Simón Bolívar - Wikipedia, La Enciclopedia Libre
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Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco (Caracas, 24 de
julio de 1783[nota 1] [nota
2] [3] -Santa Marta, 17 de diciembre de 1830), más conocido como Simón
Bolívar ( pronunciación (?·i)), fue un militar y político venezolano, fundador de las repúblicas de
la Gran Colombia y Bolivia. Fue una de las figuras más destacadas de la emancipación
hispanoamericana frente al Imperio español. Contribuyó a inspirar y concretar de manera
decisiva la independencia de Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá,[4] Perú y Venezuela.
Simón Bolívar
Presidente y Protector
República de Bolívar
4° Presidente
Presidente de Venezuela
1817-1819
Presidente de Venezuela
Información personal
Colombiana
Religión católico
Familia
0
Hijos
Educación
Información profesional
Brigadier de la Unión
Firma
(info)
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Participó en la fundación de la Gran Colombia, nación que intentó consolidar como una gran
confederación política y militar en América, de la cual fue presidente. Bolívar es considerado por
sus acciones e ideas el Hombre de América y una figura de la historia universal, ya que dejó un
legado político en varios países latinoamericanos, algunos de los cuales lo han convertido en
objeto de veneración nacionalista. Ha recibido honores en varias partes del mundo a través de
estatuas, monumentos, parques, plazas, etc.[6] Sus ideas dieron origen a la corriente política
denominada bolivarianismo.
Genealogía
Escudo de armas del linaje americano Bolívar, ostentadas por el municipio de Ciudad Bolívar (Colombia).[7]
El primero de los Bolívar en arribar a Venezuela fue el vizcaíno Simón de Bolívar, el cual, junto a
su hijo Simón de Bolívar y Castro (nacido en Santo Domingo, Higüey, posteriormente República
Dominicana, de quien Bolívar era chozno),[9] llegó a Caracas treinta años después de la
fundación de la ciudad, hacia 1589, y por tener el mismo nombre se les distinguió como Simón
de Bolívar el Viejo y Simón de Bolívar el Mozo.
Bolívar el Viejo destacó como contador real, por privilegio especial del rey Felipe II, quien en el
título de nombramiento le reiteraba su amplia confianza como velador de la Real Hacienda,
cargo que ejercieron tanto él como posteriormente su hijo, en Margarita y Caracas.
Fue, además, procurador general de las ciudades de Caracas, Coro, Trujillo, Barquisimeto,
Carora, El Tocuyo y Maracaibo ante la Corte española entre 1590 y 1593, para informar al rey
Felipe sobre el estado de la provincia y pedirle ciertas mejoras, exenciones de impuestos y
privilegios que facilitaran el desarrollo de la misma.
Entre sus logros para Caracas está el haber gestionado en el Consejo de Indias la concesión real
del escudo que aún conserva, junto al título de Muy noble y leal ciudad.
Con el tiempo los Bolívar se unieron en matrimonio con las familias de los primeros pobladores
de Venezuela y alcanzaron rangos y distinciones tales como las de regidor, alférez real y
gestionaron los títulos nobiliarios de marqués de Bolívar y vizconde de Cocorote, asociado con
la cesión de las minas de Cocorote y la facultad de administrar el señorío de Aroa, conocido por
la riqueza de sus minas de cobre (estos títulos, sin embargo, no llegaron a concederse). Los
trabajadores en las minas y plantaciones eran esclavos.[10] [11]
En cuanto a la familia Palacios, estos eran oriundos de la zona de Miranda de Ebro, actual
provincia de Burgos, en España. El primero de los Palacios en llegar a Venezuela fue José
Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate, natural de Miranda de Ebro, en 1647, que
falleció en Caracas en 1703. El resto de los descendientes se unieron en matrimonio con otras
familias aristocráticas y alcanzaron los puestos de alcalde, regidor y procurador, entre otros.
Dos generaciones después de José Palacios nacería María de la Concepción Palacios de
Aguirre y Ariztía-Sojo y Blanco, hija de Feliciano Palacios de Aguirre y Ariztía-Sojo y Gil de Arratia
y de Francisca Blanco de Herrera, descendiente de algunas familias canarias establecidas en
Venezuela.[12] [13]
Ella fue la madre de Simón Bolívar.
Véase también: Anexo:Cronología de Simón Bolívar
Antepasados
16. Antonio Bolívar y Díaz de Rojas
de Villegas
Villegas y Ladrón de Guevara
y Rojas
2. Juan Vicente Bolívar y
Ponte-Andrade
Jaspe de Montenegro
Andrade y Marín de Narváez
Vílchez
11. María Josefa Marín de
Narváez
Ariztía-Sojo y Ortiz de Zárate
12. Feliciano Palacios de
y Ariztía-Sojo y Gil de Arratia
y Aguirre-Villela
Laya-Mojica
3. María de la Concepción
Palacios y Blanco
Fernández de Araújo
Rivilla
7. Francisca Blanco de Herrera
30. Juan Ascencio de Herrera y
Ascanio
15. Isabel Clara de Herrera y
Liendo
Infancia y juventud
Simón nació en la noche del 24 al 25 de julio[nota 2] de 1783 en una casa solariega ubicada en la
plaza San Jacinto de Caracas.[nota 4] Fue bautizado el 30 de julio de 1783 en la catedral de
Caracas con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Ponte y
Palacios Blanco por el doctor Juan Félix Jerez de Aristeguieta, su primo hermano quien, de
acuerdo con Juan Vicente, padre del niño, le puso el nombre de Simón. El segundo nombre de
Simón Bolívar (Santísima Trinidad) viene de la capilla en la que fue bautizado, que tiene ese
mismo nombre, capilla que además era propiedad de la familia Bolívar y Palacios. Tenía tres
hermanos: María Antonia (1777), Juana (1779) y Juan Vicente (1781).
Infancia de Bolívar
El padre de Simón murió de tuberculosis en enero de 1786, cuando Simón tenía apenas dos
años de edad. Concepción quedó como cabeza de familia, velando eficientemente por los
intereses de la familia hasta su muerte.
Sin embargo, las responsabilidades hicieron que su salud, también enferma de tuberculosis,
decayera rápidamente y, según la opinión de médicos historiadores,[¿quién?] es posible que ya
entonces Bolívar sufriera la primo-infección tuberculosa con un tipo de tuberculosis que pasa
inadvertida mientras las defensas corporales son favorables.
Concepción murió el 6 de julio de 1792, cuando Simón tenía nueve años, pero tomando la
precaución de hacer un testamento en el que dispuso quién debería hacerse cargo de sus hijos.
Los hermanos Bolívar pasaron entonces a la custodia de su abuelo, Feliciano Palacios, que
cuando asumió el papel de tutor se sentía tan enfermo que empezó a preparar también su
testamento para designar un sustituto como tutor de sus nietos y decidió pedir opinión a estos
para respetar su voluntad.
Simón fue confiado a Esteban Palacios y Blanco, uno de sus tíos maternos, pero como este se
encontraba en España permaneció bajo la custodia de Carlos Palacios y Blanco, otro de sus tíos,
que por lo visto era un hombre con el que no se llevaba bien y que era tosco, de carácter duro,
mentalidad estrecha, que se ausentaba frecuentemente de Caracas para atender sus
propiedades y que por lo tanto solía dejar a su sobrino atendido por la servidumbre y asistiendo
por su cuenta a la Escuela Pública de Caracas.
Las referencias que dejó Bolívar en su correspondencia hacen suponer que su infancia fue feliz,
segura, rodeada de sólidos afectos y gratos recuerdos con parientes destacados e influyentes
dentro de un ambiente aristocrático y en general, dentro de un ambiente que le brindó equilibrio
emocional, cariño y afecto.
En este sentido existen algunas anécdotas que se popularizaron en Venezuela que presentaban
a Bolívar como un niño turbulento debido a que los escritores románticos consideraron
indispensable atribuirle una niñez indómita creyendo, según la moda de la época, que no podía
salir un hombre excepcional de un niño normal pero se ha demostrado[cita requerida] que esas
anécdotas fueron inventadas e introducidas en los relatos de historia por Arístides Rojas,
considerado un excelente narrador pero que usó a menudo su imaginación a falta de
documentos que demostraran la veracidad de sus relatos.
Educación
La trayectoria escolar de Bolívar no fue muy brillante como alumno de la Escuela Pública,
institución administrada por el Cabildo de Caracas que funcionaba de forma deficiente debido a
la carencia de recursos y organización.
En aquel entonces, Simón Rodríguez era maestro de Bolívar en esta escuela. Carlos Palacios y
Blanco, tío materno de Bolívar, pensaba enviarle a vivir con él porque no podía atenderlo
personalmente y las protestas de su sobrina María Antonia sobre la educación y atenciones que
recibía su hermano eran frecuentes.
