La Didáctica Antes de Los Años Ochenta Del Siglo XX

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MSc. Shirley T.

Icaza Ronquillo
La Didáctica antes de los años ochenta del siglo XX
La Didáctica ha sido definida indistintamente como arte de enseñar, artificio, tratado,
normativa, aprendizaje estudio científico, estudio de la educación intelectual del hombre y
del conocimiento sistemático, ciencia auxiliar, técnica de incentivar, teoría de la instrucción,
ciencia especulativa, doctrina general, método, técnica, procedimiento, disciplina particular,
rama de la Pedagogía, disciplina pedagógica, disciplina pedagógica de carácter práctico
normativo, disciplina reflexivo aplicativa, conjunto de técnicas de enseñanza, teoría de la
instrucción y de la enseñanza, teoría práctica, teoría general de la enseñanza, metodología
de instrucción, metodología que estudia los métodos y procedimientos en las tareas de la
enseñanza y del aprendizaje, conjunto de métodos, ciencia especulativa y tecnológica,
conjunto de interacciones, reflexión científica, campo de conocimiento, campo científico,
tecnología, ciencia y tecnología, ciencia y técnica, ciencia de enseñar y aprender y ciencia.
La mayoría de los autores elaboran sus definiciones de la Didáctica concentrando la atención
en el objeto de estudio de la esta ciencia, lo que constituye una manera simple y poco
convincente, que mutila el verdadero alcance de esta ciencia y limita los estudios
epistemológicos a repetir lo que han dicho otros sin asumir una posición crítica.
La lógica histórica aconseja que el análisis epistemológico de la Didáctica se realice al menos
en dos momentos, antes de la década del ochenta del siglo XX y después de este período. La
década de los ochenta del siglo XX tuvo un peso fundamental en el estallido del interés, las
investigaciones y las aportaciones a la Didáctica, por la convergencia de factores, que
condicionaron su replanteamiento y reconceptualización (Roselló, 2005). La literatura
disponible ofrece un variado y numeroso volumen de definiciones de la Didáctica. En la
edición Nro 23 de 2014 de El diccionario de la Lengua Española, obra lexicográfica de la
Academia, se conceptualiza a la Didáctica como “Perteneciente o relativo a la Didáctica o
la enseñanza. Propio, adecuado o con buenas condiciones para enseñar o instruir. Un método,
un profesor muy didáctico. Que tiene como finalidad fundamental enseñar o instruir. Género
didáctico. Arte de enseñar”.
Entre los pensadores griegos, cuna de la civilización humana y de las nuevas maneras de
comprender el mundo, aparecieron los primeros acercamientos etimológicos a la Didáctica,
en todos los casos con alusiones, imprecisas y generales, pero útiles, a la enseñanza y al
aprendizaje. La palabra didáctica tiene su origen en el término diaktiqué, asociado al arte de
enseñar. “En su etimología griega, la idea de Didáctica estuvo vinculada a muy diversos
significados: la didáctica como el acto de enseñar; el didacta como instructor cualificado
para enseñar; los manuales y métodos de enseñanza como recursos didácticos; las escuelas
como instituciones especializadas en la didáctica; el proceso de aprendizaje como actividad
central del aprendiz y propósito esencial de la actuación didáctica” (Zabalza, 2007). El
término Didáctica procede del griego: didaktiké, didaskein, didaskalia, didaktikos, didasko
(didaktike, didaskein, didaskalia, didaktikos, didasko). Todos estos términos tienen en
común su relación con los verbos enseñar, instruir, exponer con claridad. Didaskaleion era
la escuela en griego; didaskalia, un conjunto de informes sobre concursos trágicos y
cómicos; didaskalos, el que enseña; y didaskalikos, el adjetivo que se aplicaba a la prosa
didáctica.
La palabra didáctica fue empleada por primera vez relacionada con el sentido y la necesidad
de enseñar en 1929, por el alemán Wolfgang Ratked en su libro Aphorisma Didactici

