DESC Paraguay

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 50

Informe de la Sociedad Civil sobre el

Cumplimiento del PIDESC en el Paraguay


2000 - 2006

Uso Indiscriminado de Agrotóxicos en Paraguay:


Atropello a los Derechos Económicos, Sociales y
Culturales de Comunidades Campesinas e
Indígenas

Elaboración
Mesa de Concertación para el Desarrollo Rural Sostenible
- Mesa DRS -
Asunción, Paraguay
2007
Colaboraron para la elaboración del informe:

Asociación de Comunidades Indígenas Pai rekopave


CCDA, centro de Capacitación de Desarrollo Agrícola
CECTEC, Centro de Educación, Comunicación y Tecnología Campesina
CONAPI, Coordinadora Nacional de Pastoral Indígena
Pastoral Social de Coronel Oviedo
Pastoral Social de Encarnación
Pastoral Social de San Ignacio
Pastoral Social de San Pedro del Paraná
Pastoral Social Nacional
SEIJA, Servicio Jurídico Integral para el Desarrollo Agrario
SEPA, Servicio Ecuménico de Promoción Alternativa

Para mayor información contactos a la coordinación de la Mesa DRS:

Pastoral Social Nacional


Alberdi 874 c/ Piribebuy, Asunción
Tel: (595-21) 491 707 - 495 941 - 451 628
E-mail: [email protected]

CCDA, Centro de Capacitación de Desarrollo Agrícola


Los Alpes 1472 c/ Defensores del Chaco, Lambaré
Tel: (595-21) 941 416 – 940 542
E-mail: [email protected]

Apoya:

Obra Episcopal para la Cooperación al Desarrollo, de la Iglesia Católica de


Alemania

www.misereor.de

2
INDICE

1. Título …………………………………………………………………… 4

Uso Indiscriminado de Agrotóxicos en Paraguay: Atropello a los Derechos Económicos,


Sociales y Culturales de Comunidades Campesinas e Indígenas

2. Presentación …………………………………………………………… 4

3. Contexto de la utilización de agrotóxicos en el país ………………… 7


3.1 Modelo agroexportador y el avance de la agricultura empresarial.
3.2 Sus consecuencias en las comunidades campesinas e indígenas y en el medio
ambiente.

4. Marco regulatorio del uso de los agrotóxicos ………………………. 11


4.1 Acerca de los derechos de las personas a una vida digna.
4.2 Normativa existente para la regulación del uso de agrotóxicos.
4.3 Niveles de aplicabilidad de las medidas gubernamentales: Testimonios de las
comunidades afectadas por el uso de agrotóxicos en relación a estas medidas.

5. El uso de agrotóxicos ………………………………………………..... 23

5.1 Concepto de agrotóxicos.


5.2 Las cantidades del uso y los niveles de acceso a los agrotóxicos.
5.3 La contaminación y sus efectos: Testimonios de las comunidades Campesinas e
Indígenas sobre los efectos del uso de los agrotóxicos en sus condiciones de vida,
salud y medio ambiente.
5.4 Registros del MSPyBS de casos de muertes e intoxicaciones por plaguicidas.

6. A modo de resumen …………………………………………………... 33

7. Propuestas y recomendaciones ………………………………………. 34


7.1 Medidas de carácter general: soberanía territorial y alimentaria del país.
7.2 Medidas de carácter especificas y urgentes sobre el uso de agrotóxicos.

8. Bibliografía ………………………………………………………….... 37

9. Acrónimos …………………………………………………………….. 38

10. Anexos ……………………………………………………………….... 39


10.1 Descripción de los testimonios relevados por los integrantes de la Mesa DRS
10.2 Caso Tekojoja, Vaquería

3
1. Título
Uso Indiscriminado de Agrotóxicos en Paraguay: Atropello a los Derechos
Económicos, Sociales y Culturales de Comunidades Campesinas e Indígenas

2. Presentación

El presente informe elaborado por organizaciones sociales de base, organizaciones no gubernamentales y


entidades de la pastoral social católica reunidas en una MESA PARAGUAYA DE CONCERTACIÓN
PARA EL DESARROLLO SOSTENIBLE (Mesa DRS), tiene como objetivo visibilizar ante el Comité
de Derechos Económicos Sociales y Culturales (Comité DESC) de la Organización de las Naciones
Unidas y ante la opinión pública nacional e internacional, los constantes y sistemáticos atropellos a los
derechos humanos de comunidades campesinas e indígenas, reconocidos y ratificados por el gobierno
paraguayo, ante el uso indiscriminado e irresponsable de agrotóxicos por parte de la agricultura
monocultivista.
Para la elaboración de este informe, se ha tenido en cuenta la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, el Pacto internacional de derechos cívicos y políticos, y el PACTO INTERNACIONAL DE
DERECHOS ECONOMICOS, SOCIALES Y CULTURALES (PIDESC). El gobierno paraguayo es
representante del Estado parte que ha ratificado el PIDESC con la ley 04/1992, a partir de cual, este
informe se sustenta en sus contenidos, y considera, expresada por el mismo Comité DESC, la necesidad
de que la sociedad civil contribuya en la revisión del cumplimiento del Pacto.
Este documento alude al Artículo 11 del PIDESC, donde en su inciso 1 “se reconocen el derecho de toda
persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, incluso alimentación, vestido y vivienda
adecuados, y a una mejora continua de las condiciones de existencia”, para lo cual “se adoptarán
medidas apropiadas para la efectividad de este derecho”. La importancia de este reconocimiento para las
comunidades campesinas e indígenas paraguayas, implica una cuestión más amplia, referida por el mismo
Comité DESC de las Naciones Unidas, sobre el derecho de las personas “a vivir en seguridad, paz y
dignidad” en el lugar donde desarrollan su existencia.
Asi mismo, se alude al Artículo 12 del PIDESC, donde los Estados partes “reconocen el derecho de toda
persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”, asi como la adopción de medidas
que garanticen este derecho. El derecho a la salud implica que las comunidades campesinas e indígenas
gocen de condiciones de bienestar integral e igualdad en el acceso a los servicios.
La utilización indiscriminada de los agrotóxicos (también conocidos como plaguicidas, agroquímicos o
defensivos agrícolas) en el Paraguay, afecta integralmente las condiciones de existencia de las familias de
las comunidades campesinas e indígenas, en sus vidas y en su salud, en sus medios de vida, en el entorno
en que se desenvuelven. Ocasiona la desaparición de los ecosistemas, fuente de la biodiversidad que
proporciona los recursos tradicionales alimenticios y medicinales a las comunidades, así como influye en
la disponibilidad del agua como elemento vital de subsistencia. Es por ello que las instituciones
nucleadas en la Mesa DRS expresa su preocupación por las graves consecuencias que el alto uso de
insumos químicos en los monocultivos agrícolas, ocasiona en el medio ambiente y en especial en las
condiciones de vida de las personas.
Desde la presente década del 2000, los agroquímicos utilizados en los monocultivos, de la soja
principalmente, están causando muertes de niños/as, jóvenes y adultos, abortos en las mujeres y
nacimientos de bebés con malformaciones, casos de intoxicación masiva, destrucción del hábitat y del
medio ambiente. Considerando que esta situación significa un atropello a los derechos de las
comunidades campesinas e indígenas, y violaciones a las reglamentaciones en el uso y manipulación de
los agrotóxicos1, responsabilizamos al gobierno paraguayo de no garantizar y respetar condiciones de
vida dignas para las comunidades, y exigimos el cumplimiento del PIDESC, de la Constitución Nacional
y las Leyes que lo preceden, asi como la implementación de medidas de protección frente a los

1
En este documento se denominará agrotóxicos a los llamados plaguicidas, funguicidas, insecticidas, hervicidas,
raticidas o cualquier químico utilizado para el ataque de plagas o elementos patógenos que interfiere en el desarrollo
vegetativo de los productos agrícolas.
4
monocultivos que utilizan cantidades indiscriminadas de agrotóxicos e insumos transgénicos, sin medir
las consecuencias.
Expresamos nuestra preocupación sobre la actuación del gobierno paraguayo de promover y adoptar
como “modelo de desarrollo” la agricultura monocultivista, al otorgar recursos públicos, incentivos
fiscales y logísticos para la producción a gran escala y su exportación, en detrimento de la atención a las
formas de vida de las comunidades campesinas e indígenas y su seguridad alimentaria. Si bien existen
leyes y normativas que regulan la comercialización y utilización de los agrotóxicos y protegen el medio
ambiente, e instituciones estatales e internacionales encargadas de su aplicación, es preocupante la
inacción e indolencia de dichos entes ante la gravedad de los hechos de casos de muertes e intoxicaciones,
destrucción de los últimos bosques nativos y áreas protegidas, y la ausencia de aplicación de sanciones
frente a lo que claramente afecta a la salud humana y al medio ambiente.
El presente informe es un instrumento dirigido al Comité DESC, que representa el órgano encargado de
velar el cumplimiento del PIDESC por parte de los Estados, como una forma de dar a conocer la situación
de los derechos económicos, sociales y culturales de comunidades campesinas e indígenas que habitan el
Paraguay, específicamente el atropello que significan las consecuencias de la utilización de agrotóxicos.
Para la Mesa DRS, cualquier medio que perjudica las condiciones de vida de las familias campesinas e
indígenas e implican beneficios rentables para pocos, debe ser materia de intervención del gobierno
paraguayo para una completa erradicación.
La Mesa DRS es un conjunto de copartes de la Obra Episcopal Misereor, entidad con estatus consultivo
ante el Consejo Económico y Social (ECOSOC) de las Naciones Unidas. Entre las copartes de Misereor,
se encuentran Entidades de la Pastoral Social de la Iglesia Católica Paraguaya, Organizaciones No
Gubernamentales y Organizaciones Sociales de Base, quienes vienen trabajando y articulando propuestas
de desarrollo rural sostenible, principalmente la promoción de la agroecología en comunidades
campesinas e indígenas paraguayas. Estas comunidades se encuentran en 16 de los 17 departamentos del
país.
Para la elaboración de este informe, las instituciones integrantes de la Mesa DRS han realizado el
relevamiento de 27 casos en comunidades campesinas e indígenas afectadas por los agrotóxicos, asi como
la revisión de estudios realizados sobre la soja transgénica y sus consecuencias, constituyéndose en el
fundamento para la exposición de este informe. Para el relevamiento de los testimonios existentes en
comunidades campesinas e indígenas, se han aplicado formularios de encuestas a personas afectadas por
los agrotóxicos e identificación de documentos respaldatorios, en 20 distritos de los siguientes 10
departamentos del país: Alto Paraná, Canindeyú, Caazapá, Itapúa, Paraguari, Cordillera, San
Pedro, Amambay, Caaguazú, Misiones. Las entrevistas se realizaron en 5 (cinco) comunidades
indígenas y en 19 (diez y nueve) comunidades campesinas. En el anexo 10.1 se colocan las descripciones
resumidas de los testimonios relevados.
El informe contiene, en primer lugar, el contexto de la utilización de los agrotóxicos en el país, con la
implementación del modelo agroexportador que promueve la agricultura de monocultivos extensivos, y
las consecuencias que traen para las comunidades campesinas e indígenas; seguidamente, se expone el
marco regulatorio de este uso y un análisis de sus niveles de aplicabilidad por parte del gobierno
paraguayo, ejemplificando esta situación de acuerdo a los testimonios relevados en las comunidades
rurales; posteriormente, se explica las formas en que se produce la contaminación en la vida, la
alimentación, la salud y en el medio ambiente, de acuerdo a como se da esto en el lugar en que residen los
casos relevados; y por último, las propuestas y recomendaciones, planteadas en términos de adopción de
medidas, relacionadas a la formulación de políticas públicas de desarrollo sostenible que defiendan a las
comunidades campesinas e indígenas, dado el carácter de desigualdad y negligencia política en que se
encuentran las comunidades, así como medidas de carácter urgente y especificas en el marco de la
regulación del uso de los agrotóxicos.
Las organizaciones miembros de la Mesa DRS se comprometen a incidir ante los organismos locales
correspondientes para lograr la atención de los mismos sobre esta problemática, y alertar acerca del
proyecto de los agrocombustibles, que tiene sus implicancias para la producción a gran escala de materias
primas agrícolas y forestales, un proyecto que tiene la perspectiva de aumentar la superficie de siembra de
los monocultivos con insumos industriales, lo que significaría el agravamiento de la situación de hambre,
despoblamiento y desaparición de comunidades campesinas e indígenas.

5
Integrantes de la Mesa de Concertación para el Desarrollo Rural Sostenible participantes de la
elaboración del presente informe:
• Asociación de Comunidades Indígenas Pai Rekopave
• CCDA - Centro de Capacitación de Desarrollo Agrícola
• CECTEC - Centro de Educación, Comunicación y Tecnología Campesina
• CONAPI - Coordinación Nacional de la Pastoral Indígena
• Congregación Misionera de las Siervas del Espíritu Santo – Misión Indígena
• Obispado de Coronel Oviedo
• Parroquia Santa Rosa del Mbutuy, Caaguazú
• Pastoral Indígena de Tavaí-Caazapá
• Pastoral Social de la Diócesis de Benjamín Aceval-Chaco
• Pastoral Social de la Diócesis de Concepción y Amambay
• Pastoral Social de la Diócesis de Coronel Oviedo
• Pastoral Social de la Diócesis de Encarnación
• Pastoral Social de la Diócesis de San Juan Bautista
• Pastoral Social de la Diócesis de Villarrica
• Pastoral Social de la Parroquia de San Pedro del Paraná
• Pastoral Social de San Juan Nepomuceno
• Pastoral Social Nacional - Servicio de Pastoral del Migrante
• SEAS – AR - Servicio de Educación y Apoyo Social-Área Rural
• SEIJA - Servicio Jurídico Integral para el Desarrollo Agrario
• SEPA - Servicio Ecuménico de Promoción Alternativa
• SEDUPO - Servicio de Educación Popular

6
3. Contexto del uso de los agrotóxicos
3.1 Modelo agroexportador y el avance de la agricultura empresarial
El Paraguay es un país que tiene un modelo económico y social basado en la producción agrícola y
pecuaria de exportación para los mercados internacionales. En términos poblacionales cuenta con
5.837.253 habitantes de los cuales 58% se encuentran en el área urbana y 42% en el área rural2. En el
sector rural se diferencian dos formas de hacer agricultura: la agricultura a gran escala o tipo farmer y la
agricultura familiar campesina o de subsistencia, así como los sistemas de vida de los pueblos indígenas.
Con la implementación del modelo agroexportador en el país, desde la década de 1960, se ha iniciado un
tipo de agricultura a gran escala que utiliza insumos y tecnologías industriales, proveídas por empresas
multinacionales, en función a producir materias primas que puedan ser transferidos a los mercados
internacionales, principalmente a las industrias agroalimentarias, textiles y farmacéuticas, para que
posteriormente los productos obtenidos sean comercializados en cualquier parte del mundo.
Los principales productos agropecuarios que el Paraguay exporta son: granos de soja y carnes, seguidos
de las fibras de algodón. La gran paradoja de esta forma de hacer agricultura y ganadería es que la
producción obtenida no es destinada para abastecer al mercado nacional, por lo tanto en el país los
alimentos que se consumen son importados, todos ellos, elaborados en forma sintética y comercializada a
precios cada vez más altos. Sin embargo cuando los agricultores campesinos comercializan sus productos
alimenticios son pagados a precios cada vez más irrisorios.
Es en este marco en que se entiende la utilización de los agrotóxicos. Anteriormente el país tenía una
estructura que organizaba la exportación desde la provisión de insumos a través del Ministerio de
Agricultura, acopiadores o pequeños y medianos comerciantes. Desde la segunda década de 1990, son las
propias empresas multinacionales quienes se vienen instalando en el país para proveer los insumos
ligados a las semillas transgénicas, agrotóxicos, fertilizantes en una relación directa con los productores
agrícolas, principalmente los de tipo farmer. Las empresas más importantes que operan en el país son la
Monsanto, Bunge, Archer Daniel Midland (ADM), Syngenta, Bayer. Estas empresas intervienen en todo
el proceso, desde la provisión de insumos, acopio, silos, transporte, hasta la exportación a los mercados
internacionales.
La producción agrícola destinada al mercado nacional se basa principalmente en los cultivos de trigo,
arroz, caña de azúcar, que también son realizadas bajo esta forma convencional de hacer agricultura. El
maíz, mandioca, maní, poroto, son proveídos por la agricultura campesina, para su autoabastecimiento y
los mercados locales.
Ahora bien, es importante hacer las distinciones en cuanto a la forma en que se organiza esta agricultura
destinada principalmente a la exportación. El complejo sojero3 y la producción del ganado vacuno es
realizada en forma empresarial en grandes propiedades (desde 200 a más de 10.000 ha), y el cultivo del
algodón es realizado en las pequeñas fincas de las familias campesinas, que oscilan entre 3 a 20 ha,
aunque en el presente, se visualiza también que la producción del algodón está pasando a ser hecha por
empresas agrícolas.
De esta manera, en el Paraguay, menos del 2% de los propietarios controlan más del 70% de la tierra,
como lo muestra el último Censo Nacional de Población y Vivienda del año 2002 (DGEEC, 2003):
• 270.157 explotaciones de entre 0 a 20 ha ocupan el 4% de las tierras.
• 3.794 explotaciones de más de 1000 ha ocupan el 78% de las tierras.
En los últimos años los rubros de exportación variaron en importancia, así la participación del algodón se
redujo de 41% en promedio en los años 1985-1990 a apenas 14% entre los años 1996-2001; en cambio, la
soja incrementó su participación en un promedio del 14% al 63%. En el 2002/03 el algodón y el maíz
representaron apenas el 7 % ante el 68% de la producción de la soja.
Este acelerado incremento se ha dado por expansión de la frontera de la soja por productores provenientes
de los Estados del sur de Brasil. Hasta la década de 1980 y comienzos de 1990, esta agricultura estaba

2
Censo Nacional de 2002. Dirección General de Estadísticas, encuestas y censos (DGEEC).
3
El complejo sojero es el término utilizado por CAPECO, para referirise a las propiedades agrícolas que combinan
la producción de la soja con otros cultivos como maiz, trigo, girasol, canola (Fogel y Riquelme, 2005)
7
circunscripta a los departamentos fronterizos con el Brasil (Itapúa, Alto Paraná), pero desde la década de
los ’90 y con el ciclo agrícola 1999/2000 se produce la segunda oleada, esta vez extendiéndose a los
Departamentos de San Pedro, Canindeyu, Concepción, Amambay, Caazapá, Guairá, Caaguazú, Misiones,
Alto Paraguay, e introduciéndose con la semilla genéticamente modificada o transgénica.
Desde este ciclo del 1999/2000, la superficie de la soja pasó de 1.176.460 a 1.950.000 ha en el ciclo del
2003/2004, es decir en tan sólo cuatro años la superficie de los monocultivos de soja, aumentó a más de
720.000 ha, llegando hasta el 2006/2007 a más de 2.500.000 ha, el 5% del área total del país, duplicando
el área de cultivo de la soja en Brasil que constituye el 2,5% de su territorio4 (Fogel y Riquelme, 2005).
De las 27.000 explotaciones que cultivan soja, las 45 empresas que cultivan más de 5.000 ha., obtienen
rentas anuales superiores a los 2,5 millones de U$S. En el 2004 las divisas generadas por las
exportaciones de soja se estimaron en 1.100 millones de dólares que en su mayor parte no quedaron en el
país. Estas divisas van al Brasil, debido a que gran parte de los productores son brasileños y el Paraguay
no tiene capacidad de retención de estos ingresos. La rentabilidad de la producción de la soja requiere
grandes extensiones de tierra5 para generar los ingresos arriba mencionados.
Esta producción en el país es el resultado de una suerte de desarrollo asociado al Brasil de donde
provienen el capital, la tecnología y gran parte de los productores. En este contexto existen ventajas
comparativas del Paraguay asociadas a las posibilidades de alta productividad por la calidad de sus suelos
y el régimen de precipitación, asi como el bajo costo de la tierra6. El apoyo de los órganos del Estado, ha
sido fundamental para ello.
Una de las manifestaciones de este avance, es el desplazamiento de las poblaciones que vivían en los
territorios hoy ocupados por la agricultura y ganadería extensiva. Es así que Morínigo (2005), plantea en
una investigación realizada con datos proporcionados por los Censos de Población y Vivienda de 1992 y
2002 que, “se pudo verificar los efectos del modelo de producción extensiva, es decir, establecer
geográficamente los lugares donde se produce soja, en qué distritos y cómo se relaciona con la
población. En este sentido, como ejemplo se toman los distritos de Saltos del Guairá y Gral. Francisco
Álvarez (ciudades fronterizas con Brasil), donde el primero en el año 1992 tenía 11.246 pobladores, y en
2002 1.352; y el segundo, 21.644 en 1992 y en 2002, 619. Ocurre lo mismo en el departamento del Alto
Paraná, en el distrito de Minga Porá donde se pasó de 11.000 pobladores a 9.000. Esta migración se da
por la falta de trabajo, hecho que se contrapone con el argumento de que el modelo productivo de la soja
genera empleos. Ante esta problemática, los jóvenes migran a las ciudades, donde a su vez nuevamente
se enfrentan a la falta de puestos de trabajo”.
Este despoblamiento rural en uno de los departamentos de mayor concentración de producción sojera,
ocurre como consecuencia de varias medidas utilizadas: la compra directa; el arrendamiento, que a la
larga genera la venta forzada debido al empobrecimiento de los suelos; la contaminación del ambiente,
debido al uso de agrotóxicos, las familias o comunidades campesinas que se encuentran rodeadas de las
grandes plantaciones utilizan como última salida la venta de sus minifundios y buscan otros horizontes;
ventas fraudulentas, realizadas en convivencia con instituciones del Estado7.
Además del aspecto señalado más arriba, la producción empresarial agrícola, utiliza muy poca mano de
obra para su producción8, pues pone énfasis en maquinarias de alta tecnología y las ganancias son
invertidas en otro país como el Brasil, causando de esta manera mayor pobreza.
En relación a esta situación, la población campesina representa aproximadamente 250 mil explotaciones
minifundiarias, en una superficie de menos del 6% del total de las explotaciones. En Fogel y Riquelme
(2005) según datos de la DGEEC de las Encuestas de Hogares realizadas entre 1995 y 2002, la población

