Práctica de La Perversidad

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1- Práctica de la perversidad en lo político, en lo económico, en lo cultural y en lo jurídico,

en las comunicaciones y en la trama del poder (plantea casos o ejemplos de cada uno) y
explica en que consiste «La metáfora de los perversos».

- perversión: se refiere a alterar el buen gusto o las costumbres que son consideradas como sanas
o normales, a partir de desviaciones y conductas que resultan extrañas. Este término hace
referencia al acto de pervertir o pervertirse, es decir, adquirir una serie de vicios y costumbres que
pueden ser fácilmente reprochables por el entorno, tanto social como familiar. De igual forma, se
trataría de alterar el orden en un situación o espacio. El tener una marcada inclinación a los
instintos más bajos y antinaturales de la humanidad, es tomado como un signo de perversión. En
algunas ocasiones, la perversión se utiliza con un sentido sexual, hablando sobre aquellas
conductas que pueden resultar extrañas o, bien, dañinas, tanto para el entorno como para quien
lo padece. Es importante destacar que, en algunas ocasiones, depravación es utilizado como un
sinónimo de perversión.

La perversión también se refiere de manera general a todo comportamiento que corrompe a las
costumbres, o se desvía de la norma y perturba el orden, o vicia la fe con malas costumbres,
etcétera. Es tradicionalmente un concepto negativo pues el cambio es hacia lo malo o
desfavorable, ya sea en materia de conducta o de ideología. Se llama perversos a los criminales y a
quienes causan dolor a los demás sin sentir ningún tipo de piedad.

Se habla de perversión de las costumbres cuando éstas son viciosas e indignas de la naturaleza
humana. En este sentido la perversión resulta altamente subjetiva en muchos casos.

- Práctica de la perversidad en lo político: partidos que descalifican, la inseguridad que lleva a los
ciudadanos a hacer justicia por mano propia. Ej: taxistas de cipolletti.

Las luchas y negociaciones políticas para obtener cuotas dentro de un presupuesto de ayuda social
que favorecen al más fuerte y desvían al proyecto de sus aplicaciones prioritarias.

Los procesos que llevan al desarraigo de minorías desde sus organizaciones de origen hacia otras
que funcionan como campos de refugiados sin derechos plenos y sin posibilidades de regreso,
como es el caso de las migraciones laborales y las persecuciones étnicas o políticas.

-La utilización política que hacen las fuerzas militares y de seguridad basadas en el monopolio para
el uso de la fuerza que las organizaciones sociales le han reconocido.

-La promoción de un grupo hacia una mayor responsabilidad, como la autonomía o autogestión sin
la preparación necesaria, con el secreto designio de lograr su fracaso y asi mostrar la ineptitud del
método boicoteado.

La lucha de los gobernantes para mantenerse en el poder como fin en sí mismo mientras intentan
cumplir con los cambios estructurales prometidos en las campañas electorales.

La construcción de blancos militares en lugares cercanos a los centros de población civil.

El ambiente de inseguridad y desprotección que lleva a los ciudadanos hacer justicia por sus
propias manos.
El disfraz de la ideología y la intolerancia bajo el ropaje del saber, fundado para, a partir de ello,
acusar a quien lo rechaza de estar actuando por motivos personales egoístas.

-La parálisis que provoca la ideología de «cambiarlo todo de una vez» a el discurso de cambiar un
poco de todo con el fin encubierto de que el todo quede igual.

Económico: elendeudamiento del gobierno nacional, que deberán pagar las siguientes
generaciones. Ej: deuda externa

-La decisión de eliminar los excedentes de la producción agrícola para mantener los precios de
mercado de un producto en una sociedad globalmente empobrecida.

-Los sistemas impositivos cuyo mayor peso recae sobre los ciudadanos de recursos porque ellos no
tienen la posibilidad de defenderse de la injusticia.

Las aduanas que se instalan con las regulaciones propias de su aparato burocrático con el pretexto
de asegurar el respeto a la libertad de tránsito y comercio.

- Los bancos de fomento que sólo prestan a quienes ya tienen patrimonio. y que por su solvencia
podrían devolver los fondos en el momento que los reciben.

Los procesos de innovación tecnológica que se instrumentan sin considerar sus impactos sobre los
valores culturales de una comunidad (buque factoría en un pueblo de pescadores).

