Extractor C.M.B. de Percolación.-Es Un Extractor de Lecho Móvil y

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Extractor C.M.B. de percolación.

- Es un extractor de lecho móvil y


percolación. Consiste en una cámara metálica que contiene una cadena de cestas
perforadas (Figura 22.16). En estas cestas va colocado el sólido y sobre él va
rociándose disolución intermedia que proviene del fondo de la cámara. Esta
disolución escurre a través del sólido, mientras que las cestas van avanzando.
Hacia el final de la cadena se alimenta disolvente fresco, y una vez escurrido a
través del sólido, y agotado éste, la cesta se descarga. A continuación esta cesta
vacía es llenada con sólido nuevo, empezando otra vez la cadena de extracción. La
miscela final se obtiene en el fondo de la cámara, y sobre la sección
correspondiente a la zona posterior de la alimentación del sólido. Puede observarse
que en este proceso los flujos de sólido y disolvente circulan en contracorriente,
gracias a una serie de bombas que llevan la miscela a las diferentes cestas. Este
extractor es muy utilizado por su fácil manejo y simplicidad. Análogo a éste, pero
en el que el sólido discurre a través de una cinta transportadora, es el extractor De
Smet.

FIGURA 22.16 Extractor de percolación (Adaptado de Bernardini, 1981)

Extractor Soxhlet.- Es un aparato que suele utilizarse en experimentos de


laboratorio, aunque en instalaciones de pequeña capacidad u otros de
funcionamiento análogo también se aplica. En la Figura 22.17 se representa este
extractor, pudiéndose observar que el disolvente extractor se hace hervir en una
caldera, y sus vapores condensados son enviados a un recipiente que contiene el
sólido con el soluto a extraer. El extracto es enviado de nuevo a la caldera, donde
vuelven a producirse vapores de disolvente que se utilizan en nuevas extracciones.
De este modo, en la caldera se va acumulando el soluto, mientras que el sólido se
va agotando de él.

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Además de estos extractores existen otros que funcionan por inmersión o
percolación, y se hallan descritos en la bibliografía, tal es el caso de los extractores
Anderson, Lurgi, etc. También cabría resaltar un tipo que combina dos extractores
en serie, de los cuales el primero trabaja por percolación y el segundo por
inmersión.

FIGURA 22.17 Extractor Soxhlet

22.5.- APLICACIONES A LA INDUSTRIA ALIMENTARIA


La extracción sólido-líquido es una operación unitaria que en la industria
alimentaria tiene diversas aplicaciones. En este apartado se realizará una breve
exposición de algunos de los procesos que utilizan la extracción con disolventes
como base fundamental.

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Extracción de azúcar de remolacha.- Puede obtenerse azúcar a partir de
remolacha azucarera, utilizando agua como líquido extractor. Los extractores
utilizados son, generalmente, una batería de extracción, o bien extractores
Hildebrandt o Bonotto.
Para facilitar la operación de extracción, las remolachas se cortan en largas
rebanadas en forma de V, que reciben el nombre de cosetas. Estas forman el lecho,
quedando inmersas en el agua. Puede ocurrir que el líquido tenga dificultad en
pasar a su través, por lo que es conveniente introducir el agua a presión. Debe
cuidarse que la estructura celular no quede dañada, ya que en el proceso de
extracción se podrían extraer, además del azúcar, otros compuestos no deseados.
Asimismo, también deberá controlarse la temperatura de trabajo, pues si es
demasiado elevada se pueden llegar a extraer compuestos no azucarados, que
resultan indeseables. En general, el extracto final obtenido contiene
aproximadamente un 15% de sólidos disueltos. Para la obtención final de azúcar,
este extracto debe purificarse por un proceso de sedimentación y filtración,
posterior concentración en evaporadores que trabajan a vacío, para luego seguir
con la cristalización del azúcar, separando los cristales por centrifugación.

Elaboración de café instantáneo.- En la producción de café instantáneo, el


proceso de extracción es una de las etapas más importantes. La extracción suele
realizarse sobre granos tostados y triturados, utilizando agua como fluido extractor,
obteniéndose una solución final que contiene alrededor de 25-30% de sólidos. Esta
solución es llevada a un atomizador, donde se obtienen como producto final granos
de café instantáneo. Esta extracción se realiza en aparatos especialmente diseñados
para tal fin; siendo extractores que trabajan en contracorriente, en sistemas de
contacto múltiple y lecho fijo. El sólido recién cargado se extrae con agua a 100ºC,
y a medida que se avanza el proceso se va aumentando la temperatura del agua.
Una temperatura elevada favorece la hidrólisis de hidratos de carbono insolubles,
que de este modo se solubilizan, aumentándose el contenido de sólidos solubles en
la solución final. Sin embargo, una temperatura demasiado elevada puede llegar a
hidrolizar sustancias que pueden conferir al extracto aromas y sabores indeseables.

