Ayala Escamilla Amezcua XXII CNIS V2
Ayala Escamilla Amezcua XXII CNIS V2
Ayala Escamilla Amezcua XXII CNIS V2
Vulnerabilidad sísmica
RESUMEN
Después de la ocurrencia del sismo del 19 de septiembre de 2017 muchas de las líneas vitales de la
CDMX fueron seriamente afectadas. En este artículo se describen los tipos de daños producidos en
las tuberías del sistema de agua que se documentaron, y se realiza una evaluación de la
funcionalidad ante un evento de gran magnitud, aquí referida como funcionalidad de los sistemas de
distribución de agua potable, considerando como variables principales un índice de capacidad de
servicio dado en términos del número de falla/fugas por km de tubería en diferentes zonas de la red
primaria de agua de las alcaldías de Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco de la Ciudad de
México.
ABSTRACT
After the earthquake on September 19, 2017, many of the lifelines of Mexico City were seriously
affected. This article describes the types of damage produced in the water system network that were
documented. An evaluation of the functionality is carried out in the event for a large event, referred
to here as functionality of the water distribution systems, considering as main variables a given
service capacity index in terms of the number of failures/leaks per km of pipe in different areas of
the primary water network of the municipalities of Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac and Xochimilco of
Mexico city.
1 INTRODUCCIÓN
Los sismos intensos han sido una de las principales causas de fallas importantes en líneas vitales de
diferentes ciudades alrededor del mundo. Debido a la importancia social y de salud pública que
tiene el impacto de estas fallas es indispensable lograr que el riesgo asociado se minimice al
máximo. Los pasados sismos de los 19 septiembre de 1985 y 2017 provocaron en la Ciudad de
México y área metropolitana, además del daño en las edificaciones, severas fallas en las líneas de
suministro y distribución de agua potable. Estas líneas, que en condiciones normales abastecen
aproximadamente a 22 millones de habitantes, después del sismo del 19 de septiembre de 2019 gran
parte de algunas alcaldías de la Ciudad de México, particularmente las ubicadas en el oriente y sur
(Iztapalapa y Tláhuac) permanecieron sin suministro de agua potable hasta por 10 días.
Lo ocurrido muestra la necesidad de contar con los planes necesarios que permitan, en situaciones
de emergencia como los ocasionados por un sismo de intensidad considerable, la pronta detección y
reparación de los daños en las líneas de suministro de agua potable. Parte importante para la
definición de estos planes es la determinación de la vulnerabilidad ante un sismo de las redes de
agua potable que abastecen a la Ciudad de México y sus áreas conurbadas. La evaluación de la
vulnerabilidad sísmica de un sistema de distribución de agua se efectúa definiendo, con base en las
estadísticas de daño existentes en las zonas afectadas por sismo y en otras partes del mundo, la
distribución espacial del peligro sísmico y la postulación, con base en esta información, de
escenarios de daño basados en un modelo probabilista. Con estos datos es posible, para cualquier
escenario de daño, efectuar el análisis hidráulico de la red y determinar el nivel de servicio esperado
y las posibles condiciones de operación que incrementen su funcionalidad a medida que se efectúan
las reparaciones del daño. En este trabajo se hace un estudio de la vulnerabilidad a que se ve
expuesta la red primaria de distribución de agua potable de la Ciudad de México, particularmente
las alcaldías que fueron más afectadas durante el sismo del 19 de septiembre del 2017 (Iztacalco,
Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco). A partir de los resultados obtenidos se determina la
funcionalidad de la misma después de un evento sísmico emitiéndose recomendaciones pertinentes
derivadas de este estudio.
2 ANTECEDENTES
Tabla 1. Características de daño ocasionados en tuberías debido a diferentes sismos (Flores 1985).
Magnitu
Fecha Lugar Características del daño
d
Daños en las líneas de conducción, separación de juntas,
16/06/1964 7.5 Niigata, Japón
rupturas de llaves de toma.
19/09/1985 8.1 CDMX, México Daños en acueductos, separación de tubos y compresión.
Daños en acueductos, fallas en juntas por incrustación de
14/03/1979 6.5 CDMX, México
un tubo en otro, al chocar 2 tramos continuos.
Managua, Daño en el sistema de distribución, desplazamiento de
23/12/1972 6.3
Nicaragua juntas.
09/02/1971 6.6
San Fernando, Daño en sistemas de distribución, colisión, flexión y
California separación de tuberías.
