La Acción Procesal
La Acción Procesal
La Acción Procesal
1. Preámbulo
2. La Acción
Es Licenciado en Derecho, egresado de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
Autónoma de México, fue Investigador-Asistente del Instituto Nacional de Ciencias Penales
(INACIPE) y Asesor en la Comisión de Justicia de la Cámara de Diputados, LX Legislatura. Es
Profesor del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Academia Regional de Seguridad Pública de
Occidente, de la Escuela Judicial del Estado de México e Instituto Nacional de Estudios Fiscales.
Ha impartido cursos en distintas Universidades e Institutos en la República Mexicana; asimismo es
autor de los libros Economía Procesal e Introducción al Estudio Sistemático del Proceso Penal
Acusatorio, y coautor de los libros Los Marcos Procesales Actuales y las Reformas Necesarias a
Favor de Niños Víctimas del Delito, y, Manual para la Persecución de Delitos relativos a la
Explotación Sexual Comercial Infantil, además de diversos artículos en materia procesal. Es
coordinador del libro Las Transformaciones del Sistema Penal y la Seguridad Pública, ¿y los
Derechos Humanos?
1
Ver. DORANTES TAMAYO, Luis, Teoría del Proceso, 9ª Ed. Porrúa, México, 2000, pp. 55-61.
La Acción Procesal 2
Acción: Es una facultad abstracta que tiene un sujeto para incitar a una
autoridad y que ésta le otorgue una pretensión, independientemente de
la existencia del derecho material.2
a) Es una facultad.
b) De carácter abstracto.
c) Que tiene un sujeto.
d) Para incitar a una autoridad.
e) Cuyo fin es el otorgamiento de una pretensión.
f) Con independencia del derecho material.
Las críticas que hago a las tres teorías versan de la siguiente forma:
“Es el sentido que tiene el vocablo cuando se dice “el actor carece de
acción”, o sea, se identifica a la acción con el derecho de fondo o
sustantivo o, en todo caso, se le considera una prolongación del
derecho de fondo al ejercitarse ante los tribunales”5
Adviértase que la expresión “el actor carece de acción”, en estricto sentido quiere
decir lo siguiente:
derecho sustantivo, sin embargo, los señalamientos referidos en la ley adjetiva son
pretensiones, no acciones. La pretensión se deriva la objetividad de la ley, la
acción es una facultad subjetiva ajena a las disposiciones legislativas, aún cuando
éstas sean de carácter procesal.
Una vez entendido que la acción es una facultad jurídica que tiene un sujeto, se
pueden depurar las expresiones: “de la carencia de acción”, “como sinónimo de
pretensión y demanda”, reduciéndose a la facultad de provocar la actividad de
alguna autoridad.6
Joseph Kohler ubica a la facultad dentro del derecho subjetivo, como algo
inherente, como los derechos de la personalidad, y la demanda es sólo emanación
de (…) poder de actuar como personalidad humana.7
La definición que precede fue aceptada por grandes procesalistas, entre ellos los
hermanos Rocco, aunque con ciertas variantes; y de la tesis original de
Degenkolb, Dorantes Tamayo desprende las siguientes características:11
a) Es un derecho.
6
Cfr. Ídem.
7
Citado por DORANTES TAMAYO, Op. Cit., p. 91
8
Los hermanos Rocco, en un principio fueron influenciados por Oskar Von Bülow, pretendieron
incluir a su estilo a la teoría abstracta de la acción en el Derecho Procesal italiano, cuya meta fue
interrumpida por el pensamiento Chiovendano. Cfr. ROCCO, Ugo, Derecho Procesal Civil, Serie
Clásicos de Derecho Procesal Civil, Volumen 1, Editorial Jurídica Universitaria, México, 2001, p.
143-144, 446; y DORANTES TAMAYO, Op. Cit., pp. 91 y 92.
9
GÓMEZ LARA, Op. Cit., p. 85.
10
Citado por CHIOVENDA, Op. Cit., p. 12.
11
DORANTES TAMAYO, Op. Cit., pp. 82-83.
5
12
Nótese que esta afirmación fue ampliamente desarrollada por Ugo Rocco, quien entendió a la
acción como “el derecho a pretender la intervención del Estado y a la prestación de la actividad
jurisdiccional, para la declaración de certeza o la realización coactiva de los intereses (materiales o
procesales) tutelados en abstracto por las normas de derecho objetivo” Op.Cit., p. 143.
13
Cfr. Artículo 17 Constitucional.
La Acción Procesal 6
1. Las actuaciones del Juez, cuando de oficio actúa bajo los principios de “la
prueba para mejor proveer y la suplencia de la queja”, su accionar consiste
en subsanar las deficiencias de la acción pretendida por una parte
“materialmente desprotegida”.
