Cómo Hablar de Dinero Con Tus Hijos

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¿Cómo hablar de dinero con tus

hijos?
 Temas difíciles, respuestas claras
 La importancia de la educación financiera
 ¿Cómo lo estamos haciendo en casa?

Tengo dos hijos, de 8 y 5 años.

Aún son niños, pero crecen a pasos agigantados.

De hecho, el mayor ya me hace preguntas que muchas veces


no sé bien cómo responder.

Y no estoy hablando de sexo ni nada por el estilo.

Sino de dinero.

En Buenos Aires, donde vivimos, es casi invitable hablar sobre


el tema.

Con una economía con un 60% de inflación anual, casi


bimonetaria en su relación con el dólar, es algo siempre
presente.

Yo casi no hablo del tema en casa, pero son ellos quienes lo


traen desde fuera.

Y cada vez que me preguntan por cosas relacionadas me


acuerdo de algo que Robert Kiyosaki repite siempre: que a los
niños no se les enseña sobre el dinero en las escuelas.
“¡No quiero escuchar hablar sobre dólares!”, me escuché a mí
mismo gritando el otro día a partir de una conversación que
escuché entre ellos.

Por alguna razón estaban negociando algo a cambio de una


elevada cifra en dólares.

Y en vez de preguntarles por qué estaban hablando del tema,


les dije que lo dejaran de lado.

Pienso: si para mí, que trabajo en grupo editorial dedicado a


abordar las finanzas personales, es difícil hablar de dinero con
mis hijos, ¿cómo será para el resto?

Afortunadamente contamos con la colaboración de Robert,


quien hoy justamente nos hablará sobre esto.

Me pareció que un domingo era un buen día para esto.

No te lo pierdas. El futuro está en juego.

Buen domingo,

Felipe

Tres cosas que todo adolescente


debe saber sobre el dinero
Por Robert Kiyosaki

Te presento las lecciones que todo padre debería de enseñarle a sus hijos en
cuanto a las finanzas y el dinero.

Querido lector,

Las lecciones sobre el dinero que aprendí cuando tenía nueve


años no son las que la mayoría de los padres suelen enseñar a
sus hijos.

Esperan a que las escuelas hagan eso por ellos, tal vez porque no
saben mucho al respecto o por alguna razón no creen que sea
apropiado hablar con sus hijos sobre dinero.

Recuerdo las palabras que mi padre rico solía decir al


respecto: “si no les enseñas a tus hijos sobre dinero, otras
personas lo harán por ti”.

En la actualidad, recibimos educación financiera de muchas


fuentes, a través de publicidades de venta, por ejemplo. Es muy
común ver en la televisión a estrellas deportivas vendiendo una
marca de zapatillas en particular o a cualquier celebridad
recomendando planes de financiamiento.

Por su parte, en las tiendas tratan de seducirte con planes de


pago en cuotas mensuales de bajo interés, si te animas a
comprar. Las instituciones financieras te sugieren ahorrar dinero e
invierte al largo plazo. Las aerolíneas suelen alentarte a usar tus
tarjetas de crédito para que puedas recibir millas gratis para viajar
y pare de contar.

El sistema educativo no escapa de este juego. Hoy, muchos


jóvenes terminan la universidad endeudados por las gastos
desorbitantes que implica la educación superior.

Y la peor parte es que no están recibiendo la educación financiera


adecuada en el proceso.

Trabaja para aprender, no para merecer


La principal diferencia que existe entre los adinerados, las
personas de escasos recursos y la clase media, tiene que ver con
lo que hacen con su tiempo libre.

Las personas adineradas tienen claro que el propósito de trabajar


es adquirir conocimientos y obtener el dinero que después
trabajará por ti.

Mi padre rico siempre me incentivó a desarrollar la habilidad de


generar dinero, en lugar de trabajar en función del dinero. Me
enseñó a prescindir de éste.

“Si no lo necesitas, ganarás mucho dinero”.

Debo reconocer que al principio me sonó contradictorio, pero


cuando empecé a procesar la información, comenzó a tener
sentido.

Después de graduarme en la Academia de la Marina Mercante,


tenía una buena carrera por delante.

Mi primer trabajo fue en una flota petrolera de Standard Oil en


California como tercer oficial, ganaba USD 42.000 al año,
incluyendo horas extra, y solo tenía que trabajar siete meses del
año. Mi padre pobre estaba muy feliz. Sin embargo, después de
seis meses, renuncié a mi puesto en Standard Oil y me uní al
Cuerpo de Marines. A mi padre pobre no le gustó mucho la idea
pero mi padre rico me felicitó por ello.

