El Maestro Un Pastor Del Aula de Clases

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EL MAESTRO UN PASTOR DEL AULA DE CLASES


De todas las profesiones, la del magisterio es la que más puede influenciar en la
formación de una vida.
Uno de los grandes problemas de la época que vivimos es la frialdad profesional
con la que un profesor pudiera atender al alumnado.
Se ha dicho que existe una diferencia entre un maestro y un profesor, se dice
que el profesor está interesado en dar su clase, en cambio el maestro en que los
alumnos aprendan.
La labor del pastor va más allá de la del maestro y profesor, el buen pastor "su
vida da por el rebaño", la alimenta, la cuida, gobierna correctamente y en vez de
ser motivado por un salario, su galardón lo recibe del "Príncipe de los pastores".
Existen distintos perfiles de maestros, pero a continuación consideraremos lo
que es un "maestro a la manera de Dios".
El maestro cristiano en el aula puede ser un verdadero pastor, si tiene la visión y
el sentir de Cristo por sus alumnos.
Le es encomendado un grupo de corderitos a su cuidado y Dios espera que
pueda atender las necesidades de cada uno.
El Apóstol Pedro nos enseña en su primera epístola el cómo poder atender
correctamente a las vidas que Dios a nuestro cuidado, por lo que a continuación
analizaremos lo que el texto de: 1ª. Pedro 5:2-4, tiene para la vida de un maestro
- con corazón pastor.
"Apacentad el rebaño de Dios que está a vuestro cargo, cuidándolo no por la
fuerza, sino de buena voluntad según Dios; no por ganancias deshonestas, sino
de corazón; no como teniendo señorío sobre los que están a vuestro cargo, sino
como ejemplos para el rebaño. Y al aparecer el Príncipe de los pastores,
recibiréis la inmarchitable corona de gloria."
I. APACENTAR: Lo primero que le es encomendado al pastor - maestro es
la labor de alimentar el alma y corazón de sus alumnos, la palabra griega
Poimaino, significa alimentar, suplir lo necesario y también gobernar.
Uno de los grandes problemas que afecta al nuestro sistema educativo,
es la falta de maestros con carga por darles el alimento que los alumnos
necesitan, en el libro del profeta Ezequiel encontramos el siguiente
reclamo: "Oh hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel.
Profetiza y di a los pastores que así ha dicho el Señor Jehovah: 'Ay de los
pastores de Israel que se apacientan a sí mismos! ¿Acaso los pastores
no deben apacentar a las ovejas?" ( Ezequiel 34:2).
Esta escritura nos presenta al maestro - pastor egoísta; no tiene mayor

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interés en sus alumnos, lo mismo le da si el alimento que sacia el alma y


corazón de sus alumnos es impartido o no, él busca su propio beneficio,
no conduce a sus alumnos a comer de los buenos pastos preparados en
la Palabra de Dios.
Recordemos las palabras de nuestro Señor a Pedro, "Jesús dijo a Simón
Pedro: --Simón hijo de Jonás, ¿me amas tú más que éstos? Le dijo: --Sí,
Señor; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: --Apacienta mis corderos", la
frase fue repetida en tres ocasiones, con lo cual nuestro Señor le mostró
que la forma de mostrar el amor por Él, era apacentando las ovejas. El
Señor continúa hablando, ahora no a Pedro, sino al maestro que se
encuentra pastoreando un aula de clases, diciéndole: ¿……. me amas?,
no solamente les impartas una clase, ellos tienen necesidad de: "mi
Palabra", no importa cuál sea la asignatura que estés enseñando, tú
puedes enfocarla a la luz de La Palabra.
Esta bendita Palabra es el alimento que Dios tiene preparado para
nuestras vidas. Vivimos en medio de una sociedad que ha perdido sus
valores, nuestros programas educativos están retomando los valores
cívicos y morales, pero han dejado fuera los espirituales. La lectura y
enseñanza Bíblica es lo que debe caracterizar a las escuelas cristianas.
Recordemos que la Palabra tiene el poder para actuar en el corazón más
rebelde, tal como está escrito: "Porque la Palabra de Dios es viva y
eficaz, y más penetrante que toda espada de dos filos. Penetra hasta
partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los
pensamientos y las intenciones del corazón." (Hebreos 4:12).
Recuerdo que en una reunión en la que se discutía delante de nuestros
representantes de la Honorable Asamblea Legislativa, una Abogada dijo:
"pero la simple lectura de la Biblia no va a cambiar a una persona", a lo
cual todos los hijos de Dios en nuestro interior dijimos: "esta señora
puede conocer de leyes, pero no conoce el poder de La Palabra de Dios".
Si la simple lectura es capaz de obrar en una vida, ! cúanto más no lo
será el enseñarla!, tal como dijo el Salmista: "La exposición de tu palabra
alumbra; hace entender a los ingenuos."
Recuerdo que hace algunos años mis hijas insistieron en que tuviéramos
una ovejita en casa, la llevamos y pronto acabó con el jardín, sin embargo
me vi en el problema de no saber cómo alimentarla y haciendo una
historia larga corta… murió de hambre. Nos dolió mucho la muerte de
aquella mascota, sin embargo me pregunto cuántas ovejitas, alumnos de
nuestras escuelas están pereciendo por falta de alimento espiritual.
Si el maestro paga el precio por una preparación académica a fin de
impartir los conocimientos de la forma más eficiente, estoy convencido
que dentro del curriculum de estudios se debería de incluir la preparación
Bíblica, tal como Pablo expresó: "Procura con diligencia presentarte a