Los procesos de renovación productiva y económica en los centros industriales que no preparan
culturalmente a sus actores para superar la deshumanización de las nuevas tecnologías.

Sistemas impositivos basados en gravámenes a los consumos básicos que hacen pagar más a
quienes menos tienen.

Condicionar la ayuda crediticia a las pequeñas explotaciones agrícolas con la imposición de


tecnologías que llevan a la disolución de los vínculos familiares.

Las acciones desleales y destructivas entre competidores de un mercado cuando es legítimo


utilizar la rentabilidad como único valor de supervivencia para las empresas.

Cultural:
- La omisión de consideraciones morales y basarse sólo en el poder para imponer a los
damnificados razones económicas, técnicas o políticas ante situaciones de emergencia social.

- Los estereotipos sociales que suponen descalificaciones por sexo, religión o raza que las
organizaciones utilizan para seleccionar su personal y ayudan a reforzar los prejuicios irracionales
y la segregación social.

– Los diferentes tipos de barrio que se establecen en las organizaciones sociales, utilizados para
descalificar y hacer más nítidos los rasgos de quienes son discriminados o marginados
injustamente.

El logro de fines egoístas de la organización mediante la utilización de formas irresistibles, aunque


legales, de persuasión y sugestión, con efectos perjudiciales para los destinatarios. La
deshumanización en la identificación de las personas en la organización cuando se hace referencia
a ellas mediante la utilización de rótulos raciales e ideológicos discriminatorios.

Procesos que buscan la obediencia incondicional, y utilizan el autoritarismo y la rutina con el


propósito de debilitar la voluntad individual de los actores para actuar como agentes morales
independientes frente a situaciones injustas. Situaciones de violencia social dentro del modelo
verdugo-sentenciado, cuando las víctimas son enfrentadas con la disyuntiva de renunciar a la
dignidad humana como condición para lograr su supervivencia y la de semejantes enfermos o más
débiles.

Juridico: organismos de detención donde no se reeduca a los detenidos. Abusos de autoridad

-Las desviaciones que llevan al desplazamiento de la prueba en la justicia haciendo que el propio
acusado deba mostrar su inocencia.

Los organismos de detención de menores, en los cuales se intenta rehabilitar a delincuentes


jóvenes empeorando su situación al reunirlos con otros más expertos.

El derecho a ampararse en el recurso de la obediencia debida cuando las órdenes superiores se


utilizan para realizar hechos delictivos que le reportan beneficios personales al acusado.

Los juzgados que dictan sentencia de inocencia cuando el beneficiado. dado el tiempo
transcurrido, ya no puede disfrutar de su libertad.

Las agresiones que se basan en el argumento de la defensa propia cuando los actores dicen que
atacan para anticiparse a un peligro que juzgan inminente.

- Sistemas jurídicos en que los jueces pueden legalmente aceptar como pruebas legitimas las
confesiones de los acusados obtenidas bajo amenaza o presión.

- Métodos estadísticos para el control de la producción en la justicia, que vuelcan las preferencias
de los jueces hacia los casos de dictamen más rápido y sencillo, postergando, de forma indefinida,
los litigios de mayor complejidad e injusticia.

Situaciones en las cuales se permite que en la misma persona o grupo se concentren y confundan
los papeles de juez y parte.
-La influencia no declarada de premisas ideológicas o políticas y de prejuicios raciales o religiosos
en la apreciación de pruebas, además de la credibilidad de testigos en determinados trámites que
afectan la emisión de veredictos y sentencias.

La emisión de normas legales de excepción para combatir la corrupción creando un ambiente


represivo que también afecta a los ciudadanos honestos.

Organizaciones: contradicciones en reglamentos, sistemas de trabajo que premian a quienes


evaden sus controles.

Las oficinas públicas que consumen todo su presupuesto en la tarea de protegerse, disimular y
mantenerse abiertas.

- Las fábricas que destruyen los recursos no renovables de la misma naturaleza la cual se
abastecen de materias primas. Las políticas de recursos humanos que se basan en el manejo de los
miedos, ansiedades o impulsos que las personas no controlan racional mente.

