Instituciones Educativas
Instituciones Educativas
Instituciones Educativas
RESUMEN
1. EL MARCO INTERPRETATIVO
nada y clara los puntos más relevantes que nos puedan conducir, incluso a la ejem-
plificación final.
Las categorías utilizadas para describir esta propuesta hacen referencia a:
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Joaquín Gairín Sallán y Mario Martín Bris
• Concebir el uso de las TIC, como una herramienta global, más allá de su
valor como soporte informático.
• No reducir la educación en las nuevas tecnologías a un acceso a la informa-
ción. Cabe considerar que no sólo accediendo a la información se hace cono-
cimiento.
• Integrar las TIC como herramienta didáctica en las diferentes áreas y asigna-
turas.
• Integrar las TIC en la labor tutorial y atención a padres, creando canales di-
gitales de información rápida.
• Concienciar a la comunidad educativa de la importancia de las TIC en la so-
ciedad actual.
• Motivar al profesorado en el uso. de las nuevas herramientas.
• Crear espacios y proporcionar medios para el desarrollo de las TIC.
• Mejorar la dotación de hardware y software
• Desarrollar una actitud crítica ante la TIC entre el alumnado.
• Informatizar la gestión académica.
• Desarrollar la web portal del centro como herramienta de gestión, comuni-
cación y apoyo a las tareas del centro.
• Crear la Intranet colegial
• Participar en redes virtuales y proyectos transnacionales vía red.
• Establecer una estructura de apoyo a la implantación de las TIC (Coordina-
dor, Comisión de TIC,..)
del profesor. La principal función del profesor se desplaza, claramente, hacia la pro-
ducción de conocimiento y la facilitación y guía de los procesos de aprendizaje.
En estas circunstancias, es importante plantearse la organización del material y
la actividad que el profesorado puede desplegar. Pensar en un planteamiento indi-
vidual, mediante el cual cada profesor de hace cargo de su material, no parece posi-
ble en una realidad donde el material no siempre suele ser específico de una edad y
materia y en la que hay mucha información virtual. Más lógico es pensar en centros
de recursos colegiales y comarcales que permitan proporcionar complementariamente
los soportes (de información, préstamo de material, creación, investigación, forma-
ción,..) que en todo momento necesita el profesor.
El desarrollo de los recursos funcionales debe considerar, por último y en íntima
relación con la ordenación de los recursos humanos y materiales mencionada, la im-
portancia que puede tener una buena regulación normativa sobre el acceso a salas y
materiales, su conservación y procesos vinculados; también, el establecimiento de
espacios temporales flexibles que permitan, de hecho, un acceso ilimitado.
Las personas forman parte de las organizaciones. Sean concebidos las institucio-
nes de formación como organizaciones estructurales bajo normas y esquemas prees-
tablecidos o como confluencia de puntos de vista particulares y de intereses perso-
nales y de grupo, lo cierto es que la atención al factor humano (sistema relacional)
aparece como algo insoslayable.
Más allá de las concreciones relacionadas con el perfil de los nuevos profesiona-
les y las exigencias que tienen para trabajar en equipo, la mayor aportación de las
TIC se traduce en la posibilidad que dan de trabajar colaborativamente con otras
personas e instituciones, así como su facilidad de uso y su flexibilidad. La progresi-
va extensión de redes y comunidades de aprendizaje son las dos expresiones más
actuales de lo que decimos.
La extensión de las nuevas tecnologías y las posibilidades que ofrecen de crear
redes y de situar conocimientos en un mercado virtual plantean nuevos retos a las
organizaciones tradicionales que se resumen en la posición a adoptar ante las nue-
vas posibilidades.
Marco de actuación
7. Es preciso redefinir la formación inicial del profesorado, así como las titula-
ciones cuyo perfil profesional está directamente relacionado con los centros
educativos.
Principios
Propuestas de actuación
BIBLIOGRAFÍA
CURRÍCULUM
RESUMEN
ABSTRACT
En el año 1969 Michel Foucault, filósofo y profesor francés fallecido en 1984, escri-
bió el magnífico libro "L'arqueologie du savoir", que pone en evidencia la noción de
ruptura en la aparente continuidad de la historia del pensamiento. La discontinuidad
no es anecdótica sino básica para entender lo que sucede. Existen diferentes estratos
del pensamiento que constituyen campos diferentes. Foucault hace el tratamiento de
los enunciados culturales como "monumentos", no como "documentos". Por eso utili-
za el término de arqueología. Parafraseando sus "cortes epistemológicos" diré que
hay también "cortes emocionales" que nos hacen entender y vivir la realidad de forma
diferente. Hoy nos encontraríamos ante uno de ellos. Etimológicamente, la palabra
arqueología proviene de los vocablos griego "arqueo" (antiguo) y "lagos" (conoci-
miento, tratado). La etimología nos habla, pues, de la ciencia del pasado. Una forma
rigurosa de entender el pasado nos permite comprender el presente y proyectar el fu-
turo. He querido utilizar el concepto de "arqueología" porque los sentimientos siem-
pre han estado ahí, han estado en los cimientos de la organización, en el subsuelo, "en
el piso de abajo de la escuela" (Díez Navarro, 2004). Y es necesario explorar para en-
tender, para valorar. La ciencia de la arqueología atraviesa cuatro estadios, que se
pueden aplicar a la exploración de esta vertiente oculta de la escuela:
titulé "La cárcel de los sentimientos". Me refería, claro está, a la escuela. Dos años
antes, Alexander Neill (1978) había escrito un libro cuyo título constituye un grito
de protesta contra la educación academicista, autoritaria, rígida y, frecuentemente,
sádica: "Corazones, no sólo cabezas en la escuela ". Somos "analfabetos emocionales"
que no utilizan para entenderse y relacionarse el lenguaje de altísima connotación
que es la dimensión sentimental. .
Es curioso analizar las reflexiones y valoraciones que hacen los exalumnos res-
pecto a la institución escolar y a la actuación y relaciones con ellos de sus maestros /
as. Es la dimensión afectiva la que más insistente y profundamente subrayan. La
que de verdad les ha dejado huella (Cremades, 1999). He oído decir muchas veces lo
importante que fue para un alumno un maestro que se interesaba por sus proble-
mas, que les conocía por sus nombres, que se relacionaba de forma afectuosa y esti-
mulante con ellos. En definitiva, que les quería. "A ese maestro le importábamos
mucho", "ese maestro creía en nosotros", "ese maestro nos quería"... Los alumnos
aprenden de aquellos profesores a los que aman. Lo decía enfáticamente el famoso
pedagogo francés Alain: "Pero, [corno le voy a enseñar algo a este alumno], ¡si no me
quiere! ".
La tramas de las emociones y de los afectos se ha mantenido oculta en la escue-
la. Como si no existiera. Y, sin embargo, todos sabemos que es una parte fundamen-
tal de la vida de la institución y de cada uno de sus integrantes. Los sentimientos no
se quedan a la puerta cuando se llega a ella. Entran con cada persona. Y dentro de la
institución se generan y cultivan otros sentimientos nuevos.
La hegemonía de la dimensión intelectual ha dejado atrofiada la parcela afecti-
va. Se han silenciado los sentimientos, se ha tratado de confinarlos a la esfera priva-
da, se les ha controlado y castigado. Especialmente en los hombres (Lomas, 2004). Y
se han ridiculizado en las mujeres. Nadie ha sido considerado excesivamente inteli-
gente, pero se ha calificado a las personas especialmente afectivas con el adjetivo
peyorativo de "sentimentaloides", de "sensibleras".
"En el colegio se aprende historia, geografía, matemáticas, lengua, dibujo, gimnasia... Pe-
ro, ¿quése aprende con respecto a laafectividad? Nada. Absolutamentenada sobre como inter-
venir cuando se desencadena un conflito. Absolutamente nada sobre el duelo, el control del
miedo o la expresión de la cólera" ( Filliozat, 2003).
profesionales que diseñaron las cámaras de gas en la Segunda Guerra mundial. Más
les hubiera valido a las víctimas que sus verdugos no hubieran sabido tanto.
No deja de ser llamativo este silencio, esta condena, este acallamiento de la vida
emocional. Tanto la de los profesores y profesoras como la de los alumnos y alum-
nas. Parece que unos son máquinas de enseñar y los otros son artilugios para apren-
der y obtener buenos resultados. Algunas de esas máquinas son más potentes, están
más engrasadas y funcionan mejor. Otras son de peor calidad. Eso es todo.
Silenciar, ocultar, despreciar o castigar la esfera de los sentimientos es un grave
error. Porque estamos hechos de sentimientos.
"No es que nos interesen nuestros sentimientoe, es que los sentimientoe son los órganos
con que percíbimos lo interesante, lo que nos afecta. Todo lo demás resulta indiferente" (Mari-
na, 1996:11).
Destruir esos órganos que generan el interés es, cuando menos, una torpeza.
Como muchas personas han sufrido lo indecible en la institución escolar diremos
también que este olvido ha supuesto una clamorosa injusticia.
Los libros de Daniel Coleman (1996, 2000) constituyeron un aporte de gran im-
portancia. La inteligencia se entendía solamente como una capacidad intelectual.
Los famosos tests de inteligencia y las mediciones del cociente intelectual solamente
se referían a dimensiones de carácter cognitivo. Se consideraba inteligente a la per-
sona que sabía muchas cosas o que tenía la capacidad de aprenderlas. Inteligencia
espacial, inteligencia numérica, inteligencia general... No se hablaba de la inteligen-
cia emocional. Ser inteligente tiene que ver con la capacidad de conseguir la verdad,
la bondad y la felicidad. La inteligencia emocional "es la capacidad de reconocer los
propios sentimientos, los sentimienioe de los demás, moiioamos y maneiar adecuadamente
las relaciones quesostenemos con losdemás y con nosotros mismos" (Coleman, 2000).
La tan injustamente denostada LOGSE (1990) plantea la necesidad de realizar el
desarrollo armónico de los escolares, asumiendo como tarea no sólo enseñar conoci-
Que toda persona es sexuada y no puede dejar de serlo, puestos somos yes-
tamos en el mundo como seres sexuados.
Todas las personas tenemos una serie de necesidades que deben ser satisfechas.
De lo contrario se generan estados conflictivos de frustración, ansiedad, agresivi-
dad... La necesidad supone una carencia, una falta de "algo" y genera un impulso
que nos hace tender hacia su satisfacción. Estas necesidades pueden ser ignoradas.
El individuo puede actuar como si no existieran, pero no por eso se suprimen o se
eliminan. Se pueden satisfacer de un modo ordenado o incorrecto. Entonces se pro-
duce malestar, inmadurez o conflicto. Pero también podemos satisfacerlas de un
modo positivo y correcto. Entonces se produce satisfacción y felicidad.
Hay quien piensa que las necesidades psicológicas no tienen la misma consis-
tencia que las necesidades biológicas de alimento, cobijo o satisfacción de la sed. No
es así. Cuando no se satisfacen las necesidades psicológicas, se paga un alto precio
por ello. Con frustración, con amargura o con "muerte psicológica". Se trata de le-
yes, no 'de sugerencias.
Necesidad de ser uno mismo: necesidad de sentir el respeto que se debe a toda
persona. Necesidad de afirmación personal. De pensar, sentir y obrar por nosotros
mismos.
Necesidad de realizarse: la< persona tiene necesidad de crecer psicológicamen-
te, de desarrollarse en todas sus facetas (intelectual, afectiva, volitiva...).
Necesidad de amar: el ser humano tiene necesidad de proyectar su afecto, de
ser generoso, de darse a otras personas para sentirse realizado.
Necesidad de ser querido: todos necesitamos ser queridos, ser considerados, ser
apreciados, ser valorados, ser tenidos en cuenta.
Necesidad de seguridad: seguridad en uno mismo para considerarse suficiente-
mente valioso y necesidad de sentir la confianza de los otros.
Necesidad de comunicación: el ser humano tiene necesidad de estar en contacto
con el otro, de mirarse en ti (sin el cual no hay yo), de relacionarse con los demás.
Necesidad de ser libres: Liberación de tipo externo (frente a las coacciones y ma-
nipulaciones). Libertad de tipo interno (frente a esclavitudes psicológicas).
Necesidad de ser fecundos: no sólo hay fecundidad biológica. Hay también fe-
cundidad intelectual, afectiva, social, espiritual...
Necesidad de valer por sí mismo: se trata de una necesidad que no depende del
conocimiento que se tenga o del dinero que se posee, sino del valor intrínseco de la
persona
Necesidad de valer para alguien: necesitamos ser importantes para otros, ser
necesarios, ser importantes para otras personas.
Reconocer las propias emociones, sentirlas, ser capaz de llegar hasta el fondo de
ellas es un modo de vivir y de vivirse. Hay quien no es capaz de sentir su miedo, su
dolor, su rabia. Hay quien no es capaz de experimentar amor y placer. Porque no lo
sabe hacer. Porque no se lo permite.
Hay terapias de desarrollo emocional, como la terapia por el grito (Santos Gue-
rra, 1980b) que trabajan básicamente cinco emociones, tres negativas (dolor, rabia y
miedo) y dos positivas (amor y placer).
La finalidad de las intervenciones (individuales y grupales) es ayudar a recono-
cer, a vivir profundamente y a expresar las emociones.
Hay que saber reconocer, afrontar y recibir las emociones de los otros. Somos
seres en relación. El aprendizaje de la vida emocional exige la relación efectiva y
afectiva con los otros. No hay yo sin tú.
En un mundo culturalmente cada vez más diverso, es necesario saber qué sien-
ten los otros y cuál su modo de expresarlo. Cada cultura tiene una forma de vivir y
de expresar los sentimientos. Cada día más las escuelas se van a convertir en un cri-
sol de culturas. Encerrarse en sí mismo es un empobrecimiento y un error.
Especialmente a los varones se nos ha dicho que es necesario controlar las emo-
ciones, que es necesario inhibirlas, que no se las puede expr~s.~~r libremente. Se nos
ha dicho a todos. Cuando una persona se echa a llorar en público (por ejemplo, en
televisión) pide perdón. Parece que ha tenido una debilidad., "Me he dejado llevar
por mis sentimientos", se dice. ¿Qué hay de malo en ello?
3.1.7 Aprenderciudadanía
Hombres y mujeres compartimos una sociedad que hemos de hacer cada día
mejor (Simón, 1999). Aprender a conocer al otro, a respetarlo, a escucharlo, a dialo-
gar, a compartir... son exigencias de la democracia. Elena Simón substitula su her-
moso libro de una forma elocuente: "Mujeres y hombres hacia la plena ciudadanía".
En la escuela aprendemos el género (Arenas, 2005), vamos aprendiendo a ser
hombres y mujeres en una cultura determinada. Otra cosa es el sexo biológico, que
nos condiciona a través de los genes.
Hay que saber cómo actuar para alcanzar las pretensiones. ¿Qué y cómo hay
que hacer para conseguir lo que deseamos alcanzar? La estrategia es necesaria por-
que es un error pensar que se alcanza la madurez emocional de forma espontánea.
La estrategia se dirige a los planteamientos cognitivos, a las reacciones emocionales
y a los comportamientos relacionales.
Uno tiene que ser muy competente y saber resolverlo todo si quiero consi-
derarse necesario.
Hay gente mala, despreciable, que debe ser severamente castigada por su
villanía.
Es desastroso y catastrófico que las cosas no sigan .un único camino y no
acontezcan de la única forma que a uno le gustaría.
La desgracia o la infelicidad humana es debida a causas externas y la gente
no tiene ninguna o muy pocas o ninguna posibilidades de controlar sus dis-
gustos o trastornos.
Si algo es o puede llegar a ser peligroso y/o aterrorizante, uno debe preocu-
parse terriblemente al respecto y recrearse en la posibilidad de que ocurra.
En la vida hay veces que es mejor evitar que hacer frente a algunas dificulta-
des o responsabilidades personales.
Uno depende de los demás. Siempre se necesita alguien más fuerte que uno
mismo en quien poder confiar.
Un suceso pasado en un decisivo determinante de la conducta presente porque
si algo nos afectó sobremanera una vez en la vida debe continuar perturbándonos
indefinidamente.
Uno debe estar permanentemente preocupado por los problemas de los demás.
Existe invariablemente una solución perfecta y precisa para los problemas hu-
manos y es catastrófico que uno no de con esa maravillosa solución.
Otro autor que insiste en la importancia de realizar reestructuración cognitiva
para tener un ajuste emocional que permita vivir felizmente la adaptación a las si-
tuaciones es Beck (1976) que llama "pensamientos automáticos" o "distorsiones cog-
nitivas" a lo que Ellis denominaba "ideas irracionales". Por ejemplo:
Expresión asidua del "debería": intentar empujarse o mejorarse con los típi-
cos "debería", tendría que" ... que dan como resultado la culpa.
Etiquetación: cuando comete un fallo, la persona dice "soy una estúpida".
Personalización: verse a sí mismo/a como la causa de algunos sucesos ex-
tremos desafortunados.
Pondré algunos ejemplos tomados de Lega y otros (1997), indicando entre pa-
réntesis el pensamiento racional correspondiente: soy un estúpido (mi comporta-
miento fue estúpido); no puedo soportarlo (puedo soportar lo que no me gusta); es
un imbécil (no es perfecto); debo ser condenado (fue mi culpa y merece sanción,
pero no tengo que ser condenado); soy un fracaso (soy una persona que a veces fra-
casa); esto es toda mi vida (esto es un parte importante de mi vida); esto no debería
ocurrir (esto ocurre porque es parte de la vida); necesito que él o ella haga eso (de-
seo que el/ella haga eso, pero no necesariamente debo conseguirlo); no tiene dere-
cho (tiene derecho a hacer lo que le parezca); debería haberlo hecho mejor (prefería
haberlo hecho mejor, pero hice lo que pude en ese momento); nada funciona (las
cosas fallan con más frecuencia de lo que desearía); todo sale siempre mal (a veces,
tal vez frecuentemente, las cosas salen mal)...
Las inferencias que se hacen respecto a lo que sucede, muchas veces son irracio-
nales y, por ello, destructivas. No se basan en una lógica rigurosa. La terapia racio-
nal emotivo-conductual, hoy tan en boga (Lega y Otros, 1997), se basa en la supera-
ción de estos pensamientos irracionales. Desmontar estas distorsiones cognitivas
pone al individuo en el camino de la salud emocional.
Una de las formas más dañinas de destruir la forja de los sentimientos es enun-
ciar profecías de autocumpliento. Pueden tener como destinatarios a grupos o a
personas aisladas. Se trata de anunciar un fracaso de tal manera que el fracaso acaba
sucediendo.
Dado el poder de diagnóstico y de influencia de los profesores es fácil hacer este
tipo de vaticinios destructivos. Los alumnos que se los creen acaban siendo víctimas
de ellos. No hay mayor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabe-
za los esquemas del opresor.
Algunos se rebelan y encuentran en la profecía un estímulo de superación pero
es más frecuente el hecho de que el vaticinio se acabe cumpliendo. El efecto Pigma-
lión sigue teniendo plena repercusión en las aulas.
Para que haya una buena comunicación hace falta tener una actitud abierta pero
hacen falta también estructuras que hagan posible el encuentro, la participación, la
comunicación.
La forma de organizar el tiempo, el espacio, las normas, las actividades pueden fa-
vorecer o dificultar la manifestación emocional. Los ejemplos podrían multiplicarse
hasta el infinito: los espacios permiten trabajar de forma compartida, hay tiempos des-
tinados a la participación, hay actividades que de se desarrollan cooperativamente...
Hay que disponer de medios, de tiempos, de espacios y, sobre todo, del perso-
nal especializado necesario para que desarrolle eficazmente el proyecto de escuela.
Los llamados Centros TIC (Tecnologías de la Información y de la Comunica-
ción) son un ejemplo de cómo las organización se transforman. La comunicación
entre los alumnos, en los Centros de este tipo, se modifica sustancialmente. Por
ejemplo, en un aula tradicional se exigía a los alumnos que no hablasen con sus
compañeros; en un aula informatizada en la que trabajan dos alumnos en el mismo
ordenador, la interacción entre ellos es permanente.
Si se mejora el contexto organizativo de las escuelas se habrá ganado mucho
para hacer viable el cambio. Contextos depauperados social, psicológica, organiza-
tiva e, incluso, arquitectónicamente hacen difícil una modificación de las actitudes y
una transformación de la práctica. Hay ambientes y estructuras que dificultan el
cambio. La influencia de las estructuras en las conductas, actitudes individuales es
muy importante (Staw, 1984). Las estructuras de espacio y tiempo, por ejemplo, tie-
nen repercusiones tan interesantes como complejas en el desarrollo de las interac-
ciones (Marc y Picard, 1992).
