De La Resignación A La Indignación Activa: Propuesta Educativa Con Mujeres Populares de La Asociación Herrera de Madrid Cundinamarca-Colombia
De La Resignación A La Indignación Activa: Propuesta Educativa Con Mujeres Populares de La Asociación Herrera de Madrid Cundinamarca-Colombia
De La Resignación A La Indignación Activa: Propuesta Educativa Con Mujeres Populares de La Asociación Herrera de Madrid Cundinamarca-Colombia
net/publication/313838049
CITATIONS READS
3 1,030
2 authors:
All content following this page was uploaded by Patricia Veloza Torres on 18 February 2017.
FACULTAD DE EDUCACIÓN
DEPARTAMENTO DE PSICOPEDAGOGÍA
1
DEDICATORIA
A todas las personas que hacen parte de este sueño llamado Asociación Herrera, Red
Popular de mujeres de la Sabana y Movimiento social en la Sabana de Bogotá,
A las mujeres trabajadoras y extrabajadoras de empresas de flores por enseñarnos el valor
de la resistencia en la vida diaria, que nos dan tanta fuerza y maneras de entender la
realidad de la Sabana,
A nuestras familias, a nuestros hermanos Nelson Veloza, Jeysonn e Isabel Lara, porque sin
su apoyo, sin su esfuerzo y acompañamiento este recorrido académico no habría sido
posible, gracias infinitas a nuestras mamás… por creer en nosotras y en nuestras
convicciones, a Odilia Torres y Zoraid Veloza, porque al tenernos parieron parte de su fe.
Y especialmente a nuestra incondicional amiga Juliana Flórez Flórez, quien ha significado
para nosotras un apoyo y una gran compañía en el proceso que llevamos a cabo en la
Sabana, por creer en nosotras y en el papel de los movimientos sociales, por lanzarnos al
ruedo académico y por motivarnos cada día más a entender y trabajar en esta bella
perspectiva de los procesos con mujeres.
AGRADECIMIENTOS
A las profesoras Sandra Londoño, Clara Castro y Johanna Huepa por habernos guiado en
la construcción de este documento.
A María Fernanda Ramírez, Natalia Garzón, Sergio Guarín, a Don Ángel Nogueira y a
Juanita Sáenz de Santamaría de Nascencia Editores y a Norman Alexander Quintero por
creer y acompañar nuestro proceso.
A Augusto Tyuasuza por sus enseñanzas sobre nuestras raíces muiscas y porque hoy desde
el más allá nos sigue enseñando a luchar por nuestro territorio.
A nuestra amada Universidad Pedagógica Nacional por habernos acogido y abierto las
puertas de muchos conocimientos que alimentan hoy nuestro camino personal, profesional y
organizativo.
Y por último, a nuestros incondicionales compañeros Paco y Azabache.
2
TABLA DE CONTENIDO
Introducción……………………………………..…………………………………..…. 5
Capítulo 1:
¿Cómo entendemos y cómo ha sido la construcción sociohistórica del territorio de la
Sabana de Bogotá?
Capítulo 2:
¿Por qué la indignación?: ¿Cuáles han sido los efectos de la agroindustria de las flores
en las mujeres populares del territorio de la Sabana de Bogotá?
Capítulo 3:
¿Cómo construir una propuesta educativa que permita un tránsito entre la resignación
y la indignación activa para el fortalecimiento organizativo de las mujeres populares de
la región Sabana?
3
3.1- La Asociación Herrera: antecedentes de la organización………………………….… 82
3.2- La unión hace la fuerza: existencia de organizaciones en la Sabana de Bogotá...…. 92
3.3- La propuesta educativa de la Asociación Herrera: aportes del feminismo- categoría de
mujeres populares-, la IAP y la EP a la educación para la indignación activa………….. 112
3.3.1- El proceso y la formación política con las mujeres………………………….....…. 125
3.3.2- La alfabetización en tecnologías de la información y la comunicación TIC´S…... 140
3.3.3- La soberanía alimentaria y los proyectos agroecológicos……..………………..… 152
3.4- El paso de trabajadoras a ex trabajadoras de flores. El lugar de la resignación y la
indignación activa………………………………………………………………………... 159
Capítulo 4:
Somos parte de algo que está andando: Alcances de la propuesta educativa y
organizativa
4.1- Reflexiones sobre las propuestas económicas que cuestionan el modelo de desarrollo en
la Sabana…………………………………………………………………….…..……..… 163
4.2- Lo que nos inspira de movimientos sociales latinoamericanos…… …………....….. 168
4.2- Los retos de construir un movimiento social en la Región Sabana……………….… 172
CONCLUSIONES…………………………………………………………………..…… 178
BIBLIOGRAFÍA………………………………………………………………………… 184
4
INTRODUCCIÓN
Aquí, desarrollamos una propuesta educativa que se apoya en tres elementos, el primero de
ellos es la investigación acción participativa IAP, como una metodología de trabajo que nace
de una experiencia viva apoyada en un proceso que se va fortaleciendo teóricamente hasta
construir conocimientos que generan la posibilidad de poder en las comunidades, el segundo
es el feminismo, como teoría crítica y movimiento social que nos aporta una mirada desde
las mujeres populares y por último, la educación popular como un referente político y
educativo que nos ayuda a la transformación de la resignación en acciones que propenden
por la dignidad. Desde este conjunto, ponemos que las organizaciones de mujeres populares
de la Sabana requieren actuar desde la pegagogización de la indignación, entendida esta
como la capacidad de entender ampliamente y transformar paulatinamente sus distintas
realidades a través de la construcción de planes colectivos de vida.
5
organizativo y educativo de la Asociación Herrera con mujeres populares, específicamente
con trabajadoras y extrabajadoras de la agroindustria de las flores.
El primer capítulo tiene como objetivo comprender el contexto socio-histórico de Madrid y
la Sabana de Bogotá a partir de la estructura de funcionamiento del territorio desde el lugar
de las y los sujetos que lo habitan, especialmente pasando por la comprensión de los usos
que se le han dado a la tierra en relación con las construcciones de sociales y espaciales. Para
ello, se dividido este apartado en tres aspectos: una conceptualización y unas reflexiones en
torno a la categoría de territorio, un análisis de las raíces de la formación socio-cultural de
Madrid y la Sabana antes de la existencia de la agroindustria de las flores, aquí mostramos
cómo los modos de producción se materializan en conjuntos de prácticas particulares y en
formas de concebir y relacionarse con el territorio, y por último, un análisis de la relación
que existe entre la Sabana y Bogotá desde las implicaciones que tiene para Madrid estar
cerca al principal centro político-económico del país.
El cuarto capítulo tiene como objetivo plantear los alcances de la propuesta educativa y
organizativa de la escuela de mujeres en un marco local, regional y global. Para ello
desarrollamos unas reflexiones sobre las propuestas económicas que cuestionan el modelo de
desarrollo en la Sabana y los retos que se han ido develando en nuestro propósito conjunto
como Encuentro Social y Popular Sabana de construir un movimiento social en este
territorio, partiendo también de otros movimientos que inspiran nuestro quehacer.
CATEGORÍAS: Este proceso toma como categorías de análisis el territorio, las mujeres
populares y la educación para la indignación activa.
METODOLOGÍA: Este ejercicio está planteado desde el enfoque cualitativo y crítico social
de la IAP en el marco de un proceso de organización social y comunitaria, por lo cual,
creemos que este enfoque está más cercano a nuestras intencionalidades de transformación
social como parte de una organización de mujeres y como educadoras comunitarias con
énfasis en Derechos Humanos. Nos ubicamos desde este enfoque al pertenecer nosotras
mismas a la comunidad con la que hemos realizado, realizamos y seguiremos realizando
nuestro trabajo de organización, de educación y de investigación, ya que al ser nosotras parte
de este contexto, las realidades y condiciones que queremos transformar son las mismas
condiciones de opresión que compartimos con las mujeres populares de la Sabana, al
reconocernos también como mujeres populares, jóvenes, hijas de trabajadores y trabajadoras
de la agroindustria de las flores y estudiantes de universidades públicas, atravesadas por
sistemas de opresión capitalistas, patriarcales y coloniales.
Epistemológicamente, nos identificamos con la IAP porque esta es una propuesta que
implica una presencia real, concreta y en interrelación de los sujetos con la investigación, la
acción y la participación en el proceso de conocer su propia realidad y ejercer acciones para
transformarla.
7
Capítulo 1: ¿Cómo entendemos y cómo ha sido la construcción sociohistórica del
territorio de la Sabana de Bogotá?
Existen perspectivas que han configurado distintas formas de entender el territorio, vemos
como esta categoría surge en la ciencia biológica: “El concepto comenzó a utilizarse en una
rama de la biología llamada etología, que estudia el comportamiento animal, siendo el
territorio un espacio defendido por los animales para protegerse y garantizar la seguridad de
su cría y controlar los recursos necesarios para su supervivencia (Córdoba, 2012)” (Citado
en García y Cifuentes, 2012).
Luego esta categoría fue usada por la geografía desde una concepción positivista - Europa a
finales del siglo XIX-, a partir de la cual se construye todo un marco de entendimiento para
justificar el intervencionismo estatal, ya que se entendía el Estado como un organismo vivo
que luchaba por la consecución de recursos para su supervivencia.
Desde allí surge la comprensión del territorio como un contenedor o retenedor de las
dinámicas sociales y naturales, concibiéndolo a priori e inmutable a los fenómenos
8
exteriores, es decir, se configuró desde una visión determinista que pretendía explicar el
desarrollo social y económico de los Estados a través de conceptos como el “Espacio vital”,
un término acuñado por Ratzel y traído de la biogeografía, que se refiere al territorio vital
donde los organismos vivos consiguen los recursos para su supervivencia, el cual fue
traspasado a las ciencias sociales al proponer concebir a los Estados como organismos vivos,
donde ideas como la evolución natural, la competencia y la lucha por la sobrevivencia
justifican el expansionismo y el imperialismo de los Estados, como vemos a continuación:
Este concepto al ser utilizado por los Estados naturalizó y justificó su intervención y saqueo
en otros territorios argumentando que si esto no se hacía estaban poniendo en peligro la
propia existencia. En Alemania el concepto de espacio vital fue adoptado por la ideología
nazi en la Segunda Guerra mundial para justificar la supuesta supremacía natural de una raza
sobre las otras, el control y lucha por el poder en el territorio.
Esta concepción prevaleció hasta llegar al carácter analítico y conceptual que viene
posicionando y discutiendo la geografía desde su perspectiva cualitativa, critica y radical
desde la segunda mitad del siglo XX hasta la actualidad con varios geógrafos europeos,
norteamericanos y latinoamericanos, haciendo una crítica a las visiones positivistas y
connotaciones instrumentales del territorio al cuestionar los intereses para los cuales han
funcionado y proponiendo una comprensión mucho más amplia de esta categoría como una
construcción social compleja y dinámica, atravesada por los intereses y conflictos humanos:
Los trabajos del geógrafo Rogério Haesbaert (1997, 2002 y 2004a) constituyen un esfuerzo
de construir una tipología de los territorios. (…) Considerando diversos autores, Haesbaert
(2004a) reúne los muchos abordajes conceptuales de territorio en tres vertientes básicas para
9
percibirlo: la política o jurídico-política, en que el territorio es considerado como espacio
controlado por un determinado poder, a veces relativo al poder del Estado (institucional); la
cultural o simbólico-cultural, donde el territorio es visto como un producto de la apropiación
simbólica de una colectividad; y la económica, en que el territorio sirve como fuente de
recursos (dimensión espacial de las relaciones económicas). (Schneider, 2006, pág. 9)
El territorio desde estas perspectivas se concibe desde visiones transdisciplinares que han
combinado geografía, historia, sociología, antropología, ciencia política, entre otras. En este
trabajo nos identificamos con estas perspectivas transdisciplinares del territorio, las
cuales nos permiten conectar las múltiples relaciones que los seres humanos
construimos desde y con un lugar físico, resaltando así la dimensión espacial de los
fenómenos sociales, donde no solo se visibiliza el poder del Estado sino los múltiples
poderes que surgen de distintos actores. “Como alternativa analítica a ese territorio estatal,
Raffestin defiende la existencia de múltiples poderes que se manifiestan en las estrategias
regionales y locales.” (Schneider, 2006, pág. 4).
“La palabra territorio se deriva de las raíces latinas térra y torium, que conjuntamente
significan la tierra que pertenece a alguien” (Lobato Correa, 1997). El territorio es, por tanto,
un concepto relacional que insinúa un conjunto de vínculos de dominio, de poder, de
pertenencia o de apropiación entre una porción o la totalidad del espacio geográfico y un
determinado sujeto individual o colectivo. De ahí que cuando designamos un territorio
siempre estamos asumiendo, aun de manera implícita, la existencia de un espacio geográfico
y de un sujeto que ejerce sobre él cierto dominio, una relación de poder, una calidad de
poseedor o una facultad de apropiación. La relación de pertenencia o apropiación no se
refiere sólo a vínculos de propiedad sino también a aquellos lazos subjetivos de identidad y
afecto existentes entre el sujeto y su territorio. Ese sujeto individual o colectivo contiene
generalmente una porción de poder suficiente para incidir en la transformación de ese
territorio. El territorio es, pues, el espacio geográfico revestido de las dimensiones política,
identitaria y afectiva, o de todas ellas. (Montañez, G, 2001, p. 21)
Entendemos así que no existe un territorio sin un conjunto de personas que construyan
significado a través de las distintas relaciones que se tejen cotidianamente en el espacio
físico -un espacio urbano y/o rural, no necesariamente la tierra como base productiva,-al
territorio entonces lo constituye un entramado de relaciones y dimensiones políticas,
10
culturales -identitarias, afectivas-, ambientales y económicas que los seres humanos
construimos en un espacio geográfico, donde constantemente están en disputa las formas de
apropiación y las formas de incidencia de los actores sociales que lo habitan. Vemos como
teóricamente las disciplinas de las ciencias sociales han intentado superar una visión
funcional y determinista del territorio en toda su extensión de relaciones, sin embargo, en el
mundo de la cotidianidad, estas concepciones operan simultáneamente: “La actividad
espacial de los actores es diferencial y por lo tanto su capacidad real y potencial de crear,
recrear y apropiar territorio es desigual.” (Montañez, G. y Delgado, O, 1998, p. 123).
Así, afirmamos que las visiones que se han generado sobre el territorio provocan tensiones
porque visibilizan corrientes de pensamiento y modos operantes de cómo el ser humano se
relaciona con la naturaleza y con un proyecto de sociedad, el territorio
abarca diversos aspectos que se configuran a partir de cómo los seres humanos se organizan
para vivir, en él circulan y han sido construidos tanto los sistemas de opresión - capitalismo,
patriarcado, racismo, adulto centrismo, etc.-, como las propuestas y acciones de resistencia y
de transformación de la sociedad.
Vemos cómo lo que se ha venido construyendo como territorio abarca ampliamente lo que
son las relaciones humanas y el lugar donde se desarrollan, dentro de una concepción
compleja de lo que denominamos territorio y que nos aporta a la transformación de visiones
11
dominantes sobre la naturaleza y los seres humanos, así, encontramos la visión de las
comunidades indígenas que complejiza la mirada y problematiza un pensamiento seccionado
desde lo occidental -binarismo cultura-naturaleza-. Para el caso de Cundinamarca nos
referimos al pensamiento Muisca hoy presente:
12
hay un tercer nivel, que es el que el gran territorio y macro-territorio que es el cosmos. (…)
En esos tres niveles territorio se va a vincular con espiritualidad, con afecto, con ley de
origen, con cosmovisión. (Augusto Tyuasuza, entrevista, 6 de diciembre de 2013)
Así, podríamos afirmar que el territorio puede configurarse como una expresión multiescalar,
“En el espacio concurren y se sobreponen distintas territorialidades locales, regionales,
nacionales y mundiales, con intereses distintos, con percepciones, valoraciones y actitudes
territoriales diferentes, que generan relaciones de complementación, de cooperación y de
conflicto” (Montañez, G. y Delgado, O, 1998, p. 123). Sin embargo, los análisis
tradicionales han invisibilizado la escala corporal, ese lugar donde se construyen, se
concentran y se expresan todas nuestras creencias y vivencias, el cuerpo como
primer territorio donde transitan y se transforman las relaciones del individuo con la
sociedad y la naturaleza, todo en un mismo tiempo, vemos así que:
Un cuerpo, aunque no todos los estudiosos de la geografía lo crean, es un lugar. Se trata del
espacio en el que se localiza el individuo, y sus límites resultan más o menos impermeables
respecto a los restantes cuerpos. Aunque no cabe duda de que los cuerpos son materiales y
poseen ciertas características como la forma y el tamaño, de modo que, inevitablemente,
ocupan un espacio físico, lo cierto es que su forma de presentarse ante los demás y de ser
percibido por ellos varía según el lugar que ocupan en cada momento. (McDowell, Linda,
1999, p. 56).
Por ello, no podríamos hacer un análisis amplio de lo que entendemos por territorio y sus
relaciones si seguimos ignorando la escala corporal en nuestros estudios, pues precisamente,
esa forma "racional" de pensamiento ha hecho una incisión mente-cuerpo y ha posicionado
lo corpóreo por fuera de sus análisis, cuando no como un análisis de segundo orden. "El
cuerpo es también un «lugar cultural con significados de género», según Judith Butler [...]
Como se sabe, Simone de Beauvoir sostuvo que la cultura masculina identifica a la mujer
con la esfera del cuerpo y reserva al hombre el privilegio de la identidad no corporal."
(Smith, 1993: 102, citado en McDowell, 1999, p. 68).
El cuerpo, significa ver la escala de un territorio cotidiano, aquí vemos como la escala del
cuerpo se relacionaría con el concepto y la escala del lugar, entendido este como la máxima
expresión o grado de apropiación simbólica y cultural que una persona tiene con un espacio,
13
el cual pasa por la experiencia sensible y la vivencia significativa que tienen las personas
diariamente. Así, el lugar es “definido de dos formas, por un lado, es el local de la actividad
– acción – inmediata del sujeto, lo que muestra la diferencia entre lugar y región, pues en la
región, y muchas veces en el territorio, el sentido de identidad es una abstracción para los
individuos – falta para estos una acción inmediata sobre el local –; y, por otro, es el local de
identidades significativas. De esa manera, el lugar tiene relación con el espacio de la
vivencia y de la convivencia, y posee como punto de referencia lo cotidiano – imprescindible
para la comprensión de la sociedad. Más correcto sería usar de forma híbrida los conceptos
de territorio y lugar; más precisamente el territorio tendría como referencia el lugar.”
(Schneider, 2006, pág. 11).
14
1.2 Raíces de formación socio-cultural de Madrid y la Sabana: Maneras de concebir el
territorio y de organizarlo
Antonio Gramsci.
Cada sociedad construye los modos de habitar los lugares, así mismo, los territorios van
adquiriendo formas pensadas a través de sus cúmulos históricos y las maneras como se van
dando las relaciones sociales. En este apartado nos referirnos a la historia de la
conformación de la Sabana de Bogotá desde momentos claves para comprender sus
dinámicas políticas, económicas, sociales y culturales en la actualidad. Para ello,
partiremos por mostrar lo que se conoce como el periodo Herrera o periodo pre-muisca,
luego haremos alusión al momento y las formas en que el pueblo Muisca se asienta en el
territorio; continuaremos por nombrar la colonización y la instalación de la república
como momentos cruciales en la trasformación territorial y lo que esto ha implicado en las
concepciones y prácticas de ordenamiento del territorio; y por último, profundizaremos en la
actual relación de la Sabana con la ciudad de Bogotá desde el caso específico del municipio
de Madrid Cundinamarca.
15
sido atractiva para los asentamientos humanos. El primer registro que se tiene de
estos asentamientos son los habitantes del periodo Herrera o periodo pre-Muisca:
Los habitantes del período Herrera –I milenio a. C. a I milenio d. C.- se caracterizaron por
explotar ambientes lacustres, tener una economía basada en la agricultura del maíz, achira y
tubérculos de altura, desarrollaron la pesca, la caza de mamíferos y roedores usuales en el
altiplano, la explotación de salinas y la construcción de monolitos (Hernández de Alba, 1938;
Silva, 1968; Broadbent, 1971, Cardale, 1981; Correal y Pinto 1983; Ardila, 1984; Bernal
1990; Rivera, 1992; Peña, 1988, 1991; Pradilla et al., 1992; Rodríguez C., 1999; Becerra,
2001; Langebaek, 1986, 2002; Romano, 2003). A pesar de haberse considerado la
posibilidad de que este período no fuera homogéneo, y que tuviese una fase temprana y otra
tardía (Langebaek, 1995; Romano, 2003), no se conocían las principales características
socioculturales ni físicas de sus pobladores, mucho menos su comportamiento ritual.
(Rodríguez, José, 2008, p 1)
A continuación un mural realizado por Felipe Vélez, un artista madrileño que hace una
representación de las comunidades del periodo Herrera:
Las primeras prácticas que caracterizaron a estos grupos fueron la caza y la recolección de
alimentos, eran seminómadas que soportaban fríos fuertes y que vivieron unas
transformaciones climáticas que cambiaron tanto la vegetación como la fauna, en este
periodo hubo un tránsito de una mega-fauna a una fauna abundante de especies menores
16
como venados y curíes, lo que llevó a transformar las maneras de habitar el territorio
respecto a las formas de alimentarse siendo una de los principales fuentes el curí en mayor
porcentaje y los venados (Zambrano Pantoja, 2000, p. 21). Estos grupos pasan de ser
seminómadas a un proceso paulatino de sedentarización a través de la utilización de la
agricultura; así pues, entendemos que las formas de habitar el territorio y de generar
relaciones en él han estado atravesadas por un vínculo profundo con las formas de
alimentación materializadas en el desarrollo de la agricultura primaria, a partir de las cuales
se empiezan a reflejar formas de asentamientos expresadas en hallazgos de viviendas
circulares construidas sobre terrazas elevadas para evitar inundaciones y también en
artefactos líticos, a los que se les ha denominado la “cerámica Herrera”.
De ellos hay evidencia de actividades agrícolas; sin embargo se sabe que el estado de salud
de dichos era bastante precario y los restos óseos hallados presentan huellas de condiciones
de vida bastante difíciles, así como la presencia de diversas enfermedades. (…) Estos
pobladores tenían una dieta combinada de maíz, tubérculos como papa, hibias y chuguas y
cacería de venado, conejo y curí y utilizaban herramientas como hachas, manos de moler,
agujas de hueso. (Zambrano Pantoja, 2000, p.22)
A grandes rasgos, éstas son algunas características de los primeros pobladores de las tierras
sabaneras donde se evidencian las formas de adaptabilidad de los grupos sociales y
como éstas influyen de una manera trascendental en las formas de vida, como por ejemplo,
las formas de organización en el territorio expresadas en la construcción de viviendas y
desarrollos más complejos como la cerámica “a pesar de que no hay datos sobre la
demografía de estos grupos, se han encontrado lugares con restos de cerámica de hasta cinco
hectáreas de extensión, tamaño suficiente como para formar una aldea” (Sotomayor, 1998,
citado por Zambrano Pantoja, 2000, p. 21).
Podemos ver como la agricultura va a ser una característica fundamental para entender los
cambios que se dieron en la Sabana, así como otras características que tienen que ver con
tradiciones y costumbres, así como las formas de organización política y demás.
En Zipaquirá las muestras de polen evidencian que en el período herrera, ya antes del 2.000
a. p., partes del bosque habían sido tumbadas y el suelo se utilizaba para cultivos con mucha
maleza. Se encontró Chenopodiaceae, familia a la que pertenece la quinoa, y evidencia de
que se cultivó maíz. (…) El tejido, la orfebrería y la producción salina fueron actividades que
ocuparon un papel de gran importancia entre los muiscas, cuya cerámica, adornada
fundamentalmente con pinturas, marca un cambio con respecto a los grupos identificados
como Herrera. Estos cambios, que en algunas partes se empezaron a apreciar en forma más
clara alrededor del siglo VIII d.C., pudieron derivarse de procesos migratorios de gentes de
habla chibcha o de transformaciones internas. La transición entre uno y otro período se dio
en forma paulatina, ya que en algunas partes coexistieron por algún tiempo. (Herrera, Ángel,
2008, p. 16-17)
No es claro en qué momento aparecen los Muiscas y desaparecen los Herrera, si los Muiscas
absorbieron o desplazaron a dichos habitantes, aun así, empiezan a haber rasgos en las
formas de habitar el territorio y en las prácticas culturales que dan muestra de la
transformación poblacional que ocurrió en la Sabana registradas en la forma de organizarse y
en los restos cerámicos que narran características específicas de estos grupos humanos; “La
población Muisca al igual que sus vecinos Guane, Lache, Chitarero y Sutagao, eran de
filiación Chibcha” (Zambrano Pantoja, 2000, p. 22).
18
Mapa N°1. El territorio chibcha a la llegada de los españoles
Fuente:http://www.academia.edu/3266946/Matrices_de_orfebreria_Muisca_Anotaciones_en_torno_a
l_arte_y_la_tecnica
19
Para nosotros los Muiscas, el concepto de territorio ya no hace referencia solo a
una jurisdicción político-admistrativa de posesión de un territorio geográfico con
unas fronteras definidas, sino que involucra usos, tradiciones y costumbres que están
relacionadas con el vínculo espiritual que tiene el indígena hacia la tierra, entonces, eso
ha cambiado el concepto de territorio y se ha ampliado mucho más a las cosmovisiones y
a las formas propias de pensar del indígena. ( Tyuasuza, A 2013)
Entendemos la relación cosmogónica de los Muiscas con el territorio respecto a las prácticas
culturales y económicas que se fueron reflejando en las formas de organización del mismo,
pues éstas se dieron en un tránsito del tiempo que acentuaron el arraigamiento al lugar, sin
embargo, no es lo mismo hacer referencia a los Muiscas hace 500 o hace 1000 años, o cómo
vivían los Muiscas en el periodo de la colonia o cómo viven los que hoy se denominan
como raizales mestizos descendientes del pueblo Muisca, pues como todas las culturas, estas
son cambiantes, no son estáticas y de una u otra forma esos usos, tradiciones y costumbres se
han ido modificando con el tiempo, (Tyuasuza, A, 2013) por lo que podemos decir que las
transformaciones de los saberes Muiscas también se inscriben en el territorio y lo narran, ya
que éste tiene memoria.
Entonces, las maneras de ordenar el territorio se ligan a las transformaciones que se van
dando a nivel cultural, político, económico y espiritual, esto lo podemos ver claramente en
los Muiscas y las formas como se fue habitando el lugar, que partía también de la relación
cosmogónica con las leyes de la naturaleza, con la ley de origen1 que fue y es actualmente un
precepto fundamental en la relación del ser humano con la naturaleza, lo que influye
1
La ley de origen es un término que utilizan los pueblos indígenas para hacer alusión a lo que es llamado el
orden natural del cosmos, que han sido aprendizajes trasmitidos de generación en generación y que hoy
perviven como un referente de gran importancia para constituir las formas de ser de las comunidades en sus
territorios.
20
directamente en la configuración que se le ha dado al territorio desde los pueblos indígenas
como un espacio que no está desordenado sino que está regido por una geografía sagrada que
hay que comprender para poder incidir sobre la misma, como una característica que le da un
sentido de vida a todo el lugar.
Antes, en la ley de origen Muisca los Seres Humanos lograban comunicarse con la piedra,
con el agua, con el árbol, con la montaña, con la nube, entonces nosotros hablábamos con
esos seres, porque esos seres también son gente como nosotros, MUISCA va a traducir gente,
entonces también hay gente piedra, hay gente nube, hay gente montaña, hay gente jaguar,
hay gente árbol, todos los seres existentes en la tierra y en el cosmos son gente, hay gente
planeta, hay gente estrella, hay gente sol , y todos somos gente. (Tyuasuza, A, 2013)
Se ha considerado que la conquista del nuevo reino fue relativamente corta y no duró más de
dos o tres años, entre 1537 y 1540. Para unos la muerte de Sagipa, Cacique de Bogotá, marca
el final del proceso y para otros, se termina con la fundación de Santafé y Tunja. A partir de
entonces los Muiscas se habrían sometido y habrían quedado bajo el dominio absoluto de los
españoles (…) Grandes operaciones militares se extendieron desde 1537 a 1540. Pero la
masacre de caciques efectuada en Tunja generó un levantamiento, que se extendió hacia
Guatavita, Duitama, Sogamoso, Suta, Tausa y otros pueblos y que tardó bastante en ser
21
sofocado. Cuando las luchas se terminaron, los indios se negaron a servir a los españoles, los
que debieron cambiar de táctica y procuraron atraerlos con regalos, buenos tratamientos y
negociaciones. (Gamboa, J, 2008, p. 116)
Las culturas indígenas, en este caso los Muiscas, sobrevivieron en medio de muchas
dificultades al enfrentarse a constantes retos y situaciones que vulneraban su autonomía, aun
así, no se puede decir que fueron completamente derrotados y borrados de la historia. Lo que
ha sido llamado como la “conquista” fue un proceso de invasión que duró muchos años y
que se valió de varias estrategias, una de las principales fue la destrucción de las unidades
políticas, empezando por las más grandes: Bogotá, Tunja y Vélez, consideradas como las
primeras colonias; otra estrategia que se utilizó fue la creación de supuestas alianzas que
pasaban por una construcción de confianzas que se degradaron de maneras crueles e
inescrupulosas (Gamboa, J, 2008), lo que significó una configuración de desconfianza
profunda en el sujeto habitante de este territorio y a la vez una puerta hacia la utilización del
engaño como posibilidad de defensa para los indígenas y en un arma de doble filo para los
invasores, tanto así que dirigieron a los españoles hacia las tierras de los Panches “enemigos
tradicionales” con la promesa de tierras ricas en oro, sin prevenirles del recibimiento que
tendrían.
Con lo anterior se desmitifica la idea del indígena como víctima y del conquistador como
perfecto dominador, y se alude a los indígenas como actores históricos que han tenido todo
un proceso de lucha y de estrategias para vivir desde antes, durante y luego de la invasión
española – hasta nuestros tiempos de profundo colonialismo-; otro aspecto importante, es el
de desmitificar la idea de la superioridad española en el sentido de cuestionar como un
pequeño grupo de “soldados” pudieron derrocar a un gran número de indígenas, en ese
sentido Gamboa, J, (2008) afirma:
“No hubo superioridad numérica ni tecnológica de los españoles ante los indios, las armas de
fuego fueron escasas y no fueron decisivas en la batalla, los caballos eran muy pocos y solo
podían usarse en grandes batallas a campo abierto, que rara vez se presentaban. Las armas
más efectivas fueron las espadas, las flechas y las lanzas de las cuales no carecían los
indígenas (…) El factor clave en el nuevo reino de Granada, fue la falta de unidad entre los
pueblos indígenas y la forma en que los españoles supieron aprovechar las enormes
diferencias que separaban a unos de otros, lo que les permitió encontrar aliados y pescar en
22
río revuelto. Los conquistadores siempre actuaron en unión con sus aliados nativos los que
hicieron la mayor parte del trabajo.” (p.134)
En la época de la colonización los indígenas tuvieron que trabajar para los conquistadores a
través de instituciones como la mita, modalidad de trabajo no gratuito pero si obligatorio; la
encomienda, entrega de un grupo de familias indígenas al cuidado de un conquistador y de
por vida a cambio de suministros a los nativos encomendados; los resguardos, concentración
de familias indígenas en un lugar escogido previamente, del que no debían alejarse, y la
2
Bacatá o Muequeta fue el nombre con el que el pueblo Muisca designó, en su lengua chibcha, a los territorios
comprendidos entre los márgenes de lo que hoy se conoce como la ciudad de Bogotá. A la llegada de los
españoles, dichos territorios eran gobernados por el Zipa Tisquesusa.(Bonilla, J, 2011, p,1)
23
esclavitud. En este período la iglesia contribuyó a unificar ideológicamente los territorios
conquistados y facilitó la administración. (Presidencia de la República, 2014)
Si bien no hay que desconocer la historia de los sujetos aguerridos que nombramos
anteriormente, el despliegue integral de la colonia materializada en la evangelización, la
dominación sobre la producción, la tenencia de la tierra y la prohibición permanente de la
lengua propia sumaron para conformar un ethos de pasividad (Fals Borda, 1956, p.74).
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es como a través del proceso de colonización se
fue estableciendo en América el patriarcado occidental, que particularmente en la sociedad
Muisca generó unos choques culturales muy fuertes debido a sus costumbres, formas de
trabajo y sobre todo a la forma de organización matrilineal, ya que esta comunidad se
caracterizó porque su línea de descendencia se daba por vía materna, por ello, sus raíces
familiares principales eran parientes de la madre. En ese sentido, se pertenecía a la
comunidad desde el tipo de vinculación que se tenga con la mujer, donde, los hombres al
contraer matrimonio dejaban de pertenecer a su grupo familiar y pasaban a formar parte del
grupo de la familia de la esposa. Sin embargo, la autoridad era ejercida por una figura
masculina, quien solía ser un tío materno, quien era el centro del grupo. Esta forma de
organización perduró hasta el siglo XIX.
Las relaciones sociales desde la colonia son un aspecto fundamental a la hora de comprender
el papel de las mujeres en la historia de la Sabana, ya que la llegada del patriarcado
occidental impulsó una transformación profunda en las relaciones sociales de sus habitantes
y aspectos como la llegada de esclavos y esclavas, su historia, la relación que se generó con
los indígenas y el papel del sujeto colonizador, constituyeron un patriarcado como un
sistema de dominación que tomó unas características específicas que lo ampliaron a partir
del fortalecimiento de otros tipos de opresión como el de etnia y clase, consolidándose un
patriarcado blanco, mestizo y étnico durante la colonia (Rincón, Soto, 2009).