4
Datos de la Cámara de Oleaginosas - CAPECO, 2006. En: Fogel y Riquelme 2.005: Enclave sojero
5
Según Fogel R y Riquelme M (2005); “el ingreso neto de 500$ por ha .con un rendimiento de 3.000
kilos por ha, y un precio de venta de 250$ la tonelada; un productor con 500 has. cultivadas obtiene una
renta que se aproxima a 250.000$, disponibles para aplicar a la expansión de su cultivo en campañas
siguientes”.
6
Fogel y Riquelme (2005), Enclave Sojero; merma de soberanía y pobreza. CERI. Asunción.
7
Uno de los casos más conocidos es el violento desalojo a la comunidad Tekojojá, en Vaquería,
Departamento de Caaguazú. Ver en Anexo 10.2.
8
Por cada 500 ha de soja, se emplea solamente 1 mano de obra.
8
rural comprende el 42% de la población total. Esto significa que Paraguay es el país con mayor
proporción de población campesina en América Latina. De esta población rural (42%), en el 2000/2001 la
pobreza rural extrema (personas con ingresos inferiores al costo de una canasta básica de alimentos) era
del 25% y la no extrema del 15% (personas con ingresos mayores al costo de una canasta básica de
alimentos pero inferiores al de una canasta básica de consumo total). En el 2002 creció la pobreza rural
extrema al 31% y la pobreza no extrema al 19%.
Según las estadísticas de la FAO sobre las tendencias en la reducción del hambre para el monitoreo de las
metas de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) y de la Declaración del Milenio (DM),
Paraguay padece un nivel de subnutrición de 15 por ciento de la población (FIAN –VIA CAMPESINA,
2006).
Cuando se habla de pobreza rural, hambre y desnutrición, ésta se refiere a los indígenas, campesinos
minifundistas y sin tierra, hogares con jefatura femenina, principalmente, sectores que anteriormente se
autoabastecían con la diversificación de la pequeña producción rural. Es decir, entre el año 2000 y 2002 el
crecimiento de la pobreza coincide con la expansión de la siembra de soja y de la ganadería extensiva,
evidenciando de esta manera que esta expansión no ha posibilitado un desarrollo nacional equitativo.
Fogel y Riquelme (2005) plantean que existe una estrecha relación entre empobrecimiento creciente del
sector campesino y la concentración del ingreso, como una consecuencia inmediata de la expansión de la
soja. Siendo el rubro que mayor divisas genera al país por las exportaciones (1.100 millones de dólares,
seguido de la ganadería con 550 millones de dólares - año 2004), no dinamiza el mercado interno, pues
como se ha señalado más arriba, los ingresos son destinados a otro país, principalmente al Brasil, pues de
ahí proviene la tecnología, el capital y los productores. Se suma a esto que en el país siendo el sector
sojero el que más ganancias genera, son los que menos pagan impuestos, pues no contribuyen por
impuestos a la renta agropecuaria y por la exportación.

3.2 Consecuencias de la expansión de la agricultura empresarial en las comunidades


campesinas e indígenas y en el medio ambiente
El sector campesino en el país representa aproximadamente 1,5 millones de personas (un cuarto de la
población nacional total), ocupando el 6% de la superficie de las tierras, fundamentalmente en
minifundios que van de 3 a 20 ha, asi como se estima que existen cerca de 120 mil familias sin tierra. La
población campesina en el país tiene la característica de ser una importante forma de vida social y
cultural, siendo su componente central la fuerte utilización del trabajo familiar y la diversificación del
autoconsumo para el autoabastecimiento y los mercados locales, pero desde la implementación del
modelo agroexportador, la misma ha sido objeto de una profunda desestructuración social, por la
introducción de la agricultura comercial, significando en la actualidad un fuerte proceso de extinción.
Actualmente la tierra ha dejado de ser la principal fuente de sustento de las comunidades campesinas, por
la insuficiencia de lo producido para el autoconsumo en lotes cada vez más pequeños, y también, ante el
escaso ingreso por venta de rubros de renta, se recurre a los trabajos extraprediales y la migración de los
integrantes de la familia. Esta situación es reflejo de la ausencia del Estado en apoyo a la implementación
de políticas públicas que protejan a la agricultura familiar. Las políticas del Estado, en cuanto a los
pequeños productores, se basan en la promoción de rubros comerciales que demandan mano de obra
artesanal (como algodón, sésamo, tabaco, esencia de petit grain, ka’a heê), desconociendo que la
agricultura campesina es más que producción a pequeña escala de determinados rubros para el mercado
exportador.
En relación a los indígenas, actualmente en el Paraguay habitan 19 pueblos agrupados en cinco familias
lingüísticas, siendo una de los más importantes, los guaraníes. Según el Censo nacional del 2002 existen
aproximadamente 87 mil indígenas, representando el 1,4% de la población del país. Las tierras de los
pueblos indígenas no llegan a cubrir lo mínimo establecido en la ley 904/81, siendo sus reclamos
territoriales un total de 888 mil ha, y según el propio Censo del 2002, para cubrir las necesidades mínimas
de tierras se precisan de 1.440.000 ha (SEAM, 2003).
Según un estudio de Lehnert (2006), los indígenas representan una multiplicidad de formas de vida social
y condiciones sociales de existencia, dependiendo del medio en que están insertos de acuerdo a sus
relaciones con actores externos. En la cosmovisión indígena guaraní, no existe la idea de propiedad, lo
que subyace es la idea del territorio lo que para los indígenas guaraníes es el TEKOHA (el medio en que
9
se vive). Desde la relación histórica con la cultura occidental, en que se produjo la invasión territorial, los
indígenas guaraníes fueron obligados a vivir en espacios cada vez más reducidos, conformándose las
llamadas comunidades indígenas, que en cantidad y calidad no se asemejan a los territorios tradicionales.
Actualmente las formas de vida indígenas se combinan entre el saber de la agricultura y la recolección
tradicional y moderna, los trabajos temporales o changas, esto último debido a la dependencia del dinero
para sobrevivir. La característica principal de esta forma de vida, es la reciprocidad y el principio de
solidaridad, todo lo que se produce es distribuido entre todos, lo que implica la convivencia familiar y el
trabajo de ayuda mutua en relación estrecha con la naturaleza.
A pesar de que en el país existen leyes que protegen los derechos de los pueblos indígenas, el primer
elemento no respetado es la participación en condiciones de igualdad en las políticas que afectan sus
modos de vida, asi como la inexistencia de medidas estatales para que puedan vivir en sus territorios. Los
principales problemas que atraviesan los pueblos indígenas se relacionan a que han perdido el control
sobre sus territorios, situación que generó acciones por la recuperación de los mismos. Con la pérdida de
sus territorios y bosques, el modo de vida indígena es avasallado, los saberes ancestrales son desplazados,
y obligados de esta forma, a migrar a las ciudades, dedicándose a la mendicidad.
En términos ambientales la extensión de la agricultura mecanizada y exportadora ha generado una
deforestación sistemática y sin límites, pues los monocultivos son instalados haciendo desaparecer los
bosques tropicales, hábitat de numerosas especies vegetales, animales y de la biodiversidad. En el 2005 la
reducción de bosques llegaba a 1.152.000 ha de una masa original de 8.599.493 ha en la región oriental,
llamada el Bosque Atlántico del Alto Paraná. La pérdida ha sido del 86% en los últimos 50 años9.
Comparativo de las áreas boscosas de la zona oriental de la República del Paraguay entre los años
1945 y 1991:

Fuente: MAG-GTZ. Cuadro comparativo de pérdida de masa boscosa de la región oriental del Paraguay.
1991.
Con la deforestación de escala, esto ha repercutido en el empobrecimiento de los suelos, a partir del
desmonte, la quema, el uso intensivo de la tierra y de los agrotóxicos, utilizados en forma cada vez más
creciente para los ciclos productivos. Además, se ha dado la contaminación de los cauces hídricos, pues
los sojales se ubican cerca de los grandes cauces de agua, debido a que requieren de grandes cantidades
de la misma para resistir el llamado “cambio climático”, expresados en periodos de sequías cada vez más
largos y desequilibrios ambientales constantes.

9
17 Marzo 2006, Diario La Nación.
10
Es necesario mencionar que casi toda la semilla de soja utilizada en el país es transgénica (90%), proveída
por la Monsanto, la empresa multinacional que tiene la patente de la variedad de soja Roundup Ready
(RR) resistente a su herbicida Roundup (glifosato). Estas semillas fueron introducidas en forma ilegal, de
contrabando, y recién en el año 2004, la Monsanto planteó al gobierno paraguayo legalizar el ingreso de
los transgénicos, ya cuando la soja transgénica estaba instalada en el país.
El avance de la frontera de la soja transgénica se combina con el uso de potentes agrotóxicos sobre las
poblaciones campesinas e indígenas, quienes son afectados por un proceso acelerado de empobrecimiento
y expulsión masiva.
Las organizaciones campesinas y representantes de los pueblos indígenas han generado diversas
reacciones según Palau (2006), quien menciona a las que combinan la aceptación pasiva del desalojo (vía
diversas formas, arrendamiento, venta directa, salida por contaminación), así como la organización,
denuncia y acciones de resistencia ante las violaciones de sus derechos fundamentales. Desde el 2003,
con el caso de muerte de Silvino Talavera, un niño muerto por contaminación de agrotóxicos en el
departamento de Itapúa, se han organizado varios Frentes departamentales por la vida y la soberanía y
manifestaciones de repudio por parte de las poblaciones afectadas. Estas medidas muchas veces
espontáneas de las comunidades dan cuenta de la desesperación en la que estas poblaciones se hallan
envueltas, así como de la conciencia cada vez más certera del peligro que generan los agrotóxicos.
La respuesta del gobierno, además de su gran ausencia para proteger a las comunidades campesinas e
indígenas, ha sido con actuaciones desmovilizadoras de la fiscalía del Estado, para desalojos y protestas,
y la actuación de las fuerzas armadas como custodios de los sojales y establecimientos ganaderos (Diario
ABC, 10.11.2004).
Sintetizando, se puede mencionar que el desarrollo de la agricultura monocultivista, desde la década de
los ‘60 en adelante, significó el crecimiento económico de los empresarios vinculados al cultivo,
transporte, créditos, maquinarias, semillas y agrotóxicos, no asi del desarrollo de las comunidades rurales
insertos en estos espacios. Estas comunidades campesinas e indígenas, vieron invadidos sus territorios,
trastocados sus formas de relacionamiento y de sobrevivencia, el cual implicó su expulsión y pobreza.
Este desarrollo dual (concentración de enriquecimiento por un lado y pobreza extrema masiva por el otro)
sumado a la pérdida de los recursos naturales de la fauna, flora, contaminación del aire y del agua, dan
cuenta de la insostenibilidad de este modelo
Por lo tanto, la Mesa DRS ha decidido reclamar ante las instancias públicas nacionales e internacionales
la violación a los derechos económicos, sociales y culturales, y la exigibilidad de medidas de
resarcimiento de esta situación de tal manera a garantizar condiciones de vida dignas a las comunidades
afectadas y a sus próximas generaciones.

4. Marco regulatorio de la utilización de los agrotóxicos en Paraguay


Según el Marco Jurídico paraguayo, existen diversos espacios en el cual se establecen garantías del
derecho de las personas a vivir en ambientes sanos, así como establece normas punitivas a quienes
desarrollan actividades que tiendan a afectar a la salud pública y el medio ambiente. A más de esta
normativa general, existen las de carácter más específico de admisión, registro, formas de uso de los
agrotóxicos en el territorio nacional.
Se hacen dos consideraciones al respecto:
- La legislación en relación al derecho de las personas a vivir dignamente en el lugar en que
residen, puestas desde los derechos de la agricultura familiar campesina y los pueblos indígenas.
- La normativa vigente sobre la utilización de los agrotóxicos en la agricultura.

4.1 Acerca de los derechos de las personas a una vida digna:


La Constitución Nacional de 1992 en su Art. 7 dispone que “Toda persona tiene derecho a habitar en
un ambiente saludable ecológicamente equilibrado. Constituyen objetivos prioritarios de interés social la
preservación, la conservación, la recomposición y el mejoramiento del ambiente, así como su

11
conciliación con el desarrollo humano integral. Estos propósitos orientarán la legislación y la política
gubernamental”.
En el Artículo 64, habla de la propiedad comunitaria de los pueblos indígenas y menciona que “tienen
derecho a la propiedad comunitaria de la tierra, en extensión y calidad suficiente para la conservación y
el desarrollo de sus formas peculiares de vida. El Estado les proveerá gratuitamente de estas tierras, las
cuales serán inembargables, indivisibles, intransferibles, imprescriptibles, no susceptibles de garantizar
obligaciones contractuales ni de ser arrendadas, asimismo, estarán exentas de tributo. Se prohíbe la
remoción o el traslado de su hábitat sin el expreso consentimiento de los mismos”.
Y en el Artículo 66 establece que “El Estado respetará las peculiaridades culturales de los pueblos
indígenas, especialmente en los relativo a la educación formal. Se atenderá, además, a su defensa contra
la regresión demográfica, la depredación de su hábitat, la contaminación ambiental, la explotación
económica y la alimentación cultural”.
En su Art. 115 determina que una de las bases esenciales de la reforma agraria y del desarrollo rural será:
“la racionalización y la regulación del uso de la tierra y de las prácticas de cultivo para impedir su
degradación, así como el fomento de la producción agropecuaria intensiva y diversificada”; y dispone
también “la defensa y la preservación del medio ambiente”.
La ratificación del PIDESC por parte del gobierno paraguayo en la Ley 04/1992 con las observaciones
generales emanadas por el Comité DESC de las Naciones Unidas, donde en su artículo 11, el Estado parte
reconoce el derecho de toda persona a un nivel de vida adecuado para sí y su familia, para lo cual el
Estado Parte tomará las medidas apropiadas para asegurar la efectividad de este derecho, y el artículo 12
referido al reconocimiento del derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud
física y mental.
La Ley 1863/02 del Estatuto Agrario establece que el fundamento de la reforma agraria y el desarrollo
rural es el arraigo de la agricultura familiar campesina, para contribuir y superar la pobreza a través de
mecanismos que integren productividad, sostenibilidad ambiental, participación y equidad distributiva.
También declara la obligatoriedad de los estudios de impacto ambiental, para cualquier tipo de actividad
agropecuaria.
La Ley 904/81, el Estatuto de las Comunidades Indígenas y la creación del INDI, Instituto Nacional
del Indígena dispone la preservación social y cultural de las comunidades indígenas, la defensa de su
patrimonio y sus tradiciones, su efectiva participación en los procesos de desarrollo y acceso a un
régimen jurídico que les garantice la propiedad de las tierras y otros recursos, en igualdad de condiciones,
y prohíbe cualquier tipo de enajenación de las mismas.
La Ley 234/93, la ratificación del gobierno paraguayo del convenio 169 de la OIT (Organización
Internacional del Trabajo), en sus artículos 13 al 19 destacan la relación de los pueblos indígenas con sus
territorios, donde el Estado debe precautelar el significado simbólico y real que tiene, proteger los
derechos de propiedad y posesión y atender las reivindicaciones de tierras formuladas por los pueblos
indígenas, y reparación, en caso de que sus territorios resulten dañados, impidiendo que personas extrañas
puedan aprovecharse de la situación de los mismos.

4.2 Específicamente, en el tema de los agrotóxicos, la normativa existente es:


El organismo de aplicación de las normativas con relación a los productos agrotóxicos, está en la Ley Nº
2459/04, que “Crea el Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas” (SENAVE).
Esta institución es un ente autártico, depende del Ejecutivo y su conducto de comunicación se da por el
Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Es la institución encargada de preservar el estado
fitosanitario de los productos agrícolas nacionales para su acceso a los mercados externos. Así como
asegurar la calidad de los productos y subproductos vegetales, plaguicidas, fertilizantes, enmiendas para
el suelo y afines que son importados, que sean de riesgo mínimo para la salud humana, los animales, las
plantas y el medio ambiente; por otro lado debe controlar que los niveles de residuos de plaguicidas en
productos y subproductos vegetales estén dentro de límites máximos permitidos. Para ello, bajo el control
del SENAVE está establecido que debe realizar un proceso de autorización para la importación, síntesis y
formulación de los plaguicidas de uso agrícola, cuya notificación debe proporcionarle la Dirección de
Aduanas.
12
La Ley 123/ 91 “Que adopta nuevas formas de producción fitosanitarias”, es una Ley anterior a la
2459/04, pero su vigencia actual está a cargo del SENAVE, establece la regulación de registros, control
del uso, comercialización y utilización de residuos de plaguicidas agrícolas. Por otro lado tiene entre sus
fines, velar para prevenir y combatir la contaminación que pueda derivarse de la aplicación de
plaguicidas, fertilizantes y sustancias afines agrícolas y otros elementos o sustancias utilizadas en las
tareas de control de plagas.
En esta ley se establecen los requisitos tanto para la inscripción de las personas jurídicas o físicas que se
dediquen a la comercialización, traslado, mezclas de productos químicos y para combatir plagas de la
producción vegetal.
Normativas del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), que es el organismo público
encargado de las políticas de la producción agropecuaria:
Existe el Decreto Nº 18.831/86 del MAG “Por el cual se establecen normas de protección del medio
ambiente”, de los recursos naturales y de los suelos, bosques y de las zonas de reservas naturales.
Algunas de las medidas que establece para ello, son:
- Es una obligación dejar una franja de bosque protector de por los menos 100 (cien) metros a
ambas márgenes de los cursos de agua, la cual podrá ser incrementada teniendo en cuenta el
ancho e importancia de los mismos.
- Por otro lado se tiene prohibido verter en las aguas, directa o indirectamente, todo tipo de
residuos, sustancias, materiales o elementos sólidos, líquidos o gaseosos o combinaciones de
éstos.
- Prohíbase los desmontes sin solución de continuidad, en superficies mayores de 100 (cien)
hectáreas, debiendo dejarse entre parcelas, franjas de bosque de 100 (Cien) metros de ancho
como mínimo.
- Todas las propiedades mayores de 20 has en zonas forestales deben tener el 25% de bosques
naturales.
- Establece que los propietarios o arrendatarios que realicen explotaciones agrícolas deben
establecer prácticas que tiendan a la protección del suelo y de los cauces de agua.
- En la citada normativa se establecen además los mecanismos de realización de denuncias a las
trasgresiones de los enunciados de este decreto.
El Decreto Nº 2048/04 “Por el cual se deroga el Decreto Nº 13.861/96 y se reglamenta el uso y
manejo del plaguicidas de uso agrícola establecidos en la ley 123/91.
Esta reglamentación hace referencia a las normas que se hacen para las personas físicas y jurídicas que
manipulan plaguicidas. Establece los requisitos para las denuncias ante lo que actualmente es el
SENAVE; así también hace referencia a aspectos a tener en cuenta para las pulverizaciones. Con relación
a este último aspecto se puede mencionar los siguientes puntos como resaltantes:
- En caso de que los trabajos de pulverización aérea se efectuasen en lugares cercanos a zonas
pobladas, el responsable de la aplicación tiene la obligación de comunicar con antelación, a los
vecinos colindantes e instituciones públicas y privadas, acerca de la labor que se efectuará e
indicar por medio bien visible el área de tratamiento.
- El abastecimiento y limpieza de los equipos de aplicación deberán ser realizados lejos (no
especifica la distancia) de cauces o fuentes de agua, a fin de evitar contaminaciones.
- En caso de cultivos colindantes a caminos vecinales o poblados, objeto de aplicación de
plaguicidas, se deberá contar con barreras vivas de protección a fin de evitar posibles
contaminaciones, por deriva a terceros, debiendo tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
el ancho mínimo de la barrera viva deberá ser de 5 m; las especies a ser utilizadas como barrera
viva deberán ser follaje denso y poseer una altura mínima de 2 metros. En caso de no disponer de
barreras de protección viva, se dejará una franja de 50 metros de distancia de caminos
colindantes, sin aplicar plaguicidas.
Existe una Resolución 485/2003 donde se establece que,

13
- debe haber una franja de seguridad de 100 metros a la redonda de asentamientos humanos,
centros educativos, centros y puestos de salud, templos, plazas, lugares de concurrencia pública y
cursos de agua en general.
- Dentro de esta franja NO PODRÁ SER APLICADO NINGUNA CLASE DE
PLAGUICIDAS.

