Lectura 12 Atraccion - y - Amor
Lectura 12 Atraccion - y - Amor
Lectura 12 Atraccion - y - Amor
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218 / Fundamentos de psicología social
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Atracción y amor / 219
c) De atractivo, al menos para las relaciones cia a preferir a personas que son muy selectivas en
románticas, pues la gente tiende a enamo- sus relaciones sociales, y sentirse menos atraído
rarse de personas que tienen un atractivo por quienes son poco restrictivos a la hora de en-
similar al suyo. tablar una relación. La investigación ha puesto de
d) De experiencias subjetivas, que hace que manifiesto que, en realidad, nuestra preferencia se
personas con actitudes muy dispares com- decanta por quienes son moderadamente selecti-
partan, por ejemplo, la misma puesta de vos, y nos gustan menos los mucho o poco exigen-
sol, y, al menos, por un momento sientan tes a la hora establecer condiciones para iniciar
simpatía mutua. una relación (Wright y Contrada, 1986). En el
ámbito de las relaciones amorosas se da un resul-
En el ámbito de las relaciones amorosas la tado similar denominado efecto Romeo y Julieta
atracción se relaciona también con la semejanza que incrementa el atractivo interpersonal mutuo
entre la pareja actual y la pareja ideal. Molero y en parejas que sufren la oposición de los padres a
Cuadrado (2008) han encontrado que en la pre- la relación (Driscoll, Davis y Lipetz, 1972).
dicción de la satisfacción con la relación tiene
más peso el ajuste entre la pareja actual y la ima-
gen ideal de la misma, que el parecido entre am- 1.3. Atractivo físico
bos miembros de la pareja.
La idea popular de que los opuestos se atraen «La belleza vale más que cualquier carta de
no encajaría en estos planteamientos. Sin embar- recomendación» decía Aristóteles. Por belleza en-
go, se ha mencionado en algunas ocasiones la tendía la de nuestro cuerpo y nuestro rostro. Se
posibilidad de que la complementariedad, espe- ha visto más arriba que el atractivo de una perso-
cialmente en motivaciones, deseos y necesidades, na no sólo reside en su apariencia, pero la belleza
fuera compatible con la semejanza a la hora de corporal es sistemáticamente la variable que me-
predecir la atracción. No es nada descabellado jor explica la atracción que sentimos por otras
considerar que una persona dominante necesite a personas, especialmente cuando se trata de rela-
una sumisa, por ejemplo. Pero la realidad es que ciones amorosas (Yela y Sangrador, 2000).
la evidencia empírica no apoya el vínculo entre Siempre que se habla de la belleza alguien
complementariedad y atracción (O’Leary y Smi- hace notar que es algo relativo y que la belleza
th, 1991). está en quien la contempla. Sin embargo son nu-
merosos los trabajos que han constatado que la
mitad de nuestras valoraciones estéticas es obje-
b) La reciprocidad
tiva y coincide con la opinión de los demás. Al-
A los seres humanos les disgustan las situacio- gunos rasgos físicos que hacen más atractivas a
nes desequilibradas y pocas cosas molestan más las personas son ejemplificados en la jarcha me-
que tener simpatía o querer a alguien a quien no dieval Razón de amor: «Mas vi venir una doncella
le resultemos simpáticos o atractivos. Siempre se / pues nací no vi tan bella: / blanca era y bermeja,
espera un cierto intercambio mutuo entre lo que / cabellos cortos sobre la oreja, / frente blanca y
se da y lo que se recibe, de tal modo que se quiere lozana, / cara fresca como manzana, / nariz igual
a quien nos quiere. Nos sentimos atraídos por y derecha, / nunca vieses tan bien hecha; / boca a
aquéllos a los que les gustamos, pues así, devol- razón y blancos dientes, / ojos negros y ardientes,
viéndoles su simpatía, nos garantizamos su cari- / labios bermejos no muy delgados, / por verdad
ño. Hay un intercambio equitativo según el cual el bien mesurados; / por la cintura, delgada, / bien
afecto produce respuestas de afecto (Pastor, 2008). proporcionada y mesurada». La investigación
Contrario a la reciprocidad es el denominado científica pone a prueba las afirmaciones que rea-
efecto de lo difícil de conseguir, que es la tenden- liza esta canción popular.
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A) Simetría. Los seres humanos tienden ele- dad adecuada de grasa en los lugares ade-
gir parejas bien proporcionadas. También cuados y unos niveles altos de estrógeno
manifiestan esa tendencia otras especies. en relación con los de testosterona.
La simetría es bella y con ella los anima- C) Rostro. Algunos de los rasgos que definen
les muestran su capacidad genética para un rostro bello son (Renz, 2007):
vencer a las infecciones, los parásitos o
los depredadores. Thornhill y Gangestad a) Piel inmaculada;
(1999) han constatado que los varones b) Acercarse al término medio;
más simétricos, con manos, pies, muñe- c) No desviarse excesivamente de la si-
cas, tobillos y orejas de igual anchura, metría;
son más atractivos para las mujeres y más d) Rasgos infantiles y femeninos;
valorados sexualmente que los que tienen e) Pómulos marcados y mejillas delga-
un cuerpo menos proporcionado. La si- das;
metría va unida a la belleza porque actúa f ) Pupilas grandes.
como medida de salud general. La atrac-
ción humana hacia los pretendientes si-
métricos es un primitivo mecanismo ani- 2. ELECCIÓN DE PAREJA
mal diseñado para orientarnos a
seleccionar unos compañeros de aparea- La elección de pareja es uno de los productos
miento genéticamente robustos. El cere- del proceso de atracción. Esta elección es clave
bro responde de forma natural a una cara tanto en el plano individual como en el de la es-
simétrica; se desencadena actividad del pecie, como ya puso de relieve Darwin en El ori-
área ventral tegmental cuando se miran gen del hombre y la selección en relación a sexo
fotos de personas simétricas (Fisher, (1991). En esta obra a las diferencias entre indi-
2004). En esta área abunda la dopamina, viduos en su capacidad para conseguir parejas lo
el neurotransmisor que proporciona la llamó selección sexual.
energía, la euforia, la atención concentra-
da y la motivación para conseguir una
recompensa. 2.1. Selección sexual e inversión parental
B) Proporción cintura-cadera. Devendra
Singh (2002) ha observado en dieciocho Si hay variación heredable para un carácter que
culturas diferentes la preferencia de los afecte a la capacidad de obtener parejas, entonces
varones por mujeres cuya circunferencia las variantes que conducen al éxito irán haciéndo-
de la cintura equivale aproximadamente se más comunes con el tiempo. La selección sexual
al 70 por 100 de la de sus caderas. La pro- es el proceso que realza las características propias
porción de 0,7 puede observarse en las de un sexo que ayudan a sus miembros a ganar a
esculturas de mujeres pertenecientes a di- sus rivales sexuales. Un rasgo proporciona una
ferentes períodos históricos y diversos lu- ventaja en la atracción de una pareja, incluso aun-
gares geográficos. Es el número que indi- que pueda dificultar la supervivencia individual.
ca la proporción de la exuberante Marilyn Hay dos tipos de selección sexual:
Monroe o de estilizada Audrey Hepburn.
