Acciones y Títulos Desmaterializados-1
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Por otra parte considera que sólo es posible proponer la materialización de los
valores, la cual puede darse de dos diferentes formas:
Mediante el instrumento documental y físico que se ha venido denominado ¡Error!
No se encuentra el origen de la referencia., legal y casi universalmente; y
Mediante registro electrónico pudiendo denominárseles valores registrados.
En las compraventas que se realizan dentro del tráfico mercantil está muy
extendida la utilización de algunos títulos valores como medio de pago y, en
ocasiones, como instrumento de crédito.
Se pueden transmitir estos títulos valores por la mera entrega del documento
a otra persona. Debiendo abonar el crédito el emitente (deudor) en la fecha del
vencimiento a cualquier poseedor legítimo. A este tipo de título valor pertenece el
cheque al portador.
Por otra parte, el art.218 de la Ley del Mercado de Valores permite que la
transformación de títulos a anotaciones en cuenta también pueda efectuarse a
solicitud de sus titulares cuando su representación mediante anotación en cuenta
sea requisito para su negociación en rueda de bolsa. Esta transformación afecta sólo
a los solicitantes, pudiendo a su vez ser revertido, correspondiéndole a éste los
costos.
En ese mismo sentido, se debe señalar que la acción cambiaria tiene dos
connotaciones: una sustancial y la otra procesal. La primera está vinculada a la
pretensión cambiaria, esto quiere decir el derecho sustancial del tenedor de obtener
el pago; mientras que la segunda responde a la intervención del estado, quien
tutelará la pretensión jurídica material interpuesta por el tenedor.
En ese mismo sentido, se debe señalar que esta acción la ejerce el tenedor
del título valor hacia el aceptante (o librador) y sus avalistas. La acción cambiaria
directa es aquella que reviste de legitimidad el reclamo del acreedor hacia su deudor
y avalista.
Maisch Von Humboldt afirma que “la acción cambiaria directa es la facultad
concedida al tenedor legítimo de la cambial (acreedor cambiario) para interponer un
proceso ejecutivo en contra del aceptante (deudor cambiario y/o su avalista) para
conseguir la prestación debida, realizando los bienes del deudor” (Humboldt, 1968,
pág. 166).
Al respecto, se debe señalar que hay dos formas de ejercitar la acción directa:
por el portador y el obligado de regreso. La primera es realizada por el ultimo
endosatario contra el aceptante y/o avalista, lo que podrá reclamar es el monto de la
letra no pagada con los intereses respectivos; los intereses a partir del vencimiento,
según la tasa indicada en el título, en caso no se haya estipulado, se aplicará el
interés legal, entre otros.
[…] “El regreso no consiste sino en el uso que hace el tenedor de la letra de la
garantía que asumen el librador, el avalista y los endosantes en virtud de sus
respectivas promesas indirectas de pago; y su nombre proviene sencillamente de
que, al dirigirse el tenedor de la letra contra el librador, los endosantes, o los
avalistas, procede en sentido inverso al curso normal de aquella, volviendo o
regresando sobre personas que le preceden en la tenencia y firma del documento…”
(Uría, 1990, pág. 862)
En ese mismo sentido, se puede afirmar que esta acción es ejercida por el
tenedor del título cambiario contra el librador, el avalista y los endosantes, ya que, al
firmar el documento, los intervinientes realizaron promesas indirectas de pago, por lo
cual, deberán reembolsar al tenedor por el pago de la obligación. Esta vía se aplica
en sentido inverso, esto quiere decir, que se regresa sobre las personas que
anteriormente tenían y firmaron el título valor, con excepción del acreedor y/o deudor
principal.
En otro orden de ideas, el segundo supuesto establece que los títulos valores
no sujetos a protesto, deberán tener otra formalidad con la finalidad de acreditar el
incumplimiento de la obligación, el cual será una constancia, y así poseer el mérito
ejecutivo.
Por otro lado, la tercera premisa responde a los títulos valores no sujetos a
protesto, ni a formalidad sustitutoria, en este supuesto el acreedor deberá comunicar
a la Cámara de Comercio Provincial para la inscripción en el registro de protestos,
con la finalidad de ejercitar las acciones cambiarias derivadas del título cartular.
Artículo 96
“96.1 Las acciones cambiarias derivadas de los títulos valores, prescriben:
96.3 Sin perjuicio de lo señalado en el segundo párrafo del Artículo 95, los
plazos de prescripción establecidos en el presente artículo son perentorios y no
admiten interrupción, ni suspensión. El reconocimiento judicial del título valor
vencido no interrumpe los plazos de prescripción señalados en el presente artículo
para el ejercicio de las acciones cambiarias derivadas de él.”
Del texto anteriormente citado, se puede observar que esta acción es el último
recurso procesal que puede interponer aquel acreedor que ha perdido la acción
cambiaria y la acción causal del título cambiario, ya que el derecho no puede
amparar el enriquecimiento indebido, siempre y cuando el documento no haya
prescrito.
IX. Ventajas.
X. Consecuencias.
4. Puede entregar la letra a otra persona tal y como la recibió, en este caso la
ley presume que recibió la letra del firmante en blanco.
5. Las tecnologías han logrado crear nuevos títulos valores, los cuales son:
bonos y acciones. Estas figuras han sido incorporadas en la Nueva Ley General de
Títulos Valores, la cual establece que el documento cambiario podrá ser en soporte
electrónico, a este proceso se le llama desmaterialización.