Llanura de Fukui, Daño en líneas primaria, tuberías curvas cercanas a
28/06/1948 7.3
Japón puentes, válvulas y piezas especiales.
Figura 1. Fugas en la red primaria de agua de la CDMX debido al sismo S19-1985 (Ayala y
O’Rourke, 1989)
La CDMX se encuentra en una cuenca cerrada rodeada de montañas de origen volcánico. A través
del tiempo, la cuenca se convirtió en un lago, donde las cenizas volcánicas fueron depositadas y
descompuestas en una arcilla lacustre. Este lago se secó exponiendo los suelos del lecho del lago, de
características mecánicas inusuales bien reconocidas en la literatura sobre mecánica de suelos. Para
fines de ingeniería, las condiciones del subsuelo en el valle se han agrupado en tres zonas:
La zona de Lomas; ubicada en las zonas montañosas alrededor del lecho del lago y formada
básicamente por rocas volcánicas, arena densa y limos.
La zona de Transición; ubicada entre las zonas de Lomas y de Lago. Esta consiste en una
capa poco profunda de arcilla compuesta por formaciones de roca volcánica que se
sumergen hacia el centro del lago.
La zona de Lago; ubicada en el lecho del lago y consiste principalmente por arcillas
lacustres suaves, con algunas arenas limosas arcillosas y arenas arcillosas de
densidad media, todas de origen aluvial.
De acuerdo al Servicio Sismológico Nacional de México (SSN) el sismo S19-2017 (intraplaca con
mecanismo de falla normal) ocurrió a 114 km de la Ciudad de México, cerca de los límites de los
estados de Puebla y Morelos (latitud 18.40 ° y longitud −98: 72 °) a una profundidad de 57 km,
aproximadamente a 260 km de la trinchera oceánica. De la información registrada en el área
epicentral, así como en varios lugares en el Valle de México, en las figuras. 3a-d se muestran los
registros y espectros de respuesta obtenidos del sismo S19-2017 registrados en las zonas de Lago y
de Lomas.
90 SCT N90E
Aceleración (cm/s2)
40
-10
-60
-110
60 70 80 90 100 110 120 130 140
Tiempo
90 SCT N90E
Aceleración (cm/s2)
40
-10
-60
-110
60 70 80 90 100 110 120 130 140
Tiempo
a)
50 CUP5 N90E
Aceleración (cm/s2)
20
-10
-40
-70
50 55 60 65 70 75
Tiempo 80 85 90 95 100
50 CUP5 N90E
Aceleración (cm/s2)
20
-10
-40
-70
50 55 60 65 70 75
Tiempo 80 85 90 95 100
b)
400
SCT-B2_N90E SCT-
600 CUP5_N90E B2_N00E
Seudoaceleración (cm/s2)
Seudoaceleración (cm/s2)
300
400
200
200
100
0 0
0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5 0 0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5 4 4.5 5
Periodo, T (s) Periodo, T (s)
c) d)
Figura 3. Registros y espectros de respuesta obtenidos del S09-2017, a) registros de la zona de
Lago, b) zona de Lomas, c) espectros de los registros en lomas y zona del lago, Ramírez (2019).
La Ciudad de México metropolitana cubre un área aproximada de 1800 km 2, con una población que
excede los 22 millones de habitantes. En las últimas tres décadas se ha duplicado la superficie
urbana, la población y por ende el suministro de agua potable. La CDMX y su área metropolitana
en el Estado de México requieren de un suministro de flujo aproximado a 61 m3/s de los cuales 40
m³/s provienen del subsuelo, 16 m³/s del Sistema Cutzamala, 4 m³/s del Sistema Lerma y 1 m³/s de
aprovechamientos superficiales, como la presa Madín y de los manantiales, entre otras fuentes.
El sistema de suministro y distribución de agua potable de la CDMX está compuesto por una serie
de acueductos y/o ramales, una red primaria y una red secundaria, tanques, pozos, garzas, plantas de
bombeo y re-bombeo, cajas rompedoras de presión, plantas potabilizadoras, estaciones medidoras
de presión, tomas domiciliarias. Este sistema es demasiado complejo y ha evolucionado
considerablemente desde el siglo pasado, se han incrementado las líneas de conducción y
distribución, se han sustituido tramos considerables de ambas redes y ramales, debido
principalmente al desgaste natural sufrido por los años de uso. No obstante, de la complejidad de la
red en los últimos años se han hecho grandes esfuerzos para documentar sus características,
particularmente el SACMEX; sin embargo, aún no se cuenta con un censo “preciso” del material, el
tipo de tubería y la ubicación de los ductos, lo cual ha complicado la elaboración de estudios
precisos, e.g. los realizados por el SACMEX y algunas otra dependencia de gobierno, que puedan
ofrecer resultados que ayuden a la realización de estudios para mejorar la eficiencia del suministro
de agua potable a los usuarios y particularmente el funcionamiento después de un evento sísmico de
magnitud considerable.