Las acciones puramente destructivas, como el poner en funcionamiento a los cuerpos de


bomberos eliminando, así, todo lo que existe para estar seguros que ya no habrá más focos de
incendio. Al igual que ocurre en ciertas situaciones que requieren las llamadas «soluciones de
cirugía».

Los institutos de investigación, que dedican todo su tiempo y su presupuesto a discutir acerca de
cuáles deben ser los temas que merecen ser objeto de su estudio.

Las contradicciones en los reglamentos, que atrapan al militar entre las órdenes del superior, las
exigencias de su conciencia, su juramento a las armas y la lealtad a los compañeros.

Los sistemas que tienen función útil y necesaria, pero en cuyo funciona miento es inevitable que
perjudiquen a sus integrantes o al medio ambiente (contaminación).

Comunicaciones: medios de comunicación que emiten imágenes de sexo y violencia para mejorar
su rating

-Los comunicadores sociales que formulan sus juicios críticos sobre una realidad previamente
construida por la información periodística de otros comunicadores que han hecho lo mismo.

- La persuasión o sugestión lograda a través de la hipocresía, la mentira convencional, el abuso de


confianza y otros medios no contestables por los destinatarios del mensaje.

- Los medios públicos de difusión que dicen emitir sexo y violencia como medio de mejorar la
audiencia y derivarla a la parte cultural de su programación.

Los procesos de negación activa por los cuales se prohibe realizar acciones o pensar en cosas que
de todas maneras deben conocerse o recordarse precisamente para ser evitadas cuando
aparezcan (el olvidar por mandato).
Los dobles mensajes o contradicciones, que inmovilizan al receptor porque lo convierten en
transgresor cualquiera sea el camino que elija.

Los medios periodísticos que crean y sostienen ídolos y figuras políticas cuando lo hacen con la
intención de tener la primicia de la caída que ellos mismos van a provocar.

Usar la pantalla de la lucha contra el vicio o la rebelión cuando en realidad se trata de perseguir a
los disidentes o de condenar como herejes a los opositores.

En la trama del poder: sistemas de autoridad que entrenan a los subordinados a ser sumisos, tener
lealtad irrestricta y obediencia inmediata y luego los juzga

- Los comportamientos directivos basados en la sensualidad del poder, que obligan a mantener
una actitud sumisa y compulsiva para quienes la sufren.

Los organismos públicos de defensa que incluyen en su accionar las técnicas de represión violenta
a los ciudadanos opositores a quienes se supone que también deben custodiar.

-Los liderazgos basados en fantasias e ilusiones del grupo cuando los miembros son frustrados y
prisioneros de las relaciones que ellos mismos están sosteniendo.

Las acciones en procesos de grupo que resuelven una crisis, pero que generan reacciones
colaterales adversas que llevan a nuevos conflictos de igual intensidad.

Imponer una decisión estratégica que recaiga en el personal como si fuera un hecho de la
naturaleza, necesario e inevitable.

Los sistemas de autoridad que entrenan a los subordinados para ser sumisos, tener lealtad
irrestricta y obediencia inmediata, y que luego los juzga culpables por haber aceptado órdenes
injustas sin desafiar a la estructura de autoridad.

El ejercicio del poder sólo por su sensualidad, sin otro motivo que el consolidar y exhibir la
desigualdad en una relación de fuerzas.

El paternalismo como la acción que justifique la intromisión en la libertad de acción de los


integrantes con el pretexto de la supuesta inmadurez de ellos para decidir por sí solos.

Los procesos que se diseñan como laberintos para que la clientela y los usuarios dependan de
quienes conocen la salidas (trámites judiciales, liquidación de impuestos, regulaciones del Estado).

Los procesos de poder que producen ignorancia o injusticias evitables, pero, asimismo, permiten a
sus promotores sobrevivir gracias a la explotación de esas desigualdades.

La metáfora de los perversos:


Vamos a utilizar la palabra perversidad aplicándola al análisis de organizaciones sociales. La
tomaremos como una metáfora, es decir, en un sentido figurado y diferente del que le es propio.
Recurrimos a este término porque deseamos poner en primer plano ciertos contenidos que están
en la idea original de quienes han estudiado la perversidad en el comportamiento de las personas.
El lector deberá entonces estar advertido de no tomar la metáfora literalmente, no corporizarla ni
entenderla como una propiedad o atributo de cierto tipo de grupos u organizaciones sociales.