Ante la perspectiva de vivir con su maestro, Simón escapó de la casa de su tío el 23 de julio de
1795, para refugiarse en la casa de su hermana María Antonia, que ejerció su custodia temporal,
hasta que se resolvió el litigio judicial en la Real Audiencia de Caracas que devolvió a Carlos la
custodia de Simón.
Simón trató de resistirse pero fue sacado por la fuerza de casa de su hermana y llevado en
volandas por un esclavo hasta la vivienda de su maestro.
Una vez allí, las condiciones en las que vivía con el maestro Rodríguez no eran las ideales, tenía
que compartir el espacio con 20 personas en una casa no apta para ello, y por esto Simón
escapó de allí un par de veces, en las que terminó volviendo por orden de los tribunales.
A pesar de las dificultades, la relación maestro-alumno fue fructífera y reveladora para ambos. El
aprendizaje fue mutuo. Bolívar llamó a Rodríguez «El Sócrates de Caracas» y «filósofo
cosmopolita». La profunda admiración que sintiera Bolívar por su maestro quedó documentada
en una carta del 19 de enero de 1824, en la que comienza diciendo: «Oh, mi Maestro» y prosigue
más adelante: «Sin duda es usted el hombre más extraordinario del mundo».[14] Temas de
conversación entre Rodríguez y Bolívar no se conocen de primera mano ni documentalmente,
más cuando Rodríguez tenía 33 años y Bolívar de 21, maestro el primero, discípulo el segundo,
aquel escribió «aseguro que fui discípulo, pues por adivinación él sabía más que yo por
meditación y estudio».[15]
Al poco tiempo, Rodríguez renunció a su cargo de maestro para irse a Europa[16] y la Real
Audiencia de Caracas determinó que Simón fuera trasladado a la Academia de Matemáticas,
dirigida por el padre Andújar y que funcionaba en casa de su tío Carlos. La amistad entre los dos
perduró por siempre.
Existe la falsa idea de que entre 1793 y 1795, estuvo inscrito en el Colegio Real de Sorèze en el
Sur de Francia, en el departamento del Tarn.[17]
Casa que hospedó a Simón Bolívar durante su estancia en Bilbao entre marzo de 1801 y abril de 1802.
La Casa del Vínculo y del Retorno, en Caracas, donde vivió el matrimonio Bolívar desde julio de 1802 hasta enero de 1803.
Bolívar fue enviado a España a los 16 años para continuar sus estudios, partió del puerto de La
Guaira a bordo del navío de línea «San Idelfonso».[18] Durante el viaje el navío hizo escala en el
puerto de Veracruz del Virreinato de Nueva España, llegando el 1 de febrero de 1799. Ahí Bolívar
recibió la noticia de que la partida se demoraría debido al bloqueo de barcos ingleses a La
Habana, por lo que decidió visitar las ciudades de Jalapa, Puebla y la Ciudad de México,[18]
embarcándose de nueva cuenta en Veracruz el 20 de marzo del mismo año para continuar su
viaje. En 1800, conoció a la joven María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza en Madrid.[19] [20]
En
agosto de 1800 María Teresa aceptó el noviazgo con Simón Bolívar y contrajeron matrimonio el
26 de mayo de 1802[21] en la desaparecida iglesia de San José que estuvo en el lugar que ahora
ocupa la calle de Gravina con esquina Luis de Góngora (y en ocasiones confundida con el
templo del mismo nombre situado en la calle de Alcalá donde fue transferida la Parroquia de
San José en 1838)[22] cuando Bolívar tenía 19 años y María Teresa 21. Al cabo de unos 20 días
se trasladaron a La Coruña.
El joven Bolívar se dedicó a viajar, transido de dolor, para mitigar la pena que le causó el
fallecimiento de su esposa. Fue en este estado de ánimo cuando juró no volver a casarse jamás.
En el mismo año de la muerte de su esposa viajó a París. Allí reencuentra a su antiguo maestro
Simón Rodríguez. Este último logra encauzar la desesperación sentida por Bolívar tras la muerte
de María Teresa hacia la política y la causa de la libertad de su patria. No en balde Bolívar
siempre verá a la muerte de su esposa como el momento decisivo de su vida que lo transmutará
en un hombre público llamado a un destino mayor. Simón Rodríguez también lo orienta hacia la
lectura de los clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal. Viajó luego por
Italia en compañía de Rodríguez y del primo hermano de su fallecida esposa Fernando
Rodríguez del Toro y el 15 de agosto de 1805 en el Monte Sacro de Roma se comprometió
solemnemente ante estos a libertar a su patria. Regresó a Venezuela en 1806 y a la vez que
administraba los negocios familiares unió sus esfuerzos a la causa revolucionaria.[23]
Antecedente a la independencia
El Libertador (Bolívar diplomático), 1860. Óleo sobre tela 107×69 de Aita (seudónimo de Rita Matilde de la Peñuela,
1840-?), localizado en la colección de arte del Banco Central de Venezuela.
Sin embargo, en las juntas americanas solo se hablaba con entusiasmo de la Junta popular de
Cádiz y muchas de ellas eran vistas con recelo por las autoridades españolas, que las suponían
sospechosas de ser favorables a los franceses y que no se habían olvidado de acciones como
la de Antonio Nariño en Bogotá, que había publicado una obra sobre Los Derechos del hombre, el
movimiento de Juan Picornell, la Conspiración de Manuel Gual y José María España, o de las
fracasadas expediciones militares de Francisco de Miranda en Venezuela.
Pero también consideraban que estas juntas tenían derecho de imitar a sus análogas de la
Península ya que los dominios españoles eran considerados una parte esencial e integrante de
España cuyos territorios no eran considerados como simples colonias propiamente.
Con el tiempo se fueron formando dos bandos bien diferenciados como resultado de los
debates políticos y la inestabilidad internacional: el de los realistas, que querían continuar bajo
la dependencia directa del monarca español, liderado por Juan de Casas; y el de los patriotas,
partidarios de constituir una Junta de gobierno con una autonomía plena similar a la de las
Juntas provinciales en España, pero sin mantener más lazos con la metrópoli diferentes a un
reconocimiento formal de Fernando VII como soberano, queriendo imitar así el ejemplo del
Brasil regido desde Braganza, con autonomía de Portugal.
Así a mediados de 1807, cuando Bolívar volvió a Caracas se encontró con una ciudad inmersa
en un ambiente de gran agitación social y política que era gobernada por personajes interinos
bajo la supervisión de un regio Regente visitador visto con malos ojos por la colectividad
caraqueña, llamado Joaquín de Mosquera y Figueroa.
Este era un ambiente poco propicio para enfrentar situaciones de crisis y fue una circunstancia
que ayudó a precipitar los acontecimientos a favor de la Independencia.
Pero las cosas cambiaron repentinamente en pocos días, tras una serie de acontecimientos que
causaron una conmoción general en Caracas. A principios de julio de 1808, el Gobernador
encargado de Caracas, Juan de Casas, recibió dos ejemplares del diario londinense The Times
que el Gobernador de Trinidad remitió antes al de Cumaná y que relataban la noticia de la
abdicación del trono de España en favor de Napoleón.
Las autoridades trataron de mantener la noticia en secreto para evitar la alarma social pero la
llegada del bergantín francés Le Serpent al puerto de La Guaira el 15 de julio de 1808 con varios
comisionados enviados por Napoleón para confirmar la noticia hicieron fracasar el plan.
Entonces surgió un proceso político extraño entre el Gobernador, la Audiencia y el Cabildo que
terminó de socavar el orden colonial vigente y esto hizo que la conmoción en la sociedad
caraqueña se orientara en dos direcciones, una representada por Bolívar que quería proclamar la
Independencia; y otra representada por otros criollos que querían mantener la fidelidad a
Fernando VII.
Así, el 11 de enero de 1809 llegaron a Caracas unos despachos oficiales que anunciaban la
creación de la Junta Central de España e Indias que terminó instalándose en Sevilla en abril de
1809 y poco después, el 14 de enero de 1809 llegó a Venezuela el mariscal de campo Vicente
Emparan en calidad de capitán general de Venezuela y gobernador de Caracas. Su llegada dio
una nueva perspectiva a la situación política ya que empezaron a circular rumores que lo
relacionaban como partidario de los franceses, por lo que fue acusado de querer confundir a la
población.[cita requerida]
Poco después, tras enterarse de los hechos, la Regencia dispuso el bloqueo de las costas de
Venezuela pero ya era tarde, desde entonces el proceso independentista sería imparable, y el
ejemplo de Caracas fue seguido por el resto de las juntas americanas.
Misión a Londres
Estatua de Simón Bolívar en Belgrave Square, Londres.
El nuevo sistema de gobierno empezó a crear nuevas perspectivas en todos los sentidos. Las
noticias de lo sucedido en Caracas llegaron hasta el almirante Alexander Cochrane, comandante
de las Fuerzas Navales británicas del Caribe, que procedió a despachar noticias de lo sucedido
a Londres y poner a disposición de la Junta de Caracas la corbeta Wellington para que llevara
hasta Londres una delegación si así lo querían.
