, si estaba de visita el Comandante en Jefe de Brasil o Argentina
se les invitaba a recorrer otras ciudades de Chile. Indica que él le
entregaba el dinero al Ayudante que estaba de turno y que iba en la
comisión de servicio y él le rendía cuenta posteriormente.
Dice que a finales del 2014 aproximadamente, el General OVIEDO
renunció a su viático tratándose de comisiones de servicio nacionales,
por lo tanto, su estadía, alimentación y otros se costeaba con estos
fondos y que eran entregados a sus ayudantes. Antes se recibían ambos
fondos.
En cuanto a “Gastos Ayudantía CJE”, expresa que se consideraba
la cantidad anual de $5.000.000 para cubrir gastos variables de la
Ayudantía de la Comandancia en Jefe, conformada por dos Ayudantes,
la Secretaria, dos Auxiliares, Cocineros, Mayordomos y el Suboficial
Mayor del Ejército PEÑA que había trabajado con el General OVIEDO en
la Escuela de Infantería. Recuerda como gasto por este ítem la compra
de una cafetera. Agrega que estos fondos se los entregaba al Ayudante
de turno, según requerimiento, y que eran gastos que no estaban
considerados en la Ley de Presupuesto o era muy dificultoso adquirirlos
por esta vía.
En cuanto a los “Gastos Varios e Imprevistos Escolta CJE”, señala
que se consideraban $15.000.000 anuales, los que dicen relación con el
movimiento logístico de la escolta, llámese alimentación y arriendo de
cabañas si es que el Comandante en Jefe salía fuera de Santiago. Afirma
que esto tampoco estaba considerado en la Ley de Presupuesto. A su
vez, indica que esta cantidad que era variable, se pagaba al escolta de
turno, porque se iban turnando semanalmente, y se entregaba a
requerimiento y posteriormente se le hacía rendición de cuenta al
declarante. Indica que el Jefe de la escolta era el Capitán Sebastián
JARA, y el otro no recuerda su nombre.
Señala que respecto del ítem “Funcionamiento Peluquería y
Sastrería CJE”, él le entregaba al Jefe del DAG, según necesidades, el

427
monto se requería, a veces en forma mensual o trimestral. Ilustra que
este dinero iba destinado a compra de género o telas para la confección
de fundas para los uniformes y el mantenimiento de sus máquinas de la
sastrería, que proporcionaba el servicio de lavandería, arreglo de
uniformes y otros. Dice que particularmente estaba destinada a prestar
este tipo de servicios al Comandante en Jefe y su comitiva,
excepcionalmente el resto de los funcionarios de la Comandancia en Jefe
recurrían a este servicio. Especifica que este servicio era gratuito. En
cuanto a la peluquería, indica que esta prestaba el servicio
exclusivamente a la Comandancia en Jefe, también en forma gratuita. A
su vez, en el resto de las Unidades también existe lavandería y
peluquería, pero ellos la costean con una cuota que se les descuenta en
forma mensual de su sueldo. Afirma que por este concepto se
consideraron $2.000.000 anuales, y se pagaba al Jefe del DAG o al
peluquero directamente, a requerimiento.
Afirma que no conoce ninguna otra Unidad a que se les hiciera
entrega de estos beneficios, a los que ha hecho mención. Agrega que en
todo caso, de esto se enteraba cuando se llegaba a la Comandancia en
Jefe, porque no era algo que se comentara con las otras Unidades.
En cuanto a la “Evaluación Concurso Literario”, expresa que
corresponde al premio de $1.000.000 que se le entregaba al ganador
del concurso literario organizado anualmente por el Departamento de
Comunicaciones del Ejército. Indica que se entregaba este dinero al Jefe
de dicho Departamento, en septiembre u octubre de cada año.
Señala que respecto al ítem “Gastos Aeropuerto Exceso Equipaje”,
se consideró la cantidad de $10.000.000 anual, pero no recuerda
exactamente a qué corresponde, salvo en cuanto a que él se lo
entregaba a los Ayudantes del Comandante en Jefe, según
requerimiento. Agrega que él entregaba por viaje aproximadamente
entre US$10.000 y US$20.000, suma variable dependiendo del país y el
número de días de la comisión. Estas cantidades también eran
justificadas en forma detallada y él las rendía al General OVIEDO al igual
que todas las demás, según indica.
En cuanto al rubro “Diario La Segunda”, indica que están
destinados estos fondos al pago del periódico que llegaba diariamente a

428
la Comandancia en Jefe y cuyos destinatarios eran el Comandante en
Jefe, sus Ayudantes, su secretario privado, Secretaria, Suboficial Mayor
del Ejército, Secretario General del Ejército y sus ayudantes y
secretaria. Además, agrega que iba destinado al Departamento
comunicacional, a quien se le entregaba los recursos para este pago, y
que por este concepto se consideró la suma de $1.000.000 anuales.
Indica que el ítem “Obsequio Oficiales Destinados”, explica que
este corresponde a los Oficiales que salían destinados, a los que se les
mandaba a hacer un plato grabado, y se les compraba además un reloj
como regalo, el que tenía un valor aproximado de $150.000. Agrega que
este regalo lo compraba el Oficial de Órdenes a quien el declarante le
entregaba el dinero para la compra, a requerimiento, el que
normalmente era al término del año. Aclara que siempre era el mismo
regalo que se seleccionaba en reunión previamente con el Comandante
en Jefe, Jefe de Órdenes, ayudantes y Secretario General. Además, se le
entregaba a la señora de los Oficiales destinados un ramo de flores en la
comida que se hacía de despedida en el Club Militar. Afirma que por este
concepto se consideró la suma de $2.000.000 anuales.
Refiere que la comida a la que hizo mención se pagaba con cargo
a los gastos de representación, de fondos presupuestarios y a cargo del
Departamento de Coordinación y Protocolo. No recuerda cómo
justificaban este gasto con cargo a ese ítem, porque exige que asistan
ciertas autoridades políticas o gubernamental. Esto lo facturaba el Club
Militar directamente a la Comandancia en Jefe o al órgano responsable
que había solicitado la actividad.
En cuanto a “Navidad Personal Casa Cdo”, refiere que el General
OVIEDO dispuso la realización de una actividad a fin de año para
celebrar la Navidad para el personal de apoyo directo de la Casa
Institucional, que consideraba una comida y un presente para estos
funcionarios. Relata que normalmente el Oficial de Órdenes compraba
una canasta familiar para cada uno. Declara que él le entregaba el
dinero al Oficial de Órdenes que se encargaba de esta actividad, y se
consideraba la suma de $1.500.000. El Comandante en Jefe participaba
también en esta actividad. Afirma que BUTTI le rendía cuenta de lo que
se había gastado según lo que él ya había coordinado con el General

429
OVIEDO, quien le daba la orden. En todo caso, dice que le rendía cuenta
de esto último a fin de mes al Comandante en Jefe.
En cuanto a “Hoteles C/S al Extranjero”, dice que corresponde al
pago de la estadía, alimentación, traslado y todos los extras que
pudieran suscitarse en las comisiones de servicio al extranjero para el
Comandante en Jefe, su señora y comitiva. Agrega que de estos gastos
el Ayudante le hacía una rendición de cuenta detallada, de acuerdo a las
instrucciones que le había dado el General OVIEDO, lo que es al margen
del pago del viático. Afirma que por este concepto se consideraba la
suma aproximada de $30.000.000 al año, y que por cada viaje el monto
fluctuaba entre los US$5.000 y US$20.000.
Indica que respecto del pago del pasaje de la señora del
Comandante en Jefe, éste normalmente iba incluido en los pagos que se
le hacía a la agencia de viajes cuando se contrataban los servicios
solicitados por el Departamento de Coordinación.
En cuanto a “Gastos Auxiliar CJE”, relata que por este concepto se
consideraban $5.000.000, e incluían gastos variables, tales como
botiquín de emergencia, elementos de aseo, medicamentos, etc. Indica
que esto lo veían los Ayudantes y en algunas ocasiones el Suboficial
Harry TOLEDO o el Suboficial Mayor Carlos SALVADOR, quienes le
hacían rendición de cuenta a los ayudantes o directamente al
declarante. Agrega que estos dineros se entregaban en dólares antes
del inicio del viaje, a razón de entre US$5.000 y US$20.000.
En cuanto al “Rotary Club”, dice que corresponde a una cuota
anual que paga el Ejército como socio o cooperador. Explica que esta
membresía permite que vaya cualquier General en representación del
Ejército al Rotary Club, y que en su virtud, el Comandante en Jefe
designaba a un General para concurrir, designación que era anual.
Añade que él le entregaba los recursos a un Oficial que tenía el grado de
Coronel, no recuerda su nombre, que estaba a cargo del protocolo y era
de la Comandancia de Guarnición del Ejército de la Región
Metropolitana. Afirma que anualmente se pagaba la suma de
$1.000.000.
En cuanto al ítem “Repostero”, explica que se trata del pago de los
gastos de alimentación para el Comandante en Jefe, su equipo personal

430
y Secretario General, e invitados del Comandante en Jefe. Dicho servicio
era prestado en la misma Comandancia en Jefe, por un cocinero y
mayordomos de la Comandancia, según indica. Afirma que el monto
asignado por este concepto era de $21.000.000 anuales y se entregaba
en forma mensual al Ayudante que tenía a cargo la repostería,
Comandante Javier ABARZÚA, aproximadamente entre $1.000.000 y
$2.000.000 mensual, con el objeto de mejorar la alimentación o hacer
platos más gourmet, es decir, ellos no comían el rancho habitual, sino
que la preparación especialmente que se les confeccionaba. Agrega que
el Repostero le rendía cuenta al Ayudante, el Ayudante al declarante y
éste al Comandante en Jefe General OVIEDO.
En cuanto al “Recuerdo Sras Ofles Generales (ascenso y retiro)”,
afirma que corresponde a obsequios que se les entregaba a las señoras
de los Oficiales Generales que ascendían o se iban a retiro, de lo cual
estaba encargado el Oficial de Órdenes, quien materialmente compraba
los regalos según la decisión que había adoptado previamente el
Comandante en Jefe, General OVIEDO.
Explica que este último le ordenaba al DIFE hacer entrega al
deponente de estos dineros, aparte de los otros, por tener claramente
identificado el destino. Agrega que el valor de los regalos eran de
aproximadamente $200.000 y consistían en, por ejemplo, una medalla
con cadena de oro, relojes, o similares, además del ramo de flores.
Afirma que el monto considerado por este concepto era de $30.000.000
anualmente. No obstante, según recuerda, el General OVIEDO redujo el
monto que originalmente se había considerado para este rubro de
$40.000.000. Declara que esta cantidad se la entregaba directamente al
Oficial de Órdenes Comandante BUTTI, por orden del General OVIEDO
con el mismo procedimiento que ya ha explicado.
Y en cuanto al concepto “Libre Disponibilidad”, por un monto que
se consideró de $175.710.000 anuales, relata que esto se lo entregaba
el DIFE cuando el Comandante en Jefe General OVIEDO se lo ordenaba,
por actividades o gastos adicionales a los anteriores. Al respecto,
asevera que él nunca tuvo físicamente toda esta cantidad de dinero en
la Caja fuerte y que no administró la totalidad del dinero, sino que se la
iba pidiendo al DIFE, según requerimiento del Comandante en Jefe.

431
Especifica que el General OVIEDO destinaba estos recursos a
cosas distintas de todas las anteriores, como por ejemplo, a arreglos de
diferentes Unidades militares a las cuales hacía inspección. Entonces, en
vez de recurrir al sistema normal de licitación, con el objeto de
solucionar un gasto específico, el General le encargaba transferir fondos
a los Comandantes de Regimientos respectivos en algunos casos y en
otros, el declarante entregaba el dinero en efectivo. Dice que de esto se
rendía cuenta, mandando fotografías de los trabajos realizados y las
boletas directamente al Comandante en Jefe, a través de los Ayudantes.
Luego, él hacía la rendición de cuenta con esta documentación, la que
finalmente destruía al igual que toda la demás. No recuerda más
detalles del destino de estos dineros.
Afirma que efectivamente el General OVIEDO, de acuerdo al
detalle de gastos del documento exhibido, para el año 2014 autorizó un
monto de $745.200.000, fondos que según ha señalado, no provenían
de la Ley de Presupuesto, y le eran entregados en efectivo por el DIFE,
ignorando el origen de los mismos. Agrega que efectivamente se
dispuso de $660.000.000 en dólares y el restante, de $85.200.000, en
pesos chilenos, los que sumados totalizan el monto antes señalado.
Asevera que de nada de esto dejó registro el Ejército y se le ordenó la
destrucción de las rendiciones de cuentas, según señaló.
Declara que de estas sumas de dinero que le correspondió
administrar por estos conceptos, no ingresó a su patrimonio ninguna
cantidad.
A fojas 3865, continúa con su declaración anterior, agregando
que al hacer memoria, en relación con los viajes del General OVIEDO,
que cuando en ciertas oportunidades por razones de trabajo, él no podía
concurrir a la comisión de servicio, él le ordenaba que se encargara de
pagar el pasaje aéreo de la señora del General que iría en su reemplazo.
Agrega que normalmente quien lo reemplazaba era el Jefe del Estado
Mayor, que en esa época era el General GRIFFITHS, y luego fue el
General Ricardo MARTÍNEZ. En todo caso, recuerda que esta situación
ocurrió sólo con el General MARTÍNEZ, en el sentido de pagarle el pasaje
a su señora para que viajara con él, en reemplazo del General OVIEDO.

432
Refiere que el procedimiento que se utilizaba era el siguiente: el Jefe de
la Sección de Pasajes y Fletes Coronel CORNEJO, concurría a su oficina
en el Edificio Bicentenario y le señalaba que era necesario pagar este
pasaje, pero que no correspondía que se hiciera con recursos fiscales,
esto es, con recursos de la Sección Pasajes y Fletes, por lo que le
solicitaba que lo hablara con el Comandante en Jefe, a fin que viera la
vía por la cual poder costear este pasaje. Dice que entonces él lo
hablaba con el General OVIEDO, quien decidía si autorizaba el pago o no
con los recursos “de libre disposición para el Comandante en Jefe”, o
con “recursos extraordinarios del Comandante en Jefe”. Especifica que
cuando lo autorizaba, el declarante llamaba al Comandante CORNEJO, el
que concurría a su oficina, y entonces le entregaba el dinero en efectivo,
en dólares, según el monto que CORNEJO le indicaba, y según la factura
que le presentaba. Agrega que el Comandante CORNEJO se encargaba
posteriormente del trámite con la agencia de viajes respectiva. Luego, el
deponente le rendía cuenta al General OVIEDO.
Entiende que las fuentes de ingreso que mantiene la Dirección de
Finanzas del Ejército, tanto en moneda nacional como extranjera,
corresponde a dineros provenientes de Gastos Reservados, del Banco
Estado, de Fondos Internos, de la Mutualidad del Ejército y Aviación, y
de los Fondos Presupuestarios.
En cuanto a los Gastos Reservados, afirma que quiere dejar en
claro que él ignora cuánto se recibía por la DIFE por este concepto,
cómo lo administraba y a qué se destinaban, ya que nunca estuvo
destinado a la DIFE, pero señala que el responsable de estos dineros era
el Director de Finanzas. Agrega que él sólo podía acceder a la
información pública relativa al monto asignado para las diferentes
instituciones. Indica que de esto tiene conocimiento el Comandante en
Jefe, quien da las órdenes sobre el destino de esos dineros y a quién se
le entrega para su uso. Adiciona que es a éste, en conjunto con el DIFE,
a quien le corresponde rendir cuenta anualmente ante el Contralor
General de la República sobre el empleo de los recursos. Desconoce si
se hace algún otro tipo de rendición interna en relación con estos
fondos.

433
En cuanto a los fondos recibidos del Banco Estado, describe que lo
que tiene entendido, es que esto obedece a un convenio suscrito entre
el Ejército y el Banco Estado, y que tiene por objeto hacer entrega de
fondos de parte del Banco Estado al Ejército a fin de realizar proyectos.
Agrega que por ejemplo, él conoce el caso de un estudio que se hizo con
cargo a estos recursos, por orden del Comandante en Jefe General
OVIEDO, destinado a establecer el impacto ambiental que podría
provocar el mejoramiento de la pasarela que comunica al Edificio
Bicentenario con el Museo Histórico Militar. Este estudio lo hizo una
empresa externa, aunque desconoce cuánto se pagó por este trabajo,
pudiendo haber sido entre $7.000.000 y $8.000.000. Se trata de
proyectos con fines investigativos, académicos, según sabe. Le parece
que también estaba destinado al hermoseamiento de monumentos
militares, murales, etc.
Señala ignorar las razones por las cuales el Banco Estado realizaba
esta entrega de fondos, sólo se puedo imaginar que era con la idea de
mantener los clientes, además, normalmente se les permitía a la gente
del Banco que fuera a promocionar sus productos y ofrecer créditos.
En cuanto a los Fondos Internos, expresa que corresponden
básicamente a saldos remanentes que quedaron desde el año 2000 o
2001 aproximadamente, de la denominada “administración de la
economía de víveres” generada por cada Unidad militar. Ilustra que
hasta esos años se hacía un análisis mensual a fin de determinar qué
cantidad de recursos se ahorraba por la ausencia de soldados, ya fuera
por vacaciones, permisos, licenciamiento anticipado, enfermedad u
otros. Esto se llevaba a un balance que elaboraba cada Unidad
trimestralmente y era remitida a la Jefatura de Intendencia, que era el
órgano responsable, y estos consolidaban la información de todo el
Ejército, y ese ahorro de víveres los transformaban en plata, el que
distribuían proporcionalmente a las distintas unidades.
Afirma que a partir de los años anteriormente señalados, el
sistema cambió y esos recursos se mantuvieron en la DIFE sin ser
entregados a las Unidades. Relata que la DIFE comenzó a administrar
estos recursos que a esa época quedaron, con conocimiento del
Comandante en Jefe, del Jefe del Estado Mayor del Ejército, del Director

434
de Logística del Ejército y de los Generales de División. Ignora si en la
actualidad aún quedan fondos por ese concepto, pero, en todo caso,
quien disponía la entrega de los mismos era el Comandante en Jefe de
turno, debiendo estar siempre su aprobación.
Relata respecto de solicitudes de estos recursos que hicieron en la
Comandancia en Jefe en alguna oportunidad, por ejemplo, para pagar
pasajes de periodistas pedidos por el Departamento Comunicacional del
Ejército. Expone que los requerimientos se hacían de manera formal,
por documento, y el DIFE era quien contestaba si era factible o no
disponer de estos recursos. Dice que en definitiva, esto lo veía el DIFE
con el Comandante en Jefe. Entonces, si se autorizan los fondos, los
remesaba la DIFE a la Unidad respectiva, y quedaba registrado
contablemente, tanto en la DIFE como en la unidad que había solicitado
los recursos. Afirma que en las cuentas de valores respectivas debiera
estar todo el respaldo.
Expresa que no recuerda a qué corresponde la cuenta “otros
recursos”, por la que se le pregunta, aunque lo ha escuchado, pero en
estos momentos no lo recuerda.
Explica que los certificados de buena inversión era una instancia
que tenían los Comandantes de Unidades para financiar aquellas cosas
libremente que no fuera de presupuesto, y que normalmente se
imputaban a gastos de representación. Dice que nunca vio esto en la
Comandancia en Jefe, y que se eliminó aproximadamente el año 2005 o
2006, aunque no está seguro, por instrucción de la Contraloría General
de la República, seguramente se prestó para utilizar indebidamente los
gastos de representación. Hasta dónde sabe, en la actualidad son
solamente Generales los que tienen derecho a gastos de representación
y en forma muy restringida, normalmente se utilizan para celebrar
cumpleaños, actos de aniversario, juramento a la bandera y visita de
autoridades políticas y gubernamentales. Afirma que en la actualidad en
todo caso, está prohibido destinarlos a celebración de cumpleaños.
Refiere que los fondos por concepto de gastos de representación se
encuentran considerados en la Ley de Presupuesto.

435
Indica que según sabe, el único caso en que se justifica la emisión
de un certificado de buena inversión es por gastos de representación, no
recuerda que haya algún ítem que lo permita.
En cuanto a los recursos provenientes de la Mutualidad del Ejército
y Aviación, señala que desconoce el motivo o el ítem contra el cual le
giraban recursos de la Mutualidad al Ejército, particularmente a la DIFE,
sólo señala al respecto que cuando trabajó entre octubre del año 2011 a
junio del año 2012 como Tesorero en la Fundación de Señoras de
Oficiales del Ejército, que actualmente se llama Fundación de Señoras
del Ejército, tomó conocimiento de la entrega de recursos por parte de
la Mutualidad a través de la DIFE a esta Fundación, por la suma
aproximada de $54.000.000.
Describe que la recepción de estos recursos era anual y más o
menos por la misma cantidad. Agrega que según tomó conocimiento, se
había hecho en los años anteriores, desde el año 1999 o 2000 en que
dejó de ser CEMA Chile. Indica que estos $54.000.000 ingresaron al
balance de la Fundación y se ingresaron a la cuenta corriente que a esa
época estaba en el Banco de Chile, y las únicas personas que podían
firmar los cheques eran la Presidenta y la Vice presidenta de la
Fundación, que a esa época eran la señora Anita PINOCHET y la señora
Andrea NUÑEZ.
Indica que la DIFE, a través de la Comandancia en Jefe, entregaba
a la Fundación, mensualmente, la cantidad de entre $5.000.000 a
$6.000.000, aproximadamente. Expresa que ignora de cuales fondos
provenían esos recursos, y señala que se entregaban en efectivo. Relata
que cuando el Jefe del Departamento de Finanzas era Jorge CORTÉS a él
le correspondió recibir de éste el dinero y entregárselo materialmente a
la señora Anita PINOCHET. Dice que de esto puede dar fe, ya que lo hizo
durante todo el período en que estuvo como tesorero de la Fundación.
Antes de esto, no sabe cómo se hacían llegar los recursos. Dice que
cuando él comenzó a trabajar como Tesorero de la Fundación, se hacía
la entrega de los recursos de la forma que ha señalado anteriormente,
pero un par de meses después esto cambió y se le instruyó que debía
retirar el dinero directamente desde la DIFE, donde el Coronel Ricardo
FERNÁNDEZ se lo entregaba en un sobre cerrado para que el deponente

436
se lo entregara a su vez a la señora Anita PINOCHET. Desconoce si la
entrega de estos fondos continuó en el período del Comandante en Jefe
General OVIEDO. Entiende que estos recursos se destinaban a
ornamentación de la Fundación y a actividades de apoyo, como por
ejemplo, entrega de medicamentos. Expresa que no quedaba ningún
registro en la DIFE de la entrega que se le hacía de estos dineros, al
menos él no firmaba nada, desconociendo el origen de estos fondos. A
su vez, expresa que él le entregaba estos dineros a la Presidenta de la
Fundación, quien tampoco firmaba ningún documento. Tampoco se
ingresaba a la cuenta corriente del Banco, y se mantenía en dinero
efectivo en la caja de fondos de la Fundación, siendo decisión de la
señora Anita PINOCHET en qué lo gastaba. Agrega que él solamente se
preocupaba de llevar un registro según lo que ella le decía, sin que
muchas veces hubiera boletas de respaldo u otro documento. Dice que
él llevaba una carpeta con esos antecedentes, los que entiende, fueron
destruidos después. Afirma que en las cuentas de la Fundación no quedó
ningún registro del ingreso ni gastos de estos recursos.
Indica que los que sabían de la entrega de estos dineros eran el
Comandante en Jefe General FUENTE-ALBA, el DIFE General SANTIC, el
Subdirector de la DIFE Coronel Ricardo FERNÁNDEZ VIVEROS, el Jefe
del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe Coronel Jorge
CORTÉS, la Presidenta de la Fundación de Señoras y su Vicepresidenta;
y quien administraba y disponía de estos recursos era exclusivamente la
señora Anita PINOCHET.
Desconoce si en el período del Comandante en Jefe anterior del
General FUENTE-ALBA también se entregaron estos recursos a la
Fundación.
Refiere que mientras fue Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe el Coronel Jorge CORTÉS, él vio en distintas
oportunidades que se reunía éste con el Oficial de Órdenes de la época
Rodolfo HIDALGO, con los ayudantes del Comandante en Jefe de la
época General FUENTE-ALBA, que eran el Coronel Vicente BRANDT, el
Coronel Curt HALD, Comandante Jorge LEÓN, Coronel Gonzalo ALIAGA,
Coronel Marcelo NUÑEZ, y también con el Jefe del Departamento de
Premios y Obsequios el Comandante Marcelo OCAMPO. Agrega que se

437
imagina que en esas reuniones le hacían presente los requerimientos
económicos para las comisiones de servicio y CORTÉS les entregaba los
recursos que provenían de los denominados “de libre disposición para el
Comandante en Jefe” o “recursos extraordinarios del Comandante en
Jefe”. Afirma que también el Coronel CORTÉS se reunía a puerta cerrada
con la señora Victoria LATRACH, se imagina que con el objeto de pagar
servicios de alguna comisión del General FUENTE-ALBA.
Afirma que él no participaba en la entrega de recursos para los
viajes del General FUENTE-ALBA, y que de esto se encargaba Jorge
CORTÉS. Dice que se limitaba a hacer entrega de los viáticos a la
comitiva del Comandante en Jefe.
Relata que la mantención y funcionamiento de la casa institucional
en el período del General FUENTE-ALBA se costeaba de la misma
manera que se hizo en el período del General OVIEDO, según explicó en
su declaración del día anterior.
Afirma que todos los conceptos a que hizo mención en su
declaración del día anterior, en relación con los pagos que se
hicieron contra los recursos denominados “de libre disposición
para el Comandante en Jefe” o “recursos extraordinarios del
Comandante en Jefe”, (cumpleaños, perdiem, viajes, etc.) en la
época del General OVIEDO, y que alcanzó una suma aproximada
de $750.000.000, también se realizaron en el período del
General FUENTE-ALBA cuando era Comandante en Jefe del
Ejército, esto es, entre los años 2010 y 2014. Agrega que lo
mismo se hacía en el período del General IZURIETA FERRER en
su período de Comandante en Jefe, entre los años 2006 y 2010.
Dice que desconoce con exactitud el monto que se utilizó
durante los períodos de FUENTE-ALBA y de IZURIETA, pero dice
que debió haber sido similar al que se gastó en el del General
OVIEDO.
Expresa que efectivamente de los distintos fondos a los que hizo
referencia, a saber, Gastos Reservados, Fondos Internos, Fondos del
Banco Estado, de la Mutualidad del Ejército y Aviación, y los
Presupuestarios, el único del que no se mantenían registros contables,
en cuanto al destino de los recursos, al menos formalmente, era

438
respecto de los que provenían de Gastos Reservados, ignorando si es
que el DIFE llevaba algún registro informal, no lo sabe.
Indica que no maneja detalles sobre los viajes de FUENTE-ALBA,
porque esto, como señaló, lo veía el Coronel Jorge CORTÉS, sólo puede
aportar que la señora LATRACH frecuentemente visitaba al Coronel
CORTÉS. Respecto del señor TUPPER, de la agencia del mismo nombre,
por el que se le pregunta, no recuerda haberlo visto en la Comandancia,
pero sí que trabajaba con el Comandante en Jefe IZURIETA FERRER.
Refiere que en el período del Comandante FUENTE-ALBA, el
Coronel CORTÉS procedía igualmente a la destrucción de toda la
documentación justificante de los pagos que se hacían con cargo a estos
recursos “de libre disposición para el Comandante en Jefe” o “recursos
extraordinarios del Comandante en Jefe”. Incluso agrega que cuando la
COTRAE realizó la comisión interventora para fiscalizar la entrega del
cargo que Jorge CORTÉS le hizo en el año 2014, ninguna constancia
existía en las actas de entrega respectivas sobre la administración de los
fondos señalados. Indica que en esa oportunidad, el Coronel CORTÉS
tampoco se refirió al tema ni le dijo nada, sino hasta que estaba
autorizada la asunción de su cargo, oportunidad que se limitó a realizar
una especie de inducción sobre la administración de estos recursos,
insistiéndole en que cualquier movimiento de estos recursos tenía que
serle ordenado por el Comandante en Jefe directamente, sin que le
pueda dar esa instrucción ninguna otra persona. Aclara que aquí no
intervenía ningún tercero, y cualquier consulta debía dirigirse
directamente al General OVIEDO.
Explica que en ese momento tomó cabal conocimiento de cómo se
operaba con esos recursos y a quiénes se les entregaba, en particular,
estos fondos. Dice que también entendió la separación de funciones que
existía entre el Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia
en Jefe y el Jefe de la Sección de Finanzas del Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, cargo este último que, hasta esa
fecha, él desempeñaba. Explica que en ese sentido era el primero, el
Jefe de Departamento, quien se entendía directamente con el
Comandante en Jefe y con el Director de Finanzas, y por su parte era el
Jefe de Sección en cambio, quien se encargaba de la contabilidad de

439
todo lo que era asignado por presupuesto fiscal. Por lo tanto, dice que el
Jefe del Departamento veía, él solo, lo que decía relación con los
recursos “de libre disposición para el Comandante en Jefe” o “recursos
extraordinarios del Comandante en Jefe”, y en cambio los recursos
presupuestarios los veía en conjunto con el Jefe de Sección.
Finaliza señalando que no tiene más antecedentes que aportar en
relación con la gestión del General FUENTE-ALBA, ni en relación con lo
que se le ha consultado.
3.- Declaraciones de Jorge CORTÉS DÍAZ, Jefe de
Contabilidad en la Sección del Departamento de Finanzas entre
2004 y 2006 y Jefe del Departamento de Finanzas entre 2006 y
2014, de fojas 7358 (copia a fojas 3822), 7370 (copia a fojas
3834), 8129 y 8250, en las cuales señala lo siguiente:
A fojas 3822 y 7358, ratifica íntegramente las declaraciones
extrajudiciales vertidas ante la BRIDEF, agregadas por resolución de
fojas 1319. Indica, en cuanto a su carrera militar, que desde el año
1997 hasta el año 1999 se desempeñó en la Tesorería del Ejército, luego
en el año 2000 fue destinado bajo el grado de Capitán a la ciudad de Río
de Janeiro en Brasil, para efectos de realizar el curso de
Perfeccionamiento de Oficiales (ESAO). Agrega que desde el año 2001
hasta el año 2003 se desempeñó con el grado de Mayor en la Escuela de
Suboficiales. Añade que posteriormente, desde el año 2004 al 2006
trabajó como Jefe de Contabilidad en la Sección del Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército. Indica que del año
2006 al año 2010 en la misma Sección, pero como Jefe de
Departamento, bajo la Comandancia del General IZURIETA. Del año
2010 al 2014, dice que realizó las mismas funciones, pero bajo la
Comandancia del General FUENTE-ALBA. Refiere que desde el año 2014
hasta mayo de 2015 hizo un Magister en España, además, fue destinado
a la Agregaduría Militar en España, para finalmente el año 2015
desempeñar funciones en el Comando de Apoyo a la Fuerza (CAF),
solicitando el retiro en noviembre del año 2015. En cuanto a sus labores
en la Comandancia en Jefe, señala que él le brindaba la servidumbre
financiera a diversas Unidades dependientes de la Comandancia en Jefe
del Ejército, tales como el AUGE, COTRAE, CESIM y la Secretaría

440
General del Ejército. Señala que el Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe del Ejército era el que se encargaba de ver el tema
financiero de estas Unidades. Especifica que los Secretarios Generales
del Ejército durante el periodo del General IZURIETA fueron varios, a
saber, Andrés AVENDAÑO y Guillermo PORCILE, no recuerda quien más.
Añade que con el Comandante en Jefe del Ejército (CJE) FUENTE-ALBA,
estuvo en el cargo Guillermo PORCILE, Alberto GONZALEZ y John
GRIFFITHS. Indica que ellos son sus jefes, a quienes les reportaba sobre
todo movimiento de la Secretaría General de la cual era el responsable
el declarante, según señala. Afirma que para la Secretaría General de la
Comandancia en Jefe -CJE- había un presupuesto fijado anualmente por
la Ley de Presupuestos y que respecto de estos fondos su misión era
pagar. Explica que cada Jefe de Centro de Costo tramitaba su
documentación con el Departamento de Finanzas de la CJE,
documentación que consistía en la entrega de facturas, actas de
recepción, etc. Adiciona que también se veía el tema de los viáticos de
los funcionarios de la CJE, así como del propio Comandante en Jefe, esto
en moneda nacional, en cambio, tratándose de comisiones en moneda
extranjera la documentación la elaboraba el mismo Departamento de
Finanzas. Indica que todo esto consta en la documentación que se
guarda en la propia Comandancia en Jefe, que respalda cada una de
estas operaciones. Describe que estos recursos eran recibidos por la
DIFE, aunque ignora con cargo a qué cuenta, y entregados a la
Comandancia en Jefe según el requerimiento que se les realiza. Señala
que no recuerda el monto del presupuesto asignado, pero eran
más 700 millones de pesos. Reseña que además de lo anterior, la
Comandancia en Jefe recibía de la DIFE, generalmente en forma
mensual y en efectivo, una suma de $50.000.000 aproximados,
entre pesos y dólares. Agrega que en la época del General
IZURIETA se la entregaba el General GOMEZ-BANNURA, en la
época del General LE DANTEC la entrega se la hacía el Coronel
FERNÁNDEZ VIVEROS y, en alguna oportunidad el Coronel ALEJANDRO
FOCACCI. Dice que puede ser que en una o dos oportunidades se lo
haya entregado el General LE DANTEC. Indica que en el período del
General FUENTE-ALBA quien le hizo entrega del dinero fue el General

441
Jozo SANTIC, DIFE de la época. Narra que este dinero se lo entregaban
en efectivo, en la misma oficina del DIFE, sin que él firmara documento
alguno. Ignora el origen de estos dineros. Relata que cuando él
asumió con el General IZURIETA, se le avisó que trimestralmente
debía ir a buscar estos dineros, en efectivo, que estaban en la
caja fuerte del DIFE. Señala que este último lo llamaba por
teléfono, entonces retiraba el dinero y lo guardaba en la caja
fuerte. Indica que estos recursos se utilizaban para diversos
motivos: mantenimiento y funcionamiento de la casa fiscal del
Comandante en Jefe, respecto de este concepto, por el que se le
pregunta, se imagina que, si hubiese existido algún ítem al cual
cargarlo, se hubiere hecho de esa forma y no con dineros cuyos
respaldos, en cuanto a los gastos, no se exigían. Aduce que se trataba,
en todo caso, de una orden que venía desde los distintos Comandantes
en Jefe. Expresa que por este concepto entregaba la cantidad de entre
10 y 12 millones de pesos mensuales, y si había algún imprevisto se
hacía una entrega de dinero adicional, pero siempre con la autorización
del Comandante en Jefe de turno. Indica que este dinero se lo
entregaba a los Oficiales de Orden encargados de la casa institucional,
se refiere al Mayor Francisco PIZARRO BARRIOS, en la época de
IZURIETA, y a Rodolfo HIDALGO FARIÑA en la época de FUENTE-ALBA.
En este último período, en algunas oportunidades, dice que se lo
entregó al Suboficial Mauricio VERA, como Estafeta, esto cuando
HIDALGO no se encontraba. Explica que los imprevistos por los que se le
pedía dinero adicional eran generalmente, y por lo que recuerda, para
costear banqueteros, arriendo de toldos y reparaciones de urgencia,
entre otros, ignorando el destino final de los dineros, porque esto lo veía
el Oficial de Órdenes. En relación con estos dineros que él recibía de la
DIFE, dice que también se destinaban a pagos de "perdiem" como le
llamaban, y que correspondían a la entrega de dineros a los Generales
que viajaban en Comisiones de Servicios, suma que era adicional a los
viáticos, pasajes y asignaciones. Dice que estos montos no estaban en
la Ley y eran para comisiones de corta duración. En todo caso, afirma
desconocer el destino que se les daba. Agrega que el “perdiem”
ascendía a USD 1.000 para los Generales de Brigada y USD 1.500 para

442
los Generales de División. Agrega que para el Comandante en Jefe
fluctuaba entre los USD 3.000 y USD 5.000, según el país y la duración
del viaje, en todo caso esta suma la pedía el propio Comandante en
Jefe. Señala que al declarante no se le rendía cuenta de estos dineros e
ignora en qué los gastaban. Refiere que también los dineros recibidos
por la DIFE se destinaban a compra de regalos para los Generales y
personal de la Comandancia en Jefe, cumpleaños y navidad, los que
fluctuaban entre 100 y 200 mil pesos, cada uno consistentes en IPAD,
equipos de música, relojes y otros, por lo que recuerda. Agrega que
estos regalos en general eran comprados por el Jefe de la Comisión
Gastos de Representación. Expresa que como esta era una costumbre,
nadie lo cuestionaba. Dice que también los dineros recibidos por la DIFE
se destinaban a apoyar a los ex Comandantes en Jefe vivos, lo que
correspondía a una cantidad de $400.000 mensuales, le parece en el
período de IZURIETA, y de $600.000 mensuales en el período de
FUENTE-ALBA. Declara que él hacía entrega de este dinero
mensualmente, en sobre cerrado, en dinero efectivo, que mandaba a
dejar con un conductor y que iba directamente a la casa del General
respectivo. Asevera que nunca se le dijo cuál era el destino de estos
dineros. Dice que podría pensar que es para seguridad, pero
efectivamente, no le consta y, como se le hace ver, tendría que estar
esto regulado y se trataría, en todo caso, de otro tipo de fondos. Indica
que de esto estaban en conocimiento los Comandantes en Jefe de la
época, IZURIETA y FUENTE-ALBA, además se habló de esto en la
primera reunión que se hacía. Relata que cuando asumió IZURIETA
estaban presentes, su antecesor JUAN PABLO DE LA FUENTE y el
declarante; cuando asumió el General FUENTE-ALBA dice que le
expuso a éste el destino de estos recursos, lo que aceptó; y
cuando asumió el General OVIEDO, narra que estaban presentes éste
último, el Coronel VÁSQUEZ y el declarante, quien también aceptó
continuar con esta entrega de fondos a los Ex Comandantes en Jefe.
Respecto de la autorización de esta entrega de dineros por parte del
Comandante en Jefe, dice que ésta se hizo también en todos los casos
anteriores a que hizo referencia, es decir, que él no podía disponer
libremente de estos recursos, porque requería de esa autorización.

443
Relata que también los dineros recibidos por la DIFE se destinaban a
viajes al extranjero, es decir, al pago de los pasajes de las señoras de
los Comandantes en Jefe. Aclara que las cónyuges de los Comandantes
en Jefe no tenían derecho a pasaje, viendo todo el tema de la
coordinación y detalle de estos viajes el Departamento de Coordinación
de la Comandancia en Jefe, en conjunto con la Dirección de Relaciones
Internacionales (DIRIDE). Agrega que además de los pasajes, con estos
fondos se pagaban los hoteles, los traslados, las comidas, imprevistos,
etc., lo que se pagaba además del respectivo viático reglamentario que
por Ley recibía directamente el Comandante en Jefe. Relata que estos
dineros él los entregaba directamente en efectivo, en dólares, a la
señora Victoria LATRACH de la agencia de viajes LATRACH, quien
concurría a su oficina para estos efectos, ella no le entregaba ningún
documento, ni tampoco firmaba nada. Señala que el General FUENTE-
ALBA viajaba con LATRACH, no recuerda si también lo hizo con TUPPER,
que era la agencia con la que viajaba IZURIETA. Afirma que también con
los dineros recibidos de la DIFE se compraban regalos para los novios de
los matrimonios a los que era invitado el Comandante en Jefe, lo que
tampoco estaba consignado en ningún ítem legal. Añade que también
con estos dineros entregados por la DIFE, se hacía mejora de la
alimentación para los casinos, para el personal de la Comandancia en
Jefe. Asimismo, se entregaban fondos para la alimentación del
Comandante en Jefe, para entrega a su repostero, que era el encargado
de cocinar para él y sus visitas. Añade que con esos dineros también se
proporcionaba ayuda escolar para personal de la Comandancia en Jefe,
se le entregaba en marzo o abril de cada año una giftcard de
aproximadamente $25.000 a cada funcionario. Adiciona que eran
aproximadamente 200 funcionarios, y que esto tampoco estaba
contemplado en ningún ítem presupuestario.
Adiciona que no recuerda si hay otros destinos que se le hayan
dado a los fondos señalados, probablemente hay otros, afirma. El
Tribunal le exhibe el documento custodiado por resolución de fojas 1275
con fecha 17 de agosto de 2018, y señala que el primer documento que
se le exhibe, encabezado con "año 2014" fue confeccionado por él y que
reconoce su letra. Explica que corresponde a los gastos de

444
funcionamiento de la Comandancia en Jefe al año 2014. Añade que ese
documento se lo hizo al Coronel Sergio VÁSQUEZ para que lo hablara
con el ex Comandante en Jefe Humberto OVIEDO, para explicarle los
gastos que se hacían, con los dineros que se recibían del DIFE. Dice que
esto debe habérselo entregado a Sergio VÁSQUEZ en febrero del año
2014 cuando entregó su puesto para hablar con el General OVIEDO.
Indica que de acuerdo a este documento los gastos de funcionamiento
de la Comandancia en Jefe, así le pusieron, serían de $85.200.00; por
actividades de fin de año $31.000.000 y por concepto de reserva
señalaron $71.000.000, pero expresa que en realidad sólo fue una
forma de desglosarlo, porque los dineros se sacaban indistintamente de
uno u otro concepto. Añade que para efectos del funcionamiento en
moneda extranjera contaban con USD 1.540.000, que subdividieron en
gastos de funcionamiento por USD 1.320.000 y “viajes y perdiem
generales” USD 220.000, pero al igual que en la situación anterior podía
ser que el dinero se sacara de un ítem o de otro, tratándose sólo de una
estimación. En cuanto a los conceptos que se señalan bajo la palabra
“otros”, indica que corresponden a sumas de dinero que estaban
predeterminadas por el DIFE, se imagina que previa autorización del
Comandante en Jefe, para ser entregadas una vez al año, generalmente
en marzo y eran los siguientes: al Secretario General del Ejército le
daban $2.500.000, para cada Ayudante del Comandante en Jefe que
eran dos, $1.200.000 a cada uno, al Edecán Presidencial $1.200.000 y,
al Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa Nacional se le entregaba
$1.200.000. Afirma desconocer los motivos por los cuales se les
entregaban estos dineros, y que así a lo menos se trabajó durante el
periodo de los ex CJE FUENTE-ALBA e IZURIETA, y fue la propuesta
hecha al nuevo Comandante en Jefe OVIEDO, pero ignora si se
materializó de la misma manera, porque en definitiva el Ex Comandante
en Jefe OVIEDO lo materializó con Sergio VÁSQUEZ. Expresa que
durante el período en que estuvo en el cargo le hizo entrega físicamente
al Secretario General de estos $2.500.000 una vez al año, por tanto, le
entregó a GRIFFITHS, GONZALEZ, PORCILE y AVENDAÑO. Agrega que
se imagina que esto estaba previamente conversado con el DIFE,
porque a él nunca se le hizo una consulta al respecto. En relación con la

445
entrega de dineros a los ayudantes del Comandante en Jefe, al Edecán
Presidencial y al Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa, dice que se
los enviaba también en efectivo, al igual que el caso anterior, a través
de Sergio VASQUEZ. Puede ser, señala, que en alguna oportunidad se
los haya entregado él, personalmente, a los ayudantes del Comandante
en Jefe, porque estaban en la misma Comandancia, no así con los otros
dos. Añade que justificación no hay. En relación con el segundo
documento que está también escrito a mano y que se le exhibe y que se
encabeza como “detalle de gastos anuales”, declara que él no lo
escribió. En todo caso, efectivamente, en general, expone que coincide
con los rubros a que se destinaban los dineros que entregaba el DIFE.
Expresa que ahora que ve este documento, puede recordar que además
los fondos que entregaba el DIFE se destinaban a “imprevistos”, dentro
de los cuales se consideraban, por ejemplo, las invitaciones a comer que
hacía el Comandante en Jefe, le parece que también en alguna
oportunidad se pagó por ejemplo arriendo de cabaña para los escoltas
del Comandante en Jefe cerca del lugar donde éste se encontraba.
Indica que pudo haber sido efectivamente por este concepto
$70.000.000 anuales. En cuanto al rubro “imprevistos Secretaria
General” por $27.600.000, dice que no recuerda en este momento a qué
puedan corresponder. En cuanto a “funcionamiento casa CDO”, indica
que corresponde a la casa del Comandante en Jefe y el gasto puede
haber sido de $126.000.000 como ahí se señala, a su vez, expone que
el mantenimiento de la misma puede haber sido de $24.000.000.
Expone que en cuanto al “aporte alimentación SGE” por $25.440.000,
corresponde a la mejora de la alimentación del personal de la
Comandancia en Jefe. Dice que ya se refirió a la ayuda escolar para los
hijos del personal de la Comandancia en Jefe, y a los regalos de
cumpleaños para los oficiales que allí trabajaban, debiendo agregarse el
regalo para las señoras de los Generales y de los oficiales de la
Comandancia en Jefe por aproximadamente $50.000.000. Narra que
cuando se casaba un hijo o hija de algún General, se les hacía un
depósito, en dinero efectivo, no recuerda si por $700.000 o $900.000
aproximadamente al novio, en su cuenta corriente. En cuanto a los
regalos de matrimonio que allí aparecen, señala que corresponden a las

446
invitaciones que se le hacen al Comandante en Jefe a que hizo
referencia anteriormente, no sabe si a los hijos de los Generales,
además del depósito, se les compraba un regalo, ya que de esto último
estaba encargado Marcelo OCAMPO en el período del General
FUENTEALBA, y antes de él, en el período de IZURIETA indica que era el
mayor Alfredo MERINO. Afirma que también se les compraba un ajuar a
los hijos del personal de la Comandancia en Jefe que nacían, según se
señala en ese documento. Respecto del concepto “auxiliar aeropuerto”,
explica que este era el Suboficial Mayor (R) DURÁN YÁÑEZ, quien estaba
encargado de ir a buscar y a dejar a los Comandantes en Jefe en sus
viajes al extranjero. Agrega que DURÁN estaba autorizado para llegar
hasta el avión con el Comandante en Jefe, y que el tema de
coordinación lo conocen los ayudantes del Comandante en Jefe y este
último. Dice que más detalles no conoce. Declara que a este Suboficial
se le hacía entrega de una suma mensual de dinero y que anualmente
se consideró en $6.000.000. En cuanto al concepto "apoyo EX CJE" a
que se refiere el documento por $38.400.000, expone que dice relación
con los montos a que hizo mención anteriormente. En todo caso, dice
que como señaló, él entregaba $600.000 a cada uno de los ex
Comandantes en Jefe, a saber, IZURIETA CAFFARENA, IZURIETA
FERRER y CHEYRE. En el período en que Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA
realizó sus labores entiende que por este concepto se incluyó también a
FUENTE-ALBA, según tiene entendido, pero ignora qué monto de dinero
se les entregó. Respecto del concepto “hoteles, pasajes y otros C/S en
el país” por $30.000.000, señala que puede corresponder a lo que hizo
mención en relación a las comisiones de servicio dentro del país, pero no
recuerda haber pagado pasajes nacionales, porque normalmente el
Comandante en Jefe viajaba en el avión institucional. Expresa que
tampoco recuerda haberle pagado a la señora ANITA PINOCHET,
cónyuge del General FUENTE-ALBA, pero sí recuerda haberle pagado
pasajes al extranjero. Especifica que el pago de los hoteles nacionales
se hacía con estos fondos, aparte de los recursos que recibía el
Comandante en Jefe por concepto de viáticos. Agrega que no recuerda
si se le pagó viático en moneda nacional, pero sí a su comitiva y al
Comandante en Jefe siempre se le pagó viático en sus viajes al

447
extranjero. En cuanto a los “gastos ayudantía CJE”, por $5.000.000,
dice que no recuerda a qué corresponde. En cuanto a “gastos varios e
imprevistos escolta CJE” por $15.000.000, expresa que no está seguro a
qué pueda haberse destinado. En cuanto a “funcionamiento peluquería y
sastrería CJE” por $2.000.000, asevera que corresponde a los insumos
para los servicios de peluquería y sastrería, tanto del Comandante en
Jefe como de todo el personal de la Comandancia en Jefe del Ejército.
Añade que con este apoyo los funcionarios de la Comandancia en Jefe
no debían pagar por peluquería ni por sastrería. Agrega que se imagina
que el resto de los funcionarios del Ejército sí pagan por estos
conceptos. En cuanto a “evaluación concurso literario” por $1.000.000,
dice no saber a qué corresponde, indicando que anualmente se hacía o
se hace un concurso literario y se le pagaba al evaluador, pero no
recuerda que haya sido con estos fondos, por lo tanto, no sabe a qué
corresponde este concepto. En cuanto a “gastos aeropuerto (exceso
equipaje)” por $10.000.000, expresa que puede corresponder al pago
de exceso de equipaje para que el Comandante en Jefe y su comitiva
regresara con el exceso producto del viaje, ignorando en qué consistía el
detalle del exceso de equipaje. Agrega que podían ser regalos o
cualquier bien que se adquiriera en el extranjero, y que eso lo sabía
mejor el Ayudante que viajaba con el Comandante en Jefe, en todo caso
nadie fiscalizaba las maletas del Comandante en Jefe. Refiere que este
dinero se lo entregaba al Ayudante que viajaba con el Comandante en
Jefe. Menciona que dentro de los Ayudantes recuerda al General NUÑEZ,
General VILLARROEL, Coronel HALD, Coronel BRAND, todos los
anteriores en retiro, al Coronel Gonzalo ALIAGA, al Coronel NUÑEZ y al
Coronel Jorge LEÓN, estos tres últimos actualmente activos. Adiciona
que este dinero lo entregaba en efectivo, en dólares, y que en todo caso
era para imprevistos, exceso de equipaje, comida, hoteles y otros extras
que desconoce. En cuanto al concepto “diario La Segunda” por
$1.000.000, explica que correspondía a la suscripción de este diario,
desconociendo cuántos diarios se adquirían. En cuanto al concepto
“oficiales destinados” por $2.000.000, indica que corresponde a los
regalos que se le hacían a los Oficiales de la Comandancia en Jefe que
se iban destinados a otra Unidad, en el caso suyo, por ejemplo, dice que

448
le entregaron un reloj marca “Victorinox”. Añade que los regalos
fluctuaban en valores entre $100.000 a $200.000 cada uno. En cuanto
al concepto “navidad personal casa CDO” por $1.500.000, afirma que
esta suma se la entregaba al Oficial de Órdenes de la casa del
Comandante en Jefe a fin de año, pero ignora en la práctica a qué lo
destinaban, aunque le parece que era para una actividad. En cuanto a
“hoteles c/s al extranjero” por $30.000.000, expone que esto
correspondía al dinero que se le entregaba al Comandante en Jefe para
que pagara hoteles en el extranjero. Dice que en algunas oportunidades
esto se pagaba directamente acá en Chile, a la señora Victoria
LATRACH, y en otros casos se le entregaba al Ayudante para que pagara
directamente en el destino. Aclara que no se le entregaba directamente
a Comandante en Jefe, y que solamente le entregó en forma personal a
los Comandantes en Jefe IZURIETA y FUENTE-ALBA la cantidad de
dinero que señaló anteriormente, de USD 3.000 o USD 5.000 previo a
sus viajes, además de los viáticos. En cuanto a "gastos auxiliar CJE" por
$5.000.000, dice que el dinero corresponde a los recursos entregados al
Auxiliar del Comandante en Jefe para costear ciertos gastos personales
de éste en sus viajes en su oficina tales como, encargarse de la ropa del
CJE, de hacerle las maletas, sacar la ropa sucia, de planchar sus
camisas, etc. Explica que se trata de temas domésticos sobre los cuales,
en todo caso, pueden explicar mejor sus Ayudantes, porque el Auxiliar
trabajaba en la oficina con el Comandante en Jefe y lo acompañaba en
sus viajes. Añade que esta suma de dinero se le entregaba a
requerimiento del Auxiliar. Al igual que en todos los casos anteriores,
afirma que no se pedía ningún tipo de comprobante, bastando con que
solicitara el dinero. En todo caso, dice que esta suma no era para el
Auxiliar, sino para gastos. Asevera que el nombre del auxiliar es
Suboficial HARRY TOLEDO, ignorando si está activo. En cuanto al
concepto “Rotary Club” por $1.000.000, indica que corresponde al pago
que se le hace a ese Club, aunque no recuerda el monto. Agrega que,
en todo caso, el Comandante en Jefe designa cada año a un General
para que lo represente en el Rotary, habiendo que pagar la membresía,
siendo a esto a lo que corresponde ese dinero. No recuerda a quién le
hizo entrega físicamente de ese dinero, pero, no era él quien pagaba la

449
membresía. En cuanto al concepto “repostero” por $21.000.000, señala
que no recordaba el monto, pero que es el concepto al que se refirió
cuando explicó que se le pagaba al Comandante en Jefe la repostería en
la cocina y comedor del Comandante en Jefe, tanto para él como para
sus invitados, que a veces podían ser de 20 o 30 personas. Agrega que
en todo caso esto lo organizaba y coordinaba el Jefe de Departamento
de Coordinación junto al ayudante del Comandante en Jefe. Indica que
los fondos se iban entregando a requerimiento, aunque no recuerda si
del Ayudante o del Mayordomo. En cuanto al concepto “recuerdo Sras.
Ofles. Generales (ascenso y retiro)” por $40.000.000, explica que
corresponde a la entrega de un regalo que les hacen a las señoras de los
Generales que ascienden o se retiran. Indica que estos regalos los veía
directamente el Oficial de Órdenes con el Comandante en Jefe. Indica
que se entregaba a requerimiento una vez que se sabía la cantidad de
Generales y de acuerdo a un estimativo que no recuerda de cuánto era.
Afirma que nunca se le hizo devolución, si es que hubiese sobrado
dinero. En cuanto al concepto “libre disponibilidad” por $175.710.000,
afirma que éste es el monto que en ese período se estimó por este ítem,
que puede haber sido mayor en el período en que estuvo. En todo caso,
explica que este ítem correspondería a la diferencia entre lo que se les
entregaba y la previsión de gastos antes explicada. Entonces, dice, si
faltaban recursos en los conceptos antes detallados, se sacaba dinero de
aquí y, si sobraban fondos, se guardaban para el año siguiente en la
caja fuerte que manejaba en la Comandancia en Jefe del Ejército. Indica
que de esto se rendía cuenta al Comandante en Jefe, y que el declarante
mismo rendía cuenta periódicamente, lo que podía ser en forma
semanal o mensual, dependiendo de la situación, y a final de año le
rendía cuenta del saldo, aunque no recuerda si a final de año, a través
del Oficial de Órdenes, el Comandante en Jefe de turno le mandó a
solicitar algún monto de dinero. Declara que el total del monto anual
recibido por el declarante, en dinero efectivo de parte de la DIFE, era de
$700.000.000 aproximadamente. Expresa que según el documento que
se le exhibe, para el año 2014, era de $745.200.000. En todo caso, dice
que el total de este dinero lo recibía tanto en pesos chilenos como en
dólares. La DIFE le hacía entrega de una u otra moneda cada trimestre,

450
se imagina que según su planificación. Desconoce, dice, si alguien más
de la DIFE, aparte del Director de Finanzas, sabía de la entrega de estos
dineros. No le consta de dónde la sacaban y en todo caso nunca firmó
ningún documento. Señala que siempre se entendió con el General
JOZO SANTIC durante el período de FUENTE-ALBA, y también se
entendió con el General GOMEZ BANURA, con el Coronel FERNÁNDEZ y
una vez con el Coronel FOCACCI, según recuerda. Afirma que en ningún
caso estos dineros salieron de Fondos Presupuestarios, ya que de ser así
estaría la documentación respaldatoria y el registro en las cuentas de
valores. En relación con todos los gastos a que ha hecho referencia en
esta declaración, dice que no tiene ningún registro, y que nunca se le
rindió cuenta de ningún gasto de los que ha hecho mención, no
recordando que se le haya mostrado algún documento que justificara el
gasto, sólo se le pedía un monto de dinero en forma verbal señalando a
qué correspondería. Refiere que iba anotando en su agenda las platas
entregadas en forma genérica, y que, además, debía hacer la rendición
al Comandante en Jefe. Agrega que de este registro en su agenda no
guardó ninguna copia, y que las agendas respectivas no las tiene, no
sabe dónde están. Afirma que de toda esta forma de manejar estos
dineros que se recibían desde la DIFE sin ningún tipo de registro, sabían
el Comandante en Jefe del Ejército, el Director de Finanzas del Ejército,
los Jefes del Departamento de Finanzas Juan Pablo de la Fuente, Sergio
VÁSQUEZ Undurraga y el declarante mismo. Agrega que además de la
entrega de dineros en efectivo por este concepto para los diferentes
gastos a que se ha hecho mención, sabían los Oficiales de Órdenes a
cargo de la casa institucional del Comandante en Jefe, los Oficiales a
cargo de la Comisión Gastos de Representación quienes compraban los
regalos, los Ayudantes del Comandante en Jefe que veían los gastos de
comisiones de servicio dentro y fuera del país, los Jefes del
Departamento de Asuntos Generales de la Comandancia en Jefe que
veían el tema alimentación y cumpleaños del Personal de la
Comandancia en Jefe, los Coronel en retiro ZAMORA y el Coronel que le
sucedió, cuyo nombre no recuerda. Expone que el ítem Gastos de
Representación se encuentra en la Ley de Presupuesto expresamente
considerada, no recordando el monto, pero en todo caso, de todo lo que

451
por ese concepto se gastó durante los períodos en que se desempeñó en
el cargo de la Comandancia en Jefe, existen registros contables con sus
debidos respaldos y está detallado en el clasificador de gastos de la Ley
de Presupuestos. Agrega que estos dineros de gastos de representación,
no tienen nada que ver con los que recibió de la DIFE, y sobre los cuales
ha declarado. Indica que esta forma de proceder respecto de estos
recursos que provenían de la DIFE, venía, por lo menos según le consta,
desde la época del General Juan Emilio CHEYRE. Especifica que lo que
quiere decir es que no nació con el General IZURIETA, ni con el General
FUENTE-ALBA.
A fojas 3834 y 7370, declara en cuanto a otros antecedentes de
los Comandantes en Jefe, que desconoce antecedentes sobre el
patrimonio del General FUENTE-ALBA y que su relación con él la define
como profesional y él siempre fue muy deferente con el declarante.
Refiere que, en dos oportunidades, cree, fue invitado a su casa a
comidas por actividades sociales. Agrega que la última vez que habló
con él fue en el mes de abril de 2018, después de su primera
declaración que prestó ante Investigaciones, conversando sobre sus
viáticos, la forma como se pagaban, que le fue consultada por
Investigaciones. Señala que lo que decía relación con los viáticos de los
Comandantes en Jefes, él lo pagaba. Se refiere al viático reglamentario
que está regulado sobre la base de los días, costo del día y destino de
los viajes. Añade que también se les entregaba, según lo que le consta,
a los Comandantes en Jefe IZURIETA FERRER y FUENTE-ALBA, el
"perdiem" al que se refirió en su declaración anterior, de US$3.000,
US$4.000 o US$5.000, por cada viaje. En cuanto a los pasajes por
comisiones de servicio, expone que él no se preocupaba porque se le
entregaba el pasaje institucional que era asumido por la Sección Pasajes
y Fletes a través del Jefe del Departamento de Coordinación de la
Comandancia en Jefe. Señala que el pasaje de las señoras de los
Comandantes en Jefe, éstas son señora Ginetta, no recuerda su apellido
y la señora Anita María PINOCHET, afirma que eran pagados por la
Comandancia con los dineros que él recibía de la DIFE según explicó en
su declaración anterior. Agrega que no recuerda haberle pagado a algún
hijo de ellos o a terceros. Como señaló, afirma que también se pagaron

452
con esos fondos hoteles y traslados, aclarando que él no veía el detalle
de los viajes, sino que sólo pagaba. En todo caso, expone, que el
Comandante en Jefe FUENTE-ALBA viajaba con más personas que el
Comandante anterior IZURIETA. En cuanto a los destinos, declara que él
los conocía por el pago de los viáticos exclusivamente, porque el
itinerario del Comandante en Jefe lo manejaba con el DIRIDE, con
Coordinación y con el Secretario General. Agrega que el pago de la
estadía, traslados y adicionales a que hizo referencia eran para el
Comandante en Jefe, su señora y su Comitiva. Indica que habitual es
que el Comandante en Jefe viaje con un escolta, un ayudante y un
auxiliar, según lo que recuerda. Añade que el General FUENTE-ALBA
viajaba, además, con enfermero, aunque no siempre. Refiere que no
tiene más antecedentes respecto de los viajes de los Comandantes en
Jefe, salvo en cuanto a que los viajes nacionales los hacía en el avión
institucional, desconociendo con quién lo hacía, así como los destinos,
esa información lo ve quien le ve la agenda. Señala que en diversas
oportunidades que pueden haber sido más de diez, pero que no
recuerda con exactitud, el General FUENTE-ALBA le pidió que hiciera
depósitos de cheques y dinero efectivo, los cuales éste le entregaba.
Indica que eran tanto en moneda nacional como en dólares, estos
últimos en su cuenta en el Banco de Chile y cree que, en una
oportunidad en el HSBC, correspondiente a viáticos, generalmente.
Relata que no recuerda haberle depositado dólares que no
correspondían a viáticos, pero sí depósitos en pesos, montos estos
últimos que le entregaba para ser depositados, por distintos montos que
no recuerda y que el declarante a su vez, mandaba al estafeta a realizar
los depósitos. Señala que el estafeta de la época era Gerardo SALAZAR.
Dice que no realizó ningún otro tipo de gestión bancaria para el General
FUENTE-ALBA. Respecto del General IZURIETA, dice que no recuerda
haber hecho algún depósito. Señala que en relación a la señora Anita
PINOCHET, él no tenía ningún vínculo con ella, de ningún tipo, sólo la
conoció socialmente. Agrega que ella nunca le encargó que realizara
alguna gestión bancaria, pero sí el General FUENTE-ALBA en varias
oportunidades le solicitó que hiciera, más que nada, pagos en la tarjeta
de crédito de ella y que puede haber sido en forma mensual, pero no en

453
forma fija. Expresa que desconoce todo antecedente sobre la Fundación
de Señoras del Ejército, a la que pertenecía la señora Anita PINOCHET,
no recuerda que el General FUENTE-ALBA le haya pedido que realizara
transferencias a la cuenta de esta Fundación. Sobre el funcionamiento
de la Fundación, dice que desconoce todo antecedente, quien estuvo
como Tesorero fue Sergio VÁSQUEZ y luego Paublo ROZAS. Antes de
ellos dos, señala que ocupó el cargo un civil, Coronel en retiro Félix
MUÑOZ, este último trabajó con el General IZURIETA FERRER y durante
un tiempo con el General FUENTE-ALBA. Indica que todo lo doméstico
de la casa institucional, la señora PINOCHET lo veía con Rodolfo
HIDALGO, a quien el deponente le hacía entrega de los dineros. Expone
que su relación con Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA él la definiría como
de amistad profesional, al que conoció en el año 1995 y después se
relacionaron profesionalmente cuando este llegó a la Comandancia en
Jefe que fue en el año 2006, como Jefe de Contabilidad, siendo el
declarante su superior jerárquico y finalmente, en el año 2014,
VÁSQUEZ fue quien lo sucedió. El detalle del funcionamiento, en
particular, en relación con los dineros de los cuales ha declarado,
VÁSQUEZ, dice que no lo conocía hasta que él asumió su cargo. Expone
que cuando él salía de vacaciones, VÁSQUEZ lo reemplazaba y veía los
temas contables regulares. Reitera que todo lo que hizo en relación con
los dineros que le entregó el Director de Finanzas del Ejército, cuyos
registros no constan, lo hizo porque así se lo explicó su antecesor y ese
era el procedimiento normal, no era algo que se le haya ocurrido a él.
Afirma que él cumplía órdenes y que de la misma manera él se lo
traspasó a su sucesor Sergio VÁSQUEZ.
A fojas 8129, expone que en relación al destino de los dineros
que le entregaba a HIDALGO y a PIZARRO, los Oficiales de Órdenes de
los Comandantes en Jefe respectivos, iban dirigidos al funcionamiento
de la Casa del Comandante en Jefe. Explica que la Casa Comando tiene
una parte protocolar y una parte privada o familiar. Agrega que
entregaba el dinero a HIDALGO o a PIZARRO, en su caso, para el
funcionamiento de la Casa, del complejo, en general. Añade que no
recuerda en qué lo gastaban ellos, pese a que le rendían cuenta de esos
dineros. Señala que no recuerda el porcentaje de dinero de Gastos

454
Reservados que ellos destinaban a la parte familiar y cuánto a la parte
protocolar o militar. Relata que recuerda que el dinero destinado para la
parte protocolar se destinaba para el mantenimiento, supone que
también para la mantención de los jardines y la piscina. Añade que
durante los primeros 6 meses, o en el primer año de los períodos de los
Comandantes en Jefe IZURIETA y FUENTE-ALBA respectivamente,
solicitó las rendiciones de cuentas, después ya no, porque pensó que no
le correspondía hacerlo, porque en verdad todos los gastos de la casa
comando eran dispuestos por el Comandante en Jefe, y significaba
meterse o cuestionar lo que el Oficial de Órdenes hablaba con el
Comandante en Jefe, que era quien decidía. Entre ellos dos, dice,
disponían las prioridades del gasto relativo a la Casa Comando. Añade
que no recuerda el detalle de los gastos, pero sí que el concepto era
para la Casa Comando, que éste deben conocerlo los Oficiales de
Órdenes HIDALGO y PIZARRO, quienes ejecutaban los gastos respecto
de cada uno de los Comandantes en Jefe mencionados, FUENTE-ALBA e
IZURIETA, respectivamente. Respecto de los dineros de Gastos
Reservados que entregaba al Oficial de Órdenes HIDALGO, asevera que
eran alrededor de $12.000.000 fijos, mensuales, para la mantención del
Complejo Lo Curro, además de los dineros adicionales que le solicitaban.
Indica que desconoce cuánto de estos recursos se destinaban a la casa
familiar, de eso debe saber HIDALGO. Señala que también se gastaba
en la alimentación del personal administrativo que trabajaba en el lugar,
a quienes se les mejoraba el rancho con estos recursos.
Manifiesta que en el período del General IZURIETA también
se entregaban al Oficial de Órdenes, a PIZARRO, la cantidad de
$12.000.000 fijos, mensuales, para gastos de mantención de la
casa institucional, más los imprevistos. Reitera que para estos
gastos les entregaba mensualmente la cantidad aproximada de
$12.000.000, en su momento a PIZARRO, luego a HIDALGO, más el
dinero que se le solicitaba por concepto de imprevistos, por ejemplo,
para pintar el perímetro; cenas o comidas con autoridades, por lo que le
solicitaban recursos para banqueteros, encarpar, arreglos florales, y
otros. Además, continúa, el Oficial de Órdenes veía una actividad para
Navidad para el personal que trabajaba en la Casa Comando, y por esto

455
se les entregaba una suma adicional. Señala que ignora cuántas
personas participaban en la actividad. Añade que los $12.000.000 se
destinaban para el funcionamiento de la casa, que involucraba agua, luz,
internet, alimentación, todo lo que el Comandante en Jefe dispusiera
coordinando con el Oficial de Órdenes. Dice que desde el año 2013,
aproximadamente, los consumos básicos, no sabe si todos, pero sí sabe
que la luz, se dejó de pagar con estos fondos de Gastos Reservados y se
comenzaron a pagar con los fondos PAF (Fondos de Afectación Fiscal),
cuyas remesas las enviaba el Comando de Bienestar.
Indica que cuando se le pedía recursos para recibir a una
autoridad, los entregaba y se destinaban a los gastos de la cena,
encarpados, banquetera, etc. Todo esto, indica, se lo solicitaba
directamente el Oficial de Órdenes. Agrega que cree que el costo de los
músicos contratados para estas actividades, los pagaba el Oficial de
Órdenes con los recursos que le entregaba de Gastos Reservados.
Relata que entiende que el Oficial de Órdenes en algunas oportunidades
compraba flores y chocolates, pero no sabe si era la regla general que lo
compraran ellos o se compraban en la Comandancia en Jefe, por el
Oficial a cargo del centro de costos Gastos de Representación de la
Secretaría General, donde compraban regalos en general, esto es, todos
los que se les pidieran. En este último caso, agrega, se utilizaban fondos
presupuestarios. Afirma que el destino de los gastos de representación
es para actividades de representación de la Institución, regalos y
presentes para autoridades nacionales e internacionales, para casos
muy particulares; que esto está en la glosa del detalle del presupuesto.
Añade que los gastos de representación eran fiscalizados por la COTRAE.
Señala que los Gastos Reservados no eran fiscalizados por nadie,
salvo por la cuenta que él rendía al Comandante en Jefe, por lo
menos una vez al mes, a veces 2, tanto en el período del General
IZURIETA como en el período del General FUENTE-ALBA. Indica
que mantenía informado de los Gastos Reservados al
Comandante en Jefe, siempre. Afirma que con el único con quien se
entendía en materia de Gastos Reservados era con el Comandante en
Jefe, y con el DIFE, en este último caso, para la solicitud de Gastos
Reservados. Señala que el DIFE en la época del General IZURIETA fue el

456
General GÓMEZ BANURA, quien delegó en el Coronel PAVLICEVIC, y con
el General LEDANTEC, quien delegó en el Coronel FERNÁNDEZ; en
realidad, dice, no se acuerda bien cuál de los Generales que señaló le
delegó a uno y otro de los Coroneles mencionados para que a su vez le
entregaran los recursos de Gastos Reservados. Agrega que una vez
también le entregó recursos de los señalados, el Coronel FOCACCI.
Añade que en el período del General FUENTE-ALBA, el DIFE fue el
General SANTIC, quien siempre le entregó personalmente los dineros de
Gastos Reservados, sin delegar en nadie esta tarea.
Expone que la forma de operar de los Gastos Reservados, según
señaló en sus declaraciones anteriores, respecto el proceso de entrega
de dineros y los conceptos de los gastos, era el mismo en el período del
General IZURIETA y en el período del General FUENTE-ALBA.
El Tribunal le exhibe el documento agregado a fojas 3869 y
3870, a lo que señala que este documento es el que se le exhibió en
su oportunidad por el Tribunal, cuando prestó declaración anteriormente
en el mes de febrero. Dice que como indicó en esa ocasión, en la
primera página está escrito de su puño y letra, y corresponde a un
resumen de lo presupuestado para el año 2014, de los Gastos
Reservados, para el año en que quedaría en su cargo el Coronel
VÁSQUEZ, período en que la Comandancia en Jefe estaría a cargo del
General OVIEDO. Asegura que hizo este documento cuando aún
estaba el General FUENTE-ALBA, y sobre la base de lo histórico,
lo que al año 2013 y años anteriores se había utilizado de los
fondos de Gastos Reservados. Señala que estos montos
prácticamente no variaron desde el período del General IZURIETA
FERRER, manteniéndose en el período del General FUENTE-ALBA. Dice
que en el período del General CHEYRE, era el Jefe de la Sección de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, era el segundo al mando, por lo
tanto, esto lo veía directamente el Coronel DE LA FUENTE con el General
CHEYRE, pero entiende que los montos eran los mismos. Señala que
cuando iba a asumir el General IZURIETA, se realizó una reunión en el
Campo Militar La Reina, en la oficina del General IZURIETA, a la que
asistió junto con el Coronel DE LA FUENTE, y se le expuso al General
sobre los fondos presupuestarios de la Comandancia en Jefe, y

457
sobre los montos de los recursos de Gastos Reservados y sus
conceptos de gastos, manifestándose el General IZURIETA de
acuerdo con continuar de la misma forma en cuanto al destino de
los Recursos. Esta reunión informativa, señala, se repitió cuando
asumió el General FUENTE-ALBA, la que se realizó en el edificio
Zenteno, después del terremoto del 27 de febrero, en la oficina que el
General FUENTE-ALBA tenía asignada previo a asumir el cargo de
Comandante en Jefe, y también estuvo de acuerdo con lo que se le
expuso y decidió continuar igual. Añade que en esta reunión estuvo sólo
con él presente.
Agrega que la reunión informativa también se realizó cuando
asumió el General OVIEDO, la que se realizó en el Edificio Zenteno, la
que fue una reunión informal desayuno, muy temprano, en las
dependencias del Edificio Zenteno, en la oficina protocolar del
Comandante en Jefe, donde estaba funcionando el General OVIEDO
antes de asumir como Comandante en Jefe, en esa época en que ya
estaba designado. Añade que fueron a ese desayuno reunión junto con
el Coronel VÁSQUEZ, y le expusieron los montos y gastos de los dineros
de Gastos Reservados, y el General OVIEDO también se manifestó de
acuerdo con lo propuesto y decidió continuar igual.
Afirma que lo mandó a esta reunión el Secretario General de la
época, General GRIFFITHS, quien le comunicó que tenía que ir ese día y
a esa hora junto con VÁSQUEZ, para reunirse con el General OVIEDO,
incluso a los dos los llevó un conductor de la Comandancia en Jefe.
Agrega que recuerda que en ese desayuno le sirvieron mango. Dice que
tuvo que haber sido antes de la entrega de su cargo, posiblemente en el
mes de febrero del año 2014, a fines de febrero.
Indica que en la segunda hoja que se le exhibe del documento de
fojas 3870, se señala “Detalle de gastos anuales”, que corresponde
precisamente a aquellos que le fueron expuestos en su oportunidad a
cada uno de los Comandantes en Jefe mencionados, es decir, a los
Generales IZURIETA, FUENTE-ALBA y OVIEDO.
Insiste en que esta última reunión, así como las anteriores,
efectivamente se realizó, y estuvieron presentes el Coronel VÁSQUEZ,
quien asumiría como el Jefe del Departamento de Finanzas, y el

458
Comandante en Jefe OVIEDO. Sostiene que el General OVIEDO
desconoce la existencia de esta reunión porque no quiere asumir su
responsabilidad en el tema de los Gastos Reservados. Señala que el
Comandante en Jefe del Ejército, y líder de la Institución, no puede
estar delegando su responsabilidad en sus subalternos y no asumir su
responsabilidad, no puede declarar a esta altura que él no tenía idea de
todo lo relativo a los Gastos Reservados, simplemente está eludiendo su
responsabilidad de mando, y su responsabilidad legal sobre los Gastos
Reservados. Dice que se él pregunta ¿por qué firmó entonces la
declaración que hizo anualmente a la Contraloría General de La
República? y si dice que no sabía ¿por qué no controló los Gastos
Reservados? Finalmente, agrega que desconoce en qué se gastaron
estos recursos en el período del General OVIEDO, porque ya no estaba
en la Comandancia en Jefe, pero insiste que esa reunión en que se le
expuso sobre los Gastos Reservados, se hizo, y estaban presentes el
Coronel VÁSQUEZ y él, por lo que el General OVIEDO no puede
desconocer que se hizo. Dice que nada importa que no haya aún
asumido a esa altura el General OVIEDO como Comandante en Jefe,
porque en los hechos ya contaba con esa autoridad. Añade que tampoco
el General FUENTE-ALBA podría desconocer los conceptos en que se
gastaban los Gastos Reservados.
Manifiesta que los montos entregados por concepto de Gastos
Reservados para la Comandancia en Jefe en el período del General
IZURIETA FERRER era la misma, en el monto global, que la que se le
entregó en el período del General FUENTE-ALBA, esto es, en pesos
chilenos, la suma total de $194.500.000, que se desglosan en
$187.200.000 (esta última suma comprende gastos de funcionamiento
por $85.200.000, actividades de fin de año por $31.000.000, y reserva
por $71.000.000), y la cantidad de $7.300.000, correspondientes a las
cantidades de dinero que se le entregaban al Secretario General, a los
Ayudantes, al Edecán Presidencial y al Jefe de Gabinete del Ministerio de
Defensa y que además, en dólares, se entregaba la cantidad
US$1.540.000, que se desglosaba en US$1.320.000 por el concepto de
gastos de funcionamiento, y en US$ 220.000 por el concepto de viajes y
“perdiem” a los Generales.

459
Señala que siempre las cantidades en pesos chilenos entregados
de Gastos Reservados fueron las mismas en todos los años en que fue
Jefe de Departamento de Finanzas en la Comandancia en Jefe.
Asimismo, señala, lo fue el monto en dólares, lo que sucede es que la
variación del dólar era lo que hacía variar el monto con el que en
definitiva se contaba, ya que siempre la cantidad de dólares era la
misma, pero el monto en pesos obtenido dependía del valor de cambio
de esta divisa.
Expone que cuando terminó el período del General IZURIETA el
año 2010, se le hizo entrega del saldo de fondos de Gastos Reservados
que quedaban aún disponibles. Señala que personalmente se los
entregó, cuando aquel se lo pidió, los que entregó en dinero
efectivo, en un maletín, en su departamento, ubicado en el sector
de Vitacura, relativamente cercano a la Rotonda de Lo Curro. Indica que
no recuerda la suma de dinero que le entregó al General IZURIETA,
dado el tiempo transcurrido. Señala que no quiere equivocarse al
mencionar una cifra, ni siquiera estimativa.
Manifiesta que al término del período del General FUENTE-ALBA
había una reserva de Gastos Reservados, de aproximadamente
$130.000.000 a $150.000.000 y que el General FUENTE-ALBA le dijo
que la guardara en la caja fuerte y que se la entregara a Sergio
VÁSQUEZ. Dice que dejó esos dineros en la caja fuerte, y en el mes de
febrero de 2014 se fue de la Comandancia en Jefe. Añade que
desconoce cómo VÁSQUEZ le entregó esos dineros al General FUENTE-
ALBA, pero le consta que se los entregó, porque VÁSQUEZ ese mismo
año 2014 le dijo que le entregó los dineros al General FUENTE-ALBA.
Indica que el General además sabía de la existencia de este saldo de
recursos, por las rendiciones mensuales que le hacía, este era uno de
los ítems que informaba, es decir, cuánto dinero iba quedando. Añade
que al término de su período, le indicó cuánto quedaba y le consultó qué
hacer con esos recursos puesto que se iría de la Comandancia en Jefe,
entonces ahí le dijo el General FUENTE-ALBA que se los dejara a
VÁSQUEZ.
A fojas 8250, señala que en cuanto a la compra de los diarios por
los que se gastaba $1.000.000, que el dinero no se entregaba

460
anualmente, sino que lo entregaba quincenal o semanalmente, pero no
recuerda precisamente la periodicidad ni a quién, que debe haber sido a
alguien del Departamento Comunicacional, ya que ellos estaban
encargados de la compra de los diarios. Indica que este Departamento
dependía de la Secretaría General. Agrega que desconoce quiénes eran
los destinatarios de esos diarios, especialmente del diario La Segunda,
pero uno debe haber sido para el Comandante en Jefe. Añade que ese
gasto ya estaba autorizado por el Comandante en Jefe. Señala que este
dinero no se le entregó a nadie de la Comandancia en Jefe
específicamente, por cuanto la Comandancia en Jefe propiamente tal
estaba conformada únicamente por el Comandante en Jefe, la
secretaria, el secretario personal y los Ayudantes, cree que también por
el Oficial de Órdenes, pero no está seguro, pero en todo caso estaba
conformado, afirma, por el grupo personal del Comandante en Jefe. A
estas personas, dice, no les entregó el dinero para ese concepto, sino a
alguien del Departamento Comunicacional, pero no recuerda el nombre
del funcionario al que entregaba estos dineros para la compra de los
periódicos, pero era alguien del Departamento Comunicacional.
Señala que de todo esto rendía cuenta al Comandante en Jefe, de
la forma que ha referido en sus declaraciones anteriores, al igual que
todos los dineros que entregaba como Oficial de Finanzas. Añade que no
fue algo que se le haya ocurrido ni que haya dispuesto sin autorización.
Sostiene que la Comandancia en Jefe no tenía ninguna suscripción
con algún periódico, como Comandancia en Jefe específicamente.
Además, indica, por la fuente de los recursos utilizados, esto es, Gastos
Reservados, habría quedado la trazabilidad del gasto, lo que estaba
prohibido. Señala que si hay alguna suscripción de la Secretaría General
del Ejército, no pudo haber sido costeada con Gastos Reservados, por
un tema de trazabilidad, ya que habría quedado el registro, y ellos
tenían instrucciones que lo anterior no sucediera. Relata que el
Secretario General, además, no tenía injerencia en los Gastos
Reservados, por lo tanto, no pudo haber existido alguna suscripción a
algún periódico con cargo a estos recursos.

461
Refiere que si el Departamento Comunicacional pagó por alguna
suscripción con algún periódico, tendría que haber sido con los fondos
presupuestarios, pero no con Gastos Reservados.
Manifiesta que cuando mencionó la palabra “suscripción” en una
declaración anterior, específicamente la de fecha 1 de febrero de 2019,
cuando declaró que respecto del concepto ‘diario La Segunda’ por
$1.000.000 correspondía a la suscripción de este diario, utilizó mal dicha
palabra, lo hizo en términos generales, no haciendo referencia a la
existencia de un “contrato de suscripción’”. Expone que en esa
oportunidad, ante la pregunta de si entregaba esos recursos para la
compra de diarios, utilizó esa palabra, suscripción, en el entendido de
que entregaba efectivamente los dineros de Gastos Reservados para
que se comprara periódicamente el diario y que era una compra diaria
de periódicos, no existía una suscripción, y sólo utilizó la palabra
“suscripción” para graficar esa compra, pero no en el sentido propio de
una contratación con un periódico.
Indica que además, en el “Detalle de Gastos Anuales” sobre los
cuales declaró en su oportunidad, que consta en el documento que se le
exhibió por el Tribunal, relativo al destino de los dineros de Gastos
Reservados que entregaba, sólo se señala “Diario La Segunda”, no se
habla de una “suscripción”. Dice que no entregó recursos para la compra
de otros periódicos.
A fojas 16.375, en diligencia de careo con el encausado
IZURIETA FERRER, ratifica todos sus dichos, insistiendo que él concurrió
solo una vez a la casa del General IZURIETA FERRER, una vez terminado
el periodo como Comandante en Jefe de aquel, con el objeto de
entregarle un maletín que contenía el remanente de los recursos de
gastos reservados, lo que hizo a petición del mismo General IZURIETA.
Explica además que efectivamente realizó el cambio de billetes de
antigua denominación por billetes de nueva denominación, pero que eso
ocurrió tiempo después de esta entrega del maletín que ha referido.
Afirma que este cambio de billetes lo hizo, que no recuerda cómo se los
entregó al General IZURIETA, pero sí está seguro que no fue a su casa
en esa oportunidad, porque la única vez que recuerda haber ido fue

462
aquella en que le fue a dejar los saldos de Gastos Reservados que
señaló.
Adicionalmente, insiste y precisa en que se realizó una reunión
semanas antes que el General IZURIETA FERRER asumiera como
Comandante en Jefe, en compañía de DE LA FUENTE, y en esa
oportunidad se le expusieron al General IZURIETA los Gastos
Reservados de la Comandancia en Jefe, lo que hizo en su mayoría DE LA
FUENTE, añadiendo que dicho Comandante en Jefe aprobó y dio el visto
bueno para continuar en su periodo como con el destino de los Gastos
Reservados de acuerdo al itemizado que se le presentó en esa
oportunidad y que fue el que se le exhibió en esta causa.
Finalmente, reitera que de todos los gastos realizados con fondos
de gastos reservados –regalos, perdiem, etc.– dio cuenta al General
IZURIETA de forma mensual, incluso dos veces al mes, haciendo
presente que él tenía el grado de Mayor cuando asumió en el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, por lo que no
podría haber dispuesto de esos recursos sin la autorización del General
IZURIETA.
4.- Declaraciones de Jozo Aurelio SANTIC PALOMINO, Ex
Director de Finanzas del Ejército entre diciembre de 2010 y
diciembre de 2013, de fojas 2283 y 2291 quien declara, en lo que
interesa, lo siguiente:
A fojas 2283, expone que asumió como Director de Finanzas del
Ejército en el mes de diciembre de 2010 hasta mediados de diciembre
de 2013. Indica que los fondos que recibe la DIFE para su distribución
provienen mayoritariamente de la Ley de Presupuestos y en uno de sus
ítems está la asignación de Gastos Reservados. Refiere que estos fondos
se entregan en forma trimestral o cuatrimestral por parte de Hacienda,
según el flujo que solicitaba el Ejército, particularmente la DIFE. Indica
que la DIFE se encarga de girar los fondos del banco y entregarlos a la
Dirección de Inteligencia del Ejército (DINE) y a la Comandancia en Jefe.
Señala que el monto que se les entregaba a cada uno de estos últimos
venía prefijado desde antes que él asumiera. Indica que a él le entregó
el cargo de Director de Finanzas el General GÓMEZ BANNURA quien le

463
señaló cuál era la estructura que estaba vigente, es decir, cómo se
debían distribuir estos fondos.
Señala que considerando los montos según ahora pudiera recordar
que se entregaban en pesos y en dólares, es probable que lo que se
haya entregado a la Comandancia en Jefe fuera por una suma
aproximada de entre $700.000.000 y $800.000.000 anuales y no
variaba mucho entre año y año. Señala que él se lo entregaba al Jefe
del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, que en esa
época era el Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ, y a quien lo subrogaba, el
Coronel Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA. Agrega que, por lo general, él
giraba los recursos del banco y se los entregaba inmediatamente a ellos,
excepcionalmente mantuvo algunos fondos para cubrir algún
requerimiento extraordinario de alguno de estos organismos, se refiere
a la DINE o a la Comandancia en Jefe. Dice que no recuerda que a la
Comandancia le haya entregado en alguna oportunidad recursos en
fechas distintas de aquellas que ya ha señalado, es posible que haya
sido así. Expone que no había constancia escrita de la entrega de estos
dineros. Agrega que él llevaba únicamente una anotación manuscrita en
un block de borrador, el cual a fin de año se procedía a triturar y al año
siguiente nuevamente se confeccionaba la estructura, se hacía la
actualización, y se trabajaba de la misma manera hasta fin de año en
que se eliminaba. Indica que esta forma de proceder es la que le indicó
el General GÓMEZ BANNURA era la que se utilizaba y es probable que a
él también se le haya entregado de la misma manera, como a su vez lo
hizo al General Jorge ROJAS MEISSNER.
Indica que imagina que esta suma de dinero se entregaba a la
Comandancia en Jefe, con el objeto de prestar seguridad y protección al
Comandante en Jefe. Señala que ignora qué medidas de protección
adicionales podía entregarle la Comandancia en Jefe al Comandante en
Jefe que no le brindare la DINE. Añade que al Comandante en Jefe a
principio de año le llevaba la estructura del año en curso y la rendición
de cuenta del año anterior, la que se envía a la Contraloría. Agrega que
el Comandante en Jefe revisaba la estructura y la aprobaba y luego
revisaba la rendición de cuenta y la firmaba. Indica que esta última se le
enviaba al Director de Inteligencia que en esa época era el General

464
Sucre ELGUETA y procedía a realizar las modificaciones que fueran
pertinentes en relación con el año anterior. Dice que efectivamente no
eran dos rendiciones de cuenta separadas, vale decir, no era una de la
DINE y la otra de la Comandancia en Jefe, sino que una sola que era
presentada por la DINE y que incluía los fondos entregados a la
Comandancia en Jefe, entendiendo como una sola asignación.
Ante la exhibición por parte del tribunal de las rendiciones de
cuenta con sus respectivos anexos y declaraciones juradas presentadas
por el Comandante en Jefe del Ejército, General FUENTE-ALBA al
Contralor General de la República correspondientes a los Gastos
Reservados de los años 2010, 2011, 2012 y 2013, que se encuentran
custodiados a fojas 2063, expone que las tres primeras rendiciones de
cuenta las confeccionó él y la otra el General GÓMEZ. Indica que la
forma de proceder era imprimir la rendición del año anterior,
mandársela al DINE para que éste le hiciera los cambios que estimaba
pertinentes, ellos se la devolvían y se la llevaba al Comandante en Jefe,
en este caso, al General FUENTE-ALBA, quien procedía a firmar los
documentos. Agrega que el Comandante en Jefe no efectuaba ningún
tipo de rendición en relación con los Gastos Reservados que se le
entregaban y que los anexos son exactamente los mismos en todas las
rendiciones.
Dice entender que los Gastos Reservados no están para la casa del
Comandante en Jefe, pero dada las condiciones particulares de ésta
pudiera pensarse en que se pague con los recursos presupuestarios
asignados a la Comandancia en Jefe pero sólo en aquellas partidas que
lo podrían permitir. Agrega que, en todo caso, de haberse pagado con
estos recursos, en aquellos conceptos que se pudieran permitir, como
pudieran ser consumos básicos, en proporción a su domicilio, tendría
que estar la documentación respaldatoria en la Comandancia en Jefe,
llámese la compra por Mercado Público y la factura respaldatoria
correspondiente. Si no está, afirma, es porque se pagaron con esos
fondos.
Indica que los gastos de alimentos del Comandante en Jefe y su
familia no están considerados en ninguna parte del presupuesto. Añade
que sólo pueden costearse con los gastos de representación las

465
invitaciones a ciertas autoridades civiles y militares que consideran por
ejemplo las autoridades de Estado, los agregados militares, los
Comandantes en Jefe del resto de las Fuerzas Armadas, nacionales y
extranjeras y que si no concurría ninguna de estas personas que están
mencionados en el clasificador de gastos del Ministerio de Hacienda, los
gastos no podían imputarse a representación.
Indica que no correspondía que el Ejército costeara una
alimentación adicional a la asignación de colación que tienen todos los
funcionarios y la que era utilizada en las unidades del Ejército, mas no
en su vivienda particular, ni mucho menos para su familia. Dice que en
el caso suyo y del resto de los Oficiales y del personal, cada uno debe
costear su alimentación.
Señala que a fin de año se realizaba en la casa del Comandante en
Jefe la despedida de los que se iban a retiro y la recepción de los que
ascendían. Dice desconocer con qué fondos se costeaba esta actividad.
Agrega que no recuerda qué es lo que se le entregó y que a su señora
se le entregó un presente, el que no recuerda.
Agrega que en realidad esta forma de operar en relación con
ciertas prerrogativas del Comandante en Jefe venían desde antes del
General FUENTE-ALBA, incluso podría decir que desde la época del
General PINOCHET.
Refiere que efectivamente estos gastos no entran dentro del
concepto de Gastos Reservados porque no corresponden a labor de
inteligencia, contrainteligencia, seguridad y protección.
Asegura que nunca almorzó en la Comandancia en Jefe, por lo
tanto, ignora si tenían algún tratamiento distinto.
Señala que para los cumpleaños se entregaba un regalo, en un
año recuerda que se le entregó un maletín. Era el mismo regalo para
todos los Generales ese año. Dice que otro año, recuerda que le
regalaron un reloj y a su señora una tarjeta de saludo que enviaba el
Comandante en Jefe. Añade que los regalos eran sólo para los
Generales. Dice que ignora si les hacían regalos de cumpleaños a los
funcionarios de la Comandancia en Jefe.
Señala que ignoraba que se entregara un bono a los hijos de los
Generales que se casaban. Indica que, en todo caso, mientras él fue

466
General, nunca se casó un hijo suyo. Señala que nunca hizo un aporte
para comprar un regalo en conjunto con otros Generales para el hijo o
hija de alguno de ellos que se casara, nunca supo que esto se hiciera y
que en su caso, se preocupaba del regalo en forma personal.
Sostiene que ignoraba que la Comandancia en Jefe el personal
tuviese una alimentación mejorada, ayuda escolar, regalos para los hijos
de los funcionarios que nacían u otros beneficios. Dice que de haber sido
así, los fondos para hacer todos estos regalos y entregar beneficios no
pudieron salir de fondos presupuestarios. Agrega que existía una
comisión interna de bienestar social que se encargaba de descontar al
personal una cuota mensual para los fines de ayuda por fallecimiento,
nacimiento o matrimonio.
Señala que en cuanto a los viajes del Comandante en Jefe, esto se
iguala al resto de los funcionarios, en el sentido de que una vez que el
Decreto es tramitado, tiene derecho a pasajes. Indica que los pasajes
los paga la Sección de Pasajes y Fletes y el viático la Comandancia en
Jefe, tanto para el Comandante en Jefe como para la comitiva. Señala
que la señora del Comandante en Jefe no es parte de la comitiva, no es
funcionaria militar, por lo tanto su pasaje, estadías y traslados, si
acompañaba al Comandante en Jefe, lo debiera pagar de su patrimonio
el Comandante en Jefe.
Agrega que la señora del Comandante en Jefe, por el hecho de ser
invitada en una comisión de servicio, no la hace formar parte del
Ejército ni de la comitiva. Por lo tanto, no corresponde costear sus
gastos con fondos del Ejército y que hasta dónde conoce no existe
ningún fondo del Ejército con el cual pudieran costearse los gastos de
ella. Añade que mucho menos podía haberse recurrido a los Gastos
Reservados para esto. Expone que en cuanto a la alimentación del
Comandante en Jefe y su comitiva, ellos tenían que costearlo con su
viático.
Señala que nunca acompañó al General FUENTE-ALBA en alguna
comisión de servicio. Indica que su relación con él era laboral y de
amistad profesional. Agrega que lo conoció a fines de los años 90, él lo
designó DIFE en su momento. Añade que le correspondió concurrir a

467
España, a la Agregaduría Militar, en comisión de servicio el año 2012 y
en el año 2013 a la Misión Militar de Chile en Estados Unidos.
Añade que en cada uno de esos viajes se le hizo entrega, le
parece, que US$1.000, dinero que no recuerda bien si se lo entregó el
Coronel CORTÉS o Teniente Coronel VÁSQUEZ, pero fue en efectivo en
un sobre y que esto era para gastos generales. Agrega que nunca le
dijeron para qué era. Indica que no recuerda en qué lo ocupó y era
independiente del viático. Agrega que no recuerda cuándo se enteró de
que se hacían entrega de estos recursos a los Generales que viajaba,
pero debe haber sido la primera vez que viajó en esta calidad y que no
hizo ninguna pregunta al respecto, no se cuestionó sobre esto.
Señala que en algunas oportunidades el General FUENTE-ALBA lo
llamaba por teléfono o bien cuando iba a su oficina, le señalaba que el
Coronel CORTÉS iba a ir a solicitarle una cantidad de dinero, sin
mencionar cuál era el destino ni el monto de éstos. Indica que si
disponía de los fondos en la caja fuerte, se los entregaba al Coronel
CORTÉS, si no, había que esperar hasta el mes correspondiente de la
entrega programada.
Indica que tenía que cumplir la comisión de servicio como estaba
establecida, en cuanto a la fecha y destino, y si se hacía algún cambio,
tenía que constar en un Decreto nuevo, pudiendo éste generarse a la
vuelta de la comisión. Agrega que, en todo caso, se necesitaba
autorización para pasar otros destinos siempre que estuviese asociado a
una comisión, lo cual constaba en el Decreto Supremo respectivo.
Señala que durante la comisión de servicio la persona no puede variar el
destino. Añade que lo que usualmente se hace es que se piden
vacaciones antes o después de la comisión, lo que queda registrado,
para aprovechar el viaje y podría ir a otro destino siempre que el pasaje
no se encarezca con esto.
Explica que no estaría dentro de esta costumbre la de dirigirse a
otro destino, sin vacaciones y con cargo al Ejército. Añade que el
Decreto Supremo es muy claro en el sentido de señalar expresamente el
destino, por lo tanto, cualquier otro gasto lo tiene que financiar la
persona.