El Código Penal Paraguayo, en su Art. 197 tipifica como delito y establece una pena privativa de
libertad de hasta 5 años o con multa al que ensucia y altere las aguas; así mismo, en su art. 198, tipifica
como delito al que contamine el aire. Incluso aumenta la pena a 10 años, cuando se trata de actividades
industriales o comerciales.
También sanciona con la misma pena al que utiliza productos nocivos violando las disposiciones legales
o administrativas sobre la admisión o el uso de abonos, fertilizantes, pesticidas u otras sustancias nocivas
para la conservación de los suelos (Art. 199).
En el capítulo correspondiente a hechos punibles contra la seguridad de las personas frente a riesgos
colectivos tipifica y sanciona con pena privativa de hasta cinco años al que causara, entre otras cosas: “el
lanzamiento de venenos u otras sustancias tóxicas…sin que en el momento de la acción se pudiera
excluir la posibilidad de un daño a la vida o a la integridad física de otro.” (Art. 203).
En los Artículos 209 y 212 tipifican y sancionan la utilización no autorizada de las sustancias tóxicas,
hasta 3 años o con multa.
Por otro lado en el Art. 212 de envenenamiento de cosas de uso común establece, “el que envenenara o
adulterara con sustancias nocivas el agua, medicamentos, alimentos u otras cosas destinadas a la
circulación, y con ello peligrara la vida o la integridad física de otros, será castigado con pena privativa
de libertad de hasta cinco años o con multa”.
Según la Ley 716/1996, normativa que establece sanciones penarias de reclusión y multas de dinero para
quienes contaminan el medio ambiente, en el artículo 3º dice, “el que introdujese al territorio nacional,
residuos tóxicos o desechos peligrosos, o comercializase los que se hallasen en él, o facilitase los medios
o el transporte para el efecto, será sancionado con cinco a diez años de penitenciaría”.
Según su Artículo 4º, “Serán sancionados con penitenciaría de tres a ocho años y multa de 500
(quinientos) a 2.000 (dos mil) jornales mínimos legales para actividades diversas no especificadas: a)
Los que realicen tala o quema de bosques o formaciones vegetales que perjudiquen gravemente el
ecosistema”.

Legislación del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS):


o En el Código Sanitario nº 836/1980 se establece que el MSPyBS y el MAG establecerán los
límites de tolerancia de residuos de plaguicidas en alimentos y la relación de ingestión diaria
admisible (IDA)10 en el ser humano, de acuerdo al Comité del Codex y a la Comisión del Codex
Alimentarius de la OMS y de la FAO. Además, le otorga facultad de reglamentar los plaguicidas
de uso en el hogar o sanitarios.
o El Ministerio promoverá programas encaminados a la prevención y control de la contaminación y
de polución ambiental y dispondrá medidas para su preservación, debiendo realizar controles
periódicos del medio para detectar cualquier elemento que cause o pueda causar deterioro de la
atmósfera, el suelo, las aguas y los alimentos.
o En cuanto a los artículos del apartado de sustancias tóxicas o peligrosas dispone que para
importar, fabricar, almacenar, vender, transportar, distribuir o suministrar las sustancias o
productos tóxicos o peligrosos que autorice el Poder Ejecutivo, se requerirá la inscripción en el
registro correspondiente del Ministerio, el que debe ejercer su control.

10
Dosis de una sustancia capaz de causar la muerte del 50% (cincuenta por ciento) de los animales sobre los
cuales se realizó el ensayo y expresado en miligramos del producto por kilogramo del peso corporal (Ley
123/91).
14
o Los rótulos o etiquetas de los envases de plaguicidas y fertilizantes deben advertir, claramente,
sobre los peligros que implica el manejo del producto, la forma en que debe usarse, sus antídotos
en casos de intoxicación, y la disposición de los envases que los contengan o hayan contenido.
o Durante el proceso de elaboración, manipuleo y transporte de los plaguicidas y fertilizantes se
prohíbe su contacto o proximidad con alimentos y otras sustancias cuya contaminación
representan riesgos para la salud.

En materia de protección en el ámbito laboral, también existen normativas del Ministerio de Justicia y
Trabajo, en la Resolución 14.390/1992, donde establece las condiciones mínimas relacionadas con todos
los requisitos imprescindibles para una protección adecuada contra accidentes de trabajo y enfermedades
profesionales; el órgano encargado de velar por el cumplimiento de estos requerimientos es la Dirección
de Higiene y Seguridad Ocupacional.
En relación al ámbito ambiental, la Ley 1561/2000 creó el Sistema Nacional del Ambiente (SISNAM),
integrado por el Consejo Nacional del Ambiente (CONAM) y la Secretaria del Ambiente (SEAM), ésta
última, como la encargada de coordinar y ejecutar la política ambiental, a través de las leyes ambientales,
que en el Paraguay existen alrededor de más de cien, relacionadas a la protección de especies de flora,
fauna, vida silvestre, biodiversidad, medidas en relación a las áreas boscosas protegidas, los cursos de
agua, los 4 ecosistemas que tiene el país, también relacionadas a la prohibición de todo tipo de tráfico y
otros. Entre esas leyes, está la Ley 294/93, que dispone las evaluaciones de impacto ambiental y
específicamente la Resolución nº 51/2006 de la SEAM, es la que establece las especificaciones técnicas
ambientales generales para la gestión segura de plaguicidas en la producción agrícola, ya sea la familiar o
la de a gran escala, que tiene por objetivo “precautelar los recursos naturales y la salud humana”.
Haciendo un ordenamiento, las instituciones públicas encargadas de dar cumplimiento a las normativas
sobre el uso de los agrotóxicos, son:

El SENAVE (Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas); creada por la Ley
2459/04, es un órgano autártico, pero comunica e informa al Ministerio, sobre las patentes, ingreso y
registro de sustancias tóxicas y semillas a ser utilizadas en la agricultura. Dentro de su normativa
establece también las funciones de multas a quienes transgreden en los requisitos establecidos para el uso
de los agrotóxicos. Es la autoridad de aplicación de la Ley 123/91 y la Ley 385/94. De acuerdo a esto, la
Dirección de Aduanas es la que notifica todo lo relacionado al ingreso y salida del país de los
plaguicidas.
- Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Defensa Vegetal,
vía de comunicación con el SENAVE.
- Fiscalía del Ambiente, es un órgano-custodia del ambiente, destinado a investigar los casos de
denuncias de hechos que hacen al daño del medio ambiente. Su marco de tipificación de delitos
están en el código penal y la ley del ambiente. Trabaja conjuntamente con el Centro de
Toxicología del Ministerio de Salud para la verificación de casos de intoxicación por agrotóxicos.
- Ministerio de Salud Publica y Bienestar Social: a través de sus direcciones que son,
SENACSA (Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal), Dirección de Vigilancia de
Enfermedades no Transmisibles, encargada de la vigilancia sanitaria; Centro de Toxicología
(CENTOX), el cual registra y trata los casos de intoxicaciones en humanos. Se rigen por el
Código Sanitario.
- El Ministerio de Justicia y Trabajo, el que establece las medidas sobre un ambiente saludable
para el trabajo de las personas. La DINAC (Dirección Nacional del Transporte Aéreo) y
Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), como instancias que regulan el
traslado de las sustancias tóxicas.
- SEAM, Secretaria del Ambiente, encargada de las evaluaciones de impacto ambiental, así como
las políticas de educación ambiental y planificación de la conservación del medio ambiente de los
sistemas de áreas silvestres, protección de las especies de vegetales, forestales y animales, vida

15
silvestre, aire, agua, biodiversidad, protección de los conocimientos indígenas, desarrollo de
servicios y promoción del desarrollo sostenible.

4.3 Niveles de aplicabilidad de las medidas gubernamentales: Testimonios de las


comunidades afectadas por el uso de agrotóxicos en relación a estas medidas
En líneas generales las reglamentaciones citadas más arriba, en primer lugar, dan cuenta de la
peligrosidad de estos tóxicos para el medio ambiente y para las personas. Es por ello que están
reglamentados su circulación dentro del país, sus formas de almacenamiento y sus usos. El nivel de
peligrosidad para la vida humana, animal y vegetal hace también necesario establecer medidas mínimas
de cuidado y preservación del medio ambiente.
Los integrantes de la Mesa DRS, han realizado un relevamiento de casos y testimonios afectados por la
contaminación de agrotóxicos, en diversas comunidades campesinas e indígenas de varios departamentos
del país. El periodo que abarcó este relevamiento fue entre los meses de abril a agosto del 2007, llegando
a relevar una totalidad de 27 casos, de 20 distritos pertenecientes a 10 departamentos del país (anexo 1).
Este informe presenta los resultados de esos testimonios en concordancia con la forma en que el gobierno
paraguayo ha venido atendiendo las consecuencias de la contaminación por agrotóxicos. Posteriormente a
este apartado, se ejemplifica con estos testimonios los efectos de la contaminación en los sistemas de
vida, la salud y el medio ambiente de estas comunidades (en el anexo 1, se adjuntan los 27 casos
relevados y sus descripciones en forma resumida por distrito y departamento).
Al contrastar las legislaciones y normativas expuestas en los apartados anteriores con los casos de
intoxicación, se muestra que existe un escaso control por parte de las instituciones públicas sobre el
uso de los agrotóxicos en las áreas rurales. En general las comunidades se encuentran a unos metros o
lindantes a las plantaciones de soja, en donde se fumiga de siembra a cosecha varias veces durante el
año.
Los empresarios y encargados de realizar las fumigaciones no cumplen los requisitos establecidos en
las normativas, en cuanto a barrera viva, limpieza de los residuos, almacenamiento y tratamiento de los
envases, avisos en tiempo y hora de fumigación. Las comunidades tanto campesinas como indígenas
están rodeadas de los cultivos de soja, no cuentan con ninguna protección y sistemáticamente son
contaminados por los agrotóxicos.
Los testimonios de las comunidades afectadas muestran claramente estos indicadores:
“La comunidad Indígena Takuaruzú de la etnia Mbya Guaraní está situada en la
propiedad de la Empresa brasileña Golondrina SA. Cuenta con una población de 50
familias, de grupos etáreos de 30 niños y niñas, 30 jóvenes y 40 adultos; toda la
comunidad se ve afectada por la contaminación producida por los agroquímicos. Esta
situación se da desde el 2003 cuando se instalaron los cultivos de soja en la zona y a ese
hecho se ha sumado la instalación del cultivo de algodón, el cual se encuentra a escasos
20 metros de la población”.
“La comunidad de Ka’atymi constituye el grupo Mbya Guaraní que permaneció en la
reserva forestal entre una empresa agrícola brasileña y la mega empresa agropecuaria
Golondrina SA, estas empresas se dedican a la producción extensiva de algodón con alto
uso de agroquímicos, quienes aplican indiscriminadamente sobre la comunidad”
En Ka’aty Mirï, en entrevista con el líder indígena Mario Rivarola de la ONAI
(Organización Nacional de Aborígenes Independientes), el mismo manifiesta que “desde
hace tres años, la Empresa Sojera perteneciente a la Firma Favero S.A. a cargo del
propio yerno de Tranquilino Favero, se instaló en la propiedad colindante con la
comunidad”
“Toda la comunidad indígena Tavytera, el río Ypané que cruza la propiedad de la
comunidad, las nacientes, los bosquecillos con sus animales silvestres, que en su totalidad
suman 508 hectáreas, se encuentra totalmente contaminada por los agroquímicos
utilizados indiscriminadamente en la zona, por los vecinos y empresas que tienen
propiedades aledañas y utilizan un sistema de cultivo mecanizado”.

16
“En la década del ‘70 Chirihuelos era una colonia formada y establecida en el lugar.
Luego llegaron al lugar la familia Martín Martín y expulsaron a los colonos quemando
sus casas, destruyendo cultivos y secando varias nacientes, con el propósito de iniciar el
cultivo mecanizado de soja transgénica. Desde que la familia Martín Martín, se ha
adueñado de manera irregular de la propiedad en la que nos encontramos asentados, con
el consentimiento de las autoridades del entonces I.B.R, (Instituto de Bienestar Rural,
actualmente denominado INDERT, Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra)
han utilizado agroquímicos en sus plantaciones”.
En la comunidad de Mbarigui 19 “La plantación de soja esta en el patio de la casa del
afectado, allí se realiza el rociado tractorizado y motorizado, el viento también contribuye
al contacto con los productos tóxicos. Es el señor de origen europeo menonita que cree
que las tierras que tiene cultivadas son suyas, y las explota; pero en realidad le
pertenecen a la comunidad indígena”.
En el campamento Santa Clara, testimonios de los pobladores Alejandrino Meza,
Lorenzo Gonzáles, Tranquilino Cañiza, indican “que son 110 familias afectadas, de dos
comunidades vecinas entre si, por la contaminación del arroyo Atyra y la desaparición del
esteral que los rodea. El arroyo es utilizado como vertedero y limpieza de maquinarias de
la empresa Helvética SA, propiedad de mennonitas desde el año 2004, que se dedica a la
plantación de soja y eucaliptos, y a la extracción de arcilla del esteral en grandes
cantidades, utilizando para ello grandes maquinarias”.
En Arroyo Guazú, “los empresarios ingresan a esta comunidad como arrendatarios de
las parcelas para cultivos de soja en forma mecanizada, y utilizan altas cantidades de
agroquímicos”.
Al mismo tiempo en que la producción agrícola de grandes extensiones rodea a las comunidades, a veces
los productores contratan a los pobladores del lugar, para los trabajos de fumigación, siendo esta
situación otra forma en que las comunidades se ven afectadas por la contaminación, como cuenta uno de
los relatores en una entrevista realizada en una comunidad campesina:
En Caraguatá, “en la mayoría de los casos, estos cultivos que rodean al asentamiento
donde vive Parra, contratan mano de obra no calificada, quienes carecen de capacitación
para el uso correcto de agrotóxicos, sufren de intoxicaciones crónicas pero esta situación
es negada por los operarios y no aceptadas por los mismos, como ha sucedido con el
Señor Parra con sus 38 años de edad, quien sufre de ceguera a partir del año 2004”.
De esta manera se constata que el organismo dependiente del Ministerio de Justicia y Trabajo encargado,
no realizan las fiscalizaciones para que se cumplan los requisitos imprescindibles para una protección
adecuada contra accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Otra forma en que son utilizados los agrotóxicos en el país es por parte de pequeños productores, quienes
en su mayoría son agricultores que se dedican a la finca familiar. Al respecto, los mismos adquieren estos
productos, ya sea a través de créditos y de los pequeños comercios que se instalan en las ciudades,
mostrando la facilidad con que se consigue un agrotóxico en el mercado. Estos comercios generalmente
ofrecen los productos sin ninguna recomendación apropiada, por lo que esta situación evidencia que no
existen mecanismos de educación y capacitación, o es ínfima, a los pequeños productores en materia de
manejo seguro de plaguicidas, y menos aún acerca del peligro al que está expuesto el trabajador y su
familia.
Los casos siguientes muestran la realidad de los pequeños productores que utilizan estos productos:
En Potrero, el señor Britez es un pequeño productor de algodón y tomate, el mismo
manifiesta que “anteriormente no había información sobre las consecuencias que podían
causar a las personas la fumigación en exceso, o por estar en contacto con los productos
químicos, sino que solo después de varios años uno siente el efecto negativo que provoca a
la salud y al medio ambiente”. Comenta que cuando estaba en la Escuela Agrícola, tenía
14 años y una de sus tareas era fumigar los algodonales y después en su propia finca,
dedicado a fumigar sus cultivos de algodón y tomate. Evidentemente en la escuela
agrícola no se enseñaba el manejo seguro de agrotóxicos.

17
En Franco Isla un pequeño productor de Carapeguá, testimonia que los químicos, “en el
mercado son los más baratos, generalmente porque son los prohibidos en los países
desarrollados”. Con tal situación de precariedad, la falta de provisión de equipos e
informaciones técnicas los campesinos se exponen a usar productos altamente tóxicos para
su producción de hortalizas como es el caso del Señor Rodas.
Al ser los afectados familias y comunidades que están en situación de empobrecimiento y muchas veces,
empobrecimiento extremo, generalmente cuando la situación es insostenible es que recurren a un servicio
de salud público, principalmente. Los testimonios dan cuenta de esta situación,
En el asentamiento campesino Martín Rolón, el pozo de agua con que cuenta la
comunidad y el tajamar, están seriamente contaminados. Reciben atención primaria en los
Puestos y Centros de Salud, y en algunos casos han recibido atención médica
especializada, en el Hospital de Emergencias Médicas de Asunción, que se ha acudido en
situaciones de gravedad.
De los 27 testimonios relevados, dan cuenta que los afectados recurren a los servicios públicos, cercanos
al lugar donde viven, que generalmente no cuentan con profesionales capacitados y menos aún con los
recursos para una atención de calidad, y en segundo lugar recurren a la automedicación (ver gráfico 1).
Cabe mencionar que estos servicios, al no estar proveídos con los medios necesarios, no cuentan con
registros que puedan dar cuenta de los casos de intoxicación. Según el MSPyBS, la notificación
obligatoria la realizan las regiones sanitarias, que generalmente abarcan a los hospitales distritales, que
están ubicados en las ciudades de mayor cantidad poblacional, evidenciando el sesgo con la población
rural.

Gráfico 1: Tipo de auxilio que reciben los afectados (de 27 casos)

Atención Primaria / Puestos y Centro de Salud 12

Ninguna / No reciben atención 4

Automedicación 4

Atención Médica Especializada 3

Primeros Auxilios 3

Primeros Auxilios y Atención medica


1
especializada

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

El hecho de estar en comunidades donde las familias afectadas enfrentan la pobreza y la marginación
muchas veces esto repercute en las posibilidades de hacer denuncias de los delitos sociales y ambientales
que provocan los agrotóxicos. A pesar de ello se pudo constatar que los pobladores que están organizados
recurren a las instancias públicas de denuncias, pero cuando se trata de estas poblaciones las
instituciones responden con indiferencia, represiones, o con procesos dilatorios ya sea para investigar
o aplicar sanciones.
En el asentamiento campesino Martín Rolón, la denunciante, con el apoyo de la
organización campesina local denunció a la empresa agrícola Paraguayo-Alemana ante
18
el Ministerio de de Salud Pública, ante las autoridades departamentales, pero sin ningún
resultado. Solamente la Defensoría del Pueblo de San Ignacio dió acogida favorable a la
denuncia, pero esta instancia no tiene el poder político para poner fin a la agresión del
empresario sojero.
La organización de los sin tierra del campamento Santa Clara realizaron varias
denuncias sobre la contaminación realizada por la empresa Helvética SA, a la
gobernación, a los medios de comunicación locales, a raíz del cual, a la fiscalia de
Ca’acupe, pero esta institución realizó en la comunidad un desalojo violento con quema
de viviendas y cierre de nacientes de agua.
En Arroyo Guazú, la comunidad opta por no realizar ningún tipo de denuncias, prefieren
evitar tener enemigos en la zona.
En Ka’atymi la persona entrevistada manifiesta que no han hecho ninguna denuncia
formal y que no están informados al respecto, no obstante manifiestan que varias veces
han realizado denuncias al Instituto Indígena..
El gráfico 2, resume en cantidades a quiénes se recurren para hacer denuncias, encontrándose que existe
una mayoría que opta por no hacer denuncias.
Gráfico 2: A quiénes recurren para denuncias

Fiscalía 12

Medios de Comunicación 5
SEAM 4
Municipalidad (s ecretaría) 4

Policía 4

Gobernación 2

Instituciones Ambientalis tas 2


ONGs 2
Cons ejo y Juntas Vecinales 2

Defensoria del Pueblo 1

Centros Parroquiales 1

No denuncian 13

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

Los testimonios relevados dan cuenta de la explicación de este fenómeno:


El entrevistado de la comunidad indígena Ka’aty Mirî, expresa que las denuncias hasta
ahora no son suficientes, porque las leyes sancionadas en el país que protegen a los
pueblos indígenas, nunca fueron cumplidas. Las autoridades nacionales no asumen la
responsabilidad de hacer cumplir dichas leyes, en consecuencia, las instituciones
competentes no cumplen con su función de dar garantía a los nativos.
Un elemento que apoya la denuncia es cuando los pobladores recurren a otros métodos para defenderse de
los agrotóxicos:
En 3º Línea Irrazábal, mediante las presiones realizadas a través de denuncias y
manifestaciones, se ha logrado retener el avance del cultivo mecanizado en la comunidad, no así

19
en el distrito. Las pulverizaciones con mochila se siguen realizando cada año. En un primer
momento y mediante la Comisión Vecinal conformada, se han encaminado las denuncias a las
instituciones competentes, al no obtener respuesta la población reaccionó y salio a las calles a
manifestarse, con el objetivo de ejercer presión y obtener resultados. Únicamente así se logro
retener la ampliación del cultivo en la comunidad.
El gráfico 3 muestra que los pobladores hacen frecuentes denuncias, lo que indica lo expresado
anteriormente de que las autoridades no responden cuando se tratan de que estas denuncias son hechas
por poblaciones campesinas e indígenas, como lo expresa el gráfico 4.
Gráfico 3: Frecuencia de denuncias
Total de casos que recurren a denuncias: 14

Varias veces 10

Primera vez 2

Segunda vez 1

No denuncian 13

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

Gráfico 4: Respuestas de las autoridades a las denuncias

No le da la debida importancia (indiferencia) 10

No Atiende o no responde 10

Asis te de m anera Inm ediata a los afectados 1

Los casos s on derivados a los centros


competentes

No responde / Sin datos 11

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

De los 27 testimonios relevados no existe un caso que tenga resolución favorable para los afectados,
sumándose a esto, de que las poblaciones no tienen los medios para hacer las denuncias correspondientes
y menos aún para darle seguimiento, lo que evidencia que la justicia en el país, es inequitativa.

