Electrofonos

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INSTRUMENTOS MUSICALES MECANO-ELECTRICOS

La búsqueda de timbres nuevos y el deseo de remediar algunos defectos de los instrumentos


corrientes ha tenido por consecuencia la creación de una nueva clase de instrumentos
musicales, los electrófonos, en los cuales interviene la electricidad de diversas maneras. Se los
puede dividir en dos grandes grupos: instrumentos mecano-eléctricos o electromecánicos e
instrumentos puramente eléctricos, llamados más correctamente radioeléctricos.

En los instrumentos musicales mecano-eléctricos, el sonido es producido por los métodos


mecánicos corrientes (fricción, percusión, etc.) siendo luego modificado eléctricamente: para
esto es necesario transformar la energía sonora en energía eléctrica, pues es bajo esta forma
que se producen las modificaciones, y luego efectuar la transformación contraria, de energía
eléctrica a energía sonora.

En algunos instrumentos interviene la electricidad en forma accesoria, como es el caso de los


órganos neumáticos actuales, que utilizan motores eléctricos para obtener el aire necesario y
para facilitar la acción de los teclados, pero no por eso se los debe considerar como
instrumentos mecánico-eléctricos.

Entre los principales instrumentos mecánico-eléctricos citaremos la guitarra eléctrica y el


electrocordio. La guitarra eléctrica, utilizada con frecuencia en las orquestas populares es una
guitarra en que la caja ha sido reducida al mínimo, y a la cual le ha sido agregado un micrófono
situado encima del puente.

El electrocordio, es un piano al cual se le agregan micrófonos pequeños situados sobre cada


cuerda; estos captan el sonido que produce la cuerda y lo modifican, pues según donde estén
colocados refuerzan unos armónicos u otros.

Existen también instrumentos de viento y de percusión modificados con fines semejantes.

INSTRUMENTOS MUSICALES RADIOELECTRICOS

Los instrumentos radioeléctricos son aquellos que producen sonidos mediante oscilaciones
eléctricas en tubos electrónicos, modificándolos luego por medios también eléctricos. En los
últimos años ha sido inventado un gran número de ellos, entre los cuales destacaremos el
esferofon, el themerin, el trautonio, el hellertion y las ondas Martenot.

El themerin fue inventado por el ingeniero ruso cuyo nombre lleva este instrumento, en 1927.
Consta de una caja de la cual salen dos antenas metálicas; aproximado a ellas las manos o
alejándolas, se obtienen sonidos que se asemejan vagamente a la voz humana.

El esferofon posee tres teclados y una pedalera. Cada teclado posee un generador, por lo cual
solo puede oprimirse una tecla por vez. Es por lo tanto un instrumento de pocos recursos. Los
trinos pueden ejecutarse mediante un mecanismo especial.

El trautonio y el hellertion tienen un generador por cada teclado; mediante una barra metálica
permiten obtener una escala continua. El trautonio posee solo un teclado; permite la ejecución
de glissandos y vibratos como si fuera un instrumento de cuerda. El hellertion posee cuatro
teclados deslizantes y dos auxiliares para los pulgares, que facilitan el paso de un teclado a
otro. Este instrumento es polifónico.

LAS ONDAS MARTENOT


Este instrumento, inventado en 1992 por el violoncelista francés Maurice Marrtenot, consta de
un aparato emisor de vibraciones eléctricas de alta frecuencia con varios circuitos que
interfieren entre sí de manera predeterminada; las vibraciones procedentes de estas fuentes
son captadas por un circuito receptor y amplificadas eléctricamente. La mano derecha actúa
un teclado (monofónico), existiendo un dispositivo para glissandos; la mano izquierda controla
la intensidad y el timbre de los sonidos producidos por el instrumento, mediante unos
dispositivos similares los de los registros del órgano.

La variedad de timbres que se obtienen mediante las ondas Martenot es grande; una de sus
propiedades más valiosas, como observa acertadamente Henri Busser, es la de imitar el timbre
de algunos instrumentos de la orquesta en tesituras a donde estos no alcanzan. Posee, por
otra parte, timbres de gran belleza que le son propios. Su extensión es aproximadamente de
seis octavas.