De forma simultánea, las deidades femeninas fueron desplazadas por un único Dios
masculino, transfigurándose las creencias y las formas de construcción ritual de la
comunidad, que al conjugarse con el proceso de evangelización se fueron convirtiendo en un
sincretismo constante que registró un nivel de identidad enorme en el proceso de
dominación, tanto que generó inconvenientes entre los mismos dominadores, en ese sentido
el papel del enconmendadero3 acogió un estatus que fue crucial:
El fraude consistía en que los encomenderos que no estaban casados se desposaban con
indias, mestizas o mujeres de más o menos suerte, como la Recopilación de las Leyes de
Indias lo exigía, las que después reclamaban la segunda vida de la encomienda. Esto sugiere
que algunas encomenderas de las que no tenemos suficiente evidencia documental fueron
indias. Sin embargo, el presidente Venero de Leiva no especificó a cambio de qué servicios
3
Encargado de indios, era cabeza. Fue la primera forma de economía colonial que se presentó. Tenía que
mostrar la limpieza de la sangre y el honor del linaje, tradicionalmente, el encomendero era una persona con
una enorme autoridad y poder en la sociedad colonial, pues las cantidades de tierra dadas para las encomiendas
solían ser muy grandes y de gran productividad. Los indígenas encomendados tenían la labor de trabajar la
tierra y producir (ZAMBRANO, 2010)
25
los encomenderos se desposaban con esas mujeres, ya que no eran beneméritas, según las
ordenanzas reales. En todo caso, el proyecto monogámico que defendía el patriarcalismo del
presidente tenía falencias de las que la retórica patriarcal de la Corona no da muestras.
(Zambrano, 2010, p. 22)
Con lo anterior buscamos evidenciar cómo se fue posicionado un discurso por parte del
estado colonial que ponía de manifiesto una relación entre encomienda, familia y autoridad
eclesial, el cual desplegó una serie de cambios en el territorio y contradicciones sociales,
entre ellas, las que se sucedieron entre los encomenderos y las políticas de la corona, las
cuales disputaban por un lado, la autoridad privada y por el otro, la autoridad del Estado
colonial, dos tensiones que fueron dando un paso importante hacia la consolidación de la
república. Aunque Colombia se constituye como República en 1819 vemos como
paulatinamente se van rompiendo esos lazos entre la referencia clerical e hispánica de una
manera simbólica, que muy difícilmente va a desaparecer por completo, y que justamente en
Bogotá y sus cercanías va a perdurar de maneras distintas, incluso a partir del despliegue de
dispositivos del poder colonial que se van a manifestar constantemente, así como el caso al
que hace referencia Umaña (1946), cuando habla del proceso de independencia:
La Sabana entre 1815 y 1819 fue más un testigo que un actor (...) “A las haciendas de
realistas que son las más, han llegado postas precipitadas a pedir caballos de los
amos". Umaña (1946), anotaba lo siguiente sobre las relaciones entre Santafé de Bogotá y la
Sabana, en el siglo XIX y principios del XX: Lo que sucede es que Bogotá y la Sabana son
una cosa y el resto de Cundinamarca es otra muy distinta. La Sabana pertenece
espiritualmente a la ciudad, y las dos se compenetran absoluta
y definitivamente. (Universidad Nacional de Colombia, y SENA, 1992, p.32)
El sujeto cundiboyacense ha sido interpretado en algunos textos con una carga cultural de un
ser resignado, por alusiones tan fuertes como la de “domésticos rurales” o “la personalidad
del campesino: su tristeza es abúlica, su pasividad es fatalista, su idiosincrasia es inmutable,
su futuro es sin esperanza” (Fals Borda, 1956, p. 78) y se ha dado por entendido que el sujeto
que estaba entre el ser indio y la mezcla con el ser español, el campesino, ya estaba adaptado
a su condición y por lo tanto aceptaba lo que le había tocado vivir, como en los hechos que
nombra Umaña, pero podemos decir que la resignación es una ideología que ha buscado
imponerse en las personas, incluso enseñarse, sembrando el conformismo y la desesperanza
26
frente a las condiciones de la vida mostrándolas como formas dadas y terminadas sin
posibilidad de ser transformadas, en ese sentido podemos llamar a la resignación como una
estrategia de sometimiento (El Troudi, H, 1997, p. 67).
En el último siglo, la relación entre la Sabana y Bogotá es más evidente, pues se percibe una
marcada herencia española en las costumbres señoriales relacionadas con la importancia del
apellido y el linaje, que aún se mantienen. Sin embargo, no hay que desconocer la existencia
de una herencia indígena y mestiza, la cual se ha asociado también a la existencia de una
división social y espacial del trabajo y una clara división de clases, aquí nos referimos
específicamente a las formas como se empieza a organizar el territorio y el trabajo en el
tránsito de la colonia y la república y la distinción entre los espacios urbanos y rurales que
han pasado por una restructuración agraria desde la apropiación de la tierra y la imposición
cultural.
De lo anterior cabe anotar que Madrid era nombrado (aunque algunos habitantes lo
reafirman aún) como el pueblo señorial de la Sabana por ser la cuna de políticos y de
aristócratas españoles quienes fueron hacendados reafirmando en el mismo nombre –
Madrid4 (capital de España) -, una identidad ajena y que busca repetir un contexto europeo.
Estas formas de habitar el territorio fueron forjando una tensión entre la modernización y la
tradición, tensión que caracteriza fuertemente a la Sabana desde el periodo colonial y que
hace hoy parte fundamental de sus particularidades culturales:
A mediados del siglo XVII, el desarrollo de las grandes haciendas se aceleró porque la tasa
de crecimiento de la población trabajadora se tornó. Los mestizos, nacidos de la unión entre
indígenas y colonos blancos, adaptados plenamente al medio ambiente creado por la
ocupación española, no eran tributarios, pues no se los catalogaba como indígenas, podían
entrar en una relación desigual con los estancieros como “vivientes” o aun tornarse en
campesinos independientes arrendando tierras u ocupándolas de hecho (Kalmanovitz,
4
Su nombre se ha dicho que ha tenido el siguiente trayecto, primero, en lenguaje Muisca TIBAYTATA que
significa "Labranza del Capitán que está a la mano”. Otros estudiosos opinan que esta palabra significa "Tierra
Alta’, hhaciendo referencia a la serranía sobre la que estaba recostado el caserío aborigen. Luego se habla del
nombre SAGASUCA, quien fue un indio encomendero de Alonso Díaz, luego Alonso Díaz lo llamó
Serrezuela en 1563 por quedar junto a la serranía de esta parte occidental de la Sabana. Luego se llamó Madrid
por Pedro Fernández de Madrid, hijo del prócer de la independencia José Fernández de Madrid, quien murió en
este caserío en 1875, la población quiso conmemorar sus servicios prestados y solicitó a la asamblea de
Cundinamarca el cambio de nombre, desde ese entonces se conoce con el nombre de MADRID. (Recopilación
de datos históricos a través de fuentes orales y escritas).
27
Salomón, 2008, pp. 48) (…) En una economía caracterizada por gran disponibilidad de
tierras y gran escasez de mano de obra, los hacendados extendieron su propiedad por encima
de su capacidad de explotar la tierra para lograr el dominio sobre la mano de obra, no sujeta
hasta el momento, de los mestizos y blancos pobres. (McGreevey, 1975, p. 152.Citado por:
Kalmanovitz).
5
Decimos que existen construcciones hegemónicas de los territorios cuando un grupo dominante de seres
humanos impone uno o varios sistemas de opresión para su beneficio personal y/o económico – capitalismo,
patriarcado, racismo, adultocentrismo, etc.-, imposibilitando que las personas que habitan esos territorios y que
no tienen una misma correlación de fuerza – capacidad económica, nivel educativo, influencia política,
capacidad de organización, etc.- puedan hacer una construcción libre de su vida y de sus relaciones sociales,
culturales, políticas, económicas y ambientales.
6
La Asociación Herrera junto con un grupo juvenil asistió a una caminata en el año 2011 que tenía como
destino El valle de Abra, ya que se estaban haciendo recorridos al territorio y ésta vereda tiene un atractivo
muy importante porque hay yacimientos de arte rupestre y paisajes de pre-páramo, al querer entrar a la vereda,
no fue permitido el paso por personas de seguridad privada que argumentaban que la vereda tenía dueños y que
eran las personas de las haciendas las que estaban instaladas allí.
28
1.3 Relación entre la Sabana y Bogotá: el caso actual de Madrid Cundinamarca
Como podrán los oprimidos dar
comienzo a la violencia,
si ellos son el resultado de una violencia.
Paulo Freire.
“En particular los municipios de la Sabana de Bogotá presentan una alta migración- para los
17 municipios de la considerada área metropolitana de Bogotá, en promedio el 70% de sus
habitantes no son oriundos del municipio donde viven-, albergando principalmente gente de
la misma capital, de otros municipios de Cundinamarca, y en menor proporción de los
departamentos vecinos de Boyacá y Tolima”. (Ministerio de la protección social de
Colombia, 2011, p.15)
Esto denota que Bogotá y la Sabana se han ido constituyendo a partir del desplazamiento
forzado y la migración de personas atraídas por el imaginario de desarrollo de las ciudades.
En este sentido, Bogotá le ha ofrecido a la Sabana una ventana para mirarse de otro
modo, una forma de desear, le ha vendido un modelo de vida que se aleja de su historia:
Planteamos aquí que existe una instalación del deseo social a seguir un modo de vida
“desarrollado”, un desdibujamiento de las características propias del territorio y de la cultura
de sus habitantes; en el caso de Madrid, esto es evidente en el desconocimiento que muchos
de sus pobladores tienen sobre el territorio: Madrid cuenta con 16 veredas (Ver Mapa II) y
muchas de éstas no son conocidas o son poco visitadas por la mayoría de sus pobladores,
según la página oficial del municipio existe un total de 73.081 habitantes, 63.157 en la
cabecera y 9.924 en la zona rural, generalmente, las personas que trabajan en las empresas
de flores ubicadas en algunas veredas sólo conocen las instalaciones de la misma, las y los
trabajadores y muchas de las personas que vivimos en el municipio no tenemos la costumbre
o la posibilidad por tiempos y recursos de recorrer el campo de Madrid.
30
Asimismo, es evidente un mayor flujo de personas entre Madrid y Bogotá que al interior del
municipio, en ese sentido, al haber un desconocimiento o poco reconocimiento de dicho
territorio y de sus características, este es poco a poco reducido y borrado del imaginario de
los pobladores como un bien común. Madrid cuenta con una extensión total de 120.5 km2,
en el área urbana 7,5 km2 y en el área rural113 k.m2. (Alcaldía Municipal, 2013), como
podemos ver, la extensión rural es superior al espacio urbano:
Mapa II. Fuente:http://madrid-cundinamarca.gov.co/mapas_municipio.shtml?apc=bcxx-1-
&x=1820832 de la Alcaldía de Madrid Cundinamarca. Consultado el 05-12-2013.
Aunque en los últimos años han aumentado los proyectos de urbanización en algunos
municipios de la Sabana, las zonas rurales han sido muy apetecidas y se ha buscado
conservar zonas específicamente para la clase media alta y una amplia zona de producción
de la que necesitan Bogotá y el mercado internacional para sobrevivir, por ello, toma un
sentido estratégico militarizar los territorios y la vida social, como ha sido el caso de Madrid,
un municipio funcional para la guerra desde la instalación de la base aérea y la escuela de
suboficiales, en la base militar:
31
Fundada el 5 de julio de 1932 mediante el decreto 1144 haciendo los primeros trabajos de
mecánica de aviones. El sueño de contar en Colombia con un alma máter del vuelo militar
seguiría intacto hasta 1925, año en el cual el interés del Presidente Pedro Nel Ospina y el
apoyo de una misión Suiza, permitiría reabrir las puertas de la Escuela Militar en la
población de Madrid, Cundinamarca. En el año de 1932, por sugerencia de una misión
alemana, la Escuela de Madrid fue trasladada a Cali por las favorables condiciones
topográficas que presentaba esta ciudad y no volvió a cerrar. Es lo que hoy en día se conoce
como la Escuela Militar de Aviación “Marco Fidel Suárez”. (…) Ya para el 1 de
enero de 1970, se establece definitivamente una sede en Madrid (Cundinamarca), con nuevas
instalaciones tomando el nombre de Escuela de Suboficiales “Capitán Andrés María Díaz
Díaz”, graduando numerosas promociones de suboficiales. (Centro de investigaciones
históricas de la Fuerza Aérea Colombiana, CIHFA, 2012)
Padres pagarán por sus hijos que violen toque de queda en Madrid, (…) “Hemos encontrado
muchos jóvenes reincidentes y estamos convencidos de que el padre de familia es el
responsable del menor de edad. Nosotros podemos ofrecerle al padre de familia seguridad,
brindarles que vamos hacer los operativos, pero si realmente no se comprometen con la
norma y con el cuidado de sus hijos va a ser muy difícil” (…) Mediante el Decreto 076 del
2008 la Alcaldía del municipio restringirá la circulación y permanencia de menores de edad
en la vía pública entre las 10 de la noche y las 5 de la mañana (caracol.com, 2009)
(Eltiempo.com, 2009)
32
Así, las y los jóvenes de Madrid cumplen con un papel fundamental en la estrategia de
control desde la interconexión entre la dominación del sujeto y la consolidación de la
dominación del lugar, como lo afirma Zibechi: “El control de los pobres urbanos es el
objetivo más importante que se han trazado tanto los gobiernos como los organismos
financieros globales y las fuerzas armadas de los países más importantes” (citado por:
Jiménez, Camilo (Corporación Cactus, 2011, p. 77). Vemos como las políticas de seguridad
se han focalizado en los escenarios urbanos privilegiadamente y como las y los jóvenes se
han ido convirtiendo en un foco de “inseguridad”, pues se crean imaginarios respecto a sus
formas de vestir, de estar en las calles o en grupo, es decir, se criminaliza la condición
juvenil a través de la restricción, la delimitación del tiempo y el espacio y la creación de
dispositivos psicológicos que terminan en el respaldo social de los mecanismos de control
para dicha población.
Según Libardo Sarmiento Angulo, estas estrategias para “mantener el orden” como los
toques de queda se han dado de dos maneras en el país, una legal y una ilegal, lo que ha
significado para la juventud la instalación de terror a través de una imagen de
criminalización y estigmatización ante la “ciudadanía” por medio de un fuerte manejo de la
opinión pública y demás.
Un caso extremo es que se respalden medidas como el toque de queda, incluso ilegal, que se
puede ver en el uso de términos como la mal llamada “limpieza social”. Con la ley de
seguridad ciudadana, ley 1453 del 2011, el congreso de Colombia decretó medidas penales
para la seguridad ciudadana proponiendo diversas estrategias, en Madrid por ejemplo, en el
barrio San Francisco un grupo de vecinos y vecinas con chaquetas de policía donadas por la
alcaldía municipal salen a hacer rondas nocturnas y diarias por diferentes barrios “porque la
ley dice que los escuadrones barriales de seguridad permiten que se haga orden por sí
mismos como vecinos”7, de esta manera, son preocupantes las formas como el conflicto
armado se expresa en la Sabana, específicamente en Madrid y como se asumen medidas
extremas que buscan ser legitimadas por la población en general:
7
Palabras de una mujer que hace parte de la Policía comunitaria de Madrid, esta figura se convirtió en un
“ejemplo” para los demás barrios al estar combatiendo por sus propias manos la criminalidad. Este concepto de
policía comunitaria se ha venido tergiversando así como la idea misma del Estado comunitario de Uribe, que lo
que busca es generar un régimen de terror a los sectores más íntimos de la sociedad colombiana, así como ir
creando un sistema de desconfianza entre unos y otros. No confiar en nadie nunca. Dividir y crear una sociedad
insegura, desconfiada, con miedo y sobretodo resignada.
33
Las medidas adoptadas por las administraciones públicas que restringen el ejercicio de la
libertad y la movilidad de los jóvenes en las noches. Situación que comenzó como medida de
orden público en Bogotá y se generalizó a 66 municipios de Cundinamarca y 11
departamentos del país (Sarmiento, 2009), entre ellos el municipio de Madrid. Ha generado
rechazo entre los jóvenes del municipio, quienes ven en este tipo de acciones medidas de
presión y coerción, más que medidas de cuidado, protección y promoción de convivencia
ciudadana, como ha sido divulgado por las administraciones. (Ramírez, M, 2011, p. 62)
Vemos entonces, que la inversión y la dimensión que se tienen estipuladas para la base son
de grandes extensiones, y a la vez vemos cómo un proyecto como este decide ejecutarse
porque: “Según Santiago Castro, director de la Aeronáutica Civil, se pensó que el aeropuerto
militar podría moverse a Puerto Salgar, pero se requería un lugar más cercano a Bogotá, a
menos de 45 minutos” (Espectador, 2013), en ese sentido, podemos ver como el plan de
traslado y ampliación de la base hace parte del proyecto Ciudad Región, para el cual es
34
necesario tener un centro de control y seguridad específica para mantener el orden y las
condiciones para desarrollar los planes que se vienen para la Sabana, así pues, vemos con
complejidad un lugar que se construye entre la urbanidad y la ruralidad, la tradición y la
modernización, un territorio que se encuentra literalmente dentro de un campo de combate.
Uno de los intereses de éste trabajo es ver como los proyectos específicos que se llevan en
el territorio tienen unas consecuencias específicas para las mujeres en distintos momentos
históricos en Madrid, por ejemplo, el primer trabajo feminizado en el municipio fue el de las
lavanderas de los trajes militares de la base aérea, ya empezado el siglo XX con la
instalación de la base militar varias mujeres tuvieron que emplearse lavando los trajes de
quienes hacían parte de la base para sostener su hogar y soportar el cambio de economía
rural a la urbana “Mi mamá tiene artritis ahora porque en su juventud se la pasaba en el rio
lavando trajes que le daban de la base, ella le lavaba los trajes a esa gente” (Rocha Armando,
Diario de Campo. Lara, Guisella, 2011).
Si bien el trabajo de las lavanderas era una dinámica común, ésta se convirtió en un trabajo
más sistemático al llegar la base, pues al ser un espacio masculinizado en el que las tareas
como el lavar no eran “propias” de los hombres, las mujeres fueron adquiriendo este tipo de
trabajo como un primer elemento que nos muestra las maneras en que se transforman o se
reafirman roles femeninos, en ese sentido, las lavanderas de los trajes lavaron tanto en el río
como en lavaderos domésticos, en sus casas, ya que fue transformándose la relación con el
río cuando este se fue contaminando paralelamente al proceso de urbanización. La historia
de las lavanderas será una deuda que tenemos que ir recuperando respecto a la historia de las
mujeres en la Sabana, pero para efectos de la relación de Bogotá y la Sabana cabe anotar que
fue un trabajo que se caracterizó como una dinámica colonial:
Los saberes asociados a fregar la ropa, el aprovechamiento para ello del sol y del viento; de
las aguas y sus trayectos, y las sociabilidades que se construían, se renovaban y se construían
en las orillas mientras madres e hijos adelantaban sus labores, quedaron apenas como huellas
intangibles de una ciudad que apenas somos capaces de vislumbrar entre tanta modernidad
Los ríos y las lavanderas. (Sánchez G, Antonio, 2010)
35
Figura II. Lavanderas en las afueras de Bogotá. 1830. Litografía de Ackerman.
Fuente: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/agosto95/agosto2.htm
Concluimos así que, los distintos planes pensados hegemónicamente traen consecuencias
para el territorio y sus habitantes, desde las mujeres, entendemos que las lavanderas tuvieron
una relación con los trabajadores y estudiantes de la base aérea y escuela de suboficiales de
Madrid, también desde sus ropas. Haciendo memoria de la relación de las mujeres con la
base militar, nos parece importante poner de manifiesto nuestras preocupaciones por la
llegada de CATAM a Madrid, pues, aparte del impacto ambiental y el ruido, la implantación
de proyectos militares trae consigo el aumento de labores como la prostitución, según
diversas experiencias que se han dado en otros espacios del país y el continente en contextos
donde no existen más opciones para las mujeres:
Dónde se instala una base militar, siempre hay un aumento exponencial de la prostitución.
Las mismas autoridades militares estadounidenses parecen apoyar esta actividad como una
necesidad legítima de "desahogo" para los soldados que se encuentran "a miles de kilómetros
de sus esposas o novias". Sin embargo, no hay mucha preocupación por el bienestar de las
mujeres que para ellos la ejercen: las condiciones de vida y de salud de las trabajadoras
sexuales son generalmente muy precarias. (…) Hay que considerar también que en muchos
de los prostíbulos que rodean las bases militares, son reclutadas mujeres que recurren a la
prostitución como "opción forzada", por estar en condiciones económicas muy difíciles y por
no tener otras oportunidades de trabajo. (Arienta, 2010).
36
Capítulo 2: ¿Por qué la indignación?: ¿Cuáles han sido los efectos de la agroindustria
de las flores en las mujeres populares del territorio de la Sabana de Bogotá?
David Harvey en su texto anota “Los conflictos no solo nacen de apreciaciones subjetivas
reconocidamente distintas, sino, de las cualidades materiales objetivas del tiempo y el
espacio que son consideradas decisivas para la vida social en situaciones diferentes.” (p.
229). Así, veremos cómo a partir de la instauración de la agroindustria de la floricultura se
construye una forma de entender y de relacionarse con el territorio desde una visión
funcional de dominación de la Sabana de Bogotá, mostraremos entonces cómo esta actividad
económica trae diversos problemas a la región desde la explotación ambiental y social,
específicamente para las mujeres trabajadoras y extrabajadoras. Abordaremos aquí cómo
fue el proceso de instalación y expansión de esta actividad económica en la Sabana y su
ubicación en un contexto local, nacional e internacional.
37
Hablamos aquí de agroindustria de las flores y no de floricultura porque desde un
posicionamiento político ubicamos esta actividad económica como una actividad propia de
un modelo agroexportador, que además cumple con las siguientes características:
38
los volcanes de la cordillera Central, transportadas por el aire hasta la Sabana de Bogotá.
Estas cenizas al descomponerse y mezclarse con el humus de la vegetación, formaron una
capa de suelo oscuro de 50 a150 cm de espesor, de gran fertilidad, conocido como
suelo ándico o Andisol (...) La estructura hídrica se puede reducir a dos grandes
componentes: las aguas superficiales y las aguas subterráneas. Las aguas superficiales de la
Sabana están conformadas por un sistema natural conformado por quebradas, los ríos y las
lagunas. La sobre explotación de las aguas subterráneas ha producido un descenso en los
niveles de los acuíferos, junto con la desaparición de numerosas quebradas y de la mayor
parte de los manantiales. (Pérez, A, 2000)
A nivel social, tenemos una población de origen campesino con bajos niveles de educación,
gran cantidad de migrantes internos con necesidades económicas y poca oferta laboral en
actividades fuera de los floricultivos, para el caso de las mujeres resulta ilustrativo el
siguiente relato:
39
La siguiente tabla (Ver Tabla I. Evolución de establecimientos de empresas de flores), da
cuenta de la proliferación de los cultivos de flores en la Sabana de Bogotá en el término de
dos décadas, según la Universidad Nacional- SENA (1992) existen dos fases fundamentales
en el proceso de instalación de la agroindustria de las flores: uno de despliegue y otro de
expansión acelerada, un fenómeno conectado directamente con la exportación.
Concentrándonos en la fase de la expansión acelerada podemos decir que ésta se dio de
manera selectiva en Sabana occidente – compuesta por 9 municipios: Bojacá, Cota,
Facatativá, Funza, Madrid, Mosquera, Subachoque y Zipacón-. Los empresarios de
la agroindustria de las flores optaron por instalarse en las zonas rurales de la Sabana
occidente en toda la etapa de despliegue, ya en el momento de expansión acelerada la
Sabana centro-norte fue el lugar elegido, sin descuidar la Sabana occidente, la región
del Guavio e incluso Boyacá.
40
La floricultura implicó que los campesinos y campesinas de la Sabana dejaran de cultivar
alimentos en sus parcelas para convertirse en trabajadores asalariados de las empresas de
flores, las cuales poco a poco fueron desplazando el modelo de producción agrícola que
garantizaba la alimentación de sus habitantes por un modelo agro exportador que
se especializó en un producto que no es de primera necesidad, pues nosotros y nosotras no
nos alimentamos de flores, y por el contrario, con la incursión de esta actividad perdimos la
diversidad productiva de unas de las tierras más fértiles de Colombia y así, nos pusieron “a
tono” con las lógicas del desarrollo capitalista y la división internacional del trabajo, donde
los países productores de flores como Colombia, Kenia y Ecuador se insertaron de una
manera subordinada a la economía mundial (Veloza, Patricia. 2013)
Mapa III: Imagen satelital del uso del suelo en Madrid y algunas de sus veredas (Google
earth, abril de 2014)
Como podemos observar en la anterior imagen (Mapa III), existen diferentes usos del suelo
en Madrid y algunas de sus veredas, se puede observar allí la zona urbana del municipio, los
cultivos agrícolas o en descanso y los invernaderos de los cultivos de flores – capas
rectangulares de color más blanco o claro en la imagen-, para esta parte suroccidental de
Madrid, tenemos que la mayoría de estas empresas se ubican sobre la vía que lo comunica
con el municipio de Facatativá.
41
2.2- La agroindustria de las flores a nivel local, nacional e internacional: El gran
negocio de las flores
En el siguiente cuadro (Ver Tabla 2. Áreas y cantidad de empresas en la Sabana) que hace
parte de la investigación realizada por el DANE “Censo de Fincas Productoras de Flores en
28 municipios de la Sabana de Bogotá y Cundinamarca 2009” encontramos información
relacionada con la cantidad de Fincas Productoras de Flores (FPF), cantidad de áreas
cultivadas por municipio, cantidad de Unidades Productoras de Flores (UPF) en el año 2009,
donde el municipio de Madrid encabeza la lista:
8
La Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), se creó en 1973 en representación del
floricultor colombiano, como una organización gremial con el objetivo de promover el sector de las flores en
los mercados internacionales y buscar el desarrollo integral de la floricultura, principalmente en aspectos de
investigación científica, transporte, medio ambiente y responsabilidad social. Actualmente la Asociación
representa el 75% de las exportaciones totales de flores de Colombia y reúne 272 empresas ubicadas en la
Sabana de Bogotá, en la zona de Rionegro (Antioquia), el Eje Cafetero y algunos municipios del Valle del
Cauca. Como representante de la floricultura colombiana, Asocolflores tiene una participación activa a nivel
nacional e internacional; en el país, hace parte de diferentes comités y consejos económicos, tanto del sector
público como del privado. En el exterior, Asocolflores pertenece a todas las organizaciones representativas de
la floricultura. En cada una de ellas promueve la competitividad de las flores colombianas en los mercados del
mundo. (ASOCOLFLORES, 2009)
42
Tabla 2. Áreas (has) y cantidad de empresas según municipios de la Sabana de Bogotá y
Cundinamarca.9
Según la tabla anterior, vemos que Madrid para el año 2009 contaba con 1.675 hectáreas en
área total de Fincas Productoras de Flores y tenía 950 hectáreas cultivadas en flores, es decir
contaba con 725 hectáreas repartidas en las diferentes empresas para las poscosechas 10 y el
área administrativa. Según el boletín económico de ASOCOLFLORES (2013), Colombia
tiene en total 6.783 hectáreas cultivadas en flores (2013), Cundinamarca: 4.970 Has. (73,3%)
(2013), de 2002 (5,020) a 2010 (7,683), de 2011 (5,756) a 2013 (4.970):
9
El subrayado es nuestro.
10
Las empresas de flores dividen en dos momentos y espacios la producción, uno es el cultivo donde se
siembra, desbotona y se corta la flor, el otro espacio es la poscosecha donde se clasifica y se arman los
bouquets o ramos para la exportación. Los cultivos son recubiertos con invernaderos donde se concentra el
calor, estos están compuestos por un sistema de camas o surcos de alrededor de un metro de ancho por 20 a30
metros de largo. En la actualidad, cada trabajadora o trabajador tiene a su cargo alrededor de 60 camas, en sus
inicios, cada trabajadora tenía a su cargo solo 5, 6, 7 u 8 camas. Las poscosechas son grandes bodegas donde
se concentra el frío, de hecho en cada una existe un lugar llamado “el cuarto frio” donde se conservan los
ramos para que la flor no se abra antes de tiempo. Allí existen decenas de hileras formadas por mesas, donde
cada trabajadora realiza su función.
43
Tabla 3.
Aquí llama la atención ver como se ha venido reduciendo la cantidad de hectáreas sembradas
en flores en Cundinamarca en comparación de los periodos 2002-2010 y 2011-2013, a pesar
de esto, la cantidad de exportaciones e ingresos anuales de este sector se mantienen e incluso
se incrementan:
Tabla 4.
44
Según estos datos, vemos que hoy existen menos hectáreas cultivadas y menos empresas a
nivel nacional- para el caso de Madrid 110 en el 2001 y 85 en la actualidad - sin embargo,
esta agroindustria produce en promedio los mismos kilos de carga para exportación al año y
devenga más de $1.200 millones de dólares anuales desde el 2010; las razones de este
comportamiento no podrían ser más que el crecimiento de la productividad por hectárea al
año al invertir más en insumos y la búsqueda del aumento de la rentabilidad económica
disminuyendo los costos, los cuales se ven reflejados en el detrimento de las condiciones
laborales y violación de los derechos sociales de los y las trabajadoras: aumento de
funciones y tiempos de trabajo, no pago de seguridad social, implementación de políticas de
flexibilización laboral, recorte de personal, etc. Según la Corporación Cactus (2014) el cierre
de empresas en los últimos años ha generado la pérdida de 25.000 empleos, los cuales no se
remplazan y se recargan a las personas que aún laboran en estas empresas.
11
La introducción de Israel en la lista es nuestra.
46
Así, vemos como en Holanda se encuentran unas condiciones cualitativa y
comparativamente mucho mejores que en el resto de países, con una mejor regulación en
cuanto al respeto por los derechos laborales de los y las trabajadoras, esto por supuesto, nos
muestra que este es el país que controla este mercado a nivel internacional, a nivel interno ha
utilizado estrategias como el ir integrando poco a poco las flores a una especie de identidad
nacional, lo que hace que se fortalezca un sentido de apropiación por parte de los ciudadanos
y el propio Estado para promover el negocio dentro y fuera del país. Ahora veamos el caso
de África:
En áfrica las condiciones laborales son mucho más precarias, uno, viven en las empresas,
dos, en muchos casos ni siquiera les pagan salarios en dinero sino les pagan con bonos, con
mercado a cambio de poder vivir en la misma empresa, eso, a veces eso frente a otra gente
incluso puede ser un privilegio porque pueden vivir y comer ahí y estar todo el tiempo ahí,
entonces ni siquiera tienen jornadas de trabajo porque como viven ahí están disponibles todo
el tiempo a toda hora, como acá puede ser quien cuida una finca, pero todo el tiempo, es una
cosa masiva (…) y en regiones especiales ya tiene que ver no sólo con las condiciones
laborales sino de vida, en Kenia me acuerdo mucho, hay un lago que es una de las fuentes
más importantes de agua dulce que hay en ese país y la mayor explotación de agua la hacen
las empresas floricultoras. (…) en África hay incluso empresas donde llevan las familias,
con los niños, las niñas, todos, allá viven y trabajan, allá la presencia de trabajo infantil es
todavía es supremamente alta, como aquí en su comienzo, porque toda la familia ayuda,
hace, arregla(…) Los niveles de organización sindical son nulos, no existen, ósea si aquí no
existen allá de verdad que no existen(…) no son empresas nacionales, no hay dueños
nacionales en Kenia, en Tanzania, en Zimbawe, los dueños son generalmente europeos y
holandeses, que son los que controlan el mercado a nivel mundial, (…) el uso de
agroquímicos es mucho más alto porque la producción es con una carga de mano de obra
más alta porque sale más barato tener más gente trabajando en los cultivos que no tenerla, las
condiciones de salud son precarias porque por supuesto no están afiliados a un sistema de
seguridad social, ni de pensiones ni de salud ni de nada de eso y te enfermas y chao, entonces
la gente prefiere enfermarse y morirse ahí en el cultivo si no tiene más que hacer, entonces
esas condiciones son más duras que acá, y también allá mayoritariamente, como en el mundo
entero, es mano de obra femenina, porque la floricultura se asocia más a un trabajo de
mujeres, porque son más “delicadas”, “cuidadosas”, etc. (Rodríguez, A, 2014)
47
Vemos entonces como las condiciones laborales y de vida cambian drásticamente también
en función de esa división Norte-Sur, donde esa visión colonial ataca la dignidad de las
personas y la existencia misma del territorio, pues, perviven formas de esclavitud que
conjugan el racismo, el patriarcado y el capitalismo de maneras tan perversas que se
expresan hoy, por ejemplo, en que las personas tengan que vivir en estas empresas y que su
vida esté en función de un negocio que no les pertenece y que además los enferma… “En
Kenya están los más grandes cultivos de flores del mundo y los trabajadores suelen vivir en
el mismo sitio donde trabajan. En algunas plantaciones viven más de 10.000 personas y en
ellas se encuentra gente de todas las regiones y grupos étnicos del país. En ese contexto es
fácil que se presenten problemas de convivencia, frente a los cuales no hay ayuda social o
psicológica (…) El 90% de las empresas pertenecen a grandes compañías extranjeras o a
agricultores blancos kenyanos.” (Barba, I, 2007)
En Colombia y en otros países vemos cómo la agroindustria de las flores representa un gran
negocio para los empresarios nacionales y extranjeros que han invertido su capital en esta
actividad económica, la cual opera bajo una concepción funcional del territorio como una
unidad productiva desprovista de vida y bajo todos los patrones de explotación laboral que
han permitido la leyes laborales a nivel internacional, para nuestro caso, la ley laboral
Colombiana y todas sus reformas impulsadas en los últimos años.
A continuación, veremos cómo es el flujo de este comercio, cuáles son los principales países
vendedores y compradores de flores:
48
Tabla 5.
Porcentajes que corresponden al promedio de participación en la oferta y la demanda de flores en
mercado mundial para el periodo 1998-2003.
