Proyecto de Adultez

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CARRERA: PSICOLOGÍA

MATERIA: ENFOQUE PSICOFISIOLÓGICO DEL DESARROLLO HUMANO: ADULTEZ Y

TERCERA EDAD

TEMA:

INCLUSION SOCIAL DEL ADULTO MAYOR EN LA COOPERATIVA SERGIO TORAL II BARRIO


LAMINA 2 DE LA CIUDAD DE GUAYAQUIL Y SU ROL COMO MIEMBRO ACTIVO EN LA
SOCIEDAD
INTEGRANTES:

- BELEN MEDINA

- THAIZ GONZALEZ

-CAROLINA MORAN

- LUIS NEIRA

- DORIS JARAMILLO

PROFESOR:

MARLYS LISBETH IPIALES VASCONEZ

Guayaquil, Diciembre 23 del 2019


OBJETIVOS GENERAL

Concientizar a la sociedad de los beneficios pertenecientes a esta etapa de la vida, mediante una incorporación
colectiva en la cooperativa Sergio Toral II y así transferir los conocimientos adquiridos por la época del adulto
mayor y la época actual, con personas de diferentes edades, evitando los estereotipos instalados en el imaginario de
las personas.

OBJETIVOS ESPECIFICOS

 Recopilar datos estadísticos de los adultos mayores en Sergio Toral II.


 Diseñar un proceso de vinculación del adulto mayor para con la sociedad en Sergio Toral II, de acuerdo a
las características propias del lugar.
 Identificar motivaciones y expectativas generales que impulsan a los adultos mayores a participar
socialmente.
 Conocer la visión que estos adultos mayores poseen acerca de aquellos de su mismo grupo etario que no
participa socialmente.
 Procurar establecer relaciones entre su participación social y su salud bio-psico-social.
 Conocer qué rol les asigna la familia y la comunidad.
 Conocer los factores de riesgo bio-psico-social que atraviesan los adultos mayores en esta comunidad.
 Conocer la expectativa de sus familiares y el imaginario social instaurado en Sergio Toral II para con los
adultos mayores.
Contenido
OBJETIVOS GENERAL ..................................................................................................................................2
OBJETIVOS ESPECIFICOS .............................................................................................................................2
Introducción............................................................................................................................................4
MARCO TEÓRICO .......................................................................................................................................6
1.1 Concepciones sobre el envejecimiento ................................................................................................6
1.2 Situación sociodemográfica .............................................................................................................9
Bibliografía ...........................................................................................................................................12
Introducción

Galeno decía que el envejecimiento comienza en el momento mismo de la concepción. Y es que si lo

miramos desde la vertiente biológica, por ejemplo, los cartílagos articulares y no articulares comienzan a envejecer

alrededor de los veinte años; se han encontrado ateromas en las arterias de jóvenes de dieciocho; la pérdida de

células nerviosas, aunque conservando la estructura del sistema, se produce a lo largo de toda la vida. Resulta

difícil entonces establecer una clara separación entre la madurez y el comienzo de la senectud, como también entre

la senectud normal y la patológica, siendo muchas veces más una diferenciación cuantitativa que cualitativa. Vamos

envejeciendo, y en un momento dado nos sorprendemos viejos. La adultez de los hijos; el nacimiento de los nietos; la

jubilación, con el cortejo de consecuencias que habitualmente acarrea: disminución del nivel económico y social,

inseguridad, sentimientos de minusvalía, de marginación; la muerte del cónyuge y de amigos; los cambios en la

imagen corporal; el rol que la familia y en general su entorno le otorga; todo esto configura lo que puede llamarse la

"crisis de la senescencia".

En la senectud el conflicto pasa también, predominantemente, por la crisis narcisista que implica asistir a

la propia declinación, además de las pérdidas objétales. Toca realizar el duelo también por las funciones corporales

perdidas, por la imagen corporal destruida o perdida. Por eso resulta importante comprender muchos de los

síntomas atribuibles a la vejez como manifestaciones de defensas narcisistas. en el ámbito psíquico, de tal manera

que, mientras por un lado se mantiene la fuerza de lo pulsional, la capacidad para controlarlo va disminuyendo, así

como también la capacidad para adaptarse a los requerimientos del mundo exterior. Ello hace que muchas veces se

recurra a la somatización como manera de control (y a la vez de expresión) de afectos desbordantes, tales como

miedo, agresividad o sentimientos de pérdida, así como manifestaciones eróticas que el viejo puede sentir como

indebidas a su edad, y por consiguiente, también se manifiestan "fuera de lugar". La posibilidad de comprender el

sentido de los síntomas corporales como expresión de afectos inhibidos, y de fantasías inconscientes (además de

las resignificaciones conscientes y preconscientes, y sin desconocer los factores etiológicos de orden biológico)

entramados en la biografía del paciente, tiene un valor práctico, ya que en ocasiones la medicación puede llegar a
empeorar el cuadro en lugar de mejorar al paciente anciano, muy habitualmente sometido a una polifarmacia. La

osteoporosis se acelera con la inmovilidad, y a su vez, se vincularía con la falta de sostén que puede padecer el

anciano. La relación entre menopausia y osteoporosis ha sido claramente señalada, pero no se ha puesto suficiente

