Estereotipos Mujer

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Estereotipos Mujer-Hombre

Los estereotipos de género les asignan roles y funciones a hombres y mujeres en el hogar,
señalado que:

MUJER HOMBRE

De la casa, lo privado De la calle, lo público

Cuidar a los hijos y la familia en general Dar el sustento para la casa

Sensible, emocional Fuerte, decidido

Dependiente, sin autonomía, no decide Independiente, autónomo, toma las decisiones

Trabaja en la casa y fuera de ella Solo trabaja por fuera de la casa

Expresa sus sentimiento Reprime sus sentimientos

¿Qué consecuencias tiene en las relaciones entre hombres y mujeres esta división?

 Subvaloración de la mujer y de las actividades que realiza.

 Sobrevaloración del hombre y de las actividades que él realiza.

 Asimetría o jerarquización en las relaciones de pareja: el hombre manda, la mujer


obedece.

 Violencia intrafamiliar.

 Relaciones entre hombres y mujeres poco respetuosas, poco solidarias, desigualdades


en el trato y en las posibilidades de desarrollo y crecimiento.

https://institutofamiliayvida.wordpress.com/2012/10/03/estereotipos-de-genero-lo-
masculino-y-lo-femenino/

Lucha contra la discriminación de la mujer

La igualdad de género es fundamental para la realización de los derechos humanos de todas


las personas. Sin embargo, las leyes discriminatorias contra las mujeres aún persisten en todos
los rincones del mundo y se continúan promulgando nuevas leyes de este tipo. En todas las
tradiciones jurídicas existen muchas leyes que continúan institucionalizando la condición de
segunda clase para las mujeres y las niñas respecto a la nacionalidad y ciudadanía, la salud, la
educación, los derechos maritales, los derechos laborales, la patria potestad y los derechos a la
propiedad y a la herencia. Estas formas de discriminación contra la mujer menoscaban el
empoderamiento de la mujer.
Las mujeres constituyen la población más pobre del mundo y el número de mujeres que viven
en condiciones de pobreza rural ha aumentado aproximadamente el 50 por ciento desde 1975.
Las mujeres realizan dos tercios de las horas laborales de todo el mundo y producen la mitad
de los alimentos mundiales; sin embargo, éstas perciben únicamente el 10 por ciento de los
ingresos mundiales y poseen menos del uno por ciento de la propiedad mundial1. La violencia
contra las mujeres prevalece a una escala inconcebible en todo el mundo y en todas las
culturas, y el acceso de las mujeres a la justicia suele estar caracterizado por obstáculos
discriminatorios, tanto en la ley como en la práctica. Las formas múltiples de discriminación
por motivos de género y otros factores como raza, etnia, casta, discapacidad, personas
afectadas por el VIH/SIDA, orientación sexual, e identidad de género hacen a las mujeres más
vulnerables a las dificultades económicas, la exclusión y la violencia.

En algunos países, las mujeres, a diferencia de los hombres, no pueden vestirse a su gusto, ni
pueden conducir un vehículo, ni trabajar de noche, ni heredar bienes o atestiguar en los
tribunales. La amplia mayoría de leyes que son expresamente discriminatorias y que están
vigentes están relacionadas con la vida familiar, y algunas limitan el derecho de la mujer a
contraer matrimonio (o el derecho a no contraer matrimonio en caso de matrimonios
prematuros forzados), así como el derecho a divorciarse y volverse a casar, lo cual propicia las
prácticas maritales discriminatorias, como la obediencia de la mujer y la poligamia. Las leyes
que estipulan de manera explícita la “obediencia de la mujer” todavía gobiernan las relaciones
maritales en muchos Estados.

El ordenamiento jurídico internacional de los derechos humanos prohíbe la discriminación por


motivos de sexo y contempla garantías para que los hombres y las mujeres puedan disfrutar en
condiciones de igualdad sus derechos civiles, culturales, económicos, políticos y sociales.
Aunque el sistema de los derechos humanos reafirma los principios de la igualdad y la no
discriminación, el artículo 15(1) de la Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer (CEDAW) establece de manera explícita que los Estados que han
ratificado la Convención deben reconocer a la mujer la igualdad con el hombre. Por su parte, el
artículo 2 compromete a los Estados que han ratificado la Convención a “adoptar todas las
medidas adecuadas, incluso de carácter legislativo, para modificar o derogar leyes,
reglamentos, usos y prácticas que constituyan discriminación contra la mujer”.

Treinta años después de que la Convención entró en vigor, el reconocimiento y el disfrute de


los derechos en condiciones de igualdad respecto al hombre todavía continúa siendo ilusorio
para una gran cantidad de mujeres en todo el mundo. Aunque la Convención ha sido ratificada
por 186 Estados, ésta contiene una cantidad sin precedentes de reservas que se han hecho a
los artículos principales, como los artículos 2 y 6, los cuales tienen repercusiones en la vida
personal y familiar de las mujeres y las niñas.

A pesar de que la Convención exige a los Estados que la han ratificado a eliminar la
discriminación contra la mujer “por todos los medios apropiados y sin dilaciones”, son muchos
los Estados que todavía conservan de manera generalizada sus leyes discriminatorias, lo cual
revela que el ritmo de las reformas que favorecen a la mujer es muy lento. Por consiguiente,
en la duodécima sesión del Consejo de Derechos Humanos, se adoptó una resolución titulada
“Eliminación de la Discriminación contra la Mujer” en la cual se solicitó a la Oficina del Alto
Comisionado para los Derechos Humanos que realizara un estudio temático sobre la
discriminación contra la mujer en la ley y en la práctica, y sobre la manera en que la ONU
aborda el tema. El estudio se haría en consulta con todas las partes interesadas pertinentes,
pero en particular, con la Comisión sobre la Condición de la Mujer. El estudio temático será
abordado en la decimoquinta sesión y se dedicará medio día de discusión durante la sesión
para decidir si se deben adoptar medidas adicionales.

 http://www.ohchr.org/SP/AboutUs/Pages/DiscriminationAgainstWomen.aspx

 http://www.medicinalegal.gov.co/documents/88730/4023454/genero.pdf/8b306a85-
352b-4efa-bbd6-ba5ffde384b9

Causa de la Violencia de Género

Hay una causa esencial en la violencia de genero: el “convencimiento” por parte del hombre
de su superioridad y primacía sobre la mujer. A esta causa esencial pueden unirse otras causas
secundarias.

