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Simón Bolívar

líder militar y político venezolano,


protagonista de la emancipación
hispanoamericana del Imperio español

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Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco (Caracas, 24 de
julio de 1783[nota 1] [nota
​ 2] [3] ​-Santa Marta, 17 de diciembre de 1830), más conocido como Simón

Bolívar (  pronunciación (?·i)), fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de
la Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación
hispanoamericana frente al Imperio español. Contribuyó a inspirar y concretar de manera
decisiva la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá,[4] ​Perú y Venezuela.
Simón Bolívar

Retrato de Bolívar por José Gil de Castro (1825).

1° Presidente de la Gran Colombia

21 de septiembre de 1819-4 de mayo de 1830

Vicepresidente Francisco de Paula Santander

Predecesor Fernando Serrano Uribe (como presidente de las


Provincias Unidas de la Nueva Granada)
Sucesor Domingo Caycedo (interino)

Presidente y Protector

República de Bolívar

18 de agosto-29 de diciembre de 1825[1] ​

Sucesor Antonio José de Sucre

Suprema Autoridad Militar y Política de la República del Perú

(Dictador del Perú)[nota 3] [2]


​ ​

17 de febrero de 1824-28 de enero de 1827

Predecesor José Bernardo de Tagle

Sucesor Andrés de Santa Cruz

Presidente de la Provincia Libre de Guayaquil

11 de julio de 1822-31 de julio de 1822

Predecesor José Joaquín de Olmedo

Sucesor Anexión a la Gran Colombia

4° Presidente

Presidente de Venezuela

Tercera República de Venezuela

1817-1819

Predecesor Simón Bolívar

Sucesor Anexión a la Gran Colombia


4° Presidente

Presidente de Venezuela

Segunda República de Venezuela

7 de agosto de 1813-11 de diciembre de 1814

Predecesor Francisco de Miranda

Sucesor Simón Bolívar

Información personal

Nombre en español Simón José Antonio de la Santísima Trinidad


Bolívar Palacios

Nacimiento 24 de julio de 1783[nota 1] [nota


​ 2] ​

Casa Natal del Libertador Simón Bolívar


(Capitanía General de Venezuela, Imperio
español) o Caracas (Capitanía General de
Venezuela, Imperio español)

Fallecimiento 17 de diciembre de 1830 (47 años)

Quinta de San Pedro Alejandrino (Provincia de


Santa Marta, Gran Colombia)

Causa de muerte Tuberculosis y fiebre tifoidea

Sepultura Catedral Basílica de Santa Marta, Catedral


Metropolitana de Santa Ana y Panteón Nacional
de Venezuela

Residencia Casa del Vínculo y del Retorno e Ingenio Bolívar

Nacionalidad Española (hasta 1811)

Venezolana (hasta 1819)

Colombiana

Religión católico

Lengua materna Español

Familia

Padres Juan Vicente Bolívar y Ponte

María de la Concepción Palacios y Blanco

Cónyuge María Teresa del Toro y Alayza (1802-1803)

Pareja Manuela Sáenz

0
Hijos
Educación

Alumno de Simón Rodríguez


Andrés Bello

Información profesional

Ocupación Político y militar

Rango militar Capitán General de los Ejércitos de Venezuela y la


Nueva Granada

Brigadier de la Unión

General en Jefe de los Ejércitos del Norte

Comandante en jefe del Ejército de Cartagena

Conflictos Guerras de independencia hispanoamericanas

Distinciones Gran Cruz de la Orden El Sol del Perú


Libertador de Venezuela (1813)

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En 1813 le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de Mérida en


Venezuela, que, tras serle ratificado en Caracas ese mismo año, quedó asociado a su nombre.[5] ​
Los problemas para llevar adelante sus planes fueron tan frecuentes que llegó a afirmar de sí
mismo que era «el hombre de las dificultades» en una carta dirigida al general Francisco de
Paula Santander en 1825.

Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran
confederación política y militar en América, de la cual fue presidente. Bolívar es considerado por
sus acciones e ideas el Hombre de América y una figura de la historia universal, ya que dejó un
legado político en varios países latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en
objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de
estatuas, monumentos, parques, plazas, etc.[6] ​Sus ideas dieron origen a la corriente política
denominada bolivarianismo.

Genealogía

Escudo de armas del linaje americano Bolívar, ostentadas por el municipio de Ciudad Bolívar (Colombia).[7] ​

El padre de Simón Bolívar, Juan Vicente Bolívar y Ponte-Andrade, y su madre, María de la


Concepción Palacios y Blanco, pertenecían a la aristocracia caraqueña. Cuando se casaron en
1773 había una gran diferencia de edad entre ambos cónyuges, Juan Vicente tenía 47 años en
ese momento y Concepción 15 años. Tuvieron cuatro hijos más, tres de ellos mayores que
Simón y una menor, y sus nombres fueron María Antonia, Juana Nepomucena, Juan Vicente y
María del Carmen (esta última murió a poco tiempo de nacer).

La familia Bolívar provenía de una población llamada La Puebla de Bolívar en el Señorío de


Vizcaya (entonces Corona de Castilla, actual País Vasco, España), ubicada entonces en la
merindad de Marquina. Además de esta ascendencia vizcaína, hay que destacar su origen
gallego y burgalés, ya que su tatarabuelo, Jacinto de Ponte y Andrade, era oriundo de Santiago
de Compostela.[8] ​A mayores, y ya desde los inicios de la colonia, sus miembros realizaron
acciones destacadas en Venezuela.

El primero de los Bolívar en arribar a Venezuela fue el vizcaíno Simón de Bolívar, el cual, junto a
su hijo Simón de Bolívar y Castro (nacido en Santo Domingo, Higüey, posteriormente República
Dominicana, de quien Bolívar era chozno),[9] ​llegó a Caracas treinta años después de la
fundación de la ciudad, hacia 1589, y por tener el mismo nombre se les distinguió como Simón
de Bolívar el Viejo y Simón de Bolívar el Mozo.

Bolívar el Viejo destacó como contador real, por privilegio especial del rey Felipe II, quien en el
título de nombramiento le reiteraba su amplia confianza como velador de la Real Hacienda,
cargo que ejercieron tanto él como posteriormente su hijo, en Margarita y Caracas.

Fue, además, procurador general de las ciudades de Caracas, Coro, Trujillo, Barquisimeto,
Carora, El Tocuyo y Maracaibo ante la Corte española entre 1590 y 1593, para informar al rey
Felipe sobre el estado de la provincia y pedirle ciertas mejoras, exenciones de impuestos y
privilegios que facilitaran el desarrollo de la misma.

Entre sus logros para Caracas está el haber gestionado en el Consejo de Indias la concesión real
del escudo que aún conserva, junto al título de Muy noble y leal ciudad.

Con el tiempo los Bolívar se unieron en matrimonio con las familias de los primeros pobladores
de Venezuela y alcanzaron rangos y distinciones tales como las de regidor, alférez real y
gestionaron los títulos nobiliarios de marqués de Bolívar y vizconde de Cocorote, asociado con
la cesión de las minas de Cocorote y la facultad de administrar el señorío de Aroa, conocido por
la riqueza de sus minas de cobre (estos títulos, sin embargo, no llegaron a concederse). Los
trabajadores en las minas y plantaciones eran esclavos.[10] [11]
​ ​

En cuanto a la familia Palacios, estos eran oriundos de la zona de Miranda de Ebro, actual
provincia de Burgos, en España. El primero de los Palacios en llegar a Venezuela fue José
Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate, natural de Miranda de Ebro, en 1647, que
falleció en Caracas en 1703. El resto de los descendientes se unieron en matrimonio con otras
familias aristocráticas y alcanzaron los puestos de alcalde, regidor y procurador, entre otros.
Dos generaciones después de José Palacios nacería María de la Concepción Palacios de
Aguirre y Ariztía-Sojo y Blanco, hija de Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Gil de Arratia
y de Francisca Blanco de Herrera, descendiente de algunas familias canarias establecidas en
Venezuela.[12] [13]
​ ​Ella fue la madre de Simón Bolívar.
Véase también: Anexo:Cronología de Simón Bolívar

Antepasados
16. Antonio Bolívar y Díaz de Rojas
         

     

8. Luis de Bolívar y Rebolledo


 
       

 
     

17. Leonor Rebolledo Argumedo


     
   

 
   

4. Juan de Bolívar y Martínez


 
       

 
de Villegas  

18. Lorenzo Martínez de Villegas


     

         

     

9. Ana María Martínez de


 
       

     
 
Villegas y Ladrón de Guevara  

19. Magdalena Ladrón de Guevara


     
   

     

 
y Rojas
2. Juan Vicente Bolívar y
 
       

       
Ponte-Andrade  

20. Jacinto Ponte-Andrade


         

     

10. Pedro Ponte-Andrade y


 
       

   
 

 
Jaspe de Montenegro  

21. María Jaspe de Montenegro


     
   

 
   

5. María Petronila Ponte-


 
       

 
   
 
Andrade y Marín de Narváez  

22. Francisco Marín de Narváez y


         

   
 

 
Vílchez
11. María Josefa Marín de
 
       

Narváez
     

23. Josefa María de Narváez


     
   

 
   

1. Simón José Antonio de la


 
       

Santísima Trinidad Bolívar


 

Palacios Ponte y Blanco


 

24. José Palacios de Aguirre y


           
   

     

 
Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate
12. Feliciano Palacios de
 
       

Aguirre y Ariztía-Sojo y Gedler


     

25. Isabel María Gedler Rivilla


     
   

 
   

6. Feliciano Palacios de Aguirre


 
       

     

 
y Ariztía-Sojo y Gil de Arratia  

26. Francisco Gil de Arratia


         

     

13. Isabel María Gil de Arratia


 
       

     
 
y Aguirre-Villela  

27. María Rosa Aguirre-Villela y


     
   

     

 
Laya-Mojica
3. María de la Concepción
 
       

 
Palacios y Blanco  

28. Mateo Blanco Infante


           
   

     

14. Mateo José Blanco y


 
       

     
 
Fernández de Araújo  

29. Josefa Fernández de Araújo y


     
   

     

 
Rivilla
7. Francisca Blanco de Herrera
 
       

             
       
  30. Juan Ascencio de Herrera y
  Ascanio
15. Isabel Clara de Herrera y
 
       

 
Liendo  

31. Paula Rosa de Liendo y Ochoa


     
   

 
   

Infancia y juventud

Simón nació en la noche del 24 al 25 de julio[nota 2] ​de 1783 en una casa solariega ubicada en la
plaza San Jacinto de Caracas.[nota 4] ​Fue bautizado el 30 de julio de 1783 en la catedral de
Caracas con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y
Palacios Blanco por el doctor Juan Félix Jerez de Aristeguieta, su primo hermano quien, de
acuerdo con Juan Vicente, padre del niño, le puso el nombre de Simón. El segundo nombre de
Simón Bolívar (Santísima Trinidad) viene de la capilla en la que fue bautizado, que tiene ese
mismo nombre, capilla que además era propiedad de la familia Bolívar y Palacios. Tenía tres
hermanos: María Antonia (1777), Juana (1779) y Juan Vicente (1781).

Infancia de Bolívar

Casa Natal del Libertador Simón Bolívar en Caracas.

El padre de Simón murió de tuberculosis en enero de 1786, cuando Simón tenía apenas dos
años de edad. Concepción quedó como cabeza de familia, velando eficientemente por los
intereses de la familia hasta su muerte.

Sin embargo, las responsabilidades hicieron que su salud, también enferma de tuberculosis,
decayera rápidamente y, según la opinión de médicos historiadores,[¿quién?] es posible que ya
entonces Bolívar sufriera la primo-infección tuberculosa con un tipo de tuberculosis que pasa
inadvertida mientras las defensas corporales son favorables.

Concepción murió el 6 de julio de 1792, cuando Simón tenía nueve años, pero tomando la
precaución de hacer un testamento en el que dispuso quién debería hacerse cargo de sus hijos.

Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su abuelo, Feliciano Palacios, que
cuando asumió el papel de tutor se sentía tan enfermo que empezó a preparar también su
testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y decidió pedir opinión a estos
para respetar su voluntad.

Retrato de Simón Bolívar a la edad de 17 años (1801).


Bolívar a la edad de 20 años (1804).

Simón fue confiado a Esteban Palacios y Blanco, uno de sus tíos maternos, pero como este se
encontraba en España permaneció bajo la custodia de Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos,
que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro,
mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus
propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo
por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.

Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su infancia fue feliz,
segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos con parientes destacados e influyentes
dentro de un ambiente aristocrático y en general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio
emocional, cariño y afecto.

