Electrofonos
Electrofonos
Electrofonos
Los instrumentos radioeléctricos son aquellos que producen sonidos mediante oscilaciones
eléctricas en tubos electrónicos, modificándolos luego por medios también eléctricos. En los
últimos años ha sido inventado un gran número de ellos, entre los cuales destacaremos el
esferofon, el themerin, el trautonio, el hellertion y las ondas Martenot.
El themerin fue inventado por el ingeniero ruso cuyo nombre lleva este instrumento, en 1927.
Consta de una caja de la cual salen dos antenas metálicas; aproximado a ellas las manos o
alejándolas, se obtienen sonidos que se asemejan vagamente a la voz humana.
El esferofon posee tres teclados y una pedalera. Cada teclado posee un generador, por lo cual
solo puede oprimirse una tecla por vez. Es por lo tanto un instrumento de pocos recursos. Los
trinos pueden ejecutarse mediante un mecanismo especial.
El trautonio y el hellertion tienen un generador por cada teclado; mediante una barra metálica
permiten obtener una escala continua. El trautonio posee solo un teclado; permite la ejecución
de glissandos y vibratos como si fuera un instrumento de cuerda. El hellertion posee cuatro
teclados deslizantes y dos auxiliares para los pulgares, que facilitan el paso de un teclado a
otro. Este instrumento es polifónico.
La variedad de timbres que se obtienen mediante las ondas Martenot es grande; una de sus
propiedades más valiosas, como observa acertadamente Henri Busser, es la de imitar el timbre
de algunos instrumentos de la orquesta en tesituras a donde estos no alcanzan. Posee, por
otra parte, timbres de gran belleza que le son propios. Su extensión es aproximadamente de
seis octavas.
EL ORGANO ELECTRICO
El órgano eléctrico, de reciente invención (1935), es sin duda el más importante de los
elementos puramente eléctricos. Difiere de los ya estudiados en que el sonido es producido
electromagnéticamente en lugar de serlo por lámparas termoiónicas.
Las variaciones de timbre de cada registro se obtienen agregando a cada fundamental los
armónicos deseados, con la intensidad necesaria.
La grabación del sonido y su posterior reproducción fueron durante mucho tiempo el sueño
irrealizable de filósofos y hombres de ciencia. A principios del siglo 19, el sabio inglés Thomas
Jones descubrió un procedimiento para inscribir las vibraciones del diapasón que fue El Punto
de partida para numerosas experiencias. En 1857, el inventor francés León Scott dio a conocer
un aparato que llamo fonoautografo, qué permitía inscribir las ondas sonoras, pero no
consiguió la posibilidad de que a partir de las inscripciones fuera posible reproducir los sonidos
inscriptos. Recién en 1877, el inventor norteamericano Tomás Edison construyó su fonógrafo,
mediante el cual es posible inscribir el sonido y luego reproducirlo invirtiendo el proceso
seguido para la inscripción.
Las partes esenciales del fonógrafo eran: la bocina, el diafragma Unido al punzón grabador o a
la púa reproductora, según el caso, y el cilindro de cera sobre el cual se efectuaba la grabación.
Para realizarla, la bocina se colocaba en la dirección de las ondas sonoras: estás, incidiendo
sobre el diafragma, lo obligaban a realizar movimientos vibratorios que se comunicaban al
punzón grabador, el cual trazaba los surcos de la grabación sobre la superficie del cilindro de
cera. Este realizaba un doble movimiento: de rotación sobre su eje longitudinal, y de traslación
para que los surcos no se superpusieron. El surco trazado por el punzón grabador poseía
paredes laterales rectas, estando la traza verdadera en el fondo del mismo.
El cilindro de cera ya grabado era utilizado para sacar copias, las que se hacían sobre cilindros
de superficie más resistentes.
A principios del siglo XX el cilindro de cera fue sustituido por un disco plano que simplificaba el
procedimiento de obtención de las copias; sobre este, los surcos se grababan lateralmente,
procedimiento que aporto ciertas ventajas con respecto al anterior. El fonógrafo modificado
de esta manera fue llamado gramófono.
