Trabajo Derecho Internacional Privado

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Trabajo de investigación

Nombre del alumno:


Zaragoza Cabeza de Vaca Isaac
Número de Cuenta:
316080857
Materia:
derecho internacional privado I
Grupo:
0007
Horario:
lunes, miércoles y viernes de 0940 a 11 de
la mañana.
Nombre del profesor:
Lic. Ulises Ramírez Gil
Tema asignado:
La Academia Mexicana de Derecho
Internacional Privado y Comparado; Sus
orígenes, su desarrollo y su trascendencia
en México.
INTRODUCCION
Para poder conocer el impacto que tuvo la creación de esta academia mexicana
de derecho internacional privado primero debemos conocer los antecedentes de
cómo se fue desarrollando el estudio del derecho internacional en México ya que
es de vital importancia para poder conocer los motivos que llevaron a su creación
en los últimos años de los sesentas y en ese sentido partimos con la difícil
internacionalización de México donde vemos que El análisis del derecho
internacional en nuestro país se puede hacer desde la perspectiva del derecho
existente en la época y que le era aplicable a la inexperta nación, sobre todo las
instituciones referentes a responsabilidad internacional, reconocimiento, guerra,
límites. Además, no olvidemos que el México contemporáneo, logra su
independencia por medio de un tratado internacional. Precisamente el tratado de
Córdoba firmado por el virrey Juan O’Donojú, que en esencia ratificaba el Plan de
Iguala, es la base legal de la vida independiente de México. Al adquirir su
independencia, México era, con más de cuatro millones de kilómetros cuadrados,
el país más grande de la América Hispana y el segundo de todas las Américas,
sólo menor que Brasil. De ahí que es muy útil estudiar los diferentes tratados
internacionales celebrados entre el joven país independiente y sus vecinos
fronterizos, precisamente para delimitar sus fronteras. En ese sentido es
importante analizar toda la práctica política de nuestro país para lograr el
reconocimiento de su gobierno y cómo el reconocimiento tenía efectos jurídicos
vinculatorios ya que a través de él podía dar vida a un Estado.
También es digna de observación, desde la perspectiva del derecho internacional,
la gran tragedia nacional de la mutilación del territorio nacional que empieza en el
año de 1821 cuando se faculta a Moisés Austin para colonizar con trescientas
familias no mexicanas una parte de Texas, lo cual fue el caballo de Troya
anglosajón para después, en el año de 1836, lograr su independencia de México y
posteriormente, en el año de 1845, cerrar el primer capítulo de desmembramiento
del territorio mexicano, cuando el Congreso de Estados Unidos admite a Texas
como parte de la Unión Americana. En realidad, imbuidos del destino manifiesto,
los estadounidenses ya habían iniciado su expansión hacia el sur con el territorio
logrado a través del tratado celebrado con España, Onis-Adams de 1819 en la que
este país cedía el rico territorio de las Floridas a favor del país norteño.
México, país sin experiencia en gobernarse, con políticos de caricatura y con un
territorio rico y privilegiado, era un manjar apetecible para las potencias del
momento, que buscaban sólo pretextos para poner un pie en territorio nacional
con ánimo de dominio como la intervención francesa de 1838 cuando el gobierno
francés mandó a México una fuerza naval que se apoderó de Veracruz a fin de
cobrarse las cuentas de un pastelero al que el gobierno de Bustamante sí accedía
a pagarle.1
1
”. Sepúlveda, César, “Evaluación de los planes y programas de información en las escuelas y facultades de derecho”,
Revista de la Facultad de Derecho de México, UNAM; t. XXXIII, enero-julio, 1983, núms. 127, 128 y 129, pp. 137 a 189

