La Predicación para Alcanzar Las Nuevas Generaciones

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La predicación para alcanzar las nuevas

generaciones: elementos y herramientas


esenciales para alcanzar ese objetivo
Marcelo Ferreira Cardoso

La finalidad de este artículo es mostrar que la predicación es un arte,

pero antes que nada, es una ciencia y como tal, exige experiencia y

técnica de los que se dedican a la preparación y presentación. Hacer

que el mensaje bíblico sea atractivo al oyente siempre fue un desafío

enorme, sin embargo, esa actividad se presenta más compleja todavía

cuando se mira al público destinatario actualmente en las iglesias, y no

podemos olvidar que este público está compuesto por individuos de la

llamada nueva generación. Es inevitable que surjan las siguientes

preguntas en el escenario cuando el tema es sermones: ¿Cómo hacer

que los mensajes bíblicos de los púlpitos sean atractivos y relevantes

para las nuevas generaciones? ¿Cuáles son los elementos esenciales de

un sermón para alcanzarlos? ¿Qué estrategias deben ser empleadas para

la preparación del mensaje y su debida presentación? Los objetivos

específicos de este artículo están en presentar una explicación sucinta

del papel de la predicación en el ambiente religioso cristiano, las

principales características de los grupos generacionales definidos por la

sociología y conocer estrategias que puedan ser relevantes en el

alcance de las llamadas, nuevas generaciones. La metodología aplicada

en la elaboración de este trabajo consistió en una revisión bibliográfica

de diversos autores que tratan de temas sobre homilética, estudio de

generaciones, y más específicamente sobre las nuevas generaciones que

conforman el universo social actual.

01
INTRODUCCIÓN

Derivado de la seguridad del apóstol en considerar la predicación como

algo de suma importancia en el ejercicio del ministerio pastoral, Pablo en

su carta al joven pastor Timoteo (2 Tim. 4:2), lo aconseja a ejercer con

responsabilidad la noble tarea de la exposición de las Sagradas

Escrituras, y que sirve perfectamente para nuestros días. Una

investigación reciente realizada por el Instituto Gallup, en los Estados

Unidos, confirmó la importancia de los sermones en la vida del creyente y

de este pasaje bíblico, al identificar que para el 82% de los fieles

evangélicos de diversas denominaciones los sermones que se predican en

las iglesias y que enseñan profundamente sobre las Escrituras son la

mayor razón para motivarlos a continuar yendo a los cultos, mientras el

76% de los cristianos en general dicen que valoran más los sermones que

conectan su vida a los desafíos de la vida cotidiana. (1)

Elena de White resaltando el tamaño

y la importancia de esa tarea se

dirige a los que se disponen a esta

actividad informándoles que

necesitan entender que la exposición

de la Biblia por medio del sermón no

consiste en una acción orientada

solo por el talento y la sabiduría

humana, sino debe venir del Espíritu

Santo para que esté siempre lleno

del poder de Dios y cumpla su

voluntad. (2)

¿Cuál es entonces la razón de su relevancia? La

respuesta está unida directamente a la función

principal que tiene un sermón, la de ser presentado

objetivando el deber supremo de llevar a los oyentes

a una determinada acción. El mensaje no tiene solo

la función de enseñar o de repasar alguna

información, es más, esos (enseñanza y

comunicación) deben ser instrumentos para conducir

a aquel que oye a una posición ante la Biblia y

generar una transformación de vida. (3)

02
No se puede negar, que para los que predican,

esta es una de las tareas realizadas en la

iglesia que exige más cuidado, esta va desde

la preparación a la hora de escribirlo, hasta el

momento de presentarlo. Stott distingue la

predicción como algo indispensable para el

cristianismo, pues el cristianismo es una

religión esencialmente de la expansión de la

Palabra de Dios. (4)

Pero, el influyente pastor británico, Martyn

Lloyd-Jones, llegó a aseverar un día que

predicar es uno de los grandes privilegios

dados por Dios a los que se ponen a su

disposición para tal actividad:

“Predicar es la actividad más admirable y emocionante en la cual una

persona puede estar ocupada, por lo que ella puede propiciar a todos

nosotros en el presente y por las gloriosas e infinitas posibilidades

que nos reserva en el futuro eterno”. (5)