Así, Bolívar fue enviado a Inglaterra con el grado de coronel junto con Andrés Bello y Luis López
Méndez en una misión diplomática con instrucciones de solicitar apoyo británico a la Junta en
nombre del rey Fernando VII de España aprovechando la circunstancia de que España y Gran
Bretaña eran ahora naciones aliadas que habían dejado de lado sus históricas diferencias ante
el peligro común que representaba Napoleón.
La misión diplomática llegó a Londres en un momento político delicado ya que entonces Gran
Bretaña estaba dando una costosa ayuda militar a España y la negativa venezolana de aceptar
la autoridad del Consejo de Regencia español resultaba inconveniente en esos momentos.
La postura británica fue muy clara desde el principio dando a entender a la delegación que en
esos momentos el apoyo político a Venezuela era imposible y en un intento de presionar a
España para que les dejase comerciar libremente con sus colonias, los británicos trataron de
desviar las negociaciones hacia acuerdos comerciales más acordes con sus intereses.
Así Bolívar logró la secreta connivencia inglesa, la apertura del comercio, y la posibilidad de que
Inglaterra ejerciera presiones sobre España para favorecer los intereses venezolanos.
Una vez en Venezuela, empezó a hacer gestiones para promover el regreso de Miranda, que
como resultado de estas gestiones, llegó a Venezuela en el bergantín inglés Avon el 10 de
diciembre de 1810 ante una fría recepción oficial por parte de la Junta Suprema, que poco
después lo nombró Teniente General.
Miranda pronto empezó a tener conflictos con el jefe militar del Gobierno, el marqués del Toro,
por su incapacidad para controlar la rebelión realista de Coro y mientras tanto, las
circunstancias políticas habían favorecido la aparición en Caracas de organizaciones como la
Sociedad Patriótica, que era una especie de asociación independentista que funcionaba como
foro de debate político que divulgaba sus conclusiones en una publicación propia titulada El
Patriota de Venezuela.
Bolívar fue un miembro importante de esta asociación que estuvo muy implicado en las
movilizaciones posteriores ocurridas el 5 de julio de 1811 para ratificar la Declaración de
Independencia, y que defendió posturas opuestas a la Constitución del 21 de diciembre de 1811
al considerar que era una copia literal de la que regía en los Estados Unidos que no se adaptaba
a la realidad del momento en Venezuela.
El 13 de agosto de 1811, fuerzas comandadas por Miranda lograron una victoria en Valencia
contra los rebeldes de dicha ciudad que pretendían recuperar privilegios de su antigua
capitalidad, y es en esta acción donde Bolívar empezó propiamente su carrera militar al dirigir un
ataque a un puesto fortificado que fue su bautismo de fuego y su primera acción distinguida.
Así, Miranda lo propuso para el rango de coronel y lo envió a informar de la victoria al Gobierno
de Caracas.
Poco después, Bolívar empezó a levantar la moral en los valles de Aragua por iniciativa propia,
por lo que el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas militares
republicanas, lo persuadió de que aceptara el rango de teniente coronel en el Estado Mayor y lo
nombró jefe militar de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Dicha plaza era entonces un punto militar clave por sus características coincidentes de puerto,
arsenal, prisión militar y principal punto de apoyo y control en la zona. Allí permanecían
detenidos los prisioneros de guerra influyentes en el castillo San Felipe, y a la vez también se
encontraba almacenado gran parte del arsenal militar republicano.
A pesar de ser contrario a las normas de seguridad militar se estaba dando esta situación y
aunque Miranda ordenó trasladar a los prisioneros a otro lugar, el traslado nunca se cumplió y
fue uno de los motivos que unido a la inexperiencia militar de Bolívar propiciaron la caída de
Puerto Cabello.
Los prisioneros lograron tomar por sorpresa a la guardia y la dominaron gracias a la traición de
un oficial al que sobornaron, se apoderaron del castillo San Felipe y comenzaron a bombardear
Puerto Cabello.
Bolívar trató de recuperar la guarnición durante seis días de combate con las fuerzas que pudo
controlar y que al parecer no superaban los cuarenta efectivos pero la situación le era muy
desfavorable; no se podía cañonear el castillo por el reducido alcance de la artillería y la ciudad
empezaba a ser atacada por las fuerzas del capitán Domingo Monteverde y tras lanzar un
desesperado ataque frontal sobre el castillo que fracasó, Bolívar decidió abandonar la plaza por
vía marítima, logrando escapar a duras penas.
Este acontecimiento, unido al violento terremoto del 26 de marzo de 1812, inclinó la balanza a
favor de los realistas y aunque hubo muchos que creyeron que aún se podía seguir la lucha,
Miranda capituló el 26 de julio de 1812 por encargo del Congreso, en el tratado de La Victoria,
que instauró nuevamente el dominio español sobre Venezuela.
Por ello, cuando Miranda se hospedaba en casa del coronel Manuel María de las Casas,
comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban Miguel
Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos una noche, en la
residencia de Manuel María de las Casas.
A cambio de este acto de traición del coronel Manuel María de las Casas,[24] el español
Francisco-Antonio de Yturbe y Hériz accedería a darle a Bolívar el salvoconducto que este le
había solicitado para exiliarse en el extranjero, con el especial favor de Monteverde. En esta
ocasión, el jefe español hizo que se viera el acto de haber entregado a Miranda como un servicio
al estado español: «Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al
servicio prestado al rey de España con la entrega de Miranda». Bolívar insistió ante las
autoridades españolas, sin embargo, que la entrega de Miranda respondió al acto de traición de
aquel, por haber capitulado cuando aún disponía de suficientes fuerzas para continuar la lucha.
El Manifiesto de Cartagena
Al poco de llegar, Bolívar solicitó al gobierno de Cartagena prestar servicio en sus tropas. Fue
concedido el mando de una guarnición de setenta hombres en la pequeña localidad de
Barrancas, con la que empezó a forjarse su futuro prestigio militar.
Al principio Bolívar estaba subordinado a un aventurero francés, Pierre Labatut. En contra de las
órdenes de este, decidió tomar la iniciativa, realizando una campaña para derrotar a las partidas
realistas que se encontraban en las orillas del río Magdalena mientras aumentaba el
adiestramiento y el contingente de sus tropas.
Como resultado de esta campaña, logró liberar varias poblaciones como Tenerife, Guamal, El
Banco, Tamalameque, Puerto Real de Ocaña, y derrotar a diversas guerrillas realistas que
operaban en la zona. Finalmente ocupó Ocaña.
Ante estos logros, el coronel Manuel del Castillo y Rada, comandante general de Pamplona,
solicitó su ayuda para detener a los realistas que amenazaban con entrar desde Venezuela. Para
ello, el coronel Bolívar tuvo que pedir autorización al Gobierno de Cartagena para intervenir en
territorio del Gobierno de las Provincias Unidas de Venezuela.
Cuando se la dieron, Bolívar llegó hasta la frontera con Venezuela. En la batalla de Cúcuta
derrotó el 28 de febrero de 1813 a las fuerzas españolas. Camilo Torres en su carácter de
presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada, le confió a Bolívar el
título de ciudadano de la Unión, el grado de brigadier, equivalente al de general de brigada, y el
cargo de jefe de la guarnición de Cúcuta.
Desde febrero hasta abril de 1813 permaneció en Cúcuta, detenido por trabas legales y por
diferencias con Castillo, que empezaba a verle con suspicacia ante sus deseos de avanzar
sobre Venezuela. Para entonces, Bolívar disponía de una fuerza eficaz, y rodeado de una
brillante oficialidad neogranadina, aprovechable para una eventual reconquista de Venezuela.
Campaña Admirable
Después de recibir autorización y recursos de la Nueva Granada, Bolívar inició una de sus
acciones militares más destacadas, la Campaña Admirable.
Cuando en febrero de 1813 inició su campaña por los Andes venezolanos desde Cúcuta, no
encontró resistencia. Avanzó hasta Mérida y tomó la ciudad pacíficamente después de que las
autoridades realistas huyeran ante su inminente llegada. En esta entrada triunfal se le concedió
por primera vez el título de «El Libertador», por decisión del Cabildo de Mérida.
Rápidamente las fuerzas de Bolívar ganaron terreno a un enemigo que huía ante un avance
sorprendente. Finalmente, Bolívar obligó a pelear a las fuerzas realistas en Los Taguanes, entre
Tucupido y Valencia. Les derrotó, y una capitulación se firmó en La Victoria.
Tras la capitulación española, Bolívar tuvo el camino libre, e hizo una entrada triunfal en Caracas
el 6 de agosto de 1813. Después de un triunfo militar en Mosquiteros le nombraron Capitán
General, con el título de «El Libertador», que desde entonces quedó unido a su nombre.
Bolívar se concentró en organizar el Estado y dirigir la guerra en lo que parecía su etapa final.
