Cuento Operacion Navidad

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Érase una vez, dentro de un hogar alejado de la ciudad, en una pequeña

villa, una familia un poco inusual. Esta familia, tenía un pequeño niño, el
cual, nunca había celebrado la navidad en toda su vida. Esto lo hacía un
poco infeliz, pero no tenía problema con no celebrar la navidad. Los días
eran aburridos, las semanas se sentían como cualquier otra, las mismas
actividades se repetían una y otra vez, lo único que cambiaba en esta
familia, era las temporadas del clima, ya que era tiempo de frio y nevaba
constantemente, pero el pequeño no sentía gran diferencia.
Así fue, año tras año, el niño y su familia nunca celebraron navidad, y el
ya no sentía tal diferencia entre las semanas decembrinas y las semanas
normales. Esto cambio, cuando unos días antes de salir de vacaciones, al
niño le preguntaron sus compañeros “y a ti, ¿Qué te gustaría que te
trajera santa Claus este año?” el niño, no supo que contestar, debido a
que nunca había celebrado la navidad con anterioridad, “tal vez ni
siquiera sepa de qué estamos hablando” exclamo con burla un compañero
“no perdamos nuestro tiempo, apuesto a que nunca ha tenido un árbol
dentro de su casa, o tampoco ha podido tener una cena con pastel y pavo”.
Estos comentarios hicieron sentir mal al niño, es como si por primera vez
se diera cuenta de toda la diversión y la alegría que se podía encontrar en
la navidad, pero también estaba seguro de que debía de haber más, ya
que lo que sus compañeros le decían como burla, no podía ser todo lo que
se hace, él sabía que debía preguntarle a un adulto sobre todos los detalles
que faltaban para saber, que es lo que es la navidad, y de que tantas cosas
divertidas se ha estado perdiendo durante tantos años.
Al terminar las clases corrió rápidamente hacia su casa y al llegar le pregunta a su
padre…
¿Papá por qué nunca hemos celebrado la navidad?
-El padre le responde. ¡¡Yo no creo en la navidad ni en santa Claus, yo nunca he
celebrado eso ni cuando era pequeño!! (Exclama con voz fuerte), ¿pero porque lo
preguntas?
-El hijo responde… En mi escuela todos mis compañeros contaron que es lo que
hacían en navidad y que era lo que le habían pedido a santa este año y cómo es que
se la pasaban tan felices con sus familias en esas fechas, adornando, decorando su
pino, su casa y cocinando para esperar el día de navidad.
-El padre le contesta (con voz enojada) … Ya basta eso no es nada divertido solo
gastas dinero y santa Claus ni siquiera existe, nada de lo que hacen tiene sentido,
olvida esas cosas hijo y mejor ayuda a poner la mesa.
El niño se sorprende al ver la reacción de su padre, (con su cara llena de tristeza)
observa por la ventana a los vecinos decorando su casa con focos, esferas y más
adornos, también a sus amigos haciendo un mono de nieve con sus padres.
-El padre le dice al hijo… ¡Ahora vuelvo voy a la tienda, no tardo!
El padre se marcha en su vehículo, pero en estas fechas cae un montón de nieve y
neblina y cuando menos se lo espera se atraviesa un reno y se ilumina todo de
blanco, de la sorpresa se desmaya.
Al despertar aparece nada más y nada menos que en el polo norte con papá Noel
con uno de sus ayudantes vestido de elfo.
El papá despierta asustado y pregunta. ¿qué está pasando aquí? ¿dónde estoy?
¿esto es un sueño? (Con cara de asustado y confusión)
-Papa santa Claus contesta: No mi querido Erick, te encuentras en el polo norte y
te mostraré que la navidad si existe y es la época más bonita del año llena de
diversión, armonía, alegría y lo más importante de unir a la familia.
Te mostraré cómo funciona toda esta magia sígueme.
El papá Claus le muestra toda la fábrica de juguetes con los elfos haciéndolos y lo
invita a subir a su trineo y le dice este año parece ser diferente y no podré cumplir
con mi tarea, en esta esfera verás todas las peticiones de los niños para la navidad,
pero hay una línea en blanco de un niño que no ha pedido nada y ese es tu hijo
¡Papa Claus les cuenta que su trineo no funcionará este año ya que los niños dejan de
creer en la navidad y el necesita de la felicidad de ellos para poder viajar y dejar todos
los regalos hasta sus casas!
El papa comienza a ponerse triste al ver que su hijo es el único que no se la pasa bien en
estas fechas y no ve ningún tipo de felicidad en su rostro.
Papa Claus los convence que pueden vivir la magia de la navidad aun si antes no creían,
nunca es tarde para disfrutar una alegre festividad rodeado de los que más quieres.
El niño voltea a ver su padre con cara entusiasmada y le pide que acompañen a santa
Clos a realizar sus actividades de navidad.
Conforme van organizando todo para el día de navidad el padre se empieza a sentir más
a gusto con la fecha aun renegando de todas las cosas que se tienen que hacer y por
comprar, pero feliz de saber que todo valdría la pena para disfrutarlo con su familia
después.
Papa Clos les comenta que lo importante de la navidad no son los regalos ni la comida si
no el estar con las personas que te quieren y que quieres y compartir un maravilloso
momento para crear recuerdos.
El niño se siente cada vez más emocionado por que llegue la navidad y regresar a casa
para contarle a todos sus amigos lo que había pasado.
Entonces cuando por fin su padre entiende la verdadera importancia de la navidad y lo
acepta, mágicamente vuelven aparecer en su casa, pero se llevan la sorpresa que al
parecer el tiempo no avanzo, entonces su familia no se percató de la ausencia del padre
y su hijo.
Pasaron los días y su familia se asombró al ver el gran cambio que había tenido su padre
respecto a la navidad.
- El padre era alguien totalmente diferente un hombre ¡Feliz, entusiasmado, alegre y muy
amable! Traía consigo un banquete enorme, regalos, decoraciones y cualquier otro tipo
de adornos navideños que pudieran imaginar, le pidió perdón a su familia ya que
realmente nunca se dio la paciencia de conocer esta festividad tan maravillosa que puede
unir y hacer amable hasta el hombre más amargado y enojado de todos, entonces a partir
de ese año el padre hizo las mejores fiestas y posadas navideñas de todos los tiempos,
invitando a toda la gente a celebrar con comidas deliciosas y regalos a montón, pero lo
más importante es vivirlo con la gente que amas y que es importante para ti.
El papa se dio cuenta que tener fe en algo nos puede llevar conocer y hacer grandes cosas.
Y colorín colorado, esta cuenta se ha acabado.
Moraleja.
La mayor lección de esta historia es que nunca es demasiado tarde para
cambiar cómo hacemos las cosas o cómo vemos al mundo. No temas probar
cosas nuevas, pues bien podrían ser las mejores experiencias de tu vida.

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