20
De acuerdo a estos testimonios, los afectados manifiestan que las reacciones por parte de la sociedad que
conoce los casos de intoxicación, existe una combinación de expresar rechazo, denunciar a las instancias
competentes y asi también no hay reacciones, según el gráfico 5.
Gráfico 5: Cómo la comunidad reacciona frente a las intoxicaciones

Denuncia inmediata a
autoridades 8
competentes

Rechazo o negación a
5
casos identificados

Ninguna reacción 3

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

Tomando como fuente, un estudio de Rulli y otros (2007), la sistematización de casos de intoxicación
reportados en la prensa escrita desde el año 2003 al 2006, expresa que se hicieron denuncias de
pobladores de la comunidad de Pirapó, departamento de Itapúa, sobre 6 nacimientos de bebés con
malformaciones en la localidad (rodeada de monocultivos extensivos de soja y trigo). La primera
declaración del MSPyBS fue decir que “la causa principal de los casos de anencefalia sería la falta de
consumo de ácido fólico en la etapa del embarazo”.
Esto dio pié a que se realice una investigación en la zona. El reporte del agente del MSPyBS, Dr. Ricardo
Pont, según las muestras levantadas manifestaba, “coincidentemente de las 57 familias que están dentro
del perímetro de afectación, 17 casas están en medio de cultivo de soja, y las 3 mujeres que tuvieron sus
bebés con anencefalia se embarazaron en el lugar”. Además, hay unas siete mujeres embarazadas en la
zona y temen por sus bebés, por lo que realizan sus controles prenatales en el puesto de salud de la
localidad. Zunilda Maida, madre del último caso de anencefalia manifestó que “mi hija cuando nació
tenía como un lunarcito en la cabeza de color rojizo, los médicos dijeron que era lunar, pero desde los
tres meses de vida empezó a crecer, y cada día más y más, aún no recibió asistencia médica”.
Ante ese informe, inmediatamente la propia Ministra de Salud de entonces, hizo estas declaraciones: “las
malformaciones congénitas no serían consecuencias de los agrotóxicos, sino está relacionada con la
mala alimentación o problemas congénitos”. La prensa del día reportó que el informe dado a conocer
por la Ministra de Salud, Teresa de León “carece de la firma del toxicólogo encargado del estudio,
Evelio Cardozo, tampoco facilitó copias de los resultados a los medios de prensa, por lo que está en duda
los resultados oficiales presentado. Lo llamativo del hecho es que habría más casos de anencefalia en
otros distritos del departamento donde hay grandes extensiones de plantaciones de soja como Alto Verá y
otros, por lo que verdaderamente queda en duda los resultados presentados” (Diario ABC color,
6.04.2006).
Siguiendo con esta investigación de los casos reportados por la prensa entre los años 2003-2006, en
relación a sanciones dadas a los propietarios de las plantaciones por contaminación de agrotóxicos, solo 3
hablan de sanciones a los mismos por parte de la Fiscalía. Los casos son los que siguen:
• Septiembre 26, 2003; en Coronel Oviedo, Departamento de Caaguazú; El fiscal del
Medio ambiente ordenó a colonos brasileños la inmediata reforestación del 25% de la
superficie de sus tierras para recompensar el medio ambiente muy dañado por los
cultivos intensivos.

21
• Octubre 20, 2005; Colonia Estrellita, San Pedro; La irracional deforestación por
productores brasileños para la siembra de soja en el departamento, sigue sin que puedan
ser controladas por las autoridades nacionales encargadas del tema. En un operativo
conjunto del Ministerio Público, el Servicio Forestal y efectivos policiales, fue
intervenida la propiedad de un brasilero, Placido Rosset, en el lugar se constató varias
irregularidades del uso de tierra y una deforestación de 1.000 has de superficie para la
siembra de soja. El productor, quien reside en Maringá, Estado de Paraná, Brasil, cuenta
con un “plan de uso de tierra del 2004, que le faculta a habilitar unas 617 has de monte
para el cultivo mecanizado de soja”, pero en la ejecución del proyecto aparecen varias
irregularidades: no se previó la franja verde de seguridad y se constató la eliminación
total de montes de protección del Río Jejui y el arroyo Itakyry, así como de varios otros
humedales.
• Julio 2, 2005; Encarnación, Itapúa; El niño Silvino Talavera (11 años) falleció el 7 de
enero de 2003, víctima de una intoxicación con agrotóxicos (Roundup de Monsanto y
Cipermetrina) utilizados en las fumigaciones de cultivos de soja transgénica en tierras
de Hermann Schlender y Alfredo Laustenlager, colonos de origen alemán, entre los días
2 y 6 de enero del mismo año. Esto ocurrió en Pirapey, Departamento de Itapúa; el niño
fue rociado cuando transitaba en su bicicleta por un camino vecinal lindante con las
plantaciones de la oleaginosa. Transcurrido dos años del hecho, ambos productores
fueron sentenciados a dos años de prisión, no por fumigar con agroquímicos, sino por
“conducta imprudente“, según afirmado por el doctor Luís García integrante del
Tribunal de Sentencia. Se llegó a esta conclusión luego de un juicio oral, donde se
escucharon 24 declaraciones de ingenieros forestales, agrónomos, médicos, químicos y
otros testigos, quienes condenaron “la forma de hacer fumigación, sin tomar las debidas
precauciones ante la presencia de personas en las cercanías de los cultivos“. Los sojeros
fueron sentenciados por “ser autores reprochables del hecho punible de homicidio
culposo y producción de riesgos comunes”.

Esta disparidad entre las denuncias de contaminación y las respuestas dadas especialmente desde la
Fiscalía y el Poder Judicial, son una muestra de las afirmaciones realizadas más arriba sobre la
vulnerabilidad de las poblaciones campesinas e indígenas en cuanto a un respaldo por parte de las
instituciones públicas y las leyes de los derechos que le son violentados.
En lo que respecta al principal organismo de aplicación de las normativas sobre agrotóxicos (SENAVE),
el principal problema es que no controla la importación, el contrabando y la salida de los agrotóxicos, a
excepción de algunos reportes, dados por la prensa, prueba de ello, es que en el mercado paraguayo, se
venden con mucha facilidad y a precios accesibles, productos que inclusive están prohibidos no sólo en la
normativa nacional, sino en la legislación internacional.
Por lo que se observa en el marco regulatorio, existen varias instancias, reglamentaciones y normativas,
pero dispersas y en muchos casos repetidas (atribuciones del SENAVE y MSPyBS), esto refleja la
necesidad de que haya un ordenamiento jurídico en el cual se establezcan claramente las
responsabilidades de las distintas instancias de velar por la seguridad de los ciudadanos/as que desarrollan
sus vidas en las áreas rurales.
En torno a esta intencionalidad, varias organizaciones sociales, organismos no gubernamentales y del
sector público, se hallan abocados a la aprobación de un proyecto de ley de plaguicidas, agrotóxicos,
fertilizantes y enmiendas, en la Cámara de Diputados del Parlamento paraguayo, que tuvo entrada
oficial en mayo de 2005. Según una de las voceras este proyecto de ley, “básicamente lo que hace es
reunir toda la normativa vigente que en este momento en el Paraguay está dispersa y superpuesta,
también incorpora una serie de cuestiones que no están contempladas, pero que generalmente es
normativa ya internacionalmente aceptada”. Este proyecto causó una tremenda oposición en los
agroexportadores, los representantes y vendedores de agrotóxicos, quienes integran un equipo
interinstitucional con el grupo impulsor de la ley, y están peleando en el Parlamento para su rechazo, lo
que ha generado posiciones polarizadas absolutas. Por un lado las organizaciones campesinas y sociales,
que presentó el proyecto y, por otro lado, los grandes productores y los vendedores de plaguicidas y
agrotóxicos que están en contra, inclusive han amenazado en ir a la Corte Suprema para tratar de impedir
22
que salga la ley, y consiguieron la adhesión de dos de los principales organismos de aplicación, que es el
SENAVE y el propio Ministerio de Agricultura y Ganadería, quienes piden oficialmente el rechazo, pues
plantean que todo lo que está en el proyecto, se puede manejar con resoluciones del organismo de
aplicación.
De acuerdo a las diversas situaciones mostradas en este apartado, acerca de las respuestas dadas por los
organismos del Estado a la contaminación por agrotóxicos, las mismas están claramente atravesadas por
el posicionamiento hacia un “modelo de desarrollo” que no cuestiona los efectos y las consecuencias en
las comunidades campesinas e indígenas, actuando contrariamente a las obligaciones de los Estados que
han pactado la normativa internacional referida a los derechos económicos, sociales y culturales de las
personas, el PIDESC, en sus Artículos 11 y 12.

5. El uso de los agrotóxicos en el Paraguay


En apartados anteriores se han señalado las consecuencias que traen para la vida, la salud y el medio
ambiente, el avance de la producción monocultivista a gran escala, y se pudo visualizar las dificultades
que el modo de producción campesina e indígena tienen para desarrollarse a partir del desmonte,
contaminación del aire, del agua, de especies vegetales y animales. También se visualizó las funciones de
las Instituciones y las reglamentaciones que rigen el uso de los agrotóxicos. En este apartado se
presentará brevemente los conceptos sobre agrotóxicos, las cantidades utilizadas en la agricultura y la
manera en cómo se produce la contaminación y los efectos que causan en el medio ambiente, en la vida y
la salud de las personas.

5.1 Concepto de agrotóxicos


En primer lugar es importante entender que los agrotóxicos son un amplio conjunto de substancias
químicas, orgánicas e inorgánicas, que se utilizan para combatir plagas, malas hierbas o enfermedades de
las plantas, especialmente en cultivos intensivos11. La Organización Mundial de la Salud por convención
internacional, las clasifica según su toxicidad, su composición química y su función.12
En la legislación paraguaya (Ley 123/1991) se define a los plaguicidas como sustancias capaces de
eliminar o inhibir los procesos biológicos vitales de cualquier organismo animal o vegetal o agente
fitopatógeno, considerado una amenaza para la agricultura, la producción forestal, el hogar, etc. y los
agroquímicos son productos químicos utilizables en la agricultura13. Según la mencionada normativa son
plagas, toda forma de vida vegetal, animal o agente patógeno potencialmente dañino para las plantas o
productos vegetales, esta definición incluye que además de los insectos que se denominan plagas, también
esta la vegetación espontánea vulgarmente conocida como malezas o yuyos, las enfermedades, los ácaros
y cualquier otro organismo vivo que pudiera ocasionar daño a los cultivos o derivados de estos14.

11
Rodríguez, Raquel; Efectos de los agrotóxicos sobre la salud humana y ambiental. Revista Acción, Nª
264, Junio 2006.
12
Según su toxicidad pueden ser; Extremadamente tóxicos (I), Altamente tóxicos II, Medianamente
Tóxicos (III), Ligeramente tóxicos (IV), Pocos tóxicos (V). Estos grados se establecieron a partir de nivel
de resistencia de estas sustancias en los seres humanos. Según su composición química: organofosfordos;
ej Parathion; ej. Metonil, organoclorados ej. DDT, Lindano, los Drines, etc, Piretroides: Deltrametrina,
Biridilos: Paraquat (es el que mas muertes ha causado porque es muy barato) Diquat, etc;
Clorofenoxilicos, poseen dioxinas, el 2-4 D, agente naranja; Nitrofenólicos; Clorinados: Pentaclogfenol,
Halocarburos: nemagón, Halocarburos (DBE, granosan), etc.
13
Existe diversos tipos de agrotóxicos así se dividen en plaguicida; que atacan o matan plagas,
Insecticida; que matan insectos, Herbicida que atacan malezas, Fungicida que atacan hongos,
Rodenticida que atacan roedores, acariciad que atacan a los ácaros, nematicida que atacan a los
nematodos (gusanos) y bactericida que atacan a las bacterias.
14
Lovera Ulises; Plaguicidas, generalidades y propuestas para un nuevo marco regulatorio en Acción Nª
264, Junio 2006.
23
5.2 Las cantidades del uso y los niveles de acceso a los agrotóxicos
En relación al mercado de agrotóxicos, la compra y su uso involucra en el país unos 114.493.579 U$S en
los últimos años, de los cuales 83.689.755 U$S son redestinados a las plantaciones de soja 15. Se importan
25.000 toneladas de plaguicidas, según datos de la Secretaria del Ambiente (2004), de los cuales se usan
12.000 tn y se exportan, de contrabando al Brasil, 13.000 toneladas.
El comercio de los agrotóxicos en el país involucra a las empresas multinacionales que provienen de los
países industrializados, donde la agricultura es objeto de grandes negocios de estas empresas, siendo uno
de ellos la provisión de los agrotóxicos.
Al ser el mercado paraguayo bien permisivo con estos productos, los mismos son usados tanto por la
agricultura empresarial como por la agricultura campesina. Ahora bien, en el estudio de Rulli y otros
(2007), mencionan al respecto, que tanto productores campesinos como los grandes productores de soja
usan agrotóxicos, pero según los entrevistados las diferencias entre ambos grupos radican en la frecuencia
y la concentración. El campesino, usa agrotóxicos de una forma moderada sobre todo por la presión
económica que le significan, tanto por los costos de los insumos como por el alquiler de las máquinas,
mientras el gran productor cuenta con máquinas y puede costear con mayor frecuencia las fumigaciones,
además de tener menor rango de restricciones económicas en cuanto a la concentración. Un campesino de
Alto Paraná estima que mientras el campesino usa 1 litro/ha de herbicida, el sojero grande usa 3 litros/h.
Sin embargo la literatura indica que el nivel de consumo está entre 10 y 20 litros/ha.
A raíz de los datos acerca de la cantidad de agrotóxicos que ingresan al país, y la visibilidad cada vez más
fuerte en la opinión pública sobre los casos de intoxicación, malformaciones y muertes, llevó a que desde
el año 2003 el Paraguay pasara a formar parte de la lista de “países preocupantes” para el Fondo de las
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), y existe una declaración del organismo,
que el Paraguay no posee la tecnología necesaria para la eliminación de residuos, para lo cual está
brindando asesoría técnica para proyectos pilotos (Diario Ultima Hora, 12.05.2006).
Un tema importante para tomar en cuenta es la vía de acceso a los agrotóxicos por parte de los
campesinos. Los campesinos acceden a estos insumos por diferentes vías: algunas veces con las changas
que realizan con los grandes productores, son retribuidos con agrotóxicos o pueden adquirir restos de
agrotóxicos. Así también, en general el campesino al pedir créditos, una parte del préstamo se otorga en
forma del paquete tecnológico, semillas transgénicas e insumos tales como pesticidas, insecticidas,
funguicidas, etc. Esto implica que un canal principal de acceso a agrotóxicos para los pobladores rurales
se hace sin la presencia de ninguna autoridad ambiental o de salud que certifique la vigencia de los
agrotóxicos, así como tampoco de capacitación sobre la composición, riesgos de salud y medidas de
precaución.

5.3 La contaminación y sus efectos: Testimonios de las comunidades Campesinas e Indígenas


sobre los efectos del uso de los agrotóxicos en sus condiciones de vida, salud y medio
ambiente.
La contaminación se da a partir de las fumigaciones y rociados en áreas agrícolas. Al entrar en contacto
con los seres vivos estas sustancias eliminan a los factores patógenos de los cultivos, pero además
eliminan los demás microorganismos vivientes en el suelo, generando un proceso de desgaste en el
mismo y pérdida de su capacidad productiva. El deterioro de la capacidad productiva de los suelos,
además de disminuir la productividad de los cultivos generan consecuencias en el medio ambiente,
debido a que contaminan las fuentes de agua dulce, polución del ambiente (se contamina el aire), y se
eliminan las especies animales y forestales.
Según los testimonios de pobladores de las comunidades afectadas, esta situación se da diversas formas:
En la comunidad indígena Tavytera la población esta expuesta a la contaminación por
diversos medios, ya que el rociado se realiza por avión, tractorizado y también motorizado,
lo cual facilita que el viento esparza el veneno, también se da el arrastre por las lluvias, lo

15
Fuente: Pecuaria y Fertilizantes, Cámara de Fitosanitarios y fertilizantes. En: Fogel y Riquelme
“Enclave Sojero; merma de soberanía y pobreza”, Ceri, Asunción, 2005.
24
que produce la contaminación de las nacientes, pozos y arroyos, el contacto se da además al
transitar por los caminos.
En Kororo’i las dos nacientes de agua con que cuenta la comunidad están contaminadas.
A partir del inicio del cultivo masivo de soja y el uso indiscriminado de agrotóxicos se fue
contaminando el cause del arroyo, en el que tradicionalmente tanto niños como adultos
utilizaban para el baño sin ninguna dificultad (comunidad de Ka’aty Mirî)
En la zona son utilizados herbicidas como el Gamoxone, los pobladores manifiestan la
contaminación del ambiente por que se percibe fuertes olores, los cuales causan dolores de
cabeza y mareo a la población. Los agroquímicos han producido la muerte de animales
domésticos y silvestres como ser las gallinas, paloma, perdiz, apere’a, liebres, pajaritos de
diversas especies. También los arroyos que aproximadamente suman 100, están siendo
contaminados produciéndose gran mortandad de peces (comunidad indígena de Ka’atymi).
La contaminación se da debido a que las sustancias no desaparecen en el ambiente luego de ser
aplicados, estas se degradan en metabolitos más tóxicos aunque el propio veneno aplicado, son
liposolubles, se disuelven y se acumulan en las grasas, otros son hidrosolubles. Otra de las características
de estas sustancias es que tienen movilidad ambiental, se difunden por todos los sectores del ambiente, a
través de los vientos, cauces de agua, suelo, aire (Rodríguez, 2006).
Al ocasionar pérdidas al entorno natural de las comunidades envueltas en la producción agrícola
extensiva, esto también afecta a la subsistencia de las mismas, pues disminuyen drásticamente los
recursos considerados como fuente de alimentación y medicina natural. De esta manera la contaminación
se incorpora en las cadenas alimentarias, debido a que tienen un efecto sinérgico, es decir, es sumativo
y aumenta en progresión geométrica; se biomagnifican en diferentes seres de la naturaleza (Rodríguez,
2006).
Este proceso es explicado por las propias comunidades afectadas:
Los cultivos como la mandioca, el maíz, maní, poroto y batata se queman o crecen
envenenados (Kororo’i).
La huerta diversificada con que cuentan, las plantaciones de mandioca, maíz y cítricos se
contaminan con los productos (Calle C5).
En Takuaruzu los Herbicidas queman los cultivos colindantes, dejando a esta comunidad
indígena sin sus plantaciones. La contaminación deja a la población prácticamente sin
medios de sobrevivencia, ya que no pueden comer de sus cultivos, no pueden cazar y los
arroyos ya no cuentan con peces. En la época de siembra y producción de los cultivos de
algodón y soja de la empresa los animales mueren. Este recurso es la fuente de alimento
de las familias. Sus animales son intoxicados, entre los cuales se citan gallinas, guineas,
animales silvestres, palomos, perdiz, y pajaritos de la zona. Sus cultivos también se ven
afectados, así como sus recursos hídricos.
Estos productos causan la contaminación de los arroyos, cultivos de consumo y animales
silvestres y domésticos que son soporte de la seguridad alimentaria de las familias
asentadas en dicha comunidad (Arroyo guazú).
Los testimonios también hablan de las formas en que más certeramente se entra en contacto con los
agrotóxicos, a través de las fumigaciones, ya sea por parte de las empresas que rodean a las comunidades,
cuando son contratados para los trabajos temporales y los agricultores campesinos que lo utilizan en sus
fincas:
Estos cultivos no consideran los caminos internos que conectan los servicios educativos y
religiosos de la comunidad donde sus pobladores lo usan frecuentemente, causándoles
muchos problemas de salud. Los pobladores sienten temor al cruzar los sojales de la zona
(Arroyo Guazú).
Estos cultivos que rodean al asentamiento donde vive Parra, contratan mano de obra no
calificada, quienes carecen de capacitación para el uso correcto de agrotóxicos, sufren de
intoxicaciones crónicas pero esta situación es negada por los operarios y no aceptadas por

25
los mismos, como ha sucedido con el Señor Parra con sus 38 años de edad, quien sufre de
ceguera a partir del año 2004 (Caraguatá).
Los envases de agrotóxicos son abandonados y se acumulan cerca de las viviendas
indígenas. También ocurre por los caminos internos que se hallan rodeados de
plantaciones, por donde transita la población, ya que las mismas carecen de un camino
público. En el agua de las nacientes o de los arroyos los operarios de las maquinas, lavan y
derraman los residuos de los tanques de pulverización, poniendo en contacto a la población
indígena con los agrotóxicos, quienes toman agua, lavan sus ropas y se bañan en las misma.
La aplicación tractorizada de agroquímicos es realizada de manera semanal, sin tener en
cuenta el calor, ni la dirección del viento; el cual lleva los productos hasta el monte donde
se refugia la población, contaminando el ambiente con malos olores. Los herbicidas queman
los cultivos colindantes, dejando a esta comunidad indígena sin sus plantaciones. La
contaminación deja a la población prácticamente sin medios de sobrevivencia, ya que no
pueden comer de sus cultivos, no pueden cazar y los arroyos ya no cuentan con peces
(Takuaruzú).
Este establecimiento también contrata a indígenas para trabajar como operarios de las
maquinas. Los mismos trabajan en los cultivos y mientras los tractoristas pulverizan las
plantaciones sin tener consideración hacia los mismos, como consecuencia de esto,
terminan su jornada laboral aquejados por fuertes mareos y vómitos. Toda la comunidad de
Ka’atymi se ve afectada por causa de los agroquímicos utilizados en la zona. Esta
comunidad está constituida por 90 familias, de los cuales 20 son niños y niñas, 25
adolescentes y 45 adultos son los más afectados (Ka’atymi)
Sobre la comunidad de Kororo’i el rociado o pulverización se realiza en avión o
tractorizado, el viento deriva esto a la comunidad constituyéndose esta en la principal forma
de contacto, el arrastre por las lluvias, las nacientes contaminadas y la manipulación de
productos tóxicos son otras de las formas de contacto que fueron manifestadas por los
pobladores de la comunidad. Existen también casos de personas que buscan el contacto con
los agroquímicos de manera intencional, con el fin de autoeliminarse.
El señor Sixto Jiménez utiliza en sus cultivos un insecticida que se denomina Metasitose,
aplica este producto 5 veces al año, de setiembre a enero. Otros productos que utiliza son
Sevin y Tamaron, los que aplica tres veces al año en los meses de setiembre a enero (Ita
Verá Paso Guembé).
El hecho se produjo cuando realizaba la pulverización de sus cultivos, con una
pulverizadora averiada, lo que hizo que el liquido entrara en contacto con su piel,
produciendo su desvanecimiento, expresado por el agricultor Sebastián Mareco de Calle 10.
Los testimonios registrados dan los siguientes datos en el gráfico nº 7, siendo la de mayor cantidad la
contaminación producida por los rociados de las empresas agrícolas que rodean a las comunidades.