La red primaria de agua potable en de la CDMX tiene como función alimentar a la red secundaria y
actualmente se tienen aproximadamente 940 km de tuberías, con diámetros de 20 a 72 pulgadas. La
red secundaria alimenta a las tomas domiciliarias y está compuesta de aproximadamente 11,500 km
de tubería con diámetros de 2 a 20 pulgadas. Los acueductos de la CDMX funcionan como líneas de
conducción que suministran el agua a tanques; sin embargo, en algunos casos alimentan
directamente a la red primaria y secundaria. Los diámetros de los acueductos van de 20 a 72
pulgadas. En la siguiente tabla se muestra longitud de la red primaria, secundaria y acueductos de la
CDMX.
Las fugas ocasionadas por el sismo se presentaron en todas las alcaldías; sin embargo, el mayor
número de daños en la red primaria y acueductos se presentó en el Sur-Oriente de la ciudad, debido
a esto el presente artículo se centró en estimar la vulnerabilidad sísmica de la red de agua potable
ubicada en esta zona, Iztacalco, Iztapalapa, Tláhuac y Xochimilco. Las características del suelo de
estas alcaldías son similares y estas están representadas por tres zonas: Lacustre, de transición y de
lomas. En la primera, predominan depósitos de tobas, limos, arcillas y arenas finas; en la de
transición existen pequeños estratos de arcillas, arenas y gravas; y en la de lomas, gravas, arenas,
bloques, coladas de basalto, lavas y piroclastos; su estructura geológica propicia una alta
permeabilidad.
En los siguientes incisos se describen las características del abastecimiento de agua de las 4
alcaldías estudiadas en el presente trabajo de investigación.
1. Tláhuac se ubica al sur-oriente de la ciudad de México y tiene una extensión territorial
de 85.35 km². El 20% de su superficie es área urbana, el resto es rural. Para su
abastecimiento de agua potable esta Alcaldía cuenta con pozos, tanques de regulación,
rebombeos, redes de distribución, garzas y una planta potabilizadora. Parte de la
población es abastecida mediante agua proveniente de la explotación de pozos
profundos. Para abastecer a las zonas altas se han instalado rebombeos que reciben agua
del acueducto Chalco-Xochimilco y la mandan directamente a la red o a tanques.
2. Iztapalapa se ubica al oriente de la Ciudad de México y tiene una extensión territorial de 116.67
km². El 92% de su superficie es urbana y la mitad de esta es de uso habitacional, el resto de la
superficie se distribuye en industrial, comercial y otros servicios. Esta alcaldía se abastece de
agua potable de 66 pozos profundos distribuidos en toda la alcaldía, de los cuales actualmente
están operando 52 y de fuentes externas como el acueducto Chalco-Xochimilco, el cual
suministra el agua a los tanques Cerro de La Estrella y al tanque Xaltepec y el acueducto
Netzahualcóyotl que alimenta al tanque La Caldera. Para abastecer a las zonas de asentamientos
humanos ubicados en las inmediaciones de la Sierra de Santa Catarina, en los cerros del
Marqués y de la Estrella, existen líneas de interconexión, las cuales se encuentran distribuidas
por los subsistemas de distribución de agua potable San Miguel Teotongo, Santiago
Acahualtepec, Lomas de Zaragoza, El Paraíso, San Juan Xalpa, La Veracruzana, Valle de Luces,
Granjas Estrella y Minas.
3. La delegación de Iztacalco se ubica al oriente de la Ciudad de México y tiene una
extensión territorial de 23.3 km². El 100% de su superficie es urbana. En el nivel de
cobertura de la infraestructura de agua potable es del 100%. El abastecimiento se realiza
a partir de las aportaciones que le proporcionan los sistemas Norte, Sur y Poniente, por
medio de los tanques de almacenamiento El Peñón, Cerro de la Estrella y en menor
cantidad de los tanques Dolores, ubicados en las alcaldías Venustiano Carranza,
Iztapalapa y Miguel Hidalgo, respectivamente. Otra fuente de abastecimiento son los
pozos profundos que aportan su caudal directamente a la red de distribución. Otra fuente
de abastecimiento es un conjunto de pozos profundos que abastecen en forma directa a
la red primaria.