Fuente:http://datateca.unad.edu.co/contenidos/302568/Material_didactico_definitivo/leccin_1_la_flor
icultura_en_colombia_y_el_mundo.html
“…hay una serie de impuestos nacionales que las empresas floricultoras no pagan sino que
pasa todo lo contrario, si son registradas como empresas para la exportación reciben
subsidios, les hacen prestamos que luego son condonados, o se los devuelven también, y solo
pagan los impuestos que ninguna entidad puede eludir como el IVA, pero aún en algunos
casos se los devuelven a través de subsidios, los impuestos nacionales que ellas no pagan son
los de industria y comercio y los aranceles, que son impuestos que tienen que pagar por
exportar, las flores hace mucho tiempo no pagan impuestos y parte de los TLC y ley de
preferencias en Europa y en EE.UU hacen que en esos países tampoco paguen impuestos
para entrar el producto” (Rodríguez, A, 2014).
49
Aquí hemos mostrado con algún detalle cómo se instauró y se expandió la agroindustria de
las flores en la Sabana de Bogotá y cómo es este negocio a nivel nacional e internacional.
Ahora veremos cómo en los últimos años esta actividad económica se ha venido
desarrollando en medio de nuevas configuraciones territoriales regionales que se planean y
se ejercen desde visiones hegemónicas del territorio, construcciones que no parten de las
necesidades e intereses de sus habitantes, nos referimos específicamente al proyecto Ciudad-
Región pensado hace años desde las elites colombianas, para la integración funcional y
económica de la Sabana con Bogotá a los circuitos de producción metropolitanos, nacionales
e internacionales, donde la floricultura juega un papel importante.
El término Ciudad-Región es un concepto de origen norteamericano y europeo que se
relaciona con la tendencia de la economía global a conformar unidades regionales que se
caracterizan por especializar su economía desde la industria y el comercio, para dinamizar
los flujos económicos. Generalmente estas nuevas unidades territoriales, dependiendo de los
enfoques teóricos desde donde se aborde, proponen generar una dinámica de integración
económica entre un gran centro urbano y las unidades territoriales circundantes, en este caso
Bogotá y la Sabana.
Estos procesos de globalización y de regionalización se han traducido en los países “en vía
de desarrollo”, desde la identificación de regiones geoestratégicas para los capitales, desde el
aumento de la inversión extranjera, el aumento de obras de infraestructura, mejoramiento de
vías y fortalecimiento de ventajas competitivas desde las entidades territoriales. El proyecto
de “Ciudad-Región” propuesto desde entes gubernamentales y agentes económicos en
nuestro territorio se basa en la construcción de zonas francas y amplias zonas usadas como
bodegas de mercancías de importación y exportación, en el aumento de la inversión
industrial y de servicios, en la dinamización de procesos de urbanización, en la existencia de
tierras con fuerte especulación inmobiliaria, en el desplazamiento de la mano de obra
campesina tradicional hacia el sector industrial y comercial y una recomposición social del
campo. Estos son los principales elementos que están reconfigurando el territorio social,
económico y ambiental de la Sabana.
50
y cultural. Vemos ahora como la economía de Madrid y la Sabana se basa entonces en la
agroindustria de las flores, en la agricultura y en la industria como un sector cada vez más
creciente. El papel de la floricultura en este contexto es mantener los mercados y las
lógicas de un modelo agro exportador que desplaza y acaba con actividades tradicionales
como el cultivo de alimentos, permitiendo que estos planes se conjuguen con otros
elementos del sistema político, social y económico imperante que violan el derecho a la
alimentación y la soberanía de las y los habitantes de la Sabana a decidir sobre cómo quieren
vivir y construir su territorio, ejemplo de esto es cómo se ha venido pensando y
desarrollando el tema de la urbanización en la Sabana:
Como toda actividad económica o sector productivo, la agroindustria de las flores tiene que
responder a un marco jurídico y normativo nacional e internacional de respeto a los derechos
laborales de los y las trabajadoras de las flores. Diversas investigaciones de organizaciones
sociales, el sector académico a nivel nacional e internacional y las denuncias del sector
sindical en Colombia han visibilizado como la agroindustria de las flores, como parte del
modelo económico capitalista, responde a una lógica de violación sistemática de los
derechos humanos y laborales, a continuación haremos una breve descripción de los marcos
internacionales y nacionales del derecho al trabajo para comprender cuales han sido las
afectaciones de este sector en la vida de los y las trabajadores de esta agroindustria12:
12
No profundizaremos en casos o denuncias específicas, ya que existen muchas referencias en diversos
documentos que las desarrollan detalladamente, para ello ver informes anuales de floricultura de la
Corporación Cactus, tesis académicas sobre el tema o las páginas de sindicatos como Sinaltrainal- Sindicato
Nacional de trabajadores del sistema agroalimentario y Ultraflores- Unión Nacional de trabajadores de las
flores-.
51
Convenios Internacionales
“En Colombia la entrada en vigencia de la Constitución de 1991 abrió las puertas desde
artículos como el 1, 2, 25, 53,58, 215 y 333, para promover la consolidación de un nuevo
bloque de constitucionalidad sobre el trabajo digno como derecho” (Escuela de liderazgo
sindical democrático, 2007) Esto reconoció de una manera mucho más amplia los principios
que acompañan a los derechos laborales, aparte de los principios de inalienabilidad,
indivisibilidad e interdependencia que les son intrínsecos a todos los DDHH, estos
principios son:13
13
Tomados de la relatoría de la sesión 10 y 11: Historia, fundamento y principios de los derechos laborales del
Diplomado “Mujeres, trabajo y desarrollo” realizado por la Corporación Cactus en Madrid Cundinamarca en el
año 2008.
52
El principio de protección: En la relación laboral existen dos partes: el empleador y la
persona trabajadora, este principio parte de que esta relación es desigual, ya que una de las
partes posee los medios de producción y la otra parte solo posee su fuerza de trabajo. En la
relación laboral es preciso proteger entonces a la parte más débil, para que no sufra los
abusos de la parte más fuerte. Este principio se destaca sobre los demás. El principio de
irrenunciabilidad: indica que las trabajadoras o trabajadores no pueden voluntariamente
renunciar a sus derechos laborales fundamentales. Principio de estabilidad: procura que la
relación laboral sea de larga duración en el tiempo, esto para que la trabajadora y trabajador
tengan estabilidad, tranquilidad y no vivan a la zozobra de no saber si van a tener o no
empleo en el corto o mediano plazo. Principio de primacía de la realidad: Según este
principio lo que importa en la relación laboral es lo que ocurre en la práctica, en la vida real
y no en lo que se firmó en los papeles o lo que acordaron verbalmente las partes. Principio
de favorabilidad: cuando existen varias normas aplicables a un caso concreto debe aplicarse
la más favorable al trabajador o trabajadora.
Sin embargo, muchos de estos avances se ven afectados por distintas reformas a la ley
laboral que se han venido dando desde que se firmó la Constitución del 91 y la
profundización de políticas neoliberales en esta década- aunque habría que rastrear este
modelo desde la década del 70-, entre las que se encuentran la reforma laboral promulgada
en 1990 mediante la ley 50 de ese mismo año y la Ley 789 de 2002, como las más
importantes.
Estas reformas han sido los cambios más significativos que han permitido que estas leyes le
den cabida cada vez más a la violación de los principios consignados en los convenios
internacionales sobre el trabajo, los principios inherentes a los derechos humanos y en
especial, a los principios que cobijan el derecho a un trabajo digno, aquí mostramos esas
transformaciones a partir de 5 ítems14 y su relación con la agroindustria de las flores,
evidenciando la pérdida de garantías que habían sido alcanzadas con mucho esfuerzo por
trabajadores y trabajadoras y diversas organizaciones que se movilizaron en las décadas del
14
Estas tablas hacen parte de la ponencia: “Reformas al marco jurídico del trabajo en Colombia 1990-2002”
presentada por Oscar Andrés López. Abogado. Profesor de la Universidad Javeriana, en el marco del “Primer
foro regional de floricultura: miradas al trabajo, al territorio y su gente” organizado por la Asociación Herrera
el 15 de febrero de 2014 para conmemorar el día internacional de los y las trabajadoras de las empresas de
flores.
53
60 y del 70 alrededor del derecho al trabajo- años de mayor fuerza y movilización del
sindicalismo en Colombia- , demostrando así que los derechos humanos son conquistas
sociales y no concesiones de elites o de los empleadores que se dan por un proceso evolutivo
de los desarrollos democráticos, sino que, precisamente estos se dan por unos conflictos y
unas contradicciones sociales.
El impacto más notorio de estas reformas fue en materia de estabilidad laboral, vemos en la
Tabla 6, cómo antes de los años 90 el empleador tenía que reintegrar a los y las trabajadoras
que llevaban más de 10 años cuando eran despedidos sin justa causa, ya que a los 10 años
este adquiría el derecho a la estabilidad, lo que hicieron estas reformas fue abrir la
posibilidad de que el empleador pueda despedir con el simple pago de una indemnización
cuando una persona lleve más de 10 años de servicio, adjuntando a esto las disposiciones
sobre los despidos masivos:
Tabla 6. Estabilidad laboral
ANTES DE LOS 90 LEY 50 DE 1990 LEY 789 DE 2002
Reintegro tras despedido sin Legalización del despido sin justa causa sin Redujo el monto de
justa causa luego de 10 años importar el tiempo de servicio con pago de la indemnización.
de trabajo. indemnización directa-mente proporcional
El Ministerio de Trabajo al tiempo laborado
valoraba si un despido plural Posibilidad de despidos masivos en
de trabajadores constituía o términos de 6 meses sin superar los
no un despido colectivo. porcentajes establecidos en la ley.
En cuanto al sector floricultor vemos que el despido sin justa causa es el elemento de mayor
consulta y denuncia, en uno de los informes sobre floricultura colombiana llamado
Condiciones laborales y crisis del sector (Corporación Cactus, 2008) tenemos que:
“En 2008 tuvimos directamente 42 consultas por despidos sin justa causa. La legislación
laboral colombiana permite que los empleadores despidan a sus trabajadores si pagan una
indemnización que desde hace dos décadas se ha venido reduciendo con las reformas
laborales. En este periodo de tiempo por la crisis del negocio fueron despedidos más de
22.000 trabajadores y trabajadoras sin justa causa y aunque todos tenían derecho a esta
indemnización, muchas empresas como Agrícola Guacatay en Funza, Agrícola El Triunfo,
Agrícola Montaña en Madrid y RDP Flora en Zipaquirá forzaron a muchas operarias y
operarios a renunciar o a aceptar un pequeño porcentaje de la ya muy pequeña
indemnización”
54
Otro aspecto afectado con estas reformas es la contratación, ya que el derecho a la
contratación a término indefinido se ha venido perdiendo con la implementación de las
empresas de servicio temporales y las cooperativas de trabajo asociado- una figura que nace
de la economía solidaria para que un conjunto de personas se puedan asociar y sean
trabajadores y al mismo tiempo dueños de una empresa, con lo cual se dictan disposiciones
espaciales para las condiciones de trabajo ya que no existe una relación laboral clásica
empleado-empleador- las cuales fueron apropiadas por las empresas para evadir o
flexibilizar los pagos de seguridad social:
Tabla 7. Contratación
ANTES DE LOS 90 LEY 50 DE 1990 LEY 789 DE 2002
Prevalencia de los contratos de Promoción del contrato a término El contrato de los
trabajo a término indefinido y fijo con posibilidad de prórrogas aprendices pierde su
restricción a los contratos a sucesivas indefinidas carácter laboral
término fijo.
Vemos así, que estas nuevas formas de contratación niegan el principio de primacía de la
realidad del derecho al trabajo, pues en lo concreto, sabemos que los y las trabajadoras de la
agroindustria de las flores no son dueños ni dueñas de estas empresas, y que si existe una
relación de subordinación allí. Estas cifras pueden ya estar un poco desactualizadas, pues
vemos que la tendencia es que cada vez hayan más personas contratadas a través de estos
mecanismos, nos atreveríamos a decir que en la actualidad la mayoría de personas son
contratadas a través de una temporal o una cooperativa, tanto así, que se está presentando el
fenómeno de segregación dentro de las empresas a partir de su forma de contratación, es
decir, que a las personas que “no son de empresa” como llaman a las que no están
contratadas directamente, se les está excluyendo de ciertos beneficios o se les está
55
recargando el trabajo. Por ejemplo, actualmente en la empresa Jardines de los Andes, según
familiares nuestros que trabajan allí, se le cobra el almuerzo más caro a una persona que es
de cooperativa que a una personas que fue contratada directamente, en otra empresa, una
trabajadora nos comentaba que a las personas que llegaban contratadas por una temporal o
cooperativa se les daba las peores camas para trabajar y se les recargaba el trabajo más que a
las personas que estaban trabajando allí hace varios años, entre otras cosas, lo cual entra a
justificar y a legitimar aún más la violación de derechos dentro de estas empresas:
“(..) es que eso es otra cosa que tienen las empresas que como que exigen más los de empresa
que no los que contratan para ayudarles, entonces a las personas que son por temporal las
discriminan y a los que son de la empresa si les dan dotación, guantes, de todo, uno a veces
les dice y les pide dotación y que no que la oficina es la que tiene que responder por eso que
la empresa no, que la empresa solo responde por la gente que es de empresa, pero por los de
contrato no, y a nosotras nos toca por ejemplo comprar guantes de esos de caucho y comprar
esos de tela para poder desbotonar.” (Entrevista realizada a trabajadora de flores el 21 de
marzo de 2014).
56
Así, vemos que en la floricultura no existen las mismas condiciones laborales que hace
varios años, pues hay una clara tendencia al desmonte de estos derechos en el marco de la
inserción de políticas neoliberales. Estas condiciones también han venido cambiando en
función de diferentes aspectos que varían según el caso particular de cada empresa, como
por ejemplo los destinos de exportación- si exigen códigos de responsabilidad empresarial o
no y el nivel de consumo consiente en cada país:
Estos son algunos aspectos que afectan a nivel general, pero para el caso de esta
agroindustria, vemos que el incumplimiento de las obligaciones con el sistema de seguridad
social de las trabajadores y trabajadoras, el acoso laboral, los malos tratos a las trabajadoras
gestantes, el incumplimiento salarial, de recomendaciones médicas y medidas de seguridad
durante la fumigación y especialmente los obstáculos ante el derecho legítimo de asociación
sindical, son característicos del sector, a lo que se suma la permisión gubernamental de
prácticas antisindicales por parte de las empresas:
(…) los niveles de sindicalización acá son muy bajos, aunque, los empresarios presentan que
la tasa de sindicalización en el sector está alrededor de un 15%, la tasa de sindicalización en
el país está alrededor del 4% pero hay todo una estrategia histórica, documentada de
debilitamiento y criminalización también de los sindicatos en cualquier industria, y
floricultura no es la excepción, entonces la creación de sindicatos patronales, el cierre de
empresas, las listas negras que se llamaban en una época, que todavía siguen existiendo y el
cambio de personas jurídicas para acabar con los sindicatos, entre otros aspectos, hacen parte
de la estrategia en contra de la organización sindical en el país, que además es el país más
peligroso que existe en el mundo para ser sindicalista, porque de 100 sindicalistas muertos en
el mundo 67 son Colombianos. (Rodríguez, Aura. Directora Corporación Cactus, 2013).
57
2.4- Efectos de la agroindustria de las flores en las mujeres populares de la Sabana de
Bogotá: El trauma social inscrito en el cuerpo
En este apartado presentaremos cuales han sido los efectos de la agroindustria de las flores
en las vidas de las mujeres populares que han estado asociadas a ésta, las implicaciones de su
paso por estas empresas en sus cuerpos, su subjetividad, su vida familiar, política, social y
comunitaria. Comenzaremos por mostrar algunas cifras que nos ubican en un panorama
amplio de lo que ocurre con las mujeres de Madrid y la Sabana, seguido por un desarrollo de
estos efectos desde diferentes ámbitos: cuerpo y salud, vida personal y subjetividad, vida
familiar, vida social, política y comunitaria.
Panorama en cifras:
Como nombramos en el primer capítulo, según datos oficiales Madrid tiene un total de
73.081 habitantes, a continuación (Ver tabla 6) tenemos que según la distribución por sexo
de los y las habitantes, las mujeres somos el 49,94% de la población tanto en la zona urbana
como rural del municipio:
Tabla 11.
Habitantes por territorio urbano o rural, distribución por sexo.
Territorio Distribución por sexo Total
No. Hombres No. Mujeres
Veredas de Madrid 4.968 4.956 9.924
% 50,06 % 49,94 % 100
Barrios de Madrid 31.616 31.540 63.157
% 50,06 % 49,94 % 100
Fuente: Página oficial de la Alcaldía de Madrid Cundinamarca. (2014)
Según estos datos, las mujeres madrileñas somos prácticamente la mitad de la población
total del municipio, -36.496 en total- sin embargo, (Ver tabla 12) las mujeres representamos
58
el mayor índice en la tasa de desempleo del municipio-17,0- a pesar de ser también el mayor
porcentaje de la población en edad de trabajar, - 23.870-. De este conjunto de mujeres, según
el siguiente estudio sólo 12.028 mujeres son población económicamente activa, 4.221están
subempleadas, 2.050 desocupadas y 11.831 inactivas:
Tabla 12.
Principales agregados del mercado laboral distribuidos por género y grupo de edad en Madrid
Cundinamarca
Esto nos muestra como la mayoría de mujeres seguimos teniendo un papel subordinado en el
mundo laboral y que la incursión en el mundo del trabajo no ha significado todas las veces
un avance significativo en la transformación de las condiciones de opresión, ya que, el
sistema de opresión capitalista y el sistema de opresión patriarcal coexisten y se sirven el
uno del otro para su fortalecimiento y funcionamiento, lo cual implica que la mayoría de
veces las mujeres ocupemos los trabajos de menor valor social – tanto simbólica como
económicamente- y que se naturalice que las mujeres realicemos un trabajo fundamental
para el mantenimiento de la sociedad y del sistema capitalista: el trabajo doméstico,
reproductivo y del cuidado.
59
Precisamente, estas cifras económicas oficiales no reconocen la existencia ni el aporte que
las mujeres realizamos con el trabajo doméstico, reproductivo y del cuidado, pues utilizan
categorías como población “desocupada” o “inactiva” cuando esto no corresponde a la
realidad ni las cargas de labores y oficios que cotidianamente hacen las mujeres, sobre todo
cuando hablamos de mujeres de los sectores populares. En cuanto al trabajo en la
agroindustria de las flores, según el DANE (2009) hay un promedio de 14.921 trabajadores y
trabajadoras de esta agroindustria en el municipio, de las cuales 8.362 son mujeres, (Ver
Tabla 13), 553 en el área administrativa y 7.809 en la producción, es decir, de las 12.028
mujeres activas económicamente 8.362 son trabajadoras de empresas de flores15.
Tabla 13. Distribución de hombres y mujeres en las empresas de flores en distintos municipios de la
Sabana.
En cuanto al tema educativo, a continuación tenemos una tabla (Ver tabla14) sobre la tasa de
analfabetismo en Madrid, la cual representaba en 2010 la quinta posición más alta entre los
municipios de la Sabana occidente con un 5,8% de población analfabeta en la zona rural y un
3,6% en la zona urbana.
15
Estas son cifras tentativas, ya que por un lado, un documento es del año 2009 y el otro es del año 2010,
también porque en el documento del DANE se establecen estadísticas de las personas que trabajan en las
empresas ubicadas en el municipio, mas no se discrimina que tanto porcentaje de estas trabajadoras y
trabajadores viven en Madrid, lo cual hace difícil generalizar estos datos porque las empresas de flores trabajan
con personas de distintos municipios, incluso con personas que viven en Bogotá.
16
El subrayado es de nosotras y resalta los datos del municipio de Madrid.
60
Tabla 14. Tasa analfabetismo
En cuanto a la situación de las mujeres frente al hogar, encontramos que "En Cundinamarca
29% de los hogares tienen como cabeza a una mujer, el 30% de las mujeres son solteras, el
20% casadas, el 37% vive en unión libre, el 12 % son separadas y el 1% viudas, en promedio
tienen 2.2 hijos por mujer". (Profamilia, 2010).
Como podemos ver, estas cifras representan un panorama que se repite en muchos lugares
del país frente a la realidad de las mujeres, la cual no se aleja de condiciones de desigualdad
y violación de sus derechos. Evidentemente la realidad de las mujeres va mucho más allá de
estas cifras, estas son sólo una representación de su situación actual, sin embargo, nos
permiten hacer un análisis de la situación de las mujeres en Madrid y Cundinamarca.
Generalmente, muchas de las trabajadoras de los cultivos de flores poseen una serie de
características generadas por una historia de discriminación económica, social, política y
cultural, estas condiciones se ven reflejadas en sus bajos niveles educativos,
su baja capacidad adquisitiva, su condición de madres cabeza de familia, la poca oferta
laboral y las mínimas oportunidades de insertarse en el mundo laboral bajo condiciones
dignas de existencia, como lo pudimos evidenciar anteriormente.
Estos factores en el contexto específico de Madrid y la Sabana hacen que las mujeres tiendan
a aceptar fácilmente el trabajo en la agroindustria de las flores a pesar de las largas jornadas
laborales, de las condiciones de la contratación, de la injusta remuneración y del gran riesgo
que corre su salud. Varias organizaciones sindicales y sociales, como Sinaltrainal,
61
Untraflores, la Escuela Nacional Sindical y la Corporación Cactus han venido documentando
y denunciando los impactos sociales y ambientales que han traído estas agroindustrias desde
finales de la década del 60 a la Sabana de Bogotá, entre las que encontramos un modelo de
contratación flexible (por temporadas) y precario (sin prestaciones sociales):
En Colombia, desde hace un buen tiempo, ya son varias las empresas que aplican políticas de
flexibilización laboral. Tal es el caso de los cultivos de flores, que a pesar de nunca haberse
consolidado como grandes empresas sí ocupan un renglón de la economía colombiana
bastante importante por cuanto son una de las industrias que ¨más empleos genera¨ a la vez
que percibe un altísimo índice de ingresos” (Garzón, N, 2010)
.
Así, vemos como las mujeres han sufrido las peores consecuencias de este modelo de
producción. Su inserción a este trabajo se complejiza si tenemos en cuenta que el porcentaje
de la participación de las mujeres trabajadoras en el sector floricultor es mayor que la de los
hombres, - según la Tabla13 (55,3% entre el área de administración y 58,7 en el área de
producción en el municipio de Madrid, y para el caso de los 28 municipios de Cundinamarca
que abarca el estudio el porcentaje es 55.9% de mujeres en el área administrativa y 61,2 en el
área de producción), lo cual va asociado a unas maneras particulares y culturales de concebir
62
el trabajo de la mujer relacionado con la delicadeza, suavidad y motricidad fina necesarias
para manejar este producto:
Fuente:http://www.generoycomercio.org/areas/investigacion/colombia/Col-floricultura.pdf
Bajo estas condiciones, podríamos afirmar que el trabajo de las mujeres en la floricultura se
enmarca en lo que muchas organizaciones y movimientos de género han denunciado como la
“feminización de la pobreza”, lo cual responde a unas maneras particulares de inserción,
acceso, diferencias salariales y lugar que ocupan las mujeres en el mercado laboral respecto a
los hombres.
Pero también la mujer, como sujeto pleno de derechos y necesitado de modelos de desarrollo
y de superación de la pobreza, en tanto que comienza una incursión femenina masiva en el
mercado laboral, caracterizada por muy bajos niveles de cualificación técnica, excluida de
los enfoques de otorgamiento de crédito para el sector informal de la economía, pero abocada
a asumir la totalidad de las responsabilidades para atender las necesidades del grupo familiar.
Las mujeres jefes de hogar comienzan a configurar un patrón altamente significativo en todos
los países del tercer mundo, e incluso -aunque por razones y en condiciones diferentes-, en
los del primero. (Estrada, Ángela, 1997, p. 6)
63
A partir de nuestra experiencia organizativa en la prestación de asesorías jurídicas entre los
años 2009 y 2010 junto con la Corporación Cactus, y del trabajo educativo que hemos tenido
desde esta fecha con trabajadoras y extrabajadoras de flores, plantearemos cuáles son las
afectaciones que este trabajo tiene sobre la vida de las mujeres:
Esta categoría surge desde una mirada situada sobre los efectos del trabajo de la
agroindustria de flores en el cuerpo de las mujeres que trabajan allí en relación con los
efectos sobre la familia y el territorio, lo que configura de una manera específica las
relaciones sociales basadas en el dolor y la enfermedad como constantes que se manifiestan
en actitudes de resignación sobre la realidad, es decir, el dolor y la enfermedad que
construyen el cuerpo de las mujeres trabajadoras y extrabajadoras de flores, constituyen
también el cuerpo familiar y el cuerpo del territorio:
Tanto el origen del trauma como sus secuelas, se encuentran insertas en las relaciones
individuales, familiares y sociales en que se produce. (…) El concepto de trauma psicosocial
es propuesto por Ignacio Martín-Baro (1989) con la intención de generar un marco
conceptual más adecuado para abordar los problemas psicológicos y sociales que se derivan
de determinados contextos socio-históricos. Se plantean tres aspectos definitorios del trauma:
su carácter dialéctico, integrando la dimensión histórica y dinámica; la necesidad de
identificar las causas sociales que lo sustentan; y el hecho que la presencia de eventos
traumáticos siempre afecta las relaciones sociales y su mantenimiento a través del tiempo.
(Faúndez, Cornejo; 2010, p. 37)
64
Hacemos referencia al término trauma social inscrito en el cuerpo desde el lugar de las
alternativas del concepto psíquico del trauma, ya que nos interesa ver las secuelas que
existen en las/los sujetos por las relaciones que se establecen con el territorio, la familia y el
cuerpo desde el lugar del trabajo. En el caso de la agroindustria de las flores, como lo
sustentamos en el apartado anterior, este trabajo produce unos cuerpos gradualmente
enfermos que se van consolidando de tal manera por la conjunción de los ámbitos familiares
y lo que sucede en el territorio, porque aquí el cuerpo es también un reflejo y a la vez un
constructo, el cuerpo lo entendemos como una narrativa social que se inscribe a la par con el
territorio, incluso como un territorio mismo que se construye a escala corporal, en ese
sentido vemos el trauma como algo que se trasmite en el ámbito familiar, y se narra,
adscribiéndose a un territorio multiescalar.
Esta categoría busca dar cuenta de la agroindustria de las flores situada en Madrid como una
realidad que va siendo y haciendo territorio en detrimento de lo ambiental, lo político y lo
económico, de la vida, lo que puede caracterizarse como un territorio que se enferma17, ésta
idea puede ser un poco confusa y ambiciosa pero al hacer una exploración por el concepto de
trauma y algunos estudios actuales de las ciencias sociales respecto al “trauma cultural” o
18
“trauma social” encontramos que el concepto trauma es bastante antiguo y se remonta al
griego traumat, que significa herida en el tejido humano (Ortega, S.F, pp. 4), de allí hemos
buscado relacionar éste concepto con la práctica de las mujeres en el trabajo de las
agroindustrias de flores que debido a las formas como se tiene que realizar dicha labor, con
17
Término utilizado por algunos pueblos indígenas, especialmente pueblos de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Estas comunidades hacen una relación entre cuerpo y territorio, cuando el cuerpo se enferma es porque en el
territorio existe enfermedad, se le dio un mal orden. Por eso para curar esa enfermedad hay que estudiar esa
ley, hay que trabajar esa deuda, pagando espiritual. Yo hago trabajo espiritual y hermanito menor ayuda con
trabajo material. Por eso es que fumigación no sirve en la Sierra, porque la deuda no se ha pagado y Kuigja
vuelve a cobrar. Ahora trabajamos en conjunto con hermanito menor también espiritual. Porque hermanito
menor tiene mucha deuda entonces tiene que ayudar a pagar. Hermanito menor tiene que caminar cumpliendo
la ley, con espíritu bonito, cabeza bonita, entonces corazón limpio se cura y no hay enfermedad. Mama Santos
Mojica, citada en: (Nogueira, 2011,pp. 06)
18
El campo de estudio del trauma cultural ha dado pie a innumerables congresos, tesis de doctorado y
publicaciones, a la creación de institutos de investigación e incluso a programas de posgrado, como la maestría
que ofrece la Universidad de Nueva York “Trauma and Violence. Transdisciplinary Studies” (ver
http://tvts.as.nyu.edu/page/home) o la especialización que ofrece el International Trauma Studies Program (ver
http://itspnyc.org/programs_training0708.html. Este concepto surge a partir del estudio de las consecuencias de
la guerra en las personas sobrevivientes del holocausto, nace como resultado de los esfuerzos por entender los
legados de esa experiencia histórica, y también en la convicción que su lectura y crítica nos puede aportar
herramientas y claridad en el afán de enfrentar nuestras violencias, muy diferentes, pero igualmente
devastadoras. (Ortega, S.F)
65
difíciles posturas corporales, exposición a fuertes temperaturas y agroquímicos, movimientos
repetitivos, entre otras.
Los efectos del trabajo se inscriben en el cuerpo, a lo que podemos llamar una producción
del cuerpo, un cuerpo que sintetiza las heridas del territorio, las concepciones hegemónicas
del trabajo, de la economía, de la política, por ello, ésta categoría busca empezar a dar cuenta
que el cuerpo es producido por una organización del territorio que lo pone a adolecer, que lo
enferma, que lo asfixia y ahoga a través del trabajo enajenado, el cual produce naturalezas
que serán muertas,19 pues las fuentes de agua se han venido convirtiendo en fuentes hídricas
secas, el suelo ha tenido más de 40 años de envenenamiento con agroquímicos y el
monocultivo está poniendo en crisis la producción de alimentos y la soberanía alimentaria de
la Sabana; todo esto llena de sentido estudiar el trauma social como la posibilidad de hacer
una mirada integradora de la realidad, es decir, ver que no hay una separación entre sujeto y
estructura sino una construcción simultánea.
Al entender el trauma como esa herida en el tejido humano, creemos que hay que
remontarnos a la búsqueda de las causas de esas heridas que llegan a producir afecciones
específicamente en la memoria; en el siglo XIX los estudios del cirujano John Erichsen
abrieron una perspectiva en el concepto de la memoria traumática refiriendo a los modos
como el cuerpo recuerda, involuntariamente, momentos de mayor intensidad y dificultad
emocional (Ortega, s.f) y en la medida en que se van haciendo conscientes los efectos del
dolor que traen los recuerdos, quizá haciendo una reconstrucción en un primer momento
discursiva de los eventos causantes, eso ayudará a delinear un comienzo para el tratamiento
del dolor. En ese sentido, referir el trauma social en el cuerpo de las mujeres trabajadoras y
extrabajadoras de empresas de flores trae consigo la necesidad de comprender su historia de
vida, la historia de su construcción corporal que pasa por su vida familiar, su sexualidad, sus
relaciones amorosas, amistosas, parentales, que influyen en la forma como se relacionan con
el trabajo, como ponen su cuerpo a disposición de éste, su ser, su historia:
19
Término utilizado por Guisella Lara en: De la resignación a la necesidad de la indignación: retos para la
construcción de alternativas populares en base a la propuesta del colectivo de autoras J.K. Gibson-Graham.
Lanzamiento del libro: Una política poscapitalista. J.K. Gibson-Graham. Pontificia Universidad Javeriana.
Nascencia lectores en acción. Bogotá, 14 de febrero de 2012. Conmemoración del día internacional de las y los
trabajadores de flores.
66
Yo quiero mucho ese bloque, el día que me lo quiten mejor dicho, yo renuncio. Pero yo a ese
bloque le he entregado todo. Yo llevo 9 años allá. A mí me han pasado unas cosas… allá en
ese bloque había un entierro, yo me lo encontré desyerbando la cama, la hierba era alta, todo
el mundo pasaba y lo pisaba, cuando llegué a esa cama me dio un escalofrío y con una
trinchera empecé a correr la tierra encontré una bolsa que tenía tierra de culto, pelos,
¡póngame cuidado!, tenía un muñeco, tenía una ropa interior de una mujer lo que es interior
y brasiere y en el muñeco tenía siete alfileres por todo el cuerpo y yo saqué eso con
guantes…. Y cuando yo saqué eso me empezó un escalofrío y a mí me tocaba que me
dejaran ir al casino porque me tenían que dar agua de yerbas, pero yo llegaba cada vez al
bloque y sentía malestar, ¿qué me tocó?, llevar dos botellas de agua bendita y regar las
camas, y tan pronto la eché eso fue una bendición de Dios porque eso fueron las mejores
camas que dieron producción. (Rosa, escuela de mujeres, archivo Asociación Herrera, 2011)
Con lo anterior podemos fijar la atención en las formas como las mujeres se van
relacionando con el territorio de su trabajo a partir de su universo cultural, lo que va
generando en ellas una serie de acciones que resignifican el trabajo que hacen, convirtiendo
el lugar de trabajo en un lugar de construcción personal, de construcción de sus
subjetividades delineadas por las creencias, su sistema de relaciones sociales, la
configuración de sus vidas. En el caso anterior, Rosa nos permite ver las historias que se
tejen en los invernaderos que crean una serie de dispositivos que les arraigan a su lugar, ya
que van creando su historia de vida a partir del trabajo, de allí que nos encontramos con
mujeres que a pesar de entender los impactos de la agroindustria de las flores en su vida y en
la tierra que trabajan, no pueden dejar de agradecer y seguir desaforadamente entregándose a
este negocio global:
Mi mamá tiene muchas creencias, cuando yo trabajé con ella, yo llegaba al cultivo y mi
mamá hacía una oración, habla con las matas… (Ríe), entonces yo aprendí que ese tipo de
cosas no eran malas, sino que significaban mucho para ella, porque es ahí donde se refleja su
trabajo, donde ellas muestran todo el sacrificio que hacen por una sola matica, porque yo veía
a esas mujeres ahí agachadas y dicen: que ese bloque se tiene que ver bien… A mí no, yo no
puedo con eso, uno sabe lo que eso les trae. (Carolina, hija de Rosa, escuela de mujeres,
archivo Asociación Herrera, 2011)
Indagar sobre la subjetividad de las mujeres trabajadoras y extrabajadoras de flores en base a
la idea de trauma social inscrito en el cuerpo pasa por entender que las relaciones sociales no
67
son estáticas, que son una constante construcción que tiene que ver con la historia tanto de
los territorios como de las maneras de habitarlos, su multiescalaridad que se produce
simultáneamente en la conexión con las subjetividades se producen:
La producción de subjetividad a la vez que muestra una dimensión no definitiva del poder
por cuanto deja ver la lógica a la cual responde, recuerda la dimensión estratégica de las
prácticas, entonces “Si la violencia del capitalismo, en su ansia de modelar de cabo a rabo la
subjetividad, se ha revelado últimamente de modo tan obsceno y descarado, al menos esto
tiene la ventaja de liberarnos del mito de una subjetividad dada. Podemos entonces,
finalmente, comprender la subjetividad como plenamente fabricada, producida, moldeada,
modulable –y también, por qué no, a partir de ahí, automudulable” (Pál Pelbart, 2010:23)
citado por: (Garzón, 2013, p.20)
Los sujetos se constituyen desde los primeros días de su existencia, desde la manera cómo
nacen, de ahí la importancia de la historia particular del sujeto, de sus estructuras psíquicas y
de la comprensión de la fuerza como se ha ido instalando el dolor en la vida, lo cual hace
parte de edificar la construcción del sujeto individual y colectivo; así pues, llegamos a la
idea de trauma porque consideramos el trabajo de la agroindustria de las flores como una
acción violenta desde el capital sobre los cuerpos, los sujetos, sus familias y el territorio, a
partir de esta concepción, llegamos a la idea del trauma que parte de una herida en el tejido
social que para ser reparado y sanado, tiene que pasar por un proceso de reconocimiento,
para cual es vital caracterizar las construcciones sociales que existen sobre la mujer
trabajadora de flores.