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Después viene la guerra estadounidense en contra de México. Esa guerra tan
cobardemente preparada por los vecinos norteños, se ha tratado en excelentes
trabajos históricos, aunque necesita todavía un análisis jurídico situado en el
momento histórico y con la normatividad del momento como marco. De ahí la
necesidad del estudio del tratado de Guadalupe Hidalgo del 2 de febrero de 1848.
Más tarde la venta de La Mesilla por el nefasto Antonio López de Santa Anna es
un objeto bastante atractivo de estudio de derecho internacional, quizás
comparando lo que existía en ese momento con lo que existe ahora.
Otro hito en la historia del desastre nacional es la Convención de Londres de 1861
entre Inglaterra, España y Francia mediante la cual, ante la decisión del gobierno
de Juárez de suspender el pago de la deuda externa y de sus intereses,
decidieron estas potencias intervenir en México. Como sabemos la negociación
con los gobiernos de Inglaterra y España, con los Tratados de La Soledad dejó
sola a Francia, la que realizó una cruenta guerra de intervención contra México y
más tarde Napoleón III ofreció el gobierno a Maximiliano de Habsburgo. Tanto el
derecho convencional como consuetudinario del momento pueden dar una
evaluación de la legalidad de tales actos en los que nuestro país se vio inmerso en
ese oscuro, para nuestro país, siglo XIX, ya que sufrió la experiencia grave de una
serie de intervenciones que convirtieron a México en una especie de Vietnam del
siglo XIX. En el siglo XX la Revolución Mexicana, con sus problemas de
reconocimiento, de responsabilidad internacional, los tratados de Bucareli, la
gestación de los principios de política exterior etc. son solo algunos antecedentes
muy marcados en la historia mexicana y factores determinantes en el creciente
interés internacional en el derecho internacional para su estudio.
Los antecedentes que he logrado encontrar de la enseñanza del derecho
internacional datan del año de 1854 cuando se añade al Programa de la Escuela
de San Ildefonso la enseñanza del derecho internacional privado como una
medida de modernidad. Esos son los antecedentes que he encontrado de la
introducción del estudio de derecho internacional en nuestras universidades.
También en el mismo siglo XIX es importante la figura de importantes juristas que
destacan en el estudio del derecho internacional, por ejemplo, uno de los grandes
juristas mexicanos del siglo XIX que se le conoce por su trabajo en derecho
constitucional, Ignacio Luis Vallarta, cuyo estudio y práctica del derecho
internacional los realiza profundamente desde la Secretaría de Relaciones
Exteriores de la cual fue su titular del 29 de noviembre de 1879 al 6 de mayo de
1878.
En materia de publicaciones especializadas, el profesor César Sepúlveda se
quejaba de que la enseñanza de derecho internacional estaba obstaculizada por
diferentes circunstancias entre otras por “falta de un órgano o publicación que
recoja y difunda el pensamiento de los internacionalistas mexicanos1

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Esta queja tenía mucha razón de ser pues aparte de un esfuerzo encomiable de
publicación de una revista especializada, Revista Mexicana de Derecho
Internacional, que duró unos cuantos años a partir de 1919, en el México
posrevolucionario, después hubo un silencio sepulcral por décadas.
La Revista Mexicana de Derecho Internacional, de la cual por cierto, se conserva
una colección en la biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad de
Oxford, tenía un material bastante interesante que puede dar idea de los temas
que preocupaban en aquel momento a la doctrina de derecho internacional.
Más tarde el Boletín Mexicano de Derecho Comparado, publicado por el Instituto
de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, contiene artículos sobre derecho
internacional privado, lo mismo sucede con la revista Jurídica de la Universidad
Iberoamericana.
También son dignas de mencionar , la revista de la Comisión para la Protección
del Comercio Exterior dedicada al arbitraje comercial internacional y los trabajos
de la Asociación Mexicana de Usuarios del Transporte Marítimo, en forma
destacada su Boletín Mensual, que fue una de las pocas revistas especializadas
en temas marítimos incluyendo al derecho del mar y, por último, el Boletín de la
Dirección Jurídica del Instituto Mexicano de Comercio Exterior, que contenía
trabajos relativos a los aspectos jurídicos del comercio exterior.
El silencio en materia de publicaciones especializadas se rompe hasta la década
de los años ochenta con la aparición del Anuario Mexicano de Relaciones
Internacionales (AMrelaciones internacionales), publicado por Escuela Nacional de
Estudios Profesionales Acatlán, cuyo primer tomo referente 1984 aparece en el
año de 1987. El AMRI fue animado por su director y un indiscutible líder en el área
de derecho internacional, Modesto Seara Vázquez. Si bien el AMrelaciones
internacionales, como su nombre lo indica, no estaba especializado en derecho
internacional privado, su contenido en esta disciplina es importante porque
contiene muchos trabajos sobre la materia, predominando los enfoques de
relaciones internacionales.
El hecho de que este Anuario haya sido una iniciativa de profesores de relaciones
internacionales y de que en realidad esa sea su orientación es muy significativo en
términos de enfoques de las escuelas de derecho internacional de México, pues
siendo una escuela dominante creaba una señal en el sentido de considerar que
esa era la metodología de los análisis de derecho internacional olvidándose los
análisis estrictamente jurídicos con la metodología que el derecho internacional
privado exige independientemente de que se puede recurrir accesoriamente a las
relaciones internacionales para mejorar los análisis.
Otro momento importante en la historia de las publicaciones en derecho
internacional es la aparición de la Revista Mexicana de Derecho Internacional
Privado que es una clara consecuencia de la actividad de los profesores y