Deben participar en las tareas de cambio los profesores, los alumnos y los pa-
dres de manera simultánea o coherente. No es fácil que se produzcan innovaciones
sustanciales a través de la actuación de uno sólo de los estamentos. Es necesario li-
berar la voz de los participantes (Simons, 1987) para poder comprender los signifi-
cados de la acción y de la comunicación.
La iniciativa más fructífera es la que parte de abajo hacia arriba, es decir, la que
surge en el seno de la comunidad considerada como un todo (Hopkins, 1989; Beare
et alt., 1991) y se pone en marcha dentro de ella.
El desarrollo organizativo entendido desde una perspectiva democrática (Bush,
1986; Warren, 1990) avivará el diálogo, facilitará la comprensión y hará posible la
mejora de las relaciones en la escuela.
nismo de cambio importante del que todavía estamos muy alejados. Entiéndase que
esta sugerencia no supone que la cultura de la organización pueda ser gestionada
desde arriba (Peiró,1990) sino impulsada en su desarrollo).
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Woods. P. E. (1979): Strategies, commitrnent and identity: making and breaking the
teacher role. En BARTON, L. y WALKERS. (Eds.): Schools, Teachers and Teaching.
Falmer Press, Lewes.
Wynne, E. (1989): Developing School Climate. En HOLMES, M. y WYNNE, E. : Ma-
king the School an Effective Community. Belief, practice ans theory in school adminis-
tration. The Falmer Press. London.
Yus Ramos, R. (2001): Educación integral (Tomos I y 11). Desclée de Brouwer. Bilbao.
"El cielo tiene sus razones, la tierra sus riquezas, el hombre tiene su organización.
Esto es lo que permite formar una tríada" (Xun zi, discípulo destacado de Confucio)
RESUMEN
Este artículo presenta la Teoría de los Sistemas Evolucionados aplicada a las organi-
zaciones educativas como una eventual Teoría de la Madurez Organizativa. Desde ella
se conceptúa la madurez organizaiioa como un objeto de estudio infrecuente pero re-
levante para la Organización Educativa.' De su análisis se desprende un modo dis-
tinto de percibir y comprender cualquier sistema humano, incluyendo la persona,
los grupos, las instituciones y de un modo especial las organizaciones y centros
educativos.
Junto a concepciones como la eficacia escolar o las organizaciones que aprenden,
quizá pudieran considerarse las organizaciones que maduran, y más concretamente
qué se entiende por ello, de qué depende, en qué competencias apoyar el anhelo y
los proyectos de innovación necesarios y cómo redefinen la eficacia y el aprendizaje de
las organizaciones, antes aludidos. Se pretende que la comprensión organizativa
mire, desde una perspectiva axiológica, hacia las organizaciones que evolucionan,
hacia la definición de competencias básicas de la madurez institucional y, en defini-
tiva, hacia la posibilidad de articular una Organización Educativa centrada en la
conciencia.
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
This article shows the Theory of the Developed Systems applied to the educative
organizations as a possible Theory of the organizations maturity. This theory consi-
ders the institutional maturity as an infrequent study aim, but important for the
Educative Organization. It is clear from its analysis a different way of perceiving
and understanding any human system, including the person, groups, institutions
and in a special way the educative organizations and teaching institutions.
Together with the school efficiency or the organizations that learn, it could
maybe considered the organizations that mature and more specifically what is un-
derstood by this concept, from what it depends on, in which field to support the ne-
cessary innovation projects and the way to redefine the efficiency and the learning
of the organizations aboye mentioned. We expect that the organizational understan-
ding will consider, from an axiologic perspective, the organizations that evolve
towards a definition of basic aptitudes of the institutional maturity and definitively,
towards the possibility of organizing an Educational Organization focused on the
conscience.
KEYWORDS
l. INTRODUCCIÓN
mente más allá de la gestión para los resultados o el cambio para lamejora de laescuela.
En tan sólo unos años, los métodos científicos (inductivo, deductivo, histórico,
comparativo, etc.) se tuvieron que actualizar, y numerosas disciplinas científicas
(Biología, Física, Sociología, Medicina, Historia, Pedagogía, Geología, Psicología,
Economía, Demografía, Informática, etc.) darían buena cuenta de las repercusiones
del descubrimiento de aquella gran obviedad tan práctica. La teoría pareció destina-
da a realzar las ciencias y los conocimientos científicos. Con posterioridad, fue apli-
cada a otras áreas de investigación más concretas (por ejemplo, P. Watzlawick, J. H.
Beavin, y D. D. [ackson, 1971, que lo hacen al ámbito de la comunicación humana; C.
Ciscar, y M. E. Uría, 1986, que analizan la escuela dentro del sistema social; o M. Sel-
vini Palazzoli et al., 1985, que la aplica al centro escolar, desde un punto de vista psi-
copedagógico). Siempre que la TGS se ha combinado con algún saber científico no se
Desde nuestro punto de vista, entre los sistemas abiertos, los que pudieran consi-
derarse no sólo saludables sino con buen [uncionamienio incorporarían una serie de ca-
racterísticas propias de sistemas rentables articuladas en dos dimensiones formales: la
eficacia (acción parael logro) y la organización, estructuración dinámica o asociación desti-
nada a ella (logro para el (mi) sistemas. Por esta razón, diríase que son bidimensiona-
les o que, geométricamente, desarrollan sus procesos en un plano. De ahí que, en
parte metafóricamente, pueda sostenerse que carecen de altura y de profundidad:
po entero sea óseo, ni que el óseo sea un subsistema rígido o estático, ni siquiera
que el sistema completo equivalga a su cuerpo.
b) Finalidad común o equifinalidad del sistema, de sus partes y procesos, que los
identifica con su razón de ser, y con la que sus elementos participarán de un
modo variable. En realidad ésta es una característica general de la vida, donde:
"Encontramos que todas las partes y procesos están ordenados de tal modo que
garantizan el mantenimiento, la construcción, la restitución y la reproducción
de los sistemas orgánicos" (L. van Bertalanffy, 1960, p. 13).
e) "Homeostasis": Este término, nacido de la Biología, parece haber sido utilizado
por vez primera en 1915 por W.B. Cannon (1932). Lo referimos aquí a la tenden-
cia de los sistemas a:
2 Con independencia de que apenas haya sido rozada por los "paradigmas educativos".
buena salud interna. y sin embargo, ¿de eso se desprenden cualidades su-
periores, por ejemplo, éticas?
Expresa una incapacidad manijiesia a la hora de distinguir entre dos clases
de procesos complementarios: progreso-desarrollo, articulable en la renta-
bilidad-eficacia social, y eoolucion-madurez del propio sistema, vertebrable en
la reducción de egocentrismo e incremento de conocimiento y de con-
ciencia (auto)educativa. Cuando lo que se coloca en el centro de aten-
ción no es la realidad o el rendimiento desarrollista de un sistema, sino
el ser humano y su evolución posible, ni la teoría ni la práctica funciona-
les de los sistemasabiertos se sostiene como válida para reflexionar de un
modo entusiasta en torno a algún plan serio de mejora profunda centra-
da en la conciencia. Quizá por ello la normalización de este plantea-
miento es difícil de momento, pero inevitable hacia un futuro.
Expresa una incapacidad munifiesta por la promoción de la condición hu-
mana por encima de la cualificación o calificación que él mismo favorece
o identifica, mediante generalizaciones internas de base narcisista. Tal
incapacidad puede provenir de un talento extraordinario para olvidarse
del ser humano y de colocar las premisas funcionales del sistema por
delante de su posible recordación (conciencia constante). "Confiamos
demasiado en los sistemas y muy poco en los hombres", decía el político
B. Disraeli. Esto, que es evidente, es gravísimo, porque normaliza una
situación difuminada del individuo y su valor, para la que parece ser más
relevante el peso específico de su protoplasma o sus contribuciones al de-
sarrollo (progreso orientado a la rentabilidad) de sus sistemas de perte-
nencia, que su ser. El ser humano y sus organizaciones están habituados
a sentir sistémicamente, o sea, escorada, parcial o dualmente. y este sentir
mal es el asiento de su razonamiento y una garantía de un posible mal pen-
sar, porque lastra las posibilidades de complejidad de su conciencia, que
en su estado más alto se hace universal (no-parcial). El deterioro de la
sensibilidad, antesala y fundamento de la inteligencia, es tan grande,
que parece normal haber perdido de vista, de hecho, al ser humano. Por
ejemplo, es hoy un hecho, como ha reconocido un representante de la
F.A.O., que la imagen en televisión de un niño o un anciano muy desnu-
tridos produce más molestia que compasión o motivación para la soli-
daridad. Mención aparte merecen los serios intentos por parte de tantos
impunes de reducir a menos que nada la cotización de ser humano.
3 "No tanto ver lo que otros no ven, sino pensar lo que otros no han pensado sobre lo que todos
ven" (Schrodinger),
lo, por no saber qué hacer si no se sigue mandando (síndronle del sillón) o por
tener que seguir pagando el coche nuevo. Otro ejemplo: la evaluación mediata
(años después) que un alumno realiza de su profesor o de su centro puede ser dis-
tinta a la inmediata. A veces, el transcurrir del tiempo proporciona una visión
distinta, más distanciada, que la mirada cercana, y esto puede favorecer en el do-
cente una conciencia más clara de sí mismo y algunos de sus procesos profesio-
nales, salvo que la distancia haya larvado una distorsión significativa del objeto.
Otro ejemplo extremo: en el momento de finalizar (o morir) una vida, un proce-
so, un proyecto, una etapa, una trayectoria -personal u organizativa- puede in-
crementarse la capacidad de visión especialmente condicionada o motivada por
el pasado, lo positivo, lo experimentado, lo aprendido, lo culpabilizador, lo que
se quedó pendiente, lo que deberá permanecer o cambiar, lo que se retomará...
b) Diálogo evaluativo: En ciertas ocasiones, la información procedente de observadores
internos o externos lo suficientemente distanciados o con una conciencia más com-
pleja de la normal-eistémica puede contribuir a que el mismo sistema (uno mismo, o
sus organizaciones de pertenencia, etc.) adquiera puntos de vista superiores, cause
crisis o ratificaciones en los establecidos. Podría desarrollarse mediante:
Por desidentificación puede entenderse el proceso por el que un sistema (una per-
sona, una organización, etc.) deja de depender del sistema (equifinalidad) con que
se identificaba o al que estaba en alguna medida adherido. Puede ser esporádica
(funcional) o definitiva. Desidentificarse es distanciarse inicialmente, poderse liberar, de-
cidir eliminar un proceso de apego y dar el salto para hacerlo; optar inicialmente
por la autonomía o por la creatividad como posibilidades aún incipientes.
Un día, Gordon, uno de los fundadores de las técnicas de creatividad, realizó la
experiencia siguiente frente a algunos científicos que asistían a sus seminarios. Co-
locó un chimpancé en una jaula formada por dos paredes laterales y un delantero
con barrotes, pero sin pared de fondo. Luego colocó un plátano delante de la jaula.
El animal intentó primero atrapar el plátano a través de los barrotes. Como no
lo consiguió tuvo la idea de salir de la jaula, es decir, de alejarse del plátano para dar
la vuelta a la pared y recoger la fruta... Mediante esta demostración, Gordon preten-
día que sus oyentes captaran el papel tan positivo de un distanciamiento aparente
(A. Bacus, y Ch. Romain, 1994, p. 176).
Esta anécdota nos sirve para ilustrar que en creatividad y en educación el camino
más corto casi siempre es la línea curva; que en procesos de autoformación esa curva-
tura pasa por el distanciamiento de lo que se hace o se pretende; que ese distanciamiento
equivale al sosiego y al dejar que las ideas y los proyectos nos sientan y nos piensen, en
lugar de querer asirlos, controlarlos o aprehenderlos deductiva o agresivamente; que
ese dejar hacer o conexión con la propia intuición o naturaleza tendrá mejor calidad si está
presidido por humildad del conocimiento -querer aprender para formarse, "saber que
no se sabe lo que no se sabe: eso es saber" (Confucio)-, y no por un angosto eficacismo,
mucho más identificado que desidentificado de sí mismo, por lo que tendrá limitada su
comprensión y el sentido de su trayectoria hacia lo educativo
La desidentificación puede considerarse una estrategia de distanciamiento, y a
veces una consecuencia del mismo. La desidentificación tiene que ver, en muchas oca-
siones, con el distanciamiento de las predisposiciones de las personas y sus organi-
zaciones hacia proyectos de innovación. Realmente ésta es una de las funciones bá-
sicas de algunas técnicas de creatividad e innovación aplicable a contextos organi-
zativos. Por ejemplo, al explicar su conocida técnica de los Seis Sombreros para pensar,
E. de Bono (1999) precisa:
Algún otro ejemplo: una persona o una organización puede ser capaz de desi-
dentijicarse de los efectos condicionantes de las expectativas, opiniones o refuerzos
favorables o negativos, de agentes significativos (padres, equipo directivo, etc.).
Pueden hacerse más independientes, menos manejables o menos vulnerables (in-
fluibles), pero también menos sensibles. Otro ejemplo más concreto: El distancia-
miento profesor-alumnos puede articularse, por parte del docente, como construc-
ción de un buen clima de relaciones y de un entusiasmo por lo que se enseña, que
puede contribuir no-paradoiicamente y un clima social de aula bastante motivador. Un
ejemplo más, de otra índole: la recogida de inducciones espontáneas en papelitos como
técnica de escritura para realizar trabajos creativos (A. de la Herrán, 1998) sobre un
tema de investigación en torno al que se está generando conocimiento, puede ser
una práctica de distanciamiento canalizado o atento, llevada cabo desde contenidos
convergentes o divergentes (Guilford) a la organización. En otro orden de cosas, las in-
teracciones atentas o la lectura crítica, transformadora o simplemente aplicada de
un texto también pueden serlo.
El motor motivacional básico de la desidentificación es la duda, comprendida como
soporte más fiable del conocimiento, precisamente por ser una característica propia
del desarrollo autónomo. Sin dudafértil, no hay conocimiento, porque el conocimiento
tiene una naturaleza intrínsecamente dudosa (B. Russell, 1956). Ni tampoco saludorga-
nizativa. Su grado mayor pudiera ser la herejía (científica, didáctica, organizativa, etc.),
definida así por y desde el sistema de referencia conservador o identificado. La desidenii-
ficación -al menos parcial- permite percibir otros puntos de vista sobre el propio o
antiguo sistema de pertenencia, con lo que definitivamente puede considerarse como
una antesala de conocimiento personal y compartido. Y sin embargo, debemos consi-
derar dos niveles de desidentificación: la dual, que puede desarrollarse desde el descono-
cimiento o para el enfrentamiento, y la dialéctica, que desde el conocimiento de aque-
llo sobre lo que se eleva se orienta a propuestas superadoras más complejas y sobre
Centración (dialéctica)
Empatía
Autocrítica o humildad
diálogo para paliar una amenaza de síndrome del tostado. En determinados profesiona-
les -a veces de prestigio o al menos de ruido- el hecho de darse cuenta de que sólo
apoyan y participan en proyectos de innovación propuestos por ellos o en su defec-
to, por personas afines y apreciadas profesionalmente, etc. Y por último, la apercep-
ción por parte de un equipo directivo de que puede hacer mucho más de lo que
hace y dejar de hacer otras cosas que no favorecen precisamente el desarrollo profe-
sional de los docentes de su equipo, etc.
Generosidad o solidaridad
Es una importante característica efectiva de sistemas maduros que, como las de-
más, aunque aparentemente contraríe su rentabilidad (ganancia), pueden favorecer
procesos que trascienden las propias coordenadas hasta situar su centro de grave-
dad decisional en otros para o suprasistemas. Desde un punto de vista intrínseco o
maduro, requiere de un cambio radical del concepto o vivencia de la rentabilidad,
hasta llegar a asumir que: " Actuar de una manera buena para los demás es rentable
también para uno mismo" (E. Miret Magdalena, 2003). Ésta es una meditación de
gran ética y por tanto de gran belleza que podría tener incluso un fundamento lógi-
co: quizá por una razón análoga, al multiplicar bien se suma mejor. Estamos asegu-
rando que la generosidad se encuentra en un nivel superior de complejidad de con-
ciencia que la eficacia tradicionalmente entendida. Eventualmente, este comporta-
miento precisa del apoyo, el aporte o la cooperación de otros parasistemas, suprasiste-
mas o sistemas más potentes lo suficientemente maduros como para actuar en este
sentido.
Renuncia o desprendimiento
Autoconciencia
a) Sincrónico o actual: El sistema se percibe como un ente sin límites precisos, por
tanto sólo relativamente definido o acotado, desde el punto.. de vista de sus cau-
sas, factores y repercusiones. Es por tanto responsable de lo que hace y de lo que
deja por hacer en conexión sinérgica con la realidad social de la que forma parte,
quizá de un modo insignificante pero insustituible. La autoconciencia sincrónica
equivale a percibir el propio sistema desde fuera, aunque con una envergadura
fenoménico-conceptual más amplia. Es asiento de actitudes conscientes (eleva-
das) como la solidaridad, la sensibilidad crítica, la responsabilidad social, etc.
b) Diacrónico o histórico: El sistema se comprende como ser histórico (P. Freire,
1996), sintiente y dialécticamente continuador de las realizaciones y esfuerzos
anteriores. La autoconciencia histórica es también fuente de conocimiento culto (cul-
tivado), y por tanto de ética. En ello han reparado expresamente adoptándolo
como base de su obra transformadora personalidades tan dispares como Hegel,
Martí, Einstein o F. Mayor Zaragoza (2003). Este último, por ejemplo, ha dicho
que hay un deber de memoria o respeto histórico cuya finalidad es conocer a quién
debemos lo que disfrutamos y por lo que luchamos. "No hay ética sin este deber
de memoria". Basa actitudes conscientes como la fundamentación histórica del co-
nocimiento actual, la cooperación histórica, la responsabilidad histórica, etc.
e) Evolutivo o noogenético: Como un sistema con el imperativo o derecho-deber de
contribuir al proceso evolutivo humano, comprendido como evolución de la con-
ciencia (Teilhard de Chardin, Huxley, Bergson), siempre con la mirada puesta,
generosa y naturalmente, en el futuro inmediato y mediato (las generaciones su-
cesivas), orientándose a una creciente educación y complejidad de la razón pro-
pia y favorecida, a la disolución de egocentrismo individual y colectivo, al
aprendizaje paulatino de una educación para la universalidad aplicada a la vida coti-
diana, y cooperando al mejoramiento de la vida humana. La autoconciencia evolu-
cionista o noogenética funda actitudes como el saberse cooperadores del proceso
de construcción de la posible evolución humana, el anhelo por la mejora perso-
nal y social, la motivación utópica por un futuro siempre más humano (más y
mejor sensible, más consciente, mejor conocedor, etc.).
es suficiente. Sin embargo, conocimiento y conciencia son del todo deseables para
aprovechar, favorecer y emprender cambios evolutivos con mayores garantías.
La coherencia precisa provenir de conocimiento y conciencia capaces de recoger
características anteriores, para poderse considerar característica-epítome de un sis-
tema (persona, organización, colectivo, etc.) evolucionado. Encaso contrario, pudie-
ra ser automática, estúpida, egocéntrica, continuadora o simplemente compleja. Por
ejemplo, es muy importante que los centros educativos (desde Educación Infantil
hasta la Universidad) realicen análisis de coherencia o de fiabilidad interna y proce-
der en consecuencia. Y no sólo para cambiar lo que no se lleva a cabo o no hacen
bien, sino para incorporar nuevas prácticas y teorías nacidas de procesos docentes
concretos o de fuentes científicas externas. Pero he aquí que, si ese anhelo de cohe-
rencia no incorpora características de sistemas evolucionados, su alcance no llegará
más allá de la rentabilidad eficacista, y por tanto no se asomará a la posibilidad de
una mayor madurez sistémica u organizativa real. Es por esto por lo que optamos
por considerar junto al sustantivo coherencia el adjetivo consciente, entendido como
consecuencia espontánea, auiomáiica, natural de las características propias de sistemas evo-
lucionados anteriores. De este modo, la acción 111ás madura o, en este sentido, la acción
superior (en un sentidoplenamente humano), justifica la teoría y al mismo tiempo la su-
pera, porque la engloba en un nivel de (auto) realización capaz de contenerla. Para-
fraseando a Confucio, la organización madura o superior sería aquella que primero
hace las cosas y después habla de ellas -o las traslada por escrito a su proyecto-o
v. CONCLUSIONES
ción humana. La obsesión por la sola rentabilidad es una de las causas funciona-
les de la mayor parte de los problemas sociales, y de la discutible identidad ga-
nar=ganar. El origen radical es su egocentrismo estructurante, tan normal y bien
aprendido que pasa desapercibido. Proponemos que una solución educativa en
torno a la expansión, profundización y elevación del concepto de rentabilidad,
basado en un cambio radical de mentalidad (conciencia aplicada) profesional.