468
Afirma que desconoce el tema relativo a los viajes del
Comandante en Jefe en particular, pero si es que ellos no se ajustan a la
explicación que ha realizado, podría decir que ello se puede deber a que
es lo que tradicionalmente se ha realizado.
Señala que no conoce ningún motivo por el cual se le puede haber
entregado al Comandante en Jefe la suma de $6.000.000, mensual y en
efectivo. Indica que, además lo desconocía y que no encuentra alguna
razón por la cual se haya realizado esto.
Expone que en cuanto a los Secretarios Generales del Ejército,
desconoce igualmente el motivo por el cual se le puede haber entregado
también una suma de dinero. Indica que, además, la Comandancia en
Jefe contaba con todos los recursos y personal suficiente para cumplir
sus actividades, razón por la cual no se le ocurre cuál sería el motivo de
la entrega de estos dineros.
Refiere que desconocía que también se les entregaban recursos a
los ayudantes de los Comandantes en Jefe, al Edecán presidencial y al
Jefe de Gabinete del Ministerio de Defensa y que no conoce ninguna
razón para hacerle entrega de estos dineros.
Indica que esto de los dineros entregados a los ex Comandantes
en Jefe, se enteró por el Diario. Agrega que desconocía que, por este
solo hecho, se les entregara una suma de dinero. Añade que de acuerdo
a la Ley, tienen derecho a protección, pero se imagina que, en tal caso,
de proporcionarse recursos para ello, éstos le eran entregados
directamente al encargado de la misión. Indica que no se imagina que el
ex Comandante en Jefe reciba el dinero para repartirlo entre ellos y si se
hizo así, no correspondía.
Sostiene que el Coronel CORTÉS se entendía tanto con el
Comandante en Jefe como con el Secretario General del Ejército.
Indica que nunca el Secretario General le pidió la entrega de
Gastos Reservados al Coronel CORTÉS, siempre lo hizo el General
FUENTE-ALBA.
Declara que no tiene ningún otro antecedente que pudiera aportar
al tribunal en relación con los Gastos Reservados entregados a la
Comandancia en Jefe, insistiendo que su labor se limitaba a entregar los

469
recursos señalados al Coronel CORTÉS e ignorando el destino final que a
ellos se les daba.
A fojas 2291, expone que el Director de Finanzas tiene la
responsabilidad genérica de asesorar al mando institucional y por lo
tanto al Comandante en Jefe del Ejército de las materias financieras,
planificar y administrar los recursos institucionales. Agrega que dentro
de la administración el Ejército tiene varios tipos de recursos, el más
importante corresponde a los Fondos Presupuestarios (aporte Fiscal
anual); añade que después, siguiendo un orden de importancia,
vendrían los Fondos de la Ley del Cobre que es para financiar proyectos
institucionales siendo el Director de Logística a quien la Ley le entregaba
la administración de estos fondos, pero a partir del año 2006 el CJE de
la época General IZURIETA dispone que la DIFE tiene que tener
conocimiento de la administración de los recursos. Agrega que en
cuanto a los fondos de bienestar, estos provienen de los descuentos que
se le hacen a los funcionarios que pertenecen a bienestar y de los
ingresos por el uso de vivienda fiscal y de los ingresos o ventas de los
centros recreacionales del Ejército, más el arriendo de casas fiscales que
no se están usando por personal militar, estos entre otros. Añade que
después viene el Fondo de Salud que está constituido por el aporte
voluntario que hacen los mismos funcionarios más el descuento legal y
lo que se obtiene por las prestaciones. Indica que los fondos de
Construcciones o de Infraestructura, son producto de todas las ventas
que realiza el Ejército, respecto de los bienes nacionales de Ejército.
Indica que los Fondos FORA, que fueron creados hace muchos años,
éstos se nutren con las ventas de los excluidos, es decir, todo lo que se
da de baja se pone a la venta y estos dineros ingresan a los Fondos
FORA. Señala que en su oportunidad, con ocasión de la Misión de Paz
(OPAZ) de Chile en Haití se utilizaron "malamente" parte de estos
fondos dado que el Estado, quien tendría que haber financiado esta
operación de paz, no proporcionó los recursos suficientes para ello.
Indica que así, considerando que la Ley del Cobre tampoco permitía
financiar estas operaciones, se recurrió a los Fondos FORA y surgió la
figura que se ha denominado "compensación" a través de la cual en
definitiva se destinaban los fondos FORA y/o Presupuestarios para estos

470
fines, y luego se hacían las compras por las cuentas indicadas
anteriormente y finalmente se compraban por el Ejército. Señala que,
en suma, se pagaba con fondos FORA y/o Presupuestarios las
necesidades de OPAZ porque no podían ser pagadas con recursos de la
Ley del Cobre, razón por la cual posteriormente las adquisiciones que
tendrían que haberse hecho con FORA o Presupuesto se cargaban a la
Ley del Cobre, estas eran las denominadas "compensaciones" las cuales,
además, asume estaban en conocimiento de las autoridades de la
época. Señala que esto explica que las facturas finalmente, para
financiar la OPAZ, fueran cargadas a Ley del Cobre. Indica que en
cuanto a los Fondos Internos, éstos se componen por ingresos de
terceros, estos son, del personal relacionado con las comisiones
administrativas internas (por ejemplo: ingreso por consumo en casinos
militares, bienestar social, peluquería, lavandería, etc.) o instituciones
(Mutualidad) y también los intereses de estos mismos dineros colocados
en el Mercado de Capitales. Refiere que dentro de los fondos
presupuestarios se encuentran los que corresponde a los Gastos
Reservados. Indica que la mecánica respecto de estos fondos ignora por
qué, nunca se normó y que sólo sabe que era la Ley Orgánica del año
1989 que definió que el Ejército recibiría una cantidad de dinero
determinada que sería reajustada anualmente en pesos y otra suma en
dólares que era fija. Agrega que en la práctica el Director de Finanzas
era a quien le correspondía retirar estos dineros. Señala que cuando él
se recibió del General GÓMEZ, su antecesor se le indicó por éste cómo
se hacía y siguió con la misma mecánica que era la siguiente: él sacaba
del banco en forma trimestral las sumas de dinero que encontraba
pertinentes y que era proporcional a la asignación del año. Señala que
cuando inició su período este trámite lo hacía el Coronel Ricardo
FERNÁNDEZ VIVEROS a requerimiento suyo, quien iba al banco con un
cheque nominativo del Ejército firmado por el Tesorero del Ejército y el
Jefe de Contabilidad de la T.E, cree. Agrega que luego de retirar el
Coronel el dinero del banco, se lo entregaba y lo guardaba en la caja
fuerte ubicada en su oficina y eran aproximadamente $200.000.000 o
$300.000.000 cada vez, y unos USD 500.000, también cada vez. Añade
que eran dos cheques, uno en dólares y otro en moneda nacional.

471
Señala que él se coordinaba con el Director de Inteligencia que a la
época, el año 2011, era el General Guillermo PORCILE y el año 2012-
2013 el General Sucre ELGUETA. Indica que también se coordinaba para
estos efectos con el Jefe de Finanzas de la CJE que era en esa época el
Coronel Jorge CORTES. Refiere que de esos dineros no se llevaba un
registro contable en cuanto a la forma cómo se iban gastando, ya que se
daban por gastados desde el momento en que se retiraban desde el
Banco. Indica que en lo personal llevaba un registro en un papel
absolutamente informal sin ningún tipo de firma, sino solamente para
efectos de su control personal en el sentido de que a fin de año no se le
dijera que entregó menos del dinero total, aun cuando no tenía respaldo
alguno. Dice que a fin de año destruía este papel ya que no había razón
para mantenerlo. Agrega que en cuanto a la cantidad que le entregaba
al Director de Inteligencia y al Jefe de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, esto lo mantuvo según el mismo criterio usado por su antecesor.
Refiere que no recuerda qué porcentaje iba para cada uno de ellos.
Agrega que si hubiese existido algún cambio en este sentido se lo
tendría que haber comunicado el Comandante en Jefe de la época, que
era el General FUENTE-ALBA. Señala que este mismo procedimiento se
mantuvo, según supo, después que se retiró por el General Jorge ROJAS
MEISSNER. Indica que como señaló, el retiro del dinero lo hacía el
Coronel FERNÁNDEZ VIVEROS, pero posteriormente lo hizo él. Agrega
que ignora el destino final que se le dio a estos dineros, pero
correspondía a todo lo que dice relación con la seguridad institucional y
del Comandante en Jefe. Añade que, en todo caso, siempre entregó la
totalidad de estos fondos sin que quedara ningún saldo en su poder.
Indica que su relación con el Comandante en Jefe era más bien
protocolar y para ver asuntos puntuales se reunían una vez al mes, su
relación directa era con el Jefe del Estado Mayor. Señala que el tema
Presupuesto, si bien era de responsabilidad del Director de Finanzas, era
trabajado con el Jefe de Estado Mayor y finalmente el Comandante en
Jefe era quien daba la aprobación.
5.- Declaración de RODOLFO GUILLERMO HIDALGO
FARIÑA, Oficial de Órdenes entre los años 2010 y 2014, quien a
fojas 313 y 2038 expuso, en lo pertinente, lo siguiente:

472
A fojas 313: Señala que se desempeñó como Oficial de Órdenes
del Comandante en Jefe del Ejército entre los años 2010 y 2014, es
decir, durante todo el período del General Juan Miguel Fuente-Alba
Poblete, siendo su función el de preocuparse de la casa del Comandante
en Jefe, de la sala de armas de esa casa, de los turnos de servicios,
horarios, hoja de vida del personal y también de los requerimientos del
Comandante en Jefe para sus asuntos particulares, tales como pagar
alguna cuenta, hacer depósitos, obtener certificados para él, etc. En
cuanto a los diversos depósitos efectuados en la cuenta corriente del
Banco de Chile o Santander que mantenía el General Fuente-Alba, en
efectivo y en dólares, dice que fueron encargos que aquél le hacía,
cuyos comprobantes le fueron exhibidos y que no sabía a qué
correspondían esas operaciones porque no podía meterse en las cosas
privadas del General.
A fojas 2038, señala que conoció personalmente al General
FUENTE-ALBA en el año 2004, aproximadamente, cuando él era
Secretario General del Ejército y él era Comandante de la Unidad de
Cuartel. Agrega que el Oficial de Finanzas, el Coronel Jorge CORTÉS le
hacía entrega en forma mensual de la suma de $10.000.000, para que
fueran destinados a todos los gastos de mantención de la casa donde
vivía el General FUENTE-ALBA con su señora y su hijo Fernando; gastos
de alimentación, bebestibles, lavandería, jardines, piscina; que los
consumos básicos como luz, agua, gas, internet los pagaba la
institución. Añade que se pagaba también sueldo al jardinero; que los
mozos los pagaba la misma institución; que a fin de mes le rendía
cuenta al Coronel Jorge CORTÉS. Indica que se gastaba todo y que se le
pagaba, además, un bono de teléfono al personal administrativo que
eran más o menos 25 personas, mediante la entrega en efectivo de una
suma que pueden haber sido $20.000 o $30.000. Asimismo,
alimentación para estas 25 personas que incluía a mayordomos,
conductores, seguridad, administrativos, dentro de los que se incluye al
jardinero, a la persona que hacía las reparaciones de la casa,
telefonista, y personal de cocina. También con estos dineros se procedía
a la compra de regalos institucionales, esto es, regalos de cumpleaños o
matrimonio que el General FUENTE-ALBA le indicaba, los que compraba

473
con estos fondos y hacía llegar a sus destinatarios, por ejemplo,
corbatas o artículos de cocina; se trataría de Generales y, personas
civiles importantes, entre ellas, Ministros de Gobierno. También estaban
a su cargo las actividades protocolares e invitaciones a la casa del
Comandante en Jefe, lo que incluía las comidas por este concepto.
También se destinaba dinero a arreglos florales para la casa en un
principio y luego sólo se compraban para ser enviados a señoras de
Generales. Desconoce que haya un ítem que permita que con estos
fondos, cuyo origen tampoco conoce, se compren regalos personales del
Comandante en Jefe y su familia como los que mencionó. Cuando había
actividades protocolares de mayor magnitud, esto es, más de 14
personas, éstas se costeaban con fondos especialmente destinados para
ello, y por ende, con fondos aparte de estos $10.000.000. Ignora quién
pagaba esto último, pero en todo caso esto lo gestionaba el
Departamento de Protocolo, se hacían las cotizaciones de las que elegía
la señora Anita PINOCHET y se mandaba para su ejecución. En estos
casos, a él le correspondía la coordinación de los detalles de la actividad.
Señala que la rendición de cuentas que le hacía a CORTÉS en forma
mensual, incluía la entrega de boletas, liquidaciones de remuneraciones
y recibos. Esta rendición la hacía a mano y una vez que él la aceptaba,
se procedía a su destrucción. Señala que estos dineros se mantenían en
la caja fuerte al interior de la casa administrativa, que se encuentra
junto a la casa del Comandante en Jefe. Agrega que el General FUENTE-
ALBA ni su señora, ni su hijo, nunca le pidieron que le hiciera entrega de
alguna suma de dinero, que él mantenía la administración de los
mismos. Lo anterior sin perjuicio de que tratándose de dineros que
estaban destinados al General y su familia se procedía a la compra de lo
que ellos disponían. Agrega que cumplió las funciones de Oficial de
Órdenes en el período del General FUENTE-ALBA durante cuatro años.
No obstante, el General designó como Jefe de Plana Mayor al Suboficial
Mayor Mauricio VERA, quien había trabajado por unos 20 años junto al
General, por ende, era su hombre de confianza. Señala que él hacía los
trámites personales del General o el Suboficial VERA. Indica que le hacía
entrega al Suboficial VERA de aproximadamente $8.000.000 para los
gastos diarios. Explica que él era el custodio de los $10.000.000, pero

474
quien hacía los pagos menores era el Suboficial VERA, quien le rendía
cuentas a él, de la misma manera que él lo hacía al Coronel CORTÉS,
vale decir, por escrito a mano, y luego se procedía a la destrucción de la
rendición y de toda la documentación respaldatoria. La orden era la
destrucción, luego de haberse aceptado la rendición. Respecto de los
viajes internacionales del General FUENTE-ALBA y su familia, señala que
acompañó al General FUENTE-ALBA sólo en una oportunidad a Madrid,
España, en el año 2012 por aproximadamente una semana. Pasaron
primero por Francia, en donde estuvieron dos días en París. Fueron con
un escolta, un enfermero, el hijo Fernando Fuente-Alba, un mayordomo,
la señora Anita PINOCHET, y el ayudante. El motivo del viaje era para
conocer las instalaciones del Ejército español o alguna actividad
protocolar de este tipo. Los días en Francia, Paris, diría que fueron de
paseo. Este viaje lo pagó la institución. Desconoce si ello incluyó los
pasajes, estadía y demás gastos de la señora e hijo del General. Estima
que el General lo llevó al viaje como un premio porque no cumplía un rol
protocolar, al igual que el mayordomo y el personal administrativo.
Señala que en relación con este viaje, fue a la agencia LATRACH a pagar
el pasaje del hijo del General, Fernando Fuente-Alba, con un cheque
personal del General, el que no incluyó el pasaje de la señora Anita
PINOCHET. Agrega que se contactó directamente con la señora Victoria
LATRACH en la agencia. Había un buen trato entre el General y ella, lo
que sabe por haber escuchado las conversaciones telefónicas entre
ellos. Adiciona que además en el año 2011 él viajó a París para
acompañar a la señora Anita PINOCHET y una amiga de ella de nombre
Verónica BLACKBURN (fallecida en el año 2015). No recuerda si fueron
cinco o seis días. En este caso, cumplió funciones de seguridad. El viaje
de él lo costeó la institución, incluyendo pasajes y viático. Señala que en
septiembre del año 2013, el General lo designó para viajar a México, por
diez días como ayudante del General ARRIAGADA para la celebración de
la independencia de México. Viajaron el General ARRIAGADA, su señora
Patricia y él, en comisión de servicio y el viaje fue costeado por la
institución. Que al término del período del General FUENTE-ALBA fue
designado para cumplir funciones de Agregado Militar Adjunto y Oficial
de Enlace, en la Misión Militar de Madrid. Esta comisión de servicio fue

475
por 13 meses, desde el 27 de junio de 2014. Señala que el Coronel
CORTÉS fue designado un mes antes del término del período del General
FUENTE-ALBA para viajar a España a estudiar un Magister por un año,
en comisión de servicio. Esta designación la dispuso el General FUENTE-
ALBA. Que el Coronel Jorge LEÓN, quien tenía el cargo de Ayudante del
General FUENTE-ALBA, también al término del período de este último
fue comisionado a Estados Unidos, al parecer fue a un puesto de
Fuerzas Especiales, no recuerda bien.
En cuanto a los viajes nacionales del General FUENTE-ALBA,
señora Anita PINOCHET e hijos. Señala al respecto que no acompañó a
ningún viaje al General FUENTE-ALBA. A la señora Anita PINOCHET, la
acompañó a un viaje a Punta Arenas, junto a su amiga Verónica y un
escolta, el Suboficial Mayor Fernando JARA. Esto fue más o menos al
principio del período, esto es, 2010 o 2011. Ella y su amiga, cree que
viajaron en una línea aérea comercial, no recuerda si fue LAN o LATAM.
Fue con el Suboficial JARA como escoltas en un vuelo distinto el mismo
día. Allá alojaron en el Hotel DREAMS. Los costos del viaje, pasajes y
viático de él y del Suboficial, los pagó la institución. Ignora los de la
señora Anita y su amiga. Señala que efectivamente en unas 6, 8 o 10
oportunidades, los acompañó en su departamento en Puerto Velero, La
Serena, al General y su familia. Ellos viajaban en ocasiones en el avión
institucional y en otras por tierra. Que él siempre viajó por tierra con un
conductor en un vehículo de la institución. Allá en su calidad de Oficial
de Órdenes, cumplía las mismas funciones que en la casa en Santiago.
No se le hacía entrega de alguna cantidad adicional de dinero para la
mantención del departamento en Puerto Velero. Los recursos que se le
entregaban para la casa de Santiago procedían a trasladarlo y solventar
los gastos que allá tuviera la familia. Señala que el General viajaba
siempre con su señora y a veces los acompañaba su hijo Fernando,
quien lo hacía a veces con su polola que pasó a ser luego su señora.
Respecto del pago de las cuentas de ese departamento, le
correspondió hacer los pagos de gastos de consumo y dividendo con
dineros personales del General, en efectivo o en cheque. Indica que el
General y su señora viajaban así como al extranjero, también mucho
dentro del país a realizar las visitas a las distintas Unidades. Se imagina

476
que cuando viajaban en el avión institucional, luego hacían por tierra el
viaje desde La Serena a Puerto Velero.
En cuanto al uso de los vehículos institucionales. Indica que
manejaba un “pool” de vehículos para la casa y también allí se
guardaban los vehículos institucionales y personales. Estaban los
vehículos administrativos que eran cuatro o cinco vehículos y que eran
destinados al uso de los funcionarios de la casa, uno de ellos estaba
destinado a su uso. Además habían tres o cuatro vehículos para uso del
Comandante y su señora, si iban a alguna actividad juntos, en todo caso
para ella había un vehículo aparte, también institucional. También había
dos vehículos para los escoltas y, además sus vehículos particulares que
eran tres, uno del hijo, uno de la señora y el otro del Comandante en
Jefe, pero no eran usados para actividades institucionales. En cuanto a
estos últimos era un Volkswagen, de la señora Anita y los otros dos eran
de marca AUDI, uno de Fernando y otro del General. Normalmente en
forma periódica el General concurría a KLASSIK CAR donde se
contactaba con su amigo José Donoso, quien estaba a cargo de la
sucursal ubicada en Vitacura y le entregaba vehículos nuevos para
probar, si le gustaba, se lo quedaba y lo cambiaba por el anterior.
Refiere que perdió la cuenta en cuántas oportunidades el General
cambiaba de vehículo; que ubica al señor Donoso porque iba a la casa y
es reservista del Ejército.
Señala que llamaba la atención la forma de vida que llevaba el
General FUENTE-ALBA y su familia, que no se condice con el sueldo
normal de un funcionario militar, pero no tenía con quién comentarlo.
Llamaban la atención los autos, la ropa, las propiedades, que supo tenía
en Puerto Velero, en Chicureo, un departamento que vendió y se
ubicaba en Polo Golf, en Santa María y un departamento en Atalaya. En
cuanto al origen de los recursos del General FUENTE-ALBA, por lo que
sabe, estaban constituidos por sus ingresos de la institución y
comisiones en el extranjero, que fueron tres. Hasta donde sabe no
realizaba ninguna otra actividad remunerada. Señala que en alguna
oportunidad el General FUENTE-ALBA le encargó hacerle depósitos en
efectivo, en moneda nacional y en dólares, además, depósito de
cheques. No recuerda haber realizado otra gestión bancaria, salvo el

477
avisar al ejecutivo del Banco de Chile cuando el General viajaba al
extranjero. Lo mismo en relación con la señora Anita.
En cuanto a la señora Anita PINOCHET, señala que le correspondía
vincularse con ella en su calidad de cónyuge del Comandante en Jefe,
diariamente y en las funciones cotidianas, dado que el Comandante no
estaba durante el día en la casa, sino ella. Con ella debía cumplir la
misma obediencia que con el Comandante. En algunas oportunidades
ella salía sola, en otras con el conductor y escolta y en otras, le pedía a
él que la acompañara, por ejemplo cuando iba a ver a su amiga
Verónica y algunas veces la acompañó a la Fundación de Señoras de
Oficiales del Ejército. Señala que en diversas oportunidades le hizo
depósitos en su cuenta corriente a requerimiento del General FUENTE-
ALBA, sumas que le entregaba con cheque o efectivo. Agrega que si la
señora Anita le encargaba comprar un regalo con los fondos que él
administraba, él no lo podía cuestionar y asumía además que esto
estaba conversado con el Comandante en Jefe. No recuerda regalos en
particular, dado que fueron muchas las oportunidades en las que se le
encargó hacer estas compras, cumpleaños de Generales, Coroneles,
etcétera. Señala que nunca recibió directamente de la señora PINOCHET
ni del General FUENTE-ALBA dinero efectivo para su uso personal. Lo
que sí se le entregaba era una cantidad de $2.000.000 anuales que se
decía era para vestuario, o en definitiva para lo que él estimara
conveniente. El dinero se lo entregaban en efectivo el Tesorero del
Ejército General Jozo SANTIC. Ignora de dónde provenían estos fondos.
El General SANTIC le avisaba que estaban estos dineros el que llevaba a
la casa en donde trabajaba, del General FUENTE-ALBA y lo guardaba en
una caja fuerte junto con los dineros que le entregaban para manejar la
casa. A medida que iba necesitando, lo iba ocupando para su uso
personal. Cuando recibía montos altos prefería guardarlos y no
depositarlos en el Banco. Refiere que cuando inició sus labores como
Encargado de Órdenes en el mes de marzo de 2010 en la Comandancia
en Jefe, el Jefe de Finanzas era Jorge CORTÉS, quien era la persona que
le hacía la entrega de los $10.000.000 al mes. Este dinero se lo
entregaba CORTÉS en su oficina, en efectivo. Señala que en el año
2014, cuando el General FUENTE-ALBA ya había entregado el mando,

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después del mes de marzo, debía concurrir a la Comandancia, lugar en
el cual Sergio VÁSQUEZ le hacía entrega de sobres cerrados
conteniendo, supone documentación. Ignora el contenido, puede ser que
hubiera dinero en su interior. Señala que no recuerda si Sergio
VÁSQUEZ le hizo hincapié en que debía tener mayor cuidado con algún
sobre en particular por contener dinero, pero que efectivamente pudo
haber sido así. Hace presente que en el mes de junio de ese año viajó a
España.
6.- Declaraciones de Humberto Patricio OVIEDO
ARRIAGADA, Comandante en Jefe del Ejército entre marzo de
2014 y marzo de 2018, quien expuso, en lo pertinente, lo
siguiente:
A fojas 3654, que el año 2013 fue designado con el grado de
General de División del Ejército, en el cargo de Comandante de
Educación y Doctrina, cargo que desempeñó por el término de un año y
en marzo del año 2014 a marzo de 2018, ejerció el cargo de
Comandante en Jefe del Ejército (CJE).
Expone que tratándose de viajes pagados por la Comandancia en
Jefe del Ejército estos se encuentran dentro del ítem presupuestario y
están considerados dentro de viajes profesionales, visitas del CJE,
seminarios, etc., por lo tanto, son facturados, y existe la documentación
contable que lo avala. Por lo tanto, si es que algún viaje se pagó con
fondos de la Comandancia en Jefe tiene que estar dentro del ítem
señalado, contabilizado, o bien puede estarlo en Fondos de Reserva.
Afirma que estos dineros no debieran salir de Gastos Reservados,
porque dentro del marco conceptual de estos no cabría tal destino, salvo
que el organismo de seguridad competente determine que hay que
justificar gastos especiales. En estos casos la DINE le propone al CJE
hacer este tipo de gastos y es el CJE quien decide si autoriza o no y, en
estos casos, los dineros se los pide al DIFE o al DINE. En todo caso, no
es lo usual. En el evento de que se usen dineros de esta forma quedan
registrados los egresos en un itemizado del que se rinde cuenta al CJE
y, luego pasa a la Contraloría General de la República (CGR) para su
aprobación. Agrega que esta rendición es en términos generales y no

479
precisa en sí el detalle de los gastos. De la rendición que se hace al CJE
ignora si el DINE guarde sus registros.
Quiere reforzar la idea que nunca recibió un reparo de Pasajes y
Fletes o del Comando de Personal, en cuanto a si él estaba haciendo un
mal uso al pagar sus vacaciones y las de su señora con fondos fiscales,
indica que no se hizo un reparo porque él entendía que eso estaba
dentro de la norma.
Expone que viéndolo hoy día, en realidad pudo haber existido otra
forma de proceder con o sin las empresas de turismo. Además, nunca
existió reparo escrito por parte de la COTRAE ni de la CGR, que le pudo
haber hecho ver a él que esto no estaba correcto, aun cuando él lo hizo.
Asevera que este procedimiento a través de las agencias de viajes
nunca debió existir.
A fojas 5483 declara que en su función como Comandante en
Jefe durante los cuatro años de su gestión, le correspondió orientar la
gestión de los recursos correspondientes a fondos para Gastos
Reservados, en función de las tareas que dice la ley, tanto en la
asignación de recursos para el funcionamiento de la Dirección de
Inteligencia, otras Unidades secretas, Unidades que tienen que ver con
fuerzas terrestres, y la Comandancia en Jefe, en ámbitos de
funcionamiento que no se cubren con asignaciones del Presupuesto
corriente, como funcionamiento de tareas que tienen que ver con la
seguridad del Comandante en Jefe, tareas de apoyo de autoridades de
visitas especiales como Comandantes de Ejércitos amigos,
funcionamiento y mantención del complejo Lo Curro, tanto en la
seguridad y mantención de áreas especiales y sensibles, apoyo a
comisiones especiales de funcionarios especiales del Ejército en el
extranjero, y otras que se determinen en áreas de la Secretaria General
en materias de seguridad y obtención de información para la
Comandancia en Jefe. Todo esto dentro de un concepto de “Seguridad
Ampliada”. Explica que este concepto tiene que ver con todo lo que
tiene ámbitos de punto de vista estratégico que requiere una Institución
para funcionar, desde lo estratégico hasta lo más doméstico. La Ley
estipula que es de la seguridad interna y externa, habiendo mucha
bibliografía que versa sobre lo institucional, físico y humano, y que

480
están en los Reglamentos de Inteligencia que tienen que ver con
seguridad. También en los trabajos que hay en Academias como la
Academia de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), y en un trabajo
que hay respecto de la Biblioteca del Congreso en un estudio comparado
de países como Estados Unidos, Alemania, Italia, Brasil. Asimismo, la
Organización de Estados Americanos reconoce este término ampliado de
la forma de ver las amenazas, en que la seguridad no se limita, sino que
se ha ampliado. Aclara que en nuestra legislación nacional este concepto
ampliado no está particularizado.
Añade que en nuestra legislación, la Ley que Regula los Gastos
Reservados, dice relación solo con la seguridad interna y externa, sin
dar mayores detalles.
El tribunal hace lectura al compareciente de lo dispuesto en el
artículo 2° de la Ley N° 19.863, que regula Gastos Reservados, a lo que
señala que cuando aludió a que la seguridad incluye temas domésticos,
se refiere a que muchas veces hay tareas que tienen que ver con cosas
que no son estipuladas dentro de la estrategia y que tienen que ver con
obtener información de alguna persona especial, de tener reclutada a
una persona que tiene una labor doméstica y que requiere reserva para
la seguridad. Dice que esto quiere decir que muchas veces hay que
tener un informante o una persona para que opere en un área sensible,
este sería un caso de un tema de seguridad “de tipo doméstico”. No
tiene más ejemplos que dar sobre este tipo de seguridad, en lo
doméstico.
Continúa señalando que estos recursos los conoce como de Gastos
Reservados. No hay un itemizado denominado “Gastos de libre
disposición del Comandante en Jefe”, no conocía esa denominación
hasta el día de hoy, tampoco había escuchado el concepto de “Recursos
Extraordinarios del Comandante en Jefe”, hasta el día de hoy. El
Tribunal le hace presente que respecto de este concepto, en su
oportunidad, en el careo realizado con el señor Sergio VÁSQUEZ
UNDURRAGA, se le hizo lectura de la declaración de este último, en la
cual se alude a estos recursos extraordinarios, a lo que señala que no se
acordaba de ello.

481
Agrega que el itemizado que existe de los Gastos Reservados se
encuentra detallado en la declaración que se presenta a la Contraloría
General de La República, elaborada por la Dirección de Finanzas y
firmado por el Comandante en Jefe, o sea, por él en su oportunidad, y
que son declaraciones que se realizan de forma anual. Añade que no
recuerda el detalle de este itemizado que se señala en las declaraciones
a que hizo referencia.
Explica que el Director de Finanzas del Ejército hacía entrega al
Oficial que hace de enlace de la Comandancia en Jefe del Ejército, se
refiere al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército, en
su periodo fueron el Coronel VÁSQUEZ y el Coronel Paublo ROSAS.
Añade que durante su periodo el primero ocupó ese cargo entre los años
2014 a 2016, y el segundo durante los años 2017 hasta marzo del año
2018. Ellos recibían el dinero del Director de Finanzas, que en su
periodo fueron el General ROJAS, entre los años 2014 a 2016, y el
General PIEDRA, este último entre el año 2017 hasta marzo de 2018.
Estos entregaban el dinero al Oficial de Finanzas, en virtud de la
orientación dada por el declarante. Adiciona que él (el declarante)
ordenaba la entrega de los recursos al Director de Finanzas por una
suma determinada, y aquel en función de sus tareas disponía la entrega
de estos fondos al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, no
recuerda cada cuanto tiempo se hacía, quizá trimestralmente, además
de otras entregas esporádicas que él autorizaba. Agrega que el Oficial
de Finanzas tenía que hacer las actividades dispuestas por la Secretaría
General y en las actividades de Seguridad y de Apoyo que mencionó.
Asegura que no reconoce que se haya efectuado una reunión en
que hayan estado presentes el Coronel CORTÉS y el Coronel VÁSQUEZ,
en donde se le haya señalado el detalle del destino de estos recursos
que se les había dado el periodo anterior.
Afirma que nunca conversó el detalle sobre el destino de los
recursos de Gastos Reservados con VÁSQUEZ, ni el destino, menos el
detalle de estos gastos. Él no era su subordinado. Reconoce que es el
responsable de los Gastos Reservados a nivel Ejército. La rendición de
cuentas de los fondos proporcionados para Gastos Reservados a la
Comandancia en Jefe, la hacía VÁSQUEZ al Director de Finanzas, que es

482
el enlace técnico. Indica que no tiene relación de mando con VÁSQUEZ
ni con ROSAS. Entregaba las instrucciones al Director de Finanzas y éste
entregaba las instrucciones a VÁSQUEZ y ROSAS, respectivamente.
Afirma que la decisión en cuanto a las cantidades que se asignaban para
funciones especiales que tienen que ver con Gastos Reservados, era del
Comandante en Jefe, o sea de él, y la ejecución de lo que se asignaba a
la Secretaría General por estos recursos, era decisión del Secretario
General, quien respondía por ellos, cuyo cargo en su periodo lo ocupó
GRIFFITHS, en el año 2014, AHUMADA en los años 2015 y 2016, y
LLANCA en el año 2017 hasta marzo de 2018. Señala que no tiene el
detalle de los porcentajes que dicen relación con los dineros que él
decidía, se refiere a que no tiene detalle de qué porcentaje se entregaba
a la Comandancia en Jefe, al Secretario General, a la DINE y a las otras
Unidades.
Agrega que lo que declaró VÁSQUEZ, que le fue leído en la
diligencia de careo, no se ajusta a la realidad de los hechos cómo
ocurrieron, porque no tenía relación de mando con él ni tenía que darle
cuentas a él, por lo que eso no se ajusta a la realidad. Ellos, VÁSQUEZ y
ROSAS, como Oficiales de Finanzas, tenían la responsabilidad de
entregar los dineros a las personas que tenían que cumplir las tareas
asignadas, y él no tiene detalles de estas últimas. Afirma que el
Secretario General era el responsable de los recursos de Gastos
Reservados que se le entregaban, para el funcionamiento de la
Secretaría General; que solo sabía de lo que se entregaba al Secretario
General; que el DIFE entregaba los fondos de Gastos Reservados a los
Oficiales de Finanzas, y éstos se los entregaban a las personas que
tenían que ejecutar los fondos. Dice que se refiere a que el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe retiraba los fondos de Gastos
Reservados del Director de Finanzas y se los proporcionaba al Secretario
General para los gastos de funcionamiento de la Secretaría General, y
otros fondos también provenientes de Gastos Reservados, se los
entregaba a las personas que debían ejecutar las tareas dispuestas por
el Comandante en Jefe, o sea, por él. No puede decir en razón de
seguridad quién le daba las órdenes a VÁSQUEZ de cómo ejecutar los
fondos. Adiciona que la orden a VÁSQUEZ, respecto de cómo disponer

483
de los Gastos Reservados dispuestos para la Secretaría General, fue
entregada por el Secretario General, aquel le dice a quién entregar los
recursos correspondientes a la Secretaría General. Y respecto de los
recursos de Gastos Reservados que se entregaban para el Comandante
en Jefe, la orden la daba él. Él decía a VÁSQUEZ a qué tenía que
destinar esos recursos.
Consultado, asevera, respecto de la mantención de la Casa
Institucional, que él no tiene la responsabilidad sobre ello, sino que se
asignaban recursos para esta Casa que tienen que ver con la seguridad
y mantenciones y elementos requeridos para que esas instalaciones
funcionen correctamente, se refiere a la instalación de la Casa
Institucional. El detalle de ello no es su responsabilidad como
Comandante en Jefe, dado que su función es otra. No conoce el detalle
de la mantención de la Casa de Lo Curro. Lo que sí sabe es que la
mantención de la Casa se hacía con cargo a recursos presupuestarios y
otros gastos especiales que se asignaban para la mantención de la Casa,
relativos con Gastos Reservados.
Explica que los gastos de luz, agua, teléfono de la Casa de Lo
Curro que utilizaba con su familia, su señora y su hijo menor José
Ignacio, entiende que los consumos básicos se pagaban con gastos
presupuestarios. Dice que no conoce el detalle del funcionamiento de la
casa de Lo Curro, por lo que no conoce el ítem al que se cargaban estos
gastos. Afirma que antes de ser Comandante en Jefe pagaba consumos
básicos por el uso que hacía de estos consumos básicos en las casas
fiscales. Los gastos comunes también los pagaba, por descuento,
dependiendo de dónde viviera según la cantidad de residentes que
vivieran en el complejo. Estos consumos los pagaba conforme a una
tabla, al igual que el canon de arriendo. Pagaba agua, luz y gas en los
niveles que corresponden. Ahora, como Comandante en Jefe en la Casa
de Lo Curro, dice, él no pagaba agua, luz, gas, teléfono, ningún
consumo básico, no que recuerde. Supone que el internet lo pagaba él,
que estarían las cuentas de Movistar. El Tribunal le hace presente que
en su declaración el Coronel BUTTI dice algo diferente, a lo que señala
que en realidad puede que tampoco haya pagado él (el declarante) el
internet, porque hay una red instalada en el Recinto que comprende una

484
intranet e internet del Ejército, por lo que puede que el Ejército haya
pagado en verdad también el gasto de internet, con fondos fiscales.
Refiere que el año 2014, no sabe si durante todo el año, sus otros
dos hijos vivieron también en La Casa de Lo Curro con ellos; que la
alimentación de él y de su familia la hacían con lo que la MARIANNE
compraba, con sus recursos; y que el resto de la alimentación era parte
del Complejo Lo Curro.
El Tribunal le hace lectura de la declaración de la señora
MARIANNE STEGMAN, su cónyuge, en lo pertinente en cuanto dice
relación con la compra de la mercadería para la Casa familiar en Lo
Curro, a lo que señala que, en cuanto a la mercadería, tiene sentido que
la haya comprado el Ejército, así como también los detergentes, por
ejemplo, todo lo que es mantenimiento para un complejo como ese,
obviamente lo tiene que ver el Ejército. Agrega que como Comandante
en Jefe no está preocupado de quién le paga el desayuno; que él
confiaba en que era su señora la que compraba las cosas personales,
según ella declaró, como por ejemplo tomar el té y comer un pan.
Normalmente él no tomaba desayuno en la Casa, salvo sábados y
domingos, sino que lo hacía en la Oficina. El almuerzo no era
normalmente en la Casa y se juntaban comúnmente a comer o a cenar
en ella, excepto cuando había actividades protocolares, unas 2 o 3 veces
a la semana, que se hacían fuera de la Casa. Gran parte del mes, por lo
menos él, pasaba en inspección de Unidades por lo que no estaba en
Santiago; que MARIANNE lo acompañaba normalmente en las
inspecciones y sus hijos se quedaban; que no sabe cómo se alimentaban
ellos a la hora de almuerzo; que imagina que afuera ellos compraban
alguna colación y en las noches llegaban a la Casa a comer. En realidad
era poco usual que llegaran sus hijos a comer.
Afirma que no sabe cómo lo hacía MARIANNE para las compras.
Ignora cuánto gastaba en esto. Indica que antes de ser Comandante en
Jefe se le proporcionaba Rancho y desayuno cuando estaba en Unidades
Militares; que no se le proporcionaba por el Ejército la alimentación a su
familia, porque ellos no estaban en las Unidades con él, estaban en
casa. Explica que la diferencia ya cuando se es Comandante en Jefe dice
relación con la instalación militar en que se vive en ese momento.

485
Asevera que a las familias del personal el Ejército no les paga su
alimentación. Ignora por qué BUTTI habla, o a qué se refiere, con que la
señora del Comandante en Jefe pagaba las compras de alimentación en
lo mínimo, y en todo caso, quiere decir que algo pagaban ellos. Refiere
que si BUTTI señala que las platas provenían de la entrega que le hizo
VÁSQUEZ de recursos que provenían de Gastos Reservados, entonces él
está vulnerando la Ley porque no tiene por qué decir en qué ocupaba los
Gastos Reservados. Señala que los Gastos Reservados no son solo para
inteligencia sino que también son para seguridad. Asegura que con
Gastos Reservados no podría haberse pagado todo o parte de la
alimentación del Comandante en Jefe y su familia. Señala que no tiene
información sobre el ítem con el que se pudo haber pagado esta
alimentación. Hay en el Presupuesto un ítem de alimentos y bebidas
para el personal. También hay un ítem en Gastos Reservados. Afirma
que en la Ley de Presupuesto no hay un ítem que permite que se pague
la alimentación del Comandante en Jefe y el de su familia, que en
Gastos Reservados no hay un ítem que permita el gasto de alimentación
para la familia del Comandante en Jefe. Agrega que respecto de los
gastos de la alimentación del Comandante en Jefe mismo, depende de la
situación con quien se reúna el Comandante en Jefe; pero si éste no se
reúne con nadie, no hay un ítem que lo permita en Gastos Reservados.
Señala que para los gastos de compras por visitas personales ellos los
pagaban, a veces disponían de una cuota cuándo hacían una reunión
grande. Cuando iba a la casa de Lo Curro su familia paga él al igual que
cuando iba la familia de su señora. No sabe quién hacía las compras en
estas cosas. En forma esporádica cuando llegaba una persona por
ejemplo en la noche, lo que se consumía lo pagaban ellos. Asegura que
muchas compras las hacía su señora y otras se hacían con el sistema del
Ejército. Dice que no puede saberlo; que le consta que su señora
compraba cosas, pero no tiene el detalle; que no tiene claro si ella iba
físicamente a hacer las compras; que su señora compraba las cosas que
eran personales, pero no podría decir cuáles eran las cosas personales.
Continúa señalando que él ponía a disposición de su señora recursos
que ella le solicitaba para las cosas que se consumían en la casa; que no
es que se los haya entregado, sino que ella pagaba con tarjeta de la

486
cuenta de que él es titular, cheque o efectivo de su cuenta. Señala que
efectivamente de esto debe haber registro bancario en el caso de pago
con documentos o tarjeta. También pudieron haberse hecho retiros
desde cajero automático. Declara que el sueldo que él recibía como
Comandante en Jefe, líquido a pago eran alrededor de unos $4.000.000
más o menos, no tiene el detalle. No tiene claro cuánto de estos
recursos se destinaba a alimentación familiar.
El tribunal le hace presente al declarante que de los dichos del
señor VÁSQUEZ aparece que él le habría entregado al señor BUTTI la
cantidad que fluctuaba entre los 10 y 18 millones de pesos
mensualmente, para gastos de funcionamiento y mantenimiento de La
Casa, a lo que señala que no tiene el registro de esos antecedentes, no
tiene el detalle. Añade que no sabía que se entregaba esa cantidad.
Afirma a continuación que sabe que se entregaban recursos para
mantención y seguridad de la Casa del Comandante en Jefe; que él no
conocía el monto, el detalle, ni periodicidad de esos gastos. Señala que
los recursos los tenía VÁSQUEZ y ROSAS, en su momento, y el Coronel
BUTTI, que estaba a cargo de la mantención y seguridad del Complejo,
tuvo que haber hecho la solicitud, ya que estaba éste autorizado en
general para encargarse de los gastos de funcionamiento; que los
detalles los veían ellos, es decir, entre BUTTI y VÁSQUEZ o ROSAS.
Expone que no correspondía que le informaran a él respecto de lo
anterior. Se enteró de esta cantidad al ver el listado que aparece en el
auto de procesamiento dictado en su contra. Nunca supo en su periodo
sobre estos detalles, no correspondía que se le rindiera cuenta.
Consultado agrega que puede que BUTTI, respecto de algunas
necesidades especiales, que no recuerda cuáles, le haya preguntado
sobre algún gasto; que puede haber sido por ejemplo que le haya
preguntado por algún mantenimiento o gasto relativo a la seguridad
perimetral de La Casa, o para gastos del mantenimiento del sistema de
energía, es de lo que tiene recuerdo.
Señala que si el señor VÁSQUEZ y el señor ROSAS dicen que le
hacían rendición de cuentas, no es que estén mintiendo, sino que no se
lo hacían a él, sino que le rendían cuentas al Director de Finanzas, quien
tuvo que haber recibido el detalle de las cuentas de los gastos que

487
VÁSQUEZ y ROSAS hacían. Como rendición de cuentas no había
propiamente tal hacia él. Añade que la rendición de cuentas tiene una
formalidad, y es que se debe tener una audiencia para la rendición ante
el Comandante en Jefe; que solo le hicieron alguna rendición especial
sin formalidad, para gastos de tareas que se hicieron en el extranjero o
algún funcionamiento de unidad de la fuerza terrestre. Afirma que
ROSAS está diciendo lo correcto, en el sentido de que él (el declarante)
dispuso al Director de Finanzas los destinos de los dineros de Gastos
Reservados para el funcionamiento y seguridad del Comandante en Jefe.
Relata que le pudo haber dispuesto tareas especiales directamente a
ROSAS; que el detalle del destino de las platas no lo pudo haber sabido
el DIFE; que el DIFE se tuvo que haber enterado de estos detalles en la
rendición de cuentas que le hacían a él. Añade que a VÁSQUEZ le dio
instrucciones particulares en los mismos términos que ha mencionado
anteriormente.
Reconoce que él firma la declaración de rendición de los Gastos
Reservados, sobre el destino de los mismos, a la Contraloría General de
La República, en el sentido de que efectivamente fueron gastados esos
dineros, y ello lo declara según el trabajo que hace la Dirección de
Finanzas con un departamento técnico, y el DINE que concluye en un
consolidado de cuentas conforme a las normas que entrega la CGR, y de
ese trabajo el Comandante en Jefe da fe y firma de que eso es así, o sea
que él firma. Agrega que la rendición de cuentas viene con un itemizado
de conceptos en los que se gastaron los dineros de Gastos Reservados;
y que a él solo le consta que se gastaron esos dineros por la rendición
de cuentas y el trabajo que cada ente técnico hace.
Añade que VÁSQUEZ cuando va donde el DIFE le dice que de la
asignación que le entregaron, los fondos para Gastos Reservados fueron
gastados en temas de seguridad, funcionamiento, pago de personal,
todo en función de lo que se le instruye. Esos recursos de Gastos
Reservados van a la Comandancia en Jefe, hay una porción para el
Secretario General, otro para La Casa, y otros de asignación por
instrucción del Comandante en Jefe. Ahonda en que el Oficial de
Órdenes pide una asignación de recursos para el gasto de alimentación
del Complejo. La alimentación suya y de su familia no pudo haber

488
estado comprendida dentro de estos gastos, por lo tanto, si es que
BUTTI le pidió recursos para esto a VÁSQUEZ o a ROSAS, no pudo haber
sido para eso, respecto de Gastos Reservados. Si lo hicieron, VÁSQUEZ
o ROSAS entonces obraron malamente, en realidad, el que solicitó los
recursos, BUTTI, si fue así, fue el que habría obrado malamente. Si
alguien pidió los recursos para algo que no correspondía, es
responsable.
El Tribunal le hace lectura de la declaración prestada por el
Teniente Coronel Paublo ROSAS, con fecha 28 de junio del año 2019, en
cuando señala lo siguiente: “El Comandante BUTTI llegaba con un
documento escrito a mano, con boletas pegadas en hojas en blanco, en
algunos casos, y me rendía cuentas. Yo a su vez le rendía cuenta de
todos los gastos, incluidos las cuentas que a mí me rendían al
Comandante en Jefe General OVIEDO, una vez al mes. Yo le rendía
cuenta a mi General de los montos mensuales, que pueden haber sido
de alrededor de unos $79.500.000 aproximados, según el cambio de
dólar, por lo que estos montos podían variar. Pero en todo caso yo se lo
rendía a mi General OVIEDO en pesos. Aquí no estoy considerando los
USD 50.000 trimestrales que se me entregaban, porque esos dineros se
mantenían en dólares, y que en todo caso eran $11.000.000 mensuales
más, aproximadamente. La rendición de cuentas que yo hacía era
aprobada por el General OVIEDO, quien nunca me la rechazó. Yo le
entregaba el detalle de todos los gastos que se habían hecho a él y por
lo tanto, él sabía en qué se habían gastado los fondos que me había
entregado el General PIEDRA”, a lo que señala que no hay una rendición
en detalle. No tiene el registro del detalle ni menos haber aprobado una
rendición de cuentas con un detalle de boletas, porque no correspondía
hacerlo. Pero sí recuerda haber conversado con ROSAS para recursos de
otras actividades especiales relacionadas con la fuerza terrestre, y otras
que ha referido. Pueden ser variadas, que tienen que ver con temas de
seguridad, que haya pedido algún Comandante de Unidad para algún
reconocimiento, es decir, a una actividad militar de reconocimiento,
búsqueda de información o recuperación de algún área sensible en su
estructura material, las que él disponía. La rendición de ROSAS era para
el funcionamiento general del Comandante en Jefe, que tenía que

489
después entregar al DIFE, pero no de la forma que él ha detallado.
Cuando él dice que le rindió todo el detalle de los gastos, eso no fue así,
sino que le hacía una declaración verbal en los siguientes términos: “Se
han cumplido todas las tareas respecto de los recursos que se han
asignado a la Comandancia en Jefe”. Adiciona que no le daba detalles ni
lo pidió, no él (el declarante) podía pedir el detalle de los gastos porque
son Gastos Reservados, y si le hubiera pedido detalle habría vulnerado
la seguridad, porque habría vulnerado la fuente, aun cuando él era el
Comandante en Jefe, ya que el sistema de seguridad opera así, no
pudiendo él entrar a preguntar o pedir cuenta de lo que se gastó o el
detalle, porque sería peligroso.
Señala que él solo en el concepto general sabe en qué se gastaron
los fondos para Gastos Reservados, porque hay un trabajo en la
Dirección de Finanzas que hace un consolidado que se entrega; que el
Director de Finanzas se reúne con los que ocuparon los recursos; que el
detalle lo sabe cada uno que tuvo que hacer una tarea o misión, y ese
detalle es obviamente reservado. Afirma que incluso para él ese detalle
es reservado.
El Tribunal le consulta al deponente, según lo declarado, con qué
sustento entonces él firmó las declaraciones juradas que presenta al
Contralor General de La República anualmente, señalando que “vengo
en declarar bajo juramento, que los egresos de los Gastos Reservados
autorizados conforme a la glosa N° 02 de la Partida 11, Capítulo 01
“Ejército de Chile”, de la Ley N° 20.713, que aprobó el Presupuesto del
Sector Público para el año 2014, fueron empleados en fines propios de
las actividades respectivas del Ejército de Chile”, y en idénticos términos
lo hizo en las mismas declaraciones correspondientes a los años 2015,
2016 y 2017, a lo que señala que, firmó esas declaraciones con el
sustento técnico que hace la Dirección de Finanzas del Ejército, respecto
del consolidado de las asignaciones que se hacen a distintas unidades
que fueron objeto de Gastos Reservados. Y en ellas se acredita el uso de
esos recursos en las glosas que en estas rendiciones de cuentas
establece la Contraloría General de La República, y que se acredita con
los testimonios que hacen los distintos oficiales que recibieron los
recursos. Asegura que desconoce cómo opera el detalle, él no recibió

490
esos testimonios, solo el Director de Finanzas del Ejército le da cuenta
de que ese trabajo se hizo y debe confiar en el trabajo que hace él con
su gente. Afirma que él sólo supo el detalle del itemizado que se
acompaña en las declaraciones a la Contraloría General de La República.
Añade que él no puede conocer el gasto particular de cada gasto porque
va contra la norma que entrega la Contraloría; que es muy delicado que
él incluso supiera el detalle de las operaciones, si hay una operación en
el extranjero, él no puede saber el detalle; que cuando no se hace de
esta forma se vulnera la seguridad; que esto es por el concepto de
compartimiento de la información, que está establecido en el
Reglamento de Inteligencia, acompañado de la necesidad “del saber”
contemplado en el Reglamento, ya que no todos pueden saber todo.
Declara que en la práctica el detalle particular no lo supo, solo supo que
se gastó según lo estipulado en el detalle de la rendición de cuentas.
El tribunal le exhibe copia de las rendiciones de cuentas de Gastos
Reservados correspondientes a los años 2014, 2015, 2016 y 2017,
remitidos por el Comandante en Jefe del Ejército al Contralor General de
La República a lo que expone que reconoce que efectivamente la firma
contenida al final de cada rendición y en las declaraciones juradas de
cada declaración, corresponden a la suya. Admite, además, los Anexos
Descriptivos de la Desagregación por Rubro que se adjuntan y que dan
cuenta del itemizado a que hizo referencia anteriormente en su
declaración. Cada anexo está compuesto de 5 hojas. Hace presente que
esas rendiciones de cuentas, en los 4 años que le correspondió
presentar, nunca tuvieron una observación por parte de la Contraloría
General de la República y que el Contralor tampoco le hizo algún reparo
al Presidente de La República.
Refiere que la desagregación tiene un formato que es exactamente
el mismo todos los años, variando en rangos menores cada cantidad,
pero el Anexo donde constan los ítems, es exactamente el mismo para
todos esos años, está redactado de manera idéntica. Declara que no hay
ningún detalle en los Anexos además del que se contiene; que a su
entender estos Anexos dan luces de detalles, por ejemplo, en alimentos
y bebidas, según el concepto que da, eso es un detalle; que no puede
tener un detalle particular de lo que se gastó, por lo mismo se replica

491
todos los años. Indica que este detalle de estas rendiciones la tiene el
DIFE, quien es el responsable del trabajo técnico, el cual él (el
declarante) acredita y firma; que su responsabilidad es solo dar fe de
este trabajo, por eso él acreditó, firmó y dio fe. Adiciona que da fe que
cada mando cumple sus obligaciones establecidas por Ley, su
responsabilidad es velar que eso haya sido así; que él responde de los
efectos, de si el plan de fronteras se haya ejecutado correctamente, por
ejemplo. Refiere que hay constataciones de la funciones del
Comandante en Jefe en la planificación de guerra, seguridad interna. Si
se hubiera vulnerado por ejemplo el servicio secreto del Ejército, sería
parte de su responsabilidad. Admite que también es parte de su
responsabilidad velar por que los recursos de Gastos Reservados se
hayan destinado realmente a lo que efectivamente correspondía.
Expone que no tiene el detalle de los montos que se destinó a la
Comandancia en Jefe, y que nadie debería tener detalle de cuánto se
asignó; tampoco del detalle del monto que se asignó al DINE, ni lo que
le asignó el DIFE a la Comandancia en Jefe. Sostiene que la definición
de los recursos de Gastos Reservados que se entregaban lo hacía el
Comandante en Jefe, o sea él, con la asesoría técnica del Director de
Finanzas y otros organismos, dependiendo del tipo de actividades, y el
DIFE se encargaba de proporcionarlos, es decir, de entregarlos. Agrega
que el Comandante en Jefe definía las actividades, prioridades, montos
a los que iban destinados los fondos para Gastos Reservados, en función
de las tareas que se requerían institucionalmente. Señala que esta
decisión la tomaba normalmente a principio de año, pero a veces las
contingencias y actividades que sucedían, hacían muchas veces variar el
plan inicial; que a principios de año él definía cuál era el monto de los
fondos para Gastos Reservados que se le entregaba a la Dirección de
Inteligencia, cuánto a las otras Unidades secretas, y cuánto se
entregaba a la Comandancia en Jefe y a unidades de la fuerza terrestre.
Expone que a la Comandancia en Jefe y a la Secretaría General se
le entregan dineros de Gastos Reservados; que son dineros para
destinarlos a temas de seguridad, que significa seguridad de personal y
estructural y funcionamiento especial. En la Secretaría General por
ejemplo, dice, a veces se debe contar con información para el

492
Departamento Comunicacional, por lo que se deben contratar servicios
especiales para la obtención de esta información, por lo que se destina
dineros de Gastos Reservados. Agrega que la Secretaría General, el
Secretario General tiene la responsabilidad del Departamento
Comunicacional del Ejército, y en razón de su trabajo muchas veces
tiene que requerir de servicios especiales relativo a funciones de
inteligencia, que son pagados con fondos para Gastos Reservados.
Agrega que el Departamento Comunicacional tiene la obligación de
levantar toda la información comunicacional del Ejército y de la
Comandancia en Jefe, por lo tanto, para poder levantar esta información
para obtener antecedentes que no están en fuentes abiertas que son
necesarios para tener un panorama institucional y del Comandante en
Jefe, del punto de vista comunicacional de interés del Ejército y del
Comandante en Jefe, se entiende que están relacionadas con labores de
inteligencia. Añade que no dice relación con la seguridad, sino con
inteligencia. Luego, señala que rectifica su declaración, en realidad sí
dicen relación con seguridad, aclara que la seguridad se puede afectar
de muchas formas, por ejemplo por la gravedad por los dichos de una
persona se pueda exponer información. Dice que no toda la información
comunicacional que afecte al Comandante en Jefe y al Ejército puede
requerir de estos servicios especiales; no tiene respuesta para definir el
límite, cada situación requiere de un estudio particular. Cualquier cosa
que pueda causar un daño grave o gravísimas se le pone una alerta y se
determinan medios para aminorar las consecuencias que requiere de
tareas especiales. Si hay una situación que esté en el ámbito del
Departamento Comunicacional, quien debe determinar esta gravedad o
poner el límite, será el Secretario General.
Asevera que no recuerda el detalle de las facultades y atribuciones
que otorga la Ley de Inteligencia, para estos efectos. Refiere que esto
puede decir relación con un tema de seguridad interna o externa.
Seguridad interna es todo lo que afecta a la seguridad de todos dentro
del territorio nacional, de toda la población chilena. Seguridad externa
importa a todo lo que pueda afectar al país por amenazas que provienen
fuera del territorio nacional.

493
A continuación asevera que en realidad, cuando se entregan
recursos provenientes de Gastos Reservados por el Secretario General al
Departamento Comunicacional, es para mejorar el escenario
comunicacional que puede afectar grave o gravísimamente a la
Institución, o a la figura del Comandante en Jefe. Explica que significa el
mejorar la imagen del Ejército y del Comandante en Jefe frente a la
opinión pública, frente a instituciones militares en el territorio o fuera de
éste, especialmente con ejércitos extranjeros con los que se relacionan
con mayor intensidad; todo esto tiene que ver a razón de seguridad,
requiriendo de secreto, absolutamente, no de inteligencia.
Declara que el Coronel Cristóbal BUTTI era el Oficial de Órdenes
de la Comandancia en Jefe quien tenía a cargo el funcionamiento del
Complejo lo Curro y la residencia del Comandante en Jefe, función que
tenía que ejecutar según una cartilla de funciones que se publicó el año
2017. Añade que él llegó el año 2014, y esta cartilla de procedimiento
se realizó porque no existía una regulación, relativa al Comandante en
Jefe, la seguridad y personal que trabajaba en la mantención de casa y
funcionamiento de ella; que se estructuró una formalización de la
estructura, tareas, roles, actividades respecto horarios, es decir, la
elaboración de la cartilla de procedimiento de ese complejo militar.
Continúa señalando que a BUTTI le correspondía velar por que ese
recinto funcionare bien, tuviera la seguridad adecuada; que el detalle de
la actividad diaria de BUTTI no lo tiene; que era un tema de él cómo
desarrollaba el cargo; que obviamente tenía un régimen de cuartel.
Respecto al funcionamiento de la casa, aduce que él (refiriéndose a
Butti) debía velar por el sistema de la casa y el funcionamiento, sistema
de bomba, de electricidad, perímetro de seguridad, etc. Indica que su
función era velar por el funcionamiento y mantenimiento adecuado;
disponer de las personas según sus roles y turnos en el recinto; pero
que no conoce en detalle lo cotidiano que BUTTI hacía.
Declara que en la Casa familiar había un Mayordomo de turno, que
funcionaba hasta las 18:30 de la tarde, si no había una actividad
especial; que Juan YAÑEZ era el Mayordomo Jefe; que había un cocinero
de turno, para efectos de optimizar el trabajo, hacía funciones en la
residencia familiar y en el sector fiscal, se refiere al institucional,

494
dependiendo de las actividades protocolares o las normales del régimen
diario; y que esa es la gente que estaba normalmente cuando él
llegaba; que no sabe quién más trabajaba en la casa familiar. Explica
que había una señora que trabajaba en la Casa familiar, que hacía
labores respecto de la casa; que no sabría decir qué labores tenía ella,
pero él no la veía; que nunca preguntó lo que ella hacía; que en realidad
no es que hayan trabajado solamente estas personas sino que había un
sistema de turno, por lo que había más personal; que no tiene el
número de personas; que él los trataba según su puesto, por lo que al
Mayordomo le llamaba como tal “mayordomo”; que él no conoce los
nombres de ellos, que puede que también los haya tratado según el
grado; que en las horas que él estaba esa era la gente que estaba; y
que desconoce cuántos mayordomos trabajaban en total. Señala que en
la casa había oficialmente 2 cocineros, con turnos de a uno. Refiere que
en el ámbito de seguridad había una telefonista de la central del
Ejército, que trabajaba en el sector de la Guardia; que no tiene el dato
de cuántas personas trabajaban en la Guardia. Explica que a veces se
podían juntar todos, por ejemplo para Navidad o para el 18 de
septiembre, se juntaban unas 25 a 30 personas. Dice que habían veces
que también estaban los conductores, no siempre; que él por lo menos
andaba con 2 conductores, por turnos; que no había conductores
permanentes por lo menos en su labor; que para su señora había un
conductor con un hombre de seguridad; para la casa se disponía de un
vehículo oficial para el Comandante en Jefe, un vehículo para su señora,
y normalmente quedaba un vehículo de respaldo en la seguridad de la
noche; no había vehículos a disposición de sus hijos.
Añade que del mantenimiento de la casa, al margen de BUTTI,
había un staff que hacía su trabajo, que había un “maestro” de nombre
Óscar, podría ser Óscar CONTRERAS.
Agrega que el Suboficial Ciro TORRES, era el Jefe de Plana Mayor
del Oficial de Ordenes, que es quien le ayuda a BUTTI en sus labores de
coordinación del personal, que la coordinación de las mantenciones,
hace las labores relacionadas con el personal, permisos, hojas de vida,
que se cumplan con los turnos adecuados, es lo que se encarga el Jefe

495
de Plana Mayor; no tiene conocimiento de otras labores además de las
que he descrito.
Declara que habían jardineros, recuerda haber tomado contacto de
un señor de cierta edad, tuvieron que haber habido dos, pero recuerda
más a uno, especialmente cuando él llegaba más temprano a la Casa.
Aclara que de los contratos de las personas que trabajan ahí se encarga
el Ejército, por lo que los jardineros tuvieron que haber tenido
contratación con el Ejército; que esto lo tuvo que haber visto BUTTI a
través del Departamento de Personal de la Comandancia; que por esto
ellos tendrían que tener contrato, cotizaciones, liquidaciones de sueldo,
y todo pagado por el Ejército. Añade que no tiene conocimiento de si
este sistema con los jardineros siempre fue así; que cree que la persona
que trabajaba ahí tenía un contrato, indistintamente de cómo haya
operado, pero había algo formal, nada informal; que desconoce quién se
encargaba de la piscina; pero supone que alguien se encargaba de ella.
Señala que la particularidad del señor YAÑEZ, como mayordomo
jefe, es que aquel tiene que ver con la administración, capacitación, ver
como se enfrenta algún compromiso protocolar, así como la
alimentación diaria de la familia, era el Mayordomo Jefe; que aquel tiene
que responder, si hay alguna recepción, de su organización, la dotación
de personal que necesita, proponer los elementos que se van a
necesitar, entre otras; que decidir quien hacía las compras competía al
Comandante BUTTI, era su función, no la del declarante determinar
quién se ocupaba en esto.
Refiere que el Coronel VÁSQUEZ fue Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe; que se encargaba de administrar los fondos
presupuestarios, en dólares y en pesos, de la Secretaría General, lo que
abarca a la Comandancia en Jefe; y además le correspondía ser el
enlace entre la Comandancia en Jefe y la Dirección de Finanzas para el
tema de los Gastos Reservados.
Ahonda en relación con esto, que el Coronel VÁSQUEZ era el
enlace con la Dirección de Finanzas, en cuanto a retirar los fondos y
proporcionarlos a las Unidades para el uso de los dineros, y
posteriormente rendir cuenta consolidada al Director de Finanzas.
Señala que la orden a VÁSQUEZ para retirar los fondos era dada por el

496
DIFE quién le indicaba cuando debía ir a retirar los fondos, no tiene claro
la periodicidad en que esto se hacía; nunca le dijo a VÁSQUEZ que fuera
a retirar fondos de Gastos Reservados o a pedírselo al DIFE, nunca dio
esa orden; que VÁSQUEZ lo hacía a instancias del DIFE.
El Tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por el
Coronel Sergio VÁSQUEZ con fecha 7 de febrero del año 2019, en
cuanto indica que “a mí, el General OVIEDO me daba la instrucción de ir
a buscar estos recursos a donde el General ROJAS, a veces me señalaba
el monto, esto cuando se trataba de un pago para una actividad
puntual”, a lo que señala que no recuerda de haber dado esa
instrucción; que nunca en el tiempo que estuvo con VÁSQUEZ le dio
instrucción relativa a retirar recursos, no le entregó órdenes a VÁSQUEZ
de ir a retirar recursos; que no comparte lo que declara VÁSQUEZ.
El tribunal hace lectura de la parte de la declaración antes
individualizada, en cuanto VÁSQUEZ indica lo siguiente: “al inicio del
periodo del Comandante en Jefe del Ejército General OVIEDO, se hizo
una reunión en la que estuvimos presentes mi Coronel Jorge CORTÉS, el
General y yo, donde CORTÉS realizó una exposición donde se le explicó
que los Comandantes en jefe anteriores disponían de estos dineros que
anualmente alcanzaban a unos Us$1.300.000, no recuerdo exactamente
la cifra, y $8.000.000 mensual, en moneda de curso legal. El monto
anual aproximado de fondos recibidos por este concepto alcanzaba entre
los $750.000.000 y $800.000.000 considerando que el valor del dólar
varía. En esa reunión se recibió la conformidad del General OVIEDO para
continuar la misma forma de proceder y disposición de esos dineros
como se había hecho en los periodos anteriores, sin perjuicio que con
posterioridad hizo algunos cambios”, a lo que el encausado señala que
esa reunión no la reconoce entre el Coronel CORTÉS y el Coronel
VÁSQUEZ, ni menos de haber dado la instrucción de mantener las
instrucciones del periodo anterior, ni los montos que se mencionan;
solamente la directriz que dio fue con el Director de Finanzas de la
época, General ROJAS, y después con el General PIEDRA. Declara que
eran los Jefes de Finanzas los que recibían los montos por Gastos
Reservados, y él les entregaba las orientaciones para el uso de estos
fondos, y uno de los destinatarios era la Comandancia en Jefe. No todos

497
los años eran iguales, en cuanto a los montos, ya que el monto
presupuestario no varía nada de un año a otros, sino que varía en cómo
se distribuyen los recursos, y que tiene que ver con las funciones que el
Ejército va a desarrollar en ese año fiscal.
El Tribunal hace lectura de la parte de la declaración antes
individualizada, en cuanto se indica (por VÁSQUEZ) que: “Estos recursos
yo los retiraba trimestralmente y también de forma esporádica cuando
específicamente me lo ordenaba el General OVIEDO”, a lo que en
inculpado señala que él no le ordenaba específicamente, de forma
esporádica, que retirara dineros de la Dirección de Finanzas, nunca se lo
ordenó. Explica que nunca le ordenó retirar fondos de forma esporádica
recursos de Gastos Reservados, no es efectivo; nunca lo mandó a retirar
ningún tipo de fondos que tengan que ver con Gastos de Finanzas donde
el Director de Finanzas.
Explica que VÁSQUEZ solo para efectos del término del trabajo del
periodo anual le rendía cuentas del cumplimiento en el gasto para
Gastos Reservados, y de ahí se dirigía al Director de Finanzas,
personalmente. La excepción podría haber sido en que en alguna
oportunidad, varias, recuerda 7 calamidades públicas que le tocó
administrar como Comandante en Jefe, y producto de esas actividades
surgieron necesidades especiales respecto de la seguridad de la fuerza
terrestre, y en estos casos VÁSQUEZ dio a conocer la ejecución de
ciertos trabajos que tenían que ver con los recursos que se habían
asignado. Señala que VÁSQUEZ proponía como suplir esa necesidad y
de ahí se autorizaba que se dispusiera de Gastos Reservados para suplir
esta necesidad. Aclara que era él (CJE) quien daba esa autorización; que
eran tareas que tenían que apoyar aspectos de vulnerabilidad de la
seguridad de las Unidades, que se habían producido por estas
emergencias a que hizo referencia. Añade que hay de todo, aspectos de
recomponer un cierre perimetral, mejorar sistemas de fuentes de poder,
levantar una infraestructura sensible que había quedado sin techo,
apoyar personas en labores extraordinarias que tenían que ver con
incendios forestales, etc. Sostiene que estos conceptos están dentro de
los conceptos propios del Presupuesto, pero se dispuso de fondos
destinados a Gastos Reservados por efectos de la premura del tiempo,

498
ya que los fondos presupuestarios tienen un procedimiento lento y
largo, y muchas veces las glosas no cuadraban con las necesidades que
había que cubrir. Refiere que esto tiene que ver con el concepto de
Seguridad Ampliada a que ha hecho referencia. Declara que dentro del
detalle de los ítems contenidos en los Anexos de las rendiciones de
Gastos Reservados, lo anterior estaría en el “Ítem 22-08 “Servicio
Generales”, 1. Prestaciones de servicios no personales, que están
asociados a operaciones tácticas de inteligencia y contrainteligencia”.
Dice que el levantar el muro y los otros ejemplos que ha dado,
podrían ser temas de inteligencia; los gastos que indicó antes los
costeaban con los recursos de la Comandancia en Jefe, provenientes de
Gastos Reservados, y no con los entregados a los Dirección de
Inteligencia, porque el Comandante en Jefe, él, en sus inspecciones
detecta anormalidades que no detecta Inteligencia, por lo que es su
responsabilidad dar solución inmediata a ellas. Señala que el
levantamiento del muro se trataría de una cuestión de inteligencia,
depende de cómo se mire, ya que el levantamiento de un muro impide
que entren a una unidad sensible. Aclara que no todos los muros
tendrían que hacerse con fondos para Gastos Reservados, solo en estas
situaciones particulares en que se vulnera la seguridad física de una
instalación y requiere de una recuperación lo más inmediata posible; si
se cae un muro en una situación que no sea por un terremoto,
aluviones, incendios forestales, no se pagaría con fondos para Gastos
Reservados, sino que se haría otro trámite que tiene que ver con la Ley
de Presupuesto. Cuando es un caso de normalidad que no requiere de
recuperación inmediata, lo normal es que se utilicen fondos
presupuestarios. Afirma que todas las unidades tienen que ver con
inteligencia. Refiere que otro ítem contemplado en los Anexos de la
rendición de fondos para Gastos Reservados con lo que se podría cubrir
lo anterior, es el ítem 22-04-012 “Materiales de Uso o Consumo-Otros
Materiales, Repuestos y Útiles Diversos para Mantenimiento y
Reparaciones”.
El tribunal le hace presente que de acuerdo al contenido
fundamental de esta denominación, el destino sería “para adquisiciones
de herramientas y materiales, repuestos y otros útiles necesarios para la

499
mantención y seguridad de inmuebles, utilizados en actividades de
inteligencia y contrainteligencia, relacionadas con operaciones de
preservación de la seguridad externa”, a lo que señala que las
actividades de inteligencia son actividades que estén vulnerando la
seguridad física, humana o material de una unidad. Al verse vulnerado
eso hay que tomar medidas, ya que se pueden vulnerar aspectos de
inteligencia al sacarse información o ingresar a recintos, es bastante
amplio eso. Esa seguridad del inmueble también sucede en el
extranjero, como sucede en las oficinas de las agregadurías militares.
El tribunal le pregunta qué significa que los inmuebles se
encuentren destinados a ser “utilizados en actividades de inteligencia y
contrainteligencia”, a lo que señala que es difícil de explicarlo. Por
ejemplo, hay una instalación destinada para la seguridad de un recinto,
y esa unidad hace tareas de contrainteligencia. Explica que no todos los
inmuebles están destinados a actividades de inteligencia y
contrainteligencia. A continuación señala que no se quiere entrampar en
el tema de la construcción del muro y no quiere entrar en detalles,
porque no lo puede revelar; no hay nada más que quiera explicar al
respecto.
Aclara que el Oficial de Finanzas tenía que hacer las actividades
dispuestas, se refería a que el Oficial de Finanzas tenía que proporcionar
los recursos para las actividades dispuestas por el Secretario General, y
otras dispuestas por el Comandante en Jefe; que en cada caso, uno y
otro, vale decir, el Secretario General o en su caso él, disponían esta
instrucción y decían cuántos recursos se debían disponer. Precisa que
cuando aludió a que la mantención de la Casa se hacía con cargo a
recursos presupuestarios y otros gastos especiales que se asignaban
para la mantención de la Casa, relativos con Gastos Reservados, se
refería a que son áreas especiales y/o sensibles desde el punto de vista
de la seguridad: por ejemplo, todo el sistema de alarma y vigilancia de
todo el perímetro, el sistema de respaldo de sistema eléctrico. Agrega
que algunas contrataciones se hacen con el Presupuesto corriente y
otras no, que se hacen con fondos para Gastos Reservados. Asimismo,
precisa que los gastos de luz, agua, teléfono de la Casa de Lo Curro que
utilizaba con su familia, su señora y su hijo menor José Ignacio, que los

500
consumos básicos, entiende que se pagaban con gastos
presupuestarios, así como también este tipo de gastos de todo el
personal asociado a las labores del Complejo. Refiere que cuando
declaró que no conoce el detalle del funcionamiento de la casa de Lo
Curro, por lo que no conoce el ítem al que se cargaba, se refería a que
en verdad no puede identificar el ítem al cual se cargaban estos gastos,
agregando que él, como Comandante en Jefe siguió pagando el canon
de arriendo y los gastos comunes, conforme a la norma institucional.
Explica que cuando dijo que si BUTTI señala que las platas
provenían de la entrega que le hizo VÁSQUEZ de recursos que a su vez,
provenían de Gastos Reservados, entonces él- BUTTI- está vulnerando
la Ley porque no tiene por qué decir en qué ocupaba los Gastos
Reservados, se refería a que BUTTI estaría vulnerando la Ley de
Inteligencia respecto de la seguridad de la información reservada.
Afirma que BUTTI nunca le pidió a él recursos para necesidades
del tipo familiar que pudiesen ser objetadas como gastos de familia; que
él le tendría que haber hecho presente que estaba comprando algo que
no correspondía hacerlo con fondos para Gastos Reservados y haberle
pedido que le reembolsara esas compras. Él no tendría por qué no
haberle solicitado o requerido que proporcionara esos recursos para
cubrir las necesidades que no era posible suplir con los recursos
institucionales. Refiere que si lo que se le servía como alimentación era
o no parte de lo que se había comprado con fondos institucionales para
todo el complejo de Lo Curro, él no se preocupaba. Él se preocupaba
más de que efectivamente la Guardia tuviese la alimentación necesaria.
Señala que hay un Rancho que se le proporcionaba a la Guardia y hay
un extra, que se proporciona para las funciones especiales que ellos
realizan, y provenían de fondos para Gastos Reservados. Explica que
esto lo proponía BUTTI al Mayordomo; en realidad señala, muchas veces
lo proponía él de sus inspecciones, y se lo ordenaba a BUTTI que lo
cumpliera, se refiere a alimentación especial o elementos que tuvieran
que ver con el tema de la seguridad del Complejo. Dice que la
alimentación especial estaría dentro del Anexo Descriptivo de la
Rendición de los Gastos Reservados, en el Ítem 22-01 “Alimentos y
Bebidas”. El tribunal le consulta al declarante si este gasto al cual ha

501
hecho alusión se encuentra efectivamente dentro del contenido
fundamental de la denominación por él señalada, ya que aquella alude a
zonas específicas, fronterizas y al extranjero, a lo que indica que si bien
estas labores no están realizándose en las zonas fronterizas ni en el
extranjero, como señala el ítem, él lo autorizó, por la sensibilidad que
tiene el personal que trabaja en esa repartición. Adiciona que está
asociado con el ítem Alimentos y Bebidas, aunque no con la
especificidad que se indica en la descripción del contenido fundamental
que está en el Anexo de la Rendición de Cuentas a la Contraloría
General de la República. Asevera que este gasto no se hizo con cargo al
presupuesto corriente porque va más allá de lo que permite dicho ítem
presupuestario, por lo que se hizo con Gastos Reservados.
A fojas 5520, afirma, respecto de las funciones a que se refirió
de VÁSQUEZ, que estas también se aplican a ROSAS, ya que ambos
eran Oficiales de Finanzas. Respecto de las rendiciones de cuentas de
Gastos Reservados, aduce que se hacían de la misma forma que explicó,
en cuanto a que no le hicieron rendiciones mensuales, y que estas se
hacían al Director de Finanzas.
Señala, respecto de la documentación respaldatoria de estas
actividades o trabajos que él encomendaba con cargo a los Gastos
Reservados, que no se le presentaba esta documentación, solo se le
presentaba un testimonio fotográfico de las cosas que correspondían ser
reparadas. Se le exhibía y después se trituraban estos documentos, y no
eran incorporados a la rendición de cuentas. Ello, según las normas de
rendición de cuentas que se hace a la Contraloría General de la
República, del cual existe un instructivo del Ejército relativo al uso de los
Gastos Reservados, instructivo que le correspondió en su periodo
actualizar. Explica que la trituración de documentación entiende que es
sólo para los Gastos Reservados, estos operan así, y los otros gastos
asociados a fondos que no son de Gastos Reservados tienen otra
reglamentación de documentación y correspondencia para el
mantenimiento de este otro tipo de documentación que es distinta de
Gastos Reservados. La diferencia radica, dice, en que tratándose de los
Gastos Reservados es explícita la orden, en el sentido que la
documentación respaldatoria debe ser triturada, en cuanto a que no

502
debe quedar registro de los destinos dados a los fondos para Gastos
Reservados. En cambio, el gasto corriente debe quedar reflejado en la
contabilidad, que tiene una legislación distinta, por tanto, debe quedar
toda su documentación respaldatoria y registro. En relación con los
dineros que recibía BUTTI, dice que no tiene antecedentes del
tratamiento que se les daba a dichos dineros y respaldos; que no debió
haberlo sabido porque era responsabilidad de él la administración de
estos recursos; que nunca supo si rindió cuenta de esos dineros a otras
personas; que tampoco supo la forma en cuanto a cómo se hizo esta
rendición; que no tiene antecedentes de si se destruyó la
documentación respaldatoria de estos gastos; que no tiene
antecedentes de cómo manejaba la documentación BUTTI. Ignora cómo
pagaba BUTTI los gastos que hacía con cargo a los fondos que le eran
entregados por el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, si lo
hacía en efectivo o con tarjeta.
El tribunal lee al inculpado parte de la declaración prestada por
Cristóbal BUTTI, con fecha 28 de junio del año 2019, en donde declara:
“Yo tenía algún grado de flexibilidad en cuanto a las cosas que
compraba, pero siempre bajo la orden y visado por el Comandante en
Jefe. Yo era un gestor, yo era el que administraba recursos, pero
siempre por orden y criterio del General OVIEDO. Yo hacía el
levantamiento del valor de lo que se requería para cumplir las misiones
que se me encomendaban”, a lo que señala que no es efectivo lo que
declara BUTTI, por cuanto él no le dio ninguna orden relativa a la forma
como debía gastar los recursos que él recibía, salvo en cuestiones
específicas y que decían relación con algún proyecto especial. No es
efectivo que BUTTI haya actuado por orden y criterio suyo, ya que él
tiene su propio criterio.
El tribunal lee al compareciente parte de la declaración de
Cristóbal BUTTI antes individualizada, en la parte que señala lo
siguiente: “Estos dineros me eran entregados mensualmente, en
efectivo, en pesos. Yo no firmaba ningún documento por la entrega,
aunque yo mensualmente llevaba toda la documentación, boletas y
comprobantes de los gastos de los que yo estaba encargado, y se los
entregaba a mi Comandante VÁSQUEZ, quien veía que estuviere

503
ajustado el monto con lo que yo informaba. Cuando se pagaba algo sin
boleta, como propina o cuando las personas no daban boletas, entonces
yo hacía un documento donde indicaba el monto del gasto y su motivo.
A estos documentos nosotros los denominábamos ‘Vales’. Yo le imprimía
un carácter más formal a este documento, donde se decía que en el mes
correspondiente ‘se habían hecho los siguientes gastos’, ya que se me
había dispuesto por VÁSQUEZ que lo hiciera de esta forma, puesto que
estas rendiciones se les exponían al Comandante en Jefe, mi General
OVIEDO, aunque desconozco si se le exponían en forma mensual a este
último, pero en todo caso el General OVIEDO en algunas oportunidades
me hacía una retroalimentación, en relación con los gastos que se
habían hecho en la casa, de los que yo tenía injerencia, permitiéndose
constatar que él había revisado esta rendición y conocía de los gastos”,
a lo que el declarante expone que no es verdad lo que BUTTI señala, ya
que él –el deponente– no conocía el detalle de la rendición de cuentas
que aquel hacía al Oficial de Finanzas. Afirma que la retroalimentación
solo fue en función de optimizar los servicios de la casa, para generar
menos gastos no habiendo una empresa de aseo externa, y también
respecto a los servicios que tenían que ver con el ofrecimiento de las
comidas oficiales, brindándolo el Club Militar y no contratar un servicio
de comidas externo. Expone respecto de esta retroalimentación que,
pese a que no sabía lo que se gastaba, sí sabía lo que se hacía en la
casa, ya que cuando llegó se le dijo que había empresas de aseo
externas y empresas de comida externas, por lo que orientó que eso se
cambiara. Adiciona que la forma de proceder antes que llegara se la
informó el mismo administrador de la casa, el Comandante BUTTI, por
lo que esa orientación la entregó al inicio de su gestión, estimando que
con eso se optimizaban los recursos institucionales. BUTTI no le dijo
cuánto se gastaba en estas empresas externas, le dio valores
aproximados, no recuerda si le entregó un valor, solo una estimación del
gasto; que no le consta que efectivamente hayan bajado los montos
pagados por estos servicios, en relación a lo que se pagaban antes de
que le señalara a BUTTI que había que hacer los cambios indicados; que
estos cambios los ordenó cuando asumió. Explica que al sistema de
ingreso de este Complejo Militar hizo cambios, también a los gastos de

504
consumos básicos, en el sistema de energía, para el consumo de
seguridad y la eficiencia del consumo. En lo práctico dispuso el cambio
de las calderas, la incorporación de paneles solares y revisión del
sistema eléctrico, eso de lo que recuerda. No recuerda que se hayan
hecho compras de algunos muebles para la Casa. Indica que si BUTTI
dice que se compraron muebles y lozas, eso lo tuvo que haber visto él;
que en la Casa hay un inventario con muebles institucionales, que se
adquieren con gastos del Presupuesto, si no, no podría incorporarse al
Inventario; que la loza también se debe comprar con gasto corriente del
Presupuesto; que además habían gastos propios del mantenimiento;
que hay muchas cosas que se hacen en la Casa, ya que son bienes
sensibles, como por ejemplo, las obras de arte, muebles que son
patrimoniales, colecciones de armas a las que se les hace mantención,
así como también a los gobelinos y alfombras. Asevera que no conoce
con precisión los bienes que hay al interior de la Casa, pero sí de las
armas y colección pictórica. No recuerda haber dado a BUTTI otra
instrucción.
El tribunal lee al compareciente parte de la declaración de
Cristóbal BUTTI antes individualizada, en la parte que señala lo
siguiente: “Sí me consta que mi Coronel VÁSQUEZ y el Comandante
ROSAS hacían estas rendiciones al Comandante en Jefe, porque éstos
me lo habían comentado. Además, cuando se necesitaban recursos yo
personalmente le decía al Comandante en Jefe, especialmente cuando
había urgencia en el gasto, o cuando no me podía comunicar
directamente con el Oficial de Finanzas. Cuando el Comandante en Jefe
no estaba, excepcionalmente yo lo veía directamente con el Oficial de
Finanzas, VÁSQUEZ O ROSAS, quien estuviera, y ellos disponían de la
entrega de estos recursos, y ellos lo veían con el Comandante en Jefe o
con el Director de Finanzas, yo no sé con cuál de ellos. En esa época el
Director de Finanzas fue el General SANTIC durante el primer año,
después fue el General ROJAS MEISSNER”, a lo que señala que esto está
errado, eso no es así; que en verdad él (el declarante) no tenía relación
directa para las solicitudes directas del Comandante BUTTI; que además
el Director de Finanzas no era el General SANTIC en su periodo, sí lo era
el General ROJAS MEISSNER. BUTTI no le hacía solicitudes, solo las

505
cosas grandes que mencionó anteriormente, como la renovación de
sistemas de energías de la casa, renovación de calderas, y otros que ya
mencionó; y que puede haber sido también algo con el sistema de
seguridad, cuando se renovó el sistema de cámaras y de barreras
electrónicas, haciendo una central nueva. Señala que no es efectivo que
cuando BUTTI necesitaba fondos con urgencias hubiera recurrido a él,
ya que tenía que recurrir al Oficial de Finanzas. Refiere que los Oficiales
de Finanzas tampoco recurrían a él, ya que ellos administran los
recursos, no correspondiéndome a él hacerlo; los Oficiales de Finanzas
solo recurrieron a él, para que se hicieran los trabajos, por necesidades
que hubieran surgido por sus inspecciones para lo cual le consultaban y
él daba la autorización, para efectos de la Casa no recuerda, pudieron
haber ocurrido a él para ver el gasto o mantención de un equipo
especial o del sistema de cámaras, pero no lo recuerdo.
El Tribunal le hace lectura de parte de la declaración realizada por
Sergio VÁSQUEZ, con fecha 7 de febrero del año 2019, en la parte que
indica que: “puedo señalar que estos dineros no corresponden a los
fondos presupuestarios de la Comandancia en Jefe, de haberlo sido
habría tenido que dejar un respaldo documental y un registro contable,
y respecto de estos dineros eso no se realizó. Yo únicamente llevaba
una rendición de cuentas manuscrita detallada, la que se le presentaba
mensualmente al General OVIEDO, él lo visaba y lo autorizaba y una vez
visado ordenaba la trituración del documento. Se trataba de un
documento informal en el sentido de que no iba asociado a ninguna
cuenta, pero formal en el sentido que iba detallado cada uno de los
gastos. Respecto de la trituración de estos documentos lo planteó mi
Coronel CORTÉS en la reunión a que hice mención, donde estaba el
General OVIEDO, haciendo presente que siempre se había hecho de esa
manera con los Comandantes anteriores, para evitar las filtraciones de
esta información”, a lo que el declarante explica, respecto de la
documentación, que su tratamiento tiene una norma tal como lo
manifestó, que no es una disposición del Comandante en Jefe sobre la
documentación relativa a los Gastos Reservados, sino que es una
disposición institucional sobre la cual hay un manual, un procedimiento.
Aduce que él no tenía las reuniones mensuales con VÁSQUEZ como ha

506
dicho; que seguramente tuvo reuniones cuando hubo solicitudes
especiales de alguna acción producto de una inspección, y cuando se
hacía al final la orientación y revisión para la rendición de cuentas que
se hacía al Director de Finanzas. Indica que no dio instrucciones a BUTTI
para que destruyera los documentos relativos a los gastos que se
hicieron en la Casa y los demás gastos realizados con los fondos que le
entregaban los Oficiales de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
tampoco se lo ordenó a VASQUEZ ni a ROSAS; que no era necesario ya
que había un procedimiento que ellos tenían que ejecutar de acuerdo a
la norma tratándose de Gastos Reservados.
Refiere que no tiene antecedentes de ese detalle, en cuanto a que
al personal que trabajaba en la Casa, se le entregara dinero a razón de
$50.000 mensual a cada uno para transporte, movilización o para
teléfono, esto lo tiene que haber dispuesto quien está a cargo de ese
personal, o sea, del Comandante BUTTI. Asevera que no dio la orden a
BUTTI de que se entregara la cantidad de $500.000 a la hija enferma de
uno de los cocineros que trabajaba en la Casa.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por
Cristóbal BUTTI, en la parte que señala que: “tuve que entregar dinero a
un cocinero que era parte del personal, por orden de mi General
OVIEDO, para que atendiera a su hija por una situación de salud, y que
fueron unos $500.000”, a lo que el expone que no lo recuerda; que
tampoco le dio instrucción de alguna otra entrega de dinero.
Expone, en cuanto a la mantención de piscina (de la casa
institucional), respecto de la entrega de $50.000 a la persona que hacía
la mantención de la piscina, que no tiene el detalle de cómo se mantenía
la piscina, no tiene ese antecedente. Añade que esto lo tuvo que haber
visto BUTTI, por ser parte de su responsabilidad.
Señala, en cuanto a que se haya hecho invitaciones al personal
que trabajaba en La Casa, que solo se hicieron las actividades de
Navidad y Fiestas Patrias, en las que se hizo una reunión, se compartió
pan de pascua y bebida para Navidad. Para el 18 de septiembre también
se hacía una actividad, en la que se compartía una empanada junto con
el personal que estaba en ese momento; no recuerda que se hayan
entregado regalos, además de un pan de pascua y una botella de cola

507
de mono para Navidad y, para el 18 de septiembre, no recuerda si se les
entregaba alguna caja con alimento. No tiene antecedente de cómo se
costearon estos gastos. Agrega que BUTTI organizaba todo esto; que la
agenda la veía BUTTI con el Ayudante para que él (el declarante)
asistiera, previa autorización de este último.
Dice que no tiene antecedentes de los fondos de los cuales
pudieron haber salido todos estos gastos. Existen fondos
presupuestarios y de Gastos Reservados. Además, existen fondos PAF,
fondos internos, fondos de salud y otros fondos que no recuerda; no
tiene claro en cuál de estos fondos mencionados se imputaron estos
gastos. Señala que si BUTTI dice que esto lo costeaba con esos fondos
que le entregaba el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
respecto de los cuales se procedía a destruir su documentación
respaldatoria, entonces tiene que haber sido así; efectivamente sólo se
trituraba inmediatamente la documentación relacionada con fondos para
Gastos Reservados. Estos recursos pueden haber salido de ahí.
Afirma respecto de la realización de una actividad con el personal
de la Casa, pero fuera de la Casa Institucional, particularmente en el
Restaurante Eladio, que no recuerda haber ordenado una actividad de
ese tipo; y que si lo hizo BUTTI, él no tenía, sin su orden, atribuciones
para haber realizado esta actividad con cargo a los fondos destinados
para Gastos Reservados. Asevera que si él reconoce haberlo hecho,
tiene que ser responsable de ello.
Expone que dentro de las tareas que se encomendaban a BUTTI,
está la relativa a la compra de los regalos que se hacían, y en relación a
ello recuerda unas lapiceras Mont Blanc que se regalaron a los
Generales que se iban, que fueron costeados con un fondo que tenían
con el cuerpo de Generales; que cree que fue en el año 2017. Refiere
que solo se fueron a retiro unos 10 a 11 Generales, se hacía una cuota
solidaria para ello y para las señoras de los Generales que se iban a
retiro para regalarles una pulsera; y que el encargado de recaudar este
dinero era el DIFE, ROJAS y PIEDRA, respectivamente. Asevera que las
lapiceras fueron compradas por BUTTI, encargando él (el declarante)
que se comprara el regalo, no recuerda el detalle de los valores, pero
este detalle del costo del regalo en su momento se lo informó BUTTI. En

