Cultura y Cambio Organizacional
Cultura y Cambio Organizacional
Cultura y Cambio Organizacional
ISSN: 2175-0556
[email protected]
Instituto Paulista de Ensino e Pesquisa
Brasil
Valle Alvarez, Alexandra Tatiana; Proaño Córdova, Telmo Diego; Cruz Lascano, Mary Elizabeth
ESTRUCTURA, CULTURA Y CAMBIO ORGANIZACIONAL CULTURA – CAMBIO – FORMA – FUERZA
Revista Científica Hermes, vol. 18, 2017, Mayo-, pp. 304-324
Instituto Paulista de Ensino e Pesquisa
Brasil
RESUMEN
La teoría de las organizaciones desde el paradigma mecanicista ha puesto especial atención
en temas de estrategia y estructura además del carácter contingente de estas estructuras con
respecto a su entorno, en este espacio se ha hecho necesario un enfoque desde la cultura y
estructura organizacional hacia la gestión del cambio con miras a lograr la eficiencia en las
organizaciones. El objetivo de este trabajo es explorar en la organización a partir de las
fuentes bibliográficas, los niveles culturales identificados a través de los supuestos
1
Autor para correspondencia: Universidad Técnica de Ambato: Av. de los Chasquis y Río Cutuchi.
Ciudadela Universitaria. Ambato- Ecuador. [email protected]
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E-mail para correspondencia: [email protected]
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E-mail para correspondencia: [email protected]
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subyacentes, valores adaptativos y artefactos, así como las dimensiones culturas que
pueden revelarse como dominantes. Se pretende hacer un breve recorrido sobre los
fundamentos teóricos de la estructura de las organizaciones con énfasis en los mecanismos
coordinadores propuestos por Mintzberg; que caracterizan a las configuraciones
estructurales típicas, identificadas como estructura simple, burocracia mecánica y
profesional, forma divisional y adhocracia. En torno a este abordaje, los procesos de
cambio que buscan diferenciación competitiva, reconocen al cambio en la estructura y en la
cultura como factores que podrían influenciar en el diseño de una configuración particular
en las organizaciones y lograr un impacto satisfactorio en su desempeño, así, de manera
complementaria son justamente los diseños estructurales mecanicistas y la cultura
dominante, los que podrían revelarse como impedimentos poderosos para el cambio.
ABSTRACT
The theory of organizations from the mechanistic paradigm has given special attention to
issues of strategy and structure in addition to the contingent nature of these structures with
respect to their environment; in this space it has become necessary to make an approach
from the culture and organizational structure for the management of change in order to
achieve efficiency in organizations.
The objective of this research is to explore in the organizations from bibliographical
sources, the cultural levels identified through underlying assumptions, adaptive values and
artifacts, as well as cultural dimensions that can be revealed as dominant. It is intended to
make a brief revision of the theoretical foundations of the structure of the organizations
with emphasis on the coordination mechanisms proposed by Mitzenberg; that characterize
the typical structural configurations, identified as simple structure, mechanical and
professional bureaucracy, divisional form and adhocracy.
Around this approach, the processes of change that seek competitive differentiation,
recognize the change in structure and culture as factors that could influence the design of a
particular configuration in organizations and achieve a satisfactory impact on their
performance, in this manner, in a complementary way, the mechanistic structural designs
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and the dominant cultural are precisely the ones that could prove to be powerful
impediments to change.
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1. INTRODUCCIÓN
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conceptos en torno a la teoría de la contingencia son diferenciación e integración, que
representan la contradicción de cualquier diseño organizacional; de que el empleo ha de
quedar a un mismo tiempo dividido y coordinado o integrado, Marín-Idárraga, D. &
Losada, L. (2014).
2 MARCO TEÓRICO
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la descentralización que puede tomar cinco formas básicas, factores de situación y
estructura también consideradas en cinco configuraciones. En la tabla 1, se resume la
relación de estos factores según Mintzberg, considerando que la mayoría de las
organizaciones experimentan las cinco tendencias, sin embargo, en la medida en que las
condiciones favorecen a una por encima de las otras, la organización es llevada a
estructurarse como una de las configuraciones.
En el punto siguiente he tratado de sintetizar el abordaje del autor con relación a los
mecanismos coordinadores, que parecen explicar las maneras fundamentales en que las
organizaciones coordinan su trabajo. Los mecanismos coordinadores son identificados de
manera gráfica en la estructura de las organizaciones concebida por el autor en: núcleo
operativo, línea media, cumbre Estratégica, tecnoestructura y staff de apoyo. Los
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mecanismos coordinadores deben ser considerados como los elementos básicos de la
estructura, en palabras de Minztberg son el pegamento que mantiene unidas las
organizaciones, y que refieren tanto al control como a la comunicación.