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Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza
bien la palabra de verdad" (2ª. Timoteo 2:15). Recordemos que cuando el
Señor Jesús le manifestó a Pedro "alimenta mis ovejas". Pedro había
pagado el siguiente precio: Como judío era hijo del mandamiento, es decir
que a la edad de los doce años tuvo que recitar el Pentateuco de
memoria para ser miembro de la sinagoga, los sábados seguramente se
reunía para participar de la lectura de la ley, había asistido a unas
conferencias de avivamiento impartidas por un predicador llamado Juan el
Bautista, y asistió como alumno de tiempo completo al mejor seminario de
preparación ministerial durante tres años a los pies del Señor Jesús.
Amado hermano maestro - pastor, ¿ha pagado el precio por el ser
preparado para impartir La Palabra de Dios, aún en forma breve en el
aula de clases?, si no lo ha hecho, tome ahora la decisión y aunque no
sea un estudio demasiado exhaustivo, si sea lo suficiente como para que
trace bien "La Palabra de Verdad"
II. CUIDAR: La palabra utilizada por el Apóstol Pedro para cuidar fue:
Episkopeo que quiere decir: Inspeccionar, supervisar cuidadosamente.
Muchas veces el maestro no está pendiente del alumno, su carácter,
conducta, vida espiritual etc. Y simple y sencillamente se dedica a sus
propios intereses, es por esto que necesitamos tener un corazón de
pastor, para poder velar como quienes daremos cuenta por el alma de
nuestros alumnos, el escritor de la Epístola a los Hebreos expreso:
" Porque ellos velan por vuestras almas como quienes han de dar cuenta"
El maestro que vela por sus alumnos sabrá enviar al mismo a la atención
más especializada que el mismo pudiera necesitar, tal como: Consejería
Pastoral, personal o familiar, atención psicológica, educación especial,
atención médica, etc.
Una de las cosas que implican el tener cuidado de los alumnos es la
disciplina, indudablemente que cuando se transgreden las reglas
contenidas en el manual disciplinario, necesitamos aplicar sanciones y
todo ello es parte del cuido de amor que es ejercido por el maestro -
pastor. El Apóstol Pedro nos muestra que la forma correcta de hacerlo es
primeramente que no sea por medio de una aplicación incorrecta
abusando de la autoridad que no ha sido delegada, "No por fuerza", Los
castigos desmedidos, injustos, humillantes, gritos etc. lo que tenderán es
a agravar la rebelión del alumno y a producir lo que el escritor de la
espístola a los Hebreos nos dice: "Mirad bien que ninguno deje de
alcanzar la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brote y cause
estorbo, y que por ella muchos sean contaminados" (Hebreos 12:15). La
raíz de amargura o resentimiento es causada por una disciplina mal
aplicada y la contaminación rápidamente afecta a los padres de familia y
se extiende muy rápido trasmitiéndose de boca en boca. Cuando se ha

