APENDICITIS AGUDA Secion Edu

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UNIVERSIDAD AUTONOMA DEL BENI “JOSE BALLIVIAN”

FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD


CARRERA - ENFERMERÍA

HOSPITAL EDUARDO EGUIA

PLAN DE SESIÓN EDUCATIVA

ÁREA: Servicio de cirugía- medicina

TEMA: Apendicitis Aguda

RESPONSABLE: Noemi Flores Ali

INTRODUCCIÓN:

La apendicitis aguda es una de las causas más frecuentes de abdomen agudo.


Habitualmente se origina por la obstrucción de la luz del apéndice debido a un
fecalito o apendicolito formado dentro del mismo, lo que conlleva el aumento
secundario de la secreción a su luz y el cese de la resorción. Esto condiciona un
aumento de la presión intraapendicular, la detención segmentaria del flujo
sanguíneo en la pared intestinal, en primer lugar en la mucosa y por último en todo
el espesor de la pared. Las bacterias (generalmente anaerobias) que se
multiplican en la luz apendicular migran hacia la cavidad peritoneal por la pared
lesionada del apéndice. La enfermedad no tratada con frecuencia conduce a una
perforación de la pared apendicular y a una peritonitis generalizada. Con menor
frecuencia suele formarse un absceso local o un infiltrado inflamatorio peri
apendicular (plastrón), que puede absorberse si con el tiempo se desbloquea
espontáneamente el drenaje del apéndice.

JUSTIFICACIÓN:

Tiene como finalidad, dar a conocer de manera más significativa a pacientes del
servicio de cirugía a cerca de de la apendicitis ya que durante la práctica se pudo
identificar el ingreso de muchos pacientes con esta patología.

OBJETIVO GENERAL:

Brindar información sobre la apendicitis aguda a los /las pacientes del servicio de
cirugía del hospital Eduardo Eguía y asi coadyuven en la disminución de esta
patología.
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OBJETIVO ESPECÍFICOS:

 Informar sobre que es la apendicitis aguda


 Informar sobre causas de la apendicitis aguda
 Informar sobre los signos y síntomas de la apendicitis aguda
 Indicar sobre las complicaciones de apendicitis
 Brindar información sobre la prevención de la apendicitis aguda

METODOLOGÍA:

Explicativo, participativo.

PARTICIPANTES:

Pacientes del servicio de cirugía del Hospital Eduardo Eguia

Familiares de los pacientes hospitalizados

RECURSOS HUMANOS:

 Pacientes del servicio de cirugía del Hospital Eduardo Eguia.


 Lic. Docente asistencial
 Int. Noemi flores Ali

RECURSOS MATERIALES:

 Rotafolio

RECURSOS ECONÓMICOS:

 Marcadores 4
 Hojas 10
 Impresiones 20
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34 bs

LUGAR:

Se llevara a cabo en fecha 7 de enero del presente año en el servicio de cirugía


del Hospital Eduardo Eguía.

TIEMPO:

Saludo y presentación 1 min

Explicación 10min

Preguntas evaluación 5min

16min

CONCLUSIONES:

De acuerdo con el objetivo planteado y bajo la supervisión de la Lic. Responsable


del servicio, la sesión educativa tuvo un buen resultado ya que del 100% de los
pacientes a las que se dio la sesión educativa el 98% obtuvieron información,
adecuada y precisa fortaleciendo sus conocimientos sobre la Apendicitis Aguda..
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PLAN DE SESIÓN EDUCATIVA

TEMA : Apendicitis Aguda AREA: Cirugía

LUGAR: Hospital Eduardo Eguia FECHA: 07/01/2022

OBJETIVO CONTENIDO METODOLOGIA MATERIAL TIEMPO EVALUACION


Brindar -Informar sobre que La metodología que Rotafolio El período de Se logra brindar
información es la apendicitis se utilizará será Dibujos tiempo de la información
sobre la aguda explicativa, sesión adecuada sobre la
apendicitis -Informar sobre sus participativa educativa será Apendicitis Aguda
aguda a los causas de 20 ya que se evalúa
/las pacientes -Informar sobre los minutos mediante una
que asisten al signos y síntomas lluvia de preguntas
hospital -Indicar sobre las con resultados
Eduardo complicaciones de positivos
Eguia la patología
-Brindar información
sobre la prevención
de la apendicitis
aguda
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Tupiza

A: Lic.Paola Ocampo ………………………………..


DOCENTE DE INTERNADO ROTATORIO ENF

VIA: Lic. Olga Bustamante B. ……………………………..


JEFEDE ENFERMERAS
HOSPITAL EDUARDO EGUIA

VIA: Lic. Elizabeth Vidaurre


……………………….. RESPONSABLE DEL SERVICIO
CIRUGIA – MEDICINA

DE: Noemi flores Ali ………………………


INTERNA DE ENFERMERIA U.A.J.M.S.

OBJETIVO: INFORME NARRATIVO DE LA SESION EDUCATIVA REALIZADA


EN EL SERVICIO DE CIRUGIA DEL HOSPITAL EDUARDO EGUIA EN FECHA
07 DE enero DEL 2022.

Mediante la presente, me dirijo a usted para hacerle conocer sobre la sesión


educativa de Apendicitis Aguda realizada en el servicio de CIRUGIA del Hospital
Eduardo Eguía.

