Ensayo Introduccion A La Problematica de Lo Publico
Ensayo Introduccion A La Problematica de Lo Publico
Ensayo Introduccion A La Problematica de Lo Publico
LA PARTICIPACION CIUDADANA
Con el presente ensayo se pretende hacer un pequeño análisis acerca de la
participación ciudadana en el ámbito público, basadas en los diferentes
mecanismos de participación y experiencia que a través de las últimas
décadas el gobierno de la provincia de Barcelona ha venido implementando
en materia de gobernanza participativa, quienes han establecido algunas
estrategias con el propósito de promover la participación ciudadana mediante
la creación de un marco normativo o reglamentario, metodologías y espacios
en la participación social.
En Colombia a partir de la Constitución Política de 1991 establece en
su artículo primero como “Un Estado social de derecho, organizado en
forma de Republica unitaria, descentralizada, con autonomía de sus
entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista…”, lo que
permite reconocer la participación ciudadana como un valor
constitucional, un principio fundamental y como un fin esencial del
Estado.
Se puede evidenciar que a pesar de que se ha realizado un avance
significativo en el acercamiento entre gobierno y ciudadanía, no ha sido
suficiente para generar credibilidad en las instituciones públicas.
Adicionalmente la crisis económica y los cambios políticos y sociales
que se han vivido en la última década, han sido factores que de manera
significativa han influido en el desempeño de dichas instituciones.
Los esfuerzos del Gobierno Barcelonés por construir una ciudad a partir
de la participación social lo llevan a ser un ejemplo de progreso en el
fomento a la cultura de participación y en sentar las bases de una nueva
gobernanza donde las decisiones se tomen de manera conjunta y
negociada a través de la acción coordinada y organizada de los
diferentes grupos de actores y mediante redes de ciudades (Callon,
1997; Mayntz, 2001; Pascual i Esteve, 2007). Hecho que ha generado la
creación de un marco normativo e implementación de estrategias donde
las Instituciones públicas permiten el acceso a la información y
participación por parte de la ciudadanía, y donde la toma de decisiones
y actuaciones están enmarcadas en la transparencia.
Los gobiernos locales, tradicionales, basados en sistemas de gestión
burocráticos y jerárquicos, se han visto sometidos a presiones de
cambio ante los procesos de urbanización, la globalización económica, y
la emergencia de nuevos valores y nuevos referentes de identidad
política entre la ciudadanía (Blanco, 2009). Lo que conllevo a la creación
de políticas públicas las cuales deben ser planteadas desde los
territorios, donde los diferentes actores son parte activa en la
elaboración de estas, cuyo objetivo es dar solución a las diferentes
necesidades de dichos actores.
La nueva gobernanza participativa estuvo enmarcada, según Aguilar,
(2006) en dos dimensiones: una valorativa planteada en relación a
aquellos procesos que permitan definir el futuro de la sociedad y otra
factual la cual le asigna responsabilidades a los diferentes actores de
acuerdo a las especialidades con el fin de cumplir los objetivos sociales;
y que para cumplir con dichos propósitos era necesario establecer unas
condiciones de operación de carácter estructural enfocada a las
instituciones, estructuras sociales generales, reglas y normas de
conducta, esquemas de comunicación, posibilidades materiales y
tecnológicas y normas técnicas de operación Kooiman, (2004). Donde
se crearan espacios de interacción entre los diferentes actores como
mesas de trabajo, foros, etc. que permitan la elaboración de las políticas
públicas.
La elaboración de planes estratégicos es otra herramienta que permite
que los actores se involucren en las diferentes decisiones y actividades,
generando un gobierno participativo que para Pacual i Esteve (2007)
dicen que los planes estratégicos suelen crear asociaciones o
fundaciones que ayudan a su elaboración y coordinación entre actores,
lo que permite desarrollar procesos que conllevan a un mejor
entendimiento de las necesidades y a una mayor articulación entre las
políticas urbanas, fortaleciendo el desarrollo social, político y económico.
Aunque para algunos analistas la gobernanza participativa la definen
como pérdida de autonomía del Estado, Mayntz (2001) la define como
un cambio de la forma de gobierno donde el Estado conserva el derecho
de ratificación legal y de la intervención mediante acciones legislativas o
ejecutivas.
El gobierno abierto está enfocado en crear procesos democráticos y de
transparencia donde las instituciones públicas elaboren estrategias para
la elaboración, implementación, control, seguimiento y evaluación de las
políticas públicas, generando confianza entre las instituciones y los
ciudadanos.