A la gente de las flores la tienen en un concepto muy malo. Entrevistadora: ¿A las mujeres?
Pero. ¿Por qué? R: Por ellas mismas, es que dígame usted, hay mujeres que salen a las cuatro
68
de la tarde y como tienen su amiguito, por decir algo, les gustó un hombre y se lo va a…
Llega la chica y le dice: -Mira ven y nos tomamos una cerveza- ¿y quién gasta?… La mujer.
Y se lo llevan a tomar…Pero es muy triste y todas no somos así. Es muy triste y eso se ve
más que todo en las poscosechas, eso en esas temporadas se ve de todo es que son niñas, que
de verdad, ponen, pagan y no les interesa destruir hogares. Llevan tres días y ya tienen
novio… Es que no alcanzan a llegar a una flora cuando ya están… y en la quincena se los
llevan a tomar una cerveza y luego vamos para la residencia y se los llevan y ellas pagan.
(Ríe). O van por mitis, o a la americana que llaman, camine americanito. Eso se ve en las
flores. Pero más que todo a gente joven, gente que no ha tenido valores, por eso es que yo
digo que los valores son lo más importante. (Conversación grabada con trabajadora y
extrabajadora de flores, 2011)
El texto anterior pone de manifiesto unos imaginarios sociales que se han ido construyendo
sobre la mujer trabajadora de flores, un tema muy álgido que tiene un tono inquisidor hacia
las mujeres de este sector y que se asocia con la idea de una “mala mujer”; este imaginario
ha significado una carga simbólica para las mujeres, una carga que llevan en sus hombros,
una subjetividad atropellada por la generalidad de los prejuicios: son las que dejan a los hijos
tirados en el abandono, son las que se emborrachan y emborrachan a los hombres, las
sinvergüenzas, las fáciles, etc, y en el caso de las mujeres jóvenes, las provocadoras carentes
de valores:
Y la flora si se presta para muchas cosas así. Hoy en día si se escucha mucho de eso…
Sobre todo las poscosechas… Mujeres muy locas que a veces, eso lo digo yo, porque a veces
en las empresas donde yo he trabajado, veo las compañeras como son. Muchas veces
destruyen hogares por culpa de una mujer. Yo me daba cuenta en Altamira. Entrevistadora:
Pero ¿por qué asociar eso a las floras? R: Porque se está cumpliendo lo de la biblia, hay más
mujeres que hombres, saben que es lo que pasa, mire le voy a decir una cosa, lo que pasa es
que hoy y ayer las mamás no le estamos enseñando a nuestros hijos a ser responsables y a ser
mujeres de su casa. Hoy en día las mujeres no piensan más sino en divertirse, en salirse a la
calle, mire los valores que nos enseñaron nuestros padres en otra época ya no se pueden
enseñar, ¿por qué no se puede?, porque como le digo las mujeres están trabajando, entonces
con qué tiempo una mujer le enseña a su hija los valores, entonces las niñas se crían a la
deriva. A yo si he escuchado mujeres que no les gusta que sus esposos trabajen allá y luchan
para que se salgan, pero si, más que todo lo hacen son muchachas locas. (Conversación
grabada con trabajadora y extrabajadora de flores, 2011)
69
Esa imagen de la mala mujer generalizada trae consigo un sinnúmero de consecuencias en
las relaciones de las mujeres en su trabajo, las cuales se permean por un sistema de
pensamiento patriarcal que fomenta el individualismo y muchas veces la competencia, lo que
se refleja en algunos casos en el sobreesfuerzo que hacen para tener más rendimiento que las
otras y así poder generar unos mecanismos de poder entre sí mismas, al entablar algunas
conversaciones con trabajadoras percibimos estas dinámicas, incluso nosotras mismas
cuando hemos trabajado en flores observamos estas relaciones tensionantes, que quizá, se
han plasmado en la dificultad para verse desde la diversidad y en realidades compartidas.
Vemos como esas cargas culturales, esos prejuicios sociales terminan materializándose en
dinámicas que logran romper el tejido social dentro del trabajo, claro que esto también tiene
que ver con las dinámicas laborales, los ritmos que se imponen y se conjugan con varios
factores que van creando al sujeto mujer trabajadora de flores.
Viendo un territorio tan especifico como el barrio obrero de Madrid, podemos afirmar
entonces que no son sólo las mujeres las afectadas con este sistema sino todo un conjunto
social, aquí nos referimos a las hijas e hijos de las trabajadoras y trabajadores, conjunto del
70
cual nosotras mismas hacemos parte y lo que sin duda ha influido en nuestra configuración
personal y familiar. A continuación retomamos un fragmento de un poema hecho por
Jonathan Prieto, quien es hijo de una mujer trabajadora de flores:20
"Pasa la infancia en la escuela entre semana, esperando a ser recogido por algún familiar
o encontrándose en la necesidad de aprender a llegar solo a su casa a una muy corta edad.
Los sábados y varios domingos debe permanecer en la guardería de la flora, aquella que
existe gracias a jornadas de lucha por parte de trabajadoras para no dejar a sus hijas solas
en la casa.
Llega una de las peores épocas para cualquiera de estos niños: la temporada. Debe
madrugar junto a sus padres, quienes cocinan las 3 comidas de un día en menos de una
hora, y así mismo despierta junto a la niebla de estas frías tierras condensada aún más en
las llamadas “heladas”. Debe esperar a que algún familiar o vecina lo lleve cuando ya el
sol haya despertado. De nuevo espera a alguno de sus padres: son las 6, las 7, las 8, las 9 y
hasta las 10 de la noche. Entre dormido ve a sus padres durante varias semanas, no está el
tiempo de calidad para generar una familia feliz como la que ve en la niñera silenciosa que
le acompaña.
Quizás esa misma niña tenga que trabajar en algún momento de su juventud en una flora:
muy probablemente ahí se quede un par de años o todos, prácticamente. Esa persona busca
crear una nueva familia: dar educación a sus hijos, quizás comprar una vivienda de interés
social, ayudar a sus padres, etc. Y en esas necesidades vuelve y entra al negocio que va a
reproducir en otra generación, no el de las flores, sino el de las vidas, donde se negocia la
salud, el alimento, el buen vivir, la felicidad...."
Jonathan logra hacer un panorama muy sentido desde el lugar de esos hijos e hijas de las
trabajadoras, quienes también vivimos los efectos de la agroindustria de las flores en la
configuración de nuestras vidas, porque las jornadas de ellas también son de nosotras y
nosotros, así, el control sobre el tiempo se ha convertido en uno de los mecanismos de
violencia familiar más claros desde la floricultura, el control sobre el tiempo de las
trabajadoras genera una aceleración de los tiempos vitales (Garzón, N, 2011) ya que tanto el
trabajo en la agroindustria tiene unos horarios, como el trabajo en la casa, el trabajo
20
Este poema hace parte de la ponencia: “El papel de las hijas de las trabajadoras de flores” presentada en el
foro “Miradas al trabajo, al territorio y su gente” realizado por la Asociación Herrera en febrero de 2014.
71
doméstico, el cuidado de hijos e hijas y en sí, vemos como el trabajo trae consigo unos
efectos en la vida familiar:
A mí me tocó crecer sola, mi mamá nunca me ayudaba con las tareas o ¿sí? Crecí muy
autónoma, yo tuve que aprender a cocinar, yo tuve que aprender a hacer mis cosas… Uno
entiende, la mamá se cansa de la rutina laboral entonces que se va con las amigas a tomar
cerveza, si, entonces a mí me tocó eso, de que yo estaba sola mucho tiempo y mi mamá se
embriagaba con las amigas, entonces yo decía bueno… (risas) Es donde se pierde el lazo
familiar porque es donde uno pierde la comunicación porque uno no tiene con quien hablar y
más si uno no tiene hermanos y uno encerrado en una casa todo el tiempo, y uno ahí,
entonces es como si uno se educara uno solo, como que no hay un apoyo familiar ahí, y eso
es súper fuerte porque el lazo familiar se rompió muchísimo (…) Y esa ideología de uno de
que si llegaba el sapo azul, pues uno ya cansado de que la mamá no esté y si llega le dice a
uno que recoja, que haga, que por qué no hizo y vienen y le pintan mariposas… Y uno no se
fija en que va a vivir la misma realidad pero con cosas más fuertes, entonces uno, no, no…
distingue, sino que uno quiere escapar de una cosa para vivenciar otra. (Entrevista a
Carolina, escuela de mujeres Asociación Herrera)
Muchas veces las relaciones familiares son un sostén de las mujeres trabajadoras, ya que las
mujeres prefieren trabajar en el cultivo para poder tener horarios más definidos y salir más
temprano, cosa que no pasa con las mujeres de la poscosecha, pues allí tienen que quedarse
hasta que se cumplan los pedidos; esto les implica una serie de preocupaciones por su vida
familiar y por el tiempo que dedican o que no pueden dedicar, esto conlleva a una cantidad
de cúmulos emocionales que si no se tramitan pueden desatar diferentes reacciones
psicosociales, también, el temor al cumplimiento de rendimientos o al desempleo generan
unas cargas muy fuertes relacionadas con el estrés.
Así, creemos que para hablar del trauma desde el lugar de lo educativo también se tiene que
pasar por hablar de sanación o reparación, y ello lo hemos encontrado en la pedagogía
creyendo que solo en la medida en que la gente logre darse cuenta de los efectos del trabajo
sobre su territorio, su familia y su cuerpo, podrán reconocer su resignación y transformarla
en indignación activa, en acciones que busquen transformar justamente su cuerpo, su familia
y su territorio, pero esto pasará totalmente por la construcción de una subjetividad activa y
de la resistencia desde procesos educativos y organizativos.
72
Los efectos en el cuerpo, la salud:
Hacer referencia a los efectos en el cuerpo de las mujeres que trabajan en las agroindustrias
de las flores o que han trabajado pasa por la necesidad de precisar en la salud como uno de
los factores más sensibles. Por ello, entender la relación que se crea entre el cuerpo y el
trabajo se hace fundamental a la hora de desglosar las consecuencias manifiestas en
preocupantes problemas de salud de las mujeres, sus familias y el territorio. Para empezar
vemos como el cuerpo de las mujeres trabajadoras de flores es también fruto del trabajo
remunerado en las empresas y del no remunerado (reproductivo y del cuidado). Entendemos
que persiste una rígida división sexual del trabajo y que esta ha sido vista desde diferentes
ópticas, empezando por la entrada de las mujeres al mercado laboral como una gran ganancia
respecto a la indudable necesidad de autonomía económica, hasta entender que de fondo esto
no ha sido suficiente para las mujeres.
Así podemos decir que el cuerpo también es un producto del trabajo y de las maneras como
se relaciona con el entono, Karl Marx a partir de su mirada a las estructuras sociales y la
forma como éstas van constituyendo la historia entiende el cuerpo como explotado y
enajenado, como un producto social fruto de sus condiciones materiales de existencia y de
las relaciones sociales de producción:
Todas estas consecuencias están determinadas por el hecho de que el trabajador se relaciona
con el producto de su trabajo como un objeto extraño. Partiendo de este supuesto, es evidente
que cuanto más se vuelca el trabajador en su trabajo, tanto más poderoso es el mundo
extraño, objetivo que crea frente a sí y tanto más pobres son él mismo y su mundo interior,
tanto menos dueño de sí mismo es (…) Primeramente en que el trabajo es externo al
trabajador, es decir, no pertenece a su ser; en que en su trabajo, el trabajador no se afirma,
sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y
espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. (…) El trabajo enajenado hace
extraños al hombre su propio cuerpo, la naturaleza fuera de él, su esencia espiritual, su
esencia humana. (Marx, 1844, pp. 37, 38 y 39)
73
Con lo anterior, vemos como esa relación con el trabajo pasa necesariamente por el cuerpo y
muchas veces lo produce enajenando su esencia humana, este proceso se da en la medida en
que la producción crece y se deslinda de un proceso de creación consciente en vía de la
dignificación, esto lo podemos ver claramente en el caso de las y los trabajadores de las
agroindustrias de las flores, pues, la relación de las personas con las flores es un proceso
ajeno más cuando no se trata de un alimento ni de un producto de primera necesidad,
generando un desconocimiento de la razón de ser del trabajo y del producto manifiesto en un
proceso de producción.
El trabajo bajo los invernaderos y en las bodegas de la poscosecha supone tareas que
imponen al cuerpo condiciones de acomodamiento según las necesidades de la flor, ya que lo
más relevante para este proceso es el cuerpo de las flores y no la salud de las mujeres,
porque justamente allí reposa el valor de cambio del trabajo que se realiza.En el cultivo
podemos resumir las tareas (que son muchas) en tres aspectos: la siembra, el mantenimiento
y el corte de la flor, para cada una de las tareas se necesitan unas dinámicas corporales
específicas, para la siembra las mujeres tienen que agachar sus cuerpos y tener una relación
directa con el suelo que es regado en repetidas ocasiones por agua y agroquímicos, respecto
a esta labor nos encontramos con varias consecuencias en la salud, primero la postura física
de acurruque que conlleva a problemas en la columna vertebral y en las rodillas
especialmente, además el contacto con el suelo húmedo genera problemas respiratorios y de
recepción de fríos corporales, que en el caso de la salud de las mujeres este aspecto es
crucial por nuestros ciclos corporales relacionados con la menstruación, o la misma
maternidad, otro aspecto es el contacto con los agroquímicos que está en todo el proceso,
pero en la siembra al haber más cercanía con el suelo este problema se afianza:
Trabajar en una empresa de flores es muy bueno, las ventajas son muchas pero también las
desventajas son muchas. Porque tu acabas tu vida, el sol, el sol lo va acabando a uno mucho
yo he estado siempre en el cultivo. Y el fungicida… Ah, y eso se vuelve parte del cuerpo de
uno, lo he comprobado, hay personas que han salido pensionadas y necesitan, y ya carecen
de salud, con ese contacto de los productos y muchos han muerto no alcanzan a disfrutar su
pensión, se enferman, estando allí eso ni se enferma uno, eso es increíble eso hablamos con
otros compañeros de trabajo, estando allí no, hemos llegado a esas conclusiones. (Entrevista,
trabajadora 1, 2012)
74
Muchas veces los efectos de los agroquímicos no se manifiestan inmediatamente sino que
poco a poco se van haciendo parte del cuerpo como aludió la entrevistada, estos efectos
lentos de las enfermedades dificultan que las puedan catalogar como de origen profesional
cuando las personas han salido de las empresas, y en muchos casos, estas enfermedades
silenciosas van dejando huellas que llegan a invadir el cuerpo de una manera integral:
Tal es el caso de Carmen que tan solo en un año y unos meses ha desarrollado una
enfermedad llamada dermatopoliomisitis. Esta ex trabajadora de flores ha venido adquiriendo
incluso otras enfermedades como fibromialgia, neumonía, gastritis, y debido a la
osteoporosis que padece tiene un gran riesgo de sufrir fracturas en la columna, afecciones
producidas como efectos secundarios por las cantidades de droga a las que ha tenido que
acceder para controlar la dermatopoliomisitis (…) El Comité evaluador del Seguro Social
dictaminó que Carmen perdió con la enfermedad el 66.70% de su capacidad laboral. La EPS
nunca notificó la calificación del origen profesional de la enfermedad por lo que no tuvo la
oportunidad de controvertirla y todo el proceso continuó bajo el supuesto de que la
configuración de la enfermedad nada tuvo que ver con su trabajo. (Lara, G, 2011, p. 15)
Con Carmen podemos ver que existen enfermedades que atacan al cuerpo de una manera
conjunta, y que la intoxicación ha sido un problema de salud descuidado en el ámbito de la
floricultura pues no se reconoce la gravedad de la aplicación de plaguicidas, aunque no todos
poseen igual nivel toxicidad ni sus canales de acción son similares. Algunos gases inhalados
pueden incluso llegar a causar la muerte, como otros por vía de la piel y provocar
intoxicaciones que se van manifestado paulatinamente (Terres des Hommes, 1990) y peor
aún es el escaso nivel de investigaciones especializadas al respecto, pues, al no asumir la
responsabilidad de la relación de estas enfermedades con el trabajo, las acciones médicas al
respecto son paupérrimas y mientras tanto los problemas silenciosos van avanzando
indiscriminadamente:
Esos fungicidas son tremendos, hay unos que son tremendos. Ese de “fusade”… Eso da
rebote… No los sientes, por eso te digo, se vuelven como parte del cuerpo de uno. Porque
uno ya los lleva, uno se acostumbra tanto… muchas veces se le penetra a uno en la piel, por
eso te digo que las desventajas también son muchas. (Entrevista trabajadora, 2012)
75
Realmente el hecho que existan pocas investigaciones serias y acciones efectivas sobre los
efectos de la toxicidad en los cuerpos de los y las trabajadoras y extrabajadoras de la
agroindustria de las flores, genera un sin número de casos que se conciben por fuera de las
responsabilidades de quienes las causan, eso lo podemos ver claramente en los efectos
generados en las mujeres gestantes, ya que las trabajadoras refieren casos de abortos, mal
formaciones (temas muy invisibilizados) y complicaciones en los embarazos:
Así pues, vemos como el envenenamiento y la intoxicación tienen unos efectos que
definitivamente producen los cuerpos de las mujeres y posiblemente los de las generaciones
que vienen con ellas. Otro asunto relacionado con los agroquímicos tiene que ver con el
potencial cancerígeno que tienen. Vilma Castellanos hace un diagnóstico sobre la salud
ocupacional de las “obreras floristas” como se les llama en la investigación, concluyendo
que cerca del 95% de los compuestos químicos pueden ser absorbidos por vía dérmica, el
87% por vía oral y el 73% por vía respiratoria.
El embarazo fue de alto riesgo, el niño se me intentó venir varias veces, yo sangraba y no
podía estar casi de pie porque el estar todo el día de pie…se me bajó la barriga. Sí y porque
es que en las mesas en poscosecha allá se manejan baldes y le toca a uno estar agáchese y
saque agáchese y saque, o sea recogiendo de los baldes ahí donde está el agua con los
químicos para hidratar la flor, entonces eso siempre afecta mucho y de tanto agacharse
levantarse y poner en la banda todo eso me afectaba (…) lo que le dije fue de alto riesgo y
me hicieron cesaría porque aparte de eso yo tengo ulcera gástrica que fue terrible el
embarazo que fue todo, todo, yo tengo ulcera gástrica, tengo artritis, sufro del colon y en el
embarazo lo que más me molestó fue lo de colon y la gastritis, las piernas no me molestaron,
la artritis para nada. (…) Este embarazo fue el último y el más terrible, los otros cuatro
76
fueron normales, natural, no tuve dificultades, no tuve hospitalizaciones, nada, no tuve
ningún riesgo para nada. (Entrevista trabajadora de flores, febrero 27, 2011)
Siguiendo con el tema de las afectaciones en cada proceso en el cultivo, vemos como el
trabajo de mantenimiento consiste en vigilar el crecimiento “adecuado” de la flor desde las
funciones de desbotone, desyerbe y limpieza de camas. La postura utilizada depende de la
variedad de flor que se esté tratando, una de las más apetecidas para exportar es la rosa -la
cual llega a medir hasta 2 metros-, para realizar el desbotone de estas flores las mujeres
tienen que subirse en canastas y alzar las manos, luego bajarse, correrla y volverse a subir,
este ejercicio trae consecuencias para la espalda, la cintura y los hombros; en otras empresas,
para agilizar la producción se utiliza una especie de zancos para que las mujeres eviten bajar
y subir, pero al utilizarlos algunas trabajadoras hacen referencia al incremento del dolor en
las piernas y los problemas de la vena varice; también al estar desbotonando la flor, las
mujeres rosan sus rostros con el follaje de las plantas que en muchas ocasiones han sido
regadas con agroquímicos, esto trae serios problemas para la piel y en algunas ocasiones
para la visión.
En cuanto al corte de las flores frescas, el aspecto de más preocupación a nivel de la salud es
el uso de las tijeras, ya que este trabajo genera un movimiento repetitivo y la necesidad de un
esfuerzo en los brazos y en las manos, de allí la existencia de un gran porcentaje de
problemas de túnel del carpo y del manguito rotador.
Otros riesgos que existen dentro del invernadero son los cambios de temperatura, los fuertes
calores incrementados por el efecto invernadero y la exposición prolongada al sol, los cuales
han influido en que existan problemas en la piel como manchas y en los peores casos
canceres, pero no hay mucha investigación al respecto, también se presentan casos donde
envían a personas de la poscosecha (temperaturas bajas) al invernadero y viceversa, lo cual
puede ocasionar problemas pulmonares y respiratorios.
Respecto al trabajo que se realiza en las poscosechas existen varias funciones que buscan
que la flor se prepare para ser exportada: desde la recepción de la flor del cultivo, la
clasificación, la elaboración e inspección de ramos, el empaque y el manejo del cuarto frío
que es la última instancia para enviar al aeropuerto. Las implicaciones en la salud de las
77
mujeres respecto a estas labores son similares a las del cultivo, pero la labor cambia en que
allí las labores son aún más repetitivas, lo cual hace que aparezcan con más fuerza los
síntomas de síndrome del túnel del carpo, los problemas de manguito rotador y columna,
además, siempre se está de pie en el mismo lugar y se registran muchos más problemas de
vena varice. Otro asunto que varía son los horarios, pues usualmente en el cultivo se trabajan
las 8 horas, a veces más, pero en la poscosecha los horarios son totalmente extendidos (aquí
vale decir que no es en todas la empresas pero si en la mayoría) pues los horarios van de 6
a.m a 5 p.m a 8 p.m y en temporadas no se sabe el horario de salida:
Yo en la poscosecha tengo diferentes horarios: pues en este momento como estoy en tiempo
de lactancia pues entro a las siete de la mañana y salgo a las tres de la tarde…las ocho
horas… son ocho horas sino que Elite trabaja mínimo nueve horas diarias. Y uno trabaja
Hasta las 10, 11, 12 o 1 o a la hora de la mañana, toca esperar a ver hasta la hora que digan…
claro y entonces eso es lo que le produce a uno el dolor en los pies, en los brazos, en las
manos, en el cuerpo y es que esa labor…a veces se trabaja 18, 20, 22 horas. (Entrevista
trabajadora, 2013)
En las poscosechas los topes de rendimiento son uno de los motivos que complejizan los
problemas de salud, pues se trabaja con la carga de la responsabilidad de la exportación y
con un sistema de control bastante claro, ya que el lugar donde se ubican las oficinas
administrativas en la mayoría de las empresas queda justo en el segundo piso de la
poscosecha, de manera que se pueda tener un control más directo de las labores, como un
tipo de panóptico, lo cual también genera problemas de estrés:
En una hora son 240 tallos por hora, 300 tallos por hora y eso es el promedio y nos lo están
mirando cada hora si nosotros sí estamos trabajando juiciosas. Por ejemplo a nosotras nos
dan una orden por…por 20 ramos, digamos 20 ramos por 17 tallos cada ramo lleva 17 tallos
de lo que sea, digamos pompones, rosas, astromelias (…) y uno tiene que armar esos veinte
ramos digamos…uno hace el promedio: cuánto es 20 por 17, lo que dé que sean, digamos
que sean 350. Entonces uno tiene más o menos hora y media para hacer esa orden. Es lo
que…uno tiene que estar ágil, siempre que trabaje en una poscosecha, trabaje y trabaje
porque cada hora lo están mirando porque es que ahí sí es para entregar ya… o por lo menos
a…puede que cada hora no, pero al otro día uno mismo va y mira el promedio y dice cuál es
su promedio del día de ayer. (Entrevista trabajadora, 2013)
78
Teniendo en cuenta la descripción de los momentos del trabajo en el cultivo y en la
poscosecha para las mujeres (porque para los hombres las labores se asocian más al riego,
fumigación, entre otras) vemos que los riesgos a los que se enfrentan quienes trabajan allí
son excesivos, en ese sentido, vemos como la relación de las trabajadoras de las flores con
sus cuerpos se puede dar de una manera enajenada, basada en aspectos sociales y específicos
que hacen que la agroindustria se vea como la opción más importante para sus vidas.
“Los trabajadores de flores están expuestos a todos los tipos de riesgos laborales en materia
de salud: ergonómicos, químicos, físicos, biológicos y psicosociales. La situación se hace
más compleja por la dificultad que algunos tienen para que el médico de la empresa o de la
EPS reconozca sus enfermedades y porque se presentan casos en donde las empresas no
cumplen efectivamente con el cuidado de la salud de sus trabajadores” (Escuela Nacional
Sindical, 2004).
Con lo anterior es importante reflexionar sobre como la inserción de las mujeres en el campo
laboral abre una ventana de posibilidades a las mujeres en general, que a través de luchas
lideradas por otras se han ganado lugares socialmente respetados, y a la vez, el interés por
hacer parte de procesos sociales en beneficio de sus comunidades, permitiéndoles una
interpretación respecto a su realidad, así mismo, el enfrentarse a una sociedad de una manera
79
organizada ha generado una reflexión sobre los roles que tienen que desempeñar las mujeres,
en este caso, desde la agroindustria de las flores en un territorio como la Sabana de Bogotá.
Así pues, a la hora de hablar de mujeres organizadas vemos que se han creado unos
referentes específicos para organizar a las mujeres, por ejemplo, madres comunitarias,
mujeres que cosan, que hagan bordados, cosas que son buenas y desarrollan
habilidades…Pero a otros niveles cuesta socialmente, mujeres sindicalizadas por ejemplo, y
por ejemplo, con el nivel de opresión de la floricultura…. Es admirable. (Video, Corporación
Cactus, mujeres de maíz,)
Sin vocería ante instancias de representación. Los programas paliativos de las empresas NO
dan solución a las necesidades laborales de las mujeres (trato diferenciado para embarazadas
y madres cabeza de familia), dado que estos no son el producto de auténticos acuerdos con
las trabajadoras, porque difícilmente los pactos colectivos podrían considerarse una
verdadera instancia de representación y negociación. Para los empresarios, estos programas
son dádivas ‘”sociales” y gestos de generosidad paternalistas, no significan una recompensa
por el esfuerzo al trabajo de las obreras. (Sintrainagro, s.f)
Un reto al que se enfrentan las mujeres participando en escenarios de poder como el sindical
ha girado en torno a posicionarse como una voz legitima que propone asuntos políticos
concretos que surgen de mujeres con formación política y conocimiento de la realidad, pues,
aún persiste una resistencia en la visión de la mujer, debido a la mirada victimizante que se
le ha dado a la mujer trabajadora de flores, como si al ser mujer cabeza de hogar o al tener
80
unas condiciones sociales complejas no pudiera construir un posicionamiento político
legitimo con poder para negociar.
A nivel general, el sindicato ha ganado una fama construida hegemónicamente por los
dueños de fincas floricultoras de ser causantes de despidos y cierres de empresas, en ese
sentido, existe una estigmatización y un temor creciente por organizarse sindicalmente,
haciendo el sindicato en este sector venga perdiendo poder significativamente, lo que no
quiere decir que haya desaparecido.
“Un rasgo importante del subsector floricultor, sin distinción del tipo de empresa, es la
renuencia existente al derecho de la organización sindical. Se emplea toda una serie de
mecanismos para desestimularlas o controlarlas cuando existen y para evitar su conformación
en caso contrario” (Escuela Nacional Sindical, 2004).
Para mí, participar es estar pendientes de las alternativas que surgen. Es formar parte activa
de la sociedad. Y aprender de lo que uno vivió y hacer lo posible porque otras no lo vivan. La
participación de las mujeres puede mejorar si nos organizamos, si compartimos nuestras
experiencias, que nos permitieran conocernos más a nosotras mismas, tenemos que empezar
porque la perspectiva de género nos cambie a nosotras mismas. (Sesión escuela de mujeres,
2012, archivo Asociación Herrera).
81
Capítulo 3: ¿Cómo construir una propuesta educativa que permita un tránsito entre la
resignación y la indignación activa para el fortalecimiento organizativo de las mujeres
populares de la región Sabana?
Para hablar de esta experiencia habría que hablar en primera persona más que en cualquier
lugar de este texto, la Asociación Herrera atraviesa nuestra experiencia personal, de
formación y de organización. Habría que empezar a decir que nosotras, las autoras de este
trabajo compartimos un lazo de consanguineidad tanto biológico, como de vida, como
primas, desde muy jóvenes estuvimos vinculadas a procesos artísticos y culturales en
diferentes espacios organizativos de Madrid, desde muy jóvenes estuvimos en grupos de
música, de danzas, de teatro y montamos junto con otros y otras jóvenes un cine-club en el
municipio, a partir de estas experiencias fuimos conectándonos con más personas, amigas y
amigos, unos del colegio, otros y otras que llegaban a ver películas o a participar de algún
grupo. Cuando salimos de una organización donde habíamos tenido el cine club por dos
años, junto con Maribel Vega y Diana Jazmín Pérez – amigas que teníamos desde el colegio,
decidimos formar un grupo llamado Cine-Herreras21 a finales del año 2007, y allí
empezamos a darnos una identidad como grupo, a principios de 2008 empezamos a
conectarnos con otras personas que también les interesaba el cine, en ese caso con nuestros
amigos Cristiam Guerrero y Diana Delgado, con quienes nos empezamos a reunir en
nuestras casas a conocernos más y a construir nuestros intereses.
En el 2008 tres personas del grupo – nosotras dos junto con Diana Jazmín Pérez- entramos a
estudiar a la Licenciatura en Educación Comunitaria con énfasis en Derechos Humanos en la
Universidad Pedagógica Nacional, lo cual, constituyó para nosotras una experiencia muy
enriquecedora para nuestras vidas y para nuestra organización. Maribel por su parte ya se
encontraba estudiando Licenciatura en Ciencias Sociales también en la Universidad
Pedagógica desde el 2007, Cristiam estaba estudiando Cine en la Universidad Jorge Tadeo
Lozano y Diana Delgado había estudiado producción audiovisual.
21
Desde ese momento comenzó la inquietud por la memoria histórica del municipio, ya que el periodo Herrera
hace alusión al periodo pre-muisca de la altiplanicie Cundiboyacense a la que pertenece la Sabana de Bogotá,
como lo expusimos en el primer capítulo.
82
Figura V. Fotografía los y las integrantes de la Asociación Herrera de 2008 a 2012, de izquierda a
derecha: Guisella Lara, Cristiam Guerrero, Diana Delgado, Maribel Vega, Diana Jazmín Pérez y
Patricia Veloza.
En ese año realizamos varias actividades conjuntas y decidimos cambiar nuestro nombre a
Asociación Herrera. En ese mismo año participamos del diplomado “Mujeres, Trabajo y
Desarrollo” realizado entre la Corporación Cactus y la Universidad Nacional de Colombia
en Madrid, en ese espacio conocimos a muchas mujeres, entre ellas a la Asociación Manos
Unidas, la cual ha realizado por varios años el Festival del maíz en el municipio, este
proceso de formación nos permitió reflexionar sobre la relación que existe entre las mujeres
y el trabajo y porqué las mujeres históricamente han estado en condiciones de subordinación,
lo cual fue sin duda, un aporte muy importante en nuestras vidas y para la organización.
A principios de 2009 sacamos la personería jurídica- sin conocer muy bien todo lo que
implicaba-, la intención de constituirnos surgió de un interés de Maribel, Guisella y Diana
Pérez de trabajar en asocio con una fundación de niñas en condición de abandono
(Fundación alma de niña, ciudadela de la niña) haciendo talleres artísticos con las niñas, y
para ello nos exigían una personería jurídica y por eso la sacamos, desde ahí nos empezamos
a conectar poco a poco con esas realidades específicas de las mujeres, ya en febrero de ese
año algunas personas de la Asociación empezamos un proceso de formación en promotorias
comunitarias de derechos laborales que abrió Cactus en Madrid, a ese proceso se vinculó
Zoraid Veloza, mamá de Guisella, quien en ese momento estaba trabajando como
83
supervisora de cultivo en la empresa Flores Colón y también conocimos a la profesora
Liliana Vargas, quien estaba realizando su tesis doctoral con el tema de la floricultura y
asistía a nuestras reuniones de vez en cuando, ella nos presentó a Juliana Flórez, otra
profesora de la Universidad Javeriana, desde ese momento hemos estado muy cercanas a
todas las personas que conocimos en ese proceso y de una u otra forma hemos venido
construyendo una amistad y realizando acciones conjuntas.