Organizó el régimen militar, mantuvo el Consulado, creó un nuevo sistema fiscal, y una nueva
administración de justicia. Atendió a la actividad agraria, a las exportaciones, y a la búsqueda de
mano de obra calificada. Modificó el gobierno municipal, y ofreció la nacionalidad a extranjeros
amigos de la causa republicana.
Guerra a muerte
Pero a principios de 1814 el capitán de milicias español José Tomás Boves, famoso por su
valentía, inició operaciones con tropas autóctonas de los Llanos venezolanos, autorizadas al
saqueo y al pillaje. Frente a un enemigo implacable que ejecutaba a todos los prisioneros, las
fuerzas de Bolívar se fueron debilitando. Ante la falta de medios para combatir a Boves y sus
llaneros, Bolívar decidió el 7 de julio de 1814 retirarse con las fuerzas que le quedaban hacia el
Oriente venezolano, y unir fuerzas con Santiago Mariño.
Bandera de guerra a muerte de Bolívar.
La retirada estratégica de Bolívar produjo un éxodo desde Caracas hacia Oriente, en el que
murieron muchas personas que seguían a las fuerzas republicanas por temor a las represalias
de Boves y su lugarteniente Francisco Tomás Morales. Bolívar decidió hacerles frente en Aragua
de Barcelona el 17 de agosto de 1814. Tras ser derrotado, Bolívar logró llegar a Cumaná el 25 de
agosto de 1814 y unirse a Mariño.
La Segunda República de Venezuela estaba herida de muerte. A lo largo de 1814 los realistas
consolidaban su dominio por todo el país. Solo el Oriente venezolano y la isla de Margarita
permanecían en manos republicanas. El bando republicano estaba dividido en facciones de
caudillos que dominaban porciones de territorio. El corsario Giovanni Bianchi intentaba
aprovechar la situación. Bolívar decidió salir con Mariño desde Carúpano hacia Cartagena.
Estadía en Jamaica
Litografía de Simón Bolívar.
A finales de 1814, Bolívar llegó a Cartagena para obtener ayuda de la Nueva Granada, que se
encontraba también en una situación difícil.
Con el apoyo del Gobierno neogranadino fue reconocido jefe por todos los venezolanos que se
encontraban en Nueva Granada. El 19 de septiembre de 1814 Bolívar se encontró con Camilo
Torres Tenorio, presidente del Congreso de las Provincias Unidas de la Nueva Granada. Después
de la derrota del General Antonio Nariño en la campaña del Sur en julio de 1814, Torres Tenorio
encargó a Bolívar de la conducción de la guerra. El 10 de diciembre de 1814 Bolívar tomó a
Santa Fe, y obligó Cundinamarca a reconocer la autoridad del Congreso de las Provincias
Unidas de la Nueva Granada.
Sin embargo, la situación de Bolívar en Jamaica llegó a ser bastante tensa. Salió ileso de un
intento de asesinato, porque se vio obligado ese día a mudarse de su pensión por falta de
dinero. El gobierno británico no quería comprometerse a darle un apoyo abierto, y los españoles
intentaban asesinarle; Bolívar decidió trasladarse a un país más seguro donde pudiera organizar
una expedición.
Estadía en Haití
En aquella época Haití se había convertido en una república independiente de Francia, que daba
asilo y respaldaba a los republicanos del continente americano. Por ello Bolívar consideró que
Haití era el lugar adecuado para organizar una expedición militar hacia Venezuela, con la ayuda
del presidente de ese país, el general Alexandre Petion. Allí se dio cuenta de que debía reclutar a
los llaneros, en ese entonces al mando de José Antonio Páez, para vencer a los ejércitos
realistas.
El 19 de diciembre de 1815, Bolívar salió de Jamaica para Haití. Llegó al puerto de Los Cayos el
24 del mismo mes. Con la ayuda encubierta del gobierno haitiano y del experimentado almirante
Luis Brión, Bolívar organizó una expedición de más de mil hombres conocida como la
Expedición de los Cayos. Salió el 23 de marzo de 1816 con rumbo a la isla de Margarita. Bolívar
retrasó su partida seis días porque esperaba a su amante Josefina Machado, que venía de la
isla danesa de Saint Thomas. Como Brión presionaba para continuar, partieron los barcos. Al
llegar al sur de la Hispaniola un barco mensajero alcanzó el navío de Bolívar y comunicó que
Josefina y su familia habían llegado a Los Cayos. Bolívar pidió a Brión que le enviasen una
fragata.[25] Los oficiales británicos y alemanes protestaron y amenazaron con abandonar esta
expedición tomada tan a la ligera, pero Brión los convenció de que continuasen.
La idea de crear una nación semejante hizo que Bolívar tuviera un objetivo político mucho más
amplio y esto en definitiva le movió a actuar de una manera diferente a las anteriores.
Ya en la isla de Jamaica, Bolívar había expuesto la idea de conformar a Colombia como un país
que debía hacerse realidad. Concluyó que para convertir la idea de Colombia en una nación
viable y creíble hacía falta crear un gobierno centralizado capaz de coordinar las acciones
necesarias para resguardar las fronteras y aglutinar a los distintos pueblos de la América
Hispana como garantía de la independencia.
Para garantizar la libertad de la Nueva Granada, Bolívar consideraba vital conseguir cuanto
antes el control sobre Venezuela para impedir que los españoles la utilizaran como puesto de
avanzada en tierra firme para sus campañas de reconquista por lo que decidió emprender esta
tarea como algo prioritario.
Así desembarcó en la isla de Margarita a mediados de 1816 decidido a lograr desde el principio
el reconocimiento de su liderazgo y después de obtener un éxito inicial con el líder local Juan
Bautista Arismendi preparó la campaña para liberar el continente.
A medida que pasaba el tiempo Bolívar tuvo que lidiar con personajes que habían ganado su
generalato a través de la acción pero que por el tipo de guerra que se hacía en ese momento
acabaron aceptando la Jefatura Suprema de Bolívar como un mal necesario para poder derrotar
a los españoles hasta que a la larga su liderazgo fue indiscutido.
A partir de 1817 se desarrolló un conflicto de poder entre Manuel Piar, que había liderado la
conquista de Guayana, y Simón Bolívar. Piar había derrotado a Morales en El Juncal a finales de
1816 y había tomado Angostura en abril de 1817. Simón Bolívar realizó un consejo de guerra 24
de julio de 1817 para que se reconociese su liderazgo. Bolívar escribió un pronunciamiento
contra Piar en agosto. Sedeño fue mandado a aprehenderlo. Acusado de querer eliminar a
Bolívar y establecer una pardocracia, Piar fue fusilado el 16 de octubre de 1817. Con ello, Bolívar
quedó claramente como jefe de las fuerzas independentistas en Venezuela.
La consolidación del liderazgo supremo facilitó el control del oriente venezolano y la instalación
de Bolívar en Angostura (hoy Ciudad Bolívar), que trajo consigo el inevitable y largo
enfrentamiento con las fuerzas expedicionarias del general español Pablo Morillo y la
organización de los mecanismos elementales para que el gobierno pudiese funcionar.
Ya en 1818, la situación del ejército español en Venezuela se hizo insostenible y Morillo se vio
obligado a retirar algunas de sus fuerzas de la Nueva Granada para intentar contener a Bolívar.
Para entonces la situación política y militar era lo bastante buena como para pensar en la
organización de un Estado y así fue como se instaló hacia 1819 el Supremo Congreso de la
República en Angostura.
Santander y Bolívar habían elaborado un plan en el que Santander debía preparar la provincia de
Casanare, unificar a los guerrilleros del sur y dar informes a Bolívar sobre las tropas españolas
para iniciar la invasión de la Nueva Granada.
Templo Histórico de Cúcuta, donde se desarrolló el Congreso de Cúcuta. En su interior hay una estatua de Bolívar.
Mientras tanto, Bolívar seguía preparando la invasión militar de Nueva Granada tratando de
mantener los detalles de la campaña en secreto por lo que su duración, características, fecha de
inicio y alcance eran datos desconocidos, lo cual contribuía a aumentar el factor sorpresa y la
imprevisibilidad del ataque.
Pablo Morillo estaba al corriente de la llegada de la Legión Británica a Angostura bajo el mando
de James Rooke e intuyó que el siguiente paso lógico de Bolívar sería unir fuerzas con José
Antonio Páez, destacado líder rebelde de los Llanos, por lo que tras analizar la situación decidió
atacar el principal reducto rebelde neogranadino en Casanare con tropas al mando del coronel
José María Barreiro que fueron hostigadas constantemente por las tropas del general Santander
mediante tácticas de guerrilla que fueron desgastando a las fuerzas de la Tercera División
española.
La llegada de la época de lluvias hizo los caminos intransitables y las operaciones militares
difíciles por lo que los españoles decidieron replegarse ante la lógica de que el enemigo haría lo
mismo.