“La violencia doméstica se desarrolla en un contexto cultural patriarcal, donde el control y


sometimiento de la mujer, especialmente dentro de las relaciones de pareja, ha sido no
solamente tradicionalmente tolerado, sino legitimado y que, a pesar de las actuaciones y
reformas legales llevadas a cabo en España, siguen aflorando en nuestra sociedad”

“La no aceptación, por parte de algunos hombres, del nuevo papel de la mujer en una
sociedad democrática y con una convivencia en la igualdad, podría ser unos de los motivos por
los que, a pesar de las medidas que se han venido adoptando, no se haya producido un
descenso en este tipo de conductas violentas. “

Congreso de los Diputados

Las características de las normas culturales y el papel de género en la conducta sobre el tipo de
hechos que estamos analizando podemos resumirlos en los siguientes puntos:

– La violencia funciona como un mecanismo de control social de la mujer y sirve para


reproducir y mantener el status quo de la dominación masculina. De hecho, la sociedades o
grupos dominados por ideas “masculinas tienen mayor incidencia de agresiones a la mujer. Los
mandatos culturales, y a menudo también los legales sobre los derechos y privilegios del papel
del marido han legitimado históricamente un poder y dominación de éste sobre la mujer,
promoviendo su dependencia económica de él y garantizándole a éste el uso de la violencia y
de las amenazas para controlarla.

– La conducta violenta frente a la mujer se produce como patrones de conducta aprendidos y


transmitido de generación a generación. La transmisión se hace fundamentalmente en los
ambientes habituales de relación.

– Las mismas normas sociales minimizan el daño producido y justifican la actuación violenta
del marido. Se intenta explicar atribuyéndola a trastornos del marido o, incluso, de la mujer.
Por mucho que el hombre tenga problemas de estrés, de alcohol, de personalidad,
curiosamente la violencia sólo la ejerce sobre la mujer no contra un conocido o amigo, y, por
supuesto, nunca contra su jefe, por ejemplo. También influyen toda la serie de mitos
arraigados en la sociedad que perpetúan la violencia y niegan la asistencia adecuada a estas
víctimas.
– El modelo de conducta sexual condicionado por el papel de los géneros también favorece
en alguno casos la existencia de una actitud violenta contra la mujer al tratarse de
un modelo androcéntrico. Existe una serie de factores que favorecen esta agresividad entre
los que se encuentran: los patrones de hipermasculinidad, el inicio de un mayor grado de
relación sentimental, la duración prolongada de la relación y los modelos sexuales existentes,
que contienen una tensión intrínseca entre hombres y mujeres, creando la posibilidad o las
condiciones para que se produzcan errores en la comunicación que desemboquen en una
situación de violencia frente a la mujer.

– Por el contrario, el alcohol, tantas veces esgrimido como causante o precipitante del
maltrato, ha sido eliminado como un factor etiológico directo de este tipo de violencia. Se ha
comprobado que actúa de forma general como desinhibidor y de forma particular como
excusa para el agresor y como elemento para justificar la conducta de éste por parte de la
víctima.

De la Guía de Buena Práctica Clínica en Abordaje en situaciones de Violencia de Género.


(Miguel Lorente y Francisco Toquero).

Los principales factores determinantes de la violencia de género son la relación desigual entre
hombres y mujeres y la existencia de la “cultura de la violencia” como medio para resolver
conflictos.

La violencia contra las mujeres es estructural. La violencia no se debe a rasgos singulares y


patológicos de una serie de individuos, sino que tiene rasgos estructurales de una forma
cultural de definir las identidades y las relaciones entre los hombres y las mujeres. La violencia
contra las mujeres se produce en una sociedad que mantiene un sistema de relaciones de
género que perpetúa la superioridad de los hombres sobre las mujeres y asigna diferentes
atributos, roles y espacios en función del sexo.

Hasta hace no muchos años, la restricción en el desarrollo personal y social de las mujeres, la
exigencia de su dedicación exclusiva a la familia, su deber de acatar la autoridad masculina,
eran consideradas como algo normales y naturales, validado por las costumbres y la ley. En ese
contexto se toleraba socialmente que los hombres utilizasen la violencia para afianzar la
autoridad.

Actualmente existe una menor tolerancia social hacia la violencia. Sin embargo, demasiadas
mujeres todavía soportan un alto grado de violencia, tanto en sus relaciones de pareja como
fuera de ellas. Esto sucede en todas las clases sociales, religiones y niveles educativos. En
definitiva, el factor principal de riesgo para la violencia contra las mujeres es, precisamente,
el hecho de ser mujer.

La violencia contra las mujeres es además instrumental. El poder de los hombres y la


subordinación de las mujeres, que es un rasgo básico del patriarcado, requiere de algún
mecanismo de sometimiento. En este sentido, la violencia contra las mujeres es el modo de
afianzar ese dominio. La violencia de género más que un fin en sí mismo, es un instrumento de
dominación y control social. Y en este caso se utiliza como mecanismo de mantenimiento del
poder masculino y de reproducción del sometimiento femenino. Los hombres maltratadores
han aprendido a través del proceso de socialización -que es diferente para mujeres y hombres-
que la violencia es la mejor forma de conseguir el control y dominar a la mujer.
Se ha argumentado que el consumo de alcohol y otras drogas es la causa de las conductas
violentas. Aunque el consumo de alcohol y otras sustancias se asocia con frecuencia a
situaciones de violencia, también hay hombres que abusan del alcohol sin que por ello
manifiesten un comportamiento violento y muchas agresiones contra las mujeres se ejercen
en ausencia de alcohol.

Se ha argumentado también que ciertas características personales de las mujeres que padecen
violencia de género podrían ser la causa del maltrato. Por ejemplo, algunas corrientes han
recurrido a características de masoquismo o de patologías como la histeria o el trastorno de
personalidad dependiente, para explicar por qué algunas mujeres permanecen o regresan a
una relación de maltrato.

En la actualidad existe suficiente conocimiento documentado que demuestra que no existen


características psíquicas diferentes antes del inicio del maltrato entre las mujeres que lo
sufren y las que no, sino que los trastornos y problemas psicológicos de las mujeres que
sufren maltrato son una consecuencia del maltrato y no la causa.

 http://nomasvg.com/informacion-sobre-violencia-de-genero/causa-de-la-violencia-de-
genero/

Los estereotipos de género

Los estereotipos de género hacen referencia a una serie de ideas impuestas, simplificadas pero
fuertemente asumidas, sobre las características, actitudes y aptitudes de las mujeres y los
hombres. Son los modos de actuación considerados correctos e imputables a un rol
determinado en una sociedad y en un momento dado.

De manera genérica, se diferencian cuatro tipos básicos de estereotipos de género:

• Rasgos de personalidad (se suele esperar que las mujeres sean pasivas y sumisas, mientras
que se espera que los hombres sean seguros de sí mismos y agresivos).

• Comportamiento doméstico (por ejemplo, se suele considerar que las mujeres cuidan mejor
de los niños; mientras que los hombres se desempeñan mejor en las reparaciones de la casa).

• Ocupaciones (por lo general, las mujeres son consideradas como mejores en el desempeño
de ocupaciones de ayuda y los hombres en ocupaciones técnicas).

• Apariencia física.

Los estereotipos de género pueden causar un trato desigual e injusto debido al género de una
persona. Esto se denomina sexismo y es el hecho de formular hipótesis injustificadas o al
menos sin fundamento, sobre las capacidades, los objetivos o los roles sociales de una persona
sobre la única base de sus diferencias sexuales.

