Capítulo Ii
Capítulo Ii
Capítulo Ii
PERSPECTIVA TEÓRICA
Desesperanza
Una vez aclarado esto, Tovar y Montaño (2012) afirman que la desesperanza
es entonces “un estado en el que el individuo no emite respuestas para evitar la
estimulación aversiva, ya sea porque no encuentra ningún reforzador ante la
conducta de escape, o bien porque le es imposible escapar.” (p.3) en donde la
exposición constante a estímulos aversivos tiene consecuencias importantes en el
organismo.
Por su parte, Stotland (1969) es citado por Tovar y Montaño (2012) quienes
simplifican su concepto de desesperanza afirmando que “la desesperanza es
concebida como un sistema de esquemas cognitivos que tienen en común ciertas
expectativas negativas acerca del futuro, sea este inmediato o remoto” (p.3). En
este mismo sentido, Flórez, González & Gil (2014) agregan que “es una condición
psicológica en la que un sujeto aprende a creer que está indefenso, que no tiene
ningún control sobre la situación en la que se encuentra y que cualquier cosa que
haga es inútil.” (p.13), dando de esta forma como resultado que asuma posturas
pasivas frentes a situaciones dolorosas, incluso cuando puede cambiarlo. Es
decir, la persona desesperanzada posee un sistema de creencias que está regida
por el sentimiento de incapacidad de salir adelante por sí solo sin importar lo que
haga, porque considera que sus acciones no están ligadas a las consecuencias
que se derivan de dichas acciones, lo cual genera la creencia de que no podrá
solucionar los diversos problemas que afrontará a futuro, evidenciando de esta
forma una actitud de indefensión.
Es importante recalcar la referencia que Flórez, González & Gil (2014) hacen
de la indefensión respecto a su concepto de desesperanza, puesto que para poder
hablar de desesperanza, es inevitable tener que hablar de indefensión, dado que
en ocasiones su uso suele ser confundido con la desesperanza, y a pesar de estar
estrechamente ligados, no se puede tomar como términos unificados. Para
explicarlo es importante conocer los orígenes del constructo de desesperanza.
Para el caso de los seres humanos en los estudios de Hiroto (1974) e Hiroto
y Seligman (1975) se demostró también el efecto, identificando el fenómeno de la
indefensión mediante tres déficits en las siguientes perspectivas:
Características de la desesperanza
Por su parte, según Frankl (2001) mencionado por Tovar y Montaño (2012)
“la desesperanza por una causa existencial puede acentuar el riesgo suicida, más
aún en sujetos cuyas condiciones personales de salud física, social y económica
son favorables, que cuando tales condiciones no son tan buenas“(p.5).
A través de lo expuesto, se evidencia que el constructo de desesperanza
posee una complejidad intrínseca a la hora de enmarcar su estructura teórica; sin
embargo, han sido numerosos los estudios que se han realizado sobre este tema.
Esto es afirmado de esta manera por Pérez y Díaz-Berciano (2005), mencionado
por Galindo y Ardila (2012), quienes dicen que “el concepto de desesperanza ha
tenido una gran evolución en cuanto a investigación y es de resaltar la gran
importancia que tiene en distintas áreas” (p14). Haciendo alusión a esto último,
Domjam (1999), referido por Galindo y Ardila (2012), afirma que “Dentro de estas
aplicaciones, destaca el envejecimiento, el rendimiento académico, el dolor
crónico, el rendimiento atlético, la propensión a infartos, el trato discriminatorio y el
dolor producido por la pérdida de un ser querido.” (p14).
Para ello se tomó una muestra de doscientos cuatro (204) sujetos de ocho
parroquias del municipio Cabimas en el lapso comprendido de noviembre 2015 a
julio del 2016. Se utilizó como herramientas de trabajo la observación directa y la
aplicación de la encuesta mediante la escala dicotómica, a través de la
implementación de un instrumento de recolección de datos o cuestionario
constituido por veintiún (21) preguntas, con dos opciones de respuestas SI y NO,
lo que permitió la verificación del problema plantead. Se midió la variable,
mediante la aplicación de la Escala de Desesperanza de Beck, el cual es un
cuestionario autoadministrado que valora la actitud de la persona ante su
bienestar y sus expectativas futuras.
Hostilidad
Pandemia COVID-19
El Covid-19, según la OMS (2020), “es una enfermedad infecciosa del tipo
coronaria”, y explica que el nombre se toma de las palabras "corona", "virus"
y disease (enfermedad en inglés), mientras que 19 representa el año en que
surgió. Por su parte, la UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia,
por sus siglas en inglés, 2020), menciona que el Covid-19 es una enfermedad
ocasionada por una nueva cepa de coronavirus y afirma que, a su vez, es un
nuevo virus asociado a la misma familia de virus del síndrome respiratorio agudo
severo (SRAS) y a algunos tipos de resfriado común.
El origen del virus se dio en Wuhan (Hubei, China), donde ocurrió un brote
de una nueva neumonía por coronavirus en diciembre de 2019. A principios del
año 2020, la enfermedad por el nuevo coronavirus (Covid-19) comenzó a
extenderse por toda China; razón por la cual era considerada, hasta entonces,
como epidemia. Sin embargo, el 11 de marzo la OMS declara el Covid-19 como
pandemia, puesto que se habían reportado 118.000 casos de infectados en 114
países, con 4.291 casos de personas fallecidas y se esperaba que las cifras
siguieran en aumento.
Por otro lado, García. J, Agüero. J, Parra. J y Santos. M (2010), definen las
infecciones como “la presencia y multiplicación de un microorganismo en los
tejidos del huésped; representa la interacción del agente patógeno con el
huésped” (p.2). La enfermedad infecciosa, por su parte, “es la expresión clínica del
proceso infeccioso, traduciendo en signos y síntomas tanto el daño causado por el
agente infeccioso como el resultado de la inflamación resultante” (p.2).
Coronavirus
Los coronavirus son una familia de virus que causan infección en los
seres humanos y en una variedad de animales, incluyendo aves y
mamíferos como camellos, gatos y murciélagos. Se trata de una
enfermedad zoonótica, lo que significa que pueden transmitirse de los
animales a los humanos (2). Los coronavirus que afectan al ser humano
(HCoV) pueden producir cuadros clínicos que van desde el resfriado
común con patrón estacional en invierno hasta otros más graves (p.4).
La OMS (2020), por su parte, menciona que los coronavirus son una extensa
familia de virus que pueden causar enfermedades tanto en animales como en
humanos. En los humanos, varios coronavirus causan infecciones respiratorias
que pueden ir desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el
síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo
severo (SRAS). En este sentido, Ávila. J (2020) afirma que “los coronavirus que
afectan al humano por transmisión zoonótica, suelen causar problemas de salud
epidémicos en brotes de mayor gravedad e impacto social” (p.4).
Epidemia – Pandemia
El autor antes citado (2020), haciendo mención de la OMS, afirma que para
que pueda aparecer una pandemia es necesario:
Fundamentación Legal
Resulta evidente que el basamento legal constituye uno de los pilares más
importantes dentro de la investigación científica en cualquier área del
conocimiento, pues permite alcanzar, al llevar a cabo la investigación, una visión
amplia de las implicaciones legales del trabajo que ha llevado a cabo.