No hablaremos de hechos físicos, cuya existencia y verdad pueda establecerse sensorialmente.


Hablamos de hechos o realidades sociales, que se establecen por la experiencia cognoscitiva de los
integrantes, a través de las convenciones del lenguaje y los procesos de comunicación entre ellos,
en un contexto social determinado. Es decir, lo perverso no es un suceso o evento de la
naturaleza, sino que resulta de la evaluación de un cierto modo de relación entre las acciones de
personas como miembros de una organización social. El marco de referencia, las normas o valores
utilizadas para la evaluación son parte de la definición de la perversidad. De manera que lo
perverso cambia con el contexto de su definición.

Tomaremos como referencia los elementos constitutivos del concepto de actos perversos que en
el campo de la psicología se consideran como desviaciones, aberraciones y alejamientos de las
conductas que el saber define como normales. Insistimos entonces en que la perversión es una
calificación psíquica de los actos humanos y nosotros la estamos llevando al de las organizaciones.
Utilizamos este concepto por su poder explicativo, como productor de de significados y también
por su resonancia, para provocar la imaginación del lector. Además, la perversidad es un término
otras metáforas que veremos más adelante, como, por ejemplo, que refuerza otras cuando
aplicamos el concepto de sistemas vivientes como modelo para la descripción de ciertas funciones
en las organizaciones sociales.

En dicho estudio se destaca que no es posible definir el concepto de perversidad en una sola
dimensión. En la definición social de lo perverso se integran valoraciones morales, políticas,
jurídicas y económicas. En particular intervienen los intereses de la trama de dominación y poder
vigentes en el contexto social de la definición.

Señala dicho autor que respecto de lo sexual: «el perverso infringe la ley y al mismo tiempo algo
como una naturaleza extraviada lo conduce lejos de toda naturaleza. Corren en los intersticios de
la sociedad, perseguidos, pero no siempre por las leyes, encerrados, pero no siempre en las
prisiones, enfermos quizá pero también víctimas de un mal extraño que lleva el nombre de vicio y
a veces el de delito. Tratase de la familia de los perversos, vecinos de los delincuentes y parientes
de los locos. Pueblan los consejos de disciplina, los reformatorios, las colonias penitenciarias, los
tribunales y los asilos; llevan a los médicos su infamia y su enfermedad a los jueces».
Como vemos, las situaciones y los procesos que calificamos como perversos se producen y se
entrelazan en distintos planos de la realidad social, no es un tema que pase sólo por las fuerzas
inconscientes o el control de la sexualidad. En esos planos que se cruzan en el espacio de la
organización es donde tiene sentido hablar de una desviación respecto de lo normal o respecto de
la racionalidad dominante. Son planos que incluyen lo económico, lo político, lo cultural.

Esta ubicación de lo perverso, sus alcances en el tiempo y en el espacio social, son distinciones que
producimos como observadores externos a la situación analizada. En tanto observadores, somos
parte de una comunidad de principios éticos y morales que enmarcan la realidad que construimos.
Estamos suponiendo además que los actores de la trama perversa reconocen y aceptan dicho
marco normativo o natural.

No tiene sentido corporizar el concepto y decir que «hay» perversidad en un lugar de la


organización que ha penetrado sus relaciones. Es un concepto que se construye con los elementos
de una realidad cambiante, propios y externos al sistema, que la organización social puede o no
controlar. Es el observador externo quien, con su mirada, va anudando la trama perversa que los
propios actores, desde su posición, no alcanzan a ver como algo socialmente destructivo.

Como vemos, nuestra descripción de lo perverso no se limita a los hechos observables, a las
prácticas o las acciones manifiestas. La perversidad no se reduce a la imposición, la intimidación o
la violencia fisica, que las víctimas no pueden contestar. En sus múltiples configuraciones, lo per
verso también incluye relaciones destructivas que son establecidas en el nivel de lo simbólico y lo
cultural. Hay modos de razonar que son perversos porque omiten considerar las consecuencias y,
en el plano de lo lingüístico,

mensajes que se construyen para engañar al receptor. En cuanto al lenguaje, la perversidad se


refiere a la utilización de signos y producción de significados, no para lograr entendimientos, sino
con el propósito excluyente de condicionar el comportamiento de los receptores. En particular
cuando los mensajes se diseñan aprovechando la fuerza que les confiere la distinta posición social
que ocupan emisores e interlocutores.

