2.6. SISTEMA DE DETECCIÓN Y ALARMA CONTRA INCENDIO.

Debemos saber que un sistema de detección de incendios y un sistema de alarma de incendios son conceptos
diferentes. Para evitar confusiones es importante conocer las definiciones que recoge el DB-SI.

- Un sistema de detección de incendio es aquel que permite detectar un incendio en el tiempo más corto
posible y emitir las señales de alarma y de localización adecuadas para que puedan adoptarse las medidas
apropiadas. Su función se correspondería con las de las denominados sistemas automáticos de detección de
incendios y sistemas manuales de alarma de incendio en un mismo sistema.
- Un sistema de alarma de incendios es aquel que permite emitir señales acústicas y/o visuales a los
ocupantes de un edificio. Su función se correspondería con la del denominado sistema de somunicación de
alarma, según el RIPCI y que puede estar integrada junto con la del sistema de detección de incendios en un
mismo sistema.

La detección de un incendio puede ser realizada por las personas, por instalaciones automáticas de detección o
sistemas mixtos.

El sistema deberá funcionar de manera satisfactoria no sólo en las condiciones de un incendio sino también cuando
esté sometido a condiciones susceptibles de producirse en la práctica evitando falsas alarmas.

Una de las posibles acciones como consecuencia de la alarma, es ordenar la evacuación de las personas antes de que
las vías de evacuación puedan ser inundadas por el humo. Así como reducir los daños al poder iniciar la extinción con
los medios de extinción disponibles en el lugar del incendio.

Los sistemas de detección de incendio han ido evolucionando poco a poco a lo largo de su existencia y hoy en día se
han consolidado debido al avance de las tecnologías y a la experiencia en su utilización, siendo un componente
indispensable a la hora de detectar un incendio y de importancia relevante en sus fases iniciales, que son los
momentos más críticos. En los momentos iniciales un incendio puede ser sofocado muy fácilmente, en cambio, una
detección tardía del mismo que retrasaría las actuaciones de emergencia previstas, puede provocar grandes
pérdidas y elevar exponencialmente la dificultad de extinguirlo.

2.6.1. Componentes del sistema.

Una instalación automática de detección de incendios está formada básicamente por los siguientes elementos:

- Unos detectores de incendios distribuidos de forma regular por el recinto o recintos a vigilar.
- Un equipo de control y señalización.
- Unos elementos auxiliares (dispositivos de alarma por zonas y general, dispositivos de control y
accionamiento de sistemas automáticos de protección contra incendios, incluyendo los sistemas de cierre de
puertas de sectorización, apertura de exutorios de humo automáticos, transmisión de la alarma al exterior,
paro de sistemas de aire acondicionado y ventilación, etc.
- Pulsadores de alarma.
- Líneas de interconexión entre los elementos anteriores.
- Fuente de alimentación.
El detector de incendios. Es el elemento característico de la instalación. Es el componente del sistema de
detección de incendio que contiene, al menos, un sensor que controla de manera continua o a intervalos
regulares, un fenómeno físico y/o químico asociado a un incendio y que emite una señal al equipo de control y
señalización.

Diferentes modelos de detector de incendio.

Existen los siguientes tipos de detectores en función de las diferentes magnitudes físicas o químicas que son
capaces de detectar:

a) Detectores térmicos o de calor. Son capaces de detectar cambios de temperatura. Se dividen a su vez en:

- Termostáticos. Se activan cuando la temperatura ambiente excede de un cierto valor durante un

tiempo suficiente.
- Termovelocimétricos. Se activan cuando la velocidad de aumento de temperatura excede de un
cierto valor durante un tiempo suficiente.
- Combinados. Incorporan un elemento termostático y otro velocimétrico.
b) Detectores de humo. Son sensibles a las partículas derivadas de la combustión y/o pirólisis suspendidas en la
atmósfera y son de dos tipos:
- Iónicos. Se activan debido a la influencia de los productos de la combustión sobre la corriente
eléctrica generada en una cámara de ionización.
- Ópticos. Se activan por la influencia de los productos de la combustión sobre el flujo
(oscurecimiento) o la difusión de la luz (efecto Tyndall) en las zonas infrarroja, visible y/o ultravioleta
del espectro electromagnético.