El cambio de orientación de la inteligencia podría consistir, sencillamente, en una
mutación preposicional puramente axiológica: en lugar de sentir, pensar y actuar
desde mi sistema para mi sistema, hacerlo desde mi sistemapara el mejoramiento de la
vida humana, la disolución de egocentrismo individual y social y la complejidad de la
conciencia orientada a la evolución posible. Este cambio, observado conductualmen-
te, pudiera no diferenciarse del primer esquema. La diferencia mayor estaría en
el interior de la persona e, idealmente, de sus organizaciones orientadas a su
madurez institucional.
c) Más allá de los sistemas rentables y sus características: De la relación compa-
rativa entre características de sistemas rentables y de sistemas evolucionados se dedu-
ce que las organizaciones conscientes de su condición de eslabones perdidos de sí
mismas son la excepción. Pero la organización y la educación para la evolución
de la conciencia es posible y complementaria a otros anhelos más inmediatistas,
eficacistas y funcionales. Su diferencia, su distancia puede definirse en términos
de complejidad de conciencia. Pero toda organización denota conocimiento y
orden implicado, y la naturaleza es buena muestra de ello (Eddington, Bohm).
De hecho, el animal sabe; pero sólo el ser humano sabe que sabe. Sin embargo, no
tantos saben para qué pueden saber que saben, y menos saben que no saben lo que no
saben. Estas razones concretas lastran el cambio motivacional y activo de la ren-
tabilidad a la evolución posible. Las características de los sistemas evolucionados con-
tribuyen a poner los intereses menores o parciales en función de la evolución hu-
mana, individual y colectiva, considerándola sobre cualquier otra finalidad parti-
cular, sesgada, parcial o sistémica, o colocando en función de ella la pretensión
fundamental de cualquier otra, incluida la eficacia del propio sistema u organi-
zación. Esta aspiración no es una dualidad más, no se opone a ninguna ni las
anula, más bien las realza, porque puede resultar englobadora de toda opción
parcial. Tiene lugar desde una comprensión más compleja y orientada. Su pro-
ceso básico es el trabajo para la evolución de la conciencia (P. Teilhard de Char-
din, T. Huxley) y el crecimiento menial (A. Blay Fontcuberta, 1992). Su realización
es la mejora social, en términos de ser más para ser mejores y desde luego aspirar
a organizarse en consecuencia.
d) Tres nuevos elementos a tener en cuenta en el enfoque sistémico y el análisis
de sistemas. El enfoque sistémico y el análisis de sistemas se puede enriquecer
con tres elementos nuevos, centrales en nuestra propuesta. A saber: además de
observar en todo sistema sus elementos de entrada, sus elementos respondien-
tes al entorno, sus productos, sus procesos, su retroalimentación, su ambiente,
su contexto científico, su estructura, su cultura o su tradición, parece básico ad-
mitir la posibilidad de considerar:
Organizaciones que
evolucionan o maduran
Organizaciones eficaces
Organizaciones que
aprenden
Acciones
maduras
Acción
Acciones innovadora
reflexivas
Acciones de
mantenimiento
lejos sin desarrollarse más, sino ahondando en sus raíces. Cuando las raíces son
largas y profundas, el árbol puede ser alto. La profundidad de sus raíces hace
referencia a la madurez personal de los profesores, a su trabajo personal hacia la pro-
gresiva disolución de egocentrismo individual y colectivo y a su formación técnico-re-
flexiva de carácter permanente. La altura a que nos referimos es una aspiración
o un anhelo que pocos docentes se plantean -la madurez de su sistema, laevolución
profunda de sus organizaciones- quizá porque aún no se ha iniciado esta andadura,
ni desde la ciencia-experta (Organización Educativa) ni desde los profesores-in-
vestigadores ni desde los centros-investigadores, hacia el conocimiento y praxis
de las organizaciones que maduran.
Los sistemas maduros o evolucionados no están cerrados: están abiertos y orientados a
su evolución posible. Por tanto, tienen la apertura como causa orientadora de ca-
rácter permanente. Están abiertos a la rentabilidad, pero no sólo al precio de la efi-
cacia, ni siquiera del autoaprendizaje. Están abiertos a comprender ese concepto -
rentabilidad- de un modo más amplio, profundo y humano que, en coherencia,
puede aspirar a incluir el crecimiento y la madurez de todos y de la sociedad e
historia que se integra. Están abiertos a conceptuarse como parte de un proceso
evolutivo envolvente al que contribuir más y mejor, en la medida en que se
haga más y más consciente. Están abiertos a comprenderse como eslabón perdido
de sí mismos, abiertos a la crisis y cambio evolutivo (dialéctico) de cualquiera
de sus elementos, componentes, partes, proyectos... Están abiertos a los demás
(sistemas, entornos...), con los que es posible converger para definir nortes nue-
vos que no anulen las singularidades, sino que las realcen en esta magnífica
tarea de construcción cooperativa que constituye el tránsito de la hominización a
la humanización.
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RESUMEN
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
movement legacy. As a consequence, improved ideas for the future operation of this
movement will be finally presented.
KEYWORDS
Muchas han sido las aportaciones críticas al Movimiento de Eficacia Escolar que
atacaban a las propias bases del mismo. Entre ellas destacan las que critican la
misma lógica de la eficacia escolar.
La investigación sobre eficacia escolar ha estado, y sigue estando, fuertemente
influida por el criticado "Informe Coleman" (Coleman et al., 1966). En dicho estudio
se partía de una concepción simplificada de la escuela que daría lugar a que se po-
pularizara el concepto de centro educativo como una "caja negra" inescrutable. En
los casi 40 años que han transcurrido, la investigación sobre eficacia escolar ha pasa-
do paulatinamente de este enfoque "input-output" a otro de "contexto-entrada-pro-
ceso-producto", con varias etapas intermedias (Reynolds et al., 2000). Sin embargo,
sigue latente una visión analítica del centro escolar y de lo que en él acontece.
En este sentido, la investigación sobre eficacia escolar se ha olvidado de las
aportaciones de las nuevas corrientes de las Ciencias de la Educación. Así, por ejem-
plo, la Sociología de la Educación ha ayudado a comprender un poco más qué ocu-
rre en los centros y en las aulas, mostrando las contradicciones de las prácticas coti-
dianas de enseñanza, las relaciones de poder que se dan en ellos y la estructura que
permite y potencia la reproducción social, aportaciones de las que se ha prescindido
invariablemente en los trabajos sobre eficacia escolar (Angus, 1993; Lingard, Lad-
wig y Luke, 1998). Algo análogo puede afirmarse respecto al olvido de las contribu-
ciones de las nuevas líneas de las Teorías del Currículo: conceptos tan interesantes
como el "currículo oculto" son sistemáticamente obviados en esta línea, como tam-
bién lo son los nuevos planteamientos de las teorías de la Organización Escolar.
Una posible explicación de tal hecho es que muchos de esos elementos son difí-
cilmente observables y mensurables, sobre todo en estudios de carácter extensivo,
por lo que no han sido considerados. La obsesión por lo mensurable hace que se dé
una supersimplificación de lo que es una escuela y de cuáles son los factores que in-
ciden en su calidad. Lo que no puede medirse con instrumentos estandarizados,
simplemente, no existe. Así, se considera el centro docente como un conjunto finito
de variables. Todo ello genera lo que Grace (1998) ha denominado con mucho acier-
to un "reduccionismo técnico".
Por otro lado, Morley y Rassool (1999) argumentan que la eficacia escolar es una
mezcla de diferentes ideologías que incorpora conocimientos de teorías sistémicas,
del capital humano, nueva gestión... bajo el énfasis en resultados de calidad suscepti-
bles de ser medidos. Esta orientación ha provocado la proliferación de instrumentos e
indicadores de evaluación, con el fin de obtener una medida de la eficacia y un crite-
rio unívoco de la misma. De esta forma, la investigación sobre eficacia ha concedido
demasiada importancia a sus descubrimientos, muchas veces obtenidos a partir de
una cuantificación excesiva de variables difíciles de medir. Sin embargo, quizá no es-
taría de más recordar que la eficacia escolar remite a cómo hacer las cosas bien, no a
definir qué está bien e indicar el camino para hacerlo; esta declaración de intenciones
corresponde a otras esferas (Scheerens, Bosker y Creemers, 2001).
La eficacia escolar está dominada por la lógica de la causalidad y la falta de un
análisis coherente del poder (Morley y Rassool, 1999), pero hay que tener en cuenta
muchas cuestiones relevantes sobre la interpretación y la causalidad en la investiga-
ción sobre eficacia. Por ejemplo, hay que recordar que la simple correlación signifi-
cativa entre dos variables no implica necesariamente causalidad. y no sólo entre va-
riables como rendimiento y motivación, sino también en otras como el tamaño de la
clase y el rendimiento. Otro tema importante es la complejidad de la relación entre
la "eficacia" escolar, la gestión y la enseñanza, y el contexto social y material del cen-
tro. A pesar de las correlaciones entre los factores de eficacia (buena gestión y do-
cencia) y los resultados de diferentes escuelas, no se puede concluir sin más que una
buena gestión y docencia son responsables del éxito escolar. De hecho, analizando
algunas escuelas (Gewirtz, 1997) se puede sugerir que es precisamente lo opuesto lo
que realmente sucede: que el éxito de la escuela contribuye a una buena gestión y
docencia, y que el fracaso escolar favorece una mala gestión y una docencia más in-
eficaz. Esto se debe a que las escuelas consideradas como eficaces tienen probable-
mente una proporción significativa de alumnos de alto rendimiento y poco proble-
máticos, a los que Thrupp (1998) denomina "masa crítica", que cuentan con recursos
suficientes y atraen a los profesores con talento. Como resultado, la moral del centro
se eleva y los profesores pueden dedicarse al desarrollo imaginativo de currículo.
En escuelas ineficaces, los profesores y directivos tienen la impresión de que la
agenda está dominada por asuntos relacionados con los comportamientos y recur-
sos. Además, la demanda de los estudiantes hacia el profesorado es física, emocio-
nal e intelectualmente mayor. Y, como consecuencia, la moral del centro baja, las re-
laciones conflictivas crecen y a los profesores les quedan pocas energías y recursos
insuficientes para desarrollar esquemas de trabajo, materiales de clase y prácticas
pedagógicas que sean apropiados e imaginativos.
Todo esto no significa que la buena gestión y docencia no contribuyan a mejorar
las cosas, o que solamente determinadas áreas determinen por sí mismas la eficacia
de los centros. Se trata de darse cuenta de que varios factores que están normalmen-
te asociados a la eficacia se relacionan entre ellos de una manera compleja, y que lo
que los profesores y directivos hacen en la escuela está necesaria y altamente condi-
cionado por el nivel socioeconómico y discursivo del entorno en el que están ubica-
dos. Resumiendo, los determinantes internos del éxito, aquéllos basados en la es-
cuela, no operan de manera independiente a los externos, los basados en el contex-
to, y cualquier análisis de la eficacia escolar que no lo reconozca debe considerarse
incompleto.
Otra de las constantes críticas que han sufrido las distintas investigaciones clási-
cas de eficacia escolar ha recaído sobre la metodología utilizada en su desarrollo.
Desde el propio Informe Coleman (Coleman el al. (1966), pocos son los trabajos
sobre los que no se han expresado dudas acerca de la corrección de su elección me-
todológica. Así, algunas de las críticas clásicas apuntaban que los estudios sobre
efectos escolares deberían (Reynolds y Teddlie, 2000):
D ser diseñados de tal forma que recojan suficiente "varianza natural" en las
características de escuelas y aulas;
D tener unidades de análisis (alumno, aula, escuela) que permitan análisis de
datos con suficiente poder discriminativo;
D utilizar adecuadas operacionalizaciones y medidas de las variables de pro-
ceso de aula y escuela, preferiblemente incluyendo observación directa y
una mezcla de aproximaciones cualitativa y cuantitativa;
D utilizar técnicas para el análisis de datos más adecuadas;
D utilizar bases de datos longitudinales, basadas en alumnos individuales; y
D ajustar adecuadamente las medidas de producto por variables de entrada.
Sin embargo, desde que a mediados de los 80 Aitkin y Longford (1986) formula-
ran la alternativa de los Modelos Multinivel como la metodología más adecuada
para este tipos de estudios, su desarrollo ha sido imparable (p.e. Goldstein, 1995;
Snijders y Bosker, 1999). Y se puede afirmar que los anteriores elementos han sido
incorporados a los estudios realizados.
Con ello, parecía que se había encontrado una metodología consensuada por la
comunidad científica para este tipo de trabajos. No obstante, ya están apareciendo
algunos certeros comentarios críticos en los que, reconociendo sus virtudes, se pone
en duda la utilidad de su uso generalizado debido, fundamentalmente, a que pue-
den conducir a una subestimación de la eficacia de las escuelas en centros con pocos
alumnos y a su excesiva complejidad, inútil para algunos (por cuanto generan re-
sultados muy similares a otras técnicas más simples) y excesivamente ardua para
muchos prácticos y responsables políticos (Teddlie, Reynolds y Sammons, 2000).
En el ámbito metodológico se han realizado además otras críticas, la mayoría de
las mismas por los propios investigadores de eficacia. Así, se han formulado comen-
tarios sobre la inadecuada especificación de las variables de proceso de la escuela.
Como señalan Riddell, Brown y Duffield (1998), y al contrario de lo que sucede en la
literatura sobre mejora, se ha olvidado la importancia de contar con la forma en que
los docentes perciben el aula y el centro tanto para comprender lo que ocurre en
ellos como para llevar a cabo cualquier estrategia de mejora. Olvido doblemente ne-
gativo, por cuanto una de las conclusiones más sólidas de la investigación sobre efi-
cacia es precisamente el papel determinante del profesorado. Por eso llama la aten-
ción que en la búsqueda de la eficacia se haya dejado en el tintero lo que el profeso-
rado piensa y manifiesta sobre los procesos que tienen lugar en el aula (al igual que
se han obviado las aportaciones de la Sociología, claramente ilustrativas a este res-
pecto). En su descargo hay que mencionar, sin embargo, dos hechos: en primer lu-
gar, si bien es cierto que ha olvidado las percepciones de los docentes, también lo es
que se ha incluido la actuación de los docentes desde los primeros trabajos de este
movimiento. Por otro lado, dicho error parece haber empezado a subsanarse en las
hay acuerdo en desechar la idea de que la eficacia consiste sólo en lograr unos altos
niveles de rendimiento académico y/ por su escasa operatividad, tampoco satisface
el planteamiento de que una escuela eficaz es la que consigue sus objetivos. Esta cri-
ticada incertidumbre en el plano teórico tiene importantes repercusiones en el mo-
mento de definir qué resultados constituyen el criterio de eficacia. Como hemos in-
dicado al inicio de este artículo, la restrictividad de las variables criterio es uno de
los problemas achacados con más frecuencia a este movimiento. La investigación
sobre eficacia escolar se concentra exclusivamente en resultados cognitivos de la es-
colaridad/ ignorando otros muchos aspectos que también son importantes, como los
éticos y afectivos.
Como señala Rose (1995)/ la eficacia ha sido reducida a aquellas escuelas que
obtienen buenas puntuaciones en los exámenes, olvidando las dimensiones socia-
les/ morales y estéticas del proceso de enseñanza y aprendizaje, así como otros ren-
dimientos intelectuales que no son fácilmente cuantificables. Los propios investiga-
dores de este movimiento se han hecho eco de estas críticas, señalando la necesidad
de avanzar en el desarrollo de medidas de resultados (teniendo en cuenta, por ejem-
plo, las destrezas y la realización de tareas complejas), de incluir distintas medidas
académicas (cognitivas, pero también actitudinales, sociales, etc.) y de tomar dife-
rentes tipos de indicadores (académicos y no académicos) para determinar la con-
sistencia de los efectos de la escuela sobre el desarrollo de los alumnos (Sammons,
1999; Teddlie, Reynolds y Sammons.Züüü).
Ya se ha debatido acerca de que parte de este hecho se debe a la dificultad de
medir muchos de los procesos que se producen en los centros escolares. No obstan-
te, a lo largo de la literatura sobre eficacia se aprecia un creciente esfuerzo por supe-
rar este reduccionismo; las variables analizadas han pasado de ser únicamente los
aspectos del centro más fácilmente mensurables (número de alumnos por aula, pre-
supuesto, etc.) a incluir otras variables más complejas, tales como el clima del centro
y del aula, la autoestima del alumno, etc. En los últimos trabajos se ha llegado a la
conclusión de que dos de los elementos más importantes son la cultura escolar o el
liderazgo educativo, factores que aparecen de manera constante en los últimos mo-
delos de eficacia propuestos pero con respecto a los cuales sigue existiendo un cier-
to desconocimiento. La cultura escolar es un término ambiguo de difícil aprehen-
sión; sobre liderazgo pedagógico, aparte de subrayar su importancia, apenas se ha
llegado a afirmar que no existe un estilo de liderazgo "eficaz", sino que debe adap-
tarse a la personalidad del líder, al centro concreto y a su situación. El camino de
ampliar las variables e incluir los procesos en la eficacia escolar ya está, pues, reco-
rrido en parte; queda continuar el trayecto.
les del rendimiento académico que comenzaron a señalar el desfase en los resulta-
dos obtenidos entre estos países y aquellos considerados como "desarrollados"
(Riddell, 1999; Thrupp, 1999). Ambas situaciones motivaron la aplicación de las es-
trategias válidas para contextos industrializados en países menos desarrollados,
medidas que estaban avaladas, de alguna manera, por los propios resultados de la
investigación: de acuerdo con Heyneman y Loxley (1983), cuanto más pobre es el
país, más débil es la influencia de la procedencia socioeconómica del alumno en el
rendimiento, de forma que, en los países de renta baja, el efecto de la calidad de la
escuela y del profesor es comparativamente mayor.
Sin embargo, soluciones técnico-racionalistas como las propuestas por el Banco
Mundial, que basan la transformación en el capital humano y en la inversión econó-
mica, no son válidas para estos contextos por varias razones. En primer lugar, res-
ponden más a las intenciones de las Administraciones y de los organismos interna-
cionales y a su necesidad de información que a las necesidades reales de quienes se
encuentran en la práctica porque (y aquí tenemos el segundo motivo) ignoran, entre
otras cosas, que es imprescindible adecuar las medidas al contexto en que se sitúan.
Medidas encaminadas a lograr una eficiente organización interna de las escuelas,
mecanismos de mercado que apoyan altos niveles de estudios y políticas destinadas
a favorecer la igualdad educativa entre géneros no son probablemente las priorida-
des de las escuelas en países donde existen aún serios problemas de infraestructura
y absentismo, donde muchos los alumnos no llegan a la Educación Secundaria y
donde las estructuras sociales de desigualdad y las relaciones de poder están pro-
fundamente arraigadas (Morley y Rassool, 1999).
Finalmente, la aplicación directa de modelos desarrollados en el contexto de
países industrializados obvia la diversidad social y el legado histórico de desigual-
dad de los países en desarrollo, olvidando con ello que no son factores indepen-
dientes sino relacionales. Por esta multicolinealidad entre la situación socioeconó-
mica y la eficacia de la escuela, es posible que la calidad escolar en los países de ren-
tas bajas esté distribuida de manera tan poco equitativa que su influencia en el ren-
dimiento no se pueda separar claramente del efecto del nivel socioeconómico. A
este respecto, la investigación no puede evitar el uso partidista que se haga de ella,
pero sí tiene capacidad para ofrecer análisis que describan el grado de desigualdad
que se produce y expliquen la eficacia diferencial de las escuelas (Riddell, 1999).
La eficacia escolar no está de moda. O, al menos, esa es la idea que podría des-
prenderse del hilo argumental de este escrito. En muchos contextos, hablar de efica-
cia significa apoyar la excelencia, la eficiencia y la desigualdad. La eficacia se asocia
con corrientes ideológicas sospechosas de favorecer decisiones políticas neolibera-
les y mercantilistas, con medidas del rendimiento académico en forma de conoci-
mientos que olvidan los valores y las actitudes, con visiones atomicistas de la escue-
la ... La Eficacia Escolar arrastra, además, treinta años de historia, en los que caben
muchas aportaciones y también, por qué no, muchos desaciertos.