Jessica Alba y Angelina Jolie poseen tam- a) Elección intersexual: Cuando un rasgo
bién esas mágicas proporciones. La atrac- proporciona una ventaja porque es atrac-
ción del hombre por esta proporción se tiva para el sexo opuesto. La cola del pavo
debe a una preferencia natural por pare- real es un rasgo que favorece la elección
jas sanas y fértiles, pues refleja una canti- intersexual.
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222 / Fundamentos de psicología social
Varones
Mujeres
Figura 9.1.—Nivel mínimo de inteligencia deseado por hombres y mujeres para entablar una relación inicial, una rela-
ción sexual, una relación estable o un matrimonio (Kenrick, Sadalla, Groth y Trost, 1990).
Importancia
2 2
Hombres Hombres
1,5 1,5
1 Mujeres 1 Mujeres
0,5 0,5
0 0
Yugoslavia
Indonesia
Australia
Japón
Zambia
EE.UU.
Bulgaria
Nigeria
Alemania
EE.UU.
Figura 9.2.—Diferencias entre hombres y mujeres en la importancia dada a un buen porvenir económico y al atractivo
físico de la pareja (0 = No importante; 3 = Indispensable) en diferentes países del mundo (Buss, 1989).
en una pareja potencial. Sólo en la importancia ferencias entre unas y otros. En la figura 9.2 se
que le dan al atractivo físico, a la posesión de re- observan estas diferencias en diferentes contextos
cursos económicos o al deseo de castidad hay di- culturales. Pueden compararse estos resultados
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con los obtenidos en la actividad académica co- ver con preferir a alguien sociable o a al-
rrespondiente a este capítulo y ver si el patrón de guien compatible religiosamente.
preferencias se mantiene en el contexto español.
A través del análisis factorial de las respuestas Estos autores encontraron diferencias de sexo
dadas a los 18 ítems en cuestión, reducen a cua- en las tres primeras dimensiones. Las mujeres en
tro las dimensiones humanas sobre preferencias mayor medida que los hombres valoran el estatus
de pareja (Schakelford, Schmitt y Buss, 2005). social y los recursos económicos de una posible
Estas dimensiones hay que entenderlas en térmi- pareja. También las mujeres de los distintos luga-
nos de una transacción o compensación entre la res del mundo valoran más que los hombres la
importancia que se da a dos series de preferen- estabilidad emocional, la educación y la inteli-
cias. Las cuatro dimensiones son: gencia. Por su parte, los hombres prefieren en
mayor medida que las mujeres parejas con buena
a) Amor-Estatus/Recursos: Este factor bipo- apariencia, salud, hogareñas y con deseos de te-
lar agrupa por un lado las características ner hijos.
relacionadas con tener una buena situa- Los resultados indican que los seres humanos
ción económica, ser ambicioso/a y tienen un valor de emparejamiento determinado
trabajador/a y tener una buena posición por su capacidad para ser considerados como
social, y, por otro, sentir una atracción una pareja sexual atractiva. El valor como pareja
amorosa mutua. Esta dimensión significa de una persona, o el atractivo para el sexo opues-
que las personas realizan una transacción to se relaciona directamente con su capacidad
psicológica entre la búsqueda del amor y para contribuir al éxito reproductivo de la otra
la búsqueda del estatus y los recursos. persona (Hampton, 2010). Los tres factores que
b) Estable/formal-Buena apariencia/Buena se consideran claves en esta valoración del atrac-
salud: Esta segunda dimensión abarca la tivo son, la salud, la edad y el estatus.
preferencias de que la pareja sea refinado/a Estos tres elementos se vinculan estrechamen-
y elegante, maduro/a y estable emocional- te con el estudio de las preferencias de edad en la
mente, buen cocinero/a y amo/a de casa, elección de la pareja. En general, los hombres de
guapo/a, tenga una buena salud y sea for- diferentes culturas están más interesados en las
mal y fiable. Aquí la transacción psicoló- mujeres durante los años de la fertilidad máxima.
gica se mueve entre la apariencia física y Para los hombres mayores las mujeres jóvenes re-
la personalidad estable. sultan más atractivas, y para los adolescentes las
c) Educación/inteligencia-Deseo de un ho- mujeres mayores. Por otro lado, las mujeres bus-
gar/ Deseo de hijos: En torno al tercer can hombres con recursos; como los recursos
factor se agrupan los rasgos de que la pa- tienden a incrementar con la edad, el resultado es
reja tenga un nivel educativo similar, que un interés en hombres mayores (Gómez-Jacinto y
no haya tenido experiencia sexual previa, Hombrados-Mendieta, 2011; Kenrick, Gabrie-
que sea hogareño/a y le gusten los niños, lids, Keefe y Cornelius, 1996). En las diferentes
que tenga una ideología política similar y partes del mundo estudiadas las preferencias de
que sea inteligente. La transacción tiene pareja de las mujeres apuntan al estatus y a los
lugar entre los factores educativos y las recursos económicos, características que se rela-
cuestiones familiares. cionan positivamente con la edad de los hombres.
d) Sociabilidad-similitud religiosa: Las ca- Sobre todo en las sociedades ancestrales, las mu-
racterísticas que se recogen aquí son: ser jeres que obtenían más recursos podían invertir-
simpático/a, sociable, una persona religio- los en su descendencia, contribuyendo a la super-
sa y una persona de trato fácil. Y la apa- vivencia y al éxito reproductivo de su prole. Por
rente transacción psicológica tendría que su parte, los hombres de diferentes zonas del pla-
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neta ponen mayor interés en parejas físicamente ted. Debo admitir que también le he mentido.
atractivas, con un alto potencial reproductivo. El AJ: Usted es igual al de la foto.
atractivo correlaciona estrechamente con la edad, AB: Sí, lo soy. Pero le escribí contándole que
lo que la convierte en un buen predictor de la era empleado de una empresa exportadora de
capacidad reproductiva y en una medida indirec- café. No lo soy. Soy el dueño. La empresa es mía.
ta de la fertilidad femenina. (Swami y Furnham, AJ: No quería que me interesara en usted sólo
2008). porque usted tenía una bonita cuenta bancaria.
