Proverbios
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Proverbios
Estructura de Proverbios
Es una compilación cuya unidad debe hallarse en la naturaleza general de su contenido. La declaración que
sigue, «El principio de la sabiduría es el temor de Jehová» (1.7), resume el tema de Proverbios, tema que
resalta a través del libro.
Después de los primeros siete versículos, el libro se desarrolla como una típica compilación:
Proverbios para la juventud, 1.8–9.18
El padre señala a su hijo (o el maestro a su discípulo) las ventajas de buscar la sabiduría y evitar la necedad.
Elabora sus ideas en poemas o discursos que son extensiones del proverbio. Digna de mención es la
personificación de la sabiduría en 1.20–23; 8 ; 9.1–16 .
Proverbios de Salomón, 10.1–22.16
Esta colección recoge dichos sueltos que, por lo general, no abarcan más de un versículo, lo cual caracteriza
también a la otra colección atribuida a Salomón (25–29).
Proverbios sobre diferentes asuntos, 22.17–24.34
Esta sección incluye dos colecciones de instrucciones prácticas, en las que son notables los paralelos entre
22.17–23.11 y los proverbios de Amenemope de Egipto. Tales paralelos no son de extrañar, ya que este tipo
de literatura circulaba en Egipto, Canaán y Mesopotamia desde el segundo milenio a.C.
La singularidad de la fe israelita, aunada a la inspiración divina, evidentemente dio nueva expresión a estas
preocupaciones de su ambiente cultural, conforme a un propósito especial.
Otros proverbios de Salomón, 25.1–29.27
Estos proverbios los compilaron los empleados de Ezequías allá por el año 700 a.C. Son semejantes a los de
la segunda sección, aunque abundan los proverbios comparativos y es menor el número de los proverbios
antitéticos.
Las palabras de Agur, 30.1–33
No hay datos precisos en cuanto a este personaje, ni tampoco acerca de las otras personas mencionadas.
Los proverbios numéricos en los versículos 15–33 pueden constituir otra colección.
Palabras del rey Lemuel, 31.1–9
La frase introductoria de esta breve colección puede traducirse lo mismo «Lemuel, rey de Masa» que
«Lemuel, la profecía». Contiene consejos para un rey.
Poema sobre la mujer virtuosa, 31.10–31
Poema acróstico independiente en honor de la ˓eshet jayil , giro insólito que apunta a la mujer, más valiente
o decidida que virtuosa.
La Naturaleza de un Proverbio
La palabra hebrea “proverbio” se traduce también como “sátira” (Is 14:4), “oráculo” (Nm 23:7, 18) y
“parábola” (Ez 17:2); por tanto, su significado es considerablemente más amplio que el término en español.
Esto puede ayudar a explicar la presencia de las secciones de discursos más largos de los caps. 1-9. La mayoría
de los proverbios son declaraciones cortas y compactas que expresan verdades sobre la conducta humana.
A menudo hay alguna repetición de alguna palabra o sonido que ayude a la memorización.
En la sección más larga del libro (10:1-22:16) la mayoría de los proverbios constan de dos líneas, y los de los
caps. 10-15 casi siempre expresan un contraste. A veces el escritor hace simplemente una observación
general, como “Vara mágica es el soborno para quien lo ofrece” (17:8; cf. 14:20), pero generalmente él evalúa
la conducta “el que aborrece el soborno vivirá” (15:27). De hecho, muchos proverbios describen las
consecuencias de una acción particular o rasgo del carácter: “El hijo sabio es la alegría de su padre” (10:1).
Debido a que los proverbios fueron escritos primordialmente con propósitos instructivos, con frecuencia son
dados en forma de mandatos: “No te des al sueño, o te quedarás pobre” (20:13). Aunque no se usa la forma
imperativa, la acción deseada queda en claro (14:5).
Un aspecto común de los proverbios es el uso del lenguaje figurado: “Como el agua fresca a la garganta
reseca son las buenas noticias desde lejanas tierras” (25:25). En el cap. 25 solamente hay 11 versículos que
comienzan con “Como”. Estas comparaciones hacen que los proverbios sean más vívidos y poderosos. En
ocasiones, la comparación se emplea de modo humorístico o sarcástico: “Como argolla de oro en hocico de
cerdo es la mujer bella pero indiscreta” (11:22; cf. 26:9), o “Sobre sus goznes gira la puerta; sobre la cama,
el perezoso” (26:14). Es igualmente efectivo el uso de metáforas: “La enseñanza de los sabios es fuente de
vida” (13:14), y “La lengua que brinda consuelo es árbol de vida” (15:4). Según 16:24, “Panal de miel son las
palabras amables”. La imagen de la siembra y la cosecha se usa tanto de forma positiva como negativa (cf.
11:18; 22:8).
La repetición de proverbios enteros (6:10-11 con 24:33-
34; 14:12 con 16:25; 20:16 con 27:13) o partes de
proverbios pueden cumplir objetivos poéticos. Una
ligera variación le permite al escritor (o escritores)
emplear la misma imagen para llegar a un punto
relativo (como en 17:3; 27:21) o sustituir una palabra
para lograr una mayor claridad o un énfasis diferente
(19:1; 28:6). En 26:4-5 la misma línea se repite de modo
aparentemente contradictorio, pero esto fue diseñado
para presentar dos casos diferentes.
A veces el libro de Proverbios es muy franco y grosero (6:6; 21:9; 25:16; 26:31, 11). Esta es la naturaleza de
la literatura sapiencial al pretender que los pecadores lleguen al conocimiento de una verdad, y así puedan
volverse de sus malos caminos.