Elaboración de té instantáneo.- Una de las etapas iniciales en la obtención


de té instantáneo es la extracción con agua caliente. Esta operación se lleva a cabo
en extractores de lecho fijo, utilizando agua a 70oC en las primeras etapas, llegando
hasta 90oC en las últimas. Para facilitar la operación se realiza el vacío en el
extractor, llenándose a continuación con hojas deshidratadas y estableciendo de
nuevo la presión mediante una corriente de dióxido de carbono. La solución final
de extracto contiene una concentración de entre un 2,5 y un 5% de sólidos, que es
muy baja; por ello, hasta la obtención final del producto, se realiza una destilación
que elimina los productos volátiles. La solución residual, exenta de aromas, se
concentra mediante evaporación a vacío, obteniendo una solución que contiene de
25 a 50% en sólidos solubles. A esta solución concentrada se le añade la fracción
aromática obtenida en la etapa de destilación, obteniendo a continuación el té
instantáneo en una etapa de secado por liofilización o atomización. La etapa inicial
de extracción puede realizarse, además de con extractores de lecho fijo, en otros de
lecho móvil análogos a los tipo Rotocel, efectuándose la extracción en
contracorriente y de forma continua.

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Extracción de aceites vegetales.- El proceso de extracción con disolvente
es muy importante en la obtención de aceites vegetales, pudiéndose utilizar como
alternativa o en combinación con la operación de estrujamiento. Después de la
etapa de extracción, la corriente de extracto debe filtrarse para eliminar los sólidos
en suspensión. El filtrado que contiene aceite, disolvente y el agua que haya podido
arrastrar, es llevado a una primera torre de evaporación, con el objeto de eliminar
el disolvente, que puede volver a reciclarse. La mezcla de aceite, agua y algo de
disolvente residual se lleva a una torre de destilación por arrastre de vapor, en
dónde se obtiene aceite ausente de disolvente como residuo, mientras que los
vapores son condensados y llevados a un separador, lográndose eliminar el agua y
recuperar el disolvente que contenía.
Por otra parte, los sólidos agotados, denominados copos, junto con los
provenientes del filtrado del extracto, contienen disolvente retenido, y como en la
mayoría de los casos se va a utilizar como harina para alimentación de ganado, es
imprescindible eliminar el disolvente que arrastran. La harina es llevada a
continuación a un secador donde son eliminadas las últimas trazas de disolvente.
Este proceso descrito, o similares, son utilizados en la obtención de aceite a partir
de productos vegetales. Estos productos suelen ser semillas oleaginosas o frutos
secos, siendo los más usuales aceituna, semillas de algodón, cacahuete, colza,
copra, cáñamo, girasol, lino, palma, ricino, sésamo, cártamo, soja y tung entre
otras. También puede obtenerse aceite a partir de germen de maíz, semilla de
tomate, orujo de aceituna, granilla o pepita de uva, etc..
Uno de los factores que influyen en las operaciones de extracción es el tipo
de disolvente a utilizar. De la gran variedad existente, los más utilizados son:
hexano, heptano, ciclohexano, benceno, tricloroetileno y sulfuro de carbono. De
todos ellos, el sulfuro de carbono y tricloroetileno son más densos que el agua, con
lo que pueden conservarse bajo una capa de agua sin producir vapores, que podrían
llegar a ser peligrosos; pues el primero de ellos es muy inflamable y el segundo
resulta tóxico. A pesar de que el tricloroetileno posee un poder extractor elevado,
su uso es muy restringido, ya que si en la harina agotada estuviese presente,
resultaría muy peligroso por su toxicidad, ya que esta harina suele utilizarse como
pienso para ganado. En algunos países el tri y dicloroetileno no están autorizados
en la industria alimentaria, por sus posibles propiedades cancerígenas. La máxima
concentración admisible en el ambiente, para que no existan consecuencias
patológicas para las personas, se estima en menos de 100 ppm. El tricloroetileno en
contacto con el agua a altas temperaturas se descompone en ácido clorhídrico, que
resulta corrosivo para instalaciones de materiales férricos. Por tanto, en las
instalaciones que utilicen este disolvente debe llevarse a cabo un adecuado
mantenimiento y limpieza periódicas con soluciones alcalinas, para eliminar los
posibles restos de ácido. El sulfuro de carbono también presenta problemas de
toxicidad de sus vapores; además, al igual que el tricloroetileno, es corrosivo. Por
todo ello, y a pesar de que el benceno, heptano y fracciones análogas, presentan un
menor poder de extracción, se prefieren a los anteriores; aunque últimamente se ha
comprobado que el benceno también presenta graves problemas para la salud.
Además de estos disolventes, pueden utilizarse éter de petróleo, acetona, alcohol
etílico e isopropílico, entre otros muchos. Así, el éter se utiliza en la extracción de

