El Endeudamiento Público

Presentación

Nombre:
Flor Yismell

Apellidos:

Garrido
Marte

Matrícula:

100576382

Asignatura:

Nociones de economía

Sección:

30
Introducción
En el siguiente trabajo se estará desarrollando el tema de la deuda pública en

la República Dominicana, en donde se podrán observar ciertos puntos
interesantes como la manera en la que se ha comportado la economía
dominicana en cuanto a su endeudamiento y cómo ha evolucionado con el
tiempo esta situación, se analizarán también algunas de las causas por las que
este endeudamiento se ha visto afectado de manera negativa a través de los
años y por último, se estarán considerando algunas de las medidas que se han
implementado o se están implementando actualmente para manejar el
endeudamiento.
El endeudamiento público en la República Dominicana
Es interesante mirar atrás para ver que en 2010 la deuda por persona era
de 1.641 euros.
La deuda pública en República Dominicana en 2020 fue de 49.322 millones de
euros, creció 6.701 millones desde 2019 cuando fue de 42.621 millones de
euros.
Esta cifra supone que la deuda en 2020 alcanzó el 71,46% del PIB de
República Dominicana, una subida de 17,92 puntos respecto a 2019, en el que
la deuda fue el 53,54% del PIB.
Es evidente el incremento de la deuda pública en República Dominicana a
través de los años. Esta ha crecido desde 2010 en términos de deuda global,
cuando fue de 15.552 millones de euros y también en porcentaje del PIB, que
fue del 37,31%.
Según el último dato publicado, la deuda per cápita en República Dominicana
en 2020, fue de 4.547 euros por habitante. En 2019 fue de 4.115 euros, así
pues se ha producido un incremento de la deuda por habitante de 432 euros.
En el caso del Gobierno Central, la deuda pública ha venido creciendo como
resultado de las decisiones de administraciones anteriores de recurrir al
endeudamiento interno y externo para cubrir los déficits fiscales que año tras
año se han ido acumulando. Esto, sin políticas de racionalización del gasto
público y creando nuevas deudas para cubrir gastos ejecutados que no
estaban programados en los presupuestos públicos, pero que al finalizar cada
año eran formalizadas por el Congreso con la aprobación a posteriori de los
denominados presupuestos complementarios.
En el caso de la deuda del Banco Central, esta se origina por las emisiones de
certificados, denominados como valores en circulación, originados por los
salvamentos bancarios del pasado.
El covid 19 y la situación de la pandemia llevaron al cierre de importantes

sectores económicos como el turismo y las zonas francas, además de la
parálisis de la producción interna. Asimismo, las suspensiones de trabajadores
y despidos masivos y acumulaciones de déficits fiscales que se convierten en
nuevas deudas.
En su informe sobre la economía correspondiente al segundo trimestre de

2020, el Banco Central informó de una caída de 8.5% en el PIB, que antes de
eso mantenía una racha, año tras año, de crecimiento de más de 5%.
En el sector de hoteles, bares y restaurantes, la caída fue de 42.5%. La

manufacturera local y el comercio cayeron 11.8% y 3.1%, respectivamente. El
transporte y la construcción se redujeron en 10.8% y 19.5%, respectivamente.
Esa parálisis de la actividad económica y de los sectores externos generadores
de divisas, provocó la caída de las recaudaciones de impuestos en el momento
en que se necesitaba incrementar el gasto público para combatir, desde el
ámbito de la salud, los efectos de la pandemia del Covid-19 y de sus efectos de
parálisis de la actividad económica.
Estas circunstancias, acompañadas de los efectos de la pandemia del Covid-

19, son el resultado directo de una política persistente de endeudamiento para
cubrir una política igual de persistente de déficits fiscales desde el 2012.
Sin embargo, este 2021 ha roto todos los récords en cuanto al monto y
velocidad del endeudamiento. En estos primeros tres meses el país ya había
tomado US$4,300.8 millones, un aumento relativo de un 7.9%. Estos números
establecen que el endeudamiento mensual promedio es equivalente a
US$1,433.6 millones, o lo que es lo mismo, US$47.8 millones por día.
El mercado financiero, que está caracterizado por bajas tasas y suficiente

liquidez, ofreció al gobierno dominicano la oportunidad de recomprar sus títulos
con vencimiento en los años 2021, 2024 y 2025. Esta operación permitió
reducir considerablemente las obligaciones de servicio de deuda para esos
años.
De acuerdo con el Ministerio de Hacienda, con esta operación de manejo de