Al finalizar este proceso de formación en promotorias la idea era que no sólo Omaira Paéz,
la abogada de la Corporación Cactus de ese entonces, realizara asesorías laborales sino que
existieran personas que tuvieran conocimientos básicos en derechos laborales para que
pudieran orientar en aspectos puntuales a los trabajadores y trabajadoras de las empresas de
flores. Nosotras como Asociación pensamos que era necesario contar con un espacio fijo
para que se pudieran hacer esas asesorías laborales, ese año, nuestro amigo Norman
Alexander Quintero, colombiano radicado en Estados Unidos hace más de 20 años y a quien
conocimos en el Tribunal Permanente de los pueblos en 2008, conoció nuestra iniciativa y
decidió apoyarnos económicamente para pagar parte del arriendo de un espacio, así fue
como tuvimos nuestra primera casa y empezamos, como no podíamos pagar todo el arriendo
porque Norman nos apoyaba con una parte, decidimos arrendar el espacio con otro grupo, en
ese entonces pertenecíamos a una plataforma de organizaciones sociales de Madrid (que no
duró mucho) pero ahí conocimos al periódico PORTAVOZ, con quienes arrendamos
conjuntamente la primera casa herrera.
Ahí arrancamos con las asesorías laborales hasta el año 2011, esas asesorías nos permitieron
conocer mucho más el sector y a las personas que allí trabajan, incluso hacer consiente algo
que para nosotras estaba profundamente naturalizado, pues para nuestro caso, cada una tiene
mamá o papá trabajador de flores y entender lo que esto significaba en nuestras vidas:
Para mí, el haber nacido y crecido en la Sabana implicaba la constante familiarización con el
trabajo de la floricultura y crecí creyendo que así se trabajaba en todo el mundo, que era
natural ver en el frío de la madrugada a muchos hombres y mujeres esperando los buses de
las empresas de flores a que los llevaran por las veredas de la Sabana rumbo a su trabajo,
donde miles de rosas, claveles, pompones, astromelias, gerberas y lirios formaban un sinfín
de colores que se enfilaba artificialmente bajo los invernaderos… creía natural que durante
84
varias temporadas del año las personas trabajaran 16 horas diarias o más para que en otros
países se celebraran fechas como el día de San Valentín, donde miles de enamorados
compran y se regalan flores sin conocer que detrás de cada flor hay un hombre, una mujer y
un territorio que fueron explotados para poder producirla. (Veloza, P, 2013).
Nos dimos cuenta que todos de una u otra forma teníamos que ver con la floricultura, bien
porque éramos hijos, hermanos, primos, primas de alguna o varias personas que trabajaban
en aquellas empresas, o bien porque muchos de nosotros y nosotras también hemos sido
trabajadores y trabajadoras, permanentes o itinerantes de esta agroindustria, cada una de
85
nosotras trabajó una temporada de San Valentín en empresas distintas, lo cual fue
totalmente enriquecedor y al mismo tiempo impactante… sentir en carne propia el estrés al
que son sometidos y sometidas las trabajadoras en temporadas y picos de producción, sentir
el frio de una poscosecha y el calor insoportable de los invernaderos, sentir que no podías
hablar por mucho tiempo con tus compañeras porque tenías que producir, sentir las
madrugadas, subirte en la ruta con todos y con todas ellas, verlas dormir cansadas en sus
puestos tanto de ida como de vuelta, compartir un poco de su vida, de su angustia por los
hijos y las hijas que se quedaban solos durante tanto tiempo… ver cómo habían días en que
la resignación se apoderaba totalmente de las personas que allí se movían sin parar…no
había días en que no pensáramos en esas mujeres y en nuestras familias, y aprendimos a
valorar tanto el trabajo que hicieron y que aún hacen para sostener a nuestras familias,
muchas veces lo que nos daba valor era saber que esa era una situación pasajera, que no
trabajábamos para llevar comida a un hogar, a unos hijos, sino que estábamos ahí para
conocer más de eso que queríamos entender, y claro, para conseguir plata para pagar
nuestros semestres, nuestras fotocopias, nuestros pasajes, para los arriendos y servicios de
la casa Herrera, etc.
La organización, todos los espacios que nos permitía y el haber trabajado en una empresa
de flores así hubiese sido por corto tiempo, nos permitió reflexionar con más personas de
nuestro municipio lo que estaba pasando en el territorio, darnos cuenta de tantas cosas, de
tantas violaciones a los Derechos Humanos en esas empresas y reconocer que no eran
pocos y pocas personas las que se afectaban con esta actividad, ya que detrás de cada
hombre o mujer trabajadora hay toda una historia de vida y también, unos hijos e hijas con
quien compartir y a quienes sostener.
En junio de 2007 una de nosotras tuvo la oportunidad de participar del Pre-Foro Social
Sabana y en el siguiente año las dos participamos del Foro Social Sabana, espacio que se
estaba construyendo entre diversas personas y organizaciones interesadas en pensar un
modelo de sociedad diferente a partir de las múltiples problemáticas que afronta la Sabana,
este fue el inicio de lo que hoy hemos construido como Encuentro Social y Popular Sabana,
en el que se profundizará en el siguiente apartado. Creemos que aquí empezó un proceso de
Investigación Acción Participativa, en las conexiones con otros y otras, en el
86
reconocimiento de nuestras propias necesidades, en el trabajo que se empezó a sembrar
desde el compromiso por transformar las condiciones de vida que nos quitaban parte de
nuestra dignidad y en la convicción de que se puede caminar hacia la construcción de un
movimiento social en la Sabana, convicciones que poco a poco se fueron haciendo más
conscientes y que aún siguen caminando.
En el 2008, por fortuna muchos de los jóvenes siguieron confluyendo en la casa Herrera,
donde hubo un espacio para que se empezaran a generar reflexiones sobre nuestro territorio
e ideas para realizar, algunas veces tuvimos discrepancias con ellos por cuestiones como el
cuidado del espacio y el consumo de sustancias psicoactivas, lo que nos abrió a discusiones
políticas sobre qué es lo colectivo, sobre porqué sí o porqué no consumir sustancias
psicoactivas, sobre nuestra relación con los vecinos, el sentido y el objetivo de la casa, de
una organización, etc. Muchos de esos jóvenes mientras estuvieron en ese espacio se
denominaron Colectivo Ojos Rojos, realizaban actividades como proyecciones de
documentales y grupos de discusión. Allí trabajamos con el grupo de teatro Mirarte,
también conocimos al Colectivo Comancipar, un colectivo con el cual establecimos
discusiones más políticas, también se abrió la escuela de formación Política Germán
Zabala, un espacio donde confluíamos Manos Unidas, el Colectivo Comancipar, la
Asociación Herrera, personas de organizaciones de Bogotá, personas del Colectivo Ojos
Rojos y otros jóvenes de Madrid, aquí tratábamos temas como los proceso de conformación
de las ciudades, los problemas sociales de la Sabana, estudiamos algunos apartados de la
vida y obra de Marx, sobre movimientos sociales, los sistemas políticos, entre otros.
Podemos decir que aquí ubicamos nuestros primeros acercamientos con la Educación
Popular en práctica y discurso.
Desde ese acercamiento con otras organizaciones empezamos a reconocer cuales eran las
fechas de conmemoración importantes para la Sabana, conocimos que la Corporación
Cactus llevaba más de 10 años conmemorando el 14 de febrero como del “Día internacional
de los y las trabajadoras de las flores” como una contraposición al día de San Valentín, ya
que ese día implica para la Sabana una temporada intensiva de explotación laboral, donde
las personas trabajan hasta 22 horas diarias para exportar la gran cantidad de flores que se
compran en esta fecha.
87
Otra fecha importante es el 1 de mayo, como Asociación en el 2008 y 2009 decidimos
movilizarnos a Bogotá, ya que aún no nos habíamos articulado suficiente con otras
organizaciones para proponerlas y tampoco conocíamos de otros procesos que
históricamente han adelantado acciones los primero de mayo en la Sabana, por ejemplo el
Movimiento Popular de Facatativá. En el año 2009 volvimos a participar del espacio que
nos convoca como organizaciones, el Encuentro social y Popular Sabana, a partir de ese
proceso, del afortunado encuentro con otras organizaciones de la Sabana, de nuestras
vivencias, nuestra amistad, nuestros sueños y reflexiones, logramos consolidar nuestro
objetivo como organización y tres campos de trabajo: Memoria y territorio, Arte y
Educación en Derechos Humanos. Se pensó que cada campo tuviera una o dos personas
que lo coordinaran según sus intereses, Memoria y territorio lo asumió Diana Pérez, Arte lo
asumieron Cristiam, Maribel y Diana Delgado y Educación en Derechos Humanos
nosotras, Guisella Lara y Patricia Veloza. Hasta principios del 2012 nos acompañó nuestra
compañera Diana Delgado, y continuamos 5 en el grupo base, el año pasado se integró a la
Asociación Claudia Espejo, quien ha entrado a fortalecer la Asociación desde el apoyo
transversal a todos los campos. A continuación compartiremos la carta de presentación que
hemos construido colectivamente:
MISIÓN Y VISIÓN:
La misión de la organización es generar prácticas de resistencia a todo aquello que genere
desigualdad social, desde la educación en derechos humanos, la creación artística y el
fortalecimiento de la pedagogía de la memoria en Madrid y la Sabana de Bogotá. La
visión es participar en la consolidación de un movimiento social que busque la
transformación de las prácticas económicas, culturales, políticas, artísticas y ambientales
de Madrid y la Sabana de Bogotá.
88
OBJETIVO GENERAL Y FINALIDAD:
OBJETIVOS ESPECIFICOS:
89
que nuestra Asociación ha adoptado este nombre, por ello el campo de Memoria y
territorio constituye la base filosófica de la organización.
Proyectos:
La Educación en Derechos Humanos nos permite trabajar con mujeres, jóvenes, artistas,
trabajadoras y ex trabajadoras de empresas de flores desde el lugar de la reflexión y la
acción en la Sabana de Bogotá, buscando construir subjetividades dispuestas a la
transformación económica, social, cultural, política y educativa.
Consideramos que los Derechos Humanos apoyados en las prácticas artísticas conectan una
serie de fuerzas creativas y reflexivas, por ello para la Asociación Herrera es primordial
producir conocimiento y prácticas artísticas desde el lugar de los aportes del arte en la
construcción de movimientos sociales desde una perspectiva de DDHH.
90
-Proyecto: “Mujeres sembrando soberanía alimentaria en la Sabana de Bogotá”, trabajamos
con huertas comunitarias desde la propuesta política de la soberanía alimentaria,
actualmente contamos con una huerta en la sede de nuestra organización y dos más en las
casas de nuestras participantes. 2012-2014.
Campo de Artes:
Concebimos el arte no sólo como una herramienta sino como todo un proceso de
investigación, de expresión y de experimentación, por lo cual este campo se expresa dentro
de la organización por medio de dos laboratorios de creación artística: el laboratorio de
artes escénicas y su proyecto de teatro, y el laboratorio de apreciación y creación
audiovisual. Vemos que una necesidad del territorio es consolidar generaciones de
artísticas críticos que transmitan y mantengan la construcción del movimiento en la
Región-Sabana, para lo cual es necesario plantear la discusión de los derechos laborales de
los artistas, las garantías y las condiciones en las cuales se puede producir un pensamiento
crítico desde el arte en nuestro contexto.
91
-Proyecto: “Grupo teatral Asociación Herrera” Creación y presentación del performance:
“El trabajo de las flores” en el marco del día internacional del trabajo, 1 de mayo 2011.
Espacios públicos de Madrid Cundinamarca.
-Participación en Arte Expuesta Corporación los Funámbulos con el ejercicio teatral
“Pedro el Afortunado”. (Maribel Vega, Guisella Lara).
-Participación en dos exposiciones de fotografía Corporación lo funámbulos. Arte expuesta
y Festival ojo joven (2013).
-Creación y desarrollo del evento “Encuentro Latinoamericano por la memoria y el
territorio -música, performance y danza-.” el cual contó con la participación de artistas
nacionales e internacionales (Pascuala Ilabaca y Fauna- Valparaíso Chile.). Realizado en:
Parque arqueológico Piedras del Tunjo. Facatativá. 2013.
92
organizaciones que hemos venido pensando la soberanía alimentaria, el derecho a la
alimentación y el problema de la tierra en la región y cuyos ejes de trabajo son: la
formación, la incidencia social y política así como las prácticas de producción, distribución
y comercialización de alimentos sanos que siembran los procesos articulados a la
red. (Veloza, P, Pérez, D, Guerrero, C, Vega, M, Lara, G, Sánchez, W, y Flórez,
Herrera. En prensa.)
En la región Sabana ha habido distintitos intentos de articulación regional que vale la pena
mencionar, porque de seguro han sido un gran abono para el terreno que estamos
cosechando hoy en día en la Sabana, organizaciones eclesiales y de trabajadores y
trabajadoras de flores, el colectivo Bernardo Adams y el CIIF, conformaron “Pueblo de
maíz”, como una propuesta de articulación regional. Distintas organizaciones de la Sabana
nos hemos venido encontrando desde el 2007 – al menos tomando como referente el pre-
encuentro del Foro Social Sabana-, en un proceso de reconocimiento de las diversas
iniciativas, grupos, organizaciones y redes que están trabajando alrededor de distintos
temas y problemáticas sociales y ambientales que se desarrollan en este territorio, con el
objetivo último de aportar a la construcción de un movimiento social en la Sabana de
Bogotá, por lo cual, hemos asumido al Encuentro como un proceso que va más allá de un
evento anual o bianual, pues es una apuesta conjunta que se ha venido fortaleciendo,
tomando identidad y sobre todo, alimentando del trabajo local y de base de los colectivos y
organizaciones de Bogotá y la Sabana que lo componen, durante este proceso se han venido
afinando claridades sobre lo que soñamos de nuestro territorio y cómo ir adelantando
acciones conjuntas para poner pasos firmes en la utopía de su transformación.
El primer Foro Social Sabana realizado en Facatativa en el año 2008, generó un gran
impacto y un incentivo para la continuación de este proceso, a este asistieron alrededor de
1.200 personas que hacen parte de más de 200 organizaciones, grupos y colectivos, esto nos
permitió ver que existen en la región muchas iniciativas organizativas y a la vez la
necesidad de articulación, pues, este primer encuentro fue un escenario de reconocimiento
de la gran diversidad de la Sabana, asistieron mujeres, jóvenes, obreros y obreras,
sindicatos, indígenas, colegios. De aquí un aprendizaje importante fue darnos cuenta que no
nos interesaba hacer eventos masivos regionales, sino que teníamos que generar un espacio
más contundente de articulación regional real.
93
A continuación, nos permitimos compartir un fragmento de las memorias del Encuentro
Social y Popular Sabana 2009, las cuales nos cuentan parte del sentido de este espacio de
articulación:
Este encuentro hace parte de un proceso que se viene realizando desde el año 2007, en el
que diferentes organizaciones sociales y populares de la Sabana manifiestan el interés por
encontrarse en la palabra, la discusión y las propuestas frente al modelo de desarrollo que se
ha implementado en la región; esto en el marco además del Foro Social Mundial como un
escenario de multiplicidad de expresiones de resistencia a la globalización del modelo
neoliberal y de construcción de alternativas en la perspectiva y sobre la base de que la
construcción de otro mundo incluyente, justo, respetuoso de la vida de los seres humanos y
del medio ambiente natural, es posible 22.
Así se han venido realizando encuentros de este tipo a nivel mundial, nacional y local; en
este sentido para el año 2007 se iniciaron algunos encuentros para impulsar la idea del foro
en la región Sabana de Bogotá; el 24 de noviembre de dicho año se realizó el pre-foro social
Sabana en el municipio de Facatativá para reconocer los principales temas que afectan a la
región como forma de buscar alternativas, entre las que se identificaron el desempleo y la
informalidad, el empleo en condiciones precarias como el de las empresas de flores, los
altos costos de los servicios públicos y su privatización, la contaminación del agua y su
mala distribución en la región, el desplazamiento para lo que no hay políticas de vivienda
que les permitan una vida digna, la falta de soberanía alimentaria, la mercantilización de los
derechos de salud y educación y las políticas a nivel nacional y departamental que están
adecuando el territorio para el libre comercio.
De allí se empezó a construir el foro a través de reuniones en las que participaron diferentes
organizaciones de la Sabana. Así se realizó el Foro Social Sabana los días 31 de mayo y 1 y
2 de junio de 2008 en la que además de trabajar en los temas anteriormente mencionados, se
conocieron los diferentes trabajos, ideas y propuestas de las organizaciones que
participaron, y se dejó la inquietud de seguir construyendo espacios de encuentro y diálogo
que permitan pensar en una región en las que las personas puedan habitar, vivir, ser y actuar
de acuerdo a sus propias convicciones y cultura en armonía con el medio
ambiente.(Memorias del encuentro, 2009)
22
ZAMUDIO, Ricardo. Foro Social Sabana: Una expresión de resistencia al modelo neoliberal en la región
central de Colombia. Corporación Cactus. 2008. Pág. 4.
94
En ese año, se creó un Comité impulsor del Foro, el cual estaba conformado por diversas
organizaciones de Bogotá y la Sabana: Corporación Cactus, la Fundación Cultural Siembra
Vida, la Red Itoco, Somos Sudacas y Kibutz. Una discusión principal fue si la figura de
Foro- más allá de una alusión al Foro Social Mundial- era la más acertada para emprender
un proceso de articulación, pues evidentemente se buscaba más que encontrarnos para
escuchar diversas ponencias y distintos expositores expertos sobre un tema. Entonces,
después de una discusión sobre cómo se podía hacer sentir el proceso mucho más cercano,
se optó por el nombre de Encuentro, con el cual se convocó al siguiente año a Tocancipá
para darle continuidad al proceso:
De manera que se decidió llamar “Encuentro Social y Popular Sabana” en donde además se
tomaría la categoría de popular reconociendo que las organizaciones que hacen parte del
proceso desarrollan su trabajo en sectores que han estado subordinados económica, social,
política y culturalmente; se acordó además que se mantendría el logo para no perder la
referencia al Foro Social Sabana. Al encuentro del 2009 asistieron 409 personas, de las
cuales 187 fueron mujeres (45.7%) y 222 hombres (54.3%); pertenecientes a 62
organizaciones sociales de los municipios de Soacha, Cajicá, Chocontá, Tocancipá,
Zipaquirá, Funza, Mosquera, Madrid y Facatativá y de Bogotá. De estas organizaciones, la
mayoría son consideradas como organizaciones juveniles y/o desarrollan su trabajo con
población juvenil con propuestas artísticas, culturales, políticas y de economía popular; otro
gran número de organizaciones y colectivos trabajan con mujeres a partir de la promoción
de la igualdad de oportunidades entre géneros, la participación en espacios políticos y la
95
sensibilización frente a los derechos de las mujeres; otras trabajan el tema de infancia
buscando formas pedagógicas que motiven a los niños y niñas a conocer su realidad y
transformarla; también asistieron colectivos de educadores y educadoras que además de
trabajar en colegios públicos de la región desarrollan diferentes proyectos educativos dentro
y fuera del aula con miras a articular la educación con la realidad que viven las
comunidades; otras organizaciones vienen desarrollando trabajo en el tema de la soberanía
y seguridad alimentaria con propuestas como mercados orgánicos, encuentros por el agua y
producción de semillas no transgénicas. (ESPS, 2009)
El siguiente evento del Encuentro social y popular Sabana fue en el año 2011 en Madrid,
donde nuevas organizaciones y las que ya veníamos encontrándonos nos reunimos durante
dos días a seguirnos reconociendo, a discutir y a trabajar en los 4 ejes temáticos, en esta
oportunidad pensamos que una manera de visibilizar el proceso que se estaba dando era
realizando una marcha como Encuentro en el municipio, así que el primer día hicimos una
marcha de antorchas por las calles de Madrid. Esta fue una actividad que tuvo mucho
impacto en el municipio, y decidimos que cada vez que realizáramos el encuentro se
realizaría una marcha en el municipio correspondiente. Durante el 2012 y 2013 realizamos
otras movilizaciones conjuntas en el marco de fechas conmemorativas y movilizaciones en
96
torno al apoyo del paro agrario nacional, también tuvimos pre-encuentros y en lo que va
corrido de 2014 hemos tenido un pre-encuentro de formación, este año se realizará en junio
el Encuentro Social y Popular Sabana, esta vez en el municipio de Zipaquirá, donde se
logró avanzar en la consolidación de agendas políticas conjuntas.
Figura X. Marcha de antorchas Madrid, 2011 Figura XI. Encuentro Social y Popular Sabana, Madrid,
2011.
97
Movilizaciones conjuntas, el 1 de Mayo tod@s a marchar
Como parte la articulación de las organizaciones y su forma de incidir en los territorios, las
movilizaciones del 1 de mayo han estado realizándose en el marco del Encuentro, para esta
fecha sacamos conjuntamente un comunicado que se reparte durante la movilización y en
varias ocasiones se realizan murales alusivos a esta fecha antes de su conmemoración:
Figura XII. Mural sobre el derecho al trabajo. Madrid. Abril- mayo de 2011.
Figura XIII. Marcha del 1 de mayo en Madrid. Performance sobre las sublevaciones obreras. 2012.
98
Durante el año 2012 sucedió algo muy significativo para la Red popular de mujeres y para
la Asociación Herrera en particular, y fue encontrarnos con el ala crítica de la iglesia, ese
año conocimos a las Hermanas Juanistas que tienen su sede en Funza y al Padre Ivo, un
sacerdote francés que basa su trabajo en la filosofía de la teología de la liberación, quien
junto con otros sacerdotes que vinieron a Latinoamérica se quedaron para compartir con
algunas comunidades, - por ejemplo el padre Michel quien trabajo durante muchos años en
la parroquia de Mana Blanca en Facatativá-. Ese año el padre Ivo ofreció esta misa obrera y
acompaño durante un largo tiempo a la escuela de mujeres de la Asociación Herrera en sus
jornadas de formación. El año pasado el padre Ivo se fue para Francia a trabajar con
obreros marinos. En la actualidad seguimos en conexión con las hermanas Juanistas:
Figura XIV. Misa obrera como parte de la conmemoración del 1 de mayo en Madrid. 2012.
Ofrendas pancartas de la marcha.
Figura XV. Afiche movilización apoyo paro agrario. ESPS, Madrid, 2013.
99
El año pasado como encuentro no sólo tuvimos la jornada del 1 de mayo como
movilización conjunta sino que, en el marco del apoyo al paro agrario y popular decidimos
realizar una movilización en el municipio de Madrid (Figura XVI).
Este año, 2014, la movilización del 1 de mayo fue en Zipaquirá también en el marco del
apoyo al paro agrario, en esta oportunidad desde nuestro comunicado articulamos las
reivindicaciones a un trabajo digno y la soberanía alimentaria del país. A continuación
referenciaremos dos espacios organizativos regionales en los que participamos activamente
como Asociación Herrera, los cuales nos han permitido fortalecer nuestros procesos con las
mujeres, estos espacios son la Red Popular de Mujeres de la Sabana- RPMS y la Red de
soberanía alimentaria “Raíces de la Sabana, más alimento menos cemento”:
La Red Popular de Mujeres de la Sabana es un proceso que inicia desde el año 2010. Nos
reunimos por primera vez en el municipio de Sasaima, el cual se convierte en cómplice de
esta nueva fuerza de saberes, experiencias y ganas de luchar por propósitos comunes de las
mujeres de la Sabana. Este espacio nos permitió encontrarnos y ver cómo eran nuestros
sueños, circunstancias, preocupaciones y esperanzas. Allí, reunidas 35 mujeres de
23
Este apartado lo escribimos basadas en el documento elaborado por la Red Popular de Mujeres de la Sabana
para el pre- encuentro de agosto de 2013, también basadas en nuestra participación de este proceso desde su
inicio y en nuestra participación en el equipo dinamizador de la Red, el cual está conformado por las líderes
de las organizaciones que la conforman.
100
diferentes organizaciones y municipios, (Facatativá, Funza, Madrid, Zipaquirá, Tocancipá,
Tenjo y Bogotá) iniciamos un proceso colectivo de lucha y resistencia para el territorio.
Figura XVII. Mural de la Red Popular de Mujeres de la Sabana, Facatativá, febrero 2013.
El primer propósito como Red Popular de Mujeres fue reunirnos en cada municipio para
caminarlo y reconocerlo, identificar su historia y claramente sus problemáticas, además de
ver con nuestros propios ojos el cambio avasallador que ha sufrido el territorio debido al
modelo de desarrollo que se viene imponiendo en la región en los últimos años,
trasformando el paisaje, las prácticas y las relaciones sociales de las comunidades que
habitamos este territorio. Identificándonos como sujetas políticas de derechos que
habitamos el territorio de la Sabana, hemos implementado estrategias de formación y
propuestas en relación al derecho de las mujeres al territorio sano, a la economía justa y a
vivir dignamente en situación de equidad para nosotras y nuestras familias.
Las mujeres nos estábamos empezando a encontrar y a darnos cuenta que mucho de lo que
nos pasaba en nuestro municipio sucedía también en los demás, que muchas de las cosas
que nos pasaban en los espacios domésticos y laborales no eran exclusivas de nuestro
pequeño contexto, sino que respondían a sistemas de opresión concretos: el capitalismo y el
machismo se conjugaban entonces para condicionar la vida de las mujeres de la Sabana.
Luego de varios encuentros decidimos organizarnos como la Red Popular de mujeres de la
Sabana y definir nuestras apuestas conjuntas, las cuales van en tres vías, la primera de ellas
101
es la movilización y visibilización de las mujeres en fechas emblemáticas (…). En este
componente también encontramos la incidencia de las mujeres en medios de comunicación
a través de la consecución de espacios radiales en varios municipios, donde las mujeres de
la Red tenemos un espacio para difundir nuestras reflexiones, propuestas y denuncias.
La segunda vía es la formación y constante cualificación de las mujeres, la cual se realiza
dentro de cada grupo y también en espacios definidos por la Red, donde hemos decidido
estudiar los derechos económicos, sociales, ambientales y culturales, los derechos de las
mujeres y sobre todo, los procesos económicos, ya que nuestra tercera vía de acción y
reflexión es la construcción de proyectos económicos alternativos alrededor de la soberanía
alimentaria. (Veloza, Patricia, 2013).
Movilizaciones
Reivindicando el derecho a la movilización, la Red de mujeres ha programado fechas
emblemáticas para las mujeres y para nuestro territorio con el fin de visibilizar las acciones
que como organización social realizamos y también para dar a conocer las problemáticas de
nuestra región. Concebimos movilización en el sentido amplio de la palabra, pues son
acciones diversas que no se limitan a una marcha.
102
es un esfuerzo por visibilizar y reconocer a quienes con su trabajo cotidiano hacen posible
el negocio de la floricultura pero además, los daños colaterales que genera esta industria
tanto para las y los trabajadores, como para los territorios y quienes los habitamos. No solo
se exportan flores para la celebración del día de San Valentín en varios países del mundo,
también se exporta el agua y la mano de obra de mujeres y hombres que habitamos la
Sabana.
- 8 de marzo. Día internacional de los derechos de las mujeres trabajadoras: es una
fecha donde las mujeres nos reunimos para realizar actividades en torno a discutir sobre la
situación laboral de las mujeres a nivel mundial y específicamente, la situación laboral de
inequidad en la Sabana de Bogotá. Con actividades como cine foros, marchas y talleres,
conmemoramos esta fecha que históricamente nos moviliza a todas las mujeres del mundo.
Figura XIX. Movilización del 8 de marzo de la Red Popular de Mujeres de la Sabana en Facatativá
103
Figura XX. Camiseta estampada por Luis Casallas del colectivo en ese momento ojos rojos, quien
ahora hace parte del colectivo Contracultura.
Figura XXI. Afiche del festival que realizamos para conmemorar el día de la no violencia contra las mujeres.
Noviembre de 2013.
104
La RPMS le propuso al movimiento regional movilizarse en dos fechas conmemorativas
para las mujeres, que son el 8 de marzo y el 25 de noviembre, las cuales antes no se tenían
en cuenta para reivindicar.
¡Las mujeres vamos a recuperar el territorio de la Sabana de Bogotá para nosotras, para
todas y todos, para nuestros hijos e hijas, para la vida!
105
Nuestras herramientas serán la solidaridad, el afecto, el compartir, la formación política y
económica para la incidencia, la movilización y la participación, la veeduría y la denuncia, los
proyectos productivos de autogestión sustentables y en equilibrio con la naturaleza, la
comunicación alternativa, la educación popular, la soberanía alimentaria, la apropiación de las
nuevas tecnologías de la información y la comunicación, y el reconocimiento de procesos de
resistencia en otros territorios del país y del mundo, tan inspiradores y de tanta fortaleza como
los que adelantan los pueblos indígenas en el Cauca en estos momentos.”
Figura XXII. Mística de finalización de la Asamblea. Realización de un bastón de mando como símbolo de
conexión con las luchas de hermanos y hermanas indígenas 24.
Figura XXIII. Entregando el bastón de mando y leyendo comunicado. Fiesta del Maíz, San José-
Resguardo de Polindara, Totoró, Cauca
24
La realización de la Asamblea fue en el marco de la coyuntura en la que las y los indígenas del Cauca
sacaron a los grupos armados de su territorio, como símbolo de dignidad de los pueblos y exigencias frente a
la impunidad que se ha sufrido en el conflicto armado colombiano, el símbolo del Bastón de mando fue muy
importante porque Guisella, lo llevó posteriormente al Cauca e hizo entrega de éste a la Guardia indígena en
el resguardo de Polindara, acompañada de una carta de solidaridad y apoyo de parte de la red Popular de
mujeres a las reivindicaciones de las y los indígenas de Cauca.
106
Organizaciones y línea del tiempo de la Red:
Fuerza Femenina Popular – Funza SieNisqua- Facatativá
Mujeres de Fagua- Chía Asociación Herrera – Madrid
Corporación Cactus- Sabana de Bogotá Voces de mujeres- Zipaquirá
Asoquinua- Tenjo Lazos de mujeres – Tocancipá
Asoquimad- Madrid Manos Unidas – Madrid
Tabla n° 15
Fuente: Relatoría de seminario político del equipo dinamizador de la Red. Febrero 22 y 23 de 2014.
107
RED DE SOBERANÍA ALIMENTARIA:
“RAÍCES DE LA SABANA, MÁS ALIMENTO MENOS CEMENTO”
Esta red existe en razón de todas las problemáticas que históricamente se han dado en la
Sabana por la apropiación y usos del territorio, como nombrábamos anteriormente,
partimos de que existen construcciones hegemónicas de la Sabana y la existencia de la
floricultura, de proyectos mineros, agroindustriales, la urbanización e industrialización sin
una planeación incluyente, pensada desde los y las habitantes, hacen que hoy tengamos
graves conflictos sociales y ambientales, por lo cual la Red de soberanía surge como una
propuesta pensada desde las organizaciones, quienes desde el ESPS le veníamos dando un
lugar muy importante a este tema en nuestras reflexiones articuladas al eje de ambiente y
territorio, ya que en el pasado ESPS (2011) las tres mesas que conformaron este eje de
fueron Agroindustrias Vs. Soberanía Alimentaria, Explotación de recursos naturales y
Visión y planificación del territorio.
108
El monocultivo y agricultura intensiva para llevar al mercado externo ha venido generando
graves problemas sociales como la pérdida de la soberanía alimentaria y por tanto hambre y
desnutrición. Para el caso de la Sabana de Bogotá, se ha presentado una pérdida acelerada
de la vocación agrícola, pues se ha pasado de una producción en 66.000 hectáreas para la
producción de papa, hortalizas y cereales en el año de 1960 a una producción en 23.000
hectáreas en 1999 según un informe de la campaña por el Derecho a la Alimentación de la
Corporación Cactus. (Documento de trabajo eje ambiente y territorio. ESPS)
Así, desde la Red Raíces de la Sabana y el ESPS vemos la soberanía alimentaria como una
propuesta práctica y política que se antepone al modelo de integración funcional que se
hace entre Bogotá y la Sabana, y concretamente, la concebimos como una alternativa al
modelo de exportación agroindustrial, en el que se enmarca la floricultura.
Esta Red la conforman diversas organizaciones, algunas de nosotras hacemos parte también
de otras redes, como por ejemplo la Asociación Herrera, quien pertenece a la Red de
mujeres y a la Red agroecológica. A continuación un listado de las mismas:
109
Plataforma Rural- Bogotá Corporación Cactus- Sabana de Bogotá
Corporación Trabajo y acción –Facatativá Colegio Colombia Hoy. Facatativa.
Sienisqua- Facatativá Red Juvenil Itoco.
Colegio Serrezuela-Madrid. Jardín Serrezuela-Madrid.
Los encuentros de la Red son mensuales, nos reunimos cada vez en un municipio distinto y
se llevan a cabo tres momentos, el primero de ellos es el trabajo en la huerta o el trabajo de
minga, el segundo es la formación política alrededor de lo que significa e implica construir
procesos de soberanía alimentaria, aunque a veces lo remplazamos por talleres técnicos en
Agroecologia, y en el tercer momento tratamos temas organizativos. Desde estos procesos,
hemos podido reconocer cuales son las problemáticas de cada municipio, reconocer y
apoyar el trabajo de cada organización en la práctica, así, al darnos cuenta que el reconocer
nuestras propias experiencias es muy importante también pensamos en reconocer
experiencias de otros procesos en el país.
110
proyectos económicos comunitarios, tales como el proyecto comunitario de Acueducto -
Alcantarillado y Aseo ECAAAS, planta de tratamiento y planta de reciclaje en Saravena, el
proyecto de Economía Solidaria Campesina Coagrosarare Ltda, el proyecto comunitario
alrededor de la embotelladora de agua “Agua Piedemonte”, el proyecto de comunicación
Radial Sarare Stereo, el proyecto de comunicación que consiste en tener una propia
litografía e imprimir los comunicados y productos de otras organizaciones sociales, el
proyecto Cooperativo Procesadora del Llano “Chocolate la Delicia” y por último tuvimos
un intercambio de experiencias con la propuesta de educación popular alternativa “ESPA”,
que acompaña todo este proceso. Este año el intercambio de experiencias será en el mes de
junio a Acadis en Puerto Asís, Putumayo, para conocer la experiencia social, alimentaria y
económica que propone esta organización. Para finalizar, señalamos que otro aspecto
importante para la Red es el apoyo o la realización de eventos que reivindiquen la soberanía
alimentaria en la región:
Figura XXVI. Afiche del XI festival del maíz que realizó Manos Unidas en octubre de 2013 con el apoyo de la
Red de soberanía alimentaria en Madrid.
