Embarazo en La Adolescencia
Embarazo en La Adolescencia
Embarazo en La Adolescencia
Número de nacimientos en adolescentes por cada 1000 mujeres entre 15 y 19 años, 2002.
En casi todos los países del mundo las tasas de nacimientos en adolescentes van
descendiendo.[1]
Para la prevención y correcta asistencia médica la OMS considera fundamental la
promoción de la educación sexual, la planificación familiar, el acceso a los métodos
anticonceptivos y la asistencia sanitaria universal en el marco de la salud pública y los
derechos reproductivos.[2]
El embarazo adolescente en los países desarrollados se produce por lo general fuera del
matrimonio y conlleva un estigma social en muchas comunidades y culturas. Por estas
razones se realizan estudios y campañas con el objeto de conocer las causas y limitar el
número de embarazos de adolescentes.[15]
Es reseñable que entre los países desarrollados de la OCDE, Estados Unidos y Reino Unido
tienen el nivel más alto de embarazos en adolescentes, mientras que Japón y Corea del Sur
tienen los más bajos.[21]
Según la organización Save the Children cada año nacen 13 millones de niños de mujeres
menores de 20 años de edad en todo el mundo, más del 90 % (11,7 millones) en los países
denominados en desarrollo y en los países desarrollados el restante 10 % (1,3 millones).
Las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de mortalidad entre las
mujeres entre las edades de 15 y 19 en dichas zonas.[13] La mayor tasa de embarazos de
adolescentes en el mundo está en el África subsahariana, donde las mujeres tienden a
casarse a una edad temprana.[19] En Níger, por ejemplo, el 87 % de las mujeres encuestadas
estaban casadas y el 53 % había dado a luz a un niño antes de la edad de 18 años.[22]
En el subcontinente indio, el matrimonio precoz o temprano significa en numerosas
ocasiones el embarazo de la mujer adolescente, especialmente en las zonas rurales, donde la
tasa es mucho mayor que en el medio urbano. La tasa de matrimonios y embarazos en
adolescentes o precoces ha disminuido considerablemente en países como Indonesia y
Argentina, aunque sigue siendo alta. En las naciones industrializadas de Asia, como Corea
del Sur y Singapur, las tasas de nacimientos en adolescentes se encuentran entre los más
bajos del mundo.[23][24]
Prevención del embarazo adolescente. Un cartel del Gobierno de los Estados Unidos
sobre el embarazo adolescente. Más de 1.100 adolescentes, en su mayoría de 18 y 19 años
de edad[8] dan a luz cada día en los Estados Unidos. Las madres adolescentes son el 10%
del total.
Estados Unidos
En todo caso, como señala Soledad Díaz Fernández, del Instituto Chileno de Medicina
Reproductiva, y en línea con la información del Instituto Guttmacher, en Estados Unidos
existe una mayor dificultad para acceder a servicios de planificación familiar y por tanto a
métodos anticonceptivos en comparación a países europeos que, en general, promueven
conductas sexuales apropiadas (uso de condón y otros métodos anticonceptivos así como
facilidad para su acceso), imparten educación sexual comprehensiva, no solo promoción de
la abstinencia, y los medios de comunicación ofrecen una visión más positiva de los y las
adolescentes como personas responsables y valiosas.[32][33]
Encuestas de 1977 y 2003 indicaban que la presión de los compañeros es un factor que
alienta, tanto a las adolescentes como a los adolescentes, a tener relaciones sexuales.[42][43]
En Estados Unidos las mujeres adolescentes sexualmente activas que desean evitar el
embarazo tienen menos posibilidades que las de otras edades para el uso de
anticonceptivos. Así, un 18 % de las adolescentes entre 15 y 19 años no utilizan métodos
anticonceptivos, frente a 10,7 % de mujeres de 15 a 44 años.[47]
En las adolescentes más del 80 % de los embarazos no son deseados.[48] Y más de la mitad
de los embarazos no deseados se producen en mujeres que no usan anticonceptivos [47] y la
mayor parte del resto de embarazos no deseados se deben al uso incorrecto de los
anticonceptivos.[48] El 23% de las mujeres jóvenes sexualmente activas [49] admitió haber
tenido relaciones sexuales sin protección con una pareja que no utilizó un preservativo,
mientras que el 70% de las adolescentes[50] manifestaron que les daba vergüenza comprar
preservativos o cualquier otro anticonceptivo y también solicitar información a un médico.