508
ese momento, dice, informó al DIFE de la época, porque esto se hizo
cree que solamente en 2 años, por lo tanto, puede haber sido que esto
lo habló un año con ROJAS y el otro año con PIEDRA. Recuerda que con
ROJAS habló el tema de las pulseras para las señoras de los Generales.
No le consta que cada General efectivamente haya hecho el aporte que
ha mencionado. Estima que se tienen que haber pagado estos regalos
con esas platas, pero no tiene la constatación de ello, porque nunca vio
que efectivamente se hayan recolectado esos fondos.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por
Cristóbal BUTTI ya individualizada, en la parte que señala que:
“Recuerdo que al tercer y cuarto año, fue cuando yo comencé a ver los
regalos a los Generales, porque antes se encargaba la Comandancia en
Jefe. En esa época, mi General OVIEDO me indicó que debía buscar las
alternativas para los regalos, entonces compré unas plumas Mont Blanc
en Estados Unidos por internet, que encontramos a buen precio, y que
les entregamos a los Generales. Yo pagué esta compra con mi tarjeta de
crédito, lo que me reembolsé con los dineros que yo había recibido de
VÁSQUEZ y ROSAS, respectivamente. En estos dos años compré el
mismo regalo, gastando unos USD 500 por pluma, que en esa época fue
de unos $350.000 aproximados, por cada regalo en total se compraron
unas 15 a 20 plumas en los dos años”, a lo que señala el declarante que
no recordaba la cantidad de plumas (Mont Blanc) que se habían
comprado. Afirma que su momento le entregó su cuota al DIFE de la
época; continúa diciendo que en realidad no recuerda de qué forma le
pudo haber entregado el correspondiente a su cuota para la compra de
estas lapiceras al DIFE. Señala que a BUTTI no le puede constar de
dónde provinieron estos fondos, aunque se los haya entregado el Oficial
de Finanzas de la Comandancia en Jefe; que nunca BUTTI le comentó
que estos pagos los hacía con su tarjeta de crédito. Respecto de las
pulseras no recuerda si BUTTI recibió los dineros directamente del
Oficial de Finanzas.
Sostiene que él, como Comandante en Jefe, resolvió el tema de las
pulseras, siendo una costumbre de por lo menos 10 años según lo que
conoce; que se entregaban unas pulseras de oro, cuyos detalles no
recuerda; que la compra entiende que la hizo BUTTI; que él (el

509
declarante) tuvo que haber dicho que ese sería el regalo que se
entregaría a las señoras de los Generales que se irían a retiro a final de
año, aproximadamente unas 9 o 10 señoras. Adiciona que BUTTI tuvo
que haber comprado estas pulseras de los fondos que tuvo que haber
hecho el cuerpo de Generales; y que no le consta, no puede constatar
que se hayan reunido estos fondos. Recuerda haberle pagado su cuota a
ROJAS, no recuerda de cuánto ni específicamente cuándo lo pagó.
Refiere que BUTTI no le preguntó de dónde sacaba la plata.
Señala que para los ascensos de Generales no se hacía ningún
regalo; que en la ceremonia que se hace en el Edificio a las señoras de
estos Generales se les entregaba un bouquet de flores; que no se
entregaba nada más en la ceremonia, no se entregaban además
chocolates, no sabe si estos se entregaban después.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por
Cristóbal BUTTI ya individualizada, en la parte que señala que: “Para los
ascensos de los Generales, a las señoras se les regalaba un arreglo
floral con una tarjeta, y a los que pasaban a retiro, se les enviaba a, sus
señoras, una caja de chocolates, todo por orden del General OVIEDO”, a
lo que señala que puede que efectivamente esto haya sido así, no
recuerda el detalle. No recuerda el detalle de cuándo le dijo a BUTTI,
cuántas personas ascendían y salían a retiro y los regalos que se les
entregaría, pero efectivamente lo autorizó; lo autorizó, aunque no
recuerda haber dado los detalles de cómo le dijo a BUTTI.
Aduce que no sabe de dónde se sacaron los fondos para estos
regalos; que BUTTI tuvo que haberlo coordinado con alguien, con el
Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, y haber solicitado los
recursos; que a BUTTI los Oficiales de Finanzas le entregaban la plata
para todos los temas de la Casa, y dentro de ese contexto, BUTTI tiene
que haber comprado estos regalos. Añade que podría haber estado
dentro de este ámbito la compra de esos presentes.
Refiere que estos regalos se podrían haber comprado con fondos
para Gastos Reservados, dependiendo de cómo se interprete la
intención al entregar ese regalo. Explica que el retiro y ascenso se
puede interpretar como un grado de reconocimiento y fidelización por
una tarea en un periodo de tiempo, con personal que tiene relevancia en

510
la estructura de la Institución. Eso podría justificar la entrega de regalos
pagados con fondos para Gastos Reservados; esto estaría dentro de lo
que ha llamado, según lo que declaró, la “Seguridad Ampliada” y su
interpretación en el uso de los fondos para Gastos Reservados, ya que
es un tema que va más allá del tema de inteligencia, y apunta a la parte
humana.
Afirma que en su periodo como Comandante en Jefe para Navidad
se hacía una actividad final con el cuerpo de Generales, para el cierre de
año, que se hacía en la Casa de Lo Curro, Residencia Oficial del
Comandante en Jefe del Ejército. Refiere que esta actividad consistía en
una recepción con el cuerpo de Generales para cerrar el año y celebrar
la Navidad; que era una comida y recepción. Indica que como regalos se
entregó un pesebre un año, una caja familiar gourmet, otro año se
entregó una canasta de picnic, no recuerda el regalo del otro año, pudo
haber sido una piecera con cojines.
Expone que de estos regalos se encargó el Oficial de Órdenes,
BUTTI, tanto de la recepción, como de las cosas que se iban a entregar.
Todas las recepciones se hicieron con el Club Militar, siempre. Señala
que efectivamente BUTTI tuvo que haber conversado con su señora (del
declarante) estos regalos; que los montos seguramente tuvo que haber
dado una orientación en cuanto a que estos fueran razonables y que el
regalo tuviera un sentido relacionado con la fecha; un monto razonable
para él es de no más de $50.000 por regalo. El tribunal le hace presente
que según se ha declarado estos regalos han fluctuado entre los
$100.000 por regalo, a lo que señala que a él BUTTI no le dio cuenta de
cuánto gastó en estos regalos. Agrega que BUTTI tenía que haber
rendido cuenta al Oficial de Finanzas de cuánto gastó, si él dice que
gastó esos montos, puede haber sido así, pero a él no le consta.
Adiciona que BUTTI tuvo que haber informado al Oficial de Finanzas de
la época, porque utilizó los recursos de que él disponía y que eran
entregados para el funcionamiento del Complejo Lo Curro,
correspondientes a recursos de Gastos Reservados, para tareas que
debían desarrollarse en el Complejo de Lo Curro. Sostiene que autorizó
que se entregara un regalo familiar para el término de año, no autorizó
un monto específico; que vio que efectivamente se compraron estos

511
regalos, porque presenció la entrega de los mismos en la comida a que
hizo referencia. Estos regalos también entran en el concepto de
“Seguridad Ampliada” a que hizo referencia anteriormente, y por esa
razón fueron costeados con Gastos Reservados, era una alternativa
hacerlo con estos recursos; no había otra alternativa para hacer el
financiamiento de estos regalos con otros recursos.
Recuerda que también entregaron regalos a los Agregados
Militares en una reunión anual en la época de Navidad. Se les entregó
una bota o una caja con galletas. Hay 2 reuniones que se hacen con los
Agregados Militares al año, una primera que se hace al principio de año,
que se hizo en el Club Militar durante 2 años y después en el Edificio del
Ejército, actividad que se hacía para recibir a los Agregados, tanto los
que llegan y los que se van. Y la segunda reunión, al final, calzaba con
la época de Navidad. Resolvió que se hiciera esta última celebración en
la Residencia Oficial del Comandante en Jefe, para generar un vínculo
más cercano con la comunidad de Agregados Militares y sus señoras. En
esa oportunidad se entregaba este recuerdo simbólico o presente, para
la familia. Las organizaciones iniciales de esta celebración las veía la
Dirección de Relaciones Internacionales, por el General que tiene a
cargo la DIRIDE, y la actividad de fin de año la organizaba la
Comandancia en Jefe, a través del Oficial de Órdenes BUTTI.
Señala que las directrices que se daban en uno y otro caso sobre
la organización, se hacía con la orientación del Comandante en Jefe, es
decir, de él. En el primer caso orientaba que la actividad fuera más
formal, y en el segundo caso, orientó que el evento fuera de un corte
familiar, para que se tuviera una acogida en la Residencia del
Comandante en Jefe mucho más cercana, la cual además, tuvo muy
buena acogida y retroalimentación por parte de la comunidad de los
Agregados Militares. En este último caso, se hacía un coctel tipo buffet,
que tenía la particularidad de que este buffet tuviera una orientación
características de los países de donde provenían los Agregados Militares,
y además una orientación propia de Navidad. La ornamentación era
Navideña; se hacía en el living, en el comedor y en la terraza que está
al lado del living de la Casa de Lo Curro. Para este evento que se hizo en
la Casa, trabajó el personal de ésta con apoyo del Club Militar, este

512
apoyo consistía en apoyo técnico del cocinero, un pastelero, y otras
cosas que preparan ellos en el Club. Refiere, respecto de la alimentación
propiamente tal, que no tiene el detalle en orden a si esto que vio el
Club Militar lo facturó directamente al Ejército, ni si los presentes que se
entregaron los vio directamente BUTTI. Respecto de las otras cosas que
se adquirieron, no tiene el detalle de cómo se pagaron estos gastos.
Asegura que no tiene el detalle de cómo se dispuso de los recursos
para estos gastos, que en todo caso, corresponden a recursos de
aquellos que eran entregados a BUTTI por el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe para el funcionamiento de la Casa, provenientes
de fondos para Gastos Reservados. Dio la instrucción a BUTTI en cuanto
al sentido y forma de la actividad, que fuera con un ambiente familiar y
más informal, pero en cuanto a los costos, no dio ninguna instrucción en
particular a BUTTI. Agrega que a esta actividad aproximadamente
asistían 45 a 60 personas, ya que se contemplada a los Agregados
Militares y sus señoras, no eran menos de 60 personas.
Explica que la ornamentación de la Casa la veía su señora, con las
cosas de ella y de la Casa, la que tiene un inventario de cosas
navideñas. Respecto a la música que se tocaba, la Banda de Concierto
tiene un sexteto de cuerdas que tocaba un mix de villancicos, hacían
una presentación y luego se retiraban. Esto último por lo menos en 2
años. Dice que era la Banda de Concierto del Ejército, por lo que no
tenía ningún costo adicional. Para esta actividad tuvieron que haber
flores, pero no lo recuerda.
Expone que estos gastos, tanto los realizados para la actividad
como los regalos entregados, costeados por BUTTI, también entran en el
concepto de “Seguridad Ampliada” a que hizo referencia anteriormente,
y por esa razón fueron costeados con Gastos Reservados; era una
alternativa hacerlo con estos recursos. Lo costeado por BUTTI entra
dentro de este concepto, por cuanto es una forma de “fidelizar” a una
comunidad sensible para los intereses del Ejército. En cuanto a lo
realizado por el Club Militar no sabe cómo se hizo el pago de esto,
desconoce si se facturó al Ejército, pero de haberse facturado, se debió
haber cargado al Presupuesto corriente, pudo haber sido con cargo a
gastos de representación. Indica que los gastos de representación

513
tienen una glosa descriptiva cuyo detalle no recuerda. Afirma que no
cualquier gasto se podía cargar a este ítem, dependía de la concurrencia
de ciertas autoridades. No sabe si en el caso de tratarse de invitados,
como eran los Agregados Militares, se podía cargar al ítem de gastos de
representación, porque no recuerda cómo está detallada la glosa. No
recuerda cómo se pudo haber pagado la comida de esta actividad.
Refiere que la actividad que se hacía a fin de año con los
Generales y sus señoras, que esta comida era pagada por el Club
Militar, ignora quién la financiaba. No sabe de dónde pudieron obtenerse
estos recursos; no sabe si los gastos de representación podrían haber
justificado este gasto por haber concurrido el cuerpo de Generales,
porque no recuerda la concurrencia de qué tipo de autoridad requiere
este ítem. A esta comida, dice, aproximadamente concurrían unas 80
personas entre los Generales y sus señoras.
En relación con los regalos de Navidad, para el personal que
trabajaba en La Casa de Lo Curro, no recuerda si se les entregaba algo
además de lo que señaló, no sabe si se les entregaba además una
canasta navideña o algo así.
Recuerda que para los cumpleaños de los Generales, cada año, a
principio de año, se le hacía una propuesta en orden al tipo de regalo
que se les iban a hacer para esa anualidad a los Generales, y hacía la
elección buscando que fuera un regalo útil para la función del General,
esta propuesta no recuerda quién se la hacía, no recuerda si esto lo
conversó con el Secretario General de la época, o si lo conversó con
BUTTI. Sostiene que un año se entregaron como regalos a los
Generales, un reloj deportivo que permite monitorear las pulsaciones al
trotar, entre otras funciones. Otro año se les entregó una cortapluma.
Otro año se regaló un IPad, y otro año una cámara GoPro. No recuerda
si durante los 4 años la compra se la encargó a BUTTI, pero a lo menos
sí lo hizo durante los últimos 2 años de su periodo. Señala que no
recuerda si esto se costeó con los recursos que se entregaban para la
Secretaría General o los recursos que se entregaron al Oficial de
Órdenes, pero en cualquier caso, se pagó con fondos para Gastos
Reservados; de acuerdo al criterio que asumió, correspondía que se
hicieran estas compras con fondos para Gastos Reservados, esto es con

514
fondos distintos de los presupuestarios, en el entendido de que era una
forma de reconocer y fortalecer el vínculo con las personas que
trabajaban más directamente con él.
Explica que al año se hacían unos 46 regalos aproximadamente,
para todo el cuerpo de Generales. También se incluía a los Generales
que estaban fuera de Santiago, a ellos se les entregaba el regalo cuando
estos venían a alguna misión a Santiago. A los Generales que estaban
en el extranjero, no se les hacía este regalo. Dice que desconoce el
valor de estos regalos. Expone que se buscaba el elemento apropiado
según su intención de que fuera algo práctico y útil para la función del
General, por lo tanto no conocía el valor específico de los regalos, pero
si este hubiese sido de un valor muy desproporcionado, se lo habría
señalado el Secretario General, o BUTTI.
Señala que dependiendo de si se trataba de las señoras de un
Oficial o de un General, en algunos casos se les envió una torta, pero en
todo caso esto de la torta no lo veía él, lo veía la Secretaría General;
respecto de las señoras de los Generales, recuerda que también se les
regaló un juego de toallas, una billetera, una bata, no recuerda qué
otras cosas. Esto lo coordinaba su señora MARIANNE con BUTTI. Cree
que la elección del regalo lo tuvo que haber hecho su señora. En
cualquier caso él lo autorizaba. Señala, respecto a los recursos con los
cuales se pagaban estos regalos, que fueron pagados con los que
administraba el Comandante BUTTI, provenientes de fondos para Gastos
Reservados. Afirma que la decisión de usar estos fondos estaba dentro
del concepto que el definió, ya que hacer estos regalos tenía una
utilidad para la gestión del equipo de trabajo.
Ahonda en cuanto a los chocolates que se regalaban, que la
compra de estos estaba dentro de las atribuciones del Oficial de
Órdenes, que se consideraba para cuando el Comandante en Jefe recibía
una visita en La Casa, o cuando el CJE visitaba a una autoridad, como
por ejemplo a embajadores, pares de las Fuerzas Armadas, autoridades
civiles de variadas organizaciones, Agregados Militares y visitas
especiales cuando hay intercambios bilaterales con Comandantes de
Ejércitos amigos. En estos casos, dice, se regalaba una caja de
chocolates a las señoras de éstos, y si estas autoridades iban a la Casa

515
de Lo Curro, también se abría una caja para compartir en el café. Es
efectivo que se mantenían en stock algunas cajas de chocolates para
disponer con este fin. Se mantenían en la Casa de Lo Curro y en el
vehículo eventualmente, pero no es efectivo que se regalaran cajas de
chocolates a todo el mundo, ni que ellos comieran chocolates de forma
exagerada. Indica que esto era parte de los elementos que se tenían
para socializar; no puede asegurar que efectivamente se hayan
comprado 6 a 8 cajas de chocolates a la semana, como el Tribunal le
indica ha señalado BUTTI, lo que sí puede asegurar, dice, es que en el
armario de la casa se mantenía una caja de chocolates y otra caja en el
auto, para ser utilizadas en alguna de estas actividades. Puede ser que
en el armario en alguna oportunidad haya habido más de una caja, pero
no tiene la certeza. Asevera que no sabía que en estas cajas de
chocolates se gastaban semanalmente alrededor de $150.000, como
habría dicho BUTTI, según le ha señalado el Tribunal.
Refiere que estos chocolates eran comprados por BUTTI, quien
compraba un stock de cajas para tener en caso de necesitarse y no
tener que ir comprando en cada oportunidad. No tiene certeza de si
BUTTI compraba personalmente estas cajas o si lo encargaba a otra
persona. Recuerda que habían cajas de chocolates de una caja azul
grande, pudo ser de marca Bozzo, también habían cajas Moulie y La
Fête. Afirma que estos gastos se costeaban con los recursos que
contaba el Comandante BUTTI para el funcionamiento de la Casa. Se
usaban Gastos Reservados para hacer estas compras de chocolates,
según ha señalado anteriormente, para fortalecer el vínculo con estas
autoridades o personas de grupos de interés. Cuando iban a alguna
recepción, por ejemplo en una Embajada, llevaban además de los
chocolates unas flores, o llevaban uno u otro regalo; además se llevaban
flores a alguna comida en que la anfitriona fuera una señora, ya que
algunas invitaciones eran realizadas por señoras que eran dueñas de
casa y ellas eran las anfitrionas. Hay muchas embajadoras mujeres en
Chile. Se trataba de un bouquet de flores que se entregaba
personalmente en la ocasión. Indica que las flores las compraba BUTTI,
y puede que en algún momento MARIANNE haya comprado
directamente algunas flores.

516
El tribunal le hace lectura al compareciente de parte de la
declaración prestada por Cristóbal BUTTI, en la parte en que éste señala
que se regalaban también flores; que trabajaban con la FLORERÍA LAS
LIRAS, cuando enviaban regalos a la gente que el Comandante en Jefe
OVIEDO, o su señora disponían, aunque generalmente era por orden de
él. Respecto de las flores que se colocaban en la casa, dice que ellos las
compraban en La Vega o en La Pérgola; que era aparte de las otras y
que hacían los arreglos con el personal de la casa, los que se cambiaban
cada 10 días. En las flores para la Casa se gastaban al mes unos
$100.000. Para los regalos de flores dice que se variaba, sobretodo
según la temporada, pero los precios por cada arreglo que se compraba
iba entre los $40.000 y $60.000, y al mes se pagaban en promedio unos
$300.000, incluso llegando a los $600.000 por este concepto. Añade
que él era la persona responsable de estas compras, eligiendo los
arreglos personalmente, ya que no podía enviar dos veces un regalo o
un arreglo florar a una misma persona.
Adiciona que todos estos gastos aumentaban a fin de año, por las
ceremonias que se hacían por ascensos y retiros de los Generales”.
Expone que efectivamente recuerda a la Florería Las Liras, que está en
la subida a Lo Curro, como la florería en que en algunas oportunidades
se compraron arreglos para enviar por orden suya, pero esto fue en
casos puntuales, además esta florería no es barata. Su señora no
ordenaba esto, porque cuando se requería se lo decía a él y él lo
disponía. Añade que efectivamente las flores que se compraban en la
Casa se compraban en el Mercado de Las Flores, puede haber sido en La
Vega o en la Pérgola, y los arreglos se hacían por una persona que
trabajaba en el recinto del Complejo Lo Curro. No recuerda que estas
flores se hayan cambiado cada 10 días como dice BUTTI. Ignora cuánto
dinero se gastaba mensualmente para las flores de La Casa. En todo
caso, no recuerda que hayan habido arreglos florales especiales en La
Casa en lo diario, esto se hacía para las actividades. Señala que para los
regalos de bouquet de flores, no reconoce las cantidades que menciona
BUTTI como las que se hayan destinado efectivamente a la compra de
flores. Y en cuanto a que este gasto aumentaba a fin de año, puede
haber sido efectivamente así por las ceremonias de despedidas de los

517
Generales a que hizo mención; nunca en cualquier caso preguntó a
BUTTI cuánto le costó un determinado arreglo floral.
Expone que estas flores y arreglos florales se pagaron con fondos
para Gastos Reservados que fueron entregados a BUTTI por el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, y que estaban destinados a la
Residencia Protocolar del Complejo de Lo Curro. En este caso,
dependiendo del tipo de arreglo, ya que los que se entregaban para
recepción de autoridades o cuando iban a la casa de autoridades, y los
que se colocaban en la Casa, eran para tener un ambiente propicio en la
atención de autoridades cuando se quiere lograr un vínculo adecuado y
que tenga alguna repercusión. En cuanto a los otros arreglos que se
entregaban a las señoras de los Generales, dice que era por un
reconocimiento a un momento especial de la carrera que estaban
viviendo en la etapa de desvinculación después de más de 35 años
acompañando al marido. Expone que para él todo esto justificaba la
utilización de fondos para Gastos Reservados, porque fue la
interpretación que le dio.
A fojas 5545, Señala que quiere agregar a su declaración
anterior un antecedente que no tenía a la fecha, respecto a los pasajes
de su señora por sus viajes de comisión de servicio, ya que le habían
entregado antecedentes de que este gasto era imputado a sus viáticos.
Esta información le fue entregada en su oportunidad por VÁSQUEZ y
después por ROSAS, quienes le informaron que se imputaban a sus
viáticos, lo que con posterioridad verificó que no era así, y que
realmente fueron pagados con las asignaciones especiales para
comisiones de servicio provenientes de Gastos Reservados. Esto se daba
en la instancia de que a la señora del Comandante en Jefe se le
entregaba un pasaporte diplomático, que forma parte de la comitiva,
pese a no estar ella estipulada en el Decreto Supremo, entonces ella no
iba al viaje como persona natural sino como señora del Comandante en
Jefe. De hecho, afirma, nunca su señora viajó sola con pasaporte
diplomático ni tampoco financiada por la Institución, salvo cuando ella lo
acompañó en las comisiones de servicio, en que lo hizo con Gastos
Reservados. Refiere que cuando recibió los viáticos advirtió que no se le
había hecho ningún descuento por los pasajes de su señora. Explica que

518
se percató que no se habían hecho descuentos cuando firmó las planillas
en su oportunidad, o sea, cuando se hizo cada viaje o, cuando se
juntaban las planillas de un par de viajes y se firmaban de manera
conjunta.
Añade que quisiera consignar que en ningún momento dispuso ni
le entregó personalmente dineros a funcionarios, como Ayudantes, ni al
Edecán del Presidente, ni al Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa,
que fuera adicional a los dineros que les corresponde por sus sueldos,
provenientes de Gastos Reservados, que fuera para uso personal de
esos funcionarios como una asignación adicional a los viáticos o recursos
que se les entrega de forma reglamentaria, adicionando que esto no lo
puede haber dispuesto nadie más a nombre del declarante.
Expone que lo reglamentario corresponde a los viáticos y
asignación de equipo, para tenidas o ropas, que se entrega a través de
Bienestar, entregando una extensión de cuota de vestuario para cobrar
en el Almacén del Ejército, lo que va con una orden que se entrega en
Bienestar y que él no dispuso de una entrega de dinero en efectivo para
este fin relativo a vestuario para estas personas u otras.
Declara que por lo menos en su gestión, los Ayudantes que tuvo
como Comandante en Jefe pueden haber recibido recursos para las
comisiones de servicio en el país o en el extranjero, pero nada para su
uso personal, lo que fue entregado en dinero en efectivo. Asegura que
los Ayudantes tienen una serie de responsabilidades en las comisiones
de servicio, pagos y otros relativos al concepto de “Seguridad Ampliado”
a que se ha referido en su declaración anterior, pero nunca para el uso
personal de los Ayudantes. Sostiene que el concepto de Seguridad
Ampliada en este caso incluye gastos de traslado, hoteles, alimentación
extraordinaria con ocasión de las visitas, arriendo de vehículos u otras
tareas que los Ayudantes tuvieran que realizar en relación con la
comisión de servicio del declarante y de su equipo, según sus órdenes;
también incluye todo lo que tenga que ver con el ámbito de
comunicación que no se pueda llevar, como contratar alguna telefonía
especial o sistema de radio en los viajes, y otros aspectos de seguridad
que son reservados, según el país que visite, por ejemplo, a veces hay
que adquirir algunos elementos en el extranjero, para poder escanear

519
las habitaciones y poder detectar la existencia de micrófonos, entre
otros.
Asevera que no tiene antecedentes del monto que se les asignaba
a los Ayudantes para estos efectos. Esto se solicitaba por los Ayudantes,
quienes realizaban un presupuesto aproximado al Oficial de Finanzas
directamente, es decir, a VASQUEZ y a ROSAS, en su periodo
respectivamente. Señala que los Ayudantes hacían el cálculo de los
montos que se iban a necesitar y se lo solicitaban previo al viaje al
Oficial de Finanzas. Asegura que el Oficial de Finanzas no le solicitaba a
él, ya que ellos ya contaban con una estimación anual para estos
efectos, y si había algún concepto que excediera del monto
presupuestado para el año por este concepto, por ser algo
extraordinario, se le preguntaba al DIFE, y éste le consultaba al
declarante. Dentro del presupuesto que elaboraba el DIFE había una
previsión de fondos para el apoyo de las comisiones de servicio que se
entregaba a los Ayudantes del Comandante en Jefe. Refiere que el
Oficial de Finanzas no le daba cuentas a él de lo que se había gastado
por los Ayudantes por este concepto en la comisión de servicio, sino
hasta fin de año en la rendición final donde iban incluidos. Relata que los
Oficiales de Seguridad, que puede ser el Escolta, y Ayudantes, rendían
cuenta de los fondos que se habían usado de Gastos Reservados al
Oficial de Finanzas por concepto de seguridad y otros pagos, por
ejemplo, por retribución a autoridades, que en virtud de otro concepto
no se podían haber realizado.
Expresa que también se entrega un fondo de dinero especial a los
Escoltas para usar en las comisiones de servicio, que también es
administrado por el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, con
los recursos que se le asignan al inicio de año que están aprovisionados
para la Comandancia en Jefe, provenientes de fondos para Gastos
Reservados.
Declara que no recuerda cuánto dinero se aprovisionaba de fondos
para Gastos Reservados anualmente para la Comandancia en Jefe; en
su función como Comandante en Jefe, dice, orientó y dio las prioridades
del uso de los fondos para Gastos Reservados destinados a la

520
Comandancia en Jefe, pero no tiene registro de los detalles de los
dineros utilizados.
Señala que las cifras de los montos correspondientes a los Gastos
Reservados que se destinaban a la Comandancia en Jefe, se manejaban
a principio de año con el Director de Finanzas, para ver cómo se van a
porcionar los recursos. Afirma que hay un histórico que maneja el
Director de Finanzas de lo que se ha utilizado anteriormente y eso sirve
de referencia para esta planificación anual, y que tiene un carácter de
reservado.
Expone que en cuanto a lo que ha declarado VÁSQUEZ en relación
a que se asignaba entre 750 a 800 millones de pesos anuales para la
Comandancia en Jefe de Gastos Reservados, aproximadamente, en el
año 2014 y siguientes, que no puede dar una respuesta, ya que no se
puede hablar de una cifra aproximada, ni tampoco sabe si esas cifras se
ajustan a la realidad. Dice que cuando el DIFE le rinde cuenta a fin de
año es sobre el fondo de Gastos Reservados utilizados en el Ejército en
general. Señala que no supo cuánto se gastó en la Comandancia en Jefe
por concepto de Gastos Reservados, que no le correspondía a él saberlo.
Sostiene que corresponde al DIFE y al Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe saber cuánto se gastó. Dice que no sabe si la cifra
entregada a la Comandancia en Jefe de Gastos Reservados es similar a
aquella que han declarado los Oficiales de Finanzas, puede ser una
cantidad incluso menor o mayor a la que se declaró por estos, se refiere
a VÁSQUEZ o ROSAS. En relación a lo declarado por ROSAS, expone,
que en el año 2017 se entregó a la Comandancia en Jefe la suma de
1.084 millones de pesos provenientes de Gastos Reservados,
considerado el valor del dólar de la época a $650, que el declarante
ignora cómo ROSAS llega a esa cifra.
Insiste en que no es efectivo lo dicho por VÁSQUEZ y ROSAS, en
el sentido de que le rindieran cuenta a él mensualmente de los dineros
de Gastos Reservados gastados en la Comandancia en Jefe, ni
trimestralmente; solamente se le rendía cuenta cuando era un
requerimiento especial, como explicó en su declaración anterior, como
por ejemplo, cuando una Unidad especial requería fondos y el deponente
autorizaba al DIFE, quien hacía entrega de estos recursos al Oficial de

521
Finanzas de la Comandancia en Jefe, y este a su vez se lo hacía llegar al
Comandante de la Unidad respectiva, normalmente en dinero en
efectivo, y físicamente, según tiene entendido. Normalmente se hacía
entrega del dinero a alguien que viajara a la Unidad respectiva,
precisamente con tal objetivo. No tiene registro de que se haya hecho
transferencias con esta finalidad.
Asevera que nunca preguntó tampoco después por las sumas
utilizadas por este concepto en la Comandancia en Jefe, que solo se
limitaba al trabajo realizado por el DIFE. Señala que además de los
Escoltas, Ayudantes y las Unidades a que ha hecho referencia, no tiene
registro de que se haya entregado dineros de Gastos Reservados en la
Comandancia en Jefe a otra persona. Expone que al Secretario General
se le entregaban dineros para la Secretaría General, se preveía una
cantidad anual, pero ignora cómo se porcionaban dichos fondos; que no
tiene información de la suma de $2.300.000 que se haya entregado
mensualmente en dinero efectivo al Secretario General; que no tiene
detalle de la cantidad entregada, pero efectivamente se entregaban
recursos al Secretario General para la Secretaría General, para gastos
que eran extraordinarios de los considerados en el Presupuesto, según
orientación que el declarante daba a principio de año, pero ignora de
qué manera le hacía llegar este dinero el Oficial de Finanzas al
Secretario General, ni la cantidad. Nunca supo que fuera de $2.300.000
pesos u otro monto, que se entregaba mensualmente al Secretario
General.
Declara que no sabía que a este concepto los Oficiales de Finanzas
lo hubieran denominado como “Imprevistos del Secretario General”. La
idea de estos dineros para la Secretaría General, dice, era que se
destinara para las actividades de funcionamiento que no es posible
cumplir con el Presupuesto, como las actividades con el Departamento
Comunicacional u otra actividad que el Secretario hubiere tenido
presupuestado realizar. El uso de estos dineros era competencia de los
Secretarios Generales, ignora en qué se pudieron haber gastado
efectivamente estos fondos de Gastos Reservados.
Señala que los Secretarios Generales, es decir, Generales
LLANCA, AHUMADA y GRIFFITHS, nunca le rindieron cuenta de estos

522
dineros ni le informaron en qué se gastó; tampoco le rindieron cuenta
de esto los Oficiales de Finanzas, por lo tanto, ignora a qué se
destinaron. El responsable del destino de estos recursos, asegura, era el
General que recibió los fondos.
Afirma que muchas personas pudieron haber recibido además
dineros provenientes de Gastos Reservados; no puede indicar las
personas en particular, pero sí puede decir que hubo funcionarios que
recibían dineros para tareas que se debían cumplir en el extranjero, y
que eran designadas por el Comandante en Jefe, o sea, por el
declarante. En el caso de ese tipo de requerimientos se le consultaba a
él, quien autorizaba, y entonces, efectivamente se entregaban recursos
de Gastos Reservados al funcionario o personal que iba a cumplir con la
tarea. Sostiene que son tareas en el ámbito de Seguridad que tienen un
carácter de reservado.
Narra que no es efectivo que se entregara a los Generales que
viajaban al extranjero una cantidad fijada de US$ 1.000 a US$1.500
dólares, según si se tratara de un General de Brigada o General de
División. Los montos que se entregaban variaban en función de la tarea
que iban a cumplir, y tampoco estaba destinado a una categoría
específica de Oficiales, ya que también se entregaba a otro tipo de
personal, según se requiriera.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por
Paublo Rosas García, con fecha 28 de junio de 2019, en la parte que
señala lo siguiente: “A esto se le denominaba ‘perdiem’, el que también
se le entregaba a los Generales que salían en comisión en servicio al
extranjero, y de ellos el Comandante en Jefe disponía su entrega,
autorizando o no, lo cual yo le preguntaba directamente a mi General
OVIEDO. Yo entregaba personalmente USD 1.000 a los Generales de
Brigada y USD 1.500 a los Generales de División, para cada viaje, salvo
que hubiese viajado muy recientemente, pero en todo caso esto lo
disponía el Comandante en Jefe, y solo para los Generales que se
encontraren en Santiago, a los de Provincia no se les entregaba.
Recuerdo que entregué este ‘perdiem’ a mi General FUENZALIDA, a mi
General CUNICH, a mi General URRUTIA, y a mi General MILLER, no
recuerdo a quien más. Quiero aclarar que no recuerdo si en realidad le

523
entregué a mi General FUENZALIDA o no”, a lo que declara que tal como
está planteado en la declaración de ROSAS, no es efectivo lo que él dice,
además él menciona a un General que no era de Santiago, se refiere a
FUENZALIDA, por lo que no tendría que él haber entregado nada, no
tiene correspondencia con su declaración.
Afirma que lo planteado por ROSAS es efectivo, en cuanto a que
se entregaba recursos de Gastos Reservados para tareas que se iban a
cumplir en el extranjero, pero no es efectivo que se entregaran estos
dineros solo a los Generales y en una cantidad fija. Señala que por ser
recursos destinados a tareas especiales, no se rendía cuenta de ellos de
ninguna manera, ni a al declarante ni a nadie.
Explica que las comidas de Retribución u otras, pueden entrar en
el concepto de “Seguridad Ampliada” a que ha hecho referencia para el
uso de los dineros de Gastos Reservados, según las tareas que se
cumplieran en el extranjero; también se pudieron haber realizado otros
pagos. Señalo que también se pudo incluir el pago de alojamiento,
traslados y alimentación, entre otras, el destino que se le pudo haber
dado a estos dineros de Gastos Reservados.
Aduce que dependiendo de la tarea, el declarante podía fijar el
monto que se asignaba para la tarea, que él mismo informaba al Oficial
de Finanzas para que éste entregara física y personalmente el dinero de
Gastos Reservados a la persona que cumpliría la tarea.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada con
fecha 7 de febrero de 2019, por Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, en la
parte que señala lo siguiente: “el ítem “Perdiem Generales” correspondía
a sumas de dineros que se les entregaba a los Generales que viajaban
en comisión de servicio al extranjero: US$ 1.000 al General de Brigada,
US$ 1.500 al General de División, US$ 3.000 al Jefe del Estado Mayor”,
a lo que señala que es efectivo que se entregaban recursos de Gastos
Reservados a los Oficiales que viajaban en comisión de servicio en el
extranjero, pero no con una cantidad predeterminada y para un grado
específico de jerarquía como dice VÁSQUEZ. En todo caso, dice, si bien
él se refiere a los viajes al extranjero, también se hacía entrega de
recursos de Gastos Reservados a funcionarios tratándose de tareas o
actividades que se realizaban en Chile. Refiere que no sabe por qué

524
VÁSQUEZ y ROSAS entregan montos detallados de lo entregado por
este concepto, ni la razón por la cual ellos hablan de una cifra
determinada según cargos, insiste que esto no fue así. Además, el Jefe
del Estado Mayor no tenía por qué tener un tratamiento distinto.
Asegura que hizo uso de Gastos Reservados para conceptos que
se indican en la Ley, pero no tiene registro de si se le entregó a él o a
otra persona estos dineros en forma periódica, ni menos una cantidad
asignada de forma personal. Asevera que no es efectivo que le hicieran
entrega de un “Perdiem” o suma de dinero por cada viaje por el Oficial
de Finanzas, solo se le entregaba su viático, y se entregaban dineros de
Gastos Reservados al Ayudante y al Oficial de Seguridad para las
comisiones de servicio en el extranjero, según declaró anteriormente.
En su caso, los Oficiales de Finanzas no le entregaron dinero en efectivo
previo a los viajes, ni en pesos, ni en dólares, ni en euros, se lo
entregaban al Ayudante y al Oficial de Seguridad.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada con
fecha 7 de febrero de 2019, por Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, en la
parte que señala que al Comandante en Jefe del Ejército, vale decir al
declarante, se le entregaban entre US$ 3.000 a US$ 5.000, dependiendo
del país de destino, días que duraba la comisión y lo que contemplaba la
invitación, a decisión del declarante, quien disponía expresamente la
entrega de estos recursos, a lo que declara que estos dineros estaban
dentro de los recursos generales que se asignaban para las comisiones
de servicio del Comandante en Jefe, para apoyo en sus labores, pero
estos dineros el declarante no los recibía físicamente, dice, sino que los
recibían el Ayudante y el Oficial de Seguridad que le acompañara.
Explica que muchas de las actividades que se podían cubrir con estos
fondos de Gastos Reservados eran aquellas que no se podían cubrir con
recursos presupuestarios corrientes, y que podían considerar las
comidas de retribución, traslados, alojamiento, alimentación y todo
aquél gastos que involucra el apoyo a una comisión de servicio.
El tribunal hace lectura de parte de la declaración prestada por
Paublo Rosas García, con fecha 28 de junio de 2019, en la parte que
señala lo siguiente: “En el año 2017 entregué alrededor de USD 70.000.
Habían comisiones más largas y otras más cortas. Esto lo pagaba con

525
los USD 50.000 que yo recibía en forma trimestral, ya los que hice
referencia anteriormente. A mi General OVIEDO le entregué además un
promedio de USD 1.000 por cada día que duraba la comisión en servicio
en el extranjero, para sus gastos, ignorando yo en qué los gastaba. Creo
que lo máximo que le entregué fue USD 7.000 en un viaje, y los otros
fluctuaban según la cantidad de días y a razón de USD 1.000 diarios
como dijo. En todo caso, para determinar el monto total del dinero que
le entregué, es cosa de ver cuantos días estuvo de viaje El Comandante
en Jefe. Mi General OVIEDO no me rendía cuenta de estos dineros ni de
otros”, a lo que señala que, no es efectivo que se le entregara dinero en
efectivo al declarante, insiste en que estos dineros se entregaban al
Ayudante o al Oficial de Seguridad a cargo, y tampoco es efectivo de
que haya autorizado un monto por día, según lo mencionado, no
recuerda haberlo asignado así. Sostiene que puede que en la
elaboración de la proyección de lo que iba a ser la comisión de servicio
el Oficial de Finanzas haya asignado un monto diario al que alude;
puede haber sido una aproximación que ROSAS efectuó considerando el
gasto diario para el trabajo de la comisión de servicio, pero no
necesariamente corresponde a los montos que ROSAS declara. Lo que sí
es efectivo, señala, es que autorizó al Oficial de Finanzas para que este
entregara una suma de dinero que provenía de Gastos Reservados para
las comisiones de servicio, pero no se le hacía entrega físicamente al
deponente de este dinero.
Dice que desconoce si el Ayudante y el Escolta rendían cuenta de
los dineros entregados al regreso del viaje al Oficial de Finanzas. Señala
que no tiene antecedentes de por qué los Oficiales de Finanzas,
VÁSQUEZ y ROSAS, han declarado que se le hacía entrega a él de
dineros, ya que no es efectivo.
Expone que los viáticos que recibía se asignan por categoría de
acuerdo al país al que uno va y el tiempo de la comisión, de lo que se
hace una planilla de viático que uno firma y se hace el pago respectivo a
través de un cheque a cada una de las personas que viajan en la
comisión. Asegura que en su caso como Comandante en Jefe, toda esta
actividad la hacía la Oficina de Finanzas de la Comandancia en Jefe, o

526
sea, VÁSQUEZ y ROSAS, respectivamente. Estos cambiaban el cheque y
le entregaban el dinero en efectivo correspondiente a los viáticos.
Refiere que el viático tiene como destino la alimentación y
alojamiento básicamente; que en las comisiones normalmente este
viático quedó en su patrimonio, ya que la alimentación, traslado y
alojamiento estaban cubiertos por el Ejército anfitrión o por el Ejército
chileno en este último caso, a través del pago con recursos de Gastos
Reservados. Señala que estos dineros normalmente se los entregaba a
su señora Marianne STEGMAN, ya que las cuentas no las llevo él, y ella
los depositaba en una cuenta a nombre del declarante, de la cual ella
tiene poder para administrar.
Aduce que no recuerda si entregó parte de algún viático a ROSAS
o a VÁSQUEZ para la cancelación de algún concepto; si entregó algún
recurso puede haber sido de otros fondos para pagar algún pasaje, no
recuerda, pero cree que fue por un viaje que hicieron a Colombia, para
el matrimonio de la hija del Comandante en Jefe del Ejército
colombiano. Con esto, señala, se pagó el pasaje de su señora, o el
pasaje suyo y el de ella, no recuerda.
Señala que la razón por la cual un viático entra al patrimonio de
uno completo es por la función del Comandante en Jefe. También se
puede dar para otro funcionario que vaya en la comisión de servicio, en
que el país anfitrión lo aloje. Es distinto, refiere, lo que pasa cuando la
comisión de servicio es dentro de Chile, porque si se hace entrega de
alojamiento y comida, el porcentaje del viático varía. En las comisiones
al extranjero que hace el Comandante en Jefe no se hace este análisis y
simplemente se le paga el viático completo, aun cuando estén cubierto
parte o todos sus gastos por el país anfitrión.
Explica que cuando se hacía la reunión final antes del viaje con la
Dirección de Relaciones Internacionales y el Jefe de Coordinación, se
proponían los hoteles en los cuales se iba a alojar junto con la comitiva
y su señora, cuando correspondía que ella viajara, y entonces el
declarante aceptaba la propuesta que se le hacía, y que también pasaba
por el Agregado Militar del país, si es que había, además de la
aprobación del Encargado de Seguridad. Adiciona que, en todo caso, lo
que él autorizaba era el programa general de la comisión de servicio,

527
que iba con todos los detalles, en cuanto alojamiento, visitas,
actividades, etc.
Expresa que existe una explicitación en un Acta de Entrega, que
corresponde al Departamento de Coordinación, de un Oficial a otro, cree
que del año 2017, en que se dan a conocer las orientaciones respecto de
los lugares de alojamiento en territorio nacional y en el extranjero, y las
características que deben reunir para que no tengan una connotación de
lujo. Este documento quiere dejarlo el día de hoy a disposición del
Tribunal, además de exhibirlo en este momento. Señala que
efectivamente le parece que esto fue al final de su periodo.
Arguye respecto al documento anterior que, en el Memorándum
anexado al Acta de Entrega, particularmente en el punto N° 7, párrafo
final, se hacía mención a los lugares de alojamiento, según ha
explicitado, en el sentido de que tenían que tener ciertas características,
que debían ser idealmente institucionales, y de no contar con el
estándar mínimo, se debía proponer una alternativa. No se
recomendaba a su vez hoteles con casino, cadenas de lujos, o que
estuviera alejado del lugar de empleo, sin una recomendación fiable,
etc. Se recomendaba, dice, buena conectividad, cerca de lugares de
empleo, con gimnasio, etc. Las habitaciones del Ayudante y del Escolta
debían estar en el mismo lugar, idealmente, mismo piso del CJE. En
caso de que participara un Auxiliar, también. Todo eso en relación con el
alojamiento.
Manifiesta que ese documento también aludía a la reunión que se
realizaba en forma previa a los viajes en comisión de servicio del
Comandante en Jefe, en el N° 1, letra K del Anexo. También se aludía
en el documento al enlace con el Agregado Militar u otra autoridad, para
verificar detalles más personales de los programas, conforme a lo
propuesto por éste y lo resuelto por el Comandante en Jefe. Se añadía
que esa gestión se debía hacer directamente con el Comandante en Jefe
y se debía considerar la contratación de servicios adicionales, según
correspondía.
Indica que, se señalan las agencias de viajes con las que se debía
tramitar las comisiones de servicio, haciendo presente que debía ser con
“Convenio Marco”, y que en la gestión 2016-2017 fueron requeridos

528
alternadamente los servicios de las agencias COSTANERA (Annie
STANGE) y LATRACH (Victoria LATRACH). Efectivamente podía existir un
error en la mención de estas empresas, ya que se mencionaba la
Agencia Costanera asociada a la señora Annie STANGE, o se
equivocaron de agencia o de la persona a contactar.
Expresa en cuanto a los recursos con los que se costeaban los
viajes, particularmente con los pasajes de su señora, en su periodo
como Comandante en Jefe, que cuando se hacía la asignación de la
comitiva, esos pasajes eran pagados a las agencias de viajes con
recursos que estaban asignados a la Comandancia en Jefe provenientes
de Gastos Reservados, particularmente con un concepto que
denominaban “Servicios Generales”, y dentro de ese había un rubro
denominado “Pasajes”, que era para pasajes para comitivas y que tenía
que ver con seguridad, dentro del que se consideró a la señora del
Comandante en Jefe, ya que no había otro ítem que permitiera la
imputación de este gasto, y además por la condición de señora del
Comandante en Jefe, especialmente respecto a su asignación de
pasaporte diplomático. Agrega que los casos en que no se pagaban los
pasajes con los recursos del presupuesto corriente de la Sección Pasajes
y Fletes, eran aquellos en que la persona que viajaba no podía ir en el
Decreto Supremo que otorgaba la comisión de servicio y que habilitaba
el beneficio de pasajes, no obstante su señora estaba reconocida en el
programa de la comitiva y por esa razón se pagaba con recursos de
Gastos Reservados, y porque no había un ítem en el presupuesto
corriente que lo permitiera.
Indica que durante su periodo en las comisiones al extranjero, no
hubo ninguna invitación de otras personas que no fueran aquellas
contempladas en la comitiva y pagada con los recursos de Gastos
Reservados, salvo la invitación de su señora como señora del
Comandante en Jefe. Expresa que no hubo invitaciones a periodistas en
las comisiones hacia al extranjero en su periodo. En el territorio nacional
si es que viajó algún periodista se hizo con recursos del presupuesto
corriente. Pero, si viajó algún periodista por alguna necesidad especial,
desconoce si eso se pagó con recursos para Gastos Reservados

529
asignados a la Secretaría General. Agrega que ningún familiar lo
acompañó en las comisiones de servicio.
Arguye que el pago de los pasajes de la señora del Comandante
en Jefe, en el caso de su señora, era un procedimiento ya existente
cuando asumió, el cual se generó a partir del dictamen emitido por la
Contraloría General de La República el año 2009, que cuestionó la
asignación de pasajes a señoras de Oficiales del Ejército en el sur. En
razón de eso, dice, se cambió el procedimiento para poder cumplir con
esta instrucción del Órgano Contralor y poder seguir ejecutando las
invitaciones que se hacían normalmente en esas actividades a la señora
del Comandante en Jefe, por lo que se adoptó el criterio de pagar esos
pasajes con fondos de Gastos Reservados. Efectivamente, se cambió de
fondos corrientes de Presupuesto a fondos para Gastos Reservados,
también fiscales, para poder dar la cobertura a la señora del
Comandante en Jefe que ya no se podía otorgar con los recursos del
presupuesto corriente.
Indica que tratándose de los viajes por comisiones de larga
duración o superiores a 8 meses, las cargas activas de los funcionarios
del Ejército, como podía ser su cónyuge, tenían derecho a que se les
pagaren los pasajes; no así respecto de las comisiones de corta duración
o inferiores a 8 meses. En el caso de la señora del Comandante en Jefe,
explica, se optó por la alternativa de los Gastos Reservados, para poder
cumplir con la invitación o actividad. Recuerda que al inicio de su
gestión vio la opción de realizar un nuevo requerimiento a la Contraloría
General de La República para la señora del Comandante en Jefe, para
que pudiera viajar pagando sus pasajes con recursos presupuestarios
corrientes, ya que se producía una incoherencia puesto que en los
programas de comisiones se contemplaba a la señora del Comandante
en Jefe, pero reconoce que fue poco tenaz y no insistió en ese
requerimiento, dado que ya la Contraloría había dado una resolución
contraria al respecto el 2009, y se optó por mantener el procedimiento
de pago de esos pasajes con fondos para Gastos Reservados, siempre
en función de una comisión de servicio del Comandante en Jefe.
Viéndolo hoy en día, dice, nunca se hizo un requerimiento particular a la
Contraloría General de La República, y simplemente se asumió que la

530
señora del Comandante en Jefe estaba incluida dentro de la mención de
señoras de Oficiales que se mencionaba en el Dictamen del año 2009,
según el cual se prohibía el pago de los pasajes de aquella con fondos
fiscales. Manifiesta que en su periodo como Comandante en Jefe se
mantuvo el procedimiento que se venía utilizando desde el año 2009,
fecha en que se emitió el Dictamen por la Contraloría, esto es, se
pagaron los pasajes con recursos de Gastos Reservados.
Asevera que a esos casos todo se gestionaba con la Sección
Pasajes y Fletes, y el Oficial de Finanzas tenía que entregar los recursos
para el pago de esos pasajes de su señora que estaban fuera de la
orden normal de Pasajes y Fletes. Eso en la Comandancia en Jefe lo
tuvieron que haber gestionado con el Jefe de la Sección Pasajes y
Fletes, Coronel Fredis JARA y el Coronel CORNEJO. Ellos se encargaban
de gestionar los pasajes y el Oficial de Finanzas pagaba, pero no tiene
claro si lo hacía directamente en la agencia de viajes o si se entregaba
los dineros en la Sección Pasajes y Fletes. Desconoce la moneda con
que se realizaron esos pagos, pero en todo caso se tuvo que haber
hecho con dinero en efectivo, ya que eran de Gastos Reservados. Se
imagina que la agencia de viajes tuvo que emitir una factura, pero como
se pagaba con fondos de Gastos Reservados, no se mantenía un registro
del documento, se trituraba al igual que todo el resto de la
documentación. No recuerda haber visto esas facturas. Tampoco tenía el
detalle de los montos gastados para estos pasajes de su señora.
Expone que el alojamiento, alimentación, traslado y todo lo que
decía relación con los gastos de su señora, como señora del
Comandante en Jefe, estaban considerados dentro de los pagos que se
hacían a la comitiva, por lo que, si eran gastos extraordinarios, eso es
aquellos que no estaban pagados por el país anfitrión, se pagaba con
fondos para Gastos Reservados.
Agrega que, a su señora no se le entregaba ninguna cantidad de
dinero en efectivo. Indica que su señora llevaba a los viajes tarjetas y
alguna cantidad de dinero en efectivo.
Manifiesta que, en cuanto a los pagos realizados por exceso de
equipaje, el encargado de la comisión, podía ser el Ayudante o el Oficial
de Seguridad, tenía para estos gastos dineros que le entregaba el Oficial

531
de Finanzas provenientes de Gastos Reservados. Además, se les
asignaba una cantidad por exceso de equipaje por el Ejército dentro del
presupuesto corriente para las cosas personales. Cuando se trataba de
exceso de equipaje extras, señala, se pagaba con Gastos Reservados,
aunque no viajara con mucho equipaje, pero sí se llevaban los regalos
que eran pesados. Para el exceso de equipaje reglamentario se hacía
una asignación por planilla, y que se les pagaba igual que el viático.
Esos recursos el declarante se los entregaba a su señora para que los
depositara en la cuenta corriente, no los gastaba.
Expresa no tener antecedentes que se haya entregado alguna
cantidad de dinero a los Auxiliares del Comandante en Jefe cuando
viajaban en las comisiones de servicio, se imagina que los gastos que
tuvieran se costeaban con lo que se le entregaba por el Oficial de
Finanzas al Oficial de Seguridad o al Ayudante para sus gastos, que
podían corresponder a compras de medicamentos, maletas o reparos
imprevistos, entre otros.
Indica respecto del Suboficial Robinson DURÁN, que cumplía una
función de enlace entre el Ejército y el Aeropuerto, y se encargaba
fundamentalmente de la facilitación de las comisiones de servicio
chilenas y extranjeras, siendo una persona que tenía el conocimiento y
las relaciones humanas para facilitar la entrada y salida de ciertas
personas del Ejército y personas relacionadas con invitaciones del
Ejército, o con otras organizaciones relacionadas con este. DURÁN es
una persona que llegó a un grado importante dentro de los Suboficiales,
por lo que tenía conocimiento de seguridad. Es difícil de explicar la labor
de seguridad que él realizaba, pero era una persona que llevaba muchos
años desempeñándose en el aeropuerto. Él por ejemplo, podía ver con
quién contactarse si había un problema de ingreso de un extranjero,
además él se encargaba de la coordinación de la llegada de la comitiva,
coordinaba con las personas del aeropuerto el acceso fluido de los
vehículos, se encargaba también de la coordinación con la gente de
Aduana y del SAG para que atendieran a la comitiva que llegaba o se
facilitara el ingreso de una delegación. Agrega que DURÁN trabajaba
físicamente en la Comandancia en Jefe, aunque no recuerda si él tenía

532
escritorio allí. Además él se movía por el Ministerio de Relaciones
Exteriores y en el Aeropuerto.
Expresa que a DURÁN se le entregaba una “Asignación Especial”,
cuyo monto no recuerda. Refiere que a DURÁN se lo presentaron y
detallaron sus funciones cuando asumió, aunque indica el declarante
que ya lo conocía de antes, y lo autorizó a que siguiera cumpliendo sus
tareas y el pago de las mismas con recursos de Gastos Reservados.
Manifiesta que DURÁN no tenía contrato ni vínculo de otra manera con
el Ejército, porque él es un operador de la institución en “ámbitos
distintos”,
Asegura que DURÁN se presentaba con credencial del Ejército,
pero no tenía un vínculo formal con el Ejército, por cuanto era un
operador que no tenía descripción de cargo, por lo que no había un
cargo dentro del Ejército que se le pudiera asignar. Adiciona que se
vulneró su cargo y a él como persona. Indica que la credencial de
DURÁN lo reconocía frente al resto de las personas que trabajaban en el
aeropuerto como un funcionario del Ejército, que le facilitaba su tarea,
pero efectivamente él no trabajaba con un vínculo formal con el Ejército.
Señala que no se le ocurre de qué otra manera podía habérsele
vinculado a DURÁN con el Ejército, por la función que él desempeñaba,
que no era un simple acarreador de maletas en el aeropuerto como se
ha dicho.
Agrega que efectivamente recibió recursos en dinero efectivo
durante su periodo como Comandante en Jefe, provenientes de fondos
para Gastos Reservados, los que utilizó según estipula la Ley, pero no
puede hacer referencia a detalles del monto de los dineros ni a la
periodicidad en que los recibió, ni el destino de los mismos.
El tribunal le hizo lectura de parte de la declaración prestada por
ROSAS, ya referida anteriormente, en la parte que señaló lo siguiente:
“cuando se fue VÁSQUEZ él me explicó este procedimiento y me dijo el
destino de los dineros y los montos. Me nombró los rubros a los que
debía destinarlos, a saber: dineros que se entregaba para imprevistos
del Comandante en Jefe, los que yo entregaba personalmente al
Comandante en Jefe, mi General OVIEDO, era una suma de $6.000.000
mensuales. Se los entregaba personalmente en los primeros días del

533
mes, en efectivo, en un sobre. Desconozco para qué utilizaba mi
General OVIEDO estos dineros”, a lo que señala que no reconozco la
periodicidad, el monto ni el concepto de “imprevistos del Comandante
en Jefe”. Ante lo que expresa ignorar a qué se refiere ROSAS con esa
declaración. Arguye tampoco creer que él se haya quedado con ese
dinero que él declaró que le entregó a él, ya que tenía que haberlo
rendido al Director de Finanzas; no es verdad, dice, lo que declara
ROSAS en cuanto a que el declarante recibió $6.000.000 mensual, que
según le señala el Tribunal, equivale a $72.000.000 al año. No sabe qué
hizo ROSAS con esa plata, pero manifiesta no haber recibido esos
dineros. ROSAS, asegura, hace aseveraciones que no son efectivas, no
son verdad. No recibió esos 72 millones anuales que dice.
El Tribunal le hizo lectura parte de la declaración prestada por
VÁSQUEZ, ya referida anteriormente, en la parte que señala, en
términos similares a los expuestos por ROSAS, que le hizo entrega de
forma personal al deponente de la cantidad de $6.000.000 de pesos,
mensuales, conjuntamente con la rendición mensual, totalizando
$72.000.000 anuales, lo que dice haber realizado entre marzo de 2014
a febrero de 2017, a lo que señala que no tiene registro de las
cantidades que declara VÁSQUEZ, reitera que no recibió esos recursos
en la periodicidad ni montos que señala VÁSQUEZ, y los dineros que
recibió de Gastos Reservados los destinó a lo que correspondía.
Desconoce el motivo por el que VÁSQUEZ hacía una declaración similar
a ROSAS; no recibió esos $72.000.000 anuales, y desconoce qué hizo
VÁSQUEZ con ese dinero. Insiste en que lo que él declara así como
ROSAS, no se ajusta a la realidad, no es verdad lo que él dice. Si no le
entregó esos dineros tuvo que haber hecho uso de ellos para el
funcionamiento de la Comandancia en Jefe, dentro de las actividades
que eran financiadas con Gastos Reservados.
Indica que no tiene antecedentes de las razones por las cuales
VÁSQUEZ y ROSAS le hacen esa imputación, en el sentido de que le
hayan entregado una cantidad de dinero que asevera no haber recibido.
Efectivamente hizo uso de Gastos Reservados, sostiene, pero no
reconoce las cantidades ni periodicidad de dineros que ellos mencionan.

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Señala que los fondos que se entregaban para mejorar la
alimentación de los funcionarios que trabajaban en la Secretaría General
por los que se le pregunta, que no los reconoce con esa denominación,
ni tampoco conoce el detalle del monto que por tal concepto se
entregaba, ni a quién se le entregaba. Lo que sí puede mencionar, es
que en el funcionamiento de la Comandancia en Jefe efectivamente
hubo aportes para mejorar la alimentación de personas que tenían
funciones sensibles de seguridad y otros; no pudieron haber sido
dispuestos esos recursos por el Oficial de Finanzas. Las orientaciones al
respecto que recuerda que dio fueron para mejorar la alimentación del
personal que trabajaba en el Complejo Lo Curro. Señala que no sabía
que se hubiera entregado a aproximadamente 100 personas que
trabajaban en la Secretaría General ese beneficio destinado a mejorar
su alimentación, solo tenía conocimiento de lo que se entregaba al
personal de la Casa de Lo Curro, que como señaló era,
aproximadamente, 25 personas.
Indica que no se entendía con el Coronel MORALES respecto de
ese tema de alimentación, por lo tanto, en el detalle del trabajo relativo
a ese tema tenía que haberlo visto directamente el Oficial de Finanzas
de la Comandancia en Jefe con el Jefe del DAG, Coronel MORALES.
Manifiesta respecto a la Ayuda Escolar para los funcionarios que
trabajaban en la Secretaría General que tenían hijos, como un beneficio
adicional, no tiene claro si hubo una entrega de ese beneficio que en
todo caso tenía por objeto fidelizar a dicho personal. No tiene claro el
ítem a que se hizo cargo. En todo caso eso, señala, estaba relacionado
con el funcionamiento de la Secretaría General. No recuerda si eso se
hizo por una orientación que se dio a inicio de año por él declarante para
los fondos de Gastos Reservados destinados a la Comandancia en Jefe,
o si fue una medida adoptada por el Secretario General.
Manifiesta que, respecto del Apoyo de los Ex Comandantes en
Jefe, efectivamente existe un apoyo a la seguridad de los ex
Comandantes en Jefe, que el declarante fijó en la cantidad de $800.000
mensuales para cada uno de ellos. Eso lo determinó basándose en el
Decreto Supremo firmado por el Presidente Eduardo Frei, que faculta a
dar seguridad a los ex Presidentes, ex Comandantes en Jefe de las

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Fuerza Armadas y de Carabineros, y que dispone que cada Institución
determinará el tema logístico y financiero respecto de ese apoyo.
Manifiesta que resolvió la entrega de dinero en efectivo y de Gastos
Reservados, porque ese gasto no estaba contemplado dentro del
presupuesto corriente. Además, refiere, el Ejército prestaba seguridad
en forma directa a los Ex Comandantes en Jefe, proporcionando
vehículos y personal en función a la tarea. En el periodo del Ministro
VIDAL se explicitó una orden ministerial en que se daban a conocer los
medios a proporcionar a los Comandantes en Jefe, y que consistían en
un conductor, y un mayordomo, no sabe si también un escolta. Explica
que posteriormente, ya en la época del Ministro GÓMEZ, se expuso que
la orden ministerial ya no tenía cabida dado el espíritu del Decreto
Supremo que tenía relación con la seguridad, ya que se incluía a un
Mayordomo; entonces se derogó esa orden ministerial y se redactó otra
que asumía el espíritu del Decreto Supremo, no recuerda si fue en el
año 2015, y producto de esa orden el Ejército emitió una Orden
Comando de acuerdo a la cual era Dirección Inteligencia la que se
encargaría de realizar la apreciación de seguridad y según ello, se
dispuso que se dejara a disposición de los Ex Comandantes en Jefe un
conductor y un vehículo, a requerimiento, o los apoyos que fueran
necesarios según la situación que viviera cada una de esas autoridades.
Finalmente, en febrero de 2018, relata, se suspendió la entrega de
recursos en efectivo, quedando todo radicado en el apoyo que brindaría
la Dirección de Inteligencia. Señala que ese cambio se determinó a
partir del conocimiento público que se tuvo sobre la entrega de estos
fondos que hasta ese momento se hacían de manera reservada; además
se estaba vulnerando a las autoridades desde el momento que se tomó
conocimiento de que los Ex Comandantes en Jefe estaban recibiendo
esas sumas de dinero, y además coincidió con la determinación de pasar
todos los recursos de Gastos Reservados a la Dirección de Inteligencia
del Ejército, como administradora general de los mismos, lo que
significa, entre otros, que el Oficial de Finanzas de la Comandancia en
Jefe no seguiría recibiendo los recursos que se han mencionado
anteriormente correspondientes a Gastos Reservados. Tampoco los

536
seguiría recibiendo el DIFE, toda vez que serían recepcionados y
administrados en su totalidad por el Director de Inteligencia.
Asegura no recordar que esos recursos que se le entregaban a los
Ex Comandante en Jefe hayan subido a $1.000.000, no que sepa, por lo
menos no lo dispuso.
Expresa que esos dineros que se entregaban a los ex
Comandantes en Jefe podían estar destinados, por ejemplo, para que
éste pagara a informantes, para el resguardo de la infraestructura,
apoyo especial a los equipos de seguridad, o también para gastos de
alimentación o algún gasto adicional a lo que ellos tenían contemplado,
como por ejemplo para peajes. Señala que los gastos de peajes para los
Ex Comandantes en Jefe no eran ilimitados, por lo que desde cierto
monto hacia arriba se debía costear por el propio ex Comandante en
Jefe. Agrega que en realidad no conoce en detalle en qué se puede
haber gastado esta cantidad de recursos que se les entregaba a los ex
Comandantes en Jefe, y tampoco se rendía cuenta de esos dineros, ni a
él ni a nadie.
El tribunal le hizo lectura parte de la declaración prestada por
ROSAS, ya referida anteriormente, en la parte que señala lo siguiente:
“Además se destinaban dineros a los Ex Comandantes en Jefe. Que al
principio se pagaban mensualmente, según lo que me comentó
VÁSQUEZ, pero éste me comentó que después mi General OVIEDO lo
cambió a un pago semestral. Yo hacía estos pagos semestrales, en mi
caso, en julio de 2017 y en enero de 2018, entregando a cada uno de
ellos la suma de $6.000.000 semestrales, a razón de $1.000.000
mensuales, es decir, para mis Generales FUENTE-ALBA, IZURIETA
FERRER, y CHEYRE. Estos dineros yo se los entregué personalmente a
cada uno de ellos”, arguyendo que recuerda que, efectivamente se les
entregaba la cantidad de $800.000 mensuales, en efectivo. No recuerda
que se haya aumentado dicho monto a $1.000.000, ni tampoco que se
haya cambiado la modalidad a un pago semestral de $6.000.000 a cada
uno de ellos.
Precisa que, cuando señaló que no es verdad lo que declara
ROSAS en cuanto a que el declarante recibiera $6.000.000 mensual,
que según le señala el Tribunal, equivale a $72.000.000 al año, se

537
refería a que no correspondía lo que al respecto declara ROSAS. El
tribunal le consulta cuál es la diferencia entre haber señalado que “no
era verdad” y ahora aclarar que “no corresponde”, a lo que indica que,
lo que quiere decir es que en realidad esos recursos debieron haber sido
asignados al funcionamiento de la Comandancia en Jefe, lo que en todo
caso no puede asegurar porque no tiene registros de ello. Agrega que no
recibió ese dinero, como dice ROSAS. El Tribunal le consulta si es que
entonces ROSAS ha mentido en su declaración al hacer tal aseveración,
a lo que arguye que, no puede decir que él ha mentido. Indica que lo
anterior, también lo quiere dejar claro en relación con lo que señaló
respecto de VÁSQUEZ.
Agrega que, el Coronel ROSAS, al término de su gestión, en
relación con los dineros asignados de Gastos Reservados a la
Comandancia en Jefe, le dio cuenta de un saldo en pesos y en dólares,
cuyos montos no recuerda, y le pidió instrucción respecto de ello, a lo
que ordenó se traspasaran los dineros al Director de Inteligencia que
asumiría en ese momento, en realidad no recuerda bien si le dijo que se
entregara a este o a la administración de los recursos de Gastos
Reservados que correspondía luego del cambio que se había dispuesto,
en el sentido de que la Dirección de Inteligencia pasaría a asumir la
administración global de los Gastos Reservados, que antes estaban
entregados a la Dirección de Finanzas.
A fojas 5681, declara que el aporte para seguridad de los ex
Comandantes en Jefe a que se refirió se entregaba a los que estaban
vivos, esto es, Generales CHEYRE, IZURIETA FERRER y FUENTE-ALBA,
en su periodo (del declarante), en razón de $800.000 mensuales, ya
que no recuerda que se haya subido dicho monto a $1.000.000. En
total, se entregaron $2.400.000 mensualmente, de Gastos Reservados.
Explica que en relación con los regalos que se hacían con fondos
para Gastos Reservados, a los que se refirió, no tiene la cifra
aproximada del valor a que ascendían, ni en general ni en particular.
Añade que se hacían regalos para efectos de fidelización en relación con
ciertas personas, y que tenían relación con el funcionamiento de la
Comandancia en Jefe, pero no tiene el registro del detalle de qué se
compró, la cantidad de regalos ni las personas específicas. Tampoco

538
recuerda haber orientado el aporte para el matrimonio de los hijos de
los Generales.
Expone que en cuanto a los regalos para los cumpleaños de los
Oficiales de la Comandancia en Jefe, efectivamente se hacía un obsequio
con recursos de Gastos Reservados, aunque no recuerda cuál ni el
monto del mismo. No sabe si se gastó la suma de $4.000.000 anuales
como le señala el tribunal declararon por este concepto los Coroneles
VÁSQUEZ y ROSAS. En cuanto a los regalos para los cumpleaños de las
señoras de los Oficiales de la Comandancia en Jefe, según declaró,
efectivamente estos se entregaban con fondos para Gastos Reservados,
pero lo veía la Secretaría General, por lo que no conoce el detalle de lo
regalado, valor, ni las personas a las que se entregó. Ignora si se
gastaron efectivamente $2.100.000 al año aproximadamente por este
concepto y según lo que le dice el tribunal declararon VÁSQUEZ y
ROSAS; que no sabe quién específicamente dentro de la Secretaría
General se encargaba de estos regalos. En cuanto a los regalos para el
cumpleaños del personal de la Comandancia en Jefe, dice que
efectivamente se les hacía un regalo, había un estímulo para estas
personas que trabajaban en la Comandancia en Jefe. Se encargaba
fundamentalmente de esto la Secretaría General, aunque desconoce
quién se hacía cargo específicamente de esto. Dice que eran regalos que
se hacían con fondos para Gastos Reservados, dineros que se
entregaban por el Oficial de Finanzas a la persona que estaba encargada
de la actividad que se solicitaba. Indica que desconoce si por este
concepto se gastó la suma de $18.000.000 anuales, como le señala el
tribunal declararon VÁSQUEZ y ROSAS; no recuerda el número exacto
del personal de la Comandancia en Jefe, estimando eran
aproximadamente unas 150 personas. Agrega en cuanto a los regalos
de los Oficiales Generales, que efectivamente se hacían estos regalos
como manifestó anteriormente, con recursos para Gastos Reservados,
entregándose regalos que sirvieran para la función del General, pero no
tiene registro del monto que se gastó. Desconoce si por este concepto
efectivamente se gastó la suma de $11.750.000, como le señala el
Tribunal declararon VÁSQUEZ y ROSAS.

539
Añade que en cuanto a aportes en dinero para el matrimonio de
los hijos de los Generales, puede ser que en su periodo no se haya
casado ninguno, de todas formas no tiene registro de haber orientado la
entrega de este tipo de aportes, nunca se le consultó, ni orientó nada al
respecto, a diferencia de los regalos anteriores en que a él sí se le
consultó y dio una orientación en este sentido, para generar estímulos
en el equipo de trabajo. Señala que, en cuanto a los regalos de
matrimonio en general, no solo para los hijos de los Generales, no
puede declarar una cantidad específica destinada a tal concepto; que
llegaban invitaciones por matrimonios para el Comandante en Jefe, y
entonces se orientaba la entrega de un regalo como retribución, pero no
recuerda la cifra. Indica que se ponderaba un tipo de regalo para el tipo
de persona o el compromiso institucional, y si era un compromiso muy
personal, lo veía directamente él y no con Gastos Reservados en este
caso a diferencia de los otros. Explica que llegaba el parte a la
Comandancia en Jefe, y dependiendo de la persona que invitaba y la
importancia de esta, se ponderaba el regalo, lo que se veía en la
Secretaría Privada del Comandante en Jefe y con el Oficial de Órdenes,
para consultar el regalo, en definitiva, lo veía él con el Oficial de
Órdenes BUTTI. Había, dice, una categorización de regalos “A”, “B” y
“C”, y cada una de estas categorías tenía una jerarquía en cuanto al
valor del regalo, pero no tiene las cifras exactas, ni tampoco recuerda
los mínimos ni máximos. Afirma que los recursos eran entregados al
Teniente Coronel BUTTI por parte del Oficial de Finanzas, a quien a su
vez le había entregado el DIFE los recursos, y eran dineros de Gastos
Reservados, con el mismo procedimiento que he declarado
anteriormente. Desconoce si por este concepto efectivamente se gastó
la suma de $25.000.000 anuales, como le señala el Tribunal declararon
VÁSQUEZ y ROSAS.
Específica en cuanto a los regalos de ajuar por el nacimiento de
los hijos del personal de la Comandancia en Jefe, que efectivamente se
hacía un apoyo a los hijos del personal cuando estos nacían, pero no
recuerda si se hizo con fondos para Gastos Reservados o si se hizo por
medio de Bienestar. Tampoco recuerda si se gastó por este concepto la
suma anual de $1.000.000. En todo caso, existe en Bienestar una

540
comisión que se encarga de satisfacer necesidades relativas a
matrimonios, nacimientos y fallecimientos, descontándose
mensualmente a todos una suma según jerarquía.
Señala que ignora las razones por las cuales VÁSQUEZ señala que
se consideraba anualmente $1.000.000 por este concepto, por regalos
de aproximadamente $30.000 cada uno, ni que él entregara dineros a la
Asistente Social señora María Inés CORNEJO o a otra persona del DAG
para estos efectos. Sostiene que no es efectivo que VÁSQUEZ le rindiera
cuenta de esta entrega de dineros. En cuanto a los regalos para los
Oficiales que salían destinados, la ceremonia la veía la Secretaría
General, y se entregaba un recuerdo institucional de cuando uno estuvo
en esa determinada Unidad, que puede ser un galvano, una bandeja o
una foto del frontis de la Unidad. Respecto de los Oficiales que salían
destinados desde la Comandancia en Jefe, reitera que efectivamente es
normal que se haga un recuerdo de la estadía en la Unidad, pero no
tiene registro que a este personal se haya entregado particularmente un
reloj, como le consulta el Tribunal. Solo recuerda que una vez entregó
una mochila con elementos para las funciones que iban a cumplir,
específicamente recuerda que este regalo se entregó al General
GRIFFITHS, que incluía distintos elementos que podían ser útiles para su
gestión, por ejemplo, una toalla de microfibras, un pack de primeros
auxilios, un juego de lápices para cartas, para graficar, aunque no
recuerda todo el detalle de estos elementos, pero iban orientados a su
función como futuro Comandante de una División. Por su parte, al
General AHUMADA se le regaló una mochila de viaje para guardar
computador, elementos personales y otros típicos para viajes, porque él
se iba destinado a Washington. Estos regalos se pagaron con Gastos
Reservados. Asevera que no recuerda la entrega de algún reloj adicional
al testimonio de permanencia en la Comandancia en Jefe que se
regalaron.
Afirma que como él no participaba en la ceremonia de despedida
de los Oficiales que salían destinados de la Comandancia en Jefe, no
tenía conocimiento que se entregaran en esta ceremonia flores para las
señoras de los Oficiales; que la ceremonia señalada se realizaba en la
Secretaría General, y la organizaba el Secretario General junto con su

541
grupo cercano de trabajo, por lo que él tiene que saber los detalles de la
organización y regalos que se entregaban.
Reitera en cuanto a la Navidad con el personal de la Casa de Lo
Curro, que efectivamente se hacía una actividad final para Navidad,
donde se compartía con el Comandante en Jefe, y se entregaba al
personal algo para la familia del personal para Navidad, una canasta
familiar. Desconoce el monto que se destinaba para esta actividad y
para los regalos, y en todo caso, de esto se encargaba el Teniente
Coronel BUTTI, pagándolo con recursos que le eran asignados para la
mantención del Complejo Lo Curro, provenientes de fondos para Gastos
Reservados que entregaba el Oficial de Finanzas.
Señala en cuanto a los recuerdos para las señoras de los Oficiales
Generales que ascendían y para los que se iban a retiro, que no
recuerda que se entregara nada a las señoras de los Oficiales que
ascendían además de un ramo de flores; que a las señoras de los
Generales que se iban a retiro sí se les entregaba una pulsera de oro y
unas flores que se enviaban a su casa. Indica que desconoce si
efectivamente se gastó la suma de $40.000.000 o $30.000.000 anual
como le señala el Tribunal declaró VÁSQUEZ y ROSAS por este
concepto; que esta ceremonia era organizada por Protocolo de la
Comandancia en Jefe, y de los regalos se encargaba el Teniente Coronel
BUTTI; que la ceremonia se costeaba con fondos del presupuesto
corriente; y que las pulseras de regalo para las señoras se costeaban
con aportes que hacían con el cuerpo de Generales, pero ignora cómo se
reunía el dinero ni la cantidad que se aportaba para este concepto.
Tampoco recuerda cuánto aportó ni el procedimiento para ello. En
cuanto a las flores de las ceremonias, estas se costeaban con aportes
del Ejército, con un ítem de Protocolo, y por su parte, las flores que se
entregaban a las señoras como testimonio, se pagaban con fondos
entregados al Teniente Coronel BUTTI para la mantención de Lo Curro, y
que tienen que ver con Gastos Reservados.
Asegura que no podría asegurar que se gastaron por concepto de
todos estos regalos a que ha hecho referencia la cantidad aproximada
de $130.000.000 anuales, como le señala el Tribunal declararon
VÁSQUEZ y ROSAS, tampoco podría decir si se gastó más, o menos.

542
Desconoce si esto se ajustó a la realidad de lo que realmente sucedió,
ya que puede haberse pagado con otros recursos para el funcionamiento
de la Comandancia en Jefe, también de Gastos Reservados.
Señala que los recursos de Gastos Reservados que se destinaban
a la Comandancia en Jefe estaban dirigidos a generar una acción de
mejor funcionamiento para la Institución, lo que incluía el estímulo del
equipo de trabajo que operaba en la Comandancia en Jefe.
Explica que en relación al Suboficial DURÁN, además de los
recursos que se entregaban como pago por sus servicios, que era de
$500.000 mensuales, provenientes de Gastos Reservados, no tiene
antecedentes que se le hayan asignado recursos adicionales para hacer
pagos de excesos de equipaje o que se le hayan entregado para otras
tareas, no tiene este antecedente.
Refiere que en cuanto a los pagos de hoteles, alimentación y otros
que se gastaban en las comisiones de servicio en territorio nacional, que
no tiene registro que se haya asignado la suma de $30.000.000 anuales
para este concepto, con dineros de Gastos Reservados como señalaron
los Oficiales de Finanzas. En todo caso, los traslados aéreos y terrestres
por comisiones de servicio en territorio nacional, se hicieron en
vehículos institucionales en general, y cuando por alguna circunstancia
una comisión requería traslado en línea aérea comercial, se hacía con
los pasajes que entregaba la Institución, y cuando llegaban a destino los
recogían vehículos institucionales, salvo que por necesidad de las tareas,
especialmente en lugares más apartados, se haya necesitado arrendar
vehículos para la comitiva en general y el apoyo a los equipos que
estaban en los lugares, y se pagaban con Gastos Reservados; respecto a
los hoteles en estos casos, se pudo haber contratado con Gastos
Reservados para el equipo de apoyo o para alojar gente de otras
Unidades que por seguridad tenían que viajar a otras zonas
determinadas. En todo caso, dice, en la mayoría de las veces alojaban
en las Unidades militares. Respecto de la alimentación del Comandante
en Jefe en las comisiones en territorio nacional normalmente estaba
incluida en los programas de la actividad. El almuerzo era en la Unidad
con el rancho que se destinaba para esta. Las comidas de las personas
del equipo de seguridad no estaban consideras en la Unidad, por lo que

543
la comida era en otros lugares y costeadas con Gastos Reservados. La
comida del Comandante en Jefe excepcionalmente se costeaba de esta
misma forma.
Declara que en su periodo se dio inicio en las Unidades a un
sistema de alimentación centralizada, motivando la incorporación y
alimentación del personal en un rancho centralizado, que conllevó la
mejora de rancho, de infraestructura y el mejoramiento de la relación y
convivencia en las Unidades, especialmente en las Unidades más
aisladas.
Expone respecto de sus viajes personales en territorio nacional,
que lo hacía especialmente a Temuco –lugar al que iba en periodos de
algún permiso especial, porque allí vive su familia, especialmente en sus
vacaciones– o en cualquier otro viaje, el equipo de Seguridad lo
acompañaba siempre, y este realizaba el análisis del lugar a que iría y
en su virtud, se implementaba la seguridad necesaria, arrendándose los
equipos e inmuebles necesarios. Toda esta operación se costeaba con
dineros de Gastos Reservados.
Señala que para los gastos de la Ayudantía de la Comandancia en
Jefe, que incluía a los Ayudantes, la Secretaria y los Auxiliares, no
recuerda que se entregara una asignación. Desconoce que se haya
entregado por este concepto la suma de $5.000.000 anuales como le
señala el Tribunal declararon VÁSQUEZ y ROSAS. Si en la Ayudantía
tenían alguna necesidad, estos debían recurrir al Oficial de Finanzas,
quien pudo utilizar gastos del presupuesto corriente, o fondos de Gastos
Reservados en caso de no poder utilizar los primeros recursos, y en todo
caso, siempre con los dineros que el Oficial de Finanzas manejaba. No
recuerda estos gastos, porque era precisamente algo que manejaba el
Oficial de Finanzas y que veía con el personal de la Ayudantía, pero no
recuerda que se le haya pedido autorización para un gasto en particular.
Respecto a los Gastos Varios e Imprevistos para la Escolta, declara
que desconoce si se asignó la suma de $15.000.000 anuales, por este
concepto, como le señala el Tribunal indicaron en su declaración
VÁSQUEZ y ROSAS. Afirma que la seguridad tiene muchas necesidades
de recursos, desde implementos y recursos que normalmente no
entrega la Institución y elementos que sí recuerda que se adquirieron,

544
como unos chalecos especiales que no se entregaban por el Ejército,
que se adquirieron con recursos de Gastos Reservados. En su tiempo el
Jefe de Escolta fue el Capitán Sebastián JARA.
Pero no recuerda cuánto se gastó anualmente desde Gastos
Reservados adicional a aquello que se entregaba a los Oficiales de
Seguridad, proveniente del presupuesto corriente. Refiere que estos no
tienen una asignación adicional anual que les permita complementar
gastos más allá de lo asignado por el presupuesto corriente, y por este
motivo se recurre a fondos para Gastos Reservados. La entrega de estos
recursos, dice, era realizada por el Oficial de Finanzas al Capitán JARA o
bien, al que estuviera de turno, según la apreciación que el Jefe de
Seguridad efectuara ya sea en forma mensual, semanal o
extraordinaria, respecto de la agenda del Comandante en Jefe. Eso lo
veían entre ellos, a él no se le consultaba por los dineros que se
entregaban por este concepto, ni tampoco se le rendía cuenta.
Explica, en cuanto a la sastrería y peluquería de la Comandancia
en Jefe, que no tiene antecedentes que se hayan entregado recursos
especiales a la sastrería ni a la peluquería de la Comandancia en Jefe.
Ignora cómo ellas funcionaban. Desconocía que se entregara la suma de
$2.000.000 anuales, según le señala el Tribunal declararon VÁSQUEZ y
ROSAS. Refiere que existía una peluquería para la Comandancia en Jefe,
que según entiende funcionaba con la comisión que se les descontaba
mensualmente al personal, aunque no recuerda haber visto este
descuento en sus liquidaciones de sueldo. La peluquería es gratis para
todo el personal de la Comandancia en Jefe. En todo caso, respecto del
personal del resto del Ejército, también pueden acceder a peluquería,
haciéndose un descuento que le parece es voluntario, y el peluquero es
pagado por la Institución. La sastrería para la Comandancia en Jefe, se
utilizaba para pegar corbatines, cambiar botones, reparar vestimenta,
confección de uniformes, aunque no tiene recuerdo de haberse tomado
medidas allí ni que otra persona se haya hecho uniforme allí, ya que
existe una sastrería en la Escuela Militar para el Alto Mando, y si se
compraron telas en la sastrería de la Comandancia en Jefe, tuvo que
haber sido para algo especial, pero no tiene el antecedente. Asevera que
el Jefe del DAG tiene que ver con esto, ya que el DAG tiene que ver con

545
toda la logística de la Comandancia en Jefe y puede ser por eso que se
le hayan entregado a él los recursos señalados y no a otra persona.
También funcionaba una lavandería en calle Bouchef para toda la
Comandancia en Jefe.
Añade en cuanto a la entrega de recursos para el Concurso
Literario, que no tiene conocimiento de que se hayan entregado
recursos como premio para este concurso. Entiende que el Concurso
Literario del Ejército lo organiza el Estado Mayor y no el Departamento
Comunicacional de la Comandancia en Jefe. Desconocía que el Oficial de
Finanzas hubiera entregado dineros al Departamento Comunicacional
con este fin, y a razón de $1.000.000 anuales. No sabe si anteriormente
se entregaba, pero por lo menos no tiene conocimiento de que se haya
hecho así en su periodo como Comandante en Jefe.
Agrega en cuanto a la suscripción del Diario La Segunda para la
Comandancia en Jefe, que no tiene antecedentes que se hayan pagado
con Gastos Reservados estas suscripciones. Distinto es de las compras
de alguna publicación especial para efectos de la importancia de la
información en que sí era necesario adquirirlas y se compraban con
dineros para Gastos Reservados, pero no una suscripción a La Segunda,
ni a otro diario de circulación nacional. Desconoce el motivo por el que
VÁSQUEZ declara que se gastó anualmente la suma de $1.000.000.
Declara respecto de la membresía al Rotary Club, que
efectivamente el Ejército tiene presencia en grupos sociales, entre estos
en el Rotary, para mantener relación con organizaciones civiles para
ayuda comunitaria. Desconoce cómo se pagaba esta membresía, pero
efectivamente se tuvo que haber pagado con Gastos Reservados, ya que
no era posible pagar con dineros de otros fondos. Dice que en el
Reglamento Orgánico de Funcionamiento del Ejército, se explicitan
aquellas relaciones que el Comandante en Jefe debe tener en ámbitos
externos a la Institución, aunque no recuerda si se menciona
explícitamente al Rotary Club, pero sí recuerda que se menciona al
Instituto O’higginiano y al Instituto José Miguel Carrera. Señala que el
Delegado del Comandante en Jefe, que es el que participaba en estas
actividades, y particularmente asistía a las reuniones en el Rotary Club,
era el Comandante General de la Guarnición Ejército Región

546
Metropolitana, y en su época fueron los Generales Leonardo MARTINEZ,
Óscar MESANO, y Eduardo GONZÁLEZ. Ellos asistían como delegado del
Comandante en Jefe a estas reuniones. La membresía no sabe si la
pagaba directamente el Oficial de Finanzas a la Organización o por
intermedio de alguna persona de la Comandancia en Jefe o de la
guarnición, lo desconoce. No sabía que se gastara la suma de
$1.000.000, pero efectivamente autorizó el pago de esta membresía con
fondos de Gastos Reservados, aunque no recuerda el tipo de membresía
ni el costo.
Expone, en cuanto al Repostero, que se encargaban de esto el
Mayordomo y el Cocinero de la Comandancia en Jefe, en relación con la
alimentación del Comandante en Jefe, para el Secretario General y los
invitados del Comandante en Jefe. Efectivamente, había una atención de
un cocinero y un mayordomo en la Comandancia en Jefe para que allí se
hicieran almuerzos y desayunos que tenían que ver con la agenda del
Comandante en Jefe, y aquellas actividades que hubiese tenido que
realizar el Secretario General, quien también accedía a este servicio.
Desconoce cómo se coordinaba; que si había un desayuno o almuerzo
con alguna autoridad, normalmente se le consultaba a él si se realizaría
en el Club Militar o en la Comandancia en Jefe, y en este último caso, se
disponía lo correspondiente con el Mayordomo; que el Ayudante de
turno coordinaba esto con el Mayordomo; que cree que al principio de
su periodo se le preguntó por el tipo de Menú, y la orientación fue de un
tipo de almuerzo que no fuera “pesado”, como concepto, para quedar en
condiciones de poder trabajar en la tarde; que normalmente los
desayunos tenían las mismas características, con fruta, algún lácteo,
etc.; que después el detalle del Menú quedó con bastante libertad de
acción para decidirlo entre el Ayudante y el Cocinero.
Desconocía que se hubiese asignado por este concepto la cantidad
de $21.000.000 anuales de Gastos Reservados, según le señalan
declararon VÁSQUEZ y ROSAS. Tampoco sabía que se entregaba entre 1
y 2 millones de pesos al mes, lo encuentra exagerado, ya que recuerda
que el promedio de eventos protocolares en la Comandancia en Jefe, y
sus desayunos y almuerzos eran normales sin ningún tipo de
sofisticación especial para poder justificar este valor. En ocasiones

547
incluso almorzó en el Comedor General para ver la alimentación del
resto del personal. Efectivamente, dice, era la alimentación distinta a la
que recibía él como Comandante en Jefe, pero no demasiado diferente.
Tampoco tiene el dato de las autoridades que se recibieron en la
Comandancia en Jefe ni en la Secretaría General, lo que puede estar
considerado también dentro del monto que se le señala de Gastos
Reservados. En la Secretaría General funcionan otros departamentos,
como por ejemplo el Comunicacional, que tiene una agenda bastante
activa, por lo que por ahí se podría justificar el monto.
Afirma que el concepto “recursos de Libre Disponibilidad” para
gastos adicionales, no existe, pero, en el concepto general de los
recursos de Gastos Reservados de la Comandancia, efectivamente se
requerían en alguna oportunidad de recursos para gastos especiales
para apoyo a las Unidades, y se solicitaban al Director de Finanzas para
que los proporcionara al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Estos recursos se destinaban a las Unidades de la Fuerza Terrestre y
también en algunos casos, para apoyos especiales a alguna de las
Agregadurías Militares en el extranjero, cualquiera de ellas. Refiere que
estos recursos los solicitaba el Oficial de Finanzas al DIFE a
requerimiento suyo, por alguna necesidad que hubiera surgido en
alguna inspección suya a las Unidades de Fuerza Terrestre, o por
necesidad de las Unidades en el Extranjero. Adiciona que esto lo
requería el Comandante en Jefe, luego de hacer las inspecciones o por
algún requerimiento de las autoridades de esas Unidades, él las
evaluaba y decidía su prioridad para la ayuda correspondiente; que si
las autorizaba, se seguía el conducto a través del Oficial de Finanzas,
quien era a su vez el encargado de hacer llegar los recursos al destino.
También podría ser que se hicieran llegar equipos especiales, no solo
recursos, y en este caso, no sabe cómo se gestionaba la compra de
estos equipos en Chile, no tiene ese antecedente. Todo esto se cubría
con Gastos Reservados. No tiene registro de la cantidad utilizada por
este concepto, ni tiene certeza que sea el monto mencionado por los
Oficiales de Finanzas en su declaración, esto es, una suma cercana a los
$175.000.000 anual, ni con la denominación que mencionan VÁSQUEZ y
ROSAS como señaló.

548
Declara que particularmente recuerda que se cubrieron de esta
forma, con estos recursos, por ejemplo, la recuperación de alguna
estructura sensible de alguna Unidad cuando hubo terremotos y
aluviones que afectaron a muchas Unidades del Ejército. Los casos de
gastos requeridos en el extranjero no los puede mencionar, porque son
actividades reservadas. En este caso, dice no tener el antecedente de
cómo se hizo llegar los recursos al extranjero, aunque normalmente se
tuvieron que haber entregado al Agregado Militar u otro funcionario que
cumpliera labores en la Agregaduría.
Agrega que en lo general las actividades que le tocó resolver,
aspectos físicos o de apoyo producto de calamidades, siempre se
cubrieron con Gastos Reservados y no con el presupuesto corriente, por
la celeridad que se requería y el tipo de trabajos. Si bien se podían
haber pagado con el presupuesto corriente lo que dice relación con
infraestructura, por ejemplo, ello no habría sido realizado con la
oportunidad que se requería.
Explica que cuando hacía inspecciones rutinarias, además de
aquellas realizadas por motivos de calamidades, también resolvía hacer
tareas extraordinarias en el territorio nacional, disponiendo que estas
tareas se realizaran con recursos de Gastos Reservados. No puede
mencionar cuáles eran, por la reserva. Se hicieron en varias Unidades
de la Fuerza Terrestre, con alguna prioridad en las Unidades de la Zona
Norte. Añade que estos gastos se pagaban con dinero efectivo de Gastos
Reservados, en pesos o en dólares, y en general a través del Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, no sabe si algún gasto se hizo
directamente a través del DIFE, ya que pudo haberse apoyado a otras
Unidades que estaban en otra situación, a las que se les apoyó a través
de la Dirección de Inteligencia y no de la Comandancia en Jefe. Continúa
señalando que en realidad los recursos eran entregados por la Dirección
de Inteligencia o por la Comandancia en Jefe, ambas provenientes los
dineros de Gastos Reservados de la Dirección de Finanzas, dependía del
tipo de apoyo que determinara el Comandante en Jefe. Determinando si
se trataba de un apoyo que se centraría en el ámbito de la Dirección de
Inteligencia, o de algún aspecto que pudiera ver directamente la
Comandancia en Jefe, siempre a decisión suya. El criterio lo adoptaba

549
según fuera lo más adecuado según la función que realiza cada una de
esas dos Unidades, se refiere a la Dirección de Inteligencia y a la
Comandancia en Jefe. En algunos casos la Dirección de Inteligencia se
encargó de pagar las necesidades estructurales tratándose de algunas
Unidades Especiales de Inteligencia, o también se encargó de aquellas
Unidades que deben brindar apoyo a las funciones de la Dirección de
Inteligencia, y también de equipamiento relacionado con esa labor. La
Comandancia en Jefe por su parte, se encargó del resto de los temas
estructurales y algunas necesidades que tenían que ver con las
Agregadurías Militares.
Asegura que cuando se enviaban recursos al extranjero, no cree
que se haya hecho por medio de una transferencia, sino que siempre en
dinero en efectivo; no quedaba la documentación respaldatoria, solo
respaldo fotográfico de algunas obras que se ejecutaron, pero nada
más, que le entregaba el Oficial de Finanzas. Este respaldo fotográfico
luego se destruía, debiéndose encargar de esto también el Oficial de
Finanzas. Para verificar las obras, en muchas ocasiones inspeccionaba o
se le indicaba que había un equipo especial funcionando, y él verificaba
con la autoridad competente el funcionamiento de ese equipo.
Afirma que especialmente recuerda un equipamiento para la
Dirección de Inteligencia, que se pagó con Gastos Reservados adicional
de los que se entregaba a la DINE. Estos recursos no salieron de
aquellos entregados a la Comandancia en Jefe de Gastos Reservados.
No había una asignación fija de Gastos Reservados para la Comandancia
en Jefe, sí había una provisión anual, pero cada año habían
modificaciones de las prioridades del gasto y dentro del año podían
también existir estas modificaciones. En suma, dice, lo que se
presupuestaba para el año podía sufrir variaciones, lo que conllevaba
esa reasignación de recursos. Afirma que había un porcionamiento de
recursos de Gastos Reservados que estaba considerado para ir
solicitándose durante el año para ser usado por la Comandancia en Jefe,
no recuerda si trimestralmente, pero en todo caso no se solicitaba en
una sola oportunidad en el año. Lo anterior, además de los recursos
adicionales de Gastos Reservados que se pudieran solicitar también al
DIFE, por orden suya.