Sin embargo, el desarrollo de los acontecimientos hacían presentir lo peor al general Morillo ya
que su Ejército expedicionario, exhausto y sin recibir refuerzos desde hacía mucho tiempo,
estaba combatiendo contra fuerzas militares eficaces de las que se desconocía su capacidad
real.
Es entonces cuando Bolívar realizó una de sus hazañas militares más destacadas, el Paso de
los Andes, que realizó en una estación poco propicia y que se consideraba imposible con los
medios de la época. El difícil avance de las tropas patriotas se produjo a través del páramo de
Pisba, hasta dar alcance a los realistas el 25 de julio de 1819 en la batalla del Pantano de
Vargas, en la cual la tropa realista finalmente huyó, situación que le permitió a los patriotas
llegar a la ciudad de Tunja el día 4 de agosto.
Allí se reúne con las tropas patriotas que estaban bajo el mando de Santander en la población
de Tame, en donde comienza la campaña libertadora de la Nueva Granada.
Batalla de Boyacá.
El ataque de Bolívar logró sorprender a los españoles que, ante el desastre, intentaron tomar
medidas. Barreiro todavía pensaba que podía controlar la situación pero el estado de sus tropas
le obligaba a estar a la defensiva por lo que decidió replegarse hacia Bogotá donde las
condiciones le serían mucho más favorables.
Cuando el virrey Sámano, quien conocía como los demás realistas el Decreto de Guerra a
Muerte, se enteró de la derrota, huyó inmediatamente de Bogotá y de esta forma, el ejército
libertador entró triunfante a la capital el día 10 de agosto.
Congreso de Cúcuta
Batalla de Ayacucho.
Durante los próximos años la oposición realista fue completamente eliminada. El 24 de junio de
1821 en la batalla de Carabobo, campo cercano a la ciudad de Valencia, se obtuvo una victoria
decisiva sobre el ejército español que fue completada con la batalla naval del Lago de
Maracaibo el 24 de julio de 1823 y se liberó definitivamente Venezuela.
Después de la victoria de Antonio José de Sucre sobre las fuerzas españolas en la batalla de
Pichincha el 24 de mayo de 1822 el norte de Sudamérica fue liberada. Con esa gran victoria
Bolívar se preparó para marchar con su ejército y cruzar los Andes y liberar definitivamente Perú
que ya había declarado su independencia el 28 de julio de 1821 luego del desembarco del
general José de San Martín en Paracas y la toma de Lima el 12 de julio.
El 26 de julio de 1822 Bolívar tuvo una conferencia con San Martín en Guayaquil para discutir la
estrategia de liberación del resto de Perú. Nadie sabe qué ocurrió en la secreta reunión entre los
dos héroes sudamericanos, pero San Martín volvió a Argentina, mientras Bolívar se preparó para
la lucha contra los últimos reductos españoles en Sudamérica, en la sierra y el Alto Perú. En
1823 Bolívar fue autorizado por el Congreso de la Gran Colombia para tomar el mando y en
septiembre llegó a Lima cuyo gobierno le pedía que dirigiera la guerra y se reunió con Sucre para
planificar el ataque. El Congreso peruano le nombró dictador el 10 de febrero de 1824, y a partir
de entonces logró controlar las intrigas de la nueva república.
El 9 de diciembre de 1824 Sucre destrozó el último baluarte del Ejército español en la batalla de
Ayacucho, acabando con el dominio español en Sudamérica.
Sin embargo, la forma en que desarrolló sus diversas campañas militares y la terminología
utilizada en su correspondencia sugieren que sus éxitos no pudieron deberse a casualidades
afortunadas, y que poseía conocimientos de estrategia militar más avanzados[cita requerida] de los
que debía tener por su formación.
Mediante el análisis de sus acciones bélicas se aprecia que Bolívar utilizaba los fundamentos
de la planificación y estrategia para elaborar sus operaciones.
Dentro de la literatura militar se sabe que Bolívar leyó Historias de Polibio y la Guerra de las
Galias de Julio César pero además existen indicios suficientes para creer que manejó los textos
militares de Mauricio de Sajonia y del conde de Guibert. Sin embargo, se sabe casi con
seguridad que no conoció las obras de Montecuccoli hasta 1824, ni los estudios sobre
Napoleón hasta cuando casi terminó sus campañas militares.
El ejército realista tenía el control de la sierra central y el sur del país (actuales departamentos
de Junín, Ayacucho, Cusco y Arequipa). Por su parte, luego de la derrota de Riva Agüero,[35] las
fuerzas del ejército unificado tenían posesión de la costa central y norte, y de la sierra norte
(actuales departamentos de Piura, La Libertad, Ancash, Lima y Cajamarca). Ante ello, siendo
factible la posibilidad de que Lima fuera invadida por fuerzas realistas (como en efecto lo fue
tras el motín del Callao), Bolívar decidió mudar su cuartel general al pueblo de Pativilca, 200
kilómetros al norte de Lima.
Bolívar instruye a Torre Tagle que se acerque a los mandos españoles acantonados en Jauja
para lograr una negociación con la finalidad de ganar tiempo para lograr aumentar su ejército y
ser capaz de vencer al realista (que en el manifiesto tras la batalla de Junín, Bolívar se jactaba
de derrotar tras 14 años de triunfos contra los independentistas). Torre Tagle cumple ese
encargo pero, paralelamente, es acusado por Bolívar de negociar con el Virrey La Serna la
expulsión de Bolívar y obtener así la plenitud de su mandato.
Al margen de esas intrigas, el 5 de febrero de 1824, las tropas rioplatenses de las fortalezas del
Callao pertenecientes a la expedición libertadora de San Martín, acaudilladas al mando de un
sargento de apellido Moyano, se levantan en motín del Callao argumentando falta de pago a los
soldados. Esa sublevación liberó a los presos españoles que estaban recluidos en la fortaleza
del Real Felipe y les entregó las instalaciones y las defensas del puerto. Las fuerzas realistas
ocuparon Lima el 29 de febrero, para más tarde replegar su fuerza principal a la sierra central y
sostener una guarnición en el Callao, cuyas defensas quedaron bajo el mando del militar
español de José Ramón Rodil, en las que se le refugiaron varias facciones patriotas, inclusive el
mismo Torre Tagle que se quedaría en la Fortaleza del Real Felipe donde murió al año siguiente
en el sitio del Callao.
Ante la falta de respuesta del presidente Torre Tagle, el Congreso lo depone el 10 de febrero y
entrega a Bolívar todo el poder político y militar.[36] Acto seguido, el Congreso se inmola y entra
en receso hasta que Bolívar lo convoque.[37] Bolívar se convirtió en la única y máxima autoridad
en el Perú, nombrando como único Ministro General a José Faustino Sánchez Carrión.[38]
Bolívar nombrado jefe supremo, volvió a Pativilca y ordenó el repliegue generalizado del ejército
unido a Trujillo y Huamachuco.
Desde Pativilca, Bolívar empieza las acciones para aumentar el Ejército Unido Libertador del
Perú. Nombra como jefes principales del ejército unido a los generales grancolombianos
Antonio José de Sucre, José María Córdova y Jacinto Lara. Ningún peruano formó parte del
estado mayor siendo que solo el general José de La Mar estuvo a cargo de la rama peruana del
ejército. Ello se debía a que Bolívar no sentía aprecio por los peruanos tal como se muestran en
diversas cartas que envió.
Hiram Paulding , un marino inglés escribió en sus notas de la bitácora que supuestamente
Bolívar le refirió sobre los peruanos «eran unos cobardes y que, como pueblo, no tenían una sola
virtud varonil. En suma sus denuestos fueron ásperos y sin reserva... Luego me dijeron que
siempre solía hablar así de los peruanos», pero en recientes aclaraciones se ha dejado entrever
que estas aseveraciones tuvieron origen ante la lentitud y demora de los peruanos al reaccionar
por su emancipación, pero esta aseveración cae en total contradicción con la gallardía
demostrada en la batalla naval de El Callao, como hecho final que encumbró a la recién creada
nación peruana como una república.[39]
Bolívar escribió instrucciones precisas sobre todo lo referido a las armas del ejército, en sus
cartas incluyó instrucciones desde cómo hacer las correas y cómo herrar los caballos. Así
ordenó que los jefes militares tomaran del norte peruano los recursos necesarios, la mayoría
fueron obtenidos mediante amenaza y otros fueron simplemente arrebatados de sus dueños. La
orden de Bolívar respecto a utilizar la riqueza que hubiere en las iglesias dio lugar a abusos y
saqueos por parte de los jefes militares grancolombianos.
Durante todo ese tiempo, la guerra se desarrollaba en el mar. El almirante Martin George Guisse,
jefe de la escuadra peruana, destruyó los barcos de guerra españoles que asediaban las costas
peruanas, permitiendo que llegasen pertrechos y refuerzos desde Colombia y asediando
constantemente la fuerza realista de España en Perú; acantonada en el Callao bajo el mando de
José Rodil.