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especialistas en derecho internacional privado que han probado su capacidad de
organización en la Academia Mexicana de Derecho Internacional Privado y
Comparado.
La Academia se fundó el 5 de diciembre de 1968, mediante escritura 26,493, ante
el licenciado Fausto Rico Álvarez, Notario número 6 del Distrito Federal, por un
grupo de profesores de Derecho Internacional Privado preocupados por el
desarrollo de nuestra disciplina en México.
Originalmente fundada como Instituto Mexicano de Derecho Internacional Privado
A.C., el 30 de octubre de 1980, mediante escritura 65,714, ante el licenciado
Alejandro Soberón Alonso, Notario número 68 del Distrito Federal, su
denominación cambió por la de Academia Mexicana de Derecho Internacional
Privado A.C.
Más tarde, en el año de 2001 con el inicio del siglo XXI, aparece el Anuario
Mexicano de Derecho Internacional (AMDI), una publicación del Instituto de
Investigaciones Jurídicas de la UNAM que en apenas unas décadas de existencia
ha llenado un hueco en la doctrina mexicana de derecho internacional privado y ha
probado que existen especialistas de alto nivel en México.
Durante el siglo XX, en el México posrevolucionario, con una clara política exterior
y de vocación de respeto del derecho internacional, se pueden nombrar un grupo
de internacionalistas de primer orden que conformaron una brillante generación de
profesores egresados de la Escuela Nacional de Jurisprudencia, entre los que
sobresalen César Sepúlveda, Padilla Nervo, Roberto Córdoba, García Robles,
Antonio Gómez Robledo, Jorge Castañeda, Isidro Fabela, Manuel J. Sierra y
aunque no fue especialmente un internacionalista, Antonio Martínez Báez, sus
trabajos sobre derecho internacional son muy destacados.
En la historia del derecho internacional mucho ha tenido que ver también los
profesores españoles emigrados a nuestro país con motivo de la guerra civil que
asoló a España. Uno de esos profesores fue Manuel Pedrozo, que llegó de la
Universidad de Sevilla y sirvió como embajador en Moscú del servicio exterior de
la España republicana; si bien no fue un autor prolífico en derecho internacional, sí
fue importante por ser profesor de varias generaciones de alumnos que
posteriormente también llegaron a ser profesores, independientemente que fue el
creador del Seminario de Derecho Internacional de la Facultad de Derecho de la
UNAM
Es digno de mencionar el Programa de Formación de Profesores de la UNAM
(PFP), que funcionó desde finales de la década de los años sesenta, que entre
sus objetivos tenía la preparación, mediante becas otorgadas a jóvenes
estudiantes, en prestigiadas universidades del extranjero.

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La obligación de estos estudiantes fue que al terminar sus estudios de maestría o
doctorado en el extranjero en derecho internacional se reintegraran a la Facultad
de Derecho. La experiencia fue positiva, pues a su regreso, una nueva generación
de profesores contrastó los modernos enfoques en derecho internacional que
habían aprendido con el historicismo que predominaba en las escuelas de derecho
en nuestro país (siguiendo a la Facultad de Derecho de la UNAM) y que no
correspondía a la exigencia de la práctica y la doctrina más desarrollada a nivel
internacional.
Aparte de la formación de jóvenes profesores el PFP también trajo como resultado
el enriquecimiento, con obras modernas y de gran valor, del Seminario de Derecho
Internacional de la Facultad de Derecho; la adopción de nuevos enfoques en la
enseñanza de derecho internacional privado.
Además, algunos profesores miembros de tal grupo del PFP, entre los que
sobresale la profesora también de recia personalidad, Yolanda Frías logran crear
en la década de los ochenta, en la División de Estudios de Posgrado de la
Facultad de Derecho de la UNAM una especialización, maestría y doctorado en
derecho internacional que tuvo un gran éxito en sus orígenes, inclusive con un
significativo grupo de estudiantes de centro y Sudamérica. Desgraciadamente este
programa de posgrado fue cerrado posteriormente ante la ausencia del impulso
inicial de la profesora Frías.
el Derecho Internacional Privado tiene antecedentes y raíces más antiguos que las
del derecho comparado; a pesar de que hay quienes exploran su desarrollo desde
el antiguo derecho romano, o incluso más atrás, lo cierto es que fue durante el
siglo XII cuando aparecieron las primeras manifestaciones de los juristas sobre el
particular.
El Derecho Internacional Privado no nació para resolver los conflictos de leyes de
diferentes Estados, pues sencillamente estos no existían en la manera como hoy
los conocemos.
Nació originalmente para indicar si era o no admisible el estatus de alguna
persona que no era del gremio o de la ciudad. Aunque en ocasiones se
reconocían los estatutos extraños, en otras se les rechazaba. Esto dio lugar a lo
que luego se llamó estatutos, que recogían el estatus o derechos de los miembros
de un mismo gremio o de una ciudad.
De ahí en adelante, con el cambio habido en las relaciones sociales y políticas, lo
que fueron estatutos pasaron en cierta forma a ser los derechos que daba o se
obtenían de un Estado u orden jurídico.
Con la aparición del Estado moderno, el Derecho Internacional Privado se
desarrolló sin recurrir al derecho comparado, que aún no nacía.