En este sentido existen algunas anécdotas que se popularizaron en Venezuela que presentaban
a Bolívar como un niño turbulento debido a que los escritores románticos consideraron
indispensable atribuirle una niñez indómita creyendo, según la moda de la época, que no podía
salir un hombre excepcional de un niño normal pero se ha demostrado[cita requerida] que esas
anécdotas fueron inventadas e introducidas en los relatos de historia por Arístides Rojas,
considerado un excelente narrador pero que usó a menudo su imaginación a falta de
documentos que demostraran la veracidad de sus relatos.

Educación
La trayectoria escolar de Bolívar no fue muy brillante como alumno de la Escuela Pública,
institución administrada por el Cabildo de Caracas que funcionaba de forma deficiente debido a
la carencia de recursos y organización.

En aquel entonces, Simón Rodríguez era maestro de Bolívar en esta escuela. Carlos Palacios y
Blanco, tío materno de Bolívar, pensaba enviarle a vivir con él porque no podía atenderlo
personalmente y las protestas de su sobrina María Antonia sobre la educación y atenciones que
recibía su hermano eran frecuentes.

Ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de la casa de su tío el 23 de julio de
1795, para refugiarse en la casa de su hermana María Antonia, que ejerció su custodia temporal,
hasta que se resolvió el litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas que devolvió a Carlos la
custodia de Simón.

Simón trató de resistirse pero fue sacado por la fuerza de casa de su hermana y llevado en
volandas por un esclavo hasta la vivienda de su maestro.

Una vez allí, las condiciones en las que vivía con el maestro Rodríguez no eran las ideales, tenía
que compartir el espacio con 20 personas en una casa no apta para ello, y por esto Simón
escapó de allí un par de veces, en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.

A pesar de las dificultades, la relación maestro-alumno fue fructífera y reveladora para ambos. El
aprendizaje fue mutuo. Bolívar llamó a Rodríguez «El Sócrates de Caracas» y «filósofo
cosmopolita». La profunda admiración que sintiera Bolívar por su maestro quedó documentada
en una carta del 19 de enero de 1824, en la que comienza diciendo: «Oh, mi Maestro» y prosigue
más adelante: «Sin duda es usted el hombre más extraordinario del mundo».[14] ​Temas de
conversación entre Rodríguez y Bolívar no se conocen de primera mano ni documentalmente,
más cuando Rodríguez tenía 33 años y Bolívar de 21, maestro el primero, discípulo el segundo,
aquel escribió «aseguro que fui discípulo, pues por adivinación él sabía más que yo por
meditación y estudio».[15] ​

Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de maestro para irse a Europa[16] ​y la Real
Audiencia de Caracas determinó que Simón fuera trasladado a la Academia de Matemáticas,
dirigida por el padre Andújar y que funcionaba en casa de su tío Carlos. La amistad entre los dos
perduró por siempre.

Al parecer, en esta academia la formación de Bolívar mejoró notablemente en calidad y


cantidad, y fue complementada con lecciones de Historia y Cosmografía impartidas por Andrés
Bello hasta su ingreso en el Batallón de Milicias de blancos de los Valles de Aragua el 14 de
enero de 1797.

Existe la falsa idea de que entre 1793 y 1795, estuvo inscrito en el Colegio Real de Sorèze en el
Sur de Francia, en el departamento del Tarn.[17] ​

Casa que hospedó a Simón Bolívar durante su estancia en Bilbao entre marzo de 1801 y abril de 1802.

La Casa del Vínculo y del Retorno, en Caracas, donde vivió el matrimonio Bolívar desde julio de 1802 hasta enero de 1803.

Primer viaje a Europa y matrimonio


Casa del marquesado de Uluapa, donde se hospedó Simón Bolívar durante su estancia en la Ciudad de México.

Bolívar fue enviado a España a los 16 años para continuar sus estudios, partió del puerto de La
Guaira a bordo del navío de línea «San Idelfonso».[18] ​Durante el viaje el navío hizo escala en el
puerto de Veracruz del Virreinato de Nueva España, llegando el 1 de febrero de 1799. Ahí Bolívar
recibió la noticia de que la partida se demoraría debido al bloqueo de barcos ingleses a La
Habana, por lo que decidió visitar las ciudades de Jalapa, Puebla y la Ciudad de México,[18] ​
embarcándose de nueva cuenta en Veracruz el 20 de marzo del mismo año para continuar su
viaje. En 1800, conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza en Madrid.[19] [20]
​ ​En
agosto de 1800 María Teresa aceptó el noviazgo con Simón Bolívar y contrajeron matrimonio el
26 de mayo de 1802[21] ​en la desaparecida iglesia de San José que estuvo en el lugar que ahora
ocupa la calle de Gravina con esquina Luis de Góngora (y en ocasiones confundida con el
templo del mismo nombre situado en la calle de Alcalá donde fue transferida la Parroquia de
San José en 1838)[22] ​cuando Bolívar tenía 19 años y María Teresa 21. Al cabo de unos 20 días
se trasladaron a La Coruña.

Bolívar se casa con María Teresa del Toro en 1802.


El 15 de junio de 1802 los recién casados partieron hacia Caracas, desembarcando el 12 de julio
en La Guaira. Después de una corta estadía en Caracas, en la Casa del Vínculo y del Retorno,
ubicada en una esquina que daba a la Plaza Mayor de Caracas, hoy Plaza Bolívar, se trasladaron
a la «Casa Grande» del ingenio Bolívar en San Mateo. María Teresa enfermó poco después de
«fiebres malignas» —hoy día identificadas indistintamente como fiebre amarilla o paludismo—
por lo que el matrimonio regresó a su Casa del Vínculo, en Caracas, donde ella murió el 22 de
enero de 1803.

El joven Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó el
fallecimiento de su esposa. Fue en este estado de ánimo cuando juró no volver a casarse jamás.

Segundo viaje a Europa

En el mismo año de la muerte de su esposa viajó a París. Allí reencuentra a su antiguo maestro
Simón Rodríguez. Este último logra encauzar la desesperación sentida por Bolívar tras la muerte
de María Teresa hacia la política y la causa de la libertad de su patria. No en balde Bolívar
siempre verá a la muerte de su esposa como el momento decisivo de su vida que lo transmutará
en un hombre público llamado a un destino mayor. Simón Rodríguez también lo orienta hacia la
lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal. Viajó luego por
Italia en compañía de Rodríguez y del primo hermano de su fallecida esposa Fernando
Rodríguez del Toro y el 15 de agosto de 1805 en el Monte Sacro de Roma se comprometió
solemnemente ante estos a libertar a su patria. Regresó a Venezuela en 1806 y a la vez que
administraba los negocios familiares unió sus esfuerzos a la causa revolucionaria.[23] ​

Vida política y militar

Antecedente a la independencia

A lo largo de 1808, las presiones de Napoleón desencadenaron una serie de acontecimientos


que empeoraron aún más la ya comprometida situación española, el rey Carlos IV de España
abdicó el trono a favor de su hijo Fernando el 19 de marzo de 1808 después de los sucesos del
motín de Aranjuez, y más tarde, el 5 de mayo de 1808 se terminó de consumar el desastre para
España cuando Carlos IV y su hijo fueron obligados a ceder el trono a Napoleón Bonaparte en
Bayona para designar a su hermano, José, como nuevo rey de España. Esto provocó una gran
reacción popular en España que desencadenó lo que hoy se conoce como la guerra de la
Independencia española y tanto en América como en España, se formaron juntas regionales que
fomentaron la lucha contra los invasores franceses para restablecer en el trono al monarca
legítimo.

El Libertador (Bolívar diplomático), 1860. Óleo sobre tela 107×69 de Aita (seudónimo de Rita Matilde de la Peñuela,
1840-?), localizado en la colección de arte del Banco Central de Venezuela.

Sin embargo, en las juntas americanas solo se hablaba con entusiasmo de la Junta popular de
Cádiz y muchas de ellas eran vistas con recelo por las autoridades españolas, que las suponían
sospechosas de ser favorables a los franceses y que no se habían olvidado de acciones como
la de Antonio Nariño en Bogotá, que había publicado una obra sobre Los Derechos del hombre, el
movimiento de Juan Picornell, la Conspiración de Manuel Gual y José María España, o de las
fracasadas expediciones militares de Francisco de Miranda en Venezuela.

Pero también consideraban que estas juntas tenían derecho de imitar a sus análogas de la
Península ya que los dominios españoles eran considerados una parte esencial e integrante de
España cuyos territorios no eran considerados como simples colonias propiamente.

Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien diferenciados como resultado de los
debates políticos y la inestabilidad internacional: el de los realistas, que querían continuar bajo
la dependencia directa del monarca español, liderado por Juan de Casas; y el de los patriotas,
partidarios de constituir una Junta de gobierno con una autonomía plena similar a la de las
Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la metrópoli diferentes a un
reconocimiento formal de Fernando VII como soberano, queriendo imitar así el ejemplo del
Brasil regido desde Braganza, con autonomía de Portugal.

Así a mediados de 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una ciudad inmersa
en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos
bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad
caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.

Este era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia
que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.

Bolívar había vuelto a Caracas absolutamente convencido de la imperiosa necesidad de


independencia para América y trató de convencer a sus parientes y amigos de que esta era la
mejor opción pero, salvo la excepción de su hermano Juan Vicente, no pudo hacerlo fácilmente
debido a que las noticias de Europa llegaban muy tarde y con pocos detalles, por lo que el
público se enteraba de las acontecimientos solo de una forma general e inexacta y esto limitaba
su capacidad para evaluar la situación.

Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una serie de acontecimientos que
causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio de 1808, el Gobernador
encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares del diario londinense The Times
que el Gobernador de Trinidad remitió antes al de Cumaná y que relataban la noticia de la
abdicación del trono de España en favor de Napoleón.

Las autoridades trataron de mantener la noticia en secreto para evitar la alarma social pero la
llegada del bergantín francés Le Serpent al puerto de La Guaira el 15 de julio de 1808 con varios
comisionados enviados por Napoleón para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.

Un oficial francés se presentó ante el Gobernador Casas con documentación oficial


confirmando las malas noticias de The Times, y mientras en la Gobernación deliberaban sobre la
situación, la población empezó a alarmarse por la aparatosa llegada de los franceses,
divulgando profusamente la noticia de la desaparición de la monarquía tradicional en periódicos
y otras publicaciones.

La reacción popular fue de malestar e indignación y la situación empeoró cuando el capitán de


fragata inglés Beaver desembarcó poco después del Alcasta en La Guaira, tras perseguir al Le
Serpent sin poder apresarlo, para informar al Gobernador Casas y a la población que la lucha en
España para rechazar a los franceses continuaba y que Napoleón no tenía la situación
dominada.

Entonces surgió un proceso político extraño entre el Gobernador, la Audiencia y el Cabildo que
terminó de socavar el orden colonial vigente y esto hizo que la conmoción en la sociedad
caraqueña se orientara en dos direcciones, una representada por Bolívar que quería proclamar la
Independencia; y otra representada por otros criollos que querían mantener la fidelidad a
Fernando VII.

Así, el 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que anunciaban la
creación de la Junta Central de España e Indias que terminó instalándose en Sevilla en abril de
1809 y poco después, el 14 de enero de 1809 llegó a Venezuela el mariscal de campo Vicente
Emparan en calidad de capitán general de Venezuela y gobernador de Caracas. Su llegada dio
una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo
relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer confundir a la
población.[cita requerida]

En el panorama de incertidumbre reinante, el 19 de abril de 1810, los miembros del Cabildo de


Caracas decidieron constituir una Junta Conservadora de los Derechos de Fernando VII en un
acto que termina con la firma del Acta de Independencia y constitución de la Primera República
el 5 de julio de 1811. Con la revuelta del 19 de abril de 1810 se obligó al entonces capitán
general de Venezuela, Vicente Emparan, a ceder sus poderes a esta Junta y trajo como
resultado la expulsión de los funcionarios españoles de sus puestos para embarcarlos rumbo a
España.

Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de
Venezuela pero ya era tarde, desde entonces el proceso independentista sería imparable, y el
ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.

Misión a Londres
Estatua de Simón Bolívar en Belgrave Square, Londres.

El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los sentidos. Las
noticias de lo sucedido en Caracas llegaron hasta el almirante Alexander Cochrane, comandante
de las Fuerzas Navales británicas del Caribe, que procedió a despachar noticias de lo sucedido
a Londres y poner a disposición de la Junta de Caracas la corbeta Wellington  para que llevara
hasta Londres una delegación si así lo querían.

Así, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de coronel junto con Andrés Bello y Luis López
Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en
nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la circunstancia de que España y Gran
Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias ante
el peligro común que representaba Napoleón.

La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran
Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar
la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.

Sin embargo, Arthur Wellesley consideró conveniente recibir a la delegación en su casa


particular, Apsley House, por temor a que sus miembros recurrieran a Napoleón en busca de
apoyo y así aprovechar la ocasión para averiguar las pretensiones venezolanas.

