Bursitis Trocantérea y Cadera en Resorte

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Bursitis trocantérea y

cadera en resorte

La cadera es una zona especialmente rica en bolsas serosas. La más grande e


importante, se localiza entre el glúteo mayor y el tendón del glúteo medio. Esta última
bolsa tiene forma de almendra y mide alrededor de 5 cm de longitud por 3 de ancho.

Su función es la de permitir el deslizamiento de la porción anterior del tendón del glúteo


mayor y del tensor de la fascia lata, cuando pasan sobre el trocánter mayor, para
continuarse con el ligamento iliotibial. Por consiguiente, cualquier proceso inflamatorio
de esta bolsa dará como resultado la clínica de una bursitis trocantérea. Aquí, tenemos
su imagen. 

La bursitis trocantérea está, generalmente, provocada por la fricción constante del


músculo tensor de la fascia lata al pasar por encima de la bolsa trocantérea durante los
movimientos de flexo-extensión de la cadera. Los traumatismos en la zona, a pesar de
que también pueden ocasionar el cuadro, son menos frecuentes. De la misma manera,
lasalteraciones en la biomecánica de la extremidad inferior (cadera, rodilla o pie) o
alteraciones en las estructuras adyacentes de la cadera pueden dar lugar a la inflamación
de la bolsa en un porcentaje no desdeñable.

En el ámbito deportivo, se trata de una afección muy frecuente en los porteros de


fútbol y en aquellos deportistas que sufren, como consecuencia de su actividad
deportiva, un excesivo rozamiento de la región, como ocurre, por ejemplo, en los
corredores de maratón.
El dolor de la bursitis trocantérea se localiza lateralmente en la cadera (en rojo) y puede
irradiarse incluso hasta la rodilla. El decúbito sobre el lado afecto es doloroso.

Al valorar la rotación interna de la cadera con la rodilla y caderas flexionadas 90 grados,


la mayoría de los pacientes con bursitis trocantérea tienen dolor en la cadera lateral. Sin
embargo, el hallazgo definitivo en la exploración es la sensibilidad sobre el trocánter
mayor.

El paciente debe echarse con el lado de la cadera afecta hacia arriba. Las piernas deben
flexionarse unos 45 grados. Mientras se observa la cara del paciente buscando signos de
dolor, palpar firmemente sobre el área del trocánter mayor. Si la palpación del trocánter
mayor es dolorosa, palpar otras zonas de la cadera y muslo lateral para ver si también
son sensibles. Si lo son, esto es, si gran parte del muslo lateral es doloroso, no se puede
hacer el diagnóstico de bursitis trocantérea, ahora bien, en el caso de serla,
el tratamiento es:

Reposo o disminución de la actividad. Alza en el calzado si hay una diferencia


significativa en la longitud de los miembros (si la extremidad del lado afecto es más
larga, esto tiende a aplicar una presión adicional sobre el trocánter). Antiinflamatorios.

Por último, conviene descartar otras afecciones de estructuras vecinas que pueden


incordiar la citada zona, como es el caso de la compresión del nervio fémoro-cutáneo
lateral cuando pasa por detrás del ligamento inguinal, y que puedes ver aquí. Observa
en esta imagen la vecindad de estos nervios con la cintilla iliotibial y lo fácil que resulta
la confusión.

Se puede ver la bolsa sinovial en azul y  la infiltración con corticoides.


La parte más importante en el tratamiento para la bursitis es la quietud de la cadera
mientras la bursa se recupera.

Mantener la cadera quieta tanto como sea posible disminuye la inflamación y evita que
la bursitis empeore. Siempre que sea posible, evita realizar actividades que empeoren el
dolor, como subir escaleras. Cuando el dolor haya disminuido, comienza lentamente con
tus movimientos normales.

El hielo constriñe (reduce o estrecha) los vasos sanguíneos, lo cual ayuda a disminuir la


inflamación (hinchazón, enrojecimiento y dolor). Pon hielo picado en una bolsa plástica y
envuelve dicha bolsa en una toalla. Luego, colócala sobre la cadera y déjala durante 15 o
20 minutos en cada hora y tantas veces como consideres necesario. No duermas sobre la
bolsa porque puedes sufrir serias quemaduras.

Medicamentos: puedes tomar ibuprofeno y acetaminofen para aliviar tu dolor. Estas


medicinas son fáciles de conseguir porque son de venta libre (sin receta médica). Si
sufres de alergia a la aspirina, no tomes ibuprofeno. 