No resulta sencillo reconocer cuáles son las aportaciones reales que el Movi-
miento de Eficacia Escolar nos ha legado para el conocimiento y la mejora de la edu-
cación. Muchos de sus hallazgos han pasado a formar parte de la "cultura común"
de los implicados en la educación y ahora nos resulta extremadamente difícil de re-
conocer su legítima paternidad. Sea como fuere, vamos a intentar resumir algunas
de las influencias fundamentales.
En primer lugar, hemos de defender que el Movimiento de Eficacia Escolar ha
cambiado nuestra forma de ver la educación, aportándonos una visión más positiva
de la misma. La estimación de la magnitud de los efectos escolares en una cifra que
se sitúa en tomo al 10-20% nos ha dotado de un conocimiento que nos da la imagen
exacta de lo que podemos hacer y de lo que no es posible conseguir.
De esta forma, y frente a postulados pesimistas, este movimiento ha hecho rena-
cer la confianza pública en el sistema educativo; no sólo considerado en sí mismo,
sino también en lo que se refiere a sus posibilidades para transformar la sociedad
disminuyendo las desigualdades sociales y reformulando el principio de igualdad
de oportunidades. Como afirma Alma Harris (2001: 11), "en esencia el Movimiento
de Eficacia Escolar es un ataque al determinismo sociológico y a las teorías indivi-
dualistas del aprendizaje".
Pero esta cifra también ha ayudado a reforzar la autoestima profesional de los
docentes, en un doble sentido. Por un lado, ha confirmado la idea de que su trabajo
es importante, que el futuro de los alumnos no está escrito y que ellos pueden cola-
mente más unidas que aquellas que se han mostrado menos. Ellas operan más como
un conjunto orgánico y menos como una colección de subsistemas independientes.
Así, hemos aprendido cuáles son los elementos fundamentales que parece que dis-
tinguen a estas escuelas:
Con ello, ha aportado útiles conocimientos tanto para desarrollar procesos de me-
jora en los centros escolares como para la toma de decisiones políticas. Así, en este
momento se están llevando a cabo numerosas iniciativas de autoevaluación de las es-
cuelas y de mejora de las mismas basadas en los factores y procesos que la investiga-
ción sobre eficacia ha señalado como elementos decisivos para lograr el cambio.
Igualmente, decisores políticos en todo el mundo están teniendo en considera-
ción algunos de los resultados de esta línea para elaborar las políticas educativas.
Cierto es, como se ha dicho anteriormente, que esta apropiación no siempre es legí-
tima ni pertinente, pero es un paso de relevancia.
Algunos investigadores opinan que el camino de la eficacia está ya agotado y
que la investigación sobre eficacia escolar no puede aportar nada. Los motivos que
aducen difieren según los autores, pero se centran en tres argumentos (Slee, Weiner
y Tomlinson, 1998): que el Movimiento de Eficacia Escolar está en un "impasse" por
falta de desarrollo metodológico adecuado, que el mundo de la escuela es demasia-
do complejo para ser esbozado a través de unos pocos elementos y que, simplemen-
te, ya está todo dicho.
Como ha quedado claro, nosotros no compartimos esa opinión. Como señala-
mos en las primeras palabras de este artículo, el Movimiento de Eficacia Escolar ha
pasado, en apenas 20 años, de ser una línea de interés por los investigadores ha con-
vertirse en la línea más influyente. Pero, desde nuestro punto de vista, lo mejor está
por llegar. y como muestra, cerramos este artículo con una relación de retos que esta
línea de investigación tiene que afrontar en el futuro.
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RESUMEN
Este trabajo analiza las características de las resistencias a los procesos de cam-
bio a través de las siguientes condiciones: el centro educativo es la unidad de cam-
bio, que para que éste ocurra son necesarias personas concernidas con el mismo,
que esos agentes necesitan autonomía y poder, que es necesario un motor interno
que dinamice los procesos; que el cambio depende más de las iniciativas, el trabajo
de los profesores y de la dirección escolar que de la reforma legislativa; y que el cen-
tro educativo es posible que mejore si es capaz de aprender de sí mismo. En esta re-
visión prevalece qué ocurre con las actitudes de los profesores cuando no se produ-
cen tales condiciones y se establece que las actitudes hacia el cambio tienen sentido
entendidas desde su integración en el seno de las culturas escolares.
ABSTRACT
This work analyzes the characteristics of the resistance to the processes of chan-
ge through the following conditions: the school is the change unit, it's necessary
people concerned with the change, those agents need autonomy and power, it's ne-
cessary an internal engine that moves the processes; the change depends more on
the initiatives, the work of the teachers and headmaster that of the legislative re-
form; and the school is possible that it improves if is able to leam itself. In this revi-
sion it prevails what it happens about attitudes when such conditions do not take
place. The attitudes have sense in their integration in the school cultures.
PALABRAS CLAVE
KEYWORDS
los procesos de creación de espacios que son los conflictos no son quienes buscan la
unidad, sino aquellos que aceptan la diversidad, los que están abiertos a otras ideas,
al cambio.
Desde esta orientación, es más fácil comprender cómo las reformas de las es-
tructuras formales no sirven para los procesos de cambio (no-tocan los valores y no
generan los necesarios conflictos), pero sobre todo que el aparente consenso y la
mala gestión del conflicto han hecho fracasar las reformas, venidas de fuera de los
propios centros. Aprender a convivir en la discusión y el conflicto es un reto de gran
envergadura para los profesionales de la educación.
Otro tanto ha pasado con los problemas sociales, externos a los centros, y sus
efectos en la vida escolar (el fenómeno de la globalización, las metas educativas y el
papel de los docentes, el impacto de las tecnologías de la información y la comuni-
cación, la demanda de actuación educativa en zonas deprimidas, la constatación de
diversidad cultural y lingüística, por citar algunos). La agenda de problemas socia-
les es muy amplia y muchos docentes la ignoran con la excusa de que están abierta-
mente opuestos a la expresión política en el ámbito escolar.
Ahora bien, en una esfera intermedia entre grandes desafíos sociales y vida coti-
diana del centro, existen problemas que, derivando de la agenda social, tienen que
ver con la naturaleza del trabajo como docente. Estos problemas hacen referencia a
la escasez de apoyos o incentivos a los profesores en su actuación docente, el currí-
culo, la evaluación de resultados, los cortes de presupuesto, el trato estandarizado a
los centros educativos, la accouniabiliiu o responsabilidad sobre el trabajo (De Mi-
guel, 1996; Tye y Tye, 1993), elementos para la intensificación de la vida laboral o la
dificultad de conciliarla con la vida familiar.
Parecen pues más importantes para la vida de los centros los desarrollos de las
políticas educativas y los condicionantes laborales que de ellos se derivan que los
grandes desafíos sociales contemporáneos.
Para cerrar este análisis en torno a la contribución de la cultura escolar a las re-
sistencias, conviene caracterizar otra corriente de investigación, denominada de las
"Organizaciones que aprenden" (Senge, 1990; Larsen y otros, 2002). Parte de presu-
puestos bien diferentes (la disposición de los equipos docentes al cambio y la efica-
cia de la institución escolar) y alcanza un diagnóstico similar al que muestran quie-
nes se dedican a analizar el conflicto: la importancia de las visiones de conjunto de
la institución educativa, de las comunicaciones abiertas y la cultura de colaboración
como señas de una cultura escolar capaz de aprender.
En esta corriente se constata que existen culturas escolares que anulan la diver-
sidad, mantienen el statu quo, inhiben el aprendizaje, la experimentación, el riesgo y
la colaboración; y que tienen creencias limitadas sobre los alumnos, además de en-
tender limitada la capacidad de aprendizaje de los equipos, cuestión principal en
esta corriente.
Por eso, cuando las estructuras formales de los centros educativos pueden difi-
cultar la colaboración en la base del cambio, esas estructuras deben ser cambiadas.
Pero esta corriente postula que cambiar las estructuras formales no sirve si no hay
un deseo auténtico de los docentes por colaborar, para aprender y cambiar.
Para que el cambio ocurra son necesarias personas concernidas con el cambio,
por sus ideas, sus conductas, sus actitudes.
La primera negación de tal compromiso es el aislamiento. Deborah Britzman
(1991) lo identifica como parte de una mitología triple: "todo depende del profe-
sor", "el profesor es un experto" y "el profesor se hace a sí mismo". El tercer mito
("el profesor se hace a sí mismo") acentúa la importancia de determinadas faculta-
des naturales: talento, intuición y sentido común. Identificarse como "los de la prác-
tica" es marcar diferencias, ubicarse en islas incomunicables.
Troman (1996), analizando el aislamiento, plantea que muchos docentes prefie-
ren mantener el staiu qua porque un profesor contemporáneo (guía con nuevas des-
trezas, preparado para innovaciones y con buenos resultados de sus alumnos) tiene
muchos más requerimientos que otro tradicional. Los profesores se limitan a acep-
tar la autoridad del director en la definición de la organización y el currículo, ser un
especialista en una materia, trabajar solo, regirse por la antigüedad o la posición en
la estructura del centro antes que por razones curriculares o percibir a padres y au-
toridades como intrusos en el trabajo con los alumnos.
Existen profesores que no son autónomos, que están alienados, que viven la en-
señanza exclusivamente como trabajadores.
Muchos de estos profesores sólo perciben obstáculos de tipo organizativo para
la enseñanza (De Miguel, 1996), empezando por la falta de autonomía real de los
centros, la necesidad de más medios, la actitud cómoda y pasiva de otros compañe-
ros, la falta de estímulos para mejorar o un sistema organizativo de trabajo escolar
Éste quizá sea el tema más trabajado por la literatura de organización escolar
(por ejemplo Estebaranz, Mingorance y Marcelo, 2000).
Algunas tendencias de organización escolar, como la de las Organizaciones que
aprenden, tienen premisas optimistas, para algunos puede que ingenuas, como Ri-
chardson (1997): "la gente que trabaja en educación es intrínsecamente buena y
quiere sacar lo mejor de sí misma en aquello que hace... si no, no estarían en educa-
ción". Con estas premisas, no hay culpables por inacción, sino desgobernados.
Las temáticas de innovación afectan poderosamente los cambios propuestos.
Así, Tye y Tye (1993) relatan cómo los significados que los profesores atribuyen al
concepto de "educación global" afectan a sus conductas en la adaptación al cambio.
No vamos a insistir en la importancia de la dirección. Por lo que afecta a las actitu-
des, la confianza y el compromiso generados por la dirección son logros centrales que
pretende sostener cualquiera de las tendencias de análisis y estrategias de cambio.
Además, los centros innovadores han de poseer niveles efectivos procurados
por la dirección en ámbitos como: formación en evaluación institucional, formación
en dinámica de grupos, gestión del tiempo, participación, uso de materiales, comu-
nicación, toma de decisiones y resolución de conflictos. Sin embargo, se vivencia la
formación permanente como una pérdida de tiempo y dinero. Tampoco se rompen
prácticas de aislamiento arraigadas, ¿por qué?
ESTRATEGIAS DE CAMBIO
Además del análisis de las resistencias, a través del recorrido que hace Serafín
Antúnez (2001) podemos enunciar a grandes rasgos algunas estrategias para supe-
rar las resistencias a través del cambio en las actitudes de los docentes.
Un proyecto presentado a una escuela tal cual sólo será aceptado en primera
instancia por unos pocos. Requiere de estrategias para vencer culturas escolares de-
gradadas.
Entre las identificadas como estrategias con apoyo externo están el análisis y
asesoramiento, con un marco más general en el campo del pensamiento del profe-
sor; y el trabajo sobre cultura escolar.
La cultura escolar crea contextos sociales en los que el profesorado define y de-
sarrolla su trabajo diario y sin cultura no hay contexto. Las condiciones organizati-
vas ayudan a crear un entorno apropiado, y sin apoyo organizativo no hay contex-
to. Contextos que no ayudan son los que conducen a la intensificación; la soledad
(vs. individualismo), monotonía, repetición, falta de reconocimiento o percepción
de intrusión de la vida de la escuela en su trabajo en el aula; la burocratización sin
contrapartidas; la balcanización, colegialidad artificial y mosaico móvil. Los profe-
sores que hablan frecuentemente, son observados, hacen materiales juntos y apren-
den de otros lo que hacen es trabajar colegiadamente, es un modo de vida. Sin em-
bargo, la colegiación se ha advertido que supone a largo plazo rutinización o anula-
ción de la creatividad.
De las estrategias con análisis interno se destacan la investigación acción y la
autoevaluación (Tomas y otros, 2000), también con numerosos obstáculos cuya base
son la mala comprensión de las actitudes de los docentes.
Más allá, harán falta nuevos modelos para el profesorado ("desarrollo profesio-
nal"), nuevos modelos de escuela (descentralizada, autónoma, con cultura propia y
generada por sí; Bolívar, 1999), y nuevos paradigmas para la gestión escolar (escue-
las eficaces y organizaciones que aprenden").
11
Tal y como se dijo al principio, este corpus teórico iluminó el análisis de una in-
vestigación sobre las actitudes hacia el cambio en Educación Secundaria (Paredes,
Murillo y Egido, en prensa). La teoría aquí presentada permitió valorar como ele-
mentos facilitadores del cambio la preocupación y la reflexión sobre los problemas
que afectan al centro y la puesta en marcha de acciones encaminadas a resolverlos,
la existencia de unas metas consensuadas y compartidas, la historia previa de inno-
vacióndel centro, el papel del equipo directivo como dinamizador del cambio, la
actitud de apertura hacia ideas y actividades de innovación que proceden del exte-
rior y la actitud de compromiso de los docentes. Sin embargo, se constató que la re-
flexión no se puede dar en estructuras excesivamente formalizadas y que la historia
de innovación muere cuando esa reflexión deja de existir.
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RESUMEN
ABSTRACT
Figura l.-A partir de 1920, en que se crea la Oficina Técnica de Construcción de Escuelas (OTCE), se pla-
nean y construyen centenares de escuelas por todoel país. Losdictados de la Institución Libre de Enseñanza reco-
mendaban no aceptar falsos casticismos y adaptar sus modelos a la climatología ya la arquitectura popular, siendo
su resultado excelente. Véase, como muestra,lafachada de este edificio escolar de Fuentesnuevas (León), debido al
arquitecto An1ós Salvador.
(Fuente: Rufino Blanco (1927): Organización escolar, Hernando, Madrid, p.47)
En 1929, se concluyen en Madrid seis grupos escolares, entre ellos el Jaime Vera
y el Menéndez Pelayo, que aún siguen funcionando y en los que "se combinan equi-
libradamente dos lenguajes aparentemente diversos, el que nos remite a la tradi-
ción, expresada en la axialidad de su composición, y el que manifiestan los grandes
paños de cristal y acero jalonados por esbeltas pilastras de ladrillo". El Gobierno de
la II República continuó la ambiciosa política de construcciones escolares si bien el
movimiento de la nueva educación criticó algunos extremos de este modelo
arquitectónico escolar, como eran la monumentalidad y el excesivo agrupamiento
de alumnos en un solo edificio. (Figura 2).
Figuras 2.-El gobierno de la JI República continuó la ambiciosa política precedente de construcciones esco-
lares, si bienel mooimiento de la "Nueva Educación" criticó algunos aspectos del modelo arquitectónico que se lle-
vaba a cabo, como eran la monumenialidad y el excesivo agrupamiento de alumnos en un soloedificio, Véanse tres
modelos de "acorazados" -como losdenominó Luis Bello- construidos en Madrid: losgruposescolares "Concepción
Arenal, en el Puente de Toledo, el "Menéndez y Pelayo", en la calle Méndez Álvaro, y el "[aime Vera" en la calle
Bravo Murillo y que en1pezaron afuncionar en 1929-30.
Figura 3.-La escuela unitaria o de maestro únicofue, durante mucho tiempo, el alma de los pueblos. Insta-
lada en locales destartalados y en viejos caserones, perduraron durante muchos años. A partir de 1970 empezó su
lenta sustitución por nuevos edificios. Un recuerdo de esaépoca pasada lo tenemos en estafotografía de la humilde
escuela de Alamedadel Valle (Madrid).
(Fuente: L. Hierro 1955): Laenseñanza primaria, Publicaciones Españolas, Madrid, p. 16)
Figura 4.-La escuela graduada fue la gran innovación de la nueva pedagogía y una revolución en laorgani-
zación escolar. Para ello había que construirescuelas que tuvieran lasaulassuficientes y las dependencias comple-
mentarias para desarrollar lagraduación de laenseñanza. Eldiseño queaquíseofrece -fachada y plantaprincipales
de una escuela de seissecciones- procede de losmodelos escolares quedesarrolló la Oficina Técnica de Construcción
de Escuelas, del Ministeriode Instrucción Pública, y estáfirmado porsu director, el arquitecto Antonio Flórez.
(Fuente: R. Blanco (1927): Ob.cit. p. 48-49)
Figura 5.-La escasez de escuelas y la abundancia de niños, merced a lasaltas tasas de natalidad de la época,
se reflejaban en aulasrepletas de alumnosque rodeaban al Maestro por todas partes. Apiñadosen incomodas mesas-
bancos se distribuían en tres secciones de pequeños, medianos y grandes. El Maestro les atendía, desplegando
grandes destrezas y desarrollando técnicas propias para esta situación que se daba en lasescuelas unitariasdonde la
matrícula podía llegar hastaochenta alumnos.
(Fuente: El Libro y la escuela(1992), ANELE-MEC-MC, Madrid, p. 93)
plantas de diversos tipos de escuelas en función de los climas de España que especi-
fica de esta forma: frío, frío y seco, frío y lluvioso, templado y lluvioso, y cálido y
seco.
Pensando en las dimensiones del edificio R. Blanco calculaba que los niños
constituyen un 15 O 20 por ciento del vecindario total del Ayuntamiento o distrito a
que la escuela se destinara, porcentajes muy alejados de la realidad actual. Indica
que no deben construirse grandes grupos escolares, justificándolo con razones
pedagógicas y de higiene. Ofrece, por último, informaciones tan curiosas como la
siguiente: "El sistema de construcción, llamado panóptico o radial, de que es ejem-
plo la Cárcel Celular de Madrid, y que se recomendó en algún tiempo para escuelas
graduadas, no ha sido aceptado por los arquitectos ni por los maestros que han
practicado en dicha clase de escuelas".
En 1934, en su también Organización Escolar, los Inspectores Generales de Ense-
ñanza Primaria, Ballesteros y Sainz, recogen esta temática indicando que el edificio
escolar, por lo general, nunca se ha adaptado a las necesidades concretas de la edu-
cación. Y exponen la realidad de que"al adquirir mayor dignidad la función de la
escuela con la organización de gobiernos democráticos, cuya garantía de existencia
es la cultura del pueblo, se inició la construcción, sin transición alguna, de magnífi-
cas edificaciones por lo general excesivas..." Y así, en el periodo de la Dictadura y la
posterior II República, muchas viejas escuelas, destartaladas y vejatorias fueron sus-
tituidas por grupos escolares monumentales y pretenciosos, contra los que se alzó la
voz autorizada de Bartolomé Cossío, recordando la expresión tomada de Rousseau
de que la mejor escuela era la sombra de un árbol. (Figura 2).
Estamos en los años en que la corriente renovadora de las "Escuelas Nuevas" o
"Nueva Educación" demandaba otro tipo de enseñanza en que la educación física,
la actividad manual, las ciencias naturales, etc. necesitaban dependencias especí-
ficas para su realización: talleres, gimnasios, huertos escolares, bibliotecas... Se
empezó a solicitar una "intervención activa y predominante de los educadores en
los proyectos de los edificios escolares a fin de que se acomodaran a las necesidades
verdaderas de las escuelas". Eran recomendaciones que ya formuló Giner de los
Ríos cuando hablaba de "la dictadura de los arquitectos". Ballesteros y Sainz, expre-
san fervorosamente que "cada escuela debe tener una personalidad, si no pareciese
pedante, diríamos un alma, que afirmando sus raíces en la propia tierra en que se
cimienta sea al mismo tiempo un gran ventanal abierto al mundo a que pertenece".
El ideal roussoniano siempre está presente en los autores de esta época por lo
que la exigencia fundamental y característica de la edificación escolar moderna es
que "se halle emplazada en pleno campo o, si esto no fuera posible, en las inmedia-
ciones de las ciudades, fuera del perímetro de la aglomeración urbana". Eran las
recomendaciones que indicaba la "Liga Internacional de Educación para las Escuelas
Nuevas" que se iban implantando en Europa y que acogían, además, colonias, gran-
jas modelo, campos escolares, etc. Pero este imperativo pedagógico de alejar las
escuelas del centro de las ciudades, consideradas entonces como " grandes focos de
perturbación física y mental" (¡qué diríamos ahora!) sólo fue una utopía ya que los
problemas de comunicación y transporte eran insuperables.