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llegado a ese extremo la única forma de solucionar el problema es


humillándose y pidiendo perdón. Pero nuestro objetivo debe ser el aplicar
correctamente la disciplina en el aula, los castigos deben ser acordes a la
falta y reincidencia, bien investigados a fin de cometer una injusticia, y
aplicados y forma ética, a fin de que la disciplina cumpla el propósito para
el cual ha sido establecida.
B. No por ganancia deshonesta: Lo segundo que establece Pablo, es el
cuidado de poner nuestros ojos en "la lana de las ovejas (alumnos)",
sino más bien "en la oveja misma (el alumno)" Cuando en nuestras
escuelas tenemos alumnos de distintos estratos económicos y como
en el caso de la nuestra cuotas diferenciadas, necesitamos suplicar la
Gracia de no hacer acepción de personas y tratarles a todos por igual.
Los mismos derechos tiene un alumno becado que otro que tiene
bastantes recursos, tal como el Apóstol Santiago escribió: " Hermanos
míos, tened la fe de nuestro glorioso Señor Jesucristo, sin hacer
distinción de personas. Porque si en vuestra congregación entra un
hombre con anillo de oro y ropa lujosa, y también entra un pobre con
vestido sucio, y sólo atendéis con respeto al que lleva ropa lujosa y le
decís: "Siéntate tú aquí en buen lugar"; y al pobre le decís: "Quédate
allí de pie" o "Siéntate aquí a mis pies", ¿no hacéis distinción entre
vosotros, y no venís a ser jueces con malos criterios? (Santiago 2:1-4)
Cuando se pierde la visión educativa, las Escuelas y Colegios se
convierten en un negocio y el lucro es lo que más interesa, el profeta
Miqueas expresó lo siguiente: "Sus jefes juzgan por soborno, sus
sacerdotes enseñan sólo por paga y sus profetas predicen por dinero,
y se apoyan en Jehovah diciendo: "¿Acaso no está Jehovah entre
nosotros? No vendrá el mal sobre nosotros!" (Miqueas 3:11)
Necesitamos suplicar a nuestro Dios ser librados del "Mercantilismo de
la Educación", y que nuestro Dios nos conceda carga por las 2ovejas y
no por su lana."
De corazón: El Dios que prueba las intensiones del corazón, está
observando la Educación Cristiana, y espera que tal como el Salmista
escribió: "Los apacentó con íntegro corazón; los pastoreó con la
pericia de sus manos" (Salmos 78:72), así no solamente sea
manifiesta la pericia del Maestro en impartir sus asignaturas, sino
también la integridad y rectitud de su corazón. Uno de los mayores
problemas nuestros es lo expresado por el profeta Jeremías:
"Engañoso es el corazón, más que todas las cosas, y sin remedio.
¿Quién lo conocerá?" (Jeremías 17:9), lo más tremendo es que
podríamos llegar a auto engañarnos creyendo que nuestro corazón es
recto y siendo justos en nuestra propia opinión y que nuestras
intensiones en cuanto a nuestros alumnos son las más puras y
encontrarnos llenos de deseos egoístas engañosos. Creo que la

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manera de Dios para producir un corazón íntegro en la vida del