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A partir del siglo XII, el Derecho Internacional Privado ha tenido un gran empuje y
así ha llegado hasta nuestra época. Paralelamente, durante el siglo XX el derecho
comparado se desarrolló, aparentemente sin necesidad del Derecho Internacional
Privado. Al examinar el objeto de estudio de cada una de esas disciplinas,
podemos percatarnos de que cada una de ellas se desarrolla sobre caminos
diferentes; tal vez paralelos pero no contradictorios. A pesar del origen diverso de
cada disciplina, a partir del siglo XX han venido trabajando estrechamente
Es indispensable tener alguna idea o conocimiento del derecho comparado,
aunque no sea necesario que el comparatista sea un experto en Derecho
Internacional Privado. Simó Santonja (1968) advierte la presencia de —cuando
menos— dos elementos de importancia, que deben tomarse en cuenta para
considerar las influencias del derecho comparado sobre el Derecho Internacional
Privado:
a) Para la formación de especialistas del Derecho Internacional Privado
b) Para el desarrollo y progreso de la colaboración entre las naciones en materia
de justicia.
A mí me parece que el derecho comparado puede influir -o ser necesario e
indispensable- en el operador jurídico para manejar, conocer o aplicar ciertas
instituciones propias del Derecho Internacional privado; entre otras, el problema de
calificaciones, la aplicación del derecho extranjero, la aplicación del reenvío o la
aplicación de ciertas excepciones, tales como el rechazo al derecho extranjero por
vulnerar el orden público, por falta de reciprocidad o por fraude a la ley del foro.
Gracias a la ayuda del derecho comparado, estaremos en posibilidad de
comprender en su magnitud estas instituciones, tan elementales para el ius
privatista.
La influencia que ejerce el derecho comparado sobre algunas de las mencionadas
instituciones ius internacional privatistas, se puede advertir en la labor que realizan
los operadores jurídicos al crear o aplicar normas del Derecho internacional
privado. De las cuales me gustaría destacar dos:
a) Aquellos que realizan una función investigatoria, didáctica o codificadora, como
en el caso de legisladores al crear normas del Derecho internacional privado o
uniformes.
b) Aquellos cuya función se dirige con mayor acento a la aplicación de normas
superiores a casos concretos o específicos. Por ejemplo, jueces, registradores,
notarios, etcétera.
El primer tipo atiende una labor más abstracta en tanto que el segundo, una un
tanto más concreta. En gran medida, con el primero deben estar más vinculados
los investigadores, profesores, legisladores o estudiantes; mientras que en el

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segundo se interesan los funcionarios o particulares, que individualizan las normas
generales y las llevan a los casos más concretos.

En primer lugar, no se nos debe escapar que un operador del Dipr está expuesto a
aplicar o reconocer un derecho extranjero. El simple hecho de tener que aplicar un
derecho extranjero obliga al operador a realizar ciertas actividades que lo deben
transportar a un ambiente intelectual diferente al que está acostumbrado. De esta
manera, tiene que interpretar textos que no le son propios, y esto en el caso de
que encuentre algunos, porque en los casos de sistemas no legislados tendrá que
entender los mecanismos de producción y creación de ese derecho que ha de
aplicar
En cualquiera de ambos casos, ya sea que el operador tenga que conocer un
derecho legislado o no legislado, tendrá que introducirse en el conocimiento de las
relaciones sociales, económicas, culturales, estéticas, valorativas, etcétera, para
poder interpretar la norma en la que se apoyará para la creación de otra más
concreta.
Para el ius internacional privatista (de nuestra época), ya no es una novedad saber
que al interpretar el derecho extranjero, lo debe hacer de la misma manera como
lo haría el juez extranjero. Esto es, con los mismos valores y criterios que pudiera
considerar y con los propios.
Para meros efectos prácticos, el ius internacional privatista debe hacerse a la idea
de que, al estudiar el derecho extranjero, no se enfrentará a un derecho
desconocido —y que aparentemente importará— ni a un derecho positivo que le
será ajeno. Con frecuencia tendrá que hacerles frente a las doctrinas del derecho
extranjero y no lo podrá hacer de manera indiscriminada.
. En principio no le será fácil hacerlo, debido a las diferencias entre sistemas, así
como al orden social, económico, cultural y ético que prevalece en ese otro lugar.
Para importar ideas extranjeras, el importador debe estar seguro de que pueden
ajustarse a la idiosincrasia y sistema jurídico mexicanos, pero antes de eso,
deberá contar con los instrumentos que solo el derecho comparado le puede dar
para acercarse a ese derecho extranjero.
En principio no le será fácil hacerlo, debido a las diferencias entre sistemas, así
como al orden social, económico, cultural y ético que prevalece en ese otro lugar,
es por eso mismo que se crean programas educativos y academias que se
encargan de nutrir de material a los operadores, docentes, alumnos para que
puedan comprender la importancia de estas materias en su conjunto. Para
importar ideas extranjeras, el importador debe estar seguro de que pueden
ajustarse a la idiosincrasia y sistema jurídico mexicanos, pero antes de eso,