Actualmente gozan de gran difusión los discos de "larga duración" que permiten obtener hasta
25 minutos de música sobre un disco de 30 cm. de diámetro. Esto se ha hecho posible
volviendo al procedimiento primitivo de grabado en profundidad, perfeccionando por la
utilización de punzones grabadores que trazan surcos de ancho pequeñísimo llamados
"microsurcos" y por el grabado a velocidad reducida (33 1/2 revoluciones por minuto). Este
tipo de grabación permite evitar los cortes, antes inevitables en obras de cierta longitud.
Los procedimientos actuales de grabación son sumamente fieles, permitiendo captar sonidos
cuya frecuencia sobrepasa los 12000 ciclos. Conviene observar que es inútil poseer discos de
gran fidelidad mientras el aparato reproductor no lo sea, pues se producen fenómenos de
distorsión por los cuales se eliminan todos los sonidos cuyas frecuencias sobrepasan las
posibilidades de este último.
EL ALAMBRE SONORO
La teoría del alambre se desplaza con velocidad uniforme ante un imán de forma y potencia
adecuadas, quedara imantado en todos sus puntos con la misma intensidad; si en lugar del
imán se coloca un electroimán por el cual circulan las corrientes eléctricas provenientes de un
micrófono, al variar la corriente microfónica de acuerdo con los sonidos captados, el
electroimán imantará el alambre formando pequeños campos magnéticos de intensidad
variable, respondiendo estas variaciones de intensidad a las variaciones de la energía sonora.
El alambre magnetizado conserva su imantación durante largos años; tiene además la ventaja
de que se lo borra y puede utilizarse nuevamente, con solo pasarlo ante un imán de campo
magnético de intensidad constante, que puede ser el mismo electroimán cuando no está
conectado con el micrófono. En los grabadores corrientes, el alambre se desplaza a 60cm. Por
segundo y su longitud es tal que permite registrar cerca de una hora de música.
Existen actualmente modelos perfeccionados que utilizan una “cinta sonora”, con lo cual se
obtienen registros más fieles.
LA PELICULA SONORA
Existen varios sistemas para obtener películas sonoras, pero el principio que utilizan es el
mismo, por lo cual nos limitaremos a describir el llamado sistema de registro transversal
(fig.87). en este sistema, la onda sonora captada por un micrófono “M” es transformada por
este en impulsos eléctricos variables que son amplificados mediante un amplificador “A”,
pasando luego a un oscilógrafo. Este está formado por un espejo “E” y los hilos que provienen
del circuito al cual pertenecen el amplificador y el micrófono, colocados entre los polos de un
poderoso imán en herradura "I". El espejo del oscilógrafo, oscilan sincrónicamente con los
impulsos eléctricos que pasan por el circuito.
Cuando el espejo está en reposo, o sea que no pasan corrientes eléctricas por el circuito
debido a que no inciden ondas sonoras sobre el micrófono, el rayo de luz procedente de la
lámpara” L" se refleja sobre él de manera que luego de pasar través de un diafragma
apropiado "A" impresiona sólo la mitad del ancho de la película fotográfica "P" sobre la cual se
efectúa el registro. Al incidir ondas sonoras sobre el micrófono, las corrientes eléctricas que en
él se originan, obligan a oscilar al espejo del oscilógrafo y el rayo de luz que sobre este incide,
se refleja impresionando un mayor o menor ancho de película, la cual se desplaza a velocidad
constante. De este modo se registra sobre la película fotográfica el rayo de luz cuyas
oscilaciones están sincronizadas con las vibraciones sonoras.
El registro del sonido puede hacerse al mismo tiempo que el de las imágenes, pero no es
imprescindible; actualmente es corriente registrar simultáneamente la acción y los diálogos de
los actores, registrándose en cambio separadamente la música, que luego se sincroniza con la
acción.
EL FOTOLIPTOFONO