énfasis en el proceso de elaboración de la menopausia y su vinculación con las fantasías de sostén, originadas en la

identificación temprana con una madre que cumple también la función de sostén. Las rigideces articulares pue den

expresar las dificultades para la adaptación a los cambios coyunturales que la vida requiere. La falta de flexibilidad

equivaldría al aferrarse a las viejas posturas por el temor a no poder adaptarse a nuevas exigencias. En el mismo

sentido, la columna vertebral, con sus osteofitos, artrosis y exageración de las curvaturas, señalarían la acción del

peso de los ideales que doblegan. La hipertensión (esencial) puede representar la expresión de la rabia y la

humillación reprimida, a la vez que la manera de mantener la postura erguida, el narcisismo a salvo, aún a costa de

transformar su árbol vascular a la manera de un hidroesqueleto. La calcificación de los ateromas pasaría a

materializar esta fantasía.

Respecto a la sexualidad, en el varón, aunque se mantiene el deseo, los cambios fisiológicos hacen que, por ejemplo,

la erección peniana demore en producirse normalmente el doble o triple del tiempo habitual que en el joven, lo que

puede llevar al anciano a desesperar, a sentirse impotente, o a renunciar a la genitalidad.

Entonces podríamos hablar de un envejecimiento biológico y otro psíquico o de un envejecer físico

acompañado de una madurez, sabiduría, experiencia y de adquisición de nuevos roles frente a una sociedad que se

niega a ver al adulto mayor como un ser aún en construcción, con deseos y posibilidades de satisfacción.
MARCO TEÓRICO

1.1 Concepciones sobre el envejecimiento

Es importante esclarecer las concepciones, consideraciones, y juicios emitidos sobre el envejecimiento. El

envejecimiento es un proceso dinámico, gradual e irreversible en donde se interponen múltiples factores biológicos,

psicológicos y sociales. Se lo ha definido como: “Un deterioro progresivo y generalizado de las funciones que

produce una pérdida de respuesta adaptativa al estrés y un mayor riesgo de sufrir enfermedades relacionadas con

la edad.”

La vejez es la última etapa de la vida del ser humano, comienza a los 65 años y termina con la muerte, los

gerontólogos clasifican a la vejez entre, el anciano-joven que constituye el grupo más numeroso de adultos

mayores, los ancianos-ancianos y los ancianos muy ancianos, cada una de estas categorizaciones presenta ventajas

y desventajas como cualquier etapa, entre las ventajas está el ser activos, tener seguridad económica y el ser

independientes como contraparte está el riesgo de enfermedades o lesiones.

Según la literatura bíblica del Antiguo Testamento la vejez era considerada de forma positiva y sublimatoria. Se

Resaltaba constantemente la dignidad y la sabiduría de las personas mayores junto a las especiales cualidades de la

vejez para cargos elevados. De esta manera, las personas mayores se convierten en ejemplo o modelo, así como en

guía y enseñanza.

En el cristianismo, ya hacía la edad media, la representación de la vejez toma otro sentido. La madurez y la vejez se

representaban en la comprensión y, también, en la vida afectiva y en los actos amorosos a partir de la doctrina

cristiana. El cristianismo planteaba que en la medida que las personas crecían bajo los principios y actos de Cristo

se volvían adultos, lograban la madurez y la dignidad (Bouwsma, 1981). Esto era asumido en una serie de principios

morales para que las personas llegaran a vivir bien y una buena vejez. La mirada cristiana se mantuvo durante la

Edad Media, en Occidente, y hasta gran parte de la época moderna. La vejez fue integrada a los planteamientos
básicos del cristianismo que ejemplificaron la forma como el pensamiento occidental unificó criterios. Fue en esta

época cuando la representación de la vejez fue cambiando hacia una visión más negativa, aunque ligada a la moral

cristiana. El cristianismo llevó de categorizar a la vejez en función de un estatus natural o divino dado en la

experiencia como conocimientos, a una categorización en función de una divinidad alejada de los hombres, de

escaso contacto con ellos, por lo que los viejos poco a poco dejaron de ser esa posibilidad de encuentro entre los

hombres y las deidades, y de ser considerados sujetos de experiencia.