c) Detectores de gases. Este tipo de detectores son sensibles a los productos gaseosos de la combustión y/o
descomposición térmica.

d) Detectores de llamas. Este tipo de detectores son sensibles a la radiación emitida por las llamas de un fuego.

e) Detector multisensor. Finalmente, los detectores multisensores son sensibles a más de un fenómeno del
fuego, por ejemplo calor y humo o humo y gases de combustión como el CO2.
Es importante saber cuál es el detector más apropiado según el caso en el que nos encontremos. Con un fuego de
combustión lenta como puede ser en los inicios de un incendio que afecte productos de cartón, por lo general
funcionará antes un detector de humos. Un fuego que desprenda calor con rapidez y con poco humo puede activar
antes a un detector de calor que a un detector de humo. En el caso de fuego con líquido inflamable, la detección
más temprana se producirá probablemente con un detector de llama. Los detectores de llama deberán utilizarse
solamente si se tiene una línea visual libre de obstáculo sobre la superficie a proteger.

El equipo de control y señalización es la parte de la instalación que alimenta a los detectores y otros
componentes del sistema de detección y que realiza las siguientes funciones:

- Recibir la señal enviada por los detectores y pulsadores, determinando si corresponden a una condición de
alarma de incendio, indicando la alarma por medio de señales audibles y visuales y localizando el lugar en que
se encuentra el detector o pulsador activado.
- De forma optativa puede registrar total o parcialmente esta información.
- Transmitir la señal de alama de incendio a los dispositivos de alarma de incendio audibles o visuales, a un
servicio de bomberos mediante un dispositivo de transmisión o a un sistema o equipo automático de extinción
de incendios.
- Supervisar continuamente la instalación e indicar los defectos mediante señales ópticas y acústicas de avería,
por ejemplo, en caso de rotura de línea o fallos de alimentación.

Algunos tipos de equipos de control llevan incorporados los dispositivos de alarma, por ejemplo, una sirena o un
indicador óptico, mientras que otras no los incluyen.
Sistemas y dispositivos de alarma. El método de dar alarma a los ocupantes del edificio deberá cumplir con los
requisitos del plan de emergencia y evacuación:

- Toda alarma de incendios generalizada deberá darse como mínimo, con medios acústicos. Estos pueden ser
timbres o sirenas de alarma o un sistema de megafonía.
- En algunos casos, el plan de emergencia y evacuación puede requerir que inicialmente se dé la alarma al
personal entrenado, que puede hacerse cargo de las operaciones subsecuentes que se dé una alarma de
incendio generalizada, pero deberá preverse una instalación para dar una alarma general.
- En las áreas en las que las señales acústicas generan ruido excesivo, donde los ocupantes sean sordos o sea
probable que lleven protección auditiva, deberán usarse señales visuales como complemento a las señales
acústicas.
- El nivel sonoro de las señales acústicas deberá ser tal que la señal de alarma de incendio sea audible
inmediatamente y por encima de cualquier ruido ambiental.
- El sonido usado para tales alarmas de incendios deberá ser el mismo en todas las dependencias del edificio y
no deberá utilizarse para ningún otro fin. El nivel sonoro debe estar equilibrado, de manera que sea audible
por encima de cualquier otro ruido ambiente y no lo suficientemente elevado para provocar daño a las
personas que se encuentren en el recinto.

Alarma sonora y acústica. Alarma sonora.

Pulsadores de alarma. Un pulsador de alarma es un equipo diseñado para activar una alarma de incendios donde
el usuario lo activará de forma manual mediante pulsación. De esta forma se recibe el aviso y hace saltar las
alarmas de emergencia y evacuación. Siempre que activemos un pulsador debemos rearmarlo posteriormente
una vez finalizada la emergencia (devolverlo a su posición inicial) y rearmar la central. Hay que realizar los pasos
en ese orden ya que sino la señal de alarma será continua y no se podrá parar.