La postura británica fue muy clara desde el principio dando a entender a la delegación que en
esos momentos el apoyo político a Venezuela era imposible y en un intento de presionar a
España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias, los británicos trataron de
desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con sus intereses.

A pesar de que no se cumplieron todos los objetivos de la delegación, se lograron algunos


compromisos importantes gracias a la presencia de Francisco de Miranda en Londres, con
quien Bolívar empezó a mantener contactos que fomentaron una participación discreta de este
mediante sus contactos personales en las negociaciones.

Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de que
Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.

Bolívar durante la Primera República

Bolívar (c. 1812)


Estatua ecuestre de Bolívar en Caracas.

Después de convenir con los ingleses la permanencia de un representante en Londres, Bolívar


embarcó en la corbeta Sapphire y llegó a La Guaira el 5 de diciembre de 1810.

Una vez en Venezuela, empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, que
como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín inglés Avon  el 10 de
diciembre de 1810 ante una fría recepción oficial por parte de la Junta Suprema, que poco
después lo nombró Teniente General.

Miranda pronto empezó a tener conflictos con el jefe militar del Gobierno, el marqués del Toro,
por su incapacidad para controlar la rebelión realista de Coro y mientras tanto, las
circunstancias políticas habían favorecido la aparición en Caracas de organizaciones como la
Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación independentista que funcionaba como
foro de debate político que divulgaba sus conclusiones en una publicación propia titulada El
Patriota de Venezuela.

Bolívar fue un miembro importante de esta asociación que estuvo muy implicado en las
movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar la Declaración de
Independencia, y que defendió posturas opuestas a la Constitución del 21 de diciembre de 1811
al considerar que era una copia literal de la que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba
a la realidad del momento en Venezuela.

El 13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por Miranda lograron una victoria en Valencia
contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de su antigua
capitalidad, y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su carrera militar al dirigir un
ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y su primera acción distinguida.
Así, Miranda lo propuso para el rango de coronel y lo envió a informar de la victoria al Gobierno
de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los valles de Aragua por iniciativa propia,
por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas militares
republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de teniente coronel en el Estado Mayor y lo
nombró jefe militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.

Dicha plaza era entonces un punto militar clave por sus características coincidentes de puerto,
arsenal, prisión militar y principal punto de apoyo y control en la zona. Allí permanecían
detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el castillo San Felipe, y a la vez también se
encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.

A pesar de ser contrario a las normas de seguridad militar se estaba dando esta situación y
aunque Miranda ordenó trasladar a los prisioneros a otro lugar, el traslado nunca se cumplió y
fue uno de los motivos que unido a la inexperiencia militar de Bolívar propiciaron la caída de
Puerto Cabello.

Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron gracias a la traición de
un oficial al que sobornaron, se apoderaron del castillo San Felipe y comenzaron a bombardear
Puerto Cabello.

Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas que pudo
controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la situación le era muy
desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería y la ciudad
empezaba a ser atacada por las fuerzas del capitán Domingo Monteverde y tras lanzar un
desesperado ataque frontal sobre el castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por
vía marítima, logrando escapar a duras penas.

Este acontecimiento, unido al violento terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la balanza a
favor de los realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía seguir la lucha,
Miranda capituló el 26 de julio de 1812 por encargo del Congreso, en el tratado de La Victoria,
que instauró nuevamente el dominio español sobre Venezuela.

El 30 de julio de 1812, Miranda llegó a La Guaira con la intención de embarcarse en la nave


inglesa Sapphire en medio de un ambiente en el que pocos sabían que las negociaciones con
Monteverde por las que muchos oficiales republicanos se sintieron traicionados se habían
iniciado por órdenes del Congreso y no por deseos de Miranda.

Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del coronel Manuel María de las Casas,
comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban Miguel
Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la
residencia de Manuel María de las Casas.

A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Manuel María de


las Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se
apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron
que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrilletaron, luego el coronel Manuel María de las
Casas, comandante de la plaza, se pasa al bando realista y lo entrega al jefe español
Monteverde.

A cambio de este acto de traición del coronel Manuel María de las Casas,[24] ​el español
Francisco-Antonio de Yturbe y Hériz accedería a darle a Bolívar el salvoconducto que este le
había solicitado para exiliarse en el extranjero, con el especial favor de Monteverde. En esta
ocasión, el jefe español hizo que se viera el acto de haber entregado a Miranda como un servicio
al estado español: «Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al
servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda». Bolívar insistió ante las
autoridades españolas, sin embargo, que la entrega de Miranda respondió al acto de traición de
aquel, por haber capitulado cuando aún disponía de suficientes fuerzas para continuar la lucha.

El Manifiesto de Cartagena

Bolívar fue autorizado por Monteverde a trasladarse el 27 de agosto de 1812 a la isla de


Curazao, ocupada por los ingleses, en la goleta española Jesús, María y José junto a José Félix
Ribas, Vicente Tejera y Manuel Díaz Casado, donde permaneció un corto período.

Después se trasladó a Cartagena de Indias, Nueva Granada, donde el proceso independentista


se había iniciado el 20 de julio de 1810 y había desembocado en la formación de varías Juntas
supremas que rivalizaban entre sí. En este panorama compuso un manuscrito conocido como el
Manifiesto de Cartagena, en el cual hizo un análisis político y militar de las causas que
provocaron la caída de la Primera República de Venezuela y exhortaba a la Nueva Granada a no
cometer los mismos errores que Venezuela para no correr la misma suerte, remediar las
divisiones, promover la unión de los distintos pueblos de América, hasta lograr el objetivo
común, la independencia.

Al poco de llegar, Bolívar solicitó al gobierno de Cartagena prestar servicio en sus tropas. Fue
concedido el mando de una guarnición de setenta hombres en la pequeña localidad de
Barrancas, con la que empezó a forjarse su futuro prestigio militar.
Al principio Bolívar estaba subordinado a un aventurero francés, Pierre Labatut. En contra de las
órdenes de este, decidió tomar la iniciativa, realizando una campaña para derrotar a las partidas
realistas que se encontraban en las orillas del río Magdalena mientras aumentaba el
adiestramiento y el contingente de sus tropas.

Como resultado de esta campaña, logró liberar varias poblaciones como Tenerife, Guamal, El
Banco, Tamalameque, Puerto Real de Ocaña, y derrotar a diversas guerrillas realistas que
operaban en la zona. Finalmente ocupó Ocaña.

Ante estos logros, el coronel Manuel del Castillo y Rada, comandante general de Pamplona,
solicitó su ayuda para detener a los realistas que amenazaban con entrar desde Venezuela. Para
ello, el coronel Bolívar tuvo que pedir autorización al Gobierno de Cartagena para intervenir en
territorio del Gobierno de las Provincias Unidas de Venezuela.

Cuando se la dieron, Bolívar llegó hasta la frontera con Venezuela. En la batalla de Cúcuta
derrotó el 28 de febrero de 1813 a las fuerzas españolas. Camilo Torres en su carácter de
presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, le confió a Bolívar el
título de ciudadano de la Unión, el grado de brigadier, equivalente al de general de brigada, y el
cargo de jefe de la guarnición de Cúcuta.

Desde febrero hasta abril de 1813 permaneció en Cúcuta, detenido por trabas legales y por
diferencias con Castillo, que empezaba a verle con suspicacia ante sus deseos de avanzar
sobre Venezuela. Para entonces, Bolívar disponía de una fuerza eficaz, y rodeado de una
brillante oficialidad neogranadina, aprovechable para una eventual reconquista de Venezuela.

Campaña Admirable

Después de recibir autorización y recursos de la Nueva Granada, Bolívar inició una de sus
acciones militares más destacadas, la Campaña Admirable.

Cuando en febrero de 1813 inició su campaña por los Andes venezolanos desde Cúcuta, no
encontró resistencia. Avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las
autoridades realistas huyeran ante su inminente llegada. En esta entrada triunfal se le concedió
por primera vez el título de «El Libertador», por decisión del Cabildo de Mérida.

Rápidamente las fuerzas de Bolívar ganaron terreno a un enemigo que huía ante un avance
sorprendente. Finalmente, Bolívar obligó a pelear a las fuerzas realistas en Los Taguanes, entre
Tucupido y Valencia. Les derrotó, y una capitulación se firmó en La Victoria.
Tras la capitulación española, Bolívar tuvo el camino libre, e hizo una entrada triunfal en Caracas
el 6 de agosto de 1813. Después de un triunfo militar en Mosquiteros le nombraron Capitán
General, con el título de «El Libertador», que desde entonces quedó unido a su nombre.

Bolívar se concentró en organizar el Estado y dirigir la guerra en lo que parecía su etapa final.
Organizó el régimen militar, mantuvo el Consulado, creó un nuevo sistema fiscal, y una nueva
administración de justicia. Atendió a la actividad agraria, a las exportaciones, y a la búsqueda de
mano de obra calificada. Modificó el gobierno municipal, y ofreció la nacionalidad a extranjeros
amigos de la causa republicana.

Guerra a muerte

Simón Bolívar (c. 1828) por José Gil de Castro.

Pero a principios de 1814 el capitán de milicias español José Tomás Boves, famoso por su
valentía, inició operaciones con tropas autóctonas de los Llanos venezolanos, autorizadas al
saqueo y al pillaje. Frente a un enemigo implacable que ejecutaba a todos los prisioneros, las
fuerzas de Bolívar se fueron debilitando. Ante la falta de medios para combatir a Boves y sus
llaneros, Bolívar decidió el 7 de julio de 1814 retirarse con las fuerzas que le quedaban hacia el
Oriente venezolano, y unir fuerzas con Santiago Mariño.
Bandera de guerra a muerte de Bolívar.

La retirada estratégica de Bolívar produjo un éxodo desde Caracas hacia Oriente, en el que
murieron muchas personas que seguían a las fuerzas republicanas por temor a las represalias
de Boves y su lugarteniente Francisco Tomás Morales. Bolívar decidió hacerles frente en Aragua
de Barcelona el 17 de agosto de 1814. Tras ser derrotado, Bolívar logró llegar a Cumaná el 25 de
agosto de 1814 y unirse a Mariño.

La Segunda República de Venezuela estaba herida de muerte. A lo largo de 1814 los realistas
consolidaban su dominio por todo el país. Solo el Oriente venezolano y la isla de Margarita
permanecían en manos republicanas. El bando republicano estaba dividido en facciones de
caudillos que dominaban porciones de territorio. El corsario Giovanni Bianchi intentaba
aprovechar la situación. Bolívar decidió salir con Mariño desde Carúpano hacia Cartagena.

Estadía en Jamaica
Litografía de Simón Bolívar.

Bolívar durante su estancia en Haití.

Véase también: Carta de Jamaica

A finales de 1814, Bolívar llegó a Cartagena para obtener ayuda de la Nueva Granada, que se
encontraba también en una situación difícil.
Con el apoyo del Gobierno neogranadino fue reconocido jefe por todos los venezolanos que se
encontraban en Nueva Granada. El 19 de septiembre de 1814 Bolívar se encontró con Camilo
Torres Tenorio, presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Después
de la derrota del General Antonio Nariño en la campaña del Sur en julio de 1814, Torres Tenorio
encargó a Bolívar de la conducción de la guerra. El 10 de diciembre de 1814 Bolívar tomó a
Santa Fe, y obligó Cundinamarca a reconocer la autoridad del Congreso de las Provincias
Unidas de la Nueva Granada.

Bolívar decidió abandonar su cargo en la Nueva Granada y partir a Jamaica en el buque La


Découverte, llegando a la isla el 14 de mayo de 1815. Escribió con fecha del 6 de septiembre de
1815 una Carta de Jamaica, en la cual justificaba la rebelión de los Criollos, llamaba a la lucha
para la independencia, y exponía el proyecto de Francisco de Miranda de confederación de
Colombia.

Sin embargo, la situación de Bolívar en Jamaica llegó a ser bastante tensa. Salió ileso de un
intento de asesinato, porque se vio obligado ese día a mudarse de su pensión por falta de
dinero. El gobierno británico no quería comprometerse a darle un apoyo abierto, y los españoles
intentaban asesinarle; Bolívar decidió trasladarse a un país más seguro donde pudiera organizar
una expedición.

Estadía en Haití

En aquella época Haití se había convertido en una república independiente de Francia, que daba
asilo y respaldaba a los republicanos del continente americano. Por ello Bolívar consideró que
Haití era el lugar adecuado para organizar una expedición militar hacia Venezuela, con la ayuda
del presidente de ese país, el general Alexandre Petion. Allí se dio cuenta de que debía reclutar a
los llaneros, en ese entonces al mando de José Antonio Páez, para vencer a los ejércitos
realistas.