Fue hasta el siglo XX cuando los estudios sobre la vejez tomaron un mayor interés, sobre todo con la aparición de la

Gerontología y con el interés de la Psicología del Desarrollo en el estudio del ciclo vital. Antes, algunos trabajos

aparecieron de forma esporádica, sobre todo en siglo XIX con Galton o Stanley Hall. Los primeros trabajos

conceptuales muestran un interés importante por conceptualizar a la vejez desde una visión de la ciencia con un

claro enfoque positivista y enfatizando los aspectos biológicos del envejecimiento.

Las primeras definiciones de la vejez aparecieron en los años cincuenta, momento en el que las investigaciones

médico-científicas cobraban un mayor auge. Peter Medawar en 1953 decía que: “la vejez es el cambio fisiológico que

sufre el individuo, cuyo término inevitablemente es la muerte”.

Un biólogo llamado Alex Confort consideraba en esos mismos años a la senectud como un proceso de deterioro: “Lo

que mide, cuando lo medimos, es una disminución en viabilidad y un aumento en vulnerabilidad, se muestra como una

creciente probabilidad de muerte con el aumento de la edad cronológica” (citado por García, 2003:94). Desde esta

perspectiva médica, la vejez fue relacionada como un estado previo a la muerte.

Una de las definiciones más utilizadas es la que plantea el estudio de la vejez a partir del envejecimiento primario y

del envejecimiento secundario propuesto por autores como Busse (1987) o Horn y Meer (1987) (citados por Papalia,

Wendkos y Duskin, 2004).

El envejecimiento primario, es un proceso gradual e inevitable de deterioro corporal que empieza temprano en la

vida y continúa a lo largo de los años y que no puede evitarse.


El envejecimiento secundario, consiste en los resultados de la enfermedad, el abuso y el desuso, factores que

pueden ser evitables y que están en el control de la gente. Hoffman, Paris, y Hall (1996) comparten esta definición y

señalan que el envejecimiento primario es normal e inevitable y sucede a pesar de la salud, y que el envejecimiento

secundario, son cambios que están correlacionados con la edad y que hacen difícil establecer un curso normal del

envejecimiento.

En la adultez tardía o vejez, muchas personas en lugar de resignarse a la soledad y el aislamiento, la mayoría de los

adultos mayores siguen teniendo una vida social activa e independiente.

Platón en la República toma una postura de sumo respeto por las experiencias de las personas mayores. Elogia a la

vejez como etapa de la vida en la que las personas alcanzan la máxima prudencia, discreción, sagacidad y juicio, y

las ofrece en la comunidad funciones de gran divinidad y responsabilidad, directivas, administrativas y

jurisdiccionales y superiores en estima social.

Debido a los síntomas de la actualidad como la individualización de las personas y el constante estimulo tecnológico

se ha trasgredido el rol del adulto mayor, provocando una evidente discriminación por la edad y los estereotipos, sin

ponerle la respectiva atención a los constantes deseos de aquellas personas.

“La discriminación por la edad es el encierro de la gente que le impide desarrollarse como individuos para vivir su

vida de manera singular” (Hess, 2006). Es un prejuicio por el cual se categoriza y se juzga a las personas solo a

causa de su edad cronológica.

Un tipo de expresión común de discriminación en la actualidad es el tipo de discurso deteriorado llamado

conversación para ancianos, dentro de ella hay oraciones cortas, énfasis exagerados, y repetición frecuente.

Dentro de la conversación para ancianos hay clisés proyectivos, o halagos condescendientes como:” Que vivo, se lo

ve”, la conversación para ancianos es condescendientes en especial cuando las personas se expresan de un forma

falsa, o llaman a una persona mayor querido, o amor, o usan un apodo fuera de lugar en vez de usar su apellido.
En esta etapa tan venturosa existe una cantidad de prejuicios y predicciones, el prejuicio en la vejez es común entre

la gente de todas las edades pero este fenómeno se acentúa más en la población joven porque ellos están alejados

por sus edades de experimentar las vivencias propias de esta decadente etapa.

Entre las predicciones se configura como hecho irreversiblemente real la llegada de la muerte, la incapacidad para

hacer actividades, la incapacidad de ser autónomos y la suposición de que el adulto mayor no podría aportar en la

economía familiar.

La vejez es una etapa de la vida que trae consigo sus propios beneficios tales como la experiencia que en conjunta

una mayor capacidad, competencia y conocimientos para realizar una tarea específica y la sabiduría que se

adquiere con el cumulo de años vivido.

La consecuencia de los Prejuicios y estereotipos puede causar un gran daño en el adulto mayor, como el

desequilibrio de su identidad, este podrían pasar de un extremo a otro, abandonando su identidad y acep tando los

estereotipos de discriminación por la edad, llegando a expresar de forma personal que no son realmente útiles por

su condición.