[42]
Los padres deben hablar de sexualidad a sus hijos ya que es la mejor manera de prevenir
conducas inadecuadas y en última instancia embarazos no deseados. La educación sexual
también está incluida, en numerosos países, en el currículum escolar. Puede llevarse a cabo
por profesores u otros profesionales de la sanidad. También los adolescentes se informan
por otros medios, compañeros, libros e internet.[cita requerida]
Según la organización conservadora Family Research Council, estudios en EE. UU. indican
que la diferencia de edad entre las adolescentes y los hombres que las embarazan es un
factor a tener en cuenta. Las adolescentes que tienen relaciones con chicos mayores que
ellas, y en particular con hombres adultos, tienen más probabilidades de quedarse
embarazadas que las adolescentes que tienen relaciones sexuales con chicos de su edad
quienes son también más proclives a llevar el embarazo a término en lugar de tener un
aborto. Un estudio de 1992 del estado de Washington de 535 madres adolescentes encontró
que el 62 por ciento de las madres habían sufrido abusos o habían sido violadas por
hombres de una edad promedio de 27 años. Este estudio encontró que las madres
adolescentes habían sufrido abusos incluso antes del inicio de la actividad sexual y habían
tenido relaciones sexuales con numerosas parejas de más edad, por lo que habían estado
expuestas a más riesgos y de forma más frecuente. Estudios realizados por el Population
Reference Bureau y el Centro Nacional para Estadísticas de Salud (National Center for
Health Statistics) revelaron que cerca de dos tercios de los niños nacidos de mujeres
adolescentes en los Estados Unidos son engendrados por hombres adultos de 20 años o
más.[56]
En ocasiones las jóvenes madres optan por dar a su hijo en adopción lo que les crea
una gran culpa y arrepentimiento, sobre todo en etapas más maduras de su vida.
Si se decide tener al hijo sin la existencia de pareja se convertirá en madre soltera,
familia monoparental, enfrentándose, dependiendo de los países, a grandes
carencias y dificultades. Su proyecto de vida se ve alterado y frenado, llegando a
sufrir agresiones por parte de su familia y del entorno y disminuyendo las
oportunidades para conseguir un empleo (cuando lo obtienen es mal remunerado),
sin olvidar que deben educar a su hijo en medio de un ambiente desfavorable.
Otras jóvenes madres deciden, si el padre biológico acepta su paternidad y
responsabilidad, formar un matrimonio. Sin embargo existen altas probabilidades de
que dicho matrimonio no perdure ya que el padre precoz se enfrentan a un evento
inesperado, sorpresivo; no son capaces en esos momentos de llevar una vida de
pareja independiente económicamente, no están lo suficientemente maduros para
que su relación perdure, ni están preparados para recibir un hijo y mucho menos
cuidarlo.
También es necesario la información y el apoyo por parte de los padres de los adolescentes
en cuestiones relativas al sexo, relaciones y métodos anticonceptivos.
Familia
Una de las fuentes de apoyo más importantes es la familia, debido a que en la mayor parte
de los casos la madre adolescente vive con sus padres o parientes. Y aún en el caso tenga la
posibilidad de mudarse y sostenerse económicamente, el papel de la abuela continúa siendo
relevante por ser fuente de información, ayuda y apoyo para la madre inexperta. Cuando la
familia apoya tanto con el cuidado como económicamente, las adolescentes tienen mayores
posibilidades de completar sus estudios. De ésta forma, a largo plazo pueden llegar a
conseguir mejores empleos, y mejorar su nivel socioeconómico, especialmente cuando
decidan independizarse. Las madres adolescentes son vulnerables a cuadros de depresión y
estrés, especialmente cuando no cuentan con el apoyo del padre, lo que repercute en el trato
con el bebé, pudiendo llegar a negligencia o maltrato. Sin embargo, la familia puede
brindar soporte, dirección y apoyo disminuyendo los riesgos tanto para la madre como para
el bebé.[82]
Pareja y amigos
La presencia y apoyo de la pareja muestra ser beneficioso para la madre. Sin embargo, en
los embarazos adolescentes el nivel de compromiso de la pareja suele ser muy inestable,
además, las probabilidades de que estén casadas, o por casarse, son pocas, y en la mayor
parte de los matrimonios dados por embarazo, se divorcian y mantienen pocas relaciones
estables. Por lo tanto, la ausencia de una pareja involucrada en la crianza, priva a la madre
de un apoyo emocional, económico e instrumental. Siendo éste el caso más presentado en
los embarazos adolescentes.[84]
Dentro del grupo de pares, es muy importante el ser aceptado especialmente durante la
etapa de la adolescencia, por ello el apoyo y comprensión por parte de amigos contribuye
positivamente con el bienestar de la madre. El tipo de apoyo brindado es significativamente
distinto al de los padres, debido a que éste último puede ser visto como controlador,
mientras que los pares, al ser similares a la madre, comparten puntos de vista y permiten a
la madre experimentar su papel de adolescente, no sólo el de madre. Contar con una red de
apoyo que provea apropiados modelos a seguir, estimula cognitiva y socialmente a la
madre; tanto al proporcionar espacio para contener inseguridades y frustraciones de la
madre, como también, al dar oportunidades de aprendizaje y retroalimentación.