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Precipui o sea Principales Aforismos Didácticos (Sánchez 2012), pero fue desarrollada por
Juan Amós Comenio quien también realizó su aporte en la búsqueda interminable por
encontrar una definición que haga justicia a las verdaderas dimensiones y el significado real
de la Didáctica. La definió como “el artificio fundamental para enseñar todo a todos. Enseñar
realmente de un modo cierto, de tal modo, que no pueda no obtenerse un buen resultado.
Enseñar rápidamente, sin molestias ni tedio ni para el que enseña ni para el que aprende,
antes, al contrario con gran atractivo y agrado para ambos. Y enseñar con solidez, no
superficialmente, no con meras palabras, sino encaminando al discípulo a las verdaderas, a
las suaves costumbres” (Comenio, 1998). La definición ofrecida por Comenio, mirada a luz
del tiempo histórico en que vivió, es aportativa y de mucho valor como punto de apartida de
todo análisis de la Didáctica. Asoció a la Didáctica con el arte, sinónimo de exquisitez y de
sensibilidad y creatividad. La definió como un fundamento esencial para el desarrollo de la
enseñanza y la obtención de resultados positivos, buenos, provechosos y útiles, como un
recurso para vencer el tedio, el aburrimiento y la monotonía, factores aún vigentes en la
docencia contemporánea, y para hacer de la clase un acto entretenido, movilizador de la
atención de los estudiantes y catalizador del interés. Complementa su punto de vista con la
inclusión acertada del aprendizaje y lo condiciona al desarrollo de la enseñanza con las
características mencionadas y sustentada en lo objetivo, en lo práctico, en la verdad, para
que sea duradero, no efímero, temporal o superficial, sino sólido, profundo y convincente.
Herbart (1935) se refirió a la Didáctica como el resultado del estudio científico o de la
combinación entre la enseñanza y la instrucción y consideró a la primera como la vía para
lograr lo instructivo y a la última como medio de concreción de la educación.
Aebli (1958) escribió que la Didáctica es una ciencia auxiliar y aplicada de la Pedagogía
para la realización de tareas educativas que tienen como finalidad deducir el conocimiento
psicológico de los procesos de formación intelectual y revelar las técnicas metodológicas
más adecuadas para el desarrollo de tal proceso. Desde este punto de vista no se establecen
límites entre Pedagogía, Didáctica y metodología; son lo mismo.
Gottler (1962) refirió que la Didáctica es una teoría cuyo centro de atención es la instrucción
educativa. La conceptualiza como ciencia, pero con un carácter especulativo. Alves (1962)
considera que la Didáctica es la disciplina pedagógica de carácter práctico y normativo, el
conjunto sistémico de principios, normas, recursos y procedimientos específicos que sirven
para aprender los contenidos en estrecha vinculación con los objetivos educativos
propuestos. Buyse (1964) dice que la Didáctica es la rama de la Pedagogía encargada de
establecer las regulaciones para el desarrollo de la práctica docente.
Stoker (1964) hizo público su criterio en el que refiere que la Didáctica es una teoría que
sustenta el proceso de instrucción y enseñanza en toda la amplitud y totalidad de los niveles
escolares. Concretamente dice: "La didáctica general plantea las cuestiones generales de toda
la enseñanza comunes a todas las materias, intenta exponer los principios o postulados que
en todas las asignaturas se presentan y que ha de ser objeto de consideraciones
fundamentales" y
Tomachewski (1967) asume una posición en la que manifiesta que la Didáctica es la teoría
general de la enseñanza y que se centra por tanto en el conjunto de principios y técnicas que
tiene un carácter general en tanto son aplicables a todas las disciplinas de este proceso.

