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    Bloque 7 Historia de España 7.1

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    Mariano Saúca Martín
    La Restauración borbónica en España entre 1874 y 1902 estuvo liderada por Cánovas del Castillo, quien estableció un sistema de monarquía parlamentaria y bipartidismo con los partidos Conservador y Liberal alternándose en el poder. Se aprobó la Constitución de 1876 para consolidar este régimen, la cual establecía un gobierno compartido entre el rey y las Cortes y un sistema bicameral. El fraude electoral era necesario para mantener el turno de los partidos a través de prácticas como el "encasillado" y el

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    La Restauración borbónica en España entre 1874 y 1902 estuvo liderada por Cánovas del Castillo, quien estableció un sistema de monarquía parlamentaria y bipartidismo con los partidos Conservador y Liberal alternándose en el poder. Se aprobó la Constitución de 1876 para consolidar este régimen, la cual establecía un gobierno compartido entre el rey y las Cortes y un sistema bicameral. El fraude electoral era necesario para mantener el turno de los partidos a través de prácticas como el "encasillado" y el

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    La Restauración borbónica en España entre 1874 y 1902 estuvo liderada por Cánovas del Castillo, quien estableció un sistema de monarquía parlamentaria y bipartidismo con los partidos Conservador y Liberal alternándose en el poder. Se aprobó la Constitución de 1876 para consolidar este régimen, la cual establecía un gobierno compartido entre el rey y las Cortes y un sistema bicameral. El fraude electoral era necesario para mantener el turno de los partidos a través de prácticas como el "encasillado" y el

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    7.

    1 – LA RESTAURACIÓN BORNÓNICA (1874-1902): CÁNOVAS DEL CASTILLO Y EL


    TURNO DE PARTIDOS. LA CONSTITUCIÓN DE 1876.

    La Restauración de la monarquía borbónica en Alfonso XII estuvo comprendida entre


    1875 y 1902. El artífice del sistema político fue Cánovas del Castillo, que estableció una
    monarquía liberal parlamentaria, su proyecto se gestó durante el Sexenio Democrático
    cuando frente al Partido Alfonsino consiguió que Isabel II abdicara a favor de su hijo.
    Alfonso, tras el golpe de Estado del General Pavía en enero de 1874, hizo publicar el
    Manifiesto de Sandhurst, presentando la restauración de la monarquía constitucional.
    En diciembre de 1874 Martínez Campos protagonizó el pronunciamiento militar en
    Sagunto restableciendo la monarquía. Cánovas inició un gabinete-regencia y Alfonso
    XII lo confirmó en el Gobierno.

    En el reinado de Alfonso XII (1875-1885) Cánovas estableció los objetivos políticos del
    sistema canovista centrados en: la pacificación del país, ya que finalizó la Tercera
    Guerra Carlista en 1876 y la de Cuba en 1878 y el bipartidismo, alternancia de dos
    partidos en el gobierno consolidando monarquía y Parlamento.
    Los partidos que se turnaron fueron el Partido Conservador de Cánovas y el Partido
    Liberal de Sagasta. Los conservadores contaron con el apoyo de la burguesía financiera
    y los liberales con la burguesía industrial. Ambos aceptaron turnarse en el gobierno,
    para ello fue necesario el fraude electoral en el que el rey organiza la formación del
    gobierno, disuelve las Cortes y convoca elecciones poniendo en marcha el
    “Encasillado”, una lista de diputados que se imponía mediante presión, compra de
    votos, amenazas o incluso manipulaban el acta final. Estas prácticas reciben el nombre
    de “pucherazo”.
    Al margen de estos partidos aparecen el republicanismo moderado representado por
    Castelar y el radical, formado por los herederos ideológicos de Pi i Margall.
    La Constitución de 1876 fue necesaria para consolidar el régimen, es similar a la del
    1845 con aspectos de la del 1869. Esta recogía: una soberanía compartida entre rey y
    Cortes, el poder legislativo recaía en las Cortes con el rey y el ejecutivo en el rey,
    controlado por las Cortes. Se establece un sistema bicameral, en el que el Congreso
    era elegido por sufragio directo y en el Senado existían los senadores por derecho
    propio, por asignación real y por elección según el sufragio censitario. Se recogen
    multitud de derechos individuales de la Constitución del 1869 como la libertad de
    imprenta y se establece el catolicismo como religión oficial, pero se toleran otros
    cultos. Fue aprobada en 1876 y estuvo en vigor hasta 1923, cuando se produce el
    golpe de Estado de Primo de Rivera.
    En el reinado de Alfonso XII (1875-1885) gobernó el partido Conservador, salvo entre
    1881 y 1884 que gobernó Sagasta. Cánovas restableció el Concordato con la Santa
    Sede, promulgó la Ley Electoral en 1876, la Ley de Imprenta en 1879, el fin de la
    libertad de cátedra y prohibió asociaciones obreras.
    Alfonso muere en 1885 iniciando la regencia de Mª Cristina de Habsburgo (1885-1902)
    con el Pacto del Pardo. El turnismo se mantuvo en toda la regencia.

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