Ajuste mutuo
Estandarización
de producciones
de trabajo Mecanismos
Supervisión directa
Coordinadores
Estandarización
de destrezas de Estandarización de
trabajadores procesos
Ajuste mutuo:
El ajuste mutuo es naturalmente utilizado en las organizaciones más simples, en donde el
control del trabajo descansa en quienes lo efectúan, y logra la coordinación del mismo por
medio de la comunicación informal. Es utilizado contradictoriamente también en
organizaciones complejas, cuando se constituyen equipo de trabajo interdisciplinario.
Cuando la organización ha superado su estado más simple, es necesario acudir a un
siguiente mecanismo coordinador, la supervisión directa.
Supervisión directa:
Cuando el ajuste mutuo no es suficiente para coordinar el trabajo, es necesario disponer de
una persona que toma la responsabilidad por el trabajo de las otras, emitiendo instrucciones
para ellas y supervisando sus acciones.
Normalización o estandarización de procesos de trabajo:
La coordinación en el trabajo es posible lograrlo sin ajuste mutuo o supervisión directa, la
coordinación es lograda con la estandarización, es decir los contenidos del trabajo están
especificados o programados. Consiste por tanto, en regular mediante normas escritas los
contenidos del trabajo (la secuencia de pasos para desarrollar las actividades), es decir el
“cómo” han de realizarse las labores.
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Normalización o estandarización de productos u outputs:
En la normalización de productos se define el “qué” debe hacerse, las producciones serán
estandarizadas cuando se especifiquen las dimensiones del producto o del desempeño.
Consiste en un conjunto de normas escritas que regulan el producto final de un trabajo o
actividad. Con las producciones estandarizadas, la coordinación entre tareas es
predeterminada.
Estandarización de destrezas de los trabajadores:
Cuando ni el trabajo ni la producción pueden estar estandarizados es posible estandarizar al
trabajador mismo, sus destrezas y conocimientos son estandarizados cuando está
especificado el tipo de capacitación que se requiere para efectuar el trabajo. Consiste en
preestablecer los conocimientos o habilidades que debe poseer quien se incorpora al puesto.
La estandarización de destreza logra indirectamente lo que la estandarización de procesos
de trabajo o de producción de trabajo hace directamente: controla y coordina el trabajo.
Mintzberg concluye entonces, que a medida que el trabajo organizacional se vuelve más
complicado, los medios preferidos de coordinación parecen desplazarse del ajuste mutuo a
la supervisión directa o estandarización, preferiblemente de procesos de trabajo, o de
producciones, o si no de destreza, volviendo finalmente al ajuste mutuo. Se requiere una
cierta cantidad de supervisión directa y ajuste mutuo sin importar la dependencia de la
estandarización.
En torno a la estructura de la organización, los estudios bibliográficos inclusive el propio
Mintzberg, consideran un factor clave identificado como la ideología dominante, es decir
las creencias y tradiciones que distinguen a la organización entre sí y que crean el contexto
necesario para la interacción social que a la larga determina la eficacia de la organización
para crear, intercambiar y aplicar el conocimiento; esto es la cultura organizacional Lopez,
M. et. al (2011).
La estructura organizacional para Gomez, J.C. et. al (2010), puede ser explicada por las
fuerzas de división e integración que la componen, mientras que la cultura organizacional
provee una interesante variante para la integración social, reproduciendo un orden
particular a través del consenso. De ahí el punto de partida para el abordaje de la estructura
y su relación con la cultura organizacional.
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2.2 Cultura Organizacional
Dimensiones culturales
La evaluación de la cultura se puede enfocar desde muchas dimensiones, por ejemplo el
grado de colaboración en comparación con el de aislamiento entre las personas y los
departamentos, la importancia del control y dónde se concentra, o si la orientación temporal
de la organización es a corto o largo plazo, mencionado por James R. et. al. (2000).
Tomando la propuesta de Daft, existen dos dimensiones específicas de la cultura: 1) el
grado al cual el entorno competitivo requiere flexibilidad o estabilidad y 2) el grado al cual
el enfoque estratégico y la fortaleza de la organización son internos o externos. En torno a
estas dimensiones la cultura podría ser entendida en cuatro categorías: cultura de
adaptabilidad, cultura de misión, cultura de clan y cultura burocrática. Denison, D. (1990).