Así mismo darle a conocer el porqué del tema escogido, el tema tuvo como
finalidad, brindar información adecuada, y fortalecer los conocimientos del
paciente para poder prevenir oportunamente, sobre el contenido de la información
brindada que fue:

 Que es Apendicitis Aguda


 Causas de la Apendicitis Aguda
 Síntomas de la Apendicitis Aguda
 Prevención de la Apendicitis Aguda
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CONCLUSION:

Con este informe me permito darle a conocer que de acuerdo al objetivo planteado
de llegar con la información a un 100% de los pacientes donde se logra un 98%,
fue muy confortable saber los resultados al momento de la evaluación realizada ya
que pude saber que los pacientes me brindaron su atención al momento de la
explicación y quedaron con la información adecuada para que la pongan en
práctica.
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APENDICITIS AGUDA
INTRODUCCIÓN

Es la afección quirúrgica que con más


frecuencia se presenta en las
emergencias de los hospitales.

Se conoce que en la época medieval


aparece la descripción de una terrible
enfermedad caracterizada por una
tumoración grande conteniendo pus y
que fue denominada “Fosa Ilíaca”.
Hasta antes del siglo XIX fue aceptado
que la fosa ilíaca era originada por la
inflamación del ciego y no del apéndice.

El término apendicitis fue propuesto en 1886 por el patólogo Reginald Fitz en su


notable “Inflamación perforante del apéndice vermiforme”.

En 1887 T. G. Morton hizo la primera apendicectomía exitosa por ruptura del


apéndice y a partir de entonces la operación para apendicitis se hizo común.

En 1889 Charles McBurney describió su famoso punto doloroso y razonó


correctamente que, realizar una operación exploratoria prontamente con el
propósito de examinar y extraer el apéndice antes de que se perfore, era menos
dañino que el tratamiento expectante.

1.    ANATOMÍA DEL APÉNDICE

El apéndice cecal o vermicular morfológicamente representa la parte inferior del


ciego primitivo. Tiene la forma de un pequeño tubo cilíndrico, flexuoso, implantado
en la parte inferior interna del ciego a 2-3 cm por debajo del ángulo iliocecal,
exactamente en el punto de confluencia de las tres cintillas del intestino grueso.
Sus dimensiones varían desde 2,5 cm hasta 23 cm, su anchura de 6-8 mm, es
mayor a nivel de la base del órgano, la cual a veces (en niños) se continúa con la
extremidad del ciego, sin línea de demarcación bien precisa.

Exteriormente es liso de color gris rosado. Interiormente comprende una cavidad


central que en su extremidad libre termina en fondo de saco y en el otro extremo
se continúa con el ciego, en el que algunas veces se encuentra un repliegue
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valvular, llamado válvula de Gerlach, la cual se aplica sobre el orificio cuando el


ciego se distiende, impidiendo así hasta cierto punto que las heces penetren en la
cavidad apendicular. Aparentemente no desempeña ningún papel en la patogenia
de la apendicitis.

Posición.- El apéndice, por estar ligado al ciego, sigue a este órgano en sus
diversas posiciones. De acuerdo a esto el apéndice puede adquirir una posición
normal en fosa ilíaca derecha, pero otras veces puede encontrarse en la región
lumbar derecha delante del riñón o debajo del hígado (posición alta), otras veces
puede localizarse en la cavidad pelviana (posición baja) y muy raras veces en la
fosa ilíaca izquierda (posición ectópica).
Sin embargo, independientemente de la posición del ciego, el apéndice en relación
al mismo ciego presenta una situación que varía mucho según los casos. Sin
embargo, hay un punto de este órgano que ocupa con todo una situación poco
menos que fija, aquél en que aboca la ampolla cecal (base del apéndice). Si a
nivel de ese punto trazamos una línea horizontal y otra vertical, podemos catalogar
a la situación del apéndice en: ascendente, descendente interna o externa,
anterior o posterior (retrocecal) o cualquier otra variedad que adquiera según la
posición con respecto a estas líneas.

Según esto la posición descendente interna es la más frecuente: 44%, le sigue la


posición externa 26%, la posición interna ascendente 17% y después la retrocecal
13%. Estas distintas situaciones y posiciones que adquiere el apéndice nos
explican la variedad de zonas y puntos dolorosos que a veces dificultan el
diagnóstico de apendicitis aguda.

Fijación.- El apéndice se encuentra


fijado en su base al ciego y a la
porción terminal del ileón por el
mesoapéndice, sin embargo en
algunas oportunidades puede
formar un meso cuyo borde se fija
al peritoneo de la fosa ilíaca y en
otras no existe meso y el peritoneo
lo tapiza aplicándolo contra el
plano subyacente (apéndice
subseroso).
El apéndice está constituido por cuatro túnicas, una serosa, una muscular, la
submucosa y mucosa.

La túnica serosa que recubre a toda la superficie es lo que va a constituir el meso


del apéndice y en cuyo borde libre discurre la arteria apendicular, que es una de
las cuatro ramas de la arteria mesentérica superior y que desciende por detrás del
ángulo iliocecal, cruza la cara posterior del ileón y se introduce en el
mesoapéndice.
La túnica muscular sólo dispone de dos capas de fibras musculares: las
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longitudinales y las circulares.

