Literatura Aborigen (Taller 1)
Literatura Aborigen (Taller 1)
Literatura Aborigen (Taller 1)
Leyenda
Se decía que solo el cielo y el mar existían. Los dioses, llamados Tepeu y Gucumatz, eran los
únicos en el mundo. Vestían plumas verdes y por eso se les conocían como Serpientes
emplumadas.
Luego, nacieron los animales de las montañas, que eran guardianes de las selvas: los
venados, pájaros, pumas, jaguares y serpientes. A cada uno le dieron su hogar.
Los dioses le hablaron a todos los animales: «Hablad, gritad, gorjead, llamad. Hablad cada
uno según vuestra especie, según la variedad de cada uno». Y se les indicó que invocasen y
adorasen a los dioses. Pero no podían hablar, solo cacarear, mugir y graznar. No tenían
lenguaje.
Entonces, los dioses formaron humanos de barro. Pero este material se caía, se mojaba y
cambiaba de forma. La cabeza no se movía y no podían ver. Al principio hablaban pero con
incoherencia. Así que destruyeron esta creación.
Los humanos de madera
Los dioses de nuevo hicieron reunión y acordaron crear formas de hombres con madera. Así
se hizo y los hombres podían hablar. De esta forma vivieron y engendraron pero no tenían
ingenio. No se acordaban de sus creadores y decayeron, se secaron.
Entonces los creadores mandaron una inundación para llevarse esa creación y se deshicieron
de ellos. Los que huyeron se convirtieron en monos en las selvas.
De nuevo se reunieron a discutir los dioses la creación del ser humano. Mientras sucedía esto,
nacían mazorcas amarillas y mazorcas blancas, que fueron llevadas ante ellos por un zorro,
un coyote, una cotorra y un cuervo. Entonces usaron la mazorca y esta se volvió la carne,
sangre y músculo de los hombres.
Fue entonces cuando decidieron crear a las mujeres, esposas de estos cuatro hombres. Los
nombres de las mujeres eran: Cahá-Paluna, mujer de Balam-Quitzé; Chomihá, mujer de
Balam-Acab; Tzununihá, mujer de Mahucutah; y Caquixahá, mujer de Iqui-Balam. Así, se
reprodujeron, adoraron y rezaron a los dioses.
- Tú vas a ser la madre de mis hijos, así que dirígete a la casa de la abuela
y dile lo que te acabo de decir.
Las aves mensajeras mandadas por los señores de Xilbaba, les dijeron a
Ixbalanqué y a Hunahpu, que los señores del mundo subterráneo los
invitaban a jugar pelota, ellos sin dudar aceptaron y le dejaron a su madre y
a su abuela su única caña para que la cuidaran todos los días y que si un
día se secaba significaba que ya nunca los volverían a ver.
Taller:
1. Teniendo en cuenta la lectura del texto , responda:
a. Características de la literatura aborigen
b. Cuadro sinóptico en el que se resalten las ideas principales del
texto a partir de la temática planteada.
2. Por qué crees que los hombres para estas culturas tenían diferentes
representaciones (maíz, barro, madera…)