La película Pecado Original, protagonizada AB: Sí.
por Angelina Jolie y Antonio Banderas, contiene AJ. Entonces tenemos algo en común. Ningu-
un diálogo en el que se ponen de manifiesto lo no de los dos es de fiar.
dicho hasta ahora sobre las preferencias de em- AB: Claro que si debido a mi engaño sus in-
parejamiento a largo plazo. Luis Vargas es el tenciones han cambiado; si ya no está interesada
dueño de una empresa cafetera de La Habana de en casarse con un hombre rico...
finales del siglo xix, que decide casarse por pode- AJ: No, creo que podré arreglármelas. Si usted
res con una mujer norteamericana a la que sólo puede arreglárselas con una esposa algo más her-
conoce por fotografía. Pero cuando Julia Russel mosa.
llega a Cuba, Luis no encuentra el rostro discreto AB: Haré el esfuerzo.
de la fotografía, sino a una muchacha de gran
belleza. La escena que sigue narra el primer en-
cuentro entre los protagonistas. 2.3. Marketing amoroso
Angelina Jolie: ¿Señor Vargas? ¿Luis Vargas? Los dos protagonistas de la escena ocultan las
No me reconoce, ¿verdad? características que supuestamente más atractivos
Antonio Banderas: ¿Señorita Russell? podrían hacerles. Tratan de evitar una relación
AJ: Sí. interesada y basada exclusivamente en la belleza
AB: ¿Julia Russell? Pero esta, esta foto... o la riqueza. No es lo habitual; en el mercado
AJ: Lo engañé. Lo siento. No debí hacerlo. Es- amoroso cada uno exhibe aquellos atributos que
taba insegura. Verá... no quería que se interesara más ventajas le puedan proporcionar. Así, en
por mí sólo porque tenía una cara bonita. Así nuestro contexto cultural, Gil Burmann, Peláez y
que envié la foto de otra mujer y no la mía. Sánchez (2002) analizan, a través de 7.415 anun-
AB: Ya veo. cios de la sección de «relaciones estables/matri-
AJ: Espero que me perdone. Intenté escribirle monios» de periódicos españoles, los rasgos ofre-
muchas veces para contárselo. Pero no tuve el va- cidos y buscados por varones y mujeres de
lor. Así que... distintas edades. Los anuncios se examinan me-
AB: Y... diante el análisis de contenido, a través de las si-
AJ: Ahora ve cómo soy en realidad, así que ya guientes categorías:
sabe la mala noticia.
AB: No es mala en absoluto. Sólo que usted a) Atractivo físico: Indicadores de belleza,
no es como esperaba. salud y vitalidad, como deportista,
AJ: Si debido a mi engaño sus intenciones han atlético/a, guapo/a, saludable, joven, vital,
cambiado...si no está satisfecho... etc.
AB: No, no es eso. b) Estatus socioeconómico: Términos referi-
AJ: ...estoy dispuesta a volver a mi hogar en dos a los recursos económicos, estatus so-
Delaware. Si usted lo dice, lo haré. ciocultural, como alto nivel económico,
AB: Srta. Russell... Srta. Russell...ha sido muy bien situado/a, trabajo estable, culto/a, ne-
sincera conmigo. Yo también seré sincero con us- gocio propio, universitario/a, etc.
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c) Dedicación familiar: Referencia al buen españolas son más selectivas que los hombres,
carácter y estabilidad en la vida familiar; buscan parejas con recursos/estatus y ofrecen ju-
comprensivo/a, responsable, estable emo- ventud y belleza. Los hombres buscan mujeres
cionalmente, cariñoso/a, hogareño/a, le con atractivo físico y ofrecen recursos y estatus.
gustan los niños, familiar, buen cocinero/a, Las mujeres buscan significativamente más que
etc. los hombres tanto el estatus socioeconómico
d) Fidelidad sexual: Voluntad de monoga- como el atractivo físico de su potencial pareja.
mia, fiel, leal, valores morales.
Mujeres Mujeres
Varones Varones
100
Porcentaje de los anuncios
100
Porcentaje de los anuncios
80 80
60 60
40 40
20 20
0 0
D. familiar
D. familiar
Físico
Estatus
Fidelidad
Total
Físico
Estatus
Fidelidad
Total
Figura 9.3.—Diferencias entre hombres y mujeres en las características ofrecidas y demandadas en los anuncios por pa-
labras de la sección de «relaciones estables/matrimonios» de periódicos españoles (Gil Burmann, Peláez y Sánchez 2002).
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226 / Fundamentos de psicología social
que el objeto de deseo se busque una pareja a lora el nivel de atractivo de la otra perso-
corto o largo plazo. Atraer a una pareja ocasio- na y compruebe si se adecua a sus expec-
nal o estable requiere que uno se exhiba. Los tativas. El desajuste entre atributos y
hombres y las mujeres deben anunciar sus méri- expectativas corta la iniciativa de un acer-
tos en el mercado amoroso. Y puesto que los de- camiento. La consideración de que la otra
seos de unas y otros son distintos las cualidades persona entra en nuestro campo de acción
que hay que exhibir son las que más puedan permite que se siga el proceso.
atraer a la hipotética pareja. Normalmente atraer b) Fase 2.a. Durante la segunda fase se hace
a una pareja implica: exhibición de recursos ma- un balance de las posibilidades de que la
teriales, afectivos y sociales; manifestaciones de otra persona se sienta también atraída por
compromiso; exhibición de habilidades físicas; los atributos propios y de que sea recepti-
alardes y demostraciones de habilidad social; va a los intentos de acercamiento. La de-
muestras de seguridad en sí mismo; cuidado de la cisión de iniciar los primeros escarceos no
apariencia física; fidelidad, etc. Para las posible depende exclusivamente de la atracción
parejas estas características han de ser visibles y que se sienta por la otra persona, por muy
ello implica lanzar señales que capten su aten- fuerte que ésta sea. Está en función tam-
ción. Acercarse a la otra persona es la mejor for- bién de la reciprocidad percibida; de que
ma de capturar su atención. se crea que la otra persona es receptiva al
¿Nos conocemos? es una expresión con la que atractivo y a la decisión de acercamiento
han comenzado numerosas relaciones amorosas. del iniciador. El miedo al rechazo puede
Refleja el punto crítico en el que alguien toma la paralizar cualquier intento de aproxima-
iniciativa y se abre un amplio abanico de posibi- ción.