La infiltración de glucocorticoides ha sido el tratamiento de elección de las bursitis


trocantéreas. De forma general, podemos decir que no deben infiltrarse más de 4 veces
al año a los pacientes con mejoría parcial. A los pacientes que no mejoran ni siquiera
después de una segunda infiltración, no se les administrará una tercera. Estos casos son
los que tendrían que estudiarse con pruebas complementarias a fin de resolver el
problema de base. Si aún así, la persistencia de la sintomatología invalida al paciente,
tendríamos que plantearnos el tratamiento quirúrgico.

OJO: Como estas medicinas alivian el dolor y disminuyen la inflamación, puedes creer
que la cadera ha sanado y que puedes volver a practicar ejercicios fuertes. Es muy
importante no ejercitarse hasta que tu médico lo haya autorizado. Puedes empeorar tu
bursitis si comienzas a ejercitarte antes de tiempo.

Es útil la fisioterapia. El fisio te someterá a unos tratamientos para que tu bursitis


mejore con más rapidez. Los ejercicios para estirar los músculos de tu cadera
comenzarán después que tu bursitis, haya mejorado.

Se pueden utilizar ultrasonidos para aumentar el flujo de sangre hacia el área afectada.


Esto ayuda a que tu bursitis mejore con más rapidez.

Se pueden utilizar los masajes para estirar el tejido y darle calor a la lesión, lo cual,


aumenta la circulación de la sangre. Esto ayuda a que tu cadera se cure más rápido y
mejor.

Cuando los médicos lo autoricen, puedes aumentar gradualmente el peso que recargas
sobre tu cadera. Te dirán también, que a medida que aumentes el uso de la cadera,
debes estar segura de no sentir ningún dolor.

Debido a la bursitis, te ordenarán que evites dormir sobre el costado afectado por dicha
bursitis. Puedes dormir más cómodamente si lo haces sobre tu espalda. O, duermas sobre
el lado no afectado por la bursitis y colócate almohadas en medio de las piernas.

A continuación, mencionaremos algunas cosas que puedes hacer para evitar que la


bursitis reaparezca.

Comienza a ejercitarte cuando tu médico lo autorice. Si sientes dolor, no corras. Antes


de comenzar, haz siempre los ejercicios de estiramiento. Estos ejercicios sirven para
aflojar tus músculos y tendones. Pero, no estires tus músculos y tendones en exceso
porque puede ocasiona el regreso de la bursitis.
Descansa en el intermedio de tus programas de ejercicios.
Después de realizar tus ejercicios regulares, realiza ejercicios de enfriamiento.
Consulta a tu médico si el dolor y la hinchazón han aumentado. Si presentas nuevos
síntomas que no tienen ninguna explicación o si tuvieras fiebre.

Cadera en resorte (Snapping Hip Syndrome)


Es la sensación de chasquido que aparece en la cadera en situaciones como al caminar,
levantarse de una silla o al girar la cadera. A veces ese chasquido se puede oír.
La mayoría de las veces (en un 70%) no hay dolor y no produce alteraciones en la marcha,
aunque la sensación puede ser molesta. Es frecuente en atletas.

¿Cómo y porqué se produce?


La sensación de resalte se produce por el roce de un tendón, de un músculo o de un
ligamento sobre el saliente de una estructura ósea. En la cadera la causa más frecuente
es el roce de la cinta iliotibial o tendón de la fascia lata sobre el trocánter mayor (parte
superior y externa del fémur). Cuando la cadera esta flexionada esa cinta se encuentra
por delante del trocánter mayor y al extender la cadera el tendón pasa o salta sobre el
trocánter colocándose posterior a éste, produciendo el resalte. En ocasiones este roce
repetitivo puede conducir a una bursitis, es decir, la inflamación de una estructura
anatómica situada en este punto junto al hueso, que es una pequeña bolsa llena de
liquido (bursa) que permite que el tendón y el músculo deslicen suavemente sobre el
trocánter mayor.

El diagnostico se basa en los signos y síntomas que el paciente refiere, siendo importante
conocer las actividades y movimientos con las que aparece el resalte. Durante la
exploración física el médico intentara reproducir el chasquido a través de determinadas
maniobras con el fin de inducir el roce entre el tendón y el saliente óseo.

La radiografía es, en la mayoría de los casos, normal y solo se solicitan, junto con otras
pruebas diagnósticas, cuando se sospecha o se quiere descartar una causa intraarticular.
El médico deberá distinguir otras causas menos frecuentes de sensación de resalte a
nivel de la cadera: resaltes de otros tendones o músculos, un cuerpo libre (óseo o
cartilaginoso) en la articulación, una erosión en el cartílago (osteocondritis disecante).
En estos últimos casos el paciente suele tener dolor además del resalte.