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Titone (1970) en su Metodología didáctica, polémico desde la definición del título de su
publicación, asume la Didáctica en dos sentidos. En el primero, concibe a la Didáctica como
como una metodología para la instrucción y en el segundo, como una tecnología de
enseñanza. Villalpando (1970) describe a la Didáctica como la parte de la Pedagogía que
establece los procederes para conducir al educando en un proceso progresivo de adquisición
de conocimientos que incluye técnicas y hábitos, la organización más conveniente del
contenido que debe asimilar el estudiante y los elementos que auxilian al docente en su
conducción.
En los años que anteceden a la década de los ochenta del siglo XX la Didáctica no había
logrado llamar la atención de un grupo numeroso de investigadores, ni de estudiosos con el
poder movilizativo de los años posteriores. La explosión de intereses, teóricos y prácticos
acerca de la Didáctica, cuyas definiciones fueron diversas, lejos de aminorarse se ha
acrecentado y la polémica en torno a la teoría que la sustenta y los argumentos que se utilizan
en la defensa de cada posición son tan variados como cuestionables en múltiples ocasiones.
En todas las posiciones, no obstante, la heterogeneidad de términos, se aprecia un consenso
relacionado con que la Didáctica busca un equilibrio entre la manera de enseñar y el
resultado del aprendizaje, pero ninguna resuelve convincente la interrogante, devenida
problema, ¿qué es la Didáctica? Fernández (1970) "A la didáctica general le corresponde
el conjunto de conocimientos didácticos aplicables a todo sujeto, mientras la didáctica
especial es todo el trabajo docente y métodos aplicados a cada una de las disciplinas o artes
humanas dignas de consideración. La didáctica especial tiene un campo más restringido que
la didáctica general, por cuanto se limita a aplicar las normas de ésta, al sector específico de
la disciplina sobre la que versa”. Su definición establece diferencias entre dos Didácticas,
una general y otra especial, pero tampoco logra acercarse a la solución del problema que
significa ofrecer una definición objetiva y práctica de la Didáctica, que constituya un
instrumento orientador para los docentes.
Nérici (1973) constituye una de las primeras referencias que asocia a la Didáctica con la
ciencia, con la enseñanza y el aprendizaje. Establece una dialéctica entre conocimiento de la
Didáctica, eficiencia de la enseñanza e intereses y características individuales y sociedad en
general “(…) el estudio de la didáctica es necesario para que la enseñanza sea más eficiente,
más ajustada a la naturaleza y a las posibilidades del educando y de la sociedad, es el
conjunto de técnicas destinado a dirigir la enseñanza mediante principios y procedimientos
aplicables a todas las disciplinas, para que el aprendizaje de las mismas se lleve a cabo con
mayor eficiencia”. Opina que la Didáctica posee capacidad para la integración de saberes,
fruto de la actividad práctica y creadora de los docentes que derivan y perfeccionan el
conjunto de técnicas que se aplican para el desarrollo de la enseñanza. Concreta que “La
didáctica es un conjunto de técnicas a través de las cuales se realiza la enseñanza; para ello
reúne con sentido práctico todas las conclusiones que llegan a la ciencia de la educación”.
Finalmente ofrece una definición más acabada y práctica y considera que la Didáctica es
(…) el estudio del conjunto de recursos técnicos que tienen por finalidad dirigir el
aprendizaje del alumno, con el objeto de llevarle a alcanzar un estado de madurez que le
permita encarar la realidad, de manera consciente, eficiente y responsable, para actuar en
ella como ciudadano participante y responsable”.