3. LA ILUMINACIÓN
La luz solar es muy beneficiosa para la salud de los niños pues afecta favorable-
mente a su desarrollo físico, a la formación de los glóbulos rojos sanguíneos y a la
tonicidad general del cuerpo. Se sabe, también, que los rayos ultravioleta destruyen
gérmenes infecciosos por lo que se considera a la luz solar como una fuente riquí-
sima de bienestar.
Desde el punto de vista sensorial, la cantidad de luz que hay en una estancia
determina la adaptación de la retina a ella. Pero es necesario que este esfuerzo sea
mínimo, con el fin de evitar que puedan provocarse defectos de visión: miopía o
hipermetropía o de generar cansancio o fatiga visual. Todo ello puede condicionar,
en gran medida, las características del trabajo escolar y el rendimiento de los alum-
nos. Por eso, las condiciones de iluminación de los edificios escolares y de las aulas
han sido, desde siempre, muy estudiadas con el fin de conseguir una luz suficiente,
difusa, bien repartida y con ausencia de deslumbramientos. Veamos el plantea-
miento de algunas de estas cuestiones, a través de los textos y manuales que nos
están sirviendo de referencia bibliográfica.
Conviene que la luz se reciba por el lado izquierdo -indica Díaz Muñoz-
especialmente cuando se escribe y se dibuja, pues la que penetra por la derecha,
proyecta sombra y dificulta el claro y hermoso trazado de la pluma y el lápiz; la que
se recibe por delante hiere directamente la vista y la ofusca; la que entra por detrás
proyecta delante la sombra del cuerpo; y la cenital, exige un salón especial que
tenga el techo de cristal". Aporta, este autor, algunas fórmulas sobre las superficies
y la cantidad de luz pero, termina diciendo que "conviene que en la escuela penetre
mucha luz, que ésta bañe todas las mesas y que los niños, desde sus asientos, vean
un buen espacio de horizonte y campiñas dilatadas, a través de ventanas grandes
apaisadas..."
Las ventanas constituyen la gran preocupación de los pedagogos-higienistas. y
así -expone Rufino Blanco- "se abrirán en los lados mayores del rectángulo a dos
metros del suelo y con verdadera profusión" indicando, también, que "desde cual-
quier punto de la clase pueda el alumno, estando sentado, contemplar el cielo".
Otros datos que aporta son que la luz deberá recibirse por el lado izquierdo, nunca
Figura 6.-La iluminacián,losefectos benéficos del sol, losgrandes ventanales y la dirección de la luz, constituían
una gran preocupación de los pedagogos-higienistas de aquella época, que desarrollaban, con detalle, todos estos
aspectos en los tratados de Organización Escolar. La entrada de la luz por la izquierda aparece así en esta ilustra-
ciónde un libro de texto para Maestros.
(Fuente: C. Herrero (1960): Prácticas de enseñanza. Curso PrÍ111ero, Jorca, Zamora, p. 23).
bóveda celeste contemplada a través de los huecos, desde el punto que quiere consi-
derarse, la iluminación diurna debe venir medida con F.!. del 5% en las mesas de la
clase y de la biblioteca; del 10% en las salas de dibujo; del 2% en el gimnasio; del 1%
en las salas de profesores, vestíbulos y comedor; y del 0,5% en los pasillos.
4. LA VENTILACIÓN
Figura l.-El aire puro, la ventilación, el ambienteviciado de lasaulas repletas de alumnos constituíaotra preocu-
pación más de los pedagogos-higienistas. Poreso se daban soluciones naturales y otras artificiales, como el simple
artificio del doble cristal que permite el paso del aire y que en los manuules aparece dibujado medianteun sencillo
esquema para entender su funcionamiento.
(Fuente: T. Agustín /1958): Prácticas de enseñanza, Magisterio, Madrid, p).
Cesáreo Herrero, en cambio, critica este sistema por "ser caro y poco eficaz pues
los orificios en forma de embudo se taponan con relativa facilidad produciéndose,
también, una refracción y difusión de la luz por el grosor obligado de los cristales".
Por el contrario, expone que "en las modernas construcciones se emplea, con
acierto, el sistema de montantes en la parte superior de las ventanas, los cuales
giran alrededor de un eje central. Un contrapeso en la parte baja de los mismos los
deja cerrados y una cadena en la parte superior facilita el giro, según nuestro
deseo".
López Zanón, indica que "la iluminación bilateral de las aulas permite una
aireación transversal fácil", ofreciéndonos el dato de que"el suministro de aire debe
hacerse a razón de veinte metros cúbicos / alumno / hora" y de que "con la cubica-
ción usual de cinco metros cúbicos / alumno, deberán hacerse cuatro renovaciones
en la hora".
Por último, la Enciclopedia Técnica de la Educación, ofrece soluciones más tecnoló-
gicas indicando que hay ventiladores eléctricos que se instalan en la parte alta de las
ventanas, en una pequeña abertura al exterior. Estos aparatos extraen el aire viciado
de la clase al tiempo que introducen el nuevo y ello, con un alto índice de silencio.
5. LA CALEFACCIÓN
La temperatura ambiente del aula debe estar entre 18 y 22 grados para que el
cuerpo humano, sentado la mayor parte del tiempo escolar, no tenga ni frío ni calor.
Es sabido que las bajas temperaturas contraen los músculos, produciendo un males-
tar general en el cuerpo, siendo difíciles el ejercicio y la atención de los alumnos
que, en otras épocas, sólo deseaban tener las manos en los bolsillos y mover los pies
a causa del frío que atenazaba sus extremidades en las cuales era corriente que salie-
ran "sabañones". Las temperaturas altas producen, igualmente, cansancio, desgana
y fatiga.
El problema principal son las bajas temperaturas exteriores, sobre todo en algu-
nas regiones españolas, que hay que combatir con una buena calefacción interior. El
tema se resuelve hoy bien, técnica y económicamente, pero antaño suponía un
grave problema escolar. Con respecto al calor, por fortuna las vacaciones escolares
de verano, coinciden con la época estival en la que, en muchas regiones españolas,
sería imposible dar clase. Recogemos, las anotaciones que aparecen en los manua-
les de Organización Escolar, respecto a la calefacción.
Díaz Muñoz, aborrece de los braseros, tan corrientes en su época, porque con-
sumen mucho oxígeno, despiden óxido de carbono y constituyen un peligro para
los niños. Propone las estufas como el mejor medio para calentar la escuela, descri-
biendo varios modelos entre ellos la estufa-calorífero de Deyrolle, generalizada en
Francia, que "tiene sus campanas y hogares provistos de barritas muy próximas que
cuadruplican la superficie del horno; nunca se eleva al rojo; no se enrarece el aire
puesto que en la parte superior del aparato hay un saturador de agua; tiene dos
puertas de carga; y la combustión se activa más o menos y se regula mediante una
corredera dispuesta en la puerta del cenicero" (Figura 8).
No parece que este sofisticado modelo, que habría que importarse en aquellos
años, se viera en nuestras escuelas que sí disponían de la clásica estufa nacional,
mucho más sencilla, pero con sus inconvenientes.
Figura S.-El frío, dentro de las aulas, era en otros tiempos, un factor muy negativo para la enseñanza que había
que combatircon los medios de que se disponían entonces. Braseros y estufas de todo tipo proliferaban, describién-
dose sus características, con todo detalle, en los manualesy dándose instrucciones a los maestros sobre su utiliza-
ción. El modelo de estufa-calorífero de Deyrolle, que oemos, no deja de ser algonluy sofisticado para aquella época.
( Fuente: Díaz Muñoz (1914): Compendio de Antropología y Pedagogía, Valladolid, p.255)
6. ELRUÍDO
El origen de los ruidos que provienen del exterior es muy variado: el tráfico, los
motores de los vehículos, los cláxones, las obras públicas cercanas, los talleres e
industrias próximas, ruidos ocasionados por los vecinos, etc. Los ruidos interiores a
veces superan a aquellos y proceden de los propios alumnos que gritan y alboro-
tan, de las actividades que se realizan, del funcionamiento de aparatos en los talle-
res y laboratorios del centro, acometidas de aguas, tuberías, grifos, etc. Unos y otros
ocasionan molestias y distracciones que repercuten en el rendimiento del trabajo
escolar. No obstante, el tema del ruido apenas es recogido en los tratados de Organi-
zación Escolar.
R. Zaldivar se refiere a la mala acústica que ofrecen algunas salas de clase lo que
puede corregirse dando un acabado grueso a las paredes y redondeando esquinas y
ángulos.
López Zanón, indica que los edificios escolares que estén junto a una calle que
tenga tráfico "deben separarse por cortinas vegetales amplias y tupidas, así como
evitar en la construcción la transmisión a distancia de vibraciones y sonidos a través
de la estructura, paredes, conductos de aire y, galerías y canalizaciones".
7. EPÍLOGO
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
RESUMEN
ABSTRACT
INTRODUCCIÓN
1. EL SENTIDO DE LA PARTICIPACIÓN:
NIVELES QUE LA HACEN POSIBLE
Para satisfacer ambas exigencias, no basta sólo con la acción formativa que
pueda llevar a cabo la escuela, sino que debemos configurar.un sistema formativo
territorial. Si no se consigue, la escuela seguirá siendo una institución cerrada que
se reproduce casi exclusivamente a sí misma, y continuarán dilapidándose recursos
y tiempo de modo cada vez más irresponsable.
Como primera aproximación, Alfieri plantea a los dos polos del contexto edu-
cativo: la escuela y el territorio, unas demandas articuladas:
Al polo territorial (constituido por la familia, las entidades locales, las asocia-
ciones, las estructuras productivas), un esfuerzo para favorecer que los ni-
ños consigan una base de experiencia rica, íntegra, auténtica, diferenciada y
sanamente conflictiva.
Al polo escolar ( constituido por las instituciones escolares y otras agencias
educativas dotadas de la misma configuración organizativa que la escuela y,
finalidades específicas similares), el cometido de transformar las experien-
cias de vida en instrumentos culturales adecuados a la sociedad en la que se
vive.
Para que esa interacción sea armoniosa será preciso tener una clara conciencia
de las aportaciones específicas que cada espacio educativo pueda hacer a la forma-
ción del sujeto: No se puede pedir al territorio la misma profesionalidad formativa
que a la escuela, como no se puede exigir a la escuela que asuma los mimos valores
de autenticidad, "naturalidad", polisemicidad y complejidad propios de la realidad
externa. No hay que buscar la relación entre los dos motores del proceso formativo
en una coordinación minuciosa, momento a momento, actividad a actividad, tan
penosa como ilusoria, sino, más bien, en una"cooperación política" entre las diver-
sas partes interesadas, con la perspectiva de un sistema formativo que se relacione,
no de una manera absoluta, aunque tampoco demasiado esquizofrénico, con todo el
tiempo de vida del niño.
Malaguzzi ( 2001 ) crea en la región de Reggio Emilia un modelo escolar integra-
do en su entorno. Para ello propone un trabajo coordinado de la escuela con otras
instituciones o agentes educativos de su territorio sobre la base de un proyecto edu-
cativo común orientado al desarrollo integral de los niños y niñas. Dicho proyecto
es gestionado en su desarrollo por los padres, a través de los consejos escolares de
centro, los consejos escolares municipales y otros estamentos y servicios educativos
comprometidos con el territorio.
Frabboni ( 2002) plantea como alternativa a los modelos actuales de desarrollo
económico y del mercado laboral que tienden a confinar y marginar los múltiples
agentes e instituciones de la cultura y de los valores, su reorganización en una ciu-
dad educativa, en un sistema educativo integrado, que acerque de nuevo los mode-
los educativos formales y no formales, la cultura escolar y extraescolar.
que no entrega, a sus habitantes, a partir de la infancia, las "llaves" para poder cu-
riosear en ella, para poderla descubrir, participar y gobernarla, opone su proyecto
de una ciudad educativa que se sustenta en diez tesis, que conforman un verdadero
decálogo pedagógico:
Primera tesis: La ciudad educativa está llamada a combatir: las patologías socia-
les, es decir, el aislamiento, la separación, la soledad; las patologías culturales, es
decir, la homologación de los medios de comunicación de masas y los localis-
mos culturales, y las patologías existenciales, es decir, la jerarquización y la con-
flictividad entre las etapas generacionales y la diversidad de género, de clase, de
cultura.
Segunda tesis: La ciudad educativa está llamada a ser ecosietémica, es decir, a rea-
lizar interconexiones culturales, a partir de la alianza de los agentes intencional-
mente educativos: las familias, las instituciones escolares, los entes locales, los
entes privados sociales, las iglesias. Todo esto en la perspectiva de un sistema
formativo integrado alimentado por la idea de educación permanente.
Tercera tesis: La ciudad educativa tiene la tarea no sólo de responder exhaustiva-
mente a las demandas formativas de su colectividad ( infantil, adolescente,
adulta y anciana), sino también de estimular nuevas demandas sociales, cultu-
rales, de valores.
Cuarta tesis: La ciudad educativa pide a la escuela una democracia efectiva que
se distinga por el pluralismo de los saberes, por el pluralismo de los valores y por
el pluralismo de los códigos culturales. Esto significa no sólo trasmitir y reelabo-
rar la cultura, sino también buscar y encontrar las otras culturas. Lo que es posi-
ble elevando el paisaje y la ciudad, es decir, el ambiente natural y el social, a po-
tenciales aulas didácticas descentralizadas. Paisaje y ciudad se convierten de
esta forma, respectivamente, en un laboratorio natural, constituido por el par-
que, por el ecosistema fluvial, los bosques, montañas, etc., y un laboratorio
socio-cultural, constituido por un lado por bibliotecas, pinacotecas, ludotecas,
mediatecas, etc., y por el otro, por los centros culturales-recreativos-deportivos:
talleres de teatro, musicales, pictóricos, científicos, y también campos de juego,
polideportivos, espacios juveniles, etc.
Quinta tesis: La ciudad educativa requiere que las familias multipliquen su pre-
sencia, su solidaridad y su responsabilidad en el proceso educativo de sus hijos.
Además pide a los padres que sensibilicen a sus hijos para asumir en sí mismos
la diversidad de la que son portadores como una disposición permanente desde
la que partir para interpretar y valorar después la diversidad de los otros.
Sexta tesis: La ciudad educativa pide que los entes locales ( ayuntamientos, pro-
vincias) y regionales tengan una triple función político-institucional: a) la de
gobernar la ciudad a través de la coordinación de macroproyectos que impli-
quen a sujetos públicos y privados; b) la de gestionar directamente servicios y
ofertas socio-culturales cuando los subterritorios de la ciudad ( barrios, distri-
Cano (2003, 177) ,con cuya línea de pensamiento nos identificamos plenamente,
considera que la puesta en práctica de un proyecto educativo integrado requiere
la corresponsabilidad entre los diferentes agentes educativos. Esto es, implica-
ción de los ayuntamientos; escuelas como agentes activos; redefinición de las fun-
ciones de cada uno (para no llevar a confusión); que las familias formen parte de la
escuela; ampliar las funciones de las AMPAS; repensar el sentido de las actividades
extraescolares; diversificar los recursos humanos; facilitar la coordinación entre ni-
veles educativos; afrontar la nueva problemática social; ampliar la autonomía del
centro pero entenderla en clave comunitaria; etc. Todo ello puede constituir la base
para diseñar proyectos futuros de interrelación entre agentes educativos, en primer
lugar a escala local, y posteriormente a un nivel más general.
Si las ciencias de la educación quieren prestar un servicio útil a la colectividad,
tendrán que esforzarse para elaborar modelos didácticos operativos capaces de sa-
tisfacer las exigencias de desarrollo personal y de aprendizaje de las nuevas genera-
ciones, recurriendo a las aportaciones teóricas y prácticas de los diferentes contextos
educativos tanto formales como no formales e informales, tratando de reducir al
máximo las contradicciones que a veces les oponen en el plano educativo.
Las escuelas infantiles constituyen ,en nuestra opinión, el único nivel educativo
en el cual las familias pueden tener y tienen auténticamente un espacio propio de
participación en la organización y gestión de la vida escolar..
Son varias las causas que explican la intensidad de esta dinámica participativa:
tar las funciones educativas respectivas ( más estructuradas las primeras, más flexi-
bles e inestructuradas las segundas) e integrar los distintos recursos que ofrece cada
institución.
El enfoque de la tutoría se fundamenta en el principio según el cual cuando el
personal de la escuela trabaja en íntima relación con las personas de la comunidad,
los organismos de servicios sociales y el hogar, se produce unefecto positivo en el
bienestar social y psicológico de los alumnos que conduce, posteriormente, a un
rendimiento académico más elevado. En consecuencia, se impone la urgente necesi-
dad de poner en común los conocimientos y destrezas entre el personal de la escuela y
los miembros de la comunidad que puedan aportar algo como representantes de un
sector productivo ( dependientes, médicos, oficiales de policía, mecánicos, personas
de negocios, etc) o artístico ( músico, pintor, escritor, etc) en un esfuerzo concertado
para reforzar de forma clara y practica las experiencias de la clase .
Los tutores son seleccionados de entre aquellos profesionales que desempeñan
una actividad relacionada con uno de los dominios de "Spectrum" y que se pres-
tan para actuar como mentor de aquel alumno que presenta una capacidad destaca-
da en dicho dominio. El tutor cumple tres importantes funciones: prestar apoyo
académico a la manera del tutor escolar, servir de modelo de acción y de valores, y
prestar la atención y el cuidado que son elementos de los que carecen muchas vidas
infantiles.
El programa de tutoría tiene el propósito de proporcionar un contexto persona-
lizado en el que los alumnos puedan llegar a conocer el mundo real, fuera de su
aula, a través de unas personas que lo representaran. Con dicho programa, los
alumnos tienen la oportunidad de observar a los expertos, adquirir una experiencia
de primera mano en torno a las destrezas y conceptos del área en cuestión y desa-
rrollar sus capacidades para utilizar estas destrezas y conceptos de forma adecuada.
El programa de tutoría comprende actividades realizadas en clase bajo la supervi-
sión del tutor y visitas al centro de trabajo en el que son expertos con el fin de fami-
liarizar al alumnos con el contexto profesional.
En cuanto a la participación de los padres en el desarrollo de esta propuesta for-
mativa además de la información que suministran al centro por medio de cuestio-
narios, entrevistas, encuentros informales, etc. acompañan a sus hijos en sus visitas
a los museos infantiles y demás recursos educativos que la comunidad pone a dis-
posición de los pequeños. La escuela suele mantener permanentemente informados
a los padres sobre las unidades didácticas que se van tratando en el aula e indican
actividades de seguimiento para realizar en casa. Con esta finalidad se ha elaborado
un "Manual de actividades del Proyecto Spectrum para padres y madres" consis-
tente en una colección de juegos y tareas con el propósito de que padres e hijos pue-
dan jugar y aprender juntos.
El modelo de las escuelas infantiles de Módena y el modelo "Spectrum" repre-
sentan un nuevo tipo de escuela adaptada a los procesos de cambio y transforma-
ción social y cultural que vive la sociedad actual. Son centros caracterizados por un
nuevo marco organizativo dotado de gran flexibilidad y apertura al exterior lo que
les permite colaborar con otras asociaciones e instituciones externas, establecer rela-
ciones con otros centros educativos para el intercambio de experiencias y la colabo-
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RESUMEN
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
KEYWORDS
En este apartado pretendemos "Entender las señales del presente", como diría Co-
elho por boca del "Alquimista", No se puede perder de vista que vivimos en un
mundo en cambio y que ante él la escuela no puede permanecer impasible. El cam-
bio y la velocidad del cambio es un elemento fundamental delfuturo, Un cambio
sustancial lo constituye las manifestaciones de la diversidad cultural.
La nueva sociedad plantea retos y desafíos, exige cambios radicales y profundos
que afectan a los sistemas educativos y a la educación formal. La educación enten-
dida como un proceso a lo largo de toda la vida, la responsabilización educativa de
los diferentes agentes que forman parte de una comunidad y la no delegación de
responsabilidades en la escuela, la revalorización social y mayor cualificación de los
y de las profesionales de la educación, la reafirmación de la educación como un ins-
trumento poderoso de lucha contra las desigualdades y a favor de la cohesión so-
cial, la formación de una ciudadanía crítica e intercultural, más creativa y capaz de
seleccionar y transformar la información en conocimiento, son algunos ejemplos de
los retos a los que se ha de enfrentar la educación en el presente y en el futuro más
inmediato si queremos construir la "sociedad educativa" - nuevo contexto sociocul-
tural desde el que hacer oferta educativa- que propugna una educación cuyo objeti-
vo fundamental es "aprender a ser" o lo que es lo mismo, "aprender a conocer",
"aprender a hacer" y "aprender a convivir" (Delors, 1996).