En los días de hoy se avecina un enorme desafío, además de los que ya

suelen preocupar normalmente a los líderes religiosos o hermanos laicos

que se disponen a la actividad de la exposición de la Biblia, que es el de

hacer sermones que alcancen a un grupo cada vez mayor de personas

formado por lo que los sociólogos y estudiosos identifican como las

“nuevas generaciones”; ellas establecen un marco nuevo en las relaciones

humanas, dentro de las más diversificadas áreas de la sociedad

contemporánea, incluyendo la religión. Faustino presenta en el prefacio

de la obra de Hervieu-Léger, un escenario del panorama religioso

brasileño, donde hace una recomposición de una imaginación a partir del

siglo XX marcado por la crisis de las religiones institucionalizadas, aliada

a un desinterés por la formalidad caracterizada por las religiones

tradicionales, que han producido individuos desinteresados por la religión

o “creyentes paseadores” y sin compromiso con una filiación religiosa,

estando muchos de ellos incluidos en estas nuevas generaciones. (6)

03
En la actualidad se vive una crisis religiosa

sin precedentes en el escenario mundial, en

gran parte esa crisis se debe a la ruptura de

las relaciones entre las llamadas religiones

abrahamicas abrahamicas y una sociedad

occidental cada vez más laicizada. Se

entiende por laicización, cuando una

sociedad se torna menos susceptible a los

deseos y las reglas impuestas por las

instituciones religiosas vigentes,

distanciándose del modelo de una iglesia que

impone reglas morales, sociales y culturales

para esta sociedad. Sobre este modelo de

laicización de la sociedad occidental, los

sociólogos dan el nombre de teoría de la

secularización y que ha dominado la reflexión

de las relaciones humanas con diversas áreas

de la vida, inclusive con la religión y su

futuro, permeando lo que se convino llamar

en algún momento posmodernidad. (7)

El presente artículo transitará por este

ambiente y tendrá como objetivo principal traer

una comprensión para el momento actual que

está pasando la religión hoy, más precisamente

el cristianismo. Presentará la relación de la

religión con la llamada nueva generación (NG) y

las herramientas esenciales para conseguir

alcanzar este nicho sociológico a través de

sermones y predicaciones de las Sagradas

Escrituras. Se hace necesario comprender el

espacio que el sermón tiene en la iglesia, su

relevancia en los miembros y cómo lo ven las

personas de afuera de ella, entendiendo, sin

embargo, las estrategias para la preparación

del mensaje y su debida presentación a la (NG).

04
1.IMPORTANCIA DE LA PREPARACIÓN Y
PRESENTACIÓN DE UN SERMÓN

Si la finalidad es hablar de predicación en

este artículo, se debe comprender lo que es y

lo que representa esta actividad. Predicar es

una de las tareas más arduas y desafiantes

reservadas al ser humano. Stott, basado en

las palabras de Pablo (1 Cor. 4:1, 2), afirmó:

“el predicador es un dispensador de los

misterios de Dios, o sea, de la auto revelación

que Dios confió a los hombres y es

preservada en su Palabra”. (8) Esto significa

que es una responsabilidad enorme ponerse

ante personas para hablar en su nombre y

para eso se exige preparación. (9)

La homilética como ciencia y silla en la

teología cumple este propósito y para su

mejor comprensión cabe un análisis de su

definición. En el diccionario Aurelio, la

palabra homilética se presenta como el

“arte de predicar sermones religiosos”.

(10) En el griego vernáculo es, o μilia


(homilía), que significa discurso público,

pero que con el pasar del tiempo

adquirió el sentido de una función o

discurso religioso. Partiendo para una

perspectiva más específica, Broadus

enaltece que la homilética como ciencia,

es nada más que la adaptación de la

retórica ante el propósito y necesidades

de la predicación cristiana; (11)

entonces, se puede resumir homilética

como la ciencia y el arte de la

predicación.

05
Como fue visto antes, la homilética además de ciencia también debe

considerarse como un arte, pues al trabajar en la preparación de un

sermón se hace de manera artesanal siguiendo punto por punto los

elementos que forman sus partes, hasta finalmente concluirlo y

contribuir así para que muchos encaren la homilética como el arte de

la predicación. Otro punto de extrema importancia es entender que

predicar no es un oficio exclusivo de un líder religioso, sino es la

misión de la iglesia; sin embargo, el pastor no debe abstenerse de esa

actividad, pues siendo él el líder mayor de una institución, se espera

que esta sea una de las muchas funciones que ejerza como de

primacía y dominio.