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ESTUDIO EPISTEMOLÓGICO
Esta sección se presenta en tres subsecciones para mayor claridad: (i) La Didáctica después
de los años ochenta del siglo XX; (ii) La Didáctica: su nueva definición, y iii) La
transformación del nivel de conocimiento didáctico de los docentes.
La Didáctica después de los años ochenta del siglo XX
En la década del ochenta del siglo XX hubo un estallido de intereses investigativos, teóricos
y prácticos acerca de la Didáctica que trasciende hasta nuestros días, que involucró a varias
áreas geográficas, pero que tuvo una expresión relevante dentro del continente
latinoamericano. La curiosidad que sintieron muchos investigadores de las ciencias sociales,
especialmente los dedicados a las ciencias de la educación y particularmente al ejercicio de
la docencia, hizo que la atracción investigativa por esta materia alcanzara dimensiones nunca
vistas en este nuevo marco histórico. La avalancha de incursiones en torno a la teoría de la
Didáctica no significó el fin de la polémica centrada en su cuerpo teórico, todo lo contario,
avivó más el contrapunteo y ensanchó el espectro de posibilidades reales y subjetivas para
la emisión de criterios, muchas veces dispersos, imprecisos y contradictorios, que han
mantenido la vigencia del debate hasta la realidad educativa contemporánea, desde cuya
perspectiva no se avizora el horizonte del diálogo final.
Llegar al punto convergente que acerque a los académicos contemporáneos a una definición
consensuada acerca de la Didáctica parece todavía una quimera, aunque la utopía es más
realizable en la segunda decena del siglo XXI “Innegablemente, la Didáctica ha
experimentado, igual que las demás Ciencias Sociales, las vicisitudes de las indefiniciones
epistemológicas, conceptuales y metodológicas” (Díaz, 2001). La cuestión no responde solo
a la desenfrenada vocación por polemizar; se trata de otros factores “En la actualidad,
enseñar se hace cada vez más complejo y aprender se ha convertido en una experiencia
mucho más desafiante para los alumnos” (Moreno, 2011). El creciente interés por la
Didáctica como ciencia no es casual. Está vinculado con la complejidad del mundo, con la
necesidad de formación del talento humano para garantizar el desarrollo, con la aparición de
nuevos problemas y conflictos y la persistencia de otros, con el insistente reclamo del
derecho a la educación y la proximidad a la sociedad del conocimiento.
Tras la caída de muro de Berlín, el fin de la “Guerra Fría” y la expiración del conflicto Este-
Oeste, se celebró en 1990, la Conferencia Mundial de Educación para Todos, auspiciada por
la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
(UNESCO), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Fondo
Internacional de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Banco
Mundial. Allí surgió “El movimiento de Educación para Todos”, un compromiso mundial
de garantizar educación básica de calidad a todos los niños, jóvenes y adultos, una visión
ampliada del aprendizaje. En el cónclave se formularon ocho objetivos, el segundo de ellos
fue lograr la enseñanza primaria universal: velar por que todos los niños y niñas puedan
terminar un ciclo completo de enseñanza primaria. En el año 2000 en Dakar, Senegal, se
ratificó el compromiso relacionado con la Educación para Todos y el plazo se entendió hasta
2015. Para lograr el objetivo de 1990, se definió: ampliar el cuidado y la educación de la
primera infancia, proporcionar educación primaria gratuita y obligatoria para todos,
promover el aprendizaje y las habilidades para la vida de los jóvenes y adultos, aumentar la

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alfabetización de adultos, conquistar la igualdad de género y mejorar la calidad de la
educación
Tabla 3: Factores que contribuyeron al desarrollo de la Didáctica en década del
ochenta del siglo XX

El objetivo propuesto no se logró. El 25 de diciembre de 2015, la Asamblea General de


