Embarazo en La Adolescencia

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Embarazo_adolescente

Número de nacimientos en adolescentes por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años, 2002.
En casi todos los países del mundo las tasas de nacimientos en adolescentes van
descendiendo.[1]
Para la prevención y correcta asistencia médica la OMS considera fundamental la
promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a los métodos
anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y los
derechos reproductivos.[2]

Embarazo adolescente o embarazo precoz es aquel embarazo que se produce en una


mujer adolescente; entre la adolescencia inicial o pubertad –comienzo de la edad fértil– y el
final de la adolescencia. La OMS establece la adolescencia entre los 10 y los 19 años.[3][4][5]
El término también se refiere a las mujeres embarazadas que no han alcanzado la mayoría
de edad jurídica, variable según los distintos países del mundo, así como a las mujeres
adolescentes embarazadas que están en situación de dependencia de la familia de origen.[6]

La mayoría de los embarazos en adolescentes son embarazos no deseados.[7][8]

El embarazo en una mujer adolescente puede llegar a término, produciéndose el


nacimiento, o interrumpirse por aborto, ya sea éste espontáneo o inducido (aborto con
medicamentos o aborto quirúrgico), en el caso del aborto inducido de manera legal o ilegal
dependiendo de las leyes sobre el aborto de cada país.[9]

Aunque la OMS considera el embarazo adolescente un problema culturalmente complejo,


alienta a retrasar la maternidad y el matrimonio para evitar los altos índices de mortalidad
materna y mortalidad de recién nacidos así como otras complicaciones sanitarias –parto
prematuro, bajo peso, preeclampsia, anemia–, asociadas al embarazo en jóvenes
adolescentes.[8] En 2009 se estimaba que 16 millones de niñas de edades comprendidas
entre los 15 y los 19 años daban a luz cada año, un 95 % de esos nacimientos se producen
en países en desarrollo, lo que representa el 11 % de todos los nacimientos en el mundo.

La OMS considera fundamental la promoción de la educación sexual, la planificación


familiar, el acceso a los métodos anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el
marco de la salud pública y los derechos reproductivos para evitar los problemas asociados
al embarazo adolescente.[2]

Determinación de la adolescencia y embarazo


adolescente

Silueta de una adolescente embarazada


La edad media del período de la menarquía (primera menstruación) se sitúa en los 11 años,
[10]
aunque esta cifra varía según el origen étnico [11] y el peso. El promedio de edad de la
menarquía ha disminuido y continúa haciéndolo.[12] El adelanto de la fecundidad permite la
aparición de embarazos a edades más tempranas y depende por tanto no solo de factores
biológicos sino de factores sociales y personales.

Las tasas de adolescentes embarazadas además de encontrarse en la misma situación que


cualquier otra mujer embarazada deben enfrentarse a una mayor desprotección, mayores
preocupaciones sobre su salud y su situación socioeconómica, de manera especial las
menores de 15 años y las adolescentes de países con escasa atención médica y nula
protección social a la adolescente embarazada a veces por falta de información.

En los países desarrollados[13] los datos de embarazos en la adolescencia confirman una


relación con los niveles educativos más bajos, las mayores tasas de pobreza, y otras
situaciones de inestabilidad familiar y social.[14]

El embarazo adolescente en los países desarrollados se produce por lo general fuera del
matrimonio y conlleva un estigma social en muchas comunidades y culturas. Por estas
razones se realizan estudios y campañas con el objeto de conocer las causas y limitar el
número de embarazos de adolescentes.[15]

En países considerados en desarrollo o subdesarrollados y particularmente en ciertas


culturas, el embarazo adolescente se produce generalmente dentro del matrimonio y no
implica un estigma social. La percepción social del embarazo adolescente varía de unas
sociedades a otras e implica un debate profundo sobre aspectos del comportamiento, tanto
biológicos como culturales relacionados con el embarazo.[16]