La túnica mucosa y submucosa es igual a la del intestino grueso, presenta un


epitelio cilíndrico, una estroma reticulada, una muscular mucosa y glándulas
tubulares. Sólo se diferencia por el tejido linfoide de gran desarrollo que se ha
comparado a la amígdala o a una vasta placa de Peyer.

Vasos y Nervios.- ya hemos dicho que la arteria apendicular es la que va a irrigar


dicho órgano y está acompañada generalmente de la vena apendicular que va a
unirse a las venas del ciego.
Los linfáticos que se inician en los folículos linfoides atraviesan directamente la
túnica muscular y van a continuarse con los linfáticos subserosos del apéndice, del
ciego, del colon ascendente, del mesenterio, etc.

Los nervios del apéndice proceden, como los del ciego, del plexo solar, por medio
del plexo mesenterio superior.

2.    EPIDEMIOLOGÍA

Se considera que la poblacion general es afectada en un 7% y se puede presentar


en todas las edades, sin embargo, es rara en los extremos de la vida, en donde la
mortalidad es mayor por lo dificultoso del diagnóstico y porque el organismo
adolece de un buen sistema de defensa.
La mayor incidencia se encuentra entre 7 y 30 años, el sexo masculino es
comprometido mayormente en un 20% más y es innegable una tendencia
hereditaria.

Se admiten factores predisponentes o asociados con el cuadro apendicular, así:


los excesos alimentarios, las dietas carneas y el estreñimiento deben tenerse en
cuenta.

Etiológicamente se ha considerado como mecanismo principal de inicio de la


apendicitis aguda, la obstrucción de la luz apendicular. Ésta podría ser generada
por múltiples factores, entre ellos el aumento de tamaño de los linfáticos locales,
los cuales actuarían igual que las amígdalas faríngeas y sufrirían a su vez el
ataque de gérmenes dando lugar a la inflamación aguda. En los pródromos del
sarampión la hiperplasia linfoide puede obstruir el apéndice y causar apendicitis,
en estos casos, células características multinucleadas (células de Warthin
Finkeldey) son encontradas en los folículos linfoides.

Otro factor desencadenante son los cuerpos extraños localizados en la luz


apendicular, entre ellos el coprolito, que es una masa central orgánica rodeada de
capas de sales de fosfatos y carbonatos, se encuentra en aproximadamente 30%
de casos. Aunque es muy común encontrar enterobios vermiculares en pacientes
operados de apendicitis, ellos muy raramente producen obstrucción apendicular,
en cambio los Ascaris lumbricoides son causa frecuente de obstrucción.
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Los cuerpos extraños, acodamientos o bridas en el apéndice pueden producir


obstrucción de la luz, asimismo la tuberculosis peritoneal, así como el tumor
carcinoide, linfomas ocasionalmente pueden causar obstrucción o apendicitis.

Otras causas como arteritis obliterante o embolia son poco frecuentes.

3.    ETIOPATOGENIA

Todo empieza por una obstruccion de la luz apendicular: hiperplasia de los


folículos linfoides, coprolitos, cuerpos extraños, parásitos, acodamientos por
bridas, TBC, tumores, etc., condicionando el medio propicio para la proliferacion
bacteriana que va a desencadenar el proceso inflamatorio infeccioso (Bacteroides
fragilis, E. coli).

La apendicitis es un proceso evolutivo, secuencial, de allí las diversas


manifestaciones clínicas y anatomopatológicas que suele encontrar el cirujano y
que dependerán fundamentalmente del momento o fase de la enfermedad en que
es abordado el paciente, de allí que se consideren los siguientes estadíos:

3.1.    Apendicitis Congestiva o Catarral

Cuando ocurre la obstrucción del lumen apendicular se acumula la


secreción mucosa y agudamente distiende el lumen. El aumento de la
presión intraluminal produce una obstrucción venosa, acúmulo de bacterias
y reacción del tejido linfoide, que produce un exudado plasmoleucocitario
denso que va infiltrando las capas superficiales. Todo esto
macroscópicamente se traduce en edema y congestión de la serosa y se
llama apendicitis congestiva o catarral.

3.2.    Apendicitis Flemonosa o Supurativa

La mucosa comienza a presentar pequeñas ulceraciones o es


completamente destruida siendo invadida por enterobacterias,
coleccionándose un exudado mucopurulanto en la luz y una infiltración de
leucocitos neutrófilos y eosinófilos en todas las túnicas incluyendo la serosa,
que se muestra intensamente congestiva, edematosa, de coloración rojiza y
con exudado fibrino-purulento en su superficie (Lámina 5:1); si bien aún no
hay perforación de la pared apendicular, se produce difusion del contenido
mucopurulento intraluminal hacia la cavidad libre.

3.3.    Apendicitis Gangrenosa o Necrótica

Cuando el proceso flemonoso es muy intenso, la congestión y rémora local


y la distensión del órgano producen anoxia de los tejidos, a ello se agrega la
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mayor virulencia de las bacterias y a su vez el aumento de la flora


anaeróbica, que llevan a una necrobiosis total. La superficie del apéndice
presenta áreas de color púrpura, verde gris o rojo oscuro, con
microperforaciones, aumenta el líquido peritoneal, que puede ser
tenuamente purulento con un olor fecaloideo.

3.4.    Apendicitis Perforada

Cuando las perforaciones pequeñas se hacen más grandes, generalmente


en el borde antimesentérico y adyacente a un fecalito, el líquido peritoneal
se hace francamente purulento y de olor fétido, en este momento estamos
ante la perforación del apéndice.