Naciones Unidas, aprobó una en la que estableció 17 objetivos para el 2030, relacionados
con problemas del mundo. Uno de ellos consiste en garantizar una educación inclusiva y
equitativa de calidad y promover oportunidades de aprendizaje permanente para todos. Esta
realidad determinó que las inversiones en la educación aumentaran, en una mezcla de nobles
aspiraciones y ambiciones económicas. Las inversiones mundiales en educación ascienden
a 2000 billones de dólares, más del doble del mercado mundial del automóvil. Es por esto
que es un área atractiva y de gran potencial para un capital ávido de nuevas áreas de
valorización. Desde el inicio de la década de 1990, los analistas financieros han llamado la
atención para el potencial que tiene la educación para transformarse en uno de los más
vibrantes mercados del siglo XXI (Sousa, 2007). Esta realidad también contribuyó a nuclear
la atención y el interés alrededor de la Didáctica.
Blankertz (1981), quien había afirmado que la pedagogía del nazismo tenía su raíz en el culto
a la personalidad del Hitler entre la juventud burguesa alemana, planteó con cierta
inseguridad, que parecía adecuado decir que la Didáctica y lo didáctico se refieren (como
sustantivo y adjetivo) a actividades de enseñanza o de formación en general. Pacios (1982)
asegura que la Didáctica es una ciencia especulativa y tecnológica. Pérez (1982) la considera
como ciencia y tecnología del sistema de comunicación intencional, donde se desarrollan los
procesos de enseñanza-aprendizaje, orientada a optimizar la formación intelectual.
Fernández y Sarramona (1984) dicen que es la ciencia de la educación de carácter teórico-
normativo que busca la adquisición de hábitos intelectuales mediante la integración del
aprendizaje de los bienes culturales. Benedito (1987) cree que la Didáctica está en camino
de ser ciencia y tecnología a la vez, pero aún no lo es, que se construye, desde la teoría y la
práctica, en ambientes organizados de relación y comunicación intencional, donde se
desarrollan procesos de enseñanza y aprendizaje para la formación del alumno. Rosales

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(1988) alega que es la ciencia del proceso de enseñanza sistemática, en cuanto optimizadora
del aprendizaje y Contreras (1990) la ve como la disciplina que explica los procesos de
enseñanza-aprendizaje para proponer su realización, consecuente con las finalidades
educativas. En un lapsus de tiempo que no supera la decena de años estos autores consideran
que la Didáctica es disciplina, ciencia en formación, ciencia complementaria y ciencia
indistintamente y recurren al objeto de estudio como elemento determinante en su definición.
Sacristán (1989) ofreció un nuevo punto de vista "La Didáctica, como disciplina científica a
la que corresponde el guiar a la enseñanza, tiene un componente normativo y otro
prescriptivo (…) es ciencia, arte y praxis”. El primero de los componentes se encarga de
establecer las normas bajo las cuales se desarrolla la enseñanza y el segundo de los
estándares terminológicos necesarios, según el autor, para la comprensión y aplicación de la
teoría didáctica. Vasco (1990) revela un criterio desde cuya óptica considera a “la Didáctica
no como la práctica misma del enseñar, sino como el sector más o menos bien limitado del
saber pedagógico que se ocupa explícitamente de la enseñanza".
Carvajal (1990) escribió que la Didáctica “Es la ciencia de la educación que estudia e
interviene en el proceso de enseñanza aprendizaje con el fin de conseguir la formación
intelectual del educando, (…) es parte de la pedagogía que se interesa por el saber, se dedica
a la formación dentro de un contexto determinado por medio de la adquisición de
conocimientos teóricos y prácticos, contribuye al proceso de enseñanza aprendizaje, a través
del desarrollo de instrumentos teóricos-prácticos, que sirvan para la investigación, formación
y desarrollo integral del estudiante”.
De la Torre (1993) definió a la Didáctica como una disciplina pedagógica cuyo centro gira
alrededor de los procesos de formación en contextos deliberadamente organizados. Álvarez
(1993) no duda en reconocer la condición de ciencia de la Didáctica y enmarca su evolución
dentro de la búsqueda de las soluciones de los problemas contemplados en el proceso
docente-educativo de las instituciones educacionales, cuya función es preparar al ser humano
para los retos de la vida de manera sistémica y eficiente. Para este autor la Didáctica “(…)
es una ciencia social, humanística y sus leyes tienen una naturaleza dialéctica. Cervantes
(1996) plantea que la Didáctica es un aspecto de manifestación práctica inherente a la
Pedagogía, que tiene como sustento una teoría científica.
Camilloni (1994) desde su posición teórica asegura que la Didáctica es la teoría de la
enseñanza, heredera y deudora de muchas otras disciplinas, que al ocuparse de la enseñanza
se constituye en oferente y dadora de teorías en el campo de la acción social y del
conocimiento. En estas tres definiciones salta a la vista la identificación de la Didáctica con
uno de los componentes esenciales de su núcleo sistémico; la enseñanza. El aprendizaje no
entra en esta cobertura, ni siquiera como un proceso diferenciado, mucho menos como
manifestación de un proceso único.
Para Álvarez (1997), también la Didáctica es una ciencia, pero no acabada, en construcción,
que se nutre de la realidad educativa sometida, a su vez, al análisis y a la reflexión de
educadores y educandos. La autora defiende en su propuesta la relación estrecha de la
Didáctica y la Pedagogía y asegura que se alimenta de la reflexión colectiva, del análisis y
la observación de la compleja realidad educativa y para su desarrollo aplica métodos y
técnicas, propios de la investigación que la enriquecen y contribuyen a su crecimiento teórico
práctico.