Según el diseño de la instalación, podremos encontrar pulsadores de diferentes colores, y cada color tiene un
significado y una normativa que cumplir.

- Pulsador de alarma de incendios convencional. Es de color rojo y en caso de activación dará una señal de
alarma a la central de incendios indicándonos la zona a la que está conectada el pulsador.
- Pulsador de paro de extinción o bloqueo de extinción. Es de color azul y su función es interrumpir la cuenta
atrás de una central de extinción una vez ha sido recepcionada la señal de alarma. Si la extinción ya está
disparándose, no sirve de nada pulsar el botón.
- Pulsador de disparo de extinción. Es de color amarillo y su función es dar comienzo a la cuenta atrás en el
panel de extinción para el disparo de las botellas de agente extintor en una sala protegida. El tiempo es
programado por el usuario en el panel de extinción.
- Pulsador de evacuación. Es de color verde y al pulsarlo, se realizan las acciones asociadas a la evacuación
(apertura de puertas de evacuación, sistema de megafonía, etc.).
Es importante conocer este código de colores porque en realdad la normativa que regula dicho código(UNE EN
54-11) no es conocida habitualmente por los trabajadores y usuarios de los edificios o establecimientos donde se
ubican y, por lo tanto, no saben qué función tiene cada uno de los pulsadores instalados. Esto puede generar
confusión y un retraso en la activación del sistema de alarma o consecuencias negativas por la incorrecta
utilización del sistema. Por ello, una buena práctica utilizada en algunos lugares es etiquetar los pulsadores
indicando cuál es la función que realizan. De esta manera, todos sabrán utilizarlos y la respuesta ante una
emergencia será la más efectiva posible.

2.6.2. Equipamiento en establecimientos.

Para el caso de edificios de uso no industrial y por tanto amparados por el DB-SI del CTE los sistemas de
detección de incendios son obligatorios en función del uso del edificio y su superficie, tal y como se resume en la
siguiente tabla:
En el caso de los establecimientos industriales, regulados por el RSCIEI las consideraciones de obligatoriedad del
uso de instalaciones de detección automática vienen en función del tipo de edificio, su superficie construida y su
nivel de riesgo intrínseco. En la siguiente tabla se muestra a modo de resumen, las exigencias consideradas en la
norma:
En cuanto al número y ubicación de los detectores, está regido por la norma UNE 23007-14 donde entre otros, se
indican los valores de la superficie máxima vigilada por cada detector para los detectores puntuales de humo y
calor y detectores lineales de haz óptico.

El número de detectores es función de:

- El tipo de detector elegido.

- De la superficie y la altura del local a vigilar.
- De la forma del techo o cubierta.
- Del tipo de actividad.
- De las condiciones y circulación del aire en el local.

Otras condiciones de diseño del sistema de detección automática son:

- En el caso de techos con vigas, los detectores deben ser implantados en el techo o en la viga según lo que
sobresalga esta última y según la altura del local.
- La zona de 0,5 m que rodea a los detectores (lateralmente y por debajo) debe estar libre de toda instalación y
de todo almacenaje.
- Los detectores no deberán montarse directamente en la entrada de aire fresco de los sistemas de aire
acondicionado. Si han de montarse a menos de 1 m de cualquier entrada de aire o en cualquier punto en el
que la velocidad del aire sea elevada, deberá prestarse especial atención a los efectos de la corriente de aire
sobre el detector.
- La central de señalización y control se situará en un lugar vigilado permanente y debidamente protegido.
- La situación de los detectores se debe realizar teniendo en cuenta la radiación solar directa. También se deben
considerar los materiales, máquinas y similares que emitan o puedan emitir radiaciones térmicas, aire caliente
o vapores calientes.

