Ansiedad Como Máquina de Guerra
Ansiedad Como Máquina de Guerra
Ansiedad Como Máquina de Guerra
de guerra
Pero Silvestri dice, que la depresión es más bien una huelga. Siguiendo esta
lógica alegórica economista, es el cuerpo que se reapropia de los medios de
producción, los brazos caídos, el cuerpo que se pierde en el pensamiento
corporante, y se restituye en esas fuerzas que toman el control. La depresión como
esa huelga que le dice al yo racional: “no más...para!”, una pausa en la carrera
capitalista por ser productivo, eficiente, eficaz
Me gusta lo que dice la autora. Porque me permite pensarme más que como
un cuerpo enfermo de depresión, como un cuerpo que rezonga, un cuerpo que se
alebresta, un cuerpo que se pone en huelga. Esto lo saca de entenderse como
alguien flojo o inútil o perezoso o incapaz. Es más bien un cuerpo que puede decir:
alto.
Pero hay otros días más, en que contrariamente, no puedo descansar. Días
en que me levanto de la cama abrazado por el miedo y el pánico. Cómo si las
sábanas estuvieran envueltas en llamas. El cuerpo se instala en una serie de
movimientos repetitivos e incesantes. El yo racional le llama ansiedad. No es el
término que actualmente, la gente se ha apropiado a modo de burla para definir lo
que otrora llamaban simplemente incomodidad.
Pero esta noción, aunque captura todo lo que siento en esos escenarios,
sigue sosteniendo la ficción de que el cuerpo es la propiedad del yo racional. Quizás
ahí está el detalle.