Toda esta secuencia debería provocar siempre peritonitis, si no fuera


porque el exudado fibrinoso inicial determina la adherencia protectora del
epiplon y asas intestinales adyacentes que producen un bloqueo del
proceso que, cuando es efectivo, da lugar al PLASTRON APENDICULAR, y
aun cuando el apéndice se perfore y el bloqueo es adecuado, dará lugar al
ABSCESO APENDICULAR, éste tendrá una localización lateral al ciego,
retrocecal, subcecal o pélvico y contiene una pus espesa a tensión y fétida.

Cuando el bloqueo es insuficiente o no se produce, como en el niño que


presenta epiplon corto, la perforación del apéndice producirá una peritonitis
generalizada, que es la complicación más severa de la apendicitis (Lámina
1:1).

4.    BACTERIOLOGÍA

La flora bacteriana que se encuentra en la apendicitis es derivada de los


organismos que normalmente habitan el colon del hombre. El más importante
patógeno encontrado es el Bacteroides fragilis, que es una bacteria anaeróbica
Gram negativa y que en situaciones normales es uno de los menos frecuentes.

Le sigue en importancia una bacteria Gram negativa aeróbica, Escherichia coli;


una variedad de otras especies aeróbicas y anaeróbicas se ven con menos
frecuencia.

En la apendicitis aguda congestiva los cultivos de líquido peritoneal son a menudo


estériles. En los estados flemonosos hay un aumento en los cultivos aeróbicos
positivos, pero los anaeróbicos son raramente vistos. El porcentaje de
complicaciones infecciosas es bajo.

La presencia de apéndice gangrenoso coincide con cambios clínicos y


bacteriológicos dramáticos; el patógeno anaeróbico más comúnmente encontrado
es el Bacteroides fragilis, que hace su aparición en la flora, portando un
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incremento alarmante de complicaciones infecciosas tipo abscesos


postoperatorios.

5.    SÍNTOMAS

El síntoma capital de apendicitis es el dolor abdominal, este dolor es de inicio de


localización en la zona inferior del epigastrio o periumbilical independientemente
de la localización del apéndice dentro de la cavidad abdominal. Esto ocurre debido
a que el evento inicial en la apendicitis es la obstrucción con distensión del lumen;
los impulsos dolorosos desde la pared del apéndice distendidos son llevados por
las fibras simpáticas aferentes viscerales por mediación del ganglio celiaco a T10
y después referido al área umbilical en el dermatoma décimo.

El dolor generalmente se inicia en forma repentina en plena salud, algunos


pacientes amanecen con un malestar epigástrico de inicio gradual y generalmente
persistente, desagradable, un tanto angustioso pero soportable; este dolor dura
aproximadamente 6 horas en que el dolor se localiza en la fosa ilíaca derecha,
concomitan-temente con esto se presentan náuseas que algunas veces llegan al
vómito.

El cambio en la localización del dolor es un importante signo diagnóstico e indica


la formación de exudado alrededor del apéndice inflamado. Como la irritación
peritoneal aumenta, el dolor localizado se intensifica y suprime el dolor epigástrico
referido.

El paciente refiere el dolor en la fosa ilíaca derecha en el sitio o vecindad del punto
conocido con el nombre de McBurney. Se trata de un reflejo viscerosensitivo de
intensidad mediana, sensación de distensión o desgarro, más desagradable que
insoportable y que hace que el paciente adopte una posición antálgica de
semiflexión, tratando de no realizar movimientos que acentúen el dolor.

A toda esta secuencia de sintomatología se le llama cronología apendicular de


Murphy.
Aunque la anorexia se encuentra en la mayoría de pacientes operados de
apendicitis, en algunas oportunidades el paciente puede estar seriamente enfermo
y tener hambre.
Las variaciones de los síntomas son generalmente causados por una localización
anatómica inusual del apéndice o la presencia de otra enfermedad. Cuando el
apéndice es retrocecal el dolor puede ser en el flanco o posterior, si la punta
inflamada reposa a nivel del uréter el dolor puede ser referido a la región inguinal o
testicular y síntomas urinarios pueden estar presentes; similarmente, en
apendicitis pélvica con la punta cerca a la vejiga puede haber frecuencia urinaria o
disuria, y si se desarrolla un absceso pélvico los síntomas urinarios pueden ser
más severos e incluso puede haber diarreas, no obstante que al inicio de la
enfermedad el estreñimiento es la regla.
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6.    SIGNOS CLÍNICOS

Los signos clínicos encontrados en un paciente con apendicitis pueden ser desde
levemente sospechosos hasta un estado muy florido de signos abdominales.

Facies.- Al inicio no presenta nada de particular, aunque algunas veces la


expresión facial refleja disconfort y aprehensión. Cuando el cuadro es compatible
con perforación apendicular y peritoni-tis, la facies puede ser tóxica pálida y con
tinte terroso (facies peritonítica).

Posición.- En las primeras horas el paciente prefiere el reposo en posición dorsal;


cuando los síntomas se localizan en fosa ilíaca derecha se va adquiriendo una
posición antálgica de semiflexión del muslo sobre el abdomen, la cual se hace
más ostensible a medida que el proceso avanza.

Pulso.- Muy poco alterado al comienzo, va aumentando a medida que la


temperatura asciende. Ciertas formas gangrenosas suelen acompañarse de
bradicardia.