Tasas de nacimientos en adolescentes en el mundo


Las cifras en los distintos países del mundo varían desde las máximas de Níger y Congo
(con más de 200 embarazos por cada 1000 mujeres adolescentes) a tasas de 1 a 3 por 1000
en Corea del Norte, Corea del Sur y Japón.[17][18][19][20]

Es reseñable que entre los países desarrollados de la OCDE, Estados Unidos y Reino Unido
tienen el nivel más alto de embarazos en adolescentes, mientras que Japón y Corea del Sur
tienen los más bajos.[21]

Según la organización Save the Children cada año nacen 13 millones de niños de mujeres
menores de 20 años de edad en todo el mundo, más del 90 % (11,7 millones) en los países
denominados en desarrollo y en los países desarrollados el restante 10 % (1,3 millones).
Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de mortalidad entre las
mujeres entre las edades de 15 y 19 en dichas zonas.[13] La mayor tasa de embarazos de
adolescentes en el mundo está en el África subsahariana, donde las mujeres tienden a
casarse a una edad temprana.[19] En Níger, por ejemplo, el 87 % de las mujeres encuestadas
estaban casadas y el 53 % había dado a luz a un niño antes de la edad de 18 años.[22]
En el subcontinente indio, el matrimonio precoz o temprano significa en numerosas
ocasiones el embarazo de la mujer adolescente, especialmente en las zonas rurales, donde la
tasa es mucho mayor que en el medio urbano. La tasa de matrimonios y embarazos en
adolescentes o precoces ha disminuido considerablemente en países como Indonesia y
Argentina, aunque sigue siendo alta. En las naciones industrializadas de Asia, como Corea
del Sur y Singapur, las tasas de nacimientos en adolescentes se encuentran entre los más
bajos del mundo.[23][24]

Prevención del embarazo adolescente. Un cartel del Gobierno de los Estados Unidos
sobre el embarazo adolescente. Más de 1.100 adolescentes, en su mayoría de 18 y 19 años
de edad[8] dan a luz cada día en los Estados Unidos. Las madres adolescentes son el 10%
del total.
Estados Unidos

En Estados Unidos la tasa de natalidad en adolescentes es la más alta del mundo


desarrollado, siendo también muy alta la tasa de abortos en la adolescencia. [20] La tasa de
embarazo adolescente se encontraba extraordinariamente alta en la década de 1950 y ha
disminuido desde entonces, aunque a la vez se ha producido un aumento en los nacimientos
fuera del matrimonio.[28]

En el decenio de 1990 la tasa de embarazo de adolescentes disminuyó significativamente en


todos los grupos étnicos, aunque con menor incidencia en los afroamericanos e hispanos. El
Instituto Guttmacher[29] atribuye el 75 % para el uso efectivo de métodos anticonceptivos y
el 25 % de la disminución a las prácticas de abstinencia sexual.[30] Sin embargo, en 2006 la
tasa aumentó por primera vez en los últimos 40 años.[31]

En todo caso, como señala Soledad Díaz Fernández, del Instituto Chileno de Medicina
Reproductiva, y en línea con la información del Instituto Guttmacher, en Estados Unidos
existe una mayor dificultad para acceder a servicios de planificación familiar y por tanto a
métodos anticonceptivos en comparación a países europeos que, en general, promueven
conductas sexuales apropiadas (uso de condón y otros métodos anticonceptivos así como
facilidad para su acceso), imparten educación sexual comprehensiva, no solo promoción de
la abstinencia, y los medios de comunicación ofrecen una visión más positiva de los y las
adolescentes como personas responsables y valiosas.[32][33]

Causas del embarazo en la adolescencia


En algunas sociedades, el matrimonio a edades tempranas y el rol de género que
tradicionalmente se asigna a la mujer, son factores importantes en las altas tasas de
embarazo en la adolescencia. Así, en algunos países de África subsahariana, el embarazo
adolescente se celebra porque es la prueba de fertilidad de la mujer joven.[22] En el
subcontinente indio, el matrimonio en adolescentes y el embarazo es más común en las
comunidades rurales tradicionales, donde es apreciada una numerosa descendencia, en
comparación con la tasas de las ciudades.
En las sociedades donde el matrimonio con mujeres adolescentes es poco frecuente, la
causa fundamental de los embarazos en adolescentes es la práctica de las relaciones
sexuales de las jóvenes sin métodos anticonceptivos por lo que éstos embarazos pueden
considerarse como embarazos no planificados o embarazos no deseados.[20][39]