En cualquier caso, se hace imposible recoger todos los retos que habíamos inclui-
do al plantear un mundo en cambio. Acercándonos desde una apuesta socioeducati-
va, desde quien se implica y se preocupa por el crecimiento de las personas y las rea-
lidades sociales, volvemos a subrayar con más fuerza algunas urgencias de nuestra
época. Vamos a enunciar una, brevemente, a la luz de los cambios globales que esta-
mos experimentando en nuestra sociedad: la respuesta a la diversidad cultural.
No es fácil destacar algunas de las características más significativas del fenómeno
multicultural sin caer en la simplificación excesiva, decir en pocas líneas lo que carac-
teriza esta sociedad y hacia dónde parece apuntar el futuro educativo en este sentido.
La multiculturalidad creciente de nuestras sociedades es un dato. Ésta realidad
social que está haciendo que las sociedades cambien y sean cada vez más diversas y
complejas culturalmente. En pocos años en España hemos pasado, por ejemplo, del
mítico 2% de población extranjera a un porcentaje mucho más elevado". y ello sin
considerar la variabilidad cultural procedente de minorías étnicas, como la gitana, o
la producida por las diferencias nacionales existentes en Estados multinacionales o
poliétnicos como el nuestro, siguiendo la terminología de Kymlicka/ .
1 En Marzo de 2002 vivían en España 1.243.919 extranjeros con permiso de residencia, lo que supo-
ne un 3% de la población total. Javier de Lucas añade, para esa fecha más de 250.000 personas más vi-
viendo en situación irregular.
2 Hay que tener en cuenta que la multiculturalidad en España tiende a ser vista como " algo" que
nos traen los inmigrantes, mientras que se ignora o despierta recelos cuando proviene de la etnia gitana o
de las culturas nacionales internas del Estado Español. En Kymlicka, W. (1996). Ciudadanía multicultural.
Barcelona: Paidós.
Gairín afirma que (2000) el contexto organizativo resulta ser el elemento subs-
tancial de la acción educativa al prolongar el esfuerzo individual del profesor en
otros niveles, en otros momentos y en otras personas. Además, de disminuir las re-
sistencias y dificultades que pueden encontrar las iniciativas aisladas puede propor-
cionar ayudas personales, materiales o funcionales que faciliten su desarrollo.
En este sentido, para que los centros educativos puedan responder a las exigen-
cias educativas y sociales, que deben disponer de un margen de autonomía de go-
bierno, de organizaciórr' y de diseño curricular que le permita adecuar su actuación
de forma idónea a la atención educativa personalizada que ha de ofrecer a su
alumnado. De este modo, la educación institucional atenderá a la diversidad
sociocultural y, por lo tanto, será capaz de alcanzar la calidad educativa que la
sociedad demanda y que, de otra forma, es imposible ofrecer. Un centro y un aula
que partan de la base de trabajar con grupos homogéneos (falsos por principio: no
somos todos iguales, somos todos diferentes) no responderá nunca a las
características de cada alumno o alumna, ya que se dirigirá a un "alumno
estándar", a un "alumno virtual" que no existe, y dejará al margen a todo el que no
se ajuste a ese pretendido término medio.
La autonomía del centro escolar resulta, por tanto, un elemento imprescindible
para que éste pueda adaptar las normas generales a las situaciones particulares que
se presentan en el día a día de la práctica educativa. ¿Qué tipos de autonomía desa-
rrollan los centros docentes para cumplir con su compromiso de atención a la diver-
sidad?
Nos parece fundamental para comprometer e implicar a todos los miembros de
la escuela en el proceso de mejora, revisar la situación de partida, valorar por qué se
está donde se está, y determinar a dónde se quiere llegar.
3 Tanto desde el marco legal de la LOGSE (Título IV. De la calidad de la enseñanza. Art. 57.4) como
de la LaCE (Título V. De los centros docentes. Art. 69) se plantea la posibilidad de la autonomía organi-
zativa de los centros.
4 Este informe pretende ser un análisis exploratorio de las diversas actuaciones a favor de la inte-
gración socioeducativa, dirigidas hacia la promoción de una convivencia intercultural. En el mismo, se
ha procedido a la identificación y análisis de acciones positivas para la integración socioeducativa de los
menores inmigrantes y sus familias. Para ello se ha recurrido a un análisis bibliográfico, documental y a
la realización de trabajo de campo a través de metodología cualitativa para la recogida de datos.
5 Para Sto11 y Fink (1999) uno de los elementos que suelen estar presentes en una escuela educativa-
mente eficaz es las expectativas altas sobre la capacidad del alumnado para aprender. Se espera que cada estu-
diante pueda aprender de manera adecuada y que aprenderá; que se responsabilizará de su propio pro-
ceso; y que no se sentirá satisfecho con actuaciones meramente reproductivas. Estas expectativas se co-
munican al alumnado de forma explícita, no solo de palabra, sino también de obra, poniendo en práctica
un sistema de enseñanza que suponga un desafío intelectual para el alumnado.
Los cambios a nivel de aula no se pueden mantener de modo continuo más que si están
1/
sostenidos porun equipo y trabajo en colaboración de centro quehagan también posible el com-
promiso y la implicación".
Sin duda, todos estos procesos que estamos narrando tienen su repercusión en
la organización educativa" y en la propia concepción de la comunidad escolar. Esta
puede convertirse, desde esa apuesta por grupos marginados, en comunidad de
aprendizaje', donde padres, alumnos, educadores, voluntarios, sueñan juntos las
finalidades educativas y se comprometen activamente para alcanzar metas que
rompen todas las expectativas habituales ante este tipo de colectivos.
Las comunidades de aprendizaje son organizaciones que aprenden (Bolívar,
2000; Santos Guerra, 2000), dedican una atención especial a la creación y manteni-
miento de un clima de trabajo que potencia las relaciones colegiadas y el trabajo
conjunto, el compromiso con la colaboración entre compañeros y con el desarrollo
del centro. Surge, de esta forma, una nueva concepción del centro escolar como
6 Recordemos, por ejemplo, el énfasis puesto por los movimientos de educación popular en la di-
mensión organizativa, con la que ha de articularse la construcción activa del conocimiento. Y es que la
metodología empleada: partir de la práctica, teorizar, volver a la práctica, facilita el proceso de toma de
conciencia y compromiso en una práctica transformadora. Véase, por ejemplo Bartolomé, M y otros
(1989). Concepción metodológica de laeducación popular. Eje Cultural, N° 20. Madrid: CEVE.
7 Para una revisión de la literatura al respecto ver: R. Faris y W. Peterson: Leaming Based Commu-
nities: Lessons learned for BritishColumbia, Paper submitted to the Ministry of Community Development,
Cooperative and Volunteers. Canada, [uly, 2000. Para una revisión del concepto desde la perspectiva es-
tadounidense, ver Learning Communities, ERIC Digest 1999.
tarea colectiva, como foro de discusión, análisis y reflexión conjunta sobre lo que
está pasando ahora y sobre lo que se quiere alcanzar en el futuro.
Si consideramos a la organización queaprende como aquella que facilita el apren-
dizaje de todos sus miembros y continuamente se transforma a sí misma, estamos
resaltando el valor del aprendizaje como la base fundamental-de la organización. El
desarrollo de la organización se basa en el desarrollo de las personas y en su capaci-
dad para incorporar nuevas formas de hacer a la institución en las que trabajan.
Las comunidades de aprendizaje se caracterizan por poseer unos valores y una
visión compartida, responsabilidad colectiva respecto al aprendizaje de los alumnos
y alumnas, investigación profesional reflexiva, colaboración y promoción del apren-
dizaje en grupo e individual. Son escuelas comprometidas con esfuerzos continuos
de mejora e investigación, tanto de las condiciones internas de la escuela como de
los desarrollos externos a ésta, en lugar de ser simplemente reactivas a las iniciati-
vas gubernamentales o de la inspección. Están abiertas al cambio y la experimenta-
ción y se comprometen en la mejora continua a través de la investigación de las
prácticas existentes y de la adopción de innovaciones fundamentadas empíricamen-
te (Joyce et al.; Hopkins, 2001; Stoll, 1999).
Para finalizar este apartado incluimos un cuadro comparativo de un centro edu-
cativo tradicional y un centro intercultural en sus dimensiones más relevantes (Gai-
rín, 1997)8 que nos puede proporcionar pistas para realizar diagnósticos iniciales del
estado en que se encuentran nuestros centros:
8 Citado en Muñoz Sedano, A. (1997). Educación Intercultural. Teoría y práctica. Madrid: Escuela Es-
pañola.
El análisis de los retos ha podido parecernos un peso excesivo para cargar sobre
nuestros hombros. Con frecuencia captamos esa sensación de que el mundo que nos
ha tocado vivir no nos gusta pero que cambiarlo resulta demasiado difícil.
El malestar es importante. Es el comienzo de una conciencia colectiva, la mirada
que se ha dejado afectar por lo que ve, la inteligencia que se carga con el peso de
una emoción que nos desborda. También significa pasar de una declaración genéri-
ca de principios a la inmediatez de una acción. Pero no es suficiente.
Hay que poner manos a la obra. Hay que empezar haciendo. Empezar cambios
pequeñitos pero sistemáticos y consensuados. Además, la globalidad de los proble-
mas exige globalidad de las soluciones. En este sentido es muy útil la recomenda-
ción de Max- Neef (1994): "Ante grandes problemas muchas soluciones pequeñas, coordi-
nadas, coherentes".
Es importante cuando surgen las dificultades saber que no estamos solos en la
búsqueda de una escuela mejor, que responda más satisfactoriamente a las necesi-
dades e intereses de todos. Es preciso que la búsqueda sea compartida. Que se creen
grupos de trabajo y redes de centros donde se puedan ir compartiendo las incerti-
dumbres y las certezas de estas nuevas respuestas que están aún por crear.
Esto no es posible hacerlo por libre, es preciso "aunar esfuerzos" entre las dis-
tintas instancias implicadas: administración, escuela, asociaciones, etc. y teniendo
como presupuesto de partida la imprescindible participación de todos los sujetos
implicados.
Estamos convencidos de que es posible atender a la diversidad transformado el
sistema para hacerlo funcionar. Pero ello requiere tiempo, recursos y los apoyos ne-
cesarios de las administraciones implicadas. La solución no es simple y no podemos
dejar todo el peso sobre el sistema educativo. Las voluntades políticas son decisivas
a la hora de generalizar unos principios que hagan posible una convivencia inter-
cultural, pues la diversidad cultural y la exclusión social son ya una realidad pre-
sente en muchas de las aulas de la geografía española. La cuestión está, en términos
de Freire (1997: 63), "en como transformar las dificultades en posibilidades". Es la misma
idea que expresó con sencillez Leacok (citado por Fullan 2002: 153), "Tal vez sean
aquellos que más hacen los que más sueñan".
Se trata, en definitiva, de una propuesta ética, política y pedagógica de transfor-
mación para la construcción de una sociedad verdaderamente intercultural, cimen-
tada sobre la vivencia de los derechos y el cumplimiento responsable de los deberes
y obligaciones. En palabras de Tedesco (1995:73):
"Ningún sistema basado en la exclusión y el autoritarismo puede ser sustenta-
ble en el largo plazo. Es por eso por lo que la demanda de calidad para todos, basa-
da en el supuesto según el cual todos los seres humanos son capaces de aprender,
constituye la alternativa socialmente más legítima. Esta exigencia de democratiza-
ción en el acceso al dominio de las competencias socialmente más significativas tie-
ne, además de un componente ético, un evidente fundamento sociopolítico".
Entre los medios necesarios para realizar una intervención socioeducativa con
estas características señalamos:
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
This paper presents a South Madrid Linking Classroom experience from its
very beginning. It is an organizational alternative action that, as part of the Welco-
me Schools Program, comes out as a way to face increasing diversity as a result of
immigration. Proposed action aims to develop complementary ways to support stu-
dents' integration in Madrid publicly-funded schools.
KEYWORDS
l. ASPECTOS NORMATIVOS
Destinatarios
Objetivos
Profesorado
mantener la comunicación con las familias de los alumnos pueden contar con la co-
laboración del Servicio de Traductores e Intérpretes (SETI).
La Dirección General de Ordenación Académica organiza las actividades de for-
mación del profesorado necesarias. Por una parte, ofrece al profesorado adscrito a
las Aulas de Enlace una formación oportuna y diferenciada y., por otra, organiza ac-
tividades de formación a los equipos directivos y a los Departamentos de Orienta-
ción de los centros con Aulas de Enlace. El plan de formación comprende una fase
inicial, previa a la puesta en marcha del curso, y una fase de seguimiento, refuerzo y
profundización, con sesiones periódicas. Además, se contempla la posibilidad de
organizar estancias e intercambios con otras Comunidades Autónomas y con países
de mayor tradición en el desarrollo de acciones educativas de integración de extran-
jeros.
La mayoría de las propuestas de currículum intercultural para la formación del
profesorado contemplan los ámbitos de las actitudes y los valores, así como el de las
competencias cognitivas y pedagógicas (RODRÍGUEZ, R., 2004).
Introducción
Plan de acogida
Primer contacto
Todos los padres y alumnos son citados el día de comienzo de las clases. Son re- .
cibidos por las dos profesoras del Aula de Enlace" y acompañados a la misma,
11
donde se hacen las oportunas presentaciones. La directora del centro les da la bien-
venida al mismo.
Puesto que es de primordial importancia cuidar con especial esmero este primer
acercamiento al centro escolar, de modo que le proporcione seguridad al niño (RO-
DRÍGUEZ, R., 2004), se creó un ambiente de acogida y bienestar decorando el " Au-
la" y los pasillos próximos a la misma con trabajos y murales alusivos a los distintos
países y que fueron realizados por los niños de dicha " Aula" durante el curso ante-
rior. También presentamos a antiguos alumnos de distintas nacionalidades, que
ahora siguen la escolaridad ordinaria. Esto posibilitó que mantuvieran conversacio-
nes en su lengua materna, potenciando la seguridad y confianza de los alumnos y
padres.
De acuerdo con JORDÁN (2001, p. 74), pensamos que "la escuela ha de integrar
a estos niños en la cultura en que viven ahora, y debe enseñársela; pero sin olvidar
que tienen una cultura propia y que no ha de ser anulada. Cuando alguien siente re-
chazo hacia lo propio, difícilmente se puede integrar en lo ajeno".
Una vez terminadas las presentaciones, rellenaron una ficha elaborada por las
profesoras de dicha " Aula", donde se recogen aquellos datos personales del alumno
y de la familia, así como otros que puedan ser relevantes; esto se realizó con ayuda
de las profesoras del " Aula".
• Funcionamiento del Centro y del Aula: Se informó sobre las normas de convi-
vencia, horarios, reuniones y entrevistas, tutorías, justificantes, autorizacio-
nes, etc.
Visita al centro
MARROQUÍ 2 3
UCRANIANA 2
RUMANA 1 1
BÚLGARA 1 1
CHINA 3 1 2
POLACA 1 1
Actividades
Recursos materiales
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
La escuela de hoy se encuentra ante un reto importante para atender a todos los
niños de la Etapa Infantil. Estos son la escolarización temprana y una escuela para
todos los niños.
La idea de integración, inclusión en este caso, ha sido una realidad en los pri-
meros años de escolaridad. Pero, la atención a la diversidad, implica una atención
individualizada para que el niño pueda estar en la escuela como un alumno más y
requiere de apoyos no solo educativos sino sanitarios y sociales.
Por eso, es necesaria la coordinación de las diversas administraciones públicas
a fin de prestar las ayudas y atenciones necesarias.
Una atención Temprana en la escuela debe participar de principios esenciales
como son:
AB5TRACT
Nowadays the school faces a great challenge to be able to pay attention to every
child in the early stages of education. These chaHenges are basically the early
schooling of children and a schooling which includes ALL the children.
The idea of integration (inclusion in this case) has been something real in the
early stages at school. But paying attention to diversity implies an individualised
attention for the different or special child to stay at school as any other student. This
attention requires not only educative support but also sanitary and social support.
For this reason, it is necessary to coordinate different public entities in order to fulfil
these necessities.
The Early attention at school must foHow the foHowing tenets: dialogue bet-
ween the families and the administration; free and equal opportunities avoiding
risks and preventing disabilities; interdisciplinary interaction that must identify the
different fields (the physic, psychological and pedagogical fields). FinaHy, coordina-
tion among all the professionals intervening in this process: a good distribution
will help to limit the sphere of activity each service must work on.
The tutor of the classroom has to make a didactic intervention taking into ac-
count all the factors that intervene in the child development (physic, neurological,
psychological and pedagogical factors) to intervene form the educative point of
view.
That is to say, first of all, the teacher must value and list all the needs the child
and his environment have. Having done this, he/ she will be able to carry out a re-
habilitating educative treatment. This treatment will take into account both the cu-
rriculum established for that age and the programmes for specific support.
INTRODUCCIÓN
"El principal objetivo de laatención Temprana es que los niños... reciban siguiendou mo-
delo que considere los aspectos biopsicosociales, todoaquello que desde la vertiente preventiva
y asistencial pueda potenciar su capacidad de desarrollo, bienestar y posibilitando de laforma
mas completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía per-
sonal"
La ley a la que nos referimos anteriormente, de abril del 82 estaba mas centrado
en prestaciones económicas, que en aspectos como la prevención, la función de los
equipos multidisciplinares ,la organización de la rehabilitación.
La ley 14/1986 de Sanidad, tampoco hizo mención a la A. Temprana.
Posteriormente, en Junio de 1990 en el Pleno del Consejo Interterritorial del Sis-
tema Nacional de Salud, se aprueba un documento sobre Criterios Básicos de Salud
materno-Infantil, que sirvió de referencia para la elaboración de los programas
autonómicos que iban implantando progresivamente el programa de niño sano y
formulaba asuntos relativos a la detección y atención precoz de las discapacidades.
La atención a los grupos de alto riesgo, el plan de salud perinatal, el plan de preven-
ción de accidentes infantiles, hasta que el R/D 63/1995 de 20 de enero sobre orde-
nación de las prestaciones sanitarias del Sistema nacional de Salud, no se regula el
programa del niño sano, que incluye el examen neonatal y la aplicación de procedi-
mientos terapéuticos y de rehabilitación. Este R/ D se completa mas con la promul-
integrados en su entorno Para lograr este cometido es necesario que desde el sector
se ofrezcan unos niveles satisfactorios de eficiencia y de calidad en la atención.
La planificación requiere un compromiso político ,la grave necesidad de finan-
ciación del sector de Atención Temprana, todavía no posee una tradición presu-.
puestaria y dista mucho comparativamente de la que tienen otros países. Por tanto,
es necesario que los organismos públicos implicados en garantizar la salud, la pro-
tección social y la educación se coordinen para dar una eficaz respuesta institucio-
nal a estos derechos, en mayor medida, cuando existen unos condicionamientos que
suponen que éstos se encuentran en una situación de desprotección e inferioridad.
El Libro Blanco de la Atención Temprana (2000), plantea los niveles de coordi-
nación de la siguiente manera.
Niveles de coordinación
La coordinación entre los agentes implicados debe lograrse en torno a las si-
guientes dimensiones:
Nivel estatal
Desde el gobierno se debe promover la coordinación de los Ministerios de Sani-
dad, Trabajo y Asuntos sociales y Educación para trazar una política común.
Nivel autonómico
Las Comunidades Autónomas que tengan transferidas las competencias en ma-
teria de sanidad, asuntos sociales y educación y las administraciones locales
deben asumir la creación de los recursos necesarios para ofrecer los centros sec-
torizados de Atención temprana. Deben ser gratuitos, y deben mantener una
gran calidad de los tratamientos.
Recursos de Atención Temprana
Este nivel abarca tanto a los profesionales que en la áreas de la Salud, Asuntos
Sociales y Educación van a incidir en el desarrollo infantil y a los propios profe-
sionales de los centros de atención Temprana en los equipos inter, trans y multi-
discip linares.
ÁREA DE SALUD
ÁREA DE EDUCACIÓN
Cada uno de los servicios, realizan su actuación teniendo en cuenta tres niveles
de menor a mayor complejidad en el tiempo para realizar la intervención temprana:
1. En un primer nivel
En el área de salud
A la Atención temprana, le corresponde identificar y señalar, ante las institucio-
nes sociales, aquellas circunstancias que puedan ser relevantes para la elabora-
ción de o derechos universales en el ámbito de la promoción y prevención del
desarrollo infantil., así como la detección de enfermedades.