Estimaciones conservadoras indican que el sismo S19 2017 dejó a 3.3 millones de personas sin agua
en la CDMX, es decir, aproximadamente el 15% de los 22 millones de habitantes en la ciudad
metropolitana se quedaron sin agua inmediatamente después del sismo y durante unos días y/o
semanas. La falta de agua para gran parte de la población fue causada por daños en las líneas de
suministros y distribución en tuberías enterradas. Además, hubo algunos daños menores en los
pozos, instalaciones de almacenamiento y plantas de purificación; sin embargo, estos no afectaron
significativamente el periodo de desabasto de agua.
La implementación del plan de respuesta a emergencias del sistema de agua de la CDMX se retrasó,
debido a que la infraestructura construida en la superficie del suelo se dañó considerablemente. Sin
embargo, la organización de las actividades de suministro y reparación fue relativamente rápida,
considerando las circunstancias. La evaluación de daños del sistema comenzó unas pocas horas
después de la ocurrencia del sismo. Inicialmente, las actividades de reparación se concentraron en
los acueductos dañados y en las líneas principales del sistema de distribución.
Los funcionarios del gobierno Federal y de la CDMX implementaron con éxito un plan de respuesta
de emergencia, que nunca antes se había puesto en práctica. Para suministrar agua a la población, se
utilizaron pipas y cisternas provisionales (véanse las figuras 4a-b). La Comisión Nacional del Agua,
CONAGUA, suministró, vía, el sistema Cutzamala 2.8 m 3/s adicionales a la red de la CDMX para
compensar la escasez de flujo. A partir del 23 de octubre de 2017, (es decir, aproximadamente 1
mes después del sismo), la funcionalidad del suministro de agua comenzó a normalizarse (310,000
habitantes sin agua, 23/10/2017).
a) b)
Figura 4. Suministro de agua después del sismo S19-2017, a) camión cisterna, b) suministro de agua
a habitantes de la CDMX
7 DAÑO EN LOS SISTEMAS DE AGUA DE LA CDMX
El daño debido al S19-2017 se presentó en todos los componentes de los sistemas de agua de la
CDMX; sin embargo, el daño que afectó más la funcionalidad de la red fueron los ocurridos en las
líneas de suministro. Estas tuberías, de gran diámetro y principalmente de concreto presforzado, ya
habían sido afectadas previamente por los sismos de Guerrero en 1979 y el S19 1985. En el S19
2017 los acueductos con daños mayores se ubicaron al sur-este de la ciudad: Chalco-Xochimilco,
Xochimilco, Mixquic-Santa Catarina, Tláhuac-Nezahualcóyotl y Peñón-Texcoco. Los dos primeros
sistemas están controlados por la administración de la CDMX mientras que los otros están operados
por CONAGUA.
En esta zona y por el tipo de suelos no se observó evidencia de licuación, ni deslizamientos de tierra
que afectaran el sistema de agua. Hubo asentamientos inducidos por el sismo, como lo demuestran
algunas grietas observadas. Sin embargo, el daño del sistema de agua no se limitó a las áreas de
asentamientos. Por lo tanto, la mayor parte del daño en la red se debió a la propagación de ondas
sísmicas. Este daño se produjo principalmente en las tuberías enterradas que comprenden las redes
de suministro y distribución. Se observaron y documentaron algunos daños aislados, no
considerables para la recuperación de la funcionalidad, en componentes de pozos que abastecen la
red primaria y líneas de distribución, plantas de purificación, depósitos y otras instalaciones de
almacenamiento, (figuras. 5a-b).