2. Los Juzgadores en el Juicio de Garantías, donde el imperio otorgado por la
Ley y la Constitución, pueden accionar en contra de la misma jurisdicción
de los tribunales responsables.15
3. Un tercero sin pretensión material pero con interés jurídico; ejemplo, en
materia agraria, varios comuneros pueden impedir que uno de ellos se
deshaga de sus tierras por supuestos “negocios”, aprovechándose de la
ignorancia de éste.
4. El Gestor de Negocios.
14
GOLDSCHMIDT, James, Principios Generales del Proceso, Serie Clásicos de la Teoría General
del Proceso, Tomo I, Editorial Jurídica Universitaria, México, 2001, pp. 4-5
15
Cfr. Artículos 105 y 107 de la Ley de Amparo, reglamentaria de los Artículos 103 y 107 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 2004.
7
Es importante señalar que en los dos casos donde el menor tiene la facultad de
accionar, necesariamente y de inmediato, se deben proveer de otros sujetos que
perfeccionen el acto jurídico, de lo contrario, las actuaciones de los menores
quedarían sin efectos. Los sujetos que auxilian al menor en su actuar procesal
deben tener capacidad de ejercicio, y en ocasiones se les exige una calidad de
funcionarios públicos, como por ejemplo la intervención de la Procuraduría de la
Defensa del Trabajo, o de la Defensoría de Oficio.20
16
Adviértase al lector que la teoría sustentada por Adolfo Wach se encuentra ampliamente
desarrollada en las obras del Doctor Dorantes Tamayo (Op. Cit., 2 pp. 17-18, 73-76), y de Hugo
Alsina en su Tratado Teórico-Práctico de Derecho Procesal, cuya nota será analizada en el
capítulo tercero de esta obra.
17
Cfr. Ley de Amparo, Op. Cit., Artículo 6; y CASTILLO DEL VALLE, Alberto. Ley de Amparo
Comentada, Editorial Duero S.A. de CV. México, 1992, pp 60 y 61. Este autor, en su explicación
deduce que de no observarse esta disposición, puede traer consigo la nulidad de todo el juicio
constitucional, es decir, el menor al momento de accionar, necesariamente y de inmediato se le
tiene que asignar un representante con capacidad de ejercicio para perfeccionar la interposición de
la demanda del Juicio de Garantías.
18
Cfr. Ley Federal del Trabajo, 2004, Artículo 691; y RAMOS, Eusebio. Ley Federal del Trabajo
Comentada con jurisprudencias y Tesis Sobresalientes, Editorial Litográfica Oro S.A., México,
1994, p. 384. Este autor interpreta de manera correcta el artículo en cita al diferenciar entre
“defensoría oficiosa” y “representación legal”, figuras completamente distintas pero confundidas en
la práctica forense.
19
Adolfo Wach prevé una figura denominada “pretensión de protección”, la cual se sustenta en la
acción nacida, y tiene por contenido la protección del derecho a favor del titular, y no el derecho al
debate judicial y a sentencia. En el Derecho Procesal Mexicano no es aplicable de manera exacta
esta concepción, sin embargo, puede darse la connotación del principio publicista del proceso.
Citado por Dorantes Tamayo, Op. Cit., p. 74.
20
Se deduce que los elementos para que exista una acción son la pretensión, las partes, la
capacidad y la instancia. En caso del menor accionante falta el elemento “capacidad”, y para
proveerlo, se realiza a través de dos figuras: la “defensoría oficiosa” y la “representación legal”. La
defensoría oficiosa significa el patrocinio profesional que un sujeto recibe de una institución pública
que actúa a través de abogados que están a su servicio; y la representación legal se refiere al
actuar de un sujeto a nombre de otro, o en su caso a la sustitución de personalidad a nombre y
cuenta del titular, y se produce una relación directa entre el representado y un tercero. Existen
La Acción Procesal 8
d) Para incitar a una autoridad. Con esta afirmación, señalo que no sólo un Juez
conoce de acción, sino también una autoridad administrativa o legislativa, en el
ámbito de una función jurisdiccional; es decir, el esquema judicial es
independiente de la acción misma.
Algunas opiniones, como la sostenida por Ugo Rocco, versan sobre el origen de la
acción, cuyo tema se aborda y critica de la siguiente forma:
A partir de los argumentos anteriores, Ugo Rocco aparenta destruir las opiniones
de Kohler, quien entiende a la acción como una facultad inherente al derecho de
personalidad; sin embargo, la clave de esta opinión está en el concepto
“autoridad”, pues Rocco en su concepto de acción no hace diferencia alguna entre
la función jurisdiccional y el Poder Judicial.