111
3.3.- La propuesta educativa de la Asociación Herrera: aportes del feminismo, IAP y
Educación Popular a la educación para la indignación activa.
112
formas de opresión que se generan en un territorio específico. En ese sentido, nos interesa
aquí ubicar un análisis desde la realidad de las mujeres latinoamericanas reconociendo sus
condiciones y necesidades, específicamente de la mujer de la Sabana de Bogotá.
Hablaremos de aquí en adelante del feminismo no como una singularidad sino como una
multiplicidad de construcciones y aportes que se han hecho desde distintos países, nos
referiremos aquí entonces no al feminismo sino a los feminismos.
El feminismo más que una línea de tiempo en la cual comienzan y terminan etapas podría
caracterizarse como una superposición de reivindicaciones, una acumulación histórica
donde se avanza mucho más lento de lo que surgen nuevas elaboraciones del feminismo y
nuevas exigencias. Esto hace del feminismo una corriente de pensamiento dinámica, pero
también un inventario de deudas de la humanidad con las mujeres que no terminan de
saldarse. (Chaparro, Angélica, 2014)
Cada momento de los feminismos nos posibilita un análisis de la realidad de las mujeres de
la Sabana en dimensiones distintas, por ejemplo, el feminismo de primera ola o feminismo
de la igualdad -feminismo liberal y socialista- nos sirve para entender la relación entre
mujer y trabajo que se ha construido en este territorio desde una mirada estructural. Con
esta ola comprendimos que la categoría clase tiene una especial relevancia, pues evidencia
las desigualdades económicas que genera el capitalismo entre hombres y mujeres, así
mismo, el término de la división sexual del trabajo propuesto desde esta ola nos permite
evidenciar como existe una diferenciación de roles de género que confinan a las mujeres a
la realización de labores de menor valor social dentro de la sociedad, como por ejemplo a la
realización del trabajo doméstico y del cuidado, o a entrar al mundo del trabajo remunerado
bajo la misma matriz de subordinación.
113
Con la última ola feminista o el feminismo de frontera “la igualdad en la diferencia” –
Black Feminist, Feminismo Post-colonialista, Cyborg-Feminismo o Ciber- feminismo,
Feminismo Chicano, Nego-Feminismo, Feminismo Queer- se abre todo un espectro de
posibilidades y tendencias teóricas que involucran el género, la clase y la raza,
brindándonos una mirada interseccional de los sistemas de opresión a través de una lectura
crítica del marxismo, del pensamiento decolonial y antirracista, entre otros-, configurándose
el reto de avanzar en la teoría y en la práctica desde los aportes de las diferentes olas de los
feminismos en la comprensión y en la transformación de las violencias, las exclusiones y
subordinaciones que las mujeres vivimos a diario.
De ahí que, para avanzar en la teoría y en la práctica para cambiar las condiciones que
subordinan a los géneros, en América Latina tenemos que pasar necesariamente por una
lectura de la lucha de clases, pues para todos y todas son conocidas- porque las vemos y
vivimos diariamente- las condiciones de pobreza en las que viven la mayoría de personas,
los niveles de explotación y la gran desigualdad social que se presenta a causa de la
existencia de un modelo económico y político, el cual afecta en mayor medida a las
mujeres, específicamente en este caso a las trabajadoras de la agroindustria de las flores.
De manera similar tenemos que pasar por el debate sobre la colonización mental y material
que realiza una lógica imperial en nuestros territorios, en nuestros cuerpos y en nuestra
memoria, pues esto tiene un peso relevante a la hora de comprender la identidad y las
configuraciones territoriales de nuestros países, ya que, el hecho de ser países
multiculturales influye en las estructuras mentales del sujeto colectivo de nuestras
naciones. El reconocimiento de una historia de esclavización, de colonización, de
discriminación racial y de explotación constante complejiza las búsquedas de
transformación social, sin embargo, le otorgamos y vemos aquí la potencialidad de la
historia en aras de la diversidad de nuestras construcciones como sujetos y sujetas en el
territorio latinoamericano, teniendo siempre el reto palpitante de descolonizar el ser, el
sentir y el pensar de nuestras naciones.
“En América Latina el feminismo no sólo ha surgido en los sectores medios sino que la
mayoría de las feministas consideramos como vital reconocer e identificar esta, nuestra
extracción social y defender un espacio para discutir y luchar por las reivindicaciones o los
114
acentos específicos con que nuestra procedencia social marca las reivindicaciones de las
mujeres en su conjunto.” (Pineda, M, 1986, p. 37)
Desde este ejercicio, posicionamos aquí el termino de mujeres populares como una
conceptualización que recoge las reivindicaciones de la primera y segunda ola de los
feminismos, una sujeta que desde lo identitario se asume desde una posición de clase como
aquella que no es dueña de los medios de producción y que puede tener distintas
condiciones: ser mujer afro, indígena, campesina, habitante de barrios populares,
asalariada, etc. Pero la connotación de mujeres populares no pasa únicamente por una
lectura de las condiciones de subordinación económica o identitaria, esta lectura va en
doble vía, se hace un reconocimiento crítico de estas condiciones pero asumiendo lo
popular desde un carácter emancipatorio, de posibilidad, de movilización, no como
condicionante o como un determinismo social que imposibilita a los sujetos la
transformación de su subjetividad y de su realidad material.
Aunque es importante tener en cuenta la categoría de sectores populares como una mayoría
social que se ve excluida de los medios necesarios para asegurar la satisfacción de las
necesidades vitales y que se ve obligada a vender a bajo precio su fuerza de trabajo (García,
H, Martinic, S, 1980) y a las culturas populares configuradas por un proceso de apropiación
desigual del capital económico y cultural de una nación o etnia (García, Canclini, 1982), es
necesario ampliar e incluso cuestionar el concepto de lo popular para no referirlo
únicamente desde la mirada de la explotación de clase y la emancipación:
“Lo popular no encuentra una definición univoca por representar una realidad compleja y,
por esto, admitir acercamientos desde diversos ángulos. Por ejemplo, en América Latina lo
popular no es lo mismo si lo ponen en escena los folcloristas y antropólogos para los
museos (a partir de los años veinte y los treinta), los comunicólogos para los medios
masivos (desde los cincuenta), los sociólogos para el Estado o para los partidos y
movimientos de oposición (desde los setentas) (García, Canclini, 1995, citado por Bergesio,
L, 2004)
De este modo, es relevante abordar el concepto de lo popular más allá de una mirada
binaria o idílica, y reconocer también que dentro de los sectores y la cultura popular
115
existen procesos de dominación naturalizados por la cultura e incluso, hay elementos
ideológicos de la cultura popular que reproducen distintos patrones de los sistemas de
opresión, como por ejemplo los que se manifiestan a través de algunas expresiones
artísticas como la música, los dichos populares, los refranes, los estereotipos y algunas
tradiciones y costumbres, he ahí la importancia de develar estos elementos ideológicos
que muchas veces se cubren bajo el manto de un esencialismo culturalista, donde el papel
de la educación toma un carácter fundamental por su capacidad de brindar herramientas a
los sujetos para que ellos mismos los identifiquen en una cotidianidad naturalizada.
“El movimiento social de mujeres en el subcontinente, según Jane Jaquette, ha tenido tres
patrones de movilización: la lucha por los derechos humanos (personificada en las madres
de la Plaza de Mayo), las luchas de las mujeres populares (principalmente dirigidas al
mejoramiento de su calidad de vida) y el feminismo (cuya función académica y teórica es
aportar comprensiones y modelos que contribuyan al cambio de las relaciones de género y
que prevengan contra la reproducción cultural y social de los modelos que se busca
superar).”(Estrada, Ángela, 1997, p. 7)
Desde nuestra posición, vemos como la categoría de mujeres populares va más allá del
reconocimiento de las condiciones materiales de las mujeres pertenecientes a los sectores
populares, sino que, avanza en un reconocimiento crítico de los procesos y dispositivos de
opresión que se dan dentro de la cultura popular y en el potencial transformador que estas
sujetas pueden desarrollar desde su participación en procesos educativos y organizativos,
del mismo modo, no separamos las luchas de las mujeres populares del acumulado teórico
y práctico que los feminismos han tenido en América Latina.
Para ver esto, nos hemos inspirado en experiencias como la Organización Femenina
Popular de Barrancabermeja, (OFP) un proceso que nace en 1972 en un contexto amplio de
diferentes violencias ejercidas contra las mujeres, el cual, se asume desde la identidad de
mujeres populares y se ha vuelto hoy un referente para los movimientos de mujeres del país
por su propuesta de Movimiento Social de Mujeres contra la Guerra y por la Paz. Teresa
Rueda, quien acompaño a este movimiento por más de 13 años produjo una tesis donde se
preguntaba por la construcción de autonomía de las mujeres en este proceso, allí, encontró
116
clave la cuestión de la identidad y del posicionamiento de las mujeres como mujeres
populares, ya que para ella, en este movimiento esta identidad integra dos dimensiones: la
femenina y la popular, en tanto luchas por las reivindicaciones de la mujer pobre. “ De esta
manera asumimos la existencia de culturas populares que corresponden al conjunto de
prácticas y proceso a través de los cuales los sectores populares se representan a sí mismos
y contribuyen producir y renovar el sentido de sus percepciones, orientaciones y acciones
sociales,” (Rueda, T, 1994, p. 7).
118
movimiento amplio de mujeres (MAM) que se deslinda, en parte, del feminismo, para
desarrollar un trabajo con mujeres de sectores populares y hacer alianzas con los partidos de
la izquierda y organizaciones de la lucha armada. El caso de Centroamérica es un ejemplo
en este sentido. Del MAM nacieron las primeras ONGs de mujeres impulsadas por la
cooperación internacional. En la década de los 90, el movimiento feminista se academiza y
se institucionaliza: llega el tiempo de las políticas oficiales de “equidad de género”, de los
encuentros de mujeres financiados por la ONU y de los programas de micro-crédito del
Banco Mundial para las pobres. Frente a la creciente recuperación del movimiento, muchas
voces feministas se levantaron para reafirmar la autonomía del feminismo y rechazan hasta
la fecha la tutela, la injerencia y la colaboración con los mismos organismos que generan el
hambre, la explotación y el asesinato de las mujeres en América Latina y el Caribe. Este
debate ha sido particularmente agudo en el marco de los encuentros feministas
latinoamericanos y caribeños de estos diez últimos años. (Curiel, O, Masson, S, Falquet, J,
2005, p. 7)
Como nombramos en la introducción, nos identificamos con la IAP como una metodología
porque nos aporta el enfoque cualitativo y crítico social de la investigación. Epistemológica
y políticamente nos aporta las implicaciones en la práctica que tiene la existencia de las dos
palabras que acompañan esta propuesta investigativa – la acción y la reflexión- ya que no
sólo es investigación, ni sólo investigación participativa, ni solo investigación acción. Así
pues, es acción en la medida en que no se entiende como el simple actuar o cualquier tipo
de acción, sino como una acción que conduce a la praxis o cabio social estructural, y en la
119
medida que haya mayor reflexión sobre la realidad, mayor calidad y eficacia de las
acciones que ejercen las comunidades.
La teoría va a ser el resultado del aporte popular, leído, justificado, convalidado y orientado
por este método; desde ese punto de vista todos y todas aportan, de esto nos habla Orlando
Fals Borda (1999) cuando hace la relación entre ciencia, conocimiento y razón en la IAP:
Para empezar a dirimir esas cuestiones, pusimos en entredicho la idea fetichista de ciencia-
verdad que nos había sido transmitida como un complejo lineal y acumulativo de reglas
confirmadas y leyes absolutas. Empezamos a apreciar, en los hechos, que la ciencia se
constituye socialmente, y que por lo tanto queda sujeta a interpretación, reinterpretación,
revisión y enriquecimiento. Nos pareció obvio postular que el criterio principal de la
investigación debería ser la obtención de conocimientos útiles para adelantar causas justas.
El compromiso político de la IAP surge de los elementos que recoge del marxismo, el
anarquismo, la fenomenología, la psicología social, las teorías liberales de la participación,
con base en la orientación sociológica de la teoría de la dependencia-liberación, las ciencias
de la educación y la teología para el estudio de la situación de las clases oprimidas.
120
Si bien la IAP no propone un modelo acabado de “pasos” a seguir en una investigación, su
orientación política y ética hace que las técnicas utilizadas en sus proyectos no se limiten a
la recolección de información ni a ser utilizadas únicamente por el o la investigadora, sino
que al ser aprendidas y utilizadas también por los y las participantes estas desarrollan
empoderamientos a través del conocimiento crítico de su realidad y las maneras de
conocerla, en nuestro caso, durante estos 4 años de trabajo con la escuela de mujeres,
hemos utilizado el diálogo de saberes como herramienta principal desde múltiples aspectos,
como han sido talleres y encuentros de formación semanales, movilizaciones, entrevistas,
mingas de trabajo, ferias agroecológicas, trabajar en empresas de flores, diarios de campo,
teatro popular, grupos focales y cartografías sociales en función de los planes de estudio y
las proyecciones que hacemos como organización, donde como conjunto de mujeres
involucradas en una misma realidad social, partimos de nuestros intereses, necesidades y
puntos de vista, intentando construir un método de investigación flexible y ecológico que
tenga como fases observar, planificar, actuar y reflexionar, orientado al develamiento y
transformación de nuestras propias realidades.
Otro aporte fundamental fue el hacernos pensar en nuestro papel como investigadoras y las
formas de inserción que tenemos en la comunidad, ya que nosotras mismas hacemos parte
de ella. Paloma López de Ceballos (1989) nos propone los modelos de inserción de los
investigadores e investigadoras que trabajan con IAP en las comunidades:
c-
Sino “entrando y saliendo” para catalizar de una manera dinámica el
distanciamiento crítico y ayudando a avanzar metodológicamente.
Muchas veces, nos sentimos tan dentro de esta realidad porque la habíamos naturalizado
profundamente en nuestro ser, afortunadamente la academia y el estar reflexionando
121
semestre a semestre sobre nuestra práctica, y la mirada de muchas personas que nos apoyan
y que nos han acompañado por momentos, no ha permitido alejarnos y vernos desde otros
lugares, entrar y salir del proceso, como propone Paloma López.
Cuando por un motivo cualquiera los hombres sienten la prohibición de actuar, cuando
descubren su incapacidad para desarrollar el uso de sus facultades, sufren. Sufrimiento que
proviene “del hecho de haberse perturbado el equilibrio humano” (Fromm). El no poder
actuar, que provoca el sufrimiento, provoca también el sentimiento de rechazo a su
impotencia. Intenta entonces “reestablecer su capacidad de acción” (Fromm) (Freire, Paulo,
1970, p. 88)
122
A continuación presentamos una elaboración que hicimos de las diferencias entre
educación bancaria y educación crítica en la EP, resaltando el papel del educador, del
educando y sus relaciones con la realidad, conciencia, el saber y el conocimiento:
Es siempre el que sabe. Utiliza la verbosidad y la Su acción se identifica con la de los educando y
palabra ociosa alienada y alienante. se orienta a la humanización de ambos, pues
tiene una profunda creencia en los seres
Su razón de ser es la “ignorancia” de los humanos y en su poder creador.
educandos.
Es mediador de la reflexión crítica de ambos.
Su práctica es autoritarista.
Es compañero-a de los educandos en su relación
Rechaza el compañerismo. con ellos y ellas.
Se conciben como vasijas vacías sin conocimiento Se reconoce el poder creador del educando, su
previo. Son siempre los que no saben. capacidad para criticar y transformar la realidad
Tabla 16. Fuente: Elaboración propia basados en la pedagogía del oprimido de Paulo Freire.
Desde la EP resaltamos el papel del diálogo de saberes como uno de los principales
principios y aportes a nuestro proceso: “Desde fines de la década pasada, se ha asumido la
expresión “Diálogo de saberes” como la más adecuada a los presupuestos metodológicos
sobre construcción de conocimientos en educación popular.” (Torres, Alfonso, 1993, p. 4).
124
3.3.1- El proceso y la formación política con las mujeres
El proceso con las mujeres empezó cuando teníamos la primera casa y conocimos a la
Hermana Norma Inés Bernal, una mujer que a los 40 años que decidió volverse religiosa
del ala crítica de la iglesia, ella estuvo trabajando durante 17 años en una empresa de flores
como trabajadora social y conocía muy bien lo que pasaba en el sector, a ella la conocimos
en un diplomado que hicimos como Asociación en el 2010 con el CINEP y la Universidad
Javeriana, un día, le comentamos que trabajamos en Madrid desde las asesorías jurídicas a
trabajadoras y trabajadores y ella nos propuso hacer unos talleres piloto con mujeres en la
sede de nuestra organización, los cuales empezamos a hacer en el segundo semestre de
2010, realizamos tres talleres y luego de esa experiencia nos animamos a formar nuestro
propio proceso con mujeres.
Este proyecto se construyó por varias razones, la primera de ellas fue el estar atravesadas
en nuestras historias personales y familiares por las afectaciones del contexto social y
laboral de la Sabana, el reconocimiento de cómo las mujeres nos desenvolvemos
desigualmente en los diferentes ámbitos de la vida en este territorio y por la necesidad, la
esperanza, la certeza y el deseo de que estas condiciones de desigualdad y subordinación de
las clases populares y específicamente de las mujeres, se pueden transformar mediante los
procesos de educación y organización.
125
Figura XXVII, Reunión grupo de trabajo. De derecha a izquierda: Natalia Garzón, Diana Jazmín Pérez y
María Fernanda Ramírez.
Este grupo se encargó de discutir desde que supuestos prácticos y teóricos nos acercaríamos
a las mujeres, de planear y diseñar los talleres, de realizar el proceso de sistematización de
los mismos y de repensar la propuesta pedagógica y política emprendida desde este
proyecto, que en un principio se llamó “Escuela de género: Cuerpo, territorio e identidad:
construyendo imágenes para narrarnos”, con el cual ganamos una convocatoria de apoyo
económico - cinco millones- de Fondo mujer, lo que queríamos era desarrollar un proyecto
de formación donde hiciéramos procesos de reconocimiento y de autoreconocimiento de las
historias de vida de las mujeres, donde pudiéramos entender la relación con nuestro cuerpo,
nuestra identidad y nuestro territorio y utilizar la fotografía como herramienta principal
para este proceso. La financiación del proyecto era por un año, sin embargo, sabíamos que
nuestro proceso no se acababa con el cierre administrativo de ese proyecto en particular,
pues nosotras teníamos claro que este primer apoyo era el inicio de un proceso a largo
plazo, ya que un proceso de autoreconocimiento y reconocimiento de las mujeres – con las
que trabajamos y de nosotras mismas como educadoras- en el camino del develamiento y
transformación de nuestra realidad implicaba e implica mucho, pero mucho más que estar
en función de proyectos y convocatorias que muchas veces imponen sus agendas y temas a
las organizaciones.
Una de las actividades que desarrollo el grupo de trabajo en enero del 2011, como parte del
momento de fundamentación teórica para guiar el proceso, fue la realización de unos
126
talleres sobre la historia del feminismo como movimiento social y como teoría crítica, en el
cual nos acompañaron las profesoras Javeriana Juliana Flórez y Liliana Vargas, quienes en
algunos momentos de sus vidas y de distintas maneras se han vinculado con el problema de
las mujeres trabajadoras de flores, como por ejemplo, en la producción teórica sobre las
problemáticas sociales y laborales que genera esta agroindustria y el constante diálogo con
organizaciones y acompañamiento a procesos organizativos, como es nuestro caso, en
donde se logró construir conjuntamente un ejercicio de sentido frente a los horizontes
políticos de la escuela a partir de estos talleres de reflexión que se dieron en diferentes
encuentros:
Figura XVIII: Grupo de estudio sobre feminismo con Juliana Flórez. Enero de 2011.
Como resultado de este grupo de estudio, definimos que íbamos a tener dos momentos en la
formación, uno de fundamentación y otro de profundización:
127
de la escuela de género, es decir, que a partir de la profundización de la relación de las
mujeres con el cuerpo, el territorio y la identidad se genere un gran interrogante sobre el
significado de construir planes de vida colectivos. En este ciclo el lugar de la asociación
será desde el acompañamiento para la generación de organización de las mujeres que
participan en la escuela. (Proyecto pasado a Fondo Mujer. Segundo semestre de 2010).
Desde estas claridades, definimos la educación popular y el feminismo como los referentes
políticos y teóricos que guiarían el proceso a través de las categorías cuerpo, territorio,
identidad, arte y mujer popular, en una de nuestras sesiones de planeación y
fundamentación decidimos entre otras cosas, cambiar el nombre de la escuela de género:
“Cuerpo, territorio e identidad. Construyendo imágenes para narrarnos” por: “Encuentros
de mujeres re-tratando nuestra historia”, pues, en este momento nos parecía más cercana a
nuestros objetivos de diálogo de saberes la idea del encuentro entre mujeres que el concepto
de escuela, pues en ese momento la entendíamos de una u otra manera como una figura que
reproducía muchas lógicas dominantes en la sociedad, esta concepción con el tiempo se fue
transformando por nuestro paso por la Licenciatura en educación comunitaria con énfasis
128
en DDHH y por nuestra experiencia en el proceso, al entender la escuela también como un
espacio de poder y transformación social, el cual no aludía únicamente a una educación
formal. Después del proceso de nuestra fundamentación con el grupo de estudio decidimos
convocar a las mujeres para inaugurar el proyecto el 19 de febrero de 2011:
130
Como principio metodológico y pedagógico, en cada taller las reflexiones se plantean en un
sentido inductivo y vivencial, es decir, se comienza hablando del tema de la sesión
abordado desde la experiencia para luego ir problematizando y profundizándolo
conjuntamente hasta llegar a niveles de conocimiento y argumentación más profundos y
significativos para sus vidas y la lectura de su realidad.
131
expectativa; que genera un proceso intenso de reflexión; que genera una dinámica vital de
relación entre los participantes del proceso de formación. (Jara Oscar, s.f)
Desde el principio del proceso tuvimos claro que el tema del trabajo, los derechos laborales
y la floricultura eran temas generadores que hablaban de los problemas cotidianos de las
mujeres. Una de las fortalezas en este punto fue que no éramos ajenas al contexto, pues
como hijas de trabajadores y trabajadoras de flores conocíamos muy bien las condiciones
en que este trabajo se lleva a cabo. Estos temas fueron una puerta de entrada para la
problematización de lo que ocurría en nuestro municipio, para el intercambio de
experiencias y saberes sobre lo que ellas vivían o habían vivido bajo los invernaderos.
Otro eje que quisimos proponer fue el tema del cuerpo y el autocuidado, pues nos habíamos
encontrado en el camino con los aportes del feminismo y su visión política de lo que pasa
en una escala micro, en los sujetos, sus relaciones, el espacio íntimo y domestico que
históricamente se ha invisibilizado. En este eje reconocimos los efectos que un sistema
económico había dejado en sus cuerpos, en sus pieles, en sus formas de relacionarse
consigo mismas; el olvido de su propio cuidado desde el afán y el ritmo de producción.
Este espacio permitió un reconocimiento y un encontrarse como mujeres, de entender la
importancia de tener espacios de autonomía y de decisión sobre sus cuerpos:
132
A medida que fueron trascurriendo los talleres nos dimos cuenta que la fotografía no era la
mejor metodología en ese momento, pues en la práctica vimos que otras herramientas
artísticas como el teatro eran mucho más cercanas para lo que queríamos representar y
contar a través de la oralidad, los gestos y las risas. Finalmente nunca hicimos la exposición
de fotografía, lo cual nos generó algo de inconvenientes al finalizar el tiempo del proyecto
que nos estaban financiando, sin embargo pudimos sustentar el cambio de actividades
argumentando también que nos proyectábamos como un proceso a largo plazo donde
respondíamos a las necesidades del proceso y las metodologías que nos sirvieran más para
el mismo: “Podemos deducir que las técnicas de investigación son mucho más que simples
herramientas funcionales. Comprenderlas y aprender a utilizarlas de forma crítica demanda
explorar su sentido como parte de un conjunto de prácticas científicas, paradigmas y
supuestos sobre lo que es la realidad, así como las preferencias subjetivas de los
investigadores”. (Salazar, O, 2005)
Uno de los temas que empezaron a surgir en el proceso cuando empezamos a ahondar en
los mundo personales fueron las violencias contra las mujeres, especialmente las sexuales,
lo cual nos propuso muchos retos frente a cómo manejar el tema, ante lo cual se propuso un
taller sobre derechos sexuales y reproductivos pero nos dimos cuenta que este es un tema
que necesita de mucha experiencia y delicadeza para ser tratado, por lo cual decidimos
buscar una persona que nos pudiese ayudar con el tema y hacerlo en un momento donde
existiese más confianza en el grupo, durante estos años la confianza ha aumentado y se han
generado vínculos de amistad, per distintas razones este tema no se ha había vuelto una
centralidad en nuestro trabajo, entre esas razones están que nos centramos más en trabajar
desde los derechos sociales, económicos y culturales de las mujeres, pero de fondo
sabíamos de la profunda importancia que tiene trabajar el tema de la sexualidad con las
mujeres, ahora creemos y sabemos que el no haber tocado ese tema hace tiempo fue más
por un miedo o incapacidad de nosotras – o una falta de herramientas- para manejar estos
temas tan sensibles, mucho más, cuando compartíamos y compartimos estos espacios con
nuestras madres.
Durante todo este tiempo este taller se había pospuesto, finalmente, con la llegada de
Claudia a la organización y su apoyo desde la psicología y el acompañamiento constante
133
de la profesora Juliana Flórez, este año planeamos volcarnos un poco hacia ese tema,
empezamos entonces con un taller de biodanza con las mujeres y durante este tiempo
prepararemos las dos sesiones donde se realizarán los talleres de sexualidad en el mes de
junio, decimos que se realizarán porque Claudia, Juliana y Manuela – una estudiante de
psicología que está haciendo su trabajo de grado en la Asociación- son las personas que
realizarán estas sesiones, nosotras estaremos en la preparación, pero la presencia de
nuestras mamás en ese espacio nos plantea unos retos en cuanto a las relaciones de
confianza que hay entre nosotras como madres e hijas y la sensación de cohibición que se
puede llegar a sentir de parte y parte, entre otros aspectos subjetivos que intermedian la
familia, la construcción de la sexualidad de las mujeres y el componente intergeneracional
en cuanto a sistemas de valores, etc.
134
Sintiendo esa realidad, surgió luego un encuentro de la Red de mujeres donde se trató el
tema de economía alternativa y donde pudimos conocer distintas experiencias de
compañeras de la Red y de otros lugares del país, por ejemplo la experiencia de una red de
producción y distribución de mermeladas de mujeres organizadas del Sur de Bolívar,
quienes han logrado construir este proyecto como una forma de resistencia y de
sobrevivencia en una zona donde las mujeres viven fuertemente el conflictos social y
armado de este país, lo cual demostraba que si era posible realizar un proyecto de
económico sostenible alternativo a pesar de todas las dificultades existen, que las mujeres
nos podemos organizar, que podemos soñar, construir y mantener estas iniciativas, que es
necesario y posible trabajar en lugares distintos de donde nos ha tocado trabajar en la
Sabana, que podemos estar en un lugar donde no nos exploten, donde tengamos voz a la
hora de pensar y organizar las formas de trabajo, donde nos sintamos bien con nosotras
mismas y con el ambiente, donde nos guste lo que hacemos y que finalmente lo que
hagamos tenga sentido para nuestras vidas.
En ese encuentro de dos día que tuvimos en San Antonio del Tequendama, conocimos estas
experiencias y también hicimos un taller sobre feminismo, donde nosotras dos junto con
Natalia Garzón, nos lanzamos como formadoras ya no sólo de la escuela de mujeres sino
para la Red en su conjunto, al finalizar la sesión vimos un video sobre las madres de mayo
como parte de conocer cuáles han sido las luchas y movimientos de las mujeres en
Latinoamérica, este video movió muchas fibras de las mujeres, se dieron reflexiones muy
profundas y muy bellas sobre el porqué las mujeres nos tenemos que organizar y luchar por
nuestros derechos y por tener una vida digna, una de las frases que más se recordó del video
fue “Todas somos una”, como símbolo de la solidaridad que se genera entre las mujeres que
comparten una causa, la causa de su liberación. Tanto trascendió lo que vivimos en este
encuentro que la Red decidió hacer uno de sus símbolos una pañoleta morada, como forma
de conexión con las luchas femeninas latinoamericanas.
Para nosotras como Asociación, otra forma de trascendencia de lo que vimos en este
encuentro de la Red fue algo muy agradable, ya que en el sábado siguiente en la escuela
cuando estábamos evaluando el encuentro las mujeres propusieron que hiciéramos entre
todas un proyecto económico, esto nos pareció muy bonito pero también nos ponía a
135
nosotras como dinamizadoras del proceso un reto muy grande ya que nosotras mismas no
habíamos emprendido un proyecto de ese carácter, ni tampoco teníamos conocimientos
técnicos o profundos sobre economía. Hay que decir que después del taller nos volteamos a
mirar como diciéndonos “muy chévere, ¿pero ahora que hacemos?” en ese momento más
que nunca nos dimos cuenta que todas aprendemos juntas, y que cómo diría Freire “nadie
educa a nadie, así como tampoco nadie se educa a sí mismo, los hombres se educan en
comunión, y el mundo es el mediador” (1970, p. 92).
Cabe resaltar que antes y durante los primeros meses de la escuela de mujeres, la
Asociación Herrera realizó un convenio con una organización agroecológica para construir
un invernadero en la sede de la organización; experiencia que nos aportó para conocer la
importancia de estos procesos, el grado de posibilidad que existe para poder realizarlos,
como también todas las dificultades que estos proyectos suponen. Sin embargo, en esa
experiencia ninguna de nosotras dos trabajo directamente con la huerta, el convenio
consistía más en el préstamo del espacio y el desarrollo de unos talleres sobre agroecología,
pero hasta ese momento era algo que no había pasado directamente por nuestra práctica,
pues nuestra experiencia de haber nacido y vivir en un centro urbano hacía que esa
identidad y esa cultura campesina del sembrar los propios alimentos estuviera alejada de
nuestras lógicas y prácticas.
En sí, este era referente más cercano que teníamos de un proyecto económico sostenible,
sin embargo esta experiencia, más el encuentro de la Red de mujeres nombrado
anteriormente, más la explicita expresión del deseo de las mujeres a emprender un proyecto
productivo, nos motivó a pensar cual era paso a seguir, entre todas entonces pensamos en
hacer una feria de saberes para conocer que sabíamos hacer cada una y darnos la
oportunidad de pensar cuáles eran ideas para un posible proyecto económico. En esta feria
se demostró que los saberes culinarios, artísticos y los relacionados con la siembra y cultivo
alimentos son el fuerte de estas mujeres, dentro de todos esos saberes, decidimos que
realizar un proyecto agroecológico desde la perspectiva de la soberanía alimentaria era a lo
que le queríamos apuntar de aquí en adelante, sin dejar de formarnos en otros aspectos. Así,
se empezó un pequeño proyecto piloto que consistió en montar algunas huertas en las casas
de las mujeres- incluida una de nosotras- donde comenzamos a sembrar alimentos
136
orgánicos. Este experimento se inició con 300 plantas en la casa de doña Blanca, luego
siguió el montaje en la casa de Amelia, luego en la casa de Odilia – una de nuestras mamás-
Figura XXXIV. Odilia Torres en la terraza de su casa con sus aromáticas y pimentones.
A continuación, los nombres de los talleres y los temas que trabajamos en ese nuevo plan conjunto:
Tabla 17
Metodología (video foro, Responsables
Tema conversatorio, exposición, trabajo
en grupos, mesas temáticas, etc.)
¿Qué papel juega la Trabajo en grupos por preguntas Blanca Quevedo, Patricia
economía en nuestra generadoras, discusión. Veloza y María Daza
137
realidad?
¿Qué es y cómo se elabora Búsqueda previa en internet por parte Guisella Lara, Patricia
un proyecto? Elaboración de las participantes sobre lo que es Veloza y todas las
del proyecto agroecológico. un proyecto y sus partes. Elaboración mujeres de la escuela.
del proyecto agroecológico.
Mujeres, territorio y Búsqueda y exposición sobre los que Amelia Ortiz, Zoraid
Cuidad- Región. son las multinacionales Veloza
Estos temas se desarrollaron en diversas sesiones contiguas entre 2012 y 2013, pues
nuestras sesiones se intercalaban entre nuestra participación en la Red de mujeres, la Red
agroecológica, las mingas, los eventos, las movilizaciones y las ferias agroecológicas que
programábamos con el movimiento regional.
Al hacer un balance, a nivel pedagógico nos dimos cuenta que las necesidades de las
mujeres respondían tanto al orden cognitivo y personal, como a la resolución de sus
condiciones económicas. Las mujeres que actualmente participan del proceso de formación
138
saben leer y escribir, la mayoría de ellas hicieron la primaria o bachillerato, muchas de ellas
son ex trabajadoras de flores, otras son amas de casa, empleadas domésticas o informales.
En el proceso también participaron dos mujeres que no saben leer ni escribir, una de ellas
estuvo en el proceso de alfabetización en tecnologías que se hizo el año pasado, lo cual nos
generó varios retos, que serán ampliados en el apartado de las TICs y su papel en nuestra
propuesta educativa.
Vemos entonces que nuestro objetivo inicial era que las mujeres construyeran elementos
para poder leer su realidad desde un reconocimiento histórico del papel de las mujeres en la
sociedad: la construcción de su subjetividad e identidad, su papel en la familia, en el
trabajo, en la educación, en los medios de comunicación, en los espacios políticos, etc.
Luego nuestro proceso se enfocó al estudio de la economía en el territorio, por un lado el
estudio de la floricultura como una visión hegemónica de los procesos productivos desde
un modelo agroexportador, y por el otro el estudio y la práctica de proyectos
agroecológicos desde la propuesta política de la soberanía alimentaria, la cual surge desde
diversas organizaciones sociales y ambientales a nivel internacional y nacional.