a) b)
Figura 5 Daño en componentes de pozos, a) bomba dañada por falla eléctrica, b) caída de
transformador
El sismo de Puebla-Morelos dañó severamente algunos acueductos, por lo que hubo una suspensión
temporal del flujo. Estas líneas experimentaron varias fugas inducidas por sismos que resultaron en
una falta de agua en diversas áreas de la ciudad. Hubo aproximadamente56 fugas reportadas a lo
largo de los acueductos, 20 en el Chalco-Xochimilco y Xochimilco, 22 en el Tláhuac-Neza, 13 en el
Mixquic-Santa Catarina y una en el Peñón-Texcoco. Esto conduce una relación de daño,
aproximada, de 0.16 fugas/km, en los acueductos operados por el gobierno de la CDMX. La
mayoría de las fugas ocurrieron en las uniones donde los segmentos adyacentes se aplastaron o se
separaron debido a la flexibilidad insuficiente de estas. Además del daño en la junta de la tubería
descrito anteriormente, el sismo causó el agrietamiento por cortes de las paredes de la caja de
válvulas. Cabe señalar que gran parte del daño mencionado anteriormente ocurrió en juntas
cercanas a uniones o codos. Las roturas típicas en acueductos de concreto presforzado fueron como
la que se muestra en la figura 6a. En la figura 6b muestra la ubicación de algunas fugas en
acueductos durante el sismo S19-2017.
b)
a)
Figura 6. Daño en líneas de suministro de agua, a) roturas típicas tubos de concreto presforzado de
182.9 cm, b) ubicación de algunas fugas en acueductos durante el del sismo S19-2017.
En la CDMX la mayor parte del daño que influyó directamente en la funcionalidad se presentó en
las líneas de suministro y distribución primarias (50.8 cm de diámetro y mayores). Este daño se
produjo, en su mayoría, en tuberías de asbesto-cemento y tuberías de concreto presforzado. Las
fugas se debieron a grietas transversales, aplastamiento en las juntas y fractura de piezas especiales.
Se detectaron y repararon 84 fugas en la red primaria y cerca de 2,500 en la red secundaria. Las
características de las fugas en la red de agua primaria y secundaria se muestran en las figuras. 7a-d.
Tabla 4 Fugas y tasas de daño en la red primaria y secundaria ubicada en Iztacalco, Iztapalapa,
Tláhuac, Xochimilco.
Red primaria Red secundaria Relación de daño
# # fugas/km
Iztacalco 3 61 0.077
Iztapalapa 32 259 0.202
Tláhuac 14 91 0.154
Xochimilco 12 141 0.085
a) b)
c) d)
Figura 7. Daño en la red primaria y secundaria de la CDMX, a) y b) falla típica de acueductos de
concreto presforzado, c) fugas en acueductos de acero, d) fuga en un tubo de asbesto-cemento
La red secundaria agua de la CDMX también sufrió daños, en muchos de los casos se presentó en
las tomas domiciliarias o cerca de ellas (figura 8a). Al igual que en el sistema de distribución
primaria, las tuberías ubicadas en la zona de Lago fueron las más afectadas. El daño observado se
presentó principalmente en tuberías antiguas hechas asbesto-cemento y hierro fundido (figura 8b).
Estas eran rígidas o con demasiado deterioro para soportar una deformación sustancial inducida por
un sismo. Muchas piezas especiales, como válvulas, conexiones, entre otras también sufrieron daño.
a) b)
Figura 8. Daño en tuberías de red secundaria, a) reparación en fuga en toma domiciliaria y b) rotura
de tuberías de asbesto cemento de la red secundaria
a b)
)
Figura 9. Distribución de daño CDMX debido al S19-2017, a) red secundaria, b) red primaria
Los daños sísmicos de una red de agua se pueden estimar mediante curvas empíricas de
vulnerabilidad, las cuales ofrecen un indicador de comportamiento en función de una medida de la
intensidad sísmica. La mayoría de estas curvas se derivan principalmente del ajuste de los datos
documentados de las inspecciones posteriores a sismos de intensidad considerable. Algunas de las
curvas propuestas más referenciadas fueron propuestas por Katayama et al., (1975), Isoyama y
Katayama, (1982), O'Rourke y Ayala, (1993), Eidinger, (1998), ALA (2001), entre otras.
Katayama et al., (1975) realizó una de las primeras correlaciones entre parámetros sísmicos y daños
observados en tuberías enterradas (fugas/km), como medida de intensidad usó las aceleraciones
máximas del terreno. En la figura 10a se muestra la distribución de fugas documentadas en las redes
primaria y secundaria, causada por el S19-2017, colocadas en los mapas de aceleraciones máximas
del terreno. En la figura 10b se muestra las relaciones empíricas de vulnerabilidad para diferentes
sismos y la relación de daño (fugas/km) para el S19 1985 y S19 2017.
