Ganaderia Tropical en El Peru
Ganaderia Tropical en El Peru
Ganaderia Tropical en El Peru
El Perú cuenta con el 11,74% de costa, 27,94% de sierra y 60,32% de selva (entre alta y
baja); de ellos, 14 millones de ha. son de pasto natural, con una biodiversidad biológica en
flora y fauna envidiable por muchos paises dado sus 84 zonas de vid. Es por ello la gran
fragilidad de sus suelos cuando no son manejados integralmente en las producciones
agropecuarias. De ellos existe 14 millones de ha. de pasto natural.
La situación actual de los sistemas ganaderos de nuestras regiones tropicales, está
caracterizada por bajos índices reproductivos por ende baja rentabilidad, e impactos
negativos para el ambiente. El deterioro de los ecosistemas ganaderos requiere de profundas
transformaciones en su explotación, basadas en principios agroecológicos, donde los
sistemas ganaderos se consideran como un ecosistema y no como una simple gestión técnico-
económica.
Esta nueva visión requiere del conocimiento de las leyes que rigen el funcionamiento de cada
uno de los elementos y procesos que forman el sistema, con el propósito de maximizar el
flujo de energía y el reciclaje de materiales. Las experiencias sobre los sistemas
silvopastoriles constituyen una estrategia para mejorar los indicadores económicos, sociales
y ambientales en los sistemas ganaderos. Asimismo, la recuperación de ecosistemas
degradados de pasturas por medio de los sistemas silvopastoriles permite la recuperación de
nuestros sistemas ganaderos. También tienen un potencial de adaptación al cambio climático
tanto en sequías prolongadas como en periodos de mucha lluvia, variables que aumentan el
grado de vulnerabilidad económica y ambiental de las fincas ganaderas.
En los trópicos húmedos americanos se cría ganado bovino, aves, cerdos, búfalos y ovejas.
La ganadería ha suscitado opiniones tan controvertidas como la agricultura, por sus efectos
secundarios negativos de naturaleza "ambiental".
Por otra parte, los países amazónicos necesitan utilizar los trópicos húmedos para alimentar
a su creciente población (el Perú, por ejemplo, debe importar leche y carne para satisfacer la
demanda nacional) (Cuadro 10-1) e incrementar los ingresos de divisas mediante la
explotación y la exportación de los bienes y servicios provenientes de los ecosistemas
tropicales. Con este fin, la política de desarrollo del Perú incluye el fortalecimiento de la
producción agropecuaria, asignando prioridad a la producción de alimentos (INIPA, 1982)
Cada año la humanidad consume más carne y productos lácteos. La producción mundial de
carne se incrementará de los 29 millones de TM en 1999/2001, a 465 millones de TM en
2050. La producción lechera se incrementará en ese período de 580 a 1`043 millones TM.
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Javier Manrique Salamanca
aptas para pastos (5.7 millones de hectáreas), puede esperarse un incremento de alrededor de
3 millones de animales (Staver, 1981).
En la actualidad, los campesinos y los aborígenes que crían ganado utilizan cada vez más
tierras marginales. La tala y el desbroce de áreas boscosas para establecer actividades
ganaderas puede causar cambios en el régimen de los ríos y afectar negativamente la
producción y crecimiento de los peces. Por otra parte, la ganadería sedentaria e intensiva
tiende a proteger las zonas aguas abajo donde abundan los peces. Otra ventaja de la ganadería
intensiva (especialmente la producción de leche), es que permite la utilización del estiércol
resultante como fertilizante. Cuando esta materia orgánica es arrastrada hasta los ríos y
lagunas durante la estación de lluvias, puede resultar beneficiosa para los peces. Sin embargo,
un exceso de fertilizantes puede originar un crecimiento excesivo de algas que a su vez puede
reducir el suministro de oxígeno en lagunas y otros cuerpos pequeños de agua, perjudicando
la piscicultura.
La producción de cerdos y aves no tiene actualmente interacciones obvias con la piscicultura
en los trópicos húmedos, pero en China, las Filipinas y la India las interacciones sinergéticas
se han incrementado cuando la producción de aves y cerdos está asociada con la piscicultura.
En estas situaciones, la cría de aves y cerdos se realiza en condiciones de confinamiento
(sistemas intensivos), lo que facilita la recolección de estiércol, el que luego se coloca en
cámaras en que la fermentación anaeróbica lo convierte en gas metano. Este gas se utiliza a
su vez para calentar, refrigerar, alumbrar y proporcionar calefacción a las crías de cerdos y
pollos.