EL ORGANO ELECTRICO

El órgano eléctrico, de reciente invención (1935), es sin duda el más importante de los
elementos puramente eléctricos. Difiere de los ya estudiados en que el sonido es producido
electromagnéticamente en lugar de serlo por lámparas termoiónicas.

De las características del órgano neumático, conserva el órgano eléctrico la disposición en


manuales y pedalera y el sistema de registros para obtener las variaciones de timbre, pero su
técnica de ejecución es bastante diferente, y su timbre, aunque bello, completamente distinto.

El sonido es obtenido mediante 91 generadores electromagnéticos consistentes en discos


metálicos con pequeñas protuberancias que giran sobre un eje común a velocidad uniforme
ante sendos imanes; sobre estos, hay otras tantas bobinas en las que3 son inducidas corrientes
eléctricas alternas debido a la variación de campo magnético provocada por el paso de las
protuberancias. Las corrientes alternas así obtenidas tendrán una frecuencia de tantos ciclos
como protuberancias pasean por segundo ante la bobina. Variando el número de estas se
obtendrán sonidos de diversas frecuencias.

Las variaciones de timbre de cada registro se obtienen agregando a cada fundamental los
armónicos deseados, con la intensidad necesaria.

INSTRUMENTOS MUSICALES QUE EEPRODUCEN MECANICAMENTE EL SONIDO.

Existen numerosos instrumentos que permiten Reproducir mecánicamente el sonido mediante


diversos procedimientos; por desgracia, el automatismo que rige sus reproducciones
disminuye su valor artístico coma estando además su capacidad de reproducción limitada a un
repertorio previamente establecido. Citaremos de entre ellos el órgano mecánico, la pianola y
la caja de música. Esta última puede considerarse como un instrumento de varillas asimétricas
punteadas; se compone de un cilindro metálico del cual se proyectan pequeñas Púas y de una
especie de peine formado por Varillas de acero ordenadas según su longitud, cuyas frecuencias
naturales forman una escala. Al girar el cilindro, movido por un mecanismo de relojería, las
Púas puntean las Varillas produciendo una melodía, determinada previamente al colocar las
Púas sobre el cilindro.

GRABACIÓN Y REPRODUCCIÓN MECÁNICA DEL SONIDO

La grabación del sonido y su posterior reproducción fueron durante mucho tiempo el sueño
irrealizable de filósofos y hombres de ciencia. A principios del siglo 19, el sabio inglés Thomas
Jones descubrió un procedimiento para inscribir las vibraciones del diapasón que fue El Punto
de partida para numerosas experiencias. En 1857, el inventor francés León Scott dio a conocer
un aparato que llamo fonoautografo, qué permitía inscribir las ondas sonoras, pero no
consiguió la posibilidad de que a partir de las inscripciones fuera posible reproducir los sonidos
inscriptos. Recién en 1877, el inventor norteamericano Tomás Edison construyó su fonógrafo,
mediante el cual es posible inscribir el sonido y luego reproducirlo invirtiendo el proceso
seguido para la inscripción.

Las partes esenciales del fonógrafo eran: la bocina, el diafragma Unido al punzón grabador o a
la púa reproductora, según el caso, y el cilindro de cera sobre el cual se efectuaba la grabación.
Para realizarla, la bocina se colocaba en la dirección de las ondas sonoras: estás, incidiendo
sobre el diafragma, lo obligaban a realizar movimientos vibratorios que se comunicaban al
punzón grabador, el cual trazaba los surcos de la grabación sobre la superficie del cilindro de
cera. Este realizaba un doble movimiento: de rotación sobre su eje longitudinal, y de traslación
para que los surcos no se superpusieron. El surco trazado por el punzón grabador poseía
paredes laterales rectas, estando la traza verdadera en el fondo del mismo.

El cilindro de cera ya grabado era utilizado para sacar copias, las que se hacían sobre cilindros
de superficie más resistentes.

El procedimiento de reproducción era exactamente contrario al de grabación: el punzón


grabador se reemplazaba por una púa, evitándose así el desgaste del cilindro.