Otro aspecto destacado es que la homilética

da oportunidad y exige por parte de quien se

dedica a su estudio, una investigación

continua en otras áreas de la teología como la

hermenéutica y la exégesis, que propician

ampliar el conocimiento bíblico, facilitando su

utilización en la excavación profunda de los

textos bíblicos y enriqueciendo así la

preparación del mismo, obligando también la

comunicación a través de una interdisciplina

con diversas sillas fuera del círculo teológico,

Moraes señala:

“El estudio de la homilética, por supuesto, da al predicador una

oportunidad de intercambio con otras disciplinas bíblicas y otras que

ayudan en su interpretación; facilita la profundización en la teología

para saber más sobre Dios y su revelación a los hombres; permite la

utilización de las áreas del saber que ofrecen mejor comprensión del

hombre, tales como la filosofía, antropología, psicología y sociología;

incluye con naturalidad el estudio de la pedagogía de las ciencias de la

computación, de comunicación y marketing, lo que faculta una mejor

recolección de datos, la sistematización y el alcance del mensaje. (12)

06
Es incuestionable que un sermón cuando está bien preparado llega al

corazón de quien lo escucha, su relevancia no está en el mayor número

de informaciones históricas, o en las curiosidades bíblicas presentadas

en el texto, o en la preparación rebuscada de las palabras escritas, o

en la elocuencia del presentador. Se debe entender que otro punto se

coloca como esencial y se encuentra en los sermones que apasionan a

las personas, al mismo tiempo que las alimentan. Una predicación

realmente relevante está sustentada por una base bíblica sólida, con un

contenido contextualizado y capaz de proporcionar a los oyentes las

respuestas a los anhelos más complejos de su vida diaria. Para el

cumplimiento de esta tarea, son imprescindibles dos situaciones:

fidelidad al texto bíblico y sensibilidad a las preguntas del mundo

actual. (13)

Quién se propone a preparar y

predicar un sermón debe armonizar

el texto bíblico con la actualidad y

tener en cuenta la necesidad de

ponerse completamente dentro de la

situación presentada por los autores

bíblicos, considerando aspectos

históricos, geográficos, culturales,

sociales, entre otros, a la hora de

producirlo. Al no hacerlo, el

predicador se vuelve indiferente y

demuestra desprecio con la forma

por la cual Dios escogió para hablar

al mundo. Cuando se tiene ese tipo

de preocupación en el estudio de la

Biblia para la elaboración de un

sermón, además de enriquecerlo de

detalles, el expositor se protege

contra uno de los mayores errores

que puede cometer, el de manipular

el texto a su propia conveniencia e

intentar adaptarlo para lo que le

gustaría que dijera. Calvino llegó a

decir que la tarea principal de quien

se propone interpretar la Biblia es

dejar que Dios como autor diga lo

que exactamente quiso expresar con

el pasaje y no simplemente presentar

lo que el ser humano cree que

contiene. (14)

07
Cuando se trata de sensibilidad hacia el mundo moderno conviene

analizar que, aunque Dios haya dirigido al mundo antiguo respetando su

propia lengua y su contexto histórico cultural, su Palabra también está

dirigida con el propósito de alcanzar a sus oyentes muchos siglos después.

Por eso, un predicador es más que un exégeta, o sea, alguien que sabe

extraer el significado original del texto, necesita ser una persona

conectada con el mundo, con sus necesidades, estar actualizado sobre los

acontecimientos y, sobre todo, entender las vicisitudes por las cuales el

ser humano pasa todos los días.

Es necesario obtener de la Biblia

respuestas que alimenten a las personas

y llenen los espacios vacíos del alma, el

expositor bíblico no tiene solo la

obligación de mirar y leer la Biblia con

los ojos en el pasado, haciendo

preguntas del tipo, ¿qué significó el texto

para aquel tiempo? Si no debe estar

atento al presente y al futuro,

preguntando: ¿qué significa el texto hoy

y/o que significará más adelante? (15)

Moraes registra que este tipo de

preocupación en dar sentido a quien lo

escucha se llama contextualización.