El proceso de socialización de género

Tanto los roles como los estereotipos de género son aprendidos e interiorizados a través de un
proceso de aprendizaje por el cual las personas aprenden e incorporan valores y
comportamientos de la sociedad en la que nacen. Este proceso de socialización es
denominado socialización de género.
Este proceso de socialización de género tiene dos vertientes: una colectiva, donde los
individuos, mujeres y hombres, se adaptan a las expectativas que sobre ellos tiene el resto de
la sociedad y una individual, donde cada persona perpetúa los roles y estereotipos, llevándolos
a cabo en su vida y enseñándoselos a sus descendientes. Así, el proceso de socialización de
género toma una importancia fundamental en el desarrollo de la identidad personal y en la
interiorización de los roles de género.

La socialización de género:

• comienza antes del nacimiento, ya que los roles se asignan antes de nacer de acuerdo a las
diferentes expectativas que se tienen de un niño o de una niña.

• se prolonga durante toda la vida, a través de la reproducción de los diferentes roles


asignados a mujeres y hombres.

• se lleva a cabo a través de los principales agentes de socialización: la familia, la escuela,


medios de comunicación, el grupo de pares, el lenguaje,… que reproducen constantemente los
roles asignados a cada género.

Exclusión social y género

Se puede definir la exclusión social como la situación carencial generalizada y de aislamiento


social, que sufren los individuos o grupos sociales, resultante de procesos en los que actúan
factores de carácter económico, social, político y cultural que, a su vez, interactúan entre sí
reforzándose mutuamente.

Factores como desestructuración familiar, aislamiento social, bajo nivel cultural-escolar, y


todos aquellos aspectos que generen la imposibilidad de participar plenamente como
ciudadano. Así, la exclusión social se relaciona con la limitación en el acceso a bienes y
servicios y, por tanto, con la limitación en el ejercicio de los derechos y la participación
social.
Desde la perspectiva de género, los procesos de exclusión social se vienen analizando a través
del enfoque de la interseccionalidad, que hace referencia al análisis de cómo las diversas
discriminaciones y opresiones que padece una persona interactúan de manera simultánea,
configurando su identidad.

Las desigualdades por razón de sexo interaccionan con otras circunstancias que generan
procesos de exclusión: la enfermedad, la discapacidad, el aislamiento relacional, la pertenencia
a minorías étnicas, la drogadicción o el encarcelamiento. En esta interacción se produce una
retroalimentación entre la discriminación y la exclusión social que da lugar a la discriminación
múltiple.

Aunque la igualdad de oportunidades y la eliminación de las distancias en la participación


social económica y política entre hombres y mujeres es uno de los objetivos de las políticas
sociales y, en los últimos años se han producido avances considerables, todavía persisten
brechas importantes entre ambos sexos. Nos gustaría conocer tu opinión al respecto, sobre
todo si en algún momento has sentido algún tipo de limitación social por razón de sexo o
identidad sexual.
 http://www.divulgaciondinamica.es/blog/exclusion-social-perspectiva-
genero/#Los_roles_de_genero
Desarrollo.

Antecedentes históricos acerca del tema de la violencia hacia la mujer.

Desde tiempos de nuestros ancestros, la violencia es considerada como parte de la


