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Apuntes |11

Introducción a la Biblia

Antiguo T. un proceso y un propósito

N T un proceso y otro propósito.

-Los idiomas bíblicos AT:

 Hebreo
 Arameo.
 Targumin

- Manuscritos del AT

 Material de escritura.
Arcilla, tablillas de madera, pedacitos de piedra caliza o fragmentos de alfarería,
cueros curtidos de animales, o papiros
Los primeros libros de la Biblia han sido escritos en rollos de papiro.
Por Jeremías sabemos que los documentos eran guardados en vasijas (cap. 32:
14),
Después utilizaron rollos de cuero- por esto los rollos del mar muerto eran de
cuero.

La vitela (o pergamino fino), se preparaba con pieles de animales jóvenes


-ganado vacuno, cabras, ovejas o venados- trabajadas y pulidas con mucho
esmero. No se empleó mucho hasta el siglo II AC. Era el más caro de los
materiales de escritura y se usaba sólo para los manuscritos muy valiosos -como
los manuscritos de la Biblia de la iglesia cristiana del siglo IV, la que para ese
tiempo disfrutaba de honores y riquezas.

Las plumas para escribir en los papiros eran de cañas golpeadas hasta
convertirlas en pinceles finos; pero se usaban plumas de punta aguzada para
escribir en cuero.

Los Manuscritos del Mar Muerto.-

Papiro Nash único antes de 1947. Manuscrito más antiguo.


Los beduinos 1947 se hallaron los manuscritos en rollos de cuero y fragmentos
cerca una cueva a la orilla del mar muerto.
1948 se publicaron sus descubrimientos, mas tarde se encontraron más escritos.
Denominados rollos del Qumran.
Otros lugares cerca del mar muerto donde se decubrieron rollos.

En una cueva de estas se encontrón una copia completa de Isaias y otra


incompleta.
Una parte de un comentario sobre Habacuc y fragmentos del Génesis,
Deuteronomio, Jueces y Daniel -todos escritos en el estilo de la escritura hebrea
utilizada después del exilio en Babilonia- y fragmentos del Levítico en escritura
preexílica.
En otras cavernas se encontraron grandes porciones de los Salmos, Samuel y
Levítico.
Con el tiempo se descubrieron en estas cavernas fragmentos de todos los libros
del Antiguo Testamento, con excepción de Ester.
Había rollos hasta de naturaleza secular.
La escritura de estos rollos eran consonanticas.

Se tuvieron varias batallas en cuanto a su autenticidad y edad.


Ecritos entre III a.C y y s. I dC.
Algunos tienen una antigüedad más de mil años.
Muestra todos los libros del antiguo testamento, en la época de Cristo.

Lección práctica: podemos confiar en la Biblia como Cristo la conocía y la


recomendado.

Aproximadamente desde el año 500 D.C., los eruditos judíos que perpetuaron la
tradición concerniente al texto del Antiguo Testamento han sido llamados
masoretas, de Masora, el término técnico hebreo para la "tradición remota en
cuanto a la forma correcta del texto de las Escrituras". Estos hombres se
esforzaron por asegurar la transmisión exacta del texto a las generaciones
futuras y consignaron los resultados de sus labores en monografías y en
anotaciones hechas a la Biblia

Por esa razón los masoretas inventaron un sistema de signos vocálicos que
se añadieron a las consonantes hebreas. Así se simplificó la lectura de la
Biblia hebrea y se garantizó la conservación de la pronunciación que existía
entonces. Sin embargo, no debiera pasarse por alto que la pronunciación
conocida a través del texto común de la Biblia hebrea es la de los
masoretas del siglo VII de la era cristiana que, como lo sabemos ahora, varía
algo de la del período del Antiguo Testamento.
Los masoretas establecieron, además, reglas detalladas y exactas que debían
aplicarse en la producción de nuevas copias de la Biblia. Nada se dejó a la
decisión de lo escribas, ni el largo de las líneas y columnas, ni el color de la tinta
a emplearse. Se contaban las palabras de cada libro y se fijaba la palabra que
quedaba a la mitad a fin de poder comprobar la exactitud de las nuevas copias.
Al final de cada libro se añadía una nota que daba la cantidad total de palabras
contenida en el libro, que decía cuál era la palabra que estaba en la mitad y que
además daba otras informaciones estadísticas.

Manuscritos existentes del texto masorético


Con la excepción de los rollos Mar Muerto, todos nuestros manuscritos más
antiguos de la Biblia hebrea son de la parte final del período masorético.
Probablemente el más antiguo es una copia Pentateuco, del siglo IX, que está en
el Museo Británico.