La participación ciudadana en Colombia ha estado enmarcada desde el
punto de vista normativo a través de la Constitución política de 1991 en
su artículo 103, donde se establecen los diferentes mecanismos de
participación del pueblo que permiten promover, proteger y garantizar el
derecho a participar en el ejercicio político a través del voto, el
plebiscito, el referendo, la consulta popular, el cabildo abierto, la
iniciativa legislativa y la revocatoria del mandato.
Adicionalmente existen normas que permiten la participación ciudadana
dentro de ellas tenemos la ley 1712 de 2014 denominada de
transparencia, y del derecho de acceso a la información pública.
Cabe resaltar que existen otros mecanismos de participación ciudadana
denominados mecanismos de gestión, a través de los cuales los
ciudadanos realizan control político, razón por la cual las instituciones
públicas tanto del orden nacional como territorial deben formular planes
estratégicos diseñando acciones que permitan promover la participación
ciudadana.
Dentro de estos mecanismos de gestión encontramos las consultas
ciudadanas las cuales permiten conocer, opinar y proponer acerca de
los planes, programas, estrategias y proyectos normativos que la
entidad correspondiente va a desarrollar durante una respectiva
vigencia.
Como un segundo aspecto encontramos el Plan de participación
ciudadana, es un espacio que le permite a los ciudadanos la posibilidad
de interactuar con sus argumentos frente a las decisiones de la entidad.
Como un tercer aspecto encontramos los diferentes espacios y
estrategias que se implementen para realizar la rendición de cuentas,
donde se dan a conocer los resultados de gestión a la ciudadanía y a los
entes de control.
Un cuarto aspecto son los resultados en espacios de participación,
donde la participación ciudadana permite incorporar la visión y la
experiencia de la ciudadanía durante las etapas de la gestión realizada
por la entidad.
La consulta de veedurías, A través de la personerías, cabildos indígenas
y cámaras de comercio informaran al RUES de todas las veedurías
conformadas.
Como ultima herramienta están los medios presenciales y electrónicos
establecidos como canales de atención e información.
A través del tiempo se ha podido evidenciar que existe una falta de
cultura en ejercer la gobernanza participativa tanto por parte de la
ciudadanía, como de algunas instituciones del Estado. Quizá una de las
causas de esta falta de cultura es la desconfianza por parte de la
ciudadanía en las instituciones públicas.
Según Albert Serra, ESADE “El fenómeno de la no participación viene
de lejos. A principios de los años ochenta, en Barcelona, ya nos
preguntábamos por qué la gente no participaba en las estructuras que,
por otro lado, han evolucionado hacia una lógica de clientelismo y
corporativismo. Ahora la situación ha cambiado: si la cuestión es “venga
y pida, que yo se lo daré todo” es evidente que ya no funciona.
Si bien es cierto en la última década a raíz de la crisis económica se han
originado cambios sociales y políticos, ocasionando diferencias y
desigualdades en la población y a la vez trayendo consigo algunas
consecuencias en la relación entre instituciones públicas y comunidad,
lo que implica crear cambios estructurales en la administración pública.
Donde la gobernanza participativa a pesar de ser una buena
herramienta en la elaboración e implementación de políticas públicas,
las instituciones se han visto abocadas a obviar algunos mecanismos de
participación en la priorización del gasto público.
Podemos decir que la participación ciudadana en los últimos tiempos se
ha convertido en un propósito de interés común y colectivo, dejando de
lado el interés individual. Donde el interés colectivo sea compartido
entre los ciudadanos, a esta práctica algunos autores la han definido
como la innovación social, puesto que consiste en procesos y prácticas
cooperativas, de base ciudadana, con un marcado carácter de servicio
público, que mejoran las soluciones a los problemas sociales (Chambon
et al., 1982; Phills et al., 2008).
Otra práctica de participación de la ciudadanía en el ámbito político en
los últimos tiempos es a través de la movilización buscando incidir en la
agenda política y en las políticas públicas bajo la presión ciudadana.
También podemos mencionar la iniciativa ciudadana, la colaboración, el
empoderamiento prácticas que buscan contribuir en la solución de
problemas colectivos.
Podemos concluir que la gobernanza participativa es un gobierno que le
permite a la ciudadanía ser parte activa y decisiva en la elaboración,
ejecución y evaluación de las diferentes políticas publicas planteadas en
una administración en pro de dar solución a una necesidad colectiva.
Con diferentes escenarios dependiendo de la voluntad política y de los
recursos humanos, técnicos y económicos con que cuente la institución
pública, con un gobierno abierto cuyos procesos de gestión estén
enmarcados en la optimización de recursos y transparencia.