cultura, y en cierto modo, se acepta como integrante de la formación familiar.
El comportamiento violento y agresivo ha estado presente a través de toda la historia
y ha quedado gravado en documentos que van desde las antiguas escrituras hasta las
tablas estadísticas actuales.
“La violencia es tan vieja como el mundo, está vinculada a los orígenes, evolución y
desarrollo del hombre. Desde la antigüedad se hayan referencias sobre ello, en
escritos de filósofos y pensadores como: Amoximandro, Heráclito, y Sofos del mismo
modo que es reflejado por artistas, en diferentes manifestaciones de otros tiempos, ya
sean narrativos o escultores” 1.
La violencia es universal en tiempo y espacio, en el tiempo porque ha estado y sigue
estando presente encabezando las causas de defunción en las mujeres, y en el espacio
porque se infiltra en todas las sociedades, cualquiera que sea su grado de desarrollo. 
Todas las mujeres históricamente han vivido en mayor o menor intensidad formas de
violencia, donde esta está presente en la mayoría de las sociedades, pero a menudo no
es reconocida y se acepta como parte del orden establecido.
“Ya desde los albores de la historia es latente el dominio del hombre en las distintas
sociedades. En la religión por ejemplo también se apoya la idea de que la mujer por
naturaleza es más débil e inferior a los hombres, donde en la Biblia podemos ver que
Dios sitúa a Eva bajo la autoridad de Adán y San Pablo pedía a las cristianas que
obedecieran a sus maridos”2 .   
“El suttee entre los hindúes (que exige que la viuda se ofrezca en la pira funeraria de
su marido), el infanticidio femenino en la cultura china e india dominadas por
hombres, los matrimonios concertados entre los musulmanes, que pueden llevar al
asesinato o a la tortura de la mujer, y la esclavitud doméstica en el nuevo hogar
indican la presencia endémica de sexismo y violencia doméstica masculina”3 .
En el matrimonio tradicional la mujer estaba destinada a dar hijos, principalmente
varones, así como criarlos y ocuparse al mismo tiempo de las tareas del hogar.  
“En la Legislación Romana base de la sociedad occidental, la mujer era una posesión
del marido y como tal no tenía control legal sobre su persona, sus recursos e hijos. En
la edad media bajo la legislación feudal, las tierras se heredaban por líneas masculinas
e implicaban poder político, favoreciendo aún más la subordinación de la mujer” 4.
La misoginia, definida como la aversión u odio hacia las mujeres, existe desde tiempos
inmemoriales. Para decir un ejemplo histórico se puede señalar que, el Positivismo en
sus inicios fue misógino Augusto Comte, el padre de la Sociología Moderna, reiteró
antiguas y falsas creencias sobre la mujer en sus influyentes escritos.
En 1839 (año del nacimiento de Hostos) escribió:  “La relativa inferioridad de la mujer
en este sentido es incontestable, poco capacitada como está en comparación con el
hombre, para la continuidad en intensidad del esfuerzo mental, o bien debido a la
debilidad intrínseca de su raciocinio, o a su ligera sensibilidad moral y física, que son
hostiles a la abstracción científica y a la concentración” 5.
Esta indudable inferioridad orgánica del genio femenino ha sido confirmada por
experimentos decisivos, incluso en las Bellas Artes, y en medio de las mejores
circunstancias, en cuanto a los fines del gobierno, la radical ineptitud del sexo
femenino es aún más evidente, incluso en el nivel más elemental que es el gobierno de
la familia. 
La violencia doméstica son actos violentos cometidos en el hogar entre miembros de
una familia. En la década de 1970 las feministas analizaron el alcance de la violencia
doméstica (considerada como un fenómeno exclusivamente masculino) y se crearon
centros de acogida y de ayuda para las mujeres maltratadas y para sus hijos. La
violencia doméstica también está relacionada con los niños maltratados (muchas
veces, aunque no siempre, por abuso sexual) y con acciones verbales y psicológicas
que pueden ser cometidas tanto por mujeres como por hombres.
“Algunos autores buscan el origen de los conflictos, donde subyacentes de la violencia
intrafamiliar en las rutinas del hogar adaptadas a una fuerza de trabajo exclusivamente
masculina, que ha dejado de monopolizar los ingresos económicos de la familia con la
incorporación de la mujer al trabajo, la pobreza y la escasa movilidad social”6 . A lo
largo de la historia, la sociedad, según el movimiento feminista, ha puesto el poder en
manos de maridos y padres en cualquier relación conyugal o de pareja.
 “Por un lado, es probable que haya una mayor predisposición a denunciar estos
hechos al existir una mayor independencia femenina, más oportunidades de trabajo
fuera del hogar, mayor conciencia feminista y más posibilidades de anticoncepción y
por el otro lado, la motivación para la violencia es menor al existir una mayor libertad
de elección de compañero, menos matrimonios forzados y una mayor emancipación
de la mujer en cuanto a propiedad, estudios y divorcio. Ninguno de estos elementos
puede ser evaluado con exactitud. La tecnología de la información actual ayuda a
recopilar datos, pero en cambio resulta difícil conocer los procesos y los
antecedentes”7 .
La violencia contra las mujeres es un importante tema de salud y derechos humanos.
Tomando como referente la población femenina mundial, por lo menos una de cada
cinco mujeres ha sido maltratada física o sexualmente por un hombre o varios
hombres en algún momento de su vida. 
La preocupación de la comunidad internacional por la violencia contra la mujer en el
hogar aumenta sistemáticamente. Trascendental ha sido su incorporación como tema
central de análisis en la agenda de diversos e importantes foros de las Naciones
Unidas. Pero esta preocupación es reciente. 
El primer paso fue la conferencia mundial del Año Internacional de la Mujer, celebrada
en 1975 en Ciudad México, porque aunque no hizo hincapié en la violencia contra la
mujer en la familia, adoptó un plan mundial de acción para que las mujeres disfrutaran
de iguales derechos, oportunidades y responsabilidades y contribuyeran al proceso de
desarrollo en pie de igualdad con los hombres. 8
La plasmación de  esta preocupación no se manifestó plenamente hasta 1980 en la
Conferencia Mundial del Decenio de las Naciones Unidas para la mujer: Igualdad,
Desarrollo y Paz, celebrada en Copenhague que declaró que la violencia en el hogar
era un problema complejo y constituía un delito intolerable contra la dignidad del ser
humano. 
Después de la Conferencia Mundial de Copenhague la cuestión fue debatida
intensamente por la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la mujer y por el
Comité de Prevención del Delito y Lucha contra la Delincuencia en sus periodos de
sesiones celebradas entre 1982 y 1984. 
El tema continuó recibiendo cada vez mayor atención en 1984 y 1985, en especial en la
Conferencia Mundial de Nairobi para el Examen y la Evaluación de los Logros del
Decenio de la Naciones Unidas para la Mujer: Igualdad, Desarrollo y Paz, y el Séptimo
Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y Tratamiento del
Delincuente, que tuvieron lugar en 1985. En las estrategias de Nairobi se reconoció
que la violencia contra la mujer es un tema complejo y un obstáculo para el logro de la
paz y de los demás objetivos del Decenio de la ONU para la mujer, que son la igualdad
y el desarrollo.
Un importante momento de concertación  fue la aprobación por la Asamblea General
de las Naciones Unidas de la resolución 40/36 de 29 de noviembre de 1985 sobre la
violencia en el hogar, resolución que patrocinaba una acción concertada  y
multidisciplinaria, dentro y fuera del sistema de las Naciones Unidas, a fin de combatir
el problema e instó a que se introdujeran medidas criminológicas específicas para
lograr una respuesta equitativa y humana de los sistemas de justicia a la victimización
de la mujer en la familia.9 
Como parte de la labor de las Naciones Unidas a fines de 1986 se celebró la Reunión