El 19 de diciembre de 1815, Bolívar salió de Jamaica para Haití. Llegó al puerto de Los Cayos el
24 del mismo mes. Con la ayuda encubierta del gobierno haitiano y del experimentado almirante
Luis Brión, Bolívar organizó una expedición de más de mil hombres conocida como la
Expedición de los Cayos. Salió el 23 de marzo de 1816 con rumbo a la isla de Margarita. Bolívar
retrasó su partida seis días porque esperaba a su amante Josefina Machado, que venía de la
isla danesa de Saint Thomas. Como Brión presionaba para continuar, partieron los barcos. Al
llegar al sur de la Hispaniola un barco mensajero alcanzó el navío de Bolívar y comunicó que
Josefina y su familia habían llegado a Los Cayos. Bolívar pidió a Brión que le enviasen una
fragata.[25] ​Los oficiales británicos y alemanes protestaron y amenazaron con abandonar esta
expedición tomada tan a la ligera, pero Brión los convenció de que continuasen.

Bolívar y la Gran Colombia

Mapa de la Gran Colombia.

Después del fracaso de la Segunda República de Venezuela y su corta permanencia en Nueva


Granada como comandante militar, Bolívar se vio obligado a reflexionar sobre la causa de los
fracasos previos, la situación internacional y la forma de lograr la independencia de forma
duradera.

Sus reflexiones le llevaron a la conclusión de que para alcanzar la independencia definitiva se


debía derrotar totalmente a los españoles para impedir que realizaran acciones de reconquista
pero esto no sería suficiente, los esfuerzos descoordinados y dispersos de los caudillos
regionales a lo largo de América debían ser unificados bajo un mandato único y como garantía
de una independencia permanente se debía crear una república grande y fuerte para poder
desafiar las pretensiones de cualquier potencia imperial.

La idea de crear una nación semejante hizo que Bolívar tuviera un objetivo político mucho más
amplio y esto en definitiva le movió a actuar de una manera diferente a las anteriores.

Colombia como proyecto político

Ya en la isla de Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de conformar a Colombia como un país
que debía hacerse realidad. Concluyó que para convertir la idea de Colombia en una nación
viable y creíble hacía falta crear un gobierno centralizado capaz de coordinar las acciones
necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a los distintos pueblos de la América
Hispana como garantía de la independencia.

Aunque el proyecto de Colombia como nación lo idealizó en realidad Francisco de Miranda


durante sus acciones precursoras, fue Bolívar quien tuvo el mérito de rescatar este proyecto del
baúl de los recuerdos de sus primeros contactos con Miranda en Londres y de llevarlo a cabo
contra viento y marea hasta su muerte.

Para garantizar la libertad de la Nueva Granada, Bolívar consideraba vital conseguir cuanto
antes el control sobre Venezuela para impedir que los españoles la utilizaran como puesto de
avanzada en tierra firme para sus campañas de reconquista por lo que decidió emprender esta
tarea como algo prioritario.

Así desembarcó en la isla de Margarita a mediados de 1816 decidido a lograr desde el principio
el reconocimiento de su liderazgo y después de obtener un éxito inicial con el líder local Juan
Bautista Arismendi preparó la campaña para liberar el continente.

El 16 de julio de 1816 Bolívar desembarcó en Ocumare de la Costa y emitió una proclama en la


que cambiaba su decreto a muerte. En la misma declaraba que los «españoles europeos» no
serían matados salvo que estuvieran combatiendo.[26] ​Allí declaraba que su armada iba a liberar
a toda Venezuela. Contaba con 650 soldados, de los que 300 jamás había estado en combate.
Bolívar consiguió alistar a unos doscientos negros, pero la mayoría de la población huyó.
Entonces procedió a marchar en dirección a Valencia con el fin de establecer desde allí una
conexión con los combatientes que se hallaban en los Llanos. Las fuerzas bajo Morales se
dirigieron a Valencia y de allí hacia los cerros que llevaban a Ocumare. Después de una corta
escaramuza, huyó Bolívar hacia Ocumare y de allí a Bonaire. Al llegar Brión a Bonaire, le
recriminó a Bolívar que hubiera abandonado Ocumare de esa manera y le ordenó ir a Cumaná.
Brión partió a Margarita para reparar varios barcos y Bolívar desembarcó de nuevo en Cumaná.
Allí Santiago Mariño y Manuel Piar le recriminaron igualmente la huida de Ocumare y lo
amenazaron con llevarlo a una corte marcial y fusilarlo. De acuerdo a Ducoudray Holstein,
Bolívar se convirtió en acérrimo enemigo de Piar desde aquel entonces. Con el fin de evitar más
encuentros problemáticos con oficiales revolucionarios, decidió partir de nuevo hacia Haití.

A medida que pasaba el tiempo Bolívar tuvo que lidiar con personajes que habían ganado su
generalato a través de la acción pero que por el tipo de guerra que se hacía en ese momento
acabaron aceptando la Jefatura Suprema de Bolívar como un mal necesario para poder derrotar
a los españoles hasta que a la larga su liderazgo fue indiscutido.
A partir de 1817 se desarrolló un conflicto de poder entre Manuel Piar, que había liderado la
conquista de Guayana, y Simón Bolívar. Piar había derrotado a Morales en El Juncal a finales de
1816 y había tomado Angostura en abril de 1817. Simón Bolívar realizó un consejo de guerra 24
de julio de 1817 para que se reconociese su liderazgo. Bolívar escribió un pronunciamiento
contra Piar en agosto. Sedeño fue mandado a aprehenderlo. Acusado de querer eliminar a
Bolívar y establecer una pardocracia, Piar fue fusilado el 16 de octubre de 1817. Con ello, Bolívar
quedó claramente como jefe de las fuerzas independentistas en Venezuela.

La consolidación del liderazgo supremo facilitó el control del oriente venezolano y la instalación
de Bolívar en Angostura (hoy Ciudad Bolívar), que trajo consigo el inevitable y largo
enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias del general español Pablo Morillo y la
organización de los mecanismos elementales para que el gobierno pudiese funcionar.

Para entonces el Ejército español ya se encontraba muy desgastado después de la larga


campaña de reconquista realizada en Colombia y Venezuela y aunque el general Morillo era un
comandante militar muy capaz que intentó por todos los medios paliar la situación no pudo
evitar que sus tropas iniciaran un lento pero inevitable declive debido a la falta de recursos y de
refuerzos para cubrir las bajas que sufrían.

Ya en 1818, la situación del ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio
obligado a retirar algunas de sus fuerzas de la Nueva Granada para intentar contener a Bolívar.
Para entonces la situación política y militar era lo bastante buena como para pensar en la
organización de un Estado y así fue como se instaló hacia 1819 el Supremo Congreso de la
República en Angostura.

Campaña libertadora en la Nueva Granada


Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander en el Congreso de Cúcuta.

A partir de 1813 la situación se decantó definitivamente a favor de los patriotas y desde


entonces prácticamente su avance por el continente se hizo imparable, lo que permitió que
Bolívar desde Venezuela y Francisco de Paula Santander desde Nueva Granada empezaran a
coordinar acciones conjuntas desde sus áreas de influencia que fomentaran una unidad militar.

En la batalla de Cúcuta se dio inicio a la Campaña Admirable,[27] [28]


​ ​con la cual se liberó el
occidente de Venezuela.[29] ​Fue un enfrentamiento bélico entre Simón Bolívar y las tropas
españolas, con el cual se logró la independencia de la ciudad colombiana de Cúcuta.

Monumento a la batalla de Cúcuta.


Para entonces existía en Nueva Granada un importante foco de resistencia revolucionaria contra
las tropas de Morillo en los llanos de Casanare, zona contigua a los llanos de Apure y del
Arauca, donde algunos de los revolucionarios neogranadinos más comprometidos se retiraron
para resistir, como baluarte patriota al mando de Santander, la violencia de la Contrarrevolución
del comandante militar Juan de Sámano. Bolívar ascendió a Santander al grado de brigadier y lo
nombró Comandante militar de la División de vanguardia.

Santander y Bolívar habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de
Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas
para iniciar la invasión de la Nueva Granada.

Además de los preparativos militares también se realizaban acciones políticas importantes. El


21 de enero de 1819 llegaron a Angostura dos buques británicos, el Perseverance y el Tartare
con un cuerpo de voluntarios que fue conocido como la Legión Británica para apoyar a Bolívar,
quien reunió el Congreso de Angostura el 15 de febrero de 1819, acontecimiento en el que
pronunció una de sus mejores composiciones políticas, el Discurso de Angostura, en el que
hacía un análisis crítico de la situación, exponía el rumbo a seguir para fundar la república y
anunciaba la Ley Fundamental de la República de la Gran Colombia (que sería ratificada en el
Congreso de Cúcuta como la Constitución de Cúcuta en 1821).

Templo Histórico de Cúcuta, donde se desarrolló el Congreso de Cúcuta. En su interior hay una estatua de Bolívar.
Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de
mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de
inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la
imprevisibilidad del ataque.

Pablo Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a Angostura bajo el mando
de James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con José
Antonio Páez, destacado líder rebelde de los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió
atacar el principal reducto rebelde neogranadino en Casanare con tropas al mando del coronel
José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del general Santander
mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la Tercera División
española.

La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares
difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo
mismo.

Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al general Morillo ya
que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibir refuerzos desde hacía mucho tiempo,
estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad
real.

Paso del ejército patriota por el páramo de Pisba.

Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el Paso de
los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los
medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del páramo de
Pisba, hasta dar alcance a los realistas el 25 de julio de 1819 en la batalla del Pantano de
Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas
llegar a la ciudad de Tunja el día 4 de agosto.

Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de Santander en la población
de Tame, en donde comienza la campaña libertadora de la Nueva Granada.

Batalla de Boyacá.

El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar
medidas. Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas
le obligaba a estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia Bogotá donde las
condiciones le serían mucho más favorables.

El enfrentamiento decisivo con los realistas se produjo en la batalla de Boyacá el 7 de agosto de


1819, por medio de la cual se pretendía detener el avance de las tropas leales comandadas por
Barreiro hacia la ciudad de Bogotá y que resultó en una gran victoria para Bolívar y el ejército
revolucionario.

Cuando el virrey Sámano, quien conocía como los demás realistas el Decreto de Guerra a
Muerte, se enteró de la derrota, huyó inmediatamente de Bogotá y de esta forma, el ejército
libertador entró triunfante a la capital el día 10 de agosto.

Congreso de Cúcuta
Batalla de Ayacucho.

Durante los próximos años la oposición realista fue completamente eliminada. El 24 de junio de
1821 en la batalla de Carabobo, campo cercano a la ciudad de Valencia, se obtuvo una victoria
decisiva sobre el ejército español que fue completada con la batalla naval del Lago de
Maracaibo el 24 de julio de 1823 y se liberó definitivamente Venezuela.

Durante su permanencia en Bogotá se dieron otros procesos libertarios como el de Guayaquil el


9 de octubre de 1820 que se llevó a cabo sin la participación de Bolívar, lo cual incidió para que
posteriormente este optara por ocupar aquella provincia que se había declarado independiente
bajo la presidencia de José Joaquín de Olmedo. Recién dos años después Simón Bolívar llega a
Guayaquil con su ejército, destituye a la Junta de Gobierno y la anexa a la Gran Colombia.

Después de la victoria de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la batalla de
Pichincha el 24 de mayo de 1822 el norte de Sudamérica fue liberada. Con esa gran victoria
Bolívar se preparó para marchar con su ejército y cruzar los Andes y liberar definitivamente Perú
que ya había declarado su independencia el 28 de julio de 1821 luego del desembarco del
general José de San Martín en Paracas y la toma de Lima el 12 de julio.

El 26 de julio de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con San Martín en Guayaquil para discutir la
estrategia de liberación del resto de Perú. Nadie sabe qué ocurrió en la secreta reunión entre los
dos héroes sudamericanos, pero San Martín volvió a Argentina, mientras Bolívar se preparó para
la lucha contra los últimos reductos españoles en Sudamérica, en la sierra y el Alto Perú. En
1823 Bolívar fue autorizado por el Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y en
septiembre llegó a Lima cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra y se reunió con Sucre para
planificar el ataque. El Congreso peruano le nombró dictador el 10 de febrero de 1824, y a partir
de entonces logró controlar las intrigas de la nueva república.

El 6 de agosto de 1824 Bolívar y Sucre juntos derrotaron el ejército español en la batalla de


Junín. A raíz de esta victoria; el poeta guayaquileño José Joaquín de Olmedo le escribió el
poema épico «Victoria de Junín. Canto a Bolívar», verdadera obra maestra de la poesía de las
nacientes naciones suramericanas y de la gran patria ecuatoriana, y en ella, no solo se describe
la batalla; sino también Olmedo pone en boca de Huayna Cápac los destinos de la América Libre
del yugo español.