26
Gráfico 7: Formas de contacto con el agrotóxico

Rociado o pulverización - Tractorizado 16


El Viento (deriva) 10
Por agua de naciente 8
Durante la prestación de servicios
Rociado o pulverización - Mochila 8
Arroyo 7 § Cultivo del algodón
Vertedero (basura tóxica) 6 § Limpieza de malezas en cultivos
Durante la prestación de servicios mecanizados
6
§ En los algodonales prestando
Arrastre por lluvia 5 servicio y en los cultivos de tomate de
Manipuleo de productos tóxicos 5 su propia finca se intoxican
Pozo 4 § Cuando estaba en la escuela
agrícola y tenia 14 años y le enviaron
Manipulación de productos tóxicos 4 para fumigar los algodonales de la
Por contacto en caminos 4 escuela
Aplicación a mochila 4 § Se intoxico cuando estaba
fumigando la finca del vecino
Por avión 4 § Prestando servicio y en su propia
Intencional (autoeliminación) 3
Rociado o pulverización - Motorizado 3
Abastecedor 2
Manipuleo de productos contaminados 1
Intencional por terceros 1
0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

En el ser humano existen tres formas de absorción de estas sustancias; por inhalación (nasal o por la
boca) de vapor, rocío, polvo y gases, por contacto dérmico, es decir, por penetración a través de la piel, o
por vía oral, o ingestión de alimentos y agua que contengan residuos tóxicos. En el caso de niños, es muy
sabido el pace de las sustancias por la placenta de la madre al feto (Rodríguez, 2006).
Las entrevistas realizadas muestran claramente las manifestaciones del uso y abuso de los agrotóxicos:
En Arroyo guazú la vías de intoxicación más frecuente es por inhalación. La población
esta principalmente expuesta a la contaminación por los vertederos de la zona en los que
son depositadas las basuras tóxicas, por rociado o pulverización con tractores, por la
manipulación de los tóxicos, y también de manera intencional, ya que dos personas se han
autoeliminado utilizando este medio.
En Takuaruzú los casos de intoxicación más frecuente son por inhalación y por la piel
(dérmicas), debido a la deriva de las aplicaciones continuas realizadas dos a tres veces
semanales. Los embases de agrotóxicos son abandonados y se acumulan cerca de las
viviendas indígenas. Otra fuente de contacto ocurre por los caminos internos que se
hallan rodeados de plantaciones, por donde transita la población, ya que las mismas
carecen de un camino público. Otra fuente de contaminación es el agua de las nacientes o
de los arroyos en donde los operarios de las maquinas, lavan y derraman los residuos de
los tanques de pulverización, poniendo en contacto a la población indígena quienes toman
agua, lavan sus ropas y se bañan en las misma. La aplicación tractorizada de
agroquímicos es realizada de manera semanal, sin tener en cuenta el calor, ni la dirección
del viento; el cual lleva los productos hasta el monte donde se refugia la población,
contaminando el ambiente con malos olores.
De los 27 casos relevados, la contaminación se produce principalmente por inhalación, lo que evidencia el
alcance de las fumigaciones, de acuerdo al gráfico 6:

27
Gráfico 6: Principales vías de intoxicación

Inhalación,
Ingestión y
ingestión yIngestión
4% dérmicas Dérmicas
dérmicas
11% 4%
7%
Inhalación
26%

Inhalación y
dérmicas
48%

Inhalación 21

Dérmicas (Piel) 18

Ingestión 5

0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

Continuando con la temática de los efectos de la utilización de los agrotóxicos, los entrevistados hablan
claramente de que esta situación no los afecta solamente físicamente o solamente en su salud, afecta
integralmente a los modos de vida de las comunidades, al derecho que tienen a vivir en seguridad en el
lugar en que residen.
Se han dado casos en que 60 compañeros han sido apresados, debido a que hace un año se
habían manifestado con la intención de detener el uso indiscriminado de agroquímicos. A
esto se suman los problemas de salud, y la existencia de escuelas que ya no funcionan, pues
los niños han dejado de asistir a las mismas, por que se han intoxicado camino a la escuela
o cuando se encontraban en ella dando clases, pues no se respetan los horarios establecidos
para la fumigación. Hay familias que han tenido que abandonar sus tierras y migrar a otros
sitios (Kororo’i).
En la comunidad existen casos de familias, en las que han nacido niños y niñas con
malformaciones, además en los días de rociado, que se realizan a la hora que los chicos van
a clases, los mismos se ven expuestos a los efectos del veneno utilizado y por esta razón se
desmayan en la escuela; esta situación ha llevado al extremo de que algunos padres

28
decidieran no enviar más a sus niños a las instituciones educativas, que en algunos casos
quedan completamente abandonadas (Chirihuelos).
Los pobladores utilizan el arroyo Atyra para cubrir sus necesidades elementales: beber
agua, baño, lavado de ropa, para cocción de alimentos, pezca, aunque manifiestan que
desde el 2005 ha habido una gran mortandad de los peces, por lo que ya no tienen para su
sustento. Manifestaron que el curso de agua cambia de color constantemente y que en el
esteral anteriormente vivían diversos animales silvestres, pero que han desaparecido.
Manifiestan también que el esteral está prácticamente secado (Campamento Santa Clara).
Otra fuente de contaminación es el agua de las nacientes o de los arroyos en donde los
operarios de las maquinas, lavan y derraman los residuos de los tanques de pulverización,
poniendo en contacto a la población indígena quienes toman agua, lavan sus ropas y se
bañan en las misma (Takuaruzu).
El Sr, Parra manifiesta que la mayoría de las veces los campesinos no aceptan que se han
intoxicado y tampoco quieren realizar la denuncia correspondiente ante ese tipo de hecho,
no recurren para su tratamiento en los centros de salud, por carencia de recursos
económicos (Caraguatá).
La gravedad de los efectos tóxicos en las personas dependen de la dosis absorbida por las vías de
exposición; los tipos de efectos producidos por el tóxico; el estado de salud de los individuos (en
alérgicos, con problemas hepáticos, o desnutridos, deshidratados, pueden aumentar 8 veces la toxicidad);
la dieta (más grasa, más toxicidad); edad (lactantes, niños y embarazadas son más afectados); factores
ambientales (en regiones cálidas y con alta humedad aumenta la toxicidad hasta 6 veces). Estos efectos
pueden ser agudos o inmediatos, es decir síntomas o enfermedades que se presentan en pocos segundos,
minutos u horas después de la exposición a los agrotóxicos; o bien crónicos que se presentan al cabo de
semanas, meses, o años de la exposición inicial con estos productos; y acumulativos, cuyos efectos se
presentan varios años después de exposiciones repetidas.
Según Rodríguez (2006) los problemas en la salud son innumerables por la influencia de los agrotóxicos
en la formación de tumores y en carcinomas, sacotas de tejidos blandos, leucemias y tumores del sistema
nervioso, linfomas hodgkinianos; afección en los sistemas endocrinos, cáncer de mamas y de testículos,
así como otros efectos como infertilidad, impotencia sexual, abortos espontáneos, defectos congénitos y
cánceres en hijos de padres expuestos. Actúan durante el embarazo sobre el embrión y el feto causando
malformaciones fetales. Afecciones en el sistema inmunológico; en un estudio de la OMS donde se
presentaron 100 casos, se concluyó que los plaguicidas órganoclorados reducen la resistencia o defensa de
los organismos vivos a las infecciones virales, bacterianas y parasitarias. También son causa de otras
afecciones en el sistema nervioso, producen neurotoxicidad retardada, cambios de conducta, irritabilidad,
dolor de cabeza, pesadillas, fatiga, mareos, depresión, disminución de la atención y la memoria. Sobre el
aparato respiratorio, neumonía, fibrosis pulmonar progresiva, bronquitis, asma bronquial. Los efectos
oftalmológicos, formación de cataratas, atrofias del nervio óptico, reacciones alérgicas.
Los testimonios, a pesar de que fueron relevados en diversas partes del territorio nacional coinciden
fuertemente en los síntomas y problemas de salud:
Desde las fumigaciones ha ido disminuyendo el rendimiento escolar de los niños y niñas, ya
que no pueden comer de sus cultivos, no pueden cazar y los arroyos ya no cuentan con
peces. La mayoría de los pobladores sufre de afecciones en la piel, como piel con ampollas,
la aparición de edemas, cáncer de piel, llagas entre el tobillo y el talón, problemas
respiratorios, impotencia, tumor cerebral, derrame cerebral. Aproximadamente 5 años
después de haberse iniciado el proceso de mecanización en la zona, han ido apareciendo los
problemas de salud mencionados. La mayoría de la población sufre de sordera y
hemorragias de oído, en mayo de este año se produjo el nacimiento de un niño sin la tapa
del cerebro, luego de tres días se produjo su deceso. También existen casos de nacimientos
prematuros con deficiencia en su desarrollo. En el 2005 una joven de 14 años padeció
eclancia y hasta se produjo la muerte de un niño de 11 años en el 2004 (Arroyo Guazú).
Las consecuencias que hasta la fecha le ha ocasionado el contacto con los agroquímicos en
la salud, son piel con ampollas, insolación, edemas, formación de ampollas en todo el
cuerpo, anemia y ceguera, la cual se le ha manifestado desde el 2003. A los 35 años de
29
edad, luego del uso y aplicación de herbicidas y Azodrín 60, el Sr. Parra comenzó a perder
la vista, manifiesta que “lo mas triste mi vida en estos tres años, es el no poder ver crecer a
sus hijos, no poder soñar con ellos la finca que queremos”(Caraguatá).
En Takuaruzú las consecuencias visibles en la comunidad y que son comentadas por ellos,
están marcadas por la aparición de síntomas comunes que aparecen luego de una intensa
exposición a los productos mencionados con anterioridad, las pieles con ampollas,
insolación, edemas (Kuru), llagas entre el tobillo y el talón, piel sensible a los rayos solares,
anemias (córneas pálidas), abortos espontáneos, nacimiento de bebés con malformaciones,
hemorragias durante el embarazo, y principalmente en los niños problemas respiratorios.
En Ka’atymi manifiestan permanentes dolores de cabeza, falta de energía en los niños y
niñas, mareos y enfermedades desconocidas por la población.
Los líderes indígenas como Mario Rivarola, denunciaron que sus mujeres tienen constantes
problemas en los embarazos con nacimientos prematuros, mientras que los niños nacen con
diferentes patologías, algo que no sucedía en condiciones normales. La situación de la
salud, se torna cada día peor porque no existe servicio de agua potable en la zona. Los
afectados son Adelaida Ibáñez, Pelagia Rivarola y varios miembros más de la comunidad.
Los niños y niñas afectados ascienden a 20 aproximadamente de los que ya fallecieron 4
niños, también murió un adulto, que bebía en forma usual agua del arroyo. El hijo de la Sra.
Ibáñez falleció a los tres meses de nacido, ella sufre de constantes dolores de cabeza. Este
es el tercer año de cultivo de soja. Pelagia Rivarola se insoló, tuvo problemas mentales,
dolores de cabeza, vómito y dolor de estómago. Su hija falleció a consecuencia de la
intoxicación que sufrió. Todos estos fallecimientos coinciden con la época de fumigación.
Los 4 niños fallecidos no alcanzaron a cumplir el año de vida (Ka’aty mirï).
En Kororo’i, existe una declaración de la señora Porfirio Ocampo, quien dice: “Yo,
Porfiria Ocampo denuncié al Sr. Tranquilino Favero por la plantación de soja, ya que la
fumigación masiva, me perjudicó durante mi embarazo, tuve muchas complicaciones
durante los nueve meses y hasta casi perdí a mi hijo, y desde que nació tuvo problema en los
pulmones a causa del uso indiscriminado de agrotóxicos. He recurrido a todos los medios,
pero no tengo respuesta, asisto a todas las reuniones para contar mi historia para que los
compañeros me puedan apoyar. Adjunto a este testimonio copias de los diagnósticos
médicos que atestiguan lo que digo más arriba”.
La madre del niño afectado (el niño no habla, tiene trastornos de crecimiento y en la
cabeza), anteriormente había perdido un bebé; su marido quedó muy sensible a los rayos
solares y al olor del veneno. Comentaron también que otra mujer había sufrido un aborto
con tres meses de embarazo, y un niño nació con malformaciones (Mbarigui 19).
En Potrero un pequeño productor está padeciendo las consecuencias debido al uso de
sustancias venenosas, y están relacionadas a su salud, ya que actualmente tiene momentos
en los que pierde la memoria y su visión se ve afectada, ya que esta dejando de ver. A esto
se suman los dolores de cabeza ocasionales, y picazón en las partes del cuerpo que han
estado en contacto con los productos, mientras realiza sus fumigaciones.
En Franco Isla a un pequeño productor las consecuencias que hasta la fecha le han
ocasionado el contacto con los agroquímicos en la salud, es que la piel le ha quedado
sensible a los rayos solares, y sufre de impotencia. Se le cayó todo el cabello en un periodo
de 2 años, debiendo tratarse. Tiene picazón en todo el cuerpo, constantes dolores de cabeza
y mareos, tiene problema de visión y sufre de los nervios.
También hay testimonios que hablan acerca de cómo a los niños le perjudica el contacto con
los agrotóxicos:
En la comunidad de Lote 8, del distrito de Minga Porá, en el 2005, una niña de 7 años fue a
bañarse al arroyo, poco después comenzó a sentir dolor en el ojo, hasta quedar ciega. En el
arroyo, el colono brasileño que linda con la vivienda familiar, lleva sus tanques de
fumigación para lavar.

30
El niño César ya tiene más de un año y no crece, los otros niños de la comunidad tampoco
tiene un crecimiento normal. Muchas veces los niños vomitan después de las comidas (San
Juan).
De acuerdo al relevamiento de los casos, las consecuencias sobre la aparición de problemas de salud
como consecuencia de la aplicación de agrotóxicos, son mostradas en el gráfico 7:

Problemas respiratorios 17
Piel con ampollas 16
Aborto espontáneo 11
Insolación 10
Nacimiento de bebés con malformaciones 9
Piel sensible a los rayos solares 9 Otros:
Formación de ampollas en todo el cuerpo § Hay muchas sospechas pero no se
9 sabe exactamente
Pérdida de la razón 8 § Tumor en el cerebro, derrame
cerebral, impotencia sexual
Anemia (Córneas pálidas) 8 § Nacimiento de un niño sin la tapa del
cerebro, murió a los 3 días
Llagas entre el tobillo y el talón 6 § Nacimiento prematuro y no crece
Edemas (Ruru) 6 § Mareos, Vómitos (más afecta a los
niños)
Ceguera 5 § Permanente dolores de cabezas -
Perdida de energía en los niños/as -
Cáncer 5 Mareos - Enfermedades desconocidas
§ Hipertensión y problemas de la vista
Hemorragias durante el embarazo 4 § Mortalidad masiva de animales de
Impotencia 2 sostén alimentario de las 25 familias
afectadas
Leucemia 2 § Dolor de cabeza y mareo de la
población
0 5 10 15 20 25 30
Frecuencia

5.4 Registros de casos de intoxicación y muerte, por el MSPyBS


Desde el año 2003, el Ministerio de Salud conformó una instancia de vigilancia sanitaria de plaguicidas.
Este sistema, considerado un avance del MSPyBS, es el proceso de interpretación y registro sobre casos
de intoxicación o muertes, como base, según sus directivos, para emprender acciones de prevención
(educación) y control.
Su directora actual, la Dra. Graciela Gamarra16, expresa que para el funcionamiento del sistema, se realiza
el diagnóstico epidemiológico en el cual se ven las condiciones de exposición de la comunidad a los
agrotóxicos, se analizan los síntomas clínicos y a partir de ahí se determina si la contaminación es por
sustancias tóxicas.
Los casos detectados de muertes por intoxicación de agrotóxicos, registrados desde el año 1999 al 2003,
dan 250 casos (Departamento de Bioestadística, MSPyBS).
La funcionaria pública citada explicó que en este periodo (1999 – 2003), hubo un subregistro o problemas
con los registros. Recién desde el año 2003, con la creación de la Dirección de Vigilancia de
Enfermedades No Transmisibles mejoraron los registros, al ser considerada la intoxicación como
enfermedad de notificación obligatoria, es por ello que en el periodo que va desde el 2003 al 2006, saltan
en cantidad los casos por intoxicaciones con agrotóxicos.

16
Directora de Vigilancia Sanitaria de Plaguicidas, del MSPyBS.
31
Muertes por intoxicaciones con plaguicidas por
departamentos en el Paraguay desde 1999 al 2003
50
45
Muertos intoxicados

40
35
30
25
20
15
10
5
0
Sa e p

Gu ille
Ca rá

Ita ap

Am bu
Co

Co ed n

Ca ua

M a
Pa nes
Al gua
Ce Par
Ñ e ral á

Ca mb
Pr nde
Bo ide
Al er ó H a
As Par
Re ció uay
is

to rí

to n ye
es yú
pú á
n ció

ra
ag

un ag
ni ay

si n
az zú
ai ra

em
rd ro

qu nte
nc

nt an

a cú
io
P

de
nc
ia
de
sc
s

on
oc
departamentos

id
a
Así lo muestran los gráficos de abajo, que sumando dan un total de 2285 casos de intoxicación (este
cuadro no habla de muertes), de los cuales todos son debido al uso de plaguicidas en la producción
agrícola, y por otro lado, se tiene el dato de que la máxima frecuencia de intoxicaciones se da entre los
meses de octubre y marzo, siendo el tipo de plaguicida causante de la intoxicación, los compuestos
órgano-fosforado17.

Intoxicaciónes con Plaguicidas por Departamento,


Años:2003-2004-2005-2006

335 324
296
250
220
160 150
90 90 80
60 60 60 70
20 20

Concepción Guaira Itapua Alto Parana Canindeyu Sin Dato

Concepción San Pedro Cordillera Guaira


Caaguazú Caazapa Itapua Misiones
Paraguarí Alto Parana Central Ñeembucu
Canindeyu Pte. Hayes Asunción Sin Dato

17
Dra. Graciela Gamarra. Dirección de Vigilancia de Enfermedades no Transmisibles. En:
Vigilancia sanitaria de plaguicidas, presentación en power point.
32
Obs: el orden de lectura es el siguiente, Concepción (20), San Pedro (160), Cordillera (250), Guairá (90),
Caaguazú (150), Caazapá (60), Itapúa (90), Misiones (60), Paraguari (220), Alto Paraná (80), Central
(335), Ñeembucu (20), Canindeyu (60), Pte. Hayes (70), Asunción (324), Sin dato (296).

Intoxicaciones según tipo de plaguicidas


3% 1%
1% veterinario desconocido
salud pública 34% uso
domes tico

61%
uso agrícola

Fuente: Centro Nacional de Toxicología, MSPyBS. Años 2003 al 2006.


Como puede apreciarse, la mayor cantidad de casos de intoxicación corresponden a los departamentos
que concentran mayor producción sojera en el país: Itapúa, Alto Paraná, Canindeyú, San Pedro,
Ca’aguazú, exceptuando el caso del departamento Central que en el año 2004, ocurrió un importante
derrame de agrotóxicos, por parte de un camión que transportaba estos productos, y descubriéndose que
era ilegal, en plena ciudad de Capiatá, lo que causó numerosos daños a la salud de las personas y al
ambiente.
A modo de síntesis de este apartado, se puede mencionar de que las afecciones en la salud humana y del
medio ya han sido mostradas, hay un esfuerzo de un registro oficial, por mejorar los sistemas de
detección y estudio de los casos, muestra de ello es la diferencia existente entre los casos detectados en el
2003 al 2004, pero, de acuerdo a la directora del sistema de vigilancia, en el 2005 se detecta una merma
en los casos. Estas fluctuaciones hablan de subregistros y dificultades en la coordinación
interinstitucional de centros de salud públicos y privados para el establecimiento de un centro único de
base de datos.
Salvadas estas circunstancias la pregunta que surge es qué condiciones se tendrían que dar para la mejora
y rehabilitación de las comunidades afectadas por la contaminación? En cuanto a esto, no depende
únicamente de la existencia de un buen registro, o de procedimientos claros de detección de los mismos,
el seguimiento y monitoreo y mejoramiento de la calidad de vida de la población afectada, depende de
que las instancias públicas cumplan sus responsabilidades establecidas en los marcos jurídicos y
normativos, de tal forma a que se establezcan mecanismos mínimos de protección de estas poblaciones.
Mientras esas condiciones no se garanticen, las poblaciones campesinas e indígenas seguirán sufriendo el
avasallamiento de sus derechos a una vida digna y un medio ambiente sano.