A principios del siglo XX el cilindro de cera fue sustituido por un disco plano que simplificaba el
procedimiento de obtención de las copias; sobre este, los surcos se grababan lateralmente,
procedimiento que aporto ciertas ventajas con respecto al anterior. El fonógrafo modificado
de esta manera fue llamado gramófono.

EL DISCO GRAMOFONICO DE GRABACION ELECTRICA

El procedimiento de grabación inventado por Edison y adaptado posteriormente al gramófono,


era puramente mecánico: substituyendo la bocina por un micrófono, se obtienen grabaciones
más perfectas, pues la sensibilidad de éste es mucho mayor que la de la bocina por una
combinación adecuada de amplificadores y altavoces.

La duración de un disco gramofónico de 30 cm. de diámetro, grabado con surco lateral a 78


revoluciones por minuto, es aproximadamente de cinco minutos, y de tres minutos para los de
25 cm.

Actualmente gozan de gran difusión los discos de "larga duración" que permiten obtener hasta
25 minutos de música sobre un disco de 30 cm. de diámetro.  Esto se ha hecho posible
volviendo al procedimiento primitivo de grabado en profundidad, perfeccionando por la
utilización de punzones grabadores que trazan surcos de ancho pequeñísimo llamados
"microsurcos" y por el grabado a velocidad reducida (33 1/2 revoluciones por minuto). Este
tipo de grabación permite evitar los cortes, antes inevitables en obras de cierta longitud.

Los procedimientos actuales de grabación son sumamente fieles, permitiendo captar sonidos
cuya frecuencia sobrepasa los 12000 ciclos. Conviene observar que es inútil poseer discos de
gran fidelidad mientras el aparato reproductor no lo sea, pues se producen fenómenos de
distorsión por los cuales se eliminan todos los sonidos cuyas frecuencias sobrepasan las
posibilidades de este último.
EL ALAMBRE SONORO

Este procedimiento de grabación fue inventado en 1900 por el ingeniero danés Waldemar


Poulsen.

La teoría del alambre se desplaza con velocidad uniforme ante un imán de forma y potencia
adecuadas, quedara imantado en todos sus puntos  con la misma intensidad; si en lugar del
imán  se coloca un electroimán por el cual circulan las corrientes eléctricas provenientes de un
micrófono,  al variar la corriente microfónica de acuerdo con los sonidos captados, el
electroimán imantará el alambre formando pequeños campos magnéticos de intensidad
variable, respondiendo estas variaciones de intensidad a las variaciones de la energía sonora.

La figura 86 muestra en forma esquemática el mecanismo ideado por Poulsen: al pasar el


alambre "A" ante la punta del núcleo de hierro del electroimán "E", en cada segundo se
forman tantos campos magnéticos como ciclos posee la frecuencia del sonido que se graba. Si
el alambre pasa ante el electroimán con una velocidad de 1m/s, un sonido de 2000 ciclos
producirá 2000 campos magnéticos que medirán: 1m/2000=0.0005 m; para un sonido de 6000
ciclos la longitud de cada campo magnético seria 0.00016. Se comprende fácilmente que la
punta del núcleo debe tener un ancho pequeñísimo para grabar sonidos de alta frecuencia,
pues de ningún modo puede ser mayor que el campo magnético que debe producir.

Para reproducir el sonido hasta invertir el proceso de grabación pasando el alambre imantado


ante el electroimán, donde se generarán corrientes de intensidad variable que producirán
ondas sonoras similares a las que originaron los campos magnéticos.

El alambre magnetizado conserva su imantación durante largos años; tiene además la ventaja
de que se lo borra y puede utilizarse nuevamente, con solo pasarlo ante un imán de campo
magnético de intensidad constante, que puede ser el mismo electroimán cuando no está
conectado con el micrófono. En los grabadores corrientes, el alambre se desplaza a 60cm. Por
segundo y su longitud es tal que permite registrar cerca de una hora de música.
Existen actualmente modelos perfeccionados que utilizan una “cinta sonora”, con lo cual se
obtienen registros más fieles.