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deberá contar con los instrumentos que solo el derecho comparado le puede dar
para acercarse a ese derecho extranjero.
Si acaso existen problemas dentro del propio sistema, no es recomendable
inventar ideas o soluciones ni tampoco importar respuestas extrañas que no
puedan ajustarse al propio sistema. Para un aplicador del derecho, la tarea no es
fácil, porque no se trata de que rechace el sistema extranjero para aplicar el
propio, sino de rechazarlo (en los casos en que procede) porque ha sido tan bien
conocido que se ha llegado a la conclusión de que vulnera los principios
fundamentales del propio.
Ahí radica la importancia de la creación de la academia mexicana de derecho
internacional privado y comparado, donde se comparten notas, libros, documentos
de libre uso para poder educar o incluso orientar en la aplicación de estos criterios
en la vida laboral.
Un investigador del Derecho internacional privado también se sentirá satisfecho
cuando perciba correctamente las soluciones habidas en otros lugares para una
problemática del mismo Derecho internacional privado. En la realidad así ha sido.
Las experiencias que proporcionan las leyes, la jurisprudencia o la doctrina
extranjera, han sido, sin duda alguna, la fuente de riqueza más importante para
alcanzar los resultados que exige el Derecho internacional privado. Pero, aquí hay
que volver a recordar que el conocimiento del derecho extranjero es materia
propia del derecho comparado. Este es el que proporciona los instrumentos para
conocer y contrastarlo con el propio sistema jurídico. El Derecho internacional
privado no cuenta con esos instrumentos ni los ha desarrollado. De ahí que al
operador del Derecho internacional privado, le sea necesario —e indispensable—
acercarse al derecho comparado, pues de otra manera estará imposibilitado para
conocer y aplicar un derecho extraño.

Si hasta antes de la aparición del derecho comparado, el internacionalista podía


vivir sin su auxilio, ello se podía explicar debido a que las relaciones entre los
ciudadanos en una y otra naciones eran menos intensas que las existentes en la
actualidad. En mundo de la actualidad es más interdependiente que en otras
épocas. Por ahora sería inconsecuente que los investigadores, los educadores, en
fin, los operadores del Derecho internacional privado, hablen de derecho
extranjero y afirmen que debe ser aplicable, si por otro lado desconocen cómo
conocer ese derecho extranjero, es decir, la técnica para conocerlo e, incluso, lo
que contiene.
El mundo de nuestra época no vive solo y aislado, sino de manera
interdependiente. Todos necesitamos de todos. El conocimiento del derecho y sus
instrumentos no se reduce al derecho que se genera en una sola nación; el

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derecho también se universaliza, fenómeno que se materializa en los actuales
momentos de integración.
no todos los elementos extranjeros son válidos para ser importados. No todas las
realidades prevalentes en otros lugares son susceptibles de ser amoldadas a la
región para la cual se investiga o legisla. Es posible que opere la excepción de un
orden público internacional o que se trate de una institución desconocida; de
cualquier manera, aun en estos casos, es necesario conocer el derecho extranjero
para poder argumentar por qué no es posible importar la regla extranjera que
respalda a la institución desconocida.
El operador jurídico del Derecho internacional privado no solamente se debe
quedar en abstracciones, codificando, legislando, investigando o estudiando para
su cátedra, sino que también está llamado a llevar el caso concreto al terreno de
las realidades concretas. De esta manera, se puede reconocer un testamento o un
contrato redactados en el extranjero, o admitir un matrimonio, un divorcio o una
adopción conformados según el derecho extranjero, como también podrá admitir y
reconocerle efectos a una sentencia ex pedida en el extranjero conforme a una ley
extranjera y por autoridades extranjeras, etcétera.
Es necesario advertir que un profesor y sus alumnos, al introducirse al derecho
extranjero, entran a este no como simples turistas que van a curiosear ni como
medio para alcanzar una simple comparación de sistemas. Deben tomar en cuenta
que en el vocabulario legal empleado en cada sistema en el que husmean, se
perciben valores diferentes y es que no existe una uniformidad universal para
designar lo que, tal vez, puede ser un sistema o institución más o menos
semejante. He aquí nuevamente la importancia de la academia mexicana de
derecho internacional privado y comparado que gracias a las preocupaciones de
los docentes de aquella época, abrieron un camino para las siguientes
generaciones de juristas al facilitar la obtención de documentos especializados e
incluso conferencias, congresos que ayuden a la formación y permitan el avance
de esta materia que es tan necesaria actualmente en el mundo.
Para cualquier operador del derecho que se enfrente a un caso de derecho
sucesorio, familiar, contractual o cualquier otro con vínculos hacia diferentes
órdenes jurídicos, le será necesario familiarizarse con el derecho comparado.
No se trata de que se quede comparando los textos legales de uno u otro país. Se
trata de que entienda que cuando la ley aplicable sea la extranjera, tendrá que
familiarizarse con los conceptos, definiciones, clasificaciones, concepción del
mundo, de la justicia, de las relaciones sociales y otros elementos que sostienen el
orden jurídico extranjero.
Esto es importante no solo para quien se enfrente a problemas muy concretos,
sino también para aquel que realice funciones de mayor generalidad y abstracción,
como el investigador, el legislador, etcétera.