“La predicación se torna relevante cuando está sustentada en una base

bíblica, presenta un contenido contextualizado capaz de alcanzar a los

oyentes, ofreciéndoles fe para la duda, alimento para el hombre,

esperanza para la desesperación, respuestas para las preguntas, ánimo

para el desánimo y aliento para la aflicción. Por lo tanto, es necesario

que el predicador considere la existencia de dos culturas: la de las

personas para quienes el texto fue originalmente escrito y la de los

oyentes en la actualidad. Solo así el predicador tendrá condiciones, al

estudiar las realidades del pasado y conociendo la situación

contemporánea, de hacer que el mensaje actual sea claro y desafiador,

mensaje al hombre de hoy, contextualizado para el ahora. (16)

08
Cuanto más cercano esté el auditorio del

expositor bíblico, más facilidad encontrará

para contextualizar el mensaje de Dios con

el objetivo de alcanzarlo, y se entiende que

el asunto de cercanía presentado aquí no es

la distancia física. Pues, en muchas

oportunidades estar cerca de alguien no

involucra necesariamente proximidad, sino

tener afinidad por ella. (17) Utilizando el

ejemplo de Jesús, Elena de White se dirige a

los pastores como predicadores,

aconsejándolos a acercarse a su rebaño con

el objetivo de conocerlo profundamente y así

potenciar sus sermones, siendo que el sermón

es una parte de este proceso del pastoreo y

de la atención a las necesidades de la

iglesia.

“Un pastor debería tratar libremente con la gente por la cual trabaja,

para familiarizarse con ella y saber adaptar su enseñanza a sus

necesidades. Cuando un ministro de la Palabra ha predicado un

sermón, su trabajo apenas ha comenzado. Tiene que hacer obra

personal”. (18)

El sermón bíblico es una actividad humana en completa consonancia con

el cielo exigiendo del expositor de la Biblia excelencia en el manejo de la

Palabra, con el objetivo de transformar y cambiar vidas. Por lo tanto,

además de saber manejarla con precisión en la preparación del mensaje y

en su presentación, el predicador debe preocuparse de algo poco o nunca

mencionado en la homilética y que tiene por finalidad orientar este

proceso de la transformación, aquí se habla de ética cristiana. Según

Geisler, ética es el conjunto de reglas y preceptos de aspecto valorativo y

moral, que dirigen los códigos de conducta de un individuo o grupo de

individuos en la sociedad. Ética cristiana no es diferente de esto, pues

ella establece el mismo principio basado en la teología cristiana,

derivando su contenido de esa fuente al cumplimiento de la misma

función. (19)

09
Como la predicación tiene su base en las Sagradas Escrituras siempre

tratando cambios comportamentales, esto termina transformando todo

sermón en un discurso ético cristiano y no es por acaso que la Biblia

misma se presenta como “viva y eficaz, y más cortante que toda espada

de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y

los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”

(Heb. 4:12). Sin embargo, ¿qué caracteriza esta ética cristiana en el

sermón? Tres factores no deben ser descuidados si el mensajero desea

respetar la ética en el púlpito, ellos son: el respeto al oyente, la teología

del predicador y el carácter del mensajero. (20)

La ética del respeto al auditorio en la

predicación está en adoptar una posición de

equilibrio y contribución a los oyentes, evitando

asuntos personales de miembros e individuos

cercanos, citando nombres o dando ejemplos

negativos que identifiquen a esas personas. Se

debe evitar todo lo que pueda afectar a los

oyentes, ya sea en asuntos individuales o

colectivos. Por otro lado, el predicador no puede

omitirse delante de asuntos que involucren

principios morales ni delicados, y si la ocasión o

el mensaje lo exige, debe ser amoroso y evitar

dirigirse directamente contra alguien. El cuidado

con ilustraciones que expongan la vida diaria de

los fieles es fundamental, conservando en secreto

los problemas de sus miembros y sabiendo

trabajar las confidencias, sin exponerlas nunca en

público. Por último, se debe mantener la debida

distancia entre los asuntos reservados, de los

anunciados públicamente en los sermones para

toda la iglesia. (21)