lidades: una relación ocasional, un amor durade- c) Fase 3.a. Un moderado optimismo en
ro o un «ya te llamaré». Casi todas las personas cuanto a las posibilidades de éxito hará
recuerdan con agrado y satisfacción el momento que se pase a la tercera fase, a la autopre-
en el que comenzaron una relación íntima. Ese sentación. Ésta será expresiva o estratégi-
momento se ilustra en el diagrama de flujo de la ca dependiendo de la confianza que se
figura 9.4, con cuatro fases (Bredow, Cate y Hus- tenga en el éxito del acercamiento. En ge-
ton, 2008). neral, la mayoría de las personas prefieren
ganarse el cariño de los demás mostrando
a) Fase 1.a. El desencadenante de todo el su verdadera personalidad, que conseguir-
proceso hay que buscarlo en los motivos lo tras haber presentado una imagen dise-
que una persona tiene para iniciar una re- ñada al efecto; incluso cuando se pretende
lación con determinadas parejas potencia- exclusivamente una relación de corta du-
les que entrarían en la órbita de sus prefe- ración. Pero cuando no se confía demasia-
rencias. La relevancia de los atributos que do en las posibilidades de ser aceptados,
resultan atractivos en la otra persona de- las personas tienden a una presentación
pende mucho de si se busca una relación a más estratégica. En ella el objetivo princi-
corto plazo o una más duradera. El radar pal es asegurarse la aprobación de la otra
de la atracción se activará más fácilmente persona, despertar su interés sin parecer
si aparece alguien atractivo físicamente y falso. En ese equilibrio se han de mante-
se está buscando una relación de corta ner las tres formas habituales de conseguir
duración. La madurez, la capacidad amo- el efecto: a) Parecer simpático, agradable,
rosa o la inteligencia alertarán el sistema a veces, halagando a la otra persona; b)
si se pretende una relación más estable. parecer competente y capaz, y c) parecer
Durante esta primera etapa la persona va- ético, moral, sincero y honesto.
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Atracción
(ajuste entre los
motivos de I y los
atributos de O)
Atracción Atracción
baja baja
De moderada
Poca confianza
a alta confianza
en la aceptación
de aceptación
No de inició
el acercamiento
I decide
acercarse
Autopresentación
Autoexpresión
estratégica
FASE 4.a
Desarrollo
de la relaci n La relación La relación La relación La relación
no se desarrolla se desarrolla no se desarrolla se desarrolla
Figura 9.4.—Diagrama de flujo cuatro fases de los primeros encuentros románticos (Bredow, Cate y Huston, 2008).
d) Fase 4.a. Utilizada una u otra estrategia, un amigo, una pareja sexual ocasional o
la cuarta y última fase consiste en el desa- una pareja estable, el encuentro tiene éxito
rrollo de las relaciones. Tanto si se busca cuando se desarrolla la relación. Quien
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228 / Fundamentos de psicología social
inicia el acercamiento, quien abre la con- por un intenso deseo de mantener una relación
versación ha de procurar que la otra per- íntima y romántica con una persona determinada
sona continúe con la interacción. Las per- (Aron, Fisher, Strong, Acevedo, Riela y Tspelas,
sonas más habilidosas socialmente 2008). Suele pensarse que esta transición entre un
tendrán más posibilidades de seguir un estado de no amor a otro de enamoramiento es
curso de acción positivo y eso las anima a muy rápido. No siempre es así; muchas personas,
iniciar el acercamiento. Las más tímidas, cuando describen la experiencia de enamorarse,
inseguras y con miedo al rechazo tende- refieren una transición gradual y lenta, incluso de
rán a evitar dar ellas el primer paso. En años, en la que se pasa de una relación de simples
todo caso, quien toma la iniciativa, nor- conocidos o de amistad a una gran pasión. La
malmente, habrá ensayado mentalmente clave está más en el hecho de pasar de un estado
distintas melodías para la obertura antes de baja intensidad a uno de muy alto voltaje, en
de lanzarse. El éxito de esta fase depende el que la persona redirige toda su atención y ener-
de las acciones encaminadas a conseguir gía hacia la persona amada. Se va desde una sim-
la afinidad mutua de las dos personas. Y ple atracción pasajera por otra persona, a colo-
una de las más eficaces es el autodescubri- carla en el centro de nuestras vidas y considerarla
miento, especialmente el emocional. muy valiosa. Muy probablemente este estado se
Cuando alguien está muy interesado en corresponde con las primeras fases del amor apa-
otra persona la manera más rápida de sionado.
acelerar el desarrollo de la relación es des- Ayala Malach-Pines (2002) ha comprobado a
velarle información íntima de sí mismo través del análisis de contenido de entrevistas so-
(Delerga, Winstead y Greene, 2008). Ser bre la atracción amorosa que en un 30 por 100 de
atentos e interesarse por la otra persona, lo casos el enamoramiento es un proceso gradual
compartir experiencias divertidas son ac- y sólo un 10 por 100 de las personas se enamoran
ciones que contribuyen también al desa- a primera vista. El comienzo de una relación
rrollo de la relación y al éxito de este pri- amorosa puede ser un flechazo, puede surgir des-
mer encuentro. Luego puede venir una pués de años de amistad, puede comenzar con un
simple amistad, una «noche loca», o una encuentro significativo, o puede evolucionar con
historia de amor. el tiempo. Se pasa desde una fase de conocimiento
de la otra persona, de amistad o de atracción físi-
ca hasta un momento de amor romántico apasio-
3. AMOR nado, compartido por los dos miembros de la
pareja. En ese momento juega un papel muy espe-
Del amor, como del ser aristotélico, se puede cial la mirada; una mirada mutua profunda y muy
decir que es uno, pero se dice de muchas mane- especial, descrita por Victor Hugo en Los misera-
ras. Se aproxima mucho a un fenómeno universal bles: «Pocas personas se atreven a afirmar que
o casi universal, presente en todas las culturas, en dos personas se han enamorado porque se han
todas las épocas históricas y en todas las etapas mirado, pero así es como se empieza el amor, solo
del ciclo vital humano. Pero también que hay una de esta manera. El resto sobra y viene después.