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Otros investigadores aseveran que “En los últimos años la Didáctica se ha revalorizado, lo
que está asociado al avance en la elaboración de un cuerpo teórico propio. La Didáctica
actual es ese campo de conocimientos, de investigaciones, de propuestas teóricas y prácticas
que se centran, sobre todo, en los procesos de enseñanza y aprendizaje” (Addine et al., 1998).
Díaz (1999) explica que la Didáctica pude definirse como la ciencia que explica y aplica lo
relacionado con la enseñanza como la tarea intencional y sistemática y como la estrategia
expedita para lograr la formación del hombre. Fuentes (2000) dice que es una ciencia
asociada al proceso de formación profesional y que se expresa en funciones, contradicciones,
categorías y leyes y que existen la Didáctica General y las Didácticas Especiales. La primera
posibilita la concepción, estructuración y el desarrollo de dicho proceso en sus aspectos más
generales y la segunda desempaña la misma función en un marco más estrecho; en las
ciencias, las tecnologías y las artes particulares. También insiste en la idea de la existencia
de la Didáctica de la Educación Superior, de la cual depende la efectividad, eficacia y la
eficiencia de los profesionales encargados del desarrollo integral de cada país.
Gervilla (2000) la concibe como la ciencia de la educación que estudia todo lo relacionado
con la enseñanza: diseño de las mejores condiciones, ambiente, clima, para conseguir un
aprendizaje excepcional y el desarrollo completo del alumno. Díaz (2001) plantea la relación
de la Didáctica con otras disciplinas del saber académico, pero siempre asociada a la
enseñanza y escribe que “puede definirse como un marco explicativo interdisciplinario
donde confluyen los aspectos filosóficos, psicológicos y sociológicos de la enseñanza, los
cuales permiten dar profesionalismo y cientificidad al acto educativo en cualquier nivel y en
cualquiera asignatura. Mallart (2001) también se adhiere a la definición de la Didáctica como
la ciencia de la educación, cuya finalidad consiste en lograr la formación intelectual de los
educandos.
Sevillano (2004) la considera como la ciencia teórico-normativa que guía intencionalmente
el proceso optimizador de enseñanza-aprendizaje, en un contexto determinado e interactivo
y posibilita la aprehensión de la cultura con el fin de conseguir el desarrollo integral del
estudiante. Otros estudiosos reconocen los avances de la Didáctica como ciencia en los
últimos 20 años, como consecuencias de la reflexión, el debate y los aportes de los
participantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje, complejo y multifactorial. Plantean
que la Didáctica es una teoría práctica, cuya realización principal consiste en el desarrollo
de principios de contextualización e intercomunicación entre las teorías, con el fin de evitar
el dogmatismo de carácter metodológico (Addine., et, al, 2004). El alcance de la Didáctica
no se reduce a la enseñanza; su dimensión se complementa con la integración del aprendizaje
y su comprensión como proceso.
Hashimoto (2006) trae a colación uno de los elementos más discutidos de la vieja polémica.
Categórica y abiertamente niega que la Didáctica es una ciencia, y alega que las definiciones
de la Didáctica, su quehacer, el análisis lógico y epistemológico, conducen a una conclusión
sin mucho margen de contradicción; la Didáctica no es una ciencia. Asegura que la Didáctica
es una tecnología de la educación y como tal estructura, desarrolla, y transforma el proceso
de enseñanza-aprendizaje con el propósito de viabilizar la formación eficiente, eficaz y con
calidad del estudiante. Es tecnología, según el autor, porque utiliza la técnica en el proceso
formativo conscientemente y basada en la ciencia y reflexiona acerca de ellas para mejorarlas
y porque tiene un fin determinado.