6. A modo de resumen general


• Se ha demostrado en estas páginas con cifras y datos, la envergadura de la producción agrícola
exportadora y las consecuencias sociales y ambientales sobre la agricultura familiar campesina y
los pueblos indígenas.
• De los 27 casos relevados, podemos inferir los graves daños que ocasiona el uso indiscriminado
de agrotóxicos en las condiciones de vida, en la salud, en el medio ambiente y en la cultura de las
comunidades campesinas e indígenas.
• Se ha demostrado suficientemente el incumplimiento por parte del Estado Paraguayo del Pacto
Internacional de Derechos Económicos Sociales y Culturales (PIDESC) en sus artículos 11 y 12,
de la Constitución Nacional, de las leyes y reglamentos referentes a su responsabilidad de velar
por los derechos de las comunidades campesinas e indígenas.
33
7. Propuestas y recomendaciones
La Mesa de Concertación para el Desarrollo Rural Sostenible (Mesa DRS), propone la recuperación del
Estado de Derecho para la formulación e implementación de políticas públicas que garanticen los
derechos de las comunidades campesinas e indígenas a condiciones de vida adecuadas y sostenibles, y al
más alto nivel posible de salud y bienestar. Exigimos el cumplimiento del PIDESC por parte del Estado
Paraguayo de los artículos 11 y 12:
7.1 Medidas de carácter general:
Derecho del país a la soberanía territorial y alimentaria18
El Paraguay es Estado Parte del Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
por lo tanto está obligado a respetar, garantizar y proteger los derechos humanos de las personas, dado el
carácter de la indivisibilidad e interdependencia de los mismos, para que puedan gozar de sus derechos,
libertades y justicia social.
Para el cumplimiento del Pacto proponemos la implementación de políticas públicas referidas a promover
un sistema integral que contribuya a la construcción de una soberanía territorial y alimentaria:
v Implementación de una reforma agraria integral que garantice a la agricultura familiar
campesina agroecológica contar con los medios de producción necesarios para autoabastecerse y
acceder al derecho a una alimentación sana. Dicha reforma deberá comprender la recuperación
de tierras mal adjudicadas por el gobierno paraguayo a sectores que no son sujetos de reforma
agraria.
v La efectividad de la Ley 904/81 del Estatuto de Comunidades Indígenas y la Ley 234/93 que
ratifica el convenio nº 169 de la OIT, en sus artículos 13 al 19, para la recuperación y defensa de
los territorios indígenas, el respeto de sus formas de convivencia y el resguardo de los saberes
ancestrales.
v Definición de políticas agrarias de producción, distribución y consumo de alimentos sanos
para toda la población, basadas en el protagonismo de la agricultura campesina y las comunidades
indígenas, en el respeto a la diversidad cultural y a sus modos de vida que contengan sistemas de
producción diversificados y tecnologías ecológicamente sostenibles. La agricultura ecológica es
válida y posible de ser implementada, al ser un tipo de agricultura proveedora de alimentos que
reconoce los saberes de los pueblos, defiende el medio ambiente y da prioridad a los mercados
locales.
v Rechazo al uso de agrotóxicos, por estar en contradicción con los principios de la agricultura
ecológica y por ocasionar daños sociales y ambientales a las comunidades rurales.
v Cumplimiento del Convenio nº 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo),
ratificado por el gobierno paraguayo, y de la ley 904/81 del Estatuto de comunidades indígenas,
en lo referido a la preservación social y cultural de los sistemas de vida indígenas, garantizar la
propiedad de la tierra, la defensa de su patrimonio y su efectiva participación en el proceso de
desarrollo nacional.
v Moratoria inmediata a los agrocombustibles, debido a que implicará la expansión de los
monocultivos agrícolas extensivos, exigirá mayor uso de agrotóxicos y avanzará sobre las tierras
hoy habitadas por campesinos e indígenas, con su consecuente destrucción y degradación
ambiental.
7.2 Medidas específicas de carácter urgente sobre el uso de agrotóxicos:
A partir de todo lo expuesto en este informe, en relación al control del uso de los agrotóxicos, se plantea
en forma urgente:
1. Resarcimiento económico y social por parte del Estado Paraguayo a los 27 casos relevados por
la Mesa DRS, por los daños causados por el uso indiscriminado de agrotóxicos y de otros casos
existentes e identificados.

18
REDCASSAN – VIA CAMPESINA (2007).
34
2. La intervención del Gobierno Paraguayo para frenar el avance de los cultivos extensivos sobre
los territorios de la agricultura campesina y de las comunidades indígenas, zonificando el
porcentaje de tierras a ser utilizadas para ambos sistemas de producción.
3. Cumplimiento estricto de las leyes vigentes que regulan el uso de los agrotóxicos y aplicación
de sanciones a hechos que atentan contra las leyes y el derecho a una calidad de vida sana de las
comunidades campesinas e indígenas paraguayas.
4. Fortalecimiento del servicio de información toxicológica dirigido a las instituciones
involucradas en el tratamiento de los tóxicos a través de la capacitación y adiestramiento de
personal y especialmente de la mejora en la infraestructura de los laboratorios que actualmente no
están dotados de los elementos indispensables para realizar los estudios necesarios en caso de
intoxicaciones o accidentes con productos químicos.
5. Control Integral de las Sustancias Químicas durante el proceso de adquisición,
almacenamiento, utilización y descarte de las mismas, por parte del organismo de aplicación, que
es el SENAVE.
6. Creación de mecanismos fiscales y presupuestarios para asegurar la sostenibilidad financiera a
las instituciones de monitoreo y control de tóxicos, incluidos los laboratorios, por ejemplo
creando impuestos a la venta de agrotóxicos y otros productos que deban ser desincentivados.
7. Decidida intervención de los municipios, gobernaciones departamentales y el gobierno central
para implementar acciones que aseguren el ordenamiento territorial, considerando que algunos
territorios están siendo copados por la expansión de la frontera agrícola de gran escala, la cual no
responde a intereses ciudadanos y rompe con todos los modelos de ordenamiento territorial
existentes.
8. Coordinación con autoridades y productores locales para la delimitación de territorios libres de
agrotóxicos, que posibiliten una producción limpia de alimentos orgánicos y ecológicos para el
consumo nacional y para los mercados de exportación.
9. Prohibición de fumigaciones aéreas, por su grave impacto a la salud humana y sus daños
ambientales ilimitados.
10. Implementación inmediata de las franjas de seguridad establecidas por la resolución nº 485 del
11 de diciembre del 2002, y el decreto Nº 18831/86; a través de la reforestación con especies
nativas, en zonas cercanas a comunidades, asentamientos humanos, centros educativos, centros y
puestos de salud, templos, plazas, áreas de esparcimiento y de concurrencia pública. Formulación
de planes específicos para la protección de los cursos de agua en general, áreas de protección,
zonas de amortiguamiento y territorios indígenas. En estas franjas de seguridad, la Selva
Atlántica que originalmente cubría la región oriental debe ser restaurada.
11. Cumplimiento de lo establecido en el decreto 14.841/97, que crea la Comisión Nacional de
Bioseguridad, por el que se prohíbe el cultivo comercial de especies genéticamente modificadas
en el país.
12. Fuerte intervención de la Fiscalía del ambiente (Ministerio Público) para el castigo ejemplar
de los delitos ecológicos, especialmente los relacionados con la comercialización y uso no
autorizado de sustancias químicas; la comisión de envenenamientos por productos de uso común;
el ingreso al territorio nacional de sustancias nocivas; el uso abusivo de los suelos, la destrucción
de ecosistemas y fuentes de agua.
13. Unificación de la terminología técnica sobre los tóxicos para evitar confusiones, mal uso y sus
graves consecuencias. Los agrotóxicos, dependiendo de su clase toxicológica y el grado de
exposición a los mismos, son productos químicos que matan cualquier organismo vivo.
Constituyen problemas que no son selectivos, sus envases no poseen las especificaciones de uso
claras y su uso es muy incentivado por los extensionistas del Ministerio de Agricultura y
Ganadería*.
* Fuente: Sobrevivencia, Amigos de la tierra Paraguay. Propuesta de acción hacia una agricultura
sustentable en el Paraguay. Asunción, 2005.

35
7. Bibliografía
• BENEGAS, G. La soja y el sistema alimentario. En: Revista Acción nº 242. Ediciones CEPAG:
Asunción, Paraguay. Abril 2004.
• CEIDRA – UCA. Agrotóxicos: paralelo entre normativa vigente y propuestas del proyecto de ley
de agrotóxicos. Edición de CEIDRA-UCA - INTERMON OXFAM – AECI: Asunción,
Paraguay. 2006.
• COMITÉ DE DERECHOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES. Pacto
internacional de derechos económicos, sociales y culturales. Folleto informativo No.16. Edición
del Comité DESC de las Naciones Unidas: Ginebra, Suiza. Agosto 1996.
• CONSTITUCION DE LA REPUBLICA DEL PARAGUAY. Ediciones del diario ABC Color:
Asunción, Paraguay. Junio 2007.
• DGEEC (Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos). Principales resultados de la
Encuesta Permanente de Hogares/2002. DGEEC – BM – STP. Asunción, Paraguay. 2003c.
• ESPINOLA, O. Jornada de capacitación sobre evaluación de impacto ambiental de plaguicidas:
uso seguro de plaguicidas. SEAM (presentación en power point): Asunción, Paraguay. 2007.
• ESTATUTO AGRARIO. Ediciones Legis: Asunción, Paraguay. 2002.
• FIAN y VIA CAMPESINA. INFORME / R8. La Reforma Agraria en Paraguay: Informe de la
misión investigadora sobre el estado de la realización de la reforma agraria en tanto obligación
de derechos humanos. Asunción, Paraguay. 2006
• FOGEL, R. La cuestión socioambiental en el Paraguay. Ediciones CERI: Asunción, Paraguay.
Setiembre 2006.
• FOGEL, R; RIQUELME, M. (compiladores). Enclave sojero: merma de soberanía y pobreza.
Ediciones del Centro de Estudios Rurales e Interdisciplinarios – CERI: Asunción, Paraguay.
Marzo, 2005.
• GAMARRA, G. Vigilancia sanitaria de plaguicidas. Presentación en power point. Dirección de
Vigilancia de Enfermedades No Transmisibles. Asunción, Paraguay. 2006.
• IPIP – ASC. Agronegocios en Paraguay. Edición de la Iniciativa Paraguaya para la Integración de
los Pueblos – Intermon Oxfam: Asunción, Paraguay. Abril 2007.
• MAZURANA, J.; DA SILVA, R. Um Veneno Chamado Agrotóxico. Edición del CETAP: Passo
Fundo, Brasil. Agosto 2005.
• MORINIGO, J. N. La matriz histórica del problema de la tierra en la sociedad paraguaya.
Edición de ParaguayGlobal.com y GEO, Gabinete de Estudios de Opinión. En: Revista virtual
Novápolis: Asunción, Paraguay. 2005.
• LEHNERT, B. Economía guaraní (Región Oriental). En: Diálogo Indígena Misionero nº 64.
Publicación de CONAPI – CEP: Asunción, Paraguay. Diciembre de 2006.
• LOVERA, U. Plaguicidas, generalidades y propuestas para un nuevo marco regulatorio. En:
Revista Acción Nº 264, Junio 2006.
• PALAU, T. Capitalismo agrario y expulsión campesina: avance del monocultivo de la soja
transgénica en el Paraguay, Edición de CEIDRA-UCA – Intermon Oxfam: Asunción, Paraguay.
Julio 2004.
• PALAU, T. La reacción campesina y popular ante la soja. En: Revista Acción nº 242. Ediciones
CEPAG: Asunción, Paraguay. Abril 2004.
• PALAU, T. Las consecuencias socioeconómicas del uso de agrotóxicos. En: Revista Acción Nº
264. Ediciones CEPAG: Asunción, Paraguay. Junio 2006.
• PINHEIRO, S. Cartilha dos Agrotóxicos. Edición de la REL - UITA. Brasil. 1998.

36
• PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO - PARAGUAY.
Informe Nacional sobre Desarrollo Humano Paraguay 2003. PNUD – ID – DGEEC: Asunción,
Paraguay. 2003
• REDCASSAN – VIA CAMPESINA. ¡Ahora es tiempo de soberanía alimentaria! Publicación de
la Red Centroamericana por la Soberanía y la Seguridad Alimentaria y Nutricional. Edición nº 2:
Managua, Nicaragua. Marzo del 2007.
• RODRIGUEZ, R. Efectos de los agrotóxicos sobre la salud humana y ambiental. En: Revista
Acción Nº 264. Ediciones CEPAG: Asunción, Paraguay. Junio 2006.
• RULLI, J. Cháke Ñuhá: análisis coyuntural de los agrocombustibles en el Paraguay. Documento
de BASE – IS: Asunción, Paraguay. Abril 2007
• RULLI, J.; PALAU, T.; CABELLO, D.; MAEYENS, A.; SEGOVIA, D. Los refugiados del
modelo agroexportador: impactos del monocultivo de la soja en comunidades campesinas
paraguayas. Edición de BASE –IS: Asunción, Paraguay. Agosto del 2007.
• SEAM, Secretaria del Ambiente. Estrategia nacional y plan de acción para la conservación de la
biodiversidad en el Paraguay – ENPAB 2004-2009, 2ª. Edición. GEF – SEAM – PNUD:
Asunción, Paraguay. Noviembre del 2003.
• SOBREVIVENCIA, Amigos de la tierra Paraguay. Propuesta de acción hacia una agricultura
sustentable en el Paraguay. Asunción, Paraguay. 2005.
• VERA, I. Marco jurídico para una economía indígena. En: Diálogo Indígena Misionero nº 64.
Publicación de CONAPI – CEP: Asunción, Paraguay. Diciembre de 2006.
• www.seam.gob.py
• www.senave.gob.py

8. Acrónimos
• Mesa DRS - Mesa de Concertación para el Desarrollo Rural Sostenible
• Comité DESC - Comité de Derechos Económicos Sociales y Culturales
• PIDESC - Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales
• ECOSOC - Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas
• DGEEC - Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos
• CAPECO - Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas
• RR - Roundup Ready
• FAO – Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación
• GTZ – Cooperación Técnica Alemana
• SENAVE - Servicio Nacional de Calidad y Sanidad Vegetal y de Semillas
• MAG - Ministerio de Agricultura y Ganadería
• INDI - Instituto Nacional del Indígena
• OIT - Organización Internacional del Trabajo
• MSPyBS - Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social
• SISNAM - Sistema Nacional del Ambiente
• CONAM - Consejo Nacional del Ambiente
• SEAM - Secretaria del Ambiente
• IBR - Instituto de Bienestar Rural

37
9. Anexos

9.1 Descripción de los 27 casos relevados por los integrantes de la Mesa DRS:

Encuestas procesadas por departamento:

Cordillera Amambay
Alto Paraná Caaguazú
3,7% 7,4%
14,8% 11,1%
Caazapá
San Pedro
7,4%
11,1%

Canindeyu
7,4%
Paraguari
Misiones Itapúa
14,8%
3,7% 18,5%

Encuestas procesadas por distrito:

Departamento Distrito Frecuencia


Amambay Pedro Juan Caballero 1
Capitán Bado 1
Caaguazú Repatriación 1
J. Eulogio Estigarribia 2
Caazapá Abai 2
Canindeyu Nueva Esperanza 1
Curuguaty 1
Itapúa Santísima Trinidad 2
Alto Verá 1
Jesús 1
Capitán Miranda 1
Misiones San Ignacio 1
Paraguari San Roque González 2
Carapeguá 2
San Pedro Santa Rosa del Aguaray 2
Capiibary 1
Alto Paraná Itakyry 2
Minga Porâ 1
Cedrales 1
Cordillera Tobatî 1
Total general 27

Cantidad de casos: 27

38
Familias
afectadas
3

Casos
individuales Comunidades
10 afectadas
14

comunidades afectadas familias casos individuales


Nro encuesta 7 8 9 10 11 12 13 14 15 20 22 24 25 27 6 1 4 26 23 21 19 18 17 16 5 2 3

Relatorio de los 27 casos relevados por distritos y departamentos:

Caso de la comunidad Indígena de Arroyo Guazú, distrito de Nueva Esperanza, departamento de


Canindeyú

Según la entrevista realizada a Martín Venialgo, líder indígena, en esta zona fronteriza con el Brasil la
presencia de las empresas brasileñas han desplazado a todas las comunidades campesinas, excepto a las
comunidades indígenas. Los empresarios ingresan a esta comunidad como arrendatarios de las parcelas
para cultivos de soja en forma mecanizada, y utilizan altas cantidades de agroquímicos.
Estos productos causan la contaminación de los arroyos, cultivos de consumo y animales silvestres y
domésticos que son soporte de la seguridad alimentaria de las familias asentadas en dicha comunidad.
Estos cultivos no consideran los caminos internos que conectan los servicios educativos y religiosos de la
comunidad donde sus pobladores lo usan frecuentemente, causándoles muchos problemas de salud y
pérdida de la biodiversidad.
La vías de intoxicación más frecuente es por inhalación. La población esta principalmente expuesta a la
contaminación por los vertederos de la zona en los que son depositadas las basuras tóxicas, por rociado o
pulverización con tractores, por la manipulación de los tóxicos, y también de manera intencional, ya que
dos personas se han autoeliminado utilizando este medio.
Los pobladores acusan del hecho a la empresa San Marco asentada en la zona. La comunidad opta por
no realizar ningún tipo de denuncias, prefieren evitar tener enemigos en la zona. Las autoridades de la
zona no se dan por enteradas, lo cual se ve reflejado en el desinterés y ausencia total de respuestas o
iniciativas para frenar esta situación.
La mayoría de los pobladores sufre de afecciones en la piel, como piel con ampollas, la aparición de
edemas, cáncer de piel, llagas entre el tobillo y el talón, problemas respiratorios, impotencia, tumor
cerebral, derrame cerebral. En el 2005 una joven de 14 años padeció eclancia y hasta se produjo la
muerte de un niño de 11 años en el 2004.
Desde las fumigaciones ha ido disminuyendo el rendimiento escolar de los niños y niñas, ya que no
pueden comer de sus cultivos, no pueden cazar y los arroyos ya no cuentan con peces. Aproximadamente
5 años después de haberse iniciado el proceso de mecanización en la zona, han ido apareciendo los
problemas de salud mencionados antes. La mayoría de la población sufre de sordera y hemorragias de
oído, en mayo de este año se produjo el nacimiento de un niño sin la tapa del cerebro, luego de tres días
se produjo su deceso. También existen casos de nacimientos prematuros con deficiencia en su desarrollo.
Los pobladores sienten temor al cruzar los sojales de la zona.

Caso de una familia indígena de la comunidad de Arroyo Pyro’y, Distrito de Curuguaty,


39
Departamento de Canindeyú

Según testimonio del señor Nicasio Benítez, la persona afectada es la Sra. Modesta Vera y su familia
constituida por 2 niños, 4 jóvenes y 7 adultos. La vía de intoxicación es por ingestión. Ellos fueron
convidados con bebidas alcohólicas por un vecino de nombre Pedro Verón, quien les hizo llegar la bebida
por otra persona de nombre Florencio Aquino.
El hecho se dio por causa de problemas entre vecinos, refieren que el líder tenía problemas con su esposa,
este estaba enojado con el otro líder (Nicasio), y al querer asesinarlo le dio de beber a todos el veneno en
sus bebidas. El veneno utilizado para el efecto es un funguicida de nombre Azodrín 60
La denuncia fue realizada en la fiscalía, por primera vez, y fueron asistidos de manera inmediata. El Sr.
Florencio Aquino fue a la cárcel por 5 meses, luego salió libre. La reacción en este caso fue inmediata, ya
que realizaron la denuncia a las autoridades pertinentes rápidamente.
Hasta la fecha sufren de frecuentes enfermedades, la pies es sensible a los rayos solares, tienen anemia,
han sufrido abortos espontáneos y tienen problemas respiratorios. No quedaron completamente
recuperados.
Antes del hecho hubo muchos conflictos en la comunidad.

Caso de un trabajador de una empresa sojera, de la comunidad Caraguatá, Distrito de Alto Verá,
Departamento de Itapúa

El afectado es el Sr. Pedro Julián Parra, en una zona caracterizada por el cultivo extensivo de soja, con
alto uso de agroquímicos. En la mayoría de los casos, estos cultivos que rodean al asentamiento donde
vive Parra, contratan mano de obra no calificada, quienes carecen de capacitación para el uso correcto de
agrotóxicos, sufren de intoxicaciones crónicas pero esta situación es negada por los operarios y no
aceptadas por los mismos, como ha sucedido con el Señor Parra con sus 38 años de edad, quien sufre de
ceguera a partir del año 2004.
El Sr. Parra manifiesta que con la aplicación directa muchos productores se intoxican a diario, sumándole
a esto la contaminación de agua de los arroyos en donde los operarios de las empresas vierten sus
residuos y lavan los tanques fumigadores, en donde también recurren la mayoría de los habitantes a lavar
sus ropas y las mismas son utilizadas también por los hatos lecheros de las familias campesinas
El responsable es la empresa para la cual le contrata para changas (trabajo temporal).
El Sr, Parra manifiesta que la mayoría de las veces los campesinos no aceptan que se han intoxicado y
tampoco quieren realizar la denuncia correspondiente ante ese tipo de hecho, no recurren para su
tratamiento en los centros de salud, por carencia de recursos económicos.
Las consecuencias que hasta la fecha le ha ocasionado el contacto con los agroquímicos en la salud, son
piel con ampollas, insolación, edemas, formación de ampollas en todo el cuerpo, anemia y ceguera, la
cual se le ha manifestado desde el 2003. A los 35 años de edad, luego del uso y aplicación de herbicidas
y Azodrín 60, el Sr. Parra comenzó a perder la vista, manifiesta que “lo mas triste mi vida en estos tres
años, es el no poder ver crecer a sus hijos, no poder soñar con ellos la finca que queremos”
El mismo continua diciendo que “Nosotros los campesinos, no queremos aceptar que estamos
intoxicados, porque es hombría ser fuertes al veneno”. Manifiesta también que entre 20 a 30 agricultores
que en la época de plantación, utilizan constantemente el veneno en los cultivos de renta, sufren de
mareos.