Aquí se enmarcan los programas de planificación familiar, atención a la mujer
embarazada, salud materno-infantil, vacunaciones información de los factores
2. Nivel secundario
Obstetricia
Es importante cuidar los embarazos de alto riesgo como son:
Servicios de Neonatología
En estos servicios reciben atención los niños con alto riesgo de presentar defi-
ciencias o alteraciones en su desarrollo. Estas pueden ser entre otras infecciones in-
trauterinas, bajo peso, hipoxia, hemorragias cerebrales, infecciones postnatales.
La hospitalización prolongada de estos niños añade al cuadro factores de riesgo
psicoafectivo.
Su misión consiste en poner en marcha las medidas terapéuticas oportunas y
posibles, adaptadas siempre a la situación vital del niño.
Servicios de Pediatría
Estos servicios en los programas de control del niño sano son el principal agente
de la detección temprana .La observación directa del niño y la información de los
padres permite obtener los datos más relevantes y confirmar la normalidad del de-
sarrollo o situar las sospechas de desviación.
El adecuado seguimiento permite detectar y diagnosticar:
Durante el primer año la mayoría de los trastornos mas graves del desarro-
llo: formas severas y medias de parálisis cerebral, retraso mental, y déficit
sensoriales.
En el segundo año, formas moderadas o leves de los trastornos anteriores y
los autismos.
De dos a cuatro años se van a poner de manifiesto los trastornos y retrasos
de lenguaje .Los trastornos motrices menores y los de conducta.
A partir de los 5 años, se hacen evidentes en la escuela, la deficiencia mental
leve las disfunciones motoras finas y las dificultades en los aprendizajes es-
colares.
Pero estas funciones van experimentando una evolución y así, en las Orientacio-
nes delMEC PARA EL CURSO 1990-91 DE LA D.G.R.P. con fecha 14 de septiembre,
se especifica algo muy importante:
"Los equipos que actualmente intervienen sobre todo en relación con nece-
sidades educativas especiales, se verán llamados a una intervención educa-
tiva mas amplia en beneficio de todos los alumnos"...
...por otro lado, como consecuencia de la implantación de Departamentos
de Orientación en muchos centros, los Equipos se ven parcialmente libera-
dos de sus actuales funciones y pasan a realizar su intervención principal-
mente a través del equipo docente de cada centro y en particular, del profe-
sorado especializado, del mismo profesor orientador, profesor de apoyo,
etc.
Posteriormente en la O.M. de 9 de diciembre de 1992, se regula la, estructura
y funcionamiento de los equipos de O. Educativa y Psicopedagógica.
Aquí se nos manifiesta el sentido y las funciones de los equipos, en el con-
texto general de la reforma educativa, y en particular del nuevo curriculum
establecido para los diferentes niveles de alumnos.
En el cap VII, sobre la atención a los alumnos con n.e. específicas, nos dice:
"el Estado podrá impulsar, medianteconvenios con las Comunidades Autónomas, actua-
ciones preferentemente orientadas al logro efectivo de sus metas y objetivos en materia de
igualdad de oportunidades y de compensación en educación."
Estos apoyos deben ser llevados a cabo por el equipo de profesionales del cen-
tro ayudados por los equipos especialistas.
¿Cuáles son las dificultades de planificación de la atención temprana en los cen-
tros?
Podemos destacar la existencia de tres dificultades que condicionan de manera
importante la organización y la eficacia de la atención temprana.
¿A quien se dirige?
Los profesionales:
Para realizar Atención Temprana, se requieren, además del tutor de aula
ayuda de otros profesionales, de los Equipos de Atención Temprana, que
inciden en el centro o con sesiones externas al centro .Estos profesionales
son los que permiten realizar los tratamientos adecuados a las citadas pro-
blemáticas. La intervención en Atención Temprana implica a profesionales
con distintos itinerarios formativos que deben trabajar en un ámbito inter-
disciplinar. Es necesaria una formación específica y común, a la que se llega
a través de cursos de especialización y postgrado.
2.2.1 Los principios básicos de la Atención temprana: Según el Libro Blanco de la Aten-
ción Temprana podernos enumerar:
Dado que el niño tiene una entidad biológica, psicológica y social, la interven-
ción ha de fluir de los diversos sectores.
3. INTERVENCIÓN DIDACTICA
a) Factores físicos
Consecuencias educativas
Del estudio de estos factores, podemos concluir diciendo que el niño español,
en general, es un niño bien alimentado, pero los factores ambientales y de herencia,
tan peculiares en cada uno, van a determinar un tipo de desarrollo en cada bebé que
beneficiará en mayor o menor grado su aprendizaje.
No hay que olvidar, según Pérez Quesada, que existen factores de riesgo en
niños aparentemente bien alimentados, con un alto nivel de colesterol, debido al
consumo de productos saturados de ácidos graso.
El ambiente familiar sano permitirá al niño rodearse de experiencias positivas
que le sirvan para su peculiar aprendizaje. Cuanto mas enriquecido sea el ambiente
mejores posibilidades tendrá de aprender.
La herencia no va a determinar las posibilidades del niño y será la educación
quien asuma el reto de mejorarla La escuela infantil debe promover la educación
para la salud, desarrollando actitudes y hábitos de comportamiento positivos y va-
liosos para la sociedad.
b) Factores neurológicos
Para ello es necesario que el profesional conozca el papel tan importante del sis-
tema nervioso central, la importancia de su patrimonio neuronal, la maduración del
propio sistema nervioso, la función del cerebro en cada una de sus divisiones.
El patrimonio neuronal: Sabemos que hay tres elementos esenciales para el de-
sarrollo apropiado de las neuronas: La herencia con sus códigos, el soporte alimen-
ticio, las recepciones sensoriales.
La maduración del sistema Nervioso central.
El S.N.C, madura por medio de la MIELINIZACIÓN.
Antes de nacer comienza la mielinización en el Sistema Nervioso Periférico.
Al nacer, se produce la mielinizción en los sistema sensoriales.
Después de nacer, la mielinización se realiza dentro de los hemisferios cerebrales.
El fin de la mielinización se calcula que se produce hacia los dos años de vida.
El desarrollo del S.N.C, nos ayuda a saber como se va adquiriendo y desarro-
llando las capacidades en el niño.
El niño nace con una serie de circuitos, pierde algunos de los cuales cuando no
los usa y por otra parte va generando más a medida que los va necesitando.
Usar un circuito es lo que hace que este se genere y lo mantenga vivo. Al nacer
las posibilidades de formar conexiones ente los circuitos son ilimitadas y esto se
conserva hasta los diez años, donde las posibilidades de crear nuevos circuitos es
prácticamente nula.
El reto educativo es desarrollar, mantener y usar todos estos circuitos.
Se debe empezar a estimular desde que el niño nace pues desde este momento
todos los órganos sensoriales son accesibles.
El educador debe aplicar en cada momento el estímulo que, por una parte,
pueda comprender y asumir, y por otra aquel estímulo que sea más útil.
e) Factores psicopedagógicos
d) Factores didácticos
Creemos que es la Escuela Infantil quien puede y debe facilitar los aprendizajes
que posteriormente realizará el niño, sentando las bases de desarrollo y procurando
el aprovechamiento máximo de todas sus capacidades. A esto le podemos llamar in-
tervención temprana.
Estimular desde el punto de vista didáctico, es abrir un mayor número de cana-
les sensoriales que contribuyan a aportar información sobre el mundo que rodea al
niño.
Por tanto es imprescindible ofrecer múltiples experiencias al niño que le sirvan
como introductorias y desencadenantes de situaciones que conlleven aprendizajes-
Esencialmente los factores que influyen en el proceso de aprendizaje de un suje-
to son: la inteligencia del sujeto y su motivación para aprender,
La motivación va a depender del estímulo, y la capacidad de aprender va a de-
pender del desarrollo cerebral y la actitud mental para el aprendizaje donde influ-
yen esencialmente: la atención, la memoria y la formación del concepto.
Preventivo y terapéutico.
El aspecto preventivo supone que el educador será quien observe las dificulta-
des del alumno y el aspecto terapéutico hace referencia a que se atiende a los niños
con una patología instaurada para potenciar al máximo sus habilidades y facilitar
una mejor adaptación al medio.
Esta intervención se basa en dos pilares esenciales, el diagnostico y el tratamiento.
Programa:
Reapropiación del placer sensomotor.
Tratamiento de las producciones agresivas.
Tratamiento de las producciones fantásticas que afectan a la comunicación
del niño.
4. BIBLIOGRAFIA
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Aguilar. Madrid
RESUMEN
El tiempo libre, al igual que el tiempo de trabajo, requiere una organización que
responda de forma adecuada a las características individuales de cada persona,
para que se puedan llevar a cabo las actividades de ocio de una forma gratificante y
satisfactoria.
El trabajo que se presenta a continuación pretende analizar la organización del
tiempo libre de una muestra de niños y jóvenes con síndrome de Down y las activi-
dades que llevan a cabo.
El estudio realizado comienza circunscribiendo dos marcos teóricos referencia-
les: la persona con síndrome de Down y el ocio como dimensión de calidad de vida.
Posteriormente, se describe el proceso llevado a cabo en el desarrollo de la investi-
gación para identificar los perfiles de ocio de las personas con síndrome de Down y
las variables que inciden en los mismos. Para ello, se identifican los objetivos plan-
teados tras el proceso de documentación, se especifican las hipótesis y sus variables
agrupadas por categorías, se describe a las personas que han sido objeto de la mues-
tra y los entornos en los que se desenvuelven y se muestran los instrumentos de me-
dida utilizados para la validación de cada una de las hipótesis.
Tras la exposición de las conclusiones, se proponen unos indicadores que orien-
ten la organización de los tiempos de ocio y tiempo libre y el diseño de programas
individualizados para los niños y jóvenes con síndrome de Down.
SUMMARY
Free time, the same as time of work, requires an organization that answers in on
adapted way to the individual characteristics of each persono So leisure activities
can be made in a greatqul and satisfied way.
The work that we show starts circumscribing two theoretic fields: The Down
Syndrome person and the leisure as a dimension of quality of life.
Aftewards, it has been describe the process made in the developmen of the in-
vestigation to identify the leisure profiles of Down Syndrome people an the varia-
bles.
In this way, we identify the objetives after the documentation process, we speci-
fy the hypothesis and its variables grouped by cathegories we describe the persons
that have been part of the sample and the surrondings in wich they develope and
we show the measarement instruments used by the validation of lach hypothesis.
After the explication of the conclusions we propose sorne indicators that orien-
tate the and the desingn of individualized programs for Down Syndrom children
and youth.
INTRODUCCIÓN
El ocio autotélico
• Conocer las variables que inciden en la organización del tiempo libre de los
niños y jóvenes con síndrome de Down, a través de la identificación de las
actividades de ocio, tomando como referencia las seis dimensiones del ocio
autotélico: lúdica, ambiental- ecológica, creativa, festiva, solidaria y depor-
tiva.
• Proponer indicadores que sirvan de base para organizar el tiempo libre de
las personas con síndrome de Down y ofrecer orientaciones para el diseño
de programas específicos de ocio de carácter individualizado.
HIPÓTESIS
MÉTODO
Participantes
La muestra seleccionada está formada por alumnos con síndrome de Down, con
edades comprendidas entre los 6 y 20 años, que asisten a un Centro de educación
especial de la Comunidad de Madrid. Del total de alumnos de este Centro, se han
seleccionado 148 sujetos de ambos sexos siguiendo un muestreo intencional.
Para realizar el estudio de algunas de las hipótesis planteadas, ha sido preciso
comparar la muestra de sujetos con síndrome de Down del Centro con otros grupos.
Así, para comprobar la relación entre la participación en actividades de ocio de
los sujetos con síndrome de Down y el tipo de deficiencia causante del retraso men-
tal, la muestra se ha comparado con 52 sujetos con retraso mental, no causado por el
síndrome de Down.
Para comprobar la relación entre la participación en actividades de ocio de los
sujetos con síndrome de Down y la modalidad educativa en la que están escolariza-
dos, la muestra se ha comparado con 37 sujetos con síndrome de Down escolariza-
dos en la modalidad educativa de integración en diferentes centros públicos y con-
certados de la Comunidad de Madrid.
Instrumentos
Dado que uno de los objetivos del estudio era la identificación de las variables
que inciden en el ocio de las personas con síndrome de Down, se adaptaron los
cuestionarios existentes a las características de los sujetos a evaluar, de acuerdo con
los instrumentos ya editados a tal fin por Gorbeña y Madariaga (1998), Sever Cere-
ceda (1996), Larrinaga Rodríguez (1994), Yuste Hernanz (1991).
Tratamiento estadístico
RESULTADOS
tivas es la única variable que ofrece resultados significativos (la significación 0,0026
asociada al estadístico F 4,9711 es menor que 0,05). A un nivel de significación del
0,05 hay diferencia estadísticamente significativa en la participación en las activida-
des creativas entre los distintos grupos de edad (Tabla 2), siendo el grupo de 17 a 20
años los que más actividades creativas realizan, con una media-de 4; seguidos del
grupo de 13 a 16 con una media de 3,2833; el grupo de 9 a 12 con una media de
2,1765; y por último el grupo de 6 a 8 años, con una media de 1,9444.
Tabla l.-Participación de los sujetos con síndrome de Doten en actividades de ocio en fun-
ción de la edad.
Lúdicas 0,5668
Deportivas 0,3257
Festivas 0,2966
--
Creativas 0,0026
Ecológicas 0,2055
Solidarias 0,0509
significativas para ninguna de las dimensiones del ocio autotélico, por lo que se
puede afirmar que no existe relación entre la participación de los sujetos con síndro-
me de Down en actividades de ocio y el sexo.
Tabla 3.-Participación de los sujetos con síndrome de Doum en actividades de ocio enfun-
ción del sexo.
Lúdicas 0,0805
Deportivas 0,3424
Festivas 0,6613
Creativas 0,6819
Ecológicas 0,0722
Solidarias 0,4294
Sin embargo, en función de los datos obtenidos, se puede observar que los sujetos
del sexo masculino (Tabla 4) obtienen medias de participación superiores en todas las
actividades menos en las creativas, frente a las obtenidas por el sexo femenino.
Lúdicas 0,2104
Deportivas 0,2817
Festivas 0,7617
Creativas 0,6796
Ecológicas 0,6966
Solidarias 0,5815
Tabla 7.-Participación de los sujetos con síndrome de Down en actividades de ocio enfun-
ción de los trastornos asociados
I~~-as-----~--------------------
T. Cardiológicos: 0,1346
Otros: 0,1063
T. Visuales: 0,4534
I T. Auditivos: 0,6836
I T. Cardiológicos: 0,4177
I Otros: 0,6043
Ecológicas T. Visuales: 0,9571
T. Auditivos: 0,1764
T. Cardiol6gicos: 0,2291
Otros: 0,6400
Solidarias T. Visuales: 0,6618
T. Auditivos: 0,4361
T. Cardiológicos: 0,7051
Otros: 0,9941
Tabla B.-Medias de participación en actividades de ocio obtenidas porlos sujetos según los
trastornos asociados.
ACTIVIDADES MEDIAS
----
T. VISUALES T. AUDITIVOS T.CARDIOL. OTROS
- --~-
SI NO SI NO SI NO SI NO
Tienen Tienen Tienen Tienen Tienen Tienen Tienen Tienen
Lúdicas 6,5500 6,2941 7,0000 6,3778 6,1944 6,5089 6,5556 6,3786
Deportivas 0,9000 1,1176 1,0769 0,9926 0,4167 1,1875 1,0222 0,9903
Festivas 4,7500 4,5441 4,9231 4,6296 4,1389 4,8214 5,1333 4,4466
Creativas I 2,9000 3,2059 3,3077 3,0148 2,7500 3,1339 3,2000 2,9709
Ecológicas 4,7000 4,7206. 5,5385 4,6296 4,3056 4,8393 4,8444 4,6505
Solidarias 3,2000 3,0588 3,5385 3,0963 3,0278 3,1696 3,1333 3,1359
Tabla 16.-Participación en actividades de ocio enfunción del nivel de estudios de los pa-
dres.
i
Sin embargo, sí se encontró una relación entre la participación de los sujetos con
síndrome de Down en actividades de ocio y la edad de lospadres para las actividades
creativas y solidarias. En concreto, existe relación con la variable edad del padre
(Tabla 18) en la dimensión creativa (F=2,9091, p= 0,0369) Y solidaria (F= 3,3504, p=
0,0210) Y con la de la madre (Tabla 19) también, en las dimensiones creativa (F=
2,5846, p=0,0397) y solidaria (F= 2,9119, p= 0,0237).
Otras variables
Por último, y con respecto a la relación entre la participación de los sujetos con
síndrome de Down en actividades de ocio y la modalidad educativa (Tabla 22), no se
han encontrado diferencias significativas en ninguna de las actividades de tipo lúdi-
co, deportivo, festivo, creativo, ecológico y solidario. Se afirma, por tanto, que no
existe relación entre la participación de los sujetos con síndrome de Down en activi-
dades de ocio y la modalidad educativa en la que están escolarizados.
CONCLUSIONES
En función de los resultados obtenidos, se puede afirmar que existe una relación
entre la participación en actividades de ocio de los niños y jóvenes con síndrome de
Down de la muestra estudiada y algunas características personales, el nivel de desa-
rrollo madurativo, ciertas características familiares, las clases particulares en hora-
rio extraescolar y la participación en clubes de ocio y tiempo libre. En concreto, las
variables que inciden en las prácticas de ocio autotélico de los sujetos con síndrome
de Down de la muestra estudiada son las siguientes:
Tabla 23.- Variables que inciden en las prácticas de ocio autotélico de los sujetos con
síndrome de Doum.
~
-Dimensiones del ocio autotélico Variables relacionadas
~----------
• Dimensión lúdica • Asistencia a un club de ocio
------
• Retraso mental
• Dimensión deportiva
• Trastornos cardiológicos
• Retraso mental
Nivel de lenguaje
• Dimensión festiva
• Asistencia a un club de ocio
• Asistencia a clases particulares
• Edad
• Retraso mental
• Grado de discapacidad intelectual
• Nivel de lenguaje
I • Habilidades lecto-escritoras
• Dimensión creativa
• Nivel de autonomía en el manejo del dinero
• Nivel de autonomía en los desplazamientos
• Edad de los padres
• Número de hermanos
• Asistencia a un club de ocio y tiempo libre
• Retraso mental
• Grado de discapacidad intelectual
• Edad de la madre
• Dimensión solidaria • Nivel de lenguaje
• Nivel de autonomía en el manejo del dinero
• Nivel de autonomía en los desplazamientos
• Asistencia a clases particulares
dades de ocio (Tabla 1), se encontró una relación significativa entre esta variable y la
dimensión creativa, comprobándose un incremento en los índices de participación
en esta dimensión al aumentar la edad. No se observó, sin embargo, una relación
tan marcada entre la edad y otras dimensiones del ocio autotélico.
La dimensión lúdica es la más practicada por los sujetos de la muestra en todos
los intervalos de edad observados. Uno de los factores que puede condicionar la
participación tan elevada en esta dimensión, es la asistencia a un club de ocio y
tiempo libre, ya que los sujetos que acuden a estos servicios obtienen una media su-
perior en las actividades lúdicas (Tabla 20). Otro factor podría ser que un alto por-
centaje de la muestra estudiada ve programas de televisión o vídeos casi todos los
días.
Sin embargo, la participación en actividades deportivas de los niños y jóvenes
con síndrome de Down de la muestra, es significativamente inferior en todos los
grupos de edad en relación con las otras cinco dimensiones (Tabla 1). Parece necesa-
rio, por tanto, potenciar la práctica del deporte en función de las preferencias de
cada uno de los sujetos en horario extraescolar. El deporte más practicado por suje-
tos de la muestra es la natación y los que tienen un índice de participación muy es-
caso o nulo son el voleibol, el tenis, la equitación, el golf, el esquí y la vela. La di-
mensión deportiva es en la que expresan menos sus preferencias y obtienen una
media de disfrute más baja. La escasa participación en las actividades deportivas se
podría relacionar con alguno de los perfiles de desarrollo motor identificados por
Ferrándiz Vindel (1999).