El 9 de diciembre de 1824 Sucre destrozó el último baluarte del Ejército español en la batalla de
Ayacucho, acabando con el dominio español en Sudamérica.

Bolívar como estratega militar

Militarmente, las guerras dirigidas por Bolívar no implicaron a un número importante de


efectivos, y en total el ejército expedicionario español nunca sobrepasó tampoco la décima
parte de la cifra de los realistas. Sin embargo, Bolívar no era un militar profesional en el sentido
literal de la palabra, y mucho menos un teórico de la estrategia. Su formación militar fue básica,
y su instrucción teórica no pasó los límites de las nociones de disciplina y jerarquía. Su paso por
las formaciones militares coloniales de Venezuela fue breve, y se ha comprobado que nunca
estuvo en L'École de Sorèze, ni en ningún otro instituto militar de ninguna clase.

Sin embargo, la forma en que desarrolló sus diversas campañas militares y la terminología
utilizada en su correspondencia sugieren que sus éxitos no pudieron deberse a casualidades
afortunadas, y que poseía conocimientos de estrategia militar más avanzados[cita requerida] de los
que debía tener por su formación.

Mediante el análisis de sus acciones bélicas se aprecia que Bolívar utilizaba los fundamentos
de la planificación y estrategia para elaborar sus operaciones.

Dentro de la literatura militar se sabe que Bolívar leyó Historias de Polibio y la Guerra de las
Galias de Julio César pero además existen indicios suficientes para creer que manejó los textos
militares de Mauricio de Sajonia y del conde de Guibert. Sin embargo, se sabe casi con
seguridad que no conoció las obras de Montecuccoli hasta 1824, ni los estudios sobre
Napoleón hasta cuando casi terminó sus campañas militares.

Dictador del Perú


Llegada al Perú
La batalla de Junín.

Simón Bolívar a caballo por Arturo Michelena.

Bolívar desembarcó en el puerto del Callao el 1 de septiembre de 1823 en el bergantín


Chimborazo luego de que una comitiva enviada por el Congreso de la República del Perú
encabezada por José Faustino Sánchez Carrión le enviara una invitación mientras estaba en
Guayaquil, provincia cuya anexión a la Gran Colombia dispuso en julio de 1822. A dicho
recibimiento asistió el presidente José Bernardo de Tagle, marqués de Torre Tagle, y su gabinete
ministerial en Pleno.[30] ​Al día siguiente de su llegada, el Congreso lo nombra «suprema
autoridad»[31] ​y poco después le encarga la dirección de la lucha contra el ejército realista
disponiendo que el mismo Torre Tagle debería rendirle cuentas de sus acciones.[32] ​
La primera acción de Bolívar fue eliminar las fuerzas de José de la Riva Agüero,[33] ​quien fue
presidente del Perú antes que Torre Tagle y se oponía a la llegada de Bolívar, en Trujillo. Riva
Agüero fue apresado en noviembre de ese año pero logró escapar y se fue a Inglaterra. Mientras
tanto, el primer Congreso Constituyente que estaba próximo a proclamar la primera
Constitución política del Perú emite una resolución señalando que entrarán en suspenso las
disposiciones de esa carta magna que sean contrarias a las disposiciones y deseos de Simón
Bolívar. La Constitución fue jurada el 11 de noviembre de ese año pero nunca entró en
vigencia.[34] ​

El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales departamentos
de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de Riva Agüero,[35] ​las
fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de la sierra norte
(actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante ello, siendo
factible la posibilidad de que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue
tras el motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de Pativilca, 200
kilómetros al norte de Lima.

Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en Jauja
para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su ejército y
ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla de Junín, Bolívar se jactaba
de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple ese
encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la
expulsión de Bolívar y obtener así la plenitud de su mandato.

Al margen de esas intrigas, el 5 de febrero de 1824, las tropas rioplatenses de las fortalezas del
Callao pertenecientes a la expedición libertadora de San Martín, acaudilladas al mando de un
sargento de apellido Moyano, se levantan en motín del Callao argumentando falta de pago a los
soldados. Esa sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la fortaleza
del Real Felipe y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas
ocuparon Lima el 29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y
sostener una guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar
español de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el
mismo Torre Tagle que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe donde murió al año siguiente
en el sitio del Callao.

Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de febrero y
entrega a Bolívar todo el poder político y militar.[36] ​Acto seguido, el Congreso se inmola y entra
en receso hasta que Bolívar lo convoque.[37] ​Bolívar se convirtió en la única y máxima autoridad
en el Perú, nombrando como único Ministro General a José Faustino Sánchez Carrión.[38] ​
Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue generalizado del ejército
unido a Trujillo y Huamachuco.

Formación del ejército

Monumento Simón Bolívar en Distrito de Pueblo Libre en Lima.

Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del
Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales grancolombianos
Antonio José de Sucre, José María Córdova y Jacinto Lara. Ningún peruano formó parte del
estado mayor siendo que solo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del
ejército. Ello se debía a que Bolívar no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en
diversas cartas que envió.

Hiram Paulding , un marino inglés escribió en sus notas de la bitácora que supuestamente
Bolívar le refirió sobre los peruanos «eran unos cobardes y que, como pueblo, no tenían una sola
virtud varonil. En suma sus denuestos fueron ásperos y sin reserva... Luego me dijeron que
siempre solía hablar así de los peruanos», pero en recientes aclaraciones se ha dejado entrever
que estas aseveraciones tuvieron origen ante la lentitud y demora de los peruanos al reaccionar
por su emancipación, pero esta aseveración cae en total contradicción con la gallardía
demostrada en la batalla naval de El Callao, como hecho final que encumbró a la recién creada
nación peruana como una república.[39] ​

Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a las armas del ejército, en sus
cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así
ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría
fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños. La
orden de Bolívar respecto a utilizar la riqueza que hubiere en las iglesias dio lugar a abusos y
saqueos por parte de los jefes militares grancolombianos.

Durante todo ese tiempo, la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante Martin George Guisse,
jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas
peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde Colombia y asediando
constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el Callao bajo el mando de
José Rodil.

El 2 de agosto, en la localidad pasqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró
armar y que contaba 12 000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que
desde principios de 1824 había quedado paralizado por la rebelión de Olañeta. El 6 de agosto se
dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el
Perú. El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en
Ayacucho.

Perú y Bolivia independientes


Simón Bolívar por Antonio Salas.

Ya antes de la batalla de Ayacucho, Bolívar había vuelto a nombrar un gabinete ministerial.[40] ​


Para ello mantuvo a José Faustino Sánchez Carrión como ministro pero esta vez encargado de
la Cancillería, Hipólito Unanue a cargo del Ministerio de Hacienda y al militar venezolano Tomás
de Heres como ministro de Guerra. Su gobierno en el Perú se caracterizó por una gran represión
contra el pueblo y sus opositores a la par que ejerció una gran injerencia tanto dentro del recién
formado Poder Judicial y en la elección del Congreso. No obstante ello, el gobierno de Bolívar se
caracterizó por la creación de instituciones básicas dentro de lo que sería la organización del
naciente estado peruano.

El 10 de febrero de 1825, un año después de que el Congreso entrara en receso, Bolívar lo


convoca de nuevo. Este Congreso sesionó por un mes antes de disolverse y dar por concluidas
sus funciones el 10 de marzo.[41] ​Durante este periodo, el Congreso autorizó la salida de 6000
soldados peruanos a la Gran Colombia, acordó la entrega de premios a los militares vencedores
y emitió una resolución desentendiéndose del futuro que escoja el Alto Perú, la actual Bolivia.

El 20 de mayo de 1825, desde Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un Congreso General
que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente.[42] ​Sin embargo, ese día no se pudo
inaugurar el nuevo congreso ya que Bolívar no estaba conforme con la incorporación de algunos
diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue elegido por el departamento de
Arequipa. Solo en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero sus sesiones preliminares
fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los diputados de Arequipa, Lima,
Cusco y otras provincias.[43] ​

El 26 de mayo de 1826, el gobierno retira a los municipios el derecho de elegir a sus


autoridades[44] ​y poco después decreta que los prefectos convoquen a los colegios electorales
de las provincias para que, cada una, apruebe directamente la Constitución Vitalicia elaborada
por Simón Bolívar que lo nombraba como Presidente Vitalicio.

El 4 de septiembre de 1826, Bolívar se embarca en el bergantín Congreso con dirección a


Colombia dejando en el Perú un «Consejo de Gobierno» cuya misión era lograr la vigencia de la
Constitución Vitalicia.[45] ​Bolívar no regresaría más al Perú. El Consejo de Gobierno no logró que
la Corte Suprema del Perú apruebe la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como
Presidente Vitalicio por lo que recurrió al Cabildo de Lima que, presionado, dio validez a las
actas de los colegios electorales y luz verde a la promulgación de la Constitución.[46] ​Esta
constitución solo tuvo vigencia hasta el 26 de enero del año siguiente cuando cae el Consejo de
Gobierno y se convocan nuevas elecciones.

Durante su gobierno, Bolívar dio cumplimiento al acuerdo de «reposiciones» del ejército


grancolombiano, en virtud de los cuales se debía reponer a este las bajas que sufriera durante
las batallas libradas en el Perú, no solo por muertes en campo de batalla sino también por
deserciones y enfermedad. Para ello, Bolívar ordenó el reclutamiento forzoso de peruanos para
la formación de tropas y su posterior envío a Venezuela, ello se dio mientras se mantenían en el
Perú las tropas grancolombianas.

Otras disposiciones

Efigies de Simón Bolívar en el Panteón de los Próceres en Lima.

Bolívar restituyó el Tributo indígena[47] ​estableciendo su «reducción al monto que se pagaba en


1820», contribución que debían pagar los indígenas peruanos por el solo hecho de ser
indígenas. José de San Martín había abrogado esa contribución el 27 de agosto de 1821 por lo
que la norma no hizo sino reinstaurar un pago ya proscrito. Por otro lado, prohibió la mita[48] ​y
se garantizó como en las otras naciones recientemente independizadas la libertad de vientres,
con la cual se garantizaba que los hijos de esclavos que sirvieran y se circunscribiesen y
tuvieran en embarazo a sus esposas los hijos de estas uniones nacerían libres, y aquellos
soldados que en anterioridad fuesen esclavos, se les concedería su libertad, como recompensa
por sus leales servicios a la causa libertadora.

En el ámbito de la organización del Estado, Bolívar reemplazó el 6 de marzo de 1824 la Alta


Cámara de Justicia que había reemplazado, por orden de San Martín, a la Audiencia de Lima.
Esta Cámara dio origen a la Corte Superior de Lima y, luego de la batalla de Ayacucho, dio lugar
a la Corte Suprema de Justicia.[49] ​Bolívar nombró presidente de esta a Manuel Lorenzo de
Vidaurre, quien dejó varios escritos laudatorios de Bolívar. Sin embargo, tal como pasó en el
juicio que se llevó a cabo por el asesinato de Bernardo de Monteagudo, donde Bolívar interrogó
directamente a los sospechosos y estableció sus condenas, pues Bolívar ejercía directa
injerencia en la Corte Suprema. También creó la Corte Superior de Justicia de Trujillo,[50] ​la
Corte Superior de Justicia de Arequipa[51] ​y la Corte Superior de Justicia del Cusco.[52] ​

Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el Colegio Nacional de Ciencias[53] ​y
el colegio Educandas[54] ​en el Cusco, instituciones que fueron conocidas como los colegios
bolivarianos. Igualmente fundó el Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano.
Expidió la primera Ley de Imprenta que logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera.
El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el
gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones
gubernamentales.[55] ​

Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer
lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del
Estado Peruano hasta mediados del siglo XIX y se negoció un empréstito con Inglaterra del que
solo se recibió el 25 % del capital y se tuvo que pagar el íntegro más intereses. Bolívar recibió un
país quebrado y su administración no mejoró ese punto.

Durante su gobierno se ejerció represión contra sus principales opositores. Así, se dispuso el
destierro de Francisco Xavier de Luna Pizarro y de Mariano Necochea, el encarcelamiento del
almirante Martín George Guisse, los hermanos Ignacio y Francisco-Javier Mariátegui y varios
militares chilenos y argentinos así como la ejecución de personajes como el ministro de Torre
Tagle, Juan de Berindoaga, vizconde de San Donás. Adicionalmente se tendió un manto de
suspicacia respecto del asesinato de Bernardo Monteagudo.
Si bien Bolívar habría dispuesto la anexión de la provincia de Guayaquil a la Gran Colombia en
1822, después de la entrevista con el protector del Perú, José de San Martín, ya existía la
Provincia Libre de Guayaquil, esfuerzo de Joaquín Olmedo, en 1820, antes de que el Perú y
Ecuador fuesen liberados (lo que inició la disputa territorial entre Perú y Ecuador).