El 2 de agosto, en la localidad pasqueña de Rancas, Bolívar pasa revista al ejército que logró
armar y que contaba 12 000 hombres listos para acometer al ejército del virreinato del Perú, que
desde principios de 1824 había quedado paralizado por la rebelión de Olañeta. El 6 de agosto se
dio la batalla de Junín donde la caballería del ejército realista fue derrotada por primera vez en el
Perú. El 9 de diciembre de ese año se pone fin al virreinato del Perú mediante la victoria en
Ayacucho.
El 20 de mayo de 1825, desde Arequipa, Bolívar convoca a elecciones para un Congreso General
que debería reunirse el 10 de febrero del año siguiente.[42] Sin embargo, ese día no se pudo
inaugurar el nuevo congreso ya que Bolívar no estaba conforme con la incorporación de algunos
diputados como Francisco Xavier de Luna Pizarro quien fue elegido por el departamento de
Arequipa. Solo en el mes de abril se logra reunir el Congreso pero sus sesiones preliminares
fracasan ya que el gobierno declaró no válidos los poderes de los diputados de Arequipa, Lima,
Cusco y otras provincias.[43]
Otras disposiciones
Bolívar creó varios importantes colegios nacionales como el Colegio Nacional de Ciencias[53] y
el colegio Educandas[54] en el Cusco, instituciones que fueron conocidas como los colegios
bolivarianos. Igualmente fundó el Diario Oficial El Peruano, gaceta oficial del Estado Peruano.
Expidió la primera Ley de Imprenta que logró reprimir toda fuente escrita que lo desfavoreciera.
El reglamento de esa ley condenaba a seis años de prisión a los autores de los escritos que el
gobierno considerase como subversivos y prohibía las sátiras contra disposiciones
gubernamentales.[55]
Dentro de las finanzas peruanas, el gobierno de Bolívar realizó dos actos principales. En primer
lugar, se establecieron las recompensas para el ejército unificado, cuyo pago estuvo a cargo del
Estado Peruano hasta mediados del siglo XIX y se negoció un empréstito con Inglaterra del que
solo se recibió el 25 % del capital y se tuvo que pagar el íntegro más intereses. Bolívar recibió un
país quebrado y su administración no mejoró ese punto.
Durante su gobierno se ejerció represión contra sus principales opositores. Así, se dispuso el
destierro de Francisco Xavier de Luna Pizarro y de Mariano Necochea, el encarcelamiento del
almirante Martín George Guisse, los hermanos Ignacio y Francisco-Javier Mariátegui y varios
militares chilenos y argentinos así como la ejecución de personajes como el ministro de Torre
Tagle, Juan de Berindoaga, vizconde de San Donás. Adicionalmente se tendió un manto de
suspicacia respecto del asesinato de Bernardo Monteagudo.
Si bien Bolívar habría dispuesto la anexión de la provincia de Guayaquil a la Gran Colombia en
1822, después de la entrevista con el protector del Perú, José de San Martín, ya existía la
Provincia Libre de Guayaquil, esfuerzo de Joaquín Olmedo, en 1820, antes de que el Perú y
Ecuador fuesen liberados (lo que inició la disputa territorial entre Perú y Ecuador).
En 1825 los criollos de Alto Perú o Charcas deciden la creación un país autónomo, y rechazan
pertenecer a Lima o a Buenos Aires. Así nace del Alto Perú, la creación de la República de
Bolívar.[56] Palabras de Jorge Basadre, «Bolivia tiene sus raíces en la Audiencia de Charcas,
colocada primero bajo la égida del virreinato del Perú luego la del virreinato del Río de la
Plata».[57]
Una breve semblanza de Bolívar la presenta Jorge Basadre, historiador y político de Perú,
diciendo que «la autenticidad del genio de Bolívar está en su polifonía. El guerrero, el hombre de
sociedad, el orador, el escritor estaban ligados en él al político, al legislador, al forjador de
amoríos. Y siendo bastante lo hecho y lo conseguido, no se contentaba con ello; era siempre
una semilla apasionada de sueños y de grandezas».[58]
Monumento conmemorativo en la Quinta de San Pedro Alejandrino, lugar donde falleció Bolívar. Santa Marta, Colombia.
Con el ingreso de Sucre al Alto Perú, el 3 de febrero de 1825, se promulgó un decreto que llama
a una asamblea deliberante para que las provincias que la conformaban pudieran decidir su
suerte. Luego de muchos incidentes el 10 de julio de 1825 la asamblea constituyente se reúne
en Chuquisaca en la ciudad de La Plata (Charcas). Dicha asamblea sesiona durante los meses
siguientes hasta lograr el consenso mayoritario de erigirse como Estado soberano e
independiente de todas las naciones, tanto del Viejo como del Nuevo Mundo. El 6 de agosto de
1825 el Congreso del Alto Perú creó la República de Bolívar que luego cambió de nombre a
Bolivia.
La Constitución de 1826 fue escrita por el mismo Bolívar. Asimismo, se nombró como primer
presidente a Simón Bolívar quien gobernó el país por poco tiempo delegando sus funciones a
Sucre, hasta que el Congreso nombró a este último presidente el 26 de mayo de 1826. También
en 1826 Bolívar convocó al Congreso de Panamá, conocida como la primera conferencia
hemisférica.
A partir de 1827, debido a rivalidades personales entre los generales de la revolución, explotaron
conflictos políticos que terminaron por destruir las perspectivas de una unión sudamericana por
la cual Bolívar había luchado.
El 9 de agosto de 1828 Bolívar decretó una ley que prohibía a los ciudadanos españoles contraer
matrimonio en la Gran Colombia.[59] Esta ley fue derogada en el Congreso de Venezuela en
1831.
Bolívar prohibió la circulación de las obras de Jeremy Bentham en las universidades de
Colombia por considerarlas nocivas para la juventud y esto aunque Bentham fue uno de los
pocos pensadores europeos famosos de la época que apoyaron la independencia. También
firmó un decreto por el que el gobierno había de promover y proteger el catolicismo como la
religión de los colombianos.[60]
Creyendo que mediante su acción podría imponer el orden y mantener la unión de la Gran
Colombia, Bolívar se declaró a sí mismo dictador el 27 de agosto de 1828, mediante el Decreto
Orgánico de la Dictadura y queda abolida la Vicepresidencia de la República.
SIMON BOLIVAR
AN. MDCCCXXVIII
[61][62][nota
5]
SIMÓN BOLÍVAR
1828
Bolívar inicialmente intentó perdonar a los que fueron considerados como conspiradores,
miembros de la facción «santanderista». Eventualmente se decidió someterlos a la justicia
marcial, después de la cual debieron ser fusilados los acusados de ser los directos implicados,
algunos sin que quedara plenamente establecida su responsabilidad. Francisco de Paula
Santander sabía de la posibilidad de atentados contra Bolívar, pero no se logró probar su
participación directa en esa conspiración.
Bolívar convocó el evento que conocemos como el Congreso Admirable donde presentó su
renuncia a la presidencia el 20 de enero de 1830, sin embargo esta no fue aceptada desde el
principio, en vista que se trataba de una entidad que estaría encargada de dictar una nueva
constitución para la Gran Colombia, el Congreso Admirable culminó oficialmente el 11 de mayo
de 1830 y hasta el 4 de mayo de 1830 le aceptaron la renuncia a Bolívar y a su vez dieron los
cargos de presidente a Joaquín Mosquera y el de vicepresidente al general Domingo Caycedo, a
Bolívar le concedieron una pensión de 3000 pesos anuales. El 8 de mayo de 1830, Bolívar partió
de Bogotá acompañado de un grupo de amigos y políticos con solo 17 000 pesos, producto de
la venta de su vajilla de plata, sus alhajas y sus caballos. Caycedo le envió a Bolívar su
pasaporte, pues este tenía la intención de volver a Europa. En junio llegó a Cartagena y su
estado de salud empezó a mostrarse más en deterioro por lo que decidió retirarse a un lugar
campestre, la casa del señor Judah Kingseller, sin embargo su salud no mejoraba, optaron por
buscar un médico apropiado y Juan Pavejeau le comunicó a Mariano Montilla que en Santa
Marta se encontraba el doctor Alejandro Próspero Révérend, y considerar desplazar a Bolívar
para de esa manera lograr que el médico lo tratara.
El 1 de julio el general Mariano Montilla informó a Bolívar del asesinato de Antonio José de
Sucre, noticia que lo afectó. A fines del mes vio publicada en la prensa la resolución del
Congreso venezolano de romper relaciones con Colombia mientras Bolívar permaneciera en
suelo colombiano, pero sus seguidores lo convencieron de no partir de Colombia.
Muerte
La historia oficial[63] relata que luego de su renuncia y de recibir la noticia del asesinato de
Sucre, solo y desengañado, Bolívar había decidido dirigirse a Europa. Llegó a Santa Marta en
estado de postración el 1 de diciembre de 1830, tras una penosa travesía por el río Magdalena
desde Bogotá en la goleta Manuel, escoltada en la última parte del viaje por el buque USS
Grampus de la Armada de los Estados Unidos, quedándose inicialmente en la Casa de Aduanas.