Las relaciones de daño para sismos que ocurrieron en varias partes del mundo, fugas/km, también
se pueden correlacionar con la velocidad máxima del terreno, O'Rourke y Ayala (1993). En la
figura 11a se muestra la distribución de fugas en la red primaria y secundaria, causadas por el sismo
del 19 de septiembre de 2017, en mapas de velocidades máximas de terreno. En la figura 11b se
muestran las relaciones empíricas de vulnerabilidad para diferentes sismos incluyendo el S19-2017,
así como el intervalo de velocidades máximas registradas después del S19-2017, en la zona donde
se concentraron la mayoría de fugas detectadas en el sistema de agua de la CDMX.
De las figuras 10 y 11 se observa que la relación de daño documentada después del sismo es
congruente con las curvas de fragilidad elaboradas a partir de daños ocurridos en sismos
destructivos pasados.
a) b)
Figura 10. Vulnerabilidad de la red de agua de la CDMX, a) mapa de aceleraciones máximas debido al S19-
2017 (Ramírez, 2019), b) curvas empíricas de fragilidad para varios sismos, (Katayama, 1975).
a) b)
Figura 11. Vulnerabilidad de la red de agua de la CDMX, a) mapa de aceleraciones máximas debido al S19-
2017 (Ramírez, 2019), b) curvas empíricas de fragilidad para varios sismos, O'Rourke y Ayala (1993).
8.1 Vulnerabilidades de tuberías enterradas de acuerdo con la ALA
La ALA identifica parámetros de falla y propone curvas de vulnerabilidad empírica mediante el uso
de observaciones de dalos debido a sismos pasados. Éstas funciones están asociadas a la velocidad
máxima de la partícula de suelo ( PGV ) y a la deformación permanente del suelo ( PGD ). La PGD
depende de factores asociados a deslizamientos de tierra, licuación, asentamientos y cruce de fallas,
mientras que la PGV es función de la propagación de ondas. Otros parámetros que influyen
significativamente para estimar la vulnerabilidad de tuberías enterradas son el diámetro del tubo, la
antigüedad, así como las posibles discontinuidades y estado físico a lo largo de una tubería. Las
funciones de vulnerabilidad de una tubería que ofrece la ALA es la tasa de reparación (RR) por
cada 1000 pies de longitud de tubería (en sistema ingles). Considerando el sistema internacional la
tasa de reparación ( RR ) calculada por 100 m de longitud de tubería ( PGV medido en cm/s y PGD
en cm) se calcula con las ecuaciones 1 y 2 respectivamente.
donde K 1 y K 2 son factores de ajuste que dependen del material. La ALA ofrece valores para varios
materiales de tubería, e.g, para tuberías de hierro fundido y asbesto-cemento, K 1 = K 2 = 1. Las
tasas de reparación obtenidas de tuberías de las ecuaciones 1 y 2 puede deberse a una rotura, una
fuga o un daño en un accesorio de la red. En redes de agua consideradas como normales se ha
observado que, por fallas debidas a la propagación de las ondas, aproximadamente entre el 15-20%
de las fallas son roturas y el resto son fugas, mientras que para las fallas debidas a la PGD
aproximadamente entre el 80-85% son roturas que pueden llegar a ocasionar la perdida de la
funcionalidad hidráulica de la tubería (Ballantyne 1990).
La intensidad del sismo se relaciona tanto con la velocidad máxima del suelo ( PGV ) como con la
aceleración máxima del suelo ( PGA ), se ha demostrado que la PGV proporciona la mejor
correlación con el daño y es un indicador robusto del potencial del movimiento del suelo para
causar daño estructural. La razón principal por la que PGV es un mejor indicador del daño de las
tuberías es su relación con la deformación del suelo, que es la principal causa de daños en las
tuberías debido a la propagación de ondas sísmicas (Pineda-Porras y Ordaz 2012). Además, PGV
es sensible a períodos más largos que PGA , lo que lo hace potencialmente más predecible
utilizando modelos deterministas. La PGV ha sido el parámetro sísmico más utilizado para la
fragilidad sísmica de tuberías y éste puede obtenerse de mapas de amenaza sísmica regionales o
mediante el uso de ecuaciones de predicción del movimiento del suelo regionales. Estas ecuaciones
reciben como entrada la magnitud y la distancia desde el epicentro del sismo. Una vez que se
conoce la tasa de reparación ( RR ) (el número de fugas o roturas, por longitud de tubería), se puede
calcular la probabilidad de falla de la tubería, como uno menos la probabilidad de cero roturas a lo
largo de la tubería (Shamir y Howard 1979). la probabilidad de falla de tubería Pf se calcula con la
ecuación 3:
Pf =1−e−RR L (3)
Figura 12. Procedimiento para definir la probabilidad de falla de una tubería enterrada de acuerdo con el ALA
2001 (Fragiadakis et al. 2013)
De acuerdo con lo propuesto por Bruneau et al., (2003) el área bajo la curva de restauración, R (Fig
13), se define como una medida de la pérdida de resiliencia. Menor área indica menor impacto,
recuperación más rápida, o ambas. R se define con la ec 4.