En 1825 los criollos de Alto Perú o Charcas deciden la creación un país autónomo, y rechazan
pertenecer a Lima o a Buenos Aires. Así nace del Alto Perú, la creación de la República de
Bolívar.[56] ​Palabras de Jorge Basadre, «Bolivia tiene sus raíces en la Audiencia de Charcas,
colocada primero bajo la égida del virreinato del Perú luego la del virreinato del Río de la
Plata».[57] ​

Una breve semblanza de Bolívar la presenta Jorge Basadre, historiador y político de Perú,
diciendo que «la autenticidad del genio de Bolívar está en su polifonía. El guerrero, el hombre de
sociedad, el orador, el escritor estaban ligados en él al político, al legislador, al forjador de
amoríos. Y siendo bastante lo hecho y lo conseguido, no se contentaba con ello; era siempre
una semilla apasionada de sueños y de grandezas».[58] ​

Vida política en Bolivia y otras naciones independizadas

Monumento conmemorativo en la Quinta de San Pedro Alejandrino, lugar donde falleció Bolívar. Santa Marta, Colombia.

Con el ingreso de Sucre al Alto Perú, el 3 de febrero de 1825, se promulgó un decreto que llama
a una asamblea deliberante para que las provincias que la conformaban pudieran decidir su
suerte. Luego de muchos incidentes el 10 de julio de 1825 la asamblea constituyente se reúne
en Chuquisaca en la ciudad de La Plata (Charcas). Dicha asamblea sesiona durante los meses
siguientes hasta lograr el consenso mayoritario de erigirse como Estado soberano e
independiente de todas las naciones, tanto del Viejo como del Nuevo Mundo. El 6 de agosto de
1825 el Congreso del Alto Perú creó la República de Bolívar que luego cambió de nombre a
Bolivia.

La Constitución de 1826 fue escrita por el mismo Bolívar. Asimismo, se nombró como primer
presidente a Simón Bolívar quien gobernó el país por poco tiempo delegando sus funciones a
Sucre, hasta que el Congreso nombró a este último presidente el 26 de mayo de 1826. También
en 1826 Bolívar convocó al Congreso de Panamá, conocida como la primera conferencia
hemisférica.

Su autoridad en Perú se mantuvo nominalmente hasta el 27 de enero de 1827, cuando se


produjo el fin de la influencia bolivariana en el Perú. No obstante el 11 de junio de 1827, el
Congreso General Constituyente del Perú de 1827 declaró la Constitución Vitalicia y el
nombramiento de Bolívar como Presidente Vitalicio del Perú nulas y sin efecto.

A partir de 1827, debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución, explotaron
conflictos políticos que terminaron por destruir las perspectivas de una unión sudamericana por
la cual Bolívar había luchado.

Ya en Venezuela, indultó a los comprometidos en la Cosiata y el 1 de enero de 1827 sostuvo en


el cargo de jefe superior civil y militar a Páez. Reformó los estatutos de la Universidad de
Caracas y se dirigió a Santa Fe de Bogotá el 5 de julio siguiente para convocar una convención
que debía crear una nueva constitución y el restablecimiento de la concordia nacional después
de las batallas contra los españoles y las discordias entre los partidos. Bolívar no regresó nunca
a Venezuela.

La convención se reunió en Ocaña el 9 de abril de 1828, desde el comienzo de la reunión, los


asistentes se dividieron en tres fracciones: la primera estaba dirigida por el general, Francisco
de Paula Santander, Vicepresidente de la Gran Colombia que defendía una concepción
federalista del gobierno; la segunda, capitaneada por el propio Simón Bolívar, abogaba por un
gobierno Central; y, por último, una tercera, la de los independientes, en la cual militaban Joaquín
Mosquera y los indefinidos. La Convención fracasó porque ninguna de las propuestas para una
nueva constitución fue aceptada; por esa razón, los seguidores de Bolívar resolvieron
ausentarse de Ocaña el 10 de junio de 1828 y la reunión se quedó sin el cuórum reglamentario.

El 9 de agosto de 1828 Bolívar decretó una ley que prohibía a los ciudadanos españoles contraer
matrimonio en la Gran Colombia.[59] ​Esta ley fue derogada en el Congreso de Venezuela en
1831.
Bolívar prohibió la circulación de las obras de Jeremy Bentham en las universidades de
Colombia por considerarlas nocivas para la juventud y esto aunque Bentham fue uno de los
pocos pensadores europeos famosos de la época que apoyaron la independencia. También
firmó un decreto por el que el gobierno había de promover y proteger el catolicismo como la
religión de los colombianos.[60] ​

Creyendo que mediante su acción podría imponer el orden y mantener la unión de la Gran
Colombia, Bolívar se declaró a sí mismo dictador el 27 de agosto de 1828, mediante el Decreto
Orgánico de la Dictadura y queda abolida la Vicepresidencia de la República.

Intento de asesinato y declive

Manuela Sáenz, quiteña que rescató a Bolívar de un intento de asesinato.

El 25 de septiembre de 1828, en Bogotá, se llevó a cabo un atentado contra su vida, conocido


como la Conspiración Septembrina, de la cual resultó ileso gracias a la ayuda de su amante,
Manuela Sáenz, quiteña que recibió en 1821 la orden de Caballeresa del Sol del general José de
San Martín y que a raíz del suceso con Bolívar fue llamada por él «La Libertadora del
Libertador». Bajo la ventana de la residencia de Bolívar, frente al actual Teatro Colón, por donde
realizó su escape, fue puesta una placa con la inscripción del cuadro lateral. Pasó la noche
escondido en un caño en lo que es conocido hoy en día como el eje ambiental de Bogotá.
SISTE PARUMPER SPECTATOR GRADUM

SI VACAS MIRATURUS VIAM SALUTIS

QUA SESE LIBERAVIT

PATER SALVATORQUE PATRIAE

SIMON BOLIVAR

IN NEFANDA NOCTE SEPTEMBRINA

AN. MDCCCXXVIII
[61][62][nota
​ 5]​

DETENTE, ESPECTADOR, UN MOMENTO

Y MIRA EL LUGAR POR DONDE SE SALVÓ

EL PADRE Y LIBERTADOR DE LA PATRIA

SIMÓN BOLÍVAR

EN LA NEFANDA NOCHE SEPTEMBRINA

1828

Bolívar inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores,
miembros de la facción «santanderista». Eventualmente se decidió someterlos a la justicia
marcial, después de la cual debieron ser fusilados los acusados de ser los directos implicados,
algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. Francisco de Paula
Santander sabía de la posibilidad de atentados contra Bolívar, pero no se logró probar su
participación directa en esa conspiración.

Posteriormente, Bolívar siguió gobernando en un ambiente enrarecido, acorralado por disputas


fraccionales. Las revueltas continuaron. En esta situación, la Gran Colombia le declaró la guerra
al Perú y el presidente de este país, José de La Mar, invadió Guayaquil, pero fue vencido por
Antonio José de Sucre en la batalla del Portete de Tarqui el 27 de febrero de 1829. Venezuela se
proclamó independiente el 13 de enero de 1830 y José Antonio Páez ocupó la presidencia de
ese país desterrando a Bolívar.

Bolívar convocó el evento que conocemos como el Congreso Admirable donde presentó su
renuncia a la presidencia el 20 de enero de 1830, sin embargo esta no fue aceptada desde el
principio, en vista que se trataba de una entidad que estaría encargada de dictar una nueva
constitución para la Gran Colombia, el Congreso Admirable culminó oficialmente el 11 de mayo
de 1830 y hasta el 4 de mayo de 1830 le aceptaron la renuncia a Bolívar y a su vez dieron los
cargos de presidente a Joaquín Mosquera y el de vicepresidente al general Domingo Caycedo, a
Bolívar le concedieron una pensión de 3000 pesos anuales. El 8 de mayo de 1830, Bolívar partió
de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17 000 pesos, producto de
la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos. Caycedo le envió a Bolívar su
pasaporte, pues este tenía la intención de volver a Europa. En junio llegó a Cartagena y su
estado de salud empezó a mostrarse más en deterioro por lo que decidió retirarse a un lugar
campestre, la casa del señor Judah Kingseller, sin embargo su salud no mejoraba, optaron por
buscar un médico apropiado y Juan Pavejeau le comunicó a Mariano Montilla que en Santa
Marta se encontraba el doctor Alejandro Próspero Révérend, y considerar desplazar a Bolívar
para de esa manera lograr que el médico lo tratara.

El 1 de julio el general Mariano Montilla informó a Bolívar del asesinato de Antonio José de
Sucre, noticia que lo afectó. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del
Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras Bolívar permaneciera en
suelo colombiano, pero sus seguidores lo convencieron de no partir de Colombia.

Muerte

Muerte de Simón Bolívar, por Antonio Herrera Toro.


Boceto de Bolívar a la edad de 47 años hecho en vida por José María Espinosa en 1830.

La historia oficial[63] ​relata que luego de su renuncia y de recibir la noticia del asesinato de
Sucre, solo y desengañado, Bolívar había decidido dirigirse a Europa. Llegó a Santa Marta en
estado de postración el 1 de diciembre de 1830, tras una penosa travesía por el río Magdalena
desde Bogotá en la goleta Manuel, escoltada en la última parte del viaje por el buque USS
Grampus  de la Armada de los Estados Unidos, quedándose inicialmente en la Casa de Aduanas.
Allí fue atendido por el médico francés Alejandro Próspero Révérend, en consulta con Mac Night,
médico militar del USS Grampus.

A pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, razón por
la cual aceptó la invitación del español Joaquín de Mier y Benítez y fue trasladado a la Quinta de
San Pedro Alejandrino, al suroccidente de Santa Marta, donde llegó el 6 de diciembre.
Momentos de lucidez le permitieron dictar su testamento y su Última proclama, donde un
Bolívar gravemente enfermo clamaba porque su muerte, por lo menos, permitiera la
consolidación de la unión y la desaparición de los partidos. Finalmente, Simón Bolívar fallece de
tuberculosis el 17 de diciembre de 1830, a los 47 años de edad. «A la una y tres minutos de la
tarde murió el sol de Colombia», según rezó el comunicado oficial.

El 24 de diciembre, el secretario general de la Comandancia de Santa Marta escribió un relato de


los hechos sucedidos luego de la muerte de Bolívar, informando que su cadáver fue trasladado
al edificio de la Aduana. Allí Révérend practicó la autopsia, extrajo sus órganos para guardarlos
en recipientes y el cuerpo de Bolívar fue embalsamado. Révérend estableció sin lugar a dudas
que la causa de muerte fue una «tisis tuberculosa», derivada de un catarro pulmonar mal
curado, que se convirtió en crónico.[64] ​Luego se realizó en el mismo lugar el velorio del cuerpo,
vestido con insignias militares, durante dos días, con la presencia masiva de la población,
siendo enterrado el día 20. El entierro se realizó con un desfile militar hasta la Catedral de Santa
Marta, donde fue enterrado sin la presencia del obispo.[65] ​

Los datos sobre los últimos días de Bolívar están tomados del libro que sobre su muerte publicó
Révérend en 1866, en París, titulado La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales
de Simón Bolívar, Libertador de Colombia y del Perú, donde detalla la evolución de la salud de
Bolívar en sus últimos días, su muerte, autopsia y entierro.[63] ​

Dudas y exhumación del cuerpo

La historia oficial sobre la muerte de Bolívar generó dudas en algunos historiadores.[¿cuál?] En


particular la actuación del médico Alejandro Próspero Révérend y la tuberculosis a la que se
atribuyó la causa de su muerte. También generó dudas la ausencia de otros médicos, la razón
de la presencia del buque de guerra estadounidense USS Grampus y el papel jugado por el
médico militar del buque, de apellido Night.

En 2007 el historiador venezolano Jorge Mier Hoffman, descendiente de Joaquín de Mier y


Benítez, el español en cuya casa Bolívar murió, publicó un libro titulado La carta que cambiará la
historia, en donde formula dudas en torno a la versión oficial de la causa y las circunstancias de
la muerte de Simón Bolívar. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, informó públicamente
que había leído el libro y que consideraba necesario exhumar los restos de Bolívar para
establecer si se trataban realmente de sus restos y si era cierto que había muerto de
tuberculosis.

