Extractor C.M.B. de Percolación.-Es Un Extractor de Lecho Móvil y
Extractor C.M.B. de Percolación.-Es Un Extractor de Lecho Móvil y
Extractor C.M.B. de Percolación.-Es Un Extractor de Lecho Móvil y
830
Además de estos extractores existen otros que funcionan por inmersión o
percolación, y se hallan descritos en la bibliografía, tal es el caso de los extractores
Anderson, Lurgi, etc. También cabría resaltar un tipo que combina dos extractores
en serie, de los cuales el primero trabaja por percolación y el segundo por
inmersión.
831
Extracción de azúcar de remolacha.- Puede obtenerse azúcar a partir de
remolacha azucarera, utilizando agua como líquido extractor. Los extractores
utilizados son, generalmente, una batería de extracción, o bien extractores
Hildebrandt o Bonotto.
Para facilitar la operación de extracción, las remolachas se cortan en largas
rebanadas en forma de V, que reciben el nombre de cosetas. Estas forman el lecho,
quedando inmersas en el agua. Puede ocurrir que el líquido tenga dificultad en
pasar a su través, por lo que es conveniente introducir el agua a presión. Debe
cuidarse que la estructura celular no quede dañada, ya que en el proceso de
extracción se podrían extraer, además del azúcar, otros compuestos no deseados.
Asimismo, también deberá controlarse la temperatura de trabajo, pues si es
demasiado elevada se pueden llegar a extraer compuestos no azucarados, que
resultan indeseables. En general, el extracto final obtenido contiene
aproximadamente un 15% de sólidos disueltos. Para la obtención final de azúcar,
este extracto debe purificarse por un proceso de sedimentación y filtración,
posterior concentración en evaporadores que trabajan a vacío, para luego seguir
con la cristalización del azúcar, separando los cristales por centrifugación.
832
Extracción de aceites vegetales.- El proceso de extracción con disolvente
es muy importante en la obtención de aceites vegetales, pudiéndose utilizar como
alternativa o en combinación con la operación de estrujamiento. Después de la
etapa de extracción, la corriente de extracto debe filtrarse para eliminar los sólidos
en suspensión. El filtrado que contiene aceite, disolvente y el agua que haya podido
arrastrar, es llevado a una primera torre de evaporación, con el objeto de eliminar
el disolvente, que puede volver a reciclarse. La mezcla de aceite, agua y algo de
disolvente residual se lleva a una torre de destilación por arrastre de vapor, en
dónde se obtiene aceite ausente de disolvente como residuo, mientras que los
vapores son condensados y llevados a un separador, lográndose eliminar el agua y
recuperar el disolvente que contenía.
Por otra parte, los sólidos agotados, denominados copos, junto con los
provenientes del filtrado del extracto, contienen disolvente retenido, y como en la
mayoría de los casos se va a utilizar como harina para alimentación de ganado, es
imprescindible eliminar el disolvente que arrastran. La harina es llevada a
continuación a un secador donde son eliminadas las últimas trazas de disolvente.
Este proceso descrito, o similares, son utilizados en la obtención de aceite a partir
de productos vegetales. Estos productos suelen ser semillas oleaginosas o frutos
secos, siendo los más usuales aceituna, semillas de algodón, cacahuete, colza,
copra, cáñamo, girasol, lino, palma, ricino, sésamo, cártamo, soja y tung entre
otras. También puede obtenerse aceite a partir de germen de maíz, semilla de
tomate, orujo de aceituna, granilla o pepita de uva, etc..