t1
R=∫ ( 1−Q ( t ) ) dt (4 )
0
donde Q(t) es el grado de funcionalidad como una fracción del servicio completo en un tiempo t, y
los tiempos t = 0 y t = t1 denotan el evento inicial (el sismo) y el tiempo de restauración completa,
respectivamente. R puede verse como el número promedio de días que una estructura de servicio
pierde funcionalidad.
Figura 13 Medida de resiliencia sísmica, definición conceptual, Bruneau et al., (2003).
Una vez que se realiza un análisis de costo y tiempo de reparación por fuga, considerando la
magnitud, el diámetro y el material y se conoce la vulnerabilidad de la red de agua, el
comportamiento hidráulico de la red considerando los posibles daños y las características de la
infraestructura complementaria del sistema de agua se puede calcular la resiliencia de la red de
agua. El ASME (2009) propone un procedimiento que consta de 7 pasos para estimar la resiliencia,
ec 5. En la Tabla 6 se enumera y describe el procedimiento. Con base en análisis de fugas y roturas
de provocadas por sismos anteriores, la recopilación y depuración de daños debido al S19-2017, los
resultados obtenidos de los análisis hidráulicos y de vulnerabilidad sísmica, así como de la revisión
de la literatura especializada se propone un procedimiento para estimar la resiliencia sísmica de una
red de agua potable (Fig 14).
R=t 0 −t 1 ( V r ) ( A s ) (5)
donde
t 0−t 1 tiempo de restauración de la red
Vr vulnerabilidad
As probabilidad de amenaza
Tabla 8.2 Procedimiento para estimar la resiliencia sísmica de una red de acuerdo al ASME (2009)
1. Caracterización de
⟹ ¿Qué activos tengo y cuáles son críticos?
activos
2. Caracterización de las
⟹ ¿Qué amenazas y peligros debo considerar?
posibles amenazas
¿Qué sucede con mis activos si existe una
3. Análisis de amenaza o peligro?
⟹
consecuencias ¿Cuánto dinero perdido?¿cuántas vidas perdidas
habrá?,
¿Cuáles son mis vulnerabilidades que
4. Análisis de
⟹ permitirían una amenaza o peligro para causar
vulnerabilidad
estas consecuencias?
¿Cuál es la probabilidad de un ataque terrorista,
5. Análisis de amenazas ⟹ un peligro natural que pudiera golpear mi
infraestructura?
¿Cuál es mi riesgo y capacidad de recuperación?
Riesgo = Consecuencias × Vulnerabilidad ×
6. Análisis de riesgo /
⟹ Probabilidad de amenaza
resiliencia
Resiliencia = Interrupción del servicio ×
Vulnerabilidad × Probabilidad de amenaza
¿Qué opciones tengo para reducir riesgos y
aumentar
7. Gestión de riesgo / ¿Resiliencia? ¿Cuánto se beneficiará cada uno
⟹
resiliencia de los riesgos reducidos?
y mayor resiliencia? ¿Cuánto costara? Que es
la relación costo-beneficio de mis opciones?
Análisis de
toma de
decisiones
Elaboración de inventarios de
materiales y recursos humanos
para recuperar la funcionalidad
de la red de acuerdo a las curvas
de funcionalidad
Figura 14 Procedimiento propuesto para estimar la resiliencia de una red de agua potable
De acuerdo con los resultados obtenidos del análisis hidráulico de la red de agua y acueductos
(considerando las fugas debido al sismo S19-2017) y de vulnerabilidad sísmica mostrada para
diferentes escenarios sísmicos se obtuvieron las curvas de funcionalidad.