En general, dada la heterogeneidad de los perfiles identificados en cada uno de
los intervalos de edad estudiados, es necesario organizar programas educativos con
el fin de proporcionar diversas habilidades y destrezas que permitan participar en
experiencias de ocio para cada una de sus dimensiones, logrando de esta forma un
ocio más enriquecedor. Las habilidades referidas a la comunicación, lecto-escritura
y autonomía, podrían ayudar a aumentar la participación en determinadas dimen-
siones del ocio autotélico.
En cuanto a la relación entre el sexo y las actividades de ocio (Tablas 3 y 4), no se
han encontrado diferencias significativas en esta variable.
La causa del retraso mental no ha sido identificada como una variable específica
relacionada con el ocio de los sujetos con síndrome de Down de la muestra (Tablas 5
y 6). En consecuencia, se podría pensar que, para este grupo, el planteamiento de un
ocio específico en función de sus características sindrómicas es irrelevante.
En cuanto a otras características personales relevantes en el estudio, se han
identificado los trastornos cardiológicos (Tablas 7 y 8) como una variable relaciona-
da con las actividades deportivas. Los sujetos del estudio que presentan dichos tras-
tornos, participan en menos actividades relacionadas con el deporte.
En lo que respecta a las variables referidas al desarrollo madurativo (Tabla 9), se
comprueba que, conforme el grado de discapacidad intelectual o de retraso mental
es mayor, la práctica de actividades de ocio, por parte de los sujetos con síndrome
de Down de la muestra, disminuye en las dimensiones creativa y solidaria.
En las variables relacionadas con el desarrollo madurativo, se confirman los re-
sultados de Harris, Kasari y Sigman (1996), en los que se demostraba la relación
dades (Tabla 17). Igualmente, las actividades de tipo solidario se encuentran relacio-
nadas con la edad de los padres, produciéndose un aumento en la participación si
son mayores de SO años (Tablas 18 y 19). Sin embargo, no se ha encontrado relación
estadísticamente significativa con la variable estudios de los padres (Tabla 16).
Por otro lado, no se han encontrado diferencias significativas entre la participa-
ción en actividades de ocio de los sujetos con síndrome de Down escolarizados en
un centro específico de educación especial y un centro de integración (Tabla 22). Por
lo tanto, la modalidad educativa, en este caso, parece no influir en las prácticas de
ocio de los sujetos de la muestra.
También se puede afirmar que la participación en actividades lúdicas, festivas y
creativas aumenta si los sujetos acuden a un club de ocio y tiempo libre (Tabla 20),
lo que confirma las aportaciones de Coll, Ponce y Vega (1998) y Sánchiz Ruiz (1999)
sobre las variadas alternativas que ofrecen los centros de ocio en función de las ca-
pacidades e intereses de los sujetos que acuden a ellos.
La asistencia a un club de ocio es menor de un 50% en la población estudiada,
por lo que sería positivo motivar tanto a las familias como a los niños y jóvenes con
síndrome de Down para que acudiesen a los mismos.
Por último, el hecho de que las personas que asisten a un club de ocio y tiempo
libre mantengan una elevada participación en actividades lúdicas, festivas y creati-
vas, lleva a proponer que dichos centros se planteen la posibilidad de promover con
mayor intensidad actividades relacionadas con las dimensiones deportivas, ecológi-
cas y solidarias, contribuyendo de esta forma a que los niños y jóvenes con síndro-
me de Down, experimenten un ocio lo más enriquecedor posible en todas sus di-
mensiones.
El enfoque educativo de algunos padres con hijos con síndrome de Down orien-
tado al rendimiento, tal y como lo afirma Spiker y Hopmann (1997), ha sido identifi-
cado en el estudio, mediante la comprobación del número de niños que recibe clases
particulares de refuerzo educativo fuera del horario escolar (Tabla 21) y, en conse-
cuencia, se puede pensar que dicha práctica podría reducir la participación en algu-
na de las dimensiones del ocio. El estudio confirma que aquellas personas con
síndrome de D o w n que asisten a clases de apoyo extraescolar, participan en un
grado significativamente menor en actividades festivas y solidarias.
Se comprueba, por tanto, que el ocio autotélico de las personas con síndrome de
Down del estudio no es homogéneo en cuanto a sus seis dimensiones, puesto que
existen diferentes perfiles en función tanto, de las características personales como
del nivel de desarrollo madurativo global, por lo que será preciso organizar y dise-
ñar intervenciones educativas diferenciadas. La relación demostrada en este estudio
entre las variables anteriormente citadas y la participación en actividades de ocio,
hace que se piense en la elaboración de programas basados en modelos ecológicos
de intervención, como los propuestos por Brown (1989), Boutin y Duming (1997) y
Mundy (1998).
REFERENCIAS
RESUMEN
PALABRAS CLAVE
ABSTRACT
This article starts evaluating mental health during the first six years of life. It ex-
plains the most important moments of the psychological evolution in the first three
stages of childhood, from birth to the rational stage. It considers the different evolu-
tive phases: the maternal link, the social development and the idealization of wis-
hes. It presents the five human capacities of psycological development: cognitive,
psychomotive, afective, communicative and social. It presents a proof-model, and
explains its value according to the evaluation of the capacities already mentioned.
One of them, the cornmunivative one, due to its importance, is subdivided into two
complementary variables: the " oral-expresive" and the graphic-chromatic". Fina-
1/
Uy, it shows graphicaUy and anonymously the standard results of the test used re-
cently in four schools of the Comunidad de Madrid. The students were in the last
year of Primary SchooL
KEYWORDS
1. INTRODUCCIÓN
Preocuparnos por la salud mental desde la edad temprana, suscita una mirada
instantánea en todos los aspectos humanos del desarrollo psíquico, que tienen en-
tonces una relevancia muy significativa.
Conocer la enfermedad mental es algo tan lleno de interés, que tal vez la opor-
tunidad excelente para ello se nos ofrece en el marco de la infancia.
Como profesional de la educación parece que sea normal pensar en la salud
mental, pero desde el lado preventivo y en la edad infantil, que es sin duda la parte
del desarrollo humano que en el futuro va a complicarse mucho más, en la medida
que no se tuvo la mirada y la intervención sobre las disfunciones mentales transito-
rias en el tiempo idóneo por el equipo educativo.
La enfermedad mental desde la imagen social, parece encontrarse aún dentro de
un concepto reducido como si fuera algo apestado y marginal, cuando al contrario
se trata de una situación de tránsito humano por lo que ser diferente es una identi-
dad que en vez de estancarse, se integra y crece de acuerdo con los potenciales de
la/las personas afectadas.
En la referencia a los estudios sobre las enfermedades mentales, no hay duda
que se hace necesario y perentorio cuidar la salud mental, para que los diferentes
campos sanitario, social, laboral y / o legal, entiendan y asuman las disfunciones de
la mente, que afectan evidentemente en todos ellos, causando disfunciones así
como intervenciones marginales, por el mero hecho de obviar un problema tan im-
portante y que a todos nos afecta.
Es propósito de este trabajo introducir por tanto el concepto de salud mental
preventiva, estableciendo la evidente relación citada anteriormente.
Dentro del desarrollo educativo por tanto, aunque nos encontramos con patolo-
gías mentales instaladas, ello es algo muy puntual, respecto a la casuística de riesgo
de salud mental, que sí puede considerarse relevante, al menos en los grupos que se
analizan en este trabajo.
La ventaja, que es la detección precoz, consiste en reconvertir el riesgo de enfer-
medad mental, ( en un momento de la evolución psíquica-emocional y a su vez en
un tramo de la educación), en una integración de los sujetos proporcionando una
intervención sobre sus carencias en las grandes capacidades, que se han detectado
afectadas de deterioro en el medio social del grupo.
Si consideramos que el aprendizaje debe ser capaz de construir la personalidad,
en todas sus vertientes, junto a las graduales adquisiciones curriculares, no hay
duda que la salud mental es un contenido de aquella cuajado de situaciones com-
plejas, que todo sujeto humano, siendo niño y niña ya conocen desde su intimidad y
de los demás, se enfrentan a ella y deben aprender a conquistar.
Por tanto concluiría indicando, de acuerdo con el párrafo anterior, que la salud
mental preventiva es a la vez individual y social.
2. LA EDAD INFANTIL
nuos deseos hacia sus padres, impide a los niños y a las niñas construir juegos con-
cretos de realización e inserción social con sus iguales. En el adulto puede entender-
se como enfermedad mental, la fijación aludida, con los riesgos de violencia que
puede generar un crecimiento en el que es primordial las relaciones sujetas al impe-
rio de los deseos, que no fueron resueltos satisfactoriamente en esta época, que se
sitúa entre el quinto y el sexto año de la vida.
Por tanto volviendo a la pregunta que nos hacíamos, de si se detectan en la eva-
luación estas situaciónes y no se corrigen en su momento, puede llegarse a la enfer-
medad mental, tendré que indicar afirmativamente que sí, y además limitándose las
distintas capacidades, durante el precioso período de la etapa de educación Primaria.
El momento crucial que se produce en la crisis de la adolescencia, ( y ya nos si-
tuamos en la Etapa educativa de Secundaria), que se extiende entre los doce-trece
años hasta los dieciséis, cuando no existe la salud psíquica que se realiza en el creci-
miento normal, se produce inevitablemente una eclosión de las fases referidas, a
modo de "puesta a punto", auméntándose los riesgos de enfermedad mental y de
instalación de la violencia social y afectiva.
Pero también cabe preguntarse cómo puede ayudarse a resolver tales situacio-
nes de forma temprana y en ello puede decirse que en tales casos los familiares tie-
nen gran importancia que reciban las orientaciones pertinentes en combinación con
las intervenciones socio-escolares, es decir a partir de las intervenciones tutoriales.
Por tanto el problema de la salud preventiva, ya no es algo separado y de corte in-
dividualista, sino un proceso en interacción entre los padres-el niño/la niña- y el
profesorado.
COGNITIVAS: Se trata de movilizar todos los procesos mentales que llevan al suje-
to a comprender, observar, sintetizar, crear, razonar, conceptualizar, criticar y
clasificar.
La utilización de esta prueba, original del autor de este trabajo, se origina a par-
tir de la propuesta de chequear el estado global de las capacidades de los niños y
niñas de la edad aludida en el epígrafe.
El objetivo es la realización posterior en caso de necesidad, de intervenciones
sistematizadas., tutoriales y de orientación, con el fin de equilibrar y / o ajustar las
necesidades detectadas en el momento de la prueba.
Bajo el concepto de salud mental preventiva, se constata la virtud del instru-
mento de ubicar el conjunto poblacional del grupo-clase según la normalidad de la
campana de Gaüss, de acuerdo con los criterios evaluadores de los que consta la
prueba, que se detallan posteriormente.
Puede señalarse, que las intervenciones correctoras, se orientan hacia una recu-
peración de la discapacitación detectada, desde una concepción integradora en la
que se ubican los tres ejes alumnado-padres-tutoría en interacción, tanto desde los
planos individual como colectivo. No olvidemos que estamos en la "antesala" de la
educación obligatoria del periodo primario, la edad de la razón y de los intereses
concretos, en el que la maduración de la etapa infantil resulta esencial, tanto desde
el punto de vista de los aprendizajes del currículo que el centro propone para la
etapa posterior, sino además, en la línea de nuestro trabajo, en la prevención de las
posibles disfunciones mentales por desarrollos desequilibrados en las capacidades
de cada niño / a de la promoción.
La experiencia consta de su aplicación en los cursos 1998/99, 1999/2000 y el
2000/2001 en cuatro diferentes centros educativos públicos de educación infantil y
primaria de Madrid.
(Versión 1998)
E.O.E.P.
Propuesta de Orientación Educativa
Colegio:
Prof/ra. Tutor/a:
Curso:
b-m-a
1 2 3 4 5 6 (6-12-18)
ALUM- CAPAC. CAPAC. CAPAC. C.GRAF CAPAC. CAPAC. PUNTe
NADO COGNIT PSICOM E.ORAL CROMA SOCIAL AFECT. NIVEL
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
(*) b-m-a: representan los tramos Bajo: (6-9), Medio: (10-14) YAlto: ( 15-18 )
Se pretende medir seis variables tratando de recoger las cinco grandes capacida-
des, dedicando dos de ellas a Comunicación, ( números 3 y 4 ).
La PROPUESTA-BASE se realiza en forma GRUPAL, conuna prueba de PAPEL,
LAPICERO Y PINTURAS.
Posteriormente, se realiza una ENTREVISTA INDIVIDUAL CON LAS PRUE-
BAS, para evaluar los diferentes aspectos de las mismas.
La puntuación de la prueba se realiza en base a tres valores: 1= bajo, 2= medio y
3= alto. De esta forma resulta una prueba objetiva con un Máximo de 18, un Medio
de 12 y un Bajo de 6 puntos.
La prevención apuntará esencialmente a la atención de los alumnos de nivel in-
ferior, ( entre 6 y 12 puntos ).
DESARROLLO DE LA PRUEBA
Se les propone a los niños y niñas la tarea, INDICÁNDOLES QUE DEBEN HA-
CERLA LO MEJOR POSIBLE PARA TENER UN RECUERDO BONITO.
Disponiendo de UN FOLIO, LAPICERO, BORRADOR Y PINTURAS, se les dice
muy despacio la siguiente consigna:
"VAMOS A HACER DOS DIBUJOS, UNO POR UNA CARA y OTRO POR
DETRÁS. EN EL PRIMERO SE VE UNA ESCUELA, EL PATIO DE RE-
CREO, UN ÁRBOL PEQUEÑO Y VARIOS NIÑOS Y NIÑAS, SÓLO TÚ SA-
BES LO QUE PASA ENTRE ELLOS.
CUANDO ACABÉIS, DAD LA VUELTA AL PAPEL Y DIBUJÁIS A UN
NIÑO O NIÑA CON SU PAPÁ O SU MAMÁ, ESTÁ CONTANDO LO QUE
HA PASADO EN EL COLEGIO, y ESTÁN EN UNA HABITACIÓN, SE VE
UN JARRÓN CON FLORES Y UN CUADRO.
CUANDO TERMINES TUS DOS DIBUJOS, PUEDES COLOREAR UNA-
PARTE PEQUEÑA, LA QUE MÁS TE GUSTE DE UNO DE ELLOS."
BAREMO CORRECTOR:
Instrucciones de aplicación:
folio en blanco.
lapicero, goma y sacapuntas.
lápices de colores, ceras, rotuladores.
1. Por una cara pintaremos: "El colegio con el patio de recreo. Se ven algu-
nos compañeros, niños y niñas jugando y sólo tú sabes lo que pasa entre
ellos."
(Una vez todos hayan tenido tiempo suficiente de terminarlo se pasa al siguien-
te dibujo, con un periodo de descanso, de forma distentida, sin tiempo limitado).
2. Por la otra cara vamos a dibujar "Una familia" (si algún niño pregunta
que si tiene que ser la suya se les dice que la que ellos quieran, 110 nece-
sariamente la suya).
Curso: Colegio:
Grupo: Tutor/a:
Orientador/a Fecha de la Evaluación:
Segundo semestre
1. PSICOMOTRICIDAD
- ORIENTACIÓN DERECHA-IZQUIERDA
A E
- PSICOMOTRICIDAD GRUESA
A E
- GRAFOMOTRICIDAD
A E
Escribe su nombre
Preferencia manual D 1
VALORACIÓN
Aspectos a mejorar
2. COMPETENCIA ORAL
VALORACIÓN
A E
Vocabulario adecuado
Dislalias
TOTAL
3. COMPETENGASOGAL
¿Quiénes son tus mejores amigos/as? o ¿ con qué niños/as te gusta más
jugar? ¿Por qué?
- ¿Quiénes son los niños / as con los que menos te gusta jugar? ¿Por qué?
SOCIOGRAMA
4. COMPETENCIA GRÁFICO-CROMÁTICA
(Test de la familia)
+feliz _
-feliz
+bueno/a _
-bueno/a
premios y castigos
¿aqu~n~gu~ariaparerert~-~~~~~~~~~~~~~~~~~~-
Medio (8-12)
ORIENTACIONES _
CENTRO 1
b-m-a
1 2 3 4 5 6 (6-12-18)
ALUM- CAPAC. CAPAC. CAPAC. C.GRAF CAPAC. CAPAC. PUNTo
NADO COGNIT PSICOM E.ORAL CROMA SOCIAL AFECT. NIVEL
lA 2 2 3 2 1 1 11
2J 1 2 2 2 1 1 9
3P 2 2 3 2 2 2 13
4M - - - - - - -
5D 2 3 2 2 2 2 13
6A 2 2 2 1 2 2 11
7AI 2 3 3 3 2 3 16
8An 2 2 2 1 2 1 10
9Mi - - - - - - -
lOMa 2 2 2 2 2 2 12
11Pau 2 2 3 2 2 2 12
12Jo 3 3 3 2 2 3 16
13SeG - - - - - - -
14V 2 2 3 3 3 2 15
15SeL 3 3 3 2 2 3 16
16Pat - - - - - - -
17Mir 3 2 3 3 3 3 17
18N 3 3 3 2 3 3 17
19ÁI 1 3 2 1 1 1 9
201 2 2 2 2 2 1 11
21L 2 2 3 2 2 1 12
22C - - - - - - -
23Mr 1 2 1 2 1 1 8
2415 2 3 3 2 2 3 15
12
10
.
• PSICOM.
8
O EX.ORAL
6 GR.CROM
• SOCIAL
4
AFECTIVA
ImpUNTUACI
6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
CENTRO 2
Colegio: CENTRO 2
Prof/ra. Tutor/a: P
Grupo: INFANTIL-S AÑOS. Fecha de la evaluación: 13 DIC. 1999
Orientador/a: Juan Antonio ARROYO DÍAZ
4
b-m-a
1 2 3 5 6
(6-12-18)
ALUM- CAPAC. CAPAC. CAPAC. C.GRAF CAPAC. CAPAC. PUNTo
NADO COGNIT PSICOM E. ORAL CROMA SOCIAL AFECT. NIVEL
1PL 2 2 2 3 1 2 12
2D 3 3 3 3 2 2 16
3C 3 2 1 1 1 1 9
4Je 2 2 2 2 2 1 10
5 Iv 2 2 2 2 2 1 11
6Jo 2 1 3 1 1 1 9
7Pt 3 2 3 3 3 3 17
8Dn 3 2 3 2 2 2 14
9 Ja 3 3 3 2 2 2 15
10lz 3 3 2 2 2 2 14
11M 2 2 2 2 2 1 10
125 3 3 3 3 3 3 18
131vG 3 3 3 2 2 2 15
14AI 3 1 2 3 2 2 13
15Án 3 3 3 1 1 2 13
16Ar 2 1 3 2 1 3 12
10
7
BCOGNIT.
6 .PSICOM.
5 o EX.ORAL
4
• SOCIAL
3
AFECTIVA
2
0,8
ImAL/PUNT·1
0,6
0,4
0,2
° 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
CENTRO 3
Colegio: CENTRO 3
Prof/ra. Tutor/a: M S
Grupo: INFANTIL-S AÑOS A". Fecha de la evaluación: 24 NOVBRE. 1999
/J
b-m-a
1 2 3 4 5 6 (6-12-18)
ALUM- CAPAC. CAPAC. CAPAC. C.GRAF CAPAC. CAPAC. PUNTo
NADO COGNIT PSICOM E. ORAL CROMA SOCIAL AFECT. NIVEL
15 2 2 2 1 2 1 10
2 Z 3 3 2 1 2 2 13
3 P 3 3 2 2 2 3 15
4M 1 1 1 1 1 1 6
5B 2 2 2 2 2 2 12
6A 3 3 2 2 2 3 15
7M 3 3 3 2 2 3 16
8G 2 3 2 2 1 1 11
9 Jo 2 2 2 1 1 2 10
laja 3 3 2 2 2 3 15
11Y 1 2 1 1 2 2 9
12 Js 3 2 2 2 1 1 11
13Jv 3 2 2 2 2 2 13
14D 3 2 2 2 3 3 15
15R 3 3 1 2 2 2 13
165d 2 3 2 2 2 2 13
17Bl 3 3 3 2 3 3 17
18Pa 3 2 3 3 3 3 17
191 3 3 3 3 2 3 17
20L 3 2 3 2 3 3 16
12
10
•
8 • PSICOM
EX.ORAL
6 EJGR.CROM•
• SOCIAL
4
EJAFECTIVA
o
BAJO MEDIO ALTO
3,5
3
2,5
1,5
0,5
o
6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18
CENTR04
Colegio: CENTRO 4
Prof/ra. Tutor/a: G
Grupo: INFANTIL-S AÑOS. Fecha de la evaluación: 9 DICIEMBRE 1999
Orientador/a: Juan Antonio ARROYO DÍAZ