Caso de una familia campesina, del barrio 8 de diciembre, distrito de Jesús, departamento de
Itapúa

La familia Melgarejo Chamorro, ha sido afectada por los agroquímicos utilizados en la zona. Además sus
cultivos de mandioca, cítricos y algodón, sufren afecciones. La vía de intoxicación es la inhalación de los
productos. El contacto se produce por causa del rociado o pulverizado tractorizado que se realiza en la
zona.
El responsable es un vecino de la comunidad. No han realizado ninguna denuncia, porque las autoridades
no hacen caso a la situación. La comunidad tampoco reacciona.
Las consecuencias más graves que le han ocasionado estos productos son: insolación, anemia, aborto
espontáneo, nacimiento de bebés con malformaciones, pérdida de la razón y problemas respiratorios.
Después de cada aplicación de los pesticidas aparecen síntomas como; dolores de cabeza, mareos, perdida

40
de vigor físico, con relación a los cultivos, estos se pudren, se marchitan o dejan de crecer. Con cada
fumigación el veneno llega hasta la finca familiar por el arrastre del viento, o sea de la chacra de
monocultivo a las fincas colindantes. Se ven afectados además todos aquellos vecinos de la comunidad,
que están cerca de las fincas que implementan la agricultura mecanizada con plantaciones de soja y trigo.

Caso de un trabajador de una empresa sojera, de la comunidad de Calle C5, distrito de Capitán
Miranda, departamento de Itapúa

El Sr. Teodoro Ramírez y su familia, conformada por 1 niño y 4 adultos, están siendo afligidos por los
efectos de agroquímicos utilizados en sus cultivos y a su alrededor. La huerta diversificada con que
cuentan, las plantaciones de mandioca, maíz y cítricos se contaminan con los productos. Una forma de
intoxicación es la inhalación, la otra es a través del contacto con la piel.
El Sr. Ramírez es personal de una empresa sojera, allí tiene contacto con los productos ya que rocía las
plantaciones con una mochila, de esa misma manera pulveriza su chacra. El viento también expone a su
familia al contacto con los productos químicos, pues los deriva hacia la casa. La primera vez se produjo
en julio del 2001, de ahí ha sufrido intoxicaciones sucesivas, cada vez que manipula agroquímicos.
El mismo es responsable pues el contacto se produce al rociar sus cultivos, igualmente la empresa para la
que trabaja.
Manifiesta que se automedica, no asiste a ningún centro asistencial. No realiza denuncias en ningún
lugar. La comunidad no reacciona, no hace nada, se siente mucha impotencia.
La consecuencia más grave que le ha ocasionado el uso de estos productos es la leucemia. No solo
afectan a la salud de esta familia, sino también al medio ambiente en el que viven, ya que el suelo y el
agua están contaminados por causa de los venenos utilizados. Los problemas de salud que aquejan a la
familia, están dados por la inhalación de los productos que se utilizan en las pulverizaciones, ya que estos
se quedan en el ambiente produciendo olores desagradables y generando diversas afecciones.
El trabajo realizado por don Teodoro en la empresa y en su chacra, lo llevó a cabo sin tomar ninguna
protección. Su cuñado que trabajaba en la misma empresa, de igual forma resultó afectado.

Caso de un agricultor campesino, de la comunidad de Ita Verá Paso Guembe, distrito de Santísima
Trinidad, departamento de Itapúa

El Sr. Sixto Giménez ha sido afectado por los agroquímicos, por medio de la inhalación y por el contacto
con la piel. El mismo es responsable pues el contacto se produce al rociar sus cultivos.
El producto que utiliza es un insecticida que se denomina Metasitose, aplica este producto 5 veces al año,
de setiembre a enero. Otros productos que utiliza son Sevin y Tamaron, los que aplica tres veces al año en
los meses de setiembre a enero.
Las consecuencias más graves que le ha ocasionado el uso de estos productos se ve por la aparición de
ampollas en su piel, llagas entre los tobillos y el talón, ceguera y problemas respiratorios. Ninguno de
estos problemas de salud han sido tratados por especialistas. Por lo general estos síntomas duran de 7 a 8
horas, después de la aplicación de los productos, esa sensación pasa luego de vomitar. Manifiesta que
después de que pasan esos efectos, queda muy afectado, muy debilitado.

Caso de un agricultor campesino, de la comunidad de Calle 10, distrito de Santísima Trinidad,


departamento de Itapúa

El afectado es el Sr. Ernesto Mareco, siendo la primera vez que le sucedió, el 14 de octubre de 2005. El
producto que utilizaba en ese momento es el Azodrin, que es un insecticida que estaba aplicando a sus
cultivos. Luego de la situación que vivió, siente debilidad para trabajar, ya que ha experimentado la
perdida del vigor físico, tiene presión baja, perdida de memoria y debilidad mental. El hecho se produjo
cuando realizaba la pulverización de sus cultivos, con una pulverizadora averiada, lo que hizo que el
liquido entrara en contacto con su piel, produciendo su desvanecimiento.

Caso de la comunidad indígena Takuaruzú, distrito de Abai, departamento de Caazapá

Celso Carvallo, de la comunidad Indígena Takuaruzú de la etnia Mbya Guarani, comenta que la
comunidad está situada en la propiedad de la Empresa brasileña Golondrina SA. Cuenta con una

41
población de 50 familias, cuyos grupos etéreos: 30 niños y niñas, 30 jóvenes y 40 adultos; toda la
comunidad se ve afectada por la contaminación producida por los agroquímicos utilizados en las
plantaciones de algodón mecanizado. En la época de siembra y producción de los cultivos de algodón y
soja los animales mueren. Este recurso es la fuente de alimento de las familias. Sus animales son
intoxicados, entre los cuales se citan gallinas, guineas, animales silvestres, palomos, perdiz, y pajaritos
de la zona. Sus cultivos también se ven afectados, así como sus recursos hídricos.
Las vías de intoxicación más frecuentes son por inhalación y por la piel (dérmicas), debido a la deriva de
las aplicaciones continuas realizadas dos a tres veces semanales. Los embases de agrotóxicos son
abandonados y se acumulan cerca de las viviendas indígenas. Otra fuente de contacto ocurre por los
caminos internos que se hallan rodeados de plantaciones, por donde transita la población, ya que las
mismas carecen de un camino público. Otra fuente de contaminación es el agua de las nacientes o de los
arroyos en donde los operarios de las maquinas, lavan y derraman los residuos de los tanques de
pulverización, poniendo en contacto a la población indígena quienes toman agua, lavan sus ropas y se
bañan en las misma.
El entrevistado ha manifestado que las autoridades no los atienden o no responden a sus denuncias,
mostrándose indiferentes ante esta situación, que afecta a toda una comunidad indígena.
Las consecuencias visibles en la comunidad y que son comentadas por ellos, están marcadas por la
aparición de síntomas comunes que aparecen luego de una intensa exposición a los productos
mencionados con anterioridad, las pieles con ampollas, insolación, edemas (Kuru), llagas entre el tobillo
y el talón, piel sensible a los rayos solares, anemias (córneas pálidas), abortos espontáneos, nacimiento de
bebés con malformaciones, hemorragias durante el embarazo, y principalmente en los niños problemas
respiratorios.
Esta situación se da desde el 2003 cuando se instalaron los cultivos de soja en la zona y a ese hecho se ha
sumado la instalación del cultivo de algodón, el cual se encuentra a escasos 20 metros de la población.
La aplicación tractorizada de agroquímicos es realizada de manera semanal, sin tener en cuenta el calor,
ni la dirección del viento; el cual lleva los productos hasta el monte donde se refugia la población,
contaminando el ambiente con malos olores. Los Herbicidas queman los cultivos colindantes, dejando a
esta comunidad indígena sin sus plantaciones. La contaminación deja a la población prácticamente sin
medios de sobrevivencia, ya que no pueden comer de sus cultivos, no pueden cazar y los arroyos ya no
cuentan con peces.

Caso de la comunidad indígena Ka’atymi, distrito de Abai, departamento de Caazapá

Máximo Vera testimonia que la comunidad de Ka’atymi constituye el grupo Mya Guaraní que
permaneció en la reserva forestal entre una empresa agrícola brasileña y la mega empresa
agropecuaria Golondrina SA. Estas empresas se dedican ala producción extensiva de algodón con alto
uso de agroquímicos, aplicando indiscriminadamente a la comunidad. Este establecimiento también
contrata a indígenas para trabajar como operarios de las maquinas. Los mismos trabajan en los cultivos y
mientras los tractoristas pulverizan las plantaciones sin tener consideración hacia los mismos, como
consecuencia de esto, terminan su jornada laboral aquejados por fuertes mareos y vómitos.
En la zona son utilizados herbicidas como el Gamoxone, los pobladores manifiestan la contaminación del
ambiente por que se percibe fuertes olores, los cuales causan dolores de cabeza y mareo a la población.
Las épocas de fumigación son de octubre a febrero. El otro producto ultimado es Azodrín, un producto
fosforado utilizado como insecticida, en los algodónales mecanizados.
Toda la comunidad de Ka’atymi distrito de Abai se ve afectada por causa de los agroquímicos utilizados
en la zona. Esta comunidad está constituida por 90 familias, de los cuales 20 son niños y niñas, 25
adolescentes y 45 adultos son los mas afectados. Los agroquímicos han producido la muerte de animales
domésticos y silvestres como ser las gallinas, paloma, perdiz, apere’a, liebres, pajaritos de diversas
especies, además de afectar los cultivos produciendo pérdidas económicas a la población. También los
arroyos que aproximadamente suman 100, están siendo contaminados produciéndose gran mortandad de
peces.
La vía de intoxicación más frecuentes es por inhalación y por contacto; además los pobladores utilizan el
agua para beber, bañarse lavar la ropa del arroyo cuyo naciente se encuentran en la propiedad de la
empresa la Golondrina. Por otro lado los varones trabajadores temporales son rociados y mojados con los
productos de forma directa mientras realizan la carpida.
El envenenamiento se da de diversa maneras; por el viento, por el rociado o pulverización que se realizan

42
en las plantaciones, el cual es tractorizado, pro los vertederos ya que la basura toxica es arrojada en los
mismos, por los arroyos, nacientes y pozos de agua de los que se abastece la población, también por el
contacto que se tiene en los caminos generalmente rodeados de plantaciones
La persona entrevistada manifiesta que no han hecho ninguna denuncia formal y que no están
informados al respecto, no obstante manifiestan que varias veces han realizado denuncias al Instituto
Indígena.
En cuanto a las consecuencias comentadas o difundidas en la comunidad o con los familiares sobre la
aparición de problemas de salud, se encuentran, la aparición de ampollas en la piel, Insolación,
Formación de ampollas en todo el cuerpo, llagas entre el tobillo y el talón y abortos espontáneos, además
de eso manifiestan permanentes dolores de cabeza, falta de energía en los niños y niñas, mareos y
enfermedades desconocidas por la población.

Caso del asentamiento campesino Martín Rolón, distrito de San Ignacio, departamento de Misiones

Martín Rolón, fue dirigente de las Ligas Agrarias Cristianas, en abril de 1973 fue asesinado y
desaparecido por la dictadura de Stroessner. El asentamiento lleva su nombre en honor a su lucha por la
reforma agraria. Actualmente la comunidad debe emprender una nueva lucha, contra los agroquímicos.
El Asentamiento Martín Rolón queda a una distancia de 12 Km. de la ciudad de San Ignacio. Tiene una
extensión de 3.200 hectáreas y están asentadas 280 familias campesinas.
El Departamento de Misiones, se caracteriza por su economía eminentemente ganadera, es uno de los
departamentos de mayor predominio del sistema latifundista de la tierra.
El entrevistado Benito Paredes comenta que sufren como consecuencia del uso indiscriminado de
agroquímicos, diversas afecciones, también los animales como gallinas, cerdo, vacas y caballos, de igual
modo los cultivos de autoconsumo como la mandioca, el maíz, maní, poroto y batata se queman o crecen
envenenados y las nacientes de agua con que cuenta la comunidad están contaminadas.
El supuesto responsable de la contaminación y envenenamiento es la Empresa Agrícola Paraguayo-
Alemana. La sucesivas fumigaciones realizada el empresario brasilero, ha ocasionado graves daños a la
salud de la señora Zulma Romero.
Ella con el apoyo de la organización campesina local denunció ante el Ministerio de de Salud Pública,
ante las autoridades departamentales, pero sin ningún resultado. Solamente la Defensoría del Pueblo de
San Ignacio dio acogida favorable a la denuncia, pero esta instancia no tiene el poder político para poner
fin a la agresión del empresario sojero. La persona entrevistada no ha podido precisar la cantidad exacta
de personas afectadas por el uso de agrotóxicos en la comunidad, siendo la mayoría de los afectados
niños que sufren de dolores de estómago, vómitos y daños en la piel. Todos estos síntomas fueron
observados en horas de clases, en la escuela del Asentamiento. Los animales criados para el consumo,
como el cerdo y la guinea son los más afectados. El pozo de agua con que cuenta la comunidad y el
tajamar, están seriamente contaminados. Reciben atención primaria en los puestos y Centros de Salud, y
en algunos casos han recibido atención médica especializada, en el Hospital de Emergencias Médicas de
Asunción.
La salud de los pobladores se deteriora cada vez más, los casos de vómito, diarrea y dolor de cabeza, van
en aumento; las personas afectadas no pueden consumir ciertos productos como la yerba mate, o estar
expuestos a olores con fragancias fuertes como los perfumes, por que se ven afectadas. Estos hechos se
fueron dando luego de que se realizaron sucesivas fumigaciones, muy cerca de las viviendas; dejando
expuestos a los pobladores al efecto del veneno que se utiliza en la zona.

Caso de la comunidad indígena Ka’aty Mirî, distrito de Capiibary, departamento de San Pedro

La comunidad Ka’aty Mirî queda a una distancia de 12 Km. de Capiibary que es el centro distrital. La
comunidad está habitada por la etnia Avá Guaraní. La pequeña comunidad cuenta con 692 hectáreas y
una población constituida por 20 familias.
En entrevista con el líder indígena Mario Rivarola de la ONAI, el mismo manifiesta que desde hace tres
años, la Empresa Sojera perteneciente a la Firma Favero S.A. a cargo del propio yerno de Tranquilino
Favero, se instaló en la propiedad colindante con la comunidad, y a partir del inicio del cultivo masivo de
soja y el uso indiscriminado de agrotóxicos se fue contaminando el cause del arroyo, en el que
tradicionalmente tanto niños como adultos utilizaban para el baño sin ninguna dificultad. Pero en los
últimos años, esta práctica ha afectado la salud de los niños que frecuentan el arroyo.

43
La situación de la salud, se torna cada día peor porque no existe servicio de agua potable en la zona. Los
afectados son Adelaida Ibáñez, Pelagia Rivarola y varios miembros más de la comunidad. Los niños y
niñas afectados ascienden a 20 aproximadamente de los que ya fallecieron 4 niños, también murió un
adulto, que bebía en forma usual agua del arroyo. El hijo de la Sra. Ibáñez falleció a los tres meses
nacido, ella sufre de constantes dolores de cabeza. Sus gallinas mueren, y el pequeño arroyo que cruza la
comunidad esta contaminado, razón por la que los peces están desapareciendo. La intoxicación se da por
Inhalación, ingestión y por el contacto con la piel.
Los nativos están acorralados por los cultivos de soja transgénica, y los daños ambientales y la
destrucción de la forma de vida cultural de la etnia Ava Guaraní es causado por las fumigaciones que
van en aumento. Ante esta violación de los derechos humanos de los indígenas, se realizaron
denuncias como la que hizo la Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras
Rurales e Indígenas (CONAMURI), donde señala que “las pulverizaciones de las plantaciones de soja
transgénica que se reanudaron en noviembre del año pasado están causando severos perjuicios en la
salud de la población local, campesina e indígena, como problemas estomacales y pulmonares, dolor
de cabeza y de garganta, diarrea y excoriaciones (granos) en adultos y niños”. De igual modo, los
líderes indígenas como Mario Rivarola, denunciaron que sus mujeres tienen constantes problemas en
los embarazos con nacimientos prematuros, mientras que los niños nacen con diferentes patologías,
algo que no sucedía en condiciones normales. Las denuncias hasta ahora no son suficientes, porque las
leyes sancionadas en el país que protegen a los pueblos indígenas, nunca fueron cumplidas. Las
autoridades nacionales no asumen la responsabilidad de hacer cumplir dichas leyes, en consecuencia,
las instituciones competentes no cumplen con su función de dar garantía a los nativos.
Son testigos de ellos Daniel Benítez, Ana Benítez y Saturnina Vera. La Sra Adelaida Ibáñez también ha
sido afectada, con la muerte de dos nietos suyos debido al envenenamiento. El Hijo de Doña Adelaida se
recuperó después de dos años de tratamiento. Ella se intoxico hace 2 años en la segunda cosecha de soja,
sufrió dolores de estómago, vómito, dolor de cabeza e insolación. Este es el tercer año de cultivo de soja.
Pelagia Rivarola se insolo, tuvo problemas mentales, dolores de cabeza, vómito y dolor de estómago. Su
hija falleció a consecuencia de la intoxicación que sufrió. Todos estos fallecimientos coinciden con la
época de fumigación. Los 4 niños fallecidos no alcanzaron a cumplir el año de vida.

Caso de la comunidad campesina de Kororo’i, distrito de Santa Rosa del Aguaray, departamento
de San Pedro

En la comunidad Kororo’i se hallan asentadas 630 personas, distribuidos entre 300 niños y niñas, 150
jóvenes y 180 adultos, estas personas están distribuidas en dos asentamientos que pertenecen a la ONAC
que son San Jorge y Santa Librada.
Según la entrevistada, la señora Patrocinia Arévalos, toda la familia se ve afectada por el uso
indiscriminado de agroquímicos, sus gallinas, cerdo, vacas y caballos también sufren afecciones debido al
uso de esos productos. Los cultivos como la mandioca, el maíz, maní, poroto y batata se queman o crecen
envenenados. Las dos nacientes de agua con que cuenta la comunidad están contaminadas.
La sucesivas fumigaciones realizada por la Empresa Favero S.A. ha ocasionado estos daños a los
campesinos del Asentamiento quienes procedieron a denunciar los daños a la salud ante el Ministerio de
Salud Pública y Bienestar Social, ante las autoridades departamentales, pero sin ningún resultado.
El rociado o pulverización se realiza en avión o tractorizado, el viento deriva esto a la comunidad
constituyéndose esta en la principal forma de contacto, el arrastre por las lluvias, las nacientes
contaminadas y la manipulación de productos tóxicos son otras de las formas de contacto que fueron
manifestadas por los pobladores de la comunidad. Existen también casos de personas que buscan el
contacto con los agroquímicos de manera intencional, con el fin de autoeliminarse.
Las consecuencias comentadas sobre la aparición de problemas de salud en las familias de la comunidad
son: Piel con ampollas, Leucemia, Cáncer, Edemas, Abortos espontáneos, Nacimiento de bebés con
malformaciones, problemas respiratorios.
Se han dado casos en que 60 compañeros han sido apresados, debido a que hace un año se habían
manifestado con la intención de detener el uso indiscriminado de agroquímicos. A esto se suman los
problemas de salud, y la existencia de escuelas que ya no funcionan, pues los niños han dejado de asistir a
las mismas, por que se han intoxicado camino a la escuela o cuando se encontraban en ella dando clases,
pues no se respetan los horarios establecidos para la fumigación. Hay familias que han tenido que
abandonar sus tierras y migrar a otros sitios.

44
En la comunidad hay más de 50 familias afectadas por agrotóxicos. Existen testigos que pueden dar fe de
ello, como la Sra. Patrocinia Arévalos, Irineo Sanguina, Eladio Bareiro y Gladys Bareiro y existe una
declaración de la señora Porfirio Ocampo, quien dice: “Yo, Porfiria Ocampo denuncié al Sr. Tranquilino
Favero por la plantación de soja, ya que la fumigación masiva, me perjudicó durante mi embarazo, tuve
muchas complicaciones durante los nueve meses y hasta casi perdí a mi hijo, y desde que nació tuvo
problema en los pulmones a causa del uso indiscriminado de agrotóxicos.
He recurrido a todos los medios, pero no tengo respuesta, asisto a todas las reuniones para contar mi
historia para que los compañeros me puedan apoyar.
Adjunto a este testimonio copias de los diagnósticos médicos que atestiguan lo que digo más arriba”.

Caso de la comunidad indígena Yasuka Venda Ñepyrû, Tavyterâ, distrito de Capitán Bado,
departamento de Amambay

Según el entrevistado Ramón Recalde, de la comunidad indígena Tavyterâ, en ella se hallan afectadas
462 personas, de las cuales 243 son niños y niñas, 115 son adolescentes y 104 adultos. Sus vacas,
caballos, gallina y perros, también han sido afectados por la contaminación y el envenenamiento de su
medio ambiente. Los cultivos como la mandioca, el pororo, feijoaô, maíz, maní y arroz, han sido
afectados, lo que ha generado grandes perdidas a la comunidad. Toda la comunidad indígena, el río
Ypane que cruza la propiedad de la comunidad, las nacientes, los bosquecillos con sus animales
silvestres, que en su totalidad suman 508 hectáreas, se encuentra totalmente contaminada por los
agroquímicos utilizados indiscriminadamente en la zona, por los vecinos y empresas que tienen
propiedades aledañas y utilizan un sistema de cultivo mecanizado.
La población esta expuesta a la contaminación por diversos medios, ya que el rociado se realiza por
avión, tractorizado y también motorizado, lo cual facilita que el viento esparza el veneno, también se da
el arrastre por las lluvias, lo que produce la contaminación de las nacientes, pozos y arroyos, el contacto
se da además al transitar por los caminos. Otra manera en la que los pobladores se ven expuestos, es
cuando realizan changas de limpieza de malezas para las “mecanizadas”.
Por lo general la respuesta de las autoridades a sus denuncias, han sido nulas ya que estas simplemente no
atiende o no dan respuesta alguna a las denuncias, o son indiferentes a estas. Han sentido el rechazo o
negación a casos identificados, o simplemente no ha habido ninguna reacción de la sociedad.
Las consecuencias que son comentadas comúnmente entre los pobladores, como afecciones que afectan a
la salud de los mismos son; cáncer, insolación, edemas, formación de ampollas en todo el cuerpo, llagas
entre los tobillos y el talón, personas con la piel sensible a los rayos solares, anemia, abortos espontáneos,
nacimiento de bebés con malformaciones, hemorragias durante el embarazo, y problemas respiratorios.
No solo la comunidad Tavyterâ y aquellas comunidades asociadas que suman más de 15, se ven afectadas
por estos hechos.