gran variabilidad social, cultural y personal. Nada es más real que ese gran impacto que sufren
dos almas cuando intercambian esa chispa». Una
mirada similar a la que los etólogos han identifi-
3.1. Enamorarse cado como mirada copulatoria (Fisher, 1994).
El enamoramiento es el resultado de un proce-
El proceso de enamorarse es la transición en- so de filtrado selectivo en el que se van producien-
tre no estar enamorado y estarlo. Se caracteriza do elecciones sentimentales (Malach-Pines, 2002):
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a) La pareja se encuentra y se conoce. La amor. No es fácil cambiar un texto poético por la
proximidad geográfica contribuye a este nada romántica investigación científica entrando
primer momento. a saco en la matriz de sentimientos, pensamientos
b) La alteración emocional agradable del en- y conductas que constituyen el amor. Y no es
cuentro aumenta la posibilidad de que se nada fácil con un fenómeno natural complejo,
convierta en una relación amorosa. multifacético y paradójico, que dificulta clara-
c) Este encuentro propicia la valoración del mente la posibilidad de ofrecer una visión única
excitante atractivo físico de la pareja, así y una definición simple. De nuevo podría recu-
como la valoración de su personalidad rrirse a los poetas para mostrar esta capacidad
agradable. multidimensional y paradójica del amor; a los
d) Tras la atención recíproca y el examen versos de Lope de Vega, que tras enumerar los
mutuo llegan a la conclusión de que pue- sentimientos, pensamientos y conductas en caóti-
de haber una relación sentimental. ca armonía («Desmayarse, atreverse, estar furio-
e) Proceso de autodescubrimiento, con el so, / áspero, tierno, liberal, esquivo, / alentado,
objeto de conocerse, encontrar similitu- mortal, difunto, vivo, / leal, traidor, cobarde y
des, valores e intereses comunes. animoso») que le suscita el amor, concluye: «creer
f) El incremento de la intimidad permite re- que el cielo en un infierno cabe; / dar la vida y el
velar las necesidades más personales y alma a un desengaño, / ¡esto es amor! quien lo
profundas y la capacidad mutua para su probó lo sabe».
satisfacción. Es seguro que también el lector lo probó y lo
g) Aumento de la atracción que sienten el sabe, por lo que podría tomarse unos cinco minu-
uno por el otro. tos para escribir todas aquellas características del
amor que se le vengan a la cabeza. No es una
Las fases aquí descritas no capturan toda la tarea compleja y tras ella podrá comparar sus
complejidad del momento crucial del enamora- respuestas con las proporcionadas con los parti-
miento, vivido por las personas como una expe- cipantes de un estudio realizado por Fehr (1988).
riencia única y exclusiva. Hay un punto de la re- En el cuadro 9.1 puede ver las características que
lación amorosa en el que se pasa, en el decir de esas personas citaron con mayor frecuencia. Muy
Francesco Alberoni, de «enamorarse» a «amar»; probablemente el lector habrá coincidido con
enamorarse es como despegar y amar es como muchas de las características listadas en la tabla
aterrizar. Ese punto, ese momento queda refleja- y observará la amplia gama de estados emocio-
do en los versos de Almudena Guzmán: «Y hoy / nales, pensamientos y comportamientos que im-
–mientras los dos nos mirábamos de reojo, cada plica el amor. Pero ese amplio abanico multicolor
uno / en un extremo de la barra –, / mi guedeja puede reducirse a unas pocas dimensiones (Aron
más anarquista / ha optado definitivamente por y Westbay, 1996). Una primera dimensión inclu-
afiliarse a sus ojos». ye cuestiones como la confianza, el cuidado de la
otra persona, o el apoyo. En un segundo grupo se
encuentran la lealtad, la devoción o el sacrificio.
La tercera dimensión agrupa aspectos relaciona-
3.2. Taxonomía del amor dos con la pasión sexual, la excitación, o la ace-
leración cardiaca.
¿Qué es el amor? Durante mucho tiempo se ha Ellen Bercheid (2010) propone una taxono-
pensado que la mejor respuesta a esta pregunta mía de cuatro tipos de amor, en los que distingue
se encuentra leyendo a los novelistas, a los auto- sus causalidades remotas e inmediatas, las con-
res teatrales o a los poetas. No en vano la mayo- ductas implicadas y el objeto interpersonal de
ría de los grandes textos literarios tratan del referencia:
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CUADRO 9.1
Características del amor más citadas (Fehr, 1988)
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Intimidad
Agrado
(sólo intimidad)
Figura 9.5.—Triángulo del amor de Robert Sternberg (2000). El amor puede describirse mediante tres componentes: la
pasión, la intimidad y el compromiso. La combinación de estas tres dimensiones produce siete tipos de amor.
hay amistad con un compromiso a largo plazo, 3.4. Evolución del amor
como en un matrimonio donde la pasión ha des-
Esta mezcla de los diferentes ingredientes del
aparecido. En el amor romántico los miembros
amor produce diferentes tipos amorosos, que
de la pareja se atraen y excitan física y emocio-
además irán cambiando con el paso del tiempo.
nalmente, como sucede en un romance de vera-
Se suelen identificar cuatro etapas en la relación
no. En el amor necio hay un compromiso basado
amorosa (Yela, 2000):
en la pasión, sin tiempo para que se desarrolle la
intimidad y con unas dosis altas de superficiali- a) Durante el enamoramiento inicial, perío-
dad. El amor vacío no tiene pasión, ni intimi- do breve, de unos cuantos meses, predo-
dad; sólo la decisión y el compromiso de mante- minan componentes pasionales y eróticos;
ner la relación. El ideal del amor consumado es así como un gran deseo de intimidad.
una equilibrada relación con presencia de los Si la relación se mantiene, los niveles de
tres componentes. En la actividad académica de pasión y de intimidad alcanzan su nivel
este capítulo se proporciona el cuestionario para máximo, con el predominio del amor ro-
que cada alumno valore las tres dimensiones mántico; dando paso paulatinamente a la
amorosas de su relación de pareja y puede esta- aparición del compromiso.
blecer el tipo de amor con el que la misma se b) En torno al cuarto o quinto año de convi-
corresponde. vencia en pareja declina la pasión amoro-
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Atracción y amor / 233
Desde una perspectiva multidimensional del amor, Ferrer Pérez, Bosch Fiol, Navarro Guzmán, Ramis Palmer y
García Buades (2008) han realizado un estudio sobre el concepto de amor en España. Encuestaron telefónicamente a
una muestra representativa de 1.351 personas y evaluaron sus actitudes hacia el amor. Para ello emplearon la «Escala
de actitudes sobre el amor» de Hendrick, Hendrick y Dicke (1998). Esta escala de 18 ítems valora seis estilos de amor:
• Eros: Amor pasional o romántico, caracterizado por una pasión irresistible, con sentimientos intensos, intimi-
dad, fuerte atracción física y actividad sexual.