LA PELICULA SONORA

Uno de los problemas más importantes que se presentaban al cinematográfico en sus


comienzos, era el silencio total en que transcurría la acción. Este problema se resolvía
mediante el empleo de orquestas que ejecutaban la música de fondo necesaria, o más tarde,
mediante discos, pero ninguna de las dos soluciones era satisfactoria, la primera por su
elevado costo, la segunda porque el desgaste rápido de los discos obligaba a renovarlos
constantemente; además, en ambos casos era difícil sincronizar la música con las imágenes. La
solución actualmente utilizada es la película sonora, mediante la cual se registra y reproduce
fotográficamente el sonido.

Existen varios sistemas para obtener películas sonoras, pero el principio que utilizan es el
mismo, por lo cual nos limitaremos a describir el llamado sistema de registro transversal
(fig.87). en este sistema, la onda sonora captada por un micrófono “M” es transformada por
este en impulsos eléctricos variables que son amplificados mediante un amplificador “A”,
pasando luego a un oscilógrafo. Este está formado por un espejo “E” y los hilos que provienen
del circuito al cual pertenecen el amplificador y el micrófono, colocados entre los polos de un
poderoso imán en herradura "I". El espejo del oscilógrafo, oscilan sincrónicamente con los
impulsos eléctricos que pasan por el circuito.

Cuando el espejo está en reposo, o sea que no pasan corrientes eléctricas por el circuito
debido a que no inciden ondas sonoras sobre el micrófono, el rayo de luz procedente de la
lámpara” L" se refleja sobre él de manera que luego de pasar través de un diafragma
apropiado "A" impresiona sólo la mitad del ancho de la película fotográfica "P" sobre la cual se
efectúa el registro. Al incidir ondas sonoras sobre el micrófono, las corrientes eléctricas que en
él se originan, obligan a oscilar al espejo del oscilógrafo y el rayo de luz que sobre este incide,
se refleja impresionando un mayor o menor ancho de película, la cual se desplaza a velocidad
constante. De este modo se registra sobre la película fotográfica el rayo de luz cuyas
oscilaciones están sincronizadas con las vibraciones sonoras.

La película impresionada de este modo se llama banda sonora. La figura 88 muestra un


fragmento de banda sonora obtenido según el sistema recién explicado.

El registro del sonido puede hacerse al mismo tiempo que el de las imágenes, pero no es
imprescindible; actualmente es corriente registrar simultáneamente la acción y los diálogos de
los actores, registrándose en cambio separadamente la música, que luego se sincroniza con la
acción. 

Para reproducir el sonido, se invierte el proceso de registro, substituyendo el micrófono por un


autoparlante y el oscilógrafo por una célula fotoeléctrica, aparato cuya resistencia al paso de la
corriente eléctrica depende de la intensidad de la luz que sobre él incide.

EL FOTOLIPTOFONO

El foliptofono es un sistema de registro y reproducción del sonido debido al inventor argentino


Fernando Crudo Caamaño.

El registro del sonido se efectúa como en la película sonora, mediante un micrófono y un


amplificador conectados a un oscilógrafo, solo que, en lugar de emplearse una película larga y
estrecha, se realiza generalmente sobre hojas rectangulares de papel fotográfico (0.50 × 0.40),
en las cuales caben 150 metros de grabación, equivalentes a tres minutos de ejecución. La
velocidad a que se efectúa el registro es de 0.666 m/s, mayor que la de la película sonora, que
es de 0.470 m/s; esto aumenta su fidelidad.

La reproducción  del sonido se logra en el fotoliptofono de la manera contraria a la que se


utiliza en el cine sonora; en efecto, ambos sistemas reproducen el sonido mediante una
combinación  de célula fotoeléctrica, amplificador y altoparlante, pero en la película sonora el
haz luminoso que incide sobre la célula fotoeléctrica  actúa por transparencia,  mientras que
en el fotoliptofono actúa por reflexión, habiendo absorción de la luz en la zona negra del
fonograma y reflexión en las zonas blancas. Por esta razón la materia sobre la cual se efectúa
el registro debe ser opaca (papel, paño, etc.).
El fotoliptofono, cuyos usos son múltiples, es empleado exitosamente en fonética
experimental; la figura 89 muestra el fonograma correspondiente a la "o" acentuada en la
palabra "católico".

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