Comportamiento sexual adolescente

Véase también: Sexualidad humana

Según la información disponible en el Guttmacher Institute, tener prácticas sexuales a los


20 años se considera un hábito normal en todo el mundo. En los países con bajos niveles de
embarazo en la adolescencia no se considera adecuada la maternidad prematura, pero, sí las
relaciones sexuales entre adolescentes por lo que se proporciona información completa y
equilibrada sobre la sexualidad y se facilita la accesibilidad a los métodos anticonceptivos.
[40]

Además de la práctica sexual deseada y consentida pero practicada sin métodos


anticonceptivos también existen comportamientos sexuales no deseados por los
adolescentes que pueden contribuir a incrementar los embarazos no deseados. Así, un
estudio de la Kaiser Family Foundation en adolescentes de EE. UU. concluyó que el 29 %
de los adolescentes se sintieron presionados a tener relaciones sexuales, el 33 % de los
adolescentes sexualmente activos creían que mantenían una relación en las que las cosas se
movían demasiado rápido en el aspecto sexual y el 24 % declaraba que había 'hecho algo
sexual que realmente no quieren hacer.[41]

Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los compañeros es un factor que
alienta, tanto a las adolescentes como a los adolescentes, a tener relaciones sexuales.[42][43]

El consumo de bebidas alcohólicas y otras drogas producen una reducción en la inhibición


que también puede estimular la actividad sexual no deseada. Aunque esto fuera así, no se
sabe si las drogas mismas influyen directamente en los adolescentes en comportamientos
sexuales más arriesgados, o si los adolescentes que habitualmente consumen drogas son
más propensos a tener relaciones sexuales. Debe advertirse que la correlación no implica
causalidad. El consumo de drogas y medicamentos que han mostrado evidencias en su
vinculación con el embarazo de adolescentes son: alcohol, y anfetaminas, (incluyendo
MDMA –éxtasis–). Otras drogas y medicamentos que no tienen correlación –o es muy
escasa– son los opiáceos, como heroína, morfina, y oxicodona, de los que es conocido el
efecto directo en la reducción significativa de la libido. Parece que en la adolescencia el
consumo de algunas de éstas últimas ha reducido significativamente las tasas de concepción
frente a las drogas como el alcohol y la anfetamina. Las anfetaminas son ampliamente
prescritos para el tratamiento de TDAH. Los países con las tasas más altas de prescripción
de las anfetaminas a los adolescentes también tienen las tasas más altas de embarazo en la
adolescencia.[20][41][44][45]
Falta de información sobre métodos anticonceptivos

Véanse también: Métodos anticonceptivos y Educación sexual.

Los adolescentes pueden no recibir educación sexual, carecer de información y


conocimientos suficientes sobre los métodos anticonceptivos o no tener un fácil acceso a su
adquisición. También pueden sentirse avergonzados tanto para preguntar como para
comprar anticonceptivos.[42][46]

En Estados Unidos las mujeres adolescentes sexualmente activas que desean evitar el
embarazo tienen menos posibilidades que las de otras edades para el uso de
anticonceptivos. Así, un 18 % de las adolescentes entre 15 y 19 años no utilizan métodos
anticonceptivos, frente a 10,7 % de mujeres de 15 a 44 años.[47]

En las adolescentes más del 80 % de los embarazos no son deseados.[48] Y más de la mitad
de los embarazos no deseados se producen en mujeres que no usan anticonceptivos [47] y la
mayor parte del resto de embarazos no deseados se deben al uso incorrecto de los
anticonceptivos.[48] El 23% de las mujeres jóvenes sexualmente activas [49] admitió haber
tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja que no utilizó un preservativo,
mientras que el 70% de las adolescentes[50] manifestaron que les daba vergüenza comprar
preservativos o cualquier otro anticonceptivo y también solicitar información a un médico.
[42]

