Teoria de Oparin
Teoria de Oparin
Teoria de Oparin
Planteamientos de Oparin
Oparin planteó la existencia de una serie de procesos evolutivos que en el origen
de la vida se fueron superponiendo y desarrollando a la vez. Estos procesos se
iniciaron con la formación de la Tierra primitiva y la atmósfera. A partir de sustancia
inorgánicas y bajo la acción de diversas fuentes de energía, se sintetizaron
abiogénicamente los primeros compuestos orgánicos, y la concentración y
agregación de éstos dio lugar a la formación de otros compuestos de mayor
complejidad; este proceso continuó hasta el surgimiento de las primeras células.
Etapas de la teoría
Síntesis abiogénica
Consistió en la formación de los primeros compuestos orgánicos sencillos a partir
de las moléculas inorgánicas de la atmósfera primitiva, en presencia de fuentes de
energía no biológicas.
Polimerización
Fue el proceso químico mediante el cual, a partir de moléculas sencillas similares
o idénticas, se sintetizaron polímeros bajo la acción de diversas fuentes de
energía.
aminoácidos(n)+energía= proteínas.
monosacáridos(n)+energía= polisacáridos.
nucleótidos(n)+energía= ácidos nucleicos.
Teoría de Oparin
Para explicar cómo podría haber agua en el ambiente ardiente de la Tierra primitiva, Oparin
usó sus conocimientos de geología. Los 30 km de espesor medio de la corteza
terrestre constituidos de roca magmática evidencian, sin duda, la intensa actividad volcánica
que había en la Tierra. Se sabe que actualmente es expulsado cerca de un 10% de vapor de
agua junto con el magma, y probablemente también ocurría de esta forma antiguamente. La
persistencia de la actividad volcánica durante millones de años habría provocado la saturación
en humedad de la atmósfera. En ese caso el agua ya no se mantendría como vapor.
Oparin imaginó que la alta temperatura del planeta, la actuación de los rayos ultravioleta y las
descargas eléctricas en la atmósfera (relámpagos y rayos) podrían haber provocado
reacciones químicas entre los elementos anteriormente citados. Esas reacciones darían
origen a aminoácidos, los principales constituyentes de las proteínas, y otras moléculas
orgánicas.
Oparin concluyó que los aminoácidos que eran depositados por las lluvias no regresaban a la
atmósfera con el vapor de agua, sino que permanecían sobre las rocas calientes. Supuso
también que las moléculas de aminoácidos, con el estímulo del calor, se podrían combinar
mediante enlaces peptídicos. Así surgirían moléculas mayores de sustancias albuminoides.
Serían entonces las primeras proteínas en existir.
La insistencia de las lluvias durante millones de años acabó llevando a la creación de los
primeros océanos de la Tierra. Y hacia ellos fueron arrastradas, con las lluvias, las proteínas y
aminoácidos que permanecían sobre las rocas. Durante un tiempo incalculable, las proteínas
se acumularían en océanos primordiales de aguas templadas del planeta. Las moléculas se
combinaban y se rompían y nuevamente volvía a combinarse en una nueva disposición. De
esa manera, las proteínas se multiplicaban cuantitativa y cualitativamente.
Disueltas en agua, las proteínas formaron coloides. La interacción de los coloides llevó a la
aparición de los coacervados. Un coacervado es un agregado de moléculas mantenidas
unidas por fuerzas electrostáticas. Esas moléculas son sintetizadas abióticamente. Oparin
llamó coacervados a los protobiontes. Un protobionte es un glóbulo estable que es propenso a
la autosíntesis si se agita una suspensión de proteínas, polisacáridos y ácidos nucleicos.
Muchas macromoléculas quedaron incluidas en coacervados.
Es posible que en esa época ya existieran proteínas complejas con capacidad catalizadora,
como enzimas o fermentos, que facilitan ciertas reacciones químicas, y eso aceleraba
bastante el proceso de síntesis de nuevas sustancias.
Y en esta línea ordenada de procesos biológicos, van avanzando con cada vez más
importancia: la competencia y la velocidad de crecimiento, sobre los que actuaría la selección
natural, determinando formas de organización material que es característica de la vida actual.
Sus teorías se enfrentaron inicialmente a una fuerte oposición, pero con el paso del tiempo
han recibido respaldo experimental y han sido aceptadas como hipótesis legítimas por la
comunidad científica. Así, muchas de sus ideas fueron corroboradas en 1952 por los
experimentos de S.L. Miller. El carácter pionero de sus obras sobre este tema supuso un
estímulo fundamental en las investigaciones. Algunos títulos de traducciones inglesas de sus
obras son The Origin of Life on Earth (3.ª ed., 1957), Life: Its Nature, Origin and
Development (1961) y Evolutionary Development of Life (1968).
Crítica
Diversos genetistas han objetado el modelo gradualista de Oparin, señalando que el momento
clave en la aparición de la vida debía haber representado necesariamente la aparición de los
primeros genes. Hoy en día, que se conoce más acerca de la estructura química del ADN en
los genes muchos científicos admiten que es evidente que haya existido un gran nivel de
complejidad que debió ser alcanzado desde el comienzo de la vida. 2 En este sentido, ha sido
señalado, por ejemplo, que en su libro de 1938, Oparin no tomó en cuenta el origen de
los ácidos nucléicos, puesto que en esta época se desconocía el rol fundamental que tienen
estos procesos genéticos para la vida.3
Por otro lado, es de notarse que Oparin mismo creía que era imposible reconciliar sus
creencias darwinistas con la idea de una evolución gradual compleja respecto a la idea de que
la vida debió haber emergido con un metabolismo autótrofo que incluía clorofila, enzimas y la
habilidad de sintetizar compuestos orgánicos del CO2. Contrario a la creencia popular, en su
panfleto de 1924, Oparín no se asumió la existencia de una atmósfera primitiva, al argumentar
que los carburos serían oxidados en forma de alcoholes, aldehídos y cetonas, causando una
hidrólisis de nitruros que formaría "compuestos muy complicados" de los cuales, suponía, se
formarían proteínas y carbohidratos.4