Temperatura.- En general no es elevada, sin embargo, en procesos flemonosos


agudos o complicados se encuentra temperatura elevada.
La diferencia apreciable entre la temperatura axilar y rectal se conoce con el
nombre de disociación de temperaturas, se le concede cierto valor cuando es
mayor de un grado. Su no presencia no invalida el diagnóstico.
Escalofríos significan bacteriemia y son propios de los procesos complicados.

7.    EXAMEN CLÍNICO

El diagnóstico precoz y por ende la apendicectomía temprana es esencial en el


tratamiento de apendicitis, muchas veces esto es posible con una historia clínica
breve y examen clínico compatible, pero en otros casos el diagnóstico se hace
muy difícil. De todas maneras se acepta llegar a un diagnóstico correcto
confirmado por cirugía en un 90% de casos.

El examen físico debe comprender todo el cuerpo para tratar de descartar


cualquier otra patología que nos pueda hacer confundir con apendicitis aguda.

Cuando se examina el abdomen es necesario comenzar por las zonas donde


suponemos que existe menos dolor y en forma suave hasta llegar a los puntos y
signos dolorosos del abdomen.

Punto de McBurney.- Se obtiene presionando la fosa ilíaca derecha en un punto


que corresponde a la unión del 1/3 externo con los 2/3 internos de una línea
trazada de la espina ilíaca anterosupe-rior derecha hasta el ombligo. El dolor
producido con esta maniobra es el encontrado con mayor regularidad.
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Signo de Blumberg.- Se obtiene presionando la pared de la fosa ilíaca derecha


con toda la mano y retirándola bruscamente, el dolor que se produce es la
manifestación de la inflamación del peritoneo apendicular y vecino.

El signo contralateral de Blumberg se realiza de la misma manera, pero


presionando la fosa ilíaca izquierda y despertando dolor en fosa ilíaca derecha.

Signo de Gueneau de Mussy.- Es un signo de peritonitis, se investiga


descomprimiendo cualquier zona del abdomen y despertando dolor.

Signo de Rousing.- Se despierta dolor en fosa ilíaca derecha al presionar la fosa


ilíaca izquierda y flanco izquierdo, tratando de comprimir el sigmoides y colon
izquierdo para provocar la distensión del ciego y compresión indirecta del
apéndice inflamado.

Punto de Lanz.- El dolor se puede obtener al presionar en un punto situado en la


unión del 1/3 externo derecho y 1/3 medio de la línea biespinosa. Se obtiene
cuando el apéndice tiene localización pélvica.

Punto de Lecene.- Se obtiene presionando a dos traveses de dedo por encima y


por detrás de la espina ilíaca anterosuperior derecha. Es casi patognomónico de
las apendicitis retrocecales y ascendentes externas.

Punto de Morris.- Situado en el 1/3 interno de la línea espino-umbilical derecha. Se


observa en apendicitis ascendente interna.

Otras zonas dolorosas se pueden encontrar en casos de situación ectópica del


ciego y apéndice. De ellos los más frecuentes son los subhepáticos.

Hiperestesia cutánea de Sherren.- Hipersensibilidad superficial en la zona


apendicular.

Prueba del Psoas.- Se coloca al paciente en decúbito lateral izquierdo e


hiperextendiendo la cadera se provoca dolor. Es positiva cuando el foco
inflamatorio descansa sobre este músculo.

Signo de la Roque.- La presión continua en el punto de Mc Burney provoca en el


varón el ascenso del testículo derecho por contracción del cremáster.

Tacto rectal.- Es un examen que debe realizarse de rutina. Aunque en muchas


ocasiones éste puede ser negativo, en algunos casos podemos encontrar un
fondo de saco de Douglas sumamente doloroso, sobre todo cuando hay
perforación del apéndice y derrame purulento, y en otras se puede palpar una
masa dolorosa que podría corresponder a un plastron o absceso apendicular.
Aparte de esto en muchas oportunidades es útil en el diagnóstico diferencial de
casos ginecológicos.
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8.    EXÁMENES AUXILIARES

Por lo general la apendicitis aguda de pocas horas se caracterizan por leucocitosis


de 10,000 a 15,000, glóbulos blancos con neutrofilia de 70% a 80% y desviación
izquierda por encima de 5% de abastonados, sin embargo no es raro encontrar
apendicitis aguda con leucocitos dentro de límites normales, en estos casos se
observa al paciente por 3-4 horas y se repite el examen, y ante la duda mejor es la
intervencion quirúrgica.

En casos complicados gangrenados o con peritonitis las cifras pueden ser más
elevadas.

La velocidad de sedimentación se modifica muy poco y cuando está muy


acelerada puede ser sinónimo de complicación.

El examen de orina nos orienta en el diagnóstico diferencial con afecciones


urinarias, aunque en algunos casos podemos encontrar orina patológica, sobre
todo cuando el apéndice está cerca de las vías urinarias, y en estos casos
debemos considerar infeccion urinaria cuando encontramos en el sedimento
cilindros granulosos o leucocitarios.