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Tabla 2 Enfoque y atributos de los niveles culturales.
Categorías Enfoque Atributos clave
Cultura de Estrategia enfocada al Innovación, creatividad,
Adaptabilidad entorno. propensión al riesgo.
Profesionalismo,
Cultura de misión Visión clara del propósito Agresividad,
organizacional (misión) cumplimiento de metas.
Responsabilidad,
Cultura del clan Necesidades de los propiedad, compromiso y
empleados para su alto satisfacción de los
desempeño, organización. empleados.
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organización. Las organizaciones se reconocen como sistemas dinámicos, abiertos, con
mecanismos de control y regularidades internas percibidas como estructura. En el sistema,
el movimiento se considera como origen del cambio, influido por relaciones externas y por
sus regularidades internas. (Romero, J. et al., 2013).
En el ámbito organizacional el cambio es el proceso por medio del cual las organizaciones
pasan de su estado actual a un futuro deseado para aumentar su efectividad, para Jones G.
(2008), la meta del cambio es encontrar mejores formas de utilizar los recursos y
capacidades para crear valor y aumentar su desempeño.
De manera general, para Burnes (2005) citado por Sandoval (2014), existen diferentes
concepciones sobre el cambio organizacional, las cuales se presentan en dos
aproximaciones dominantes: el concepto de cambio planeado y el concepto de cambio
emergente o súbito. El cambio planeado está determinado por la orientación de los procesos
de transformación como resultado de la reflexión y el ajuste sistemático de las
organizaciones, en contraste, el cambio emergente o súbito se relaciona con la capacidad de
responder rápidamente a las situaciones inesperadas que pueden presentarse en el entorno
organizacional.
Dentro de la teoría del caos en las organizaciones, se habla de conceptos como entropía,
desequilibrio, patrones emergentes, los cuales se utilizan para entender procesos de cambio.
Al no asumir causalidad lineal que pueda dar lugar a inestabilidad, se busca encontrar
regularidades en la aparente aleatoriedad de sistemas complejos. Pero se mantiene la
consideración de organizaciones como sistemas dinámicos con partes que interactúan entre
sí y con el entorno. (Romero, J. et al., 2013).
Las tipologías del cambio se han basado en diversos criterios, dentro de los cuales está la
propuesta de Zaltman (1972) citado por Romero (1999), quien distingue dos dimensiones:
la dimensión social y la dimensión temporal. La primera evaluada desde los niveles
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individual, grupal y de sociedad, identificándose seis tipologías de cambio, distribuidas en
los tres niveles, dentro del nivel individual: cambio cultural, de actitudes y biográfico; en el
nivel grupal: cambio normativo, administrativo y organizacional; y en el nivel social:
Innovación y revolución y cambio sociocultural .En 1986, Nadler y Tushman, proponen
dos dimensiones basadas en la conceptualización del cambio, las cuales reconocen el
cambio de manera reactiva y proactiva.
Para este estudio nos enfocaremos en las tipologías abordadas por McCann, J. (1991) y
citado por Daft, R. (2007), quien indica que los directivos pueden enfocarse en cuatro
tipologías dentro de las organizaciones para lograr una ventaja estratégica. Los cuatro tipos
se muestran en la ilustración 2, como los productos y los servicios, la estrategia y la
estructura, la cultura y la tecnología, que orientados bajo una visión de liderazgo, le
permitirá a cada organización diseñar una configuración particular de cada uno de estos
elementos y lograr un impacto satisfactorio en su desempeño. Como se puede apreciar el
autor identifica a la estructura y cultura organizacional como elementos de cambio que
proporciona diferenciación competitiva estratégica.
De ahí que podemos acotar la relación de la estructura y cultura como elementos de cambio
organizacional, abordaje que pretendo desarrollarlo justamente en este trabajo de
investigación; sin con ello dejar de lado los factores tecnológicos y los relacionados con los
productos y servicios que ofrecen las compañías, ya que la propuesta del autor insiste en la
interdependencia entre los cuatro tipos de cambios, es decir que un cambio en uno de ellos
con frecuencia va a implicar un cambio de otro tipo.
Los cambios culturales, son aquellos que se dan en los valores, las actitudes, las
expectativas, las habilidades, los comportamientos; relacionándolo con Schein, aquellos
cambios en los supuestos subyacentes, expresados a través de los valores adaptativos y
artefactos como infraestructura, ambiente físico, entre otros.