del Grupo de Expertos sobre la violencia en la familia, en particular sus efectos sobre la
mujer. En esta reunión, que agrupó a expertos de todo el mundo, se examinaron 
cuestiones medulares sobre esta problemática para conocer su naturaleza,  sus causas
y los efectos que sobre  las víctimas produce. También evaluó los métodos de
intervención que se pueden prestar a  quienes son violentadas y formuló
recomendaciones para hacer frente a la violencia contra la mujer en el hogar.
Un hito importante en estos empeños significó la aprobación el 1ro de diciembre de
1993 por la Asamblea General de las Naciones Unidas la Declaración sobre la
eliminación de la Violencia contra la mujer, donde uno de los  aspectos más relevantes
de la Declaración es que amplía el concepto de violencia contra la mujer, así como las
recomendaciones de los Estatutos orientadas a neutralizar la impunidad existente y a
restar validez a pretextos y justificaciones de situaciones violentas contra las
mujeres.10 
Otra extraordinaria trascendencia, fue la IV Cumbre Mundial de las Naciones Unidas
sobre las mujeres que se celebró en Beijing, China, en septiembre de 1995. La Cumbre
aprobó la Plataforma para la Acción; documento a cuyo cumplimiento, se
comprometen los gobiernos, organismos nacionales e instituciones  internacionales. 
También se exhorta a la sociedad en general, los agentes sociales, las organizaciones
no gubernamentales  y el sector privado a que presten su decidido apoyo a las
medidas diseñadas en el mismo. La violencia contra las mujeres constituye  la cuarta
área de especial interés donde se realiza un diagnóstico de la situación de malos tratos
que reciben las mujeres en la familia.
Se aprobaron objetivos estratégicos así como un importante grupo de medidas y
recomendaciones a los gobiernos para una acción coherente y coordinada.
El programa de medidas apunta a promover y proteger el pleno disfrute de todos los
derechos humanos y las libertades fundamentales de todas las mujeres a lo largo de su
vida. Reafirma que los derechos humanos de las  mujeres y las niñas son una parte
inalienable, integral e indivisible de los derechos humanos universales.
El conjunto de medidas contenidas en la Plataforma de Acción pidió a los gobiernos,
organismos e instituciones su concreción inmediata a fin de lograr el cumplimiento de
los objetivos estratégicos para el año 2000.
Para que la Plataforma de Acción tenga éxito es indispensable la firme adhesión de los
gobiernos, las organizaciones nacionales e internacionales y la sociedad toda, más allá
de su rúbrica formal, sino traducida en planes de acción o estrategias nacionales que
concreten políticas gubernamentales encaminadas a su cumplimiento.
En el caso de Cuba se ha  plasmado en un Plan de Acción  Gubernamental que enfatiza
las áreas en las que todavía el país no ha culminado los objetivos que como parte de  la
voluntad política del Estado han regido a favor de las mujeres desde el triunfo
revolucionario, muchos de ellos contenidos en la Convención Sobre la Eliminación de
todas las formas de discriminación contra la mujer.
Como parte de esos esfuerzos fue creado en septiembre de 1997 el “Grupo Nacional
para la prevención y atención de la violencia familiar”, particularmente la perpetrada
contra la mujer. El grupo está coordinado por la FMC e integrado por representantes
de organismos e instituciones centrales del Estado relacionados con la atención a esta
problemática así como por expertos de diferentes instituciones científicas de la capital.
El trabajo del grupo permite lograr mayor integralidad y efectividad en las acciones
multisectoriales y multidisciplinarias que requieren la prevención y atención de esta
problemática y fundamentar propuestas a otros actores de la sociedad cuando
corresponda. La composición, además posibilita canalizar sus objetivos y tareas a
través de las estructuras y funciones de cada organismo y organización miembro, hasta
las personas que los representan en la comunidad, tales como, maestros, médicos,
policías, jueces, fiscales. 
Aunque estos esfuerzos a nivel internacional han cristalizado en Programas de acción
concretos en diferentes países tanto en la atención y prevención como en la
investigación sobre la violencia contra la mujer, cabría enfatizar los principales
obstáculos que impiden, más allá de políticas específicas un acercamiento más
confiable a la magnitud cuantitativa y cualitativa del problema que nos ocupa.
La más importante de estas dificultades es el hecho de que la violencia contra la mujer
no se ha planteado como cuestión grave hasta las últimas dos décadas y por tanto, el
material de investigación disponible es nuevo. Este material indica que hay mucho
todavía por entender a cerca del alcance, la naturaleza y los efectos de la violencia en
la familia. Los estudios de que se disponen son todavía demasiados imprecisos y
fragmentarios a pesar, de los muchos intentos por lograr estadísticas confiables y
estudios macro-sociales que permitan un mayor conocimiento de este problema, sin
embargo, sus conclusiones siguen siendo un mosaico de datos y conjeturas.
Un segundo problema a considerar es que la mayoría de las investigaciones contra la
mujer en la familia se han llevado a cabo principalmente en países occidentales
desarrollados. Por último, un tercer elemento que no se puede desestimar y esta
vinculado a los anteriores, radica en la propia definición de violencia y su aplicación en
diferentes contextos culturales marcados por tradiciones diferentes y en no pocos
casos por normativas religiosas y étnicas que pautan la comprensión de la violencia
contra la mujer como una violación de los derechos humanos de las mujeres.
A pesar de todo ello no  puede desconocerse el avance que ha significado, por una
parte, la comprensión ( aunque no siempre toda la deseada y necesaria ) de esta
problemática como un problema social cuya atención y prevención no puede dejarse
en manos del azar  o de la voluntad de la víctimas, y de otra, en consecuencia, su
conversión en tema prioritario de la agenda y los acuerdos de importantes foros
internacionales encabezados por la ONU y suscritos por la mayoría de los gobiernos a
escala mundial. Los resultados aunque discretos e insuficientes aún, marcan el 
despegue en el enfrentamiento de una de las “epidemias” más viejas de la humanidad
con la que hemos convivido indiferentes como parte de la cotidianidad naturalizada. 
Tal es así que Nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro pronunció:…"y si la mujer es
físicamente mas débil, si la mujer tiene que ser madre, si encima de su trabajo lleva el
peso de la reproducción y es la encargada de llevar en sus entrañas el hijo que ha de
nacer…es justo que a la mujer se le tenga en la sociedad todo el respeto que merece y
todas las consideraciones que merece."11   
Algunas feministas radicales opinan que es la familia la raíz del problema y que la
solución está en liberarse del hombre, mientras que en el extremo opuesto otros
opinan que la mujer debe limitarse a su papel de ama de casa y madre. Aunque no
puede afirmarse que toda la violencia sea cometida por hombres, sí ocurre así en la
mayoría de los casos. 
A veces son el padre y la madre juntos quienes cometen las agresiones, como en el
caso de malos tratos a los hijos. La patología del maltrato infantil, desgraciadamente,
no tiene fin. La familia tiene una gran importancia en nuestra investigación, ya que es a
partir de aquí donde los individuos van a comenzar su interacción, es en este órgano
donde primero se va a dar el fenómeno de la violencia. 
Los primeros estudios sobre la familia en la Sociología surgen en la segunda mitad del
siglo XIX, siendo Frederick Le Pley uno de los pioneros en el estudio de la misma
agregando que: “la sociedad es un agregado de la familia donde ella también debe ser
la unidad de observación y objeto fundamental de estudio de la nueva sociedad”12 . 
En las ciencias sociales la familia es un grupo social básico creado por vínculos de
parentesco o matrimonio presente en todas las sociedades. Idealmente, la familia