El residuo sólido (lodo) que queda en los tanques de producción del biogás se aplica en forma
directa en los campos como abono, mientras que el residuo líquido (caldo) se utiliza para
cultivar algas fijadoras de nitrógeno que producen un alimento rico en proteína para los
cerdos y las aves. Los asiáticos también crían peces que pueden ser alimentados con este
alimento enriquecido: construyen sobre los estanques corraletas con pisos de rejilla donde se
crían pollos o patos, depositándose el estiércol directamente en los estanques.
Ganadería e Hidroenergía
La regulación de los caudales por medio de represas puede entorpecer o favorecer las
actividades ganaderas. Por ejemplo, los embalses pueden reducir las pendientes suaves para
el pastoreo del ganado cuando los ríos depositan limo al crecer detrás de las represas. Por su
parte, las actividades ganaderas sedentarias e intensivas llevadas a cabo aguas arriba, cuando
están deficientemente manejadas, originan erosión de los suelos, lo que incrementa la
cantidad de sedimentos que penetra en los embalses.
La reducción y la regulación de los caudales mediante embalses también pueden amenazar
la continuidad de las operaciones de búfalos de agua, al secar zonas que antes se inundaban
periódicamente.
Por otra parte, tanto la ganadería intensiva como la sedentaria se benefician de las obras
hidroeléctricas, al asegurar un flujo continuo de agua que disminuye el peligro de
inundaciones, asegura la disponibilidad de agua para el ganado durante todo el año, y
proporciona agua, para el riego de los pastizales durante los períodos de sequía. En particular,
la ganadería intensiva de leche se asegura agua para la limpieza de las instalaciones, equipos
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y animales, así como para la energía eléctrica requerida para operar las instalaciones de
acopio de leche y las máquinas ordeñadoras.
Ganadería y Agricultura
Tanto la ganadería intensiva como la porcicultura y la avicultura no constituyen actividades
antagónicas con la agricultura, excepto por la competencia por el uso del espacio. En realidad,
con bastante frecuencia se complementan, como cuando los cultivos se destinan parcial o
totalmente a la alimentación de los animales. Esta situación se observa en la Selva Alta del
Perú, donde la yuca, el maíz, el arroz y el trigo regional (Coix lacrima) se utilizan para la
alimentación de las aves (Blasco et al. 1977). Otro ejemplo es el uso de cultivos forrajeros,
como el sorgo, el maíz, la caña de azúcar y las raíces tropicales, para suplementar la dieta de
las vacas lecheras en Oxapampa.
Existe un creciente interés en la búsqueda de otras formas de combinar la ganadería con la
agricultura tropical, siendo las más importantes la utilización de cultivos tropicales, residuos
de cosechas y subproductos agroindustriales. Por ejemplo, el ganado alimentado
periódicamente con yuca, puede triplicar el rendimiento de forrajes ricos en proteínas (20 por
ciento de proteína) sin afectar la producción de yuca (Ruiz, no publicado). El camote puede
emplearse igualmente para ganar de 600 a 700 gramos de peso por día (Backer et al. 1980).
El uso de residuos de cosechas y otros subproductos se describe en varias publicaciones en
las que se demuestra que el cogollo de la caña de azúcar, las melazas y la úrea pueden
sustentar una producción intensiva de carne de 800 a 1,000 gramos por día (Ruiz, 1976).
Ruiloba y Ruiz (1978) también encontraron que la paja de arroz puede utilizarse para la
producción de carne, produciendo hasta 1 000 gramos de ganancia de peso por día.
La producción ganadera no se complementa tanto con los cultivos permanentes como con los
cultivos anuales. No obstante, en Veracruz, México, la cría de ovejas está asociada con el
cultivo de cítricos. Las ovejas se alimentan de la vegetación de cobertura en los huertos,
ahorrando así gastos de control manual o químico de plantas que obstaculizan la cosecha de
la fruta. En el Departamento de Ciencia Animal de la Universidad de Florida, Estados
Unidos, se han desarrollado técnicas para utilizar la pulpa de cítricos en la alimentación de
animales que podrían aplicarse en los trópicos húmedos, donde el procesamiento industrial
de cítricos y otras frutas tropicales produce importantes cantidades de residuos
potencialmente utilizables.
La asociación de leguminosas con cultivos anuales y perennes es otro medio de combinar la
agricultura y la ganadería. Al analizar este tema, Sánchez et al. (1982) señalan que el uso del
kudzú (Pueraria phaseoloides) como fertilizante, produce rendimientos de cultivos similares
a los que se obtienen mediante fertilización completa, aunque el costo de cosechar,
transportar y aplicar el kudzú crea limitaciones a la utilización de esta técnica. Sin embargo,
las leguminosas no sólo producen un forraje rico en proteínas, sino que también fijan
nitrógeno en los suelos a través de las rizobias, pudiendo utilizarse por lo tanto en la
alimentación de animales rumiantes, cuyas heces pueden luego emplearse como fertilizante.