• Ludus: Amor lúdico, caracterizado por interacciones casuales, con poca implicación emocional, ausencia de
expectativas futuras y evitación de la intimidad y la intensidad.
• Storge: Amor amistoso, caracterizado por un compromiso duradero que se desarrolla lenta y prudentemente y
por compartir actitudes y valores; se basa en intimidad, amistad, compañerismo y cariño y busca más un com-
promiso a largo plazo que un apasionamiento a corto plazo.
• Pragma: Amor pragmático, compuesto de Ludus y Storge, se basa en la búsqueda racional de la pareja ideal.
• Manía: Amor posesivo y obsesivo, compuesto de Eros y Ludus, se caracteriza por la intensidad y la intimidad,
pero también por los celos, la incomunicación y los «síntomas» físicos y psicológicos.
• Ágape: Amor altruista, compuesto de Eros y Storge, se caracteriza por dar antes que recibir y por el autosa-
crificio por el bienestar de la pareja.
Las personas entrevistadas debían mostrar su grado de acuerdo con cada una de las cuestiones que reflejaban
alguno de los seis tipos de amor. En la figura 9.6 puede observarse que hay niveles de acuerdo alto con los estilos
Varones Mujeres
100
Porcentaje de acuerdo
80
60
40
20
0
Eros Ludus Storge Pragma Manía Ágape
Tipos de amor
Figura 9.6
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234 / Fundamentos de psicología social
Eros, Ágape, Pragma y Storge. No así con Manía, y mucho menos con Ludus. Puede apreciarse también en el grá-
fico que, aunque hombres y mujeres aceptan y rechazan los mismos estilos amorosos, hay algunas diferencias en la
valoración que unas y otros hacen. Así, ellos tienen niveles de acuerdo significativamente más altos con el amor
pasional, el lúdico y el altruista; y ellas le dan más importancia al amor pragmático. Concluyen las autoras del es-
tudio que, como en otros países, los estilos de amor que más aceptación tienen entre los españoles son, en este orden,
Eros, Ágape, Pragma y Storge. Hay desacuerdo con el estilo Ludus e indiferencia con el estilo Manía. Ello avala la
vigencia del amor romántico en la población española.
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Atracción y amor / 235
de la población española encontraron que las apoyo social emocional el que está más vincula-
personas casadas y las parejas de hecho están do con el bienestar. De forma muy especial, el
más satisfechas que las solteras, separadas, divor- apoyo social se relaciona con la felicidad, sobre
ciadas y/o viudas. Las personas con relaciones todo cuando las fuentes proveedoras de apoyo
estables manifiestan mayor satisfacción sexual son la pareja y la familia. En un estudio sobre la
que quienes refieren relaciones ocasionales. Tam- calidad de vida Campbell, Converse y Rodgers,
bién observaron que el grado de enamoramiento (1976) encontraron que los mejores predictores
se relaciona positivamente con la satisfacción de la satisfacción vital fueron la vida familiar
sexual. Sin embargo, el nivel de enamoramiento (coeficiente = 0,41), seguida del matrimonio
no se relaciona con la mayor frecuencia de las (0,36) y las amistades (0,26). Otro estudio reali-
relaciones sexuales, que incluso llegan a decrecer zado por Argyle y Furnham (1983) sobre la sa-
en el caso de parejas casadas. tisfacción con diferentes fuentes de apoyo, en-
contraron que en las tres dimensiones de
satisfacción, ayuda material y tangible, intereses
4.2. Relaciones de pareja y apoyo social compartidos y apoyo emocional, la principal
fuente de satisfacción es el cónyuge, seguida de
Junto con el sexo, los seres humanos esperan los amigos íntimos y los familiares y después los
que una relación de pareja les proporcionen afec- compañeros de trabajo.
to, cuidado, atención, etc. (Cunningham y Bar- El más claro ejemplo de una relación que pro-
bee, 2000). La necesidad de amar y de ser ama- duce felicidad es sin duda el enamoramiento y la
dos encuentra su satisfacción en el contexto del principal fuente de apoyo emocional por tanto es
denominado apoyo social informal, que es el apo- la pareja (Argyle, 1992). Los estudios muestran
yo que se deriva de las relaciones más íntimas, que las personas casadas son por término medio
como la pareja o la familia, y su existencia tiene más felices que las solteras, divorciadas o viudas,
una influencia definitiva sobre la salud y el bien- siendo mayor el efecto en los hombres casados
estar de las personas. Para que estos efectos be- que en las mujeres. En cambio los hombres solte-
néfico se produzcan el apoyo social ha de ser per- ros son menos felices que las mujeres solteras,
cibido por quien lo recibe. Los tres tipos de apoyo por lo que parece que los hombres casados obtie-
social que pueden estar presentes en una relación nen más beneficios del matrimonio que las muje-
de pareja pueden ser: res. La mujer proporciona más apoyo al marido
y es mejor confidente; en cambio las mujeres pre-
a) Apoyo emocional. Este tipo de apoyo fieren recurrir a sus amigas o familiares femeni-
hace que las personas se sientan amadas nos en busca de dicho apoyo.
o queridas y con sentimientos de ser va- El impacto protector de las relaciones de pare-
lorados. ja sobre la salud depende del sexo. Así los varo-
b) Apoyo material o instrumental. Este tipo nes recurren al apoyo social de su pareja para
de apoyo se puede concretar en ayuda afrontar el estrés. Este apoyo social amortigua los
económica, ayuda doméstica, etc. efectos del estrés sobre las respuestas biológicas y
c) Apoyo informativo. Con este tipo de apo- sobre su nivel de salud. Además los conflictos
yo las personas pueden resolver sus du- maritales tienen menor efecto en los hombres que
das o los problemas que tienen a través en las mujeres. Por el contrario las mujeres empa-
de consejos o información que reciben de rejadas experimentan elevadas respuestas de es-
sus parejas. trés durante buena parte del día y buscan más
apoyo social de su familia y amigas que de sus
Los tres tipos de apoyo tienen efectos positi- parejas. Sus respuestas al conflicto marital son
vos sobre la salud, aunque generalmente es el más intensas y con mayores alteraciones fisiológi-
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236 / Fundamentos de psicología social
cas. En su caso las ventajas sobre la salud del hombre y una mujer, sin genes comunes, manten-
apoyo social marital son modestas (Taylor y gan una unión solidaria durante años, décadas o
Gonzaga, 2006). la vida entera. Seguir juntos es una frágil empre-
Parece que la aparición de niños pequeños en sa que plantea un conjunto único de problemas
la pareja disminuye la satisfacción matrimonial, adaptativos, en cuya acertada solución intervie-
aunque los autores que han estudiado el tema nen diversos elementos (Buss, 2003).