La razón que me llevó a unirme al Cuerpo de Marines fue el deseo


de desarrollar nuevas habilidades. Quería ser piloto, así como
aprender cómo orientar a otras personas en situaciones difíciles.
Tenía muy en claro que las habilidades de liderazgo aprendidas
en ese lugar, me iban a beneficiar en la vida y en los negocios.

Después de mi turno de servicio, tuve la oportunidad de conseguir


un trabajo fijo como piloto en una aerolínea comercial. ¿Adivina
quien estaba nuevamente devastado anímicamente? ¿Y quién me
felicitó?
Aunque podría haber elegido una vida cómoda como piloto, quería
desarrollar la habilidad de vender. Sabía que esa habilidad, junto a
la de liderazgo aprendida en el Cuerpo de Marines, me harían libre
financieramente.

¿Prefieres trabajar para obtener un sueldo, priorizando la


seguridad sobre las oportunidades? o, ¿trabajar para aprender (y
obtener una educación financiera), para aprovechar las
oportunidades en lugar de permanecer en territorio seguro?

La mayoría de las personas sigue la sabiduría convencional y


optan por el camino de trabajar para ganarse un sueldo. Pero si
quieres lograr independencia financiera, te recomiendo que
trabajes en función de lo que realmente deseas aprender en lugar
de un salario.

Piensa en las habilidades que desearías desarrollar antes de


elegir una profesión específica y antes de quedar atrapado en la
carrera de ratas.

El flujo de ingresos
Uno de los términos más importantes en el mundo de los negocios
e inversiones son “flujo de ingresos”.

Una de las principales razones por la cual muchas personas se


encuentran en problemas financieros es que ingresa menos dinero
a su bolsillo del que sale. Si tu objetivo es tener una posición
financieramente segura, debes aprender a generar un flujo de
ingresos que al final del día te permita contar con más dinero del
que gastas.

Mientras tengas que trabajar, no serás libre.


Puedes elegir trabajar, pero es algo muy diferente a tener que
hacerlo. Si tienes que hacer algo todos los días para generar
ingreso para vivir, entonces no eres libre.

El flujo de ingresos positivo es el dinero que recibes todos los


meses, ya sea que trabajes o no. Mis activos generan un flujo de
ingresos positivo cada mes, ya sea que esté trabajando o no. Y
ese dinero va directo a mi bolsillo.

Mi objetivo primordial es conseguir que ingrese un mayor flujo de


idinero a mi cuenta del que sale para cubrir mis gastos fijos, y eso
es lo que me convierte en una persona financieramente libre. Mis
activos trabajan para mí, en vez de yo hacerlo por ellos.

Las lecciones financieras que mi padre rico me enseñó a través de


las repetidas veces que jugamos al Monopoly cuando era niño,
generaron un impacto positivo importante en mi percepción del
dinero y de lo que tenía que hacer para alcanzar mis metas
financieras.

La diferencia entre un activo y un pasivo


La clave para comprender y gestionar tu estado financiero es
entender la diferencia entre un activo y un pasivo. En pocas
palabras, un activo es cualquier cosa que lleva dinero a tu bolsillo.
Un pasico es cualquier cosa que saca dinero de tu bolsillo.

Esto genera un pensamiento contraintuitivo.

Por ejemplo, durante muchos años he hecho énfasis en que tu


casa no esun activo. La gente solía espantarse cuando lo decía,
hasta que llegó la crisis inmobiliaria de 2008.

En ese momento, muchos se dieron cuenta de que sus casas son


pasivos al final del día.

La realidad es que los bienes raíces, incluida la vivienda, son un


activosi generan flujo de ingresos que va directamente a tu
bolsillo.

"Si no les enseñas a tus hijos sobre dinero, otras personas lo


harán".

Esas palabras de mi padre rico quedaron inmortalizadas para mi.


Nos encontramos en una era tanto de oportunidades como de
cambios financieros sin precedentes.

Habrá auges y caídas en el mercado.

Si bien a la mayoría de nosotros nos encantaría tener la bola de


cristal para poder predecir qué hacer en el futuro en términos
financieros, me temo que no existe cosa tal. Entonces, en esta era
de grandes transformaciones, en lugar de tratar de predecir lo que
sucederá, sugiero que nos preparemos para ello.

Recuerda siempre lo que decía mi padre rico: "Una de las razones


por las que los ricos se mantienen su riqeza es porque saben
cómo hacer dinero en épocas de abundancia y generan aún más
ingresos en tiempos no tan buenos".

Prepárate y prepara a tus hijos para los altibajos del futuro.

Saludos,

Robert Kiyosaki

Para El Inversor Diario

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