Contrato de Servicios Profesionales

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UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ

DERECHO CIVIL V

CONTRATO DE SERVICIOS PROFESIONALES

Concepto y naturaleza jurídica

Nuestro Código Civil trata, en el título XII de la segunda parte del libro V, De los
servicios profesionales y norma el contrato que tiene por objeto esos servicios.

Zamora y Valencia, define el contrato de servicios profesionales como aquel en


virtud del cual …una persona llamada profesional o profesor se obliga a prestar un
servicio técnico en favor de otra llamada cliente, a cambio de una retribución
llamada honorario. Los elementos fundamentales del contrato son: i) las partes del
contrato (profesional y cliente) y ii) las prestaciones (un servicio técnico a cambio
de un honorario).

El contrato de servicios profesionales es un contrato típico, que se identifica


porque:

1) Requiere que una de las partes sea profesional


2) Esa parte se obliga a prestar sus servicios técnicos a la otra, con
independencia y libertad;
3) Esa parte asume una obligación de medios y no de resultados, pues no se
compromete a entregar una obra concluida a satisfacción de la otra, sino a
prestar servicios con pericia, lealtad y honradez, guiado por el propósito de
lograr un resultado, pero sin garantizarlo;
4) La relación puede ser terminada en cualquier tiempo por el cliente, sin
necesidad de expresión o prueba de causa justa y
5) La contraprestación no es un precio sino honorarios.

Diferentes autores indican: Los servicios profesionales se caracterizan por la


confianza del cliente en la pericia del profesional y la libertad de éste en cuanto a
la forma de conseguir el resultado perseguido (aunque no contratado); el
profesional, en principio, trabaja bajo su propia dirección y sin someterse al criterio
del que encarga los servicios, siquiera éstos se presten en provecho del cliente.

Características:

Bilateral: pues ambas partes se obligan recíprocamente. El profesional asume la


obligación de prestar sus servicios y el cliente, la de pagar los honorarios
correspondientes (Art. 1587 CC).

Consensual: basta el consentimiento de las partes para que el contrato se


perfeccione (art. 1588) CC). El cumplimiento de las prestaciones de las partes, no
es condición de validez o existencia del contrato, sino el contrato nace y existe por
el mero hecho de que cada parte asuma la obligación de vincularse y cumplir su
prestación.

Oneroso: pues se estipulan provechos y gravámenes recíprocos o, en otras


palabras, ambas partes obtienen provechos del cumplimiento del contrato (art.
1590 CC). Así como el profesional se obliga a prestar sus servicios al cliente, éste
se obliga a pagar al profesional su remuneración (honorarios).

Conmutativo: porque normalmente las prestaciones de las partes son ciertas


desde que se celebra el contrato, de modo que ellas pueden apreciar el beneficio
o la pérdida derivada del mismo (art. 1591 CC). Sin embargo si la remuneración,
mediante convenio expreso, se sujeta al resultado del asunto, depende de un
acontecimiento incierto, que determine para él la ganancia o la pérdida.

Intuito personae: el profesional es elegido por el cliente por sus cualidades


personales y pericia (especialización técnica, experiencia, resultados obtenidos en
casos similares, etc), por la cual no pueden delegar su cargo y el contrato termina
por muerte o incapacidad del profesional.

De tracto sucesivo: El contrato de prestación de servicios profesionales, no agota


la finalidad que persiguen las partes con su simple celebración, sino que es un
medio para obtener los resultados que en definitiva pretenden las partes y las
obligaciones que genera para el profesor deben cumplirse con posterioridad (lapso
más o menos largo) a la celebración del contrato.

Principal la existencia y validez del contrato no depende de la existencia o validez


de otro contrato (art. 1589 C

Elementos:

Elemento personal:

En el contrato de servicios profesionales, siempre encontramos dos partes: el


profesional y el cliente.

Profesional: Es quien se obliga a prestar el servicio. El artículo 2036 CC


establece que para celebrar válidamente el contrato de servicios profesionales, se
requiere por parte del obligado a prestarlos, título facultativo o autorización legal.