El diagnóstico de apendicitis aguda puede ser hecho generalmente por el cuadro


clínico. Cuando el diagnóstico es dudoso, una radiografía de abdomen simple de
pie podría darnos algunos datos, como un nivel hidroaéreo en el cuadrante inferior
derecho (asa centinela) o un fecalito calcificado que sería una evidencia de
apendicitis, pero esto último sólo es visto en un 20-30% de casos. Otros signos
son: escoliosis derecha, presencia de líquido peritoneal, masa de tejido blando y
edema de pared abdominal, signos que son muy pobres como diagnóstico.
Una radiografía de tórax es indicada cuando se sospecha peritonitis primaria por
neumonía.
La ecografía se usa en casos dudosos, si el apéndice es identificado por ecografia
se le considera inflamado, si no se le puede identificar se excluye la apendicitis. Es
segura en excluir enfermedades que no requieren cirugía (adenitis mesentérica,
ileítis regional, urolitiasis) así como diagnosticar otras entidades que sí requieren
tratamiento quirúrgico, como embarazo ectópico, quistes de ovario, etc.

La laparoscopía es el único método que puede visualizar el apéndice


directamente, pero tiene la desventaja de invasividad. Esto requiere anestesia y de
hecho es una operación que como cualquier otra tiene sus riesgos y
complicaciones.

9.    FORMAS CLÍNICAS

9.1.    Apendicitis en niños


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Es indudable que el interrogatorio y los exámenes semiológicos son más


dificiles. Tener en cuenta que el cuadro es atípico, con fiebre más alta y
más vómitos.

En los preescolares la tasa de perforación varía entre 50 y 85%, debido a


que presenta epiplon corto y el apéndice se puede perforar antes de las 24
horas (peritonitis), y en estos casos debemos conocer que el niño antes de
los 4 años no presenta abdomen en tabla.

9.2.    Apendicitis en ancianos

Los síntomas y signos son muy poco sugestivos, además de una


progresión más rapida de la enfermedad, todo ello retrasa el diagnóstico en
este grupo etáreo y por lo tanto la perforación apendicular es la regla,
aumentando la morbilidad y mortalidad. Ésta última en los mayores de 70
años llega a un 15%, siendo los factores coadyuvantes las enfermedades
asociadas cardiovasculares principalmente.

9.3.    Apendicitis en el embarazo

La apendicectomía por apendicitis aguda se lleva a cabo en 1 de cada


1000 a 1500 partos.

Los síntomas son confundidos con los producidos por el embarazo,


asimismo la leucocitosis es normal en estas pacientes.

El aumento de la vascularizacion en las estructuras permite el desarrollo


acelerado de la inflamación apendicular y éste, asociado al desplazamiento
del mismo hacia arriba y posterior al útero, hace retrasar el diagnóstico
haciéndolo confundir con signología vesicular.

La apendicitis en el embarazo puede producir parto prematuro y muerte en


útero por peritonitis.

10.    DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL

Si el paciente presenta signología de Murphy el diagnóstico es fácil. Si esta


signología se invierte hay que dudar del mismo. Temperatura al inicio de 39°C o
más, el dolor no tan vivo, buscar otra causa: gripe, amigdalitis, procesos virales.

Cuando el síndrome es muy doloroso y rápidamente evoluciona a peritonitis,


pensar en perforación de úlcera gastroduodenal.
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FACULTAD DE CIENCIAS DE LA SALUD
CARRERA - ENFERMERÍA

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El diagnóstico diferencial se debe realizar con todas las patologías abdominales y


las más frecuentes son:

Neumonía basal derecha


Peritonitis primaria
Colecistitis aguda
Diverticulitis de Meckel
Adenitis mesentérica
Parasitosis intestinal
Diverticulosis.
Perforacion tífica
Gastroenterocolitis aguda
Enteritis regional
T.B.C. peritoneal
Tumoraciones
Litiasis renal o ureteral
Infeccion urinaria
Quiste de ovario a pedículo torcido
Embarazo ectópico
Perforación uterina
Endometritis
Eclosión de óvulo
Púrpura de Henoch Schonlein
Hernia inguinal o crural incarcerada
Uremia

11.    TRATAMIENTO

Antes de iniciar el tratamiento se debe haber llegado al diagnóstico presuntivo, por


lo cual no se deben dar antálgicos ni antibióticos previos.
El tratamiento es la apendicectomía, sin embargo se debe considerar un
tratamiento preoperatorio, operatorio y postoperatorio.

11.1.    Tratamiento preoperatorio

Todo paciente debe ser evaluado completamente; iniciándose un tratamiento


de hidratación endovenosa que puede durar de 2 a 4 horas.

11.2.    Tratamiento operatorio

a.    Tratamiento operatorio convencional

El objetivo estará centrado en resecar el órgano enfermo y si existe una


peritonitis se procederá además a lavar y drenar la cavidad abdominal, la via
de abordaje dependerá del estado del proceso. En los procesos de pocas
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horas de evolución, bastará una incisión de Mac Burney o una incisión


transversa a lo Roque Davis (Arce)

Si el proceso tiene varias horas o días de evolucion, será necesario abordar


con una incisión amplia (Paramediana derecha, transrectal infraumbilical) que
permita una buena exéresis, un buen lavado peritoneal y adecuado drenaje.

La extirpación del apéndice (Lámina 5:2) puede ser en forma clásica con
sección del meso apendicular y su arteria y luego sección del apéndice desde
su base previa ligadura de la misma, a su vez el muñón apendicular puede
ser dejado libremente o ser invaginado mediante una jareta.