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manteca de cacao, mientras que la acetona es utilizada para extraer el gosipol de
semilla de algodón.
Uno de los subproductos de la industria arrocera es el denominado salvado
de arroz, que posee un cierto contenido en materia grasa, que puede obtenerse
gracias a un proceso de extracción con disolvente. Debido a que este producto se
presenta en forma de partículas pequeñas muy poco permeables a los disolventes,
los equipos utilizados en la extracción del aceite deben ser extractores especiales
del tipo de inmersión o que trabajen a presión. Además, la instalación debe poseer
los filtros adecuados para separar la miscela de las pequeñas partículas sólidas.
Esta misma problemática se presenta con la harina de germen de maíz, debiéndose
procesar de forma análoga. Otro subproducto que puede tener importancia, desde
el punto de vista de un aprovechamiento posterior, es el residuo contenido en la
producción de tomate concentrado. Este residuo contiene, esencialmente, la piel y
las semillas del tomate. Del primero se puede llegar a obtener harina para
alimentación animal, mientras que de las semillas es posible obtener aceite y
harina, mediante un procedimiento de extracción con disolvente. Previo a la etapa
de extracción, las semillas reciben un tratamiento de calentamiento, trituración y
laminado. Los productos obtenidos con la extracción son aceite bruto y harina
agotada. El primero sirve de materia prima en la elaboración de productos
alimenticios, mientras que la harina posee un alto contenido proteico y se usa en la
formulación de piensos compuestos.
Un tipo de aceite obtenido por el método de extracción con disolvente es el
proveniente de granilla o pepita de uva. La dificultad que puede presentar esta
extracción es que el aceite se encuentra fuertemente aprisionado en las células que
lo contienen, además de poseer una constitución leñosa. Es por ello que estas
pepitas deben tratarse previamente con calentamiento y humidificación y posterior
laminado. Una vez obtenidas las partículas laminadas, están listas para la
extracción. Para un mejor rendimiento en este proceso se realiza una doble
extracción: en una primera fase se utiliza un extractor de percolación, para pasar a
continuación a uno de inmersión.

Procesos de extracción en pescados.- Además de las anteriormente


reseñadas, la extracción con disolventes tiene otras aplicaciones, entre las que cabe
resaltar la obtención de aceite a partir de pescado entero o de determinados órganos
como el hígado.
No toda la producción de pescado es apta para el consumo directo humano,
sino que existen grandes cantidades dedicadas a la producción de conservas y
también a la obtención de aceite y harinas. En la obtención de aceite y harinas el
pescado recibe toda una serie de tratamientos, entre los que se incluye una etapa
de extracción con disolventes. Inicialmente el pescado es sometido a cocción, cuya
finalidad es la de coagular las proteínas y esterilizar la materia prima. A
continuación se pasa a una etapa de prensado, en la que se obtiene una torta y una
disolución, que contiene agua y aceite. Esta disolución es centrifugada, con el
objeto de separar el agua del aceite. La torta obtenida en la etapa de prensado es
secada, con lo que se produce una harina, que todavía contiene componentes
grasos; los cuales pueden ser extraídos con un disolvente. De esta forma se obtiene
una harina con un alto contenido proteico y una corriente de aceite-disolvente, de
la que es posible separar una nueva fracción de aceite.

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El equipo utilizado en la extracción debe ser del tipo inmersión, ya que la
torta presenta dificultad para que el disolvente percole a su través. Además, debe
disponer del equipo apropiado de filtración, para lograr una buena separación de la
miscela y las partículas sólidas.
Son varias las especies marinas a las que se da un tratamiento de este tipo,
aunque cabe resaltar las sardinas, anchoas, arenques, etc., de las que se extrae
aceite; así como el conocido aceite de hígado de bacalao de alto contenido
vitamínico.

Otras aplicaciones.- Además de estos procesos aplicados a la obtención de


aceites, existen otros muchos, cuya finalidad es conseguir productos acabados muy
apreciados. Una de estos productos es la fracción péctica de los frutos, utilizada en
la confección de confituras y mermeladas. En la industria de zumo de frutas, uno
de los subproductos es la pulpa agotada. Esta pulpa contiene pectinas, que pueden
extraerse con una solución ácida y posterior precipitación con alcohol.
El pimentón es un condimento culinario, muy utilizado como colorante en
diferentes productos de alimentación. Mediante extracción con hexano es posible
extraer sus pigmentos, obteniendo un colorante llamado oleorresina del pimentón,
que se compone básicamente del aceite de las semillas del pimiento y de los
colorantes del pimentón. Esta oleorresina presenta grandes ventajas frente al
pimentón, ya que posee el mismo poder colorante, pero su volumen es entre un 5 a
10 % del volumen del pimentón, lo que permite una más precisa dosificación y un
indudable ahorro en su transporte. La extracción suele realizarse en extractores
continuos tipo De Smet, obteniendo una miscela que se concentra en una etapa de
evaporación y posterior destilación por arrastre con vapor, hasta obtener un
producto con un 99,25% en oleorresina. Este producto contiene mucílagos o
gomas, que se eliminan por centrifugación. La oleorresina desgomada se lleva a un
secador para eliminar el disolvente, obteniendo un producto final que no contiene
más de 10 ppm de hexano.
Con procesos de extracción sólido-líquido también es posible obtener
diferentes licores alcohólicos, si se utiliza como disolvente extractor alcohol
etílico, y como sólido sustancias tales como naranjas, café, anís, así como una gran
cantidad de hierbas medicinales. También se aplican estos procesos de extracción
en la elaboración de diferentes colorantes y pigmentos que posteriormente son
utilizados en la industria alimentaria.

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