En Guatemala, quien mediante quien mediante un contrato de servicios


profesionales se obliga a prestarlos, debe contar con el grado académico, título
profesional o estatal que se requiera para ejecutar las actividades y prestar los
servicios requeridos (Abogado, Notario, Médico, Cirujano, Odontólogo, Ingeniero
civil, Arquitecto, Economista, Contador Público y Auditor, Químico, Farmacéutico,
Ingeniero Agrónomo, etc.) y si se tratara de profesional universitario, debe tener la
calidad de colegiado activo (Art. 90 de la CPRG), como lo define el artículo 1 dela
Ley de Colegiación Profesional Obligatoria (Dto. 72-2001 del Congraso de la
República.

El profesional que asume la obligación de prestar sus servicios, debe ser una
persona individual, pues no es lógica ni prácticamente posible que una persona
jurídica preste un servicio para el que se requiere el poseer un título, grado o
diploma. Por esa razón es inaceptable que los servicios profesionales puedan
prestarse por medio del representante legal o mandatario, ya que la calidad
profesional no es delegable y es de la esencia del contrato que los servicios sean
prestados directamente por el propio profesional y bajo su personal
responsabilidad, aunque ello no le impide contratar personal auxiliar (secretarios,
enfermeros, técnicos de laboratorio o rayos x, topógrafos, investigadores, etc.)
quienes pueden colaborar materialmente con el profesional en la prestación del
servicio y de cuya actuación también responde el profesional.
Además de contar con el título, grado o diploma que le habilite para el ejercicio de
la profesión de que se trate, el obligado a prestar los servicios debe tener la
capacidad para contratar (capacidad de ejercicio).

Finalmente es inherente a la relación del profesional con su cliente, que éste debe
gozar de libertad en cuanto a la forma de lograr el resultado perseguido y que el
profesional no está obligado a someterse al criterio del cliente. En ese sentido el
artículo 12, inciso a) del Código de Ética Profesional del Colegio de Abogados y
Notarios de Guatemala, señala que el abogado no debe supeditar su libertad ni su
conciencia a los caprichos o pasiones del cliente, ni permitirle a éste un acto ilícito
o incorrecto.

Cliente: Nuestra legislación no requiere que el cliente tenga cualidades


especiales, más que la capacidad para obligarse (Art. 8 CC). En lo que se refiere a
menores o incapaces, sus representantes legales pueden contratar la prestación
de servicios profesionales en beneficio de sus pupilos, sin necesidad de
autorización judicial, pues la contratación de servicios profesionales al menor (por
un abogado, médico, odontólogo, químico biólogo, etc.), es parte de la obligación
legal del representante de cuidar por la preservación del patrimonio, el bienestar y
la salud del menor incapacitado.

El cliente si puede contratar la prestación del servicio profesional por medio de


representantes (en caso de sociedad, menor o incapaz) o por medio de
mandatario y, en nuestra opinión, la contratación de servicios profesionales es
parte de las atribuciones ordinarias del representante legal de una sociedad y,
además, el mandatario general no requiere de clausula especial para celebrar este
contrato (Arts. 1690, 1692 y 1693 CC), pues constituye un acto de administración.

Elementos reales:

Siendo un contrato bilateral, en donde hay prestaciones a cargo de dos partes,


debemos analizar i) el servicio profesional y ii) el honorario.

El servicio profesional: Tanto puede estar constituido por la obligación de


realizar actos jurídicos, de medicina, como actos materiales (un examen
radiológico, fabricar una maqueta o extirpar un quiste), pero en todo caso es
necesario que sean propios de una profesión determinada.

En armonía con el artículo 1538 CC, el servicio a prestarse debe ser posible,
determinado o determinable, lícito y el cliente debe tener un interés en su
cumplimiento.

El servicio debe consistir en una obligación de hacer y es inconcebible que la


prestación del profesional sea una obligación de dar o de no hacer. Ello riñe con la
esencia del contrato.

El honorario: los honorarios constituyen la remuneración a que el profesional


tiene derecho, por la prestación del servicio al cliente. Los honorarios normalmente
se pactan en dinero, pero nada hay que impida que lo sean en especie, tanto sean
determinados o determinables.