10
En la teología del predicador, la ética actúa

directamente en el mensaje y en la

comunicación, que deben estar de acuerdo

con el objetivo enseñado por Cristo, no

desvirtuándolo conforme a los intereses del

mensajero, observando los principios bíblicos

y predicando las verdades contenidas

solamente en la Palabra. El evangelio deberá

desarrollarse de acuerdo con el testimonio

de Jesús, como el gran ejemplo de ética que

ha existido. Hay mucha complejidad

involucrando la predicación, y el predicador

debe abordar asuntos que aclaren a las

personas de manera bíblica, pastoral y

social, sabiendo presentar la Palabra de Dios

exenta de prejuicios religiosos y

denominacionales. (22)

La ética en la homilética trabaja con el

carácter del predicador y consiste en la

urgencia del expositor de las Escrituras de

despreciar la adulación que lo desvíe del

verdadero propósito que es la adoración a

Dios. Seguir los principios enseñados por Jesús,

modelando su carácter al suyo, reflejarlo

dentro y fuera del púlpito con el mismo modelo

elevado, ser honesto en el uso de ilustraciones

y nunca presentar experiencias de otros como

si fueran las suyas es fundamental. Mantener

transparencia y coherencia en la vida evitando

que sus actos sean contrarios a las palabras

predicadas, actuando decentemente como

cristiano y ciudadano, y comportándose

ejemplarmente en la iglesia y fuera de ella.

(23)

Más adelante se notará por este artículo que los puntos presentados

con relación a la ética cristiana en un sermón, son de extrema

importancia en la comprensión del alcance que los mismos tienen junto

a la (NG). Además, es sobre ella que el trabajo tratará de seguir.

11
BIBLIOGRAFÍA

[1] Institute Gallup. <https://news.gallup.com/opinion/polling-

matters/242015/church-leaders decliningreligious - service-

attendance.aspx>. Acesso em: 01 set. 2019.

[2] WHITE, Elena G. El Ministerio de curación, p. 165.

[3] REIS, Emilson dos. Como Preparar e apresentar sermões. 2.ed. Tatuí:

Casa Publicadora Brasileira, 2009. p. 18.

[4] STOTT, John. Eu creio na pregação. São Paulo: Vida, 2004. p. 15.

[5] LLOYD-JONES, Martyn. Pregação e pregadores. São Paulo: Fiel, 1984.

p. 71.

[6] HERVIEU-LÉGER, Danièle. O peregrino e o convertido: a religião em

movimento. 2. ed. Petrópolis: Editora Vozes, 2015. p. 8.

[7] HERVIEU-LÉGER, 2015, p. 31.

[8] STOTT, John. O perfil do pregador. São Paulo: Sepal, 1989. p. 20.

[9] BOWIE, Walter Russell. Preaching. Nashiville: Abingdon Press, 2001.

p. 17.

[10] FERREIRA, Aurélio Buarque de Holanda. Novo dicionário Aurélio da

língua portuguesa. São Paulo: Nova Fronteira, 1989. p. 771.

[11] BROADUS, John. O sermão e o seu preparo. Rio de Janeiro: JUERP,

1960. p. 20.

12
BIBLIOGRAFÍA

[12] MORAES, Jilton. Homilética: da pesquisa ao púlpito. São Paulo: Vida,

2017. p. 22.

[13] ROBINSON, Haddon. A arte e o ofício da pregação bíblica. São

Paulo: Shedd Publicações, 2009. p. 29.

[14] ROBINSON, 2009, p. 30.

[15] SLEETH, Ronald E. Persuasive preaching. New York: Harper & Row

Publishers, 1992. p. 75.

[16] MORAES, Jilton. A pregação evangélica primitiva: declínio e

restauração. Recife: Nova Aurora, 1991. p. 147.).

[17] KEY, Jerry Stanley. O preparo e a pregação do sermão. Rio de

Janeiro: JUERP, 2001. p. 93.

[18] WHITE, Elena G. de. Los hechos de los apóstoles, p. 292.

[19] GEISLER, Norman L. Ética cristã: alternativas e questões

contemporâneas. São Paulo: Vida Nova, 1991. p. 11.

[20] MORAES, Jilton. Homilética: do púlpito ao ouvinte. São Paulo: Vida,

2017. p. 354

[21] AZEVEDO, Irland Pereira. De pastor para pastores: um testemunho

pessoal. Rio de janeiro: JUERP,

2001. p. 86.

[22] CRANE, James. O sermão eficaz. Rio de Janeiro: JUERP, 2009. p.

100.

[23] AZEVEDO, 2001, p. 91.

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