proporciona a sus miembros protección, compañía, seguridad y socialización. 
“A partir de la década de 1960 se han producido diversos cambios en la unidad
familiar. Un mayor número de parejas viven juntas antes o en vez de contraer
matrimonio. De forma similar, algunas parejas de personas mayores, a menudo viudos
o viudas, encuentran que es más práctico desde el punto de vista económico cohabitar
sin contraer matrimonio”13 .  
La violencia hacia la mujer se puede visualizar y comprender mejor a través de los
estudios de género, donde estas dos categorías tienen una estrecha relación, pues el
establecimiento de relaciones de género no equitativas propicia e incrementa el
desarrollo de situaciones de violencia, basadas en la discriminación y el ejercicio del
poder. De igual modo, toda manifestación de violencia refuerza la discriminación y
subordinación entre hombres y mujeres. Por esta razón el tema de la violencia de
género es preocupante ya que patentiza las prácticas patriarcales en todas sus formas
de manifestación.
Existen investigaciones que afirman que la mayoría de los agresores tuvieron una
infancia oscura, es decir, que padecieron en un momento u otro de maltrato ya sea
físico o verbal, los que los lleva a actuar de esta forma en un futuro, pensando que esta
en la única vía para resolver sus problemas, enfermándose así psicológicamente. 
Aunque algunas enfermedades mentales por sí solas no producen violencia, los que
padecen de esquizofrenia o de desorden bipolar tienden a montarse en la nave del
olvido: las drogas o el alcohol, contaminando a su vez todo lo que le rodea de
sufrimiento y delirio, dándole paso a la furia y descargándola a la misma vez sobre la
más débil, dejando marcas, ya sean físicas o emocionales. 
Por ello se plantea que: “A lo largo de la historia la violencia hacia la mujer ha dejado
su marca en todas las agredidas donde una de estas es: dolor crónico, síndrome del
intestino irritable, trastornos gastrointestinales, entre otras”14 . La salud sexual y
reproductiva ha sido, sin duda, la condición física más ampliamente abordada en el
estudio de la salud de la mujer maltratada. Por una parte, el maltrato se ha asociado a 
conductas sexuales de alto riesgo para el contagio de las enfermedades de transmisión
sexual y el VIH/SIDA.
Además, el maltrato en la relación de pareja puede interferir en la negociación y la
decisión sobre la contracepción y el uso de condones, como muestra de asociación
entre la violencia doméstica y los embarazos no deseados y abortos voluntarios.
“En muchos casos, las mujeres embarazadas y las niñas jóvenes, son objeto de ataques
graves, sostenidos o repetidos.
En todo el mundo, se ha calculado que la violencia contra la mujer es una causa de
muerte e incapacidad entre las mujeres en edad reproductora tan grave como el
cáncer y es una causa de mala salud mayor que los accidentes de tránsito y la malaria
combinados”15 .
El maltrato de la mujer es condenado de hecho en casi todas las sociedades, el
encauzamiento y la condena de los hombres que golpean o violan a las mujeres o las
niñas son poco frecuentes en comparación con el número de agresiones.
“El presente siglo además de haber revolucionado la vida moderna con el desarrollo
científico técnico a envuelto a nuestro planeta en una violencia sin par y no es porque
los siglos y los milenios anteriores hayan sido menos violentos, sino que ahora se
divulgan mas estos hechos. Se difieren mejor sus formas de presentación y sobre todo
se hacen planes a niveles de estado y comunidades para poder luchar contra este
flagelo. Nuestro tiempo se ha caracterizado por la violencia que lo ha generado”16 .
Por lo tanto, con la historia de la violencia podemos demostrar que esta opera como
un medio para mantener y reforzar la subordinación de la mujer.
Para realizar esta investigación tuvimos que adentrarnos en cada uno de los conceptos
que utilizamos, así como definirlos para conocer su significado e importancia dentro de
nuestra investigación.  
La mejor forma de conceptualizar la violencia hacia la mujer es definirla como un
factor de riesgo para una mala salud, ya que sus consecuencias se traducen en una
amplia gama de efectos en la vida de la mujer.
"La violencia es la presión psíquica o abuso de la fuerza ejercida contra una persona
con el propósito de obtener fines contra la voluntad de la víctima. Existen dos formas
fundamentales por las cuales podemos conocer mas profundamente el tema de la
violencia, estas son la violencia subterránea, donde esta no es reconocida como tal y
tiene expresión en las diferencias que existen entre mujeres y hombres en cuanto a las
oportunidades y reparto desigual del poder, sustentada en estereotipos y roles
sexistas en la socialización de la familia, en la educación formal, en los medios de
comunicación, así como en las desigualdades en el campo laboral, profesional y en
general en la esfera tanto pública como privada. Y la otra es la violencia explícita,
donde es reconocida como tal y se expresa en actos como la violación, el acoso sexual
en el trabajo, el maltrato doméstico, pero usualmente mitificada a través de su
negación, ocultamiento o justificación de la víctima”17 .
Existen diversos trabajos realizados por investigadores acerca del tema, donde en los
estudios sociales acerca de la violencia se han encontrado diversos conceptos de
varios autores, por ejemplo: en el Diccionario de Sociología, Salvador Giner define esta
como: "aquella interacción social como resultado de la cual hay personas o cosas que
resultan dañadas de manera intencionada o sobre la cual recae la amenaza creíble de
parecer quebranto.
El componente físico es esencial y parece en cualquier interacción social violenta, que
además suele ocurrir contra la voluntad de quienes la sufren directa e indirectamente.
De ninguna manera debe soslayarse el impacto psíquico ocasionado, cuando acontece
en el marco de las relaciones entre individuos o grupos, difiere tanto por su alcance e
intensidad como buena medida por la manera que se combinan ambos elementos:
psíquicos y físicos.¨ 18
Este tipo de problemática ha sido utilizado en diversas investigaciones y por diferentes
autores, por ejemplo desde la psicología el profesor Dionisio F. Zaldívar Pérez se
refiere a ella cuando expresa:…"la violencia no puede ser comprendida solo desde su
modalidad física, sino también es una manera de relacionarse con los otros que implica
algún tipo de maltrato físico, emocional o psicológico, intimidación o amenaza,
desconocimiento de los derechos, deseos, necesidades legitimas de estas o la
imposición de  determinado comportamiento o situación en base a la jerarquía, rol
(género) edad o posición económica" 19.  
Desde este ángulo la violencia se interpreta como un fenómeno complejo que abarca
facetas múltiples, relacionados con un grupo de factores que se repiten de forma
cíclica de generación en generación. Esto se debe a que las causas y consecuencias
lejos de disminuir aparecen de formas nuevas, más sutiles, más agresivas y
encubiertas.
Evaluando otras definiciones de violencia que según Néstor Acosta:…"la violencia es un
concepto mas amplio, como cualquier acción que se ejecute con el uso de la fuerza o
la intimidación sobre el ser humano, la naturaleza, o sobre ambos y que causa daños
irreparables a la calidad de vida del primero y al deterioro del desarrollo sostenible del
segundo. La violencia es un vocablo de connotación universal por el modo de
aplicación de sus instrumentos y su repercusión negativa en el desarrollo sostenible de
mujeres, hombres y la naturaleza. Esta es considerada un problema significativo por
las secuelas que dejan en la sociedad"20 .
La violencia física en particular tiene una gran importancia en nuestra investigación, ya
que esta es la forma más clara y evidente del maltrato hacia la mujer, aunque esta
información suele ser negada y encubierta por la gran mayoría de ellas. "Estos actos
generalmente van asociados a empujones, alones del cabello, hasta incluso tomar un