Allí fue atendido por el médico francés Alejandro Próspero Révérend, en consulta con Mac Night,
médico militar del USS Grampus.
A pesar del buen clima y las atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, razón por
la cual aceptó la invitación del español Joaquín de Mier y Benítez y fue trasladado a la Quinta de
San Pedro Alejandrino, al suroccidente de Santa Marta, donde llegó el 6 de diciembre.
Momentos de lucidez le permitieron dictar su testamento y su Última proclama, donde un
Bolívar gravemente enfermo clamaba porque su muerte, por lo menos, permitiera la
consolidación de la unión y la desaparición de los partidos. Finalmente, Simón Bolívar fallece de
tuberculosis el 17 de diciembre de 1830, a los 47 años de edad. «A la una y tres minutos de la
tarde murió el sol de Colombia», según rezó el comunicado oficial.
Los datos sobre los últimos días de Bolívar están tomados del libro que sobre su muerte publicó
Révérend en 1866, en París, titulado La última enfermedad, los últimos momentos y los funerales
de Simón Bolívar, Libertador de Colombia y del Perú, donde detalla la evolución de la salud de
Bolívar en sus últimos días, su muerte, autopsia y entierro.[63]
El 28 de enero de 2008 el presidente Chávez dictó el Decreto N.º 5834, creando una comisión
científica, presidida por el genetista español José Antonio Lorente, con la misión central de
exhumar los restos de Bolívar, establecer la identidad de los mismos y verificar si la tuberculosis
fue efectivamente la causa de su muerte, y en caso negativo buscar indicios de la causa
efectiva de su muerte, especialmente trazas de presencia de arsénico, que pudieran indicar un
posible envenenamiento.[66] Dos años después, el 16 de julio de 2010, fueron exhumados los
restos atribuidos a Simón Bolívar que se encontraban en el Panteón Nacional de Venezuela
ubicado en Caracas.[66]
El 25 de julio de 2011 el vicepresidente de Venezuela, Elías Jaua leyó por cadena nacional los
resultados del informe preliminar de la Comisión Presidencial y varios de sus miembros
expusieron públicamente tanto los resultados, como los métodos científicos y técnicos
utilizados. De acuerdo a las declaraciones de los investigadores, los restos estudiados
pertenecían a Bolívar y no padeció tuberculosis, por lo tanto tampoco fue esa la causa de
muerte.[67]
Mandatos
Presidente de Venezuela
Predecesor:
Sucesor:
Predecesor:
Sucesor:
Predecesor:
Dictador del Perú
Sucesor:
Presidente de Bolivia
Predecesor:
Sucesor:
12 de agosto de 1825-29 de
Ninguno - Alto Perú Antonio José de Sucre
diciembre de 1825
Bolívar en el tiempo a cargo del gobierno de las nuevas repúblicas hispanoamericanas
Los despojos mortales de Bolívar recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa
catedral Basílica de Santa Marta y allí permanecieron hasta el 22 de noviembre de 1842, cuando
fueron exhumados para trasladarlos a su país de origen, Venezuela, cumpliéndose así el
mandato de su testamento.
Sus restos llegaron a Caracas el 16 de diciembre de 1842 en medio de una gran conmemoración
oficial y fueron inhumados en la cripta de la Santísima Trinidad de la catedral de Caracas,
santuario de mucha advocación de la familia Bolívar, que guarda las cenizas de sus padres, de
su esposa María Teresa Rodríguez del Toro y de sus dos hermanas. Allí permanecieron en
medio de plural satisfacción, hasta el definitivo traslado al Panteón Nacional, el 28 de octubre
de 1876, durante el gobierno de Antonio Guzmán Blanco.[68]
En 1947 el constituyentista Andrés Eloy Blanco pidió ante el Congreso que los restos de Bolívar
no debían estar en un sarcófago en un material tan innoble como el plomo. En 1972 fue abierto
el sarcófago (no la urna que contiene sus restos) y esta se cubrió con una bandera de Venezuela
elaborada en Gran Bretaña.
El 16 de julio de 2010, los restos mortales de Bolívar fueron exhumados por orden del gobierno
de Hugo Chávez para su análisis y tratar de comprobar si en realidad murió por causas
naturales o fue asesinado. También se realizaron pruebas de ADN. Asimismo, fue cambiada la
urna de plomo por otra hecha de metacrilato sellada al vacío con detalles en oro y esta será
colocada dentro de otra urna hecha de madera de cedrillo llanero, árbol maderero oriundo de
Venezuela, con un escudo de oro.[69] [70]
A partir del día 24 de julio de 2010, una nueva bandera
de Venezuela, bordada por mujeres en siete zonas diferentes del país, cubre los restos mortales
de Simón Bolívar.[71]
El 15 de julio de 2011, la unidad criminalística del Ministerio Público de Venezuela que exhumó
los restos de Bolívar informó que la causa de muerte no fue tuberculosis como lo diagnosticó el
médico que lo atendió en 1830 sino un trastorno hidroelectrolítico.[72] Otras fuentes oficiales
indicaban que la causa de la muerte no pudo determinarse.[73] El vicepresidente Jaua declaró
que en los huesos no se encontraron rastros de tuberculosis crónica, aunque no descarta una
«tuberculosis sistémica mucho más virulenta» que no habría llegado a penetrar los huesos.
Legado
Monumento a Bolívar en Ciudad Bolívar.
En general, Bolívar tuvo que compaginar en muchas ocasiones las obligaciones políticas con las
militares por lo que muchas veces se ven entremezcladas entre sí. Sin embargo, la
trascendencia de sus ideales políticos ha desembocado en un culto al personaje, vigente en
muchas naciones latinoamericanas que se consideran herederas de su obra.
Culto a la personalidad
La figura y pensamiento de Bolívar han sido evocadas en América Latina por distintas corrientes
políticas para defender sus ideas y proyectos, que van desde la extrema izquierda hasta la
extrema derecha.
El 30 de abril de 1842, Páez firmó un decreto en el que, entre otras cosas, se ordenaba repatriar
los restos de Bolívar, llevar luto por ocho días si se era empleado público, celebrar un aniversario
fúnebre en toda capital de provincia y dar días de luto a todos los empleados. Además, se
ordenaba erigir efigies de Bolívar en todos los salones del Congreso y del Ejecutivo.[81]
Páez no consiguió cambiar el nombre de Caracas por el de Ciudad Bolívar. Angostura sí recibiría
este nombre en 1846.
Antonio Guzmán Blanco fue el segundo caudillo después de Páez que volvió a aumentar el culto
a Bolívar. Se introdujo la moneda de El Libertador, que luego se llamaría Bolívar. Guzmán Blanco,
que quería afianzar el centralismo, renombró la Plaza Mayor Plaza Bolívar y encargó en Italia
una estatua ecuestre de Bolívar para que ocupara el centro de ese espacio.
La sacralización de la figura de Bolívar es, sin embargo, muy notable en Venezuela, siendo
utilizada por los gobiernos para justificar sus proyectos políticos y sociales. Fueron notorios los
esfuerzos realizados en este sentido por el presidente Hugo Chávez, quien intentó conferir a la
figura de Bolívar un carácter sagrado, haciendo de él un personaje intocable. Como parte de esta
concepción, se introdujo el adjetivo bolivariano para definir al Estado venezolano surgido a partir
de la Constitución de 1999.