A mitad de 2012 se abrieron dos oportunidades que como proceso educativo y formativo
fueron muy importantes para nosotras, la primera de ellas era participar del diplomado:
“Desarrollo integral de la mujer con equidad de género” que organizaban las Hermanas
Juanistas, este fue un proceso de formación que tuvo cabida en Bogotá y en distintos
municipios: Facatativá, Cartagenita, Madrid, Mosquera y Funza.
El diplomado tenía tres fases, la primera de ella fue la formación humana, que desarrollo
los siguientes temas: pertenencia a la asociación, liderazgo y trabajo en equipo, el tema de
la autoestima, género y valores, raíces culturales, formación sociopolítica, democracia y
participación política, la violencia intrafamiliar y los derechos económicos y sociales de la
mujer. La segunda etapa era la formación en economía, que constó de un taller de
mercadeo, otro de contabilidad, la protección al medio ambiente y la participación de las
mujeres en actividades productivas, al finalizar esta formación ellas tuvieron su grado:
139
Figura XXXV. Graduación del Diplomado con las Hermanas Juanistas. Marzo 8 de 2014.
De izquierda a derecha: Gloria Rodriguez, Blanca Nelly Guevara y Efigenia Villaquirá.
El tercer momento es la creación de un fondo económico rotatorio, donde las mujeres que
recibieron esta formación se están organizando para crear proyectos productivos e
iniciativas de comercialización de sus productos a partir de un fondo que hace un préstamo
inicial a las mujeres para que pongan a marchar su iniciativa. En este momento nos
encontramos en esta fase, las mujeres decidieron seguir con los proyectos agroecológicos
en los ya veníamos trabajando para participar en esta tercera fase del proceso.
El otro espacio de formación fue nuestra la participación en el proyecto “Apropiación
creativa de las tecnologías de la información y la comunicación”, experiencia que se
desarrolla a continuación:
Con la llamada sociedad de la información han surgido diversos retos para las mujeres en la
apropiación de las tecnologías digitales en todos los niveles: desde la motivación al acceso
a diferentes tecnologías, la tenencia de los recursos para el acceso material a la
25
Este subtitulo toma parte de la ponencia: “Mujeres y apropiación digital, experiencia de alfabetización en
tics con un grupo de mujeres trabajadoras y ex trabajadoras de flores en Madrid Cundinamarca”. Guisella
Lara y Patricia Veloza. (2013).Coloquio de estudios de género. Universidad Pedagógica Nacional.
140
infraestructura y a los aparatos digitales, hasta el desarrollo de destrezas y habilidades
cognitivas para la apropiación de estas herramientas. Ahondamos aquí por el sentido que
tiene para las mujeres populares del contexto colombiano, específicamente para el grupo de
mujeres de la escuela, hacer una incursión no instrumental en el mundo virtual a través de
procesos organizativos y formativos desde una alfabetización política y digital que aportan
al adelanto de proyectos personales y colectivos.
Del mismo modo, esta incursión de las mujeres en el mundo virtual no ha sido solo para
cuestionar el acceso o las representaciones de género que allí circulan, lo han hecho desde
una discusión por la participación socio política en el mundo de hoy, por la necesidad y el
derecho a la información, a la comunicación y a los conocimientos que se generan y
circulan en el espacio virtual, el cual, abre las puertas a otras formas de resignificación de
la identidad, de expresión, de acceso, de comunicación, de denuncia, de conexión, de
investigación, entre otras muchas posibilidades:
141
estar ‘aquí’ y ‘allá’ de forma casi inmediata. Sin embargo, no todos tienen accesibilidad a
las tecnologías digitales, generando así una nueva noción: la segregación digital. El régimen
espacio-temporal del ciberespacio —diferente al mundo físico— invita a pensar en un
entorno digital sin jerarquías y sin centralidades, cuando en realidad hay una lucha desde
diferentes frentes de poder. El ascenso del modelo digital ha motivado a algunos
investigadores adentrarse al ciberespacio para analizar su naturaleza e infraestructura, así
como los comportamientos sociales que surgen y se dan en entornos virtuales.( INFANTAS,
Iván.(2009))
Motivación al acceso (Primer estadio de la segregación digital): Antes del 2012 las
mujeres no habían expresado su deseo por aprender a manejar el computador y el internet,
sin embargo, su misma participación en el proceso y su encuentro con otros y con otras
hizo que se sintiera la necesidad de estar más “conectadas” e “informadas” de lo que
ocurría en la región y el país. Es por ello que la Asociación decide emprender un proceso de
alfabetización digital con estas mujeres en un proyecto – julio de 2012 a julio de 2013- con
4 profesoras de la Universidad Javeriana quienes conocían nuestro proceso y nos ayudaron
a gestionar una donación de 15 computadores para conformar una sala de computo en la
sede de la organización.
- “…a mí siempre me llamó la atención porque me sentía como analfabeta en ese sentido
no… de que se hablaba de una tecnología avanzada y que en todas las empresas o donde
uno va a laborar por lógica uno debe saber, en esta época, y me estaba sintiendo como muy
atrasada de noticias porque no podía manejar esos aparatos, pero ahora ya con ese proceso
que la organización inicia... pues me parece muy importante…” (Entrevista realizada a
Amelia Ortiz, 21 de noviembre de 2012)
- “pues en la casa hay (computador) pero yo siempre me negué… dije, ¡eso yo que voy a
aprender! hasta que…pues ahora si estoy viendo lo útil que es…” (Entrevista realizada a
Zoraid Veloza, 21 de noviembre de 2012)
Como podemos ver, algunas de las participantes del proceso organizativo y formativo si
tenían una motivación a acceder a las habilidades y al aparato como tal -computador-, sin
embargo otras sentían con más fuerza las barreras para acceder y esto influía en su manera
de desear, pues de antemano no poseían las habilidades para manejar el computador ni el
internet. Otra cuestión que influía en su forma de desear este acceso era el aspecto
intergeneracional, el cual pone una doble barrera para estas mujeres, a continuación la
transcripción de conversación que se dio en uno de los talleres en la sala de computadores:
Amelia Ortiz: No es que mire yo digo que es que uno es como ignorante en cierta forma,
¡ah! Eso es pa` los muchachos eso yo ya estoy viejo… Y el decir de uno es loro viejo no
aprende
Odilia Torres: No eso uno viejo ya que… (Ríe)
Zoraid Veloza: Pero eso a uno lo desvara porque por decir una urgencia y necesita uno
decir, mirar si alguien está conectado con alguien que lo pueda ayudar y como uno no sabe
ni buscar, ni aprender y pues si uno no tiene el número del teléfono, entonces se puede varar
por eso y si uno, cuando sabe ya este medio pues ya es más fácil para la comunicación de
pronto, o para una noticia más rápida.
143
A.O: No, yo he visto a los jóvenes como tratan a la a la tercera edad no, allá ustedes y
nosotros con nuestra tecnología y ustedes con su ancianato allá… (Risas colectivas) Y uno
les dice, papito enséñeme una cosita o algo, hay mami es que tengo que hacer una tarea hay
no, no tengo tiempo…
Gloria Rodríguez: Si, no tengo tiempo...
A.O: Entonces los cuchos y las cuchas pa` afuera.
Z.V: A veces yo le decía a Isabel o yo quería intentar y me decía, hay mami tú no sabes…
(Risas colectivas)
Efigenia Villaquirá: Corra usted de ahí, quite, que no sabe. YO SI SÈ, (Siguen las risas
colectivas)… Así son…
Z.V: Ahora sí será pelear por el computador (Risas colectivas).
Profesora Gloria: Y ahora que los maridos hagan el almuerzo de aquí en adelante.
Monitora Patricia: Ahora mami venga a almorzar que se le enfría… (Risas y más risas)
Monitora Isabel: Ahora mami ya desconéctese…
Es evidente que este acceso es diferenciado a nivel mundial, pues no es lo mismo referirnos
al acceso material de las mujeres del “primer mundo” a los aparatos y redes digitales que el
acceso que tienen las mujeres Latinoamericanas, asiáticas y africanas. Esto tiene que ver
con la división espacial, social y sexual del trabajo, donde el feminismo ha criticado las
diversas causas de la desigualdad en el acceso a distintos bienes y recursos entre regiones,
países, hombres y mujeres.
En este sentido, no es posible pensar hoy un análisis de la realidad sin categorías que nos
permitan cartografiar las condiciones y hechos que generan la desigualdad, desde los
movimientos feministas de ha propuesto la triada género, clase y raza como una ruta para
intentar entender lo que pasa en los contextos sociales. Desde el contexto particular
colombiano estas categorías nos sirven para analizar la situación de las mujeres populares,
ya que por pertenecer a este país, por las construcciones y representaciones de género que
144
existen, por pertenecer a una clase social y tener un origen racial especifico, tenemos unas
condiciones diferenciales respecto a otros contextos territoriales. Es importante rescatar
estas categorías para entender porque las mujeres no tienen el mismo acceso material en
distintos contextos territoriales. Las mujeres trabajadoras y ex trabajadoras de flores son
una población que cuenta con muy bajos recursos económicos para poder acceder a las
condiciones materiales que le permiten adquirir las herramientas para desenvolverse en el
espacio virtual. Por ello, vemos que la fantasía de la igualdad en el acceso está determinada
por condiciones de realidad que no permiten que las personas, en especial las mujeres,
alcancen una igualdad no sólo “formal” sino una igualdad ante la vida misma.
Acceso a las habilidades (Tercer estadio de la segregación digital): ¿cómo y para qué
apropiarnos de las herramientas del espacio virtual?
145
las mujeres en distintos espacios afronta retos a nivel educativo y organizativo, los cuales
desarrollamos a continuación:
A través de estos niveles propuestos podemos analizar cuáles son los retos que afrontan las
mujeres populares al apropiarse de las herramientas tecnológicas. En un primer momento
tenemos un proceso de mediación entre el usuario y la información atravesados por
dinámicas históricas, sociales y culturales. Aquí, es preciso reconocer como se ha dado la
relación de las mujeres con el conocimiento a partir de la exclusión que se hizo de estas en
la construcción de un saber oficial y unos discursos científicos que se declaraban neutros,
objetivos y universales. En este sentido, la ciencia y la técnica fueron vistas como acciones
específicamente masculinas, invisibilizando las capacidades de conocer y experimentar –
que se relacionan con la técnica- como habilidades humanas no exclusivas de los hombres.
Estos paradigmas de un conocimiento neutro han sido rebatidos desde distintos puntos de
vista, siendo la crítica feminista una de las críticas más contundentes a este sistema de
pensamiento. Históricamente se asociado a las mujeres más con la emocionalidad y a los
hombres con la racionalidad, lo cual ha hecho creer falsamente que las mujeres no tienen
las mismas capacidades cognitivas para incursionar en el mundo científico.
En el mundo de hoy se han dado distintos avances al respecto, pues las mujeres han
incursionado en diversos ámbito del conocimiento que le han permitido mayor visibilidad y
146
participación en la sociedad, sin embargo, todavía no han cambiado totalmente los
estereotipos que reproducen los roles de género y las desigualdades existentes a partir de
estas construcciones. Por ello, es importante ver cuáles son esas continuidades que no
permiten que a nivel educativo las mujeres adquieran herramientas para incursionar en
distintos espacios, incluido el cibernético.
Un primer reto se da al nivel de los modelos pedagógicos que necesitan prepararse para
incorporar en los procesos de enseñanza y aprendizaje las herramientas necesarias para
comprender y explotar las potencialidades del ciberespacio. Esta mediación pasa por la
crítica a los sistemas educativos actuales de Latinoamérica, en especial al sistema educativo
colombiano, el cual tiene múltiples problemas de acceso y calidad que se incrementan día a
día principalmente por la falta de voluntad política de sus gobernantes, entre otros, frente
al desarrollo de la educación en todos sus niveles, tanto dentro como fuera de la escuela.
Estos retos pedagógicos pasan también por preguntarse por el papel del cuerpo en la
educación, donde parece que la escala corporal se desliga de la mente en una separación
binaria propuesta por la modernidad. En el cuerpo se inscriben prácticas y sentidos,
representaciones y roles: La deconstrucción de la oposición cuerpo-mente, heredada de la
Ilustración, también constituye un elemento fundamental del nuevo planteamiento:
En este primer reto, es importante pensar en las formas más adecuadas para emprender
procesos formativos de mujeres adultas con bajos niveles de escolaridad, quienes por sus
147
condiciones sociales, económicas y culturales han quedado por fuera de estos circuitos de
información. Estos procesos pueden ser adelantados por organizaciones y movimientos de
mujeres – o mixtas- que les interese abordar el tema de la incursión de las mujeres en el
ciberespacio desde la apuesta por superar los procesos de segregación digital de las mujeres
populares en Colombia. El proceso pedagógico adelantado desde la Asociación Herrera se
basa en los principios de la Educación popular y la alfabetización política: una lectura
crítica de la sociedad y sus conflictos desde distintos sistemas de opresión para la
transformación de las condiciones culturales y materiales de su contexto.
Esta pedagogía parte de los interese de las comunidades, de sus problemáticas concretas, de
sus ritmos y sus necesidades educativas. Para el caso de las mujeres ex trabajadoras de
flores que en la escuela de la Asociación Herrera, uno de los temas generadores es la
recuperación de las tierras cultivadas de flores que hace tiempo servían para producir
alimentos, lo cual se ha traducido en una apropiación del discurso de la soberanía
alimentaria a través de su conexión con otras organizaciones, de su formación política y la
búsqueda de información al respecto por la web: “Yo me metí a buscar un curso de
agricultura… de una señora en argentina que enseña muchas cosas… yo he aprendido como
por ejemplo hacer compostaje para los cultivos que tenemos aquí en la casa Herrera…”
(Entrevista a Blanca Nelly Guevara, febrero de 2013).
Figura XXXVI. Odilia Torres y Sandra Murillo practicando en uno de los computadores de la casa
Herrera. Julio de 2013.
148
sobre un trabajo práctico y político, lo cual ha hecho que más mujeres se interesen por
integrarse al proceso y a ser más constantes en su práctica de habilidades para moverse en
internet.
Desde este proceso también se ha buscado indagar por como son las construcciones de los
estereotipos y roles de género en el internet, indagando con ellas cuales son las
representaciones más frecuentes de las mujeres en las páginas visitadas, generando
preguntas y reflexiones constantes sobre estos imaginarios. En la red se ha propuesto que
las construcciones de género se pueden trastocar e incluso falsear y reinventar en un ciber
espacio que parece dejarnos navegar con libertad. Sin embargo, nos hemos dado cuenta que
a pesar de que el internet es un espacio virtual que parece diluir los géneros, este no es
neutro y no sexuado, -tal como un espacio tridimensional- porque detrás de él hay personas
en territorio concretos, con sexos y géneros particulares, que se mueven bajo ideologías,
preceptos y estereotipos que logran reproducir tales imaginarios.
Estas representaciones tienen que ver con el nivel ideológico desde donde se disputan los
distintos modelos sociedad, lo cual nos recuerda que todo proceso de enseñanza y
aprendizaje se hace desde un conocimiento de situado e intencionado donde circulan
relaciones de poder, lo cual genera un doble reto para los proceso pedagógicos que tienen
una perspectiva de género para la alfabetización política y digital de mujeres populares.
149
Figura XXXVII. Doña Blanca Quevedo narrando su linea de tiempo con la tecnología.
Como resultado del proceso, las mujeres tenían que hacer una carta en Word dirigida a una
mujer de alguna organización social nacional o internacional y también una presentación en
power point de un tema elegido libremente. A continuación algunos fragmentos de dos
cartas:
Le cuento que al principio estaba muy entusiasmada en empezar a conocer ese mundo de
la tecnología, pero después se me dificultó un poco, estaba confundida con tantas cosas, con
tantas letras, flechas, iconos y barras. En el teclado no encontraba las letras y me dolían los
dedos cuando manejaba el mouse. Ahora estoy practicando seguido y aprendiendo todo esto
porque es bueno saber algo de tecnología, esto me va servir para conocer nuevas cosas, para
150
estar actualizada, para comunicarme con mis familiares que viven en otro país, con mis
compañeras, para ver fotos de mi pueblo Chiscas Boyacá, para saber lo que se hace en la
Asociación Herrera, en la Red popular de mujeres y en las otras organizaciones sobre
derechos humanos y agricultura urbana. (Carta de Odilia Torres a Aura Rodríguez).
Les cuento que todo esto que hemos aprendido nos ha servido mucho para nuestras vidas,
porque ahora sentimos que somos más valiosas como personas, puesto que ya tenemos otra
forma de defendernos en la vida, ya no nos da pena hablar delante de un público, porque ya
podemos expresar nuestro pensamiento, escuchamos y nos escuchan, todo esto también
gracias a nuestras jóvenes monitoras que nos acompañaron durante todo el proceso.
Podemos decir que ya somos profesionales en el proceso de manejar el computador. (Carta
de Blanca Nelly Guevara a las mujeres de la organización Vía Campesina mundial).
Al final del proceso se hizo un grado en la Universidad Javeriana. Con base en esta
experiencia, en junio de este año reactivaremos este proyecto en la sede de la organización,
ya que muchas mujeres se han animado al ver la experiencia de las que participaron el año
pasado. A continuación una matriz elaborada sobre la experiencia formativa:
Tabla 18
151
empezó a había manejado Fotos de diferentes -La guerra del agua en
Sandra visitar máquina de países y del mar. Cochabamba y el
Murillo continua- escribir Investigó sobre Sócrates. gobierno de Evo
mente cafés Empezó a preparar las Morales.
Internet clases de catequismo que -Cara a mujeres del
da en la iglesia con movimiento Vía
información sacada de campesina
internet.
Sí, pero no El sindicalismo en
Efigenia practicaba Colombia. El aborto
Villaquirá No constantemente Sobre la agroecología, -Carta a Hermanas
por problemas la red de mujeres y Juanistas
de acceso sitios turísticos.
Agroecología, uso un -El derecho a la
curso virtual con una alimentación: Soberanía
Blanca Si, usaba el tutora argentina. alimentaria y seguridad
Nelly Si computador para Multinacionales y alimentaria.
Guevara jugar transnacionales. - Carta a mujeres del
Y sobre el movimiento: movimiento Vía
Vía campesina. Campesina.
¿Qué es el marxismo?
No. Ahora ¿Quién es Camilo
en su casa Torres? ¿Qué es la -La floricultura en la
hay un teología de la liberación? Sabana de Bogotá
Amelia computador No Buscó información sobre -Carta a Hermanas
Ortiz del sinaltrainal el sindicato Juanistas
proyecto. al que pertenece.
Sobre la religión
cristiana.
Recetas de cocina. -Agricultura urbana.
Odilia Si No Temas de salud. -Carta a Aura
Torres Agroecología. Rodríguez, directora
Imágenes sobre Chiscas Corporación Cactus.
su pueblo de origen.
Investigó sobre su
No, escribía pueblo de origen.
Zoraid Si antes en Agroecología y la -El Movimiento sin
Veloza máquina de experiencia cubana en la Tierra del Brasil.
escribir. agroecología. -Carta a mujeres del
Vía campesina. MST
Temas de salud.
152
por la idea del intento, y eso sí de mucha paciencia. Después de un camino recorrido con
las mujeres de la escuela de la Asociación, estando aún en la primera casa Herrera
trabajando junto con nuestros compañeros y compañeras jóvenes, haciendo asesorías
jurídicas con la Corporación Cactus y en la intermitente conexión con organizaciones de la
Sabana, siempre llegábamos a la reflexión de cómo no caer en la crítica a la agroindustria
de las flores sin proponer de fondo soluciones, pues no estábamos hablando de cualquier
problema ya que es la mayoría de la población la que “se beneficia económicamente” de
esta agroindustria, y a la hora de hacer acciones de denuncia o que visibilizaran esta
problemática la gente solía y suelen responder: “pero si las flores le han dado de comer a la
gente de este pueblo; o, ¿acaso ustedes le van a dar de comer a la gente?” Y cosas muy
similares, en ese sentido pensar en alternativas que realmente se convirtieran en opciones
reales para la gente se convirtió en un gran reto siempre presente.
153
esto sumado a otras situaciones con los grupos juveniles nos llevó a una gran crisis que
terminó en el cierre de la primera casa herrera.
Duramos buscando un espacio casi durante 2 meses y no sabíamos cómo salir de este
problema, muchas de las personas que acompañaban el proceso se alejaron y fielmente
fueron las mujeres, entre ellas nuestras madres, quienes nos ayudaron en todo este retador
proceso, el hecho es que terminamos transportando 7 toneladas de aprendizajes, entre ellos,
abonos, herramientas, canecas, bolsas con tierra, -del desespero alguna vez regalamos 200
bolsas y la gente llegaba en un tipo de saqueo permitido-, pero de todo lo que logramos
recuperar nos dimos cuenta de la dimensión del asunto en el que nos habíamos metido…
Esta situación ya nos obligaba a trabajar con todas las cosas que teníamos… un camino
realmente propicio para cosechar, creo que ganamos más de lo que perdimos y aprendimos
a ver el fracaso con otros ojos llamados intentos, y nos dimos cuenta que esto hasta ahora
empezaba, creemos que no aprendimos de esto solo nosotras, pues, varias organizaciones
amigas decidieron empezar a realizar proyectos agroecológicos, parece que con la firme
convicción de ir poco a poco y sin repetir historias.
154
Figura XXXVIII. Huerta casa de familia Veloza Torres. Taller de tubulares, con el apoyo de Alba
Gallego de la organización Trabajo y Acción de Facatativá.
Nacer en un espacio urbano y con pocas dinámicas relacionadas con la tierra significaba
para nosotras un panorama muy nuevo, pues aunque en el discurso tuviéramos claro
nuestro interés por el trabajo por la tierra, en la práctica el desconocimiento es enorme, de
allí decidimos que dos extrabajadoras de flores coordinaran el proyecto agroecológico de la
Asociación (madres de Guisella y Diana), esto implicó un nivel de empoderamiento y
liderazgo de parte de las mujeres bastante importante, y además un fortalecimiento de su
vínculo a través de una gran amistad soliviada en el trabajo que han empezado a llevar a
cabo.
De acuerdo a lo anterior, en nuestro proceso educar para el trabajo parte del interés de las
mujeres por trabajar la tierra y por entender a profundidad los procesos agroecológicos,
camino que ha tenido hasta el momento un apoyo de asesorías agroecológicas de parte de
una agrónoma de la Corporación Cactus, del mismo modo, hemos tenido encuentros
municipales, regionales y nacionales de intercambio de saberes, donde las mujeres que
coordinan hoy el proyecto y algunas otras han podido participar y formarse.
Complementariamente, hemos estudiado algunos aspectos sobre el problema de la tierra en
la Sabana, que incluso a partir de la historia de vida de las compañeras de la escuela ha
podido relatarse. También, una de las compañeras hizo un curso de agroecología por
internet después de lo talleres de Tics que realizamos.
156
agroindustrias de las flores, así, las mujeres se han organizado en el trabajo respecto a sus
posibilidades corporales, entendiendo, como están sus cuerpos según su tránsito por la
floricultura, teniendo como principio el cuidado de sí mismas.
De acuerdo a la cita, este proyecto como una apuesta fundamental del trabajo con mujeres
populares ha implicado pensar en varios aspectos, en unos ya nombrados y otros como el
papel de la economía por mencionar, hemos dicho que nuestra apuesta política es entender
la agroecología como una alternativa a la agroindustria de las flores, en ese sentido,
entendemos la apuesta económica también como una apuesta política, que pasa por
concebir la economía como una dimensión y una construcción humana susceptible a
cambios y variaciones donde se reconfigura el papel de los sujetos como actores con más
incidencia en su ámbito local.
Así pues, Gibson y Graham (2011) nos invitan a repensar la economía como un acto ético-
político en un mundo que cada vez más necesita una transformación social, ambiental y
económica. Este llamado se concreta en la propuesta de repensar, proponer y construir
lenguajes, sujetos y deseos diferentes a los del sistema capitalista. Esta propuesta se traduce en
la creación de un nuevo imaginario político, el cual asume como reto abrir espacios
discursivos que alimentan un lenguaje de la posibilidad económica y el pensar los elementos
157
que permiten el autocultivo de sujetos éticos con herramientas prácticas que alimenten y
transformen “la pobreza de la subjetividad económica” que nos ha creado el capitalismo.
Teniendo en cuenta lo anterior, hemos venido adelantando con las mujeres algunas apuestas
económicas basadas en una certeza de estar construyendo otras formas de economía que no
pasan por el dinero, no es un asunto fácil de comprender y hacer práctico en la cotidianidad,
pero con el tiempo las ganancias en términos de liberación, generan la posibilidad de lanzarse
al riesgo y la exploración que propender crear sistemas económicos distintos, pues las huertas
caseras han implicado un cambio en la canasta de alimentación familiar porque traen consigo
unas riquezas concretas, ya que si vemos el alimento como algo que influye a nivel físico,
mental y espiritual veremos que se deja de comprar lo que ellas ya están produciendo y se está
generando una relación distinta con el alimento, con la tierra, con la salud y el cuerpo.
De otra parte, hemos realizado ferias agroecológicas con las redes regionales de la Sabana así
como nuestra pertenencia a la red raíces de la Sabana es una gran posibilidad para pensarnos el
lugar del intercambio y la producción de otras maneras, también se cuenta con clientes y
personas que van apropiándose de un interés por comer distinto, eso ha significado poder
vender los productos que se cosechan, pero esto no podría hacerse si las mujeres no asumen un
rol constante de pedagogización sobre lo que significa el alimento con las personas del
municipio. Este no ha sido un proceso fácil, pues las cosechas se han perdido algunas veces
por los cambios climáticos, porque se vende y en ocasiones no, etc.
Como última estrategia política y económica hemos creado unos talleres junto con las mujeres
para que ellas sean profesoras de personas interesadas en montar sus huertas caseras, - entre
ellas profesores y profesoras de la Universidad Javeriana- y con el apoyo de nuestra amiga
Juliana Flórez Flórez, -con quien hemos estudiado parte de la obra de Gibson y Graham, así
como el asunto de las propuestas económicas alternativas-, hemos creado una propuesta en la
que las mujeres trabajan enseñando sus saberes en agroecología; en este momento estamos
realizando el proyecto piloto en 4 casas de Bogotá y como dicen ellas jocosamente “ahora
somos profes de las profesoras”.
158
Cactus, la cual busca un fortalecimiento a nivel local y regional de los procesos
agroecológicos a través de mantener y fortalecer las huertas existentes y generar un espacio
a nivel regional de red de procesos agroecológicos en la Sabana. Este proceso también ha
permitido la cercanía de las organizaciones sociales con la escuela, ya que en varios
municipios entre ellos Madrid, hay docentes que están trabajando alrededor de la soberanía
alimentaria pues se están desarrollando proyectos donde hay un gran número de hijos e
hijas de trabajadores y trabajadoras de empresas de flores, resaltamos aquí que hay una
profesora de un jardín de Madrid que pertenece a la Red de soberanía alimentaria.
Trabajar en una empresa de flores configura unas dinámicas específicas en la vida de las
mujeres y en sus contextos, de allí que las mujeres con las que trabajamos son esas mujeres
populares en tránsito, enmarcadas en un modelo de desarrollo que busca moldear sujetos
159
para que se conviertan en los vehículos de la producción hasta que cumplan con su
funcionalidad, de esta manera, la trabajadora de flores es un ser útil para el sistema por su
fuerza de producción y la mujer extrabajadora de flores se va convirtiendo en ese desecho
del sistema, que ya cumplió su vida útil productiva, lo que pasa por la producción de un
cuerpo, en ese sentido el tránsito de ser trabajadora y extrabajadora de flores está mediado
por la fuerza de producción que le es funcional al sistema capitalista y al modelo de
desarrollo que se ha ido implantando en la región.
Por ello, es necesario conocer el desarrollo del capitalismo y sus niveles de incidencia en
nuestro territorio, la Región-Sabana, para así entender como este ha influido en la
configuración de subjetividades económicas, en la construcción del lenguaje con el que nos
referimos a la economía, en especial, el que han construido las mujeres trabajadoras y ex-
trabajadoras de las flores que participan en la organización, y sobre todo, para el
reconocimiento de los espacios y las condiciones favorables reales para la construcción de
proyectos de alternatividad económica en la Sabana de Bogotá desde una(s)
organización(es) de mujeres: “La identificación de las posibilidades para influir en el
cambio se hace de cara a una comprensión realista del alcance y los límites de las fuerzas
que constriñen dichas posibilidades. Se examinan las formas particulares de autoridad,
dominación y coerción que podrían neutralizar o negar sus intervenciones y se encuentran
formas de ejercer el poder”.
Las mujeres extrabajadoras de flores han sido para nosotras un encuentro afortunado con la
vida en este proceso organizativo, además porque ahí están nuestras madres, porque
mientras el modelo de desarrollo capitalista las ve como un desecho al carecer de la fuerza
de producción después de transitar por las consecuencias de sus condiciones laborales,
160
nosotras hemos encontrado en estas mujeres con sus cuerpos enfermos un sujeto de poder
y resistencia sin miedos, unas mujeres cargadas de dolores y reclamos frente a los usos de
su fuerza de trabajo por parte de las agroindustrias, de sus vidas y del lugar en donde viven,
sus territorios, entonces, las mujeres extrabajadoras de flores son sujetas indignadas frente a
ellas mismas y al sistema que produjo sus condiciones de existencia, es decir, son mujeres
que durante muchos años estuvieron en el lugar de la resignación que se construyó desde el
entregar a una empresa su vida, su tiempo y la sanidad de su cuerpo y su territorio:
Yo opino, verdad, es que en lugar de uno haberse jodido tanto en las floras, porque de
verdad uno allá se enferma... Tantos años que uno por ejemplo, yo que trabajé 25 años, yo
digo hubiera tenido ese proceso (Escuela de Mujeres) al menos hace unos 15 años, porque
uno cuando está en la flora apenas uno piensa, flora, hijos, casa, flora, casa… y la plata a
uno no le alcanza, igual, y que, uno con deudas y que, salió enfermo, arriado, sin plata y
que…. Digamos uno ya ha tenido varias charlas en la empresa porque yo era supervisora
pero a uno le lavaban el cerebro para que uno fuera malo con la gente, uno no puede ser la
madre Teresa de Calcuta, pero malo, no… la gente hay que exigirle, hay que ahorrar
presupuesto. Uno se pone a pensar que a veces hasta tirano con la gente. Cuando uno no
acepta esas cosas porque de pronto el corazón de uno es diferente, entonces uno es el malo
y por eso lo echan, porque no les sirve, porque no sanciona a la gente, si usted sanciona a la
gente ellos ahorran y el trabajo se les recarga a las otras. Y esas son las falencias de las
empresas. Entonces todas esas cosa uno dice, hubiera conocido esos procesos antes,
hubiera sido muy chévere. Pero también nos tocó trabajar en flores para educar las hijas
para que llegaran aquí, a esta parte, hasta aquí. (Ana, mujer extrabajadora de empresa de
flores, sesión escuela de mujeres, Asociación Herrera)
En ese sentido es que hacemos referencia a la indignación activa: que las mujeres al
comprender las implicaciones del trabajo en sus cuerpos, sus familias y su territorio, como
ellas misma lo dicen, ya no pueden quedarse en el lugar de la resignación, porque el mundo
es móvil y grande y la realidad puede transformarse, de ese modo, la indignación que se
genera pasa por pensar en el otro y la otra, las trabajadoras que quedan, las que han tenido
que resignarse por sus condiciones socio-económicas, así, la indignación se vuelve activa
desde la creación de posibilidades para ellas mismas y para otras, lo que pasa por reconocer
desde donde se puede actuar con un cuerpo producido por el trabajo que causó enfermedad,
161
hacerse consciente de sí misma y hacer sin olvidarse del ser, sin pasar por encima de la
misma salud, es entender hasta donde se puede y que hay que hacer para reparar el sujeto
desechado por el sistema y construir un plan para la vida, de sí mismo y de quienes vienen,
es actuar poco a poco en el aquí y en el ahora.
Si a esta hora piensa uno, por qué, retrocede uno 25 años atrás y uno dice que hice yo…
vuelve y se pregunta qué hice yo, y es como que uno cae en cuenta, tengo 50 años, mis hijos
crecieron, y la vida pasó y que hice yo…. y yo que hice 25 años en una flora, y mira uno lo
que está haciendo ahoritica y creo que en este tiempo he hecho más, hago lo que me gusta,
lo que me hace feliz. (…) Si hay cosas que uno puede hacer, lo único que uno debe hacer es
tomar la iniciativa de las cosas, porque después de salir de trabajar uno en la casa
engordando, no es que uno coma sino que en la casa el estrés lo engorda a uno. Pues ya yo
después que conocí la experiencia de la Asociación pues ya yo he salido, como que he
cambiado, por lo menos me di cuenta de que el mundo mío no giraba en torno a una flora,
la casa y los hijos, y al otro día, una flora, la casa y los hijos. Que había cosas más allá que
yo podía mirar, estoy conociendo aprendiendo y poniendo en práctica lo que hemos
aprendido acá con la formación que nos dieron estas chicas. (Nelly, mujer extrabajadora de
empresa de flores, sesión escuela de mujeres, Asociación Herrera)
Yo trabajé en una flora de los Árboles, (Vereda los Árboles de Madrid Cundinamarca) en
una empresa que queda enfrente del cultivo que ahora trabajamos por nosotras mismas, yo
trabajé ahí, e iba a la oficina y una vieja estúpida… yo fui a rogarle que no me echaran por
162
mis hijos, tenía que mercar, y… no le importó, y eso fue humillante, tener que llorar por un
trabajo. Ahora, tengo un proyecto alternativo enfrente de esa flora, a veces miro allá y me
acuerdo, me da hasta rabia, pero tengo mi proyecto, manejo yo misma mi trabajo… estoy en
lo mío, haciendo mi microempresa, lo que yo he construido. Y si fracasamos, pues no
importa, lo hicimos. Y yo lo estoy haciendo, entonces déjenme vivir mi vida como yo
quiera. Mi hija me molesta mucho me dice: ¿y dónde está? en su terreno…. (Gloria, mujer
extrabajadora de empresa de flores, sesión escuela de mujeres, Asociación Herrera)
Gloria – quien aparece en la siguiente fotografía con dos regaderas en la mano- participa en
la escuela de mujeres y pertenece a ASOQUIMAD (Asociación Quinua de Madrid) y desde
hace 4 años tiene un proyecto con mujeres en la vereda los Árboles, el cual
paradójicamente, queda justo enfrente de la empresa de flores que la despidió sin justa
causa, y eso dice ella, la hace más fuerte porque trabaja en un terreno donde su
organización tiene un proyecto de soberanía alimentaria, produciendo sin químicos y con
un enfoque social. Encontrarnos en estas realidades lo que nos ha hecho entender ese lugar
de la transformación de la resignación en indignación activa:
Figura XL. Minga de trabajo en la huerta de Asoquimad. Vereda Los Arboles. Madrid. 2013.