pasivos se canceló un monto total de US$1,260 millones, disminuyendo el
costo de la deuda pública y aumentando el perfil de vencimiento del portafolio
de deuda de bonos globales en dólares. De esta forma, explica, se logró
reemplazar esos títulos con la reapertura del bono 2032, el cual es de mayor
plazo y tiene una tasa de interés significativamente menor.
Mediante esta transacción, explica Hacienda, se logró una reducción del

servicio de deuda para el periodo 2021-2025 de US$1,132 millones; una
disminución en el costo de la deuda (servicio por intereses) de 6.16% a 6.06%;
y un aumento en la madurez (vida) promedio del portafolio de bonos globales
en dólares de 17.19 a 17.79 años, con un aumento mínimo en el total de deuda
pública de US$6.1 millones en 2032, permitiendo así un efecto doble en la
reducción del riesgo de refinanciamiento.
La operación permitió una mayor flexibilidad para el Gobierno en este año, ya

que se disminuyó en aproximadamente US$427 millones las obligaciones de
pago en este período, creando el espacio para utilizar el monto aprobado para
proyectos de impacto social considerados como prioritarios.
Ceara Hatton, actual ministro de economía del país, aclaró que durante el
gobierno del presidente Luis Abinader, entre finales de agosto de 2020 y el mes
de junio de 2021 (última cifra disponible), la deuda pública pasó de 65.9% del
PIB en agosto de 2020 a 67.8% en junio 2021.
“Lo que implica un aumento total de US$7,603 millones y un ritmo de

endeudamiento diario de US$25.2 millones”, explicó el ministro.
Sobre la calidad de la deuda, el funcionario dijo que el actual gobierno se ha

visto en la necesidad de tomar préstamos para medicamentos, vacunas y
equipos para enfrentar la pandemia.
Sostuvo que el gobierno anterior, no solo se endeudó innecesariamente, sino

que los recursos obtenidos del endeudamiento no fueron utilizados
adecuadamente.
Conclusión
En conclusión, es evidente el empeoramiento del endeudamiento público

debido a su rápido incremento a través de los años sin ni siquiera planes para
poder cubrir los déficits que fueron causados en años anteriores. Este
fenómeno del endeudamiento público no es exclusivo de República
Dominicana, ya que se comprende que todas las economías, sean
desarrolladas o no, han tenido que acudir a préstamos para poder enfrentar la
pausa de las actividades productivas y económicas del país durante la
pandemia del covid-19, sin embargo este no es un problema con el que
venimos lidiando solamente por la pandemia, el covid-19 solo ha sido la gota
que ha derramado el vaso en una situación que lleva años empeorando cada
vez más, por lo que actualmente nos encontramos con un endeudamiento
doblemente empeorado y con un gobierno haciendo préstamos exagerados
con el pretexto de que estos son para cubrir los gastos que están siendo
causados por la pandemia, lo peor de todo esto es que ni siquiera se ha
presentado en todos estos años un plan funcional y práctico que le permita a la
economía dominicana tener una deuda pública sostenible.
El hecho de que aún no se hayan cubierto déficits del 2012 y que no haya
algún gobierno que presente un proyecto eficiente para que esto pueda ser
solucionado es imperdonable, más aun cuando se han seguido tomando
préstamos sin haber presentado y analizado primero un proyecto que
realmente sea útil para la recaudación de estos fondos a futuro.
Entiendo que en el gobierno actual se están tomando ciertas medidas y
préstamos para poder cubrir los estragos y gastos que ha causado y sigue
causando la pandemia del covid-19, sin embargo es bien sabido que no todos
estos préstamos están siendo tomados de manera estratégica o porque sean
estrictamente necesarios o de carácter primordial, por lo que ya el gobierno
debería de dejar de excusar sus préstamos sin sentido con la pandemia. La
situación del empeoramiento público es crítico hace años, así que entiendo que
ya es hora de que se ponga sobre la mesa un buen plan de deuda sostenible
para que se puedan sanar progresivamente los déficits de años anteriores y
después todos los daños y vacíos económicos que ha causado la pandemia,
además prohibir o regular de una vez por todas la aprobación de deudas que
no sean de carácter prioritarias y/o estrictamente necesarias para el buen
funcionamiento de la economía del país y por supuesto, empezar a hacer
realmente una buena administración pública de los préstamos adquiridos.

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