550
Expone en cuanto al ítem “Gastos Aeropuerto” que declararon
VÁSQUEZ y ROSAS, de aproximadamente $10.000.000 anuales, que los
gastos para las comisiones se veían en la programación de cada
comisión de servicio, entregándose los recursos de Gastos Reservados
para esto, por ello, desconoce y no recuerda haber escuchado de la
entrega de recursos especiales para los aeropuertos. No sabe si esto
puede corresponder a pagos por excesos de equipaje o a otro concepto
en particular. Como señaló anteriormente, dice, las comisiones de
servicio conllevaban distintos pagos de alojamiento, traslados,
alimentación, imprevistos, y otros, razón por la cual desconoce si esta
cantidad de dinero a que se le hace referencia corresponde a alguno de
estos conceptos. En todo caso, de lo anterior no se le rendía cuenta,
cuando se hacía uso de dineros para Gastos Reservados.
Señala, respecto del dinero que se entregaba a los Auxiliares, de
alrededor de $5.000.000, que no recuerda que se les haya
proporcionado una suma determinada de dinero proveniente de Gastos
Reservados, salvo lo que se les pudo entregar para el apoyo a la labor
del Comandante en Jefe, pero no recuerda que se les haya asignado una
cantidad determinada a los Auxiliares, ni el detalle del gasto mismo que
ellos pudieron haber realizado. Los Auxiliares en su periodo eran Harry
TOLEDO y Carlos SALVADOR.
Refiere que no tiene conocimiento del detalle de los gastos ni de
los recursos entregados para efectos de las comisiones de servicio en el
extranjero, incluyendo estadía, alimentación, traslados, etc., para el
Comandante en Jefe y su señora. Desconoce que se hayan provisionado
de Gastos Reservados la suma aproximada de $30.000.000 anual por
este concepto, ya que cada comisión fue bien particular una de otra, por
lo tanto, los gastos también variaban. Estos recursos efectivamente
provenían de Gastos Reservados para las comisiones de servicio, pero
ignora en qué cantidad se gastó y el detalle.
7.- Declaraciones de Jorge ROJAS MEISSNER, Director de
Finanzas del Ejército de Chile entre los años 2014 y 2016, quien
en lo que interesa, declara:
A fojas 2034, explicita que fue Director de Finanzas del Ejército
durante los años 2014, 2015 y 2016, quien explicando el tratamiento de

551
los Gastos Reservados señala, en relación a los recursos asignados al
CJE, que existe una unidad llamada Comandancia en Jefe, que es la que
administra el presupuesto destinado al CJE y a toda esa unidad y la
DIFE se encarga de la ejecución presupuestaria asociada a esos gastos.
Refiere que a la Comandancia en Jefe del Ejército se le hacía entrega de
remesas mensuales de acuerdo a una planificación y a los
requerimientos que se le van haciendo y según la asignación
presupuestaria anual. Añade que una vez que se terminaban los fondos
asignados, no se podía entregar más remesas. Agrega que los dineros
se entregaban en forma mensual, de acuerdo a la caja que ellos
solicitan, normalmente una vez al mes, pero a veces se entregaba a
requerimiento extraordinario. Expone que existe un fondo reservado de
$1.000.000.000 y USD 2.000.000 aproximadamente, esto según se
indica en la glosa de la Ley de Presupuesto Anual, que está destinado al
Comandante en Jefe del Ejército a fin que éste disponga las actividades
asociadas a inteligencia y contrainteligencia militar. Indica que esos
dineros son entregados de acuerdo a lo que disponga el Comandante en
Jefe del Ejército, en cuanto a montos a distintas unidades que son de
inteligencia y otras secretas. Explica que en la práctica el Comandante
en Jefe del Ejército le dice al Director de Finanzas, en forma verbal,
porque no hay documentos escritos que respalden, que necesita una
cantidad de dinero determinada, no señala para qué objetivo, luego se
apersona el Jefe del Departamento de Finanzas, que en el período 2014-
2015 era el Coronel Vásquez, quien iba a retirar los recursos a su
oficina. Aclara que no existen documentos de por medio, pues el
documento de respaldo que la institución tiene es, una rendición de
cuenta genérica y secreta a la cual se le agrega una declaración jurada
que una vez al año hace el Comandante en Jefe del Ejército a la
Contraloría General de la República, la cual es genérica y en los
términos que señala la Ley. Luego, adiciona, que el declarante
entregaba los dineros a VASQUEZ, terminando con eso, dice, su misión.
Por ello, recalca, no tiene conocimiento de la ejecución de los mismos e
ignora cómo hacía el Coronel VASQUEZ para resguardar el dinero o la
forma en que se lo entregaba al Comandante en Jefe. En todo caso,
afirma, que previo a la entrega de los dineros a VASQUEZ siempre había

552
un requerimiento verbal del Comandante en Jefe. Sostiene que
VASQUEZ nunca solicitaba a nombre del Comandante en Jefe, aquel,
refiere, era solo quien hacía la gestión de retiro de recursos, por lo que
imagina el declarante que también de custodia para su entrega. Asegura
que esos recursos eran de ejecución presupuestaria.
Posteriormente, refiere que en la caja fuerte se manejada efectivo
en dólares y pesos, equivalentes a un cuarto de lo asignado
anualmente, o sea $250.000.000 y USD 500.000, aproximadamente.
Hace presente que se le hacía entrega en moneda nacional y extranjera
según fuera el requerimiento del Comandante en Jefe. Señala que no
tenía ningún respaldo documentario, porque no se lleva control, no hay
documentos justificatorios, por lo tanto, no tiene como acreditar lo que
entregó ni lo que se recibió, no existe rendición de cuenta ni registros
contables. Indica que ese es el modus operandi, que está dispuesto de
esa forma. Agrega que existe un manual de procedimiento que firmó
OVIEDO donde dice los ítems en que se usan, la forma de entregar los
recursos y la rendición de cuentas, y también se dice allí que no existe
documentación soportante del gasto. Refiere que al único funcionario
que le hizo él entrega de dineros por el concepto señalado fue al Jefe del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe, esto es, al
Coronel Vásquez. Afirma que los dineros de fondos reservados él se los
entregaba al Coronel VÁSQUEZ o al Director de Inteligencia.
Enseguida, aseguró que en 2014, instauró reuniones mensuales
administrativas registro de documentación con balances mensuales con
cada uno de los ítems, control de los libros de pedidos de órdenes de
compra al comercio. Refiere que esta labor le correspondía, en
definitiva, al Jefe Administrativo, no al Director de la DIFE, a quien le
correspondía la labor de asesorar al Comandante en Jefe en asuntos de
materia económicas financieras institucionales. Señala que, el Jefe
Administrativo era el Coronel Marcelo ORTÍZ en el período que el
declarante estuvo, luego, indica, llegó otro oficial cuyo nombre no
recuerda.
En su declaración extrajudicial agregada a fojas 3960, expone
que en el transcurso de su carrera militar desempeñó funciones en
diferentes reparticiones; al egresar de la Escuela Militar fue destinado al

553
Regimiento N° 21 Arica ubicado en la ciudad de La Serena, ahí
permaneció hasta el año 1983, pasando a prestar servicios en el
Batallón de Intendencia N° 2 Bellavista, del Comando de Apoyo Logístico
del Ejército. Posteriormente, señala, desde el año 1985 al año 1986 fue
destinado al Cuartel General de la II División, Departamento de
Finanzas. Declara que en el año 1987, luego de ser ascendido al grado
de Teniente fue destinado a la Escuela Militar para cumplir funciones
docentes y financieras; ahí permaneció hasta el año 1990, siendo
destinado a partir del año 1991 a la Academia Politécnica Militar,
también como Teniente, no obstante el último año 1995 ascendió a
Capitán. El año 1996 fue nuevamente destinado al Batallón de
Intendencia N° 2 Bellavista, teniendo a su cargo el área de
abastecimiento a nivel nacional, donde permaneció hasta el año t998.
Luego, expone, siendo Mayor de Ejército durante el período 1999-2000
estuvo en la Jefatura de Intendencia y en la Dirección de Logística;
desde el año 2001 al 2003 fue jefe de diferentes secciones del
Departamento de Presupuesto de la Dirección de Finanzas del Ejército,
esto es presupuesto fiscal moneda nacional y extranjero, entre otras.
Señala que desde fines del año 2003 hasta febrero del año 2005 con el
grado de Teniente Coronel fue Jefe del Departamento de Finanzas de la
Misión Militar en Washington, Estados Unidos; a su regreso y desde el
año 2005 hasta el año 2008 trabajó como Jefe del Departamento de
Planificación Financiera y Jefe del Departamento de Estudios y Normas,
ambas dependientes de la Dirección de Finanzas. Durante el período
2009-2010 fue Tesorero del Ejército, siendo posteriormente destinado el
año 2011 al Comando General del Personal. El año 2012 y 2013 bajo el
grado de Coronel, fue Subdirector de Planificación Financiera de la DIFE.
Posteriormente, a fines del año 2013 ascendido al grado de General de
Brigada, señala que fue designado como Director de Finanzas,
dependiente de la Jefatura del Estado Mayor General del Ejército,
permaneciendo en ese cargo durante los años 2014, 2015 y 2016.
Reitera que los años 2009 y 2010 fue Tesorero del Ejército.
Refiere que primeramente y en forma específica esa área es el nexo
institucional con la DIPRES y la Tesorería General de la República, donde
fluyen todos los recursos del presupuesto Fiscal, donde el 80%

554
aproximadamente corresponde a gastos en personal y la diferencia
corresponde a resto corriente (como servicios generales, bienes y
servicios de consumo, mantenimiento y reparaciones, gastos reservados
bajo el subtítulo 22, entre otros). Por ello, afirma, la Tesorería del
Ejército es la que custodia las distintas fuentes de financiamiento der
Ejército, como Fondos Internos, Fondos Presupuestarios, Fondo Rotativo
de Abastecimiento y Ley del Cobre, contando para dicho efecto con
diversas cuentas corrientes fiscales e internas (de fondos internos) a
través del Banco Estado y otras entidades bancarias previamente
autorizadas por la Contraloría General de la República.
Afirma que los recursos que el Ejército de Chile como Institución
destina a la Fundación de Señoras del Ejército son asociados únicamente
a la fuente de financiamiento de fondos internos y de aportes
voluntarios vía descuento por planilla del personal. El resto de los
aportes, asevera, los desconoce por no ser parte de su función. Aclara
que según sus conocimientos, desde ninguna otra fuente de
financiamiento del Ejército se destinan dineros a la Fundación de
señoras del Ejército, puesto que es una entidad privada distinta al
Ejército y autónoma. Por lo anterior, sostiene, no se destinan dineros
asociados a Gastos Reservados ni menos recursos presupuestarios u
otros.
Luego, explica el procedimiento efectuado para los giros de los
montos asociados a gastos reservados que se realizaban durante su
período como DIFE, años 2014, 2015 y 2016, tanto en moneda nacional
como extranjera, señalando que conforme a la asignación
presupuestaria anual en el rubro Gastos Reservados, tanto en moneda
nacional como extranjera, como DIFE dispuso verbalmente al Jefe del
Departamento de Presupuesto, Teniente Coronel Víctor FARÍAS
SEPÚLVEDA, confeccionar los documentos contables necesarios -
certificado y comprobante contable- para que la Tesorería del Ejército
procediera a generar y emitir los cheques respectivos; una vez
generados estos documentos previamente visados por el DIFE en lo que
respecta al Certificado y por el Jefe del Departamento de Presupuesto y
Operador del sistema SIFIE en lo que respecta al egreso contable, a
través de un oficio conductor, previamente firmado por el Jefe de

555
Administración Financiera son enviados a la Tesorería del Ejército para
su entrega, quedando el registro de recepción en el libro de
correspondencia interna de la DIFE. Acto seguida, afirma que siempre el
Comandante en Jefe General Humberto OVIEDO ARRIAGADA, estuvo en
conocimiento de cada uno de estos movimientos, por lo menos en la
administración del declarante, contando siempre con su anuencia y
conformidad. Señala que estos movimientos bancarios, financieros y
contables eran en forma normalmente trimestral y según sus
instrucciones. Asimismo, refiere que casi al finalizar su gestión, a la luz
de la normativa y disposiciones vigentes, se creó y confeccionó un
instructivo para la ejecución general de la partida y la rendición de
cuentas a la Contraloría General de la República.
Declara que de acuerdo a la información aportada por el Ejército
según se le exhibe, el año 2014 giró a través del banco Estado los
siguientes valores: EN PESOS AÑO 2014: i) en enero, $420.000.000; ii)
en marzo, $200.000.000; iii) en junio, $300.000.000; y, iv) en
septiembre, $321.453.000. EN DÓLARES AÑO 2014: i) en enero, US$
560.000,00; ii) en marzo, US$560.000,00; iii) en mayo, US$
470.000,00; iv) en junio, US$ 400.000,00; y, v) en septiembre, US$
223.000,00. Asegura que la mayoría de los montos girados durante el
año 2014, en pesos y dólares, previa coordinación por vía telefónica,
fueron entregados por él en efectivo, tanto en pesos como en dólares,
en su oficina, sin la presencia de otras personas, a los días siguientes
(no recuerda la fecha exacta), y en su totalidad o en forma parcializada
en maletines, al organismo institucional relacionado con la inteligencia y
contrainteligencia en el ámbito de la seguridad nacional, la DINE y la
Comandancia en Jefe. Aclara que, al entregar los recursos señalados, no
había otras personas presenciando dicha diligencia, como asimismo no
existe ningún tipo de comprobante o documento firmado en señal de
recepción conforme de los mismos, como tampoco posee información
respecto a la distribución y ejecución, porque dice no es un tema que
fuera de su competencia. Respecto a la rendición de cuentas de Gastos
Reservados del año 2014, según la exhibición del Oficio CJE EMGE DIFE
SD AF PRES SECRETO N ° 3192/12995 de fecha diciembre de 2014,
indica que dicho documento corresponde a un formato tipo, genérico y

556
secreto que es confeccionado anualmente por el Departamento de
Presupuesto de la DIFE, cuya información descrita en él (objeto de
gasto) fueron propuestas por el declarante como DIFE al DINE, para que
se revisen dichas partidas y tengan concordancia con su gestión y
ejecución de toda la partida. Explica que estos montos se obtienen a
partir de rendiciones anteriores, es decir, las sumas son especulativas,
sin embargo, son aterrizadas o modificadas por el DINE. Añade que, una
vez aprobadas por éste, son tramitadas al Comandante en Jefe del
Ejército para su aprobación definitiva, conjuntamente con la declaración
Jurada respectiva. Dice que este formato obedece, según recuerda, a
partir del año 2014, por orientaciones del propio organismo contralor a
quien se rinde. Declara que en lo que a él respecta, durante los años
2014, 2015 y 2016, bajo la calidad de DIFE, por instrucción verbal del
Comandante en Jefe del Ejército, General Humberto OVIEDO
ARRIAGADA, ante algún requerimiento por parte de la Organización, se
debían destinar recursos provenientes de Fondos Presupuestarios y
asociados a Gastos Reservados hacia la Comandancia en Jefe, según le
informó, para ser utilizados en el ámbito de inteligencia, pero a través
de esta repartición, y que mayores antecedentes nunca le entregó al
respecto ni tampoco tenía la facultad para requerírselos. Señala que las
fechas y cantidades no las recuerda específicamente, pero que eran de
acuerdo a los requerimientos efectuados por el Comandante en Jefe.
Agrega que fueron entregados en efectivo, sea en pesos o dólares, en
su oficina sin la presencia de terceros, al Jefe del Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, recuerda al Teniente Coronel
Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, si mal no recuerda, pudiendo haberle
entregado también al Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ, Jefe del
Departamento de Finanzas anterior a VÁSQUEZ. Destaca que por cuanto
eran gastos asociados a los gastos reservados, no se hacía rendición de
éstos, y sólo estaban contemplados en la rendición anual del concepto
de inteligencia y contrainteligencia del ámbito de la seguridad nacional.
8.- Declaración de Rafael PIEDRA SCHWEITZER, Jefe del
Departamento de Contabilidad de la Dirección de Finanzas entre
los años 2006 y 2008; Director de Finanzas entre el 12 de
diciembre de 2016 y el 12 de diciembre de 2018, quien a fojas

557
13.838, en lo pertinente, expone que el año 1989 se desempeñó en
la Tesorería del Estado Mayor General del Ejército, en remuneraciones,
contabilidad. Refiere que el año 1997 lo destinaron al Departamento de
Finanzas del antiguo Comando de Institutos Militares. Con posterioridad,
lo destinaron al Comando de Apoyo Administrativo hasta el año 1999.
Entre los años 2006 a 2008 fue destinado a la Dirección de Finanzas
como Jefe del Departamento de Contabilidad. A fin del año 2008 lo
destinaron como Jefe de Finanzas de la Misión Militar en Washington
D.C., donde estuvo hasta julio de 2010. Luego lo destinaron al Comando
de Salud del Ejército, a la Jefatura Ejecutiva de Administración de los
Fondos de Salud, donde estuvo hasta el año 2015. El 2015 fue
destinado al Comando de Apoyo a la Fuerza, como Jefe del
Departamento de Gestión Financiera, Ley del Cobre. A finales del 2016
fue ascendido a General de Brigada y pasó a desempeñarse como
Director de Finanzas del Ejército, cargo que asumió el 12 de diciembre
de 2016, hasta el 12 de diciembre de 2018, época en que pasó a retiro.
Asevera que sus funciones como Director de Finanzas, es
responder de todo en general, y asesorar al Comandante en Jefe en
materias financieras y de la cobertura monetaria del Ejército, relativa a
todas las fuentes de financiamiento, como la Ley del Cobre, Ley del
Presupuesto, fondos FORA, los Fondos Internos del Ejército y los Fondos
PAF (Fondos de Afectación Fiscal) tanto de Bienestar como también de
la Industria Militar. Estos últimos fondos tienen leyes especiales. La
Dirección de Finanzas tiene una visualización de los recursos del
Ejército, de modo de saber cuánto tiene en materia de recursos, para
poder disponer de ellos.
Además, la labor principal del DIFE es ver todo el tema relativo al
presupuesto del Ejército, desde la mirada de la asesoría, ya que no es
un organismo de mando. Dentro de las funciones principales está velar
por todo el proceso presupuestario de la Institución, desde la
planificación de los recursos que se solicitarán al Ministerio de Hacienda,
la discusión del presupuesto, verificar la aprobación cuando ya sale la
Ley del Presupuesto, y proponer al Comandante en Jefe la distribución
de los recursos aprobados en la Ley del Presupuesto a los diferentes
programas financieros del Ejército. Se hace una Orden Comando donde

558
se establece lo que viene en la Ley de Presupuesto y se distribuye a los
diversos programas, notificándose a los Jefes de estos Programas para
la ejecución.
También tienen un permanente contacto con el Ministerio de
Hacienda, a través de la Dirección de Presupuesto, para solicitar los
recursos mensuales que necesita la Institución, conforme a lo
programado por los Jefes de Programa, y la distribución de esos
recursos para que se puedan ejecutar los objetivos planificados.
Eso es lo medular. Después, participar en reuniones de carácter
económica con los Generales y Jefes de Programas, para redistribuir los
recursos no utilizados, dentro de lo posible, ya que los recursos están
regulados por Ley por lo que no se puede hacer cualquier distribución.
Señala que estas reuniones con los Generales están liderados por el
Comandante en Jefe, también participa el Jefe del Estado Mayor, y los
Jefes de Programas, que son Oficiales Generales.
Expone que dentro de la Ley de Presupuesto existen diversos
ingresos, los mayores ingresos son por remuneraciones, que es el 85%
del presupuesto de la Institución, y luego están los bienes y servicios de
consumo para el funcionamiento del Ejército, que comprende
alimentación, combustibles, actividades docentes, y los Gastos
Reservados, que es una partida especial que está dentro del Ítem 22 de
Bienes y Servicios de Consumo.
Refiere que supo de los Gastos Reservados cuando llegó a la DIFE
como Director de Finanzas. Sabía que existían los Gastos Reservados,
pero no sabía cómo funcionaban en la práctica. Agrega que cuando se
recibió como DIFE, el Director de Finanzas anterior, el General Jorge
ROJAS MEISSNER, le entregó el cargo y documentación
correspondiente, dentro de los que había un documento, mejor dicho un
archivador, donde estaba lo relativo al manejo de los Gastos
Reservados. Dice que le entregó un manual de procedimiento que él
(ROJAS) mismo sacó en agosto del año 2016, donde estaba detallada la
normativa de los Gastos Reservados y las funciones que tiene el Director
de Finanzas, y se señalaba en qué consistían los Gastos Reservados, y
cómo se hace la rendición de cuentas anuales de dichos Gastos. Además
le entregó la distribución para el año 2017, porque eso ya se había

559
conversado con el Comandante en Jefe antes de su llegada, y había un
“cuadrito” con toda la distribución. Asegura que estaba organizado en
conceptos, en dos organismos principales que eran la Comandancia en
Jefe y la Dirección de Inteligencia. Señala que el DINE a esa época era
el General Schafik NAZAL.
Respecto de la Comandancia en Jefe, explica que se distribuían los
Gastos Reservados en “Operaciones y seguridad de la Comandancia en
Jefe” y “Comisiones de Servicio de la Comandancia en Jefe”. Esos eran
los grandes rubros y los montos. Expone que para la Comandancia en
Jefe el monto era, tanto en dólares como en moneda nacional, cercano a
los US$ 380.000 y $24.000.000, ambos trimestrales, estamos hablando
de aproximadamente unos $1.000.000.000 que se recibían de forma
anual en moneda dólar, y $96.000.000 anuales en moneda de curso
local. En todo caso, lo que se recibía en dólares se entregaba en dólares,
él no se encargaba de hacer conversión de monedas. Refiere que
cuando asumió su cargo como Director de Finanzas en diciembre de
2016, el Comandante en Jefe era el General Humberto OVIEDO. Asegura
que no tiene conocimiento del desglose de estos rubros generales que
ha mencionado, de los dineros entregados al Comandante en Jefe.
Aduce que no participó en la reunión donde se determinó la partida de
Gastos Reservados cuando asumió en su puesto, por lo que no tiene
conocimiento de las partidas que se trataron en dicha reunión. Ese fue
el resultado de la reunión en la que no participó.
Sostiene que el año siguiente no se hizo nada, en el sentido que
no se hizo reunión y no se distribuyeron los Gastos Reservados de esa
forma, ya que la Ley de Presupuesto para el año 2018 estableció que
cambiaron los recursos, ya que mediante un decreto institucional se
debía nombrar un responsable de los recursos de Gastos Reservados. La
Institución nombró al DINE a cargo de los Gastos Reservados, estando
en ese año en el cargo el General PAIVA. Todas las funciones desde la
recaudación de los recursos y la distribución de los mismos, recayó en el
Director de Inteligencia, no teniendo más participación el Director de
Finanzas.
Expone que respecto al año 2017 y la entrega de recursos de
Gastos Reservados, conforme a la distribución que estaba determinada

560
antes de su llegada, el Director de Finanzas anterior le señaló cómo se
hacían la entrega de estos recursos, lo que se hacía a las Unidades de
forma trimestral. Entonces el declarante veía más o menos las fechas en
las cuales les iba a entregar los dineros.
La primera recaudación de recursos que fue a buscar fue en el
mes de febrero de 2017, en los primeros días. Primero, el Departamento
de Presupuesto de la DIFE se encargaba de solicitar las diversas cajas
de recursos para el funcionamiento de la Institución, incluyendo los
recursos de Gastos Reservados. Esto no tenía ninguna diferencia con el
presupuesto corriente, porque los Gastos Reservados son recursos
presupuestarios. Se hacían las gestiones con Hacienda y cuando
llegaban los recursos, se hacían los comprobantes de egreso de los
Gastos Reservados, y la Tesorería del Ejército emitía un cheque
nominativo a nombre del Director de Finanzas, en su época, a su
nombre. Como era un monto considerable se hacía un contacto con el
Banco para ir a sus bóvedas, en día determinado. El declarante avisaba
a la DINE para que le proporcionaran seguridad, y concurría al Banco a
retirar los recursos; que retiraba el monto global, tanto para la
Comandancia en Jefe como para DINE. Asevera que la diferencia de los
montos que señaló anteriormente respecto de la Comandancia en Jefe
es la que él le entregaba al Director de Inteligencia. Sostiene que él
cobraba el cheque, volvía a su oficina, guardaba los recursos en su caja
fuerte, y citaba a los Oficiales de Finanzas de la Organización. Señala
que le tocó en la primera oportunidad citar al Coronel Sergio VÁSQUEZ
UNDURRAGA, y el resto del año tuvo que citar al Comandante Paublo
ROSAS. A VÁSQUEZ lo citó en el primer trimestre de la gestión del
declarante. Estos Oficiales llevaban mucho tiempo en su puesto, por lo
que conocían la mecánica de entrega de estos recursos. Estos eran los
Oficiales de Finanzas de la Comandancia en Jefe. También tenía que
citar a los Oficiales de Finanzas de DINE. En este último caso era la
Teniente Coronel Paola o Paula VÁSQUEZ, no recuerda el nombre,
durante todo su periodo.
Relata que al llegar los Oficiales de Finanzas, les entregaba la
cantidad de dinero, y el declarante en forma personal llevaba un registro
a mano de los recursos entregados, desconociendo el uso final de los

561
recursos. Para el declarante figuraban que eran para operaciones de la
Comandancia en Jefe y operaciones de servicio, es lo que conocía.
Respecto de las “operaciones de servicio de la Comandancia en Jefe”, en
ese momento imaginó que eran para seguridad. No le correspondía
indagar más, porque eran Gastos Reservados. Imaginó lo anterior,
suponiendo la misma mecánica que se utilizaba con los otros gastos
presupuestarios del Ejército, con la única diferencia que en el caso de
los Gastos Reservados, la operación se hace con dinero en efectivo, sin
que nadie le firmara algún documento por la recepción de estos dineros
y sin documentación de respaldo, por la naturaleza de seguridad de
estos fondos, lo que era conocido solo por cierta autoridad y ciertos
personajes dentro de la Institución. Expone que el destino de los Gastos
Reservados es para seguridad interna y externa del país, inteligencia y
contrainteligencia. Ese es el destino. El declarante no es experto en
seguridad ni tiene el curso de inteligencia, pero entiende que dice
relación con operaciones de inteligencia, contrainteligencia, esto lo
supone en un grado de conocimiento personal, ya que no sabe a qué los
expertos en seguridad de la DINE destinan estos recursos, hablando de
seguridad. Asevera que al margen que el DINE está a cargo de la
seguridad e inteligencia, respecto de la seguridad de la Comandancia en
Jefe, podría imaginar por ejemplo, que ciertos personajes vayan en las
comisiones de servicio para algún objetivo de la Comandancia en Jefe
que desconoce, por un tema de seguridad. También alguna reunión del
Comandante en Jefe con alguna autoridad de un país amigo para
obtener alguna información de utilidad, esto lo supone, es su
imaginación de lo que se pudieron haber destinados estos recursos en
cuanto a la seguridad de la Comandancia en Jefe. Se puede hacer
inteligencia hasta almorzando con alguien, y en ese caso tendría que
costearse el almuerzo. Todo esto a modo de un concepto propio, sin ser
experto y teniendo la certeza que el Comandante en Jefe es el director
en el uso de esos recursos y el declarante supone que eso está dentro
del marco de lo que establece la Ley.
Enfatiza que no comparte la teoría que presenta el ex Comandante
en Jefe General OVIEDO, según le señala el Tribunal, en cuanto a que
por concepto de seguridad, se debe utilizar un concepto amplio de la

562
misma, que justificaría realizar gastos para “fidelizar” a la gente que
trabajaba con él, con cargo a los Gastos Reservados, y de esa forma
mejorar la situación de este personal. No lo comparte. Para el
declarante, el concepto de los Gastos Reservados está restringido a
seguridad e inteligencia, en orden a estos conceptos están los ejemplos
que ha dado. Desde su punto de vista es para obtención de información,
de organizaciones y personas externas a la Institución, no para
“fidelizar”, que es como “comprar” a las personas del Ejército, la
Institución no trabaja así. Bajo los conceptos que el declarante vio, que
decía “Comisiones de Servicio” y “Operaciones de Seguridad”, ambos de
la Comandancia en Jefe, no vio nada que fuera contrario a los destinos
que establece la Ley.
Asegura el declarante que dio cumplimiento a lo que se le
estableció, obtención de recursos, distribución de recursos, y
preparación de la rendición de cuentas anual ante la Contraloría General
de la República, como lo establecía la Ley, la que se hacía de forma
itemizada y con consulta del Director de Inteligencia. Explica que como
la rendición de cuentas de los Gastos Reservados es general, él aplicaba
el formato que se utilizaba el año anterior y se confrontaba con el
Director de Inteligencia, quien ratificaba si esos rubros estaban bien.
Esto se hacía de forma muy general. La DIFE era el organismo que se
encargaba de hacer estas rendiciones de recursos, porque eran el
organismo técnico que tenía las capacidades para preparar esta
rendición, pero finalmente esta rendición la hacía el DIFE, o sea el
declarante, con el Comandante en Jefe. Todo ese trámite está detallado
en un instructivo, firmado por el Comandante en Jefe, donde ordena la
misión al DIFE de elaborar la propuesta de rendición de cuenta anual de
los Gastos Reservados. Reitera que del destino y uso de los Gastos
Reservados, no tiene conocimiento, ya que no se le rendía cuenta de
esos recursos, y después de entregar estos dineros a los Oficiales de
Finanzas, sobre ese tema el declarante no tenía ninguna conversación
con ellos.
Afirma que la Ley establece que es una rendición de cuenta
demostrativa, itemizada, y de valores aproximados. El Tribunal le hace
presente al deponente que la declaración jurada prestada a la

563
Contraloría General de la República no contiene valores aproximados,
sino que valores precisos, a lo que señala que quiere decir que son
valores “referenciales” sobre el gasto. Expone que dentro de lo que
había gastado en alimentación, por decir algo, era un monto no exacto
el que se colocaba en la rendición porque no se tienen los
comprobantes, debido a la naturaleza de esos recursos, y porque no se
rendía cuenta de forma detallada a la Dirección de Finanzas. Añade que
hay un responsable de ejecutar esos gastos y hay un responsable de
controlar esos gastos, que no es la DIFE. La Contraloría del Ejército
(COTRAE) es la llamada a fiscalizar la ejecución de los Gastos
Reservados. Dice que en la práctica la COTRAE no controlaba la
ejecución de los Gastos Reservados, pese a que él cree que se podría
haber encargado de hacerlo. Asevera que la COTRAE no estaba llamada
por ley al control de la ejecución de los Gastos Reservados, pero del
resto de los recursos del Ejército, sí.
Luego, explica que la COTRAE pudo haber estado dentro del
círculo de acceso de los gastos a que se destinaron los recursos para
Gastos Reservados, ya que depende del Comandante en Jefe, y así
haber controlado. Al DIFE no le corresponde controlar ningún gasto
presupuestario, ni los Gastos Reservados, solo tiene la función de
control de la ejecución presupuestaria.
Dice que si bien él preparaba el documento que se enviaba como
rendición de Gastos Reservados a la Contraloría General de la República,
lo preparaba en calidad de asesor, el que se enviaba al Comandante en
Jefe, quien tiene la calidad de responsable de estos recursos, entonces
él podía cambiar o modificar esos montos. Era por montos similares a
los años anteriores en el total y en los conceptos.
Aduce que la determinación de los montos que se detallaban en la
rendición, era realizada por el Departamento de Presupuesto de la DIFE.
Se basaban en antecedentes históricos del año anterior y en alguna
modificación que el Director de Finanzas le podía decir, es decir el
declarante, en base a lo que el DINE le decía que hiciera hincapié en
cambiar; que eran números que tenían una anuencia del DINE, que
tenía una visión general de en qué se habían gastado los recursos.

564
Relata que la verdad del asunto es que se toma la rendición
anterior, y se elabora la rendición de cuentas sin saber en qué se
gastaron realmente los recursos de Gastos Reservados. El DINE miraba
los montos que a él le correspondían que se estaban señalando en la
rendición de cuentas, y daba su conformidad. Y luego el declarante
enviaba esta declaración al Comandante en Jefe, quien daba su
conformidad con los montos señalados en la declaración anual de
rendición de los Gastos Reservados que entregaba a la Contraloría
General de la República. Agrega que no hay certeza, ni el deponente
tenía certeza del gasto específico, o uso, ni del monto preciso
correspondiente a los ítems que se señalan en la rendición de cuentas
que se presenta a la Contraloría General, y que se firmada por el
Comandante en Jefe. Indica que la DIFE la elabora sin certeza de los
montos, cantidades y gastos, pero se presenta al Comandante en Jefe,
para que con el conocimiento institucional del gasto, diera su
conformidad y determinara en su revisión los montos, porque el
Comandante en Jefe es el que debiera tener el conocimiento total del
destino de los gastos, y pudo haber controlado, pedir antecedentes a
cualquier funcionario, modificar las cifras, e incluso cuestionarlas, y no
firmar a ciegas.
Dice que él presentó el borrador de rendición de cuentas de los
Gastos Reservados al Comandante en Jefe sólo en diciembre del año
2017. La rendición del año 2016 fue presentada por el General ROJAS
MEISSNER; que cuando le presentó esta proposición de rendición de
cuentas al General OVIEDO, éste no hizo reparos, ni modificaciones, y
estuvo de acuerdo con el monto especificado, y firmó la declaración. No
le pidió ningún antecedente aclaratorio. En ese año al deponente no le
constaban los montos de gasto. Explica que el Comandante en Jefe tiene
las facultades para solicitar antecedentes o rendición de cuentas de las
personas a las que se les entregaban los Gastos Reservados, para de
esa forma tener el conocimiento del detalle del gasto.
Declara que efectivamente le llamó la atención lo diferente que es
el tratamiento de los Gastos Reservados respecto de los otros fondos de
la cobertura monetaria, en el sentido de que los fondos de Gastos
Reservados eran dineros en efectivo, además no se dejaba constancia

565
de la entrega de los dineros. Pero como era una forma de trabajar que
venía de años anteriores, continuó desarrollándola de la misma manera;
que esto venía hace años, le contó el General ROJAS. Afirma que le
parecía a lo menos extraño que tuviera que encargarse de preparar una
propuesta de rendición de gastos sin tener la información de la
ejecución de los Gastos Reservados. Pero, con la asesoría que a él se le
prestó en ese minuto por parte del Asesor Legal de la DIFE, Teniente
Coronel Omar JIMÉNEZ, en el sentido de que con esta forma de operar
se cumplía con lo establecido en la Ley sobre rendición de cuentas de los
Gastos Reservados, a lo menos en lo formal, se quedó relativamente
tranquilo; lo anterior, aun sabiendo que el deponente no podía dar fe o
certeza de que la rendición era exacta a los gastos realmente realizados.
Asevera que no visualizó que por el cargo que detentaba, y por la
responsabilidad de lo que presentaba al Comandante en Jefe, debía
conocer el destino de los recursos. Como era una proposición, el
Comandante en Jefe tiene la facultad y los organismos que le rindan
cuenta de estos recursos, podía el CJE haber modificado la rendición,
como responsable de estos recursos de Gastos Reservados a nivel del
Ejército. Esto le daba tranquilidad respecto de la rendición.
El Tribunal le exhibe la Rendición de Cuentas de Gastos
Reservados correspondientes al año 2017, fechada conjuntamente con
la Declaración Jurada firmada por el Comandante en Jefe del Ejército,
Humberto OVIEDO ARRIAGADA, y el Anexo Descriptivo de la
Desagregación por Rubros de los Gastos Reservados correspondientes a
dicho año, presentada el 22 de diciembre de 2017, a lo que señala que
este documento corresponde al que al deponente le correspondió
elaborar, para el año presupuestario 2017, aprobada por el Comandante
en Jefe en cuanto al gasto realizado y fue declarado en su declaración
jurada anual ante la Contraloría General de la República. Afirma que los
montos que aparecen en la Rendición exhibida, son los montos visados
por el deponente, conforme al procedimiento establecido en la Dirección
de Finanzas en los años anteriores, que pueden o no corresponder a los
montos reales del gasto realizado respecto de los fondos de Gastos
Reservados.

566
Declara que si bien las cifras que se señalan con la rendición
corresponden a montos exactos, las asignaciones que allí se indican son
referenciales y solo descriptivas, en cuanto a que no son exactas o no
corresponden a lo que realmente se invirtió en cada ítem, por no existir
documentos comprobatorios del gasto.
Dice que al leer en detalle ahora lo que se indica en el texto del
Anexo Descriptivo, podría decir que todos los conceptos allí referidos
están asociados a seguridad, inteligencia, contrainteligencia,
establecidos en la Ley. Las situaciones a las que se refirió anteriormente
a modo ejemplar, considera que podrían caber dentro de inteligencia,
seguridad, y contrainteligencia que aparecen en el Anexo Descriptivo,
por ejemplo, en el ítem alimento y bebidas, donde se comprenden todos
los alimentos y bebestibles que se le entrega al personal que realiza
actividades de seguridad, de inteligencia en zonas fronterizas y en el
extranjero. Adiciona que en realidad, ahora releyendo detenidamente el
Anexo Descriptivo, no se condicen con el concepto amplio de seguridad
al que se refirió anteriormente cuando dio algunos ejemplos, como un
almuerzo, porque realmente estos recursos de Gastos Reservados están
para las personas que realizan inteligencia, propias de las Unidades de
Inteligencia. Ese concepto general de la gente sin experiencia en temas
de inteligencia, tampoco estaría mal, pero ahora acotándose a la
Rendición de Cuentas y al Anexo Descriptivo, comprende solo las
actividades que realizan las Unidades de Inteligencia.
Relata que en el contexto de lo anterior, la Comandancia en Jefe
no tiene una función de inteligencia propiamente tal, definida en su
organización ni en su orgánica, pero el Comandante en Jefe pudo haber
determinado la realización de actividades de seguridad. Dice que hoy
puede parecer todo extraño, pero en ese momento cómo él iba a dudar
que el Comandante en Jefe iba a realizar actividades de seguridad, y
que podía tener recursos para realizar esas actividades. Dentro de la
orgánica de la Comandancia en Jefe, esas funciones no están descritas,
pero el Comandante en Jefe, como persona a cargo del Ejército, cree el
deponente que puede hacer acciones de inteligencia junto con sus
organismos dependientes, que sería en este caso DINE, sus Oficiales y
Departamentos. Entonces el declarante no iba a cuestionar lo anterior, y

567
cuestionar que tuviera que entregar recursos de Gastos Reservados a la
Comandancia en Jefe, no le pareció extraño.
Afirma que no puede hablar por el Comandante en Jefe sobre las
actividades de seguridad, inteligencia y contrainteligencia que pudo
haber realizado. Comprar chocolates no es una actividad de inteligencia.
Pero no le pareció extraño que el Comandante en Jefe tuviera recursos
de Gastos Reservados para su manejo, porque yo sabe que los tiene.
Sostiene que al General OVIEDO lo conoció el año 2011, cuando
aquel era Comandante de Salud, teniendo el deponente una Jefatura.
Después no se toparon en otro cargo; que la designación del DIFE la
hace la Junta de Generales, presidida por el Comandante en Jefe y que
el General OVIEDO no le dio a entender que él haya influido
especialmente en su designación, por lo menos no se lo dijo. Dice que
su relación con el General OVIEDO es cordial, no tienen una relación de
amistad cercana, solo de amistad profesional. Concurrió a su casa en
actividades protocolares. Mantienen buena relación; que la última vez
que habló con el General OVIEDO fue el año 2019 antes de que fuera
procesado, estando el declarante en retiro. No recuerda la fecha exacta.
Refiere que tuvo una conversación sobre los hechos relativos al proceso
de investigación del General OVIEDO, respecto de su situación procesal.
Incluso le dijo que iba a solicitar testigos, y en ese contexto me dijo que
su abogado solicitaría que el deponente declarara ante el Tribunal. No le
dio detalles sobre la materia de la que iba a declarar; le dijo que si lo
citaban, no se podía negar, le dijo que tendría que declarar sobre la
función de Gastos Reservados.
Asegura que nunca recibió una rendición de cuentas de los Gastos
Reservados por parte de los organismos que recibían estos dineros, en
ninguna oportunidad, ninguna persona le rindió cuenta de estos
recursos entregados.
Afirma que nunca los Oficiales de Finanzas de la Comandancia en
Jefe del año 2017, le rindieron cuenta de los gastos efectuados
referentes a los Gastos Reservados, tampoco los Oficiales de Finanzas
de la Dirección de Inteligencia del Ejército.
El Tribunal le hace presente que de acuerdo a lo declarado por el
procesado OVIEDO en esta causa, el deponente habría dado

568
instrucciones directas a los Oficiales de Finanzas sobre la ejecución y
destino de los Gastos Reservados. Asimismo, dichos Oficiales le habrían
rendido cuenta al deponente de los Gastos Reservados, a lo que señala
que nunca le dio instrucciones referidas a Gastos Reservados a los
Oficiales que señaló en su declaración el General OVIEDO. Sólo se
remitió a entregar los recursos en forma trimestral, conforme a lo
planificado en el documento que le entregó el General ROJAS. Respecto
de la rendición de cuentas, nunca le rindieron cuenta de estos recursos,
ni del uso de ellos, en forma escrita ni en forma verbal, tampoco el
declarante se las solicitó. Dice que cree que el General OVIEDO declara
lo anterior para distribuir responsabilidad en diferentes mandos, en el
sentido de que cuando él declara que los Oficiales no dependían del
General OVIEDO, si bien esto era así orgánicamente, existía un canal
técnico de mando, por el que los Oficiales de intendencia debían actuar
por las disposiciones directas del Comandante en Jefe. Encuentra difícil
que éstos actuaran sin estas disposiciones. Agrega que esa será su
estrategia de defensa. Señala que cuando se refiere a que el General
OVIEDO busca distribuir responsabilidades, quiere decir que él busca
aminorar responsabilidad que la ley le da por ser Comandante en Jefe,
respecto de los Gastos Reservados. Si se siguiera la figura que el
General OVIEDO señala, el deponente no dependía del Comandante en
Jefe, porque orgánicamente depende de la Jefatura del Estado Mayor,
pero esto es solo la orgánica del Ejército, distinto de los mandos y
responsabilidades que en la práctica ocurrían, donde sí dependía y
seguía las instrucciones del Comandante en Jefe.
Afirma que no tiene idea cómo se hacían las mantenciones y
reparaciones de la Casa del Comandante en Jefe de Lo Curro. Se tuvo
que haber encargado Bienestar, ya que tiene a cargo las viviendas
fiscales, o se pudo encargar la misma Comandancia en Jefe, ya que esta
tiene un ítem dentro de su presupuesto que le permitía realizar estas
mantenciones. Esto cree que pudo haber sido.
Declara que no tiene conocimiento de cómo se costea el
funcionamiento propio de la Casa Institucional. Refiere que
efectivamente, vivió en casa fiscal. Todo miembro del Ejército que vive
en una vivienda fiscal paga con una parte de su sueldo, el

569
correspondiente a arriendo mensual, también debe pagar los gastos
comunes si es que existen, los consumos básicos de agua, luz, gas, y
otros como teléfono e internet. Además uno debe costear su
alimentación. El Comando de Bienestar, dependiendo de la reparación
que requiriera una vivienda, podía intervenir y realizar alguna
reparación que fuera mayor, que fuera parte de la infraestructura de la
vivienda. Del resto, el usuario se debía encargar y pagar. Relata que no
conoce una normativa que realice una distinción respecto del
Comandante en Jefe. Solo tiene conocimiento que la vivienda del
Comandante en Jefe tiene un sector determinado, unos salones, a los
que se les denominan “Casa Institucional”, pero al deponente no le
consta donde el Comandante en Jefe recibía autoridades. Son las
instalaciones que no son los habituales de una vivienda fiscal de uso de
un miembro del Ejército. El declarante como DIFE no tenía
representación para con un Comandante en Jefe de otro Ejército u
autoridad extranjera, así que si invita a alguien a su casa, no es a
salones especiales, sino que a su casa habitación, como sí lo tenía la
Casa Institucional.
Expone que los conceptos de agua, luz, gas, y otros conceptos que
mencionó anteriormente referidos a la vivienda, no entran dentro de los
destinos que corresponden a los Gastos Reservados.
Afirma que fue a la Casa Institucional, y sabe que hay una
Guardia, pero ignora cómo se alimenta dicho personal. En todo caso, los
consumos personales de la familia del Comandante en Jefe, no
corresponden a Gastos Reservados; que los consumos para visitas
protocolares, no correspondían dentro de los Gastos Reservados, para
eso existen los recursos presupuestarios llamados “Gastos de
Representación”, los que tienen cierta normativa que indica que solo se
deben destinar a la atención de ciertas autoridades especificadas en las
instrucciones del uso de estos recursos. Refiere que conocía esta
normativa e instrucciones respecto de Gastos de Representación, por
órdenes comando, instructivos internos de las organizaciones, y el
clasificador de gastos también hace mención a la utilización de un gasto
determinado. Incluso también existen dictámenes de la Contraloría
General de la República que aclaran algunos conceptos.

570
Sostiene que cuando estuvo en la Casa Comando, fue en dos
ocasiones. La primera, en una cena de fin de año que hizo el
Comandante en Jefe con los Generales, que se llevó a cabo en
diciembre. Era una celebración de Navidad y de despedida; que
concurrían los Generales con sus señoras, y los Generales que se habían
acogido a retiro, quienes asistían de traje, junto con sus señoras. Esta
actividad se hace todos los años en su casa de Lo Curro.
Relata que la segunda actividad es la que se hace a principio de
año, en el mes de abril, donde se recibían a los Generales que habían
ascendido al Alto Mando; que en esta ocasión también se iba junto con
la señora. Iban todos los Oficiales Generales que conformaban el Alto
Mando para ese año, junto con sus señoras. El declarante participó en el
año 2017 en ambas actividades, y en el año 2018 asistió a la de
comienzos de año. En realidad, fue a la Casa Institucional en tres
oportunidades y no dos como dijo antes.
Dice que el costo de estas actividades con los Generales no se
podía haber cubierto con Gastos Reservados; que tampoco se podía
haber costeado con recursos de Gastos de Representación.
Asegura que en la actividad del mes de abril, donde participan los
Generales nuevos, recuerda que se entregó un ramo de flores a las
señoras; que nunca supo de la entrega de alguna pulsera, o medalla, o
cadena, o algo similar, ni su señora recibió alguno de esos regalos. Así
como tampoco ella recibió en alguna ocasión regalo de cumpleaños.
Declara que sí recibió regalos para su cumpleaños, en el año 2017,
que recibió una Go Pro. El año 2018 ya se había abandonado esa
práctica. Explica que se juntaban varios cumpleaños en una
determinada época, y el Comandante en Jefe hacía una invitación, que
en su caso fue a un desayuno, que se llevó a cabo en la Comandancia
en Jefe, donde se le entregó el regalo al término del desayuno; que el
regalo se lo entregó el propio Comandante en Jefe, General OVIEDO.
Asegura que antes de ser General, no le entregaron un regalo para
su cumpleaños en ninguna otra Unidad, y si se le entregó a él o a otro
funcionario, tuvo que haber sido previa reunión de cuota de dinero. Pero
una entrega de regalo formal como ocurrió cuando ya era General, no le
tocó nunca antes.

571
Señala que el regalo que recibió, pudo haber sido pagado con
Gastos Reservados, aunque no tiene la certeza, pero por los
antecedentes que ha escuchado y visto en los últimos tiempos, pudo
haber ocurrido, lo que no correspondía de acuerdo a la naturaleza de los
Gastos Reservados. Ni mucho menos para “fidelizarlo”.
Expone que en la actividad que se hacía a fin de año, donde se
celebraba Navidad y se despedía a los Generales que se iban de retiro,
recibió un regalo familiar, era un pesebre; que ese mismo regalo se les
entregó a todos al término de la actividad.
Dice que la comida en la Casa del Comandante en Jefe era un
cóctel y una cena, lo que se repitió en las tres oportunidades. Esto se
hizo en el patio, no recuerda que se haya encarpado. El cóctel fue
dentro y la cena fue afuera. Para abril se tuvo que haber encarpado;
que recuerda que en la actividad estaba parte de la orquesta del Ejército
amenizando la cena, no había nadie tocando violines ni piano, solo
gente de la banda militar. En un momento había una música de baile,
pero no recuerda si fue de la misma gente de la banda militar o si eran
externos, porque era gente de civil; que no tiene recuerdos de alguien
tocando el piano. Sabe que en un tiempo se usaban los violines.
Asegura que no tenía conocimiento que se haya instalado un
sistema de aromatización en la Casa Institucional, ni tenía conocimiento
que la piscina fuera temperada.
Dice que desconoce que se hayan hecho regalos al personal de la
Comandancia en Jefe en alguna oportunidad.
Sostiene que no tuvo conocimiento, ni rumores, de que se hayan
hecho regalos para el matrimonio por parte del Comandante en Jefe;
tampoco tiene conocimiento que se haya entregado algún regalo para el
matrimonio de un hijo de los Generales. Cree que en su periodo no se
casó ningún hijo de General, ni lo vio, ni lo presenció. Desconoce que se
haya entregado algún regalo por el nacimiento de algún hijo de los
funcionarios de la Comandancia en Jefe, y de cualquier otro regalo que
se haya hecho en esta Unidad. Solo conoce los regalos a los que ha
hecho mención y que se le hicieron a él.
Refiere que para su ascenso a General le llegó una torta del Club
Militar, la que se le entregó en su casa, y que agradeció por esta

572
entrega al Gerente del Club Militar, el Comandante BRAVO, quien no le
dijo por orden de quién entregó la torta.
Dice que recuerda que para una Navidad le regalaron una piecera,
aunque no recuerda en cuál periodo se lo entregaron; que ahora
recuerda que el pesebre le llegó a la casa y esta piecera se la
entregaron en la actividad de fin de año en la Casa Institucional; que
desconoce quién entregó el pesebre en su casa. Pero en cualquier caso,
se le entregó de parte del Comandante en Jefe. Dice que no se le
entregó relojes, chocolates, ni flores.
Respecto de la entrega de recursos como apoyo a los ex
Comandantes en Jefe, dice que nunca escuchó de eso hasta que se
enteró por la prensa. Nunca recibió ninguna disposición ni entregó
dineros a los ex Comandantes en Jefe, ni directa, ni indirectamente,
nunca se le dio una orden al respecto. El General OVIEDO tampoco le
habló de este concepto. Explica que dentro de la estructura
programática del Ejército no existe ningún concepto para entregar
aportes de dinero a los ex Comandantes en Jefe; que de haberse
entregado, solo pudieron haberlo hecho con Gastos Reservados, salvo
que alguien generosamente haya entregado dineros de su sueldo.
Institucionalmente, no hay nada dispuesto sobre la entrega de recursos
a los ex Comandantes en Jefe. Entiende que ellos tenían un conductor y
un mayordomo proporcionados por la Institución. Anteriormente
también tenían un vehículo fiscal, pero eso se había regularizado desde
muchos años antes, desde el año 2011, por lo menos hablando de
vehículos institucionales. Antiguamente todos los que ascendían a
Coroneles se les entregaba un vehículo, después se redujo a ciertos
Coroneles que fueran Jefes, y así se fue regulando a través de los años.
Declara que no tenía conocimiento de que los Oficiales de Finanzas
de la Comandancia en Jefe entregaron dineros a los ex Comandantes en
Jefe, solo supo de ello por la prensa.
Señala que el Ejército tiene la alimentación que está estipulada
como colación para todo el personal, y también la asignación para los
que hacen guardia y servicio. No son recursos en efectivo, sino que se
traducen en recursos que se entregan a las Unidades, según el número
de personas, para que se elabore la alimentación para esas personas. Es

573
lo que se conoce como “Rancho” y que el valor es el mismo para todo el
Ejército. Expone que si necesita que algún personal cumpla una función
determinada fuera de su horario habitual, pero dentro de la guarnición,
podría asignar recursos para su alimentación, para lo que se entrega un
vale por un monto determinado, vales que están previamente licitados,
rara vez se entregó a estas personas dinero en efectivo por este
concepto. Estos vales y recursos se entregan con cargo al ítem de
alimentos y bebidas del presupuesto corriente.
Refiere que desconocía que la Comandancia en Jefe tenía una
asignación de recursos para mejorar el Rancho que se entregaba a su
personal. En las Unidades uno puede inscribirse para comer una opción
mejorada dentro del menú, pero que finalmente se le descuenta o paga
el usuario. En este caso por el que se le consulta de la Comandancia en
Jefe, aparentemente la forma de financiamiento era distinta, ya que no
lo pagaba el usuario.
Señala que respecto de los viajes de comisiones de servicio, estos
se financian con el presupuesto corriente de la Institución. Se le da al
funcionario que sale de su lugar habitual de trabajo, quien tiene derecho
a viáticos para su alimentación y alojamiento, y a pasajes para el lugar
donde está comisionado; que todos los organismos públicos se rigen por
la misma normativa, por lo que no hay particularidades para ninguno de
ellos, y por ello no existe ninguna situación especial para la
Comandancia en Jefe. Relata que esta generalidad puede diferir, ya que
si donde va lo asisten o proporcionan el alojamiento y alimentación,
entonces no tiene derecho a viático. No existe en la normativa ni en los
procedimientos del sector público ni del Ejército, que permita una
entrega de asignación especial adicional a lo que refirió. Asegura que el
Comandante en Jefe tendría que costear, al igual que cualquier
funcionario público, su alojamiento y alimentación con el viático
correspondiente, salvo que el país al que viaje le entregue dichos
servicios, caso en el cual no tendría derecho al viático, así como sucede
respecto de cualquier funcionario del Ejército. Explica respecto de la
situación de la señora del Comandante en Jefe, para los viajes por
comisión de servicio, los recursos presupuestarios que recibe el Ejército
son para los miembros del Ejército, por lo que el General OVIEDO no

574
tenía derecho a viático ni asignación para los gastos de su señora. Sin
embargo, si por ejemplo, el deponente con su viático paga una
habitación para él mismo y su señora, está haciendo uso del dinero
fiscal con un destino lícito, ya que es su recurso, que pasó a ser suyo.
Afirma que a la gente externa del Ejército no le corresponden fondos
institucionales para sus pasajes, por lo tanto, no le corresponde a la
señora del Comandante en Jefe, y debió haber sido costeado por ella o
por su marido.
Declara que no correspondía pagar con Gastos Reservados
conceptos de pasajes aéreos o terrestres, gastos de alimentación,
hospedaje ni otros relativos a comisiones de servicio además de los que
señaló. Incluso existe un pronunciamiento de la Contraloría General de
la República que prohíbe se cubran gastos de este tipo con recursos
presupuestarios. Solo se permite el gasto por pasaje y viático con los
fondos que señaló, para el personal de la Institución, nada más.
Expone que en cuanto al “perdiem”, oficialmente desconoce esa
asignación, la que conoció por la prensa, que señalaba que a algunas
personas se les entregó este dinero. Señala que particularmente viajó al
extranjero y solo se le entregaron los recursos por sus pasajes y el
viático, no se le entregaron recursos adicionales por el concepto de
“perdiem”, ni por ningún otro. Tampoco se le entregó algún recurso para
el efecto por parte de los Oficiales de Finanzas. Tampoco los vio ni los
entregó, no en su período como DIFE. Cuando llegó estaba todo
“terminando”.
Asegura que no conoce al señor DURÁN, de la Comandancia en
Jefe. Sí sabe que trabajaba en la Comandancia en Jefe un caballero, un
civil, a quien veía preparando maletas, pero no sabe si es DURÁN, nunca
se lo presentaron ni solicitó su nombre. Solo lo vio preparando algunas
cosas previo a un viaje del Comandante en Jefe. Explica que una
persona se podía contratar por el Ejército a través de las diferentes
escuelas matrices, o por contratos de civiles, los cuales son pagados y
ajustados por el Comando de Personal y reciben su remuneración
mensual por medio de la Tesorería del Ejército. Ese es el proceder
normal. En todo caso, nadie recibe su remuneración en dinero efectivo,
no existen recursos disponibles para eso; que no correspondía que se

575
hubiese pagado con Gastos Reservados a DURÁN. A todo el personal
que recibe remuneración por parte del Ejército, se le entrega según los
procedimientos y normativa establecidos para el efecto.
Señala que se ha enterado que los Ayudantes del Comandante en
Jefe y el Edecán Presidencial recibían una asignación en dinero en
efectivo. El único fondo con dineros en efectivo de la Institución, sin
rendición, son los Gastos Reservados.
Afirma que cuando le comunicaron el procedimiento de los Gastos
Reservados, se le hizo hincapié en que no eran recursos rendibles, y que
no había entrega ni rendición de la documentación del gasto, ni firma de
documentación por la recepción de estos recursos. Se hacían
documentos de rendición de cuentas, que eran informales, no
estipulados en ninguna organización ni regulación, y se hacían sin firma
los que luego se trituraban. Señala que hizo documentos informales de
control de la entrega de los dineros de Gastos Reservados. Si otras
organizaciones tenían métodos distintos de rendición de cuentas y
control, eran internos de ellos, pero desde la entrega de los recursos,
por su parte, esos documentos se trituraban; que esos documentos los
trituraba de forma anual; los trituraba porque era la forma de proceder
que le indicó el General ROJAS MEISSNER que había que tener respecto
de los antecedentes referidos a los Gastos Reservados. Esto se lo dijo
cuando le hizo entrega del cargo.
Declara que solo entregó los recursos de Gastos Reservados a los
Oficiales de Finanzas de la Comandancia en Jefe y a los Oficiales de
Finanzas de la DINE. Expone que nunca entregó recursos de Gastos
Reservados al General OVIEDO, solo al final del año hizo una rendición
con los antecedentes que llevaba en un cuaderno, e informó de forma
verbal al Comandante en Jefe el saldo de recursos que existían. El
General OVIEDO tomó nota de estos montos y al día siguiente o
subsiguiente se presentó el Oficial de Finanzas de la Comandancia en
Jefe Paublo ROSAS, solicitándole los recursos correspondientes a este
remanente, por instrucción del General OVIEDO. Entonces entregó ese
dinero a ROSAS, quien no le comunicó el destino que se le daría a ese
remanente de dineros, ni lo consultó. Tampoco se lo dijo el Comandante
en Jefe. Dice que este remanente corresponde a los recursos de Gastos

576
Reservados correspondientes al presupuesto del año 2017, los que
entregó en enero o febrero del año 2018. Respecto de los recursos
remanentes del presupuesto del año 2016, no entregó esos dineros,
sino que se acumularon para el año 2017, simplemente se acumularon.
Fue distinto con los saldos de dineros de Gastos Reservados que
quedaron del año 2017, porque iba a haber cambio de Comandante en
Jefe en marzo del año 2018, por lo tanto, el Comandante saliente
disponía del destino de esos recursos, correspondientes al remanente;
que este remanente del presupuesto del 2017 ascendió
aproximadamente a unos US$ 50.000 y a $30.000.000, pudo haber sido
más, pero no recuerda la cantidad exacta. Afirma que desconoce cuál
fue el destino final que se dio a estos recursos. Imagina que el
Comandante en Jefe saliente los entregó al Comandante en Jefe
entrante.
Asevera desconocer si el Comandante en Jefe tenía una caja fuerte
en su despacho. Desconoce si recibía dineros en efectivo; desconoce
algún motivo específico por el que el Comandante en Jefe podría haber
recibido una asignación especial además de sus remuneraciones
mensuales; que no conoce alguna norma, atribución, disposición, que
permita al Comandante en Jefe tener recursos adicionales para uso
personal, fuera de sus remuneraciones normales según su grado. Señala
que nunca se le habló del concepto “Imprevistos del Comandante en
Jefe”. En los recursos presupuestarios la Dirección de Finanzas tiene una
estructura programática de imprevistos, que son utilizados para cosas
que van sucediendo durante el año que no tienen un presupuesto
asignado, dineros que se juntan de los dineros del presupuesto corriente
que no se van utilizando. Por esto, dice, pudo haber escuchado de
“imprevistos”, pero nunca escuchó de “imprevistos” de Gastos
Reservados que pudiera utilizar el Comandante en Jefe para sus gastos
personales.
Expone que no existen imprevistos en moneda en efectivo, para
ninguna organización. Todo debe ser planificado, y dentro del
presupuesto corriente, para el funcionamiento normal de la
organización, y pagar con sus remuneraciones los gastos personales;
que no conoce ningún gasto de la Ayudantía del Comandante en Jefe

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que debiera ser cubierto con Gastos Reservados. Para ello tienen
recursos presupuestarios para su funcionamiento, dentro de la
estructura de la Comandancia en Jefe. Incluso en el clasificador, está el
concepto “imprevistos”. Dice que es lo mismo respecto de los gastos
imprevistos de la Escolta, tampoco correspondían a Gastos Reservados.
Todos los imprevistos tienen que estar comprendidos dentro del gasto
corriente. Si se dio la denominación “imprevistos”, fue realizado de
forma interna por la Comandancia en Jefe, pero no entra dentro del
concepto de “imprevisto” a que ha hecho referencia, que se encuentra
dentro del presupuesto corriente.
En relación con el funcionamiento de la peluquería y sastrería de la
Comandancia en Jefe, desconoce su funcionamiento, solo puede hablar
de forma genérica de cómo funcionan administrativamente estas
organizaciones en otras Unidades. Si una Unidad tiene peluquería, tiene
que ingresar a una “comisión administrativa de peluquería”, la que se
financia con una cuota de todas las personas que van a usar la
peluquería, para comprar elementos de uso y aseo, pero no se usa para
pagar remuneraciones, solo para comprar elementos. Añade que el
peluquero tiene que estar contratado por el Ejército. Esto se descuenta
por planilla; que la peluquería de la Comandancia en Jefe debió
funcionar de la misma forma, igual la sastrería y todo lo que va en
beneficio del personal, ya que implicaba una organización por parte de
todos para tener ese servicio.
Aduce que desconocía que el personal de la Comandancia en Jefe
no pagara por el uso de la peluquería ni de la sastrería. Nunca usó esos
servicios; que no conoce normativa ni disposición interna que permita
este tipo de funcionamiento de la peluquería y sastrería distinto de la
norma general.
Asegura que en la DIFE pagaban a un Suboficial retirado que iba
semanalmente a cortarles el pelo, y de su sueldo le pagaban de forma
mensual. El que no quería usar lo anterior, asistía a la peluquería
centralizada y también pagaba.
Dice que escuchó hablar de un concurso literario, pero a lo que a
él le compete de temas culturales, se financiaba con recursos que están
en el Comando de Bienestar y del Banco del Estado, en este último caso

578
por la existencia de un convenio, para financiar cosas deportivas y
culturales. Financiaban el premio, la confección del libro, alguna
competencia. Sabe que así funcionaba, porque hay un departamento de
cultura; que no corresponde que se paguen con Gastos Reservados
estos conceptos, ni ningún concepto además de los señalados en la Ley,
relativos a seguridad e inteligencia y contrainteligencia.
Desconoce si se hizo algún pago particular con Gastos Reservados
al Auxiliar del Comandante en Jefe. Reitera que la distribución de los
pagos de remuneración de la Comandancia en Jefe, no es materia del
Director de Finanzas, ni de su conocimiento.
En cuanto al Rotary Club, señala que no sabía que la Comandancia
en Jefe ni el Ejército tuvieran una membresía con esta organización.
Relata que cuando se retiró del Ejército participó en una
ceremonia de despedida en la Escuela Militar, donde le entregaron un
pergamino con sus destinaciones durante su carrera militar. Afirma que
no le entregaron ningún obsequio, como un reloj u otro parecido, solo
los regalos institucionales.
Señala que desconocía que al personal destinado saliente de la
Comandancia en Jefe, se le entregara un regalo con ocasión de dicha
destinación.
Respecto de la alimentación del Comandante en Jefe, entiende que
ningún personal del Ejército tiene una atribución especial en materia de
alimentación. Desconoce si el Comandante en Jefe tiene una asignación
especial al efecto. Respecto del Repostero del Comandante en Jefe, sabe
que existe un séquito que prepara su alimentación, pero desconoce
cómo se costeaba. Solo sabe que existe una asignación de alimentación
y existe un ítem de alimentos y bebidas, del presupuesto corriente, para
el uso por alguna ocasión particular, el que luego se tenía que justificar.
Afirma que específicamente este tipo de gastos no se pueden cubrir con
los Gastos Reservados, y solo si existían visitas, se podrían utilizar
Gastos de Representación dependiendo de la investidura de la visita que
recibía el Comandante en Jefe, según ya señaló.
Declara que los nombres o distribuciones internas que hicieron en
la Comandancia en Jefe sobre los recursos que se les entregó de Gastos
Reservados, habrán sido dispuestos por el Comandante en Jefe, y es un

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tema de su responsabilidad. Los Gastos Reservados solo se pueden
destinar para seguridad interna y externa, inteligencia y
contrainteligencia. Ahora, especula, si una Unidad tiene que comprar
elementos de seguridad y para inteligencia, se le podría asignar recursos
de Gastos Reservados; que solo las Unidades de fronteras cumplirían
estas condiciones, y Unidades que cumplen funciones de Inteligencias
estrictamente, no cualquier Unidad militar cumple con estos requisitos.
Asegura que no toda Unidad de frontera cumple con estas
características. En realidad, nadie tiene “libre disponibilidad”.
Sostiene que no corresponde realizar con recursos de Gastos
Reservados, mantenciones o reparaciones a las Unidades regimentarias.
Para esto existen procedimientos. El uso de Gastos Reservados para
este fin, solo demuestra una intención de saltarse los procedimientos en
aras de lograr rapidez en la satisfacción de estas necesidades. Incluso,
es un problema para el Comandante de una Unidad que le entreguen
dineros en efectivo, porque no puede aparecer de la nada con un
gimnasio, por ejemplo. Por eso existen procedimientos para los que se
usa el presupuesto, porque los elementos se deben inventariar, dar de
alta, etc.
Refiere que nunca supo de entregas de dinero en efectivo para los
Ayudantes del Comandante en Jefe, Escoltas, Secretario General,
Edecán Presidencial, provenientes de Gastos Reservados. Solo recuerda
que se les entregaba a los Ayudantes una asignación de cuota de
vestuario mayor que la del resto, para cumplir con sus funciones, ya que
ellos tenían que usar ropa de civil; que comúnmente esta asignación se
les entregaba con cargo a la sastrería o al Almacén del Ejército.
Aduce que su responsabilidad con el uso de los Gastos
Reservados, a nivel de Dirección de Finanzas, radica en la obtención de
los recursos mediante Hacienda, y distribución de los recursos a los
Jefes de programas, y controlar la ejecución presupuestaria general.
Indica que para eso existe una delegación de facultades que entrega el
Director de Logística para el gasto en el Ejército. Dice que se trata de
una delegación de facultades a quienes tienen la responsabilidad del
gasto físico del presupuesto asignado al Ejército; que respecto de los
Gastos Reservados, no se opera de la misma manera, ya que el

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responsable es el Comandante en Jefe, quien no realiza delegación de
facultades. Pero en el papel de la DIFE, se reciben recursos y éstos se
entregan, para su gasto o inversión según la instrucción del
Comandante en Jefe.
Respecto de la rendición de cuentas a la Contraloría General de la
República de los Gastos Reservados, como organismo técnico, se dio la
misión de elaborar la propuesta de rendición de cuentas al DIFE, es
decir, al deponente, conforme al formato que sabemos cómo va, se
refiere al que explicó anteriormente, que presentó al Comandante en
Jefe para su aprobación, modificación o rechazo, conforme a la
información específica que él tiene respecto del gasto o inversión de los
Gastos Reservados. Señala que no tenía una obligación legal o
reglamentaria de realizar una propuesta de rendición real, sino que
debía realizar una rendición meramente ilustrativa, ya que para realizar
una rendición real se debe contar con los documentos respaldatorios, lo
que no cuenta la DIFE debido a la naturaleza de los Gastos Reservados.
Sostiene que cree que la Contraloría General de la República sabía
que la propuesta se hacía de esta forma, o sea, no basado en
antecedentes fidedignos, ya que nunca objetaron la rendición.
Precisa que cuando se refirió a que el Comandante en Jefe es el
director en el uso de los Gastos Reservados, se refirió a que el CJE es el
responsable de dichos recursos.
Aclara que la Rendición de los Gastos Reservados no la hacían
conjuntamente con el Comandante en Jefe, sino que el deponente en su
calidad de DIFE, se la proponía al Comandante en Jefe y aquel la aceptó.
Precisa también respecto de la COTRAE, que es esta la llamada a
fiscalizar los gastos institucionales, conforme al cumplimiento de
normativas, entre ellos podría haber sido también los Gastos
Reservados. En realidad, no hay una ley que dicte la función de la
COTRAE, sino que hay reglamentos y disposiciones que fijan sus tareas
esenciales.
Rectifica en cuanto a que la designación de Director de Finanzas
no la hace la Junta de Generales, sino que la hace el Comandante en
Jefe. También quiere precisar que si bien dependía y seguía las
instrucciones del Comandante en Jefe, como todo miembro de la

581
Institución, por ser el asesor en las materias de finanza, tenía una
dependencia técnica de él.
Finalmente agrega que la propuesta que presentaba al
Comandante en Jefe, se basaba en antecedentes solo referenciales e
ilustrativos, como estaba dispuesto en la ley. Lo que quiere decir es que
los conceptos eran solo referenciales, basados en el clasificador de
gastos.
9.- Declaración de Paublo ROSAS GARCÍA, Jefe de la
Sección Contabilidad y Remuneraciones entre los años 2012 y
marzo de 2017; Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe entre marzo de 2017 y diciembre de 2018,
quien a fojas 3925, en lo pertinente, expone que desde el año
2012 hasta marzo de 2017, estuvo en la Comandancia en Jefe, como
Jefe de la Sección Contabilidad y Remuneraciones y que desde marzo de
2017 hasta diciembre de 2018, estuvo como Jefe del Departamento
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Agrega que, desde enero de 2019
hasta la actualidad, se desempeña como Subtesorero del Ejército.
Señala que su función en la Comandancia en Jefe, cuando llegó el año
2012, fue como Jefe de la Sección Contabilidad y Remuneraciones,
donde estuvo hasta marzo de 2017, y consistía en controlar la buena
inversión de los recursos presupuestarios, fondos internos,
remuneraciones, patrimonio de afectación fiscal (PAF), presupuesto de
moneda extranjera y el pago de todos los compromisos adquiridos por la
Comandancia en Jefe con sus proveedores, esto con los fondos
previamente asignados. Agrega que cuando no estaba el Coronel
CORTÉS, entre los años 2012 y 2013, ni estaba el Coronel VÁSQUEZ,
entre los años 2014 y 2017, que en esas épocas eran los Jefes del
Departamento de Finanzas, el declarante asumía como Jefe Subrogante
de este Departamento. Dice que cuando el Coronel VÁSQUEZ se fue el
año 2017, asumió el cargo del Jefe de Departamento de Finanzas. Indica
que como Jefe de Departamento su función era la de asesorar al
Comandante en Jefe y al Secretario General sobre el gasto de los fondos
que anteriormente ha indicado, y controlar el funcionamiento del
Departamento; que la documentación se llevara en normalidad; revisar
las nóminas de pago del Banco Estado, y presentar la planificación

582
presupuestaria una vez al año al Secretario General, para el año
siguiente.
En cuanto a los gastos reservados, expone que el Coronel
VÁSQUEZ cuando se fue del cargo le explicó el procedimiento, que
consistía en que en forma trimestral el Director de Finanzas del Ejército,
que era a esa época el General Rafael PIEDRA, le entregaría al
declarante una cantidad de $24.000.000 y USD 380.000. Especifica que
estos últimos se transformaban en pesos, dejándose en dólares la
cantidad de USD 50.000. Declara que estos montos se entregaban
cuatro veces en el año, y por lo tanto la cantidad total anual ascendía a
$1.084.000.000, considerando el dólar a un valor de $650
aproximadamente. Añade que, en realidad, quiere decir que desconoce
de dónde provenían estos fondos. Explica que al principio no se
representó de donde podían provenir estos fondos. Afirma que, en
realidad, no sabe de cuáles otros fondos podrían provenir estos dineros
que no fueran de gastos reservados. Asevera a su vez, que no tiene
conocimiento de algún fondo en que no sea obligación llevar respaldo y
su trazabilidad. Agrega que sólo respecto de los fondos para gastos
reservados, no se guardaban los respaldos de su uso, documentos ni
comprobante alguno. Respecto de los dineros que el deponente recibía
del señor PIEDRA, comenta que nunca tuvo que firmar nada por ellos,
documento, respaldo ni vale alguno. Indica que él mantenía los dineros
en una caja fuerte que está en una bodega al lado de su oficina, en la
Comandancia en Jefe. Agrega que los recibía en efectivo en la oficina del
General PIEDRA y los colocaba en un maletín, donde retiraba los dineros
para posteriormente guardados de la forma señalada, dice que no lo
contaba, sólo los retiraba. Explica que el General PIEDRA lo llamaba y
avisaba que los dineros estaban disponibles para el retiro, y le indicaba
la fecha con una anticipación de dos o tres días. Explica que no era
necesario que el General PIEDRA le dijera que estos dineros se los
entregaba por orden del Comandante en Jefe, General OVIEDO, porque
se entendía que era así, porque éste disponía de estos fondos, y ellos no
podían hacerlo sin su orden. Refiere que cuando se fue VÁSQUEZ, éste
le explicó este procedimiento y le dijo el destino de los dineros y los
montos. Agrega que le nombró los rubros a los que debía destinarlos, a

583
saber: dineros que se entregaba para imprevistos del Comandante en
Jefe, los que el declarante dice que entregaba personalmente al
Comandante en Jefe General OVIEDO, era una suma de $6.000.000
mensuales. Añade que se los entregaba personalmente en los primeros
días del mes, en efectivo, en un sobre y que desconoce para qué
utilizaba el General OVIEDO estos dineros.
Dice que, además, entregaba dineros para imprevistos del
Secretario General, a quien se le entregaba mensualmente la cantidad
de $2.300.000 y que esta cantidad se la entregó al General José
LLANCA ZUAZAGOITIA, en dicho período. Describe que él se lo
entregaba personalmente, en dinero efectivo, en pesos, en un sobre.
Dice que desconoce qué hacía aquel con estos dineros. Declara que
además entregaba dineros para el funcionamiento de la casa del
Comandante en Jefe Comando Lo Curro. Afirma el declarante que
entregaba estos dineros al Teniente Coronel Cristóbal BUTTI, la cantidad
aproximada de $10.300.000 al mes, además de los gastos extras que se
tenían que cubrir a requerimiento del Comandante BUTTI, los que
variaban, pero que eran entre $3.000.000 a $6.000.000 adicionales al
mes. Dice que estos dineros él se los entregaba personalmente, en
efectivo, en pesos, y eran retirados por el Comandante BUTTI de su
oficina, quien los guardaba en una mochila. Declara que él no sabía en
detalle a qué se destinaban estos fondos, porque BUTTI le rendía una
cuenta general de gastos. El Comandante BUTTI llegaba con un
documento escrito a mano, con boletas pegadas en hojas en blanco, en
algunos casos, y le rendía cuentas. Asevera que él a su vez le rendía
cuenta de todos los gastos, incluidos las cuentas que le rendía al
Comandante en Jefe General OVIEDO, una vez al mes. Asegura el
deponente que le rendía cuenta al General OVIEDO de los montos
mensuales, que pueden haber sido de alrededor de unos $79.500.000
aproximados, según el cambio de dólar, por lo que estos montos podían
variar, pero que, en todo caso, se lo rendía al General OVIEDO en
pesos. Especifica que aquí no está considerando los USD 50.000
trimestrales que se le entregaban, porque esos dineros se mantenían en
dólares, y que en todo caso eran $1.000.000 mensuales más,
aproximadamente. Afirma que la rendición de cuentas que él hacía era

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aprobada por el General OVIEDO, quien nunca se la rechazó. Agrega
que él le entregaba el detalle de todos los gastos que se habían hecho y,
por lo tanto, el General sabía en qué se habían gastado los fondos que
le habían entregado al declarante el General PIEDRA. En cuanto a los
gastos que se hacía en la casa del Comandante en Jefe, expone que a él
le mostraban gastos de alimentación, no sabiendo a quiénes les
entregaban dicha alimentación. Respecto de la alimentación del General
OVIEDO y su familia, dice que no recuerda si estaba considerada, ya
que a él le hacían una rendición general de gastos por este concepto de
alimentos. Expresa saber que también se gastaba en mantenimiento de
la casa, cámaras y otros del tipo operacional. Narra que con los dineros
adicionales, de los que le entregaba mensualmente al Comandante
BUTTI, se pagaban entre otras cosas, regalos de fin de año, para
autoridades que asistían a la Casa, regalos de fin de año para los
Generales, se imagina que también se incluía a las señoras de los
Generales; si había alguna visita protocolar también se le daba regalos,
también se entregaban regalos para los cumpleaños. Añade que todo lo
que eran regalos que se compraran en la Casa de Lo Curro para
distintas personas, por orden del Comandante en Jefe, lo compraba el
Comandante BUTTI con la plata que le entregaba. Describe que
generalmente el Comandante BUTTI lo hablaba primero con el
Comandante en Jefe OVIEDO, quien aprobaba y entonces el
Comandante BUTTI se comunicaba con el deponente pidiendo los
fondos, entonces el declarante se los entregaba y después dice que le
rendía cuenta al General OVIEDO, quien aprobaba la cuenta. Recuerda
que también se compraron muebles para la Casa de Lo Curro, también
se repararon muebles, se compró loza y otros insumos para la cocina.
Respecto de las comidas que se hacían en la Casa de Lo Curro que se
pagaban con los recursos que él le entregaba al Comandante BUTTI,
recuerda que se pagaban las comidas de Navidad, la comida de retiro de
los Generales. Dice que la comida de ascenso de Generales no recuerda
si se pagaba con estos recursos, tampoco recuerda si la comida que se
hacía a principio de año se pagaba con estos recursos. Agrega que pudo
haber habido otras celebraciones, pero no recuerda si se pagaban con
ellos.

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Respecto de los regalos de matrimonio a que era invitado el
Comandante en Jefe, afirma que también se pagaban con estos fondos
que le entregaba al Comandante BUTTI, aunque no sabía el monto
asignado a cada regalo, porque esto lo veía el Comandante BUTTI con el
Comandante en Jefe OVIEDO, y después el Comandante BUTTI le rendía
cuenta, y agrega que el deponente le rendía al General. Señala que a él
le pedían el monto total para el gasto. Afirma que había algunas cosas
que le rendían en detalle y otras no, preocupándose sólo de sumar el
total de lo que se le rendía, y que correspondiera a lo que él había
entregado, y no se preocupaba del regalo específico. Indica que esto
estaba dentro de los dineros extras que le pedía el Comandante BUTTI.
Indica que el Comandante BUTTI le decía que tenía que comprar tal y
cual cosa, por orden del General OVIEDO, señalándole el monto, y
entonces el deponente se lo entregaba.
Respecto de los regalos para los cumpleaños de las señoras de los
Generales, afirma que también se pagaban con los fondos que le
entregaba al Comandante BUTTI.
Afirma que efectivamente en la Comandancia en Jefe se gastaban
sumas de dinero en compras de chocolates, que según lo que entiende,
se entregaban, por ejemplo, para las señoras de los agregados, para
alguna visita, o cuando el Comandante en Jefe iba a alguna ceremonia o
evento. Dice que variaba el monto mensual, entre $400.000 a
$600.000.
Respecto de la compra de arreglos florales como regalo, dice que
no recuerda haber visto rendiciones sobre el tema, pero entiende que
eran montos bajos mensuales. Respecto de compra de flores para la
Casa de Lo Curro, recuerda que se hacían compras, según lo que le
comentó el Comandante BUTTI, y que ellos compraban la materia prima
y todo lo necesario para hacer los arreglos que se usaban en La Casa del
Comandante en Jefe. Expone que, para la despedida de los Generales
del año 2017, recuerda que se les entregó un lápiz de marca Mont
Blanc, que se compró por internet en Estados Unidos, y cuyos montos
exactos no recuerda, pero que pudo haber sido unos USD 5.000.
Respecto de las señoras de los Generales que se iban en retiro, afirma
que a ellas se les hacía un regalo consistente en una pulsera de oro con

586
un grabado, según le comentó el Comandante BUTTI. Afirma que para
los ascensos de los Generales a sus señoras se les regalaba un arreglo
floral y una caja de chocolates. No recuerda cuál regalo se les entregaba
a los Generales que ascendían. No recuerda si se le hacía un regalo al
personal de la Casa de Lo Curro para su cumpleaños, debiendo haber
manejado esto directamente el Comandante BUTTI allá. Refiere que,
para Navidad, se les regaló el año 2017 a los Generales un pesebre.
Señala que no recuerda la cantidad de regalos que se hizo, pero fue
para todos los Generales y algunas otras personas, quizá unos 70
regalos, pero no recuerda exactamente. El valor de los pesebres no lo
recuerda, aunque expresa debiera saber de esto el Comandante BUTTI,
y cree que se gastaron unos 7 u 8 millones de pesos por estos regalos.
Dice que, para el regalo de los cumpleaños de los Generales del año
2017, puede haber sido que se les regaló una GoPro, cuyo valor era de
unos $150.000 aproximadamente, cada una. Y afirma que se compraron
41 o 42 regalos. Agrega en cuanto a los regalos, específicamente dónde
se compraban, que no lo recuerda, porque él no miraba el detalle de las
boletas que se le rendían, pero que debe ser donde el Comandante
BUTTI diga que se compraron, porque aquel personalmente veía el tema
de los regalos. Afirma que las comidas que se hacían en la casa del
General OVIEDO, si el Comandante BUTTI sabía a principio de mes que
debía brindar una comida, se le entregaba los recursos como fondos
extras, conjuntamente con los fondos mensuales al Comandante BUTTI.
Añade que, en cambio, si durante el mes se organizaba la comida en
cuestión, el Comandante BUTTI le pedía los recursos aparte. Añade que
no recuerda con detalle los gastos adicionales que se hacían para
Navidad. Aclara que luego de haber entregado los dineros al
Comandante BUTTI, ignora como éste los manejaba, en el sentido de si
los depositaba, los mantenía en efectivo o si él hacía entrega de estos a
alguna persona en particular, ya que eso era parte de su administración
interna. Señala respecto de la documentación respaldatoria, que
VÁSQUEZ le dijo que, una vez hecha la rendición de cuentas al
Comandante en Jefe OVIEDO, ésta se debía destruir, conjuntamente con
la documentación respaldatoria, lo que estaba ordenado expresamente
por el Comandante en Jefe OVIEDO, razón por la cual él trituró en su

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oportunidad todos estos documentos. Agrega que nunca preguntó el
motivo de dicha orden, y nunca la tuvo que transmitir al Comandante
BUTTI, quien ya conocía este procedimiento, porque él lo venía haciendo
desde antes con VÁSQUEZ. Expresa que desconoce específicamente si
se entregaba al personal de Lo Curro una cantidad de dinero por
concepto de transporte o de teléfono, si era así, se imagina que estaban
dentro de los recursos que le entregaba al Comandante BUTTI. Dice que
desconoce exactamente cómo se hacía la elección de los regalos, pero
que se imagina que lo veía el Comandante en Jefe y su señora, junto
con el Comandante BUTTI, o por lo menos a este era a quien le
comunicaban su decisión. En cuanto a los regalos que el Comandante en
Jefe llevaba en sus viajes protocolares, indica que esto lo veía el
Comandante con el que tenía a cargo los gastos de representación, que
en ese tiempo era el Coronel Ilse BOTNER. Afirma que al personal que
trabajaba en Lo Curro y de todos los de la Comandancia en Jefe, que se
les entregaba un rancho mejorado, entregando recursos para que el
rancho normal que se le daba a todo el Ejército se mejorara
especialmente para este personal, por ejemplo, en vez de una manzana,
se les daba algún kuchen. Dice que el monto que entregaba para este
aporte de alimentación, era de unos $2.400.000 mensuales, que él
entregaba al Jefe del DAG, Joaquín MORALES, que era para mejorar el
rancho de los que trabajaban en Bouchef y los que trabajaban en Lo
Curro, que eran alrededor de unas 100 personas, porque sólo en Lo
Curro trabajaban unas 40 personas. Indica que a esto se le denominó
aporte de alimentación SGE. Por otra parte, cree que se contrató un
jardinero para que trabajara en la casa de Lo Curro. Dice que también
se contrató a una persona para que hiciera mantención a la piscina de la
Casa, no recuerda si a honorarios, y cree que se le pagaron unos
$300.000 mensuales. Recuerda también que se pagaba un dinero por
concepto de bono o ayuda escolar, para el personal de la Comandancia
en Jefe en edad escolar, que era de $25.000 por hijo, por lo menos en
su período, el año 2017. Afirma que en total se entregaba $4.800.000
aproximadamente por este concepto. Afirma que también se compraban
tarjetas giftcard para el cumpleaños, para todo el personal de la
Comandancia en Jefe, cuyo monto individual variaba según el cargo del

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destinatario, si era un Oficial, se le entregaba una tarjeta por $120.000
aproximadamente. Para el resto del personal se les entregaba una
giftcard de unos $50.000 o $60.000 aproximado, no recuerda
exactamente el monto. Indica que, en definitiva, se entregaban unas
240 tarjetas anuales, que era la fuerza o dotación completa de la
Comandancia. Dice que además se entregaba una giftcard para Navidad,
también para todo el personal de la Comandancia en Jefe, cree que de
unos $50.000 para la fuerza de 240 personas. Refiere que había una
persona encargada por el Ejército, que se preocupaba de todo el trámite
de visa y trámites en aeropuerto, tanto de llegada como de salida del
Comandante en Jefe, que era el Suboficial en retiro Robinson DURÁN.
Destaca que su puesto se conocía como el de Auxiliar de Aeropuerto.
Agrega que a éste se le pagaba en efectivo la cantidad de $500.000
mensuales, y que DURÁN no tenía contrato alguno, y por eso se le
pagaba con estos fondos, dada esta falta de documentación
respaldatoria, es decir, de contrato. Expone que él mismo le entregaba
este dinero en efectivo, los días 21 de cada mes, que corresponde al
pago del resto del personal. Afirma que además se destinaban dineros
para el Rotary Club. Refiere que el General OVIEDO tenía una
membresía a nombre del Ejército; de esto le informó VÁSQUEZ en su
oportunidad y que al año se pagaba $1.300.000 aproximados por este
concepto. Agrega que desconoce quién asistía al Club, pero que debió
en todo caso asistir el Comandante en Jefe OVIEDO, aunque no lo sabe.
Afirma que además se destinaban dineros a los Ex Comandantes en
Jefe. Declara que al principio se pagaban mensualmente, según lo que le
comentó VÁSQUEZ, pero éste le dijo que después el General OVIEDO lo
cambió a un pago semestral. Afirma el declarante que hacía estos pagos
semestrales, en su caso, en julio de 2017 y en enero de 2018,
entregando a cada uno de ellos la suma de $6.000.000 semestrales, a
razón de $1.000.000 mensuales, es decir, especifica, para los Generales
FUENTE-ALBA, IZURIETA FERRER, y CHEYRE. Relata el deponente que él
les entregó estos dineros personalmente a cada uno de ellos. Aclara que
el General FUENTE-ALBA mandaba a un conductor a retirar estos
dineros directamente desde la oficina del deponente, y que no recuerda
el apellido, quizá fue VERA. Respecto del General IZURIETA FERRER,

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dice que le entregó los dineros en el CESIM, ya que el General en esa
época trabajaba allí. Al General CHEYRE, expresa, le entregó los dineros
personalmente en su casa. Describe que estos dineros los entregaba en
efectivo, y que nunca hizo ninguna transferencia a nadie por estos
dineros. A su vez, dice que cuando VÁSQUEZ le entregó el cargo le dijo
expresamente que estos dineros debían entregarse en efectivo, así
como todos estos fondos.
Afirma que cuando se casaba el hijo de un General, se entregaba
un apoyo económico al General, según le dijo VÁSQUEZ cuando le
entregó el cargo, que era de $800.000 o $900.000, pero en su período
no se casó ninguno, así que no tuvo que entregar ese dinero.
Dice que en cuanto a los hoteles, pasajes y comisiones de servicio,
a nivel nacional, del Comandante en Jefe OVIEDO, que éste
generalmente se quedaba en Unidades Militares, pero alguna vez le tuvo
que pagar algo por este concepto, aunque no recuerda dónde. Agrega
que él les entregaba $1.000.000 por viaje a los Ayudantes del
Comandante en Jefe, que en la época del General OVIEDO eran el
Comandante Carlos PARRA y el Comandante Rodrigo ÁLVAREZ. Al año
2017 cree que se gastaron unos $7.000.000 u $8.000.000 por este
concepto. Expresa que, respecto de los gastos del Comandante en Jefe
OVIEDO en sus viajes al extranjero, siempre se relacionó con sus
Ayudantes, quienes le indicaban cuánto había que pagar, siempre antes
de cada viaje para que él les entregara el dinero en dólares, en efectivo.
Dice que en el año 2017 entregó alrededor de USD 70.000. Distingue
que habían comisiones más largas y otras más cortas. Declara que esto
lo pagaba con los USD 50.000 que él recibía en forma trimestral, a los
que hizo referencia anteriormente. Expresa que al General OVIEDO le
entregó además un promedio de USD 1.000 por cada día que duraba la
comisión de servicio en el extranjero, para sus gastos, ignorando en qué
los gastaba. Señala que cree que lo máximo que le entregó fueron USD
7.000 en un viaje, y los otros fluctuaban según la cantidad de días y a
razón de USD 1.000 diarios. Agrega que, en todo caso, para determinar
el monto total del dinero que le entregó, es cosa de ver cuántos días
estuvo de viaje el Comandante en Jefe y que el General OVIEDO no
rendía cuenta de estos dineros ni de otros. Indica que a esto se le

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denominaba "perdiem', el que también se le entregaba a los Generales
que salían en comisión en servicio al extranjero, y de ellos el
Comandante en Jefe disponía su entrega, autorizando o no, lo cual el
deponente le preguntaba directamente al General OVIEDO. Agrega que
él entregaba personalmente USD 1.000 a los Generales de Brigada y
USD 1.500 a los Generales de División, para cada viaje, salvo que
hubiese viajado muy recientemente, pero en todo caso que esto lo
disponía el Comandante en Jefe, y sólo para los Generales que se
encontraren en Santiago, a los de Provincia no se les entregaba.
Recuerda que le entregó este "perdiem" al General FUENZALIDA, al
General CUNICH, al General URRUTIA, y al General MILLER, no
recordando a quien más le entregó. Aclara que no recuerda si en
realidad le entregó al General FUENZALIDA o no. Señala que el resto de
los dólares de este fondo de USD 50.000 trimestral que no se utilizara,
se mantenía en la caja fuerte a disposición del Comandante en Jefe.
Relata que en el año 2018 por este concepto quedaron
aproximadamente USD 60.000, los que entregó por orden del
Comandante en Jefe General MARTÍNEZ al General PAIVA, Director de
Inteligencia del Ejército (DINE), unas dos semanas después del cambio
de mando, en marzo del año 2018. Asimismo, y por idéntica instrucción,
dice que le entregó al General PAIVA la cantidad de $42.000.000 que
había quedado como saldo de los dineros que manejaba en pesos.
Agrega que el General PAIVA llegó a su oficina y le pidió el dinero, el
que mantenía en la caja fuerte, y dice que se los entregó y no habló
posteriormente con el General MARTÍNEZ al respecto.
Señala en cuanto al exceso de equipaje, relacionado con el
Suboficial Durán, que le entregaba este dinero a DURÁN unas horas
antes del viaje, antes de que él saliera de la Comandancia en Jefe, o
bien, se lo entregaba el día anterior al viaje. Especifica que le entregaba
unos $500.000 o $600.000 cada vez, dependiendo de la cantidad de
maletas que llevara el Comandante en Jefe y su comitiva, y el destino.
Desconoce si es que la factura que tramitaba la Sección Pasajes y Fletes
consideraba el exceso de equipaje. Explica que esta Sección veía el
tema de los pasajes para los viajes, y que se vinculaba con él cuando el
Comandante en Jefe viajaba con su señora. Afirma que el Jefe de la

591
Sección Pasajes y Fletes Coronel CORNEJO lo llamaba por teléfono y le
decía que había que pagar los pasajes de la señora del Comandante en
Jefe y entonces le indicaba el costo del pasaje y la Agencia de Viajes a la
que había que pagar. Agrega que este dinero él lo enviaba a pagar en
efectivo con el Estafeta Gerardo SALAZAR, que trabajaba en la
Comandancia en Jefe, el que enviaba en efectivo, en dólares o en pesos,
dependiendo del tipo de pasaje, y que SALAZAR volvía con una factura
que se emitía a nombre de la señora del Comandante en Jefe, Marianne
STEGMAN.
Añade que con esta factura se le rendía cuenta después al
Comandante en Jefe OVIEDO de lo pagado, y que después el declarante
trituraba la factura, conjuntamente con todo el resto de la
documentación respaldatoria. Declara que el General OVIEDO, nunca
devolvió este dinero.
En cuanto al viático que recibía el General OVIEDO, afirma que
efectivamente éste lo recibía y que el declarante se lo tramitaba, es
decir, el viático se generaba en el mismo Departamento de Finanzas de
la Comandancia en Jefe. Se entregaba un cheque abierto a nombre del
General OVIEDO y entonces el deponente lo mandaba a cambiar, para lo
cual enviaba al Suboficial DONOSO, que tenía a cargo el tema de
moneda extranjera, o bien enviaba al estafeta que era el PAC SALAZAR.
Agrega que éstos le entregaban la plata y entonces él se la pasaba al
Comandante en Jefe personalmente, en efectivo, en dólares. Asevera
que el General OVIEDO nunca le pidió darles algún destino a estos
viáticos, y que siempre se los entregó a éste. Añade que nunca él le
entregó dineros por este concepto, ni en el momento en que el
deponente le entregaba estos dineros, ni con posterioridad a su entrega
diciéndole que el dinero correspondía a los que previamente se le había
entregado por viáticos. Indica que puede ser que una oportunidad en el
mes de mayo del año 2017 el General Oviedo le haya entregado
alrededor de USD 2.000 para que le pagara un pasaje a su señora.
Agrega que en realidad no recuerda si era para pagar algo de una
comisión de servicio o algún viaje personal. Añade que este dinero lo
mandó a alguna de las Agencias de Viajes con las que trabajaba, que
eran LATRACH, TURAVIÓN y ANDINA DEL SUD.