El análisis del orden destructivo no requiere partir de las «sombras de la organización», la


existencia de impulsos o deseos no reconocidos o tensiones no resueltas. Lo perverso es una
trama visible que utiliza recursos del poder bajo reglas conocidas o instituidas. Asi, en la
persuasión o deformación de la opinión pública el poder de los medios de difusión no es algo
oculto.

La tensión no viene de enfrentar fuerzas secretas o malignas, sino del dolor y la injusticia para las
víctimas de lo perverso. Para conocer las razones será necesario desenmascarar la mentira, la
hipocresía o el cinismo en organizaciones. Pero las desviaciones no son ilegales, sino parte del
orden instituido o legitimado.
La palabra perversidad la tomaremos como una metáfora, es decir en sentido figurado y diferente
del que le es propio.

Hablamos de hechos o realidades sociales que se establecen por la experiencia cognoscitiva de los
integrantes, a través de las convenciones del lenguaje y los procesos de comunicación entre ellos,
en un contexto social determinado.

Lo perverso no es un suceso o evento de la naturaleza, sino que resulta de la evaluación de un


cierto modo de relación entre las acciones de personas como miembros de una organización
social.

Lo perverso cambia con el contexto de su definición.

Los elementos constitutivos del concepto de actos perversos que en el campo de la sicología se
consideran como aberraciones y alejamientos de las conductas que el saber define como
normales.

La perversión es una calificación psíquica de los actos humanos y nosotros la estamos llevando al
nivel de las organizaciones.

Freud observa que la predisposición a la perversión no es algo raro y especial sino un aparte de la
constitución llamada normal. Tampoco lo anormal es condenado socialmente.

Entonces desde una perspectiva autónoma, desde una visión íntima de los propios autores, no hay
una transgresión sino una ampliación de lo habitual, lo convencional, lo permitido.

No se trata de sucesos aislados o producto de la ignorancia sino que tratamos con procesos
recurrentes.

En el análisis de los procesos organizacionales la desviación es importante por sus efectos


negativos sobre terceros o el propio sistema.

Hay un interés egoísta, excluyente y cuya propia satisfacción implica desestabilizar la organización
o un perjuicio concreto a los actores.

En los procesos de grupo perversos la idea del poder desempeña una función análoga al placer en
los comportamientos sexuales.

Antes de calificar una acción como perversa debe reparase si no se trata de un a variación.

Se plantea la cuestión de la coexistencia de la perversión con lo normal. En cambio la sustitución


es patológica. En el plano de las acciones sociales insistiremos que la perversidad tiene una
presencia estructural, como una variación, pero continuada. El autorreforzamiento de las
situaciones perversas permite distinguirlas como círculos viciosos.

En el campo de los estudios sociales también puede verse a la perversidad como una desviación o
transgresión a lo considerado normal y lo natural en un determinado contexto cultural, aunque las
normas no siempre sean claras.

No es posible definir el concepto de perversidad en una sola dimensión. En la definición social de


lo perverso se integran valoraciones morales, políticas, jurídicas y económicas. En particular
intervienen los intereses de la trama de dominación y poder vigentes en el contexto social de la
definición.

Las situaciones y los procesos que calificamos como perversos se producen y entrelazan en
distintos planos de la realidad social. En esos planos que se cruzan en el espacio de las
organizaciones donde tiene sentido hablar de una desviación respecto de lo normal respecto de la
racionalidad dominante.

Perversidad es un concepto que se construye con los elementos de una realidad cambiante,
propios y externos al sistema, que la organización social puede o no controlar.

Es el observador externo quien con su mirada, va anudando la trama perversa que los propios
actores, desde su posición, no alcanzan a ver como algo socialmente destructivo.

Los ejecutores de lo perverso se consideran racionales. En esta situación no es pensable la


autocrítica. Actúan persiguiendo sus fines personales en el marco de lo permitido por la
organización. Para los actores es lógico y hasta natural que se produzcan desigualdades y se
obtengan beneficios individuales en el marco de una relación de fuerzas.

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