Caso de Estudio - Fábrica de Hilados y Tejidos

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FÁBRICA DE HILADOS Y TEJIDOS "EL HILO PERFECTO"

La fábrica de hilados y tejidos "El hilo Perfecto" fue fundada en 1985, en la ciudad de
puebla, por el entonces joven emprendedor Venancio Domínguez, de 20 años de edad,
originario de la ciudad de Sevilla, España.
Inicio sus actividades con métodos tradicionales, surtiendo pedidos en pequeña escala
para satisfacer las necesidades de los industriales de la confección de ropa económica
para la clase media y media baja.
Gracias a su trabajo tenaz y a la calidad de sus productos, logro ampliar su cartera de
clientes y adquirir maquinaria con la tecnología adecuada para mantenerse entre los
cinco principales fabricantes de la ciudad.
En 1950, a la edad de 75 años. don Venancio decidió "auto jubilarse" y disfrutar del
resto de su vida, delegando totalmente la responsabilidad del negocio a su hijo
Cástulo, de 40 años, quien desde pequeño se integró a la empresa familiar y no
obstante no haber realizado estudios profesionales, conocía perfectamente las
actividades que realizaba.
Era muy apreciado por el personal de la empresa por su "don de gentes", ya que
consideraba a sus empleados como sus hijos pues había enviudado, y su hijo Lorenzo
estudiaba el primer semestre de administración de empresas en una universidad
extranjera.
Gracias a su gran capacidad para aplicar estrategias agresivas que mantuvieran a la
empresa entre los principales fabricantes, logró consolidar un prestigio y
reconocimiento nacionales. Su carácter afable y cordial discrepaba del de su padre,
recio y adusto, pero a la vez justo con sus trabajadores.
Después de un rápido crecimiento, no obstante, los altibajos de la economía, la
empresa creció e instaló tiendas de venta al consumidor, tanto de mayoreo como de
menudeo.
Cinco años después, Lorenzo, recién graduado en administración de empresas, que
desconocía totalmente la operación de la compañía y al personal de la misma, se
incorporó a la empresa. Allí trató de implantar sistemas y procedimientos modernos
que había aprendido durante su carrera, pero como no eran acordes con la realidad y
necesidad del negocio; discrepaba continuamente con su padre quien no sabía con
certeza qué actitud adoptar con él "para no herir sus sentimientos".
En 1960, a los 85 años falleció don Venancio. Ello fue una pérdida irreparable para la
organización, dado que Cástulo se apoyaba moralmente en su padre a quien le pedía
consejo ante las situaciones que no podía resolver en la empresa, encontrando
siempre la sugerencia correcta.
Sin ánimo de continuar, Cástulo delegó la dirección del área de recursos humanos en
su hijo Lorenzo, a quien consideraba como el más idóneo para encargarse de ella, ya
que había cursado una maestría en esa disciplina.
Ante la ausencia de su padre, el negocio perdió la calidad y el prestigio logrados y
varios clientes cancelaron los pedidos.
Lorenzo atribuyó esta situación a que su padre había sido "demasiado
condescendiente con el personal", por lo cual se requería un estilo diferente de
dirección, lo que incluía una renovación total de los sistemas y procedimientos de la
organización.
El personal de la empresa se resistía a acatar los nuevos lineamientos pues comentaba
que Lorenzo le faltaba ese "don de gentes, experiencia y justicia tanto del fundador
como de Cástulo".
Al aumentar los conflictos de Lorenzo con su padre y con el personal de la empresa,
Cástulo decidió jubilarse y traspasar la administración total de la compañía a su hijo
con la esperanza de que "la situación mejorase y la empresa volviese a ser el emporio
que una vez fue".
En primera instancia Lorenzo realizó algunas modificaciones en la administración de la
empresa, tanto en sistemas y procedimientos, métodos de control, medios de
operación y potencial humano empleado. Despidió al personal con más antigüedad, no
obstante que muchos de ellos eran altamente eficientes, ya que, según él, se requería
de una renovación total. Además, implantó una serie de cambios como resultado de
técnicas aprendidas en cursos de actualización y por sondeos efectuados en otras
empresas del mismo ramo. Todas estas medidas eran urgentes, pues la empresa debía
despedir personal debido a un drástico decremento de las ventas y una situación
económica nacional altamente difícil.
En cierta ocasión Lorenzo fue invitado por su compadre Heriberto a una sesión
informativa de D.O. que en ese tiempo estaba cobrando auge. Muy impresionado por
esta disciplina intentó, de una manera rápida y sin pedir ayuda a nadie, implantar
cambios que lograsen el resurgimiento de la organización. Sin embargo, no obtuvo los
resultados deseados, por lo cual le dijo a su compadre Heriberto: "el desarrollo
organizacional no es efectivo. Además, los cambios se deben implantar de manera
inmediata en todos los niveles de la organización, pero sin involucrar a la dirección
general de la empresa".
Se le pide:
1.- ¿Cuál era el estilo de liderazgo adoptado por el fundador (don Venancio)? ¿Qué
resultados obtuvo?
2.- ¿Cuál fue el estilo adoptado por Cástulo? ¿Era el más adecuado?
3.- ¿Qué recomendaciones le haría a Lorenzo para que la empresa resurgiera? Apoye
su respuesta adoptando el rol de consultor del D.O.
4.- Comente la afirmación final de Lorenzo con respecto a la eficiencia del D.O. y al
nivel en el que tiene que ser aplicado.

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