592
No recuerda alguna otra oportunidad en que el General OVIEDO le
haya entregado dinero. Señala que el General OVIEDO recibía
efectivamente sus viáticos, y además, que el declarante le entregaba los
dineros a los Ayudantes para que pagaran el alojamiento, traslado,
alimentación y otros del Comandante en Jefe y su comitiva, cuando salía
en comisión de servicio. Dice que efectivamente el viático era para que
el Comandante en Jefe pagara alojamiento, traslados y alimentación.
Indica que la gestión de dónde el Comandante en Jefe se alojaba en sus
viajes, lo veía el Departamento de Coordinación. En todo caso, asevera
que no le habría alcanzado al General OVIEDO su viático para pagar los
gastos de alojamiento, alimentación y traslado, para él y su señora.
Señala que en su época ya no se pagaba el Diario La Segunda ni la
evaluación del Concurso Literario ni el premio de este concurso, con
estos dineros.
Declara que también él le entregaba dineros para el Repostero del
Comandante en Jefe, para lo cual pagaba una suma aproximada de
$600.000 al mes, que le entregaba al Teniente Coronel PARRA, que se
destinaban para la alimentación del Comandante en Jefe en la misma
Comandancia. Afirma que le entregaba a PARRA y que supone que él
veía las compras, o más bien, que cree que se lo entregaba a alguien
más, quizá al Cocinero o al Mayordomo. Añade que con este dinero se
hacía el almuerzo para el Comandante en Jefe, cuando éste almorzaba
en la Comandancia en Jefe. Desconoce cuáles eran los menús, aunque
imagina que esto lo determinaba el Comandante en Jefe con el
Mayordomo. Refiere que, si el General OVIEDO invitaba a alguien a la
Comandancia a almorzar, PARRA le pedía al deponente recursos
adicionales para poder costear esta invitación, lo que podía ser a razón
de $120.000 por un almuerzo para 8 o 10 personas. Esto se hacía,
sostiene, en promedio unas 2 veces al mes, a veces era más y otras
menos, y dice que estos dineros son adicionales a los $600.000 que
mencionó anteriormente y de estos fondos le rendía cuenta PARRA.
El Tribunal le exhibió documento que rola a fojas 3870, a lo que
señala que efectivamente esta lista corresponde a los conceptos que le
dijo VÁSQUEZ, y a los cuales se destinaban los recursos que al
declarante le entregaba el General PIEDRA, el DIFE de la época, por

593
expresa disposición del Comandante en Jefe, salvo los siguientes ítems:
el ítem "regalo para las señoras de los Oficiales CJE", porque a su
señora nunca le dieron nada; agrega que tampoco le tocó ver que se
entregara dinero para el ítem "ajuar nacimiento hijo personal CJE",
puede ser que no haya nacido ningún niño en esa época; dice que
tampoco entregó dinero para el ítem "funcionamiento peluquería y
sastrería"; tampoco entregó dinero para el ítem "evaluación concurso
literario", porque eso lo veía el CESIM; afirma que tampoco entregó
dinero para pagar el "Diario La Segunda", porque no llegaba este diario
a la Comandancia; tampoco entregó dinero para el ítem "Navidad Casa
Comando", porque eso lo veía el Comandante BUTTI con el dinero que él
le entregaba. De esta lista que se le exhibió, dice que le faltó hacer
mención al ítem aporte Secretario General, para lo que él le entregaba
al Mayordomo la cantidad de $120.000 mensuales para la alimentación
del General LLANCA, además de los $2.300.000 a que hizo mención
anteriormente. Menciona que posiblemente dentro de este ítem también
esté considerado el monto que se entregaba al Jefe del DAG Coronel
MORALES, para mejorar la alimentación del personal de la
Comandancia. Declara que, además, le faltó hacer mención al ítem
"gastos a ayudantía CJE", que eran dineros que le entregaba para que
los Ayudantes compraran elementos de escritorio. Añade que les pudo
haber entregado unos $200.000 o $300.000 mensuales, pero todo
dependía de sus requerimientos. Este dinero se lo entregaba una vez al
mes también a PARRA, o cuando él lo fuera pidiendo. Declara que
además él también entregaba dineros de gastos reservados para el ítem
"gastos varios, imprevistos y escoltas CJE”, pudiendo haber entregado
unos $15.000.000 anuales por este concepto, dineros que dice que le
entregaba al Oficial más antiguo de la escolta, que pudo haber sido el
Oficial JARA, que cree era el más antiguo su período. Agrega que estos
dineros él se los entregaba en dinero efectivo, en pesos, de forma
semanal, a razón de $250.000 en cada ocasión. Señala que de ninguna
de estas entregas de dinero que él realizó se le firmó comprobante de
entrega alguno, según las órdenes que ya mencionó anteriormente, del
General OVIEDO. En cuanto al ítem "Gastos Auxiliar CJE" que aparece
también en la nómina que se le exhibe, señala que efectivamente él

594
entregaba dineros al Suboficial Mayor Carlos SALVADOR, o al Suboficial
Harry TOLEDO. Añade que él entregaba según requerimientos que ellos
le hacían, y que en todo caso después le rendía al Comandante en Jefe.
Añade que anualmente cree que entregó la suma de $5.000.000
aproximadamente por este concepto.
Anualmente, el año 2017 por todos estos conceptos que aparecen
en la nómina, afirma que él efectivamente entregó la suma aproximada
de $1.000.000.000, proveniente de fondos para gastos reservados. El
tribunal le exhibe el documento de fojas 3869, a lo que señala que al
Secretario General del Ejército le entregaba sólo $2.300.000 mensuales.
A los Ayudantes, indica, que él solo les entregaba los dineros por
concepto de gastos de Ayudantía a que hizo mención anteriormente.
Afirma que tampoco entregó dineros para el Edecán ni para el Jefe de
Gabinete del Ministerio de Defensa, a los que sí conoció físicamente en
algunas actividades. Indica que desconoce si es que otra persona les
hizo entrega de estos dineros. Declara que de estos dineros que él
recibió del General PIEDRA, no se le entregó ninguna suma para que
ingresara a su patrimonio, ni destinó parte alguna de estos fondos a su
beneficio personal. Agrega que el General OVIEDO nunca le dio ninguna
instrucción en ese sentido. Afirma que siempre le dijo el destino que
dispuso el General OVIEDO a los dineros que le entregó el General
PIEDRA. Indica que el General PIEDRA nunca le dio ninguna instrucción
respecto de dónde debía destinar estos dineros. Afirma que él nunca
solicitó más dineros al General PIEDRA de los que le entregaban por
orden del General OVIEDO. Relata que cuando el Coronel VÁSQUEZ le
hizo entrega del cargo, éste le fue señalando estos conceptos a los que
debían destinarse los recursos y que tomó nota de ellos y también de los
montos. Agrega que entonces él de esta forma se organizó, llevando el
mismo procedimiento que el Coronel VÁSQUEZ usaba, especialmente en
cuanto a la forma de rendir cuentas. Indica que específicamente le dijo
VÁSQUEZ que sólo el Comandante en Jefe y el declarante tenían que
saber sobre este tema. Afirma que ni siquiera el DIFE sabía del destino
de las platas, sabiendo éste sólo que tenía que entregarlas, y que
tampoco lo comentó con él. Declara que él a estos fondos los
identificaba como "Fondos del Comandante en Jefe". Asevera que de

595
todo esto sabía por supuesto el Comandante en Jefe, además cada uno
de los involucrados que recibían dineros, y, además, el Suboficial
DONOSO, que era el que cambiaba los dólares, aunque ignora si este
último conocía los detalles del destino de estos dineros, por lo menos
nunca se lo mencionó. Señala que la última vez que habló con el
General OVIEDO fue para el cambio de mando del año 2018. Refiere que
el cargo después se lo entregó al Comandante Maximiliano SOTO PIÑA,
a quien no le señaló nada sobre estos recursos, dado que el saldo que le
quedaba lo había retirado el General PAIVA. Agrega que cuando
VÁSQUEZ le entregó el cargo, este le señaló que existía un saldo de
dinero que quedaba, aunque cree que fueron unos $40.000.000 y otra
cantidad en dólares, los que dejó como saldo y se utilizaron de la forma
antes descrita. En suma, afirma que siempre se fue gastando todo y si
quedaba un saldo anterior, como en este caso sucedió, se gastó durante
el período 2017.
Aclara que cuando se refirió a que todos los involucrados sabían
de los fondos identificados como "del Comandante en Jefe", quiso decir
que cada uno de ellos sabía de los dineros que ellos recibían, y no de los
otros que él entregaba.
10.- Declaración de Cristóbal BUTTI LÓPEZ, Oficial de
Órdenes del Comandante en Jefe entre marzo de 2014 y marzo
de 2018, quien a fojas 3904, expone, en lo pertinente que en
febrero del año 2014 dice que recibió un llamado del Alto Mando a
través de su Central, de parte del futuro Comandante en Jefe del
Ejército General OVIEDO, quien le indicó que había un puesto de Oficial
de Órdenes que no es muy conocido en el Ejército, estimando que él
tenía las condiciones para cumplir con ese rol de buena forma,
asumiendo ese puesto a partir de que el General OVIEDO asumió, esto
es, el 9 de marzo del año 2014, la Comandancia en Jefe. Expone que en
ese cargo estuvo hasta el 9 de marzo del año 2018, cuando el General
OVIEDO entregó la Comandancia en Jefe. Después volvió a la Escuela
Militar, como Oficial de Comunicaciones, cargo que desempeña en la
actualidad.
Declara que él conocía al General OVIEDO de antes, cuando
estuvo en la Escuela Militar ya que éste era el Director. Su calificador

596
superior era él, pero no tenía ninguna relación de mando, ya que
dependía directamente del Jefe de Estudio, cuando el deponente era
Jefe del Departamento de Apoyo Docente. Agrega que cuando fue
nombrado como Jefe de Seguridad dependía del Subdirector de la
Escuela, el actual General Sergio AHUMADA. Destaca que en esas
circunstancias fue que el General OVIEDO lo conoció y lo vio trabajar en
algunas cosas. Cuando trabajó más directamente con él fue con unos
proyectos docentes de modernización de la Escuela Militar y de algunos
proyectos de modernización de seguridad, donde le expuso en su
calidad de Director de la Escuela. Antes de esta etapa él no lo conocía.
Indica que antes él estaba muy ligado a los tanques, por lo que no tuvo
contacto con otro tipo de Oficiales que no fueran relacionados con el
área, hasta cuando llegó a la Escuela Militar.
Expone que su función como Oficial de Órdenes le fue explicada
por el Oficial que le entregó el cargo, de apellido HIDALGO FARIÑA,
quien le dijo que se trataba de administrar y de la gestión del Complejo
Lo Curro. Expone que su responsabilidad era administrar este complejo,
que involucraba el área administrativa importante que tenía un área de
guerra, un sector protocolar y patrimonial, y el sector de la casa del
Comandante en Jefe, y sus requerimientos, con esto último se refiere a
todo lo que son sus necesidades cotidianas. Agrega que HIDALGO le
explicó su función sucintamente, quedándole algunas dudas que le
fueron despejadas posteriormente por el propio Comandante en Jefe. En
la práctica, él replicó el funcionamiento normal de cualquier Unidad
Militar, ya que la información que le entregó HIDALGO fue poca, porque
nació su hijo, quien solo le indicó el personal y medios con los que
contaba y las funciones de éstos, entonces refiere que lo primero que
hizo fue un levantamiento de lo que tenía y la gente con que trabajaba y
sus condiciones de idoneidad, comprobar la seguridad del personal con
el que estaba trabajando, y sobre esa marcha comenzaron a trabajar.
Afirma que trabajan aproximadamente 20 personas en el
complejo, número que varió.
Indica que el personal administrativo era un Jefe de la Plana
Mayor, que era el Suboficial Ciro TORRES, que ahora está en retiro, y
que habían cuatro conductores que eran Clases de la Comandancia en

597
Jefe asignados al complejo Lo Curro. Al respecto, describe que había 6
vehículos que dependían de su Unidad, además de un vehículo
destinado a la señora del Comandante en Jefe, y otro asignado a las
necesidades del Comandante en Jefe mismo, totalizando 8 vehículos, y
que era de su responsabilidad su funcionamiento. Estos vehículos
estaban en la casa, y también eran utilizados por la seguridad del
Comandante en Jefe, cuando correspondía por motivos de seguridad, ya
fuera el vehículo principal, la camioneta o los otros que estaban bajo su
responsabilidad.
Señala que respecto del personal, además había 2 Clases de
Intendencia, que eran Cocineros; 4 Mayordomos que trabajaban por
turnos, bajo su mando y 1 Mayordomo General, el Suboficial YAÑEZ.
Indica que ellos en su mayoría venían del periodo del General FUENTE-
ALBA, salvo VERA, y que no recuerda a quién más que se los llevó el
General FUENTE-ALBA cuando se fue, habiendo uno que le parece salió
a Estados Unidos, aunque no recuerda su nombre porque nunca tuvo
contacto con él. Refiere que además había una Mayordomo o Asistente
de Mozo, de nombre Juliana, no recuerda su apellido, que trabajaba en
la casa administrativa, encargándose, esta persona, de esa casa que
queda al frente de la casa del Comandante en Jefe. Además estaba la
Secretaria Telefonista, de nombre Ingrid, no recuerda tampoco su
apellido, y tenían un Empleado Civil de Planta de nombre Oscar
CONTRERAS, que se encargaba del mantenimiento del complejo.
Respecto de los jardineros, refiere que a ellos les prestaba
servicios una empresa que estaba contratada por la Secretaría General
de la Comandancia en Jefe, por el DAG, quienes le prestaban servicios
de aseo y jardinería. Eran dos personas las que se encargaban de los
jardines además de la gente de aseo, que eran unas 4 personas que
rotaban. Desconoce cómo le pagaban a esa empresa, porque su lugar
de trabajo era en Lo Curro, pero en todo caso dice que lo pagaba el
Ejército. Indica que a éstos los chequeaba el Jefe de Departamento de
Asuntos Generales (DAG) que cuando él llegó el año 2014, cuyo nombre
no recuerda, y en los dos últimos años fue el Coronel MORALES
BUROTO, quien después pasó a ser General. Afirma que cualquier
proceso de contratación para el complejo Lo Curro lo veía este

598
Departamento, según un procedimiento estándar del Ejército. Eso fue
así, se refiere a la contratación de esta empresa externa para aseo y
jardinería, hasta fines del año 2014 o principio de 2015.
Expone que posteriormente, el General OVIEDO evaluó que se
gastaban muchos recursos en tener a esta empresa y entonces les
asignó la responsabilidad de aseo y mantenimiento a los Mayordomos de
la casa y todos los que funcionaban en las oficinas administrativas. Para
los jardineros, el DAG contrató a 2 personas que cumplían el perfil de
jardineros, desconoce cómo se les contrató, solo sabe que se hizo todo
un proceso por el DAG para su contratación. Desconoce a su vez si el
DAG tiene recursos asignados o si se les paga por el Ejército. Sabe que
era personal del Ejército, pagados por éste, pero desconoce cómo se
materializó el proceso de su contratación. Expresa que da fe que
trabajaban para el Ejército, pero cómo se materializó, o si se les pagó
con recursos del DAG o no, eso no lo puede determinar.
En cuanto a los recursos que disponía el DAG, le parece que de los
recursos presupuestarios que se asigna anualmente.
Expresa que desconoce si existe un ítem jardinería, porque no ha
trabajado en esa área.
Agrega que a fines de 2014, principios de 2015, llegó a trabajar
una señora que tenía la función de apoyar en el mantenimiento de la
casa administrativa. Físicamente llegó al Complejo Lo Curro, pero al
sector administrativo, ya que ella nunca tuvo relación con la casa del
Comandante en Jefe ni con el sector patrimonial protocolar. Ella se
llamaba Petronila SANHUEZA.
Expone en cuanto al funcionamiento normal de la casa de Lo
Curro, que él tenía que ver la responsabilidad patrimonial del sector
protocolar, relativo al material patrimonial, por ejemplo, inventario de
cuadros, entre otros. Respecto de la casa familiar, expone que su labor
consistía en que todo funcionara en la casa, desde el cambio de una
ampolleta o algún requerimiento de baños, entonces él lo veía y
administraba, a través de la persona que mencionó que estaba
encargada del mantenimiento, o a través de una empresa externa.
Respecto del pago de cuentas, dice que él también se hacía cargo.

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Relata que para realizar los pagos de agua, gas y luz, por
costumbre o lo que él vio para el pago de boletas, el Suboficial Ciro
TORRES o algún conductor previa autorización suya, llevaba las boletas
al Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército,
específicamente al Jefe del Departamento de Finanzas, que en los
primeros tres años 2014 a 2016 fue Sergio VÁSQUEZ, y durante los
años 2017 a 2018 fue Paublo ROSAS. Agrega que entonces él firmaba el
documento que se entregaba, que era un papel en el cual se pegaban
estas boletas. Desconoce con cuáles recursos se pagaban estos gastos.
Declara que VASQUEZ le entregaba por orden del Comandante en
Jefe General OVIEDO, la suma de $6.000.000. Afirma que toda la
asignación de recursos era determinada por el Comandante en Jefe.
Refiere que al principio, cuando el General le explicó sus funciones, una
semana antes de asumir, éste le explicó que le asignarían esos 6
millones, para gastos en un principio, los que le serían entregados por
Sergio VÁSQUEZ. Agrega que esa entrega de los 6 millones duró unos 4
o 5 meses. Posteriormente, esa suma aumentó a 8 millones, que se hizo
por aproximadamente un año. Expresa que a partir de mediados de
2016 pasaron a unos 10 millones, lo que recuerda porque cuando le
entregaban los recursos y tenían alguna actividad u otra cosa, él decía
al Oficial de Finanzas o al Comandante en Jefe que no le iba a alcanzar
el dinero, entonces le asignaban más recursos, por orden del
Comandante en Jefe. Concluye que entonces varió hasta mediados del
año 2016 entre 6, 8 y 10 millones mensuales. Aclara que esto, además
del dinero extra que se le entregaba según requerimientos, que podían
llegar en algunos meses a sumas superiores a los 18 millones de pesos,
incluso sobre 25 millones de pesos, sobre todo por las actividades de
finales de año.
Expone que dentro del funcionamiento de la casa, se
consideraban, los gastos por apoyo a la alimentación del personal que
trabajaba en la casa, es decir, un aporte económico adicional el que se
le entrega por el Ejército, en definitiva, explica que se trataba de un
rancho mejorado, con estos recursos adicionales, dado que ellos tenían
que ver el manejo de las comidas que se hacían al interior de la casa y

600
tenían jornadas más extensas que el promedio del Ejército, entonces por
eso se les mejoraba el rancho.
Comenta que al principio en la casa de Lo Curro vivía el
Comandante en Jefe OVIEDO, su señora de nombre Marianne STEGMAN,
sus 3 hijos, el mayor de nombre Humberto, que trabajaba en el Banco
Santander, de unos 30 años en esa época, su hijo Diego, que era
arquitecto y tenía unos 25 o 26 años, y el hijo mejor José Ignacio, de
unos 22 años, que estudiaba en esa época. Agrega que al segundo año
su hijo Diego se fue de la casa, y al tercer año se fue su hijo Humberto.
Tenían visitas recurrentes de sus familiares.
Expone que la alimentación de la familia del Comandante en Jefe,
en general, toda la alimentación de la Casa del Comandante en Jefe era
pagada por el declarante, es decir, se refiere que con los dineros del
Ejército que a él le entregó VÁSQUEZ. Lo anterior, independiente de que
la señora del Comandante veía las compras de las cosas más privadas,
pero que era lo mínimo, agregando que entonces ellos veían todo el
funcionamiento de la casa. Todos esos alimentos se pagaban con los
recursos que le entregaba VÁSQUEZ.
Declara que esos dineros le eran entregados mensualmente, en
efectivo, en pesos; él no firmaba ningún documento por la entrega,
aunque mensualmente llevaba toda la documentación, boletas y
comprobantes de los gastos de los que estaba encargado, y se los
entregaba al Comandante VÁSQUEZ, quien veía que estuviere ajustado
el monto con lo que él informaba. Agrega que cuando se pagaba algo sin
boleta, como propina o cuando las personas no daban boletas, entonces
hacía un documento donde indicaba el monto del gasto y su motivo.
Indica que a estos documentos ellos les denominaron “Vales”. Adiciona
que él le imprimía un carácter más formal a este documento, donde se
decía que en el mes correspondiente “se habían hecho los siguientes
gastos”, ya que se le había dispuesto por VÁSQUEZ que lo hiciera de
esta forma, puesto que estas rendiciones se le exponían al Comandante
en Jefe General OVIEDO, aunque desconoce si se le exponían en forma
mensual a este último, pero en todo caso el General OVIEDO en algunas
oportunidades le hacía una retroalimentación, en relación con los gastos
que se habían hecho en la casa, de los que él tenía injerencia,

601
permitiéndole constatar que él había revisado esa rendición y conocía de
los gastos.
Afirma que sí le consta que el Coronel VÁSQUEZ y el Comandante
ROSAS hacían estas rendiciones al Comandante en Jefe, porque ellos se
lo habían comentado. Agrega que además, cuando se necesitaban
recursos, él personalmente le decía al Comandante en Jefe,
especialmente cuando había urgencia en el gasto, o cuando no se podía
comunicar directamente con el Oficial de Finanzas. Cuando el
Comandante en Jefe no estaba, dice que excepcionalmente lo veía
directamente con el Oficial de Finanzas, VÁSQUEZ O ROSAS, quien
estuviera, y que entonces ellos disponían de la entrega de esos
recursos, y posteriormente ellos lo veían con el Comandante en Jefe o
con el Director de Finanzas, no sabiendo con cuál de ellos. Indica que en
esa época el Director de Finanzas fue el General SANTIC durante el
primer año, después fue el General ROJAS MEISSNER.
Indica que uno de los rubros a los que él destinaba estos recursos,
era un ítem que tenía que ver con las actividades protocolares del
Comandante en Jefe. Explica que cuando habla de protocolares, se
refiere a que eran comidas por representaciones que venían a Chile o
invitaciones a autoridades o a ciertas personalidades.
Razona si entonces eran actividades protocolares, desconoce por
qué no se hacían a cuenta de gastos de representación. Agrega que el
General OVIEDO le señaló en una oportunidad que el General FUENTE-
ALBA acostumbraba a trabajar con empresas de banquetería, lo que no
iban a hacer, sino que las comidas las harían con el personal que
trabajaba en la Casa. Agrega que él desconoce el motivo por el que los
dineros gastados eran similares a los que se gastaron por este motivo
por el General FUENTE-ALBA.
Detalla que se trataba siempre de comidas protocolares, de hasta
22 personas, que era la capacidad de la mesa de la casa institucional.
Cuando superaba esta cantidad de comensales, se le encargaba
realizarla al Club Militar, lo que sucedía unas 3 veces al año
aproximadamente, cuando se hacía una comida para el inicio del año
para todo el Alto Mando; otra que se hacía con los Agregados Militares,
donde se hacía un buffet, para unas 60 personas aproximadamente, y

602
una tercera comida que era de despedida de los Generales que se iban a
retiro y como celebración de Navidad. Haciéndose en todo caso todas
estas actividades siempre en la casa de Lo Curro, encarpándose incluso.
Afirma que él no tenía nada que ver con los gastos de
representación, al igual que con las contrataciones, los que se veían en
la Comandancia. Agrega que en entonces, él desconocía de dónde
provenían las platas que le entregaba el señor VÁSQUEZ. Que asumió
que eran dineros de disponibilidad del Comandante en Jefe, pero claro,
que no tenía nada que ver con gastos de representación. Añade que
cuando son gastos reservados, eso era un ítem que no se maneja en
distintas Unidades del Ejército, entonces nunca asumió que se tratara de
gastos reservados. Dice que en todo caso sabe que no eran gastos de
representación. Al respecto, comenta que él nunca quiso preguntar de
dónde provenían los dineros que se le entregaban por VÁSQUEZ y que
estaba consciente que no era un procedimiento normal, según su
experiencia por su paso en otras Unidades, por 22 años en el Ejército.
Destaca que esto era distinto, porque efectivamente no había una
justificación, era dinero en efectivo, no se firmaba nada, no rendía
cuenta además de estos papeles, vales a que se ha referido. Al final,
dice que como se le entregaba por la organización, por un Oficial del
Ejército, entonces pese a que él no lo entendía, tampoco lo cuestionó,
porque veía que los dineros provenían de la institución o por lo menos
se los entregaba un Oficial de Ejército, delegado por el Comandante en
Jefe, en un Edificio del Ejército, lo que le hacía pensar que todo era
legal. Reitera que en ese momento no se cuestionó nada, pero que
ahora es cuando se cuestiona el origen de esos fondos de gastos
reservados, y sobre el destino al que efectivamente se debieron asignar.
Entiende que esos fondos debieron gastarse en operaciones y
gastos de inteligencia y seguridad, y no entonces en lo que él los
destinaba. Dice que ahora se enteró que esos fondos sólo se podían
destinar a inteligencia y seguridad, que ese era el fin de los gastos
reservados.
Expone que a él también le rendía cuenta el Suboficial Ciro
TORRES, de la asignación de transporte que se le entregaba a cada
miembro que trabajaba en la Casa de Lo Curro, que utilizaban cuando

603
salían tarde y por la ubicación de la casa, para su transporte. Indica que
se les asignaba $50.000 mensuales, lo que no estaba en ninguna
norma, y agrega que se pagaba con los mismos recursos que le
entregaba VÁSQUEZ. Agrega que también TORRES materializaba la
mejora del rancho, y también cuando había esas comidas protocolares,
en definitiva, todo lo que tenía que ver con la alimentación de su familia
y los invitados personales. Dice que ellos se encargaban de hacer las
compras, podía hacerlas el Suboficial TORRES, un conductor, o incluso
él. El Mayordomo General era el que les hacía un listado con todo lo que
necesitaba para la preparación de esa alimentación.
Expone que se compraban víveres, flores, mangueras, semillas,
repuestos, artículos de cocina, loza, paneles, vidrios, de todo, recursos
para reparaciones y mantención, etc., los que se pagaban con esos
recursos y que se le rendían a él, cuando él no los compraba
directamente, pero él era el que ordenaba que se hiciera, ya que él
también era quien entregaba los dineros. Afirma que estaba todo
centralizado en él, que él recibía los recursos y una cierta cantidad de
estos él se los entregaba al Suboficial TORRES, quien le rendía estos
fondos. Declara que eran unos 5 a 6 millones de pesos. Al principio,
cuando recibía los 6 millones a que hizo referencia por algunos meses,
se dieron cuenta que era poco dinero para lo que necesitaban, y desde
esa misma época pidieron fondos complementarios para cubrir los
gastos que no se había podido pagar, según expuso anteriormente.
Además de la mantención de la casa, comenta que con esos mismos
recursos que le entregaba VÁSQUEZ, él hacía otros pagos que eran del
ámbito protocolar. Declara que él compraba los regalos para
matrimonios, según lo que le ordenaba el Comandante en Jefe, quién
tenía categorías de regalos según el vínculo o el tipo de persona que se
casaba y lo que se quería lograr con el regalo. Describe que la categoría
“A” era la más cara, le seguía la “B”, y luego la categoría “C”, que era la
más baja. Fluctuaba la más cara en unos $120.000 o $140.000, y la
más barata era de unos $60.000. Señala que el General OVIEDO le
señalaba específicamente cuándo un regalo era Categoría A, B o C, o se
lo señalaba la secretaria de éste, de nombre Ingrid, quien le traía un

604
papel que tenía marcada la categoría por el General OVIEDO. Agrega
que especialmente se le hacía énfasis cuando un regalo era Categoría A.
Señala que él siempre compraba estos regalos, al principio,
cuando asumió, dice que él llevó algunas propuestas para que el
Comandante en Jefe OVIEDO seleccionara el tipo de regalo para cada
categoría, quien se lo aceptó. Dice que por ejemplo, para la categoría
“A” era una cuchillería, para la categoría “B” el regalo era juego de
vasos o copas de cristal en un estuche, y para la categoría “C” era una
plancha eléctrica de cocina. Esos regalos los iban a dejar en los
vehículos que estaban asignados por la Secretaría al Complejo Lo Curro,
que estaban físicamente en el complejo, manejados por esos 4
conductores a que hizo referencia anteriormente.
Recuerda que compró los regalos para el cumpleaños de las
señoras de los Generales. Dice que ese regalo variaba por año, y los
montos fluctuaban entre los $80.000 a $120.000 cada uno de ellos.
Relata que un año compraron una billetera en Purificación García;
también se compró un reloj en otro año, aunque no recuerda la marca;
otro año se compró un pañuelo en Purificación García; y el último año
dice que se compró un set de bata, pantuflas y toalla, desconociendo la
marca. Expone que dependiendo del valor del regalo, los que eran más
caros, como las billeteras o pañuelos, los compraba en unas 2 o 3
ocasiones al año para no alterar el presupuesto mensual. Los otros
regalos los compraba de una vez para todo el año. Indica que la
Secretaria llevaba la nómina de la información de las señoras de los
Generales, y les informaba de la fecha del cumpleaños y la persona, y
entonces ellos se encargaban de la compra, su envoltura y posterior
entrega. Añade que la Secretaria les entregaba una tarjeta escrita por el
Comandante en Jefe General OVIEDO que se agregaba al regalo.
Afirma que se compraron regalos para las señoras de los Jefes de
los Departamentos de la Comandancia en Jefe, DAG, Finanzas,
Relaciones Internacionales, etc. No recuerda el valor del regalo, pero
dice que eran de un costo menor al de los regalos de las señoras de los
Generales, y que consistían por ejemplo, en una billetera, pero de un
valor inferior, de unos 20.000 a 40.000 pesos cada uno. Eran
aproximadamente 10 regalos al año.

605
Declara que también se regalaban chocolates, debiendo él
manejar un stock de chocolates en la Casa, que compraban en La Fette,
Mulier o Leonidas. Expone que se regalaban cuando el Comandante en
Jefe OVIEDO y/o su señora iba a alguna parte, o también se
acompañaba a los regalos que se hacían para los cumpleaños, u otras
ocasiones en que el General OVIEDO, o su Mayordomo por orden de él,
le informaban. Dice que se compraban entre 6 a 8 cajas a la semana,
cuyos valores fluctuaban entre los $10.000 a $18.000, y otras de unos
400 gramos. Se gastaban aproximadamente unos $150.000 a la semana
en chocolates.
Asevera que se regalaban también flores. Refiere que ellos
trabajaban con la FLORERÍA LAS LIRAS, cuando enviaban regalos a la
gente que el Comandante en Jefe OVIEDO, o su señora disponían,
aunque generalmente era por orden de él. Respecto de las flores que se
colocaban en la casa, afirma que ellos las compraban en La Vega o en
La Pérgola, y que eran aparte de las otras, y hacían los arreglos con el
personal de la casa, los que se cambiaban cada 10 días. En las flores
para la Casa dice que se gastaban al mes unos $100.000.
Expone que para los regalos de flores variaba, sobretodo según la
temporada, pero que los precios por cada arreglo que se compraba iba
entre los $40.000 y $60.000, y al mes se pagaban en promedio unos
$300.000, incluso llegando a los $600.000 por ese concepto. Dice que él
era la persona responsable de estas compras, eligiendo los arreglos
personalmente, ya que no podía enviar dos veces un regalo o un arreglo
floral a una misma persona.
Afirma que todos esos gastos aumentaban a fin de año, por las
ceremonias que se hacían por ascensos y retiros de los Generales. Al
respecto, explica que él no tenía que ver con los regalos que se hacían a
las señoras, ya que la señora del General OVIEDO era la que
seleccionaba el regalo, pero que el deponente era el encargado de la
compra del mismo. Para la despedida de los Generales, comenta que se
les regalaba a sus señoras unas pulseras esclavas de oro, no eran de
cadena, con el logo de la Escuela Militar y estrellas que tenían que ver
con los grados de los Generales, y una inscripción con el nombre del
General.

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Agrega que para los ascensos de los Generales, a sus señoras se
les regalaba un arreglo floral con una tarjeta, y a los que pasaban a
retiro, se les enviaba a sus señoras, una caja de chocolates, todo por
orden del General OVIEDO.
Además, afirma que se le entregaba un regalo al personal de la
casa de Lo Curro, y a los que trabajaban en la guardia, para su
cumpleaños, el que entregaba personalmente el General OVIEDO con su
señora. Relata que juntaban a toda la gente, se hacía un café una vez al
mes, y el General trataba de entregar personalmente los regalos. Se les
regalaba principalmente ropa o algún accesorio.
Expone que para Navidad había un monto asignado para el regalo
de los Generales y su familia. Aclara que él no se ocupó de la compra
del regalo del primer año, y que solo se encargó de la entrega, porque
ya estaban y se compraron en la tienda Larbos, y que se entregó una
especie de canasta familiar. Describe que era una canasta que tenía
algunos licores, galletas, pero que todo era gourmet. El costo de cada
canasta lo desconoce, pero recuerda que eran canastas grandes y
gourmet. A él lo llamó su Teniente Coronel Marcelo OCAMPO, que
trabajaba en la Comandancia en Jefe, y le dijo que debía retirarlas para
entregarlas en esa actividad.
Refiere que durante el segundo año compró una canasta de picnic
en el retail, de un valor de $100.000 aproximados cada una. Afirma que
la canasta costaba unos $60.000, y debían comprar las cosas con la que
la armaron, por lo que en verdad gastaron unos $120.000, quizá un
poco más en cada una. Agrega que para el Alto Mando se compraron
unos 70 regalos, además de este tipo a otras personas que el General
OVIEDO le indicó, cada uno de ellos por el monto señalado. Entonces
dice que en ese año se gastó entre unos $7.000.000 a $8.000.000, por
este concepto.
Agrega que al tercer año regalaron un juego de pieceras de cama
y unas fundas de cojines que le hacía juego y que compraron en la
tienda Cabo de Hornos, en la calle Alonso de Córdova. También
compraron unos 70 regalos de ese tipo, y por un costo similar a lo que
ha referido anteriormente. Además, dice que compraron cajas de
regalos que mandaron a hacer para la envoltura de los mismos.

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El cuarto año dice que regalaron un pesebre, cuyo valor de cada
uno fue entre unos $60.000 a $80.000, por 70 regalos,
aproximadamente, totalizando unos $5.000.000 a $6.000.000 por este
concepto. Estos los compró en Manuel Montt N° 2000, en el local
Floracenter.
Recuerda que al tercer y cuarto año, fue cuando él comenzó a ver
los regalos a los Generales, porque antes se encargaba la Comandancia
en Jefe. Refiere que en esa época, el General OVIEDO le indicó que
debía buscar las alternativas para los regalos, entonces dice que compró
unas plumas Mont Blanc en Estados Unidos por internet, que
encontraron a buen precio, y que le entregaron a los Generales. Explica
que él pagó esta compra con su tarjeta de crédito, lo que se reembolsó
con los dineros que él había recibido de VÁSQUEZ y ROSAS,
respectivamente. Agrega que en estos dos años compró el mismo
regalo, gastando unos USD 500 por pluma, que en esa época fue de
unos $350.000 aproximados por cada regalo, y que en total se
compraron unas 15 a 20 plumas en los dos años.
Para la compra de todos esos regalos a que ha hecho referencia,
dice que recibió fondos distintos de los que ha mencionado para el
funcionamiento de la casa, tratándose entonces de recursos adicionales.
Todos esos eran regalos para el retiro de los Generales. Los regalos para
el cumpleaños de los Generales, no los veía él.
Afirma que se hacía también un regalo para el cumpleaños de los
Ex Comandantes en Jefe y para el Ministro de Defensa de la época,
consistente en una lapicera Mont Blanc, las que compró también por
internet, en unos USD 200 aproximados, cada una.
Además de lo anterior, refiere que en algunos momentos el
General OVIEDO le pidió comprar algunos otros regalos, como por
ejemplo una cortapluma o un maletín o bolso, compras más personales,
y que no supo para quién eran. O algún regalo distinto para el personal
que estaba en la guardia en Navidad.
Declara que para el personal que trabajaba en la casa se hacía
una actividad en Navidad, entregándose además del regalo que se
entregaba a todos, y uno especial para la persona que trabajaba en esa
oportunidad en la Guardia.

608
Dice que también le mandaron a comprar otras cosas, como un
par de carteras en Purificación García, cuyo destino desconoce, de unos
$80.000 a $100.000.
Destaca que el General OVIEDO era menos ostentoso de lo que
era el General FUENTE-ALBA. Aunque dice que no conoce los gastos que
este último hacía, pero que escuchaban de ello.
Refiere que en septiembre se regalaba a todo el personal que
trabajaba en la Casa, una caja con mercadería y además se hacía una
actividad para unas 70 personas, en que se consumía vino y
empanadas, para celebrar el 18 de septiembre. Señala que se gastaba
en esto aproximadamente $30.000 por cada integrante.
Dice que también les hacían regalos para el nacimiento de los
hijos del personal de la Comandancia en Jefe, o de otros que le indicara
el Comandante en Jefe. Refiere que se compraban en la tienda
denominada “Clara Rocca”, ubicada en Luis Pasteur. Agrega que a
veces tenían que comprar un ajuar para los recién nacidos, o algún set
de cuna. El presupuesto por regalo partía en unos $20.000, llegando
incluso a $60.000, según el encargo que le hacía el General OVIEDO.
Afirma que todos esos regalos los compró con los recursos que le
entregaba VÁSQUEZ o ROSAS, según fuera el caso.
Expone que en La casa de Lo Curro estaba encargado de la comida
que se hacía a fin de año a todos los agregados militares, y que en esa
oportunidad además se les entregaba una bolsa de galletas las que él
mandó a hacer a una señora que hacía chocolates y panes de pascua, y
que entregaban en una bota navideña que compró en Floracenter a unos
$900 cada una, en todo caso, aclara que no eran galletas compradas en
un supermercado, por la imagen que debía cuidar el Comandante en
Jefe. Detalla que cada bolsa de galleta costó unos $9.000, y él las iba a
retirar o mandaba a alguien a la casa de una señora de apellido
FUENZALIDA, ubicada en Vitacura cerca de Luis Pasteur. El costo total
de cada regalo fue de unos $10.000, y fueron unas 50 botas, por lo
tanto, unos $500.000 cada año, según indica.
Indica que para Navidad también se compraban panes de pascua
para la Casa y para el personal de la misma, se refiere que tanto para
las visitas como para el personal. De un valor de unos $8.000

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aproximados cada pan, los que él mandó a hacer a una de sus tías en
un año, y que en los otros años los compraron en la Panadería y
Pastelería Lo Saldes. Señala que se compraron en ese periodo unos 40 a
50 panes, por año.
En términos de regalos, dice que puede que el General OVIEDO o
su señora, le hayan pedido algún otro regalo o encargo, pero no lo
recuerda en este minuto con exactitud. En todo caso, hace presente que
siempre los regalos tenían que ver con el ámbito protocolar. Los regalos
que se hacían en el ámbito personal, como por ejemplo una zapatilla
para el hijo o algo de ese tipo, dice que los veía personalmente la
señora del General OVIEDO.
Señala que nunca el General OVIEDO ni su señora le entregaron
dinero desde sus recursos para costear estos regalos y todos los demás
gastos que ha mencionado en esta declaración, incluidos todos los de la
casa, y que siempre el declarante los pagó con los recursos que le
entregaban de la Dirección de Finanzas de la Comandancia en Jefe, es
decir, VÁSQUEZ o ROSAS. Agrega que los regalos él los compraba
generalmente con su propia tarjeta de crédito, porque le era muy
complicado ir con dinero en efectivo y comprar. Añade que le daba
vergüenza incluso, por eso prefería esa forma de compra con tarjeta, y
que le era más fácil a él también rendir después la compra que hacía.
Dice que él manejaba dinero en efectivo para otras compras, pero
estos regalos los compraba de la forma descrita.
Afirma que a su vez, la compra de la alimentación y demás gastos
de la Casa del Comandante en Jefe, en un 80%, él los pagaba también
con su tarjeta de crédito. Refiere que cuando llegó a la Casa, se le
entregaba dineros al Mayordomo General YAÑEZ para las compras,
entonces él cambió esa forma de operar y pasaron a operar de la
siguiente manera: compraba él con su tarjeta de crédito, o bien, ellos
iban con su tarjeta de crédito a hacerlo. Desde su punto de vista estima
que así había mayor control. Dice que él le entregaba su tarjeta a Ciro
TORRES o a YÁÑEZ.
Refiere que cuando le entregaban el dinero en la Comandancia, él
lo guardaba en una caja fuerte que estaba en la oficina del Oficial de
Órdenes en la Casa de Lo Curro, donde él la administraba. Agrega que

610
él veía cuánto tenía que entregar en efectivo a TORRES, que según lo
que señaló, era de entre unos 4 y 5 millones de pesos, para el pago de
los gastos de mantención de la casa. Entonces, dice que en la medida
que él compraba cosas con su tarjeta, a fin de mes él sacaba la cuenta
de lo que había gastado con cargo a los gastos de la casa, regalos y del
Comandante en Jefe y su familia, y depositaba esa cantidad en su
cuenta. Si quedaba alguna diferencia, la dejaba físicamente en la caja
fuerte y quedaba para el mes siguiente, dejando él señalado en la
Rendición que hacía a VÁSQUEZ o a ROSAS, que existía un saldo de
dinero para el mes siguiente.
Señala que en las rendiciones que le hacía TORRES, él tomaba las
boletas y las pegaba en unas hojas blancas, y las clasificaba por área de
gasto. Agrega que estas hojas él las llevaba a la Comandancia en Jefe
cuando lo llamaba VÁSQUEZ o ROSAS, para retirar los fondos para el
mes siguiente, y les entregaba esta documentación. Dice que él tenía la
orden de confeccionar y entregar las rendiciones al Oficial de Finanzas, o
en su ausencia él las guardaba y al mes siguiente le llevaba las dos
rendiciones correspondientes. Afirma que el Oficial de Finanza VÁSQUEZ
en todo momento le dijo que no debía guardar ningún respaldo de lo
que se gastaba, ni de lo que él rendía. Comenta que él entendía que
parte de su responsabilidad era cuidar la figura del Comandante en Jefe
del Ejército, porque no tenían por qué saber qué consumía o qué
gastaba, entonces él tenía un alto grado de recelo con esta información,
la que entregaba íntegramente al Oficial de Finanzas.
Señala que al principio tuvo una tarjeta de crédito que luego
cambió por otra, ambas siempre del Banco Santander.
En cuanto al Bono de Transporte, explica que éste es el
equivalente al que algunos le llamaban como “Bono de Teléfono”, pero
que ellos le asignaron la denominación de “Bono de Transporte”, el que
era utilizado por las personas según lo que estimaren, y que nunca él les
pidió rendición de cuentas de estos dineros.
Refiere que la mantención de la piscina de la casa originalmente la
veía una persona, a la que se le entregaba un fondo en efectivo, y que
ya estaba de antes. Afirma que esos dineros eran parte de los recursos
que él entregaba a TORRES. Entiende que se le entregaban unos

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$50.000 al mes, lo que se mantuvo durante los primeros tres años, y
posteriormente se encargaron a los jardineros esta labor.
Indica que además de los dineros que entregaba a TORRES, tuvo que
entregar dinero a un cocinero que era parte del personal, por orden del
General OVIEDO, para que atendiera a su hija por una situación de
salud, y que fueron unos $500.000.
Por otra parte, señala que a fin de año se hacía una comida con el
personal que trabajaba en la Casa de Lo Curro, donde fueron al
Restaurante Eladio, y que pagó con su tarjeta, todo por orden del
General OVIEDO, ocasión en que él no estuvo presente. Agrega que él
se reembolsó ese dinero según lo que ha mencionado, con los dineros
entregados en la Comandancia.
Declara que su relación con el General OVIEDO siempre fue
laboral, ya que no lo invitaban para los cumpleaños ni a otras
actividades personales.
Agrega que él entiende que obró siempre según las instrucciones
que le dieron y que él prefirió siempre usar el sistema de pago con
tarjeta de crédito, porque era más ordenado, y además porque no era
socialmente bien visto que él manejara tanto dinero en efectivo para las
compras grandes. Refiere que en alguna oportunidad le hizo presente al
General OVIEDO de ese sistema de pago con su tarjeta de crédito, a lo
que él no le dijo nada, sabiendo éste exactamente los montos que se
gastaban.
Afirma que no conoce ningún ítem o fondo en el Ejército que
permita asignar o cargar estos gastos que ha mencionado. Destaca que
ni a él, ni a nadie, el Ejército le paga los gastos de la casa, ni de
alimentación o los gastos personales. Agrega que a ningún otro
funcionario del Ejército se le pagan los gastos de vida, además del
Comandante en Jefe, por lo que vio.
Expresa que él no tenía problemas en atender situaciones que le
pidieran los familiares del General OVIEDO, porque nunca tenían que
ver con dineros, actuando él como un facilitador en estos casos, por sus
labores.
Expone que el papel de la señora del General OVIEDO, Marianne
STEGMAN, estaba muy definido, en cuanto a quien se encargaba de la

612
Casa. Como ella no trabajaba con un empleo remunerado, sino que se
encargaba de la Casa de Lo Curro y su mantención, además de la
Fundación de Señoras del Ejército. Agrega que ella era quien ordenaba
todo lo que se hacía en la casa, y que en cambio el General OVIEDO era
el militar, y se encargaba de ver lo estrictamente militar. Respecto del
Menú de lo que se comía, ello lo veía la señora Marianne con el
Mayordomo. Las comidas protocolares las veía ella y resolvía el General.
Sostiene que él tenía que ver con la casa, pero que el trato con
Marianne era bastante frecuente y directo con el personal de la casa,
debiendo él apoyar en su labor.
Señala en cuanto a los viajes del Comandante en Jefe, que en la
Comandancia se veían los programas de lo que iba a hacer el General
OVIEDO y un programa distinto de lo que haría su señora. Los regalos
protocolares se veían en la Comandancia en Jefe. Expone que él se
encargaba de los regalos no protocolares, de apoyar a Marianne con
comprar algunos regalos específicos que ella le pedía y que no tenían
que ver con lo protocolar, como por ejemplo, comprar unos aros o algo
puntual que le pedía ella. Los regalos protocolares dice que los veía la
Comandancia.
En relación con los fondos de gastos reservados que estaban
específicamente destinados al Comandante en Jefe, dice que no sabía
nada. Explica que su lugar de trabajo era Lo Curro, e independiente que
su calificador era el Comandante en Jefe, él tenía un funcionamiento
administrativo que veía con el Secretario General del Ejército, que en
año 2014 era el General GRIFFITH, el año 2015 y 2016 fue el General
Sergio AHUMADA, y el año 2017 y 2018 fue el General LLANCA. Dice
que en algún momento se le quiso asignar cosas en la Secretaria
General, que eran de tipo administrativas, y entonces el General
OVIEDO les hizo presente que él trabajaba en la casa y estaba para
otras cosas. Incluso él trabajaba de civil en la casa, y en otras ocasiones
con uniforme.
Afirma que nunca recibió alguna suma de dinero de parte de
VÁSQUEZ o ROSAS u otra persona de la Comandancia que se le haya
dicho que era para él. De lo que se le entregó, declara que no destinó
dinero alguno para su patrimonio personal, ni le dio algún destino

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distinto de lo que se le instruyó que debía dar a esos fondos que se le
entregaba. Agrega que el tenía algún grado de flexibilidad en cuanto a
las cosas que compraba, pero siempre bajo la orden y visado por el
Comandante en Jefe. Añade que él era un gestor, quien el que
administraba recursos, pero siempre por orden y criterio del General
OVIEDO. Expresa que hacía el levantamiento del valor de lo que se
requería para cumplir las misiones que se le encomendaba.
Desconoce si a alguna otra persona de la Comandancia en Jefe se
le entregaba alguna suma de dinero.
Indica que había algunos beneficios que tenían las personas que
trabajaban en la Comandancia en Jefe, y que el personal restante del
Ejército no tenía. Personalmente para su cumpleaños recibió una tarjeta
Giftcard de unos $100.000, que entiende era menor para los que no
eran Oficiales, y a su señora le regalaron una torta para su cumpleaños,
como a todos.
Refiere que para la alimentación del personal de la Casa de Lo
Curro, la minuta le era entregada por la Comandancia en Jefe. Esta
minuta contemplaba por ejemplo, legumbres con una ensalada, postre y
jugo, y esto se mejoraba a por ejemplo, agregar siempre una sopa, o
mejorar la ensalada, etc. Afirma que el General era bien preocupado
especialmente con la gente que hacía la guardia. Indica que tenían un
refrigerador con colaciones. Declara que los recursos para pagar estas
mejoras los sacaba de los fondos que le entregaban en la Comandancia,
según ya explicó.
Ignora si había una ayuda escolar para el personal de la
Comandancia en Jefe. Él no tenía hijos en esa época en educación
escolar.
En cuanto al Auxiliar del Aeropuerto, sabe que es un Suboficial
viejito, de apellido DURÁN, que iba siempre al aeropuerto y cuando el
General viajaba. Desconoce de cuál Departamento depende.
Respecto a la entrega de dinero a los Ex Comandantes en Jefe,
afirma no tener conocimiento. Agrega que él no tenía contacto con
ningún ex Comandante en Jefe, salvo para la entrega de regalos de
Navidad, de lo que se encargaba la señora Ingrid.

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En cuanto a los gastos de los Ayudantes del Comandante en Jefe
del Ejército, dice que éstos dependen de la Comandancia en Jefe, y
estaban aparte de ellos que trabajaban en Lo Curro, por lo que no tiene
conocimiento de ellos.
Señala que él nunca viajó con el General OVIEDO cuando trabajó
con él, ni después tampoco. Su relación con el General era más de
trabajo, pese a haber trabajado por cuatro años con él.
Relata que viajó en varias oportunidades dentro de Chile, porque
él tenía que ver con todo lo del viaje del General a Collipulli, a la casa de
la familia de su señora. En principio, en el año 2014 el General
determinó que él quería viajar allá, entonces había que habilitar un
lugar para la seguridad, por lo que tuvo la misión de habilitar dicho
lugar, acondicionando una cabaña para el efecto, que era cercana al
domicilio de Collipulli, con los fondos que le asignó VÁSQUEZ, que en
este caso sí corresponderían a seguridad del Comandante en Jefe, no a
seguridad nacional, según comenta. Entiende que esta propiedad en
Collipulli fue de la madre de la señora Marianne, después se hizo una
venta del terreno y el general OVIEDO se construyó una casa en el
sector. Indica que viajó en total unas 10 o 20 veces a Collipulli en los
cuatro años que estuvo en función.
En una oportunidad, encontrándose en Iquique por una comisión
de servicio a la que lo envió el Comandante en Jefe OVIEDO para que
atendiera temas de él en esa ciudad, a la cual partió en un avión
comercial, de regreso, él lo trajo en el avión institucional.
A fojas 5.820 señala que omitió mencionar ciertos gastos que
pudo recordar posteriormente, que fueron costeados con recursos que le
entregó el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, provenientes
de Gastos Reservados, y que tienen relación con el General OVIEDO.
Entre otros, el primero relativo con el pago del Gimnasio Balthus para él
y su señora, cuya fecha no recuerda en ese momento, y que al principio
pagó con su tarjeta de crédito y después siguió pagando en efectivo, a
razón de aproximadamente $250.000 mensuales. Además pagó masajes
para el General OVIEDO. Adicionalmente, se pagó, al inicio del contrato
con ese gimnasio el costo de inscripción, que era un monto bastante
superior a la mensualidad, cuyo monto no recuerda en este momento.

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Este gasto se realizaba por instrucción del General OVIEDO, con el que
incluso fue personalmente al gimnasio para lograr la inscripción, ya que
él tenía que ir personalmente. Se adquirió un plan familiar. Este dinero
en efectivo de los dineros que le entregaba el Oficial de Finanzas,
VÁSQUEZ y ROSAS en su oportunidad, provenientes de Gastos
Reservados. Estos gastos estaban considerados dentro del presupuesto
mensual para la Casa de Lo Curro. Estima que este gasto no puede ser
considerado de seguridad o inteligencia. Afirma que él no iba a este
gimnasio, sí el General OVIEDO y su señora; no se benefició con esta
suscripción.
Declara que en varias oportunidades realizó gastos
correspondientes a vacaciones de General OVIEDO, dentro de Chile. Una
vez pagó el alojamiento, en un lodge en el sur de Chile, en el sector de
Torres del Paine, le parece que el alojamiento se hizo en unos domos.
Este pago se realizó para el beneficio del General OVIEDO, su familia y
alguien de Seguridad que no recuerda. En realidad no recuerda si lo
acompañaron sus tres hijos al viaje, pero sí fueron el General y su
señora y cree que 2 de sus hijos. Este gasto fue de alrededor de
$10.000.000, suma que pagó con su tarjeta de crédito, y que después
se reembolsó, solicitando esta suma de dinero al Coronel VÁSQUEZ, de
los mismos recursos que él le proporcionaba en efectivo. Tiene que
haber sido en enero o febrero, no recuerda si del año 2015 o 2016.
Refiere que fue un paquete vacacional completo, que incluía
alojamiento, alimentación y tours. Del traslado se encargó Seguridad,
no él. Esto se realizó en la época de vacaciones del Comandante en Jefe.
Afirma que a VÁSQUEZ le dijo de qué se trataban los recursos y le rindió
cuenta de los gastos realizados; esto se hizo por instrucción del General
OVIEDO, quién le dio la instrucción de las características del lugar que
debía buscar. Posteriormente le hizo la propuesta y él la aprobó. Señalo
que MARIANNE, la señora del General OVIEDO, pudo haber actuado
como intermediaria, ya que en algunas ocasiones ella le informaba la
decisión del Comandante en Jefe, aunque no recuerda cómo
exactamente se hizo en este caso particular, pero sí está seguro que el
General aprobó la selección del lugar. Asegura que en la gran mayoría
de las veces era el Oficial de Finanzas el que lo llamaba a él para

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informarle que le debía entregar cierta suma de dinero de Gastos
Reservados para un gasto determinado, por orden del General Oviedo.
Explica que no recuerda las circunstancias específicas en que se le
entregó este dinero para este gasto vacacional, se refiere a que no
recuerda si VÁSQUEZ lo llamó para decirle la cantidad o si él se la
solicitó, por orden del General OVIEDO. De hecho, le entregó la
cantidad, pagó el gasto con su tarjeta de crédito y depositó de
inmediato los recursos, porque era mucho dinero y debía cubrir la
tarjeta. Por esta misma razón lo hizo en 2 pagos. Refiere que de todos
estos gastos le rindió cuenta al General OVIEDO, esta rendición de
cuentas la hizo a través de la entrega del voucher que contenía todos
los detalles del programa así como del monto del gasto. Asumió que
todo estaba bien, porque el General nunca le llamó la atención por el
monto ni por el lugar.
Agrega que adicionalmente, en diciembre del año 2014, aunque no
recuerda exactamente la fecha, también le pagó vacaciones al General
OVIEDO en las Termas de Puyehue, para él y su señora. Además se le
arrendó una cabaña a la Seguridad en Aguas Calientes. Por este
concepto se gastaron en total aproximadamente $1.500.000 a
$1.800.000 por estadía y alimentación del General y su señora en las
Termas de Puyehue, y además unos $400.000 por el alojamiento de la
Seguridad en Aguas Calientes. No recuerda si eran una o dos cabañas y
si incluía la alimentación en este último lugar. Estas cabañas se
encontraban a unos 5 kilómetros de las Termas. El traslado de Puyehue
no lo vio, desconoce si lo vio Coordinación o Seguridad.
Señala que este viaje se lo encargó personalmente el General
OVIEDO. El pago lo hizo con recursos entregados por VÁSQUEZ. En este
caso primero llegó la factura, y sobre esa pedí los recursos para el pago,
recursos que recibió del Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Lo pagó con su tarjeta de crédito y después depositó los fondos en su
cuenta. Realizó un par de pagos a la Agencia LATRACH. No recuerda
bien las fechas, pero un pago fue para los pasajes de toda la familia del
General OVIEDO y para él, hacia Puerto Montt, donde también pagó los
gastos de alojamiento. Se refiere al General, su señora y sus tres hijos.
Recuerda que el avión llegaba a Puerto Montt, pero no tiene claro si se

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alojaron a Ancud. Compró los pasajes en LATRACH y también el
alojamiento, gastando alrededor de $1.100.000 por pasajes, y no
recuerda si el gasto total de pasajes y alojamiento fue de más de 2
millones, o si sólo por alojamiento se gastó este último monto. Afirma
que este viaje también se lo ordenó el General OVIEDO, quien le indicó
la ciudad en que él quería vacacionar y la fecha del viaje; todo esto lo
coordinó directamente con él, así como los otros viajes; le comentaba
cuánto costaría lo encomendado por el General, quien le decía “ve los
recursos con el Oficial de Finanzas” o “ve los recursos con VÁSQUEZ”, y
acudía entonces al Oficial de Finanzas para que le proporcionara los
recursos. En otras oportunidades el Oficial de Finanzas lo llamaba por
teléfono y le informaba que ya estaban los recursos para costear estos
viajes, y él los iba a retirar, en dinero efectivo, como siempre.
Expone que en otra oportunidad el General tuvo una comisión de
servicio en Punta Arenas, y le pidió que buscara alojamiento en el Hotel
Explora de Puerto Natales, para él y su señora; en realidad desconoce si
se trataba de una comisión o él iba a estar allá. No recuerda el año en
que ocurrió, pero no fue en periodo de vacaciones. Hizo la cotización,
que fue de $6.000.000, y se la presentó al General OVIEDO quien la
aprobó. Este gasto incluía alojamiento, alimentación y tours, para él y
su señora. Desconoce cómo se cubrieron los gastos de la Seguridad,
sólo sabe que ellos estaban en Puerto Natales, no sabe si en la ciudad
misma o en otro lugar. Pidió los recursos a VÁSQUEZ y él le pidió un par
de días para hacerle la entrega de los mismos, lo que finalmente se
materializó. Primero pagó alrededor de un 30%, y después cuando el
General y su señora llegaron hizo el pago restante. En realidad no
recuerda con exactitud las fechas del pago, pero sí sabe que se hizo en
2 pagos, que realizó desde su tarjeta de crédito, y que se reembolsó con
los dineros entregados por VÁSQUEZ.
Añade que también organizó un viaje a Huilo Huilo para año
nuevo, para 6 personas en total, con todo incluido, para el General
Oviedo, su señora, 2 personas más que no eran sus hijos, no recuerda
quiénes eran, y además 2 Oficiales de Seguridad; por esto pagó
alrededor de $3.000.000 a $4.000.000. Si bien no recuerda el año en
que esto ocurrió, sí quedó registro en su tarjeta de crédito. Este viaje lo

618
organizó por orden del General OVIEDO, quien le señaló el lugar, fecha
y número de personas que irían. Le presenté a él la cotización con los
lugares, si era una habitación o si era un lodge, y se indicaba el costo
diario en pesos, informándose varias alternativas, y él eligió. Señala que
esto lo pagó con su tarjeta de crédito y se reembolsó con los dineros
que le entregó el Oficial de Finanzas. Siempre antes de hacer el pago
hablaba con el Oficial de Finanzas para asegurarme que los recursos
estuvieran disponibles y poder hacer el reembolso.
Asegura que para estos viajes nunca el General OVIEDO ni su
señora le entregaron recursos, siempre le fueron proporcionados por el
Oficial de Finanzas respectivo.
Agrega que también hubo otras vacaciones que organizó en
Ancud, para el General OVIEDO, su señora y sus tres hijos. No recuerda
con precisión el año. Pagó la estadía en un hotel boutique, cuyo nombre
no recuerda. Fueron casi $10.000.000 los que pagó por este concepto.
No recuerda la cantidad de días, pero sí iba todo incluido, se refiere
alojamiento, alimentación, probablemente tour, aunque no recuerda con
precisión si esto último también estaba considerado. Este pago lo hizo
con su tarjeta de crédito. Además, le reenvió los correos electrónicos al
General Oviedo con la información de la cotización y precios. el General
OVIEDO aprobó la cotización. No recuerda si el pago de este viaje lo
hizo con su tarjeta o por medio de una transferencia electrónica, pero en
todo caso fue desde su cuenta del Banco Santander. Los dineros le
fueron entregados por el Oficial de Finanzas, le parece que por el
Coronel VÁSQUEZ en esa época. No recuerda bien si es que él lo llamó
para decirle que estaba el dinero para su retiro, o si lo llamó a él
solicitando los recursos, porque fueron muchas situaciones similares, y
porque fin de año era una época con muchos gastos. En todo caso, el
Oficial de Finanzas entregó los recursos para este viaje, él no los aportó
de su patrimonio, tampoco el General OVIEDO le entregó alguna suma
de dinero.
Agrega que había un par de camionetas que tuvo que arrendar en
su oportunidad, lo hizo para el traslado de Seguridad del General
OVIEDO, según se le pidió por el Oficial de Seguridad, en algunas
ocasiones, que puede haber sido el Capitán JARA o el Oficial que

619
estuviese en la comisión. Lo hizo con la empresa LATRACH, quienes a su
vez arrendaban los vehículos a un tercero. Esto lo hizo para los
traslados cuando el General OVIEDO estaba dentro del país. No veía
ningún gasto a realizarse en el extranjero. Estos arriendos fluctuaban
entre los $200.000 a $300.000 y fracción, no recuerda la cantidad
precisa, pero sí eran vehículos con características de seguridad.
Señala que también se hicieron gastos para arreglar la cabaña en
Collipulli para ser ocupada por la Escolta del General OVIEDO, por lo que
se realizaron varias compras en Home Center, en MK donde se
compraron los artículos de gasfitería, y en otros lugares. Este gasto se
realizó en varias etapas. Un gasto fue por alrededor de $10.000.000, y
después otro de $5.000.000. También se realizaron gastos de compras
de áridos, no recuerda el total del detalle, pero sí eran obras para
arreglar esta cabaña para la Seguridad. Todos estos gastos los hizo por
orden directa del General OVIEDO, le presentó el presupuesto del gasto,
el General lo aprobó y en un par de días tuvo que hablar con el Oficial
de Finanzas VÁSQUEZ, en ese momento. El primer presupuesto fue de
alrededor de $10.000.000, en septiembre de 2014. No recuerda el valor
del segundo y quizá un tercer presupuesto. De estos recursos rindió
cuenta a VÁSQUEZ, y particularmente de estos arreglos al General
OVIEDO. De hecho, estos presupuestos siempre los vio el General, a
diferencia de la compra regular de las cosas que se hacían en la casa, ya
que para esto él estaba en conocimiento de que se compraban ciertas
cosas habitualmente, tales como, por ejemplo, para la alimentación para
todo el Complejo de Lo Curro de acuerdo al pedido que le hacía el
Mayordomo Suboficial Juan YÁÑEZ, flores, chocolates, por mencionar
algunos, además de otros habituales. Pero, de todo gasto
extraordinario, siempre tuvo conocimiento el General OVIEDO, porque
se lo informaba y conversaba los presupuestos con él. Hubo veces en
que él incluso le observó el presupuesto, porque no estaba de acuerdo.
Refiere que los recursos para el acondicionamiento de esta cabaña, se
los entregó en efectivo el Coronel VÁSQUEZ. No firmó ningún
documento por la recepción de estos recursos, así como tampoco lo hizo
respecto de las demás entregas de dinero que le hicieron los Oficiales de
Finanzas. Afirma que algunos de estos gastos los hizo con su tarjeta de

620
crédito, y otros gastos, por ejemplo la compra de árido, se pagó con
dinero en efectivo. Lo pagaba con su tarjeta de crédito y después se
reembolsaba el gasto, depositando el dinero en su cuenta corriente.
Declara que también se adquirió un sistema para calefaccionar la
piscina de la Casa de Lo Curro, por unos $6.000.000 a $7.000.000, por
orden del General OVIEDO, quien le ordenó la búsqueda de este
sistema, lo hizo, le presentó la cotización, y finalmente lo aprobó. Hizo
presente al Coronel VÁSQUEZ de este gasto, y éste le proporcionó los
recursos en dinero efectivo, igual que en todos los otros casos que ha
referido; no recuerda el nombre de la empresa. Este sistema requería
además una mantención anual, que se pagaba con los recursos
asignados para el mantenimiento de la Casa. No recuerda el monto del
gasto por esta mantención. Explica que para la instalación de este
sistema se hizo una reparación previa a la piscina, por fracturas, pero
esta no se hizo con los recursos que entregaba el Oficial de Finanzas,
sino que con recursos entregados por Bienestar, de lo que tuvo que
haber quedado registro, porque hubo licitaciones y todo un proceso
administrativo, a diferencia de lo que se hacía cuando se usaban dineros
de Gastos Reservados, fue lo que le informaron, pero no tuvo que ver
con este proceso.
Expone que la aromatización de la Casa de Lo Curro, fue un
sistema que se licitó a través del Departamento de Asuntos Generales
de la Secretaría General, y se pagó de esta forma el primer o los dos
primeros años, esto lo veían en la Secretaría General. Con posterioridad,
se siguió pagando, pero con los recursos de Gastos Reservados que le
entregaba el Oficial de Finanzas, con recursos que le entregaba
adicionalmente. Antes de empezar a pagar él este servicio, el Oficial de
Finanzas le entregaba mensualmente la cantidad de $10.000.000 para
los gastos de la Casa, y cuando se decidió que él pagara con estos
recursos también el sistema de aromatización, el Oficial de Finanzas le
comenzó a entregar un recurso adicional de $300.000 mensuales. Por
este motivo, es que empezó a recibir la suma de $10.300.000
mensuales. El sistema de aromatización era un sistema que tenía
aparatos conectados en todo el Complejo de Lo Curro, para que
mantuviera el lugar un aroma agradable, era una especie de Split como

621
del aire acondicionado. Esta empresa iba al complejo de Lo Curro todos
los meses para la mantención de los equipos aromáticos. Se pagaba en
forma mensual. No recuerda ahora el nombre de la empresa.
El tribunal le exhibe al deponente listado de los cargos y abonos
efectuados en su tarjeta de crédito MasterCard del Banco Santander N°
377825103190455, en pesos y en dólares, entre marzo del año 2014 a
marzo del año 2018.
Luego de haber revisado la nómina de movimientos en su tarjeta
de crédito, señala que en la columna “Observaciones” de ese listado, ha
dejado anotado aquellos cargos que corresponden a la Casa de Lo
Curro, y en general a gastos del General OVIEDO que pagó con su
tarjeta para luego reembolsarse con los dineros de Gastos Reservados
que le hizo entrega el Oficial de Finanzas de la época. A su vez, las
menciones que hizo en estas observaciones, señalando con ellas “Gral.
Oviedo”, se refirió a compras que se hicieron para él, como por ejemplo,
los hoteles y el gimnasio que pagó, entre otros. Ahora habiendo visto los
movimientos de su tarjeta de crédito, recuerda además que la
inscripción del General OVIEDO y su señora en el Gimnasio Balthus de
Vitacura a que aludió antes, fue de $434.500 cada uno. A su vez, existe
un pago por $1.607.600, que hizo a dicho gimnasio, con fecha 7 de
febrero del año 2018, y que corresponde al pago del año completo
2018, para el uso de este gimnasio por el General OVIEDO y su señora.
Este tiene el número 3143 de la nómina. Además realizó un pago el 16
de febrero de 2018, de $173.600, en el mismo gimnasio, que puede
haber correspondido a algún servicio adicional, que no recuerda,
también para el General OVIEDO. Este pago tiene el número 3154 de la
nómina que se le exhibió.
Asimismo, recordó ahora los pagos que se hicieron en el Hotel
Sheraton para el año nuevo del año 2015, en que el General OVIEDO le
pidió reservar y pagar la cena de esa noche de año nuevo, el
alojamiento y masajes en dicho hotel, para él y su señora, y que
correspondieron a un pago por $210.000, otro por $504.000, y un
tercero por $107.000, gastos que pagó con su tarjeta de crédito y que le
fueron reembolsados a través del mismo sistema, por el Coronel
VÁSQUEZ, en dinero efectivo, proveniente de los mismos recursos que

622
normalmente le entregaba; afirma que le dijo al Oficial de Finanzas que
había que pagar esa suma de dinero. No recuerda si le mandó el
comprobante al General OVIEDO de esta compra. En cualquier caso, la
orden le fue impartida por el General OVIEDO, quien le pidió buscar y
pagar una comida para fin de año y pasar esa noche allí con su señora.
Quiere agregar, respecto de los pagos que se hicieron a la
Universidad Adolfo Ibáñez, por $5.000.000, por $2.804.695 y por
$1.792.696, realizados el día 9 de junio del año 2016 y el 9 de junio de
2017, y que corresponden a los número 2006, 2007 y 2722 de la
nómina exhibida, que estos dicen relación con un magister que realizó
en dicha universidad ese año 2016, que el Ejército lo envió a realizar en
dicha universidad. En cuanto a la forma de pago, esta se concretó con
los recursos que le entregó el Director de Finanzas del Ejército de la
época, General ROJAS MEISSNER. Este magister fue ordenado
directamente por el Comandante en Jefe, General OVIEDO, quien
decidió que era conveniente que continuara en su carrera, lo que exigía
un estudio de post grado, razón por la cual él le señaló que para estos
efectos, específicamente para pagar el magister, hablara con el
Secretario General de la época, el General AHUMADA, a fin de requerirle
los recursos, y este a su vez le dijo que lo concretara con el General
ROJAS. En definitiva, fue el General ROJAS quien le hizo entrega física
de los dineros en efectivo. Quiere hacer presente que en ese momento
desconocía el origen de esos recursos, que eran de Gastos Reservados,
y pensó que era una forma que tenía el Comandante en Jefe para
capacitar al personal. Añade que no firmó ningún documento por la
recepción de estos dineros; que tampoco se lo pidió el General ROJAS.
Esta solicitud de capacitación se la pidió directamente y en forma verbal
al Comandante en Jefe, no hizo ninguna presentación formal, y la dirigió
a él, porque era su calificador directo.
Agrega que también al revisar la nómina recordó que se hicieron
pagos al Noi Hotel Vitacura, por $277.850 y $89.500, pagados el 6 de
octubre de 2016 y que aparecen con los números 2305 y 2306 de la
nómina que se le exhibe, corresponden a alojamiento, masajes y
comidas. No recuerda bien si eran solo alojamiento y comida o incluso
también masajes. Y estos eran para el Comandante en Jefe, General

623
OVIEDO y para su señora. Asegura que esto se lo encargó directamente
el General OVIEDO, que le buscara un lugar para alojar una noche con
su señora, no recuerda si era por alguna ocasión especial. Hizo la
reserva y pago con su tarjeta de crédito y los recursos se los entregó el
Oficial de Finanzas en dinero efectivo, de Gastos Reservados, con lo cual
se reembolsó. La operativa era la misma que ha explicado en sus
declaraciones ante el tribunal.
Hay otro pago en la nómina por una comida en este mismo hotel,
que el General OVIEDO organizó con Oficiales de la Secretaría General,
a la cual él también asistió. Le encargó que buscara el hotel e hiciera la
reserva, y pagara este servicio. Se hizo un cobro por persona y lo pagó
antes de la ocasión, con su tarjeta de crédito, y luego se reembolsó
estos recursos, procediendo de la misma forma que ya ha explicitado,
con los fondos de Gastos Reservados que le fueron entregados por el
Oficial de Finanzas, en dinero efectivo.
Asimismo, ha podido verificar de acuerdo a la nómina, que en el
número 2.441, aparece uno de los cobros por la estadía en Huilo Huilo a
que hizo referencia anteriormente, que se pagó el 24 de noviembre de
2016, por $2.640.110. El otro pago fue por $4.000.000, realizado el día
23 de noviembre de ese año, y que lleva el número 2.434 en la nómina
exhibida. Indica que estos pagos también le fueron restituidos con los
dineros en efectivo que le entregó el Oficial de Finanzas, provenientes
de Gastos Reservados.
Refiere que realizó también un pago por $201.000 a Corralco,
según aparece en el número 3159 de la nómina, y que corresponde a un
centro de esquí y que fue hecho para la concurrencia del General o de
su familia, pero no recuerda bien; y que en cualquier caso, el pago no
fue hecho para su beneficio o el de su familia. Además, se hizo el pago a
nombre del General OVIEDO. Añade que todos estos dineros los recibió
en efectivo del Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, como
señaló anteriormente en sus declaraciones. No quedó registro más que
en sus tarjetas.
Además de lo que ha expuesto, en la columna de “Observación” ha
dejado el detalle del concepto que corresponde al pago realizado por él
con cargo a su tarjeta de crédito. En algunas líneas colocó la expresión

624
“no recuerdo”, por cuanto no obstante tratarse de un gasto efectuado
para el Comandante en Jefe General OVIEDO, no recuerda el detalle de
dicho gasto en este momento, pero, en todo caso se pagaron con los
recursos proporcionados por el Oficial de Finanzas de la Comandancia, o
le fueron reembolsados con dichos dineros, todos provenientes de
Gastos Reservados. En cualquier caso, no fueron pagos realizados en su
beneficio o para su familia. Declara que los espacios que dejó en blanco
en la columna “Observación”, corresponden a gastos propios, o sea
gastos suyos que hizo de su patrimonio, según logro recordar en esta
oportunidad, pudiendo existir quizá alguno que omitió.
Además, habiendo revisado el listado puede ahora precisar que la
fecha en que se pagó el viaje de las Termas de Puyehue para el General
OVIEDO y su señora, fue el 5 de diciembre de 2014.
Respecto los gastos de Cabify que figuran en su tarjeta de crédito,
en su mayoría corresponden a viajes que tuvo que realizar para hacer
compras o encargos, todos correspondientes a su función como Oficial
de Órdenes de la Casa de Lo Curro.
Señala que de los depósitos en efectivo realizados en su cuenta
corriente, gran parte corresponden a los dineros que recibió del Oficial
de Finanzas en efectivo, relacionados a estos gastos a que ha hecho
referencia en su declaración del día de hoy y en la anterior, y también
otra parte corresponde a depósitos de dineros suyos, proveniente de
cambio de dólares, o ayuda económica que le ha otorgado su familia.
El tribunal le hace presente que en su cuenta corriente figuran
depósitos en dinero efectivo, que suman aproximadamente la cantidad
de $400.000.000, entre marzo del año 2014 y marzo del año 2018, a lo
que señala que efectivamente esa cantidad corresponde a dinero que
recibió en su mayoría de los que le fueron entregados por el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, para pagar los distintos gastos del
funcionamiento del Complejo de Lo Curro y los otros a que he hecho
mención en sus declaraciones. A este monto debe adicionarse todos
aquellos pagos que hizo directamente en dinero efectivo, también con
recursos que le fueron proporcionados por el Oficial de Finanzas,
provenientes de Gastos Reservados, y siempre en conocimiento y orden
del General OVIEDO y posterior rendición de los recursos que gastaba,

625
efectuada a él y al Oficial de Finanzas. Nunca realizó un gasto o solicitó
fondos de este tipo al Oficial de Finanzas para su propio beneficio, ni por
iniciativa propia.
Finalmente, agrega que en sus correos hay cierta información
relativa a los pagos a que ha hecho referencia, puede que haya olvidado
algo de esta información, se refiere particularmente a ciertos correos
que mantuvo con el General OVIEDO y con las empresas que brindaron
los servicios a que se ha referido.
B.- DE LOS HECHOS JUSTIFICADOS
Segundo: Que los elementos de convicción reseñados
precedentemente permiten tener por justificados, a lo menos en el
presente estado de la investigación los hechos que pasan a describirse:
Entre el 09 de marzo de 2006 y el 09 de marzo de 2010 el
Comandante en Jefe del Ejército de Chile de la época procedió a instruir
verbalmente a quien se desempeñaba como Director de Finanzas del
Ejército también en ese tiempo, para que de los recursos fiscales
dispuestos para el Ejército de Chile por concepto de “Gastos
Reservados”, hiciera entrega al Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe del Ejército, en forma parcializada y según
requerimiento verbal, a lo menos trimestralmente, de una cantidad que
en total ascendió a la época a $3.975.900.659 (tres mil novecientos
setenta y cinco millones novecientos mil seiscientos cincuenta y nueve
pesos), con el objeto de destinarlos a lo que denominaron “Recursos del
Comandante en Jefe” o “Recursos Extraordinarios del Comandante en
Jefe”. Tales recursos eran recibidos por el Jefe del Departamento
señalado, en dinero efectivo –en dólares y moneda de curso legal– sin
que quedara ningún registro escrito, sea contable o en algún otro
documento, que diera cuenta de la entrega de tal egreso; de la
recepción de los fondos; ni del destino de los mismos. Este último
oficial, a su vez, luego de retirar los dineros desde la Dirección de
Finanzas del Ejército, procedía a guardarlos en la caja fuerte mantenida
especialmente para tal efecto en la Comandancia en Jefe, hasta
concretar la instrucción del destino específico que debía darles de
acuerdo con la correspondiente orden de la máxima autoridad del
Ejército, y el cual era distinto de aquél que estaba legalmente permitido.

626
Información ésta que era conocida, en forma compartimentada, solo por
un pequeño grupo de funcionarios que cumplían cargos y labores de
confianza del referido Comandante en Jefe, y a quienes éste les
encomendaba la ejecución de sus órdenes específicas con cargo a estos
recursos. Luego de cumplirse el cometido, el Jefe del Departamento de
Finanzas de la Comandancia en Jefe presentaba, periódicamente, una
rendición de cuentas al referido General, procediendo a destruir todos
los documentos que pudieran dar cuenta del real destino dado a estos
fondos, según instrucciones recibidas por aquel al inicio de la gestión.
De esta manera, el mencionado alto Oficial, quien era el
responsable de darles el empleo debido, en vez de destinar los recursos
señalados al cumplimiento de sus tareas públicas relativas a la
seguridad interna y externa; al orden público del país o a las funciones
inherentes a la Jefatura de Estado, que por su naturaleza requieren de
reserva o secreto –como correspondía según mandata expresamente el
artículo 2° de la Ley Nro. 19.863– dispuso que estos fondos fueran
utilizados en beneficio propio y en beneficio de terceros con una
finalidad diversa de aquella permitida.
Además, en marzo de 2007, enero de 2008, enero de 2009 y
enero de 2010, respectivamente, el referido Comandante en Jefe
procedió a remitir al Contralor General de la República la rendición de
cuentas de los Gastos Reservados correspondiente al ejercicio
presupuestario respectivo, del año anterior, por él suscrita, señalando
que aquellos fondos fueron solicitados y percibidos de acuerdo al artículo
22 de la Ley Orgánica de la Administración Financiera del Estado, esto
es “[…] con el propósito de ser invertidos conforme a las prioridades y
compromisos establecidos por la institución en la planificación de
actividades para dicho ejercicio, la que busca anticipar eventos en el
contexto vecinal y regional, que pueden afectar la seguridad y defensa
nacional, asociándolo a los rubros clasificadores que allí indica”. Rubros
que, a su vez, se asocian al documento –también remitido, en esa
oportunidad a la entidad contralora– denominado “Anexo descriptivo de
la desagregación por rubros de los gastos reservados autorizados al
Ejército de Chile”. Haciendo mención en ambos documentos y
particularmente en el contenido fundamental del segundo, y en relación

627
con todos los ítems allí desarrollados, que dichos gastos se encuentran
asociados a labores de inteligencia, contrainteligencia y seguridad
externa e interna.
Conjuntamente con tales instrumentos se remitió al Contralor
General de la República, en cada anualidad, un documento encabezado
con el título “DECLARACIÓN JURADA”, también firmado por la máxima
autoridad del Ejército, donde señala que en cumplimiento a lo dispuesto
en el artículo 6° de la Ley N° 19.863, procede a “[…] declarar bajo
juramento que los egresos de los Gastos Reservados, autorizados
conforme a la Glosa N° 03, de la Partida 11, Capítulo 01 ‘Ejército de
Chile’, de la Ley N° 20.882 que aprobó el Presupuesto del Sector Público
para el año […] fueron empleados en fines propios de las actividades
respectivas del Ejército de Chile, y que con ellos no se efectuaron pagos
a funcionarios públicos, ni se emplearon para el financiamiento de
campañas políticas, de partidos políticos u organizaciones gremiales”.
Luego, y pese a que según lo declarado los recursos provenientes
de gastos reservados se habrían usado al tenor del artículo 6° citado, es
decir, para los fines propios de las actividades respectivas a que se
refiere el artículo 2°, esto es, “[…] para el cumplimiento de sus tareas
públicas relativas a la seguridad interna y externa y el orden público del
país y a las funciones inherentes a la Jefatura de Estado, y que por su
naturaleza requieran de reserva o secreto”, tal manifestación formulada
bajo juramento y presentada al Contralor General de la República, no
se ajustó al real destino dado a los recursos recibidos por ese
concepto.
Así, por orden del Comandante en Jefe, a dichos caudales que
debían ser destinados a Gastos Reservados, que entre marzo de 2006 y
marzo de 2009 ascendieron a $3.975.900.659 (tres mil novecientos
setenta y cinco millones novecientos mil seiscientos cincuenta y nueve
pesos), se les dio, entre otros destinos, los siguientes: a) Una cantidad
de dinero para uso personal del Comandante en Jefe del Ejército
ascendente a $6.000.000 mensuales; b) Todos los gastos de
funcionamiento y mantención de la casa en que vivía el Comandante en
Jefe, que incluye, entre otros, el pago de ornamentos, bienes y servicios
asociados a ésta, así como la alimentación del grupo familiar, de visitas

628
y de quienes laboraban en el lugar, compra de regalos, flores y
chocolates; c) Gastos de libre disponibilidad del Comandante en Jefe
dentro de los cuales se incluyen, entre otros, regalos e invitaciones a
otras autoridades y a visitas, pasajes para el traslado de señoras de
Generales en comisión de servicio; la entrega de una cantidad, en
dólares, para los Generales de División que viajaban en comisión de
servicio al extranjero, según decisión del Comandante en Jefe; y de
entre USD 3.000 y USD 5.000 para el Comandante en Jefe en cada viaje
realizado en la respectiva comisión de servicio, por una suma que
alcanza los $175.200.000 aproximadamente, anuales; d) Una cantidad
de dinero mensual para disponibilidad del Secretario General del
Ejército; e) “Apoyo a Ex Comandantes en Jefe”, mediante la entrega de
sumas mensuales; f) Pagos de hoteles, pasajes aéreos, traslados,
alimentación, y cualquier otro gasto en que se haya incurrido durante
las comisiones de servicio dentro del país, para el Comandante en Jefe,
comitiva e invitados; g) Gastos de alojamiento, traslados, arriendo de
vehículos, alimentación y cualquier otro adicional generado durante la
comisión de servicio al extranjero por el Comandante en Jefe, por su
señora y comitiva; h) Pagos al servicio de Repostero del Comandante en
Jefe para costear la alimentación de este último y la de sus invitados; i)
“Auxiliar aeropuerto”, correspondiente al pago de una suma mensual
que era entregada a quien realizaba estas labores cuando el
Comandante en Jefe viajaba en transporte aéreo; j) “Gastos aeropuerto”
del Comandante en Jefe incluidos excesos de equipaje; k) Regalos de
cumpleaños para todos los Oficiales Generales del Ejército; l) Regalos de
cumpleaños para las señoras de todos los Generales señalados; m)
Regalos de cumpleaños para los Oficiales de la Comandancia; n) Regalos
de cumpleaños para las señoras de los oficiales de la Comandancia
mencionados; ñ) Regalos de cumpleaños para el cuadro permanente y
funcionarios civiles de la Comandancia en Jefe; o) Regalos de
matrimonio para hijos de los Generales; p) Regalos de Matrimonio por
invitaciones realizadas al Comandante en Jefe, cuyo valor fluctuaba
según rango y cercanía del contrayente con aquel; q) Gastos Auxiliar del
Comandante en Jefe; r) “Gastos Varios Escolta CJE”; s) “Gastos
Ayudantía CJE” entregados para cualquier egreso que estimara realizar

629
dicha Ayudantía; t) “Aporte Alimentación” destinada a brindar al
personal de la Secretaría General del Ejército alimentación de calidad
superior respecto de la dispuesta para los restantes funcionarios
militares; u) Recursos extraordinarios a los funcionarios de la
Comandancia con hijos en edad escolar; v) “Ajuar nacimiento hijos de
personal de la Comandancia en Jefe”; w) Gastos de “Funcionamiento
peluquería y sastrería del Comandante en Jefe”; x) Pago “Evaluación
concurso literario”; y) Compra del “Diario la Segunda”; z) Obsequios
para funcionarios destinados; aa) Celebración Navidad personal casa del
Comandante en Jefe; bb) Pago cuotas Rotary Club; cc) Compra de
recuerdos para las señoras de los Oficiales Generales que ascienden o se
retiran; dd) Fondos entregados a diversos oficiales en razón de sus
cargos, como son entre otros, ayudantes del Comandante en Jefe,
Edecán presidencial y Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa.
Egresos todos estos que no le habría estado permitido realizar a
cuenta de Gastos Reservados, ni a otros recursos del que dispusiera el
Ejército ni el Comandante en Jefe en virtud de su cargo, quien, en
definitiva procedió a dar a estos fondos fiscales un destino diferente del
autorizado por la Ley, usándolos en beneficio personal y de terceros.
Así las cosas, este uso fue, claramente diferente de aquel que el
mismo Comandante en Jefe de la época declaró, según la propia
rendición de cuentas que él efectuara en forma anual al Contralor
General de la República, en relación con los años 2006, 2007, 2008 y
2009, en cuya manifestación aseguró que fueron empleados para fines
propios de las actividades respectivas del Ejército de Chile y que, de
acuerdo a cuyos anexos –adjuntados a la declaración presentada a la
autoridad contralora– correspondían en su totalidad, a fondos que
supuestamente fueron destinados a actividades relacionadas con labores
de inteligencia, contrainteligencia, y seguridad interna y externa, según
detalle y conceptos allí explícitamente consignados; características que
no posee ninguno de aquellos destinos a los que fueron dirigidos en
definitiva los recursos mencionados.

C.- DE LA CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LOS HECHOS


Tercero: Que en el actual estado de sustanciación de este
proceso y dejando a salvo calificaciones jurídicas posteriores y diversas,
630
se estima que los hechos precedentemente determinados son
constitutivos del delito reiterado de MALVERSACIÓN DE CAUDALES
PÚBLICOS que prevé y sanciona el artículo 233 del Código Penal en
relación con el artículo 238 del mismo cuerpo legal; y del delito
reiterado de FALSEDAD DE DOCUMENTO PÚBLICO que prevé y
sanciona el artículo 367 numeral 5° del Código de Justicia Militar en
relación con el artículo 193 numeral 4° del Código Penal, vinculado este
último con las declaraciones juradas respecto a las rendiciones de
cuenta de los gastos reservados correspondientes a los ejercicios
presupuestarios de los años 2006, 2007, 2008 y 2009 que fueron
remitidas al Contralor General de la República.
En cuanto a la malversación:
En efecto, los antecedentes hasta ahora reunidos dan cuenta que
un Oficial del Ejército –empleado público que detentaba el mando
supremo de la institución castrense– aprovechando la circunstancia que
tenía a su cargo caudales públicos, de aquellos denominados “Gastos
Reservados”, que fueran entregados al Ejército para los efectos de ser
utilizados en los precisos términos que dispone el artículo 2° de la Ley
Nro. 19.863, los habría sustraído, procediendo a usarlos con un fin
distinto de aquel a que estaban destinados. Dirigiéndolos, en cambio en
beneficio personal y en beneficio de terceros, en vez de utilizarlos en
pago de las actividades que estaban autorizadas, por mandato legal,
para el cumplimiento de tareas públicas relativas a la seguridad interna
y externa, el orden público del país, y a las funciones inherentes a la
jefatura de Estado, que por su naturaleza requieran de reserva y
secreto, provocando con ello el consecuente perjuicio al erario nacional.
No puede dejar de hacerse presente que si bien la expresión
“sustraer” sindicada por la norma consiste en una acción material de
apoderamiento –según la cual se entiende que hace salir la cosa de la
esfera de custodia de su titular–, lo cierto es que como en estos casos
los caudales o efectos públicos se habrían encontrado ya dentro de la
esfera de custodia del hechor, éste no habría necesitado extraerlos o
trasladarlos desde el resguardo de otra persona, bastando una simple
instrucción u orden en tal sentido, como en el caso sub judice habría
sucedido.