Cuando la apendicitis está complicada se debe dejar drenaje con salida


diferente a la herida operatoria.

b.    Tratamiento por vía Laparoscópica

En la actualidad se emplea la técnica laparoscópica para el tratamiento


quirúrgico de las diferentes formas de la apendicitis, aprovechando que dicha
técnica ofrece un buen campo operatorio, una excelente iluminación, permite
un completo lavado de la cavidad abdominal y un adecuado drenaje,
disminuyen la posibilidad de absceso residual. Como las pequeñas incisiones
no contactan con el pus ni con la pieza operatoria , no se infectarán, no habrá
o serán mínimas las posibilidades de infección de herida operatoria, la
pequeñez de las incisiones también minimiza la posibilidad de eventración.

12.    COMPLICACIONES EN LA APENDICITIS AGUDA

1er Día Postoperatorio:


        Hemorragia.
        Evisceración por mala técnica.
        Ileo adinámico.
2o ó 3er Día Postoperatorio:
        Dehiscencia del muñón apendicular.
        Atelectasia; Neumonía.
        I.T.U.
        Fístula estercorácea.
4o o 5o Día Postoperatorio
        Infección de la herida operatoria.
7o Dia Postoperatorio:
        Absceso intraabdominal.
10o Dia Postoperatorio:
        Adherencias.
15o Dia o Más:
        Bridas.
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En las apendicitis agudas sin perforacion en 5% de casos hay complicaciones. En


las apendicitis agudas con perforación las complicaciones se presentan en un 30%
de casos.
Habitualmente el curso postoperatorio de una apendicitis aguda sin perforación es
de una evolución sin sobresaltos y hay una enorme diferencia con la recuperación
tormentosa que acompaña a la extirpación de un apéndice perforado con
gangrena y con peritonitis; lo cual resalta la importancia del diagnóstico y
tratamiento tempranos.
       
A.    Infección de la Herida Operatoria

Las infecciones de la herida son causadas por abscesos locales en la Herida


operatoria por gérmenes fecales principalmente Bacteroides fragiles, a los que
siguen en frecuencia aerobios Gram (-); Klebsiela, Enterobacter, E. coli. Los
signos de infección; dolor , tumor , calor y rubor quizás no se encuentren. Los
signos iniciales son dolor excesivo y además molesto alrededor de la herida
operatoria de infección local.

Si se presentan estos signos deben abrirse de inmediato piel y tejidos


subcutáneos. No debe esperarse salida de pus, pues sólo conforme se licúa la
grasa necrosada aparece pus.

B.    Abscesos Intraabdominales

Suelen deberse a contaminación de la cavidad con microor-ganismos que


escapan del apéndice gangrenoso o perforado, también pero con menor
frecuencia es debido a derrame transoperatorio.

El absceso se manifiesta por fiebre héctica o en agujas, con fiebre, malestar y


anorexia recurrente.

 Los abscesos pélvicos producen diarrea y pueden ser palpados al tacto


vaginal o rectal; en algunos casos drena espontáneamente a vagina o
recto.
 El absceso subfrénico se puede diagnosticar por signos de derrame al tórax
suprayacente e inmovilidad del diafrag-ma afectado.
 El absceso intraabdominal puede requerir laparotomía exploratoria para su
diagnóstico.

Todos los abscesos deben ser drenados     .

C.    Fístula Cecal o Estercorácea

Puede deberse a :
    -    Retención de Cuerpo Extraño como grasa o dressing.
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    -    Puntos muy apretados.


    -    Ligadura deficiente del muñón apendicular que se deslizó sin haberse
invertido - Erosión
         de la pared del ciego por un dren.
    -    Obstrucción del Colon por Neoplasia no descubierta.
    -    Retención de una porción apendicular.
    -    Enteritis Regional.

La mayor parte de Fístulas cierran espontáneamente, todo lo que se requiere es


que el trayecto se conserve abierto, hasta que se suspenda el drenaje.

Las fístulas fecales no se cierran espontáneamente, si queda punta de apéndice,


cuerpo extraño o si el intestino está obstruido distal a la fístula o si la mucosa del
intestino quedó en continuidad con la piel. En estos casos el cierre de la fístula
requiere operación.

D.    Piliflebitis o Piema Portal

Es una enfermedad grave caracterizada por ictericia, escalofrío y fiebre elevada.


Se debe a septicemia del sistema venoso portal con desarrollo de abscesos
hepáticos múltiples.

La piliflebitis acompaña a la apendicitis gangrenosa o perforada y puede aparecer


en el pre o postoperatorio. El gérmen más frecuente es el E. Coli. En la actualidad
con el uso de los antibióticos en el pre y postoperatorio su presentación es rara.

E.    Íleo Paralítico o Adinámico

En las primeras 24 horas se espera la presencia de un íleo reflejo debido al


espasmo producido por la manipulación y cuya resolución es en el postoperatorio
inmediato. Sin embargo puede persistir como resultado de una peritonitis
generalizada o una apendicitis complicada; su resolución es lenta y el tratamiento
de orden médico: Hidratación con reposición de electrolitos, sonda nasogástrica y
antibióticos específicos.

Se debe realizar una observacion cuidadosa del paciente para detectar una
obstrucción mecánica como resultado de adhe-rencias postoperatorias tempranas
que sí requerirían tratamiento quirúrgico de emergencia.