Se debería inclinar a nuestros adultos mayores a la asimilación de los cambios que se manifestaran en sus vidas,

acentuando su identidad, para que así puedan combinar las circunstancias que han cambiado en su vida, como sus

pérdidas y la distancia de los hijos, evitando así alguna resistencia sin sentido.

1.2 Situación sociodemográfica

En primer lugar definiremos que se comprende por adulto mayor, se considera adulto mayor a un grupo etario

que comprende personas que tienen más de 65 años de edad, este término se ha utilizado como un peyorativo, al

igual que sucede con el término tercera edad, ya que se considera que los adultos mayores, solo por haber

alcanzado esta edad, se los reconoce como pertenecientes a la tercera edad. El envejecimiento ha alcanzado rasgos

que se adquieren ya sea desde un punto de vista biológico, social y psicológico.


El término envejecimiento hace referencia a un proceso biológico que una persona experimenta cuando va

adquiriendo años. Magno y Andrade en el año 2000 expusieron que el comienzo y la percepción de la vejez se

asocian con fenómenos de la naturaleza biosíquica y social, más no solo con la evolución cronológica.

Según la Dra. Adela Herrera P., “el envejecimiento corresponde a una serie de modificaciones morfológicas,
psicológicas, bioquímicas y funcionales que origina el paso del tiempo sobre los seres vivos. Es universal: alcanza a
todos los individuos sin excepción; es intrínseco: genéticamente programado; es progresivo: comienza
prácticamente desde el nacimiento: y es deletéreo (mortal) ya que inevitablemente termina con la muerte.

Así pues podemos ver 3 tipos de envejecimientos:

Envejecimiento fisiológico: Proceso en que los parámetros biológicos son normales y se conserva la posibilidad de

relación con el medio en que se mueve.

Envejecimiento Patológico: Se refiere a la presencia de enfermedades que pueden alterar el curso normal del

envejecimiento fisiológico.

Envejecimiento Activo: Es el proceso por el cual se mejoran las oportunidades de bienestar físico, social y mental

durante toda la vida con el fin de expandir la esperanza de vida saludable, la productividad y la calidad de vida, la

misma que se establecerá en gran medida por su capacidad para mantener su autonomía y su funcionalidad en la

vejez.

Según las Naciones Unidas, la población envejecida es la que del total de sus habitantes. Más del 7% son

mayores de 65 años, y también propone colocar una línea que divida en los 60 años para países que están en vías

de desarrollo.

Datos recolectados del informe "Perspectivas de la población mundial 2019", en 2050, una de cada seis

personas en el mundo tendrá más de 65 años (16%), más que la proporción actual de una de cada 11 en este 2019

(9%). Para 2050, una de cada cuatro personas que viven en Europa y América del Norte podría tener 65 años o

más. En 2018, por primera vez en la historia, las personas de 65 años o más superaron en número a los niños
menores de cinco años en todo el mundo. Se estima que el número de personas de 80 años o más se triplicará, de

143 millones en 2019 a 426 millones en 2050 (United Nations Department, 2017)

En Ecuador existen registrados hasta el 2017, un total de 16´325.000 habitantes de los cuales el 10%

corresponde a personas mayores a 60 años, lo que quiere decir que tenemos una población de 1´662.500 personas

adultas mayores. Según estudios del INEC entre en el año de 2018 y 2030, la cual tendrá un incremento rápido en la

población adulta mayor.

Fuente: Encuesta de Salud Bienestar y Envejecimiento en el Ecuador (SABE 2009)


Bibliografía
Universidad del rosario. Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud Documentos de investigación núm. 12 (Enero de
2011). Vejez y envejecimiento, obtenido de: https://core.ac.uk/download/pdf/86442423.pdf
Rocío Fernández-Ballesteros Catedrática de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico Universidad
Autónoma de Madrid, obtenido de: http://www.encuentros-
multidisciplinares.org/Revistan%C2%BA16/Roc%C3%ADo%20Fernandez%20Ballesteros.pdf
Júpiter ramos Esquivel, Adriana marcela meza calleja, Iraam maldonado hernández, Martha patricia ortega
medellín, ma. Teresita Hernández paz. Aportes para una conceptualización de vejez, obtenido de:
http://www.cucs.udg.mx/revistas/edu_desarrollo/anteriores/11/011_Ramos.pdf

Naciones Unidas (2017). Envejecimiento; obtenido de: https://www.un.org/es/sections/issues-


depth/ageing/index.html
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) (2009). Salud, Bienestar y envejecimiento.
Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) (2008). La población adulto mayor en la ciudad de Quito estudio de
la situación socio demográfica y socioeconómica.
Hidalgo, Jorge G. (2001). El envejecimiento (Aspecto Sociales), Editorial de la Universidad de Costa Rica. San José,
Costa Rica.

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