arma para agredir e esta, causándole daño físico y hasta la muerte"21 .
Este tipo de violencia "usualmente implican algunas formas de brutalidad física, que
normalmente van en aumento e incluye desde un empujón o una bofetada hasta la
muerte, pasando por puñetazos, quemaduras, cuchilladas o puñaladas etc. Con las
consecuencias de incapacidad temporal, o permanente, desfiguraciones, mutilaciones,
sufrimiento fisco y psicológicos, y el dolor localmente que perdura como la cicatriz y
mas allá de ellas"22 .
La violencia física va acompañada siempre de la violencia psíquica o emocional, cuyas
secuelas son incalculables y mucho más difíciles de identificar y combatir. Muchas
veces también la violencia física y/o psicológica va acompañada de la violencia sexual o
culmina en ella, generando incontables sufrimientos o traumas en la mujer.
La violencia puede adoptar diferentes modalidades, en dependencia de quien ejerza
el  poder, causas que la originan, quien o quienes son las victimas y cuales son sus
consecuencias, por ejemplo hoy en día la mas frecuente es la del género masculino al
género femenino, o sea en la relación de parejas, aunque esta es la menos reconocida
debido a las formas sutiles de manifestación, al común reconocimiento como hechos
normales de cotidianidad hogareña o a lo habitual como medio de control y
discriminación dentro de la relación de parejas, razones por la cual, incluso estas
formas de violencia se hace resistente a su detección y tratamiento, por lo que es
necesario conocer sus modalidades.  
En el libro: Género, Salud y Cotidianidad, de Ada Alfonso y Cecilia Sarduey nos da una
clara definición sobre la violencia de género siendo este…"todo acto de omisión,
comportamiento de control o amenaza que en cualquier esfera, tenga o pueda tener
daño físico, sexual o psicológico" 23. 
La violencia de género es el tipo de violencia mas generalizada y quizás la menos
percibida, debido a la cultura patriarcal que durante siglos la ha hecho ver como algo
normal que ocurre, esta se puede percibir en los dos ámbitos: privado y publico, lo que
trae consigo no solo su aprendizaje sino su reafirmación y continuación.
Cuando se trata de referirse al problema social caracterizado por las distintas formas
que adopta la violencia hacia las mujeres en el contexto de la cultura patriarcal, surgen
una serie de términos que aparentemente se superponen y que plantean permanentes
dudas en relación a la pertinencia de su aplicación: así, en la literatura especializada
coexisten denominaciones tales como violencia de género, violencia doméstica,
violencia familiar, violencia intrafamiliar, donde sus definiciones las veremos expuestas
a continuación por el psicólogo Jorge Corsí.
Cuando hablamos de Violencia de Género nos referimos a "todas las formas mediante
las cuales se intenta perpetuar el sistema de jerarquías impuesto por la cultura
patriarcal. Como vemos, se trata de una violencia estructural que se dirige hacia las
mujeres con el objeto de mantener o incrementar su subordinación al género
masculino hegemónico"24 .
Esta violencia se expresa a través de conductas y actitudes basadas en un sistema de
creencias sexista y heterocentrista, que tienden a acentuar las diferencias apoyadas en
los estereotipos de género, conservando las estructuras de dominio que se derivan de
ellos. "La violencia de género adopta formas muy variadas, tanto en el ámbito de lo
público, como en los contextos privados. Ejemplos de ella son, entre otras, todas las
formas de discriminación hacia la mujer en distintos niveles (político, institucional,
laboral), el acoso sexual, la violación, el tráfico de mujeres para prostitución, la
utilización del cuerpo femenino como objeto de consumo, la segregación basada en
ideas religiosas y, por supuesto, todas las formas de maltrato físico, psicológico, social,
sexual que sufren las mujeres en cualquier contexto, y que ocasionan una escala de
daños que pueden culminar en la muerte"25 .
Dentro de la violencia de género se incluyen diversos tipos de violencia, donde en esta
investigación tratamos la violencia doméstica como agente importante en nuestro
estudio.
Siguiendo una vez más al compañero Néstor Acosta, podemos visualizar que también
tomo como estudio la definición de violencia doméstica, ya que este tipo de violencia…
"reviste características especiales por el impacto que produce en la comunidad y en los
miembros de la familia, en especial los efectos negativos mas prominentes son en la
mujer, en la cual se reducen todas las posibilidades de una vida plena"26 .
Cuando hablamos de Violencia Doméstica nos referimos a una de las formas de la
Violencia de Género: la que se desarrolla en el espacio familiar (concepto que no alude
exclusivamente al espacio físico de la casa o el hogar). Entendemos por espacio
doméstico al delimitado por las interacciones en contextos privados. De ese modo,
puede caracterizar una relación de noviazgo, una relación de pareja, con o sin
convivencia, o los vínculos con ex parejas. En tanto sub-forma de la Violencia de
Género, sus objetivos son los mismos: ejercer control y dominio sobre la mujer para
conservar o aumentar el poder del varón en la relación.
Las manifestaciones en conductas y actitudes son muy variadas, incluyendo… “el
maltrato físico, el abuso sexual, el abuso económico, el abuso ambiental, el maltrato
verbal y psicológico, el chantaje emocional, etc" 27. Las consecuencias son siempre un
daño en la salud física, psicológica y social de la mujer, un menoscabo de sus derechos
humanos y un riesgo para su vida.
Cuando hablamos de Violencia Familiar o Violencia Intrafamiliar nos referimos
a…"todas las formas de abuso de poder que se desarrollan en el contexto de las
relaciones familiares y que ocasionan diversos niveles de daño a las víctimas de esos
abusos. En este caso, los grupos vulnerables identificados por la investigación en este
campo, son las mujeres, las niñas y las personas mayores. Así como la violencia
doméstica es una forma de violencia basada en el género, la violencia familiar tiene
dos vertientes: una de ellas basada en el género y la otra basada en la generación"28 .
En definitiva, la violencia se dirige siempre hacia la población más vulnerable, definida
culturalmente como la “más débil” (en realidad, a quienes se les ha negado la
participación democrática en el poder). Por lo tanto, cuando estudiamos los problemas
incluidos dentro de la Violencia Familiar, además de la violencia hacia la mujer,
consideramos al maltrato infantil y al maltrato hacia personas ancianas.
Para realizar un estudio mas profundo sobre la violencia hacia la mujer, tenemos que
adentrarnos en las causas principales que va llevar a cabo este fenómeno, siendo en
este caso una de estas el alcoholismo, definiéndolo como “abuso habitual y
compulsivo de bebidas alcohólicas. Enfermedad ocasionada por tal abuso, que puede
ser aguda, como la embriaguez, o crónica.
Esta última produce trastornos graves y suele transmitir por herencia otras
enfermedades, especialmente del sistema nervioso”29 . 
El consumo de alcohol propicia que las personas desinhiban su comportamiento y
pierdan los mecanismos para controlar su conducta. En múltiples ocasiones los
consumidores de alcohol realizan actos socialmente reprobables, por ejemplo: la
manifestación de acciones violentas en le seno del hogar. Esto trae consigo que los
efectos del alcoholismo no sean exclusivos para quien padece la enfermedad sino
también para toda la familia, pues el deterioro que sufre el alcohólico no es solamente
físico sino también moral.
Por otro lado, la sistemática ingestión de bebidas alcohólicas contribuye a establecer
modelos de conductas negativas en los menores de edad: una niña(o) que crece
rodeado de estos patrones tiene grandes posibilidades de reproducir en su adultez
estos mismos comportamientos. Es importante reconocer que ninguna relación
familiar puede consolidarse si estamos desmoralizados ante los ojos de nuestros hijos,
padres y familiares.