Uno de los factores que influyen en las operaciones de extracción es el tipo
de disolvente a utilizar. De la gran variedad existente, los más utilizados son:
hexano, heptano, ciclohexano, benceno, tricloroetileno y sulfuro de carbono. De
todos ellos, el sulfuro de carbono y tricloroetileno son más densos que el agua, con
lo que pueden conservarse bajo una capa de agua sin producir vapores, que podrían
llegar a ser peligrosos; pues el primero de ellos es muy inflamable y el segundo
resulta tóxico. A pesar de que el tricloroetileno posee un poder extractor elevado,
su uso es muy restringido, ya que si en la harina agotada estuviese presente,
resultaría muy peligroso por su toxicidad, ya que esta harina suele utilizarse como
pienso para ganado. En algunos países el tri y dicloroetileno no están autorizados
en la industria alimentaria, por sus posibles propiedades cancerígenas. La máxima
concentración admisible en el ambiente, para que no existan consecuencias
patológicas para las personas, se estima en menos de 100 ppm. El tricloroetileno en
contacto con el agua a altas temperaturas se descompone en ácido clorhídrico, que
resulta corrosivo para instalaciones de materiales férricos. Por tanto, en las
instalaciones que utilicen este disolvente debe llevarse a cabo un adecuado
mantenimiento y limpieza periódicas con soluciones alcalinas, para eliminar los
posibles restos de ácido. El sulfuro de carbono también presenta problemas de
toxicidad de sus vapores; además, al igual que el tricloroetileno, es corrosivo. Por
todo ello, y a pesar de que el benceno, heptano y fracciones análogas, presentan un
menor poder de extracción, se prefieren a los anteriores; aunque últimamente se ha
comprobado que el benceno también presenta graves problemas para la salud.
Además de estos disolventes, pueden utilizarse éter de petróleo, acetona, alcohol
etílico e isopropílico, entre otros muchos. Así, el éter se utiliza en la extracción de
833
manteca de cacao, mientras que la acetona es utilizada para extraer el gosipol de
semilla de algodón.
Uno de los subproductos de la industria arrocera es el denominado salvado
de arroz, que posee un cierto contenido en materia grasa, que puede obtenerse
gracias a un proceso de extracción con disolvente. Debido a que este producto se
presenta en forma de partículas pequeñas muy poco permeables a los disolventes,
los equipos utilizados en la extracción del aceite deben ser extractores especiales
del tipo de inmersión o que trabajen a presión. Además, la instalación debe poseer
los filtros adecuados para separar la miscela de las pequeñas partículas sólidas.
Esta misma problemática se presenta con la harina de germen de maíz, debiéndose
procesar de forma análoga. Otro subproducto que puede tener importancia, desde
el punto de vista de un aprovechamiento posterior, es el residuo contenido en la
producción de tomate concentrado. Este residuo contiene, esencialmente, la piel y
las semillas del tomate. Del primero se puede llegar a obtener harina para
alimentación animal, mientras que de las semillas es posible obtener aceite y
harina, mediante un procedimiento de extracción con disolvente. Previo a la etapa
de extracción, las semillas reciben un tratamiento de calentamiento, trituración y
laminado. Los productos obtenidos con la extracción son aceite bruto y harina
agotada. El primero sirve de materia prima en la elaboración de productos
alimenticios, mientras que la harina posee un alto contenido proteico y se usa en la
formulación de piensos compuestos.
Un tipo de aceite obtenido por el método de extracción con disolvente es el
proveniente de granilla o pepita de uva. La dificultad que puede presentar esta
extracción es que el aceite se encuentra fuertemente aprisionado en las células que
lo contienen, además de poseer una constitución leñosa. Es por ello que estas
pepitas deben tratarse previamente con calentamiento y humidificación y posterior
laminado. Una vez obtenidas las partículas laminadas, están listas para la
extracción. Para un mejor rendimiento en este proceso se realiza una doble
extracción: en una primera fase se utiliza un extractor de percolación, para pasar a
continuación a uno de inmersión.
834
El equipo utilizado en la extracción debe ser del tipo inmersión, ya que la
torta presenta dificultad para que el disolvente percole a su través. Además, debe
disponer del equipo apropiado de filtración, para lograr una buena separación de la
miscela y las partículas sólidas.
Son varias las especies marinas a las que se da un tratamiento de este tipo,
aunque cabe resaltar las sardinas, anchoas, arenques, etc., de las que se extrae
aceite; así como el conocido aceite de hígado de bacalao de alto contenido
vitamínico.
835