El tratamiento dependerá del grado de molestias que produce. Cuando la cadera en


resorte es indolora, no es necesario tratarla.
Si produce molestias o la sensación es desagradable el paciente mejorada al reducir las
actividades físicas o modificar las actividades deportivas, adecuando el nivel de
ejercicios para evitar movimientos repetitivos de la cadera. Por ejemplo: reducir el
tiempo de montar en bicicleta; nadar solo con los brazos.

Cuando la cadera en resorte produce una bursitis trocantérea, la aplicación de frío, los
antiinflamatorios no esteroideos (como el ibuprofeno) o incluso en algunos casos la
inyección de corticoides y analgésico en la bursa suelen reducir la inflamación y el
dolor.En los casos muy raros que no responden a los tratamientos descritos puede estar
recomendado el tratamiento quirúrgico. El tipo de intervención dependerá de la causa de
la cadera en resorte, pero en general se practicará un procedimiento quirúrgico
directamente sobre el tendón afecto.

Para la rehabilitación, hacer estos Ejercicios suprimiendo la flexión en el ejercicio de la


banda Ilio-tibial, sobre todo en corredores con problemas de columna.
Puede realizar los siguientes ejercicios.

 Estiramiento del flexor de cadera: Arrodíllese sobre una pierna con su


otra pierna delante de usted en un ángulo de 90 grados (como en una
estocada). Mantenga ese pie en el piso. Mantenga la parte baja de su
espalda (su zona lumbar) recta e incline las caderas ligeramente hacia
adelante hasta que sienta un estiramiento en la parte delantera de su
cadera. Trate de no inclinarse hacia adelante mientras hace esto. Mantenga
esta posición por 15 a 30 segundos. Repita 3 veces con cada pierna.
 Estiramiento de isquiotibiales en pared: Colóquese en posición
decúbito dorsal, cerca del hueco de una puerta, con las piernas extendidas
frente a usted. Estire la pierna lesionada pasando la abertura, para luego
elevarla y apoyarla en el marco, lo más recta posible. Debe notar un
estiramiento en la parte posterior del muslo. Sostenga la posición de 15 a
30 segundos. Repita 3 veces.
 Estiramiento de glúteos: En posición decúbito dorsal, con ambas rodillas
flexionadas, coloque el tobillo del lado lesionado sobre la rodilla de la otra
pierna. Tome el muslo de la pierna no lesionada y llévelo hacia el pecho.
Sentirá un estiramiento en el glúteo del lado lesionado, y posiblemente a
lo largo de la parte exterior de la cadera. Sostenga entre 15 y 30 segundos.
Repita 3 veces.
 Estiramiento de la cintilla iliotibial de pie: Cruce la pierna sana delante
de la otra e inclínese para tocar la parte interna del pie más retrasado. No
doble las rodillas. Sostenga la posición de 15 a 30 segundos. Vuelva a la
posición inicial. Repita 3 veces.
 Estiramiento lateral de la cintilla iliotibial: Párese al lado de una pared,
con el lado lesionado más cerca de la misma, y la mano apoyada en ella.
Cruce la pierna más alejada de la pared delante de la otra, manteniendo el
pie apoyado en el piso, lo más cerca posible de la pared. Incline la cadera
hacia la pared. Sostenga la posición de 15 a 30 segundos y repita 3 veces.
 Extensión de cadera caudrúpeda (posición de manos y
rodillas): Póngase de manos y rodillas. Retraiga su ombligo hacia la
columna vertebral y contraiga sus músculos abdominales. Levante su
pierna lesionada hacia atrás y enderezca su rodilla. Lentamente baje su
pierna. Haga 2 series de 15 repeticiones.
 Elevación lateral de pierna: Acuéstese de costado sobre el lado no
lesionado, contraiga los músculos anteriores del muslo de la pierna
lesionada y elévela entre 8 y 10 pulgadas (20 y 25 centímetros).
Manténgala recta y bájela lentamente. Haga 2 series de 15 repeticiones.
 Ejercicios de apertura y cierre: Acuéstese de costado sobre el lado sano,
con las rodillas flexionadas y los talones en contacto. Sin perder este
contacto, eleve la pierna superior. Manténgala 2 segundos y bájela
lentamente. Haga 2 series de 15 repeticiones.

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