Otros manuscritos antiguos de la Biblia hebrea fueron encontrados en una


sinagoga del Cairo, donde habían escapado a la destrucción. Encontrados en
una geniza.

Sin embargo, el extremo cuidado con que fueron escritos los manuscritos por los
escribas judíos es una garantía de la exactitud de las copias existentes de la
Biblia. El descubrimiento de los Rollos del Mar Muerto que ha proporcionado
textos que son mil años más antiguos que las copias más antiguas de la Biblia
hebrea conocidas hasta entonces, ha demostrado que el texto del Antiguo
Testamento nos ha sido transmitido prácticamente en la misma forma como lo
conoció Cristo

IV. La historia del canon del Antiguo Testamento


Una comprensión correcta de la historia de la Biblia y de la colección de sus
libros no sólo es de gran interés para el lector de la Palabra de Dios, es
importante para refutar ideas falsas.

El canon.-
Palabra usa por los griegos para designar una regla investida de autoridad.
Pablo la utiliza Gálatas 6:16.
.Desde el siglo II en adelante, continuamente se recurrió a la regla de las
enseñanzas cristianas con frases como "canon de la iglesia", el "canon de la
verdad", o el "canon de la fe"

Orígenes (185?-254?), uno de los padres de la iglesia, usó por primera vez la
palabra canon para designar la colección de los libros de la Biblia reconocida
como una regla de fe y práctica.

Atanasio (293?-373 DC) luego llamó "canon" a toda la colección de libros


sancionados por la iglesia, y éste es el significado con el cual se introdujo la
palabra en el lenguaje de la iglesia.

División antigua y moderna del Antiguo Testamento.-

La expresión "canon del Antiguo Testamento" sencillamente significa los 39 libros


del Antiguo Testamento aceptados por los protestantes que fueron escritos por
profetas, historiadores y poetas inspirados en tiempos precristianos. La división
actual en tres secciones -históricos, poéticos y proféticos- que contiene 39 libros,
se ha originado en las traducciones griegas y latinas de la Biblia donde se halla
tal división. El Antiguo Testamento hebreo consistía en 24 libros, que eran
divididos en las siguientes tres divisiones principales:

1. La ley ( torah ) que contiene los cinco libros de Moisés, o Pentateuco.

2. Los profetas ( nebi'im ) subdivididos en:

(a) Cuatro "anteriores", Josué, Jueces, (1 y 2) Samuel y (1 y 2) Reyes, y

(b) Cuatro "posteriores", Isaías, Jeremías, Ezequiel y los doce profetas menores
en un solo libro.

3. Los escritos ( ketubim ), constituidos por los once libros restantes, de los
cuales Esdras, Nehemías y 1 y 2 de Crónicas forman cada uno un solo libro.

La triple división del Antiguo Testamento hebreo en el tiempo de Cristo es


confirmada por sus propias palabras: " "Era necesario que se cumpliese todo lo
que está escrito de mí en " [1] " la ley de Moisés, en" [2] " los profetas y en " [3] "
los salmos [el primer libro de la tercera división]" " (Luc. 24: 44).

Antes del exilio en Babilonia.-


El origen de muchos de los libros del Antiguo Testamento, tomados por
separado, puede rastrearse yendo hacia sus autores.

Las referencias preexílicas a los libros bíblicos aluden al Pentateuco.

Estos aislados testimonios de la Biblia muestran que el Pentateuco era conocido


desde el tiempo de Moisés hasta el período de los reyes de Judá.

En el tiempo de Esdras-Nehemías.-
En los libros del Antiguo Testamento que fueron escritos después del exilio, tales
como los de Esdras y Nehemías, se hace referencia, ya sea por nombre o por
alguna cita, a varios de los libros más antiguos de la Biblia. También se habla de
ciertos libros que han sido incorporados parcialmente a los libros de las
Escrituras posteriores al exilio, o se han perdido. Los 5 libros de Moisés -bajo los
nombres de "libros de Moisés" , "ley de Jehová" , "libro de la ley de Jehová" ,
etc.- aparecen mencionados 7 veces en 1 y 2 de Crónicas; 17 veces en Esdras y
Nehemías y una vez en Malaquías. Que el libro de la ley ( torah ) era
considerado como inspirado y "canónico" en el siglo V AC, se ve por la gran
reverencia que mostraba el pueblo cuando era abierto el libro (Neh. 8: 5, 6).
Parecería que la expresión "libro de la ley" ( torah ) abarcara más que el
"Pentateuco", pues el mismo término es usado una vez por Jesús al referirse a
los Salmos, cuando introduce citas de Sal. 35: 19 y 69: 4 con las palabras:
"escrita en su ley" (Juan 15: 25).