El 28 de enero de 2008 el presidente Chávez dictó el Decreto N.º 5834, creando una comisión
científica, presidida por el genetista español José Antonio Lorente, con la misión central de
exhumar los restos de Bolívar, establecer la identidad de los mismos y verificar si la tuberculosis
fue efectivamente la causa de su muerte, y en caso negativo buscar indicios de la causa
efectiva de su muerte, especialmente trazas de presencia de arsénico, que pudieran indicar un
posible envenenamiento.[66] ​Dos años después, el 16 de julio de 2010, fueron exhumados los
restos atribuidos a Simón Bolívar que se encontraban en el Panteón Nacional de Venezuela
ubicado en Caracas.[66] ​
El 25 de julio de 2011 el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua leyó por cadena nacional los
resultados del informe preliminar de la Comisión Presidencial y varios de sus miembros
expusieron públicamente tanto los resultados, como los métodos científicos y técnicos
utilizados. De acuerdo a las declaraciones de los investigadores, los restos estudiados
pertenecían a Bolívar y no padeció tuberculosis, por lo tanto tampoco fue esa la causa de
muerte.[67] ​

Disolución de la Gran Colombia

En 1831, un año después de la muerte de Bolívar, la Gran Colombia —que estaba en


disgregación debido a las disputas políticas internas que fragmentaron el orden constitucional—
fue legalmente disuelta. Se establecieron así las tres repúblicas de Nueva Granada, Venezuela y
Ecuador, que quedarían bajo el liderazgo e influencia del neogranadino Francisco de Paula
Santander (regresado del exilio), del venezolano José Antonio Páez, y de Juan José Flores en
Ecuador, respectivamente.

Mandatos

Presidente de Venezuela

Predecesor:
Sucesor:

6 de agosto de 1813-7 de julio de


Cristóbal Mendoza José Antonio Páez
1814

Presidente de la Gran Colombia

Predecesor:
Sucesor:

17 de diciembre de 1819-4 de mayo


Ninguno Domingo Caycedo
de 1830

Predecesor:
Dictador del Perú

Sucesor:

José Bernardo de Torre 17 de febrero de 1824-28 de enero de


Andrés de Santa Cruz
Tagle 1827

Presidente de Bolivia

Predecesor:
Sucesor:

12 de agosto de 1825-29 de
Ninguno - Alto Perú Antonio José de Sucre
diciembre de 1825
Bolívar en el tiempo a cargo del gobierno de las nuevas repúblicas hispanoamericanas

Historia de sus restos mortales

El traslado de los restos de Bolívar de Santa Marta a Caracas.

Los despojos mortales de Bolívar recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa
catedral Basílica de Santa Marta y allí permanecieron hasta el 22 de noviembre de 1842, cuando
fueron exhumados para trasladarlos a su país de origen, Venezuela, cumpliéndose así el
mandato de su testamento.

Sus restos llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración
oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas,
santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de
su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y de sus dos hermanas. Allí permanecieron en
medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al Panteón Nacional, el 28 de octubre
de 1876, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco.[68] ​

En 1947 el constituyentista Andrés Eloy Blanco pidió ante el Congreso que los restos de Bolívar
no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto
el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y esta se cubrió con una bandera de Venezuela
elaborada en Gran Bretaña.

El 16 de julio de 2010, los restos mortales de Bolívar fueron exhumados por orden del gobierno
de Hugo Chávez para su análisis y tratar de comprobar si en realidad murió por causas
naturales o fue asesinado. También se realizaron pruebas de ADN. Asimismo, fue cambiada la
urna de plomo por otra hecha de metacrilato sellada al vacío con detalles en oro y esta será
colocada dentro de otra urna hecha de madera de cedrillo llanero, árbol maderero oriundo de
Venezuela, con un escudo de oro.[69] [70]
​ ​A partir del día 24 de julio de 2010, una nueva bandera
de Venezuela, bordada por mujeres en siete zonas diferentes del país, cubre los restos mortales
de Simón Bolívar.[71] ​

El 15 de julio de 2011, la unidad criminalística del Ministerio Público de Venezuela que exhumó
los restos de Bolívar informó que la causa de muerte no fue tuberculosis como lo diagnosticó el
médico que lo atendió en 1830 sino un trastorno hidroelectrolítico.[72] ​Otras fuentes oficiales
indicaban que la causa de la muerte no pudo determinarse.[73] ​El vicepresidente Jaua declaró
que en los huesos no se encontraron rastros de tuberculosis crónica, aunque no descarta una
«tuberculosis sistémica mucho más virulenta» que no habría llegado a penetrar los huesos.

El 24 de julio de 2012, el presidente de Venezuela Hugo Chávez presentó, en una transmisión


conjunta de televisión, una imagen del rostro de Bolívar reconstruida digitalmente a partir del
estudio antropomórfico de su cráneo que se realizó tras la exhumación de sus restos en 2010, el
cual se puede ver en la página oficial del Gobierno Bolivariano de Venezuela[74] ​junto con un
informe preliminar que no es concluyente acerca de la enfermedad que le llevó a la
muerte.[75] [76]
​ [77]
​ [78]
​ ​

Legado
Monumento a Bolívar en Ciudad Bolívar.

En general, Bolívar tuvo que compaginar en muchas ocasiones las obligaciones políticas con las
militares por lo que muchas veces se ven entremezcladas entre sí. Sin embargo, la
trascendencia de sus ideales políticos ha desembocado en un culto al personaje, vigente en
muchas naciones latinoamericanas que se consideran herederas de su obra.

Su obra política ha sido analizada principalmente a través de la copiosa correspondencia,


informes y discursos que realizó a lo largo de su vida. Así, el Manifiesto de Cartagena, la Carta
de Jamaica y el Discurso de Angostura están consideradas sus principales exposiciones
políticas.

La gran cantidad de bibliografía bolivariana contrasta con la monotonía interpretativa y la


infiltración de anécdotas que han servido para estructurar el culto bolivariano. Son pocas las
obras históricas de carácter crítico sobre la vida y obra de Simón Bolívar. El romanticismo
literario ha tenido mucho que ver con este proceso de idealización realizado por escritores que
no eran historiadores y que crearon al principio la corriente de culto a Bolívar.

Culto a la personalidad

La figura y pensamiento de Bolívar han sido evocadas en América Latina por distintas corrientes
políticas para defender sus ideas y proyectos, que van desde la extrema izquierda hasta la
extrema derecha.

El historiador Germán Carrera Damas ha descrito el proceso de formación del culto a la


personalidad de Simón Bolívar. Otro historiador venezolano, Manuel Caballero, también dedicó
varias obras a analizar la propagación de ese culto para fines políticos por parte de diversos
grupos en Venezuela y fuera de ella.[79] ​
Ya José Antonio Páez, pese a sus conflictos con Bolívar, usó su figura para unificar a la
población bajo su mando. Durante mucho tiempo numerosos parlamentarios venezolanos se
habían negado a rendir culto a Bolívar. El 30 de abril de 1834 los congresistas en torno a Páez
consiguieron aprobar un decreto que permitía el culto a Simón Bolívar.[80] ​El decreto estipulaba,
además, que Bolívar 'regresase' al congreso, al menos en forma de estatuas de mármol.

El 30 de abril de 1842, Páez firmó un decreto en el que, entre otras cosas, se ordenaba repatriar
los restos de Bolívar, llevar luto por ocho días si se era empleado público, celebrar un aniversario
fúnebre en toda capital de provincia y dar días de luto a todos los empleados. Además, se
ordenaba erigir efigies de Bolívar en todos los salones del Congreso y del Ejecutivo.[81] ​

Páez no consiguió cambiar el nombre de Caracas por el de Ciudad Bolívar. Angostura sí recibiría
este nombre en 1846.

El historiador Damas habla de una «concepción teológica de la historia» en la que se veía a la


Independencia como obra titánica de un solo hombre. El historiador alemán Norbert Rehrmann
comenta: «en los primeros años de la reconstrucción eran evidentes las ventajas de semejantes
visiones. Después de todo, a todos los que iban contra estos mandamientos, los amenazaba el
castigo del creador, aunque fuese en la forma de sus representantes en la tierra».[82] ​

Antonio Guzmán Blanco fue el segundo caudillo después de Páez que volvió a aumentar el culto
a Bolívar. Se introdujo la moneda de El Libertador, que luego se llamaría Bolívar. Guzmán Blanco,
que quería afianzar el centralismo, renombró la Plaza Mayor Plaza Bolívar y encargó en Italia
una estatua ecuestre de Bolívar para que ocupara el centro de ese espacio.

La sacralización de la figura de Bolívar es, sin embargo, muy notable en Venezuela, siendo
utilizada por los gobiernos para justificar sus proyectos políticos y sociales. Fueron notorios los
esfuerzos realizados en este sentido por el presidente Hugo Chávez, quien intentó conferir a la
figura de Bolívar un carácter sagrado, haciendo de él un personaje intocable. Como parte de esta
concepción, se introdujo el adjetivo bolivariano para definir al Estado venezolano surgido a partir
de la Constitución de 1999.

Bolívar según Karl Marx

«canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es un verdadero Soulouque»... «La fuerza creadora de los
mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando
grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar»
—Carta de Marx a Engels de fecha 14 de febrero de 1858[83]
«No puede andar mucho a pie y se fatiga pronto. Le agrada tenderse o sentarse en la hamaca. Tiene
frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en
improperios y maldiciones contra cuantos le rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no
lee más que literatura francesa de carácter liviano, es un jinete consumado y baila valses con pasión. Le
agrada oírse hablar, y pronunciar brindis le deleita. En la adversidad, y cuando está privado de ayuda
exterior, resulta completamente exento de pasiones y arranques temperamentales. Entonces se vuelve
apacible, paciente, afable y hasta humilde. Oculta magistralmente sus defectos bajo la urbanidad de un
hombre educado en el llamado beau monde, posee un talento casi asiático para el disimulo y conoce
mucho mejor a los hombres que la mayor parte de sus compatriotas»
—Ducoudray Holstein

En el artículo biográfico sobre Bolívar, titulado Simón Bolívar y Ponte, escrito por Karl Marx para
la New American Cyclopedia, se lo presenta de una manera sumamente crítica. Marx comienza
diciendo que Bolívar nació en una familia de «nobleza criolla en Venezuela» y que como era
«costumbre de los americanos ricos de la época, a la temprana edad de 14 años, fue enviado a
Europa». A lo largo del artículo se comenta cómo Bolívar abandonó a sus tropas en varias
oportunidades y se señala que después de llegar a Caracas en 1813, «la dictadura de Bolívar
pronto demostró ser una anarquía militar, dejando los asuntos más importantes en manos de
los favoritos, quienes despilfarraban las finanzas del país, y luego recurrían a mecanismos
infames para poder restaurarlas».[83] ​

Otras citas de Marx: «A las 2 p. m., encontrándose (el prócer Francisco) Miranda profundamente
dormido, Casas, Peña y Bolívar (…) lo engrillaron y entregaron a Monteverde (…) valió a Bolívar el
especial favor de Monteverde, a tal punto que cuando el primero le solicitó su pasaporte, el jefe
español declaró: ‘Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio
prestado al rey de España con la entrega de Miranda’ (…) como la mayoría de sus compatriotas,
era incapaz de todo esfuerzo de largo aliento y su dictadura degeneró pronto en una anarquía
militar, en la cual asuntos más importantes quedaban en manos de favoritos que arruinaban las
finanzas públicas (…) apenas tres meses después el Libertador había perdido su prestigio (…)
aunque la ciudad (Bogotá) había capitulado, Bolívar permitió a sus soldados que durante 48
horas la saquearan (…) Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolívar,
este (…) perdió ‘toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió
grupas y huyó’ (…) Sin embargo Piar, el conquistador de Guayana, que otrora había amenazado
con someter a Bolívar ante un consejo de guerra por deserción, no escatimaba sarcasmos
contra el ‘Napoleón de las retiradas’ (…) Valiéndose de la violencia, pero también de la intriga, de
hecho logró imponer, aunque tan solo por unas pocas semanas, su código (Constitución) al
Perú».[84] ​
Hay que señalar que Marx no poseía datos de primera mano sobre su biografiado y que utilizó la
descripción poco favorable dada por el general francés Ducoudray Holstein. Numerosos autores
marxistas latinoamericanos no dudan en achacar también a prejuicios eurocéntricos estas
opiniones tan críticas.[85] [86]
​ ​

Honores

Simón Bolívar ha sido honrado muchas veces incluso a título póstumo con realizaciones tales
como:

En Bogotá el 20 de julio de 1847 se renombró la antigua plaza mayor como plaza de Bolívar
en su honor. En el centro de esta plaza se erige desde mediados del siglo xix la primera
estatua de cuerpo entero, esculpida en 1844 por Pietro Tenerani. Las plazas principales de
todas las poblaciones de Colombia han sido bautizadas con este nombre. Un departamento
de la Costa Caribe también recibe el nombre de Bolívar.