F.    Dehiscencia del Muñón Apendicular

Se puede presentar desde el 2o ó 3er día, y puede ser debido a ligadura


inadecuada del muñón, o por la administración indebida de un enema evacuante
que distiende el intestino y hace que se rompa en el punto más débil, por ello
nunca se debe indicar enemas luego de cirugía abdominal. El tratamiento
inmediato es laparotomía exploradora y cecostomía con antibióticos específicos.
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G.    Hemorragia

Dolor abdominal súbito y shock hipovolémico en cualquier momento de las


primeras 72 horas de la apendicectomía puede significar filtración a partir del
muñón o el deslizamiento de una ligadura arterial; con frecuencia la hemorragia es
gradual y se origina de un vaso del mesoapéndice o de una adherencia
seccionada, no advertida en la operación. Se explora la incisión removiendo la
masa de sangre coagulada de la cavidad pélvica y parietocólica derecha,
ubicándose el sitio de la hemorragia. Se deja un buen drenaje.

H.    Complicaciones Tardías

 Hernia incisional. A través de la incisión en fosa iliaca derecha con


antecedentes de infección prolongada y drenaje grande en el sitio de la
hernia.
 Obstrucción mecánica. Producida por la presencia de bridas intestinales;
más frecuentes en las apendicitis complicadas.
 Infertilidad.Un absceso en fosa iliaca derecha en mujeres puede provocar
obstrucción de las trompas hasta en un 31%.

APENDICITIS AGUDA TRATADA POR VÍA LAPAROSCÓPICA

La Cirugía Laparoscópica, como es de todos conocido, rompe el esquema


tradicional del abordaje de la cavidad abdominal, y es así que las grandes
incisiones que estábamos acostumbrados a ver, dan paso a esta nueva técnica,
que logra casi los mismos objetivos, empleando incisiones pequeñas de 0,5 y 1
cm, y si bien este procedimiento fue concebido para ser empleado en procesos
fríos, es decir en operaciones programadas, vemos con profunda satisfacción que
su aplicación se ha expandido en forma exitosa a muchos procesos que
condicionan un abdomen agudo quirúrgico, por ejemplo colecis-titis aguda,
apendicitis aguda, embarazo ectópico, quiste de ovario a pedículo torcido,
traumatismos abdominales abiertos y cerrados, etc.

Como podemos apreciar, la apendicitis aguda causa más frecuente de abdomen


agudo quirúrgico, no podía escapar a los beneficios de la Cirugía Laparoscópica la
cual le brinda innumerables ventajas que pasamos a revisar.

-    Excelente Iluminación, que se obtiene gracias a una fuente de luz fría que
tiene una lámpara de Xenón de 175 W, que nos permite apreciar con gran
claridad los más recónditos rincones de la cavidad abdominal.
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-    Excelente Exposición del campo operatorio, que se logra con la insuflación del
CO2 y a los cambios de posiciones a los que se somete al paciente en el
transcurso del acto quirúrgico, así con la posición de Trendelenburg y lateral
izquierda, se logra que los intestinos y el epiplon mayor se dirijan hacia la
cabeza y a la izquierda dejando libre y al descubierto la región ileocecal.
-    Nitidez de la Imagen, las imágenes que capta el Laparoscopio son muy nítidas
y aumentadas de tamaño, logrando identificar con facilidad el órgano enfermo,
el cual puede ser manipulado con las pinzas bajo visión directa en todo
momento, lo que permite que la técnica quirúrgica se desarrolle en forma
reglada y exista un buen control de la hemostasia.
-    Minimización de la Infección de la Herida Operatoria, una vez resecado el
apéndice, éste se retira de la cavidad abdominal a través del trócar y por lo
tanto en ningún momento el apéndice entra en contacto directo con las partes
blandas de la pared abdominal, de igual manera las colecciones purulentas
tampoco entran en contacto con la pared y consecuentemente los riesgos de
infección de la pared se ven minimizados.
-    Disminución de Abscesos Residuales, Bridas y Adherencias, exteriorizado el
apéndice, se hace un control de la hemostasia y de ser necesario se hace un
lavado de la zona operatoria o de toda la cavidad abdominal en el caso de una
peritonitis generalizada. El lavado de la cavidad incluso con este
procedimiento tiene sus grandes ventajas, en primer lugar basta con 2 ó 3
litros de suero fisiológico para lograr un buen lavado de toda la cavidad y no
los 10 ó 15 litros que se requieren en la Cirugía Convencional, por otro lado
todos sabemos que de los 10 litros empleados una buena parte se va al piso y
por lo tanto no permite un buen control, tal vez este hecho sea el más
importante, pues en la Cirugía Laparoscópica sí se tiene un control exacto del
líquido empleado, como todo el líquido está dentro de la cavidad cerrada, no
tiene escape y todo será aspirado al frasco y bastará que el colega Aneste-
siólogo nos diga cuánto se ha recolectado para estar seguros de que no
estamos dejando líquido que pueda ser el causal de un absceso residual. El
buen lavado, por otro lado disminuirá las posibilidades de formación de bridas,
adherencias, acodaduras, que muchas veces son responsables de cuadros
obstructivos que obligan tarde o temprano a una reintervención. Por último
podemos también colocar bajo visión directa un dren de polietileno Nº 14 en el
fondo de saco de Douglas o en el parieto- cólico derecho o en ambos, los
cuales se exteriorizarán por los orificios de entrada de los trócares tercero y
cuarto.

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