631
Por otra parte, el delito de que se trata supone, también, que
entre el funcionario y el objeto sustraído exista una especial relación que
constituye el presupuesto fáctico normativo de la malversación. Sean
bienes públicos o privados, es esencial que se trate de objetos
vinculados al funcionario por una especial relación de custodia, derivada
de su función pública. Se alude al funcionario que tiene fondos “a su
cargo”, es decir, que estén a su cuidado, disposición o responsabilidad
y, es precisamente aquella la hipótesis que se habría verificado en la
especie.
Enseguida, el ilícito que se indaga no exige ánimo de lucro, de
manera que su verificación no es determinante a la hora de establecer la
configuración del tipo penal de que se trata, lo que no obsta a que en la
práctica la conducta de sustracción permanente obedezca,
precisamente, a una voluntad de lucrarse en ocasiones con el objeto,
apropiándose del mismo, circunstancia ésta que en el estado actual de
las cosas podría también tenerse por justificada. Finalmente, la conducta
debe ejecutarse con dolo directo.
En cuanto a la falsedad
A su vez, el mencionado artículo 367 prevé: “Será castigado con la
pena de presidio o reclusión menores en sus grados medios a presidio o
reclusión mayores en sus grados medios, el militar que, abusando de su
cargo, cometiere alguno de los delitos siguientes: 5° Que, fuera de los
casos comprendidos en los números anteriores, cometiere falsedad en
cualquiera de las formas indicadas por el artículo 193 del Código Penal,
en un documento referente al servicio de las instituciones armadas”. Por
su parte el citado artículo 193 dispone: “Será castigado con presidio
menor en su grado máximo a presidio mayor en su grado mínimo el
empleado público que, abusando de su oficio, cometiere falsedad: 4°
Faltando a la verdad en la narración de hechos sustanciales”.
Luego, el mismo empleado público quien en virtud de su cargo
debía emitir, suscribir y remitir anualmente una declaración jurada a la
Contraloría General de la República dando cuenta del destino (en forma
genérica e itemizada) de los fondos que por concepto de gastos
reservados le fueran entregados, habría cometido falsedad en las
referidas declaraciones, pues en dichos documentos aseguró –faltando a

632
la verdad en la narración de los hechos sustanciales– haber utilizado
esos fondos al tenor del artículo 6° citado, es decir, en los precisos
términos que dispone el artículo 2° de la Ley Nro. 19.863. Sin embargo,
ello no habría ocurrido de la manera manifestada por el señalado
General, sino que dichos recursos habrían sido usados y destinados de
la forma en que latamente se expuso en el considerando segundo de
acuerdo a las probanzas reseñadas en el motivo primero.
En este estado de la investigación, es menester explicitar,
primeramente, qué es lo que se entiende por documento. Así las cosas y
siguiendo al profesor Luis Rojas Aguirre, “el documento es una
declaración de una persona fijada en signos que expresan en el tráfico
jurídico un acto de voluntad o la observación de una circunstancia
fáctica jurídicamente relevante” (Falsedad documental como delito de
engaño. Revista Chilena de Derecho, Vol. 41 Nro.2; agosto 2014; p.
541). Por su parte, el profesor Alfredo Etcheberry, define el documento
público como “todo documento a cuya formación o custodia debe
concurrir un funcionario público obrando en su carácter de tal y en el
cumplimiento de sus funciones legales” (Derecho Penal Parte Especial.
Tomo IV-3era. edición, 1997; p. 160).
Seguidamente, cometer falsedad, explica Rojas Aguirre, es “[…]
crear o hacer un documento falso, inexistente, público o privado. Por
ende, la norma subyacente al tipo del art. 193 CP prohíbe al empleado
público crear un documento público falso”. Continua, señalando que
“[l]a diferencia proviene únicamente de la modalidad de comisión
descrita en el art. 193 N. 4 CP que alude explícitamente a la falsedad
como discrepancia entre narración y hecho y, por ende, presupone un
concepto de verdad como correspondencia. Esto implica que el tipo del
art. 193 y, por extensión, también el tipo del art. 194 CP, abarcan otro
injusto de la falsedad documental, entendido como creación de un
documento existente, pero cuyo contenido es falso en el sentido de no
correspondencia con el hecho” (Falsedad documental como delito de
engaño. Revista Chilena de Derecho vol. 41 Nro.2; agosto 2014; p.
541).
Por último, expone el autor Etcheberry que “[…] cuando se habla
de ‘narración’ debe tenerse presente que debe tratarse de aquellos

633
hechos de que el funcionario da testimonio por ciencia propia: fecha del
acto, identidad de las personas, lugar, firma de los otorgantes y
testigos, tenor de las aseveraciones hechas, etc.”, para finalizar
señalando que hechos sustanciales son “aquellos que dan su sentido o
alcance al documento, en relación con lo que el documento está
destinado a constituir o probar” (Derecho Penal Parte Especial. Tomo IV-
3era. Edición, 1997; p. 164).
De suerte que, en el caso de que se trata, a lo menos en el
presente estadio procesal, aparecen presunciones fundadas que se
reúnen los elementos de los tipos penales señalados.

D.- DE LA AUTORÍA
Cuarto: Que en su indagatoria el inculpado ÓSCAR RODRIGO
SEBASTIÁN IZURIETA FERRER manifestó, lo que pasa a reseñarse:
A fojas 16.287: Señala que no conoce el motivo de su
comparecencia al Tribunal, pero que lo supone. Expone que en esta
causa se está averiguando, se está investigando, el uso de Gastos
Reservados en el periodo en que él fue Comandante en Jefe.
Relata respecto de su carrera militar que ingresó a la Escuela
Militar en febrero de 1965, que egresó en diciembre de 1969. Menciona
que hizo un curso básico de infantería. Menciona que, luego, se fue tres
años al Regimiento Carampangue de Iquique. Agrega que, en 1973 lo
destinaron como instructor de cadetes en la Escuela Militar hasta 1976.
Refiere que ascendió a Capitán y que se fue en enero de 1977 a la
Escuela de Infantería hasta 1978. Narra que estuvo en la Academia de
Guerra del Ejército hasta 1981. Agrega que, luego, fue destinado a la
Dirección de Operaciones del Ejército hasta noviembre de 1983. Entre
diciembre de 1983 y enero de 1985, dice que fue Observador de las
Naciones Unidas en el Medio Oriente, en Líbano, Siria e Israel. Señala
que, posteriormente, el resto de 1985 y hasta 1987 fue profesor en la
Academia de Guerra del Ejército, Naval y Aérea. Declara que el año
1988 hasta 1990 fue Subdirector de la Escuela Militar. Desde el año
1991 hasta el año 1993, menciona que mandó el Regimiento Tucapel en
Temuco. Añade que, el año 1994 volvió al Estado Mayor del Ejército y
que el año 1995 hasta el año 1997 fue Director de la Escuela Militar.
Refiere que ascendió a General de Brigada en diciembre de 1998.
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Manifiesta que el año 1998 fue Agregado Militar en Gran Bretaña,
concurrente en Irlanda del Norte y que el año 1999 fue Jefe de la Misión
en Washington D.C., Estados Unidos. Luego, en el año 2000 y hasta el
2001, señala que fue Comandante de la III División de Ejército, cuyo
cuartel general estaba en Concepción, lo que dice, después cambió.
Declara que lo designaron Director de Operaciones del Ejército desde el
año 2002 hasta el año 2003 y que en los años 2004 y 2005 fue
Comandante de Educación y Doctrina. Relata, que desde el 10 de marzo
de 2006 y hasta el 9 de marzo del año 2010, fue Comandante en Jefe
del Ejército, luego de lo cual tuvo su retiro definitivo de la Institución.
Indica que la Comandancia en Jefe es una organización grande.
Explica que, básicamente, es el grupo personal del Comandante en Jefe
y la Secretaría General, que engloba el resto de la Comandancia en Jefe.
Describe que en la Secretaría General había un Departamento de
Asuntos Generales, un Departamento de Coordinación, un
Departamento de Finanzas y el Departamento de Comunicaciones y
Relaciones Públicas. Agrega que había también un grupo administrativo
donde está la gente de protocolo que lleva ese tipo de actividades en la
Comandancia en Jefe. Afirma que el grupo más personal del
Comandante en Jefe lo integran los dos Ayudantes, una secretaria de
nombre CECILIA y un Auxiliar. Refiere que la Secretaría General tenía
una instalación en Beauchef donde está el pool de vehículos, talleres y
ese tipo de cosas.
Menciona que, en su época, toda la gente que estaba en la Casa
del Comandante en Jefe dependía del Oficial de Órdenes, Francisco
PIZARRO. Señala que esa época había dos cocineros, tres mozos, un
jardinero y una persona para reparaciones y mantenciones que hacía de
todo y que además estaba la dotación de seguridad. Explica que para los
efectos administrativos, también estaban bajo el mando del Oficial de
Órdenes, pero para los efectos de su trabajo operativo dependían en esa
época de la Dirección de Inteligencia o del Ayudante de turno con el que
se coordinaban. Refiere que YAÑEZ era Mayordomo, que a su cargo
estaban los mozos y que estos últimos hacían turnos. Menciona que a
cargo de la limpieza de la casa había una señora, que lavaba, planchaba
y hacía aseo al interior de la casa.

635
Declara que en su periodo, el objetivo fue una transformación muy
grande del Ejército. Asegura que lograron desarrollar una capacidad
operativa que nunca tuvo el Ejército, que transformaron muchas
Unidades y que incorporaron mucha tecnología. Relata que crearon
Unidades acorazadas, sistemas de entrenamientos y centros de
entrenamiento. Expresa que el esfuerzo fue generar todo eso en tan
poco tiempo. Reconoce que tuvo mucho apoyo del gobierno, lo que se
tuvo que ganar. Expresa que se dedicó día y noche para lograr los
recursos, adquisiciones, desarrollo orgánico y que fue un trabajo del que
se siente muy satisfecho. Manifiesta que fue en alguna medida una
continuación del trabajo que hicieron sus antecesores, los Generales
IZURIETA CAFFARENA y CHEYRE. Señala que eso llevó a que esto lo
consumiera permanentemente. Explica que significó muchas horas de
trabajo, de relacionarse políticamente, de relacionarse
internacionalmente. Reconoce que es posible que eso lo llevara a que no
estuviera preocupado del detalle de cosas que se supone que se hacen
bien. Menciona que es porque hay gente responsable de hacerlo, sin
eludir su obligación de mando. Declara que su esfuerzo estuvo en eso,
que se lograron muchísimas cosas y se hizo un cambio muy grande.
Afirma que eso los hizo tener un prestigio internacional. Agrega que eso
se atribuye a una capacidad de disuasión y de estatura estratégica
internacional. Indica que a eso se dedicó en sus años. Reconoce que eso
lo llevó a usar platas, usar recursos, ir a muchas partes, hacer mucho
Lobby, dice que si no, no se habría logrado todo ello. Expresa que quería
señalar lo anterior, porque cree que es bueno que el Tribunal lo sepa.
Declara que lograr esos objetivos significó, a lo mejor, no estar
encima de cosas muy internas.
Reconoce que para él han sido sorpresa muchas cosas que han
salido en el diario. Relata que hubo un reportaje en julio de 2019, con
ocasión del procesamiento del General OVIEDO, donde aparece un
listado de cosas en las que se habrían invertido Gastos Reservados.
Manifiesta que, imagina, aquello fue durante ese periodo. Señala que
para él fueron una sorpresa, dice que lo desconocía, que no lo sabía.
Indica que algunos gastos con fondos de Gastos Reservados él no los
sabía, pero reconoce que otros gastos él efectivamente los dispuso con

636
Gastos Reservados. Menciona que si se hace una analogía de su periodo
con el del General OVIEDO, hay cosas que no son ciertas y otras que
nunca las supo, que nunca se las informaron ni las ordenó. Afirma que sí
ordenó, respecto del uso de Gastos Reservados, de partida, la
distribución de los Gastos Reservados. Reconoce que esta distribución
nunca fue igual un año respecto de otro. Explica que hacían, al inicio de
año, una reunión de trabajo normalmente con el Director de Finanzas
del Ejército, el General Cristian LE DANTEC los tres primeros años y que
el último año fue el General Sergio GÓMEZ BANNURA, quien custodia los
Gastos Reservados; con el Auditor del Ejército General Juan ARAB.
Señala que a veces participaba el Secretario General, que fue el General
Andrés AVENDAÑO los dos primeros años, y que en los dos últimos años
fue el General Guillermo PORCILE, a veces el Jefe del Estado Mayor.
Afirma que en sus primeros años, parte de los recursos de Gastos
Reservados iban al General PINOCHET y su familia. Señala que, lo
normal, es que una parte importante de los recursos iba a la Dirección
de Inteligencia. Explica que hicieron un análisis de lo que dice la Ley,
respecto de la seguridad interior y exterior de la República. Menciona
que hay muchas cosas que se hacen con Gastos Reservados y asegura
que hay cosas que no son netamente inteligencia. Expone que se van
haciendo distintos gastos según las necesidades y que por eso siempre
había una cantidad de Gastos Reservados que quedaban en reserva.
Explica que se entregaban, por ejemplo, recursos a los Comandantes
que estaban en las Unidades extremas del país. Indica que también se
entregaban recursos a los Generales que viajaban al extranjero. Dice
que todos los años era distinto. Declara que recibió instrucciones del
Gobierno para mejorar las relaciones con Bolivia, que dice no existían.
Asegura que esto requirió gastar mucha plata. Menciona que había que
mantener la neutralidad con Argentina. Refiere que hicieron tantas
cosas. Afirma que el General PINOCHET gastaba mucha plata. Explica
que se gastaba mucha plata en el General PINOCHET, porque era una
persona que mucha gente hubiese querido que muriera antes de su
muerte natural. Expresa que no era bueno para Chile, ni para el Ejército
ni para nadie. Señala que fue Agregado Militar en Londres cuando se le
detuvo. Refiere que su trabajo fue muy complejo con Scotland Yard, con

637
el Ejército británico por esos hechos. Relata que cuando volvió el
General PINOCHET a Chile, había mucha animadversión con él, por lo
que, dice, era un General que había que cuidar. Indica que había que
tener personal a su disposición, como médico, enfermeros, escoltas y
que todo eso generaba muchos gastos. Declara que todo estaba
amparado en el Decreto Supremo que avalaba custodiar a los ex
Comandantes en Jefe. Especifica que se refiere al Decreto Supremo
firmado en el gobierno del Presidente FREI que permitía a las Fuerzas
Armadas para, con sus propios recursos, custodiar a los ex
Comandantes en Jefe. Explica que se refiere a un Decreto Supremo
firmado por el Presidente FREI, manifiesta que, cree, fue suscrito el año
2004 o 2005 o antes, especifica que antes que asumiera el Presidente
LAGOS, por lo que señala que tuvo que haberse firmado en 1994 o
1996. Menciona que hay un Decreto Supremo que se refiere a la
seguridad de los ex Presidentes de la República en su primera parte, y
que en la segunda parte se refiere a la seguridad de los ex
Comandantes en Jefe. Agrega que, la Resolución Ministerial del año
2009 que firmó el Ministro VIDAL permitió regular el apoyo a los ex
Comandantes en Jefe y que esta Resolución Ministerial viene a
concretizar lo que se ordenaba en el Decreto, en el sentido de que eso
se realizará mediante la entrega de un vehículo, un conductor o
mayordomo. Dice que el tema es el mismo, pero norma la cantidad de
personas. Afirma que el Decreto del Presidente FREI se refiere al
concepto de custodiar a los ex Presidentes y ex Comandantes en Jefe
por las instituciones que establece y que en cambio, la Resolución viene
a especificar las personas y la forma de concretar esa obligación,
refiriéndose a un vehículo y una persona de apoyo, señala que antes de
ello las instituciones tenían su propia interpretación de cómo dar la
seguridad.
Menciona que los recursos se entregaban a la Comandancia
Guarnición del Ejército de la Región Metropolitana, expone que no se
entregaban directamente a la familia del General PINOCHET. Explica que
esa Guarnición tenía el enlace con la familia y se encargaba de
mantener todo el sistema de escolta, de salud y de apoyo, de la gente
que custodiaba y atendía al General PINOCHET. Reconoce que esto

638
partió con una cantidad gigantesca de personal, la que disminuyó por
órdenes del General CHEYRE y que el deponente volvió a disminuir, ya
que, expresa, no se justificaba. Describe que se proporcionaba
enfermeros, médicos, escoltas, conductores, todo el apoyo para el
General PINOCHET y su señora. Asegura que efectivamente con este fin
se destinó una cantidad importante de recursos de Gastos Reservados.
Afirma que también hay una gran cantidad de recursos que se
entregaba a la Comandancia en Jefe y recursos que por orden del
Comandante en Jefe, o sea el deponente, se entregaban a otras
Unidades y a algunos Generales que tenían comisión de servicio al
extranjero. Refiere que ha escuchado el término “perdiem”, dice que es
el término que se usa en Naciones Unidas a los recursos que se
entregan. Señala que genéricamente alguien le puso “perdiem” a los
dineros de Gastos Reservados que se entregaban a los Generales
cuando salían al extranjero en comisión de servicio, pero detalla que ese
no era el término que se usaba en su época. Expone que el destino de
esos recursos se basaba más en el propósito, aunque en los hechos,
reconoce que eso suena extraño. Declara que, por ejemplo, es posible
que un almuerzo con determinadas personas o autoridades aparezca
como algo “poco presentable” en términos de Gastos Reservados, pero
que el objetivo de ese almuerzo es el que validaba el uso de los Gastos
Reservados. Dice que se refiere a las cenas de retribución, también a los
desayunos y comidas que se bridaban en el extranjero. Expresa que
había oportunidades que en viajes oficiales, los embajadores de Chile en
el país al que el deponente iba, hacían la cena de retribución. Señala
que había otros viajes en que los embajadores no hacían la retribución,
por lo que el declarante tenía que pagar la cena de retribución. Agrega
que, cuando venían los extranjeros a Chile, ellos también hacían alguna
retribución. Señala que estos son los estándares internacionales que se
usan. Manifiesta que no puede decir que se usaban Gastos Reservados
en el pago de esas cenas, que no lo sabe. Indica que disponía la cena,
que sabía cuántas personas iban a participar en la cena, quiénes le
interesaba que asistieran, reconoce que también participaba él. Expresa
que no sabía que se usaban Gastos Reservados, que no sabía con qué
recursos se pagaban las cenas, aunque él lo ordenaba. Reconoce que

639
había cosas que él sí sabía que se usaban Gastos Reservados, porque el
mismo deponente así lo disponía. Da como ejemplo que dentro de la
designación anual había alrededor de $70.000.000 a disposición de él
como Comandante en Jefe de los Gastos Reservados, lo que dice
reconocer absolutamente y que puede decir en qué se gastaron. Afirma
que esos recursos se gastaron y detalla que, por ejemplo, tuvo cuatro
reuniones con el Comandante en Jefe del Ejército boliviano y que tuvo
dos reuniones con el General DE LA FUENTE del Ejército boliviano.
Agrega que lograron, en un corto tiempo, 25 Oficiales bolivianos
haciendo cursos en Chile. Explica que estas reuniones implicaban
costear el viaje y estadía de los Oficiales bolivianos y su comitiva y que
lo mismo pasaba respecto de los gastos de los Oficiales que hicieron los
cursos en Chile. Asegura que también tuvo reuniones con Comandantes
del Ejército peruano, lo que manifiesta significó uso de gestiones y uso
de Gastos Reservados en relaciones militares. Señala que la diplomacia
militar que permitió distender estas relaciones implicó el uso de Gastos
Reservados durante su periodo. Explica que esta diplomacia implica
gasto en comidas, cenas, regalos, reuniones. Asegura que en esto gastó
los $70.000.000 o $72.000.000 de Gastos Reservados que le entregaron
anualmente para su disposición. Reconoce que nunca preguntó si las
cenas de retribución se pagaban con Gastos Reservados. Dice que nunca
lo hizo porque tenía la confianza que si se usaban los Gastos Reservados
en ese contexto, entonces estaban bien utilizados. Señala que no hay
otros fondos que permitían ese tipo de gastos, ya que los Gastos de
Representación eran muy pocos. Afirma que muchos de estos gastos en
comidas sí se hacían con Gastos Reservados. Indica que tuvo 21
Comandantes de Ejércitos extranjeros de visita en Chile y que los
Gastos de Representación estaban lejos de cubrir esos gastos, por lo
asegura se utilizaban Gastos Reservados. Asevera que él lo dispuso.
Refiere que todas estas visitas y las visitas del deponente a otros países
tenían por objeto mejorar al Ejército. Declara que en su criterio los
Gastos Reservados estaban bien utilizados.
Expone que, respecto de los recursos de Gastos Reservados que
se entregaban a los Generales, efectivamente él dispuso que se
entregaran dineros a algunos Generales y a otros no. Reconoce que el

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monto lo disponía él y asegura que hay gente que recibió más de
US$ 1.500. Menciona que a algunos Generales les dio instrucciones de
qué hacer con los dineros que se les entregó de Gastos Reservados y
que a otros Generales no les dio ninguna instrucción, que solamente se
les entregaba el dinero. Indica que se los entregaba CORTÉS.
Señala que el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, Jorge
CORTÉS DÍAZ, recibía recursos de Gastos Reservados para la
Comandancia en Jefe. Indica que CORTÉS algunos gastos los hacía por
instrucciones del declarante y otra disposición de los Gastos CORTÉS la
hacía por sí. Supone que, porque venía consuetudinariamente ese
procedimiento de periodos anteriores, es decir, en gastos que se hacían
con fondos de Gastos Reservados por los Comandantes en Jefe
anteriores. Expresa que de estos usos él no se enteré en su momento.
Relata que nunca CORTÉS se juntó con DE LA FUENTE, que era el Oficial
de Finanzas del periodo del General CHEYRE, ni se reunieron con el
declarante. Agrega que no sabe quién le habló que habían declaraciones
sobre esa reunión, dice que en alguna parte lo leyó o alguien se lo dijo,
expresa que no lo recuerda. Afirma que nunca se reunió con esos
Oficiales ni le expusieron el itemizado que apareció en El Mercurio.
Reconoce que efectivamente tenía a su cargo los Gastos Reservados.
Refiere que Jorge CORTÉS no le rendía cuenta de los recursos de Gastos
Reservados. Asegura que en algunos casos si lo hizo. Asevera que el
responsable legal de los Gastos Reservados era el deponente y que él
siempre supuso que CORTÉS actuaba como correspondía. Expresa que
no es efectivo que CORTÉS le rindiera cuenta de los Gastos Reservados
una vez al mes o dos veces al mes. Menciona que CORTÉS tiene
confusiones, ya que fue Oficial de Finanzas en su periodo, pero también
en el periodo del General CHEYRE y con el General FUENTE-ALBA. Dice
el deponente que asumió que cada persona cumplía con su labor. Relata
que cuando le entregaban determinados recursos, él supuso que
estaban bien empleados y que cuando empleó los Gastos Reservados, lo
hizo con los fines que ha señalado. Manifiesta que no tiene problema en
asumir que se gastaron por orden suya. Agrega que no es efectivo que
CORTÉS le haya rendido cuenta. Reconoce que en realidad, solamente
una vez al año CORTÉS le rindió cuenta de los Gastos Reservados y que

641
nunca le expuso sobre el uso de los Gastos Reservados antes que el
deponente asumiera como Comandante en Jefe. Explica que cuando
CORTÉS le rendía cuenta, le decía genéricamente en qué había usado
los Gastos Reservados. Asegura que en esa rendición general CORTÉS sí
indicaba los dineros que se usaban en compras de regalos, como eran
regalos que se llevaban para visitas al extranjero o cuando venían
extranjeros. El declarante expresa que desconoce con qué se
financiaban los regalos que se entregaban a los Generales. Señala que
los únicos regalos que él decidía eran los regalos para los Generales y
para las visitas de los Comandantes extranjeros o cuando él iba de visita
al extranjero. Menciona que esos regalos que decidió para entregar para
el cumpleaños de los Generales eran cosas bastante sobrias, como
fueron un maletín, lápices, relojes Swiss Army. Refiere que desconoce
qué recursos se usaron en la compra de esos regalos para los
cumpleaños de los Generales. Agrega que, en todo caso, para regalos
hay recursos en Bienestar. Indica que nunca se hizo un regalo que
costara más de $100.000, que él por lo menos no tiene recuerdo.
Expresa que desconoce qué fondos se usaron para realizar estas
compras. Detalla que no dice que se hayan pagado con fondos de
Bienestar, manifiesta que quiso decir que pudieron haberse usado esos
recursos. Declara que en realidad desconoce qué recursos se usaron.
Agrega que no dice que CORTÉS tenga la responsabilidad de los Gastos
Reservados, sino que CORTÉS no le dijo a él que esto lo había pagado
con Gastos Reservados. Reconoce que tampoco le preguntó a CORTÉS
qué recursos utilizó para comprar los regalos. Afirma que efectivamente
se les entregaron regalos a los Generales para sus cumpleaños, durante
todos sus años como Comandante en Jefe. Declara que fue una
“tontera” no haber preguntado con qué recursos se pagaron.
Asegura que él ordeno a CORTÉS comprar los regalos. Manifiesta
que él seleccionó los regalos de una propuesta de regalos que se le
presentó. Explica que había un Oficial a cargo de las cosas protocolares
en la Comandancia en Jefe, que hacía las veces de ayudante del
Secretario del Ejército. Indica que era Alfredo MERINO. Refiere que
también participaba en esta propuesta de regalos el Secretario General
y agrega que, puede ser que también haya estado presente el mismo

642
CORTÉS. Explica que llegaba la comisión y el deponente seleccionaba los
regalos, dice que era uno igual para todos los Generales, cada año.
Expresa que desconoce si el Secretario General conoció que se usaron
Gastos Reservados para hacer estas compras. Asegura que CORTÉS
estaba recibiendo una orden del deponente cuando pagó los regalos de
cumpleaños para los Generales.
Expresa que el que tenga diferencias de opinión con lo que pueda
haber declarado Jorge CORTÉS, es porque para el deponente es la
verdad. El Tribunal le hace presente al deponente que de acuerdo a la
declaración prestada por el señor Jorge CORTÉS DÍAZ, quien explicó que
fue Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
señaló, entre otras cosas, que recibía los recursos de Gastos Reservados
en el periodo en que era Comandante en Jefe el General IZURIETA
FERRER, en forma trimestral, desde el DIFE, dejándolo en su caja
fuerte. Adicionando que en la primera reunión que se hizo cuando
asumió el General IZURIETA, estando presente su antecesor Juan Pablo
DE LA FUENTE, le expuso el destino de los Gastos Reservados en el
periodo anterior y sus conceptos, manifestando el General IZURIETA
estar de acuerdo al respecto y que se continuara haciendo igual.
Asimismo, señaló que rendía cuentas al General IZURIETA de los Gastos
Reservados por lo menos una vez al mes, a veces dos, manteniéndolo
informado siempre de los usos de los Gastos Reservados, a lo que
señala que nunca tuvo lugar una reunión junto con el Comandante Juan
Pablo DE LA FUENTE en que se le expusiera la forma de gastar los
Gastos Reservados. Declara que tampoco tuvo una reunión con él en
que se le señalara en qué se gastaban los Gastos Reservados en el
periodo anterior al de él. Expone que dio instrucción del uso de los
fondos de Gastos Reservados en la medida que él se lo disponía a
CORTÉS, en la oportunidad que él se lo disponía. Afirma que,
efectivamente, CORTÉS seguramente una o dos veces al año, le dio
cuenta de forma genérica de cómo se gastaron los fondos de Gastos
Reservados. Indica que lo hizo de una forma genérica, sin detalle.
Afirma que nunca le dio CORTÉS un detalle del gasto, porque nunca le
pidió que lo hiciera. Explica que en esa forma genérica de rendición de
cuentas, CORTÉS le decía que se había gastado un determinado monto y

643
que lo autorizara a solicitar más fondos al DIFE de Gastos Reservados, a
lo que el deponente accedía. Señala que cuando hizo las rendiciones de
cuentas a la Contraloría General de la República, él las firmaba y refiere
que dicha rendición las elaboraba la DIFE. Menciona que la rendición de
cuentas, de lo que él recuerda, se hacía de conformidad con lo que
dispone la Ley, según 5 rubros y al anexo iba una declaración jurada en
cuanto que no se habían gastado los recursos en remuneraciones ni
campañas políticas. Menciona que el resto de los recursos se gastaban
en temas de seguridad interior y exterior de la nación, lo que dice era
un concepto muy amplio. Explica que para hacer la declaración jurada
trabajaba la DIFE largamente con CORTÉS, en qué se habían gastado
los recursos de Gastos Reservados. Expone que como el documento lo
preparaba la DIFE, es posible que CORTÉS le haya expuesto al Director
de Finanzas por ítem, lo que se habían gastado de los fondos de Gastos
Reservados. Refiere que tiene que haberle señalado una cantidad por
cada ítem, el deponente expresa que supone que así fue. Manifiesta que
él tenía confianza en el DIFE, en cuanto hacía un trabajo profesional.
Señala que firmó la declaración jurada sin saber en detalle en qué se
habían gastado los Gastos Reservados. Reconoce que él era el
responsable de los Gastos Reservados por Ley, afirma que él
administraba los fondos de Gastos Reservados y disponía cómo distribuir
esos recursos. Explica que los fondos de Gastos Reservados los recibía
el DIFE a través de la DIPRES mediante el Banco Estado, de forma
trimestral, y los guardaba el DIFE salvo aquellos recursos que se
disponía distribuir a la DINE, a la Comandancia en Jefe y a otras
Unidades por orden de él, detalles como trabajos de tierra, poner rejas a
determinadas instalaciones, dice que a veces se hacía eso. Manifiesta
que, en su concepto, los fondos de Gastos Reservados eran
administrados por él como Comandante en Jefe, en cuanto a la
administración general de dichos recursos. Agrega que recursos eran
administrados, en lo particular, por los organismos que recibían estos
recursos por orden de él, como era la DINE, la DIFE, el Departamento
de Finanzas de la Comandancia en Jefe y los otros organismos y
Unidades que el deponente dispuso se les entregaran recursos, según
ha señalado. Expone que los regalos de los Generales, es posible que le

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haya dicho CORTÉS al deponente que los pagó con Gastos Reservados,
pero dice no recordarlo. Advierte que la decisión de entregar los regalos
fue del declarante y que no hay lugar a duda de ello.
Expresa que los recursos que recibía la Comandancia en Jefe eran
administrados por el Comandante en Jefe, que los administraba el Oficial
de Finanzas según las instrucciones del declarante. Señala que también
otra cantidad la administraba el Secretario General, ya que él dispuso
que se le entregara al Secretario General una cantidad mensual que en
los dos primeros años fue de $1.500.000, monto que luego reconoce
aumentó a $2.500.000. Expresa no recordar si a principio de año se
entregaba una suma de dinero de Gastos Reservados a la Secretaría
General, pero dice recordar de esta cantidad de dinero mensual. Afirma
que dio la instrucción a CORTÉS para que entregara recursos de Gastos
Reservados al Secretario General y detalla que lo hacía en dinero en
efectivo. Asegura que todos los recursos de Gastos Reservados se
entregaban en efectivo. Explica que el motivo de la entrega de estos
recursos al Secretario General, era porque era importantísimo para el
Ejército que Secretario General se relacionara muy bien con los Editores
generales de los distintos medios de comunicación, que se anticipara a
cualquier columna relativa al Ejército, que se relacionara con los medios
de comunicación, con los editores y periodistas, a veces influir en una
columna, armar una red de información que no pudiera perjudicar al
Ejército, menciona que esta labor era fundamental por lo que se
entregaba estos recursos al Secretario General, ya que de él dependía
además el Departamento de Comunicaciones. Agrega que el Secretario
General debía mantener contacto fluido con el Jefe de Gabinete de la
Presidencia, del Gabinete del Ministerio de Defensa, los otros Ministerios
y parlamentarios. Todo esto era muy importante para la seguridad del
Ejército. Indica que la seguridad del Ejército es muy importante para la
seguridad interior y exterior del país. Refiere que la imagen es una y
que cuando se deteriora la imagen del Ejército baja notoriamente la
credibilidad de la Institución y hay que anticiparse a ello. Afirma que
para lograr este objetivo había que pagar almuerzos con los periodistas,
pagar regalos para entregarlos a estos y otros detalles chicos también
para ellos. Expone que, además de los pagos por gestiones que se

645
hacían con los periodistas y conseguir que saliera o no cierta
información pública, se hacían otros gastos menores. El deponente da
como ejemplo lo que sucedió en una oportunidad en la cual se cayó un
motorista de la escolta y hubo que ayudarlo, en el sentido de reparar su
moto con Gastos Reservados. Manifiesta desconocer si había un seguro
de por medio. Señala que eran imprevistos y eventualidades, que no era
algo rutinario. Reconoce que esto no es seguridad y dice que la
inteligencia incluye la seguridad. Declara que el Secretario tenía todas
esas labores de relacionarse con todo aquél que pudiera perjudicar o
beneficiar al Ejército, no en el mismo nivel que estaba el deponente,
sino que un nivel más bajo, en aquellos círculos que muchas veces
lograban afectar a la institución. Explica que por eso tenía que hacer
lobby con editores y periodistas, y que todo eso conlleva la seguridad
interna y externa de la nación, ambas, depende del ámbito.
Señala que reconoce su firma contenida en los documentos
presentados ante la Contraloría General de la República
correspondientes al año 2006, consistentes en una Declaración Jurada y
la Rendición de Cuentas de Gastos Reservados con su Anexo Descriptivo
de la Desagregación por Rubros de los Gastos Reservados autorizados al
Ejército de Chile para el mismo año. Refiere que el anexo descriptivo no
está firmado por él, pero este Anexo él lo había visto, dice que es el que
se adjunta a su declaración jurada. Afirma que el Oficio también lo firmó
junto con la declaración jurada. Declara que él firma y es responsable,
pero que lo elabora la DIFE. Explica que el informe que se le hace a la
Contraloría se elabora por la DIFE con la información que le entrega la
Comandancia en Jefe, por parte del Oficial de Finanzas con la anuencia
de él y cualquier otro organismo que haya recibido fondos de Gastos
Reservados, y también con la participación de la DINE. Menciona que
este Anexo al que se hace mención al final del Oficio que él remitía a la
Contraloría General de la República, señalaba que, asimismo, y con el
propósito de ilustrar a la Contraloría, se adjunta a su consideración
antecedentes complementarios sobre la materia. Asegura que la verdad
es que ese Anexo descriptivo solo se hizo con el propósito de respaldar
los gastos de la DINE, lo que no se dice en ninguna parte del Oficio,
expresa que ese fue el espíritu.

646
Declara que el ejemplo que señaló del arreglo de la moto no cabe
en ninguno de los ítems que aparecen en el Anexo descriptivo. Agrega
que esto se debe a que este Anexo era solo para respaldar los gastos de
la DINE. Señala que la DINE hace inteligencia, contrainteligencia y
seguridad con los Gastos Reservados. Luego sostiene que, en cambio, el
Ejército hace mucho más. Afirma que el motivo de hacer esta diferencia
para respaldar los gastos de la DINE en el Anexo era para respaldar a
ese organismo. Refiere que en el Oficio está la rendición de cuentas del
uso de Gastos Reservados del Ejército y que en el Anexo está la
rendición de la DINE, asegura que aunque no se diga que es así,
aparece como antecedentes fundante de la declaración. Asevera que él
no explicó esto antes a nadie y que no ha tenido nunca la intención de
mentir a la Contraloría, sino que ahora explica el motivo de este Anexo.
Señala que el Auditor del Ejército siempre conversó con el Contralor de
la República todos estos asuntos. Declara que el Auditor del Ejército de
la época era Juan ARAB, sostiene que supone que el Auditor del Ejército
habló sobre estos temas con el Contralor de la época, que era don
Gustavo SCIOLLA y el resto de los años el Contralor era el señor Ramiro
MENDOZA. Afirma que no tiene ningún problema en que se cite al
Contralor para preguntarle sobre estos antecedentes, agrega que tenía
entendido que la relación entre el Auditor y el Contralor era muy fluida
profesionalmente. Dice que, por las razones que expuso, se imagina que
se le tiene que haber informado al Contralor que el Anexo descriptivo
que el tribunal exhibió al deponente solo correspondía a la DINE y no a
los recursos de Gastos Reservados que fueron utilizados por el resto de
las Unidades del Ejército. Señala que el motivo para no anexar la
información de todas las Unidades que usaron Gastos Reservados y solo
hacerla respecto de la DINE, es porque la DINE era la que gastaba más
recursos y tenía cosas que podían ser más cuestionadas. Afirma que
todas las Unidades podían ser cuestionadas, pero estaban consideradas
en su conjunto dentro de la declaración completa que hace el
Comandante en Jefe. Indica que la DINE es un caso especial, aunque
reconoce que no lo diga la documentación que el tribunal le exhibió.
Asevera que la función principal de la DINE es generar la mayor
cantidad de información, procesarla y generar inteligencia, además

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generar contrainteligencia para protegerse del adversario y entregar así
seguridad. Declara que la Comandancia en Jefe no tiene la misma
función de la DINE, pero que hay organismos de la Comandancia en Jefe
que buscan información, da como ejemplo el Secretario General. Agrega
que el mismo Comandante en Jefe es un buscador de información
permanente. Dice que no sabe si está en la descripción del cargo del
Secretario General la búsqueda de información, pero que este debía
hacer lo que él le ordenaba, asegura que él le ordenó a los Secretarios
Generales que buscaran información y que anticiparan escenarios en
relación con los medios de prensa con los periodistas, con medios
políticos, con organismos de ecología, organismos que andan buscando
cómo perjudicar a las Fuerzas Armadas, luego sostiene que había que
anticiparse para que no se produjera el daño. Declara que la forma de
anticiparse son las cosas que se hacen permanentemente, a veces
generando una amistad, a veces comprando algo, a veces
convenciendo, hablar con el editor de los medios de prensa y
comunicación, hablar con el periodista. Asevera que en cuanto dice
relación con fondos provenientes de Gastos Reservados, estos se
gastaban en hacerles regalos, reunirse en varias oportunidades y pagar
las cenas y comidas, comprar un paper, hacerles invitaciones, etc.
Sostiene que la manera de enfrentar el tema de los Gastos Reservados
fue el “para qué”, más que “en qué”. Dice que trata de explicar por qué
se hicieron las cosas así.
Reconoce que los regalos de cumpleaños para los Generales no
entran dentro del concepto de inteligencia, contrainteligencia, ni
seguridad nacional ni seguridad internacional. Afirma que no entran esos
regalos dentro del concepto que considera la Ley se deben utilizar los
Gastos Reservados. Sostiene que también declaró que él no ordenó que
se compraran con esos recursos los regalos. Agrega que no ordenó
ningún ítem específico para comprar los regalos. Reitera que nunca lo
ordenó.
El Tribunal le hace presente que de acuerdo con lo declarado por
el señor Andrés AVENDAÑO, ex Secretario General del Ejército en los
años 2006 y 2007, el destino que le dio a los Gastos Reservados que
recibió por orden del General IZURIETA, fue pagar, entre otras cosas,

648
arreglos y trabajos vinculados con la muerte del General PINOCHET,
ayuda al personal del Ejército, regalos de cumpleaños, almuerzos con
periodistas, Jefes de Gabinetes y políticos, invitaciones a hoteles y
restaurantes, a lo que el deponente señala que él no dispuso hacer
gastos relativos a la muerte del General PINOCHET. Menciona que es
posible que él haya dispuesto hacer gastos respecto de la placa
conmemorativa del General PINOCHET, pero que no está seguro ya que
este tema fue algo que él se encargó personalmente con la familia del
General PINOCHET, y él no tuvo ninguna injerencia en esos asuntos.
Sostiene que él mantuvo el entendimiento con la familia del General
PINOCHET de manera personal, y afirma que AVENDAÑO no se entendió
con la familia. Señala que AVENDAÑO no le rindió cuenta del uso de los
Gastos Reservados, porque no se hacía. Agrega que él, así como otras
personas y organismos recibían los Gastos Reservados y no tenían que
rendir cuenta de los mismos, nadie. Afirma que él desconoce si es que
en algún estamento más abajo en la Comandancia en Jefe le rindieran
cuenta a CORTÉS del uso de esos recursos. Dice que efectivamente,
nadie sabía en qué usó los Gastos Reservados el Secretario General.
Sostiene que él nunca le preguntó ni a AVENDAÑO ni a PORCILE en qué
gastaron los fondos de Gastos Reservados. Añade que, efectivamente,
no le consta si gastaron en las órdenes que él dio, pero que él confiaba
en ellos.
El Tribunal le hace presente que de acuerdo a la declaración
prestada por el señor Guillermo PORCILE, Secretario General del Ejército
entre los años 2007 y 2010, la cantidad de $2.300.000 mensual que él
recibía, en efectivo, de Gastos Reservados, era para imprevistos de la
Secretaría General, de acuerdo a lo dispuesto por el Comandante en
Jefe, a lo que señala que PORCILE cumplía las mismas misiones que le
dio a AVENDAÑO. Afirma que él nunca supo en qué gastó PORCILE la
plata. Agrega que desconoce si esos dineros fueron a parar a su bolsillo,
manifiesta que tiene la confianza más absoluta en él. Expresa que
desconoce si los Secretarios Generales gastaban efectivamente todo el
dinero que se les entregaba de fondos de Gastos Reservados. Reconoce
que puede ser que parezca raro que gastaran todos los meses lo mismo.
Señala que, en todo caso, todo este gasto es muy disminuido respecto

649
de lo que hubo en periodos anteriores. Añade que se hizo un esfuerzo
muy grande en disminuir ciertas costumbres y que se hicieran las cosas
que sí le correspondían al Ejército. Dice que suena raro que él declare
en este momento que desconocía que se usaban los fondos de Gastos
Reservados en ciertos gastos, asevera que es efectivo que lo
desconocía, pese a que él dispuso realizar el gasto. Expresa que esto
ocurrió porque en su mente y su ser estaban concentrados en otros
asuntos. Afirma que, en un momento, él pensó que se estaban usando
Gastos Reservados en la compra de regalos, pero que cometió el error
de no preguntar a CORTÉS si eso era efectivo o no.
Refiere que él nunca supo de los regalos que se hacían a los
Oficiales que salían destinados de la Comandancia en Jefe. Señala que él
nunca lo dispuso, que nunca participó en la elección de los regalos, ni en
la ceremonia en que se hacía entrega de los mismos. Añade que se
enteró posteriormente que se hacía así, y dice que supone era una de
aquellas cosas que venía por inercia de los periodos anteriores.
Manifiesta que de esto se enteró ahora y supo que se pagaban con
Gastos Reservados. Declara que CORTÉS nunca le dijo que los recursos
con que se pagaban eran de Gastos Reservados. Dice que a lo mejor
CORTÉS daba por hecho que el deponente sabía. Añade que, es posible
que la inercia los haya “matado” a los dos. Afirma que nunca le
preguntó a CORTÉS cómo se costearon esos regalos.
Declara que respecto de los regalos que se hacían a los Generales
cuando ascendían, que había una orden comando de agosto de 1992,
que dispone todo lo que hay que hacer con los Generales que ascienden
y con los Generales que se van a retiro. Señala que en esa orden se
indica las espadas que se entregan, al igual que las placas que se dan a
los Generales que se van a retiro, disponiendo que se pagara por la
Dirección de Personal, que después fue el Comando de Personal. Agrega
que esa orden comando fue modificada en noviembre de 2010, en el
sentido que ya no dispone taxativamente que pague esos regalos la
Dirección de Personal. Afirma que los regalos que se entregaban a la
señora de los Generales que ascendían y que se iban a retiro, estaban
contemplados en la orden comando que ha referido. Señala que esa
orden dice que se debía entregar una medalla de oro a las señoras, que

650
eso lo pagaba la Dirección del Personal. Reconoce que en realidad solo
dice que se debe entregar una medalla. Indica que esa orden la firmó el
General PINOCHET, la cambió el General FUENTE-ALBA y que desconoce
el motivo de este cambio. Asevera que la orden comando también
contempla el regalo para la señora de los Generales que se van a retiro,
expresa que no recuerda, pero que cree que también era una medalla
de oro. Declara que desconoce qué hacía CORTÉS con los Gastos
Reservados respecto de estos regalos, por qué los gastaba en esto,
porque la orden comando señalaba que este gasto lo debía hacer la
Dirección de Personal. Sostiene que antes del año 2010 no tendría que
haber pagado CORTÉS con Gastos Reservados ni la cadena de oro, ni la
pulsera, para las señoras de los Generales que ascendían y se retiraban.
Señala que esta orden comando no contemplaba la entrega de ningún
regalo personal a los Generales, solo contemplaba una placa de plaqué
con el reconocimiento de los ítems más importantes de la carrera
militar.
Declara que respecto de los regalos de navidad para los
funcionarios de la Comandancia en Jefe, que eran alrededor de 180
funcionarios, él nunca supo que se hicieran este tipo de regalos, ni
físicamente ni a través de giftcard. Agrega que, nunca dispuso la
compra de estos regalos. Señala que no le cabe duda que se hicieron
estos regalos y menciona que él nunca lo dispuso directamente ni
participó en la entrega de los mismos. Expresa que los llevó la inercia
respecto de estos regalos, al igual que los regalos de los Generales, se
siguió haciendo como venía de periodos anteriores. Menciona que
CORTÉS nunca le dijo expresamente que utilizó Gastos Reservados para
la compra de estos regalos de Navidad, ni para regalos de cumpleaños
del personal de la Comandancia en Jefe. Afirma que CORTÉS tuvo que
haber pagado estos regalos porque era algo que venía de los períodos
anteriores a su mando. Refiere que CORTÉS nunca le planteó si podía
continuar con los gastos que se venían haciendo del periodo del General
CHEYRE, con los fondos de Gastos Reservados. Afirma que supone que
CORTÉS asumió que debía continuar con ello. Declara que tampoco se lo
comentó el General CHEYRE, con quien mantuvo diversas reuniones
sobre temas generales, pero no con este detalle. Expresa que él cree

651
que todos estaban convencidos que esta era una decisión del
“Comandante en Jefe”, más allá de cuál General se trataba. Añade que
está convencido que CORTÉS actuó por inercia, de buena fe. Sostiene
que él pudo enterarse de esto en cualquier momento porque eran
regalos para el personal, pero que honestamente no se enteró.
Menciona que la gente, honestamente, pudo haber entendido que era
parte del trabajo que hacían, porque se trabajaba mucho en la
Comandancia en Jefe, no era un trabajo en terreno como en otras
Unidades, pero era una cantidad de trabajo grande.
Declara que no cree que dentro de la Institución se entreguen
regalos para “fidelizar” a los funcionarios. Agrega que, no cree que haya
que entregar regalos para “fidelizar”, que no le parece que se obtenga la
lealtad y eficiencia por medio de la “fidelización” y expone que no cree
que sea el concepto adecuado, expresa no estar de acuerdo. Menciona
que cree que era una costumbre que venía de antes el realizar estos
regalos. Asevera que su concepto y campaña de transformar al Ejército
e implementar materiales y tecnologías, fidelizaba a la gente mucho
más que los regalos.
Expresa, en relación con los Gastos Reservados, que cree que él
se equivocó en temas de control en el gasto. Agrega que no solo en
controlar a CORTÉS, que debió controlar más el sistema de uso de los
fondos de Gastos Reservados.
Señala que respecto de los regalos para el cumpleaños de las
señoras de los Generales, que él tenía conocimiento de eso. Agrega que
su señora opinaba al respecto, pero que la decisión final no era de ella.
Afirma que la decisión sobre el regalo la hacía él, previa consulta a sus
señora sobre el monto de estos regalos. Declara que también le hicieron
una presentación o propuesta de regalos, a veces físicamente y otras
veces con las fotos de los regalos. Agrega que esto lo hacía Alfredo
MERINO. Refiere que desconoce con qué recursos se pagaron estos
regalos, señala que estos recursos los entregaba CORTÉS, sin duda.
Expresa que, cree, CORTÉS sabía que ese gasto era una cosa que se
hacía, y que cuando MERINO le informaba el regalo que él había
decidido entonces CORTÉS entregaba los recursos para la compra.
Menciona que nunca le preguntó a CORTÉS con qué recursos había

652
pagado los regalos. Expone que no le preguntó ni supo que pagó con
fondos de Gastos Reservados. Afirma que cree que no hay un ítem del
presupuesto ordinario que permita realizar esta compra de regalos de
cumpleaños para las señoras. Agrega que existen fondos de libre
disposición de Bienestar, pero que no quiere asociar estos fondos a esta
compra de regalos, dice que solo apunta a que existen fondos de libre
disposición en este organismo y que todo está reglamentado. Declara
que la compra de estos regalos para las los cumpleaños de los
Generales y de sus señoras fue algo de cargo de la Comandancia en
Jefe, por lo menos en su época y no de Bienestar.
Señala que él nunca supo que se hicieran regalos para las señoras
de los Oficiales de la Comandancia en Jefe. Afirma que no intervino en
es, y que nunca se lo comentaron. Agrega que tampoco su señora
intervino en esto. Indica que puede ser que sea de aquellos regalos que
se hacían desde los periodos anteriores al suyo y que se continuaron
haciendo. Señala que este tema lo tuvo que haber visto CORTÉS. Dice
que no supo que se usaron Gastos Reservados para esta compra y
agrega que tampoco se lo dijo CORTÉS cuando le rindió cuenta a él.
Declara que no recuerda que se haya hecho entrega de regalos de
navidad. Sostiene que, en realidad, en la casa del Comandante en Jefe
se hacía una actividad en Navidad con el personal que trabajaba allí y
con el círculo que trabajaba con él. Indica que se ofrecía una
hamburguesa, una torta y bebida, actividad que el deponente ordenó y
se hizo en todos sus años. Afirma que él participó en esta actividad y
que se encargaba de atender él a este personal, agrega que era su
manera de agradecer el trabajo de este personal. Relata que, en esta
actividad que se hizo los cuatro años, se hacía una entrega de regalos a
cada uno del personal que participaba. Señala que recuerda que en un
año se entregó una frazada a cada uno, por ejemplo. Refiere que no
recuerda el detalle de todos los regalos que entregaron los otros años.
Afirma que esta actividad la organizaba el Oficial de Órdenes, Capitán
PIZARRO. Expone que de la preparación de la comida se encargaba el
Club Militar. Indica que cree que de los regalos se encargaba MERINO,
con los recursos que le entregó CORTÉS, según sus órdenes. Agrega que
no tiene recuerdo de haber ordenado que se usaran Gastos Reservados.

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Manifiesta que él sí le ordenó a CORTÉS que pagara estoy expresa que
no recuerda haberle dicho expresamente que lo pagara con Gastos
Reservados. Declara que le parece que la Comandancia en Jefe tiene
recursos de Pascua del Soldado o un ítem de alimentos y bebida, que se
pudo utilizar para pagar esta actividad, pero que lo desconoce. Señala
que la compra de los regalos también lo pagó CORTÉS y que MERINO
tuvo que haberle pedido los recursos como ocurrió en otras
oportunidades. Dice que desconoce cuáles recursos usó CORTÉS para
pagar estos regalos. Expresa que no recuerda un fondo del presupuesto
ordinario que permita la compra de estos regalos.
Señala que del resto del personal de la Comandancia en Jefe no
tiene conocimiento si se hacía alguna actividad o entrega de regalos.
Relata que a fin de año se hacía en su casa una actividad con los
Generales que habían ascendido y con los Generales que se iban a
retiro. Explica que esa actividad la organizaba PIZARRO, agrega que él
cree que se hacía con recursos que recibía para el funcionamiento
general de la instalación. Indica que todos los eventos que se hicieron
en la Casa del Comandante en Jefe se hicieron con el Club Militar.
Afirma que los dineros para pagar al Club Militar los entregó CORTÉS,
quien pudo haber pagado directo al Club Militar o pudo haber transferido
los recursos a PIZARRO. Señala que no tiene certeza de cuáles fondos
se utilizaron para pagar este evento. Reconoce que él sí dio la orden de
realizarlo y que se pagara, sin duda. Declara que él veía todo esto con
PIZARRO y este hablaba con CORTÉS para el pago. Indica que PIZARRO
sabía que la fuente de financiamiento era CORTÉS. Dice que cree que
PIZARRO entregaba las facturas del Club Militar a CORTÉS para su pago,
que eso pudo ocurrir. Agrega que a él no le consta. Señala que PIZARRO
le dijo en dos oportunidades que le rendía cuenta de todos sus gastos a
CORTÉS. Declara que ignora cuánto dinero se gastaba en estas
actividades e indica que tampoco lo preguntó. Señala que de esto se
encargaba PIZARRO y que este recibía recursos adicionales a los que
eran propios de la mantención de la casa.
Declara que la Casa del Comandante en Jefe es un recinto militar
derechamente. Afirma que está dispuesto que el Comandante en Jefe
viva en ese lugar. Describe que existe un ala para realizar las

654
recepciones y que también tiene una casa familiar muy normal con tres
dormitorios, que está separada por el sector institucional por la cocina.
Indica que es la misma construcción, que no son dos casas separadas,
solo internamente se realiza la separación con la cocina, que es común.
Describe que también hay un escritorio exterior, una instalación para la
seguridad, un jardín inmensamente grande. Agrega que es una casa que
representa bien. Menciona que él supo después que los consumos
básicos son más caros en Lo Curro que en Las Condes. Indica que todos
los gastos de mantención son administrados y controlados por el Oficial
de Órdenes. Afirma que él no pagó ningún servicio básico mientras fue
Comandante en Jefe, que no pagó agua, luz, teléfono, gas, ni otro gasto
básico. Señala que cuando él fue Comandante de la III División el
Ejército no le entregaban una asignación para mantener la casa fiscal
que utilizaba. Indica que a los Comandantes de División que ocupaban
viviendas institucionales de grandes dimensiones se les entregaba una
asignación de recursos para su uso y mantención. Declara que los
consumos básicos de la Casa del Comandante en Jefe los pagaba la
Comandancia en Jefe y que estos recursos los entregaba CORTÉS a
PIZARRO. Refiere que él nunca participó en ese detalle, pero que sabía
que se entregaban recursos. Expresa que se sorprendió cuando supo
que se pagaban estos consumos con Gastos Reservados. Señala que él
no ordenó que se pagaran sus consumos básicos con fondos de Gastos
Reservados. Indica que sabía que estaba pagando el Ejército y que él no
los estaba pagando. Expone que el internet y teléfono también lo
pagaba el Ejército. Relata que él vivía con su señora y que durante un
tiempo largo vivió además con su suegra, agrega que no vivió con nadie
más. Refiere que él se hizo cargo de los gastos de alimentación de su
familia. Declara que los gastos de alimentación del personal que
trabajaba en la Casa lo veía PIZARRO, lo mismo respecto de las
actividades y comidas que se hacían, salvo que fueran familiares.
Explica que si habían más de 8 personas se hacía en el sector
institucional. Indica que cuando la comida era más grande los atendía el
Club Militar.
Menciona que desconoce cuánto se gastaba al mes en la
mantención de la Casa. Sostiene que la única vez que él tuvo

655
participación en ese asunto, fue cuando se echó a perder la calefacción,
ya que PIZARRO le mostró los presupuestos para la reparación, y
ordenó que CORTÉS se hiciera cargo de los pagos. Dice que ignora
cuáles recursos utilizó CORTÉS. Indica que él no sabía que se gastaban
$10.000.000 mensuales de Gastos Reservados en la mantención de la
Casa Institucional. Afirma que recién se enteró hace un año que se
pagaban $2.000.000 aproximadamente por agua. Señala que si hubiese
sabido en ese tiempo, habría buscado una solución distinta a la que
había en ese minuto. Manifiesta que si Francisco PIZARRO dice que
gastaba esa cantidad de dinero, debe haber sido así. Afirma que bajo
una perspectiva actual, esa cantidad de dinero para mantener esa casa
parece excesiva, pero que eso costaba según las proporciones de la
misma y el personal que trabajaba allí. Refiere que no sabe cuánto se
pagaba en luz y en gas.
Relata que CORTÉS además de los Gastos Reservados, también
manejaba recursos del presupuesto ordinario de la Comandancia en
Jefe. Explica que él como Comandante en Jefe administraba al Ejército,
en cambio, la Comandancia en Jefe era administrada por el Secretario
General, por lo que desconoce cuál era la asignación presupuestaria de
la Comandancia en Jefe, que eso lo sabían los Secretarios Generales.
Menciona que el presupuesto de la Comandancia en Jefe era para
administrar la Comandancia. Sostiene que efectivamente el presupuesto
de la Comandancia en Jefe no permitía mantener la Casa del
Comandante en Jefe. Refiere que el DAG era el encargado de ver las
reparaciones de la Casa. Declara que, mirando en retrospectiva, se pudo
haber buscado una solución para costear la Casa Institucional con
recursos presupuestarios y no con Gastos Reservados, como se venía
haciendo. Indica que parece que era más cómodo mantener esta forma
de costear estos gastos.
Asevera que PIZARRO dice la verdad cuando declara que el
deponente tenía conocimiento que los dineros para la mantención de la
Casa Institucional los proporcionaba CORTÉS. Afirma que nunca
preguntó cuáles recursos se utilizaban para esta mantención y que no
preguntó si se utilizaban Gastos Reservados u otros fondos. Menciona

656
que no es que no le interesara saber, sino que su esfuerzo estaba
concentrado en otros temas.
Señala que conoce a Diego CORTÉS, que es abogado. Refiere que
nunca habló con él respecto de los Gastos Reservados. Agrega que el
declarante no tenía conocimiento de la utilización de los Gastos
Reservados, aunque el abogado CORTÉS sí tenía conocimiento de esta
utilización. Dice que CORTÉS nunca trabajó en temas relativos a los
Gastos Reservados, ya que tenía otra ocupación dentro de la
Comandancia en Jefe, pero CORTÉS llevaba muchos años en la
Comandancia y también su ex suegro, por lo que por ello debió tener
conocimiento de estos asuntos. Expresa que el Comandante en Jefe no
era el único que recibía apoyo para mantener la casa fiscal donde vivía,
ya que lo mismo reciben otros Oficiales dentro de la Institución.
Reconoce que como Comandante en Jefe a él le hacían un descuento por
arriendo o uso de la Casa Fiscal, pero este era un arriendo bastante
menor a un arriendo normal. Señala que era un descuento proporcional
al sueldo y que él pagaba alrededor de $100.000 por usar la Casa de Lo
Curro. Manifiesta que es efectivo que él no pagaba los consumos
básicos, como el agua, luz, internet, etc.
Declara que de la mantención de la piscina de la Casa Institucional
también se encargaba PIZARRO. Afirma que en su época esa piscina no
estaba temperada. Refiere que hay que ver el costo-beneficio en la
mantención de la Casa Institucional, ya que el beneficio en el uso de esa
Casa era mayor que el costo de su mantención. Expone que él pudo
haber utilizado su vivienda personal en ese periodo, pero que no habría
podido realizar todas las actividades que sí pudo hacer en la Casa
Institucional. Expone que encuentra razón en que esto se pudo haber
transparentado y no utilizar Gastos Reservados en su mantención, pero
permitía dar una imagen que el Ejército quería mostrar.
Afirma respecto de los regalos de matrimonio, que eso sí lo
ordenó. El deponente declara que él ordenó que se pagaran. Sostiene
que no había Capitán que se casara que no enviara un parte de
matrimonio, sostiene que él hizo un sistema de regalos clasificados con
las letras “A”, “B” y “C”, según la persona que se casaba o quien
enviaba la invitación. El regalo “A” era una cuchillería que costaba

657
$90.000 aproximadamente y de ahí hacia abajo. Señala que de esto se
encargaba MERINO y que CORTÉS entregaba los recursos. Explica que el
pago de estos regalos se hizo con el mismo sistema del pago de los
regalos que refirió anteriormente, vale decir, con el sistema que venía
de los periodos anteriores al suyo. Dice que él no dispuso expresamente
a CORTÉS que utilizara Gastos Reservados. Menciona que él no
preguntó a CORTÉS con qué recursos los pagaba. Señala que no existe
un ítem del presupuesto ordinario que permita realizar este gasto.
Declara, en relación con el apoyo económico cuando se casaba el
hijo de un General, que durante su periodo se casaron 5 hijos o hijas de
Generales, entre ellas su hija mayor. Señala que habló con cada uno de
esos Generales y le dijeron que nunca recibieron recursos. Reconoce
que no le preguntó al respecto al General PORCILE. Expresa que cree
que le preguntó a MERINO cuáles hijos de Generales se casaron durante
su periodo, MERINO averiguó y después el deponente llamó a cada uno
de ellos. Relata que llamó al General ORTEGA, que era DINE, al General
TORO y a otros Generales cuyos nombres no recuerdo y afirma que
todos le dijeron que nadie recibió recursos como apoyo para las fiestas
de matrimonio. Declara que en su caso, tampoco recibió recursos
cuando se casó su hija, indica que ella se casó en su periodo el año
2009. Agrega que quiere decir que él no dispuso que se le entregaran
dineros por el matrimonio de su hija.
Señala que los $70.000.000 o $72.000.000 que refirió al principio
de Gastos Reservados, él los recibió en dinero en efectivo, en un sobre,
pero no esa cantidad de dinero de una sola vez, sino que fue lo que
recibió de forma anual. Reconoce que él iba pidiendo a CORTÉS
periódicamente esos recursos, todos los meses, a razón de $6.000.000
mensuales. Menciona que de todo ese dinero nunca se lo depositó en su
cuenta corriente ni en su tarjeta de crédito, dice que los gastaba en
efectivo. Asegura que estos recursos los comenzó a recibir en abril o
mayo del año 2006. Asevera que este dinero él lo recibía y los dejaba en
una caja de fondo en la oficina. Expresa que también tenía caja de
fondos en la Casa. Explica que estos recursos los iba gastando o
entregando según la actividad. Declara que para las reuniones en Arica,
por ejemplo, él entregó los dineros para las comidas que se hicieron en

658
ese lugar. Afirma que en otros casos, el dinero él personalmente se lo
entregaba a la persona que organizaba o lo hacía por intermedio del
Ayudante. Indica que él le avisaba al Secretario General que iría a Arica,
y que viajaba en el avión institucional y él personalmente pagaba los
gastos del hotel, comidas, traslados si era necesario, todo. Señala que a
estas actividades normalmente lo acompañaba el Ayudante y un Escolta.
Afirma que con el escolta que más viajó fue MONJE.
Señala que todos esos gastos los pagó con Gastos Reservados,
también los de su comitiva y que lo mismo sucedió con las otras tres
reuniones que se hicieron en el norte. Menciona que también en esas
actividades se pagaron los gastos de las personas que se reunían con él
con recursos de Gastos Reservados. Indica que también se hizo una
actividad para celebrar al máximo héroe militar boliviano, en la cual
asistieron aproximadamente 300 personas y todo se pagó con esos
$6.000.000 mensuales de Gastos Reservados que recibía. Reconoce que
a veces gastaba más de $6.000.000 mensuales y en otros meses
gastaba menos. Indica que no andaba con el dinero en el bolsillo ni
andaba pagando esas actividades. Asegura que andaba con el dinero en
un maletín con el que viajaba y que lo vieron quienes participaban con
él en la comitiva, el Ayudante y el Escolta, a veces el Auxiliar TOLEDO
cuando viajaba con él. Afirma que él mismo físicamente llevaba este
maletín con dinero. Menciona que llegaba al lugar donde alojaría y que
muchas veces se quedó con el maletín en la mano. Señala que durante
las ceremonias no mantenía el maletín junto a él, lo entregaba. Indica
que a veces ya había pagado lo que tenía que pagar con estos recursos,
y que en otras ocasiones enviaba los recursos de Gastos Reservados a
las Unidades por la vía administrativa. Agrega que cuando él hacía el
pago, da como ejemplo cuando se hizo la actividad en la I División, el
Comandante era el General RAMÍREZ, dice no recordar si hizo entrega
del dinero personalmente al General RAMÍREZ, al Oficial de Finanzas o si
se envió por el canal administrativo. Menciona que en una oportunidad
se mandó dinero al Comandante de Calama, le parece que era el
Comandante OJEDA, para que mantuviera contacto con los bolivianos,
es decir, realizar comidas, regalos y actividades en conjunto. Refiere
que hubo muchos encuentros con el Comandante en Jefe del Ejército

659
argentino, a quien invitaba a Pucón y en otras ocasiones el deponente
viajaba a Argentina. Reconoce que en Pucón iban a un hotel que
actualmente es un Enjoy, pero en esa época era un hotel normal que se
ubica entre Pucón y Villarrica. Asegura que se hacía cargo con fondos de
Gastos Reservados de todos los gastos para recibir al Comandante en
Jefe argentino, quien venía con su Ayudante. Señala que llevaba los
recursos de Gastos Reservados en efectivo, que pagaba los gastos y
consumos directamente o bien le entregaba el dinero a su Ayudante
para ello. Declara que este procedimiento de uso de Gastos Reservados
lo replicó en otras actividades que tuvo dentro y fuera del país. Relata
que en una oportunidad hicieron una actividad con el Comandante
argentino en el sur de Chile con ocasión de la conmemoración de los 30
años de la casi guerra con Chile. Señala hizo una ceremonia militar y
que él invitó a todo el personal que concurrió a la actividad a almorzar,
que fue un batallón reducido. Señala que eso se pagó con Gastos
Reservados, dinero que se transfirió a la Unidad, dice que no recuerda si
fue al Regimiento Lanceros o a la V División y que la transferencia que
se hizo fue por los canales institucionales. Indica que en realidad no
recuerda cómo se mandó el dinero, pero que se hizo con un sistema
institucional. Explica que cuando se refiere a la vía administrativa quiere
decir que es probable que se haya llamado al Oficial de Finanzas de la
Unidad en cuestión para que él viajara a Santiago y se le entregaran los
recursos en efectivo. Él tuvo que haber devuelto los recursos a CORTÉS
o haber entregado los recursos al Ayudante, para que este se los
entregara al Oficial de Finanzas de la Unidad. Señala que no era habitual
que él le entregara dineros a CORTÉS de Gastos Reservado, porque era
CORTÉS quien se los daba a él, menciona que habrán sido en dos
oportunidades en que el deponente se los entregó a CORTES de los
mismos que CORTÉS le había pasado a él con anterioridad, por lo que
afirma que seguramente CORTÉS debe recordarlas. Agrega que a los
Ayudantes también les entregó recursos de Gastos Reservados en una o
dos ocasiones. Relata que en los primeros años le pudo entregar los
recursos a RONDANELLI y que en la segunda etapa pudo haber
entregado a NÚÑEZ KOCHER o a VILLARROEL. Señala que alguno de
estos Ayudantes debe recordar que el deponente les entregó dineros,

660
esto independiente de los recursos que los Ayudantes recibían de
CORTÉS cuando se salía en comisión de servicio.
Menciona que otro evento importante que se pagó con Gastos
Reservados fue un seminario que se hizo en Chile, en el Hotel Crown
Plaza, el año 2009, en conjunto con el International Institute of
Strategic Studies. Indica que este evento lo inauguró la Presidenta de la
República y que el deponente logró que expusieran, entre otros, el ex
Presidente FREI y el en ese momento, candidato presidencial PIÑERA.
Además, dice que trajeron gente de Europa, Perú, Argentina y Bolivia a
exponer. Afirma que en esa actividad se gastaron alrededor de
$70.000.000 de Gastos Reservados e indica que sacó esos recursos de
la caja fuerte de su casa con los recursos que tenía guardados de los
que le había entregado CORTÉS mensualmente, correspondientes a
Gastos Reservados y que había juntado. Indica que puede haber sido
efectivamente 8 meses que no había gastado nada. Reconoce que en
verdad algo se gastaba, ya que a veces la señora del General PINOCHET
lo llamaba solicitando alguna ayuda económica y reconoce le entregaba
los recursos o se los enviaba con alguien. Agrega que esto quizá ocurrió
en dos ocasiones, en que le entregó $1.000.000 cada vez.
Indica que los recursos para el seminario los entregó al CASEIN.
Menciona que sacó los recursos de la caja fuerte y se los llevó al General
del CASEIN. Reconoce que en realidad se los entregó en su casa, al
General Juan Carlos SALGADO, los $70.000.000. Menciona que el
General SALGADO se llevó estos recursos y dispuso de ellos. Señala que
SALGADO le rindió cuenta del gasto de los recursos. Manifiesta recordar
que pagó el alojamiento de las personas que vinieron, el uso del hotel
en el seminario, los almuerzos que se brindaron, algunos pasajes
aéreos. Expresa que no recuerda que SALGADO le haya devuelto
dineros. Afirma que el General SALGADO sabía que se trataba de Gastos
Reservados y que no se acuerda si SALGADO usó los dineros en efectivo
o si los depositó en alguna cuenta o tarjeta de crédito. Señala que estos
pagos los hizo SALGADO por orden suya e indica que este evento
ocurrió el año 2009. Señala que los eventos con los bolivianos fueron los
años 2006, 2007 y 2008. Relata que los eventos con los peruanos
ocurrieron los años 2008 y 2009, aunque manifiesta no recordar con

661
certeza. Detalla que la actividad en Puerto Natales con los argentinos
fue en octubre del año 2008. Indica que al inicio del año 2010 el Ejército
celebró el Bicentenario y se hizo un cruce de los Andes con el Ejército
argentino, para lo cual también se utilizaron Gastos Reservados, en una
actividad que se hizo dónde está el monumento Chacabuco. Señala que
no había otros recursos que no fueran Gastos Reservados para pagar
este evento, además que él ya estaba terminando su mando.
Asevera que había muchas actividades de Lobby y diplomacia para
obtener ciertos resultados que se costearon con Gastos Reservados.
Reconoce que para ello se hicieron muchas comidas, almuerzos, etc.
Declara que se pagó con Gastos Reservados una actividad directamente
relacionada con la seguridad exterior, dice que fue una actividad anual
en que se invitó a miembros de la Comisión de Defensa, empresarios,
políticos, periodistas y que una parte de eso se pagó con los $6.000.000
que recibía todos los meses.
Señala que entiende que no haga sentido que si dijo que no se
preocupaba del detalle que se usaban los Gastos Reservados en la
Comandancia en Jefe, ni tampoco le preocupaba de los Gastos
Reservados que se utilizaban en la Casa Institucional, que él si haya
mantenido $6.000.000 al mes para luego hacer entrega personal de los
recursos en cada uno de los gastos que disponía, sin que lo hiciera
CORTÉS. Reconoce que no tiene explicación plausible para explicar por
qué no hacía entrega de estos recursos directamente CORTÉS como
sucedía en todos los otros casos y en cambio los entregaba él, de los
recursos que le entregaba CORTÉS.
Menciona que recordó los nombres de los otros dos Generales
cuyas hijas se casaron durante su periodo y que le dijeron que no
recibieron dineros. Dice que uno de ellos fue el General Antonio
MARTÍNEZ y que el otro es el General Julio FIGUEROA.
Señala que la misma actividad a la que se refirió anteriormente,
quiere detallarla debidamente. Relata que hay una actividad muy
importante que se financió con Gastos Reservados, pero que en realidad
no con los recursos que se le entregaban a él mensualmente, sino que
de los recursos generales de Gastos Reservados. Narra que a los
columnistas, los expertos de opinión y de defensa, comisiones de

662
defensa, empresarios, políticos, periodistas, académicos, entre otras
personas, se les llevó a Iquique en avión. Señala que deben haber sido
unas 40 personas. En dicho lugar, se les recibió con una comida, se les
entregó tenida de combate. Al día siguiente se les presentó el proyecto
Ejército, respecto de qué querían construir en la institución y qué se
buscaba cambiar. Después se les llevó a, lo que hoy es, la Segunda
Brigada Acorazada y se les hizo una exposición del material que iba a
llegar. Explica que esto tenía importancia ya que se mostró cómo
funcionaba el Ejército. Indica que esa gente asistió en búsqueda de
recursos. Menciona que después se fueron a la quebrada de Tarapacá
donde se recreó la batalla de Tarapacá, con una buena producción.
Señala que luego fueron en un avión del Ejército a Arica, que la gente
alojó en la Hostería de Arica y que al día siguiente se hizo
entrenamiento y un ejercicio de combate. Declara que en esa actividad
se vio a Senadores mandados por un Cabo instructor. Indica que al final
se hizo un almuerzo con los invitados y un recuerdo. Dice que la gente
finalmente regresó en avión institucional a Santiago con las tenidas de
combate, tenidas que debían devolver lavadas. Expresa esto tenía un
simbolismo tremendo. Afirma que todos los gastos de esta actividad se
costearon con Gastos Reservados del Ejército, pero no con los suyos.
Afirma que esto les dio mucho rédito ya que les permitió financiamiento
que se buscaba para la Institución. Señala que los recursos de Gastos
Reservados en este caso fueron entregados por el DIFE en una parte y
el resto, el deponente supone que lo entregó CORTÉS, asegura que de
los fondos de la Comandancia en Jefe no salieron de los recursos que él
recibía mensualmente de Gastos Reservados.
Reconoce que efectivamente manejaba recursos de Gastos
Reservados en la caja fuerte de su casa. Indica que su señora no tenía
conocimiento de estos dineros, que nunca tuvo acceso a la caja fuerte ni
manejó la clave de la misma. Detalla que se refiere a la caja fuerte que
está en el segundo piso de la Casa Institucional. Menciona que su
señora no lo vio llegar ni salir con un maletín con dinero, dice que fue
muy cuidadoso con eso. Menciona que su señora no participaba en
ninguna de las actividades institucionales, que solo participaba en las
actividades sociales institucionales.

663
Aclara que no siempre usó un maletín para llevar los recursos de
Gastos Reservados, eso dependía del contexto, para llevar tres o cuatro
millones de pesos, dice que no necesitaba un maletín. Expone que en
estos casos llevaba el dinero en el bolsillo del pantalón o en un bolsillo
de la tenida de combate, etc. Asegura que siempre en efectivo.
Manifiesta que en estos casos a veces el dinero se lo entregaba al
Ayudante y que en otras ocasiones entregaba él personalmente los
dineros al destinatario.
Señala que en las ocasiones en que recibió autoridades
extranjeras, en varias ocasiones invitó a almorzar a dichas personas, lo
que financiaba él personalmente con los dineros de Gastos Reservados,
en efectivo.
Manifiesta además, que muchas cosas se pagaron con Gastos
Reservados pero institucionales, explica que no de los Gastos
Reservados que él disponía directamente. Relata que en algunas
oportunidades en que viajaban a Chile autoridades extranjeras que lo
permitían, se usaban recursos de Gastos de Representación y la
diferencia que no se alcanzaba a pagar con estos recursos se cubría con
Gastos Reservados. Lo que no sabe es si lo pagaba directamente la DIFE
o si lo hacía CORTÉS.
Reconoce que, en relación a los recursos de Gastos Reservados
que se entregaba a los ex Comandantes en Jefe, efectivamente recibió
esos dineros en su calidad de tal. Afirma que recibió la cantidad de
$800.000 mensuales, desde abril del año 2010 hasta junio del año 2017
y que fue el primero en renunciar a esos recursos y devolver al personal
que tenía a su disposición, del Ejército. Indica que esto lo hizo
inicialmente, porque después de ser Comandante en Jefe fue 4 años
Subsecretario de Defensa, y que a los días de concluir su período como
Comandante en Jefe, el 25 de marzo de 2010 asumió la Subsecretaría.
Agrega que fue el primer Subsecretario de Defensa y su tarea como
Subsecretario consistió en proponer la política de defensa y militar al
Presidente de la República.
Explica que los $800.000 los destinó a seguridad y protección de
su persona y de su domicilio. Señala que las dos personas que estaban
a su disposición en su casa eran un Sargento 2° y un Cabo 1°, ambos

664
con experiencia en seguridad urbana. Asegura que el dinero lo utilizó en
comida, peaje, combustible, en que se trasladaran a sus casas estas
personas, pagar estacionamiento, en adelantarse en algunas áreas y
vigilar que dichas áreas estuvieran seguras. Indica que ambas personas
fueron designadas por el Ejército. Menciona que la Institución no les
pagaba su alimentación, por lo tanto si él no se las costeaba, ellos no
podrían hacerlo. Explica que, además, los traslados tampoco se los
costeaba nadie, por eso se los pagaba él con estos recursos. Reconoce
que estos dineros nunca los depositó, sino que usó los recursos en la
medida que se iba necesitando. Menciona que el Ejército puso a esas
personas a su disposición y como no se desempeñaban en la Institución
no les pagaba la alimentación.
Señala que la entrega de los $800.000 se justificaba en el Decreto
que dice que el Ejército con sus propios recursos debe brindar
protección y seguridad a los ex Comandantes en Jefe. Refiere que el
Decreto no señala una cantidad de dinero, sino que habla de que la
Institución debe costear “con sus propios recursos” la protección y
seguridad. Agrega que el Decreto tampoco dice que se deban utilizar
Gastos Reservados para esto, pero este fin se ajusta al objeto de los
Gastos Reservados, ya que esto implica seguridad. Explica que la
seguridad dice relación con los intentos de asesinato de sus
predecesores.
Declara que renunció a estos recursos y al personal asignado,
porque dejó de ser una persona vulnerable. Asegura que él era el
encargado de proponer la planificación política de la defensa. Indica que
el Ministerio de Defensa no se hizo cargo de su seguridad, sino que se
encargó de esto el Ejército. Además, refiere que él evaluaba todos los
proyectos de inversión de capacidad militar de las tres instituciones.
Afirma que él era la persona en Chile con más conocimiento de la
seguridad nacional del país. Señala que renunció a estos recursos y
personal el año 2017.
Menciona que terminó su rol de Subsecretario en marzo de 2014.
Relata que después trabajó ad honorem para el Ministerio de Defensa de
Colombia. Expresa que ellos no se hicieron cargo de su seguridad, salvo
cuando viajaba. Dice que en esa época él seguía siendo una persona

665
vulnerable. Luego, indica que trabajó para la Florida International
University, la que tenía un convenio para brindar asesoría al Comando
Sur del Ejército Estadounidense. Menciona que dejó de ser vulnerable el
año 2017 cuando dejó de desempeñarse en los cargos anteriores.
Afirma que, efectivamente, durante sus cuatro años como
Comandante en Jefe asignó la suma de $400.000 a los ex Comandantes
en Jefe que le precedieron, al General Ricardo IZURIETA CAFFARENA y
al General Juan Emilio CHEYRE. Explica que esto independiente de lo
que le entregaba al General PINOCHET. Reconoce que cuando le entregó
el cargo el General CHEYRE, este le dijo que le había entregado esta
cantidad de dinero al General IZURIETA CAFFARENA mensualmente.
Afirma que último tenía a su disposición a 6 personas, dos vehículos.
Indica que esas 6 personas se suponían que eran de seguridad,
conductores, mayordomo. Declara que le rebajó el personal al General
IZURIETA CAFFARENA a dos personas, un conductor y un mayordomo y
que redujo de dos autos a uno. Agrega que lo mismo tenía el General
CHEYRE.
Señala que desconoce las tareas que desempeñaban el
mayordomo asignado a los Generales IZURIETA CAFFARENA y CHEYRE.
Indica que, se supone, la razón de ser de esa designación del
mayordomo es la seguridad. Indica que en la Resolución Ministerial se
dispuso a un conductor y a un mayordomo, así fue dispuesto y
menciona que es lo mismo que tiene la Fuerza Aérea, la Armada y
Carabineros, por lo menos hasta donde él sabe.
Reconoce que este personal era militar, pero efectivamente era un
militar mayordomo, no un militar de seguridad pese a que el
fundamento de este apoyo es la seguridad. Expresa que desconoce qué
hacían en la casa de los ex Comandantes en Jefe que le precedieron
estos mayordomos.
Refiere que se entregaron estos recursos con el objeto de entregar
seguridad.
Expresa que la Ley de Gastos Reservados establece que uno de los
propósitos es la seguridad, que habla de la seguridad interna y externa.
Manifiesta que para él dar seguridad a los ex Comandantes en Jefe,
constituye seguridad interna en el contexto de lo que señala la Ley de

666
Gastos Reservados y dice que para eso están esos recursos. Señala lo
mismo en relación con los recursos que se entregaron al General
CHEYRE, puesto que fue “funado” varias veces y además él estaba
involucrado en dos causas de violación a los Derechos Humanos, dice
que había que darle protección y que esto lo hizo el Ejército. Además,
menciona que otros predecesores fueron asesinados. Asegura que desde
junio del año 2017 no mantiene ninguna asignación del Ejército, ni
tampoco de persona.
Indica que cuando era Comandante en Jefe no le entregaban
recursos para que él se preocupara de su seguridad, ya que el sistema
institucional se encargaba de este personal. Reconoce que se pudo
utilizar el mismo sistema para la seguridad de los ex Comandantes en
Jefe, pero no fue así, expresa desconocer el por qué.
Relata que por esa misma situación relativa a los ingresos que él
recibía como ex Comandante en Jefe, tuvo una situación de revisión del
Servicio de Impuestos Internos y expone que finalmente ellos no
consideraron estos recursos como ingreso, sino que como asignación de
seguridad, dice que pagó los impuestos correspondientes. Indica que
estos impuestos los pagó cuando el Servicio de Impuestos Internos le
mandó una carta en marzo de 2019. Menciona que no los pagó antes
porque para él esos recursos no eran ingreso y dice que no lo son.
Explica que el servicio de Impuestos Internos consideró también que era
una asignación de seguridad, pero que de todas maneras él debía pagar
los impuestos por este concepto y asegura que lo hizo. Señala que
desconoce si los otros ex Comandantes en Jefe pagaron los impuestos.
Entiende que el General CHEYRE lo hizo, ya que le preguntó si le había
llegado la carta. Asevera que del resto no tiene conocimiento. Declara
que pagó la cantidad de $22.000.000 en impuestos.
Antes de firmar su declaración, señala que desea aclarar que no
conoce lo que sucedió en el periodo del General OVIEDO. Indica que lo
que quiso decir es que de esas cosas que fueron publicadas con motivo
de su procesamiento, de algunos de los conceptos allí señalados,
algunos no son ciertos y otros nunca los supo. Menciona que no se
puede referir al periodo del General OVIEDO porque no sabe lo que él
hizo.

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Señala que cuando se refería a que las visitas de extranjeros y sus
visitas a otros países tenían por objeto mejorar al Ejército, quería decir
que con ellos se mejoraba la seguridad exterior del país.
Manifiesta que quiere aclarar que la reparación de la moto a que
hizo referencia con Gastos Reservados es un tema de seguridad, porque
la labor del motorista es dar seguridad. Refiere que es parte de la
seguridad interna. Indica que no todas las motos de los escoltas se
deben reparar con Gastos Reservados. Señala que los Carabineros
tienen los medios para hacerlo y lo hacen con su gente. Dice que como
en estos casos se lo entregan al Ejército, entonces el Ejército tenía que
pagarlo. Señala que cuando se trata de las motos de los escoltas del
Comandante en Jefe, se tiene que pagar con el presupuesto del Ejército,
no su mantenimiento regular, sino que las eventualidades como esta.
Declara que efectivamente él cree que esta reparación se hizo con
Gastos Reservados para no perjudicar al conductor de la moto.
Menciona que no tener la moto operativa perjudica la seguridad.
Señala que quiere precisar que el Anexo a la Rendición de Cuentas
de Gastos Reservados que se hizo a la Contraloría General de la
República, no contienen montos. Explica que esta solo el itemizado de
los gastos de la DINE y que en el oficio está la rendición de cuentas del
uso de Gastos Reservados de todo el Ejército.
Asevera que cuando se refirió a que se quería anticipar escenarios
en relación con los medios de prensa, con medios políticos, con
organismos de ecología y organismos que andan buscando cómo
perjudicar a las Fuerzas Armadas, en realidad se refería a organismos
que pudieran buscar cómo perjudicar a las Fuerzas Armadas, no que
anden buscando hacerlo.
Señala que cuando mencionó que nadie sabía en qué usó los
Gastos Reservados el Secretario General, en realidad él nunca le
preguntó. Menciona que él no le rindió cuenta a nadie, a eso se refería.
Indica que desea dejar en claro que no es que su señora haya
fijado el monto del valor de los regalos de cumpleaños para las señoras
de los Generales, ya que este monto lo fijaba él, dado que la decisión la
tomaba él. Manifiesta que su señora no le proponía valores, sino que le

668
proponía regalos según un monto, pero insiste en que la decisión no era
de ella.
Expresa que quiere precisar que los consumos básicos que supo
que se pagaban con Gastos Reservados de la Casa Institucional donde él
habitaba como Comandante en Jefe no eran sus consumos básicos, sino
que los del recinto. Reconoce que efectivamente dentro de esos
consumos estaban los consumos suyos, de su señora y de su suegra
cuando vivió con ellos.
Indica que quiere adicionar que los dineros que él les entregó a los
Ayudantes NÚÑEZ y VILLARROEL de Gastos Reservados, a que hizo
mención, fueron para actividades de relaciones con otros países fuera de
Santiago.
A fojas 16.337, expresa que las cifras publicadas por el Mercurio
respecto de la investigación de Gastos Reservados con ocasión del
procesamiento del General OVIEDO, son absolutamente abultadas.
Señala que no todos los años son iguales; pueden haber cambiado los
rubros y los montos gastados entre uno y otro año. Da como ejemplo
que la cantidad de dinero que se pone en ese listado, para las
comisiones dentro del país es de $30.000.000 anuales. Señala que hay
muchas comisiones dentro del país que se va por el día y que en cambio
hay otras en que se va más lejos, por lo que se debe pernoctar, a veces
en Unidades militares y otras veces en hoteles. Explica que si se saca la
cuenta y se sale cuatro veces al año en que se va a visitas donde se
puede dormir dos o tres noches afuera; se alquilan más de 3 piezas, a
US$ 100 cada una, aproximadamente, y si se multiplica, costarían
$2.800.000 al año y que si a eso se suma el dinero para imprevistos, se
llega a $3.500.000. Señala que lo mismo ocurre en otros ítems. Indica
que considerando alimentación puede que se llegue a $5.000.000
anuales usados en esto de Gastos Reservados, pero que nunca a
$30.000.000. Asevera que en aquellas cosas que él dispuso que se
utilizaran Gastos Reservados se hizo así, pero no en las cantidades que
fueron publicadas. Señala que no recuerda cuánto fue el total de los
Gastos Reservados que recibió la Comandancia en Jefe anualmente
durante su período. Agrega que no todos los años eran los mismos.
Refiere que si bien tuvieron una reunión con el DIFE al principio del

669
periodo anual, no recuerda el monto exacto que se determinó de Gastos
Reservados que recibiría la Comandancia en Jefe. Indica que no puede
poner en duda lo que declararon GÓMEZ BANNURA y CORTÉS, en
cuanto los fondos de Gastos Reservados que se destinaron a la
Comandancia en Jefe. Expresa que no está seguro, pero dice que para él
fueron alrededor de $700.000.000 anuales.
Declara, en relación con los dineros de Gastos Reservados que se
destinaban para las comisiones de servicio en territorio nacional,
normalmente los recibía el Ayudante y que estos recursos que eran
entregados por CORTÉS. Supone que esos dineros los Ayudantes los
llevaban en efectivo, expresa no saber de qué otra manera podían
manejar esos recursos. Asegura que eran los Ayudantes los que se
encargaban de realizar los pagos. Afirma que el monto a llevar nunca lo
determinó él, porque él solo se subía al auto o el avión y se preocupaba
a qué iban, por lo que el Ayudante y CORTÉS se preocupaban de cuánto
dinero se llevaría. Explica que esta determinación estaba dentro de los
procedimientos normales que ellos utilizaban, que así se hacía. Asevera
que él estaba en conocimiento de que el Ayudante llevaba recursos para
pagar las estadías, comidas, etc. Expone que nunca supo si eran Gastos
Reservados u otra cosa. Dice que supone que eran Gastos Reservados,
pero que no era una de sus preocupaciones de ese momento. Manifiesta
que si fueron Gastos Reservados, entonces estaban dentro de su criterio
de beneficio de la seguridad interior y exterior del país. Explica que el
estar con las Unidades, llevar las tecnologías, controlar el nivel
operativo, es parte de la capacidad militar del Ejército y, por lo tanto, de
la seguridad exterior del país. Afirma que desconoce cuántos recursos
de Gastos Reservados recibían los Ayudantes por las comisiones en
territorio nacional, porque señala que cada comisión era distinta.
Asevera que él no sabe si reconocen los Ayudantes o no, haber
recibido recursos de Gastos Reservados al inicio de su periodo, pero
indica que él hablo con los Ayudantes de su periodo Fernando COOPER y
Renato RONDANELLI, después fueron Edmundo VILLARROEL y Gustavo
NÚÑEZ, y ellos le dijeron que nunca recibieron esos recursos. Refiere
que él hablo con el Jefe de Gabinete del Ministro de Defensa, que
durante sus 4 años fue Guido MONTINI, y le dijo que nunca recibió

670
recursos de libre disposición. Afirma que también habló con los
Edecanes Presidenciales, que fueron René DE LA PUENTE y Sergio
LARRAÍN. Señala que les preguntó si habían recibido alguna asignación
diferente de los recursos que corresponden a las comisiones de servicio,
a lo que le dijeron que no. Declara que él no dispuso que se les hiciera
ningún recurso de libre disposición. Asegura que lo que tenían ellos sí
era derecho a una doble cuota para vestuario. Reconoce que eso sí se
les entregó.
Afirma que él nunca dispuso que se les entregara a estas personas
una cantidad de dinero que dice CORTÉS les entregó de Gastos
Reservados, y que ellos a su vez le dijeron que nunca recibieron esos
recursos.
Declara que en realidad, tendría cierta lógica que se les haya
entregado recursos a los Ayudantes para que adquirieran ropa de civil,
atendida las funciones que ellos desempeñaban, pero que él no lo
dispuso y ellos a él le negaron haber recibidos estos recursos. Expresa
que él no sabe lo que ellos declararon ante el Tribunal.
Manifiesta que él nunca dispuso que se les entregara a los
Ayudantes algún monto destinado a la Ayudantía, ni nunca supo de ello.
Expresa que CORTÉS nunca le dijo nada al respecto. Dice que él cree
que son las cosas que venían por inercia de los periodos anteriores al
suyo, según explicó en su declaración del día de ayer, que se hacía así.
Indica que él nunca dispuso que se proporcionara una cantidad de
dinero semanal de alrededor de $100.000 para gastos diarios para los
ayudantes, que tampoco nunca lo supo. Reconoce que los escoltas sí
recibían una cantidad de dinero de Gastos Reservados también en
efectivo por parte de CORTÉS que él dispuso, porque era para su
seguridad. Señala que este monto dependía de la duración de la
comisión. Refiere que les preguntó a los Escoltas y le dijeron que ellos
efectivamente recibieron esos dineros, a lo que estuvo de acuerdo.
Señala que la entrega de estos dineros para seguridad, se materializa en
el pago que ellos hacían de alimentación, pago de locomoción para el
traslado, estacionamientos, etc., todo para el equipo de seguridad.
Afirma que no sabe cuál es el monto de los dineros que se les entregó,
pero reconoce que é sí ordenó que se les proporcionaran los recursos de

671
Gastos Reservados. Afirma que del monto debe tener conocimiento el
Jefe de Seguridad. Expresa desconocer también la forma de entrega de
estos dineros, si fue diario, semanal o mensual, pero ellos sí estaban
autorizados para recibirlos, e iban pidiendo a CORTÉS, imagina, de
acuerdo a los requerimientos que se iban presentando.
Insiste en que nunca supo, ni dispuso que a los Ayudantes se les
hicieran entrega de sumas de dinero semanales, para gastos de
propinas, regalos, salidas, o cualquier otro concepto, provenientes de
Gastos Reservados. Declara que cuando los Ayudantes salían a algún
lugar con él, nunca dejaron de estar considerados en cuanto a su
alimentación. Detalla que si él tenía un almuerzo privado no iba con los
Ayudantes, a lo sumo con un escolta, y que en esos casos obviamente
no estaban considerados los Ayudantes.
Refiere que si los Ayudantes declararon que recibieron recursos de
Gastos Reservados por parte de CORTÉS para pagos de propinas,
regalos, gastos en salidas, compras de comidas, y otros, como le señala
S.S., entonces él tiene plena confianza en que así fue, pero dice que él
no lo dispuso. Manifiesta que esta entrega de dinero pudo haber sido
parte de la inercia que venía de los periodos anteriores al suyo, como
señaló anteriormente.
Asevera que, en relación con los viajes al extranjero, los
Ayudantes sí llevaban recursos de Gastos Reservados para imprevistos o
para pagar alguna cosa, dependía del viaje. Detalla imprevistos, dando
como ejemplo alguna enfermedad, pagar prestaciones de salud,
comprar algún remedio, depende de qué se trataba. Relata que hay
oportunidades en que los Ayudantes llevaban recursos para pagar, por
ejemplo, el alojamiento de TOLEDO. Detalla que todas las invitaciones
oficiales eran para cuatro personas, si es que incluían a la señora.
Rectifica diciendo que no todas, sino que las que incluían a la señora.
Afirma que él viajó en 34 comisiones de servicio como Comandante en
Jefe y en 17 ocasiones viajó con su señora, Ginetta FORNAZZARI
BUSTOS. Explica que si la invitación dice que es sin señora, entonces es
sin señora. Afirma que nunca fue a una visita con señora, en que ella no
estuviera oficialmente invitada. Asegura que su señora estaba invitada
en las 17 ocasiones que ella fue. Menciona que en estos casos, viajaban

672
él, su señora, un Ayudante y un escolta. Indica que cuando la invitación
no incluía a la señora, viajaban tres personas, Ayudante, Escolta y él.
Reconoce que estas invitaciones incluían alojamiento, todo lo que se
hacía en el programa, comida y distintas actividades. Expresa que no se
incluía en la invitación el gasto de TOLEDO. Dice que los que estaban
invitados no pagaban el hotel. Afirma que normalmente cuando invitan,
se incluyen distintas actividades con comidas. Asevera que normalmente
no se pagaba el hotel ni las comidas, pero había ciertos momentos o
actividades que hacían que cada uno pagara su propia alimentación, y
toda la comitiva. Señala que esto aparecía contenido en la invitación que
recibía el Ejército. Señala que la invitación no dice que se pagará la
comida y el alojamiento. Indica que las invitaciones si dicen a quienes
se invita y a cuántas personas.
El tribunal le hace presente que de acuerdo a la documentación
agregada a los autos al respecto ninguna de las invitaciones considera
cuatro personas como señala el declarante, a lo que señala que no
recuerda si en la contestación que él mandaba aceptando la invitación
se indicaba la cantidad de personas que viajarían. Relata que el
programa inicial que llega no siempre es el que realmente se realiza.
Menciona que hay veces en que se piden cambiar las cosas y no llega el
programa actualizado y con el tiempo no queda guardado el programa
rectificado. Manifiesta que en esos casos, el registro que existe del
programa no es exactamente el que se realizó, cuando se piden cambios
o ir a lugares o actividades que no estaban contemplados inicialmente.
Explica que esto se hace a través del Agregado Militar el país, y el país
anfitrión dice “conforme”. Expone que lo que sucede es que había un
“pimponeo” de información. Señala que el país anfitrión invitaba de tal
día hasta tal día y proponía un programa. Indica que sobre ese
programa se hablaba con el Agregado Militar. Afirma que hay veces que
el programa oficial que llegó se quedó como oficial, pero que el
programa real no tuvo nada que ver con el programa oficial. Refiere que
el programa es el que muchas veces se modificó. Indica que la
invitación no cambia, ya que señala la invitación y los días, lo que no
cambia. Declara que hasta donde el recuerda, la invitación decía para
cuantas personas era que eso no cambiaba, el número de personas

673
invitadas no cambiaba, lo que sí cambiaba era el programa, la mayoría
de las veces. Asegura que lo mismo ocurrió cuando ellos venían a Chile,
y todo eso se trabajaba a través de los Agregados Militares. Expresa que
no es la invitación la que cambia, sino que es el programa el que
cambió.
Señala que si la invitación decía que era solo para él, entonces la
invitación era solo para él. Explica que la lógica de las relaciones
militares entiende que cuando lo invitaban, nunca iría solo, indica que
nadie va solo ni nadie va nunca solo a Chile. Indica que normalmente
iban con o sin señora y dos Oficiales más. Menciona que lo normal o casi
siempre, es que el país anfitrión pagara dos habitaciones, sea que fuera
solo o con su señora, agrega que normalmente ellos pagaban una
habitación adicional donde alojaba el escolta y TOLEDO si es que iba,
ese era el sistema. Afirma que esta tercera habitación que se usaba en
los diferentes viajes se pagaba con Gastos Reservados.
Manifiesta que si a alguna comisión fue YAÑEZ no fue TOLEDO.
Detalla que si fue MERINO, entonces no fue MONJE. Expresa que él
nunca viajó con alguien que no fuera en “reemplazo de”, que nunca fue
alguien “además de”, sino que todos fueron “en vez de”. Asegura que
MERINO no era su escolta. Indica que efectivamente MERINO tenía otro
cargo y otra asignación en la Comandancia en Jefe y que fue en
reemplazo del escolta. Indica que viajó con él porque era un Oficial de
arma de Infantería, por lo que perfectamente podía cumplir el rol de
escolta por una vez, aunque no lo fuera. Reconoce que efectivamente
cuando viajó con MERINO, fue por darle un premio. Señala que él tuvo
cáncer terminal y se salvó, y era una gran persona, que hacía muy bien
su trabajo. Indica que cuando viajó con él lo hizo “en vez de” y no
“además de”, lo que quiere decir es que no fue con MERINO y además
con escolta. Expresa que no recuerda si MERINO fue a Sudáfrica.
Declara que como iba MERINO en vez del escolta, él no pagó
absolutamente nada, que todo lo costeó el Ejército.
Manifiesta que YÁÑEZ fue en una oportunidad con él a una
comisión de servicio en reemplazo de TOLEDO. Expresa que YÁÑEZ
cumplía perfectamente las labores de TOLEDO. Refiere que YÁÑEZ era el
mayordomo de la Casa del Comandante en Jefe, de su casa en esa

674
época. Afirma que a YÁÑEZ también lo llevó como “premio”, como
incentivo por su trabajo, y lo llevó en reemplazo de TOLEDO. Agrega
que TOLEDO lo capacitó en su trabajo. Dice que con él viajó YÁÑEZ en
un solo viaje.
Declara que le parece que también llevó a CORTÉS a Rusia,
también en reemplazo de otra persona, lo hizo en reemplazo del escolta.
Señala que se refiero al Oficial de Finanzas Jorge CORTÉS. Indica que él
no tenía dotes de escolta, que era Oficial de Intendencia. Menciona que
viajó en reconocimiento a su trabajo, sin aumentar la delegación, hasta
donde recuerda.
Asegura que efectivamente al mismo viaje que llevó a YÁÑEZ en
reemplazo de TOLEDO, también fue PIZARRO, que era el Oficial de
Órdenes de la Casa del Comandante en Jefe, el que viajó en reemplazo
del escolta, también como reconocimiento, sin aumentar el número de
la delegación, todos viajaron “en reemplazo de”. Afirma que PIZARRO
no tenía ninguna preparación de escolta, pero como Japón era un área
bastante segura, como asimismo lo era la actividad en Japón, entonces
permitió que lo acompañara PIZARRO. Refiere que siempre se necesita
un escolta, aunque la zona sea segura. Este viaje a Japón ocurrió en
agosto de 2009, no recuerda la duración de esta comisión de servicio,
dado el tiempo transcurrido.
Menciona que el Sargento 2° Cristian ALARCÓN PEREIRA era
conductor, y lo invitó a la comisión de servicio al extranjero de octubre
del año 2009 a Buenos Aires, Argentina, a la Reunión de Comandantes
de Ejércitos Sudamericanos, como reconocimiento a su trabajo porque
era muy buen conductor, lo hizo sin aumentar la dotación de la
comisión. Indica que ALARCÓN fue en reemplazo de un escolta, le
parece. El Tribunal le hace presente que a esa comisión lo acompañó
Jaime KLENNER que era su escolta a esa fecha, asimismo el Ayudante
Edmundo VILLARROEL y el Auxiliar José TOLEDO, por lo que no habría
ido en reemplazo del escolta ni de auxiliar, a lo que reconoce que en
realidad aumentó la dotación en una persona, ALARCÓN, a quien llevó
en reconocimiento a su labor, sin ninguna función específica.
Expresa que José MANCILLA era uno de los mozos de la Casa del
Comandante en Jefe. Manifiesta que le parece que lo llevó en comisión

675
de servicio a Uruguay y a Paraguay, en julio de 2009, como
reconocimiento a la función desempeñada por MANCILLA. El Tribunal le
hace presente que de acuerdo al Decreto Supremo respectivo, a esa
comisión de servicio el deponente viajó con el Ayudante VILLARROEL, el
escolta MONJES, el Auxiliar TOLEDO y MANCILLA, a lo que señala que no
pone en duda lo que dice el Decreto que da cuenta de quienes viajaron
en esa comisión. Pero no tiene la seguridad de que haya viajado
TOLEDO, ya que MANCILLA tenía la capacidad de hacer las funciones de
él. Ha habido casos en que el Decreto no se corrigió. Agrega que, en
todo caso, si el Decreto dice que viajó MANCILLA y TOLEDO, no lo pone
en duda. Asevera que en este caso entonces se aumentó la dotación en
una persona.
Dice que fue a Brasil fue dos veces. Refiere que efectivamente
viajó en noviembre de 2008 a Brasilia, junto con KLENNER, VILLARROEL
y YÁÑEZ. Relata que en este caso YÁÑEZ viajó en vez de TOLEDO.
Declara que efectivamente YÁÑEZ viajó en más de una ocasión con él.
No se acordaba. Afirma que a esta comisión viajó YÁÑEZ también en
reconocimiento a su función.
Manifiesta que por ser parte de la comisión, el alojamiento lo
pagaba el país anfitrión, si es que estaba dentro de las dos habitaciones
que señaló. Señala que si se ocupaba la tercera habitación que indicó,
en este caso lo pagó el Ejército de Chile. Menciona que una habitación
era para él o para él y su señora cuando viajaba con ella. Indica que la
segunda habitación era para el Ayudante con el Escolta. Refiere que el
resto del personal que viajó usó la tercera habitación que pagó el
Ejército de Chile, la que se costeó con Gastos Reservados. Asegura que
teóricamente siempre se utilizó la tercera habitación.
Expresa que hay países, al menos que él recuerda, en que toda la
delegación alojó en un recinto militar, y que por lo tanto nadie pagó.
Refiere que esto ocurrió, por ejemplo, en Rusia, en Vietnam, en Perú.
Indica que en Rusia alojaron en un recinto militar en Moscú, de esto
está seguro. Menciona que en Perú alojaron en un recinto militar y lo
mismo ocurrió en Vietnam y que estos casos no hubo pago de tercera
habitación. Dice que esto en los viajes que recuerdo. Declara que en el
resto de los viajes se pagó tercera habitación.