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El Derecho internacional privado nos dice que el derecho extranjero, se podrá
aplicar, que se deberá interpretar o calificar conforme al derecho extranjero, pero
no nos proporciona la técnica para acercarnos al mismo. El derecho comparado es
que guarda en su objeto de estudio esa técnica. Por tanto, el ius internacional
privatista tiene que tomarla en cuenta.
En diversos frentes del Derecho internacional privado, es factible encontrar la
presencia del derecho comparado. La encontramos en aquellos que atañen a la
aplicación del derecho extranjero, problema de calificaciones y reenvío. De igual
manera, se hacen presentes las influencias en aquellos casos en los que no se
quiere o no se debe aplicar o reconocer el derecho extranjero, como en los que
puede afectar el orden público internacional, faltar reciprocidad o se produzca un
fraude a la ley del foro los casos de dépeçage, adaptación, en fin, de
armonización.
Con el fin de entender esta relación simbiótica entre el derecho comparado y el
derecho internacional privado mostraré, a manera de ejemplo, el caso de un
testamento otorgado en un país extranjero y que se presenta ante un tribunal
mexicano.
Imaginémonos el caso de una de las entidades federativas de Estados Unidos
cuando establece que la disposición del patrimonio mortis causa, se puede hacer
a través de una grabación en video. En esta grabación, se guarda la voz e imagen
del testador, sin que exista otro documento más que la cinta grabada. En este
caso, la ley mexicana indica que el testamento extranjero produce efectos en la
CDMX cuando hubiese sido formulado de acuerdo con la ley del país donde se
otorgó (Art. 1593 del CCDF).
El juzgador mexicano comenzará por reconocer que este medio de testar (en
videograbación) no se encuentra establecido en la ley de la CDMX. No obstante,
la norma de conflicto le indica al juez que ese testamento podrá ser reconocido si
la ley del lugar de su otorgamiento así lo permite. Esto le dice al juez que la
posible ley reguladora de ese testamento es la de Estados Unidos (de la entidad
federativa correspondiente), y lo obliga a introducirse en el conocimiento de una
ley u ordenamiento jurídico extranjeros.
Si el juez no se introduce en el conocimiento de la normatividad estadounidense,
jamás estará en posibilidad de determinar la validez del testamento en video que
le ha sido presentado. Ahora bien, puede ocurrir que en esa entidad federativa no
exista algún código o ley promulgados que permita eso, sino que tal vez eso surja
de prácticas y costumbres. Con la técnica para conocer esas prácticas y
costumbres normalmente no está familiarizado un juez mexicano, pero el juez de
Estados Unidos sí tiene un entrenamiento para acercarse a esta; pues bien, el
juez mexicano tendrá que realizar lo que sea conveniente para ello.

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No solo se podrá auxiliar de expertos que lo ayuden, sino también del derecho
comparado.
el juez mexicano, al practicar una labor de conocimiento del derecho extranjero,
estará introduciéndose en cuestiones de derecho macro comparado y micro
comparado. A ese juez no le será suficiente tener a su frente el texto de la
disposición, sino que, además, se podrá percatar de que la regulación jurídica del
testamento en video puede provenir de un estatuto o de algún precedente judicial
de Estados Unidos. Seguramente también le llamará la atención la argumentación
empleada en el precedente extranjero, para admitir ese tipo de testamentos. El
juez posiblemente constatará las diferencias existentes entre el derecho de
Estados Unidos y el mexicano, y con ello ya hizo una labor comparatista.
Otro aspecto que convence de que el operador jurídico del Derecho internacional
privado debe hacer comparaciones, surge de la ley en los casos de dépeçage. En
este caso, el juez encuentra que existen diferentes leyes u órdenes jurídicos a
aplicar en un caso concreto. En un caso como estos, nuestra ley ordena que se
deben procurar aplicar las diversas reglas en presencia de manera armónica (Art.
14, fracc. v, del CCFEDERAL). Al descubrir el juez la concurrencia de diversos
sistemas jurídicos en presencia podrá advertir que es necesario hacer ajustes para
lograr la equidad. En el procedimiento para alcanzar este fin, el juez habrá
comparado —e, incluso, discriminado— aquello que no conduzca a la equidad.
Aquí, la comparación no se reduce a la confrontación de únicamente dos
sistemas, sino de todos y cada uno de aquellos en presencia.
otro caso en el que el derecho comparado es llamado por el ius privatista, se
presenta con aquella teoría que propugna por la aplicación del sistema jurídico
más próximo. Supone esta teoría que, a pesar de que el derecho aplicable sea el
extranjero, este no ha podido ser conocido. La teoría sostiene que no procede la
desestimación de la reclamación de aplicar un derecho extranjero, sino que se
aplicará el sistema jurídico más próximo. Un sencillo razonamiento nos lleva a
pensar en que, para lograr aplicar el sistema jurídico más próximo, es necesario
hacer comparaciones.
Un creciente número de países acoge la posibilidad de armonizar ordenamientos
en conflicto De esto no se escapa el derecho mexicano ni el de otras naciones.
La armonización supone diversos derechos en presencia. Aunque la
jurisprudencia mexicana no ha reportado hasta la fecha un caso de esta
naturaleza, la doctrina y jurisprudencia extranjeras ya se han ocupado del tema;
incluso, ha sido objeto de cursos en la Academia de La Haya.
La adaptación, según la doctrina, puede enfocarse a las normas materiales o a las
de conflicto; y aunque en este punto los estudiosos se dividen, no cabe duda de
que el juez debe tomar en cuenta los diversos órdenes jurídicos en presencia,
considerar las normas de cada uno y luego jerarquizarlas, compararlas, procurar