Al hacer un recorrido por la historia de la Sabana de una manera amplia, los significados
sociales y ambientales de la implantación de la agroindustria de las flores y las propuestas
de resistencia que surgen desde los procesos locales que se piensan de una manera
proyectiva hacia la construcción de movimiento social en la región, entendemos el poder de
la utopía desde proyectos colectivos que han puesto en escena conocimientos prácticos para
la superación de situaciones materiales, que se logran tramitar desde bases afectivas y
políticas que implican el paso de la resignación a la indignación, nos damos cuenta como se
llega a situaciones límite que se desprenden de las formas como se ha implantado el
desarrollo económico sin tener en cuenta las condiciones particulares de los territorios y
mucho menos los universos de saber de los sujetos. Es el discurso imperante del desarrollo
el que se ha ubicado en el lugar del deseo social, pasando por un proceso amnésico en el
que no se reconocen los efectos sociales de un desarrollo pensado desde el poder
económico.
Definitivamente, los efectos sociales del desarrollo económico han sido bastante complejos,
punto desde el que nos invitan a reflexionar Gibson y Graham (2011) respecto a la
necesidad de reconocer las fisuras del sistema capitalista que surgen a partir de una
relación desigual entre sujetos y el desarrollo económico, incitándonos a pensar en las
consecuencias como posibilidades, es decir, no quedarnos en la resignación de aceptar los
estragos de la manera como se ha asumido el desarrollo, sino desde los procesos
comunitarios encauzarnos en el reto de encaminar la decepción social a veces claramente
expresada por los sujetos y a veces silenciosa, como una enfermedad que inicia y se
desarrolla en un organismo sin que la persona se dé cuenta, pero que en algún momento
sale, se expresa. He aquí la importancia de cultivar sujetos desde procesos educativos
164
capaces de combatir la resignación como un estado social instalado por el modo de
producción actual, que busca sujetos amnésicos y estáticos que se basen en la filosofía del
todo pasa, pero nada pasa.
Hablar del modelo de desarrollo implantado en la Región Sabana pasa por entender que las
transformaciones violentas que se han instalado en la misma, la han enfermado
profundamente, Paulo Freire (citado en: Núñez, 2000) dice: no importa que el contexto esté
echado a perder, porque el contexto es un punto de partida y una referencia permanente
para poder reactivar la esperanza social, desde el reconocimiento de los territorios como
lugares que resguardan nuestra cotidianidad, las huellas del pasado y las posibilidades de un
futuro, entendiendo al territorio como un lugar en dónde los sujetos viven su historia. En
ese sentido, Gibson y Graham (2011) muestran que es vital que la economía no vaya en
contravía de las condiciones naturales de las regiones, y a la vez, la importancia de
encontrar la relación que la gente hace entre la historia de vida y la historia de los lugares,
porque de esta manera puede nacer la indignación como el dolor acumulado y recuperado,
que los sujetos encuentran al darse cuenta que los efectos del desarrollo económico han
caído sobre sí mismos, otros, otras y el territorio; en pocas palabras, al superar la visión
individualista del dolor y verlo reflejado en otros y otras.
En Colombia debido a los distintos procesos históricos que nos han configurado, una de las
expresiones de nuestra cultura política es la de esperar resignadamente los favores del
Estado, que concibe lo comunitario como un espacio de asistencia social, como un
escenario de carencia de desarrollo, en contravía, el reto es construir una visión de lo
comunitario como poder local, como posibilidad de romper con la perpetua dependencia y
abonando el cultivo de sujetos autogestionarios; sin pretensiones de borrar las
responsabilidades del Estado, pero con la clara pretensión de sembrar el inconformismo
hacia la naturalización de los estragos que ha generado la imposición del desarrollo
capitalista como única vía posible de ser en el mundo, y así mismo, posicionar el lugar de
lo comunitario como la posibilidad de viajar y explorar formas desconocidas de ser, de
manera que se rompa con el imaginario vendido sobre la idea del futuro como uniformidad
desde el desarrollo y el progreso.
165
En ese sentido, es necesario conocer el desarrollo del capitalismo y sus niveles de
incidencia en nuestro territorio, la Región-Sabana, para así mismo entender como este ha
influido en la configuración de subjetividades económicas, en la construcción del lenguaje
con que nos referimos a la economía, en especial el que han construido las mujeres
trabajadoras y ex-trabajadoras de las flores que participan en la organización, y sobre todo,
para el reconocimiento de los espacios y las condiciones favorables reales para la
construcción de proyectos de alternatividad económica en la Sabana de Bogotá desde
una(s) organización(es) de mujeres populares: “La identificación de las posibilidades para
influir en el cambio se hace de cara a una comprensión realista del alcance y los límites de
las fuerzas que constriñen dichas posibilidades. Se examinan las formas particulares de
autoridad, dominación y coerción que podrían neutralizar o negar sus intervenciones y se
encuentran formas de ejercer el poder”. (Gibson-Graham, 2011, pp.50).
De allí un objetivo que nos hemos propuesto a partir de conocer otras experiencias
organizativas, tiene que ver con la construcción de planes colectivos de vida, los planes de
vida han sido instrumentos de organización en algunos lugares del continente y en
Colombia es considerado como un derecho fundamental de los pueblos indígenas; los
planes de vida permiten generar un proceso de planeación a partir de un reconocimiento
del contexto teniendo como un punto central las cosmovisiones de cada pueblo, así, hemos
decidido adoptar esta opción como una forma de organización en distintos niveles, ya que
esta es una propuesta multiescalar que pasa por el sujeto y el lugar donde ejerce sus
relaciones, de manera que pueda armonizarse el territorio a partir de la organización de las
relaciones sociales que se tejen sobre éste. Para ello, las comunidades deben conocer sus
realidades para poderlas transformar, así, los planes de vida colectivos, los entendemos
como esa posibilidad de planear de una manera integral en distintos plazos, cortos,
medianos y largos, ya que en este caso se trata de entender que los procesos sociales son
acciones de largo aliento que avanzan poco a poco.
En ese sentido, vemos que los planes colectivos de vida son la base para que pueda
funcionar de manera integral el proceso organizativo que llevamos a cabo, ya que es
necesario dinamizar las prácticas educativas, de trabajo, culturales, políticas, espirituales;
con el fin de ir entretejiendo un horizonte político, desde el aquí y el ahora, con acciones
166
concretas que van delineando los caminos a recorrer. De esta manera planear la vida
colectivamente pasa por, planear el territorio.
El Plan de Vida de los pueblos indígenas del Cauca se soporta en tres aspectos
fundamentales: los principios filosóficos y políticos, los mandatos de los Congresos y el
marco normativo nacional e internacional. (CRIC, Consejo Regional Indígena del Cauca;
plan de vida regional de los pueblos indígenas del cauca, 2007, 27)Nuestro objetivo ha sido
construir, reconstruir y fortalecer un plan de vida que recoja nuestra historia, nuestro
pensamiento profundo, nuestras luchas, la manera de organizarnos y por último que plantee
las proyecciones que estamos realizando para responder a las condiciones actuales de vida.
Nuestra cultura se ha caracterizado por mantener una historia de reflexión, lucha y
resistencia frente a las diferentes intervenciones que se han hecho en nuestros territorios.
(Pueblo, Yanaconas, CRIC, 2007)
Teniendo el referente de los pueblos indígenas del Cauca, hemos venido reflexionando
sobre la necesidad de pensar en clave de ir construyendo un plan de vida, eso implicará,
estudiar las dimensiones de acción del mismo. Por ahora, hemos pensado en un pequeño
esquema que relaciona el plan de vida con el proceso educativo. (Ver figura, XLVI.)
167
ASOCIACIÓN HERRERA-
ESCUELA DE MUJERES
M
Figura XLI. Gráfica sobre la relación entre los planes colectivos de vida y la propuesta educativa.
168
comunitarios que han llenado de sentidos acciones realizadas tales como la relación de
educación y trabajo que la tomamos del MST, y la forma como constituyen las luchas
campesinas desde la constitución de movimiento social; y del EZLN algunos de los
aspectos que nos inspiran tienen que ver con el papel que las mujeres han desarrollado en
el movimiento y el uso de las tecnologías; estas inspiraciones parten de ver a estos
movimientos sociales de una manera compleja, con sus aciertos y desaciertos.
El MST inspirado en los aportes de la educación liberadora logra generar una propuesta
organizativa para el campesinado del Brasil: la escuela Florestan Fernández, la cual surge
para la fundamentación de sus luchas desde los procesos educativos de formación básica,
política, técnica e ideológica de sus integrantes, esta escuela representa una conquista del
movimiento por su autodeterminación y constante cualificación para entender y
fundamentar los pilares de su lucha.
Así pues, este movimiento social basado en un principio educativo nos invita a romper con
el papel tradicional de la escuela, pues amplía la visión de la misma al trascender los
principios de una educación bancaria y apuesta por las acciones y personas, como espacio-
tiempos de posibilidad, sujetos pedagógicos y políticos que se construyen en colectividad.
Al respecto, el MST nos ha enseñado a dimensionar a un “sujeto educativo”, ya que el
modelo pedagógico que aplican está sustentado en las experiencias de los propios sujetos
de la formación, donde estudian al campo como lugar de vida y nuevas posibilidades para
la misma, aporte que también nos han hecho el movimiento indígena colombiano desde la
concepción de la educación propia. En ese sentido, vemos como una educación liberadora
se hace estrictamente necesaria a la hora de entender la educación como un proceso
emancipatorio de organización, que pasa por la comprensión de los contextos específicos.
De esta manera, la Escuela Florestan Fernández simboliza una de las experiencias más
significativas de los sin tierra que inspira algunas de nuestras acciones como Asociación, y
también para el ESPS, es decir, como movimiento regional hemos tratado de ir generando
algunas relaciones con éste. Un aspecto muy estimulante es la posibilidad de conocer más
de cerca como ha sido la formación de líderes enfocada al conocimiento de la realidad
brasileña, la historia de Brasil y la importancia de lucha por la tierra, ya que la forma como
169
organizan los procesos educativos con líderes pasa por diferentes campos del conocimiento
para develar la realidad donde actúan, por eso necesitan conocer sobre: pedagogía,
psicología, antropología, sociología, filosofía, economía-política, ingenierías, agronomía;
entre otras, para superar los desafíos que día a día presenta su contexto intervenido por
políticas neoliberales. En ese orden de ideas, se fortalecen en autonomía frente a los
estados, en capacidad crítica frente a los intelectuales y al saber academicista. Otro
elemento importante en el movimiento es la lucha por la tierra y la educación para el
proceso de emancipación y resignificación del campo, en ese sentido, el papel que le han
dado a la educación para el trabajo es muy importante porque llena de sentido dicha
relación y permite la construcción de dignidad.
Finalmente y entre tantos aportes que nos da el reconocimiento de una experiencia como
éstas, vemos en el MST una gran fuerza emocional y una gran confianza en lo que hacen,
podemos llamarla quizá fe, como un aspecto tan fuerte que es capaz de trasmitir esa energía
de lucha, esa resistencia, y en ese sentido hemos aprendido que el papel de la mística y el
teatro popular como actividades colectivas tienen un potencial mágico e inspirador, capaz
de contagiar y llenar de fuerza a las personas, trasmitir fortaleza combinada con cantos,
símbolos creados, fechas emblemáticas, etc. “Esa gente del movimiento Sin Tierra sí que es
muy berraca… Yo aprendí sobre cómo organizarse uno para luchar por la tierra, porque si,
somos los sin nada…” (Exposición, Ana, escuela de Tics, Asociación Herrera).
170
versiones que permiten entender de fondo, algunos de los aspectos que viven las mujeres en
ejercicios revolucionarios y la necesidad de ir construyendo a la par esos procesos de
igualdad tan complejos como las mismos cambios estructurales en una sociedad.
Así pues, un asunto que nos llama de manera importante la atención es el de entender como
las mujeres zapatistas al buscar una lucha hombro a hombro con sus compañeros, y a la vez
al posicionar algunas ideas frente al papel de las mujeres en las luchas sociales, ellas se ven
abocadas a mirarse como mujeres de una manera distinta e inmersas en un conjunto de
contradicciones que trascienden los escenarios de sus luchas y se vuelven en retos para las
mujeres en los diferentes contextos, que nos llevan a ver de qué manera en una
construcción hombro a hombro optamos por construcciones colectivas de la vida, sin caer
en la reproducción de las formas de poder patriarcal y mucho más en el ámbito de las
luchas sociales.
Otro aspecto inspirador del EZLN tiene que ver con el uso contra-hegemónico de las
tecnologías que se vuelven en un elemento bastante innovador y provocador ya que a
través de medios como el internet dan a conocer los propios objetivos del movimiento y a la
vez como lo ha nombrado el mismo sub-comandante Marcos, ayudan a traducir y acercar
las luchas revolucionarias a la gente de a pie y a partir de ello como un gran poder ayudan a
controvertir un medio que se veía como un elemento globalizador y alienante, a partir de
nuevas posibilidades de información y a la vez como un potencial para politizarlas como
fuentes inspiradoras de organización y medios de denuncia.
El secretario de relaciones exteriores del gobierno del PRI, Gurría declara que la del
zapatismo es una guerra de papel y de internet. Marcos replica que esa es la que pierde el
gobierno. “La que quiere es la de balas, porque esa es la que gana, y ésta la pierde” (en
LeBot, 1997) El manejo de los símbolos es una contribución de la parte indígena y el
manejo de los símbolos históricos es aporte de la organización político-militar-urbana. Sub
–Comandante Marcos en: (Diego R. Viegas, pp. 13)
171
En conclusión, los elementos que nos aportan estas experiencias son fundamentales a la
hora de pensar en la construcción de nuestros planes de vida colectivos en la Sabana: de ahí
su disposición a estudiar las más diversas experiencias tanto nacionales como de otros
países, no para copiarlas mecánicamente, sino para extraer de ellas lo que pueda ser útil a la
organización. Así tanto la experiencia como la del MST, el EZLN, la Vía campesina
internacional, el CRIC, consejo Regional Indígena del Cauca, las madres de la plaza de
mayo, entre muchas, nos ayudan a llenar de sentidos y dimensionar de alguna manera el
bello y muy difícil camino en el que queremos vernos en algún momento en la Sabana de
Bogotá, como un movimiento social colombiano.
Figura XLII, mural escuela zapatista. Discurso de Comandante Ramona. Llegamos hasta aquí para
gritar, junto con todos, los ya no, que nunca más un México sin nosotros. Eso queremos, un México
donde todos tengamos un lugar digno.
Como RPMS, podemos decir que somos un proceso muy joven, pues apenas llevamos 4
años reconociéndonos, encontrándonos, formándonos y movilizando juntas, y cómo
nombramos en el tercer capítulo, hemos desarrollado diversos procesos y acciones de
incidencia en nuestros territorios, sin embargo, los retos que se nos han presentado para
mantenernos como organizaciones y como Red no han sido pocos. Los retos más
significativos son los siguientes:
173
organizaciones de la Red son diversas y así mismo son los temas y acciones que las
convocan. Los dos líneas de trabajo que más han desarrollado las organizaciones de la red
son, uno, el tema laboral y económico, donde entran de los derechos laborales de las
mujeres, especialmente los derechos de las mujeres en la agroindustria de las flores,
también la organización de proyectos agroecológicos y alternativas económicas, la segunda
línea ha sido el trabajo desde de la comunicación popular y la prensa alternativa:
Figura XLIII. Poster Voces de las mujeres de la Sabana. Fuerza Femenina Popular.
Sin embargo, también hemos visto como la realización de acciones en las organizaciones
pasa por momentos más o menos activos, llegando incluso a evidenciarse que a veces la
agenda que propone la Red se convierte en la agenda de algunas organizaciones, cuestión
que no es favorable porque la Red se fortalece de los procesos locales y lo local debe
funcionar con independencia a su participación en este espacio de articulación.
-Sostenimiento económico de las mujeres y del grupo: Otro reto que tenemos es fortalecer
la capacidad de gestión económica de las organizaciones para asegurar los recursos
necesarios para el sostenimiento de sus acciones y proyectos. Esto pasa por entender la
condición de clase de las mujeres populares y sus niveles de acceso a este tipo de formación
específica para la gestión. El reto está aquí en que las organizaciones se sigan empoderando
y gestionando la formación necesaria para el cumplimiento de sus metas.
174
Figura XLIV. Poster de la escuela de formación de Fuerza Femenina Popular.
Creo que la Red Popular le apunta a que se reconozca el papel social y político de las
mujeres que históricamente ha sido negado e invisibilizado. Sin negar los grandes aportes
que las mujeres le hacemos a las luchas sociales y particularmente a la construcción de un
movimiento social en la Sabana, podemos dar discusiones contundentes de la problemática
laboral por la condición de mujeres en las empresas de flores aún presentes en la Sabana y
actualmente por la clase de trabajos que se les ofrece en bodegas e industrias ubicadas en
los territorios. También podemos aportar al debate de la violencia y militarización pues no
estamos ajenas a estas condiciones, son muchas las mujeres que habitan la Sabana que han
tenido episodios en sus vidas donde se han tenido que enfrentar al conflicto armado
colombiano. En general creo que un movimiento de mujeres también debe aportar a que las
discusiones sobre mujeres no se queden en adiciones más de las políticas públicas que hay
175
que cumplir sino que en realidad tengan una trascendencia. (E2 realizada a una mujer del
equipo dinamizador de la Red) (Páez, Omaira, 2014, p. 80-81)
El reto que se han venido develando para la Red en este proceso de participación en la
construcción de un movimiento social en la Sabana, -mirando hacia fuera- ha sido
principalmente el posicionamiento de la perspectiva de género en nuestros encuentros de
articulación y formación con otras organizaciones del Encuentro.
En las organizaciones sigue habiendo reticencia a lo del género. Sobre todo las que son
digamos los sectores más sectarios valga la redundancia. Como que lo central es el obrero,
lo popular, la lucha de clases y en ese sentido sí se genera como más distancias y la cosa es
que si se trabaja con mujeres y puede que eso afecte el entorno pero las otras organizaciones
pues no, ellos siguen con su línea. Y he escuchado así discursos que dicen es afán de
diferenciación, que es una debilitamiento de la lucha. (… ) entonces yo creo que tal vez una
de las grandes dificultades de las organizaciones es el sectarismo, que no acepta al otro, o
sea todo el mundo tiene que ser igualitico de la misma de pensamiento y si no no vale,
nunca hay un punto concreto en donde uno diga sobre estas cosas nos encontramos y
construimos sobre eso, si tu no piensas igual que yo no sientes igual que yo no eres de los
nuestros, y son capaces de decir eso, entonces el que no está conmigo está contra mí. Eso es
lo que de pronto en la Red de Mujeres no, eso hay una camaradería, así absoluta, de las que
están pensando así como que están ahí por esa construcción que se está haciendo, que están
hay por amistad nada más y eso es chévere. (E 1 realizada a una mujer del equipo
dinamizador de la Red) (Páez, Omaira, 2014, p. 80-81)
Esto nos ha llevado a que la discusión entre los “clásicos” y nuevos movimientos sea
recurrente y a exigirnos a nosotras mismas tener más y mejores claridades en cuanto a
nuestras propuestas y visiones como organizaciones de mujeres, tanto así, que la relación
entre feminismo y socialismo fue una de nuestras discusiones en el seminario político que
176
tuvimos en febrero de este año, a continuación el fragmento de la relatoría que recogió
nuestras reflexiones:
♀ Aquí aparece la discusión sobre ¿qué debe reivindicarse primero: las luchas de clase
o las luchas feministas? ¿Una primera que otra? ¿Ambas al tiempo? El patriarcado
es más viejo que el capitalismo. Muchas veces se han subvalorado las luchas de las
mujeres desde las luchas de clase. Se considera como una discusión de segundo
orden. A las luchas de las mujeres se les ha señalado por “querer dividir o
fragmentar las luchas por las transformaciones sociopolíticas de clase”.
♀ Las mujeres han aportado reflexiones claves sobre la división sexual del trabajo. El
socialismo ha aportado al feminismo una perspectiva desde las clases y las mujeres
populares.
♀ Muchas veces casi que “pedimos disculpas” por tener nuestras propias luchas y
reivindicaciones como mujeres. En el movimiento social las mujeres somos
estigmatizadas porque muchas veces nos ven como una traba a las luchas por las
transformaciones sociales.
♀ El balance ha sido muy negativo para las mujeres. Ejemplo: En la revolución
mexicana se habla de la igualdad de todos los ciudadanos, pero a la hora del voto las
mujeres fueron excluidas, con el argumento de que ellas no sienten los derechos
políticos como una necesidad y porque sus roles en la familia se ven afectados.
Este reto es del orden teórico y práctico, nuestra intención no es entrar en discusiones sin
salida con compañeros y compañeras, sino precisamente aportar en la ampliación de los
marcos de comprensión de los múltiples sistemas de opresión que nos atraviesan desde la
mirada interseccional del feminismo. En esa vía, “la RED POPULAR DE MUJERES DE
LA SABANA le apuesta seguir avanzando en promover la organización de las mujeres
como aporte fundamental hacia un movimiento social regional” (RPMS, 2013), así,
aportaremos desde lo micro y lo macro, desde la posibilidad de ser sujetas desde lo más
personal a lo estructural, donde sigamos construyendo un plan de vida regional pensado con
26
Relatoría del Seminario político del equipo dinamizador de la Red Popular de mujeres de la Sabana. 2014.
177
perspectiva de género, desde la solidaridad, desde el fortalecimiento de los que nos une y
nos afecta conjuntamente y la tramitación de aquello que nos distancia, ya que un
movimiento social se construye desde el territorio, donde vivimos y soñamos todos y todas.
CONCLUSIONES
Con el segundo capítulo concluimos que los efectos de la agroindustria de las flores en la
vida de las mujeres populares de la Sabana se dan en todas las escalas, desde las
afectaciones en su cuerpo, su salud, su subjetividad, vida social, política y familiar, ya que
178
en esta actividad contiene todos los riesgos profesionales: riesgos biológicos, ergonómicos,
físicos y psicosociales. Estas afectaciones existen en razón de una forma particular de
organizar el trabajo a nivel internacional y las formas de inserción de las mujeres en el
mundo laboral, en donde existe todo un marco legal y una serie de reformas que permiten la
violación a los derechos laborales y humanos y el desmonte de unas luchas que se dieron
históricamente para la consecución de estos derechos.
179
En lo regional nuestros alcances son el poder incidir desde el espacio de la Red Popular de
Mujeres de la Sabana en las organizaciones que la conforman y con las cuales compartimos
muchos intereses y condiciones del contexto que nos atraviesan, también tendríamos
incidencia en las organizaciones con las que la Red tiene contacto como parte de un
movimiento regional. Como proceso vivo, nuestra propuesta estará presente en todos los
espacios donde participamos en lo regional, en las mujeres que se fortalecen en sus planes
de vida colectivos.
En lo nacional e internacional nuestros alcances son las conexiones que logremos hacer en
momentos específicos con los movimientos que inspiran nuestro quehacer cotidiano, son
las solidaridades que se tejen por unas luchas comunes que al ser constantemente
estudiadas se convierten en herramientas de lucha concretas, en ese sentido educar para la
indignación activa pasa por utilizar como fuentes de formación las propuestas de los
diferentes movimientos sociales.
Uno de los retos que se plantean para este tipo de propuestas es que se empiecen a ver a los
movimientos sociales como productores de conocimiento, los cuales pueden proponer
180
temáticas pertinentes para los planes de estudio de propuestas educativas formales y
comunitarias. Del mismo modo, otro reto es que el conocimiento que se produce en los
ámbitos académicos sobre la vida de las mujeres se traduzca en los procesos pedagógicos
comunitarios y que den elementos para disminuir la segregación y la brecha social
existente. Así, una educación liberadora, en términos de la educación popular, consistirá en
el abordaje de una formación con perspectiva de género, lo cual implica pasar por un
reconocimiento profundo de las condiciones históricas con que hombres y mujeres hemos
sido educados para desarrollar un rol específico en la sociedad. También involucrara este
cambio en el uso y apropiación de nuevas categorías para entender la realidad.
Del mismo modo, un reto y una potencialidad de esta propuesta es mantener la mirada
interseccional de los sistemas de opresión que nos aporta el feminismo, ya que estos actúan
paralelamente en la sociedad, y ello, nos ayuda a comprender que ninguna lucha puede
superponerse en importancia a la otra, o supeditarnos a esperar a que se supere primero una,
y luego la segunda, que se realice una jerarquización, pues cada sistema se alimenta y se
fortalece con el otro, ganando así como conjunto una mirada compleja de la realidad social.
Desde los aportes específicos de esta experiencia al campo de los Derechos Humanos y la
educación comunitaria vemos que nuestro saber cómo educadoras comunitarias con énfasis
en Derechos Humanos ha sido importante en el ámbito organizativo, en nuestro caso,
comprender la importancia de la educación en los procesos de organización social nos ha
permitido diseñar apuestas educativas y procesos organizativos alrededor de las
agroindustrias de las flores, en ese sentido, posicionarnos en un escenario de análisis desde
lo laboral nos ha dado elementos para reconocer con la comunidad de manera más
específica las violaciones hacia los Derechos Humanos, específicamente los Derechos
laborales y de las mujeres, así, la Educación en Derechos Humanos se convierte en un
instrumento ideológico para la lucha organizativa de los sectores sociales, en este caso
vemos como la lucha por los derechos laborales y de las mujeres se posicionan como un
interesante escenario en nuestro quehacer profesional.
También vemos que reflexionar desde nuestro quehacer como licenciadas en Educación
Comunitaria con énfasis en Derechos Humanos nos permite darle un lugar de importancia
al proceso académico que hemos tenido al corroborar su pertinencia en el contexto actual
181
colombiano al generar procesos educativos que propendan por construir escenarios de
esperanza y resistencia.
182
y entender que tenemos un papel fundamental a la hora de llenar de contenido ético-político
las acciones de las organizaciones desde nuestra actuación. En ese sentido, entender que la
educación comunitaria como un escenario dinámico y estratégico es vital, pues sabemos
que esta puede darse para aspectos funcionales también. Entendemos así que la Educación
en Derechos Humanos es un escenario que para Colombia cada vez se llena de más sentido.
Por último, otro gran reto y potencializador de nuestra propuesta es lograr esa
pedagogización de la indignación en los procesos de organización social de las mujeres de
la Sabana, y por qué no, de otras organizaciones y redes que conforman este movimiento
regional. Así, terminamos este trabajo que para nosotras no es sólo un documento
académico, sino un recorrido de amistad, de organización social, de múltiples encuentros,
también de desencuentros, de paso por la academia, significa un proceso de apoyo de
nuestras familias, de demasiadas cosas... y muchas personas hermosas que están detrás,
delante y junto a este sueño llamado Asociación Herrera y movimiento social en la Sabana
de Bogotá. “Las mujeres y los pueblos estamos demostrando dónde está realmente el poder.
Este mismo sistema ya ha revelado sus graves fallas en el mundo entero y ha hecho
levantar a jóvenes, mujeres, adultas y adultos mayores, niñas y niños, que son hoy el rostro
de la indignación global. Nosotras también estamos indignadas. Unimos nuestras voces a
las que rechazan la injusticia como regla para decir que recuperaremos cada centímetro de
nuestra tierra para volver a sembrar en ella la solidaridad y la esperanza. Nuestra voluntad
es inquebrantable, aceptamos este desafío desde y para la vida.
27
Mandato de la Asamblea de la Red Popular de Mujeres de la Sabana. (2012).
183
BIBLIOGRAFÍA
ARIENTA, Ilaria. (2010) Por qué las mujeres rechazamos las bases militares
estadounidenses en Colombia. En: Revista rebelión. Consultado el 10 de marzo del 2014
en: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=101768.
BARBA, Isolda, (2007) Articulo: Flores en África: el caso de Kenya. En: La producción de
flores cortadas para la exportación: un negocio global. Corporación Cactus. Bogotá.
184
CHAPARRO, Jeffer. Lineamientos para el análisis de la segregación
digital. Ar@cne. Revista electrónica de recursos en Internet sobre Geografía y Ciencias
Sociales. [En línea. Acceso libre]. Barcelona: Universidad de Barcelona, nº 104, 1 de enero
de 2008. <http://www.ub.es/geocrit/aracne/aracne-104.htm>. (8 de septiembre de 2013)
ECHAVARRÍA, Cristina; 2001. Reflexión sobre el sentido de territorio para los pueblos
indígenas en el contexto del ordenamiento territorial y el desarrollo minero. Consultado del
4 de marzo del 2014 en:
http://www.ciefa.org/acrobat/modulos/ADICIONAL%20MODULO%20CINCO%20GAO
T.pdf
EL TROUDI, Haiman; (1997) Ser capitalista es un mal negocio, claves para socialistas.
Textos para edu. Popular. Centro internacional Miranda.
185
EL UNIVERSAL, Gobierno se anticipa a posible especulación por Catam en Madrid.
COLPRENSA. Bogotá, 27 de Abril de 2013 07:18 pm. Consultado en:
http://www.eluniversal.com.co/cartagena/nacional/gobierno-se-anticipa-posible-
especulacion-por-catam-en-madrid-117568.
ESTRADA, Ángela María. (1997) Los estudios de género en Colombia. Entre los límites
y las posibilidades. Revista Nómadas. Universidad Central. Revista Nº 6. p 5-6.
GAMBOA, Jorge augusto. (2008) (Compilador). Los muiscas en los siglos XVI y XVII:
miradas desde la arqueología, la antropología y la historia. Ed. De los Andes. Universidad
de los Andes, año 2008, Bogotá Colombia.
GARCÍA, Darío, Cifuentes, Fredy (2012) Ajustes espacio-temporales del capitalismo y sus
efectos en Bogotá y Cundinamarca; una propuesta para su enseñanza. Tesis de pregrado.
Universidad Pedagógica Nacional. Bogotá.
GARCÍA, Huidobro, J.E y S Martinic, La educación popular en Chile, 1980.
186
GIBSON-GRAHAM, J.K. (2011) Una política poscapitalista. Siglo del Hombre Editores.
Pontificia Universidad Javeriana.
Gobernación de Cundinamarca, (Sin fecha). Consultado el 15 de noviembre en:
http://www1.cundinamarca.gov.co/gobernacion/Perfiles/Ni%C3%B1os/InformacionMunic
ipios/tabid/394/language/es-ES/Default.aspx
JARA, Oscar (s.f) La concepción metodológica dialéctica, los métodos y las técnicas
participativas en la Educación Popular. Consultado el 13 de abril de 2014 en:
http://www.panuelosenrebeldia.com.ar/content/view/189/245/
LARA, Guisella. (2011) Conversaciones con el profesor Armando Rocha. Diario de campo
Nª1. Madrid Cundinamarca.
187
MARTÍNEZ MARTÍN, Abel Fernando. (2010) Entre risas y llantos. Una mirada a las
costumbres Muiscas a través de los cronistas. Revista memoria, historia y nación
Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia (UPTC). Revista on-line. Consulta
realizada el 15 de marzo del 2014 en:
http://www.colombiaaprende.edu.co/html/productos/1685/articles-300875_destacado.pdf
MCDOWELL, Linda. (1999). Género, identidad y lugar. Un estudio desde las geografías
feministas. Madrid, España: Ediciones Cátedra (Grupo Anaya, S. A.).
PÉREZ, Tania, PRIETO, Fabián, AVELLANEDA, Franco. (2012) Una lectura de las
tecnologías desde los estudios feministas: El caso OLPC y SUGARLABS en Colombia.
Revista Nómadas. Universidad Central. Instituto de estudios sociales contemporáneos
IESCO. N° 36. Bogotá.
PINEDA, Magaly. Informe: Taller Latinoamericano sobre Feminismo y Educación
Popular. Red de Educación Popular entre mujeres de CEAAL. Montevideo, Uruguay.
Diciembre de 1986.
188
Presidencia de la Republica. Historia de Colombia, conquista de América. Consultado el 1
de abril de 2014 en: http://web.presidencia.gov.co/asiescolombia/historia_conquista.htm
PRIETO NAVARRO, Jonathan. (2014) Ponencia: El papel de las jóvenes y las hijas de las
trabajadoras de las flores. Presentada en: Primer foro regional de floricultura: miradas al
trabajo, el territorio y su gente. Realizado por Asociación Herrera, febrero 15 del 2014.
(Conmemoración del día internacional de los y las trabajador@s de flores)
SANTIAGO, Daniel, (2012) El perfil competitivo local como factor determinante para el
desarrollo de la floricultura en Madrid Cundinamarca. (Tesis de maestría) Universidad
Nacional de Colombia. Bogotá.
189
http://datateca.unad.edu.co/contenidos/302568/Material_didactico_definitivo/leccin_1_la_f
loricultura_en_colombia_y_el_mundo.html
ZAMBRANO PANTOJA, F. & Hinestrosa Forero, Bravo Borda, Hinestrosa Rey, van der
Hammen, Prieto Moreno, García Botero, Sánchez Ortega, Maldonado Copello, Gonzáles
Díaz, (2000) Bogotá y su región. Una mirada de larga duración. En: Memorias del foro:
S.O.S Sabana de Bogotá. CAR Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca;
Gobernación de Cundinamarca, Universidad Externado de Colombia. Bogotá.
190