NUEVA ZELAND Expo
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CULTURA
Nueva Zelanda es un país moderno y desarrollado, sin embargo, tiene un ritmo
de vida muy tranquilo y sin tanto estrés. Con un tamaño similar al Reino Unido
o Japón, el país tiene una población de 4.5 millones de habitantes ejerciendo
menos presión sobre su espacio y recursos naturales. Eso hace que su
población no sufra de los grandes problemas urbanos existentes en muchos
otros países desarrollados, como la contaminación, el tráfico, problemas de
salud, etc.
Las ciudades de Auckland y Wellington están entre las 25 mejores ciudades del
mundo para vivir, de acuerdo con el ranking de The Economist.
Sin embargo, los neozelandeses también creen que la vida es para vivirla.
Entonces las actividades que se realizan lejos del trabajo son tan importantes
como las propias de cada trabajo. Para los neozelandeses, vivir bien es
encontrar el equilibrio entre un día honesto de trabajo, tiempo con la familia y
amigos y aprovechar todas las oportunidades de recreación que sean posibles.
El deporte número uno del país es sin duda el Rugby, que es tan popular en
Nueva Zelanda, como el futbol en Colombia. La selección neozelandesa,
conocida como los All Blacks es bicampeona mundial de Rugby (1987 y 2011)
y siempre está entre las tres primeras posiciones desde el inicio de la
competencia.
ECONOMÍA
En comparación con el resto del mundo, puede decirse que Nueva Zelanda
posee una economía rica. La economía neozelandesa funciona en los
principios del libre mercado, en los cuales el Estado proporciona un contexto,
incluyendo un marco de derecho mercantil, para que las operaciones tengan
lugar. Sin embargo, el Estado se reserva algunos sectores, como la educación
y la salud, donde es el más importante financista y proveedor. Aunque el
sistema de libre mercado siempre ha sido dominante en la economía del país,
históricamente ha variado el equilibrio entre la participación del gobierno y las
transacciones libres de la oferta y la demanda. La entrada de Nueva Zelanda al
mercado de la postguerra fue relativamente tardía y puede identificarse el
decenio de 1980 como el de las grandes reformas económicas del país.
Las excelentes condiciones del suelo, junto con los métodos de cultivo
sofisticados y la tecnología agrícola avanzada proporcionan el ambiente ideal
para las actividades pastorales, forestales y hortícolas, por las que
tradicionalmente la economía de Nueva Zelanda ha sido reconocida en el
contexto internacional.