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encontrar con cuál de ellas el supuesto a regular guarda las relaciones más
estrechas y comenzar a rechazar algunas (en los casos de contradicción) e,
incluso, como dice la ley mexicana, buscar con cuál se logra una mayor justicia y
equidad (adecuar lo que resulta inadecuado). El trabajo es arduo y, en ella, el juez
puede establecer equivalencias.

CONCLUSION

creo que bastan las tenues ideas que hasta aquí he expresado, para que nos
percatemos que el actual y contemporáneo ius internacional privatista está
condicionado por el derecho comparado, para poder adentrarse correctamente en
las soluciones a problemas internacionales. He aquí nuevamente la ardua labor de
la academia mexicana de derecho internacional de la cual su objeto es promover y
estimular el estudio, la investigación y la difusión del Derecho Internacional
Privado, del Derecho Comparado y de aquellas disciplinas relacionadas, fomentar
y dignificar la cátedra en dichas áreas y coadyuvar al conocimiento, estudio y
solución de aquellos problemas que le son propios y la titánica labor de los
fundadores de dicha academia para poder visibilizar la importancia que fue
adquiriendo el derecho internacional privado y el mismo derecho comparado
dentro de las leyes nacionales e internacionales al haber más apertura a dichas
leyes extranjeras para el desarrollo de nuestro propio sistema jurídico a la par que
El objeto de la AMEDIP es promover y
la que del mundo.
estimular el estudio, la investigación y la difusión del
Derecho Internacional Privado, del Derecho
Comparado y de aquellas disciplinas relacionadas,
fomentar y dignificar la cátedra en dichas áreas y
coadyuvar al conocimiento, estudio y solución de
aquellos problemas que le son propios.

pág. 14
bibliografía
Arellano García, Carlos. Derecho Internacional Privado. México, Porrúa, 2015
Pereznieto Castro, Leonel. Derecho Internacional Privado. Parte General. México,
Porrúa, 2003
Mansilla y Mejía María Elena. Derecho Internacional Privado. México. Iure Editores
Contreras Vaca Francisco Jose. Derecho Internacional Privado. Parte General.
Quinta edición. 2016. Oxford. México.

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El amante opinión
Es una película donde ilustra varias situaciones competentes al ser humano por
ejemplo las clases sociales, esta se ve muy marcada ya que para los
protagonistas era imposible estar juntos por su nivel social tan diferentes, el rico y
ella muy pobre, además porque eran de razas diferente y para ese tiempo casarse
con una persona de otra raza era casi un humillación para toda una familia, se
perdía el honor, era tan serio este asunto que el padre del hombre chino prefería
ver a su hijo muerto y pobre antes de que estuviera con la chica blanca, esto
muestra que el egoísmo y el vivir de las apariencias siempre han y estarán
presentes en las personas.
Otra situación son las dificultades y la pobreza, esta era la vida de esta chica un
diario vivir de insultos, peleas, decepciones, , necesidades, etc., se puede ver
como esto puede marcar la vida de las personas al punto de hacer lo que sea por
estar lejos de esto , por salir de esta situación y por encontrar refugio en otras
cosas para olvidar por algunos momentos su cruel realidad.
También es muy importante en la novela la curiosidad, el deseo por lo prohibido y
lo desconocido, la protagonista vivía una época de su vida donde quería conocer,
experimentar, por eso ella decidió iniciar esa aventura con aquel hombre, todo por
descubrir que era tener sexo con un desconocido. Ella sabía que hacer esto
estaba en contra de todo lo establecido en su sociedad, pero esto hacía que su
deseo se intensificara más. Y así empezó la mayor pasión y amor de su vida.
El ser humano vive de pasiones, y deseos, todo gira en torno a esto; el deseo de
estudiar, de alcanzar objetivos, la pasión por un equipo, por un deporte y otros, a
lo que quiero llegar es que se puede observar como las personas con un deseo y
una pasión intensa pueden sobrepasar aun lo que ellos mismo creen poder lograr,
incluso personas que han llegado a asesinar por esto, llega un momento donde es
más fuerte lo que sentimos que lo que pensamos, y llevándolo al erotismo, es
igual, cuando un hombre y una mujer se desean, este mismo los lleva a buscar los
medios para buscarse, esto fue lo que paso en la película, a ellos no les importaba
nada, ni su clase social, raza, educación, solo les importaba estar juntos.
Por eso el deseo, la pasión, juega un papel importantísimo, todo sucede por esto,
lo que tenían era eso, largos encuentros inundados de fuego, ardían el uno por el
otro, sus cuerpos no podían estar separados, para ella era algo muy nuevo lo cual
se hacía más atractivo y esto sumado al hecho de que a su lado olvidaba toda su
vida, hacía que cada día ella se dirigiera a aquel cuarto que contenía los
recuerdos de esa inmensa pasión.