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Zabalza (2007) retoma el análisis de la enseñanza y el aprendizaje como proceso asociado a
la Didáctica y la define como ese campo de conocimientos, de investigaciones, de propuestas
teóricas y prácticas que se centran en los procesos de enseñanza y aprendizaje: cómo
estudiarlos, cómo llevarlos a la práctica en buenas condiciones y cómo mejorar todo el
proceso. Medina et al., (2009) describe a la Didáctica como la disciplina o tratado riguroso
de estudio y fundamentación de la actividad de enseñanza en cuanto propicia el aprendizaje
de los estudiantes en los más diversos contextos. Madrid y Mayorga (2010) consideran que
la Didáctica es el campo de acción de numerosas investigaciones de proyecciones teóricas y
prácticas, cuyos aportes han enriquecido el sistema de conocimientos y han determinado su
carácter de ciencia en dos dimensiones, la teoría y la práctica.
Pla et al., (2010) establece una relación entre la Pedagogía y la Didáctica, manifestó que “La
Didáctica es una rama de la Pedagogía, que adquiere el carácter de ciencia en la medida que
estudia un nivel cualitativo de organización del proceso educativo que posee peculiaridades,
que tienen que ver con las relaciones internas que se producen entre el educador y el alumno
mediados por los componentes: objetivos, contenidos, métodos, formas, medios, evaluación
desde un objeto preciso del conocimiento” y Moreno (2011) analizó los nuevos desafíos que
tendría que enfrentar la Didáctica en el contexto del siglo XXI, en la época de la sociedad
del conocimiento.
Desde estos horizontes. “La didáctica no debe concebirse únicamente como un variado
conjunto de estrategias docentes amplias y coherentes con la finalidad de que el profesor
pueda aplicarlas en el contexto del aula”. Asumir tal posición sería simplificar, minimizar,
reducir el alcance esta ciencia. La Didáctica debe ser abordada desde posiciones teóricas que
pueden variar según los enfoques que se asumen para el ejercicio de la docencia. En 2016
investigadores de la Universidad Técnica del Norte, de la república del Ecuador, se adhiere
a la posición que defiende la dialéctica entre la Pedagogía y la Didáctica, la condición de
ciencia de ambas y sus particularidades, así como la vigencia del debate académico
relacionado con la polémica del tema, pero deslindan la esencia de cada una y las diferencias
que preservan la esencia de cada cual (Abreu et al., 2016).

La Didáctica: su nueva definición


Enunciar una definición es un reto, una tarea profesional de alta complejidad teórica. La
definición es un procedimiento científico, un ejercicio de pensamiento, un esfuerzo y una
construcción intelectual; una proposición lógica, precisa, objetiva, coherente, concreta,
peculiar y orientadora relacionada con los objetos, los seres, los fenómenos, las cosas y las
ideas, que propicia la representación gráfica de estos y la comprensión de los conceptos que
los tipifican, que los revelan como tales, de la manera más inequívoca posible permitida por
la profundidad del conocimiento que se posea acerca de ellos. Para lograr una definición de
la Didáctica como ciencia que haga justicia a su función e importancia para el desarrollo de
la educación, es necesario concebirla mental, teórica y prácticamente en toda su dimensión,
en la totalidad de su alcance dentro de la multiplicidad de relaciones y sucesos que ocurren
en el complejo proceso que se desarrolla dentro de cada aula de una institución educativa,
en función de un aprendizaje verdaderamente desarrollador, asumido por el docente y por el
estudiante como destinatario y principal beneficiario del mismo, cuyo colofón es la
formación integral de la personalidad en un contexto diverso, cambiante, exigente, polémico,