21
Cfr. DORANTES TAMAYO, Op. Cit., pp. 88 y 89
La Acción Procesal 10
Puede haber pretensión sin acción, pero nunca acción sin pretensión, es decir, la
pretensión es la “intención”, la “voluntad” o el “objetivo” de querer y hacer valer, o
de defender el derecho material, al que se cree ser titular. Es decir, la pretensión
22
Nótese que se difiere de la idea original de Ugo Rocco quien considera que la acción es un
derecho subjetivo público indeterminado pero determinable; ya que es considerada como una
facultad perfectamente determinada para crear una situación jurídica en la realidad material.
23
ALCALÁ ZAMORA Y CASTILLO, Niceto. Miscelánea Procesal, Instituto de Investigaciones
Jurídicas, UNAM, México, 1973, p. 23
11
Para concluir este rubro, he considerado hacer énfasis en la notoria diferencia que
hay entre acción y pretensión, para que se identifiquen ambas figuras, tanto en la
teoría como en la aplicación práctica, y no ocupar expresiones tan aberrantes
como “acciones pretendidas”.28
1) La acción es una facultad abstracta que tiene todo sujeto, aún sin fundarse
en la norma jurídica; en cambio, la pretensión es un elemento de la acción
que, necesariamente, se funda en una interpretación de la norma jurídica.
2) En la práctica forense, lo que se destruye o deja sin efectos es la
pretensión, no la acción, pues ésta ha cumplido con el objetivo de crear una
nueva situación jurídica.
3) La acción tiene elementos esenciales y derivados, los primeros son
imprescindibles, como la pretensión, la capacidad y la instancia, mientras
que los elementos derivados son las particularidades de cada acción, que
no necesariamente se tienen que presentar. La pretensión, por otro lado,
contiene elementos objetivos y subjetivos, y a su vez los objetivos se
dividen en sustantivos y adjetivos.
Puede haber acción sin derecho, aún cuando después sean destruidos los efectos
de la pretensión. Asimismo, existe derecho sin acción, por ejemplo en las
obligaciones naturales, donde se reconoce que existe un derecho, pero no hay los
elementos necesarios para hacerlo válido en el mundo jurídico material. Cuando el
derecho material prescribe, la pretensión se destruye a través de su excepción
perentoria, pero si el demandado actualiza la pretensión del actor, le da eficacia al
derecho material, independientemente de los efectos de la acción misma.
29
Ver una explicación más amplia de este tema en DORANTES TAMAYO, Op. Cit., pp. 55-61
30
CHIOVENDA, Giuseppe. Instituciones de Derecho Procesal Civil, trad. E. Gómez Orbaneja,
Editorial Jurídica Universitaria, México, 2002, pp. 6-9
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La teoría de la facultad abstracta de la acción con la expresión “al que cree tener
la razón”, delimita la autonomía respecto del derecho material, precisamente al
fundamentar este elemento en la teoría chiovendana. En efecto, la acción nace de
hechos, pero no como lo expresa Chiovenda, sino simplemente como una
situación jurídica diversa a la que existía antes de accionar.
La expresión “de que quien debía conformarse con una norma garantizadora de
un bien de la vida ha transgredido la norma”, se refiere precisamente a la
pretensión, como elemento de la acción, pero no la acción como tal.
En este segundo punto, Chiovenda hace una delimitación clara entre el “hacer
cesar un derecho” y “constituir un derecho” respecto de la acción misma, y a partir
de esta expresión se confirma la teoría de la autonomía de la acción.
La expresión “la otra parte está obligada a conducirse de manera de poder cumplir
las prestaciones siempre que se lo soliciten”, parte del supuesto de una relación
de derecho sustantivo, y lo exporta al proceso mismo, cuando el obligado ha
incumplido.
Para concluir, tanto la acción como el derecho material tienen el mismo fin:
garantizar al gobernado los derechos subjetivos al que es acreedor, o sea,
alcanzar la justicia expedita “pronta, completa e imparcial”; aún cuando el mismo
Derecho Procesal no prevea una Unidad de Criterios.
35
Ibíd. p. 73
36
Ibíd. p. 76
37
ALCALÁ ZAMORA Y CASTILLO, Niceto. Estudio de la Teoría General e Historia del Proceso
(1945-1972), Tomo I, Instituto de investigaciones jurídicas, UNAM, México 1974, p 353.
38
Cfr. Artículo 107 Constitucional y 1 de la Ley de Amparo.
La Acción Procesal 16
39
Véase la Teoría de la Instancia Proyectiva de Humberto BRISEÑO SIERRA, en su obra: Derecho
Procesal, Volumen II, Editorial Cárdenas, México, 1969, pp. 207-209.