En muchos casos el uso de métodos anticonceptivos es inadecuado. Muchos adolescentes


sin experiencia puede usar el condón incorrectamente y las adolescentes se olvidan con
frecuencia de tomar los anticonceptivos orales. La tasa de fracaso anticonceptivo (índice de
Pearl) es mayor en las mujeres adolescentes, especialmente en las pobres, que en mujeres
de más edad.[44]

Los métodos reversibles a largo plazo como el dispositivo intrauterino, el anticonceptivo


subdérmico, el parche anticonceptivo, el anillo vaginal o inyecciones de anticonceptivos
inyectables combinados (Depo Provera), requieren la intervención del usuario con menos
frecuencia –una vez al mes a cada varios años–, y puede prevenir el embarazo con mayor
eficacia en mujeres que tienen problemas para seguir las rutinas, incluidas las jóvenes. El
uso simultáneo de más de un método anticonceptivo disminuye el riesgo de embarazos no
deseados, y si uno de los métodos es de barrera (condón), también se reduce la transmisión
de enfermedades de transmisión sexual.[51][52]

La aprobación, por las autoridades sanitarias de numerosos países, de anticonceptivos de


emergencia como Píldora del día después o píldora del día siguiente incide de manera
específica en la reducción de las tasas de embarazos en adolescentes. Además de la
denominada píldora del día después también ha aparecido en el mercado la denominada
píldora de los cinco días después (ellaOne (acetato de ulipristal).[53] Estás píldoras
anticonceptivas de uso de emergencia, que pueden requerir o no receta médica –
dependiendo de los países–, no deben confundirse con la denominada píldora abortiva RU-
486 o mifepristona, para la que se requiere prescripción y receta médica y solamente puede
usarse dentro de los 49 días siguientes a la concepción.[54][55]

Los padres deben hablar de sexualidad a sus hijos ya que es la mejor manera de prevenir
conducas inadecuadas y en última instancia embarazos no deseados. La educación sexual
también está incluida, en numerosos países, en el currículum escolar. Puede llevarse a cabo
por profesores u otros profesionales de la sanidad. También los adolescentes se informan
por otros medios, compañeros, libros e internet.[cita  requerida]

Diferencia de edades en las relaciones sexuales

Según la organización conservadora Family Research Council, estudios en EE. UU. indican
que la diferencia de edad entre las adolescentes y los hombres que las embarazan es un
factor a tener en cuenta. Las adolescentes que tienen relaciones con chicos mayores que
ellas, y en particular con hombres adultos, tienen más probabilidades de quedarse
embarazadas que las adolescentes que tienen relaciones sexuales con chicos de su edad
quienes son también más proclives a llevar el embarazo a término en lugar de tener un
aborto. Un estudio de 1992 del estado de Washington de 535 madres adolescentes encontró
que el 62 por ciento de las madres habían sufrido abusos o habían sido violadas por
hombres de una edad promedio de 27 años. Este estudio encontró que las madres
adolescentes habían sufrido abusos incluso antes del inicio de la actividad sexual y habían
tenido relaciones sexuales con numerosas parejas de más edad, por lo que habían estado
expuestas a más riesgos y de forma más frecuente. Estudios realizados por el Population
Reference Bureau y el Centro Nacional para Estadísticas de Salud (National Center for
Health Statistics) revelaron que cerca de dos tercios de los niños nacidos de mujeres
adolescentes en los Estados Unidos son engendrados por hombres adultos de 20 años o
más.[56]

Consecuencias del embarazo en adolescentes


Las consecuencias médicas del embarazo son múltiples e importantes:[79]