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contradictorio en el que existe una comunidad de intereses diferentes, reconocibles,
conciliables y respetables.
Como resultado del proyecto se elaboró una nueva definición de la Didáctica: es una de las
ciencias de la educación en pleno desarrollo. Está estrechamente vinculada con otras ciencias
que intervienen en el proceso de enseñanza aprendizaje integrado e institucionalizado,
especialmente con la Pedagogía, pero conserva sus particularidades y su esencia propia.
Como ciencia orienta, socializa, integra y sistematiza en un cuerpo teórico en evolución
ascendente, continua y sistemática, los resultados investigativos y de la experiencia
acumulada en la práctica educativa, orientados a la exploración de la realidad del aula, a la
detección, el estudio y la búsqueda de soluciones acertadas de los problemas que afectan e
impiden el desarrollo óptimo, eficaz y eficiente del proceso de enseñanza-aprendizaje en su
manifestación más amplia y contemporánea, que implica emocional y físicamente a
profesores y estudiantes y los coloca en posición de éxito, en roles diferentes, pero con un
propósito similar, a los primeros como guías, conductores del mismo y a los últimos como
sujetos de su propio aprendizaje capaces de aprender el contenido de las asignaturas y los
métodos para conseguirlo y de valorar críticamente las estrategias aplicadas para lograrlo,
revela al método como parte del contenido, crea y desarrolla estructuras de participación que
se sustentan en el diálogo y la retroalimentación, que facilitan la construcción y el desarrollo
del aprendizaje, concebido, ejecutado y dirigido en el marco de instituciones educativas, para
explicar, relacionar, demostrar y aplicar conocimientos necesarios para la vida práctica, en
función de la formación integral de la personalidad, mediante el ascenso progresivo de la
dependencia a la independencia autorregulada y a la capacidad de aprender por sí mismo
durante toda la vida, en correspondencia con sus aspiraciones, sociales, grupales e
individuales y el contexto, en un entorno histórico concreto.
La transformación del nivel de conocimiento didáctico de los docentes
La falta de dominio de la teoría de la didáctica y los errores en su aplicación práctica conduce
a resultados negativos en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La Didáctica bien conocida
y puesta en práctica conduce a resultados como los descritos en la definición conceptual
anterior.
Las definiciones anteriores coinciden en que la Didáctica es una ciencia relativamente joven,
en pleno desarrollo, se ubica dentro del segmento de las ciencias de la educación, está
relacionada con la Pedagogía y con otras ciencias, tiene una estructura teórica, un objeto de
estudio y una función teórica y práctica de marcada vigencia. Estas definiciones son diversas,
heterogéneas, dispersas, en algunos casos imprecisas y no permiten la verdadera revelación
de la representación gráfica y holística de la Didáctica como ciencia al servicio de los sujetos
personalizados de la educación actual. El alcance de estas definiciones cubre a los docentes
y excluye a los destinatarios, a los estudiantes para quienes se desarrolla el PEA, lo que
evidencia la necesidad de una nueva definición que se acerque más a la realidad, que sea
más práctica, y valiosa, por tanto, y que ofrezca un visón más comprensible para los docentes
y más útil para los estudiantes.
La Didáctica es una ciencia que sustenta esta condición en un sistema teórico, todavía
imperfecto, en desarrollo ascendente, pero propio, en el que se integran conceptos,
definiciones, categorías, leyes, principios y un objeto de estudio que no le corresponde otra

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ciencia, polémico y posible de perfeccionar, con una esencia propia y particular, cuyo
desarrollo está asociado a la investigación y a las experiencias prácticas contextualizadas
alrededor de todo lo que sucede en el aula, en función del aprendizaje desarrollador y la
formación integral de los estudiantes

REFERENCIAS
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