Caso de la comunidad campesina de Chirihuelos, distrito de Pedro Juan Caballero, departamento


de Amambay

En la comunidad de Chirihuelos se hallan asentadas 50 familias. El entrevistado, el señor Francisco


Valiente, todas ellas están siendo afectadas por la contaminación, producida por los agroquímicos que se
utilizan en la zona. De la misma manera, sus animales domésticos y cultivos han sido afectados a raíz de
esta situación. El cause de agua con el que cuentan, también esta siendo contaminado. El rociado o
pulverización se realiza por avión, otras formas de contacto son, por manipulación de productos tóxicos,
por el agua que utilizan de la naciente y el arroyo.
Atribuyen el hecho a la empresa que se ha instalado en la zona.
Las consecuencias comentadas sobre la aparición de problemas de salud en las familias de la comunidad
son: piel con ampollas, cáncer, llagas entre el tobillo y el talón, anemia, abortos espontáneos, nacimientos
de bebés con malformaciones, pérdida de la razón, problemas respiratorios.
En la comunidad existen casos de familias, en las que han nacido niños y niñas con malformaciones,
además en los días de rociado, que se realizan a la hora que los chicos van a clases, los mismos se ven
expuestos a los efectos del veneno utilizado y por esta razón se desmayan en la escuela; esta situación ha
llevado al extremo de que algunos padres decidieran no enviar más a sus niños a las instituciones
educativas, que en algunos casos quedan completamente abandonadas.
En la década del 70’ existía una colonia formada y establecida en el lugar. Luego llegaron al lugar la

45
familia Martin Martin y expulsaron a los colonos quemando sus casas, destruyendo cultivos y secando
varias nacientes, con el propósito de iniciar el cultivo mecanizado de soja transgénica. Desde que la
familia Martín Martín, se ha adueñado de manera irregular de la propiedad en la que nos encontramos
asentados, con el consentimiento de las autoridades del entonces I.B.R, han utilizado agroquímicos en sus
plantaciones. Llegaron incluso a contratar personas para amedrentar a las familias asentadas en la
propiedad, siendo gravemente heridas en aquella ocasión 4 campesinos, padres de familia. Hartos de los
agrotóxicos, los vecinos se han organizado con el firme propósito de recuperar la colonia que les
pertenecía.

Caso de una familia indígena de la comunidad de Mbarigui 19, distrito de J.E. Estigarribia,
departamento de Caaguazú

El testimonio de Esteban Vera y Elvia Fariña, afectado por los agrotóxicos es niño HugoVera, también
los animales domésticos están siendo afectados, los cultivos de banana y naranja se secan o sus frutos se
descomponen. Los arroyos y nacientes de agua están contaminados. La vía de intoxicación es por
inhalación, que se produce a través del viento.
La plantación de soja esta en el patio de la casa del afectado, allí se realiza el rociado tractorizado y
motorizado, el viento también contribuye al contacto con los productos tóxicos. Es el señor de origen
europeo menonita que cree que las tierras que tiene cultivadas son suyas, y las explota; pero en realidad
le pertenecen a la comunidad indígena. No ha realizado denuncia alguna, los Indígenas son consientes de
los daños que se están ocasionando con la utilización de agroquímicos.
Las consecuencias comentadas con frecuencia entre sus miembros son: piel sensible a los rayos solares,
abortos espontáneos, nacimiento de bebés con malformaciones, hemorragias durante el embarazo y
problemas respiratorios. Los pobladores sufren toda clase de enfermedades, porque los residuos de
veneno son tirados al cause del arroyo. En el patio del indígena afectado, ya esta la plantación de soja,
para ir al vecino deben cruzar los sojales lo que los afecta continuamente.
La madre del niño afectado (el niño no habla, tiene trastornos de crecimiento y en la cabeza),
anteriormente había perdido un bebé; su marido quedó muy sensible a los rayos solares y al olor del
veneno. Comentaron también que otra mujer había sufrido un aborto con tres meses de embarazo, y un
niño nació con malformaciones.

Caso de pobladores campesino de la comunidad de San Juan, distrito de J.E. Estigarribia,


departamento de Caaguazú

Los afectados son Graciela Flores y César Flores, ambos pobladores de la zona, según testimonio del
indígena Mbya Digno Flores. Sus cultivos y animales están afectados, además de los causes de agua y
nacientes. La vía de intoxicación es por inhalación, ya que la chacra del menonita esta muy próxima a las
casas de los Flores.
Las formas de contacto son por el rociado o pulverizado que se realiza tractorizado y motorizado, a esto
se suma el arrastre por las lluvias, la contaminación del agua de la naciente y del arroyo.
El responsable es un vecino menonita que tiene muy aproximas a la casa sus plantaciones. Los menonitas
fumigan continuamente sus cultivos, y el veneno llega a las casas de la familia del Clan Flores, a los
menonitas no les interesa que viento sopla cuando tienen que pulverizar.
Han realizado la denuncia a la fiscalia por segunda vez, las autoridades no atienden su denuncia y no les
brindan respuestas. La denuncia se hizo en representación de la comunidad, con el apoyo de la misma.
Las consecuencias más graves son los nacimientos de bebés con malformaciones, los abortos espontáneos
y la formación de ampollas en todo el cuerpo. Aparecen enfermedades de todo tipo, principalmente las de
carácter bronquial. El niño César ya tiene más de un año y no crece, los otros niños de la comunidad
tampoco tiene un crecimiento normal. Muchas veces los niños vomitan después de las comidas. Las 20
personas que forman parte del Clan, agregaron que siempre sufren de dolores de cabeza y sienten muy
fuerte los rayos solares. Una señora de nombre Marta Benítez antes vivía muy cerca del sojal, pero
cuando sufrió un aborto se tuvo que mudar a otro lado.

Caso de la comunidad campesina 3º línea Irrazábal, distrito de Repatriación, departamento de


Caaguazú

46
De acuerdo a la entrevista realizada a Gladis Cabrera, los afectados son 50 personas que habitan la
comunidad de 3ra Línea Irrazábal Norte de Repatriación, sus gallinas, bueyes y cerdo son envenenados
por los agroquímicos utilizados en la zona. Los cultivos de mandioca, maíz y poroto que realizan para su
consumo son inservibles debido al grado de envenenamiento de las plantas. Los causes de agua, nacientes
y vegetación que estaba siendo regenerada, también están siendo afectados por los venenos rociados
sobre ellos. Existe un arroyo que cruza toda la comunidad y esta totalmente contaminado.
Los pobladores acusan del hecho al propietario de las plantaciones y a vecinos de la zona afectada. El
contacto de las personas con el agrotóxico se da por la aplicación a mochila, por el rociado o
pulverización tractorizado, otra forma de contacto es a través de la manipulación de productos tóxicos, el
arrastre de las lluvias, por el contacto en los caminos, por el agua utilizada de las nacientes y el arroyo
Han realizado denuncias a varias instituciones y varias veces, como ser; la fiscalia, Municipalidad,
Centros parroquiales, ONGs, Gobernación y medios de comunicación. Las autoridades son indiferentes,
ya que no le prestan ni la más mínima atención a las denuncias hechas. Las consecuencias visibles en la
comunidad que afectan a la salud de los habitantes y son comentadas por ellos, están marcadas por la
aparición de síntomas comunes que aparecen luego de una intensa exposición a los productos
mencionados con anterioridad, entre los mas comunes se encuentran, las pieles con ampollas, formación
de ampollas en todo el cuerpo, abortos espontáneos, nacimiento de bebés con malformaciones,
hemorragias durante el embarazo, y principalmente en los niños problemas respiratorios.
Mediante las presiones realizadas a través de denuncias y manifestaciones, se ha logrado retener el
avance del cultivo mecanizado en la comunidad, no así en el distrito. Las pulverizaciones con mochila se
siguen realizando cada año. En un primer momento y mediante la comisión vecinal conformada, se han
encaminado las denuncias a las instituciones competentes, al no obtener respuesta la población reaccionó
y salio a las calles a manifestarse, con el objetivo de ejercer presión y obtener resultados. Únicamente así
se logro retener la ampliación del cultivo en la comunidad.

Caso de dos agricultores campesinos de la comunidad de Potrero, distrito de San Roque González,
departamento de Paraguari

La comunidad campesina Potrero se caracteriza por la producción agropecuaria, en parcelas


minifundiarias cuyos rubros de renta constituye el algodón y el tomate con alto uso de agrotóxicos, en
donde las mismas son utilizadas indiscriminadamente sin considerar su impacto a la salud pública y al
ambiente, donde predominan intoxicaciones crónicas colectivas sin ser denunciadas en ninguna instancia,
debido a la carencia de información y capacitación sobre su uso seguro como ocurre en el caso de
Cristino Rodríguez quien sufre el efecto de los agrotóxicos fosforados.
La forma de contacto con los productos, es a través del rociado o pulverización que realizan con
mochila en los algodonales cuando prestan servicios, y en los cultivos de tomate se intoxican en su
propia finca. El mismo es responsable de la situación, ya que él es quien aplica y manipula los productos.
Las consecuencias más graves que esta padeciendo el Sr. Rodríguez debido al uso de sustancias
venenosas, están relacionadas a su salud, ya que actualmente se dan momentos en los que pierde la
memoria y su visión se ve afectada ya que esta dejando de ver. A esto se suman los dolores de cabeza
ocasionales, y picazón en las partes del cuerpo que han estado en contacto con los productos, mientras
realizaba la fumigación. Como la mayoría de los productores el Sr. Rodríguez, empezó a fumigar desde
la temprana edad de 15 años, en la finca familiar y en la de sus vecinos. Al pasar de los años fueron
cultivando tomate, lo cual requería mayor fumigación y como consecuencia de esto, a los 23 años se
intoxico. Sus familiares son testigos de los daños que ocasionan en la salud los agroquímicos, ya que su
padre también se intoxico por su uso, y consecuentemente quedó casi ciego y con problemas
respiratorios.

El Sr. Cándido Brítez también es un poblador de la zona de Potrero afectado por el uso indebido de
agroquímicos.
El contacto que tiene es por la aplicación que hace de agrotóxicos con mochila. El mismo manifiesta que
cuando estaba en la Escuela Agrícola, tenía 14 años y una de sus tareas era fumigar los algodonales de la
Escuela. Después en su propia finca fumigando algodón y tomate. El Sr. Brítez ha recibido atención
primaria en los Puestos y Centros de Salud públicos, actualmente debido a la intoxicación, acude a una
atención médica especializada, ya que teme perder la visión.
Las consecuencias que hasta la fecha le han ocasionado, el contacto con los agroquímicos en la salud es

47
que la piel le ha quedado sensible a los rayos solares, tiene cierta perdida de memoria y problemas
respiratorios, sumado a esto su problema de hipertensión y problemas de la vista. El Sr. Brítez manifiesta
que anteriormente no había información sobre las consecuencias que podían causar a las personas la
fumigación en exceso, o por estar en contacto con los productos químicos, sino que solo después de
varios años uno siente el efecto negativo que provoca a la salud y al medio ambiente.

Casos de dos agricultores campesinos de la comunidad de Franco Isla, distrito de Carapeguá,


departamento de Paraguari

Un afectado en este caso es Esteban Rodas León, quien reside en la comunidad, caracterizada por una
población altamente rural, minifundiaria, que se dedican a la producir de cultivos de consumo, y la
producción de cultivos de algodón para renta. Los recursos naturales como el suelo por su largo periodo
de uso agrícola están altamente deteriorados y inducen a que la población recurra al uso
indiscriminado de todo tipo de agroquímico cuyo precio en el mercado son los más baratos,
generalmente son los químicos que son prohibidos en los países desarrollados. Tal situación de
precariedad, la falta de provisión de equipos e informaciones técnicas los campesinos se exponen a usar
productos altamente tóxicos para su producción de hortalizas como es el caso del Señor Rodas
Fumigando tuvo una intoxicación por inhalar el veneno y por tener contacto con la piel. El manifiesta que
el vecino es el responsable de su situación. El Sr. Rodas recibió primeros auxilios en su casa, luego
recibió tratamiento médico especializado y también recurrió a la medicina natural.
El mismo comenzó a fumigar los algodonales a la edad de 13 años (llegando a fumigar el contenido de
tres mochilas solamente por las mañanas), y cuando cumplió 22 años llegó a fumigar el contenido de
hasta 6 tanques, intoxicándose. A raíz de eso se le cayó todo el cabello en un periodo de 2 años, debiendo
tratarse. Tiene picazón en todo el cuerpo, constantes dolores de cabeza y mareos, tiene problema de
visión y sufre de los nervios. Las consecuencias que hasta la fecha le han ocasionado, el contacto con los
agroquímicos en la salud es que la piel le ha quedado sensible a los rayos solares, y sufre de impotencia.
El Sr. Rodas manifiesta que a su padre también le había afectado la utilización de los agroquímicos en los
algodonales, pues sufre de una infección que no se le puede visualizar.

Otro afectado es Cornelio Ibarra, el mismo manifiesta que se intoxico por inhalación y el contacto de su
piel con agroquímicos que utiliza para fumigar plantaciones de algodón y tomate. El Sr. Ibarra presta
servicios de fumigación a sus vecinos y también fumiga su finca, para ello utiliza una mochila, de esa
forma tiene contacto con los productos agrotóxicos, además de manipular productos contaminados. El
mismo es responsable y también los vecinos para los que realiza changas.
Las consecuencia más grave que le ha ocasionado el uso de estos productos es cáncer, además de la
formación de ampollas en todo el cuerpo, su piel es sensible a la exposición solar, tiene anemia,
problemas respiratorios. Actualmente el entrevistado no puede trabajar si hace mucho calor, presenta una
anemia crónica, fuertes dolores de cabeza; mucha picazón en la espalda y perdida de la visión.

Caso de la comunidad campesina Tierra Prometida, distrito de Itakyry, departamento de Alto


Paraná

Es una comunidad de 50 familias, afectadas mayormente en el periodo de la producción de la soja, en la


propiedad de un colono brasileño. Se realizaron varias denuncias a la fiscalia, policía, gobernación,
SEAM, medios de comunicación. La fumigación se hace con tractores, a partir del cual se producen
muertes constantes de los animales domésticos, y contaminación de los cultivos de autoconsumo, que
prácticamente dejaron sin alimentación a la comunidad en el año 2005.

Caso de niños campesinos en distritos del departamento de Alto Paraná

De la comunidad de Acaray Poty, del distrito de Itakyry, el niño Cristino de 11 años sufre de ceguera,
piel con ampollas, a causa de la ingestión de agua en un envase contaminado por tóxicos, pues lo utilizó
para beber agua, hoy después de dos años, ya le indicaron que no recuperara la vista. Camino a la escuela
encontró en un arroyo el envase, lo tomo y lo llevo a la escuela y usarlo para beber. Esta comunidad está
rodeada de empresas agrícolas brasileñas.
En la comunidad de Lote 8, del distrito de Minga Porá, en el 2005, una niña de 7 años fue a bañarse al

48
arroyo, poco después comenzó a sentir dolor en el ojo, hasta quedar ciega. En el arroyo, el colono
brasileño que linda con la vivienda familiar, lleva sus tanques de fumigación para lavar.

Caso de la comunidad Bernardino Caballero y el campamento de sin tierra Santa Clara, distrito de
Tobati, departamento de Cordillera

Testimonios de los pobladores Alejandrino Meza, Lorenzo Gonzáles, Tranquilino Cañiza, del
campamento Santa Clara, manifiestan que son 110 familias afectadas, de dos comunidades vecinas entre
si, por la contaminación del arroyo Atyra y la desaparición del esteral que los rodea. El arroyo es
utilizado como vertedero y limpieza de maquinarias de la empresa Helvética SA, propiedad de
mennonitas desde el año 2004, que se dedica a la soja, a la plantación de eucaliptos, extracción de arcilla
del esteral en grandes cantidades, utilizando para ello grandes maquinarias. Realizaron varias denuncias,
a la gobernación, a la fiscalia de Ca’acupe, a los medios de comunicación locales, a raíz del cual, la
fiscalia de Ca’acupe realizó un desalojo violento con quema de sus viviendas y cierre de nacientes de
agua. Afectados por dolores de estomago, muchas personas tienen problemas de vista, y ha ocurrido en
el 2006 la muerte de una mujer joven, a raíz de varias complicaciones.
Los pobladores utilizan el arroyo Atyra para cubrir sus necesidades elementales: beber agua, baño, lavado
de ropa, para cocción de alimentos, pesca, aunque manifiestan que desde el 2005 ha habido una gran
mortandad de los peces, por lo que ya no tienen para su sustento. Manifestaron que el curso de agua
cambia de color constantemente y que en el esteral anteriormente vivían diversos animales silvestres,
pero han desaparecido. Manifiestan también que el esteral está prácticamente secado.

9.2 Caso Tekojoja, Vaquería


Los campesinos y la invasión de la soja
Fuente: Adital, web de minga informativa
La producción de soja avanza en los campos paraguayos y sacan a los campesinos de sus tierras. Uno de
los últimos hechos denunciados ocurrió en el final del mes pasado cuando productores brasileños de soja
genéticamente modificada protegidos por la policía y los militares del Paraguay atacaron a la comunidad
campesina Tekojoja, en el departamento de Caaguazú.
Según informaciones de las agencias de noticias, la comunidad de Tekojoja es un asentamiento rural de
500 hectáreas en el que viven 56 familias campesinas ubicado a 70 kilómetros de la ciudad de Caaguazú.
Esta comunidad forma parte del Movimiento Agrario y Popular y parte del MCNOC (Mesa Coordinadora
Nacional de Organizaciones Campesinas), Vía Campesina Paraguay y del Frente departamental por la
Soberanía y la Vida.
Caaguazú, junto a San Pedro, son las regiones paraguayas donde más se ha expandido el monocultivo de
OGM (Organismos Genéticamente Modificados) en los últimos cinco años. Existen 2 millones de
hectáreas de soja genéticamente modificada en Paraguay y un plan gubernamental de expansión de dos
millones de hectáreas más. En dicho país menos del 2 por ciento de la población es dueña del 70 por
ciento de la tierra, territorios de donde han sido expulsados sus históricos habitantes.
La soja transgénica fundamentalmente dirigida a la exportación es la causa principal de la grave situación.
El promedio de los conflictos relacionados con la tierra ha aumentado en los últimos años
considerablemente, sólo en el 2004 se produjeron 162 conflictos por el suelo y 118 ocupaciones de
tierras.
Tekojoja es uno de los asentamientos rurales recuperados por la reforma agraria, aunque muchas de estas
tierras volvieron a manos de terratenientes privados mediante maniobras corruptas e ilegales, o estafando
a los campesinos. Tal es el caso de la comunidad de Tekojoja que fuera desde sus comienzos amenazada
por la expansión de los monocultivos de soja transgénica. En noviembre del 2003 y comienzos del 2004,
la comunidad realizó denuncias de generación de pérdidas en la zona por el uso masivo de agrotóxicos.
Las pérdidas se refieren a contaminación del arroyo, de los pozos de agua y los cultivos agrícolas de sus
fincas, como daños a la salud.
En agosto de 2004, la comunidad fue atacada con el resultado de varias personas detenidas y otras
heridas. El pasado 25 de junio, los abogados Pedro Torrales y Nelly Varela irrumpieron junto a 150
49
policías con intenciones de desalojar a toda la comunidad. Durante el desalojo y ante la presencia de los
abogados la población fue salvajemente acosada y golpeada. La policía, seguida por paramilitares,
desalojó y detuvo a la gente, destruyó las casas con topadoras mecánicas y luego las incendiaron. Fueron
arrestadas 130 personas, entre ellas 40 niños, y encarceladas en Caaguazú. Galeano, un vocero de la
comunidad, relató que después del incidente, 29 hombres, 119 mujeres y 40 menores fueron liberados.
Algunos campesinos han desaparecido. Durante el desalojo, el pretendido dueño Adelin Osperman
(productor de soja brasileño) junto a algunos empleados con escopetas entró con camiones a la finca
baleando a los campesinos y matando a Angel Cristaldo (de 30 años) y a Leopoldo Torres (de 49 años).
Hirieron a otras cinco personas ante la vista de los policías presentes en el terreno.
La organización campesina ha programado varias manifestaciones para los próximos días. Se hará una
marcha en Asunción frente a las oficinas de los abogados, denunciado la conducta de los dos que
ordenaron el desalojo. Uno de ellos, Nelly Varela ordenó a la policía sacar a los niños de la escuela,
arrestarlos y llevarlos a prisión como si fueran criminales, comentó Galeano.
El Movimiento Campesino Paraguayo (MCP) denunció al gobierno presidido por Nicanor Duarte Frutos
y lo responsabilizó por la represión al asentamiento campesino Tekojoja, donde atacaron a 270
campesinos. "Exigimos la libertad inmediata de los compañeros presos injustamente en la cárcel de la
ciudad de Coronel Oviedo", declara la entidad.

50

También podría gustarte