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El mercader de Venecia de William Shakespeare
En el siglo XVI, en la ciudad de Venecia, un prestamista judío, Shylock concede un
crédito a un comerciante cristiano, Bassanio, cuya devolución garantiza su amigo
Antonio con una libra de su propia carne, pacto documentado. El judío odia a
Antonio porque hace préstamos sin interés a diferencia de aquél. Cuando el
deudor no puede cumplir el pago del préstamo, el judío reclama ante el tribunal
presidido por el dux de Venecia que cumpla con la penalización del
incumplimiento, y que pueda cortar la libra de carne del cristiano. Cuando
Bassanio ofrece devolver el dinero, facilitado por su novia, Porcia, rica heredera, el
judío lo rechaza.
El juicio se celebra y se presenta Porcia, disfrazada de abogado al servicio de
Antonio, y frente a la exigencia de que se cumpla el trato troceando a su cliente,
invoca ante el dux la interpretación literal de su derecho, de manera que si va mas
allá de la carne, y toca piel o sangre, el judío será reo de atentar contra un
ciudadano veneciano; cuando Shylock, sabedor de que no prosperará cumplir con
la fianza pactada, quiere el reembolso de su préstamo, Porcia aduce que ya
rechazó el pago con dinero que se le ofreció para evitar el juicio, así que le acusa
de planear el asesinato de Antonio, cuyas consecuencias solo puede evitar el
judío cediendo la mitad de bienes al tesoro público y la otra mitad a Antonio, a lo
que este añade la condición de que se convierta al cristianismo; Shylock se ve
derrotado y acepta, mientras los demás retornan felices a su vida.
El escenario nos muestra:
 Un negocio jurídico de préstamo.
 Un fiador que avala con su propio cuerpo el contrato de préstamo.
 Un tribunal que resuelve los litigios en Derecho al servicio de una ciudad
próspera (Venecia)
 Unas partes, demandantes y demandado, implicados emocionalmente.
. La primacía de la Ley.
Tal y como afirma Antonio, reflejando en lo que coinciden todas las partes: «El
Dux tiene que cumplir la ley, porque el crédito de la República perdería mucho si
no se respetasen los derechos del extranjero». Asimismo, Porcia insiste en que la
Ley no puede obviarse aunque sea dura, pues no pueden sentarse precedentes:
«Ninguno puede alterar las leyes de Venecia. Seria un ejemplo funesto, una causa
de ruina para el Estado. No puede ser»
La posición del demandante, el judío Shylock.
 Los pactos están para cumplirlos en su literalidad.
 La letra del contrato, entre mercaderes que conocen sus obligaciones, es
clara sobre el alcance de las obligaciones. Si no se paga en 90 días, Antonio
compensará con una libra de su propia carne.

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 Antonio conocía su compromiso, que no incluía muerte ni daño de nadie,
sino un riesgo de pérdida de sangre o dolor, y todo contrato encierra riesgo.
La posición de Porcia (abogada de Antonio)
 Los pactos están para cumplirlos en su estricta y extrema literalidad. Afirma:
«El contrato te otorga una libra de su carne, pero ni una gota de su sangre. Toma
la carne que es lo que te pertenece; pero si derramas una gota de su sangre, tus
bienes serán confiscados, conforme á la ley de Venecia.» E insiste: “Prepárate ya
á cortar la carne, pero sin derramar la sangre, y ha de ser una libra, ni más ni
menos. Si tomas más, aunque sea la vigésima parte de un adarme, ó inclinas, por
poco que sea, la balanza, perderás la vida y la hacienda».
 Una vez cumplido (cortada la libra de carne de Antonio), existiría
responsabilidad penal de quien agrede o menoscaba la integridad física de un
ciudadano veneciano ( sangre, piel, vellosidad…al cortar la carne).

Definición de los conceptos de ciudadanía, nacionalidad y nacion


ciudadanía se refiere al conjunto de derechos y deberes a los cuales el
ciudadano o individuo está sujeto en su relación con la sociedad en que vive. El
término ciudadanía proviene del latín civitas, que significa 'ciudad'. Por tanto,
ciudadanía es la condición que se otorga al ciudadano de ser miembro de una
comunidad organizada.

La nacionalidad es el estado al que pertenece una persona que ha nacido en una


nación determinada o ha sido naturalizada. Es también la condición y carácter
peculiar de los pueblos y ciudadanos de una nación.

Nación es el conjunto de personas que se identifican con un territorio,


idioma, raza y costumbres, constituyendo generalmente un pueblo o un país.
La palabra nación proviene del latín nātio (derivado de nāscor, nacer), que podía
significar nacimiento, pueblo (en sentido étnico), especie o clase.
Una nación se caracteriza por la identidad cultural, social, histórica y política de un
pueblo. 

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