En Guatemala, las partes son en principio libres de pactar los honorarios y las
condiciones de su pago (art. 2027 CC), aunque a falta de pacto se aplican las
normas del arancel respectivo, si lo hubiere, y, en su defecto, su fijación
corresponde al juez, quien lo hará tomando en consideración la importancia y la
duración de los servicios y las circunstancias económicas del que debe pagarlos
(art, 2028 CC). Existen aranceles aplicables a una buena cantidad de actividades
profesionales: El colegio de Ingenieros de Guatemala, el Colegio de Arquitectos,
etc. Sin embargo, únicamente los aranceles de Abogados y de Notarios tienen la
calidad de leyes de la República, al haber sido aprobados por los Decretos No,
111-96 y 131-96.

En caso varias personas hubieren contratado los servicios de un profesional en


relación al mismo asunto (por ejemplo, los copropietarios de un terreno que
contratarán a un ingeniero para que diseñe un edificio a construir en el mismo),
son responsables en forma mancomunada y solidaria entre sí ante el profesional,
por el pago de sus honorarios y gastos (Art. 2030 CC), y si varios profesionales
hubieren sido contratados para prestar sus servicios en un mismo asunto (por
ejemplo, el anestesista, cirujano, patólogo y el neurólogo que son contratados para
efectuar una operación quirúrgica a un paciente), cada uno de ellos tendrá
derecho a ser retribuido proporcionalmente a los servicios prestados y al
reembolso de los gastos (Art. 2031 CC)

Forma: El contrato de servicios profesionales es fundamentalmente consensual,


opuesto al solemne o formal y se rige, en consecuencia, por las normas generales
de contratación (arts. 1574 y 1578 CC).

Efectos del contrato

Obligaciones y derechos del profesional:

a) La principal obligación del profesional es prestar el servicio en la forma, en


el tiempo y en el lugar convenido, o en la forma, tiempo y lugar que se
requieren técnicamente conforme a la naturaleza del negocio.
b) Consecuencia de lo anterior es que el profesional no puede separarse de la
prestación del servicio contratado, sino dando aviso con la debida
anticipación a su cliente (art. 2034 CC).
c) Guardar toda reserva, los secretos que el cliente le confíe, con motivo de la
prestación de los servicios.
d) Si el objeto del contrato es la prestación de servicios profesionales por parte
de un abogado, éste queda por ello obligado a ser leal con el cliente y, en
consecuencia, a abstenerse de patrocinar o ayudar a diversos
contendientes o partes de intereses opuestos a un mismo negocio o
negocios conexos. La obligación de lealtad hacia el cliente, es casi
inexistente en otras profesiones, precisamente porque en ellas no hay
confrontación de intereses, que es típica de los asuntos que atiende el
profesional del Derecho al prestar sus servicios. Así, el abogado del
acusador, no puede también prestar sus servicios al reo y el abogado del
demandado, no puede servir también al demandante.
e) El profesional tiene la obligación de anticipar los fondos necesarios para el
desempeño del servicio contratado, salvo que otra cosa se hubiere pactado
con el cliente y, a su vez, tiene el derecho de ser reembolsado de tales
gastos, siempre que pueda comprobarlos y justificarlos debidamente (art.
2029 CC).
f) El servicio debe ser prestado con toda diligencia y dedicación, con arreglo a
las prescripciones de la ciencia o arte de que se trate, de donde le resulta
una responsabilidad especialmente grave hacia el cliente, por los daños y
perjuicios que la actuación dolosa, culposa, negligente o ignorante o la
revelación de secretos al cliente, por parte profesional pudiera causar a
aquel.

Obligaciones y derechos del cliente:

a) Pagar los honorarios convenidos.


b) El cliente debe reembolsar al profesional los gastos en que haya incurrido
en la prestación del servicio, justificándolos y comprobándolos (Arts. 2029 y
2035 CC).

Terminación del contrato:

a) Renuncia del profesional, regulado en el artículo 2034 CC


b) Derecho de revocar o desistir, el artículo 2035 reconoce al cliente el
derecho de rescindir el contrato, si no está conforme con el desarrollo de
los servicios o con los actos o conducta del profesional.
c) Muerte o incapacidad del profesional: Sada la característica de intuito
personae que es inherente al contrato de servicios profesionales, cualquiera
de esas dos situaciones, provoca necesariamente la terminación del
contrato.

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