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Señala que el PAC Juan Carlos SALGADO en esa época era el
Director de CASEIN. SALGADO viajó con el deponente a Singapur
porque fueron al Diálogo del Shangri La, explica que es la conferencia
internacional más importante sobre seguridad y defensa en el Pacífico.
Expresa que efectivamente viajaron entre mayo y junio de 2009. Afirma
que esta conferencia es de gran importancia para Chile. Explica que la
razón para que viajara SALGADO es porque, en su calidad de Director
de CASEIN, forma parte del pequeño grupo del Ejército para análisis
político nacional, internacional, análisis de escenarios futuros y riesgos,
entre otros. Afirma que la invitación solo consideraba la inscripción, que
es bastante cara. Menciona que todo el mundo que participa se debe
alojar en el mismo hotel, que fue el Hotel Shangri La. Expone que
debieron pagar solo el alojamiento, ya que estaban incluidas en la
invitación las comidas para las tres personas que asistieron, aunque no
está seguro si era para los tres, pero eran la delegación de Chile, y así
estaba considerado. Declara que además le parece que viajó además
con VILLARROEL. Dice que nunca viajó a ninguna parte con los dos
Ayudantes juntos.
Refiere que los traslados al aeropuerto y desde el aeropuerto al
hotel también estaban considerados en la invitación.
Indica que desconoce si el ayudante VILLARROEL recibió alguna
asignación de dineros por parte de CORTÉS para gastos, como cualquier
otra comisión al extranjero. Declara que no recuerda cómo se pagó el
alojamiento, no recuerda si lo pagué el o el ayudante, o si lo hizo la
organización, dice que no tiene certeza de cómo fue. Reconoce que si
pagó él o el ayudante, entonces se hizo con Gastos Reservados.
Menciona que era una actividad de gran importancia para la seguridad
exterior del país.
Afirma que cada vez que en un viaje él tenía información que la
embajada chilena no iba a hacer la comida de retribución, entonces
Jorge CORTÉS le entregaba un dinero como complemento para pagar
este gasto. Señala que, en cambio, cada vez que tenían certeza que la
embajada haría la retribución, entonces CORTÉS no le entregó dineros.
Señala que no recuerda en cuántas ocasiones CORTÉS le entregó
estos dineros, ni el monto en cada una. Añade que podía variar entre

677
US$ 3.000 y US$ 5.000 por viaje. Afirma que una vez se le entregó US$
5.000, otras veces le entregó US$ 3.000, agrega que no hubo
cantidades intermedias que él recuerde y que eran US$ 3.000 o US$
5.000. Dice que le parece que para el viaje a Londres también recibió
US$ 5.000. Agrega que de estos dineros él no rindió cuenta. Reconoce
que si sobraba dineros él no los devolvía a CORTÉS porque lo
consideraba como parte del viaje, afirma que quedaban en su
patrimonio o formaban parte de los recursos que él tenía a su
disposición para hacer cosas.
Señala que en relación con los pasajes para las comisiones de
servicio al extranjero, hay una coordinación entre el Secretario General
y el Departamento de Coordinación. Asevera que en ese Departamento
estuvo Guillermo PORCILE y después Alejandro MAGGI. Agrega que ellos
hacían todos los trámites y generaban el Decreto. Declara que todos los
trámites se hacían de acuerdo con la nómina de personas que él
determinaba para que viajaran junto a él a la comisión. Señala que su
señora viajó solo cuando hubo una invitación que la contemplaba.
Sostiene que en cuanto a los pasajes de su señora, él habló con el
General CHEYRE cuando inició su gestión para saber cómo lo había
hecho con los pasajes de su señora cuando fue Comandante en Jefe, y
le dijo que habló con el Contralor General de la República Gustavo
SCIOLLA, quien le señaló que si la comisión era con invitación oficial
entonces los pasajes de la señora los podía costear el Ejército. Expresa
que él no habló con el Contralor, y que tiene una idea general al
respecto. Sostiene que dada esa información, en los primeros viajes de
su señora se pagó su pasaje con recursos fiscales correspondientes a
sobrepeso o exceso de equipaje. Declara que esto se hizo durante un
año o año y medio y que en la práctica el Ejército pagó el pasaje de su
señora con fondos presupuestarios destinados a exceso de equipaje.
Agrega que a poco andar, el Auditor ARAB le dijo que se formalizara la
situación de su señora y se incluyera derechamente en el Decreto.
Señala que a él no se le había ocurrido, y que entonces les preguntó a
los Comandantes en Jefe de la Armada y Fuerza Aérea cómo lo hacían, y
le respondieron que de toda la vida a ellas se les había incluido en el
Decreto. Afirma que entonces se incluyó a su señora en los Decretos, lo

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que dice, fue validado por el Subsecretario de Guerra, el Ministro de
Defensa, el Presidente de la República y tomado de razón por la
Contraloría. Menciona que esto último ocurrió desde fines de 2007 hasta
fines del 2008, y que no está seguro del periodo. Declara que pueden
haber sido entre 4 y 6 Decretos que señalan expresamente a su señora.
Agrega que, por lo tanto, para ellos quedó oficializado así, quedando
legalizado. Sostiene que el 30 de diciembre del 2008, la Contraloría
General de la República emitió una resolución referida específicamente a
unos pasajes mal emitidos a las señoras de unos Oficiales de la Región
Austral para que ellas vinieran a Santiago, porque los Oficiales se habían
acogido a retiro. Señala que de esta Resolución de la Contraloría no
tuvo conocimiento de inmediato, hasta como mediados del año 2009,
expresa que nunca vio los Decretos. Agrega que además, los Decretos
mientras estaban en trámite uno ya había regresado del viaje. Asevera
que a él le pasaban los pasajes cuando iba en el auto camino al
aeropuerto. Manifiesta que por lo anterior, sin preguntarle a él pero de
buena fe, decidieron no incluir a su señora en los Decretos. Dice que
quienes decidieron esto fueron, se imagina, las personas que
participaban en la elaboración del Memorándum y del Decreto, es decir,
el Secretario General en coordinación con el Jefe del Departamento de
Coordinación. Dice que cree que al final fueron 3 viajes en que su
señora no se incluyó en el Decreto, especifica que fueron los viajes a
Italia, Israel y Vietnam. Sostiene que desconoce cómo se financiaron los
pasajes de su señora en estos casos. Agrega que se tuvo que haber
financiado de la misma forma, porque ya se operaba así aunque no se
incluyó a su señora en el Decreto, y que seguramente se pagaron esos
pasajes con exceso de equipaje, pero que desconoce el detalle. Indica
que puede ser que se hayan pagado los pasajes de su señora con
recursos de Gastos Reservados, pero que lo desconoce.
Declara que de los 17 viajes en que su señora viajó con él, sabe
que entre 4 y 6 donde ella aparece en el Decreto se financiaron con el
presupuesto ordinario de Pasajes y Fletes, ya que el Decreto dice “con
derecho a pasajes”. Señala que de los restantes, salvo los 3 últimos en
que desconoce el origen de los recursos, y asevera que se pagaron con
exceso de equipaje.

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Afirma que los gastos en que su señora incurrió en los viajes
fueron financiados de la misma forma que se financió el resto de la
comitiva. Indica que ella no pagó nada, salvo sus gastos personales que
eran financiados por él, dice que se refiere a si ella quería comprar
alguna cosa personal, las financiaba él. Señala que su señora no pagaba
aquello que financiaban los anfitriones, y que él pagó las cosas
personales que ella quería comprar o consumir. Agrega que lo hizo con
los dineros que él le pasaba o usaba su tarjeta de crédito, y que
debieran estar los registros de estas compras en la tarjeta de crédito de
su señora. Luego menciona que los recursos que le entregaba a su
señora provenían de su viático.
Declara que a él le pagaban viáticos, al igual que el resto de la
comitiva. Agrega que iban con el hotel y comidas pagadas y que de
todas formas recibían el viático. Indica que no recuerda cuál fue el
detalle del viático que recibió, y que del cálculo se encargaba Finanzas.
Señala que cuando su señora viajó a ella nunca le entregaron viático.
Dice que la razón porque se le entregaba viático no obstante estar todo
pagado, es porque se tiene un derecho legal a viático, aunque no se
use. Asevera que él sabía que iba con todo pagado, pero el derecho a
viático es legal y lo cobró. Reconoce que aunque él iba con todo pagado
cobraba igual el viático. Explica que lo normal es que uno financie la
estadía con el viático, es lo corriente, que en estos casos él usó el
viático para sus cosas personales, como comprar una corbata o pagar
alguna comida, o comprar algún regalo. Asevera que si él salía a comer
con su señora, lo pagaba él, no el Ayudante, y que distintos son los
casos en que había algún espacio de tiempo para comer con la comitiva,
que consideraba al Ayudante, al Escolta y al Auxiliar, agrega que ahí
normalmente almorzaban juntos cuando no estaban invitados, ocasión
en que pagaba el Ayudante con los recursos que él llevaba de los que le
había entregado CORTÉS, si es que le quedaba plata.
Declara que el destino que le dio a los recursos de viáticos que
recibió fue ahorro, y que los guardó en su caja de fondo. Reconoce que
muchas veces cambió dólares por pesos para hacer otras cosas.
Señala que él tiene varias fuentes de ingresos para justificar los
depósitos y los fondos mutuos que posee. Afirma que entre que compró

680
su primera casa en 1985 y el 31 de diciembre de este año, es decir, en
treinta y tantos años, él ha tenido un ingreso por rentas de
arrendamiento de alrededor de UF 28.000, que no es menor. Dice que él
fue Agregado Militar en Inglaterra y en Estados Unidos, y tuvo un ahorro
bastante bueno, y además en una época en que Estados Unidos era la
locura de la bolsa. Añade que más lo que le trabajó la plata en el banco,
juntó casi US$ 200.000, que los fue repatriando de a poco. Agrega que
también recibió dineros por la muerte de su madre, y que también fue
Director de la empresa CAFFARENA. Asevera que él antes de asumir la
Comandancia en Jefe ya tenía 4 propiedades, y que aún tiene algunos
dólares ahorrados. Agrega que vendió varios dólares para comprar
algunas cosas, cambió un departamento a otro. Afirma, que en el fondo,
el viático que le sobraba lo destinó al ahorro.
Declara que su señora no trabajaba, que ella trabajó un año en el
Banco Santander, en 1994.
Señala que en las comisiones de servicio al extranjero solo el
Ayudante llevaba recursos que les eran entregados por CORTÉS, indica
que según sabe nadie más llevaba Gastos Reservados. Dice que no
habló con ellos al respecto, pero hasta donde él sabe el que llevaba
plata era el Ayudante.
Asevera que es absolutamente desconocido para él lo que ha
declarado NÚÑEZ KOCHER, en cuanto CORTÉS también les entregó
recursos institucionales al escolta y a TOLEDO en las comisiones de
servicio al extranjero. Señala que no podría decir si él vio a los escoltas
y a TOLEDO hacer algún pago, y que hubiera sabido, no. Asevera que
todos ellos compraban alguna cosa, se daban algún gusto, que eso es
normal de las personas y que además tenían viáticos. Menciona que él
nunca dispuso ni supo que le daban platas al escolta o al auxiliar de
Gastos Reservados.
Insiste en que solamente se les entregaba dineros a los escoltas
para las comisiones de servicio dentro de Chile. Afirma que él habló con
quién fue el Jefe de los escoltas, quien le dijo que sí recibió esa cantidad
de dinero, pero para los viajes dentro de Chile, para efectos de
seguridad.

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Asevera que, según su conocimiento, nunca se le entregó dineros
a TOLEDO para los viajes al extranjero, y que nunca dispuso que a
TOLEDO se le entregaran dineros de Gastos Reservados.
Declara que durante su periodo por lo menos, Jaime KLENNER no
recibió recursos de Gastos Reservados para las comisiones de servicio al
extranjero, que él hubiese dispuesto o sabido.
El Tribunal le hace presente al deponente que de acuerdo con la
declaración prestada por Jaime KLENNER, escolta durante el periodo en
que el deponente fue Comandante en Jefe, tratándose de comisiones de
servicio al extranjero, llevaba una cantidad de recursos que le eran
entregados por el Comandante CORTÉS, para pagar traslados, peajes,
alimentación, alojamiento e imprevistos para la comitiva, en particular
se encargaba de los gastos que no eran pagados por el Ayudante, a lo
que señala que él no lo dispuso ni tenía conocimiento que los escoltas
hubieran recibidos recursos de parte de CORTÉS para las comisiones de
servicio al extranjero. Señala que sí sabía los dineros que recibían los
ayudantes, pero no lo del Escolta. Afirma que si alguien lo declara debe
ser así, luego agrega en que hay cosas que él sí dispuso y sí sabía, y
hubo cosas que no dispuso y no sabía.
Señala que puede que los recursos que recibieron los escoltas
pueden corresponder a una de las actividades que se hacían por
“inercia” de los periodos anteriores al suyo. Indica que si CORTÉS dice
que entregó los recursos de Gastos Reservados y el escolta declara que
recibió ese dinero, entonces está cerrado el círculo. Reconoce que no
andaba detrás de ellos viendo en qué gastaban la plata, sino que estaba
pendiente de las actividades que se hacían afuera y las distintas
conferencias que realizaba en los distintos países que visitó. Agrega que
andaba consiguiendo la tecnología, que no andaba viendo quién pagaba
el estacionamiento. Manifiesta que se puede decir que él era poco
preocupado, que él estaba preocupado de lo que le interesaba ir, esto
era parte del sistema.
Afirma que no supo que TOLEDO recibía recursos de Gastos
Reservados por parte de CORTÉS con ocasión de los viajes al extranjero.
Dice que quiere ser sumamente claro en que tiene un muy buen
concepto de TOLEDO, es buen hombre, muy trabajador y honesto.

682
Agrega que TOLEDO estuvo con el General IZURIETA, el General
CHEYRE, con él, siguió con el General FUENTE-ALBA, con el General
OVIEDO y continúa con el General MARTÍNEZ, por lo que TOLEDO tiene
confusiones. Asegura que TOLEDO nunca le compró algún elemento
personal, nunca le compró una pasta de dientes o desodorante. Refiere
que él nunca tuvo la necesidad de comprar remedios, que a lo sumo se
habrá tomado una aspirina. Señala que si se hubiese necesitado
comprar alguno de estos elementos personales para el resto de la
comitiva, que en todo caso el Ayudante llevaba recursos para ello de lo
que le entregaba CORTÉS y es probable que TOLEDO haya recibido
recursos, ya que el Comandante en Jefe tiene atrás de su oficina un
baño, y que ahí puede haber sido que TOLEDO se haya encargado de
mantener jabón, toallas, mandar a lavar toallas con los recursos que se
le entregaban. Menciona que nunca pasta de dientes, cepillos, u otros
similares, porque de eso se preocupaba él. Agrega que en ningún caso
medicamentos.
Indica que es posible que CORTÉS haya entregado la cantidad de
$200.000 a TOLEDO al inicio de cada año, para comprar toallas para el
baño que estaba en la oficina del Comandante en Jefe y que es posible
que estos recursos los haya entregado CORTÉS provenientes de Gastos
Reservados, pero que él no lo dispuso ni lo sabía. Menciona que puede
haber sido que se siguió el mismo mecanismo de inercia que ha
señalado.
Reconoce que sabía que TOLEDO viajaba con todos los gastos
pagados, como señaló cuando se refirió anteriormente al pago de la
tercera habitación en los viajes y agrega que también se le entregaban
recursos por parte del Ayudante para que TOLEDO pudiera comer, de los
recursos que le entregaba CORTÉS de Gastos Reservados.
En cuanto al exceso de equipaje, señala que nunca en los 34
viajes, sin ninguna excepción, usó el salón VIP. Indica que en todos los
viajes él fue al counter, sea solo o con su señora cuando ella iba.
Menciona que él hacía la fila, hacía el check in y pesaba las maletas, y
que siempre viajó con una maleta. Asegura que nunca tuvo sobrepeso
en los viajes y eso lo dice porque él hacía el check in en todos los viajes.
Manifiesta que le carga el Salón VIP. Declara que él no dice que haya

683
sido así igual para el resto de la comitiva, habla solo de sus maletas.
Señala que hubo viajes en que TOLEDO tuvo que llevar muchas cosas,
por ejemplo, cuando se iba en comisión de servicio a varios países. En
estos viajes llevaban la ropa según el clima de cada país. Indica que
hubo oportunidades en que además de agregar los regalos que se
llevaban y los que se traían, por lo que la comitiva sí tuvo que pagar
excesos de equipaje. Así como hubo viajes en que, dice, se tuvo que
repartir la carga entre las maletas de la comitiva para no pagar exceso
de equipaje. Asevera que en estos casos desconoce cómo se pagaba el
exceso de equipaje, supone que lo hizo Pasajes y Fletes. Menciona que
en el momento, no sabía quién pagaba, porque como él entraba por el
counter no pagaba exceso de equipaje y tampoco sabe qué pasó con el
resto. Declara que no sabía que el exceso de equipaje se pagó con
Gastos Reservados, señala que es primera vez que lo escucha ya que
existe el ítem de exceso de equipaje. Asegura que nunca supo que se
pagaba el exceso de equipaje en dinero efectivo de Gastos Reservados.
Menciona que no cree que hayan sido muchas las ocasiones en que se
pagó el exceso de equipaje, y que tuvo que haber ocurrido más al
regreso de los viajes que para la ida, debido a los regalos que traían.
Dice que él sabía que efectivamente se pagó exceso de equipaje, pero
que desconoce cómo se hizo.
Señala que conoce al señor DURÁN, cuyo nombre expresa no
recordar. Indica que a muy poco de asumir como Comandante en Jefe,
le dijeron que había un señor DURÁN que era el entendido en las visas,
equipajes y temas de aeropuerto. Afirma que él siempre ha sido muy
autosuficiente en los aeropuertos, por lo que DURÁN no fue un tema
para él. Menciona que al poco andar, la señora Presidenta de la
República les dijo a los tres Comandantes en Jefe que los esperaba en
Haití en una fecha determinada. Dice que nunca tuvo su pasaporte,
porque este lo tenía Coordinación. Declara que Cuando asumió como
Comandante en Jefe obtuvo pasaporte diplomático y que cuando iba a
viajar a Haití pidió el pasaporte. Relata que se encuentra con una
sorpresa y manda a llamar a DURÁN, ya que él, quien según el
deponente, creía que se las sabía todas, fue a la Embajada de Estados
Unidos a obtener visa en tránsito y que obviamente la Embajada le

684
anuló la visa que él ya tenía y le dejó la visa en tránsito. Asegura que
entonces llamó a DURÁN y le consultó cómo no conocía el sistema de
visas de Estados Unidos y que desde ahí le ordenó que no interviniera
más en sus viajes. Indica que si él igual intervino en algún momento,
puede ser. Señala que puede que haya intervenido DURÁN en los
asuntos del resto de la comitiva, o del Ejército.
Menciona que desconoce la calidad en que DURÁN trabajaba en el
Ejército. Refiere a que por edad ya no podía ser PAC, por lo que debió
trabajar a honorarios. Señala que nunca preguntó cómo se le pagaba, ni
lo supo. Asegura que DURÁN dejó de ser una persona importante para
él por el incidente que indicó, lo que ocurrió a los tres meses que
asumió como Comandante en Jefe.
Señala que no sabía que a DURÁN se le pagaba un sueldo sin
formalidad, dineros que le entregaba CORTÉS, en efectivo. Asegura que
con él DURÁN nunca conversó su situación laboral. Afirma que nunca
acordó con él que se le pagaría la cantidad de $500.000, indica que eso
no es efectivo. Declara que no es verdad que DURÁN haya hablado su
situación laboral con él, y de haberlo hecho, expresa que le parece que
se le podría haber contratado a honorarios, que le parece que la
solución habría sido esa. Menciona que en este minuto se acaba de
enterar que a DURÁN se le pagaba con Gastos Reservados. Asevera que
no tuvo conocimiento ni lo dispuso. Refiere que esta situación de
pagarle así seguramente continuó haciéndose por inercia, según se hizo
en los periodos anteriores al suyo.
Declara que él se enteró con motivo del procesamiento del General
OVIEDO que salió en El Mercurio, que había una asignación adicional
para mejorar la alimentación, o para “rancho mejorado” que se pagaba
con Gastos Reservados. Refiere que la alimentación era un tema de la
Secretaría General del Ejército. Asegura que nunca nadie habló con él al
respecto, no que él recuerde. Manifiesta que le llama profundamente la
atención que el General PORCILE declare, como le señala el tribunal,
que esta asignación para mejorar el rancho de la Comandancia en Jefe
haya comenzado con él ni menos que se haya pagado con Gastos
Reservados. Afirma que tampoco tenía idea que Luis ZAMORA, quien
estaba a cargo del Departamento de Asuntos Generales, recibiera

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recursos de Gastos Reservados para la mejora de rancho, en efectivo,
por parte del Oficial de Finanzas. Asevera que él desconocía esto. Señala
que los Gastos Reservados son reservados, por lo tanto normalmente no
se rinde cuenta de ellos, solo se gastan. Reconoce que hay excepciones,
pero que lo normal es que como son reservados no se rinda cuenta.
Indica que la rendición de cuentas que se hacía a CORTÉS se realizaba
solo en ese ámbito, es decir, en el ámbito de las cosas en que CORTÉS
se movía con la gente, con los recursos que el deponente entregaba.
Menciona que él desconocía que se entregaban recursos de Gastos
Reservados para la mejora de rancho. Declara que él sabía mucho
menos de lo que realmente ocurría. Reconoce que sabía a quiénes había
que entregar recursos de Gastos Reservados, cuando él lo disponía.
Indica que hay casos que él no tenía conocimiento, que ni lo autorizó, y
que al parecer se hizo por inercia manteniendo las costumbres de los
periodos anteriores al suyo. Asegura que en los casos que él dispuso
entrega de dineros nunca pidió que se le rindiera cuenta. Afirma que
nunca firmó ningún documento por la recepción de los fondos de Gastos
Reservados, ni ordenó que lo hiciera el resto. Manifiesta que tiene
entendido que no había ninguna instrucción respecto de la
documentación relativa a los Gastos Reservados, señala que no dió la
instrucción de destruir esa documentación, boletas y facturas, pero
entiende que el resto entendía el concepto de los “Gastos Reservados”.
Menciona que no sabe si había que destruir esa documentación, pero no
había que rendir cuenta. Indica que supo bastantes años después de
que se retiró del Ejército que había documentación que se destruía
antes de entregar la nueva remesa. Asegura que de todo eso se enteró
preguntando, específicamente. Señala que cuando habló con el DIFE LE
DANTEC, y con el DINE Ricardo ORTEGA, supo que la documentación
relativa al uso de los Gastos Reservados se trituraba, lo que le pareció
coherente, ya que, explica, son recursos que no se registran, no entran
a la contabilidad del Estado.
Menciona que la última vez que vio a CORTÉS, fue porque CORTÉS
tiene un abogado en el mismo estudio jurídico donde el deponente tiene
abogado, y en una ocasión se cruzaron y se saludaron, agrega que no

686
entraron en detalle de estas cosas. Agrega que además, no tenía ni
cerca toda la información que ahora se le ha proporcionado.
Señala que le llama la atención que PORCILE haya declarado que
la mejora de rancho haya comenzado con él, que es una absoluta
sorpresa para él.
Expresa que en cuanto al “Repostero”, quiere señalar que la
palabra, el término no sabe en qué contexto se relacionaba dentro de la
Comandancia en Jefe. Indica que pareciera que se asocia al Repostero a
la alimentación del Comandante en Jefe, pero él normalmente
almorzaba solo. Manifiesta que es una persona que se cuida mucho y
almorzaba un pescado o presa de pollo con ensalada, lo que se cubría
perfectamente con el rancho. Refiere que, además, invitaba gente a
almorzar, como fueron directivos de partidos políticos, directores de
medios de comunicación, académicos, comisiones de defensa, entre
otros, eran entre 6 a 8 personas. Asegura que estas invitaciones
ocurrían una o dos veces al mes.
Menciona que nunca preguntó cómo se costearon esas
invitaciones. Agrega que muchas de ellas se pueden pagar con el ítem
“alimentos y bebidas” y otras con Gastos de Representación. Añade que
ocurría pese a que la invitación era a civiles. Afirma que, en realidad,
nunca preguntó con qué recursos se pagaba esto, pero las personas que
estaban encargadas, si es que no tenían los recursos, tenían que
habérselo hecho presente. Expresa que, normalmente, cuando se
cursaban estas invitaciones se hacía a través de la Secretaría, con el
Departamento de Coordinaciones. Asegura que el mismo Secretario al
disponer el almuerzo y hablar con CORTÉS, le pudo haber dicho que no
tenían los recursos para pagar estas invitaciones y que se tenían que
utilizar Gastos Reservados, pero no se lo dijeron, ni siquiera lo hizo
CORTÉS. Menciona que nunca se imaginó que hubo una malversación en
este respecto. Indica que él estaba trabajando para mejorar al Ejército.
Expresa que no era un gasto para almorzar mejor, sino que cuando se
almorzaba con las directivas de los partidos políticos, era para mejorar
el presupuesto del Ejército porque ellos votaban en el Congreso, para
sociabilizar, cosas que eran muy importantes para el Ejército. Manifiesta
que es una actividad que debe realizar el Comandante en Jefe. Asevera

687
que nunca preguntó cómo se pagaron estos almuerzos, pero los
almuerzos se hicieron y se pagaron. Declara que es posible que CORTÉS
haya utilizado Gastos Reservados por la costumbre que se venía
haciendo así de los periodos anteriores. Reconoce que es muy posible
que cuando él ordenara el almuerzo, la gente daba por hecho que había
que utilizar cualquier recurso para cancelarlo, porque el Comandante en
Jefe ordenaba el almuerzo se entendía que era importante para el
Ejército. Señala que ese tipo de inercia hizo mucho en estos casos.
Refiere que, sin embargo, a su parecer y al igual que como declaró
antes, las cifras que se publicaron en El Mercurio no son ajustadas a la
realidad. Expresa que es porque le parece que es muy alto $28.000.000
para el concepto “Repostero” a que se refirió. Dice que desconoce la
cantidad de dinero de Gastos Reservados que se gastó, le parece que
$28.000.000 es alto. Asegura que se gastó en promedio la mitad de esa
cifra, es decir, $14.000.000. Añade que no ha hecho el cálculo en
detalle, pero que la lógica le dice que $28.000.000 es una exageración.
Menciona que desconoce cómo se mantenían la peluquería y la
sastrería de la Comandancia en Jefe. Refiere que Nunca se cortó el pelo
en esa peluquería ni sabe dónde queda. Agrega que sabía que esa
peluquería existía. Asegura que toda la gente que trabaja en la
Comandancia en Jefe se puede cortar el pelo en esa peluquería.
Reconoce que hay ítems presupuestarios que permiten pagar los
insumos que requería la peluquería de la Comandancia en Jefe. Indica
que nunca estuvo en su conocimiento cómo se financiaba la peluquería
ni la sastrería de la Comandancia en Jefe.
Afirma que no conoce a José PEÑA ALVARADO. Agrega que puede
que haya visto alguien de apellido PEÑA, pero que no lo ubica. Asevera
que nunca supo ni ordenó, ni nadie le informó que a PEÑA se le
entregaban recursos de Gastos Reservados por parte de CORTÉS o de
VÁSQUEZ, para mantener la peluquería de la Comandancia en Jefe.
Declara que, aunque PEÑA diga que él tenía conocimiento de los gastos
que se hacían, no fue así. Reconoce que puede que CORTÉS haya
entregado esos recursos por la “inercia” de los periodos anteriores al
suyo, que ha señalado anteriormente.

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Declara que desconoce cómo funcionaba y cómo se financiaba la
sastrería de la Comandancia en Jefe. Añade que no supo quién pagaba
esos gastos. Afirma que nunca supo, que nunca lo dispuso, que ni se lo
informaron. Asevera que, si se pagó con Gastos Reservados, no fue por
orden suya y que puede que se haya pagado así según venía de los
periodos anteriores al de él.
Asegura que recibió el diario La Segunda, todos los días. Afirma
que ese diario se lo entregaba el Ayudante cuando estaba en la oficina,
o se lo entregaba en el auto cuando se iba. Asevera que no sabe cómo
se pagaba ese diario, pero que le llama la atención porque sabe que el
Departamento de Comunicaciones tenía suscripción con todos los
diarios, por lo que pensó que se pagaba así. Afirma que nunca dispuso,
ni se enteró, ni le informaron que el diario La Segunda se pagaba con
Gastos Reservados. Agrega que puede que se haya pagado así, según
se hizo en periodos anteriores al suyo.
Manifiesta que sabe que había un concurso literario anual. Declara
que nunca supo, ni se le informó, ni dispuso que la evaluación de dicho
concurso se pagara con recursos de Gastos Reservados. Indica que
puede que se haya pagado de esa forma porque haya venido así de los
periodos anteriores al suyo.
Afirma que, en cuanto al Rotary, solo sabe que invitaban a una
delegación del Ejército, una vez al año, con motivo de las Glorias del
Ejército. Asegura que normalmente iba el Comandante en Jefe con 6 o 7
Generales y Coroneles. Agrega que era una invitación a almorzar,
homenajeando al Ejército. Asegura que él nunca supo que se pagaba
una membresía o algo así, ni que ésta se pagara con Gastos
Reservados. Indica que él no lo dispuso así. Expresa que, si se usaron
Gastos Reservados, quizá se hizo porque se venía haciendo así de
periodos anteriores al suyo.
Afirma que nunca supo, ni le informaron, ni dispuso que se pagara
con Gastos Reservados una ayuda escolar para el personal de la
Comandancia en Jefe. Refiere que está convencido que se actuaba por
inercia según se hizo en periodos anteriores, que no había mala fe.
Declara nunca supo, ni le informaron, ni ordenó que se entregara
un beneficio para el nacimiento de algún hijo del personal de la

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Comandancia en Jefe. Reconoce que tampoco hizo entrega de este
beneficio personalmente, pero que pudo ser así, también por inercia de
los periodos anteriores con Gastos Reservados.
Dice que la entrega de recursos para la gente que trabajaba en la
Casa Institucional, en efectivo, para locomoción o teléfono, le llama la
atención. Asevera que desconocía hasta este minuto de la entrega de
ese dinero de Gastos Reservados, ya que había una mini Van que
transportaba al personal a la Casa Institucional. Señala que era un
vehículo militar del Ejército. Afirma que tampoco supo de entrega de
dinero para teléfono. Agrega que no estaba en su conocimiento, ni
dispuso esta entrega de dinero.
Menciona que nunca supo que se entregara dinero en efectivo a la
gente que trabajaba hasta tarde en la Casa del Comandante en Jefe.
Indica que tiene que haber sido un beneficio muy especial, ya que en el
Ejército no se pagan horas extras. Reconoce que efectivamente constató
que, a veces, la gente trabajaba más allá del horario normal, pero no
dispuso ni supo que se pagara este tipo de beneficio, dinero por horas
extras si se hizo con Gastos Reservados también por inercia de los
periodos anteriores.
Señala que efectivamente habría sido bueno controlar los Gastos
Reservados.
Expresa que es posible que se hayan comprado chocolates para
hacer entrega de estos, pero no tiene recuerdo de haber hecho
personalmente entrega de un obsequio de esa naturaleza, tampoco su
señora, no que él recuerde. Indica que nunca reparó si había chocolates
en dependencias de la Comandancia en Jefe ni en la Casa del
Comandante en Jefe. Refiere que tampoco vio que hubiera chocolates en
la bodega con regalos. Agrega que la única bodega que conoció estaba
en Beauchef y ahí no vio chocolates.
Asevera que los regalos que se llevaban al extranjero era una
réplica de la espada de O´Higgins, que es la que iba para el
Comandante del Ejército donde uno iba. Reconoce que para la señora
del Comandante se entregaba normalmente un collar de lapislázuli.
Declara que al Embajador se entregaba un plato de plaqué con el logo
del Ejército. Agrega que también se llevaban monedas. Asegura que

690
eran los regalos estándares, oficiales. Dice que también se llevaban abre
cartas o monedas para el Ayudante del Comandante o el Secretario que
los atendía. Indica que un regalo personal no es institucional, no tiene
por qué representar a la institución. Menciona que, en ese caso, le podía
llevar colleras. Declara que ahora recuerda que también se regalaban
colleras del Ejército, pero a personas un poquito de segundo nivel de
importancia. Refiere que eran colleras con el logo del Ejército. Indica
que, haciendo memoria, tenía además audiencia con el Ministro de
Defensa del país que visitaba, para lo que se llevaba otro plato de
plaqué. Expresa que la diferencia entre los regalos institucionales y
regalos personales que se señalaban en los programas decía relación
con instancias distintas. Dice que una cosa era en la ceremonia o
recepción oficial y otra en una instancia más personal, como una
comida. Refiere que no tiene noción de algo distinto. Manifiesta que las
señoras pueden ser que se hayan intercambiado algo más allá de lo
oficial, como, por ejemplo, un envase de lápiz labial de lapislázuli, no
recuerda algo más. Dice que hay países en que el regalo se entregaba
en la comida y no en la oficina en el primer encuentro. Expresa que esto
ocurrió en Gran Bretaña, por ejemplo.
Afirma que los regalos que llevaba al extranjero a su homólogo se
los entregaba él. Reconoce que las señoras se hacían intercambio de
regalos en la comida. Asegura que, a veces, los Ayudantes llevaban
llaveros, ese tipo de cosas para, por ejemplo, el conductor que nos
atendía y otras personas que nos habían apoyado en la comisión.
Reconoce que recuerda haber regalado botellas de vino con el logo
del Ejército chileno, pero en Chile. Agrega que en una comida que se
invitaba a los Almirantes de la Armada u Oficiales de la Fuerza Aérea, o
almuerzo con Ministros. Señala que todas las instituciones tenían una
botella de vino con la imagen corporativo. Indica que, para eso, se
conversaba con la viña y a un vino determinado le cambiaban la
etiqueta. Menciona que recuerda que nunca quisieron llevar vinos al
extranjero, por la posibilidad que se rompieran. Agrega que, es posible,
aunque no tiene recuerdos específicos, pero el Ejército Alemán hizo
muchas cosas por nosotros. Asegura que tuvo que ir tres veces a
Alemania. Reconoce que es posible que la última vez, cuando les

691
entregaron los tanques, hayan llevado unas espuelas compradas en
MURILLO. Agrega que, sin embargo, fue muy excepcional.
Afirma que había regalos que se hacían en conjunto con las otras
ramas armadas. Relata que cada vez que había una actividad dentro de
Chile había que llevar algo y que lo normal era llevar una botella de
vino. Agrega que a determinadas personas se les daba una bandeja de
plaqué, que siempre había un stock de ellas. Expresa desconocer de
dónde salían los recursos para estos regalos. Manifiesta que no sabe
dónde se guardaban estos regalos, que cree que el DAG se hacía cargo
de ello. Menciona que hubo un momento en que se cambiaron del cuarto
piso al quinto piso y que no tiene claro donde quedaron las cosas.
Indica que las únicas flores con las que convivió eran las que se
instalaban en la Casa Institucional cuando se hacía alguna recepción, de
lo que dice se encargaba el Club Militar. Expresa no recordar a su señora
llevando flores, menos él. Señala no recordar compras de arreglos
florales. Agrega que no recuerda que se hayan comprado flores para
entregar a las señoras. Asegura que sí se les enviaba flores para sus
cumpleaños y que seguramente de eso se encargaba Protocolo, declara
que no era algo que estaba en su ámbito de preocupación. Reconoce
que a su señora para su cumpleaños le llegaba un ramo de flores por
parte del Ejército, antes de que él fuera Comandante en Jefe.
Refiere que durante su época la Casa Institucional no estaba
aromatizada. Relata que volvió a esa casa dos veces, una durante el
periodo del General FUENTE-ALBA y otra durante el periodo del General
OVIEDO, y expresa no recordar un sistema de aromatización. Agrega
que si estaba, entonces no se fijó, por lo que no podría indicar el
periodo en que esto se instaló. Señala que tampoco en la Comandancia
en Jefe.
Menciona que la piscina de la Casa Institucional nunca estuvo
temperada en su época.
Afirma que nunca supo que existiera el concepto de “libre
disponibilidad” por $175.000.000 anuales a que se refiere CORTÉS.
Menciona que solamente conoció de libre disponibilidad los $72.000.000
a que se refirió en su declaración anterior. Señala que esto es
absolutamente desconocido para él, dice que él nadie le presentó que

692
contaba con $175.000.000 para hacer cosas de libre disponibilidad.
Manifiesta que cuando disponía que se entregaran recursos a una
Unidad, efectivamente no salían de los $72.000.000 que se le
entregaban anualmente por CORTÉS de Gastos Reservados, indica que
pudo haber salido de estos $175.000.000. Declara que nadie le dijo la
existencia de esos recursos, no con ese nombre, agrega que el DIFE le
tendría que haber hablado de algo así. Asegura que efectivamente no
conoce ese concepto, que nunca se le presentó la existencia de recursos
de Gastos Reservados por “libre disponibilidad”. Reconoce que puede
que los distintos gastos que él ordenaba, y por ende, los recursos que se
entregaban por orden suya correspondan a estos recursos, pero que él
desconoce el concepto.
Indica que cuando hacía las revistas a las Unidades del país
siempre recibía requerimientos, atendidas las situaciones de déficit que
se detectaban. Explica que lo que era posible de satisfacer siempre se
tramitó a través del DIFE, señala que para eso se usaba la reserva
institucional. Expresa no recordar haber dicho a CORTÉS que enviara,
por ejemplo, $10.000.000 a una Unidad. Menciona que lo que no se
había entregado, lo que no se había distribuido de los recursos de
Gastos Reservados, los tenía el DIFE. Agrega que es posible entonces
que se hayan entendido con el DIFE y que él haya remitido esos
recursos cuando el deponente dispuso esas entregas de Gastos
Reservados. Relata que el cambio del cuarto al quinto piso de su oficina
y de toda la Comandancia en Jefe, del edificio donde estaba la
Comandancia en Jefe, era un proyecto que no estaba contemplado en
ninguna parte, explica que fue porque el Ministro que asumió el
Ministerio de Defensa recibió la orden de la Presidenta de la República
para cambiarse allí, dice que puede que CORTÉS haya utilizado esos
recursos para realizar este cambio. Señala que se tuvo que hacer un
comedor, cambiar las oficinas y además con premura. Declara que es
posible que se hayan ocupado esas platas y todo el mundo se sintió
autorizado para utilizar esos dineros de Gastos Reservados porque el
Comandante en Jefe había ordenado el cambio de piso. Indica que el
concepto de “libre disponibilidad” no lo reconoce.

693
Relata que hizo entrega del cargo al General FUENTE-ALBA y que
en ese momento no hablaron de los Gastos Reservados. Asegura que
hablaron de los proyectos del Ejército. Refiere que hubo cosas que por
deferencia no las firmó a última hora y las firmó él. Agrega que hablaron
mucho del detalle de lo que se hacía en el Ejército y de lo que faltaba
completar. Menciona que al principio el General FUENTE-ALBA se quedó
muy “amarrado” por el terremoto del 27 de febrero de 2010, señala que
ese era un tema prioritario de la entrega. Explica que la entrega dijo
relación con los grandes proyectos y que no entraron en detalles de los
recursos en general, ni de los Gastos Reservados. Dice que, además, se
mantendría el mismo Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe.
Reconoce que llamó a CORTÉS unos días antes de entregar y le
preguntó dónde se quería ir destinado, ya que llevaba 6 años en la
Comandancia en Jefe, por lo que tenía que regresar al “Ejército real”.
Afirma que lo presionó mucho y que CORTÉS le pidió 48 horas para
decirle. Señala que al término de ese tiempo, el General FUENTE-ALBA
habló con el deponente para que no destinara a CORTÉS, por lo que
continuó en la Comandancia en Jefe.
Declara que cuando terminó su periodo CORTÉS no le rindió
cuenta. Expresa no recordar el detalle, señala que seguramente tuvieron
una reunión junto con el Secretario, donde CORTÉS le dijo que estaba
todo cuadrado, afirma que no entraron en detalle. Manifiesta no tener
recuerdo de ese tipo de reunión, como sería una entrega. Indica que el
terremoto cambió la prioridad de lo que estaban haciendo. Asegura que
no se hizo una entrega programada normal.
Relata que CORTÉS manejaba los recursos presupuestarios de la
Comandancia en Jefe y además los Gastos Reservados. Señala que al
término de su gestión no recuerda qué le dijo, pero le dijo que “estaban
bien” y que no había problemas. Manifiesta que no recuerda una
exposición en detalle, insiste que el terremoto cambió todas las
prioridades. Reconoce que no le preguntó a CORTÉS si quedaban
recursos de los Gastos Reservados. Refiere que tampoco se lo expresó
CORTÉS. Afirma que nunca pidió a CORTÉS que le informara, ni que le
entregara los saldos de Gastos Reservados al término de su periodo,
agrega que jamás recibió los saldos de Gastos Reservados. Indica que

694
nunca le dio cuenta CORTÉS que había quedado algún remanente.
Expone que no sabe honestamente por qué CORTÉS dice eso que dice.
Relata, respecto del dinero que dice CORTÉS que le entrego en un
maletón que era el remanente de los Gastos Reservados al término de
su periodo, que CORTÉS fue dos veces a su casa. Reconoce que por
mucho tiempo guardó cierta cantidad de plata en pesos y en dólares.
Señala que habla de $8.000.000 y unos US$ 2.000 a US$ 3.000. Indica
que el 28 de julio del año 2010, unos meses después de haber dejado
su cargo como Comandante en Jefe, el Ministro de Hacienda anuncia
que hace entrega al Banco Estado de la primera remesa del nuevo
billete de $20.000. Afirma que su plata la tenía en billetes verdes, y que
no quiso, como era una persona políticamente expuesta dado que él en
esa época era Subsecretario, ir personalmente al banco y hacer el
cambio por el billete nuevo. Menciona que evitar que el Banco pusiera
haber dudado del origen de los dineros. Manifiesta que, entonces, unos
días después de la noticia, llamó a CORTÉS y le dijo que tenía plata en
los billetes que “van a morir”, y le pidió si podía cambiar él ese dinero
por los billetes nuevos, a lo que CORTÉS respondió afirmativamente.
Refiere que fue un día cercano al 28 de julio, que le entregó el dinero y
cinco días después regresó CORTÉS a su casa con el dinero con los
billetes nuevos en un maletín, que era del deponente. Afirma que esas
fueron las dos veces que CORTÉS fue a su casa. Menciona que por lo
anterior, CORTÉS está confundido cuando dice que le llevó un maletín
con dinero de Gastos Reservados, o bien declaró esto con un fin distinto.
Expresa que no tiene la certeza de cuál es la motivación de CORTÉS
para realizar su declaración. Asegura que esto no lo habló con CORTÉS
porque no le pareció ético hablarlo, porque si CORTÉS dice eso entonces
algo hay atrás, y que como no le consta prefirió no hablar con él, pese a
que sus abogados son del mismo estudio jurídico, el estudio Ortiz y
Compañía.
El Tribunal le exhibe al deponente la Rendición de Cuentas de
Gastos Reservados correspondientes a los años 2006, 2007, 2008 y
2009, con sus Anexos Descriptivos de la Desagregación por Rubros de
los Gastos Reservados autorizados al Ejército de Chile para esos mismos
años, y la Declaración Jurada suscritos por el General de Ejército Óscar

695
IZURIETA FERRER en marzo del año 2007, enero de 2008, enero de
2009 y enero de 2010, respectivamente, a lo que señala que reconoce
su firma contenida en los documentos correspondientes a la declaración
jurada y al oficio remisor. Explica que son los documentos que se
presentaron a la Contraloría General de la República. Indica que, en
cuanto al Anexo descriptivos, este no lleva su firma y que se remite a lo
que señaló el día de ayer al respecto. Refiere que corresponde, en
cuanto al contenido al Anexo que se presentó a la Contraloría, pero el
formato le parece que no es igual, porque le parece que tenía una
dimensión horizontal, no vertical. Afirma que en cuanto al contenido de
los documentos corresponde exactamente a lo que se presentó a la
Contraloría General de la República. Declara que la declaración jurada se
ajusta completamente, está correcta, en el sentido de que los Gastos
Reservados se gastaron de acuerdo a la Ley y que no se gastaron en lo
que la Ley prohíbe según dice la misma declaración. Menciona que hay
una gran cantidad de cosas que yo no supo, que no se las informaron ni
las autorizó, pero en las cuales finalmente reconoce se usaron los
fondos de Gastos Reservados. Expresa que al momento de firmar tenía
la convicción absoluta que esos recursos estaban bien invertidos.
Manifiesta que ahora sabe que en el detalle del uso que se le dio a
ciertos recursos, no corresponden al concepto que se debe utilizar de los
Gastos Reservados. Dice que lo anterior, de acuerdo a lo que ha
explicado en su declaración.
Señala que al momento de asumir como Comandante en Jefe tenía
una casa en la calle Sven Heding, Las Condes, que adquirió en 1985 al
regreso de su comisión en Medio Oriente. Agrega que tenía un
departamento en la calle Los Militares 3810, comprado en el año 1989 y
otro departamento ubicado en Avenida Club de Campo, en Peñalolén
Alto, comprado el año 2001. Indica que también tenía una casa en
Santo Domingo, en el Condominio Santa María del Mar, cuyo sitio
compró en 1999, construyendo la casa el año 2002.
Afirma que actualmente no tiene patrimonio, no posee bienes.
Indica que se operó en diciembre de 2018 de la columna, en diciembre
de 2019 de cáncer a la próstata y a principios de 2021 de melanoma en
la nariz y pómulo. Relata que esto lo llevó a contratar un equipo de

696
abogados, dice que hizo separación de bienes y que sus hijas y señora
son dueñas del patrimonio que tenía al año 2021. Refiere que hizo esto
a través del trámite legal de donación y sus hijas pagaron todos los
impuestos que correspondían. Agrega que su señora se quedó con una
propiedad por la separación de bienes, y que sus hijas se quedaron con
el resto de las propiedades, que no son todas las mismas que señaló
anteriormente.
Declara que en septiembre de 2021 donó a su hija CAROLINA la
propiedad ubicada en Santo Domingo, y el departamento ubicado en
Hermanos Cabot 7393, departamento 506, comuna de Las Condes, con
dos estacionamientos y bodega. Señala que éste último departamento lo
adquirió el año 2014 y que no recuerda el monto. Asegura que lo pagó
con ahorros que tenía en fondos mutuos en el Banco Santander y en
seguros con ahorro en Chilena Consolidada. Indica no recordar cuánto
tenía en fondos mutuos. Asegura que pagó ese departamento al
contado, detalla que pudo haber sido con un vale vista o con un cheque,
porque recibía su pensión y además su sueldo como Subsecretario.
Afirma que en esa época debe haber tenido $200.000.000 y fracción, o
más, y que llegó a tener en el Banco Santander casi $300.000.000.
Menciona que le fue bien en las inversiones y que ahorró en promedio
$5.000.000 mensuales, y ya tenía bastantes ahorros de antes. Refiere
que no le donó más propiedades a su hija CAROLINA.
Asevera que a sus hijas las equilibró en $400.000.000 cada una
aproximadamente en donaciones, pero manifiesta decir cifras de
memoria y que pueden ser erradas.
Declara que a su hija CONSTANZA le donó el departamento de la
calle Los Militares, que adquirió en 1989. También reconoce que le donó
el departamento de Cerro Colorado N° 6130, departamento 242, con
dos estacionamientos y una bodega. Indica que este último
departamento lo adquirió el año 2008, que costó alrededor de UF 6.000
y lo pagó con ahorros y un crédito hipotecario de UF 2.000 con el Banco
Santander.
Asegura que los ahorros que generó, la mayoría son de los
arriendos, fondos mutuos y ventas de dólares. Señala que por arriendo
de la propiedad ubicada en Sven Heding percibía $500.000 mensuales.

697
Detalla que por el arriendo del departamento ubicado en el Club de
Campo en Peñalolén recibía $350.000, aproximadamente, mensuales.
Agrega que por el departamento de Los Militares recibía una suma
similar de $350.000 aproximadamente. Indica que fue vendiendo
paulatinamente dólares que tenía en el extranjero cuando fue Agregado
Militar el año 2000, los que fue repatriando hasta el año 2012. Menciona
que a veces usaba la tarjeta de crédito del HSBC para ahorrar plata acá,
y que además iba trayendo dólares desde el extranjero a razón de
sumas menores de US$ 9.000, cada vez, para no tener problemas al
ingresarlos, y esos dólares los iba vendiendo de a poco. Agrega que
tenía recursos en fondos mutuos y refiere no recordar cuánto. Además,
heredó de su madre $30.000.000 el año 2006 por su fallecimiento.
Señala que el año 2009 se vendió la casa de Sven Heding, la que
compró una inmobiliaria. Esta casa le costó UF 3.000 y la vendió en casi
UF 10.000. Afirma que la venta de esta propiedad más un crédito de UF
1.000 le permitió comprar el departamento donde actualmente vive,
ubicado en Las Tranqueras 2565, departamento 52, con una bodega y
dos estacionamientos, que costó alrededor de UF 10.300 o UF 10.400s y
que compró en verde en octubre de 2009. Asegura que con este
departamento se quedó su señora con motivo de la separación de
bienes que se hizo en mayo o junio de 2021, poco antes de las
donaciones.
Asevera que la propiedad ubicada en Antonio Varas 661 nunca fue
suya sino de una tía que falleció sin hijos y quedó a nombre de los
sobrinos, repartiéndose el producto de la venta de esa propiedad,
recibiendo él la cantidad de $2.500.000 aproximadamente, a principios
del año 2006.
En cuanto a la propiedad en Las Palmas 380, departamento 1211,
dice que corresponde a la propiedad que se encuentra en Peñalolén Alto,
que adquirió el año 2001. Declara que esa propiedad la vendió el año
2014 y fue parte importante de lo que le sirvió para pagar el
departamento de Hermanos Cabot.
Afirma que en este minuto no tiene ninguna propiedad a su
nombre. Asegura que en este momento tienen dos Ford Escape, año
2020 y 2021, ambos inscritos a nombre de su señora, que tienen un

698
avalúo fiscal de $13.400.000 y $20.000.000 respectivamente. Dice que
la Ford del año 2020 la compraron en $14.000.000 y la Ford del año
2021 la compraron en $23.000.000. Indica que para comprar el Ford del
año 2020 usó los dineros de la venta de una Ford Explorer que tenía
inscrita a su nombre, y la Ford del año 2021 la compró
mayoritariamente con la venta de un Mazda CX5, inscrito a nombre de
su señora. Declara que los vehículos los compró con sus recursos y con
crédito Forum.
Asevera que su señora no tiene ingresos. Menciona que ella recibió
una herencia por la muerte de su madre el año 2016, de $10.500.000,
pero no significa que con esto haya comprado los vehículos. Agrega
que, además, ella hizo los dos primeros retiros del 10%, por $2.500.000
cada uno de ellos.
Declara que los vehículos están a nombre de su señora porque él
se preocupó cuando en el penúltimo control se detectó su cáncer a la
próstata. Menciona que se sumó una incertidumbre política no menor,
por lo que hizo la separación de bienes y las donaciones en vida.
Expresa que sus hijas fueron muy solidarias y pagaron todos los
impuestos y al estudio de abogados que hizo todo esto, el estudio Pool y
Compañía Abogados, particularmente Patricio POOL, quien le sugirió la
metodología cuando le dijo que quería realizar la separación de bienes
para dejar asegurada a su señora, y hacer las donaciones en vida con el
resto de sus propiedades.
Señala que si fallece, su señora y sus hijas no van a tener que
hacer ninguna gestión más que lo mínimo por el dinero que pueda tener
en la cuenta corriente o en ahorro.
Afirma que en este minuto no tiene cáncer, pero existen
probabilidades de que vuelva.
Declara que tiene seguros de vida con ahorro en Sura y en Zürich
Chilena Consolidada. Menciona que en Zürich Chilena Consolidada tiene
alrededor de $130.000.000, lo que tiene pactado con sistema de
entrega de cuotas mensuales y que en Sura tiene alrededor de
$240.000.000. Asegura que no tiene inversiones, fondos mutuos ni
depósitos.

699
Manifiesta que tiene una cuenta corriente en el Banco Santander,
desde el año 2000. Indica que en el Banco Itaú debió haber tomado un
depósito en algún momento, pero no tuvo cuenta corriente ahí y en el
Banco de Chile a lo mejor tuvo algún depósito, pero no tiene nada en
ese banco ahora.
Asevera que su señora tiene cuenta corriente en el Banco
Santander y no tiene inversiones de ningún tipo.
Afirma que sus ingresos se componen de su pensión de
$3.400.000 líquidos. Además, dice que tiene una pensión líquida de
profesor militar de $600.000 y lo pactado con Zürich Chilena
Consolidada, por lo que recibe $750.000 aproximadamente. Menciona
que este seguro lo fue construyendo desde su primer año de
Subsecretario el 2010, lo inició con $4.000.000 de ahorro mensuales y
después subió a $5.000.000, hasta que firmó el convenio, por lo tanto,
explica que ahora solamente recibe el dinero. Indica que el otro seguro
lo inició traspasando lo que tenía en fondos mutuos en el Banco
Santander el año 2020, por $250.000.000.
Declara que por escritura pública sus hijas lo nombraron
administrador de sus propiedades, lo que le permite recibir arriendos.
Señala que ellas renunciaron a recibir los arriendos hasta que ellas
determinen y estos recursos entran a su patrimonio. Afirma que por la
propiedad de Cerro Colorado recibo $1.080.000 mensuales y por la
propiedad de Hermanos Cabot percibo $730.000. Asegura que él paga
las contribuciones de ambas propiedades.
Reconoce que efectivamente en el papel las propiedades están a
nombre de sus hijas y él continúa percibiendo los arriendos de la misma
forma que percibía antes de hacerles la donación, y continúa pagando
las contribuciones como también lo hacía antes.
Asevera que no tiene otro ingreso y su señora el único ingreso que
tiene es una plusvalía, ya que se compró a medias una parcela en
Coyhaique, por la que no recibe ingresos, pero la plusvalía ha ido
bastante bien. Señala que hoy la parcela debe costar aproximadamente
$18.000.000, lo que significaría $9.000.000 para su señora, habiendo
aportado ella $6.000.000. Menciona que esta compra la hizo con parte

700
de la herencia que ella recibió de su madre y que no tiene ninguna otra
propiedad a su nombre.
Agrega que su dedicación principal y prioritaria durante su mando
de Comandante en Jefe fue generar las mayores capacidades
estratégicas y de disuasión para el Ejército, proyectándolo nacional
como internacionalmente, aspecto que su generación venía esperando
que se cumpliera desde hace muchos años. Expresa que eso lo llevó a
poner todo su esfuerzo en ese objetivo, que en gran parte fue logrado,
llevando al Ejército a un altísimo prestigio nacional e internacional y que
ello pudo haber significado no dedicarse todo el tiempo a aspectos
administrativos dentro de la Institución.
Declara tener la convicción más absoluta de que no han ingresado
a su patrimonio indebidamente recursos fiscales de ningún tipo y
siempre puso al Ejército como primera prioridad en su vida como militar.
Asegura que el motivo de la transferencia de bienes que hizo a su
señora e hijas no tiene relación con esta causa, sino que con motivos
personales.
Refiere que si es que el DIFE hizo entrega de recursos a las
Unidades para apoyo de las mismas, esto lo pudo haber hecho con
Gastos Reservados de aquellos que el Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe, CORTÉS, dice que estaban disponibles, pero él no
lo dispuso así. Declara que CORTÉS pudo haberlo entendido así, porque
reconoce que el deponente dispuso que se diera el apoyo, pero asegura
que no le señaló expresamente que los recursos salieran de Gastos
Reservados. Menciona que esos recursos podrían haber salido de la
reserva del Ejército, explica que de aquellos recursos presupuestarios
que se dejan como reserva que se utilizan por orden de Comandante en
Jefe para apoyar a algún organismo o Unidad del Ejército frente a
imprevistos, o con necesidad de hacer énfasis en determinadas
actividades, o alistamientos. Agrega que la reserva se puede usar para
reparar el gimnasio del Regimiento en Porvenir, por ejemplo, o para
financiar el alistamiento frente a un terremoto.
Declara que el procedimiento para usar esos recursos
normalmente es por dos vías, una es que se pidan los recursos hasta
llegar al Comandante en Jefe, y otra vía es pedirlos mediante el DIFE y

701
el Comandante en Jefe da el visto bueno. Asegura que normalmente
estos recursos se entregan mediante una remesa extraordinaria, por
orden del Comandante en Jefe y que hay libertad del Comandante en
Jefe para decidir sobre la reserva, pero asesorado por un grupo de
personas, no a capricho. Afirma que, si esos recursos salieron de la
reserva, él tendría que saberlo porque él daba la orden y que, si se
gastaron fondos de la reserva institucional, es imposible que él no lo
supiera.
Señala que, si se gastaron fondos de Gastos Reservados, es
posible que él no lo supiera, porque se gastaron por la inercia de la
costumbre que se venía realizando de los periodos anteriores al suyo.
Asegura que él llevaba la administración de los Gastos Reservados, pero
desconocía el uso del Gasto Reservado, y al desconocerlo, nunca lo
dispuso. Asevera que él no llevaba todo el control de los Gastos
Reservados y afirma que además de él, desconoce a quien le
correspondía su control. Refiere que el control de la distribución también
le corresponde al DIFE y el control de la administración le corresponde a
todo el que recibía los Gastos Reservados, es decir, al Comandante en
Jefe, al DIFE, al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, al DINE
y a cualquier otra autoridad que los reciba, que varían año a año. Por
ejemplo, se le pueden entregar al Comandante de la VI División para
que haga cosas. Reconoce que él les entregaba los fondos de Gastos
Reservados a estos organismos y personas para que los usen y que el
que usa los fondos de Gastos Reservados también los administra.
En diligencia de careo de fojas 16.375 con el procesado CORTÉS
DÍAZ, se mantiene en sus dichos.
Quinto: Que los medios de prueba antes enunciados, aunados a la
propia declaración del inculpado, conducen a concluir que el mencionado
Oscar Izurieta Ferrer ha tenido intervención directa e inmediata en la
ejecución de los hechos que se han tenido por justificados, y que, por
ende, reviste la calidad de AUTOR del delito reiterado de
MALVERSACIÓN DE CAUDALES PÚBLICOS, previsto y sancionado en
el artículo 233 del Código Penal en relación con el artículo 238 del
mismo cuerpo legal; relacionado con un perjuicio total provocado al
Fisco de Chile de la suma de $3.975.900.659 (tres mil novecientos

702
setenta y cinco millones novecientos mil seiscientos cincuenta y
nueve pesos), (considerando el valor promedio anual del dólar en los
periodos respectivos) y equivalentes a 116.166,7 UTM y AUTOR del
delito reiterado de FALSEDAD DE DOCUMENTO PÚBLICO, que prevé
y sanciona el artículo 367 numeral 5° del Código de Justicia Militar en
relación con el artículo 193 numeral 4° del Código Penal, relacionado
con las declaraciones juradas respecto a las rendiciones de cuenta de los
gastos reservados correspondientes a los ejercicios presupuestarios de
los años 2006, 2007, 2008 y 2009, que fueron remitidas, en su
oportunidad, al Contralor General de la República.
Sexto: Que, en efecto, los elementos de juicio reunidos hasta
ahora dan cuenta de indicios bastantes para procesar al imputado
indicado precedentemente en la calidad que allí se señala. A saber:
1.- El propio reconocimiento del encausado ÓSCAR
IZURIETA FERRER en cuanto admitió haber usado recursos
provenientes de gastos reservados para fines distintos de los
permitidos por Ley, según se lee del detalle del destino que se le
dio a aquellos fondos recibidos por la Comandancia en Jefe
durante los cuatro años en que el declarante fue Comandante en
Jefe del Ejército. Además, reconoció haber ordenado –a otros
funcionarios militares– la utilización de dichos recursos también
para fines ajenos a inteligencia, contrainteligencia y seguridad.
Asimismo, aseveró que firmó la declaración jurada y rendición de
cuentas que anualmente se remitía a la Contraloría General de la
República sin saber realmente en detalle en qué se habían
utilizado los Gastos Reservados que recibía el Ejército y de los
cuales admitió ser el responsable. En efecto, afirmó que ordenó la
distribución de los gastos reservados. En esa línea, dijo que en sus
primeros años parte de los recursos de Gastos Reservados iban al
General PINOCHET y su familia. Señaló que hicieron un análisis de lo
que dice la Ley, respecto de la seguridad interior y exterior de la
República. Agregó que al respecto, hay muchas cosas que se hacen con
Gastos Reservados y hay cosas que no son netamente inteligencia.
Expuso que se van haciendo distintos gastos según las necesidades, por
eso siempre había una cantidad de Gastos Reservados que quedaban en

703
reserva. Añadió que una gran cantidad de gastos reservados se
entregaban a la Comandancia en Jefe y recursos que por orden de él
mismo, como Comandante en Jefe, se entregaban a otras Unidades, y a
algunos Generales que tenían comisión de servicio al extranjero.
Señaló que no recordar cuánto fue el total de los Gastos
Reservados que recibió la Comandancia en Jefe anualmente durante su
período; que no todos los años eran los mismos. Dijo que si bien
tuvieron una reunión con el DIFE al principio del periodo anual, no
recuerda el monto exacto que se determinó de Gastos Reservados que
recibiría la Comandancia en Jefe. Sin embargo, añadió que no puede
poner en duda lo que declararon GÓMEZ BANNURA y CORTÉS, en
cuanto a los fondos de Gastos Reservados que se destinaron a la
Comandancia en Jefe. Adiciona que no está seguro, pero para él fueron
alrededor de $700.000.000.
Adujo que es posible que un almuerzo con determinadas personas
o autoridades aparezca como algo “poco presentable” en términos de
Gastos Reservados, pero el objetivo de ese almuerzo, en su concepto,
es el que validaba el uso de los Gastos Reservados, explicando que se
refiere a las cenas de retribución, también a los desayunos y comidas
que se bridaban en el extranjero.
Reconoció que tenía alrededor de $70.000.000 o $72.000.000
anuales de gastos reservados a disposición de él, los que gastó, entre
otras cosas, en reuniones con oficiales del Ejército boliviano y peruano,
a quienes les pagó el viaje al Chile, la estadía, alimentación, cursos y
además les hizo regalos. Precisó que los recursos los recibía y los dejaba
en una caja de fondo en la oficina o en la Casa Institucional, y que los
iba gastando o entregando según la actividad y añadió que para las
reuniones en Arica, por ejemplo, entregó dineros para las comidas que
se hicieron en ese lugar. Detalló que le avisaba al Secretario General
que iría a Arica, viajaba en el avión institucional y él, como Comandante
en Jefe, personalmente pagaba los gastos del hotel, comidas, traslados
si era necesario, todo. Explicó que a estas actividades normalmente lo
acompañaba el Ayudante y un Escolta y que todos esos gastos los pagó
con Gastos Reservados, también los de su comitiva. Dijo que lo mismo
sucedió con las otras tres reuniones que se hicieron en el norte; también

704
en esas actividades se pagaron los gastos de las personas que se
reunían con él, con recursos de Gastos Reservados. Agregó que también
se hizo una actividad para celebrar al máximo héroe militar boliviano, en
la cual asistieron aproximadamente 300 personas, y todo se pagó con
estos $6.000.000 de Gastos Reservados que recibía mensualmente.
Afirmó que en los viajes él, personalmente, llevaba un maletín con
dinero en efectivo, o llevaba el dinero en efectivo en los bolsillos.
Adicionó que hubo muchos encuentros con el Comandante en Jefe del
Ejército argentino, a quien él invitaba a Pucón y en otras ocasiones el
declarante viajaba a Argentina. Relató que en Pucón iban a un hotel que
actualmente es un Enjoy, pero en esa época era un hotel normal, que se
ubica entre Pucón y Villarrica. Aseveró que él, como Comandante en
Jefe, se hacía cargo con fondos de Gastos Reservados de todos los
gastos para recibir al Comandante en Jefe argentino, quien venía con su
Ayudante. Aseguró que llevaba los recursos de Gastos Reservados en
efectivo y que pagaba los gastos y consumos directamente, o bien le
entregaba el dinero a su Ayudante para ello. Sostuvo que este
procedimiento de uso de Gastos Reservados lo replicó en otras
actividades que tuvo dentro y fuera del país. Admite que no hace
sentido que si él dijo que no se preocupaba del detalle en qué se usaban
los Gastos Reservados en la Comandancia en Jefe, ni tampoco de los
Gastos Reservados que se utilizaban en la Casa Institucional, él haya
mantenido $6.000.000 al mes para luego hacer entrega personal de los
recursos en cada uno de los gastos que disponía, sin que lo hiciera
CORTÉS. Asevera que no tiene explicación plausible para explicar por
qué no hacía entrega de estos recursos directamente CORTÉS como
sucedía en todos los otros casos, y en cambio los entregaba él mismo,
de los recursos que le entregaba CORTÉS a él.
Agregó que el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe Jorge
CORTÉS DÍAZ recibía recursos de Gastos Reservados para la
Comandancia en Jefe y que algunos gastos con esos fondos los hacía
por instrucciones de él. Asimismo, reconoció haberle entregado dinero
de gastos de reservados a sus ayudantes RONDANELLI, NÚÑEZ KOCHER
y VILLARROEL, aparte de los que ellos recibían por parte de CORTÉS,
cuando salían en comisiones de servicio. Asimismo, señaló estar en

705
conocimiento de que los Ayudantes llevaban recursos para las
comisiones en territorio nacional que les eran entregados por CORTÉS
para pagar las estadías, comidas, etc., los que supone eran Gastos
Reservados. Por otra parte, reconoció que en los viajes al extranjero sí
ordenó que los Ayudantes llevaran gastos reservados para imprevistos o
para pagar alguna cosa, por ejemplo alguna enfermedad, pagar
prestaciones de salud, comprar algún remedio, además de pagar –con
esos fondos– los gastos de alojamiento, alimentación y traslados
correspondientes a TOLEDO, quien no estaba incluido en las
invitaciones.
Manifestó que los escoltas sí recibían una cantidad de dinero de
Gastos Reservados también en efectivo por parte de CORTÉS que él
como Comandante en Jefe dispuso, porque era para su seguridad y que
ese monto dependía de la duración de la comisión, no obstante también
afirmó que cuando era Comandante en Jefe no le entregaban recursos
para que él se preocupara de su seguridad, ya que el sistema
institucional se encargaba de este personal. Adicionó que la entrega de
estos dineros para seguridad, se materializa en el pago que ellos hacían
de alimentación, pago de locomoción para el traslado, estacionamientos,
etc., todo para el equipo de seguridad.
Admitió haber ordenado a CORTÉS y a MERINO (con recursos
entregados por CORTÉS) la compra de regalos para los Generales, para
los Comandantes extranjeros y para llevar a los viajes que hacía, y
haber elegido los regalos, a pesar de saber y reconocer que no existía
un ítem presupuestario en el Ejército que permitiera incurrir en esos
gastos. No obstante ello, insistió en señalar que no supo qué recursos se
utilizaron y que fue “una tontera” no haber preguntado con qué recursos
se pagaron. Sin embargo, admitió que en un momento pensó que se
estaban usando Gastos Reservados en la compra de regalos.
Aseguró que firmó la rendición de cuenta y las declaraciones
juradas referidas al uso de los gastos reservados, pero explicó que el
informe que se le hace a la Contraloría se elabora por la DIFE, con la
información que le entrega la Comandancia en Jefe, por parte del Oficial
de Finanzas con la anuencia de él como Comandante en Jefe y de
cualquier otro organismo que haya recibido fondos de Gastos

706
Reservados, y también con la participación de la DINE. Añadió que este
Anexo al que se hace mención al final del Oficio que él remitía a la
Contraloría General de la República solo se hizo con el propósito de
respaldar los gastos de la DINE, pues la DINE hace inteligencia,
contrainteligencia y seguridad con los Gastos Reservados, en cambio el
Ejército hace mucho más. De manera que aseveró que la rendición de
cuentas que hacía y remitía a la Contraloría General de la República solo
correspondía a la DINE y no a los recursos de Gastos Reservados que
fueron utilizados por el resto de las Unidades del Ejército. Expresó que
ello lo dispuso así porque la DINE era la que gastaba más recursos y
tenía cosas que podían ser más cuestionadas.
Agregó, que sin embargo, hay una gran cantidad de cosas que no
supo, que no se las informaron en ese momento ni las autorizó, pero en
las cuales finalmente se usaron los fondos de gastos reservados. Dijo
que ahora sabe que en el detalle del uso que se le dio a ciertos recursos
no corresponden al concepto que se debe utilizar de los gastos
reservados. Lo anterior, de acuerdo a lo que ha explicado en su
declaración. Pero añade, que esto se hizo así “por inercia” de lo
realizado por los Comandantes en Jefe que le antecedieron, en cuanto a
darle a los fondos de Gastos Reservados el mismo destino que aquellos
le dieron en los periodos anteriores.
Señaló que ordenó a los Secretarios Generales, que con los fondos
de gastos reservados que les dispuso se les entregara, a razón de
$1.500.000 mensuales, monto que luego aumentó a $2.500.000,
buscaran información y que anticiparan escenarios en relación con los
medios de prensa con los periodistas, con medios políticos, con
organismos de ecología, organismos que andan buscando cómo
perjudicar a las Fuerzas Armadas y que había que anticiparse para que
no se produjera el daño, y explicó que la forma de anticiparse son las
cosas que se hacen permanentemente, a veces generando una amistad,
a veces comprando algo, a veces convenciendo, hablar con el editor de
los medios de prensa y comunicación, hablar con el periodista, y en
definitiva, utilizar fondos provenientes de Gastos Reservados en
hacerles regalos, reunirse en varias oportunidades y pagar las cenas y
comidas, comprar un paper, hacerles invitaciones, etc.; que tenían que

707
hacer lobby con editores y periodistas. Sin embargo, y a pesar de haber
dispuesto el gasto, dijo ignorar si efectivamente los Secretarios
Generales gastaban todo el dinero de gastos reservados que se les
entregó. Además, admite no haberles pedido cuenta de la gestión.
En cuanto a los regalos para los cumpleaños de las señoras de los
Generales, dijo que MERINO le hacía una propuesta de regalos y que la
decisión del regalo y monto del mismo la hacía él como Comandante en
Jefe. Señaló que los recursos los entregaba CORTÉS y reconoció que no
existe un ítem del presupuesto ordinario que permita realizar esta
compra.
Manifestó que en la casa del Comandante en Jefe se hacía una
actividad en Navidad con el personal que trabajaba allí y con el círculo
que trabajaba con él. Se ofrecía una hamburguesa, una torta y bebida,
además de regalos para todos los participantes, actividad que él ordenó
y se hizo en todos sus años. Dijo que participó en esta actividad y se
encargó él de atender a este personal, era su manera de agradecer el
trabajo de este personal. Afirmó que de la organización de encargaba
PIZARRO y de los regalos MERINO, con los recursos que CORTÉS le
entregaba por orden de él, como Comandante en Jefe. Reconoció que no
existe un fondo presupuestario que permita realizar esta actividad ni
comprar esos regalos.
Dijo que mientras fue Comandante en Jefe y vivió en la casa
institucional no pagó agua, luz, gas, teléfono, internet ni otro gasto
básico, sino que todos ellos fueron pagados por PIZARRO con los fondos
que entregó CORTÉS. Señaló que se sorprendió cuando supo que ellos
se pagaban con gastos reservados.
Admitió que ordenó a CORTÉS que le entregara recursos a
MERINO para comprar los regalos de matrimonio cuyos partes le
llegaban a él como Comandante en Jefe, clasificando los regalos con las
letras “A”, “B” o “C”, del más al menos costoso, según quien enviada la
invitación. Explicó que el pago de estos regalos se hizo con el mismo
sistema del pago de los regalos que ha referido anteriormente, vale
decir, con el sistema que venía de los periodos anteriores al de él, esto
es, con gastos reservados, dado que, como ha reconocido, no existe un
ítem presupuestario que considere o permita esas compras.