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Visión de Liderazgo
El mercado Entorno
internacional
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.2.7 Poder y conflicto
Las estructuras mecanicistas se caracterizan por una jerarquía alta, toma de decisiones
centralizada y estandarización de comportamiento por medio de reglas y procedimientos,
refiriendo a las configuraciones estructurales propuestas por Mintzberg, encontraríamos a
las organizaciones con burocracia mecánica, en donde el mecanismo coordinador principal
se enfoca a la estandarización de procesos de trabajo y producciones, en efecto, este tipo de
estructuras resultan más resistentes al cambio. En contraste, aquellas estructuras basadas en
mecanismos coordinadores en donde prevalece el ajuste mutuo o incluso la estandarización
de destrezas, fomentan en los empleados el desarrollo de capacidades de adaptación a
condiciones cambiantes y por ende, podrían ser más abiertas a procesos de transformación.
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2.10 Cultura organizacional
Si se considera que un proceso de cambio altera los valores y normas que se dan por
sentados y obliga a las personas a cambiar lo que hacen y cómo lo hacen, sin duda la
cultura de la organización provocará resistencia al cambio. En ocasiones, la tipología de
cultura dominante es tan fuerte en las organizaciones, que aun cuando el ambiente, la
estructura y la orientación funcional se alinea; los supuestos subyacentes no pueden ser
cambiados, considerando además que deberían encaminarse a través de un proceso
sistemático de transformación.
Para Lazzati, S. (2015), desde el enfoque sistémico, los procesos de diseño e
implementación del cambio van a requerir intervenciones relacionadas con la modificación
en los recursos, procesos o productos operativos, acciones sobre el comportamiento de las
personas, es decir aspectos que el autor los relaciona con la cultura organizacional,
planeamiento o cambio estratégico, rediseño de la estructura y desarrollo de sistemas. Este
autor enfatiza en que no necesariamente la gente ofrece resistencia al cambio, ya que en
este sentido el ser humano suele ser más racional de lo que se supone, lo que eventualmente
va a ocurrir es que muchos cambios tienen efectivamente consecuencias desfavorables para
ciertas personas y es natural que estas se resistan, la resistencia va a ser mayor al cambio
impuesto que al cambio en sí mismo, por lo que va a tener mucho que ver con las barreras
psicológicas e intelectuales, lo cual sería una nueva línea de investigación que podría ser
abordado en un nuevo análisis.
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CONCLUSIONES
En torno a la teoría de las organizaciones, los estudios bibliográficos han puesto atención
en temas de estrategia y estructura organizacional, así como en los factores culturales que
caracterizan una entidad y que le permitirían transitar por procesos de cambio que le
garanticen su mejor desempeño y eficiencia.
La propuesta de Mintzberg con relación a la estructura, permite estudiar, evaluar y definir
cuál sería la configuración más apropiada para una organización en torno a los cinco
elementos: cumbre estratégica, línea media, núcleo operativo, tecnoestructura y staff de
apoyo, así mismo, resulta clave considerar aquellos mecanismos coordinadores que se
constituyen en el punto de enlace de los elementos antes definidos, estos son: supervisión
directa, ajuste mutuo, estandarización de producciones de trabajo, de productos y de
destrezas, de modo que los medios preferidos de coordinación se podrían desplazar del
ajuste mutuo a la supervisión directa o estandarización, preferiblemente de procesos de
trabajo, o de producciones, o si no de destreza, volviendo finalmente al ajuste mutuo,
cuando el trabajo en la organización se torna más complicado.
Por su parte, la cultura es el conjunto de presunciones básicas que caracteriza a una
organización, por medio de la cual esta enfrenta a factores internos o externos y que de
alguna manera es enseñada, aprendida y aceptada por un grupo de individuos en una
organización. Una organización puede mostrar una cultura dominante, así como subculturas
en algunas áreas o secciones. Se considera que la cultura de una organización tiene un
impacto directo sobre su efectividad y rendimiento.
La cultura y estructura tendrían un impacto directo en los procesos de cambio
organizacional, de hecho una de las tipologías de cambio relaciona a estos dos factores
como determinantes para generar una diferenciación competitiva, paradójicamente, los
estudios reconocen a la cultura predominante, así como a la estructura mecanicista
particularmente, como limitantes poderosos del cambio organizacional, por tanto, en base a
la investigación bibliográfica recabada se comprueba la hipótesis alternativa que la
estructura y cultura organizacional incluyen significativamente en los procesos de cambio,
dependiendo del tipo de estructura y su mecanismo coordinador así como de los niveles
culturales dominantes.
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