maestro es que día a día pueda presentarse delante de su Dios
suplicando como David: "Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;
pruébame y conoce mis pensamientos. Ve si hay en mí camino de
perversidad y guíame por el camino eterno." (Salmos 139:23-24), esta
actitud permitirá que Dios nos muestro nuestros deseos egoístas para
traerlos a la Cruz, y suplicaremos el ser guiados en la pureza y
santidad del Camino Eterno que encontramos en la persona de Cristo
Jesús nuestro Señor.
El cariño del Pastor: No existe cosa peor, que los alumnos tengan la
idea de un maestro - pastor severo, inflexible, legalista etc. Muchas
vidas por no haberse encontrado con La Gracia de nuestro Señor
Jesucristo, que alguien definió con la siguiente frase "Si quiero, porque
te amo", se encuentran viviendo con los rostros ceñidos, en su
expresión se refleja un "No… hagas…". Este tipo de vidas necesitan
conocer la Gracia derramada en Cristo Jesús, la ternura y compasión
de Cristo por su pueblo. Isaías profetizó: "Como un pastor, apacentará
su rebaño; con su brazo lo reunirá. A los corderitos llevará en su seno,
y conducirá con cuidado a las que todavía están criando (Isaías
40:11), La ternura del pastor permite que las ovejas (alumnos) confíen
en él. Muchos de los alumnos no han recibido cariño en sus hogares y
Dios quiere impartirles de su afecto por medio de sus pastores -
maestros.
III. GOBERNAR: Se dice que existe una diferencia entre las cabras y las
ovejas, las cabras no obedecen a la voz de su pastor como las ovejas, la
pregunta es ¿que tipo de rebaño es nuestra aula?, en el libro del Cantar
de los Cantares, el amado representando a Cristo le dice a la Iglesia: " Si
no lo sabes, oh la más hermosa de las mujeres, sigue las huellas del
rebaño y apacienta tus cabritas cerca de las cabañas de los pastores."
La escritura acá nos presenta a un rebaño de cabritas, me pregunto
¿cuantas aulas no parecen un rebaño de cabritas?, pero preguntémonos
porque ¿cómo se volvieron indómitas como las cabras?, creo que la
respuesta es: "La indulgencia". Se pueden tener todas las reglas,
manuales disciplinarios, pero mientras no se considere el carácter
indulgente, falto de firmeza como aquello que necesita ser crucificado,
seremos excesivamente tolerantes. El maestro indulgente, permite que la
clase se desordene y cuando la misma está fuera de control, se exaspera,
grita y ofende a los alumnos. El pastor necesita el carácter balanceado de
Cristo, es decir su bondad, ternura, mansedumbre, gentileza y su firmeza,
justicia y severidad. El consejo que le es dado a la amada indulgente es: "
sigue las huellas del rebaño y apacienta tus cabritas cerca de las cabañas
de los pastores", es decir aprende de otros, que cual un pastor tienen un
aula compuesta de alumnos responsables y obedientes. Es importante
que desde el primer día de clases lo alumnos puedan ver reflejada la

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autoridad de un pastor que les ama, pero que es firme en sus


instrucciones y sanciones, que si tratan de salirse del redil, está presto
con la "vara y el callado" para corregirles.
Como ejemplo de la Grey: Se ha dicho que el líder que no predica con el
ejemplo no tiene la autoridad moral para demandar obediencia de sus
subordinados, el apóstol Pablo le expresó a Timoteo la necesidad de una vida y
conducta ejemplar: "Nadie tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo para los
creyentes en palabra, en conducta, en amor, en fe y en pureza." (1ª. Timoteo
4:12). La palabra líder es un anglicismo que proviene del verbo "to lead: guiar".
El maestro no puede demandar puntualidad, si el no es puntual, no puede
demandar obediencia, si no acata con toda sumisión la instrucciones de sus
directores, no puede demandar un trabajo excelente si él mismo no paga el
precio preparando excelentemente sus clases, no puede demandar orden, si el
mismo es desordenado etc. El Señor es nuestro líder y cabeza de la Iglesia y en
su caminar nos dejó un ejemplo a imitar, tal como Pedro escribió: "Pues para
esto fuisteis llamados, porque también Cristo sufrió por vosotros, dejándoos
ejemplo para que sigáis sus pisadas." (1 Pedro 2:21). La manera de ser
maestros y pastores ejemplares, será siguiendo las pisadas de Cristo,
manifestadas en su Santa Palabra. Pero el problema es si es maestro no conoce
las pisadas de Cristo narradas en su Palabra, o bien si no hay una vida
consagrada para andar en pos de El. Para el ser humano es imposible este
andar, es por esta razón que la Biblia nos muestra el secreto del mismo en la
Epístola a los Hebreos: "…haciendo él en nosotros lo que es agradable delante
de él por medio de Jesucristo, a quien sea la gloria por los siglos de los siglos.
Amén. " (Hebreos 13:21), el secreto de esta vida es que Cristo la viva en
nosotros y así nos conceda ser los maestros - pastores ejemplares en el aula de
clases.
LA RECOMPENSA: Existen distintos tipos de motivaciones que llevarán a
maestro - pastor a Apacentar, Cuidar y Gobernar a la manera de Dios un aula de
clases, pero el mayor galardón que podamos recibir es el descrito por el Apóstol
Pedro: "Y al aparecer el Príncipe de los pastores, recibiréis la inmarchitable
corona de gloria." (1ª. Pedro 5:4), Todos los galardones que en esta tierra pueda
alcanzar un pastor, no son comparables al que Cristo tiene preparado, para los
buenos pastores. Estimado hermano y consiervo maestro, suplique a nuestro
Señor ser un maestro - pastor a la manera de El y seguramente que mientras
vivimos en este cuerpo y aún más en aquel día será recompensada su labor.

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