En Venezuela casi todas las capitales de los municipios tienen una plaza Bolívar, existen
parques, monumentos, poblaciones y municipios con su nombre, además tiene su nombre el
estado más grande de Venezuela, al sureste del mismo país. Todos los países sudamericanos
independizados de España tienen importantes departamentos, sitios, plazas, calles o
monumentos dedicados a Bolívar.

En la ciudad de Panamá se erige un monumento en su honor situado en una plaza que lleva el
nombre de Plaza Bolívar. A un costado de esta plaza se ubica el Palacio Bolívar, sede de la
cancillería de la República de Panamá. Dentro del edificio se encuentra el «Salón Anfictiónico»
en donde se celebrara el Congreso de Panamá, en este salón reposa una espada de Bolívar.

La principal avenida de Barranquilla, Colombia, se llama paseo de Bolívar desde 1937. En su


remate norte se encuentra una plaza con la estatua ecuestre de Bolívar. Un populoso barrio
fundado en 1958 también lleva el nombre de Simón Bolívar.

En Socha, Colombia, se encuentra un busto de Bolívar, conmemorando la Ruta de los


Libertadores.

En Argentina hay un monumento realizado por el escultor argentino José Fioravanti,


inaugurado el 28 de octubre de 1942, que ocupa el centro del parque Rivadavia, en Buenos
Aires. La escultura está formada por un arco de líneas rectas de 11 metros de altura y 22
metros de ancho, con una inscripción que dice: «A Simón Bolívar, la Nación Argentina»
acompañada de cuatro bajorrelieves y, en el centro de la escultura, una estatua. Además
existe la ciudad de San Carlos de Bolívar, cabecera del Partido de Bolívar en la Provincia de
Buenos Aires. También hay en la ciudad de Buenos Aires, una calle y una estación de
subterráneos que llevan su nombre que están muy cerca de la Casa de Gobierno. La Estación
Bolívar, está ubicada debajo de la Avenida Julio Argentino Roca entre las calles Bolívar y Perú.
Está ubicada en el barrio de Monserrat, a metros de la Plaza de Mayo. Su inauguración, fue el
24 de abril de 1966.

En Ecuador hay una provincia designada con su nombre en la región Interandina. Existen dos
cantones de nombre Bolívar en el país (en las provincias de Manabí y Carchi) y uno llamado
Simón Bolívar en la Provincia del Guayas. En la ciudad de Guayaquil, la avenida que se
encuentra a orillas del río Guayas se llama Malecón Simón Bolívar. En la misma ciudad, el
Parque Seminario (también conocido como Parque Bolívar y coloquialmente como Parque de
las Iguanas) presenta en su centro un monumento en su honor.

Monumento a Bolívar en el Parque Seminario en Guayaquil.


Monumento a Bolívar en Sevilla.

Estatua de Bolívar en Lisboa, Portugal.

En París existe la estación de metro Estación de Bolivar.

En Bruselas, el bulevar Simón Bolívar (Simon Bolivarlaan) comienza en la entrada de la


Estación de trenes del Norte. Un busto de Bolívar ha sido instalado en 2011.
En diversas ciudades a través del mundo se encuentran nombres de calles y avenidas como la
avenue Simon Bolivar (París), Simon-Bolivar-Straße en Berlín, Bremen y Leipzig, Simón Bolívar
Caddesi (Ankara), Simon Bolivarstraat (Utrecht), Simon Bolívar Street en Windhoek, Simon
Bolívar Square en El Cairo, Simon Bolívar Ave (Nueva Orleans), Simón Bolívar Boulevard en
Teherán entre otras.

En Santa Cruz de Tenerife, ciudad que se encuentra hermanada con Caracas desde 1981[87] ​
por los vínculos históricos entre las Islas Canarias y Venezuela, se encuentra un busto de
Bolívar en la calle Benito Pérez Armas, al final de la avenida Venezuela. También en la isla de
Tenerife existen otros dos bustos, uno en San Cristóbal de La Laguna y otro en Garachico,
localidad esta última de donde procedían parte de sus antepasados.[88] ​

En Cádiz, España, se erige un monumento a Simón Bolívar, obsequio de Venezuela a la ciudad


de Cádiz. Enfrente de la misma se encuentra el Aulario Simón Bolívar de la Universidad de
Cádiz.

En el Parque del Oeste de Madrid está el Monumento a Simón Bolívar.

En el paseo Marítimo de la Barceloneta, en Barcelona, España, existe una estatua de Simón


Bolívar inaugurada en 1996 durante el gobierno de Rafael Caldera, y elaborada por el escultor
Julio Maragall.

En Sevilla, España, se encuentra el Monumento a Simón Bolívar.

A partir del 30 de diciembre de 1999 el nombre oficial de Venezuela, República de Venezuela,


cambió a «República Bolivariana de Venezuela» en honor a Bolívar.

En Perú diversas provincias llevan su nombre, instituciones, escuelas, calles, etc. Asimismo la
plaza del Congreso (antigua plaza de la Inquisición en Lima) tiene un monumento a Bolívar. La
casa en donde vivió en el distrito de Pueblo Libre es un museo. Sin embargo, en vista de los
resultados de sus acciones, en ese país es un personaje polémico, que ha dividido a los
historiadores, habiendo diversa literatura al respecto.[89] ​

Aeropuertos, ferrocarriles, metros y estaciones del mismo, al igual que numerosas escuelas y
universidades públicas en América Latina llevan su nombre.

En México, en el estado de Durango, existe la municipalidad que lleva el nombre General


Simón Bolívar. El municipio de General Simón Bolívar colinda con el municipio que lleva el
nombre del primer presidente mexicano (oriundo de Durango) Guadalupe Victoria, quien
enviara dinero a Bolívar para la independencia del Perú.

Ciudad Bolívar, capital del estado más grande de Venezuela, el estado Bolívar.
La unidad monetaria de Venezuela tiene su nombre, «bolívar».

Documentos suyos guardados en museos de todo el mundo, sobre sus pensamientos y su


entorno. La mayoría se exhiben en la región latinoamericana, principalmente en los países
donde fue protagonista de la lucha independentista.

Una de las universidades más importantes de Venezuela es la Universidad Simón Bolívar, que
ofrece carreras de pregrado científicas y tecnológicas, así como estudios de postgrado en
diversas áreas como música, ciencias políticas, filosofía, además del área de ciencia y
tecnología.

En Bogotá, una de las 20 localidades se llama Ciudad Bolívar, el parque más grande de la
ciudad es el Parque Metropolitano Simón Bolívar, que tiene unidades deportivas, lago, ciclo-
rutas, biblioteca, museo, centro de alto rendimiento deportivo, estadio de atletismo, coliseo,
plaza de eventos para 100.000 personas.

En Colombia la moneda oficial es el peso colombiano. Simón Bolívar es la imagen de las


monedas de 1 y 2 pesos y de la moneda de 20 pesos. Asimismo, es la imagen de los billetes
de 1000 pesos (los azules: 1982-1994) y de 2000 pesos (ocre, 1983-1994).

En República Dominicana, una de las principales avenidas de la ciudad de Santo Domingo


lleva su nombre; la misma se encuentra ubicada al suroeste de la ciudad, y en ella se
encuentran numerosos locales y edificios de importancia, así como casas nacionales de
diferentes partidos del país. En la intersección de esta con la avenida Máximo Gómez, se
encuentra ubicada la Plaza Simón Bolívar de Santo Domingo, inaugurada el 6 de noviembre de
2004 con la asistencia de los presidentes Leonel Fernández y Hugo Chávez.

En Nicaragua, una de las principales avenidas de la capital Managua lleva el nombre de


Bolívar en su honor.

En Costa Rica, se encuentra un monumento en el Parque Morazán. El parque zoológico y


jardín botánico nacional ubicado también en la capital lleva su nombre.

Se bautizó al certamen de fútbol más importante de América, Copa Libertadores de América,


en honor a los héroes de la historia sudamericana: Bolívar, Bernardo O'Higgins, José de San
Martín, Pedro I, entre otros.

En el barrio Normandía de Bogotá existe el Colegio Militar «Simón Bolívar», fundado en 1977,
bajo los ideales de Bolívar. En su campo de paradas se erige un monumento a Simón Bolívar.
Además, esta institución le rinde homenaje en la Plaza de Bolívar todos los 24 de julio,
natalicio de Bolívar.
En Lisboa, Portugal, se encuentra una estatua en su honor, en una de las principales avenidas
de la ciudad, Avenida da Liberdade.

En la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, se encuentra una estatua ecuestre en su honor,
en una de las entradas de Central Park, específicamente en el cruce de la 6.ª avenida con la
calle 57. La base está adornada por los escudos de armas de Venezuela, Colombia, Panamá,
Ecuador, Perú y Bolivia.

En un concurso de la BBC Mundo resultaron elegidos Rubén Darío y Simón Bolívar como
«Personaje del Milenio».[90] ​

Simón Bolívar es el personaje histórico no religioso, con mayor cantidad de monumentos,


estatuas y bustos en el mundo entero (de solo plazas Bolívar en el mundo hay identificadas
64, sin contar los innumerables bustos).[6] ​

Véase también

Gran Colombia Palomo, el caballo de Bolívar

Bolivarianismo Nevado, perro de Bolívar

Congreso de Panamá Andrés Bello

Gobernantes de Colombia Presidente de Venezuela

Padre de la nación

Notas

1. En una carta a su prima Fanny du Villars, Bolívar asegura haber nacido el día 25 de julio, pero
que ese era el día de Santiago en el santoral católico. Debido a ello, su fecha de nacimiento se
traslada al 24.

2. Algunos autores prefieren señalar la medianoche del 24 de julio, aunque hay referencias[¿cuál?]
de que los dolores de parto de María de la Concepción iniciaron bien entrada la noche del 25.

3. La autoridad otorgada y a la postre aceptada por Simón Bolívar fue omnímoda, pues hasta el
Presidente del Perú debía rendirle cuentas. Más tarde, el cargo de Presidente quedó
oficialmente en suspenso después de la destitución de Torre Tagle. Promulgada la
Constitución Vitalicia de 1826, Bolívar se convirtió en Presidente Vitalicio. Durante este
periodo, Bolívar no estuvo permanentemente en el poder, pues dejó encargado al Presidente
del Consejo de Gobierno desde el 24 de febrero de 1825, aunque siguió dando decretos hasta
el 3 de septiembre de 1826, cuando retornó a Colombia. Su autoridad se mantuvo
nominalmente hasta el 27 de enero de 1827, cuando se produjo el fin de la influencia
bolivariana en el Perú. No obstante el 11 de junio de 1827, el Congreso General Constituyente
del Perú de 1827 declaró la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como
Presidente Vitalicio del Perú nulas y sin efecto.

4. Los nativos del pueblo de San Mateo en el Estado Aragua, sostienen que el lugar de origen del
Libertador es San Mateo y que luego fue llevado y presentado como nacido en Caracas.
Bolívar pasó gran parte de su niñez en San Mateo, en donde su casa es ahora un museo.

5. Foto de la placa en el Palacio de San Carlos (Bogotá).

Referencias

1. «Afirman que Simón Bolívar no fue el primer presidente de Bolivia» (https://web.archive.org/w


eb/20111107161248/http://www.eldeber.com.bo/2011/2011-11-04/vernotaahora.php?id=111
103182005) . noviembre de 2011. Archivado desde el original (http://www.eldeber.com.bo/2
011/2011-11-04/vernotaahora.php?id=111103182005) el 7 de noviembre de 2011.
Consultado el 4 de noviembre de 2011.

2. «LEY DISPONIENDO QUE EL EJECUTIVO COMUNIQUE A BOLÍVAR LA ABOLICIÓN DE LA


CONSTITUCIÓN VITALICIA Y LA ELECCIÓN DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, 22 DE JUNIO
DE 1827» (http://www.congreso.gob.pe/participacion/museo/congreso/mensajes/ley_abolici
on_constitucion_vitalicia_eleccion_presidente_republica_22_junio_1827) . 22 de junio de
1827.

3. Vargas Martínez, Gustavo (2011). «Biografía de Simón Bolívar» (http://www.banrepcultural.or


g/blaavirtual/biografias/bolisimo.htm) . Biblioteca Virtual Biblioteca Luis Ángel Arango.
Consultado el 3 de septiembre de 2017.

4. «Capítulo X La independencia de Panamá de España en 1821» (http://bdigital.binal.ac.pa/bd


p/descarga.php?f=hispano9.pdf) (PDF). p. 266.

5. https://www.elimpulso.com/2018/07/24/hoy-se-conmemoran-235-anos-del-natalicio-del-
libertador-simon-bolivar-24jul/

6. Sánchez, Edith (15 de enero de 2020). «¿Cuántas plazas de Bolívar hay en el mundo?» (http
s://miviaje.com/cuantas-plazas-bolivar-hay-mundo/) . Consultado el 14 de julio de 2020.

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