No Bajes de La Barca
No Bajes de La Barca
No Bajes de La Barca
"Aquel día, cuando llegó la noche, les dijo: Pasemos al otro lado. Y despidiendo a la multitud, le
tomaron como estaba, en la barca; y había también con él otras barcas. Pero se levantó una gran
tempestad de viento, y echaba las olas en la barca, de tal manera que ya se anegaba. Y él estaba en
la popa, durmiendo sobre un cabezal; y le despertaron, y le dijeron: Maestro, ¿no tienes cuidado que
perecemos? Y levantándose, reprendió al viento, y dijo al mar: Calla, enmudece. Y cesó el viento, y
se hizo grande bonanza. Y les dijo: ¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Cómo no tenéis fe? Entonces
temieron con gran temor, y se decían el uno al otro: ¿Quién es éste, que aun el viento y el mar le
obedecen?"
Este pasaje bíblico ha sido de mucha inspiración para muchos predicadores, es muy rico en su
mensaje y se pueden abordar diferentes temas como: “el Poder de Dios ante la naturaleza”, “Cómo
enfrentar las tormentas en tu vida”, “Eligiendo la barca correcta”, “El clamor ante el inminente
agobio”, “la adversidad en lo sobrenatural”, etc. Pero hoy quiero compartirles acerca de la
necesidad de mantenerse en la barca a pesar de las situaciones en contra. Podemos darnos cuenta
que el cuadro que narra este pasaje nos muestra a unos discípulos angustiados y un tanto
desesperados. Y no era para menos, las barcas de ese entonces eran una especie de canoas. NO
estaban sofisticadas como lo pueden estar hoy en día muchas embarcaciones para enfrentar las
tempestades en la mar. Además de que eran batantes individuos para una simple barca. Todo
estaba en su contra, pues el riesgo era inminente y estaban a punto de hundirse . Es cierto que alli
estaba el Señor Jesús, y que si lo vemos desde la perspectiva de la fe, es obvio que no les iba a
suceder nada a ninguno de los que se encontraban dentro de esa barca. Pero su humanidad hizo
mella y la Biblia declara que temieron con gran temor. Esta declaración me hace pensar que su
miedo había subido de tono al grado de estar ya con pànico.
A pesar de este cuadro nada favorecedor para los discípulos, podemos notar que ninguno de ellos
saltó de la barca hacia la mar. Aunque se estaba inundando el piso de la misma, nadie se echo fuera
de ella. Aunque la situación se vertía más intennsa y desesperante, ni un solo discípulo abandonó la
barca. ¡todos se quedaron! Y eso fue bueno y fantastico, pues considero que cualquiera que hubiese
tenido la osadía de saltar, iba a terminar pereciendo ante el apremiante y embravecido mar.
Esto me hizo meditar acerca de que a menudo observo a mucha gente que tiende a abandonar la
barca, llamese (matrimonio, familia, empleo, proyecto, iglesia, ministerios, equipo, etc.,) y que a
causa de ello, los individuos se hunden y cada día son más los que perecen y desfallecen en su fe,
en sus relaciones, en sus niveles espirituales y en sus logros. Bajarse de la barca, es sinónimo de
abandonarla, quien desasiste deja de estar en la perspectiva que Dios tiene para él o ella. Al
despertar Jesús y reprender al viento y a las olas del mar, salvo a los que se encontraban dentro de
la embarcación. Dios siempre acude en ayuda de quien permanence y es leal a pesar de las
corrientes contrarias que lo quieren hacer sucumbir. Quien se marcha o ausenta de la barca en que
fue puesto sera presa fácil del enemigo para hundir su estabilidad, sus sueños, sus metas y sus
éxitos. La barca no se hundió debido a que Jesús y los discìpulos permanecieron en ella. El Señor
Jesús siempre estará dispuesto a bendecir y a sostener a todo aquel que fidelidad, pasión y lealtad.
CONCLUSIONES
Puede ser un héroe lo mismo el que triunfa que el que sucumbe, pero jamás el que abandona el
combate.
Nunca abandones la barca en donde viajas al lado del Señor, hasta que hayas cumplido con tu deber.
Los pescadores saben que el mar es peligroso y la tormenta, terrible. Pero este conocimiento no les
impide hacerse a la mar y tampoco a renunciar a estar en su barca aun en la tempestad.
REFLEXION
A pesar de la gran tormenta en medio de la mar, ninguno de los discípulos del Señor Jesús abandonó
la barca, ¿estás siendo fiel y leal a la embarcación en donde te ha puesto Dios?
La barca como se dijo hace un momento representa tu matrimonio, tus sueños, tu trabajo, tu
ministerio, tu iglesia, etc., ¿estás firme apoyando los proyectos de cada uno de ellos?
A pesar de que temieron con gran temor, los discípulos supieron mantenerse en la barca, ¿estás
venciendo tus temores que te pueden orillar a abandonar la barca?
Quizás para un pescador como lo eran los discípulos pudo haber sido sencillo echarse a la mar y
tratar de salvarse a sí mismos, pero se percataron de que en su barca estaba el Señor Jesús, quien
finalmente los salvó de perecer, ¿tienes en cuenta de que en tu barca también está Jesús?