En cuanto a los pulsadores de alarma deberán estar situados de forma tal que cualquier persona que detecte un
incendio sea capaz de alertar rápida y fácilmente a todas las personas que se requiera. Deberán estar distribuidos
de manera que ninguna persona necesite desplazarse más de 25 metros para alcanzar un pulsador de alarma. En
general, los pulsadores de alarma deberán fijarse a una altura del suelo comprendida entre 0,8 m y 1,2 m.

Los pulsadores de alarma deberán situarse en las rutas de salida de emergencia, junto a cada puerta de acceso a
las escaleras de emergencia (en el interior o en el exterior) y en cada salida al aire libre. También se puede situar
en las proximidades de zonas de riesgos especiales.
Puede ser necesario poner cuidado adicional en el emplazamiento de los pulsadores de alarma allí donde haya
personas disminuidas físicas y deberá reducirse la distancia a recorrer.

Las condiciones de exigencia de instalación de sistemas manuales de alarma en edificios de uso no industrial (DB-
SI del CTE) se muestra de modo resumido en la tabla siguiente:
En cuanto a la alarma, deberá preverse en el caso que aplique, un mínimo de 2 alarmas acústicas por edificio
incluso si se pudiera alcanzar el nivel sonoro recomendado con un solo aparato y una alarma acústica por cada
sector de incendio.

Para edificios de uso industrial, el RSCIEI prescribe su instalación según lo indicado en la tabla siguiente:
En cuanto a los sistemas de comunicación de alarma, el DB-SI del CTE exige su instalación en los siguientes
supuestos:

Para los establecimientos de uso industrial, el RSCIEI exige la instalación de sistemas de comunicación de alarma
bajo los siguientes supuestos:
2.6.3. Mantenimiento y conservación.

Como ya sabemos, el mantenimiento de las instalaciones de protección contra incendios debe realizarse según
lo establecido por el RIPCI. En las tablas siguientes se recogen las correspondientes a los sistemas de detección
automática de incendios y los sistemas manuales de alarma.

Uso de pértiga para activación de detectores de humo.

Al igual que lo mencionado para otras instalaciones de extinción, es recomendable encargar el mantenimiento de
este tipo de instalaciones a una empresa mantenedora habilitada mediante un contrato.

Las actas de las revisiones realizadas quedarán registradas en los libros de mantenimiento, que estarán a
disposición de los servicios competentes al menos durante cinco años a partir de su fecha de expedición.

Finalmente cabe señalar que deberán tenerse en cuenta las recomendaciones de mantenimiento indicadas por el
fabricante de los diversos elementos que componen la instalación.

2.6.4. Comprobaciones y verificaciones del inspector de establecimientos.

Como futuros inspectores de establecimientos, es preciso realizar las siguientes verificaciones a los sistemas de
detección y alarma contra incendio.

- Comprobar el funcionamiento correcto de los detectores, realizando si es conveniente una prueba de

disparo aleatoria.
- Realizar una inspección visual para confirmar que los pulsadores no se encuentren rearmados y en
condiciones correctas de limpieza y libres de obstáculos u objetos que impidan su visión.
- Verificar que el panel del equipo de control indica estado de reposo o que cualquier variación respecto al
estado de reposo se incluye en el libro de registro y se comunica cuando proceda al mantenedor autorizado.
- Revisar que cualquier alarma registrada desde el día laborable anterior ha recibido la atención apropiada.
- Comprobar cuando proceda que el sistema se ha restaurado correctamente después de cualquier
desactivación, prueba o silenciamiento.
- Se hace funcionar el dispositivo de prueba de indicadores y se toma nota de los indicadores defectuosos.
- Accionamiento de un pulsador de alarma, comprobando que el sistema funciona correctamente y la señal
acústica es perfectamente audible y/o visible en las condiciones de trabajo habituales de la actividad.
- Revisión de los libros de registro y verificación de que se han adoptado todas las medidas correctoras.