 Falta de atención médica desde el inicio del embarazo por no comunicar su


situación.
 Las mujeres más jóvenes –16 años o menos– corren riesgo de preeclampsia y
eclampsia.
 Bajo peso al nacer de los recién nacidos por causas orgánicas tales como anomalías
placentarias, nutrición deficiente, tabaquismo y consumo de drogas.
 Alta mortalidad materna en la adolescencia llegando a ser, en países en vías de
desarrollo, una de causas más frecuentes de muerte en las adolescentes (por
embolia, enfermedad hipertensiva y embarazos ectópicos.
 Frecuentemente se decide poner fin al embarazo mediante aborto inducido a veces
clandestino que pone su vida en peligro debido a sepsis y hemorragias.
 Es habitual la anemia en las jóvenes embarazadas.
 A veces el embarazo se produce existiendo enfermedades de transmisión sexual
 El embarazo adolescente también es un factor de riesgo para los recién nacidos
(pueden presentar enfermedades como la Espina bífida y el Síndrome de muerte
súbita del lactante).

También existen riesgos en el aspecto psicológico y social, ya que la mujer joven se


enfrenta, en general, a una situación para la que no está preparada. Si lleva el embarazo a
término tendrá que aceptar su nuevo rol de madre, haciéndose cargo de los cuidados,
atención y educación de su hijo, a pesar de que ella aún no ha consolidado su formación y
desarrollo. Desde el aspecto psicosocial las consecuencias son las siguientes:[79]

 En ocasiones las jóvenes madres optan por dar a su hijo en adopción lo que les crea
una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.
 Si se decide tener al hijo sin la existencia de pareja se convertirá en madre soltera,
familia monoparental, enfrentándose, dependiendo de los países, a grandes
carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve alterado y frenado, llegando a
sufrir agresiones por parte de su familia y del entorno y disminuyendo las
oportunidades para conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal remunerado),
sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.
 Otras jóvenes madres deciden, si el padre biológico acepta su paternidad y
responsabilidad, formar un matrimonio. Sin embargo existen altas probabilidades de
que dicho matrimonio no perdure ya que el padre precoz se enfrentan a un evento
inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos momentos de llevar una vida de
pareja independiente económicamente, no están lo suficientemente maduros para
que su relación perdure, ni están preparados para recibir un hijo y mucho menos
cuidarlo.

Prevención de los embarazos de adolescentes


La OMS y la mayoría de profesionales de la educación y la salud señalan que para reducir
el número de embarazos en adolescentes es necesaria una completa educación sexual, el
acceso a los métodos anticonceptivos (tanto precoitales, coitales como postcoitales) así
como a los servicios de planificación familiar[2]

También es necesario la información y el apoyo por parte de los padres de los adolescentes
en cuestiones relativas al sexo, relaciones y métodos anticonceptivos.

Los sistemas de prevención de embarazo en la adolescencia vigentes en Holanda han


servido de modelo para muchos países europeos y lo son para otros muchos. En los estudios
obligatorios y especificados en los programas y planes de estudios se incluyen valores,
actitudes, habilidades de comunicación y negociación, así como los aspectos biológicos de
la reproducción. Los medios de comunicación han alentado el diálogo abierto y claro sobre
las relaciones sexuales y el sistema de salud garantiza el acceso a los métodos
anticonceptivos así como la absoluta confidencialidad. [80] En España, el Grupo PrevInfad ha
hecho recomendaciones de manejo del problema y ayuda a adolescentes basadas en la
identificación de actitudes, conocimientos y habilidades, y en el consejo, con el foco de
interés en la prevención del embarazo no deseado y las infecciones de transmisión sexual.
[81]

En los países denominados en desarrollo, los programas de salud sexual comienzan a


implantarse. Algunos países como Indonesia y Sri Lanka han aprobados un marco
normativo sistemático para la educación sexual en las escuelas. Muchas organizaciones no
gubernamentales como la International Planned Parenthood Federation (Federación
Internacional de Planificación Familiar) prestan asesoramiento sobre métodos
anticonceptivos para las mujeres jóvenes en todo el mundo. Las leyes contra el matrimonio
de niños han reducido pero no eliminado estas prácticas. La mejora social de la mujer,
mediante la alfabetización, la educación y la protección legal de sus derechos en igualdad al
hombre han dado lugar a un aumento en la edad del primer parto en áreas como la Irán,
Indonesia, y el estado indio de Kerala.[cita  requerida]