Muchos libros de origen anterior al exilio sobrevivieron a la destrucción de


Jerusalén y al cautiverio de Babilonia. Esto se ve porque Daniel usó el libro de
Jeremías durante el exilio de Babilonia (Dan. 9: 2) y porque unos 20 libros
diferentes se mencionan en los libros de Crónicas ya sea como habiendo
proporcionado el material original para el contenido de esa obra, o como libros
donde podía conseguirse información adicional acerca de muchos puntos que
sólo fueron tocados superficialmente en las Crónicas. El cronista posterior al
exilio (ver 2 Crón. 36: 22) se refirió a muchos libros, tales como "el libro de las
crónicas de Samuel vidente" (1 Crón. 29: 29) las "crónicas" o "libros del profeta
Natán" (1 Crón. 29: 29; 2 Crón. 9: 29) y "la historia de lado profeta"

El historiador judío Josefo es otro escritor que coloca la terminación del canon
del Antiguo Testamento en el tiempo de Esdras y Nehemías. Poco después de la
caída de Jerusalén, en 70 DC, Josefo hizo la siguiente declaración importante:

"Desde el imperio de Artajerjes hasta nuestra época, todos los sucesos se han
puesto por escrito; pero no merecen tanta autoridad y fe como los libros
mencionados anteriormente, pues ya no hubo una sucesión exacta de profetas.
Esto evidencia por qué tenemos en tanta veneración a nuestros libros. A pesar
de los siglos transcurridos, nadie se ha atrevido a agregarles nada, o quitarles o
cambiarles"

Esta declaración muestra que los judíos en el tiempo de Cristo estaban


convencidos de que el canon había sido fijado en el tiempo de Esdras y
Nehemías, que trabajaron bajo Artajerjes I.

La traducción de la Septuaginta fue preparada por los judíos de habla griega de


Egipto, pero pronto alcanzó una circulación considerable entre los judíos que
estaban ampliamente dispersos. 72 eruditos en 72 días.

Desde los Macabeos hasta Cristo.-

En el siglo II AC, el rey seléucida Antíoco Epífanes procuró helenizar a los judíos
y aplastar su espíritu nacionalista. Eliminó sus ritos religiosos, cambió sus formas
de vida y trató de destruir su literatura sagrada. Después de una descripción de
los esfuerzos hechos en ese tiempo para introducir ritos paganos, 1 Mac. 1: 56,
57 dice lo siguiente acerca de este punto:

El testimonio de Cristo y los apóstoles

Cristo no sólo testificó de la existencia de la triple división de la Biblia hebrea


(Luc. 24: 44) sino también de que conocía el orden de sucesión de los libros. El
orden de los libros en la Biblia hebrea es muy diferente del de nuestras Biblias
modernas. De acuerdo con la triple división de la Biblia hebrea ya explicada, la
sección Escritos viene al final, con los dos libros de Crónicas (uno en el canon
hebreo) al fin del Antiguo Testamento. Cuando Jesús dijo a los fariseos que se
les pediría cuenta por los crímenes cometidos " "desde la sangre de Abel hasta
la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo" " (Luc. 11: 51; cf. Mat.
23: 35), hizo referencia a Abel, el primer mártir, mencionado en el primer libro de
la Biblia (Gén. 4: 8) y a Zacarías, cuyo martirio se describe en el último libro de la
Biblia hebrea (2 Crón. 24: 20-22). Si Jesús hubiera mencionado la palabra
"hasta" en un sentido cronológico, habría mencionado al profeta Urías que fue
muerto por Joacim más de un siglo después de Zacarías (Jer. 26: 20-23). La
declaración de Cristo proporciona pues una clara evidencia de que en sus días el
orden de la Biblia hebrea ya estaba firmemente establecido.
Por supuesto, Jesucristo fue un firme creyente en la autoridad de la Biblia tal
como existía en su tiempo, y también lo fueron sus apóstoles. Esto se ve
manifiestamente en varias declaraciones. Jesús dijo: "Erráis, ignorando las
Escrituras" (Mat. 22: 29). Jesús presentó pruebas de su mesianismo citando las
tres divisiones de las Escrituras del Antiguo Testamento, cuando dijo que " "era
necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés,
en los profetas y en los salmos" " (Luc. 24: 44; cf. vers. 25-27). También colocó la
creencia en los escritos de Moisés junto con la creencia en sus propias
enseñanzas: "Si no creéis a sus escritos"," preguntó el Salvador, "¿cómo
creeréis a mis palabras?" (Juan 5: 47; cf. vers. 46). Pablo declaró que Dios había
hecho ciertas promesas "por sus profetas en las santas Escrituras" (Rom. 1: 2).
Dijo a Timoteo, su joven colaborador: " "Desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras. . . Toda la Escritura es inspirada por Dios." " (2 Tim. 3: 15, 16). Otra
declaración igualmente indudable es presentada por el apóstol Pedro: "
"Tenemos también la palabra profético más segura; . . . ninguna profecía de la
Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por
voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo
inspirados por el Espíritu Santo" " (2 Ped. 1: 19-21). Estas declaraciones
muestran claramente que Cristo y sus apóstoles estaban firmemente
convencidos de que el Antiguo Testamento -la Biblia de sus días- era inspirado y
tenía autoridad.