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En Costa Rica está investigándose la posibilidad de cultivar maíz junto con leguminosas
forrajeras, lo que podría proporcionar residuos de leguminosas y de maíz que serían más
nutritivos que los residuos de maíz solo, Estos métodos pueden triplicar las proteínas
disponibles en los forrajes animales y aumentar en un 50 por ciento la calidad energética de
los residuos agrícolas.
Sin embargo, el uso de los residuos de cultivos en la alimentación de los animales también
incrementa el riesgo de erosión, ya que su remoción de la tierra reduce la cobertura que la
protege de la lluvia y el viento.
Ganadería y Sector Forestal
Las tierras que se han cultivado por espacio de dos o tres años, se convierten con frecuencia
en pastizales en vez de dejarse en barbecho. Es obvio, entonces, que la ganadería puede
obstaculizar la regeneración de bosques. En laderas con más de un 30 por ciento de pendiente,
la ganadería incrementa la erosión de los suelos y, en consecuencia, cuando el pastoreo en
estas laderas representa un conflicto forestal, debe asignarse precedencia al sector forestal.
En las laderas de menor pendiente, sin embargo, la resolución del conflicto depende de
consideraciones edafológicas. Ambas actividades pueden combinarse en sistemas
silvopastoriles. Pero los principales conflictos entre los intereses ganaderos y forestales se
presentan cuando ambos sectores pueden explotar lucrativamente las mismas tierras.
La iniciación de actividades ganaderas sedentarias e intensivas presenta un conflicto con los
intereses forestales al desbrozar áreas boscosas para el establecimiento de pastos y para la
obtención de madera para construcciones ganaderas (cercas, corrales, establos, mangas,
portones, viviendas para los peones y para el dueño, jaulas y otras). Otra interacción negativa
es la convicción de muchos ganaderos de que el ganado no requiere sombra en las praderas.
Por ello, muchos ganaderos prefieren tener pastizales completamente libres de árboles, ya
que creen que la sombra de los árboles impide el crecimiento del pasto. Esta generalización,
sin embargo, no siempre es cierta, precisamente por la variabilidad de las especies de árboles
y de pastos, los tipos de suelos y de ganado.
Otro conflicto entre la ganadería y la silvicultura se produce cuando el ganado penetra en las
zonas boscosas pisando los árboles nuevos. Kirby (1976) relata experiencias en Nueva
Zelandia, en las cuales ovejas y terneros han pastado bajo estrecha supervisión en zonas
reforestadas con Pinus radiata cuando los árboles habían alcanzado un metro de altura. Los
novillos pueden pastar en tales campos si los árboles han alcanzado de 2 a 2.5 m de altura.
Las actividades ganaderas y forestales, sin embargo, más frecuentemente se complementan
que compiten entre sí. Por ejemplo, es común encontrar fundos ganaderos en los que diversos
árboles vivos (como Erythrina sp., Gliricidia sepium y Leucaena leucocephala) se utilizan
como postes. Los árboles también proporcionan al ganado sombra y protección contra los
vientos, mientras que varias especies forestales proporcionan forraje a los animales
rumiantes, como Erythrina glauca y E. poeppigiana, Glyricidia sepium, Leucaena
leucocephala, Guazuma ulmifolia, Psidium guajava y Cecropia. En Costa Rica, la Erythrina
poeppigiana se utiliza para sombra en los cafetales, a una densidad que puede producir
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Referencias
Dourojeanni, M.J. 1979. "Desarrollo rural integral en la Amazonía peruana con especial referencia a
las actividades forestales". En: Seminario FAO-SIDA sobre el papel de la silvicultura en el
desarrollo rural de la América Latina, Oaxtepec, México, pp. 109-128.
Empresa Nacional de Comercialización de Insumos. 1981. Anuario estadístico 1981, Tomo I. Lima,
Perú.
Herrera, R., C.F. Jordán, H. Klinge y E. Medina. 1978. "Amazon Ecosystems. Their Structure and
Functioning with Particular Emphasis on Nutrients". Interciencia 3 (4): 223-231.
Knowles, R.L, B.K. Klomp y A. Gillingham. 1973. "Trees and Grass: An Opportunity for the Hill-
Country Farmer". New Zealand Farmer, Sept. 13.
(MARNR) Ministerio del Ambiente y de los Recursos Renovables. 1978. Seminario sobre
Ambiente y Desarrollo. Documento resumen. Serie de informes técnicos DGSPOA/17/26. Caracas,
Venezuela.