vienen a mostrar que aunque suponen un coste Todas las sociedades humanas tienen alguna
físico importante cuando son pequeños y emo- forma de emparejamiento estable. Esta forma de
cional cuando son adolescentes, al mismo tiem- emparejamiento es bastante rara entre los mamí-
po proporcionan una gran satisfacción y un feros. Es más frecuente en muchas especies de
apoyo emocional exclusivo de esa relación y de aves, en las que la descendencia requiere un cui-
la que carecen las personas sin hijos. Los niños dado intenso de la madre y el padre. La unión
pequeños fundamentalmente proporcionan un asegura la cooperación en el cuidado de unos
apoyo emocional muy importante que tiene ver descendientes bastante desvalidos. Como se dijo
con el amor y la compañía. Cuando los hijos más arriba, la vinculación amorosa es una carac-
crecen constituyen una fuente importante de terística universal de nuestra especie. El animal
apoyo no sólo emocional sino también instru- humano parece estar psicológicamente condicio-
mental. Especialmente las hijas se convierten en nado para formar pareja con una sola persona,
las principales dispensadoras de cuidados (Ar- cada vez. La monogamia sucesiva es la regla ge-
gyle, 1992). neral. Pero la universalidad del amor no requiere
de relaciones exclusivamente monógamas. Al-
guien definió alguna vez la monogamia como
4.3. Relaciones estables y matrimonio «tener un/a esposo/a y casi ningún amante». Lo
cual viene a significar que, junto esta primaria
Sexo, vínculos afectivos, apoyo social, son al- estrategia de emparejamiento basada en los vín-
gunos de los beneficios que proporciona una re- culos amorosos estables durante un largo período
lación de pareja. Así que las parejas que perma- de tiempo, existe una estrategia secundaria, opor-
necen unidas maximizan esas ganancias. Esta tunista, que hace que hombres y mujeres tengan
unión favorece la complementariedad de habili- relaciones ocasionales o continuadas fuera de su
dades, la división del trabajo, el hecho de com- relación principal (Fisher, 1994). Esta dualidad es
partir recursos, un frente unificado contra los fuente de algunos conflictos de pareja, como se
enemigos comunes, un entorno hogareño estable verá más adelante.
para criar a los hijos y una red familiar más am- La prevalencia de los vínculos de pareja basa-
plia. No ser capaz de conservar a la pareja signi- dos en el amor no requiere de un sistema necesa-
fica desperdiciar todo el esfuerzo empleado en la riamente monógamo. Daly y Wilson (1983) tras
selección, atracción, cortejo y compromiso. El analizar 849 culturas observaron que sólo 137
varón que no evita que su pareja le abandone se eran estrictamente monógamas. La mayoría (708)
arriesga a perder el acceso a valiosas facultades practicaban la poliginia (un hombre con varias
para criar a los hijos y a la inversión maternal. La esposas). La poliandria (una mujer con varios es-
mujer que no conserva a su compañero se arries- posos) sólo era practicada por cuatro de las so-
ga a perder los recursos, la protección y la inver- ciedades analizadas. Sin embargo la gran mayo-
sión paternal que le proporciona. Teniendo en ría de las sociedades en las que la poliginia está
cuenta la elevada tasa de separaciones (aproxi- permitida, sólo del 5 por 100 al 10 por 100 de los
madamente un 50 por 100) es obvio que seguir hombres tiene más de una esposa; lo que indica
juntos no es automático ni inevitable. Es un he- que en las diferentes culturas los hombres tienden
cho sorprendente de la especie humana que un a casarse con una sola mujer a la vez.
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Atracción y amor / 237
CUADRO 9.2
Tácticas de conservación de la pareja, valoradas mediante un cuestionario de 38 ítems
que se agrupan en 19 dimensiones (Buss, Shackelford y McKibbin, 2008)
Adornos de posesión Le he pedido a mi pareja que lleve un anillo, símbolo de nuestra relación.
Le he regalado alguna joya que indicase a los demás que estaba comprometida.
Amenazar con castigar la infidelidad Me he enfadado cuando mi pareja ha «tonteado» demasiado con otro hombre/
de la pareja mujer.
He amenazado con la ruptura si ella/él me engaña alguna vez.
Devaluación de la pareja Les he dicho a otros hombres/mujeres que mi pareja era muy pesada y aburrida.
Les he dicho a otros hombres/mujeres que mi pareja no era una buena persona.
Devaluación de los competidores He señalado a mi pareja los defectos y fallos de otro hombre/mujer.
Le he dicho que otro hombre/mujer era un imbécil.
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238 / Fundamentos de psicología social
Incentivos sexuales He sido muy complaciente sexualmente con mi pareja para mantenerla cerca de
mí.
He tenido una relación física muy estrecha con mi pareja para fortalecer nuestros
lazos sentimentales.
Manipulación del compromiso Le he dicho a mi pareja que necesitamos un compromiso mutuo absoluto.
Le he pedido a mi pareja que se case conmigo.
Monopolización del tiempo He tratado que mi pareja pasase todo su tiempo libre conmigo.
He pasado todo mi tiempo libre con mi pareja para que no pudiera estar con
otras personas.
Ocultación de la pareja No he ido con mi pareja a una fiesta en la que hubiera otros hombres/mujeres.
He mantenido a mi pareja fuera de lugares en los que hubiera otros hombres/
mujeres.
Provocación de celos He hablado con otra mujer/hombre en una fiesta para poner celosa a mi pareja.
He mostrado interés por otra mujer/hombre para enfadar a mi pareja.
Señales de posesión física He pasado el brazo alrededor de mi pareja cuando estamos con otras personas.
He cogido de la mano a mi pareja cuando hay otros hombres/mujeres delante.
Señales de posesión verbal He hablado con mis amigos de lo muy enamorados que estamos mi pareja y yo.
He presumido de mi pareja ante otros hombres/mujeres.