«canalla más cobarde, brutal y miserable. Bolívar es un verdadero Soulouque»... «La fuerza creadora de los
mitos, característica de la fantasía popular, en todas las épocas ha probado su eficacia inventando
grandes hombres. El ejemplo más notable de este tipo es, sin duda, el de Simón Bolívar»
—Carta de Marx a Engels de fecha 14 de febrero de 1858[83]
«No puede andar mucho a pie y se fatiga pronto. Le agrada tenderse o sentarse en la hamaca. Tiene
frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en
improperios y maldiciones contra cuantos le rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no
lee más que literatura francesa de carácter liviano, es un jinete consumado y baila valses con pasión. Le
agrada oírse hablar, y pronunciar brindis le deleita. En la adversidad, y cuando está privado de ayuda
exterior, resulta completamente exento de pasiones y arranques temperamentales. Entonces se vuelve
apacible, paciente, afable y hasta humilde. Oculta magistralmente sus defectos bajo la urbanidad de un
hombre educado en el llamado beau monde, posee un talento casi asiático para el disimulo y conoce
mucho mejor a los hombres que la mayor parte de sus compatriotas»
—Ducoudray Holstein
En el artículo biográfico sobre Bolívar, titulado Simón Bolívar y Ponte, escrito por Karl Marx para
la New American Cyclopedia, se lo presenta de una manera sumamente crítica. Marx comienza
diciendo que Bolívar nació en una familia de «nobleza criolla en Venezuela» y que como era
«costumbre de los americanos ricos de la época, a la temprana edad de 14 años, fue enviado a
Europa». A lo largo del artículo se comenta cómo Bolívar abandonó a sus tropas en varias
oportunidades y se señala que después de llegar a Caracas en 1813, «la dictadura de Bolívar
pronto demostró ser una anarquía militar, dejando los asuntos más importantes en manos de
los favoritos, quienes despilfarraban las finanzas del país, y luego recurrían a mecanismos
infames para poder restaurarlas».[83]
Otras citas de Marx: «A las 2 p. m., encontrándose (el prócer Francisco) Miranda profundamente
dormido, Casas, Peña y Bolívar (…) lo engrillaron y entregaron a Monteverde (…) valió a Bolívar el
especial favor de Monteverde, a tal punto que cuando el primero le solicitó su pasaporte, el jefe
español declaró: ‘Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio
prestado al rey de España con la entrega de Miranda’ (…) como la mayoría de sus compatriotas,
era incapaz de todo esfuerzo de largo aliento y su dictadura degeneró pronto en una anarquía
militar, en la cual asuntos más importantes quedaban en manos de favoritos que arruinaban las
finanzas públicas (…) apenas tres meses después el Libertador había perdido su prestigio (…)
aunque la ciudad (Bogotá) había capitulado, Bolívar permitió a sus soldados que durante 48
horas la saquearan (…) Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolívar,
este (…) perdió ‘toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió
grupas y huyó’ (…) Sin embargo Piar, el conquistador de Guayana, que otrora había amenazado
con someter a Bolívar ante un consejo de guerra por deserción, no escatimaba sarcasmos
contra el ‘Napoleón de las retiradas’ (…) Valiéndose de la violencia, pero también de la intriga, de
hecho logró imponer, aunque tan solo por unas pocas semanas, su código (Constitución) al
Perú».[84]
Hay que señalar que Marx no poseía datos de primera mano sobre su biografiado y que utilizó la
descripción poco favorable dada por el general francés Ducoudray Holstein. Numerosos autores
marxistas latinoamericanos no dudan en achacar también a prejuicios eurocéntricos estas
opiniones tan críticas.[85] [86]
Honores
Simón Bolívar ha sido honrado muchas veces incluso a título póstumo con realizaciones tales
como:
En Bogotá el 20 de julio de 1847 se renombró la antigua plaza mayor como plaza de Bolívar
en su honor. En el centro de esta plaza se erige desde mediados del siglo xix la primera
estatua de cuerpo entero, esculpida en 1844 por Pietro Tenerani. Las plazas principales de
todas las poblaciones de Colombia han sido bautizadas con este nombre. Un departamento
de la Costa Caribe también recibe el nombre de Bolívar.
En Venezuela casi todas las capitales de los municipios tienen una plaza Bolívar, existen
parques, monumentos, poblaciones y municipios con su nombre, además tiene su nombre el
estado más grande de Venezuela, al sureste del mismo país. Todos los países sudamericanos
independizados de España tienen importantes departamentos, sitios, plazas, calles o
monumentos dedicados a Bolívar.
En la ciudad de Panamá se erige un monumento en su honor situado en una plaza que lleva el
nombre de Plaza Bolívar. A un costado de esta plaza se ubica el Palacio Bolívar, sede de la
cancillería de la República de Panamá. Dentro del edificio se encuentra el «Salón Anfictiónico»
en donde se celebrara el Congreso de Panamá, en este salón reposa una espada de Bolívar.
En Ecuador hay una provincia designada con su nombre en la región Interandina. Existen dos
cantones de nombre Bolívar en el país (en las provincias de Manabí y Carchi) y uno llamado
Simón Bolívar en la Provincia del Guayas. En la ciudad de Guayaquil, la avenida que se
encuentra a orillas del río Guayas se llama Malecón Simón Bolívar. En la misma ciudad, el
Parque Seminario (también conocido como Parque Bolívar y coloquialmente como Parque de
las Iguanas) presenta en su centro un monumento en su honor.
En Santa Cruz de Tenerife, ciudad que se encuentra hermanada con Caracas desde 1981[87]
por los vínculos históricos entre las Islas Canarias y Venezuela, se encuentra un busto de
Bolívar en la calle Benito Pérez Armas, al final de la avenida Venezuela. También en la isla de
Tenerife existen otros dos bustos, uno en San Cristóbal de La Laguna y otro en Garachico,
localidad esta última de donde procedían parte de sus antepasados.[88]
En Perú diversas provincias llevan su nombre, instituciones, escuelas, calles, etc. Asimismo la
plaza del Congreso (antigua plaza de la Inquisición en Lima) tiene un monumento a Bolívar. La
casa en donde vivió en el distrito de Pueblo Libre es un museo. Sin embargo, en vista de los
resultados de sus acciones, en ese país es un personaje polémico, que ha dividido a los
historiadores, habiendo diversa literatura al respecto.[89]
Aeropuertos, ferrocarriles, metros y estaciones del mismo, al igual que numerosas escuelas y
universidades públicas en América Latina llevan su nombre.
Ciudad Bolívar, capital del estado más grande de Venezuela, el estado Bolívar.
La unidad monetaria de Venezuela tiene su nombre, «bolívar».
Una de las universidades más importantes de Venezuela es la Universidad Simón Bolívar, que
ofrece carreras de pregrado científicas y tecnológicas, así como estudios de postgrado en
diversas áreas como música, ciencias políticas, filosofía, además del área de ciencia y
tecnología.
En Bogotá, una de las 20 localidades se llama Ciudad Bolívar, el parque más grande de la
ciudad es el Parque Metropolitano Simón Bolívar, que tiene unidades deportivas, lago, ciclo-
rutas, biblioteca, museo, centro de alto rendimiento deportivo, estadio de atletismo, coliseo,
plaza de eventos para 100.000 personas.
En el barrio Normandía de Bogotá existe el Colegio Militar «Simón Bolívar», fundado en 1977,
bajo los ideales de Bolívar. En su campo de paradas se erige un monumento a Simón Bolívar.
Además, esta institución le rinde homenaje en la Plaza de Bolívar todos los 24 de julio,
natalicio de Bolívar.
En Lisboa, Portugal, se encuentra una estatua en su honor, en una de las principales avenidas
de la ciudad, Avenida da Liberdade.
En la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, se encuentra una estatua ecuestre en su honor,
en una de las entradas de Central Park, específicamente en el cruce de la 6.ª avenida con la
calle 57. La base está adornada por los escudos de armas de Venezuela, Colombia, Panamá,
Ecuador, Perú y Bolivia.
En un concurso de la BBC Mundo resultaron elegidos Rubén Darío y Simón Bolívar como
«Personaje del Milenio».[90]
Véase también
Padre de la nación
Notas
1. En una carta a su prima Fanny du Villars, Bolívar asegura haber nacido el día 25 de julio, pero
que ese era el día de Santiago en el santoral católico. Debido a ello, su fecha de nacimiento se
traslada al 24.
2. Algunos autores prefieren señalar la medianoche del 24 de julio, aunque hay referencias[¿cuál?]
de que los dolores de parto de María de la Concepción iniciaron bien entrada la noche del 25.
3. La autoridad otorgada y a la postre aceptada por Simón Bolívar fue omnímoda, pues hasta el
Presidente del Perú debía rendirle cuentas. Más tarde, el cargo de Presidente quedó
oficialmente en suspenso después de la destitución de Torre Tagle. Promulgada la
Constitución Vitalicia de 1826, Bolívar se convirtió en Presidente Vitalicio. Durante este
periodo, Bolívar no estuvo permanentemente en el poder, pues dejó encargado al Presidente
del Consejo de Gobierno desde el 24 de febrero de 1825, aunque siguió dando decretos hasta
el 3 de septiembre de 1826, cuando retornó a Colombia. Su autoridad se mantuvo
nominalmente hasta el 27 de enero de 1827, cuando se produjo el fin de la influencia
bolivariana en el Perú. No obstante el 11 de junio de 1827, el Congreso General Constituyente
del Perú de 1827 declaró la Constitución Vitalicia y el nombramiento de Bolívar como
Presidente Vitalicio del Perú nulas y sin efecto.
4. Los nativos del pueblo de San Mateo en el Estado Aragua, sostienen que el lugar de origen del
Libertador es San Mateo y que luego fue llevado y presentado como nacido en Caracas.
Bolívar pasó gran parte de su niñez en San Mateo, en donde su casa es ahora un museo.
Referencias
5. https://www.elimpulso.com/2018/07/24/hoy-se-conmemoran-235-anos-del-natalicio-del-
libertador-simon-bolivar-24jul/
6. Sánchez, Edith (15 de enero de 2020). «¿Cuántas plazas de Bolívar hay en el mundo?» (http
s://miviaje.com/cuantas-plazas-bolivar-hay-mundo/) . Consultado el 14 de julio de 2020.