En la era apostólica se usó por primera vez la expresión "Antiguo Testamento"


con referencia a los libros de la Biblia hebrea. En un pasaje muy discutido, el
apóstol Pablo dice que permanece un velo sobre los ojos de los judíos hasta los
días del apóstol "en la lección del antiguo testamento" (2 Cor. 3: 14 Val. ant.).

Las muchas citas del Antiguo Testamento que se encuentran en el Nuevo


también dan un importante testimonio de la autoridad atribuida a los libros del
Antiguo Testamento por los autores de los escritos cristianos. Algunas de las
citas son cortas, y muchas de las expresiones del libro del Apocalipsis son muy
similares a las que se hallan en Daniel, pero pueden no ser realmente citas

El autor de este artículo contó 433 citas evidentes en el Nuevo Testamento, y


encontró que 30 de los 39 libros del Antiguo Testamento están claramente
citados. Los nombres de 10 libros o sus autores se mencionan en 46 pasajes del
Nuevo Testamento; la inspiración de 11 libros del Antiguo Testamento es
confirmada por citas comenzadas con palabras que indican que Dios o el Espíritu
Santo era su autor, y se aplica el término "Escritura" en 21 pasajes de 11 libros
Testamento son precedidas por la expresión técnica "Escrito está".

Judíos del primer siglo.-


Hacia el fin del siglo I o comienzos del II, se celebró un concilio de eruditos
judíos en Jamnia, al sur de Jaffa, en Palestina. Ese concilio fue presidido por
Gamaliel II, junto con el rabí Akiba, el erudito judío más influyente de ese tiempo,
y que fue el espíritu rector de la asamblea. Puesto que algunos judíos
consideraban ciertos libros apócrifos como de igual valor que los libros canónicos
del Antiguo Testamento, los judíos querían colocar su sello oficial sobre un
canon que había existido inmutable por un largo tiempo y que -así lo sentían-
necesitaba ser resguardado contra posibles adiciones. Por lo tanto, este concilio
no estableció el canon del Antiguo Testamento sino sólo confirmó una posición
sostenida durante siglos en cuanto a los libros de la Biblia hebrea. Con todo, es
cierto que, en algunos sectores, fue cuestionada la canonicidad del Eclesiastés,
Cantares, Proverbios y Ester. Pero el mencionado rabí Akiba eliminó las dudas
con su autoridad y elocuencia, y esos libros mantuvieron su lugar en el canon
hebreo.

La iglesia cristiana primitiva.-

Aceptaron los 24 libros de la Biblia hebrea, pero no los libros apócrifos.

La iglesia oriental y la occidental.-


Jerónimo (siglo V), el traductor de la Biblia al latín -la Vulgata- que ha llegado a
ser la Biblia oficial católica, fue el último escritor de la iglesia que arguyó
enérgicamente a favor de no aceptar nada sino los escritos hebreos y de
rechazar los apócrifos.

Criterios protestantes acerca del canon.-


Los reformadores aceptaron como canónicos los 39 libros del Antiguo
Testamento, sin excepción y casi sin reservas. En cambio, los apócrifos fueron
generalmente rechazados. Martín Lutero los tradujo al alemán y los publicó con
la observación, en la página del título, de que "son libros no iguales a las
Sagradas Escrituras, pero útiles y buenos para leer".

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