Apoyo a la maternidad adolescente


Se considera que es necesario un mayor apoyo a la maternidad adolescente, incluida la
ayuda para poder volver a integrarse en la educación obligatoria, asesoramiento y apoyo
psicológico y económico, colaboración con los padres jóvenes, mejor cuidado de los niños
así como existencia de viviendas específicas, de protección oficial o subvencionadas para
las situaciones que lo requieran.[cita  requerida]

Familia

Una de las fuentes de apoyo más importantes es la familia, debido a que en la mayor parte
de los casos la madre adolescente vive con sus padres o parientes. Y aún en el caso tenga la
posibilidad de mudarse y sostenerse económicamente, el papel de la abuela continúa siendo
relevante por ser fuente de información, ayuda y apoyo para la madre inexperta. Cuando la
familia apoya tanto con el cuidado como económicamente, las adolescentes tienen mayores
posibilidades de completar sus estudios. De ésta forma, a largo plazo pueden llegar a
conseguir mejores empleos, y mejorar su nivel socioeconómico, especialmente cuando
decidan independizarse. Las madres adolescentes son vulnerables a cuadros de depresión y
estrés, especialmente cuando no cuentan con el apoyo del padre, lo que repercute en el trato
con el bebé, pudiendo llegar a negligencia o maltrato. Sin embargo, la familia puede
brindar soporte, dirección y apoyo disminuyendo los riesgos tanto para la madre como para
el bebé.[82]

La aceptación y apoyo, por parte de los abuelos, influye positivamente en la experiencia de


la adolescente, incrementa el sentimiento de bienestar y disminuye las probabilidades de
experimentar angustia. Pero, usualmente se presentan dificultades en la dinámica madre-
abuelos, especialmente en relación a la crianza. Por un lado, cuando se depositan las
responsabilidades en los abuelos, especialmente durante los dos primeros años, la madre se
distancia de su rol, disminuyendo su interés por el cuidado del niño. En investigaciones
sobre la excesiva dependencia de la madre en la familia, se observó que ésta afectaba
negativamente, tanto en el comportamiento del niño como en la relación madre-hijo. En
adolescentes mayores, de 18 años a más, se ha evidenciado que es beneficioso para el bebé
que la madre se independice de los padres. El extremo involucramiento en la crianza puede
ser percibido por la madre como señal de incompetencia, generando resentimientos y
conflictos en la familia. Por lo tanto, es importante que exista un sistema de apoyo
moderado y adaptativo por parte de la familia, para ayudar a la adolescente en la transición
al rol de madre.[83]

Pareja y amigos

La presencia y apoyo de la pareja muestra ser beneficioso para la madre. Sin embargo, en
los embarazos adolescentes el nivel de compromiso de la pareja suele ser muy inestable,
además, las probabilidades de que estén casadas, o por casarse, son pocas, y en la mayor
parte de los matrimonios dados por embarazo, se divorcian y mantienen pocas relaciones
estables. Por lo tanto, la ausencia de una pareja involucrada en la crianza, priva a la madre
de un apoyo emocional, económico e instrumental. Siendo éste el caso más presentado en
los embarazos adolescentes.[84]

Dentro del grupo de pares, es muy importante el ser aceptado especialmente durante la
etapa de la adolescencia, por ello el apoyo y comprensión por parte de amigos contribuye
positivamente con el bienestar de la madre. El tipo de apoyo brindado es significativamente
distinto al de los padres, debido a que éste último puede ser visto como controlador,
mientras que los pares, al ser similares a la madre, comparten puntos de vista y permiten a
la madre experimentar su papel de adolescente, no sólo el de madre. Contar con una red de
apoyo que provea apropiados modelos a seguir, estimula cognitiva y socialmente a la
madre; tanto al proporcionar espacio para contener inseguridades y frustraciones de la
madre, como también, al dar oportunidades de aprendizaje y retroalimentación.

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