En las Figs 15, a 17 se muestran las curvas de funcionalidad del acueducto Chalco-Xochimilco la
red primaria de agua de las alcaldías de Tláhuac y Xochimilco, considerando 2 diferentes intervalos
de desabasto de agua. En la Fig 15a se muestra una curva con un periodo de recuperación de la
funcionalidad de 33 días y en la Fig 15b se muestra una curva con periodo de recuperación de 8
días. En la Fig 16a se muestra una curva con un periodo de recuperación de la funcionalidad de 17
días y en la Fig 16b se muestra una curva con periodo de recuperación de 6 días. En la Fig 17a se
muestra una curva con un periodo de recuperación de la funcionalidad de 2 días y en la Fig 17b se
muestra una curva con periodo de recuperación de 1 días.
La diferencia entre los periodos de recuperación se verá reflejada en presupuestos que deberá
designar el SACMEX el para la rehabilitación de la red de agua después de la ocurrencia de un
sismo de magnitud considerable, lo cual ayudara en la toma de decisiones que deberán tomar los
funcionarios de los organismos operadores de agua.
100
100
75
75
Funcionalidad(%)
Funcionalidad(%)
50
30
50 3 11
Tiempo (días)
30
3 7 20 36
Tiempo (días)
a) b)
Figura 15 Curvas de funcionalidad del acueducto Chalco-Xochimilco
100
100
75
75
Funcionalidad(%)
Funcionalidad(%)
50
30
3 5 10 20 50
Tiempo (días)
30
3 9
Tiempo (días)
a) b)
Figura 16 Curvas de funcionalidad la red primaria de agua de la alcaldía de Tláhuac
100
100
75
75
Funcionalidad(%)
Funcionalidad(%)
50
50
30
30
3 4
3 4 5 Tiempo (días)
Tiempo (días)
a) b)
Figura 17 Curvas de funcionalidad la red primaria de agua de la alcaldía de Xochimilco
10 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La información relevante sobre la vulnerabilidad sísmica y las estadísticas de daños sísmicos a los
sistemas de agua de la CDMX causados por el evento S19 2017 Puebla-Morelos se compilaron y
analizaron en este estudio. Se exploraron todas las fuentes de información conocidas y se utilizaron
datos de aquellos considerados confiables. Del análisis de toda esta información se extrajeron
diversas conclusiones que a su vez dieron lugar a un número de recomendaciones.
Conclusiones
1. Las características del sismo de Puebla-Morelos y las condiciones locales del suelo en
la CDMX causaron daños generalizados a los sistemas de agua en el área
metropolitana. Aproximadamente 3.3 millones de habitantes se quedaron sin agua
después del sismo.
3. La mayor parte del daño ocurrió en tuberías segmentadas que comprenden la gran
mayoría de las redes de suministro y distribución, de gran diámetro, en cuatro
municipios de la CDMX
4. El daño en las tuberías segmentadas, ubicadas en terreno blando, ocurrió en las juntas
debido a su incapacidad para acomodar las demandas de desplazamiento axial y
rotacional inducidas por el sismo. Estas fugas y/o fallas principalmente ocurrieron
cerca de las conexiones, codos, cajas de conexiones u otros puntos rígidos. Los factores
que pueden contribuir a este daño son los hundimientos y el agrietamiento del terreno,
los cuales reducen la capacidad de las tuberías para absorber las deformaciones
adicionales a las inducidas por el evento S19 2017.
5. La documentación de los daños después del sismo no fue tan detallada; sin embargo, el
análisis exhaustivo realizado por los autores, contenido en este documento indica que
el daño fue mayor en las áreas de suelo blando (es decir, la zona de Lago) y
significativamente menor en las áreas de suelo más duro (es decir, la zona de
Transición y la zona de Lomas). En las zonas afectadas, la relación de daño dada en
fugas/km para las tuberías de suministro y distribución primaria (50.8 cm y más) varió
de aproximadamente 0.2 a 0.4.
Recomendaciones
5. Como parte del mantenimiento de rutina, las válvulas de cierre deben revisarse
regularmente y reemplazarse si no funcionan. Esto permitiría aislar pequeños
segmentos del sistema después de un sismo, desaguarlos rápidamente y repararlos.
6. Se deben diseñar nuevos formatos de evaluación para que el daño sísmico en los
sistemas de agua se pueda documentar adecuadamente, esto permitirá a los
investigadores y funcionarios del sistema de agua comprender mejor el problema.
AGRADECIMIENTOS
11 REFERENCIAS
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