708
Reconoció que durante sus cuatro años como Comandante en Jefe
asignó la suma de $400.000 a los ex Comandantes en Jefe IZURIETA
CAFFARENA y CHEYRE, además de los fondos que entregaba al General
PINOCHET.
Corroboró el hecho de haber incluido en las comisiones al
extranjero como “premio” a diversos funcionarios a quienes no les
correspondía, por su cargo, haber asistido y, en consecuencia, haber
aumentado en un par de ocasiones la comitiva que normalmente
viajaba, con el evidente mayor gasto que ello significó, toda vez que se
pagaron alojamientos y alimentación con gastos reservados. Admite,
asimismo, haber viajado con su cónyuge en 17 viajes donde todos los
gastos de ella, a excepción de las compras personales fueron costeados
con recursos fiscales.
Dio cuenta de haber recibido en cada viaje al extranjero, por parte
de CORTÉS, la suma de entre USD $3.000 a USD$5.000, en dinero en
efectivo, además del viático que siempre cobró y recibió, a pesar de que
iban todos los gastos de alojamiento, comidas y traslados pagados por
el Ejército con gastos reservados o incluidos en la invitación que recibió.
Dijo que de esos dineros no rindió cuenta y tampoco devolvió a CORTÉS
lo que le sobró, porque lo consideró parte del viaje. En definitiva, afirmó
que tales recursos ingresaron a su patrimonio y dispuso libremente de
ellos posteriormente. Además, indicó, que puede que se hayan pagado
los viajes de su cónyuge con gastos reservados.
Confirmó que es posible que CORTÉS haya entregado la cantidad
de $200.000 a TOLEDO al inicio de cada año, para comprar toallas para
el baño que estaba en la oficina del Comandante en Jefe y que esos
fondos fueran de gastos reservados. Así como cree que pudo habérsele
dado a los fondos de gastos reservados los destinos que CORTÉS refiere
en su declaración, aunque él no supo en detalle cuáles fueron todos
aquellos.
Señaló desconocer la cantidad exacta de gastos reservados que se
destinó al concepto de “Repostero”, pero dijo que se puede haber
gastado un monto de $14.000.000.
Expresó que no sabía que existiera el concepto de “libre
disponibilidad” por $175.000.000 anuales a que se refirió CORTÉS y que

709
solamente conoció de libre disponibilidad los $72.000.000 –en relación
con los $6.000.000 que recibía mensualmente– pero agregó que cuando
disponía que se entregaran recursos a una Unidad, efectivamente no
salían de los $72.000.000 que se le entregaron anualmente por CORTÉS
de gastos reservados, y que pudo haber salido de estos $175.000.000.
Detalló que si es que el DIFE hizo entrega de recursos a las Unidades
para apoyo de las mismas, esto lo pudo haber hecho con Gastos
Reservados de aquellos que el Jefe de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, CORTÉS, dijo que estaban disponibles. En todo caso, adicionó que
esos recursos podrían haber salido de la reserva del Ejército, es decir,
de aquellos recursos presupuestarios que se dejan como reserva que se
utilizan por orden de Comandante en Jefe para apoyar a algún
organismo o Unidad del Ejército frente a imprevistos, o con necesidad
de hacer énfasis en determinadas actividades, o alistamientos. Señaló
que normalmente estos recursos se entregan mediante una remesa
extraordinaria, por orden del Comandante en Jefe y que hay libertad del
Comandante en Jefe para decidir sobre la reserva, pero asesorado por
un grupo de personas, no a capricho. Especificó que si salieron de la
reserva, él tendría que saberlo porque él daba la orden. Enfatizó en que
si se gastaron fondos de la reserva institucional, es imposible que él no
lo supiera. Por el contrario, afirmó que si se gastaron fondos de Gastos
Reservados, es posible que no lo supiera. Expuso que es posible que no
haya sabido en qué se usaron los Gastos Reservados porque se gastaron
por la inercia de la costumbre que se venía realizando de los periodos
anteriores al de él. No obstante, reconoció que él, como Comandante en
Jefe, llevaba la administración de los Gastos Reservados, pero
desconocía el uso del gasto reservado, y al desconocerlo, dijo que nunca
lo dispuso. En síntesis, a pesar de todo lo expresado, y de haber
admitido ser el responsable de los Gastos Reservados, dijo que él no
llevaba todo el control de aquellos. Indicó luego que, además de él, no
sabe a quién le correspondía el control de los Gastos Reservados.
Aseveró, sin embargo a continuación, que el control de la
distribución también le corresponde al DIFE; y que el control de la
administración le corresponde a todo el que recibía los gastos
reservados, es decir, al Comandante en Jefe, al DIFE, al Oficial de

710
Finanzas de la Comandancia en Jefe, al DINE y a cualquier otra
autoridad que los reciba, que varían año a año. Sostuvo que le
entregaba los fondos de Gastos Reservados a estos organismos y
personas para que los usen y que el que usa los fondos de Gastos
Reservados también los administra.
Con todo, admitió ser es responsable por todos los gastos
reservados que recibió el Ejército durante su periodo como Comandante
en Jefe y adujo haberse equivocado en temas de control en el gasto, no
solo en controlar a CORTÉS, sino que dijo que debió controlar más el
sistema de uso de los fondos de Gastos Reservados. Añadió que habría
sido bueno controlar los gastos reservados.
2.- Las imputaciones efectuadas por Jorge CORTÉS DÍAZ, ex
Coronel del Ejército de Chile, Jefe de Contabilidad en la Sección
del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe entre
los años 2004 y 2006, y Jefe del Departamento de Finanzas de la
Comandancia en Jefe entre los años 2006 y 2014, quien señaló y
expuso sobre el destino dado a los fondos que por concepto de
gastos reservados se recibieron en la Comandancia en Jefe
durante el periodo en que el General Oscar IZURIETA FERRER fue
la máxima autoridad del Ejército, destino que fue, en suma,
diverso al autorizado por ley, desde que no se utilizaron en
actividades relacionadas con labores de inteligencia,
contrainteligencia, y seguridad interna y externa. En efecto,
explicó que la Comandancia en Jefe recibía de la DIFE, generalmente en
forma mensual y en efectivo, una suma de $50.000.000 aproximados,
entre pesos y dólares. Agrega que en la época del General IZURIETA se
la entregaba el General GOMEZ-BANNURA, en la época del General
LEDANTEC la entrega se la hacía el Coronel FERNÁNDEZ VIVEROS y, en
alguna oportunidad el Coronel ALEJANDRO FOCACCI.
Relató que cuando él asumió con el General IZURIETA, se le avisó
que trimestralmente debía ir a buscar estos dineros, en efectivo, que
estaban en la caja fuerte del DIFE. Dijo que este último lo llamaba por
teléfono, entonces retiraba el dinero y lo guardaba en su caja fuerte.
Indica que estos recursos se utilizaban para diversos motivos:
mantenimiento y funcionamiento de la casa fiscal del Comandante en

711
Jefe, respecto de este concepto, por el que se le pregunta, se imagina
que, si hubiese existido algún ítem al cual cargarlo, se hubiere hecho de
esa forma y no con dineros cuyos respaldos, en cuanto a los gastos, no
se exigían. Adujo que se trataba, en todo caso, de una orden que venía
desde los distintos Comandantes en Jefe. Expresó que por este concepto
entregaba la cantidad de entre 10 y 12 millones de pesos mensuales, y
si había algún imprevisto se hacía una entrega de dinero adicional, pero
siempre con la autorización del Comandante en Jefe de turno. Indicó
que este dinero se lo entregaba a los Oficiales de Orden encargados de
la casa institucional, se refiere al Mayor Francisco PIZARRO BARRIOS,
en la época de IZURIETA, y a Rodolfo HIDALGO FARIÑA en la época de
FUENTE-ALBA.
Adicionó que también los señalados dineros que recibía de la DIFE
se destinaban a apoyar a los ex Comandantes en Jefe vivos, lo que
correspondía a una cantidad de $400.000 mensuales, le parece en el
período de IZURIETA, y de $600.000 mensuales en el período de
FUENTE-ALBA. Declaró que él hacía entrega de este dinero
mensualmente, en sobre cerrado, en dinero efectivo, que mandaba a
dejar con un conductor y que iba directamente a la casa del General
respectivo. Aseveró que nunca se le dijo cuál era el destino de estos
dineros. Dijo que podría pensar que era para seguridad, pero que no le
consta, y que, como se le hace ver, esto tendría que estar regulado y se
trataría, en todo caso, de otro tipo de fondos. Indicó que de esto
estaban en conocimiento los Comandantes en Jefe de la época,
IZURIETA y FUENTE-ALBA, además se habló de esto en la primera
reunión que se hacía con ellos. Relató que cuando asumió IZURIETA
estaban presentes, su antecesor JUAN PABLO DE LA FUENTE y el
deponente; cuando asumió el General FUENTE-ALBA dijo que le expuso
a éste el destino de estos recursos, lo que aceptó; y cuando asumió el
General OVIEDO, narró que estaban presentes éste último, el Coronel
VÁSQUEZ y el declarante, quien también aceptó continuar con esta
entrega de fondos a los Ex Comandantes en Jefe.
Señaló que de acuerdo al documento custodiado por resolución de
fojas 1275, los gastos de funcionamiento de la Comandancia en Jefe
serían de $85.200.00; por actividades de fin de año $31.000.000 y por

712
concepto de reserva señalaron $71.000.000, pero expresó que en
realidad sólo fue una forma de desglosarlo, porque los dineros se
sacaban indistintamente de uno u otro concepto. Agregó que para
efectos del funcionamiento en moneda extranjera contaban con USD
1.540.000, que subdividieron en gastos de funcionamiento por USD
1.320.000 y “viajes y perdiem generales” USD 220.000, pero al igual
que en la situación anterior podía ser que el dinero se sacara de un ítem
o de otro, tratándose sólo de una estimación. En cuanto a los conceptos
que se señalan bajo la palabra “otros”, detalló que corresponden a
sumas de dinero que estaban predeterminadas por el DIFE, se imagina
que previa autorización del Comandante en Jefe, y eran los siguientes:
al Secretario General del Ejército le daban $2.500.000, para cada
Ayudante del Comandante en Jefe que eran dos, $1.200.000 a cada
uno, al Edecán Presidencial $1.200.000 y, al Jefe de Gabinete del
Ministerio de Defensa Nacional se le entregaba $1.200.000. Afirmó
desconocer los motivos por los cuales se les entregaban estos dineros, y
que así a lo menos se trabajó durante el periodo de los ex CJE FUENTE-
ALBA e IZURIETA, y fue la propuesta hecha al nuevo Comandante en
Jefe OVIEDO.
Señaló haber entregado en forma personal a los Comandantes en
Jefe IZURIETA y FUENTE-ALBA la cantidad de dinero de USD 3.000 o
USD 5.000 previo a sus viajes, además de los viáticos, cuestión que
denominaban “perdiem”.
Manifestó que en el período del General IZURIETA también se
entregaban al Oficial de Órdenes, a PIZARRO, la cantidad de
$12.000.000 fijos, mensuales, para gastos de mantención de la casa
institucional, más los imprevistos.
Aseguró que los Gastos Reservados no eran fiscalizados por nadie,
salvo por la cuenta que él rendía al Comandante en Jefe, por lo menos
una vez al mes, a veces 2, tanto en el período del General IZURIETA
como en el período del General FUENTE-ALBA. Indicó que mantenía
informado de los Gastos Reservados al Comandante en Jefe, siempre.
Explicó que los montos prácticamente no variaron desde el período
del General IZURIETA FERRER, manteniéndose en el período del General
FUENTE-ALBA. Dijo que en el período del General CHEYRE, él era el Jefe

713
de la Sección de Finanzas de la Comandancia en Jefe, era el segundo al
mando, por lo tanto, esto lo veía directamente el Coronel DE LA FUENTE
con el General CHEYRE, pero entiende que los montos eran los mismos.
Señaló que cuando iba a asumir el General IZURIETA, se realizó una
reunión en el Campo Militar La Reina, en la oficina del General
IZURIETA, a la que asistió junto con el Coronel DE LA FUENTE, y se le
expuso al General sobre los fondos presupuestarios de la Comandancia
en Jefe, y sobre los montos de los recursos de Gastos Reservados y sus
conceptos de gastos, manifestándose el General IZURIETA de acuerdo
con continuar de la misma forma en cuanto al destino de los recursos.
Aseveró que cuando terminó el período del General IZURIETA el
año 2010, se le hizo entrega del saldo de fondos de Gastos Reservados
que quedaban aún disponibles. Señala que personalmente se los
entregó al GENERAL IZURIETA, cuando aquel se lo pidió, los que
entregó en dinero efectivo, en un maletín, en su departamento, ubicado
en el sector de Vitacura, relativamente cercano a la Rotonda de Lo
Curro. Indica que no recuerda la suma de dinero que le entregó al
General IZURIETA, dado el tiempo transcurrido. Señala que no quiere
equivocarse al mencionar una cifra, ni siquiera estimativa.
3.- Las imputaciones efectuadas por Sergio VÁSQUEZ
UNDURRAGA, ex Coronel de Ejército de Chile, Jefe de Sección
Contabilidad y Remuneraciones del Departamento de Finanzas
de la Comandancia en Jefe entre los años 2006 y 2014, quien
aseguró que durante el periodo del General IZURIETA FERRER
como Comandante en Jefe se destinaron los recursos que por
gastos reservados se recibieron en la Comandancia en Jefe a
celebraciones de cumpleaños, regalos, perdiem, apoyo a ex
Comandantes en Jefe y otras actividades no relacionadas con
labores de inteligencia, contrainteligencia, y seguridad interna y
externa, siendo esto último los únicos usos autorizados por ley
para dichos fondos. Explicó que en agosto de 2013 lo encuadraron
como Jefe de Sección de Tesorería y Cuenta de Valores del
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe del Ejército.
Agregó que de marzo de 2014 hasta marzo de 2017 asumió el cargo de
Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe del

714
Ejército, y aseveró que por orden del Comandante en Jefe de la época
General OVIEDO, él recibía del Director de Finanzas, en efectivo, una
suma anual de USD 1.300.000 más $8.000.000 mensuales en pesos que
arrojaban una cantidad que fluctuaba entre $750.000.000 y
$800.000.000 anuales según el valor del dólar; disponiendo además el
General que, del uso de estos dineros no debía dejarse constancia ni
registro alguno, debiendo procederse a la trituración de toda la
información asociada luego de efectuarle la correspondiente rendición y
que esta fuera aprobada, todo de manera informal, que era por lo
demás la misma forma de proceder que había tenido el Comandante
anterior (General FUENTE-ALBA), según dichos del Coronel CORTÉS,
Jefe del mismo Departamento que le precedió, expresados en reunión
efectuada ante el mismo General. Refirió que no quedaba ningún
registro del destino de estos dineros a diferencia de lo que sucede con
los fondos presupuestarios de la Comandancia en Jefe, respecto de los
cuales debe dejarse respaldo documental y registro contable, llevando
en cambio solo una cuenta manuscrita que luego de presentada y visada
mensualmente al General OVIEDO era destruida para evitar que la
información fuera filtrada.
Indicó que el General FUENTE-ALBA, en su calidad de ex
Comandante en Jefe del Ejército, dispone de un mayordomo, un chofer
y personal de seguridad, todo financiado por el Ejército. Señaló ignorar
cómo operaba la entrega de esta asignación antes que él asumiera el
año 2014 en el cargo señalado, pero se imagina que esto ya existía,
porque claramente no era algo nuevo cuando llegó, tampoco sabe desde
cuando se hace. Agregó que su cargo antes de asumir, lo ocupaba el
Coronel Jorge CORTÉS, y éste cuándo le entregó el puesto le indicó esta
forma de operar y que tenía que coordinarlo con el Comandante en Jefe.
El Coronel CORTÉS en su tiempo trabajó con los Generales IZURIETA y
FUENTE-ALBA.
En cuanto al ítem “Apoyo Ex CJE”, declaró que se refiere al apoyo
que se entregaba a los ex Comandantes en Jefe a razón de $800.000
mensuales, y que según le señalaron, esto era para su seguridad, nunca
recibió más información al respecto. Añadió que la instrucción se la dio
el General OVIEDO, en el sentido de que debía hacer entrega de este

715
dinero al General IZURIETA CAFFARENA hasta que falleció en el año
2015 o 2016, al General CHEYRE, al General IZURIETA FERRER y al
General FUENTE-ALBA.
Afirmó que todos los pagos que se hicieron contra los recursos
denominados “de libre disposición para el Comandante en Jefe” o
“recursos extraordinarios del Comandante en Jefe”, (cumpleaños,
perdiem, viajes, etc.) en la época del General OVIEDO, y que alcanzó
una suma aproximada de $750.000.000, también se realizaron en el
período del General FUENTE-ALBA cuando era Comandante en Jefe del
Ejército, esto es, entre los años 2010 y 2014. Adicionó que lo mismo se
hacía en el período del General IZURIETA FERRER en su período de
Comandante en Jefe, entre los años 2006 y 2010. Dice que no sabe con
exactitud el monto que se utilizó durante los períodos de FUENTE-ALBA
y de IZURIETA, pero que debió haber sido similar al que se gastó en el
del General OVIEDO.
4.- Los dichos de Francisco PIZARRO BARRIOS, ex Oficial de
Órdenes entre los años 2006 y 2010, quien aseguró haber
recibido dineros en efectivo de parte de Jorge CORTÉS, en forma
mensual, los que destinó para el funcionamiento de la Casa del
Comandante en Jefe y para actividades que allí se realizaban,
todo con conocimiento del General Oscar IZURIETA. Dineros que
según explica CORTÉS provenían de gastos reservados. Explicó
PIZARRO que sus funciones como Oficial de Órdenes consistían en ser
una especie de Comandante de Regimiento, pero con grado de Capitán.
Administraba el espacio físico dentro de la unidad Militar, administraba
el recurso humano y los recursos económicos que le entregaba la
Comandancia en Jefe. Refirió que específicamente a él le entregaba
estos recursos el Comandante CORTES, lo que hacía de forma mensual,
a principios o a fin de mes. Señaló que los dineros que retiró
mensualmente fueron $9.000.000 en el año 2006, lo que aumentó a
$10.000.000 al término de su periodo, aproximadamente, sin contar con
los dineros adicionales que se requerían cuando habían actividades
protocolares, llegando a sumarse entre $6.000.000 a $10.000.000., en
este último caso, por ejemplo, cuando le entregaron recursos para
reparar el cierre perimetral de la Casa Institucional. Agregó que el fuerte

716
del dinero que recibía mensualmente de CORTÉS, en efectivo, se
destinaba a consumos básicos, vale decir, luz, agua, gas, internet, TV
cable para la sala de descanso de la Guardia, no recuerda si se gastó en
teléfono porque había una telefonista que pudo ser de un teléfono de
cargo fiscal. Lo más caro era el gasto por agua, de alrededor de
$2.000.000 por riego, piscina y el consumo de la Casa personal.
Aseveró que el General IZURIETA FERRER podría no conocer cómo
se gastaban estos dineros en el detalle, pero sí tenía conocimiento de
que estos gastos se hacían con los dineros que entregaba el
Comandante CORTÉS, porque era al General IZURIETA a quien CORTÉS
rendía cuentas.
5.- Los dichos de Luis Alberto ZAMORA FUENTES, ex Coronel
del Ejército de Chile, Jefe del Departamento de Asuntos
Generales (DAG) entre los años 2007 y 2010, quien aseguró
haber recibido recursos en efectivo de parte de Sergio VÁSQUEZ
y por orden de Jorge CORTÉS, sin firmar documento alguno, los
que se utilizaron para mejorar la alimentación de los
funcionarios de la Comandancia en Jefe y para regalos de
navidad a todos ellos, durante el periodo del General IZURIETA
FERRER. Expuso, en cuanto a los recursos que recibían en el
Departamento de Asuntos Generales (DAG) y en relación con los Gastos
Reservados, que él veía la parte de alimentación del personal de la
Comandancia en Jefe. Afirmó que los recursos que se le entregaban en
efectivo por el Departamento de Finanzas, por parte del segundo del
Departamento de Finanzas, Sergio VÁSQUEZ UNDURRAGA, los comenzó
a recibir él recién a mediados del 2008, porque antes los recibía un
Suboficial. Explica que de a poco, cuando llegó, se fue enterando que se
entregaban recursos a un Suboficial por el tema de alimentación del
personal de la Comandancia en Jefe. El Jefe de ese Departamento de
Finanzas era Jorge CORTÉS DÍAZ. VÁSQUEZ era quien le entregaba
físicamente los recursos, por orden de CORTÉS, ellos determinaban el
monto. Aclaró que antes que él llegara a su cargo ya estaba
determinado el monto de dinero que recibiría para este concepto de
alimentación, que en esa época el monto ascendía a $3.000.000
mensuales, al año 2007. Luego, ese monto fue ascendiendo a

717
$3.500.000 y así sucesivamente, hasta llegar a los $4.000.000
mensuales cuando se fue del DAG. Reiteró que estos dineros los recibía
de VÁSQUEZ, en un sobre cerrado, en dinero en efectivo, sin firmar
documento alguno por su entrega. Adicionó que en los años que estuvo
en la Comandancia en Jefe nunca preguntó de dónde provenían esos
recursos. Nunca se le ocurrió, que estando en la Comandancia en Jefe,
el alma mater del Ejército, se pudiesen utilizar recursos irregulares.
Además, dijo, se hubiese visto muy mal que se sentara frente a los
administradores y les preguntara de dónde salían las platas; de hacerlo,
no le “habría ido muy bien”, ya que se habría gestionado su destinación
fuera de la Comandancia en Jefe, como al final sucedió. Indicó, respecto
de los recursos que le entregaba VÁSQUEZ, que no lo encontró tan
extraño, pero nunca antes en otra administración, del Ejército, le
entregaron dineros de la misma forma. En realidad, no se atrevió a
preguntar, aunque sí, agregó, “la verdad es que era una cosa extraña”,
pero no era “preguntable” en su concepto y situación. Supuso que este
procedimiento era algo habitual desde mucho más atrás de cuando él
llegó, no solo en el periodo del General IZURIETA FERRER,
procedimiento que se mantuvo después en la administración del General
FUENTE-ALBA.
Adicionó que a fin de año en la Comandancia en Jefe se entregaba
un obsequio a todo el personal, Oficiales, Suboficiales y personal civil.
Relató que se contaba que años atrás, en el periodo del General
CHEYRE, las personas salían con televisores y otros regalos, lo que se
veía muy mal, por lo que se resolvió entregar giftcard en su segundo
año en el DAG, en el año 2008. Adicionó que él se encargaba, junto con
el personal que trabajaba con él, de cotizar las tarjetas y los regalos que
se entregaban, lo que proponía al Secretario General. Afirmó que rendía
cuenta de todos estos gastos a Sergio VÁSQUEZ, y que cuando éste no
estaba, le rendía al Jefe del Departamento Jorge CORTÉS, con la
relación de las platas entregadas y las gastadas, junto con toda su
documentación de respaldo. Aseguró que el dinero para los regalos de
Navidad también le fue entregado en un sobre, en dinero efectivo, que
fueron entre $7.000.000 y $8.000.000. Refirió que un año se entregó un
horno eléctrico, otro año se entregó un juego de loza, y después se

718
reemplazó por una giftcard de un valor similar, de entre $60.000 a
$70.000. A los Oficiales les llegaba una giftcard por un monto bastante
mayor, pero él no veía ese tema, sino que se encargaba el Ayudante del
Secretario General, el Capitán Alfredo MERINO OCHOA. Sostuvo que en
ninguna otra Unidad del Ejército recibió este tipo de regalos, ni se
encargó de gestionar algo parecido. Dijo que las otras Unidades del
Ejército son más pobres y no tienen recursos para este tipo de gastos.
Afirmó que con estos recursos también se costeaba su
alimentación y los regalos que recibía. Incluso, si se hubiese negado a
recibir los regalos, lo habrían sacado y destinado a otro lugar.
Aseveró que como el sistema no estaba judicializado en ese
minuto, ninguno de los que recibieron los bienes pensaron que eso
significaba lo que es ahora en día. Expresó que no había una Ministra en
Visita, no había un Cabo que se había gastado recursos del cobre,
entonces era muy difícil que alguien se hubiese negado a recibir estos
recursos. Manifestó que de haber existido la situación de hoy, habría
sido probablemente distinto, quizá alguien sí se hubiese negado. Nadie
se preguntaba si eran dineros irregulares o si había una falta a la
administración. Declaró que su única defensa hoy en día es que siempre
gastó y rindió los recursos a las personas que debía, aunque ellos hayan
triturado toda esa documentación. Los que sí sabían claramente lo
que estaba ocurriendo, de dónde provenían esos recursos, cómo
se generaban los recursos y se gestionaban, eran las dos
personas de la Finanzas, CORTÉS DÍAZ y VÁSQUEZ, como así
también lo supieron quiénes les sucedieron en el cargo, ellos
junto con los COMANDANTES EN JEFE.
Dijo que nunca preguntó de cuáles otros regalos se encargaba
MERINO, pero sí supo que se encargó de la compra de las colleras,
relojes, lapiceras y otros obsequios que se entregaron en el periodo del
General IZURIETA FERRER. También se encargó de los obsequios que se
entregaban en los viajes del Comandante en Jefe. Afirmó, en todo caso,
que en los regalos participó el Comandante en Jefe.
6.- Las imputaciones de Edmundo Octavio VILLARROEL
GEISSBUHLER, ex ayudante del Comandante en Jefe en los años
2008 y 2009, quien aseguró haber recibido dineros que

719
provenían de fondos para gastos reservados por parte de Jorge
CORTÉS, quien era el Jefe de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, los que destinó, por instrucción del General IZURIETA
FERRER, a actividades y fines que detalla y que no están
relacionadas con labores de inteligencia, contrainteligencia, y
seguridad interna y externa. En efecto, declaró haber utilizado esos
recursos para pagar las comidas de retribución que el ex Comandante
en Jefe IZURIETA FERRER brindada en los viajes al extranjero; para
pagar hoteles, traslados y comidas cuando el país anfitrión no lo
consideraba; para pagar hoteles y comidas del personal que no estaba
considerado en la comisión, entre otros gastos. Asimismo, afirmó que
CORTÉS le entregó de esos fondos de gastos reservados para comprarse
ropa de “civil”. Aseguró que el General IZURIETA FERRER sabía que
CORTÉS le proporcionaba al declarante y al otro ayudante recursos con
cargo a gastos reservados y que con ellos se pagaban las comidas,
regalos, vestuario de civil y otras actividades para las cuales no existía
un ítem presupuestario, por ejemplo la fiesta que se hacía por el 18 de
septiembre y por fin de año en la Casa Institucional del Comandante en
Jefe.
Refirió que no corresponde que se hubiere gastado $21.000.000
anuales en la alimentación del Comandante en Jefe con fondos
correspondientes a gastos reservados y que tampoco podía incluir en
aquellos los costos del funcionamiento, mantención y reparación de la
Casa del Comandante en Jefe.
7.- Las imputaciones de Andrés Adolfo AVENDAÑO ROJAS,
ex Secretario General del Ejército en los años 2006 y 2007, en
cuanto reconoció haber recibido $1.500.000 mensuales
provenientes de fondos de gastos reservados, lo que le fueron
entregados por Jorge CORTÉS, por instrucción del entonces
Comandante en Jefe del Ejército, Oscar IZURIETA FERRER, quien
no le asignó tareas específicas relacionadas a inteligencia,
contrainteligencia y seguridad para el uso de esos fondos, sino
que únicamente le señaló que administrara y dispusiera de esos
dineros En suma, utilizó esos recursos para fines distintos de los
permitidos por ley. Explicó que el General IZURIETA no le ordenó

720
pagar para obtener información, ya que como Secretario General, esa
no era su función. Así, admitió que con esos dineros pagó, entre otras
cosas, arreglos y trabajos vinculados con la muerte del General
PINOCHET, lo que señaló no es, en caso alguno, un tema de seguridad
nacional. Agregó que quien establece los criterios para el uso de gastos
reservados es el Comandante en Jefe. Reconoció que otros destinos que
le dio a los gastos reservados que recibió fueron ayudas a personal del
Ejército, regalos de cumpleaños para Oficiales, almuerzos con
periodistas, jefes de gabinetes y políticos; que normalmente invitaba a
estas personas a hoteles o restaurantes como el Divertimento. Refirió
que la tarea que le asignó el General IZURIETA FERRER y que justificó el
uso que hizo de gastos reservados era, en términos generales, que
mantuviera contacto con la sociedad. Añadió que suponía que estos
gastos estaban autorizados por la autoridad corresponde y, por ende,
que el uso de esos recursos era legítimo y acorde a la instrucción
impartida por el Oficial de Finanzas o por el Comandante en Jefe. Indicó
que por la recepción de dineros de gastos reservados nunca firmó
ningún documento a CORTÉS u otra persona, y que tampoco rindió
cuenta a nadie del uso de los mismos; que ni el General IZURIETA
FERRER ni CORTÉS le preguntaron en qué gastó esos fondos.
8.- Las imputaciones de Diego CORTÉS MEJIDO, abogado,
ex asesor jurídico de la Comandancia en Jefe entre los años 2003
y 2018, quien declaró, en lo pertinente, que durante el periodo
del General IZURIETA y por disposición de aquel, los
funcionarios que trabajaban en la Comandancia en Jefe tenían
privilegios y/o beneficios que no existían en otras Unidades del
Ejército, por ejemplo se les entregaba teléfono celular con cargo
fiscal, regalos para sus cumpleaños, para el de sus señoras y
también obsequios para la navidad. Además de los dineros, en
dólares, que se entregaban a los Generales que viajaban en
comisión de servicio, adicional al viático; y de los dineros que se
entregaban a los Ex Comandantes en Jefe. En efecto, aseguró que
fue el Comandante en Jefe de la época quien dispuso la entrega de
regalos y privilegios para los funcionarios de esa Unidad, y que desde
que llegó a la Comandancia en Jefe en el año 2003 recibió aquellos.

721
Afirmó que todos los funcionarios recibían regalos y que eran más de
300 personas, incluyéndose también al personal que trabajaba en la
Casa Institucional. Sostuvo que no había un ítem presupuestario que
permitiera aquello y que se usaban gastos reservados. Añadió que
también se entregaban regalos cuando alguien se iba de la
Comandancia en Jefe, por ejemplo a los Oficiales se les daba un reloj de
marca Victorinox.
Explicó que en caso de utilizarse una vivienda fiscal, es el
funcionario que la habita quien deben costear los consumos básicos, los
gastos comunes y además pagar el arriendo que corresponda, y que lo
mismo debería aplicar para el caso del Comandante en Jefe, por lo que
no corresponde que ello sea pagado con gastos reservados. Por otra
parte, indicó saber que el Comandante en Jefe invitaba a las comisiones
de servicio al extranjero a funcionarios a fin de premiarlos y que cuando
los Oficiales viajaban se les entregaba el llamado “perdiem” –según su
grado–, que era un dinero adicional al viático que les correspondía, y
que era para gastos extraordinarios.
Admitió que a los ex Comandantes en Jefe se les entregaba la
suma de $800.000 mensuales, por lo menos hasta el término del mando
del General Oviedo, pero que de eso no se hablaba. Por lo mismo,
explicó que propuso a los mandos regularizar estas entregas de dinero,
ya que supuso que podría ser cuestionado, ya que no había fundamento
legal para entregar este dinero en efectivo.
En suma, concluyó sosteniendo que quien dispone del uso y
utilización de los gastos reservados es el Comandante en Jefe,
quien además debe rendirlos anualmente.
9.- Las imputaciones de Jozo SANTIC PALOMINO, ex
Director de Finanzas (DIFE) del Ejército de Chile desde diciembre
de 2010 a diciembre de 2013, en cuanto aseguró que el monto y
la forma de distribuir los gastos reservados que se entregaban a
la Dirección de Inteligencia y a la Comandancia en Jefe venía
desde el periodo del Comandante en Jefe Oscar IZURIETA y que
el DIFE de aquel le explicó el procedimiento utilizado. En efecto,
expuso que en su calidad de Director de Finanzas se encargaba de girar
los fondos de gastos reservados desde el banco y entregarlos a la

722
Dirección de Inteligencia y a la Comandancia en Jefe, y que el monto
que se entregaba a cada una de esas Unidades estaba prefijado antes
que él asumiera, es decir, venía desde el periodo del ex Comandante en
Jefe Oscar IZURIETA. Expresó que a él le entregó el cargo el General
GÓMEZ BANNURA –Director de Finanzas durante el año 2009–, quien le
señaló cómo se debían distribuir esos fondos. Sostuvo que lo que se
entregaba a la Comandancia en Jefe era una suma anual aproximada de
entre $700.000.000 y $800.000.000. Explicó que los gastos reservados
deben utilizarse en inteligencia, contrainteligencia, seguridad y
protección, añadiendo ignorar qué medidas de protección adicionales
podía entregarle la Comandancia en Jefe que no le brindare la DINE.
Refirió que los gastos reservados no debieran gastarse en la casa del
Comandante en Jefe y que los gastos de alimentos de aquel y de su
familia no están considerandos en ninguna parte del presupuesto del
Ejército.
Reconoció que a fin de año se realizada un evento en la casa del
Comandante en Jefe para despedir a los oficiales que se iban a retiro y
dar recepción a quienes ascendían, evento en que se entregaban regalos
a los militares y también a sus esposas. Asimismo, indicó que para los
cumpleaños también se les daban regalos, que según recuerda, fue un
maletín un año y un reloj otro año.
Dijo que el dinero para hacer regalos, eventos de fin de año,
alimentación mejorada y otros privilegios que existían en la
Comandancia en Jefe no pudo salir de fondos presupuestarios.
Finalmente, afirmó que esta forma de operar en relación con
ciertas prerrogativas del Comandante en Jefe venían desde antes del
periodo del General FUENTE-ALBA, incluso podría venir desde la época
del General PINOCHET.
10.- Los dichos de Joaquín MORALES BUROTTO, ex Jefe del
Departamento de Asuntos Generales (DAG) desde diciembre de
2013, quien afirmó que durante su periodo como Jefe del DAG
existía la alimentación mejorada para todo el personal de la
Comandancia en Jefe, que eran alrededor de 200 personas y que
ello era un privilegio que venía de los periodos anteriores. De
igual forma, explicó que existían otros beneficios para los funcionarios

723
de la Comandancia en Jefe, como regalos para los cumpleaños de los
Oficiales y del Cuadro Permanente, los que oscilaban entre $60.000 y
$120.000, dependiendo de quién recibía el regalo. Señaló también que
para la navidad se les entregaba una giftcard, la que no era pagada por
el DAG.
Sostuvo que todos los ex Comandantes de Jefe tenían a su
disposición un conductor y un mayordomo, además de un vehículo
fiscal, gastándose en combustible una cantidad promedio de $300.000
por cada vehículo. En lo que interesa, recordó que el General IZURIETA
CAFFARENA tenía una Chevrolet Pathfinder. Agregó que supo que a los
ex Comandantes en Jefe también se les entregaba dinero en efectivo, lo
que a su juicio no tiene ninguna justificación.
Expresó que los gastos básicos de las viviendas fiscales y la
alimentación de la familia que en ellas vive corresponden que sean
pagadas por el militar a quien se le asignó la casa, gastos que él
siempre costeó cuando vivió en casa fiscal. Entonces, explicó que no
puede ser distinto para el caso del Comandante en Jefe, quien también
debería haber pagado lo que le correspondía, dado que no existe un
ítem presupuestario que permita al Ejército pagar esos gastos.
Señaló que estaba establecido que a la gente que trabajaba en la
casa del Comandante en Jefe en Lo Curro se le diera “una línea
telefónica” y además se les entregaba un bono por locomoción, el que
era pagado por el Oficial de Órdenes de la Casa. Al este respecto, indicó
que tampoco existe un ítem presupuestario que permita este pago, por
lo que se tuvo que haber hecho con gastos reservados. Reconoció la
existencia de lo que se denominó “perdiem” para las comisiones al
extranjero de los Oficiales.
Finalmente, manifestó que dada la existencia de la DINE,
desconoce qué gastos pudiere tener la Comandancia en Jefe que pudiera
justificar el uso para los que están establecidos los gastos reservados.
11.- Las imputaciones de Gustavo Federico NÚÑEZ KOCHER,
ex Ayudante del Comandante en Jefe en los años 2008 y 2009,
quien afirmó que utilizó los recursos de gastos reservados que
recibió en efectivo de parte de Jorge CORTÉS en cenas de
retribución, alimentación, propinas, regalos y otros que detalló,

724
según expresa instrucción del Comandante en Jefe General
IZURIETA FERRER. En efecto, indicó que en todos los viajes nacionales
e internacionales en que acompaño al General IZURIETA FERRER recibió
dineros en efectivo por parte de Jorge CORTÉS para gastos imprevistos,
dineros distintos de aquellos que recibía por concepto de viáticos. Afirmó
que tales dineros los gastaba generalmente en cenas de retribución que
ofrecía el Comandante en Jefe en esos viajes. Explicó que claramente
esos dineros que recibió correspondían a fondos de gastos reservados y
afirmó que el destino que les dio, por expresa instrucción del ex
Comandante en Jefe Oscar IZURIETA, no fue ni para seguridad ni para
inteligencia.
Reconoció que cuando llegó a la Comandancia en Jefe recibió una
tarjeta para comprar vestuario, sin tener que rendir cuenta por el dinero
que quedare. Afirmó saber que los escoltas y TOLEDO también recibían
dineros en efectivo por parte de CORTÉS. Dijo que con esos recursos
TOLEDO puede haber comprado medicamentos y útiles de aseo del
Comandante en Jefe Oscar IZURIETA. Por otra parte, admitió que en la
Ayudantía también recibían recursos por parte de CORTÉS, una cantidad
aproximada de $100.000 semanal, que ocupaban en gastos menores,
como pagos de propinas, regalos, gastos en salidas, comprar comida,
etc.
Explicó que si bien la cónyuge del General IZURIETA no lo
acompañó a todos los viajes, cuando sí lo acompañaba, todos los gastos
de ellas eran pagados con fondos fiscales, a pesar de nunca haber visto
un documento que autorizara que se pagaran con esos fondos los gastos
de Ginetta FORNAZZARI.
Admitió que los dineros por viáticos entregados por las comisiones
internacionales con el Comandante en Jefe se los dividían con el otro
ayudante, dado que todos los gastos ya se encontraban cubiertos, de
manera que no lo gastaban.
En cuanto a las actividades que se realizaban, señaló que se hacía
navidad en los jardines de la Casa Institucional, donde se hacía entrega
una giftcard de unos $100.000 o $120.000 para todos los asistentes.
Asimismo, para los ascensos y despedidas de los Generales se realizaba
una cena, en la que se entregaban regalos a los Generales que se iban y

725
a sus cónyuges. Además se hacían regalos para los cumpleaños de los
Generales, para el personal de la Comandancia en Jefe y para las
señoras de los Oficiales de la Comandancia. Dijo que es probable que
todo ello se haya costeado con gastos reservados, pues no recuerda que
haya existido algún descuento destinado a esas actividades y no conoce
ningún fondo que permita hacer eso, y que por lo único que sí les
descontaban era por la “pascua del Soldado”.
Indicó que ha hecho uso de casas fiscales y que siempre tuvo que
pagar él por los servicios básicos, internet y teléfono, y que no existe,
que él sepa, una reglamentación ni una prerrogativa que exima al
Comandante en Jefe de pagar por esos gastos personales.
Dijo que el General IZURIETA se entendía directamente con el
Oficial de Finanzas Jorge CORTÉS, quien iba regularmente a la oficina
del Comandante en Jefe. Agregó que no tiene conocimiento de algún
gasto en que haya incurrido u ordenado el General IZURIETA que
pudiere justificar el uso de $175.000.000 anuales y que el responsable
del manejo de los gastos reservados es el Comandante en Jefe.
12.- Los dichos de José Harry TOLEDO GONZÁLEZ, Auxiliar
administrativo del Comandante en Jefe entre los años 2001 y
2019, en cuanto afirmó que destinó los dineros que en efectivo
recibió de parte del Oficial de Finanzas a gastos personales del
Comandante en Jefe y que respecto de ellos siempre rindió
cuenta desfomalizadamente. Asimismo, aseveró que los pagos
de todos sus gastos en las comisiones de servicio fueron hechos
por el ayudante o el escolta del General. Expuso que es Auxiliar
Administrativo del Comandante en Jefe, desde la administración del
General Izurieta CAFFARENA hasta la actualidad, y declaró que el dinero
que pedía era para comprar insumos que necesitaba el General, y lo
máximo que pidió fue $100.000 una vez a la semana, con lo que
revisaba que el General tuviera a su disposición pasta de dientes,
cepillos, medicamentos, cremas de afeitar, desodorantes, etc., cosas
tanto para sus funciones diarias como para sus viajes. Afirmó que
cuando el Comandante en Jefe se recibe de su cargo, él pedía unos
$200.000 para comprar toallas, lo que hacía una vez al año, siendo
toallas para la oficina de aquel, no para los viajes. Agregó que este

726
dinero lo pedía al Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe, quien
le entregaba el dinero en efectivo en el mismo momento que lo pedía.
Añadió que de estos dineros rendía cuentas con las boletas al Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, rendición que hacía con un listado
y pegaba las boletas en una hoja, entregando el documento al Oficial
junto con el dinero sobrante, si es que había. Considera que sumado los
remedios, recibía unos $3.000.000 del Jefe de Finanzas de la
Comandancia en Jefe.
Respecto de las comisiones de servicio en que viajó, todos los
pagos que vio se hicieron de hospedaje, comidas, traslados y todo lo
que ordenaron los Comandantes en Jefe, siempre los hizo el Ayudante
con recursos del Ejército. Dijo que si él necesitaba comprar algo o ir a
un lugar, pedía dinero al Ayudante y le rendía cuenta con la boleta y el
vuelto, si es que había, pagando casi todo el Ayudante, muy pocas
cosas pagaba el Escolta, y si lo hacía era porque no estaba el Ayudante.
Afirmó que los Ayudantes y los Escoltas se dirigían al Oficial de Finanzas
de la Comandancia en Jefe para que les entregara los dineros que
llevaban a las comisiones de servicio, el pago de exceso de equipaje, o
para las otras necesidades que debían cubrir, por lo que ellos también
rinden cuentas con un papel, con todas las boletas pegadas, con todo
detallado al Oficial de Finanzas, de la misma forma que hace el
deponente.
13.- Los dichos de José Benicio PEÑA ALVARADO, Peluquero
de la Comandancia en Jefe entre los años 2005 y 2018, quien
afirmó que anualmente recibió dinero en efectivo del Jefe de
Finanzas de la época –Jorge CORTÉS y Sergio VÁSQUEZ– para el
funcionamiento de la peluquería y que supone que de ello tenía
conocimiento el Comandante en Jefe respectivo. Asimismo, dio
cuenta de los beneficios que existían para los funcionarios que
trabajaban en esa Unidad. Señaló que el año 2005 salió destinado a
la Comandancia en Jefe del Ejército donde estuvo hasta el mes de abril
de 2018. Aseveró que la peluquería de la Comandancia en Jefe
funcionaba con los insumos que el declarante compraba previo
presupuesto que le indicaba al Jefe de Finanzas de la Comandancia en
Jefe, primero al Coronel CORTÉS y luego con el Coronel VÁSQUEZ. Dijo

727
que recurría donde el Jefe de Finanzas señalándole cuánto iba a
necesitar al año lo que ascendía a $1.200.000, que era lo que estimaba
necesario para mantener la peluquería durante el año, que comprendía
la reparación de máquinas e insumos tales como alcohol, algodón, talco,
fijador, Gillette, desodorante ambiental, limpiavidrios, jabón, etc. Dinero
que quien se lo entregaba lo sacaba de la caja fuerte, lo colocaba en un
sobre en dinero efectivo y en su exterior escribía el monto. En relación
con el resto de las necesidades de la peluquería, se refiere básicamente
a la compra de máquinas o tijeras, lo veía con el DAG. Indica que
cuando le pedía los recursos a Finanzas de la Comandancia en Jefe,
confeccionaba un listado de los insumos fungibles, los cuales presentaba
al Jefe de Finanzas. Afirma que se imagina que el Comandante en Jefe
tenía conocimiento de los gastos que se hacían, eso, como dueño de
toda la casa que es el Ejército de Chile, y con mayor razón debía estar al
tanto de lo que sucedía en su casa donde trabaja todo el día, que es la
Comandancia en Jefe.
Seguidamente se refiere a los beneficios que se recibían como
funcionarios de la Comandancia en Jefe tales como regalos, alimentación
y el cese de los descuentos de todo tipo.
14.- Los dichos de Jaime Alejandro KLENNER GÁLVEZ, Jefe
del Equipo de Escoltas del Comandante en Jefe desde agosto de
2007 a 2010, quien señaló que destinó los dineros recibidos en
efectivo de parte de CORTÉS DÍAZ, provenientes de fondos de
gastos reservados, a gastos de alojamiento, traslados,
alimentación y otros, en las comisiones de servicio del
Comandante en Jefe Oscar IZURIETA y que rindió cuenta de ellos
sin formalidad. Expuso que fue Jefe de equipo de Escolta, desde
agosto de 2007 a diciembre de 2010, esto durante casi la totalidad del
periodo como Comandante en Jefe del General Oscar IZURIETA. Declaró
que previo a los viajes el Comandante CORTÉS o el Mayor a cargo, les
entregaba una cantidad de dinero, en efectivo, en dólares, cuando se
trataba de viajes internacionales. Agregó que cuando el viaje era
nacional les entregaban pesos chilenos. Aseguró que la cantidad variaba
dependiendo del país y del número de días que durara la comisión.
Señaló que todo comenzaba cuando recibía la agenda la semana

728
anterior a la que haría la comisión, entonces él analizaba todos los
gastos que se realizarían para traslados, peajes, alimentación,
alojamiento e imprevistos de toda la comitiva, y entonces solicitaba el
dinero al Comandante CORTÉS, en una hoja borrador con el cálculo
estimado, y entonces él le entregaba lo solicitado, personalmente o
mediante VÁSQUEZ, en la tarde de ese día o cuando el deponente
asumía el turno el día viernes en la mañana, dinero que transportaba en
un sobre. Declara que el Ayudante es el que pagaba todo lo de la
comitiva que iba al extranjero, también en las comisiones nacionales,
pero en estos casos sólo lo relativo al Comandante en Jefe y su señora,
ya que los gastos del resto de la comitiva se ocupaba el Escolta. Agregó
que el Ayudante también recibía los dineros del encargado de Finanzas
de la Comandancia en Jefe, que podía ser el Comandante CORTÉS o su
segundo, el Mayor VÁSQUEZ UNDURRAGA, siendo las únicas personas
que entregaban dineros, ya que estaban a cargo de la caja fuerte de la
Comandancia en Jefe.
Afirmó que si el Comandante en Jefe no salía en comisión, pedían
unos $200.000 a la semana, y cuando salía, llegaron a pedir $1.000.000
semanales, dependiendo de cuántos días había que permanecer afuera.
Agregó, respecto de estos dineros que les entregaba el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, que puede ser efectivo que en
promedio se les haya entregado a los Escoltas la suma de entre
$12.000.000 y $15.000.000 anuales, sumas que dependían del viaje, su
extensión y la seguridad. No recuerda haber firmado ningún recibo por
estos dineros, solo recuerda que le entregaban un sobre con dinero en
efectivo, en dólares o en pesos, según lo necesitara. A su vez, dice que
si le quedaba algún remanente de dinero, lo entregaba cuando hacía la
rendición de cuentas, ocasión en que tampoco nunca firmó ni le
firmaron ningún documento. Declara que por lo que vio y la lógica,
entiende que estos dineros que le entregaba el Oficial de Finanzas de la
Comandancia en Jefe provenían de fondos de Gastos Reservados.
Sostuvo que este dinero lo gastaban en peaje, alimentación y
alojamiento, porque el traslado se hacía en los vehículos institucionales,
algunos en el avión institucional. Señaló que la Escolta alojaba lo más
cerca de donde alojaba el Comandante en Jefe, y que lo más económico

729
que hicieron fue alojar en una cabaña y cocinar ellos mismos, esto en
las comisiones nacionales, lo que pagaban con los dineros que llevaban
de aquellos entregados por el Oficial de Finanzas. Los alimentos del
Comandante en Jefe y de su señora los pagaba el Ayudante con los
dineros que llevaba entregados por el Oficial de Finanzas, al igual que el
alojamiento.
Declaró que además del dinero por viático, recibió de CORTÉS
dineros por algún reembolso, y dineros para los gastos semanales que
refirió anteriormente. Añade que de estos dineros le rendía cuentas al
término del servicio a CORTÉS o a VÁSQUEZ, ocasión en que juntaban
todas las boletas, las que se pegaban en hojas de oficios donde también
se detallaban los gastos, y le entregaba el dinero sobrante, si es que
quedaba, o bien le pedía el reembolso si había gastado más dinero del
que les había sido entregado y que llevaban. Dice que cuando no tenían
boletas, lo que pasó en raras ocasiones, como lo fue para la compra de
un diario, entonces solo anotaban el concepto en la hoja de rendición.
Señala que tenían prohibido sacar copias de esta rendición. Afirma que
de esta rendición de cuentas sabía además el Oficial Escolta, y la
persona que tenía que ver con el gasto específico, por ejemplo el
conductor cuando pagaron peaje, quien le entregaba la boleta de este
gasto. Asevera que el Comandante en Jefe sabía que manejaba plata y
que tenía que solicitar dineros para los gastos para la escolta a CORTÉS
o a VÁSQUEZ, quienes manejaban la caja fuerte, pero desconoce si el
Comandante en Jefe sabía que el deponente le hacía a CORTÉS o a
VÁSQUEZ las rendiciones de cuenta.
Explicó, en cuanto a la alimentación en las comisiones de servicio,
que el Ayudante en algunas oportunidades pagaba la alimentación de
toda la comitiva, esto cuando no lo pagaba el anfitrión. Lo mismo
ocurría con las comidas de retribución que ofrecía el Comandante en
Jefe, proceder habitual en todos los viajes, que se pagaban con los
recursos que llevaba el Ayudante.
Reconoció que mientras trabajó con los Comandantes en Jefe le
regalaron para su cumpleaños una corbata marca Hermès, en el período
del General FUENTE–ALBA; un reloj Swiss Army y un IPod, en el período
del General IZURIETA FERRER; y cuando salió destinado de la

730
Comandancia en Jefe se hizo una actividad en la Comandancia en Jefe y
le entregaron un reloj de marca Longiness.
Señaló que cuando el Auxiliar TOLEDO necesitaba recursos para su
función, algunas veces él se los proporcionaba, y en otras el Ayudante le
entregaba recursos, en ambos casos, con los recursos que les eran
proporcionados por los Oficiales de Finanzas VÁSQUEZ o CORTÉS.
Reconoció que en las tardes siempre compraba el Diario La
Segunda para el Comandante en Jefe, para que lo fuera leyendo en el
auto cuando volvía a la Casa de Lo Curro, utilizando los recursos que le
entregaban en la Comandancia en Jefe para el efecto, y que además en
lo cotidiano tuvo que pagar propina a los parqueadores informales, ya
que cuando habían parquímetro le entregaban boletas que también
pagaba con los mismos recursos proporcionados por el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe. Dice que en algunas raras
ocasiones tuvo que pagar algún almuerzo con los mismos recursos.
Añadió que como Jefe de la Escolta proporcionaba alimento a toda la
Escolta cuando estaban afuera, ya que si estaban en la casa de Lo Curro
o en la Comandancia en Jefe, almorzaban en estos lugares. Afirmó que
después le rendía cuentas el Mayor VÁSQUEZ o al Comandante CORTÉS
de lo gastado.
15.- Las imputaciones de Guillermo Hernán PORCILE
ARELLANO, Secretario General del Ejército entre diciembre de
2007 y diciembre de 2010, en cuanto afirmó que Jorge CORTÉS
le entregó dineros en efectivo por instrucción del General
IZURIETA para la Secretaría General, para imprevistos –no
vinculados con inteligencia, contrainteligencia y seguridad– que,
según declaró, no podían ser pagados con fondos
presupuestarios u otros especiales. Indicó que fue Secretario
General de Ejército desde diciembre de 2007 hasta diciembre de 2010.
Señaló que el Jefe del Departamento de Finanzas en la época en que él
era Secretario, era el Coronel Jorge CORTÉS DÍAZ, y el Mayor Sergio
VÁSQUEZ UNDURRAGA era el Jefe de una Sección del Departamento de
Fianzas encargada de la parte contable.
Sostuvo que como Secretario sabía que se administraban otros
recursos por parte del Jefe del Departamento de Finanzas,

731
desconociendo su origen y cuantía total, porque dicho Jefe, que en su
época era Jorge CORTÉS, se entendía directamente con el Comandante
en Jefe y con el Director de Finanzas, que era quien le proporcionaba los
fondos. Agregó que él veía que se destinaban fondos que no eran de los
ítems presupuestarios normales de la Secretaria. Afirmó que nunca
consultó directamente al Comandante en Jefe sobre estos dineros
porque por razón de mando, era muy probable que hubiese salido de su
cargo. No obstante, expresa que sabía que había fondos destinados por
ejemplo a ayuda escolar, ajuares para los niños recién nacidos, y
mejoramiento de la comida del personal de la Comandancia, entre otros,
lo que era dispuesto directamente por el Comandante en Jefe.
Señaló que la Secretaría de la Comandancia en Jefe tenía una
alimentación mejorada en relación con el rancho normal, lo que era así
desde que llegó en la época del General IZURIETA, manteniéndose con
el General FUENTE-ALBA. Agregó que desconocía de dónde provenían
los recursos, pero que sabía que CORTÉS se los entregaba al Jefe
Administrativo Comandante Luis Zamora.
Reconoció que a principio de año Jorge CORTÉS entregaba una
ayuda escolar para los funcionarios de la Secretaría que tenían hijos en
edad escolar, pero no recuerda de cuánto era. Afirma que esos recursos
tampoco provenían de aquellos asignados a la Secretaría.
Admitió que se hacían regalos a los Oficiales de la Comandancia en
Jefe con recursos que también entregaba CORTÉS, porque la Secretaría
no tenía fondos para ello, lo que veía CORTÉS directamente con el
Comandante en Jefe. Explicó que con los Gastos de Representación de la
Secretaría, que se juntaban con los del Comandante en Jefe, se
costeaban a penas algunos regalos institucionales, principalmente
aquéllos que tenían que ser llevados en los viajes del Comandante en
Jefe.
Expresó que a los Generales se les hacía un regalo para su
cumpleaños, recordando haber recibido un maletín un año, y un reloj en
otro año, y que a todos los Generales se les hacía el mismo regalo
durante ese año. Asevera que los fondos para pagar estos regalos los
entregaba CORTÉS, pero ignora el origen de los mismos, aunque afirma
que no podían salir del ítem presupuestario.

732
Reconoció haber recibido para el matrimonio de su hijo un monto
en dinero en efectivo ascendente a la suma de $900.000, no recordando
si se lo entregó el DIFE o Jorge CORTÉS.
Aseveró que la Secretaría no le entregó al Auxiliar de Aeropuerto,
Suboficial DURÁN, ninguna suma de dinero, porque no tenían esa
disponibilidad de fondos y porque todo tendría que haber estado
documentado, por lo que si alguien le entregó dinero, tendría que haber
sido CORTÉS.
Respecto el apoyo que se les hacía a los ex Comandantes en Jefe,
afirmó que desconocía que se les hiciera entrega de alguna suma de
dinero en efectivo, y que si se hacía, era un secreto guardado por el
Comandante en Jefe que lo disponía y el Jefe de Finanzas que lo
materializaba.
Admitió que había ciertos gastos que correspondían a imprevistos
de la Secretaría General que no podían ser pagados con fondos
presupuestarios, y otros recursos especiales. Asevera que CORTÉS le
realizaba dos tipos de entrega de recursos, una al inicio del año, de
$2.500.000, para iniciar el año militar, lo que pudo haber sido en el mes
de marzo, y adicionalmente recibía de forma mensual la cantidad de
$2.300.000. Agrega que este dinero se lo entregaba personalmente
Jorge CORTÉS en dinero efectivo. Declara que la primera vez que recibió
este dinero fue el año 2008 cuando asumió como Secretario General en
la época del General IZURIETA, y se mantuvo en la época del General
FUENTE-ALBA. Al consultar a CORTÉS sobre estos dineros, indica que
éste le señaló que había sido dispuesto por el Comandante en Jefe para
los imprevistos de la Secretaría General. Reconoce que de estos
recursos no le rendía cuentas a nadie y que desconocía el origen de los
recursos, lo que no le llamó la atención, puesto que desde que llegó a la
Secretaría advirtió que había ciertos pagos que se hacían con recursos
cuyo origen él no conocía y que no eran del presupuesto corriente.
Afirmó que también existían otros recursos para los imprevistos de
los Escoltas, pero que desconoce la cifra, y que no salieron de la
Secretaría ni del presupuesto normal. Asimismo, señaló que llegaba
todos los días el diario La Segunda a la Comandancia en Jefe, el que se
repartía en varios Departamentos, pero que nunca vio documentación

733
de respaldo de dicho pago, y que desconoce con cargo a qué fondos se
pagaban.
Explicó que se hacía un regalo a los Oficiales destinados,
recordando que consistía en un reloj para ellos y le parece que también
para sus señoras. Además, cuando los Generales ascendían a dicho
grado, a sus señoras se les regalaba una medalla de oro con “La
Sembradora”.
Expresó que los denominados “perdiem” corresponde a dineros
que se les entregaba a los Generales previo a los viajes de comisión de
servicio al extranjero, en dinero efectivo en dólares, dinero que
entregaba personalmente CORTÉS por instrucción del Comandante en
Jefe, y que era personalizado a quienes éste disponía, porque por
ejemplo, en su caso, no siempre se le entregó. Asevera que al General
de Brigada se entregaba US$ 1.500 y al General de División US$2.000.
Estimó, en definitiva, que todos estos recursos pueden provenir de
Gastos Reservados, pues desconoce algún otro ítem presupuestario del
Ejército que permitiera costear lo que ha señalado.
En suma, aseveró que el responsable de los fondos de gastos
reservados es el Comandante en Jefe del Ejército y que la entrega que
se hacía de los mismos era por órdenes de aquella autoridad.
16.- Los dichos de Curt HALD DE LA TORRE, ex ayudante del
Comandante en Jefe entre diciembre de 2009 y diciembre de
2011, quien afirmó que los dineros en efectivo recibidos de
CORTÉS DÍAZ los destinó para gastos personales e imprevistos,
tales como pagar sobrepeso, regalos, comidas de retribución,
propinas y transporte que no estaban considerados en una
comisión de servicio, todo con conocimiento y por disposición del
entonces Comandante en Jefe IZURIETA FERRER. Señaló que en el
mes de diciembre de 2009 asumió como uno de los Ayudantes de la
Comandancia en Jefe, época en la cual se encontraba como Comandante
en Jefe el General Óscar IZURIETA FERRER. Indicó que estuvo con él
hasta el mes de marzo de 2010, fecha en la cual asume como
Comandante en Jefe el General FUENTE-ALBA fue Ayudante del
Comandante en Jefe entre el mes de diciembre del año 2009 y 2011 y
Jefe del Departamento de Coordinación y Protocolo el año 2012. Afirmó

734
que el primer año cuando Jorge CORTÉS estaba de vacaciones, Sergio
VÁSQUEZ le hizo entrega de un sobre y le dijo que contenía una suma
de dinero que pueden haber sido entre $800.000 a $900.000, y que le
consultara a CORTÉS. Entonces tomó el sobre y lo guardó en la caja
fuerte, esperó a que llegara CORTÉS y este le explicó que era para la
confección de uniformes. Agregó que al año siguiente nuevamente
recibió la misma cantidad de dinero, pero en esta oportunidad la entrega
se la hizo CORTÉS, y puede que haya gastado en ropa de civil. Refirió
que en todo el período que fue Ayudante recibió esta suma de dinero.
Sostuvo que como Ayudantes llevaban dinero en las comisiones de
servicio con el Comandante en Jefe para imprevistos y gastos extra, de
entre US$800 y US$ 1.200, dependiendo el destino y número de días y
si estaba todo pagado o no, dinero que le era entregado por Jorge
CORTÉS antes de iniciar, en dólares, en efectivo, y que se gastaba en
pagar sobrepeso de equipaje, regalos, propinas y transporte que no
estaba considerado, también cuando el Comandante en Jefe les disponía
que pagaran algún gasto. Aseveró que si no les alcanzaba con estos
recursos, cubrían los gastos con sus viáticos, lo que luego recuperaban
cuando rendían cuenta a Jorge CORTÉS. Señaló que ahora imagina que
estos dineros pudieron provenir de Gastos Reservados, y que CORTÉS
siempre le dijo que esto lo veía él.
Expresó que frecuentemente el Comandante en Jefe citaba a Jorge
CORTÉS porque había viajes, comidas y regalos que pagar. Respecto a
los regalos, indicó que en algunas oportunidades tuvieron que comprar
regalos de forma improvisada en los viajes al extranjero y que no
estaban considerados desde el principio, los que se pagaban con los
fondos que llevaban. Declaró que el Comandante en Jefe jamás le hizo
entrega de alguna suma de dinero, ni siquiera para pagar algo, porque
lo hacían ellos como Ayudantes con el dinero que les entregaba
CORTÉS, o lo hacía este último.
Respecto de los regalos, expuso que el primer año recibió una
corbata que le entregó el General FUENTE–ALBA personalmente; a su
señora le enviaron un regalo también para su cumpleaños; y cuando
salió destinado se hizo una ceremonia y recibió un reloj marca Oddo.
Declaró que normalmente la alimentación del Comandante en Jefe en

735
las comisiones de servicio se proporcionaba por quienes lo invitaban y si
es que no era así, ellos los Ayudantes pagaban los consumos y luego
rendían cuenta a CORTÉS, quien previo al viaje les hacía entrega de una
suma de dinero. Añadió que los alojamientos en los viajes nacionales
normalmente se pagaban desde Santiago y ellos pagaban las cosas
adicionales, consumos, el desayuno a la cama al General, las
champañas, bebidas y en general, lo que el General pedía, y en algunas
oportunidades, también los hoteles. Dijo que el sobrepeso a la salida de
Chile lo pagaba el Suboficial Mayor DURÁN y al regreso lo pagaban los
Ayudantes con los dineros que llevaban y que le rendían a CORTÉS.
Respecto de los viajes internacionales, afirmó que todos los gastos
extras, comidas de retribución, hospedaje que no estuvieran pagados
desde Santiago y lo que ordenara el Comandante en Jefe, lo pagaban
los Ayudantes con los recursos que les proporcionaba Jorge CORTÉS y
que luego le rendían cuenta.
17.- Las imputaciones de Sergio GÓMEZ BANNURA, Director
de Finanzas del Ejército en los años 2009 y 2010, quien afirmó,
en suma, que en la Comandancia en Jefe se hacían regalos a los
Generales, celebraciones varias y que los funcionarios tenían una
serie de beneficios y privilegios que no existían en otras
Unidades del Ejército, sin que existiera algún ítem
presupuestario fiscal que permitiera el pago de todos esos
costos, añadiendo que por ello pudo haberse costeado con los
gastos reservados administrados por el Comandante en Jefe. En
efecto, aseveró que el 100% de los gastos reservados eran de
administración del Comandante en Jefe y que por Ley es aquel el
responsable de ellos, por lo que no puede hacer responsable a otros por
las decisiones que tomó en relación con esos fondos. Indicó que del total
de los fondos que por concepto de Gastos Reservados recibía el Ejército
anualmente, aproximadamente un 40% de ellos se entregaban a la
Comandancia en Jefe. Expuso que los fondos por gastos reservados se
retiraban en forma trimestral, en dinero en efectivo en dólares y en
pesos, los que se guardaban en una caja fuerte en su oficina.

736
Reconoció que a los Generales se les hacían regalos para sus
cumpleaños, recordando él mismo haber recibido un año un maletín.
Además, se hacía una celebración por aquello una vez al mes.
Explicó que a los Generales se les descuenta por el uso de la casa
fiscal y que es el usuario de ella quien paga los gastos básicos y de
alimentación del grupo familiar, señalando que no sabe por qué el
Comandante en Jefe, viviendo en casa fiscal, estaría eximido de costear
sus gastos básicos familiares y alimentación. Afirmó luego que no existe
ninguna razón para que el personal de la Comandancia en Jefe tenga
beneficios y un trato distinto –mejorado, por cierto– al del resto de las
Unidades del Ejército.
Indicó desconocer con qué fondos se pagaron todos esos gastos,
dado que no hay ningún ítem presupuestario fiscal que lo permita y en
caso alguno pudieren ocuparse con ese fin gastos reservados.
Sostuvo que cuando el Comandante en Jefe viaja en comisión de
servicio, es el Ejército quien debe pagar los costos asociados, pero en
caso que viaje con su cónyuge, es el propio General quien debe asumir
los gastos respecto de ella, los que no corresponden sean pagados con
fondos fiscales de ningún tipo, menos con gastos reservados.
18.- Los dichos de Robinson Antonio DURÁN YÁÑEZ,
Auxiliar de Aeropuerto del Ejército o Auxiliar de Protocolo del
Ejército entre los años 1995 y 2019, en cuanto declaró que no se
encuentra en servicio activo ni tiene contrato en el Ejército, y
que presta servicios “así no más” y le pagan un sueldo, el que
acordó en $500.000 mensuales, en su oportunidad, con el
Comandante en Jefe IZURIETA FERRER, dinero respecto del cual
desconoce origen y tampoco firmó recibo. Señaló que el sueldo se
lo entregaba materialmente Jorge CORTÉS DÍAZ, que trabajaba en el
Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Después le siguió
pagando el Coronel Sergio VÁSQUEZ. Explicó que el pago era mensual,
en efectivo, en pesos, en un sobre, normalmente los días 21 o 22 de
cada mes. Admitió que nunca quiso firmar contrato, porque después de
50 años que estuvo en servicio activo en el Ejército, lo siguieron
llamando a hacer su función, por lo que no quiso ser muy esclavizado,
queriendo tener sus horas libres. Agregó que le pagan $500.000 desde

737
ya hace unos 10 años. Refirió que después de VÁSQUEZ le siguieron
pagando los Ayudantes del Comandante en Jefe, haciéndolo en la
actualidad el Ayudante del General MARTÍNEZ, Comandante Sergio
ÁLVAREZ, siendo la última vez que le pagaron el 21 de mayo de 2019.
Afirmó que su situación la conversó, en su oportunidad, con los
Comandantes en Jefe IZURIETA FERRER, FUENTE–ALBA, OVIEDO y
MARTÍNEZ, acordando el pago de los $500.000 señalados. Al respecto,
indicó desconocer de donde provienen estos recursos, y que nunca se
preocupó ni preguntó de ello, tampoco le pidieron firmar algún
documento de recibo. Señaló no haber visto a otra persona que tenga el
mismo trato que él en el Ejército, en cuanto a no tener contrato y que le
paguen directamente con un sobre con dinero, siendo el único al
parecer, lo que atribuye a su experiencia en sus labores, porque ha
querido irse pero nunca lo ha logrado, según declaró.
19.- Los dichos de Marcelo AICHELE GERMANI, Jefe del
Departamento de Asuntos Generales (DAG) de la Comandancia
en Jefe, entre los años 2011 y 2012, quien sostuvo que los
beneficios y privilegios de los funcionarios de la Comandancia en
Jefe estaban establecidos así desde el periodo anterior al
General FUENTE-ALBA, que corresponde al del encausado
IZURIETA FERRER. En efecto, explicando acerca de las prerrogativas
que existían para los funcionarios de la Comandancia en Jefe, tales
como pagos de rancho mejorado, regalos y celebraciones de
cumpleaños y de navidad, uso de la peluquería, sastrería e incluso las
cabañas del Ejército en forma gratuita, afirmó que no cree que estos
gastos hayan comenzado en el periodo del General FUENTE-ALBA, sino
que el “modus operandi” de esta malversación venía así desde antes.
Añadió que en las Unidades Regimentarias no existía el ítem Gastos
Reservados, entonces no se sabía realmente en qué consistía el
concepto ni a qué estaban destinados, cuestión que sí sabían los
Comandantes en Jefe y su círculo cercano, pues era el Oficial de
Finanzas de la Comandancia en Jefe quien les entregaba dinero en
efectivo y sin firma de documentación de respaldo.
20.- Las imputaciones de Juan Miguel FUENTE-ALBA
POBLETE, ex Secretario General del Ejército durante el año 2002

738
y ex Comandante en Jefe del Ejército entre marzo de 2010 y
marzo de 2014 quien aseguró haber destinado los fondos que
por gastos reservados recibió la Comandancia en Jefe cuando él
era Comandante en Jefe a los mismos ítems –no vinculados con
seguridad e inteligencia– que lo hizo el encausado IZURIETA
FERRER en la época en que aquel fue la autoridad máxima del
Ejército. Reconoció que durante el lapso en que se desempeñó como
Comandante en Jefe del Ejército, la Comandancia en Jefe recibía dineros
desde el DIFE para gastos reservados, fondos que estaban a su cargo.
Admitió haberles otorgado a estos dineros un destino diferente de los
propios de seguridad e inteligencia, con idéntico proceder de aquel que
señalan quienes se desempeñaron como Jefes de la Dirección de
Finanzas a la época del imputado IZURIETA FERRER, y ello por cuanto
cuando asumió la Comandancia en Jefe decidió mantener los criterios
que ya venían de períodos anteriores, siendo el inmediatamente anterior
el correspondiente al encausado IZURIETA.
21.- Los dichos de Humberto OVIEDO ARRIAGADA,
Comandante en Jefe del Ejército entre marzo de 2014 y marzo de
2018, quien reconoció que durante el lapso en que se desempeñó como
Comandante en Jefe del Ejército, la Comandancia en Jefe recibía dineros
desde el DIFE para gastos reservados, fondos que estaban a su cargo, y
haberles otorgado a estos dineros un destino diferente de los propios de
seguridad e inteligencia, con idéntico proceder de aquel que señalan
quienes se desempeñaron como Jefes de la Dirección de Finanzas a la
época del imputado IZURIETA FERRER.
22.- Las imputaciones de Alfredo MERINO OCHOA, Oficial
del Departamento de Coordinación y Protocolo en los años 2006
y 2007 y Ayudante del Secretario General del Ejército entre los
años 2008 y 2012, quien afirmó haber recibido dineros de gastos
reservados de parte de Jorge CORTÉS por instrucción del
Comandante en Jefe Oscar IZURIETA para comprar regalos que
se entregaban a los Generales en sus cumpleaños, a las
cónyuges de estos, a los funcionarios de la Comandancia en Jefe
para sus cumpleaños y para navidad. Asimismo, señaló que cuando
llegaban partes de matrimonio al Comandante en Jefe IZURIETA

739
FERRER, este les asignaba una letra – “a”, “b” o “c” –, y de acuerdo a
ello, el declarante sabía el monto del regalo que debía comprar, el que
fluctuaba entre $70.000 y $150.000. Ello, también con el dinero de
gastos reservados que en efectivo le entregaba CORTÉS por instrucción
del Comandante en Jefe. Aseveró que mantenía en la Comandancia en
Jefe una bodega con regalos institucionales, en la que además guardaba
chocolates de marca Varsovianne y/o Bozzo, los que normalmente
entregaba el Comandante en Jefe a las señoras de los Comandantes de
Regimiento que visitaba.
Reconoció haber recibido todos los meses la suma en efectivo de
$200.000 de parte del Secretario General, la que utilizaba para pagos de
estacionamientos, galletas para visitas, lápices, almuerzos para el
conductor y otros gastos menores que no recuerda. Explicó que no
rendía cuenta de esos dineros y que el saldo que quedaba
mensualmente se iba juntando, y a fin de año salían a comer a algún
restaurant con el personal más cercano de la Ayudantía, lo que se
pagaba con esos fondos.
Declaró que para los regalos de los Generales se gastaba entre
$150.000 y $200.000 por cada regalo. Un monto similar para las
cónyuges de aquellos. Que, uno de los regalos que hacía el General
IZURIETA eran relojes marca Victorinox. Agregó que para los oficiales
destinados de la Comandancia en Jefe se gastaban entre $180.000 y
$200.000, por cada regalo. Era un monto un poco superior para el
regalo de la mujer porque el valor del reloj era mayor. Señaló que
puede ser que se gastaran unos $2.000.000 al mes para esto.
Admitió que en la Comandancia tenían una alimentación mejorada
y que además, a diferencia de las otras Unidades del Ejército, allí no
tenían que pagar por el almuerzo.
Dijo que, durante su periodo en la Comandancia en Jefe –años
2006 a 2012– nunca supo de algún imprevisto que haya habido allí que
justificara la entrega de $72.000.000 al año en gastos reservados.
Expresó que vivió en casa fiscal y que siempre pagó luz, agua,
gas, todos los servicios básicos, y además, gasto común, internet y
teléfono, por lo que ignora los motivos por los cuales el Comandante en

740
Jefe pudiese tener un tratamiento distinto sobre los gastos de la casa
fiscal y no tener que pagar nada.
Admitió que el General IZURIETA, a principios de 2010 –es decir
por antes de entregar la Comandancia– lo invitó a una comisión a
Sudáfrica, lo que el declarante entendió como un reconocimiento por su
trabajo. Dijo que con el viático que le entregaron a raíz del viaje hizo
algunos gastos menores, como bebidas y helados cuando salió en sus
horas libres y, además, le compró un regalo a su señora, ahorrando
todo lo demás, dado que los costos por pasajes, traslados, alojamientos
y comidas estaban todos ya cubiertos.
23.- Los dichos de Juan Pablo MATTA DEL RÍO, Jefe del
Departamento de Asuntos Generales (DAG) en el año 2013,
quien admitió que en la Comandancia en Jefe se daba a los
funcionarios un almuerzo mejorado con dineros que en efectivo
entregaba Jorge CORTÉS a un suboficial que dependía del
declarante, y que ello se encontraba así establecido desde los
periodos anteriores. Reconoció también que existían otros privilegios
y beneficios por trabajar en la Comandancia en Jefe, además del rancho
mejorado, como por ejemplo el uso de la peluquería, sastrería e incluso
las cabañas del Ejército en forma gratuita. Asimismo, la entrega de
regalos de cumpleaños y regalos cuando salían destinados de la
Comandancia en Jefe. En efecto, a él mismo y a su señora les regalaron
un reloj. Sostiene que no existe ningún ítem presupuestario dentro del
Ejército que permita comprar regalos, por lo que todo eso debe haberse
hecho con gastos reservados.
Hace hincapié en que esta forma de funcionar y los procedimientos
al respecto, que considera erróneos e improcedentes, se encontraban
establecidos desde antes que él asumiera. Afirma que los Comandantes
en Jefe hicieron cometer muchas faltas a oficiales subalternos,
comprando cosas y utilizando dineros que no correspondían.
24.- Las imputaciones de Pablo WILLIAMSON COURBIS, ex
Oficial a cargo de “Ceremonial y Protocolo” en la Comandancia
en Jefe, entre los años 2003 y 2017, quien reconoció haber
recibido dineros en efectivo de parte de Jorge CORTÉS, durante
el periodo del como Comandante en Jefe del encausado

741
IZURIETA FERRER, para la adquisición de regalos para los
cumpleaños de los Generales, respecto de los cuales no firmó
recepción alguna. Asimismo, explicó que se realizaban diversos
eventos, cócteles y comidas en la Casa del Comandante en Jefe para
celebrar navidades, cumpleaños y despedidas de Oficiales, en los que se
entregaban regalos a los asistentes, como también otras reuniones y
comidas con los agregados militares y los Comandantes en Jefe de las
otras instituciones. Aseveró, por otra parte, que los funcionarios de la
Comandancia en Jefe tenían un rancho mejorado respecto del resto de
las Unidades del Ejército.
Sostuvo que esta forma de funcionar, además de los beneficios y
privilegios que tenían los funcionarios de la Comandancia en Jefe fue así
durante el periodo que fueron Comandantes en Jefe los Generales
IZURIETA FERRER, FUENTE-ALBA y OVIEDO, lo que le consta por el
cargo que ejerció durante todos esos periodos. Además, señaló que no
existe algún ítem presupuestario que permita hacer esos gastos, por lo
que necesariamente se tuvieron que hacer con gastos reservados.
Dijo que nunca supo que se hiciere algún gasto por concepto de
“imprevisto” en la Secretaría General, en ninguno de los 3 periodos de
los Comandantes en Jefe en los que permaneció en funciones y que no
conoce ningún concepto que pudiese justificar la entrega de más de
$2.000.000 mensuales al Secretario General.
Afirmó, también, que nunca supo que se hiciera algún gasto por
concepto de “imprevistos” en la Comandancia en Jefe que justificara la
entrega de $72.000.000 anuales con cargo a recursos de gastos
reservados al Comandante en Jefe de turno. Expresó que nunca supo
que los escoltas tuviesen “imprevistos” que justificasen la entrega de
recursos por parte del Oficial de Finanzas del Comandante en Jefe.
Relató que sabía que en algunas comisiones al extranjero el
Comandante en Jefe invitaba a Oficiales y Suboficiales al viaje como
premio por la gestión que habían hecho, lo que era pagado en su
totalidad con recursos fiscales, sin que se haya justificado que aquellos
viajaran.
Explicó que vivió en casa fiscal y que pagó todos sus gastos de
consumos básicos, gastos comunes, etc., y que no conoce que exista

742
una reglamentación especial que exima al Comandante en Jefe de hacer
estos pagos, ni tampoco alguna que permita pagar las comidas que
realizan con recursos fiscales.
25.- Los dichos de Juan Pablo DE LA FUENTE CORREA, ex
Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe en los años 2002-
2005, quien afirmó haber hecho entrega, por instrucción del
Comandante en Jefe de la época, de fondos de gastos reservados
para fines distintos a labores de inteligencia, contrainteligencia y
seguridad, tales como regalos y otros que especifica. Y que
cuando entregó el cargo a Jorge CORTÉS –Jefe de Finanzas
durante el periodo de General IZURIETA FERRER– le explicó el
uso que se había dado a los gastos reservados, reconociendo la
posibilidad que se haya efectuado una reunión entre los tres con
tal objetivo; gastos que según los dichos de CORTÉS, se
mantuvieron durante el periodo del inculpado.
Aseveró que el administrador de los Gastos Reservados es el
Comandante en Jefe y sostuvo que las labores de inteligencia,
contrainteligencia y seguridad nacional, que son el destino que debe
dárseles a los fondos por gastos reservados, corresponden a la Dirección
de Inteligencia y no a la Comandancia en Jefe ni tampoco a la Secretaría
General.
Declaró que a los ayudantes del Comandante en Jefe se les hacía
entrega de gastos reservados cuando salían en comisión de servicio,
tanto nacionales como al extranjero, lo que gastaban en pago de
estacionamientos, propinas, alimentación, traslado, hoteles, entre otros.
También les entregaba de estos fondos a los Secretarios Generales, a
razón de $2.000.000 mensuales, el que se suponía era por si
necesitaban comprar una cafetera, café, galletas, etc. Agregó que no vio
que se hiciera alguna reparación o arreglo en la Secretaría con cargo a
esos recursos que entregó. Dijo también haberle entregado dineros en
efectivo al Comandante en Jefe, a petición de aquel mismo. En cuanto a
las invitaciones a matrimonios, refirió que el Comandante en Jefe
decidía el regalo que haría asignándole las letras “A”, “B” o “C”,
dependiendo el valor del regalo, siendo el mejor aquel con la letra “A”.

743
Afirmó que para la navidad se hacían regalos a los Generales y a
otras personas, con cargo a gastos reservados. En cuanto a la
ornamentación de la Casa del Comandante en Jefe, de ello se encargaba
el Oficial de Órdenes, con los fondos de gastos reservados que se le
entregaban a él. Asimismo, escuchó que cuando los Generales se iban a
retiro, se les hacía un regalo a ellos y a sus cónyuges de aquellos, lo que
desconoce cómo se financiaba. En todo caso, aseveró que no conoce
ningún fondo fiscal que permita pagar los regalos a los que ha hecho
mención.
Aseveró que al inicio de la gestión del General CHEYRE, éste le dio
las orientaciones sobre el destino de los gastos reservados y le explicó
que tenía que entregar los recursos según las instrucciones que él le iba
dando, cuestión que así fue.
Señaló que seguramente cuando le entregó el cargo a Jorge
CORTÉS, le explicó en qué se habían utilizado los gastos reservados
durante el periodo del General CHEYRE y que tiene sentido lo que dijo
CORTÉS en cuanto a haber sostenido una reunión con aquel –CORTÉS–,
con el declarante y con el ex Comandante en Jefe Oscar IZURIETA en la
que se habló sobre el futuro uso de los gastos reservados.
26.- Los dichos de Marcelo OCAMPO MIÑO, ex Oficial de
Órdenes entre marzo de 2002 y marzo de 2006 y ex Jefe de la
Sección Organismos de Apoyo y Funciones Primarias del
Departamento de Asuntos Institucionales (DAI) de la
Comandancia en Jefe entre marzo de 2011 y diciembre de 2015,
quien, en suma, dio cuenta que durante los dos periodos que
estuvo en la Comandancia en Jefe se entregaron dineros
provenientes de fondos para gastos reservados por parte del
Jefe del Departamento de Finanzas de la época –DE LA FUENTE,
CORTÉS y VÁSQUEZ– para la mantención y gastos de la Casa del
Comandante en Jefe, compra de regalos, perdiem y otros que en
detalle explicita, siendo esta forma de funcionar casi idéntica –
de acuerdo a las otras declaraciones de autos– a la que se habría
llevado a cabo durante el periodo en que estuvo como
Comandante en Jefe el General IZURIETA FERRER.

744
En efecto, explicó que, como Oficial de Órdenes, en lo cotidiano se
encargaba del funcionamiento de la Casa Institucional del Comandante
en Jefe, pagando los servicios básicos y mantenciones con los fondos
que mensualmente recibía de la Sección de Finanzas de la Comandancia
en Jefe, dando cuenta de ello tanto al General CHEYRE, como también a
al Oficial de Finanzas Juan Pablo DE LA FUENTE o al Jefe de la Sección
de Finanzas de la época, Jorge CORTÉS. Indicó que para los pagos de
todos esos gastos se le entregaba una cantidad de dinero mensual de
$3.500.000, dado el histórico que manejaba la Sección de Finanzas de
la Comandancia en Jefe para el periodo del Comandante en Jefe
anterior. Añadió que los esos fondos que recibió podrían haber
provenido de gastos reservados.
Declaró que llegó nuevamente a la Comandancia en Jefe el año
2011 en el segundo año del General FUENTE–ALBA como Comandante
en Jefe, encargándose de los Gastos de Representación y las compras
que le encargaba el Comandante en Jefe. Señala que su vinculación con
los Comandantes en Jefe FUENTE–ALBA y OVIEDO era similar, quienes
lo llamaban a buscar a través del Secretario General, el Ayudante de
turno, o el Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe, quienes le
comunicaban que el Comandante en Jefe lo requería para ver los
obsequios para una comisión de servicio para la recepción de alguna
autoridad, entonces iba con un dossier con las fotos de los regalos, el
Comandante en Jefe seleccionaba el presente y el deponente se
encargaba de realizar las compras y de mandarlos a grabar de ser
necesario, y posteriormente entregaba el presente al Ayudante de turno
para que este lo entregara a su destinatario.
Agregó que además de los regalos institucionales, los
Comandantes en Jefe le encargaban a principio de año en el mes de
febrero, que tuviera que presentar tres opciones de regalos de un monto
máximo de $170.000 cada uno, que se entregarían para todos los
Generales del Ejército, Ministro de Defensa, Comandante en Jefe de la
Armada, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, Director General de
Carabineros, Director de la PDI, regalo que luego seleccionaba el
Comandante en Jefe. Señaló que el período del General FUENTE–ALBA
se regaló un reloj inteligente marca Garmin, para los cumpleaños de los

745
Generales ese año, también se compró otro reloj de pulsera plateada
cuya marca no recuerda, que compró en HBC. Dijo que los regalos eran
aproximadamente unos 45, que le iban entregando mensualmente de
las tiendas porque no tenía bodega para almacenar. Manifestó que
también se compraron tablets, IPads grandes de marca MAC de primera
generación. Afirmó que por estos regalos anualmente pagaba alrededor
de $7.650.000, dinero que le era entregado personalmente en efectivo
por el Jefe del Departamento de Finanzas de la Comandancia en Jefe,
entregándoselo un año CORTÉS y en los otros años se lo entregó
VÁSQUEZ. Aseveró que nunca realizó estas compras por idea propia.
Añadió que los Jefes del Departamento de Finanzas que le entregaban el
dinero siempre sabían de estas compras, incluso en ocasiones fueron
ellos quienes le comunicaron que el Comandante en Jefe requería algún
otro regalo o unidad extra de lo que ya se había comprado, porque
habían faltado o querían hacer un regalo adicional del programado. Esto
también se lo comunicaron los Ayudantes. Dijo que los Comandantes en
Jefe también tenían conocimiento del monto de los regalos, ya que eran
ellos quienes le ordenaban comprarlos, y en la reunión donde hacía la
propuesta de regalo también estaban presentes el Secretario General, el
Jefe del Departamento de Finanzas y el Ayudante de turno. Señaló que
en la época del General OVIEDO compró cámaras marca Sony, mini
handycam, que tenía un reloj que permitía ver las imágenes, como
modelo GoPro, por un monto de $170.000 cada una.
Indicó que los Jefes del Departamento de Finanzas –CORTÉS y
VÁSQUEZ– le señalaron al momento de la entrega del dinero, que todo
esto era reservados, que le caerían las “penas del infierno” si decía algo,
que no podía comentarlo con nadie más y que debía entregarles la
documentación original, además, debía cambiarse de ropa para ir a
comprar no pudiendo ir de uniforme. Aseguró que este dinero se lo
entregaban en un sobre, en efectivo. Adicionó que nunca utilizó alguna
de sus tarjetas de crédito o cuentas bancarias para realizar estos pagos.
Afirmó desconocer algún ítem presupuestario que permita la compra de
estos regalos, y que desconoce cómo se hizo el tratamiento contable
para estos casos.

746
Sostuvo que esto lo sabía toda la cadena de mando, por lo que
sería imposible que alguno de ellos niegue de estas compras o del
conocimiento detallado de las mismas.
Declaró que el Comandante en Jefe le ordenaba a veces, a través
del Ayudante, comprar un regalo, un reloj extra, lo que compraba,
debiendo hablar con el Oficial de Finanzas por el dinero, el que en
definitiva se lo proporcionaba.
Expresó que tenía conocimiento que a los Generales se les
entregaba dinero en efectivo cuando estos salían en comisión de
servicio, el que era entregado directamente por el Jefe del
Departamento de Finanzas al General que salía, en un sobre. Agregó
que vio en algunas oportunidades esta entrega de dinero cuando
CORTÉS hizo entrega de este dinero a algún General que fue a retirarlo,
recordando que en una oportunidad se le entregó un sobre con dinero al
General SANTIC. Indicó que a este dinero se le denominaba “perdiem”.
Señaló que también se entregaba un sobre con dinero al Ayudante de
turno para el “funcionamiento de la semana”, también a los Escoltas,
quienes al final de la semana rendían estos dineros con las boletas al
Jefe de Finanzas de la Comandancia en Jefe. Afirmó que había un
Suboficial Mayor que estaba en retiro hace mucho tiempo, que trabajaba
en la Comandancia en Jefe, de nombre Robinson DURÁN, a quien
también el Oficial de Finanzas de la Comandancia en Jefe le entregaba
dinero. Dijo que también el Oficial de Finanzas entregaba un sobre con
dinero en efectivo a los Ayudantes cuando salían en comisión de
servicio, para imprevistos y exceso de equipaje. También el Jefe de
Finanzas entregaba dinero en efectivo para el Repostero del
Comandante en Jefe, desconociendo ningún ítem presupuestario
corriente que permita la imputación de este gasto, al igual que la
compra de vinos. También se compraban los diarios El Mercurio y La
Segunda, además la Revista Qué Pasa, que estaban en la Ayudantía, y
que eran pagados directamente por el Oficial de Órdenes.
Declaró tener conocimiento de que a los ex Comandantes en Jefe
se les entregaba una cantidad de dinero de $400.000 en la época
cuando el General CHEYRE se fue a retiro, cajo el concepto de
seguridad. Agrega desconocer cómo se hacía la entrega de estos dineros

747
a los ex Comandantes en Jefe, pero sí sabe que era a través del Jefe de
Finanzas de la Comandancia en Jefe, porque el Coronel CORTÉS cuando
hacía esto cerraba la oficina, porque estaba preparando los dineros que
se enviaban a los ex Comandantes en Jefe, lo que también le comentó
en una oportunidad Sergio VÁSQUEZ.
Aseguró que a los Oficiales que salían de la Comandancia en Jefe
se les regalaba una bandeja ovalada de plata, relojes, flores y
chocolates para sus señoras y colleras. Afirmó haber comprado relojes
Victorinox y de otras marcas, que tenían un valor de unos $200.000
cada uno, los que compró en HBC y en Victorinox. Recordó que cuando
se fue de la Comandancia en Jefe el Coronel CORTÉS se le compró un
reloj en HBC que fue entregado personalmente por el Comandante en
Jefe, siendo un reloj más caro que los otros, de unos $250.000.
27.- Las imputaciones de Vicente BRAND FONTANET, ex
ayudante del Comandante en Jefe entre principio de 2010 y
diciembre de 2012, en cuanto admitió haber recibido dineros de
parte de CORTÉS DÍAZ para costear durante las comisiones de
servicio gastos no pagados desde Santiago por el Ejército, para
imprevistos, como traslados, propinas, alojamiento para la
comitiva, bebestibles, comidas u otros que el Comandante en
Jefe decidiera, y ellos al margen de los dineros recibidos por
viáticos; además de los recursos que recibían los ayudantes
anualmente, y de otros gastos de ayudantía. Igualmente relató
sobre la forma de rendir tales fondos, sin formalidad, y en
relación con la entrega de dineros a terceros y para otros
destinos, siempre enterados por CORTÉS, los que explicita. En
efecto, señaló que comenzó siendo Ayudante del Comandante en Jefe,
desde el año 2010 con el General Oscar IZURIETA FERRER, y luego del
General FUENTE-ALBA en marzo de dicho año, y hasta el mes de
diciembre de 2012, época en que asumió como Jefe de Coordinación y
Protocolo de la Comandancia en Jefe. Explicó que antes de salir en
comisión de servicio al extranjero en la comitiva del Comandante en
Jefe, dependiendo el viaje, duración y país, el Coronel Jorge CORTÉS le
hacía entrega de una suma de dinero en dólares y en efectivo, suma
que fluctuaba entre los US$ 1.000 y US$ 2.000, aunque si iba a una

748
comisión corta podría recibir sólo US$ 400 o US$ 500. Afirma que este
dinero se lo entregaba para gastos que pudiera tener el Comandante en
Jefe por conceptos no coordinados desde Santiago o por imprevistos,
como traslados, propinas, alojamiento para la comitiva, bebestibles,
comidas u otros que el Comandante en Jefe decidiera. Dijo que al
regresar a Santiago rendía cuentas de estos recursos a CORTÉS,
acompañando boletas si es que existían. Aseveró que no sabía de dónde
sacaba CORTÉS estos dineros, y que imaginaba que eran dineros que
estaban dentro del protocolo de la Comandancia en Jefe. Reconoció que
conversaban con los otros Ayudantes respecto de estos recursos, porque
no sería una situación normal. Destacó que la rendición de cuentas que
hacía a CORTÉS no se hacía a través de ningún documento oficial, sino
que a través de un procedimiento interno que consistía en entregarle las
boletas y referirle verbalmente aquellos gastos por los que no se le
habían entregado estas. Indicó que por su parte CORTES no le hacía
entrega de ningún documento. Señaló que con los mismos dineros se
pagaban los excesos de equipaje en el aeropuerto.
Afirmó que en algunas ocasiones, tanto en comisiones de servicio
dentro del territorio nacional como en el extranjero, la reserva del hotel
donde alojaba la comitiva la hacía el Jefe de Coordinación, es decir, él
en su momento, y posteriormente el pago lo hacía directamente el
Ayudante en el lugar, con los recursos entregados por el Coronel Jorge
CORTÉS.
Declaró haber sabido sobre los recursos denominados
“extraordinarios” del Comandante en Jefe o de “libre disponibilidad” de
éste, indicando que no conocía esa nomenclatura, pero que sabía que
había fondos que manejaba el Comandante en Jefe y se imaginaba que
desde allí salían los dineros que recibía como Ayudante.
Admitió que además del dinero que le entregaba Jorge CORTÉS
para los viajes, el recibía una vez al año para vestuario la suma de
$1.200.000, los que le entregaban en un sobre, en efectivo,
comprándose ropa con ello, lo que era distinto a lo que recibía
normalmente como funcionario militar, en cuya calidad recibía una cuota
institucional de $60.000 a $80.000 anual. Agregó que entre los otros

749
Ayudantes le habían comentado que lo anterior era así, para compra de
ropa militar y civil.
Aseguró que por concepto de “gastos de ayudantía” ellos no
recibían una suma adicional de dinero para gastos menores, ya que si
había un requerimiento puntual, este se realizaba directamente al
Coronel CORTÉS quien era el encargado de costearlo entregando el
dinero el que luego le rendían cuenta. Añadió que como eran recursos
que éste manejaba, CORTÉS decidía si se podía hacer el gasto o no, y
que nunca le consultó cuántos era los fondos que estaban disponibles
para estas compras extraordinarias.
Reconoció que el almuerzo que les entregaban como Ayudantes
era mejor que el normal, y que era un rancho mejorado. A su vez,
declaró que cuando se fue de la Comandancia en Jefe le entregaron un
reloj. Dijo que para Navidad entregaban a todo el personal de la
Comandancia en Jefe una giftcard que pudo ser de $100.000 para
cobrar en una multitienda. Adicionó que para su cumpleaños le
regalaron una corbata, en por lo menos dos oportunidades, de marca
Hermès. Indicó que a las Secretarias les entregaban regalos para sus
cumpleaños y para el día de la secretaria. Señaló que a los Generales se
les entregaba un regalo para su cumpleaños y para Navidad. Afirmó que
a las señoras de los Oficiales de la Comandancia en Jefe se les enviaba
para su cumpleaños una torta. Aseveró que es efectivo que se hacían
regalos a quienes enviaban parte de matrimonio al Comandante, aunque
ignora quien definía los regalos y los valores de los mismos.
Declaró que ahora puede suponer que la plata para comprar los
regalos y otras adquisiciones a las que ha hecho mención pudieron
provenir de Gastos Reservados, pero que en ese minuto no lo pensó, y
que solo imaginó que eran fondos asignados a la Comandancia en Jefe,
lo que ahora parece poco creíble, pero que en ese momento no había
información al respecto sumado a que la información que tenían
indicaba que era una práctica que venía de antes.
Aseguró que los Auxiliares del Comandante en Jefe TOLEDO y
SALVADOR recibían una suma de dinero, imagina que de parte de
CORTÉS directamente, para adquisiciones personales por encargo del
Comandante en Jefe y por orden de este, como por ejemplo remedios,

750
fotos personales, colgadores, planchas, fundas de trajes, etc., recursos
que se les entregaba a partir de sus propios requerimientos.
Expresó saber que a los Escoltas del Comandante en Jefe se les
entregaba una suma de dinero que desconoce, para imprevistos, que
entregaba Jorge CORTÉS. Dijo tener claridad de lo anterior, porque ellos
mismos le comentaban que manejaban una cantidad de recursos.
Añadió que la Comandancia en Jefe asumía el costo de los
periódicos que llegaba, y que incluso a él le llegaba un diario el fin de
semana, y en la semana llegaba a la oficina de la Comandancia en Jefe.
28.- Los antecedentes agregados a fojas 3869 y 3870
consistentes en Minutas que detallan el desglose de los recursos
denominados “del Comandante en Jefe”, “de libre disponibilidad
del Comandante en Jefe” o “extraordinarios del Comandante en
Jefe” en los siguientes términos:
Funcionamiento Moneda Nacional
Gastos funcionamiento : 85.200.000
Act. Fin de año : 31.000.000
Reserva : 71.000.000
$187.200.000
Funcionamiento Moneda Extranjera
Gastos funcionamiento 1.320.000
Viajes y Perdiem Generales 220.000
US$ 1.540.000
Otros
SGE 2.500.000
Ayte CJE 1.200.000
Ayte CJE 1.200.000
Edecán 1.200.000
Jefe de Gabinete MDN 1.200.000
$7.300.000

DETALLE DE GASTOS ANUALES

IMPREVISTOS COMANDANCIA EN JEFE $ 72.000.000


IMPREVISTOS SECRETARÍA GENERAL $27.600.000
FUNCIONAMIENTO CASA CDO $126.000.000
MANTENIMIENTO CASA CDO $24.000.000
APORTE ALIMENTACION SGE $25.440.000
AYUDA ESCOLAR $8.000.000
REGALOS CUMPLEAÑOS OFICIALES CJE $4.000.000
REGALO CUMPLEAÑOS SRAS. OFLES. CJE $2.100.000
REGALO CUMPLEAÑOS CP y EC CJE $18.000.000
751
REGALO CUMPLEAÑOS OFICIALES GENERALES $11.750.000
REFALO CUMPLEAÑOS SRAS. GENERALES $9.400.000
REGALO MATRIMONIO HIJO GENERALES $6.300.000
REGALOS DE MATRIMONIO $25.000.000
AJUAR NACIMIENTO HIJOS PERSONAL CJE $1.000.000
AUXILIAR AEROPUERTO $6.000.000
APOYO EX – CJE $38.400.000
HOTELES, PASAJES Y OTROS C/S EN EL PAÍS $30.000.000
GASTOS AYUDANTÍA CJE $5.000.000
GASTOS VARIOS E IMPREVISTOS ESCOLTA CJE $15.000.000
FUNCIONAMIENTO PELUQUERÍA Y SASTRERÍA CJE $2.000.000
EVALUACIÓN CONCURSO LITERARIO $1.000.000
GASTOS AEROPUERTO (EXCESO EQUIPAJE) $10.000.000
DIARIO LA SEGUNDA $1.000.000
OBSEQUIOS OFICIALES DESTINADOS $2.000.000
NAVIDAD PERSONAL CASA CDO $1.500.000
HOTELES C/S AL EXTRANJERO $30.000.000
GASTOS AUXILIAR CJE $5.000.000
ROTARY CLUB $1.000.000
REPOSTERO $21.000.000
RECUERDO SRAS. OFLES GENERALES (ASENSO Y RETIRO) $40.000.000
LIBRE DISPONIBILIDAD $175.000.000
TOTAL DE GASTOS $745.200.000

US$ 1.320.000 x $500 =$660.000.000


$7.100.000 x 12 =$85.200.000
TOTAL DE INGRESOS $745.200.000

29.- La circunstancia de aparecer suscribiendo el inculpado


IZURIETA las rendiciones de cuentas de gastos reservados
efectuados al Contralor General de la República durante los
periodos 2006, 2007, 2008 y 2009 con sus respectivos anexos en
los cuales, según detalle allí contenido, esos fondos fueron destinados a
actividades de inteligencia, contra inteligencia y seguridad,
características que no posee ninguno de los destinos identificados en el
punto anterior y detallados por los declarantes en los numerales que le
anteceden y realmente se les dio a gran parte de esos recursos
entregados al tenor de la Ley Nro. 19.974 que trata sobre el sistema de
inteligencia del Estado y crea la Agencia Nacional de Inteligencia.
30.- La circunstancia de haber firmado el encausado
IZURIETA las correspondientes declaraciones juradas adjuntas a
los documentos anteriormente sindicados por las cuales expone
bajo juramento que en cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 6° de
752
la Ley N° 19.863, procede a “[…] declarar bajo juramento que los
egresos de los Gastos Reservados, autorizados conforme a la Glosa N°
03, de la Partida 11, Capítulo 01 ‘Ejército de Chile’, de la Ley N° 20.882
que aprobó el Presupuesto del Sector Público para el año […] fueron
empleados en fines propios de las actividades respectivas del Ejército de
Chile, y que con ellos no se efectuaron pagos a funcionarios públicos, ni
se emplearon para el financiamiento de campañas políticas, de partidos
políticos u organizaciones gremiales”.
Luego, y pese a que según lo declarado los recursos provenientes
de gastos reservados se habrían usado al tenor del artículo 6° citado, es
decir, para los fines propios de las actividades respectivas a que se
refiere el artículo 2°, esto es, “[…] para el cumplimiento de sus tareas
públicas relativas a la seguridad interna y externa y el orden público del
país y a las funciones inherentes a la Jefatura de Estado, y que por su
naturaleza requieran de reserva o secreto”, tal manifestación formulada
bajo juramento y presentada al Contralor General de la República, no se
condice con el destino que –según aparece en las declaraciones que
preceden– se le habría dado a los mencionados fondos recibidos en la
Comandancia en Jefe por ese concepto.
31.- La circunstancia de aparecer que una gran cantidad de
gastos dispuestos por el imputado durante su periodo como
Comandante en Jefe del Ejército, carecían de trazabilidad, por
ausencia de registro y documentación de respaldo, y ser, a su
vez, precisamente los fondos provenientes de gastos reservados
los únicos recursos recibidos por el Ejército de Chile que no
debían ser justificados, cuya documentación de respaldo era
destruida y cuya rendición anual ante el órgano controlador solo era
general.

Por estas razones y de conformidad, además, con lo dispuesto en


los artículos 274 a 278 del Código de Procedimiento Penal, se declara
que se somete a proceso a OSCAR RODRIGO SEBASTIÁN
IZURIETA FERRER en su condición de:
a) AUTOR del delito reiterado de MALVERSACIÓN DE
CAUDALES PÚBLICOS que prevé y sanciona el artículo 233 en
vinculación con el artículo 238, ambos del Código Penal, perpetrado
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entre marzo de 2006 y marzo de 2010, relacionado con un perjuicio
total provocado al Fisco de Chile ascendente a la época de los hechos a
la suma de $3.975.900.659.- (tres mil novecientos setenta y cinco
millones novecientos mil seiscientos cincuenta y nueve pesos),
(considerando el valor promedio anual del dólar en los periodos
respectivos) y equivalentes a 116.166,7 UTM, que en la actualidad
corresponden a la suma de $6.374.996.162.- (seis mil trescientos
setenta y cuatro millones novecientos noventa y seis mil ciento
sesenta y dos pesos).
b) AUTOR del delito reiterado de FALSEDAD DE
DOCUMENTO PÚBLICO que prevé y sanciona el artículo 367 numeral
5° del Código de Justicia Militar en vinculación con el artículo 193
numeral 4° del Código Penal, relacionado con las rendiciones de cuenta,
declaraciones juradas y sus anexos, respecto de los gastos reservados
correspondientes a los ejercicios presupuestarios de los años 2006,
2007, 2008 y 2009 que fueron remitidas al Contralor General de la
República de la época.
A fin de dar cumplimiento a lo previsto en el artículo 143 del
Código de Justicia Militar, despáchese mandamiento de embargo sobre
los bienes del encartado, para satisfacer en forma suficiente el pago de
los perjuicios, fijando el monto en la suma de $6.500.000.000 (seis mil
quinientos millones de pesos).
Por conllevar la presente determinación de procesamiento el
arraigo de pleno derecho del encausado OSCAR RODRIGO SEBASTIÁN
IZURIETA FERRER, de conformidad con lo que dispone el inciso primero
del artículo 305 bis C del Código de Procedimiento Penal, ofíciese en tal
sentido a la Policía de Investigaciones de Chile.
Encontrándose actualmente detenido, notifíquese personalmente
al encausado ÓSCAR RODRIGO SEBASTIÁN IZURIETA FERRER y désele
orden de ingreso en calidad de procesado y en prisión preventiva.
Notifíquese personalmente o por cédula al apoderado del
imputado.
Ejecutoriada que sea esta resolución, procédase a la filiación del
encartado, por el servicio correspondiente.

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