La Organización Mundial de Salud (OMS) conceptualiza el alcoholismo como un
"trastorno conductual crónico manifestado por repetidas ingestas de alcohol,
excesivas respecto a las normas dietéticas y sociales de la comunidad y que acaban
interfiriendo en la salud o en las funciones económicas y sociales del bebedor"30 .
El alcoholismo parece ser producido por la combinación de diversos factores
fisiológicos, psicológicos y genéticos. Se caracteriza por una dependencia emocional y,
a veces física, del alcohol. El alcohólico pertenece a cualquier estrato socioeconómico,
raza y sexo, y aunque afecta más a los varones adultos, su incidencia está aumentando
entre las mujeres y los jóvenes.
Jellinek, autor de relevancia en Latinoamérica expresó que… "esta categoría
topográfica incluye todo uso de bebidas alcohólicas que cause daños de cualquier tipo
al individuo, a la sociedad o  ambas" 31
En un espacio del Periódico Trabajadores titulado "Gotas de Saber" se plantea que el
alcoholismo "es una enfermedad que se origina por consumir bebidas alcohólicas con
frecuencia, en exceso o fuera de control"32 .
Al valorar el alcoholismo como problema social desde una perspectiva sociológica y su
incidencia en la familia, consideramos que resulta importante analizarla ya que es aquí
donde se configura  el sistema de interacción entre las personas que lo integran
(padres, hijos, otros familiares), en el que los hombres realizan sus primeras 
experiencias  sociales y al que están vinculadas  de modo intenso y durante largo
tiempo. La relación entre individuo – familia – sociedad hay que entenderla en sus
múltiples interrelaciones y no como un proceso unidireccional, se hace necesario
entender dos niveles de análisis para la familia uno micro sociológico y el otro macro
sociológico; el primero para establecer las relaciones entre familia y sociedad y el
segundo para explicar la interrelación entre la familia y el individuo.
Otra de las causas fundamentales es la inequidad de género, done Alberto Gaviria Ríos
fundamenta en estudios realizados que…“la inequidad de género, con sus
connotaciones históricas, está en la raíz de los problemas de equidad social que
afectan principalmente a la mujer, pero también de graves problemas de asignación de
los recursos con que cuenta la sociedad para el cumplimiento de sus tareas básicas en
lo económico (la producción), en lo social (la reproducción) y en lo político (la
creación)”33 .
Para mayor claridad, en esta parte se denominan problemas de distribución a los
propios de la inequidad social que, aunque tienen un impacto específico y directo
sobre las mujeres, son compartidos con otros grupos vulnerables; y problemas de
asignación a los que tienen que ver con la aplicación de recursos a las grandes tareas
que se derivan exclusivamente de la perspectiva existente sobre género.
Ambos tipos de problemas tienen grandes costos sobre el bienestar y la eficiencia en
lo económico, en lo social y en lo político. Los primeros más directamente sobre el
bienestar individual y la calidad de los “factores”; los segundos más directamente
sobre el bienestar social y la asignación de dichos factores. 
Como afirma María Nieves Rico “se hacen necesarios estudios respecto a las
consecuencias culturales de la no presencia de los hombres en los espacios y roles
tradicionales considerados femeninos”34 . De igual manera, se podría agregar, que es
necesario estudiar las consecuencias de la no presencia de la mujer en los ámbitos
tradicionalmente reservados al hombre, en la economía, la sociedad y la política. A
partir de ahí se podría definir con más claridad a qué llamamos  inequidad de género.
Para la Sociología la familia es una comunidad de especial significación por la intimidad
del trato entre sus miembros, desarrollándose por la fuerte peculiaridad de los
sentimientos que la interacción social se va elaborando por la estabilidad o
institucionalización de los procesos que la caracterizan y las relaciones sociales que
construyen. 
Los sociólogos MsC.Maritza Morales, MsC. Mara Castillo y Dra. Tamara Caballero etc.
han tomado esta institución como unidad de análisis, donde los estudios históricos
muestran que la estructura familiar ha sufrido pocos cambios a causa de la emigración
a las ciudades y de la industrialización.
El núcleo familiar era la unidad más común en la época preindustrial y aún sigue
siendo la unidad básica de organización social en la mayor parte de las sociedades
industrializadas modernas. Sin embargo, la familia moderna ha variado con respecto a
su forma más tradicional en cuanto a funciones, composición, ciclo de vida y rol de los
padres.
Según la tesis realizada por Rosibel Sánchez para optar por el título de Psicología la
familia “es el más pequeño componente estructural de la sociedad, porque es posible
describirla como un grupo social, con una determinada estructura y particularidades
de interés, además por contribuir a la formación  de nuevas generaciones,
constituyendo así un elemento clave en el desarrollo social, ya que la cooperación de
los hombres en el seno familiar tiene como fin la producción y la reproducción de la
vida tanto material como espiritual” 35. 
La variable familia ha sido estudiada y conceptualizada por diversos autores, donde el
profesor titular de psiquiatría Alberto Clavijo en su libro: Crisis, familia y psicoterapia la
define como "todo sistema de orden social que está interrelacionada con otros
sistemas, es un medio abierto que intercambia energía e información con su medio, es
la célula básica de la sociedad, constituye un micro sistema funcional sujeto a leyes y
normas que responden a las necesidades internas del grupo y a su vez refleja la
realidad externa" 36. 
Por otra parte la psicóloga Patricia Arés se refiere a la familia como "el grupo de
intermediación entre el individuo y la sociedad, es el primer grupo humano formador
de la personalidad pese a los grandes cambios y transformaciones del mundo
contemporáneo, siendo el habitad natural del hombre"37 .
El censo de población de la República de Cuba refiere que la familia es "el conjunto de
dos o mas personas integrantes de un mismo núcleo particular, emparentado hasta el
cuarto grado de consanguinidad padres, hijos, nietos, tíos, sobrinos y primos, y
segundo de afinidad"38 .
La composición familiar ha cambiado de forma drástica a partir de la industrialización
de la sociedad. Algunos de estos cambios están relacionados con la modificación actual
del rol de la mujer. En las sociedades más desarrolladas la mujer ya puede ingresar (o
reingresar después de haber tenido hijos) en el mercado laboral en cualquier etapa de
la vida familiar, por lo que se enfrenta a unas expectativas mayores de satisfacción
personal a través del matrimonio y de la familia. En los últimos tiempos se ha
desarrollado un considerable aumento de la tasa de divorcios, que en parte se ha
producido por las facilidades legales y la creciente incorporación de la mujer al
trabajo. 
De manera general la violencia como fenómeno está generalizado en la conducta de
los victimarios quienes ejercen fuerza, autoridad, poder sobre las mujeres que tienen 
internalizada la misma por una cuestión de subordinación, sumisión, intimidación,
marginación y discriminación  donde bajo esta presión  la obliga a tener la conducta
que ellos establecen como deseable.  Es vista por diferentes autores desde la
psicología, sociología, el derecho etc.
La violencia es un hecho social que  ha constituido una  herramienta utilizada para la
dominación, según Durkheim es entendida como: "el instrumento que permite volver
las cosas a su status inicial, se le impone a quien haya transgredido el equilibrio o a
quien pretenda conducir el sistema social hacia un estado de anomia". 
En el acto de violencia las mujeres no solo son diferentes o desiguales, sino que se
hallan oprimidas, activamente constreñidas, subordinadas, moldeadas, usadas y son
objeto de abuso por parte de los hombres.

 http://www.eumed.net/rev/cccss/20/ashm.html

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