Vigilancia He llamado para asegurarme de que mi pareja estaba donde me dijo que iba a
estar.
He curioseado entre las pertenencias personales de mi pareja.
Violencia contra los rivales He conseguido que mis amigos le den una paliza a alguien que estaba interesado
en mi pareja.
He pegado a otro hombre/mujer cuando ha tratado de ligar con mi pareja.
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Atracción y amor / 239
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240 / Fundamentos de psicología social
pre está por debajo del punto de flotación. Me- nos prefieran «ser sapo y vivir de los miasmas de
nos contaminados por la deseabilidad social, los un calabozo que dejar un rincón de mi ser más
datos de las pruebas de paternidad indican que querido para uso de otros». ¿No? Hagamos la
no hay coincidencia biológica entre el padre y su prueba: «Imagine lector que un día descubre que
descendiente en cerca de un treinta por ciento de su pareja ha conocido y se ha enamorado de otra
las mismas (Platek y Shackelford, 2006). A pesar persona mientras está comprometida con usted.
de ser un comportamiento tan habitual, un estu- Imagínesela diciéndole a esa otra persona «te
dio transcultural sobre las causas de divorcio en quiero» y comportándose con ella de forma muy
160 sociedades diferentes (Betzig, 1989), indican íntima y cariñosa. Piense que se ha unido a ella
que la infidelidad se sitúa entre las primeras ra- de tal manera que todos y cada uno de sus pen-
zones para una ruptura de la pareja. La realidad samientos giran en torno a esa otra persona y
de una pareja infiel o la simple evocación de que cada vez necesita y desea estar más tiempo en su
pudiera serlo, desencadena en la mayoría de los agradable compañía. ¿Cómo se sentiría usted?
seres humanos lo que se considera la experiencia ¿Y con este otro supuesto?: Un día descubre que
más prevalente y potencialmente destructiva de su pareja está manteniendo relaciones sexuales
las relaciones amorosas, los celos. Pocas cosas al- con otra persona. Imagínesela probando y dis-
teran tanto la vida de una pareja como una infi- frutando diferentes y variadas posturas; hasta
delidad; así que no es de extrañar que desde tiem- ver cómo su pareja practica sexo oral, el coito y
pos ancestrales los seres humanos se las hayan tiene un orgasmo con la otra persona. Piense
ingeniado para detectarla. El mecanismo de de- que todas sus fantasías sexuales giran en torno
tección que la naturaleza ha puesto en sus manos a esa persona y a la relación que mantiene con
es el de los celos, «el monstruo de los ojos ver- ella. ¿Qué tal? Pocos son inmunes a imaginar es-
des» shakesperiano. tas dos situaciones; menos a vivirlas realmente.
Los celos sirven de contrapunto la infidelidad. En el estudio clásico de Buss, Larsen, Westen, y
Los celos son una emoción universal diseñada Semmelroth, (1992) se les pregunta a un grupo
para alertar a un individuo de las amenazas a de personas cuál de las dos situaciones anterio-
una relación sentimental importante y valiosa. res le disgusta más: la infidelidad emocional o la
Los celos hacen que, como Otelo, los seres huma- sexual. En la figura 9.7 puede apreciarse en el
80 60
50
60
40
Hombre
40 30
Mujer
20
20
10
0 0
EE.UU. Alemania Holanda Corea Japón Infidelidad sexual
Figura 9.7.—Porcentaje de sujetos que eligieron la infidelidad sexual como más estresante, en distintos lugares del mundo
(Buss, Larsen, Westen y Semmelroth, 1992) y en España (Gómez-Jacinto, Canto y Leiva, 2001).
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Atracción y amor / 241
gráfico de la izquierda que los varones de dife- mujeres. Los celos son un mecanismo de mante-
rentes lugares del mundo se sienten más altera- nimiento de la pareja y las diferencias entre mu-
dos que las mujeres por una infidelidad sexual. jeres y hombres son debidas a los diferentes pro-
Mientras que ellas sienten más que ellos los blemas adaptativos que han tenido que afrontar
efectos de una infidelidad emocional. A la dere- unas y otros durante el curso de la evolución
cha se muestra un patrón similar en nuestro para garantizar el éxito en la supervivencia y la
país; la infidelidad sexual altera más a los varo- transmisión de los propios genes. Las mujeres
nes que a las mujeres (Gómez-Jacinto, Canto y evolucionaron hacia los celos emocionales por-
Leiva, 2001). que la infidelidad más amenazante para su prole
Tanto la infidelidad amorosa como la sexual consistía en que el hombre dirigiera sus recursos
mezclan en nuestra mente un cóctel emocional de a otra mujer y a otros hijos. La evolución de los
cólera, miedo, vergüenza y tristeza. Ambos tipos hombres hacia los celos sexuales tiene que ver
de infidelidad son estresantes y proporcionan se- con el intento de garantizar la paternidad y tener
ñales de la pérdida de recursos afectivos y sexua- certeza de que las inversiones en la prole lo son
les valiosos. Hemos heredado esta respuesta emo- en los propios genes.
cional de nuestros ancestros más remotos. Desde Los celos se encuentran en el origen de mu-
la edad de piedra, quienes se afectaban ante los chas de las situaciones límite de una relación de
signos de un posible abandono del compañero y pareja. Unas veces son la razón para la reacti-
actuaban para evitarlo tenían una ventaja selecti- vación de una relación amorosa dormida. Otras
va sobre los que no lo hacían. Quienes no impe- veces se convierten en el origen de la violencia
dían la infidelidad de la pareja tenían menos éxi- y el maltrato de las mujeres a manos de sus pa-
to reproductor. Nuestros antepasados de las rejas sentimentales. En otras muchas son el
cavernas se valían de diferentes estrategias para principio del fin, la antesala de la ruptura y la
conseguir la fidelidad, siendo la vigilancia una de disolución de la relación de pareja. En la acti-
las más habituales. Lo mismo hacen esos millo- vidad académica del capítulo se presentan di-
nes de cavernícolas con móvil del presente post- versas situaciones de infidelidad hipotética que
moderno: vigilar, espiar, escudriñar en el confi- permiten valorar si se es más vulnerable a los
dente que más secretos escucha y, quizá, guarda, celos sexuales o a los emocionales. Una vez res-
gracias al desarrollo de las nuevas tecnologías. pondidas, se puede comprobar si los resultados
Buss (2000) recurre a la predisposición genéti- se ajustan al patrón de los encontrados previa-
ca para explicar las diferencias entre hombres y mente.
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