Frases para Jovenes
Frases para Jovenes
Frases para Jovenes
Puede que pienses que la fuerza física es lo más importante y valioso que tienes como joven, pero aquí
vemos cuán importante es permanecer en la Palabra para lograr vencer al maligno. Fortalece tu espíritu,
lee la Palabra cada día y vencerás.
¿Te comportas de acuerdo a lo que dice la sociedad o buscas agradar a Dios? Vive una vida íntegra,
conforme a la Palabra. Interésate en saber lo que Dios espera de ti en cada situación.
Solo Dios es digno de nuestra alabanza. Desarrolla un espíritu agradecido, de alabanza y adoración que
reconoce la grandeza y el poder incomparable de Dios.
Pensar en un yugo nos trae a la mente dos bueyes que no tienen otra opción que ir por el mismo
camino. ¿Y si desde ya, desde tu juventud, escoges de corazón hacer de Dios ese compañero
inseparable, llevar el yugo con él y dejarte guiar por él? Seguro que con los años podrás mirar atrás y ver
la belleza de un camino andado de la mano del Padre.
La Biblia habla sobre una gran cantidad de tópicos. Si la lees a diario y la memorizas sabrás la forma
correcta de actuar en cada situación y vivirás una vida más agradable y satisfactoria.
Alégrate, joven, en tu juventud; deja que tu corazón disfrute de la adolescencia. Sigue los impulsos de tu
corazón y responde al estímulo de tus ojos, pero toma en cuenta que Dios te juzgará por todo esto.
(Eclesiastés 11:9)
A Dios no le molesta que disfrutes la vida. ¡Todo lo contrario! Él desea que disfrutes tus años de
juventud, que vivas la vida que él te ha regalado. Solo debes hacerlo de una forma prudente, basando
tus acciones en lo que sabes que alegrará el corazón del Padre.
7. Sé humilde
Si quieres disfrutar la gracia de Dios y su favor inmerecido, sé humilde. No impongas tu criterio. Trata a
los demás con respeto y humildad. Dios te exaltará en el momento que él crea oportuno.
Hijos, obedezcan en el Señor a sus padres, porque esto es justo. «Honra a tu padre y a tu madre — que
es el primer mandamiento con promesa.
(Efesios 6:1-2)
Los hijos deben honrar y obedecer a sus padres. Esto implica tratarlos con respeto y dignidad. Si conoces
los mandamientos, entonces sabes la promesa que contiene este mandamiento: para que tengas larga
vida y para que te vaya bien (Deuteronomio 5:16).
Si deseas experimentar más de Dios en tu vida, si anhelas conocer sus buenos planes para ti, búscale de
corazón. Él se deja encontrar, y su presencia viene acompañada de bendiciones y de la libertad que hay
en él.
Por sus hechos el niño deja entrever si su conducta será pura y recta.
(Proverbios 20:11)
No importa lo que digamos, nuestros hechos muestran la realidad de lo que hay en nuestros corazones.
La pureza y la rectitud deben notarse en la forma de tratar a los demás y en la manera en que nos
comportarnos.
11. Busca a Dios desde ahora, no esperes a que lleguen las dificultades
Hay personas que piensan que la vida con Jesús es una que está llena de restricciones y por eso
prefieren esperar para tomar la decisión de servirle. No cometas ese error. Decide servir a Dios desde tu
juventud. La paz, el amor, la esperanza que él trae a nuestras vidas nos capacitan y preparan para los
momentos de dificultad. Su presencia basta para lograr encarar con optimismo los días malos.
Que nadie te menosprecie por ser joven. Al contrario, que los creyentes vean en ti un ejemplo a seguir
en la manera de hablar, en la conducta, y en amor, fe y pureza.
(1 Timoteo 4:12)
A veces pensamos que da igual cómo hablamos o cómo nos comportamos ya que los demás ni siquiera
se fijan. Pero no es así. Es de gran ánimo e inspiración ver a un joven o a una joven amar a Dios de todo
corazón y comportarse acorde con su fe. Rétate a ti mismo a ser ejemplo en tu hablar, tu andar, y en tus
relaciones interpersonales.
Es sabio escoger bien las amistades y escuchar el consejo de nuestros padres o de adultos que nos aman
y comparten nuestro amor por Dios. Esto no excluye que saludemos y sonriamos a los que encontramos
en nuestro camino. Todo ser humano merece nuestro respeto y reconocimiento. Pero es importante
tener amigos que compartan nuestros valores y sueños, que nos animen a tomar decisiones sabias.
Una de las satisfacciones más grandes es la de mirar atrás y poder ver la firma de Dios en nuestra vida,
su intervención, su amor y fidelidad. Date a ti mismo este regalo y decide confiar en él desde tu
juventud, dejar que sea el dueño de tu corazón. ¡No te arrepentirás!
Vivamos decentemente, como a la luz del día, no en orgías y borracheras, ni en inmoralidad sexual y
libertinaje, ni en disensiones y envidias.
(Romanos 13:13)
Sé luz, vive una vida que inspire a otros a ser mejores, una vida que demuestre que en Cristo estamos
completos. Intenta que donde quiera que vayas, todos los que te conozcan digan: "mi vida es mejor
porque le conocí".